30 El Pecado Imperdonable MAT 12 31 37
30 El Pecado Imperdonable MAT 12 31 37
30 El Pecado Imperdonable MAT 12 31 37
Mateo 12:31-37
TEXTO, EXPOSICION Y AYUDAS
PRÁCTICAS
West Los Angeles Living Word Christian Center
Centro Cristiano Palabra Viva
Eddie Ildefonso, Senior Pastor
6520 Arizona Ave., Los Angeles, CA 90045
Email:Pastoreddie@wlalwcc.org
Página Web: WWW.WLALWCC.ORG
LA DEFENSA DEL MESÍAS DADA A SUS
OPOSITORES, MATEO 12:1-50
La palabra del hombre determina su destino, Mateo 12:31-37
(Mateo 12:31-37) Introducción—lengua—palabras: las palabras son extremadamente
importantes; en efecto, tan importante que determinan el destino del hombre (Mateo
12:37). Nuestras palabras o bien bendicen o bien maldicen a Dios; bendicen o maldicen a
los hombres (Santiago 3:9). Se dice que la lengua es un “mundo demanda”, un
“fuego”, y “un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal” (Santiago
3:6,8). Cristo dijo “No lo que entra en la boca contamina al hombre; más lo que sale
de la boca (las palabras), esto contamina al hombre” (Mateo 15:11).
El hombre lleva una terrible responsabilidad por las palabras que habla.
3. El único pecado para el cual no hay perdón, no es contra Cristo, sino contra el
Espíritu Santo (Mateo 12:31-32). ¿Por qué? La Escritura da una sencilla razón.
El Espíritu Santo es la Persona que obra en el corazón del hombre; es Él quien
“convencerá al mundo de pecado, y de justicia y de juicio….” (Juan 16:8-11).
Hay una palabra muy descriptiva en su obra: convencerá. La persona ve, siente,
oye de la bondad y el amor de Dios y de la propia necesidad de rendirse a Dios. El
Espíritu toma esas evidencias y las usa como convicciones. Convence el corazón
del hombre a creer.
2
La persona puede continuar más y más………………....
a. insistiendo en su propio camino.
b. Rehusándose a reconocer a Dios y a rendirle su vida.
c. Querer ser ciego ante lo que ve, siente y oye (la obra convencedora del
Espíritu).
ESTUDIO A FONDO # 1
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Note dos cosas.
1. La evidencia del poder sobrenatural fue vista claramente y admitida, aun
por los enemigos de Dios. Alguna fuerza, que no era humana, estaba
sanando a las personas y realizando milagros. Los enemigos de Jesús se
vieron obligados a buscar otras respuestas.
2. Aquí se ve la profundidad de la incredulidad. Es incredulidad obstinada,
una raíz maligna llena de maldad que intenta herir. Es una incredulidad
que no se someterá a los reclamos de Cristo a pesar de las evidencias
ofrecidas. La evidencia era clara. Las vidas eran cambiadas y ocurrían
milagros, sin embargo, algunas personas aun se rehusaban a creer y se
endurecían en esa incredulidad. Buscaron otras respuestas para el poder
milagroso de Cristo. Trataron de atribuir su poder a cualquier cosa que les
evitaría tener que confesar a Cristo y rendir sus vidas y posesiones a ÉL.
Por eso, rechazar o blasfemar el poder de convicción del Espíritu Santo es privar a
una persona de la salvación por medio de Cristo. Por supuesto, la persona que se
preocupa de haber cometido el pecado imperdonable, no lo ha cometido. Su
preocupación muestra que todavía puede venir a Cristo.
4
Salmo 108:4 (RVR)
4
Porque más grande que los cielos es tu misericordia, Y hasta los
cielos tu verdad.
Isaías 1:18 (RVR)
18
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados
fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren
rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Isaías 43:25 (RVR)
25
Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no
me acordaré de tus pecados.
Isaías 44:22 (RVR)
22
Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus
pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí.
Isaías 55:7 (RVR)
7
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y
vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro,
el cual será amplio en perdonar.
Miqueas 7:18 (RVR)
18
¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del
remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque
se deleita en misericordia.
5
2. (Mateo 12:33) Lengua—confesión: las palabras o bien confiesan o
bien niegan a Cristo.
En este versículo Cristo es el árbol mencionado en (Mateo 12:27-28)
1. Cristo estaba planteando una demanda: “Decidan, Hagan al Cristo (el Mesías)
bueno, o bien háganlo malo. Dejen de vacilar y de oscilar con el viento.
Júzguenme bueno y mi fruto bueno, o júzguenme malo y mi fruto malo. O bien
soy bueno, es decir, soy quien digo ser, el Mesías, el Salvador del mundo; o bien
soy malo, un engañador y mentiroso, decidido a apartar a la gente de Dios hacia
otro curso de razonamiento humano. ¿Quién soy? Juzguen. Decidan. Porque se me
conoce por mis obras así como el árbol es conocido por sus frutos”.
2. Cristo es conocido por su fruto. Estaba diciendo: “No hay terreno intermedio. No
hay neutralidad posible (Mateo 12:29). Ustedes o bien están conmigo, o en contra
mío, de modo que dejen de hacerse los hipócritas indecisos en cuanto a mí. Hagan
una decisión. Decidan y declárenme bueno (de valor) para ustedes y para su vida,
o bien declárenme corrupto (un engañador y mentiroso) para ustedes y sus vidas.
Soy conocido por mi fruto, de modo que o bien hablan de mi como bueno, o bien
hablan de mi como malo”.
6
3. (Mateo 12:34-35) Lengua—corazón: Cristo dijo que las palabras del
hombre exponen su corazón, el tipo de hombre que es.
Las palabras del hombre exponen una de tres cosas referidas a él mismo:
a. que tiene el corazón de una víbora (Mateo 12:34).
b. que tiene el corazón de un hombre bueno (Mateo 12:35).
c. que tiene el corazón de un hombre malo (Mateo 12:35).
La idea es que las palabras surgen de la abundancia del corazón: “De la abundancia
del corazón habla la boca”.
a. Las palabras del hombre exponen su verdadera naturaleza; lo que él es
debajo de la superficie.
b. Las palabras del hombre exponen lo que él es en lo profundo de su
corazón; sus motivos, deseos y ambiciones.
c. Las palabras del hombre exponen su verdadero carácter; si es bueno o
malo, bondadoso o cruel.
d. Las palabras del hombre exponen su mente, lo que piensa;
pensamientos puros o impuros, pensamientos limpios o sucios.
e. Las palabras del hombre exponen su espíritu, lo que él cree y persigue;
lo que es legítimo o ilegítimo, inteligente o ignorantes, verdadero o
falso, beneficioso o inútil.
Note: que la respuesta a los problemas del mundo no es político, legal, militar,
ni aun religiosa. Es espiritual: un cambio espiritual en el corazón del hombre.
7
Lucas 8:15 (RVR)
15
Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón
bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.
Lucas 10:27-28 (RVR)
27
Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu
mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
28
Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
Romanos 10:9-10 (RVR)
9
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
10
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación.
Hebreos 10:22-23 (RVR)
22
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe,
purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos
con agua pura.
23
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza,
porque fiel es el que prometió.
2) Las palabras inútiles nos hacen siervos inútiles y nos muestran como
tales.
3) Nuestras palabras vanas tienen que ser confesadas a Dios, y su
misericordia tiene que ser requerida, puesto que somos culpables de
este pecado vano e inútil.
4) Las Escrituras desbordan de acusación tras acusación en cuanto al
gobierno de la lengua.
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Efesios 5:3-4 (RVR)
3
Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre
entre vosotros, como conviene a santos;
4
ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no
convienen, sino antes bien acciones de gracias.
1 Tesalonicenses 5:11 (RVR)
11
Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como
lo hacéis.
Job 15:3 (RVR)
3
¿Disputará con palabras inútiles, Y con razones sin provecho?
ESTUDIO A FONDO # 2
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Pensamiento 2. Dos cosas se dicen del hombre que no “refrena su lengua”
(Santiago 1:26).
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