El Llamamiento Renovado
El Llamamiento Renovado
El Llamamiento Renovado
Tras una breve “digresión” en 1:15-18 el que Pablo recordaba a Timoteo la deslealtad
de todos los de Asia excepto Onesíforo, el apóstol reanuda el llamamiento a Timoteo.
Con un enérgico “Así que tú” Pablo repite las urgentes cuestiones a ser fiel a su
comisión y ministerio, en este caso, encomendado a otros lo que él mismo ha recibido,
y a estar dispuesto a sufrir penalidades.
Pablo va a usar tres analogías: militar, del atletismo y de la agricultura, para subrayar el
llamamiento a sufrir y una devoción incondicional al Señor.
Por la Gracia somos salvos y capacitados para andar en su voluntad, pero esta Gracia
es la esfera en la que se vive toda la vida cristiana. Quiere que Timoteo sea fortalecido
en Dios mientras él permanece firme en la Gracia que ha recibido. La fuente de la
Gracia se encuentra en Cristo Jesús.
Puesto que Pablo pide a Timoteo a que abandone Éfeso para ir a verle, tiene que
confiar las cosas que ha oído decir a Pablo a otros, y estos han de ser fieles y dignos de
confianza. La expresión “en presencia de muchos testigos” parece indicar que lo que
Pablo enseñaba estaba atestiguado por muchos testigos. Los católicos ven aquí una
preocupación por la sucesión apostólica, pero es un anacronismo.
Guarda relación con el 1:8: “Únete conmigo en el sufrimiento”. Complementa esto con
una analogía en el campo militar, y evidentemente el contexto es de lucha contra los
oponentes de su Evangelio. Es obvio que el soldado frecuenta el sufrimiento.
La idea está en consonancia con el versículo 3, en el que Timoteo debe tomar parte en
el sufrimiento. No se trata de una prohibición del matrimonio, como lo han
interpretado algunos católicos. El sentido es que Timoteo ha de entregarse hasta el
punto de estar dispuesto a experimentar un gran sufrimiento.
Que el Señor te de tanto la fortaleza para estar firme, como la capacidad de entender
la necesidad de participar en el sufrimiento.
El linaje de David parece una referencia a que Dios cumple sus promesas y las
expectativas de su pueblo.
La palabra “criminal” es la que utiliza para los maleantes crucificados con Jesús, y era
una palabra muy seria (fechorías y graves delitos).