Libro Eucaristia - Indd - Shekyna Adonay
Libro Eucaristia - Indd - Shekyna Adonay
Libro Eucaristia - Indd - Shekyna Adonay
2
Introducción!
Amar es la base de absolutamente todo,
sólo aquel que en verdad ama es capaz
de romper no sólo con sus propias
limitantes y cadenas... también logrará
romper la de otros y otras.
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dónde Cristo se hace por nosotros y
para nosotros!
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Si aún por cualquier razón personal
no has vivido la intensa experiencia de
llevar en tu corazón a Jesús Eucaristía,
te invito de todo corazón a que lo hagas,
cómo?, no debes cumplir más que un
solo requisito... ¡¡querer hacerlo!! Él
está dispuesto siempre para todo
aquel que en verdad desea y anhela
ser lleno por su amor. En este mundo
tan materialista y mezquino existen
islas que bien podemos llamar oasis
del amor donde la principal y máxima
fuente de fuerza se llama el amor de
Jesús en medio de los hermanos. Sólo
a través del amor de Jesús en nuestros
corazones podremos cambiar no sólo el
mundo sino nuestras propias vidas tan
agobiadas y laceradas por años y más
años de soledad, desiertos, engaños,
traiciones y desaciertos, Jesús, sí,
Jesús tiene tantísimo amor en su pecho
por ti y por mí que no ve más que a
su pequeño buscando abrigo, y es en
5
base a su amor que Jesús restaura
nuestro corazón de cualquier herida!
Su fórmula?, la más sencilla y a la vez
la más compleja... ¡¡¡el amor!!
Autor.
6
Presentación
Estimadísimos hermanos, a través de
estas letras quiero presentar una vez
más ante nuestra razón y ante nuestro
corazón la necesidad imperiosa,
prioritaria y urgente de tomar con
prontitud para nuestras vidas el
Banquete Eucarístico.
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Cuántos males acechan hoy por hoy
nuestro mundo, son innumerables;
cuántos males dañan la integridad de
nuestras casas, de nuestras familias,
de nuestros hogares, de igual forma
son incontables, y cuántas soluciones
hemos buscado?, podríamos decir
y hasta llegar a afirmar que en la
misma cantidad que los males se han
presentado, hemos buscado soluciones,
pero la solución la hemos buscado
donde no se halla, hemos querido
encontrar respuesta a tantos males,
a tantos daños donde no se encuentra
respuesta, donde no se encuentra
medicina.
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y auténtica medicina para tantos
males, para tantas dificultades que hoy
por hoy están destruyendo lentamente
nuestro mundo y nuestra sociedad.
Debemos con urgencia cambiar nuestra
actitud frente al Banquete Eucarístico,
debemos cambiar nuestra actitud frente
a la Santa Misa, debemos dejar de
asistir a la Santa Misa por obligación,
por una costumbre dominical y en
otros costumbre diaria.
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Es en la Eucaristía, mis apreciados
hermanos, mis apreciadas hermanas,
donde encontraremos el regazo de paz
y bien, donde encontraremos esa luz
que nos guiará.
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Señor mismo quisiera que hiciéramos,
Dios no ha querido, no quiere y no
querrá jamás, que caminemos como lo
hacemos hoy en día, en medio de tanta
violencia, en medio de tanta guerra,
en medio de tanto ultraje, en medio
de tantas teorías que lo único que han
hecho es confundir más al hombre y
llevarlo a un retroceso en medio de
tanta actualidad científica, en medio
de tanto progreso, en medio de tanto
desarrollo empresarial e industrial.
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del centro real de nuestra vida, nos
hemos alejado y apartado de Quien
tiene la medicina, la solución, el
remedio; nos hemos alejado de Quien
puede darnos el descanso después del
trabajo, el alivio a nuestras fatigas,
el consuelo a nuestras inquietudes;
nos hemos alejado de Aquel que es la
paz y el bien, de Aquel que es el amor
mismo, de Aquel que no ha dejado de
entregarse, de Aquel que no ha dejado
de darse, de brindarse, de Aquel que
no ha dejado de mostrarnos su amor
a diario a través del Banquete de la
Santa Eucaristía.
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hermoso de los hermosos, al más bello
de los bellos, al más hombre de los
hombres, al más santo de los santos,
al más divino de los divinos, al más
Rey de los reyes, al más Señor de los
señores, al más grande, al más eterno,
a Jesús; es necesario que volvamos a
Él.
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a los hombres; tiene tantos misterios
la Eucaritía, como tantísimas gotas
de agua tiene el océano. Por qué
despreciar tanta riqueza que se nos da
y se nos brinda de forma gratuita?, por
qué buscar tesoros en medio de tantos
peligros, cuando tenemos el tesoro más
grande de todos al alcance de nuestras
manos?, por qué desperdiciar nuestras
vidas y por qué ahogar nuestras almas
en medio de las teorías nuevas que
han salido, de las teorías nuevas que
se suscitan a diario, cuando tenemos
la teoría que es la verdad más grande
llamada Jesús?, por qué hacer todo
lo contrario a lo que Dios desea que
hagamos?
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muriendo, se sigan ahogando, por qué
permitir que nuestros hijos crezcan sin
el verdadero conocimiento del amor,
sin el verdadero conocimiento del
Dador santo; es allí precisamente en
el Misterio Sagrado, en el Sacrificio
Perpetuo, en la Santa Misa, donde
debemos todos reunirnos en alabanza,
en adoración al Señor, para ser allí
mismo confirmados en su amor,
confirmados en su bondad y en su
gracia.
15
una Eucaristía celebrada con devoción
y con verdadera entrega.
Autor
16
Enamorado de Jesús Eucaristía
POR SAN AMBROSIO
17
reservado este verdadero Pan que viene del
cielo, y este es el Pan de vida. Aquel que
come la vida no podrá morir, porque cómo
había de morir el que tiene por alimento la
misma vida?”
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pan, pero pronunciadas las palabras de
Jesucristo, es el Cuerpo de Jesucristo; oíd
lo que Él mismo dice, “tomadle y comedle
todos, porque este es mi Cuerpo”. Antes de
las palabras de Cristo, sólo hay en el cáliz,
vino y agua mezclados, pero después de lo
que han obrado las palabras de Cristo, se
convierte en su Sangre, la cual redimió su
pueblo.”
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“Acercaos al alimento del Cuerpo del Señor,
a aquella bebida que de tal suerte embriaga
a los fieles, que los llena de contento con
la remisión de sus culpas, y los libra de
los cuidados del mundo, del miedo de la
muerte y de las inquietudes de esta vida;
esta santa embriaguez no hace titubear al
cuerpo, antes bien, le confirma; no turba el
espíritu, sino que le consagra y santifica.”
20
Del Cuerpo del Señor
POR SAN FRANCISCO DE ASÍS
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El Padre habita en una luz inaccesible y
Dios es Espíritu y a Dios nadie lo ha visto
jamás, por eso no puede ser visto sino en
el Espíritu, porque el Espíritu es el que
vivifica, la carne no aprovecha para nada;
pero ni el Hijo, en lo que es igual al Padre,
es visto por nadie de otra manera que el
Padre, de otra manera que el Espíritu Santo,
de donde todos los que vieron al Señor
Jesús según la humanidad y no vieron ni
creyeron según el Espíritu y la divinidad
que Él era el verdadero Hijo de Dios, se
condenaron. Así también ahora, todos los
que ven el Sacramento que se consagra
por las palabras del Señor sobre el altar
por manos del sacerdote en forma de pan
y vino, y no ven ni creen según el Espíritu
y la divinidad, que sea verdaderamente el
Santísimo Cuerpo y Sangre de nuestro Señor
Jesucristo, se condenan, como lo atestigua
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el mismo Altísimo que dice, “esto es mi
Cuerpo y mi Sangre del Nuevo Testamento
que será derramada por muchos”, y dice,
“y quien come mi Carne y bebe mi Sangre
tiene vida eterna”.
23
y como se mostró a los santos apóstoles
en Carne verdadera, así también ahora se
nos muestra a nosotros en el Pan sagrado, y
como ellos, con la mirada de su Carne, sólo
veían la Carne de Él, pero contemplándolo
con ojos espirituales, creían que Él era
Dios.
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Milagro Perpetuo
Mi Cuerpo es comida,
verdadera,
mi Sangre bebida en verdad,
mi Cuerpo y Sangre os doy.
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Comer tu Carne es en mí,
deleite y manjar
beber de tu Sangre, oh mi Rey,
no tiene otro igual.
27
Te ofreces, Tú al Padre,
como sacrificio,
perpetuo sacrificio de amor,
de reparación también.
Milagro de amor,
milagro de bondad,
es el Pan, el Vino puesto en el altar,
transformándose en Ti.
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Transformación hecha por el amor,
no quieres que me aparte yo de Ti,
no quiero apartarme de Ti.
29
Dichoso aquel, dichoso aquel
que te recibe,
es un dulce bien al alma,
es un bien en verdad.
No cabe en la razón,
tan sólo en la fe,
no cabe en el entendimiento, no, no, no,
tan sólo en el corazón.
30
Dichoso aun sea más,
quien te reciba,
dispuesto a cambiar su vida,
por medio de tu amor.
Eucaristía, Eucaristía,
milagro del amor,
soberano milagro de amor,
soberano milagro.
31
Que gracia tan bella, que gracia tan bella,
recibirte en Comunión Sacramental,
me muero!; qué gracia.
32
Sacrificio... Amor
Oh, preciosa Carne
divina y bendita Sangre
cuándo voy a valorarte?
cuándo voy a exaltarte?
33
A veces tan injusto, distraído, indiferente
no comprendo,
tanta frialdad de mí para Ti…
siendo Tú el fuego que desea quemar mi pecho
34
Está sucediendo,
sucederá mañana?, así será
el sacrificio perpetuo
no lo detengas jamás!
Derramas en mí tu Sangre
de tu costado Agua brota
tu ardiente manera de amarme
hermosa forma de salvarme
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36
En el capítulo 6 del Evangelio de San Juan,
en el versículo 48 en adelante, Jesús dice,
“Yo soy el Pan de vida, vuestros padres
comieron el maná en el desierto y murieron,
este es el Pan que baja del cielo, para que
el que lo coma no muera, Yo soy el Pan vivo
bajado del cielo, si alguno come de este
Pan, vivirá para siempre, y el Pan que Yo le
daré es mi Carne, vida del mundo”
37
Es importante reflexionar acerca de la
beatífica necesidad que tenemos los que
decimos llamarnos cristianos de comer el
Pan Eucarístico, de saciarnos de la verdadera
comida, esa comida que alimenta el alma,
esa comida que alimenta el espíritu, esa
comida que alimenta nuestro cuerpo en
todas y cada una de las vivencias. Jesús se
nos da, se nos brinda y se nos ofrece como
verdadera comida en la Comunión.
38
conciencia clara de que en la Comunión
recibimos las altísimas gracias y las altísimas
bendiciones por parte del gran Dios.
39
caminar a medias; decir que se ama a Jesús,
pero hacer a un lado la Comunión, hacer a un
lado la cena, partir el Pan y comer su Carne,
resulta incoherente, puesto que el Maestro
en la última cena, después de partir el Pan,
de repartirlo a sus discípulos, dice, “hagan
esto en memoria mía”; les está mandando
a seguir haciendo la hermosa fracción del
pan, donde Él se hace visible, donde Él se
hace vivo.
40
La Comunión… desde las primeras épocas,
desde la comunidad primaria cristiana, -
allá, esa comunidad primitiva - realizaban
la fracción del Pan y lo hacían con amor, en
completa unidad y Comunión con el Mesías.
Se tenía la importancia a lo que se estaba
realizando, se le daba un verdadero margen
de importancia y solemnidad a la fracción
del Pan; lamentablemente nosotros hemos
descuidado severamente este acto de amor.
Cuando vamos a la Eucaristía lo hacemos
por ir, lo hacemos por costumbre, lo
hacemos por una falsa obligación, pero no
estamos acatando el llamado a la Comunión
por amor, teniendo conciencia del inmenso
y santo bien que a mi alma le hace y le
proporciona el recibir a Cristo Eucaristía.
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le hace recibir a Jesús Eucaristía, no habría
nada más grande en nuestra vida, ni nada
más importante en nuestro hacer que recibir
a Jesús Eucaristía.
42
Padre Dios por todos y cada uno de nosotros
que nos acercamos a la Comunión.
43
quién está sentado delante de mí, y quién
está sentado atrás de mí, quién se hace a
mi izquierda o quién se hace a mi derecha,
si el padre habla bonito o no tan bonito, si
el padre es joven o el padre ya es anciano.
Muchas veces vamos a criticar lo que ha
de ser el más grande de los encuentros en
la semana, que es con Jesús Eucaristía; se
convierte en la más grande feria, porque
se presta el ambiente en el templo – por
nuestra parte, obviamente - para todo tipo
de comentarios, todo tipo de charlas, todo
tipo de murmuraciones y demás. Si el padre
es joven, no me gusta porque es joven; si
el padre es anciano, no me gusta porque
ya es anciano, siempre hay un pretexto; si
el padre habla con rudeza en sus palabras,
entonces el padre es muy anticuado, habla
muy duro, es muy regañón; si el padre habla
con mucha ternura y con mucha dulzura, el
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padre no sabe ni donde está ubicado, ni
parado.
45
mi corazón, y muchas veces mi corazón
sigue cerrado, muchas veces mi corazón aun
delante de Él, sigue con trancas por delante
y con trancas por detrás y con cualquier
cantidad de candados y aldabas que no se
pueden abrir. Lo curioso es que mi corazón
con una facilidad increíble se abre para
los termómetros humanos, para todo lo
que tenga que ver con mundo, para todo
lo que tenga que ver con lo falso, con lo
efímero, con lo farsante, mi corazón se abre
muy rápido, pero para Él, para el Mesías,
para el buen Jesús que es auténtico, que
es verdadero, que es real, mi corazón no se
abre, me cuesta trabajo abrir mi corazón.
46
de la Trinidad en la efusión del Espíritu,
haciéndose para la Primera y Santa Persona
cual es el Padre Eterno.
47
altísima, consagrar el pan y consagrar el
vino para transformarse en Carne y Sangre
del Maestro.
48
esa hostia ya es Carne y que ese vino ya es
Sangre y poder traer a nosotros en nuestra
vida ese Cuerpo divino, santo y sacro de
Jesús.
49
ni médico, sino amoroso de acercanos a
Jesús Eucaristía, de alabarle y bendecirle,
de sentarnos con Él, en el ratito de la santa
Eucaristía cada Domingo, y los que tienen
la fortuna de hacerlo todos los días mucho
mejor, de sentarse ahí, con Él, un ratito,
contemplándolo, alabándolo, bendiciéndole,
diciéndole “gracias Señor, una vez más el
milagro se hace posible, una vez más el
milagro se hace Pan y Vino, una vez más
el milagro se levanta en las manos de tu
ministro, gracias Señor, porque una vez más
por tu gracia me tienes aquí presente”.
50
enamoramos de los viajes, del conocimiento,
de la belleza física material, así como
nos enamoramos de tantas cosas que a la
larga morirán y dejarán de ser, deberíamos
enamorarnos de lo que permanece y lo que
permanecerá para siempre, Jesús Eucaristía;
porque es que Jesús siempre será Rey, Jesús
siempre estará en nuestras vidas.
51
Démonos un chance, así como cuando tú
y yo tenemos tantos deseos de ir a X o Y
restaurante de comernos ese plato especial
que tanto nos gusta y como que añoramos
el momento de entrar a ese restaurante y
miramos hasta con más gusto que nunca
al mesero, “tráeme el plato que tanto me
gusta”, así mismo nosotros deberíamos
desear, anhelar la Eucaristía, así mismo
nosotros deberíamos desear ardientemente
en nuestro corazón el momento en que
Jesús Eucarístico, en que la Comunión, en
que la Sagrada Hostia entra en mí.
52
nos condensa en la divinidad siendo tan
humanos como lo somos. Jesús Eucaristía
nos espera cada semana en el día santo,
y hay quienes pueden hacerlo a diario,
y bendito sea el Señor por estas almas
eucarísticas, por estas almas que no sienten
otro deleite mayor que no sea estar frente a
Jesús Eucaristía, bendito sea el nombre de
Dios por todas estas almas eucarísticas –
más adelante iremos hablando de nuestros
hermanos los santos eucarísticos, aquellos
santos que su vida enteran la entregaron
tan sólo para Jesús Eucaristía - .
53
haciendo falta y que yo inconcientemente o
concientemente estoy buscando conseguir
a través de otras cosas y de otras fuentes.
Tengo a Jesús Eucaristía, pues voy a buscar
a Jesús Eucaristía, me voy a dar en Jesús
Eucaristía.
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grandes columnas que se hacen de ladrillo
y de concreto para impedirte el paso; se
llama Jesús y lo encuentras a la vuelta de
tu casa, en tu Iglesia, en el Sagrario, en
la Santa Comunión, ese Hombre es el que
te va a ayudar. ¡Te tengo al Hombre!, se
llama Jesús, y lo vives en el Eucaristía, se
llama Jesús, tiene apellido algo así como
Nazareth, y lo encuentras todos los días
en la Santa Eucaristía, y Él está ahí para
bendecirte, para sanarte y para liberarte, y
por encima de esto para darte su amor, para
hacerte íntimo e íntima con Él, y en esa
intimidad con Él, tú alcances una verdadera
alegría y una verdadera felicidad; tenlo
presente, ese Hombre que te puede ayudar
se llama Jesús y lo consigues en la dirección
de tu parroquia o en la de cualquier Iglesia,
ahí lo encuentras, esa es la dirección, ahí lo
vas a encontrar, y Él ahí te va a esperar.
55
Simplemente Trigo
Simplemente eso, simplemente trigo
puesto por tus manos en aquel pastizal
segado por el hombre, quien trabaja sin parar
sin imaginar siquiera qué será de cada espigo
algunos de ellos se pierden en el camino
otros con fortuna llegan a ser pan, pan del fino
sin dejar de ser eso, simplemente trigo
56
ni tú, bienaventurado espigo
alcanzaron en modo alguno a soñar
que serás del cielo manjar
y de mi pecho gran abrigo
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al hacerte Vida, al hacerte Camino
inmortalizado fuiste para mí y mis hermanos
aquella noche de jueves, en esas santas manos
transformando por completo
todos los destinos
58
Manjar
Tú, Señor, manjar,
deleite de amor,
ni los reyes pueden tomar
tanta majestad.
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tú te das como bebida,
te das por siempre.
Te presento mi vida,
es tuya Señor,
transfórmame en la comunión,
transfórmame en el altar.
transfórmame pleno a Ti,
pleno para Ti.
60
Sólo Tú alimentas
en verdad mi ser,
Tú eres mi mejor
aliciente y fuerza
para continuar.
Yo comparto
mi alegría,
y mi pena también,
contigo Eucaristía.
61
Qué es la Eucaristía?
La Eucaristía es el milagro más grande de
todos los milagros que se puedan ejercer,
realizar, o ejecutar sobre la faz de la Tierra y
sobre el Universo mismo, es el comunicado
directo del amor del Padre, a través del Hijo,
en la efusión del mismo Espíritu a todos los
hombres de todas las razas y de todas las
naciones.
62
Nosotros por aquello de la carne, por
aquello de los sentidos nos dejamos muy
fácilmente arrastrar maravillados bajo la
acción milagrosa de muchos eventos, es
decir, nos gusta ser sensacionalistas, una
sanación, una curación, una liberación y
cualquier tipo de milagro que se presenta
en nuestra vida, o en la vida de nuestros
conocidos o cercanos, o milagros de los
cuales tenemos algún conocimiento, no
dejan de sorprendernos.
63
diferente santo o santa, a colocarle su velita
en la procura de un milagro especial, de
un milagro particular, pero talvez nosotros
no hemos recapacitado, ni hemos caído en
cuenta que para que este santo o esta santa
a la cual nosotros presurosos corremos a
hacer una novena determinada, y a colocar
una velita determinada, no hubiese sido
tan bendecido con prodigios en sus manos,
y si no hubiese amado, y si no se hubiese
enamorado, y si no hubiese vivido el milagro
más grande de todos, LA EUCARISTÍA.
64
de la Iglesia en los santos, te vas a dar
cuenta que los santos de nuestra Iglesia,
sobrepasan cualquier límite en prodigios y
milagros, y los hay de todo tipo, de todo
sabor, de todo grosor, de todo esplendor.
65
colaboradores que corran y alcancen el
desfile fúnebre y ordenen traer el féretro,
y así sucede; todos estaban atónitos de lo
que estaban viendo, en mitad del sermón,
entrando un difunto que ya iba a su última
morada. Y Vicente no se conforma con traer
el muerto, - que hasta ahí era inexplicable
para qué traía el muerto, ya causaba gran
asombro, ya había escandalizado a más de
uno, ya había causaba escozor en más de
otro, y cuando ordenó abrir el féretro si
que causó más escozor, si que causó más
tribulación – y ordena al difunto que vuelva
a la vida, y el difunto se levanta, y Vicente
le dice, “yo en el nombre de Jesucristo te
ordeno que digas como es el sitio en que
tú estabas”, y el difunto comienza a hablar
y a decir lo terrible que era estar en las
profundidades de las llamas del purgatorio,
66
- y eso que estaba en el purgatorio – qué
terrible el fuego del purgatorio!, que era
terrible. Decía el difunto, “ochenta o
noventa años de sufrimiento en esta tierra,
no se comparan con un segundo en el
purgatorio”. Y tenemos todo para evitarlo.
67
enamoraron y vivieron fielmente al Sacrificio
perpetuo, es decir la Eucaristía.
68
la fuente que nos sacia?, por qué no vamos
a esa fuente que nos va a hidratar, a esa
fuente que nos va a devolver las fuerzas?,
si tú y yo tenemos sed, pues los más lógico
es que nos dirijamos a donde hay agua para
tomar agua y a través del agua saciar la
sed, entonces nos acordamos por esto que
estoy diciendo, nos acordamos del pasaje
bíblico de Jesús y la samaritana en el poso
de Jacob. La samaritana está sacando
agua del poso, Jesús viene a pedirle agua,
- esta mujer tiene una contienda con Jesús
interna, porque ella es samaritana y Jesús
es judío, y judíos y samaritanos no se llevan
bien - “Tú pidiéndome agua a mí”, Jesús le
dice, “si supieras quien te la está pidiendo;
Yo tengo agua que sacia tu sed”, dice Jesús,
“tengo una fuente que no se acabará jamás,
de la cual tú beberás y jamás volverás a
tener sed”, y esta mujer dice, “dame de esa
69
agua a beber”; esa es la fuente santa de la
Eucaristía.
70
Eucaristía donde por una vez en tu vida
sólo pienses en que Jesús te sacie, ve a
esa Eucaristía sin pensar en las miles de
preocupaciones que tenías al llegar a la
Iglesia, solamente suéltate en Jesús y
permite que Jesús te alimente, y permite
que Jesús te sacie, y permite que Jesús te
fortalezca y te revitalice; si tú sales sin
paz, si tú sales sin un corazón tranquilo
y sereno, podrás insultarme cuantas veces
quieras, pero no existe hombre en la tierra
que haya asistido a la fuente que sacia
que es la Eucaristía, de corazón, con un
corazón pleno en la Eucaristía, dispuesto
a consumarse en la Eucaristía y que salga
igual, no existe ese ser humano; todo aquel
que ha decidido recibir a Cristo Eucaristía
de verdad se ha transformado, porque Jesús
entrará y cenará, porque Jesús entrará
dispuesto a quedarse, porque Jesús entrará
71
dispuesto a transformar lo viejo en nuevo,
Jesús entrará dispuesto a llenar las vasijas
de barro vacías con vino nuevo, Jesús no
tendrá inconveniente, no tendrá excusa y no
tendrá retraso en saciarnos y en llenarnos,
pero es necesario poner un poquitito de
nuestra parte y por lo menos ser aplicados
en la Eucaristía; el problema tuyo y mío
cuando estamos en la Eucaristía es nuestra
constante distracción, nuestra constante
monotonía, monotonía de la cual culpamos
a otros y no a nosotros mismos, obviamente
que sí.
72
desperdiciando, es increíble como nosotros
estamos botando las bendiciones por parte
de Dios; no hay milagro que tú no pudieses
alcanzar si tú te enamoraras de la Eucaristía,
porque es que a través de la Eucaristía se
han conseguido todo tipo de milagros, es
ahí en la Eucaristía donde otros muchos
hombres tan normales, tan comunes como
tú y yo se han transformado y se han hecho
santos.
73
Santo Domingo Savio, murió a los catorce
años, pero desde los dos añitos Domingo iba
con su padre a misa todos los días; desde
los dos añitos hasta los catorce añitos que
él fallece, no deja un solo día Domingo
Savio de ir a la santa Eucaristía y de recibir
a Jesús Sacramentado.
74
Yo me sorprendo, yo no dejo de sorprenderme
hoy en día de ver como la gente prefiere vivir
desesperada, prefiere vivir llena de ira, de
intolerancia, de incomprensión, insultando
arriba, insultando abajo, maldiciendo a
la izquierda, maldiciendo a la derecha,
buscando como loquitos un salvador en
medio de los hombres, alguien que les de
una fórmula mágica para salir de deudas,
para salir de sus enfermedades, de sus
dolencias, de sus tantas preocupaciones; lo
tenemos en cada esquina, ese Hombre, ese
médico, ese financiero, ese gran Libertador,
ese sanador de enfermedades, está a nuestro
lado, está en la esquina, lo tenemos en
los sagrarios de nuestras parroquias, y se
llama Jesús, es Eucarístico, y todos los días
celebran misa en las parroquias; y entramos
en desespero, y entonces vamos donde el
brujo, donde la bruja y que nos lean las
cartas, que nos lean el tabaco y que nos
lean el chicote, hacemos de todo y damos
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fortunas enteras porque alguien cambie
nuestra enfermedad por salud, alguien
cambie nuestro tormento en gozo, y ese se
llama Jesús y no lo buscamos.
76
un verdadero sentir en nuestro vivir. Jesús
no está perdiendo el tiempo, nosotros sí,
buscando cosas que no son ciertas, estamos
buscando en medio de grandes focos de
neón, estamos buscando en medio de las
piedras, para ver donde encontramos la
pista para el milagro.
77
migajas?, cuando tú puedes ser amigo del
más grande de los milagros, cuando tú
puedes ser amigo del más sonoro de los
milagros, Jesús, y ese Jesús está dispuesto
a enseñarte lo que tú no conoces, está
dispuesto a enseñarte lo que tú no sabes, a
darte a conocer lo que para ti es desconocido
todavía hoy en día.
78
que tú aprendas a amar como Jesús quiere
que tú ames, siendo Él el amor, cuando tú
y yo queremos consultar metafísicos, nueva
era, cuando tú y yo queremos consultar
cartas, cuando tú y yo queremos consultar
el tarot, el horóscopo, cuando tú y yo
queremos consultar hechiceros o adivinos,
eso va a ser imposible así.
79
sentido y es más actual que la moda, Jesús
Eucaristía siempre será vigente y siempre
será necesario en la vida del hombre.
80
81
Cordero
Alma adorada
Espíritu Santo
Espíritu de llanto
Alma acongojada
Pecado marchitando
cuanto dolor te he causado
a Ti, bendito, a ti amado
Carne desgarrada
Hostia salvadora
Hostia consagrada
Carne redentora
82
Sangre que brotaba
Vino elevado
Vino consagrado
tu Sangre has entregado
Brazos extendidos
Pecho abierto está
Pecho de amor encendido
Brazos que dan paz
Vida consumada
Cordero, inmolado estás!
Cordero, en el altar
Vida, ahora Tú me das!
83
Ofrenda
Bendita sea la hora, mi Amado,
en que vengo a Ti,
y postrado a tus pies,
como un adorador,
presento mi ofrenda, que es vida,
mi vida ante Vos.
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mi ofrenda a Ti,
no tengo más nada mi Amado
que lo que ves en mí,
es todo cuanto poseo mi Amado,
mas tuyo todo es.
85
Yo vengo a tus plantas, mi Amado,
yo vengo ante Ti,
yo vengo a tus plantas, mi Amado,
yo vengo ante Ti,
bendito, alabado, adorado,
sea mi Jesús,
bendito, alabado, adorado,
Jesús Sacramentado,
bendito por siempre seas,
Jesús hostia,
bendito Tú seas mi Rey,
bendito,
adorado seas por siempre,
Hostia, vida y verdad,
bendito es tu nombre, Mi Amado,
bendito tu Cuerpo,
bendita tu Carne, mi Amado,
verdadero alimento,
bendita tu Sangre, mi Amado,
verdadera bebida,
86
bendito aquel que en tu nombre
ofrece tu pan,
bendito aquel que en tu nombre,
ofrenda se hace para Ti.
87
Bendito, alabado, adorado,
sea Jesús Sacramentado,
Bendito, alabado, adorado,
sea Jesús Sacramentado.
88
Hostia sagrada y pura,
recibidme,
Hostia sagrada y pura,
sanadme,
Hostia sagrada y pura,
libérame,
Hostia sagrada y pura,
líbrame,
Hostia sagrada y pura,
confíame tu amor,
Hostia sagrada y pura,
anúnciame buena nueva,
Hostia sagrada,
bendíceme,
bendíceme, bendíceme,
bendecidme,
Hostia sagrada y pura,
gloria a Ti,
gloria a Ti, gloria,
gloria a Ti,
Hostia sagrada y pura.
89
Yo canto a Ti mi Amado,
una y otra vez,
una y otra vez,
canto para Ti,
derramo mis lágrimas frente
a tu custodia,
lavando mi pecado, Señor,
con tu gracia pura,
me entrego entero a Ti,
a tu servicio,
como adorador perpetuo,
de tu santa Comunión,
alabado seas mi Cristo
Eucarístico.
90
Purificación por medio de Cristo
En la carta a los Hebreos, en el capítulo
9 en el versículo 11, dice Pablo, “pero
Cristo, constituido pontífice de los bienes
futuros y penetrando en un tabernáculo
mejor y más perfecto, no hecho por manos
de hombres, esto es, no de esta creación,
ni por la sangre de los machos cabríos, ni
de los becerros, sino por su propia sangre,
entró una vez para siempre en el santuario,
realizada la redención eterna. Porque si
la sangre de los machos cabríos, y de los
toros y la aspersión de la ceniza de la vaca
santifica a los inmundos y les da la limpieza
de la carne, cuánto más la Sangre de Cristo,
que por el Espíritu eterno, a sí mismo se
91
ofreció inmaculado a Dios, limpiará nuestra
conciencia de las obras muertas, para dar
culto al Dios vivo; por esto, es el mediador
de la nueva alianza, a fin de que por su
muerte, para redención de las transgresiones
cometidas bajo la primera alianza, reciban
los que han sido llamados las promesas de
la herencia eterna.”
92
Cristo se ofrece a través del Espíritu, al
Padre Dios; de hecho San Pablo en la
misma carta a los Hebreos dice que “Cristo
comparece ahora en la presencia de Dios
a favor nuestro”. “Cristo comparece ahora
en la presencia de Dios a favor nuestro”,
que hermoso, saber que Jesús de Nazareth
es nuestro Salvador y nuestro abogado
defensor, es quien se presenta ante el Padre
rogando y suplicando por nosotros, y ese
sacrificio se ofrece diariamente, todos días,
sin falta. Tú y yo podemos contemplar
como el Cuerpo y la Sangre de Cristo, se
presentan en las especies ante el Padre Dios
y Él acepta la ofrenda, de su propio Hijo, el
cual está orando por nosotros, el cual está
intercediendo por nosotros.
93
la Eucaristía como el más grande de todos
los grupos de oración. La Eucaristía reúne el
misterio sagrado, por lo tanto la Eucaristía
es el más grande de todos los grupos de
oración, de todos los grupos de renovación,
de todos los grupos de personas que se
quieran reunir para alabar a Dios, para
bendecir a Dios, para glorificar a Dios y para
pedir a Dios tanto gracias como perdón, es
la Eucaristía.
94
grande del cielo. Y el más grande del cielo,
se presenta ante el dueño del cielo pidiendo
misericordia, pidiendo clemencia por la
creación, por la raza humana.
95
mi apego desordenado a la carne, mi
apego desordenado al dinero, mi apego
desordenado a otras tantas cosas que de
una u otra manera pueden influir o pueden
estar tomando el norte de mi camino.
96
comenzamos lastimosamente a dar vueltas,
- perdóname la expresión – como gallinitas
culecas, a ver donde nos podemos poner,
donde nos podemos colocar y empezamos
a dar vueltitas a la izquierda, vueltitas a la
derecha, vueltitas hacia delante, vueltitas
hacia atrás, buscando un grupo de oración
que me llene, un grupo de oración que
pueda satisfacer todas mis necesidades,
un grupo de oración donde encuentre
un verdadero alimento para mi alma, y
ese verdadero grupo de oración que va a
satisfacer mis necesidades, que va a ser un
verdadero alimento para mi alma se llama
Eucaristía, porque es que tú no solamente
vas a ser partícipe de la ofrenda del Pan y
del Vino al Padre Eterno, no solamente vas
a presentar tus oraciones, no solamente vas
a presentar tu vida, tu petición de perdón,
tu petición de gracia, sino que así mismo
97
en el momento hermosísimo y sublime de la
comunión puedes pasar a recibir tu Hostia
santa, a recibir ese fragmento de Cuerpo
Sagrado de Cristo que entrará en ti, momento
sublime, maravilloso, majestuoso donde lo
divino se acerca a lo humano y lo humano
se acerca a lo divino; es maravilloso, y es
triste pensar que nosotros por años hemos
desperdiciado este gran tesoro, por años
hemos desperdiciado este caminar de la
manos de Jesús.
98
sacramentalmente, por eso si la cuña es
válida ahora trata de enmendar tu vida, trata
de reparar tu vida, si tú estás viviendo en
pecado mortal, si tú estás siendo flagelado
por un pecado mortal enmienda tu vida
y encomiéndala al Señor, póstrate a los
pies del Señor y reestablece con el Señor
un verdadero vínculo de amor, fidelidad y
lealtad.
99
normas que Dios nos trasmite, las normas
que Dios nos determina son de libertad, de
gozo y felicidad; recuerda que la voluntad de
Dios es buena, agradable y perfecta, por lo
tanto participar del banquete Eucarístico es
participar de esa voluntad altísima de Dios
Padre que es buena, agradable y perfecta,
teniendo en cuenta que Dios Padre en su
voluntad eterna, en su voluntad infinita,
en su voluntad generosa, determinó el
sacrificio de su propio Hijo, aceptado
voluntariamente por Cristo y avalado en las
fuerzas del Espíritu para la redención del
hombre.
100
Él era movido, y es movido y será movido
por la fuerza del amor, por la fuerza de
ese amor que de su corazón se desborda
por todo hombre, por toda mujer, por todo
anciano y por todo niño nacido y no nacido,
Él sólo quiere el bien y el beneficio de todos
y cada uno de nosotros, y en ese querer
el bien de nosotros nos invita a cenar con
Él, nos invita a la Eucaristía, nos invita a
acercarnos a Él y solamente a Él.
101
a quien tú y yo debemos alabar, bendecir y
adorar es a nuestro amado Jesús, y Él viene
y se hace para nosotros más cercano, por
lo tanto, reúnete en oración con tu amado
Jesús a través de la Eucaristía, y después de
un compartir de oración comparte su Carne
y comparte su Sangre, comparte la cena que
Él te ofrece, Él como un buen anfitrión te
ofrece comida y bebida, tú como un buen
invitado acepta la cena y come a gusto
hasta saciarte.
102
Jesús se hace la oblación perfecta, ya no hay
necesidad de matar machos cabríos, ni de
echarnos ceniza de vaca, ni hay necesidad
de matar un toro grande para purificarnos de
nuestros delitos, no!, ya no hay necesidad de
eso, ahora hay que ir al sacrificio perfecto,
a la oblación santa y santificante que es
Jesús Eucaristía, y es ahí donde debemos
encontrarnos tú y yo a diario, es nuestra
necesidad, esa debe ser nuestra necesidad,
esa debe ser nuestra primicia, esa debe ser
nuestra prioridad. Nuestra prioridad cuál
debe ser?, transformar nuestra vida; si tú
quieres transformar tu corazón, no puedes
hacerlo a través de terapias, donde por un
rato estás ahí diciendo, “si es que yo soy
esto, soy aquello y soy lo otro”, no, tienes
que ir a la fuente que te sana, a la fuente que
te regenera, a la fuente que te hace nuevo,
que te hace libre, y esa fuente es Cristo, y
esa fuente la hallas en la Eucaristía.
103
Entonces, el más grande de todos los grupos
de oración todos los días es abierto, en
diferentes horarios (sería bueno que miraras
tú la agenda, sería bueno que tú miraras el
librito de horarios del más grande de todos
los grupos de oración que es la Eucaristía)
104
Por qué nosotros no oramos?, por qué no
vamos a la Eucaristía?, porque no hemos
encontrado el gusto, porque tal vez nadie
nos ha dicho que esa es la fuente verdadera y
que eso es un tesoro, y que ahí encontramos
la solución, no solamente a todos nuestros
problemas, sino la solución a aquello del
descanso eterno.
105
Jesús era su única fuente, Jesús era su
única primicia, y ellos anhelaban todos los
días, desde el amanecer hasta el anochecer
siempre encontrarse con Jesucristo; si tú
me lo permites te daré algunos ejemplos de
lo que dicen los santos.
106
los bienes y el fundamento y raíz de una vida
provechosa, la oración fortalece nuestra vida
y sin ella nada habría en nosotros de bueno
y saludable; la oración es para el hombre lo
que el agua es para las plantas, o más bien,
lo que el agua es para los peces; aunque
seas perro, si eres asiduo en la oración,
serías preferido al hijo descuidado, no digas
“Dios es mi enemigo y no me escuchará”,
porque si eres asiduo en la oración, pronto,
muy pronto Él te dará respuesta, si no por
ser tu amigo, al menos por ser pertinaz; no
digas, “mucho he pecado y no puedo rogar
a Quien tengo irritado,” porque no mira
Dios la dignidad o el merecimiento, sino
la intención, porque cuando no le pedimos
es cuando se aíra, y cuando no le rogamos
es cuando se aparta de nosotros. Si a un
hombre le pides continuamente se te tendrá
por pesado y molesto, pero no es así Dios,
107
el cual se molesta precisamente cuando
no le pides, y si perseveras pidiendo, aun
cuando inmediatamente no recibas, recibirás
infaliblemente, pues si encuentras la puerta
cerrada, Él justamente quiere obligarte a
que llames, y si no te escucha enseguida
es para que sigas pidiendo, sigue pues
pidiendo e infaliblemente recibirás; acepta
en tu corazón la necesidad de la oración y la
necesidad urgentísima de compartir la cena
Eucarística”.
108
servicio de Dios, la oración y la Eucaristía es
a manera de un canal por el que nos vienen
todas las gracias. La oración acompañada
en la Eucaristía son tan necesarias para el
hombre interior, como el alimento lo es para
el hombre exterior”.
109
San Leonardo de Porto Mauricio, “tomad
pues y conservad este importante consejo,
tened por perdido aquel día en que no hacéis
oración”.
110
San Agustín, “si quieres vivir cristianamente
con facilidad has mucha oración y lo
conseguirás”.
111
“La oración es el camino real para el cielo y
camino seguro; no me parece, es otra cosa
perder el camino, sino dejar la oración”.
112
Algunos pensamientos de hombres y mujeres
que ya tienen la gloria de Dios alcanzada,
que ya han constituido su paso por este
valle para gloria del Señor y el Señor los ha
premiado como espera premiarte a ti, como
espera premiarme a mí; y para que esto
se vaya haciendo de una manera mucho
más, - como decía San Agustín – mucho
más fácil, amemos la oración, amemos la
Eucaristía. Por qué introduzco el término
oración tanto en este momento?, porque
la Eucaristía es el mayor grupo de oración,
porque la Eucaristía es el mayor encuentro
de oración, porque la Eucaristía es el mayor
encuentro de fe, es el mayor encuentro de
amor, es el mayor encuentro de intimidad
con el Amado; yo no puedo despegar la
Eucaristía de la oración, y la oración del
feliz término de la Eucaristía.
113
114
Partir con las manos el pan
Partir con las manos el pan
lo hacemos todos los días
es algo celestial
es verdadera comida
comida que Tú nos das
115
Partir con las manos el Pan
oh, escena bendita
misericordia infinita
señal de fraternidad
de tu insondable caridad
116
los ojos ya, se cierran a llorar
no sé qué sentir, no sé qué pensar
será tristeza, será felicidad
117
Misterio... Salvación
Escúchenme todos sí, escúchenme
hombres de toda nación,
existe un soberano, un Rey,
poderoso en todo su ser,
pero que está dispuesto en amor,
dispuesto en bondad
para entregarse a todos nosotros
en el altar.
118
Él da su vida entera, la da
la da sin restricción,
en un pedazo de hostia,
Él nos da a comer de Él,
su Carne dada a todos nosotros,
por nuestro divino bien,
en una copa vino con agua
se transforma por Él,
en su preciosa Sangre que lava
nuestra mancha y maldad.
119
Él quiere darnos su amor,
Él quiere colmarnos a todos
con su bondad,
Él quiere colmarnos, colmarnos
con su divinidad.
120
comparte su Pan y su Sangre, comparte,
come de su Carne y bebe de su Sangre,
déjate sanar por Cristo,
déjate sanar,
déjate liberar por Cristo,
déjate liberar,
misterio inmenso, misterio
el de la Eucaristía,
Él todo lo puede, Él todo lo hace verdad,
tan sólo suéltate en Él, déjate amar,
no seas tú necio, mi hermano
como lo fui yo,
mira que en Él todo es vida,
en Él todo es amor,
deliciosa es su Carne exquisita,
su bebida,
déjate llenar por Él,
por el Nazareno
121
Lo que afirman ellos “Los Santos”
Santa Ángela de Foligno, “si tan sólo
pausáramos por un momento para
considerar con atención lo que ocurre en este
Sacramento, estoy segura, que pensar en el
amor de Cristo por nosotros transformaría la
frialdad de nuestros corazones en un fuego
de amor y gratitud”.
122
sacrificios del antiguo testamento, pertenece
a este singular sacrificio que se revela en el
nuevo testamento”.
123
San Juan Eudes, “para ofrecer bien una
Eucaristía se necesitarán tres eternidades,
una para prepararla, otra para celebrarla y
una tercera para dar gracias.”
124
San Ignacio de Loyola, “preparando el altar y
después de revestirme y durante la Eucaristía,
movimientos internos muy intensos y muchas
e internas lágrimas y llanto con frecuente
pérdida del habla y también al final de la
Eucaristía y por largos periodos durante la
misma en la preparación y después la clara
visión de nuestra señora muy propicia ante
el Padre, hasta tal grado que las oraciones
al Padre y al Hijo y en la consagración no
podía sino sentir y verla como si fuera parte
o la puerta para toda la gracia que sentía
en mi corazón. En la consagración de la
Eucaristía, ella me enseñó que su carne
estaba en la de su Hijo, con tanta luz que
no puedo escribir sobre ello. No tuve duda
de la primera oblación ya hecha”.
125
Eucaristía, nos moriríamos de alegría; si
supiéramos el valor del santo Sacrificio de la
Eucaristía, que esfuerzo tan grande haríamos
por asistir a ella. Que feliz es ese ángel de
la guarda que acompaña el alma cuando va
a la Eucaristía. La Misa es la devoción de
los santos”.
126
entero debería conmoverse profundamente
cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar
en las manos del sacerdote”.
127
San Lorenzo Justino, “nunca lengua
humana puede enumerar los favores que
se correlacionan al sacrificio de la Misa, el
pecador se reconcilia con Dios, el hombre
justo se hace aun más recto, los pecados
son borrados, los vicios eliminados, la virtud
y el mérito crecen y las estratagemas del
demonio son frustradas”.
128
soporte poderoso que le sostiene. Una Misa
antes de la muerte, puede ser mucho más
provechosa que muchas después de ella”.
129
San Francisco Javier Bianchi, “cuando
oigan que yo no puedo ya celebrar la Misa,
cuéntenme como muerto.”
130
San Andrés Avellino, “no podemos separar la
sagrada Eucaristía de la pasión de Jesús”.
131
Saciarme en Ti, saciarme de Ti
Quiero comer de tu Cuerpo, Señor,
quiero yo beber de tu Sangre, mi Señor,
quiero tomarte en mi vida, Señor,
quiero hacerte parte de mí.
Tú me invitas a cenar,
en la mesa que se fracciona el Pan,
Tú me invitas, me invitas Señor,
a que coma tu Carne,
Tú me invitas, me invitas
a que beba tu Sangre.
132
tu invitación tan grande,
yo no puedo, Señor, no, no,
rechazarte a Ti, Señor.
133
No permitas que me aparte yo
de tus Santa y Sagrada Comunión,
es la fuente de vida,
es la fuente de paz y bien
es la fuente de paz y bien,
es la fuente de vida.
134
Sólo lo digo, sólo digo,
aquí me tienes y aquí estaré,
aleluya por siempre a Ti,
aleluya por siempre a Ti.
135
Contemplarte
El mirarte y contemplarte, oh Cristo,
en la Hostia es motivo
de alegría y de gozo en mi alma,
de alegría y gozo en mi vivir.
136
Al mirarte en la hostia santa,
al mirarte en la hostia a Ti,
tengo claro en mi pecho ardiente,
que solamente Tú deseas en mí,
que me una contigo siempre,
que tú y yo uno solo seamos.
137
Mirarte en la Hostia, oh Cristo,
es mucho más que un gozo,
es saber que Tú eres mi eterno
Salvador y Redentor,
esa misma Hostia que yo observo,
es la Hostia que mis padres
pudieron observar y comer,
es la Hostia que los santos
pudieron adorar, contemplar.
138
Al mirarte en la Hostia, oh Cristo,
todo cambia, todo cambia en mí,
se detiene por un momento el tiempo,
sólo somos Tú y yo, Señor,
sólo somos Tú y yo,
al mirarte, Oh Cristo.
Te alabo mi Señor,
te alabo oh Cristo,
te alabo Jesucristo, Rey,
Jesucristo, Sacerdote,
te alabo Jesucristo, Hostia,
te alabo y te alabaré.
139
No tiene ningún valor,
contemplarte a Ti mi gran Señor,
es estar contigo siempre,
en íntima comunión,
bendito seas Tú,
bendito seas Tú, Señor.
Al mirarte en la Eucaristía,
puedo renovar mi pacto,
al mirarte en la Eucaristía,
puedo ser lavado con tu amor,
al mirarte en la Eucaristía,
puedo ser nuevo,
al mirarte en la Eucaristía,
puedo ser libre, Señor!
140
141
Exhortación Eucarística
POR SAN BUENAVENTURA
142
divinos; estaba el hombre despojado de
todo don sobrenatural y Dios le enriqueció
con su propia inhabitación; estaba
hambriento, y se le dio Él mismo como
alimento restaurador; se hallaba rodeado
de inmensas tinieblas y se le comunicó Él
mismo como luz en su propio corazón; yacía
en sombras de muerte por el juicio divino
que sobre él pesaba y se ofreció Dios mismo
como víctima para su reconciliación; estaba
vencido con espantosa impotencia para
todo lo sobrenatural y se le dio Él mismo
como principio de operación en orden a la
vida eterna; obstinado y cautivo su corazón
con vínculos férreos, fue Él Quien se ofreció
para relajar estas ataduras.
143
anunciadas en la Sagrada Escritura por otras
tantas figuras de la Eucaristía; estas son la
grosura, el pan, la miel, el cordero pascual,
el tesoro celestial y el maná.
144
al que nada posee, de modo semejante la
Eucaristía llena de bienes al alma despojada
de todo don celestial. El maná se derretía
bajo la influencia del calor solar; en modo
parecido se ablanda la dureza férrea y
obstinada de los corazones al contacto con
el calor divino de la Eucaristía.
145
sobrenatural al prójimo y a todo lo que ha
sido creado. La grosura derramada sobre el
fuego excita las llamas elevándolo a lo alto;
La Eucaristía es sacrificio de oblación que
conserva y fomenta la piedad y devoción,
recibida dignamente en el alma la arrebata
y eleva a Dios.
146
el alma a las alturas de la contemplación,
con la comunicación de las luces divinas
en el entendimiento y ardorosos afectos del
amor en el corazón, disponerla para recibir
la comunicación de los arcanos, de los
divinos secretos. Eleva el alma a las alturas
divinas que por misterioso modo contempla
las bellezas y esplendores infinitos de las
divinas perfecciones que se le descubren,
la estimulan; con bríos renovados a
desprenderse de todo lo creado y tender
con vivos anhelos a la bienaventuranza que
columbra.
147
médicos es medicina para la vista; he aquí
los dos grandes efectos de la Eucaristía,
deleite y suavidad sabrosa que deleita
nuestros afectos y claridad celestial que
envuelve nuestro entendimiento en fulgores
divinos. La solícita abeja que elaboró la
miel sabrosísima de la Eucaristía fue la
bienaventurada Virgen María.
148
de la comunión. En el primer lugar, antes
de allegarse el sacerdote al sacrificio del
altar debe estar poseído de un sentimiento
de universalidad, por cuanto que no obra
entonces como persona privada, sino en
nombre de la Iglesia universal; por lo tanto
en nombre de todos los vivientes debe
ofrecer el sacrifico por los que expían en el
purgatorio, en nombre de los que viven y
murieron en el Señor, lo ofrece para gloria
y alabanza de los santos ángeles y de los
bienaventurados del cielo y en nombre
de toda la universalidad de los justos, lo
ofrece en honor de la Santísima Trinidad,
debe hacerse apto e idóneo para recibir
tan alto sacramento, lo que conseguirá
si antes da entrada a Dios en su corazón,
al cual viene por la parte racional como
luz y claridad, por la parte afectiva como
dulzura y bondad y por la irascible como
149
vigor y fuerza con que vence los obstáculos
que le impiden unirse con Él. Además de
esto, debe el alma procurar la caridad,
en cuyos ardorosos afectos ha de andar
envuelta como encendida túnica de amor,
para tratar dignamente este sacramento.
Finalmente debe acompañarle la integridad
y pureza de la fe, que debe traspasar las
fronteras de la razón; según esto ha de
creer que está allí el verdadero Cuerpo de
Cristo nacido de la Santísima Virgen, en
virtud y por obra de la transubstanciación;
la presencia del alma de Cristo se explica
allí por la natural concomitancia con su
Cuerpo, juntamente con esto está también
la divinidad inseparable de la humanidad
en fuerza de la unión hipostática, ambas
naturalezas, divina y humana residen en el
sacramento con los profundos misterios que
las acompañan.
150
En segundo lugar en el momento de la
recepción del sacramento debe presentarse
el hombre ataviado con estas santas
disposiciones:
151
Finalmente y en tercer lugar, se manifiestan
los frutos o inefables beneficios que vienen
al alma después de recibir la Eucaristía, que
son los que a continuación se indican: con
la Comunión, Cristo da entrada en nuestra
alma a sus secretos y misteriosos consuelos,
estableciendo en ella su mansión, la
cual debemos preparar con el humilde
conocimiento de nosotros mismos, con
dulces transportes de amor, con el sosiego
y la paz exenta de toda turbación y con
la contemplación de las cosas celestiales.
Disminuye la inclinación al mal, que si
bien no se extingue absolutamente, la
tiene reprimida; da finalmente al alma la
seguridad de la bienaventuranza eterna.
152
escondidas, Yo soy el Señor”, Isaías 45,
versículo 3. Y en verdad en Cristo se hallan
los tesoros de todo cuanto es o existe,
porque todas las cosas son de Él; y todas
son para Él y todas existen en Él, esto lo
dice San Pablo en su carta los Romanos,
capítulo 11, versículo 36. En Él están los
tesoros de toda la sabiduría, porque no sólo
conoce todas las cosas como conocimiento
perfectísimo y cabal, sino porque Él es el
principio o la luz por la que conoce todo
entendimiento creado cuanto es; Él es el
depositario de todas las gracias, según
todas sus clases y géneros, en Él se cifran
los tesoros de toda la gloria, porque todo
cuanto hace bienaventurados a los ángeles
y a los hombres, de Él procede.
153
capítulo 16. El Cuerpo de Cristo en el
sacramento es manjar nobilísimo por su
origen, suavísimo por su sabor, dignísimo
por su contenido y maravillosísimo por su
eficacia. Es nobilísimo este manjar por
su origen, y en verdad fue conocido por
la Santísima Trinidad en el seno virginal
de María con el fuego del Espíritu Santo,
y por obra de la misma beatísima Trinidad
fue hecho este mismísimo Cuerpo del pan
material en virtud de la transubstanciación;
es también nobilísimo porque seres
nobilísimos como son los ángeles lo comen
sin el salvado de las especies sacramentales,
en cuanto es Verbo increado, el mismo que
come con nosotros oculto bajo la corteza de
los velos eucarísticos, en cuanto es Verbo
encarnado.
154
Es de sabor suavísimo que satisface
cumplidamente los deseos todos de las
milicias angélicas en el cielo y estimula
nuestros anhelos al logro del premio eterno
en la plenitud de estas suavidades divinas.
155
divina está condicionada al aparejo y atavío
de una voluntad buena, santidad de vida y
virtudes adquiridas que deben acompañar
al alma al acercarse a recibir el Cuerpo de
Jesucristo en la Eucaristía.
156
Los que anhelan participar de estas
operaciones misteriosas de la Eucaristía
en la medida colmada que Jesús desea,
deben concertar su vida con arreglo a estas
disposiciones:
157
los mundanos, la trueque en suavidad y
dulzura por la eficacia divina que en ellos
se descubre.
158
Al Santísimo Sacramento
POR GERARDO DIEGO
159
mas ya sé lo que quieres, lo que buscas,
si la esperanza es prenda de prodigios,
si el sol de caridad arde sin tregua.
160
de poner, aplicar cetros, designios,
por Ti hasta la indigencia, hasta el despojo,
quedarse en puros huesos desvalidos,
la reina inteligencia hágase esclava,
sea la voluntad sierva de siglos
y queden ahí devueltos, desmontados,
en su estuche, de raso los sentidos.
Veo y no veo,
palpo y nada palpo,
escucho sordo
y flor de ausencia aspiro,
no hay más que una verdad,
Tú, Rey de reyes,
Tú, Sacramento,
Corpus Cristi, Cristo.
Ya me tienes vaciado,
vacante de fruto y flor,
desposeído de todo,
161
todo para ti, Señor,
no soy más que tu proyecto,
tu disponibilidad,
lléname de amor y cielo,
rebósame de piedad,
he enmudecido mi música,
en silencio de tapiz,
me negué hasta el claro sueño,
hasta la misma raíz,
ven ruiseñor, ven a habitarme,
hazme cuna de Belén,
ven a cantar en mi jaula,
abierta, infinita,
ven.
162
para dar paso a un sol que se le salta,
el sol, el sol del Corpus,
cómo vibran sus rayos de oro y miel,
cómo remansan, recogiéndose al centro,
al hogar íntimo, donde un cordero
suto y son recama.
163
yo no soy digno, no, de contemplarte,
de encerrarte en mi pecho,
torpe casa de la abominación,
lonja del crimen,
a penas hay barrida y alfombrada,
mas ya el milagro se consuma,
y tomo, comulgo el Pan de la divina gracia.
164
Quédate fuego conmigo,
espera un instante así,
transparentemente mis huesos
no te separes de mí,
165
flores lo aroman por los huertos tibios
estrellas lo constelan, lo tachonan,
telegrafían desterrando viso,
ángeles del amor lo vuelan fulgidos
lo velan rumorosos y purísimos.
En Ti y por Ti yo espero,
y creo y llamo,
en Ti y por Ti mi Pan, misterio mío.
166
Mi hermano que Dios te bendiga, que
Dios te guarde, espero que en estas
páginas hayas encontrado alguna,
por pequeña que sea, respuesta a tus
dudas, o hayas encontrado una llama
por pequeña que sea para que pueda
encender en tu corazón la necesidad
de la Eucaristía, la necesidad de
la oración; espero que en estas
páginas por la gracia de Dios hayas
encontrado un empuje a encontrarte
con Jesucristo, a buscarlo ciegamente
y a hacerlo realmente el Rey de tu vida,
a hacerlo realmente la primicia de tu
vida y la prioridad de tu vida; espero
por la gracia Dios, Dios permita que
en estas páginas tú encuentres en
167
algún momento eso que tanto estabas
buscando y que lo vas a encontrar en
la Eucaristía.
En la Eucaristía te espera,
allí te espera para llenarte.
168
Agradecimientos!
A mi Amo y Señor, Quien condujo
mi mano y corazón para escribir
cada línea de este libro que no es mío
más sí es de Él y para Él.
Autor.
169