LUIS MENDOZA - Renuncia y Sociedad Gananciales
LUIS MENDOZA - Renuncia y Sociedad Gananciales
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EL DIVORCIO.
Entendemos que el divorcio es la causa de disolución del matrimonio; y
respecto de los bienes del matrimonio disuelto se estará al acuerdo entre los
cónyuges, y encaso que no exista este acuerdo decidirá el tribunal popular
chino, que tendrá en cuenta para su decisión la situación patrimonial de las
partes y los intereses de la mujer y los hijos.
A su vez existe la posibilidad de una compensación o indemnización a favor de
aquella parte que durante el matrimonio haya prestado mayor interés o
atención a la crianza de los hijos, el cuidado de los mayores o ayudado a la
otra parte en su trabajo y/o estudios.
Así mismo tiene derecho aquella parte a la que el divorcio suponga dificultades
para su subsistencia, debiendo ser ayudada apropiadamente por la otra parte,
estableciéndose a tal fin un régimen específico por convenio. Cabe la
posibilidad de no existir acuerdo decidirá el tribunal popular chino.
PAREJAS DE HECHO.
No existe norma especial en la materia; no hay ningún precepto establecido en
la Ley vigente de Matrimonio chino que se refiera a las parejas de hecho o a la
cohabitación no marital.
Sobre este punto han existido dos importantes interpretaciones auténticas:
Interpretación I.
Ley de Matrimonio admitió que las uniones no matrimoniales, en las que las
partes cumplieran los requisitos esenciales del matrimonio, podían ser
consideradas como un matrimonio de facto.
Interpretación II.
Ley de Matrimonio que, sin embargo y con posterioridad, negó la posibilidad de
atribuir efectos legales a las uniones de hecho.
Concluimos, el criterio legislativo y judicial vigente en esta materia es que la
cohabitación de un hombre y una mujer sin cumplir las formalidades de un
matrimonio no es sujeto de protección legal, la ley las prohíbe; pero lo cierto es
que la ley anima e incentiva a las partes a que voluntariamente adopten las
formalidades de un matrimonio debidamente registrado.
Debe también recordarse la prohibición, ya citada, que establece la Ley de
Matrimonio respecto de la bigamia y de la cohabitación de una persona casada
con un tercero.
DERECHO INTERNACIONAL.
El contenido de la relación matrimonial se rige por la ley de la residencia
habitual común de las partes; si no hay residencia habitual común, por la
ley nacional común; si no existe nacionalidad común, se regirá por la ley
del lugar de celebración si el mismo se ha celebrado en el país de
residencia habitual de una de las partes o en el estado de la
nacionalidad de una de ellas.
Las formalidades del matrimonio serán válidas si se ajustan a la ley del
lugar de celebración, o a la ley de residencia habitual o de la
nacionalidad de una de las partes.
Las relaciones personales entre esposos, se rigen por la ley de la
residencia habitual común; en su defecto por la ley de la nacionalidad
común.
En las relaciones patrimoniales entre esposos, los cónyuges pueden
elegir la legislación aplicable a dichas relaciones entre la ley de la
residencia habitual, la ley de la nacionalidad de una de ellas o la ley del
lugar donde radique la mayoría de los bienes. En defecto de acuerdo se
regirán por la ley de la residencia habitual común; y en su defecto por la
ley de la nacionalidad común.