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Miscelânea de Geometria I I

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Juan Ángel Díaz Hernando

Doctor Ingeniero Industrial

Licenciado en Ciencias Matemáticas

Profesor Titular de la Universidad Politécnica de Madrid

M ISCELÁNEA DE G EOMETRÍA
Tomo II
Circunferencias notables. Homografías

Madrid, 2016
Datos de catalogación bibliográfica.
' $

JUAN ÁNGEL DÍAZ HERNANDO.


Miscelánea de Geometría. Tomo II. Circunferencias notables. Homografías

JUAN
c ÁNGEL DÍAZ HERNANDO, Madrid 2016

Formato 176 x 250 mm Páginas:267


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Todos los derechos reservados.


Queda prohibida, salvo excepción prevista por la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, co-
municación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización del titular de la propiedad
intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propie-
dad intelectual (arts. 270 y sgts. Código Penal)

DERECHOS RESERVADOS
2016
c por Juan Ángel Díaz Hernando
Presentación: M-003069/2016
R.P.I. 16/2016/5060 del 23 de Noviembre de 2016
(España)

Editor: Juan Ángel Díaz Hernando


Técnico editorial: E.B.M.

IMPRESO EN ESPAÑA - PRINTED IN SPAIN


A mis hijos, Juan Ángel y Carlos,

III
Prólogo

Este libro no es sino la continuación del anterior, que hubo que desdoblar dada la extensión de lo trata-
do. Por tanto, todo lo dicho en su prólogo es válido en éste, siendo su estructura la misma: División en
capítulos y éstos en lecciones. La unidad de ambos queda garantizada al haber dado continuidad tanto a
la numeración de los capítulos como de las lecciones.

En el Capítulo VII, en las Lecciones 24, 25 y 26, además de tratar los puntos más notables de un trián-
gulo: ortocentro, baricentro, incentro, circuncentro, exincentros, y algunas de sus muchas relaciones,
se define la circunferencia de Euler-Feuerbach, conocida también como la circunferencia de los nueve
puntos, sobre la que se traza la recta de Euler; aparece, luego, la recta de Simson, de la que se estudian
algunas de sus propiedades, hasta situarla finalmente sobre la circunferencia de los nueve puntos. Se
establecen, así mismo las relaciones de Euler, constituyendo, por último, como un bonito ejercicio el
Teorema de Feuerbach, que relaciona la circunferencia inscrita en un triángulo con la circunferencia
de los nueve puntos del mismo. La Lección 27 está dedicada a los importantes Teoremas de Menelao
y de Ceva, así como al primer Teorema de Pappus. En la Lección 28 se tratan las semimedianas de
un triángulo, poco estudiadas en los libros de geometría que, sin embargo, son poseedoras de un buen
número de propiedades ; en particular , determinan el llamado punto de Lemoine , que en
la Lección 29 genera la circunferencia de Lemoine, para terminar definiendo las circunferencias de
Tucker, que tienen como casos particulares las de Lemoine y la de Taylor. La Lección 30 se dedica
al estudio de los puntos y la circunferencia de Brocard, así como a la de Neuberg. La Lección 31
trata, sobre los cuadriláteros, los Teoremas de Euler y Ptolomeo y el segundo Teorema de Pappus.
Las Lecciones 32 y 33 están dedicadas al estudio de los Teoremas de Pascal y de Brianchon, ambos
correlativos.

En el Capítulo VIII, en la Lección 34 se estudia la proyectividad entre figuras de segunda catego-


ría, distinguiendo y ejemplarizando ampliamente las dos posibilidades: homografía (o colineación) y
reciprocidad (o correlación), dedicándose la Lección 35 al estudio de las homografías entre planos su-
perpuestos. La Lección 36 trata, con detalle, los cambios de sistemas de referencia, tanto en el plano
proyectivo real como en la recta proyectiva real. Por último, la Lección 37 se dedica al importante te-
ma de la homología, sus propiedades y, en particular a la homología entre formas planas superpuestas,
analizando las homologías particulares; los ejemplos del último apartado de esta lección resultan impres-
cindibles para una mejor comprensión del concepto homología.

En el Capítulo IX, las Lecciones 38, 39 y 40 tratan sistemáticamente el espacio proyectivo y las coor-
denadas proyectivas, tanto las puntuales como las tangenciales, así como la proyectividad en el espacio.

V
La Lección 41 desarrolla lo que me atrevo a calificar como una curiosidad, al manejar planos homológi-
cos no superpuestos. Por último, en la Lección 42 se estudia el llamado número de oro, del que, por su
importancia se ha escrito más de un libro; se hace, aquí, algo así como un resumen de lo desarrollado en
ellos. La sucesión de Fibonacci está presente en todo momento, y como conceptos interesantes figuran
el segmento áureo, las ternas pitagóricas y los triángulos y rectángulos áureos. Una curiosidad es

como a partir del rectángulo 2 se generan los distintos formados DIN. Termina la lección estudiando
los cinco poliedros regulares: Tetraedro, Cubo, Octaedro, Dodecaedro e Icosaedro.

En la línea de ser agradecido con los maestros, me complace aprovechar esta tribuna para loar la figura de
uno de los grandes: Julio Rey Pastor (1888-1962), autor, entre otras muchas publicaciones, de sus mag-
níficos Elementos de Análisis Algebraico, que vieron la luz en 1922, en Buenos Aires. De su estancia en
Gotinga, trabajando con Felix Klein, autor de su célebre Programa de Erlangen, resultó la introducción
en nuestros medios matemáticos de las ideas de ese maravilloso trabajo. Su actividad profesional estuvo
desdoblada entre España y Argentina; en particular en nuestro país, en 1920, ingresó en la Academia de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, y en 1954 en la Real Academia Española de la Len-
gua, instituciones en las que pronuncio discursos magistrales. Quiero destacar, entre ellos, y ese es mi
objetivo oculto en este escrito, en el que disertó, el 15-02-1933, contestando al discurso de E. Terradas,
en la Academia de Ciencias, en el que deslizó una muestra de esa fina ironía que siempre le caracterizó.
Pertenece a él, el fragmento que sigue, ¡que en mi opinión no tiene desperdicio!; ahí va:

“A ciertas características del ambiente español hemos aludido en algunos pasajes; y no por ser exclusi-
vas nuestras, sino por darse en forma acentuada, como fruto obligado de nuestro pasado histórico. Así,
por ejemplo, la falta de medida en las valoraciones, tanto en sentido encomiástico como peyorativo,
es ante todo desconocimiento de patrones universales, fruto de ignorancia; y ésta es hija, a su vez, de
todo un complejo histórico que ahora no es posible analizar. La pasión, que un distinguido escritor ha
señalado como característica española, mejor diríamos vehemencia en el apasionamiento, es, quizás,
efecto telúrico, simple reflejo de la vehemencia y brusquedad del paisaje; y la ruin envidia hacia la pros-
peridad ajena, es herencia de todo un pasado de pobreza y aun miseria económica. Y la eterna pelea de
bandos tan antagónicos como incomprensivos, es el rezago de la lucha secular entre moros y cristianos;
y el carácter puntilloso, que tanto dificulta el normal funcionamiento de nuestros centros de estudio e
investigación, es herencia del pundonoroso caballero medioeval; y del finchado hidalgo procede, proba-
blemente, el prurito, tan acentuado en los haraganes, de exigir a los demás lo que deberían hacer, sin
dar importancia ni aún parar mientes en todo lo que hayas producido, ni ocurrírseles nunca señalarse
tarea a sí mismos. ”

VI
Tal vez se le olvidó justificar el origen de la indolencia y aversión al esfuerzo de muchos; aunque no lo
creo. Probablemente no citó su origen por respeto, aunque no parece difícil adivinarlo.

Como agradecido que soy, sigo recordando, a mis amigos, a mi esposa y a mis padres, siempre presentes
en mí; disfrutando de la proximidad de mis hijos, y sobre todo de la alegría que me proporcionan mis
nietos, que además son muy estudiosos: Lucía, Diego y Mario.

Juan Angel Díaz Hernando.

VII
ÍNDICE
CAPÍTULO VII

Lección 24 LA CIRCUNFERENCIA DE EULER-FEUERBACH


24.1 Puntos notables de un triángulo................................................................ 3
24.2 Circunferencia de Euler-Feuerbach......................................................... 9
24.3 La recta de Euler....................................................................................... 10
Lección 25 LA RECTA DE SIMPSON
25.1 Teorema de Simson. Recta de Simson..................................................... 15
25.2 Propiedades de la recta de Simson........................................................... 17
Lección 26 LAS CIRCUNFERENCIAS INSCRITAS
26.1 Circunferencia inscrita en un triángulo.................................................... 25
26.2 Relaciones de Euler.................................................................................. 31
26.3 Teorema de Feuerbach............................................................................. 33
Lección 27 TEOREMAS DE MENELAO Y CEVA
27.1 Teorema de Menelao................................................................................ 37
27.2 Teorema de Ceva...................................................................................... 38
27.3 Ejemplos de aplicación............................................................................ 41
27.4 Teorema de Pappus (I).............................................................................. 46
Lección 28 SEMIMEDIANAS
28.1 Semimedianas.......................................................................................... 49
28.2 Propiedades.............................................................................................. 51
28.3 Punto de Lemoine.................................................................................... 59
Lección 29 CIRCUNFERENCIA DE TUCKER
29.1 Circunferencias de Lemoine.................................................................... 65
29.2 Circunferencias de Taylor......................................................................... 68
29.3 Circunferencias de Tucker........................................................................ 70
Lección 30 CIRCUNFERENCIAS DE BROCARD
30.1 Puntos de Brocard.................................................................................... 73
30.2 Circunferencia de Brocard...................................................................... 77
30.3 Circunferencias de Neuberg.................................................................... 78
Lección 31 TEOREMAS DE PTOLOMEO Y PAPPUS
31.1 Cuadriláteros............................................................................................ 79
31.2 Teorema de Ptolomeo.............................................................................. 89
31.3 Teorema de Pappus (II)............................................................................. 94

XI
Lección 32 TEOREMAS DE PASCAL Y BRIANCHON
32.1 Teorema de Pascal............................................................................ 97
32.2 Teorema de Brianchon..................................................................... 103
Lección 32 LOS TEOREMAS DE PASCAL Y BRIANCHON
COMO CORRELATIVOS
33.1 La demostración del Teorema de Brianchon..................................... 107
33.2 Casos particulares del Teorema de Brianchon.................................. 109

CAPÍTULO VIII

Lección 34 PROYECTIVIDAD ENTRE FIGURAS DE SEGUNDA


CATEGORíA
34.1 Proyectividad entre figuras de segunda categoría............................. 115
Lección 35 HOMOGRAFÍAS ENTRE PLANOS SUPERPUESTOS
35.1 Elementos dobles de las homografías planas................................... 129
Lección 36 CAMBIOS DE SISTEMAS DE REFERENCIA
36.1 Cambio de base en el plano proyectivo real..................................... 147
36.2 Cambio de base en la recta proyectiva real...................................... 150
Lección 37 HOMOLOGÍAS
37.1 La homología y sus propiedades...................................................... 163
37.2 Homología entre formas planas superpuestas.................................. 164
37.3 Determinación de figuras homológicas............................................ 168
37.4 Las rectas límite, L y L0 .................................................................. 173
37.5 Determinación de una homología.................................................... 174
37.6 Homologías particulares.................................................................. 175
37.7 Ejemplos.......................................................................................... 178

CAPÍTULO IX

Lección 38 EL ESPACIO PROYECTIVO


38.1 El espacio proyectivo. Coordenadas homogéneas........................... 199
38.2 Coordenadas proyectivas puntuales................................................. 201
38.3 Ecuación del plano en coordenadas proyectivas.............................. 205

XII
Lección 39 COORDENADAS TANGENCIALES
39.1 Coordenadas tangenciales proyectivas.................................................... 209
39.2 Cambio de coordenadas proyectivas....................................................... 212
39.3 Planteamiento práctico de un cambio de coordenadas............................ 213
Lección 40 PROYECTIVIDAD EN EL ESPACIO
40.1 Casos particulares de las coordenadas proyectivas................................. 217
40.2 Representación analítica de la recta........................................................ 218
40.3 Proyectividad en el espacio..................................................................... 220
Lección 41 EL PROBLEMA DE LOS SATÉLITIES
41.1 La homología en el espacio..................................................................... 227
41.2 Ejemplo de aplicación............................................................................. 228
41.2 La geometría en el espacio homológico.................................................. 230
Lección 42 EL NÚMERO DE ORO
42.1 El número de oro................................................................................... 231
42.2 Las ternas pitagóricas............................................................................. 237
42.3 El triángulo de Pascal y la sucesión de Fibonacci.................................. 238
42.4 El triángulo áureo................................................................................... 240
42.5 El rectángulo áureo................................................................................. 243
42.6 El formato DIN....................................................................................... 245
42.7 Los poliedros y el número áureo............................................................ 246
ÍNDICE ALFABÉTICO ....................................................................................................... 251
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................... 255

XIII
CAPÍTULO VII
Lección 24.- LA CIRCUNFERENCIA DE EULER-FEUERBACH

24.1 Puntos notables de un triángulo


24.2 Circunferencia de Euler-Feuerbach
24.3 La recta de Euler

24.1 Puntos notables de un triángulo

Lo puntos que vamos a considerar son los clásicos: ortocentro, centro de gravedad (baricentro), incentro
y circuncentro.

4
PROPOSICIÓN 1. Dado un triángulo ABC, las mediatrices de sus lados se cortan en un punto,
que llamaremos circuncentro.
En efecto: Si O es el punto de intersección de las mediatrices de los lados AB y BC, dicho punto O estará
a la misma distancia, respectivamente de los punto A y B, B y C, luego necesariamente estará sobre la
perpendicular en el punto medio, B0 , del lado AC.
La circunferencia, centro O, que pasa por los vértices, A, B y C, recibe el nombre de circunscrita al
triángulo.
A

C'
B'
O

B C
A'

4
PROPOSICIÓN 2. En todo triángulo acutángulo, ABC, se verifica que las alturas del mismo, son
4
bisectrices del triángulo Pa Pb Pc .
En efecto: Veamos en primer lugar que

c Pa A = AP
P\ \ a Pb (es decir β = β 0 ).

Dado que Pc y Pb son vértices de ángulos rectos, cuyos lados pasan por B y C, tenemos que los cuatro
puntos B, Pc , Pb , C, están situados sobre una circunferencia, (c), de centro O. Basta ver que los triángulos
4 4
rectángulos BPc C y BPb C, tienen común la hipotenusa BC. En consecuencia, son iguales los ángulos,
inscritos en ella, α = α 0 .
\
Análogamente, dado que son rectos los ángulos CP \
b H y HPa C, los puntos C, Pb , H, Pa , están situados

3
sobre otra circunferencia, (c0 ), de centro O0 , verificándose α = β .
De la misma manera se establece que α 0 = β 0 .
Así, hemos obtenido que se verifican las igualdades

α = α0 , α = β , α0 = β 0

de las que resulta la


β =β0
que es lo que queríamos demostrar.
A

Pc
(c)

Pb
H
α‘
(c ‘)
α
β‘ β
O‘
B C
O Pa

4
PROPOSICIÓN 3. Las paralelas a los lados de un triángulo, ABC, que pasan por los vértices
4
opuestos, forman otro triángulo A0 B0 C0 de lados dobles que los del primero, y cuyos puntos medios
son A, B, C.
En efecto: Consideremos los segmentos B0 C0 , A0 C0 , A0 B0 , respectivamente paralelos a los lados BC, AC,
AB por los vértices A, B, C.

El cuadrilátero AB0 CB es un paralelogramo, por construcción, luego: AB0 = BC. En consecuencia, se tiene
que B0 A = AC0 , luego B0 C0 = 2 · BC, siendo A el punto medio de B0 C0 .
Para los demás lados el razonamiento es análogo. Consecuencia inmediata es que: Las alturas de un
4 4 4
triángulo, ABC son mediatrices del A0 B0 C0 , que se cortan en el ortocentro, H, de ABC.

C' A B'

H
B C

A'

4
4
PROPOSICIÓN 4. La circunferencia circunscrita a un triángulo ABC contiene los puntos de in-
tersección de la mediatriz de cada lado con las bisectrices que pasan por el vértice opuesto.
En efecto: Basta ver que por los puntos medios G0c y Gc de los arcos de la circunferencia circunscrita, de
extremos A y B, pasan el diámetro perpendicular a AB (mediatriz del lado AB) y las bisectrices interior y
exterior del ángulo C,
b por las propiedades de los ángulos inscritos; lo que demuestra lo que nos interesaba.

Ib Ga A
Ic

G'c
G'b I

O
C

Gc Gb

G'a

Ia
PROPOSICIÓN 5. La circunferencia circunscrita a un triángulo contiene los puntos medios de los
lados del triángulo de los exincentros, así como los puntos medios de los segmentos que unen éstos
con el incentro.
En efecto: El razonamiento utilizará la misma figura de la proposición anterior.
4
Consideremos el triángulo Ia Ib Ic de los exincentros. Los puntos A y B son vértices de dos ángulos rectos,
formados por las bisectrices, cuyos lados pasan por Ib e Ia ; en consecuencia, están en una circunferencia
de diámetro Ib Ia , y cuyo centro estará en la mediatriz de AB, es decir, el punto Gc .
Análogamente , IIc es el diámetro de una circunferencia que pasa por los puntos A y B, por ser rectos los
ángulos en A y en B. Luego, el punto de intersección de la mediatriz de AB con IIc será el centro, o punto
medio de IIc .

5
4
Ejemplo 1. Los vértices B, C de un triángulo ABC, el centro de la circunferencia inscrita, I, y el centro de la
circunferencia exinscrita, D, tangente a BC pertenecen a una misma circunferencia.
Para verlo basta considerar que las bisectrices BI y BD de los ángulos ABC
d y CBE
d son perpendiculares. Lo mismo
ocurre con las IC y CD.
En consecuencia, la circunferencia que tiene ID como diámetro pasa por los vértices B y C.

E
B

O I
D A

4
Ejemplo 2. Las rectas que unen dos a dos los pies de las alturas de un triángulo ABC, determinan tres triángulos
semejantes con el triángulo dado.
Para verlo observemos que la circunferencia de diámetro BC pasa por los pies E, F de las alturas.
Dado que las rectas EF y CB son antiparalelas con las AC y AB, resultará que

d = 180o
[ + ABC
CEF

y como
d = 180o
[ + AEF
CEF
resultará que
d = AEF
ABC d
d = AFE)
(y también serán ACB d
4 4
En consecuencia, los triángulos ABC y AEF son semejantes.
4 4
En forma análoga se establece lo mismo para DBF y para DCE.
A

F
H

C
O D B

6
4
Ejemplo 3. Dado un triángulo, ABC, si dos rectas BM y CN se cortan sobre la altura AD, resulta que esta altura
es la bisectriz del ángulo MDN.
\

N
O

E
G

B C
H D F

Trazamos, en primer lugar, las perpendiculares, MEF y NGH, al lado BC.


4 4
Observamos que los triángulos OME y OGN son semejantes, por ser G b =M
b (alternos internos entre las paralelas
NH y MF, cortadas por la recta GM), y ser iguales a los ángulos O.
b
Podemos, por tanto, escribir
ME OE DF ME DF
= = =⇒ =
NG ON DH NG DH
4 4
siendo DF y DH las alturas correspondientes de los triángulos semejantes OME y OGN.
Como
ME AO NG ME NG
= = =⇒ =
MF AD NH MF NH
podemos escribir
ME MF
=
NG NH
De las igualdades recuadradas resulta entonces:

DF MF
=
DH NH
4 4
[ = NDH,
En consecuencia, los triángulos DFM y DHN son semejantes, luego tendremos que: MDF [ y por tanto la
altura AD resultará ser la bisectriz del ángulo MDN.
\

4
PROPOSICIÓN 6. Las alturas de un triángulo, ABC, son concurrentes; y el punto de concurrencia
recibirá el nombre de ortocentro.
En efecto: Sean AHa , BHb , CHc las alturas del triángulo dado. Si por los vértices del triángulo trazamos
4
paralelas a los lados opuestos, formarán, éstas, un nuevo triángulo A0 B0 C0 , cuyos puntos A, B y C son los
puntos medios de sus lados.

7
4
Las alturas del triángulo ABC serán por tanto, concurrentes, como mediatrices que son del triángulo
4
A0 B0 C0 .
C' A B'

Hc

H Hb

B C
Ha

A'
4 4
El triángulo Ha Hb Hc , cuyos vértices son los pies de las alturas de los vértices del triángulo dado, ABC,
recibe el nombre de triángulo órtico.

4
PROPOSICIÓN 7. Dado un triángulo ABC, las medianas se cortan en un punto, que llamaremos
centro de gravedad y también baricentro.
En efecto: Si trazamos las medianas BB0 y CC0 , siendo su punto de intersección el G, tendremos que los
4 4
triángulos BGC y B0 GC0 son semejantes, luego:
GB0 GC0 B0 C0 1
= = =
GB GC BC 2
de donde
GB = 2 · GB0 , GC = 2 · GC0

El punto de intersección de dos medianas está, para cada una de ellas, a un tercio de su pie.
Las tres medianas son por tanto concurrentes en un mismo punto, que divide a cada una de ellas en la
1
misma relación, .
2
El punto G recibe el nombre centro de gravedad o baricentro del triángulo.

C' B'
G

B C
A'

8
4 4
El triángulo A0 B0 C0 , cuyos vértices son los puntos medios de los lados del triángulo dado, ABC, recibe el
nombre de triángulo complementario, o medial

24.2 Circunferencia de Euler-Feuerbach


4
PROPOSICIÓN 1. Dado un triángulo ABC, los puntos Ha , Hb y Hc , pies de las alturas, los A0 ,
B0 y C0 , puntos medios de los lados, y los puntos A00 , B00 y C00 , puntos medios de los segmentos
superiores de las alturas AH, BH y CH, son nueve puntos situados sobre una misma circunferencia,
que llamaremos circunferencia de los nueve puntos y también circunferencia de Euler-Feuerbach, y
en ocasiones también circunferencia medial.
En efecto: Comprobemos, en primer lugar, que la circunferencia que pasa por los puntos A0 , B0 y C0 pasa

también, por el Ha . La comprobación es inmediata, puesto que el trapecio A0 B0 C0 Ha es isósceles, ya que
sus diagonales A0 C0 y B0 Ha son iguales, a la mitad del lado AC; la primera por ser el segmento que une los
puntos medios de los lados AB y AC, y la segunda porque es la mediana sobre la hipotenusa del triángulo
4
rectángulo AHa C. En consecuencia, los puntos A0 , B0 y C0 y Ha , Hb y Hc son concíclicos.

En segundo lugar mostremos que también el cuadrilátero A0 C0 A00 Ha es inscribible. En efecto, las rectas
A0 C0 y C0 A00 son perpendiculares, puesto que son respectivamente paralelas al lado AC, y a su altura
correspondiente BHb . Luego, el ángulo C b0 es recto, así como su ángulo opuesto H
ca , lo que nos muestra

que A0 C0 A00 Ha es efectivamente inscribible.

La circunferencia A0 B0 C0 Ha Hb Hc contiene por tanto el punto A00 , y por consiguiente los B00 y C00 .

A Circunferencia de Euler-Feuerbach

Hb

A´´
ler
C´ B´ de Eu
Recta

G
ω O
Hc H

B´´ C´´

B Ha A´ C

9
En la figura puede verse: H, ortocentro; ω , centro de la circunferencia de Euler-Feuerbach; G, baricentro;
O centro de la circunferencia circunscrita. La recta OH recibe el nombre de recta de Euler.

24.3 La recta de Euler

PROPOSICIÓN 1. El centro ω de la circunferencia de Euler-Feuerbach está sobre la recta de


Euler, en el punto medio del segmento OH.

En efecto: Las perpendiculares trazadas en los puntos medios de las cuerdas A0 Ha , B0 Hb y C0 Hc , de la


circunferencia de Euler, pasan, evidentemente, por el punto medio del segmento OH.

PROPOSICIÓN 2. Los puntos medios de los lados, A0 , B0 y C0 , y los puntos medios de los segmentos
AH, BH y CH, los A00 , B00 y C00 , son respectivamente, diametralmente opuestos.

0 H A00 es recto; luego los puntos A0 y A00 son diametralmente opuestos.


En efecto: El ángulo A\ a

A´´

O
G

H ω

B Ha A´ C

PROPOSICIÓN 3. Las mediatrices OA0 , OB0 y OC0 , son iguales, respectivamente, a las mitades de
los segmentos superiores de las alturas A00 H, B00 H y C00 H.

En efecto: La recta A0 A00 pasa por ω , puesto que es diámetro de la circunferencia de Euler-Feuerbach,
luego
A00 H = OA0

por consiguiente:
AH = 2 · A00 H = 2 · OA0

10
PROPOSICIÓN 4. El centro de gravedad, G, está situado sobre la recta de Euler, y se tiene:
GH = 2 · OG.
En efecto: Si denotamos por G el punto de intersección de la mediana, AA0 , con la recta de Euler, OH,
4 4 1
resultará que los triángulos OGA0 y AGH son semejantes, siendo la razón de semejanza igual a ,
2
1 1
puesto que OA0 = · AH. Luego GA0 = · GA, lo que nos muestra que G es el centro de gravedad del
2 2
1
triángulo. Se tiene, así mismo, que OG = · GH, como queríamos establecer.
2
PROPOSICIÓN 5. El radio de la circunferencia de Euler-Feuerbach es igual a la mitad del radio
de la circunferencia circunscrita.

En efecto: La figura OAA00 A0 es un paralelogramo, luego el radio OA de la circunferencia circunscrita es
igual al diámetro A0 A00 de la circunferencia de Euler-Feuerbach.
A

A´´

O
G

H ω

B Ha A´ C

PROPOSICIÓN 6. Los simétricos del ortocentro, respecto a los lados, se encuentran sobre la cir-
cunferencia circunscrita.
En efecto: Veamos que HHa = Ha H0a . Para comprobar esta igualdad basta con observar que los ángulos
HBC
[ y CBH \0a son iguales,

B Ha C

H´a

11
4
\0a . El triángulo HBH0a es por tanto isósceles, y por consi-
puesto que ambos son iguales al ángulo CAH
guiente los puntos H0a y H son simétricos respecto BC.

PROPOSICIÓN 7. Los centros exterior e interior de semejanza de la circunferencia circunscrita y


de la de Euler-Feuerbach, son H y G.

ω Gω
ω 1
En efecto: Se verifica que = = .
HO GO 2

PROPOSICIÓN 8. La circunferencia de Euler-Feuerbach corta a los lados del triángulo bajo los
b −B
ángulos A b −C
b, B by Cb − A.
b

En efecto: Se tiene.
π 
0 0 0 0 0
a B A = Ha B C − A B C = 2 · −C
H\ \ \ b −Ab =π −2·C
b −A b −C
b =B b
2
Observamos, por otra parte, que las tangentes en A0 , B0 y C0 a la circunferencia de Euler-Feuerbach
son antiparalelas con los lados del triángulo dado.
(En numerosas ocasiones en lugar de hablar de la circunferencia de Euler-Feuerbach, se habla de cir-
cunferencia de Euler o circunferencia de Feuerbach).

^
A

C´ B´

ω
^
B
^
Ha B´A´
^
A´B´C ^
C

B Ha A´ C

PROPOSICIÓN 9. Los puntos A, B, C y H poseen la propiedad de que uno de ellos es el ortocentro


del triángulo formado por los otros tres. (Se dice de ellos que forman un grupo ortocéntrico).
La comprobación es inmediata.
A

B C

12
PROPOSICIÓN 10. El radio OA y la altura AH son simétricos respecto a la bisectriz de A.
b
00 AH = OA
En efecto: Se verifica que A\ \ 00 A = OAA
\00 .
a

O
H

B Ha C

A´´

[ =B
PROPOSICIÓN 11. Se verifica que HAO b − C.
b
π 
[ =A
En efecto: Se tiene HAO b − 2 · BAH b −2·
\a = A −B b − C.
b =B b
2

PROPOSICIÓN 12. Existe una infinidad de triángulos inscritos, en una circunferencia dada, que
tienen el mismo ortocentro H.
En efecto: Basta con trazar por H una cuerda AA0 y luego hacer pasar por el punto medio de HA0 otra
4
cuerda BC perpendicular a AA0 . El triángulo, ABC, obtenido cumple con la condición del enunciado.
Estos triángulos poseen la propiedad de tener el mismo baricentro y la misma circunferencia de Euler-
Feuerbach, puesto que poseen los mismos O y H.

13
Lección 25.- LA RECTA DE SIMSON

25.1 Teorema de Simson. Recta de Simson


25.2 Propiedades de la recta de Simson

25.1 Teorema de Simson. Recta de Simson

La recta de Simson queda definida en los siguientes teoremas.

TEOREMA DE SIMSON (Directo). Las proyecciones, sobre los lados de un triángulo, de un punto
de su circunferencia circunscrita son colineales.
4
En efecto: Sean α , β , γ las proyecciones del punto M sobre los lados del triángulo ABC.

En el cuadrilátero inscribible Mα
α Bγγ se tiene

dγ = Bαγ
BMγ dαγ ,

y en el cuadrilátero también inscribible, Mαβ
αβ C, será

\ [
β = Cαβ
CMβ αβ .

[ = γ[
Ahora bien, se tiene BMC Mβ
β como suplementarios de A.
b Así resulta que los ángulos ”señalados” en
M son iguales, y por consiguiente los ángulos en α son también iguales. Los puntos α , β , γ están por tanto
alineados (Recta de Simson).

n
so
Sim
de
cta
Re

α
B C

15
TEOREMA DE SIMSON (Recíproco). Si las proyecciones de un punto sobre los lados de un trián-
gulo son colineales, el punto está, necesariamente, sobre la circunferencia circunscrita.
En efecto: Basta remontar las igualdades del Teorema Directo, en sentido inverso.
De la igualdad de los ángulos α , se deduce la igualdad de los ángulos ”marcados” en M, y por tanto la
[ y γ[
de los ángulos BMC Mββ . Como este último es suplementario del A,b al ser los ángulos BMC
[ yA b

suplementarios, el cuadrilátero ABMC será inscribible.

La siguiente propiedad puede considerarse como la de una recta que generaliza a la recta de Simson.

PROPOSICIÓN 1. Si desde un punto cualquiera de la circunferencia circunscrita de un triángulo,


4
ABC, se trazan rectas que forman, en el mismo sentido, ángulos iguales con los lados del triángulo,
los pies de esas rectas son colineales.
En efecto: La siguiente figura nos ayuda en el razonamiento:

B
D A
F
E

O
[ = CFO
Si se verifica que: CEO [ = BDO,
[ tendremos:
4 4
1o .- Los triángulos COE, AOD, son semejantes, puesto que en ellos:

b=D
E b

y además
d = ECO
DAO [,

por ser suplementarios, ambos, del ángulo BAO;


d luego:

AD AO
=
CE CO
4 4
2o .- Los triángulos OBE, AOF, son semejantes, puesto que en ellos:

b =B
A b

y además
[ = AFO
BEO [,

16
por abarcar, ambos, el mismo arco de circunferencia; luego:
BE BO
=
AF AO
4 4
3o .- Los triángulos COF, BOD, son semejantes, puesto que:
b=D
F b

y además
[ = OBD
OCF [,

por abarcar, ambos, el mismo arco de circunferencia; luego:


CF CO
=
BD BO
Multiplicando, ahora, miembro a miembro las tres igualdades obtenidas, se tiene:
AD · BE · CF AO · BO · CO
= =1
BD · CE · AF CO · AO · BO
El Teorema de Menelao,que estableceremos en la lección 27, nos permite, entonces, afirmar que los tres
puntos D,E,F son colineales.

25.2 Propiedades de la recta de Simson

PROPOSICIÓN 1. Sea H0c , el punto de intersección de la altura, CH, con la circunferencia circuns-
crita. La recta de Simson del punto M y la recta MH0c inciden con el mismo ángulo sobre el lado
AB. (La propiedad es válida para todos los lados).
En efecto: Bastará mostrar que los ángulos marcados en γ y H00c son iguales.

El cuadrilátero inscribible Aγγ Mβ
β nos dice que

γ = MAC
[ ,

y como en la circunferencia circunscrita se tiene


\
[ = MH
MAC 0C
c

resulta
\
γb = MH0C
c

n
so
im
d eS
c ta
Re
β
Hć H
P
M´ α
B C

M
17
PROPOSICIÓN 2. La recta de Simson de un punto M divide en dos partes iguales al segmento que
une M con el ortocentro, H.
En efecto: Sea P el punto en el que MH0c corta a AB. Según la proposición anterior la recta de Simson es
paralela a PH.
4
Por otra parte, en el triángulo rectángulo Mγγ P, la recta de Simson que pasa por el vértice γ pasará por el
punto medio de la hipotenusa MP; pasará, entonces, también por el punto medio de MH.

4
Ejemplo 1. Dado un triángulo ABC, determinar un punto, M, que tenga por recta de Simson una paralela a una
dirección dada.
P

B C

M
Se traza por A una paralela a la dirección dada, que cortará a la circunferencia circunscrita en el punto P. Por P se
traza una perpendicular a BC, que cortará a la circunferencia circunscrita en el punto buscado M.

4
Ejemplo 2. Dado un triángulo ABC, determinar un punto, M0 , que tenga por recta de Simson una perpendicular a
una dirección dada.

M'

B C

P'

18
Se traza por A una perpendicular a la dirección dada, que cortará a la circunferencia circunscrita en el punto P0 . Por
P0 se traza una perpendicular a BC, que cortará a la circunferencia circunscrita en el punto buscado M0 .
(Observemos que los puntos, M del ejemplo anterior, y M0 , de éste, serían diametralmente opuestos, sobre el mismo
dibujo.)

Ejemplo 3. Las rectas de Simson de los vértices de un triángulo son las alturas correspondientes.

B C
Ha

Los pies de las perpendiculares trazadas desde A sobre AB y AC coinciden con A, y la perpendicular sobre BC es
la altura AHa .

Ejemplo 4. Las rectas de Simson de los puntos diametralmente opuestos a los vértices son los lados del triángulo.

B C

A1

\1 , y ACA
Si A1 es el opuesto del vértice A, los ángulos ABA \1 son rectos.

19
4
Ejemplo 5. Las rectas de Simson de los pies de las alturas, sobre la circunferencia circunscrita al triángulo ABC,
son paralelas a las tangentes en A, B y C, a dicha circunferencia, y pasan por los vértices del triángulo órtico.

H'b

A S1
R

Q
O
H'c

C
B
S3
H'a S2

La cuerda AH0a es perpendicular a BC, cuya intersección será punto de paso de la recta de Simson S1 , siendo los
otros puntos de paso las intersecciones de las perpendiculares, desde H0a , a los lados AB y AC.

En la misma forma se determinan las rectas de Simson correspondientes a los puntos H0b y H0c , que serán
las S2 y S3 .

4
El triángulo PQR, cuyos vértices son las intersecciones de S1 , S2 y S3 , recibe el nombre de triángulo antimedial
4
del triángulo órtico del ABC. Observemos que este triángulo pasa por los vértices del triángulo órtico y sus lados
son paralelos a los de este.

20
4
Ejemplo 6. Las rectas de Simson de los pies A00 , B00 y C00 de las bisectrices interiores, del triángulo ABC, sobre la
circunferencia circunscrita, pasan por los puntos medios A0 , B0 y C0 de los lados respectivos y son perpendiculares
a esas bisectrices.

^
A
__
^ 2
A
__
2

B C
A'

A''
El pie de la perpendicular trazada desde A00 sobre BC es A0 (el punto medio de BC). Además, por ser AA00 la
b la recta que une sus proyecciones, las de A00 , sobre AB y AC, será perpendicular a esta
bisectriz interior, de A,
bisectriz.
4
Sea el triángulo ABC, y sobre su circunferencia circunscrita consideremos dos punto cualesquiera B1
y C1 . Sea, ahora, A1 el punto, situado también sobre la circunferencia circunscrita, tal que su recta de
4
Simson sea perpendicular a B1 C1 . Del triángulo A1 B1 C1 diremos que es un triángulo de Simson.
P
B1
A

C1

B C

A1

21
PROPOSICIÓN 3. 1.- Las rectas de Simson relativas a dos puntos diametralmente opuestos de
4
la circunferencia circunscrita de un triángulo, ABC, dado, son perpendiculares.

2.- El lugar geométrico de los puntos de intersección de esas rectas perpen-


diculares es la circunferencia de los nueve puntos, del triángulo dado.
4
En efecto: Sea MOM0 un diámetro de la circunferencia circunscrita del triángulo ABC; sean γ α β , γ 0α 0β 0

las rectas de Simson, relativas a M y M0 . Por último, sea A0 B0 C0 la circunferencia de los nueve puntos de
4
ABC.
1.- A0 es el punto medio del segmento α α 0 , como proyección del punto medio, O, del diámetro MM0 ; así
mismo, B0 es el punto medio de β β 0 , y C0 el punto medio de γ γ 0 .
Dado que
γ α = 900 − γd

[ 0γ α , y β\ γ 0α 0 = 900 − γd
0γ 0 A = γ[ 0γ α

se verifica que

[ 0γ 0 A
γ α = β\

Por otra parte, observamos en el cuadrilátero Mγγ Aβ
β que

γ[β = 1800 − BAC


Mβ d ,

4
0 Aβ
y por otra parte que γ\ β 0 es suplementario de A
b en ABC, luego

γ\ β 0 = 1800 − BAC
0 Aβ d ,

con lo que se verifica que


γ[ 0 Aβ
β = γ\
Mβ β0
4 4
β y γ 0 Aβ
En consecuencia, los triángulos γ Mβ β 0 son semejantes.
Como los lados Mβ β 0 y Aγγ 0 , también serán perpendiculares
β y Mγγ son respectivamente perpendiculares a Aβ
β γ y β 0γ 0 .
Luego, las rectas de Simson, γ α β y γ 0α 0β 0 son perpendiculares.

4 4
2.- Los triángulos α H1α 0 , β H1β 0 son rectángulos, luego

αα0 ββ0
H1 A 0 = = A0 α , y H1 B 0 = = β B0
2 2

de donde
0H α = A
A\ \ 0α H = Cα
[αβ , y 0H β = H
B\ \ 0 [
1 1 1 1β B = Cβ
βα.

y sumando tenemos
0 H B0 = ACB
A\ 0 C0 B0
d = A\
1

0 C0 B0 sobre el segmento A0 B0 , es decir,


Así, el lugar geométrico del punto H1 es el arco capaz del ángulo A\
4
la circunferencia de los nueve puntos del triángulo ABC.

22
β´
Recta de Simson M´ M1
relativa al punto M
A

A´´
γ´
C´ B´
γ
Recta de Euler
G
O ω
H1
H
B´´ C´´
α
B C
α´ A´

Recta de Simson β
relativa al punto M´
M´1 M

Circunferencia de los nueve puntos

23
Lección 26.- LAS CIRCUNFERENCIAS INSCRITAS

26.1 Circunferencia inscrita en un triángulo


26.2 Relaciones de Euler
26.3 Teorema de Feuerbach

26.1 Circunferencia inscrita en un triángulo

PROPOSICIÓN 1. Las bisectrices interiores de un triángulo son concurrentes.

En efecto: Sea I el punto de intersección de las bisectrices AA00 y BB00 . Este punto se encuentra a la misma
distancia de los lados AC y AB, y de los lados BA y BC, luego estará igualmente a la misma distancia de
los lados CA y CB, y por consiguiente pertenece también a la bisectriz CC00 .
El punto I, al distar una misma cantidad, r, de los tres lados del triángulo, es el centro de una circunferencia
interior a los tres lados, al que llamaremos centro de la circunferencia inscrita.

B''

C''

r
r
I
r

B C

A''

PROPOSICIÓN 2. Dos bisectrices exteriores y una interior, correspondientes a vértices distintos


del triángulo, son concurrentes.

En efecto: El razonamiento es idéntico al de la proposición anterior.


En este caso se obtienen tres nuevos centros Ia , Ib , Ic que corresponden a las circunferencias tangentes
4
exteriores de los lados del triángulo ABC. Diremos de ellos que son los centros de las circunferencias
exinscritas.

25
Ib
Ic A

B C

Ia
4 4
Resulta inmediato comprobar que: El triángulo ABC es el triángulo órtico del Ia Ib Ic , y que las alturas
4 4
del triángulo Ia Ib Ic son las bisectrices de su triángulo órtico, ABC. (Esta última propiedad es general).
Por otra parte, los ángulos marcados en la figura son iguales.

_
PROPOSICIÓN 3. Si A00 es el punto medio del arco BC, se verifica:

A00 I = A00 C = A00 B = A00 Ia


4 b +B
A b
En efecto: El triángulo A00 BI es isósceles, puesto que el ángulo α es igual a , de donde el ángulo
2
α = β ).
β tiene el mismo valor (α
4
Razonamos en la misma forma con el triángulo A00 IC. Así, el centro de la circunferencia BIC, que pasa

evidentemente por Ia , pues el cuadrilátero CBIIa es inscribible, está situado en el punto medio, A00 , del
_
arco BC.

β
α
I
Ia A
A´´ O

B´´

26
4
Consideremos ahora los segmentos determinados, sobre los lados del triángulo ABC, por los puntos de
contacto, tanto de la circunferencia inscrita como por las exinscritas:

Fb

Ec
Ib
A
Ic
E
F
Fc O Eb
D
Dc B Da C Db
Ea
Fa

Ia
Sean D, E, F los puntos de contacto de la circunferencia inscrita con los lados del triángulo; sean así
mismo Da , Ea , Fa los puntos de contacto, con los mismos lados, de la circunferencia exinscrita relativa
al ángulo A.
b (Análoga nomenclatura para las otros dos circunferencias exinscritas). Habrá, por tanto,
cuatro puntos de contacto sobre cada lado, los cuales determinan diversos segmentos, cuyas expresiones,
en función de los lados, vamos a determinar.

Segmentos determinados por los puntos de contacto de la circunferencia inscrita: Si hacemos

AE = AF = x , BF = BD = y , CD = CE = z

tendremos
2 · (x + y + c) = a + b + c = 2 · p

y por consiguiente:
x+y+z = p

27
de donde, puesto que
y+z = a ,
deducimos:
x = p−a , y = p−b , z = p−c .
Segmentos determinados por los puntos de contacto de una circunferencia exinscrita: Si hacemos

AFa = AEa = xa , BDa = BFa = ya , CDa = CEa = za

tendremos
AFa = AB + BFa = c + ya , AEa = AC + CEa = b + za
de donde
2 · xa = b + c + ya + za = a + b + c = 2 · p
y por tanto
AFa = AEa = xa = p ,
y en definitiva
ya = p − c , za = p − b .
(Para los otros vértices, B y C, tendremos fórmulas análogas.)

Ejemplo 1. Dado un triángulo que tiene por base una cuerda fija, AB, de una circunferencia, (c), mientras que el
_
tercer vértice M se mueve sobre el arco AMB, se tata de determinar: El lugar geométrico descrito por el incentro
del triángulo móvil.
M
(c)

^
M E

D O C
I

α β
A B

28
En primer lugar observamos que el ángulo M b es constante, al desplazarse M a lo largo del arco de (c); luego los
ángulos A
b yB b tienen una suma constante (A b +Bb +M b = 1800 ), y en consecuencia lo mismo ocurre con sus mitades
Ab B
b
α= ,β = .
2 2
4
Luego, en el triángulo AIB, el ángulo bI es constante, lo que significa que el lugar geométrico del punto I es el arco
_
AIB, arco capaz del ángulo bI, que vamos a determinar:
Por una parte, el ángulo bI es el suplemento de la suma α +β
β , es decir

bI +α β = 1800 .
α +β

Por otra parte tenemos


b +B
A b = 1800 ,
b +M

luego, se verifica que


1 b 1 b
α +β
β+ · M = 900 β = 900 −
=⇒ α +β ·M .
2 2
En consecuencia  
bI + 900 − 1 · M = 1800
2
es decir
bI = 900 + 1 · M
b
2
_
Observamos que mientras el arco AIB es el lugar geométrico de los puntos de intersección de las bisectrices interio-
_
res (incentro), el resto de esta circunferencia, arco BNA es el lugar geométrico de las intersecciones de las bisectrices
exteriores de los ángulos A b y B.
b

_
Comprobemos ahora que, el centro de la circunferencia ANBI es el punto medio del arco AGB, y
que se verifica: IG = AG = GB.
_
En efecto: G es el punto en el que la bisectriz MIN corta al arco AGB, punto medio de dicho arco. Así
_ 4
d = GIA;
mismo E es el punto medio del arco BEM, luego GAI d por tanto, el triángulo AGI es isósceles,
luego GA = GI.
4
También es isósceles el triángulo AGN, pues los ángulos N
b y A,
b tienen los mismos complementos, luego
GN = GA.
Resulta, entonces que GN = GI, y el punto G, punto medio de la hipotenusa NI es el centro de la circun-

ferencia ANBI.

PROPOSICIÓN 4. El radio de la circunferencia exinscrita tangente a la hipotenusa de un trián-


gulo rectángulo, es igual a la suma de los radios de las otras dos circunferencias exinscritas y del
radio de la circunferencia inscrita.
En efecto: Hay que probar que se tiene

EL = FP + GK + IT , o bien AL = AJ + AN + AM

29
para lo que bastará demostrar que: AM = NB y AJ = BL.
Veamos, en primer lugar, que AM = NB: Se tiene

AM + AN = KT y BM + BN = OV

y como
KT = OV

tendremos
AM + AN = BM + BN

de donde
AM = BN
4
Veamos, ahora, que AJ = BL: El triángulo EBF es rectángulo e isósceles, puesto que el ángulo EBF d es
d = 450 ,
recto, por ser ángulo de las bisectrices de dos ángulos adyacentes suplementarios, y el ángulo BEF
puesto que EF y EG son bisectrices de los ángulos complementarios RES
d y SEL. En consecuencia

BE = BF .
4 4
Por otra parte los triángulos rectángulos BEL y BFJ son iguales, por tener iguales las hipotenusas y los
ángulos agudos, pues los ángulos EBL
d y FBJd son complementarios, ya que EBFd es recto. Luego

BL = AJ .

En conclusión:
EL = AL = AN + BN + BL = GN + IM + FJ .

R E
Q
45º
C

F
P

I V
T
B
J A M N L
O

K
G

30
26.2 Relaciones de Euler

Vamos a determinar las expresiones de las distancias del centro de la circunferencia circunscrita a un
4
triángulo, ABC, a los centros de la circunferencia inscrita, O, y de las exinscritas, Ia , Ib , Ic .
2
La primera relación de Euler es: OI = d2 = R2 − 2 · R · r = R · (R − 2 · r) que puede ponerse también
r r
en la forma + = 1.
R−d R+d

A F

O
R d

I H

C G B

A''
4
En el triángulo OIA00 se verifica:

2 2
OI = d2 = R2 + A00 I − 2 · R · A00 H
4
y como en el triángulo rectángulo A00 BF se verifica:

2 2
A00 B = A00 I = A00 F · A00 G = 2 · R · A00 G

tendremos

d2 = R2 + 2 · R · A00 G − 2 · R · A00 H = R2 − 2 · R · (A00 H − A00 G) = R2 − 2 · R · r .

31
2
La segunda relación de Euler es: OI = d2a = R2 + 2 · R · ra que corresponde a la distancia OIa .
Las correspondientes a los centros Ib e Ic serían:

d2b = R2 + 2 · R · rb , d2c = R2 + 2 · R · rc ,

a las que llegaríamos con unos razonamientos análogos, al que vamos a emplear para establecer la co-
rrespondiente a Ia .
A F' F

O
R
S

B C

A''

E
ra
I
4 4
Por ser semejantes los triángulos: AEI y FBA00 tenemos:
AI EI AI BA’’ FA’’ EI BA’’ FA’’ EI
A’’S AI A’’S
FA’’ BA’’

Por otra parte, como A00 S = A00 I, y FA00 = 2 · R, EI = ra resultará, al ser AI · A00 I, la potencia de I res-
pecto a la circunferencia de centro O:
2
AI · A00 I = 2 · R · ra =⇒ IM · IF0 = (OI − R) · (OI + R) = OI − R2

luego, como OI = da :
d2a − R2 = 2 · R · ra =⇒ d2a = R2 + 2 · R · ra

32
26.3 Teorema de Feuerbach

La siguiente proposición suele conocerse con el nombre de Teorema de Feuerbach, y relaciona la


4
circunferencia inscrita, en un triángulo ABC con la circunferencia de los nueve puntos (circunferencia
de Euler-Feuerbach).

PROPOSICIÓN 1. La circunferencia inscrita en un triángulo es tangente a la circunferencia de


los nueve puntos del mismo.

4
En efecto: Sea M el punto medio del lado BC, del triángulo ABC, y T1 , T2 los puntos de contacto de las
circunferencias inscrita y exinscrita tangente a este lado.

Sabemos que

BT2 = CT1 = p − c ,

siendo p el semi-perímetro del triángulo dado, y c = AB; luego M es también el punto medio de T2 T1 .

2 2
Si aplicamos a la circunferencia de Feuerbach la inversión de centro M, y potencia MT1 = MT2 , las
circunferencias inscrita y exinscrita serán inversas de si mismas, puesto que toda circunferencia respecto
de la cual el centro de inversión tenga potencia igual a la potencia de inversión se transforma en si misma.
Por pasar la circunferencia de Feuerbach por el centro de inversión M, su homóloga será una recta paralela a
la tangente en M a dicha circunferencia, es decir paralela a la tangente en A a la circunferencia circunscrita,
y por tanto antiparalela al lado BC, respecto de los lados AB y AC. Nos resta, por tanto, hallar un punto
de dicha recta.

Consideremos el centro, V, de homotecia negativa, entre las dos circunferencias: la inscrita y la exinscrita.
Observemos que la cuaterna (Ia VIA), formada por los centros de homotecia V y A, y los centros Ia e I,
es armónica, y se proyecta ortogonalmente según la cuaterna (T2 VT1 Ha ), que también es armónica, por
conservarse las razones en la proyección; por lo tanto

2 2
MV · MHa = MT1 = MT2 .

En consecuencia, V es el homólogo de Ha en la referida inversión, y la homóloga de la circunferencia de


Feuerbach no es otra más que la tangente interior a ambas circunferencia, distinta del lado BC, por ser
antiparalela a dicho lado respecto de AB y AC.

Dado que se verifica que: Si una recta y una circunferencia son tangentes, sus inversas también lo son
(puesto que tienen un punto común y sólo uno), la proposición que nos interesaba queda demostrada.

33
A

B1
(c)
I
O
F H B2

T2
B C
M V T1 Ha

A'

O; centro de la circunferencia
circunscrita.

I; centro de la circunferencia
inscrita.

F; centro de la circunferencia
de Feuerbach.

I a ; centro de la circunferencia Ia
exinscrita.

Como aplicación de la homotecia entre dos circunferencias resulta la siguiente propiedad de la circunfe-
rencia de los nueve puntos.

PROPOSICIÓN 2. El radio de la circunferencia de Feuerbach, de un triángulo, es la mitad del de


la circunferencia circunscrita, y su centro, F, biseca al segmento OH, limitado por el circuncentro
y el ortocentro.
En efecto: Dado que el punto G, de intersección de las medianas, es decir el baricentro, divide a éstas
1
en dos segmentos, cuya razón es − , aplicando a la circunferencia circunscrita la homotecia de centro
2
1
G, y razón − , se obtiene la circunferencia que pasa por los puntos medios de los lados, es decir, la
2
circunferencia de Feuerbach.

34
Por tanto, su radio vale la mitad de radio de la circunferencia circunscrita, y su centro, F, estará alineado
con el ortocentro, H, y con el baricentro, G, distando de éste la mitad de aquél. Dicho centro, F, estará por
3
tanto situado en la recta de Euler, entre G y H, y a una distancia de O y de H igual a · OG.
2

A
(c)
(p)

F O
G
H

B M C

4
Ejemplo 1. Determinación del segmento de Euler, de un triángulo ABC.
Se determina el ortocentro, H, (punto de encuentro de las alturas), luego se determina el circuncentro, O, (punto
de encuentro de las mediatrices). El segmento que une H con O, es decir HO, es el segmento de Euler.
Una propiedad del segmento de Euler es que, dividido en tres partes iguales, el baricentro, G, (punto de encuentro
de las medianas), está a dos tercios del ortocentro, y a un tercio del circuncentro, es decir
2 1
GH = · HO , GO = · HO .
3 3

O
A B

35
Lección 27.- TEOREMAS DE MENELAO Y CEVA

27.1 Teorema de Menelao


27.2 Teorema de Ceva
27.3 Ejemplos de aplicación
27.4 Teorema de Pappus (I)

27.1 Teorema de Menelao

Vamos a establecer dos proposiciones, recíprocas la una de la otra, que luego reuniremos en el conocido
Teorema de Menelao. Sea la siguiente la primera:
4
PROPOSICIÓN 1. Dado un triángulo ABC, si una recta transversal, s, corta a los lados AB, BC y
CA, respectivamente, en los puntos P, M y N, se verifica la igualdad
AP BM CN
· · = +1
BP CM AN
En efecto: En primer lugar tracemos una recta cualquiera r, no paralela a la s, cuyo punto de intersección
sea I. Luego, tracemos, por los puntos A, B y C, paralelas a la recta s, que cortarán a la r en los puntos A0 ,
B 0 y C0 .
Aplicando, ahora, el Teorema de Thales, podemos escribir
AP A0 I BM B0 I CN C0 I
= ; = ; =
BP 0
BI CM CI0 AN A0 I
Multiplicando miembro a miembro las tres igualdades, tendremos
AP BM CN A0 I B0 I C0 I
· · = · · = +1
BP CM AN B 0 I C0 I A0 I
como queríamos demostrar.
s A

N r

A'
C M
B
I
C'

B'

37
Establezcamos, ahora, la recíproca de la anterior:
4
PROPOSICIÓN 2. Dado un triángulo ABC, si se toman sobre sus lados, AB, BC y CA, respectiva-
mente, los puntos P, M y N, tales que se tenga

AP BM CN
· · = +1
BP CM AN
resultará, entonces, que tales puntos P, M y N, están alineados.
En efecto: Unamos los puntos M y N, y sea P0 el punto en el que la recta MN corta al lado AB; se trata de
demostrar que P0 coincide con P.
Puesto que los puntos M, N y P0 están alineados tendremos, en virtud de la proposición anterior

AP0 BM CN
· · = +1
BP0 CM AN
que comparada con la que figura como hipótesis

AP BM CN
· · = +1
BP CM AN
nos permite escribir la igualdad
AP AP0
=
BP BP0
0
lo que muestra que los puntos P y P coinciden.
En consecuencia, los puntos P, M y N, están alineados, como queríamos demostrar.

Tal como enunciamos, vamos a reunir las dos proposiciones anteriores en una sola, el siguiente:
4
TEOREMA DE MENELAO. Dado un triángulo ABC, y situados en él los puntos P, M y N, respec-
tivamente, sobre los lados AB, BC y CA, es condición necesaria y suficiente, para que los puntos P,
M y N esten alineados, que se verifique que el producto de las tres razones simples (ABP), (BCM)
y (CAN), valga +1, es decir:
AP BM CN
· · = +1
BP CM AN

27.2 Teorema de Ceva

Vamos a proceder, ahora, en forma análoga a como hicimos en el punto anterior, reuniendo las dos pro-
posiciones siguientes en el conocido como Teorema de Ceva. Sea la siguiente la primera:

4
PROPOSICIÓN 1. Dado un triángulo ABC, y un punto cualquiera, O, de su plano, si las rectas
AO, BO y CO, cortan a los lados AB, BC y CA, respectivamente en los puntos P, M y N, se verifica
la igualdad
AP BM CN
· · = −1
BP CM AN

38
4
En efecto: Apliquemos el Teorema de Menelao al triángulo AMC, cortado por la transversal BN; así
tendremos
A

P
N
O

B C
M

AO MB CN
· · = +1
MO CB AN
4
Si la aplicación del Teorema de Menelao la hacemos al triángulo AMB, cortado por la transversal CP,
tendremos
A

P
N
O

B C
M

AP BC MO
· · = +1
BP MC AO
Multiplicando las dos igualdades, anteriores se tendrá
! !
AO MB CN AP BC MO
· · · · · =1
MO CB AN BP MC AO

y simplificando, reordenando, y teniendo en cuenta que

BC = −CB

obtendremos la igualdad
AP BM CN
· · = −1
BP CM AN
como queríamos demostrar.

Establezcamos, ahora, la recíproca de la anterior:

39
4
PROPOSICIÓN 2. Dado un triángulo ABC, se se toman sobre sus lados AB, BC y CA, respectiva-
mente, los puntos P, M y N, tales que
AP BM CN
· · = −1
BP CM AN
resultará, entonces, que las rectas AM, BN y CP, pasan por un mismo punto.
En efecto: Supongamos que las rectas AM y BN se cortan en un punto, O; unamos, entonces, el punto C
con el O, y designemos por P0 el punto de intersección de las rectas CO y AB. Lo único que tenemos que
hacer es demostrar que P0 coincide con P.
A

P
P'
N
O

B C
M
Como las rectas AM, BN y CP0 son concurrentes, tendremos en virtud de la proposición anterior
AP0 BM CN
· · = −1 ,
BP0 CM AN
que comparada con la que figura como hipótesis
AP BM CN
· · = −1
BP CM AN
nos permite escribir la igualdad
AP AP0
=
BP BP0
0
lo que muestra que los puntos P y P coinciden.
En consecuencia, las rectas AM, BN y CP pasan por un mismo punto, como queríamos demostrar.

Tal como anunciamos, vamos a reunir las dos proposiciones anteriores en una sola, el siguiente:
4
TEOREMA DE CEVA. Dado un triángulo ABC, y situados en el los puntos P, M y N, respectiva-
mente, sobre los lados AB, BC y CA, es condición necesaria y suficiente, para que las rectas AM,
BN y BP sean concurrentes, que se verifique que el producto de las tres razones simples (ABP),
(BCM) y (CAN), valga −1, es decir
AP BM CN
· · = −1
BP CM AN

40
27.3 Ejemplos de aplicación

Veamos, a continuación, unos ejemplos sencillos en los que se aplican los teoremas anteriores.

Ejemplo 1. En un triángulo, los pies de las bisectrices exteriores están alineados

90º

A bisectriz exterior
α
β
α β
b

γ
C
A´ B a
bisectriz interior

4
Dado un triángulo ABC, si A0 es el pie de la bisectriz exterior correspondiente al vértice A, se verifica:
4 A0 B c
1o .- En el triángulo AA0 B: =
sen α sen γ
4 A0 C b
2o .- En el triángulo AA0 C: =
sen (2 ·β
β +α
α) sen γ

β = 900 , es decir β = 900 −α


Ahora bien, dado que α +β α resultará

2 ·β α = 2 · (900 −α
β +α α = 1800 − 2 ·α
α ) +α α = 1800 −α
α +α α

de donde
sen (2 ·β α ) = sen (1800 −α
β +α α ) = sen α

Dividiendo, ahora, las dos igualdades de 1o y 2o , tendremos

A0 B c
=
A0 C b

Procediendo en forma análoga obtendríamos, si B0 y C0 son, respectivamente, los pies de las bisectrices exteriores
que pasan por B y C:
B0 C a C0 A b
= , = .
B0 A c C0 B a
Al multiplicar las tres igualdades anteriores, obtenemos

A0 B B0 C C0 A
· · = +1 ,
A0 C B0 A C0 B

luego en virtud del Teorema de Menelao, los tres punto A0 , B0 , C0 están alineados, como habíamos enunciado.

41
B'
Bisectrices
exteriores

b
c

B a C
A'

Recta que pasa


por los pies de
las bisectrices
exteriores

C'

Ejemplo 2. En un triángulo las tres bisectrices interiores se cortan en un punto.

A m


c β n
b
α γ
α
B a C
4
Dado el triángulo ABC, en virtud del Teorema de los senos se verifica:

4 m c
1o .- En el triángulo ABB0 : =
sen α sen β
4 n a
2o .- En el triángulo BCB0 : =
sen α sen γ
Dividiendo, ahora, las igualdades anteriores, y teniendo en cuenta que

sen β = sen γ ,

42
resultará
m c
= .
n a
Sean, entonces, AA0 , BB0 , CC0 las bisectrices interiores del triángulo dado, y a, b, c las longitudes de los lados BC,
CA, AB.Tendremos, teniendo en cuenta los signos de los cocientes,
A0 B c B0 C a C0 A b
=− , =− , =−
AC0 b 0
BA c C0 B a
igualdades que, multiplicadas miembro a miembro dan como resultado
A0 B B0 C C0 A
· · = −1 .
A0 C B0 A C0 B
En consecuencia, en virtud del Teorema de Ceva, podemos afirmar que las bisectrices pasan por el mismo punto: el
incentro.
A
Incentro

B'
C'

B C
A'
4
Ejemplo 3. En un triángulo, ABC, los pies de dos bisectrices interiores, y de la bisectriz exterior del tercer ángulo,
están alineados.
Veamos que es así: Conservando las notaciones de los dos ejemplos anteriores, podemos escribir
A0 B c B0 C a C0 A b
= , =− , =−
AC0 b B0 A c C0 B a
igualdades que al ser multiplicadas miembro a miembro, dan
A0 B B0 C C0 A
· · = +1 .
A0 C B0 A C0 B
Luego, en virtud del Teorema de Menelao, los tres puntos A0 , B0 , C0 están alineados, como habíamos enunciado.

A'

B' a

B
A c
C'

43
4
Ejemplo 4. En un triángulo, las tres alturas se cortan en un punto. Veamos que es así: Dado el triángulo ABC, sean
AA0 , BB0 , CC0 sus tres alturas. Puesto que los ángulos BB
[ 0 C y BC
\ 0 C son rectos, se verificará que la circunferencia,

de diámetro BC, pasa por los puntos B0 y C0 . Podemos, entonces, calcular la potencia del punto A, respecto a dicha
circunferencia, y escribir
AC0 · AB = AB0 · AC
es decir
C0 A AC
= .
B0 A AB
Procediendo de la misma manera, por permutación circular tendremos
A0 B BA B0 C CB
= , = .
CB0 BC AC0 CA
Multiplicando, ahora, estas tres igualdades miembro a miembro, resultará
C0 A A0 B B0 C AC BA CB
· · = · · = −1 .
B0 A C0 B A0 C AB BC CA
Luego, en virtud del Teorema de Ceva, podemos afirmar que las tres alturas se cortan en un punto: el ortocentro.
A

B C
A


B
C

44
Ejemplo 5. En un triángulo, las rectas que unen los vértices con los puntos de los lados opuestos en contacto con
la circunferencia inscrita, se cortan en un punto.
Veamos que es así: Puesto que las tangentes, desde un punto, a una circunferencia son iguales, podemos escribir:

A0 B = C0 B , A0 C = B 0 C , B0 A = C0 A ,

luego el producto
A0 B B0 C C0 A
· ·
A0 C B 0 A C0 B
vale 1, en valor absoluto. Ahora bien, como cada uno de los cocientes es negativo, el producto valdrá −1, es decir

A0 B B0 C C0 A
· · = −1
A0 C B0 A C0 B
En consecuencia, en virtud del Teorema de Ceva podemos afirmar que, las tres rectas establecidas en el enunciado,
pasan por un mismo unto I.
A

B'
C'
I
O

B C
A'

27.4 Teorema de Pappus (I)

La siguiente proposición, establecida ya por Pappus de Alejandría sobre el 300 a.C., es importante en la
geometría plana, y sobre todo en la fundamentación de la geometría proyectiva.

TEOREMA DE PAPPUS (I). Consideremos dos rectas coplanarias cualesquiera, r y r0 ; sobre la


primera fijamos los puntos A, C, E, y sobre la segunda los B, D, F. Si las tres rectas AB, CD, EF
cortan, respectivamente, a las DE, FA, BC, entonces los tres puntos de intersección L, M, N están
alineados.
En efecto: Dibujemos, en primer lugar, los diagramas que nos van a guiar en la demostración

r
A
C
E

L M
N

r'
B F D

45
Será igualmente válido el siguiente esquema:
A

E
B C
N
L M
D r
r'

Por otra parte, para evitar considerar puntos en el infinito, consideremos que las rectas AB, CD, EF forman
4
un triángulo UVW, como se muestra en la figura siguiente:
U r
A

C
E
W
M
N L
V
r'
B F D
4
Sobre dicho triángulo, UVW, razonaremos a continuación.

Aplicando el Teorema de Menelao a las siguiente cinco ternas de puntos:

(L, D, E) , (A, M, F) , (B, C, N) , (A, C, E) , (B, D, F)

obtendremos:

VL WD UE
· · = +1
WL UD VE

VA WM UF
· · = +1
WA UM VF

VB WC UN
· · = +1
WB UC VN

VA WC UE
· · = +1
WA UC VE

VB WD UF
· · = +1
WB UD VF

Dividiendo, ahora, el producto de las tres primeras igualdades por el producto de la dos últimas, y simpli-
ficando, resultará
VL WM UN
· · = +1 ,
WL UM VN
igualdad que nos muestra que los puntos L, M, N, están alineados, como queríamos establecer.

46
Observemos que, en la primera figura que aparece en la demostración del teorema anterior, hemos in-
dicado con flechas el sentido del teórico movimiento que nos permitiría recorrer los puntos desde el A
hasta el F.
Por otra parte, los puntos L, M, N son siempre intersección de dos segmentos, uno descendente y el otro
ascendente: El L se obtiene como intersección de las rectas AB y DE ; el N como intersección de BC
y EF ; y por último, el M como intersección de CD y FA . La alineación de los puntos L, M, N, está
garantizada por el teorema en cuestión.
Ahora bien, la situación y alineación de esos puntos no es intrínsecamente única, puesto que basta man-
tener los mismos puntos en las rectas dadas, renombrándolos de forma que cumplan las condiciones
del teorema, y aplicar el criterio de obtención descrito más arriba, con lo que obtendremos distintas
ternas (L, M, N), también alineadas, de acuerdo con lo que establece el teorema. Veámoslo en las dos
construcciones siguientes, en los que los puntos son los mismo de la figura sobre la que hemos estado
razonando, y lo único que hemos hecho es renombrarlos y operar.

r
E
A
C
M

N
r'
F B D

47
N

r
C
E
A

F r'
D B

48
Lección 28.- SEMIMEDIANAS

28.1 Semimedianas
28.2 Propiedades
28.3 Punto de Lemoine

28.1 Semimedianas

Diremos que dos rectas AP y AP0 , son isogonales respecto de un ángulo A,


b si forman el mismo ángulo
(y de sentido contrario) con sus lados.
Podemos afirmar, por tanto, que dos isogonales son simétricas respecto a la bisectriz del ángulo.
4
Dado un triángulo ABC, llamaremos semimediana a la isogonal de la mediana.
Observamos que la semimediana será, siempre, simétrica de la mediana respecto de la bisectriz del án-
gulo que parte del mismo vértice. Estudiaremos las propiedades de las rectas y segmentos de la siguiente
figura en el apartado 28.3
A

^
A

B'
C'
C
P' Rectas isogonales
^
respecto de A

B
^
Bisectriz de A
P

49
Ejemplo 1. Es inmediato comprobar que el lugar geométrico de los puntos medios de las paralelas a la base de un
triángulo es la mediana correspondiente. Más interés presenta el establecer que el punto medio de las antiparalelas
CB y C0 B0 a los lados del triángulo, AB y AC, es la semimediana, es decir, la recta simétrica de la mediana respecto
de la bisectriz que parte del mismo vértice.
A

bisectriz
mediana G'

semimediana
B' F'
E F G
E'

C B
M O S
M'

C'
b y hacemos AC0 = AC y AB0 = AB, obtenemos la recta B0 C0 , que junto con la CB,
Si AO es la bisectriz de A,
determinan ser antiparalelas respecto de los lados del triángulo, AC y AB. Serán, así mismo antiparalelas todos los
4 4
pares E0 G0 , EG, etc. Así como AM es la mediana del triángulo ABC, resultará que AM0 es la mediana del triángulo
4
AB0 C0 , lugar geométrico de los puntos medios de los segmentos E0 G0 , EG, etc.
Observemos, por otra parte que la recta AS es la simétrica de la mediana, AM, respecto de la bisectriz AO, a la que
daremos el nombre de semimediana.

4
Ejemplo 2. La semimediana que parte de un vértice A, de un triángulo ABC, es el lugar geométrico de los puntos
en los que las antiparalelas a los lados de los ángulos B
byC
b son iguales entre sí.
A

D E
M
_

_
=

C B
S
semimediana
=

50
Sea AS la semimediana: Basta comprobar que SD, antiparalela de AB, es igual que SE, antiparalela de AC.
4
Por el punto S, tracemos la antiparalela MN de la base BC. Como sabemos que SM = SN, los triángulos DSM y
4
ESN, resultaran isósceles (por ejemplo, los ángulos D
b yM
b son iguales al B);
b luego

SD = SM y SE = SN .

Así, las antiparalelas SD y SE son iguales entre sí. Observemos que el razonamiento es válido para todos los puntos
de la semimediana, lo que se traduce en poder decir que la semimediana es el lugar geométrico de los puntos de
intersección de las antiparalelas iguales.

28.2 Propiedades
4
PROPOSICIÓN 1. La semimediana correspondiente a un vértice, del triángulo, ABC, sea el A,
pasa por el punto de intersección de las tangentes trazadas a la circunferencia circunscrita por los
otros dos vértices, B y C.
En efecto: Sabemos que la semimediana es el lugar geométrico de los puntos de intersección de las antipa-
ralelas iguales ID, JE, y de las rectas iguales LD, LE; en consecuencia las tangentes CP, BP son iguales,
y antiparalelas respecto de los ángulos B b luego la semimediana AL pasa por el punto P.
b y C,

O
D E

C B
I J

51
Ejemplo 1. La proposición anterior nos facilita una manera de trazar la semimediana correspondiente
4
a un vértice. Así dado el triángulo ABC, la semimediana correspondiente al vértice A será la recta, Sa ,
que une dicho vértice con el punto de intersección de las tangentes a la circunferencia circunscrita, en los
vértices B y C, del triángulo dado.

P2

Sb

Punto de intersección
de las semimedianas
Sa , Sb y Sc Sc
P3

C B

Sa

P1

52
PROPOSICIÓN 2. Las distancias de un punto de la semimediana a los lados adyacentes, son pro-
porcionales a las longitudes de esos lados.

4
En efecto: Sean CM la mediana y CS la semimediana, correspondientes al vértice C, del triángulo ABC.
Estas dos rectas son simétricas respecto a la bisectriz, y los ángulos BCM
[ y ACS
d iguales, como también
lo son BCS [
d y ACM.
4 4 4 4
Además, los triángulos CSX y CMQ son semejantes, como también lo son los CSY y CMP. De estos
triángulos resultan las igualdades

x CS y CS
= , =
q CM p CM
de donde
x q
= ;
y p
4 4
Así los triángulos ACM y BCM tienen bases iguales e igual altura. Luego
q a
a · p = b · q =⇒ =
p b
lo que nos conduce a que:
x a
= .
y b

X
b
P x
h

p
Q
q Y
y
B
M S H A

Una traducción útil, de esta proposición sería la siguiente: La semimediana es el lugar geométrico de los
puntos cuyas distancias a los lados adyacentes son proporcionales a esos mismos lados.

53
Ejemplo 2. La proposición anterior nos sugiere una nueva manera de determinar las semimedianas. Bastará con
trazar paralelas a los lados del vértice que nos interese, a una distancia de los mismos igual a su longitud (o cantidades
proporcionales); su punto de intersección será punto de paso de la semimediana correspondiente.
A

c
b

B
S C

Semimediana

Sa

PROPOSICIÓN 3. Los segmentos determinados por cada semimediana sobre el lado opuesto, son
proporcionales a los cuadrados de los lados adyacentes, y recíprocamente.
En efecto: Utilizaremos el resultado, y la figura de la proposición anterior.
4 4
Por la semejanza de los triángulos rectángulos BSX y BCH, tenemos

BS a
= .
x h
4 4
Por la semejanza de los triángulos rectángulos ASY y ACH, tenemos

AS b
= .
y h

Luego:
 
a·x b·y BS a·x
BS = y AS = =⇒ = ,
h h AS b·y
x a
y como (proposición anterior): = , tendremos en definitiva
y b

BS a2
= 2 .
AS b

54
4
PROPOSICIÓN 4. Dado un triángulo, ABC, la tangente a su circunferencia circunscrita en el
vértice C, es el lugar geométrico de los puntos cuyas distancias a los lados del ángulo C,
b son pro-
porcionales a los lados CB = a y CA = b. (A la recta CT, antiparalela de AB, se le llama, también
semimediana exterior).
x a
En efecto: Si CT es la tangente en cuestión, deberá verificarse que: = , la misma igualdad que se
y b
tenía para los putos de la semimediana CS. Veámoslo:
Por el vértice C trazaremos CL, paralela a la base, con lo que las rectas CT y CL son simétricas respecto
4 4
de las bisectrices CI y CJ. Como los triángulos EBC y EAC son equivalentes (tienen la misma base, CE,
y la misma altura), tenemos
a · EG = b · EF

es decir
x0 b
= ;
y0 a
luego para la línea simétrica, CT, se tendrá la razón inversa
x a
= .
y b

J G

x'
L
C
y' E
F x

y D
a

T
B M S A

55
Ejemplo 3. El razonamiento de la proposición anterior nos facilita una manera de trazar antiparalelas a dos rectas
4
dadas, CB y CA. Si una de ellas es la BA, la otra puede ser la tangente, en el punto C, del triángulo ABC, a la
circunferencia circunscrita a dicho triángulo.

t
a
b

B A
c

(c y t, son antiparalelas respecto de las a y b)


4
PROPOSICIÓN 5. Dado un triángulo, ABC, su circunferencia circunscrita, (c), y la tangente a ella
en el vértice A, siendo D el punto de intersección de dicha tangente con la recta BC se verifica que:
BD
1o .- Los cuadrados de los lados c y b están en la relación .
CD
BS
2o .- Los cuadrados de los lados c y b están en la relación , siendo S el punto de intersección de
CS
la semimediana correspondiente al vértice A, con el lado opuesto a.
En efecto:
1o .- Sean AD la tangente, y AS la semimediana, ambas correspondientes al vértice A. Dado que los trián-
4 4
gulos ABD y CAD son semejantes, se verifica:
2 2
c2 BD BD BD
= = =
b2 AD
2 BD · CD CD
2o .- La recta CF, paralela a la tangente AD, es antiparalela a CB, respecto de los lados del ángulo BAC.
d
Además el punto medio de CF, pertenece a la semimediana AOS del triángulo, puesto que esta línea es el
lugar geométrico de los puntos medios, O, de las antiparalelas a CB.
Dado que CF, paralela a la tangente, queda dividida en dos partes iguales, el haz (AB, AS, AC, AD) es
armónico, luego
BD BS
=
CD CS

56
de donde resulta, teniendo en cuenta el resultado de 1o ,

c2 BS
= .
b2 CS

(c) A semimediana

semimediana exterior
F
b
c
O

B D
a S C

Resumiendo: Las semimedianas trazadas desde un mismo vértice cortan armónicamente al lado
opuesto según la razón de los cuadrados de los otros dos lados.

PROPOSICIÓN 6. La semimediana y la mediana correspondientes a un mismo vértice, A, están


2·b·c
en la relación 2 .
b + c2
4 4
En efecto: Los triángulos CAS y BAM tienen un ángulo igual (el de su A),
b luego son, entre ellos, como el
producto de los lados que comprenden dicho ángulo y por tener el mismo vértice, A, son entre ellos como
sus bases. En consecuencia,
b·s CS
= ,
c·m BM
de donde resulta
s c CS
= · .
m b BM
Reemplazamos, ahora, CS y BM por sus valores, en función de los lados, siendo
a
BM =
2
y de acuerdo con la proposición anterior

BS c2
= 2 ,
CS b
luego, sumando 1 a los dos miembros

BS c2 BS + CS c2 + b2 a c2 + b2
+ 1 = 2 + 1 =⇒ = =⇒ =
CS b CS b2 CS b2
y en definitiva
a · b2
CS = .
b2 + c2

57
Sustituyendo, ahora los valores determinados para CS y BM, obtenemos

a · b2
s c 2 c2
= · b +a ,
m b
2
de donde
s 2·b·c
= 2 .
m a + c2

=
c b
m
O s

B D
M S C

F
4
Ejemplo 4. Consideremos el triángulo ABC, inscrito en la circunferencia (c), y tracemos la tangente, t, a la
circunferencia en el vértice A de nuestro triángulo. Veamos como determinar los segmentos n, m y t, en función de
los lados del triángulo dado.

A (c)

t
α
b
c
O
α
T a C
B

n
m
4 4
Los triángulos ACT y ABT son semejantes, luego

b m t
= = ,
c t n

y además
m−n = a .

58
De la primera igualdad resulta
b2 m2
= 2
c2 t
y como
t2 = m · n [potencia de T respecto (c)] ,

tendremos
b2 m2 m2 m
2
= 2 = =
c t m·n n
Resultará, entonces, que:

m b2 m−n b2 − c2 a · c2
= 2 =⇒ = =⇒ n = ,
n c n c2 b2 − c2

m b2 m b2 a · b2
= 2 =⇒ = 2 =⇒ m = ,
n c m−n b − c2 b2 − c2

a2 · b2 · c2 a·b·c
t2 = m · n =⇒ t2 = =⇒ t = .
(b2 − c2 )2 b2 − c2

28.3 Punto de Lemoine

Recordemos que las rectas CM y CM0 son isogonales respecto del ángulo C,
b si forman el mismo ángu-
lo, respectivamente, con sus lados. Observemos que equivale esto a decir que: Dos isogonales forman el
mismo ángulo con la bisectriz del ángulo dado.

Consideremos, ahora, dos puntos M y M0 , situados sobre dos rectas isogonales respecto del ángulo C;b si
b sean, respectivamente, A,B y A0 , B0 , se verificarán las
proyectamos dichos puntos sobre los lados de C,
propiedades siguientes:

A

M

59
PROPOSICIÓN 1.
4 4
1o .- Los triángulos MAB y M0 A0 B0 son semejantes.
2o .- Se verifica la relación: MA · M0 A0 = MB · M0 B0 .
3o .- Las rectas AB y A0 B0 son antiparalelas.

4o .- El cuadrilátero ABA0 B0 es inscribible.
5o .- La recta AB es perpendicular a la isogonal CM0 .
(La demostración de estas propiedades es inmediata)

Recordando la definición de semimediana, podemos afirmar que: La semimediana es la isogonal de la


mediana

PROPOSICIÓN 2. Las tres semimedianas de un triángulo se cortan en un mismo punto.


En efecto: Ya sabemos (Proposición 2, del apartado anterior), que la semimediana es el lugar geométrico
de los puntos cuyas distancias a sus lados adyacentes son proporcionales a esos lados.
Sea, por tanto, K el punto de intersección de las semimedianas que pasan por los vértices A y B; tendremos
y b z c
= y = .
z c x a
Multiplicando estas igualdades, obtenemos
y b
= ,
x a
luego, el punto K pertenece también a la semimediana del vértice C.
C

a y
K
b
z
S
B A
c M

4
Dado un triángulo, ABC, llamaremos punto de Lemoine, o punto semimediano, al punto de intersec-
ción común de las tres semimedianas del triángulo.

60
N

B' _ _ _
Semimedianas: AA', BB', CC'
O A
K
M
A' C'
Punto de Lemoine
F

_ _ _
Semimedianas exteriores: AL, BM, CN
L
Recta de Lemoine

61
Ejemplo 1. Consecuencia de la misma proposición a la que hacíamos referencia en el ejemplo anterior, del apartado
anterior, es la facilidad para determinar el punto de Lemoine, que consiste en trazar las tangentes a la circunferencia
circunscrita, y unir luego sus puntos de intersección con los vértices que se oponen, o sea A con P1 , B con P2 , y C
con P3 , que determinan así mismo las semimedianas. Observamos que, bastaría con determinar dos semimedianas
para obtener el punto que nos interesa, el K.

P2 A P3

K Sb
B
Sc Sa
O

P1

62
Ejemplo 2. Las semimedianas de un triángulo rectángulo se cortan en el punto medio de la altura sobre la hipote-
nusa.
Comprobamos que, siendo AK = KH = x, se verifica
x a
= ,
y b
4 4
para lo cual basta con observar que los triángulos AKP y BAC son semejantes, lo que nos establece la igualdad
dada. Así tenemos que CF es la semimediana correspondiente al vértice C.
En la misma forma se comprueba que
z c
=
y b
lo que nos mostraría que AH es la semimediana correspondiente al vértice A.
A
Punto de Lemoine
P
E
y
F z b
c K
x

B a C
H
En virtud de la Proposición 3 del apartado anterior, podemos afirmar que: La recta que une el vértice de un ángulo
agudo, de un triángulo rectángulo, con el punto medio de la altura relativa a la hipotenusa, divide al lado que
le corresponde en segmentos proporcionales a los cuadrados de los lados adyacentes.
Así tendremos:
AE c2
= 2 .
CE a

Ejemplo 3. La razón de un lado cualquiera de un triángulo a la distancia de este lado al punto de Lemoine, es igual
a la razón de la suma de los cuadrados de los tres lados, al doble del área, S, del triángulo dado.
Se trata de demostrar que:
a a2 + b2 + c2 x 2·S
= ⇐⇒ = 2 .
x 2·S a a + b2 + c2

x
a
E
K y
b
z

B c A
F

63
Como las distancias del punto de Lemoine, K, a los lados están en la misma relación que esos lados, se tiene
x y z a·x b·y c·z
= = =⇒ = 2 = 2
a b c a2 b c
de donde resultará
x a·x+b·y+c·z 2·S
= = 2
a a2 + b2 + c2 a + b2 + c2
y finalmente:
a b c a2 + b2 + c2
= = = .
x y z 2·S

64
Lección 29.- CIRCUNFERENCIA DE TUCKER

29.1 Circunferencias de Lemoine


29.2 Circunferencia de Taylor
29.3 Circunferencia de Tucker

29.1 Circunferencia de Lemoine

Las dos circunferencias de Lemoine, que vamos a estudiar, son casos particulares de las denominadas
circunferencias de Tucker; veremos, así mismo, que también la denominada circunferencia de Taylor es
otro caso particular de estas circunferencias.
PROPOSICIÓN 1. Si por el punto de intersección de las semimedianas de un triángulo (punto de
Lemoine), K, trazamos paralelas a los tres lados, los seis puntos de intersección de los lados y esas
paralelas son concíclicos, y determinan la primera circunferencia de Lemoine.
4
En efecto: Sean DE, FG, IJ, las paralelas a los lados del triángulo ABC, por el punto de Lemoine, K.

Vamos a probar que el hexágono DFJEGI es inscribible.

Las paralelas y los lados determinan tres paralelogramos, tales como el ADKF, siendo el punto M, de
intersección de sus diagonales, el punto medio de DF. Por ser AK una semimediana, la recta DF, que
divide en dos partes iguales, es antiparalela a BC, respecto de los lados del ángulo A.
b Por la misma razón
IG es antiparalela de AB, y JE de AC. Los ángulos AFD
[ y BJE
d son iguales, e iguales a su vez al ángulo
  
C,
b por el antiparalelismo; por tanto DFGE es un trapecio isósceles, como también lo son FDIG y JEGI.
Cada uno de ellos es inscribible, y la circunferencia que pasa por los puntos E, J, F, D, pasa igualmente

por el punto I, puesto que el cuadrilátero JFDI es inscribible, al ser DF e IJ antiparalelas respecto a los
otros dos lados; por lo mismo, la circunferencia pasa por G.

Punto de Lemoine

A
Centro de la primera
F
circunferencia de
Lemoine OL=LK
M T
D

DFJEGI es el J I
hexágono de Lemoine K
L
Primera O
Circunferencia
de Lemoine
B C
E N G

65 ParalelasdedeLemoine
Paralelas Lemoine
PROPOSICIÓN 2. La primera circunferencia de Lemoine divide a los lados de un triángulo en
segmentos proporcionales a los cuadrados de los lados. Cada segmento externo corresponde al
cuadrado del lado que le es adyacente, y el intermedio corresponde al cuadrado del lado sobre el
que se encuentra.
En efecto: Se trata de probar que se tiene, para los segmentos de BC, (ver figura anterior):

BE EG CG
= 2 = 2 .
c2 a b
4 4 4
Como los triángulos BJE, EKG, CIG, tienen la misma altura, KN = x, tendremos

4
Área de BJE= BE · x · · · · · · · y la indicaremos por (BJE).
4
Área de EKG= EG · x · · · · · · · y la indicaremos por (EKG).
4
Área de CIG= CG · x · · · · · · · y la indicaremos por (CIG).

Así, podemos escribir


(BJE) (EKG) (CIG)
= =
BE EG CG

4 4
Consideremos el primer cociente; los triángulos BJE y BAC son semejantes, puesto que EJ y AC son
antiparalelas; son entre ellos como los cuadrados de los lados homólogos BE y AB. Luego representando
(ABC) por S, se tiene
2 2
(BJE) BE S · BE
= 2 =⇒ (BJE) = .
S c c2
Tendremos, entonces
2
(BJE) S · BE S · BE
= = .
BE BE · c2 c2

Razonando de la misma manera, tendremos para los otros dos cocientes:

(EKG) S · EG (CIG) S · CG
= y =
EG a2 CG b2
de donde resultará, al suprimir el factor común S:

BE EG CG
= 2 = 2 ,
c2 a b
como queríamos establecer.

Obtendríamos también:
CI ID DA AF FJ JB
2
= 2 = 2 y 2
= 2 = 2
a b c b c a

66
PROPOSICIÓN 3. Los segmentos interceptados sobre los lados de un triángulo, por la primera
circunferencia de Lemoine, son proporcionales a los cubos de los lados correspondientes.
En efecto: Se trata de probar que se tiene; (ver figura anterior):

EG DI FJ
= 3 = 3 .
a3 b c
4 4
Si llamamos x = KN, altura del triángulo EKG, y S al área del triángulo BAC, dado que ambos triángulos
son semejantes, podemos escribir

EG a a2
= =
x h 2·S
de donde, despejando EG, resulta
a2 · x
EG = .
2·S
Designando por x, y, z las distancias del punto K a los lados a, b, c, y dado que esas distancias son
directamente proporcionales a esos lados, tendremos
x y z
= = ,
a b c
de donde resultará
a·x b·y c·z 2·S
= 2 = 2 = 2 .
a2 b c a + b2 + c2
Así,
x 2·S
= 2
a a + b2 + c2
y despejando x, obtendremos
2·S·a
x= .
a2 + b2 + c2
y por tanto
a3
EG = .
a2 + b2 + c2
En la misma forma se obtendriá
b3 c3
DI = , FJ = .
a2 + b2 + c2 a2 + b2 + c2
En consecuencia
EG DI FJ
= 3 = 3 ,
a3 b c
como queríamos establecer.

4
PROPOSICIÓN 4. Dado un triángulo, ABC, las antiparalelas a sus lados, trazadas por el punto de
Lemoine, cortan a los lados en seis puntos concíclicos, que determinan la segunda circunferencia de
Lemoine.

En efecto: Sean DE, FG, HI las antiparalelas trazadas por K. Las antiparalelas, trazadas, están divididas
por K en dos partes iguales.
4
[ = KGD
Por otra parte, observemos que el triángulo KDG es isósceles, puesto que KDG [ = C.
b

67
Los puntos D, I, F, E, H, G, quedan, por tanto, situados sobre una misma circunferencia, la llamada
segunda circunferencia de Lemoine, que tiene su centro en K.
C

Segunda circunferencia G H
de Lemoine D
Antiparalelas
trazadas por K
Punto de Lemoine
K
ρ

E
B
I F A

4
Ejemplo 1. Las cuerdas IF, EH, GD son proporcionales a los cosenos de los ángulos del triángulo ABC.
4
Haciendo referencia a la figura de la proposición anterior, observamos que el triángulo KGD es isósceles, lo que
nos permite escribir
1
· GD = KG · cos DGK
[ = KG · cos C b
2
y si hacemos KG = ρ (radio de la segunda circunferencia de Lemoine), tendremos

GD = 2 ·ρ
ρ · cos C
b.

En la misma forma se obtendría

IF = 2 ·ρ
ρ · cos A
b , EH = 2 ·ρ
ρ · cos B
b.

En consecuencia:
IF EH GD
= = .
cos A
b cos B
b cos C
b

29.2 Circunferencia de Taylor

Antes de establecer la que llamaremos circunferencia de Taylor, estudiaremos algunas propiedades pre-
liminares, considerando la figura siguiente:
A

E2 F1
Hb
D2
Circunferencia de Taylor
P

R
Hc H

D1 Q

B F H C
2 a E1
68
PROPOSICIÓN 1. Si D1 , D2 ; E1 , E2 ; F1 , F2 son las proyecciones de los pies Ha , Hb , Hc de las alturas,
respectivamente sobre AB, AC; BC, BA; y CA, CB, se verifica que; los segmentos D1 D2 , E1 E2 , F1 F2
son antiparalelos respectivamente a los lados BC, CA, AB.

En efecto: Las rectas F1 F2 , Ha Hb son paralelas, puesto que unen las proyecciones sobre los mismos lados
de dos puntos de la altura CHc .

PROPOSICIÓN 2. Las rectas D1 D2 , E1 E2 , F1 F2 pasan por los puntos medios de los lados del
triángulo órtico; que forman el triángulo complementario del triángulo órtico.
4
En efecto: En el triángulo rectángulo F1 Hb Hc tenemos;

2 F1 Hb = Hc Hb F1 = ABC .
F\ \ d

La recta F1 F2 pasa, por tanto, por el punto medio, P, de la hipotenusa Hb Hc .


4
Razonando en la misma forma se tendrá que, en el triángulo rectángulo Hc F2 Ha , la recta F1 F2 pasa por el
punto medio, Q, de la hipotenusa Hc Ha .

PROPOSICIÓN 3. Los segmentos D1 D2 , E1 E2 , F1 F2 son iguales entre sí.

En efecto: Se verifica que


1 1 1
F1 F2 = F1 P + PQ + QF2 = · Hc Hb + · Hb Hc + · Ha Hc .
2 2 2
Así resulta que, el segmento F1 F2 , y sus análogos D1 D2 , E1 E2 , son iguales que el semiperímetro del
triángulo órtico, y por tanto iguales entre sí.

PROPOSICIÓN 4. Las rectas E2 F1 , D1 F2 , E1 D2 son paralelas a los lados del triángulo de


referencia.

En efecto: Las rectas E2 F1 y BC son, ambas, antiparalelas al lado Hb Hc .

La siguiente proposición establece lo que que habíamos anunciado que nos interesaba: La circunferen-
cia de Taylor.

PROPOSICIÓN 5. Las proyecciones, sobre los lados de un triángulo, de los pies de las alturas,
están situadas sobre una misma circunferencia, la que llamaremos circunferencia de Taylor.

En efecto: Las rectas F1 F2 , D2 E1 son antiparalelas, luego los puntos F1 , F2 , D2 , E1 son concíclicos.
1
Así mismo, dado que las rectas E2 F1 y BC son paralelas, y que E2 P = F1 P = · Hb Hc , se tiene
2

1 F2 E1 = PF1 E2 = PE2 E1 = E1 E2 F1
F\ \ \ \


lo que muestra que la circunferencia F2 E1 D2 F1 pasa también por el punto E2 .
(Para el punto D1 , la demostración es análoga)

69
4 4 4
Ejemplo 1. Los triángulos inscritos D1 E1 F1 y D2 E2 F2 son iguales entre sí, y semejantes al triángulo ABC.
Basta con ver que, en la circunferencia de Taylor se tiene

1 E1 F1 = D1 D2 F1 = ABC
D\ \ d

PROPOSICIÓN 6. El centro de la circunferencia de Taylor es el centro de la circunferencia inscrita


4
en el triángulo complementario PQR del triángulo órtico.
4 4
En efecto: Dado que los triángulos PE2 F1 y F2 PE1 son isósceles, la bisectriz del ángulo E\
2 PF1 , ó QPR,
d
es la perpendicular en el punto medio de la cuerda E2 F1 de la circunferencia de Taylor.
Luego, la bisectriz del ángulo QPR
d pasa por el centro de la circunferencia de Taylor, y por tanto el centro
4
T, de la circunferencia inscrita en el triángulo PQR es el centro de la circunferencia de Taylor.

29.3 Circunferencias de Tucker


4
PROPOSICIÓN 1. Los extremos de las tres antiparalelas iguales, del triángulo ABC, están situadas
sobre una misma circunferencia.
En efecto: Sean E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 tres antiparalelas iguales.

Centro
Circunferencia
de Tucker

A
E2

E1
E3 T O G1
K
G
G3
F2 F3
C
F
G2

B F1


El trapecio E1 E2 G1 G2 es isósceles, puesto que

E 1 E 2 = G1 G2 1 E2 C = E2 G1 G2 = π − B
E\
y \ b

70
El triángulo formado por los puntos medios E, F, G de las tres antiparalelas tendrá, entonces, sus lados
4
paralelos a los lados del triángulo ABC.
4 4
Los triángulos EFG y ABC son homotéticos, con centro de homotecia el punto semimediano K, puesto
4
que las rectas AE, BF, CG que unen los vértices homólogos, son las semimedianas del triángulo ABC,
porque unen los vértices con los puntos medios de las antiparalelas.
Además, la perpendicular, bajada desde A sobre la antiparalela E1 E2 a BC, es la isogonal de la altura del
4
vértice A; luego pasa por el centro O de la circunferencia circunscrita al triángulo ABC.
Por tanto, las perpendiculares trazadas desde los vértices A, B, C, sobre E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 , concurren en
el centro O, y por consiguiente, las perpendiculares en E, F, G sobre las mismas rectas concurren también,
4
en el centro T de la circunferencia circunscrita del triángulo EFG, en virtud de la homotecia.
El punto T es equidistante de las tres cuerdas iguales E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 . Es por tanto el centro de una
circunferencia que pasa por sus extremos; recibe el nombre de circunferencia de Tucker.

Veamos a continuación unos ejemplos, propiedades de la construcción que nos ha llevado a una circun-
ferencia de Tucker:
4 4 4
Ejemplo 1. Los triángulos E1 F1 G1 y E2 F2 G2 son iguales entre sí, y semejantes al triángulo de referencia ABC.
Por una parte, en la circunferencia de Tucker, tenemos

1 F1 G1 = E1 F2 G1 = ABC
E\ \ d

y por otra parte, se tiene, por ejemplo E1 F1 = E2 F2 , como diagonales del trapecio isósceles E1 E2 F1 F2 .
4
Ejemplo 2. Una circunferencia de Tucker determina, con los lados del triángulo ABC, tres cuerdas paralelas a los
lados y tres cuerdas antiparalelas.
Las cuerdas paralelas son: E1 G2 , F1 E2 , F2 G1 ; y las antiparalelas son: E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 .
4 4
Ejemplo 3. El centro de homotecia de los triángulos ABC y EFG es el punto semimediano, K.
4
La razón es que, las rectas AE, BF, CG, son las semimedianas del triángulo ABC.

Ejemplo 4. El lugar geométrico de los centros, T, de las circunferencias de Tucker, es la recta OK.
Efectivamente: la línea OT, que une dos puntos homólogos pasa por el centro de homotecia K.
4
Ejemplo 5. Las cuerdas F2 G1 , G2 E1 , E2 F1 , determinan un triángulo homotético con el ABC, cuyo centro de
homotecia es el punto K.

Designando por E3 el punto de encuentro de las rectas E1 G2 y F1 E2 , la figura AE1 E3 E2 es un paralelogramo, y por
consiguiente la recta AE pasará, también, por E3 , y será semimediana.

Llegados a este punto conviene observar lo siguiente: Tanto la primera circunferencia, como la segun-
da, de Lemoine, así como la circunferencia de Taylor, son casos particulares de las que hemos llamado
circunferencias de Tucker. Veámoslo:

71
4
1o .- La primera circunferencia de Lemoine se obtiene como caso particular, cuando el triángulo EFG
se reduce al punto K. Vimos que las antiparalelas E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 son iguales y que el centro T era
el punto medio de OK.
2o .- La segunda circunferencia de Lemoine es también una circunferencia de Tucker, pues las antipara-
lelas E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 son iguales; se trata de la circunferencia de Tucker para el que las antiparalelas
son iguales y concurrentes.
3o .- La circunferencia de Taylor es también una circunferencia de Tucker, porque según vimos las
antiparalelas E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 son iguales.

72
Lección 30.- CIRCUNFERENCIA DE BROCARD
30.1 Puntos de Brocard
30.2 Circunferencia de Brocard
30.3 Circunferencia de Neuberg

30.1 Puntos de Brocard


4
PROPOSICIÓN 1. Sobre cada uno de los lados de un triángulo, ABC, se describe el arco capaz del
suplementario de un ángulo adyacente, tomando esos ángulos en el mismo sentido, al recorrer el
perímetro del triángulo. Estos tres arcos se cortan en un punto M, tal que

[ = MBC
MAB [ = MCA
\.

En efecto: 1o .- Los arcos se cortan en un mismo punto, pues

π − A) + (π
(π π − B) + (π
π − C) = 2 ·π
π

2o - Cada arco es tangente a un lado del triángulo. Se les llaman circunferencias adjuntas. Al utilizar los
centros 1, 3, 5, se obtiene el punto M.
3o .- Los ángulos MAB
[ y MCA\ son iguales, como lo son también los MCB
[ y MBA.
[
4o .- Si utilizásemos los centros 2, 4, 6, obtendríamos un segundo punto, N, tal que

d = NAC
NAB d = NCB
d .

5o .- Los ángulos ω y ω 0 , que verifican ser iguales: ω = ω 0 , y reciben el nombre de ángulo de Brocard.

6
π− A^ A
π− A^

5
^
A

3
N

ω’
^
π− C^ M B π−B^
^
C
ω
C B

2 π−B^
π− C^

73
Los puntos M y N reciben el nombre de puntos de Brocard. En ocasiones al punto M se le llama primer
punto de Brocard y se le designa por Ω 1 , mientras que al N se le llama segundo punto de Brocard, y se
le designa por Ω 2 .
Otra manera de nombrarlos seria la siguiente: M es el punto positivo (o punto retrógrado), y N es el
punto negativo (o punto directo).
Circunferencias adjuntas correspondiente al punto M.

Tangentes

M
ω
Tangentes
C B
Tangentes

Circunferencias adjuntas correspondientes al punto N.

Tangentes

A
6

4
N
ω’

C B
2
Tangentes Tangentes

74
Ejemplo 1. La siguiente construcción permite la determinación, de forma muy sencilla, del punto M, primer
punto de Brocard.
Se describe el arco capaz, completo, del ángulo π − A
b sobre el lados AC. Luego por el vértice A se traza una
paralela, AD, al lado CB, que cortará a la circunferencia dibujada (arco capaz) en el punto D. Por último, la recta
DB cortará a la circunferencia anterior en el primer punto de Brocard, el M.

^
π− A
D A
=

ω
^
A

=
=
M
ω
=

C B

Con el siguiente ejemplo mostramos una propiedad de los puntos de Brocard, que no nos entretendremos
en demostrar.

Ejemplo 2. Los seis puntos que se obtienen al proyectar los puntos de Brocard, sobre los lados del triángulo, son
concíclicos.
En el dibujo, que justifica el enunciado, puede apreciarse, muy fácilmente, como se pueden determinar los puntos
de Brocard.

4
N 3

M
C
B
2

75
El siguiente ejemplo sigue la filosofía del anterior: mostrar sin entretenernos en demostrar.
4
Ejemplo 3. Dado el triángulo ABC, el punto de intersección, S, de las circunferencias adjuntas correspondientes a
los centros 4 y 5, que pasan por el vértice A, pertenece a la semimediana que parte de este vértice, y resulta ser el
punto medio del segmento AD, siendo D el punto de intersección de la recta AS con la circunferencia circunscrita
al triángulo.
A

y 4

x
S

C B

D
4
Ejemplo 4. Construir el ángulo de Brocard, ω , de un triángulo ABC.
Una vez trazada la circunferencia circunscrita, se dibujan las tangentes a la misma, por los vértices B y C. Luego
por A se traza la paralela a su lado opuesto, que cortará a las tangentes anteriores en los puntos E y D, que unidos
con los vértices B y C, nos determinan el ángulo que nos interesa, ω = ω 0 .

E A D

L
ω
ω’
B C

76
30.2 Circunferencia de Brocard
4
Dado un triángulo, ABC, la circunferencia que pasa por el centro, O, de su circunferencia circunscrita,
y por los dos puntos de Brocard M y N, recibe el nombre de circunferencia de Brocard.
Establecemos, ahora, los llamados triángulos de Brocard. Para ello consideramos los puntos A1 , B1 ,
4
C1 , en los que las paralelas de Lemoine cortan, respectivamente, a las mediatrices del triángulo ABC.
4
Al triángulo A1 B1 C1 le llamaremos primer triángulo de Brocard.
Sean, ahora, A2 , B2 , C2 las proyecciones de O sobre las semimedianas del triángulo. Al triángulo
4
A2 B2 C2 le llamaremos segundo triángulo de Brocard.

Paralelas de Lemoine: p a , pb , pc
A

Segundo triángulo
de Brocard sa
Semimedianas: s a , s b, s c

pb

Circunferencia pc
de Brocard C2
B1
A1 pa
K
O Punto de Lemoine
B2 A2

C1 sc
sb

B C
Primer triángulo
Centro de la de Brocard Centro de la circunferencia
circunferencia de Brocard. Su diámetro es
circunscrita OK

Enunciemos, ahora, un conjunto de propiedades, cuya demostración omitimos, sencilla pero farragosa,
al objeto de aligerar la lectura de nuestra exposición.

• Los triángulos de Brocard admiten la circunferencia de Brocard como circunscrita común.


4 4 4
• Los triángulos AB1 C , BC1 A , CA1 B son triángulos isósceles semejantes.

• Las rectas AB1 , BC1 , CA1 concurren en un punto de Brocard, y las A1 B , B1 C , C1 A concurren
en el otro.

77
• Las rectas AA1 , BB1 , CC1 son concurrentes.
4
• El primer triángulo de Brocard es semejante al triángulo de referencia ABC.

• La circunferencia de Brocard pasa por los puntos de Brocard.

• Los puntos de Brocard son simétricos respecto al diámetro OK

30.3 Circunferencia de Neuberg


4
Dado un triángulo, ABC, consideremos uno de sus lados, por ejemplo el BC, como lado de referencia,
sobre el que construimos un grupo de seis triángulos equiángulos:

4 4 4 4 4 4
ABC, A0 CB, BCE, CBE0 , BCD, BDC .

Se verifica, entonces, que los seis vértices:


A, A0 , D, D0 , E, E0
están sobre la misma circunferencia, que llamaremos circunferencia de Neuberg.

Circunferencia
de Neuberg
correspondiente
al lado BC
A A'

E E'

D D'

B C

Los seis triángulos equiángulos considerados tienen el mismo ángulo de Brocard, ω , por lo que se les
suele llamar equibrocardianos. Observamos que lo mismo que hemos hecho con el lado BC, podemos
hacerlo con los AB y AC. A todas ellas las llamaremos circunferencias de Neuberg.

78
Lección 31.- TEOREMAS DE PTOLOMEO Y PAPPUS

31.1 Cuadriláteros
31.2 Teorema de Ptolomeo
31.3 Teorema de Pappus (II)

31.1 Cuadriláteros

El estudio de los cuadriláteros presenta un gran interés, sobre todo en el empleo de los sistemas articu-
lados, ya que un cuadrilátero del que se conocen los cuatro lados no está completamente determinado,
puesto que se puede deformar en todos los sentidos. Caso particular lo constituyen los rombos, así como
aquellos que tienen sus diagonales perpendiculares, no perdiendo de vista los trapecios, siendo motivo
de estudio los que además son inscribibles; en algunos casos el triángulo resulta ser un caso particular
de ellos.

PROPOSICIÓN 1. Si dos triángulos tienen dos ángulos respectivamente iguales y dos ángulos
suplementarios, entonces los lados opuestos a los ángulos iguales son proporcionales a los lados
opuestos a los ángulos suplementarios.
4
En efecto: Coloquemos los dos triángulos como muestra la figura (los triángulos dados son los ABC y
4
ADE):
A

α α

γ
D E
β

C B F

La disposición adoptada sitúa los triángulos de manera que los ángulos iguales, α , sean adyacentes, y que
el lado común sea adyacente a los ángulos suplementarios Bb y D, β +γγ = 1800 ).
b (β
4
Observando que AB es la bisectriz del ángulo correspondiente al vértice A del triángulo ACF, podemos
escribir
AC AF
=
CB BF
y como
AF AE
=
BF DE

79
tendremos
AC AE
=
CB DE
y en definitiva
AC BC
=
AE DE
como queríamos establecer.

Ejemplo 1. Construyamos un cuadrilátero inscribible conociendo los cuatro lados.


Supongamos el problema resuelto, y sean a, b, c, d los cuatro lados dados.

b
C
=

=
F
E
c
a

D G
d A

4
EF es paralela a DA, y el problema estaría resuelto si se pudiera construir el triángulo DBG.
4 4 4
Los triángulos semejantes ABG, EBF y CBD permiten escribir

AG AB AG a
= =⇒ =
CD CB c b
es decir
a·c
AG =
b
Significa esto que DG resulta conocido (DG = DA + AG).
Por otra parte, podemos determinar el cociente de los lados BD y BG, puesto que se verifica

BD BE b
= = ,
BG BA a

luego, respecto de los puntos D y G, (cuya distancia DG es conocida ya), se puede describir el lugar geométrico de
b
los puntos B, tales que el cociente de las distancia a los dos primeros es igual a .
a
Luego, tomando el punto A como centro, y la longitud a como radio, se corta el lugar geométrico obtenido, quedando
así determinado el punto B.
4
Por último, se traza la circunferencia circunscrita del triángulo ABD, y se dibuja la cuerda BC = b. La cuerda CD
coincidirá con la longitud dada c.

80
Lugar geométrico de B

B
b =
b a
G'
C a
=
D''
a
c O
b

81
P2 d
O1 D P1 A G
b

Datos : _
D' AG
a
b a
c
d
b
c

_
Determinación de AG
PROPOSICIÓN 2. Cuando dos rectas AC, BD, de longitudes dadas se cortan según un ángulo

constante, el cuadrilátero ABCD, formado al unir dos a dos los extremos de esas rectas, tiene un
área constante.
En efecto: Consideremos la figura siguiente, que nos servirá de guía en el razonamiento.
H A
E

D B
O

G F
C

Por los vértices A y C tracemos sendas paralelas a la diagonal BD, y por los vértices B y D, paralelas a
AC.

b = O,
El paralelogramo que formamos de esta manera, el EFGH, es constante, dado que lo es el ángulo G b

no dependiendo del eventual desplazamiento de la recta AC, siempre paralela a sí misma. Ahora bien, la
4
superficie del cuadrilátero es la mitad de la del paralelogramo, dado que el triángulo AOB tiene igual área
4 4 4
que ABE, y así mismo, AOD y ADH también tienen el mismo área; lo mismo ocurre con los triángulos
4 4 4 4
OCD y CGD, y con los OCB y BCF.
En consecuencia, el cuadrilátero tiene un área constante.


PROPOSICIÓN 3. Para todo punto, O, perteneciente al plano de un rectángulo ABCD, la suma de
los cuadrados de las distancias a dos vértices opuestos es igual a la suma de los cuadrados de las
distancias de ese mismo punto a los otros dos vértices.
En efecto: Consideremos la siguiente figura, que nos servirá de guía en el razonamiento.
A B

a c
O
d

D C

Observemos que por el punto O hemos trazado paralelas a los lados del rectángulo.
Si a, b, c, d son las distancias de O, respectivamente, a los cuatro lados del rectángulo, se verifica que
2
AO = a2 + b2
2
CO = c2 + d2

82
y sumando las igualdades, resulta
2 2
AO + CO = a2 + b2 + c2 + d2 .
2 2
En la misma forma se calcula BO + DO , y con el mismo resultado, es decir
2 2
BO + DO = c2 + b2 + a2 + d2 .

En consecuencia:
2 2 2 2
AO + CO = BO + DO .

Ejemplo 2. La suma de los cuadrados de las distancias de un punto, O, a los cuatro vértices de un rectángulo,

ABCD, es igual al valor del cuadrado de la diagonal, más cuatro veces el cuadrado de la distancia del punto dado al
punto de intersección de las diagonales.

A B
b+d
2 a-c
b 2
a+c M
2 M b-d
2
O
a c O
d
D C

Se verifican las siguientes igualdades:



2
AO = a2 + b2  2 2
2 =⇒ AO + CO = a2 + b2 + c2 + d2
CO = c2 + d2 

a+c 2 b+d 2 a2 + c2 + 2 · a · c + b2 + d2 + 2 · b · d
    
2
AM = + =





 2 2 4

a−c 2 b−d 2

a2 + c2 − 2 · a · c + b2 + d2 − 2 · b · d
    
 MO2 =


 + =
2 2 4

2 2 a2 + b2 + c2 + d2 2 2
AM + MO = =⇒ 2 · (AM + MO ) = a2 + b2 + c2 + d2
2
luego:
2 2 2 2 2 2 2 2
AO + CO = 2 · AM + 2 · MO =⇒ (BO + DO = 2 · BM + 2 · MO ) .

Por otra parte:


2 2 2
AM = BM y AC = (2 · AM)2 =⇒ 4 · AM = AC .

En consecuencia:
2 2 2 2 2 2
AO + BO + CO + DO = AC + 4 · MO .

83

Ejemplo 3. Por el vértice A de un paralelogramo, ABCD, se traza una secante AMN que corta a BC en M y a DC
en N. Se verifica, entonces, que el producto BM · DN es constante.
A B

α
β
M

D C N
4 4
b = D,
Observemos que B b y α = β , luego los triángulos ABM y ADN son semejantes, por tanto se verificará:

BM AD
=
AB DN
de donde
BM · DN = AB · AD = (constante)

Ejemplo 4. Por un punto, O, situado sobre la diagonal BD de un paralelogramo, ABCD, se traza una secante que
corta a los lados adyacentes AB y AD, respectivamente, en F y G, y que corta a los otros dos en F0 y G0 . Se verifica,
entonces, que:
0 0
OF · OG = OF · OG .

F'

A F B

D C
G'

4 4 4 4
Observemos que los triángulos OFB y ODG0 son semejantes, y que también lo son los OF0 B y OGD, luego se
verificará:
OF OB OF0
= =
OG0 OD OG
de donde resulta
OF · OG = OF0 · OG0

84

PROPOSICIÓN 4. Un punto cualquiera, P, situado sobre la diagonal AC de un rombo, ABCD,
2 2
divide a esta diagonal en dos segmentos cuyo producto es igual a la diferencia, AB − PB , del
cuadrado del lado del rombo y del cuadrado de la distancia, PB, del punto P al vértice B.
En efecto: Prolonguemos PB hasta que corte a la circunferencia de centro B, y radio BA:
E

a
b
A C
P

F D

Se verifica, entonces, que


2 2
AP · PC = PE · PF = (a + b) · (a − b) = a2 − b2 = AB − PB

Ejemplo 5. En las condiciones de la proposición anterior, comprobar que el producto AP · CP es constante:


1o .- Cuando el punto P está situado en la prolongación de la diagonal AC.

2o .- Cuando el rombo se sustituye por un cuadrilátero BAEC, cuya diagonal BE es perpendicular a AC en su punto
medio.
B

b
a

A O
P C

a'
b'
D

85
se verifica:
2 2 2 2 2 2
1o .- b2 − a2 = (OP + OB ) − (OA + OB ) = OP − OA = (OP + OA) · (OP − OA) = PC · PA
2 2
2o .- b02 − a02 = ............................................ = OP − OA = .................................... = PC · PA

Ejemplo 6. Comprobemos que cuando la diferencia de los cuadrados de dos lados adyacentes de un cuadrilátero
es igual a la diferencia de los cuadrados de los otros dos lados, partiendo el mayor lado de cada grupo del mismo
vértice, entonces las diagonales del cuadrilátero son perpendiculares.

Consideremos la siguiente figura, que nos servirá de guía en el razonamiento.

a b

A O
C

d
c

Admitamos que se verifica la relación


b2 − a2 = c2 − d2

y que los lados mayores parten del vértice C. Hay que probar que BD y AC son rectas perpendiculares.
Sea O el pie de la perpendicular desde el vértice B sobre AC, y O0 el pie de la perpendicular desde el vértice D sobre
AC; bastará, entonces, comprobar que los puntos O y O0 coinciden.

Sabemos que se verifican las igualdades:


2 2
b2 − a2 = CO − AO
02 02
c2 − d2 = CO − AO

luego
2 2 02 02
CO − AO = CO − AO

igualdad, esta última, que solo puede verificarse cuando O y O0 coincidan.

86
Ejemplo 7. Si en un cuadrilátero sus diagonales son perpendiculares, la suma de los cuadrados de dos lados opues-
tos es igual a la suma de los cuadrados de los otros dos lados.

Consideremos la siguiente figura, que nos servirá de guía en el razonamiento.

a b
p

m O n
A C

q
d
c

Se verifican las siguientes igualdades:


a2 + c2 = m2 + p2 + n2 + q2

b2 + d2 = n2 + p2 + m2 + q2

luego
a2 + c2 = b2 + d2

Recíprocamente, de esta última igualdad deducimos que

c2 − d2 = b2 − a2

luego la recta BD es perpendicular a la AC, (según vimos en el ejemplo anterior).

87

TEOREMA DE EULER. En el cuadrilátero ABCD, la suma de los cuadrados de los lados es igual
a la suma de los cuadrados de sus diagonales, mas cuatro veces el cuadrado de la recta EF que une
los puntos medios de las diagonales.
En efecto: La siguiente figura nos servirá de guía en el siguiente razonamiento.
A

a
n

i E d
B
m r
n e

F
b m

c D
C

En primer lugar, unimos el punto E, punto medio de una de las diagonales, con los vértices opuestos B y
D, y con el punto medio, F, de la otra diagonal.
4 4
Así, la recta BE será una mediana del triángulo ABC, DE una mediana del triángulo CDA, y FE una
4
mediana del triángulo BED.

G Fórmula de la media:
_2 _ 2 _2
_2 _ FG + GH _
FH
GJ = -
2 4

F H
K J

4
Aplicando la fórmula de la media al triángulo ABC tendremos:

a2 + b2 (2 · n)2
i2 = − =⇒ a2 + b2 = 2 · i2 + 2 · n2
2 4
4
y aplicando la misma fórmula al triángulo CDA, tendremos:

c2 + d2 = 2 · e2 + 2 · n2 .

Sumando ambas igualdades obtendremos:

a2 + b2 + c2 + d2 = 2 · i2 + 2 · e2 + 4 · n2 .

88
4
Aplicando una vez más la fórmula de la media, ahora al triángulo BED, tendremos:

i2 + e2 = 2 · r2 + 2 · m2 .
es decir
2 · i2 + 2 · e2 = 4 · r2 + 4 · m2 ;
y por último haciendo la sustitución correspondiente

a2 + b2 + c2 + d2 = (2 · m)2 + (2 · n)2 + 4 · r2

y en definitiva, lo que nos interesaba:


2 2
a2 + b2 + c2 + d2 = BD + AC + 4 · r2 .

Ejemplo 8. En un trapecio, ABCD, en el que la base menor es la mitad de la mayor, la suma de los cuadrados de
sus diagonales es igual a la suma de los cuadrados de la base mayor y de los lados no paralelos.
Consideremos la siguiente figura, que nos servirá de guía en el razonamiento.
d

a f g c
m

Como la recta m es la semidiferencia de las bases, tendremos:


4 · m2 = d2 .

La siguiente fórmula
f2 + g2 + 4 · m2 = a2 + b2 + c2 + d2
obtenida en el ejemplo anterior, aplicando el Teorema de Euler, se reduce en nuestro caso, a la siguiente:

f2 + g2 = a2 + b2 + c2 .
31.2 Teorema de Ptolomeo

Aunque el concepto de recta de Simson puede ser utilizado para obtener el resultado que sigue, vamos a
proceder a su demostración directa.

1er TEOREMA DE PTOLOMEO. En todo cuadrilátero, ABCD, inscrito en una circunferencia, el
producto de las diagonales es igual a la suma de los productos de los lados opuestos.
En efecto: Se trata de probar que: AC · BD = a · c + b · d

D
d
A α
γ
β
E c

C
b
B
89
En primer lugar dibujamos el ángulo α
b igual al βb .
4 4
b = βb ,
Se verifica entonces que los triángulos DEA y DCB son semejantes, puesto que además de ser α
4 4
EAD=CBD; luego tendremos:
d AE
= =⇒ b · d = BD · AE .
BD b
4 4
[ = ABD,
Por otra parte, los triángulos CDE y BDA son, también semejantes, puesto que además de ser ECD d
tenemos que
[ = γb + βb y
CDE d = γb + α
ADB b

b = βb , resultará que CDE


y como α [ = ADB,
d lo que nos permite escribir:

c CE
= =⇒ a · c = BD · CE .
BD a
Sumando, ahora, los resultados obtenidos, resultará

a · c + b · d = BD · CE + BD · AE = BD · (CE + AE) = BD · AC

y en definitiva, lo que nos interesaba demostrar:

AC · BD = a · c + b · d .

2do TEOREMA DE PTOLOMEO. En todo cuadrilátero no inscribible, ABCD, el producto de sus
diagonales es menor que la suma de los productos de los lados opuestos.
En efecto: Se trata de probar que: AC · BD < a · c + b · d .

A d D
r
t
s c
E

a
C

b
B

En primer lugar, trazamos una circunferencia que pase por tres de los vértices, por ejemplo: A, D, C.
Dibujemos el ángulo r igual al s, y el DAE
d igual al CBD;
d tracemos ahora EC.
Dado que el punto B no está situado sobre la circunferencia, el ángulo CBD
d no tendrá la misma medida
que el DAC,
d lo que significa que la recta AE no se confundirá con la AC.
4 4
Por ser semejantes los triángulos DEA y DCB, tendremos
d AE
= =⇒ b · d = BD · AE .
BD b

90
Esos mismos triángulos dan también

DA DE
= ;
DB DC
y como se verifica que
t+s = t+r ,
4 4
los dos triángulos CDE y BDA son semejantes, por tener, en D, el mismo ángulo comprendido entre lados
proporcionales, con lo que tendremos

c CE
= =⇒ a · c = BD · CE .
BD a

Sumando las expresiones obtenidas para b · d y a · c resultará

a · c + b · d = BD · (AE + CE)

Si se reemplaza, ahora, el valor AE + CE, por el AC, que es menor, obtendremos

BD · AC < a · c + b · d .

(Observemos que es indiferente, que el vértice B esté en el interior o en el exterior de la circunferencia,


con lo que vale el razonamiento anterior, y por tanto el enunciado.)

Del 1er y 2do Teoremas de Ptolomeo resulta que: Si el producto de las diagonales de un cuadrilátero
es igual a la suma de los productos de los lados opuestos, el cuadrilátero es inscribible.


Ejemplo 1. Dado un trapecio cualquiera, ABCD, la suma de los cuadrados de sus diagonales es igual a la suma de
los cuadrados de sus lados no paralelos, mas dos veces el producto de sus bases.

Consideremos la siguiente figura, que nos servirá de guía en el razonamiento

B d C

a f g c
m

A b D

(La recta m une los puntos medios de las diagonales.)


Aplicando al trapecio el anterior Teorema de Euler, tendremos

a2 + b2 + c2 + d2 = f2 + g2 + 4 · m2 .

Ahora bien, dado que la recta m, que une los puntos medios de las diagonales es igual a la semidiferencia de las
bases, es decir
b−d = 2·m ,

91
elevando esta igualdad al cuadrado, resultará

b2 + d2 − 2b · d = 4 · m2 .

Restando, ahora, esta igualdad de la primera, obtendremos lo que nos interesa:

f2 + g2 = a2 + c2 + 2 · b · d .
4
Ejemplo 2. Si DEF es la recta de Simson del triángulo ABC, respecto del punto M, se verifica que

p · MA = q · MB = r · MC .

Consideremos la siguiente figura, que nos servirá de guía en el razonamiento.


D r M
A
q

E
p

B F C

4 4
[ y MAD
Los triángulos rectángulos MFC y MDA son semejantes, ya que los ángulos MCF \ tienen el mismo suple-
mento. Luego, podemos escribir
MA MC
= ,
r p
de donde resultará
p · MA = r · MC .

PROPOSICIÓN 1. Cuando una circunferencia, (c), pasa por el vértice, A, de un paralelogramo, y


corta a la diagonal y a los lados en los puntos L, M, N, se verifica que:

AC · AL = AB · AM + AD · AN .

En efecto: La siguiente figura nos servirá de guía en el razonamiento.

B M A

C D

92
Trazamos, en primer lugar, las rectas LM, LN y MN.

Dado que el cuadrilátero AMLN está inscrito en la circunferencia, se verifica, en virtud del 1er Teorema
de Ptolomeo:
AL · MN = AM · LN + AN · LM .
4 4
Además, por ser semejantes los triángulos ABC y NLM, podemos escribir

AC AB AD
= = .
MN LN LM
Multiplicando, ahora, la primera igualdad, convenientemente, por las igualdades anteriores, tendremos

AC AB AD
· AL · MN = · AM · LN + · AN · LM
MN LN LM
de donde resulta lo que nos interesaba;

AC · AL = AB · AM + AD · AN .

Ejemplo 3. Si sobre los lados de un ángulo A,


b se toman dos puntos M y N, ligados por la relación

a · AM + b · AN = 1 ,
4
siendo a y b constantes, la circunferencia circunscrita al triángulo AMN pasa por un punto fijo, L.

Bastará tomar a = AB y b = AD para obtener, aplicando la proposición anterior,

AB · AM + AD · AN
=1.
AC · AL
Luego, el punto L es un punto fijo sobre la diagonal AC.

B M A

^
A

C b
D

93
31.3 Teorema de Pappus (II)

El teorema que nos ocupa admite muy variadas demostraciones; de entre todas hemos elegido la mas
directa y tal vez la más sencilla. Los casos particulares que se deriva de él nos proporcionarán ejemplos,
que son verdaderas proposiciones.

TEOREMA DE PAPPUS (II) El producto de las distancias de un punto cualquiera, M, de una



circunferencia, a dos lados opuestos de un cuadrilátero inscrito, ABCD, es igual al producto de las
distancias de ese mismo punto a los otros dos lados.
En efecto: La siguiente figura nos servirá de guía en el razonamiento.

H A
D
h s
e E
M g
G
r
f

C
F B

Unamos, en primer lugar, el punto M con dos vértices opuestos, por ejemplo B y D, con las rectas MB = r,
y MD = s.
4 4
Los triángulos MBE y MDH son rectángulos, respectivamente en E y H, y sus ángulos en B y D tienen,
_
ambos, por medida la mitad del arco AM; así, estos triángulos son semejantes, y se tiene

e r
= .
h s
4 4
Además, los triángulos MDG y MBF son rectángulos, respectivamente en G y F, y sus ángulos en B y D,
_
tienen, ambos, por medida la mitad del arco CBM; así, estos triángulos son semejantes, y se tiene

g s
= .
f r

Multiplicando miembro a miembro las dos igualdades obtenidas, se tiene

e·g r·s
= ,
f·h r·s

y en definitiva, lo que nos interesaba:


e·g = f·h .

94
Ejemplo 1. Si, en el Teorema de Pappus, consideramos que los vértices C y D coinciden en un mismo punto, el
cuadrilátero queda reemplazado por un triángulo, y el lado CD en una tangente. Se seguirá verificando que:

e·g = f·h ,

lo que nos permite obtener la propiedad siguiente:


Dada una circunferencia, circunscrita a un triángulo, el producto de las distancias de un punto de la circun-
ferencia a dos lados del triángulo, es igual al producto de las distancias del mismo punto al tercer lado y a la
tangente trazada por el vértice opuesto.

A C=D

O
h g

B
M f

Ejemplo 2. Si en el Teorema de Pappus, consideramos que dos lados opuestos del cuadrilátero, AB y CD, coin-
ciden, obtenemos la propiedad siguiente:
La distancia de un punto cualquiera de una circunferencia a una cuerda dada, es media proporcional entre
las distancias del mismo punto a las tangentes trazadas por los extremos de la cuerda, puesto que:

e · g = f · h =⇒ e2 = f · h

A=C

h
e=g
M

C=D

95
Ejemplo 3. Si en el Teorema de Pappus, consideramos que los vértices B, C, D coinciden en un mismo punto,
evidentemente se sigue verificando que:
e·g = f·h .
A

e=h

O
M
g=f B=C=D

96
Lección 32.- TEOREMAS DE PASCAL Y BRIANCHON

32.1 Teorema de Pascal


31.2 Teorema de Brianchon

32.1 Teorema de Pascal

La siguiente proposición es un ejemplo más de aplicación del Teorema de Menelao, y ha merecido un


nombre especial, el de Teorema de Pascal, que ya establecimos directamente en el apartado 11.2 de la
lección 11. Veamos aquí otra forma de obtenerlo:
TEOREMA DE PASCAL.- Los lados opuestos de un hexágono inscrito en una circunferencia se
cortan dos a dos en tres puntos alineados.
En efecto: si los vértices del hexágono convexo o cóncavo son A, B, C, D, E, F, numeraremos los lados en
el orden en el que nos vayamos encontrando dichos vértices conforme nos desplacemos sucesivamente de
cada uno al siguiente. Así, los lados AB, BC, CD, DE, EF y FA, tendrán respectivamente los números 1,
2, 3, 4, 5 y 6. Serán lados opuestos los (1, 4), (2, 5) y (3, 6), y sus puntos de intersección, respectivamente
los A0 , B0 y C0 .
4
Se trata de demostrar que A0 , B0 , C0 están alineados. Para ello consideraremos el triángulo A1 B1 C1 , for-
mado por los lados 1, 3, 5, al que aplicaremos el Teorema de Menelao, cortado dicho triángulo por las
transversales 2, 4, 6. Así tendremos:
B0 C1 CA1 BB1
· · =1
B0 A1 CB1 BC1

A0 B1 DA1 EC1
· · =1
A0 C1 DB1 EA1
C0 A1 FC1 AB1
· · =1
C0 B1 FA1 AC1
Si multiplicamos estas tres igualdades, miembro a miembro, podemos escribir:
 0
A B1 B0 C1 C0 A1
   
CA1 DA1 AB1 BB1 EC1 FC1
· · 0 · · · · · · =1
A0 C1 B0 A1 C B1 EA1 FA1 CB1 DB1 AC1 BC1
Ahora bien, los productos de los tres últimos paréntesis valen cada uno 1, puesto que, por ejemplo

CA1 DA1 A C · A1 D
· = 1 ,
EA1 FA1 A1 E · A1 F
y los dos productos
A1 C · A1 D y A1 E · A1 F

son iguales a la potencia del punto A1 respecto de la circunferencia circunscrita al hexágono.


En consecuencia, deberá verificarse que

A0 B1 B0 C1 C0 A1
· · =1
A0 C1 B0 A1 C0 B1

97
luego, en virtud del Teorema de Menelao, resultará que los puntos A0 , B0 , C0 están alineados como que-
ríamos demostrar.

A'

B1
B

2 C
1
A
3

D
6
4
C1

5
F E
A1

B'

Hexágono convexo

C'

98
B1

4
A

1
E A' 4 D

C1
5 6
3
B 2
B'
C

A1

Hexágono cóncavo

C'

El Teorema de Pascal puede ser aplicado, como casos particulares, a pentágonos, cuadriláteros y trián-
gulos inscritos en circunferencias:

99
PENTÁGONO. Si mantenemos fijos los puntos A, B, C, D, E y aproximamos indefinidamente el punto
F al A, tendremos que la recta AF tendrá como límite la tangente AT, a la circunferencia, en el punto A,
y el lado EF terminará siendo el EA.
Siguiendo el hilo de la demostración del Teorema de Pascal, si damos a la tangente AT el número 6, y al
lado EA el número 5, los puntos de encuentro de las rectas (1, 4), (2, 5), (3, 6), respectivamente A0 , B0 ,
C0 , estarán en línea recta.
Lo que hemos hecho, en definitiva, es considerar un pentágono inscrito en una circunferencia, añadiendo
a los lados del mismo la tangente en uno de sus vértices.
B

2 1 6

C
A
3
5
4
D E

A'

C'
B'

CUADRILÁTERO. En la línea de lo establecido con el pentágono, si consideramos un cuadrilátero


inscrito en una circunferencia, bastará añadir a los lados del mismo las tangentes en dos de sus vértices.
Caben aquí dos posibilidades:
1a .- Las tangentes añadidas lo son en dos vértices consecutivos, por ejemplo C y D.
Dando al lado AB el número 1, al BC el número 2, a la tangente en C el número 3, al lado CD el número
4, a la tangente en D el número 5 y al lado DA el número 6, resultará que las rectas (1, 4), (2, 5) y (3, 6)
se cortarán en los puntos A0 , B0 , C0 , situados sobre una recta.
A

1
6 5

B
2 D
4
C

3
A' C'
B'

100
2a .- Las tangentes añadidas lo son en dos vértices opuestos, por ejemplo B y D.
Dando al lado AB el número 1, a la tangente en B el número 2, al lado BC el número 3, al lado CD
el número 4, a la tangente en D el número 5, y al lado DA el número 6, resultará que las rectas (1, 4),
(2, 5), (3, 6), se cortarán en los puntos A0 , B0 , C0 situados en una recta.
Si en lugar de las tangentes en los puntos B y D, consideramos las tangentes en A y C, numerando en la
forma siguiente: el lado AB con 10 , el BC, con 20 , la tangente en C con 30 , el lado CD, con 40 , el lado
DA, con 50 , y la tangente en A con el 60 , resultará que las rectas (10 , 40 ), (20 , 50 ), (30 , 60 ), se cortarán en
los puntos A0 , C0 y D0 , situados en una recta.
Puesto que el punto B0 se encuentra sobre la recta A0 C0 , podemos concluir que los cuatro puntos A0 , B0 ,
C0 y D0 están alineados, y en consecuencia que: Dado un cuadrilátero inscrito en una circunferencia, los
puntos de intersección de los lados opuestos, y los de las tangentes en los vértices opuestos resultan ser
cuatro puntos alineados. A'

A
6'
D'
1' 6

1 5'
D 3'
4
3 2' 4' C'
B C

2 5

B'
101
4
TRIÁNGULO. Consideremos un triángulo, el ABC, inscrito como en los casos anteriores en una cir-
cunferencia. Si añadimos a sus lados las tangentes en sus vértices a la circunferencia, y numeramos como
sigue: el lado BC con el número 1, la tangente en B con el número 2, el lado BA con el número 3, la
tangente en A con el número 4, el lado AC con el número 5, y por último, la tangente en C con el número
6, resultará que los puntos de intersección de las rectas (1, 4), (2, 5), (3, 6), respectivamente A0 , B0 , C0
estarán en línea recta.

B
1

C
2

102
32.2 Teorema de Brianchon

La siguiente propiedad va a ser utilizada en la demostración que sigue, conocida como Teorema de
Brianchon, que como veremos en la lección siguiente, está estrechamente relacionado con el Teorema de
Pascal.

PROPOSICIÓN 1. Sean α , β , γ , δ cuatro tangentes cualesquiera a una circunferencia. Si consi-


deramos otras dos tangentes, asimismo cualesquiera, t y t0 que corten a las cuatro primeras en los
puntos A, B, C, D y A0 , B0 , C0 , D0 , respectivamente, se verifica que:

(ABCD) = (A0 B0 C0 D0 )

En efecto: Sea O el centro de la circunferencia y A1 , B1 , C1 , D1 , M, M0 los puntos de contacto de las


tangentes α , β , γ , δ , t, t0 .
A´ B´ D´ C´
M´ t´
D1
B1

A1
C1
D t
M
B C δ
A
α γ
β

Puesto que A1 y M son los puntos de contacto de las tangentes trazadas desde el punto A a la circunfe-
rencia, la recta MA1 resultará ser perpendicular a la recta OA. Asimismo, MB1 , MC1 , MD1 serán
perpendiculares, respectivamente, a las OB , OC , OD.
Si (M.A1 B1 C1 D1 ) designa el haz de las cuatro rectas MA1 , MB1 , MC1 , MD1 , y (O.ABCD) el haz
de las cuatro rectas perpendiculares a las anteriores, se verificará.

(M.A1 B1 C1 D1 ) = (O.ABCD) .

La igualdad anterior resultará al hacer girar uno de los haces un ángulo recto alrededor de su vértice, y
después de la rotación, dado que sus rayos resultarán paralelos a los del otro haz, aplicar una traslación que
los haga coincidir. Asimismo se verificará

(M0 .A1 B1 C1 D1 ) = (O.A0 B0 C0 D0 ) .

Dado que los primeros miembros resultan ser evidentemente iguales, también lo serán los segundos, es
decir
(O.ABCD) = (O.A0 B0 C0 D0 )

o lo que es lo mismo
(ABCD) = (A0 B0 C0 D0 )

103
TEOREMA DE BRIANCHON. En todo hexágono circunscrito a una circunferencia, las rectas que
unen los vértices opuestos pasan por un mismo punto.
En efecto: Dado un hexágono, cuyos lados son tangentes a una circunferencia, si suponemos que nos
desplazamos a lo largo de su perímetro en un sentido cualquiera podemos ir numerando sus vértices según
los vamos encontrando: 1, 2, 3, 4, 5, 6.
Siendo vértices opuestos los (1, 4), (2, 5), (3, 6), lo que nos interesa demostrar es que las rectas (1, 4),
(2, 5) y (3, 6) son concurrentes.
Los lados opuestos del hexágono son (12, 45), (23, 56) y (34, 61).
Tomemos, ahora, dos lados cualesquiera con la condición de que no sean ni opuestos ni consecutivos, por
ejemplo 12 y 34; cortémoslos luego por los otros cuatro lados del hexágono, los 23, 45, 56 y 61.
El lado 12 resultará cortado en los puntos 2, G, H, 1, y el lado 34 en los 3, 4, K, L, verificándose

(2, G, H, 1) = (3, 4, K, L) ,

en virtud de la proposición anterior.


Unamos los puntos de la primera división con el vértice 5, separado del lado 12 por un solo lado y que no
está situado sobre el lado 34. Luego, unamos los puntos de la segunda división con el vértice 6, separado
del lado 34 por un solo lado y que no está situado sobre el lado 12. Tendremos

(5.2GH1) = (6.34KL)

es decir dos haces con una misma razón doble y dos rayos homólogos confundidos, los 5H y 6K. Por tanto,
los puntos de intersección de los otros rayos homólogos: (52, 63), (5G, 64), (51, 6L), están alineados.
Como 5G y 64 se cortan en el punto 4, y 51 y 6L se cortan en el punto 1, podemos concluir que la recta 14
pasa por el punto de intersección de las rectas 25 y 36, como queríamos demostrar.
G H 1 2

6
I

5
3

4 Hexágono convexo
K

L 6
Hexágono cóncavo

1
3
5

I 2

G H
4

K
104
El Teorema de Brianchon admite otra demostración completamente distinta de la que hemos dado en su
establecimiento, haciendo aplicación en la que veremos del concepto eje radical de dos circunferencias.
Antes de proceder veamos una sencilla propiedad que también utilizaremos en la demostración.

PROPOSICIÓN 2. Sean P0 y Q0 dos puntos de las tangentes en P y Q a una circunferencia, (c),


ambos situados al mismo lado de la recta PQ, siendo PP0 = QQ0 . En estas condiciones existe una
circunferencia, (c0 ), que es tangente a las rectas PP0 y QQ0 , respectivamente en los puntos P0 y Q0 .
En efecto: Razonando sobre la figura siguiente, observamos que ésta resulta simétrica respecto de la me-
diatriz de PQ, que es también la mediatriz tanto de P0 Q0 como de un diámetro de (c). Las perpendiculares
a PP0 y QQ0 , en P0 y Q0 , cortan ambas a esta línea media en el mismo punto, que es el centro de la
circunferencia buscada. P
(c)
P'

(c')

Q'
Q

Vamos, ahora, a volver a enunciar el teorema que nos interesa y a proceder con la segunda demostración
anunciada:
TEOREMA DE BRIANCHON. En todo hexágono circunscrito a una circunferencia, las rectas que
unen los vértices opuestos pasan por un mismo punto.
En efecto: Vamos a razonar teniendo como guía la figura siguiente.

P' U'

F (c 3)
(c 1)

(c)
U P
A E

R I S
T'
Q'
Q T D
B
C

R' (c 2 ) S'

Consideremos el hexágono de vértices A, B, C, D, E, F, que para simplificar supondremos convexo, cuyas


diagonales AD, BE, CF son secantes a la circunferencia inscrita (c), siendo los puntos R, Q, T, S, P, U
los de contacto de los dos lados del hexágono con (c).

105
Sobre las rectas EF, CB, AB, ED, CD, AF tomaremos, respectivamente, los puntos P0 , Q0 , R0 , S0 , T0 , U0
con la condición de que se verifiquen las igualdades

PP0 = QQ0 = RR0 = SS0 = TT0 = UU0

siendo estas longitudes cualesquiera (las que más nos convengan desde el punto de vista del dibujo), y de
acuerdo con la proposición anterior construyamos las circunferencias: (c1 ), tangente a PP0 y QQ0 en P0 y
Q0 ; (c2 ), tangente a RR0 , SS0 en R0 y S0 , y (c3 ), tangente a TT0 y UU0 en T0 y U0 .
Como
AU = AR y UU0 = RR0

sumando tendremos
AU0 = AR0 .

Así mismo, dado que


TT0 = SS0 y DT = DS

restando resultará
DT0 = DS0

En consecuencia, los puntos A y D tienen la misma potencia respecto de las circunferencias (c2 ) y (c3 );
por tanto, la recta AD será el eje radical de dichas circunferencias.
Razonando de la misma manera se establecería que la recta CF es el eje radical de las circunferencias (c1 )
(c3 ) y que la recta BE es el eje radical de las circunferencias (c1 ) y (c2 ).
Así, hemos establecido que las diagonales de nuestro hexágono son los ejes radicales de las tras circun-
ferencias (c1 ) (c2 ) y (c3 ), que se cortarán, por tanto, en su centro radical, I, lo que prueba lo que nos
interesaba.

106
Lección 33.- TEOREMAS DE PASCAL Y BRIANCHON
COMO CORRELATIVOS

33.1 La demostración del Teorema de Brianchon


33.2 Casos particulares del Teorema de Brianchon

33.1 La demostración del Teorema de Brianchon

En la lección anterior dimos dos demostraciones del Teorema de Brianchon, y comentamos que estaba
estrechamente ligado con el Teorema de Pascal. La conexión radica en las polares recíprocas, dado
que ambos teoremas resultan ser correlativos. Constituirá, por tanto, la siguiente, una tercera demostra-
ción del Teorema de Brianchon, supuesto establecido el Teorema de Pascal, precisamente aplicando el
concepto a que hemos hecho referencia: la polaridad recíproca.

TEOREMA DE BRIANCHON. En todo hexágono circunscrito a una circunferencia, las rectas que
unen los vértices opuestos pasan por un mismo punto.

En efecto: Consideremos el hexágono ABCDEF, cuyos lados AB, BC, CD, DE, EF, FA son tangentes a
la circunferencia (c).
−→
Supongamos que nos desplazamos a lo largo del perímetro del hexágono, en el sentido ABCDEF, nume-
rando los vértices en el orden en el que nos los vayamos encontrando. Así, a los puntos A, B, C,. . . , F les
corresponderán, respectivamente, los números 1, 2, 3,. . . 6.
Los vértices opuestos son 1 y 4, 2 y 5, 3 y 6. Se trata, entonces, de demostrar que las rectas 14, 25, 36 son
concurrentes. Para ello vamos a transformar el hexágono, por polares recíprocas, tomando como circunfe-
rencia de referencia la (c).
A los vértices 1, 2, 3,. . . 6 corresponderán sus polares 10 , 20 , 30 ,. . . , 60 , siendo estas rectas los lados de un
hexágono inscrito en la circunferencia.
Ahora bien, según el Teorema de Pascal, los lados opuestos de dicho hexágono inscrito, es decir, los 10 y
40 , 20 y 50 , 30 y 60 se cortan en tres puntos alineados α , β , γ . Observemos que el punto α , intersección de
las rectas 10 y 40 , es el polo de la recta 14, que β es el polo de la 25, y que γ lo es de la 36.
Puesto que los puntos α , β , γ están alineados, las rectas 14, 25, 36 concurrirán en un punto I, polo de la
recta αβ γγ, como queríamos establecer. Observemos que se verifica siempre el teorema tanto si el hexágono
circunscrito es convexo como si es cóncavo.

107
β

Hexagono convexo

B(2) C(3)

(c) 2´ 3´


I D(4)

A(1) 5´ E(5) γ

F(6)

108
4
5

1 Hexagono cóncavo
6

33.2 Casos particulares del Teorema de Brianchon

Tal como hicimos con el Teorema de Pascal, el Teorema de Brianchon puede ser aplicado, como casos
particulares, a pentágonos, cuadriláteros y triángulos circunscritos en circunferencias. Observemos, por
otra parte, que todos estos casos particulares son los correlativos a los casos particulares del Teorema de
Pascal.
PENTÁGONO. Si mantenemos fijos los lados FA, AB, BC, CD, DE y suponemos que el lado EF se
aproxima indefinidamente al lado AF, permaneciendo tangente a la circunferencia, resultará que el punto
F(6) tendrá por límite el punto de contacto G del lado AF, y el punto E(5) tendrá por límite el punto H,
intersección de DE con AF.
El Teorema de Brianchon sigue verificándose, adjudicando el número 6 al punto G, y el 5 al punto H: Las
rectas 14, 35, 26 serán concurrentes. Observemos que el resultado anterior equivale a aplicar el Teorema
de Brianchon a un pentágono circunscrito añadiendo a los vértices del mismo el punto de contacto de
uno de sus lados.
A(1)
B(2)

G(6)
I
I

H(5)

C(3)

D(4)

109
CUADRILÁTERO. En la línea de lo establecido para el pentágono, si consideramos un cuadrilátero

circunscrito en una circunferencia, sea el ABCD, bastará añadir a los vértices del mismo los puntos de
contacto de dos de sus lados con la circunferencia. Caben aquí dos posibilidades:
1a .- Los puntos de contacto considerados corresponden a dos lados consecutivos, por ejemplo AB y BC.
Dando al punto A el número 1, al punto de contacto de AB el número 2, al punto B el número 3, al punto
de contacto de BC el número 4, al punto C el número 5, y al punto D el número 6 resultará que las rectas
14, 25, 36, pasan por un mismo punto I.
A(1)
2
B(3)

D(6)

C(5)
2a .- Los puntos de contacto considerados corresponden a dos lados opuestos, por ejemplo AB y CD.
Dando al punto A el número 1, al punto de contacto de AB el número 2, al punto B el número 3, al punto
C el número 4, al punto de contacto de CD el número 5, y al punto D el número 6, resultará que las
rectas 14, 25, 36 pasan por un mismo punto I.
Por otra parte, si tomamos los puntos de contacto de los dos lados opuestos BC y AD, y numeramos
como sigue: A(10 ), B(20 ) punto de contacto de BC(30 ), C(40 ), D(50 ) y punto de contacto de AD(60 ),
resultará que las rectas 10 40 , 20 50 , 30 60 son concurrentes, lo cual nos muestra que las cuatro rectas 14, 36,
25, 30 60 pasan por un mismo punto I. Todo esto nos permite afirmar algo más; así: En todo cuadrilátero
circunscrito a una circunferencia, las rectas que unen los puntos de contacto de los lados opuestos pasan
por el punto de intersección de las diagonales.
A(1)(1')
2
B(3)(2')

6'
I

3'

D(6)(5')

5
110
C(4)(4')
4
TRIÁNGULO. Consideremos un triángulo, el ABC, circunscrito como en los casos anteriores a una
circunferencia. Si añadimos a los vértices de dicho triángulo los puntos de contacto de sus lados con
la circunferencia y numeramos como se indica en la figura siguiente resultará que las rectas 14, 25, 36
concurren en un mismo punto I.
Este resultado fue obtenido en la Lección 27, como aplicación del Teorema de Ceva, en el ejemplo 5, del
punto 27.3 de dicha lección.
A(1)

2
I

B(3) C(5)
4

111
CAPÍTULO VIII
Lección 34.- PROYECTIVIDAD ENTRE FIGURAS
DE SEGUNDA CATEGORÍA

34.1 Proyectividad entre figuras de segunda categoría

34.1 Proyectividad entre figuras de segunda categoría

Según ya establecimos, en la Lección 5, son figuras de segunda categoría: el plano, considerado como
conjunto de sus puntos y rectas, y la radiación de rectas y planos.
Ahora bien, la radiación podemos manejarla conociendo su sección por un plano que no pase por el
vértice. Así, las rectas y planos de la radiación dan, respectivamente, puntos y rectas del plano; y recí-
procamente.
En consecuencia, el estudio de toda biyección entre figuras de segunda categoría puede reducir-
se, mediante secciones convenientes, al de una biyección entre planos.
Llamaremos proyectividad entre dos planos, Π 1 y Π 2 , a toda biyección γ entre sus elementos, puntos y
recta, que conserve las incidencias.
Por conservarse la incidencia, a toda figura de primera categoría de Π 1 (serie de puntos o haz de
rectas) corresponde en la proyectividad una figura de primera categoría de Π 2 .
Si la proyectividad transforma puntos de Π 1 en puntos de Π 2 la llamaremos homografía o colineación.
Si la proyectividad transforma puntos de Π 1 en rectas de Π 2 la llamaremos reciprocidad o correlación.

Ejemplo 1. Las secciones planas de una misma radiación constituyen el ejemplo más sencillo de formas planas
homográficas, y se dice de éstas que son perspectivas.
Los puntos/rectas homólogos son los de intersección de una misma recta/plano de la radiación por los dos planos.

Π1

C
A D´

A´ B
B´ C´
Π2

115
Ejemplo 2. Así mismo, el ejemplo más sencillo de formas radiales homográficas lo constituyen dos radiaciones
proyectantes de una misma forma plana, y se llaman, como antes perspectivas. Los rayos/planos homólogos son los
proyectantes, de un mismo punto/recta de la forma plana proyectada.
V V'

a'
d b'
c
a
c'
b d'

D
A

B C

Tanto las homografías como las reciprocidades establecen entre dos figuras de primera categoría homólogas una
biyección que conserva las cuaternas armónicas, puesto que una cuaterna armónica se construye, según vimos en
la Lección 15, mediante un cuadrilátero o un cuadrivértice completo, según sea de puntos de una recta o de rectas
de un haz, y la proyectividad conserva las incidencias, con lo cual dicha figura, sea cuadrilátero o cuadrivértice, se
transforma en otra que respecto de la cuaterna transformada tiene las mismas incidencias, por lo que ésta es también
armónica.

Ejemplo 3. Entre dos figuras planas quedará definida una homografía dando un cuadrivértice en una figura y su
cuadrivértice homólogo en la otra.

Ejemplo 4. Si en una homografía, entre dos formas planas superpuestas, son dobles cuatro puntos A1 , A2 , A3 , A4 ,
no alineados tres a tres, dicha homografía es la identidad.
Basta ver que por cada uno de los cuatro puntos pasan tres rectas dobles, las que le unen a los demás; luego los haces
de vértices A1 , A2 , A3 , A4 son dobles.

A1

A2

A3
A4
P

116
Proyectemos, ahora, cualquier otro punto, P, del plano desde dos de los puntos A1 , A2 , A3 , A4 no alineados con él;
por hipótesis, sólo dos de ellos, a lo sumo, pueden estar alineados con P. Si son A1 P y A2 P los rayos proyectantes,
éstos serán dobles por pertenecer a los haces de vértices A1 y A2 ; en consecuencia también es doble el punto P.

Ejemplo 5. El producto de dos homografías es otra homografía. La transformación inversa de una homografía es
otra homografía.
La identidad es una homografía.

Ejemplo 6. El producto de dos reciprocidades es una homografía.

Ejemplo 7. Entre dos figuras planas quedará definida una reciprocidad dando un cuadrivértice en una figura y su
cuadrilátero homólogo en la otra.

Ejemplo 8. El estudio que hicimos en la Lección 21 nos proporciona un ejemplo sencillo de reciprocidad entre
formas superpuestas: La que existe entre los puntos de un plano y sus polares respecto de una circunferencia del
mismo.

Veamos ahora como estableceremos la representación analítica de una proyectividad:

I.- En el caso de una homografía (o colineación)

Elijamos en Π 1 cuatro puntos A1 , A2 , A3 , U de tres en tres independientes. La proyectividad γ los


transforma, respectivamente, en A01 , A02 , A03 , U0 , que serán también de tres en tres independientes, en
virtud de ser γ una biyección que conserva las incidencias.
Consideremos como figuras fundamentales, respectivamente en Π 1 y Π 2 las cuaternas A1 , A2 , A3 , U y
A01 , A02 , A03 , U0 . Si P es un punto cualquiera de Π 1 , no situado sobre los lados del triángulo fundamental,
le corresponderán las coordenadas absolutas:

λ 1 = A1 (A2 A3 UP) , λ 2 = A2 (A3 A1 UP) , λ 3 = A3 (A1 A2 UP);

dado que hay conservación de las razones dobles se tiene

λ 01 = A01 (A02 A03 U0 P) = λ 1 , λ 02 = λ 2 , λ 03 = λ 3 .

Pasando, ahora, de las absolutas a las homogéneas, de las anteriores igualdades resulta.

x01 : x02 : x03 = x1 : x2 : x3

Esta forma reducida de las ecuaciones de la proyectividad γ supone la correspondencia en γ de las


figuras fundamentales de los planos Π 1 y Π 2 . Obtendremos la representación de γ en el caso más general

117
simplemente efectuando en uno de los planos, sea el Π1 , un cambio de coordenadas. De acuerdo con lo
que vimos en la Lección 14, dicho cambio de coordenadas será de la forma.

x01 : x02 : x03 = a11 · x1 + a12 · x2 + a13 · x3 : a21 · x1 + a22 · x2 + a23 · x3 : a31 · x1 + a32 · x2 + a33 · x3

siendo los segundos miembros tres formas lineales independientes, que anuladas representan los lados
del nuevo triángulo fundamental, con primeros miembros elegidos de manera que para el punto U∗ dan
las tres el mismo valor no nulo.
Puesto que teníamos

x01 : x02 : x03 = x1 : x2 : x3

la anterior ecuación anterior se puede escribir

x∗1 : x∗2 : x∗3 = a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 : a21 · x01 + a22 · x02 + a23 · x03 : a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03

que es la representación general de la proyectividad.


En lo sucesivo prescindiremos del asterisco, lo que supone haber partido del nuevo sistema de coordena-
das, es decir que los sistemas de referencia no se corresponden en γ necesariamente. Así la representación
general de la proyectividad queda como sigue:

x1 : x2 : x3 = a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 : a21 · x01 + a22 · x02 + a23 · x03 : a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03

Observemos que en nuestro razonamiento habíamos excluido que el punto P estuviera sobre un lado Ai Aj
del triángulo fundamental. Sin embargo, por la propia definición de γ a todo punto de Ai Aj le corresponde
otro de A0i A0j . La posición de estos puntos, sobre dichos lados, queda fijada por la coordenada absoluta
relativa al vértice opuesto. Así, si se trata de puntos de A1 A2 , A01 A02 será x3 = 0 , x03 = 0, y además

x1 x0
= 10 .
x2 x2

Dado que esto ya se deduce de las

x01 : x02 : x03 = x1 : x2 : x3 ,

resulta que la representación es válida para todos los puntos del plano Π 1 sin excepción.

La siguiente figura intenta visualizar y aclarar los razonamientos anteriores:

118
P´(x´1 , x´2 , x´3 )
A´2


A´1 A´3

Π2
(γ)

A*3 
(x*, x*, x*3 )
A3 P 1 2
(x 1, x 2 , x 3 )
r2 =0
r1-
= a11·x1+a12·x 2+a13·x3
U _ _ _
A1 U*( x1 , x2 , x3 ) A*2
Π1 A2 A*1 r3 =0

Representación general de la homografía (o colineación)


     
x1 a11 a12 a13 x0
     1
  0
 2   21 a22 a23  · x2 
x  =  a

x3 a31 a32 a33 x03

es decir
X = A · X0 , siendo |A| 6= 0

El sistema

x1 : x2 : x3 = a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 : a21 · x01 + a22 · x02 + a23 · x03 : a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03

es decir

x1 = a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 


0 0
x2 = a21 · x1 + a22 · x2 + a23 · x3 0

x3 = a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03

119
es resoluble en x01 , x02 , x03 . Puesto en forma matricial sería
     
x1 a11 a12 a13 x0
     1
 0
 · x2 
x  =  a a22 a23 
 2   21
x3 a31 a32 a33 x03
| {z } | {z } | {z }
X A X0
La resolubilidad del sistema equivale a que la matriz A sea inversible, es decir a que |A| 6= 0 siendo:
 
A11 A21 A31
1
A−1 =
 
·
 A12 A22 A32 
|A| 
A13 A23 A33

En consecuencia podemos escribir.    


x01 x1
x0  = A−1 · x 
   
 2  2
x30 x3
o lo que es lo mismo

x01 = b11 · x1 + b12 · x2 + b13 · x3 


x02 = b21 · x1 + b22 · x2 + b23 · x3

x03 = b31 · x1 + b32 · x2 + b33 · x3

siendo
1
bij = · Aji (i, j = 1 · · · 3)
|A|
Desde un punto de vista práctico determinaremos una proyectividad fijando las imágenes de cuatro pun-
tos de Π 1 , de tres en tres independientes, cumpliendo también éstas, en Π 2 , la misma condición de
independencia. Ahora bien, dado que el número de elementos bij que es preciso determinar es de nueve,
nos bastaría con disponer de tres puntos y sus correspondientes imágenes, lo cual parece sugerir que nos
sobra un par de puntos homólogos, es decir, que la proyectividad nos quedaría determinada con sólo
dar tres puntos y sus correspondientes imágenes, lo cual no es cierto, pues lo mismo que en el caso de
una proyectividad entre rectas proyectivas necesitábamos tres pares de puntos homólogos, en el caso de
planos proyectivos se necesitan cuatro pares de puntos, y cuando estudiemos los espacios proyectivos, de
dimensión 3, se necesitarán cinco pares de puntos homólogos. La solución consiste en lo que hemos de-
nominado “normalizar” las coordenadas de los cuatro puntos, y las de sus correspondientes imágenes,
justificado en que estamos manejando coordenadas homogéneas.

120
Los siguientes ejemplos tratarán de aclarar cualquier duda que pueda habernos asaltado.

Ejemplo 9. Establecer las ecuaciones de la colineación entre dos planos proyectivos reales, determinada por los
puntos homólogos
A(2, 0, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ A0 (0, 0, 2)
B(0, 1, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ B0 (0, 2, 2)
C(2, 2, 2) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ C0 (1, 0, 1)
D(2, 0, 1) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ D0 (1, −2, −3)
Normalicemos los puntos dados.
Para los siguientes tendremos:

(2, 0, 1) = a(2, 0, 0) + b(0, 1, 0) + c(2, 2, 2)

es decir 
2 = 2·a+0·b+2·c 


0 = 0·a+1·b+2·c


1 = 0·a+0·b+2·c

sistema que resuelto nos da como soluciones


1 1
a= , b = −1 , c=
2 2
con lo que los puntos normalizados serán

A(1, 0, 0) , B(0, −1, 0) , C(1, 1, 1) , D(2, 0, 1) .

Para la imágenes tendremos:

(1, −2, −3) = a(0, 0, 2) + b(0, 2, 2) + c(1, 0, 1)

es decir 
1 = 0·a+0·b+1·c  

−2 = 0 · a + 2 · b + 0 · c


−3 = 2 · a + 2 · b + 1 · c

sistema que resuelto nos da como soluciones.

a = −1 , b = −1 , c=1

con lo que los puntos normalizados serán:

A0 (0, 0, −2) , B0 (0, −2, −2) , C0 (1, 0, 1) , D0 (1, −2, −3) .

El problema se replantea entonces como sigue:


Establecer las ecuaciones de la proyectividad determinada por los puntos homólogos.

A(1, 0, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ A0 (0, 0, −2)


B(0, −1, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ B0 (0, −2, −2)
C(1, 1, 1) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ C0 (1, 0, 1)
D(2, 0, 1) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ D0 (1, −2, −3)

121
Llegados a este punto, en la ecuación matricial general de la proyectividad.
     
x01 b11 b12 b13 x1
     
x0  =  b
 2   21 b22 b23  · x2 
  

x03 b31 b32 b33 x3

Al sustituir, sucesivamente, los valores de A y A0 , B y B0 , C y C0 , obtendremos un sistema de nueve ecuaciones


lineales con las nueve incógnitas bij (i, j = 1 · · · 3) que resolverán nuestro problema. Observemos que no es nece-
sario utilizar los puntos D y D0 , ya que la normalización los ha hecho linealmente dependientes, respectivamente, de
los A, B, C y A0 , B0 , C0 .
Así tendremos: 
0 = b11 

0 = b21 =⇒ b11 = 0 , b21 = 0 , b31 = −2


−2 = b31


0 = −b12  

−2 = −b22 =⇒ b12 = 0 , b22 = 0 , b32 = 2


−2 = −b32


1 = b11 + b12 + b13 


0 = b21 + b22 + b23 =⇒ b13 = 1 , b23 = −2 , b33 = 1


1 = b31 + b32 + b33

Luego la ecuación de la proyectividad, en su forma matricial, será


     
x01 0 0 1 x1
     
x0  =  0 2 −2 · x 
 2    2
x30 −2 2 1 x3

siendo, por tanto, las ecuaciones de la proyectividad que nos habíamos planteado, las siguientes:

x01 = x3 


x02 = 2 · x2 − 2 · x3

x03

= −2 · x1 + 2 · x2 + x3

Ejemplo 10. Establecer las ecuaciones de la colineación entre dos planos proyectivos reales determinada por los
puntos homólogos:

A(2, 0, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ A0 (0, 0, 2)


B(0, −1, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ B0 (0, −1, −1)
C(1, 1, 1) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ C0 (1, 0, 1)
D(3, 0, 1) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ D0 (3, 2, 1)

Observemos que los puntos A, B, C, D están normalizados, puesto que

(3, 0, 1) = (2, 0, 0) + (0, −1, 0) + (1, 1, 1)

122
mientras que no lo están los A0 , B0 , C0 , D0 .
Normalizaremos, por tanto, estos últimos:

(3, 2, 1) = a(0, 0, 2) + b(0, −1, −1) + c(1, 0, 1)

es decir 
3 = 0·a+0·b+1·c 


2 = 0·a−1·b+0·c


1 = 2·a−1·b+1·c

sistema que resuelto nos da como solución.

a = −2 , b = −2 , c=3

con lo que los puntos normalizados serán:

A0 (0, 0, −4) , B0 (0, 2, 2) , C0 (3, 0, 3) , D0 (3, 2, 1) .

El problema se replantea entonces como sigue:


Establecer las ecuaciones de la proyectividad determinada por los puntos homólogos:

A(2, 0, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ A0 (0, 0, −4)


B(0, −1, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ B0 (0, 2, 2)
C(1, 1, 1) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ C0 (3, 0, 3)
D(3, 0, 1) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ D0 (3, 2, 1)

Sustituyendo estos valores, sucesivamente, en la ecuación matricial general de la proyectividad.


     
x01 b11 b12 b13 x1
     
x0  =  b
 2   21 b22 b23  · x2 
  

x03 b31 b32 b33 x3

tendremos 
0 = 2 · b11 


0 = 2 · b21 =⇒ b11 = 0 , b21 = 0 , b31 = −2


−4 = 2 · b31


0 = −b12  

2 = −b22 =⇒ b12 = 0 , b22 = −2 , b32 = −2


2 = −b32


3 = b11 + b12 + b13 


0 = b21 + b22 + b23 =⇒ b13 = 3 , b23 = 2 , b33 = 7


3 = b31 + b32 + b33

Luego la ecuación de la proyectividad, en su forma matricial, será


     
x01 0 0 3 x1
     
x0  =  0 −2 2 · x 
 2    2
x03 −2 −2 7 x3

123
siendo, por tanto, las ecuaciones de la proyectividad que nos habíamos planteado, las siguientes:

x01 = 3 · x3 


x02 = − 2 · x2 + 2 · x3

x03

= −2 · x1 − 2 · x2 + 7 · x3

Por definición, la homografía transforma una recta de Π 1 :

v1 · x1 + v2 · x2 + v3 · x3 = 0

en una recta de Π 2 :
v01 · x01 + v02 · v02 + v03 · x03 = 0

De la primera de las dos igualdades anteriores y de las que nos dan la representación general de la
proyectividad, resulta

v1 · (a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 ) + v2 · (a21 · x01 + a22 · x02 + a23 · x03 ) + v3 · (a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03 ) = 0

es decir

(a11 · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 ) · x01 + (a12 · v1 + a22 · v2 + a32 · v3 ) · x02 + (a13 · v1 + a23 · v2 + a33 · v3 ) · x03 = 0

y considerando la
v01 · x01 + v02 · x02 + v03 · x03 = 0

se deduce:

v01 : v02 : v03 = a11 · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 : a12 · v1 + a22 · v2 + a32 · v3 : a13 · v1 + a23 · v2 + a33 · v3

Si queremos expresar estas igualdades en forma explícita tendremos que éstas, siempre a menos de un
factor no nulo, serán las siguientes:

v01 = a11 · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 


0
v2 = a12 · v1 + a22 · v2 + a32 · v3

v03 = a13 · v1 + a23 · v2 + a33 · v3

y en forma matricial      
v0 a11 a21 a31 v1
 1    
v0  =  a a22 a32  · v2 
 
 2   12 
v03 a13 a23 a33 v3

124
Así obtendremos los coeficientes de la recta imagen en función de los de la recta original.

Ejemplo 11. Dada la colineación entre dos planos proyectivos reales por la ecuación matricial.
     
x01 0 0 1 x1
     
x0  =  0 2 −2 · x 
 2    2
x03 −2 2 1 x3
| {z } | {z } | {z }
X0 B X
o lo que es lo mismo, puesto que:
0 0 1


|B| = 0 2 −2 = 4 6= 0

−2 2 1
B11 = 6 , B21 = 2 , B31 = −2

B12 = 4 , B22 = 2 , B32 = 0

B13 = 4 , B23 = 0 , B33 = 0

por la ecuación matricial


     
x1 6 2 −2 x0
     1
 0
 · x2 
x  =  4 2 0
 2 
x3 4 0 0 x03
es decir 
x1 = 6 · x01 + 2 · x02 − 2 · x03 


x2 = 4 · x01 + 2 · x02

4 · x01

x3 =

Vamos a ver en qué recta, r2 , del segundo plano se transforma la

r1 ≡ x1 + 2 · x2 − x3 = 0

del primer plano.


Sustituyendo los valores de x1 , x2 , x3 , en función de los x01 , x02 , x03 , en la recta r1 tendremos:

r2 ≡ 6 · x01 + 2 · x02 − 2 · x03 + 2 · (4 · x01 + 2 · x02 ) − 4 · x01 = 0

o lo que es lo mismo
r2 ≡ (6 + 8 − 4) · x01 + (2 + 4) · x02 − 2 · x03 = 0

es decir
r2 ≡ 10 · x01 + 6 · x02 − 2 · x03 = 0

y también
r2 ≡ 5 · x01 + 3 · x02 − x03 = 0

La comprobación de la bondad de este procedimiento la tendremos viendo que dos puntos del primer plano, perte-
necientes a r1 , se transforman en dos puntos pertenecientes a r2 .
Así

125
P1 (1, 0, 1) y P2 (2, 1, 4) pertenecen a r1 , y sus transformados por la proyectividad dada son los

     
x0 0 0 1 1
 1     0
x0  =  0 2 −2 · 0 =⇒ P1 (1, −2, −1)
 
 2 
x03 −2 2 1 1
     
x0 0 0 1 2
 1     0
x0  =  0 2 −2 · 1 =⇒ P2 (4, −6, 2)
 
 2 
x03 −2 2 1 4
Efectivamente:
5 · 1 + 3 · (−2) − (−1) = 0

5 · 4 + 3 · (−6) − 2 = 0

II.- En el caso de una reciprocidad (o correlación)

En el supuesto que γ sea una reciprocidad, elijamos en Π 2 un sistema tangencial (a1 , a2 , a3 , u) formado
por las rectas homólogas de los puntos fundamentales (A1 , A2 , A3 , U) del sistema de referencia en Π 1 .
Razonando como hicimos en I, obtendríamos

µ1 = λ 1 , µ2 = λ 2 , µ3 = λ 3

es decir
v01 : v02 : v03 = x1 : x2 : x3 ,

siendo (v01 , v02 , v03 ) las coordenadas de la recta p0 homóloga del punto P, en la reciprocidad γ .
Siguiendo con el mismo razonamiento, al efectuar el cambio de coordenadas en el plano Π 1 , obtendría-
mos la representación siguiente.

x∗1 : x∗2 : x∗3 = a11 · v01 + a12 · v02 + a13 · v03 : a21 · v01 + a22 · v02 + a23 · v03 : a31 · v01 + a32 · v02 + a33 · v03

y lo mismo que entonces, al suponer que las figuras de referencia de Π 1 y Π 2 no están obligadas a
corresponderse en γ prescindimos de los asteriscos, con lo que tendremos como representación general
de la reciprocidad, la siguiente:

x1 : x2 : x3 = a11 · v01 + a12 · v02 + a13 · v03 : a21 · v01 + a22 · v02 + a23 · v03 : a31 · v01 + a32 · v02 + a33 · v03

Resolviendo este sistema, como hicimos en I, obtendríamos:

v01 : v02 : v03 = A11 · x1 + A21 · x2 + A31 · x3 : A12 · x1 + A22 · x2 + A32 · x3 : A13 · x1 + A23 · x2 + A33 · x3

126
Ejemplo 12. Determinar la correlación γ definida por

A(2, 0, 0) −−−−−−−−−−→ R1 ≡ 2 · x3 = 0
B(0, 1, 0) −−−−−−−−−−→ R2 ≡ 2 · x2 + 2 · x3 = 0
C(2, 2, 2) −−−−−−−−−−→ R3 ≡ x1 + x3 = 0
D(2, 0, 1) −−−−−−−−−−→ R4 ≡ x1 − 2 · x2 − 3 · x3 = 0

Considerando un sistema tangencial en el segundo plano, el Π 2 , formado por las rectas homólogas de los puntos
fundamentales del sistema de referencia en el primer plano, el Π 1 , el problema se reduce a determinar la ecuación
de la colineación γ 0 definida por:

A(2, 0, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ A0 (0, 0, 2)


B(0, 1, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ B0 (0, 2, 2)
C(2, 2, 2) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ C0 (1, 0, 1)
D(2, 0, 1) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ D0 (1, −2, −3)

problema, éste, que resolvimos en el anterior ejemplo 9, siendo la ecuación matricial de la tal colineación la siguien-
te:      
y0 0 0 1 y1
 1    
y0  =  0 2 −2 · y2 
 
 2  
y03 −2 2 1 y3
y sus ecuaciones 
y01 = y3 


y02 = 2 · y2 − 2 · y3

y03

= −2 · y1 + 2 · y2 + y3

La interpretación en el caso que nos ocupa es que los elementos de la terna (y01 , y02 , y03 ) son los coeficientes de la
recta, en Π 2 , del punto de coordenadas (y1 , y2 , y3 ), en Π 1 . En consecuencia podemos escribir:

( y3 ) · x1 + ( 2 · y2 − 2 · y3 ) · x2 + (−2 · y1 + 2 · y2 + y3 ) · x3 = 0

como ecuación de la correlación γ , siendo esta recta en Π 2 , la que corresponde al punto (y1 , y2 , y3 ) de Π 1 .
Así, por ejemplo, al punto P(1, 2, 3) de Π 1 , le corresponderá, por la correlación γ , la recta

(3) · x1 + (2 · 2 − 2 · 3) · x2 + (−2 · 1 + 2 · 2 + 3) · x3 = 0

es decir
3 · x1 − 2 · x2 + 5 · x3 = 0

La ecuación de la correlación podríamos también escribirla en forma matricial, como sigue


   
0 0 1 y1
h i    
x1 x2 x3 ·  0
 2 −2 · y2 
 
=0
−2 2 1 y3

127
Ejemplo 13. Determinar la correlación γ definida por

A(2, 0, 0) −−−−−−−−−−→ R1 ≡ 2 · x3 = 0
B(0, −1, 0) −−−−−−−−→ R2 ≡ −x2 − x3 = 0
C(1, 1, 1) −−−−−−−−−−→ R3 ≡ x1 + x3 = 0
D(3, 0, 1) −−−−−−−−−−→ R4 ≡ 3 · x1 + 2 · x2 + x3 = 0

Considerando un sistema tangencial en el segundo plano, el Π 2 , formado por las rectas homólogas de los puntos
fundamentales del sistema de referencia en el primer plano, el Π 1 , el problema se reduce a determinar la ecuación
de la colineación γ 0 definida por:

A(2, 0, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ A0 (0, 0, 2)


B(0, −1, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ B0 (0, −1, −1)
C(1, 1, 1) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ C0 (1, 0, 1)
D(3, 0, 1) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ D0 (3, 2, 1)

problema, este, que resolvimos en el anterior ejemplo 10, siendo la ecuación de la tal colineación la siguiente:
     
y01 0 0 3 y1
     
y0  =  0 −2 2 · y 
 2    2
y03 −2 −2 7 y3

La interpretación en el caso que nos ocupa es que los elementos de la terna (y01 , y02 , y03 ) son los coeficientes de la
recta, en Π 2 , del punto de coordenadas (y1 , y2 , y3 ) en Π 1 .
Con la experiencia del ejemplo anterior podemos pasar a escribir directamente la ecuación matricial de la correlación
buscada:
   
0 0 3 y1
h i    
x1 x2 x3 · 
 0 −2 2 · y  = 0
  2
−2 −2 7 y3

Operando obtendríamos la ecuación de la correlación; así


 
+3 · y3
h i  
x1 x2 x3 ·   −2 · y2 + 2 · y3
=0

−2 · y1 − 2 · y2 + 7 · y3

y en definitiva:
3 · y3 · x1 + (−2 · y2 + 2 · y3 ) · x2 + (−2 · y1 − 2 · y2 + 7 · y3 ) · x3 = 0

Así, por ejemplo, al punto P(1, 2, 3) de Π 1 , le corresponderá, por la correlación γ , la recta

3 · 3 · x1 + (−2 · 2 + 2 · 3) · x2 + (−2 · 1 − 2 · 2 + 7 · 3) · x3 = 0

es decir
9 · x1 + 2 · x2 + 15 · x3 = 0

128
Lección 35.- HOMOGRAFÍAS ENTRE
PLANOS SUPERPUESTOS

35.1 Elementos dobles de las homografías planas

35.1 Elementos dobles de las homografías planas

En el caso particular en que coincidan los planos Π 1 y Π 2 , la homografía γ tendrá elementos dobles,
como pasamos a comprobar:
En efecto: Si los puntos homólogos P, P0 se refieren a la misma figura fundamental, para que el punto P
sea doble, es decir P = P0 , si son P(x1 , x2 , x3 ), P0 (x01 , x02 , x03 ), es necesario y suficiente que se verifique

x01 : x02 : x03 = x1 : x2 : x3

y teniendo en cuenta las ecuaciones de la homografía.

x1 : x2 : x3 = a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 : a21 · x01 + a22 · x02 + a23 · x03 : a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03

equivale eso a la existencia de un ρ 6= 0 que verifique:



ρ · x1 = a11 · x1 + a12 · x2 + a13 · x3 


ρ · x1 = a21 · x1 + a22 · x2 + a23 · x3


ρ · x1 = a31 · x1 + a32 · x2 + a33 · x3

o lo que es lo mismo

(a11 −ρ
ρ ) · x1 + a12 · x2 + a13 · x3 = 0 


a21 · x1 + (a22 −ρ
ρ ) · x2 + a23 · x3 = 0


a31 · x1 + a32 · x2 + (a33 −ρ
ρ ) · x3 = 0 

Este sistema de ecuaciones lineales homogéneas en x1 , x2 , x3 , es compatible, es decir, admite solución


distinta de las
x1 = x2 = x3 = 0

sí y sólo si ρ es raíz de la ecuación



a −ρ a12 a13
11 ρ


a21 a22 −ρ
ρ a23 = 0

a31 a32 a33 −ρ
ρ

129
ecuación de tercer grado, con coeficientes reales, que tendrá al menos una raíz real, por otra parte no
nula, ya que la matriz (aij ) es regular. La anterior ecuación recibe el nombre de ecuación característica
de la colineación dada.
Observemos que la ecuación anterior se obtiene también al tratar de determinar rectas dobles en γ , partien-
do de las anteriores ecuaciones.

v01 : v02 : v03 = a11 · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 : a12 · v1 + a22 · v2 + a32 · v3 : a13 · v1 + a23 · v2 + a33 · v3

al expresar que la recta p de coordenadas (v1 , v2 , v3 ) tiene por homóloga la p0 = p, siendo las coordenadas
de p0 las (v01 , v02 , v03 ). Así, para un valor de ρ , raíz de la ecuación de más arriba, también es compatible el
sistema 
(a11 −ρ
ρ ) · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 = 0 

a12 · v1 + (a22 −ρρ ) · v2 + a32 · v3 = 0


a13 · v1 + a23 · v2 + (a33 −ρρ ) · v3 = 0

De la ecuación característica podemos afirmar que tiene tres raíces, que pueden ser las tres reales o bien
una real y dos complejas conjugadas. En cualquier caso, tal como apuntábamos más arriba, las eventuales
raíces reales son siempre no nulas.
Si cambiásemos el sistema de referencia, el sistema que definiría los puntos dobles de γ se obtendría
sustituyendo las variables en el sistema

(a11 −ρ
ρ ) · x1 + a12 · x2 + a13 · x3 = 0 


a21 · x1 + (a22 −ρ
ρ ) · x2 + a23 · x3 = 0


a31 · x1 + a32 · x2 + (a33 −ρ
ρ ) · x3 = 0 
La matriz del sistema resultante sería, por tanto, el producto de la del sistema anterior por la del cambio,
que es siempre una matriz regular. Luego, para el nuevo sistema, la ecuación análoga a la

a −ρ a12 a13
11 ρ


a21 a22 −ρ ρ a23 = 0

a31 a32 a33 −ρ
ρ
tiene las mismas raíces, y para cada una de ellas la matriz de los coeficientes de la ecuación correspon-
diente a las de más arriba tiene el mismo rango que ésta.
Si ρ 1 es una raíz real de la ecuación

a −ρ a12 a13
11 ρ


a21 a22 −ρ
ρ a23 = 0

a31 a32 a33 −ρ
ρ
la matriz del sistema

(a11 −ρ
ρ ) · x1 + a12 · x2 + a13 · x3 = 0 


a21 · x1 + (a22 −ρ
ρ ) · x2 + a23 · x3 = 0


a31 · x1 + a32 · x2 + (a33 −ρ
ρ ) · x3 = 0 

130
tiene rango 6 2, siendo sus posibilidades:
1o .- El rango es cero. En este caso se tiene que:

a11 = a22 = a33 = ρ 1 , a12 = a13 = a21 = a23 = a31 = a32 = 0

y las ecuaciones de la proyectividad

x1 : x2 : x3 = a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 : a21 · x01 + a22 · x02 + a23 · x03 : a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03

se reducen a
x1 : x2 : x3 = x01 : x02 : x03 ,

es decir, γ es la identidad.
En este caso la raíz es triple, y todos los puntos y rectas son dobles.
2o .- El rango es uno. En este caso el sistema tiene una sola ecuación independiente, existiendo por tanto
una recta de puntos dobles. Si elegimos ésta como recta x3 = 0, se tendría

a11 = ρ 1 , a12 = 0 , a21 = 0 , a22 = ρ , a31 = 0 , a32 = 0

Por otra parte, dado que el sistema



(a11 −ρ
ρ ) · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 = 0 


a12 · v1 + (a22 −ρ
ρ ) · v2 + a32 · v3 = 0


a13 · v1 + a23 · v2 + (a33 −ρ
ρ ) · v3 = 0 

es también compatible para ρ 1 , y tiene una sola ecuación independiente, ésta representa un punto, base
de un haz de rectas dobles en γ . La ecuación de dicho punto es la

a12 · v1 + a23 · v2 + (a33 −ρ


ρ 1 ) · v3 = 0 ;

así, el punto será el de coordenadas (a13 , a23 , a33 −ρ


ρ 1 ), y caben los dos casos siguientes:
1.- El punto pertenece a la recta de puntos dobles, es decir a33 = ρ 1 , y diremos que estamos en
presencia de una homología especial.
Si en este caso completamos la elección del sistema de referencia con que el vértice del haz de rectas
dobles sea el punto (1, 0, 0), lo que equivale a que: a23 = 0, las ecuaciones reducidas de la homología
especial serán las siguientes:

x1 : x2 : x3 = ρ 1 · x01 + a13 · x03 : ρ 1 · x02 : ρ 1 · x03

En este caso la raíz es triple, y son dobles los puntos de la recta x3 = 0 y la rectas del haz de vértice el
punto (1, 0, 0).

131
2.- El punto no pertenece a la recta de puntos dobles, es decir a33 6= ρ 1 , y diremos que estamos en
presencia de una homología general.
Si en este caso tomamos el punto base del haz de rectas dobles como punto fundamental el (0, 0, 1), lo
que equivale a que: a13 = a23 = 0, y como la raíz ρ 1 es doble, la otra raíz será la ρ 2 = a33 6= 0, luego las
ecuaciones reducidas de la homología general serán las siguientes:

x1 : x2 : x3 = ρ 1 · x01 : ρ 1 · x02 : ρ 2 · x03 .

En este caso la raíz es doble, y son dobles los puntos de la recta x3 = 0 y las rectas del haz de vértice el
punto (0, 0, 1).
Ejemplo 1. Determinar los elementos dobles de la colineación del plano proyectivo real en sí mismo de ecuación.
     
x0 2 2 3 x1
 1    
x0  = −2 −3 −6  · x2 
 
 2  
x03 1 2 4 x3

La ecuación característica es
2 −ρρ 2 3


−2
−3 −ρ
ρ −6 = 0

1 2 4 −ρρ
es decir
ρ )3 = 0
(1 −ρ

que tiene por raíces características


ρ1 = ρ2 = ρ3 = 1

Los puntos dobles de la colineación se obtendrán resolviendo los sistemas de ecuaciones que resultan de cada una
de las raíces características, en nuestro caso sólo uno, ρ 1 = ρ 2 = ρ 3 = 1 . Las ecuaciones serán:

x1 + 2 · x2 + 3 · x3 = 0 

−2 · x1 − 4 · x2 − 6 · x3 = 0


x1 + 2 · x2 + 3 · x3 = 0

sistema de rango 1, que nos proporciona no un punto doble sino toda una recta de puntos dobles asociados, la
siguiente
r ≡ x1 + 2 · x2 + 3 · x3 = 0

Por otra parte, podemos determinar el haz de rectas dobles, que nos vendrá dado por la ecuación

a13 · v1 + a23 · v2 + (a33 −ρ


ρ ) · v3 = 0

que en nuestro caso es


3 · v1 − 6 · v2 + (4 − 1) · v3 = 0

es decir
3 · v1 − 6 · v2 + 3 · v3 = 0

132
haz, por tanto, de vértice el punto doble (3, −6, 3), es decir el (1, −2, 1).
Dado que el punto (1, −2, 1) pertenece a la recta de puntos dobles

r ≡ x1 + 2 · x2 + 3 · x3 = 0

puesto que
3 + 2 · (−6) + 3 · 3 = 0

podemos afirmar que nos encontramos ante una homología especial.

Para determinar la forma canónica, tomaremos como vértices del nuevo triángulo de referencia el determinado por
el vértice del haz.
X1 (1, −2, 1)

otro punto cualquiera de la recta de puntos dobles, por ejemplo el

X2 (2, −1, 0)

y un tercer punto no colineal con X1 y X2 , por ejemplo el

X3 (0, 0, 1) .

Así, la matriz de cambio de la base será.  


1 2 0
 
P=
−2 −1 0
1 0 1
siendo  
1 2
− 3 − 3 0
P−1 = 
 
2 1
 3 3 0

1 2
3 3 1
de donde resultará que la matriz de la forma canónica es
     
− 13 − 23 0 2 2 3 1 2 0
−1
     
C = P ·A·P =  3 2 1

3 0 · −2
  −3 −6  · −2
  −1 0
1 2
3 3 1 1 2 4 1 0 1
es decir  
1 0 3
C = P−1 · A · P = 
 
0 1 0

0 0 1
y la colineación, respecto del nuevo sistema de referencia

X0 = C · X

siendo, en consecuencia, la forma canónica de la colineación dada, la siguiente.



x01 = x1 + 3 · x3 


0
x2 = x2

x03 =

x3

133
El siguiente esquema trata de resumir lo que acabamos de establecer:

Haz de rectas dobles


X1(1, -2, 1)
Recta doble de
puntos dobles
_ x1-2.x2+3.x3=0
r=

X2(2, -1, 0)
X3(0, 0, 1)
Nuevo triángulo
de referencia

Ejemplo 2. Determinar los elementos dobles de la colineación del plano proyectivo real en si mismo de ecuación
     
x0 2 2 1 x1
 1    
x0  =  1 3 ·
1  x2 
 
 2  
x03 1 2 2 x3

La ecuación característica es
2 −ρρ 2 1



1 3 −ρ
ρ 1 = 0

1 2 2 −ρρ
es decir
(5 −ρ ρ )2 = 0
ρ ) · (1 −ρ

que tiene por raíces características


ρ1 = 5 , ρ2 = 1 , ρ3 = 1

Los puntos dobles de la colineación se obtendrán resolviendo los sistemas de ecuaciones que resultan de cada una
de las raíces características, ρ 1 = 5 . Las ecuaciones serán:

−3 · x1 + 2 · x2 + x3 = 0 


x1 − 2 · x2 + x3 = 0


x1 + 2 · x2 − 3 · x3 = 0

sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble asociado el siguiente:

X1 (1, 1, 1)

ρ 2 = ρ 3 = 1 . Las ecuaciones serán:



x1 + 2 · x2 + x3 = 0 


x1 + 2 · x2 + x3 = 0


x1 + 2 · x2 + x3 = 0

134
sistema de rango 1, que nos proporciona no un punto doble sino toda una recta de puntos dobles asociados, la
siguiente:
r ≡ x1 + 2 · x2 + x3 = 0

Observemos que el punto doble X0 (1, 1, 1) no pertenece a la recta r, es decir

X1 ∈
/r

Por otra parte, las rectas del haz de vértice X1 son todas dobles (aunque no de puntos dobles como la r), ya que el
haz de rectas dobles nos viene dado por la ecuación.

a13 · v1 + a23 · v2 + (a33 −ρ


ρ 1 ) · v3 = 0

que en nuestro caso es


1 · v1 + 1 · v2 + (2 − 1) · v3 = 0

es decir
1 · v1 + 1 · v2 + 1 · v3 = 0

haz, por tanto, de vértice el punto, doble, (1, 1, 1). Luego la colineación que estamos estudiando es una homología
general.
Para determinar la forma canónica, tomaremos como vértices del nuevo triángulo de referencia el determinado por
el vértice del haz.
X1 (1, 1, 1)

y dos puntos cualesquiera de la recta r, por ejemplo

X2 (1, 0, −1) y X3 (1, −1, 1)}

Así, la matriz de cambio de base será  


1 1 1
 
P=
1 0 −1 

1 −1 1
siendo  
1 1 1
4 2 4
P−1 = 
 
1 1
 2 0 − 2


1 1 1
4 − 2 4
de donde resultará que la matriz de la forma canónica es
     
1 1 1
4 2 4 2 2 1 1 1 1
C = P−1 · A · P = 
     
1 1 ·1
 2 0 − 2   3 1  · 1
  0 −1 

1 1 1
4 − 2 4 1 2 2 1 −1 1

es decir  
5 0 0
C = P−1 · A · P = 
 
0 1 0

0 0 1

135
y la colineación, respecto del nuevo sistema de referencia

X0 = C · X

siendo, en consecuencia, la forma canónica de la colineación dada, la siguiente.



x01 = 5 · x1 


x02 = x2

x03

= x3

El siguiente esquema trata de resumir lo que acabamos de establecer:

X3(1, -1, 1)

Recta doble de
puntos dobles
_ x1+2.x2+3.x3=0
r=

Punto doble

X2((1, 0, -1)
X1(1, 1, 1)

Nuevo triángulo
de referencia
Haz de rectas dobles

3o .- El rango es dos. La discusión de este caso se haría en forma análoga a las anteriores, y conduciría
a la clasificación y ecuaciones reducidas de las homografías no homológicas.
Veámoslo con los ejemplos siguientes:
Ejemplo 3. Determinar los elementos dobles de la colineación del plano proyectivo real en si mismo de ecuación
     
x0 1 0 −1 x1
 1    
x0  =  1 2 1 · x2 
 
 2  
x03 2 2 3 x3

La ecuación característica es
1 −ρρ 0 −1



1 2 −ρ
ρ 1 = 0

2 2 3 −ρρ
es decir
ρ 3 + 6 ·ρ
−ρ ρ 2 − 11 ·ρ
ρ +6 = 0

que tiene por raíces características


ρ1 = 1 , ρ2 = 2 , ρ3 = 3

136
Los puntos dobles de la colineación se obtendrán resolviendo los sistemas de ecuaciones que resultan de cada una
de las raíces características, ρ 1 = 1 . Las ecuaciones serán:

−x3 = 0  

x1 + x2 + x3 = 0


2 · x1 + 2 · x2 + 2 · x3 = 0

sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble asociado el siguiente:

X1 (1, −1, 0)

ρ 2 = 2 . Las ecuaciones serán:



−x1 − x3 = 0 


x1 + x3 = 0


2 · x1 + 2 · x2 + x3 = 0

sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble asociado, el siguiente.

X2 (2, −1, −2)

ρ 3 = 3 . Las ecuaciones serán:



−2 · x1 − x3 = 0 


x1 − x2 + x3 = 0


2 · x1 + 2 · x2 =0

sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble asociado el siguiente:

X3 (1, −1, −2)

Serán rectas dobles las que pasan por cada dos puntos dobles:
• Recta que pasa por X1 , X2 :

x x2 x3
1

1
−1 0 = 0 =⇒ r3 ≡ 2 · x1 + 2 · x2 + x3 = 0

2 −1 −2

• Recta que pasa por X1 , X3



x x2 x3
1

1
−1 0 = 0 =⇒ r2 ≡ 2 · x1 + 2 · x2 = 0

1 −1 −2

• Recta que pasa por X2 , X3



x x2 x3
1

2
−1 −2 = 0 =⇒ r1 ≡ 2 · x2 − x3 = 0

1 −1 −2

137
Para determinar la forma canónica, tomaremos como vértices del nuevo triángulo de referencia el determinado por
los tres puntos dobles:
X1 (1, −1, 0) , X2 (2, −1, −2) , X3 (1, −1, −2)

Así, la matriz de cambio de base será:  


1 2 1
 
P=
−1 −1 −1 

0 −2 −2
siendo  
1
0 −1 2
P−1 = 
 
 1 1 0 

1
−1 −1 − 2
de donde resultará que la matriz de la forma canónica es
     
1
0 −1 2 1 0 −1 1 2 1
−1
     
C = P ·A·P =  1  1 0 ·1
  2  · −1
1   −1 −1 

−1 −1 − 12 2 2 3 0 −2 −2
es decir  
1 0 0
C = P−1 · A · P = 
 
0 2 0

0 0 3
y la colineación, respecto del nuevo sistema de referencia

X0 = C · X

siendo, en consecuencia, la forma canónica de la colineación dada, la siguiente.



x01 = x1 


x02 = 2 · x2

x03

= 3 · x3

El siguiente esquema trata de resumir lo que acabamos de establecer:

X3(1, -1, -2)


Nuevo triángulo
de refrencia

_ .x1+2.x2=0
r2=2
_ .x2-x3=0
r1 =2
Puntos dobles

X2(2,
( -1, -2)
X1(1, -1, 0) _ .x1+2.x2+x3=0
r3 =2

Rectas dobles

138
Ejemplo 4. Determinar los elementos dobles de la colineación del plano proyectivo real en sí mismo de ecuación.
     
x0 2 1 −1 x1
 1    
x0  =  0 2 −1 · x2 
 
 2  
x03 −3 −2 3 x3

La ecuación característica es
2 −ρρ 1 −1



0 2 −ρ
ρ −1 = 0

−3 −2 3 −ρ
ρ
es decir
(5 −ρ ρ )2 = 0
ρ ) · (1 −ρ

que tiene por raíces características


ρ1 = 5 , ρ2 = ρ3 = 1

Los puntos dobles de la colineación se obtendrán resolviendo los sistemas de ecuaciones que resultan de cada una
de las raíces características, ρ 1 = 5 . Las ecuaciones serán:

−3 · x1 + x2 − x3 = 0 

−3 · x2 − x3 = 0


−3 · x1 − 2 · x2 − 2 · x3 = 0

sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble asociado el siguiente:

X1 (−4, −3, 9)

ρ 2 = ρ 3 = 1 . Las ecuaciones serán:



x1 + x2 − x3 = 0  

x2 − x3 = 0


−3 · x1 − 2 · x2 + 2 · x3 = 0

sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble asociado, el siguiente.

X2 (0, 1, 1)

Las eventuales rectas dobles se obtendrán resolviendo el correspondiente sistema



(a11 −ρ
ρ ) · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 = 0 

a12 · v1 + (a22 −ρρ ) · v2 + a32 · v3 = 0


a13 · v1 + a23 · v2 + (a33 −ρρ ) · v3 = 0

que en nuestro caso serán: Para ρ = 5



−3 · v1 − 8 · v3 = 0 


v1 − 3 · v2 − 2 · v3 = 0


− v1 − v2 − 2 · v3 = 0

139
sistema de rango 2, que nos proporcionará la recta doble siguiente

v1 − 3 · v2 − 2 · v3 = 0 
=⇒ (v1 = −1 , v2 = −1 , v3 = 1)
−v1 − v2 − 2 · v3 = 0 

es decir la
r1 ≡ −x1 − x2 + x3 = 0

Para ρ = 1

v1 + −3 · v3 = 0 

v1 + v2 − 2 · v3 = 0


−v1 − v2 + 2 · v3 = 0

sistema de rango 2, que nos proporcionará la recta doble siguiente



v1 − 3 · v3 = 0 
=⇒ (v1 = 3 , v2 = −1 , v3 = 1)
v1 + v2 − 2 · v3 = 0 

es decir la
r3 ≡ 3 · x1 − x2 + x3 = 0

Observemos que por el punto doble X2 (0, 1, 1) pasan las dos rectas dobles r1 y r2 , mientras que por el punto doble
X1 (−4, −3, 9) sólo para la r2 .
Para determinar la forma canónica, tomaremos como vértices del nuevo triángulo de referencia el determinado por
los dos puntos dobles.
X1 (−4, −3, 9) , X2 (0, 1, 1)

y otro punto cualquiera, no alineado con los anteriores, por ejemplo el

X3 (1, −2, −1) .

Así, la matriz de cambio de base será.  


−4 0 1
 
P = −3
 1 −2 

9 1 −1
siendo  
1 1 1
− 16 − 16 16
−1
 
P = 21 5 11 
16 16 16 
12 4 4
16 − 16 16
de donde resultará que la matriz de la forma canónica es
     
− 1 1
− 16 1
2 1 −1 −4 0 1
−1
 16 16
    
C = P ·A·P =  21 5 11 · 0 ·
 16 16 16   2 −1 
 
−3 1 −2 

12 4 4
16 − 16 16 −3 −2 3 9 1 −1
es decir  
5 0 0
C = P−1 · A · P = 
 
0 1 −1
0 0 1

140
y la colineación, respecto del nuevo sistema de referencia

X0 = C · X

siendo, en consecuencia, la forma canónica de la colineación dada, la siguiente.



x01 = 5 · x1 


x02 = x2 − x3

x03

= x3

El siguiente esquema trata de resumir lo que acabamos de establecer.

X3(1, -2, -1)

Rectas dobles

Nuevo triángulo
de refrencia
_ 1-x2+x3=0
r1 =-x

X2((0, 1, 1)
X1(-4, -3, 9) _ .x1-x2+x3=0
r3 =3

Puntos dobles

Ejemplo 5. Determinar los elementos dobles de la colineación del plano proyectivo real en sí mismo de ecuación
     
x0 0 1 0 x1
 1    
x0  =  0 0 1  · x2 
 
 2  
x03 1 −3 3 x3

La ecuación característica es
0 −ρρ 1 0



0 0 −ρ
ρ 1 = 0

1 −3 3 −ρρ
es decir
ρ )3 = 0
(1 −ρ

que tiene por raíces características


ρ1 = ρ2 = ρ3 = 1

Los puntos dobles de la colineación se obtendrán resolviendo los sistemas de ecuaciones que resultan de cada una
de las raíces características, en nuestro caso sólo uno, ρ 1 = ρ 2 = ρ 3 = 1 . Las ecuaciones serán:

−x1 + x2 =0 

− x2 + x3 = 0


x1 − 3 · x2 + 2 · x3 = 0

141
sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble (único) asociado el siguiente:

X1 (1, 1, 1)

Las eventuales rectas dobles se obtendrán resolviendo el correspondiente sistema



(a11 −ρ
ρ ) · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 = 0 

a12 · v1 + (a22 −ρρ ) · v2 + a32 · v3 = 0


a13 · v1 + a23 · v2 + (a33 −ρρ ) · v3 = 0

que en nuestro caso resultará ser



−v1 + v3 = 0 


v1 − v2 − 3 · v3 = 0


v2 + 2 · v3 = 0

sistema de rango 2, que nos proporciona como única recta doble la siguiente

v1 − v2 − 3 · v3 = 0 
=⇒ (v1 = 1 , v2 = −2 , v3 = 1)
+v2 − 2 · v3 = 0 

es decir la
r ≡ x1 − 2 · x2 + x3 = 0

que pasa, evidentemente, por el punto doble (1, 1, 1).

Para determinar la forma canónica, tomaremos como vértices del nuevo triángulo de referencia el determinado por
el punto doble, X0 (1, 1, 1), un punto cualquiera situado sobre la recta r, por ejemplo el X2 (2, 1, 0), y otro punto
cualquiera no colineal con X1 y X2 , por ejemplo X3 (0, 0, 1). Así, la matriz de cambio de base será:
 
1 2 0
 
P=
 1 1 0 

1 0 1

siendo  
−1 2 0
−1
 
P = 1
 −1 0 

1 −2 1
de donde resultará que la matriz de la forma canónica es
     
−1 2 0 0 1 0 1 2 0
C = P−1 · A · P = 
     
 1 −1 · 0
0  0 · 1
1  1 0 
 

1 −2 1 1 −3 3 1 0 1

es decir  
1 −1 2
C = P−1 · A · P = 
 
 0 1 −1 

0 0 1

142
y la colineación, respecto del nuevo sistema de referencia

X0 = C · X

siendo, en consecuencia, la forma canónica de la colineación dada, la siguiente:



x01 = x1 − x2 + 2 · x3 


0
x2 = x2 − x3

x03 =

x3

El siguiente esquema trata de resumir lo que acabamos de establecer:

X2((2, 1, 0)

Recta doble

Nuevo triángulo
de referencia
_ 1-2 .x2+x3=0
r =x

X1(1, 1, 1)
X3(0, 0, 1)
Punto doble

Ejemplo 6. Determinar los elementos dobles de la colineación del plano proyectivo real en sí mismo de ecuación:
     
x0 1 0 0 x1
 1    
0
 · x2 
x  =  0 0 1   
 2 
x03 1 −1 1 x3

La ecuación característica es
1 −ρρ 0 0



0 0 −ρ
ρ 1 = 0

0 −1 1 −ρρ
es decir
(1 −ρ
ρ ) · (1 −ρ ρ 2) = 0
ρ +ρ

que tiene por raíces características

ρ 1 = 1 , (ρ
ρ 2 y ρ 3 complejas conjugadas)

Los puntos dobles de la colineación se obtendrán resolviendo los sistemas de ecuaciones que resultan de cada una
de las raíces característica; en nuestro caso sólo se consideraría la raíz real, ρ 1 = 1 . Las ecuaciones serán:

0 · x1 + 0 · x2 + 0 · x3 = 0 


0 · x1 − x2 + x3 = 0


0 · x1 − x2 + 0 · x3 = 0

143
sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble (único) asociado el siguiente:

X1 (1, 0, 0)

Las eventuales rectas dobles se obtendrán resolviendo el correspondiente sistema



(a11 −ρ
ρ ) · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 = 0 

a12 · v1 + (a22 −ρ ) · v2 +
ρ a32 · v3 = 0


a13 · v1 + a23 · v2 + (a33 −ρρ ) · v3 = 0

que en nuestro caso resultará ser



0 · v1 + 0 · v2 + 0 · v3 = 0 


0 · v1 − v2 − v3 = 0


0 · v1 + v2 + 0 · v3 = 0

sistema de rango 2, que nos proporciona como única recta doble la siguiente

−v2 − v3 = 0 
=⇒ (v1 = 1 , v2 = 0 , v3 = 0)
v2 =0 

es decir la
r ≡ x1 − 0 · x2 + 0 · x3 = 0

o sea
r ≡ x1 = 0

que evidentemente no pasa por el punto doble X1 (1, 0, 0).

Para determinar la forma canónica, tomaremos como vértices del nuevo triángulo de referencia el determinado por
el punto doble X0 (1, 0, 0), y dos puntos cualesquiera situados sobre la recta r, por ejemplo los

X2 (0, 1, 0) y X3 (0, 0, 1) .

Así la matriz de cambio de base será.  


1 0 0
 
P=
 0 1 0 

0 0 1
siendo  
1 0 0
P−1 = 
 
 0 1 0 

0 0 1
de donde resultará que la matriz de la forma canónica es
     
1 0 0 1 0 0 1 0 0
C = P−1 · A · P = 
     
 0 1 · 0
0  0 · 0
1  1 0 
 

0 0 1 0 −1 1 0 0 1

144
es decir  
1 0 0
C = P−1 · A · P = 
 
 0 0 1 

0 −1 1
y la colineación, respecto del nuevo sistema de referencia

X0 = C · X

siendo, en consecuencia, la forma canónica de la colineación dada, la siguiente.



x01 = x1 


x02 = x3

x03 =

−x2 + x3

El siguiente esquema trata de resumir lo que acabamos de establecer:

X3(0, 0, 1)
Recta doble

Nuevo triángulo
de referencia
_ x1=0
r1 =

Punto doble X2((0, 1, 0)


X1(1, 0, 0)

145
Lección 36.- CAMBIOS DE SISTEMAS DE REFERENCIA

36.1 Cambio de base en el plano proyectivo real


36.2 Cambio de base en la recta proyectiva real

36.1 Cambio de base en el plano proyectivo real

Referido el plano proyectivo a un determinado sistema de referencia puede interesarnos cambiar dicho
sistema a otro, que vendrá dado por sus coordenadas (homogéneas) en el sistema antiguo, así

A1 (1, 0, 0) −−−−−−−−−−−→ A01 (a1 , b1 , c1 )


A2 (0, 1, 0) −−−−−−−−−−−→ A02 (a2 , b2 , c2 )
A3 (0, 0, 1) −−−−−−−−−−−→ A03 (a3 , b3 , c3 )
U(1, 1, 1) −−−−−−−−−−−→ U0 (a4 , b4 , c4 )
| {z } | {z }
sistema de referencia antiguo sistema de referencia nuevo

A'1(a1, b1, c1)

U' (a4, b4, c4)

A 2(0, 1, 0) A'2(a2, b2, c2)

A'3(a3, b3, c3)

(x1, x2, x3)


U (1, 1, 1) X
(x'1, x'2 , x'3)

A 1 (1, 0, 0)
A 3(0, 0, 1)

La matriz de cambio del sistema de referencia, de la que resultarán inmediatamente las ecuaciones de
cambio de sistema de referencia, se obtiene de la forma siguiente:

• Se normalizan los vectores A01 , A02 , A03 respecto U0 :



A01 (a1 , b1 , c1 ) 

 A001 (a01 , b01 , c01 )
0
A2 (a2 , b2 , c2 ) =⇒ A002 (a02 , b02 , c02 )

0 A003 (a03 , b03 , c03 )

A3 (a3 , b3 , c3 )

147
• La matriz del cambio será la siguiente:
 
a01 a02 a03
 
B= 0 b02 b03 
 b1 
c01 c02 c03

• La expresión matricial del cambio será:


     
x1 a0 a02 a03 x0
   1   1
x  =  b0 b02 b03   0
 2  1  · x2 
x3 c01 c02 c03 x03

• Las ecuaciones del cambio serán.



x1 = a01 · x01 + a02 · x02 + a03 · x03 


0 0 0 0 0
x2 = b1 · x1 + b2 · x2 + b3 · x3 0

x3 = c01 · x01 + c02 · x02 + c03 · x03

Sin embargo, en general, nos interesará más determinar las coordenadas de un punto, respecto del nuevo
sistema, en función de las del mismo respecto del sistema antiguo. El procedimiento es, entonces, muy
sencillo puesto que la matriz, que nos determinará las nuevas ecuaciones, será la inversa de las del cambio
que tenemos establecida. Así, si es
X = B · X0

bastará determinar
A = B−1

siendo la nueva expresión matricial la siguiente

X0 = A · X

que nos determinará, de manera inmediata como antes, las nuevas ecuaciones del cambio. Veámoslo con
un ejemplo:
Ejemplo 1.Dado un plano proyectivo real, en el que tenemos definido un sistema de referencia: (A1 , A2 , A3 , U),
determinar las ecuaciones del cambio de coordenadas al nuevo sistema de referencia, dado por los puntos

A01 (1, 1, 2) , A02 (3, 1, −5) , A03 (0, 2, 1) , U0 (1, 5, −6)

Para ello lo primero que hacemos es normalizar el nuevo sistema de referencia, haciendo

U0 = α · A01 +β
β · A02 +γγ · A03

es decir
(1, 5, −6) = α · (1, 1, 2) +β
β · (3, 1, −5) +γγ · (0, 2, 1)

148
de donde 
1 = α + 3 ·β
β 


5= α+ β + 2 ·γγ


−6 = 2 ·α
α − 5 ·β
β+ γ

sistema que resuelto nos da


α = −2 , β = 1 , γ = 3

Luego, los vectores normalizados serán.

A001 = α · A01 = −2 · (1, 1, 2) = (−2, −2, −4)


A002 = β · A02 = 1 · (3, 1, −5) = ( 3, 1, −5)
A003 = γ · A03 = 3 · (0, 2, 1) = ( 0, 6, 3)

Así la matriz del cambio será la siguiente:


 
−2 3 0
 
B = −2
 1 6 

−4 −5 3

La expresión matricial del cambio será:


     
x1 −2 3 0 x0
     1
 0
 · x2 
x  = −2 1 6 
 2 
x3 −4 −5 3 x03

y las ecuaciones del cambio serán. 


x1 = −2 · x01 + 3 · x02 


x2 = −2 · x01 + x02 + 6 · x03

x3 = −4 · x01 − 5 · x02 + 3 · x03

Para determinar las ecuaciones que nos den las coordenadas de un punto, en el sistema nuevo, en función de las
correspondientes en el antiguo, calcularemos la inversa de B:
−33 9 −18
 
 120 120 120 
 
 
 
−1
 18 6 −12 
A=B =  120

 120 120 

 
 
 −14 22 −4 
120 120 120
La expresión matricial del cambio será ahora:
−33 9 −18  
 
 
x 0 x
 1   120 120 120 
  1

     
     
   18
x0  =  6 −12   
 · x 
 2   120 2
   120 120  

 
     
     
 −14 22 −4  x
x03 3
120 120 120

149
y las correspondientes ecuaciones del cambio las siguientes:
−33

9 18
x01 = ·x + ·x − ·x 
120 1 120 2 120 3









18 6 12

x02 = ·x + ·x − ·x
120 1 120 2 120 3  





−14 22 4 
x03 =

· x1 + · x2 − · x3 

120 120 120
que son, evidentemente simplificables, dado que estamos manejando coordenadas homogéneas; así, podremos es-
cribir: 
x01 = −33 · x1 + 9 · x2 − 18 · x3 


x02 = 18 · x1 + 6 · x2 − 12 · x3

x03 = −14 · x1 + 22 · x2 − 4 · x3

36.2 Cambio de base en la recta proyectiva real

La experiencia adquirida en el punto anterior nos va a permitir establecer una mecánica única en lo que
se refiere a cambios de referencia de sistemas proyectivos en la recta real, no importando cualquiera de
sus posibilidades, es decir cambios de sistema:

Proyectivo ←→ Proyectivo
Cartesiano ←→ Cartesiano
Baricéntrico ←→ Baricéntrico
Proyectivo ←→ Baricéntrico
Proyectivo ←→ Cartesiano
Cartesiano ←→ Baricéntrico

ya que el sistema proyectivo ampara como casos particulares a los demás. Los ejemplos que siguen van
a mostrar como actuar en cada caso, manejando coordenadas homogéneas. Bastará recordar que en un
sistema cartesiano el punto impropio de la recta tiene por coordenadas (1, 0), mientras que en un sistema
baricéntrico dicho punto impropio tiene por coordenadas (1, 1).

Ejemplo 1. Dado el sistema de referencia (O, U) sobre la recta r, consideremos los puntos O0 y U0 , de abscisas
respectivas 2 y 5, es decir tales que

OU = 1 , OO0 = 2 , OU0 = 5 , O0 U0 = 5 − 2 = 3

150
Sean, ahora, los puntos O0 y U0 , respectivamente, origen y unidad de un nuevo sistema de referencia, (O0 , U0 ), que
llamaremos NUEVO, dando el nombre de ANTIGUO al original (O, U)

O U O' U' X
r
1
2 3
5
11

Estamos ante un cambio de sistema de referencia del tipo CARTESIANO a CARTESIANO.


Utilizando coordenadas homogéneas, la correspondencia será:

Sistema ANTIGUO Sistema NUEVO

(se corresponden los


(1, 0) −−−−−−−−−−−−−→ (1, 0)
puntos impropios de r)
O(0, 1) −−−−−−−−−−−−−→ O0 (2, 1)
U(1, 1) −−−−−−−−−−−−−→ U0 (5, 1)
Pasamos, ahora a normalizar:
(1, 0) (α
α)
(2, 1) (β
β)
(5, 1)

(5, 1) = α · (1, 0) +β
β · (0, 2)
 
5 = α + 2 ·β
β  α =3 
=⇒
1= β  β =1 
Los vectores normalizados serán:
(3, 0)
(2, 1)
(5, 1)
luego
1 2
     
3 2 −1 1 1 −2 −
B =  y A=B = · = 3 3
0 1 3 0 3 0 1
| {z } | {z }
X = B · X0 X0 = A · X
Las ecuaciones del cambio serán, por tanto,

1 2
 
x1 = 3 · x01 + 2 · x02  x01 = · x1 − · x2 

3 3

 

 
x02
 
x2 = x02 =
 
x2 

151
Así para el punto X(11, 1), su abscisa en el sistema NUEVO será:

1 2 11 − 2 9

x01 = · 11 − ·1 = = =3 
3 3 3 3
x02 = 1 

es decir
X0 (3, 1)

Observemos que, recíprocamente, cuando lo que tenemos es X0 (3, 1), su abscisa en el sistema ANTIGUO será:

x1 = 3 · 3 + 2 · 1 = 11 
x2 = 1 

es decir
X(11, 1)

Ejemplo 2. Fijados sobre la recta r, dos puntos P y Q, puntos fundamentales de un sistema baricéntrico que
llamaremos ANTIGUO, determinamos un NUEVO sistema constituido por los puntos P0 y Q0 , dando sus abscisas

4
q = (QPQ0 ) = 2 , p = (QPP0 ) =
3

Q P Q´ P´ X
r
0 ∞ q=2 p=
_
4
3

Sistema ANTIGUO Sistema NUEVO

Estamos ante un cambio de sistema de referencia del tipo BARICÉNTRICO a BARICÉNTRICO.


Utilizando coordenadas homogéneas, la correspondencia será:

Sistema ANTIGUO Sistema NUEVO


 
4
P(1, 0) −−−−−−−−−−−−−→ P0 ,1
3
Q(0, 1) −−−−−−−−−−−−−→ Q0 (2, 1)
(se corresponden los
(1, 1) −−−−−−−−−−−−−→ (1, 1)
puntos impropios de r)
Pasamos, ahora, a normalizar:  
4
,1 (α
α)
3
(2, 1) (β
β)
(1, 1)
 
4
(1, 1) = α · β · (2, 1)
, 1 +β
3

152
4
 3 
1= ·α
α + 2 ·β
β 
 α= 
2

3

 

=⇒
1 

 
 
1= α+ β  β =− 
2
Los vectores normalizados serán:  
3
2,
 2 
1
−1, −
2

(1, 1)
luego
   1 
2 −1 − 1  
 2
1  −1 2
  
B = y A = B−1 = · =
   
1

3 1 
3
 −3 4
− 2 − 2
2{z 2 }
| | {z 2 }
0
X = B·X X0 = A · X
Las ecuaciones del cambio serán, por tanto,


x1 = 2 · x01 + x02 
 
x01 = − x1 − 2 · x2 

3 0 1 0   x0 = −3 · x1 + 4 · x2 
2
x2 = · x1 − · x2 

2 2

 
6
Así para el punto X , 1 , su abscisa en el sistema NUEVO será:
5

6 −6 + 10 4 
x01 = − −2·1 = = 
5 5 5


6 −18 + 20 2 

x02 = −3 ·

+4·1 = = 
5 5 5
es decir  
0 4 2
X ,
5 5
o lo que es lo mismo
X0 (2, 1)

Observemos que, recíprocamente, cuando lo que tenemos es X0 (2, 1), su abscisa en el sistema ANTIGUO será:

x1 = 2 · 2 − 1 = 4 − 1 = 3 


3 1 1 5 

x2 = ·2− ·1 = 3− =


2 2 2 2
es decir  
5
X 3,
2

153
o lo que es lo mismo
 
6
X ,1
5

Ejemplo 3. Consideremos, sobre una recta, el sistema de puntos fundamentales P, Q, R, de abscisas proyectivas
(sistema ANTIGUO), y los puntos P0 , Q0 , R0 , que constituirán el NUEVO sistema de referencia, dados por sus
coordenadas proyectivas
9
p = (PQRP0 ) =
10
9
q = (PQRQ0 ) =
8
6
r = (PQRR0 ) =
5

(
9 ,1
P' _
10 ) ( ) ( )
Q' _
8
6,1
9 , 1 R' _
5 X'

Q (0, 1) R (1, 1) X
P(1, 0)
Estamos ante un cambio de sistema de referencia del tipo PROYECTIVO a PROYECTIVO.
Utilizando coordenadas homogéneas la correspondencia será:

Sistema ANTIGUO Sistema NUEVO

 
9
(1, 0) −−−−−−−−−−−−−→ ,1
10
 
9
(0, 1) −−−−−−−−−−−−−→ ,1
8
 
6
(1, 1) −−−−−−−−−−−−−→ ,1
5
Pasamos, ahora, a normalizar:
 
9
,1 (α
α)
 10 
9
,1 (β
β)
 8 
6
,1
5

6 9 9
 1 
= ·α
α+ ·β
β  α =− 
3
 
5 10 8

 

=⇒
4

 

 
1= α+ β  β= 
3

154
Los vectores normalizados serán:  
3 1
− ,−
 10 3 
3 4
,
2 3
 
6
, 1
5
luego
 3 3 4 3   40 
− − −15
 10 2 1 3 2   3 
B = y A = B−1 = · =
     
1
 
1 4 1 3 10
     
− 10 − −3
| 3
{z 3 } | 3 {z 10 3 }
0
X = B·X X0 = A · X
Las ecuaciones del cambio serán, por tanto,

3 3 0  40 
x1 = − · x0 + ·x  x01 = · x1 − 15 · x2 
10 1 2 2 3

 

 

1 0 4 0 10

 

x02 =
 
x2 = − ·x + ·x  · x1 − 3 · x2 
3 1 3 2 3

Así para el punto X(3, 1), su abscisa en el sistema NUEVO será:

40 
x01 = · 3 − 15 · 1 = 40 − 15 = 25 
3


10


x02 =

· 3 − 3 · 1 = 10 − 3 = 7 
3
es decir
X0 (25, 7)

o lo que es lo mismo
25
X0 ( , 1)
7
25
Observemos que, recíprocamente, cuando lo que tenemos es X0 (
, 1), su abscisa en el sistema ANTIGUO será:
7
3 25 3 −75 3 −75 + 105 30 3 
x1 = − · + ·1 = + = = = 
10 7 2 70 2 70 70 7 

1 25 4 −25 28 3 1



x2 = − · + ·1 = + = = 
3 7 3 21 21 21 7
es decir  
3 1
X ,
7 7
o lo que es lo mismo

X(3, 1)

155
Ejemplo 4. Consideramos, sobre una recta, el sistema de puntos fundamentales P, Q, R de abscisas proyectivas
(sistema ANTIGUO) y los puntos P0 , Q0 , R0 que constituirán el NUEVO sistema de referencia, que queremos sea
un sistema cartesiano. Veámoslo representado en el esquema siguiente:

(
3
X _, 1
2 )
P(1, 0) Q(0, 1) R(1, 1) S

∞ 0 1

Q´(0, 1) R´(1, 1) P´(1, 0)

X´(3, 1)

Observemos que la coordenada proyectiva del punto S (punto impropio de la recta) se calculará como sigue:

PR 2
(PQRS) = (PQR∞
∞) = (PQR) = = =2
QR 1
luego en coordenadas homogéneas
S(2, 1)

La correspondencia a establecer será:

Sistema ANTIGUO Sistema NUEVO


(Proyectivo (Cartesiano)

(1, 0) −−−−−−−−−−−−−→ (2, 1)


(0, 1) −−−−−−−−−−−−−→ (0, 1)
(1, 1) −−−−−−−−−−−−−→ (1, 1)
Pasamos, ahora, a normalizar
(2, 1) (α
α)
(0, 1) (β
β)
(1, 1)
 1 
1 = 2 ·α
α α= 
2

 

 
=⇒
1 

 
1 = α +β
 
β β= 
2
Los vectores normalizados serán:  
1
1,
 2
1
0,
2
(1, 1)

156
luego
   1 
1 0 0  
2
1   1 0
   
−1
B = y A=B = · =
   
1

1 1 
1
 −1 2
2 − 1
| 2{z 2 } 2
| {z }
X = B · X0 X0 = A · X
Las ecuaciones del cambio serán, por tanto:

 
x1 = x01  x01 = x1 
1 1 0 
x2 = · x0 + ·x x02 = −x1 + 2 · x2 
2 1 2 2

Así, el punto de coordenadas cartesianas homogéneas, en el sistema NUEVO, X0 (3, 1), tendrá como coordenadas
proyectivas homogéneas, en el sistema ANTIGUO:

x1 = 3 
1 1
x2 = ·3+ ·1 = 2 
2 2
es decir
X(3, 2)

o lo que es lo mismo
3
X( , 1)
2
3
Observemos que recíprocamente, cuando lo que tenemos es X( , 1), coordenadas homogéneas en el sistema AN-
2
TIGUO, su abscisa en el sistema NUEVO será
3

x01 = 

2 

3 1 
x02 = − +2·1 =


2 2
es decir  
3 1
X0 ,
2 2
o lo que es lo mismo
X0 (3, 1)

Por otra parte, el proceso de paso de un sistema cartesiano a otro proyectivo, es totalmente análogo al que acabamos
de ver.

157
Ejemplo 5. Consideremos, sobre una recta, el sistema de puntos fundamentales P, Q, R, de abscisas proyectivas
(sistema ANTIGUO) y los puntos P0 , Q0 , R0 que constituirán el NUEVO sistema de referencia, que queremos que
sea baricéntrico. Veámoslo representado en el esquema siguiente.

P(1, 0) Q(0, 1) R(1, 1) T


X ( _85 , 1) S

( _12 , 1)
P'(1, 0) Q'(0, 1) R'(1, 1)
X'

Observemos que la coordenada proyectiva del punto S (punto impropio de la recta) se calcula como sigue:

PR 2
(PQRS) = (PQR∞
∞) = (PQR) = = =2
QR 1

luego en coordenadas homogéneas


S(2, 1)

Por otra parte, la coordenada proyectiva del punto T se calculará como sigue:

(PQR) PR QT 2 2 4
(PQRT) = = · = · =
(PQT) QR PT 1 3 3

luego en coordenadas homogéneas  


4
T ,1
3
La correspondencia a establecer será:

Sistema ANTIGUO Sistema NUEVO


(Proyectivo (Baricéntrico)

(1, 0) −−−−−−−−−−−−−→ (0, 1)


 
4
(0, 1) −−−−−−−−−−−−−→ ,1
3
(1, 1) −−−−−−−−−−−−−→ (2, 1)
Pasamos ahora a normalizar
(0, 1) (α
α)
 
4
,1 (β
β)
3
(2, 1)

1 
4
 α =− 
·β 2 

2= β 
3 =⇒
1=α+ β  3 

β= 

2

158
Los vectores normalizados serán:  
1
0, −
 2
3
2,
2
(2, 1)
luego
  3  3 
0 2 −2 −2
  1  2  2 
B = y A = B−1 = · =
     
1 
 
 1 3 1 1
   
− 0 0
| 2
{z 2 } 2 2
| {z }
0
X = B·X X0 = A · X
Las ecuaciones del cambio serán, por tanto

 3 
x1 = 2 · x02  x01 = · x − 2 · x2
2 1
 


 

1 0 3 0 
 1


x2 = − · x1 + ·x  x02 =
 
·x 
2 2 2 2 1

 
1
Así, el punto de coordenadas baricéntricas homogéneas en el sistema NUEVO, X0 , 1 tendrá como coordena-
2
das proyectivas homogéneas, en el sistema ANTIGUO:

x1 = 2·1 =2 
1 1 3 5 
x2 = − · + ·1 =
2 2 2 4
es decir  
5
X 2,
4
o lo que es lo mismo
 
8
,1
X
5
 
8
Observemos que recíprocamente, cuando lo que tenemos es X , 1 , coordenadas proyectivas homogéneas en
5
el sistema ANTIGUO, su abscisa en el sistema baricéntrico NUEVO será.
3 8 24 20 4 
x01 = · −2·1 = − = 
2 5 10 10 10 

1 8 8


x02 =

· = 
2 5 10
es decir  
4 8
X0 ,
10 10
o lo que es lo mismo
 
0 1
X ,1
2

159
Por otra parte, el proceso de paso de un sistema baricéntrico a otro proyectivo, es totalmente análogo al que acabamos
de ver.

Ejemplo 6. Consideremos, sobre una recta, un sistema de referencia cartesiano dado por los puntos P(1, 0), Q(0, 1),
R(1, 1) (sistema ANTIGUO) coincidiendo el punto P con el impropio de la recta y los puntos P0 , Q0 , R0 , que
constituirán el nuevo sistema de referencia baricéntrico. Para que sea así deberá verificarse que

P0 (1, 0) , Q0 (0, 1) , R0 (1, 1)

coincidiendo el punto R0 con el impropio de la recta.


Veámoslo representado en el esquema siguiente:

Q(0, 1) R(1, 1) (2, 1) (3, 1) X(4, 1)


P(1, 0)

R'(1, 1)

(_ )
P'(1, 0) Q'(0, 1)
X' 1 , 1
2

La correspondencia a establecer será:

Sistema ANTIGUO Sistema NUEVO

(1, 0) −−−−−−−−−−−−−→ (2, 1)


(0, 1) −−−−−−−−−−−−−→ (3, 1)
(1, 1) −−−−−−−−−−−−−→ (1, 0)
Pasamos, ahora, a normalizar
(2, 1) (α
α)
(3, 1) (β
β)
(1, 0)
 
1 = 2 ·α
α + 3 ·β
β  α = −1 
=⇒
0 = α +β β  β= 1 
Los vectores normalizados serán:
(−2, −1)
( 3, 1)
(1, 0)
luego    
−2 3 1 −3
B =  y A = B−1 =  
−1 1 1 −2
| {z } | {z }
X = B · X0 X0 = A · X

160
Las ecuaciones del cambio serán, por tanto:

 
x1 = −2 · x01 + 3 · x02  x01 = x1 − 3 · x2 
x2 = − x0 + x0 
1 2 x0 = x1 − 2 · x2 
2

 
1
Así, el punto de coordenadas baricéntricas homogéneas, en el sistema NUEVO, X0 , 1 , tendrá como coorde-
2
nadas cartesianas homogéneas, en el sistema ANTIGUO:

1
x1 = −2 · +3·1 = 2


2
1 1
x2 = − + 1 = 

2 2
es decir  
1
X 2,
2
o lo que es lo mismo
X(4, 1)

Observemos que, recíprocamente, cuando lo que tenemos es X(4, 1), coordenadas cartesianas homogéneas en el
sistema ANTIGUO, su abscisa en el sistema baricéntrico NUEVO será:

x0 = 4 − 3 · 1 = 1 
1
x02 = 4 − 2 · 1 = 2 

es decir
X0 (1, 2)

o lo que es lo mismo
 
1
X0 ,1
2
Por otra parte, el proceso de paso de un sistema baricéntrico a otro cartesiano, es totalmente análogo al que acabamos
de ver.

161
Lección 37.- HOMOLOGÍAS

37.1 La homología y sus propiedades


37.2 Homología entre formas planas superpuestas
37.3 Determinación de figuras homológicas
37.4 Las rectas límites, L y L0
37.5 Determinación de una homología
37.6 Homologías particulares
37.7 Ejemplos

37.1 La homología y sus propiedades

De dos formas planas perspectivas, es decir, secciones de una misma radiación, diremos que son homo-
lógicas. Una tal homografía recibe el nombre de homología, y para ella se verifica:

B
b A
E
b´ a

Π´
a´ A´

1a .- Los puntos homólogos están alineados con el punto fijo S, vértice de la perspectividad, al que se
llama centro de la homología.
2a .- Las rectas homólogas se cortan en puntos situados en la recta E , intersección de los dos planos de
las secciones al que se llama eje de la homología.
Vamos a estar interesados en estudiar las homologías entre formas planas superpuestas, para lo que
partiremos del siguiente resultado más general:

163
PROPOSICIÓN 1. Dos figuras ϕ 0 y ϕ 00 no coplanarias, homológicas de una tercera ϕ , respecto de
un mismo eje E de homología y de dos centros distintos S0 y S00 , son homológicas entre sí respecto
del mismo eje E y de un centro S alineado con S0 y S00 .
En efecto: En la correspondencia resultante entre ϕ 0 y ϕ 00 , son dobles todos los puntos del eje E ; en
consecuencia esta correspondencia es una homología.
Por otra parte, como el plano AA0 A00 , determinado por un punto cualquiera A de ϕ , y sus dos homólogos
A0 y A00 , contiene S0 y S00 , situados respectivamente en AA0 y AA00 , la recta de este plano corta a la S0 S00 .
En definitiva, todas las rectas que unen pares de puntos homólogos de ϕ 0 y ϕ 00 se cortan entre sí, y con
S0 S00 , luego concurren en un punto S, centro de la homología ϕ 0 ·ϕ
ϕ 00 , situado en S0 S00 .
S´´

ϕ´
A
ϕ´´

A´´
E S

37.2 Homología entre formas planas superpuestas

Dando continuidad al resultado del punto anterior, si ϕ 0 y ϕ 00 están en un mismo plano Π , podemos
afirmar que el plano AA0 A00 contiene A0 A00 y S0 S00 . En consecuencia, las rectas A0 A00 que unen pares de
puntos homólogos de ϕ 0 y ϕ 00 , pasan ahora por el punto fijo S de intersección de S0 S00 con Π . Por otra
parte, la rectas homólogas de ϕ , ϕ 0 y ϕ 00 concurren en puntos del eje E .
Se obtiene así una correspondencia entre dos formas planas superpuestas, ϕ 0 y ϕ 00 , que seguiremos
llamando homología puesto que verifica las mismas condiciones 1a y 2a , del punto anterior, de la homo-
logía entre formas no coplanarias.
S´´


A
ϕ
Π
S
A´´


ϕ´ ϕ´´

164
El resultado general establecido en el punto anterior sigue siendo válido entre figuras coplanarias.

Ejemplo 1. En una homología entre formas planas superpuestas los puntos del eje, E , son dobles, es decir homó-
logos de sí mismos, como también lo es el centro, S.
Así mismo, las rectas de unión de puntos homólogos, es decir, todas las que pasan por el centro S, son rectas dobles.
S

Centro (punto doble)

Rectas dobles

D´ Eje (recta doble)


E
B

En este ejemplo, el centro no está situado sobre el eje; correspondería a lo que en la Lección 35 llamábamos una
homología general.

Ejemplo 2. Veamos otro caso en el que tenemos otra homología general.


S

Centro (punto doble)

Rectas dobles

A Eje

E
Ae C´ Be O´

Por otra parte el que el centro esté situado sobre el eje no altera la sistemática para determinar las figuras homólogas,
en las homologías que este caso calificábamos de homologías especiales.

165
Ejemplo 3. En este caso, en el que el centro está situado sobre el eje, estaríamos ante lo que calificábamos en la
Lección 35 como una homología especial.

Centro (punto doble)



A´ Eje (recta doble)

S E

C B

A Rectas dobles

Puede, asimismo, ocurrir que, siendo propio el eje de la homología sea impropio su centro, y viceversa, ser propio
el centro e impropio su eje. Estudiaremos estos casos en el apartado 6 de esta lección.

Ejemplo 4. Si dos triángulos son tales que sus lados homólogos se cortan dos a dos en puntos de una recta, E , en-
tonces los pares de vértices homólogos están alineados con un punto, S. Los triángulos serán entonces homológicos,
en la homología de centro S y eje E .
Análogamente si los vértices homólogos de dos triángulos están alineados con un punto, S, entonces los lados ho-
mólogos se cortan dos a dos en puntos de una recta E . Los triángulos serán entonces homológicos, en la homología
de centro S y eje E .
E

C


S
B A´

166
Ejemplo 5. Dada una homología entre formas planas superpuestas cuyo centro no pertenece al eje, la razón doble
de la cuaterna formada por dos puntos homólogos cualesquiera, A y A0 , el centro S, y el punto de intersección Ae
de la recta AA0 , es una constante.
Basta ver que las cuaternas
(AA0 SAE ) y (BB0 SBE )

son perspectivas, de donde resulta que:


(AA0 SAE ) = (BB0 SBE )

En la figura del ejemplo 2, observamos que O0 es el centro de perspectividad. El valor constante así establecido
recibe el nombre de característica de la homología y también coeficiente de homología.

¡¡ATENCIÓN!! Veremos más adelante que el conocimiento de la característica, que acabamos de


establecer en el ejemplo anterior, resultará ser un elemento más, a tener en cuenta, cuando se trata de
determinar una homología.
Observamos, por otra parte, que la característica, que vale

(AA0 Sα α AA0 )
α ) = (Sα

siendo: α = AE nos muestra que los puntos S y α , son puntos dobles en la homología.

Ejemplo 6. Si la característica de una homología, entre formas planas superpuestas, vale −1, entonces todos los
pares de puntos homólogos estarán armónicamente separados por el centro y el eje, y la homología se llamará
involutiva, por corresponderse doblemente todos los pares de elementos homólogos.

B
A
Ae
E


Basta ver que permutando A y A0 se verifica, que

(AA0 SAe ) = (A0 ASe ) = −1

Observemos que, en una tal homología involutiva, son concurrentes en el eje no sólo AB y A0 B0 , sino también AB0
y BA0 .

167
Apuntemos, asimismo, que basta que se correspondan dos puntos, A y A0 , doblemente para que se correspondan
doblemente los demás.

Dada una homología entre formas planas, llamaremos rectas límites L y L0 , a las rectas homólogas de la
recta impropia del plano, considerada como de una u otra figura, o dicho de otra manera de la primera
o segunda figura.
Las rectas límites serán, siempre, paralelas al eje de la homología, puesto que deben concurrir en él con
la recta impropia.

37.3 Determinación de figuras homológicas

Conviene no perder de vista, nunca, que tal como hemos establecido, dos figuras planas son homológicas
si se corresponden punto a punto, y recta a recta, de modo que los punto homólogos están en rectas
concurrentes en un punto, llamado centro de homología, y las rectas homólogas se corten en puntos de
una misma recta, llamada eje de homología.
Para la determinación de figuras homológicas vamos a estudiar los siguientes casos.

1.- Conocido el centro de homología, S, el eje, E , y un par de puntos homólogos, A y A.


Para determinar un punto de la segunda forma, B0 , homólogo de otro dado de la primera forma, B, se une
A con B; la recta AB cortará al eje en un punto C. Uniremos C con A0 , y donde corte la recta CA0 , a la
recta SB, obtendremos el punto buscado B0 .

A
B

E
C

2.- Conociendo el centro de homología, S, y dos pares de rectas homólogas (r, r0 ) y (s, s0 ).
Las intersecciones r ∩ r0 = A y s ∩ s0 = A0 , serán puntos homólogos. Para hallar, M0 , homólogo del punto
dado, M, se trazará un tercer par de rectas (t, t0 ), por medio de dos rayos cualesquiera, que pasen por
el centro de homología, y que corten a los dos pares de rectas homólogas anteriores. Sean estos rayos,

168
SB y SC, que nos darán dos pares de puntos homólogos, (B, B0 ) y (C, C0 ), y un par de rectas homólogas,
BC y B0 C0 .
El punto G, común a AM y BC, tendrá por homólogo el G0 común a B0 C0 y al rayo SG. Trazando A0 G0 ,
su intersección con SM será el punto M0 , homólogo del M.

S
G

r

C
A C´
M

s

B s´


t

3.- Conocido el eje, E , y dos pares de puntos homólogos, (A, A0 ) y (B, B0 ).


Para hallar el homólogo de un punto cualquiera M, se trazan AM y BM, hasta que corten al eje. Sus in-
tersecciones con dicho eje, E , se unen con A0 y B0 , respectivamente. La intersección de estas dos últimas
rectas será M0 , el homólogo del M.

A
B

M
E


169
4.- Determinar la recta límite de la primera forma, dados el centro, S, el eje E, y un par de puntos
homólogos (A, A0 ).
Se traza por S una dirección cualquiera SP, y por A0 una paralela a dicha dirección, hasta que corte el
eje; se une dicho punto con A, y donde corte a la dirección trazada desde S, es el homólogo del infinito
de la dirección dada. Trazando la paralela al eje se tendrá la recta límite de la primera forma L.
(P´)
(cualquiera)
(P)

P
S
A A´

R
L

E

Si se quisiese hallar la recta límite de la segunda forma, se trazará la paralela a la dirección dada desde
A, y el punto donde corta al eje, unido con A0 , nos dará el homólogo del infinito de la primera forma. La
recta límite seria la L0 (ver figura anterior).

5.- Determinar la recta límite de la primera forma, dados tres pares de puntos homólogos (A, A0 ),
(B, B) , (C, C0 ), y el centro S.
Se traza A0 B0 , y por S una paralela a dicha recta, que es cortada por la AB en el punto β , que será un
punto de la recta límite.
Se traza B0 C0 , y por S una paralela a dicha recta, que es cortada por la BC en el punto α , que será otro
punto de la recta límite. Uniendo α y β se tendrá la recta L , recta límite de la primera forma.
S
α
=

β
L A C
B
=

(E)


=


=

La construcción es exactamente igual a la anterior si se trata de determinar la recta límite de la segunda


forma, dados el centro y tres pares de punto homólogos.

170
6.- Dados el centro, eje y recta límite de la primera forma, hallar los puntos de la segunda forma
homólogos de la primera.
Se traza por A una recta cualquiera que corte al eje en Q, y a la recta límite en P, y por Q se traza una
paralela a SP, que cortará a SA en el punto A0 , homólogo del A.

L E

A

Q
(cualquiera)

El procedimiento es análogo al anterior, si lo que se conoce es el centro, el eje y la recta límite de la


segunda forma.

7.- Dados el centro y las dos rectas límites, hallar el homólogo de A.


Se traza el rayo SA, por A una recta cualquiera PH, y por S una paralela a esta recta, que cortará a la
recta límite L0 e el punto H0 , homólogo de H.
Se traza un rayo SP, y por H0 una paralela a dicho rayo, la intersección de esta paralela con SA será el
punto pedido.

P
H
∞ (cualquiera)
S
A´ A

L L´

171
8.- Conocida la característica de una homología, para su determinación nos bastará con conocer, además

el centro, S, y el eje de homología, E


el centro, S, y una recta límite, L , o L0

entre otros datos. Tendremos ocasión de utilizar su conocimiento en algunos ejemplos que veremos en
el apartado 7.

Consideremos, ahora, las siguientes propiedades de las figuras homológicas.

PROPOSICIÓN 1. Dos figuras planas, homológicas de una tercera, respecto de un mismo eje, son
homológicas entre si, respecto de este eje, y los tres centros de homología están alineados.

En efecto: Sean (A0 , B0 ) y (A00 , B00 ), homólogos de (A, B) respecto del eje E , y centros respectivos, S, y
S0 .

4 4
(A0 , B0 ) y (A00 , B00 ) se cortan en el mismo eje, y los triángulos AA0 A00 y BB0 B00 son tales que, sus vértices,
unidos convenientemente, nos dan rectas concurrentes en E . Luego sus lados se cortarán en puntos de una
misma recta. Ahora bien, AA0 y BB0 se cortan en S, y AA00 y BB00 en S0 , luego el punto S00 , donde se cortan
A0 A00 y B0 B00 , estará en línea recta con S y S0 .


A´´
B´´ E
A
B


S
S´´

172
PROPOSICIÓN 2. Dos figuras planas, homológicas de una tercera respecto de un mismo centro,
son homológicas entre sí respecto del este centro, y los tres ejes de homología pasan por el mismo
punto.
En efecto: Aunque admitido el principio de dualidad o de correlación geométrica, lo enunciado resulta
evidente, se puede dar la siguiente demostración: Sean A, B, C y A0 , B0 , C0 , homológicos respecto de S
y H , y A, B, C y A00 , B00 , C00 , homológicos respecto de S y H0 .
4 4
Los triángulos αβ γ y α 0 β 0 γ 0 tienen sus pares de rectas αβ y α 0 β 0 , αγ y α 0 γ 0 , β γ y β 0 γ 0 , que
se cortan en B, B0 , B00 , puntos de una recta. Luego las rectas que unen los vértices de αα 0 , β β 0 y γγ 0 ,
tienen que concurrir en un punto. Ahora bien, αα 0 y β β 0 pasan por P, luego γγ 0 tiene que pasar por P, y
la recta γγ 0 es el eje de la homología de (A0 , B0 ) y (A00 , B00 ), cuyo centro es el mismo S.
S

γ B
A
C
P α
α´
A´ H
β C´
A´´
H´´ B´

γ´ B´´ C´´ β´

37.4 Las rectas límites, L y L0

En el anterior apartado definimos las rectas límites, y concretamente, en el caso 4o establecimos como
determinarlas, conocido el centro, S, y el eje, E , de lo que vamos a hacer aplicación. Consideraremos
dos posibilidades: a.- el centro no pertenece al eje; b.- el centro pertenece al eje.
a.- El centro S, no pertenece al eje E .
L
S P
d
L
P d
A
S


(P´)
d (eje)
E
E R
(eje)
R A´
(P´) d
P
A
L´ (P´)

173
b.- El centro pertenece al eje.

P

(P´) A (P´)
d
P P
(centro) S E (eje) L
R d (centro)
S (eje) E
d
A d R
P L´
L
A´ (P´)
(P´) A´ P

37.5 Determinación de una homología

Lo establecido en el punto anterior nos permite afirmar que una homología entre formas planas super-
puestas quedará establecida dando, en general tres elementos, como sigue:
1.- El centro, el eje y un par de puntos homólogos.

E

2.- El centro, el eje y un par de rectas homólogas.


S

3.- El centro, el eje y una recta límite.


E

174
4.- El eje, una recta límite y un par de puntos homólogos.
A E

5.- Dos pares de puntos homólogos y la dirección del eje.


A


(E)
B

Ejemplo 1. Sin embargo, conocer tres elementos puede no ser suficiente para determinar la homología. La siguiente
figura, en la que aparecen las dos rectas límites L y L0 , así como el eje E , nos muestra que el sistema no está
determinado puesto que el centro de homología puede ser un punto cualquiera de la recta r, paralela a las anteriores,
trazada a una distancia d.
E
d
L

d
r

37.6 Homologías particulares

Llamaremos homología afín a aquella que tiene su eje propio y su centro impropio; a la dirección de
dicho centro se le llamará dirección de afinidad.
Ejemplo 1. Cualquier homología afín queda definida dando el eje y un par de puntos homólogos, ya que estos
determinan la dirección de su centro.

Ejemplo 2. En una homología afín la recta impropia es doble, como podemos visualizar en la siguiente figura.
Si la homología nos viene determinada por el eje y por los dos puntos homólogos A, A0 (que implícitamente deter-
minan el centro S), se observa que son homólogos B y B0 , así como los puntos impropios C∞ y , C∞
0 , ambos, por

tanto, de la recta impropia.

S
A
C´∞
B
E


C∞

175
Dado que la recta impropia es doble no existen aquí rectas límites; podríamos decir que coinciden con ella.
En el caso de que la dirección de afinidad no coincida con la del eje se verificará que su característica, es decir la
razón doble
(A A0 S AE ) ,

determinada por un par de puntos homólogos cualesquiera, A y A0 , el centro, S, y el de intersección de la recta AA0
con el eje, AE , queda reducida a una razón simple

AA0 S 1 A0 AE A A0
(AA0 SAE ) = = = (A0 AAE ) = = E
(AA0 AE ) (AA0 AE ) AAE AE A

A
B
C
r
AE BE CE E



cociente de las distancias del eje a cada para de puntos homólogos, tomados en la dirección de afinidad. A esta
constante le llamaremos razón de afinidad.

Ejemplo 3. La siguiente homología afín, dada por el eje, E , y los pares de puntos homólogos A, A0 , tiene como
razón de afinidad el valor
AE A0 −4
= = −2
AE A 2
A
S

AE E

Cuando la homología afín es involutiva, su característica o razón de afinidad vale

AE A0
= −1
AE A
es decir
AE A0 = −AE A

Luego los pares de puntos homólogos equidistan del eje y lo que tenemos es una simetría ortogonal u oblicua
respecto del eje, según que la dirección de la afinidad sea o no perpendicular a dicho eje.

176
A A
S
S
E E

simetria ortogonal
simetría oblicua
A´ A´

Ejemplo 4. Si consideramos la simetría oblicua, dada por el eje, E , y el par de puntos homólogos A, A0 , podemos
4
dibujar la figura homóloga del triángulo ABC como sigue:
S
B

A
C E


La homología puede, también, tener un centro propio y como eje la recta impropia. En este caso se verificará.

(AA0 S) SA
(AA0 SAE∞ ) = = (AA0 S) = = K constante
(AA0 AE∞ ) SA0

es decir, estaremos en presencia de una homotecia de centro S y razón k, que ya estudiamos en la lección 18.

Ejemplo 5. Consideremos la homología de centro S, y puntos homólogos A, A0 , siendo su eje la recta impropia, es
SA
decir, la homotecia de centro S y razón k = .
SA


A
B

Si la homotecia es involutiva, es decir cuando

SA
k= = −1
SA
resulta
SA = −SA0

177
en cuyo caso los pares de puntos homólogos equidistan del centro; estaremos en presencia de una simetría central
de centro S.

Ejemplo 6. Consideremos la homotecia de centro S, y razón k = −1; es decir una simetría central de centro S.
C
B

D A´

A D´


Si una homología tiene centro impropio y eje impropio, resultará que en cada una de las rectas dobles que pasan por
el centro, es decir, en cada paralela con dirección la del centro, existirá una proyectividad entre puntos homólogos,
con un único punto doble, que será el centro impropio; estaremos en presencia de una traslación en la dirección del
centro.

Ejemplo 7. Consideremos la homología de centro impropio, S, y eje la recta impropia, siendo puntos homólogos
los A, A0 ; es decir una traslación.


A

B S


C

Por otra parte, los giros, y en general una congruencia, que no sean traslación ni simetría, no son casos particulares de
la homología, lo mismo que una semejanza que no sea homotecia. Sin embargo, unas y otras son casos particulares
de la homografía, ya que transforman puntos y rectas, respectivamente, en puntos y rectas, y conservan las relaciones
de incidencia, condiciones éstas que definen la homografía.

37.7 Ejemplos

En muchas ocasiones, expuesta una teoría que comprendemos, sentimos ya por ello que la dominamos.
Sin embargo, cuando se trata de aplicarla, o bien nos atascamos o terminamos admitiendo que, en reali-
dad, no la dominamos como creíamos.
Puede ser este el caso de concepto homología, cuya teoría es fácil de entender, pero en ocasiones com-
plicada en su aplicación. Buen ejemplo de lo que afirmamos lo constituye la resolución de los ejercicios,

178
que como ejemplos, planteamos en este apartado, que sin duda colaborará a darnos seguridad, en el
sentido de que sí hemos comprendido de lo que estamos hablando.
Desgraciadamente, es muy frecuente que se nos inunde con deducciones lógicas para obtener resultados
teóricamente importantes, pero en general no se nos ilustre con la resolución de problemas concretos
a los que poder aplicar esas teorías. Ejemplarizar debería ser, siempre, algo obligatorio, y plantear y
resolver problemas más complejos, sobre el tema de que se trata, es algo que fundamentaría, sobre bases
sólidas, su conocimiento.
4
Ejemplo 1. Dados S, E , L , hallar el homólogo del triángulo ABC.
E L


A´ B´
M ∞

B B´
S ∞

N

P C

P´ C´ ∞

Una vez hallados los vértices A0 , B∞


0 , C0 , para unirlos se debe tener en cuenta:

1o .- Dado que el segmento AB pasa por M, el A0 B∞


0 será el segmento marcado.

2o .- Dado que el segmento AC pasa por N, el A0 C0 pasará por N0 . Además como AC no tiene ningún punto en L,
A0 C0 no puede tener ningún punto en el infinito.
3o .- Como el punto P, no pertenece al segmento BC, el P0 no puede pertenecer a A0 C0 .
En consecuencia, el triángulo solución es el triángulo de la figura.

4
Ejemplo 2. Dados S, L , E , hallar el homólogo de un triángulo dado ABC.

El procedimiento a seguir será el siguiente: Se toma un punto cualquiera M de L , con lo que su homólogo será el
M0∞ . AM corta el eje E en H, luego M0∞ A0 pasará por H; a de más el punto A0 estará alineado con S y A.
El punto B0 se determina uniendo S con B, y N con A0 .
El punto C0 se determina uniendo S con C, y P con A0 .
Una vez determinados los vértices A0 , B0 , C0 , hay que tener en cuenta que el segmento homólogo del AB puede ser:

179
1.- El que une directamente A0 con B0 , o

2.- el que une A0 con B0 pasando por el infinito.

El segmento homólogo del AB es el que pasa por el infinito, por lo siguiente:


1o .- El punto N pertenece al segmento AB, por lo tanto su homólogo N0 , que es el mismo, pertenecerá al A0 B0 .
0 pertenecerá al A0 B0 .
2o .- El punto H1 pertenece a AB, luego su homólogo H∞
3o .- Como el segmento AB no tiene ningún punto en el infinito, el A0 B0 no puede cortar a L0 . Por las mismas razones,
el segmento A0 C0 tiene que pasar por el infinito.
El segmento B0 C0 no puede tener ningún punto en el infinito, puesto que BC no corta a L , y como BC no tiene
ningún punto en el infinito, B0 C0 no puede cortar a L0 .
(La recta L0 es la paralela a L y E , comprendida entre ellas , y a la misma distancia de E , como lo es
el centro S , de L.)

L E B
M´∞ H1́


N y N´

H1́
∞ S H1 H

M C´
P
A C

M´∞

180
Ejemplo 3. Dadas las rectas límites L y L0 , y un par de puntos homólogos C y C0 , hallar el homólogo del
4
triángulo AFD (A está en L , F y D están en L0 , y además A y F están en la recta CC0 ) sabiendo que el
SC
cociente es negativo.
SC0

E L´
L
D

centro proyectivo

S C F´ ∞

α A B
F B´ ∞
O

P
A´B

punto doble
A

punto doble
C determinación de
los puntos dobles

eje proyectivo B´

El centro de la homología, S, estará en la recta CC0 y los homólogos de A y B0 serán A∞


0 yB .

El coeficiente de homología es: (Sα 0 ) = (Sα


α AA∞ α B∞ B0 ) = (Sα
α CC0 ), por lo tanto S y α son los puntos dobles de las
series superpuestas: A, B∞ , C y A∞0 , B0 , C0 . Un vez determinados los puntos dobles, el punto S queda determinado

SC
(de entre los dos) por la relación < 0.
SC0

Conocido α , la determinación de E y F0 D0 no representa ninguna dificultad. El triángulo será el indicado en la figura,


4 4
0 F0 D0 .
puesto que, como el triángulo AFD no tiene ningún punto en el eje E , tampoco lo puede tener el A∞

181
Ejemplo 4. Dados S, A, A0 , B, B0 , todos ellos en línea recta, y un punto doble C ≡ C0 , se trata de hallar E , L
4
y el homólogo del triángulo BFG.
L

E
D´∞

B B´
S

)
vo
α A´

ti
ec
A

roy
D

ep
(ej
P
C C´
B


A

Puntos dobles


Si α es el punto de intersección de la recta SAA0 BB0 con el eje, se tendrá que la característica de la homología es:

α AA0 ) = (Sα
(Sα α BB0 )

resultando que α es un punto doble de dos serie superpuestas, de las cuales se conoce el otro punto doble, el S, y
dos pares de puntos homólogos (A, A0 ) y (B, B0 ).
Una vez determinado α , el eje E será la recta Cα 0 ,
α , y hallando el homólogo de un punto cualquiera del infinito, D∞
la paralela E por D será L .
La figura anterior nos resuelve la primera parte de lo que nos piden, es decir, la determinación de E y L . Para no
enmarañar la resolución de la segunda parte, con demasiadas líneas, transportamos el resultado anterior a la siguiente
4
figura, en la que representamos el triángulo BFG y determinamos su homólogo. Tendremos para ello en cuenta que,
BG y FG cortan a L , y por tanto B0 G0 y F0 G0 tendrán su punto en el infinito. La solución es la dibujada en la figura.
L

G´ E

A B´
S B α

G

F

C C´

182
Ejemplo 5. Se dan dos rectas homólogas r y r0 , E y L . Sobre r0 se da un punto M, y se sabe que su homólogo
4
está en r. Hallar el homólogo del triángulo AMN, siendo A la intersección de L y r, y N simétrico de M respecto
a L.


P

M´ S

M N

r´ m Q A

∞ r m´

Determinamos, en primer lugar el centro de homología: Como el homólogo de A debe estar sobre r0 , y A ∈ L , queda
0 .
determinado A∞
A continuación se determina M0 , que debe pertenecer a r, y a la recta QA∞
0 . El centro de homología quedará

0 .
determinado como intersección de las rectas MM0 y AA∞
La determinación de los puntos M0 y A∞
0 estarán ya determinados, y la determinación de N0 es inmediata.
4
El homólogo del triángulo AMN es el indicado en la figura.
4
Ejemplo 6. Dados E , L0 , A y A0 . Hallar el homólogo del triángulo ACD (C coincide con A0 , y D está en L0 ).
Se trazan dos rectas r y r0 , que se cortan en un punto cualquiera α de E , y que pasan por A y A0 , respectivamente.
La recta r0 corta a L0 en B0 , cuyo homólogo será B∞ (punto del infinito de r).

La intersección de AA0 y B0 B∞ nos dará el centro S.Se determina el homólogo de D (con la ayuda de los A, A0 ).

Para unir los puntos A0 , C0 , D0 tendremos en cuenta que, como AD y AC cortan al eje, A0 D0 y A0 C0 también lo
cortarán. Además, como CD no corta al eje, C0 D0 tampoco lo cortará.
E
r´ r B B
∞ L´ ∞
α

S C´ C

A

183
4
Ejemplo 7. Dados L y L0 , y E , hallar el homólogo del triángulo ABC considerado como del las dos formas,
sabiendo que la recta AB es doble.

Los puntos A0 , P y N estarán en el infinito (pues A ∈ L , N0 ∈ L0 , P0 ∈ L0 ).El centro S estará en la recta AB, y los

segmentos SA y BH son iguales, luego queda determinado S. (La recta AB es doble)El punto C0 se determina con
0 .El punto B0 se determina teniendo en cuenta que como BC es paralela a E ,
el par de puntos homólogos A y A∞
4 4 4 4
también B0 C0 lo será.Para determinar los dos triángulos A0 B0 C0 y MNP, se tiene en cuenta que, como ABC y MNP
4 4
no cortan al eje, A0 B0 C0 y MNP tampoco lo pueden cortar.El triángulo solución es el indicado en la figura.

N

B´ A´∞
H

B


A´∞
S A
P


M C P


N

L L´ E
4
Ejemplo 8. Se da un triángulo ABC y una recta L , que se toma como límite. Hallar su homólogo, sabiendo
que es equilátero, y que su vértice A0 está en una recta dada r.
M´∞ M´∞ L

B´ M
60º
B
r

N´∞
A C´ C N
A´ S

∞ E 60º

P
P´∞

0 ; por lo mismo A0 C0 pasará por N0 . Como A


Dado que AB pasa por el M, A0 B0 pasara por M∞ b0 = 60o , S estará en el

arco capaz construido sobre MN. Así mismo, S estará en el arco capaz de 60o construido sobre NP. La intersección
de los dos arcos capaces será el centro S. La intersección de r con SA es el vértice A0 . Luego, con los pares de puntos
homólogos A, A0 y M, M∞
0 se determina el eje E .

El resto del problema, es decir la determinación de los vértices B0 , y C0 , no presenta ya ninguna dificultad.
184

Ejemplo 9. Dado un cuadrilátero ABCD plantear una homología, en la cual su homólogo sea un cuadrado
de lado l.


Para que A0 B0 C0 D0 sea un cuadrado se tiene que verificar.
1o .- Que los lados AB, CD, y BC, AD, se corten en la recta límite, que queda de esta manera determinada.
2o .- Que el centro, S, esté en la circunferencia de diámetro FH.
3o .- Para que las diagonales sean perpendiculares, S tiene que estar en la circunferencia de diámetro MI.
La intersección de las dos circunferencias es el centro S.
Uniendo S con B y con C, en el ángulo BSC
d habrá que inscribir un segmento paralelo a SH y de longitud l. Este

segmento B0 C0 nos da los vértices B0 y C0 .


El eje de la homología queda determinado por B0 C0 y BC.

l B´ B F
S

A M
C


D
E
H
L

Ejemplo 10. Dado un cuadrilátero ABCD,hallar su homólogo, sabiendo que es un trapecio de bases A0 B0 y C0 D0 ,
b0 es recto. Se conocen dos rectas r y r0 homólogas y paralelas, y otra recta p que es doble.
y que el ángulo A

El eje de la homología, así como la recta límite serán paralelas a las rectas r y r0 .
Para que A0 B0 y C0 D0 sean paralelas, es necesario que AB y CD se corten en L ; por tanto L es la paralela a r por el
punto M.

185
0 A0 D0 = 90o , el centro de la homología tiene que estar en la circunferencia de diámetro MN, y como debe
Para que B\
pertenecer a p, resulta que S es la intersección de esas dos líneas.
El eje de homología, E , se determina con las rectas homólogas MH y H0 M∞
0 .

Conocidos S, E y L el problema se resuelve fácilmente.


L
r´ M´∞
r p p´
E M

B

A A´
M´∞ H

D



M´∞

N

Ejemplo 11. Dado un cuadrilátero ABCD, hallar su homólogo, sabiendo que es un rombo, cuyas diagonales
se cortan en un punto dado O0 .

Los lados opuestos de un rombo son paralelos, luego sus homólogos tienen que cortarse en L . Así,la recta límite L
quedará definida por los puntos P y Q, intersecciones de AB, CD y BC, AD.
0 y SN0 , luego S estará
En un rombo las diagonales son perpendiculares. Las direcciones de las diagonales son: SM∞ ∞

en la circunferencia de diámetro MN y en la recta OO0 .


Conociendo O, O0 , S y L , se determina fácilmente E , y luego A0 , B0 , C0 , D0 .
L
E
M

S
M´∞

B P
A O C

O´ D´ N
D N´∞

C´ Q

186

Ejemplo 12. Dadas L y L0 y las rectas homólogas r y r0 , hallar el homólogo del trapecio MNPQ.

L´ E ∞
L


∞ M´
r´ N´ ∞
M
N A´

P
S P´

Q´ ∞
r Q ∞
A

La recta r0 corta a L0 en A0 , cuyo homólogo estará en la recta r y en el infinito (A∞ ).


Así mismo la recta r corta a L en Q, cuyo homólogo estará en la recta r0 y en el infinito (Q∞
0 ).

0 y QQ0 determinan el centro S.


Así, la intersección de AA∞ ∞
0 , N0 , P0 y Q0 . Para unirlos se debe tener en cuenta que ningún lado
A continuación se determinan los puntos: M∞ ∞

de MNPQ corta al eje de homología, E , luego tampoco podrán cortar al eje los lados del homólogo.
La solución es la que queda dibujada en la figura.


Ejemplo 13. Dado un trapecio ABCD, determinar la homología, de manera que su homólogo sea un rectán-
gulo igual a uno dado.

E L

A B´ A´ B M S

α B´ A´

α


α
D N C´ D´

Si se toma como recta límite la paralela a las dos bases trazada por el punto, M, de centro de los lados AB y CD,
los lados opuestos del cuadrilátero homólogo son paralelos. Para que sea rectángulo, el centro, S, debe estar en la
normal a L, trazada por M. Para que el ángulo formado por A0 C0 y C0 D sea igual al del rectángulo dado, S, estará
en el arco capaz del ángulo α , construido sobre MN.
Uniendo S con B y con C, el lado B0 C0 estará inscrito en el ángulo BSC,
d y será paralelo a BC

Para hallar B0 y C0 , bastará con inscribir en el ángulo BSC


d un segmento paralelo a BC e igual al lado dado.

Teniendo S, L y B, B0 , el problema se resuelve sin ninguna dificultad.

187

Ejemplo 14. Dado un cuadrilátero ABCD, determinar una homología, ta que que su homólogo sea un
cuadrado, y el punto de encuentro de sus diagonales sea doble.

Para que el homólogo sea un cuadrado es necesario:


1o .- Que los lados opuestos sean paralelos.
2o .- Que los lados contiguos sean perpendiculares.
3o .- Que las diagonales sean perpendiculares.
Estas tres condiciones exigen:

1o .- Que los lados opuestos de ABCD se corten en L .
2o .- Que S esté en la semicircunferencia de diámetro MN.
3o .- Que S esté en la semicircunferencia de diámetro PQ.
Además, el eje de homología, E, tiene que pasar por O.
Una vez conocidos S, E y L el problema se resuelve fácilmente.

D P
O
N
C
B S
Q
E
L

4
Ejemplo 15. Se da un triángulo ABC y se sabe que su homólogo es semejante a él. Determinar la homología,
sabiendo que la recta límite es una recta dada, L , y que el coeficiente es −1.

Sean M, N y P las intersecciones de AB, AC y BC con L. Los lados A0 B0 y A0 C0 serán paralelos a SM y SN; luego
S estará en el arco capaz del ángulo A,
b construido sobre MN. Igualmente, S estará en el arco capaz de C,
b construido

sobre NP. La intersección de ambas circunferencias es el centro S.


Dado que k = −1 , las rectas límites coinciden, y equidistan de E y S , luego tomando QE = SQ , queda
determinado E .

188
E L

B
^
A

^
A
A
^
C

C N

E
^ Q S
C
P

Ejemplo 16. Una homología involutiva está determinada por el eje y un par de puntos homólogos, A y A0 .
L0 . Una vez hallados S y L , se llama B la intersección de AA0 con L , y por S se traza SC normal
Hallar S, L yL
4 4
a E . Hallar el triángulo A0 B0 C0 homólogo del ABC.

α AA0 ) = −1, y el punto S es el conjugado armónico de α


Como la homología es involutiva su coeficiente es: (Sα
respecto a (A, A0 ).
E
L L´ B´∞


α
B´∞
B


S C
D D´

A
B´∞

Para hallar A0 , B0 , C0 se debe tener en cuenta que AC tiene un punto, D, en L , luego A0 C0 tiene un punto en el
infinito. Como AB no tiene ningún punto en el eje, tampoco lo tendrá A0 B∞
0 ; y como BC no tiene ningún punto en

0 C no puede cortar a L0 .
el infinito, B∞
El triángulo solución es, por tanto, el dibujado en la figura.

189

Ejemplo 17. Dado un cuadrilátero ABCD, hallar su homólogo, sabiendo que es rectángulo, que el coeficiente
de homología es −1, y que la diagonal A0 C0 está en línea recta con la AC.
L(L´)
E
M

B´ B
S
I

H C O

A

D

N

Si A0 B0 C0 D0 es rectángulo, es paralelogramo, y los lados opuestos se cortan en el infinito, luego los lados opuestos

de ABCD se cortan L . La recta MN es la recta L .

Por ser A0 B0 C0 D0 rectángulo, los lados opuestos son perpendiculares, y S estará en la circunferencia de diámetro
MN. (Arco capaz de 45o sobre MN).
Como AC y A0 C0 están en línea recta, AC es doble, por tanto pasa por el centro S. Así, el centro es la intersección
de la semicircunferencia de diámetro MN y la recta AC
Como el coeficiente de homología es −1, (involución), el eje E pasará por H, siendo: SI = IH.
Conocido S, E y L , la determinación de A0 , B0 , C0 , D0 , no presenta dificultad.


Ejemplo 18. Dado un cuadrilátero ABCD, determinar la homología, para que sea considerado como de
ambas formas, su homólogo sea paralelogramo. Se conoce C0 homólogo de C.


Para que A0 B0 C0 D0 sea un paralelogramo: AB, CD y AD, BC tienen que cortarse en L .
 
Si le consideramos como N0 M0 P0 Q0 , para que MNPQ sea paralelogramo, M0 N0 , P0 Q0 y M0 Q0 , N0 P0 tienen que cor-
tarse en L0 .
En consecuencia, L y L0 coinciden, y la homología es involutiva.
0 .
El centro de homología está en la recta CC0 , y el homólogo de H es H∞
Llamando E1 a la intersección de CC0 con E , como la homología es involutiva:

0
(SE1 HH∞ ) = (SE1 CC0 ) = −1 ,

y por tanto, S y E1 son los puntos dobles de involución definida por C, C0 y H, H∞


0 .

La determinación de S y E1 se hace fácilmente utilizando el punto de Fregier, F.

190
L=
= L´

E

C´ B H
P´ H´
S C E1 ∞
A
M´ Q´ D E1
F

V
H´∞


V, O, R cualesquiera O
H R S

Ejemplo 19. Dados el centro de la homología S, el eje E , y tres puntos en línea recta AMB, determinar la
homología, de manera que M0 sea el punto medio de A0 B0 .

Vamos a ver, en primer lugar, que en cualquier homología la razón doble de cuatro puntos alineados, es igual a la de
sus homólogos.

Sea una homología de centro S y eje E , y en ella dos rectas homólogas, r y r0 ; si por S trazamos cuatro
rectas cualesquiera, se obtiene un haz, que cortado por r y r0 , nos da: (CDHI) = (C0 D0 H0 I0 ).

Establecido lo anterior, sean A0 , B0 , M0 , N∞


0 los puntos homólogos de A, B, M y N; siendo N la intersección de L y

AB.
Por ser M0 el punto medio de A0 B0 , tendremos

(A0 B0 M0 N∞
0
) = −1 ,

y por tanto
(ABMN) = −1 ,

es decir, la intersección de AB y L es conjugado armónico de M respecto A y B. Una vez obtenido N la paralela por
él a E nos determina L .
S
E
L

N N´∞
M B
A
C´ D´ H´ I´

H I
r D
C

= =

191
Observemos que para resolver el problema no hemos necesitado dibujar los puntos A0 , B0 , M0 y N∞
0 .

Conviene, por otra parte observar lo siguiente: A y B determinan los segmentos, AMB y BN∞ A. El homólogo del
primero es el A0 M0 B0 , y el homólogo del segundo es el B0 NA0 . Dado que el AMB no corta a L , el A0 M0 B0 no pasa
por el infinito; y como el BN∞ A tiene un punto en L , el B0 N∞
0 A0 pasa por el infinito. Además, como BN A tiene un

0 A0 cortará a L0 .
punto en el infinito B0 N∞

De las consideraciones anteriores se desprende el procedimiento para hallar el homólogo de un segmento AB. Así:
se toma un punto intermedio M, con lo que el segmento homólogo de AB pasará por M0 . Si M0 está entre A0 y B0 ,
el segmento A0 B0 se une directamente, es decir, es finito. Ahora bien, si M0 no cae entre A0 y B0 , el segmento A0 B0
pasará por el infinito.
En la práctica, el punto M suele ser la intersección de L y AB; si L corta al segmento AB, su segmento homólogo
pasa por el infinito, y si no le corta, el segmento A0 B0 es finito.
Las consideraciones anteriores las tendremos muy en cuenta cuando se trae de hallar el homólogo de un triángulo,
puesto que los lados del triángulo no son rectas indefinidas, sino segmentos rectilíneos.

Ejemplo 20. Se da un cuadrado ABCD, y se toma como centro de homología, S, la intersección de sus
4
diagonales, como recta límite L , la base media del triángulo SAD. Hallar el homólogo del cuadrado, sabiendo
−1
que el coeficiente de homología es .
3

0 )= SM −1
El coeficiente de homología es : (SNMM∞ = , es decir MN = 3 · SM, lo que nos determina el eje, E .
NM 3
0 0 0 0
Una vez obtenidos los puntos A , B , C , D , hay que tener en cuenta que, como AB y CD cortan L , A0 B0 y C0 D0 ,
deben pasar por el infinito.
E


M´ L

A C´ B

M´ N S

M

D C

192
m
Ejemplo 21. Dados S, L , y sabiendo que el coeficiente de homología es ,siendo m y n dos segmentos
n
4
dados, hallar el homólogo del triángulo MNP.

α AA0 ). Si tomamos el punto A en L , tendremos


El coeficiente de homología es: (Sα
0
SA α A∞ SA m
0
(Sα
α AA∞ )= · 0
= = .
α A SA∞ αA n
(Se determina α A por una cuarta proporcional)
La paralela por α a L nos determina el eje E .
Disponiendo ya de: S, L y E , se determina fácilmente M0 , N0 , P0 . Para unirlos basta con tener en cuenta que como
0 , y que como MP pasa por B, M0 P0 pasara por B0 .
NP pasa por A, N0 P0 pasará por A∞ ∞
E
m L
S I I
H n I
H
B´∞
B´∞
P´ S α N A N´ P

A´ ∞

A´ B
∞ M´

M
B´∞

Ejemplo 22. Una homología está determinada por el centro S, la recta límite L0 y el coeficiente −2. Se
proyecta S sobre L0 , en B, y se toma BC = SB. Por B se traza una recta BD que forma un ángulo de 30o con
4
BC, y que corta al eje (que no está dado) en un punto D. Hallar el triángulo homólogo de BCD.
E A
L ∞

α
A




S B C
C´ B´ 30º

F




D´ D


α A0
α A∞ A0 ) = −2 = (α
El coeficiente de homología es: (Sα α SA0 A∞ ) = , de donde
SA0
α A0 = −2 · SA0 ,

siendo α un punto cualquiera del eje, y A0 el correspondiente de L0 .


Una vez obtenido α , se traza la paralela a L0 y tendremos el eje E .

193
La recta límite L tiene que distar, de E , lo mismo que L0 de S.
El punto C pertenece a L , y por tanto C0 está en el infinito.
El punto D es doble, y el punto B0 se determina inmediatamente.
4
Obtenidos los vértices C0 , B0 , D0 , homólogos de los del triángulo ABC, se trata de unirlos, para obtener el triángulo
0 no puede cortar al eje, y que B0 D0 tiene que pasar por F0 . El
pedido. Para ello debemos tener en cuenta que: B0 C∞ ∞

triángulo pedido será, por tanto, el indicado en la figura.

 m
Ejemplo 23. Dado un trapecio ABCD, determinar la homología de coeficiente , en la cual, su homólogo
n
sea un cuadrado.

La recta límite es la paralela a AB y CD, trazada por el punto de intersección de AD y BC.



Dado que A0 B0 C0 D0 es un cuadrado, sus diagonales son perpendiculares, y el centro, S, estará en la circunferencia
de diámetro PQ.

Para que A0 B0 C0 D0 sea un cuadrado, el centro, S, estará en la normal a L , trazada por M.
El coeficiente de homología es: (SPNN∞ 0 ) = (SPN) ) = (SPN) = SN = m .
(SPN∞ 0 PN n
Se determina PN por una cuarta proporcional.
La paralela por P a L es el eje.
Una vez conocidos S, E y L el problema se resuelve fácilmente.

E L
n
R P
m

S R N
N
B C
S
M

A Q

194

5+1
Ejemplo 24. Una homología está determinada por el centro S, L y el coeficiente k = √ . Por S se traza
5−1
4
una perpendicular SA a L. Hallar el homólogo del triángulo equilátero SBC inscrito en la circunferencia de
centro A y radio SA.

E L D´

F´∞ B

C´ M M
P D
P
A
S α N
S

F ∞
B´ Q´ C

∞ F´∞
Q


0 )= SA 5+1
El coeficiente de homología es: k = (Sα
α AA∞ = √ .
√ αA 5−1
5+1
Para hallar la relación √ , se divide un segmento cualquiera MN, tal que MN = PS, en media y extrema razón:
5−1
MS
La relación es la pedida.
MP
Una vez hallado α , la paralela a L por α nos da E .
Luego se determinan los puntos B0 y C0 . (En el dibujo se han determinado dos puntos homólogos auxiliares, Q y Q0 ,
para la determinación de B0 ).
Para unir B0 y C0 ha habido que tener en cuenta que: SB y SC, cortan a L en D y F, respectivamente, lo que implica
0 y F0 . En consecuencia, el triángulo solución es el indicado en la figura.
que SB0 y SC0 , tienen que pasar por D∞ ∞

Ejemplo 25. En una homología se conocen dos rectas homólogas r y r0 , un punto doble P, y una recta doble
m. Determinar dicha homología, sabiendo que además el coeficiente es −2.
r E

P L

H´ H S

M



α
I
´ N
=m A
m=

195
La recta m tiene que pasar por el centro, o ser el eje, pero como el punto del infinito de r y r0 es doble, el eje E es la
paralela a r, pasando por P; por lo tanto el centro, S, tiene que estar en m.
α AA0 ) = −2. Para hallar S, se toma Mα
El coeficiente de homología es: (Sα α ; luego se unen M con A0 y N
α = 2 · Nα
con A. El centro estará en la paralela a MN por I (punto de intersección de MA0 con NA).
0 , y la recta límite, L , que pasa por H.
Una vez hallado S, se determina el homólogo de un punto cualquiera H∞

α AA0 ) = −2:
Vamos, ahora, a justificar que con la construcción anterior (Sα
α AA0 ), que cortado por la recta transversal AA0 nos da: (Sα
Con centro en I se ha formado el haz (I; Sα α AA0 ).
α AA0 ) por la recta MN obtenemos:
Si cortamos, ahora, el haz (I; Sα
(MNα
α) Mα
α N∞∞ Mα
α
(∞
∞α NM) = (MNα
α ∞) = = · = = −2 .
(MN∞
∞) N∞
∞ M∞∞ Nα
α
Igualando los dos valores obtenemos:
α AA0 ) = −2 ,
(Sα

lo que justifica la construcción anterior.

Ejemplo 26. En una homología se conocen dos rectas paralelas r y r0 , la recta doble pp0 , y el par de puntos
homólogos D, D0 . Determinar dicha homología, sabiendo que además el coeficiente es 2.
E r r´
p = p´

A
α
S

R D
1 D´

El centro de homología, S, estará en la intersección de DD0 con pp0 .


El punto M∞ de r y r0 es doble, y como no es el centro, será punto del eje E .
α AA0 ) = (AA0 Sα
Sea α la intersección de p con el eje E ; el coeficiente de homología será: (Sα α ) = 2.
Para hallar α , se traza la recta S12, y se une 2 con A y 1 con A0 .
La intersección de estas rectas, nos da el punto R.
La paralela por R a S2, nos da, en su intersección con SA, el punto α .
El eje será la paralela a r por α .
La homología ha quedado determinada, pues se conocen: El centro S, el eje E, y dos puntos homólogos (D y D0 ).

196
CAPÍTULO IX
Lección 38.- EL ESPACIO PROYECTIVO

38.1 El espacio proyectivo. Coordenadas homogéneas


38.2 Coordenadas proyectivas puntuales
38.3 Ecuación del plano en coordenadas proyectivas

38.1 El espacio proyectivo. Coordenadas homogéneas

Supuesto establecido en el espacio ordinario un sistema de referencia cartesiano, en el que a todo pun-
to le corresponde la terna de sus coordenadas cartesianas (x1 , x2 , x3 ), podremos introducir, en forma
análoga a como hicimos en la Lección 13 en el caso del plano ordinario, coordenadas homogéneas
(X1 , X2 , X3 , X4 ), por medio de las ecuaciones.

X1 X2 X3
x1 = , x2 = , x3 = .
X4 X4 X4

Así, a todo punto P(x1 , x2 , x3 ) del espacio, le corresponderán infinitas cuaternas (X1 , X2 , X3 , X4 ), de-
finidas a menos de un factor no nulo por las ecuaciones anteriores, siendo en todas ellas X4 6= 0. Los
elementos de una cualquiera de dichas cuaternas constituirán lo que llamaremos coordenadas homogé-
neas del punto P(x1 , x2 , x3 ).
Nos permite el planteamiento anterior ampliar el espacio considerando las cuaternas

(X1 , X2 , X3 , 0)

en las que X1 , X2 , X3 no son simultáneamente nulos, definiendo dos de éstas como equivalentes si difie-
ren en un factor real no nulo. Así, llamaremos punto impropio a cada una de las clases de equivalencia
que quedan de ese modo determinadas, al cual corresponderá como coordenadas homogéneas cualquier
cuaterna de la clase.
Al ampliar el espacio ordinario con los puntos impropios obtenemos el espacio proyectivo.

Ejemplo 1. Consideremos el espacio proyectivo. Se verifica que las cuaternas

(2, −3, 1, 4) y (6, −9, 3, 12)

representan el mismo punto.

Ejemplo 2. El punto de coordenadas


(2, 1, −4, 0)

es un punto impropio en el espacio proyectivo.

199
En forma análoga a como hicimos en la Lección 13 se deduce que la ecuación en coordenadas homogé-
neas de un plano cualquiera será de la forma:

a1 · X1 + a2 · X2 + a3 · X3 + a4 · X4 = 0

Observemos que, en particular, la ecuación


X4 = 0

será la ecuación de un plano, que llamaremos plano impropio y a veces plano del infinito.

Ejemplo 3. Dado el plano x1 + 2 · x2 + 3 · x3 − 5 = 0 su ecuación en coordenadas homogéneas será:

X1 + 2 · X2 + 3 · X3 − 5 · X4 = 0

Como ya sabemos, el sistema formado por las ecuaciones de dos planos definirán su recta intersección.

Ejemplo 4. La recta intersección de los planos

x1 + 2 · x2 + 3 · x3 − 5 = 0 y 2 · x1 − x2 + 5 · x3 + 2 = 0

vendrá dada, en coordenadas homogéneas por el sistema



X1 + 2 · X2 + 3 · X3 − 5 · X4 = 0 
2 · X1 − X2 + 5 · X3 + 2 · X4 = 0 

Los puntos impropios del plano

a1 · X1 + a2 · X2 + a3 · X3 + a4 · X4 = 0

serán las soluciones del sistema



a1 · X1 + a2 · X2 + a3 · X3 + a4 · X4 = 0 
X4 = 0 

expresión ésta de una recta (de puntos impropios), de la que diremos es la recta impropia del plano
dado.
Observemos que las tres primeras coordenadas de los puntos impropios de un plano son las soluciones
de la ecuación.
a1 · X1 + a2 · X2 + a3 · X3 + a4 · X4 = 0

soluciones, por otra parte, comunes para todos los planos paralelos al dado.
Así, podemos decir que un plano tiene una recta impropia común con todos los planos paralelos a él, de
la que diremos es la orientación del plano.

200
Razonando de la misma manera resultará que, el sistema obtenido al añadir a las ecuaciones homogéneas
de dos planos distintos (que representarán una recta), la ecuación.

X4 = 0

admitirá una solución definida, a menos de un factor no nulo, que corresponderá al punto impropio de la
recta, del que se dirá, también, es la dirección de la recta.

Ejemplo 5. Consideremos los dos planos siguientes:

X1 + X2 + X3 + X4 = 0
X1 − X2 + 2 · X3 − X4 = 0

que determinan una recta r (su intersección).


Al cortar dicha recta r, por la recta impropia
X4 = 0

obtenemos 
X1 + X2 + X3 + X4 = 0 


X1 − X2 + 2 · X3 − X4 = 0 ≡P


X4 = 0

punto impropio de la recta r, cuyas coordenadas serán, a menos de un factor no nulo.



X1 + X2 + X3 = 0  

X1 − X2 + 2 · X3 = 0 =⇒ P(−3, 1, 2, 0)


X4 = 0

Podemos afirmar, por tanto, que las leyes de incidencia se cumplen sin excepción: dos planos se cortan en una recta
(propia o impropia), y un plano y una recta exterior se cortan en un punto (propio o impropio).

38.2 Coordenadas proyectivas puntuales

El proceso para establecer, en el espacio proyectivo, un sistema de coordenadas proyectivas puntuales es


en todo análogo a como hicimos en el caso del plano, en la Lección 13.
El sistema de referencia estará formado por cuatro puntos A1 , A2 , A3 , A4 , vértices de un tetraedro no
degenerado y un quinto punto U, no situado sobre las caras de dicho tetraedro.
Si P es un punto no situado en las caras del tetraedro de referencia, en los haces de planos de aristas
A2 A3 , A3 A1 , A1 A2 , definimos las siguientes razones dobles:

λ 1 = A2 A3 (A1 A4 UP)
λ 2 = A3 A1 (A2 A4 UP)
λ 3 = A1 A2 (A3 A4 UP)

201
y en los haces de los planos de aristas A1 A4 , A2 A4 , A3 A4 , las siguientes:

µ 1 = A1 A4 (A2 A3 UP)
µ 2 = A2 A4 (A3 A1 UP)
µ 3 = A3 A4 (A1 A2 UP)

A4

A3
A1
U4
P4

A2

En primer lugar, veamos que se verifica:

µ1 ·µ2 ·µ2 = 1 .

En efecto: Si expresamos las anteriores razones dobles por su sección con la recta UP, para lo que
llamaremos A0i a la intersección de UP con la cara del tetraedro opuesta al vértice Ai (i = 1, 2, 3, 4),
tendremos
(UPA03 )
µ 1 = (A03 A02 UP) = (UPA03 A02 ) =
(UPA02 )

(UPA01 )
µ 2 = (A01 A03 UP) = (UPA01 A03 ) =
(UPA03 )

(UPA02 )
µ 3 = (A02 A01 UP) = (UPA02 A01 ) =
(UPA01 )

basta entonces, simplemente, multiplicar, para que quede establecido lo que nos interesa.

Observemos que todos los puntos de la recta A4 P, distintos de A4 , tienen las mismas coordenadas (µ
µ 1, µ 2, µ 3)
que el punto P.

En la misma forma podemos escribir:


(UPA04 ) (UPA04 ) (UPA04 )
λ1 = , λ2 = , λ3 =
(UPA01 ) (UPA02 ) (UPA03 )

202
de donde deducimos que:
λ2
µ1 =
λ3
λ3
µ2 =
λ1
λ1
µ3 =
λ2
Evidentemente, la posición de un punto P no perteneciente al plano A1 A2 A3 quedará determinada en
cuanto conozcamos λ 1 , λ 2 , λ 3 .
Ahora bien, si el punto P pertenece al plano A1 A2 A3 , su posición en él la determinan los µ 1 , µ 2 , µ 3 ,
4
que pueden considerarse coordenadas proyectivas en el plano, con triángulo fundamental el A1 A2 A3 , y
punto unidad la proyección, U4 , de U desde A4 .
En efecto: Las razones dobles

µ 1 = A1 A4 (A2 A3 UP) , µ 2 = A2 A4 (A3 A1 UP) , µ 3 = A3 A4 (A1 A2 UP)

coinciden con las razones dobles de las secciones de los haces de aristas A1 A4 , A2 A4 , A3 A4 por
el plano A1 A2 A3 , y por tanto son coordenadas proyectivas de la proyección P4 de la P sobre A1 A2 A3
desde A4 .
Si el punto P no está situado en el plano A1 A2 A3 , en lugar de las coordenadas absolutas λ i se introducen
las coordenadas homogéneas (x1 , x2 , x3 , x4 ), definidas a menos de un factor no nulo, por las ecuaciones.
x1
λ1 =
x4

x2
λ2 =
x4

x3
λ3 =
x4

siendo x4 6= 0, por ser las λ i finitas, puesto que P no es del plano A1 A2 A3 .


Si P no pertenece a ninguna cara del tetraedro fundamental, las λ i son no nulas, con lo que podemos
escribir las expresiones.
x2
µ1 =
x3

x3
µ2 =
x1

x1
µ3 =
x2

203
Si P pertenece al plano A1 A2 A3 , entonces

λi =∞ (i = 1, 2, 3) ,

y por tanto será


x4 = 0

y las otras tres coordenadas x1 , x2 , x3 , según las anteriores expresiones y lo dicho para las µ i , serán
4
las coordenadas homogéneas de P4 con relación al triángulo fundamental A1 A2 A3 , y punto unidad U4 ,
proyección del U desde A4 .
En particular, a los puntos A1 , A2 , A3 les corresponden respectivamente las coordenadas homo-
géneas: (1, 0, 0, 0) (0, 1, 0, 0) y (0, 0, 1, 0).
En lo que respecta al punto A4 , como son λ 1 = λ 2 = λ 3 = 0 le corresponden las coordenadas homogé-
neas (0, 0, 0, 1).
Para el punto U, es λ 1 = λ 2 = λ 3 = 1, luego sus coordenadas homogéneas serán: (1, 1, 1, 1).
Observemos que lo establecido partiendo de la cara A1 A2 A3 puede deducirse a partir de una cualquiera de
las otras caras del tetraedro A1 A2 A3 A4 .

Según hemos establecido, a todo punto P del espacio le corresponde una cuaterna de números reales
(x1 , x2 , x3 , x4 ) no todos nulos, definidos a menos de un factor no nulo, a los que llamaremos sus coor-
denadas proyectivas homogéneas en el sistema fundamental (A1 , A2 , A3 , A4 , U).
Recíprocamente, fijado el sistema fundamental (A1 , A2 , A3 , A4 , U), a toda cuaterna de números, no
simultáneamente nulos, (x1 , x2 , x3 , x4 ), corresponde un punto único que los tiene por coordenadas ho-
mogéneas en aquel sistema de coordenadas.
En efecto: si por ejemplo x4 6= 0 y ponemos
x1
λ1 = ,
x4

en el haz de arista A2 A3 existe un plano único que junto a los A2 A3 A1 , A2 A3 A4 , A2 A3 U forma


cuaterna ordenada de razón doble λ 1 .
En forma análoga, se determina un plano en el haz de arista A3 A1 , para el valor
x2
λ2 = ,
x4

y un plano en el haz de arista A1 A2 , para el valor


x3
λ3 = .
x4
La intersección de estos tres planos existe y es única, y tiene las coordenadas homogéneas (x1 , x2 , x3 , x4 )
en el sistema de puntos fundamentales (A1 , A2 , A3 , A4 , U).

204
38.3 Ecuación del plano en coordenadas proyectivas

Según hemos visto en el punto anterior, una condición necesaria y suficiente para que un punto pertenezca
a la cara A1 A2 A3 del tetraedro fundamental, es que:

x4 = 0

lo que nos permite afirmar que esa es la ecuación de dicho plano.


Un razonamiento análogo nos establecería que

xi = 0 (i = 1, 2, 3)

son las ecuaciones de las caras del tetraedro fundamental respectivamente opuestas a los vértices
Ai = 0 (i = 1, 2, 3).
Sea ahora Π un plano cualquiera, no coincidente con ninguna cara del tetraedro fundamental. Existi-
rán al menos dos vértices de dicho tetraedro, sean los A1 y A2 , no contenidos en Π . Tomando como
homólogos las rectas y planos de las radiaciones de vértices A1 , A2 que se cortan sobre Π , dichas ra-
diaciones se corresponden homográficamente de forma que el haz de planos de arista A1 A2 es doble.
Representaremos analíticamente dicha proyectividad cortando las radiaciones por las caras del tetraedro
fundamental opuestas a sus vértices y tomando en ellas sistemas puntuales y tangenciales asociados: En
la cara A2 A3 A4 serán puntos fundamentales A2 (1, 0, 0) , A3 (0, 1, 0) , A4 (0, 0, 1), y punto unidad la
proyección U1 de U desde A1 . En forma análoga obtendríamos que los puntos fundamentales en la cara
A1 A3 A4 serán A1 (1, 0, 0) , A3 (0, 1, 0) , A4 (0, 0, 1) y el punto unidad U2 , proyección de U
desde A2 .
Sean, ahora, u1 , u2 , u3 , las coordenadas de la sección por A2 A3 A4 de un plano de la radiación de vértice
A1 , y u01 , u02 , u03 las de la sección por A1 A3 A4 del plano homólogo de aquel en la radiación de vértice
A2 . Entre dichas ternas de coordenadas se tendrán las ecuaciones de la forma.

u01 : u02 : u03 = a11 · u1 + a12 · u2 + a13 · u3 : a21 · u1 + a22 · u2 + a23 · u3 : a31 · u1 + a32 · u2 + a33 · u3

Considerando el plano doble A1 A2 A3 , este corta al plano A2 A3 A4 en la recta de coordenadas.

u1 = u2 = 0 , u3 = 1

y al plano A1 A3 A4 en la recta de coordenadas.

u01 = u02 = 0 , u03 = 1 .

La correspondencia de estas dos rectas obliga a que sean:

a13 = a23 = 0 .

205
En forma análoga, a partir del plano A1 A2 A4 se deduce que deben corresponderse las rectas

u1 = 0 , u2 = 1 , u3 = −1

y
u01 = 0 , u02 = 1 , u03 = 1

debiendo, por tanto, verificarse


a22 = a33

En consecuencia, las ecuaciones de la homografía entre los planos A2 A3 A4 y A1 A3 A4 serán las siguien-
tes:
u01 : u02 : u03 = a11 · u1 : a21 · u1 + a22 · u2 : a31 · u1 + a22 · u2

y por tanto, para la misma homografía, la correspondencia entre los puntos vendrá dada por las ecuacio-
nes
x1 : x2 : x3 = a11 · x01 + a21 · x02 + a31 · x03 : a22 · x02 : a22 · x03 .

Sea, ahora, Y(y1 , y2 , y3 , y4 ) un punto de Π. La proyección Y1 de Y desde A1 sobre A2 A3 A4 , referida


al sistema elegido en este plano tendrá coordenadas:

x1 : x2 : x3 = y2 : y3 : y4

En forma análoga, para la proyección Y2 de Y desde A2 sobre el plano A1 A3 A4 con el sistema adoptado
en éste, tendrá coordenadas.
x01 : x02 : x03 = y1 : y3 : y4

Eliminando entre las tres últimas igualdades establecidas las x0i , xi (i = 1, 2, 3), deduciremos la ecua-
ción de Π :
a11 · y1 − a22 · y2 + a21 · y3 + a31 · y4 = 0

que es una ecuación lineal y homogénea en las coordenadas de Y.


Recíprocamente, dada una ecuación como esta última y supuesto a22 6= 0 (lo que no es restrictivo, pues
se puede elegir la designación de las coordenadas para que sea así), combinándola con las dos anteriores
llegaríamos a las ecuaciones

x1 : x2 : x3 = a11 · x01 + a21 · x02 + a31 · x03 : a22 · x02 : a22 · x03

que representan una proyectividad entre los planos A1 A3 A4 y A2 A3 A4 , en la que se corresponden las
rectas sección por planos de arista A1 A2 , puesto que estas ecuaciones coexisten con las

u01 : u02 : u03 = a11 · u1 : a21 · u2 : a31 · u1 + a22 · u22

206
Luego, al proyectar desde los vértices opuestos A2 y A1 , respectivamente, se tienen dos radiaciones
proyectivas con el haz de planos común dobles. Resulta entonces que las rectas homólogas se cortan en
puntos de un plano que es el representado por la ecuación.

a11 · y1 − a22 · y2 + a21 · y3 + a31 · y4 = 0 .

Dado que los planos excluidos en los razonamientos anteriores, que han conducido a esta última ecua-
ción, son las caras del tetraedro fundamental, cuyas ecuaciones, que según sabemos son

xi = 0 (i = 1, 2, 3)

y por tanto casos particulares de la anterior, podemos considerar establecido que, todo plano tiene, en
coordenadas proyectivas, una ecuación homogénea de primer grado.

207
Lección 39.- COORDENADAS TANGENCIALES

39.1 Coordenadas tangenciales proyectivas


39.2 Cambio de coordenadas proyectivas
39.3 Planteamiento práctico de un cambio de coordenadas

39.1 Coordenadas tangenciales proyectivas

Fijados cuatro planos a1 , a2 , a3 , a4 independientes, y un quinto plano u que no pasa por ninguno de los
puntos comunes a tres de aquellos, definimos para un plano p que no pasa por el punto de intersección
de los planos a1 , a2 , a3 , a4 , las tres razones dobles siguientes:

ρ 1 = a2 a3 (a1 a4 up)
ρ 2 = a3 a1 (a2 a4 up)
ρ 3 = a1 a2 (a3 a4 up)

Con a2 a3 (a1 a4 up) designamos la razón doble de la cuaterna ordenada sección de la recta común a los
planos a2 , a3 , por los planos a1 , a4 , u, p. La interpretación es análoga para ρ 2 y ρ 3 .
Asimismo definimos:
σ 1 = a1 a4 (a2 a3 up)
σ 2 = a2 a4 (a3 a1 up)
σ 3 = a3 a4 (a1 a2 up)

y procediendo como hicimos en el apartado 38.2 de la lección anterior (proyectando ahora desde la
recta up) se prueba la relación.
ρ 1 ·ρ
ρ 2 ·ρ
ρ3 = 1

lo que está de acuerdo con que ρ 1 , ρ 2 , ρ 3 pueden tomarse como coordenadas tangenciales absolutas de
la sección por el plano a4 del plano p, referido a las rectas sección de a4 por los planos a1 , a2 , a3 , y
como recta unidad la sección por u.
Así mismo, y también por consideraciones análogas a las del mismo apartado 38.2 (caso puntual),
proyectando la recta up resultará.
ρ2
σ1 =
ρ3
ρ3
σ2 =
ρ1
ρ1
σ3 =
ρ2

209
En lugar de las coordenadas absolutas del plano p se toman las coordenadas homogéneas (v1 , v2 , v3 , v4 ),
definidas a menos de un factor no nulo, por las expresiones

v1 v2 v3
ρ1 = , ρ2 = , ρ3 =
v4 v4 v4

con lo cual, supuesto que las ρ i no se anulan

v2 v3 v1
σ1 = , σ2 = , σ3 =
v3 v1 v2

Si el plano p pasa por el punto de intersección de los a1 , a2 , a3 es v4 = 0, y su posición queda determi-


nada por las coordenadas absolutas σ 1 , σ 2 , σ 3 , o lo que es equivalente por las homogéneas v1 , v2 , v3 ,
según se desprende de las últimas expresiones.
Recíprocamente, conocida la cuaterna (v1 , v2 , v3 , v4 ), supuesto v4 6= 0, por las

v1 v2 v3
ρ1 = , ρ2 = , ρ3 =
v4 v4 v4

se determinan las ρ 1 , ρ 2 , ρ 3 , y de acuerdo con las

ρ 1 = a2 a3 (a1 a4 up)
ρ 2 = a3 a1 (a2 a4 up)
ρ 3 = a1 a2 (a3 a4 up)

un plano p que las tiene como coordenadas proyectivas absolutas. Dicho plano admite la cuaterna
(v1 , v2 , v3 , v4 ) como coordenadas homogéneas.
Lo mismo que en el caso puntual, lo dicho para el vértice a1 , a2 , a3 del tetraedro fundamental, se aplica
a cualquier otro vértice.
En particular, para los a1 , a2 , a3 , a4 resultan las coordenadas (1, 0, 0, 0) , (0, 1, 0, 0) , (0, 0, 1, 0),
(0, 0, 0, 1) respectivamente y para el plano u las (1, 1, 1, 1), razonando en forma análoga a como hici-
mos en el apartado 38.2, en el caso puntual.
Sean A1 , A2 , A3 , A4 los vértices de un sistema de coordenadas proyectivas puntuales, y a1 , a2 , a3 , a4
las caras respectivamente opuestas de dicho tetraedro, que se identifican a los planos de igual desig-
nación de un sistema proyectivo tangencial. Proyectemos el punto unidad U del sistema puntual desde
cada arista sobre la arista opuesta. Así, por ejemplo, si desde la A1 A2 lo proyectamos sobre la A3 A4 ,
obtenemos el punto U34 (1, 1, 0, 0). El conjugado armónico de U34 , respecto de A3 , A4 será el pun-
to U012 (1, −1, 0, 0) como se deduce considerando la coordenada proyectiva λ 3 de los cuatro puntos
A3 , A4 , U34 , U034 .
Los seis puntos U0ij así obtenidos, sobre las aristas, estarán evidentemente sobre el plano de ecuación
puntual.
x1 + x2 + x3 + x4 = 0

210
Tomaremos este plano como plano u del sistema tangencial de planos fundamentales a1 , a2 , a3 , a4 .
Consideremos ahora el plano p de ecuación.

p1 · x1 + p2 · x2 + p3 · x3 + p4 · x4 = 0

y calculemos sus coordenadas en dicho sistema tangencial, supuesto que no pasa por A4 .
Se tiene
ρ 1 = a2 a3 (a1 a4 up) = (A4 A1 U014 P14 )

siendo P14 la intersección de p con la arista A1 A4 del tetraedro fundamental. Las coordenadas de P14 se
obtienen añadiendo a la ecuación

p1 · x1 + p2 · x2 + p3 · x3 + p4 · x4 = 0

las de la arista A1 A4 : 
x2 = 0 
x3 = 0 

Deducimos entonces que


x1 p4
=−
x4 p1
es decir, que (−p4 , 0, 0, p1 ) son coordenadas homogéneas de P14 . Pasando a las coordenadas.

x1
λ3 =
x4

de la cuaterna
ρ 1 = (A4 A1 U014 P14 )

deducimos
p4 p4 p1
ρ 1 = (0, ∞ , −1, − ) = (−1, − , 0, ∞ ) = .
p1 p1 p4
En forma análoga resultaría.
p2 p3
ρ2 = , p3 = .
p4 p4
De estas expresiones de las ρ 1 se deducen las coordenadas homogéneas del plano dado:

v1 : v2 : v3 = p1 : p2 : p3 : p4 .

Podemos por tanto afirmar que la ecuación

p1 · x1 + p2 · x2 + p3 · x3 + p4 · x4 = 0

es la condición de incidencia del punto (x1 , x2 , x3 , x4 ) con el plano (p1 , p2 , p3 , p4 ), supuesto que
los sistemas de referencia son asociados.

211
Suponiendo (x1 , x2 , x3 , x4 ) dados, a menos de un factor no nulo, y (p1 , p2 , p3 , p4 ) variables, la ecua-
ción
p1 · x1 + p2 · x2 + p3 · x3 + p4 · x4 = 0

es la ecuación del punto (x1 , x2 , x3 , x4 ) en el sistema tangencial asociado.

Puntos y planos se manejan igual, desde un punto de vista algebraico, lo que expresa la ley de dualidad
en el espacio proyectivo: De toda proposición en la que intervengan puntos, rectas y planos, se deduce
otra, igualmente cierta, al cambiar puntos por planos, planos por puntos y rectas por rectas, entendiendo
que el plano determinado por tres puntos se sustituye por un punto intersección de tres planos, y recípro-
camente, mientras que a la recta que une dos puntos corresponde la recta intersección de dos planos, y
recíprocamente.

39.2 Cambio de coordenadas proyectivas

En virtud de la ley de dualidad en el espacio bastará tratar el cambio de coordenadas puntuales. Sea
(A1 , A2 , A3 , A4 , U) la nueva figura fundamental determinada respecto de la antigua por las ecuaciones.

pi ≡ ai1 · x1 + ai2 · x2 + ai3 · x3 + ai4 · x4 = 0 , (i = 1, 2, 3, 4)

de las caras , respectivamente opuestas a los vértices Ai (i = 1, 2, 3, 4) , y por las coordenadas


xi (i = 1, 2, 3, 4) del nuevo punto unidad U.
Cada uno de los haces de arista en una del nuevo tetraedro se representa combinando linealmente las
ecuaciones de las caras del tetraedro que se cortan en dicha arista, y el parámetro de combinación es
coordenada proyectiva en el haz (como en el problema análogo en el plano).
Para un punto P(x1 , x2 , x3 , x4 ) cualquiera, las nuevas coordenadas (x01 , x02 , x03 , x04 ) se expresan me-
diante los cocientes de las formas.

ai1 · x1 + ai2 · x2 + ai3 · x3 + ai4 · x4 , (i = 1, 2, 3, 4)

tomados en el punto P y en el punto U, valores estos últimos que designaremos pi (i = 1, 2, 3, 4). Así,
por ejemplo, supuesto que P no es de A1 A2 A3 , se obtiene utilizando el haz de planos de aristas A2 A3
de ecuación
p1 + µ · p4 = 0
 
p1 p1 p1 p4
λ 01 = A2 A3 (A1 A4 U P) = ∞ , 0, ,− = :
p4 p4 p1 p4
y análogamente
p2 p4 p3 p4
λ 02 = : , λ 03 = :
p2 p4 p3 p4

212
de manera que, introduciendo las coordenadas homogéneas por las ecuaciones
x0i
λ 0i = (i = 1, 2, 3)
x04
resultarán las fórmulas de cambio buscadas:
p1 p2 p3 p4
x01 : x02 : x03 : x04 = : : :
p1 p2 p3 p4

Observemos que si P pertenece a A1 A2 A3 se llega al mismo resultado.


Las fórmulas de cambio de coordenadas tangenciales se deducen de estas últimas por la ley de dualidad
del espacio. Conocidas las ecuaciones de los vértices.

mi ≡ bi1 · u1 + bi2 · u2 + bi3 · u3 + bi4 · u4 = 0 , (i = 1, 2, 3, 4)

respectivamente opuestos a las caras ai (i = 1, 2, 3, 4), y llamando (u1 , u2 , u3 , u4 ) a las coordenadas


del nuevo plano unidad u, las fórmulas del cambio son
m1 m2 m3 m4
u01 : u02 : u03 : u04 = : : :
m1 m2 m3 m4
siendo mi , mi los valores de las formas

bi1 · u1 + bi2 · u2 + bi3 · u3 + bi4 · u4 , (i = 1, 2, 3, 4)

para las coordenadas de p y u, respectivamente.


Por supuesto que, si se trata de sistema puntual y tangencial asociados, las sustituciones correspondientes
son traspuestas una de otra.

39.3 Planteamiento práctico de un cambio de coordenadas

La experiencia adquirida en la Lección 36, en su apartado 36.1, cuando planteábamos el cambio de


coordenadas en el plano proyectivo, nos sugiere la generalización del procedimiento, gracias a la cual
la resolución práctica de este problema será en todos los casos sencilla. Como entonces, hablaremos de
sistema antiguo, en el que daremos las coordenadas de los puntos que conformarán el sistema nuevo y,
asimismo, hablaremos de normalizar este último sistema, si no lo estuviera, teniendo en cuenta que el
primero siempre lo está, por el propio planteamiento.
El siguiente ejemplo testificará la bondad de la generalización mencionada.
Ejemplo 1. En el espacio proyectivo real consideremos los dos sistemas fundamentales:

{ A1 (1, 0, 0, 0), A2 (0, 1, 0, 0), A3 (0, 0, 1, 0), A4 (0, 0, 0, 1), U(1, 1, 1, 1) }

y

A1 (1, 1, 0, 0), A2 (1, −1, 0, 0), A3 (6, 2, 1, 2), A4 (1, 1, 0, 1), U(6, 4, 1, 1)

213
Del primero diremos que es el sistema antiguo y del segundo que es el nuevo, determinado éste por las coordenadas
de sus puntos fundamentales en el sistema antiguo.
En primer lugar deberemos normalizar el segundo sistema (el primero ya lo está); así tendremos

(6, 4, 1, 1) = a · (1, 1, 0, 0) + b · (1, −1, 0, 0) + c · (6, 2, 1, 2) + d · (1, 1, 0, 1)

es decir 
6 = a+b+6·c+d 



4 = a−b+2·c+d 

1= c 




1= 2·c+d

siendo las soluciones de este sistema

a=2 , b−1 , c=1 , d = −1

con lo que podemos considerar como sistema nuevo el siguiente:



A1 (2, 2, 0, 0), A2 (−1, 1, 0, 0), A3 (6, 2, 1, 2), A4 (−1, −1, 0, −1), U(6, 4, 1, 1)

Nos permite lo anterior poder escribir directamente la ecuación matricial del cambio de base:

X A X´
x1 2 -1 6 -1 x1́

x2 2 1 2 -1 x´2
x3
= 0 0 -1 0
x3́

x4 0 0 2 -1 x4́

_ Coordenadas
Coordenadas
_ _ _
en el sistema A1 en el sistema
A2 A3 A4 nuevo
antiguo

Si lo que queremos es expresar las coordenadas en el sistema nuevo, en función de las correspondientes en el sistema
antiguo, bastará con calcular la inversa de la matriz A, sea la B, y multiplicar por B la anterior ecuación matricial.

B · X = B · A · X0

y puesto que B = A−1 , será B · A = I , luego


X0 = B · X
Puesto que
1 1 1
 
−1 −

 4 4 2
 
 
 1 1 
− 2 0
 2 2 
−1
B=A =
 

 
 
 0 0 1 0
 
 
 
 
0 0 2 −1

214
tendremos

   1 1 1
  
x0 −1 − x1
 1  4 4 2  
     
     
  
1 1   

x0   x
− 2 0   2

 2  
   2 2 
  
 =
    · 
 0    
x     
 3  0 0 1 0 x3 
     
  

  
      

x04 0 0 2 −1 x4
| {z } | {z } | {z }
X0 B = A−1
X

Así, podremos escribir las ecuaciones de cambio de base bajo las dos formas siguientes:
1.- Coordenadas antiguas en función de las nuevas:


x1 = 2 · x01 − x02 + 6 · x03 − x04 



2 · x01 x02 2 · x03 − 0 
x2 = + + x 
4
x3 = x03 



2 · x03 x04

x4 = −

2.- Coordenadas nuevas en función de las antiguas:


1 1 1
x01 = ·x + ·x − x3 − x4 
4 1 4 2

2








1 1

x02

= − ·x + ·x + 2 · x3

2 1 2 2





x03

= x3











x04

= 2 · x3 − x4 

En cualquier caso, la interpretación es la siguiente: Un punto P de coordenadas P(x1 , x2 , x3 , x4 ), en el sistema anti-


guo, tiene las coordenadas P(x01 , x02 , x03 , x04 ) en el sistema nuevo. Podemos visualizar un tal cambio de coordenadas
proyectivas con el esquema siguiente:

215
(4, 8, 1, 2) Sistema nuevo _
P (1, 0, 0, 0)
(1, 4, 1, 0) A1
(1, 1, 0, 0)

_ _
(0, 0, 0, 1) (1, 1, 1, 1)
A4 U
(1, 1, 0, 1) (6, 4, 1, 1)

A4 (0, 0, 0, 1)

_
_ (0, 1, 0, 0)
(0, 0, 1, 0) A2
A3 (1,-1, 0, 0)
(6, 2, 1, 2)

U (1, 1, 1, 1) A 3 (0, 0, 1, 0)

A1 (1, 0, 0, 0) A 2 (0, 1, 0, 0)

Sistema antiguo

Las ecuaciones de cambio de coordenadas nos permiten afirmar que las coordenadas del punto P son, respecto al
sistema antiguo: P(4, 8, 1, 2), y respecto al sistema nuevo; P(1, 4, 1, 0) .

216
Lección 40.- PROYECTIVIDADES EN EL ESPACIO

40.1 Casos particulares de las coordenadas proyectivas


40.2 Representación analítica de la recta
40.3 Proyectividades en el espacio

40.1 Casos particulares de las coordenadas proyectivas

Al igual que en el caso del plano, estudiado en la Lección 17, puede darse aquí una interpretación de
las coordenadas proyectivas, tanto puntuales como tangenciales, mediante los cocientes de distancia, con
signo, a las caras o a los vértices en el caso de las tangenciales.
Los razonamientos, análogos a los que se hicieron en el caso del plano, nos permiten escribir, por ejemplo
para las puntuales:
p1 p2 p3 p4
x1 : x2 : x3 : x4 = : : :
u1 u2 u3 u4
siendo p1 , p2 , p3 , p4 las distancias del punto P, de coordenadas (x1 , x2 , x3 , x4 ), a los planos opuestos
a los vértices A1 , A2 , A3 , A4 , respectivamente, y u1 , u2 , u3 , u4 las distancias de U a dichos planos.
También las coordenadas cartesianas son un caso particular de las proyectivas: El plano A1 A2 A3 coincide
con el plano impropio y los haces de aristas A1 A2 , A2 A3 , A3 A1 son de planos paralelos. Además el
primer plano de cada una de las cuaternas

λ 1 = A2 A3 (A1 A4 UP)
λ 2 = A3 A1 (A2 A4 UP)
λ 3 = A1 A2 (A3 A4 UP)
es el impropio, con lo cual, al cortar dichas cuaternas de planos por las aristas opuestas del
tetraedro, llamando P01 , U01 ; P02 , U02 ; P03 , U03 , a las proyecciones de P, U respectivamente sobre las aristas
A4 A1 , A4 A2 , A4 A3 se obtienen:
A4 P1 A4 P 2 A4 P3
λ 1 = (∞
∞, A4 , A1 , P1 ) = (P1 U1 A4 ) = , λ2 = , λ3 =
A4 U1 A4 U2 A4 U3
Supuesto que U está en la recta igualmente inclinada sobre las aristas A4 A1 , A4 A2 , A4 A3 , y tomando

A4 U1 = A4 U2 = A4 U3 = 1

resulta, de las expresiones anteriores, que λ 1 , λ 2 , λ 3 pueden considerarse como coordenadas cartesianas
relativas a los ejes A4 A1 , A4 A2 , A4 A3 , y al punto unidad U.
En este sistema cartesiano, el plano de ecuación

λ 1 +λ
λ 2 +λ
λ3 +1 = 0

217
resulta polar de U, respecto del tetraedro, con lo cual las coordenadas tangenciales de un plano, en el
sistema tangencial asociado, pueden tomarse iguales a los coeficientes de la ecuación puntual de dicho
plano.

40.2 Representación analítica de la recta

Según sabemos una recta queda determinada, bien por dos puntos, bien como intersección de dos planos.
Veamos, en primer lugar, su representación en coordenadas puntuales.
Si la recta r se determina como intersección de dos planos se representará por medio del sistema de
ecuaciones formado por las ecuaciones de dichos planos.

Ejemplo 1. Consideremos los planos dados por sus ecuaciones:

Π1 ≡ x1 + x2 + 3 · x3 − 5 · x4 = 0

Π2 ≡ 2 · x1 − x2 + 5 · x3 − 6 · x4 = 0

La recta , r, intersección de Π1 y Π2 vendrá dada por el sistema



 x1 + x2 + 3 · x3 − 5 · x4 = 0
r≡
 2 · x1 − x2 + 5 · x3 − 6 · x4 = 0

Ahora bien, si la recta r se determina por dos puntos Y(y1 , y2 , y3 , y4 ), Z(z1 , z2 , z3 , z4 ) la representa-
remos paramétricamente como sigue:

xi = λ · yi + µ · zi (i = 1, 2, 3, 4)

El razonamiento para obtener esta representación es el siguiente: La recta no puede cortar a todas las
aristas del tetraedro fundamental. En el supuesto de que no corta a la A1 A2 , sean Y1 , Z1 ; Y2 Z2 , las
proyecciones de Y, Z, desde A1 , A2 , respectivamente sobre las caras opuestas del tetraedro fundamental.
Teniendo en cuenta lo que dijimos en apartado 13.2, de la Lección 13, resulta que las coordenadas de
4
Y1 , Z1 , referidas al triángulo A2 A3 A4 y punto unidad U1 , proyección de U desde A1 , son Y(y2 , y3 , y4 ),
Z(z2 , z3 , z4 ) y por tanto la representación paramétrica de la recta Y1 Z1 , en el plano A2 A3 A4 viene dada
por las fórmulas.
xi = λ · yi + µ · zi (i = 2, 3, 4)

Análogamente
xi = λ · y0i + µ · z0i (i = 1, 3, 4)

es la representación paramétrica de la recta Y2 Z2 en el plano A1 A3 A4 , con este triángulo como funda-


mental y punto unidad U2 , proyección de U desde A2 .

218
Si X es un punto cualquiera de r, y son X1 , X2 sus proyecciones desde A1 , A2 , respectivamente sobre
las caras opuestas, las coordenadas de X1 , en A2 A3 A4 , se obtienen de las

xi = λ · yi + µ · zi (i = 2, 3, 4)

particularizando λ , µ , y análogamente las de X2 , en A1 A3 A4 de las

xi = λ · y0i + µ · z0i (i = 1, 3, 4)

para los valores de λ 0 , µ 0 , definidos a menos de un factor no nulo. Además, la proyección X12 de X desde
la arista A1 A2 sobre la arista A3 A4 puede obtenerse proyectando desde A2 , X1 , o bien desde A1 , X2 . En
el primer caso sus coordenadas resultan:

x1 = x2 = 0 x3 = λ · y3 + µ · z3 , x4 = λ · y4 + µ · z4

y en el segundo
x1 = x2 = 0 x3 = λ 0 · y3 + µ 0 · z3 , x4 = λ 0 · y4 + µ 0 · z4

En consecuencia, de las expresiones anteriores resulta


λ · y3 + µ · z3 λ 0 · y3 + µ 0 · z3
=
λ · x4 + µ · z4 λ 0 · y4 + µ 0 · z4
relación homográfica, de la que por la condición

y3 · z4 − y4 · z3 6= 0

consecuencia de que r no corta a la arista A1 A2 , resulta


µ µ0
= 0
λ λ
con lo cual de las anteriores
xi = λ · yi + µ · zi (i = 2, 3, 4)

xi = λ · y0i + µ · z0i (i = 1, 3, 4)

Deducimos que las coordenadas del punto X son


µ
xi = yi + · zi (i = 1, 2, 3, 4)
λ
es decir, que las ecuaciones paramétricas de r son las que habíamos anunciado.
Veamos, ahora, su representación en coordenadas tangenciales: En este caso, la representación para-
métrica se obtiene a partir de los planos V(v1 , v2 , v3 , v4 ), W(w1 , w2 , w3 , w4 ) por las fórmulas

u i = λ · v i + µ · wi (i = 1, 2, 3, 4)

que dan las coordenadas de un plano cualquiera por r. Si lo que se conociesen fuesen dos puntos, dados
por sus ecuaciones, el sistema formado por éstas da una representación implícita de la recta en tangen-
ciales.
219
40.3 Proyectividad en el espacio
Llamaremos proyectividad a toda biyección entre formas de 3a categoría que conserve las incidencias.
Evidentemente una proyectividad, entre formas de 3a categoría, transforma formas de 2a categoría en
formas de 2a categoría, subordinando entre formas análogas una proyectividad en el sentido que ya
conocemos. Asimismo, a una figura de 1a categoría corresponderá proyectívamente otra también de 1a
categoría.
Si los elementos homólogos en una proyectividad son ambos puntos o planos, a la proyectividad la
llamaremos homografía o colineación.
Si por el contrario, a los puntos corresponden planos y a los planos corresponden puntos, la proyectividad
recibirá el nombre de correlación o reciprocidad.
Siguiendo un camino análogo al del plano, estas definiciones permiten hallar fácilmente la representación
analítica de una proyectividad.
Veamos, con un ejemplo, el caso de una colineación:

Ejemplo 1. Establecer las ecuaciones de la colineación determinada por los puntos homólogos.

A(2, 0, 0, 1) −−−−−−−−−−−−
→ A0 (0, 0, 2, 1)
B(0, 1, 0, 3) −−−−−−−−−−−−→ B0 (0, 2, 2, 0)
C(2, 2, 2, 0) −−−−−−−−−−−−→ C0 (1, 0, 1, 1)
D(2, 0, 1, 0) −−−−−−−−−−−−→ D0 (1, −2, −2, 0)
E(4, 0, 4, 2) −−−−−−−−−−−−→ E0 (2, 1, 4, 6)

Normalicemos los puntos dados.


Para los originales tendremos:

(4, 0, 4, 2) = a · (2, 0, 0, 1) + b · (0, 1, 0, 3) + c · (2, 2, 2, 0) + d · (2, 0, 1, 0)

es decir 
4 = 2·a +2·c+2·d 



b+2·c

4= 

1= 2·c +d 




1= a+3·b

sistema que resuelto da cómo soluciones:


14 8 4 28
a=− , b= , c=− , d=
5 5 5 5
con lo que los puntos normalizados serán:
28 14 8 24 8 8 8 56 28
A(− , 0, 0, − ) , B(0, , 0, ) , C(− , − , − , 0) , D( , 0, , 0) , E(4, 0, 4, 2)
5 5 5 5 5 5 5 5 5
y como estamos manejando coordenadas homogéneas, podríamos escribirlos como sigue:

A(−28, 0, 0, −14) , B(0, 8, 0, 24) , C(−8, −8, −8, 0) , D(56, 0, 28, 0) , E(20, 0, 20, 10)

220
y también

A(−14, 0, 0, −7) , B(0, 4, 0, 12) , C(−4, −4, −4, 0) , D(28, 0, 14, 0) , E(10, 0, 10, 5)

Para las imágenes tendremos:

(2, 1, 4, 6) = a · (0, 0, 2, 1) + b · (0, 2, 2, 0) + c · (1, 0, 1, 1) + d · (1, −2, −2, 0)

es decir 
2= +c +d 


2·b −2·d 

1=
4 = 2·a+2·b +c−2·d 




6= a +c

sistema que resuelto da como soluciones


13
a = −3 , b = − , c = 9 , d = −7
2
con lo que los puntos normalizados serán:

A0 (0, 0, −6, −3) , B0 (0, −13, −13, 0) , C0 (9, 0, 9, 9) , D0 (−7, 14, 14, 0) , E0 (2, 1, 4, 6)

El problema se replantea entonces como sigue: Establecer las ecuaciones de la proyectividad determinada por los
puntos homólogos:
A(−14, 0, 0, −7) −−−−−−−−−−−−
→ A0 ( 0, 0, −6, −3)
B( 0, 4, 0, 12) −−−−−−−−−−−−
→ B0 ( 0, −13, −13, 0)
C( −4, −4, −4, 0) −−−−−−−−−−−−
→ C0 ( 9, 0, 9, 9)
D( 28, 0, 14, 0) −−−−−−−−−−−−
→ D0 (−7, 14, 14, 0)
E( 10, 0, 10, 5) −−−−−−−−−−−−
→ E0 ( 2, 1, 4, 6)

Llegados a este punto, en la ecuación matricial general de la proyectividad


     
x0 b11 b12 b13 b14 x1
 1    
x0   b
 2   21 b22 b23 b24  x2 
 
 = · 

x0   b31 b32 b33 b34  x3 
 
 3  
x04 b41 b42 b43 b44 x4

al sustituir, sucesivamente, los valores de A y A0 , B y B0 , C y C0 , D y D0 , obtendremos un sistema de dieciséis


ecuaciones lineales, con las dieciséis incógnitas bij (i, j = 1 · · · 4), que resolverán nuestro problema. Observemos
que no es necesario utilizar los puntos E y E0 , ya que la normalización los ha hecho linealmente dependientes,
respectivamente, de los A, B, C, D y A0 , B0 , C0 , D0 .
Así tendremos 
0 = −14 · b11 − 7 · b14 



0 = −14 · b21 − 7·b 

24
−6 = −14 · b31 − 7 · b34 




−3 = −14 · b41 − 7 · b44

221

0= 4 · b12 + 12 · b14 



−13 = 4 · b22 + 12 · b 

24
−13 = 4 · b32 + 12 · b34 




0= 4 · b42 + 12 · b44


9 = −4 · b11 − 4 · b12 − 4 · b13 



0 = −4 · b21 − 4 · b22 − 4 · b23

9 = −4 · b31 − 4 · b32 − 4 · b33 






9 = −4 · b41 − 4 · b42 − 4 · b43


−7 = 28 · b11 + 14 · b13 



28 · b21 + 14 · b23

14 = 

14 = 28 · b31 + 14 · b33 




0= 28 · b41 + 14 · b43

Resolviendo tendremos

7 21 1 7
b11 = − , b12 = − , b13 = , b14 =
20 10 5 10

9 11 1 9
b21 = , b22 = − , b23 = , b24 = −
20 20 10 10
5 43 10 4
b31 = , b32 = − , b33 = − , b34 = −
7 28 7 7
27 171 27 57
b41 = − , b42 = − , b43 = , b44 =
140 70 70 70
Luego, la ecuación de la proyectividad, en su forma matricial será:

7 21 1 7
     
x01 − − x1
  
   20 10 5 10   
  
     
 0    
x   9 11 1 9 
 x2 
 
 2  − −
   20 20 10 10   
     
 = · 
 0 
x3   5 x 
  
   −
43

10
−   3
4 
   7 28 7 7   
     
     
x0    x 
 4   27 4
171 27 57   
− −
140 70 70 70

222
Siendo, por tanto, las ecuaciones de la proyectividad que nos habíamos planteado, las siguientes:




7 21 1 7


x01 − ·x − ·x ·x ·x

= + + 
20 1 10 2 5 3 10 4









9 11 1 9 
x02

= ·x − ·x + ·x − ·x

20 1 20 2 10 3 10 4



5 43 10 4


x03

= ·x − − ·x − · x3 − ·x 
7 1 28 2 7 4

7








27 171 27 57

x04

= − ·x − · x2 + ·x + ·x

140 1 70 3 70 4


70 



Veamos ahora el caso de una correlación: Sean A1 , A2 , A3 , A4 , U, cinco puntos, de cuatro en cuatro in-
dependientes, de una de las formas, y a1 , a2 , a3 , a4 , u, cinco planos de cuatro en cuatro independientes,
respectivamente homólogos de aquellos en la otra forma. Adoptamos como figuras fundamentales, de
sendos sistemas puntual y tangencial a los que se refieren las formas correspondientes, los cinco puntos
y los cinco planos considerados.
Sea P(x1 , x2 , x3 , x4 ) un punto cualquiera de la primera figura y p(v1 , v2 , v3 , v4 ) el plano homólogo de
P, en la segunda forma.
El punto P no puede pertenecer a las cuatro caras del tetraedro fundamental. Supongamos, por ejemplo,
que no pertenece a A1 A2 A3 , con lo cual p no pertenece a la radiación de vértice a1 a2 a3 . Para P están
definidas las coordenadas absolutas.

xi
λi = (i = 1, 2, 3)
x4

y para p las coordenadas.


vi
ρi = (i = 1, 2, 3)
v4
Siendo λ i , ρ i coordenadas proyectivas de un haz de planos y de una series de puntos, proyectivos, con
correspondencia de los elementos que se obtienen para los valores: ∞ , 0, 1 de λ i , ρ i , dicha proyectividad
obliga a que sea
λ i = ρi (i = 1, 2, 3)

es decir
xi vi
=
x4 v4
y por tanto, se obtienen las siguientes ecuaciones de la correlación.

x1 : x2 : x3 : x4 = v1 : v2 : v3 : v4

223
Si las figuras fundamentales no se corresponden, efectuando un cambio de coordenadas se llega a la
forma general siguiente de las ecuaciones de una correlación:

ρ · x1 = a11 · v1 + a12 · v2 + a13 · v3 + a14 · v4 



ρ ·x = a ·v +a ·v +a ·v +a ·v 

2 21 1 22 2 23 3 24 4

ρ · x3 = a31 · v1 + a32 · v2 + a33 · v3 + a34 · v4 






ρ ·x = a ·v +a ·v +a ·v +a ·v 
4 41 1 42 2 43 3 44 4

ecuaciones que, en virtud de la independencia de los cuatro puntos homólogos de los planos ui = 0
(i = 1, 2, 3, 4) son resolubles en las vi .

Veamos, ahora, con un ejemplo como procederíamos con una correlación:

Ejemplo 2. Determinar la correlación γ definida por

A(2, 0, 0, 1) −−−−−−→ R1 ≡ 2 · x3 + x4 = 0
B(0, 1, 0, 3) −−−−−−→ R2 ≡ 2 · x2 + 2 · x3 =0
C(2, 2, 2, 0) −−−−−−→ R3 ≡ x1 + x3 + x4 = 0
D(2, 0, 1, 0) −−−−−−→ R4 ≡ x1 − 2 · x2 − 2 · x3 =0
E(4, 0, 4, 0) −−−−−−→ R5 ≡ 2 · x1 + x2 + 4 · x3 + 6 · x4 = 0

El problema se reduce, como en el caso del plano a determinar la ecuación de la colineación γ 0 definida por:

A(2, 0, 0, 1) −−−−−−→ A0 (0, 0, 2, 1)


B(0, 1, 0, 3) −−−−−−→ B0 (0, 2, 2, 0)
C(2, 2, 2, 0) −−−−−−→ C0 (1, 0, 1, 1)
D(2, 0, 1, 0) −−−−−−→ D0 (1, −2, −2, 0)
E(4, 0, 4, 0) −−−−−−→ E0 (2, 1, 4, 6)

problema, éste, que resolvimos en el ejemplo anterior, siendo la ecuación de la tal colineación la siguiente:

7 21 1 7
     
y01 − − y1
  
   20 10 5 10   
  
     
 0    
y   9 11 1 9 
 y2 
 
 2  − −
   20 20 10 10   
     
 = · 
 0 
y3   5 y 
  
   −
43

10
−   3
4 
   7 28 7 7   
     
     
y0    y 
 4   27 4
171 27 57   
− −
140 70 70 70
La interpretación en el caso que nos ocupa es que los elementos de la cuaterna (y01 , y02 , y03 , y04 ) son los coeficientes
del plano, del punto de coordenadas (y1 , y2 , y3 , y4 ).

224
Con la experiencia de que ya disponemos podemos pasar a escribir directamente la ecuación matricial de la correla-
ción buscada.
7 21 1 7
   
− − y1

 20 10 5 10   
  
   
   
 9 11 1 9 
 y2 
 
 − −
h i  20 20 10 10   
  
x1 x2 x3 x4 =  ·  = 0
y 
   
5 43 10   3
4 

 − − −
7 28 7 7   
   

   
  y 
4
 27 171 27 57   
− −
140 70 70 70

Operando obtendríamos la ecuación de la correlación; así.


7 21 1 7
 
− · y1 − · y2 + ·y + · y4

 20 10 5 3 10 

 
 
 + 9 · y1 11 1 9
 
− · y2 + ·y − · y4 
h i   20 20 10 3 10 

x1 x2 x3 x4 =   =0

 + 5 ·y 43 10 4
 
− ·y − · y3 − · y4 
7 1 28 2 7 7
 
 
 
 
 27 171 27 57 
− ·y − · y2 + ·y + · y4
140 1 70 70 3 70
y en definitiva

   
7 21 1 7 9 11 1 9
− · y1 − · y2 + · y3 + · y4 · x1 + · y1 − · y2 + · y3 − · y4 · x2 +
20 10 5 10 20 20 10 10

   
5 43 10 4 27 171 27 57
+ · y1 − · y2 − · y3 − · y4 · x3 + − · y1 − · y2 + · y3 + · y4 · x4 = 0
7 28 7 7 140 70 70 70

Así, por ejemplo, al punto P(0, 0, 30, 70) le correspondería, por la correlación γ , el plano:
       
1 7 1 9 10 4 27 57
5 · 30 + 10 · 70 · x1 + 10 · 30 − 10 · 70 · x2 + − 7 · 30 − 7 · 70 · x3 + 70 · 30 + 70 · 70 · x4 = 0

es decir
77 · x1 − 84 · x4 − 116 · x3 + 96 · x4 = 0

225
Lección 41.- EL PROBLEMA DE LOS SATÉLITES

41.1 La homología en el espacio


41.2 Ejemplo de aplicación
41.3 La geometría en el plano homológico

41.1 La homología en el espacio

En la Lección 37 estudiamos las homologías y sus propiedades, y en particular, sin apenas detenernos,
pasamos al caso de las homologías entre formas planas superpuestas. Volviendo ahora al caso de pla-
nos homológicos no superpuestos vamos a plantearnos las siguiente cuestión ¿Es posible determinar la
distancia entre dos puntos del primer plano midiendo sobre su imagen en el segundo plano, y eso sin
importar cual sea la posición del centro de la homología y cual su eje? Vamos a comprobar que bastará
disponer de las dimensiones de una figura en el primer plano, por ejemplo un rectángulo, y su correspon-
diente imagen por la homología en el segundo, sobre el que mediremos, para resolver el problema. El
procedimiento consistirá en determinar las coordenadas de cada uno de los puntos, cuya distancia quere-
mos determinar, hecho lo cual el resultado será trivial. Veamos como determinamos las coordenadas de
uno de los puntos, respecto de un sistema de referencia cartesiano, que puede ser cualquiera. Las figuras
siguientes, con el razonamiento correspondiente nos apuntan la solución:

P∞

(PQR)
B L (PQRX) = = PR : PX
C (PQX) QR QX


a
X
M T
(P∞QRX) = (XRQ) = QX
QR
Q∞
A N Unidad
D
Coordenada
cartesiana
b

Figura de referencia del primer plano

227
P´ (P´N´L´X´) = (P∞NLX) = NX
NL

(P´N´L´X´)= P´L´ : P´X´ = r


N´L´ N´X´

NX = NL · (P´N´L´X´) = a · r

Im
 

a
a r

ge
nd
e la
rec
MX = MT · (Q´M´T´X´) = b · s
B´  

ta
b

im
s

pro
pia
de
l pr
ime

rp

lan

o



D´ Q´
Imagen homológica de la anterior
figura, en el segudo plano

41.2 Ejemplo de aplicación

Vamos a materializar con un ejemplo lo expuesto en el punto anterior.


Para ello, vamos a fijar las dimensiones del hipotético rectángulo, del que hablamos, en el primer plano,
y considerar su imagen homológica en el segundo plano.
Observemos que ni la situación del punto de vista, el centro de la homología, ni la del eje de la misma,
cuentan para el cálculo, bastando únicamente la imagen del mencionado rectángulo y la posibilidad de
medir sobre ella.
Se trata de calcular la distancia entre los puntos X e Y del primer plano, el del rectángulo de dimensiones
conocidas, tal como se muestra en la siguiente figura:
y
B C

Y(y1, y2)
a=100 , y)
d(x
X(x 1 , x 2 )
x
A D
b=200
228
Consideremos, ahora, la imagen homológica, en el segundo plano, del rectángulo anterior:



M´´
L´´


Y´ T´´




N´´ D´ Q´

Para determinar las coordenadas del punto X procederemos como sigue:


P0 L0 P0 X0
 
0 0 0 0 0 5.3 8.35
r = (P N L X ) = 0 0 : 0 0 = : = 0.20452
NL NX 4.5 1.45
Q0 T0 Q 0 X0
 
0 0 0 0 0 9.4 12.7
s = (Q M T X ) = 0 0 : 0 0 = : = 0.274915
MT MX 5.25 1.95
x1 = s0 · b = 0.274915 · 200 = 54.983
 

x2 = r0 · a = 0.20452 · 100 = 20.452


 

X(54.983 , 20.452)

En forma análoga calcularemos las coordenadas del punto Y:


P0 L00 P0 Y0
 
00 0 00 00 0 5.95 6.85
r = (P N L Y ) = 00 00 : 00 0 = : = 0.62791
N L N Y 4.15 3.2
Q0 T00 Q 0 Y0
 
00 0 00 00 0 10.4 11.5
s = (Q M T Y ) = : = : = 0.67553
M00 T00 M00 X0 4.15 3.1
y1 = s00 · b = 0.67553 · 200 = 135.107
 

y2 = r00 · a = 0.62791 · 100 = 62.791


 

Y(135.107 , 62.791)

En consecuencia, la distancia que nos interesa, es decir la que existe entre los puntos X e Y del primer
plano será:
p p
d(X, Y) = (x1 − y1 )2 + (x2 − y2 )2 = (54.983 − 135.107)2 + (20.452 − 62.791)2 =
p √
= (80.124362 + 42.3392 = 6419.9 + 1792.6 =

= 8212.51 = 90.623

229
41.3 La geometría en el plano homológico

Resulta muy curioso cómo se ve, en la homología que estamos estudiando, la geometría del primer plano
en el segundo plano.
Por ejemplo: Las rectas paralelas del primer plano se transforman en rectas de un haz de vértice finito,
y por tanto sus perpendiculares en otro haz, también de vértice finito; ambos vértices situados sobre
la recta propia imagen de la impropia del primer plano. Así, en el segundo plano podríamos llamar
“paralelas” a todas las rectas de un haz de vértice un punto de la recta en que se transforma la impropia
del primer plano, y “perpendiculares” a éstas las de otro haz también de vértice sobre la misma recta, la
transformada de la impropia del primer plano. Sin embargo esos dos vértices no pueden ser cualesquiera,
sino que deben ser las imágenes de los correspondientes puntos impropios, del primer plano, de las rectas
que nos van a proporcionar esas “paralelas” y “perpendiculares” en el segundo plano, cuya determinación
no resulta difícil.

P´ Imagen de la recta
impropia del primer
plano

``paralelas´´



``perpendiculares´´


M´ X´

A´ T´


230
Lección 42.- EL NÚMERO DE ORO

42.1 El número de oro y la sucesión de Fibonacci


42.2 Las ternas pitagóricas
42.3 El triángulo de Pascal y la sucesión de Fibonacci
42.4 El triángulo áureo
42.5 El rectángulo áureo
42.6 El formato DIN
42.7 Los poliedros y el número áureo

42.1 El número de oro y la sucesión de Fibonacci

Dentro del mundo de la matemática, y en particular de los números irracionales, nos resultan viejos
conocidos algunos de los cuales hasta poseen nombre propio, por ejemplo π y e:

π = 3.14159265358979 · · ·
e = 2.71828182845904 · · ·

En particular, existe otro no tan popular, pero no por ello menos interesante; es el conocido como el
número de oro: √
1+ 5
Φ= = 1.61803398874989 · · ·
2
íntimamente ligado a la generación de figuras de gran belleza y perfección, no sólo geométricas sino con
la naturaleza y las creaciones humanas.
Para su determinación nos apoyaremos en algo tan sencillo como la división de un segmento en media
y extrema razón. Así, dado un segmento PQ, diremos que un punto R lo divide en media y extrema
razón cuando la parte mayor PR es media proporcional entre el segmento total PQ y la parte menor RQ

P R Q
a x
x y x
=
y
a

La parte mayor, x, recibe el nombre de segmento áureo del segmento total PQ . (x es el segmento áureo
de a).
Por otra parte,
a x x a−x x y
= =⇒ = =⇒ = ,
x y y x−y y x−y

231
lo que significa que, la parte menor, y , del segmento PQ, dividido en media y extrema razón es, por
tanto, segmento áureo de la parte mayor, x . (y es el segmento áureo de x).
P R

y
x

La construcción del segmento áureo, x, de un segmento dado, PQ, se puede hacer como se indica a
continuación:
R

QR = PQ

reo
áu
to
m en
seg
P Q
x y

segmento dado

Resulta, igualmente, sencilla la construcción de un segmento, PQ, conocido su segmento áureo, x. Veá-
moslo en la figura siguiente:

XM = PX
Q
l
o tota
m ent
seg

P X
segmento áureo dado

232
Ligadas a las construcciones anteriores tenemos las del dibujo del decágono y del pentágono. Así, si OP,
es el radio de la circunferencia en la que vamos a inscribir un decágono, la determinación de su lado,
PR, se hará como sigue:

Q
OP = OQ

radio de la circunferencia
circunscrita al decágono
el
od
lad gono R
á
dec

P O
radio de la circunferencia
circunscrita al decágono

Observemos que PR es el segmento áureo del radio OP de la circunferencia circunscrita al decágono.

R
decágono

O
P

pentágono

Volviendo la principio, vamos a calcular el número de oro, Φ . Para ello replanteamos lo anterior en la
forma siguiente:
P R Q

1 x-1
x

233
La partición de x lo será en media y extrema razón, es decir será una partición áurea cuando se verifique:

x 1
=
1 x−1

lo que nos conduce a la ecuación:

x2 − x − 1 = 0 ,

ecuación de segundo grado cuyas soluciones son:


 √
1+ 5
= 1.618 · · ·





 2
1± 1+4 
x= =
2 
 √
 1 − 5 = 0.618 · · ·



2

interesándonos, en particular, la primera, nuestro número de oro:



1+ 5
Φ=
2

Veamos, ahora, lo que da de sí la ecuación anterior.


Por ser Φ solución de la ecuación

x2 − x − 1 = 0 ,

se verificará

Φ 2 −Φ
Φ − 1 =⇒ Φ 2 = Φ + 1

y multiplicando esta igualdad, y sucesivamente las obtenidas, por Φ , obtendremos:

Φ 3 = Φ 2 +Φ
Φ
Φ4 = Φ3 +Φ
Φ2

Φ 5 = Φ 4 +Φ
Φ3

Φ 6 = Φ 5 +Φ
Φ4

·············
·············

lo que se traduce en que, cualquier potencia de Φ es igual a la suma de las dos potencias anteriores, es
decir: Φ n = Φ n−1 +Φ
Φn−2 .

234
De las igualdades anteriores se deducen inmediatamente las siguientes

Φ 3 = Φ 2 +Φ
Φ = (Φ Φ = 2 ·Φ
Φ + 1) +Φ Φ+1
Φ4 = Φ3 +Φ
Φ2 = (2 ·Φ Φ + 1) = 3 ·Φ
Φ + 1) + (Φ Φ+2

Φ 5 = Φ 4 +Φ
Φ3 = (3 ·Φ
Φ + 2) + (2 ·Φ
Φ + 1) = 5 ·Φ
Φ+3

Φ 6 = Φ 5 +Φ
Φ4 = (5 ·Φ
Φ + 3) + (3 ·Φ
Φ + 2) = 8 ·Φ
Φ+5

Φ 7 = Φ 6 +Φ
Φ5 = (8 ·Φ
Φ + 5) + (5 ·Φ
Φ + 3) = 13 ·Φ
Φ+8

······················································

lo que nos muestra que, para obtener cualquier potencia de Φ basta multiplicar el propio Φ por un número
que es la suma de los coeficientes de la potencia anterior, y sumarle un número que es el coeficiente de
la tal potencia anterior.

Así, por ejemplo, si la potencia es Φ 7 , el 13 que multiplica a Φ es la suma de 8 y 5, que aparecen en la


expresión de Φ 7 , y el 8 es el número que multiplica a Φ en Φ 6 .

Veamos, ahora, que relación guarda lo anterior con la llamada sucesión de Fibonacci, que vamos a
establecer:

u1 = 1 , u2 = 1 , u3 = 2 , u4 = 3 , u5 = 5 , u6 = 8 , u7 = 13 , · · · · · ·

cuyos términos verifican la ecuación de recurrencia,

un+2 = un+1 + un (n > 1)

Como curiosidad se tiene que: los números de Fibonacci coinciden con la sucesión de los coeficientes del
cociente que se obtiene al dividir 1 entre 1 − x − x2 :
1 1 − x − x2

−1 + x + x2
1 + x + 2 · x2 + 3 · x3 + 5 · x4 + 8 · x5 + · · · · · ·
x + x2
−x + x2 + x3
2 · x2 + x3
−2 · x2 + 2 · x3 + 2 · x4
3 · x3 + 2 · x4
−3 · x3 + 3 · x4 + 3 · x5
5 · x4 + 3 · x5
−5 · x4 + 5 · x5 + 5 · x6
8 · x5 + 5 · x6
−8 · x5 + 8 · x6 + 8 · x7
13 · x6 + 8 · x7
···············
···············

235
Si retomamos las igualdades obtenidas antes

Φ 3 = 2 ·Φ
Φ+1

Φ 4 = 3 ·Φ
Φ+2

Φ 5 = 5 ·Φ
Φ+3

Φ 6 = 8 ·Φ
Φ+5

Φ 7 = 13 ·Φ
Φ+8

··············

podemos observar que los coeficientes de las sucesivas potencias de Φ son dos términos consecutivos de
la sucesión de Fibonacci. Así, si an es el término de lugar n de la sucesión de Fibonacci, podemos poner
como expresión general, de las potencias de Φ , la siguiente:

Φ n = an ·Φ
Φ + an−1 .

Si calculáramos ahora el cociente entre cada uno de los términos de la sucesión de Fibonacci y el anterior,
an
es decir , podemos observar que al principio los resultados tienen poco que ver con Φ , pero si no
an−1
nos desanimamos, y continuamos, resulta que ya, a partir del décimo término, la diferencia con Φ , es
menor que una milésima:

an
Término Valor Diferencia con Φ
an−1

1 1
2 1 1.000000000000000 −0.618033988749895
······ ······ ······ ······
10 55 1.618034055727554 −0.000386929926365
······ ······ ······ ······
19 4181 1.618034055727554 +0.000000066977659
20 6765 1.618033963166707 −0.000000025583188
······ ······ ······ ······

lo que nos muestra que para tener aproximaciones del número Φ no hace falta sacar decimales en ninguna
raíz, sino que bastará con dividir términos de la sucesión de Fibonacci lo que nos permite afirmar que:
El número de oro, Φ , es el límite de la sucesión de los cocientes de Fibonacci.

236
Veamos unas relaciones muy curiosas:
a.- La suma de diez términos consecutivos de la sucesión es siempre un múltiplo de 11, y esa suma es 11
veces el término que ocupa el séptimo lugar de los sumandos.
Ejemplo 1. 1 + 1 + 2 + 3 + 5 + 8 + 13 + 21 + 34 + 55 = 143 = 11 · 13
Ejemplo 2. 21 + 34 + 55 + 89 + 144 + 233 + 377 + 610 + 987 + 1597 = 4147 = 11 · 377
b.- La suma de un número n cualquiera de términos de la sucesión, desde el primero, es igual al término
que ocupa la posición n + 2 tras restarle una unidad, es decir

1 + 1 + 2 + 3 + 5 + 8 + · · · · · · + an = an−2 − 1

Ejemplo 3. 1 + 1 + 2 + 3 + 5 + 8 + 13 + 21 + 34 + 55 + · · ·

n = 8, n + 2 = 10 : S8 = 1 + 1 + 2 + 3 + 5 + 8 + 13 + 21 = 54 
a10 = 55 , a10 − 1 = 55 − 1 = 54 

c.- Se verifica la siguiente relación, de comprobación inmediata

am + am+1 + · · · · · · + an = an+2 − am+1

Ejemplo 4. m = 4, n = 8 =⇒ (am = 3, an = 21) =⇒ (am+1 = 5, an+2 = 55)

3 + 5 + 8 + 13 + 21 = 50 = 55 − 5

d.- Si consideramos tres términos consecutivos, cualesquiera, de la sucesión de Fibonacci, se verifica la


siguiente relación:
a2n − an−1 · an+1 = (−1)n−1

Ejemplo 5. Sean los términos: a5 = 5, a6 = 8, a7 = 13

(a26 = 64 , a5 · a7 = 5 · 13 = 65) =⇒ 64 − 65 = −1

Ejemplo 6. Sean los términos: a4 = 3, a5 = 5, a6 = 8

(a25 = 25 , a4 · a6 = 3 · 8 = 24) =⇒ 25 − 24 = +1

e.- Los números de la sucesión que son primos sólo pueden ocupar lugares n que sean primos. Lo
contrario no es cierto, por ejemplo: a19 = 4181 = 37 · 113, que no es primo.

42.2 Las ternas pitagóricas

Nos dice el Teorema de Pitágoras que: El cuadrado de la hipotenusa, en un triángulo rectángulo, es igual
a la suma de los cuadrados de los catetos, es decir:

a2 = b2 + c2 (a= hipotenusa, b y c= catetos)

237
Cuando los valores a, b, c son números enteros decimos que la terna (a, b, c) es pitagórica.
Ejemplo 1. La terna (5, 4, 3) es pitagórica: 52 = 42 + 32
No es fácil, sin más, determinar ternas pitagóricas, problema que nos resuelve el conocimiento de la
sucesión de Fibonacci. El método consiste en elegir cuatro términos consecutivos, de esa sucesión, y
formar los tres números siguientes:
1o .- El producto de los dos de los extremos.
2o .- El doble del producto de los dos centrales.
3o .- La suma de los cuadrados de los dos centrales.
Ejemplo 2. Consideremos los cuatro términos consecutivos de la sucesión de Fibonacci: 3, 5, 8, 13 , y procedamos
como hemos dicho:

1o .- 3 · 13 = 39
2o .- 2 · (5 · 8) = 80
3o .- 52 + 82 = 89

La terna (89, 80, 39) es pitagórica, puesto que

892 = 7921

802 = 6400

392 = 1521

verificándose: 7921 = 6400 + 1521.

42.3 El triángulo de Pascal y la sucesión de Fibonacci

Una de las disposiciones numéricas más conocidas es el denominado triángulo de Pascal, conocido
también con el nombre de triángulo de Tartaglia, que se escribe como sigue:
1

( 10 ) ( 11 )
( 20 ) ( 21 ) ( 22 )
( 30) (31) ( 32) ( 33)
( 40 ) ( 41) ( 42 ) ( 43 ) ( 44 )
···································································

en el que cada término es la suma de los dos que tiene encima, respondiendo a que todo número combi-
natorio se puede expresar como suma de dos, de la forma siguiente:
     
m m−1 m−1
 = + 
n n n−1

238
En la práctica, con la interpretación anterior, se suele escribir así:

1
m = 1······················ 1 1
m = 2 ·················· 1 2 1
m = 3 ·············· 1 3 3 1
m = 4 ·········· 1 4 6 4 1
m = 5 ······ 1 5 10 10 5 1
············································

Su propia definición indica su relación con la sucesión de Fibonacci. Observemos que basta con sumar, en
diagonal los elementos del triángulo, para conseguir la sucesión de Fibonacci. Deformando ligeramente
el triángulo se comprueba fácilmente:

1
1 Sucesión de Fibonacci
1 2
3
1 1 5
8
1 2 1 13
21
1 3 3 1
···
···
···

1 4 6 4 1
···
···
···

1 5 10 10 5 1
···
···
···

1 6 15 20 16 6 1
···
···

1 ·······································

Triángulo de Pascal

Establecimos en el anterior apartado 1, que por ser Φ solución de la ecuación

x2 − x − 1 = 0

se verificaba, no solamente que Φ 2 = Φ + 1, sino que cualquier potencia de Φ se podía expresar en la


forma siguiente
Φ n = Φ n−1 +Φ
Φn−2

lo que podemos traducir en que la sucesión

1, Φ , Φ 2 , Φ 3 , · · · · · · , Φ n , · · · · · ·

es una progresión geométrica, caracterizada por la propiedad de que todo término es igual a la suma
de los dos precedentes, propiedad ésta de la que goza la sucesión de Fibonacci. Podemos, por tanto
establecer, para el número de oro, su correspondiente triángulo, análogo al estudiado triángulo de Pascal,
razonando en todo como en aquél. Así tendríamos:

239
1

Φ 1
Φ 1+Φ 1
Φ 1+2·Φ 2+Φ 1
Φ 1+3·Φ 3+3·Φ 3+Φ 1
············································

que convenientemente deformado nos presentaría el aspecto siguiente:

1
1
Φ
1 Φ 2
Φ
1+Φ 3
Φ
Φ 1 1+2·Φ
Φ4
2+3·Φ
Φ5
Φ 1+Φ 1 3+5·Φ
···········································
····

(Progresión geométrica del número Φ)


····

···········································
·
····

Φ 1+2·Φ 2+Φ 1
····
····
·
····
····
·
····

Φ 1+3·Φ 3+3·Φ 3+Φ 1


·
····
····
····
····
·
····

········································································
·

Φ
····
··

42.4 El triángulo áureo

Vamos a llegar a lo que denominaremos triángulo áureo estudiando un poco más el pentágono regular,
cuya construcción abordamos en el apartado 1, en conexión directa con el que allí llamamos segmento
áureo.
La siguiente figura nos muestra un pentágono regular en el que se han dibujado sus diagonales, y puesto
de manifiesto los ángulos que nos van a interesar.
B

A G
C
o o
36 o 72
108
F

E D

240
En rojo está dibujado el pentágono regular, y en azul el que se denomina pentágono estrellado.
Observemos que los ángulos que hemos destacado, 36o , 72o y 108o , son múltiplos de 36, en la relación,
que luego utilizaremos: 108 = 3 · 36 y 72 = 2 · 36

Observemos, asimismo, que aparecen diversos triángulos isósceles, pero que sólo hay tres tipos diferen-
4 4 4
tes: los ABE, ABG y AFG, siendo los demás semejantes a algunos de éstos Por otra parte, sólo hay
cuatro segmentos de longitudes en ellos: BE = a, AB = AE = b, AG = BG = AF = c y GF = d, que
además guardan la relación: a>b>c>d
4
Tomemos, ahora, como unidad el lado ED, y consideremos el triángulo isósceles EBD:
B

l
F

l-1 1 o
36
o
36
E D
1
4 4
Observemos que los triángulos EBD y FDE son semejantes, luego se verificará
EB ED
=
ED EF
Como ED = FD = FB = 1 y EF = EB − 1, al hacer la sustitución correspondiente en la igualdad ante-
rior, tendremos:
EB 1 2 2
= =⇒ EB − EB = 1 =⇒ EB − EB − 1 = 0
1 EB − 1
y en definitiva √
1+ 5
EB = =Φ
2
Queda de esta manera establecido que la relación entre la diagonal y el lado de un pentágono regular
es Φ .
4 4
Apliquemos, ahora, a cada uno de los tres tipos de triángulos isósceles, establecidos antes: ABE, ABG
4
y AFG, el teorema de los senos, con lo que tendremos:

241
4
En el triángulo ABE:
B

b
36o
A o
108
a a b a sen 108o
= =⇒ =
sen 108o sen 36o b sen 36o
b 36o

4
En el triángulo ABG:
B

36o
b
c b c b sen 108o
o = =⇒ =
108 sen 108o sen 36o c sen 36o
36o
A
c G

4
En el triángulo AFG:
A c G
o
36 o
72
c d c sen 72o sen 108o
o
72 d = =⇒ = =
c sen 72o sen 36o d sen 36o sen 36o

En definitiva:
a b c sen 108o
= = = = 1.618033988 · · · · · · = Φ
b c d sen 36o
De los dos tipos de triángulos isósceles que se forman en el pentágono con sus diagonales, el primero con
ángulos 36o , 36o y 108o , y el segundo con ángulos 36o , 72o y 72o , decimos que son triángulos áureos,
justificada esta denominación en que la relación entre el lado mayor y el menor es igual a Φ .

242
42.5 El rectángulo áureo

Consideremos los dos rectángulos siguientes:

m p

q
n

Los rectángulos serán semejantes como se verifique la relación:

m p
=
n q

Reconocer que dos rectángulos son semejantes, sin hacer ningún cálculo resulta muy sencillo; bastará
con colocarlos con un vértice coincidente, y trazar la diagonal que parte del mismo: si coinciden en
ambos es que son semejantes.

n
p

Diremos que un rectángulo, de dimensiones m · n, es un rectángulo áureo cuando se verifique que:

m

n

Fijado m, para la determinación de n, que verifique la relación anterior, bastará con determinar el seg-
mento áureo de m, que será precisamente n. La construcción es, por tanto, la de una sencilla media y
extrema razón.

Como en el caso de los rectángulos semejantes, existe una manera sencilla para reconocer si un rectán-
gulo es áureo, sin tener que hacer ningún cálculo. Bastará con tomar dos rectángulos iguales y colocarlos
uno junto al otro, el primero horizontal y el segundo vertical, con los lados en contacto, como muestra la
figura siguiente.

243
Se unen, a continuación, los vértices A y B con una recta; si la recta pasa por el punto C, podemos
afirmar que el rectángulo dado es áureo.
B

m
C m
n

n
A

Veamos ,ahora, como a partir de un rectángulo áureo podemos conseguir otro mayor que el, lo cual
abre todo un procedimiento. Dado un rectángulo áureo, de dimensiones m · n, bastará con adjuntarle un
cuadrado, de lado m, para obtener otro rectángulo áureo, ahora de dimensiones (m + n) · m, tal como
nos muestra la figura siguiente:

m m

n
m+n

En forma, igualmente sencilla, podemos a partir de un rectángulo áureo conseguir otro menor que él.
Dado un rectángulo áureo de dimensiones m · n, bastará con quitarle un cuadrado de lado igual a n, para
obtener otro rectángulo áureo, ahora de dimensiones n · (m − n), tal como muestra la figura siguiente:
n

n n

m
n

m-n

244
Con lo que hemos visto nos va a resultar muy sencillo la construcción de rectángulos áureos: Partiremos

de una cuadrado ABCD, cuyo lado será el menor del rectángulo a construir. Luego marcamos el punto
medio M, de uno de sus lados AB, y con centro en M y radio MC, trazamos un arco que cortará a
la prolongación de AB, en el punto E. El rectángulo áureo que obtenemos de esta manera tendrá las
dimensiones AE · EF, según nos queda reflejado en la figura siguiente:
D C F

A M B E
42.6 El formato DIN

Aunque no se trata de un rectángulo áureo, por sus aplicaciones vale la pena mencionarlo:

El rectángulo 22. Su construcción es la siguiente:
D C F

A B E
 √
Si el lado del cuadrado ABCD vale 1, la longitud de AE valdrá 2, puesto que se trata de la diagonal
del cuadrado.
La propiedad que caracteriza a este tipo de rectángulo es que si dividimos el lado mayor por la mitad,
obtenemos otro rectángulo con la mitad
√ de superficie del inicial, pero de iguales características, puesto
2 √
que los lados del obtenido son : 1 y , cuyo cociente es de nuevo 2, ya que
2

1 2 2· 2 √
√ = √ = = 2
2 2 2
2
El proceso es evidentemente iterable, siendo el resultado, por ejemplo de cuatro iteraciones, el siguiente
A1 A0

A3 A2

A4

245
Esta propiedad sirvió para diseñar las hojas que se utilizan en la actualidad en papelería: el formato
DIN. Los distintos tamaños partes de una subdivisión sucesiva del tamaño mayor, denominado A∅
∅,
∅ es de 1m2 , que contiene 16 formatos
nombrando a las obtenidas, A1, A2, A3, A4. . . . La superficie del A∅
A4, de dimensiones éste: 210 · 297 mm.

42.7 Los poliedros y el número áureo

Se define el poliedro como la figura sólida en el espacio, limitada por caras que son polígonos. Los que
suelen ser de nuestro interés son los convexos, es decir lo que quedan totalmente a un lado de cada uno
de los planos que limitan la región, y para lo que se verifica la siguiente relación:

C+V = A+2

siendo, C = número de caras, V = número de vértices, y A = número de aristas.


Entendemos como poliedro regular aquel en el que todas sus caras son polígonos regulares iguales y en
cada vértice se cortan el mismo número de aristas. Sólo hay cinco poliedros regulares:
1.- El Tetraedro, cuyas caras son triángulos equiláteros siendo

C=4 , V=4 , A=6

2.- El Cubo, cuyas caras son cuadrados, siendo

C = 6 , V = 8 , A = 12

246
3.- El Octaedro, cuyas caras son triángulos equiláteros, siendo

C = 8 , V = 6 , A = 12

4.- El Dodecaedro, cuyas caras son pentágonos regulares siendo

C = 12 , V = 20 , A = 30

5.- El Icosaedro, cuyas caras son triángulos equiláteros siendo

C = 20 , V = 12 , A = 30

(Si unimos los centros de las caras de un icosaedro, se obtiene un dodecaedro).

Los poliedros duales de los regulares surgen al unir los centros de sus caras, y curiosamente renace la
misma colección, eso sí, con tamaños diferentes.
La dualidad se manifiesta en la forma siguiente:

Tetraedro ←→ Tetraedro
Cubo ←→ Octaedro
Icosaedro ←→ Dodecaedro

247
La doble flecha debe interpretarse en que de cada uno surge el otro y al revés. Este hecho tiene una gran
importancia, dado que los poliedros duales tienen el mismo tipo de simetría, lo que se traduce en que, en
el conjunto de los cinco poliedros regulares sólo hay tres tipos de grupos de simetría: el del tetraedro, el
del cubo y el del icosaedro.
La perfecta distribución de sus polígonos se traduce en que siempre hay una esfera exterior que pasa por
todos sus vértices, una interior tangente a todas sus caras y otra intermedia que toca todas sus aristas.

Las áreas y volúmenes de los cinco poliedros regulares vienen dadas en el siguiente cuadro:

Poliedro Área Volumen


√ a3 · 2
Tetraedro a2 · 3
12

Cubo 6 · a2 a3


√ 2 3
Octaedro 2 · 3 · a2 ·a
3


p √ 15 + 7 · 5 3
Dodecaedro 3· 25 + 10 · 5 · a2 ·a
4


√ 5 · (3 + 5) 3
Icosaedro 5 · 3 · a2 ·a
12

(a=longitud de la arista correspondiente)

No todos los poliedros regulares tienen la misma relación con Φ . Los más cercanos con el número áureo,
como cabía esperar, son en particular, el dodecaedro (formado por pentágonos), y su dual el icosaedro.

248
Así, para una arista de longitud unidad, a = 1, tenemos:

15 ·Φ
Φ
Área del dodecaedro = √
3 −ΦΦ
Φ2
5 ·Φ
Volumen del dodecaedro =
6 − 2 ·Φ
Φ
Φ2
5 ·Φ
Volumen del icosaedro =
6

como es fácil comprobar, simplemente sustituyendo el valor de Φ , y operando.

249
ÍNDICE ALFABÉTICO

251
Afinidad.......................................................................................................................... 176
——————————————————————————————————
Baricentro (c.d.g.)........................................................................................................... 8
——————————————————————————————————
Cambio de base en el plano............................................................................................ 147
” ” ” ” la recta............................................................................................ 148
” coordenadas proyectivas.................................................................................. 212
” sistemas de referencia...................................................................................... 147
Circuncentro................................................................................................................... 3
Circunferencia circunscrita en un triángulo................................................................... 5
” de Brocard............................................................................................. 77
” ” Euler-Feuerbach............................................................................... 9
” ” Lemoine (1a )..................................................................................... 65
” ” Lemoine (2a )..................................................................................... 67
” ” Neuberg............................................................................................ 78
” ” Taylor................................................................................................ 68
” ” Tucker............................................................................................... 70
” exinscrita en un triángulo..................................................................... 27
” inscrita ” ” ” ..................................................................... 25
” de los nueve puntos............................................................................... 9
Colineación (homografía).............................................................................................. 115
Correlación (reciprocidad)............................................................................................. 126
Coordenadas homogéneas.............................................................................................. 204
” puntuales................................................................................................ 201
” tangenciales........................................................................................... 209
——————————————————————————————————
Espacio proyectivo......................................................................................................... 199
Exincentro...................................................................................................................... 5
——————————————————————————————————
Formato DIN................................................................................................................... 245
——————————————————————————————————
Homografía (Colineación).............................................................................................. 115
Homografías no homológicas......................................................................................... 136
Homografías planas....................................................................................................... 129
Homologías.................................................................................................................... 163
Homología especial........................................................................................................ 131

252
Homología general.......................................................................................................... 132
——————————————————————————————————
Incentro........................................................................................................................... 5
——————————————————————————————————
Normalizar coordenadas................................................................................................. 120
Número de oro................................................................................................................ 231
——————————————————————————————————
Ortocentro....................................................................................................................... 7
——————————————————————————————————
Poliedros regulares......................................................................................................... 246
Problema de los satélites................................................................................................ 227
Proyectividades en el espacio......................................................................................... 220
” entre dos planos................................................................................... 115
Punto de Brocard............................................................................................................ 73
” ” Lemoine.......................................................................................................... 59
——————————————————————————————————
Reciprocidad (Correlación)............................................................................................. 126
Recta de Euler.................................................................................................................. 10
” ” Lemoine........................................................................................................... 61
” ” Simson............................................................................................................. 59
Rectas isogonales............................................................................................................ 49
” límites.................................................................................................................... 173
Rectángulo áureo............................................................................................................ 243
Relaciones de Euler......................................................................................................... 31
——————————————————————————————————
Segmento áureo.............................................................................................................. 231
Semimediana.................................................................................................................. 49
Semimediana exterior..................................................................................................... 55
Simetría central.............................................................................................................. 178
” ortogonal u oblicua.......................................................................................... 176
Sistemas de referencia.................................................................................................... 150
Sucesión de Fibonacci.................................................................................................... 235
——————————————————————————————————

253
Teorema de Brianchon.................................................................................................... 104, 107
” ” Ceva............................................................................................................ 38
” ” Euler............................................................................................................ 88
” ” Feuerbach.................................................................................................... 33
” ” Menelao....................................................................................................... 37
” ” Pappus (I)..................................................................................................... 45
” ” Pappus (II)................................................................................................... 94
” ” Pascal........................................................................................................... 97
” ” Ptolomeo (1o )............................................................................................... 89
” ” Ptolomeo (2o )............................................................................................... 90
Ternas pitagóricas.................................................................................................................. 237
Traslación............................................................................................................................... 178
Triángulo áureo...................................................................................................................... 240
” de Pascal................................................................................................................ 238
” ” Simson............................................................................................................... 21
” ” Tartaglia............................................................................................................. 238
” órtico........................................................................................................................ 8

254
BIBLIOGRAFÍA

Bertini, E., COMPLEMENTOS DE GEOMETRÍA PROYECTIVA, 1951

Blázquez García, I. y Palancar Penella, M., GEOMETRIA MÉTRICA, 1986

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F.G.M., EXERCICES DE GÉOMÉTRIE, 1920

Ibarrola Solano, J., PROBLEMAS GRÁFICOS DE GEOMETRÍA, 1945

Izquierdo Asensi, F., CONSTRUCCIONES GEOMÉTRICAS, 2002

Lalesco, T., LA GÉOMÉTRIE DU TRIANGLE, 1952

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Petersen, J., MÉTODOS Y TEORÍAS (Construcciones Geométricas), 1955

Puig Adam, P., CURSO DE GEOMETRÍA MÉTRICA (Tomos I y II), 1954

Skinner, S., GEOMETRÍA SAGRADA, 2007

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