Caso TP C YORMAN
Caso TP C YORMAN
Caso TP C YORMAN
OGDEN J UDD y su novio, Peter Kleinman, acuden a una terapia de pareja para
solucionar los conflictos que genera cada vez más su intención de empezar a vivir juntos. El
Sr. Kleinman describió que llevaban varios meses buscando apartamento y que había sido
«insoportable» por la rígida agenda laboral del Sr. Judd y su «inagotable» lista de
requisitos. No pudieron llegar a ninguna de-cisión y al final decidieron compartir el
apartamento del Sr. Judd. Según la conclusión del Sr. Kleirunan, «Ogden ganó~>. El Sr.
Judd se negó a contratar una empresa de mudanzas para las pertenencias de su no-vio,
insistiendo en que debían empaquetarlo todo personalmente y llevar un inventario de cada
objeto presente en la casa. Lo que pudo haber tardado 2 días tardó 1 semana. Una vez
transportadas todas las cosas al apartamento del Sr. Judd, el Sr. Kleinman empezó a quejar-
se de las «normas absurdas>) del Sr. Judd sobre el lugar donde podían ponerse cosas en la
biblioteca, la dirección de las perchas en el armario y si podían o no mezclarse las prendas
de cada uno. Más aún, el Sr. Kleinman se quejó de que apenas había espacio para sus
pertenencias porque el Sr. Judd nunca tiraba nada. «Me aterra perder algo importante)),
añadió el Sr, Judd. En las semanas siguientes acabaron discutiendo todas las noches al
desempaquetar las cajas y colocar las cosas. Para empeorar las cosas, el Sr. Judd solía llegar
a casa después de las 21:00 o las 22:00 de la noche porque tenia la costumbre de hacer al
final del día una lista de cosas «pendientes». El Sr. Kleinman se despertaba a menudo
temprano y encontraba al Sr. Judd organizando, con semblante serio, las estanterías o los
armarios, o clasificando los libros por orden alfabético y de autor. Durante todo el proceso,
el Sr. Judd daba la impresión de que trabajaba denominadamente y disfrutaba y hacía cada
vez menos. Cuanto más tiempo llevaban viviendo juntos, más alejado se sentía el Sr.
Kleinman de su novio. El Sr. Judd negó tener síntomas de depresión y ansiedad flotante.
Dijo que nunca había probado los cigarrillos ni el alcohol, añadiendo: «No me gustaría
sentir que he perdido el control. Dijo que no tenía antecedentes familiares de problemas
mentales. Habla crecido en un hogar con sus dos padres y había sido un estudiante por
encima de la media en el colegio y la universidad. Era hijo único y la primera vez que
compartió habitación fue en el primer año de universidad. Describió que la experiencia
había sido difícil a causa de sus «modos de vida contrapuestos: él era un desorden y yo
sabía que cada cosa tiene su sitio>), A mitad de curso se había mudado a una habitación
para él solo y no había vuelto a vivir con nadie hasta la llegada del Sr. Kleinman. El Sr.
Judd era muy apreciado por su jefe y le habían nombrado <<empleado del mes» tres veces
en 2 años. Los comentarios de los compañeros y subordinados eran menos entusiastas y
señalaban que era excesivamente rígido, perfeccionista y crítico. En la exploración, el
aspecto del Sr. Judd era el de un hombre delgado con gafas y pelo engominado, sentado en
un sofá junto a su novio. Tba meticulosamente vestido. Se mostraba colaborador con la
entrevista y permanecía sentado en silencio mientras el novio hablaba, interrumpiéndole en
algunas ocasiones para contradecirlo. La velocidad y el tono eran normales. El afecto era
irritable. No había signos de depresión. Dijo que no tenía ninguna fobia especifica y que
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creía que nunca había sufrido una crisis de pánico. Al final de la consulta, el Sr. Judd
observó: <<Sé que soy difícil, pero quiero de verdad que esto funcione».
Diagnóstico • Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo.
Explicación
La terapia de pareja se centraría probablemente en la relación y no en ninguno de los dos
hombres, pero el caso clínico se centra claramente en la contribución del Sr. Judd a los
problemas de la relación. El Sr. Judd se describe como un adicto al trabajo controlador,
perfeccionista e inflexible. Se aferra excesivamente n sus pertenencias y le cuesta integrar
cosas nuevas en su apartamento, pasando horas él solo organizando libros que bien podrían
colocar se sin más en la biblioteca. Está motivado y es incapaz de delegar, y aunque esas
cualidades pueden ser adaptativas en ciertas circunstancias, le están causando angustia y
disfunción en la situación que vive con su novio y sus compañeros de 326 trabajo. El Sr.
Judd, por tanto, parece cumplir los criterios del DSM-5 para el tras-torno obsesivo-
compulsivo de la personalidad (TOCP). El TOCP y el trastorno obsesivo-compulsivo
(TOC) pueden ser comórbidos, pero ambas entidades se dan normalmente por separado. El
factor distintivo más importante es que, mientras que el TOCP se considera un patrón de
conducta desadaptativo, marcado por exceso de control e inflexibilidad, el TOC se
caracteriza por la presencia de verdaderas obsesiones y compulsiones. Sin embargo, puede
haber un importante solapamiento comportamental entre el TOC y el TOCP. Por ejemplo,
las conductas de acu-mulación pueden ser frecuentes en ambos diagnósticos. En el TOCP,
la causa del trastorno de acumulación es la necesidad de orden y totalidad, y el Sr. Judd
refiere que le aterra perder algo importante. Para compensar el hecho de que ahora
comparte el apartamento con su novio -y está atestado--, el Sr. Judd pasa parte de la noche
trabajando, con semblante serio, para que sus estantes y armarios conserven su excesiva
organización habitual. En el TOC, la causa de la acumulación tiende a ser la evitación de
onerosos rituales compulsivos o el temor obsesivo y a menudo irracional a la imperfección,
el daño y la contaminación. Las conductas son típicamente indeseadas y angustiosas, y es
probable que conduzcan a la acumulación de restos extraños toles como recortes de uñas o
comida podrida. En el trastorno de a<'ttmulación, diagnóstico nuevo del DSM-5, el centro
de atención es solamente la dificultad persisten-te para tirar o separarse de cosas, más que
la necesidad de orden o las obsesiones y compulsiones. Con respecto al Sr. Judd, sería útil
explorar concretamente si la conducta de acumulación atenúa algún pensamiento concreto
particularmente angustioso o intrusivo, y conocer el grado de acumulación. Su afición por
las lis-tas puede ser compulsiva y cumplir los criterios del TOC si se observa que no solo se
acompaña de tensión y dificultad para relajarse, sino que también lleva tiempo, es
angustiosa, excesivamente repetitiva y ritualista. Aunque el DSM-5 anima a distinguir el
TOCP del roe y el trastorno de acumulación, estos tres trastornos pueden ser comórbidos
entre sí. Como se comenta en la introducción de este capítulo, la Sección III del DSM-5
describe un modelo alternativo que comprende cinco do-minios de rasgos de trastornos de
la personalidad (véase la tabla 18-1 en la introducción a este capítulo): afectividad negativa,
desapego, antagonismo, desinhibición (frente a me-ticulosidad) y psicotismo, Varios de
estos factores son pertinentes para el diagnóstico de TOCP. Por ejemplo, el estilo
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interpersonal del Sr. Judd con su novio y sus compañeros de trabajo parece marcado por un
desapego Trastornos de la personalidad rígido y niveles de intimidad limitados. Manifiesta
cantidades importantes de afectividad negativa, como demuestra su seria persistencia a
proseguir con tareas más allá del punto en que dejan de ser útiles. Finalmente, In
compulsividad del Sr. Judd impregna toda la historia, como hacen patente la extrema
meticulosidad y el rígido perfecdonismo.