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Libro Trabajo Social en México

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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Elí Evangelista Martínez

Desarrollo Histórico del


Trabajo Social en México

Red de Investigaciones y Estudios Avanzados en Trabajo Social A.C

1
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Primera Edición, Agosto 2013.


DR. Todos los derechos reservados Elí Evangelista Martínez
Red de Investigaciones y Estudios Avanzados en Trabajo Social A.C.
E mail: eli_mexicomx@yahoo.com y red.estudios.avanzados.ts@gmail.com
ISBN En trámite. Impreso en México/Printed in México. Se permite la reproducción total o
parcial de este documento, dando el crédito respectivo.

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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Esta breve investigación socio-histórica busca reconstruir


y reencantar parte de las Historias del Trabajo Social en
México, y es un testimonio de lucha por mis primeros 20
años como académico en la Escuela Nacional de Trabajo
Social de la Universidad Nacional Autónoma de México,
mi alma mater y mi espacio sustantivo de análisis,
creación y propuesta. Está dedicada a todos y todas las
estudiantes de esta estratégica profesión en el marco de
los 80 años de nuestra carrera en México. También está
dirigido a Claudia Achell, mi motivo esencial; a mis
dadores de vida; mis padres, los profesores normalistas
Elva Ruth Martínez y Ranulfo Evangelista Vidal; y también
a la memoria de los padres de mis padres: mi abuela
Agustina Martínez Lira, maestra rural integrante de las
Misiones Culturales allá en los años 30´s del siglo pasado;
a mis abuelos Amalia Vidal y Librado Evangelista,
indígenas popolocas y soldados zapatistas de la mixteca
poblana, quienes me dejaron como herencia, la pasión, la
fuerza, la energía, los fundamentos para pensar y hacer
una mejor sociedad, más digna para todos y todas.

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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Indice

A manera de Introducción…………………………………………………….7

Capítulo 1. Aproximaciones al Trabajo Social………………......….…...11

1.1 Conceptualización del Trabajo Social.


1.2 Trabajo Social: Filosofía de la acción y arte-científico.
1.3 Trabajo Social: Objeto, sujetos, espacios y metodologías.
1.4 Pilares Profesionales del Trabajo Social.
1.5 Estado, Estructura Social y Trabajo Social
1.6 Políticas Públicas, Política Social y Trabajo Social.
1.7 Finalidades del Trabajo Social.

Capítulo 2. Fundamentos Históricos del Trabajo Social:


Modernidad y Transmodernidad…..….……………..………………….....31

2.1 Aproximaciones a la dimensión histórica y filosófica del Trabajo Social: La


Modernidad
2.2 El Trabajo Social como creación de la Modernidad Occidental
2.3 Las formas de ayuda social frente al Trabajo Social.
2.4 Los Paradigmas de la modernidad en el desarrollo histórico del Trabajo Social
2.5 La construcción histórica del Trabajo Social.

Capítulo 3. Las Formas de Ayuda Social en México. 1521-1920…….77

3.1 Las Formas de Ayuda y Acción Social en Nueva España 1521-1700.


3.2 Las Formas de Ayuda y Acción Social en Nueva España 1700 – 1810
3.3 El proceso de la Revolución de Independencia 1810-1821
3.4 Las Formas de Acción Social en el México Cismático 1821-1876.
3.5. Las Formas de Acción Social en el Porfiriato 1876 - 1910.
3.6 El proceso de la Revolución Mexicana 1910-1920

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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Capítulo 4. Antecedentes del Trabajo Social en México,1920-


1933…………………………………………………………………………...105

4.1 La idea de un Trabajo Social en México 1920-1933.


4.2 Antecedentes del Trabajo Social en el área de Educación
4.3 Antecedentes del Trabajo Social en el área de Salud
4.4 Antecedentes del Trabajo Social en el área de Beneficencia Pública
4.5 Aparición del Trabajo Social como acción profesional y como carrera.

Capítulo 5. Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México.


1934-1982…………………………………………………………………….119

5.1 Contexto Social 1934-1982


5.2 Legitimación y profesionalización del Trabajo Social en México. 1934-1940
5.3 El Desarrollismo y la Tecnificación del Trabajo Social en México. 1940-1970
5.4 El Trabajo Social en México, 1970-1982: Entre la Institucionalización y la
Reconceptualización.

Capítulo 6. Neoliberalismo y Trabajo Social en México.


1982-2012……….……………………………………………………………163

6.1 Contexto social 1982-2012.


6.2 Neoliberalismo: Cuestionamiento y Legitimación del Trabajo Social. 1982-
2000
6.3 La Alternancia y Trabajo Social en el año 2000-2012

A manera de Conclusiones……………………………………………….195

Epílogo: Retos y Desafíos para el Trabajo Social Contemporáneo


en México…………………………………………………………………….199

Bibliografía…………………………………………………………………..197

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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

A manera de Introducción

Transcurría el año 1992, quien redacta estas líneas era estudiante de dos
carreras en la Universidad Nacional Autónoma de México: la licenciatura en
Trabajo Social y la licenciatura en Historia. Ese intenso y riguroso ejercicio
interdisciplinario aportó significativos saberes que me permitieron entender con
profundidad partes importantes del proceso de la construcción histórica del
Trabajo Social en nuestro país. Así, en ese marco, en 1993, nació un primer
escrito sobre la Historia del Trabajo Social en México que se presentó como tesis
profesional para titularme de licenciado en Trabajo Social, y posteriormente en
1998, con algunas modificaciones de forma, se convirtió en libro llamado “Historia
del Trabajo Social en México”, que sostenía una tesis central: el Trabajo Social
es producto evolutivo de las diferentes formas de ayuda y acción social.

Sin embargo, a más de veinte años de realizar reflexiones de filosofía, historia,


epistemología y teoría del Trabajo Social, comprendí que concebir a nuestra
profesión como producto o resultado del mecánico proceso evolutivo de las
formas de acción social tradicionales, era causa de un error epistemológico,
teórico y político, por lo que era necesario cuestionar ese planteamiento tan
arraigado en el gremio, para proponer una síntesis que repensara los marcos de
referencia sobre pasado y presente de nuestra profesión. En ese sentido, la
propuesta central de la presente obra reconoce que: el Trabajo Social es
producto histórico de la Modernidad, no es la continuidad ni el producto evolutivo
y lineal de las formas de ayuda social encontradas en toda la historia de la
humanidad, sino que es una construcción social del pensamiento moderno.

La historia del Trabajo Social va vinculada a las formas de ayuda social


tradicionales, pero debemos discernir su construcción filosófica, histórica,
teórica, metodológica y política, a partir de una cosmovisión, un encuadre
disciplinar y un proceso profesional autónomo -más no aislado- de los principios
filantrópicos, religiosos o humanitarios. Este libro plantea una tesis central: el
Trabajo Social es una construcción disciplinar y profesional de la Modernidad, no
es sólo resultado de los intereses del Capitalismo, por lo que su desarrollo tiene
su fundamento en los horizontes de la Modernidad, que lo han imbuido de
identidades, orientaciones, perfiles y enfoques para la acción social.

Ante esa tesis, las formas de ayuda y acción social tradicionales no pueden
considerarse estrictamente como planteamientos de la Modernidad, y por ende,
7
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

como antecedentes del Trabajo Social, ya que conllevan parámetros filosóficos,


teóricos, metodológicos, políticos y simbólicos diferenciados. Si bien la
Modernidad las retoma, las replantea, las reconfigura, no son producto de ella,
sino efecto de otros procesos históricos, por lo que el Trabajo Social no es una
profesión que aparece en toda la historia del ser humano, porque es claro que
podemos encontrar sentimientos de ayuda al necesitado en toda la historia de la
humanidad, pero esos hechos no significan que haya existido un Trabajo Social.
Es preciso insistir, que este se construye a partir de una cosmovisión, un enfoque
epistemológico, una propuesta política y una acción profesionalizada a partir de
un marco de referencia Moderno, por lo que su creación no puede ser entendida
más allá de sus entornos y sus procesos históricos más relevantes: el
Renacimiento, la Revolución Francesa, la Revolución Industrial, las
independencias latinoamericanas y las grandes revoluciones del siglo XX,
incluyendo, por supuesto, la mexicana.

En ese marco, el libro Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México, en un


primer momento, propone un marco teórico-conceptual y referencial-contextual
para entender el pasado y el presente del Trabajo Social partiendo de un análisis
de la Modernidad y su impacto en su creación y desarrollo. En este punto no sólo
se presenta una descripción de los acontecimientos sociales relevantes para la
historia de la acción social y del desarrollo histórico del Trabajo Social, tampoco
se tiene la intención de enlistar una serie de discursos sobre las teorías sociales
de la modernidad y su relación con Trabajo Social, se busca un objetivo más
amplio pero más complejo: realizar un análisis filosófico e histórico de la
modernidad y su impacto en la creación de nuestra profesión, lo que nos sirve de
marco general para entender procesos históricos y para identificar diferencias y
contrastes entre las formas de ayuda social tradicionales (caridad, filantropía y
beneficencia) frente el Trabajo Social de la modernidad.

En un segundo momento, el libro presenta un análisis comprensivo de las


diferentes formas de ayuda y acción social en México desde 1521 hasta el
proceso de la revolución mexicana, lo que permite contrastar y diferenciar el
marco de las formas de ayuda y acción social en México y la aparición del Trabajo
Social en tanto profesión y disciplina. Este análisis vincula y contextualiza hechos
y acontecimientos relacionados con las formas tradicionales de ayuda social en
México frente a la creación del Trabajo Social como una acción profesional y
como proceso de formación académica. Aquí no nos interesa presentar sólo una
suma de datos, fechas o hechos relevantes, lo que se intenta es otorgarles orden,
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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

coherencia, sentido y significado, ubicando a las formas de ayuda social


desarrolladas desde 1521 hasta 1910, como parámetros de comparación frente
a la aparición y al desarrollo del Trabajo Social en México desde 1933 hasta
2013, lo que nos permitirá reconocer las distintas perspectivas entre las formas
tradicionales de ayuda social y el propio Trabajo Social, resaltando un análisis
basado en los procesos de formación académica y de acción profesional. Es
importante mencionar que para analizar el desarrollo del Trabajo Social, por
cuestiones de delimitación metodológica se identificaron y contrastaron los
planes de estudio de la carrera de Trabajo Social de la Secretaría de Educación
Pública y de la Universidad Nacional Autónoma de México, instancias que no son
las únicas, pero que si orientaron y orientan el avance de la profesión en nuestro
país, además de que es claro que la formación académica tiene influencia en la
formación profesional a nivel nacional, y así, nos podemos aproximar a los
procesos formativos y de desarrollo histórico de la profesión más ampliamente.

En un tercer punto, el libro presenta un análisis situacional-estratégico en la


esfera del Trabajo Social, donde se presentan diagnósticos y un ejercicio
prospectivo; se presentan algunas líneas actuales y futuras en sus contenidos y
procesos formativos, en su visión paradigmática y en sus propuestas teórico
metodológicas, en sus horizontes y desafíos, en fin, en todos los aspectos que
orientan su ser, hacer, quehacer y deber ser de un nuevo Trabajo Social.

Este estudio socio-histórico busca ser una obra básica de consulta, articulada en
un discurso que narra y describe sin excesivas complicaciones, que enfrenta al
discurso histórico de las frases inintelegibles y de los vocablos intrincados. Sin
embargo, las características mencionadas no indican la ausencia de
procedimientos sólidos y sistemáticos para su construcción, presentan
simplemente una propuesta de comprensión histórica basada en la narración, y
si bien toca al autor hilvanarla en papel y tinta y asumir las consecuencias por lo
dicho, es claro que se genera a partir de un arduo y amplio esfuerzo colectivo, y
un intento por nombrar a todas y todos quienes han contribuido a configurar este
libro se convertiría en un ejercicio casi inacabable, pero es preciso mencionar a
quienes han estado relacionados de manera sustantiva con el presente ejercicio
intelectual: In memoriam a mis profesores Socorro Modesto, Manuel Sánchez
Rosado, Salvador Rodríguez y María Luisa Herrasti; con amplio agradecimiento
por compartir conmigo ideas, críticas, desacuerdos y reflexiones: Aída Valero,
Mary Carmen Mendoza, Nelia Tello, Graciela Casas, Rosario Silva, Paula Soto,
Gloria Tokunaga, Silvia Mercado, Lulú Valtierra, Norma Gómez, Adriana Ornelas,
9
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Margarita Badillo, Mary Carrasco, Elia González, Paty Vargas y muchos otros
colegas; a quienes no son trabajadores sociales pero son aliados esenciales de
la profesión: Alberto Menéndez, Isaac García, Jorge Mendoza y Alfredo Nateras.
También agradecer al equipo de la Red de Investigaciones y Estudios Avanzados
en Trabajo Social A.C: Alejandra León, Laura Segura, Alex Alcalde, Diego Díaz,
Juan Alberto Mendoza, Angeles Rocha, Jackie Alvarez, Karla Albarrán, Adara
Dezeuza y Levi Clemente. Además, este libro se ha enriquecido inmensamente
con los debates, reflexiones y cuestionamientos de mis alumnos(as) de la
Maestría en Trabajo Social de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la
Universidad Nacional Autónoma de México, mi Alma Mater y mi espacio
sustantivo de creación.

Y finalmente, es preciso mencionar que hace veinte años al estar elaborando el


primer estudio sobre este tema, afirmaba que la historia del Trabajo Social
mexicano era un inmenso rompecabezas sin configurar, un paraje frondoso pero
casi deshabitado, pero, justo es reconocer que ahora podemos hacer una
evaluación positiva sobre la recuperación de la historia de la profesión en México,
y poco a poco las experiencias ocultas del Trabajo social se convierten en
historias vivas y públicas que numerosos actores profesionales y académicos
escriben, construyen y posicionan día con día, para proyectar un mejor presente
y futuro de nuestra querida pero estratégica profesión y disciplina.

Elí Evangelista Martínez.


Ciudad de México, Julio 2013.

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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Capítulo 1.
Aproximaciones al Trabajo Social
1.1 Conceptualización del Trabajo Social:

El Trabajo Social es una FILOSOFÍA DE LA ACCIÓN y un ARTE-CIENTÍFICO


cuyos propósitos son promover, articular y realizar procesos de:
1) Investigación, diagnóstico, planeación, gestión, desarrollo, evaluación,
sistematización y comunicación de planes, programas y proyectos, modelos o
iniciativas sociales. (Ciclo de vida del Trabajo Social)
2) Gestión de los servicios sociales.
3) Relación con los Sujetos Sociales.
4) Incidencia en el campo de las Políticas Públicas.
5) Gerencia Social.

Los aspectos anteriores, forman parte de los pilares profesionales del Trabajo
Social que sintetizan el ACTUAR SOCIALMENTE, es decir, el trabajo que se
realiza en la realidad social para transformar positivamente la forma y el fondo
de problemas, necesidades, demandas e intereses sociales.

1.2 Trabajo Social: Filosofía de la Acción y Arte científico

La FILOSOFÍA DE LA ACCIÓN significa ver a la profesión enmarcada por un


proceso de reflexión, que es cimiento de la acción, es visión para la práctica y es
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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

cosmovisión orientada a proporcionar a los profesionales los insumos necesarios


para que doten de sentido y significado su acción social, de encuadre y horizonte
para su práctica, retomando pasado, presente y futuro, es decir articula su actuar
profesional en miradas pasadas, iniciativas profesionales de la actualidad y
diseñando propuestas para la sociedad en un futuro. La filosofía de la acción es
una postura fundada en ideas, acciones, prácticas, trayectos y metas sociales,
que nutre nuestra acción profesional de visiones, argumentos, posturas e
intereses críticos, liberadores, alternativos, autónomos, transformadores y
propositivos, siempre con capacidad cuestionadora y orientados a la
construcción de saberes y diagnósticos sobre el mismo mundo social.

Por otra parte, el Trabajo Social como ARTE CIENTÍFICO integra el paradigma
científico y el artístico, dando preeminencia a la relación dialéctica entre Conocer,
Actuar, Imaginar, Elaborar y Transformar. Por lo que delinea una concepción
interactiva entre arte y ciencia, y se concretiza en un proceso, medio y ejercicio
colectivo que busca generar dinámicas de organización y participación social,
complementando e interrelacionando el método científico y las estrategias
artísticas, la razón con lo sensorial, la imaginación, las emociones, la intuición, la
creación, la innovación, el sentido común y los saberes comunitarios. Esa
relación interactiva arte-ciencia orienta que la acción profesional y metodológica
se complemente con una acción artística, creadora y creativa y mediante esa
tensión se radicalice lo racional y lo sensible para construir respuestas colectivas
e integrales a diversos problemas sociales, y por ello esta perspectiva basada en
el Arte y la Ciencia como formas de conocer, aprehender y actuar
complementarias y no antagónicas o excluyentes entre sí, permite romper con la
tendencia del pensamiento dirigido al Yo particular para lograr el Yo colectivo.

1.3 Trabajo Social: Objeto, sujetos, espacios y metodologías.

Para aproximarnos conceptualmente al Trabajo Social, es un requisito


determinar los siguientes elementos, que sintetizan sus lineamientos centrales:
1) El objeto de estudio del Trabajo Social, que se sintetiza en el conjunto
de Problemas, Necesidades, Intereses y Demandas Sociales que se
construyen en un campo disciplinar específico, en un espacio y tiempo
determinado y que tienen relación con lo esencial del Trabajo Social.
2) Los sujetos de la praxis, que se traducen en aquellos actores, personas,
sujetos, sectores, grupos o colectivos humanos concretos, que se articulan
a partir de necesidades-problemas-demandas-intereses sociales.
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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

3) Los espacios para la praxis, que son las instituciones, organizaciones o


espacios públicos, sociales, privados y micro-sociales desde donde se
generan iniciativas para la acción, la práctica social o el bienestar social.
4) Las Metodologías para la praxis, conjunto de lineamientos, rutas,
procesos, enfoques, métodos, técnicas, recursos, insumos e instrumentos
que se utilizan para incidir en la realidad desde los espacios institucionales
o sociales, y son medios para dar capacidad de respuesta a retos y
desafíos presentes y futuros, vivenciados y proyectados por sujetos
colectivos, que buscan cambiar positivamente sus condiciones de vida.

En ese sentido, podemos afirmar que en el Trabajo Social la interrelación entre


Objeto de Estudio, Sujetos de la Praxis, Espacios institucionales o sociales
para la Praxis y las Metodologías para praxis, es lo que objetiva y concretiza
el campo disciplinar, profesional y formativo del Trabajo Social y sirve de punto
de encuentro para delinear la visión, misión y su misma práctica científica.

Las necesidades, problemáticas, intereses y demandas sociales dan contenido


al Trabajo Social, y constituyen su Objeto de Estudio; pero las personas,
colectivos, sectores o grupos sociales constituyen los Sujetos de su Praxis, en
tanto son protagonistas en permanente construcción social; y los espacios
sociales o institucionales son las plataformas donde se definen y ejecutan
iniciativas de acción social, siempre de la mano de las metodologías, que son
indispensables para realizar el Trabajo Social, con la idea de generar bienestar
social para todos los actores vinculados a los procesos sociales.

1.4 Pilares Profesionales del Trabajo Social

Los pilares profesionales del Trabajo Social son aquellos lineamientos o


parámetros sustantivos en los que recae la acción profesional del Trabajo Social,
y se consideran asimismo como medios para dar capacidad de respuesta a
problemas, necesidades, demandas e intereses sociales, a saber:
1) Pilar profesional de la investigación, diagnóstico, planeación, gestión,
desarrollo, evaluación, sistematización y comunicación de planes, programas y
proyectos, modelos o iniciativas sociales. (Ciclo de vida del Trabajo Social)
2) Pilar profesional de la Gestión de Servicios y Beneficios sociales.
3) Pilar profesional de la relación con los sujetos sociales: impulso a procesos
de educación, participación, organización, empoderamiento y resignificación
social.
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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

4) Pilar profesional de la incidencia en el campo de las políticas públicas.


5) Pilar profesional de la Gerencia Social.

Los anteriores pilares sintetizan y abarcan el quehacer sustantivo del Trabajo


Social, jugando un papel fundamental y central para transformar positivamente
la forma y el fondo de los problemas, necesidades, demandas e intereses
sociales.

1.4.1 Pilar Profesional del Ciclo de Vida del Trabajo Social.

El CICLO DE VIDA DEL TRABAJO SOCIAL está integrado por distintos


momentos o etapas que conforman un esquema flexible y adaptativo cuyo
tránsito nos permite conocer-actuar-evaluar una porción, tema, problema o
fenómeno de la realidad social. Lo anterior es de suma importancia ya que este
ciclo de ninguna manera debe verse como una serie de pasos predeterminados
o como una receta mecánica, inflexible, entre esas etapas ubicamos:

1.- Construcción de la agenda social


2.- Inserción, vinculación y coordinación social
3.- Investigación Social
4.- Elaboración de diagnósticos sociales
5.- Planeación Social: formulación de planes, programas y proyectos sociales
6.- Gestión de planes, programas y proyectos sociales
7.- Desarrollo de planes, programas y proyectos sociales
8.- Evaluación de planes, programas y proyectos sociales
9.- Sistematización de experiencias de Trabajo Social
10.- Comunicación Social.

Es importante indicar que cada momento o etapa está orientada para promover
procesos vinculados al Trabajo Social y por ello su desarrollo estará dado
predominantemente por la situación, el tiempo, el lugar y el contexto donde se
realizan los mismos procesos sociales, y es necesario referir que dentro del ciclo
de vida del Trabajo Social no existe una propuesta teórico-metodológica única
que pueda ser generalizable y que por ello pueda dar respuesta a todas las
situaciones, problemas o necesidades de todos los lugares y en todos los
tiempos. Desde esta perspectiva el Trabajo Social además de entender la
praxis social como modalidad socio-educativa, busca adaptar a cada una de las
etapas del ciclo de vida para así descubrir sus propios marcos metodológicos

14
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

de acción social, siempre tomando en cuenta su entorno, las condiciones,


acontecimientos, coyunturas y estructuras en las que descansan los problemas
y necesidades sociales, y dicho ciclo de vida se basa en dos niveles:

1) El Nivel de articulación con otras disciplinas sociales, donde el ciclo de vida


puede ser desarrollado desde perspectivas inter o multidisciplinarias que
permiten una aproximación a la realidad y la acción social con más visiones,
enfoques, métodos, técnicas o instrumentos.

2) El Nivel de especificidad del mismo Trabajo Social, donde los procesos de


acción social se desarrollan desde una perspectiva del Trabajo Social, es decir,
una perspectiva transdisciplinar desde la intersección y cruce de disciplinas.

Es necesario remarcar que el ciclo de vida constituye una metodología-base que


debe adaptarse a la realidad social donde se pretendan desarrollar los procesos
de Trabajo Social, siempre entendiendo las fases como dimensiones histórico-
sociales que en ocasiones pueden ser transformadas, ser simultáneas,
invertirse en su orden o incluso dejar de realizarse, ya que la misma dinámica
social permite que varíe su ordenamiento o desarrollo. En este caso, la
implementación de este esquema de Trabajo Social tiene como requisito ubicar
el espacio y el tiempo determinado, además de conocer el contexto socio-político
donde se desarrollarán las acciones sociales, para innovar o modificar de
acuerdo a las características, requerimientos y necesidades de los espacios
sociales donde se lleva a cabo la mencionada praxis.

1.4.2 Pilar Profesional de los Derechos Sociales y Servicios Sociales.

Los derechos sociales son aquellos preceptos, principios y normas jurídicas que
garantizan el disfrute y acceso de servicios y beneficios sociales a todas las
personas que integran una sociedad determinada. Los derechos sociales por
eso, son otorgados y reconocidos por el Estado universalmente para todos los
ciudadanos, por el simple hecho de serlo y por formar parte de una sociedad y
por cumplir con todas sus reglamentaciones, obligaciones y responsabilidades.
Asimismo, la noción de derechos sociales es vista como el fortalecimiento de
sujetos sociales, autónomos, movilizados y organizados, quedando más allá de
los límites de la simple ayuda social, caridad, filantropía, paternalismo o
asistencia Los derechos sociales equivalen, desde el punto de vista del enfoque
de los Derechos Humanos, a los denominados derechos humanos de segunda

15
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

generación, vinculados a la centralidad de lo social los individuos colectivos, así


como a sus relaciones, servicios y beneficios sociales.

Los derechos sociales también se identifican con el acceso a los medios o


instancias necesarias para tener condiciones de vida digna, con ideas vinculadas
al desarrollo de capacidades, y por eso son garantes del reconocimiento y
ejercicio de las condiciones materiales y simbólicas indispensables para una
existencia digna: derecho al empleo, salario digno y prestaciones, seguridad
social, educación, salud, alimentación, a un medio ambiente sano, a la cultura,
recreación, deporte, a la asistencia e integración social en caso de alta
vulnerabilidad, pero también se incluye el agua potable, alcantarillado, drenaje,
pavimentación, comunicaciones y transporte, entre otros.

En el marco de los derechos sociales encontramos uno de los conceptos de


relevancia para el Trabajo Social, el de los SERVICIOS SOCIALES que son los
espacios institucionalizados de atención social que tienen como objetivo mejorar
el bienestar social y favorecer la integración de las personas en colectivo. Los
servicios sociales vistos con un enfoque de derechos sociales y como
mecanismos institucionales que dan capacidad de respuesta a problemas,
necesidades, demandas sociales, siempre conllevan BENEFICIOS SOCIALES,
y por eso deben tener modalidades de acceso incluyentes, asimismo, deben ser
constantemente fortalecidos y deben estar integrados a un sistema organizado y
coordinado, con espacios físicos, equipamiento e infraestructura adecuadas,
capacidades institucionales y equipos profesionales que siempre velen por
mejorar el bienestar social y la integración social de la sociedad.

Por lo anteriormente explicado, la promoción y las acciones encaminadas al


reconocimiento y ejercicio de los derechos sociales y el acceso a los servicios
sociales, forman parte de un pilar que es fundamental para quehacer
profesional del Trabajo Social.

1.4.3 Pilar Profesional de las Relaciones con Sujetos Sociales

Este pilar implica que la acción profesional de Trabajo Social se sustenta en el


trabajo directo con los sujetos sociales; personas, grupos, familias, comunidades,
y en el desarrollo de metodologías para la educación, participación, organización,
empoderamiento y resignificación social.

16
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

La EDUCACIÓN SOCIAL tiene una primer dimensión que la ubica como un


proceso social y político que comprende relaciones orientadas a APRENDER y
ENSEÑAR simultáneamente, horizontalmente, democráticamente,
colectivamente, lo que lleva a la formación de sujetos sociales que cuentan con
los conocimientos, habilidades, destrezas, experiencias y herramientas
requeridas para actuar y ser protagonistas en su contexto, para transformarlo y
mejorarlo, hacerlo más humano y vivible. La segunda dimensión de relevancia
de la Educación Social tiene relación con el proceso de construcción de
conocimientos colectivos, producto de esa relación enseñar-aprender, mismos
que son indispensables para el desarrollo la vida en sociedad y que en
específico son también necesarios para la acción y trasformación social. La
tercer dimensión de la Educación Social nos permite entenderla como un derecho
social, como principio, guía y lineamiento indispensable para concretizar el
reconocimiento de acciones y parámetros sinérgicos, relacionales, identitarios
y formativos, que posibilitan actuar en la sociedad con un marco solidario,
comprometido y estratégico.

Por otro lado, la PARTICIPACIÓN SOCIAL es un proceso educativo, político y


metodológico orientado a la toma de decisiones y al desarrollo de acciones
colectivas que permiten dar capacidad de respuesta, tanto emergente, coyuntural
o estratégica, a una serie de necesidades, problemas, intereses y demandas
de un espacio social determinado. Sus principios siempre la enmarcan como
proceso educativo, informativo, democrático, dialógico, estratégico, plural y que
prioritariamente surge del nivel local-comunitario o micro-social. Además, su
perfil socio-político la caracteriza como una acción planificada, documentada y
sistematizada, y siempre va a ser vista como esencial para lograr soluciones
sostenibles, siendo proactiva, sinérgica, irradiante, generando responsabilidades
compartidas, siendo flexible y adaptable y su finalidad es ser un instrumento de
transformación social desde lo micro, desde abajo y desde dentro de la sociedad.
Finalmente, en el tema de los niveles de la Participación Social estos son
inicialmente procesos de información y opinión, posteriormente de priorización y
toma de decisiones, después de desarrollo de acciones, tanto coyunturales como
estratégicas, y finalmente la participación social se convierte en hechos de
transformación tanto de forma y como de fondo de los problemas, necesidades,
demandas e intereses sociales.

La ORGANIZACIÓN SOCIAL podemos entenderla como el conjunto de


relaciones y procesos que los integrantes de una comunidad establecen como
mecanismos de articulación, asociación o agrupación, estructurados, planeados,
17
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

sistemáticos, permanentes y continuos, que permiten dar capacidad de


respuesta a necesidades, problemas y demandas sociales. Todo proceso de
Organización Social siempre es educativo, democrático, incluyente, con
perspectiva de género, continuo y permanente, irradiante y progresivo, y puede
entenderse o verse como fin o como medio, como punto de llegada o de partida.

El EMPODERAMIENTO SOCIAL es un proceso de generación y construcción


de poderes, es decir, de acumulación de fuerzas y energías sociales que
permiten a las colectividades o grupos sociales, incidir e influir en su entorno,
priorizar situaciones, tomar decisiones, procurar acciones, siempre con la
sistematización de experiencias sociales y comunitarias, y con el fortalecimiento
de sus capacidades, confianza, visión y protagonismo para impulsar
transformaciones positivas de las situaciones que se viven cotidianamente. El
empoderamiento social es un proceso vinculado al reconocimiento de las
colectividades de una serie de conocimientos, habilidades, capacidades y
destrezas que les permiten su participación plena y estratégica en los cambios o
transformaciones sociales desde los espacios micros o meso sociales. Por ello,
empoderar significa procesar información y generar formación para que los
colectivos sean protagonistas de su entorno, para así conocerlo profundamente,
rediseñarlo y hacerlo mejor para todos y todas.

Una parte de este pilar profesional del Trabajo Social que es la relación con los
sujetos, un aspecto que es poco reconocido o que muchas veces se inserta en
otros quedando invisible o soterrado, pero que en términos de relevancia
simbólica es necesario resaltarlo o visibilizarlo es justamente aquel que
denominamos la RESIGNIFICACION SOCIAL. Resignificar socialmente significa
impulsar multi-procesos que permitan construir esperanzas y argumentos para
mejorar socialmente la vida de las colectivos, se concretiza en una relación entre
el profesional del Trabajo Social y los sujetos con los que se trabaja, para
compartir intereses y demandas siempre pensando en poder mejorar la vida
cotidiana, es decir, en reencantar su existencia. La resignificación social
significa creer en algo mejor y así seguir la lucha incesante para diseñar
presentes y futuros mejores para la gente, para acompañarla profesionalmente
en los recorridos por los rincones más oscuros de la sociedad, para iluminarlos
y que con esa luminosidad se puedan diagnosticar vacíos, debilidades, pérdidas,
pero también rehacer procesos, descubrir fortalezas y fortalecer potencialidades.
La resignificación social recupera saberes y conocimientos comunitarios, micro-
sociales, así como sus formas de elaboración, transmisión y apropiación,
18
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

poniendo en juego ideas, imágenes y actos que permitan socialmente volver a


creer en algo para mejorar la vida cotidiana, para generar autoestima social y
auto orgullo movilizador.

De acuerdo a lo anterior, la Educación, Participación y Organización Social, así


como el Empoderamiento y la Resignificación Social, tienen elementos socio-
políticos y metodológicos que los definen como pilares centrales, sustantivos y
estratégicos para el quehacer profesional del Trabajo Social, pero también
siempre retomando las riquezas, oportunidades, potencialidades y recursos de
los sujetos colectivos, derivados tanto de su historia y experiencia, como de su
contexto, relaciones y proyectos sociales. Tales cuestiones siempre se utilizan
por las colectividades como instrumentos con los que aumentan su capacidad de
decisión, acción y satisfacción de sus objetivos y necesidades, y a la vez facilitan
la articulación con otros actores en beneficio mutuo y solidario ante crisis, y para
poder recuperarse, fortalecerse y superar esos hechos.

1.4.4 Pilar de la Incidencia en Políticas Sociales.

La incidencia social es una de las vías a través de la cuales los diferentes actores
organizados de la sociedad pueden influir de manera sustantiva en las políticas
públicas, participando en la toma de decisiones, en las definiciones, en las
formulaciones y no solo en el desarrollo u operación de acciones sociales. Por
eso la incidencia es una estrategia de influencia, que se realiza desde abajo y
desde dentro de lo social, para la formulación o hechura de políticas sociales que
tengan una marcada visión o una mirada de los sujetos a las que son dirigidas y
que efectivamente representen sus demandas e intereses. La incidencia como
mecanismo de participación social y como dispositivo de organización social se
desarrolla desde diferentes niveles y alcances; ya sea desde los momentos de
la priorización de temática sociales para la agenda pública, o en la propia hechura
de las políticas, así como también en la gestión, desarrollo, evaluación de las
mismas, incluso llegando a niveles de administración, fiscalización o control.

La incidencia social como pilar profesional es, por tanto, un ejercicio de


derechos que amplía y redefine el radio de acción profesional del Trabajo Social,
al buscar que las decisiones fundamentales que se toman en el marco de las
políticas sociales, sean compartidas estratégicamente entre la esfera de lo
público, conjuntamente con los actores especializados en los temas de referencia
y fundamentalmente con los sujetos sociales organizados que se encuentran en
19
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

los espacios micros de nuestras sociedades, mismos que conocen bien sus
realidades y también las propuestas para mejorarlas.

1.4.6 Pilar Profesional de la Gerencia Social: Funcionamiento y dirección


de instituciones sociales

Para el Trabajo Social la Gerencia Social es un área de desarrollo presente y


futuro que tiene relación con las estrategias de la alta dirección de instituciones
sociales, es decir, se centra en el funcionamiento adecuado de las instituciones
u organizaciones sociales y es un campo de especialización y como metodología,
amplía también el radio de acción profesional ya que tradicionalmente esta
profesión se inscribe al desarrollo u operación de planes, programas o proyectos
que las instituciones sociales desarrollan, pero dejando de lado la dirección y el
funcionamiento de las mismas instituciones.

Es un mecanismo para la gestión de políticas y programas en las áreas sociales,


al guiar y direccionar a las instituciones sociales, no sólo tomando en cuenta
criterios de eficiencia, eficacia y sostenibilidad, sino introduciendo criterios de
equidad, derechos sociales, impacto y compromiso social de las instituciones,
con los sujetos derechohabientes para las que fueron diseñadas. Por lo no
significa un dispositivo para dirigir instituciones sociales de manera individual,
jerárquica, vertical o autoritaria, sino de manera horizontal, circular, estratégica,
colectiva, fluida, heterogénea, que pueda enfrentar situaciones muy particulares
y complejas relacionadas con el funcionamiento y la dirección adecuada de una
institución social, desde el marco de la dialogicidad, responsabilidad y el
compromiso social. Por eso, la gerencia social intersecta los campos del
desarrollo social, políticas públicas, planeación social, administración de
organizaciones, relaciones públicas e intervención social, como medio para dirigir
y mejorar el funcionamiento institucional con enfoque de derechos sociales.

1.5 Estado, Estructura Social y Trabajo Social

El Trabajo Social en tanto profesión orientada a conocer, caracterizar o


interpretar la realidad social, y de manera esencial actuar o insertarse en ella
para transformarla positivamente, tiene su singularidad, que no su especificidad,
en la acción social, actuación social, praxis social o intervención social, es decir,
en la inserción en la realidad social, para identificar y dar capacidad de respuesta
a problemas y necesidades sociales. Sin embargo, para profundizar esta
20
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

aproximación conceptual es necesario para el Trabajo Social reconocer las


esferas de la estructura social y por ello es indispensable abordar dos categorías
prioritarias: el Estado y la Estructura Social, así como la relación de las mismas
con nuestro quehacer profesional. Podemos iniciar este recorrido ubicando al
Estado como un fenómeno histórico de larga duración, traducido en la macro-
estructura de organización política, económica, social y normativa de una
sociedad determinada, que se compone con, al menos, los siguientes elementos:
 Una colectividad social reconocida en una historia
 Una delimitación territorial
 Una legitimidad basada en diversas formas de organización social
 Una expresión jurídico-administrativa concretizada en un gobierno
 Una fuerza simbólica concretizada en un sistema político
 Un sistema político que vela por el funcionamiento interior y sus relaciones al
exterior, y una modalidad de control y estratificación social
 Un conjunto de instituciones y actores orientados a generar el bienestar social
de diversos segmentos de la población
 Una sistematización de las conductas basada en un orden jurídico-normativo
 Una serie de elementos culturales que generan la cohesión y el consenso
social (Heller, 1990; Crossman, 1994)

Es preciso mencionar que desde una perspectiva crítica e integral, existen dos
grandes enfoques para entender la naturaleza del Estado: uno que plantea que
existe una relación instrumental específica y de dominación entre el aparato
estatal y la clase dominante en una sociedad, y por otro la sociedad dominada.
(El Estado como instrumento de los intereses de la clase dominante). Y existe
otra perspectiva que sostiene que el Estado no favorece intereses específicos y
no está aliado con clases específicas, sino lo que el Estado busca es la
reproducción de relaciones sociales necesarias para la reproducción de la
sociedad. (El Estado como mecanismo de reproducción del sistema y como
garante del control, integración y cohesión social).

Asimismo, en esta ubicación conceptual es necesario retomar otra categoría de


análisis vinculada al Estado, que es necesario abordar para entender la
naturaleza del Trabajo Social en el ámbito de una sociedad determinada: la
Estructura Social, que “es el conjunto de esferas en las que las prácticas de
grupos e individuos están organizadas (instituciones) y relacionadas entre sí
(procesos sociales), de manera que se crean unos ejes de desigualdad que

21
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

configuran la identidad de esos individuos y grupos, así como los cursos posibles
de la acción social (individual y colectiva). (Adelantado, 2002; 48)

La Estructura Social se integra con un sistema de posiciones jerarquizado, no


sólo en función de la división clasista de la sociedad desde el punto de vista
socio-económico, sino también en función de muchos ejes de desigualdad y
dominación sociales y culturales. Es a partir de los ejes de dominación y de las
esferas antes mencionadas, cuando se generan desigualdades que el Trabajo
Social, en tanto acción profesional y mecanismo político busca cerrar o acortar
distancias y brechas, tanto coyunturales como estructurales. (Adelantado, 2002)
La Estructura Social siempre se constituye como una articulación compleja de
relaciones, instituciones, dispositivos, legalidades, niveles de legitimidad,
actores, reglamentaciones y recursos para el funcionamiento de la sociedad.
Estos elementos se sintetizan en cuatro grandes esferas: la estatal, la mercantil,
la relacional y la doméstico-familiar. (Adelantado, 2002).

A partir de esa perspectiva, el Trabajo Social debe ubicar en su acción


profesional las cuatro esferas de estructura social: la Estatal, que salvaguarda
los derechos-igualdad, lo jurídico-administrativo, la seguridad interna y externa y
el territorio; la Socio-civil que hace referencia al mundo asociativo y
organizacional de la comunidad; la Privada que tiene que ver con el mercado
y todo lo relativo a la producción-distribución-consumo de bienes y servicios; y la
doméstico-familiar que tiene vínculos con las células básicas que socializan y
cohesionan desde abajo a la sociedad.(Adelantado, 2002). Estas esferas se
entrecruzan, coexisten y cada una de ellas tiene roles y misiones en función del
mismo desarrollo de la sociedad, y por eso no pueden ser desvinculadas una de
la otra, interactúan para la generación de servicios y beneficios sociales y en el
reconocimiento, defensa y promoción de los derechos sociales. (Villarreal, 2005).
Habría que remarcar que el Estado no es la única esfera de importancia para el
Trabajo Social, pero es la que tiene centralidad como forma macro-social que
reconoce, valida, legaliza e institucionaliza las relaciones entre las esferas.

1.6 Políticas Públicas, Políticas Sociales y Trabajo Social

Las Políticas Públicas son los diferentes cursos de decisión y actuación


delimitados, legalizados e institucionalizados por el Estado, mismos que se
traducen en directrices y proyecciones estratégicas, explícitas, permanentes,
sistemáticas, integradas y consensadas socialmente, que los actores estatales y
socio-civiles generan para transformar o modificar una situación determinada,
22
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

dando capacidad de respuesta a los intereses de los distintos segmentos de la


sociedad y al mismo estado. Es decir, las políticas públicas representan una
serie coherente y articulada de respuestas del Estado hacia los intereses,
contextos y problemáticas de la sociedad. En un segundo momento, la política
pública es parte del heterogéneo y complejo campo multidisciplinario que tiene
como objetivo el análisis de las cuestiones y problemas considerados públicos,
por lo que sus propósitos se fincan en estudiar los procesos de decisión de las
autoridades jurídicamente públicas, ya sea para indagar su compleja
multicausalidad y/o para dilucidar la mejor opción de decisión y acción frente a
un problema público o de gobierno. (Bazúa y Valenti, 1995)

Como lo público no es sinónimo de lo Estatal, ni de lo gubernamental, las políticas


públicas si bien deben ser validadas y legalizadas por los poderes del Estado y
aplicadas por el gobierno, esto no significa que solamente la estructura estatal
y/o gubernamental tenga en sus manos su diseño e implementación, por lo que
los actores que se encuentran más allá del Estado son también importantes en
su definición. Por lo tanto, lo público es una construcción social y un hecho
histórico que involucra al Estado pero también a otros actores, privados, pero
también socio-civiles y micro sociales. (Moscoso, 2001) Es necesario indicar
que las políticas públicas en tanto dispositivos de planeación y racionalización de
las decisiones y las acciones del gobierno en torno a asuntos públicos, deben
tener forzosamente la validación del aparato estatal, y se aplican en una realidad
social a través de leyes, reglamentaciones, marcos jurídicos y normativos, los
cuáles posteriormente se concretizan en instituciones, planes, políticas y
programas gubernamentales o de alguna organización no gubernamental –civil
o social. En este caso, la expresión de políticas públicas, además de que implica
la definición de ciertos lineamientos, designa también las estrategias de acción y
proyección que le son imputables a los actores de la sociedad en su quehacer
frente a la gran diversidad de áreas, problemas y situaciones que enfrentan en
cada coyuntura. La validez, legalidad y legitimidad de tales definiciones y
estrategias, acciones y proyecciones, están supeditadas al sentido público que
las subyace, es decir, serán adecuados en tanto sirvan al interés público y
respondan a las demandas y necesidades de las voluntades individuales y
sociales del público ciudadano. (Bazúa y Valenti, 1995)

Por lo anteriormente explicado, las políticas públicas siempre se constituyen


como un conjunto articulado de planteamientos proyectivos integrados, aunque

23
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

para fines analíticos, así como para lograr su desarrollo adecuado en una
realidad social, se desagregan en los siguientes rubros:
 Políticas Económicas, que hacen referencia a procesos de producción,
distribución, consumo de bienes y servicios a nivel micro, meso y macro, así
como a todo lo concerniente al financiamiento y presupuesto del Estado.
 Políticas Interiores y Exteriores, hacen referencia a las formas de gobierno,
al sistema político, a la organización y seguridad interior y exterior.
 Políticas Sociales, que hacen referencia a las orientaciones, contextos,
mecanismos, directrices y acciones relacionadas con la cuestión social, es
decir, con la idea de generación de bienestar social entre la población.
 Políticas Culturales, que hacen referencia a las orientaciones, contextos,
mecanismos y directrices relacionadas con la cuestión cultural, que buscan
construir identidad, cohesión e inclusión social.
 Políticas Medio Ambientales, que hacen referencia a la relación entre el ser
humano y el medio ambiente, para utilizarlo, aprovecharlo y conservarlo.

Las políticas públicas son construcciones sociales que retoman elementos de la


historia de un país, que sistematizan los intereses y demandas de distintos
sectores sociales, simbolizan y reelaboran los vínculos de control y orden público
legitimados, contienen regulaciones económicas establecidas según un modelo
de desarrollo y expresan las aspiraciones de equidad social de los grupos
humanos. También los temas objeto de política pública señalan los asuntos o
problemáticas sociales que en un tiempo y espacio se llevan a la discusión
pública, adquiriendo difusión, controversia y poder tales que se incluyen en
una agenda política y por ende en un programa de gobierno. Además, hacen
referencia al concepto de ciudadanía, de igualdad, de valores y esfuerzos por
establecer principios basados en la equidad.

1.6.2 Las Políticas Sociales.

Las Políticas Sociales constituyen la Dimensión Social de las Políticas Públicas,


y son el puente de comunicación que desde los ámbitos estatales, sociales y/o
civiles, buscan modificar o transformar las cuestiones sociales. De acuerdo con
lo anterior, podemos entenderlas como el proceso articulado de lineamientos,
decisiones, normas, cursos de acción y proyecciones estratégicas, explícitas,
permanentes, sistemáticas y conflictuadas/consensadas socialmente, definidas
y validadas desde los espacios estatales, privados, socio-civiles y micro-sociales,
tendientes a modificar o transformar positivamente el fondo y la forma de
24
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

cuestiones sociales específicas y priorizadas social y políticamente. Todas las


políticas sociales además de servir como medio de reproducción, asistencia,
hegemonía, control y cohesión social, puede servir, de acuerdo al contexto
determinado donde se desarrolle, como medio y fin para elevar las condiciones
sociales de la población, a partir, no solamente del acceso a servicios o
beneficios sociales ofertados a sectores en desventaja social, sino a partir de
medios o vehículos para el reconocimiento y ejercicio de los derechos sociales.
Las políticas sociales por eso, tienen relación con los siguientes temas:
 Derechos Sociales
 Servicios y beneficios Sociales
 Calidad de Vida
 Atención Social
 Organización y Participación Social
 Lucha contra la Pobreza
 Gestión Social
 Construcción de Ciudadanía y Democracia
 Desarrollo sustentable
 Desarrollo local
 Capital social

Asimismo, es necesario advertir que la construcción de las políticas sociales, más


que una modalidad técnica, es un proceso histórico y político, y por ello, adquiere
un perfil específico a partir de los siguientes aspectos:
 Situación Económica y Socio Política local e internacional
 Movilización y Participación Social, Identidad Comunitaria o local
 Tipo de Estado, Sistema político y Tipo de Gobierno
 Protagonismo de la Sociedad Civil y Tipo de Pacto Social
 Formas e identidades culturales y expresiones locales y regionales
 Formas de Negociación y Concertación entre actores sociales
 Elementos educativos y culturales de la población
 Cuestiones geopolíticas y diferenciación Regional
 Legislación Nacional y local

1.6.3 Políticas Sociales y Trabajo Social

Para el Trabajo Social su radio de acción profesional lo constituye el campo de


las Políticas Públicas y en específico de las Políticas Sociales, a partir de las
25
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

diferentes áreas y sectores sociales con los que se relaciona. En este caso,
podemos mencionar que la generación de Políticas Sociales requiere de
mecanismos que permitan operacionalizar un marco normativo e institucional
global y general y transformarlo en acciones y operaciones. Y es necesario que
el marco global social sea agrupado en categorías sintéticas que ayuden a
comprender sus articulaciones y su concreción en áreas, sectores de atención
prioritaria o sectores en desventaja social. Entonces, el Trabajo Social tiene una
vinculación estratégica con la Política Social cuando se diversifica en:

Areas de la Políticas sociales:


 Salud
 Educación
 Vivienda
 Alimentación
 Seguridad Social
 Asistencia Social
 Empleo y capacitación para el trabajo
 Ecología y medio ambiente
 Cultura, Recreación y Deporte
 Protección Civil
 Servicios de Información, transporte y comunicaciones
 Servicios urbanos

Sectores sociales de Atención Prioritaria:


 Adultos mayores
 Adolescentes y Jóvenes
 Niños-niñas
 Mujeres
 Familias
 Personas con discapacidad
 Pueblos Indígenas
 Minorías étnicas
 Comunidades Migrantes

Sectores sociales en Desventaja Social o grupos vulnerables:


 Poblaciones Callejeras
 Sexo-servidoras/es
26
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

 Población-seropositiva–VIH
 Víctimas de Violencia Familiar y Social
 Población con problemas de adicciones
 Población afectada por siniestros

Sectores sociales caracterizados por situaciones socio-económicas:


 Población en pobreza
 Población en situación de pobreza extrema
 Población en pobreza alimentaria

Pero también existe otro nivel de relación estratégica existente entre Trabajo
Social y Políticas Sociales, que hace referencia a las dimensiones de las Políticas
Sociales, es decir a los niveles o puentes de comunicación que se construyen
para que las políticas sociales se vinculen del nivel abstracto al operativo:

 Políticas Sociales como Ideas, conceptos o discursos. Esta dimensión


involucra al conjunto de ideas, conceptos, discursos, argumentos y
proyecciones sobre lo que es (presente) y se propone puede ser el tema
de la política social en específico (futuro). El discurso nos permite tener
argumentos, concepciones, principios, visiones, definiciones o enfoques
sobre lo social y/o sobre el tema, sector y área social específica.
 Políticas sociales como marco jurídico. Toda política social siempre se
transforma leyes, normas, marcos jurídicos o reglamentaciones que sirven
de apoyo a lo social. Desde este punto de vista el marco jurídico forma
parte de una política social como el instrumento de legalidad que enmarca,
norma y delimita derechos y obligaciones para los actores de la política
social, además de que define las formas y los medios para asegurar el
cumplimiento de los lineamientos y de sus horizontes proyectivos.
 Políticas Sociales como nivel de legitimidad. La legitimidad es el nivel
de reconocimiento de parte de los actores sociales con respecto a las ideas
y legalidades de la política social y no solo se relaciona con consensos,
sino con la diferenciación e incluso confrontación para llegar a acuerdos o
pacto sociales. La legitimidad es un mecanismo de participación y
organización cuando los acuerdos son excluyentes y la idea de legitimidad
está en el mismo nivel de la legalidad, al ser eje equilibrador del marco
jurídico con respecto su propio reconocimiento por la población.
 Políticas sociales como marco institucional. La dimensión de la
institucionalidad tiene relación con la creación, funcionamiento,
27
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

administración y operación de redes de organismos o instituciones


definidas para actuar en los diferentes ámbitos de lo social. Desde esta
perspectiva, la política social requiere de espacios institucionales que
articulen el discurso, el marco jurídico, los objetivos y metas que busca una
sistema de política social, con respecto los grupos de la sociedad.
 Políticas sociales como marco programático Esta dimensión busca
traducir ideas, discursos, argumentos, procesos y propuestas, para
convertirlos en planes, programas y proyectos públicos que vinculen a la
institucionalidad social con los sectores de una sociedad. En este caso, la
esencia de mirar a la política social como un conjunto de formulaciones,
planteamientos e instrumentos operativos, es lograr que los sectores
sociales tengan acceso, atención o beneficios a una diversidad de medios
y/o fines para lograr el bienestar social.
 Políticas sociales como marco operativo. Esta dimensión es la
operativa de la política social y se relaciona con procedimientos, métodos,
técnicas e instrumentos que hacen viable que los planes, programas o
proyectos sociales se concreticen en la realidad social. Lo operativo
siempre se transforma en un puente para que las ideas de política social
se conviertan en acciones, prácticas, servicios o beneficios sociales.

Las anteriores dimensiones permiten también entender a las políticas sociales


como lineamientos complejos, históricos y en constante proceso de
transformación, y por ello su vínculo con el Trabajo Social se sostiene con la idea
tradicional, de que este solo interviene en el nivel de operación o cuanto más,
llega al nivel programático, y ahora podemos ver en la realidad institucional la
inserción y el aporte cada vez mayor de profesionales de Trabajo Social en las
dimensiones de definición y decisión, aun cuando es importante reconocer que
todavía falta un trecho enorme por recorrer en este aspecto. Es importante
reconocer que la relación entre Trabajo Social y el campo de las políticas sociales
se da a nivel de una participación mayoritaria en las dimensiones operativas y
programáticas, pero es importante considerar la participación del Trabajo Social
en otras dimensiones que se ubican en la toma de decisiones, en el marco
institucional, en la legitimidad, legalidad y en las ideas, conceptos y discursos.

1.7 Finalidades del Trabajo Social.

Las finalidades hacen referencia a los objetivos estratégicos del Trabajo Social
como profesión y disciplina de lo social; no son propósitos u objetivos de corto
28
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

plazo que se generan en una coyuntura social, sino que son aquellos grandes
lineamientos u objetivos sustantivos o de largo plazo. Toda finalidad del Trabajo
Social conlleva posturas, ideas o posiciones teóricas, políticas y metodológicas
que se priorizan de cara a la sociedad y con respecto a las formas en que esta
se organiza y entre otras ubicamos las siguientes:
La generación del bienestar social. Este enfoque concibe al Trabajo Social
como una profesión mediadora entre el Estado y la Sociedad, que articula una
serie de mecanismos, instituciones y procedimientos para generar bienestar
social en una sociedad, disminuyendo y eliminando las diferencias
socioeconómicas entre los grupos de una sociedad determinada, pero también
enfrentando la desigualdad social a través de las tres vías estratégicas: empleo
y salario digno, seguridad social y servicios sociales y asistenciales.
El combate a la pobreza. Desde esta perspectiva el Trabajo social es visto como
el conjunto de mecanismos de acción social necesarios para paliar y atenuar los
efectos sociales del desarrollo capitalista, compensando socialmente a los
sectores de la población que se encuentran en situación de pobreza: excluidos y
marginados. Esta finalidad se traduce en programas compensatorios,
asistencialistas, emergentes, cortoplacistas y focalizados prioritariamente a
sectores sociales en situación de necesidad extrema. En este caso se restringe
a dar apoyos o ayuda puntual en situaciones emergentes a cierto tipo de
población pobre que es seleccionada como prioritaria para la profesión.
La Equidad Social. Esta finalidad tiene como característica reconocer que en el
mundo social existen desigualdades en diferentes planos no solo en el
económico, y la labor de Trabajo Social es lograr la equidad en todas esas
dimensiones. Es preciso advertir el tema de la equidad se ha complejizado, ya
que hoy la equidad no sólo se busca entre pobre y rico, sino que se debe buscar
la equidad socio-cotidiana entre hombre y mujer, entre minorías étnicas, entre
minorías sexuales, entre posturas religiosas, entre los territorios y las regiones,
entre las instituciones y los sujetos sociales, entre el Estado y la sociedad, entre
el binomio ciudad-campo, entre la ecología y la producción. Todos estos
planteamientos orientados hacia la equidad son los que hoy definen una vertiente
consistente en el marco de las finalidades del Trabajo Social.
La reproducción de la fuerza de trabajo y acumulación de capital. En este
caso el Trabajo Social como disciplina, como profesión y como práctica social
tiene la finalidad de coadyuvar en la acción del Estado como poder moderador o
conciliador en la lucha de clases sociales, mismo que regula la producción y el
trabajo, mediante leyes y disposiciones que, en un primer momento enfrenten las
controversias sociales. Asimismo, en un segundo momento, el Trabajo Social
29
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

incide a las condiciones de trabajo del obrero para buscar el incremento de la


productividad, y con ello repercute significativamente en la acumulación de
capital y en la reproducción del sistema socio-económico capitalista.
El Control Social. La finalidad del Trabajo Social estriba en construir circuitos
y/o dispositivos sociales que son identificados como indispensables para
asegurar la cohesión, el consenso y la estabilidad social. Desde este enfoque el
fin del Trabajo Social es la gobernabilidad de una sociedad, que implica el control
social persuasivo, para incidir a la reversión de las tendencias más excluyentes
y autoritarias del sistema social en los planos económico y político-cultural. Así,
la cuestión social específica aparece como un medio para el logro de la
integración y cohesión social, es decir, para esta perspectiva los fines del Trabajo
Social tienen que ver prioritariamente con lograr ambientes de gobernabilidad,
dejando en segundo plano y entendiendo como un medio, el acceso a servicios,
beneficios y prestaciones sociales. Pero en un segundo momento, si el
planteamiento consensual del control social queda rebasado, existe una posición
coercitiva que pretende por la fuerza el control del Estado sobre la sociedad.
La formación de sujetos sociales. Para el Trabajo Social dicha finalidad
remite a los sujetos colectivos dotados de derechos, deberes y capacidad de
decisión, acción y proyección social, rasgos característicos del sujeto social o
actor social. También, la construcción de sujetos sociales implica generar
procesos de participación y organización, que en sí son referentes y espacios
de ejercicio y aprendizaje de la ciudadanía. En consecuencia, desde esta
perspectiva el Trabajo Social tiene también como finalidad alterna contribuir al
establecimiento progresivo de una sociedad civil autónoma formada por
ciudadanos-colectivos, que tenga claridad de sus derechos y que
fundamentalmente tengan en sus manos los mecanismos para ejercerlos.

Todas las finalidades coexisten, se enfrentan, se tensionan e interactúan dentro


un contexto social, y es necesario reconocer que si bien el principio ético del
Trabajo Social es el bienestar social y la transformación social, existen otros
alcances más allá de lo ético, que hacen que en el nivel de concreción nuestras
finalidades profesionales se centren en intereses de control social y la
reproducción del sistema social. Por eso ubicamos a la profesión desde una
visión plural; por una parte como un dispositivo para operar mecanismos de
reproducción del sistema y de control social, pero también como un instrumento
de lucha social, de transformación, de bienestar social colectivo a través del
reconocimiento de derechos sociales incluidos en marcos legales, en opciones
legitimadas y en una red institucional de lo social.
30
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Capítulo 2
La Historia del Trabajo Social como
producto de la Modernidad.

2.1 Aproximaciones a la dimensión histórica y filosófica del Trabajo Social:


La Modernidad.

Cuando se habla del proceso histórico del Trabajo Social siempre se hace
referencia a dos grandes explicaciones: ver a trabajo social como etapa última
en la evolución de las formas de ayuda y acción social s saber: caridad,
filantropía, beneficencia, asistencia social y servicio social, como profesión
creada para solventar los intereses del sistema capitalista.

Y sin bien la génesis del Trabajo Social se halla vinculada indisolublemente a las
formas de ayuda social que se encuentran en el largo y sinuoso desarrollo de la
humanidad, o podemos encontrar referencias de su surgimiento en el marco de
los intereses de reproducción y acumulación del sistema capitalista, es preciso
mencionar que su proceso de gestación e irradiación hacia todo el mundo como
quehacer profesional y como disciplina científica, es producto de la Modernidad.
En ese sentido, el Trabajo Social no es la continuación ni el producto evolutivo y
lineal de las formas de ayuda social existentes en la historia de la humanidad. Su
proceso histórico va vinculado íntimamente a ellas, pero es necesario advertir su
construcción filosófica, histórica y teórico-metodológica a partir de un encuadre

31
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

político y de un proceso disciplinar y profesional autónomo -más no aislado- de


las modalidades de ayuda social marcadas por la voluntad o por principios
morales, filantrópicos, religiosos o humanitarios. (Montaño, 1997; Tello, 2003)

De acuerdo a lo anterior, el Trabajo Social es una profesión creada y definida a


la par de la imagen moderna del mundo, y por esta razón, sus propósitos y
finalidades siempre han estado fuertemente vinculados a solventar los intereses
del sistema socio-económico de la modernidad: el capitalismo. En ese sentido,
se puede afirmar que históricamente el Trabajo Social ha sido una actividad
disciplinar y social legitimadora del estado capitalista, pero que a la vez ha
generado críticas para su modificación hacia los ámbitos de la equidad social,
dando a la profesión un carácter dual. (Montaño, 1997; Karsz, 2007)

Sin embargo, para hablar del Trabajo Social como una construcción disciplinar y
profesional de la modernidad es indispensable abordar el estudio de esta
categoría de análisis, por eso la modernidad es entendida como una mentalidad
y una cosmovisión, es decir, se traduce en una forma general de ver, entender,
razonar y actuar sobre el entorno mundial, regional, local, cotidiano y personal.
La modernidad engloba las maneras que le permiten al ser humano definir e
intervenir en el cosmos natural, así como las mentalidades, racionalidades y
subjetividades para actuar en el cosmos social.

Estas modalidades para percibir el universo social se traducen en una figura


Moderna del mundo (Villoro, 1997), que empieza a gestarse a partir del
Renacimiento, pero se va consolidando en el horizonte mundial durante el
transcurso de los siglos XVIII, XIV y XX. En tal situación, podemos afirmar que
el significado esencial de la modernidad implica la irradiación hacia todo el
planeta de los elementos sociales, culturales y simbólicos del entorno occidental,
proceso que, de acuerdo a los contextos sociales donde se ha desarrollado ha
sido impuesto, violento, persuasivo, asimilado, apropiado, conflictuado,
consensado, asumido o aceptado, y entre las principales tesis de la modernidad
encontramos las siguientes:

Tesis 1. La modernidad es una cosmovisión, es decir, un conjunto de ideas,


perspectivas, enfoques y proyecciones que orientan la percepción del cosmos
social y natural en el que se mueve el ser humano. (Villoro, 2000)

Tesis 2. La figura moderna del mundo ubica al entorno natural como un objeto
32
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

del y al servicio del ser humano, y propone una separación precisa entre lo social
y lo natural, entre la cultura y el estado natural del hombre. (Villoro, 2000)
Tesis 3. La modernidad identifica al ser humano como ente central dentro del
cosmos natural y social, lo que genera o configura un pensamiento humanista
que derivará en dos grandes corrientes: el humanismo individualista y el
humanismo colectivo. Sin embargo, la modernidad privilegia al ser humano como
un ente defensor de su individualidad, con lo que fortalece el humanismo
individualista que reconoce el Yo y el Nosotros, pero no el Tú, ni al Otro.
(Dussel, 1998). Aunque es importante tomar en cuenta que existen propuestas
alternativas de la modernidad, que priorizan el humanismo colectivo, pero son
planteamientos no dominantes. (Villoro, 2000)

Tesis 4. Lo moderno define al ser humano como el motor de la historia, creador


y transformador de su entorno social y por eso lo considera un protagonista
central con potencial suficiente para orientar, dirigir o delimitar el curso de la
histor acuerdo a sus ideas, visiones e intereses. (Villoro, 2000)

Tesis 5. El pensamiento moderno retoma la idea de emancipación o liberación


individual y/o colectiva, sin embargo esta postura en general es vista como un
intento del ser humano por lograr resarcirse de los dogmas u obstáculos sociales,
culturales y religiosos que le impiden constituirse como protagonista de la historia
y los sustituye por ideas de libertad, evolución, orden y progreso. (Villoro, 2000)

Tesis 6. La Racionalidad Instrumental es el parámetro que define lo moderno y


se traduce en ver a la razón como instrumento para enfrentar y/o solucionar
problemas o conflictos, misma que adopta una postura cientificista, es decir, un
enfoque que considera a la ciencia el conocimiento adecuado, prioritario y cuasi-
universal para resolver las necesidades de la vida. (Villoro, 2000)

Tesis 7. La modernidad conlleva una intención de dominio y control tanto del


cosmos natural (dominio de la naturaleza) y como del social. (Estado, Contratos,
Leyes). El control social es un elemento central del pensamiento moderno,
independientemente de que sea persuasivo o coercitivo, o si es un medio para
beneficio de las mayorías o instrumento de dominio sobre ellas. (Villoro, 2000)

Tesis 8. El pensamiento moderno hace suya la posibilidad de transformación


social en un sentido evolutivo, progresivo y generalmente lineal, lo que da como
resultado un planteamiento de progreso social predeterminado y con final
33
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

previsible. (Villoro, 2000)

Tesis 9. La idea moderna determina que la técnica y la ciencia están al servicio


del ser humano, y que este las puede y debe utilizar para moldear el mundo a su
manera y para lograr el control social y natural. Desde este punto de vista, la
técnica y la ciencia se convierten en mecanismos para lograr el dominio sobre la
naturaleza. (Villoro, 2000)

Tesis 10. Lo moderno construye una mirada social dicotómica, que hace
constancia de las desigualdades entre los dueños de los medios de producción
y los que venden su fuerza de trabajo, entre el burgués y el proletario, el obrero
y el capitalista, el rico y el pobre, que se ilustra con la división de clases sociales
o en la estratificación. (Villoro, 2000)

Tesis 11. La modernidad aporta la idea de avanzar a la construcción de una


utopía general pensada desde arriba; macro, global, única, omnipresente, pre-
determinada, impuesta, excluyente. Así como el pensamiento moderno dibuja un
desarrollo evolutivo y positivo de la sociedad, también la proyección o la
alternativa de un mundo mejor es general, homogénea o válida para todo el
mundo. (Dussel, 1996; Villoro, 1997.) El mismo Enrique Dussel (1997) plantea
tres enfoques u horizontes para entender la Modernidad:

La Modernidad entendida desde el Horizonte Eurocéntrico:

Tesis 1. El fenómeno de la Modernidad es exclusivamente europeo.


Tesis 2. La Modernidad se desarrolla desde la Edad Media en Europa y se
difunde o impone posteriormente a todo el mundo.
Tesis 3. La modernidad se genera en Europa occidental al tener características
excepcionales internas que le permitieron superar por su racionalidad y por su
conocimiento científico a todas las otras culturas anti o premodernas.
Tesis 4. El espíritu de Europa es la Verdad Absoluta. Por ello, la modernidad es
eurocéntrica: desde Italia del Renacimiento a la Alemania de la Reforma y la
Ilustración, hacia la Francia de la Revolución francesa.
Tesis 5. El desarrollo de la modernidad eurocéntrica se impuso a Estados
Unidos y posteriormente a Oriente, a Europa oriental y a toda la periferia mundial.
Tesis 6. La Modernidad es un fenómeno exclusivamente europeo que se habría
expandido desde el siglo XVII por todas las otras culturas “atrasadas” (posición
eurocéntrica en el “centro” o modernizadora en la “periferia”).
34
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Tesis 7. La modernidad eurocéntrica es un fenómeno que se debe imponer


inflexible, autoritaria y ahistóricamente en todo el mundo. (Dussel, 1997)

La Modernidad desde el Horizonte Mundial o del Sistema-Mundo:

Tesis 1. La Modernidad es la cultura del “sistema-mundo” (Europa, América,


Asia, Africa) Teniendo a europa-occidental como centro hegemónico de ese
sistema mundo.
Tesis 2. La Modernidad europea no es un sistema independiente autopoiético,
autoreferente, sino que es una parte del “sistema-mundo” pero es su centro.
Tesis 3. Por la tanto, la Modernidad no es exclusivamente europea sino es
mundial, pero Europa es el centro de ella, su parte más importante, principal.
Tesis 4. Europa fue constituyéndose paulatinamente en “centro” sobre una
“periferia” creciente: Latinoamérica, Norteamérica, el Caribe, la Europa Oriental;
el Imperio otomano, Rusia, algunos reinos de la India, el Sudesteasiático y Africa.
Tesis 5. La Modernidad es fruto de la “gestión” (managament) de la centralidad
europea en el primer “sistema-mundo”.
Tesis 6. La Modernidad no es un fenómeno de una Europa independiente,
sino de una Europa “centro”, con imposiciones, y procesos contradictorios.
Tesis 7. La centralidad de Europa en el “sistema-mundo” no es fruto sólo de
una superioridad interna acumulada en la Edad Media europea sobre las otras
culturas, sino también el efecto del simple hecho del descubrimiento, conquista,
colonización e integración de América que le dará a la Europa la ventaja
comparativa determinante sobre el mundo otomano-musulmán, la India o la
China. La Modernidad es el fruto de este acontecimiento y no su causa.
Tesis 8. El acontecimiento fundante de la modernidad es el descubrimiento de
América en 1492.
Tesis 9. El capitalismo es el fruto y no la causa, de esta coyuntura de
mundialización y centralidad europea en el “sistema-mundo”. Por eso el
capitalismo es resultado de la modernidad, pero no necesariamente la
modernidad toda es capitalista. (Dussel, 1997)

La Modernidad desde la perifería del Sistema Mundo: La Transmodernidad


y la Etica de la Liberación:

Tesis 1. La Transmodernidad es una mirada crítica a la Modernidad, ubicada


desde la periferia del sistema-mundo. (En este caso, desde América Latina)
Tesis 2. Esta mirada alterna se basa en la Etica de la Liberación; una praxis ético-
35
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

política que busca superar la crisis terminal de la modernidad eurocentrista.


Tesis 3. La Etica de la liberación defiende una posición moderna desde la
“periferia” considerando que se debe recuperar lo recuperable de la Modernidad
Occidental negando la dominación y exclusión en el sistema mundo. Todo ello a
través de un proyecto de transformación y Liberación desde esa periferia negada,
marginada y excluida desde el origen mismo de la Modernidad.
Tesis 4. La transmodernidad sostiene que el problema medular es el agotamiento
de un sistema civilizatorio que está llegando a su fin, y que numerosas
respuestas adecuadas a sus problemas, pueden ser sistematizadas, validadas y
propuestas desde la periferia, desde lo otro “no moderno”.
Tesis 5. La transmodernidad fundamenta una crítica radical al capitalismo como
sistema económico mundial, al liberalismo como sistema político, al
eurocentrismo como ideología, al machismo como erótica, al predominio de la
raza blanca como racismo y a la destrucción de la naturaleza en la ecología.
Tesis 6. La Transmodernidad hace una crítica radical al sistema socioeconómico
de la modernidad y genera ideas de liberación de los oprimidos y/o excluidos.
Tesis 7. La Etica de la Liberación se define como trans-moderna ya que hace
una crítica a la modernidad pero distinguiéndose de los posmodernos, ya que
según esta corriente, estos son todavía eurocéntricos.
Tesis 8. Las prioridades de la Etica de la liberación son planteadas en términos
de crisis terminal del proyecto civilizatorio capitalista-eurocentrista y son:
1) La destrucción ecológica del planeta.
2) La extinción en la miseria y el hambre de la mayoría de la humanidad.
3) La alteridad de América Latina, el Africa y el Asia, y de su indomable voluntad
de sobrevivencia. Es decir, la imposibilidad de subsumir las poblaciones, las
economías, las naciones, las culturas que atacó agresivamente desde su origen,
que excluyó de su horizonte y que arrincona en la miseria.
Tesis 9. El eurocentrismo es un bloque dominante por su poder político,
económico, social y cultural y la transmodernidad plantea la construcción de
poderes alternativos dentro del sistema-mundo como el mayor desafío a futuro.
Tesis 10. La transmodernidad propone la integración de sub-sistemas de poder-
mundo en equilibrio horizontal, democrático y ético. Por ello representa utopías
locales y articuladas dentro del sistema-mundo. (Dussel, 1997)

2.2 El Trabajo Social como creación de la Modernidad Occidental

Tomando como marco de referencia las anteriores explicaciones, es claro que el


pensamiento moderno ha permeado significativamente nuestra cosmovisión
36
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

como seres humanos inmersos en una realidad latinoamericana, nuestro entorno


cotidiano como ciudadanos globalizados y nuestros parámetros profesionales
como trabajadores sociales. Por ello, el Trabajo Social, en tanto imaginario
profesional y disciplinar conlleva diversidad de elementos que lo constituyen
como creación/recreación de la modernidad occidental, entre otros:
 El Trabajo Social, enmarcado como un quehacer profesional no se estructura
a partir de un proceso de continuidad, ni es un efecto meramente evolutivo y
lineal de las formas de ayuda social generadas en la historia de la humanidad.
Es claro que su historia va vinculada, de una u otra forma, a ellas, pero es
necesario advertir su construcción epistemológica, teórica, conceptual,
ideológica, política y metodológica, a partir de un encuadre disciplinar de la
modernidad, independiente de las modalidades de ayuda social marcadas por
la voluntad o por principios religiosos. (Tello, 2000)
 Desde el Trabajo Social se ha entendido al ser humano como ente central
dentro del cosmos social. Cuando surge la profesión se da énfasis al
reconocimiento del plano individual y con posterioridad aparecen vertientes
profesionales que ubican como prioritario al ser humano-social. De ahí la
evolución contradictoria y ambivalente de la misma profesión; primeramente
aparece como un quehacer vinculado a la asistencia social, cuyo objetivo era
asistir al necesitado; posteriormente se reconoce una orientación técnica que
le imprime al Trabajo Social una caracterización instrumental, cuyo propósito
se circunscribe a ofrecer una gama de apoyos institucionales a los individuos
en situación de necesidad; y finalmente, surge un enfoque que hace
referencia a la acción humana dirigida a transformar y que hace referencia a
lo colectivo. De acuerdo a lo anterior la figura moderna del mundo alcanza a
cubrir notoriamente al Trabajo Social con respecto a entender al hombre
colectivo como protagonista central en los procesos de transformación de los
entornos naturales y sociales.
 El Trabajo Social emerge entendiendo al hombre como ente defensor de su
individualidad y por ende de sus derechos humanos individuales, aun cuando
con posterioridad sus enfoques se inclinen hacia lo colectivo. Asimismo, el
Trabajo Social remarca la Historicidad de Ser Humano, entendiendo a este
como actor, protagonista y constructor de su destino.
 El Trabajo Social asume una idea de emancipación del ser humano sobre sus
dogmas, ritos y mitos. De forma contradictoria, la profesión engloba un
pensamiento de dominio y control social con la utilización del Estado y sus
mecanismos: normas, contratos, leyes, pactos sociales, instituciones.

37
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

 El Trabajo Social entiende al mundo social y natural como un Objeto del y al


servicio del ser humano, identificando a la Racionalidad Instrumental como un
pilar de su esencia, por lo que podemos afirmar que el cientificismo será uno
de los grandes aportes modernos al Trabajo Social. De hecho, este halo de
cientificidad será un elemento diferenciador que el imaginario colectivo de los
trabajadores sociales retomará como punto esencial de su identidad.
 La idea de transformación será un parámetro fundamental para el Trabajo
Social. Toda acción profesional será marcada por la posibilidad de cambio o
transformación, independientemente si sea negativo o positivo, progresivo o
regresivo, evolutivo o multilineal, ordenado o caótico.
 Se asume la idea de progreso social en el entendido de ubicar un “fin de la
historia”, es decir, existirá una meta o modelo de sociedad ideal donde ya no
será necesario seguir en la marcha del progreso puesto que hasta ahí
concluye el proceso histórico y social.
 El Trabajo Social siempre pondrá la técnica y la ciencia al servicio del ser
humano para moldear el mundo a su manera. Pero al radicalizarse este
pensamiento, es claro que la ciencia pasa a ser dogma, entendiéndose lo
científico como remedio infalible, como receta efectiva, como idea eficiente y
como solución generalizable y única en todo espacio y en todo tiempo.
 Dentro del Trabajo Social la idea de una utopía ha sido el motor del avance
profesional, sin embargo, generalmente ha sido pensada desde arriba, es
decir, se entiende como general, global, única, omnipresente, excluyente.
Todo progreso lleva a ese cauce utópico, y para no perderse en ese camino,
la ciencia y la técnica será lo necesario para viajar sin contratiempos.
 Pero un elemento central en el análisis sobre la Modernidad y Trabajo Social
es la naturaleza y esencia de nuestra profesión a partir de una concepción
histórica, dinámica, dialéctica, dicotómica y ambivalente. Es decir,
independientemente de que el Trabajo Social es una creación del pensamiento
moderno, concretizada en una práctica profesional indispensable para
sostener pilares del sistema capitalista, en el imaginario colectivo de los
trabajadores sociales se han ido construyendo y a su vez coexistiendo dos
orientaciones generales, inspiradoras de su ser y de su quehacer: una postura
dominante, que puede ser considerada integradora-adaptativa-dominadora y
una postura que puede definirse como pluralista-liberadora-emancipadora,
mismas que se han nutrido generalmente a la profesión.

Tomando en cuenta los anteriores argumentos, es claro que el Trabajo Social ha


sido permeado por rasgos de la Modernidad, pero esas características han sido
38
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

determinadas principalmente por las orientaciones eurocéntricas y del horizonte


mundial, imponiendo con ello a diversas sociedades periféricas los parámetros
profesionales occidentales. Es claro que desde la mirada periférica una de las
mayores críticas a la modernidad es la enorme permeabilidad que el espíritu
eurocentrista ha tenido con respecto a las culturas periféricas, formando
conciencias (individuales y colectivas) que por su superficialidad son incapaces
de ver el origen último de sus problemáticas, por ejemplo el de la explotación
socio-económica, la pobreza, las guerras y endeudamiento externo, la
desigualdad mundial, las enfermedades y el hambre o la misma
deshumanización global del hombre, perspectiva que se resume en lo siguiente:

“A partir del Renacimiento el hombre no se vio asimismo sólo como objeto de la


naturaleza sino como su agente. Adquirió, poco a poco un dominio sobre ella
hasta alcanzar un enorme poder. Y empezamos a alarmarnos por su uso. En
efecto, al transformar a su imagen el mundo en torno el hombre no creo una
morada de mayor pulcritud y belleza, no convirtió la naturaleza en espíritu como
señalaron los renacentistas. Porque su obra perteneció a la codicia y a su afán
de dominio más que al amor y a la inteligencia. La naturaleza fue transformada
en servicio de nuestras necesidades, pero también fue socavada, expoliada,
hasta inhabilitarla como morada del hombre, fue sometida al capricho humano,
reducida a simple instrumento de sus intereses. La destrucción de la naturaleza
por la técnica obedecía a una actitud más profunda: la degradación de los entes
naturales en meros objetos. Al reducir el mundo a un material que debe ser
dominado y transformado, las cosas dejan de tener un sentido intrínseco, sólo
adquieren el sentido que el sujeto les atribuye. (Villoro, 1996; 93-94)

Esa influencia moderna ha formado perfiles profesionales con aportes ajenos, ha


re-producido realidades sociales virtuales y ha definido una acción profesional en
sociedades imaginarias, no porque no existan, sino porque se sustentan en
cimientos civilizatorios que no son reconocidos y respetados en todas sus
expresiones. Los aportes de la modernidad han sido valiosos, necesarios e
importantes para nuestro entorno social, pero en otras circunstancias esas
mismas aportaciones han surgido como imposiciones epistemológicas,
ideológico, políticas, teóricas y metodológicas que en poco ayudan a la
resolución de los problemas del espacio propio de latinoamérica, abogando por
asumir un quehacer de control y regulación. Finalmente, para ver al Trabajo
Social como construcción autónoma de las formas de ayuda social y como
fenómeno de la modernidad, es necesario retomar tres grandes aspectos:
39
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

1) En primer término es necesario advertir como primer elemento de


caracterización-diferenciación entre las formas de ayuda y acción social
tradicionales (Caridad, Beneficiencia y Filantropía) frente al Trabajo Social.
2) En segundo término, el análisis de la modernidad y Trabajo Social se
profundiza con identificar los paradigmas que han aparecido como opción
teórica y metodológica al Trabajo Social para su desarrollo: el Positivista,
el Clínico-Individualista, el Funcionalista y el Crítico.
3) En tercer término, es preciso entender que en el desarrollo y construcción
del Trabajo Social en el marco de la modernidad, no aparece como algo
dado y acabado, sino que su aparición se va desarrollando en
aproximaciones sucesivas, y podemos ubicar las rutas históricas que
tienen relación con la siguiente línea de tiempo: La Aparición del Trabajo
Social como tal; el perfil de un Trabajo Social Tradicional y Desarrollista; el
perfil de un Trabajo Social Reconceptualizado; el perfil de un Trabajo
Social Contemporáneo, que son grandes momentos históricos que nos
permiten entender la complejidad misma de la profesión.

2.3 Las formas de ayuda social frente al Trabajo Social.

Dentro del análisis para ver al Trabajo Social como construcción autónoma y
distinta de las formas de ayuda y acción social tradicionales(Caridad,
Beneficencia y Filantropía), hay que tomar en cuenta que la caracterización y/o
diferenciación existente entre estas modalidades de ayuda social frente al
Trabajo Social se fundamenta en advertir que este último tiene una construcción
histórica, epistemológica, teórica, conceptual, ideológica, política y metodológica
diferente, a partir de un encuadre disciplinar de la modernidad.

Las mencionadas formas de ayuda social estarán marcadas por la voluntad o por
principios éticos, religiosos o humanitarios, se desarrollan en todo espacio y
tiempo del ser humano, lógicamente teniendo perfiles diferentes a partir de los
distintos procesos históricos y de las diferentes sociedades que a través de sus
paradojas económicas, políticas y sociales nos muestran su doble rostro, su
dicotomía, su contradicción; la existencia de explotados y explotadores,
desheredados y poderosos, abandonados y favorecidos, dolientes e inmunes,
ilustran aquellas facetas de injusticia y dualidad social. Ante esas situaciones
sociales, diversos sectores, grupos e incluso instituciones, organizadas
incipientemente, de acuerdo a determinados intereses, ideas, prioridades,
creencias, urgencias y voluntades, generaron respuestas o iniciativas para
40
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

atender, apoyar, reducir, mediatizar o resolver los problemas y las necesidades


de los sectores o grupos sociales marginados, excluidos, desamparados o
explotados, creándose con ello diversas formas de ayuda social.

Las formas de ayuda o acción social implican a diversas actividades de apoyo,


auxilio y protección que tienen como objetivo asistir al necesitado, a aquellas
personas o grupos que no pueden satisfacer sus necesidades básicas por ellos
mismos. La ayuda o acción social tiene que ver una serie de actividades o
iniciativas dirigidas de manera individual o colectiva que, con un grado relativo
de organización, planeación y ordenamiento, buscan incidir, actuar o apoyar
situaciones sociales específicas, para mantener una situación, mejorarla o
transformarla. Las formas de ayuda y acción social tradicionales se han
fundamentado en concepciones que han configurado dos tipos de modalidades
u organizaciones de ayuda; las que se fundamentan en una esencia religiosa y
las que se basan en un carácter laico; entre las religiosas destacan
primordialmente la Caridad, y dentro de los laico sobresalen la Filantropía y la
Beneficencia. Asimismo, estas formas de ayuda y acción social han existido en
la historia del ser humano en tanto este ha construido formas de relación social.

Conviene aclarar que las diferencias esenciales entre estas formas de ayuda y
acción social, no radican principalmente en sus modalidades, acciones o técnicas
que utilizan para prestar su apoyo o atención, ya que una misma puede ser
utilizada para lograr objetivos diametralmente opuestos aun empleando
procedimientos similares. Sus diferencias estriban fundamentalmente en su
cosmovisión, en sus perspectivas y enfoques macro-sociales, sus ideas
sustantivas sobre la ayuda o apoyo, en su orientación filosófica, teórico-política,
en sus objetivos, su finalidad y en el alcance que se proponen cubrir. Es evidente
que ciertas prácticas sociales han constituido esfuerzos significativos para la
construcción de sociedades más justas o igualitarias, sin embargo, otras
prácticas históricamente han enmarcado sus objetivos en paliar la miseria que
genera el sistema de explotación, así como pugnar por su preservación. Por
ello, en los diversos contextos económicos, políticos y sociales cohabitan estas
formas de ayuda y acción social que basan su quehacer en mecanismos,
ideologías e intereses que justifican la forma de prestar su asistencia, pero cada
una en sí, representa y es reflejo del contexto histórico-social en el que se ubica
y de sus marcos filosóficos, sociales y políticos.

Los análisis de las formas de ayuda social se fundamentan en evoluciones


41
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

cronológicas o metodológicas, tomando poco en cuenta que su desarrollo tiene


que ver con procesos donde coexisten en un momento histórico, y por ello se
contraponen o se retroalimentan, además de que cada una de ellas están
delimitadas por los contextos desde donde operan. En el presente apartado se
presenta, de forma esquemática y sintetizada para fines didácticos, el desarrollo
de las más importantes formas de ayuda social, y por ello, es necesario
contextualizarlas en el tiempo y espacio donde aparecen, así como reconocer
sus vínculos y discordancias en una realidad determinada.

2.3.1 Caridad.

Las congregaciones religiosas de ayuda al necesitado han sido principalmente


de la Iglesia Católica, cuya doctrina se funda en el amor y amparo al prójimo,
basándose en el precepto del Segundo Mandamiento de Cristo “Amarás a tu
prójimo como a ti mismo”. Para el cristiano, brindar ayuda y protección al pobre,
enfermo o necesitado es una actividad concebida como una complacencia
virtuosa y dicha forma de ayuda social está comprendida por la Caridad.

Desde el punto de vista teológico, la caridad es “Amar a los demás como nos
amamos a nosotros mismos” idea y sentimiento que nace del supremo amor a
Dios y se manifiesta en todas las acciones buenas de unos hombres a otros, de
los que tienen algo a los que no tienen nada, siempre teniendo como supremo
mediador celestial a Dios. Por eso la Caridad es una de las tres virtudes
teologales, junto a la Fe y la Esperanza y enlaza indisolublemente el amor a Dios
y el amor al prójimo, y por ello, es para el cristiano es su verdad e idea principal
para ayudar socialmente. Su significado tiene un cariz, espiritual y humano; se
trata de mostrar amor por Dios en su relación con el hombre, amor que se
manifiesta en ayudar a los necesitados con acciones concretas: enseñar, curar,
alimentar, vestir y dar refugio o techo. Asimismo, este amor práctico se proyecta
en el auxilio o ayuda para suavizar los problemas o necesidades que surgen con
las relaciones económico-políticas entre los grupos humanos tales como la
pobreza, enfermedad, la desigualdad, entre otros.

Durante la Edad Media, a partir del siglo XII, la sociedad europea inicia una
novedosa marcha con la idea de una consciente subordinación del conocimiento
a los objetivos de la fe y el dogma; ve en la ciencia sólo la faena del intelecto
para expresar conceptualmente lo que posee de una manera cierta en
sentimiento y convicción religiosa. Por ello, la vía religiosa fue la única para
42
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

educar a los pueblos, lo que dio como resultado que, se aceptaran


universalmente aquéllas ideas y las enseñanzas acordes con los dogmas de la
Iglesia. Este impulso a la filosofía trascendentalista, es decir, el concebir la vida
social como creación de algo divino (Cazadero, 1992), incidió para que la Iglesia
y sus diferentes establecimientos; conventos, hospitales, escuelas, casas de
expósitos, leprosarios, organizarán la cobertura de la Caridad, particularmente
en la enseñanza, curación y alimentación. (García Venegas, 2002).

Pero un fundamento de la caridad tiene también una connotación práctica o


utilitaria, “se vincula la ayuda al otro por amor a Dios, pero también porque de
ese hecho surge la posibilidad de salvación eterna de quien la brinda, es decir
se ayuda conscientemente a otros porque en ello va la salvación eterna de quien
la realiza”. (García Venegas, 2002; 27). Es ilustrativo el siguiente fragmento que
sustenta a la visión social: “En la caridad no importa tanto el individuo como el
fenómeno de la salvación; en realidad importa más el ideal que se expresa en el
hecho de ayudar que el hecho mismo de ayudar: importa más el amor divino que
el sufrimiento del prójimo. Importa más el perfeccionamiento espiritual a través
del amor caritativo que el perfeccionamiento material del enfermo. Importa más
el alma que lo efímero temporal”. (García Venegas, 2002; 27).

Pero a partir del siglo XV la idea de la caridad se transforma, por una parte por
los cambios que empiezan a generarse en las postrimerías de la Modernidad, y
por otra porque se deforman los principios religiosos de la caridad: los actos de
amor y las acciones desinteresadas y de generosidad se deforman en
preocupaciones moralistas (ayudo al necesitado para asegurar la salvación de
mi alma); los preceptos escatológicos, es decir, las verdades de la fe cristiana
referentes al destino último del hombre y del mundo, se exageran
tendenciosamente (ayudo al necesitado para hacer méritos y llegar al cielo); y
los actos de amor se convierten en pautas de conmiseración al necesitado, al
que no puede valerse por sí mismo por ello la misma concepción de la caridad
se transforma; si se presta una ayuda, se recibe la salvación. (Ander Egg, 1980).

Es evidente que ciertas prácticas sociales han constituido esfuerzos significativos


para la construcción de sociedades más justas, sin embargo, otras prácticas
históricamente han enmarcado sus objetivos en paliar la miseria que genera el
sistema de explotación, así como pugnar por su preservación. Por eso la
deformación de la caridad y de la doctrina cristiana se convirtió en un obstáculo
para atacar frontalmente la problemática social, sin embargo, ya en nuestro
43
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

tiempo, a partir del Concilio Vaticano II realizado en 1962, se plasmaron


significativos aportes progresistas que reconocieron a los problemas sociales
como efectos de las contradicciones de los sistemas económico-políticos.

A raíz de los intensos debates en el seno de la Iglesia Católica, y específicamente


dentro de los procesos ideológicos filosóficos y religiosos más propios de
América Latina, surgió una corriente religiosa que buscó la reflexión teórica de
una praxis de la fe, es decir, hizo evidente la necesidad de apoyarse en las
Ciencias Sociales para interpretar y actuar en la realidad social. Esta reflexión
teórica conocida como la Teología de la Liberación, “se caracteriza por un
compromiso social con las clases populares y por un reconocimiento de las
condiciones de miseria, explotación y marginalidad en los diferentes contextos”
(Arias, 1991) Bajo esta perspectiva religiosa, la concepción de la caridad cristiana
se transforma, circunscribiéndose a la vinculación con los aspectos Estructurales
de nuestras sociedades y se apuesta por una opción por lo pobres, por los
sectores populares, por los problemas sociales y sus causas no sólo sus efectos,
además de impulsar la crítica sobre minorías privilegiadas y mayorías oprimidas.

La perspectiva de la caridad vista desde la perspectiva de la Teología de la


Liberación propone una nueva concepción vinculándola a los aspectos
económicos, políticos y sociales y de la consideración de la práctica de los
cristianos pasa a la reflexión del mensaje evangélico. La Caridad se cimenta
entonces en la Fe que se contrasta con la realidad, siempre optando por acciones
a favor del pueblo y junto con él, y algo relevante de esta perspectiva, es que
considera a los pobres y al pueblo no como receptores estáticos de la acción
caritativa, sino como protagonistas de la acción benéfica social y como
constructores de su destino, como ve como sujetos sociales. (Arias, 1991) Y por
eso a manera de conclusión, podemos afirmar que las prácticas sociales
cristianas, inspiradas en la Caridad, hacer el bien, ayudar, apoyar al hombre por
Amor a Dios, contienen también contradicciones y por ello es importante tomar
en cuenta los contextos y las variantes dentro de estas formas de ayuda social.

2.3.2 Filantropía.

El término Filantropía designa siempre a una formar de ayuda social que se


inspira en el espíritu de buena voluntad y dedicación activa, dirigida a promover
y alcanzar el bienestar de acuerdo a la idea y sentimiento de fraternidad humana
por Amor al Hombre, no por amor a Dios. (Ander Egg, 1980). La idea de
44
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

filantropía fue desarrollada inicialmente por los estoicos, partidarios de una


escuela filosófica que se originó en Atenas en la época helenística, aprox. 300
años D.C,. para quienes se trataba del aspecto ético-sentimental del
cosmopolitismo, es decir, del amor a los hombres sin distinción de raza o
nacionalidad”. (Ander Egg, 1980). Se afirma que el concepto de filantropía fue
contrapuesto a la de caridad cristiana, planteando rebasar la idea de ayudar por
amor a Dios, para dar paso a la ayuda por amor al ser humano.

A partir de los acontecimientos sociales que se produjeron en el período del


Renacimiento, que corre del siglo XIV a fines del siglo XVI, y que van a servir de
fundamento para el pensamiento moderno, se producen en la sociedad
graduales, pero profundos y significativos cambios ideológicos y filosóficos sobre
la idea del mundo, por eso en este cambio los problemas y placeres de la vida
terrenal se convierten en preocupaciones fundamentales para el ser humano. Por
ello, los hombres del Renacimiento pensarán que no es Dios el protagonista
central en la Sociedad, en las explicaciones sobre su contexto y sobre las
propuestas de futuro, sino que el protagonista central impulsor de los procesos
históricos es el Ser Humano mismo. Por eso los hombres de la modernidad se
ven como individuos libres; se engendra en ellos una conciencia de su
centralidad en los procesos sociales, que se sintetiza en la idea renacentista: “El
tiempo es creado por Dios, pero pertenece al ser humano”.

Con esa visión ideológica inmanentista, es decir, el dar al ser humano y a sus
actividades la centralidad en los procesos económicos-políticos y sociales, la
concepción de la caridad religiosa se transforma apareciendo la filantropía desde
una perspectiva laica, principalmente a partir del siglo XVIII con los aportes de la
Ilustración y de la Revolución Francesa, los principios de Justicia, Igualdad y
Fraternidad que se desarrollan e impulsan en Europa, fundamentalmente con los
grupos masones y burgueses. Es así, como la Filantropía, vista como una
expresión laicizada de la caridad, extiende su campo de acción en numerosas
sociedades, aunque dicha forma de ayuda social fue limitada a lo largo del tiempo
debido al frecuente enfrentamiento y relegamiento con respecto a las
orientaciones sociales de carácter religioso.

Podemos decir que la Filantropía, vista como una forma de ayuda social
tradicional, es impregnada con elementos de la modernidad y se constituye como
un puente entre las formas de ayuda tradicionales y las formas de ayuda social
modernas, siempre dando énfasis a la noción laica de la ayuda social para apoyar
45
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

socialmente sin involucrar a Dios como el sustentante de esta ayuda, sino


posicionar al hombre mismo como protagonista en la ayuda al más necesitado.
Es importante mencionar que la filantropía es un concepto utilizado de manera
positiva para hacer referencia a la ayuda que se ofrece al prójimo sin requerir
una respuesta o algo a cambio. Asimismo se conoce como filántropos a los
sujetos u organizaciones que suelen realizan acciones solidarias, por ello sestará
muy vinculada al voluntariado, las donaciones y la acción social sin fines de lucro
o políticos, pretendiendo construir una sociedad más justa y equitativa, en la que
todas las personas tengan las mismas posibilidades de desarrollo.

Actualmente se entiende a la Filantropía como la acción generosa y voluntaria


en beneficio de la comunidad, sin ánimo de lucro ni interés particular, y es la
expresión del impulso generoso que brota de todo ser humano, en todos los
tiempos y en todas las culturas. Es toda actitud de respeto, atención y servicio,
encaminada a promover el desarrollo del ser humano y proteger su entorno.
Implica el compromiso generoso y laico de personas, instituciones y empresas,
que aportan tiempo, talento y recursos, en favor del desarrollo integral de la
comunidad y se asocia a las acciones no remuneradas que potencian el talento,
la capacidad humana, para estimular la participación voluntaria, distribuir
recursos y crear formas de trabajo para el desarrollo adecuado de la sociedad.

Ciertas prácticas sociales han constituido esfuerzos significativos para la lograr


sociedades más justas o igualitarias, pero otras prácticas han enmarcado sus
objetivos en paliar la miseria que genera el sistema de explotación, así como
pugnar por su preservación, y consideramos que la Filantropía, como forma
laicizada de la caridad, se pone en ese camino de lo justo e igualitario.

2.3.3 Beneficencia.

La Beneficencia proviene del latín que significa Virtud de hacer el bien, aunque
tiene dos connotaciones; una que la entiende como forma de ayuda social, y por
otro lado, puede definirse como una institución civil estatal e incluso religiosa de
ayuda social. La Beneficencia, ubicada como forma de ayuda social se define
como “la acción de ayudar y prestar asistencia a los necesitados, protección y
apoyo a quienes no pueden valerse por sí mismos, a los que están en situación
de miseria o han resultado víctimas de una desgracia” (Ander Egg, 1990; 31)

Desde la Edad Media hasta el siglo XVIII gran parte de la sociedad europea
considera a la limosna como la forma de ayuda más importante para socorrer a
46
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

los menesterosos, y en ese tiempo eso constituyo un incipiente pero notable


avance en las formas de ayuda social. Sin embargo, es a partir del siglo XVI
cuando la limosna comienza a organizarse bajo la forma de beneficencia, es
decir, como una modalidad organizada para canalizar las limosnas, todo ello bajo
los marcos del sistema de explotación. Por eso, se ha caracterizado a la
beneficencia como una forma de ayuda social que se manifiesta como
sentimiento de compasión hacia los menesterosos, y se enmarca como un
instrumento para la preservación del orden imperante, ya que “se pretende
reemplazar con limosnas lo que corresponde por justicia”. (Ander Egg, 1990; 31)

Como institución es un “sistema de protección social restringido, basado en la


concepción (asistencialista) y que se lleva a cabo por medio del Estado
directamente o a través de organismos públicos gubernamentales (y también por
organismos privados o civiles y por la Iglesia) siendo sus beneficiarios aquellas
personas que se encuentran en grave estado de necesidad y/o que no pueden
valerse por sí mismos. Se trata de una prestación graciable -no de derecho por
parte del Estado y de las iniciativas privadas o religiosas, para los ciudadanos en
inferioridad de condiciones" (Ander Egg, 1990; 31)

Desde nuestra actualidad, la orientación de la beneficencia, contiene elementos


de controversia e impugnación porque se considera mecanismo de ayuda social
paternalista y conservador, que busca atenuar efectos pero las causas, resultado
de las extremas circunstancias y contradicciones del sistema de explotación,
además de que se caracteriza “cómo un pasatiempo de señoras de ciertas capas
sociales” (Ander Egg, 1990; 31) Por eso la Beneficencia como institución u
organización, esta ha sido desplazada por otras formas institucionalizadas de
protección social como la Asistencia y la Seguridad Social, es decir, aquella
ayuda otorgada por compasión o conmiseración es sustituida por una asistencia
estatal obligatoria y vista como un derecho de la población en general.

2.3.4 Las formas de ayuda social frente al Trabajo Social.

El Trabajo Social es una construcción disciplinar y profesional de la Modernidad,


y su desarrollo parte de la identificación de los grandes horizontes de la
modernidad, que han ido construyendo identidades, status, roles, intereses y
enfoques para la acción social. Es claro que las formas de ayuda social
tradicionales no pueden considerarse estrictamente como planteamientos de la
modernidad, y por ende, como antecedentes del Trabajo Social, ya que conllevan
47
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

parámetros filosóficos, teóricos y políticos diferenciados. Por eso, afirmamos de


manera tajante que concebir al Trabajo Social como un producto o resultado del
proceso evolutivo de las formas de ayuda y acción tradicionales, es causa de un
error epistemológico, teórico y político, y se requiere rebasar ese planteamiento
y proponer una síntesis que permita a los actores de la profesión cuestionar su
misma actividad y sus marcos de referencia sobre el pasado y presente.

Podemos afirmar que el Trabajo Social es producto histórico y complejo de la


modernidad, y no es la continuación ni el producto evolutivo y lineal de las formas
de ayuda y acción social encontradas en toda la historia de la humanidad. Es
claro que nuestra historia va vinculada a las formas de ayuda social tradicionales,
pero es necesario advertir su construcción filosófica, histórica, teórica,
metodológica y política, a partir de una visión de mundo, un encuadre y de un
proceso disciplinar y profesional autónomo e independiente -más no aislado- de
las modalidades de ayuda y acción social marcadas por la voluntad o por
principios éticos, filantrópicos, religiosos o humanitarios. Por eso las formas de
ayuda social son construcciones históricas y sociales diferentes al Trabajo
Social, y esas diferencias estriban en su cosmovisión, en sus perspectivas para
entender a los sujetos, en sus enfoques macro y micro-sociales, en las ideas
sobre la ayuda o apoyo, en su orientación filosófica, teórico-política, en sus
objetivos y en la utilización de metodologías científicas para lograr sus fines.

Pero es importante mencionar que la Modernidad retoma, replantea y reconfigura


esas formas de ayuda social, pero no son producto de ella, sino efecto de otros
procesos históricos vinculados a la misma, por lo que podemos afirmar sin temor
a equivocarnos que el Trabajo Social no es una profesión o práctica social que
aparece en toda la historia del ser humano, porque es claro que podemos
encontrar sentimientos de ayuda al necesitado en toda la historia de la
humanidad, pero eso no significa que eso sea Trabajo Social, ya que es preciso
insistir, que este se construye a partir de una cosmovisión, un enfoque
epistemológico, una propuesta política y una acción profesionalizada a partir de
un marco de referencia moderno, por lo que su creación no puede ser entendida
más allá de los entornos de la modernidad y de sus procesos históricos más
relevantes: el Renacimiento, la Revolución Francesa, la Revolución Industrial,
las independencias de nuestros países latinoamericanos, las grandes
revoluciones del siglo XX, incluyendo, por supuesto, la mexicana, además
retoma los aportes teórico-políticos como la misma idea de Libertad, de Justicia,
retoma la noción de Estado, del Contrato Social, de los Derechos Humanos, de
48
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

las ideas de Trasformación social, de la visión Utópica. Además, tiene una


relación fundamental con los paradigmas científicos de la Modernidad, y con la
existencia de diferentes rutas históricas en el Trabajo Social, desde su historia y
aparición, hasta su desarrollo y sus actualidades.

2.4 Las Paradigmas de la modernidad en la historia del Trabajo Social.

Un elemento que nos permite entender al Trabajo Social como profesión hija del
pensamiento moderno, y con una diferencia sustantiva frente a las formas de
ayuda social tradicionales, es hacer referencia a los paradigmas de la
modernidad y su relación e influencia en el mismo. Ante eso, podemos afirmar
que un Paradigma es: 1)Una escuela de pensamiento, 2)Una imagen esencial
de la materia a tratar dentro de una ciencia o una disciplina, 3)Un esquema-guía
construido a partir de realizaciones científicas, reglas y procedimientos
reconocidos ampliamente por una comunidad científica como fundamento
válido para una práctica, 4)Una propuesta que proporciona modelos de
problemas y soluciones a una comunidad científica, 5)Un Modelo que define y
establece límites de aquello que debería ser estudiado y evaluado, 6)Un enfoque
que define e interrelaciona teorías, métodos y prácticas necesarias, buscando
criterios de éxito en los objetivos y finalidades propias de la disciplina, 7)Una
perspectiva que constituye la unidad de consenso mayor al interior de una
disciplina, sirviendo para diferenciar una comunidad de la otra. (Kuhn, 1990)

La Modernidad ha construido paradigmas que tienen una naturaleza distinta en


las ciencias naturales o exactas y en las ciencias sociales. En ciencias naturales
y exactas un paradigma se construye a través de un proceso científico de
experimentación y validación, y generalmente un paradigma de un área
determinada de la ciencia sigue a otro; uno deja de tener vigencia y otro lo suple,
por eso dentro de estas áreas disciplinares generalmente no coexisten dos
paradigmas para una misma temática específica y en un mismo tiempo histórico
determinado, teniendo una naturaleza diacrónica. Contrariamente, los
paradigmas en ciencias sociales se construyen tomando como marco de
referencia la misma complejidad que presentan las sociedades concretas, es
decir, son diversos, contradictorios, coexisten y se interrelacionan en un
tiempo histórico y tienen una perspectiva sincrónica. Ante eso, es necesario
entender la complejidad de los paradigmas de las ciencias sociales para así
comprender la riqueza y dificultad del trabajo del científico social y especialmente
al Trabajo Social. Pero aunado a la distinta naturaleza de los paradigmas en
49
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

ciencias exactas y sociales, sobresale otra gran diferencia en relación a ellos; los
primeros generalmente abarcan el nivel epistemológico y teórico-metodológico o
disciplinar; los segundos abarcan dos niveles de constitución: el disciplinar o
metodológico y el ideológico-político y de compromiso social. Por eso, para las
ciencias sociales son imágenes-guía que permiten construir conocimientos y
saberes, pero también son expresión de luchas y proyectos sociales, lo que
complejiza su abordaje y análisis.

Por eso, cuando en Trabajo Social se habla de los paradigmas generalmente


se hace referencia a construcciones abstractas, concretas y operativas,
necesarias para conocer, identificar, entender, comprender y para actuar en lo
social. A partir de cada uno de esos paradigmas se han desarrollado numerosas
expresiones teórico-metodológicas y político-sociales específicas y particulares
que incluso en algunos casos divergen considerablemente con sus
construcciones paradigmáticas “madres”. Pero es pertinente indicar que un
paradigma no es una teoría, más bien engloba la o las teorías que guían y dan
respuesta a una problemática específica dentro de nuestra comunidad científica.

En ese sentido, el surgimiento y la consolidación del Trabajo Social profesional


va aparejado a la expansión, desarrollo y consolidación de cuatro paradigmas
generales que permiten entender y ubicar el todo social y por consiguiente nos
brindan elementos-guía para conocerlo y actuar sobre el mismo: el Positivista, el
Clínico-Individualista, el Funcionalista y el Crítico. Sin embargo, la afirmación
anterior no significa desconocer que dentro del Trabajo Social ubiquen otros
paradigmas que delimitan nuestro campo y quehacer, como el Paradigma de lo
Social Natural (Hill, 1995) o el Humanista Dialéctico (Di Carlo, 1996).

Sin embargo, creemos que entendiendo el concepto de paradigma como una


imagen que engloba y guía nuestro conocer, hacer y proponer, en el desarrollo
de la profesión efectivamente han existido cuatro categorías paradigmáticas que
han influido y que siguen influyendo notoriamente en casi la totalidad de la
práctica dominante en Trabajo Social. En ese sentido, podemos identificar que
en cada momento y contexto histórico-social determinado el Trabajo Social han
adoptado para su práctica modelos, enfoques, partes, aspectos y orientaciones
de esos paradigmas, llegándose al caso de hacerlo, incluso sin tener
conocimiento pleno de ello. A continuación se hace un análisis general, sintético
y esquemático de algunos elementos y supuestos de cada paradigma
mencionado. El análisis parte de dos aspectos, el primero hace referencia al
50
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

ámbito Teórico, es decir a especificar cómo se entiende la Sociedad desde cada


perspectiva teórica-política, y el segundo hace referencia al ámbito Metodológico,
es decir a la orientación con respecto a la acción en la realidad social, esto último
vinculándolo con los objetivos del Trabajo Social.

2.4.1 Paradigma Positivista

Ambito Teórico-Político: Inicialmente es preciso indicar que la teoría que


orienta el quehacer metodológico y político del Trabajador Social de acuerdo a
este paradigma es la Teoría Positivista desarrollada por Augusto Comte. (Payne,
1996). El paradigma Positivista entiende a la sociedad como un todo orgánico
integrado por el conjunto de hombres e instituciones que se relacionan armónica
y normativamente para llegar al Estado Positivo (Estado armónico, normado
jurídicamente, ordenado, racional, científico), aunque antes se debe transitar por
otros dos estadios: el Teológico y el Metafísico. Es decir, mantiene una postura
evolutiva, mecánica y predeterminada de lo social dando importancia marginal al
contexto histórico-social. Entiende el cambio social a partir del tránsito continuo
hacia ese Estado positivo considerado como meta última y la Estructura de la
Sociedad se entiende con la división social con individuos y grupos sociales
“normales” y otros “patológicos”. Por ello los Problemas Sociales son causa de
los individuos y la solución a ellos radica en diagnosticarlos y darles tratamiento,
para convertir los “hechos sociales patológicos” en “hechos sociales normales”
Ambito Metodológico: Para este paradigma la comprensión de la actividad
humana está fundamentada en los métodos de las ciencias naturales, es decir,
plantea una postura cientificista que busca construir métodos de investigación
de las ciencias sociales a partir de retomar los de las ciencias naturales. Se
caracteriza por su unidad metodológica, la explicación causal como característica
de la explicación científica, el predominio del método experimental y el perfil
predictivo del conocimiento con el fin de dominar el cosmos natural y social. En
tanto la obtención de conocimientos, se plantea la experimentación como medio
de predicción altamente confiable. Plantea que el conocimiento es dado por la
experiencia buscando con ello identificar las leyes que regulan la vida social. Este
paradigma orienta el estudio de la realidad social a partir de una postura
objetivista, neutralizante y aséptica. De acuerdo con la intención de hacer
científica el quehacer de lo social, plantea la incidencia en la problemática social
a partir de métodos de las ciencias naturales-biológicas: Propone la realización
de un diagnóstico de patologías sociales como fundamento para dar tratamiento
o rehabilitar socialmente lo requerido. Para el positivismo, el Trabajador Social
51
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

es aquel profesional técnico, neutro y objetivista, que a partir de procedimientos


científicos, incide a la normalización de individuos o grupos anormales o
patológicos, para enmarcarlos al camino que guía al Estado del orden y el
progreso. Todo ello sin analizar las causas de los problemas, patologías o
anormalidades individuales, grupales y sociales.

2.4.2 Paradigma Clínico-Individualista

Ambito Teórico-Político: Entre las teorías psico-sociales que conforman este


paradigma podemos mencionar, entre otras, la Fenomenología, el
Interaccionismo Simbólico, el Método Clínico de la Medicina, Método Clínico de
la Psiquiatría, Teoría del Psicoanálisis, Teoría del Análisis Transaccional, Modelo
de Intervención en Crisis, Teoría del Condicionamiento y las Teorías Cognitivas.
(Payne, 1996). Para esta perspectiva los problemas sociales no existen como
tales, sólo existen problemas que son principalmente intrapersonales, es decir,
fundados en desviaciones de la conducta o en los funcionamientos intrapsíquicos
perturbados. Concibe los fenómenos sociales como meras expresiones de lo que
sucede en la conciencia del hombre, es decir, da prioridad a la vida interior que
a lo exterior, a lo individual que a lo social y plantea una interdependencia de
factores internos y externos, dando preeminencia a los primeros, aunque es
evidente que esto puede ser desarrollado a partir de identificar las relaciones del
individuo con su medio. (Payne, 1996).
Ambito Metodológico: Plantea un camino para lograr el conocimiento de las
formas funcionales de la vida interior del ser humano, como medio para plantear
claves de alivio inmediato de las tensiones a nivel individual. Propone una guía
metodológica que incide en los problemas del comportamiento humano de forma
aislada o individual, sin tomar en cuenta el contexto socio-histórico. Sus objetivos
están dados por lograr la comprensión de la personalidad (rasgos innatos), del
carácter (rasgos adquiridos socialmente) y de los recursos, peligros e influencias
del medio familiar sobre el individuo. Propone la unidad en la relación individuo-
situación problema, por lo que la individualidad es concebida como el parámetro
de distinción entre los seres humanos. Con respecto al Trabajo Social, el
concepto de la persona individual es objeto de la preocupación central del
profesional, buscando dar alivio psicológico a sus tensiones o síntomas, teniendo
la misión desarrollar el trabajo social de caso basado en la rehabilitación o o
terapéutico, para así contribuir al cambio, ajuste o control. (Payne, 1996).

52
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

2.4.3 Paradigma Funcionalista.


Ambito Teórico-Político: Las teorías sociales que orientan este paradigma son
entre otras, la teoría Funcionalista desde la perspectiva social, las Teorías del
Rol, las Teorías de Sistemas Generales, las Teorías de Sistemas Ecológicos y la
Teoría Conductista de los Sistemas Familiares (Payne, 1996). Por ello, dentro
de este paradigma se concibe a la sociedad como una Unidad Funcional, es decir
como un sistema social armónico y con la adecuada congruencia interna en el
funcionamiento de las partes sociales, para con ello lograr un equilibrio en las
relaciones sociales. Es decir, un todo (sistema) donde cada parte (subsistemas,
instituciones, grupos e individuos) tienen una función y un rol específico y
determinante para el cabal funcionamiento del primero. La división social del
sistema funcional se conceptualiza como estratificación social, en la cual los
hombres se diferencian dentro del sistema por sus esfuerzos personales y por
su status socio-cultural. Este paradigma hace referencia al cambio social
entendido como una transformación endógena denominada movilidad social, que
tienen que ver con la posibilidad de que personas aisladas de estratos inferiores
puedan insertarse en estratos superiores a partir de sus esfuerzos y éxitos
personales. Con respecto al cambio exógeno plantea el gradual
perfeccionamiento del sistema haciendo funcional lo disfuncional, negando con
ello la transformación social estructural. Para el funcionalismo, en sentido estricto
no existen los problemas sociales, ya que toda disfuncionalidad es individual:
las disfuncionalidades son individuales o en todo caso, grupales o familiares; los
hombres y las instituciones son disfuncionales, no el sistema. Sin embargo se
habla de problemática social al referirse a problemas familiares, grupales e
individuales, cuyas alternativas de solución tienen que ver con el ajuste y su
adaptación al sistema. (Payne, 1996).
Ambito Metodológico: Con respecto a la cuestión metodológica el
funcionalismo postula que todo estudio social debe ser cientificista y objetivista,
ello le otorga una visión ahistórica, atomística y fragmentada de la sociedad. Da
énfasis a la utilización de métodos y técnicas y en el trabajo de rehabilitación
individualizado y grupal, todo ello con una postura neutralizante con objetivos de
ajuste, adaptación social y principalmente la integración social. Por ello, para
este paradigma el Trabajador Social es un profesional técnico, instrumental,
aplicativo, neutralizante cuyos objetivos van encaminados a la adaptación e
integración individual y grupal. Es decir, es el profesional encargado de hacer
funcional lo disfuncional, tomando como referencia que el sistema no es causante
de las disfuncionalidades, sino los individuos. . (Payne, 1996).

53
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

2.4.4 Paradigma Crítico

Ambito Teórico-Político: Este paradigma se nutre esencialmente de la teoría


Marxista y de sus sucesivas vertientes o ramas. Para este paradigma la sociedad
es considerada un espacio social contradictorio, dialéctico e históricamente
determinado, dividido en clases sociales o en sectores dominantes y subalternos.
En ese sentido, dentro de la sociedad clasista el motor de la historia es la lucha
de clases, como forma para solventar sus intereses y lograr sus objetivos: Clases
Dominantes (preservar el sistema de explotación) y Clases Subalternas
(transformar las estructuras socio-económicas del sistema). Desde la perspectiva
Crítica la desigualdad social y los problemas sociales son generados por las
contradicciones inherentes al sistema de explotación capitalista, es decir,
involucra y prioriza la dimensión económica como elemento determinante en la
problemática social, por encima de los aspectos individuales, aunque
reconociendo la incidencia de estos últimos en determinadas situaciones. Por
eso, el sistema socioeconómico es el causante de los problemas sociales y la
solución a la desigualdad tiene que ver con la transformación social, entendida
esta como una ruptura estructural para dar paso a la construcción de una
sociedad sin clases. (Payne, 1996).
Aspecto Metodológico: En el plano metodológico el paradigma crítico conlleva
una postura cientificista, dialéctica, objetiva y racional, además de una visión
histórica, causal, holística e integral de los problemas sociales a estudiar.
Propone el desarrollo de una postura investigativa comprometida y militante a
través de la praxis: acción-reflexión, dando énfasis a los procesos colectivos de
movilización y organización social. Privilegia el trabajo comunitario y de
educación popular utilizando como estrategia metodológica la participación
activa y la concientización. De acuerdo a esta corriente, el Trabajador Social es
el profesional comprometido con las clases subalternas, concientizador, agente
de cambio y promotor de la transformación social. (Payne, 1996). A
continuación se presentan dos cuadros comparativos donde se sintetizan y
esquematizan dichos paradigmas:

54
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Cuadro-Esquema de Análisis Comparativo 1


Criterios Paradigma Paradigma Paradigma Paradigma
individualista Positivista Funcionalista Crítico

SOCIEDAD Conjunto de Todo orgánico, Sistema Espacio social


individuos normado y funcional y contradictorio y
ordenado armónico dialéctico
ESTRUC- La sociedad está Coexisten Sociedad
TURA DE La sociedad es la compuesta por armónicamente conformada por
LA suma de hechos sociales diferentes clases sociales
SOCIEDAD individuos (Hombres, sectores estratos sociales contradictorias:
sociales e y diversas Dominantes y
instituciones instituciones Subalternas.
relacionados) sociales Elites y sectores
populares
CAMBIO El cambio social Transición al Estado Movilidad social. Transformación
SOCIAL no existe, sólo el de cosas racional, Posibilidades de social a través de
individual, que se normado, armónico transitar por la lucha entre
traduce en el y ordenado. diferentes clases
Alivio de estratos sociales antagónicas
tensiones o por interés
síntomas. individual
CAUSAS Causación Causación Causación Causación
DE LOS Individual: Individual: individual y estructural:
PROBLE- Individuos con Individuos con grupal: Contradicciones
MAS patologías patologías sociales Individuos y del sistema de
grupos explotación.
SOCIALES
Disfuncionales
SOLUCION Rehabilitar las Corregir las Ajustar y Tomar conciencia
A LOS anormalidades o anormalidades o adaptar lo de clase y buscar
PROBLE- patologías a nivel patologías sociales disfuncional, y la transformación
MAS individual volverlo de estructuras.
funcional al
SOCIALES
sistema
ROL DEL Comprensión de Normalizador de Adaptador e Concientizador y
TRABAJO la individualidad individuos e integrador de agente de cambio
SOCIAL para proponer instituciones individuos y estructural y de
tratamiento a anormales o grupos transformación
nivel individual patológicas, para disfuncionales al social.
enmarcarlos al sistema
orden y progreso funcional.
FUNCIO- Control/ Adaptación/Interven Integración/Inter Intervención/Em-
NES DEL Intervención ción Social vención Social poderamiento
TS Social Social

55
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Cuadro-Esquema de Análisis Comparativo 2.

Supuestos Supuestos Supuestos Supuestos


metodológicos del metodológicos metodológicos del metodológicos
paradigma del paradigma paradigma del paradigma
clínico-individualista positivista funcionalista crítico

Postura Cientificista y Postura Postura cientificista y Postura


racional. Cientificista y racional Cientificista y
racional. racional

Visión orgánica y Visión orgánica, Visión ahistórica, Visión histórica,


biologicista de la vida mecánica y atomistica y dialéctica,
individual . Busca las determinista de la fragmentada de la globalizante,
leyes que regulan la vida social. *Busca sociedad holística y
conducta de los las leyes que totalizadora
individuos. regulan la vida
social.
Postura Subjetivista, Objetivista, neutral Postura objetivista, Postura objetivista
pero Neutral y aséptica y aséptica Neutral y aséptica pero
comprometida y
militante, a través
de la praxis:
acción-reflexión.

Enfasis en el trabajo Enfasis en el Enfasis en los Enfasis en los


individual y clínico : trabajo individual y métodos y técnicas procesos
Diagnostico de grupal: Diagnostico para el desarrollo del colectivos de
patologías individuales de patologías trabajo de movilización y
y sociales- individuales y rehabilitación organización
Tratamiento- sociales- individual y grupal social
Rehabilitación. Tratamiento

Enfasis en el aspecto Enfasis en el Postura Enfasis en la


terapéutico para aspecto terapéutico Neutralizante e concientización, y
corregir entender para corregir instrumentalista con en el trabajo
problemas individuales anormalidades énfasis en el ajuste, comunitario y de
y para buscar alivio sociales la adaptación social educación popular
inmediato a las y principalmente la
tensiones a nivel integración social.
individual: Cambio de
personalidad

56
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Tomando como base el anterior análisis entre los paradigmas más generalizados
en el imaginario profesional del Trabajo Social, primeramente podemos señalar
que ese amplio marco de referencia que aportan los paradigmas analizados es
el que ha guiado permanentemente la acción profesional de los trabajadores
sociales, aun cuando en su conformación contemporánea existan otras
influencias teóricas y metodológicas que pueden ser consideradas paradigmas.

En el transcurso de la compleja historia de la profesión, desde fines del siglo XIX


y a fines del XX el Trabajo Social se ha legitimado profesional y
científicamente como un conjunto de prácticas generalmente consideradas
intuitivas, delimitadas por un “collage paradigmático”, por una amalgama de
parcialidades teóricas y conceptuales y de fragmentos de diversas corrientes de
pensamiento. Dicho “collage paradigmático” le aportó al Trabajo Social una
tradición ecléctica y orientada hacia la acción operativa, aplicativa o técnica. Esta
tradición ha transitado hacia posturas cientificistas que en la práctica social, han
sido rebasadas por el pragmatismo. Por ello, aunque Trabajo Social se define
epistemológicamente como disciplina científica, en sus inicios, se consideró una
práctica auxiliar y por ello se ha posicionado ante otras profesiones como un
quehacer aplicativo y técnico que utiliza eclécticamente bagaje teórico. En sus
inicios, es justo reconocer, el Trabajo Social fue orientado para su actuar
profesional, sin una suficiente reflexión teórico-conceptual, hecho que en la
realidad actual de la profesión se va subsanando de manera interesante.

En ese sentido, se ve como constante un esquemático manejo de arsenal teórico,


privando una visión panorámica de la teoría social que retoma postulados de los
diversos paradigmas. Pero este hecho, en sí no significa una debilidad, ya que
para algunos autores la manera dominante de intervención en Trabajo Social es
precisamente el eclectiscimo. (Payne, 1996) Aunque podemos afirmar que lo
anteriormente expuesto está siendo rebasado, al encontrar actualmente la
constitución de escuelas de pensamiento en Trabajo Social basadas en los
mencionados paradigmas, y que más allá de las diferencias, empiezan a generar
procesos de análisis, especialización profesional, debate y discusión en la línea
teoría-práctica, que permiten al Trabajo Social avanzar en la discusión y el aporte
disciplinar en su seno y frente a otras disciplinas sociales.

Finalmente, el análisis de paradigmas nos da elementos para ubicar la esencia


del Trabajo Social a partir de una concepción histórica, dicotómica y
ambivalente. Es decir, independientemente de que es una creación del
57
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

pensamiento moderno, concretizada en una práctica social vinculada al sistema


capitalista, en el decurso histórico se han construido y han coexistido dos
grandes orientaciones inspiradoras de su quehacer: una postura integradora,
adaptativa, dominadora y una postura pluralista, liberadora, emancipadora,
mismas que se han nutrido generalmente de los cuatro paradigmas analizados.

2.5 La construcción histórica del Trabajo Social.

Hemos resaltado que el Trabajo Social es considerado una construcción social,


disciplinar y profesional de la Modernidad, pero en ese marco tan amplio y
complejo se han ido construyendo diferentes trayectorias históricas, que para
nuestro punto de vista se ubican en la siguiente línea de tiempo:
1) La Aparición del Trabajo Social.
2) El Perfil Histórico de un Trabajo Social Tradicional.
3) El Perfil Histórico de un Trabajo Social Desarrollista.
4) El Perfil Histórico de un Trabajo Social Reconceptualizado.
5) El Perfil Histórico de un Trabajo Social Contemporáneo.

El término Trabajo Social contiene múltiples y variadas connotaciones,


empleadas de acuerdo al contexto donde se desarrolla, incluso, en diferentes
ocasiones y realidades se utiliza como sinónimo de Asistencia o Servicio Social,
pero independientemente de la denominación, la diferencia entre estas formas
de acción social, está dada por su perspectiva teórico-política, por los objetivos
que buscan, por el nivel de intervención y por la solidez de su orientación teórico-
práctica. Sin embargo, dentro de la misma acción profesional del Trabajo Social,
interactúan diferentes niveles y orientaciones que son contradictorias, y por eso,
es necesario ubicarlas, delimitarías y contextualizarlas como procesos históricos
incesantes y no como mecánicas evoluciones o mágicas apariciones en la vida
social, y para fines del presente estudio las analizaremos en el marco de los que
denominaremos los Perfiles Históricos del Trabajo Social.

2.5.1 La aparición de Trabajo Social.

Desde mediados del siglo XVII, aparece en Inglaterra un acontecimiento histórico


que posteriormente influye en todo el mundo: La Revolución Industrial. Un
proceso que marca una ruptura profunda en la sociedad de ese tiempo, a partir
de que se incorpora la tecnología mecánica a las iniciativas productivas y al
desarrollo de la organización del trabajo fabril, ese hecho va a traer como
58
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

consecuencia el desencadenamiento de fuerzas productivas que contribuyeron


a fuertes transformaciones de la forma de vida social e incidieron principalmente
a configurar graves condiciones de vida de las mayorías de esos tiempos.

La Revolución Industrial fue extendiéndose y multiplicándose aceleradamente de


Inglaterra hacia el resto de Europa, y posteriormente hacia América del Norte,
vía la migración, integrando así un mercado mundial, planetario, global. Esta
expansión internacional fue desplazando las formas de trabajo feudales y por eso
tanto la Revolución Industrial, junto con la Revolución Francesa y la Declaración
Universal de los Derechos Humanos serán procesos que sintetizan la
transformación que vive la sociedad planetaria en los siglos XVIII y XIX, y van a
ser acontecimientos cuyo basamento justamente será el Pensamiento Moderno,
ya que las formas de organización feudal son sustituidas gradualmente por otras
nuevas formas de organización económica-social vinculadas a la modernidad.

Al mismo tiempo, la Modernidad también impacta en las relaciones sociales, ya


que comienzan a definirse otras clases que anticipan a la nueva sociedad: la
burguesa y el proletariado, y con ello se gesta un modelo de sociedad que tiene
que relación con el Capitalismo, aunque la idea moderna del mundo va más allá
y es más abarcadora que el mismo capitalismo.(García Venegas,2011). Este
tránsito de una sociedad feudal y mercantilista a la moderna sociedad y sus
graves consecuencias sociales, vuelven impostergable la creación y diseño de
formas alternativas de apoyo y atención social basadas en procedimientos
organizativos y en elementos técnicos para brindar un marco propicio para la
incidencia en aquella problemática social. Si bien es justo reconocer que dichas
formas de ayuda social tecnificadas tienen la finalidad de atacar y atenuar
determinados efectos, sin reconocer las causas de la pobreza, la injusticia, la
enfermedad, aunque ya en estos momentos existían otros enfoques que también
tomaban en cuenta las causas y no solo los efectos.

Es así como surge el Trabajo Social, primeramente como creación de la


modernidad, y posteriormente como una vertiente de acción social diseñada y
desarrollada a la par de los requerimientos e intereses del sistema capitalista,
buscando principalmente atenuar o frenar el vertiginoso aumento de las
necesidades sociales a través de apoyar directamente a los individuos, y esto
conllevará a ubicar un primer intento de superar la actividad empírica, inconstante
e irreflexiva, por diversas acciones sustentadas, planeadas, coordinadas y con la
utilización de métodos de acción social.
59
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Es así que a fines del siglo XIX el Trabajo Social surge como carrera y se
posiciona como una práctica social sustentada en la perspectiva de la
Modernidad, y posteriormente se vincula ya como profesión, con los
requerimientos propios del sistema capitalista. Por eso, como profesión va a ser
reconocida a partir de las tareas sociales basadas en diferentes técnicas
operativas de intervención, impulsadas institucionalmente en los espacios de
práctica social que se crean a partir de 1869 con la creación de la Sociedad de
Organización de la Caridad en Inglaterra, y en 1893 con la realización de los
cursos para formar a las “Visitadoras Sociales o Amigables”; en 1898 con el
establecimiento de la Escuela de Verano de Filantropía Aplicada de la
Universidad de Columbia en Estados Unidos; en 1899 con la creación de la que
es considerada la primer Escuela de Trabajo Social a nivel mundial en
Ámsterdam, Holanda, denominada Instituto de Formación para el Servicio
Social; en 1899 con la creación la Escuela de Filantropía Aplicada de Nueva
York; en 1904 con el surgimiento de la Escuela de Filantropía Social de la
Universidad de Filadelfia, y en 1908 con la creación de las Escuelas de Trabajo
Social en Inglaterra y en Alemania, hechos históricos fundamentarán la aparición
del Trabajo Social como profesión y como carrera con reconocimiento social.

Ya en los inicios del siglo XX, la creación de instancias educativas formadoras


de ese profesional tanto en Europa como en Estados Unidos y el reconocimiento
profesional ante instancias gubernamentales, así como el posicionamiento
profesional ante la misma sociedad, van a tener un fuerte impacto en América
Latina donde se crean varias escuelas de Trabajo Social como base para un
posterior reconocimiento profesional. Podemos ilustrar lo anterior con varios
ejemplos: en 1925 se crea en Chile la primer escuela de Trabajo Social de
América Latina la “Escuela Alejandro del Río”; en 1930 en Argentina con la
creación de la Escuela de Trabajo Social del Museo Social Argentino; en 1933
en México con la creación de la Escuela de Economía Doméstica y Trabajo
Social de la Secretaría de Educación Pública; en 1936 con el surgimiento de las
primeras escuelas de Trabajo Social tanto en Brasil como en Colombia; y en 1937
con la aparición de la primer escuela de Trabajo Social en el Perú. Y estos
acontecimientos posteriormente van a fundamentar al Trabajo Social como
proceso formativo y como profesión en toda la región latinoamericana.

Por eso podemos afirmar que este momento histórico logra posicionar al Trabajo
Social como una práctica que da el paso a ser reconocida como acción
profesional y como un proceso formativo, fundamentado en una perspectiva de
60
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

ayudar a los individuos, rebasando la acción intuitiva, dejando al margen la visión


de brindar ayuda en ocasiones emergentes e impulsa la aplicación de técnicas
reguladas por formas coordinadas de intervención, buscando la satisfacción de
las necesidades sociales básicas y tratando de atenuar los efectos de los
problemas sociales más acuciantes de los grupos marginados o excluidos del
proceso de industrialización propio de este momento histórico.

2.5.2 El perfil de un Trabajo Social Tradicional.

Este momento histórico, que en términos relativos lo ubicamos en el transcurso


de la primer mitad del siglo XX, lo denominamos del Trabajo Social Tradicional,
no porque queramos cuestionar o estigmatizar a este periodo inicial de nuestra
profesión, sino porque al contrario, buscamos encontrar elementos sustantivos
en lo tradicional que sirvan como parámetros de análisis en la construcción
histórica de nuestro quehacer. Ante eso, podemos afirmar que en el
reconocimiento del Trabajo Social como profesión y como proceso formativo,
desde las instituciones del Estado hasta la sociedad misma, tendrán una
influencia profunda los paradigmas del Positivismo y el Funcionalismo, que
reconocen el origen de la desigualdad social y de los problemas sociales, a partir
de la causación individual, lo que le va a otorgarle a nuestra profesión de una
esencia práctica, operativa o técnica. Ya desde principios del siglo XX, Mary
Richmond, que se considera el pilar fundamental del Trabajo Social Tradicional,
lo identifica como un conjunto de métodos que desarrollan la personalidad,
reajustando consciente e individualmente al hombre a su medio social, buscando
el cambio de actitudes y el desarrollo de la personalidad a través de relaciones
sociales reafirmadas y mejor adaptadas. (Richmond, 1995),

Sin embargo, esta perspectiva del Trabajo Social Tradicional que coloquialmente
se ve solo como una postura individual, de control y adaptación al medio, estará
dotada de una incipiente pero interesante posición crítica frente a la propia idea
individualista, ya que al interrogarse acerca de la existencia del Trabajo Social,
lo lleva centrarse en la lucha por el mejoramiento de las condiciones de existencia
del ser humano, y principalmente en la necesidad de abordar al individuo, sí, pero
por medio de sus relaciones sociales.(Richmond, 1995).

Lo anteriormente planteado marca un parteaguas sobre la concepción


mayoritaria que se tiene del Trabajo Social Tradicional al verse como una práctica
intuitiva y auxiliar desde una perspectiva individualista, ya que si bien podemos
61
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

estar de acuerdo en que teórica y metodológicamente el sustento de este Trabajo


Social será el Caso Social Individual, este enfoque siempre estará ubicado en el
marco de las relaciones familiares y en las relaciones sociales más amplias o a
mayor escala, mismas que se consideran como medios para la adaptación social,
pero vista desde la perspectiva del cambio social, no solamente desde el
parámetro del control social. (Richmond, 1995). Pero además esta perspectiva
del Trabajo Social Tradicional, al contrario de lo que se piensa, va a estar dotada
de una interesante posición crítica frente al quehacer del Trabajo Social, no como
una práctica de buena voluntad o de sentido común, caritativa o filantrópica, sino
como una profesión y un proceso formativo basados en el método científico y en
un permanente proceso de profesionalización. (Richmond, 1995).

Esta primigenia, pero interesante ruta que será construida desde los aportes de
Mary Richmond, vincula y acerca al Trabajo Social Tradicional con la ciencia, con
la teoría y con los métodos, y propone un trayecto a recorrer que se sintetiza en
dos etapas fundamentales para el Trabajo Social, muy relacionadas a la postura
médica, pero enfatizando lo Social: el DIAGNOSTICO SOCIAL, que será ese
momento basado en la investigación, que implica ver al individuo o caso en el
marco de sus relaciones sociales y sus problemáticas, que incorpora sus
necesidades y potencialidades, que aborda los factores causales que tienen que
ver con sus problemáticas, los elementos y propuestas disponibles y los riesgos
que deben ser reconocidos: y el segundo momento del método del Trabajo Social
tradicional que será EL TRATAMIENTO, que implica ejercicios de planeación,
intervención y evaluación para la comprensión de la individualidad, de las
características personales y de sus relaciones familiares y sociales, que involucra
recursos e influencias del medio social, así como la acción directa de cara a cara
orientada a la toma de conciencia, buscando reajustar al ser humano a su
medio social, entendiendo el reajuste como ese cambio de actitudes y el
desarrollo de la personalidad a través de relaciones sociales reafirmadas y mejor
adaptadas. (Richmond, 1995).

Otro elemento fundamental en la perspectiva teórico-metodológica de Richmond,


que va a identificar sustantivamente al Trabajo Social Tradicional, es que a pesar
de partir de una visión de caso o de atención individualizada, trabaja con una
perspectiva del todo social, una perspectiva para pensar y hacer que es
colectiva, lo que implica una articulación de relaciones en cuya trama se sitúan
los problemas sociales, es así como se da el paso de un Trabajo Social de Caso

62
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

al Trabajo Social de Grupo, en el que se retoman las relaciones sociales de


grupos, en especial las relaciones familiares para el trabajo con el caso,

Pero además, dentro de esa idea del todo social, también se empieza a referir al
Trabajo Social Comunitario, que se desarrollará posteriormente, pero que ya se
puede vincular a la investigación, planeación e intervención social, en donde el
Trabajador Social es el artífice de las relaciones sociales, que debe descubrir
significaciones y nuevas posibilidades que estas situaciones familiares producen
en sus miembros y la influencia de la relaciones sociales que van más allá de la
familia, que llegan a la comunidad.

Por eso podemos afirmar que el Trabajo Social Tradicional se basa en la


perspectiva científica, al utiliza diferentes teorías, métodos y técnicas sociales
para realizar sus funciones con diferentes visiones y niveles de la realidad social,
construyéndose y articulándose con lo que se conoce como los métodos
tradicionales del Trabajo Social: Caso, Grupo y Comunidad, que implican una
ruta metodológica basada en referentes teóricos y conceptuales, que hacen una
marcada diferencia con la formas de ayuda social tradicional, de sentido común
o de amor a Dios o al Ser Humano. Por eso afirmamos que no es lo mismo hablar
del Trabajo Social Tradicional que de las formas de ayuda social tradicionales,
existen entre ellos un abismo teórico y metodológico insalvable.

Finalmente, dentro del análisis de este perfil histórico, podemos concluir con
cuatro puntos de relevancia analítica:

1) El marco de la metodología tradicional del Trabajo Social podemos


pensarlo en dos sentidos; por una parte, como propuesta de intervención
en aspectos individuales, grupales y comunitarios de manera aislada, sin
contextualizar las relaciones sociales existentes y brindando una visión y
desarrollando una práctica parcializada y fragmentada en los procesos
sociales; y como lo planteamos anteriormente, al revisar con profundidad
la obra de Mary Richmond, podemos ubicarla también en el contexto de
las relaciones sociales, de la visión colectiva, en una visión del cambio
social, en la integración individuo-familia-comunidad qué en este momento
fueron cimientos y avances significativos en el Trabajo Social.
2) La metodología tradicional del Trabajo Social significa una incipiente
propuesta de acción social con cientificidad, donde se retoman elementos
teóricos, conceptuales y metodológicos de otras disciplinas, pero esta
propuesta, más allá de críticas y cuestionamientos, ha sido y sigue siendo
63
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

aporte desde y para el Trabajo Social, que incluso se han convertido en


aportes relevantes para otras profesiones y disciplinas.
3) Los espacios institucionales desde donde se desarrolla el Trabajo Social
tradicional serán los del Estado principalmente, dando mucho énfasis a los
espacios de formación académica para así lograr la profesionalización..
4) En el Trabajo Social Tradicional encontramos la coexistencia de dos
grandes orientaciones inspiradoras del quehacer profesional: una
postura integradora, adaptativa, dominadora, orientada al control social y
otra pluralista, liberadora, emancipadora, orientada al cambio social.

2.5.3 El perfil de un Trabajo Social Desarrollista

Como lo hemos subrayado continuamente, la aparición del Trabajo Social está


relacionada con los procesos que se viven en las diversas sociedades del orbe,
por eso, cuando hablamos del perfil desarrollista de nuestra profesión estamos
hablando de un momento y proceso histórico comprendido entre la década de
los 50´s, 60´s y 70´s, del siglo XX, donde es claro el reconocimiento profesional
tanto implícito y explícito del Trabajo Social frente al Estado, sus instituciones y
frente a la sociedad en general, logrando ser validado, legalizado, legitimado,
reconocido e institucionalizado y se logra visualizar como un campo profesional
en el marco de una formación especializada y demandada socialmente.

Pero tanto en el momento del nacimiento del Trabajo Social, así como en su
etapa tradicional, este quehacer profesional aparece inicialmente en Europa y
Norteamérica para posteriormente impactar e influir fuertemente en
Latinoamérica, pero un aspecto histórico-social que se observa en las etapas
mencionadas, es que a pesar de las diferencias históricas, sociales y culturales,
el Trabajo Social en cada uno de esas realidades va a compartir esencialmente
sus marcos de acción profesional, y si bien no serán idénticos entre ellos, sus
fundamentos, perspectivas, orientaciones, procesos y procedimientos serán
poco diferenciados, ya sea desde la perspectiva del control o del cambio social,

64
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Pero, justamente en el proceso histórico del desarrollismo que se vincula con el


proceso de la posguerra, a contracorriente van a iniciarse y se marcan
notoriamente rutas diferenciadas donde podemos identificar nítidamente la
conformación de distintas tradiciones de Trabajo Social, de acuerdo a los
continentes, regiones y al contexto histórico social donde se desarrolla la
profesión, y por eso surgen en esas diferentes perspectivas del Trabajo Social,
a saber: la Europea, la Norteamericana y la Latinoamericana.

El Trabajo Social Europeo se va a desarrollar en el marco de la reconstrucción


de los países después de la segunda guerra mundial, donde coexiste con el
Estado de Bienestar, que a pesar de las diferencias entre países podemos
afirmar que existen fuertes instituciones sociales públicas, lo que hace que exista
una baja mercantilización en los servicios sociales y por consiguiente existirá un
Trabajo Social que va a tener un reconocimiento profesional muy fuerte en los
ámbitos institucionales y de servicios sociales principalmente públicos.

El Trabajo Social Norteamericano estará basado en un sistema social ecléctico


que integra cuatro ejes o formas de su sistema de política social; por una parte
con un eje marginal pero existente, de instituciones públicas orientadoras del
Bienestar Social; otro eje privatizador de los servicios sociales principalmente
orientado para las clases medias altas y altas; un eje de asistencia social
vinculado a programas de atención púbica dirigido para los sectores más pobres
y necesitados de la población; y con un eje de instituciones sociales comunitarias
y de base, muchas de ellas de carácter laico pero también religioso, que trabajan
desde la comunidad en forma de organizaciones de la sociedad civil y entes
micro sociales, lo que hace un sistema de política social interesante por su
pluralidad y heterogeneidad, en el que la acción profesional de Trabajo Social
será también diversa de acuerdo a su vinculación en los ejes mencionados.

65
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Y también podemos ubicar un Trabajo social latinoamericano que en estos


momentos jugará un papel fundamental en lo que sucede en el contexto general,
ya que en la década de los 60´s, y producto de transformaciones sociales como
la revolución Cubana y como el posicionamiento de movimientos de
transformación social basados en las corrientes críticas, en contraposición se
comienzan a diseñar una serie de políticas para controlar socialmente esos
movimientos sociales con medidas que, con un discurso funcionalista vinculado
al control y la integración social, buscarán corregir las desviaciones y
disfuncionalidades del sistema, y con ello lograr la armonía, estabilidad o la
gobernabilidad, base de lo que conoceremos como el Desarrollismo.
Esta estrategia política y social del Desarrollismo fue diseñada desde los centros
del poder económico internacional vinculados principalmente a los Estados
Unidos de América y Europa, a través de los Organismos Internacionales como
la Organización de las Naciones Unidas o la Organización de los Estados
Americanos, y de organismos financieros internacionales como el Banco Mundial
o el Banco Interamericano de Desarrollo. La estrategia desarrollista fue asumida
por la mayoría de los Gobiernos de los países latinoamericanos y se sustentaba
en un planteamiento: Para ser desarrolladas, las sociedades tenían que pasar
previamente por el subdesarrollo, y siguiendo las características y requisitos de
los países desarrollados, podrían transitar del tercer mundo al primer mundo,

El Desarrollismo implicó una política neocolonialista que se basó en la “Alianza


para el Progreso” impulsada principalmente desde Estados Unidos para América
Latina y en este marco el Trabajo Social latinoamericano empieza a diferenciarse
estratégica, histórica, social y contextualmente de los otros horizontes
Norteamericanos y Europeos, y se bifurcará en dos grandes posiciones; un
Trabajo Social Desarrollista y un Trabajo Social Crítico, esta última postura,
posteriormente tendrá un posicionamiento estratégico para la profesión.

66
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Pero el Trabajo Social Desarrollista que será central en estos momentos


históricos en América Latina, tendrá a su vez dos grandes vertientes; una
vinculada a los procesos de Planeación Social, al involucrarse en el diseño y
principalmente en la operación de programas y proyectos sociales
institucionales, siempre resaltando lo procedimental, lo técnico e instrumental; y
también existirá otra postura asociada al Trabajo Social en el Desarrollo de la
Comunidad, donde el agente de cambio que será el profesional del Trabajo
Social, desempeñará un rol central en el trabajo comunitario que implicará la
formación e inserción de equipos profesionales externos a las comunidades para
llevar el “desarrollo” a las mismas; los equipos son los que definen programas y
proyectos sociales que la comunidad debe asumir, muchas veces sin ser parte
de sus propias necesidades, problemas, intereses y demandas sociales.
Algo de relevancia para este análisis, es que ambos tipos de intervención del
Trabajo Social desarrollista se caracterizarán por estar orientadas al consenso,
al control social, a la integración y la estabilidad social, en comunión con las
teorías sociales funcionalistas. Podemos ver como ya en 1957, el Departamento
de Asuntos Económicos y Sociales de la Organización de las Naciones Unidas
define al Trabajo Social desde una perspectiva desarrollista: “es una actividad
organizada cuyo objeto es contribuir a una adaptación mutua entre los individuos
y su medio social. Este objetivo se logra mediante métodos y técnicas
destinados a que los individuos, grupos y comunidades, puedan satisfacer sus
necesidades y resolver sus problemas de adaptación a un tipo de sociedad que
se halla en proceso de evolución, así como por medio de una acción cooperativa
para mejorar las condiciones económicas y sociales. (Saavedra, 1957; 20)

Por eso, es claro que el Trabajo Social Desarrollista se sustentó en la


tecnificación de su quehacer antes que en la cientificidad de la acción social, por
ello priorizará una perspectiva aséptica, neutralizante y se fundamentará en un
carácter técnico para la operación de programas y proyectos sociales desde una
visión desde lo externo a las comunidades, poniendo poca atención en las
propias capacidades y fuerzas comunitarias para ser ellas mismas agentes de
cambio y fortaleciendo su perspectiva como actores y sociales.

El Trabajo Social desarrollista epistemológicamente será una Tecnología Social,


privilegiando lo técnico, para aplicar o utilizar saberes teóricos-metodológicos de
otras disciplinas sociales, sin tener la capacidad de generar conocimiento y
saberes desde el propio Trabajo Social. La Tecnología Social no tendrá una
posición crítica y cuestionadora de la realidad social y una orientación hacia la
67
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

transformación social, cuestiones que desde nuestro punto de vista, significarán


un retroceso, incluso con respecto a la visión tradicional de Trabajo Social, donde
se podría construir conocimiento desde nuestro campo profesional y se vinculaba
a la crítica de las relaciones sociales y se proponía por lo manos el cambio social.

Asimismo, el Trabajo Social desarrollista en América Latina, estará vinculado


mayoritariamente al Estado y sus instituciones, así como con organismos
internacionales de desarrollo, privilegiando como dijimos anteriormente, una
postura instrumental, adaptativa, dominadora, orientada al control social, frente
a una postura, que será menos fuerte y que tendrá una visión pluralista,
liberadora, emancipadora, orientada a la transformación social. Esta perspectiva
técnica operativa del Trabajo Social, de la mano de los procesos sociales que se
viven en América Latina, impulsará el surgimiento de una nueva orientación
histórica del Trabajo Social, que teniendo como fundamento la crítica y el
cuestionamiento al Trabajo Social Desarrollista, generará el llamado Trabajo
Social Reconceptualizado.

2.5.4 El perfil del Trabajo Social Reconceptualizado.

Las críticas a un Trabajo Social desarrollista se pueden observar cuando en el


último tercio del siglo XX y ante la creciente complejidad de las situaciones
sociales, surge la necesidad, de acuerdo con la crítica radical a los intereses del
Estado, de crear una alternativa y novedosa forma de Trabajo Social que contara
con una perspectiva teórico-política alternativa, una fundamentación científica,
una mayor consistencia metodológica, una mayor cobertura de intervención y
una orientación crítica que permitiera penetrar en las causas provocantes de los
enormes problemas sociales, no solo en los efectos.

Esta idea de Trabajo Social conocida como Movimiento de Reconceptualización,


aparece primordialmente en los países de América del sur en la década de los
sesentas y muestra como características principales, reconocer el origen de la
desigualdad social a partir de las relaciones de explotación del sistema
capitalista, además de cuestionar fuertemente las propuestas de integración,
control y hegemonía de los individuos “disfuncionales” al orden social imperante,
concebidas por el Trabajo Social tradicional-desarrollista. Propuso reformular
radicalmente las orientaciones del Trabajo Social tradicional-desarrollista,
configurándose como “un modo de acción social que supera los enfoques y la
concepción asistencialista, y pretende ser una respuesta alternativa a la
68
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

problemática social. De ahí que se atribuya una función de concientización,


organización y movilización de los sectores populares o marginados, que es
compartida por otros ámbitos profesionales y otras esferas de actuación. Lo
especifico de este quehacer, son los proyectos o intervenciones propias, ya sea
en la prestación de servicios o en la acción social, que pretenden generar la
autogestión de individuos, grupos o comunidades, para que insertos críticamente
y, dentro de lo posible, actuando o participando en organizaciones que
contribuyan a la transformación social” (Ander Egg; 1995, 87)

Esta orientación del Trabajo Social, surge en latinoamerica e impacta a sus


propios países, pero va más allá de ellos, ya que generó una dinámica de
construcción teórico-metodológica basada en postulados y categorías del
paradigma crítico y buscó desentrañar las implicaciones políticas de la práctica
profesional, casi siempre orientadas al servicio y/o beneficio de los sectores
hegemónicos. En ese sentido, dio las pautas para que el profesional del Trabajo
Social tuviera una perspectiva política en sus marcos teóricos, buscando por un
proyecto global de sociedad más justa, democrática y equitativa.
Utilizó la perspectiva dialéctica para proponer los análisis siguientes:
 Análisis del sustento filosófico e histórico del Trabajo Social.
 Análisis del cuerpo teórico del trabajo social.
 Análisis de sus metodologías y finalidades.
 Análisis de las prácticas profesionales enmarcadas en un sistema social
excluyente y marginador.
 Análisis de los objetivos inmediatos y estratégicos del Trabajo Social
(Corto, mediano y largo plazo).
 Análisis de los alcances, productos y resultados sociales de la práctica.

En ese sentido, la reconceptualización tiene que ver con una respuesta


alternativa a las prácticas tradicionales y desarrollistas, y es “una búsqueda, una
lucha por alcanzar nuevas bases de legitimidad de la acción profesional del
asistente social, el cual, reconociendo las contradicciones sociales presentes en
las condiciones del ejercicio profesional, busca ponerse objetivamente al servicio
de los intereses de los usuarios, esto es, de los sectores dominados de la
sociedad. No se reduce a un movimiento interno de la profesión, forma parte de
un movimiento social más general, determinado por el enfrentamiento y la
correlación de fuerzas entre las clases fundamentales de la sociedad, lo que no
excluye la responsabilidad del colectivo profesional por el rumbo dado a sus
actividades y por la forma de conducirlas” (Iamamoto, 1996, 67)
69
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Todo movimiento implica procesos, conflictos y cambios, y en ese sentido,


cuando se realizan análisis sobre el movimiento de reconceptualización
generalmente se realizan desde una óptica mecánica, esquemática y
homogénea, y en este caso podemos mencionar que dicho proceso no se
conformó como algo unitario, unívoco, único o lineal ya que evidentemente
existieron orientaciones, matices y vertientes que incluso fueron divergentes en
algún sentido. Por eso, desde una óptica estrictamente teórico- política, se
pueden identificar cinco orientaciones que permearon el movimiento:
 Postura Radical que proponía un cambio estructural de los cimientos de la
sociedad de clases. En este sentido, el profesional de Trabajo Social debía
insertarse en la lucha de clases por todas las vías y ubicado profesionalmente
desde fuera del sistema generar el cambio revolucionario.
 Postura Militante, cuyo objetivo fue extender la militancia política de los
profesionales para preparar en el corto plazo las condiciones necesarias para
el cambio revolucionario. esta postura generalmente dio como resultado la
construcción de organizaciones de base en las que el trabajador social
generalmente acompañaba políticamente su desarrollo y movilización.
 Postura Autogestiva, cuya finalidad se centraba en generar procesos
educativos con los sectores populares, y con ellos y a partir de sus propios
procesos de organización y movilización social, generar en
aproximaciones sucesivas la autogestión, paso necesario para la
transformación social. Esta postura generalmente se relacionaba con el
trabajo de base con pequeñas organizaciones de colonos, o trabajadores, e
implicaba una postura de construcción social desde abajo y desde adentro.
 Postura Institucional, para esta postura el profesional daba preeminencia al
intento de la transformación social desde dentro del sistema. Su finalidad
consistió en que el trabajador social se insertará dentro de las instituciones
del Estado, para permear las estructuras institucionales burocráticas y desde
dentro generar cambios y reformas sociales que en el mediano plazo
aceleraran la transformación social desde dentro del sistema.
 Postura Académica, buscó reflexión ideológico-política y la elaboración
teórica sobre la transformación social y sobre los objetivos profesionales del
Trabajo Social desde los centros académicos, generalmente desvinculados
de los espacios laborales.

Es importante mencionar que todas estas posturas coexistieron y se tensionaron


en la mayoría de los países latinoamericanos, lógicamente tomando en cuenta
los contextos históricos específicos de cada uno de ellos, originó que estas
70
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

tuvieran mayor o menor fuerza. Sin embargo, es claro que algunas de estas
perspectivas fueron dominantes y otras marginales, pero todas en sí, forman
parte del acervo profesional y socio-político de la profesión. Asimismo, cuando
se habla de los aportes de la reconceptualización, se habla de que esta trajo
consigo logros como la incorporación de la dimensión Política en el quehacer
profesional, entendiéndola como el arte de proyectar el futuro tomando
decisiones en el presente, siempre enmarcadas por un compromiso social; la
reformulación del cuerpo teórico del Trabajo Social; la actualización de sus
metodologías, la crítica de sus prácticas y la generación de alternativas.

Pero, consideramos necesario destacar que la reconceptualización del Trabajo


Social, en esencia constituyó un intento por romper los esquemas de los
paradigmas de la Modernidad europea y norteamericana enraizados en el
Trabajo Social, mismos que hasta la fecha predominan en el colectivo profesional
y que a su vez, se nutre de posturas alienadoras y orientadas al control social.
Por eso podemos afirmar que la reconceptualización no fue sólo un intento
contestatario y radical contra del paradigma moderno, también inició y de alguna
forma configuró los contornos de una propuesta de acción amplia, que permitió
entender la modernidad desde el paradigma del Sistema Mundo, ubicando a
América Latina como una región diferente, articulada, heterogénea, participativa,
activa, dinámica, creativa y de aporte del sistema-mundo, y al Trabajo Social
como una profesión pensada para responder a la especificidad de esa diversa
región sin dejar de tener contacto y reconocimiento a elementos sociales y
culturales de la matriz occidental que se impuso y se globalizó desde arriba.

Por ello, aunque se afirma que la reconceptualización del Trabajo Social terminó
con la caída del socialismo real y con el supuesto “Fin de la Historia”, lo cierto es
que este profundo movimiento en realidad es un proceso permanente, continuo
e interminable de crítica y autocrítica disciplinar, teórica, metodológica y práctica,
cuyos objetivos se enmarcan en la construcción de nuevas identidades
profesionales horizontales, participativas, pluralistas, incluyentes, liberadoras,
transformadoras, basadas en utopías construidas desde abajo, es decir en
utopías locales, parciales, acumulativas y articuladas entre sí, y no en una utopía
pensada desde arriba, es decir, global, única, omnipresente, excluyente.

Finalmente, es importante mencionar que todo Trabajo Social contiene un


significado y sentido considerado a partir del marco filosófico, ideológico y político
donde se desarrolla, por ello el Trabajo Social históricamente puede ser ubicado
71
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

dentro de perspectivas tradicionales, desarrollistas o transformadoras, y en cada


una de ellas apunta a plasmar un proyecto político, pero lo que lo que generó
una ruptura en el seno de la profesión, es que el Movimiento de
Reconceptualización que se generó y ha sido uno de los aportes esenciales de
América latina hacia el mundo del Trabajo Social, implicó la transformación de
una postura asistencialista, tradicional y desarrollista para dar paso a una
profesión y disciplina que aspira, como fin último, a crear las condiciones
objetivas para lograr una nueva realidad, más justa, participativa, igualitaria,
digna y humana. Esta perspectiva significó también la apertura de nuevos
espacios profesionales más allá de los del Estado, y por eso aparecerán
iniciativas de acción profesional autónomas, independientes, autogestivas tanto
desde las organizaciones no gubernamentales, organizaciones civiles-sociales y
en espacios de formación académica, que se van a convertir también en
alternativas laborales-profesionales en Trabajo Social.

2.5.5 El Trabajo Social Contemporáneo.

Lo Contemporáneo tiene relación con aquella parte de la historia y de la vida


cotidiana de nuestras sociedades que nos tocó y nos toca vivir; conocer,
desarrollar, criticar, cuestionar o impulsar. Lo contemporáneo es aquello en que
lo que podemos intervenir, los procesos que podemos entender y las relaciones
sociales que podemos construir. Por ello cuando se habla del Trabajo Social
Contemporáneo debemos visualizar al Trabajo Social que forma parte de nuestra
historia y de nuestra vida cotidiana, formativa o profesional, es aquel Trabajo
Social que nos tocó vivir, conocer, desarrollar, criticar, cuestionar o impulsar,
pero también significa retomar los aportes que se han generado en nuestra
historia, en la aparición de la profesión, en el momento Tradicional, Desarrollista
y Reconceptualizado. El Trabajo Social Contemporáneo es aquel en el que
podemos intervenir, que podemos ver y que podemos construir. Por ello el
Trabajo Social Contemporáneo se ubica en diferentes dimensiones que
coexisten en la realidad de nuestro quehacer profesional, a saber:

1) El Trabajo Social visto como una profesión: implica hablar de un campo


de actuación profesional legitimado, legalizado e institucionalizado, con
conocimientos, saberes, metodologías, habilidades y destrezas para
realizar quehaceres o funciones en los espacios laborales a cambio de un
salario, en relación con otros profesionales. Actúa en el terreno de las
instituciones y organizaciones donde desarrolla su acción profesional.
72
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

2) El Trabajo Social visto como disciplina científica: tiene relación con


ejercicios intelectuales que contrastan teoría y práctica como medio para
construir/descubrir conocimientos y saberes socialmente benéficos en
articulación con otras disciplinas de las ciencias sociales y humanas. El
Trabajo Social con disciplina se mueve en el terreno de la ciencia y con la
finalidad de construir conocimientos de relevancia para el mismo Trabajo
Social, pero también para otras disciplinas,
3) El Trabajo Social visto como proceso formativo: tiene relación con los
espacios educativos y formativos de las y los trabajadores sociales, es
decir vista el proceso formativo abarca carreras técnicas, a nivel de
licenciaturas y posgrados, siempre orientados a la formación de
profesionales del Trabajo Social, que se desarrollarán en los ámbitos
profesionales y en la construcción de conocimientos y saberes.
4) El Trabajo Social visto como gremio: desde este punto de vista el
Trabajo Social es también espacio de organización estratégica a partir de
gremios, colegios, asociaciones y organizaciones que defienden,
posicionan y proyectan sus alcances profesionales y disciplinares, que
sirven para capacitar y actualizar a los propios profesionales, que sirven
de vínculo con otras profesiones, que buscan la defensa de los derechos
de los profesionales del Trabajo Social y que promueven la ampliación de
los espacios y nuevas áreas y campos de acción profesional.

2.5.5.1 Principios del Trabajo Social Contemporáneo.

Para el Trabajo Social Contemporáneo es necesario hablar de principios o de


aquellos lineamientos, preceptos, conceptos, declaraciones y normas que
orientan nuestra acción profesional y que son reconocidas socialmente. Resaltan
dos principios sustantivos en el Trabajo Social, entenderlo como proceso
educativo que implica lo formativo y organizativo entre los sujetos, sectores y
actores con los que se trabaja, simultáneamente al desarrollo de servicios o
acciones, potenciando aprendizajes y fomentando la construcción de
conocimiento social y popular, y verlo como compromiso social que deviene en
un ejercicio orientado a construir una sociedad igualitaria, democrática,
horizontal, plural, tolerante y comprometida socialmente.

Además de esas dos consideraciones básicas, es necesario considerar una serie


de principios necesarios para el Trabajo Social y que todo profesional debe
asumir en nuestra práctica, en nuestra relación con nosotros mismos, con otros
profesionales y con los sujetos con los que compartimos acción social:
73
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

 Justicia Social. El Trabajo Social debe entender que todo colectivo humano
tiene derechos sociales absolutos, inalienables, universales, que son una
conquista, no una dádiva.
 Igualdad. El Trabajo Social debe de concebir a todos los seres humanos
iguales ente la vida y la ley.
 Libertad. Todo ser humano debe gozar de libertad, entendida como la
posibilidad de construir históricamente sus proyectos colectivos y personales,
así como asumir y responder las acciones que de ello emanen.
 Participación. Todo ser humano debe tomar parte activa en los procesos de
su entorno social.
 Liberación. Liberar significa avanzar hacia la posibilidad de orientar la toma
de decisiones colectiva de forma autónoma e independiente.
 Transformación. Significa dar continuidad histórica a aspiraciones necesarias
para construir mundos nuevos y mejores para todos y todas a través de
cambios positivos y progresivos, desde dentro y debajo de lo social.
 Diversidad. Significa tomar en cuenta las múltiples formas de pensamiento
que se tienen en la sociedad, así como reconocer y respetar la pluralidad.
 Pluriculturalidad. Significa respetar las distintas culturas, e identidades, que
se manifiestan en la vida social, ya que las culturas o identidades están
conformadas por elementos materiales, simbólicos, históricos, ideológicos y
coyunturales que se transforman permanentemente.
 Inclusión y Consenso social. Independientemente de la diversidad y
pluralidad existente en lo social, es preciso incluir socialmente todas las
expresiones y condiciones, a partir de sus diferencias y conflictos, para así
lograr acuerdos y consensos entre actores diversos y plurales.
 Horizontalidad y Dialogicidad. Implican relaciones horizontales de
intercambio de conocimientos, ideas y proyecciones con el fin de promover
participación activa, consciente y reflexiva de los sujetos sociales, existiendo
posturas dialógicas, es decir, de construcción de propuestas colectivas.
 Conciencia de Clase. La sociedad capitalista está dividida socialmente en
clases se debe tener claro a qué clase se pertenece. El profesional del Trabajo
Social además de pertenecer a una clase social, debe tener conciencia de su
pertenencia y de las contradicciones sociales que ello genera.
 Conciencia de Género. Toda acción profesional de Trabajo Social, debe ser
construida desde una visión equitativa entre lo que significa ser hombre y ser
mujer en una sociedad, retomando el tema preferenias sexuales divergentes.
 Conciencia de Poder. Toda sociedad capitalista conlleva desigualdad y
relaciones de dominio- hegemonía de sectores sobre otros, mismas que se
74
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

reproducen a menor escala en los espacios sociales micros donde se inserta


la acción profesional. La desigualdad fortalece relaciones verticales y limita la
participación social plena, por eso siempre se deben tomar en cuenta el poder
alterno, social o colectivo que los mismos sujetos construyen para equilibrar
las perspectivas verticales o autoritarias.

2.5.5.2 Espacios institucionales y organizacionales en el Trabajo Social


Contemporáneo.

El Trabajo social Contemporáneo reconoce como espacios de acción profesional


a diversas instancias de la sociedad, como los siguientes:

 Instituciones Estatales (Estado, gobiernos y sociedad política): Este tipo


de actores se conforman por el aparato estatal, las administraciones
públicas nacionales y locales, por los organismos, instituciones y
empresas públicas, además de la sociedad política, es decir, los poderes
del estado concretizados en instituciones legislativas, judiciales, partidos
de oposición y agrupaciones políticas. Generalmente estos actores
desarrollan sus actividades siempre teniendo como marco de acción y
como finalidad el bien público y ciudadano y además coparticipan en la
definición y desarrollo de política social junto a otro tipo de iniciativas. Al
conjunto de los actores estatales también se puede denominar primer
sector o iniciativas públicas.

 Instituciones de las Iniciativas Privadas (Mercado e instituciones de


asistencia privada): Estos actores son aquellas entidades que desarrollan
actividad a partir del mercado, es decir, tomando en cuenta el conjunto de
ámbitos, estrategias y mecanismos que generan y promueven la
producción, distribución y consumo de bienes y servicios sociales dentro
de una sociedad determinada. Existen tres vertientes entre los actores
privados, la dominante, se sintetiza en actores con fin de lucro,
moviéndose por la dinámica empresarial del mercado, servicios y
prestaciones que se cobran, con la finalidad de obtener beneficios o
ganancias. La otra vertiente, tiene que ver con perspectiva de las
empresas socialmente responsables, que destinan recursos deducibles de
impuestos en acciones sociales, y la tercera que tiene que ver con
iniciativas privadas sin fines de lucro, en este caso, son instituciones de
asistencia privada que, aprovechando el excedente de las relaciones
75
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

empresariales o de fondos privados, estructuran y promueven programas


de apoyo social. Al conjunto de estos actores privados también se puede
denominar segundo sector.

 Organizaciones de la Sociedad Civil. (Asociaciones civiles, Movimientos


ciudadanos y organizaciones sociales) Estos actores se integran con el
conjunto de organizaciones e instituciones sociopolíticas que, fuera de
los ámbitos estrictamente estatales, gubernamentales y privados, y dentro
de los ámbitos civiles o sociales, definen propuestas y proyectos de
sociedad alternativos, y además inciden en determinar el rumbo de las
iniciativas estatales y privadas. Engloban numerosas asociaciones y
entidades sin ánimo de lucro con una finalidad de beneficio social a partir
de un marco de acción solidario y comprometido socialmente. Al conjunto
de estos actores también se les denomina tercer sector o sociedad civil.

 Actores de Micro Sociales o de Naturaleza Social: (Familia, comunidad


y barrios). Estos actores son componentes de la naturaleza social del ser
humano, y generalmente son considerados catalizadores y potenciadores
de las políticas sociales en tanto forman células sociales que reproducen
lineamientos y acciones determinados y operados por otros actores de la
política social. Estos actores representan la parte micro social que a la vez
que reproduce y diversifica lineamientos y proyecciones macro sociales,
también pueden convertirse en elementos de resistencia, construcción,
cambio y transformación de las esferas sociales estatales, o privadas.

 Organismos internacionales (Comunidades de naciones,


Organizaciones de Estados y Organismos Financieros) Estos actores
están relacionados con los espacios que se encuentran más allá de los
Estados nacionales y constituyen meta-estados o comunidades de
naciones, poderes financieros o socio-civiles. Estos actores representan la
parte macro social que define lineamientos sociales hacia lo micro-social,
y de esa manera tienen un impacto en las esferas estatales, privadas,
civiles y de naturaleza social de las diferentes sociedades nacionales.

76
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Capítulo 3
Las Formas de Ayuda y Acción Social en
México. 1521 -1910

El abordaje analítico de las distintas formas de ayuda y acción social en la historia


de México implica complejidad, dada la diversidad de etapas histórico-sociales,
la pluralidad de realidades regionales y la multiplicidad de lineamientos
económicos, políticos y socio-organizativos y culturales que confluyen en el
amplio desarrollo histórico de nuestra sociedad. Por ello, en el presente capítulo
se muestran y analizan las diferentes orientaciones de ayuda social dentro del
periodo de 1521 a 1910, a través de una propuesta de periodización para analizar
las formas de Ayuda Social en Nueva España 1521-1700; las Formas de Ayuda
Social en Nueva España 1700–1810; el proceso de la revolución de
independencia 1810-1821; las Formas de Acción Social en el México Cismático
1821-1876; en el Porfiriato 1876–1910 y el proceso de la revolución mexicana.

Dicha periodicidad se estableció al encontrar lapsos históricos en los que la


ayuda y acción social contiene distintos matices y perfiles, de acuerdo a las
sucesivas transformaciones que se generaron en nuestra realidad. En este caso,
se recogerán las pautas sociales propuestas y aplicadas por el Estado
Monárquico y principalmente por su aliado estratégico, la Iglesia, en tanto actores
hegemónicos en la realidad colonial, para posteriormente reflexionar sobre los
lineamientos sociales definidos e implementados por el Estado Nacional, sus
instituciones, etapas y todas sus variantes, alcances y medios.

77
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

3.1 Las Formas de Acción Social en Nueva España 1521-1700.

Culminado el proceso de la conquista de México-Tenochtitlan, centro del alma y


cultura mesoamericana con su periferia pluricultural, el panorama social que
surgió de ese hecho generó dos grandes vertientes en la nueva sociedad
colonial; emergieron del seno mismo de la imposición y de la violencia los
conquistados y los conquistadores, los explotados y los explotadores, los
marginados y los favorecidos, los indígenas y los españoles. Con ese hecho
histórico el universo mesoamericano se transformó y apareció el universo
indígena, que inmediatamente fue puesto a debate, quedando las masas
diversas, conceptualizadas como “Indias”, cubiertas por ideas contradictorias e
imágenes diversas. Inicialmente, es decir, en el proceso inmediato a la conquista,
la Corona Española, influenciada significativamente por el clero regular y por sus
misioneros en los que los votos de humildad, pobreza y obediencia eran norma
de vida, definió lineamientos y legitimó visiones en las que se afirmaba la
racionalidad y la pertenencia de los indios al mundo de Dios, siendo esos
preceptos, mecanismos que aminoraron, al menos en el papel, la explotación y
exclusión del indígena, así como también hicieron frente a los esclavizantes
servicios personales dados a los encomenderos.

Sin embargo, existió una respuesta inmediata a las tesis sobre la racionalidad de
los indígenas y apareció una corriente de opinión y de acción política encaminada
a transformar el alma y la cultura indígena en nada, es decir, en sacrificar al ser
humano indígena para transformarlo en una cosa a esclavizar, todo ello con la
intención de favorecer los intereses económicos y políticos de los
conquistadores. José Miranda aporta factores que fundamentan esa orientación:

“Primero, la diferencia de civilización que operaba en sentido desfavorable contra


el igual jurídicamente, pero culturalmente inferior. Segundo, la desconfianza de
los conquistadores respecto a los individuos de pueblos recién sojuzgados.
Tercero, la necesidad de una mano de obra abundante y permanente para el
desarrollo de la economía colonial. Cuarto, el interés de la Corona, urgida de
dinero en Europa y deslumbrada por las enormes riquezas que comenzaban a
circular por los virreinatos”. (Miranda, 1972, 44)

Ante esas perspectivas, fue claro que los intereses económicos y políticos de los
conquistadores, basados sobre todo en la explotación de recursos naturales y en
la explotación de la mano de obra indígena, se enfrentaron, desplazaron y
78
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

vejaron a los incipientes y tibios sentimientos de justicia e igualdad social. Así, la


Corona Española, dictó una serie de medidas jurídicas caracterizadas por un
espíritu opuesto a los anhelos de fraternidad y justicia, aun cuando su
fundamento era precisamente de protección y ayuda. En este caso, los indios
fueron equiparados a una categoría especial de españoles, los Rústicos o
Miserables, es decir, fueron reconocidos como individuos de segunda clase,
siendo sometidos a un régimen de tutela y control, que en el papel los favorecía,
pero que en la realidad permitió socialmente y defendió legalmente el
sojuzgamiento y la explotación. Con el mencionado tutelaje, los diversos
pueblos indígenas llevaron a cuestas las exigencias de la colonización y de los
intereses de la Corona, teniendo que aceptar el robo de sus tierras, la utilización
de sus recursos naturales, el trabajo forzado, el tributo por concepto de servicio
especial al soberano y las encomiendas. Este conjunto de mecanismos de control
social, acrecentaron la explotación, marginación y exclusión indígena, y con ello
se plasmó en la realidad la sobreexplotación del trabajo indígena, y se mostró
que la supuesta legislación protectora casi nunca fue llevada a cabo.

La política de tutela sobre los naturales se convirtió en una pauta segregadora


que afianzó, en la mayoría de los casos, el sometimiento y la explotación.
Aunque esto hubiera sido muy difícil de otra manera, dada la desigual relación
conquistador-conquistado que prevaleció entre el español y el indígena desde el
momento mismo de la conquista. Por eso, el monopolio de la riqueza económica
y natural se concretizó como el mayor motivo de desigualdad, porque además de
que el indio debía ser trabajador forzoso del español, siempre se le relegó en el
repartimiento de tierras mediante las Mercedes y se le marginó en las
oportunidades de creación de patrimonio colectivo. Por ello, los conquistadores
españoles a la par del sometimiento físico, dejaron al margen de la riqueza
natural a los pueblos conquistados y estos quedaron colocados en una relación
social injusta y desigual, conservaron una posición subordinada y dependiente,
es decir, permanecieron bajo el rango de la marginalidad social.

La conquista y posterior colonización de Nueva España tuvo numerosas


necesidades, exigencias, contradicciones e intereses. La urgencia y sobre todo
la necesidad de adaptación de los pueblos indígenas a una situación opuesta a
su realidad original, convino a que la Corona Española definiera y pusiera en
marcha medidas sociales especiales con respecto a ellos. Estas formas de
acción social estuvieron delimitadas por dos lineamientos segregadores; por una
parte, se implementó la separación territorial de los naturales a partir de la
79
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

creación de las Repúblicas de Indios y de Españoles, y el otro procedimiento


consistió en separar jurídicamente a los grupos indígenas, estableciéndoles
leyes y autoridades jurídicas específicas. El resultado de estos proyectos fue
una verdadera separación social y racial, que implicó la exclusión de los pueblos
indígenas, en los procesos de una sociedad en formación.

Es importante destacar que la actuación de la Iglesia y la influencia de los


preceptos religiosos fueron fundamento para la construcción de distintas formas
de acción social propuestas e implementadas por la Corona y por sus agentes.
Es así que los esfuerzos de las autoridades coloniales para aplicar las Leyes de
Separación Residencial fueron transferidas al grupo de misioneros regulares.
Estos esfuerzos contenían intereses de poder y control social muy notorios, sin
embargo, es importante destacar que numerosos religiosos regulares como
Pedro de Gante, Motolinia, Bartolomé de las Casas y Vasco de Quiroga, entre
otros, realizaron acciones que buscaron hacer realidad la protección social a los
indígenas, aunque evidentemente, siempre dentro de los marcos del sistema de
explotación, sin tomar en cuenta las causas de la situación de sus defendidos.

Una vez asentado el proceso de la conquista, nuevas etapas siguieron a los


planteamientos de la corona: la evangelización y la colonización. En el caso de
la evangelización de Nueva España, es importante destacar que en su mayoría
fue obra de misioneros elegidos de entre las órdenes religiosas regulares que
más valoraron y aplicaron en sus acciones el espíritu humanista y de renovación
cristiana, la Franciscana y la Agustina, cuyo pensamiento, obra y acción
retomaba los principios de “amor a Dios y al prójimo” y los de la conducta virtuosa,
humilde, ascética y fraterna, y sobre esta base los primeros misioneros en Nueva
España encauzaron sus labores. Para ellos, el establecimiento de una iglesia
novohispana sobre una base de confraternidad fue considerado como
indispensable para paliar las huellas traumáticas de la conquista.

Así es que, una vez que la Corona propone la creación de las repúblicas de
indios, con la finalidad de aprovechar al máximo la mano de obra indígena y
explotar las riquezas naturales de sus territorios, los misioneros regulares dan un
impulso muy relevante a la idea crear comunidades solidarias de indios; espacios
cerrados a la realidad española-conquistadora que fueron una modelo social
para evitar los excesos y atropellos de los conquistadores. En ese contexto, las
acciones sociales de los regulares consistían en convertir al cristianismo a los
naturales, imponiendo una forma de ver la vida, desapareciendo su cultura
80
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

original, pugnando por que la fraternidad reinara y que los designios de humildad
normara su proceder. En el seno de las diferentes misiones, comunidades o
pueblos aparecen organismos de ayuda social que rebasan en alcance a la
caridad y logran cobertura para la mayoría de los miembros de la comunidad, en
razón de la fraternidad. Entre las entidades mencionadas destacan los:

Hospitales.- Eran corporaciones dirigidas por los misioneros, que centraban su


accionar en recoger enfermos, dar albergue a los ancianos y menesterosos.
Ofrecían techo y comida a los viajeros pobres, además de que se practicaba la
previsión social de diversas formas. Regularmente estos hospitales formaban
parte de las iglesias o conventos, aunque en ocasiones, las cofradías realizaban
estas labores de ayuda al carente. (Miranda, 1972)
Pueblos-Hospitales.- Eran comunidades indígenas dirigidas y administradas
por los frailes, en las cuales, la práctica rigurosa de la vida fraterna, era
considerada como norma obligatoria. Su objetivo principal era la conformación
de Planes de caridad colectiva dentro de los cuáles, se debía establecer un
régimen de comunidad de bienes, de trabajo en común y de reparto de los
beneficios, de acuerdo a las necesidades de cada familia. Los anhelos de
fraternidad, igualdad y justa repartición de la riqueza, se plasman en estos
modelos, que la mayoría de ellos son creados por Vasco de Quiroga,
principalmente en la región purépecha. (Miranda, 1972)
Cajas de Comunidad. - Eran cajas de ahorro formadas con aportaciones y
cooperaciones comunales, cuyos fondos se utilizaban para satisfacer las
necesidades primordiales y las emergencias de la colectividad; se empleaban
solo en situaciones de urgencias y en estricto beneficio común. (Miranda, 1972)

Estos solo algunos ejemplos, donde se puede percibir que efectivamente


existieron lineamientos y orientaciones que buscaron dotar al indígena de
sentimientos de solidaridad social, con un alcance general que trascendiera los
órdenes de la visión individualista y que buscarán hacer decrecer las relaciones
de subordinación, claro está, sin que estos fueron considerados como correctivos
reales de la desigualdad social y de la explotación. Pero, durante todo este
periodo colonial ¿Se puede hablar de los pueblos indígenas como el único sector
necesitado de ayuda social? ¿Los pueblos indígenas estaban constituidos como
una realidad histórica y social homogénea? ¿Los pueblos indígenas fueron los
únicos actores marginados en ese lapso de tiempo? ¿Qué papel jugaban otros
sectores o grupos sociales dentro de la marginalidad social en ese tiempo?

81
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Evidentemente, no se puede generalizar y referirse como una realidad uniforme


a partir de los distintos pueblos indios, pero, es claro que desligando a algunos
caciques y a otros tantos principales, la sobrante y heterogénea masa indígena,
aún con sus propios elementos sociales y culturales, y sus inevitables diferencias
territoriales e históricas, quedó envuelta bajo el brazo conquistador, permaneció
con el yugo de la tutela y el sometimiento. Pero es importante mencionar que, no
sólo los diversos pueblos indígenas encabezaban a los grupos insertos en la
marginación social, ya que evidentemente existieron otros conglomerados
humanos que quedaron rezagados de las aspiraciones de justicia, libertad e
igualdad.

Pero, además, como objeto de discriminación por su origen complejo, los


crecientes grupos de mestizos, caían irremediablemente en el rango de la
marginalidad social. Hijos de español e india, se formaban principalmente con
su madre, y ese hecho los ubicaba como hijos ilegítimos, y al transcurrir el tiempo
y crecer su número, iban a constituir un grupo social apartado y una enorme
cantidad de ellos se situaban como desarraigados, hecho que causaba la
discriminación por parte de los españoles, y aún de los indígenas. Sin embargo,
la situación de los mestizos tampoco era homogénea; existía una elite mestiza,
hilos de españoles distinguidos, que mantenían estrecha relación con sus grupos
maternos y paternos, y por ese motivo, producían desconfianza de forma política
entre gran parte de la clase colonial dirigente.

Por tal motivo, tanto criollos como peninsulares incidieron para que se crearan
leyes que restringieran diversos derechos de los mestizos. Según Magnus
Morner, (1974) los mestizos fueron Impedidos para suceder a sus padres en la
sucesión de encomiendas a partir de 1568, los mestizos fueron eliminados de
varios oficios y también del sacerdocio. Aunque esta restricción luego se
levantaría, los sacerdotes mismos y los religiosos en particular, continuarían
practicando una política exclusivista. Los mandatos anteriores y la exclusión de
mestizos en torno a la realidad indígena y española, los dejó ubicados en una
situación desventajosa y desigual, aunque otorgó a una mínima parte de ellos la
posibilidad de codearse con la esfera del poder. En forma general, se puede
afirmar que los mestizos, quedaron instalados en una situación de exclusión; sin
tener derechos económico-políticos, rechazados por la realidad española y en
ocasiones también segregados por los mismos indígenas.

En lo referente a los grupos de negros y a las posteriores castas, los preceptos


82
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

que regían su condición de vida eran rígidos, autoritarios y asía permanecerían


por mucho tiempo. Se ha calculado que a fines del siglo XVI cerca de
trescientos cincuenta mil esclavos hablan llegado de Africa a Hispanoamérica.
(Morner, 1974) Aunque para entender la condición social de los esclavos negros,
es necesario ubicarse en el contexto y no perder de vista las complejidades,
contradicciones y el concepto de vida de los negros; la esclavitud como algo
natural y el trabajo forzado como algo obligatorio. Por ello, los grupos de negros
fueron impedidos para tener acceso a los grupos indígenas, aunque esta barrera
fue endeble para impedir que surgieran las castas. Con lo anterior, se puede
afirmar que los grupos de mestizos, negros y las castas formaron parte de aquel
sector desprotegido, explotado, vilipendiado, segregado y creador de la riqueza.

En la segunda mitad del siglo XVI y en el transcurso del XVII, la actividad de los
clérigos seculares bajo la dirección del Episcopado penetra con fortaleza en la
empresa misional. Dicha fuerza se conformó con el impulso del carácter
dogmático y autoritario de la Contrarreforma Religiosa en España y con la
expansión de la acción política y espiritual de la Compañía de Jesús. (Ricard,
1982). Pero a partir de la llegada de los ministros del clero secular a Nueva
España los enfrentamientos entre dos Maneras de pensar y abordar la vida y
obra de los indígenas repercutirá en la vida social de los grupos marginados, al
en ellos el voluminoso peso del avance económico y la Modernidad occidental.
Con esto, el enorme despliegue de fuerza misionera abrigado por el espíritu de
renovación religiosa y fraternidad, disminuye en expansión, y frena de manera
significativa los logros sociales alcanzados por los religiosos en la Nueva España.

En 1572, llega la Compañía de Jesús a Nueva España, y sus miembros


rápidamente se convierten en los participantes más dinámicos para desarrollar
labores de conversión espiritual y socio-económica, principalmente en las
extensas zonas remotas y poco habitadas del norte de la Nueva España. Se van
a convertir en los rectores de la cultura y de la educación, y su característica en
la práctica social, se fundamenta en labores misionales que relacionan las pautas
espirituales con las cuestiones productivas. La expansión de los jesuitas, la
disminución de las acciones evangelizadoras y misionales bajo el mando de las
ordenes de regulares y la centralización del poder religioso en el clero secular,
permitieron a la iglesia novohispana convertirse en un compacto y poderoso
Estado frente al poder civil. Este enorme don de mando, que va a abarcar todas
las esferas de la actividad económica y socio-política novohispana, lleva bajo su
cauce la implementación de actividades y medidas de ayuda social.
83
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Las nuevas necesidades de la Corona influyen para que la labor misional


inspirada en la fraternidad cambie su enfoque, resaltando ante todo, los intereses
indispensables económicamente a la Corona y políticamente para el clero. En
estas circunstancias, las formas de protección al indígena quedan sin variantes
importantes, con respecto a la legislación social inicial, es decir, aunque se
transforma la labor misional basada en la fraternidad y se originan formas y
tareas misionales realizadas por intereses concretos, la Corona Española deja
en pie la política de separación social y territorial. Sin embargo, estos
lineamientos segregadores dieron como resultado, dejar a los cada vez más
numerosos grupos de mestizos, negros y castas sin protección social y dejaron
que los indios siguieran viviendo con esa explotación silenciosa, profunda y cruel.

En esta etapa, se crearon establecimientos de ayuda social, regidos por los


religiosos y que asistían a los indígenas, entre los que destacan los hospitales
de Indios (1553), el de San Hipólito (1567) y el Real Tribunal de Protomedicato
(1628). Organismo encargado de la enseñanza de la medicina y del ejercicio de
legal de los médicos. Asimismo, establecía fondos para la manutención de
casas de niñas abandonadas, de cuna, de expósitos, etc. Se crean las escuelas
para indígenas de San José de los Naturales (1525), la de Santa Cruz de
Tlatelolco (1536) y el Colegio de San Gregorio (1575). Evidentemente, estas
instituciones fueron insuficientes para solventar las enormes y urgentes
necesidades sociales de los grupos indígenas. (Ricard, 1982)

3. 2 Las Formas de Acción Social en Nueva España 1700 - 1810.

El reformismo hispánico, en gestación desde fines del siglo XVII, concretizado a


la caída de la dinastía de los Habsburgo y en el relevo de los Borbones en la
dirección de la Corona Española, entra en su fase más activa durante el reinado
de Carlos III (1759-1788), considerado como el apogeo del Despotismo Ilustrado.
Esta política fue promovida con el objetivo primordial de superar la decadencia
de España, buscándole vías de financiamiento más vigorosas, que le permitieran
fortalecerse como potencia en Europa. Y como respuesta a las necesidades
económicas y políticas de la Corona, se dictaron mandatos que transformaron
las diferentes esferas de la vida novohispana, llevando como punta de lanza una
reforma eclesiástica que buscó reducir el poder del clero novohispano y fortalecer
la autoridad del Estado Monárquico, además de pretender aumentar el flujo de
recursos necesarios para los gastos de España en Europa. (Ricard, 1982)

84
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Es innegable que las disposiciones dictadas en los siglos XVI y XVII para limitar
el poder y la riqueza del clero tuvieron poco eco, pero, las medidas que toman
los Borbones españoles marcan un precedente en esta situación. Así, en 1737
se dictan diferentes decretos para que la Iglesia pagara impuestos a la Corona,
y a partir de 1762 se da inicio a la implementación de disposiciones para
impulsar a la secularización del Estado Monárquico Religioso. Ya para el año
1763 se legisla la prohibición para que la Iglesia pudiera adquirir bienes y es
preciso mencionar como dato histórico fundamental, que con los conflictos que
producen estas reformas, en 1767 es expulsada la Compañía de Jesús de
España y de sus dominios en América, al oponerse terminantemente a dichas
reformas, y se ordena la confiscación de sus bienes: extensas tierras y de ricas
misiones, principalmente al norte de Nueva España. Al finalizar el siglo XVIII, en
1798, se plasma un decreto que define la enajenación de bienes raíces
pertenecientes a las diversas órdenes o fundaciones religiosas, que infringieran
los marcos de la legalidad borbónica. En el plano político-administrativo, los
Borbones realizan reformas que desembocan en la creación de las Intendencias,
mecanismos que permitieron estructurar la división política del virreinato, pero
paradójicamente, impulsan de manera decisiva la centralización del poder en la
Corona y la reducción de la autoridad de los virreyes. (Cue Cánovas, 1988)

De acuerdo a estas perspectivas, los intentos reformistas derivaron en cambios


notables de los lineamientos sociales, en relación con los planteamientos
dictados por la dinastía de los Habsburgo. Por eso se impulsó la “Hispanización
o Castellanización” que buscó integrar a los pueblos indígenas con los sectores
sociales de mestizos, castas y negros. Esta política de integración social, se llevó
a cabo principalmente para que todos los sectores sociales fueran partícipes en
las cuestiones productivas. Los borbones pensaban que la separación social y
racial era un mecanismo que limitaba la producción ya que se fragmentaba la
fuerza de trabajo. Esta política de integración implicó la desaparición de las
“repúblicas de indios” y dio como resultado una relación económica muy
productiva para la Corona, pero también significó la aparición de una clase
dominada, que, por encima de diferencias culturales y raciales, se unificó a través
de la explotación de su mano de obra. Por ello aumentó alarmante el peonaje, la
explotación y en general, los problemas sociales. (Cue Cánovas, 1988)

Así, la nueva clase gobernante novohispana, surgida del equilibrio entre el


Estado Monárquico y la Iglesia, encuentra en la nuevas formas de ayuda social
un mecanismo que le reditúa grandes ganancias económicas y le permite que
85
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

los grupos explotados continúen sometidos y subordinados. Es claro que el


poder del clero novohispano se reduce, pero las formas de acción social
siguieron bajo el mando de la iglesia, que hábilmente aprovecha esos espacios
para ejercer una influencia determinante en la población, y de esa forma
recuperar paulatinamente lo perdido con las reformas eclesiásticas de los
borbones. Es claro que estas reformas económicas se convierten en un
cimiento para dar paso a la transición de una acción social puntual a
lineamientos sociales continuos y ordenados, de la visión monárquica a la
burguesa, de la acción social exclusivamente religiosa a la progresiva
secularización, de la pareja aristócrata-pobre a la de burgués-obrero, hechos
que, sin embargo, se consolidarán en el siglo XIX mexicano.

Con esta visión modernizante se hace indispensable el incremento de diversas


instituciones religiosas y civiles de ayuda y protección al necesitado. Así se
multiplican los hospicios, las casas de beneficencia, casas de expósitos,
leprosarios, cofradías, hospitales y de manera significativa, se crea en 1775 el
Monte de Piedad, institución encargada de organizar e impulsar la ayuda
material. Estos organismos, que brindaron la caridad cristiana, fueron
igualmente utilizados por la Iglesia, para contrarrestar el impedimento de adquirir
bienes y propiedades, a la vez que buscaron paliar la miseria y los enormes
dilemas sociales que generaba el mismo sistema de explotación. Por ello, los
grupos de indígenas, mestizos, negros y las castas no pudieron defenderse
eficazmente de la marginalidad extrema, y tuvieron que marchar solos, llevando
a cuestas el peso inhumano de la explotación y el sometimiento. Esta carga
inclemente lleva a las masas desposeídas a participar activamente en la lucha
independentista iniciada a partir de 1810. (Cue Cánovas, 1988)

3.3 El Proceso de Independencia 1810-1821

Dentro de los aires independentistas se difunden mandatos que reivindicaban los


derechos económico-políticos y sociales de los enormes grupos humanos
marginados. Por eso en 1810, Hidalgo proclama los “Decretos a favor de los
Indios y Castas”, cuyos apartados, son elocuentes: “ Que todos los dueños de
esclavos deberán darles libertad, dentro de diez días, so pena de muerte, la que
se les aplicará por transgresión de este artículo. Que cese para lo sucesivo la
contribución de tributos, respecto de las castas que lo pagaban, y toda exacción
que a los indios se les exija...Dado en la Ciudad de Guadalajara, 6 de diciembre
de 1810.Miguel Hidalgo.Generalísimo de América”. (Matute;1984,78)
86
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

En 1813, José María Morelos y Pavón emite y difunde los Sentimientos de la


Nación, verdadero tratado sobre los anhelos de Justicia, Igualdad y Solidaridad,
en los cuales, se vislumbran pautas de contenido social a favor de los grupos
más marginados y excluidos:
“... l2º. Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro
Congreso, deben ser tales que obliguen a constancia y patriotismo, que
MODEREN IA OPULENCIA Y LA INDIGENCIA, y de tal suerte se aumente el
jornal del pobre, que mejore sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el
hurto... Que la esclavitud se prescriba para siempre, y lo mismo la distinción de
castas, quedando todos iguales, y solo distinguirá a un americano de otro, el vicio
y la virtud... Chilpancingo, 14 de septiembre de 1813. José María Morelos.”
(Matute;1984,225)

De acuerdo a estas novedosas perspectivas y visiones sociales, tanto la libertad


de los esclavos, la igualdad, la solidaridad y la ayuda y protección al necesitado,
preceptos en los que ya se nota influencia del Pensamiento Moderno, adquirieron
una ubicación como demandas sociales indispensables y necesarias, en
correspondencia al contexto económico-político y social de la Nueva España,
propuestas que tuvieron su importancia para el posterior movimiento por la
independencia nacional.

3.4 Las Formas de Acción Social en el México Cismático 1821-1876.

La llamada Independencia de México marca una ruptura en la historia política del


país, pero dentro del aspecto social, la influencia de las ideas independentistas
tarda en concretizarse en la realidad, ya que, aun cuando en 1821 se consumó
la independencia política de la Nueva España, la faceta del nuevo México
permaneció con una sustantiva y profunda fragmentación de la sociedad;
dividida, incomunicada, estratificada minuciosamente, escindida en gremios y
aislada, protegida por diversos fueros y sin otros poderes centralizados que los
de la Iglesia y el Ejército. Y ya una vez lograda la ansiada independencia de
España, lo primordial fue tratar de configurar un Estado Nacional que impulsara
el desarrollo económico y social del país o pero durante la primera mitad del siglo
XIX este objetivo no se consolida, debido a la férrea y tajante oposición de las
corporaciones herederas de la época colonial. (Galeana, 1991)

La institución mayormente poderosa, la Iglesia Católica, tenla una burocracia


organizada y jerarquizado, un enorme capital líquido, tenía la Ley Canónica y los
87
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Tribunales Religiosos, que operaban como marcos para realizar asuntos del
ámbito civil, como matrimonios, bautismos, defunciones, herencias, divorcios,
etc. Tenía a su cargo el monopolio de la Educación y era la encargada de
proporcionar atención social y de salubridad básica. Asimismo, el Plan de Iguala,
los Tratados de Córdoba y posteriormente la Constitución de 1824, le otorgaron
el monopolio de la fe religiosa. (Galeana, 1991)

En contraste con el gran poder eclesiástico, surgió un Estado débil, en bancarrota


e incapaz de establecer los lineamientos de acciones sociales organizadas, y por
ello, inhabilitado para otorgar servicios sociales a la enorme masa marginada la
iglesia y sus instituciones sociales seguirán llevando la pauta en este reglón de
lo social. Por eso, durante el lapso comprendido entre 1821 y 1876, la lucha por
el poder, los símbolos de la guerra, las condiciones de indicios de inercia e
intervención anarquía y los cubren dramáticamente al país, impidiendo a los
numerosos gobiernos, la conformación de pautas sociales definidas y constantes
y ante esa situación, las instituciones religiosas continuaron llevando a cabo las
labores sociales. Sin embargo, dada la grave situación social del país, se
intentaron plasmar reformas para ampliar y secularizar los organismos de
beneficencia y educación, aunque dichos esfuerzos fueron casi estériles, por el
enorme poderío de la corporación religiosa.

En 1824, de acuerdo al Acta Constitutiva de la República Mexicana, se ubica a


los establecimientos de Beneficencia a cargo de los Ayuntamientos y se deja a
la institución religiosa como agente administrador de dichas instancias, con lo
que la Iglesia sigue teniendo control sobre estos. Aunque ya en 1833, el Dr. José
María Luis Mora, representante destacado del pensamiento liberal, asesor del
entonces vicepresidente Valentín Gómez Farías, intenta organizar la
beneficencia dependiente del Estado y despojarla del velo religioso. Mora
pensaba que lo la marcha política del progreso era aquella que tendía a la
ocupación de los bienes del clero, la abolición de los privilegios de esta clase y
la difusión de la Educación y Beneficencia públicas y laicas para las clases
populares. Planteaba que la necesidad de socorros públicos se hacía cada vez
más urgente, y que el ramo de la beneficencia tenía que ver con las virtudes
públicas de los ciudadanos, no con los intereses de la Iglesia. (Mora, 1991). El
20 de noviembre de 1838, Mora dicta el Arreglo de la Deuda Interior Mexicana,
en el que plasma su visión anticlerical, buscando dar carácter laico a las
instancias religiosas de ayuda social, dándoles recursos para su funcionamiento:
"Art. 1. Se ocupan todos los bienes pertenecientes a los regulares de ambos
88
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

sexos, a las cofradías y archicofradías y todos los réditos caídos y corrientes de


capitales piadosos que no estén determinados a la manutención de personas
determinadas y poseídos por ésta; y se destinan a servir de hipoteca de la deuda
pública y al pago de réditos.
Art. 2 Se descontará de los bienes que se ocupen, un capital para cada convento
de uno y otro sexo que deba subsistir.
Art. 3 Las cofradías, archicofradías y demás hermandades piadosas pasarán
oportunamente una noticia de las cargas a que cada una de estas afecta, a fin
de asignarles los capitales con que hayan en lo sucesivo de cubrirlas en la parte
necesaria”. (Matute, 1984;103).

Los preceptos anteriores reflejan la orientación de Mora para transformar


gradualmente la ayuda social y los incipientes servicios sociales dirigidos por la
Iglesia, para hacerlos laicos y para que dependieran cada vez más del Estado,
aunque justo es reconocer pero esos intentos reformistas fracasan por la crisis
económica, por la incertidumbre política y principalmente por la fuerza e intereses
de la institución religiosa. Aunque a partir de estos esfuerzos renovadores, fueron
instrumentándose varias formas de atención social que compartieron un pequeño
espacio con la caridad, aunque esta continuó siendo hegemónica.

Ya bajo el gobierno de Santa Anna, se sigue viendo la necesidad de que parte


importante de la ayuda social pueda darse desde el Estado, y en 1841 se crea el
Consejo de Salubridad General, encargado de la vigilancia del ejercicio
profesional de los médicos, del funcionamiento de las farmacias (boticas en aquel
tiempo) y de las medidas necesarias en materia de Salud Pública. Asimismo,
en 1843, se crea la Junta de Fomento de Artesanos, como un medio para
remediar el raquitismo de la primitiva industria nacional. Dentro de ella se
establecen bajo la promoción de la Compañía Lancasteriana, que era una
corporación civil y laica que desde 1822 realizó labores en México principalmente
en Alfabetización, variadas formas de acción social que buscaron paliar los
efectos de la miseria que azotaba a las masas marginadas. Se instalaron dentro
de ella, las Casas de Beneficencia que dependían del Hospicio de Pobres, donde
se educaba física, cultural y técnicamente a los trabajadores y a los aprendices.
También se crearon los Fondos de Beneficencia, que eran formados con las
diversas aportaciones de las personas que desearan recibir sus beneficios, y se
organizaron de acuerdo a los siguientes lineamientos:
“Art. 1. Se establecerá un fondo público con la denominación de Fondo de
Beneficencia de la Junta de Artesanos.
89
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Art. 2 Su objeto será atender a todos los socios inscritos en él, en sus
enfermedades, muerte, casamientos y en los bautismos de sus hijos.
Art. Se formará este fondo con la cotización semanaria de los individuos que
gusten pertenecer a él.
Art. 4 Se dividirá en cuatro clases de a medio real semanario cada una. Primera
Clase.- para el socorro de los socios en lo referente a sus enfermedades.
Segunda Clase.- para el socorro de los socios en su muerte. Tercera Clase.- para
el socorro de sus socios en su casamiento. Cuarta Clase.- para el socorro de
los socios en los bautismos de sus hijos”. (Díaz Ramírez, 1988; 23)

En 1847, Valentín Gómez Farías, ante la necesidad de emprender la defensa del


país en ocasión de la intervención norteamericana, dictó la Ley de
Desamortización de los Bienes Eclesiásticos, que planteaba lo siguiente:
Art. 1 Se autoriza al gobierno para proporcionarse hasta quince millones de
pesos, a fin de continuar la guerra con los EUA, hipotecando o vendiendo en
subasta pública bienes de manos muertas, al efecto indicado.
ART. 2 Se exceptuara de la facultad anterior:
Primero; los bienes de los hospitales, hospicios, casas de beneficencia, colegios
y establecimientos de instrucción pública de ambos sexos, cuyos individuos no
estén ligados por voto alguno monástico, y los destinados a la manutención de
presos...” (Díaz Ramírez, 1988; 70)

Mediante esta ley, se puede percibir la decisión del gobierno de intervenir


únicamente en los bienes que no son productivos, exceptuando aquellos que
brindaban ayuda y protección social, ya que el aparato gubernamental al
necesitar cobertura socio-educacional para las masas marginadas que no puede
solventar, deja a la institución religiosa continuar con la labor social y educativa.

En 1853, después de perder más de la mitad del territorio nacional, era extrema
la miseria que azotaba a la mayoría de la población, que los mismos grupos
marginados tuvieron que idear formas de autoayuda. Es así como en el mismo
año de 1853, se crea la Sociedad Particular de Socorros Mutuos, organismo que
establecía en sus bases constitutivas luchar contra la esclavitud moderna, que
arrebata las ganancias del trabajo. (Díaz Ramírez, 1988). Durante varios años,
esta forma de organización y autoayuda de la novel y escasa clase trabajadora
y artesana, permitió implementar un pequeño dique contra la explotación.
Después de la promulgación del Plan de Iguala de 1855, el anhelo reformista
liberal empieza a tomar forma y comienza a inclinar la balanza a su favor, con
90
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

respecto a la idea conservadora. Así se empiezan a delinear acciones sociales


basada en reconocer a la Beneficencia como obligación del Estado y en tener la
obligación del gobierno para brindar cobertura asistencial a los necesitados. Sin
embargo, al no existir todavía un Estado Nacional fuerte, consolidado y con
suficientes recursos para concretizar las acciones sociales programadas, los
diversos gobiernos liberales deciden dictar leyes y decretos que buscaron
acelerar el liberalismo económico, para posteriormente plasmar su proyecto
social. Por ello, ante las limitantes económicas y organizativas, los gobiernos
liberales permiten que la Iglesia continúe otorgando los servicios sociales.
En 1856 es expedida la Ley Lerdo, que tuvo entre sus objetivos, la libre
circulación de la riqueza, que según los liberales, era la base fundamental del
desarrollo económico, y en razón de la cual, quedaron suprimidas las
corporaciones civiles y eclesiásticas, salvo aquellas que otorgaban ayuda social:
ART. 1 Todas las tierras rústicas que hoy tienen o administran como propietarios
las corporaciones civiles o eclesiásticas de la República, se adjudicarán en
propiedad a los que las tienen arrendadas...
ART. 3 Bajo el nombre de corporaciones se comprenden todas las comunidades
religiosas de ambos sexos, cofradías, archicofradias, congregaciones,
hermandades, parroquias, ayuntamientos, y en general, todo establecimiento o
fundación que tenga el carácter de duración perpetua o indefinida...
ART. 8 Sólo se exceptúan de la enajenación que queda prevenida, los edificios
destinados inmediata y directamente al servicio u objeto del instituto de las
corporaciones, aun cuando se arriende alguna parte no separada de ellos, como
lo son los conventos, palacios episcopales o municipales, colegios, mercados,
casas de corrección o de beneficencia hospicios y hospitales...
ART. 25... desde ahora en adelante, ninguna corporación civil o eclesiástica,
cualquiera que sea su carácter, denominación u objeto, tendrá capacidad legal
para adquirir en propiedad o administrar para si bienes raíces con la única
excepción hecha por el artículo 8o de la presente ley...” (Matute, 1984; 149)

Al promulgarse la Constitución de 1857, de extremo contenido liberal, los rasgos


de la guerra, el desequilibrio político y la desorganización social, cubren con
mayor intensidad al país. Los lineamientos sociales liberales quedan sepultados
y la nación vuelve a sufrir el cisma; dos proyectos políticos se enfrascan en una
profunda y sorda lucha por el poder, dos ideas de nación se debaten en la
realidad, dos gobiernos antitéticos tratan de controlar el espacio estatal.
En plena confrontación liberales-conservadores, en 1859, el gobierno liberal
encabezado por Benito Juárez, promulga la Ley de la Nacionalización de los
91
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Bienes Eclesiásticos, mediante la cual, pasan a ser propiedad de la nación todos


los bienes del clero y desaparecen las órdenes del clero regular. A partir de la
aprobación de la ley, se hace evidente la necesidad del gobierno liberal para
secularizar las actividades de ayuda social. Los artículos siguientes ilustran
dicha orientación:
" ART. 1 Entran al dominio de la nación todos los bienes que el clero regular y
secular han administrado con diversos títulos, sea cual fuere la clase de predios,
derechos y acciones en que consistan, el nombre y la aplicación que hayan
tenido...
ART. 5 Se suprimen en toda la república las órdenes de religiosos regulares que
existen cualquiera que sea la denominación o advocación con que se hayan
erigido, así como también todas las archicofradías, cofradías, congregaciones,
catedrales, parroquias o cualesquiera otras.
ART. 6 Queda prohibida la construcción o fundación de conventos de regulares;
de archicofradías, cofradías, congregaciones, hermandades religiosas, sea cual
fuere la forma o denominación que quiera dárseles...” (Matute, 1984, 151)
Es claro que en esta ley no se especifica y aclara puntualmente la situación sobre
los bienes, cuestiones y organizaciones de ayuda social, pero, una vez concluida
la Guerra de Reforma, el gobierno de Benito Juárez, aun soportando el caos
económico y político, plantea secularizar e institucionalizar la beneficencia, y por
ello, en 1861 dicta el decreto sobre la Secularización de los Hospitales y
Establecimientos de Beneficencia:
“ART. 1 Quedan secularizados todos los hospitales y establecimientos de
beneficencia que hasta esta fecha han administrado las autoridades o
corporaciones eclesiásticas.
ART. 2 El gobierno de la Unión se encargará del cuidado, dirección y
mantenimiento de dichos establecimientos en el Distrito Federal, arreglando su
administración como le parezca conveniente...
ART. 4 No se alterará de dichos establecimientos, nada de lo que esté dispuesto
y se haya practicado legalmente sobre desamortización de sus fincas...
ART. 7 Los establecimientos de esta especie que hay en los Estado, quedarán
bajo la inspección de sus gobiernos respectivos” (Tena,1987; 432).

Asimismo, en 1861 Benito Juárez decreta la desaparición en toda la república de


las Comunidades Religiosas, afirmando que: “la supresión de las comunidades
religiosas ahora existentes, no comprende ni debe comprender a las Hermanas
de la Caridad, que aparte de no hacer vida en común, están consagradas al
servicio de la comunidad doliente.” (Tena, 1987; 433)
92
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

De acuerdo a los planteamientos anteriores, es importante diferenciar la acción


antirreligiosa y la anticlerical; que aunque tienen una relación simbólica,
significan cosas diferentes, la primera es moral y teológica, la segunda es
política, ya que para los liberales, no era la doctrina religiosa lo que estaba en el
debate, no era la cuestión y explicación teológica de la vida, sino los intereses,
privilegios, el monopolio económico, territorial, educativo y social, y la lucha por
el poder, que el clero consideraba necesarios para la religión católica, y que
además buscaba ser considerada como la única opción religiosa en el país.

El 28 de mayo de 1864, Maximiliano de Habsburgo, llega a México para ocupar


el trono del Segundo Imperio, invitado por los conservadores. Pero
contrariamente a lo que se esperaba, un descendiente de los Habsburgo que
eran considerados liberales en Europa, no ve con malos ojos las Leyes de
Reforma, y basándose en ese marco jurídico impulsa acciones sociales, que
“pretenden mejorar la situación de las clases desprotegidas. Para ello creó una
comisión para estudiar la situación de los indígenas. Como resultado de esa
comisión se dicta la Ley del Peonaje que establecía entre otras cosas, la
abolición de los castigos corporales, horarios de trabajo, garantía del pago de
salario, descanso semanal, derecho a recibir habitación y servicios médicos y la
obligación del patrón para proporcionar escuela gratuita cuando se tuviera a su
servicio a más de veinte familias” (Galeana, 1991; 47).

Aunque Maximiliano realizó esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de


los grupos sociales del medio rural, que en realidad fueron mecanismos
legitimadores de su imperio, es claro que su objetivo fue frenado y se tornó
inalcanzable, ya que por una parte, la etapa que gobernó fue breve y tuvo una
debilidad política, al tener que enfrentarse a la oposición de tanto de liberales,
como de conservadores que veían como traición su reconocimiento a las leyes
de Reforma. Por otro lado, fue claro que Maximiliano nunca llega a tener plenos
poderes ejecutivos en el país, y por ello, no pudo hacer efectivas sus ideas
político-sociales; su posición en la esfera del poder no fue lo suficientemente
vigorosa para implementar la reforma social; sus promesas de hacerla lo
distanciaron de los terratenientes, funcionarios provinciales y de la Iglesia, y su
incapacidad de cumplirla ocasiono que los enormes conglomerados de
campesinos y peones indígenas perdieran interés en el futuro de su gobierno.
Ya en 1865, crea el Comité Protector de las Clases Menesterosas, que planteaba
realizar acciones para mejorar las condiciones de vida de los campesinos e
indígenas investigando sus quejas y tratando de solucionar sus demandas. Sin
93
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

embargo, el Comité no tenía la capacidad para imponer sus decisiones, dependía


siempre de la cooperación del Ministerio de Gobernación y de los funcionarios
provinciales, cooperación que muy rara vez se materializaba. Además, teniendo
su sede en la capital el Comité se veía a constantemente en la absurda
necesidad de solicitar informes y documentos a las autoridades contra las que
se quejaban los indígenas. Y como estos funcionarios con frecuencia se
negaban a enviar la información pedida, muchos de los casos nunca fueron
resueltos. Maximiliano apoya con empeño al Comité, pero preocupado por
asuntos tan urgentes como la guerra y la necesidad de establecer su autoridad
sobre todo el país, nunca logra resolver los problemas burocráticos y políticos
que obstaculizaban sus funciones. Finalmente, las ideas liberales y
progresistas de Maximiliano, son ahogadas el 19 de junio de 1867, con su
fusilamiento en el Cerro de las Campanas. (Galeana, 1991).

Por otra parte, en la misma década de los sesentas, con el crecimiento de la


novel clase trabajadora, se crean las primeras asociaciones de carácter
mutualista, que retomaron elementos del cooperativismo. Así surgen diversos
grupos organizados de trabajadores, destacando el Círculo de Obreros de
México, fundado el 16 de septiembre de 1872, que se dedicó principalmente a
promover y representar a diversas sociedades mutualistas y cooperativistas del
país. Estas acciones, evidentemente fueron esfuerzos marginados y aislados,
pero su impulso contribuye posteriormente a la organización de los obreros para
luchar por sus derechos. (Díaz Ramírez, 1988)

Una vez concluido el efímero imperio de Maximiliano y muerto Juárez, el


entonces presidente de la República Sebastián Lerdo de Tejada, busca la
institucionalización de las Leyes de Reforma, que se encontraban congeladas
por el desorden y la confrontación política, y trata de concretizar sus preceptos,
pero la revuelta de los Tuxtepecos en 1876, deja que la obra quede inconclusa,
y la traslada a otras manos, a las de Porfirio Díaz.

La etapa del México Cismático es contradictoria, pues si bien se ponen los


cimientos del moderno Estado Mexicano, se caracteriza por la ruina económica
y el caos político; el país queda devastado por las guerras y mutilado en su
territorio. El México Cismático “es confuso: intervenciones extranjeras, guerra
civil, cuartelazos, asonadas, imperios, repúblicas federales y centralistas se
suceden en un vórtice; figuras que marcan con su ir y venir momentos de
confusión, lucha y extrañeza: Agustín de Iturbide, Vicente Guerrero, Lucas
94
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Alamán, Santa Anna, Manuel Payno, Vicente Riva Palacio, Juárez, Lerdo,
Guillermo Prieto y muchos otros forman un singular panteón. Es evidente,
aquellos años eran poco propicios para el desarrollo... lo prioritario era vencer al
enemigo: el español, el yanqui, el francés o el inglés que anclaba sus naves en
Veracruz; el liberal o el conservador; el escocés, el yorkino o el masón del rito
nacional mexicano; la iglesia, el imperio o la república. Pareciera que, en aquellos
años, sólo había dos caminos que se unían constantemente, dos caminos
marcados por fuertes colores: la guerra y la violencia. Aquellos años eran poco
propicios para el desarrollo”(Trueba Lara, 1992;8)
Ante tales situaciones, el impulso de lineamientos sociales fue sumamente
complicado. Es dramático e ilustrativo saber que en cincuenta y cinco años de
vida independiente, existieron sesenta y dos gobiernos diversos. Por eso la crisis
económico-política genera una aguda crisis social, y por tal motivo, los diferentes
gobiernos de esta etapa de la historia de México, no lograron armar y plasmar un
proyecto social definido y sólido, que en este tiempo se tornó poco menos que
imposible. Es así, como al no tener alternativa, inevitablemente se retoma la
labor social de la iglesia para atenuar los graves y crecientes efectos sociales;
creación del embrollado laberinto en el que se encontraba perdido el país.

3.5 Las Formas de Acción Social en el Porfiriato 1876 - 1910.

La etapa histórica de fines del siglo XIX mexicano está constituida por la sucesión
de periodos gubernamentales que dirigió Porfirio Díaz, aun cuando un gobierno
no fue encabezado por él. Abarca de 1876, año de la promulgación del Plan de
Tuxtepec que quitó del poder a Sebastián Lerdo de Tejada, a 1911, año en el
que se firman los Tratados de Ciudad Juárez, que alejan del poder a Porfirio
Díaz, en este lapso de tiempo, la faceta del México Cismático se transforma
radicalmente. “Para los hombres de ese tiempo marcado por la idea del
progreso y la paz- el nuevo México, el país que se revelaba como antitético de
su pasado de anarquía, guerra e intervención, tenía un solo forjador, un sólo
artífice: Porfirio Díaz”.(Trueba Lara, 1992;8)

Durante este periodo, el aspecto económico de la vida del país, estuvo delimitado
por la persistencia de las estructuras de una sociedad agraria y por el extenso y
por el impulso de un desarrollo capitalista con enorme predominio del capital
extranjero. En esta etapa se acrecentó vertiginosamente un proceso de
concentración de la propiedad territorial; se apoyó fuertemente en la
promulgación de leyes agrarias para lograrlo, dando como resultado, un aumento
95
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

de posesiones territoriales de los grandes hacendados, terratenientes y


compañías extranjeras. La concentración de tierra en pocas manos, general
una población trabajadora de peones agrícolas que laboraba en la Hacienda en
condiciones de extrema explotación: horario de trabajo ilimitado, actividades
agotadoras, jornal bajo y casi nunca pagado en dinero constante, lo que hacía
que el peón quedara sujeto a la tienda de raya. En general, la actividad agrícola
estuvo orientada hacia la producción de bienes de exportación (henequén,
caucho, azúcar, tabaco, etc.) que se obtenían principalmente en las propiedades
de las compañías extranjeras.

Los gobiernos de Díaz plantearon una estrategia económico-política destinada a


promover el desarrollo económico, y para ello, implementaron acciones que
buscaron crear las condiciones para la entrada del capital extranjero que, a su
vez, se encontraba en una etapa expansionista a nivel mundial. Fue así como
las inversiones extranjeras penetraron con fuerza a la economía nacional. Las
inversiones directas estuvieron dirigidas básicamente a las áreas estratégicas
como la minería, petróleo, ferrocarriles y comercio, y con esas perspectivas, los
inversionistas extranjeros, ampliaron sus concentraciones territoriales y de
capital y conformaron a México como un país dependiente, sometido a los
intereses capitalistas y con una marcada y aguda desigualdad social.

El progreso material que se logró a partir de los mencionados lineamientos, tuvo


su sostén en la explotación inmoderada de los recursos naturales y humanos,
por parte de las campanas extranjeras y de los hacendados y terratenientes
mexicanos, duelos absolutos de la riqueza del país. En contraste, las grandes
masas trabajadoras del campo y la ciudad, se encontraban en una situación de
extrema marginalidad, viviendo bajo el nefando sistema de explotación. Aquellos
grupos sociales constituían la mayoría de la población del país, y sólo en casos
extraordinarios y aislados gozaban de los beneficios del crecimiento económico;
la mayoría no estaba preparada para entrar a la era industrial y quedaron fuera
de ella; el mundo porfirista los margino del “México Moderno”.

Díaz fundamentó su proyecto de nación a partir de diversas actividades y


mecanismos de negociación, concertación y principalmente, de represión;
coptaba a los opositores, el ejército se encargaba de preservar la paz y el orden
a cualquier precio, la lucha por los derechos del hombre y por el libre
pensamiento y la libertad política fue desigual y mortal; el ideal de orden y
progreso no se entendía como algo ligado a las libertades. Ejemplifica lo anterior,
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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

algo que Enrique Krauze ha llamado “Las Doce Riendas del Porfiriato”.
* Represión y pacificación.
* Divide y vencerás con los amigos.
* Control y flexibilidad con los gobernadores y sus gabinetes.
* Sufragio inefectivo, si reelección.
* Domesticación del poder legislativo.
* Domesticación del poder judicial.
* Pan y palo con el ejercito.
* Política de conciliación con la Iglesia.
* Gallardía en la política exterior.
* Acoso a la prensa.
* Doma de intelectuales.
* Culto a la personalidad”. (Trueba Lara, 1992;9)

Las anteriores medidas van a permitir, a la par de un crecimiento económico y


una estabilidad política forzada, configurar acciones concretas de política social,
que centralizaron su campo de actividad en la Ciudad de México. Dicha política
social fue sustentada en tres vertientes:
 Por una parte, se reconoce al Estado como una instancia con capacidad
para brindar la Beneficencia Pública. Es así como en 1877, todos los
hospicios, hospitales e instituciones de beneficencia pasan a depender, de
los Ayuntamientos a la Dirección de Beneficencia Pública. (Valadez, 1988)
 El segundo eje de la visión social porfirista basa su quehacer en otorgar
concesiones a la iniciativa privada, para que a través de fondos
particulares pudieran brindar servicios sociales y educativos. En 1899 se
expide la Ley de Beneficencia Privada del Distrito y Territorios Federales,
y se le da reconocimiento a la beneficencia privada, independiente del
poder público y de las asociaciones religiosas, aunque con mutuas
relaciones. A través de ella se va a autorizar la adquisición de bienes y
servicios para apoyar las actividades educativas, de salud y de filantropía
principalmente. (Valadez, 1988)
 El tercer rasgo de los lineamientos sociales porfirista lo comprende el
restablecimiento e impulso de la Asistencia Religiosa, atacada e
impugnada por los regímenes liberales. Se propuso lineamientos políticos
de conciliación y coparticipación con la iglesia, otorgándole privilegios que
le permitieron continuar e incrementar su labor social, y que en
consecuencia, le redituaron rescatar una parte importante del poder
perdido durante el periodo de la Reforma. (Valadez, 1988)
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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

De acuerdo a estos lineamientos, los diferentes gobiernos de Porfirio Díaz van a


tener la necesidad de concertar y autorizar la coexistencia de las diversas formas
de acción social, inspiradas en supuestos filosóficos y políticos diferentes,
disimiles, pero que, sin embargo, le permitieron paliar la miseria que generaba el
sistema de explotación, y al mismo tiempo, le conceden reconocimiento, pero
sobre todo legitimidad a sus gobiernos. Por eso, dentro de la política social
porfirista, destaca por su importancia la cuestión educativa, si bien el porfirismo
no se va a caracterizar por promover una intensa y extensiva labor educativa, las
orientaciones y actividades llevadas a cabo contienen elementos significativos.

En 1888, se promulga la Ley de Instrucción, que establecía la obligatoriedad de


educación elemental y en ella se ventilan una tesis central: la necesidad de llevar
educación al campo por medio de la escuela rural y ambulante, sin embargo,
poco se cumplieron los objetivos, anteriores, ya que los diferentes gobiernos
centralizan y limitan la cobertura educativa a la capital del país y a los grandes
centros de población. “En esto el porfirismo se retrataba de cuerpo entero: la
acción educativa del gobierno, se ejercía exclusivamente en la clase media de
los grandes centros urbanos, con la vana intención de crear una elite de la que
manaría más tarde la luz redentora de todo el pueblo mexicano; el poblado
pequeño, el campo, es decir, el país, recibirla alguna vez, con el andar necesario
del tiempo, el agua de aquel distante manantial”. (Monroy Huitrón, 1972; 14)

En concordancia con los lineamientos sociales porfirianos, se crean variadas


instituciones de ayuda, protección e instrucción, entre las que destacan la
Escuela de Ciegos y la de Sordomudos, la Correccional, el Manicomio General
de la Castañeda, el Hospital General de la Ciudad de México, el Internado Infantil
(antes Hospicio de Pobres el nuevo Hospital para Niños de Tlalpan, así como
diversos establecimientos de beneficencia y educación. Aunque la cobertura de
dichas instituciones fue siempre insuficiente para la enorme y voluminosa masa
marginada, además de que el radio de acción se limita principalmente a la Ciudad
de México y los numerosos grupos indígenas, campesinos y trabajadores de
otras y lejanas regiones del país, tuvieron que soportar el peso inhumano de un
sistema de explotación cruel y despiadado. (Trueba Lara, 1992)

Asimismo, la creciente clase obrera se convirtió en víctima de la explotación del


capitalismo e inició su organización defensiva. Desde mediados del Siglo XIX
aparecieron incipientes asociaciones de obreros y artesanos con carácter
mutualista, que posteriormente se convierten en cooperativas, antecedentes del
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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

sindicalismo y de las luchas obreras. Con estas bases, la creciente clase obrera
mexicana, impulsada por la influencia del Movimiento de los Mártires de Chicago
inicia la organización de sus luchas para conseguir sus justas demandas, contra
la explotación del capitalismo extranjero favorecido por el régimen.

En 1905 apareció un manifiesto dirigido a los obreros, firmado por los hermanos
Flores Magón, documento en el que se daba a conocer el programa del Partido
Liberal Mexicano, que entre sus reclamos principales solicitaba: jornada máxima
de ocho horas, salario mínimo, higiene en fábricas y talleres, prohibición del
trabajo infantil, descanso dominical, indemnización por accidentes, entre otros.
Postulados que fueron divulgados y sirvieron de estímulo a la clase trabajadora
para crear y organizar, principalmente en las zonas fabriles, los Centros y
Círculos de Obreros, organismos que canalizaron las inquietudes laborales y
pugnaron por hacer efectivas las demandas obreras. (Trueba Lara, 1992)

En 1906, los obreros de la zona fabril del Valle de Orizaba convirtieron su


sociedad mutualista en un Sindicato de Resistencia, llamado Círculo de Obreros
Libres, primera organización sindical con fuerza política, que logra conformar
varias filiales en Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y en el Estado de México. También en
1906, los mineros de Cananea, Sonora, reclamaron a su empresa, la Cananea
Consolidated Cooper Company, sus derechos y reivindicaciones. La gerencia,
en contubernio con el gobierno, rechazó sus peticiones y los reprimió. En ese
mismo año, los socios capitalistas de Puebla, quisieron imponer un reglamento
que prohibía todo tipo de organización obrera, por lo cual, los obreros de Atlixco,
Puebla, y de Río Blanco, Santa Rosa y Nogales, Veracruz, estallaron la huelga.
Un arbitraje resolvió a favor de los industriales y el 7 de enero de 1907 los obreros
textiles fueron reprimidos brutalmente. (Trueba Lara, 1992)

Bajo estas circunstancias de una supuesta paz y progreso, el país se convirtió


en un imán receptor de caos social. La inserción a la llamada Modernización,
contrastó notablemente con la situación de miseria y marginalidad de los sectores
trabajadores del campo y la ciudad; la Modernidad porfiriana tuvo un costo
enorme, atroz; cambia crecimiento económico por retroceso social:
“El Porfiriato no es otra cosa más que la historia de un período tenso entre dos
vórtices: lo sublime y la bajeza, uno determinado por el crecimiento industrial,
agrícola, comercial y financiero; por los números negros en las cuentas públicas;
por las modas y las pláticas que se escuchaban en Plateros; por las producciones
de los músicos y literatos; por los adelantos científicos y tecnológicos que
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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

comenzaban a poblar el país, mientras que el otro, el de lo grotesco, el de la


bajeza, contenía las imágenes de los indígenas, de los campesinos, de los
obreros y de algunos intelectuales que no habían podido subir al carro de la
abundancia. Este mundo dual de paz y violencia subterránea, de progreso y
atraso, sublime y grotesco, no podía mantenerse indefinidamente y habría de
desaparecer durante la primera década de nuestro siglo para dar paso a un
nuevo Estado, a un nuevo México”. (Trueba Lara, 1992; 24)

Es claro que los preceptos e ideas de orden, progreso, modernización, éxito, paz
y crecimiento económico, propios el lapso porfirista, fueron condicionados y
restringidos por pautas de acción social selectivas y segregadoras y por la
mínima cobertura social en el territorio nacional, principalmente en las diversas y
enormes extensiones y comunidades rurales e indígenas. El progreso social en
la etapa del Porfiriato fue ínfimo, selectivo y excluyente, y al agudizarse las
contradicciones propias del proyecto económico-político, fue obvio que
empezaran a aparecer y a multiplicarse diversas y numerosas inconformidades,
inquietudes, acciones y propuestas que enfrentaron la situación imperante, y que
indiscutiblemente, van a servir de fundamento para la Revolución Mexicana.

3.6 La Revolución Mexicana 1910-1920.

En 1910 se caracterizaba el contexto socio-económico y político con lo siguiente:


 La gran concentración de la tierra en pocas manos, que propiciaba
relaciones de producción cercanas a la esclavitud, las cuales
obstaculizaban el desarrollo de las fuerzas productivas; latifundismo que
condicionaba la formación de áreas de autoconsumo e impedía la
estructuración de un mercado nacional; monopolización de la tierra que
afectaba a los grupos de pequeños propietarios. El 96.6% de las familias
campesinas e indígenas carecía de tierras, y el resto de las familias
latifundistas eran dueñas de más de la mitad del territorio nacional.
 El dominio del país por los monopolios extranjeros, que deformaban el
desarrollo económico nacional y descapitalizaban al país; se hablan
apoderado de enormes extensiones de tierra, del subsuelo y sus riquezas,
de los ferrocarriles, de la industria y del comercio; desplazaban a la
burguesa nacional de las principales actividades y fuentes económicas.
 El país se encontraba gobernado por un régimen dictatorial que ahogaba
en sangre las libertades fundamentales de los habitantes del país; impedía
la organización de agrupamientos políticos, pisoteaba la libertad del pueblo
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Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

para elegir a sus gobernantes, despedazaba la autonomía de los


municipios, centralizaba en forma extrema el poder.
 En el aspecto social, el 70% de la población era analfabeta; la cobertura
de salud y beneficencia se limitaba a la Ciudad de México y a otros pocos
centros urbanos, dejando a las extensas y alejadas regiones del país, sin
cobertura de ese tipo. Se mantenía a los grupos indígenas sometidos al
peonaje en las haciendas; los campesinos se encontraban sin tierras y la
clase obrera era explotada vorazmente. (Monroy Huitrón, 1972)

En el seno de esas adversas y extremas perspectivas económicas, políticas y


sociales, paulatinamente se fue incubando un sentimiento generalizado por
cristalizar los anhelos de “Justicia Social” y “Tierra y Libertad”, aunque también
fue evidente el desencadenamiento de una sorda lucha por el poder. Así, se
pone en marcha el movimiento revolucionario, un amplio y heterogéneo
movimiento que “poco a poco va conformando un ideario a través de los distintos
bandos: Madero, Orozco, Zapata y Villa minan los cimientos de la estructura
dictatorial, derechos políticos y reforma social claman en sus manifiestos,
sufragio efectivo, tierra y escuela es el grito que cunde por todo el territorio. Las
clases populares despiertan de su inercia, y por vez primera declaran su derecho
a cultivarse”. (Monroy Huitrón, 1972; 56)

Sin embargo, aun cuando en estas circunstancias existen visos para concretizar
y ampliar actividades de cobertura social, los años de lucha revolucionaria de
1911 a 1917, son adversos para organizar y crear instituciones de carácter social.
La guerra y el desorden económico-político se convierten en un serio obstáculo
para el desarrollo social. Aunque evidentemente existieron intentos que
plantearon plasmar diversas demandas sociales y el ideal revolucionario
comienza a adquirir forma. De las cuestiones importantes podemos resaltar que
en 1911, después de la salida de Díaz del poder, se decreta la instauración de la
Escuelas de Instrucción Rudimentaria en toda la República, instituciones que
pretendan enseñar, principalmente a los individuos de raza indígena y
campesinos, a hablar, leer y escribir el castellano y a ejecutar las operaciones
aritméticas básicas, y se distribuía alimento y vestido, de acuerdo a las
necesidades de los grupos marginados. (Monroy Huitrón, 1972; 107)

En 1912, el presidente Madero en el marco de su informe de gobierno, y al


referirse a la cuestión social, plantea las siguientes acciones realizadas:
“La Salubridad Pública en el Distrito Federal ha mejorado notablemente... El
101
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Consejo de Salubridad, en bien de los intereses generales, ha ido extendiendo


su esfera de acción a los Estados de la República, dictando entre otras medidas,
las que se consideran eficaces para evitar la propagación de enfermedades... La
Beneficencia Pública ha sido objeto de especial vigilancia. Las oficinas
administrativas de este ramo han quedado establecidas en un solo edificio, y en
su laboratorio se está terminando la instalación de maquinaria para la fabricación
de medicamentos…En el Hospital General de la Ciudad de México, se abrid un
nuevo pabellón para niños, en el Juárez se hicieron totalmente nuevas las obras
de drenaje y abastecimiento de aguas, y se construyeron nuevas salas. Los
hospitales Homeopático y Morelos fueron objeto de obras de remodelación, y en
el Manicomio General, Escuela de Ciegos, de Sordomudos, Industrial de
Huérfanos, Hospicio de Niños, Casa de Expósitos, Dormitorio y Lavaderos
Públicos, se han ejecutado obras de conservación y mejoramiento... El gobierno
del Distrito Federal ha sometido a la Secretaria de Gobernación proyectos de
reformas importantes de diversos servicios públicos, tales como Casas de
Empeño, loterías, rifas, diversiones públicas...” (Altamirano, 1990;156-157)

Con los anteriores lineamientos, se percibe la preocupación del gobierno de


Madero por realizar tareas que, por una parte, brinden cobertura de instrucción y
cultura para las masas marginadas, norma obligada para el desarrollo de la
nación, y por otra parte, impulsa la ampliación y mejoramiento de la cobertura e
infraestructura de Beneficencia y Salubridad. Pero el contexto político-económico
fue poco propicio para plasmar tales demandas; la cobertura fue insuficiente y el
gobierno se limita a remodelar las instalaciones existentes, principalmente en la
Ciudad de México, y a crear, de acuerdo a sus pocas posibilidades y escasos
recursos, algunas instituciones con poca cobertura.

Después de arduas luchas militares y políticas negociaciones y contradicciones


entre las diferentes facciones protagonistas del movimiento revolucionario, en
1917 quedan plasmadas constitucionalmente las diferentes demandas y
reivindicaciones de Soberanía, Justicia Social y Tierra y Libertad, demandas que
se condensan en cinco grandes reformas que el Constituyente de 1917 retoma
para elevar las condiciones de vida del pueblo; la Reforma Económica, la Agraria,
la Social, la Educativa y la Democrática. Estas enmiendas liquidaron en ese
tiempo las teorías individualistas y las transformaron en sociales. Esta
normatividad, planteada en la Constitución de 1917, asombro al mundo de su
época al representar un código de los más avanzados dentro del mundo basado
en la propiedad privada. (Altamirano, 1990). Entre las reformas más importantes
102
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

plasmadas en la Constitución de 1917 podemos señalar las siguientes:

 La REFORMA ECONOMICA, que consistió en que el Estado abandonó el


Papel de simple observador de las actividades de los individuos e
instituciones Y coordinador de sus intereses, para convertirse en un factor
directo de la producción económica y los servicios va a intervenir
directamente en las actividades productivas y se convierte en el impulsor
del desarrollo económico y en el fundamento del orden político y social.
Dentro del ámbito económico, se plantea una nueva teoría sobre la
propiedad privada consagrada en el artículo 27 constitucional. La
doctrina sobre la propiedad privada que prevalecía en el país, descansaba
en la tradición secular del Derecho Romano, reforzada por la concepción
jurídica contenida en el Código de Napoleón, que afirmaba que la
propiedad privada era un derecho inherente al individuo y es la facultad
congénita del ser humano, y por lo tanto, la base y el objeto de todas las
instituciones públicas. Y esta doctrina, deja su lugar a otra concepción que
se fundamenta en el dominio de la Nación sobre sus recursos naturales
del territorio nacional, y que éstos deben explotarse para beneficio de la,
colectividad y no para provecho de algunas personas o grupos. Dentro de
este concepto, existe la posibilidad de otorgar concesiones a los
particulares; y que estas constituyen lo que es la propiedad privada, sujeta
a las modalidades que demande el interés público.

 La REFORMA AGRARIA que fue una consecuencia de la nueva visión


sobre la propiedad y que se dicta en interés de los sectores mayoritarios y
débiles económicamente. Puso énfasis en acabar con el latifundismo, a
partir de limitar la propiedad privada agraria a1 entregar tierras a los
campesinos, anular las deudas de los peones, impulsar la explotación de
la tierra con métodos avanzados y repartir la riqueza equitativamente.
Plantea la organización de las comunidades campesinas e indígenas para
incrementar el nivel de las fuerzas productivas, ampliar el mercado interno
y elevar el nivel de vida de esa población.

 La REFORMA SOCIAL que implicó el surgimiento de un novedoso


Derecho Social que pugnó por regular las relaciones de trabajo, concretizó
el derecho de huelga, la fijación de la jornada de trabajo máxima de ocho
horas diarias, la protección para los menores trabajadores, seguridad en
el trabajo, salario justo, entre otros. Asimismo, retomó planteamientos,
103
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

sobre la obligatoriedad estatal para otorgar Sanidad y Beneficencia Pública


a todos los confines del país.

 La REFORMA EDUCATIVA que plantea la obligación del Estado para


organizar el sistema educativo nacional y para llevar la educación y la
cultura a todos los grupos sociales de todos los rincones del país, con
carácter público, gratuito, laico y nacional. Así, toca al Estado, es decir, a
la sociedad organizada jurídicamente, formar a las nuevas generaciones.

 La REFORMA POLITICA, que implicó el reconocimiento de que la


sociedad no es homogénea, que entre los individuos que la integran,
existen diferentes niveles en la vida social y política, y que tienen, en
consecuencia, ideas e intereses diversos, incluso, a veces opuestos, pero
que todas esas contradicciones forman parte de la realidad nacional.

Las anteriores reformas, jugaron, en el proceso de desarrollo del México post-


revolucionario, un papel fundamental para la cristalización de un proyecto de
nación, un modelo político que, con errores y aciertos, éxitos y desviaciones,
significa en ese tiempo, un enorme y notable avance para el mejoramiento de las
condiciones sociales del pueblo mexicano. Y para el desarrollo histórico del
Trabajo Social esas condiciones jugarán un papel importante para dotar de un
perfil especial a esta profesión.

104
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Capítulo 4
Antecedentes del Trabajo Social
en México. 1920 - 1933
4.1 La Idea de un Trabajo Social en México. 1920-1933

En esta etapa, las condiciones de reconstrucción social y económica del


momento posrevolucionario, hacen necesario crear diversos mecanismos
institucionales para mejorar las condiciones sociales de vida de núcleos
mayoritarios de la población, enfocados prioritariamente a los rubros de
Educación, Salubridad y Beneficencia Pública, que posteriormente va a
denominarse Asistencia Social. Sin embargo, precisamente por las condiciones
todavía complejas de la vida cotidiana de México dadas por la inestabilidad
política y social de la post-revolución, podemos afirmar que las acciones y
mecanismos institucionales de lo social serán operados por personas que
cumplen con algunas funciones de Trabajo Social, pero sin que exista un perfil
profesionalizado para ello, ni un proceso formativo desarrollado.

En este periodo el Trabajo Social es una idea sustentada en prácticas y acciones


orientadas a compartir el funcionamiento a las diversas instancias de lo social,
105
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

sin un reconocimiento profesional, sin un marco disciplinar, sin un cuerpo


metodológico que guíe la acción y con la carencia de un perfil profesionalizado.
Por lo que Trabajo Social se traduce en una acción institucionalizada, porque se
realiza en las nuevas instituciones que crea la revolución, pero carente de un
reconocimiento profesional y sin ser resultado de un proceso formativo.

En este caso, podemos encontrar acciones y prácticas similares a las realizadas


por un/a trabajador/a social, antes de existir el Trabajo Social como tal,
identificando algunos objetivos y funciones propias, antes de aparecer
estrictamente como profesión: elaborar incipientes y rudimentarias
investigaciones sociales, realizar diagnósticos comunitarios, generar respuestas
para resolver problemas sociales, promover la participación de la gente con
respecto a sus necesidades sociales, acompañar el desarrollo de programas y
proyectos sociales, trabajar con grupos vulnerables de la sociedad, asesorar el
funcionamiento de los espacios familiares, entre otras cuestiones.

Sin embargo, estas acciones no se desarrollaron a partir de un marco


profesionalizado, sino que se generaron a partir de un marco de acción
institucional, pero como acción emergente imbuida de elementos ideológico-
políticos, prioritariamente en los ámbitos comunitarios y familiares. Además, es
preciso reconocer que las mencionadas acciones fueron implementadas por
personas sin formación profesional, algunos profesionales que no eran
Trabajadores Sociales, que eran profesores, médicos o enfermeras, incluso por
profesionales del Trabajo Social formados en otros países, pues hay que
recordar que en EU y Europa ya existía un reconocimiento profesional y formativo
del Trabajo Social, y es importante reconocer que muchas profesionales del
Trabajo Social mexicanas habían estudiado principalmente en Estados unidos, y
al volver a México se incorporaban a colaborar en áreas sociales, pero sin un
reconocimiento pleno como profesionales estrictamente del Trabajo Social.

Esto nos muestra que efectivamente existe una idea de Trabajo Social en la
realidad objetiva, porque estas actividades se desarrollan a partir de
proyecciones sobre lo que debe o tiene que ser el trabajo con la sociedad, pero
también dejando claro que en la realidad concreta, no existió una práctica
profesional que fuera producto de ciertos criterios de formación en Trabajo
Social. Es decir, existen ideas y rudimentos prácticos de un Trabajo Social, pero
no existe un Trabajo Social reconocido institucionalmente como formación y
como profesión. Por eso podemos afirmar que el Trabajo Social en México
106
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

surge antes como práctica social o como el conjunto de actividades sociales


desarrolladas por otros actores profesionales, y posteriormente se crea el
Trabajo Social como una propuesta formativa.

En este sentido, durante la etapa de 1920-1933, las labores sociales estatales


fundamentaron su quehacer en las orientaciones y acciones de lo Social, como
dijimos centrado en la Educación, la Salud y la Beneficencia. Y es central
reconocer que con el transcurrir del tiempo, estas prácticas se fueron
conformando en un instrumento que los diversos gobiernos de este periodo,
utilizaron para poder edificar las estructuras de un Estado Nacional fuerte,
compacto y moderno. Es por esa necesidad de fortalecer al Estado que las
diferentes tareas de acción social van a ser delimitadas por una orientación
ideológico-política que buscó imbuir en los diversos grupos sociales, una
“conciencia revolucionaria”, a partir de la fusión Estado-Sociedad, binomio
encargado de dirigir los aspectos económico-sociales del país y defensor de las
reivindicaciones de la clase trabajadora y campesina.

Es bajo estas perspectivas que el Estado implementa diferentes mecanismos de


atención social, bajo los cuales se perfilan actividades de un incipiente
quehacer social, más tarde llamado Trabajo Social. Las funciones de aquel
incipiente quehacer social se van a centrar en tres vertientes: participar e
impulsar las tareas de Educación, Salubridad y Beneficencia, pilares
fundamentales para elevar el nivel de vida de la población, y requisito
indispensable para promover el desarrollo del país. En el presente capitulo, se
analizan las más significativas acciones estatales en Educación, Salubridad y
Beneficencia, dentro de las cuales se observan lineamientos que pueden
considerarse como antecedentes del Trabajo Social en México.

4.2 Antecedentes en el Area Educativa

Dentro del área de Educación, el acontecimiento más relevante de la década de


los veintes es la creación de la Secretaria de Educación Pública en 1921, bajo la
dirección de José Vasconcelos, marcó la pauta para cristalizar el compromiso
revolucionario de llevar la Educación a todos los rincones del país. “La obra de
Vasconcelos tuvo desde el principio el sentido de una obra de reivindicación
social, destruyendo el privilegio de la escuela para hacer de la enseñanza un
beneficio de todos los hombres y de todas las clases sociales. Su plan de
enseñanza era esencialmente popular, tendía a la educación de multitudes... La
107
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Federalización de la enseñanza era el medio legal indispensable para dar acción


al gobierno en todos los lugares del país”. (Monroy Huitrón,1975;19)

Vasconcelos al impulsar la Federalización de la Educación, que se aprueba en


1921, reconoce la necesidad de transformar el sistema educativo, sus contenidos
y calidad y darle una dimensión social. Pensaba que el país podía levantarse de
su postración, a través de una poderosa e intensa campaña educativa fundada
en la Alfabetización y después en la Educación formal. Es así, como se promueve
la creación y construcción de centros de cultura, escuelas urbanas, rurales y
agrícolas, entre otros organismos educativos. Los establecimientos educativos
que sobresalen en este caso, son las Inspecciones como órganos de
acompañamiento y supervisión, y las Misiones Culturales, como brigadas socio-
educativas permanentes, que constituyeron espacios educativos que rebasaron
ampliamente las labores de instrucción, abarcando pautas de acción comunitaria.

Las Inspecciones eran organismos regionales encargados de supervisar el


trabajo de los maestros rurales, a la vez que alentaban acciones sociales entre
los grupos campesinos e indígenas. Los Inspectores Instructores, como se le
llamaba al personal encargado de dirigir esas entidades, “debían establecer
escuelas en su región, obtener el apoyo de la comunidad en cada poblado, crear
los Comités de Educación. (Raby, 1975;22) En la memoria de la Secretaria de
Educación Pública de 1926, se describe el papel de los inspectores, como
personal auxiliar en las obras socioeducativas: “se ha quitado al inspector el
papel de vigilante para transformarlo en un instructor de los maestros que vaya
a las escuelas a ayudarlos a desarrollar sus labores; a estimularlos para el mejor
servicio; a ponerse en contacto con todos los miembros de la comunidad con
objeto a excitarles a que ayuden material y moralmente a los establecimientos
educativos, a organizar reuniones sociales con fines culturales y a defender a los
campesinos de cualquier atropello” (Raby, 1975;22)

Asimismo, las Misiones Culturales significaron un avance en las cuestiones de


Educación Social, estaban constituidas por grupos de personas capacitadas que
recorrían el territorio nacional para realizar la doble función de formar y
desarrollar social, económica y educativamente a las comunidades que visitaban.
Cada misión cultural tenía especialistas en higiene, educación física, agricultura,
artesanos rurales, ciencias domésticas, carpintería y música; el jefe era
responsable de dar clases sobre métodos de enseñanza y organización basados
en las teorías de pedagógicas modernas y en necesidades locales.
108
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Los maestros rurales de la región eran reunidos en los poblados para impartirles
un curso de capacitación que duraba tres semanas, y el poblado mismo se
convertía en objeto de un proyecto piloto de desarrollo comunitario. El objetivo
a largo plazo era incorporar a los poblados a la vida nacional, desarrollar una
cultura que se basara tanto en como fuera viable en las tradiciones locales y
nacionales, y mejorar las condiciones higiénicas, económicas y culturales de los
campesinos. Sin embargo, lograr del todo lo anterior era algo que se encontraba
claramente fuera del alcance de unos cuantos grupos de expertos, y en la
práctica la función de las misiones era más modesta: proporcionar maestros con
preparación practica adaptada a su medio, inflamar su entusiasmo y el de sus
habitantes a partir del desarrollo comunitario y sembrar las semillas de un
cambio social. (Raby,1975)

Dentro de estos organismos se enmarca la participación de personal que


pudiésemos ubicar como un trabajador social en ciernes, encargado de informar
sobre las condiciones sociales de los grupos de campesinos e indígenas, que
“desempeñaba tareas de alfabetización, impartía lecciones de civismo, realizaba
trabajo comunitario a partir de difundir enseñanzas contra el alcoholismo, hacer
hábitos de ahorro y cooperativismo, de formar una cultura y educación
elementales para la mayoría de la población rural”. (Monroy Huitrón,1975;129)

Es en el seno de las Misiones Culturales donde se perfilan y activan incipientes


prácticas organizadas y coordinadas de acción social, bajo la cobertura del
Estado Revolucionario, y asimismo, son el espacio donde se reconocen las
funciones del Trabajo Social, aún antes de conformarse estrictamente como
profesión. En 1927, el presidente Plutarco Ellas Calles plantea en lo referente
a las Misiones Culturales que: “no siendo posible iniciar la obra en todo el país,
han sido seleccionadas cinco zonas típicas cuyas necesidades fueron estudiadas
previamente y en los propios lugares por igual número de comisiones integradas
por un ingeniero agrónomo, un médico higienista y una TRABAJADORA
SOCIAL. En cada una operará una misión permanente formada por expertos y
ayudantes: el ingeniero agrónomo, el médico higienista, una enfermera partera,
una enfermera ayudante, el maestro de industrias locales, una trabajadora social,
un carpintero, un albañil y un mecánico chofer, cuya acción de mejoramiento será
dirigida a mejorar la producción agrícola, a organizar la explotación, los
elementos de trabajo, el crédito; a superar las actividades industriales existentes
e implantar otras nuevas y apropiadas en cada zona, a organizar la comunidad,
a establecer recreaciones, a coordinar y unificar las agencias de mejoramiento
109
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

existentes en los poblados, a propagar prácticas higiénicas con programas de


acción y a dignificar la vida domestica desde los puntos de vista material,
económico, social y moral”. (Monroy Huitrón,1975;136)

Lo anterior designa y refleja la importancia concedida por el aparato estatal a las


labores sociales tanto en el seno de las Misiones, y en específico con respecto a
las trabajadoras sociales que las desempeñaron, y que en consecuencia,
constituyeron los cimientos de la profesionalización del quehacer social. Pero,
por otro lado, la política educativa posrevolucionaria también implicó la
vertiginosa construcción de escuelas rurales, con el afán decidido de diseminar
y universalizar la educación entre las mayorías de masas analfabetas. El
objetivo central fue impulsar a la Escuela Rural, ubicada como centro y origen de
las actividades sociales, y organizada para que "los conocimientos que los
alumnos adquirieran les abrieran nuevos horizontes de vida por la adquisición de
actividades manuales y espirituales que se convirtieran en aumento de su
capacidad económica”. (Monroy Huitrón,1975;134)

Las actividades educativas y prácticas de acción social fueron en su mayoría,


realizadas por los maestros rurales. Sin embargo, “las obligaciones que podían
imponerse al maestro rural comprendían casi todos los aspectos de la vida
comunitaria, y en realidad la obra social que se esperaba de él estaba definida
en términos tan vagos y generales que podía extenderse de manera indefinida.
En forma ideal además de su trabajo puramente educativo, el maestro debía ser
trabajador social, enfermero, partero, agrónomo, artesano y consejero legal al
mismo tiempo. Esto era por supuesto imposible y fue inevitable que muchos
maestros fracasaran aún en los aspectos más elementales de su trabajo, pero
un numero sorprendentemente grande tuvo éxito por su entusiasmo y
participación en las misiones culturales que lograron llevar muchas mejoras
básicas a las comunidades en las que trabajaban” (Raby,1974;105)

Dentro de los esfuerzos estatales para brindar educación social, se habilitó a los
maestros rurales para realizar la obra educativa y las labores sociales, pero, de
acuerdo a la extensa obra programada, es necesario un cuadro profesional para
apoyar las labores de trabajo comunitario, encargado de organizar y participar
como agente cultural, como promotor social y político, propagando valores,
normas y la ideología revolucionaria, y lograr edificar las bases educativas,
sociales y culturales del México postrevolucionario, por lo fue necesaria la figura
de los que posteriormente será el profesional del Trabajo Social.
110
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

4.3 Antecedentes en el Area de Salubridad

En el aspecto de Salubridad los lineamientos posrevolucionarios van a ser


guiados por la máxima de extender el derecho a la salud entre las mayorías más
necesitadas del país, por lo que sus objetivos y las acciones estatales son
coordinadas para extender los beneficios de Salud e Higiene hacia las zonas
urbanas, pero también de las zonas rurales de la República Mexicana. Es así
como en 1922 son establecidos los primeros Centros de Higiene Infantil,
dependientes del Departamento de Salubridad en los que ya laboraban
enfermeras visitadoras, antecedentes directos de la trabajadora social de la
salud, “ellas salían de la institución y llegaban a los hogares ampliando la esfera
de influencia del Centro de salud, tomando datos sobre condiciones sanitarias
del hogar y dando orientación sobre higiene y puericultura”. (Valero, 1994; 48).

En 1925 se promueve la Federalización de la Salubridad por la necesidad de


unificar las bases de las autoridades sanitarias, y por ello se designan Delegados
Sanitarios en los Estados, puertos y poblados fronterizos, impulsándose y
ampliándose las campañas sociales de Sanidad por todo el territorio nacional. Y
ese mismo año se crea la Escuela Nacional de Salud cuyo objetivo fue la
formación de médicos y personal especializado en la organización de los
servicios sanitarios y en la promoción de medicina preventiva y comunitaria.
Asimismo, en algunos hospitales se impartieron cursos de adiestramiento para
conseguir el perfeccionamiento técnico del personal sanitario; talleres cortos para
los empleados y también se dieron conferencias sustentadas por los médicos
inspectores sobre el estudio de las principales cuestiones sociales relacionadas
con la higiene colectiva. (Secretaría de Salubridad y Asistencia, 1980)

Los intentos legislativos por Federalizar la Salubridad fueron apoyados con la


creación y el apoyo de organismos institucionales del Estado que propiciaron el
aumento de infraestructura, programas, servicios y recursos humanos en esta
área. En 1926 se instauraron las Brigadas Sanitarias Móviles, que eran clínicas
ambulantes que realizaban labores médico-sociales, y centraban su labor en la
promoción de la medicina preventiva y hábitos de higiene, principalmente en las
diferentes comunidades rurales. En las áreas urbanas se amplió y fortaleció la
cobertura de los Centros de Higiene Infantil y se iniciaron trabajos de propaganda
y educación higiénica, por medio de conferencias, folletos y artículos que
aparecían en la prensa diaria. Y ya en el período de 1925-1928, la prioridad fue
la organización jurídica, legislativa y administrativa de la Salud, que se consolidó
111
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

en 1928 con la creación del Departamento de Salubridad Pública, que impulsó


las Campañas Sanitarias, los Servicios de Higiene infantil, creó los Servicios de
Higiene Escolar y Dispensarios a lo largo y ancho del territorio nacional, así como
también programó tareas de remodelación y ampliación de la infraestructura de
salud ya existente.(Secretaría de Salubridad y Asistencia, 1980)

En el área de Salubridad, ya para 1932-33, los lineamientos y acciones


gubernamentales que retomaban las labores desde una perspectiva médica,
ampliaron su perspectiva y su campo de acción, llegando a participar en las
labores sociales tanto en las comunidades urbanas como rurales. Es decir,
rebasaron lo instrumental, técnico e individual, y tuvieron participación activa en
el ámbito socio-político y con un alcance principalmente comunitario y preventivo.
Por lo anterior, la creación, conjugación y necesidad de aumentar los servicios
sanitarios, además profesionalizarlos, y el enfoque de trabajo preventivo y
comunitario en salud, hizo indispensable que las propias instituciones del Estado
delinearan la formación de personal profesional técnico que coadyuvara en la
satisfacción de las necesidades institucionales de salubridad, y con ello se
configura y proyecta un quehacer profesional organizado y coordinado que diera
respuesta a las demandas estatales y que paliara las urgentes necesidades de
la población, ubicando al Trabajo Social en el marco de tales urgencias.

4.4 Antecedentes en el Area de Beneficencia.

En el aspecto de Beneficencia, los diferentes gobiernos Post-revolucionarios de


esta etapa, inician una paulatina transformación del sentido y enfoque tradicional
de la Beneficencia Pública, es decir, su carácter paternalista y conmiserativo, es
tratado de sustituir por una concepción que implica recibir ayuda social como un
derecho de los mexicanos y como una obligación del Estado, pasando a la
concepción de Asistencia Social. Aunque en este periodo no se logran revertir
totalmente esas arcaicas visiones sobre la beneficencia, pero se construyen los
cimientos para lograr tales objetivos en las tareas e instituciones del Estado.

Es 1926, por decreto presidencial, la Beneficencia Pública se constituye como un


órgano directriz dentro del aparato estatal posrevolucionario y se convierte en
una instancia pública, sin participación religiosa o de otro tipo, y además se
construye una institucionalidad sólida y un marco programático que buscan dar
servicios, beneficios y atención social con una incipiente visión de garantías
individuales y con una profesionalización básica para su desarrollo. (Flores,1987)
112
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Uno de los programas de gobierno que se considera estratégico en la historia de


la Beneficencia Pública en México se empieza a desarrollar en 1929 con los
Centros Asistenciales llamados “La Gota de Leche,” los cuales dotaban de
alimentación básica, en especial leche, a los todos los menores de edad, y se
veía a las niñas y niños como prioridad y como sujetos de asistencia social Ese
mismo año se funda la Asociación Nacional de Protección a la Infancia, una
institucionalidad encargada de dar atención servicios sociales a los menores
necesitados y en su interior son nombradas las Inspectoras de Beneficencia
Pública, encargadas de investigar y hacer diagnósticos sociales y familiares a
todas las solicitudes de ayuda y apoyo social- familiar. (Secretaría de Salubridad
y Asistencia, 1980). En 1928 es también establecida otra institución muy
importante que perfiló la aparición posterior del profesional del Trabajo Social; el
Consejo de Defensa y Prevención Social de la Secretaria de Gobernación que
tenía a su cargo las instancias vinculadas a los menores infractores y a los
menores abandonados, así como las políticas y programas de prevención del
delito, de readaptación y reinserción social. (Valero, 1997)

Dentro del campo de la Beneficencia Pública, el personal encargado de operar


las diferentes instituciones benéficas y de apoyar las labores de Asistencia
Social, estuvo compuesto en su mayoría por personas voluntarias y por mujeres
que hablan tenido la oportunidad de conocer y estudiar el “Social Work”
norteamericano o europeo, y cuya influencia fue decisiva para implementar en
nuestro país programas y mecanismos de acción social realizados en otras
latitudes, pero también haciendo evidente la falta de un profesional de esas
características formado en el país.Por tales motivos, las funciones de
Beneficencia estuvieron delimitadas por una orientación asistencialista, apolítica
y de poca profesionalización dejando de lado la carga político-ideológica y
comunitaria que cubrió intensamente las actividades de Educación y Salubridad.

En 1929, existía personal profesionalizado en esta área con un perfil orientado a


las funciones de Trabajo Social, ya que “fueron designadas diez personas como
inspectoras de la beneficencia pública a fin de que investigaran a los solicitantes
de ayuda. Visitaban los domicilios y rendían informes en los que se incluían sus
conclusiones acerca de si procedía o no la ayuda solicitada. En ocasiones en la
realización de las visitas domiciliarias hubo la necesidad de que refirieran
enfermos que ameritaban hospitalización, haciendo para ello traslados a los
hospitales General o Juárez” (Valero, 1994; 50)

113
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

De acuerdo a lo anteriormente descrito, con respecto a los antecedentes del


Trabajo Social en la Educación, Salud y Beneficencia, es importante remarcar
las acciones estatales en estas áreas se fortalecieron, ya que antes estas
actividades no necesariamente estaban normadas y desarrolladas por el Estado
como una obligación y como un derecho, basado en las garantías individuales,
pero independientemente de las diferencias de alcance y orientación, estas
acciones tuvieron enfrente numerosos obstáculos que impidieron, en ese tiempo,
su cabal desarrollo. Por una parte, existió la oposición e impugnación a tales
prácticas sociales laicas, por parte de la Iglesia y de los grupos católicos
radicalizados, que tuvieron participación en la Guerra Cristera. En este tiempo en
muchas partes del país, los asuntos religiosos fueron la causa de ataques contra
esas iniciativas del Estado en temas de educación, salud y beneficencia, y
boicots contra sus instituciones ubicadas principalmente en las zonas rurales.

No puede negarse que al tener el Estado el monopolio de la Educación,


Salubridad y Beneficencia, se haya encontrado este con la oposición férrea e
intensa de la Iglesia y fundamentalmente del clero político. Debe recordarse
que el conflicto entre la Iglesia y el Estado se remonta a la primera mitad del siglo
XIX y se fundamentaba en la disputa de las cuestiones sociales: educativas, de
salud y de beneficencia, de las cuales, la Iglesia mantenía el control. Ya
después de la Revolución, la Iglesia habla perdido la supremacía sobre estos
temas, pero continuaba ejerciendo importante influencia y en muchos casos
adoptaba la táctica de sabotear las acciones estatales, usando su todavía
significativo poder, para establecer el boicot a las instituciones del Estado.

La crítica contra las instituciones estatales por asuntos religiosos, fue una táctica
utilizada por las clases privilegiadas y por el clero político para confundir las
cuestiones económicas, políticas y sociales que intentaba instaurar el Estado,
aunque al final se logró, de acuerdo a diversos métodos políticos, económicos,
sociales y culturales, la institucionalización de esos programas y prácticas de
acción social, que efectivamente redituaron en mayor nivel Educativo, de
Salubridad y Beneficencia Pública para los grupos mayoritarios.

4.5 Aparición de la carrera de Trabajo Social en México 1933.

En el caso de México, el Trabajo Social surge ligado estrechamente a la


expansión y modernización del Estado posrevolucionario, fundamentalmente por
las urgencias requeridas por la matriz social del mismo para consolidar un marco
114
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

institucional que concretizara las demandas sociales de la revolución. Por ello,


de acuerdo a los antecedentes del Trabajo Social en México, se puede afirmar
que desde los inicios de la década de los 20´s y hasta 1933, las instituciones
relacionadas con las áreas sociales se van a dar a la tarea de capacitar personal
para planear y realizar actividades de atención social, de ayuda al necesitado y
en tareas auxiliares para otros profesionales inmersos en las áreas sociales, en
especial a los médicos, profesores y abogados. Es interesante mencionar que en
México, el Trabajo Social aparece primero como una práctica social reconocida
y legitimada dentro de las instituciones sociales y de los espacios comunitarios,
posteriormente se da paso a la creación de una carrera formadora de ese
personal, y finalmente se reconoce como una profesión. Por ello, las funciones
de Trabajo Social van a ser reconocidas por las instituciones antes de que sea
reconocido oficialmente como una figura profesional y como una carrera.

En ese sentido, el personal encargado de realizar las poco reconocidas, pero


existentes funciones de Trabajo Social, fueron las investigadoras o inspectoras
de la beneficencia, enfermeras visitadoras o promotoras sociales, surgieron de
varias rutas; primero, porque muchas profesoras rurales se fueron orientando al
trabajo comunitario; en segundo lugar, porque apareció personal voluntario,
mayoritariamente femenino que se interesaba actuar en la cuestión social; en
tercer lugar, por la participación de personas que se formaron con cursos cortos
o de estudios plenos del "Social Work" en los Estados Unidos y Europa; en cuarto
lugar por personas que fueron capacitadas en la Escuela de Higiene de la Ciudad
de México, creada en 1926; y en quinto lugar, un porcentaje significativo se forjó
con las experiencias comunitarias, sin una capacitación previa en los ámbitos
sociales, pero con una ideología y una praxis revolucionaria.

Con la imperiosa necesidad de contar con un personal preparado para operar las
iniciativas y programas de las instituciones relacionadas con lo social, se crea en
1933, la primera escuela de Trabajo Social denominada Escuela de Economía
Doméstica y Trabajo Social de la Secretaría de Educación Pública, donde se
estudiaba la carrera técnica y se obtenía el título de Profesora de Economía
Doméstica y Trabajadora Social. La carrera formaba profesionales capacitados
a identificar los problemas que tenían su origen en la pobreza y enfermedad, así
como proporcionar apoyo social para la prevención y eliminación de obstáculos
personales y ambientales para el logro del bienestar individual y colectivo. Las
profesoras de economía doméstica eran apoyo de las familias con bajos recursos
y sus actividades eran enseñar a las mujeres optimizar los recursos familiares
115
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Los requisitos de ingreso eran tener 18 años cumplidos, certificado de estudios


secundarios, certificado de salud, examen de salud mental y carta de buena
conducta y las estudiantes, solamente mujeres, debían cubrir el Plan de Estudios
que contenía las siguientes materias:

Primer Año Profesional


Lengua castellana 1
Aritmética
Anatomía, Fisiología e higiene.
Economía doméstica 1
Botánica y Zoología
Dibujo
Costura a mano
Costura a máquina
Cocina y repostería
Cultura física y Deportes.

Segundo Año Profesional


Lengua castellana 2
Geometría
Documentación
Economía Doméstica II
Estadística
Física y Química
Civismo y elementos de Derecho
Enfermería 1
Puericultura
Dietética 1
Corte y Confección
Remiendo y compostura de ropa
Cultura física y deportes

Tercer Año profesional


Lengua castellana 3
Geografía
Conservación de productos alimenticios
Química bromatológica
Psicología general
116
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Sociología
Dietética 2
Enfermería 2
Práctica referente a la profesión 1
Bordados y tejidos y Bordados a máquina
Cultura Física y deportes

Cuarto Año Profesional


Contabilidad
Dibujo constructivo
Expresión oral y escrita
Higiene de las colectividades
Práctica referente a la profesión 2
Técnicas de la economía doméstica
Psicología social
Técnicas y prácticas de la investigación social
Técnica de la Cultura física
Cultura física y deporte. (Beltrán Frausto, 1936)

Los requisitos para obtener el título profesional eran hacer una tesis, basada en
una investigación sobre algún problema social, realizar examen profesional y
responder un cuestionario de autocrítica de los estudios. (Beltrán Frausto, 1936).
Con base al primer Plan de Estudios de la Carrera de Trabajo Social, se identifica
a la profesión como una extensión social de las labores domésticas
desarrolladas por mujeres, de acuerdo a la concepción sociocultural tradicional
donde lo femenino se identifica con actividades de naturaleza privada y de menor
jerarquía frente a las acciones de trabajo masculino. La formación académica
estaba orientada a asignar funciones micro sociales auxiliares, complementarias
o subalternas, capacitando técnica y manualmente en las áreas de economía
doméstica-familiar y de la salud, dejando de lado la posibilidad de incidir
técnicamente en los ámbitos macro sociales o comunitarios, relacionados
íntimamente con las actividades socio-educativas, privilegiando el enfoque
individual. Asimismo, el plan de estudios carecía de materias que aportaran
marcos globales de interpretación de la sociedad, por lo que se formaba
profesionales con una visión ahistórica, atomística y fragmentada de la sociedad.

Sin embargo, es importante mencionar que el Trabajo Social mexicano surge en


un espacio social contradictorio y dicotómico, contextualizado por la necesidad
117
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

de fortalecer al novel Estado emanado de la Revolución, y por ello, a la vez que


surge una figura profesional implementadora de lineamientos sociales de la
revolución mexicana, con una perspectiva colectiva, comunitaria y de
transformación social, por otro lado en este momento histórico se privilegia una
formación funcionalista, individualista y para incidir en lo micro social. De
acuerdo al análisis de este periodo de la profesionalización del Trabajo Social en
México, 1933, se pueden identificar los siguientes argumentos que identificarán
a los inicios de la novel profesión, a partir de la formación académica:
 El Trabajo Social como quehacer profesional será una extensión social de
las labores domésticas desarrolladas por mujeres, ya que serán además
de Trabajadoras Sociales, profesoras de Economía Doméstica.
 El Trabajo Social será una carrera que tenderá a la formación en
actividades específicamente técnico-operativas, de apoyo o auxiliaridad al
médico, principalmente desde una perspectiva individualista. Todavía no
aparece en estos momentos históricos la orientación para-jurídica.
 La inicial formación de las trabajadoras sociales muestra una evidente
orientación no necesariamente asistencialista, sino micro social al
involucrarse en los aspectos domésticos, aunque buscando incidir en los
efectos de los problemas sociales sin considerar las causas generadoras.
 Las trabajadoras sociales serán capacitadas para construir respuestas a
problemáticas sociales, además de contener e institucionalizar una
relación en especial con los sectores en situación social desventajosa.
 La carrera estará imbuida de un reconocimiento del origen de la
desigualdad social a partir de la causación individual o grupal, pero no
desde una perspectiva Estructural.
 Las prácticas escolares de las estudiantes del Trabajo Social serán un
aporte interesante en la carrera, para hacer investigaciones y diagnósticos-
socio familiares y domésticos, además estarán orientadas a integrar o
adaptar a los individuos a un sistema social armónico.
 El inicial Trabajo Social mexicano tendrá dos orientaciones, vertientes o
posturas contradictorias inspiradoras de su ser y de su quehacer: una
postura integradora-adaptativa-técnica frente a las necesidades sociales;
y una postura ideológica-política nacionalista y comunitaria para el apoyo
a acciones sociales de transformación social propuestas por los gobiernos
posrevolucionarios, mismas que se desarrollarán en las etapas históricas
de la consolidación institucional del Trabajo Social.

118
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Capítulo 5
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en
México. 1934 - 1982

4.1 Contexto Social 1934-1982.

El Estado posrevolucionario es sin duda una herencia política y social del


movimiento revolucionario de 1910 que reivindicó las aspiraciones sociales de
los sectores mayoritarios del país y configuró a los Estados Unidos Mexicanos
como una república Representativa, con división y equilibrio de poderes:
Legislativo, Ejecutivo y Judicial; Democrática, con la posibilidad de elegir a sus
autoridades mediante elecciones libres, auténticas y periódicas; y Federal,
integrada por estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen
interior pero unidos en torno a la federación. Sin embargo, aun cuando la
Constitución General de la República define y otorga al Estado mexicano
aquellas características, es importante aclarar que en la realidad concreta el
estado posrevolucionario históricamente fue construyendo pilares políticos
contradictorios con los designios de las leyes fundamentales, en los que
descansa parte importante del accionar social y de sus características actuales,
entre las importantes se mencionan los siguientes:
 Estado Corporativo que utilizó estrategias cooptativas para cobijar bajo su
tutela a los movimientos y organizaciones sociales mayoritarias, y de ese
119
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

modo asumir sus demandas y aprovechar sus apoyos políticos.


 Estado Centralista donde el poder central delimitará la autonomía de los
estados de la federación, buscando principalmente la homogeneización en
las decisiones económicas, políticas y sociales.
 Estado Presidencialista donde la expresión administrativa del Estado, el
gobierno, estará supeditado al poder del ejecutivo que jugará un papel
central en la toma de decisiones sobre las acciones públicas a realizarse.
 Partido de Estado. El Estado y su expresión administrativa serán
institucionalizadas en un partido oficial, ideado como mecanismo de
control político utilizando el poder del Estado para priorizar acciones,
fundamentar lineamientos políticos y para privilegiar a algunos sectores
políticos de la población nacional.

Se puede afirmar que el Estado Social 1917-1982, a pesar de sus diferencias


con respecto a sus gobiernos sexenales, en toda esta amplia etapa, fue
concebido como un aparato jurídico administrativo propietario, interventor y
rector en los aspectos económicos, políticos y sociales. Sus principios
orientadores en los marcos de la política social estarán basados en el
reconocimiento a los derechos sociales universales garantizados por el Estado.
Su esencia se orientará a promover y fortalecer la solidaridad colectiva para
lograr el bienestar social. La orientación social de acuerdo a su construcción
histórica se direccionó a beneficiar a los sectores mayoritarios de la sociedad
aglutinados corporativamente en los sectores campesino, obrero y popular
(profesionales, pequeños comerciantes, y trabajadores del estado. En ese
sentido, el estado social tuvo el “cuasi-monopolio” en el diseño, implementación,
administración y evaluación de los lineamientos y acciones sociales, y fue el actor
principal en la dirección de la institucionalidad necesaria para concretizar la
cuestión social, aunque dejó pequeños espacios marginales para la intervención
de otros actores en el área social, como los actores privados y civiles.

De acuerdo a lo anterior, el Estado Social posrevolucionario fue el principal y


cuasi único actor socio-político y administrativo encargado de diseñar una política
social que se tensionó hacia garantizar el bienestar social de la sociedad nacional
y que dio pautas para la construcción de mecanismos de integración nacional y
de control social y político de las masas populares. Simultáneamente, también
fue un instrumento para reproducir la fuerza de trabajo necesaria para la
acumulación capitalista nacional, que se fundamentó en un Pacto Social, es
decir, en hacer referencia al reconocimiento, por las fuerzas sociales en
120
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

conflicto, de la legitimidad de ciertas necesidades e intereses y de un conjunto


de políticas que garantizan su satisfacción o realización. (Laurell, 1996) En ese
sentido, el pacto social del estado social posrevolucionario fue extensivo, ya que
buscó beneficios estratificados para los sectores de la sociedad,
fundamentalmente para los más necesitados, pero sin dejar de lado la
obligatoriedad de reconocer los derechos sociales de todos los sectores y grupos
que integran la sociedad nacional. pero fue también un pacto social excluyente,
ya existía discursivamente un reconocimiento social a todos los sectores y grupos
de la población nacional, aunque siempre incluyó en su configuración a sectores
del entorno social generalmente afines a los propósitos sociales y políticos del
estado, excluyendo a otros opositores al mismo Además, a los sectores
oficialistas se les tomó en cuenta a través de sus representantes cupulares, en
numerosas ocasiones sin una legitimidad otorgada por su representados.
Aunque es importante mencionar que el protagonismo dentro del pacto social
posrevolucionario fue principalmente de los obreros, campesinos y del sector
popular, en detrimento de los sectores privados.

Pero contradictoriamente, el pacto social posrevolucionario también fue


excluyente, porque ignoró de sus marcos de negociación y debate a sectores
sociales con sus especificidades socio-culturales (indígenas, mujeres, jóvenes,
principalmente). Pero esa modalidad excluyente también afectó a las voces y
opiniones de los verdaderos beneficiarios de los servicios y acciones sociales
que no fueron tomadas en cuenta para el diseño de la política social. Sin
embargo, a nivel discursivo el pacto social del Estado Social mexicano se puede
definir como integral ya que retoma una connotación ampliada de lo social,
articulando tanto las dimensiones económicas como las específicamente
sociales, siempre identificando a las primeras como indispensables para el logro
del bienestar social de la población nacional.

Es así que en el periodo 1917-1982 la estructura institucional social se compone


mayormente de instituciones sociales públicas, complementadas residualmente
con otros actores que buscan incidir en el ámbito social. Es importante mencionar
que la institucionalidad social estará conformada por una matriz pública
integradora de la intervención estatal en todos los ámbitos de la vida social. Dicha
matriz estaba constitutiva por una estructura institucional con posibilidad de
permear profundos niveles de la capilaridad social, vinculándose profundamente
con la vida cotidiana de la gente. (Gurza, 1996)

121
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

La matriz pública buscó como primer objetivo crear infraestructura social como
medio para lograr la finalidad de la política social: Elevar el nivel de vida y lograr
el bienestar social de las mayorías. Una vez creada la infraestructura social, la
matriz pública extensiva se articuló con instituciones, servicios, planes y
programas especiales que existieron en algunos momentos de este extenso
periodo o no siempre llevaron los mismos nombres, pero que sin embargo su
finalidad como institucionalidad colectiva, transversal y articulada era dar
operatividad e integralidad a esa matriz pública. Esta se articulaba a distintos
niveles de gobierno e integraba las vertientes de la política social que como un
todo interrelacionado eran consideradas instrumentos de transformación de las
condiciones sociales y a la vez estrategia de gestión gubernamental integrada.

En ese sentido, la vertiente socio-económica buscaba elevar el nivel de vida de


la población a partir de una integración entre lo económico, lo social, lo laboral
buscando beneficiar principalmente a los trabajadores, estos estratificados en
trabajadores particulares (privados) y en trabajadores del Estado (públicos). La
vertiente de beneficios-servicios sociales amplió la base de lo social, al buscar
extender el acceso a la educación, salud, vivienda, alimentación, pensiones y
jubilaciones, insertando conjuntamente las dimensiones culturales, recreativas y
deportivas. (Laurell, 1996) Con respecto a la vertiente asistencial se buscó
complementar y reforzar las otras dos vertientes, otorgando beneficios-servicios
sociales hacia los grupos sociales marginados: campesinos, indígenas y en
general a la población de trabajadores informales y desempleados.

Con respecto al modelo de gestión social del estado social posrevolucionario,


este estará marcado por una fuerte tendencia centralizadora. En ese sentido,
a pesar de existir una legislación nacional que identifica al país como una
república federal, con estados autónomos para legislar y organizarse con
respecto a sus cuestiones internas, en la realidad las acciones y los mecanismos
para lograr concretizar las acciones sociales fueron diseñadas y determinadas
desde un ente central que verticalmente era direccionado hacia lo estatal
(regional) y municipal (local). En ese sentido los programas sociales eran
formulados a nivel central, la ejecución quedaba a cargo de las instituciones
federales y cada entidad federativa actuaba como garante de los programas para
su aprobación y, en su caso, como promotores de los mismos, dejando a las
instancias locales, los municipios, una participación marginal.

Por eso, durante esta etapa los actores sociales inmersos en el ámbito social
122
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

serán protagonistas dependientes del Estado, es decir, serán actores


corporativizados. En ese sentido el sector campesino, sector trabajador y el
sector popular serán aglutinados en centrales oficiales dirigidas por cúpulas
pertenecientes al partido de estado. De acuerdo a ese esquema, un porcentaje
significativo de los procesos de movilización y organización social quedaron
bajo el control del mismo Estado, y por eso los procesos sociales se
caracterizaron por baja movilización social fuera de los marcos estatales.
Generalmente los movimientos sociales extensos serán de apoyo al Estado y no
en su contra, ya que el discurso estatal posrevolucionario se nutrió de conceptos
como Justicia Social y Derechos Sociales, de apoyo a las reivindicaciones
populares, además de que buscó dar respuestas a diversas problemáticas y
necesidades de los sectores mayoritarios.

A manera de síntesis, podemos afirmar que los actores de la política social en


México se movieron en el escenario de monopolio estatal, donde el Estado Social
Posrevolucionario fue el actor cuasi-único para definir, generar, administrar y
ofrecer los servicios y beneficios de bienestar social de los ciudadanos
mexicanos. Por eso, un porcentaje claramente mayoritario de los servicios
sociales y los programas de bienestar, fueron diseñados y desarrollados por el
Estado y sus distintos actores adherentes, para así garantizar su adecuada
distribución entre aquellos estratos que realmente lo necesitaban. En este
escenario, las iniciativas socio-civiles y privadas siempre fueron subordinadas al
Estado, se constituyeron en actores sociales marginales, aun cuando de cierta
manera existió algún tipo de relación y coordinación.

5.2 Legitimación Profesional del Trabajo Social en México. 1934-1940.

La llamada etapa Cardenista abarca de 1934 a 1940 y constituye el periodo en


el que se concretiza una parte importante del programa social inspirado en los
ideales del Constituyente de 1917. Sobresalla y sintetizaba lo realizado por este
régimen, la concepción que otorgaba al Estado Social un papel activo en la
transformación y reconstrucción económica, política y social del país. El gobierno
Cardenista se caracterizó por la aplicación de políticas de orientación social, que
marcaron un parteaguas en la historia post-revolucionaria de México, y que
profundizaron la construcción de una matriz pública que generó numerosas
instituciones sociales. Su programa de gobierno, fundado en el Plan Sexenal,
busca impulsar la reconstrucción nacional a través de una orientación ideológico-
política de corte socialista, que entre otras cosas, impulso la Reforma Agraria,
123
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

construida a partir de la distribución masiva de tierras para los campesinos y de


la dotación de créditos y apoyos. Planteó la necesidad primordial de industrializar
al país, partiendo de la idea del Estado Fuerte, regulador de intereses opuestos
y defensor de las clases trabajadoras. Y para lograr tales demandas, delinea la
Política de Masas, concretizada en acciones de apoyo estatal, a partir de la
movilización y organización de los sectores obreros, campesino e indígenas,
actos que fueron ampliados y reforzados por una política social que planteaba
lograr un crecimiento económico estable partiendo de acelerar la reforma social.

La política social y la matriz pública del cardenismo se manifestó claramente a


través de sus acciones en materia obrerista, agrarista e indigenista. La
movilización obrera estuvo encaminada a promover las huelgas que en un
principio sirvieron a Cárdenas para triunfar sobre Calles, y después para dar
forma al Estado activo, participante y promotor del desarrollo económico
nacional. El punto culminante de este proceso fue la organización de la CTM en
1936, constituyendo el Frente Unico de Trabajadores, uno de los sólidos pilares
de la política cardenista. Cárdenas desplegó una intensa actividad obrerista
durante los primeros cuatro años de su gobierno; hacia 1939, cuando su política
de masas había rendido frutos, comenzó a disminuir la movilización con el fin de
dirigir el fomento hacia el sector empresarial, cuya organización también fue
promovida por el gobierno cardenista. Asimismo, es necesario mencionar que en
este periodo, las crecientes y justas demandas de Seguridad Social del
movimiento obrero son apoyadas por el gobierno y son puestas al debate para
retomarlas y posteriormente aplicarlas a la realidad del país.

En el plano educativo el régimen de Lázaro Cárdenas intentó consolidar el


monopolio estatal en la Educación, y para lograr tal objetivo creó e impulsó la
Educación Socialista. El 10 de octubre de 1934 se discutió en la Cámara de
Diputados la iniciativa de ley sobre la Educación Socialista, que contenía, las
siguientes orientaciones: se considera que los esfuerzos realizados por los
gobiernos revolucionarios, encaminados a la extensión de la cultura entre las
clases populares, por obra de la escuela rural, solo podrán tener éxito si se les
da una orientación firme y concreta en el orden Económico y Social. Por ello se
pide que la educación que imparta el Estado sea Socialista, que excluya toda
enseñanza religiosa y proporcione una cultura basada en la ciencia, que forme
el concepto de solidaridad necesario para el socialismo progresivo y los medios
de producción económica; que la educación en todos los tipos, primaria,
secundaria, normal, técnica y profesional, se imparta con el carácter de servicio
124
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

público por la Federación, los Estados y los Municipios. (Monroy Huitron, 1975)

A través de la Educación Socialista, el gobierno consideraba indispensable


preparar política, educativa, cultural y técnicamente al pueblo mexicano para las
enormes transformaciones económicas y sociales que se planeaban. Debía
prepararse y educar al campesinado para que recibiera la tierra, especialmente
donde habla de ser distribuida, con base colectivista, y la conciencia nacional
debía desarrollarse para apoyar al gobierno en crisis tales como la de la
expropiación petrolera. (Monroy Huitrón, 1975). Por ello, la Escuela Rural se
consolida como el principal vehículo para vincular la política económica con las
masas de la población y en ella se inculcaron los ideales revolucionarios y se
convirtió en centro de fermentación ideológica y activismo social.

Como consecuencia de lo anterior, se impulsa aceleradamente la formación de


maestros rurales, poniendo énfasis en la acción social. Asimismo, en 1938,
Lázaro Cárdenas decide suspender el servicio de las misiones culturales
foráneas, dejando sólo las del Distrito Federal, buscando institucionalizar
organismos socio-educativos que superaran la acción emergente supliéndola por
programas, servicios y actividades educativas permanentes y mejor organizadas.
Entre las acciones de gobierno que destacan para lograr tal propósito se
encuentra el fomento a Federalizar la Educación, a través del fortalecimiento y
expansión de la Escuela Rural, institución mediante la cual, se intensifica la
política educativa cardenista de vincular aprendizaje, trabajo productivo y acción
social. Debían ayudar a organizar cooperativas de producción y de consumo,
además impulsar el desarrollo de la enseñanza técnica en sus diversas formas,
para capacitar a los trabajadores o coadyuvar eficazmente en los procesos de
dominio y aprovechamiento de la naturaleza. (Monroy Huitrón, 1975)

Bajo el gobierno cardenista también se crearon las Escuelas Regionales


Campesinas, con la fusión de las Normales Rurales y las Escuelas Agrícolas,
que trataron de dar cobertura a las zonas rurales alejadas y de complicado
acceso, combinaban cuestiones socio-educativas, agrícolas y técnicas, partiendo
de una ética de servicio social y de identificación con el campesinado, y además
tenían un programa de trabajo social en los poblados cercanos. (Raby, 1974). Y
por todo lo descrito, se puede afirmar que el plano educativo constituyó el pilar
fundamental del gobierno cardenista, para impulsar y lograr la imprescindible
reforma social que el país necesitaba con urgencia.

125
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

En el aspecto de Salubridad, el gobierno de Cárdenas reorganiza el


Departamento de Salubridad Pública y se promueve a gran escala la
Federalización de la Salubridad. El Departamento de Salubridad planteaba que
el Estado Mexicano deba ir al hogar y a la comunidad para ejercer la función de
protección a la salud de la infancia por medio de su ejército de visitadoras
sociales, por ello, se legisla que en cada Estado de la Federación cuente con una
oficina Central de Salubridad y Asistencia, con diversos Centros de Higiene Rural
Móvil y Unidades Sanitarias para llevar la acción del gobierno en temas de salud
a las comunidades. (Secretaría de Salubridad y Asistencia, 1980),

Asimismo, se implementaron labores médico-sociales a gran dimensión, al


crearse los Servicios Médicos Rurales Cooperativos, que se extendieron también
por la mayoría de los Estados de la República priorizando zonas rurales e
indígenas, y para la operar estos servicios de salud, fueron preparadas y
capacitadas inicialmente las Enfermeras Visitadoras, personal que realizaba
labores de investigación familiar, pero que en este periodo con la creación de la
carrera de Trabajo Social dieron el paso a las trabajadoras sociales del área de
la Salud, cuya preparación era responsabilidad del Estado, y buscaban formar
profesionales eficientes, activas y honorables, capaz de ser muestra de
Salubridad y de recoger con fidelidad los elementos de información social y
demográfica. (Secretaría de Salubridad y Asistencia, 1980)

Con respecto al área de Beneficencia, el Gobierno Cardenista crea en 1935 el


Departamento de Terapia Social, encargado de atender la asistencia y protección
social, principalmente a los niños y a las mujeres, posteriormente, en 1937 se
crea el Departamento Autónomo de Asistencia Social Infantil, encargado de los
problemas educativos de los menores de edad, conjuga los esfuerzos de los
hogares infantiles con los jardines de niños, implantándose para ello, la
Educación Preescolar, que inicia como no obligatoria. (Raby, 1974). Este mismo
Departamento tuvo bajo su responsabilidad los programas de atención social a
la niñez, creándose un área donde Trabajo Social tuvo una amplia participación.

Un acontecimiento central del gobierno cardenista sucede el 31 de diciembre de


1937, cuando se crea por decreto presidencial la Secretaría de Asistencia
Pública, organismo rector de la asistencia y protección social, que transformó la
noción paternalista de la Beneficencia, de verla como un obsequio y por
conmiseración, para sustituirla por el concepto de Asistencia Pública, que implica
una connotación de verla como derecho de los mexicanos y obligación estatal.
126
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

La creación de esta institucionalidad pública significó un espacio de inserción de


los profesionales del Trabajo Social y fue una trinchera de reconocimiento y
legitimación profesional. (Secretaría de Salubridad y Asistencia, 1980)

Otra área de relevancia para el Trabajo Social en este tiempo lo será la política
indigenista, esta buscó lograr la incorporación de los indígenas a la cultura y a la
sociedad nacionales, pero a diferencia de programas anteriores, la nueva
perspectiva planteaba la necesidad de proporcionarle a los indígenas los
elementos de la técnica para que enriqueciera los recursos que su medio le
proporcionaba, sin desarraigarlo de su entorno, pero sobre todo en un marco de
respeto a sus costumbres y tradiciones. Tal empresa no era cosa fácil ya que el
México indígena no era una entidad unificada, sino una multitud de comunidades
rurales disgregadas y separadas entre sí por la geografía por los dialectos y por
las distintas costumbres. Estas condiciones de aislamiento territorial, social y
cultural constituían un serio impedimento para lograr su incorporación a la
Nación, además se tenía que luchar contra el analfabetismo, el alcoholismo y las
enfermedades, males endémicos causados por siglos de marginación.

Sin embargo, Cárdenas tenía la certeza de que los indígenas sí estaban


interesados en su mejoramiento, y la apatía, era producto de la desconfianza,
que era causa de siglos de olvido y marginación. Por lo anterior, el gobierno creó
el Departamento de Asuntos Indígenas y dio impulso a la investigación
etnológica, para lo cual se fundó el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Los avances fueron significativos, sin embargo no fueron suficientes para
resolver desigualdad en que vivían las comunidades indígenas, por lo que la obra
cardenista requería de nuevos esfuerzos de gobiernos posteriores.

A la par de esas perspectivas se desarrolló el Trabajo Social, aunque es evidente


que su campo de profesionalización se centrará prioritariamente a la Ciudad de
México y otros centros urbanos, habrá otras acciones dirigidas a lo rural, tanto
de educación como de salud, pero que pierden presencia profesional y
protagonismo. Es por eso que se generarán dos tradiciones del Trabajo Social,
el de práctica revolucionaria, rural, comunitario, generado en la acción social, que
era más de autoformación y con una visión político-ideológica; y el de enfoque
asistencial, instrumental, urbano, más institucional, basado en el trabajo social
de caso y generado desde las aulas es decir en la formación escolar.

Por eso, en este lapso, el incipiente quehacer profesional hereda


127
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

sustancialmente la orientación político-ideológica y de movilización social,


basada en las necesidades del país, pero es evidente la aparición de una
transformación paulatina de la profesión para conformarse en una perspectiva
instrumentalista, asistencialista y aséptica. Estolas hacía profesionistas
polifacéticas preparabas para apoyar acciones, que aun cuando no podían ser
consideradas totalmente dentro del desarrollo comunitario, si estaban
encaminadas a proporcionar ciertos conocimientos básicos a la población, para
capacitarla en labores productivas que coadyuvaran al desarrollo nacional y
social. Pero una creciente cantidad de profesionales que egresaban de la
Escuela de la SEP, se insertaban en instituciones para desarrollar acciones de
enfoque asistencial, instrumental, urbano, doméstico y de trabajo social de caso.

Asimismo, las diferentes áreas de participación del trabajador social, también


sufren lentamente cambios; el respaldo a las labores de Educación y
Alfabetización, disminuyen como consecuencia de la formación intensa de
maestros rurales y urbanos, aunque se incrementa la intervención en las
jurisdicciones de Salubridad y Asistencia Pública. Sin embargo, la labor del
trabajador social también fue requerida en los programas de brigadas de
mejoramiento indígena, brigadas de promoción agropecuaria; en el programa de
mejoramiento del hogar rural, emprendido por la Secretaria de Agricultura y
Ganadería del Estado de México, para extenderlo, posteriormente por todo el
país; en los clubes juveniles rurales; en los Centros de Bienestar Social Rural; y
en los Servicios Coordinados de Salubridad.(Bautista, 1985)

Un dato relevante es el posicionamiento que va a tener la carrera en algunas


áreas de la administración pública, ya que se incorpora de manera consistente
en instituciones Educativas, de Salud y Asistencia Social, va a tener un espacio
central en los temas vinculados al Derecho, la Procuración de Justicia y la
Reinserción y Readaptación Social, incluso teniendo en la misma Presidencia de
la República, un Departamento de Trabajo Social que cubría funciones de
asesoría social en los lineamientos gubernamentales, atención social y relación
institucional. Por eso, en 1936, al egresar la primera generación de la Escuela de
la Secretaría de Educación Pública, mediante una circular que el propio
presidente de la república firma, se da el reconocimiento profesional,
incorporándolo al Registro Nacional de Profesiones:

128
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

“ PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA
ACUERDO A LA BENEFICENCIA PUBLICA DEL DISTRITO FEDERAL.
Esta Presidencia ha tenido a bien acordar que en las diversas dependencias de esa
institución, se procure con todo empeño aprovechar los servicios de las Trabajadoras
Sociales que se titulan en la escuela respectiva de la Secretaría de Educación Pública.
Atentamente. México D.F. a 12 de agosto de 1936.
EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
LAZARO CARDENAS
Rúbrica

Esto dio la pauta para avanzar al pleno reconocimiento profesional del Trabajo
Social en las instituciones del Estado, iniciando con las de Beneficencia Pública,
posteriormente llamada Asistencia Pública, y de ahí se amplió a otras áreas,
cuando el aparato estatal se hizo responsable de la formación en Trabajo Social
que incluyó en esta primera etapa dotarlos de conocimientos y saberes técnicos,
operativos e instrumentales, con una visión de profesión auxiliar o de apoyo a los
temas de salud que serán prioritarios junto con la economía doméstica.

Pero las mismas urgencias de contar con un cuadro técnico polivalente con una
formación y visión más amplia e integral, orientan a que se redefiniera la
formación en Trabajo Social, iniciando tales medidas con la implementación de
cursos de capacitación y formación en las diferentes instituciones estatales del
área social, con la reforma al plan de estudios de la carrera de la Secretaría de
Educación Pública y posteriormente con la creación de la carrera técnica de
Trabajo Social en la Universidad Nacional Autónoma de México.

La modificación en 1937 del Plan de Estudios de la SEP llevó consigo varios


cambios no sustantivos, pero si importantes: el ingreso a la carrera fue con
estudios de educación primaria, cuando en la primera convocatoria se requirió
secundaria y se agregó un año a la duración de los estudios, pasando de 4 a 5
años. Dicho currículum de la carrera de Trabajadora Social y Profesora de
Economía Doméstica contó con las siguientes materias:

Primer año
Aritmética
Administración Doméstica 1
129
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Anatomía, Fisiología e Higiene


Botánica y Zoología
Costura a mano
Cocina y Repostería 1
Corte y Confección 1
Caligrafía
Cultura Física y Deporte
Dibujo Decorativo y Dibujo de modas
Lengua Castellana 1

Segundo Año
Administración Doméstica 2
Corte y Confección 2
Cultura física y Deportes
Dietética 1
Documentación
Elementos de derecho
Enfermería 1
Estadística
Física y Química
Geometría
Lengua castellana 2
Puericultura
Remiendo y costura de ropa.

Tercer Año
Bordado a máquina
Cocina y repostería 2
Conservación de productos alimenticios 1
Cultura Física y Deportes
Dietética 2
Enfermería 2
Geografía
Química Bromatológica
Sociología
Técnica y prácticas de la administración doméstica 1
Lengua castellana 3
Piscología General
130
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Cuarto Año
Bordados y tejidos
Contabilidad
Dibujo Constructivo
Deportes
Expresión oral y escrita
Historia general y Patria
Demografía
Inglés 1
Piscología Social
Técnica y Práctica de Investigaciones y Servicio Social
Técnica y Prácticas de administración doméstica 2

Quinto Año
Higiene de las colectividades
Dactiloscopía
Deportes
Economía Política
Inglés 2
Conservación de productos alimenticios 2
Pequeñas industrias
Prácticas de investigación y Servicio Social. (Valero, 1984; 83,84)

La reforma de este Plan de Estudios no produjo cambios profundos en la


formación, pues la carrera siguió con un perfil vinculado a la Economía
Doméstica y en temáticas prioritariamente relacionadas con Salud, aunque se
incorporaron ya materias como Economía Política, Historia, Técnicas de
Investigación, Documentación, Estadística, Prácticas en Servicios Sociales y de
Trabajo Social que le dieron más sustento a los procesos de investigación social.

Al tratar de vincular al Trabajo Social como proceso formativo con la acción


profesional, encontramos evidencia para identificar como se miraba
profesionalmente al Trabajo Social, al remitirnos al Decálogo del Trabajo Social
que definía los lineamientos y orientaciones para realizar funciones de Trabajo
Social y que tuvo mucha influencia en la comunidad:

1.- El Trabajo Social será mi más alto ideal, porque esa actitud diferencia a los
hombres y dignifica a la humanidad.
131
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

2.- Seré infatigable para impartir los conocimientos que haya adquirido;
infundiré los altos conceptos que me animan y los dones de mi mano los
ofrendaré a todos mis hermanos.
3.- La razón científica guiará mis pasos por doquiera, y será la norma que
señale mi camino.
4.- Inquiriré todos los datos que puedan ser útiles para la elaboración de la
verdad que salvará a mis semejantes.
5.- Trabajaré por la paz del mundo entre los hombres, pero lucharé por donde
vaya para hacer fulgurar la antorcha de la justicia, que ha de resplandecer
sobre todos los prejuicios y supersticiones.
6.- Nunca mostraré fatiga, me verán sonreír y tenderé mi mano con la firme
franqueza de la lealtad.
7.- Mi boca permanecerá sin imprecación alguna, mi pie, ágil, mi corazón,
fuerte, y mi oído frente al dolor de mis hermanos.
8.- No negaré mis enseñanzas como maestra, mi mano silícita como enfermera,
mi consuelo atento como madre, y mi valor como trabajadora del progreso y
bienestar social.
9.- Nada me ha de arredrar cuando inicie una obra y cumpliré mi misión
redentora con fe, constancia y optimismo.
10.- Como soldado iré a donde me llame la voz del deber a levantar un niño, a
aliviar a una mujer y a consolar a un hombre. (Saavedra, 1958)

A partir del presente Decálogo, es claro ver que se consideraba al Trabajo Social
en México como una acción profesional basada en un collage paradigmático que
retoma eclécticamente elementos de la ciencia, pasión, energía, fe y fuerza de
voluntad. Tiene elementos de transformación social y de asistencialismo, trabajo
con los sectores en situación social desventajosa, pero también tiene elementos
revolucionarios y de compromiso con los sectores populares, plantea recuperar
la dimensión individual y la familiar, conlleva elementos de trabajo comunitario y
una postura clínico-individualista, y algo de relevancia es que resalta la visión de
un Trabajo Social científico, laico y digno. Desde el punto de vista histórico, es
muy interesante ubicar al Trabajo Social mexicano con un enorme grado de
laicidad, porque es claro que las experiencias del Trabajo Social en numerosos
países del mundo se desarrollaron a partir de una orientación marcadamente
religiosa, pero en México, las ideas de la separación Iglesia-Estado asumidas
desde el siglo XIX, van a construir una idea del Trabajo Social con un tinte
eminentemente laico que será hegemónico y que marcará un perfil significativo
al Trabajo Social mexicano. Aun cuando llegaron a existir escuelas de esencia
132
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

religiosa, estás serán poco significativas por la perspectiva de educación pública


y laica de nuestra construcción histórica.

Otro proceso interesante en la relación carrera-profesión de Trabajo Social en


México se da a fines del gobierno cardenista, justo en 1940 cuando se crea la
carrera técnica de Trabajo Social en la Escuela de Jurisprudencia y Ciencias
Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. El origen de la
carrera en la UNAM se remonta a unos cursos de dos años sobre Delincuencia
Infantil para Delegados de Protección Vigilancia del Tribunal para Menores, que
se efectuaron en 1938 y 1939. A partir de esas actividades, las autoridades
universitarias, influenciadas por los médicos y pero principalmente por los
abogados, conciben necesario crear la carrera de Trabajo Social, aunque desde
1938 ya figuraba en los planes de estudio de las Escuelas de Enfermería, la
cátedra de Trabajo Social, con lo que se demostró la inmediata estimación que
a los estudios de Trabajo Social se concedieron. (Valero, 1994)

La creación de la carrera en la UNAM, también es producto de la crítica a la


formación académica en la Escuela de Economía Doméstica y Trabajo Social de
la SEP, podemos ver esta cita ilustrativa en tal sentido: “la Escuela (de la SEP)
es heterogénea a la que asisten escolares que apenas han terminado su
instrucción primaria y cuya juventud es obstáculo para que puedan ejercer
profesión tan delicada y llena de responsabilidad como la que representa la de
Trabajadora Social, programas hay en ella que las adiestre para la confección de
un buen pastel o para cortar un vestido con el método ácame u otro cualquiera,
pero de ninguna manera les inculcan el criterio técnico de los que debe ser una
Trabajadora Social, siempre al servicio de una clase, siempre en calidad e
instructoras ideológicas de personas carentes de orientación” (Valero, 1994; 98)

El Plan de Estudios de 1940 de la UNAM, contemplaba tres años de duración,


para ingresar se debía tener certificado de secundaria, titulo de profesora o
enfermera y para obtener el título de Trabajadora Social Técnica se debía hacer
tesis y presentar examen profesional, estaba conformado por las materias:

Primer Año
Sociología
Economía Social
Nociones de Derecho Civil
Psicología General
133
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Nociones de Biología, Antropología y Fisiología


Paidología
Teoría de la Asistencia y del Trabajo Social
Prácticas de Trabajo Social (Instituciones)

Segundo Año
Sociología
Psicología Patológica
Ludoterapia
Nociones de Derecho Penal
Organización Administrativa
Primeros Auxilios y Puericultura
Teoría del Trabajo Social de Casos
Práctica del Trabajo Social de Casos

Tercer Año
Criminología General
Alimentación y Dietética
Estadística Social
Higiene General
Higiene Mental
Trabajo, su legislación y sus problemas
Teoría del Trabajo Social de Grupos y Comunidad
Práctica del Trabajo Social de Grupos y Comunidad (Camargo, 2009; 32)

Tomando como base el currículum académico, se puede afirmar que se buscaba


formar profesionales auxiliares tanto en el área médica como jurídica, esta última
aparece como un campo de acción importante, aunque justamente retomando el
perfil de profesional auxiliar. Además, la formación retomará elementos de la
Psicología para intervenir en las problemáticas individuales, desarrollándose
través del Trabajo Social de Caso. Pero lo que destaca y es novedoso en el Plan
es la idea de vincular la Teoría del Trabajo Social con las materias de Prácticas
de Trabajo Social, y por cierto, en este Plan aparecen las primeras materias
asociadas a lo teórico-conceptual del Trabajo Social, así como a la investigación
social y administración de servicios sociales. Asimismo, la formación implicará ir
de los temas educativos, de salud y de asistencia social a otros, como los
jurídicos, de procuración de justicia, seguridad social y economía social.

134
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

En el transcurso de este periodo cardenista es notorio identificar un Trabajo


Social dual y dicotómico; uno inserto en procesos de Educación y Salud
preventivos y comunitarios, basados en los derechos sociales y en el acceso
masivo a servicios sociales, que se orientaba al cambio revolucionario en las
comunidades rurales y de mayor pobreza, retomando lo colectivo y el
compromiso social; pero a la vez pero se abre otra vertiente de formación y
acción profesional hacia los marcos de una mirada auxiliar, técnica e instrumental
en las instituciones sociales urbanas tanto de Asistencia Social, Salud y
Procuración de Justicia principalmente.

5.3 El Desarrollismo y la Tecnificación del Trabajo Social en México. 1940-


1970

El período que abarca de 1940 a 1970 en México, contiene diferentes aspectos


internos, políticas y lineamientos diversos y componentes sexenales variados.
Sin embargo, a pesar de esas notorias diferencias y contradicciones, se puede
definir como la etapa en la cual se desarrolla y se consolida el desarrollo
capitalista en México. Ya que después de la pausa revolucionaria, el capitalismo
mexicano toma impulso a partir de 1940, acentuándose durante el gobierno de
Miguel Alemán (1946-1952); estabilizándose en los sexenios de Ruiz Cortines
(1952-1958) y de López Mateos (1958-1964); y entrando en crisis en el final de
la etapa gubernamental de Díaz Ordaz (1964-1970).

Existieron diferencias entre los gobiernos de esta etapa, pero los lineamientos
estratégicos fueron compartidos y marcan una diferencia con el gobierno
cardenista, ya que las finalidades de los diferentes gobiernos mexicanos de esta
etapa fueron promover y estabilizar el crecimiento económico y crear la
infraestructura necesaria para incrementar y fortalecer la industrialización del
país, cimentada con el gobierno de Lázaro Cárdenas. Pero también tuvieron
como generalidad, con respecto al anterior aparato gubernamental cardenista, el
limitar, en menor o mayor grado, la participación del Estado en la Economía,
moderaron la Reforma Agraria, buscaron mecanismos de conciliación con la
clase empresarial y delinearon su política económica con los Modelos
Económicos de Sustitución de Importaciones y el del Desarrollo Estabilizador, y
retomaron algunas cuestiones sociales.(Aguilar Camín, 1983)

Los mencionados modelos económicos concentraron sus fuerzas en lograr un


crecimiento económico acelerado, dejando de lado la constitución y
135
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

consolidación de un aparato productivo que solventara el contexto económico-


social del país. No se abocaron a atender las necesidades reales del mercado
interno, ni generaron los empleos necesarios para dar respuesta a las urgencias
de la mano de obra nacional. Sin embargo, respondieron y fomentaron la
expansión del capital trasnacional, del cual junto con la inversión nacional, estuvo
encaminado a lograr altas tasas de ganancias, y dejando al sector paraestatal la
producción de bienes y servicios socialmente necesarios. (Solís, 1987)

Por ello, el Estado fue el responsable directo de “llevar a efecto la producción y


la prestación de servicios sociales por medio de su participación en el proceso
económico, con lo cual crea una infraestructura que se desarrolló en beneficio de
las zonas urbanas, centralizándose en el Distrito Federal y su zona
metropolitana, así como en Guadalajara y Monterrey (ciudades en las que se
concentró también la inversión, el mercado, la producción y la generación de
empleos”.(Solís,1987;1)

Lo anterior propició que los recursos del capital y los humanos se centralizaran
excesivamente provocando una heterogeneidad geográfica que se iba
acentuando cada vez más. En general, la heterogeneidad se dio entre sectores
económicos, entre ramas de actividad económica y entre regiones. Entre
sectores, porque el industrial creció a costa del agropecuario y del de servicios.
Entre ramas de actividad económica, porque dentro del mismo sector industrial
sólo se tendió a crecer en la industria de transformación, bajando el crecimiento
en la industria extractiva y abandonando por completo la producción de bienes
de capital. Entre regiones, porque las grandes urbes concentraron la mayor parte
del crecimiento junto con sus beneficios, pero también sus problemas, mientras
que la descapitalización del agro iba generando emigración, baja producción,
bajos niveles de productividad y, junto con ello, ocasionando una creciente
importación de materias primas y alimentos”. (Solís,1987;6)

Los mecanismos y procedimientos económicos de este heterogéneo y complejo


período, lograron un significativo crecimiento económico, sin embargo, “sus
beneficios no fueron distribuidos de manera equitativa entre la población,
provocando que una gran parte de ella se quedara al margen de la política social.
A pesar de que durante el período 1950-1970 se lograron tasas de crecimiento
promedio anual superiores al 6 por ciento, las necesidades sociales no sido
satisfechas y la brecha entre la población beneficiada y la que no tuvo acceso a
los beneficios, se acrecentó”. (Solís,1987;6)
136
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Es claro que los modelos económicos aportaron elementos e importancia para


acelerar el desarrollo del país; se creció económicamente, "se construyó una
sociedad urbana y se modernizaron todos los órdenes de su infraestructura. Pero
las desventajas fueron haciéndose claras conforme se acumularon y empezaron
a deformar las ventajas; descapitalización del campo, concentración de la
riqueza, segregación social, deformación del crecimiento industrial protegido,
desintegrado, dependiente, crecimiento de la deuda externa, trasnacionalización
de la economía, expansión acelerada del sistema financiero con tratos fiscales
preferenciales a cambio de facilidades para financiar el gasto público. Por último,
lo central la subordinación de la política económica a las condiciones de la
bonanza privada”. (Solís,1987;6)

También son importantes los elementos, externos que tuvieron incidencia en el


curso de la economía nacional de este tiempo, en este caso, los “efectos de la
Segunda Guerra Mundial contribuyeron a cimentar el proceso; así, los países
imperialistas bajo la recesión y sometidos a la economía de guerra, cierran sus
fronteras y obligan a los países agroexportadores a crecer internamente” (Raby,
1974; 64) situándose en los procesos simples de la reproducción, dejando a las
economías monopolistas el control en las áreas de la ciencia y tecnología.

De acuerdo a las circunstancias descritas, los niveles de consumo de los


sectores sociales medios y bajos se vieron limitados por los variados problemas
sociales que aparecieron y se multiplicaban en el país; desempleo, desigualdad
social, crecimiento demográfico, inflación, etc. Los efectos de la crisis silenciosa
y subterránea de este periodo avanzaron conjuntamente con el deterioro
constante del nivel de vida de la población, y por ello, los diferentes gobiernos
van a impulsar y promover numerosas instituciones, programas y mecanismos
que buscaron dar respuesta a la creciente problemática social.

El gobierno de Manuel Avila Camacho (1940-1946) busca primordialmente


conciliar intereses con la clase empresarial y el sector obrero, y por ello crea en
1941 la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, entidad encargada de regular
las polémicas relaciones de trabajo, y dentro de este aspecto se crea el Instituto
Mexicano del Seguro Social en 1943, concretizándose así, una propuesta
anhelada por la clase trabajadora del país en la cuestión de Seguridad Social y
legislación laboral. Asimismo, en el área educativa el gobierno cancela la
Educación Socialista por una concepción educativa que planteaba a la “nueva
escuela mexicana esencialmente democrática, científica y de trabajo, sin
137
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

doctrinas y tendencias que no sean las que constituyen la raíz misma de nuestra
nacionalidad y de los más caros ideales perseguidos por nuestro pueblo, a través
de sus cruentas luchas emancipadoras” (Raby, 1974; 64)

Se promovieron las campanas de Alfabetización en el país, con la finalidad de


alfabetizar a los grandes núcleos de la población, que a pesar de los esfuerzos
estatales, continuaban sumergidos en la ignorancia. También son abolidas las
Escuelas Regionales Campesinas creadas por Lázaro Cárdenas, y son
reimplantadas las Misiones Culturales, aunque limitadas al orden estrictamente
de instrucción. En 1943 se crea la Secretaría de Salubridad y Asistencia, a partir
de la fusión de la Secretaria de Asistencia Pública y del Departamento de
Salubridad. Con ello, se inicia una cruzada de campañas Sanitarias en el territorio
nacional y se incrementó la edificación de la infraestructura hospitalaria y de
salud. Se crea el Hospital infantil de México (1943), el Instituto Nacional de
Cardiología (1944), el Museo de la Higiene (1944) y la remodelación y ampliación
del Hospital General de México. También se incrementan considerablemente las
Casas de Cuna y las Guarderías Infantiles, todas bajo la jurisdicción de la nueva
Secretaria. (Secretaría de Salubridad y Asistencia, 1980)

A partir del establecimiento del Instituto Mexicano del Seguro Social y de la


Secretaria de Salubridad Asistencia, los gobiernos posteriores al de Avila
Camacho forman numerosas instituciones donde el quehacer profesional del
trabajador social es reconocido masivamente y se instauran formalmente las
oficinas de Trabajo Social en los Hospitales General, Juárez, Homeopático,
Central Militar, de Enfermedades de la Nutrición y en el Manicomio General. En
1952 se crean, en la Secretaria de Salubridad y Asistencia, las Direcciones
Generales de Higiene y Asistencia Materno Infantil, la de Rehabilitación, la de
Asistencia Médica y la de Asistencia Social, incorporándose en todas ella
personal de Trabajo Social. En ese mismo año se funda el Instituto Nacional para
la Rehabilitación de Niños Ciegos y Débiles Visuales, y como un enorme logro
de la joven profesión, en 1954 se divide la Dirección de Enfermería y Trabajo
Social y es creada la Dirección de Trabajo Social de la Secretaria de Salubridad
y Asistencia, espacio ganado a pulso por los profesionales y acontecimiento que
hizo evidente la importancia que dió el gobierno a la profesión. (Valero, 1994)

Con las demandas para ampliar la cobertura de Seguridad Social, y de acuerdo


a la presión al gobierno para dotar de este servicio a los trabajadores y sus
familias, en 1959, la Dirección de Pensiones Civiles de Retiro se transforma en
138
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado


(ISSSTE), institución rectora de las políticas de seguridad social para los
trabajadores al servicio del Estado. Abanderó y cristaliza las demandas de Salud,
Vivienda, Recreación y Cultura, entre otras. En ese mismo año, Trabajo Social
se integra a las actividades educativas de las Secundarias Diurnas del Distrito
Federal. Asimismo, en 1961, se establece el Instituto Nacional de Protección a la
Infancia (INPI), y se crean los hospitales de Urgencias Medico Quirúrgicas de
Xoco, la Villa y Balbuena. (Valero, 1994)

En 1964, en vísperas del gobierno de Díaz Ordaz, la necesidad de construir


infraestructura de Salud y Asistencia Social continua; se fundan los Hospitales
Psiquiátricos Juan N. Navarro y Fray Bernardino Alvarez. En 1965 es creada la
Comisión Mixta Coordinadora de actividades de Salud Pública y Seguridad
Social, agrupación gubernamental conformada por el Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), por el Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS) y por la Secretaria de Salubridad y Asistencia
(SSA), que pretendía disponer de mecanismos de planeación y programación
nacionales en Salud y Asistencia; lograr una mayor eficiencia en el uso de
recursos médico-sociales y hospitalarios; y planteaba aumentar la capacidad de
los servicios y ampliar la cobertura a la población. En 1968, es establecido por
decreto presidencial, el Instituto Mexicano de Asistencia a la Niñez (IMAN),
entidad creada con la finalidad de extender los servicios médico-asistenciales y
recreativo-culturales para los menores, con una coordinación especial para la
atención de los adultos mayores. (Secretaría de Salubridad y Asistencia, 1980)

En forma de conclusión sobre el contexto económico social en este período, se


puede afirmar que "Cárdenas gobierno al país con la sociedad puesta en pleno
movimiento, con los obreros haciendo huelgas y los campesinos ocupando
tierras, con los empresarios organizándose y organizando paros, con el ejercito
dividiéndose, con las clases medias y la iglesia enervadas por las decisiones de
política educativa y con una desafiante Política exterior que condujo las
relaciones con Washington al roce abierto, el boicot económico y el riesgo militar.
Las consecuencias del método fueron la escisión de la sociedad y el encono
político. Su solución pendular fue el regreso a la moderación con la presidencia
de Manuel Avila Camacho que preparó el camino para el giro hacia el extremo
contrario de la utopía cardenista: la utopía industrial y urbana, guiada por la
exacción y el capitalismo salvaje del gobierno de Miguel Alemán (1946-
1952)".(Aguilar Camin,1983; 211). Al finalizar el gobierno alemanista y hasta el
139
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

gobierno de Díaz Ordaz en 1970, se plantea un crecimiento económico estable


y equilibrado que permitiera acelerar, el crecimiento de infraestructura de Salud
y Asistencia Social y Educativa, sin embargo, dichos intentos, aunque en
términos cualitativos y cuantitativos fueron resonantes, a largo plazo resultaron
infructuosos e insuficientes para enfrentar a los enormes efectos sociales, que
como consecuencia de la profunda crisis estructural de la economía nacional, se
empezaban a visualizar con intensidad en el país.

En esos marcos se va a desarrollar el Trabajo Social de este tiempo, y por las


necesidades del contexto ya en 1948, presionada por la existencia de la carrera
técnica de Trabajo Social en la UNAM, se hace una reforma en la formación
profesional dentro de la Secretaría de Educación Pública. Se sigue con tres años
de formación a nivel técnico, pero ingresando con el nivel de secundaria, además
se debía hacer tesis, examen profesional, y también realizase el servicio social.
Las materias del Plan de estudios fueron las siguientes:

Primer Año
Teoría y Técnica del Trabajo Social
Observación y Práctica de Trabajo Social
Biología (Antropología y Genética)
Psicología Social
Sociología General
Paidología General
Principios del Derecho
Etica y Deontología
Economía Social

Segundo Año
Teoría y Técnica del Trabajo Social
Práctica de Trabajo Social
Psicología Aplicada al Trabajo Social
Higiene General y de las Colectividades
Organización y Administración del Trabajo Social en México
Economía y Administración del Hogar
Sociografía y Problemas Sociales de México
Legislación Agraria y del Trabajo
Ludoterapia y Ergoterapia
Enfermería y Primeros Auxilios
140
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Tercer Año
Teoría y Técnicas del Trabajo Social
Prácticas de Trabajo Social
Seminario sobre Problemas de Trabajo Social
Higiene Mental y Nociones de Psiquiatría
Higiene General de la Colectividad
Nutriología y Dietología
Criminología y Sistemas de prevención Social
Sistemas de identificación (Dactiloscopía)
Estadística y archivo aplicado al Trabajo Social
Puericultura
Información Médica y Control de enfermedades transmisibles. (Valero, 1994;87)

En la Escuela de la SEP este nuevo plan significó una ruptura profunda con
respecto a los anteriores, porque primeramente se aleja de las cuestiones de
Economía Doméstica apareciendo la noción de Economía Social, pero se sigue
viendo a los Trabajadores Sociales como profesionales auxiliares principalmente
de las áreas médicas, pero aparece el eje de lo Jurídico con la misma visión de
un profesional auxiliar con materias como Principios del Derecho, Legislación
Agraria y del Trabajo, Criminología y Sistemas de prevención Social

La formación retomará elementos de la Psicología y la Psiquiatría para intervenir


en las problemáticas individuales, pero desarrollándose través del Trabajo Social
de Caso. Aunque lo que destaca y es novedoso en el Plan es la idea de vincular
la Teoría del Trabajo Social con las materias de Prácticas de Trabajo Social, y
por cierto, en este Plan aparecen las primeras materias asociadas a lo teórico-
conceptual del Trabajo Social, así como a la investigación social y administración
de servicios sociales. Asimismo, la formación implicará ir de los temas
educativos, de salud y de asistencia social a otros como los jurídicos, de
procuración de justicia, seguridad social y economía social.

Para 1952 se reforma el Plan de Estudios, de la UNAM centrándose la


reformulación en el aspecto técnico, ya que era imprescindible dotar al
profesional del Trabajo Social del instrumental técnico que le permitiera
operativizar eficientemente los programas y proyectos sociales de los diferentes
gobiernos, sin pretender cuestionar su labor asistencialista y su orientación
acrítica. El plan de estudios de la carrera de Trabajo Social, en la ahora Facultad
de Derecho, se estructuró a partir de seis semestres: tres años de formación pero
141
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

ingresando con el nivel de secundaria, se debía hacer tesis y examen profesional,


y ya también el servicio social era un requisito para la titulación. Las materias del
Plan de estudios fueron las siguientes:

Primer Semestre
Historia y Filosofía del Trabajo Social
Geografía de México
Biología
Práctica de trabajo social en instituciones
Psicología

Segundo Semestre
Trabajo social de casos I
Derecho Positivo
Sociología
Prácticas de Trabajo social de caso I
Piscología evolutiva

Tercer semestre
Trabajo social de casos II
Trabajo social de grupos I
Problemas sociales, económicos y políticos de México
Prácticas de Trabajo social de caso II
Psicología Patológica

Cuarto semestre
Trabajo social de grupos II
Técnicas de investigación social
Administración y Trabajo social
Prácticas de Trabajo social de grupo I
Psicología social

Quinto semestre
Trabajo social en organización de la comunidad
Derecho social
Estadística
Prácticas de Trabajo social de grupo II

142
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Sexto semestre
Administración de instituciones de bienestar social
Prácticas de Trabajo social en organización de la comunidad
Campos de aplicación del Trabajo Social
Seminario de Problemas sociales, económicos y Políticos de México
Seminario de tesis (Camargo, 2009)

Las orientaciones para-médica y para-jurídicas del quehacer profesional se


profundizaron, por lo que el carácter de profesión auxiliar se va a consolidar en
la formación y en el ámbito del ejercicio profesional. Se priorizó una orientación
técnica basada en el uso de métodos y técnicas de intervención
mayoritariamente del trabajo social de casos, aunque ya también se imparte el
trabajo social de grupos y de organización en la comunidad. En la formación
prevalecieron las corrientes positivistas y funcionalistas que van a tener enorme
influencia en la estructura teórica de la profesión, reconociendo el origen de la
desigualdad social en la causación individual y en las capacidades y aptitudes
del ser humano, dejando de lado el análisis global del contexto económico,
político y social. Es decir, se censuraba y culpaba a los perjudicados por el
sistema social y no a éste. Continuaban vedadas para los agentes del Trabajo
Social las categorías de análisis que posibilitaran desnudar el significado de esa
práctica social y al servicio de qué intereses se orientaban esas acciones.

En la siguiente definición de Trabajo Social aparecida en los años 60´s se


enmarcan elementos que caracterizan al quehacer profesional de este tiempo:
“El Trabajo Social se llama así porque se refiere a una actividad o labor que tiene
como fin fortalecer a la sociedad y al sujeto, ya que los conflictos proceden de la
desigualdad genética (aptitudes y capacidades de las necesidades y
aspiraciones ambición y egoísmo del ambiente geometeorológico y de la
evolución y grado de la madurez humana, en integrar a los “inadaptados, a los
que presentaban patologías sociales, a una sociedad que funcionaba
normalmente y que necesitaba mantener el equilibrio en su meta hacia el
desarrollo (Saavedra, 1967;20)

Asimismo, dichas orientaciones significaban pautas paternalistas,


fundamentadas en las siguientes perspectivas: “El Trabajo Social se aplica a los
que llamamos débiles sociales, que son aquellas personas que estando en un
plano de desvalidamiento, no pueden valerse ellas mismas para resolver su
situación de ajuste vital y por lo tanto, [necesitan de la actividad de alguna
143
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

persona o institución que les proporcione ayuda frente a su situación de malestar


físico o moral, para poder superarse.(Saavedra, 1967;21)

Para 1968 se crea un nuevo plan de estudios en la SEP, definiendo al nivel


técnico como prioritario a la formación y tenía las siguientes materias que le
deben un perfil técnico muy vinculado con la idea desarrollista:

Primer año
Evolución de la asistencia y Teoría del Trabajo Social
Práctica de Trabajo Social
Biología (Antropología y Genética)
Psicología
Sociología
Nociones de Derecho
Etica y Deontología
Economía Social

Segundo Año
Teoría y Técnicas de trabajo Social de Casos
Práctica de trabajo Social
Psicopatología
Organización y Administración del Trabajo Social en los servicios sociales
Psicología aplicada al Trabajo Social
Ludoterapia y Ergoterapia
La seguridad social y su administración
Primeros auxilios médicos
Puericultura

Tercer Año
Teoría y Técnica de trabajo Social de Grupos
Organización para el Bienestar Social de la comunidad
Práctica de Trabajo Social
Métodos de investigación Social
Higiene Mental y Nociones de Psiquiatría
Nutriología y Dietología
Estadística y Archivos aplicados al Trabajo Social
Información Médica
Sistema de Prevención Social (Valero, 1994,89)
144
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Es importante mencionar que en estos momentos se habían creado numerosas


escuelas que darán pasó y fortalecerán a la carrera técnica de Trabajo Social,
entre otras podemos nombrar a Escuela de Trabajo Social Universidad de
Guadalajara 1953, la Escuela de Trabajo Social Universidad Autónoma de
Tamaulipas 1957, la Escuela de Trabajo Social del Estado de Chihuahua. 1957,
la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Nuevo León, 1960,
laEscuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga de Comala, Colima 1962, el
Instituto Tepeyac de León, Guanajuato 1963, la Escuela de Trabajo Social de
Nacional Monte de Piedad 1964 y la Escuela de Trabajo social de la Universidad
Autónoma de Sinaloa 1965, entre otras.

Para el Trabajo Social mexicano 1968 marca la ruptura con respecto a la


formación profesional, porque justo en ese año de procesos y movimientos
sociales vertiginosos, se elevó el nivel académico de técnico a licenciatura,
siendo la Universidad Autónoma de Nuevo León la creadora de la primer
licenciatura en Trabajo Social en México. En la UNAM en el año de 1968 inicia
los estudios la última generación del nivel técnico que duraría de 1968 a 1970, y
se procede a crear la licenciatura en Trabajo Social aprobada por el Consejo
Universitario de la UNAM el 28 de marzo de 1969. Así se dió paso al proceso
formativo que va a repercutir e incidir con mayor intensidad en la formación
académica del Trabajo Social a nivel nacional. El Plan de Estudios consideraba
nueve semestres de duración, además del servicio social, tesis y examen
profesional para titularse. Las materias fueron:

Primer semestre
Historia y filosofía del Trabajo Social
Psicología Social
Sociología aplicada
Introducción a los métodos de Investigación Social
Prácticas y visitas a Instituciones de Servicio Social

Segundo semestre
Teoría del Trabajo Social de Casos I
Práctica de Trabajo Social de casos I
Psicología Evolutiva
Derecho Familiar
Salud Pública I

145
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Tercer Semestre
Teoría del Trabajo Social de Casos II
Práctica de Trabajo Social de casos II
Desviaciones de la personalidad
Derecho Social
Salud Pública II

Cuarto Semestre
Teoría del Trabajo Social de Casos III
Práctica de Trabajo Social de casos III
Administración y Trabajo Social
Derecho Penal y Penitenciario
Instituciones de Seguridad y Bienestar Social

Quinto Semestre
Teoría del Trabajo Social de Grupos I
Práctica de Trabajo Social de Grupos I
Antropología Social
Instituciones de Asistencia y Rehabilitación Social
Optativa

Sexto Semestre
Teoría del Trabajo Social de Grupos II
Práctica de Trabajo Social de Grupos II
Estadística e Interpretación de Datos
Optativa
Optativa

Séptimo Semestre
Teoría del Trabajo Social en Organización de la Comunidad I
Práctica de Trabajo Social en Organización de la Comunidad I
Relaciones Humanas y Públicas
Optativa
Optativa

Octavo Semestre
Teoría del Trabajo Social en Organización de la Comunidad II
Práctica de Trabajo Social en Organización de la Comunidad II
146
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Supervisión en Trabajo Social


Optativas

Noveno Semestre
Seminario de Política y Planeación Social
Seminario de Tesis
Optativas (Valero, 1995,110)

El Plan de estudios tenía una perspectiva de multidisciplinariedad de la profesión


y "comprendia materias Sociológicas, incluyendo las técnicas de investigación
social. Materias Psicológicas que permitieran adquirir conocimientos de
psicología patológica y social. Materias Jurídicas que proporcionaran
conocimientos para entender los problemas del hombre en relación con sus
derechos. Materias Médicas que llevaran en sus programas una preferente
proyección de Salud Pública. Materias de enseñanza específica del Trabajo
Social en las modalidades aplicativas del ejercicio profesional, complementadas
con el estudio de las instituciones de bienestar social y con la organización
administrativa del Estado Mexicano”. (Bautista, 1985;15)

Asimismo, se generaliza su intervención práctica a partir de la llamada


Metodología Tradicional del Trabajo Social, basada en la utilización de tres
métodos de Intervención, Caso, Grupo y Desarrollo de la Comunidad, aunque en
el plan se dio preeminencia al trabajo social de grupos. Esto significó un aporte
relevante para la profesión, porque la práctica del Trabajo Social se enmarcó en
la necesidad de contar con Teoría del Trabajo social propia. Además de todo el
eje formativo específico en Trabajo Social y la centralidad de materias jurídicas,
de salud y psicología, aparecen materias que van a fundamentar los procesos de
investigación, planeación y administración, a la par de los procesos de
intervención basados en el caso, grupo y comunidad.

Con el impulso que significa la actualización de la formación académica en el


Plan de Estudios de licenciatura de 1969, el quehacer profesional es
fundamentado también con numerosos hálitos de cientificidad, todavía basados
en las corrientes teóricas del positivismo y funcionalismo, aunque fue un avance
significativo que la investigación, la planeación y la intervención en Trabajo Social
se hicieran con fundamentos científicos y no solo técnicos u operativos, lo que
abrió el camino para identificar al Trabajo Social como una disciplina científica.

147
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

La idea de cientificidad aparece en el Trabajo Social Mexicano con fuerza en


estos momentos, retomando arsenales teóricos y metodológicos de otras
disciplinas, con una finalidad de control social, sin peligro de desestabilización
del orden imperante, como lo podemos ver en la siguiente cita: “El principal
objetivo del Trabajo Social es resolver CIENTIFICA y PRACTICAMENTE, sobre
una base individual o colectiva los numerosos conflictos que surgen por los
diversos problemas socio-económicos”. (Castellanos, 1968; 17)

Si bien el Plan de estudios de 1969 significó avances en ver a Trabajo social


como un campo disciplinar, la ubicación del Trabajo Social como carrera auxiliar
en los ámbitos jurídicos, médicos, y psicológicos continuó, y fue un elemento que
permitió la creación de numerosas diferentes escuelas de Trabajo Social en el
país. Para adentrarnos al significado del Trabajo Social en este período, es
importante rescatar una definición que sintetiza las características del quehacer
profesional en México: "Trabajo Social se llama así porque se refiere a una
actividad o energía puesta al servicio de la colectividad, expresamente orientado
hacia el auxilio, ayuda o protección inmediata de todos aquellos seres que se
pierden en medio de incomprensiones, que no pueden valerse por ellos mismos
y que a la postre requieren de alguien que los oriente, porque tienen el derecho
a la vida y a vivir cada vez mejor, ya que son producto obligado de su momento
histórico y del medio en el que les toca nacer y desarrollarse de acuerdo con su
propia constitución biológica".(Saavedra 1967:14)

Finalmente, el Trabajo Social en este periodo tendrá un perfil eminentemente


desarrollista al sustentarse en la tecnificación de su quehacer antes que en la
cientificidad de la acción social, por ello priorizará una perspectiva aséptica,
neutralizante y un carácter técnico para la operación de programas y proyectos
sociales orientados al control social. Sin embargo, es importante aclarar que ya
en la década de los sesenta y sobre todo a finales, aparecerán elementos de
impugnación hacia la labor del Trabajo Social Desarrollista, fundamentos que se
plasman a mediados de la década de los setenta, justo cuando agoniza el Milagro
Mexicano y aparece con fuerza el movimiento de reconceptualización en México.

5.4 El Trabajo Social en México 1970-1982: Entre la institucionalización y


la Reconceptualización.

El lapso de 1970 a 1982 en México se compone de los ciclos sexenales de Luis


Echeverría (1970-1976) y de José López Portillo (1976-1982), los cuales,
148
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

independientemente de sus rasgos y lineamientos políticos particulares, se


caracterizaron por hacerle frente, con diferentes medios y alcance, a la extrema
crisis estructural que heredaron de los gobiernos promotores del "milagro
mexicano”. Al inicio de esta fase histórica, los graves y altos costos sociales de
aquel crecimiento económico "milagroso", hicieron su aparición en escena; "los
niveles de salarios y las condiciones de empleo iban empeorando, y el censo de
1970 revela enormes niveles de privación entre enormes sectores de la
población. Hubo también consecuencias políticas: una creciente enajenación de
la intelectualidad; mayor inquietud en las zonas rurales y las primeras señales de
protesta pública en las zonas de bajos ingresos de la ciudad. En particular, los
acontecimientos de 1968 y 1971 fueron claras señales que exigían un ajuste de
la política que previamente hablo a sostenido el llamado período del Desarrollo
Estabilizador, y por ello se anuncia un período que, tal vez con exceso de
optimismo fue llamado el Desarrollo Compartido". (Aguilar Camín, 1983,27)

Dicho modelo económico proponía:


“*Incrementar la participación de la mano de obra en el proceso productivo.
*Eliminar gradualmente los desequilibrados regionales.
* Disminuir el déficit de la balanza comercial y el ritmo de crecimiento de la deuda
pública interna.
* Convocar a la llamada Apertura Democrática.” (Solís,1987;7 )

A la par de dichos planteamientos, el modelo proponía mantener el papel rector


del Estado en la economiza nacional, lo que ayudo a crear y acoger una gran
cantidad de empresas en los campos de la producción y la distribución de bienes
y servicios, y también estableció y organizo o numerosas instituciones
encargadas del bienestar social. Y para lograr los anteriores objetivos, el
gobierno “experimentó transformaciones significativas en la composición del
gasto público, tanto de orden monetario (en la emisión de dinero) como de gran
incremento de la deuda externa. Estas medidas se adoptaron debido a que los
recursos del Estado eran insuficientes para financiar el gasto creciente del país,
que además, contaba con un elevado crecimiento demográfico y con numerosas
demandas sociales insatisfechas ".(Solís, 1987;8)

Sin embargo, aún con la variada problemática económica el presupuesto


gubernamental para el Bienestar Social aumentó considerablemente en términos
reales. Se propusieron “nuevos impulsos igualitarios, aires de reactivación de la
intervención estatal, signados por una intensa retórica populista y una renovada
149
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

generosidad presupuestal". (Aguilar Camín 1983; 213). Pero, inevitablemente,


esas acciones encontraron férrea oposición por los grupos empresariales, que
conjuntamente con los errores y desviaciones del gobierno y otros factores
internacionales, resultaron en desequilibrio y baja expansión económica,
caracterizada por “una alta concentración del ingreso, crecimiento lento del
mercado, insuficiencia en la producción de artículos básicos, graves problemas
de desempleo, política monetaria y créditicio restrictiva, encarecimiento del
crédito, congelamiento de los recursos básicos, entre otros". (Solís, 1987;9)

Este gobierno adornado con sus propósitos de dialogo, apertura política y de


regresión al populismo, no pudo soportar el peso de la herencia de las décadas
pasadas: contracción económica, estrechez y contención política, desigualdad
social, crecimiento demográfico, sociedad fragmentada y escindido, y ese legado
al fusionarse con las fallas y desaciertos gubernamentales, súbitamente
engendró una creciente y voluminosa cantidad y variedad de problemas sociales
que fueron agravándose y enquistándose en el país, con suma rapidez.

En el ámbito de lo Social este periodo de gobierno aumentó el gasto social,


acompañado por un renovado dispendio presupuestal y es en el seno de estas
perspectivas donde se fueron incubando numerosos y variados problemas
sociales: problemática alimentaría, de vivienda, demográfica, ecológica, entre
otros. Pero el gobierno, de acuerdo a su perfil populista, dirigió sus fuerzas hacia
la creación y apoyo de instituciones y programas sociales, y con esto revertir la
cada día más grave y mayor incertidumbre social.

La más extensa obra gubernamental se dio en el renglón educativo, donde se


impulsa la cobertura y la construcción de infraestructura educativa. También se
crean diversas instituciones de educación de suma importancia; el Colegio de
Ciencias y Humanidades (1972) y las Escuelas Nacionales de Estudios
Profesionales (ENEP) en la Universidad Nacional Autónoma de México; el
Colegio de Bachilleres (1973); la Universidad Autónoma Metropolitana (1974),
además de los Institutos Tecnológicos Regionales, Agropecuarios, de Ciencias y
Técnicas del Mar y universidades en la mayoría de los estados de la república.

La política social se amplió en este periodo, y por ello, se crearon diversos


organismos e instituciones que trataron de enfrentar los problemas de Salud,
Asistencia Social, Trabajo, Vivienda, Alimentación, etc. Los datos siguientes
hablan clara y profundamente de la trascendencia social del sexenio:
150
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

COMITE MIXTO DE PROTECCION AL SALARIO.- Organismo creado para


promover la creación de tiendas y establecimientos obrero-patronales y sistemas
sindicales de distribución. Busco orientar al trabajador para el mejor
aprovechamiento de la economía familiar.

FONDO NACIONAL DE FOMENTO Y GARANTIA PARA EL CONSUMO DE LOS


TRABAJADORES (FONACOT). Institución erigida para brindar crédito y unificar
el poder de compra de los trabajadores.

INSTITUTO DEL FONDO NACIONAL DE LA VIVIENDA DE LOS


TRABAJADORES (INFONAVIT).- Institución encargada de fomentar y apoyar la
construcción y otorgamiento de vivienda para los trabajadores.

PLAN NACIONAL DE SALUD 1974-1976. Instrumento de planeación nacional


del área de la Salud, que intentó aumentar la capacidad de los servicios médico-
sociales y hospitalarios, además de ampliar su cobertura a la población del país.

PROCURADURIA FEDERAL DE LA DEFENSA DEL TRABAJO. Organismo


descentralizado, establecido para proteger a los trabajadores y proporcionar
asesoría a los trabajadores no sindicalizados para la defensa de sus derechos.

INSTITUTO MEXICANO DE ATENCION A LA NINEZ (IMAN) Y EL INSTITUTO


MEXICANO DE PROTECCION A LA INFANCIA (IMPI). Instituciones que se
reorganizaron y buscaron promover el desarrollo físico y mental de la niñez,
además de apoyar por la integración familiar. En 1975 funcionaron diecinueve
Centros de Desarrollo de la Comunidad en el Distrito Federal y ochocientos
setenta y uno en los diferentes municipios del país.

INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS


TRABAJADORES DEL ESTADO (ISSSTE). Fortalece su cobertura, brindando
atención médica y medicinas; créditos a corto plazo e hipotecarios; jubilaciones;
recreación y deporte, además de contar con el Fondo de Vivienda.(Fovissste)

INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL.- la Ley del Seguro Social,


considerada de utilidad pública, impulsa cobertura otorgando seguros de
invalidez, vejez, de cesación involuntario del trabajo, de enfermedades y
accidentes, de servicios de guardería, además de actividades artísticas,
recreativas y deportivas para los trabajadores y sus familias.
151
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

SECRETARIA DE SALUBRIDAD Y ASISTENCIA.- Institución que también


multiplica sus labores y cobertura, fundamentalmente para cubrir los servicios de
Salud y Asistencia Social para los campesinos, no asalariados y otros sectores
sociales sin seguridad social. (Teja, 1977)

Es claro que con la creación de los anteriores organismos y la reestructuración


de otros, este trata de frenar los efectos de la crisis, pero con resultados poco
significativos, pues los problemas sociales siguieron extendiéndose.

Por lo que respecta al período sexenal de José López Portillo, inevitablemente


tuvo que hacerle frente a la profunda y marcada incertidumbre económica,
política y social que se presentaba en el país. Para tal efecto, trata de modificar
la crítica situación política, conciliando intereses con la clase empresarial, y para
ello, reforma; la concepción sobre la rectoría total del Estado sobre la economía
nacional, a partir de limitar la participación estatal a las cuestiones estratégicas
de la actividad económica. "La política económica del régimen, obligada por el
acrecentamiento de la deuda externa y ante la imposibilidad de conseguir divisas
para sostener el crecimiento, lleva a la economía mexicana a un estancamiento
profundo, acompañado de una inflación elevada. La crisis se reflejó en los
crecientes desequilibrios del sector externo, en el nivel de desempleo, en la
distribución del ingreso, en el déficit de financiamiento del sector público, en la
consolidación del capital extranjero, en la contracción de la producción y en un
proceso inflacionario incontrolable”. (Solís, 1987;9)

Asimismo, dentro de este complejo periodo se percibió una leve recuperación


económica fundada en el auge petrolero, pero que en realidad, se convirtió sello
en un espejismo temporal, un suero que se desvaneció en un abrir y cerrar de
ojos, como se resume en la siguiente cita: “El cauce, también fallido, del gobierno
de López Portillo no se vio marcado por las oscilaciones de un titubeo sino por
las rotundidades de una certeza: la convicción de que, por primera vez en su
historia independiente, por vía del BOOM PETROLERO, México habla
encontrado un punto de fuga hacia su libertad financiera. El petróleo darla lo que
habla faltado siempre -dinero fresco- en las cantidades proporcionales a la
grandeza prometida de México. Pareció entonces posible lograrlo todo sin
sacrificio verdadero de nadie. El espectro de la reforma económica fue guardado
otra vez en el armario, y la debilidad estructural del modelo queda enmascarada
bajo la faz risueña del auge que alcanza para todos: capital y salario, campo y
ciudad, clases medias consumistas y marginados sin destino. Pero la abundancia
152
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

petrolera, lejos de mostrar el camino hacia la nueva grandeza mexicana, Solo


subraya la paradoja acumulada en los mecanismos del desarrollo estabilizador.
Todo lo que podía hacer que el país creciera con rapidez. Y así, el ambicioso
Plan de inversiones del Estado trajo consigo dispendio e inflación que devoraron
la moneda y las finanzas. La banca privada convirtió su búsqueda profesional de
rendimientos en especulación y dolarización agresiva de sus operaciones. El
poderoso mercado interno -concentrado y deforme- vacía su poder adquisitivo
en el consumo trasnacionalizado, el contrabando y el turismo petrolero. Sobre
todo: la desintegrada industria nacional creció abruptamente pero al costo
insostenible de un flujo de importaciones que rebasa con mucho los ingresos
petroleros. (Aguilar Camín, 1983;213)

Así, en 1982, el país aparecía con una nueva faceta, la, de la inestabilidad
extrema, el milagro mexicano habla desaparecido, su euforia temporal había
sucumbido ante la más grave crisis contextual de la historia contemporánea de
México. Aunque con respecto a la etapa sexenal de José López Portillo en el
tema de lo social, durante la primera mitad, la atención a las áreas sociales se
mantuvo estabilizado y acorde con respecto al régimen anterior, sin embargo, la
agudización de la crisis hace indispensable la creación de organismos y
programas emergentes que aminoraran los efectos de la problemática social y
que pudieran dar respuesta a las necesidades de la población.

En 1977 se crea al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia


(DIF), institución establecida a partir de la fusión del Instituto Mexicano de
Protección a la Infancia y del Instituto Mexicanos de Atención a la Niñez. Sus
objetivos se centraron en promover la integración familiar, fomentar el
crecimiento mental y físico de la niñez, apoyar su formación educativa, cultural,
extraescolar y preescolar, así como delinear la orientación de la cultura cívica.

En 1979 se instituye la Coordinación General del Plan de Zonas Deprimidas y


Grupos Marginados (COPLAMAR), plan nacional orientado a combatir la
marginalidad de amplios sectores de la población, sobre todo del área rural, ya
que en 1980, “sólo treinta y cinco de cada cien mexicanos tenían un nivel
nutricional aceptable; diecinueve de cada cien presentaban cuadros crónicos de
desnutrición; veintitrés millones de mexicanos mayores de quince años o
cincuenta de cada cien no habla terminado de cursar la primaria, seis millones
de ellos carecían de toda instrucción; cuarenta y tres de cada cien muertes
ocurridas en México hablan sido muertes evitable y el cuarenta y cinco por ciento
153
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

de la población total treinta y cinco millones de mexicanos no-tenia cobertura


médica o asistencias de ningún tipo; sólo treinta y ocho de cada cien viviendas
tenían agua potable entubada, drenaje y electricidad; un total de veintitrés
millones de mexicanos -cuarenta de cada cien- carecía de los mínimos de
bienestar en materia de alimentación, empleo, educación y salud. (Aguilar
Camín, 1983;213)

Lo anterior nos muestra las paradojas propias de sistema económico; las


incoherencias y contradicciones propias del país. Apenas un lustro antes se
hablaba del milagro mexicano y de las significativas e importantes obras sociales,
y un lustro después se contempla un panorama social desconcertante.

En el curso de la segunda mitad del sexenio de López Portillo, se intenta dar un


giro enorme a la política social y en general del país al intentar establecer
mecanismos de planeación, como entidades directivas de las acciones
gubernamentales. Ya que la política de bienestar social del Estado Mexicano se
había implementado de manera dispersa y aislada en cada uno de los rubros que
la componen, sin embargo, es a partir de 1980, cuando a partir de la reforma
constitucional al Artículo 26 donde aparece el Sistema Nacional de Planeación
Democrática, y posteriormente con la ley de Planeación, se presenta el Plan
Global de Desarrollo 1980-1982 aparecido en el Diario Oficial de la Federación
del 17 de abril de 1980, donde se establecen los objetivos nacionales de
desarrollo económico y social; el marco global de la economía y las estrategias,
políticas, metas y recursos mediante las cuales se busca la planeación del
desarrollo nacional.

Los objetivos que se propuso lograr el plan fueron los siguientes:


* Reafirmar y fortalecer la independencia de México como nación democrática,
justa, libre en lo económico, político y cultural.
* Proveer a la población de empleo y mínimos de bienestar, atendiendo con
prioridad las necesidades de alimentación, educación, salud y vivienda.
* Promover un crecimiento económico alto, sostenido y eficiente.
* Mejorar la distribución del ingreso entre las personas, los factores de la
producción y las regiones geográficas. (PGD,1980;111)

Las políticas sociales básicas de la estrategia del plan, fueron las siguientes:
* Fortalecer al Estado, para satisfacer las demandas de una sociedad en pleno
crecimiento, que requieren, cada vez más, el esfuerzo.
154
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

*Generar empleo en un ambiente digno y de justicia, como propósito básico de


la estrategia. Se propone crear 2.2 millones de nuevos puestos de trabajo, entre
1980 y 1982.
*Desarrollar en forma acelerada, el sector agropecuario, que se eleve el nivel de
vida de los campesinos y se satisfagan las necesidades alimentarlas de nuestra
población.
* Destinar mayores recursos para la provisión de mínimos de bienestar,
particularmente para la población marginada, urbana y rural.
* Inducir, con pleno respeto a la libertad individual, la reducción en el crecimiento
de la población y racionalizar su distribución territorial.
* Obtener una mejoría en el nivel de vida de la población, mediante un incremento
sustancial del consumo, a través del empleo productivo.
* Ampliar y mejorar la educación básica para niños y adultos. (PGD; 1980;330)

Son evidentes las buenas intenciones del plan, pero sus resultados fueron
excesivamente limitados, y dentro del ámbito social, el deterioro de las clases
marginadas y de la llamada clase media se agudiza; abruptamente, resaltando
un proceso profundo de concentración de la riqueza en pocas manos, que se
consolida posteriormente en el período de Miguel de la Madrid.

Es claro que dentro de este marco de crisis e incertidumbre del Fin del milagro
mexicano, el Trabajo Social llevó a cabo sus procesos, acciones y actividades.
Desde finales de la década de los sesenta y principalmente al inicio de los
setenta, la profesión de Trabajo Social inicia un lento tránsito hacia una fase
crítica sobre su formación académica y su quehacer profesional. Después de los
acontecimientos de descontento popular, caracterizados por el movimiento de
1968, se implementa la llamada Apertura Democrática, reforma que busca abrir
pequeños espacios de participación y expresión para los diferentes espectros
políticos del país. Esta iniciativa política, sumada a la intensa discusión sobre los
objetivos y finalidades de las Ciencias Sociales, influidas por el marxismo, y a los
efectos del Movimiento de Reconceptualización en los países de América del
Sur, permiten a los agentes inmersos en la profesión de Trabajo Social,
configurar la posibilidad de interrogarse y cuestionarse sobre su actividad
profesional y de sus funciones académicas. Y es así, como se inicia la serie de
cuestionamientos y reformulaciones sobre la profesión en México.

Pero a la vez, los planteamientos sociales y la creación de institucionalidades y


programas sociales de estos gobiernos van a permitir al Trabajo Social contar
155
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

con un reconocimiento profundo en las instituciones sociales, por lo que vamos


a ver un proceso de aparición de áreas de Trabajo social y de un amplio
reconocimiento a la labor profesional en las instituciones y en el desarrollo de
programas sociales, que sucede a la par del proceso de cuestionamiento de la
propia esencia institucional de la profesión. Por eso reconocemos este periodo
de la Institucionalización a la Reconceptualización de Trabajo Social.

Consideramos que inicialmente al proceso de cuestionamiento y reformulación


del Trabajo Social Mexicano se aboco a seleccionar, compilar y extractar, a
través de análisis generales, las diferentes manifestaciones y aportes teórico-
prácticos emanados del Trabajo Social del cono sur de América, además de
buscar su aplicación a nuestro contexto, sin tomar mucho en cuenta que entre la
realidad mexicana y la de cada país de Sudamérica, aun con sus situaciones
económico-sociales similares, existen diferencias políticas, institucionales,
poblacionales y geográficas. Este conjunto de acciones llevó consigo
interesantes contribuciones que claramente fueron benéficas para actualizar la
labor de la profesión dentro de los marcos del sistema capitalista. Primeramente,
son polemizadas e impugnadas las corrientes Positivista y Funcionalista,
emergiendo como alternativa para el análisis de la realidad, el Materialismo
Histórico. Es así, como los objetivos de adaptar e integrar a los individuos al
sistema social, son reemplazados por los de transformar a la sociedad, a partir
de la concientización, organización y movilización de los sectores populares. La
cita siguiente es elocuente en tal sentido: “A Trabajo Social y a los trabajadores
sociales se nos presenta en su debida proporción el mismo reto: o continuamos
siendo agentes adaptadores del individuo a su medio, o luchamos por un Trabajo
Social ubicado dentro de un contexto teórico que nos permita comprender lo más
científicamente posible a la sociedad global y sus posibilidades de cambio, para
después de allí enmarcar nuestra practica comprometida en donde profesión y
pueblo logren primero la elevación del nivel de conciencia de clase y su
organización, para la obtención de un nuevo sistema social”. (Herrasti, 1976;2)

Dicha iniciativa invitó a los trabajadores sociales a reconocer el origen de la


desigualdad social a partir de las relaciones de explotación del sistema
capitalista, y a reconocer el papel estabilizador y de control social que la profesión
venia cumpliendo. Por ello, se evidencia el compromiso de los objetivos del
Trabajo Social, de acuerdo al perfil de los proyectos políticos de los sectores
populares: “Para México es un imperativo el desarrollo de un auténtico Trabajo
Social, dirigido al conocimiento de los problemas sociales que impiden a los
156
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

sectores mayoritarios liberarse de las condiciones de explotación, hambre y


miseria; un Trabajo Social que a través de la promoción, organización y
movilización popular contribuya a dinamizar los cambios mentales y estructurales
que el país necesita consuma urgencia”. (ENTS,1976; 4)

Con este impulso, la profesión avanzó hacia la afinación de las cuestiones


teórico-metodológicas, estructurándose una científica y comprometida: “El
profesional de Trabajo Social tiene que poseer bases científicas suficientes, le
que permitan, a través del conocimiento de la realidad, llevar a cabo una eficaz
practica gestora de concientización y de reflexión encaminada a las
transformaciones sociales. Su formación en consecuencia, debe estar acorde
con esta responsabilidad”. (ENTS, 1976;4)

Asimismo, se cuestiona a la llamada Metodología Tradicional al considerarse que


los métodos de caso, grupo y comunidad significaban esquemas conceptuales
inadecuados en su forma de abordar la realidad social. Si bien estos métodos
lograron desarrollarse al pasar del enfoque individualista a los grupos, no dejaron
de tener una visión parcializada y superficial de los fenómenos sociales, sin llegar
al análisis y descubrir las relaciones de causalidad y necesidad esenciales que
se dan en una realidad contradictoria y dialéctica.

La reflexión y el análisis de diversos planteamientos dan cabida a algunos


intentos de reformulación metodológica como el Método Básico que se
fundamentó en la articulación de los niveles de actuación social (caso, grupo y
comunidades) donde se observa cierta unicidad dentro del proceso metodológico
y constituye cinco etapas: investigación, diagnóstico, planificación, intervención,
evaluación e intervención. Y se reconocen también otras metodologías como las
de Educación Popular, de Concientización, de Aproximaciones Sucesivas, de
Investigación-Acción-Participativa, de la Militancia, de la Acción Transformadora,
que tendrán como punto de referencia lo participativo y el reconocer a los sujetos
sociales como agentes de cambio, no a los mismos Trabajadores Sociales.
Sin embargo, el movimiento tuvo también algunos que se ubicaron y
generalizaron no solo en México, sino en los países de América Latina que
percibieron su influencia ya que se rechazaron todo tipo de tareas asistenciales
(no asistencialistas) por caracterizarías como expresiones e instrumentos
favorables únicamente a los sectores dominantes y al Estado, también se renegó
de las técnicas, generando una vacía a formación en este aspecto, lo que fue
aprovechado por los profesionistas del sector tradicional, que contaron con
157
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

mayor y más amplio bagaje de instrumental técnico para su intervención en las


instituciones.

Aunque consideramos que uno de los errores de mayor significado para la


profesión, fue el negar el trabajo institucional, que significó una virtual propuesta
de abandono de las instituciones (campo de trabajo e intervención mayoritaria
para el Trabajo Social) que continuaron quedando en manos de los profesionistas
tradicionales. De esta forma, los mismos trabajadores sociales cerraron un
espacio de actuación y de comunicación con los sectores populares, que, por
pequeño que fuera, significaba un terreno de lucha y transformación, un campo
para la reflexión teórica y para la experimentación práctica.

En el marco del proceso de Reconceptualización, el 4 de octubre del 1973 se


crea la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM y en 1976, se transforma
el Plan de Estudios de la licenciatura en Trabajo Social, acontecimiento que fue
un importante y trascendental aporte, ya que proponía el formar profesionistas,
científicos sociales preparados para la investigación, el análisis de los problemas
sociales, la planeación, la intervención social crítica, y la sistematización como
pautas para la transformación social. Se incorpora la visión científica del trabajo
social que incluía la dimensión teórico-conceptual, la dimensión ideológico-
política y la dimensión metodológica y de la praxis social.

El Plan 1976 de la UNAM definía al Trabajo Social como “profesión de las


Ciencias Sociales, que a través de procedimientos científicos promueve la
organización y participación de la colectividad en las transformaciones sociales,
a fin de contribuir al desarrollo integral de los diferentes núcleos de la población”.
(ENTS. 1976; 3). La orientación científica para la transformación social se
sostenía en un currículum se estructuraba de la siguiente manera:

158
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Primer Semestre
Historia del Trabajo Social en México
Sociología
Antropología Cultural
Demografía y Ecología
Economía Política I
Taller de Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales

Segundo Semestre
Teoría del Trabajo Social I (Epistemología y Teoría del Trabajo Social)
Seminario de Sociología
Economía Política II
Estadística
Seminario sobre la Situación del Trabajo en México
Seminario de Historia Política y Social de México

Tercer Semestre
Teoría del Trabajo Social II (Trabajo Social Comunitario)
Prácticas de Trabajo Social I (Comunidad)
Psicología Social
Taller de Estadística
Problemas Sociales y Económicos de México

Cuarto Semestre
Teoría del Trabajo Social III (Trabajo Social de Grupos)
Prácticas de Trabajo Social II (Comunidad)
Investigación Social
Salud Pública
Seminario de Análisis de las Clases Sociales

Quinto Semestre
Teoría del Trabajo Social IV (Planeación Social)
Prácticas de Trabajo Social III (Comunidad)
Taller de Investigación Social
Administración
Salud Mental

159
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Sexto Semestre
Teoría del Trabajo Social V. (Educación Social)
Prácticas de Trabajo Social IV (Comunidad)
Técnicas de Comunicación
Política y Planificación Social
Derecho Constitucional

Séptimo Semestre
Teoría del Trabajo Social VI (Supervisión Social)
Prácticas de Trabajo Social V (Comunidad)
Relaciones Humanas y Públicas
Taller de Política y Planificación Social
Derecho Laboral

Octavo Semestre
Teoría del Trabajo Social VII (Sistematización de la Práctica)
Prácticas de Trabajo Social VI. (Comunidad)
Derecho Familiar
Situación Agraria

Noveno Semestre
Seminario de Instituciones
Cooperativismo
Seminario de Problemas Sociales
Prácticas de Trabajo Social VII (Instituciones)

Para este Plan el punto sustantivo fue entender la Teoría y la Práctica de Trabajo
Social como procesos articulados, integrados, inseparables, dialécticos,
dejándose de lado la metodología tradicional considerando a la profesión
también como disciplina científica transformadora: “Trabajo Social es una
disciplina de las Ciencias Sociales, que mediante una metodología científica
contribuye al conocimiento de los problemas y recursos de la comunidad, en la
Educación Social, en la organización y movilización consciente de la colectividad,
así como en la planificación y administración de acciones, todo ello con el
propósito de lograr transformaciones sociales”. (ENTS. 1976;3)

Además se retomaron aspectos centrales como el trabajo de los servicios


sociales, la Administración, Políticas Sociales, problemas socioeconómicos y
160
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

políticos del país, aspectos demográficos, ecológicos, comunicación, relaciones


públicas y humanas. También la va a dar al Trabajo Social como profesión una
perspectiva más integral que la mera visión técnica, como podemos ver en la
definición que aporta la misma UNAM: “Trabajo Social es la profesión que
interviene directamente con los grupos sociales que presentan carencias,
desorganización o problemas sociales. Por ello, es que promueve la organización
de la población para satisfacer sus necesidades y lograr la adecuada actuación
de ésta en una sociedad en permanente cambio, buscando con ello, mejorar sus
niveles de vida”. (ENTS-UNAM;1976,4)

La instrumentación del Plan de Estudios irradió influencia en las curriculas de


diversas escuelas de Trabajo Social del país, además de que fueron retomadas
y aplicadas novedosas técnicas educativas y grupales como el Taller y el
Seminario, y se dotó a la profesión de un carácter multi e interdisciplinario en su
práctica profesional, buscando el dialogo y la acción profesional junto a otros
profesionales en el mismo nivel de responsabilidad, dejando atrás la visión
auxiliar que había acompañado a nuestra profesión desde su surgimiento. Se
superaron visiones arcaicas y desfasadas propias del Servicio Social tradicional,
cimentando lo necesario para trascender hacia una orientación científica y
comprometida del quehacer profesional. Dicho proceso se abocó a la selección
de pautas de acción, reflexión y propuesta principalmente en los círculos
académicos, que permitió abrir espacios más allá de las instituciones
gubernamentales, al incorporarse fuertemente con las cooperativas y
organizaciones sociales y civiles lo que significó la creación de espacios
alternativos de acción profesional. Incluso numerosas profesionales del Trabajo
Social mexicano además de que fueron las protagonistas del movimiento de
reconceptualización en las Universidades, fueron pioneras en la creación y
dirección de las primeras organizaciones de la sociedad civil en México.

Por eso, consideramos que la Institucionalización y la reconceptualización del


Trabajo Social en México significaron dos procesos que permitieron profundizar
la visión plural el Trabajo Social, donde no desapareció el Trabajo Social
desarrollista visto como mecanismo de dominación y control social, pero surgió
otro Trabajo Social que se convirtió en medio y un fin para generar acciones
contra la pobreza, para promover modalidades de organización y participación
social, para lograr el ejercicio de los derechos sociales, y para dar capacidad de
respuesta a las demandas populares.

161
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

162
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Capítulo 6. Neoliberalismo y Trabajo


Social en México. 1982-2012

6.1 Contexto social 1982-2012

Durante la etapa de transición al neoliberalismo 1982-2012 se lleva a cabo el


proceso conocido como reforma o modernización del Estado, que significó en
términos reales, iniciar y generar transformaciones estructurales en términos de
los componentes económicos y sociales del Estado, aunque en el caso atípico
de México con respecto a otros países, los cambios políticos fueron más
paulatinos, y durante este periodo siguieron casi intactos aún con las demandas
y movilizaciones de diversos actores por transformarlos.

En este caso, los principios guías de las formulaciones y acciones sociales


estarán basados en la protección social mínima y discrecional, dirigida solamente
a sectores sociales comprobadamente en situación de necesidad social extrema.
Su esencia es promover y fortalecer la competencia y el logro individual con
respecto a la satisfacción de necesidades y problemáticas sociales. En este caso,
los planteamientos de un estado fuerte característicos del anterior modelo socio-
económico, darán paso a un nuevo paradigma que básicamente conlleva las
premisas del estado mínimo, subsidiario y co-protagonista en los aspectos
económicos, y sociales. Es por ello que en esta etapa el bienestar social será
identificado como logro individual y como responsabilidad personal y familiar,
entendiendo al estado como un ente social garante de protección mínima y
163
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

discrecional a sectores sociales comprobadamente en situación de necesidad.


El desarrollo social será entendido como proceso para satisfacer necesidades
básicas de sectores de la población elegida como prioritaria: pobres, pobres
extremos e indigentes.

Con respecto al pacto social del estado neoliberal mexicano se puede definir
como regresivo, ya que al dejar de lado la noción de derechos sociales
universales, la satisfacción de servicios y beneficios sociales queda como
obligación de los grupos que tienen capacidad de comprarlos en el “mercado
social”, reconociendo que el estado solo debe responsabilizarse de los sectores
sociales con necesidades imperiosas: pobres, pobres extremos e indigentes.
También puede considerarse un pacto social excluyente, ya que existen actores
sociales excluidos de todo poder de decisión en el ámbito social, y los actores
involucrados en su definición continúan siendo los mismos reconocidos por el
pacto posrevolucionario, aunque con mayor protagonismo de los actores
privados, relegando en decisión y propuestas de acción a los sectores populares.
Asimismo, continua siendo un pacto social cupular pero ahora con un carácter
marcadamente unilateral, al marginar de todo diseño social a la mayoría de los
usuarios de los servicios-beneficios sociales.

Durante la etapa del estado neoliberal, la gestión social sufre una transformación
discursiva, tratando de acelerar los procesos de descentralización. Inicialmente
es preciso decir que la descentralización tiene que ver con el proceso de
transferencia y adecuación de funciones, competencias, normativas y recursos
(económicos, profesionales, técnicos y de capacitación) de los espacios
institucionales centrales hacia los regionales y locales, con la finalidad de
fortalecer la institucionalidad de los mismos. Pero ese modelo de gestión
descentralizado propuesto cuyo enfoque propugnaba discursivamente la
transferencia de funciones, competencias, normativas y recursos (económicos,
profesionales, técnicos y de capacitación) de lo central (federal) a lo local
(regional y municipal), en la realidad concreta se enfrentó a estructuras
institucionales caracterizadas por un funcionamiento profundamente
centralizador. Aunque es importante mencionar que en este sentido, las
instancias locales (municipios) pasaron a jugar un papel central en el diseño y
coordinación de programas, obras y proyectos sociales. Es necesario indicar
que en los hechos, las formulaciones y acciones sociales, aún con algunos
intentos de descentralización en educación y salud, quedaron generalmente
definidas desde el centro, sin autonomía para un funcionamiento acorde con la
164
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

región o localidad, solamente implementándose a nivel local, lo que en realidad


pasó a conformar un modelo de gestión desconcentrado. Asimismo, en otros
casos se generaron modalidades perversas de descentralización, al transferir
funciones y competencias, pero no hacerlo con los recursos económicos,
profesionales, técnicos o de capacitación, o al transferir desde el centro
competencias y funciones que iban en contra de las legislaciones vigentes en las
entidades federativas o en las regiones.

Con respecto a la institucionalidad social, el proyecto neoliberal utiliza la


infraestructura existente, pero se advierte un proceso para disminuir el ritmo de
construcción de la misma. Se vislumbra una corresponsabilidad creciente entre
las instituciones sociales estatales que se corresponsabilizan del quehacer social
junto con instituciones privadas, civiles y sociales. Se advierte un paulatino pero
profundo proceso de cambio en torno a la connotación de lo social, además de
intentos para lograr la deconstrucción de la matriz pública compleja, y el
establecimiento de una institucionalidad social referida específicamente a
situaciones de pobreza y riesgo social, focalizadas y fragmentadas.

En la etapa del estado neoliberal se desencadena un lento pero profundo proceso


de descorporativización de los actores sociales inmersos en la política social y
como consecuencia de eso, los procesos sociales se generalizan y rebasan los
marcos y los límites del estado. En este caso tanto la sociedad civil (intelectuales,
estudiantes, mujeres, organizaciones civiles, populares, indígenas, campesinas,
obreras, independientes del poder del estado); como la sociedad política
(partidos políticos, legisladores, autoridades y en general grupos inmersos en
la estructura de poder estatal) se convierten en protagonistas de procesos de
movilización para debatir en torno a la formulación de las acciones sociales.

Esos procesos de movilización social fueron acrecentados por episodios de


lucha cívico-política y electoral (lucha por la democracia, derechos a la
participación plena, respeto a la autonomía municipal, respeto al voto, etc.) dadas
las características del sistema político mexicano, pero es claro que
fundamentalmente fueron impulsados por la oposición social a la consolidación
del estado neoliberal y por sus iniciales pero profundos episodios de crisis social,
lo que generó un vertiginoso protagonismo de la sociedad civil y un
fortalecimiento de sus respectivas organizaciones e instituciones.

Durante la etapa neoliberal 1982-2012, es claro que discursivamente se plantea


165
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

que las decisiones con respecto a las formulaciones sociales deben ser desde
dentro y desde abajo. Es decir, deben tomar en cuenta a los protagonistas y
beneficiarios directos de los programas sociales. Sin embargo, la toma de
decisiones en los aspectos sociales seguirá siendo marcadamente unilateral con
discurso de participación. Es este caso es claro que ante las instituciones
públicas del ámbito social existirá mayoritariamente una participación social
delimitada, ya que se entenderá principalmente como apoyos o aportes
materiales, económicos y de fuerza de trabajo de los mismos beneficiarios
hacia programas o proyectos sociales. Es evidente que la participación entendida
en esos marcos, margina de poder de decisión a los usuarios-beneficiarios de la
política social y aleja al estado de sus responsabilidades sociales y políticas
plenas. Sin embargo, es importante mencionar que entre las fronteras de las
acciones sociales públicas, existen actores de la política social, agrupados en
grupos organizados y organizaciones políticas, cívicas y privadas que
promueven una participación social autónoma, que generalmente tienen como
objetivo realizar una crítica constructiva a la política social, buscando diseñar
acciones y construyendo poderes sociales alternativos y autónomos. Sin
embargo, estas fuerzas sociales también serán, al menos hasta el año 2000,
marginada de todo poder de decisión pública, aun cuando se utilizó su importante
capacidad de operación.

A manera de síntesis podemos mencionar que los actores de la política social en


el México Neoliberal, se movieron en el escenario de la Mercantilización de lo
Social, porque las más importantes instituciones públicas de lo social siguieron
operando bajo el radio y patrocinios estatales, pero en su seno se generan
dinámicas de compra-venta de servicio beneficios sociales. Este escenario deja
en manos de la iniciativa estatal la operación y la prestación de servicios sociales,
pero con un costo al beneficiario. Las cuotas y pagos por servicios serían los
mecanismos mercantilizadores de lo social, tomando en cuenta que este puede
ser un primer paso a la privatización social. Este escenario se basa en la libre
competencia pensando que ésta favorece mejores servicios y que las
instituciones públicas sean más eficaces y recuperen sus gastos. En este
supuesto Estado y Mercado entrarían en libre competencia, dejando a las
iniciativas socio-civiles un papel más residual en lo social. Esto podemos
encontrarlo fidedignamente en la educación, en sectores importantes de la salud,
en la institucionalidad cultural, en los servicios de la recreación y el deporte.

Pero a otro nivel, el México Neoliberal ubicó a los actores de la política social
166
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

también en el escenario de la Privatización de lo Social, ya que en algunos rubros


de importancia social, pero también rentables económicamente, las iniciativas
privadas hicieron su aparición de manera consistente. En este caso se dejó en
manos del mercado la prestación de servicios sociales rentables y prioritarios
para los sectores de la población con capacidad de consumo, en este caso la
seguridad social (Afores), partes importantes de Salud y la Vivienda. En este
caso, la institucionalidad social pasa a ser privada, y se constituye una política
social basada en la libre competencia de lo social, favoreciendo que se genere
un cuasi-mercado social. En este caso, las instituciones sociales privadas serán
las dominantes dentro de circuito social, ya que serían las elegidas por los
"clientes" y su finalidad será el lucro o la ganancia, no el bien público. En este
escenario las iniciativas socio-civiles serán alternativas a lo privado y el Estado
será un complemento para asegurar bienestar social a los sectores de la
población sin capacidad de consumo en el cuasi-mercado social.

6.2 Neoliberalismo: Cuestionamiento y Legitimación del Trabajo Social


1982-2000

Las décadas de los ochentas y noventas sorprenden al mundo con inusitadas


transformaciones en todas las esferas de la vida socio-económica y política.
México no será la excepción ya que las reformas económico-sociales y políticas
enmarcadas en la denominada “Modernización del Estado”, iniciadas durante el
periodo presidencial de Miguel de la Madrid 1982-1988, y profundizadas en los
gobiernos de Carlos Salinas 1988-1994 y Ernesto Zedillo 1995-2000 buscaron la
transformación estructural del Estado Social posrevolucionario tomando como
modelo el proyecto económico-político y social Neoliberal.

A partir de 1982, y de forma más acentuada después de 1988 hasta la actualidad


se puso en marcha y consolidado, un proyecto gubernamental conocido por los
calificativos de Monetarista o Neoliberal. Dicho modelo económico-político
postula como objetivo central la Modernización, que no define con claridad, pero
que supuestamente hace referencia a la del aparato productivo y comercial. Se
ejecuta en dos dimensiones; la de su instrumentación política, económica y social
dentro del país, y la principal, la de su vinculación con el exterior. Plantea el
adelgazamiento del Estado, a partir de la privatización de las empresas e
instituciones públicas, y la liberación comercial, como vías únicas para insertar al
país en la economía y competencia internacionales.

167
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

El proceso da inicio con la presentación del Plan Nacional de Desarrollo 1982-


1988, iniciativa de planeación que representa un parteaguas en la política
económica y social del México post-revolucionario. El propósito fundamental del
plan fue el siguiente: “Mantener y reforzar la independencia de la Nación, para la
construcción de una sociedad que bajo los principios del Estado de Derecho,
garantiza libertades individuales y colectivas en un sistema integral de
democracia y en condiciones de justicia social. Para ello requerimos de una
mayor fortaleza interna de la economía nacional, a través de la recuperación del
crecimiento sostenido, que permita generar los empleos requeridos por la
población, en un medio de vida digno, y de la sociedad, a través de una mejor
distribución del ingreso entre familias y regiones, y el continuo perfeccionamiento
del régimen democrático. Y los objetivos fueron:
- Conservar y fortalecer las instituciones democráticas.
- Vencer a la crisis.
- Recuperar la capacidad de crecimiento.
- Iniciar los cambios cualitativos que requiere el país en sus estructuras
económicas, políticas y sociales”. (PND; 1983-1988:107)

La estrategia económica y social propuesta se centró en torno a dos lineamientos


de acción: la Reordenación Económica y el Cambio Estructural. La Reordenación
Económica trató de ser la respuesta idónea para, enfrentar la crisis y crear las
condiciones mínimas para el funcionamiento de la economía. La denominada
de Cambio Estructural se orientó a iniciar transformaciones en el aparato
productivo y distributivo y en los mecanismos de participación social, para así,
superar las insuficiencias de la estructura económica. La estrategia abocada
para vencer a la crisis, consistió en pugnar por la distribución equitativa de los
frutos del desarrollo, combatir la inflación, proteger el empleo y ampliar la
participación de la sociedad en los procesos económicos y políticos. En lo
referente a la política social, el plan diagnostica que “subsisten agudas
desigualdades sociales, tanto entre grupos sociales, como entre el campo y la
ciudad y las regiones del país. El incremento de la población así como otros
factores de política y comportamiento que introdujeron los desequilibrados en el
aparato productivo, distributivo y comercial del país han diluido los beneficios del
crecimiento económico y del progreso social y han derivado en un patrón
inequitativo de distribución del ingreso y del bienestar”. (PND; 1983-1988:214)

El plan planteaba que la lucha contra la desigualdad sería realista, decidida y


permanente reconociendo que la crisis no permitiría avanzar cuantitativamente
168
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

en el proceso de justicia social, ya que en el corto plazo no existían las bases


materiales para lograr la mejoría de los niveles de vida al dislocarse la capacidad
de generar empleos productivos, lo que constituye la base para mejorar los
ingresos y niveles de vida de la población en forma permanente. Lo que se buscó
fue restablecer las bases para mitigar y compensar los efectos sociales negativos
de la crisis". (PND; 1983-1988)
Es claro que a pesar de las intenciones justicieras y de los buenos propósitos
contenidos en el Plan Nacional de Desarrollo, los logros resultaron exiguos, la
inflación continuó y al finalizar la administración de Miguel de la Madrid, se diseñó
y se aplicó el Pacto de Solidaridad Económica que por fin contuvo en cierta
medida el proceso inflacionario, además de que sirvió; de escenografía para la
campara presidencial del sucesor al trono, Carlos Salinas de Gortari. El deterioro
de las condiciones sociales se hizo mayor, se acrecentó abismalmente y así
apareció; un nuevo Plan ahora para el período de 1989 a 1994.

En 1988, después controvertida elección presidencial, Carlos Salinas de Gortari


asume con niveles muy altos de ilegitimidad la presidencia del país. Así, el 31 de
mayo de 1989 presenta ante el H. Congreso de la Unión el Plan Nacional de
Desarrollo 1989-1994 que recoge las propuestas y los planteamientos de las
diferentes instancias gubernamentales y de los principales grupos sociales (sic).
Establecía que la modernización del país es hacer frente a las novedosas
realidades económicas y sociales y que la obligación del Estado es ser rector de
la vida de la nación en el sentido moderno, es decir, ser conductor, promotor y
articulador de las actividades de interés nacional.

El Plan 1989-1994 se proponía el logro de cuatro objetivos fundamentales:


*SOBERANIA, SEGURIDAD NACIONAL Y PROMOCION DE LOS INTERESES
DE MEXICO EN EL EXTERIOR.
*AMPLIACION DE LA VIDA DEMOCRATICA.
-Preservación del Estado de Derecho
-Perfeccionamiento de los procesos políticos
-Modernización del ejercicio de la autoridad
-Participación y concentración social
*RECUPERACION ECONOMICA CON ESTABILIDAD DE PRECIOS.
-Estabilización continua de la economía
-Arnpliacidn de la inversión
-Modernización Económica
*MEJORAMIENTO PRODUCTIVO DEL NIVEL DE VIDA.
169
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

-Creación de empleos productivos y bien remunerados


-Atención de las demandas sociales prioritarias
-Protección del medio ambiente
-Erradicación de la pobreza extrema. (PND, 1989-1994)

En este último aspecto el plan proponía atender las demandas prioritarias de


bienestar social: la Seguridad Pública, la Educación, la Salud y la Asistencia
Social, la Alimentación, la Vivienda, los Servicios Básicos, el acceso y promoción
a la Cultura, el Deporte y el Esparcimiento. (PND, 1989-1994)

En esos marcos, es importante referir que el Programa Nacional de Solidaridad


(PRONASOL) fue un medio paliativo de los costos sociales de las políticas de
ajuste estructural y estabilización, cimientos del proyecto neoliberal. Según el
gobierno federal, fue un programa nacional de carácter especial y sexenal que
buscó concretizar los lineamientos sociales insertos en la reforma estructural del
Estado y darle forma a la nueva modalidad e institucionalidad necesaria para una
política social participativa. Sin embargo, este discurso no se convirtió en la
realidad concreta en la respuesta viable para enfrentar obstáculos y retos
sociales históricos, ni para transformar la relación Estado-Sociedad hacia marcos
más horizontales y participativos, sino que fue, como se verá en el desarrollo del
análisis, un multi-medio transformador de las estructuras sociales hacia un
enfoque neoliberal y como un mecanismo corporativizador, desde abajo, de
grupos sociales que escapaban al control político-electoral del Estado. Dicho
programa se presenta como un mecanismo creado para atacar a la pobreza
extrema, que según cifras oficiales, afectaba a quince millones de mexicanos.
Tales planteamientos estatales pueden condensarse bajo el concepto de una
práctica social Neoasistencialista, siendo caracterizada dicha orientación, por dar
respuestas inmediatas a situaciones carenciales, evitando analizar sus causas
generadores y tratando de ocultar las contradicciones propias del sistema
económico, además de que dicha práctica, sirve de marco proselitista en las
campabas del partido en el poder.

La Política Social Neoliberal, operativizada a partir del Neoasistencialista


Programa Nacional de Solidaridad, expresa un instrumento del gobierno, que
borra el esquema de Estado Benefactor, limitando el encauzamiento paternalista,
al mismo tiempo que ofrece paliativos para la problemática social más acuciante;
logra un control político casi absoluto en las diversas comunidades, además de
que las moviliza en corresponsabilidad a sus demandas. Es decir, mediante esta
170
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

noción programática, el gobierno y los propios sectores afectados comparten


tareas y organizan conjuntamente la reivindicación de sus demandas.

Por eso se puede afirmar, que el PRONASOL fue una estrategia para transformar
los cimientos de la política social heredada del pacto social posrevolucionario y
orientarlos hacia a los marcos de una política social neoliberal, cobijada en el
discurso del “liberalismo social” y articulada con la reforma estructural del Estado
y con las políticas de estabilización y ajuste estructural desarrolladas en México
a partir de 1982. Por ello, fue más que un programa nacional de desarrollo
social, constituyó un conjunto de formulaciones y acciones articuladas que
intentaron transformar por decreto el perfil constitutivo del estado social
mexicano, lo que en los hechos significó construir los cimientos para una
posterior inserción del proyecto neoliberal en la esfera de lo social.

Con respecto al sexenio presidencial de Ernesto Zedillo Ponce de León, se puede


afirmar que dio continuidad al proyecto neoliberal, pero profundizándolo y aunque
dentro del ámbito social desaparece el PRONASOL, las estructuras del mismo
continuarán operando para buscar la reforma neoliberal en lo social bajo el
supuesto de combatir la pobreza extrema y la indigencia. Además, este gobierno
centró la lucha contra la pobreza solo en la pobreza extrema.

Así pues, despues del PRONASOL la política de superación de la pobreza


consistió en acciones centradas en apoyar la Educación, Salud, y Alimentación,
pero focalizadas a la pobreza extrema, teniendo como objetivo establecer las
mínimas condiciones para impulsar la integración social de los grupos más
desfavorecidos al proceso de desarrollo y, con ello, contribuir a la elevar los
niveles de bienestar en el país.

En ese contexto, la estrategia programática buscaba la contención de los efectos


sociales de la crisis e intensificar el esfuerzo para superar la pobreza extrema,
con dos líneas de acción, la provisión de servicios básicos y el apoyo al empleo
y la producción. En lo referente a la provisión de servicios básicos, se parte de la
idea de buscar romper el círculo de la pobreza mediante la elevación sostenida
y permanente de las capacidades productivas y culturales de los grupos sociales
que se encuentran en condiciones de pobreza extrema. Buscando mejorar las
condiciones de vida de los grupos más desfavorecidos y, con ello, crear opciones
reales para incrementar el ingreso personal y familiar. (López y Montero, 2011)

171
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Como prioridad se busca atender especialmente a los grupos en situaciones


desventajosas, como son los jóvenes, los migrantes, las personas con
discapacidad y los adultos mayores y marca que la política social debe ser
integral y articuladora para así atenuar los efectos de la crisis, a combatir las
causas de la pobreza y a promover el desarrollo equitativo, pero siempre
mencionando a los actores públicos y privados. (PND, 1995-2000)

En 1997 se crea el PROGRESA que será el programa marco de la Política social


bajo la tutela de la Secretaría de Desarrollo Social, que fue un programa social
basado en la focalización y que buscaba impactar en el capital humano al atacar
el círculo vicioso de la pobreza y evitar su transmisión entre generaciones,
basándose en tres líneas de acción:

1.- Apoyo en Becas educativas: En donde los niños recibían apoyos económicos
mensuales en primaria y secundaria, y retomando la perspectiva de género, se
apoyó con más recursos a las niñas que a los niños. (López y Montero, 2011)

2.- Apoyos en Salud: a través de un Paquete Básico de Salud que incluía


saneamiento básico a nivel familiar, planificación familiar, atención prenatal, de
parto y puerperio, y del recién nacido, vigilancia de la nutrición y el crecimiento
infantil, inmunizaciones, manejo de casos de diarrea en el hogar, tratamiento
antiparasitario a las familias, manejo de infecciones respiratorias agudas,
prevención y control de la tuberculosis pulmonar, prevención y control de la
hipertensión arterial y la diabetes mellitus, prevención de accidentes y manejo
inicial de lesiones, capacitación comunitaria para el autocuidado a la salud y
detección y control del cáncer cérvico uterino. (López y Montero, 2011)

3.-Apoyos al consumo alimenticio y el Estado Nutricional: otorgando apoyos


monetarios de manera directa a las familias con objeto de ayudar a mejorar su
consumo de alimentos. También se proporcionaban suplementos alimenticios en
casos especiales para evitar la desnutrición infantil desde la gestación y hasta
los primeros años de vida. (López y Montero, 2011)

Es importante destacar que en este extenso y complejo periodo neoliberal la


pobreza se incrementa, las necesidades y los problemas sociales de un enorme
porcentaje de la población se agudizan como consecuencia de las políticas de
ajuste, estabilización y reducción del gasto social. Pero a la vez, existieron
también diversos procesos de protagonismo socio-político, como la auto-
organización durante el terremoto de 1985 en la Ciudad de México; las
172
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

elecciones de 1988; los movimientos de desobediencia civil; los movimientos


estudiantiles y de profesores; el levantamiento indígena de Chiapas y el
subsecuente protagonismo de la sociedad civil democrática; y las elecciones de
1997, se convirtieron en procesos de movilización social catalizadores de
propuestas, claves y alternativas para enfrentar la propuesta neoliberal. Es
ilustrativo identificar la evolución de la desigualdad y de la exclusión social
paralelamente a la implementación de las Políticas neoliberales: durante la
década de los setentas se hacía énfasis en los mínimos de bienestar; durante el
sexenio de Miguel de la Madrid se empieza a hablar de población marginada; y
con Salinas de Gortari se tiene como objetivo combatir la pobreza; y con Ernesto
Zedillo además de hacer referencia a la población en pobreza extrema.

En este marco social neoliberal se desarrolló el Trabajo Social, en ese sentido, a


partir de 1996 la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, retoma un
nuevo plan de estudios que sustituye al Plan 1976 que se había realizado bajo
la visión reconceptualizadora, y el nuevo buscaba formar a las nuevas
generaciones de profesionales para responder al mercado de trabajo dominante,
potencial y emergente, tal como lo muestra el mapa curricular:

PRIMER SEMESTRE
*Desarrollo Histórico del Trabajo Social
* Teoría Social I
* Teoría Económica I
* Situación Internacional Contemporánea
* Análisis del Estado Mexicano
* Necesidades y Problemas Sociales
* Lógica y Epistemología

SEGUNDO SEMESTRE
* Teoría de Trabajo Social Comunitario
* Teoría Social II
* Teoría Económica II
* Situación Nacional Contemporánea
* Política Social
* Población y Medio Ambiente
* Investigación Social I

TERCER SEMESTRE

173
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

* Teoría de Grupos y Trabajo Social


* Teoría Social III
* Problemática Rural
* Bienestar Social
* Psicología del Desarrollo Humano
* Estadística aplicada a la Investigación Social II
* Investigación Social II

CUARTO SEMESTRE
* Trabajo Social en la Atención Individualizada
* Problemática Urbana
* Planeación y Desarrollo Social
* Derechos Humanos
* Psicología Social
* Estadística aplicada a la Investigación Social II
* Programación Social

QUINTO SEMESTRE
*Procuración y Administración de Justicia
* Desarrollo Regional
* Salud Pública
* Identidad y Cultura
* Educación Social
* Organización y Promoción Social
* Administración Social

SEXTO SEMESTRE
* Situación Jurídica de la Familia
* Familia y Vida Cotidiana
* Salud Mental
* Movimientos y Participación Social
* Comunicación Social
* Análisis Institucional
* Evaluación de Proyectos Sociales

SEPTIMO SEMESTRE
* Práctica comunitaria

174
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

OCTAVO SEMESTRE
* Práctica Regional
NOVENO SEMESTRE
* Práctica Especialización

Uno de los fundamentos del Trabajo Social Contemporáneo tiene que ver
necesariamente con la relación entre Teoría y Práctica, y nuestra historia de los
procesos formativos tanto en la SEP como en la UNAM, inicialmente se partía
de “La Práctica por la Práctica”, ya que en los comienzos del Trabajo Social, el
fin era actuar por actuar, la práctica por la práctica, el realizar acciones sociales
casi siempre de manera intuitiva, sensorial, actuar sin reflexionar porqué se
actuaba. Aunque esta perspectiva quedó rebasada por la historia, el desarrollo y
los avances propios de nuestra profesión y surge una segunda perspectiva que
nutrió la formación de los trabajadores sociales que fue la integración dialéctica
Teoría-Práctica, como proceso dialectico, simultáneo, tensional, creador,
creativo. Por eso la dualidad teoría-práctica es un todo interrelacionado donde la
práctica requiere y es fuente de teoría y la teoría es y requiere la práctica para
validarse y reconfigurarse. Pero este Plan de estudios 1996 presentará un
planteamiento formativo que prioriza el basamento teórico y metodológico, para
después realizar la práctica fundamentada, es decir, es requisito contar con
bagaje teórico y metodológico para actuar socialmente. Por eso las materias
teóricas y metodológicas se concentraron en los primeros seis semestres, y las
practicas comunitarias, regionales y de especialización se ubicaron
exclusivamente en los últimos tres semestres. Mención aparte merece la Práctica
Regional que fue una novedad en la formación académica del Trabajo Social.

Otro tema que recoge el Plan de Estudios 1996 es la perspectiva Transdisciplinar


que le otorga al Trabajo Social, que implica la INTERSECCION DISCIPLINAR,
en donde las fronteras de las disciplinas se articulan para formar un macro-
campo nuevo de conocimiento y acción social, originario, integrador, transversal,
que produce una META-DISCIPLINA. Para ello, el prefijo “TRANS” se refiere a
lo que va más allá de las disciplinas, pero a la vez relaciona las disciplinas, por
lo que podemos definir a la Transdisciplina como una cosmovisión, es decir,
como una forma de ver, analizar, interpretar e intervenir en la realidad social, con
una perspectiva que ubicada: entre y a través de las disciplinas. (Sinay, 1999)

La Intersección de disciplinas genera un campo metadisciplinar que implica


cambio permanente, continuo, integrador, abarcador, infinito, lo que puede
175
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

generar certidumbre-incertidumbre, control-autonomía, permanencia-


transformación, en las temáticas de análisis e intervención social. Es necesario
entender y visualizar a la transdisciplina como un enfoque de vida que
necesariamente confronta lo dado, lo absoluto, lo instituido, lo directivo, lo
vertical, lo centralizado, lo autoritario, lo neutral, que cuestiona al conocimiento
disciplinario que declara su neutralidad, su aseptismo, su mera
instrumentalización. Y por ello, no hay un solo nivel, ni una sola lógica, ni un solo
método en la Transdisciplina, hay diversos niveles, diálogos, estrategias,
metodologías.

Podemos por eso afirmar que para el plan analizado, la Transdisciplina es una
filosofía que nos permite al Trabajo Social mirar, entender, interpretar y actuar
en la realidad a partir de la intersección, visión y acción de diferentes disciplinas.
Es una mirada y una acción que se construye en la frontera, en la intersección
de distintas disciplinas, lo que a menudo implica el desbidujamiento de los límites
disciplinares y la construcción de un centro meta-disciplinar con todos los
aportes teóricos, conceptuales y metodológicos diversos, y con ello su objetivo
es lograr muchas visiones y acciones, pero en el marco de una gran
cosmovisión, más amplia, general, integral, estratégica…

Y finalmente, podemos mencionar que uno de los aspectos más importantes que
caracteriza a esta plan de estudios es justamente la perspectiva formativa y el
perfil profesional que es coincidentemente transdisciplinar, ya que la mirada y la
acción del Trabajo Social además de que se cimenta en la dualidad: teoría-
práctica, nos permite tener una mirada y una praxis estratégica e integral de lo
social, en tanto esta mirada-acción se genera en el cruce o en la frontera de
diferentes disciplinas sociales, nos da la posibilidad de entender lo social desde
el lugar estratégico por excelencia: entre los intersticios de lo teórico y lo práctico,
lo abstracto y lo concreto, lo plural y lo singular, lo macro y lo micro, lo global y
lo local, lo institucional y lo alternativo, lo interno y lo externo, lo general y lo
particular, lo individual y lo colectivo, lo objetivo y lo subjetivo, lo público y lo
privado; entre la dimensión de arriba y la de abajo, entre la realidad desde dentro
y la visualización de la misma desde afuera.

Es evidente que este plan también buscaba formar profesionales Científico-


humanistas capacitados teórica y metodológicamente para responder a los
requerimientos y procesos orientados al desarrollo social, y con ello, para dar
respuesta a los requerimientos de las anteriormente mencionadas vertientes del
176
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Trabajo Social. Por eso el Plan buscó abrir paso a la formación académica
centrada en diversas vertientes de acción profesional, que se pueden considerar
especializaciones del Trabajo Social con un significativo grado de construcción
teórico-metodológica y práctica. Las más importantes vertientes identificadas
en el Plan de estudios serán:

 Vertiente Clínico-individual. Centrada principalmente en el trabajo social


en la atención individualizada.
 Vertiente Administrativa. Centrada en la administración y gestión de
instituciones sociales.
 Vertiente Planificativa. Centrada en los procesos de diseño,
implementación, gestión y evaluación de políticas sociales y de sus
programas y proyectos sociales.
 Vertiente Grupal. Centrada en el trabajo social con grupos: familias,
jóvenes, mujeres, ancianos, etc.
 Vertiente Socio-comunitaria. Centrada en la acción social comunitaria.
 Vertiente Académica (Investigación y Docencia). Centrada en la
construcción y divulgación de conocimiento y en la formación de nuevos
profesionales.

Esas vertientes logran ampliar los horizontes conceptuales del quehacer


profesional, supliendo paulatinamente la identidad polifacética, superficial,
complementaria y auxiliar de las y los trabajadores sociales por una percepción
integradora de los aspectos sociales tanto a nivel macro como micro.

6.3 La alternancia en México y el Trabajo Social 2000-2012

México inicia el 2000 con un gobierno opositor al partido de Estado que gobernó
casi 70 años, y lo que se pensaba como una transición se quedó solamente en
una alternancia, porque el cambio de gobierno no significó cambiar las
estrategias de desarrollo en lo económico y social y el Neoliberalismo, siguió
como modelo de desarrollo en México. Así Vicente Fox y su nuevo gobierno
centraron sus ejes de Política Social y Humana con la estrategia antes llamada
Progresa y que pasó a denominarse Oportunidades-CONTIGO, siguió con la
misma estrategia impulsando el desarrollo de programas de corto y mediano
plazo para reducir la pobreza, generar igualdad de oportunidades, desarrollar las
capacidades de las personas y fortalecer el tejido social. (López y Montero, 2011)

177
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Si bien la estrategia social fue la misma tema presupuestal, logrando que su


presupuesto no podría ser inferior, en términos reales, al del año fiscal anterior.
En segundo lugar, tenemos el hecho de que, por primera vez, el gobierno federal
brinde una definición de lo que debe entenderse por zonas de atención prioritaria,
el cual es descrito de la siguiente manera: son aquellas áreas o regiones de
carácter predominantemente rural o urbano, cuya población registra índices de
pobreza y marginación indicativos de la existencia de marcadas insuficiencias y
rezagos en el ejercicio de los derechos para el desarrollo social establecidos en
esta Ley. Su determinación se orientará por los criterios de resultados

Y finalmente, el gobierno plantea la manera en que debe medirse la pobreza a


partir de los siguientes indicadores:

 Ingreso corriente per cápita


 Rezago educativo promedio en el hogar
 Acceso a los servicios de salud
 Acceso a la seguridad social
 Calidad y espacios de la vivienda
 Acceso a los servicios básicos en la vivienda
 Acceso a la alimentación, y

Grado de cohesión social(López y Montero, 2011)

Pero además de lo anterior, la política social que se desarrolla a partir del 2000,
plantea la necesidad de aplicar evaluaciones de los programas sociales tanto por
las mismas instituciones, como por instituciones externas (e incluso,
internacionales) para poder ir conociendo los avances obtenidos gracias a las
políticas gubernamentales, además de poder conocer los errores que se han
suscitado y poderlos ir corrigiendo sobre la marcha.

Entre los objetivos rectores que se plantearon durante el gobierno del “cambio”
tenemos:

 Mejorar los niveles de educación y de bienestar de los mexicanos.


 Acrecentar la equidad y la igualdad de oportunidades.
 Impulsar la educación para el desarrollo de las capacidades personales y
de iniciativa individual y colectiva.
 Fortalecer la cohesión y el capital sociales.
 Lograr un desarrollo social y humano en armonía con la naturaleza.
178
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Ampliar la capacidad de respuesta gubernamental para fomentar la confianza


ciudadana en las instituciones. (López y Montero, 2011)

En cuanto a Oportunidades-CONTIGO, podemos decir que se trata de un


programa que busca, ante todo, romper los ciclos de trasmisión intergeneracional
de la pobreza extrema (dejando así atrás el tema de buscar romper el círculo
vicioso de la pobreza). Para lograrlo, hará uso de la infraestructura desarrollada
por el programa antecesor, Progresa, pero extendiendo la cobertura y mejorando
la calidad de los servicios que ya se otorgaban, y, para ello, el gobierno propone
nuevas líneas de acción:

 otorgamiento de becas para continuar estudios a nivel medio superior


 acceso preferente de sus beneficiarios a proyectos de Empleo Temporal
 acceso de las familias al sistema de ahorro y crédito popular impulsado por
el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (BANSEFI)
 extensión de la cobertura de beneficios hacia localidades urbanas
mediante módulos de atención a la demanda
 Nueva ronda de evaluación externa a cargo de instituciones académicas
nacionales

Apertura de la información en Internet y a bases de datos en medios electrónicos.


(López y Montero, 2011)

En el 2006, la presidencia de la república es ocupada nuevamente por un panista,


a partir de la elección más impugnada y cuestionada en la histria de México. Pero
ya en el gobierno la política de combate a la pobreza extrema de la
administración fue casi idéntica a del anterior gobierno, tanto que el programa
marco conservó el mismo nombre y la misma estructura gubernamental, con
algunas diferencias de matices, las cuales serán desarrolladas a continuación.

Por principio de cuentas, la política social de Felipe Calderón Hinojosa persigue


los siguientes principios rectores:

 Focalizar los recursos en los programas que han demostrado ser más
efectivos
 Utilizar sistemas de evaluación y seguimiento que permitan monitorear y
mejorar los programas en forma constante.

179
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

 Promover la coordinación de acciones entre las dependencias y


organismos del Gobierno Federal, así como los distintos órdenes de
gobierno.
 Priorizar acciones encaminadas a elevar las capacidades de las personas
que permitan resolver el problema de la pobreza no sólo en el corto plazo,
sino en el mediano y largo plazo, atacando las causas de esta problemática
y no sólo sus efectos inmediatos.
 Desarrollar e implantar un padrón único de beneficiarios de todos los
programas de apoyo social del Gobierno, que permita una cobertura más
eficiente de estos. Este es de los puntos más novedosos de dicho
programa.
 Vincular adecuadamente los programas para crear sinergias entre
programas complementarios y evitar duplicidad de esfuerzos.
 Transparentar la asignación y el gasto de los recursos

Y al igual que la administración pasada y haciendo diferencia con las políticas


priístas, reconoce las particularidades tanto de la pobreza en las ciudades como
la pobreza en el área rural, por tanto, reconoce que se requiere de mecanismos
de atención particulares.

Del mismo modo, Oportunidades se basó en un discurso que apareció desde la


época de Zedillo de que debía ser una política social integral que, primero,
articule los programas y acciones de gobierno desde sus diferentes ámbitos de
acción y, segundo, promueva la coordinación y la participación de los otros
órdenes de gobierno y de la sociedad. No obstante, en esta ocasión se desea
obtener logros que no sólo muestren efectos permanentes, sino que se traten de
logros estructurales que perduren en el mediano y largo plazo, sobre todo,
porque buscar resolver las causas más profundas de la pobreza, y con ello,
romper la transmisión intergeneracional de la misma. Es importante destacar que
ya no se habla de ningún círculo vicioso, sino de un problema que se hereda, en
el cual el gobierno debe intervenir para tratar de frenarlo, al igual que en
Oportunidades-CONTIGO.

Por tal razón, el gobierno federal deberá instaurar una política social que posea
una estrecha relación con la política económica. Y para ello, el Gobierno de la
República afirma que el principal instrumento para reducir las desigualdades y
construir un mejor país, es el gasto público, buscando gastar mejor y en forma
transparente el presupuesto erogado para la política social, pero, sobre todo, que

180
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

éste sea orientado efectivamente a las personas, a las familias y a las


comunidades que más lo necesitan.

Una de las preocupaciones principales del gobierno panista en turno, es dejar la


política social lejos de un enfoque asistencial, el énfasis de esta política social
es brindar las condiciones para que, de forma conjunta entre las personas y el
sector público, los derechos de los mexicanos plasmados en la Constitución se
conviertan en una realidad. Otro de los rasgos notables que plantea la política
social que estará vigente hasta el 2012 en México, es el hecho de plantear tres
tipos de pobreza, con la finalidad de poder implementar acciones que puedan
combatir aspectos centrales de cada tipo de pobreza. Los tres tipos de pobreza
se determinan de acuerdo con el nivel de ingresos, la educación, el acceso a
servicios básicos y de salud, la alimentación y la vivienda de la población:

1. Pobreza alimentaria: es la población que cuenta con un ingreso per cápita


insuficiente para adquirir una alimentación mínimamente aceptable.
2. Pobreza de capacidades: es la población que si bien puede cubrir sus
necesidades mínimas de alimentación, cuenta con un ingreso per cápita
insuficiente para realizar las inversiones mínimamente aceptables en la
educación y la salud de cada uno de los miembros del hogar.
3. Pobreza patrimonial: es la población que si bien puede cubrir sus
necesidades mínimas de alimentación, educación y salud, cuenta con un
ingreso per cápita que no es suficiente para adquirir mínimos indispensables de
vivienda, vestido, calzado y transporte para cada uno de sus miembros

Se buscaron tres grandes objetivos para reducir los índices de pobreza en


México, en el mediano plazo es necesario incrementar los ingresos, que son la
base para la reducción sostenida de la pobreza, además de consolidar políticas
públicas que continúen fortaleciendo el acceso a servicios básicos:

Objetivo 1: Reducir el número de mexicanos en condiciones de pobreza, con


políticas públicas que superen el enfoque asistencialista, de modo que las
personas puedan adquirir capacidades y generar oportunidades de trabajo.

Objetivo 2: Apoyar a la población más pobre a elevar ingresos y a mejorar su


calidad de vida, impulsando y apoyando la generación de proyectos productivos.

181
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Objetivo 3: Lograr un patrón territorial nacional que frene la expansión


desordenada de las ciudades, provea suelo apto para el desarrollo urbano y
facilite el acceso a servicios y equipamientos en comunidades urbanas y rurales.

Sin embargo, va a ser claro como todos los planteamientos contendidos en las
estrategias de desarrollo de los gobiernos en turno, van a poder ser analizados,
contrastados y evaluados al ver la real situación del país actualmente, y entonces
podremos darnos cuenta de los costos sociales del modelo neoliberal a partir de
los siguientes datos:

En ese marco podemos ubicar la situación social en el México de hoy como


compleja, ya que según datos del 2010 cerca de la mitad de mexicanas y
mexicanos vive en condiciones de pobreza, una de cada tres personas vive en
pobreza moderada y poco más de una décima parte en pobreza extrema.
Además, casi tres de cada diez personas son vulnerables por carencias sociales,
uno de cada diecisiete vulnerable por ingresos. La población en pobreza en
México aumentó en poco más de tres millones de personas entre 2008 y 2010 al
pasar de 48.8 millones a 52.0 millones. Con respecto a la población en pobreza
extrema hay 11.5 millones de personas, 9,8 por ciento del total. (Coneval, 2013)

El porcentaje de la población que padece al menos una carencia social fue de 75


por ciento, es decir, tres de cada cuatro mexicanos sufren privación en uno o
varios de sus derechos sociales. En las zonas rurales la incidencia fue de 94.1
por ciento, mientras que siete de cada diez personas que residían en localidades
urbanas presentaban al menos una carencia social.(Coneval, 2013)

En el tema de los derechos sociales en 2010, seis de cada diez mexicanas y


mexicanos no tenían acceso a la seguridad social; una tercera parte de la
población tuvo carencia en el acceso a los servicios de salud; una de cada cuatro
personas tuvo carencia por acceso a la alimentación; casi una de cada cuatro
personas carecía de acceso a los servicios básicos en la vivienda; una de cada
cinco personas tenía rezago educativo y la carencia con menor incidencia de la
población fue la de calidad y espacios de la vivienda, con 15.2 por ciento. 4 por
ciento de los municipios del país, más de la mitad de su población no tenía
acceso a la seguridad social. En uno de cada dos municipios (48 por ciento) más
de la mitad de la población no tenía acceso a los servicios básicos en la vivienda.
en alrededor de uno de cada seis municipios .(Coneval, 2013)

182
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Por otra parte, en uno de cada diez municipios más de la mitad de la población
tenía carencia por la calidad y espacios de la vivienda. Dos terceras partes de
los municipios con carencia por acceso a la alimentación tuvieron incidencias
entre 20 y 40 por ciento de su población con esta privación. Finalmente, 96.5
por ciento de los municipios tuvieron incidencias por rezago educativo por debajo
de 50 por ciento. Respecto al espacio del bienestar económico, casi una de
cada cinco personas tuvo un ingreso que no le permitió adquirir la canasta
alimentaria, que en agosto de 2010 tuvo un valor de 978 pesos en las zonas
urbanas y 684 pesos en las zonas rurales. Asimismo, poco más de la mitad de la
población tuvo un ingreso inferior a 2,114 pesos en las zonas urbanas e inferior
a 1,329 pesos en las zonas rurales, es decir, un ingreso insuficiente para
adquirir tanto la canasta alimentaria como la no alimentaria. (Coneval, 2013)

Pero también en la actualidad las graves condiciones sociales anteriormente


mencionadas hacen coincidencia con la profunda crisis de inseguridad pública
que tiene impactos de enorme profundidad en la sociedad mexicana. Es claro
que la inseguridad pública es un tema que se ubica en el centro del debate de
la agenda pública en México. Han crecido y se han ido al extremo los niveles,
grados y tipos de violencia, en diversas regiones de nuestro país han
experimentado niveles de crimen organizado y narcotráfico sin precedentes. Esto
se ha traducido en severas afectaciones en la vida y expectativas de la población.

En este marco, la guerra contra el crimen organizado y el narcotráfico del


gobierno 2006-2012 dejó un saldo de 121 mil 683 muertes violentas en seis años
de gobierno, según datos dados a conocer hoy por el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI). Estas cifras se desprenden de los registros
administrativos generados por cada entidad federativa, básicamente de
defunciones accidentales y violentas. (Miranda, 2013)

Los reportes contienen registros de 4 mil 700 oficialías del Registro Civil y mil
107 agencias del Ministerio Público que mensualmente proporcionan información
al Inegi. De acuerdo con el informe, durante el primer año de gobierno, cuando
se declaró la guerra contra el narco, la cifra de homicidios fue de 8 mil 867, menor
a la registrada durante 2006, último año de gobierno del su antecesor, Vicente
Fox Quesada, que fue de 10 mil 452 homicidios.

Sin embargo, a partir del segundo año de gobierno de Calderón, el número de


muertes violentas fue en ascenso hasta alcanzar su punto máximo en 2011. En
183
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

2008 se registraron 14 mil seis homicidios y, para 2009, la cifra se elevó a 19 mil
803; luego, en 2010, aumentó a 25 mil 757, y en 2011 subió a 27 mil 213
homicidios dolosos. Y para 2012, año de cambio de gobierno federal, hubo
una leve disminución en el número de homicidios, pues se reportaron 26 mil 37.
En suma, de 2007 a 2012 el número de muertes violentas alcanzó los 121 mil
683 homicidios, de acuerdo con cifras oficialmente reconocidas. (Miranda, 2013)
Del total de personas que murieron en 2012, 23 mil 40 eran hombres, dos mil
772 mujeres, y 223 aparecen en la estadística como “no identificados”. Según los
datos del Inegi, las causas de muerte violenta más comunes durante ese año
fueron: agresión con disparo de armas de fuego y armas no especificadas, 16 mil
491; agresión con objeto cortante, 3 mil 400. (Miranda, 2013)

En ese marco de profundización del neoliberalismo en México se mueve el


Trabajo Social, y ya en 2002 el Plan de Estudios de la UNAM-1996, es evaluado
y se definen varias modificaciones, quedando de la siguiente manera:

PRIMER SEMESTRE
 Desarrollo histórico de trabajo social
 Teoría Social 1
 Teoría Económica 1
 Situación Internacional Contemporánea
 Análisis del Estado mexicano
 Necesidades y problemas sociales
 Lógica y Epistemología

SEGUNDO SEMESTRE
 Teoría de trabajo social comunitario
 Teoría Social 2
 Teoría Económica 2
 Situación Nacional Contemporánea
 Política Social
 Población y medio ambiente
 Investigación Social 1

TERCER SEMESTRE
 Teoría de grupos y trabajo social
 Teoría Social 3
 Problemática rural
184
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

 Movimientos y participación social


 Estadística aplicada a la investigación social 1
 Programación social
 Investigación Social 2

CUARTO SEMESTRE
 Trabajo social en la atención individualizada
 Planeación y desarrollo social
 Organización y promoción social
 Estadística aplicada a la investigación social 2
 Práctica Comunitaria 1

QUINTO SEMESTRE
 Desarrollo regional
 Problemática urbana
 Salud pública
 Evaluación de proyectos sociales
 Práctica Comunitaria 2

SEXTO SEMESTRE
 Derechos humanos
 Salud mental
 Familia y vida cotidiana
 Educación social
 Práctica Regional 1

SÉPTIMO SEMESTRE
 Bienestar social
 Procuración y administración de la justicia
 Psicología social
 Administración social
 Práctica Regional 2

OCTAVO SEMESTRE
 Situación jurídica de la familia
 Psicología del desarrollo humano
 Comunicación social
 Práctica de Especialización 1

185
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

NOVENO SEMESTRE
 Identidad y Cultura
 Análisis Institucional
 Práctica de Especialización 2

Los cambios puntuales que se le hicieron al Plan fueron en realidad una


reubicación de materias, pero modificando la perspectiva global con relación al
modelo Teoría-Metodología-Práctica utilizado en el Plan 1996, al no ser funcional
y adecuado para las prácticas escolares, ya que al tener solo las materias de
prácticas comunitarias, regionales y de especialización en un semestre cada una,
se encontró que si bien contaban con horas suficientes para acreditarlas y
cumplir los créditos respectivos, no contaban con el tiempo social necesario y
requerido para cumplir con los objetivos de la práctica en la comunidad o en las
instituciones, ya que en un solo semestre académico no se podia desarrollar el
proceso de las prácticas adecuadamente.

Con esta reforma el plan ofrecía la posibilidad de ampliar a dos semestres por
cada nivel de prácticas escolares: ya sea la Comunitaria, la Regional y la de
Especialización, volviendo al esquema de integración Teoría-Práctica propio del
plan 76, pero las demás materias siguieron igual, solo se reubicaron algunos en
otros semestres.

Y a partir de lo anterior, podemos identificar algunos elementos de actualidad


en el Trabajo Social en México, a partir de las siguientes cuestiones:

1) El Trabajo Social como Profesión.

El Trabajo Social en México aparece de 1920 a 1933 solo como una práctica
social, ya que el reconocimiento profesional extiende hasta 1936 cuando aparece
en el Registro Nacional de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública, y
de ahí tendrá diferentes momentos, del reconocimiento social, al institucional y
luego a la certificación profesional, aunque esto variará dependiendo las áreas
de acción profesional. Consideramos que en la actualidad profesional tenemos
claroscuros dependiendo el área en cuestión, por lo que es necesario impulsar
procesos de Profesionalización, Certificación y Calidad en Trabajo social, en
todas las áreas y no solo en algunas donde se ha llevado a cabo con resultados
positivos como en el área de la Salud.

La Profesionalización y la Certificación Profesional tienen relación con el conjunto


186
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

de estrategias, procedimientos y mecanismos dirigidos a asegurar que los


conocimientos y la experiencia de los profesionales en Trabajo Social, sean
suficientes, pertinentes y actualizados, para así mantener los niveles de calidad
en las instituciones y en los servicios sociales. Lo que se busca es garantizar un
alto nivel profesional de los Trabajadores Sociales en su desempeño, a través de
la actualización y formación continua, con calidad y ética profesional, y que
implique un mayor reconocimiento en las instituciones por parte de la sociedad.
Busca también promover el reconocimiento profesional en las áreas laborales de
los Trabajo Social y afines, certificando para su contratación y su permanencia
así para ocupar puestos de dirección, coordinación, supervision y operación.

Asimismo, actualmente los espacios donde se insertan los profesionales del


Trabajo Social, se enfrentan retos y desafíos para hacer funcionarlos con
eficiencia, eficacia, calidez y con estándares de calidad, por ello la
profesionalización se liga a los Sistemas de Gestión de Calidad que introducen
en la práctica profesional diaria procesos de planificación para obtener mejorar
el funcionamiento institucional, así como evaluarlo, y conciliar la satisfacción de
sus derechohabientes con la eficiencia de las actividades institucionales.

Otro tema de relevancia en el Trabajo Social profesional es la Incidencia en


políticas sociales, que un mecanismo que permitirá al trabajo social tener un
mayor protagonismo profesional a buscar influir con medidas y propuestas para
el fortalecimiento y mejoramiento de las políticas y programas sociales e
institucionales. Esto implica además, contar con mecanismos de participación
social y como dispositivos de organización social que se desarrollan desde
diferentes niveles y alcances; ya sea desde los momentos de la priorización de
temática sociales para la agenda pública, o en la propia hechura de las políticas
sociales e institucionales, así como también en la gestión, desarrollo, evaluación,
incluso llegando a niveles de administración, fiscalización o control.

Otro aspecto importante de la profesionalización del Trabajo Social mexicano es


el de la Gerencia Social, como proceso político, social y metodológico para la
gestión de políticas y programas en las áreas sociales, al guiar y direccionar a
las instituciones sociales, no sólo tomando en cuenta criterios de eficiencia,
eficacia y sostenibilidad, sino introduciendo criterios de equidad, derechos
sociales, impacto y compromiso social de las instituciones, con los sujetos
derechohabientes para las que fueron diseñadas. Por lo no significa un
dispositivo para dirigir instituciones sociales de manera individual, jerárquica,
187
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

vertical o autoritaria, sino de manera horizontal, circular, estratégica, colectiva,


fluida, heterogénea, que pueda enfrentar situaciones muy particulares y
relacionadas con el funcionamiento y dirección adecuada de instituciones
sociales, el marco de la dialogicidad, responsabilidad y el compromiso social.

Finalmente desde el plano profesional es necesario vislumbrar nuevas áreas de


acción profesional, defendiendo y ampliando los espacios laborales en las
instituciones públicas, pero también abriendo nuevas rutas en los espacios en
las organizaciones de la sociedad civil, en los ámbitos privados con la
responsabilidad social empresarial y también en los espacios micro-sociales que
son campos potenciales de acción profesional y de inserción laboral

En especial la esfera de lo socio-civil debe verse como un campo potencial de


acción profesional alterno y complementario a las instituciones públicas y
privadas, por lo que es necesario abrir espacios para la incorporación y
contratación de profesionales del Trabajo Social en organizaciones ya
constituidas, locales, estatales, nacionales o internacionales, pero el reto
fundamental es constituir una nueva perspectiva del Trabajo Social que implique
CREAR, FORMAR y DIRIGIR organizaciones sociales y civiles que incidan en
los asuntos públicos, que coadyuven al Bienestar Social y sean también opciones
laborales y profesionales para las nuevas generaciones de Trabajo Social.

2) El Trabajo Social como Disciplina Científica

La Disciplina Científica conforma un espacio del saber científico que incluye un


conjunto de conocimientos específicos, además de un plan de enseñanza,
metodologías y materias relacionadas con temas concretos de análisis y
acción social.(UNESCO,2010). Por ello cuando hablamos de disciplina hacemos
referencia a un objeto de estudio, a un campo de teorías, categorías y
conceptos, a una especialización de acciones, funciones y tareas que hace
diferente una disciplina de otras, a una utilización de metodologías y/o
estrategias, tanto específicas como generales, para el análisis, la acción y la
generación de procesos y construcción de saberes en una realidad y en áreas o
temáticas delimitadas.

Como disciplina científica que implica el reconocimiento del Trabajo Social en


México en el terreno de la ciencia y fundamentalmente relacionado con la
construcción de conocimiento y saberes para la misma disciplina y creando
188
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

aportes para otras, consideramos que este reconocimiento inicia apenas en el


proceso de 1968 a 1970 con la creación de la licenciatura en Trabajo Social,
donde claramente se hacen visibles los fundamentos científicos para los realizar
los procesos de investigación, planeación, intervención y evaluación-
sistematización social, aunque desde nuestro punto de vista la creación del Plan
de Estudios de 1976 en la UNAM será el acontecimiento que desencadene
procesos para un reconocimiento pleno del Trabajo Social como disciplina
científica, que antes estaba cuestionado. Pero es innegable que esta dimensión
se debe impulsar ampliamente para lograr visualizar al Trabajo social como una
disciplina que está en el mismo nivel de producción de conocimientos que otras.

La ubicación del Trabajo Social como disciplina se desarrolla principalmente en


los espacios de las Universidades, resaltando que existe actualmente un
reconocimiento disciplinar relativo dado la poca producción científica para su
campo disciplinar y para otros. Normalmente los investigadores asociados a los
espacios académicos en Trabajo Social son expertos en sus temas pero hay
poca reflexión centrada en la epistemología, teoría e historia del trabajo social,
se reflexiona sobre metodologías y sobre procesos de investigación temática,
dando poco énfasis a la reflexión desde el Trabajo Social.

Consideramos que se debe impulsar la investigación porque es en un pilar y


fundamento para la práctica en Trabajo Social, pero lo es igualmente para
construir conocimientos para enriquecer las bases teóricas y metodológicas.
Pero también debemos identificar los diferentes tipos de investigación que se
relacionan con Trabajo Social, siendo más reconocidas la Investigación Pura,
cuyo propósito es construir conocimientos teóricos y metodológicos,
principalmente para el desarrollo y avance de una determinada ciencia o
disciplina científica, sin interesarse directamente en sus posibles aplicaciones o
consecuencias prácticas; y la Investigación-Acción, también denominada
investigación aplicada, participante o para la intervención, se caracteriza porque
los conocimientos, hallazgos, información o resultados obtenidos, pretenden
aplicarse o utilizarse para resolver alguna situación problemática, porque su
esencia está en conocer para actuar, construer y transformar.

Pero existen otras dos modalidades de investigación en Trabajo Social que


debemos de impulsar para construir conocimientos y saberes, pero también para
incidir en la realidad social; una es la Investigación Evaluativa, que implica
indagar y analizar los procesos de planeación social, es decir, analizar como las
189
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

políticas, planes, programas, proyectos, modelos o estrategias de intervención


logran obtener resultados, alcances, beneficios o impactos sociales; y el otro tipo
de Investigación que es fundamental en Trabajo Social, es la que se conoce
como la Sistematización de la Práctica o de Experiencias Profesionales, que es
un tipo de indagación científica e innovadora que privilegia la recuperación,
reflexión y análisis de la práctica social desarrollada, para construir
conocimientos y saberes que se transforman en propuestas y alternativas para
el Trabajo Social y otras disciplinas científicas de lo social.

Finalmente otros aspectos centrales en el impulso disciplinar del Trabajo Social


está en el vínculo de la academia con los espacios institucionales donde se
concentra la práctica del Trabajo Social, la creación de redes y equipos de
investigación desde Trabajo Social, la articulación del campo disciplinar propio
con otros campos disciplinarios diversos, así como dar un impulso a las
Publicaciones y a las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación
para difundir y divulgar los conocimientos y aportes construidos, y que estos
tengan incidencia en las políticas sociales e institucionales.

2) El Trabajo Social como Proceso Formativo

Como proceso formativo, en 1933 se crea la primer Escuela de Trabajo Social


en México a nivel técnico, requiriendo nivel de primaria o secundaria.
Posteriormente se crea el nivel técnico profesional, el bachillerato tecnológico, la
licenciatura y actualmente se cuenta en México ya con posgrados:
especializaciones, Maestrías y Doctorados en Trabajo Social.

Con respecto a los estudios técnicos en Trabajo Social, es necesario analizar la


conveniencia de pasar ese nivel, que actualmente requiere estudios de
secundaria y que se encuentra entre la carrera técnica propiamente de Trabajo
Social y el bachillerato tecnológico en Trabajo social, para proyectarse a un nivel
de formación de estudios universitarios, con la posibilidad de tener un título de
técnico con estudios de bachillerato, pero con las posibilidades de continuar la
licenciatura. Por eso consideramos que el nivel técnico no va a desaparecer sino
que subirá su nivel a los estudios universitarios.

A nivel licenciatura actualmente tenemos procesos de formación reconocidos,


legalizados, legitimados y certificados permanentemente. La mayoría de las
licenciaturas del Trabajo Social se evalúan continuamente y podemos decir que
190
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

en este nivel el trabajo Social mexicano tiene fortalezas, oportunidades y buenas


proyecciones, aunque un elemento interesante de impulsar es el vínculo
indisoluble que debe existir entre las escuelas con las instituciones y servicios
sociales que demandan a este profesional. Asimismo actualmente la matrícula
en la licenciatura de Trabajo social ha crecido, y recientemente se ha creado la
licenciatura en Trabajo Social en la Universidad Autónoma de Yucatán en 2010
y en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos en 2013.

A nivel de Posgrado el Trabajo Social mexicano empieza a desarrollarse


ampliamente y a tener un reconocimiento disciplinar como campo específico de
conocimiento, y en ese contexto el primer nivel de estudios posgrado es la
Especialización, con un año de duración después de la licenciatura y su objetivo
es habilitar en cuestiones teórico-metodológicas y el título se obtiene al presentar
casos prácticos sobre temáticas determinadas. En el caso de la UNAM, se
cuentan con las Especializaciones en Modelos de Intervención con Jóvenes,
Mujeres y Adultos Mayores, y en otras instituciones podemos encontrar
Especializaciones en Trabajo Social Psiquiátrico, Trabajo Social en Salud,
Trabajo Social y Familias, Peritaje Social, en Mediación Familiar, entre otros.

Los estudios de Maestría en Trabajo Social que inician con el programa que se
desarrolló a partir de 1985 en la Universidad Autónoma de Nuevo León y
posteriormente en la Universidad de Guadalajara. La UNAM crea su Maestría en
el año 2005 y actualmente se tienen Maestrías en Trabajo Social en la
Universidad Veracruzana, la Universidad Autónoma de Sinaloa. Existen dos
casos especiales uno de ellos es de la Universidad de Guadalajara donde existió
la Maestría en Trabajo Social pero por transformaciones en los campos
disciplinarios e institucionales desapareció y ahora cuentan con la Maestría en
Gestión y Desarrollo Social. También está el caso de la Universidad de Colima
donde se desarrollaron estudios de Maestría entre 2005 y 2010, pero fue solo
una generación principalmente para profesores de la misma, aunque
actualmente se tiene proyectado abrirla nuevamente.

En otras instituciones se crearon Maestrías no estrictamente de Trabajo Social,


pero fueron organizadas por entidades de Trabajo Social, como en el Instituto
Campechano que cuenta desde 2001 con la maestría en Modelos de Atención a
la Familia; en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de
Coahuila donde se desarrolló la Maestría en Desarrollo Social, con dos
generaciones que tuvieron problemas con la eficiencia terminal y ahora se
191
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

discute nuevamente su apertura, y más recientemente en el Instituto Tepeyac de


León, Guanajuato donde se imparte a partir de 2013 la Maestría en Planeación
y Gerencia Social.

Con respecto a los estudios de Doctorado en México se imparten en la


Universidad Autónoma de Nuevo León desde 1997, con un programa de
colaboración internacional con la Universidad de Texas en Arlington, centrado en
el análisis de políticas comparadas de Bienestar Social. La Universidad
Autónoma de Sinaloa tiene desde 2007 un Doctorado en Trabajo Social, también
con apoyo de una Universidad de Cuba, orientado a temas de salud, género y
desarrollo social. En especial, este nivel de posgrado tiene que fortalecerse a
nivel de la entidades académicas, para afianzar la dimensión disciplinar del
Trabajo Social, para incidir en las políticas sociales e institucionales y para
acceder al más alto nivel del posgrado que son los Posdoctorados en Trabajo
Social, que hasta la fecha no se cuentan con ellos en México.

4) El Trabajo Social como Gremio.

Como gremio, la comunidad profesional del Trabajo Social aparece ya en los


años 50´s cuando se empieza a crear los primeros Colegios de Trabajo Social,
que darán prioridad a los códigos de Etica en Trabajo Social, así como realizar
eventos para conmemorar el día de nuestra profesión, que en el caso de México
se realiza el 21 de agosto de cada año. Pero actualmente consideramos que los
Gremios en Trabajo Social, colegios, asociaciones y organizaciones, se dividen
entre los que agrupan escuelas o instancias de formación e investigación, y los
que agrupan a los profesionales que están en las instituciones, que normalmente
estás desvinculados. Los Gremios son espacios de participación y organización
muy importantes desde lo social, político, profesional y disciplinar, pero es claro
que al menos en el Trabajo Social Mexicano todavía no existe una cultura amplia,
fuerte y cotidiana para agremiarse. Además, desde nuestro punto de vista, sus
acciones se orientan casi exclusivamente en la actualización profesional,
descuidando la defensa de los Derechos de las y los Trabajadores Sociales y de
los espacios profesionales, no son protagonistas en los procesos de certificación
profesional y en poco inciden en las políticas sociales.

Por lo que es necesario impulsar la cultura de la organización gremial, desde los


niveles formativos, pasando por el nivel institucional y local, para avanzar a lo
estatal, nacional e internacional. Y deben existir líneas de trabajo, además de la
192
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

actualización y formación, que impliquen la Defensa de los derechos y espacios


profesionales, así como la certificación profesional. Además es necesaria la
conformación de un frente u macro-organización nacional de asociaciones,
organizaciones y colegios que posicione al Trabajo Social social, política,
profesional, institucional y disciplinariamente frente a los ámbitos de la toma de
decisiones, ante una propuesta podría ser crear el Consejo Mexicano para la
Profesionalización y Certificación en Trabajo Social (CONMEXTS)

Actualmente existen numerosas organizaciones, asociaciones y colegios a nivel


nacional y estatal, por lo que consideramos que si existe la posibilidad de crear
un organismo nacional que aglutine a todos ellos, y entre otras se ubican las
siguientes a nivel nacional: la Asociación de Trabajadores Sociales de México,
el Colegio de Trabajadores Sociales de México, la Red de Investigaciones y
Estudios Avanzados en Trabajo Social, el Colegio Mexicano de Licenciados en
Trabajo Social, el Colegio Nacional de Trabajo Social, la Asociación Mexicana de
Instituciones y Escuelas de Trabajo Social, la Academia Nacional de
Investigación en Trabajo Social, la Asociación de Trabajo Social Psiquiátrico y la
Federación Nacional de Estudiantes y Egresados de Trabajo Social.

A nivel local encontramos a los Colegios de Trabajo Social de los Estados de


Oaxaca, Nuevo León, Sonora, Michoacán, Durango, Querétaro, Estado de
México, San Luis Potosí, Yucatán, Puebla, Guanajuato, Morelos, Chihuahua,
Zacatecas, entre otros. Y también en el existen organizaciones vinculadas al
Trabajo Social como la Asociación Zacatecana de Profesionales en Gestión e
intervención Social, Colectivo Haciendo Redes, FOCOREJ, Colectivo Causas
por México, Asociación Pro-Social, MiTrabajoEsSocial, Nuestro Trabajo es
Social de la Universidad de Guadalajara, el Colectivo Estudiantil de Trabajo
Social de la Universidad de Guanajuato, y la organización de estudiantes de
Zacatecas, entre otros. Con todas esas iniciativas de organización articuladas,
consideramos que efectivamente podemos posicionarnos como gremio de
manera muy relevante.

193
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

194
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

A manera de Conclusiones:

El Trabajo Social es una construcción de la modernidad y a la vez es una


construcción autónoma de las formas de ayuda social existentes en toda la
historia del ser humano. Como fenómeno de la modernidad, es necesario retomar
tres grandes aspectos:
1) En primer término es necesario advertir como primer elemento de
caracterización-diferenciación entre las formas de ayuda y acción social
tradicionales (Caridad, Beneficiencia y Filantropía) frente al Trabajo Social.
2) En segundo término, el análisis de la modernidad y Trabajo Social se
profundiza con identificar los paradigmas que han aparecido como opción
teórica y metodológica al Trabajo Social para su desarrollo: el Positivista,
el Clínico-Individualista, el Funcionalista y el Crítico.
3) En tercer término, es preciso entender que en el desarrollo y construcción
del Trabajo Social en el marco de la modernidad, no aparece como algo
dado y acabado, sino que su aparición se va desarrollando en
aproximaciones sucesivas, y podemos ubicar las rutas históricas que
tienen relación con la siguiente línea de tiempo: La Aparición del Trabajo
Social como tal; el perfil de un Trabajo Social Tradicional y Desarrollista; el
perfil de un Trabajo Social Reconceptualizado; el perfil de un Trabajo
Social Contemporáneo, que son grandes momentos históricos que nos
permiten entender la complejidad misma de la profesión.

El Trabajo Social Contemporáneo se construye a partir de una cosmovisión, un


enfoque epistemológico, una propuesta política y una acción profesionalizada a
partir de un marco de referencia Moderno, por lo que su creación no puede ser
entendida más allá de los entornos de la modernidad y de sus procesos
históricos más relevantes: el Renacimiento, la Revolución Francesa, la
Revolución Industrial, las independencias de nuestros países latinoamericanos y
las grandes revoluciones del siglo XX, incluyendo, por supuesto, la mexicana.

En ese marco el Trabajo Social en México surge como carrera técnica y como
profesión a partir de la creación de la escuela de enseñanza doméstica y trabajo
social en 1933. Posteriormente se consolida internamente como disciplina
científica y externamente como carrera universitaria incluso llegando a existir
actualmente estudios de licenciatura y posgrado a nivel especialización, maestría
y Doctorado, principalmente en la Universidad Autónoma de Nuevo León y en la
Universidad Nacional Autónoma de México.
195
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Sin embargo, de acuerdo a las modalidades de formación profesional


encontradas en el desarrollo histórico del trabajo Social en México, se incorporan
en el imaginario colectivo de los trabajadores sociales diversas características
que van a nutrir profundamente el ser y el hacer de los trabajadores Sociales
actuales:

a) Identidad Dicotómica. La historia de la profesión ha configurado dos


orientaciones generales en torno a las finalidades del Trabajo Social mexicano
una, neutralizante-asistencialista-conservadora y otra político-participativa-
transformadora, mismas que se encuentran en constante contradicción y
responden fundamentalmente a las prácticas dominantes la primera y a las
emergentes la segunda.

b) Postura cientificista-racional y una científica-humanista, la primera entendida


a partir del dominio racional sobre los problemas sociales. Independientemente
de las orientaciones del Trabajo Social, esta postura postula el predominio de la
racionalidad instrumental además de servir al dominio del mundo natural, sirvió
también para dominar y controlar los procesos y las fuerzas sociales. Esa
influencia ha permeado signficativamente al Trabajo Social y lo ha imbuido de
posturas identitarias que se rigen por cálculos racionales, cientificistas y
objetivistas que limitan y estigmatizan algo que es inherente al ser humano
colectivo: la dimensión sensorial o sensible. Y por eso aparece una perspectiva
del trabajo Social basada en la relación interactiva arte-ciencia orienta que la
acción profesional técnica y metodológica se complemente con una acción
artística, creadora y creativa y mediante esa tensión se radicalice lo racional y lo
sensible para construir respuestas colectivas e integrales a diversos problemas
sociales. El Trabajo Social ubicado desde esta concepción busca hacer contacto
racional, metódico, emocional e intuitivo con los actores de la sociedad.

c) Postura de Verticalidad u Horizontalidad. En este caso los trabajadores


sociales se caracterizan por mostrar actitudes profesionales verticalistas,
imperativas y coactivas en la relación con los grupos sociales. En este caso se
ve al profesional del Trabajo Social como el agente principal de transformación
y acción, dejando en segundo plano las potencialidades de la misma población
con la que se trabaja. Desde esta perspectiva, el Trabajador Social y su
conocimiento científico (verdadero) y racional (objetivo), es quien decide y
determina las acciones a seguir, independientemente de la opinión no científica
(no verdadera) y cotidiana (subjetiva) de los colectivos sociales con los que se
196
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

trabaja. Aunque, habría de señalar que desde una perspectiva crítica existe
un Trabajo Social que se sustenta en la participación social y la horizontalidad
entre profesional-población, donde el trabajador social es un profesional
acompañante, promotor y facilitador que se inserta en la misma realidad social
donde actúa, que coexiste e interacciona con sus integrantes y que incide a
potenciar habilidades, capacidades y destrezas colectivas. El trabajador social
dirige obedeciendo, construyendo relaciones horizontales, dialógicas y
autogestivas y construyendo espacios de poder alternativos.

c) Postura Integradora o Pluralista. Históricamente la formación de los


trabajadores sociales ha llevado una postura integradora de lo pluricultural, y
otorgan a occidente, es decir a Europa y Estados Unidos, validez universal como
centros del sistema-mundo y como modelos de vida social a imitar. Pero por otra
lado existe un Trabajo Social pluralista, incluyente que considera y reconoce las
distintas maneras para conformar espacios de diálogo y encuentro, incluyendo
las temáticas relacionadas con la equidad, diversidad, igualdad, pluriculturalidad
y equidad de género entre los sujetos, desde abajo y desde adentro. Lo anterior
permitirá que el acceso de los sujetos colectivos a los procesos de toma de
decisiones sea permeado por actitudes democráticas, directas, horizontales en
diversos niveles; familiares, grupales, institucionales, locales, regionales,
nacionales, etc.

Ante esa identidad dicotómica del Trabajo Social, nos obliga como profesionales
asumir una nueva identidad basada en la Ciencia como acción-reflexión
emancipadora y libertaria y en el Arte como medio y posibilidad práctica
innovadora, creadora y creativa. Con la posibilidad de crear espacios de
encuentro y dialogo alternativos, micro, acumulativos y articulados se concretiza
también la posibilidad de construir y multiplicar poderes alternativos locales,
parciales, aproximativos y articulados, pero sin dejar de tomar en cuenta los
espacios institucionalizados que hay que ocupar y tratar de humanizar también.

El Trabajo Social Contemporáneo es aquel que forma parte de nuestra historia y


de nuestra vida cotidiana, formativa o profesional, es aquel Trabajo Social que
nos toca vivir, conocer, desarrollar, criticar, cuestionar o impulsar, en el que
podemos intervenir, que podemos ver y que podemos construir, reconstruir,
reconfigurar, y transformar. Para el Trabajo Social Contemporáneo los nuevos
y viejos espacios institucionales, independientemente de su alcance y
temporalidad, auxiliarán necesariamente en la construcción de nuevas
197
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

identidades sociales horizontales, plurales, incluyentes, liberadoras,


transformadoras, basadas en micro-utopías construidas desde abajo, es decir,
en utopías locales, parciales, acumulativas y articuladas entre sí, y no en una
utopía pensada desde arriba, global, única, omnipresente, excluyente,
impuesta. Esto supone que existe un Trabajo Social diversificado en Trabajos
Sociales diferentes en tiempo, espacio y contexto, y por eso no puede existir un
Trabajo Social único, hegemónico, universal e inmutable que se imponga en
todas las realidades, sino deben coexistir ciertos principios rectores que guíen la
acción profesional, siendo la especificidad del lugar, del momento y de la
situación particular que definan la orientación o metodología que se requiere.

Por ello, desde esta postura, a la vez que no existe un Trabajo Social único o
hegemónico, tampoco tienen razón de ser enfoques unitarios o metodologías
únicas, inflexibles e infalibles para todas las circunstancias sociales, sino que
existen modalidades de Trabajo Social alternativas que se van construyendo
frente a la historia y a la cotidianidad. Reconocer que no existe un Trabajo
Social único, sino diversas expresiones y orientaciones de Trabajo Social
significa que existe la posibilidad de desarrollar colectivamente diferentes
acciones, reflexiones, mecanismos, métodos y orientaciones específicas,
ideadas de acuerdo al lugar y al tiempo donde se generen los procesos de
Trabajo Social, aunque lo anterior no significa que no existan principios rectores
y categorías de análisis compartidas por el colectivo dentro de sus respectivas
acciones profesionales.

198
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

Epílogo: El Trabajo Social Contemporáneo en el


contexto actual: Retos, desafíos y posibles
alternativas.

Cotidianamente, a nivel planetario visualizamos fenómenos, problemas y


necesidades sociales que día a día se transforman, redimensionan, redefinen, y
por ello, uno de los retos sustantivos y de las prioridades históricas en nuestras
sociedades modernas es la posibilidad de construir innovadoras y novedosas
respuestas para mejorar la calidad de vida y por ende las condiciones sociales
concretas de los sectores mayoritarios de la población.

A partir de ese escenario, podemos ubicar al Trabajo Social como una de las
profesiones estratégicas, prioritarias y de mayor relevancia en estos momentos
históricos, ya que es un quehacer cuyo objetivo esencial es promover y construir
respuestas sociales necesarias para transformar positivamente las nuevas y
viejas formas en que se presentan las necesidades, problemas y demandas
sociales. Pero también otro tipo de impactos sociales como los profundos
cambios sociales aumento de la esperanza de vida, transición demográfica,
nuevas formas de organización familiar, migración, convivencia con otras
culturas han producido nuevas necesidades, que también deben ser
acompañadas de nuevas respuestas y novedosas formas para generar servicios
y beneficios sociales. En ese sentido, consideramos que el Trabajo Social
Contemporáneo debe ir orientándose a tomar en consideración los siguientes
aspectos sustantivos:

1) Visualizarse como la profesión de la transformación social desde lo micro hacia


lo macro, desde abajo hacia arriba; es la disciplina de la construcción de la
equidad social y de micro-utopías, que busca construir conocimientos y saberes
para dar capacidad de respuesta a las complejas necesidades, problemas,
intereses y demandas sociales en el México de hoy.

2) Es la profesión que reconoce a los Sujetos Sociales desde un enfoque de


Derechos y de construcción de ciudadanía. Es la profesión que acompaña
procesos en las comunidades, con los grupos, con las familias, con los actores y
movimientos sociales que luchan por mejorar cotidianamente sus condiciones de
vida.

199
Desarrollo Histórico del Trabajo Social en México

3) Es la profesión de la dialogicidad sustantiva, de la comunicación horizontal,


creativa y creadora con fines emancipatorios. Incide a la reconstrucción del tejido
social, de la inclusión de los acuerdos y los consensos en lo social.

4) Es la profesión que debe avanzar no solo hacia el pensamiento, sino a la


acción transdisciplinar, con una mirada y postura de compromiso social, y
que ve a la ciencia como instrumento de utilidad y cambio social.

5) Es la profesión que debe mirar e incidir en la renovación institucional y/u


organizacional permanente, continua, inacabable, pero de la misma manera
debe proyectarse hacia el diseño de poderes y espacios alternativos.

6) El Trabajo Social Contemporáneo debe articular miradas y acciones


estratégicas; de corto, mediano y largo plazo, debe ubicar sus fortalezas,
oportunidades, debilidades y amenazas, así como las estrategias metodológicas,
que incorporen opciones y diferentes rutas para lograr propósitos y finalidades.

7) El Trabajo Social debe promover la actualización, capacitación y formación


permanente, para hacer del Trabajo Social la profesión-experta, lograr la
Experticia que no es otra cosa que la articulación o intersección de conocimiento
teórico metodológico y contextual, experiencia, y propuesta de solución.

8) El Trabajo Social deber ver a la esfera de las organizaciones socio-civiles


como un campo enorme potencial para la acción profesional, alterno a las
instituciones públicas y privadas. Es necesario abrir espacios en este rubro, pero
también crear, formar y dirigir organizaciones sociales y civiles que incidan en los
asuntos públicos, que coadyuven al Bienestar Social y sean opciones laborales
y profesionales para las nuevas generaciones de Trabajo Social en nuestro país.

Finalmente, es necesario indicar que la realización de los anteriores ejercicios


proyectivos se convierte en una obligación irrenunciable para los actores del
Trabajo Social mexicano de hoy, pero es indispensable entender que el
desarrollo de ello significa dejar de ver al nuestra disciplina simplemente como
una profesión o como un mero ejercicio académico, laboral o paliativo, para
entenderlo, comprenderlo, sentirlo y vivirlo como ciencia, arte, compromiso,
resistencia, transformación, avance, retroceso, riesgo, lucha y pasión.

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