Miscelânea de Geometria I I
Miscelânea de Geometria I I
Miscelânea de Geometria I I
M ISCELÁNEA DE G EOMETRÍA
Tomo II
Circunferencias notables. Homografías
Madrid, 2016
Datos de catalogación bibliográfica.
' $
JUAN
c ÁNGEL DÍAZ HERNANDO, Madrid 2016
DERECHOS RESERVADOS
2016
c por Juan Ángel Díaz Hernando
Presentación: M-003069/2016
R.P.I. 16/2016/5060 del 23 de Noviembre de 2016
(España)
III
Prólogo
Este libro no es sino la continuación del anterior, que hubo que desdoblar dada la extensión de lo trata-
do. Por tanto, todo lo dicho en su prólogo es válido en éste, siendo su estructura la misma: División en
capítulos y éstos en lecciones. La unidad de ambos queda garantizada al haber dado continuidad tanto a
la numeración de los capítulos como de las lecciones.
En el Capítulo VII, en las Lecciones 24, 25 y 26, además de tratar los puntos más notables de un trián-
gulo: ortocentro, baricentro, incentro, circuncentro, exincentros, y algunas de sus muchas relaciones,
se define la circunferencia de Euler-Feuerbach, conocida también como la circunferencia de los nueve
puntos, sobre la que se traza la recta de Euler; aparece, luego, la recta de Simson, de la que se estudian
algunas de sus propiedades, hasta situarla finalmente sobre la circunferencia de los nueve puntos. Se
establecen, así mismo las relaciones de Euler, constituyendo, por último, como un bonito ejercicio el
Teorema de Feuerbach, que relaciona la circunferencia inscrita en un triángulo con la circunferencia
de los nueve puntos del mismo. La Lección 27 está dedicada a los importantes Teoremas de Menelao
y de Ceva, así como al primer Teorema de Pappus. En la Lección 28 se tratan las semimedianas de
un triángulo, poco estudiadas en los libros de geometría que, sin embargo, son poseedoras de un buen
número de propiedades ; en particular , determinan el llamado punto de Lemoine , que en
la Lección 29 genera la circunferencia de Lemoine, para terminar definiendo las circunferencias de
Tucker, que tienen como casos particulares las de Lemoine y la de Taylor. La Lección 30 se dedica
al estudio de los puntos y la circunferencia de Brocard, así como a la de Neuberg. La Lección 31
trata, sobre los cuadriláteros, los Teoremas de Euler y Ptolomeo y el segundo Teorema de Pappus.
Las Lecciones 32 y 33 están dedicadas al estudio de los Teoremas de Pascal y de Brianchon, ambos
correlativos.
En el Capítulo IX, las Lecciones 38, 39 y 40 tratan sistemáticamente el espacio proyectivo y las coor-
denadas proyectivas, tanto las puntuales como las tangenciales, así como la proyectividad en el espacio.
V
La Lección 41 desarrolla lo que me atrevo a calificar como una curiosidad, al manejar planos homológi-
cos no superpuestos. Por último, en la Lección 42 se estudia el llamado número de oro, del que, por su
importancia se ha escrito más de un libro; se hace, aquí, algo así como un resumen de lo desarrollado en
ellos. La sucesión de Fibonacci está presente en todo momento, y como conceptos interesantes figuran
el segmento áureo, las ternas pitagóricas y los triángulos y rectángulos áureos. Una curiosidad es
√
como a partir del rectángulo 2 se generan los distintos formados DIN. Termina la lección estudiando
los cinco poliedros regulares: Tetraedro, Cubo, Octaedro, Dodecaedro e Icosaedro.
En la línea de ser agradecido con los maestros, me complace aprovechar esta tribuna para loar la figura de
uno de los grandes: Julio Rey Pastor (1888-1962), autor, entre otras muchas publicaciones, de sus mag-
níficos Elementos de Análisis Algebraico, que vieron la luz en 1922, en Buenos Aires. De su estancia en
Gotinga, trabajando con Felix Klein, autor de su célebre Programa de Erlangen, resultó la introducción
en nuestros medios matemáticos de las ideas de ese maravilloso trabajo. Su actividad profesional estuvo
desdoblada entre España y Argentina; en particular en nuestro país, en 1920, ingresó en la Academia de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, y en 1954 en la Real Academia Española de la Len-
gua, instituciones en las que pronuncio discursos magistrales. Quiero destacar, entre ellos, y ese es mi
objetivo oculto en este escrito, en el que disertó, el 15-02-1933, contestando al discurso de E. Terradas,
en la Academia de Ciencias, en el que deslizó una muestra de esa fina ironía que siempre le caracterizó.
Pertenece a él, el fragmento que sigue, ¡que en mi opinión no tiene desperdicio!; ahí va:
“A ciertas características del ambiente español hemos aludido en algunos pasajes; y no por ser exclusi-
vas nuestras, sino por darse en forma acentuada, como fruto obligado de nuestro pasado histórico. Así,
por ejemplo, la falta de medida en las valoraciones, tanto en sentido encomiástico como peyorativo,
es ante todo desconocimiento de patrones universales, fruto de ignorancia; y ésta es hija, a su vez, de
todo un complejo histórico que ahora no es posible analizar. La pasión, que un distinguido escritor ha
señalado como característica española, mejor diríamos vehemencia en el apasionamiento, es, quizás,
efecto telúrico, simple reflejo de la vehemencia y brusquedad del paisaje; y la ruin envidia hacia la pros-
peridad ajena, es herencia de todo un pasado de pobreza y aun miseria económica. Y la eterna pelea de
bandos tan antagónicos como incomprensivos, es el rezago de la lucha secular entre moros y cristianos;
y el carácter puntilloso, que tanto dificulta el normal funcionamiento de nuestros centros de estudio e
investigación, es herencia del pundonoroso caballero medioeval; y del finchado hidalgo procede, proba-
blemente, el prurito, tan acentuado en los haraganes, de exigir a los demás lo que deberían hacer, sin
dar importancia ni aún parar mientes en todo lo que hayas producido, ni ocurrírseles nunca señalarse
tarea a sí mismos. ”
VI
Tal vez se le olvidó justificar el origen de la indolencia y aversión al esfuerzo de muchos; aunque no lo
creo. Probablemente no citó su origen por respeto, aunque no parece difícil adivinarlo.
Como agradecido que soy, sigo recordando, a mis amigos, a mi esposa y a mis padres, siempre presentes
en mí; disfrutando de la proximidad de mis hijos, y sobre todo de la alegría que me proporcionan mis
nietos, que además son muy estudiosos: Lucía, Diego y Mario.
VII
ÍNDICE
CAPÍTULO VII
XI
Lección 32 TEOREMAS DE PASCAL Y BRIANCHON
32.1 Teorema de Pascal............................................................................ 97
32.2 Teorema de Brianchon..................................................................... 103
Lección 32 LOS TEOREMAS DE PASCAL Y BRIANCHON
COMO CORRELATIVOS
33.1 La demostración del Teorema de Brianchon..................................... 107
33.2 Casos particulares del Teorema de Brianchon.................................. 109
CAPÍTULO VIII
CAPÍTULO IX
XII
Lección 39 COORDENADAS TANGENCIALES
39.1 Coordenadas tangenciales proyectivas.................................................... 209
39.2 Cambio de coordenadas proyectivas....................................................... 212
39.3 Planteamiento práctico de un cambio de coordenadas............................ 213
Lección 40 PROYECTIVIDAD EN EL ESPACIO
40.1 Casos particulares de las coordenadas proyectivas................................. 217
40.2 Representación analítica de la recta........................................................ 218
40.3 Proyectividad en el espacio..................................................................... 220
Lección 41 EL PROBLEMA DE LOS SATÉLITIES
41.1 La homología en el espacio..................................................................... 227
41.2 Ejemplo de aplicación............................................................................. 228
41.2 La geometría en el espacio homológico.................................................. 230
Lección 42 EL NÚMERO DE ORO
42.1 El número de oro................................................................................... 231
42.2 Las ternas pitagóricas............................................................................. 237
42.3 El triángulo de Pascal y la sucesión de Fibonacci.................................. 238
42.4 El triángulo áureo................................................................................... 240
42.5 El rectángulo áureo................................................................................. 243
42.6 El formato DIN....................................................................................... 245
42.7 Los poliedros y el número áureo............................................................ 246
ÍNDICE ALFABÉTICO ....................................................................................................... 251
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................... 255
XIII
CAPÍTULO VII
Lección 24.- LA CIRCUNFERENCIA DE EULER-FEUERBACH
Lo puntos que vamos a considerar son los clásicos: ortocentro, centro de gravedad (baricentro), incentro
y circuncentro.
4
PROPOSICIÓN 1. Dado un triángulo ABC, las mediatrices de sus lados se cortan en un punto,
que llamaremos circuncentro.
En efecto: Si O es el punto de intersección de las mediatrices de los lados AB y BC, dicho punto O estará
a la misma distancia, respectivamente de los punto A y B, B y C, luego necesariamente estará sobre la
perpendicular en el punto medio, B0 , del lado AC.
La circunferencia, centro O, que pasa por los vértices, A, B y C, recibe el nombre de circunscrita al
triángulo.
A
C'
B'
O
B C
A'
4
PROPOSICIÓN 2. En todo triángulo acutángulo, ABC, se verifica que las alturas del mismo, son
4
bisectrices del triángulo Pa Pb Pc .
En efecto: Veamos en primer lugar que
c Pa A = AP
P\ \ a Pb (es decir β = β 0 ).
Dado que Pc y Pb son vértices de ángulos rectos, cuyos lados pasan por B y C, tenemos que los cuatro
puntos B, Pc , Pb , C, están situados sobre una circunferencia, (c), de centro O. Basta ver que los triángulos
4 4
rectángulos BPc C y BPb C, tienen común la hipotenusa BC. En consecuencia, son iguales los ángulos,
inscritos en ella, α = α 0 .
\
Análogamente, dado que son rectos los ángulos CP \
b H y HPa C, los puntos C, Pb , H, Pa , están situados
3
sobre otra circunferencia, (c0 ), de centro O0 , verificándose α = β .
De la misma manera se establece que α 0 = β 0 .
Así, hemos obtenido que se verifican las igualdades
α = α0 , α = β , α0 = β 0
Pc
(c)
Pb
H
α‘
(c ‘)
α
β‘ β
O‘
B C
O Pa
4
PROPOSICIÓN 3. Las paralelas a los lados de un triángulo, ABC, que pasan por los vértices
4
opuestos, forman otro triángulo A0 B0 C0 de lados dobles que los del primero, y cuyos puntos medios
son A, B, C.
En efecto: Consideremos los segmentos B0 C0 , A0 C0 , A0 B0 , respectivamente paralelos a los lados BC, AC,
AB por los vértices A, B, C.
El cuadrilátero AB0 CB es un paralelogramo, por construcción, luego: AB0 = BC. En consecuencia, se tiene
que B0 A = AC0 , luego B0 C0 = 2 · BC, siendo A el punto medio de B0 C0 .
Para los demás lados el razonamiento es análogo. Consecuencia inmediata es que: Las alturas de un
4 4 4
triángulo, ABC son mediatrices del A0 B0 C0 , que se cortan en el ortocentro, H, de ABC.
C' A B'
H
B C
A'
4
4
PROPOSICIÓN 4. La circunferencia circunscrita a un triángulo ABC contiene los puntos de in-
tersección de la mediatriz de cada lado con las bisectrices que pasan por el vértice opuesto.
En efecto: Basta ver que por los puntos medios G0c y Gc de los arcos de la circunferencia circunscrita, de
extremos A y B, pasan el diámetro perpendicular a AB (mediatriz del lado AB) y las bisectrices interior y
exterior del ángulo C,
b por las propiedades de los ángulos inscritos; lo que demuestra lo que nos interesaba.
Ib Ga A
Ic
G'c
G'b I
O
C
Gc Gb
G'a
Ia
PROPOSICIÓN 5. La circunferencia circunscrita a un triángulo contiene los puntos medios de los
lados del triángulo de los exincentros, así como los puntos medios de los segmentos que unen éstos
con el incentro.
En efecto: El razonamiento utilizará la misma figura de la proposición anterior.
4
Consideremos el triángulo Ia Ib Ic de los exincentros. Los puntos A y B son vértices de dos ángulos rectos,
formados por las bisectrices, cuyos lados pasan por Ib e Ia ; en consecuencia, están en una circunferencia
de diámetro Ib Ia , y cuyo centro estará en la mediatriz de AB, es decir, el punto Gc .
Análogamente , IIc es el diámetro de una circunferencia que pasa por los puntos A y B, por ser rectos los
ángulos en A y en B. Luego, el punto de intersección de la mediatriz de AB con IIc será el centro, o punto
medio de IIc .
5
4
Ejemplo 1. Los vértices B, C de un triángulo ABC, el centro de la circunferencia inscrita, I, y el centro de la
circunferencia exinscrita, D, tangente a BC pertenecen a una misma circunferencia.
Para verlo basta considerar que las bisectrices BI y BD de los ángulos ABC
d y CBE
d son perpendiculares. Lo mismo
ocurre con las IC y CD.
En consecuencia, la circunferencia que tiene ID como diámetro pasa por los vértices B y C.
E
B
O I
D A
4
Ejemplo 2. Las rectas que unen dos a dos los pies de las alturas de un triángulo ABC, determinan tres triángulos
semejantes con el triángulo dado.
Para verlo observemos que la circunferencia de diámetro BC pasa por los pies E, F de las alturas.
Dado que las rectas EF y CB son antiparalelas con las AC y AB, resultará que
d = 180o
[ + ABC
CEF
y como
d = 180o
[ + AEF
CEF
resultará que
d = AEF
ABC d
d = AFE)
(y también serán ACB d
4 4
En consecuencia, los triángulos ABC y AEF son semejantes.
4 4
En forma análoga se establece lo mismo para DBF y para DCE.
A
F
H
C
O D B
6
4
Ejemplo 3. Dado un triángulo, ABC, si dos rectas BM y CN se cortan sobre la altura AD, resulta que esta altura
es la bisectriz del ángulo MDN.
\
N
O
E
G
B C
H D F
DF MF
=
DH NH
4 4
[ = NDH,
En consecuencia, los triángulos DFM y DHN son semejantes, luego tendremos que: MDF [ y por tanto la
altura AD resultará ser la bisectriz del ángulo MDN.
\
4
PROPOSICIÓN 6. Las alturas de un triángulo, ABC, son concurrentes; y el punto de concurrencia
recibirá el nombre de ortocentro.
En efecto: Sean AHa , BHb , CHc las alturas del triángulo dado. Si por los vértices del triángulo trazamos
4
paralelas a los lados opuestos, formarán, éstas, un nuevo triángulo A0 B0 C0 , cuyos puntos A, B y C son los
puntos medios de sus lados.
7
4
Las alturas del triángulo ABC serán por tanto, concurrentes, como mediatrices que son del triángulo
4
A0 B0 C0 .
C' A B'
Hc
H Hb
B C
Ha
A'
4 4
El triángulo Ha Hb Hc , cuyos vértices son los pies de las alturas de los vértices del triángulo dado, ABC,
recibe el nombre de triángulo órtico.
4
PROPOSICIÓN 7. Dado un triángulo ABC, las medianas se cortan en un punto, que llamaremos
centro de gravedad y también baricentro.
En efecto: Si trazamos las medianas BB0 y CC0 , siendo su punto de intersección el G, tendremos que los
4 4
triángulos BGC y B0 GC0 son semejantes, luego:
GB0 GC0 B0 C0 1
= = =
GB GC BC 2
de donde
GB = 2 · GB0 , GC = 2 · GC0
El punto de intersección de dos medianas está, para cada una de ellas, a un tercio de su pie.
Las tres medianas son por tanto concurrentes en un mismo punto, que divide a cada una de ellas en la
1
misma relación, .
2
El punto G recibe el nombre centro de gravedad o baricentro del triángulo.
C' B'
G
B C
A'
8
4 4
El triángulo A0 B0 C0 , cuyos vértices son los puntos medios de los lados del triángulo dado, ABC, recibe el
nombre de triángulo complementario, o medial
A Circunferencia de Euler-Feuerbach
Hb
A´´
ler
C´ B´ de Eu
Recta
G
ω O
Hc H
B´´ C´´
B Ha A´ C
9
En la figura puede verse: H, ortocentro; ω , centro de la circunferencia de Euler-Feuerbach; G, baricentro;
O centro de la circunferencia circunscrita. La recta OH recibe el nombre de recta de Euler.
PROPOSICIÓN 2. Los puntos medios de los lados, A0 , B0 y C0 , y los puntos medios de los segmentos
AH, BH y CH, los A00 , B00 y C00 , son respectivamente, diametralmente opuestos.
A´´
O
G
H ω
B Ha A´ C
PROPOSICIÓN 3. Las mediatrices OA0 , OB0 y OC0 , son iguales, respectivamente, a las mitades de
los segmentos superiores de las alturas A00 H, B00 H y C00 H.
En efecto: La recta A0 A00 pasa por ω , puesto que es diámetro de la circunferencia de Euler-Feuerbach,
luego
A00 H = OA0
por consiguiente:
AH = 2 · A00 H = 2 · OA0
10
PROPOSICIÓN 4. El centro de gravedad, G, está situado sobre la recta de Euler, y se tiene:
GH = 2 · OG.
En efecto: Si denotamos por G el punto de intersección de la mediana, AA0 , con la recta de Euler, OH,
4 4 1
resultará que los triángulos OGA0 y AGH son semejantes, siendo la razón de semejanza igual a ,
2
1 1
puesto que OA0 = · AH. Luego GA0 = · GA, lo que nos muestra que G es el centro de gravedad del
2 2
1
triángulo. Se tiene, así mismo, que OG = · GH, como queríamos establecer.
2
PROPOSICIÓN 5. El radio de la circunferencia de Euler-Feuerbach es igual a la mitad del radio
de la circunferencia circunscrita.
En efecto: La figura OAA00 A0 es un paralelogramo, luego el radio OA de la circunferencia circunscrita es
igual al diámetro A0 A00 de la circunferencia de Euler-Feuerbach.
A
A´´
O
G
H ω
B Ha A´ C
PROPOSICIÓN 6. Los simétricos del ortocentro, respecto a los lados, se encuentran sobre la cir-
cunferencia circunscrita.
En efecto: Veamos que HHa = Ha H0a . Para comprobar esta igualdad basta con observar que los ángulos
HBC
[ y CBH \0a son iguales,
B Ha C
H´a
11
4
\0a . El triángulo HBH0a es por tanto isósceles, y por consi-
puesto que ambos son iguales al ángulo CAH
guiente los puntos H0a y H son simétricos respecto BC.
PROPOSICIÓN 8. La circunferencia de Euler-Feuerbach corta a los lados del triángulo bajo los
b −B
ángulos A b −C
b, B by Cb − A.
b
En efecto: Se tiene.
π
0 0 0 0 0
a B A = Ha B C − A B C = 2 · −C
H\ \ \ b −Ab =π −2·C
b −A b −C
b =B b
2
Observamos, por otra parte, que las tangentes en A0 , B0 y C0 a la circunferencia de Euler-Feuerbach
son antiparalelas con los lados del triángulo dado.
(En numerosas ocasiones en lugar de hablar de la circunferencia de Euler-Feuerbach, se habla de cir-
cunferencia de Euler o circunferencia de Feuerbach).
^
A
C´ B´
ω
^
B
^
Ha B´A´
^
A´B´C ^
C
B Ha A´ C
B C
12
PROPOSICIÓN 10. El radio OA y la altura AH son simétricos respecto a la bisectriz de A.
b
00 AH = OA
En efecto: Se verifica que A\ \ 00 A = OAA
\00 .
a
O
H
B Ha C
A´´
[ =B
PROPOSICIÓN 11. Se verifica que HAO b − C.
b
π
[ =A
En efecto: Se tiene HAO b − 2 · BAH b −2·
\a = A −B b − C.
b =B b
2
PROPOSICIÓN 12. Existe una infinidad de triángulos inscritos, en una circunferencia dada, que
tienen el mismo ortocentro H.
En efecto: Basta con trazar por H una cuerda AA0 y luego hacer pasar por el punto medio de HA0 otra
4
cuerda BC perpendicular a AA0 . El triángulo, ABC, obtenido cumple con la condición del enunciado.
Estos triángulos poseen la propiedad de tener el mismo baricentro y la misma circunferencia de Euler-
Feuerbach, puesto que poseen los mismos O y H.
13
Lección 25.- LA RECTA DE SIMSON
TEOREMA DE SIMSON (Directo). Las proyecciones, sobre los lados de un triángulo, de un punto
de su circunferencia circunscrita son colineales.
4
En efecto: Sean α , β , γ las proyecciones del punto M sobre los lados del triángulo ABC.
En el cuadrilátero inscribible Mα
α Bγγ se tiene
dγ = Bαγ
BMγ dαγ ,
y en el cuadrilátero también inscribible, Mαβ
αβ C, será
\ [
β = Cαβ
CMβ αβ .
[ = γ[
Ahora bien, se tiene BMC Mβ
β como suplementarios de A.
b Así resulta que los ángulos ”señalados” en
M son iguales, y por consiguiente los ángulos en α son también iguales. Los puntos α , β , γ están por tanto
alineados (Recta de Simson).
n
so
Sim
de
cta
Re
α
B C
15
TEOREMA DE SIMSON (Recíproco). Si las proyecciones de un punto sobre los lados de un trián-
gulo son colineales, el punto está, necesariamente, sobre la circunferencia circunscrita.
En efecto: Basta remontar las igualdades del Teorema Directo, en sentido inverso.
De la igualdad de los ángulos α , se deduce la igualdad de los ángulos ”marcados” en M, y por tanto la
[ y γ[
de los ángulos BMC Mββ . Como este último es suplementario del A,b al ser los ángulos BMC
[ yA b
suplementarios, el cuadrilátero ABMC será inscribible.
La siguiente propiedad puede considerarse como la de una recta que generaliza a la recta de Simson.
B
D A
F
E
O
[ = CFO
Si se verifica que: CEO [ = BDO,
[ tendremos:
4 4
1o .- Los triángulos COE, AOD, son semejantes, puesto que en ellos:
b=D
E b
y además
d = ECO
DAO [,
AD AO
=
CE CO
4 4
2o .- Los triángulos OBE, AOF, son semejantes, puesto que en ellos:
b =B
A b
y además
[ = AFO
BEO [,
16
por abarcar, ambos, el mismo arco de circunferencia; luego:
BE BO
=
AF AO
4 4
3o .- Los triángulos COF, BOD, son semejantes, puesto que:
b=D
F b
y además
[ = OBD
OCF [,
PROPOSICIÓN 1. Sea H0c , el punto de intersección de la altura, CH, con la circunferencia circuns-
crita. La recta de Simson del punto M y la recta MH0c inciden con el mismo ángulo sobre el lado
AB. (La propiedad es válida para todos los lados).
En efecto: Bastará mostrar que los ángulos marcados en γ y H00c son iguales.
El cuadrilátero inscribible Aγγ Mβ
β nos dice que
γ = MAC
[ ,
resulta
\
γb = MH0C
c
n
so
im
d eS
c ta
Re
β
Hć H
P
M´ α
B C
M
17
PROPOSICIÓN 2. La recta de Simson de un punto M divide en dos partes iguales al segmento que
une M con el ortocentro, H.
En efecto: Sea P el punto en el que MH0c corta a AB. Según la proposición anterior la recta de Simson es
paralela a PH.
4
Por otra parte, en el triángulo rectángulo Mγγ P, la recta de Simson que pasa por el vértice γ pasará por el
punto medio de la hipotenusa MP; pasará, entonces, también por el punto medio de MH.
4
Ejemplo 1. Dado un triángulo ABC, determinar un punto, M, que tenga por recta de Simson una paralela a una
dirección dada.
P
B C
M
Se traza por A una paralela a la dirección dada, que cortará a la circunferencia circunscrita en el punto P. Por P se
traza una perpendicular a BC, que cortará a la circunferencia circunscrita en el punto buscado M.
4
Ejemplo 2. Dado un triángulo ABC, determinar un punto, M0 , que tenga por recta de Simson una perpendicular a
una dirección dada.
M'
B C
P'
18
Se traza por A una perpendicular a la dirección dada, que cortará a la circunferencia circunscrita en el punto P0 . Por
P0 se traza una perpendicular a BC, que cortará a la circunferencia circunscrita en el punto buscado M0 .
(Observemos que los puntos, M del ejemplo anterior, y M0 , de éste, serían diametralmente opuestos, sobre el mismo
dibujo.)
Ejemplo 3. Las rectas de Simson de los vértices de un triángulo son las alturas correspondientes.
B C
Ha
Los pies de las perpendiculares trazadas desde A sobre AB y AC coinciden con A, y la perpendicular sobre BC es
la altura AHa .
Ejemplo 4. Las rectas de Simson de los puntos diametralmente opuestos a los vértices son los lados del triángulo.
B C
A1
\1 , y ACA
Si A1 es el opuesto del vértice A, los ángulos ABA \1 son rectos.
19
4
Ejemplo 5. Las rectas de Simson de los pies de las alturas, sobre la circunferencia circunscrita al triángulo ABC,
son paralelas a las tangentes en A, B y C, a dicha circunferencia, y pasan por los vértices del triángulo órtico.
H'b
A S1
R
Q
O
H'c
C
B
S3
H'a S2
La cuerda AH0a es perpendicular a BC, cuya intersección será punto de paso de la recta de Simson S1 , siendo los
otros puntos de paso las intersecciones de las perpendiculares, desde H0a , a los lados AB y AC.
En la misma forma se determinan las rectas de Simson correspondientes a los puntos H0b y H0c , que serán
las S2 y S3 .
4
El triángulo PQR, cuyos vértices son las intersecciones de S1 , S2 y S3 , recibe el nombre de triángulo antimedial
4
del triángulo órtico del ABC. Observemos que este triángulo pasa por los vértices del triángulo órtico y sus lados
son paralelos a los de este.
20
4
Ejemplo 6. Las rectas de Simson de los pies A00 , B00 y C00 de las bisectrices interiores, del triángulo ABC, sobre la
circunferencia circunscrita, pasan por los puntos medios A0 , B0 y C0 de los lados respectivos y son perpendiculares
a esas bisectrices.
^
A
__
^ 2
A
__
2
B C
A'
A''
El pie de la perpendicular trazada desde A00 sobre BC es A0 (el punto medio de BC). Además, por ser AA00 la
b la recta que une sus proyecciones, las de A00 , sobre AB y AC, será perpendicular a esta
bisectriz interior, de A,
bisectriz.
4
Sea el triángulo ABC, y sobre su circunferencia circunscrita consideremos dos punto cualesquiera B1
y C1 . Sea, ahora, A1 el punto, situado también sobre la circunferencia circunscrita, tal que su recta de
4
Simson sea perpendicular a B1 C1 . Del triángulo A1 B1 C1 diremos que es un triángulo de Simson.
P
B1
A
C1
B C
A1
21
PROPOSICIÓN 3. 1.- Las rectas de Simson relativas a dos puntos diametralmente opuestos de
4
la circunferencia circunscrita de un triángulo, ABC, dado, son perpendiculares.
se verifica que
Mγ
[ 0γ 0 A
γ α = β\
Por otra parte, observamos en el cuadrilátero Mγγ Aβ
β que
4
0 Aβ
y por otra parte que γ\ β 0 es suplementario de A
b en ABC, luego
γ\ β 0 = 1800 − BAC
0 Aβ d ,
4 4
2.- Los triángulos α H1α 0 , β H1β 0 son rectángulos, luego
αα0 ββ0
H1 A 0 = = A0 α , y H1 B 0 = = β B0
2 2
de donde
0H α = A
A\ \ 0α H = Cα
[αβ , y 0H β = H
B\ \ 0 [
1 1 1 1β B = Cβ
βα.
y sumando tenemos
0 H B0 = ACB
A\ 0 C0 B0
d = A\
1
22
β´
Recta de Simson M´ M1
relativa al punto M
A
A´´
γ´
C´ B´
γ
Recta de Euler
G
O ω
H1
H
B´´ C´´
α
B C
α´ A´
Recta de Simson β
relativa al punto M´
M´1 M
23
Lección 26.- LAS CIRCUNFERENCIAS INSCRITAS
En efecto: Sea I el punto de intersección de las bisectrices AA00 y BB00 . Este punto se encuentra a la misma
distancia de los lados AC y AB, y de los lados BA y BC, luego estará igualmente a la misma distancia de
los lados CA y CB, y por consiguiente pertenece también a la bisectriz CC00 .
El punto I, al distar una misma cantidad, r, de los tres lados del triángulo, es el centro de una circunferencia
interior a los tres lados, al que llamaremos centro de la circunferencia inscrita.
B''
C''
r
r
I
r
B C
A''
25
Ib
Ic A
B C
Ia
4 4
Resulta inmediato comprobar que: El triángulo ABC es el triángulo órtico del Ia Ib Ic , y que las alturas
4 4
del triángulo Ia Ib Ic son las bisectrices de su triángulo órtico, ABC. (Esta última propiedad es general).
Por otra parte, los ángulos marcados en la figura son iguales.
_
PROPOSICIÓN 3. Si A00 es el punto medio del arco BC, se verifica:
β
α
I
Ia A
A´´ O
B´´
26
4
Consideremos ahora los segmentos determinados, sobre los lados del triángulo ABC, por los puntos de
contacto, tanto de la circunferencia inscrita como por las exinscritas:
Fb
Ec
Ib
A
Ic
E
F
Fc O Eb
D
Dc B Da C Db
Ea
Fa
Ia
Sean D, E, F los puntos de contacto de la circunferencia inscrita con los lados del triángulo; sean así
mismo Da , Ea , Fa los puntos de contacto, con los mismos lados, de la circunferencia exinscrita relativa
al ángulo A.
b (Análoga nomenclatura para las otros dos circunferencias exinscritas). Habrá, por tanto,
cuatro puntos de contacto sobre cada lado, los cuales determinan diversos segmentos, cuyas expresiones,
en función de los lados, vamos a determinar.
AE = AF = x , BF = BD = y , CD = CE = z
tendremos
2 · (x + y + c) = a + b + c = 2 · p
y por consiguiente:
x+y+z = p
27
de donde, puesto que
y+z = a ,
deducimos:
x = p−a , y = p−b , z = p−c .
Segmentos determinados por los puntos de contacto de una circunferencia exinscrita: Si hacemos
tendremos
AFa = AB + BFa = c + ya , AEa = AC + CEa = b + za
de donde
2 · xa = b + c + ya + za = a + b + c = 2 · p
y por tanto
AFa = AEa = xa = p ,
y en definitiva
ya = p − c , za = p − b .
(Para los otros vértices, B y C, tendremos fórmulas análogas.)
Ejemplo 1. Dado un triángulo que tiene por base una cuerda fija, AB, de una circunferencia, (c), mientras que el
_
tercer vértice M se mueve sobre el arco AMB, se tata de determinar: El lugar geométrico descrito por el incentro
del triángulo móvil.
M
(c)
^
M E
D O C
I
α β
A B
28
En primer lugar observamos que el ángulo M b es constante, al desplazarse M a lo largo del arco de (c); luego los
ángulos A
b yB b tienen una suma constante (A b +Bb +M b = 1800 ), y en consecuencia lo mismo ocurre con sus mitades
Ab B
b
α= ,β = .
2 2
4
Luego, en el triángulo AIB, el ángulo bI es constante, lo que significa que el lugar geométrico del punto I es el arco
_
AIB, arco capaz del ángulo bI, que vamos a determinar:
Por una parte, el ángulo bI es el suplemento de la suma α +β
β , es decir
bI +α β = 1800 .
α +β
_
Comprobemos ahora que, el centro de la circunferencia ANBI es el punto medio del arco AGB, y
que se verifica: IG = AG = GB.
_
En efecto: G es el punto en el que la bisectriz MIN corta al arco AGB, punto medio de dicho arco. Así
_ 4
d = GIA;
mismo E es el punto medio del arco BEM, luego GAI d por tanto, el triángulo AGI es isósceles,
luego GA = GI.
4
También es isósceles el triángulo AGN, pues los ángulos N
b y A,
b tienen los mismos complementos, luego
GN = GA.
Resulta, entonces que GN = GI, y el punto G, punto medio de la hipotenusa NI es el centro de la circun-
ferencia ANBI.
EL = FP + GK + IT , o bien AL = AJ + AN + AM
29
para lo que bastará demostrar que: AM = NB y AJ = BL.
Veamos, en primer lugar, que AM = NB: Se tiene
AM + AN = KT y BM + BN = OV
y como
KT = OV
tendremos
AM + AN = BM + BN
de donde
AM = BN
4
Veamos, ahora, que AJ = BL: El triángulo EBF es rectángulo e isósceles, puesto que el ángulo EBF d es
d = 450 ,
recto, por ser ángulo de las bisectrices de dos ángulos adyacentes suplementarios, y el ángulo BEF
puesto que EF y EG son bisectrices de los ángulos complementarios RES
d y SEL. En consecuencia
BE = BF .
4 4
Por otra parte los triángulos rectángulos BEL y BFJ son iguales, por tener iguales las hipotenusas y los
ángulos agudos, pues los ángulos EBL
d y FBJd son complementarios, ya que EBFd es recto. Luego
BL = AJ .
En conclusión:
EL = AL = AN + BN + BL = GN + IM + FJ .
R E
Q
45º
C
F
P
I V
T
B
J A M N L
O
K
G
30
26.2 Relaciones de Euler
Vamos a determinar las expresiones de las distancias del centro de la circunferencia circunscrita a un
4
triángulo, ABC, a los centros de la circunferencia inscrita, O, y de las exinscritas, Ia , Ib , Ic .
2
La primera relación de Euler es: OI = d2 = R2 − 2 · R · r = R · (R − 2 · r) que puede ponerse también
r r
en la forma + = 1.
R−d R+d
A F
O
R d
I H
C G B
A''
4
En el triángulo OIA00 se verifica:
2 2
OI = d2 = R2 + A00 I − 2 · R · A00 H
4
y como en el triángulo rectángulo A00 BF se verifica:
2 2
A00 B = A00 I = A00 F · A00 G = 2 · R · A00 G
tendremos
31
2
La segunda relación de Euler es: OI = d2a = R2 + 2 · R · ra que corresponde a la distancia OIa .
Las correspondientes a los centros Ib e Ic serían:
d2b = R2 + 2 · R · rb , d2c = R2 + 2 · R · rc ,
a las que llegaríamos con unos razonamientos análogos, al que vamos a emplear para establecer la co-
rrespondiente a Ia .
A F' F
O
R
S
B C
A''
E
ra
I
4 4
Por ser semejantes los triángulos: AEI y FBA00 tenemos:
AI EI AI BA’’ FA’’ EI BA’’ FA’’ EI
A’’S AI A’’S
FA’’ BA’’
Por otra parte, como A00 S = A00 I, y FA00 = 2 · R, EI = ra resultará, al ser AI · A00 I, la potencia de I res-
pecto a la circunferencia de centro O:
2
AI · A00 I = 2 · R · ra =⇒ IM · IF0 = (OI − R) · (OI + R) = OI − R2
luego, como OI = da :
d2a − R2 = 2 · R · ra =⇒ d2a = R2 + 2 · R · ra
32
26.3 Teorema de Feuerbach
4
En efecto: Sea M el punto medio del lado BC, del triángulo ABC, y T1 , T2 los puntos de contacto de las
circunferencias inscrita y exinscrita tangente a este lado.
Sabemos que
BT2 = CT1 = p − c ,
siendo p el semi-perímetro del triángulo dado, y c = AB; luego M es también el punto medio de T2 T1 .
2 2
Si aplicamos a la circunferencia de Feuerbach la inversión de centro M, y potencia MT1 = MT2 , las
circunferencias inscrita y exinscrita serán inversas de si mismas, puesto que toda circunferencia respecto
de la cual el centro de inversión tenga potencia igual a la potencia de inversión se transforma en si misma.
Por pasar la circunferencia de Feuerbach por el centro de inversión M, su homóloga será una recta paralela a
la tangente en M a dicha circunferencia, es decir paralela a la tangente en A a la circunferencia circunscrita,
y por tanto antiparalela al lado BC, respecto de los lados AB y AC. Nos resta, por tanto, hallar un punto
de dicha recta.
Consideremos el centro, V, de homotecia negativa, entre las dos circunferencias: la inscrita y la exinscrita.
Observemos que la cuaterna (Ia VIA), formada por los centros de homotecia V y A, y los centros Ia e I,
es armónica, y se proyecta ortogonalmente según la cuaterna (T2 VT1 Ha ), que también es armónica, por
conservarse las razones en la proyección; por lo tanto
2 2
MV · MHa = MT1 = MT2 .
Dado que se verifica que: Si una recta y una circunferencia son tangentes, sus inversas también lo son
(puesto que tienen un punto común y sólo uno), la proposición que nos interesaba queda demostrada.
33
A
B1
(c)
I
O
F H B2
T2
B C
M V T1 Ha
A'
O; centro de la circunferencia
circunscrita.
I; centro de la circunferencia
inscrita.
F; centro de la circunferencia
de Feuerbach.
I a ; centro de la circunferencia Ia
exinscrita.
Como aplicación de la homotecia entre dos circunferencias resulta la siguiente propiedad de la circunfe-
rencia de los nueve puntos.
34
Por tanto, su radio vale la mitad de radio de la circunferencia circunscrita, y su centro, F, estará alineado
con el ortocentro, H, y con el baricentro, G, distando de éste la mitad de aquél. Dicho centro, F, estará por
3
tanto situado en la recta de Euler, entre G y H, y a una distancia de O y de H igual a · OG.
2
A
(c)
(p)
F O
G
H
B M C
4
Ejemplo 1. Determinación del segmento de Euler, de un triángulo ABC.
Se determina el ortocentro, H, (punto de encuentro de las alturas), luego se determina el circuncentro, O, (punto
de encuentro de las mediatrices). El segmento que une H con O, es decir HO, es el segmento de Euler.
Una propiedad del segmento de Euler es que, dividido en tres partes iguales, el baricentro, G, (punto de encuentro
de las medianas), está a dos tercios del ortocentro, y a un tercio del circuncentro, es decir
2 1
GH = · HO , GO = · HO .
3 3
O
A B
35
Lección 27.- TEOREMAS DE MENELAO Y CEVA
Vamos a establecer dos proposiciones, recíprocas la una de la otra, que luego reuniremos en el conocido
Teorema de Menelao. Sea la siguiente la primera:
4
PROPOSICIÓN 1. Dado un triángulo ABC, si una recta transversal, s, corta a los lados AB, BC y
CA, respectivamente, en los puntos P, M y N, se verifica la igualdad
AP BM CN
· · = +1
BP CM AN
En efecto: En primer lugar tracemos una recta cualquiera r, no paralela a la s, cuyo punto de intersección
sea I. Luego, tracemos, por los puntos A, B y C, paralelas a la recta s, que cortarán a la r en los puntos A0 ,
B 0 y C0 .
Aplicando, ahora, el Teorema de Thales, podemos escribir
AP A0 I BM B0 I CN C0 I
= ; = ; =
BP 0
BI CM CI0 AN A0 I
Multiplicando miembro a miembro las tres igualdades, tendremos
AP BM CN A0 I B0 I C0 I
· · = · · = +1
BP CM AN B 0 I C0 I A0 I
como queríamos demostrar.
s A
N r
A'
C M
B
I
C'
B'
37
Establezcamos, ahora, la recíproca de la anterior:
4
PROPOSICIÓN 2. Dado un triángulo ABC, si se toman sobre sus lados, AB, BC y CA, respectiva-
mente, los puntos P, M y N, tales que se tenga
AP BM CN
· · = +1
BP CM AN
resultará, entonces, que tales puntos P, M y N, están alineados.
En efecto: Unamos los puntos M y N, y sea P0 el punto en el que la recta MN corta al lado AB; se trata de
demostrar que P0 coincide con P.
Puesto que los puntos M, N y P0 están alineados tendremos, en virtud de la proposición anterior
AP0 BM CN
· · = +1
BP0 CM AN
que comparada con la que figura como hipótesis
AP BM CN
· · = +1
BP CM AN
nos permite escribir la igualdad
AP AP0
=
BP BP0
0
lo que muestra que los puntos P y P coinciden.
En consecuencia, los puntos P, M y N, están alineados, como queríamos demostrar.
Tal como enunciamos, vamos a reunir las dos proposiciones anteriores en una sola, el siguiente:
4
TEOREMA DE MENELAO. Dado un triángulo ABC, y situados en él los puntos P, M y N, respec-
tivamente, sobre los lados AB, BC y CA, es condición necesaria y suficiente, para que los puntos P,
M y N esten alineados, que se verifique que el producto de las tres razones simples (ABP), (BCM)
y (CAN), valga +1, es decir:
AP BM CN
· · = +1
BP CM AN
Vamos a proceder, ahora, en forma análoga a como hicimos en el punto anterior, reuniendo las dos pro-
posiciones siguientes en el conocido como Teorema de Ceva. Sea la siguiente la primera:
4
PROPOSICIÓN 1. Dado un triángulo ABC, y un punto cualquiera, O, de su plano, si las rectas
AO, BO y CO, cortan a los lados AB, BC y CA, respectivamente en los puntos P, M y N, se verifica
la igualdad
AP BM CN
· · = −1
BP CM AN
38
4
En efecto: Apliquemos el Teorema de Menelao al triángulo AMC, cortado por la transversal BN; así
tendremos
A
P
N
O
B C
M
AO MB CN
· · = +1
MO CB AN
4
Si la aplicación del Teorema de Menelao la hacemos al triángulo AMB, cortado por la transversal CP,
tendremos
A
P
N
O
B C
M
AP BC MO
· · = +1
BP MC AO
Multiplicando las dos igualdades, anteriores se tendrá
! !
AO MB CN AP BC MO
· · · · · =1
MO CB AN BP MC AO
BC = −CB
obtendremos la igualdad
AP BM CN
· · = −1
BP CM AN
como queríamos demostrar.
39
4
PROPOSICIÓN 2. Dado un triángulo ABC, se se toman sobre sus lados AB, BC y CA, respectiva-
mente, los puntos P, M y N, tales que
AP BM CN
· · = −1
BP CM AN
resultará, entonces, que las rectas AM, BN y CP, pasan por un mismo punto.
En efecto: Supongamos que las rectas AM y BN se cortan en un punto, O; unamos, entonces, el punto C
con el O, y designemos por P0 el punto de intersección de las rectas CO y AB. Lo único que tenemos que
hacer es demostrar que P0 coincide con P.
A
P
P'
N
O
B C
M
Como las rectas AM, BN y CP0 son concurrentes, tendremos en virtud de la proposición anterior
AP0 BM CN
· · = −1 ,
BP0 CM AN
que comparada con la que figura como hipótesis
AP BM CN
· · = −1
BP CM AN
nos permite escribir la igualdad
AP AP0
=
BP BP0
0
lo que muestra que los puntos P y P coinciden.
En consecuencia, las rectas AM, BN y CP pasan por un mismo punto, como queríamos demostrar.
Tal como anunciamos, vamos a reunir las dos proposiciones anteriores en una sola, el siguiente:
4
TEOREMA DE CEVA. Dado un triángulo ABC, y situados en el los puntos P, M y N, respectiva-
mente, sobre los lados AB, BC y CA, es condición necesaria y suficiente, para que las rectas AM,
BN y BP sean concurrentes, que se verifique que el producto de las tres razones simples (ABP),
(BCM) y (CAN), valga −1, es decir
AP BM CN
· · = −1
BP CM AN
40
27.3 Ejemplos de aplicación
Veamos, a continuación, unos ejemplos sencillos en los que se aplican los teoremas anteriores.
90º
A bisectriz exterior
α
β
α β
b
γ
C
A´ B a
bisectriz interior
4
Dado un triángulo ABC, si A0 es el pie de la bisectriz exterior correspondiente al vértice A, se verifica:
4 A0 B c
1o .- En el triángulo AA0 B: =
sen α sen γ
4 A0 C b
2o .- En el triángulo AA0 C: =
sen (2 ·β
β +α
α) sen γ
2 ·β α = 2 · (900 −α
β +α α = 1800 − 2 ·α
α ) +α α = 1800 −α
α +α α
de donde
sen (2 ·β α ) = sen (1800 −α
β +α α ) = sen α
A0 B c
=
A0 C b
Procediendo en forma análoga obtendríamos, si B0 y C0 son, respectivamente, los pies de las bisectrices exteriores
que pasan por B y C:
B0 C a C0 A b
= , = .
B0 A c C0 B a
Al multiplicar las tres igualdades anteriores, obtenemos
A0 B B0 C C0 A
· · = +1 ,
A0 C B0 A C0 B
luego en virtud del Teorema de Menelao, los tres punto A0 , B0 , C0 están alineados, como habíamos enunciado.
41
B'
Bisectrices
exteriores
b
c
B a C
A'
C'
A m
B´
c β n
b
α γ
α
B a C
4
Dado el triángulo ABC, en virtud del Teorema de los senos se verifica:
4 m c
1o .- En el triángulo ABB0 : =
sen α sen β
4 n a
2o .- En el triángulo BCB0 : =
sen α sen γ
Dividiendo, ahora, las igualdades anteriores, y teniendo en cuenta que
sen β = sen γ ,
42
resultará
m c
= .
n a
Sean, entonces, AA0 , BB0 , CC0 las bisectrices interiores del triángulo dado, y a, b, c las longitudes de los lados BC,
CA, AB.Tendremos, teniendo en cuenta los signos de los cocientes,
A0 B c B0 C a C0 A b
=− , =− , =−
AC0 b 0
BA c C0 B a
igualdades que, multiplicadas miembro a miembro dan como resultado
A0 B B0 C C0 A
· · = −1 .
A0 C B0 A C0 B
En consecuencia, en virtud del Teorema de Ceva, podemos afirmar que las bisectrices pasan por el mismo punto: el
incentro.
A
Incentro
B'
C'
B C
A'
4
Ejemplo 3. En un triángulo, ABC, los pies de dos bisectrices interiores, y de la bisectriz exterior del tercer ángulo,
están alineados.
Veamos que es así: Conservando las notaciones de los dos ejemplos anteriores, podemos escribir
A0 B c B0 C a C0 A b
= , =− , =−
AC0 b B0 A c C0 B a
igualdades que al ser multiplicadas miembro a miembro, dan
A0 B B0 C C0 A
· · = +1 .
A0 C B0 A C0 B
Luego, en virtud del Teorema de Menelao, los tres puntos A0 , B0 , C0 están alineados, como habíamos enunciado.
A'
B' a
B
A c
C'
43
4
Ejemplo 4. En un triángulo, las tres alturas se cortan en un punto. Veamos que es así: Dado el triángulo ABC, sean
AA0 , BB0 , CC0 sus tres alturas. Puesto que los ángulos BB
[ 0 C y BC
\ 0 C son rectos, se verificará que la circunferencia,
de diámetro BC, pasa por los puntos B0 y C0 . Podemos, entonces, calcular la potencia del punto A, respecto a dicha
circunferencia, y escribir
AC0 · AB = AB0 · AC
es decir
C0 A AC
= .
B0 A AB
Procediendo de la misma manera, por permutación circular tendremos
A0 B BA B0 C CB
= , = .
CB0 BC AC0 CA
Multiplicando, ahora, estas tres igualdades miembro a miembro, resultará
C0 A A0 B B0 C AC BA CB
· · = · · = −1 .
B0 A C0 B A0 C AB BC CA
Luego, en virtud del Teorema de Ceva, podemos afirmar que las tres alturas se cortan en un punto: el ortocentro.
A
B C
A
C´
A´
B
C
B´
44
Ejemplo 5. En un triángulo, las rectas que unen los vértices con los puntos de los lados opuestos en contacto con
la circunferencia inscrita, se cortan en un punto.
Veamos que es así: Puesto que las tangentes, desde un punto, a una circunferencia son iguales, podemos escribir:
A0 B = C0 B , A0 C = B 0 C , B0 A = C0 A ,
luego el producto
A0 B B0 C C0 A
· ·
A0 C B 0 A C0 B
vale 1, en valor absoluto. Ahora bien, como cada uno de los cocientes es negativo, el producto valdrá −1, es decir
A0 B B0 C C0 A
· · = −1
A0 C B0 A C0 B
En consecuencia, en virtud del Teorema de Ceva podemos afirmar que, las tres rectas establecidas en el enunciado,
pasan por un mismo unto I.
A
B'
C'
I
O
B C
A'
La siguiente proposición, establecida ya por Pappus de Alejandría sobre el 300 a.C., es importante en la
geometría plana, y sobre todo en la fundamentación de la geometría proyectiva.
r
A
C
E
L M
N
r'
B F D
45
Será igualmente válido el siguiente esquema:
A
E
B C
N
L M
D r
r'
Por otra parte, para evitar considerar puntos en el infinito, consideremos que las rectas AB, CD, EF forman
4
un triángulo UVW, como se muestra en la figura siguiente:
U r
A
C
E
W
M
N L
V
r'
B F D
4
Sobre dicho triángulo, UVW, razonaremos a continuación.
obtendremos:
VL WD UE
· · = +1
WL UD VE
VA WM UF
· · = +1
WA UM VF
VB WC UN
· · = +1
WB UC VN
VA WC UE
· · = +1
WA UC VE
VB WD UF
· · = +1
WB UD VF
Dividiendo, ahora, el producto de las tres primeras igualdades por el producto de la dos últimas, y simpli-
ficando, resultará
VL WM UN
· · = +1 ,
WL UM VN
igualdad que nos muestra que los puntos L, M, N, están alineados, como queríamos establecer.
46
Observemos que, en la primera figura que aparece en la demostración del teorema anterior, hemos in-
dicado con flechas el sentido del teórico movimiento que nos permitiría recorrer los puntos desde el A
hasta el F.
Por otra parte, los puntos L, M, N son siempre intersección de dos segmentos, uno descendente y el otro
ascendente: El L se obtiene como intersección de las rectas AB y DE ; el N como intersección de BC
y EF ; y por último, el M como intersección de CD y FA . La alineación de los puntos L, M, N, está
garantizada por el teorema en cuestión.
Ahora bien, la situación y alineación de esos puntos no es intrínsecamente única, puesto que basta man-
tener los mismos puntos en las rectas dadas, renombrándolos de forma que cumplan las condiciones
del teorema, y aplicar el criterio de obtención descrito más arriba, con lo que obtendremos distintas
ternas (L, M, N), también alineadas, de acuerdo con lo que establece el teorema. Veámoslo en las dos
construcciones siguientes, en los que los puntos son los mismo de la figura sobre la que hemos estado
razonando, y lo único que hemos hecho es renombrarlos y operar.
r
E
A
C
M
N
r'
F B D
47
N
r
C
E
A
F r'
D B
48
Lección 28.- SEMIMEDIANAS
28.1 Semimedianas
28.2 Propiedades
28.3 Punto de Lemoine
28.1 Semimedianas
^
A
B'
C'
C
P' Rectas isogonales
^
respecto de A
B
^
Bisectriz de A
P
49
Ejemplo 1. Es inmediato comprobar que el lugar geométrico de los puntos medios de las paralelas a la base de un
triángulo es la mediana correspondiente. Más interés presenta el establecer que el punto medio de las antiparalelas
CB y C0 B0 a los lados del triángulo, AB y AC, es la semimediana, es decir, la recta simétrica de la mediana respecto
de la bisectriz que parte del mismo vértice.
A
bisectriz
mediana G'
semimediana
B' F'
E F G
E'
C B
M O S
M'
C'
b y hacemos AC0 = AC y AB0 = AB, obtenemos la recta B0 C0 , que junto con la CB,
Si AO es la bisectriz de A,
determinan ser antiparalelas respecto de los lados del triángulo, AC y AB. Serán, así mismo antiparalelas todos los
4 4
pares E0 G0 , EG, etc. Así como AM es la mediana del triángulo ABC, resultará que AM0 es la mediana del triángulo
4
AB0 C0 , lugar geométrico de los puntos medios de los segmentos E0 G0 , EG, etc.
Observemos, por otra parte que la recta AS es la simétrica de la mediana, AM, respecto de la bisectriz AO, a la que
daremos el nombre de semimediana.
4
Ejemplo 2. La semimediana que parte de un vértice A, de un triángulo ABC, es el lugar geométrico de los puntos
en los que las antiparalelas a los lados de los ángulos B
byC
b son iguales entre sí.
A
D E
M
_
_
=
C B
S
semimediana
=
50
Sea AS la semimediana: Basta comprobar que SD, antiparalela de AB, es igual que SE, antiparalela de AC.
4
Por el punto S, tracemos la antiparalela MN de la base BC. Como sabemos que SM = SN, los triángulos DSM y
4
ESN, resultaran isósceles (por ejemplo, los ángulos D
b yM
b son iguales al B);
b luego
SD = SM y SE = SN .
Así, las antiparalelas SD y SE son iguales entre sí. Observemos que el razonamiento es válido para todos los puntos
de la semimediana, lo que se traduce en poder decir que la semimediana es el lugar geométrico de los puntos de
intersección de las antiparalelas iguales.
28.2 Propiedades
4
PROPOSICIÓN 1. La semimediana correspondiente a un vértice, del triángulo, ABC, sea el A,
pasa por el punto de intersección de las tangentes trazadas a la circunferencia circunscrita por los
otros dos vértices, B y C.
En efecto: Sabemos que la semimediana es el lugar geométrico de los puntos de intersección de las antipa-
ralelas iguales ID, JE, y de las rectas iguales LD, LE; en consecuencia las tangentes CP, BP son iguales,
y antiparalelas respecto de los ángulos B b luego la semimediana AL pasa por el punto P.
b y C,
O
D E
C B
I J
51
Ejemplo 1. La proposición anterior nos facilita una manera de trazar la semimediana correspondiente
4
a un vértice. Así dado el triángulo ABC, la semimediana correspondiente al vértice A será la recta, Sa ,
que une dicho vértice con el punto de intersección de las tangentes a la circunferencia circunscrita, en los
vértices B y C, del triángulo dado.
P2
Sb
Punto de intersección
de las semimedianas
Sa , Sb y Sc Sc
P3
C B
Sa
P1
52
PROPOSICIÓN 2. Las distancias de un punto de la semimediana a los lados adyacentes, son pro-
porcionales a las longitudes de esos lados.
4
En efecto: Sean CM la mediana y CS la semimediana, correspondientes al vértice C, del triángulo ABC.
Estas dos rectas son simétricas respecto a la bisectriz, y los ángulos BCM
[ y ACS
d iguales, como también
lo son BCS [
d y ACM.
4 4 4 4
Además, los triángulos CSX y CMQ son semejantes, como también lo son los CSY y CMP. De estos
triángulos resultan las igualdades
x CS y CS
= , =
q CM p CM
de donde
x q
= ;
y p
4 4
Así los triángulos ACM y BCM tienen bases iguales e igual altura. Luego
q a
a · p = b · q =⇒ =
p b
lo que nos conduce a que:
x a
= .
y b
X
b
P x
h
p
Q
q Y
y
B
M S H A
Una traducción útil, de esta proposición sería la siguiente: La semimediana es el lugar geométrico de los
puntos cuyas distancias a los lados adyacentes son proporcionales a esos mismos lados.
53
Ejemplo 2. La proposición anterior nos sugiere una nueva manera de determinar las semimedianas. Bastará con
trazar paralelas a los lados del vértice que nos interese, a una distancia de los mismos igual a su longitud (o cantidades
proporcionales); su punto de intersección será punto de paso de la semimediana correspondiente.
A
c
b
B
S C
Semimediana
Sa
PROPOSICIÓN 3. Los segmentos determinados por cada semimediana sobre el lado opuesto, son
proporcionales a los cuadrados de los lados adyacentes, y recíprocamente.
En efecto: Utilizaremos el resultado, y la figura de la proposición anterior.
4 4
Por la semejanza de los triángulos rectángulos BSX y BCH, tenemos
BS a
= .
x h
4 4
Por la semejanza de los triángulos rectángulos ASY y ACH, tenemos
AS b
= .
y h
Luego:
a·x b·y BS a·x
BS = y AS = =⇒ = ,
h h AS b·y
x a
y como (proposición anterior): = , tendremos en definitiva
y b
BS a2
= 2 .
AS b
54
4
PROPOSICIÓN 4. Dado un triángulo, ABC, la tangente a su circunferencia circunscrita en el
vértice C, es el lugar geométrico de los puntos cuyas distancias a los lados del ángulo C,
b son pro-
porcionales a los lados CB = a y CA = b. (A la recta CT, antiparalela de AB, se le llama, también
semimediana exterior).
x a
En efecto: Si CT es la tangente en cuestión, deberá verificarse que: = , la misma igualdad que se
y b
tenía para los putos de la semimediana CS. Veámoslo:
Por el vértice C trazaremos CL, paralela a la base, con lo que las rectas CT y CL son simétricas respecto
4 4
de las bisectrices CI y CJ. Como los triángulos EBC y EAC son equivalentes (tienen la misma base, CE,
y la misma altura), tenemos
a · EG = b · EF
es decir
x0 b
= ;
y0 a
luego para la línea simétrica, CT, se tendrá la razón inversa
x a
= .
y b
J G
x'
L
C
y' E
F x
y D
a
T
B M S A
55
Ejemplo 3. El razonamiento de la proposición anterior nos facilita una manera de trazar antiparalelas a dos rectas
4
dadas, CB y CA. Si una de ellas es la BA, la otra puede ser la tangente, en el punto C, del triángulo ABC, a la
circunferencia circunscrita a dicho triángulo.
t
a
b
B A
c
56
de donde resulta, teniendo en cuenta el resultado de 1o ,
c2 BS
= .
b2 CS
(c) A semimediana
semimediana exterior
F
b
c
O
B D
a S C
Resumiendo: Las semimedianas trazadas desde un mismo vértice cortan armónicamente al lado
opuesto según la razón de los cuadrados de los otros dos lados.
BS c2
= 2 ,
CS b
luego, sumando 1 a los dos miembros
BS c2 BS + CS c2 + b2 a c2 + b2
+ 1 = 2 + 1 =⇒ = =⇒ =
CS b CS b2 CS b2
y en definitiva
a · b2
CS = .
b2 + c2
57
Sustituyendo, ahora los valores determinados para CS y BM, obtenemos
a · b2
s c 2 c2
= · b +a ,
m b
2
de donde
s 2·b·c
= 2 .
m a + c2
=
c b
m
O s
B D
M S C
F
4
Ejemplo 4. Consideremos el triángulo ABC, inscrito en la circunferencia (c), y tracemos la tangente, t, a la
circunferencia en el vértice A de nuestro triángulo. Veamos como determinar los segmentos n, m y t, en función de
los lados del triángulo dado.
A (c)
t
α
b
c
O
α
T a C
B
n
m
4 4
Los triángulos ACT y ABT son semejantes, luego
b m t
= = ,
c t n
y además
m−n = a .
58
De la primera igualdad resulta
b2 m2
= 2
c2 t
y como
t2 = m · n [potencia de T respecto (c)] ,
tendremos
b2 m2 m2 m
2
= 2 = =
c t m·n n
Resultará, entonces, que:
m b2 m−n b2 − c2 a · c2
= 2 =⇒ = =⇒ n = ,
n c n c2 b2 − c2
m b2 m b2 a · b2
= 2 =⇒ = 2 =⇒ m = ,
n c m−n b − c2 b2 − c2
a2 · b2 · c2 a·b·c
t2 = m · n =⇒ t2 = =⇒ t = .
(b2 − c2 )2 b2 − c2
Recordemos que las rectas CM y CM0 son isogonales respecto del ángulo C,
b si forman el mismo ángu-
lo, respectivamente, con sus lados. Observemos que equivale esto a decir que: Dos isogonales forman el
mismo ángulo con la bisectriz del ángulo dado.
Consideremos, ahora, dos puntos M y M0 , situados sobre dos rectas isogonales respecto del ángulo C;b si
b sean, respectivamente, A,B y A0 , B0 , se verificarán las
proyectamos dichos puntos sobre los lados de C,
propiedades siguientes:
A
A´
M´
M
B´
59
PROPOSICIÓN 1.
4 4
1o .- Los triángulos MAB y M0 A0 B0 son semejantes.
2o .- Se verifica la relación: MA · M0 A0 = MB · M0 B0 .
3o .- Las rectas AB y A0 B0 son antiparalelas.
4o .- El cuadrilátero ABA0 B0 es inscribible.
5o .- La recta AB es perpendicular a la isogonal CM0 .
(La demostración de estas propiedades es inmediata)
a y
K
b
z
S
B A
c M
4
Dado un triángulo, ABC, llamaremos punto de Lemoine, o punto semimediano, al punto de intersec-
ción común de las tres semimedianas del triángulo.
60
N
B' _ _ _
Semimedianas: AA', BB', CC'
O A
K
M
A' C'
Punto de Lemoine
F
_ _ _
Semimedianas exteriores: AL, BM, CN
L
Recta de Lemoine
61
Ejemplo 1. Consecuencia de la misma proposición a la que hacíamos referencia en el ejemplo anterior, del apartado
anterior, es la facilidad para determinar el punto de Lemoine, que consiste en trazar las tangentes a la circunferencia
circunscrita, y unir luego sus puntos de intersección con los vértices que se oponen, o sea A con P1 , B con P2 , y C
con P3 , que determinan así mismo las semimedianas. Observamos que, bastaría con determinar dos semimedianas
para obtener el punto que nos interesa, el K.
P2 A P3
K Sb
B
Sc Sa
O
P1
62
Ejemplo 2. Las semimedianas de un triángulo rectángulo se cortan en el punto medio de la altura sobre la hipote-
nusa.
Comprobamos que, siendo AK = KH = x, se verifica
x a
= ,
y b
4 4
para lo cual basta con observar que los triángulos AKP y BAC son semejantes, lo que nos establece la igualdad
dada. Así tenemos que CF es la semimediana correspondiente al vértice C.
En la misma forma se comprueba que
z c
=
y b
lo que nos mostraría que AH es la semimediana correspondiente al vértice A.
A
Punto de Lemoine
P
E
y
F z b
c K
x
B a C
H
En virtud de la Proposición 3 del apartado anterior, podemos afirmar que: La recta que une el vértice de un ángulo
agudo, de un triángulo rectángulo, con el punto medio de la altura relativa a la hipotenusa, divide al lado que
le corresponde en segmentos proporcionales a los cuadrados de los lados adyacentes.
Así tendremos:
AE c2
= 2 .
CE a
Ejemplo 3. La razón de un lado cualquiera de un triángulo a la distancia de este lado al punto de Lemoine, es igual
a la razón de la suma de los cuadrados de los tres lados, al doble del área, S, del triángulo dado.
Se trata de demostrar que:
a a2 + b2 + c2 x 2·S
= ⇐⇒ = 2 .
x 2·S a a + b2 + c2
x
a
E
K y
b
z
B c A
F
63
Como las distancias del punto de Lemoine, K, a los lados están en la misma relación que esos lados, se tiene
x y z a·x b·y c·z
= = =⇒ = 2 = 2
a b c a2 b c
de donde resultará
x a·x+b·y+c·z 2·S
= = 2
a a2 + b2 + c2 a + b2 + c2
y finalmente:
a b c a2 + b2 + c2
= = = .
x y z 2·S
64
Lección 29.- CIRCUNFERENCIA DE TUCKER
Las dos circunferencias de Lemoine, que vamos a estudiar, son casos particulares de las denominadas
circunferencias de Tucker; veremos, así mismo, que también la denominada circunferencia de Taylor es
otro caso particular de estas circunferencias.
PROPOSICIÓN 1. Si por el punto de intersección de las semimedianas de un triángulo (punto de
Lemoine), K, trazamos paralelas a los tres lados, los seis puntos de intersección de los lados y esas
paralelas son concíclicos, y determinan la primera circunferencia de Lemoine.
4
En efecto: Sean DE, FG, IJ, las paralelas a los lados del triángulo ABC, por el punto de Lemoine, K.
Vamos a probar que el hexágono DFJEGI es inscribible.
Las paralelas y los lados determinan tres paralelogramos, tales como el ADKF, siendo el punto M, de
intersección de sus diagonales, el punto medio de DF. Por ser AK una semimediana, la recta DF, que
divide en dos partes iguales, es antiparalela a BC, respecto de los lados del ángulo A.
b Por la misma razón
IG es antiparalela de AB, y JE de AC. Los ángulos AFD
[ y BJE
d son iguales, e iguales a su vez al ángulo
C,
b por el antiparalelismo; por tanto DFGE es un trapecio isósceles, como también lo son FDIG y JEGI.
Cada uno de ellos es inscribible, y la circunferencia que pasa por los puntos E, J, F, D, pasa igualmente
por el punto I, puesto que el cuadrilátero JFDI es inscribible, al ser DF e IJ antiparalelas respecto a los
otros dos lados; por lo mismo, la circunferencia pasa por G.
Punto de Lemoine
A
Centro de la primera
F
circunferencia de
Lemoine OL=LK
M T
D
DFJEGI es el J I
hexágono de Lemoine K
L
Primera O
Circunferencia
de Lemoine
B C
E N G
65 ParalelasdedeLemoine
Paralelas Lemoine
PROPOSICIÓN 2. La primera circunferencia de Lemoine divide a los lados de un triángulo en
segmentos proporcionales a los cuadrados de los lados. Cada segmento externo corresponde al
cuadrado del lado que le es adyacente, y el intermedio corresponde al cuadrado del lado sobre el
que se encuentra.
En efecto: Se trata de probar que se tiene, para los segmentos de BC, (ver figura anterior):
BE EG CG
= 2 = 2 .
c2 a b
4 4 4
Como los triángulos BJE, EKG, CIG, tienen la misma altura, KN = x, tendremos
4
Área de BJE= BE · x · · · · · · · y la indicaremos por (BJE).
4
Área de EKG= EG · x · · · · · · · y la indicaremos por (EKG).
4
Área de CIG= CG · x · · · · · · · y la indicaremos por (CIG).
4 4
Consideremos el primer cociente; los triángulos BJE y BAC son semejantes, puesto que EJ y AC son
antiparalelas; son entre ellos como los cuadrados de los lados homólogos BE y AB. Luego representando
(ABC) por S, se tiene
2 2
(BJE) BE S · BE
= 2 =⇒ (BJE) = .
S c c2
Tendremos, entonces
2
(BJE) S · BE S · BE
= = .
BE BE · c2 c2
(EKG) S · EG (CIG) S · CG
= y =
EG a2 CG b2
de donde resultará, al suprimir el factor común S:
BE EG CG
= 2 = 2 ,
c2 a b
como queríamos establecer.
Obtendríamos también:
CI ID DA AF FJ JB
2
= 2 = 2 y 2
= 2 = 2
a b c b c a
66
PROPOSICIÓN 3. Los segmentos interceptados sobre los lados de un triángulo, por la primera
circunferencia de Lemoine, son proporcionales a los cubos de los lados correspondientes.
En efecto: Se trata de probar que se tiene; (ver figura anterior):
EG DI FJ
= 3 = 3 .
a3 b c
4 4
Si llamamos x = KN, altura del triángulo EKG, y S al área del triángulo BAC, dado que ambos triángulos
son semejantes, podemos escribir
EG a a2
= =
x h 2·S
de donde, despejando EG, resulta
a2 · x
EG = .
2·S
Designando por x, y, z las distancias del punto K a los lados a, b, c, y dado que esas distancias son
directamente proporcionales a esos lados, tendremos
x y z
= = ,
a b c
de donde resultará
a·x b·y c·z 2·S
= 2 = 2 = 2 .
a2 b c a + b2 + c2
Así,
x 2·S
= 2
a a + b2 + c2
y despejando x, obtendremos
2·S·a
x= .
a2 + b2 + c2
y por tanto
a3
EG = .
a2 + b2 + c2
En la misma forma se obtendriá
b3 c3
DI = , FJ = .
a2 + b2 + c2 a2 + b2 + c2
En consecuencia
EG DI FJ
= 3 = 3 ,
a3 b c
como queríamos establecer.
4
PROPOSICIÓN 4. Dado un triángulo, ABC, las antiparalelas a sus lados, trazadas por el punto de
Lemoine, cortan a los lados en seis puntos concíclicos, que determinan la segunda circunferencia de
Lemoine.
En efecto: Sean DE, FG, HI las antiparalelas trazadas por K. Las antiparalelas, trazadas, están divididas
por K en dos partes iguales.
4
[ = KGD
Por otra parte, observemos que el triángulo KDG es isósceles, puesto que KDG [ = C.
b
67
Los puntos D, I, F, E, H, G, quedan, por tanto, situados sobre una misma circunferencia, la llamada
segunda circunferencia de Lemoine, que tiene su centro en K.
C
Segunda circunferencia G H
de Lemoine D
Antiparalelas
trazadas por K
Punto de Lemoine
K
ρ
E
B
I F A
4
Ejemplo 1. Las cuerdas IF, EH, GD son proporcionales a los cosenos de los ángulos del triángulo ABC.
4
Haciendo referencia a la figura de la proposición anterior, observamos que el triángulo KGD es isósceles, lo que
nos permite escribir
1
· GD = KG · cos DGK
[ = KG · cos C b
2
y si hacemos KG = ρ (radio de la segunda circunferencia de Lemoine), tendremos
GD = 2 ·ρ
ρ · cos C
b.
IF = 2 ·ρ
ρ · cos A
b , EH = 2 ·ρ
ρ · cos B
b.
En consecuencia:
IF EH GD
= = .
cos A
b cos B
b cos C
b
Antes de establecer la que llamaremos circunferencia de Taylor, estudiaremos algunas propiedades pre-
liminares, considerando la figura siguiente:
A
E2 F1
Hb
D2
Circunferencia de Taylor
P
R
Hc H
D1 Q
B F H C
2 a E1
68
PROPOSICIÓN 1. Si D1 , D2 ; E1 , E2 ; F1 , F2 son las proyecciones de los pies Ha , Hb , Hc de las alturas,
respectivamente sobre AB, AC; BC, BA; y CA, CB, se verifica que; los segmentos D1 D2 , E1 E2 , F1 F2
son antiparalelos respectivamente a los lados BC, CA, AB.
En efecto: Las rectas F1 F2 , Ha Hb son paralelas, puesto que unen las proyecciones sobre los mismos lados
de dos puntos de la altura CHc .
PROPOSICIÓN 2. Las rectas D1 D2 , E1 E2 , F1 F2 pasan por los puntos medios de los lados del
triángulo órtico; que forman el triángulo complementario del triángulo órtico.
4
En efecto: En el triángulo rectángulo F1 Hb Hc tenemos;
2 F1 Hb = Hc Hb F1 = ABC .
F\ \ d
La siguiente proposición establece lo que que habíamos anunciado que nos interesaba: La circunferen-
cia de Taylor.
PROPOSICIÓN 5. Las proyecciones, sobre los lados de un triángulo, de los pies de las alturas,
están situadas sobre una misma circunferencia, la que llamaremos circunferencia de Taylor.
En efecto: Las rectas F1 F2 , D2 E1 son antiparalelas, luego los puntos F1 , F2 , D2 , E1 son concíclicos.
1
Así mismo, dado que las rectas E2 F1 y BC son paralelas, y que E2 P = F1 P = · Hb Hc , se tiene
2
1 F2 E1 = PF1 E2 = PE2 E1 = E1 E2 F1
F\ \ \ \
lo que muestra que la circunferencia F2 E1 D2 F1 pasa también por el punto E2 .
(Para el punto D1 , la demostración es análoga)
69
4 4 4
Ejemplo 1. Los triángulos inscritos D1 E1 F1 y D2 E2 F2 son iguales entre sí, y semejantes al triángulo ABC.
Basta con ver que, en la circunferencia de Taylor se tiene
1 E1 F1 = D1 D2 F1 = ABC
D\ \ d
Centro
Circunferencia
de Tucker
A
E2
E1
E3 T O G1
K
G
G3
F2 F3
C
F
G2
B F1
El trapecio E1 E2 G1 G2 es isósceles, puesto que
E 1 E 2 = G1 G2 1 E2 C = E2 G1 G2 = π − B
E\
y \ b
70
El triángulo formado por los puntos medios E, F, G de las tres antiparalelas tendrá, entonces, sus lados
4
paralelos a los lados del triángulo ABC.
4 4
Los triángulos EFG y ABC son homotéticos, con centro de homotecia el punto semimediano K, puesto
4
que las rectas AE, BF, CG que unen los vértices homólogos, son las semimedianas del triángulo ABC,
porque unen los vértices con los puntos medios de las antiparalelas.
Además, la perpendicular, bajada desde A sobre la antiparalela E1 E2 a BC, es la isogonal de la altura del
4
vértice A; luego pasa por el centro O de la circunferencia circunscrita al triángulo ABC.
Por tanto, las perpendiculares trazadas desde los vértices A, B, C, sobre E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 , concurren en
el centro O, y por consiguiente, las perpendiculares en E, F, G sobre las mismas rectas concurren también,
4
en el centro T de la circunferencia circunscrita del triángulo EFG, en virtud de la homotecia.
El punto T es equidistante de las tres cuerdas iguales E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 . Es por tanto el centro de una
circunferencia que pasa por sus extremos; recibe el nombre de circunferencia de Tucker.
Veamos a continuación unos ejemplos, propiedades de la construcción que nos ha llevado a una circun-
ferencia de Tucker:
4 4 4
Ejemplo 1. Los triángulos E1 F1 G1 y E2 F2 G2 son iguales entre sí, y semejantes al triángulo de referencia ABC.
Por una parte, en la circunferencia de Tucker, tenemos
1 F1 G1 = E1 F2 G1 = ABC
E\ \ d
y por otra parte, se tiene, por ejemplo E1 F1 = E2 F2 , como diagonales del trapecio isósceles E1 E2 F1 F2 .
4
Ejemplo 2. Una circunferencia de Tucker determina, con los lados del triángulo ABC, tres cuerdas paralelas a los
lados y tres cuerdas antiparalelas.
Las cuerdas paralelas son: E1 G2 , F1 E2 , F2 G1 ; y las antiparalelas son: E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 .
4 4
Ejemplo 3. El centro de homotecia de los triángulos ABC y EFG es el punto semimediano, K.
4
La razón es que, las rectas AE, BF, CG, son las semimedianas del triángulo ABC.
Ejemplo 4. El lugar geométrico de los centros, T, de las circunferencias de Tucker, es la recta OK.
Efectivamente: la línea OT, que une dos puntos homólogos pasa por el centro de homotecia K.
4
Ejemplo 5. Las cuerdas F2 G1 , G2 E1 , E2 F1 , determinan un triángulo homotético con el ABC, cuyo centro de
homotecia es el punto K.
Designando por E3 el punto de encuentro de las rectas E1 G2 y F1 E2 , la figura AE1 E3 E2 es un paralelogramo, y por
consiguiente la recta AE pasará, también, por E3 , y será semimediana.
Llegados a este punto conviene observar lo siguiente: Tanto la primera circunferencia, como la segun-
da, de Lemoine, así como la circunferencia de Taylor, son casos particulares de las que hemos llamado
circunferencias de Tucker. Veámoslo:
71
4
1o .- La primera circunferencia de Lemoine se obtiene como caso particular, cuando el triángulo EFG
se reduce al punto K. Vimos que las antiparalelas E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 son iguales y que el centro T era
el punto medio de OK.
2o .- La segunda circunferencia de Lemoine es también una circunferencia de Tucker, pues las antipara-
lelas E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 son iguales; se trata de la circunferencia de Tucker para el que las antiparalelas
son iguales y concurrentes.
3o .- La circunferencia de Taylor es también una circunferencia de Tucker, porque según vimos las
antiparalelas E1 E2 , F1 F2 , G1 G2 son iguales.
72
Lección 30.- CIRCUNFERENCIA DE BROCARD
30.1 Puntos de Brocard
30.2 Circunferencia de Brocard
30.3 Circunferencia de Neuberg
[ = MBC
MAB [ = MCA
\.
π − A) + (π
(π π − B) + (π
π − C) = 2 ·π
π
2o - Cada arco es tangente a un lado del triángulo. Se les llaman circunferencias adjuntas. Al utilizar los
centros 1, 3, 5, se obtiene el punto M.
3o .- Los ángulos MAB
[ y MCA\ son iguales, como lo son también los MCB
[ y MBA.
[
4o .- Si utilizásemos los centros 2, 4, 6, obtendríamos un segundo punto, N, tal que
d = NAC
NAB d = NCB
d .
5o .- Los ángulos ω y ω 0 , que verifican ser iguales: ω = ω 0 , y reciben el nombre de ángulo de Brocard.
6
π− A^ A
π− A^
5
^
A
3
N
ω’
^
π− C^ M B π−B^
^
C
ω
C B
2 π−B^
π− C^
73
Los puntos M y N reciben el nombre de puntos de Brocard. En ocasiones al punto M se le llama primer
punto de Brocard y se le designa por Ω 1 , mientras que al N se le llama segundo punto de Brocard, y se
le designa por Ω 2 .
Otra manera de nombrarlos seria la siguiente: M es el punto positivo (o punto retrógrado), y N es el
punto negativo (o punto directo).
Circunferencias adjuntas correspondiente al punto M.
Tangentes
M
ω
Tangentes
C B
Tangentes
Tangentes
A
6
4
N
ω’
C B
2
Tangentes Tangentes
74
Ejemplo 1. La siguiente construcción permite la determinación, de forma muy sencilla, del punto M, primer
punto de Brocard.
Se describe el arco capaz, completo, del ángulo π − A
b sobre el lados AC. Luego por el vértice A se traza una
paralela, AD, al lado CB, que cortará a la circunferencia dibujada (arco capaz) en el punto D. Por último, la recta
DB cortará a la circunferencia anterior en el primer punto de Brocard, el M.
^
π− A
D A
=
ω
^
A
=
=
M
ω
=
C B
Con el siguiente ejemplo mostramos una propiedad de los puntos de Brocard, que no nos entretendremos
en demostrar.
Ejemplo 2. Los seis puntos que se obtienen al proyectar los puntos de Brocard, sobre los lados del triángulo, son
concíclicos.
En el dibujo, que justifica el enunciado, puede apreciarse, muy fácilmente, como se pueden determinar los puntos
de Brocard.
4
N 3
M
C
B
2
75
El siguiente ejemplo sigue la filosofía del anterior: mostrar sin entretenernos en demostrar.
4
Ejemplo 3. Dado el triángulo ABC, el punto de intersección, S, de las circunferencias adjuntas correspondientes a
los centros 4 y 5, que pasan por el vértice A, pertenece a la semimediana que parte de este vértice, y resulta ser el
punto medio del segmento AD, siendo D el punto de intersección de la recta AS con la circunferencia circunscrita
al triángulo.
A
y 4
x
S
C B
D
4
Ejemplo 4. Construir el ángulo de Brocard, ω , de un triángulo ABC.
Una vez trazada la circunferencia circunscrita, se dibujan las tangentes a la misma, por los vértices B y C. Luego
por A se traza la paralela a su lado opuesto, que cortará a las tangentes anteriores en los puntos E y D, que unidos
con los vértices B y C, nos determinan el ángulo que nos interesa, ω = ω 0 .
E A D
L
ω
ω’
B C
76
30.2 Circunferencia de Brocard
4
Dado un triángulo, ABC, la circunferencia que pasa por el centro, O, de su circunferencia circunscrita,
y por los dos puntos de Brocard M y N, recibe el nombre de circunferencia de Brocard.
Establecemos, ahora, los llamados triángulos de Brocard. Para ello consideramos los puntos A1 , B1 ,
4
C1 , en los que las paralelas de Lemoine cortan, respectivamente, a las mediatrices del triángulo ABC.
4
Al triángulo A1 B1 C1 le llamaremos primer triángulo de Brocard.
Sean, ahora, A2 , B2 , C2 las proyecciones de O sobre las semimedianas del triángulo. Al triángulo
4
A2 B2 C2 le llamaremos segundo triángulo de Brocard.
Paralelas de Lemoine: p a , pb , pc
A
Segundo triángulo
de Brocard sa
Semimedianas: s a , s b, s c
pb
Circunferencia pc
de Brocard C2
B1
A1 pa
K
O Punto de Lemoine
B2 A2
C1 sc
sb
B C
Primer triángulo
Centro de la de Brocard Centro de la circunferencia
circunferencia de Brocard. Su diámetro es
circunscrita OK
Enunciemos, ahora, un conjunto de propiedades, cuya demostración omitimos, sencilla pero farragosa,
al objeto de aligerar la lectura de nuestra exposición.
• Las rectas AB1 , BC1 , CA1 concurren en un punto de Brocard, y las A1 B , B1 C , C1 A concurren
en el otro.
77
• Las rectas AA1 , BB1 , CC1 son concurrentes.
4
• El primer triángulo de Brocard es semejante al triángulo de referencia ABC.
4 4 4 4 4 4
ABC, A0 CB, BCE, CBE0 , BCD, BDC .
Circunferencia
de Neuberg
correspondiente
al lado BC
A A'
E E'
D D'
B C
Los seis triángulos equiángulos considerados tienen el mismo ángulo de Brocard, ω , por lo que se les
suele llamar equibrocardianos. Observamos que lo mismo que hemos hecho con el lado BC, podemos
hacerlo con los AB y AC. A todas ellas las llamaremos circunferencias de Neuberg.
78
Lección 31.- TEOREMAS DE PTOLOMEO Y PAPPUS
31.1 Cuadriláteros
31.2 Teorema de Ptolomeo
31.3 Teorema de Pappus (II)
31.1 Cuadriláteros
El estudio de los cuadriláteros presenta un gran interés, sobre todo en el empleo de los sistemas articu-
lados, ya que un cuadrilátero del que se conocen los cuatro lados no está completamente determinado,
puesto que se puede deformar en todos los sentidos. Caso particular lo constituyen los rombos, así como
aquellos que tienen sus diagonales perpendiculares, no perdiendo de vista los trapecios, siendo motivo
de estudio los que además son inscribibles; en algunos casos el triángulo resulta ser un caso particular
de ellos.
PROPOSICIÓN 1. Si dos triángulos tienen dos ángulos respectivamente iguales y dos ángulos
suplementarios, entonces los lados opuestos a los ángulos iguales son proporcionales a los lados
opuestos a los ángulos suplementarios.
4
En efecto: Coloquemos los dos triángulos como muestra la figura (los triángulos dados son los ABC y
4
ADE):
A
α α
γ
D E
β
C B F
La disposición adoptada sitúa los triángulos de manera que los ángulos iguales, α , sean adyacentes, y que
el lado común sea adyacente a los ángulos suplementarios Bb y D, β +γγ = 1800 ).
b (β
4
Observando que AB es la bisectriz del ángulo correspondiente al vértice A del triángulo ACF, podemos
escribir
AC AF
=
CB BF
y como
AF AE
=
BF DE
79
tendremos
AC AE
=
CB DE
y en definitiva
AC BC
=
AE DE
como queríamos establecer.
b
C
=
=
F
E
c
a
D G
d A
4
EF es paralela a DA, y el problema estaría resuelto si se pudiera construir el triángulo DBG.
4 4 4
Los triángulos semejantes ABG, EBF y CBD permiten escribir
AG AB AG a
= =⇒ =
CD CB c b
es decir
a·c
AG =
b
Significa esto que DG resulta conocido (DG = DA + AG).
Por otra parte, podemos determinar el cociente de los lados BD y BG, puesto que se verifica
BD BE b
= = ,
BG BA a
luego, respecto de los puntos D y G, (cuya distancia DG es conocida ya), se puede describir el lugar geométrico de
b
los puntos B, tales que el cociente de las distancia a los dos primeros es igual a .
a
Luego, tomando el punto A como centro, y la longitud a como radio, se corta el lugar geométrico obtenido, quedando
así determinado el punto B.
4
Por último, se traza la circunferencia circunscrita del triángulo ABD, y se dibuja la cuerda BC = b. La cuerda CD
coincidirá con la longitud dada c.
80
Lugar geométrico de B
B
b =
b a
G'
C a
=
D''
a
c O
b
81
P2 d
O1 D P1 A G
b
Datos : _
D' AG
a
b a
c
d
b
c
_
Determinación de AG
PROPOSICIÓN 2. Cuando dos rectas AC, BD, de longitudes dadas se cortan según un ángulo
constante, el cuadrilátero ABCD, formado al unir dos a dos los extremos de esas rectas, tiene un
área constante.
En efecto: Consideremos la figura siguiente, que nos servirá de guía en el razonamiento.
H A
E
D B
O
G F
C
Por los vértices A y C tracemos sendas paralelas a la diagonal BD, y por los vértices B y D, paralelas a
AC.
b = O,
El paralelogramo que formamos de esta manera, el EFGH, es constante, dado que lo es el ángulo G b
no dependiendo del eventual desplazamiento de la recta AC, siempre paralela a sí misma. Ahora bien, la
4
superficie del cuadrilátero es la mitad de la del paralelogramo, dado que el triángulo AOB tiene igual área
4 4 4
que ABE, y así mismo, AOD y ADH también tienen el mismo área; lo mismo ocurre con los triángulos
4 4 4 4
OCD y CGD, y con los OCB y BCF.
En consecuencia, el cuadrilátero tiene un área constante.
PROPOSICIÓN 3. Para todo punto, O, perteneciente al plano de un rectángulo ABCD, la suma de
los cuadrados de las distancias a dos vértices opuestos es igual a la suma de los cuadrados de las
distancias de ese mismo punto a los otros dos vértices.
En efecto: Consideremos la siguiente figura, que nos servirá de guía en el razonamiento.
A B
a c
O
d
D C
Observemos que por el punto O hemos trazado paralelas a los lados del rectángulo.
Si a, b, c, d son las distancias de O, respectivamente, a los cuatro lados del rectángulo, se verifica que
2
AO = a2 + b2
2
CO = c2 + d2
82
y sumando las igualdades, resulta
2 2
AO + CO = a2 + b2 + c2 + d2 .
2 2
En la misma forma se calcula BO + DO , y con el mismo resultado, es decir
2 2
BO + DO = c2 + b2 + a2 + d2 .
En consecuencia:
2 2 2 2
AO + CO = BO + DO .
Ejemplo 2. La suma de los cuadrados de las distancias de un punto, O, a los cuatro vértices de un rectángulo,
ABCD, es igual al valor del cuadrado de la diagonal, más cuatro veces el cuadrado de la distancia del punto dado al
punto de intersección de las diagonales.
A B
b+d
2 a-c
b 2
a+c M
2 M b-d
2
O
a c O
d
D C
a+c 2 b+d 2 a2 + c2 + 2 · a · c + b2 + d2 + 2 · b · d
2
AM = + =
2 2 4
a−c 2 b−d 2
a2 + c2 − 2 · a · c + b2 + d2 − 2 · b · d
MO2 =
+ =
2 2 4
2 2 a2 + b2 + c2 + d2 2 2
AM + MO = =⇒ 2 · (AM + MO ) = a2 + b2 + c2 + d2
2
luego:
2 2 2 2 2 2 2 2
AO + CO = 2 · AM + 2 · MO =⇒ (BO + DO = 2 · BM + 2 · MO ) .
En consecuencia:
2 2 2 2 2 2
AO + BO + CO + DO = AC + 4 · MO .
83
Ejemplo 3. Por el vértice A de un paralelogramo, ABCD, se traza una secante AMN que corta a BC en M y a DC
en N. Se verifica, entonces, que el producto BM · DN es constante.
A B
α
β
M
D C N
4 4
b = D,
Observemos que B b y α = β , luego los triángulos ABM y ADN son semejantes, por tanto se verificará:
BM AD
=
AB DN
de donde
BM · DN = AB · AD = (constante)
Ejemplo 4. Por un punto, O, situado sobre la diagonal BD de un paralelogramo, ABCD, se traza una secante que
corta a los lados adyacentes AB y AD, respectivamente, en F y G, y que corta a los otros dos en F0 y G0 . Se verifica,
entonces, que:
0 0
OF · OG = OF · OG .
F'
A F B
D C
G'
4 4 4 4
Observemos que los triángulos OFB y ODG0 son semejantes, y que también lo son los OF0 B y OGD, luego se
verificará:
OF OB OF0
= =
OG0 OD OG
de donde resulta
OF · OG = OF0 · OG0
84
PROPOSICIÓN 4. Un punto cualquiera, P, situado sobre la diagonal AC de un rombo, ABCD,
2 2
divide a esta diagonal en dos segmentos cuyo producto es igual a la diferencia, AB − PB , del
cuadrado del lado del rombo y del cuadrado de la distancia, PB, del punto P al vértice B.
En efecto: Prolonguemos PB hasta que corte a la circunferencia de centro B, y radio BA:
E
a
b
A C
P
F D
b
a
A O
P C
a'
b'
D
85
se verifica:
2 2 2 2 2 2
1o .- b2 − a2 = (OP + OB ) − (OA + OB ) = OP − OA = (OP + OA) · (OP − OA) = PC · PA
2 2
2o .- b02 − a02 = ............................................ = OP − OA = .................................... = PC · PA
Ejemplo 6. Comprobemos que cuando la diferencia de los cuadrados de dos lados adyacentes de un cuadrilátero
es igual a la diferencia de los cuadrados de los otros dos lados, partiendo el mayor lado de cada grupo del mismo
vértice, entonces las diagonales del cuadrilátero son perpendiculares.
a b
A O
C
d
c
y que los lados mayores parten del vértice C. Hay que probar que BD y AC son rectas perpendiculares.
Sea O el pie de la perpendicular desde el vértice B sobre AC, y O0 el pie de la perpendicular desde el vértice D sobre
AC; bastará, entonces, comprobar que los puntos O y O0 coinciden.
luego
2 2 02 02
CO − AO = CO − AO
86
Ejemplo 7. Si en un cuadrilátero sus diagonales son perpendiculares, la suma de los cuadrados de dos lados opues-
tos es igual a la suma de los cuadrados de los otros dos lados.
a b
p
m O n
A C
q
d
c
b2 + d2 = n2 + p2 + m2 + q2
luego
a2 + c2 = b2 + d2
c2 − d2 = b2 − a2
87
TEOREMA DE EULER. En el cuadrilátero ABCD, la suma de los cuadrados de los lados es igual
a la suma de los cuadrados de sus diagonales, mas cuatro veces el cuadrado de la recta EF que une
los puntos medios de las diagonales.
En efecto: La siguiente figura nos servirá de guía en el siguiente razonamiento.
A
a
n
i E d
B
m r
n e
F
b m
c D
C
En primer lugar, unimos el punto E, punto medio de una de las diagonales, con los vértices opuestos B y
D, y con el punto medio, F, de la otra diagonal.
4 4
Así, la recta BE será una mediana del triángulo ABC, DE una mediana del triángulo CDA, y FE una
4
mediana del triángulo BED.
G Fórmula de la media:
_2 _ 2 _2
_2 _ FG + GH _
FH
GJ = -
2 4
F H
K J
4
Aplicando la fórmula de la media al triángulo ABC tendremos:
a2 + b2 (2 · n)2
i2 = − =⇒ a2 + b2 = 2 · i2 + 2 · n2
2 4
4
y aplicando la misma fórmula al triángulo CDA, tendremos:
c2 + d2 = 2 · e2 + 2 · n2 .
a2 + b2 + c2 + d2 = 2 · i2 + 2 · e2 + 4 · n2 .
88
4
Aplicando una vez más la fórmula de la media, ahora al triángulo BED, tendremos:
i2 + e2 = 2 · r2 + 2 · m2 .
es decir
2 · i2 + 2 · e2 = 4 · r2 + 4 · m2 ;
y por último haciendo la sustitución correspondiente
a2 + b2 + c2 + d2 = (2 · m)2 + (2 · n)2 + 4 · r2
a f g c
m
La siguiente fórmula
f2 + g2 + 4 · m2 = a2 + b2 + c2 + d2
obtenida en el ejemplo anterior, aplicando el Teorema de Euler, se reduce en nuestro caso, a la siguiente:
f2 + g2 = a2 + b2 + c2 .
31.2 Teorema de Ptolomeo
Aunque el concepto de recta de Simson puede ser utilizado para obtener el resultado que sigue, vamos a
proceder a su demostración directa.
1er TEOREMA DE PTOLOMEO. En todo cuadrilátero, ABCD, inscrito en una circunferencia, el
producto de las diagonales es igual a la suma de los productos de los lados opuestos.
En efecto: Se trata de probar que: AC · BD = a · c + b · d
D
d
A α
γ
β
E c
C
b
B
89
En primer lugar dibujamos el ángulo α
b igual al βb .
4 4
b = βb ,
Se verifica entonces que los triángulos DEA y DCB son semejantes, puesto que además de ser α
4 4
EAD=CBD; luego tendremos:
d AE
= =⇒ b · d = BD · AE .
BD b
4 4
[ = ABD,
Por otra parte, los triángulos CDE y BDA son, también semejantes, puesto que además de ser ECD d
tenemos que
[ = γb + βb y
CDE d = γb + α
ADB b
c CE
= =⇒ a · c = BD · CE .
BD a
Sumando, ahora, los resultados obtenidos, resultará
a · c + b · d = BD · CE + BD · AE = BD · (CE + AE) = BD · AC
AC · BD = a · c + b · d .
2do TEOREMA DE PTOLOMEO. En todo cuadrilátero no inscribible, ABCD, el producto de sus
diagonales es menor que la suma de los productos de los lados opuestos.
En efecto: Se trata de probar que: AC · BD < a · c + b · d .
A d D
r
t
s c
E
a
C
b
B
En primer lugar, trazamos una circunferencia que pase por tres de los vértices, por ejemplo: A, D, C.
Dibujemos el ángulo r igual al s, y el DAE
d igual al CBD;
d tracemos ahora EC.
Dado que el punto B no está situado sobre la circunferencia, el ángulo CBD
d no tendrá la misma medida
que el DAC,
d lo que significa que la recta AE no se confundirá con la AC.
4 4
Por ser semejantes los triángulos DEA y DCB, tendremos
d AE
= =⇒ b · d = BD · AE .
BD b
90
Esos mismos triángulos dan también
DA DE
= ;
DB DC
y como se verifica que
t+s = t+r ,
4 4
los dos triángulos CDE y BDA son semejantes, por tener, en D, el mismo ángulo comprendido entre lados
proporcionales, con lo que tendremos
c CE
= =⇒ a · c = BD · CE .
BD a
a · c + b · d = BD · (AE + CE)
BD · AC < a · c + b · d .
Del 1er y 2do Teoremas de Ptolomeo resulta que: Si el producto de las diagonales de un cuadrilátero
es igual a la suma de los productos de los lados opuestos, el cuadrilátero es inscribible.
Ejemplo 1. Dado un trapecio cualquiera, ABCD, la suma de los cuadrados de sus diagonales es igual a la suma de
los cuadrados de sus lados no paralelos, mas dos veces el producto de sus bases.
B d C
a f g c
m
A b D
a2 + b2 + c2 + d2 = f2 + g2 + 4 · m2 .
Ahora bien, dado que la recta m, que une los puntos medios de las diagonales es igual a la semidiferencia de las
bases, es decir
b−d = 2·m ,
91
elevando esta igualdad al cuadrado, resultará
b2 + d2 − 2b · d = 4 · m2 .
f2 + g2 = a2 + c2 + 2 · b · d .
4
Ejemplo 2. Si DEF es la recta de Simson del triángulo ABC, respecto del punto M, se verifica que
p · MA = q · MB = r · MC .
E
p
B F C
4 4
[ y MAD
Los triángulos rectángulos MFC y MDA son semejantes, ya que los ángulos MCF \ tienen el mismo suple-
mento. Luego, podemos escribir
MA MC
= ,
r p
de donde resultará
p · MA = r · MC .
AC · AL = AB · AM + AD · AN .
B M A
C D
92
Trazamos, en primer lugar, las rectas LM, LN y MN.
Dado que el cuadrilátero AMLN está inscrito en la circunferencia, se verifica, en virtud del 1er Teorema
de Ptolomeo:
AL · MN = AM · LN + AN · LM .
4 4
Además, por ser semejantes los triángulos ABC y NLM, podemos escribir
AC AB AD
= = .
MN LN LM
Multiplicando, ahora, la primera igualdad, convenientemente, por las igualdades anteriores, tendremos
AC AB AD
· AL · MN = · AM · LN + · AN · LM
MN LN LM
de donde resulta lo que nos interesaba;
AC · AL = AB · AM + AD · AN .
a · AM + b · AN = 1 ,
4
siendo a y b constantes, la circunferencia circunscrita al triángulo AMN pasa por un punto fijo, L.
AB · AM + AD · AN
=1.
AC · AL
Luego, el punto L es un punto fijo sobre la diagonal AC.
B M A
^
A
C b
D
93
31.3 Teorema de Pappus (II)
El teorema que nos ocupa admite muy variadas demostraciones; de entre todas hemos elegido la mas
directa y tal vez la más sencilla. Los casos particulares que se deriva de él nos proporcionarán ejemplos,
que son verdaderas proposiciones.
H A
D
h s
e E
M g
G
r
f
C
F B
Unamos, en primer lugar, el punto M con dos vértices opuestos, por ejemplo B y D, con las rectas MB = r,
y MD = s.
4 4
Los triángulos MBE y MDH son rectángulos, respectivamente en E y H, y sus ángulos en B y D tienen,
_
ambos, por medida la mitad del arco AM; así, estos triángulos son semejantes, y se tiene
e r
= .
h s
4 4
Además, los triángulos MDG y MBF son rectángulos, respectivamente en G y F, y sus ángulos en B y D,
_
tienen, ambos, por medida la mitad del arco CBM; así, estos triángulos son semejantes, y se tiene
g s
= .
f r
e·g r·s
= ,
f·h r·s
94
Ejemplo 1. Si, en el Teorema de Pappus, consideramos que los vértices C y D coinciden en un mismo punto, el
cuadrilátero queda reemplazado por un triángulo, y el lado CD en una tangente. Se seguirá verificando que:
e·g = f·h ,
A C=D
O
h g
B
M f
Ejemplo 2. Si en el Teorema de Pappus, consideramos que dos lados opuestos del cuadrilátero, AB y CD, coin-
ciden, obtenemos la propiedad siguiente:
La distancia de un punto cualquiera de una circunferencia a una cuerda dada, es media proporcional entre
las distancias del mismo punto a las tangentes trazadas por los extremos de la cuerda, puesto que:
e · g = f · h =⇒ e2 = f · h
A=C
h
e=g
M
C=D
95
Ejemplo 3. Si en el Teorema de Pappus, consideramos que los vértices B, C, D coinciden en un mismo punto,
evidentemente se sigue verificando que:
e·g = f·h .
A
e=h
O
M
g=f B=C=D
96
Lección 32.- TEOREMAS DE PASCAL Y BRIANCHON
A0 B1 DA1 EC1
· · =1
A0 C1 DB1 EA1
C0 A1 FC1 AB1
· · =1
C0 B1 FA1 AC1
Si multiplicamos estas tres igualdades, miembro a miembro, podemos escribir:
0
A B1 B0 C1 C0 A1
CA1 DA1 AB1 BB1 EC1 FC1
· · 0 · · · · · · =1
A0 C1 B0 A1 C B1 EA1 FA1 CB1 DB1 AC1 BC1
Ahora bien, los productos de los tres últimos paréntesis valen cada uno 1, puesto que, por ejemplo
CA1 DA1 A C · A1 D
· = 1 ,
EA1 FA1 A1 E · A1 F
y los dos productos
A1 C · A1 D y A1 E · A1 F
A0 B1 B0 C1 C0 A1
· · =1
A0 C1 B0 A1 C0 B1
97
luego, en virtud del Teorema de Menelao, resultará que los puntos A0 , B0 , C0 están alineados como que-
ríamos demostrar.
A'
B1
B
2 C
1
A
3
D
6
4
C1
5
F E
A1
B'
Hexágono convexo
C'
98
B1
4
A
1
E A' 4 D
C1
5 6
3
B 2
B'
C
A1
Hexágono cóncavo
C'
El Teorema de Pascal puede ser aplicado, como casos particulares, a pentágonos, cuadriláteros y trián-
gulos inscritos en circunferencias:
99
PENTÁGONO. Si mantenemos fijos los puntos A, B, C, D, E y aproximamos indefinidamente el punto
F al A, tendremos que la recta AF tendrá como límite la tangente AT, a la circunferencia, en el punto A,
y el lado EF terminará siendo el EA.
Siguiendo el hilo de la demostración del Teorema de Pascal, si damos a la tangente AT el número 6, y al
lado EA el número 5, los puntos de encuentro de las rectas (1, 4), (2, 5), (3, 6), respectivamente A0 , B0 ,
C0 , estarán en línea recta.
Lo que hemos hecho, en definitiva, es considerar un pentágono inscrito en una circunferencia, añadiendo
a los lados del mismo la tangente en uno de sus vértices.
B
2 1 6
C
A
3
5
4
D E
A'
C'
B'
1
6 5
B
2 D
4
C
3
A' C'
B'
100
2a .- Las tangentes añadidas lo son en dos vértices opuestos, por ejemplo B y D.
Dando al lado AB el número 1, a la tangente en B el número 2, al lado BC el número 3, al lado CD
el número 4, a la tangente en D el número 5, y al lado DA el número 6, resultará que las rectas (1, 4),
(2, 5), (3, 6), se cortarán en los puntos A0 , B0 , C0 situados en una recta.
Si en lugar de las tangentes en los puntos B y D, consideramos las tangentes en A y C, numerando en la
forma siguiente: el lado AB con 10 , el BC, con 20 , la tangente en C con 30 , el lado CD, con 40 , el lado
DA, con 50 , y la tangente en A con el 60 , resultará que las rectas (10 , 40 ), (20 , 50 ), (30 , 60 ), se cortarán en
los puntos A0 , C0 y D0 , situados en una recta.
Puesto que el punto B0 se encuentra sobre la recta A0 C0 , podemos concluir que los cuatro puntos A0 , B0 ,
C0 y D0 están alineados, y en consecuencia que: Dado un cuadrilátero inscrito en una circunferencia, los
puntos de intersección de los lados opuestos, y los de las tangentes en los vértices opuestos resultan ser
cuatro puntos alineados. A'
A
6'
D'
1' 6
1 5'
D 3'
4
3 2' 4' C'
B C
2 5
B'
101
4
TRIÁNGULO. Consideremos un triángulo, el ABC, inscrito como en los casos anteriores en una cir-
cunferencia. Si añadimos a sus lados las tangentes en sus vértices a la circunferencia, y numeramos como
sigue: el lado BC con el número 1, la tangente en B con el número 2, el lado BA con el número 3, la
tangente en A con el número 4, el lado AC con el número 5, y por último, la tangente en C con el número
6, resultará que los puntos de intersección de las rectas (1, 4), (2, 5), (3, 6), respectivamente A0 , B0 , C0
estarán en línea recta.
A´
B
1
C´
C
2
B´
102
32.2 Teorema de Brianchon
La siguiente propiedad va a ser utilizada en la demostración que sigue, conocida como Teorema de
Brianchon, que como veremos en la lección siguiente, está estrechamente relacionado con el Teorema de
Pascal.
(ABCD) = (A0 B0 C0 D0 )
A1
C1
D t
M
B C δ
A
α γ
β
Puesto que A1 y M son los puntos de contacto de las tangentes trazadas desde el punto A a la circunfe-
rencia, la recta MA1 resultará ser perpendicular a la recta OA. Asimismo, MB1 , MC1 , MD1 serán
perpendiculares, respectivamente, a las OB , OC , OD.
Si (M.A1 B1 C1 D1 ) designa el haz de las cuatro rectas MA1 , MB1 , MC1 , MD1 , y (O.ABCD) el haz
de las cuatro rectas perpendiculares a las anteriores, se verificará.
(M.A1 B1 C1 D1 ) = (O.ABCD) .
La igualdad anterior resultará al hacer girar uno de los haces un ángulo recto alrededor de su vértice, y
después de la rotación, dado que sus rayos resultarán paralelos a los del otro haz, aplicar una traslación que
los haga coincidir. Asimismo se verificará
Dado que los primeros miembros resultan ser evidentemente iguales, también lo serán los segundos, es
decir
(O.ABCD) = (O.A0 B0 C0 D0 )
o lo que es lo mismo
(ABCD) = (A0 B0 C0 D0 )
103
TEOREMA DE BRIANCHON. En todo hexágono circunscrito a una circunferencia, las rectas que
unen los vértices opuestos pasan por un mismo punto.
En efecto: Dado un hexágono, cuyos lados son tangentes a una circunferencia, si suponemos que nos
desplazamos a lo largo de su perímetro en un sentido cualquiera podemos ir numerando sus vértices según
los vamos encontrando: 1, 2, 3, 4, 5, 6.
Siendo vértices opuestos los (1, 4), (2, 5), (3, 6), lo que nos interesa demostrar es que las rectas (1, 4),
(2, 5) y (3, 6) son concurrentes.
Los lados opuestos del hexágono son (12, 45), (23, 56) y (34, 61).
Tomemos, ahora, dos lados cualesquiera con la condición de que no sean ni opuestos ni consecutivos, por
ejemplo 12 y 34; cortémoslos luego por los otros cuatro lados del hexágono, los 23, 45, 56 y 61.
El lado 12 resultará cortado en los puntos 2, G, H, 1, y el lado 34 en los 3, 4, K, L, verificándose
(2, G, H, 1) = (3, 4, K, L) ,
(5.2GH1) = (6.34KL)
es decir dos haces con una misma razón doble y dos rayos homólogos confundidos, los 5H y 6K. Por tanto,
los puntos de intersección de los otros rayos homólogos: (52, 63), (5G, 64), (51, 6L), están alineados.
Como 5G y 64 se cortan en el punto 4, y 51 y 6L se cortan en el punto 1, podemos concluir que la recta 14
pasa por el punto de intersección de las rectas 25 y 36, como queríamos demostrar.
G H 1 2
6
I
5
3
4 Hexágono convexo
K
L 6
Hexágono cóncavo
1
3
5
I 2
G H
4
K
104
El Teorema de Brianchon admite otra demostración completamente distinta de la que hemos dado en su
establecimiento, haciendo aplicación en la que veremos del concepto eje radical de dos circunferencias.
Antes de proceder veamos una sencilla propiedad que también utilizaremos en la demostración.
(c')
Q'
Q
Vamos, ahora, a volver a enunciar el teorema que nos interesa y a proceder con la segunda demostración
anunciada:
TEOREMA DE BRIANCHON. En todo hexágono circunscrito a una circunferencia, las rectas que
unen los vértices opuestos pasan por un mismo punto.
En efecto: Vamos a razonar teniendo como guía la figura siguiente.
P' U'
F (c 3)
(c 1)
(c)
U P
A E
R I S
T'
Q'
Q T D
B
C
R' (c 2 ) S'
105
Sobre las rectas EF, CB, AB, ED, CD, AF tomaremos, respectivamente, los puntos P0 , Q0 , R0 , S0 , T0 , U0
con la condición de que se verifiquen las igualdades
siendo estas longitudes cualesquiera (las que más nos convengan desde el punto de vista del dibujo), y de
acuerdo con la proposición anterior construyamos las circunferencias: (c1 ), tangente a PP0 y QQ0 en P0 y
Q0 ; (c2 ), tangente a RR0 , SS0 en R0 y S0 , y (c3 ), tangente a TT0 y UU0 en T0 y U0 .
Como
AU = AR y UU0 = RR0
sumando tendremos
AU0 = AR0 .
restando resultará
DT0 = DS0
En consecuencia, los puntos A y D tienen la misma potencia respecto de las circunferencias (c2 ) y (c3 );
por tanto, la recta AD será el eje radical de dichas circunferencias.
Razonando de la misma manera se establecería que la recta CF es el eje radical de las circunferencias (c1 )
(c3 ) y que la recta BE es el eje radical de las circunferencias (c1 ) y (c2 ).
Así, hemos establecido que las diagonales de nuestro hexágono son los ejes radicales de las tras circun-
ferencias (c1 ) (c2 ) y (c3 ), que se cortarán, por tanto, en su centro radical, I, lo que prueba lo que nos
interesaba.
106
Lección 33.- TEOREMAS DE PASCAL Y BRIANCHON
COMO CORRELATIVOS
En la lección anterior dimos dos demostraciones del Teorema de Brianchon, y comentamos que estaba
estrechamente ligado con el Teorema de Pascal. La conexión radica en las polares recíprocas, dado
que ambos teoremas resultan ser correlativos. Constituirá, por tanto, la siguiente, una tercera demostra-
ción del Teorema de Brianchon, supuesto establecido el Teorema de Pascal, precisamente aplicando el
concepto a que hemos hecho referencia: la polaridad recíproca.
TEOREMA DE BRIANCHON. En todo hexágono circunscrito a una circunferencia, las rectas que
unen los vértices opuestos pasan por un mismo punto.
En efecto: Consideremos el hexágono ABCDEF, cuyos lados AB, BC, CD, DE, EF, FA son tangentes a
la circunferencia (c).
−→
Supongamos que nos desplazamos a lo largo del perímetro del hexágono, en el sentido ABCDEF, nume-
rando los vértices en el orden en el que nos los vayamos encontrando. Así, a los puntos A, B, C,. . . , F les
corresponderán, respectivamente, los números 1, 2, 3,. . . 6.
Los vértices opuestos son 1 y 4, 2 y 5, 3 y 6. Se trata, entonces, de demostrar que las rectas 14, 25, 36 son
concurrentes. Para ello vamos a transformar el hexágono, por polares recíprocas, tomando como circunfe-
rencia de referencia la (c).
A los vértices 1, 2, 3,. . . 6 corresponderán sus polares 10 , 20 , 30 ,. . . , 60 , siendo estas rectas los lados de un
hexágono inscrito en la circunferencia.
Ahora bien, según el Teorema de Pascal, los lados opuestos de dicho hexágono inscrito, es decir, los 10 y
40 , 20 y 50 , 30 y 60 se cortan en tres puntos alineados α , β , γ . Observemos que el punto α , intersección de
las rectas 10 y 40 , es el polo de la recta 14, que β es el polo de la 25, y que γ lo es de la 36.
Puesto que los puntos α , β , γ están alineados, las rectas 14, 25, 36 concurrirán en un punto I, polo de la
recta αβ γγ, como queríamos establecer. Observemos que se verifica siempre el teorema tanto si el hexágono
circunscrito es convexo como si es cóncavo.
107
β
Hexagono convexo
B(2) C(3)
(c) 2´ 3´
4´
I D(4)
1´
A(1) 5´ E(5) γ
6´
F(6)
108
4
5
1 Hexagono cóncavo
6
Tal como hicimos con el Teorema de Pascal, el Teorema de Brianchon puede ser aplicado, como casos
particulares, a pentágonos, cuadriláteros y triángulos circunscritos en circunferencias. Observemos, por
otra parte, que todos estos casos particulares son los correlativos a los casos particulares del Teorema de
Pascal.
PENTÁGONO. Si mantenemos fijos los lados FA, AB, BC, CD, DE y suponemos que el lado EF se
aproxima indefinidamente al lado AF, permaneciendo tangente a la circunferencia, resultará que el punto
F(6) tendrá por límite el punto de contacto G del lado AF, y el punto E(5) tendrá por límite el punto H,
intersección de DE con AF.
El Teorema de Brianchon sigue verificándose, adjudicando el número 6 al punto G, y el 5 al punto H: Las
rectas 14, 35, 26 serán concurrentes. Observemos que el resultado anterior equivale a aplicar el Teorema
de Brianchon a un pentágono circunscrito añadiendo a los vértices del mismo el punto de contacto de
uno de sus lados.
A(1)
B(2)
G(6)
I
I
H(5)
C(3)
D(4)
109
CUADRILÁTERO. En la línea de lo establecido para el pentágono, si consideramos un cuadrilátero
circunscrito en una circunferencia, sea el ABCD, bastará añadir a los vértices del mismo los puntos de
contacto de dos de sus lados con la circunferencia. Caben aquí dos posibilidades:
1a .- Los puntos de contacto considerados corresponden a dos lados consecutivos, por ejemplo AB y BC.
Dando al punto A el número 1, al punto de contacto de AB el número 2, al punto B el número 3, al punto
de contacto de BC el número 4, al punto C el número 5, y al punto D el número 6 resultará que las rectas
14, 25, 36, pasan por un mismo punto I.
A(1)
2
B(3)
D(6)
C(5)
2a .- Los puntos de contacto considerados corresponden a dos lados opuestos, por ejemplo AB y CD.
Dando al punto A el número 1, al punto de contacto de AB el número 2, al punto B el número 3, al punto
C el número 4, al punto de contacto de CD el número 5, y al punto D el número 6, resultará que las
rectas 14, 25, 36 pasan por un mismo punto I.
Por otra parte, si tomamos los puntos de contacto de los dos lados opuestos BC y AD, y numeramos
como sigue: A(10 ), B(20 ) punto de contacto de BC(30 ), C(40 ), D(50 ) y punto de contacto de AD(60 ),
resultará que las rectas 10 40 , 20 50 , 30 60 son concurrentes, lo cual nos muestra que las cuatro rectas 14, 36,
25, 30 60 pasan por un mismo punto I. Todo esto nos permite afirmar algo más; así: En todo cuadrilátero
circunscrito a una circunferencia, las rectas que unen los puntos de contacto de los lados opuestos pasan
por el punto de intersección de las diagonales.
A(1)(1')
2
B(3)(2')
6'
I
3'
D(6)(5')
5
110
C(4)(4')
4
TRIÁNGULO. Consideremos un triángulo, el ABC, circunscrito como en los casos anteriores a una
circunferencia. Si añadimos a los vértices de dicho triángulo los puntos de contacto de sus lados con
la circunferencia y numeramos como se indica en la figura siguiente resultará que las rectas 14, 25, 36
concurren en un mismo punto I.
Este resultado fue obtenido en la Lección 27, como aplicación del Teorema de Ceva, en el ejemplo 5, del
punto 27.3 de dicha lección.
A(1)
2
I
B(3) C(5)
4
111
CAPÍTULO VIII
Lección 34.- PROYECTIVIDAD ENTRE FIGURAS
DE SEGUNDA CATEGORÍA
Según ya establecimos, en la Lección 5, son figuras de segunda categoría: el plano, considerado como
conjunto de sus puntos y rectas, y la radiación de rectas y planos.
Ahora bien, la radiación podemos manejarla conociendo su sección por un plano que no pase por el
vértice. Así, las rectas y planos de la radiación dan, respectivamente, puntos y rectas del plano; y recí-
procamente.
En consecuencia, el estudio de toda biyección entre figuras de segunda categoría puede reducir-
se, mediante secciones convenientes, al de una biyección entre planos.
Llamaremos proyectividad entre dos planos, Π 1 y Π 2 , a toda biyección γ entre sus elementos, puntos y
recta, que conserve las incidencias.
Por conservarse la incidencia, a toda figura de primera categoría de Π 1 (serie de puntos o haz de
rectas) corresponde en la proyectividad una figura de primera categoría de Π 2 .
Si la proyectividad transforma puntos de Π 1 en puntos de Π 2 la llamaremos homografía o colineación.
Si la proyectividad transforma puntos de Π 1 en rectas de Π 2 la llamaremos reciprocidad o correlación.
Ejemplo 1. Las secciones planas de una misma radiación constituyen el ejemplo más sencillo de formas planas
homográficas, y se dice de éstas que son perspectivas.
Los puntos/rectas homólogos son los de intersección de una misma recta/plano de la radiación por los dos planos.
Π1
C
A D´
A´ B
B´ C´
Π2
115
Ejemplo 2. Así mismo, el ejemplo más sencillo de formas radiales homográficas lo constituyen dos radiaciones
proyectantes de una misma forma plana, y se llaman, como antes perspectivas. Los rayos/planos homólogos son los
proyectantes, de un mismo punto/recta de la forma plana proyectada.
V V'
a'
d b'
c
a
c'
b d'
D
A
B C
Tanto las homografías como las reciprocidades establecen entre dos figuras de primera categoría homólogas una
biyección que conserva las cuaternas armónicas, puesto que una cuaterna armónica se construye, según vimos en
la Lección 15, mediante un cuadrilátero o un cuadrivértice completo, según sea de puntos de una recta o de rectas
de un haz, y la proyectividad conserva las incidencias, con lo cual dicha figura, sea cuadrilátero o cuadrivértice, se
transforma en otra que respecto de la cuaterna transformada tiene las mismas incidencias, por lo que ésta es también
armónica.
Ejemplo 3. Entre dos figuras planas quedará definida una homografía dando un cuadrivértice en una figura y su
cuadrivértice homólogo en la otra.
Ejemplo 4. Si en una homografía, entre dos formas planas superpuestas, son dobles cuatro puntos A1 , A2 , A3 , A4 ,
no alineados tres a tres, dicha homografía es la identidad.
Basta ver que por cada uno de los cuatro puntos pasan tres rectas dobles, las que le unen a los demás; luego los haces
de vértices A1 , A2 , A3 , A4 son dobles.
A1
A2
A3
A4
P
116
Proyectemos, ahora, cualquier otro punto, P, del plano desde dos de los puntos A1 , A2 , A3 , A4 no alineados con él;
por hipótesis, sólo dos de ellos, a lo sumo, pueden estar alineados con P. Si son A1 P y A2 P los rayos proyectantes,
éstos serán dobles por pertenecer a los haces de vértices A1 y A2 ; en consecuencia también es doble el punto P.
Ejemplo 5. El producto de dos homografías es otra homografía. La transformación inversa de una homografía es
otra homografía.
La identidad es una homografía.
Ejemplo 7. Entre dos figuras planas quedará definida una reciprocidad dando un cuadrivértice en una figura y su
cuadrilátero homólogo en la otra.
Ejemplo 8. El estudio que hicimos en la Lección 21 nos proporciona un ejemplo sencillo de reciprocidad entre
formas superpuestas: La que existe entre los puntos de un plano y sus polares respecto de una circunferencia del
mismo.
Pasando, ahora, de las absolutas a las homogéneas, de las anteriores igualdades resulta.
117
simplemente efectuando en uno de los planos, sea el Π1 , un cambio de coordenadas. De acuerdo con lo
que vimos en la Lección 14, dicho cambio de coordenadas será de la forma.
x01 : x02 : x03 = a11 · x1 + a12 · x2 + a13 · x3 : a21 · x1 + a22 · x2 + a23 · x3 : a31 · x1 + a32 · x2 + a33 · x3
siendo los segundos miembros tres formas lineales independientes, que anuladas representan los lados
del nuevo triángulo fundamental, con primeros miembros elegidos de manera que para el punto U∗ dan
las tres el mismo valor no nulo.
Puesto que teníamos
x∗1 : x∗2 : x∗3 = a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 : a21 · x01 + a22 · x02 + a23 · x03 : a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03
x1 : x2 : x3 = a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 : a21 · x01 + a22 · x02 + a23 · x03 : a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03
Observemos que en nuestro razonamiento habíamos excluido que el punto P estuviera sobre un lado Ai Aj
del triángulo fundamental. Sin embargo, por la propia definición de γ a todo punto de Ai Aj le corresponde
otro de A0i A0j . La posición de estos puntos, sobre dichos lados, queda fijada por la coordenada absoluta
relativa al vértice opuesto. Así, si se trata de puntos de A1 A2 , A01 A02 será x3 = 0 , x03 = 0, y además
x1 x0
= 10 .
x2 x2
resulta que la representación es válida para todos los puntos del plano Π 1 sin excepción.
118
P´(x´1 , x´2 , x´3 )
A´2
U´
A´1 A´3
Π2
(γ)
A*3
(x*, x*, x*3 )
A3 P 1 2
(x 1, x 2 , x 3 )
r2 =0
r1-
= a11·x1+a12·x 2+a13·x3
U _ _ _
A1 U*( x1 , x2 , x3 ) A*2
Π1 A2 A*1 r3 =0
es decir
X = A · X0 , siendo |A| 6= 0
El sistema
x1 : x2 : x3 = a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 : a21 · x01 + a22 · x02 + a23 · x03 : a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03
es decir
x1 = a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03
0 0
x2 = a21 · x1 + a22 · x2 + a23 · x3 0
x3 = a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03
119
es resoluble en x01 , x02 , x03 . Puesto en forma matricial sería
x1 a11 a12 a13 x0
1
0
· x2
x = a a22 a23
2 21
x3 a31 a32 a33 x03
| {z } | {z } | {z }
X A X0
La resolubilidad del sistema equivale a que la matriz A sea inversible, es decir a que |A| 6= 0 siendo:
A11 A21 A31
1
A−1 =
·
A12 A22 A32
|A|
A13 A23 A33
siendo
1
bij = · Aji (i, j = 1 · · · 3)
|A|
Desde un punto de vista práctico determinaremos una proyectividad fijando las imágenes de cuatro pun-
tos de Π 1 , de tres en tres independientes, cumpliendo también éstas, en Π 2 , la misma condición de
independencia. Ahora bien, dado que el número de elementos bij que es preciso determinar es de nueve,
nos bastaría con disponer de tres puntos y sus correspondientes imágenes, lo cual parece sugerir que nos
sobra un par de puntos homólogos, es decir, que la proyectividad nos quedaría determinada con sólo
dar tres puntos y sus correspondientes imágenes, lo cual no es cierto, pues lo mismo que en el caso de
una proyectividad entre rectas proyectivas necesitábamos tres pares de puntos homólogos, en el caso de
planos proyectivos se necesitan cuatro pares de puntos, y cuando estudiemos los espacios proyectivos, de
dimensión 3, se necesitarán cinco pares de puntos homólogos. La solución consiste en lo que hemos de-
nominado “normalizar” las coordenadas de los cuatro puntos, y las de sus correspondientes imágenes,
justificado en que estamos manejando coordenadas homogéneas.
120
Los siguientes ejemplos tratarán de aclarar cualquier duda que pueda habernos asaltado.
Ejemplo 9. Establecer las ecuaciones de la colineación entre dos planos proyectivos reales, determinada por los
puntos homólogos
A(2, 0, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ A0 (0, 0, 2)
B(0, 1, 0) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ B0 (0, 2, 2)
C(2, 2, 2) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ C0 (1, 0, 1)
D(2, 0, 1) −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−→ D0 (1, −2, −3)
Normalicemos los puntos dados.
Para los siguientes tendremos:
es decir
2 = 2·a+0·b+2·c
0 = 0·a+1·b+2·c
1 = 0·a+0·b+2·c
es decir
1 = 0·a+0·b+1·c
−2 = 0 · a + 2 · b + 0 · c
−3 = 2 · a + 2 · b + 1 · c
a = −1 , b = −1 , c=1
121
Llegados a este punto, en la ecuación matricial general de la proyectividad.
x01 b11 b12 b13 x1
x0 = b
2 21 b22 b23 · x2
siendo, por tanto, las ecuaciones de la proyectividad que nos habíamos planteado, las siguientes:
x01 = x3
x02 = 2 · x2 − 2 · x3
x03
= −2 · x1 + 2 · x2 + x3
Ejemplo 10. Establecer las ecuaciones de la colineación entre dos planos proyectivos reales determinada por los
puntos homólogos:
122
mientras que no lo están los A0 , B0 , C0 , D0 .
Normalizaremos, por tanto, estos últimos:
es decir
3 = 0·a+0·b+1·c
2 = 0·a−1·b+0·c
1 = 2·a−1·b+1·c
a = −2 , b = −2 , c=3
tendremos
0 = 2 · b11
0 = 2 · b21 =⇒ b11 = 0 , b21 = 0 , b31 = −2
−4 = 2 · b31
0 = −b12
2 = −b22 =⇒ b12 = 0 , b22 = −2 , b32 = −2
2 = −b32
3 = b11 + b12 + b13
0 = b21 + b22 + b23 =⇒ b13 = 3 , b23 = 2 , b33 = 7
3 = b31 + b32 + b33
123
siendo, por tanto, las ecuaciones de la proyectividad que nos habíamos planteado, las siguientes:
x01 = 3 · x3
x02 = − 2 · x2 + 2 · x3
x03
= −2 · x1 − 2 · x2 + 7 · x3
v1 · x1 + v2 · x2 + v3 · x3 = 0
en una recta de Π 2 :
v01 · x01 + v02 · v02 + v03 · x03 = 0
De la primera de las dos igualdades anteriores y de las que nos dan la representación general de la
proyectividad, resulta
v1 · (a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 ) + v2 · (a21 · x01 + a22 · x02 + a23 · x03 ) + v3 · (a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03 ) = 0
es decir
(a11 · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 ) · x01 + (a12 · v1 + a22 · v2 + a32 · v3 ) · x02 + (a13 · v1 + a23 · v2 + a33 · v3 ) · x03 = 0
y considerando la
v01 · x01 + v02 · x02 + v03 · x03 = 0
se deduce:
v01 : v02 : v03 = a11 · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 : a12 · v1 + a22 · v2 + a32 · v3 : a13 · v1 + a23 · v2 + a33 · v3
Si queremos expresar estas igualdades en forma explícita tendremos que éstas, siempre a menos de un
factor no nulo, serán las siguientes:
v01 = a11 · v1 + a21 · v2 + a31 · v3
0
v2 = a12 · v1 + a22 · v2 + a32 · v3
v03 = a13 · v1 + a23 · v2 + a33 · v3
y en forma matricial
v0 a11 a21 a31 v1
1
v0 = a a22 a32 · v2
2 12
v03 a13 a23 a33 v3
124
Así obtendremos los coeficientes de la recta imagen en función de los de la recta original.
Ejemplo 11. Dada la colineación entre dos planos proyectivos reales por la ecuación matricial.
x01 0 0 1 x1
x0 = 0 2 −2 · x
2 2
x03 −2 2 1 x3
| {z } | {z } | {z }
X0 B X
o lo que es lo mismo, puesto que:
0 0 1
|B| = 0 2 −2 = 4 6= 0
−2 2 1
B11 = 6 , B21 = 2 , B31 = −2
r1 ≡ x1 + 2 · x2 − x3 = 0
o lo que es lo mismo
r2 ≡ (6 + 8 − 4) · x01 + (2 + 4) · x02 − 2 · x03 = 0
es decir
r2 ≡ 10 · x01 + 6 · x02 − 2 · x03 = 0
y también
r2 ≡ 5 · x01 + 3 · x02 − x03 = 0
La comprobación de la bondad de este procedimiento la tendremos viendo que dos puntos del primer plano, perte-
necientes a r1 , se transforman en dos puntos pertenecientes a r2 .
Así
125
P1 (1, 0, 1) y P2 (2, 1, 4) pertenecen a r1 , y sus transformados por la proyectividad dada son los
x0 0 0 1 1
1 0
x0 = 0 2 −2 · 0 =⇒ P1 (1, −2, −1)
2
x03 −2 2 1 1
x0 0 0 1 2
1 0
x0 = 0 2 −2 · 1 =⇒ P2 (4, −6, 2)
2
x03 −2 2 1 4
Efectivamente:
5 · 1 + 3 · (−2) − (−1) = 0
5 · 4 + 3 · (−6) − 2 = 0
En el supuesto que γ sea una reciprocidad, elijamos en Π 2 un sistema tangencial (a1 , a2 , a3 , u) formado
por las rectas homólogas de los puntos fundamentales (A1 , A2 , A3 , U) del sistema de referencia en Π 1 .
Razonando como hicimos en I, obtendríamos
µ1 = λ 1 , µ2 = λ 2 , µ3 = λ 3
es decir
v01 : v02 : v03 = x1 : x2 : x3 ,
siendo (v01 , v02 , v03 ) las coordenadas de la recta p0 homóloga del punto P, en la reciprocidad γ .
Siguiendo con el mismo razonamiento, al efectuar el cambio de coordenadas en el plano Π 1 , obtendría-
mos la representación siguiente.
x∗1 : x∗2 : x∗3 = a11 · v01 + a12 · v02 + a13 · v03 : a21 · v01 + a22 · v02 + a23 · v03 : a31 · v01 + a32 · v02 + a33 · v03
y lo mismo que entonces, al suponer que las figuras de referencia de Π 1 y Π 2 no están obligadas a
corresponderse en γ prescindimos de los asteriscos, con lo que tendremos como representación general
de la reciprocidad, la siguiente:
x1 : x2 : x3 = a11 · v01 + a12 · v02 + a13 · v03 : a21 · v01 + a22 · v02 + a23 · v03 : a31 · v01 + a32 · v02 + a33 · v03
v01 : v02 : v03 = A11 · x1 + A21 · x2 + A31 · x3 : A12 · x1 + A22 · x2 + A32 · x3 : A13 · x1 + A23 · x2 + A33 · x3
126
Ejemplo 12. Determinar la correlación γ definida por
A(2, 0, 0) −−−−−−−−−−→ R1 ≡ 2 · x3 = 0
B(0, 1, 0) −−−−−−−−−−→ R2 ≡ 2 · x2 + 2 · x3 = 0
C(2, 2, 2) −−−−−−−−−−→ R3 ≡ x1 + x3 = 0
D(2, 0, 1) −−−−−−−−−−→ R4 ≡ x1 − 2 · x2 − 3 · x3 = 0
Considerando un sistema tangencial en el segundo plano, el Π 2 , formado por las rectas homólogas de los puntos
fundamentales del sistema de referencia en el primer plano, el Π 1 , el problema se reduce a determinar la ecuación
de la colineación γ 0 definida por:
problema, éste, que resolvimos en el anterior ejemplo 9, siendo la ecuación matricial de la tal colineación la siguien-
te:
y0 0 0 1 y1
1
y0 = 0 2 −2 · y2
2
y03 −2 2 1 y3
y sus ecuaciones
y01 = y3
y02 = 2 · y2 − 2 · y3
y03
= −2 · y1 + 2 · y2 + y3
La interpretación en el caso que nos ocupa es que los elementos de la terna (y01 , y02 , y03 ) son los coeficientes de la
recta, en Π 2 , del punto de coordenadas (y1 , y2 , y3 ), en Π 1 . En consecuencia podemos escribir:
( y3 ) · x1 + ( 2 · y2 − 2 · y3 ) · x2 + (−2 · y1 + 2 · y2 + y3 ) · x3 = 0
como ecuación de la correlación γ , siendo esta recta en Π 2 , la que corresponde al punto (y1 , y2 , y3 ) de Π 1 .
Así, por ejemplo, al punto P(1, 2, 3) de Π 1 , le corresponderá, por la correlación γ , la recta
(3) · x1 + (2 · 2 − 2 · 3) · x2 + (−2 · 1 + 2 · 2 + 3) · x3 = 0
es decir
3 · x1 − 2 · x2 + 5 · x3 = 0
127
Ejemplo 13. Determinar la correlación γ definida por
A(2, 0, 0) −−−−−−−−−−→ R1 ≡ 2 · x3 = 0
B(0, −1, 0) −−−−−−−−→ R2 ≡ −x2 − x3 = 0
C(1, 1, 1) −−−−−−−−−−→ R3 ≡ x1 + x3 = 0
D(3, 0, 1) −−−−−−−−−−→ R4 ≡ 3 · x1 + 2 · x2 + x3 = 0
Considerando un sistema tangencial en el segundo plano, el Π 2 , formado por las rectas homólogas de los puntos
fundamentales del sistema de referencia en el primer plano, el Π 1 , el problema se reduce a determinar la ecuación
de la colineación γ 0 definida por:
problema, este, que resolvimos en el anterior ejemplo 10, siendo la ecuación de la tal colineación la siguiente:
y01 0 0 3 y1
y0 = 0 −2 2 · y
2 2
y03 −2 −2 7 y3
La interpretación en el caso que nos ocupa es que los elementos de la terna (y01 , y02 , y03 ) son los coeficientes de la
recta, en Π 2 , del punto de coordenadas (y1 , y2 , y3 ) en Π 1 .
Con la experiencia del ejemplo anterior podemos pasar a escribir directamente la ecuación matricial de la correlación
buscada:
0 0 3 y1
h i
x1 x2 x3 ·
0 −2 2 · y = 0
2
−2 −2 7 y3
y en definitiva:
3 · y3 · x1 + (−2 · y2 + 2 · y3 ) · x2 + (−2 · y1 − 2 · y2 + 7 · y3 ) · x3 = 0
3 · 3 · x1 + (−2 · 2 + 2 · 3) · x2 + (−2 · 1 − 2 · 2 + 7 · 3) · x3 = 0
es decir
9 · x1 + 2 · x2 + 15 · x3 = 0
128
Lección 35.- HOMOGRAFÍAS ENTRE
PLANOS SUPERPUESTOS
En el caso particular en que coincidan los planos Π 1 y Π 2 , la homografía γ tendrá elementos dobles,
como pasamos a comprobar:
En efecto: Si los puntos homólogos P, P0 se refieren a la misma figura fundamental, para que el punto P
sea doble, es decir P = P0 , si son P(x1 , x2 , x3 ), P0 (x01 , x02 , x03 ), es necesario y suficiente que se verifique
x1 : x2 : x3 = a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 : a21 · x01 + a22 · x02 + a23 · x03 : a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03
o lo que es lo mismo
(a11 −ρ
ρ ) · x1 + a12 · x2 + a13 · x3 = 0
a21 · x1 + (a22 −ρ
ρ ) · x2 + a23 · x3 = 0
a31 · x1 + a32 · x2 + (a33 −ρ
ρ ) · x3 = 0
129
ecuación de tercer grado, con coeficientes reales, que tendrá al menos una raíz real, por otra parte no
nula, ya que la matriz (aij ) es regular. La anterior ecuación recibe el nombre de ecuación característica
de la colineación dada.
Observemos que la ecuación anterior se obtiene también al tratar de determinar rectas dobles en γ , partien-
do de las anteriores ecuaciones.
v01 : v02 : v03 = a11 · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 : a12 · v1 + a22 · v2 + a32 · v3 : a13 · v1 + a23 · v2 + a33 · v3
al expresar que la recta p de coordenadas (v1 , v2 , v3 ) tiene por homóloga la p0 = p, siendo las coordenadas
de p0 las (v01 , v02 , v03 ). Así, para un valor de ρ , raíz de la ecuación de más arriba, también es compatible el
sistema
(a11 −ρ
ρ ) · v1 + a21 · v2 + a31 · v3 = 0
a12 · v1 + (a22 −ρρ ) · v2 + a32 · v3 = 0
a13 · v1 + a23 · v2 + (a33 −ρρ ) · v3 = 0
De la ecuación característica podemos afirmar que tiene tres raíces, que pueden ser las tres reales o bien
una real y dos complejas conjugadas. En cualquier caso, tal como apuntábamos más arriba, las eventuales
raíces reales son siempre no nulas.
Si cambiásemos el sistema de referencia, el sistema que definiría los puntos dobles de γ se obtendría
sustituyendo las variables en el sistema
(a11 −ρ
ρ ) · x1 + a12 · x2 + a13 · x3 = 0
a21 · x1 + (a22 −ρ
ρ ) · x2 + a23 · x3 = 0
a31 · x1 + a32 · x2 + (a33 −ρ
ρ ) · x3 = 0
La matriz del sistema resultante sería, por tanto, el producto de la del sistema anterior por la del cambio,
que es siempre una matriz regular. Luego, para el nuevo sistema, la ecuación análoga a la
a −ρ a12 a13
11 ρ
a21 a22 −ρ ρ a23 = 0
a31 a32 a33 −ρ
ρ
tiene las mismas raíces, y para cada una de ellas la matriz de los coeficientes de la ecuación correspon-
diente a las de más arriba tiene el mismo rango que ésta.
Si ρ 1 es una raíz real de la ecuación
a −ρ a12 a13
11 ρ
a21 a22 −ρ
ρ a23 = 0
a31 a32 a33 −ρ
ρ
la matriz del sistema
(a11 −ρ
ρ ) · x1 + a12 · x2 + a13 · x3 = 0
a21 · x1 + (a22 −ρ
ρ ) · x2 + a23 · x3 = 0
a31 · x1 + a32 · x2 + (a33 −ρ
ρ ) · x3 = 0
130
tiene rango 6 2, siendo sus posibilidades:
1o .- El rango es cero. En este caso se tiene que:
x1 : x2 : x3 = a11 · x01 + a12 · x02 + a13 · x03 : a21 · x01 + a22 · x02 + a23 · x03 : a31 · x01 + a32 · x02 + a33 · x03
se reducen a
x1 : x2 : x3 = x01 : x02 : x03 ,
es decir, γ es la identidad.
En este caso la raíz es triple, y todos los puntos y rectas son dobles.
2o .- El rango es uno. En este caso el sistema tiene una sola ecuación independiente, existiendo por tanto
una recta de puntos dobles. Si elegimos ésta como recta x3 = 0, se tendría
es también compatible para ρ 1 , y tiene una sola ecuación independiente, ésta representa un punto, base
de un haz de rectas dobles en γ . La ecuación de dicho punto es la
En este caso la raíz es triple, y son dobles los puntos de la recta x3 = 0 y la rectas del haz de vértice el
punto (1, 0, 0).
131
2.- El punto no pertenece a la recta de puntos dobles, es decir a33 6= ρ 1 , y diremos que estamos en
presencia de una homología general.
Si en este caso tomamos el punto base del haz de rectas dobles como punto fundamental el (0, 0, 1), lo
que equivale a que: a13 = a23 = 0, y como la raíz ρ 1 es doble, la otra raíz será la ρ 2 = a33 6= 0, luego las
ecuaciones reducidas de la homología general serán las siguientes:
En este caso la raíz es doble, y son dobles los puntos de la recta x3 = 0 y las rectas del haz de vértice el
punto (0, 0, 1).
Ejemplo 1. Determinar los elementos dobles de la colineación del plano proyectivo real en sí mismo de ecuación.
x0 2 2 3 x1
1
x0 = −2 −3 −6 · x2
2
x03 1 2 4 x3
La ecuación característica es
2 −ρρ 2 3
−2
−3 −ρ
ρ −6 = 0
1 2 4 −ρρ
es decir
ρ )3 = 0
(1 −ρ
Los puntos dobles de la colineación se obtendrán resolviendo los sistemas de ecuaciones que resultan de cada una
de las raíces características, en nuestro caso sólo uno, ρ 1 = ρ 2 = ρ 3 = 1 . Las ecuaciones serán:
x1 + 2 · x2 + 3 · x3 = 0
−2 · x1 − 4 · x2 − 6 · x3 = 0
x1 + 2 · x2 + 3 · x3 = 0
sistema de rango 1, que nos proporciona no un punto doble sino toda una recta de puntos dobles asociados, la
siguiente
r ≡ x1 + 2 · x2 + 3 · x3 = 0
Por otra parte, podemos determinar el haz de rectas dobles, que nos vendrá dado por la ecuación
es decir
3 · v1 − 6 · v2 + 3 · v3 = 0
132
haz, por tanto, de vértice el punto doble (3, −6, 3), es decir el (1, −2, 1).
Dado que el punto (1, −2, 1) pertenece a la recta de puntos dobles
r ≡ x1 + 2 · x2 + 3 · x3 = 0
puesto que
3 + 2 · (−6) + 3 · 3 = 0
Para determinar la forma canónica, tomaremos como vértices del nuevo triángulo de referencia el determinado por
el vértice del haz.
X1 (1, −2, 1)
X2 (2, −1, 0)
X3 (0, 0, 1) .
X0 = C · X
133
El siguiente esquema trata de resumir lo que acabamos de establecer:
X2(2, -1, 0)
X3(0, 0, 1)
Nuevo triángulo
de referencia
Ejemplo 2. Determinar los elementos dobles de la colineación del plano proyectivo real en si mismo de ecuación
x0 2 2 1 x1
1
x0 = 1 3 ·
1 x2
2
x03 1 2 2 x3
La ecuación característica es
2 −ρρ 2 1
1 3 −ρ
ρ 1 = 0
1 2 2 −ρρ
es decir
(5 −ρ ρ )2 = 0
ρ ) · (1 −ρ
Los puntos dobles de la colineación se obtendrán resolviendo los sistemas de ecuaciones que resultan de cada una
de las raíces características, ρ 1 = 5 . Las ecuaciones serán:
−3 · x1 + 2 · x2 + x3 = 0
x1 − 2 · x2 + x3 = 0
x1 + 2 · x2 − 3 · x3 = 0
sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble asociado el siguiente:
X1 (1, 1, 1)
134
sistema de rango 1, que nos proporciona no un punto doble sino toda una recta de puntos dobles asociados, la
siguiente:
r ≡ x1 + 2 · x2 + x3 = 0
X1 ∈
/r
Por otra parte, las rectas del haz de vértice X1 son todas dobles (aunque no de puntos dobles como la r), ya que el
haz de rectas dobles nos viene dado por la ecuación.
es decir
1 · v1 + 1 · v2 + 1 · v3 = 0
haz, por tanto, de vértice el punto, doble, (1, 1, 1). Luego la colineación que estamos estudiando es una homología
general.
Para determinar la forma canónica, tomaremos como vértices del nuevo triángulo de referencia el determinado por
el vértice del haz.
X1 (1, 1, 1)
es decir
5 0 0
C = P−1 · A · P =
0 1 0
0 0 1
135
y la colineación, respecto del nuevo sistema de referencia
X0 = C · X
X3(1, -1, 1)
Recta doble de
puntos dobles
_ x1+2.x2+3.x3=0
r=
Punto doble
X2((1, 0, -1)
X1(1, 1, 1)
Nuevo triángulo
de referencia
Haz de rectas dobles
3o .- El rango es dos. La discusión de este caso se haría en forma análoga a las anteriores, y conduciría
a la clasificación y ecuaciones reducidas de las homografías no homológicas.
Veámoslo con los ejemplos siguientes:
Ejemplo 3. Determinar los elementos dobles de la colineación del plano proyectivo real en si mismo de ecuación
x0 1 0 −1 x1
1
x0 = 1 2 1 · x2
2
x03 2 2 3 x3
La ecuación característica es
1 −ρρ 0 −1
1 2 −ρ
ρ 1 = 0
2 2 3 −ρρ
es decir
ρ 3 + 6 ·ρ
−ρ ρ 2 − 11 ·ρ
ρ +6 = 0
136
Los puntos dobles de la colineación se obtendrán resolviendo los sistemas de ecuaciones que resultan de cada una
de las raíces características, ρ 1 = 1 . Las ecuaciones serán:
−x3 = 0
x1 + x2 + x3 = 0
2 · x1 + 2 · x2 + 2 · x3 = 0
sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble asociado el siguiente:
X1 (1, −1, 0)
sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble asociado, el siguiente.
sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble asociado el siguiente:
Serán rectas dobles las que pasan por cada dos puntos dobles:
• Recta que pasa por X1 , X2 :
x x2 x3
1
1
−1 0 = 0 =⇒ r3 ≡ 2 · x1 + 2 · x2 + x3 = 0
2 −1 −2
137
Para determinar la forma canónica, tomaremos como vértices del nuevo triángulo de referencia el determinado por
los tres puntos dobles:
X1 (1, −1, 0) , X2 (2, −1, −2) , X3 (1, −1, −2)
X0 = C · X
_ .x1+2.x2=0
r2=2
_ .x2-x3=0
r1 =2
Puntos dobles
X2(2,
( -1, -2)
X1(1, -1, 0) _ .x1+2.x2+x3=0
r3 =2
Rectas dobles
138
Ejemplo 4. Determinar los elementos dobles de la colineación del plano proyectivo real en sí mismo de ecuación.
x0 2 1 −1 x1
1
x0 = 0 2 −1 · x2
2
x03 −3 −2 3 x3
La ecuación característica es
2 −ρρ 1 −1
0 2 −ρ
ρ −1 = 0
−3 −2 3 −ρ
ρ
es decir
(5 −ρ ρ )2 = 0
ρ ) · (1 −ρ
Los puntos dobles de la colineación se obtendrán resolviendo los sistemas de ecuaciones que resultan de cada una
de las raíces características, ρ 1 = 5 . Las ecuaciones serán:
−3 · x1 + x2 − x3 = 0
−3 · x2 − x3 = 0
−3 · x1 − 2 · x2 − 2 · x3 = 0
sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble asociado el siguiente:
X1 (−4, −3, 9)
sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble asociado, el siguiente.
X2 (0, 1, 1)
139
sistema de rango 2, que nos proporcionará la recta doble siguiente
v1 − 3 · v2 − 2 · v3 = 0
=⇒ (v1 = −1 , v2 = −1 , v3 = 1)
−v1 − v2 − 2 · v3 = 0
es decir la
r1 ≡ −x1 − x2 + x3 = 0
Para ρ = 1
v1 + −3 · v3 = 0
v1 + v2 − 2 · v3 = 0
−v1 − v2 + 2 · v3 = 0
es decir la
r3 ≡ 3 · x1 − x2 + x3 = 0
Observemos que por el punto doble X2 (0, 1, 1) pasan las dos rectas dobles r1 y r2 , mientras que por el punto doble
X1 (−4, −3, 9) sólo para la r2 .
Para determinar la forma canónica, tomaremos como vértices del nuevo triángulo de referencia el determinado por
los dos puntos dobles.
X1 (−4, −3, 9) , X2 (0, 1, 1)
140
y la colineación, respecto del nuevo sistema de referencia
X0 = C · X
Rectas dobles
Nuevo triángulo
de refrencia
_ 1-x2+x3=0
r1 =-x
X2((0, 1, 1)
X1(-4, -3, 9) _ .x1-x2+x3=0
r3 =3
Puntos dobles
Ejemplo 5. Determinar los elementos dobles de la colineación del plano proyectivo real en sí mismo de ecuación
x0 0 1 0 x1
1
x0 = 0 0 1 · x2
2
x03 1 −3 3 x3
La ecuación característica es
0 −ρρ 1 0
0 0 −ρ
ρ 1 = 0
1 −3 3 −ρρ
es decir
ρ )3 = 0
(1 −ρ
Los puntos dobles de la colineación se obtendrán resolviendo los sistemas de ecuaciones que resultan de cada una
de las raíces características, en nuestro caso sólo uno, ρ 1 = ρ 2 = ρ 3 = 1 . Las ecuaciones serán:
−x1 + x2 =0
− x2 + x3 = 0
x1 − 3 · x2 + 2 · x3 = 0
141
sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble (único) asociado el siguiente:
X1 (1, 1, 1)
sistema de rango 2, que nos proporciona como única recta doble la siguiente
v1 − v2 − 3 · v3 = 0
=⇒ (v1 = 1 , v2 = −2 , v3 = 1)
+v2 − 2 · v3 = 0
es decir la
r ≡ x1 − 2 · x2 + x3 = 0
Para determinar la forma canónica, tomaremos como vértices del nuevo triángulo de referencia el determinado por
el punto doble, X0 (1, 1, 1), un punto cualquiera situado sobre la recta r, por ejemplo el X2 (2, 1, 0), y otro punto
cualquiera no colineal con X1 y X2 , por ejemplo X3 (0, 0, 1). Así, la matriz de cambio de base será:
1 2 0
P=
1 1 0
1 0 1
siendo
−1 2 0
−1
P = 1
−1 0
1 −2 1
de donde resultará que la matriz de la forma canónica es
−1 2 0 0 1 0 1 2 0
C = P−1 · A · P =
1 −1 · 0
0 0 · 1
1 1 0
1 −2 1 1 −3 3 1 0 1
es decir
1 −1 2
C = P−1 · A · P =
0 1 −1
0 0 1
142
y la colineación, respecto del nuevo sistema de referencia
X0 = C · X
X2((2, 1, 0)
Recta doble
Nuevo triángulo
de referencia
_ 1-2 .x2+x3=0
r =x
X1(1, 1, 1)
X3(0, 0, 1)
Punto doble
Ejemplo 6. Determinar los elementos dobles de la colineación del plano proyectivo real en sí mismo de ecuación:
x0 1 0 0 x1
1
0
· x2
x = 0 0 1
2
x03 1 −1 1 x3
La ecuación característica es
1 −ρρ 0 0
0 0 −ρ
ρ 1 = 0
0 −1 1 −ρρ
es decir
(1 −ρ
ρ ) · (1 −ρ ρ 2) = 0
ρ +ρ
ρ 1 = 1 , (ρ
ρ 2 y ρ 3 complejas conjugadas)
Los puntos dobles de la colineación se obtendrán resolviendo los sistemas de ecuaciones que resultan de cada una
de las raíces característica; en nuestro caso sólo se consideraría la raíz real, ρ 1 = 1 . Las ecuaciones serán:
0 · x1 + 0 · x2 + 0 · x3 = 0
0 · x1 − x2 + x3 = 0
0 · x1 − x2 + 0 · x3 = 0
143
sistema de rango 2, que nos proporciona como punto doble (único) asociado el siguiente:
X1 (1, 0, 0)
sistema de rango 2, que nos proporciona como única recta doble la siguiente
−v2 − v3 = 0
=⇒ (v1 = 1 , v2 = 0 , v3 = 0)
v2 =0
es decir la
r ≡ x1 − 0 · x2 + 0 · x3 = 0
o sea
r ≡ x1 = 0
Para determinar la forma canónica, tomaremos como vértices del nuevo triángulo de referencia el determinado por
el punto doble X0 (1, 0, 0), y dos puntos cualesquiera situados sobre la recta r, por ejemplo los
X2 (0, 1, 0) y X3 (0, 0, 1) .
144
es decir
1 0 0
C = P−1 · A · P =
0 0 1
0 −1 1
y la colineación, respecto del nuevo sistema de referencia
X0 = C · X
X3(0, 0, 1)
Recta doble
Nuevo triángulo
de referencia
_ x1=0
r1 =
145
Lección 36.- CAMBIOS DE SISTEMAS DE REFERENCIA
Referido el plano proyectivo a un determinado sistema de referencia puede interesarnos cambiar dicho
sistema a otro, que vendrá dado por sus coordenadas (homogéneas) en el sistema antiguo, así
A 1 (1, 0, 0)
A 3(0, 0, 1)
La matriz de cambio del sistema de referencia, de la que resultarán inmediatamente las ecuaciones de
cambio de sistema de referencia, se obtiene de la forma siguiente:
147
• La matriz del cambio será la siguiente:
a01 a02 a03
B= 0 b02 b03
b1
c01 c02 c03
Sin embargo, en general, nos interesará más determinar las coordenadas de un punto, respecto del nuevo
sistema, en función de las del mismo respecto del sistema antiguo. El procedimiento es, entonces, muy
sencillo puesto que la matriz, que nos determinará las nuevas ecuaciones, será la inversa de las del cambio
que tenemos establecida. Así, si es
X = B · X0
bastará determinar
A = B−1
X0 = A · X
que nos determinará, de manera inmediata como antes, las nuevas ecuaciones del cambio. Veámoslo con
un ejemplo:
Ejemplo 1.Dado un plano proyectivo real, en el que tenemos definido un sistema de referencia: (A1 , A2 , A3 , U),
determinar las ecuaciones del cambio de coordenadas al nuevo sistema de referencia, dado por los puntos
Para ello lo primero que hacemos es normalizar el nuevo sistema de referencia, haciendo
U0 = α · A01 +β
β · A02 +γγ · A03
es decir
(1, 5, −6) = α · (1, 1, 2) +β
β · (3, 1, −5) +γγ · (0, 2, 1)
148
de donde
1 = α + 3 ·β
β
5= α+ β + 2 ·γγ
−6 = 2 ·α
α − 5 ·β
β+ γ
Para determinar las ecuaciones que nos den las coordenadas de un punto, en el sistema nuevo, en función de las
correspondientes en el antiguo, calcularemos la inversa de B:
−33 9 −18
120 120 120
−1
18 6 −12
A=B = 120
120 120
−14 22 −4
120 120 120
La expresión matricial del cambio será ahora:
−33 9 −18
x 0 x
1 120 120 120
1
18
x0 = 6 −12
· x
2 120 2
120 120
−14 22 −4 x
x03 3
120 120 120
149
y las correspondientes ecuaciones del cambio las siguientes:
−33
9 18
x01 = ·x + ·x − ·x
120 1 120 2 120 3
18 6 12
x02 = ·x + ·x − ·x
120 1 120 2 120 3
−14 22 4
x03 =
· x1 + · x2 − · x3
120 120 120
que son, evidentemente simplificables, dado que estamos manejando coordenadas homogéneas; así, podremos es-
cribir:
x01 = −33 · x1 + 9 · x2 − 18 · x3
x02 = 18 · x1 + 6 · x2 − 12 · x3
x03 = −14 · x1 + 22 · x2 − 4 · x3
La experiencia adquirida en el punto anterior nos va a permitir establecer una mecánica única en lo que
se refiere a cambios de referencia de sistemas proyectivos en la recta real, no importando cualquiera de
sus posibilidades, es decir cambios de sistema:
Proyectivo ←→ Proyectivo
Cartesiano ←→ Cartesiano
Baricéntrico ←→ Baricéntrico
Proyectivo ←→ Baricéntrico
Proyectivo ←→ Cartesiano
Cartesiano ←→ Baricéntrico
ya que el sistema proyectivo ampara como casos particulares a los demás. Los ejemplos que siguen van
a mostrar como actuar en cada caso, manejando coordenadas homogéneas. Bastará recordar que en un
sistema cartesiano el punto impropio de la recta tiene por coordenadas (1, 0), mientras que en un sistema
baricéntrico dicho punto impropio tiene por coordenadas (1, 1).
Ejemplo 1. Dado el sistema de referencia (O, U) sobre la recta r, consideremos los puntos O0 y U0 , de abscisas
respectivas 2 y 5, es decir tales que
OU = 1 , OO0 = 2 , OU0 = 5 , O0 U0 = 5 − 2 = 3
150
Sean, ahora, los puntos O0 y U0 , respectivamente, origen y unidad de un nuevo sistema de referencia, (O0 , U0 ), que
llamaremos NUEVO, dando el nombre de ANTIGUO al original (O, U)
O U O' U' X
r
1
2 3
5
11
(5, 1) = α · (1, 0) +β
β · (0, 2)
5 = α + 2 ·β
β α =3
=⇒
1= β β =1
Los vectores normalizados serán:
(3, 0)
(2, 1)
(5, 1)
luego
1 2
3 2 −1 1 1 −2 −
B = y A=B = · = 3 3
0 1 3 0 3 0 1
| {z } | {z }
X = B · X0 X0 = A · X
Las ecuaciones del cambio serán, por tanto,
1 2
x1 = 3 · x01 + 2 · x02 x01 = · x1 − · x2
3 3
x02
x2 = x02 =
x2
151
Así para el punto X(11, 1), su abscisa en el sistema NUEVO será:
1 2 11 − 2 9
x01 = · 11 − ·1 = = =3
3 3 3 3
x02 = 1
es decir
X0 (3, 1)
Observemos que, recíprocamente, cuando lo que tenemos es X0 (3, 1), su abscisa en el sistema ANTIGUO será:
x1 = 3 · 3 + 2 · 1 = 11
x2 = 1
es decir
X(11, 1)
Ejemplo 2. Fijados sobre la recta r, dos puntos P y Q, puntos fundamentales de un sistema baricéntrico que
llamaremos ANTIGUO, determinamos un NUEVO sistema constituido por los puntos P0 y Q0 , dando sus abscisas
4
q = (QPQ0 ) = 2 , p = (QPP0 ) =
3
Q P Q´ P´ X
r
0 ∞ q=2 p=
_
4
3
152
4
3
1= ·α
α + 2 ·β
β
α=
2
3
=⇒
1
1= α+ β β =−
2
Los vectores normalizados serán:
3
2,
2
1
−1, −
2
(1, 1)
luego
1
2 −1 − 1
2
1 −1 2
B = y A = B−1 = · =
1
3 1
3
−3 4
− 2 − 2
2{z 2 }
| | {z 2 }
0
X = B·X X0 = A · X
Las ecuaciones del cambio serán, por tanto,
x1 = 2 · x01 + x02
x01 = − x1 − 2 · x2
3 0 1 0 x0 = −3 · x1 + 4 · x2
2
x2 = · x1 − · x2
2 2
6
Así para el punto X , 1 , su abscisa en el sistema NUEVO será:
5
6 −6 + 10 4
x01 = − −2·1 = =
5 5 5
6 −18 + 20 2
x02 = −3 ·
+4·1 = =
5 5 5
es decir
0 4 2
X ,
5 5
o lo que es lo mismo
X0 (2, 1)
Observemos que, recíprocamente, cuando lo que tenemos es X0 (2, 1), su abscisa en el sistema ANTIGUO será:
x1 = 2 · 2 − 1 = 4 − 1 = 3
3 1 1 5
x2 = ·2− ·1 = 3− =
2 2 2 2
es decir
5
X 3,
2
153
o lo que es lo mismo
6
X ,1
5
Ejemplo 3. Consideremos, sobre una recta, el sistema de puntos fundamentales P, Q, R, de abscisas proyectivas
(sistema ANTIGUO), y los puntos P0 , Q0 , R0 , que constituirán el NUEVO sistema de referencia, dados por sus
coordenadas proyectivas
9
p = (PQRP0 ) =
10
9
q = (PQRQ0 ) =
8
6
r = (PQRR0 ) =
5
(
9 ,1
P' _
10 ) ( ) ( )
Q' _
8
6,1
9 , 1 R' _
5 X'
Q (0, 1) R (1, 1) X
P(1, 0)
Estamos ante un cambio de sistema de referencia del tipo PROYECTIVO a PROYECTIVO.
Utilizando coordenadas homogéneas la correspondencia será:
9
(1, 0) −−−−−−−−−−−−−→ ,1
10
9
(0, 1) −−−−−−−−−−−−−→ ,1
8
6
(1, 1) −−−−−−−−−−−−−→ ,1
5
Pasamos, ahora, a normalizar:
9
,1 (α
α)
10
9
,1 (β
β)
8
6
,1
5
6 9 9
1
= ·α
α+ ·β
β α =−
3
5 10 8
=⇒
4
1= α+ β β=
3
154
Los vectores normalizados serán:
3 1
− ,−
10 3
3 4
,
2 3
6
, 1
5
luego
3 3 4 3 40
− − −15
10 2 1 3 2 3
B = y A = B−1 = · =
1
1 4 1 3 10
− 10 − −3
| 3
{z 3 } | 3 {z 10 3 }
0
X = B·X X0 = A · X
Las ecuaciones del cambio serán, por tanto,
3 3 0 40
x1 = − · x0 + ·x x01 = · x1 − 15 · x2
10 1 2 2 3
1 0 4 0 10
x02 =
x2 = − ·x + ·x · x1 − 3 · x2
3 1 3 2 3
40
x01 = · 3 − 15 · 1 = 40 − 15 = 25
3
10
x02 =
· 3 − 3 · 1 = 10 − 3 = 7
3
es decir
X0 (25, 7)
o lo que es lo mismo
25
X0 ( , 1)
7
25
Observemos que, recíprocamente, cuando lo que tenemos es X0 (
, 1), su abscisa en el sistema ANTIGUO será:
7
3 25 3 −75 3 −75 + 105 30 3
x1 = − · + ·1 = + = = =
10 7 2 70 2 70 70 7
1 25 4 −25 28 3 1
x2 = − · + ·1 = + = =
3 7 3 21 21 21 7
es decir
3 1
X ,
7 7
o lo que es lo mismo
X(3, 1)
155
Ejemplo 4. Consideramos, sobre una recta, el sistema de puntos fundamentales P, Q, R de abscisas proyectivas
(sistema ANTIGUO) y los puntos P0 , Q0 , R0 que constituirán el NUEVO sistema de referencia, que queremos sea
un sistema cartesiano. Veámoslo representado en el esquema siguiente:
(
3
X _, 1
2 )
P(1, 0) Q(0, 1) R(1, 1) S
∞ 0 1
X´(3, 1)
Observemos que la coordenada proyectiva del punto S (punto impropio de la recta) se calculará como sigue:
PR 2
(PQRS) = (PQR∞
∞) = (PQR) = = =2
QR 1
luego en coordenadas homogéneas
S(2, 1)
156
luego
1
1 0 0
2
1 1 0
−1
B = y A=B = · =
1
1 1
1
−1 2
2 − 1
| 2{z 2 } 2
| {z }
X = B · X0 X0 = A · X
Las ecuaciones del cambio serán, por tanto:
x1 = x01 x01 = x1
1 1 0
x2 = · x0 + ·x x02 = −x1 + 2 · x2
2 1 2 2
Así, el punto de coordenadas cartesianas homogéneas, en el sistema NUEVO, X0 (3, 1), tendrá como coordenadas
proyectivas homogéneas, en el sistema ANTIGUO:
x1 = 3
1 1
x2 = ·3+ ·1 = 2
2 2
es decir
X(3, 2)
o lo que es lo mismo
3
X( , 1)
2
3
Observemos que recíprocamente, cuando lo que tenemos es X( , 1), coordenadas homogéneas en el sistema AN-
2
TIGUO, su abscisa en el sistema NUEVO será
3
x01 =
2
3 1
x02 = − +2·1 =
2 2
es decir
3 1
X0 ,
2 2
o lo que es lo mismo
X0 (3, 1)
Por otra parte, el proceso de paso de un sistema cartesiano a otro proyectivo, es totalmente análogo al que acabamos
de ver.
157
Ejemplo 5. Consideremos, sobre una recta, el sistema de puntos fundamentales P, Q, R, de abscisas proyectivas
(sistema ANTIGUO) y los puntos P0 , Q0 , R0 que constituirán el NUEVO sistema de referencia, que queremos que
sea baricéntrico. Veámoslo representado en el esquema siguiente.
( _12 , 1)
P'(1, 0) Q'(0, 1) R'(1, 1)
X'
Observemos que la coordenada proyectiva del punto S (punto impropio de la recta) se calcula como sigue:
PR 2
(PQRS) = (PQR∞
∞) = (PQR) = = =2
QR 1
Por otra parte, la coordenada proyectiva del punto T se calculará como sigue:
(PQR) PR QT 2 2 4
(PQRT) = = · = · =
(PQT) QR PT 1 3 3
158
Los vectores normalizados serán:
1
0, −
2
3
2,
2
(2, 1)
luego
3 3
0 2 −2 −2
1 2 2
B = y A = B−1 = · =
1
1 3 1 1
− 0 0
| 2
{z 2 } 2 2
| {z }
0
X = B·X X0 = A · X
Las ecuaciones del cambio serán, por tanto
3
x1 = 2 · x02 x01 = · x − 2 · x2
2 1
1 0 3 0
1
x2 = − · x1 + ·x x02 =
·x
2 2 2 2 1
1
Así, el punto de coordenadas baricéntricas homogéneas en el sistema NUEVO, X0 , 1 tendrá como coordena-
2
das proyectivas homogéneas, en el sistema ANTIGUO:
x1 = 2·1 =2
1 1 3 5
x2 = − · + ·1 =
2 2 2 4
es decir
5
X 2,
4
o lo que es lo mismo
8
,1
X
5
8
Observemos que recíprocamente, cuando lo que tenemos es X , 1 , coordenadas proyectivas homogéneas en
5
el sistema ANTIGUO, su abscisa en el sistema baricéntrico NUEVO será.
3 8 24 20 4
x01 = · −2·1 = − =
2 5 10 10 10
1 8 8
x02 =
· =
2 5 10
es decir
4 8
X0 ,
10 10
o lo que es lo mismo
0 1
X ,1
2
159
Por otra parte, el proceso de paso de un sistema baricéntrico a otro proyectivo, es totalmente análogo al que acabamos
de ver.
Ejemplo 6. Consideremos, sobre una recta, un sistema de referencia cartesiano dado por los puntos P(1, 0), Q(0, 1),
R(1, 1) (sistema ANTIGUO) coincidiendo el punto P con el impropio de la recta y los puntos P0 , Q0 , R0 , que
constituirán el nuevo sistema de referencia baricéntrico. Para que sea así deberá verificarse que
R'(1, 1)
(_ )
P'(1, 0) Q'(0, 1)
X' 1 , 1
2
160
Las ecuaciones del cambio serán, por tanto:
x1 = −2 · x01 + 3 · x02 x01 = x1 − 3 · x2
x2 = − x0 + x0
1 2 x0 = x1 − 2 · x2
2
1
Así, el punto de coordenadas baricéntricas homogéneas, en el sistema NUEVO, X0 , 1 , tendrá como coorde-
2
nadas cartesianas homogéneas, en el sistema ANTIGUO:
1
x1 = −2 · +3·1 = 2
2
1 1
x2 = − + 1 =
2 2
es decir
1
X 2,
2
o lo que es lo mismo
X(4, 1)
Observemos que, recíprocamente, cuando lo que tenemos es X(4, 1), coordenadas cartesianas homogéneas en el
sistema ANTIGUO, su abscisa en el sistema baricéntrico NUEVO será:
x0 = 4 − 3 · 1 = 1
1
x02 = 4 − 2 · 1 = 2
es decir
X0 (1, 2)
o lo que es lo mismo
1
X0 ,1
2
Por otra parte, el proceso de paso de un sistema baricéntrico a otro cartesiano, es totalmente análogo al que acabamos
de ver.
161
Lección 37.- HOMOLOGÍAS
De dos formas planas perspectivas, es decir, secciones de una misma radiación, diremos que son homo-
lógicas. Una tal homografía recibe el nombre de homología, y para ella se verifica:
B
b A
E
b´ a
Π´
a´ A´
B´
1a .- Los puntos homólogos están alineados con el punto fijo S, vértice de la perspectividad, al que se
llama centro de la homología.
2a .- Las rectas homólogas se cortan en puntos situados en la recta E , intersección de los dos planos de
las secciones al que se llama eje de la homología.
Vamos a estar interesados en estudiar las homologías entre formas planas superpuestas, para lo que
partiremos del siguiente resultado más general:
163
PROPOSICIÓN 1. Dos figuras ϕ 0 y ϕ 00 no coplanarias, homológicas de una tercera ϕ , respecto de
un mismo eje E de homología y de dos centros distintos S0 y S00 , son homológicas entre sí respecto
del mismo eje E y de un centro S alineado con S0 y S00 .
En efecto: En la correspondencia resultante entre ϕ 0 y ϕ 00 , son dobles todos los puntos del eje E ; en
consecuencia esta correspondencia es una homología.
Por otra parte, como el plano AA0 A00 , determinado por un punto cualquiera A de ϕ , y sus dos homólogos
A0 y A00 , contiene S0 y S00 , situados respectivamente en AA0 y AA00 , la recta de este plano corta a la S0 S00 .
En definitiva, todas las rectas que unen pares de puntos homólogos de ϕ 0 y ϕ 00 se cortan entre sí, y con
S0 S00 , luego concurren en un punto S, centro de la homología ϕ 0 ·ϕ
ϕ 00 , situado en S0 S00 .
S´´
S´
ϕ´
A
ϕ´´
A´
A´´
E S
Dando continuidad al resultado del punto anterior, si ϕ 0 y ϕ 00 están en un mismo plano Π , podemos
afirmar que el plano AA0 A00 contiene A0 A00 y S0 S00 . En consecuencia, las rectas A0 A00 que unen pares de
puntos homólogos de ϕ 0 y ϕ 00 , pasan ahora por el punto fijo S de intersección de S0 S00 con Π . Por otra
parte, la rectas homólogas de ϕ , ϕ 0 y ϕ 00 concurren en puntos del eje E .
Se obtiene así una correspondencia entre dos formas planas superpuestas, ϕ 0 y ϕ 00 , que seguiremos
llamando homología puesto que verifica las mismas condiciones 1a y 2a , del punto anterior, de la homo-
logía entre formas no coplanarias.
S´´
S´
A
ϕ
Π
S
A´´
A´
ϕ´ ϕ´´
164
El resultado general establecido en el punto anterior sigue siendo válido entre figuras coplanarias.
Ejemplo 1. En una homología entre formas planas superpuestas los puntos del eje, E , son dobles, es decir homó-
logos de sí mismos, como también lo es el centro, S.
Así mismo, las rectas de unión de puntos homólogos, es decir, todas las que pasan por el centro S, son rectas dobles.
S
Rectas dobles
C´
B´
E
B
En este ejemplo, el centro no está situado sobre el eje; correspondería a lo que en la Lección 35 llamábamos una
homología general.
Rectas dobles
A Eje
A´
E
Ae C´ Be O´
Por otra parte el que el centro esté situado sobre el eje no altera la sistemática para determinar las figuras homólogas,
en las homologías que este caso calificábamos de homologías especiales.
165
Ejemplo 3. En este caso, en el que el centro está situado sobre el eje, estaríamos ante lo que calificábamos en la
Lección 35 como una homología especial.
C´
S E
C B
A Rectas dobles
Puede, asimismo, ocurrir que, siendo propio el eje de la homología sea impropio su centro, y viceversa, ser propio
el centro e impropio su eje. Estudiaremos estos casos en el apartado 6 de esta lección.
Ejemplo 4. Si dos triángulos son tales que sus lados homólogos se cortan dos a dos en puntos de una recta, E , en-
tonces los pares de vértices homólogos están alineados con un punto, S. Los triángulos serán entonces homológicos,
en la homología de centro S y eje E .
Análogamente si los vértices homólogos de dos triángulos están alineados con un punto, S, entonces los lados ho-
mólogos se cortan dos a dos en puntos de una recta E . Los triángulos serán entonces homológicos, en la homología
de centro S y eje E .
E
C
C´
B´
S
B A´
166
Ejemplo 5. Dada una homología entre formas planas superpuestas cuyo centro no pertenece al eje, la razón doble
de la cuaterna formada por dos puntos homólogos cualesquiera, A y A0 , el centro S, y el punto de intersección Ae
de la recta AA0 , es una constante.
Basta ver que las cuaternas
(AA0 SAE ) y (BB0 SBE )
En la figura del ejemplo 2, observamos que O0 es el centro de perspectividad. El valor constante así establecido
recibe el nombre de característica de la homología y también coeficiente de homología.
(AA0 Sα α AA0 )
α ) = (Sα
siendo: α = AE nos muestra que los puntos S y α , son puntos dobles en la homología.
Ejemplo 6. Si la característica de una homología, entre formas planas superpuestas, vale −1, entonces todos los
pares de puntos homólogos estarán armónicamente separados por el centro y el eje, y la homología se llamará
involutiva, por corresponderse doblemente todos los pares de elementos homólogos.
B
A
Ae
E
A´
B´
Observemos que, en una tal homología involutiva, son concurrentes en el eje no sólo AB y A0 B0 , sino también AB0
y BA0 .
167
Apuntemos, asimismo, que basta que se correspondan dos puntos, A y A0 , doblemente para que se correspondan
doblemente los demás.
Dada una homología entre formas planas, llamaremos rectas límites L y L0 , a las rectas homólogas de la
recta impropia del plano, considerada como de una u otra figura, o dicho de otra manera de la primera
o segunda figura.
Las rectas límites serán, siempre, paralelas al eje de la homología, puesto que deben concurrir en él con
la recta impropia.
Conviene no perder de vista, nunca, que tal como hemos establecido, dos figuras planas son homológicas
si se corresponden punto a punto, y recta a recta, de modo que los punto homólogos están en rectas
concurrentes en un punto, llamado centro de homología, y las rectas homólogas se corten en puntos de
una misma recta, llamada eje de homología.
Para la determinación de figuras homológicas vamos a estudiar los siguientes casos.
A
B
E
C
B´
A´
2.- Conociendo el centro de homología, S, y dos pares de rectas homólogas (r, r0 ) y (s, s0 ).
Las intersecciones r ∩ r0 = A y s ∩ s0 = A0 , serán puntos homólogos. Para hallar, M0 , homólogo del punto
dado, M, se trazará un tercer par de rectas (t, t0 ), por medio de dos rayos cualesquiera, que pasen por
el centro de homología, y que corten a los dos pares de rectas homólogas anteriores. Sean estos rayos,
168
SB y SC, que nos darán dos pares de puntos homólogos, (B, B0 ) y (C, C0 ), y un par de rectas homólogas,
BC y B0 C0 .
El punto G, común a AM y BC, tendrá por homólogo el G0 común a B0 C0 y al rayo SG. Trazando A0 G0 ,
su intersección con SM será el punto M0 , homólogo del M.
S
G
G´
r
C
A C´
M
r´
s
B s´
A´
t´
B´
M´
t
A
B
M
E
M´
B´
A´
169
4.- Determinar la recta límite de la primera forma, dados el centro, S, el eje E, y un par de puntos
homólogos (A, A0 ).
Se traza por S una dirección cualquiera SP, y por A0 una paralela a dicha dirección, hasta que corte el
eje; se une dicho punto con A, y donde corte a la dirección trazada desde S, es el homólogo del infinito
de la dirección dada. Trazando la paralela al eje se tendrá la recta límite de la primera forma L.
(P´)
(cualquiera)
(P)
P
S
A A´
R
L
L´
E
Si se quisiese hallar la recta límite de la segunda forma, se trazará la paralela a la dirección dada desde
A, y el punto donde corta al eje, unido con A0 , nos dará el homólogo del infinito de la primera forma. La
recta límite seria la L0 (ver figura anterior).
5.- Determinar la recta límite de la primera forma, dados tres pares de puntos homólogos (A, A0 ),
(B, B) , (C, C0 ), y el centro S.
Se traza A0 B0 , y por S una paralela a dicha recta, que es cortada por la AB en el punto β , que será un
punto de la recta límite.
Se traza B0 C0 , y por S una paralela a dicha recta, que es cortada por la BC en el punto α , que será otro
punto de la recta límite. Uniendo α y β se tendrá la recta L , recta límite de la primera forma.
S
α
=
β
L A C
B
=
(E)
B´
C´
=
A´
=
170
6.- Dados el centro, eje y recta límite de la primera forma, hallar los puntos de la segunda forma
homólogos de la primera.
Se traza por A una recta cualquiera que corte al eje en Q, y a la recta límite en P, y por Q se traza una
paralela a SP, que cortará a SA en el punto A0 , homólogo del A.
L E
A
A´
Q
(cualquiera)
P
H
∞ (cualquiera)
S
A´ A
H´
L L´
171
8.- Conocida la característica de una homología, para su determinación nos bastará con conocer, además
entre otros datos. Tendremos ocasión de utilizar su conocimiento en algunos ejemplos que veremos en
el apartado 7.
PROPOSICIÓN 1. Dos figuras planas, homológicas de una tercera, respecto de un mismo eje, son
homológicas entre si, respecto de este eje, y los tres centros de homología están alineados.
En efecto: Sean (A0 , B0 ) y (A00 , B00 ), homólogos de (A, B) respecto del eje E , y centros respectivos, S, y
S0 .
4 4
(A0 , B0 ) y (A00 , B00 ) se cortan en el mismo eje, y los triángulos AA0 A00 y BB0 B00 son tales que, sus vértices,
unidos convenientemente, nos dan rectas concurrentes en E . Luego sus lados se cortarán en puntos de una
misma recta. Ahora bien, AA0 y BB0 se cortan en S, y AA00 y BB00 en S0 , luego el punto S00 , donde se cortan
A0 A00 y B0 B00 , estará en línea recta con S y S0 .
B´
A´
A´´
B´´ E
A
B
S´
S
S´´
172
PROPOSICIÓN 2. Dos figuras planas, homológicas de una tercera respecto de un mismo centro,
son homológicas entre sí respecto del este centro, y los tres ejes de homología pasan por el mismo
punto.
En efecto: Aunque admitido el principio de dualidad o de correlación geométrica, lo enunciado resulta
evidente, se puede dar la siguiente demostración: Sean A, B, C y A0 , B0 , C0 , homológicos respecto de S
y H , y A, B, C y A00 , B00 , C00 , homológicos respecto de S y H0 .
4 4
Los triángulos αβ γ y α 0 β 0 γ 0 tienen sus pares de rectas αβ y α 0 β 0 , αγ y α 0 γ 0 , β γ y β 0 γ 0 , que
se cortan en B, B0 , B00 , puntos de una recta. Luego las rectas que unen los vértices de αα 0 , β β 0 y γγ 0 ,
tienen que concurrir en un punto. Ahora bien, αα 0 y β β 0 pasan por P, luego γγ 0 tiene que pasar por P, y
la recta γγ 0 es el eje de la homología de (A0 , B0 ) y (A00 , B00 ), cuyo centro es el mismo S.
S
γ B
A
C
P α
α´
A´ H
β C´
A´´
H´´ B´
H´
γ´ B´´ C´´ β´
En el anterior apartado definimos las rectas límites, y concretamente, en el caso 4o establecimos como
determinarlas, conocido el centro, S, y el eje, E , de lo que vamos a hacer aplicación. Consideraremos
dos posibilidades: a.- el centro no pertenece al eje; b.- el centro pertenece al eje.
a.- El centro S, no pertenece al eje E .
L
S P
d
L
P d
A
S
L´
(P´)
d (eje)
E
E R
(eje)
R A´
(P´) d
P
A
L´ (P´)
A´
173
b.- El centro pertenece al eje.
P
L´
(P´) A (P´)
d
P P
(centro) S E (eje) L
R d (centro)
S (eje) E
d
A d R
P L´
L
A´ (P´)
(P´) A´ P
Lo establecido en el punto anterior nos permite afirmar que una homología entre formas planas super-
puestas quedará establecida dando, en general tres elementos, como sigue:
1.- El centro, el eje y un par de puntos homólogos.
E
A´
r´
S
174
4.- El eje, una recta límite y un par de puntos homólogos.
A E
A´
Ejemplo 1. Sin embargo, conocer tres elementos puede no ser suficiente para determinar la homología. La siguiente
figura, en la que aparecen las dos rectas límites L y L0 , así como el eje E , nos muestra que el sistema no está
determinado puesto que el centro de homología puede ser un punto cualquiera de la recta r, paralela a las anteriores,
trazada a una distancia d.
E
d
L
L´
d
r
Llamaremos homología afín a aquella que tiene su eje propio y su centro impropio; a la dirección de
dicho centro se le llamará dirección de afinidad.
Ejemplo 1. Cualquier homología afín queda definida dando el eje y un par de puntos homólogos, ya que estos
determinan la dirección de su centro.
Ejemplo 2. En una homología afín la recta impropia es doble, como podemos visualizar en la siguiente figura.
Si la homología nos viene determinada por el eje y por los dos puntos homólogos A, A0 (que implícitamente deter-
minan el centro S), se observa que son homólogos B y B0 , así como los puntos impropios C∞ y , C∞
0 , ambos, por
S
A
C´∞
B
E
B´
A´
C∞
175
Dado que la recta impropia es doble no existen aquí rectas límites; podríamos decir que coinciden con ella.
En el caso de que la dirección de afinidad no coincida con la del eje se verificará que su característica, es decir la
razón doble
(A A0 S AE ) ,
determinada por un par de puntos homólogos cualesquiera, A y A0 , el centro, S, y el de intersección de la recta AA0
con el eje, AE , queda reducida a una razón simple
AA0 S 1 A0 AE A A0
(AA0 SAE ) = = = (A0 AAE ) = = E
(AA0 AE ) (AA0 AE ) AAE AE A
A
B
C
r
AE BE CE E
r´
C´
B´
A´
cociente de las distancias del eje a cada para de puntos homólogos, tomados en la dirección de afinidad. A esta
constante le llamaremos razón de afinidad.
Ejemplo 3. La siguiente homología afín, dada por el eje, E , y los pares de puntos homólogos A, A0 , tiene como
razón de afinidad el valor
AE A0 −4
= = −2
AE A 2
A
S
AE E
A´
AE A0
= −1
AE A
es decir
AE A0 = −AE A
Luego los pares de puntos homólogos equidistan del eje y lo que tenemos es una simetría ortogonal u oblicua
respecto del eje, según que la dirección de la afinidad sea o no perpendicular a dicho eje.
176
A A
S
S
E E
simetria ortogonal
simetría oblicua
A´ A´
Ejemplo 4. Si consideramos la simetría oblicua, dada por el eje, E , y el par de puntos homólogos A, A0 , podemos
4
dibujar la figura homóloga del triángulo ABC como sigue:
S
B
A
C E
C´
A´
B´
La homología puede, también, tener un centro propio y como eje la recta impropia. En este caso se verificará.
(AA0 S) SA
(AA0 SAE∞ ) = = (AA0 S) = = K constante
(AA0 AE∞ ) SA0
es decir, estaremos en presencia de una homotecia de centro S y razón k, que ya estudiamos en la lección 18.
Ejemplo 5. Consideremos la homología de centro S, y puntos homólogos A, A0 , siendo su eje la recta impropia, es
SA
decir, la homotecia de centro S y razón k = .
SA
C´
A´
B´
A
B
SA
k= = −1
SA
resulta
SA = −SA0
177
en cuyo caso los pares de puntos homólogos equidistan del centro; estaremos en presencia de una simetría central
de centro S.
Ejemplo 6. Consideremos la homotecia de centro S, y razón k = −1; es decir una simetría central de centro S.
C
B
D A´
A D´
B´
C´
Si una homología tiene centro impropio y eje impropio, resultará que en cada una de las rectas dobles que pasan por
el centro, es decir, en cada paralela con dirección la del centro, existirá una proyectividad entre puntos homólogos,
con un único punto doble, que será el centro impropio; estaremos en presencia de una traslación en la dirección del
centro.
Ejemplo 7. Consideremos la homología de centro impropio, S, y eje la recta impropia, siendo puntos homólogos
los A, A0 ; es decir una traslación.
A´
A
B´
B S
C´
C
Por otra parte, los giros, y en general una congruencia, que no sean traslación ni simetría, no son casos particulares de
la homología, lo mismo que una semejanza que no sea homotecia. Sin embargo, unas y otras son casos particulares
de la homografía, ya que transforman puntos y rectas, respectivamente, en puntos y rectas, y conservan las relaciones
de incidencia, condiciones éstas que definen la homografía.
37.7 Ejemplos
En muchas ocasiones, expuesta una teoría que comprendemos, sentimos ya por ello que la dominamos.
Sin embargo, cuando se trata de aplicarla, o bien nos atascamos o terminamos admitiendo que, en reali-
dad, no la dominamos como creíamos.
Puede ser este el caso de concepto homología, cuya teoría es fácil de entender, pero en ocasiones com-
plicada en su aplicación. Buen ejemplo de lo que afirmamos lo constituye la resolución de los ejercicios,
178
que como ejemplos, planteamos en este apartado, que sin duda colaborará a darnos seguridad, en el
sentido de que sí hemos comprendido de lo que estamos hablando.
Desgraciadamente, es muy frecuente que se nos inunde con deducciones lógicas para obtener resultados
teóricamente importantes, pero en general no se nos ilustre con la resolución de problemas concretos
a los que poder aplicar esas teorías. Ejemplarizar debería ser, siempre, algo obligatorio, y plantear y
resolver problemas más complejos, sobre el tema de que se trata, es algo que fundamentaría, sobre bases
sólidas, su conocimiento.
4
Ejemplo 1. Dados S, E , L , hallar el homólogo del triángulo ABC.
E L
M´
A´ B´
M ∞
B B´
S ∞
N´
N
P C
B´
P´ C´ ∞
2o .- Dado que el segmento AC pasa por N, el A0 C0 pasará por N0 . Además como AC no tiene ningún punto en L,
A0 C0 no puede tener ningún punto en el infinito.
3o .- Como el punto P, no pertenece al segmento BC, el P0 no puede pertenecer a A0 C0 .
En consecuencia, el triángulo solución es el triángulo de la figura.
4
Ejemplo 2. Dados S, L , E , hallar el homólogo de un triángulo dado ABC.
El procedimiento a seguir será el siguiente: Se toma un punto cualquiera M de L , con lo que su homólogo será el
M0∞ . AM corta el eje E en H, luego M0∞ A0 pasará por H; a de más el punto A0 estará alineado con S y A.
El punto B0 se determina uniendo S con B, y N con A0 .
El punto C0 se determina uniendo S con C, y P con A0 .
Una vez determinados los vértices A0 , B0 , C0 , hay que tener en cuenta que el segmento homólogo del AB puede ser:
179
1.- El que une directamente A0 con B0 , o
L E B
M´∞ H1́
∞
B´
N y N´
A´
H1́
∞ S H1 H
M C´
P
A C
M´∞
180
Ejemplo 3. Dadas las rectas límites L y L0 , y un par de puntos homólogos C y C0 , hallar el homólogo del
4
triángulo AFD (A está en L , F y D están en L0 , y además A y F están en la recta CC0 ) sabiendo que el
SC
cociente es negativo.
SC0
E L´
L
D
centro proyectivo
A´
S C F´ ∞
C´
α A B
F B´ ∞
O
D´
P
A´B
punto doble
A
punto doble
C determinación de
los puntos dobles
C´
eje proyectivo B´
SC
(de entre los dos) por la relación < 0.
SC0
181
Ejemplo 4. Dados S, A, A0 , B, B0 , todos ellos en línea recta, y un punto doble C ≡ C0 , se trata de hallar E , L
4
y el homólogo del triángulo BFG.
L
E
D´∞
B B´
S
)
vo
α A´
ti
ec
A
roy
D
ep
(ej
P
C C´
B
B´
A
Puntos dobles
A´
P´
Si α es el punto de intersección de la recta SAA0 BB0 con el eje, se tendrá que la característica de la homología es:
α AA0 ) = (Sα
(Sα α BB0 )
resultando que α es un punto doble de dos serie superpuestas, de las cuales se conoce el otro punto doble, el S, y
dos pares de puntos homólogos (A, A0 ) y (B, B0 ).
Una vez determinado α , el eje E será la recta Cα 0 ,
α , y hallando el homólogo de un punto cualquiera del infinito, D∞
la paralela E por D será L .
La figura anterior nos resuelve la primera parte de lo que nos piden, es decir, la determinación de E y L . Para no
enmarañar la resolución de la segunda parte, con demasiadas líneas, transportamos el resultado anterior a la siguiente
4
figura, en la que representamos el triángulo BFG y determinamos su homólogo. Tendremos para ello en cuenta que,
BG y FG cortan a L , y por tanto B0 G0 y F0 G0 tendrán su punto en el infinito. La solución es la dibujada en la figura.
L
G´ E
A B´
S B α
A´
G
F
F´
C C´
182
Ejemplo 5. Se dan dos rectas homólogas r y r0 , E y L . Sobre r0 se da un punto M, y se sabe que su homólogo
4
está en r. Hallar el homólogo del triángulo AMN, siendo A la intersección de L y r, y N simétrico de M respecto
a L.
A´
∞
P
N´
M´ S
M N
r´ m Q A
A´
∞ r m´
A´
∞
Determinamos, en primer lugar el centro de homología: Como el homólogo de A debe estar sobre r0 , y A ∈ L , queda
0 .
determinado A∞
A continuación se determina M0 , que debe pertenecer a r, y a la recta QA∞
0 . El centro de homología quedará
0 .
determinado como intersección de las rectas MM0 y AA∞
La determinación de los puntos M0 y A∞
0 estarán ya determinados, y la determinación de N0 es inmediata.
4
El homólogo del triángulo AMN es el indicado en la figura.
4
Ejemplo 6. Dados E , L0 , A y A0 . Hallar el homólogo del triángulo ACD (C coincide con A0 , y D está en L0 ).
Se trazan dos rectas r y r0 , que se cortan en un punto cualquiera α de E , y que pasan por A y A0 , respectivamente.
La recta r0 corta a L0 en B0 , cuyo homólogo será B∞ (punto del infinito de r).
La intersección de AA0 y B0 B∞ nos dará el centro S.Se determina el homólogo de D (con la ayuda de los A, A0 ).
Para unir los puntos A0 , C0 , D0 tendremos en cuenta que, como AD y AC cortan al eje, A0 D0 y A0 C0 también lo
cortarán. Además, como CD no corta al eje, C0 D0 tampoco lo cortará.
E
r´ r B B
∞ L´ ∞
α
B´
S C´ C
A´
A
D´
183
4
Ejemplo 7. Dados L y L0 , y E , hallar el homólogo del triángulo ABC considerado como del las dos formas,
sabiendo que la recta AB es doble.
Los puntos A0 , P y N estarán en el infinito (pues A ∈ L , N0 ∈ L0 , P0 ∈ L0 ).El centro S estará en la recta AB, y los
segmentos SA y BH son iguales, luego queda determinado S. (La recta AB es doble)El punto C0 se determina con
0 .El punto B0 se determina teniendo en cuenta que como BC es paralela a E ,
el par de puntos homólogos A y A∞
4 4 4 4
también B0 C0 lo será.Para determinar los dos triángulos A0 B0 C0 y MNP, se tiene en cuenta que, como ABC y MNP
4 4
no cortan al eje, A0 B0 C0 y MNP tampoco lo pueden cortar.El triángulo solución es el indicado en la figura.
N
∞
B´ A´∞
H
N´
B
M´
A´∞
S A
P
∞
P´
M C P
∞
C´
N
∞
L L´ E
4
Ejemplo 8. Se da un triángulo ABC y una recta L , que se toma como límite. Hallar su homólogo, sabiendo
que es equilátero, y que su vértice A0 está en una recta dada r.
M´∞ M´∞ L
B´ M
60º
B
r
N´∞
A C´ C N
A´ S
P´
∞ E 60º
P
P´∞
arco capaz construido sobre MN. Así mismo, S estará en el arco capaz de 60o construido sobre NP. La intersección
de los dos arcos capaces será el centro S. La intersección de r con SA es el vértice A0 . Luego, con los pares de puntos
homólogos A, A0 y M, M∞
0 se determina el eje E .
El resto del problema, es decir la determinación de los vértices B0 , y C0 , no presenta ya ninguna dificultad.
184
Ejemplo 9. Dado un cuadrilátero ABCD plantear una homología, en la cual su homólogo sea un cuadrado
de lado l.
Para que A0 B0 C0 D0 sea un cuadrado se tiene que verificar.
1o .- Que los lados AB, CD, y BC, AD, se corten en la recta límite, que queda de esta manera determinada.
2o .- Que el centro, S, esté en la circunferencia de diámetro FH.
3o .- Para que las diagonales sean perpendiculares, S tiene que estar en la circunferencia de diámetro MI.
La intersección de las dos circunferencias es el centro S.
Uniendo S con B y con C, en el ángulo BSC
d habrá que inscribir un segmento paralelo a SH y de longitud l. Este
l B´ B F
S
A´
A M
C
C´
D´
D
E
H
L
Ejemplo 10. Dado un cuadrilátero ABCD,hallar su homólogo, sabiendo que es un trapecio de bases A0 B0 y C0 D0 ,
b0 es recto. Se conocen dos rectas r y r0 homólogas y paralelas, y otra recta p que es doble.
y que el ángulo A
El eje de la homología, así como la recta límite serán paralelas a las rectas r y r0 .
Para que A0 B0 y C0 D0 sean paralelas, es necesario que AB y CD se corten en L ; por tanto L es la paralela a r por el
punto M.
185
0 A0 D0 = 90o , el centro de la homología tiene que estar en la circunferencia de diámetro MN, y como debe
Para que B\
pertenecer a p, resulta que S es la intersección de esas dos líneas.
El eje de homología, E , se determina con las rectas homólogas MH y H0 M∞
0 .
B
B´
A A´
M´∞ H
D
H´
C´
D´
M´∞
N
Ejemplo 11. Dado un cuadrilátero ABCD, hallar su homólogo, sabiendo que es un rombo, cuyas diagonales
se cortan en un punto dado O0 .
Los lados opuestos de un rombo son paralelos, luego sus homólogos tienen que cortarse en L . Así,la recta límite L
quedará definida por los puntos P y Q, intersecciones de AB, CD y BC, AD.
0 y SN0 , luego S estará
En un rombo las diagonales son perpendiculares. Las direcciones de las diagonales son: SM∞ ∞
S
M´∞
A´
B P
A O C
B´
O´ D´ N
D N´∞
C´ Q
186
Ejemplo 12. Dadas L y L0 y las rectas homólogas r y r0 , hallar el homólogo del trapecio MNPQ.
M´
L´ E ∞
L
M´
∞ M´
r´ N´ ∞
M
N A´
P
S P´
Q´
Q´ ∞
r Q ∞
A
∞
Ejemplo 13. Dado un trapecio ABCD, determinar la homología, de manera que su homólogo sea un rectán-
gulo igual a uno dado.
E L
A B´ A´ B M S
α B´ A´
α
C´
D´
α
D N C´ D´
Si se toma como recta límite la paralela a las dos bases trazada por el punto, M, de centro de los lados AB y CD,
los lados opuestos del cuadrilátero homólogo son paralelos. Para que sea rectángulo, el centro, S, debe estar en la
normal a L, trazada por M. Para que el ángulo formado por A0 C0 y C0 D sea igual al del rectángulo dado, S, estará
en el arco capaz del ángulo α , construido sobre MN.
Uniendo S con B y con C, el lado B0 C0 estará inscrito en el ángulo BSC,
d y será paralelo a BC
187
Ejemplo 14. Dado un cuadrilátero ABCD, determinar una homología, ta que que su homólogo sea un
cuadrado, y el punto de encuentro de sus diagonales sea doble.
D P
O
N
C
B S
Q
E
L
4
Ejemplo 15. Se da un triángulo ABC y se sabe que su homólogo es semejante a él. Determinar la homología,
sabiendo que la recta límite es una recta dada, L , y que el coeficiente es −1.
Sean M, N y P las intersecciones de AB, AC y BC con L. Los lados A0 B0 y A0 C0 serán paralelos a SM y SN; luego
S estará en el arco capaz del ángulo A,
b construido sobre MN. Igualmente, S estará en el arco capaz de C,
b construido
188
E L
B
^
A
^
A
A
^
C
C N
E
^ Q S
C
P
Ejemplo 16. Una homología involutiva está determinada por el eje y un par de puntos homólogos, A y A0 .
L0 . Una vez hallados S y L , se llama B la intersección de AA0 con L , y por S se traza SC normal
Hallar S, L yL
4 4
a E . Hallar el triángulo A0 B0 C0 homólogo del ABC.
A´
S C
D D´
∞
A
B´∞
Para hallar A0 , B0 , C0 se debe tener en cuenta que AC tiene un punto, D, en L , luego A0 C0 tiene un punto en el
infinito. Como AB no tiene ningún punto en el eje, tampoco lo tendrá A0 B∞
0 ; y como BC no tiene ningún punto en
0 C no puede cortar a L0 .
el infinito, B∞
El triángulo solución es, por tanto, el dibujado en la figura.
189
Ejemplo 17. Dado un cuadrilátero ABCD, hallar su homólogo, sabiendo que es rectángulo, que el coeficiente
de homología es −1, y que la diagonal A0 C0 está en línea recta con la AC.
L(L´)
E
M
B´ B
S
I
A´
H C O
C´
A
D
D´
N
Si A0 B0 C0 D0 es rectángulo, es paralelogramo, y los lados opuestos se cortan en el infinito, luego los lados opuestos
de ABCD se cortan L . La recta MN es la recta L .
Por ser A0 B0 C0 D0 rectángulo, los lados opuestos son perpendiculares, y S estará en la circunferencia de diámetro
MN. (Arco capaz de 45o sobre MN).
Como AC y A0 C0 están en línea recta, AC es doble, por tanto pasa por el centro S. Así, el centro es la intersección
de la semicircunferencia de diámetro MN y la recta AC
Como el coeficiente de homología es −1, (involución), el eje E pasará por H, siendo: SI = IH.
Conocido S, E y L , la determinación de A0 , B0 , C0 , D0 , no presenta dificultad.
Ejemplo 18. Dado un cuadrilátero ABCD, determinar la homología, para que sea considerado como de
ambas formas, su homólogo sea paralelogramo. Se conoce C0 homólogo de C.
Para que A0 B0 C0 D0 sea un paralelogramo: AB, CD y AD, BC tienen que cortarse en L .
Si le consideramos como N0 M0 P0 Q0 , para que MNPQ sea paralelogramo, M0 N0 , P0 Q0 y M0 Q0 , N0 P0 tienen que cor-
tarse en L0 .
En consecuencia, L y L0 coinciden, y la homología es involutiva.
0 .
El centro de homología está en la recta CC0 , y el homólogo de H es H∞
Llamando E1 a la intersección de CC0 con E , como la homología es involutiva:
0
(SE1 HH∞ ) = (SE1 CC0 ) = −1 ,
190
L=
= L´
E
N´
C´ B H
P´ H´
S C E1 ∞
A
M´ Q´ D E1
F
V
H´∞
C´
V, O, R cualesquiera O
H R S
Ejemplo 19. Dados el centro de la homología S, el eje E , y tres puntos en línea recta AMB, determinar la
homología, de manera que M0 sea el punto medio de A0 B0 .
Vamos a ver, en primer lugar, que en cualquier homología la razón doble de cuatro puntos alineados, es igual a la de
sus homólogos.
Sea una homología de centro S y eje E , y en ella dos rectas homólogas, r y r0 ; si por S trazamos cuatro
rectas cualesquiera, se obtiene un haz, que cortado por r y r0 , nos da: (CDHI) = (C0 D0 H0 I0 ).
AB.
Por ser M0 el punto medio de A0 B0 , tendremos
(A0 B0 M0 N∞
0
) = −1 ,
y por tanto
(ABMN) = −1 ,
es decir, la intersección de AB y L es conjugado armónico de M respecto A y B. Una vez obtenido N la paralela por
él a E nos determina L .
S
E
L
N N´∞
M B
A
C´ D´ H´ I´
r´
H I
r D
C
= =
191
Observemos que para resolver el problema no hemos necesitado dibujar los puntos A0 , B0 , M0 y N∞
0 .
Conviene, por otra parte observar lo siguiente: A y B determinan los segmentos, AMB y BN∞ A. El homólogo del
primero es el A0 M0 B0 , y el homólogo del segundo es el B0 NA0 . Dado que el AMB no corta a L , el A0 M0 B0 no pasa
por el infinito; y como el BN∞ A tiene un punto en L , el B0 N∞
0 A0 pasa por el infinito. Además, como BN A tiene un
∞
0 A0 cortará a L0 .
punto en el infinito B0 N∞
De las consideraciones anteriores se desprende el procedimiento para hallar el homólogo de un segmento AB. Así:
se toma un punto intermedio M, con lo que el segmento homólogo de AB pasará por M0 . Si M0 está entre A0 y B0 ,
el segmento A0 B0 se une directamente, es decir, es finito. Ahora bien, si M0 no cae entre A0 y B0 , el segmento A0 B0
pasará por el infinito.
En la práctica, el punto M suele ser la intersección de L y AB; si L corta al segmento AB, su segmento homólogo
pasa por el infinito, y si no le corta, el segmento A0 B0 es finito.
Las consideraciones anteriores las tendremos muy en cuenta cuando se trae de hallar el homólogo de un triángulo,
puesto que los lados del triángulo no son rectas indefinidas, sino segmentos rectilíneos.
Ejemplo 20. Se da un cuadrado ABCD, y se toma como centro de homología, S, la intersección de sus
4
diagonales, como recta límite L , la base media del triángulo SAD. Hallar el homólogo del cuadrado, sabiendo
−1
que el coeficiente de homología es .
3
0 )= SM −1
El coeficiente de homología es : (SNMM∞ = , es decir MN = 3 · SM, lo que nos determina el eje, E .
NM 3
0 0 0 0
Una vez obtenidos los puntos A , B , C , D , hay que tener en cuenta que, como AB y CD cortan L , A0 B0 y C0 D0 ,
deben pasar por el infinito.
E
A´
M´ L
∞
A C´ B
M´ N S
∞
M
D C
B´
D´
192
m
Ejemplo 21. Dados S, L , y sabiendo que el coeficiente de homología es ,siendo m y n dos segmentos
n
4
dados, hallar el homólogo del triángulo MNP.
A´ B
∞ M´
M
B´∞
Ejemplo 22. Una homología está determinada por el centro S, la recta límite L0 y el coeficiente −2. Se
proyecta S sobre L0 , en B, y se toma BC = SB. Por B se traza una recta BD que forma un ángulo de 30o con
4
BC, y que corta al eje (que no está dado) en un punto D. Hallar el triángulo homólogo de BCD.
E A
L ∞
L´
α
A
∞
A´
F´
∞
S B C
C´ B´ 30º
∞
F
F´
∞
C´
∞
D´ D
F´
∞
α A0
α A∞ A0 ) = −2 = (α
El coeficiente de homología es: (Sα α SA0 A∞ ) = , de donde
SA0
α A0 = −2 · SA0 ,
193
La recta límite L tiene que distar, de E , lo mismo que L0 de S.
El punto C pertenece a L , y por tanto C0 está en el infinito.
El punto D es doble, y el punto B0 se determina inmediatamente.
4
Obtenidos los vértices C0 , B0 , D0 , homólogos de los del triángulo ABC, se trata de unirlos, para obtener el triángulo
0 no puede cortar al eje, y que B0 D0 tiene que pasar por F0 . El
pedido. Para ello debemos tener en cuenta que: B0 C∞ ∞
m
Ejemplo 23. Dado un trapecio ABCD, determinar la homología de coeficiente , en la cual, su homólogo
n
sea un cuadrado.
E L
n
R P
m
S R N
N
B C
S
M
A Q
194
√
5+1
Ejemplo 24. Una homología está determinada por el centro S, L y el coeficiente k = √ . Por S se traza
5−1
4
una perpendicular SA a L. Hallar el homólogo del triángulo equilátero SBC inscrito en la circunferencia de
centro A y radio SA.
E L D´
∞
F´∞ B
C´ M M
P D
P
A
S α N
S
D´
F ∞
B´ Q´ C
D´
∞ F´∞
Q
√
0 )= SA 5+1
El coeficiente de homología es: k = (Sα
α AA∞ = √ .
√ αA 5−1
5+1
Para hallar la relación √ , se divide un segmento cualquiera MN, tal que MN = PS, en media y extrema razón:
5−1
MS
La relación es la pedida.
MP
Una vez hallado α , la paralela a L por α nos da E .
Luego se determinan los puntos B0 y C0 . (En el dibujo se han determinado dos puntos homólogos auxiliares, Q y Q0 ,
para la determinación de B0 ).
Para unir B0 y C0 ha habido que tener en cuenta que: SB y SC, cortan a L en D y F, respectivamente, lo que implica
0 y F0 . En consecuencia, el triángulo solución es el indicado en la figura.
que SB0 y SC0 , tienen que pasar por D∞ ∞
Ejemplo 25. En una homología se conocen dos rectas homólogas r y r0 , un punto doble P, y una recta doble
m. Determinar dicha homología, sabiendo que además el coeficiente es −2.
r E
r´
P L
H´ H S
∞
M
H´
∞
A´
α
I
´ N
=m A
m=
195
La recta m tiene que pasar por el centro, o ser el eje, pero como el punto del infinito de r y r0 es doble, el eje E es la
paralela a r, pasando por P; por lo tanto el centro, S, tiene que estar en m.
α AA0 ) = −2. Para hallar S, se toma Mα
El coeficiente de homología es: (Sα α ; luego se unen M con A0 y N
α = 2 · Nα
con A. El centro estará en la paralela a MN por I (punto de intersección de MA0 con NA).
0 , y la recta límite, L , que pasa por H.
Una vez hallado S, se determina el homólogo de un punto cualquiera H∞
α AA0 ) = −2:
Vamos, ahora, a justificar que con la construcción anterior (Sα
α AA0 ), que cortado por la recta transversal AA0 nos da: (Sα
Con centro en I se ha formado el haz (I; Sα α AA0 ).
α AA0 ) por la recta MN obtenemos:
Si cortamos, ahora, el haz (I; Sα
(MNα
α) Mα
α N∞∞ Mα
α
(∞
∞α NM) = (MNα
α ∞) = = · = = −2 .
(MN∞
∞) N∞
∞ M∞∞ Nα
α
Igualando los dos valores obtenemos:
α AA0 ) = −2 ,
(Sα
Ejemplo 26. En una homología se conocen dos rectas paralelas r y r0 , la recta doble pp0 , y el par de puntos
homólogos D, D0 . Determinar dicha homología, sabiendo que además el coeficiente es 2.
E r r´
p = p´
A´
A
α
S
R D
1 D´
196
CAPÍTULO IX
Lección 38.- EL ESPACIO PROYECTIVO
Supuesto establecido en el espacio ordinario un sistema de referencia cartesiano, en el que a todo pun-
to le corresponde la terna de sus coordenadas cartesianas (x1 , x2 , x3 ), podremos introducir, en forma
análoga a como hicimos en la Lección 13 en el caso del plano ordinario, coordenadas homogéneas
(X1 , X2 , X3 , X4 ), por medio de las ecuaciones.
X1 X2 X3
x1 = , x2 = , x3 = .
X4 X4 X4
Así, a todo punto P(x1 , x2 , x3 ) del espacio, le corresponderán infinitas cuaternas (X1 , X2 , X3 , X4 ), de-
finidas a menos de un factor no nulo por las ecuaciones anteriores, siendo en todas ellas X4 6= 0. Los
elementos de una cualquiera de dichas cuaternas constituirán lo que llamaremos coordenadas homogé-
neas del punto P(x1 , x2 , x3 ).
Nos permite el planteamiento anterior ampliar el espacio considerando las cuaternas
(X1 , X2 , X3 , 0)
en las que X1 , X2 , X3 no son simultáneamente nulos, definiendo dos de éstas como equivalentes si difie-
ren en un factor real no nulo. Así, llamaremos punto impropio a cada una de las clases de equivalencia
que quedan de ese modo determinadas, al cual corresponderá como coordenadas homogéneas cualquier
cuaterna de la clase.
Al ampliar el espacio ordinario con los puntos impropios obtenemos el espacio proyectivo.
199
En forma análoga a como hicimos en la Lección 13 se deduce que la ecuación en coordenadas homogé-
neas de un plano cualquiera será de la forma:
a1 · X1 + a2 · X2 + a3 · X3 + a4 · X4 = 0
será la ecuación de un plano, que llamaremos plano impropio y a veces plano del infinito.
X1 + 2 · X2 + 3 · X3 − 5 · X4 = 0
Como ya sabemos, el sistema formado por las ecuaciones de dos planos definirán su recta intersección.
x1 + 2 · x2 + 3 · x3 − 5 = 0 y 2 · x1 − x2 + 5 · x3 + 2 = 0
a1 · X1 + a2 · X2 + a3 · X3 + a4 · X4 = 0
expresión ésta de una recta (de puntos impropios), de la que diremos es la recta impropia del plano
dado.
Observemos que las tres primeras coordenadas de los puntos impropios de un plano son las soluciones
de la ecuación.
a1 · X1 + a2 · X2 + a3 · X3 + a4 · X4 = 0
soluciones, por otra parte, comunes para todos los planos paralelos al dado.
Así, podemos decir que un plano tiene una recta impropia común con todos los planos paralelos a él, de
la que diremos es la orientación del plano.
200
Razonando de la misma manera resultará que, el sistema obtenido al añadir a las ecuaciones homogéneas
de dos planos distintos (que representarán una recta), la ecuación.
X4 = 0
admitirá una solución definida, a menos de un factor no nulo, que corresponderá al punto impropio de la
recta, del que se dirá, también, es la dirección de la recta.
X1 + X2 + X3 + X4 = 0
X1 − X2 + 2 · X3 − X4 = 0
obtenemos
X1 + X2 + X3 + X4 = 0
X1 − X2 + 2 · X3 − X4 = 0 ≡P
X4 = 0
Podemos afirmar, por tanto, que las leyes de incidencia se cumplen sin excepción: dos planos se cortan en una recta
(propia o impropia), y un plano y una recta exterior se cortan en un punto (propio o impropio).
λ 1 = A2 A3 (A1 A4 UP)
λ 2 = A3 A1 (A2 A4 UP)
λ 3 = A1 A2 (A3 A4 UP)
201
y en los haces de los planos de aristas A1 A4 , A2 A4 , A3 A4 , las siguientes:
µ 1 = A1 A4 (A2 A3 UP)
µ 2 = A2 A4 (A3 A1 UP)
µ 3 = A3 A4 (A1 A2 UP)
A4
A3
A1
U4
P4
A2
µ1 ·µ2 ·µ2 = 1 .
En efecto: Si expresamos las anteriores razones dobles por su sección con la recta UP, para lo que
llamaremos A0i a la intersección de UP con la cara del tetraedro opuesta al vértice Ai (i = 1, 2, 3, 4),
tendremos
(UPA03 )
µ 1 = (A03 A02 UP) = (UPA03 A02 ) =
(UPA02 )
(UPA01 )
µ 2 = (A01 A03 UP) = (UPA01 A03 ) =
(UPA03 )
(UPA02 )
µ 3 = (A02 A01 UP) = (UPA02 A01 ) =
(UPA01 )
basta entonces, simplemente, multiplicar, para que quede establecido lo que nos interesa.
Observemos que todos los puntos de la recta A4 P, distintos de A4 , tienen las mismas coordenadas (µ
µ 1, µ 2, µ 3)
que el punto P.
202
de donde deducimos que:
λ2
µ1 =
λ3
λ3
µ2 =
λ1
λ1
µ3 =
λ2
Evidentemente, la posición de un punto P no perteneciente al plano A1 A2 A3 quedará determinada en
cuanto conozcamos λ 1 , λ 2 , λ 3 .
Ahora bien, si el punto P pertenece al plano A1 A2 A3 , su posición en él la determinan los µ 1 , µ 2 , µ 3 ,
4
que pueden considerarse coordenadas proyectivas en el plano, con triángulo fundamental el A1 A2 A3 , y
punto unidad la proyección, U4 , de U desde A4 .
En efecto: Las razones dobles
coinciden con las razones dobles de las secciones de los haces de aristas A1 A4 , A2 A4 , A3 A4 por
el plano A1 A2 A3 , y por tanto son coordenadas proyectivas de la proyección P4 de la P sobre A1 A2 A3
desde A4 .
Si el punto P no está situado en el plano A1 A2 A3 , en lugar de las coordenadas absolutas λ i se introducen
las coordenadas homogéneas (x1 , x2 , x3 , x4 ), definidas a menos de un factor no nulo, por las ecuaciones.
x1
λ1 =
x4
x2
λ2 =
x4
x3
λ3 =
x4
x3
µ2 =
x1
x1
µ3 =
x2
203
Si P pertenece al plano A1 A2 A3 , entonces
λi =∞ (i = 1, 2, 3) ,
y las otras tres coordenadas x1 , x2 , x3 , según las anteriores expresiones y lo dicho para las µ i , serán
4
las coordenadas homogéneas de P4 con relación al triángulo fundamental A1 A2 A3 , y punto unidad U4 ,
proyección del U desde A4 .
En particular, a los puntos A1 , A2 , A3 les corresponden respectivamente las coordenadas homo-
géneas: (1, 0, 0, 0) (0, 1, 0, 0) y (0, 0, 1, 0).
En lo que respecta al punto A4 , como son λ 1 = λ 2 = λ 3 = 0 le corresponden las coordenadas homogé-
neas (0, 0, 0, 1).
Para el punto U, es λ 1 = λ 2 = λ 3 = 1, luego sus coordenadas homogéneas serán: (1, 1, 1, 1).
Observemos que lo establecido partiendo de la cara A1 A2 A3 puede deducirse a partir de una cualquiera de
las otras caras del tetraedro A1 A2 A3 A4 .
Según hemos establecido, a todo punto P del espacio le corresponde una cuaterna de números reales
(x1 , x2 , x3 , x4 ) no todos nulos, definidos a menos de un factor no nulo, a los que llamaremos sus coor-
denadas proyectivas homogéneas en el sistema fundamental (A1 , A2 , A3 , A4 , U).
Recíprocamente, fijado el sistema fundamental (A1 , A2 , A3 , A4 , U), a toda cuaterna de números, no
simultáneamente nulos, (x1 , x2 , x3 , x4 ), corresponde un punto único que los tiene por coordenadas ho-
mogéneas en aquel sistema de coordenadas.
En efecto: si por ejemplo x4 6= 0 y ponemos
x1
λ1 = ,
x4
204
38.3 Ecuación del plano en coordenadas proyectivas
Según hemos visto en el punto anterior, una condición necesaria y suficiente para que un punto pertenezca
a la cara A1 A2 A3 del tetraedro fundamental, es que:
x4 = 0
xi = 0 (i = 1, 2, 3)
son las ecuaciones de las caras del tetraedro fundamental respectivamente opuestas a los vértices
Ai = 0 (i = 1, 2, 3).
Sea ahora Π un plano cualquiera, no coincidente con ninguna cara del tetraedro fundamental. Existi-
rán al menos dos vértices de dicho tetraedro, sean los A1 y A2 , no contenidos en Π . Tomando como
homólogos las rectas y planos de las radiaciones de vértices A1 , A2 que se cortan sobre Π , dichas ra-
diaciones se corresponden homográficamente de forma que el haz de planos de arista A1 A2 es doble.
Representaremos analíticamente dicha proyectividad cortando las radiaciones por las caras del tetraedro
fundamental opuestas a sus vértices y tomando en ellas sistemas puntuales y tangenciales asociados: En
la cara A2 A3 A4 serán puntos fundamentales A2 (1, 0, 0) , A3 (0, 1, 0) , A4 (0, 0, 1), y punto unidad la
proyección U1 de U desde A1 . En forma análoga obtendríamos que los puntos fundamentales en la cara
A1 A3 A4 serán A1 (1, 0, 0) , A3 (0, 1, 0) , A4 (0, 0, 1) y el punto unidad U2 , proyección de U
desde A2 .
Sean, ahora, u1 , u2 , u3 , las coordenadas de la sección por A2 A3 A4 de un plano de la radiación de vértice
A1 , y u01 , u02 , u03 las de la sección por A1 A3 A4 del plano homólogo de aquel en la radiación de vértice
A2 . Entre dichas ternas de coordenadas se tendrán las ecuaciones de la forma.
u01 : u02 : u03 = a11 · u1 + a12 · u2 + a13 · u3 : a21 · u1 + a22 · u2 + a23 · u3 : a31 · u1 + a32 · u2 + a33 · u3
u1 = u2 = 0 , u3 = 1
a13 = a23 = 0 .
205
En forma análoga, a partir del plano A1 A2 A4 se deduce que deben corresponderse las rectas
u1 = 0 , u2 = 1 , u3 = −1
y
u01 = 0 , u02 = 1 , u03 = 1
En consecuencia, las ecuaciones de la homografía entre los planos A2 A3 A4 y A1 A3 A4 serán las siguien-
tes:
u01 : u02 : u03 = a11 · u1 : a21 · u1 + a22 · u2 : a31 · u1 + a22 · u2
y por tanto, para la misma homografía, la correspondencia entre los puntos vendrá dada por las ecuacio-
nes
x1 : x2 : x3 = a11 · x01 + a21 · x02 + a31 · x03 : a22 · x02 : a22 · x03 .
x1 : x2 : x3 = y2 : y3 : y4
En forma análoga, para la proyección Y2 de Y desde A2 sobre el plano A1 A3 A4 con el sistema adoptado
en éste, tendrá coordenadas.
x01 : x02 : x03 = y1 : y3 : y4
Eliminando entre las tres últimas igualdades establecidas las x0i , xi (i = 1, 2, 3), deduciremos la ecua-
ción de Π :
a11 · y1 − a22 · y2 + a21 · y3 + a31 · y4 = 0
x1 : x2 : x3 = a11 · x01 + a21 · x02 + a31 · x03 : a22 · x02 : a22 · x03
que representan una proyectividad entre los planos A1 A3 A4 y A2 A3 A4 , en la que se corresponden las
rectas sección por planos de arista A1 A2 , puesto que estas ecuaciones coexisten con las
206
Luego, al proyectar desde los vértices opuestos A2 y A1 , respectivamente, se tienen dos radiaciones
proyectivas con el haz de planos común dobles. Resulta entonces que las rectas homólogas se cortan en
puntos de un plano que es el representado por la ecuación.
Dado que los planos excluidos en los razonamientos anteriores, que han conducido a esta última ecua-
ción, son las caras del tetraedro fundamental, cuyas ecuaciones, que según sabemos son
xi = 0 (i = 1, 2, 3)
y por tanto casos particulares de la anterior, podemos considerar establecido que, todo plano tiene, en
coordenadas proyectivas, una ecuación homogénea de primer grado.
207
Lección 39.- COORDENADAS TANGENCIALES
Fijados cuatro planos a1 , a2 , a3 , a4 independientes, y un quinto plano u que no pasa por ninguno de los
puntos comunes a tres de aquellos, definimos para un plano p que no pasa por el punto de intersección
de los planos a1 , a2 , a3 , a4 , las tres razones dobles siguientes:
ρ 1 = a2 a3 (a1 a4 up)
ρ 2 = a3 a1 (a2 a4 up)
ρ 3 = a1 a2 (a3 a4 up)
Con a2 a3 (a1 a4 up) designamos la razón doble de la cuaterna ordenada sección de la recta común a los
planos a2 , a3 , por los planos a1 , a4 , u, p. La interpretación es análoga para ρ 2 y ρ 3 .
Asimismo definimos:
σ 1 = a1 a4 (a2 a3 up)
σ 2 = a2 a4 (a3 a1 up)
σ 3 = a3 a4 (a1 a2 up)
y procediendo como hicimos en el apartado 38.2 de la lección anterior (proyectando ahora desde la
recta up) se prueba la relación.
ρ 1 ·ρ
ρ 2 ·ρ
ρ3 = 1
lo que está de acuerdo con que ρ 1 , ρ 2 , ρ 3 pueden tomarse como coordenadas tangenciales absolutas de
la sección por el plano a4 del plano p, referido a las rectas sección de a4 por los planos a1 , a2 , a3 , y
como recta unidad la sección por u.
Así mismo, y también por consideraciones análogas a las del mismo apartado 38.2 (caso puntual),
proyectando la recta up resultará.
ρ2
σ1 =
ρ3
ρ3
σ2 =
ρ1
ρ1
σ3 =
ρ2
209
En lugar de las coordenadas absolutas del plano p se toman las coordenadas homogéneas (v1 , v2 , v3 , v4 ),
definidas a menos de un factor no nulo, por las expresiones
v1 v2 v3
ρ1 = , ρ2 = , ρ3 =
v4 v4 v4
v2 v3 v1
σ1 = , σ2 = , σ3 =
v3 v1 v2
v1 v2 v3
ρ1 = , ρ2 = , ρ3 =
v4 v4 v4
ρ 1 = a2 a3 (a1 a4 up)
ρ 2 = a3 a1 (a2 a4 up)
ρ 3 = a1 a2 (a3 a4 up)
un plano p que las tiene como coordenadas proyectivas absolutas. Dicho plano admite la cuaterna
(v1 , v2 , v3 , v4 ) como coordenadas homogéneas.
Lo mismo que en el caso puntual, lo dicho para el vértice a1 , a2 , a3 del tetraedro fundamental, se aplica
a cualquier otro vértice.
En particular, para los a1 , a2 , a3 , a4 resultan las coordenadas (1, 0, 0, 0) , (0, 1, 0, 0) , (0, 0, 1, 0),
(0, 0, 0, 1) respectivamente y para el plano u las (1, 1, 1, 1), razonando en forma análoga a como hici-
mos en el apartado 38.2, en el caso puntual.
Sean A1 , A2 , A3 , A4 los vértices de un sistema de coordenadas proyectivas puntuales, y a1 , a2 , a3 , a4
las caras respectivamente opuestas de dicho tetraedro, que se identifican a los planos de igual desig-
nación de un sistema proyectivo tangencial. Proyectemos el punto unidad U del sistema puntual desde
cada arista sobre la arista opuesta. Así, por ejemplo, si desde la A1 A2 lo proyectamos sobre la A3 A4 ,
obtenemos el punto U34 (1, 1, 0, 0). El conjugado armónico de U34 , respecto de A3 , A4 será el pun-
to U012 (1, −1, 0, 0) como se deduce considerando la coordenada proyectiva λ 3 de los cuatro puntos
A3 , A4 , U34 , U034 .
Los seis puntos U0ij así obtenidos, sobre las aristas, estarán evidentemente sobre el plano de ecuación
puntual.
x1 + x2 + x3 + x4 = 0
210
Tomaremos este plano como plano u del sistema tangencial de planos fundamentales a1 , a2 , a3 , a4 .
Consideremos ahora el plano p de ecuación.
p1 · x1 + p2 · x2 + p3 · x3 + p4 · x4 = 0
y calculemos sus coordenadas en dicho sistema tangencial, supuesto que no pasa por A4 .
Se tiene
ρ 1 = a2 a3 (a1 a4 up) = (A4 A1 U014 P14 )
siendo P14 la intersección de p con la arista A1 A4 del tetraedro fundamental. Las coordenadas de P14 se
obtienen añadiendo a la ecuación
p1 · x1 + p2 · x2 + p3 · x3 + p4 · x4 = 0
las de la arista A1 A4 :
x2 = 0
x3 = 0
x1
λ3 =
x4
de la cuaterna
ρ 1 = (A4 A1 U014 P14 )
deducimos
p4 p4 p1
ρ 1 = (0, ∞ , −1, − ) = (−1, − , 0, ∞ ) = .
p1 p1 p4
En forma análoga resultaría.
p2 p3
ρ2 = , p3 = .
p4 p4
De estas expresiones de las ρ 1 se deducen las coordenadas homogéneas del plano dado:
v1 : v2 : v3 = p1 : p2 : p3 : p4 .
p1 · x1 + p2 · x2 + p3 · x3 + p4 · x4 = 0
es la condición de incidencia del punto (x1 , x2 , x3 , x4 ) con el plano (p1 , p2 , p3 , p4 ), supuesto que
los sistemas de referencia son asociados.
211
Suponiendo (x1 , x2 , x3 , x4 ) dados, a menos de un factor no nulo, y (p1 , p2 , p3 , p4 ) variables, la ecua-
ción
p1 · x1 + p2 · x2 + p3 · x3 + p4 · x4 = 0
Puntos y planos se manejan igual, desde un punto de vista algebraico, lo que expresa la ley de dualidad
en el espacio proyectivo: De toda proposición en la que intervengan puntos, rectas y planos, se deduce
otra, igualmente cierta, al cambiar puntos por planos, planos por puntos y rectas por rectas, entendiendo
que el plano determinado por tres puntos se sustituye por un punto intersección de tres planos, y recípro-
camente, mientras que a la recta que une dos puntos corresponde la recta intersección de dos planos, y
recíprocamente.
En virtud de la ley de dualidad en el espacio bastará tratar el cambio de coordenadas puntuales. Sea
(A1 , A2 , A3 , A4 , U) la nueva figura fundamental determinada respecto de la antigua por las ecuaciones.
tomados en el punto P y en el punto U, valores estos últimos que designaremos pi (i = 1, 2, 3, 4). Así,
por ejemplo, supuesto que P no es de A1 A2 A3 , se obtiene utilizando el haz de planos de aristas A2 A3
de ecuación
p1 + µ · p4 = 0
p1 p1 p1 p4
λ 01 = A2 A3 (A1 A4 U P) = ∞ , 0, ,− = :
p4 p4 p1 p4
y análogamente
p2 p4 p3 p4
λ 02 = : , λ 03 = :
p2 p4 p3 p4
212
de manera que, introduciendo las coordenadas homogéneas por las ecuaciones
x0i
λ 0i = (i = 1, 2, 3)
x04
resultarán las fórmulas de cambio buscadas:
p1 p2 p3 p4
x01 : x02 : x03 : x04 = : : :
p1 p2 p3 p4
y
A1 (1, 1, 0, 0), A2 (1, −1, 0, 0), A3 (6, 2, 1, 2), A4 (1, 1, 0, 1), U(6, 4, 1, 1)
213
Del primero diremos que es el sistema antiguo y del segundo que es el nuevo, determinado éste por las coordenadas
de sus puntos fundamentales en el sistema antiguo.
En primer lugar deberemos normalizar el segundo sistema (el primero ya lo está); así tendremos
es decir
6 = a+b+6·c+d
4 = a−b+2·c+d
1= c
1= 2·c+d
Nos permite lo anterior poder escribir directamente la ecuación matricial del cambio de base:
X A X´
x1 2 -1 6 -1 x1́
x2 2 1 2 -1 x´2
x3
= 0 0 -1 0
x3́
x4 0 0 2 -1 x4́
_ Coordenadas
Coordenadas
_ _ _
en el sistema A1 en el sistema
A2 A3 A4 nuevo
antiguo
Si lo que queremos es expresar las coordenadas en el sistema nuevo, en función de las correspondientes en el sistema
antiguo, bastará con calcular la inversa de la matriz A, sea la B, y multiplicar por B la anterior ecuación matricial.
B · X = B · A · X0
214
tendremos
1 1 1
x0 −1 − x1
1 4 4 2
1 1
x0 x
− 2 0 2
2
2 2
=
·
0
x
3 0 0 1 0 x3
x04 0 0 2 −1 x4
| {z } | {z } | {z }
X0 B = A−1
X
Así, podremos escribir las ecuaciones de cambio de base bajo las dos formas siguientes:
1.- Coordenadas antiguas en función de las nuevas:
x1 = 2 · x01 − x02 + 6 · x03 − x04
2 · x01 x02 2 · x03 − 0
x2 = + + x
4
x3 = x03
2 · x03 x04
x4 = −
1 1 1
x01 = ·x + ·x − x3 − x4
4 1 4 2
2
1 1
x02
= − ·x + ·x + 2 · x3
2 1 2 2
x03
= x3
x04
= 2 · x3 − x4
215
(4, 8, 1, 2) Sistema nuevo _
P (1, 0, 0, 0)
(1, 4, 1, 0) A1
(1, 1, 0, 0)
_ _
(0, 0, 0, 1) (1, 1, 1, 1)
A4 U
(1, 1, 0, 1) (6, 4, 1, 1)
A4 (0, 0, 0, 1)
_
_ (0, 1, 0, 0)
(0, 0, 1, 0) A2
A3 (1,-1, 0, 0)
(6, 2, 1, 2)
U (1, 1, 1, 1) A 3 (0, 0, 1, 0)
A1 (1, 0, 0, 0) A 2 (0, 1, 0, 0)
Sistema antiguo
Las ecuaciones de cambio de coordenadas nos permiten afirmar que las coordenadas del punto P son, respecto al
sistema antiguo: P(4, 8, 1, 2), y respecto al sistema nuevo; P(1, 4, 1, 0) .
216
Lección 40.- PROYECTIVIDADES EN EL ESPACIO
Al igual que en el caso del plano, estudiado en la Lección 17, puede darse aquí una interpretación de
las coordenadas proyectivas, tanto puntuales como tangenciales, mediante los cocientes de distancia, con
signo, a las caras o a los vértices en el caso de las tangenciales.
Los razonamientos, análogos a los que se hicieron en el caso del plano, nos permiten escribir, por ejemplo
para las puntuales:
p1 p2 p3 p4
x1 : x2 : x3 : x4 = : : :
u1 u2 u3 u4
siendo p1 , p2 , p3 , p4 las distancias del punto P, de coordenadas (x1 , x2 , x3 , x4 ), a los planos opuestos
a los vértices A1 , A2 , A3 , A4 , respectivamente, y u1 , u2 , u3 , u4 las distancias de U a dichos planos.
También las coordenadas cartesianas son un caso particular de las proyectivas: El plano A1 A2 A3 coincide
con el plano impropio y los haces de aristas A1 A2 , A2 A3 , A3 A1 son de planos paralelos. Además el
primer plano de cada una de las cuaternas
λ 1 = A2 A3 (A1 A4 UP)
λ 2 = A3 A1 (A2 A4 UP)
λ 3 = A1 A2 (A3 A4 UP)
es el impropio, con lo cual, al cortar dichas cuaternas de planos por las aristas opuestas del
tetraedro, llamando P01 , U01 ; P02 , U02 ; P03 , U03 , a las proyecciones de P, U respectivamente sobre las aristas
A4 A1 , A4 A2 , A4 A3 se obtienen:
A4 P1 A4 P 2 A4 P3
λ 1 = (∞
∞, A4 , A1 , P1 ) = (P1 U1 A4 ) = , λ2 = , λ3 =
A4 U1 A4 U2 A4 U3
Supuesto que U está en la recta igualmente inclinada sobre las aristas A4 A1 , A4 A2 , A4 A3 , y tomando
A4 U1 = A4 U2 = A4 U3 = 1
resulta, de las expresiones anteriores, que λ 1 , λ 2 , λ 3 pueden considerarse como coordenadas cartesianas
relativas a los ejes A4 A1 , A4 A2 , A4 A3 , y al punto unidad U.
En este sistema cartesiano, el plano de ecuación
λ 1 +λ
λ 2 +λ
λ3 +1 = 0
217
resulta polar de U, respecto del tetraedro, con lo cual las coordenadas tangenciales de un plano, en el
sistema tangencial asociado, pueden tomarse iguales a los coeficientes de la ecuación puntual de dicho
plano.
Según sabemos una recta queda determinada, bien por dos puntos, bien como intersección de dos planos.
Veamos, en primer lugar, su representación en coordenadas puntuales.
Si la recta r se determina como intersección de dos planos se representará por medio del sistema de
ecuaciones formado por las ecuaciones de dichos planos.
Π1 ≡ x1 + x2 + 3 · x3 − 5 · x4 = 0
Π2 ≡ 2 · x1 − x2 + 5 · x3 − 6 · x4 = 0
Ahora bien, si la recta r se determina por dos puntos Y(y1 , y2 , y3 , y4 ), Z(z1 , z2 , z3 , z4 ) la representa-
remos paramétricamente como sigue:
xi = λ · yi + µ · zi (i = 1, 2, 3, 4)
El razonamiento para obtener esta representación es el siguiente: La recta no puede cortar a todas las
aristas del tetraedro fundamental. En el supuesto de que no corta a la A1 A2 , sean Y1 , Z1 ; Y2 Z2 , las
proyecciones de Y, Z, desde A1 , A2 , respectivamente sobre las caras opuestas del tetraedro fundamental.
Teniendo en cuenta lo que dijimos en apartado 13.2, de la Lección 13, resulta que las coordenadas de
4
Y1 , Z1 , referidas al triángulo A2 A3 A4 y punto unidad U1 , proyección de U desde A1 , son Y(y2 , y3 , y4 ),
Z(z2 , z3 , z4 ) y por tanto la representación paramétrica de la recta Y1 Z1 , en el plano A2 A3 A4 viene dada
por las fórmulas.
xi = λ · yi + µ · zi (i = 2, 3, 4)
Análogamente
xi = λ · y0i + µ · z0i (i = 1, 3, 4)
218
Si X es un punto cualquiera de r, y son X1 , X2 sus proyecciones desde A1 , A2 , respectivamente sobre
las caras opuestas, las coordenadas de X1 , en A2 A3 A4 , se obtienen de las
xi = λ · yi + µ · zi (i = 2, 3, 4)
xi = λ · y0i + µ · z0i (i = 1, 3, 4)
para los valores de λ 0 , µ 0 , definidos a menos de un factor no nulo. Además, la proyección X12 de X desde
la arista A1 A2 sobre la arista A3 A4 puede obtenerse proyectando desde A2 , X1 , o bien desde A1 , X2 . En
el primer caso sus coordenadas resultan:
x1 = x2 = 0 x3 = λ · y3 + µ · z3 , x4 = λ · y4 + µ · z4
y en el segundo
x1 = x2 = 0 x3 = λ 0 · y3 + µ 0 · z3 , x4 = λ 0 · y4 + µ 0 · z4
y3 · z4 − y4 · z3 6= 0
xi = λ · y0i + µ · z0i (i = 1, 3, 4)
u i = λ · v i + µ · wi (i = 1, 2, 3, 4)
que dan las coordenadas de un plano cualquiera por r. Si lo que se conociesen fuesen dos puntos, dados
por sus ecuaciones, el sistema formado por éstas da una representación implícita de la recta en tangen-
ciales.
219
40.3 Proyectividad en el espacio
Llamaremos proyectividad a toda biyección entre formas de 3a categoría que conserve las incidencias.
Evidentemente una proyectividad, entre formas de 3a categoría, transforma formas de 2a categoría en
formas de 2a categoría, subordinando entre formas análogas una proyectividad en el sentido que ya
conocemos. Asimismo, a una figura de 1a categoría corresponderá proyectívamente otra también de 1a
categoría.
Si los elementos homólogos en una proyectividad son ambos puntos o planos, a la proyectividad la
llamaremos homografía o colineación.
Si por el contrario, a los puntos corresponden planos y a los planos corresponden puntos, la proyectividad
recibirá el nombre de correlación o reciprocidad.
Siguiendo un camino análogo al del plano, estas definiciones permiten hallar fácilmente la representación
analítica de una proyectividad.
Veamos, con un ejemplo, el caso de una colineación:
Ejemplo 1. Establecer las ecuaciones de la colineación determinada por los puntos homólogos.
A(2, 0, 0, 1) −−−−−−−−−−−−
→ A0 (0, 0, 2, 1)
B(0, 1, 0, 3) −−−−−−−−−−−−→ B0 (0, 2, 2, 0)
C(2, 2, 2, 0) −−−−−−−−−−−−→ C0 (1, 0, 1, 1)
D(2, 0, 1, 0) −−−−−−−−−−−−→ D0 (1, −2, −2, 0)
E(4, 0, 4, 2) −−−−−−−−−−−−→ E0 (2, 1, 4, 6)
es decir
4 = 2·a +2·c+2·d
b+2·c
4=
1= 2·c +d
1= a+3·b
A(−28, 0, 0, −14) , B(0, 8, 0, 24) , C(−8, −8, −8, 0) , D(56, 0, 28, 0) , E(20, 0, 20, 10)
220
y también
A(−14, 0, 0, −7) , B(0, 4, 0, 12) , C(−4, −4, −4, 0) , D(28, 0, 14, 0) , E(10, 0, 10, 5)
es decir
2= +c +d
2·b −2·d
1=
4 = 2·a+2·b +c−2·d
6= a +c
A0 (0, 0, −6, −3) , B0 (0, −13, −13, 0) , C0 (9, 0, 9, 9) , D0 (−7, 14, 14, 0) , E0 (2, 1, 4, 6)
El problema se replantea entonces como sigue: Establecer las ecuaciones de la proyectividad determinada por los
puntos homólogos:
A(−14, 0, 0, −7) −−−−−−−−−−−−
→ A0 ( 0, 0, −6, −3)
B( 0, 4, 0, 12) −−−−−−−−−−−−
→ B0 ( 0, −13, −13, 0)
C( −4, −4, −4, 0) −−−−−−−−−−−−
→ C0 ( 9, 0, 9, 9)
D( 28, 0, 14, 0) −−−−−−−−−−−−
→ D0 (−7, 14, 14, 0)
E( 10, 0, 10, 5) −−−−−−−−−−−−
→ E0 ( 2, 1, 4, 6)
221
0= 4 · b12 + 12 · b14
−13 = 4 · b22 + 12 · b
24
−13 = 4 · b32 + 12 · b34
0= 4 · b42 + 12 · b44
9 = −4 · b11 − 4 · b12 − 4 · b13
0 = −4 · b21 − 4 · b22 − 4 · b23
−7 = 28 · b11 + 14 · b13
28 · b21 + 14 · b23
14 =
14 = 28 · b31 + 14 · b33
0= 28 · b41 + 14 · b43
Resolviendo tendremos
7 21 1 7
b11 = − , b12 = − , b13 = , b14 =
20 10 5 10
9 11 1 9
b21 = , b22 = − , b23 = , b24 = −
20 20 10 10
5 43 10 4
b31 = , b32 = − , b33 = − , b34 = −
7 28 7 7
27 171 27 57
b41 = − , b42 = − , b43 = , b44 =
140 70 70 70
Luego, la ecuación de la proyectividad, en su forma matricial será:
7 21 1 7
x01 − − x1
20 10 5 10
0
x 9 11 1 9
x2
2 − −
20 20 10 10
= ·
0
x3 5 x
−
43
−
10
− 3
4
7 28 7 7
x0 x
4 27 4
171 27 57
− −
140 70 70 70
222
Siendo, por tanto, las ecuaciones de la proyectividad que nos habíamos planteado, las siguientes:
7 21 1 7
x01 − ·x − ·x ·x ·x
= + +
20 1 10 2 5 3 10 4
9 11 1 9
x02
= ·x − ·x + ·x − ·x
20 1 20 2 10 3 10 4
5 43 10 4
x03
= ·x − − ·x − · x3 − ·x
7 1 28 2 7 4
7
27 171 27 57
x04
= − ·x − · x2 + ·x + ·x
140 1 70 3 70 4
70
Veamos ahora el caso de una correlación: Sean A1 , A2 , A3 , A4 , U, cinco puntos, de cuatro en cuatro in-
dependientes, de una de las formas, y a1 , a2 , a3 , a4 , u, cinco planos de cuatro en cuatro independientes,
respectivamente homólogos de aquellos en la otra forma. Adoptamos como figuras fundamentales, de
sendos sistemas puntual y tangencial a los que se refieren las formas correspondientes, los cinco puntos
y los cinco planos considerados.
Sea P(x1 , x2 , x3 , x4 ) un punto cualquiera de la primera figura y p(v1 , v2 , v3 , v4 ) el plano homólogo de
P, en la segunda forma.
El punto P no puede pertenecer a las cuatro caras del tetraedro fundamental. Supongamos, por ejemplo,
que no pertenece a A1 A2 A3 , con lo cual p no pertenece a la radiación de vértice a1 a2 a3 . Para P están
definidas las coordenadas absolutas.
xi
λi = (i = 1, 2, 3)
x4
es decir
xi vi
=
x4 v4
y por tanto, se obtienen las siguientes ecuaciones de la correlación.
x1 : x2 : x3 : x4 = v1 : v2 : v3 : v4
223
Si las figuras fundamentales no se corresponden, efectuando un cambio de coordenadas se llega a la
forma general siguiente de las ecuaciones de una correlación:
ρ · x1 = a11 · v1 + a12 · v2 + a13 · v3 + a14 · v4
ρ ·x = a ·v +a ·v +a ·v +a ·v
2 21 1 22 2 23 3 24 4
ecuaciones que, en virtud de la independencia de los cuatro puntos homólogos de los planos ui = 0
(i = 1, 2, 3, 4) son resolubles en las vi .
A(2, 0, 0, 1) −−−−−−→ R1 ≡ 2 · x3 + x4 = 0
B(0, 1, 0, 3) −−−−−−→ R2 ≡ 2 · x2 + 2 · x3 =0
C(2, 2, 2, 0) −−−−−−→ R3 ≡ x1 + x3 + x4 = 0
D(2, 0, 1, 0) −−−−−−→ R4 ≡ x1 − 2 · x2 − 2 · x3 =0
E(4, 0, 4, 0) −−−−−−→ R5 ≡ 2 · x1 + x2 + 4 · x3 + 6 · x4 = 0
El problema se reduce, como en el caso del plano a determinar la ecuación de la colineación γ 0 definida por:
problema, éste, que resolvimos en el ejemplo anterior, siendo la ecuación de la tal colineación la siguiente:
7 21 1 7
y01 − − y1
20 10 5 10
0
y 9 11 1 9
y2
2 − −
20 20 10 10
= ·
0
y3 5 y
−
43
−
10
− 3
4
7 28 7 7
y0 y
4 27 4
171 27 57
− −
140 70 70 70
La interpretación en el caso que nos ocupa es que los elementos de la cuaterna (y01 , y02 , y03 , y04 ) son los coeficientes
del plano, del punto de coordenadas (y1 , y2 , y3 , y4 ).
224
Con la experiencia de que ya disponemos podemos pasar a escribir directamente la ecuación matricial de la correla-
ción buscada.
7 21 1 7
− − y1
20 10 5 10
9 11 1 9
y2
− −
h i 20 20 10 10
x1 x2 x3 x4 = · = 0
y
5 43 10 3
4
− − −
7 28 7 7
y
4
27 171 27 57
− −
140 70 70 70
7 21 1 7 9 11 1 9
− · y1 − · y2 + · y3 + · y4 · x1 + · y1 − · y2 + · y3 − · y4 · x2 +
20 10 5 10 20 20 10 10
5 43 10 4 27 171 27 57
+ · y1 − · y2 − · y3 − · y4 · x3 + − · y1 − · y2 + · y3 + · y4 · x4 = 0
7 28 7 7 140 70 70 70
Así, por ejemplo, al punto P(0, 0, 30, 70) le correspondería, por la correlación γ , el plano:
1 7 1 9 10 4 27 57
5 · 30 + 10 · 70 · x1 + 10 · 30 − 10 · 70 · x2 + − 7 · 30 − 7 · 70 · x3 + 70 · 30 + 70 · 70 · x4 = 0
es decir
77 · x1 − 84 · x4 − 116 · x3 + 96 · x4 = 0
225
Lección 41.- EL PROBLEMA DE LOS SATÉLITES
En la Lección 37 estudiamos las homologías y sus propiedades, y en particular, sin apenas detenernos,
pasamos al caso de las homologías entre formas planas superpuestas. Volviendo ahora al caso de pla-
nos homológicos no superpuestos vamos a plantearnos las siguiente cuestión ¿Es posible determinar la
distancia entre dos puntos del primer plano midiendo sobre su imagen en el segundo plano, y eso sin
importar cual sea la posición del centro de la homología y cual su eje? Vamos a comprobar que bastará
disponer de las dimensiones de una figura en el primer plano, por ejemplo un rectángulo, y su correspon-
diente imagen por la homología en el segundo, sobre el que mediremos, para resolver el problema. El
procedimiento consistirá en determinar las coordenadas de cada uno de los puntos, cuya distancia quere-
mos determinar, hecho lo cual el resultado será trivial. Veamos como determinamos las coordenadas de
uno de los puntos, respecto de un sistema de referencia cartesiano, que puede ser cualquiera. Las figuras
siguientes, con el razonamiento correspondiente nos apuntan la solución:
P∞
(PQR)
B L (PQRX) = = PR : PX
C (PQX) QR QX
∞
a
X
M T
(P∞QRX) = (XRQ) = QX
QR
Q∞
A N Unidad
D
Coordenada
cartesiana
b
227
P´ (P´N´L´X´) = (P∞NLX) = NX
NL
NX = NL · (P´N´L´X´) = a · r
Im
a
a r
ge
nd
e la
rec
MX = MT · (Q´M´T´X´) = b · s
B´
ta
b
im
s
L´
pro
pia
de
l pr
ime
C´
rp
M´
lan
X´
o
T´
A´
N´
D´ Q´
Imagen homológica de la anterior
figura, en el segudo plano
Y(y1, y2)
a=100 , y)
d(x
X(x 1 , x 2 )
x
A D
b=200
228
Consideremos, ahora, la imagen homológica, en el segundo plano, del rectángulo anterior:
P´
B´
L´
M´´
L´´
C´
M´
Y´ T´´
X´
A´
T´
N´
N´´ D´ Q´
X(54.983 , 20.452)
Y(135.107 , 62.791)
En consecuencia, la distancia que nos interesa, es decir la que existe entre los puntos X e Y del primer
plano será:
p p
d(X, Y) = (x1 − y1 )2 + (x2 − y2 )2 = (54.983 − 135.107)2 + (20.452 − 62.791)2 =
p √
= (80.124362 + 42.3392 = 6419.9 + 1792.6 =
√
= 8212.51 = 90.623
229
41.3 La geometría en el plano homológico
Resulta muy curioso cómo se ve, en la homología que estamos estudiando, la geometría del primer plano
en el segundo plano.
Por ejemplo: Las rectas paralelas del primer plano se transforman en rectas de un haz de vértice finito,
y por tanto sus perpendiculares en otro haz, también de vértice finito; ambos vértices situados sobre
la recta propia imagen de la impropia del primer plano. Así, en el segundo plano podríamos llamar
“paralelas” a todas las rectas de un haz de vértice un punto de la recta en que se transforma la impropia
del primer plano, y “perpendiculares” a éstas las de otro haz también de vértice sobre la misma recta, la
transformada de la impropia del primer plano. Sin embargo esos dos vértices no pueden ser cualesquiera,
sino que deben ser las imágenes de los correspondientes puntos impropios, del primer plano, de las rectas
que nos van a proporcionar esas “paralelas” y “perpendiculares” en el segundo plano, cuya determinación
no resulta difícil.
P´ Imagen de la recta
impropia del primer
plano
``paralelas´´
B´
L´
``perpendiculares´´
C´
M´ X´
A´ T´
N´
D´
Q´
230
Lección 42.- EL NÚMERO DE ORO
Dentro del mundo de la matemática, y en particular de los números irracionales, nos resultan viejos
conocidos algunos de los cuales hasta poseen nombre propio, por ejemplo π y e:
π = 3.14159265358979 · · ·
e = 2.71828182845904 · · ·
En particular, existe otro no tan popular, pero no por ello menos interesante; es el conocido como el
número de oro: √
1+ 5
Φ= = 1.61803398874989 · · ·
2
íntimamente ligado a la generación de figuras de gran belleza y perfección, no sólo geométricas sino con
la naturaleza y las creaciones humanas.
Para su determinación nos apoyaremos en algo tan sencillo como la división de un segmento en media
y extrema razón. Así, dado un segmento PQ, diremos que un punto R lo divide en media y extrema
razón cuando la parte mayor PR es media proporcional entre el segmento total PQ y la parte menor RQ
P R Q
a x
x y x
=
y
a
La parte mayor, x, recibe el nombre de segmento áureo del segmento total PQ . (x es el segmento áureo
de a).
Por otra parte,
a x x a−x x y
= =⇒ = =⇒ = ,
x y y x−y y x−y
231
lo que significa que, la parte menor, y , del segmento PQ, dividido en media y extrema razón es, por
tanto, segmento áureo de la parte mayor, x . (y es el segmento áureo de x).
P R
y
x
La construcción del segmento áureo, x, de un segmento dado, PQ, se puede hacer como se indica a
continuación:
R
QR = PQ
reo
áu
to
m en
seg
P Q
x y
segmento dado
Resulta, igualmente, sencilla la construcción de un segmento, PQ, conocido su segmento áureo, x. Veá-
moslo en la figura siguiente:
XM = PX
Q
l
o tota
m ent
seg
P X
segmento áureo dado
232
Ligadas a las construcciones anteriores tenemos las del dibujo del decágono y del pentágono. Así, si OP,
es el radio de la circunferencia en la que vamos a inscribir un decágono, la determinación de su lado,
PR, se hará como sigue:
Q
OP = OQ
radio de la circunferencia
circunscrita al decágono
el
od
lad gono R
á
dec
P O
radio de la circunferencia
circunscrita al decágono
R
decágono
O
P
pentágono
Volviendo la principio, vamos a calcular el número de oro, Φ . Para ello replanteamos lo anterior en la
forma siguiente:
P R Q
1 x-1
x
233
La partición de x lo será en media y extrema razón, es decir será una partición áurea cuando se verifique:
x 1
=
1 x−1
x2 − x − 1 = 0 ,
x2 − x − 1 = 0 ,
se verificará
Φ 2 −Φ
Φ − 1 =⇒ Φ 2 = Φ + 1
Φ 3 = Φ 2 +Φ
Φ
Φ4 = Φ3 +Φ
Φ2
Φ 5 = Φ 4 +Φ
Φ3
Φ 6 = Φ 5 +Φ
Φ4
·············
·············
lo que se traduce en que, cualquier potencia de Φ es igual a la suma de las dos potencias anteriores, es
decir: Φ n = Φ n−1 +Φ
Φn−2 .
234
De las igualdades anteriores se deducen inmediatamente las siguientes
Φ 3 = Φ 2 +Φ
Φ = (Φ Φ = 2 ·Φ
Φ + 1) +Φ Φ+1
Φ4 = Φ3 +Φ
Φ2 = (2 ·Φ Φ + 1) = 3 ·Φ
Φ + 1) + (Φ Φ+2
Φ 5 = Φ 4 +Φ
Φ3 = (3 ·Φ
Φ + 2) + (2 ·Φ
Φ + 1) = 5 ·Φ
Φ+3
Φ 6 = Φ 5 +Φ
Φ4 = (5 ·Φ
Φ + 3) + (3 ·Φ
Φ + 2) = 8 ·Φ
Φ+5
Φ 7 = Φ 6 +Φ
Φ5 = (8 ·Φ
Φ + 5) + (5 ·Φ
Φ + 3) = 13 ·Φ
Φ+8
······················································
lo que nos muestra que, para obtener cualquier potencia de Φ basta multiplicar el propio Φ por un número
que es la suma de los coeficientes de la potencia anterior, y sumarle un número que es el coeficiente de
la tal potencia anterior.
Veamos, ahora, que relación guarda lo anterior con la llamada sucesión de Fibonacci, que vamos a
establecer:
u1 = 1 , u2 = 1 , u3 = 2 , u4 = 3 , u5 = 5 , u6 = 8 , u7 = 13 , · · · · · ·
Como curiosidad se tiene que: los números de Fibonacci coinciden con la sucesión de los coeficientes del
cociente que se obtiene al dividir 1 entre 1 − x − x2 :
1 1 − x − x2
−1 + x + x2
1 + x + 2 · x2 + 3 · x3 + 5 · x4 + 8 · x5 + · · · · · ·
x + x2
−x + x2 + x3
2 · x2 + x3
−2 · x2 + 2 · x3 + 2 · x4
3 · x3 + 2 · x4
−3 · x3 + 3 · x4 + 3 · x5
5 · x4 + 3 · x5
−5 · x4 + 5 · x5 + 5 · x6
8 · x5 + 5 · x6
−8 · x5 + 8 · x6 + 8 · x7
13 · x6 + 8 · x7
···············
···············
235
Si retomamos las igualdades obtenidas antes
Φ 3 = 2 ·Φ
Φ+1
Φ 4 = 3 ·Φ
Φ+2
Φ 5 = 5 ·Φ
Φ+3
Φ 6 = 8 ·Φ
Φ+5
Φ 7 = 13 ·Φ
Φ+8
··············
podemos observar que los coeficientes de las sucesivas potencias de Φ son dos términos consecutivos de
la sucesión de Fibonacci. Así, si an es el término de lugar n de la sucesión de Fibonacci, podemos poner
como expresión general, de las potencias de Φ , la siguiente:
Φ n = an ·Φ
Φ + an−1 .
Si calculáramos ahora el cociente entre cada uno de los términos de la sucesión de Fibonacci y el anterior,
an
es decir , podemos observar que al principio los resultados tienen poco que ver con Φ , pero si no
an−1
nos desanimamos, y continuamos, resulta que ya, a partir del décimo término, la diferencia con Φ , es
menor que una milésima:
an
Término Valor Diferencia con Φ
an−1
1 1
2 1 1.000000000000000 −0.618033988749895
······ ······ ······ ······
10 55 1.618034055727554 −0.000386929926365
······ ······ ······ ······
19 4181 1.618034055727554 +0.000000066977659
20 6765 1.618033963166707 −0.000000025583188
······ ······ ······ ······
lo que nos muestra que para tener aproximaciones del número Φ no hace falta sacar decimales en ninguna
raíz, sino que bastará con dividir términos de la sucesión de Fibonacci lo que nos permite afirmar que:
El número de oro, Φ , es el límite de la sucesión de los cocientes de Fibonacci.
236
Veamos unas relaciones muy curiosas:
a.- La suma de diez términos consecutivos de la sucesión es siempre un múltiplo de 11, y esa suma es 11
veces el término que ocupa el séptimo lugar de los sumandos.
Ejemplo 1. 1 + 1 + 2 + 3 + 5 + 8 + 13 + 21 + 34 + 55 = 143 = 11 · 13
Ejemplo 2. 21 + 34 + 55 + 89 + 144 + 233 + 377 + 610 + 987 + 1597 = 4147 = 11 · 377
b.- La suma de un número n cualquiera de términos de la sucesión, desde el primero, es igual al término
que ocupa la posición n + 2 tras restarle una unidad, es decir
1 + 1 + 2 + 3 + 5 + 8 + · · · · · · + an = an−2 − 1
Ejemplo 3. 1 + 1 + 2 + 3 + 5 + 8 + 13 + 21 + 34 + 55 + · · ·
n = 8, n + 2 = 10 : S8 = 1 + 1 + 2 + 3 + 5 + 8 + 13 + 21 = 54
a10 = 55 , a10 − 1 = 55 − 1 = 54
3 + 5 + 8 + 13 + 21 = 50 = 55 − 5
(a26 = 64 , a5 · a7 = 5 · 13 = 65) =⇒ 64 − 65 = −1
(a25 = 25 , a4 · a6 = 3 · 8 = 24) =⇒ 25 − 24 = +1
e.- Los números de la sucesión que son primos sólo pueden ocupar lugares n que sean primos. Lo
contrario no es cierto, por ejemplo: a19 = 4181 = 37 · 113, que no es primo.
Nos dice el Teorema de Pitágoras que: El cuadrado de la hipotenusa, en un triángulo rectángulo, es igual
a la suma de los cuadrados de los catetos, es decir:
237
Cuando los valores a, b, c son números enteros decimos que la terna (a, b, c) es pitagórica.
Ejemplo 1. La terna (5, 4, 3) es pitagórica: 52 = 42 + 32
No es fácil, sin más, determinar ternas pitagóricas, problema que nos resuelve el conocimiento de la
sucesión de Fibonacci. El método consiste en elegir cuatro términos consecutivos, de esa sucesión, y
formar los tres números siguientes:
1o .- El producto de los dos de los extremos.
2o .- El doble del producto de los dos centrales.
3o .- La suma de los cuadrados de los dos centrales.
Ejemplo 2. Consideremos los cuatro términos consecutivos de la sucesión de Fibonacci: 3, 5, 8, 13 , y procedamos
como hemos dicho:
1o .- 3 · 13 = 39
2o .- 2 · (5 · 8) = 80
3o .- 52 + 82 = 89
892 = 7921
802 = 6400
392 = 1521
Una de las disposiciones numéricas más conocidas es el denominado triángulo de Pascal, conocido
también con el nombre de triángulo de Tartaglia, que se escribe como sigue:
1
( 10 ) ( 11 )
( 20 ) ( 21 ) ( 22 )
( 30) (31) ( 32) ( 33)
( 40 ) ( 41) ( 42 ) ( 43 ) ( 44 )
···································································
en el que cada término es la suma de los dos que tiene encima, respondiendo a que todo número combi-
natorio se puede expresar como suma de dos, de la forma siguiente:
m m−1 m−1
= +
n n n−1
238
En la práctica, con la interpretación anterior, se suele escribir así:
1
m = 1······················ 1 1
m = 2 ·················· 1 2 1
m = 3 ·············· 1 3 3 1
m = 4 ·········· 1 4 6 4 1
m = 5 ······ 1 5 10 10 5 1
············································
Su propia definición indica su relación con la sucesión de Fibonacci. Observemos que basta con sumar, en
diagonal los elementos del triángulo, para conseguir la sucesión de Fibonacci. Deformando ligeramente
el triángulo se comprueba fácilmente:
1
1 Sucesión de Fibonacci
1 2
3
1 1 5
8
1 2 1 13
21
1 3 3 1
···
···
···
1 4 6 4 1
···
···
···
1 5 10 10 5 1
···
···
···
1 6 15 20 16 6 1
···
···
1 ·······································
Triángulo de Pascal
x2 − x − 1 = 0
1, Φ , Φ 2 , Φ 3 , · · · · · · , Φ n , · · · · · ·
es una progresión geométrica, caracterizada por la propiedad de que todo término es igual a la suma
de los dos precedentes, propiedad ésta de la que goza la sucesión de Fibonacci. Podemos, por tanto
establecer, para el número de oro, su correspondiente triángulo, análogo al estudiado triángulo de Pascal,
razonando en todo como en aquél. Así tendríamos:
239
1
Φ 1
Φ 1+Φ 1
Φ 1+2·Φ 2+Φ 1
Φ 1+3·Φ 3+3·Φ 3+Φ 1
············································
1
1
Φ
1 Φ 2
Φ
1+Φ 3
Φ
Φ 1 1+2·Φ
Φ4
2+3·Φ
Φ5
Φ 1+Φ 1 3+5·Φ
···········································
····
···········································
·
····
Φ 1+2·Φ 2+Φ 1
····
····
·
····
····
·
····
········································································
·
Φ
····
··
Vamos a llegar a lo que denominaremos triángulo áureo estudiando un poco más el pentágono regular,
cuya construcción abordamos en el apartado 1, en conexión directa con el que allí llamamos segmento
áureo.
La siguiente figura nos muestra un pentágono regular en el que se han dibujado sus diagonales, y puesto
de manifiesto los ángulos que nos van a interesar.
B
A G
C
o o
36 o 72
108
F
E D
240
En rojo está dibujado el pentágono regular, y en azul el que se denomina pentágono estrellado.
Observemos que los ángulos que hemos destacado, 36o , 72o y 108o , son múltiplos de 36, en la relación,
que luego utilizaremos: 108 = 3 · 36 y 72 = 2 · 36
Observemos, asimismo, que aparecen diversos triángulos isósceles, pero que sólo hay tres tipos diferen-
4 4 4
tes: los ABE, ABG y AFG, siendo los demás semejantes a algunos de éstos Por otra parte, sólo hay
cuatro segmentos de longitudes en ellos: BE = a, AB = AE = b, AG = BG = AF = c y GF = d, que
además guardan la relación: a>b>c>d
4
Tomemos, ahora, como unidad el lado ED, y consideremos el triángulo isósceles EBD:
B
l
F
l-1 1 o
36
o
36
E D
1
4 4
Observemos que los triángulos EBD y FDE son semejantes, luego se verificará
EB ED
=
ED EF
Como ED = FD = FB = 1 y EF = EB − 1, al hacer la sustitución correspondiente en la igualdad ante-
rior, tendremos:
EB 1 2 2
= =⇒ EB − EB = 1 =⇒ EB − EB − 1 = 0
1 EB − 1
y en definitiva √
1+ 5
EB = =Φ
2
Queda de esta manera establecido que la relación entre la diagonal y el lado de un pentágono regular
es Φ .
4 4
Apliquemos, ahora, a cada uno de los tres tipos de triángulos isósceles, establecidos antes: ABE, ABG
4
y AFG, el teorema de los senos, con lo que tendremos:
241
4
En el triángulo ABE:
B
b
36o
A o
108
a a b a sen 108o
= =⇒ =
sen 108o sen 36o b sen 36o
b 36o
4
En el triángulo ABG:
B
36o
b
c b c b sen 108o
o = =⇒ =
108 sen 108o sen 36o c sen 36o
36o
A
c G
4
En el triángulo AFG:
A c G
o
36 o
72
c d c sen 72o sen 108o
o
72 d = =⇒ = =
c sen 72o sen 36o d sen 36o sen 36o
En definitiva:
a b c sen 108o
= = = = 1.618033988 · · · · · · = Φ
b c d sen 36o
De los dos tipos de triángulos isósceles que se forman en el pentágono con sus diagonales, el primero con
ángulos 36o , 36o y 108o , y el segundo con ángulos 36o , 72o y 72o , decimos que son triángulos áureos,
justificada esta denominación en que la relación entre el lado mayor y el menor es igual a Φ .
242
42.5 El rectángulo áureo
m p
q
n
m p
=
n q
Reconocer que dos rectángulos son semejantes, sin hacer ningún cálculo resulta muy sencillo; bastará
con colocarlos con un vértice coincidente, y trazar la diagonal que parte del mismo: si coinciden en
ambos es que son semejantes.
n
p
m
=Φ
n
Fijado m, para la determinación de n, que verifique la relación anterior, bastará con determinar el seg-
mento áureo de m, que será precisamente n. La construcción es, por tanto, la de una sencilla media y
extrema razón.
Como en el caso de los rectángulos semejantes, existe una manera sencilla para reconocer si un rectán-
gulo es áureo, sin tener que hacer ningún cálculo. Bastará con tomar dos rectángulos iguales y colocarlos
uno junto al otro, el primero horizontal y el segundo vertical, con los lados en contacto, como muestra la
figura siguiente.
243
Se unen, a continuación, los vértices A y B con una recta; si la recta pasa por el punto C, podemos
afirmar que el rectángulo dado es áureo.
B
m
C m
n
n
A
Veamos ,ahora, como a partir de un rectángulo áureo podemos conseguir otro mayor que el, lo cual
abre todo un procedimiento. Dado un rectángulo áureo, de dimensiones m · n, bastará con adjuntarle un
cuadrado, de lado m, para obtener otro rectángulo áureo, ahora de dimensiones (m + n) · m, tal como
nos muestra la figura siguiente:
m m
n
m+n
En forma, igualmente sencilla, podemos a partir de un rectángulo áureo conseguir otro menor que él.
Dado un rectángulo áureo de dimensiones m · n, bastará con quitarle un cuadrado de lado igual a n, para
obtener otro rectángulo áureo, ahora de dimensiones n · (m − n), tal como muestra la figura siguiente:
n
n n
m
n
m-n
244
Con lo que hemos visto nos va a resultar muy sencillo la construcción de rectángulos áureos: Partiremos
de una cuadrado ABCD, cuyo lado será el menor del rectángulo a construir. Luego marcamos el punto
medio M, de uno de sus lados AB, y con centro en M y radio MC, trazamos un arco que cortará a
la prolongación de AB, en el punto E. El rectángulo áureo que obtenemos de esta manera tendrá las
dimensiones AE · EF, según nos queda reflejado en la figura siguiente:
D C F
A M B E
42.6 El formato DIN
Aunque no se trata de un rectángulo áureo, por sus aplicaciones vale la pena mencionarlo:
√
El rectángulo 22. Su construcción es la siguiente:
D C F
A B E
√
Si el lado del cuadrado ABCD vale 1, la longitud de AE valdrá 2, puesto que se trata de la diagonal
del cuadrado.
La propiedad que caracteriza a este tipo de rectángulo es que si dividimos el lado mayor por la mitad,
obtenemos otro rectángulo con la mitad
√ de superficie del inicial, pero de iguales características, puesto
2 √
que los lados del obtenido son : 1 y , cuyo cociente es de nuevo 2, ya que
2
√
1 2 2· 2 √
√ = √ = = 2
2 2 2
2
El proceso es evidentemente iterable, siendo el resultado, por ejemplo de cuatro iteraciones, el siguiente
A1 A0
A3 A2
A4
245
Esta propiedad sirvió para diseñar las hojas que se utilizan en la actualidad en papelería: el formato
DIN. Los distintos tamaños partes de una subdivisión sucesiva del tamaño mayor, denominado A∅
∅,
∅ es de 1m2 , que contiene 16 formatos
nombrando a las obtenidas, A1, A2, A3, A4. . . . La superficie del A∅
A4, de dimensiones éste: 210 · 297 mm.
Se define el poliedro como la figura sólida en el espacio, limitada por caras que son polígonos. Los que
suelen ser de nuestro interés son los convexos, es decir lo que quedan totalmente a un lado de cada uno
de los planos que limitan la región, y para lo que se verifica la siguiente relación:
C+V = A+2
C = 6 , V = 8 , A = 12
246
3.- El Octaedro, cuyas caras son triángulos equiláteros, siendo
C = 8 , V = 6 , A = 12
C = 12 , V = 20 , A = 30
C = 20 , V = 12 , A = 30
Los poliedros duales de los regulares surgen al unir los centros de sus caras, y curiosamente renace la
misma colección, eso sí, con tamaños diferentes.
La dualidad se manifiesta en la forma siguiente:
Tetraedro ←→ Tetraedro
Cubo ←→ Octaedro
Icosaedro ←→ Dodecaedro
247
La doble flecha debe interpretarse en que de cada uno surge el otro y al revés. Este hecho tiene una gran
importancia, dado que los poliedros duales tienen el mismo tipo de simetría, lo que se traduce en que, en
el conjunto de los cinco poliedros regulares sólo hay tres tipos de grupos de simetría: el del tetraedro, el
del cubo y el del icosaedro.
La perfecta distribución de sus polígonos se traduce en que siempre hay una esfera exterior que pasa por
todos sus vértices, una interior tangente a todas sus caras y otra intermedia que toca todas sus aristas.
Las áreas y volúmenes de los cinco poliedros regulares vienen dadas en el siguiente cuadro:
√
√ a3 · 2
Tetraedro a2 · 3
12
Cubo 6 · a2 a3
√
√ 2 3
Octaedro 2 · 3 · a2 ·a
3
√
p √ 15 + 7 · 5 3
Dodecaedro 3· 25 + 10 · 5 · a2 ·a
4
√
√ 5 · (3 + 5) 3
Icosaedro 5 · 3 · a2 ·a
12
No todos los poliedros regulares tienen la misma relación con Φ . Los más cercanos con el número áureo,
como cabía esperar, son en particular, el dodecaedro (formado por pentágonos), y su dual el icosaedro.
248
Así, para una arista de longitud unidad, a = 1, tenemos:
15 ·Φ
Φ
Área del dodecaedro = √
3 −ΦΦ
Φ2
5 ·Φ
Volumen del dodecaedro =
6 − 2 ·Φ
Φ
Φ2
5 ·Φ
Volumen del icosaedro =
6
249
ÍNDICE ALFABÉTICO
251
Afinidad.......................................................................................................................... 176
——————————————————————————————————
Baricentro (c.d.g.)........................................................................................................... 8
——————————————————————————————————
Cambio de base en el plano............................................................................................ 147
” ” ” ” la recta............................................................................................ 148
” coordenadas proyectivas.................................................................................. 212
” sistemas de referencia...................................................................................... 147
Circuncentro................................................................................................................... 3
Circunferencia circunscrita en un triángulo................................................................... 5
” de Brocard............................................................................................. 77
” ” Euler-Feuerbach............................................................................... 9
” ” Lemoine (1a )..................................................................................... 65
” ” Lemoine (2a )..................................................................................... 67
” ” Neuberg............................................................................................ 78
” ” Taylor................................................................................................ 68
” ” Tucker............................................................................................... 70
” exinscrita en un triángulo..................................................................... 27
” inscrita ” ” ” ..................................................................... 25
” de los nueve puntos............................................................................... 9
Colineación (homografía).............................................................................................. 115
Correlación (reciprocidad)............................................................................................. 126
Coordenadas homogéneas.............................................................................................. 204
” puntuales................................................................................................ 201
” tangenciales........................................................................................... 209
——————————————————————————————————
Espacio proyectivo......................................................................................................... 199
Exincentro...................................................................................................................... 5
——————————————————————————————————
Formato DIN................................................................................................................... 245
——————————————————————————————————
Homografía (Colineación).............................................................................................. 115
Homografías no homológicas......................................................................................... 136
Homografías planas....................................................................................................... 129
Homologías.................................................................................................................... 163
Homología especial........................................................................................................ 131
252
Homología general.......................................................................................................... 132
——————————————————————————————————
Incentro........................................................................................................................... 5
——————————————————————————————————
Normalizar coordenadas................................................................................................. 120
Número de oro................................................................................................................ 231
——————————————————————————————————
Ortocentro....................................................................................................................... 7
——————————————————————————————————
Poliedros regulares......................................................................................................... 246
Problema de los satélites................................................................................................ 227
Proyectividades en el espacio......................................................................................... 220
” entre dos planos................................................................................... 115
Punto de Brocard............................................................................................................ 73
” ” Lemoine.......................................................................................................... 59
——————————————————————————————————
Reciprocidad (Correlación)............................................................................................. 126
Recta de Euler.................................................................................................................. 10
” ” Lemoine........................................................................................................... 61
” ” Simson............................................................................................................. 59
Rectas isogonales............................................................................................................ 49
” límites.................................................................................................................... 173
Rectángulo áureo............................................................................................................ 243
Relaciones de Euler......................................................................................................... 31
——————————————————————————————————
Segmento áureo.............................................................................................................. 231
Semimediana.................................................................................................................. 49
Semimediana exterior..................................................................................................... 55
Simetría central.............................................................................................................. 178
” ortogonal u oblicua.......................................................................................... 176
Sistemas de referencia.................................................................................................... 150
Sucesión de Fibonacci.................................................................................................... 235
——————————————————————————————————
253
Teorema de Brianchon.................................................................................................... 104, 107
” ” Ceva............................................................................................................ 38
” ” Euler............................................................................................................ 88
” ” Feuerbach.................................................................................................... 33
” ” Menelao....................................................................................................... 37
” ” Pappus (I)..................................................................................................... 45
” ” Pappus (II)................................................................................................... 94
” ” Pascal........................................................................................................... 97
” ” Ptolomeo (1o )............................................................................................... 89
” ” Ptolomeo (2o )............................................................................................... 90
Ternas pitagóricas.................................................................................................................. 237
Traslación............................................................................................................................... 178
Triángulo áureo...................................................................................................................... 240
” de Pascal................................................................................................................ 238
” ” Simson............................................................................................................... 21
” ” Tartaglia............................................................................................................. 238
” órtico........................................................................................................................ 8
254
BIBLIOGRAFÍA
255