El documento resume varios cuentos de Antón Chéjov. Tres de los cuentos describen cómo las emociones de los personajes cambian drásticamente en respuesta a eventos específicos. En "¡Chist!", el periodista experimenta ira, paranoia y pasión mientras escribe. En "El beso", un beso deja al tímido capitán obsesionado con encontrar a la mujer. En "El camaleón", las acciones del detective cambian según quién parece ser el dueño del perro.
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El documento resume varios cuentos de Antón Chéjov. Tres de los cuentos describen cómo las emociones de los personajes cambian drásticamente en respuesta a eventos específicos. En "¡Chist!", el periodista experimenta ira, paranoia y pasión mientras escribe. En "El beso", un beso deja al tímido capitán obsesionado con encontrar a la mujer. En "El camaleón", las acciones del detective cambian según quién parece ser el dueño del perro.
El documento resume varios cuentos de Antón Chéjov. Tres de los cuentos describen cómo las emociones de los personajes cambian drásticamente en respuesta a eventos específicos. En "¡Chist!", el periodista experimenta ira, paranoia y pasión mientras escribe. En "El beso", un beso deja al tímido capitán obsesionado con encontrar a la mujer. En "El camaleón", las acciones del detective cambian según quién parece ser el dueño del perro.
El documento resume varios cuentos de Antón Chéjov. Tres de los cuentos describen cómo las emociones de los personajes cambian drásticamente en respuesta a eventos específicos. En "¡Chist!", el periodista experimenta ira, paranoia y pasión mientras escribe. En "El beso", un beso deja al tímido capitán obsesionado con encontrar a la mujer. En "El camaleón", las acciones del detective cambian según quién parece ser el dueño del perro.
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Reporte N° 07 cuentos de Antón Chéjov.
Antón Chéjov fue un escritor ruso nacido en 1860. Especializado en el
realismo y el relato corto. Sus obras describen los sentimientos de los personajes tales como la tristeza, el amor, la ira, el cansancio, entre otros. A continuación, se resumirán y comentarán los siguientes cuentos: ¡Chist!, El beso, El camaleón, El gordo y el flaco, Historia de un contrabajo, La mujer del boticario, La señora del perrito, La tristeza, Un asesinato. ¡Chist! es la historia de un periodista que regresa a su casa por la noche, mientras se lamenta de la labor de los que escriben, dado que deben transmitir al lector una emoción concreta, aunque sientan completamente lo contrario. Al entrar a su casa, le dice a su esposa que le prepare un té y un filete, además de que se aseguren de hacer silencio, ya que no podía escribir escuchando a los niños chillar. Se va a su oficina, mientras que la mujer le prepara la comida, comienza a creer que ella lo va a envenenar con óxido de carbono, pero su paranoia termina y le llevan su comida. El hombre escribe rápidamente y sin descanso, mientras que la señora calla con un ¡chist! a los niños. A los tres de la mañana le vuelve a pedir té a su esposa, hasta que se acuesta a las cuatro de la mañana. Al día siguiente, el hombre duerme hasta las doce o una de la tarde, mientras que en la casa se escuchaba un ‘¡Chist! papá está durmiendo’. El relato inicia con la melancolía del periodista, abatido por tener que escribir con ingenio y emoción, a pesar de sentirse tan triste. Al llegar a su casa esa melancolía se convierte en furia hacia su mujer, en el dominio que siente hacia ella, ya que le ordena de manera brusca que le traiga comida, además de demandar el silencio. Posteriormente, las emociones mudan hacia la paranoia cuando cree que la señora lo quiere envenenar. Finalmente entran en una mezcla entre pasión y enojo hacia la escritura, puesto que, tal y como él mismo dice, podría escribir hasta las seis de la mañana, pero es esa misma esclavitud que lo retiene es lo que hace que nazca la furia hacia su trabajo. Los cambios de humor están marcados de cierta manera por la escritura. Todas estas emociones (principalmente la ira) se logran condensar en la onomatopeya ¡chist!, que se utiliza para demandar el silencio que necesita para escribir y posteriormente para dormir. El beso, es un relato que se centra en los oficiales de artillería que pasan por un pueblo mientras movilizan seis baterías. Cuando están dispuestos a ir a una posada a descansar, son llamados por el general Von Rabbek a tomar el té a modo de cortesía. Sin muchos ánimos, se dirigen hacia la mansión. Una vez llegan a la residencia del señor Von Rabbek se dan cuenta que tenían una pequeña reunión entre los familiares y amigos cercanos. A partir de aquí la historia se centra en el capitán ayudante Riabóvich, un hombre reservado, tímido y desgarbado, que no se logra adaptar al ambiente de fiesta en comparación a sus compañeros. Mientras cenan, solo se dedica a comer sin apenas hablar, cuando bailan y juegan billar, él solo los observa de lejos sin intervenir. Hasta que vagaba por la mansión, una habitación oscura llama su atención y entra mientras la examina. De pronto sintió que unos brazos delicados y perfumados le rodeaban, una muchacha le besa la mejilla y exclama ‘¡Por fin!’ La mujer se da cuenta de que se equivocó, así que suelta Riabóvich y se aleja casi asqueada. A partir de ese momento, el capitán ayudante solo puede pensar en el beso. Su humor en la fiesta cambia, se desenvuelve con mayor soltura y sonríe a la anfitriona. Una vez terminada la reunión, los oficiales vuelven a la posada donde se iban a alojar, no sin cierta tristeza de abandonar la mansión. Riabóvich solo puede pensar en el beso, ese que le dejo un frescor de menta en la mejilla y un perfume a flores. Trató de darle un rostro de entre las mujeres de la fiesta, pero no podía hasta que abandonaban el pueblo y pasaban delante de la casa, pudo determinar quién fue. Por los siguientes días solo piensa en la mujer, el efecto del beso y en su vida como esposos, hasta que un día les informan que un pequeño grupo volverá al pueblo de los Von Rabbek. Vuelve al poblado, mientras esperó ansioso la invitación a tomar el té, pero esta nunca llegó. Desesperado, fue al río que estaba próximo a la mansión, reflexiona sobre el beso hasta darse cuenta de que está en una ensoñación que debe romper. Aquí las principales emociones se observan en el capitán ayudante Riabóvich, al inicio estaba limitado por su propia timidez, esa que le impedía hablar con el resto de invitados y hacer las actividades que deseaba, cómo bailar. No obstante, el beso entra como un ‘encantamiento’, que le permite actuar con más naturalidad en la fiesta, pero este mismo beso lo termina obsesionando. Al inicio solo se preguntaba quién fue la muchacha, pero luego solo pensaba en que se casaría con ella y vivirían felices. Esta obsesión se origina debido a la propia personalidad del capitán ayudante, dado que nunca había experimentado una atracción amorosa hacia alguien, por lo que al sentir por primera vez esta emoción, desarrolla un frenesí que le es imposible detener y le permite fantasear hasta la obsesión. El gordo y el flaco, se trata sobre dos amigos de la infancia Misha y Porfiri, que se reencuentran en la estación. Uno era gordo y el flaco, este último le cuenta sobre su esposa, su hijo y trabajo sin parar, hasta que le pregunta directamente al gordo su profesión. El gordo le responde ‘consejero privado’, automáticamente la expresión del flaco cambia y comienza a tratar al gordo con demasiado respeto, hasta que este último se siente incómodo y se despide. Los sentimientos en este cuento son, primero, la felicidad y nostalgia que sienten los dos amigos al verse después de tantos años. Esa felicidad, para el flaco se convierte en servilismo e interés al enterarse de la profesión de su amigo, mientras que para el gordo fue incomodidad y tristeza al ver el cambio en su amigo. Aquí el detonante fue la posición de Misha, ya que el interés que sentía Porfiri, predominó sobre la amistad que tenían desde la infancia. El camaleón es el relato sobre el detective Ochumélov, quién iba caminando por el pueblo hasta que escucha un altercado. Al comprobar qué está pasando, se da cuenta que son dos hombres que persiguen a un perro porque había mordido el dedo de uno de ellos. El detective pregunta de quién es el perro, dado que el dueño merece una multa y el perro debe ser asesinado. Alguien le dice que es del general Zhigálov, inmediatamente el detective comienza a culpar a Jriukin del incidente y a decirle que, para haberlo mordido en el dedo, él tuvo que estarlo molestando. Un testigo afirma que, Jriukin le acercó un cigarro al perro para molestarlo. Justamente, pasa el cocinero del general, así que le preguntan si el perro era de Zhigálov, pero dice que no. Entonces el detective opina que es un perro vagabundo y hay que matarlo. Sin embargo, el cocinero dice que el perro es del hermano del general, que está de visita. Luego de esto, Ochumélov dice que es un perro muy vivo y ordena que lo lleven con su dueño. De nuevo, aquí se observa un cambio de emociones frente a una figura de autoridad. Cuando se cree que el perro no tiene dueño o que es de una persona ‘normal’, entonces el cachorro debe ser castigado y el dueño tiene que pagar una multa. No obstante, cuando creyeron que el dueño era general Zhigálov o su hermano, entonces el culpable era el hombre al que mordió, Jriukin. En este cuento se utiliza la ironía y la sátira para criticar la hipocresía o el ‘favor’ que la autoridad les da a las personas privilegiadas como el general. En este relato la emoción fluctuante es la arrogancia e interés del detective, además del enojo del borracho. Historia de un contrabajo, este cuento relata la historia de Smichkov, un músico que toca el contrabajo y es contratado por el príncipe Bibulov para que tocara en su casa de campo, debido a que iba a pedir la mano de una joven. El músico iba de camino a la casa, pasa por un río y decide darse un baño. Mientras nadaba vio a una hermosa muchacha que estaba dormida pescando, se enamoró a primera vista de ella, así que decidió dejarle un recuerdo atando un ramo de flores en la cuerda de pescar. Al salir del río, se da cuenta que habían robado su ropa, así que decide ocultarse entre las hierbas bajo un puente hasta que anochezca, para poder buscar ropa en una casa cercana. Cuando la joven que estaba pescando despierta y trata de jalar la caña, se da cuenta que quedó atorada en algún sitio, por lo que decide entrar al río para desatarla. Una vez va a salir del río, se da cuenta que también habían robado su ropa, así que decide escabullirse al mismo sitio que Smichkov. Cuando encuentra al contrabajista, grita y se desmaya. Cuando recupera el conocimiento, le grita al músico que no la mate porque ella es la princesa de Bibulov, él le explica la situación y le dice que puede utilizar el estuche del contrabajo para ocultarse. Cuando anochece, Smichkov lleva la princesa dentro de su estuche mientras se escabulle por el poblado en busca de vestimentas. Entonces ve a los ladrones de su ropa y decide perseguirlos, por lo que deja el estuche en el suelo y corre tras ellos. Desafortunadamente, en ese momento pasan los compañeros músicos del contrabajista y al ver la funda del contrabajo, creen que algo le ha pasado a Smichkov y terminan decidiendo llevarla con ellos. Una vez en la casa del príncipe, Bibulov decide mostrarle el contrabajo al conde Schkalikov, pero al abrir el estuche se encuentran a la joven. Por su parte, Smichkov al no lograr atrapar a los ladrones, se devuelve por el estuche, pero no lo encuentra por ningún sitio, así que decide que no se irá del lugar hasta encontrar a la princesa, cuentan que nunca la encontró, pero se quedó buscándola a las orillas del río y algunos días se veía a una criatura cubierta de pelo rondando por el sitio. Una de las primeras emociones que se observa en ese cuento es el amor del contrabajista hacia la princesa, dado que quedó prendado de su belleza. No obstante, cuando ella revela su identidad, el interés aparece en escena, dado que él solo podía pensar en los beneficios que le traería ayudar a la princesa de Bibulov. En conjunto, estas emociones terminan generando la obsesión por encontrar a la princesa al final del cuento porque el amor fugaz que sintió lo impulsaba, pero también el miedo de haber perdido a la princesa. Smichkov de una u otra manera termina volviéndose loco al final, debido a la promesa de encontrar a la princesa Bibulov. La mujer del boticario, es el cuento sobre la joven y bella esposa del boticario, quién una noche estaba desconsolada viendo por la ventana de su casa, sin poder dormir debido a su tristeza. De pronto, pasan dos hombres, un oficial y un doctor, los escuchó hablar de la botica que pertenece a un hombre de cara agria, pero con una esposa muy guapa, que, de seguro no quería a su esposo. Los hombres deciden tocar el timbre de la botica, tal vez, por casualidad la mujer salga a atenderlos. Al escuchar la campanilla, la boticaria decide ir a atenderlos, el oficial y el médico piden pastillas de menta como excusa. Sin saber qué más decir, le solicitan sosa y finalmente, le piden agua de seltz. Al final la invitan a tomar la bebida con ellos, pero también le preguntan si no tiene alcohol, ella les dice que tiene vino tinto. Mientras estaban tomando, comienzan a coquetear con la señora, hasta que deciden irse. Primero le pagan por la compra y después le besan la mano a la joven, se van indecisos de la botica. La boticaria sube a su habitación y los ve por la ventana dar apenas unos pasos y pararse a discutir, el oficial se devuelve hacia la botica. La mujer escucha la campanilla, pero en ese momento su marido se despierta y va a atender al oficial. El teniente, frustrado, le pide pastillas de menta y se va, cuando sale las arroja al suelo. La boticaria se vuelve a sentir desgraciada en el cuarto, con su marido, así que comienza a llorar, pero el hombre solo le dice que guarde el dinero que olvidó sobre el mostrador. En este relato las emociones las representa la esposa del boticario, quien a un inicio está deprimida y aburrida de la vida que tiene junto a su esposo. Ese es el desconsuelo y las indescriptibles ganas de llorar que siente al inicio. Cuando llegan los oficiales, experimentó una nueva emoción que sale de su rutina, el deseo. Es por esto mismo que se siente mejor junto al oficial y al médico, ya que el prestan la atención que su esposo no le da. Sin embargo, los hombres se marchan, y su corazón comienza a palpitar desenfrenado cuando ve al oficial volver a la tienda, pero la decepción la golpea de frente al ver que su marido se despierta a atenderlo. El desconsuelo vuelve al sentirse sola, es por esto que rompe a llorar, pero a su esposo no lo importa y solo le dice que guarde los kopeks que olvidó. La señora del perrito, es un relato que inicia en Yalta, con una señora que se estaba quedando una temporada en este sitio y salía a pasear con su perrito y una boina todos los días. En el mismo lugar, estaba Dmitrich Gurov, un hombre casado, pero infeliz con su matrimonio debido a que no soportaba la personalidad de su esposa, por lo que la engañaba frecuentemente en sus múltiples viajes. Gurov observaba a la señora del perrito y decidió que quería ser amigo de ella. Un día, en un restaurante inician su amistad, cuando Dmitrich acarició al perrito. El nombre de ella era Ana Sergeyevna, vivía en San Petersburgo, también estaba casada y al igual que él, era infeliz con su esposo. Al cabo de una semana se convirtieron en amantes, almorzaban juntos y salían de la ciudad para disfrutar la vista desde Oreanda. Después de un tiempo, a Ana le llega una carta de su esposo donde le decía que estaba enfermo y que esperaba su regreso. Los amantes se despiden y deciden nunca volverse a ver, por el bien de ambos. Gurov también regresa al invierno de Moscú, al inicio creía que Ana solo era un recuerdo que con el tiempo se iba a diluir por completo, pero sucedió lo contrario, con el pasar de los días se dio cuenta de que amaba a Ana, por lo que decide irla a buscar a San Petersburgo. Encuentra la casa del esposo, sin embargo, no la puede ver a ella, hasta que un día, en la presentación de una geisha, la encuentra. Ella al inicio está presa del miedo y le pregunta por qué la buscó si prometieron no volver a verse, pero al final le dice que no lo puede olvidar y le promete ir a Moscú a verlo. Él acepta y se marcha. Ana cumple su promesa y va a verlo a Moscú cada 2 o 3 meses, El relato termina con los amantes pensando en la forma de estar juntos por más tiempo sin levantar sospechas. Las emociones de este cuento se observan en ambos amantes con un paralelismo, dado que tanto Gurov como Ana presentan un patrón emocional parecido. Inicia con la infelicidad de ambos con su matrimonio, no calzaban con sus parejas y buscaban viajar para huir y sentirse mejor. La siguiente etapa es el descubrimiento del amor, encuentran en el otro ese sentimiento que les hacia falta en el matrimonio. Luego, sigue la separación donde los dos se sienten miserables por la distancia que los separa, se observa en el simbolismo del invierno con Dmitrich y en la confesión en el teatro de Ana. Por último, encuentran una inestable felicidad con su amorío secreto al final de la obra, pero que ambos están dispuestos a mantener. La tristeza, cuenta la historia de Yona, un cochero en Moscú durante el invierno. Buscaba clientes de manera desesperada, no solo por la necesidad de dinero, sino también para calmar su soledad. Durante ese día solo tuvo dos clientes, un militar que se dirigía a Viborgskaya y tres jóvenes que iban a la estación de policía. Pero ninguno quiso escuchar la historia de su hijo muerto. Al caer la noche y ver que ya no había más clientes, decide irse a su ‘casa’, que no era más que un cuarto donde dormían varios cocheros. Ahí tampoco ninguno quiso oír su historia. Cansado, decide ir a ver su caballo y le comienza a contar la historia que tanto anhela contar y esta vez, el caballo sí lo escucha. Tal como el título lo dice, la temática del cuento es la tristeza del cochero. Desde el inicio del cuento se utiliza simbolismos como el invierno que está cubriendo Moscú, una nevada que cubre de blanco todo el sitio, incluyendo al congelado Yona, que no solo tiene frío por el invierno, sino también de soledad. Su hijo murió hace una semana, pero a nadie más a parte de él mismo le parece importar. Necesita compartir ese dolor con alguien más, pero nadie escucha su historia. Llega un punto en el que no le interesa la paga de sus clientes, ya que prefiere tener compañía, sin importar si lo maltrataban. Irónicamente, el único que escucha su historia (o al menos eso cree el cochero) es un caballo, que parece tener más humanidad que cualquier otro ser humano dentro del relato. Un asesinato es la historia de una empleada doméstica, pero ella solo tiene 13 años. Aun así, es la encargada de cuidar al niño por las noches, pero este nunca deja de llorar. La niña pasa la noche dormitando junto a la cuna, mientras canta alguna nana para dormir al niño. Entre la realidad y el mundo onírico, la niña sueña con la muerte de su padre porque no lo pudieron operar a tiempo, además de cómo tuvo que buscar un nuevo empleo junto a su madre. La madre del niño constantemente le pegaba a la niñera porque se quedaba dormida a la orilla de la cuna mientras el bebé lloraba. Durante el día, sin apenas dormir, la niña debía hacer las tareas del hogar como prender la estufa, hacer mandados, pelar las papas, y sin apenas haber dormido. Al llegar la noche, cansada, sin poder dormir y con el bebé llorando, termina llegando a la conclusión de que matar al niño es la solución a todos sus problemas, así que decide ahorcarlo para después dormir plácidamente. La emoción característica de este relato parte de la tristeza por haber perdido a su padre (y aparentemente a su madre), posteriormente se convierte en el cansancio de tener que cuidar a un bebé que no la deja dormir y termina en la metamorfosis de la locura. Se podría considerar el cansancio y el estrés como los catalizadores de la locura que la terminan incitando a cometer el asesinato.