Dogmatismo
Dogmatismo
Dogmatismo
Pero en un sentido de extrema libertad según López (2015) el dogmatismo choca con un
problema: son demasiado liberales al momento de otorgar a la experiencia la capacidad
irrestricta de conferir justificación prima facie para creer su contenido.
Por otro lado, se consideran tres formas de dogmatismo: teórico (conocimiento teórico),
ético (conocimiento moral) y religioso (conocimiento religioso).
En la antigua Grecia, el dogmatismo, domina de un modo amplio, siendo así que las
reflexiones epistemológicas no aparecen en los presocráticos ya que mantienen una fe
ingenua en la razón humana. Luego, con los sofistas se llega a plantear el problema del
conocimiento y hacen que el dogmatismo resulte ineficiente en su filosofía. Ya con
descartes y Lebiniz se prueba de que no se puede hablar de un dogmatismo general y
fundamental, sino especial. No es el caso de un dogmatismo lógico, sino de uno
metafísico.
En el siglo XX los estudios realizados por Rokeach (1960) se criticaron los trabajos de
Adorno et al. (1950) reformulando la idea de personalidad autoritaria a un autoritarismo
general el cual se refiere al dogmatismo, evaluandolo a través de una escala llamada
“Escala D”, un instrumento multidimensional. Propone una perspectiva del dogmatismo
donde hay una convergencia de tres variables relacionadas: los sistemas cognitivos, el
autoritarismo y la intolerancia. Resalta la presencia de una base de sistema cognitivo
cerrado para el autoritarismo y la intolerancia. En la presencia de autoridad positiva,
aumentará la admiración y glorificación de la autoridad cuando haya mayores niveles de
dogmatismo, pero también se generará miedo en aumento, generándose así el odio y la
difamación a quienes son autoridades negativas (Rokeach, 1952). Otra consecuencia de
este aumento de dogmatismo es el reforzamiento de la creencia de una sola causa y la
desvalorización deslegitimización de otras (Rokeach, 1952). También se considera
como otra consecuencia la creencia de una elite la cual poseen una verdad absoluta y
están en la responsabilidad moral de seguir esparciéndola. Al final como resultado de
esta combinación de la autoridad positiva y negativa, la causa y la elite, dan paso a la
intolerancia a todo aquello que difiera del dogma principal.
Luego en un estudio realizado Kikuchi (2021) menciona que tanto el dogmatismo como
la religiosidad generan un marco de creencias y sentimientos que son parte de una
estructura mental cohesionada e interconectada, en la que uno no puede existir sin el
otro y también añade que esta estructura, posiblemente en su naturaleza (dogmática-
religiosa), sea el barrera que impida, a individuos con un sistema de creencias cerrado,
juzgar contextualmente a otros bajo la perspectiva de preceptos morales universalistas.
Así Ayala (2008) propone un antídoto para el dogmatismo, el cual propone al realismo
como sistema el cual ayuda a la no sobrevaloración de las capacidades humanas, sino a
admitir sus limites como tales. No se puede pasar por alto a la realidad para
fundamentar lo que es verdad, y que lo que es real está en el fenómeno en si, no lo que
dicta someramente la inteligencia. El realismo como postura de pensamiento funda la
verdad en lo objetivo y en lo universal, reconociendo que este trabajo de conocer la
verdad es paulatino y arduo.
REFERENCIAS