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Trabajar La Ansiedad

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CONVIERTO MI ANSIEDAD EN UN SUPERPODER

1. Respira. Sí, respira.

Apártate del mundo un momento y habla contigo. ¿Qué es lo peor que puede pasar en este momento
si no lo intento? ¿Le estoy haciendo daño a alguien? Si la respuesta es no, arriésgate.

Habla con esa persona que tanto quieres, presenta la entrevista que tanto te llama la atención,
escríbele al mentor que siempre has querido conocer pero que siempre te ha dado pena, lee el libro
que tanto te llama la atención, crea ese blog que siempre has tenido en tu cabeza, lánzate a crear la
app que tanto sueñas.

¿Qué pasa si fracasas? Bueno, fácil. Ahora cuentas con experiencia y sabes qué camino no seguir la
próxima vez. O de pronto ya encuentras una solución más óptima la próxima vez. Recuerda, ganas
o aprendes.

2. Piensa en algo que te haga feliz.

Yo soy alguien que sueña y se exige muchísimo así que cada vez que estoy enfrentando una de mis
crisis frecuentes pienso en qué me hace feliz: mis recuerdos felices de niña, estar con mis amigos,
abrazar a mi gatita, pienso en las cosas que quiero lograr y cómo intentar y arriesgarme me acercan
cada vez más a ello.

Piénsalo. Estás engañando a tu cerebro que quiere llevarte por otro camino y tú le estás diciendo
“No, usaré esto para impulsarme. Yo tengo el control”

3. Escucha/mira algo “happy”, sal a caminar, abraza a alguien.

Particularmente me encanta escuchar muchos tipos de géneros musicales y tengo un amor increíble
por la música.

Cada sonido o melodía para mí puede llevarme por un estado de ánimo diferente y, de hecho, no lo
descubrí yo. Alguien muy importante para mí me dijo “¿y si intentas no escuchando música triste,
sino cambiamos por algo más alegre?”.

Si aún con ello, no lo logro. Salgo a caminar.


Y si aún mi corazón sigue latiendo a mil y no logro enfocarme, abrazo a alguien cercano. Eso me
recuerda que no estoy sola, que está bien no estar bien y que es temporal. Que lo más importante es
no paralizarme y continuar avanzando.

4. Si te da miedo, hazlo aún con miedo


Esa charla en público que asusta, contarle a tu equipo la idea que tienes en mente, pintar el cuadro
que llevas tanto tiempo en tu cabeza.
Hazlo. Y si te da miedo, hazlo aún con miedo.
De hecho, con toda honestidad te puedo aceptar que más del 80% de las cosas que hago las enfrento
de esa forma.
Y de nuevo la pregunta en mi cabeza es “¿Qué es lo peor que puede pasar? Gano o aprendo. Let’s
do it”
5. Si te gusta escribir, escribe. Si te gusta hablar, habla con alguien.

A mí me encanta escribir, hablar y también aislarme 😅.

Escribir me ayuda a drenar un montón, pero si veo que esto no me ayuda, entonces hablo con uno
de mis seres queridos.
Comunicarme es la herramienta más poderosa que he encontrado y mi doctora me ha ayudado
mucho con ello.

Sí, voy a terapia. Y no, no es lo mismo saber hablar que saber comunicarse.

¿Qué pasa si aún con todos los pasos anteriores no logro calmarme? Sigamos entonces…

6. ¿Y si aún con esto no lo logro? Desconéctate un ratito.

Si tienes la oportunidad y puedes, desconéctate un ratito. Respira, habla contigo, siente el momento
y deja que fluya.

Pero recuerda, no dejes que esto te detenga, es temporal. Está bien no estar bien todo el tiempo pero
hay cosas increíbles más allá de tus miedos. ¡Ánimo!

7. Cosas increíbles ocurren cuando nunca paras de aprender


No, no es raro sufrir de ansiedad. De hecho el miedo y la ansiedad es lo que nos ha hecho sobrevivir
a lo largo de la historia. Sino, imagínanos hace miles de años, esperando a ser devorados por
depredadores en lugar de usar el miedo para crear refugios y correr para vivir otro día.

El punto es:

Sí, está bien no estar bien todo el tiempo.

No, no es para nada extraño sentirse con ansiedad.

Sí, todos fracasamos en algún punto.

No, no debes dejar que eso te detenga.

Sí, es mucho más valioso aprender y seguir intentando.

Sí, todos tenemos el poder de cambiar el mundo y, ¿sabes qué es lo mejor? que es posible
comenzando por cambiarnos a nosotros mismos y esforzamos por ser mejor día tras día.

Recuerda, todo es posible si nunca paras de aprender.

¿Qué haces cuando te sientes mal?


¿Cuál es tu forma de enfrentarlo y usar esos sentimientos a favor?

¿Cómo controlar la ansiedad? Tratamientos y técnicas efectivas de la psicología


 
ANSIEDAD
En la actualidad la ansiedad se ha convertido casi en compañera de mucha parte de la sociedad. El
problema de esta enfermedad es su normalización, es decir, que las personas acaban conviviendo
con ella a pesar de todos los problemas que esta produce.
Para tratar de combatir la ansiedad, lo primero y más importante es conocer qué es y cómo
funciona. La clave para superar la ansiedad o controlar la ansiedad es saber por qué se produce.
¿Cómo funciona la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta automática de nuestro organismo que tiene componentes
físicos/fisiológicos, psicológicos y sociales. Vamos a ir desgranando todo para comprenderla.
1.    Respuesta automática
En primer lugar, una respuesta automática quiere decir que va aparecer hagamos lo que hagamos,
por lo tanto, lo más clave en este punto es aceptar su existencia para no angustiarnos más cada vez
que aparece y poder vencer la ansiedad.
2.    Respuesta del organismo
En segundo lugar, la definición habla de una respuesta de nuestro organismo. ¿Qué debemos hacer
con todo aquello que pertenece a nuestro organismo? Evidentemente, cuidarlo, acogerlo, mimarlo...
porque en realidad es algo positivo, tiene una función: protegernos de algo que puede ser peligroso.
Por ello, para saber cómo eliminar la ansiedad debemos entender por qué nuestro cuerpo
reacciona así.
3.    Respuesta fisiológica
En tercer lugar, tiene componentes físicos/fisiológicos, es decir, se acompaña de algunas
manifestaciones como puede ser frecuencia cardíaca y respiratoria más elevada, sensación de ahogo
u opresión en el pecho, sudoración de manos, axilas... puede ser múltiples y variables dependiendo
de su grado.
4.    Respuesta psicológica
En cuarto lugar, tiene componentes psicológicos, es decir, la emoción que nosotros sentimos es
miedo y se acompaña de pensamientos catastróficos o negativos: no voy a ser capaz, saldrá mal, me
desmayaré, perderé el control... También pueden ser múltiples y variables. Aquí hay otro aspecto a
tener en cuenta: la historia personal de cada uno de nosotros, donde hemos tenido experiencias que
han quedado marcadas en nosotros e influirán en nuestra manera de gestionar la ansiedad.
5.    Componentes sociales
En quinto lugar, tiene componentes sociales, es decir, la ansiedad puede crecer o disminuir en
presencia de otros y, por lo tanto, puede influir en su manifestación. Muchas veces superar la
ansiedad supone tener que combatir con estas fobias sociales.
Cuando se presenta esta enfermedad muchas veces podemos ver síntomas de ansiedad y
depresión conjuntamente. La razón es que estos dos problemas se retroalimentan en diversos
sentidos, haciendo más difícil combatir o controlar la ansiedad.
¿Cómo controlar la ansiedad?
La ansiedad puede expresarse de maneras muy diferentes en cada persona, desde reacciones
mentales, físicas o cambios en la conducta. Se trata de una reacción ante una situación en la que nos
vemos amenazados de algún modo. Pero, en realidad, la ansiedad es algo positivo que nos ayuda a
enfrentarnos a acontecimientos futuros e incrementa nuestras capacidades ante esas situaciones.
Creemos que la ansiedad se nos dispara a causa de una situación. En realidad esto no es cierto. Esa
misma situación se le puede presentar a muchas otras personas y no le genera ningún tipo de
ansiedad. Lo que activa nuestra ansiedad es el pensamiento, nuestra manera de interpretar lo que
sucede o sucederá. Por eso, cuando tenemos problemas de ansiedad es recomendable entender cómo
funcionan estos pensamientos y cómo podemos cambiarlos por otros más adaptativos. Para
poder controlar la ansiedad, la clave estará en los factores que te presentamos a continuación.
1. Planificación
Un tema importante a la hora de calmar la ansiedad es la planificación. Una falta de planificación
en nuestras vidas nos somete a tensiones y ansiedades. Si dedicamos tiempo a pensar y planear lo
que tenemos que hacer, conseguimos una sensación de control sobre la situación. No hay
productividad sin marcarnos objetivos y sin una buena planificación. La solución para saber cómo
calmar la ansiedad es conseguir plantear objetivos realistas que puedan dar una dirección a nuestra
vida, teniendo en cuenta objetivos a largo plazo y a corto plazo, que sean flexibles y se adapten a
nuestros cambios.
2. Técnicas de relajación
Otra de las maneras de acabar con la ansiedad es mediante técnicas de relajación y respiración.
Existen múltiples técnicas que nos pueden ayudar, consulta con tu psicólogo para averiguar cuáles
pueden beneficiarte más.
3. Evitar las situaciones desencadenates
Un tema importante es la exposición a situaciones que nos producen ansiedad y dejar de evitarlas.
Cortar las cosas de raíz es un perfecto antídoto contra el nerviosismo. Cuanto más posponemos los
problemas, más miedo nos dará enfrentarnos a ellos.
4. Cuidar la alimentación y hacer ejercicio
La salud mental y la física van de la mano. Por eso es de vital importancia cuidar nuestra
alimentación y hacer ejercicio de manera regular para tratar de controlar la ansiedad. Sin
olvidarnos de que la hora de la comida es un buen momento para relajarnos y desconectar nuestra
mente. Y además el ejercicio físico sirve como una especie de mecanismo de inhibición de la
ansiedad.
5. Disfrutar de los momentos
Disfrutar es otra receta para calmar la ansiedad. Dedicar todos los días un tiempo para nuestro
ocio hace que nuestra cabeza viva más liberada. Muchas veces caemos en el círculo vicioso de la
inactividad o en el "no tengo tiempo". Pero cuanto menos hago, menos ganas tengo y menos tiempo
encuentro. Para empezar a romper este círculo tenemos que obligarnos a realizar actividades
agradables. Con el paso del tiempo las ganas van a aparecer y voy a echarlas de menos si no las
realizo.
6. Socializar
Por último, debemos cuidar el área social. Pasar tiempo y comunicarnos con nuestros amigos y
familia reduce la ansiedad. Todas las semanas tenemos que tener un encuentro que nos permita
desconectar y relajarnos.
7. Medita
La meditación, aunque solo sean diez minutos al día puede ayudarte mucho a tratar la ansiedad. Haz
ejercicios de respiración para sentirte mejor.
8. Escribe un diario
Parece cosa de adolescente, pero lo cierto es que escribir un diario no tiene edad.  Liberar lo que
sentimos en un papel nos puede ayudar a quitarnos una carga de encima.
9. Establece unos hábitos
Para que estos días no se hagan pesados y consecuentemente tu sensación de agobio por estar
encerrado y la ansiedad aumenten, es bueno marcarte una rutina, igual que si fueras a trabajar.
 Identifica qué te gusta hacer: Prueba distintas cosas que te generen motivación para
determinar cuáles puedes añadir a tu rutina y en qué horario.
 Establece metas razonables: Seamos realistas. No puedes colocarte objetivos como
caminar 7km al día, cuando seguramente no lo vayas a cumplir.
 Ten en cuenta los contratiempos: Ten en cuenta que si un día no te apetece hacer actividad
física o meditación, por ejemplo, no pasa nada, puedes hacer algo que te motive mucho
más.
De todas maneras, hay ciertos momentos en nuestra vida en que la ansiedad es permanente y lo
mejor que podemos hacer es buscar ayuda profesional para que nos aporten las herramientas
adecuadas para salir del bache y aprender a gestionar nuestras dificultades. La ansiedad es una
emoción universal que nos ayuda a adaptarnos al medio en que vivimos para garantizar nuestra
supervivencia, tanto a nivel individual, como especie.
Es una respuesta adaptativa a los acontecimientos de la vida de cualquiera de nosotros, lo cual, no
significa que tenga que ser mala "per se", pues puede que nos prepare ante una situación para
mejorar los resultados y de esta forma, evitar consecuencias negativas si nos quedáramos de brazos
cruzados.Sin embargo, puede convertirse en desadaptativa, (trastorno de ansiedad) cuando hacemos
anticipaciones referentes a distintas situaciones de la vida o problemas que interpretamos como
negativos, o perjudiciales para nuestros intereses, y que en la mayor parte de las veces, no llegaran a
ocurrir, ni a producirse tal y como lo habíamos pensado, como se suele decir, nos ponemos el
parche, antes de que nos hagamos la herida. Cuando esto sucede demasiadas veces, debemos usar
un tratamiento de la ansiedad y usar estas técnicas que hemos expuesto para que sea más que
efectivo.

Errores que comentemos que nos producen ansiedad

1. Lamentarnos de la situación

Tendemos a entrar en un bucle de quejas constantes "por qué me ha pasado eso", "no es justo", ser
monotemáticos, en otras palabras, centrarnos en el problema y no en las soluciones. Superar la
ansiedad exige un plus de esfuerzo y compromiso, y lamentarnos no nos ayudará a encontrar
soluciones productivas
2. Intentar que los demás nos sirvan de sostén constantemente
Esto nos hace más dependientes del entorno, queremos que nuestros familiares, amigos,
compañeros de trabajo, nos hagan sentir bien, esta conducta solo reducirá la
ansiedad temporalmente, sin embargo, no nos permitirá encarar nuestros problemas y mucho
menos solucionarlos. ¡Terminaremos aislados!
3. Comportamientos adictivos o compulsivos

Ahogar las preocupaciones en alcohol o fumar en exceso además de agravar una de las principales
quejas de los cuadros de ansiedad como lo son los trastornos del sueño , puede convertirse en un
hábito; otra conducta que se ve con frecuencia es la de comer en exceso, los típicos "atracones"
para combatir con la ansiedad. Recuerda todas estas conductas son inútiles para encarar y
solucionar los problemas, por el contrario, pueden mantenerlo a largo plazo.
4. Intentar buscar soluciones rápidas

Mientras menos paciencia para afrontar la situación peor resultado, por lo contrario, nos sentiremos
más indefensos y la ansiedad aumentará. Para que la ansiedad disminuya es necesario ser pacientes,
aceptar que tendremos altibajos, y ser realistas, valorando el progreso por pequeño que sea. ¡No te
desanimes! No hay fórmulas mágicas ni soluciones milagrosas y es fundamental no automedicarse.
Recuerda, la ansiedad está en tu mente, manifestándose como preocupaciones recurrentes y en tu
cuerpo provoca taquicardia, intranquilidad, insomnio, temblor…Así que tratar de pensar en ella
intensificará sus manifestaciones y no podrás escapar, por eso es importante romper el círculo, y
calmarte cambiando el foco de atención.

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