Efectos Separacion en Niños
Efectos Separacion en Niños
Efectos Separacion en Niños
Cuando no existe un mutuo acuerdo y una de las partes sufre, lo que sucede en
un porcentaje altísimo , los niños pasan a ser al principio, objeto de las
mejores intenciones, para que no sufran. Pero a lo largo del largo y
burocrático proceso de separación las cosas se van complicando y se entabla
una batalla , un terremoto cuyo epicentro suelen ser los hijos. Estos se “
utilizan” para hacer daño al otro, como “ arma arrojadiza”, y es entonces
cuando el niño comienza a sufrir no tanto por la separación en sí, como por las
desavenencias paternas.
Es por ello básico que el niño establezca una buena relación con uno de los
progenitores, pero esto suele ser difícil porque éstos están tratando de salir
Sin embargo es imprescindible saber las reacciones que se van a producir para
poder estar atentos y minimizar sus efectos.
Los efectos varían según la edad de los niños. Según Dugás “Cuanto más
pequeños son los niños en el momento de la separación, más importantes son
las perturbaciones”.
Las manifestaciones de dolor, también tienen que ver con el nivel de edad en
el que se produce la separación. Pasamos a ver algunas de las características y
sentimientos ante la pérdida
Las reacciones principales se basan principalmente en la ansiedad que en el
caso de niños pequeños con dificultades para manifestarla, de 2 años a 5
años se traducen en :
• Quejas hipocondríacas : dolores de cabeza, abdominales, vómitos,
problemas dermatológicos, pérdida de apetito y en fin todo tipo de
trastornos corporales.
• Puede presentarse insomnio, miedo a estar solo, terrores nocturnos.
• Conductas regresivas ( vuelven al chupo, biberón o se hacen pis si lo
habían controlado)
• Transtornos del comportamiento, rabietas,
• Conductas de apego físico, ( se convierten en la sombra de la madre)
• Hiperactividad
• Agresividad
• Ansiedad de separación...
• Tristeza y llanto.
• Sentimiento de rebelión
• Síntomas psicosomáticos, enfermedades, etc.
• Sentimiento de culpa que suele estar muy presente
• Idealización del padre ausente
• A veces rivalidad o agresividad hacia el padre que tiene la custodia.
• Disminución de la autoestima, “ no valen para nada”.
• Fracaso escolar
• Agresividad
• Hiperactividad.
• Conducta antisocial.
Es básico que el padre y la madre dialoguen con sus hijos desde el principio,
preferentemente ambos juntos, de forma que el niño pueda razonar que sus
padres se separan porque ya no se quieren y les resulta difícil convivir, pero
que ellos siguen siendo lo principal para ellos y que su amor no va a variar por
esta situación. Es muy corriente que el niño se sienta “ culpable” de la
situación, y es imprescindible que se le diga que no existen culpables o en el
caso de que uno de los dos abandone al otro, también es conveniente que el
niño a una edad concreta, lo sepa, sin críticas negativas, pero con la verdad
por delante. No olvidaré a una niña de 10 años, a quien le asustaba dormir sola
y su madre solía acostarse con ella. Cuando surgió la separación, muy
traumática por lo inesperada, la niña en una de las consultas de psicoterapia
que tenía conmigo, rompió a llorar diciendo que ella era la culpable de todo,
porque había hecho que sus padres no durmieran juntos...
Hay que tener en cuenta además que existe el problema de las visitas, que son
cruciales cuando los niños son muy pequeños y no entienden el tiempo como los
adultos.
He tenido que tratar muchas veces casos de niños pequeños que se niegan a ir
con uno de los progenitores, habitualmente el padre puesto que la custodia
siempre suelen dársela a la madre, porque el juez ha dictaminado que se
separe de su madre todo un fin de semana, y que debe pernoctar con una
persona que a veces no ha visto en varios meses y que no reconoce como
padre. Otras veces he visto como los niños eran enseñados por uno de los
padres a rechazar al otro, con todo tipo de chantajes , cuando no amenazas,
hasta que consiguen la negativa total del menor a relacionarse con el otro
progenitor no custodio.
Es por ello que sigo pensando que ante un caso de separación resulta
imprescindible el perfecto conocimiento de la personalidad de cada uno de los
hijos y de los padres, el grado de comunicación que existe entre ellos y el
asesoramiento de un profesional que garantice las modificaciones de conducta
pertinentes en los padres para no causar más daños psicológicos al niño de los
que va a sufrir por la separación en sí
¿Como lograr que el divorcio sea lo menos conflictivo para los hijos?
La separación le ocurre a la pareja no a los hijos. El vínculo de los padres con
los chicos debe mantenerse lo más estrecho posible, tanto o más que antes de
la separación. Quien mantenga la tenencia de los chicos debe fomentar que
ellos sigan viendo al otro cónyuge, si es posible, diariamente y lo ideal, pero
por desgracia menos habitual es que ningún juez tuviera que fijar cuando y
como un niño puede querer ver a su padre o a su madre, puesto que ambos
pusieran por delante de sus intereses, el bien de su hijo. Cuando esto sucede,
el sufrimiento del menor es mucho más llevadero.
• Como adultos, hay que tratar de mantener una relación que permita
dialogar y llegar a acuerdos en torno a los temas relativos a los
hijos. Aunque como pareja se hayan separado, que su función de
padres sea lo más coherente y armónica posible.
Bibliografía de ayuda: