SANTA CONFESION

Por el padre Wilson Hernán Salazar Hernández (J.C.E.M.)

“Ven a los brazos de tu Padre que te ama

eternamente”
“Dios mío, quiero amarte como te ama la Reina del
Cielo, mamita María”
Amor Divino para el corazón humano, Perdón Divino
para el pecado humano.
 
“No temas, que yo te he rescatado, te he llamado por tu
nombre, tú eres mío” “Misericordia Dios mío por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa, lava del todo mi
pecado, pues yo reconozco mi culpa”. Sal. 50
Dios mío, tú conoces mi pasado, mi presente, mi futuro. Te
reconozco como mi Dios, mi Señor, mi dueño, mi amo. ¡Señor,
ten misericordia de mí que soy un pobre pecador!
Vive con fe, amor, seriedad y sinceridad tu encuentro con
Dios en el Santo Sacramento de la confesión. Dios es el Padre
amoroso, déjate abrazar de la grandeza del perdón divino que
te da la oportunidad de vivir su divino amor. Cuando te
arrodillas ante la Divina Majestad de Dios, lo haces como un
hijo pecador, arrepentido de haber ofendido su amor eterno; y
cuando recibes el Santo Perdón de su Corazón, te levantas
como un santo hijo de Dios.
Vive la experiencia del Santo Sacramento de la Confesión,
prepárate como hijo que necesita de su Padre Creador.
 
PREPARACIÓN PARA LA CONFESIÓN
(Pasos para hacer una buena confesión)
 
EXAMEN DE CONCIENCIA: Consiste en recordar todos los
pecados que hemos cometido después de la última confesión
válida.
ARREPENTIMIENTO: Consiste en sentir sincero dolor por haber
ofendido a Dios y detestar el pecado. Para alcanzar el
arrepentimiento hay que pedírselo a Dios.
PROPÓSITO DE ENMIENDA: Consiste en decidirse firmemente
a no volver a pecar, en estar dispuesto a evitar el pecado, cueste
lo que cueste.
 Santa confesión – padre Wilson Salazar

CONFESIÓN: Consiste en decirle al sacerdote todos los pecados

que hemos descubierto al hacer conciencia. Esta confesión de los
pecados debe ser:
SINCERA: Es decir, si engañar al sacerdote.
COMPLETA: Es decir, sin callarse ningún pecado grave. Para una
confesión profunda y provechosa es necesario confesar todos los
pecados recordados.
HUMILDE: Es decir, sin altanería ni arrogancia.
PRUDENTE: Es decir, que debemos usar palabras correctas y
adecuadas, y no debemos nombrar y acusar a otras personas o
descubrir pecados ajenos.
BREVE: Es decir, sin explicaciones innecesarias y sin mezclarse
en otros asuntos.
SATISFACCIÓN DE OBRA: Consiste en cumplir la penitencia
impuesta por el sacerdote, con la intención de reparar los
pecados cometidos. Es obligatorio cumplir la penitencia porque
es parte del sacramento.
 
Confesarse..... ¿Para Que?
Confesarse no es solamente para:
1. Tranquilizar mi conciencia, librándome de un sentimiento de
culpa.
2. Decir “mis pecados” con la fórmula acostumbrada.
3. Borrar los pecados y dejar el alma limpia.
4. Cumplir una ley de la Iglesia, incómoda para mi.
5. Conseguir la salvación por medio de la absolución
6. Poder recibir otro sacramento como: La Comunión, El
Matrimonio, El Bautizo de un hijo etc.
7. Compensar el haber quebrantado una ley divina, como: No ir
a la Santa Misa, o robar, etc.
8. Obtener de Dios un beneficio como: Éxito en los exámenes,
un viaje, éxito, salud, dinero, empleo, etc.
9. Complacer a alguien, por ejemplo: al novio o a la novia, a
los padres, a un hijo, o a la esposa, a un santo, etc.
10. Hacerle al sacerdote algunas consultas, con el pretexto de
Confesarse.

Confesarse..... ¿Para Qué?

Confesarse es esencialmente para:
1. Ratificar con la Iglesia mi voluntad de convertirme, y mi
decisión de cambiar de vida.

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2. Indicar, NO que pequé, sino que he reconocido mi

pecado y he decidido colaborar con Dios, en su plan de
cambiar mi vida para darme la alegría de la gracia.
3. Hacer visible y apreciable por los sentidos, el hecho de
que he pasado de la muerte a la vida; de que he resucitado
con Cristo.
4. Reconocer que he fracasado en el intento de ser feliz por
mi cuenta; fuera del plan de Dios.
5. Confesar mi fe en el amor de Dios, que perdona a quien
se convierte de corazón.
6. Afianzar mi entrega incondicional a Dios.
7. Realizar un encuentro trascendental con Cristo en la
persona del Sacerdote.
8. Expresar que tengo la actitud de cambio, y que quiero
realizarlo seriamente.
9. Restablecer en mi conciencia y en mi persona, el orden
que he trastornado con mi egoísmo.
10. Acercarme a Dios presente en la comunión, de la cual me
he alejado por el pecado.
11. Aceptar el perdón de Dios, con su gracia y su amistad.
12. Solicitar a través del Sacerdote, la oración de la Iglesia a
fin de poder mantenerme firme en el “pacto” que el señor
vuelve a sellar generosamente conmigo.
13. Demostrar con hechos que ha aumentado la autenticidad
en el mundo
14. Gritar con hechos, mi acción dinámica que restablece mi
amor.
15. Activar mi entrega, -aun con sacrificio- a los demás.
16. Realizar con hechos, mi compromiso vivo y personal con
CRISTO RESUCITADO.

GUÍA PARA HACER EL EXAMEN DE CONCIENCIA

 
Te vas a confesar de acuerdo a la VERDAD DIVINA, a
lo que Dios ha mandado y no de acuerdo con lo que piensa
el mundo. Dios es el Creador, yo soy su criatura: DEBO
OBEDECERLO.
 
a. ¿Deseo confesarme para luchar por mi santidad o por
un simple cumplimiento?
b. ¿Por qué me voy a confesar?
c. ¿Cuánto tiempo hace que me confesé?

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d. ¿Cumplí la penitencia que me impuso el sacerdote? Si

no la cumplí ¿Por qué no lo hice?
e. ¿Me olvidé o callé algún pecado grave en mi última
confesión? ¿Cuál?
f. ¿Tengo claro que está en juego mi vida… o Cielo o
Infierno?

DIFERENCIA entre pecado venial y mortal

(1Jn 5, 16-17)

EL PECADO MORTAL
Destruye el principio vital de la caridad en el corazón del
hombre, por una infracción grave de la ley Divina. Aparta al
hombre de Dios, que es su fin último.
Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones:
1.- Violar uno de los mandamientos en materia grave.
2.- Plena conciencia
3.- Entero conocimiento.
El pecado mortal si no es borrado por el
arrepentimiento y el perdón de Dios, causa la exclusión
del Reino de Dios, y la muerte eterna del infierno.

EL PECADO VENIAL
Deja subsistir la caridad, aunque la ofende y la hiere. El
pecado venial impide el progreso del alma; y quien lo comete
merece penas temporales. El pecado venial deliberado y que
permanece sin arrepentimiento, nos dispone rápidamente o poco
a poco a cometer pecado mortal.
El pecado venial no rompe la alianza con Dios; no priva de
la gracia santificante, de la amistad con Dios, de la caridad, ni
por lo tanto, de la bienaventuranza eterna.

ORACION para pedir a DIOS el arrepentimiento

Señor y Dios mío: Ayúdame a descubrir el mal que he
hecho, y el bien que he dejado de hacer; toca mi corazón
para que con sinceridad me convierta a Ti.
Restaura en mi tu amor para que resplandezca en mi
la vida a la imagen de tu hijo Jesucristo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los
siglos de los siglos.
Amén.

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Oración antes del examen

Señor mío y Dios mío, que investigas los corazones y
conoces las conciencias de los hombres: dame la gracia de
examinar sinceramente mis pecados y de comprender su
malicia. Haz que los confiese bien y me enmiende de ellos,
para que merezca tu perdón y tu gracia en esta vida, y
después la gloria eterna.
Amén.

PRIMER MANDAMIENTO
Amar a Dios sobre todas las cosas. “No tendrás otros
dioses fuera de Mí” (Ex. 20,3)
 
1. ¿He amado a Dios sobre todas las personas y las cosas
creadas?
2. ¿He amado a otra persona más que a Dios?
3 ¿He amado una cosa más que a Dios?
4. ¿He idolatrado a alguien o a algo o a mí mismo?
5. ¿He dudado de la existencia de Dios?
6 ¿He tenido pensamientos malos en contra de Dios?
7. ¿He sentido odio o rabia contra Dios?
8. ¿He renegado alguna vez contra Dios?
9. ¿He negado la existencia de Dios?
10. ¿He puesto otras creencias por encima de Dios?
11. ¿He sido falso o hipócrita en mi fe en Dios?
12. ¿He amado más algún pecado por encima de Dios?
13. ¿He invocado alguna vez al demonio?
14. ¿He mencionado el nombre del demonio o de los demonios?
15. ¿He hecho pacto con el demonio?
16. ¿He creído en supersticiones, hechicerías y brujerías?
17. ¿He consultado hechiceros, adivinos, brujos, yerbateros o
chamanes?
18. ¿He consultado médiums de José Gregorio Hernández?
19. ¿He consultado horóscopos, naipes, taza de chocolates o
cosas parecidas?
20. ¿He usado riegos, sahumerios, talismanes o bebedizos?
21. ¿He practicado el espiritismo?
22. ¿He practicado la tabla ouija?
23. ¿Creo en agüeros?
24. ¿Le he hecho brujería a alguna persona?
25. ¿He usado maleficios contra alguna persona?

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26. ¿He hecho que otras personas crean en brujerías o cosas

parecidas?
27. ¿He despreciado a Dios, a la Santísima Virgen, a los Santos
o las cosas santas?
28. ¿Me he burlado de Dios, de la Virgen, de los Santos o de las
cosas santas?
29. ¿He dudado de la Sagrada Escritura como Palabra de Dios?
30. ¿He dudado de la Santísima Virgen María, de su virginidad,
maternidad, asunción o inmaculada concepción?
31. ¿He dudado de la Iglesia Católica?
32. ¿He creído que las sectas, movimientos o grupos religiosos
son creados por Dios y dan la Salvación?
33. ¿He sido fiel a la fe católica?
34. ¿Mi fe es seria, formada y orante?
35. ¿Me he burlado de alguien por su fe?
36. ¿He vivido mi fe de verdad?
37. ¿He estado alguna vez en una secta?
38. ¿Me he confesado mal alguna vez?
39. ¿Me he dejado llevar por la propaganda de sectas
evangélicas o por grupos o movimientos no cristianos o
contrarios a la fe católica?
40. ¿Me he avergonzado de mi fe?
41. ¿Hago oración al acostarme o al levantarme? ¿Doy gracias a
Dios por el alimento y por los beneficios que de él he
recibido?
42. ¿He adorado a personas o cosas?
43. ¿He pronunciado el nombre de Dios sin respeto, es decir,
con ira, burla o por juego?
44. ¿He cumplido las promesas que le he hecho a Dios, a la
Virgen y a los Santos?
45. ¿He hecho de un pecado una forma de vida y no lucho
contra el?
46. ¿Pienso que pecado es lo que a mí me parece y no lo que
Dios ha dicho?
47. ¿Soy soberbio y he cuestionado los designios de Dios?
48. ¿He escuchado o hecho chistes utilizando el nombre de Dios,
de la Virgen, de los Santos de la Iglesia o su Jerarquía?
49. ¿He causado que otras personas dejen de creer en Dios?
50. ¿En mi hogar Dios es el más importante?
51. ¿Me he sentido orgulloso de creer en Dios o me ha dado
vergüenza de Él?
52. ¿He sido orgulloso y sólo veo todo racionalmente?

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53. ¿He creído en Dios como Creador del Cielo y de la Tierra?

54. ¿He creído que Dios es el Salvador de todo y vino al mundo
por mí salvación?
55. ¿He creído fielmente que el Espíritu Santo es Señor y dador
de mi vida?
56. ¿He creído en Dios Uno y Trino?
57. ¿He creído en Dios como Principio y Fin de mi vida?
58. ¿He buscado otros fines fuera de Dios?
59. ¿He desconfiado de la Providencia Divina?
60. ¿He dado a Dios el tiempo que se merece?
61. ¿He creído más en el mal (demonio) que en Dios?
62. ¿He justificado mis maldades ante Dios?
63. ¿He dudado de la existencia del Cielo?
64. ¿He dudado de la existencia del Purgatorio?
65. ¿He dudado de la existencia del Infierno?
66. ¿He dudado que el demonio y los demonios existan?
67. ¿He dudado de la existencia de los ángeles?
68. ¿He dudado del Poder de Dios sobre el mundo?
69. ¿He invocado a Dios en los momentos de peligro?
70. ¿He dicho palabras groseras?
 
SEGUNDO MANDAMIENTO
No Jurar su Santo Nombre en vano. “No pronunciarás
el nombre de Yahvé, tu Dios, en falso” (Ex. 20, 7)
 
1. ¿He adulado personas como lo máximo, más que Dios?
2. ¿He considerado a alguna persona como imprescindible para
mi vida?
3. ¿He considerado alguna cosa como esencial para mi vida
más que Dios?
4. ¿He vivido de fantasías que me desvían de la verdad de
Dios?
5. ¿He creído en lo que los demás me han dicho mal sobre
Dios?
6. ¿He leído autores, libros o revistas que me dicen ideas
contrarias a la verdad de Dios?
7. ¿Me he dejado llevar por ideologías, hipótesis, ideas,
filosofías que me han llevado a dudar de Dios?
8. ¿He jurado en vano el Santo nombre de Dios, es decir, sin
verdad, cuando he jurado lo que es falso o prometido lo que
tenía intención de cumplir sin justicia; cuando he jurado

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hacer una cosa mala, sin necesidad; cuando he jurado por

cosas que no son importantes?
9. ¿He creído firmemente en el Poder de Dios?
10. ¿He creído en filosofías, ideas, teorías, ideologías que niegan
a Dios y su verdad?
11. ¿He dudado de la Sagrada Escritura y he pensado que lo que
dice son fábulas y fantasías?
12. ¿He dudado de los mandamientos de Dios?
13. ¿He dudado de la historicidad de la Sagrada Escritura?
14. ¿Justifico ante Dios mis ideas y posturas?
15. ¿Dios es lo más importante en mi vida o sólo lo busco
cuando me conviene?
16. ¿He adorado a Dios como mi único Señor?
17. ¿He traicionado a Dios aceptando falsedades de las sectas?
18. ¿He falseado el nombre de Dios por conveniencia?
19. ¿He traicionado a Dios por lo que otros me dicen?
20. ¿He guardado silencio cuando alguien ha hablado mal de
Dios o de la Iglesia?
21. ¿He defendido mi fe ante las críticas de los demás?
22. ¿He pensado que todo viene por evolución sin la intervención
de Dios?
23. ¿He dudado que la Iglesia sea fundación del hombre y no de
Dios?
24. ¿He criticado a Dios por cosas malas que han pasado?
25. ¿He blasfemado de Dios?
26. ¿He sido hereje con mis posturas e ideas?
27. ¿He dudado del Perdón de Dios?
28. ¿Hablo de Dios sólo lo que me conviene?
 
TERCER MANDAMIENTO
 Santificar las Fiestas. “Bendijo Yahvé el día del
sábado y lo santificó” (Ex. 20,11b)

1. ¿He ido a la Santa Misa con afanes, sin fe y sin deseo, sólo
por ir?
2. ¿Me he portado en la Iglesia con respeto y dignidad?
3. ¿He dejado de asistir a la Santa Misa los domingos y las
fiestas de precepto?
4. ¿He dejado de asistir a la Santa Misa por ir a otros lugares o
estar con otras personas?

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5. ¿Tengo otros dioses, es decir, cosas en las cuales me

preocupo y confío más que en Dios, es decir, el dinero, la
fama y el poder?
6. ¿He trabajado sin necesidad los domingos y días de fiesta de
precepto?
7. ¿He cumplido mis deberes como Bautizado?
8. ¿He cumplido mis deberes como Confirmado?
9. ¿He visitado a los enfermos frecuentemente?
10. ¿He sido fiel a mi Bautismo?
11. ¿Me he comportado como hijo de Dios?
12. ¿He dado testimonio de Dios?
13. ¿He creído firmemente en la presencia de Dios en la Santa
Misa?
14. ¿He estado en la Santa Misa sin fe y con afanes?
15, ¿He comulgado en estado de gracia o en pecado mortal?
16. ¿He comulgado sin confesión?
17. ¿He dejado de confesarme durante mucho tiempo?
18. ¿He adorado a Dios en la Santa Eucaristía?
19. ¿He criticado a los Sacerdotes y no he orado por ellos?
20. ¿He vivido mi fe en la Iglesia y con radicalidad o sólo creo en
lo que me conviene?
21. ¿He sentido orgullo de ser cristiano o me ha dado
vergüenza?
22. ¿He frecuentado constantemente los Sacramentos o muy de
vez en cuando?
23. ¿He dedicado los domingos para orar o ni me acuerdo de
Dios?
24. ¿Dedico a Dios momentos suficientes de oración o casi
nunca?
25. ¿He sido consciente que mi fe debe acompañarse de mis
obras?
26. ¿Vivo esa fe todo el tiempo y hago todo con fe en Dios?
27. ¿He sido frecuente en la fe o sólo de momentos?
28. ¿He sido devoto de la Santísima Virgen y la venero con amor
Verdadero?
29. ¿He defendido a la Virgen María contra las herejías que
hacen sobre Ella?
30. ¿He invocado a los Santos del Cielo con devoción fiel?
31. ¿He participado de fiestas mundanas donde se peca
constantemente?
32. ¿He ido a bailes, fiestas, espectáculos que uno contrarios a
la fe en Dios?

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33. ¿He utilizado las fiestas de Dios, de la Virgen o de los Santos

para diversiones y espectáculos mundanos?
34. ¿He utilizado la Semana Santa para irme de paseo y
vacaciones y no para orar?
35. ¿He utilizado la navidad para fiestas mundanas y no para
conmemorar en Nacimiento de Dios?
36. ¿He celebrado mi cumpleaños con fiestas malsanas y
borracheras?
37. ¿He asistido a la Santa Misa y después me he ido a lugares
de pecado?
 
CUARTO MANDAMIENTO:
Honrar a Padre y Madre. “Honra a tu padre y a tu
madre” (Ex. 20, 12a)

1. ¿He amado, respetado y obedecido a mis padres?

2. ¿He socorrido a mis padres en mis necesidades?
3. ¿He sido buen hermano?
4. ¿He amado a mis hijos?
5. ¿He educado cristianamente a mis hijos?
6. ¿He vigilado y corregido a mis hijos?
7. ¿He dado buen ejemplo a mis hijos?
8. ¿He llevado a mi familia a amar más a Dios?
9. ¿He cumplido bien con mis deberes de estudiante?
10. ¿He sido abusivo y autoritario con quienes dependen de mí?
11. ¿He cumplido bien y fielmente con mis deberes como jefe de
oficina, responsable de alguna actividad, empleado público o
privado, obrero?
12. ¿He pagado salario justo a mis trabajadores?
13. ¿He tratado a mis trabajadores u obreros con respeto,
bondad y consideración?
14. ¿He obrado en todo de acuerdo con la justicia?
15. ¿He contribuido a la construcción humana y espiritual en el
barrio, pueblo o ciudad donde vivo?
16. ¿He amado, honrado y contribuido al engrandecimiento
prosperidad de mi patria?
17. ¿He respetado y obedecido las leyes de mi país?
18. ¿He pagado los impuestos públicos?
19. ¿He votado a conciencia o por otros intereses?
20. ¿Amo a la Iglesia Católica?
21. ¿Amo, respeto y obedezco a los legítimos pastores de la
Iglesia?

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22. ¿He sido traidor a la Iglesia?

23. ¿He sido cobarde cuando he debido defender a la Iglesia?
24. ¿He acogido las enseñanzas, leyes y orientaciones de la
Iglesia?
25. ¿He gritado, golpeado o insultado a mis padres o hermanos?
26. ¿He pecado con mi familia en conversaciones o fiestas?
27. ¿Me ha dado vergüenza hablar de Dios en mi familia?
28. ¿No he perdonado a mis seres queridos por su pasado?
29. ¿He dejado de hablar a mis padres o hermanos por peleas
continuas?
30. ¿No he orado con mi familia y no me gusta orar con ellos?
31. ¿No he dialogado con mi familia cuando más lo necesitan?
32. ¿He sentido ira u odio contra algún familiar?
33. ¿Guardo odio o rencor contra algún familiar?
34. ¿He abandonado a algún familiar que me necesita?
35. ¿No he visitado a mis familiares que viven lejos?
36. ¿No he vivido según la ley de Dios en mi hogar?
37. ¿He vivido en unión libre?
38. ¿He permitido la unión libre en alguno de mis familiares?
39. ¿He sido alcahuete con los pecados de mi familia?
40. ¿He dado malos consejos a mis familiares?
41. ¿He dejado a Dios en sus Sacramentos por estar con mi
familia?
42. ¿He considerado a mi familia más importante que Dios?
43. ¿Hay algún familiar con el cuál estoy disgustado desde hace
mucho tiempo?
44. ¿He perdido el tiempo con otras personas ajenas a mi
familia?
45. ¿Les he dado más amor a otras personas fuera de mi
familia?
46. ¿Les ayudo económicamente a mis padres si ellos lo
necesitan?
47. ¿He malgastado el dinero de mi familia en vicios o en cosas
inoficiosas?
48. ¿He sido negligente en llevar a los Sacramentos a mi
familia?
49. ¿He dado algún mal consejo a algún familiar?
50. ¿He admitido la violencia de palabras o físicas en mi familia?
51. ¿He incitado a algún familiar a abandonar la fe en Dios?
52. ¿He incitado a algún familiar a que le haga daño a alguien?
53. ¿He propagado odios, rencor, rabia y maldad en mi familia?
 

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QUINTO MANDAMIENTO
“No matarás” (Ex. 20, 13)

1. ¿He deseado nunca haber nacido?

2. ¿He deseado o pensado quitarme la vida?
3. ¿He atentado contra la vida de los demás? ¿En qué forma?
4. ¿He practicado el aborto? ¿Lo he solicitado o autorizado?
5. ¿He aconsejado y ayudado a otros para que practiquen el
aborto?
6. ¿He asesinado a alguien?
7. ¿He despreciado, odiado o guardado rencor a alguien?
8. ¿He deseado vengarme?
9. ¿He perdonado de corazón a los que me han ofendido?
10. ¿He perjudicado a otros física o moralmente?
11. ¿He golpeado, herido o torturado a alguien?
12. ¿He practicado o colaborado con el secuestro, la extorsión o
cualquier otra forma de violencia?
13. ¿No he sabido controlar la ira o el mal genio?
14. ¿He insultado o agraviado a otros?
15. ¿He practicado o autorizado la esterilización, vasectomía,
ligamiento de trompas, extracción de la matriz, no con fines
de curación sino para evitar los hijos?
16. ¿Me he embriagado? ¿Soy un alcohólico?
17. ¿He comido de gula?
18. ¿He sido responsable al conducir vehículos? ¿He respetado
las leyes de tránsito?
19. ¿He sido consciente que poner en peligro la propia vida o la
vida de los demás es pecado?
20. ¿He cuidado de mi propia salud y de los que soy
responsable?
21. ¿He sido causa para que otros pequen?
22. ¿He usado drogas alucinógenas o estupefacientes,
marihuana, bazuco, cocaína, etc.?
23. ¿He negociado con estas sustancias por ambición de dinero
sin importarme la ruina física y espiritual de los demás?
24. ¿He defendido en la medida de mis capacidades a los que
son víctima de cualquier injusticia?
25. ¿Me he preocupado por el bien de la comunidad donde vivo,
familia, oficina, conjunto, barrio, ciudad, pueblo o vereda?
26. ¿He sido solidario con los demás en todo lo que favorece al
bien común?
27. ¿En mi trabajo, he sido honesto, responsable, serio?

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28. ¿He destruido la naturaleza, dañando los árboles,

maltratando a los animales, contaminando el agua, el aire y
el medio ambiente?
29. ¿He sentido alegría con la muerte de alguien?
30. ¿He estado de acuerdo con los grupos al margen de la ley?
31. ¿He menospreciado la vida?
32. ¿He juzgado a Dios por darme la vida?
33. ¿Soy pesimista con la vida?
34. ¿No he querido luchar cada día?
35. ¿Me desilusiono de la vida?
36. ¿Soy impaciente y maldigo la vida?
37. ¿He pronunciado palabras de muerte?
38. ¿He mirado con desprecio a alguien?
38 ¿He tenido miradas o palabras de odio hacia alguien?
39. ¿He jurado hacerle daño a alguien?
40. ¿He llevado a alguien a dañar su vida con mis consejos?
41. ¿He dado malos consejos y le he hecho daño a alguien?
42. ¿He estado de acuerdo con el aborto?
43. ¿He estado de acuerdo con la Eutanasia?
44. ¿He estado de acuerdo con la pena de muerte?
45. ¿He maltratado a una persona física o moralmente?
46. ¿He puesto en riesgo mi vida en algún momento, lugar o
circunstancia?
47. ¿No me he preocupado por las necesidades de los demás?
48. ¿He dejado pasar el tiempo sin arrepentirme de mis
pecados?
49. ¿He deseado que los malos se mueran?
50. ¿He dicho palabras de muerte o destrucción?
51. ¿Me he metido con personas al margen de la ley?
52. ¿He hecho alguna cosa mala contra alguien?
53. ¿He acudido a los agentes del demonio para hacerle daño a
alguien?
54. ¿He sido una persona falsa e hipócrita?
55. ¿He tenido pensamientos de muerte?
56. ¿He tenido sentimientos de muerte y destrucción?
57. ¿He orado por los que han muerto?
58. ¿He orado por mis antepasados difuntos?
59. ¿He orado por la iglesia purgante?
60. ¿He amenazado de muerte a alguien?

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SEXTO MANDAMIENTO
 “No cometerás adulterio” (Ex. 20, 14)

1. ¿He sido impuro de mente, de corazón o de cuerpo?

2. ¿He consentido en pensamientos y deseos impuros?
3. ¿He leído libros, revistas o cualquier literatura pornográfica?
4. ¿He asistido a espectáculos pornográficos?
5. ¿He asistido a casas de prostitución?
6. ¿He cometido actos impuros de masturbación?
7. ¿He cometido actos impuros con otras personas?
8. ¿He sido adúltero, es decir, infiel a mi pareja?
9. ¿He tenido relaciones sexuales antes del matrimonio?
10. ¿He tenido relaciones homosexuales?
11. ¿He tenido conversaciones impuras?
12. ¿He presionado a otras personas para tener de ellas una
relación sexual?
13. ¿He inducido a prácticas sexuales a menores de edad o
personas casadas?
14. ¿Vivo en unión libre?
15. ¿He sabido respetar mi cuerpo y el de los demás como
templo del Espíritu Santo?
16. ¿Me he valorado física y espiritualmente tal como soy? ¿Me
quiero como soy?
17. ¿He usado métodos artificiales de control de natalidad o
métodos anticonceptivos?
18. ¿Me esfuerzo por controlar mis pasiones e instintos?
19. ¿Me esfuerzo por superar mis inclinaciones impuras?
20. ¿No me esfuerzo por luchar contra la impureza que hay en
mí?
21. ¿He consentido la impureza como algo común y corriente?
22. ¿He aconsejado malas inclinaciones a alguien?
23. ¿He permitido en mi familia inclinaciones sexuales malsanas?
24. ¿He visto películas pornográficas por los medios de
comunicaciones?
25. ¿He utilizado los medios de comunicación para cometer actos
impuros?
26. ¿He tenido miradas impuras?
26. ¿He dicho a alguna persona palabras impuras o lujuriosas?
27. ¿He tenido besos o caricias impuras con alguien?
28. ¿Me he aprovechado de alguien afectivamente?
29. ¿Me he dejado llevar por mis emociones?
30. ¿Le he hecho daño a alguien emocionalmente?

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 Santa confesión – padre Wilson Salazar

31. ¿He abusado de menores de edad sexualmente?

32. ¿He tenido fantasías sexuales?
33. ¿He dado escándalo a alguien con comportamientos sexuales
degradantes?
34. ¿He pensado que el sexo es algo normal y prioritario en la
sociedad?
35. ¿He estado de acuerdo con espectáculos de sexo?
36. ¿He tenido relaciones sexuales con mi pareja en estado de
embriaguez?
37. ¿He estado con mi pareja en la intimidad sólo por placer y
no por amor?
38. ¿He comulgado en estado de impureza?
39. ¿Nunca me he confesado de los pecados de impureza?
40. ¿He considerado como normal los actos de impureza?
41. ¿He estado de acuerdo con la homosexualidad y el
lesbianismo?
42. ¿He estado de acuerdo con las relaciones sexuales antes del
matrimonio?
43. ¿He practicado sexo oral, anal u otra aberración sexual?
44. ¿He practicado sexo con animales?
45. ¿He participado de orgías?
46. ¿He practicado el transexualismo?
47. ¿He estado de acuerdo con el transexualismo?

SÉPTIMO MANDAMIENTO
 “No robarás” (Ex. 20, 15)

1. ¿He robado?
2. ¿He devuelto lo que he robado?
3. ¿He respetado las cosas de los demás?
4. ¿He devuelto oportunamente lo que me han prestado?
5. ¿He pagado las deudas?
6. ¿He cobrado intereses de usura, es decir, mayores de los
permitidos por la ley?
7. ¿He especulado con los precios de los artículos?
8. ¿He engañado a los demás en el pesote o medida de los
artículos?
9. ¿He despilfarrado el dinero en cosas innecesarias?
10. ¿He sido avaro y ambicioso para el dinero y las cosas?
11. ¿He usado indebidamente los dineros públicos?
12. ¿He obtenido o tratado de obtener servicios públicos o
privilegios abusivos mediante soborno?

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 Santa confesión – padre Wilson Salazar

13. ¿He practicado el contrabando?

14. ¿He reparado los daños que he causado?
15. ¿He ejercido honestamente mi oficio?
16. ¿He formado parte de grupos delictivos o formado parte de
sus actividades?
17. ¿He sido solidario y generoso en la medida de mis
capacidades con N.N, los pobres y necesitados?
18. ¿He sabido compartir con los demás lo que soy y lo que
tengo?
19. ¿Le he robado a mi familia?
20. ¿No he pagado las deudas puntualmente?
21. ¿He malgastado el dinero?
22. ¿No he sido responsable con mis obligaciones en el hogar?
23. ¿No he sido responsable con mis obligaciones en la
sociedad?
24. ¿He falsificado documentos oficiales del gobierno?
25. ¿He hecho trampa con los servicios públicos?
26. ¿No he respetado a mis vecinos y sus posesiones?
27. ¿He botado la comida de mi casa?
28. ¿He robado en establecimientos públicos?
29. ¿He engañado a alguien en los negocios?
30. ¿He arruinado económicamente a alguien?
31. ¿He sido un mal socio?
32. ¿Me he aprovechado económicamente de alguien?
33. ¿He hecho negocios sucios?
34. ¿Me he aprovechado de la ingenuidad de alguien?
35. ¿He sobornado a alguien?
36. ¿He adulterado los precios en negocios?
37. ¿He compartido algo robado con alguien?
38. ¿He peleado con mi familia por la herencia de mis padres?
39. ¿No ayudo en mi familia en sus necesidades económicas?
40. ¿He gastado más de lo que necesito?
41, ¿Nunca comparto mis bienes con otras personas?
 
OCTAVO MANDAMIENTO
 No mentir. “No darás falso testimonio contra tu
prójimo” (Ex. 20, 16)
 
1. ¿He pensado mal de alguien?
2. ¿No he perdonado de corazón?
3. ¿No he pedido perdón a quien he ofendido?
4. ¿He mentido?

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 Santa confesión – padre Wilson Salazar

5. ¿He calumniado?
6. ¿He hablado mal de los demás?
7. ¿He perjudicado a otros con mentiras o revelado algún
secreto?
8. ¿He sido hipócrita y falso?
9. ¿He mentido o callado la verdad ante un juez o una
autoridad competente?
10. ¿He sido cómplice de algún delito?
11. ¿He mentido ante las autoridades competentes?
12. ¿Le he guardado una mentira a alguien?
13. ¿Le he mentido a mi familia?
14. ¿He mentido en mi trabajo?
15. ¿He mentido en mi salud?
16. ¿He comprometido a otras personas con mis mentiras?
17. ¿He hecho decir mentiras a alguien?
18. ¿Le he dañado la fama a alguna persona?
19. ¿Me he dejado llevar por suposiciones?
20. ¿He dejado que otros hablen mal de alguien?
21. ¿He participado en calumnias contra alguien?
22. ¿He difamado a alguien?
23. ¿He permitido que otros difamen a alguna persona?
24. ¿He hablado mal de mi familia?
25. ¿He calumniado a alguien por beneficio personal?
26. ¿He murmurado de los demás?
27. ¿He mentido sobre mi fe?
28. ¿He mentido durante una confesión?
29. ¿Le he mentido a la Iglesia?
30. ¿Le he mentido a Dios?
31. ¿Me he mentido a mí mismo con mis fantasías?
32. ¿Le he mentido a mi pareja?
33. ¿Les he mentido a mis hijos?
34. ¿He mentido continuamente?
35. ¿Digo mentiras y no me doy cuenta de su gravedad?
36. ¿No he defendido al oprimido?
37. ¿No he dicho la verdad cuando debo decirlo?
38. ¿He calumniado sin ningún escrúpulo?
39. ¿He odiado si me calumnian?
40. ¿Nunca he pedido perdón a alguien?
41. ¿No he perdonado al que me ha pedido perdón?
42. ¿Juzgo con ligereza a todos?
43. ¿No perdono con facilidad a alguien?
44. ¿Me he vengado de quien me ha fallado?

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 Santa confesión – padre Wilson Salazar

45. ¿Nunca pido disculpas por mis faltas?

 
NOVENO MANDAMIENTO
No desear la mujer del prójimo.
“No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni
su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu
prójimo” (Ex. 20, 17b)
 
1. ¿He aconsejado a alguien que no se case y viva en unión
libre?
2. ¿He aconsejado a alguien abandonar el matrimonio?
3. ¿He codiciado la persona que no me corresponde?
4. ¿He seducido a alguien?
5. ¿He irrespetado a las mujeres?
6. ¿He irrespetado a los hombres?
7. ¿He hecho a alguien propuestas indecentes?
8. ¿He hecho llamadas indecentes?
9. ¿No soy responsable con mi hogar?
10. ¿Estoy traicionando a mi pareja?
11. ¿Le he hecho daño a alguien emocionalmente?
12. ¿He dañado el hogar de alguien?
13. ¿Les he dado malos consejos a mis amigos?
14. ¿No soy sincero en mis relaciones con los demás?
15. ¿He deseado no haberme casado?
16. ¿He deseado tener otra pareja?
17. ¿Le estoy mintiendo a alguien con mi relación?
18. ¿No controlo mis afectos y sentimientos hacia los demás?
19. ¿Traiciono a mi pareja con mis pensamientos?
20. ¿Estoy siendo infiel o dañando mi hogar?
21. ¿Le estoy alcahueteando a alguien traición a la pareja?
22. ¿Soy falso y traiciono mi hogar?
23. ¿Soy hipócrita en mi relación?
24. ¿No he pedido perdón a mi pareja por serle infiel?
27. ¿No me he arrepentido de mis infidelidades?
28. ¿No controlo mis deseos de estar con personas que no debo?
29. ¿He deseado ser infiel y busco las oportunidades?

DÉCIMO MANDAMIENTO
 No desear los bienes ajenos. “No codiciarás la casa
de tu prójimo” (Ex. 20, 17a)
 
1. ¿No he compartido con otros lo que tengo?

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 Santa confesión – padre Wilson Salazar

2. ¿Tengo cosas guardadas que nunca utilizo y las podría dar a

los pobres?
3. ¿He sido avaro?
4. ¿He sido envidioso?
5. ¿He sido adulador por interés personal?
6. ¿He fingido sentimientos que no tengo?
7. ¿No he cumplido la palabra empeñada? (Octavo
mandamiento?)
8. ¿He sido perezoso?
9. ¿He actuado contra mi conciencia por miedo o por
hipocresía?
10. ¿He renegado de mi cuerpo o de lo que soy, me da rabia
conmigo mismo?
11. ¿Les he deseado males a los ricos?
12. ¿Desearía ser rico, pero por orgullo y soberbia?
13. ¿Nunca doy limosna a nadie?
14. ¿Guardo lo que tengo y no lo comparto con nadie?
15. ¿No aporto al hogar lo que debo aportar?
16. ¿Hecho en cara lo que doy a mi familia?
17. ¿Guardo las cosas y no permito que nadie las toque?
18. ¿Critico a los que tienen, pero no ayudo en nada?
19. ¿He hecho trampa para obtener beneficios personales?
20. ¿Malgasto lo que tengo inoficiosamente?
21. ¿He sido acomodado y no contribuyo al bien común?
22. ¿No cuido lo que tengo ni lo de los demás?
23. ¿Gasto excesivamente y no ahorro para el futuro?
24. ¿Me alegra cuando a alguien le va mal?
25. ¿No cuido a mi familia por estar en lo que no me
corresponde?
26. ¿Soy descuidado con lo que tengo?
27. ¿He considerado que el dinero es más importante que Dios?
28. ¿He pensado que el dinero lo es todo?
29. ¿He criticado a Dios por no tener dinero?
30. ¿Malgasto el dinero en juegos de azar?
31. ¿Me dedico a conseguir dinero y olvido a Dios?
32. ¿Valoro más el dinero que a Dios y a mi familia?
33. ¿Reniego de mis situaciones económicas?
34. ¿Maldigo mi vida y mi situación social?
35. ¿Nunca practico las Obras de Misericordia?
36. ¿Nunca le ayudo a los pobres?

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 Santa confesión – padre Wilson Salazar

ORACIÓN PARA ANTES DE LA CONFESIÓN

Padre mío, tú conoces mi pasado: perdóname y
santifícame. Señor Jesús mío, tú conoces mi presente:
perdóname y bendíceme. Espíritu Santo mío, tú sabes lo
que pasará en mi futuro: aumenta mi fe y dame fortaleza.
Señor, en el Corazón de María: lávame, límpiame,
purifícame. Yo confío en Ti
 
POR AMOR A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA,
PERDÓNANOS SEÑOR
ORACIÓN PARA DESPUÉS DE LA CONFESIÓN
Padre mío, gracias por tanto amor al darme tu perdón
y la fe para seguir mi camino hacia Ti. Señor Jesús mío,
gracias por amarme tanto, que tienes misericordia de mi
pobre vida y me das otra oportunidad más de vivir en Ti.
Espíritu Santo mío, gracias por tu poder de perdón sobre
mí, dándome la fuerza para seguir en mi lucha de cada
día. En el Corazón de María Santa, te ofrezco hoy y
siempre mi vida, que Ella me guíe en la santidad.

Dios te ha creado, te ha dado la vida y algún día

volverás a Él
¿Cómo te presentarás en su presencia?
 
Lee los capítulos 5, 6, 7 del Evangelio de San Mateo
 
DIOS TE AMA EN MARÍA

Con amor,
Padre Wilson Hernán Salazar Hernández (J.C.E.M.)

Oraciones de Amor
MARÍA REINA DE LOS CORAZONES

Oh María Reina de los Corazones, que habéis sido

concebida sin pecado, os elijo hoy por señora y dueña de
esta casa y os pido por vuestra Inmaculada Concepción,
os dignéis preservarla de la peste, del fuego, del agua, del
rayo, de los terremotos, de los ladrones, de los impíos, de
los bombardeos y de los peligros de la guerra. Bendecid y

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 Santa confesión – padre Wilson Salazar

proteged las personas que habitan y viven en ella y

concedednos la gracia de evitar el pecado y todas las
desgracias y accidentes.
¡Oh María Reina de los Corazones, Llena nuestros
corazones de amor para Papito Dios! (3 Veces).

PADRE, ME PONGO EN TUS MANOS

Padre, me pongo en tus manos, Tú eres mi Padre
Creador, tómame y lléname de Ti, tómame y posee mi
vida. Tú eres mi Padre y yo soy tu hijo, has en mí tú Santa
Voluntad, Tú me has creado en tu infinito amor, soy todo
tuyo. Tú eres mi Dios, ven y lléname de Ti, tú eres mi
Señor, dame tu presencia. Tú eres mi poderoso Señor,
tómame y poséeme Dios mío.
Has en mí lo que quieras, sea lo que fuere, por ello te
doy las gracias, estoy dispuesto a todo. Lo acepto todo,
con tal de que se cumpla tu voluntad en mí y en todas tus
criaturas. No deseo nada más Padre: has en mí, te lo
ruego, tu Santa y Purísima Voluntad.
Te encomiendo mi alma, te la entrego con todo el
amor de que soy capaz, porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida, con infinita confianza,
porque tú eres mi Padre. Padre mío, en el corazón de tu
hija, Santa María, que tú y yo seamos uno.
Alabado sea el Padre, en su Hijo, por el Espíritu Santo.
Amén.
 
CONFIGURACIÓN CON JESUCRISTO
Señor Jesucristo: Que tu presencia inunde todo mi ser
y tu vida se marque a fuego en mis entrañas para que
pueda yo caminar a la luz de tu existencia; y pensar como
tú piensas, sentir como tú sientes, orar como tú oras,
amar como tú amas. Pueda yo como tú, preocuparme por
los demás, ser sensible ante las dificultades de los demás,
sacrificarme a mí mismo y ser al mismo tiempo aliento y
esperanza para los demás.
Pueda yo ser como tú: sensible y misericordioso,
paciente, manso y humilde, sincero y entregado, amoroso
y comprensivo. Que ame a los niños con tu corazón, que
ame a los jóvenes con tu amor, que ame a todos con todo
tu ser. Que los que me vean te vean, que los que me
escuchen te escuchen, que los que me abracen te abracen,

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 Santa confesión – padre Wilson Salazar

que los que me amen te amen, que sea yo transparencia

de tu ser y de tu amor. Señor Jesús, que en el Corazón de
María tú y yo seamos uno.
Alabado sea el Padre, en su Hijo, por el Espíritu Santo.
Amén
 
CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Recibe, ¡Oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y
absoluta de todo mi ser que te hago en este día, para que
te dignes ser en adelante, en cada uno de los instantes de
mi vida, en cada una de mis acciones, mi Director, mi Luz,
mi Guía, mi Fuerza y todo el amor de mi corazón. Yo me
abandono sin reservas a tus Divinas operaciones y quiero
ser siempre dócil a tus Santas Inspiraciones.
Espíritu Santo, toma mi mente y llénala de tu
Sabiduría Celestial, toma mi corazón y llénalo de tu Santa
Pureza, toma mi cuerpo y llénalo de tu Divinidad, toma
mis fuerzas y llénalas de tu Santidad, toma mi alma y
llénala de tu amor, toma todo mi ser y poséelo con tu
eternidad, tú todo en mí.
¡Oh Espíritu Santo! Dígnate formarme con María y en
María según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al
Padre Creador, Gloria al Hijo Redentor, Gloria al Espíritu
Santo Santificador.
Amén

Acto de Contrición
(Rézalo despacio y de corazón antes de acercarte a
confesar)

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero,

Creador, Padre, y Redentor mío; por ser Tú quien eres,
Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas,
me pesa (golpéate el pecho) de todo corazón de haberte
ofendido; también me pesa porque puedes castigarme
con las penas del infierno.
Ayudado de tu divina gracia, propongo firmemente
nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que
me fuere impuesta.
Amén.

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 Santa confesión – padre Wilson Salazar

Modo práctico de confesarte

Después de hecho el examen de conciencia y rezado de
corazón el Acto de Contrición, te acercas al confesionario. Si hay
tiempo, y tienes a mano una Biblia sería bueno que leyeses
algún pasaje que te ayude al arrepentimiento.
Cuando te llegue el turno, te santiguas, te diriges al
confesor y, de pie o de rodillas (según sea la costumbre) le
saludas diciendo: Ave María Purísima. Él te contestará: Sin
pecado concebida. (Ritual de Penitencia, nº 16.1975)
Enseguida dirás con humildad, sinceridad y arrepentimiento:
Hace ... (el tiempo que haya pasado poco más o menos
desde la última confesión) que no me he confesado. Cumplí
(o no cumplí) la penitencia. No callé ningún pecado grave (o
callé a sabiendas un pecado, dos o tres, etc.). Tampoco me
olvidé de ninguno (o me olvidé de estos pecados: díselos al
confesor). Desde entonces he cometido los pecados siguientes:
(Dile los que recuerdes según el orden de los
mandamientos, añadiendo siempre las circunstancias
agravantes y cuántas veces has cometido cada pecado
grave). Si no recuerdas el número exacto, puedes decirlo
aproximadamente, por ejemplo, cuántas veces al día, a la
semana o al mes.
Si, gracias a Dios, no tienes pecados graves, al final puedes
decir: “Me acuso también y me arrepiento de todos los
pecados de mi vida pasada, principalmente de los que he
cometido contra la pureza, paciencia y caridad”.
Es mejor que te confieses tú solo; pero si no te atreves, dile
al Padre que te ayude. Y si, al terminar el confesor de
preguntarte, te acuerdas de algún otro pecado grave, díselo tú
mismo.
No tengas miedo de decírselo todo. El confesor no se
extrañará de nada y te guardará el secreto, aunque le cueste la
vida. Además, tiene obligación de recibir con cariño y
misericordia, como hacía el mismo Jesucristo, a todos los
pecadores arrepentidos. Si lo dices todo, te quedará una gran
paz en el alma. Si no, el remordimiento no te dejará vivir
tranquilo.
Si no estás en disposición de confesarte con arrepentimiento
de todos los pecados graves que has cometido, es preferible
que no te confieses. Si te confiesas mal, no sólo no alcanzarás
el perdón de ningún pecado, sino que añades otro terrible,
que se llama sacrilegio.

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 Santa confesión – padre Wilson Salazar

Tienes obligación de decir, aunque el confesor no te lo

pregunte, todos los pecados graves no confesados todavía o
confesados mal. Si callaste algún pecado por olvido, no te
preocupes: la confesión vale. Pecado olvidado es pecado
perdonado. Basta con que lo digas, si fue grave, en la próxima
confesión.
Expón al confesor los problemas que tengas para vivir bien
tu fe. Atiende a los consejos que el confesor te dé para
ayudarte. Si te queda alguna duda, pregúntasela.
Fíjate en la penitencia que te impone. Si no sabes o no
puedes cumplirla, díselo para que te imponga otra distinta.
Mientras el Padre te da la bendición para perdonarte tus
pecados, reza el “Señor mío Jesucristo”; y si no lo sabes,
golpéate el pecho, diciendo varias veces de corazón: “¡Dios
mío, perdóname!”
Terminada la confesión, procura cumplirla cuanto antes la
penitencia. Si se te ha olvidado, pregúntasela otra vez al
confesor. Y si esto ya no es posible, si quieres, puedes hacer lo
que en casos semejantes te suelen poner. Pero basta que en
la próxima confesión le digas al confesor lo que te ha
ocurrido.

Tomado de: http://oracionesydevocionescatolicas.com/santisima_confesion.htm

Edición y armado: Carlos Eduardo Alfonso Gutiérrez (CEAlfonsoG@Hotmail.Com)

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