Tarea 4, Derecho Civil 4
Tarea 4, Derecho Civil 4
Tarea 4, Derecho Civil 4
ESCUELA:
DERECHO
ASIGNATURA:
FACILITADOR:
JULIO MATOS
PARTICIPANTE:
MATRICULA:
100033486
TEMA:
TAREA 4
FECHA:
06/11/2021
Introducción
Este trabajo trata sobre una litis en partición de bienes de una sucesión, para asunto
de familia y de como puede responder el apoderado ante el fallo del juez. El derecho
de sucesiones o derecho sucesorio es una parte del derecho privado que se encarga
de definir cómo y a quién se transmiten los derechos, obligaciones y bienes de una
persona cuando fallece. Es lo que se conoce como sucesión mortis causa o “por causa
de muerte” y las normas se encargan de definir el reparto de esos bienes y derechos,
La sucesión, según la definición que dan los expertos civilistas, es la “sustitución de
una persona en el conjunto de las relaciones jurídicas transmisibles que correspondía,
al tiempo de su muerte, a otra, o en bienes y derechos determinados que deja el
difunto”. La herencia que deja una persona al fallecer implica, por tanto, todos aquellos
derechos y obligaciones que no se extingan por la muerte. Es decir, es universal
porque comprende tanto el activo como el pasivo del causante, pero deja fuera
aquellos derechos personalísimos, como el derecho a la vida, a la salud, a la libertad o
al honor, entre otros. La muerte de una persona es el hecho que activa el proceso
sucesorio pero la ley permite, en algunos casos, la transmisión de derechos “inter
vivos”, es decir, recibir bienes o derechos de una persona cuando ésta aún vive.
Objetivos específicos
Conocer la importancia de la sucesión
Analizar cuáles son las personas que pueden suceder
1. Usted es apoderado de una litis de partición de bienes de una
sucesión. La misma se está conociendo por ante la cuarta sala
del ribunal civil para asuntos de Familia del Distrito Judicial de
Santiago. El Juez está por dictaminar el fallo sobre la liquidación
de la partición, Responda
Luego de investigar y leer sobre el tema en cuestión, diga como
procederá el Juez a los fines de liquidar la partición de los bienes
del cual está apoderado.
Partiendo del artículo 718 del Código Civil Dominicano tenemos que
tomar en cuenta que el punto de partida de la apertura de la sucesión de
una persona, es su muerte: “La sucesión se abren por la muerte de aquel
de quien se derivan”.
La sucesión se abrirá en el lugar del domicilio de la persona fallecida, pero
si el difunto no tuviese domicilio conocido, se iniciará este proceso en su
última residencia conocida, así lo establece el Artículo 110 del mismo
Código Civil, y el tribunal de este domicilio será el competente para
conocer la sucesión de los herederos.
Para suceder es necesario existir en el momento en que la sucesión se
abre. Por consiguiente, el artículo 725 del mencionado Código consigna
que están incapacitado para suceder el que no ha sido aún concebido y el
niño que no haya nacido viable.
En el caso de la competencia el tribunal civil ordinario es apoderado de
una demanda en partición de los bienes de una sucesión, esa jurisdicción
es competente, aun si estos bienes son inmuebles registrados, y no puede
declarar su incompetencia por este motivo. Esto se explica dado que la
jurisdicción de Tierras sólo está facultada para decidir sobre una demanda
en partición cuándo todos los herederos están de acuerdo, por tratarse de
una competencia excepcional. Fuera de este caso, el derecho común
mantiene su imperio y la competencia es de la jurisdicción ordinaria.
De conformidad con la Ley de Registro Inmobiliario, para la competencia
del Tribunal de Tierras ante una demanda en partición se requiere que
todos los herederos estén de acuerdo. De no producirse esa situación,
entonces, el tribunal de derecho común es el competente para toda
demanda en partición, por tratarse de una acción personal.
En el caso de los extranjeros, el Artículo 54 de la Ley 544-14, sobre
Derecho Internacional Privado de la República Dominicana, establece que:
“La sucesión por causa de muerte se rige por la ley del domicilio del
causante en el momento de su fallecimiento. Párrafo I. El testador puede
someter, por declaración expresa, en forma testamentaria, su sucesión a
la ley del Estado de su residencia habitual. Párrafo II. La partición de la
herencia se rige por la ley aplicable a la sucesión, a menos que los
llamados a la herencia hayan designado, de común acuerdo, la ley del
lugar de la apertura de la sucesión o del lugar en que se encuentran uno a
más bienes hereditarios”.
Los tribunales dominicanos serán competentes cuando el causante haya
tenido su último domicilio en territorio dominicano o posea bienes
inmuebles en la República Dominicana (Art. 16 Ley 544-14).
Respecto al reconocimiento de los actos jurídicos constituidos en el
extranjero, solo se validarán las decisiones o los documentos relativos a
una sucesión y los derechos derivados de una sucesión abierta en el
extranjero, cuando se cumpla con lo siguiente:
1) Cuando hayan sido pronunciadas o expedidos en el Estado del último
domicilio del causante o en el Estado al amparo de cuya ley este último
sometió su sucesión; 2) Cuando se refieran a bienes inmuebles y hayan
sido pronunciadas o expedidos en el Estado en el cual dichos bienes están
situados (Art. 96 Ley 544-14).
Si el hijo del de cujus que, por residir en el extranjero, no fue puesto en
causa en la demanda de partición de un inmueble y que presenta prueba
formal de su reconocimiento, adquiere prima facie calidad para recurrir en
contra de la sentencia que lo ha ignorado.
Retomando el plano nacional, es de rigor conocer que los miembros de
una sucesión deben ser emplazados individualmente y no de forma
innominada, ya que las sucesiones no tienen personalidad jurídica, por lo
que, el emplazamiento hecho a un heredero no es suficiente para poner a
las demás partes en posición de ejercer su derecho de defensa.
En una demanda en partición, es deber de los jueces del fondo procurar,
máxime cuando algunos de los herederos admiten la existencia de otros
herederos, que esos intervengan de manera voluntaria o que se ordene la
puesta en causa de todas las personas que posean un vínculo de interés
común en el bien que se pretende dividir, dado que el procedimiento de
partición es de orden público.
Si se trata de un caso donde un heredero ha renunciado a la sucesión y
éste demande en partición, la misma es inadmisible, excepto que pruebe
que la renuncia fue falsa u obtenida por dolo o violencia, o, de haber
recibido una suma de dinero, donde resulte perjudicado en más de la
cuarta parte, conforme al artículo 887 de dicho Código Civil.
Cabe también significar que, la falta de calidad del demandante en
partición por haber renunciado a la sucesión puede invocarse en la
primera etapa de la demanda, como en el curso de la apelación de la
sentencia que ordena la misma, ante el juez comisario.
Cuando una partición es hecha en vida del finado y cada hijo recibió lo que
le correspondía, es válido el desistimiento que algunos herederos
pudieren hacer en un juicio posterior entre ellos, y no pueden alegar
lesión en más de la cuarta parte al haber desistido de sus reclamaciones.
La calidad es el poder en virtud del cual una persona ejerce una acción en
justicia o el título con que una parte figura en el procedimiento. Que, en el
ámbito de las sucesiones, la calidad queda acreditada cuando el
accionante ha demostrado tener vocación sucesoral y en el caso de la
esposa supérstite cuando se prueba el vínculo matrimonial.
Una sucesión en que se discuten las calidades de los herederos es un
asunto de interés privado, y sólo en caso de que algunos herederos
nieguen la calidad de los demás debe el tribunal exigir la aportación de la
prueba correspondiente. De lo contrario podría conducir a una exclusión
de herederos cuyas calidades los demás admiten.
Es nula la venta de un inmueble que se encuentra a nombre de una
sucesión.
Cabe recordar como una sustentación del tema tratado, que fue
determinado por la honorable Suprema Corte de Justicia en una ocasión,
que: “No se puede considerar como un adquiriente a título oneroso y de
buena fe a una compañía que, conjuntamente con la determinación de
herederos, solicita la transferencia de una parte del inmueble, ya que, si
los herederos que transfirieron sus derechos sobre el inmueble no han
sido previamente determinados, es posible que otros herederos soliciten
su inclusión en la partición” No. 36, Ter., Dic. 1998, B.J. 1057.
Los acreedores no tienen derecho a ejercer los derechos y acciones de su
deudor (acción oblicua), cuando éste ha hecho las diligencias necesarias
para ejercerlos por sí solo. Esta acción se abre solamente cuando el
deudor se niega, abandona o evade ejercer los derechos de que se
beneficiaría su patrimonio. No procede la demanda en partición intentada
por el acreedor de un coheredero cuando ha sido firmado un acto de
partición amigable.
Por otro lado, en virtud de lo dispuesto por el artículo 2205 del Código
Civil, el acreedor de uno de los copropietarios de una comunidad o
sucesión disuelta pero no liquidada, no puede perseguir la expropiación
forzosa de uno de los inmuebles comunes antes de la partición de los
bienes indivisos, pero el acreedor puede promover la partición de dichos
bienes. Es por ello, que una persona puede otorgar un préstamo a otra
persona con la garantía hipotecaria de un inmueble indiviso, del que era
copropietaria conjuntamente con su familia, pero está prohibido poner en
venta la parte indivisa propiedad del deudor, a consecuencia de un
procedimiento de embargo inmobiliario antes de la partición o la
licitación.
Es de muchísima importancia saber, que la acción en partición de una
herencia es imprescriptible.
La sentencia que se pronuncia sobre una demanda en partición, es
resuelta por una sentencia que decide el fondo del asunto, con la
característica de definitiva sobre lo juzgado y decidido, susceptible de ser
impugnada mediante el recurso ordinario de la apelación, como cualquier
otro asunto en donde expresamente el legislador no haya cerrado esta
vía. No. 5, Pr., Jun. 2010, B.J. 1195; No. 34, Pr., May. 2011, B. J. 1206.
Decisión 1175/2019, 13 de noviembre 2019, reiterado recientemente
mediante sentencia del 24 de julio 2020.
En una partición entre coherederos, cuando se interpone un recurso de
apelación contra alguna de las partes, vale con respecto de las demás, en
razón de que la demanda de bienes entre herederos es por su naturaleza,
indivisible.
Es de rigor conocer que la partición de bienes sucesorales, es una
institución especial y compleja, donde el juez apoderado de dicha acción
se encuentra en la obligación de verificar que sean cumplidos varios
aspectos previo a su ponderación, a saber: a) que se haya aperturado la
sucesión, lo que ocurre con la muerte de aquel a quien se derivan, o
causante, conforme lo establece el citado artículo 718 del Código Civil,
hecho que puede ser comprobado con el acta de defunción del de cujus;
b) Que las partes tengan calidad de herederos o sucesores del causante;
en ese sentido, el artículo 724 del mismo código establece que: “Los
herederos legítimos se considerarán de pleno derecho poseedores de los
bienes, derechos y acciones del difunto…”, siendo el acta de nacimiento el
documento ideal a fin de comprobar la indicada calidad y por ende la
posesión de pleno derecho de la parte que de la masa le corresponda,
pudiendo identificarse también de dicho documento su grado de
Conclusión