Caso Yineth Bedoya
Caso Yineth Bedoya
Caso Yineth Bedoya
Estas son las veces que el Estado le falló de manera explícita a Jineth
Bedoya tanto en lo relacionado con su caso, como en garantizar la
seguridad de su ejercicio periodístico.
Fallas que ocurrieron incluso antes del 25 de mayo del 2000, día en
que sucedieron los hechos que hoy son conocidos a nivel mundial, tras
haber sido presentados ante la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, después de dos décadas de inoperancia de la justicia
colombiana. Por supuesto, bajo estas fallas subyacen muchas más.
Después del 25 de mayo realmente todo fue muy confuso y muy difícil
porque era imposible seguir viviendo en Colombia sabiendo que la
amenaza estaba latente, recibimos apoyo de parte de la Comunidad
Internacional para que yo me fuera al exilio con mi mamá, pero yo
decidí quedarme en Colombia porque creía y sigo creyendo hoy que yo
no debo nada, que yo no soy responsable de lo que ocurrió, que era
imposible irme como si estuviera huyendo de algo malo que hubiera
hecho cuando yo no provoqué lo que pasó. Después de eso tengo que
confesar que hubo un momento muy difícil en el que yo tomé la
decisión de suicidarme pero el poder seguir haciendo periodismo,
gracias a la oportunidad que me dieron en el Espectador, me hizo
tomar la decisión de concentrarme 100% en mi trabajo periodístico.
Quienes siguen haciendo daño hoy son los mismos que hicieron daño
hace 20 años y no me refiero exclusivamente a mi caso. Esto es algo
sistemático pero además reciclado. Es como un círculo vicioso donde
siguen ocurriendo los hechos pero además donde la criminalidad sigue
siendo manejada por las mismas personas, por los mismos victimarios,
por el mismo aparato corrupto que ha estado enquistado cometiendo
todos estos crímenes y no solamente el crimen de Jineth Bedoya, miles
de crímenes más… Siguen siendo los mismos criminales amparados
por algunas personas que no saben llevar el uniforme amparado por la
Constitución colombiana con el honor que deberían llevarlo. Es algo
sistemático, que se recicla, que sigue amparado bajo el negocio del
narcotráfico”.
Es no vivir pero he dicho algo muchas veces y es que ¿qué más dolor
se puede cargar y qué más sufrimiento se puede cargar cuando ya te
han matado? Es imposible volver a morir cuando ya te han matado. Y
es que eso significan las amenazas, porque es recordarme una y otra
vez lo que pasó el 25 de mayo. Mucha gente me dice que pase la
página y que siga adelante. ¿Cómo pasar la página si me siguen
llamando, si me siguen enviando mensajes, si me siguen diciendo que
lo que me pasó el 25 de mayo me gustó y me lo van a volver a
hacer? Ese “me gustó” es la violencia sexual. ¿Cómo puede vivir uno
con eso? ¿Cómo puedo dar el siguiente paso con eso?
Con toda humildad quiero decirles que yo fui tal vez la primera mujer
que públicamente habló de su violación y eso me ha costado mucho,
me ha pesado mucho, pero permitió abrir una puerta para que miles de
mujeres hablaran y contaran que la violación había acabado con sus
vidas.
Ita María