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Ensayo Introducción

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UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE CUNDINAMARCA

Facultad: Ciencias Sociales - Trabajo Social


Asignatura: Introducción a la Práctica del Trabajo Social
Presentado por: Laura Dayany Matiz, Steffania Martinez Suarez, Ana Maria Perez,
Jeissonth Paulino Piñeros Vargas, katherine Urrego, Jeissonth Paulino Piñeros Vargas
Presentado a: Luz Dary Cubides Martínez -Allwin de Barros,N; Jiménez de Barros, M; &
Quesada de Greppi, M. (200 d.c). UN ENFOQUE OPERATIVO DE LA METODOLOGIA
DEL TRABAJO SOCIAL (2.ª ed.). Hvmanitas, Buenos Aires.
Fecha de entrega: 05 de agosto de 2021
Tipo de trabajo: Ensayo
Bibliografía:
-Allwin de Barros,N; Jiménez de Barros, M; & Quesada de Greppi, M. (200 d.c). UN
ENFOQUE OPERATIVO DE LA METODOLOGIA DEL TRABAJO SOCIAL (2.ª ed.).
Hvmanitas, Buenos Aires.
-CATS PBA. (2013, 15 mayo). Trabajo Social: teoría, práctica y emancipación [Vídeo]. YouTube.
https://www.youtube.com/watch?v=2Xwr7dn655A&t=4218s.

Teoría, Práctica y Emancipación por Carlos Montaño

La ponencia de Carlos Montaño 1en la novena jornada del Trabajo Social en Mar
del Plata, tiene como objeto abordar y reflexionar el debate de la práctica
profesional desde una postura crítica en el Trabajo Social Latinoamericano,
buscando responder qué es y cómo se presenta actualmente la emancipación y el
desarrollo teórico del que hacer profesional en el contexto regional. 
 
Por lo tanto, al retomar dicha ponencia podemos establecer que se hace
referencia a por lo menos tres aspectos profesionales que se encuentran en
constante relación: Primero la práctica profesional, y como está se encuentra
envuelta de un carácter político, frente al cual el profesional deberá asumir un rol
reflexivo y práctico en la dramaturgia social; Segundo el reconstruir la naturaleza
de la profesión, cuáles son las competencias históricamente adjudicadas, esto
implica estudiar cuál es el origen de la responsabilidad con los sectores
1
Doctor en Servicio Social (por la Universidad Federal de Río de Janeiro-UFRJ); formado en
Uruguay (UDELAR). Profesor Adjunto e investigador en la UFRJ. Profesor visitante y conferencista
en diversos países latinoamericanos.
vulnerables, para luego poder entender los niveles de emancipación, así analizar y
delimitar los horizontes de la práctica profesional; Tercero, encontramos ese
marco de operación profesional vinculado estrechamente a las opciones ético –
políticas y las orientaciones teóricas apoyadas en algunas herramientas
metodológicas que tiene el trabajador social de manera individual o colectiva para
orientar la práctica profesional desde la perspectiva crítica.

Ahora bien,  es importante vislumbrar él ¿qué?, ¿dónde? Y ¿para qué? De este


corto análisis interpretativo que tendrá en cuenta algunos de los  postulados del
doctor Carlos Montaño y la profesora Nidia Aylwin de Barros sobre la reflexión,
naturaleza y objeto del Trabajo Social en el contexto regional y a su vez al interior
de la escuela. ¿Dónde?, estos postulados situados en un contexto desde la
postura crítica en el Trabajo Social Latinoamericano es fundamental para su
respectivo desarrollo, ¿Para qué?, como trabajadores sociales e investigadores
sociales es fundamental establecer mediante la indagación documental una serie
de criterios que nos permitan entender de manera amplia y reflexiva que existe
una naturalización por parte del Trabajo Social respecto al análisis crítico de
nuestra práctica profesional vinculado estrechamente a las opciones ético –
políticas. 

En el libro “un enfoque operativo de la metodología del trabajo social” de Nidia


Aylwin,  se resalta que la práctica es un conjunto de actos donde un sujeto
modifica una realidad exterior a él, siendo una actividad transformadora,
respondiendo a necesidades determinadas, se actúa con un fin transformador
para satisfacer ciertas necesidades humanas, pero Carlos Montaño hace énfasis
de que al no concebir las 3 dimensiones de la práctica profesional que son la
reproducción del orden, el carácter eminentemente político, y la capacidad del
margen de maniobra, ha llevado la práctica del trabajo social por un camino que
no es,  a concebirla con un cierto mesianismo como diría Marilda Iamamoto, al
hacer esto, hay cierta naturalización de la práctica profesional, se piensa que esta
está exclusivamente al servicio del pueblo, porque “naturalmente” está
comprometido con esto; Este pensamiento es claramente negativo para un
análisis crítico de la práctica, pues esconde el carácter de funcionalidad y torna un
análisis ingenuo, mesiánico y voluntarista, ignora que el verdadero carácter de una
práctica profesional de dirigirse a los sectores desprotegidos no es resultado de
una naturaleza de la profesión, sino que es resultado de una opción profesional
individual y colectiva, lo que determina qué valores éticos y políticos orientan la
práctica, qué orientación política, qué opción teórico-metodológico tenemos para
analizar la realidad e intervenir.

Ahora, se suele decir que los trabajadores sociales son agentes de


transformación, agentes de cambio, que intervienen para la emancipación social, y
considerando los dos niveles de emancipación, política y humana, se pueden
pensar los horizontes de la práctica profesional, teórico-práctico en una
emancipación política que no es directa, pero estamos trabajando en torno a esto,
a los derechos humanos, derechos sociales, mejores condiciones de vida, etc, la
práctica se desarrolla en este espacio y no en la emancipación humana, se puede
a partir de nuestras condiciones orientar la práctica en relación a una
emancipación humana, pero no como condición natural del trabajo social, el
compromiso de la profesión con la emancipación política, y con la emancipación
humana es un horizonte ético, una opción, pero no natural de la profesión.

El horizonte práctico político de la intervención en trabajo social es la


emancipación política en el entorno donde nuestra intervención se desarrolle, por
lo tanto no se genera transformación social, no se genera transformación total de
los fundamentos del problema, pero sí tomamos acciones claramente valiosas.

Como bien sabemos la teoría es la base que explica los sectores de la realidad
por medio de la comprobación y validación de hipótesis, para así mostrar las
estructuras de los hechos sociales, dicho de otra manera, la teoría busca
“desentrañar” cada parte de los hechos para así tener una visión clara de su
verdadera estructura, sin embargo, las realidades descubiertas por la teoría no
son absolutas; las relaciones estudiadas por la teoría son aquellas conceptuales
entre problemas atribuidas a la ciencia y no a la realidad, todo proceso del método
científico trae en sí mismo la teoría, independientemente de cual sea la
implementación del método.

La práctica y la teoría aun siendo diferentes tienen una interdependencia


dialéctica. Estas dos son complementarias, la práctica le aporta a la teoría la
experiencia y abre la posibilidad de refutación, mientras que la teoría orienta la
práctica, lo que permite encaminarla de manera asertiva, para así cumplir sus
objetivos y conocer la realidad en objeto, uniendo lo anteriormente dicho la teoría y
la práctica se desarrollan unificadamente, aunque con cierta autonomía en cada
uno de los comportamiento del hombre en la realidad; de allí que Carlos Montaño
haga énfasis en la importancia de partir desde una práctica  con una mirada
general del problema así como también tener la clarificación de que para una
práctica asertiva se tienen que tener bases teóricas más no se busca generar
teoría, partiendo de una realidad no fragmentada que incluya todos los factores
que rodean las problemáticas, donde la relación entre teoría y práctica no se dé de
manera exacta sino tenga cierta libertad según se requiera.

Cuando hablamos de método, entendemos que puede tener dos conceptos: en


primer lugar, lo entendemos como supuestos epistemológicos en los cuales se
basa la búsqueda de conocimientos o actividades que se realizan al conocer y
transformar la realidad. De allí partimos que los métodos se orientan por
supuestos epistemológicos, que dependen de las diferentes posiciones que
asuman los profesionales ante la realidad utilizándolo como procedimientos
orientados a entender, explicar o transformar algo, o el camino para alcanzar un
fin propuesto de antemano. Vale la pena resaltar que el método brinda un
instrumento para el desarrollo técnico y científico para la práctica social que
permite abordar el problema con eficacia, garantizando un tratamiento adecuado y
la maximización de los recursos, y este asegura el éxito de la investigación y de la
acción. Hay que tener cuidado en considerar un método como lo único y necesario
para conocer y actuar, este no sirve sin el aporte de la teoría y sin determinar
previamente los objetivos que se pretende lograr.
El método en el trabajo social debe tener la función de ser el medio para conocer y
transformar, dado que los problemas que aborda son cognoscitivos (sirve para
conocer) y prácticos. Por esto el método profesional debe procurar un enfoque
científico de los problemas prácticos, basándose en un conocimiento científico
conocido (existente) con ayuda de métodos científicos y de la sistematización de
la práctica que permite contribuir la acumulación del conocimiento.

Ahora bien, Carlos Montaño nos dice que las diversas propuestas de método se
generan a partir de el querer superar la doble segmentación positivista en la
reconceptualización que genera la separación entre la teoría y la práctica, ya que
se pone a la teoría como parte del proceso de intervención y allí encontramos la
investigación, el diagnóstico, la planeación, etc. Entonces él nos plantea que se
tiene un proceso metodológico que inicia por la elaboración teórica y sigue con la
intervención practica de la profesión, las dos siguen en la misma línea lo cual
desencadena una teoría específica del trabajo social.

Se puede llegar a pensar que somos una ciencia ya que a simple vista estamos
ligados con un objeto de estudio, el cual subjetivamente se ha pensado que es la
pobreza, la desigualdad, etc, sin tener en cuenta que esto es algo común en
nuestra profesión más no una especificidad de nuestro campo de acción que
envuelve los diversos puntos políticos, económicos, psicológicos, sociales, etc.

Nuestra teoría especifica ha sido de gran controversia según lo plantea Carlos


Montaño, porque en primer lugar no se toma como objeto especifico de nuestra
profesión sino como una mirada especifica (como cualquier otro profesional en su
campo) y justo lo que se quiere es lo contrario, no mirar al objeto con una mirada
especifica sino teniendo en cuenta todo lo que lo compone, ya sea lo cultural, lo
histórico, lo político, etc. En segundo lugar, nos plantea la versión contraria,
aquellos que creen y dicen que nuestra teoría especifica no es el resultado de un
objeto ni una mirada específica, lo es porque está orientada a la practica y surge
para la misma práctica.
Entonces, allí podemos entender el autoengaño que ha existido en nuestra
profesión, pensando que el positivismo quedo atrás, más sin embargo lo que
hacemos es cambiarle los nombres para diferenciar de la misma maneras las
ciencias puras y las ciencias aplicadas, pensando que hemos superado la
racionalidad positivista.

Es indispensable para la práctica profesional deshacer cualquier mirada


segmentadora de la realidad, a partir que no se puede particularizar las relaciones
sociales ni tampoco los problemas que surgen a partir de las contradicciones entre
las mismas relaciones.
Para desarrollar un método no se puede radicar una sola posibilidad  para atender
la variedad de contextos, por ello es preciso la estructuración según la situación o
problemática para tejer un proceso adecuado y eficiente.
Ser conscientes como profesionales que el conocimiento debe pasar de ser un
conocimiento situacional a ser un conocimiento más integral.
Tener en cuenta que para construir un cambio social importante se debe superar y
sobrepasar esas barreras que se enmarcan dentro del sistema social actual con
todo lo que integra sus características excluyentes, a partir de lo que es el
conjunto de fuerzas sociales.

 En ese mismo sentido tener como punto fundamental observar los elementos
para posibilitar unas transformaciones en la práctica profesional, a través de
impregnar criticidad; Viendo de ese modo que la naturalización es negativa para
ese análisis crítico en la práctica profesional por dos aspectos importantes; porque
esconde el carácter de funcionalidad y destruye el carácter de la práctica
profesional.

Adicionalmente tener claridad que la teoría y la práctica tienen una autonomía


siendo diferentes pero teniendo en cuenta que para el desarrollo de un proceso se
hacen complementarias, dándose de ese modo una interdependencia dialéctica.
Así mismo como factor fundamental conocer que el esquema básico de método
debe utilizarse con flexibilidad, adaptándose a diferentes situaciones, (ya que toda
realidad social es cambiante, y por ello el método se  aplica según la necesidad),
desarrollándose si se adecua a los siguientes pasos; diagnóstico, programación,
ejecución y evaluación. 
Además de ello conocer a plenitud las limitaciones en el momento de describir
cierto proceso: detener las dinámicas del proceso, separar elementos que no se
dan por separado y el uso del lenguaje para su análisis. 

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