Mi Máquina Maravillosa
Mi Máquina Maravillosa
Mi Máquina Maravillosa
Tengo una máquina maravillosa, una muy particular, diseñada elaborada y perfeccionada
durante muchos años solo para mí, no es ruidosa ni voluminosa, no genera residuos radiactivos,
utiliza energía bioquímica y no causa ningún tipo de calentamiento global.
Una de las posibilidades que ofrece este dispositivo es nada más y nada menos que el salto en
el tiempo, aun cuando tiene muchas limitaciones es capaz de llevarme cientos de años al pasado y
hasta a cientos de años hacia adelante a diferentes futuros alternativos algunos de ellos cercanos
y otros muy muy pero muy lejanos.
Es posible tomar tanto un paseo corto o si lo prefiero uno largo en cualquiera de las dos
direcciones, tiene un solo asiento así que no puedo ir acompañado pero una vez que llego al
destino podría conseguir allí a personas conocidas no porque viajaron conmigo sino porque
pertenecen a ese momento. Con respecto al pasado tengo dos opciones; ir a un pasado en el que
yo estuve involucrado o ir a un pasado incluso siglos antes de haber nacido, si uso la primera
opción no existe riesgo de crear paradojas o conflictos temporales porque simplemente puedo
ver, sentir y entender pero no puedo interferir soy sólo como un espectador que sintoniza un
canal y ve una película mientras se apertrecha en un cómodo mueble con café y galletas.
Este equipamiento complejo puede ser controlado a voluntad pero también puede ser
activado con simples estímulos provenientes del tiempo presente en cuyo caso el paseo temporal
es involuntario súbito y viene en forma de micro ráfaga tan corta que no logra sacarme del
contexto del presente, sólo me hace parpadear y en ocasiones girar un poco la vista; A estas
activaciones involuntarias les llamo recuerdos o sueños dependiendo de cuál dirección en el
tiempo hayan tomado. Estos estímulos que activan involuntariamente estos saltos temporales
pueden ser de naturaleza muy diversa, un sonido, un color, un olor, un estado de ánimo, una
composición exacta de varios de los estímulos anteriores o incluso la misma sensación de vacío
espiritual.
Un salto muy particular
Un día decidí usar mi máquina maravillosa a voluntad, para saltar unas cuatro décadas y
media hacia el pasado, tan solo un paseo en el tiempo de diez minutos en el que pude
primeramente ver a un niño, al observar su entorno súbitamente me percaté que ya había logrado
apartarme de mi presente y todo mi ser estaba integrado totalmente a ese punto en tiempo y el
espacio.
Este niño vivía en una ciudad cuyo cielo era muy limpio y con nubes que particularmente
viajan muy rápido, debido a que el aire es muy trasparente las montañas que están alrededor
aparentan estar más cercanas y se ven mucho más verdes. Algunas tardes en las que alguna
inmensa nube coincide con la puesta del sol se forma un espectacular cielo color ámbar por el
reflejo del sol sobre la gran nube blanca.
En las noches él puede ver muy bien las estrellas, las constelaciones las podía notar aunque
no supiera sus nombres y con suerte, en la época correcta y el lugar correcto captaba una
acumulación de pequeñas estrellas que hacen una especie de nube estelar longitudinal pero
difusa, no lo sabe pero él logra percibir la vía láctea. Otras veces mientras observa el firmamento
logra apreciar alguna estrella que cambia rápidamente de colores, pero lo extraño es que él
intenta descifrar un orden en el que éstos aparecen pero no lo logra, me gustaría explicarle el
concepto de proceso aleatorio pero me recuerdo a mí mismo que sería como si le gritara a Tom
Cruise que está en la pantalla de mi televisor que el villano está detrás de él en Misión Imposible.
En el pasar de sus días y noches también observa cierto punto en el horizonte del noreste en
cierta época de año se ve un constante relampagueo pero sin ningún tipo de sonido, el color suele
ser cian otra veces verdoso y algunas veces naranja claro, muchas veces se logra ver una forma
espectacular de rayo, todo esto claramente distante en un espacio del cielo del horizonte que se
podía tapar con la mano al estirar tu brazo.
Frecuentemente hay olores como a tierra mojada, monte húmedo y algunas veces un muy
particular olor del pavimento cuando se está secando, esto es debido a las constantes lluvias que
si bien son más frecuentes entre Mayo y Octubre muchísimas veces termina sorprendiendo una
garúa o una larga llovizna combinada con sol radiante y amarillo si es durante la tarde.
Sin embargo con tantas cosas que se podían ver en su entorno resulta que muchas veces veo
al pequeño tratando de mantener su mente activa a través de la búsqueda de estímulos auditivos,
ya sea en la radio, en una conversación o simplemente generando sonidos al golpear piedras o
martillar algún metal incluso lo vi estudiando unas notas musicales. Sin embargo no pasó mucho
tiempo para que él se diera cuenta que en esa ciudad, la noche gozaba de una gran cantidad de
sonidos, había una particular mezcla de grillos, pequeños lagartos, chicharras, muchísimos otros
insectos y animales domésticos, bastaba con cerrar los ojos y realizar la práctica de tratar de
diferenciar cada tipo de sonido, aún sin conocer la criatura que lo emitía y de allí hacerse una
imagen mental de dónde estaba y como era cada animalito que formaba dicha orquesta.
En épocas de lluvia a esta gran orquesta se le sumaban los solistas, unos cantantes muy
particulares que el niño sabía que eran ranas y sapos pero que jamás logra ver uno de estos
nobles animales entonando sus cantos o más bien silbidos o quizás una mezcla de los dos. Pero era
evidente que era una orquesta muy bien organizado con un director desconocido ya que primero
cantaba uno luego el otro como si estuvieran conversando entre ellos, de vez en cuando coincidían
varios a la vez, quién sabe, quizás les tocaba entonar el estribillo.
Cada vez él trataba de captar más y más sonidos dentro de toda la variedad, un día empezó a
notar un sonido peculiar, un fondo que terminaba creando una suerte de armonía continua en
aquella composición nocturna, era una quebrada cercana que a veces era muy pequeña y
silenciosa, a veces era muy grande y ruidosa, esta particular experiencia le hizo al niño memorizar
uno de los primeros dichos populares en su haber: "Cuando el rio suena es porque piedras trae".
Ahora veo un poco más a la gente que rodea a mi observado, veo que algunos decían que la
ciudad era un valle, pero era más bien una gran ladera que termina en un pequeño rio que parece
muy turbio, luego de este río nuevamente se elevan montañas pequeñas al principio pero que
sucesivamente se hacen más grandes no por mucho porque luego se hacen nuevamente más
pequeñas hasta llegar a un gran valle que al parecer ya es otro país. Hay zonas de la ciudad que
son de un relieve temerario, caminar 3 cuadras hacia el este y luego 2 hacia el sur puede resultar
un gran reto a nivel de esfuerzo físico y 2 cuadras hacia el norte y luego 3 cuadras hacia al sur
puede ser al principio muy cómodo pero luego muy peligroso, especialmente si llevas una gran
bolsa llena de naranjas y la bolsa se te llega a romper, mucho peor si te resbalas cosa que es
posible ya que aun cuando hay aceras que se mantienen menos inclinadas y que terminan en
gradas las mismas muchas veces están llenas de una especie de musgo muy delgado que se puede
poner muy resbaloso.
Todos saben que en la ciudad hay una parte alta y una parte baja, lo extraño es que una gran
cantidad de personas en esa ciudad creen que la parte alta es el norte y la parte baja es el sur,
resulta que la parte alta es el este y la parte baja es el oeste. Si vives en el este, puedes ir a muchas
partes caminando pero debes regresar en algún tipo de trasporte, si vives en el oeste debes salir
en trasporte y puedes regresar caminando si vives en el centro pues tienes casi todo lo que se
refiere a suministros cerca pero si quieres ir al este o al oeste mejor debes usar trasporte.
En esta ciudad la gente ríe, sale en la noche al frente de sus casas y se acomodan con una silla
de mimbre que mantienen en el porche de sus casas o con cualquier otra banquito, silla o sentado
sobre la acera, los vecinos se saludan amablemente y de vez en cuando quedan atrapados allí en
una buena conversación o a veces planifican de algo, otras veces se entretienen con juegos de
mesa a la par que aprovechan para supervisar a los niños y jóvenes no vaya a ser que se le ocurran
hacer travesuras.
Pero detrás de todos los propósitos anteriores nunca está demás mirar el qué y cómo los
demás llevan sus vidas para entonces hacer sus sabias observaciones sin expresárselo al sujeto
que está siendo observado y solo el grupo reunido compartirá dicha sabiduría, algunos le mal
llaman a este complejo y educativo proceso, chismear.
Ahora que he podido conocer algo de la ciudad y su gente, con respecto al niño me doy
cuenta que tan solo sé un poco de cómo es su percepción, surge ahora la pregunta: ¿Cómo son los
pensamientos de ese niño? ¿Cómo son sus sentimientos?, creo es imposible intentar conocer las
respuestas a estas preguntas a menos que pueda adentrarme un poco más en su vida, pondré
especial atención en ver que es lo que hace y mucho más aun en ver qué es lo que no hace.