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Derechos de Autor Grupo 6

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Ingeniería Industrial

Derecho Empresarial

Richar Montenegro Coronel


Grupo 015-21
Derechos de autor

Grupo 6

Daniel Felipe Rueda Cano 20172015148


William Steven González Trujillo 20181015118
Paula Alejandra González Martínez 20181015125
Fredy Mateo Traslaviña Salazar 20171015045

Bogotá D.C
Agosto 2021

1
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 5
PROPIEDAD INTELECTUAL 6
1. DERECHOS DE AUTOR 7
1.1. DEFINICIÓN 7
1.2. NATURALEZA DEL DERECHO DE AUTOR 7
1.3. DERECHOS CONEXOS 8
1.4. RAZONES E IMPORTANCIA DE LA PROTECCIÓN 8
2. MARCO NORMATIVO 9
2.1. FUNDAMENTO CONSTITUCIONAL 9
2.2. LEY FANNY MIKEY 9
2.3. ORDENAMIENTO LEGAL 10
2.4. CONVENIOS INTERNACIONALES SOBRE DERECHO DE AUTOR Y DERECHOS
CONEXOS RATIFICADOS POR COLOMBIA 10
3. OBJETO DEL DERECHO DE AUTOR 11
3.1 DEFINICIÓN 11
3.2 CRITERIOS DE PROTECCIÓN 11
3.2.1 PROTECCIÓN A LA FORMA Y NO A LAS IDEAS 11
3.2.2. LA ORIGINALIDAD 12
3.2.3. EL MÉRITO Y LA DESTINACIÓN DE LA OBRA 13
3.2.4 AUSENCIA DE FORMALIDADES PARA LA PROTECCIÓN 13
3.3 ÁMBITO DE PROTECCIÓN 13
3.3.1 CATEGORÍAS DE OBRAS PROTEGIDAS 14
3.3.1.1 OBRA ORIGINARIA Y OBRAS DERIVADAS 14
3.3.1.2 OBRAS ANÓNIMAS Y SEUDÓNIMAS 15
3.3.1.3 OBRA INÉDITA Y OBRA PÓSTUMA 15
4. SUJETOS DEL DERECHO DE AUTOR 16
4.1 AUTORES Y TITULARES 16
4.2. TITULARES ORIGINARIOS 16
4.3 TITULARES DERIVADOS 17
4.4. TITULARES POR EFECTO DE LA LEY 18
4.4.1 OBRAS ANÓNIMAS, SEUDÓNIMAS Y DE AUTOR DESCONOCIDO 18
4.4.2 EL AUTOR DE OBRA POR ENCARGO 18
4.4.3 EL PRODUCTOR DE OBRA AUDIOVISUAL 19
4.5 CASOS ESPECIALES DE TITULARIDAD 20
4.5.1 ENTIDADES PÚBLICAS 20
4.5.2 ENTIDADES DE EDUCACIÓN 20
5. CONTENIDO DEL DERECHO DE AUTOR 21
5.1. DERECHOS MORALES 21

2
5.1.1. DERECHO MORAL DE PATERNIDAD 22
5.1.2. DERECHO MORAL DE INTEGRIDAD 22
5.1.3. DERECHO MORAL DE RETRACTO O ARREPENTIMIENTO 23
5.1.4. DERECHO MORAL DE INEDITUD 23
5.1.5. DERECHO MORAL DE MODIFICACIÓN 24
5.2. DERECHOS PATRIMONIALES 24
5.2.1. DERECHO PATRIMONIAL DE REPRODUCCIÓN 24
5.2.2. DERECHO PATRIMONIAL DE COMUNICACIÓN PÚBLICA 25
5.2.3. DERECHO PATRIMONIAL DE TRANSFORMACIÓN 25
5.2.4. DERECHO PATRIMONIAL DE DISTRIBUCIÓN 26
6. DURACIÓN DE LOS DERECHOS 26
6.1. VARIOS VOLÚMENES 26
6.2. CUANDO PASARA A SER DE DOMINIO PÚBLICO 26
6.3. COMPILACIONES ENCICLOPEDIAS ENTRE OTRAS 27
6.4. OBRAS ANÓNIMAS 27
6.5. OBRAS CINEMATOGRÁFICAS 27
6.6. OBRAS DONDE SU TITULAR ES UNA PERSONA JURÍDICA 27
7. LIMITACIONES Y EXCEPCIONES AL DERECHO DE AUTOR 27
8. TRANSMISIÓN DEL DERECHO DE AUTOR 28
8.1. TRANSMISIÓN POR UN ACTO ENTRE VIVOS 28
8.1.1. CONTRATO DE CESIÓN DE DERECHOS 28
8.1.2. CONTRATO DE OBRA POR ENCARGO 29
8.2. TRANSMISIÓN POR MINISTERIO DE LA LEY 29
8.2.1 OBRAS CREADAS POR SERVIDORES PÚBLICOS. 29
8.2.2 OBRAS COLECTIVAS 29
8.3. TRANSMISIÓN POR CAUSA DE MUERTE 30
9. SANCIONES 30
10. DERECHOS DE AUTOR EN EL ÁMBITO UNIVERSITARIO 31
10.1. SUJETOS DEL DERECHO DE AUTOR EN EL ÁMBITO UNIVERSITARIO 31
10.2. OBJETO DEL DERECHO DE AUTOR 32
10.3. TRANSFERENCIA DEL DERECHO DE AUTOR EN EL ÁMBITO UNIVERSITARIO 32
10.4. EFICACIA DE LA TRANSFERENCIA DEL DERECHO DE AUTOR EN LA
UNIVERSIDAD 33
10.5. INTERPRETACIÓN DE LOS ARTÍCULOS 20 Y 183 DE LA LEY 23 DE 1982 DESPUÉS
DE LA MODIFICACIÓN INTRODUCIDA POR LA LEY 1450 DE 2011 (DIARIO OFICIAL NO.
48.102 DE 16 DE JUNIO DE 2011) 33
10.6. DERECHOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL DE PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN Y
DESARROLLO FINANCIADOS CON RECURSOS PÚBLICOS 35
11. CASOS NO ELEGIBLES PARA LA PROTECCIÓN DEL DERECHO DE AUTOR. 35
12. PREGUNTAS A TENER EN CUENTA 36

3
12.1.¿Cuál es la finalidad y los Beneficios del Registro Nacional de Derecho de Autor? 36
12.2. ¿Pueden los ciudadanos extranjeros solicitar la inscripción de obras en el Registro Nacional de
Derecho de Autor? 36
12.3. ¿Cómo se realiza la solicitud de inscripción de una obra cuando el autor es menor de edad? 36
CONCLUSIONES 36
BIBLIOGRAFÍA 37

4
RESUMEN

El presente trabajo tuvo como objetivo la investigación de los derechos de autor, qué son, porqué son
tan importantes, en qué otros derechos se pueden dividir, bajo que normativa se rigen en nuestro país y
lo principal del documento; identificar las razones de porqué son tan importantes tanto para nuestra vida
cotidiana como para nuestra vida académica. Los derechos de autor existen porque sin una adecuada
protección los creadores intelectuales perderían cualquier estímulo y motivación para continuar su
actividad creadora y cualquiera podría tomar su trabajo como propio; basándonos en esto, es
fundamental para la academia tener presente este concepto ya que a menudo se presentan conflictos en
las universidades por posibles plagios, tal vez por no valorar el trabajo del otro o simplemente por no
realizar una determinación correcta de la autoría. Estos derechos se rigen por diferentes normativas,
pero la que más resalta es la Ley 23 de 1982, la cual es la encargada de proteger los derechos de autor
y por esto mismo se ha ido modificando múltiples veces a los largo del tiempo. En el ámbito
universitario es primordial reconocer estos derechos porque así podremos realizar los trabajos
correspondientes como es lo indicado y no arriesgarnos a posibles sanciones.

PALABRAS CLAVE
Derechos, autor, obra, leyes, normas, protección, legalidad, originalidad, derechos morales, derechos
patrimoniales, propiedad, universidad.

ABSTRACT

The objective of this work was to investigate copyright, what they are, why they are so important, what
other rights they can be divided into, under what rule they are governed in our country and the main
thing about the document; identify the reasons why they are so important both for our daily life and for
our academic life. Copyright exists because without adequate protection intellectual creators would lose
any stimulus and motivation to continue their created activity and anyone could take their work as their
own; Based on this, it is essential for the academy to keep this concept in mind since conflicts often
arise in universities due to possible plagiarism, perhaps for not evaluating the work of the other or
simply for not making a certain correction of authority. These rights are governed by different
regulations, but the one that stands out the most is Law 23 of 1982, which is in charge of protecting
copyright and for this reason it has been modified multiple times over time. At the university level, it is
essential to recognize these rights because this way we will be able to carry out the corresponding work
as indicated and not risk possible sanctions.

KEY WORDS
Rights, author, work, laws, protection, legality, originality, moral rights, patrimonial rights, property,
university.

INTRODUCCIÓN

Los derechos de autor son reconocidos como uno de los principales derechos de propiedad intelectual
que tienen como objetivo principal dar solución a ciertos conflictos que pueden ocurrir entre los autores
de las creaciones intelectuales, los editores y el resto de las personas o grupos que intervengan. A lo
largo del tiempo, los derechos de autor han tomado un importante lugar en personas, entidades o grupos
que quieren proteger sus intereses personales además de también garantizar el cumplimiento de las leyes
que los amparen por ser los creadores de una “propiedad intelectual”.

Se debe tener en cuenta que hay diferentes expresiones artísticas en las cuales el autor original puede
hacer uso de los derechos de autor para proteger su creación (literatura, danza, música, programas, obras
artísticas, etc.) garantizando así el uso exclusivo al autor intelectual durante toda su vida, e incluso
después de su muerte, esta protección dura 100 años más lo cual lo hace un tipo de normas jurídicas

5
muy convenientes a la hora de dar legalidad y cierta exclusividad a una obra literaria, científica o
artística propia de una persona o un grupo de estas.

El término “derechos de autor” se ha transformado en los últimos años tomando una expresión conocida
por gran parte de la sociedad como lo es “copyright” que se traduce como derechos de copia simbolizado
con una letra C encerrada en un círculo © el cual indica quien es el titular de los derechos de explotación
indicando en la obra el nombre de este, el lugar y el año de divulgación de la obra en cuestión, seguidos
del símbolo ©.

Hoy por hoy, los términos derechos de autor y copyright han coincidido hasta el punto de convertirse
en sinónimos. Esto se puedo evidenciar por el diccionario de la RAE el cual en su vigésimo tercera
edición publicada en el año 2014 incluye la palabra “copyright” como derecho de autor (afirmándose
como sinónimos) donde esté a su vez significa: “El que la ley reconoce al autor de una obra intelectual
o artística para autorizar su reproducción y participar en los beneficios que esta genere”.

Aun en el ámbito universitario, los derechos de autor también juegan un papel muy importante
amparando a estudiantes, profesores y aun a la propia entidad universitaria cuando lo requiera
otorgándoles un derecho perpetuo, inalienable e irrenunciable para todos los beneficios que se le otorga
al autor intelectual de la obra en cuestión.

PROPIEDAD INTELECTUAL

La Propiedad Intelectual es una disciplina normativa que protege las creaciones intelectuales
provenientes de un esfuerzo, trabajo o destreza humanos, dignos de reconocimiento jurídico. La
propiedad recae sobre dos tipos de bienes: los tangibles, como es el caso de los bienes muebles e
inmuebles, y los intangibles como la propiedad intelectual.

La expresión “propiedad intelectual” se utiliza en términos amplios para hacer referencia a todas las
creaciones del ingenio humano, y se define como la disciplina jurídica que tiene por objeto la protección
de bienes inmateriales, de naturaleza intelectual y de contenido creativo, así como de sus actividades
conexas.

La Propiedad Intelectual comprende: Las patentes, el derecho de autor, los derechos conexos, la
propiedad industrial (que comprende la protección de los signos distintivos, de las nuevas creaciones,
los circuitos integrados, los secretos industriales), las marcas registradas, las variedades vegetales y la
imagen comercial.

Esta se divide en dos grandes ramas. Por un lado, el derecho de autor y derechos conexos, relacionados
a las creaciones literarias y artísticas como la música, los libros y las películas. Por otro lado, la
propiedad industrial, vinculada a lo comercial e industrial: marcas, patentes, modelos y diseños
industriales.

Los derechos de autor están vinculados a las personas que crean obras artísticas o literarias (músicos,
escritores, etc.), mientras que los derechos conexos se refieren a personas y empresas que intervienen
en la interpretación y reproducción de dichas obras originales entre los cuales se encuentran: obras
musicales y audiovisuales de artistas, obras literarias de escritores, investigadores y grupos de
investigación, interpretaciones y a las ejecuciones de las obras, fonogramas, emisiones de radiodifusión,
programas y juegos de computación (software), bases de datos, etc.

La propiedad intelectual de una determinada obra atribuye a su autor una serie de derechos sobre ella:

- En primer lugar, el derecho moral. Este es un derecho irrenunciable e inalienable que


corresponde al autor y le permite decidir si quiere o no divulgar su obra y cómo hacerlo, exigir

6
el reconocimiento de su autoría, garantizar la integridad de la obra, modificarla e impedir su
modificación, etc.
- En segundo lugar, los derechos de explotación, mediante los cuales el autor puede explotar su
obra de la forma que considere oportuna y, en particular, a través de la reproducción,
distribución, comunicación pública y transformación. Todas estas actividades requieren la
autorización previa y expresa por parte del autor de la obra. En caso de duda sobre la utilización
de obras protegidas, es recomendable contar con asesoramiento legal.
- Por último, le corresponden también al autor otros derechos relacionados con su obra, como los
derechos de compensación equitativa por copia privada

Esta consulta está direccionada específicamente a los derechos de autor con un enfoque al ámbito
universitario.

1. DERECHOS DE AUTOR

1.1. DEFINICIÓN

Son los derechos que adquieren los creadores de obra literaria, científica o artística, que pueda
reproducirse, o definirse por cualquier forma de impresión o de reproducción, por fonografía,
radiotelefonía o cualquier otro medio conocido o por conocer.

Los derechos de autor recaen sobre las obras científicas, literarias y artísticas las cuales se comprenden
todas las creaciones del espíritu en el campo científico, literario y artístico, cualquiera que sea el modo
o forma de expresión y cualquiera que sea su destinación, tales como: los libros, folletos y otros escritos;
las conferencias, alocuciones, sermones y otras obras de la misma naturaleza; las obras dramáticas o
dramático musicales; las obras coreográficas y las pantomimas; las composiciones musicales con letra
o sin ella; las obras cinematográficas, a las cuales se asimilan las obras expresadas por procedimiento
análogo a la cinematografía, inclusive los videogramas; las obras de dibujo, pintura, arquitectura,
escultura, grabado, litografía; las obras fotográficas a las cuales se asimilan las expresadas por
procedimiento análogo a la fotografía; las obras de arte aplicadas; las ilustraciones, mapas, planos,
croquis y obras plásticas relativas a la geografía, a la topografía, a la arquitectura o a las ciencias.

La RAE define los derechos de autor como “Derechos de carácter personal y patrimonial que atribuyen
al autor la plena disposición y el derecho exclusivo a la explotación de su obra sin más limitaciones que
las establecidas en las leyes” también “Conjunto de normas jurídicas que afirman los derechos morales
y patrimoniales pertenecientes a los autores, por la creación de una obra literaria, artística, musical,
científica o didáctica, esté publicada o inédita”.

1.2. NATURALEZA DEL DERECHO DE AUTOR

Existen bienes incorporales o inmateriales que pueden ser objeto de apropiación, y son diferentes de los
bienes tangibles que se encuentran en el mundo material. En un titular puede recaer la propiedad de los
bienes intelectuales o inmateriales incorporados en un soporte material y en otro titular la propiedad del
soporte, como usualmente sucede.

No obstante, la inmaterialidad de los bienes no significa que sobre ellos no puede ejercerse una plena
propiedad. Es más, la propiedad incorporal goza de las características fundamentales del derecho de
plena propiedad, pues le confiere a su titular prerrogativas y ventajas, tiene carácter de exclusividad y
puede oponerse frente a las pretensiones de terceros. Por ello el derecho de autor constituye una forma
moderna de la apropiación de los bienes, que ha sido aceptada y desarrollada en las diversas
legislaciones de los países.

7
En Colombia, el derecho positivo le da el carácter de propiedad especial al derecho de autor, cuya
protección se encuentra consagrada en el artículo 61 de la Constitución Política y se desarrolla a través
de diferentes ordenamientos legales. Se han identificado dos grandes sistemas de protección: el del
derecho de autor (o de tradición latina) y el del copyright (o anglosajón). Colombia forma parte del
sistema de tradición latina, cuyos orígenes se remontan al derecho romano, que ha sido la base para el
desarrollo de importantes instituciones jurídicas en nuestro derecho.

1.3. DERECHOS CONEXOS

Los derechos de autor pueden tomar otro significado el cual abarca también la protección de ciertos
derechos denominados conexos, expresión que comprende los derechos de los artistas intérpretes o
ejecutantes, los productores de fonogramas y los organismos de radiodifusión, sobre sus prestaciones
artísticas, fonogramas y emisiones de radiodifusión, respectivamente, fuera del derecho de autor sobre
las obras literarias y artísticas. Estos titulares de derechos adelantan actividades vinculadas de manera
conexa a la utilización de las obras literarias y artísticas y su participación y aporte en el proceso de
difundir las creaciones intelectuales amerita la protección que la disciplina jurídica del derecho de autor
les otorga.

De la misma manera, los derechos conexos también se pueden definir como aquellos que otorgan
protección a quienes, sin ser autores, contribuyen con creatividad, técnica u organización, en el proceso
de poner a disposición del público una obra. Los derechos conexos derivan directamente del derecho
de autor y están estrechamente relacionados.

Estos derechos son muy heterogéneos entre sí pues engloban, además de los derechos correspondientes
a los artistas, intérpretes o ejecutantes, los relativos a los productores de fonogramas y grabaciones
audiovisuales, a las entidades de radiodifusión, a los realizadores de meras fotografías y a los editores
de determinadas obras. El factor común entre ellos es el de estar vinculados en la mayoría de los casos
con una obra intelectual preexistente y significar una actividad de mediación entre la obra y el público.

Para la ley colombiana, se define como el conjunto de normas que otorga facultades a los artistas,
intérpretes o ejecutantes, a los productores de fonogramas y a los organismos de radiodifusión para el
ejercicio de sus derechos. La Decisión 351 de 1993, en su artículo 33 y la Ley 23 de 1982 en su artículo
165; determinan que la protección prevista por los Derechos Conexos, no afectará en modo alguno la
protección del derecho de Autor sobre las obras científicas, artísticas o literarias.

Es el artista, intérprete o ejecutante, según el artículo 3 de la Decisión 351 de 1993, aquella persona que
representa, canta, lee, recita, interpreta o ejecuta en cualquier forma una obra, el productor de
fonogramas según la misma Ley en su artículo 3, aquella persona natural o jurídica bajo cuya iniciativa,
responsabilidad y coordinación, se fijan por primera vez los sonidos de una ejecución u otros sonidos y
los organismos de radiodifusión son catalogados por la ley como la empresa de radio y televisión que
transmite programas al público mediante la difusión de sonidos e imágenes o de sonidos para que lo
recepcione un tercero.

Al mismo tiempo la Convención de Roma del 26 de Octubre de 1961, en su artículo 3, determina sus
definiciones para cada uno de los intervinientes de los Derechos Conexos, pero clarifica con precisión
al fonograma, la publicación de una obra, la reproducción, la emisión y
la retransmisión. Para el caso de los tres tipos de intervinientes de los Derechos Conexos o Vecinos, se
aplican las mismas reglas de protección de sus Derechos Patrimoniales y Derechos Extra Patrimoniales,
en la medida en la que los primeros son de remuneración y los segundos de reconocimiento.

1.4. RAZONES E IMPORTANCIA DE LA PROTECCIÓN

8
Sin una adecuada protección los creadores intelectuales perderían cualquier estímulo y motivación para
continuar su actividad creadora y no podrían percibir la remuneración económica, traducida en bienestar
material, que se deriva de la utilización de las obras.

Así como el obrero es digno de su salario, el creador o “trabajador” del intelecto no es menos merecedor
de percibir los rendimientos o frutos de su esfuerzo creativo, el cual, por lo demás, generalmente está
destinado al goce del público y constituye un aporte para elevar el nivel cultural de la sociedad y
dignificar al ser humano, pues permite una mayor participación de los ciudadanos en los bienes y
procesos culturales.

La protección también se justifica por lo que el ejercicio del derecho de autor representa para las
llamadas industrias culturales y la garantía que tiene para hacer más rentables sus inversiones y fomentar
la producción de bienes culturales para ponerlos a disposición del público, pues en la medida que tales
industrias encuentran condiciones de seguridad apropiadas para su actividad e inversiones, aumentará
la demanda de obras y estimulará la creación.

2. MARCO NORMATIVO

2.1. FUNDAMENTO CONSTITUCIONAL

La Asamblea Nacional Constituyente, adoptó en la Constitución Política de 1991, el texto del artículo
61, que expresa: “El Estado protegerá la propiedad intelectual por el tiempo y mediante las formalidades
que establezca la ley”. Su redacción sencilla no solo incluye a las diferentes disciplinas jurídicas que
constituyen a la propiedad intelectual, sino que permite el tratamiento flexible de los temas a través de
los correspondientes desarrollos legales.

La ley 1403 del 19 de Julio de 2010 o también llamada Ley Fanny Mikey la cual establece que: "Por la
cual se adiciona la ley 23 de 1982, sobre derechos de autor, se establece una remuneración por
comunicación pública a los artistas intérpretes o ejecutantes de obras y grabaciones audiovisuales o
"Ley Fanny Mikey", fue la ley mediante la que se modificó el régimen de derecho de autor y derechos
conexos en Colombia, reconociendo en favor de los artistas intérpretes audiovisuales (actores y
dobladores de voz, entre otros) un derecho de carácter irrenunciable a percibir una remuneración
equitativa por la comunicación pública de las obras y grabaciones audiovisuales donde se encuentren
fijadas sus interpretaciones. Con la promulgación de esta ley, se reconocen en favor de artistas
intérpretes audiovisuales, derechos patrimoniales que con anterioridad sólo se reconocían en favor de
intérpretes musicales en el territorio colombiano.

2.2. LEY FANNY MIKEY

La ley toma el nombre de la artista argentina nacionalizada Colombiana Fanny Mikey, quien fuese la
impulsora del Festival Iberoamericano de Teatro en Bogotá y de la industria de la televisión en
Colombia durante varias décadas, hasta su fallecimiento en julio del año 2008. La promulgación de la
Ley se consideró un homenaje a su trayectoria artística la cual fue motivada de manera especialmente
por las fundaciones y actores agremiados de la industria audiovisual Colombiana en un cabildeo
realizado durante aproximadamente dos años.

Esta modificó las disposiciones generales que regulan la protección del derecho de autor y los derechos
conexos en Colombia, reconociendo en favor de los artistas intérpretes audiovisuales el derecho a
percibir una remuneración equitativa por la comunicación pública de las obras audiovisuales. Su
propósito esencial es otorgar a los actores una participación económica proporcional a la explotación
de las obras en las que se encuentran fijadas sus interpretaciones. Uno de los grandes logros de la
mencionada ley, es haber establecido el carácter irrenunciable de este derecho, pues cabe mencionarse
que si bien con anterioridad a esta ley, los actores tenían derechos patrimoniales reconocido por la ley,
en la práctica terminaban siendo cedidos a los productores de las obras, con lo que su reconocimiento

9
en la práctica resultaba nulo. Adicionalmente, la promulgación de la ley da sustento jurídico al
funcionamiento de sociedades de gestión colectiva que gestionen este tipo de derechos, metodología de
recaudo que ha sido utilizada en la gran mayoría de países en donde se reconocen estos derechos
patrimoniales en favor de los artistas intérpretes de obras audiovisuales.

2.3. ORDENAMIENTO LEGAL

La principal normativa que regula en Colombia el tema de derechos de autor, se puede


señalar así:

- Art. 61 Constitución Política de Colombia.


- Art. 671 del Código Civil.
- Ley 23 de 1982 Sobre Derechos de Autor.
- Ley 1520 del 13 de Abril de 2012 TLC y D’ de Autor.
- Ley 1450 de 2011 P.N.D. 2010-2014 – (Transferencia D’ Patrimoniales).
- Ley 1753 de 2015 P.N.D. 2014-2018 – (Transferencia D’ Patrimoniales).
- Ley 1403 del 19 de Julio de 2010 o Fanny Mikey.
- Ley 44 de 1993 Modifica la Ley 23 de 1982.
- Ley 1915 de 2018 Modifica la Ley 23 de 1982.
- Ley 599 de 2000 Código Penal.
- Decisión Andina 351 de 1993.
- Convenio de Berna 1886.
- Convención de Roma de 1961.
- Declaración Universal Derechos Humanos 1948.
- Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
- ADPIC 1994 OMC firmado en Marrakech Marruecos.

2.4. CONVENIOS INTERNACIONALES SOBRE DERECHO DE AUTOR Y DERECHOS


CONEXOS RATIFICADOS POR COLOMBIA

-Acuerdo de Caracas de 1911 sobre Derechos de Autor entre Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y
Venezuela, al cual adhirió Colombia mediante la Ley 65 de 1913.
Convención sobre Propiedad Literaria y Artística (IV Conferencia Internacional Americana, Buenos
Aires, 1910), a la cual adhirió Colombia mediante la Ley 7 de 1936.

-Convención Interamericana sobre Derechos de Autor en Obras Literarias, Científicas y Artísticas,


firmado en Washington en 1946, al cual adhirió Colombia mediante la Ley 6 de 1970.

-Convención Universal sobre el Derecho de Autor, firmada en Ginebra en 1952 y revisada en París en
1971, al cual adhirió Colombia por medio de la Ley 48 de 1975.

-Convención Internacional para la protección de los Artistas Intérpretes o Ejecutantes, los Productores
de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión, firmada en Roma en 1961, a la cual adhirió
Colombia a través de la Ley 48 de 1975.

-Convenio que establece la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) suscrito en


Estocolmo en 1967, al cual adhirió Colombia mediante la Ley 46 de 1979.

-Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas de 1886, cuya última
modificación se firmó en París en 1971, al cual adhirió Colombia a través de la Ley 33 de 1987.

-Convenio para la Protección de los Productores de Fonogramas contra la Reproducción no Autorizada


de sus Fonogramas, suscrito en Ginebra en 1971, al cual adhirió Colombia mediante la Ley 23 de 1992.

10
-Tratado Internacional para el Registro de las Obras Audiovisuales, suscrito en Ginebra en 1989, al cual
adhirió Colombia a través de la Ley 26 de 1992.

-Acuerdo por el que se establece la Organización Mundial de Comercio (OMC), que contiene el
Acuerdo sobre los aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio
(ADPIC), al cual adhirió Colombia mediante la Ley 170 de 1994.

-Tratado de Libre Comercio, suscrito entre Colombia, México y Venezuela (G-3), al cual adhirió
Colombia en virtud de la Ley 172 de 1994.

-Convenio de Integración Cinematográfica Iberoamericana, al cual adhirió Colombia mediante Decreto


1448 de 1995.

-Tratado OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas, suscrito en Ginebra en 1996, al cual
adhirió Colombia mediante la Ley 545 de 1999.

-Tratado OMPI sobre Derecho de Autor, suscrito en Ginebra en 1996, al cual adhirió Colombia
mediante la Ley 565 de 2000.

3. OBJETO DEL DERECHO DE AUTOR

3.1 DEFINICIÓN

El objeto del derecho de autor es la obra, definida en el artículo 3º de la Decisión Andina 351 de 1993,
Régimen Común sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos, como “toda creación intelectual original
de naturaleza artística, científica o literaria, susceptible de ser divulgada o reproducida en cualquier
forma”. Por su parte el Glosario de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, OMPI, la
define como “toda creación intelectual original expresada en una forma reproducible”. El derecho de
autor promueve una actividad creativa al asegurar al creador la posibilidad de obtener una retribución
económica, el respeto de su obra y el reconocimiento de su condición de autor., a la vez beneficia al
empresario al garantizar su inversión permitiendo el auge de las industrias culturales que permiten la
difusión de obras.

En muchos países en desarrollo la actividad autoral alcanza niveles importantes, la falta de condiciones
entre ellas la desprotección de los derechos autorales- causa la emigración de los creadores nacionales
hacia centros que les brindan posibilidades de obtener beneficios económicos y la difusión que merece
su obra. Para el derecho de autor la obra es la expresión personal de la inteligencia que desarrolla un
pensamiento que se manifiesta bajo una forma perceptible.

Algunas de las características de las obras:


- Que pertenezca al dominio literario, artístico y científico.
- Que tenga una forma de expresión.
- Que la protección es independiente del modo o forma de expresión.
.
3.2 CRITERIOS DE PROTECCIÓN

3.2.1 PROTECCIÓN A LA FORMA Y NO A LAS IDEAS

Los conceptos literarios, científicos y artísticos deben apreciarse con un criterio amplio. Las obras
científicas no están protegidas en función de su contenido sino de su forma de expresión, de manera
que un manual de medicina será una obra literaria aunque no tenga un contenido estético.,

11
Es un criterio generalizado que el derecho de autor sólo protege las creaciones formales y no las ideas
contenidas en la obra, pues las ideas no son obras y su uso es libre. No se puede adquirir sobre ellas
protección o propiedad alguna, aún cuando sean novedosas.

Mediante el derecho de autor queda protegida exclusivamente la forma mediante la cual las ideas del
autor son descritas, explicadas, ilustradas o incorporadas a las obras.

De acuerdo con los tratados internacionales aplicables en Chile y la normativa contenida en Ia Ley Nº
17.336 sobre Propiedad Intelectual, el derecho de autor no considera como objeto de protección a Ias
ideas generales y abstractas. Ellas, se considera que son libres y no apropiables.

Así puede apreciarse de la simple lectura del Artículo 9 N° 2 del Acuerdo sobre los aspectos de los
derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el comercio (ADPIC): "La protección del derecho
de autor abarca las expresiones, pero no las ideas, procedimientos, métodos de operación o conceptos
matemáticos en sí."

Por tanto, La protección es a La forma en que tales ideas llegan a materializarse en una obra intelectual
concreta, así lo establece el inciso 1° del artículo 1 de La Ley N° 17.336 cuando señala: "La presente
ley protege los derechos que, por el solo hecho de La creación de Ia obra, adquieren los autores de obras
de La inteligencia en los dominios literarios, artísticos y científicos, cualquiera que sea su forma de
expresión, y los derechos conexos que ella determina".

3.2.2. LA ORIGINALIDAD

Definición de Originalidad:

- La originalidad es un criterio de protección.


- La originalidad apunta a su individualidad y no a la novedad strictu sensu (expresión latina que
significa «en sentido estricto» o «en sentido restringido»).
- Es decir, el producto creativo por su forma de expresión ha de tener suficientes características
propias como para distinguirlo de cualquiera del mismo género. (Ricardo Antequera Parilli.,
Consecuencias sustantivas de la adhesión al convenio de Berna. La habana).
- La originalidad se presume y quien la niega debe probarla. (Satanowsky Isidro, Derecho
Intelectual. Tomo I. p.470.).

La originalidad es condición necesaria para la protección. En derecho de autor la originalidad de la


creación es una condición necesaria para la protección. Esa originalidad o individualidad se concreta en
que la obra exprese lo propio de su autor, que lleve la impronta de su personalidad, lo que no debe
confundirse con novedad, pues en derecho de autor, a diferencia de lo que ocurre con las invenciones
en el campo de la propiedad industrial, no se requiere que la obra sea novedosa.

Intentar definir originalidad, obra o autor sin hablar de los otros dos conceptos es casi como usar la
palabra definida en la definición. Aun así, por algún punto hay que empezar. El art. 10 LPI (Ley de
Propiedad Intelectual) establece que “son objeto de propiedad intelectual todas las creaciones originales
“. Pero ¿qué es la originalidad para la LPI? Tradicionalmente se ha distinguido entre dos clases de
originalidad:

- Originalidad objetiva: que se trate de una creación nueva, que no existiese hasta entonces.
- Originalidad subjetiva: la expresión de la personalidad del autor a través de la creación de una
obra sin copiar otra anterior.

La originalidad implica que la creación, por su forma de expresión, contiene características propias que
permiten distinguirla de cualquiera otra obra del mismo género. En tal sentido, no se considera como

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creación original la labor de los llamados “colaboradores técnicos”, como son el dibujante, el
transcriptor musical o el corrector de pruebas.

3.2.3. EL MÉRITO Y LA DESTINACIÓN DE LA OBRA

Es un principio aceptado en derecho de autor, que la protección legal otorgada a la obra es independiente
del género (artístico o literario), la forma de expresión (escrita, sonora, audiovisual, etc.), mérito (pues
este es un concepto subjetivo que corresponde al ámbito de la crítica y no del derecho) y destino (por
ejemplo, creada para ser utilizada en la promoción de un producto o servicio) de la obra.

Por lo anterior, el derecho de autor protege todas las expresiones creativas, de carácter literario o
artístico, inclusive las creaciones de autores muy reconocidos o reputados como “genios” y las obras de
autores de tipo artesanal o que carecen de estudios y formación académica.

Lo importante es que la obra implique un aporte creativo, con independencia de su mérito o destino,
máxime cuando los beneficios económicos derivados de la explotación de la obra pueden no guardar
relación con su valor estético o cultural (Art. 1, Decisión 351 de 1993; Art. 2, Ley 23 de 1982).

El principio de no importancia del mérito artístico se define como el mayor o menor mérito artístico, o
la destinación que se va a dar a la obra son irrelevantes a efecto de reconocer la protección del derecho
de autor. La protección del derecho de autor se reconoce en tanto exista originalidad, sin importar tales
consideraciones.

Es un principio aceptado en derecho de autor, que la protección legal otorgada a la obra es independiente
del género (artístico o literario), la forma de expresión (escrita, sonora, audiovisual, etc.), mérito (pues
este es un concepto subjetivo que corresponde al ámbito de la crítica y no del derecho) y destino (por
ejemplo, creada para ser utilizada en la promoción de un producto o servicio) de la obra.

Por lo anterior, el derecho de autor protege todas las expresiones creativas, de carácter literario o
artístico, inclusive las creaciones de autores muy reconocidos o reputados como “genios” y las obras de
autores de tipo artesanal o que carecen de estudios y formación académica.

Lo importante es que la obra implique un aporte creativo, con independencia de su mérito o destino,
máxime cuando los beneficios económicos derivados de la explotación de la obra pueden no guardar
relación con su valor estético o cultural (Art. 1, Decisión 351 de 1993; Art. 2, Ley 23 de 1982).

3.2.4 AUSENCIA DE FORMALIDADES PARA LA PROTECCIÓN

Es de aceptación universal que el derecho de autor otorga la protección a las obras del ingenio por el
sólo hecho de su creación, por lo cual no se requiere el cumplimiento de formalidad alguna para la
protección de la obra. En tal sentido el registro de la obra tiene únicamente un carácter declarativo y no
constitutivo de derechos, por lo que los derechos a favor del autor, en su doble aspecto moral y
patrimonial se generan por el hecho de la creación de la obra y no por el registro de la misma. (Convenio
de Berna, art. 5.1; Ley 23 de 1982, art. 9; Decisión 351 de 1993, art. 52).

La protección que brinda el derecho de autor a las obras literarias y artísticas, así como los derechos
que se reconocen sobre las interpretaciones o ejecuciones artísticas, los fonogramas y las emisiones de
radiodifusión, no están subordinados al cumplimiento de ninguna formalidad (v.gr. registro, depósito,
mención de reserva del derecho, certificado notarial, pago de tasas, etc.). En consecuencia, la omisión
del registro o de cualquiera de tales formalidades no impide el goce o el ejercicio del derecho de autor.

3.3 ÁMBITO DE PROTECCIÓN

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3.3.1 CATEGORÍAS DE OBRAS PROTEGIDAS

La protección del derecho de autor a las obras del ingenio se reconoce con independencia del género,
la forma de expresión, el mérito y el destino de la obra. En consecuencia, el ámbito de protección es
muy amplio, pues comprende todas las expresiones creativas, de carácter literario o artístico, y por ello
tanto los tratados internacionales como las legislaciones de los países incluyen una relación o
enumeración de obras simplemente a manera de ejemplo (Art. 4, Decisión 351 de 1993), con el fin de
dejar abierta la posibilidad de protección del derecho de autor a nuevas modalidades creativas que
pudieran reunir los elementos característicos de las obras amparadas, ya que el talento e ingenio creativo
del ser humano cada día encuentra nuevas formas de expresión.

Así lo demuestran nuevas modalidades de producción de obras creativas, tales como las bases de datos,
las obras creadas con asistencia de ordenador, los videoclips, el soporte lógico o software, etc., que no
existían hace algunos años.

En tal sentido, el Decreto 1360 de 1989 estableció que de conformidad con lo previsto en la Ley 23 de
1982, el soporte lógico (software) se considera como una creación propia del dominio literario, y en
consecuencia se protege por el derecho de autor.

Las obras literarias se hallan protegidas en tanto su literalidad, es decir, su forma de expresión es
plasmada en un escrito tangible o soporte material (por ejemplo, el libro). El software es definido como
“un conjunto de instrucciones que cuando se incorpora a un soporte legible por máquina, puede hacer
que una máquina con capacidad para el tratamiento de la información indique, realice o consiga una
función, tarea o resultados determinados”.

3.3.1.1 OBRA ORIGINARIA Y OBRAS DERIVADAS

Obra originaria es la primigeniamente creada, y obra derivada es la que se basa en una obra preexistente,
sin la participación del autor de esta última. La obra derivada puede realizarse sobre la base de una o
varias obras preexistentes, o sobre hechos y datos, también preexistentes, pero cuya elaboración, por la
forma original de su expresión, constituye un acto creativo. Las obras derivadas más comunes son las
traducciones, los arreglos musicales, las adaptaciones, las compilaciones, las revisiones, anotaciones,
extractos, y las parodias. En las traducciones resulta fundamental que la versión traducida transmita el
sentido de la obra preexistente y los valores culturales que esta desea expresar.

Los arreglos musicales como obra derivada han sido objeto de diversas polémicas entre los estudiosos
de la materia. La consideración del arreglo musical como obra susceptible de ser protegida por el
derecho de autor, está en la originalidad creativa que tenga. En otras palabras, actividades meramente
técnicas realizadas sobre la obra musical preexistente, como por ejemplo el ajuste de la escala para que
la obra pueda ser interpretada por determinado artista, o el cambio de ritmo de la obra, no constituyen
aportes creativos amparados por el derecho de autor.

Por el contrario, si se realizan variaciones en la armonía o en la línea melódica mediante la incorporación


de elementos creadores, existe un aporte del ingenio que resulta en una obra derivada, aunque basada
en una preexistente.

Las adaptaciones son otro ejemplo de obras derivadas y se caracterizan por el cambio de un género por
otro, o por la variación de la obra sin cambio de género. En el primer caso se encuentran aquellas obras
literarias (novelas, por ejemplo) que son “llevadas” a la pantalla de cine o a la televisión. Por eso en los
créditos del programa se pueden leer expresiones como: “adaptación para televisión: (nombre del
adaptador)”. La variación de la obra sin cambio de género se presenta, por ejemplo, en la versión de
una novela para un público juvenil. En las adaptaciones la actividad creativa se presenta al introducir
cambios en la forma de expresión de la obra originaria, o al incorporar elementos técnicos y artísticos
propios de otro género. Un caso muy interesante de obras derivadas son las compilaciones que tienen

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un aporte creativo en la selección o disposición de las materias, por lo que constituyen creaciones
intelectuales. En este evento la compilación se protege como obra derivada, sin perjuicio de los derechos
de los autores sobre cada una de las obras que formen parte de la colección.

3.3.1.2 OBRAS ANÓNIMAS Y SEUDÓNIMAS

Son definidas por el artículo 8º de la Ley 23 de 1982 como aquellas en que no se menciona el nombre
del autor, por voluntad de este, o por ser ignorado (obra anónima), y aquellas en que el autor se oculta
bajo un seudónimo que no lo identifica (obra seudónima). No debe considerarse como obra seudónima
la obra en la cual el nombre utilizado por el autor no permite dudas acerca de su verdadera identidad,
pues ello resulta en que se les aplican las normas relativas a las obras de autor conocido.

Se entiende por OBRA ANÓNIMA cuando el Autor de una Obra desea permanecer en el anonimato y
mantener el nombre oculto por alguna razón, bien porque no quiere que su identidad sea revelada o
porque exista una circunstancia de fuerza mayor que le impida darse a conocer.

Sin embargo, las obras anónimas no siempre poseen un autor conocido, ya que algunas pueden ser el
resultado de una difusión oral, de una tradición, o simplemente se desconoce el autor porque la
información que acredite la identidad de este fuera escondida con intención o pérdida.

Cuando una obra se diera a conocer de forma anónima o también bajo un seudónimo, los derechos de
propiedad intelectual corresponden a la persona física o jurídica que la divulgue siempre y cuando su
verdadero autor no llegara a revelar su identidad.

3.3.1.3 OBRA INÉDITA Y OBRA PÓSTUMA

La Ley 23 de 1982 define en el artículo 8º la obra inédita como aquella que no haya sido dada a conocer
al público. No se trata aquí de la voluntad del autor por ocultar su identidad, sino de su decisión de no
divulgar la. Por su parte, la obra póstuma es aquella que no ha sido publicada durante la vida de su
autor. La Ley 23 de 1982 la contempla, pero no permite conocer si el carácter inédito de la obra durante
la vida del autor es consecuencia de la voluntad del autor en tal sentido, o es producto de la ausencia de
una persona interesada en divulgar la durante la vida del autor. Esta circunstancia es importante para
determinar si los sucesores del autor tienen o no el derecho de autorizar la divulgación de la obra
póstuma.

El origen de la palabra inédito que indica que una obra (literaria, artística, periodística o científica) no
ha sido publicada con anterioridad; o en el caso de una idea nueva, o un hecho, situación o problemática,
no había ocurrido con antelación o de conductas o expresiones que nunca el sujeto había hecho o
pronunciado, se halla en el latín “ineditus” vocablo integrado por el prefijo de exclusión “in” y por
“editus” que significa publicado. La definición de las obras inéditas es casi siempre negativa, y hace
referencia a las que no han sido publicadas. La consulta de cualquier diccionario, en especial el de la
Real Academia de la Lengua que nos une, no es la excepción, aunque revela la solidez que para el
público en general, tiene el vínculo entre la edición y la creación literaria y la diferencia entre las
opiniones de los legos y los expertos en esta materia. Allí se define a lo inédito como lo «escrito y no
publicado», aplicándose, también como adjetivo, al «escritor que no ha publicado nada» y de forma
general a todo lo que sea nuevo y desconocido.

En el ámbito del Derecho de autor, sabemos desde luego que la obra inédita puede ser cualquiera y no
sólo ni especialmente la literaria, que contra lo que pueda pensarse del tenor literal de la palabra, la obra
que es objeto de un contrato de edición no deja necesariamente de ser inédita, aunque ese sea su destino
normal.

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Tradicionalmente se llama obra póstuma a aquellas obras que son divulgadas o editadas después de la
muerte de su autor y antes de que pasen 70 años. Más allá de dicho plazo (habiendo sido divulgada en
el año 71) la obra pasaría a ser de dominio público y su explotación entraría en el supuesto de monopolio
de 25 años que establece el artículo 130 en lugar de atribuirle su explotación a divulgador/a o editor/a,
como sucede en el caso de considerarse obra póstuma y no de dominio público.

4. SUJETOS DEL DERECHO DE AUTOR

4.1 AUTORES Y TITULARES

El tema de la autoría de las obras del ingenio usualmente enfrenta a los dos sistemas de protección: el
del derecho de autor (o de tradición latina) y el del copyright (o anglosajón).

En el sistema de tradición latina un principio aceptado es el de reconocer la calidad de autor únicamente


a la persona física que realiza la creación. En este sistema se ubica la legislación colombiana, pues el
artículo 3° de la Decisión 351 de 1993 define al autor como la persona física que realiza la creación
intelectual.

Con relación a la persona física como autor, para la tradición jurídica latina solo la persona física puede
crear una obra, pues la acción de “crear” se refiere a la actividad intelectual que supone atributos como
los de aprender, valorar, sentir, innovar, y expresar, todos ellos exclusivos de la persona humana.

Por lo general el titular es el propio autor, en cuyo caso autoría y titularidad son atributos concentrados
en la misma persona, pero puede ocurrir que el titular sea una persona distinta del autor, en cuyo caso
autoría y titularidad son atributos detentados por personas diferentes.

La Decisión 351 de 1993, en el artículo 8º expresa que se presume autor, salvo prueba en contrario, la
persona cuyo nombre, seudónimo u otro signo que la identifique, aparezca indicado en la obra
(Convenio de Berna, Art. 15,1,1; Ley 23 de 1982, art. 10).

La titularidad se presume en algunos casos con base en lo dispuesto en la ley, salvo prueba en contrario,
y es igualmente posible acreditar mediante un contrato o acto jurídico de adquisición de derechos.

4.2. TITULARES ORIGINARIOS

El título originario sobre la obra pertenece a quien la ha creado, pues el derecho de autor pertenece al
creador. Esta condición de titular originario le permite conservar al autor los derechos morales, que son
intransferibles, por lo cual los mantendrá siempre, aunque haya cedido todos o parte de los derechos
patrimoniales sobre la obra.

El autor como titular originario de derechos puede ser una persona individual, en cuyo caso se trata de
una obra individual que es aquella creada por una sola persona natural, o puede ocurrir que una obra
sea el resultado creativo de varios autores, caso en el cual se les denomina coautores.

En estos casos se presentan diferentes situaciones en relación con la titularidad, pues se trata de
creaciones que son el fruto del talento de varias personas, como ocurre en las denominadas obras
complejas, a saber, las realizadas en colaboración y las obras colectivas.

El traductor y el adaptador son dos categorías de titulares originarios. La adaptación de una obra
originaria, realizada con autorización previa y expresa del autor o titular de los derechos, constituye al
adaptador en titular originario de derechos sobre su aporte creativo que se considera una obra derivada
que disfruta de la protección del derecho de autor.

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- Titular de las obras en colaboración: Estas obras son las que se crean con el concurso de
varias personas físicas. Se caracteriza por el hecho de que los colaboradores o coautores tienen
un objetivo común respecto de la obra. En Colombia se define la obra en colaboración como la
producida, conjuntamente por dos o más personas naturales cuyos aportes no puedan ser
separados (Ley 23 de 1982, art. 8º y art. 18). Por ser la obra indivisible, la titularidad pertenece
en común a todos los coautores.

Usualmente se presentan como ejemplos de obras en colaboración las obras científicas y


didácticas elaboradas para un fin común, conjuntamente por varios autores.

No se consideran obras en colaboración las que consisten en una simple reunión de trabajos
individuales, como ocurre con las revistas literarias o científicas que contienen los artículos de
diversos autores, sobre materias disímiles, o las memorias de cursos o seminarios, las cuales
también reúnen artículos o ponencias independientes. En estos casos no existe un trabajo
mancomunado entre los autores para realizar una obra común.

- Titular de las obras colectivas: Las obras colectivas son aquella producidas, dirigidas,
editadas y divulgadas bajo la responsabilidad de una persona natural o jurídica, donde por el
elevado número de participantes es difícil o imposible la identificación de cada uno de los
autores y respectivos aportes, y en las cuales las correspondientes contribuciones se funden en
el conjunto, con vistas al cual fue concebida, sin que sea posible atribuir a cada uno de los
coautores un derecho autónomo sobre su contribución o sobre el producto realizado. Algunos
ejemplos de obras colectivas son los diccionarios y enciclopedias, así como los programas de
computación y los bancos electrónicos de datos, en los cuales intervienen múltiples autores con
diversos grados de participación.

Si bien en las obras colectivas puede ser imposible identificar a los autores y sus aportes
creativos, lo cierto que en cabeza de alguien deben radicarse los derechos exclusivos de
explotación de las obras.

La ley colombiana, que define a la obra colectiva como la producida por un grupo de autores,
por iniciativa y bajo la orientación de una persona natural o jurídica que la coordine, divulgue
y publique bajo su nombre (Art. 8º, Ley 23 de 1982) establece que el titular de los derechos de
autor será el editor o persona jurídica o natural por cuya cuenta y riesgo se realizan los aportes
de las personas naturales que contribuyen en las obras colectivas creadas dentro de un contrato
laboral o de arrendamiento de servicios, en las que sea imposible identificar el aporte individual
de cada participante (Ley 23 de 1982, artículo 92).

4.3 TITULARES DERIVADOS

Si bien la titularidad originaria de los derechos morales y patrimoniales corresponde al autor de la obra,
estos últimos pueden transmitirse a un tercero, evento en el cual se constituye en titular derivado de los
derechos. La titularidad derivada puede adquirirse por un acto entre vivos, en los siguientes casos:

Las personas jurídicas: Son titulares de derechos patrimoniales de autor mediante transferencia por
causa establecida en la ley, o por razón de un contrato.
Los Cesionarios: Adquieren siempre la titularidad en virtud de un acto jurídico por el cual el autor o
el titular les cede los derechos patrimoniales sobre la obra en ejercicio de la facultad legal de hacerlo y
de la transferibilidad de los derechos patrimoniales.
Autor de obras creadas bajo relación laboral: En la obra realizada bajo relación laboral, el autor
recibe un salario a cambio de las funciones y actividades del empleo, entre las cuales (o la única) está
la creación de obras del ingenio. En cuanto a las obras colectivas realizadas bajo relación laboral, en
Colombia el asunto se ha dilucidado estableciendo una presunción legal de cesión al patrono, de los
derechos patrimoniales sobre la obra, presunción que admite prueba en contrario.

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Los herederos: Son titulares secundarios o derivados mediante sucesión por causa de muerte, de los
derechos patrimoniales cuya titularidad ostentaba el causante. La transmisión de los derechos por causa
de muerte puede ser testamentaria o intestada, a título singular o universal.
Dispone el parágrafo 2º. Del artículo 30 de la Ley 23 de 1982 que a la muerte del autor corresponde a
su cónyuge y herederos consanguíneos el ejercicio del derecho de reivindicar la paternidad de la obra,
y el derecho de oponerse a toda deformación, mutilación y otra modificación de la obra cuando tales
actos puedan causar o causen perjuicio al honor o reputación del autor, o la obra se demerite.
Obras póstumas: La obra póstuma es aquella dada a la publicidad sólo después de la muerte de su
autor (Art. 8, Ley 23 de 1982). Los titulares de los derechos de autor de las obras póstumas son los
herederos del autor causahabiente, si no preexiste alguna otra disposición del mismo a favor de otra
persona por acto entre vivos.

4.4. TITULARES POR EFECTO DE LA LEY

Existen eventos en que la titularidad de los derechos de explotación de la obra es radicada por la ley en
cabeza de personas distintas del autor o creador de la obra, en consideración a razones como la
naturaleza de la creación intelectual, la condición en la que el autor crea la obra, el papel que tiene el
tercero a quien se le atribuye la titularidad de los derechos de explotación en la realización de la obra,
o la identidad del autor.

Son titulares de los derechos reconocidos por la ley:


a) El autor de su obra;
b) El artista, intérprete o ejecutante, sobre su interpretación o ejecución;
c) El productor, sobre su fonograma:
d) El organismo de radiodifusión sobre su emisión;
e) Los causahabientes, a título singular o universal, de los titulares anteriormente citados, y
f) La persona natural o jurídica que, en virtud de contrato obtenga por su cuenta y riesgo, la
producción de una obra científica, literaria o artística realizada por uno o varios autores en
las condiciones previstas en el artículo 20 de esta ley.

4.4.1 OBRAS ANÓNIMAS, SEUDÓNIMAS Y DE AUTOR DESCONOCIDO

Estos son casos de titularidad que consideran la identidad del creador de la obra.

La titularidad sobre las obras anónimas y seudónimas enfrenta diversas circunstancias pues en estas
obras se desconoce la identidad del autor y titular originario del derecho, no obstante, lo cual es
necesario atribuirle a alguien el ejercicio de los derechos patrimoniales sobre la obra y la
responsabilidad de defender los derechos morales que corresponden siempre al autor de la obra pues
son intransferibles.

La legislación colombiana establece que las obras anónimas serán protegidas a favor del editor, pero si
el autor revela su identidad, el plazo de protección es a favor de éste (Art. 25 Ley 23 de 1982). El
artículo 8º del Decreto 460 de 1995, que reglamenta el Registro Nacional de Derecho de Autor y regula
el Depósito Legal, dispone que el editor ejercerá los derechos hasta que el autor decida salir del
anonimato. Lo anterior indica que la ley en Colombia atribuye, al menos inicialmente, una titularidad
al editor de la obra anónima, para el ejercicio de los derechos mientras aparece el autor. Con respecto a
la obra seudónima, el decreto citado establece que al editor corresponderá el ejercicio de los derechos
patrimoniales del autor, a menos que el seudónimo esté registrado conforme a las disposiciones relativas
al estado civil de las personas, en cuyo caso los derechos le corresponderán al autor (Art. 8º).

4.4.2 EL AUTOR DE OBRA POR ENCARGO

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La obra por encargo es una modalidad muy frecuente, algunos de cuyos ejemplos son los libros de
textos escolares, los proyectos arquitectónicos, los argumentos para obras cinematográficas y
audiovisuales, etc. El autor de una obra por encargo usualmente crea la obra con sus propios medios y
elementos.

Sobre la titularidad de los derechos en estas obras, la Decisión 351 de 1993 estableció que las personas
naturales o jurídicas ejercen la titularidad originaria o derivada de los derechos patrimoniales de las
obras creadas por su encargo, salvo prueba en contrario (Art. 10).

A su vez la Ley 23 de 1982 regula la figura estableciendo que cuando mediante un contrato de servicios
el autor o autores elaboren una obra, según plan señalado por persona natural o jurídica y por cuenta y
riesgo de ésta, por ese acto (el contrato) se entiende que el autor o autores transfieren los derechos
patrimoniales sobre la obra, pero conservan los derechos morales de reivindicar la paternidad de su obra
y oponerse a toda deformación, mutilación y otra modificación de la obra, cuando tales actos puedan
causar o causen perjuicio a su honor o a su reputación, o la obra se demerite (Art. 20; art. 4; art. 184,
Ley 23 de 1982).

Bajo esta modalidad, una persona contrata a un autor específico para la realización de una determinada
obra futura a cambio de una contraprestación económica, sin que exista entre el comitente y el
comisionado una relación de subordinación o de empleo, ni sea aplicable, en consecuencia, el régimen
legislativo previsto para las relaciones de trabajo.

4.4.3 EL PRODUCTOR DE OBRA AUDIOVISUAL

La obra audiovisual es un ejemplo de obra colectiva, en la cual intervienen varias personas físicas, con
aportes destinados a un fin común, los que son identificables, así como el autor de cada contribución.

En Colombia la Ley 23 de 1982 regula específicamente el tema en el capítulo VII, señalando quién es
el productor cinematográfico (Art 97) y precisando que los derechos patrimoniales sobre la obra
cinematográfica, salvo estipulación en contrario, se reconocerán a favor del productor (Art 98).
También la ley colombiana señala a los autores de la obra cinematográfica (El Director o realizador; el
autor del guión o libreto cinematográfico; el autor de la música, y el dibujante o dibujantes, si se trata
de un diseño animado) y dispone que el titular de los derechos morales de la misma es el director o
realizador, sin perjuicio de los que corresponden a los diversos autores, artistas, intérpretes o ejecutantes
que hayan intervenido en ella, con respecto a sus propias contribuciones (Artículos 95 y 99, Ley 23 de
1982).

Para los efectos del Derecho de Autor, sólo es productor audiovisual y con Derechos Patrimoniales de
Autor, la persona natural o jurídica que tiene la iniciativa, la coordinación y la responsabilidad en la
producción de la obra. En otras palabras, la persona que efectúa toda la contratación y adquisición de
los diferentes aportes para que confluyan en su cabeza, a menos que se pacte algo en contrario en los
contratos con los diferentes creadores y participantes en la elaboración de la obra audiovisual.

Personas protegidas en la obra audiovisual:


Normalmente las obras audiovisuales son realizadas por una conjunción de aportes que hacen pensar
de inmediato en la necesidad de determinar quiénes son los autores. En esta clase de obras, además de
los autores, también participan personas como los actores o los intérpretes de las obras. También
participan sonidistas, camarógrafos, asistentes, utileros, entre otros, que no disponen de protección
alguna por el Derecho de Autor o los Derechos Conexos.

Así las cosas, la ley de Derecho de Autor considera a la obra audiovisual como una obra original (única
y creada de primera mano), sin perjuicio, por supuesto, de las obras incluidas o adaptadas en ella. Si la
ley no considerara la obra audiovisual como una obra original, sería una obra colectiva o en

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colaboración que obligaría a una explotación conjunta entre todos los participantes. Se requerirían todos
los consentimientos de los aportantes, lo cual dificultará cualquier forma de explotación.

La legislación colombiana de Derecho de Autor consagra como autores de la obra audiovisual a los
siguientes:

a) El director o realizador
b) El autor del guión o libreto cinematográfico
c) El autor de la música
d) El dibujante o dibujantes si se tratare de una producción de dibujos animados

Ahora bien, los autores de las obras disponen de unos Derechos Morales de paternidad e integridad, que
no pueden trasladarse ni renunciarse de ninguna manera y que sólo pueden recaer en cabeza de las
personas físicas. Para estos efectos el Derecho de Autor considera al director o realizador de la obra
audiovisual como el titular de los Derechos Morales de la misma, sin perjuicio de los que corresponden
a los diversos autores, artistas, intérpretes o ejecutantes que hayan intervenido en ella, con respecto a
sus propias contribuciones.

4.5 CASOS ESPECIALES DE TITULARIDAD

4.5.1 ENTIDADES PÚBLICAS

En la titularidad por parte del Estado, se aprecian dos situaciones: Puede suceder que la obra sea creada
en función de la relación existente entre el autor como servidor público y el Estado, o que ella sea el
resultado de un esfuerzo creativo que tiene lugar por fuera de esa relación autor-servidor público y
Estado.

De manera expresa la Ley 23 de 1982, en el artículo 91 establece que las obras realizadas por un servidor
público en cumplimiento de las obligaciones constitucionales y legales de su cargo son de propiedad de
la entidad pública correspondiente. Aclara la norma que el ejercicio de los derechos morales sobre la
obra creada por el servidor público corresponde al autor en cuanto no sea incompatible con los derechos
y obligaciones de las entidades públicas afectadas.

Los derechos patrimoniales sobre las obras creadas por los servidores públicos están en cabeza de las
entidades públicas, quienes explotarán libremente las obras y autorizará su utilización por terceras
personas.

4.5.2 ENTIDADES DE EDUCACIÓN

Para el caso de los trabajos de grado, que se pueden considerar obras literarias o artísticas (tesis de
grado, monografías, programas de computador, documentos que recogen una investigación, etc.) se
debe establecer quién es el titular de los derechos de autor.

La persona que realizó la obra literaria o artística en que consiste el trabajo de grado, le imprime su
inteligencia, ingenio y talento creativo, y es su expresión la que aparece plasmada en la obra protegible.
Por ello, si el autor es un estudiante, en cabeza de él se reconocerán los derechos patrimoniales y
morales.

En los trabajos de grado participa usualmente un director o coordinador que brinda orientaciones o
recomendaciones al estudiante, señalándole parámetros o líneas de investigación que lo guían hacia la
elaboración final del trabajo. No obstante, quien expresa y plasma las ideas en el trabajo de grado es el

20
estudiante que organiza, clasifica, analiza y vierte en el trabajo toda la información recogida para
elaborarlo, lo que le confiere la calidad de autor de la obra.

La tarea del director o coordinador del trabajo de grado resulta de la obligación que le ha encomendado
la institución educativa para que oriente y dirija al estudiante, pero esa participación no constituye una
expresión literaria o artística, pues de lo contrario sería un coautor del trabajo y no el director del mismo.

En el evento que la obra sea creada por una pluralidad de estudiantes o profesores, cada uno de ellos se
considera autor de la obra y debe establecerse si la obra es colectiva o en colaboración. Por otra parte,
para que la institución educativa sea titular de los derechos patrimoniales sobre una obra que realicen
los estudiantes o profesores, debe existir la voluntad del autor o autores para transferir los derechos a la
institución educativa, la que se concretará mediante el respectivo contrato.

5. CONTENIDO DEL DERECHO DE AUTOR

El derecho de autor es la única clase de régimen jurídico que observa un contenido dual referido a
Derechos Morales y Derechos Patrimoniales.

5.1. DERECHOS MORALES

Los derechos morales de autor son prerrogativas que surgen en cabeza del autor por el sólo hecho de
creación de la obra. Esta clase de derechos se caracterizan por ser inalienables, irrenunciables,
imprescriptibles y perpetuo -Paternidad.

Los derechos morales en la legislación colombiana son: Paternidad, integridad, retracto o


arrepentimiento, ineditud y modificación.

Por su parte, el artículo 11 de la D.351 de 1993 dispone que “a la muerte del autor, el ejercicio de los
derechos morales corresponderá a sus derechohabientes, por el plazo a que se refiere el Capítulo VI de
la presente Decisión. Una vez extinguido el derecho patrimonial, el Estado u otras instituciones
designadas, asumirán la defensa de la paternidad del autor y de la integridad de su obra”.

El Derecho Moral es uno de los tipos de derechos que comprende el derecho de autor. Dice relación
con ciertas medidas que puede tomar el autor para preservar su vínculo personal que lo une a su obra.
Dentro de estas medidas están:

- Reivindicar la paternidad de la obra, asociando a la misma su nombre o seudónimo conocido;


- Oponerse a toda deformación, mutilación, u otra modificación hecha sin expreso y previo
consentimiento. No se considerarán como tales los trabajos de conservación, reconstitución o
restauración de las obras que hayan sufrido daños que alteren o menoscaben su valor artístico;
- Mantener la obra inédita;
- Autorizar a terceros a terminar la obra inconclusa, previo consentimiento del editor o del
cesionario si los hubiere, y
- Exigir que se respete su voluntad de mantener la obra anónima o seudónima mientras ésta no
pertenezca al patrimonio cultural común.

Estos derechos son independientes de los derechos patrimoniales de que goce el autor y serán
conservados por éste incluso en los casos en que se hayan cedido los derechos patrimoniales. De ahí
que los derechos morales se concedan exclusivamente a autores individuales.

Por el carácter personal que caracteriza a los derechos morales, estos son intransferibles a terceros o
inalienables, a diferencia del derecho patrimonial, y sólo pueden ser transmitidos por causa de muerte.

21
No obstante, la existencia de estos derechos para el autor de la obra, La Ley establece una serie de
limitaciones y excepciones al derecho de autor con el objetivo de balancear los derechos de los
creadores, por una parte, y de la sociedad toda, por otra, que está interesada en hacer uso de las obras
literarias, artísticas y científicas. Dentro de estas excepciones el derecho de autor se encuentra en
términos generales la reproducción de la obra, en determinados casos especiales, para su uso
exclusivamente personal, privada y no comercial.

5.1.1. DERECHO MORAL DE PATERNIDAD

La paternidad hace referencia a la designación del padre o creador de la obra, por ello se ha establecido
el criterio de mencionar siempre el nombre o seudónimo del autor de la obra sin importar su naturaleza.

El art. 14.2 LPI (Ley de Propiedad Intelectual) recoge el derecho del autor a exigir el reconocimiento
de su condición de autor de la obra. El derecho de paternidad, en su vertiente positiva, supone la facultad
del autor del reconocimiento de la autoría de su obra con su nombre, firma o signo que lo identifique
(art.14.3 LPI). En la práctica es muy importante la aparición del nombre en la obra porque se presume
autor a quien aparezca como tal en la obra, mediante su nombre, firma o signo que lo identifique.

El derecho de paternidad, en su vertiente negativa, faculta al autor a divulgar su obra de forma anónima
o bajo seudónimo o signo. En este caso el art. 6.2 LPI establece entonces quien ejerce los derechos del
autor de identidad desconocida.

El autor no puede ampararse en el derecho de propiedad intelectual para perseguir falsas atribuciones
de obras no creadas por él. En los casos de que un tercero utilice el nombre de otro autor para firmar
una obra, el autor cuyo nombre se haya utilizado falsamente podrá acudir a otras vías para defender el
derecho que considere le ha sido infringido: identidad, honor, prestigio, competencia etc., pero no puede
alegar que ha sido vulnerado su derecho moral de paternidad. Sin embargo, en los supuestos de plagio
(reproducción literal o disfrazada de una obra atribuyéndose la autoría) si son constitutivos de una
vulneración del derecho moral de paternidad, pues supone la apropiación de la autoría de otro.

Precisamente el tema de plagio, y del que las Universidades deben abordar de manera responsable, está
relacionado con el derecho moral de paternidad.

5.1.2. DERECHO MORAL DE INTEGRIDAD

Por integridad es el derecho que tiene la persona natural creadora de una obra para exigir en todo
momento que la misma se mantenga con la esencia y naturaleza con la que fue creada, prohibiendo que
pueda ser mutilada, desmembrada o fraccionada, cuando tales actos atentan contra el honor del autor o
reputación de la obra. Así, el autor tiene derecho a oponerse a toda deformación, mutilación u otra
modificación de la obra, cuando tales actos puedan causar o acusen perjuicio a su honor o a su
reputación, o la obra se demerite, y a pedir reparación por éstos.

El autor tiene derecho a exigir el respeto a la integridad de la obra e impedir cualquier deformación,
modificación, alteración o atentado contra ella que suponga perjuicio a sus legítimos intereses o
menoscabo a su reputación.

Hay fundamentalmente tres ámbitos de colisión:

a.- Con relación a los cesionarios de derechos de explotación: en los procesos de edición,
representación, comunicación pública… este derecho impide alteraciones que afecten a la integridad de
la obra.

22
Así se especifica en el art 64.1 LPI con relación al contrato de edición y en el artículo 78.2 LPI en
cuanto a las obligaciones del cesionario del derecho de representación teatral o ejecución musical.

El art. 92.2 LPI establece normas especiales para las obras audiovisuales, dadas sus especificidades en
cuanto a autoría plural y formas de explotación.

b.- En la relación de la obra con el soporte, expresamente el art. 93.2 LPI, respecto a las obras
audiovisuales, prohíbe expresamente la destrucción del soporte original, pero es en el ámbito de las
obras plásticas donde más conflictos surgen pues el menoscabo o modificación del soporte puede
suponer el de la obra y con ello la vulneración del derecho moral del autor.

c.- Respecto a las obras inacabadas protegidas. En general, es el autor quien decide cuando una obra
está terminada. La finalización de una obra inacabada por alguien que no sea su autor, sin su
consentimiento, supone una alteración que vulnera el derecho moral a la integridad de la obra.

5.1.3. DERECHO MORAL DE RETRACTO O ARREPENTIMIENTO

Es la facultad que tiene el autor o creador de una obra para retirarla de circulación del mercado en
cualquier momento. Para ello, tiene la obligación de indemnizar los perjuicios sufridos por terceras
personas.

Cuando el autor, por cambiar su ideología, solicita que se retire la obra del comercio ejerce este derecho.
En este sentido, el retracto o arrepentimiento se entiende como la facultad de impedir que se siga
explotando y comercializando su obra, claro está, respondiendo por los daños que su decisión puede
causar a quienes legítimamente tenían dichos derechos.

Este derecho se fundamenta en la necesidad de preservar la libertad de pensamiento y la posibilidad del


autor de cambiar de opinión con respecto a la divulgación de la obra.

Comprende también la facultad de suspender una forma de utilización ya autorizada, previa la


indemnización correspondiente.

Este derecho se encuentra consagrado en el literal e) del artículo 30 de la Ley 23 de 1982.

5.1.4. DERECHO MORAL DE INEDITUD

El autor de una obra tiene el derecho a conservarla en secreto o divulgarla. Así las cosas, el autor no
tiene la obligación de dar a conocer en vida sus creaciones, por el contrario, la legislación ha consagrado
como derecho la potestad y decisión de mantenerla en reserva, guardada.

La expresión “ineditud” se deriva de la palabra “inédito”, que hace referencia a algo que se ha escrito,
pero no se ha publicado. Se conoce como el derecho moral de ineditud a la facultad del autor de una
obra de decidir si la dará a conocer o si por el contrario la mantendrá en reserva. Esta facultad se
materializa en que el autor de una obra es el único que puede decidir en qué momento puede darla a
conocer, en cualquiera de sus formas de explotación.

En este marco, el autor es el único que puede sustraer la obra de su intimidad para que sea conocida por
los demás. En consecuencia, la infracción a este derecho se presenta cuando un tercero se abroga esta
prerrogativa sin estar autorizado para hacerlo.

También conocido como derecho de divulgación, comprende la facultad del autor de decidir si dará a
conocer su obra, y en qué forma lo hará, o si por el contrario la mantendrá reservada en la esfera de su

23
intimidad. Es evidente que sólo al autor corresponde determinar el momento en que la obra está
terminada y desea darla a conocer al público. Este derecho así mismo se traduce en la facultad de
comunicar públicamente el contenido esencial de la obra o una descripción de la misma.
Ahora bien, el derecho de ineditud se ejerce respecto de cada una de las posibles formas de explotación
de la obra, por lo que el divulgar mediante la representación teatral (una obra dramática, por ejemplo)
mantiene incólume el derecho de darla a conocer mediante la edición gráfica, o de otra manera

5.1.5. DERECHO MORAL DE MODIFICACIÓN

El autor puede en cualquier momento modificar su obra, incluso después de estar en el comercio, para
lo cual deberá igualmente indemnizar los posibles perjuicios a terceros.

Es un derecho moral en virtud del cual el autor tiene derecho a introducir modificaciones a su obra en
cualquier momento. No obstante, si con su decisión de modificar la obra el autor puede ocasionar
perjuicios a terceros, éste deberá indemnizarlos previamente.

La modificación de la obra por el autor no es fácil que pueda ejercitarlo si existen derechos adquiridos
en exclusiva por terceros o en el caso de venta del soporte en obras plásticas, fotográficas o similares.

El derecho moral de modificación ésta íntimamente ligado al derecho patrimonial de trasformación: una
obra derivada siempre supone la modificación de la obra original.

5.2. DERECHOS PATRIMONIALES

Los Derechos Patrimoniales de autor son prerrogativas de carácter económico, con la potestad de
autorizar o prohibir su ejercicio. Estos derechos patrimoniales contemplan un término de protección
especial, estableciéndose que “sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 59, la duración de la protección
de los derechos reconocidos en la presente Decisión no será inferior a la vida del autor y cincuenta años
después de su muerte. Cuando la titularidad de los derechos corresponda a una persona jurídica, el plazo
de protección no será inferior a cincuenta años contados a partir de la realización, divulgación o
publicación de la obra, según el caso” (artículo 18 Decreto 351 de 1993).

De acuerdo con la Ley 23 de 1982, para personas naturales será la vida del autor y 80 años más –para
herederos y causahabientes- al contemplar que “será protegida la propiedad literaria y artística, como
propiedad transferible, por el tiempo de la vida del autor y ochenta años más, mediante las formalidades
que prescriba la ley” (artículo 11 Ley 23 de 1982). Para personas jurídicas será de 50 años contados a
partir de su divulgación, publicación o realización de la obra, de acuerdo con la norma comunitaria.

Los derechos patrimoniales consagrados en nuestra legislación vigente son: Reproducción,


Comunicación pública, transformación y distribución.

5.2.1. DERECHO PATRIMONIAL DE REPRODUCCIÓN

La reproducción de un programa de ordenador, incluso para uso personal, exigirá la autorización del
titular de los derechos, con excepción de la copia de seguridad. No constituye reproducción ilegal de
un programa de ordenador, la introducción del mismo en la memoria interna del respectivo aparato,
para efectos de su exclusivo uso personal. No será lícito, en consecuencia, el aprovechamiento del
programa por varias personas, mediante la instalación de redes, estaciones de trabajo u otro
procedimiento análogo, sin el consentimiento del titular de los derechos” (artículos 25 y 26 de la D 351
de 1993).

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El derecho de Reproducción es el más importante de los derechos patrimoniales de los autores. Es el
origen de todos los demás, y su adecuada protección es básica para los autores, para sus
derechohabientes y para las Entidades que gestionan estos derechos de forma colectiva.

Los creadores visuales tienen reconocido el derecho de Reproducción como uno de sus derechos
exclusivos que la Ley de Propiedad Intelectual reconoce a los autores sobre la explotación de sus obras.
Ello quiere decir que la obra de autor sólo puede ser explotada por el autor mismo o por aquellas
personas que hayan recibido una autorización expresa y previa a la explotación que se desee realizar.

5.2.2. DERECHO PATRIMONIAL DE COMUNICACIÓN PÚBLICA

La comunicación pública es el acto por medio del cual se pone a disposición de un público una obra,
sin la entrega de ejemplares a cada uno de ellos. De esta forma, es el autor o titular del derecho el único
reconocido por la ley para autorizar o prohibir tal comunicación pública. Un ejemplo de ello se ve
reflejado en la exhibición de una obra en un teatro o auditorio.

Es el derecho patrimonial que reconoce la facultad exclusiva de autorizar o prohibir cualquier


comunicación pública de la obra; esto es, cualquier acto a través del cual la obra se da a conocer al
público sin mediar la entrega de ejemplares. La puesta a disposición al público de la obra en redes
digitales interactivas, que permita acceder a la obra en el momento y lugar que cada miembro del público
determine, se asimila a un acto de comunicación pública.

Para comprender el alcance y contenido de este derecho debe precisarse el concepto de comunicación
pública.

Delia Lipszyc la define como todo acto por el cual una pluralidad de personas pueda tener acceso a toda
o a parte de una obra, en su forma original o transformada, por medios que no consisten en la
distribución de ejemplares. (26) La comunicación se considera pública cuando ocurre dentro de un
ámbito que no sea estrictamente familiar o doméstico. Puede existir comunicación pública dentro de
ese ámbito cuando está integrado o conectado a una red de difusión.

Diversas formas de comunicación forman parte de la cobertura del derecho de comunicación pública.
- Comunicación directa o en vivo
- Comunicación indirecta

5.2.3. DERECHO PATRIMONIAL DE TRANSFORMACIÓN

El autor o titular tiene la potestad de autorizar o prohibir la transformación de su obra, es decir, la


aplicación de la misma en diferentes formatos. Son ejemplo de ello la traducción de una obra, a otro
idioma; o la transformación de una obra literaria al cine.

Es la facultad del autor de una obra originaria para autorizar la creación de obras derivadas de aquella,
tales como adaptaciones, traducciones, arreglos musicales, compilaciones, etc. Por tanto, es la
modificación de una obra preexistente, que está supeditada a la autorización del titular del derecho de
autor sobre la obra que pretende ser transformada.

La individualidad de la obra originaria a partir de la cual se realiza la transformación permanece


inalterada, si bien como consecuencia de la transformación se crea una nueva obra.

Si la obra original o preexistente que se desea transformar ha entrado al dominio público, no es necesaria
la autorización para realizar la obra derivada de aquella, no obstante, lo cual, por la cercanía del derecho
de transformación con el derecho moral de integridad, debe cuidarse de no lesionar la personalidad del
autor o desvirtuar su pensamiento o intención creativa expresada en la obra preexistente.

25
El derecho de transformación se encuentra consagrado en el artículo 13, literal e) de la Decisión 351, y
en los artículos 12 b) y 76 b) de la Ley 23 de 1982.

5.2.4. DERECHO PATRIMONIAL DE DISTRIBUCIÓN

Es el acto por medio del cual, el autor o titular del derecho autoriza o prohíbe la venta o alquiler o
licencia de la obra.

Puede definirse como la facultad exclusiva del autor o del titular del derecho a autorizar la puesta a
disposición del público, de una obra o de sus copias.

Esa puesta en circulación de la obra se refiere a las modalidades de venta, alquiler, préstamo, o cualquier
otra forma y supone para el titular del derecho la posibilidad de ejercer el control sobre la explotación
comercial de la obra dentro de un territorio determinado. En ejercicio de ese derecho el autor establece
si el soporte al que se ha incorporado su obra circulará o no en el comercio, y en caso de autorizar la
circulación, determinará el ámbito territorial para el efecto, por lo que se le ha considerado uno de los
derechos de mayor contenido económico.

Precisamente ese contenido económico ha generado el interrogante de si el titular de un derecho de


autor puede seguir controlando la venta de los ejemplares una vez que los puso en circulación.

6. DURACIÓN DE LOS DERECHOS

Los derechos de autor corresponden durante su vida, y después de su fallecimiento disfrutarán de ellos
quienes legítimamente los hayan adquirido, por el término de ochenta años. En caso de colaboración
debidamente establecida el término de ochenta años se contará desde la muerte del último coautor.

Tal como concede la ley de derecho de autor, los derechos de autor patrimoniales están limitados en el
tiempo; la misma ley de derechos de autor establece el plazo (o duración) de los derechos. La norma
internacional establecida por el Convenio de Berna para el plazo de protección de los derechos de autor
es la vida del autor más cincuenta años después de su fallecimiento. No obstante, en muchos países,
como por ejemplo en Estados Unidos y en los países miembros de la Unión Europea, la protección dura
la vida del autor de la obra más setenta años después de su fallecimiento. México es el país con el plazo
más largo, la vida del autor más 100 años.

Una vez finalizado este plazo, los derechos de autor terminan y la obra entra en el dominio público,
donde puede ser utilizada gratuitamente por cualquiera.

6.1. VARIOS VOLÚMENES

Para las obras compuestas de varios volúmenes que no se publiquen juntamente, del mismo modo que
para las publicadas en forma de folletos o entregas periódicas, el plazo de protección comenzará a
contarse, respecto de cada volumen, folleto o entrega, desde la respectiva fecha de publicación.

Existe también disposición especial para las obras compuestas de varios volúmenes que no se publiquen
juntamente, así como para las publicadas en forma de folletos o entregas periódicas, en cuyo caso el
término de protección se cuenta individualmente para cada volumen, folleto o entrega, desde la fecha
de su publicación (Art. 22, Ley 23 de 1982).

6.2. CUANDO PASARA A SER DE DOMINIO PÚBLICO

Si no hubiere herederos ni causahabientes, la obra será de dominio público desde el fallecimiento de


éste. En los casos en que los derechos de autor fueren transmitidos por un acto entre vivos,

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corresponderá a los adquirentes durante la vida del autor y veinticinco años desde el fallecimiento de
éste y para los herederos el resto del tiempo hasta completar los ochenta años, sin perjuicio de lo que
expresamente hubieren estipulado al respecto el autor de la obra y dichos adquirentes.

6.3. COMPILACIONES ENCICLOPEDIAS ENTRE OTRAS

La protección para las compilaciones, diccionarios, enciclopedias y otras obras colectivas será de
ochenta años contados a partir de la publicación y se reconocerá a favor de sus directores.

6.4. OBRAS ANÓNIMAS

Las obras anónimas serán protegidas por el plazo de ochenta años a partir de la fecha de su publicación
y a favor del editor; si el autor revelare su identidad el plazo de protección será a favor de éste.

6.5. OBRAS CINEMATOGRÁFICAS

Las obras cinematográficas serán protegidas por ochenta años contados a partir de la terminación de su
producción, la que se entenderá desde la fecha de su primera comunicación al público.

Las obras cinematográficas, encuadradas legalmente dentro de las obras audiovisuales, son las
creaciones consistentes en series de imágenes asociadas, con o sin sonorización, destinadas a ser
comunicadas públicamente. Desde un punto de vista legal, son obras cinematográficas las creaciones
expresadas mediante una serie de imágenes asociadas, con o sin sonorización incorporada, que estén
destinadas principalmente a ser mostradas a través de aparatos de proyección y por cualquier otro medio
de comunicación pública de la imagen y sonido, con independencia de la naturaleza de los soportes
materiales de dichas obras.

6.6. OBRAS DONDE SU TITULAR ES UNA PERSONA JURÍDICA

En todos los casos en que una obra literaria, científica o artística tenga por titular una persona jurídica
o una entidad oficial o cualquier institución de derecho público, se considerará que el plazo de
protección será de 30 años contados a partir de su publicación.

7. LIMITACIONES Y EXCEPCIONES AL DERECHO DE AUTOR

Son aquellos casos en que se puede usar una obra sin tener que gestionar un permiso o autorización por
parte de su autor o titular, según proceda, y se concretará a aquellos casos que no atenten contra la
normal explotación de las obras o no causen perjuicio injustificado a los legítimos intereses del titular
de los derechos.
De acuerdo con el artículo 22 de la Decisión Andina 351 de 1993, “será lícito realizar, sin autorización
del autor y sin el pago de remuneración alguna, los siguientes actos:

a) Citar en una obra, otras obras publicadas, siempre que se indique la fuente y el nombre del autor, a
condición de que tales citas se hagan conforme a los usos honrados y en la medida justificada por el fin
que se persiga;
b) Reproducir por medios reprográficos para la enseñanza o para la realización de exámenes en
instituciones educativas, en la medida justificada por el fin que se persiga, artículos lícitamente
publicados en periódicos o colecciones periódicas, o breves extractos de las obras lícitamente
publicadas, a condición de que tal utilización se haga conforme a los usos honrados y que la misma no
sea objeto de venta u otra transacción a título oneroso, ni tenga directa o indirectamente fines de lucro;
c) Reproducir en forma individual, una obra por una biblioteca o archivo cuyas actividades no tengan
directa o indirectamente fines de lucro, cuando el ejemplar respectivo se encuentre en la colección
permanente de la biblioteca o archivo, y dicha reproducción se realice con los siguientes fines:
i- Preservar el ejemplar y sustituirlo en caso de extravío, destrucción o inutilización; o,

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ii- Sustituir, en la colección permanente de otra biblioteca o archivo, un ejemplar que se haya extraviado,
destruido o inutilizado.
d) Reproducir una obra para actuaciones judiciales o administrativas, en la medida justificada por el fin
que se persiga
e) Reproducir y distribuir por la prensa o emitir por radiodifusión o transmisión pública por cable,
artículos de actualidad, de discusión económica, política o religiosa publicados en periódicos o
colecciones periódicas, u obras radiodifundidas que tengan el mismo carácter, en los casos en que la
reproducción, la radiodifusión o la transmisión pública no se hayan reservado expresamente;
f) Reproducir y poner al alcance del público, con ocasión de las informaciones relativas a
acontecimientos de actualidad por medio de la fotografía, la cinematografía o por la radiodifusión o
transmisión pública por cable, obras vistas u oídas en el curso de tales acontecimientos, en la medida
justificada por el fin de la información;
g) Reproducir por la prensa, la radiodifusión o la transmisión pública, discursos políticos, así como
disertaciones, alocuciones, sermones, discursos pronunciados durante actuaciones judiciales u otras
obras de carácter similar pronunciadas en público, con fines de información sobre los hechos de
actualidad, en la medida en que lo justifiquen los fines perseguidos, y conservando los autores sus
derechos a la publicación de colecciones de tales obras;
h) Realizar la reproducción, emisión por radiodifusión o transmisión pública por cable, de la imagen de
una obra arquitectónica, de una obra de bellas artes, de una obra fotográfica o de una obra de artes
aplicadas, que se encuentre situada en forma permanente en un lugar abierto al público;
i) La realización, por parte de los organismos de radiodifusión, de grabaciones efímeras mediante sus
propios equipos y para su utilización en sus propias emisiones de radiodifusión, de una obra sobre la
cual tengan el derecho para radiodifundirla. El organismo de radiodifusión estará obligado a destruir tal
grabación en el plazo o condiciones previstas en cada legislación nacional;
j) Realizar la representación o ejecución de una obra en el curso de las actividades de una institución
de enseñanza por el personal y los estudiantes de tal institución, siempre que no se cobre por la entrada
ni tenga algún fin lucrativo directo o indirecto, y el público esté compuesto exclusivamente por el
personal y estudiantes de la institución o padres o tutores de los alumnos y otras personas directamente
vinculadas con las actividades de la institución;
k) La realización de una transmisión o retransmisión, por parte de un organismo de radiodifusión, de
una obra originalmente radiodifundida por él, siempre que tal retransmisión o transmisión pública, sea
simultánea con la radiodifusión original y que la obra se emita por radiodifusión o se transmita
públicamente sin alteraciones”.

8. TRANSMISIÓN DEL DERECHO DE AUTOR

La transmisión del derecho de autor se entiende como el acto mediante el cual se le otorgan a otra
persona los derechos patrimoniales que tiene un autor sobre su obra.

Si bien los derechos morales son intransferibles, una persona natural o jurídica diferente al autor (titular
originario) puede detentar la titularidad derivada de los derechos patrimoniales, a través de cualquiera
de las siguientes modalidades de transmisión:

8.1. TRANSMISIÓN POR UN ACTO ENTRE VIVOS

Entre las modalidades de transferencia de los derechos patrimoniales, el acuerdo entre el autor y un
tercero, resultante de la manifestación de la autonomía de la voluntad de aquellos, es una de las más
importantes. Dentro de las diferentes modalidades de acuerdos, es preciso resaltar dos de ellos: el
contrato de cesión de derechos y el contrato de obra por encargo.

8.1.1. CONTRATO DE CESIÓN DE DERECHOS

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La cesión es un contrato por medio del cual, el autor o titular de una obra, denominado cedente,
transmite total o parcialmente sus derechos a otra persona, denominada cesionario, a cambio de una
remuneración, o sin ella. Este contrato, regulado por el artículo 182 y siguientes de la Ley 23 de 1982,
tiene como característica principal que el cedente se desprende de los derechos, convirtiendo al
cesionario, por virtud de la transferencia, en el nuevo titular o titular derivado.

De acuerdo con el artículo 183 de la Ley 23 de 1982, modificado por el artículo 30 de la Ley 1450 de
2011 todo acto o contrato por medio del cual se enajene transfiera, cambie o limite el dominio sobre el
derecho de autor o los derechos conexos, sea de forma total o parcial, deberá contar por escrito como
condición de validez, de lo anterior se desprende que el contrato de cesión de derechos patrimoniales
es un contrato solemne que se perfecciona con el cumplimiento de este requisito. Debe anotarse que
con anterioridad a la Ley 1450 de 2011, se exigía que este contrato debía constar en escritura pública o
instrumento privado reconocido ante notario público.
Dichos actos o contratos deberán ser inscritos en el Registro Nacional de Derecho de Autor para efectos
de publicidad y de oponibilidad del contrato frente a terceros. Al transferirse el derecho de autor
mediante la cesión, el cesionario se transforma en titular del derecho, permitiéndole actuar en nombre
propio, incluso en lo que respecta a entablar acciones judiciales contra los infractores. En el caso de que
la cesión sea parcial, los autores conservarán las prerrogativas que no han transferido expresamente.
Así mismo, debe anotarse que los contratos de cesión de derechos patrimoniales de derecho de autor no
pueden implicar la transferencia de modo general o indeterminable de la producción futura, pues de lo
contrario se entenderán inexistentes.

8.1.2. CONTRATO DE OBRA POR ENCARGO

El artículo 20 de la Ley 23 de 1982, modificado por la Ley 1450 del 16 de junio de 2011, regula este
tema de la siguiente forma:
"En las obras creadas para una persona natural o jurídica en cumplimento de un contrato de
prestación de servicios o de un contrato de trabajo, el autor es el titular originario de los derechos
patrimoniales y morales; pero se presume, salvo pacto en contrario, que los derechos patrimoniales
sobre la obra han sido transferidos al encargante o al empleador, según sea el caso, en la medida
necesaria para el ejercicio de sus actividades habituales en la época de creación de la obra. Para
que opere esta presunción se requiere que el contrato conste por escrito. El titular de las obras de
acuerdo con este artículo podrá intentar directamente o por intermedia persona acciones
preservativas contra actos violatorios de los derechos morales informando previamente al autor o
autores para evitar duplicidad de acciones".
Por tanto, para que opere la presunción establecida en la citada disposición, es preciso que se den los
siguientes supuestos:
• Que exista un contrato de prestación de servicios o un contrato de trabajo entre el autor y quien encarga
la elaboración de la obra en el marco del cual se efectúe la creación artística o literaria.
• El contrato de trabajo o de prestación de servicios debe constar por escrito.
• La transferencia de derechos patrimoniales a favor del encargante se entienden concedida "en la
medida necesaria para el ejercicio de sus actividades habituales en la época de creación de la obra.

8.2. TRANSMISIÓN POR MINISTERIO DE LA LEY

8.2.1 OBRAS CREADAS POR SERVIDORES PÚBLICOS.

Por disposición legal (Art 91, Ley 23 de 1982) la titularidad de derechos patrimoniales de las obras
creadas por servidores públicos en ejercicio de sus funciones legales y constitucionales se radica en
cabeza de la entidad pública correspondiente, y el servidor público conservará los derechos morales,
con el compromiso de no ejercerlos de una manera incompatible con los derechos y obligaciones de la
entidad pública.

8.2.2 OBRAS COLECTIVAS

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El artículo 92 de la Ley 23 de 1982, establece que el titular de los derechos de autor será el editor o
persona jurídica o natural por cuya cuenta y riesgo se realizan los aportes de las personas naturales que
contribuyen en las obras colectivas creadas dentro de un contrato laboral o de arrendamiento de
servicios, en las que sea imposible identificar el aporte individual de cada participante.

El artículo 98 de la Ley 23 de 1982, regula específicamente el tema de la titularidad de los derechos


respecto a obras como el caso de las obras audiovisuales que son un ejemplo de obra colectiva,
precisando que las prerrogativas patrimoniales sobre la obra cinematográfica, salvo estipulación en
contrario, se reconocerán a favor del productor cinematográfico.

8.3. TRANSMISIÓN POR CAUSA DE MUERTE

La transmisión de los derechos patrimoniales por causa de muerte del autor ocurrirá por vía
testamentaria o a título de sucesión intestada, de conformidad con las disposiciones legales sobre la
materia, y no tendrá limitaciones, salvo que el autor en vida haya cedido a un tercero, total o
parcialmente y por un lapso determinado o por toda la duración, el derecho patrimonial, o que la
titularidad en cabeza del tercero surja por alguna otra causa legal.

9. SANCIONES

Incurre en prisión de tres a seis (6) meses sin lugar a excarcelación y multa de cincuenta mil pesos a
cien mil quien:

1. En relación con una obra o producción artística inédita y sin autorización del autor, artista o productor
o de sus causahabientes, la inscriba en el registro, o la publique por cualquier medio de reproducción,
multiplicación o difusión como si fuere suya o de obra persona distinta del autor verdadero o con el
título cambiado o suprimido, o con el texto alterado dolosamente.
2. En relación con una obra o producción publicada y protegida comete cualquiera de los hechos
indicado en el numeral anterior, o sin permiso del titular del derecho de autor, la reproduzca, adapta
transporta, modifica, refunda o compendia y edita o publique algunos de estos trabajos por cualquier
modo de reproducción, multiplicación o difusión.
3. En relación con una obra pictórica, escultórica o de artes análogas, que pertenecen al dominio privado,
la inscribe en el registro por suya o la reproduce, sin permiso del titular del derecho de autor.
4. En relación con los planos, croquis y trabajos semejantes, protegidos legalmente, los inscriba en el
registro como suyos, o los edita o hace reproducir, o se sirve de ellos para obras que el autor no tuvo en
cuenta al confeccionarlas, o los enajene, sin permiso del titular del derecho de autor.
5. Reproduce una obra ya editada, ostentando dolosamente en la edición fraudulenta el nombre del
editor autorizado al efecto;
6. Siendo, el editor autorizado, el impresor y cualquiera otra persona que levante reproduzca mayor
número de ejemplares del pedido o autorizado por el titular del derecho de autor de la obra;
7. El que reproduzca, importe o distribuya fonogramas sin autorización de su titular;
8. De cualquier modo o por cualquier medio utilice una obra sin autorización de su autor o
derechohabientes concedida por cualquiera de las formas previstas en la presente Ley;
9. Disponga o realice la fijación, ejecución o reproducción, exhibición, distribución, comercialización,
difusión o representación de dicha obra, sin la debida autorización;
10. Edita, venta o reproduzca o difunda una obra editada o un fonograma mencionando falsamente el
nombre del autor, del editor autorizado, de los intérpretes y ejecutantes o del productor.
11. Reproduzca, difunda, ejecute, represente o distribuya una o más obras, después de vencido el
término de una autorización concedida al efecto;
12. Presentare declaraciones falsas destinadas directa o indirectamente al pago o distribución de
derechos económicos de autor, alterando los datos referentes a concurrencia de público, clase, precio y
número de entradas vendidas para un espectáculo o reunión, número de entradas distribuidas
gratuitamente, de modo que pueda resultar perjuicio del autor;

30
13. Presentarse declaraciones falsas destinadas directa o indirectamente al pago o distribución de
derechos económicos de autor, alterando el número de ejemplares 15 producidos, vendidos o
distribuidos gratuitamente de modo que pueda resultar perjuicio al autor.
14. Presentare declaraciones falsas destinadas a la distribución de derechos económicos de autor,
omitiendo, sustituyendo o intercalando indebidamente los datos de las obras respectivas;
15. Realice acciones tendientes a falsear los ingresos reales de un espectáculo o reunión;
16. La responsabilidad por los hechos descritos en el presente artículo se extiende a quien ordene o
disponga su realización a los representantes legales de las personas jurídicas y a todos aquellos que,
conociendo la ilicitud del hecho, tomen parte en él, lo faciliten o lo encubren.

Incurren en multa de veinte mil ($20.000) a cincuenta mil ($50.000) pesos:

1. El que abuse del derecho de citación a que se refiere el artículo 30;


2. El que incurre en acto de defraudación o lo dispuesto en el artículo 86 y
3. El responsable por la representación o ejecución pública de obras teatrales y musicales o fonogramas,
sin la autorización del titular de los derechos de autor, o sin la retribución correspondiente a los derechos
económicos debidos.

Las multas establecidas en los artículos anteriores se aumentarán hasta la mitad de la cuantía del
perjuicio material causado, cuando la infracción fuere superior a cien mil pesos o si, siendo inferior, ha
ocasionado a la víctima graves dificultades para atender a su subsistencia. El que, sin ser autor, editor,
causahabiente o representante de alguno de ellos, se atribuye falsamente cualquiera de esas calidades,
y obtenga que la autoridad suspenda la representación de ejecución pública de su obra, será sancionado
con arresto de dos a seis meses y multa de dos mil a veinte mil pesos.

10. DERECHOS DE AUTOR EN EL ÁMBITO UNIVERSITARIO

10.1. SUJETOS DEL DERECHO DE AUTOR EN EL ÁMBITO UNIVERSITARIO

El autor de una obra artística o literaria, dentro del ámbito universitario, será la persona natural que
realice el aporte intelectual para su creación, pudiendo ser varias, frente a lo que se presentaría, una
coautoría. Debemos tener presente, de acuerdo con la normativa y la doctrina, que autor podría ser,
dentro de este contexto universitario, el estudiante, el profesor, el director, el tutor, el monitor, el
investigador, u otro interviniente de la comunidad académica, que realiza un verdadero aporte
intelectual, que se concreta en una real creación, traspasando el lindero de la simple idea, la cual carece
de protección legal, y se tiene como principio: La ideas no se protegen.

El inciso 2º del artículo 6º de la Ley 23 de 1982, dispone que:

Las ideas o contenido conceptual de las obras literarias, artísticas y científicas no son objeto de
apropiación. Esta ley protege exclusivamente la forma literaria, plástica o sonora, como las ideas del
autor son descritas, explicadas, ilustradas o incorporadas en las obras literarias, científicas y
artísticas.

El artículo 7º de la Decisión Andina 351 de 1993 de la CAN establece que: “No son objeto de protección
las ideas contenidas en las obras literarias y artísticas, o el contenido ideológico o técnico de las obras
científicas, ni su aprovechamiento industrial o comercial.”

Por otra parte, la Universidad o IES, podrá tener la calidad de titular de los derechos patrimoniales de
autor, respecto de obras creadas o gestadas en su entorno. Para Universidades Públicas, existe una
disposición especial referida a entidades públicas, a las cuales se otorga un tratamiento automático de
transferencia, en los siguientes términos establecidos por el artículo 91 de la Ley 23 de 1982:

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Los derechos de autor sobre las obras creadas por empleados o funcionarios públicos, en
cumplimiento de las obligaciones constitucionales y legales de su cargo, serán de propiedad de la
entidad pública correspondiente. Se exceptúan de esta disposición las lecciones o conferencias de los
profesores. Los derechos morales serán ejercidos por los autores, en cuanto su ejercicio no sea
incompatible con los derechos y obligaciones de las entidades públicas afectadas.

10.2. OBJETO DEL DERECHO DE AUTOR

Las creaciones artísticas y literarias en el ámbito universitario son innumerables, pero a manera de
ejemplo podemos mencionar algunas como: escritos, artículos, libros, manuales, cuentos, novelas,
poemas, canciones, melodías, tesis, investigaciones escritas, software, dibujos, maquetas, bosquejos,
cursos, guías, ponencias, cartillas, videos, multimedia, películas, cortometrajes, largometrajes,
fotografías, diseños, entre otras, que deben tener un aseguramiento jurídico, para su correcta gestión y
negociación.

Uno de los principales inconvenientes o problemas que se presentan, en relación con las anteriores
obras, y al interior de la Universidades, es el relacionado con la determinación correcta de la autoría y,
lo que es más complejo, el establecimiento legal de la titularidad, que permitiría realizar una correcta
transferencia, gestión y negociación, como lo indicaremos.

10.3. TRANSFERENCIA DEL DERECHO DE AUTOR EN EL ÁMBITO UNIVERSITARIO

El concepto de transferencia involucra la transmisión jurídica del derecho patrimonial autoral que está
en cabeza de un autor o titular, a una persona natural o jurídica, aclarando que dicho traspaso o entrega
de titularidad puede ser total o parcial, recordando que los derechos patrimoniales y su ejercicio es
amplio, como lo mencionamos anteriormente.

En lo que concierne a la transferencia Ope Legis o de pleno derecho de que trata el artículo 91 de la Ley
23 de 1982, para entidades públicas, respecto de sus servidores públicos, estarían las Universidades
Públicas en aplicación de este. Los derechos de autor sobre las obras creadas por empleados o
funcionarios públicos, en cumplimiento de las obligaciones constitucionales y legales de su cargo, serán
de propiedad de la entidad pública correspondiente. Se exceptúan de esta disposición las lecciones o
conferencias de los profesores. Los derechos morales serán ejercidos por los autores, en cuanto su
ejercicio no sea incompatible con los derechos y obligaciones de las entidades públicas afectadas.

Si bien es cierto este régimen cobija a los servidores públicos de universidades públicas, que en ejercicio
de sus funciones legales, constitucionales y reglamentarias crea obras, excluye a quienes no tienen tal
calidad, y por tanto a los estudiantes, se les aplicará la normativa general y privada prevista en la Ley
23 de 1982, y Decisión Andina 351 de 1993 principalmente.

Por su parte, el acto de transferencia puede presentarse por acto entre vivos, que se incorpora
básicamente al sistema contractual, y el cual nos enuncia que se puede hacer una correcta y eficaz
transferencia de derechos de autor, a través de contratos, como el de cesión de derechos patrimoniales
de autor, principalmente. Si bien existe el principio en derecho contractual de irrelevancia del nomen
juris, según el cual no es relevante jurídicamente el nombre del contrato, sino su contenido, también
debe tenerse en cuenta que estructural y conceptualmente los contratos de cesión de derechos y licencia
de derechos tienen unas particularidades que los diferencian, y que debemos aclarar para evitar riesgos
jurídicos al respecto, principalmente para las Universidades.

El contrato de cesión de derechos busca un desprendimiento de la titularidad que un sujeto, denominado


cedente, transfiere a otro denominado cesionario, de manera que el primero perderá el derecho de
disposición sobre ese derecho, y perderá la calidad de titular; por el contrario, la lógica del contrato de
licencia indica que el titular del derecho patrimonial no se desprende de éste, porque simplemente
autoriza a terceros el uso de la obra con los respectivos derechos, en condiciones claramente señaladas.

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No obstante, la anterior referencia comparativa, debemos tener presente que tanto el contrato de cesión,
como el de licencia, pueden abarcar de manera total o parcial la disposición y autorización respecto de
los derechos patrimoniales, apoyado en la norma.

10.4. EFICACIA DE LA TRANSFERENCIA DEL DERECHO DE AUTOR EN LA


UNIVERSIDAD

Para que un acto de disposición por transferencia del derecho de autor sea eficaz, es decir, tenga efectos
jurídicos, debe ceñirse a los parámetros establecidos en la Ley vigente para el momento de dicha
negociación – aplicación de la ley en el tiempo -, refiriéndonos a la contractual.

Para abordar el tema, y vincularlo al ámbito universitario, debemos hacer una interpretación de la norma
aplicable, que para el caso que nos ocupa es la Ley 23 de 1982, precisando que esta normativa ha tenido
un significativo ajuste, en lo que de transferencias respecta.

10.5. INTERPRETACIÓN DE LOS ARTÍCULOS 20 Y 183 DE LA LEY 23 DE 1982 DESPUÉS


DE LA MODIFICACIÓN INTRODUCIDA POR LA LEY 1450 DE 2011 (DIARIO OFICIAL NO.
48.102 DE 16 DE JUNIO DE 2011)

Teniendo en cuenta que los artículos originales 20 y 183 de la Ley 23 de 1982 presentaban serios
inconvenientes de entendimiento, interpretación y aplicación práctica, a través de la norma que expidió
el Plan Nacional de Desarrollo 2010 – 2014, Ley 1450 de 2011, introdujo los artículos 28 y 30 para
solucionar los yerros normativos que existían desde hacía más de 30 años respecto de transferencia de
derechos patrimoniales de autor.

i- El artículo 20 de la Ley 23 de 1982 quedó así: artículo 28. Propiedad intelectual obras en
cumplimiento de un contrato de prestación de servicios o de un contrato de trabajo. El artículo 20 de la
Ley 23 de 1982 quedará así:

Artículo 20. En las obras creadas para una persona natural o jurídica en cumplimento de un contrato
de prestación de servicios o de un contrato de trabajo, el autor es el titular originario de los derechos
patrimoniales y morales; pero se presume, salvo pacto en contrario, que los derechos patrimoniales
sobre la obra han sido transferidos al encargante o al empleador, según sea el caso, en la medida
necesaria para el ejercicio de sus actividades habituales en la época de creación de la obra. Para que
opere esta presunción se requiere que el contrato conste por escrito. El titular de las obras de acuerdo
con este artículo podrá intentar directamente o por intermedia persona acciones preservativas contra
actos violatorios de los derechos morales informando previamente al autor o autores para evitar
duplicidad de acciones. (Negrilla y cursiva propias)

Si bien esta nueva redacción es más clara, deja aun algunos aspectos de difícil interpretación como el
poder establecer “en la medida necesaria para el ejercicio de sus actividades habituales en la época de
creación de la obra”. No obstante, ello, se fijaron varios elementos que dan claridad al proceso de
transferencia, bien sea directa o por presunción, los cuales podemos rescatar así:

a) identifica y se refiere a obras creadas para una persona natural o jurídica en cumplimento de un
contrato de prestación de servicios o de un contrato de trabajo, señalando que opera para estas dos clases
de contratación y de diferente naturaleza, como lo es lo civil y lo laboral;
b) reitera que el autor es el titular originario de los derechos patrimoniales y morales, refiriéndose
tácitamente a la persona natural, y excluyendo igualmente de manera tácita a personas que por tener
cargos directivos o coordinadores consideran que las obras que realizan el personal a su cargo les
pertenecen a ellos como autorías;
c) establece una presunción de hecho, según la cual se presume, salvo pacto en contrario, que los
derechos patrimoniales sobre la obra han sido transferidos al encargante o al empleador, según sea el
caso, en la medida necesaria para el ejercicio de sus actividades habituales en la época de creación de

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la obra, es decir, podríamos inferir que dicha mención protege al autor en la medida en que excluye de
la presunción los derechos sobre las obras que no están relacionadas con las actividades o labores
habituales;
d) exige que el contrato conste por escrito como presupuesto para que opere dicha presunción, de tal
manera que, si es verbal, no existirá posibilidad de referir tal presunción en favor del empleador o
encargante. Esta exigencia crea parámetros de conducta para las personas jurídicas, especialmente
Universidades, donde será menester crear la cultura de documentar contractualmente todos nuevos
procesos de creación de obras en los que se quiere tener la titularidad de derechos, y deberá hacerse
tantos contratos, cuantas nuevas creaciones sean gestadas;
e) finalmente incluye un principio de cooperación en defensa de los derechos morales.

ii- Por su parte, el artículo 183 de la Ley 23 de 1982 quedó así: artículo 30. Derechos patrimoniales de
autor. Modifíquese el artículo 183 de la Ley 23 de 1982, el cual quedará así:

Artículo 183. Los derechos patrimoniales de autor o conexos pueden transferirse por acto entre vivos,
quedando limitada dicha transferencia a las modalidades de explotación previstas y al tiempo y ámbito
territorial que se determinen contractualmente. La falta de mención del tiempo limita la transferencia a
cinco (5) años, y la del ámbito territorial, al país en el que se realice la transferencia. Los actos o
contratos por los cuales se transfieren, parcial o totalmente, los derechos patrimoniales de autor o
conexos deberán constar por escrito como condición de validez. Todo acto por el cual se enajene
transfiera, cambie o limite el dominio sobre el derecho de autor, o los derechos conexos, así como
cualquier otro acto o contrato que implique exclusividad, deberá ser inscrito en el Registro Nacional del
Derecho de Autor, para efectos de publicidad y oponibilidad ante terceros. Será inexistente toda
estipulación en virtud de la cual el autor transfiera de modo general o indeterminable la producción
futura, o se obligue a restringir su producción intelectual o a no producir. (Negrilla y cursiva propias)

Esta modificación trajo importantes elementos y características en lo que a la transferencia a través del
contrato de cesión de derechos de autor respecta, que podemos señalar en:
a) señala que los derechos de autor y conexos pueden transferirse por acto entre vivos, es decir, a través
de contratos. Los derechos conexos son aquellos que tienen los artistas, intérpretes y ejecutantes, los
organismos de radiodifusión y los productores de fonogramas, de acuerdo con la Convención de Roma
de 1961
b) establece que dicha transferencia quedará limitada a las modalidades de explotación previstas y al
tiempo y ámbito territorial que se determinen contractualmente. Es importante que se señala y reitera
que la explotación de la obra tiene innumerables modalidades y que deberán señalarse concretamente,
dando a entender, que la modalidad o forma de explotación que no se fije textualmente, se entenderá
como no autorizada por no estar escrita
c) incluye una cláusula supletoria de la voluntad de los contratantes, en caso de no convenirse por las
partes dicho asunto, al establecer que la falta de mención del tiempo limita la transferencia a cinco (5)
años, y la del ámbito territorial, al país en el que se realice la transferencia; d) establece una condición
de eficacia contractual o negocial al considerar que los actos o contratos por los cuales se transfieren,
parcial o totalmente, los derechos patrimoniales de autor o conexos deberán constar por escrito como
condición de validez. Ello indica que, al no realizarse por escrito, se considerarán disposiciones nulas,
sin valor, que requerirá pronunciamiento judicial, de acuerdo con el derecho procesal –para la nulidad-
e) reitera la importancia de registrar ante la Dirección Nacional de Derechos de Autor todo acto o
contrato referido a la transferencia del derecho de autor, para efectos de oponibilidad y prueba frente a
terceros, lo cual tienen como efecto que lo no registrado será válido inter partes, pero no exigible frente
a terceros
f) finalmente, y de gran importancia la condición de ineficacia contractual, por inexistencia, que se
incorpora al establecer que será inexistente toda estipulación en virtud de la cual el autor transfiera de
modo general o indeterminable la producción futura, o se obligue a restringir su producción intelectual
o a no producir. Ello implica que las transferencias tendrán que determinar concretamente qué derechos
patrimoniales de autor, sobre qué obras, qué formas, sin limitar la producción del autor. Esta norma,
que ya es relevantemente clara, también induce a las Universidades y a las IES a crear una cultura para
documentar contractualmente cada uno de los casos en los que se espera una participación o titularidad

34
de derechos patrimoniales sobre obras creadas por miembros de la comunidad académica y
universitaria. Consecuentemente con lo anterior, no serán eficaces o válidas las cláusulas en contratos
laborales o civiles en los que se establezca que toda la producción del trabajador, o el estudiante será
de la Universidad. Así mismo, tampoco serán válidas las cláusulas en reglamentos estudiantiles o de
centros de investigaciones que establezcan dicha condición general, independientemente de que se esté
en condición de estudiante o que se esté recibiendo alguna remuneración. Para dar solución a estos
posibles inconvenientes, es menester que se realice un buen contrato de cesión de derechos
patrimoniales de autor, para cada uno de los casos concretos y por cada una de las creaciones
intelectuales, acudiendo al principio de la buena fe, especialmente, y en la medida de los intereses de
las partes, independientemente de que nos estemos refiriendo a trabajadores, profesores, directores,
estudiantes o terceros.

10.6. DERECHOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL DE PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN


Y DESARROLLO FINANCIADOS CON RECURSOS PÚBLICOS

De acuerdo con la Ley 1753 de 2015, Por la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018,
se estableció en su artículo 10 una condición especial referida a proyectos financiados con recursos
públicos y se estableció que:

En los casos de proyectos de investigación y desarrollo de ciencia, tecnología e innovación y de


tecnologías de la información y las comunicaciones, adelantados con recursos públicos, el Estado
podrá ceder a título gratuito, salvo por motivos de seguridad y defensa nacional, los derechos de
propiedad intelectual que le correspondan, y autorizará su transferencia, comercialización y
explotación a quien adelante y ejecute el proyecto, sin que ello constituya daño patrimonial al
Estado. Las condiciones de esta cesión serán fijadas en el respectivo contrato y en todo caso el
Estado se reserva el derecho de obtener una licencia no exclusiva y gratuita de estos derechos de
propiedad intelectual por motivos de interés nacional.

Esta norma establece una condición especial de titularidad sobre derechos patrimoniales de autor, en
los que se evidencia el no interés del Estado en buscar un provecho económico o compensación por los
recursos autorizados a invertir en cada caso concreto. De manera que los titulares de los derechos
patrimoniales serán las personas naturales o jurídicas que realicen y ejecuten los proyectos, lo cual debe
quedar señalado desde el inicio, en la elaboración de los contratos respectivos. Así, se entiende que las
Entidades del Estado Financiadoras, dentro de las que podríamos señalar a Colciencias, no reclamarán
participación alguna, salvo una eventual licencia no exclusiva y gratuita, de requerirse por motivos de
interés nacional, circunstancia que quedará a la liberalidad del Estado.

11. CASOS NO ELEGIBLES PARA LA PROTECCIÓN DEL DERECHO DE AUTOR.

Existen ciertos casos o escenarios en los que no es posible protegerlos con derechos de autor, entre esos:

- Trabajos que no han sido fijados en una forma de expresión tangible. Por ejemplo: obras
coreográficas que no han sido escritas o grabadas, o discursos improvisados o presentaciones
que no han sido escritas o grabadas
- Títulos, nombres, frases cortas y lemas, símbolos o diseños familiares, meras variantes de
decoración tipográfica, letras o colores; meras listas de ingredientes o contenidos
- Ideas, procedimientos, métodos, sistemas, procesos, conceptos, principios, descubrimientos,
aparatos, como diferenciaciones de una descripción, explicación o ilustración
- Obras que consisten en su totalidad de información que es de conocimiento público y no
representan un trabajo que tenga un autor original. (Por ejemplo: calendarios, tablas de peso y
estatura, cintas métricas o reglas, y listas o tablas obtenidas de documentos públicos u otras
fuentes de uso común).
- Las leyes, reglamentos y demás normas. Se pueden publicar, pero no dan exclusividad: otros
pueden también publicar ediciones de las leyes. En los casos de obras como concordancias,

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correlaciones, comentarios y estudios comparativos de las leyes, sí pueden ser protegidas en
lo que tengan de trabajo original del autor.

12. PREGUNTAS A TENER EN CUENTA

12.1.¿Cuál es la finalidad y los Beneficios del Registro Nacional de Derecho de Autor?

Brindarles a los titulares del derecho de autor y derechos conexos un medio de prueba y de publicidad
a sus derechos, así como a los actos y contratos que transfieran o cambien ese dominio amparado por
la ley, y garantía de autenticidad y seguridad a los títulos de derecho de autor y de los derechos conexos
y a los actos y documentos que a ellos se refiere.

12.2. ¿Pueden los ciudadanos extranjeros solicitar la inscripción de obras en el Registro


Nacional de Derecho de Autor?

En atención a la naturaleza abierta y global del Sistema de Información Automático de Registro de


Obras, fonogramas y contratos, y como medio de filtrar las solicitudes que se puedan efectuar por
ciudadanos extranjeros que puedan rebosar la capacidad operativa del sistema mismo, solo los
ciudadanos colombianos podrán efectuar su solicitud de registro por este medio.

De ningún modo puede entenderse que se impida la posibilidad que tiene cualquier persona natural o
jurídica, nacional o extranjera, de presentar su solicitud de registro físicamente en la sede de la Dirección
Nacional de Derecho de autor de Colombia. Ello frente al trato nacional contenido en tratados y
convenios internacionales de los que hace parte Colombia.

12.3. ¿Cómo se realiza la solicitud de inscripción de una obra cuando el autor es menor de
edad?

Cuando el autor de una obra es menor de edad, la solicitud de registro debe ser realizada por alguno de
sus padres o representante legal. Siendo necesario que adjunte a los documentos de inscripción el
registro civil de nacimiento. Para probar la relación de parentesco existente entre el solicitante y el
menor.

CONCLUSIONES

-El Derecho de autor de origen latino dice proteger los resultados de la creación con independencia del
destino o uso de las obras, es decir, de la explotación comercial o no.
- Para poder determinar si un profesor, director, tutor o coordinador de un estudiante que elabora una
obra, tiene derechos morales y patrimoniales sobre ella, o es autor, es menester establecer si existe un
aporte intelectual significativo para considerarlo autor, o simplemente se ciñó, como era su obligación
contractual, a orientar, aconsejar, revisar, corregir y cuestionar al estudiante, eventos estos últimos, en
los que no podría hablarse de autoría, y por ello, de beneficiario de derechos morales y patrimoniales al
respecto.
- Si bien hoy en día existe una normativa más clara en materia de transferencia de derechos
patrimoniales de autor, es importante que las Universidades e IES revisen su producción intelectual, de
la cual se debe desprender jurídicamente su titularidad, para determinar si los contratos celebrados antes

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del 16 de junio de 2011 cuenta con las formalidades Notariales que para el efecto establecía la normativa
anterior, y así determinar cuáles son los mecanismos de saneamiento a implementar llegado el caso.
-El derecho de autor dura toda la vida de éste y se extingue a los sesenta años contados a partir del
primero de enero del año siguiente al de su muerte, incluso respecto a las obras no divulgadas durante
su vida.
-El derecho de autor, es el encargado de respaldar las creaciones artísticas y literarias originales; se
encuentran desde los medios impresos, las artes, la música, las grabaciones sonoras y las películas, pero
también las emisiones de radio y televisión
-El Registro es un mecanismo administrativo para la protección de los derechos de propiedad intelectual
de los autores y demás titulares de creaciones originales de carácter literario, artístico o científico.
-Una de las situaciones más difíciles que se vive en las universidades es la correcta determinación del
autor de un artículo, escrito, etc. Así cómo, la citación de manera correcta del autor de dicho documento.
-Para la transferencia del derecho de autor en el ámbito universitario se puede aplicar un contrato de
licencia o uno de cesión.
-Los derechos de autor de obras creadas por funcionarios públicos en función de sus responsabilidades
constitucionales, pertenecerán a la entidad pública.
- Los reglamentos estudiantiles y de investigación, universitarios y de las IES, no son instrumento
suficiente para una eficaz transferencia del derecho de autor de sus estudiantes, profesores e
investigadores. Deberá realizarse cuantos contratos de cesión de derechos por tantos derechos
patrimoniales sobre obras se consideren adquirir.

BIBLIOGRAFÍA

Chaparro, F. (1997). Manual sobre la propiedad intelectual de productos derivados de la actividad


académica en universidades y centros de investigación. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia –
Colciencias.

Delgado, P.A. (2017). Derechos de autor en Colombia: Especial referencia a su transferencia y


disposición jurídica en el ámbito universitario. Revista CES Derecho, (8), 2, julio – diciembre de 2017,
242-265.

Dirección Nacional de Derecho de Autor. Ministerio de Interior y de Justicia. Unidad Administrativa


Especial Ministerio de Interior. Preguntas frecuentes. Bogotá. disponible en:
http://derechodeautor.gov.co/preguntas-frecuentes#1

República Colombia. Congreso de la República. Ley 23 de 1982. “Sobre derechos de autor”. Versión
digital disponible en: http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=3431.

Vega. A. (2010). Manual de Derecho de Autor. Bogotá. Dirección Nacional de Derecho de Autor.
Ministerio de Interior y de Justicia.

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