Textos Esclavitud
Textos Esclavitud
Textos Esclavitud
Algunos hacen de este asunto dos partes: la que se ocupa de los hombres y la
que trata de sus instrumentos, sin los cuales no puede hacerse el cultivo. Los
instrumentos son de tres clases: primera, los que hablan; segunda, los
semivocales y, tercera, los instrumentos mudos. Al primer grupo corresponden
los esclavos, al segundo los bueyes y al tercero las herramientas.
(…)
Tampoco debe permitírseles emplear los azotes para hacerse obedecer,
cuando se puede lograr lo mismo con buenas palabras. No deben tenerse
muchos esclavos de la misma nación, pues ello es causa de bastantes
disensiones domésticas. Es bueno también estimularlos con recompensas
tales como permitirles la formación de su propio peculio y hasta unirse con las
sirvientas de la casa para constituir familia. Los hijos de tales uniones hacen
que los padres se sientan más firmemente ligados a la finca.
(Varrón, Sobre la Agricultura)