Pautas de Diseño
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Pautas de Diseño
Una de las primeras consideraciones que deberemos hacer al momento de diseñar la INSTALACIÓN
ELÉCTRICA de la vivienda proyectada, es acerca del uso de ésta (qué actividades se desarrollarán en
cada local (destino), qué demandas plantea el usuario, qué mobiliario se usará y cómo se dispondrá,
dónde se ubica y cómo abren puertas y ventanas, etc.). Conocer o presuponer con el mayor grado de
realidad posible las condiciones de uso de cada ambiente y del exterior de la vivienda nos orientará
acerca de las primeras decisiones a tomar. Se tendrán en cuenta las necesidades de iluminación
interior y exterior, funcionamiento de electrodomésticos (heladera, cocina, anafe, horno, horno
microondas, lavavajilla, freezer, extractor o purificador de aire, lavarropas, secarropas, plancha,
secador de cabello) y aparatos electrónicos (radios, grabadores, centro musical, televisión,
videograbadores, etc.), bombas de elevación de agua y de desagote y, eventualmente en viviendas
unifamiliares, fuerza motriz (por ejemplo, un horno para cerámica. Sin embargo, son más usuales en
edificios de altura o comercios).
También deberán considerarse los circuitos de muy baja tensión (menos de 24 V): timbre, portero
eléctrico, teléfono, alarma, antena de televisión, video cable, etc. Estos deberán proyectarse y
materializarse por separado de los circuitos de 220 V
Con esta información se comienza la distribución de las bocas de techo y de pared, los
tomacorrientes y las llaves interruptoras. Su posterior materialización serán las cajas antes
mencionadas. Asimismo, se considerará la necesidad de cajas de derivación. La decisión del
proyectista alcanza a la ubicación de cada una de estas cajas con respecto a otras variables (altura
conveniente para el uso y para la seguridad, posición relativa con respecto a los revestimientos, las
aberturas, el mobiliario, etc.) Para el caso de las llaves y pulsadores la ubicación está prioritariamente
determinada por aspectos ergonómicos mientras que en el resto (tomas, cajas de pases, etc.), por
aspectos funcionales.
Posteriormente, se deberá establecer la potencia de cada boca y de cada toma. En el primer caso,
surgirá de los requerimientos de iluminación. En el segundo caso, debería estimarse la potencia del
aparato eléctrico que se vaya a enchufar. Pero esto es posible sólo en algunos pocos casos (por ej. la
heladera o el lavarropas que, en general, no cambian de lugar dentro de la vivienda). Para subsanar
esta indefinición, se estima una potencia promedio de 100 W por toma y se conviene en prever cada
cinco, uno de 500W.
A título informativo se adjunta una tabla orientativa acerca el consumo estimado de algunos
artefactos eléctricos más comunes.
Comercialmente se suelen expresan los diámetros exteriores de los caños para instalaciones
eléctricas en pulgadas, estableciéndose la siguiente equivalencia: