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ISSN 07180195
Centro de Estudios Constitucionales de Chile Universidad de Talca
“El legado de Pablo Dermizaky y su aporte al constitucionalismo boliviano”
Alan E. Vargas Lima
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que
luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y
son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los
imprescindibles”. Bertolt Brecht (Escritor alemán. 1898-1956).
Resumen
El presente estudio bio-bibliográfico, pretende realizar un bosquejo general
acerca de la vida, obra y pensamiento del eminente constitucionalista boliviano
Dr. Pablo Dermizaky Peredo (†), describiendo algunos de sus rasgos biográ-
ficos más importantes, y desarrollando a su vez, una revisión bibliográfica de
sus principales obras, con la finalidad de destacar: su loable labor académica
de enseñanza del Derecho Constitucional, su indispensable contribución en la
consolidación del primer Tribunal Constitucional en Bolivia, y su extraordinario
aporte al desarrollo del constitucionalismo boliviano.
cente de la Universidad Privada Franz Tamayo y del Centro de Capacitación Municipal. Autor de distintos
Libros sobre Derecho Constitucional, Derecho Procesal Constitucional y Derechos Humanos. Columnista
de opinión en el Suplemento “La Gaceta Jurídica”, en el Periódico Digital “Oxígeno”, y en la página web
de “Asuntos del Sur”. Escribe para el Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano (Colombia),
la Revista Iberoamericana de Derecho Procesal Constitucional (México), y la Revista Iberoamericana de
Derecho Administrativo (Argentina). Es miembro de la Academia Boliviana de Estudios Constitucionales,
del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal Constitucional-Sección Nacional (Bolivia), y es miembro
fundador de la Asociación Boliviana de Derecho Procesal Constitucional. Actualmente, ejerce funciones en
calidad de Asesor Legal, dependiente de la Dirección Jurídica del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz.
Responsable del Blog Jurídico: Tren Fugitivo Boliviano (http://alanvargas4784.blogspot.com/).
Nota introductoria
Marzo, se distingue principalmente porque el día 19 se celebra el Día del
Padre; sin embargo, este año nos embarga la tristeza de una lamentable noticia,
dado que ese mismo día se produjo la inevitable partida, en un viaje sin retorno,
de quien fue eminente ensayista, diplomático boliviano, abogado constituciona-
lista, impulsor y primer Presidente del Tribunal Constitucional de Bolivia, Dr.
Pablo Dermizaky Peredo, nacido en la ciudad de Trinidad (Beni) el 24 de marzo
de 1923; habiendo cursado sus estudios profesionales en la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Políticas de la Universidad Mayor de San Simón (Cochabamba), donde
fue uno de los alumnos más destacados de su promoción.
Asimismo, en el ejercicio profesional, desempeñó cargos con reconocida sol-
vencia en el ámbito público y privado, habiendo dedicado gran parte de su vida
a la cátedra universitaria, dejando una vasta producción bibliográfica de obligada
consulta en varias universidades bolivianas y latinoamericanas. Por otro lado, su
vida cotidiana, disciplinada, discreta y sin ostentaciones, estuvo llena de valores
éticos y morales, destacándose como un hombre muy respetuoso de las personas,
sus derechos y libertades, en apego a las reglas y normas preestablecidas para
nuestra convivencia pacífica, convirtiéndose así en un digno ejemplo a seguir.
1 Los comentarios y observaciones del autor, al entonces Anteproyecto de Ley del Tribunal Constitucional,
pueden consultarse en: Dermizaky Peredo, Pablo. Constitución, Democracia y Derechos Humanos. Sucre,
Bolivia: Editorial Judicial, 1999, pp. 61-68.
2 Los rasgos biográficos del profesor Pablo Dermizaky, se encuentran detallados en las páginas preliminares
del Libro colectivo: Análisis de la Reforma a la Constitución Boliviana, que fue editado hace más de diez
años atrás, en homenaje a este destacado constitucionalista boliviano, por parte de la Academia Boliviana
de Estudios Constitucionales (Santa Cruz, Bolivia: Editorial El País, 2002). Una breve justificación de
este homenaje, ahora puede consultarse en el siguiente sitio web: http://www.abec.org.bo/index.php/
publicaciones/item/21-analisis-de-la-reforma-a-la-constitucion-boliviana. Asimismo, los materiales biblio-
gráficos disponibles en la red internet, correspondientes a algunas de las publicaciones más importantes del
profesor Pablo Dermizaky (en el período 1993-2012), pueden consultarse en: http://dialnet.unirioja.es/
servlet/autor?codigo=531357. Por otro lado, algunos datos sobre la obra literaria de este autor boliviano, se
encuentran descritas en el Diccionario Cultural Boliviano: http://elias-blanco.blogspot.com/2011/11/pablo-
dermizaky-peredo.html Entre sus últimas obras, se encuentra precisamente el libro: Justicia Constitucional
(La Paz, Bolivia: Editorial Plural, 2010), que recoge seis trabajos escritos por el autor durante los últimos
años, algunos de ellos con motivo de sus compromisos académicos dentro y fuera del país, y que están unidos
por el hilo conductor de una materia común –la justicia constitucional– que es un elemento esencial de
la democracia y del Estado de Derecho. Finalmente, una columna de opinión, dedicada a la memoria del
maestro Pablo Dermizaky Peredo, destacando facetas notables de su personalidad, y poniendo de relieve
su aporte al constitucionalismo boliviano, fue publicada en el periódico Los Tiempos (Cochabamba, 26
de marzo de 2015), por el Dr. José Antonio Rivera Santivañez, quien fue su discípulo en la Universidad, y
colega en el primer Tribunal Constitucional de Bolivia; escrito que se encuentra disponible en el siguiente
enlace: http://www.lostiempos.com/diario/opiniones/columnistas/20150326/a-la-memoria-del-maestro-
pablo-dermizaky-peredo_295918_653173.html.
3 El texto, fue diseñado para la enseñanza-aprendizaje del estudiante universitario y del profesional en
Derecho; de ahí que el profesor Dermizaky sostenía que: “La formación del Abogado exige que éste vaya
habituándose desde las aulas universitarias al conocimiento, manejo e identificación de las normas con-
cernientes a cada capítulo de la especialidad. Así lo ha remarcado en sus clases el profesor a sus alumnos,
para que éstos cobren conciencia de la importancia que ambas partes (doctrina y legislación) tienen en su
formación. De ahí que el texto contenga no solamente profusión de citas, sino transcripciones de muchos
textos legales pertinentes y en vigencia”. Cfr. Dermizaky Peredo, Pablo. Derecho Administrativo. La Paz,
Cochabamba, Bolivia: Editorial Los Amigos del Libro, 1985, pp. 5-6.
útil, práctico y didáctico –rasgos que caracterizaron toda su obra–, dirigido a los
estudiantes universitarios, y también a los profesionales del Derecho.
Entre los temas que conformaban el contenido mínimo de la materia que
ofrecía el libro en aquel tiempo, se encuentran: la Ciencia de la Administración,
la Administración Pública y Privada, el Derecho Administrativo, la Personalidad
de la Administración, la Responsabilidad del Estado y de la Administración, la
Organización Administrativa, la Competencia y Jerarquía Administrativas, la
Centralización y Descentralización Administrativa en Bolivia, la Organización
Administrativa en Bolivia, los Actos Administrativos, los Contratos Administra-
tivos, los Servicios Públicos, la Función Pública, la Carrera Administrativa, el
Dominio Público, la Función Jurisdiccional de la Administración, los Recursos,
Procesos y Procedimientos Administrativos; temáticas cuyo contenido y desarrollo
se encuentran expuestos con bastante claridad y precisión en el texto, que se
constituyó en uno de indispensable consulta en varias Universidades bolivianas.
Luego de haberse agotado aquella primera edición, en el año 1988, el au-
tor publicó una segunda edición de la obra, enriqueciendo el contenido de la
mayoría de sus capítulos, con base en la bibliografía más reciente que pudo
consultar en aquel tiempo (consistente en obras publicadas en España y en varios
países de América Latina durante los años 1983 a 1987, según aclara el mismo
autor), habiendo agregado al texto, algunos temas referentes a: Gobierno Local
o Municipal, Aclaración, Modificación y Extinción de los Actos Administrativos,
y el Régimen Disciplinario en la Función Pública, actualizando los distintos
capítulos conforme a las reformas de la legislación boliviana hasta ese tiempo.
Y es que según el criterio del profesor Pablo Dermizaky: “El Derecho Ad-
ministrativo es una disciplina dinámica, sujeta a constante revisión en su doctrina
y legislación, por lo mismo que versa sobre la compleja problemática jurídica de la
Administración Pública que abarca un campo cada vez mayor”; por lo que, abri-
gaba la esperanza de que su Manual, llenara las expectativas de los estudiantes
de Derecho, que tan buena acogida dispensaron a la primera edición de la
obra, y que necesitaban de una clara orientación en una materia tan importante
como ésta4.
Esta muy didáctica obra del Dr. Dermizaky, que pronto se convirtió en
una de indispensable consulta en las Universidades bolivianas, llegó a su ter-
4 Cfr. Dermizaky Peredo, Pablo. Derecho Administrativo. Segunda Edición ampliada y actualizada. La Paz,
5 En ese mismo año, ya en su calidad de Presidente del Tribunal Constitucional, el Dr. Pablo Dermizaky
asistió como expositor al Seminario: “Derecho Administrativo y Sistemas de Regulación”, organizado por la
entonces Superintendencia de Recursos Jerárquicos y el Instituto Internacional de Gobernabilidad, en cuyo
evento participó con uno de los temas de su especialidad, bajo el interesante título: “La protección jurídica
del ciudadano. La defensa del administrado en el derecho constitucional y administrativo”. Ensayo que fue
publicado en la Revista Internacional de Administración Pública (México), y en el Anuario Iberoamericano
de Justicia Constitucional (1999), disponible en: http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1976156.pdf.
6 Así por ejemplo, en ocasión de analizar las disposiciones del entonces Anteproyecto de Ley de Procedi-
miento Administrativo (9 de julio de 1999), el profesor Pablo Dermizaky hizo conocer sus observaciones
puntuales en cuanto a la denominación del proyecto, el ámbito de aplicación, el régimen de supletoriedad
de otras normas respecto a la falta de disposición expresa, la capacidad del administrado para actuar, la
Fue así que, en el mismo año de 1985, publicó su Curso de Derecho Cons-
titucional dividido en dos volúmenes (Derecho Constitucional. Tomos I y II.
Biblioteca San Simón. Cochabamba, Bolivia: Imprenta Universitaria, 1985 y
1986, respectivamente)7, cumpliendo así una responsabilidad académica, en su
calidad de Catedrático de Derecho Constitucional y Administrativo de la Fa-
cultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Mayor de San Simón
de Cochabamba, en donde formó varias generaciones de constitucionalistas que
desde entonces hasta ahora siguieron sus pasos, transitando por el sendero de la
enseñanza, trazado diligentemente por el Maestro.
competencia de los órganos de la Administración Pública, los derechos de los administrados, el silencio de
la administración, los actos administrativos, y algunas otras deficiencias formales del proyecto legislativo,
todo ello a la luz de la legislación comparada y vigente en ese tiempo. Cfr. Dermizaky Peredo, Pablo. “Breve
comentario al Anteproyecto de Ley de Procedimiento Administrativo”. En: Revista Opiniones y Análisis.
Nº 44. Anteproyecto de Ley de Procedimiento Administrativo. La Paz, Bolivia: Fundemos y Fundación
Hanns Seidel Stiftung, 1999, pp. 29-38.
7 “El curso está separado en dos partes –según justificaba el profesor Dermizaky en la introducción de su
obra–, siguiendo la división tradicional de la asignatura en una parte teórica, doctrinal o ‘dogmática’, que
se ocupa de los derechos fundamentales y de las garantías de los mismos; y de otra parte llamada ‘orgánica’
porque trata de la constitución y funcionamiento de los órganos de gobierno, así como de los regímenes
especiales introducidos desde 1938 como aporte del constitucionalismo social que se abrió cauce después
de la Primera Guerra Mundial”. En definitiva, se trata de una histórica primera edición, en donde Pablo
Dermizaky expresa su agradecimiento a la Universidad cochabambina “en cuyas aulas se formó el autor y
donde profesa esta materia y la de Derecho Administrativo desde hace muchos años” (sic); sin embargo, es
también una edición agotada, cuyo único ejemplar, solamente me ha sido posible encontrar en la Biblioteca
de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Mayor de San Simón de la ciudad de Cochabamba.
Cabe agregar que una vez agotada aquella primera edición del Libro –dividi-
do inicialmente en dos tomos no muy extensos–, el autor consideró pertinente
publicar una segunda edición de la obra, esta vez condensando los contenidos
temáticos de ambos tomos, en un solo volumen (presentación que conservó
en las posteriores ediciones); y es que, definitivamente –según aclara el mismo
autor– se trató de un nuevo libro “sobre la base del anterior, pero actualizado, en-
riquecido y concordado con nuevos capítulos, con la legislación secundaria del país y
con declaraciones y convenios internacionales” (sic). Hay que destacar que esa visión,
ciertamente constituía una forma muy peculiar de enseñar y difundir la disciplina
por parte del profesor Pablo Dermizaky en aquel tiempo, siendo que además, en
esa nueva edición, el autor vio por conveniente comparar “la constitución vigente
con las anteriores a 1967, y con otras de Europa y América, en cuanto concierne a
las principales instituciones que rigen en Bolivia y a otras que juzgamos debieran
incorporarse a nuestra legislación fundamental”.
Es de rescatar su lectura muy clara de la realidad nacional y mundial, acerca
del desarrollo de la disciplina hasta ese tiempo, y su estrecha relación con la evo-
lución de los derechos humanos, en el siguiente sentido:
“El Derecho Constitucional reverdece cada día en los predios domésticos y en el campo
internacional. Las declaraciones, así como los convenios universales y regionales han
dado un gran impulso a esta ciencia que está por convertirse en el marco de las insti-
tuciones básicas del siglo veintiuno a nivel mundial. Aunque, por desgracia, están lejos
de desaparecer las guerras y la violencia, con su secuela de atropellos a los derechos y
a la dignidad del hombre, éste no ceja en su empeño multisecular por establecer un
orden internacional y nacional, basado precisamente en el respeto a esos derechos.
Como en los primeros tiempos, y aún más que entonces, el hombre lucha contra sus
semejantes para desterrar la injusticia, el racismo, la discriminación y el odio que son
origen de los males que padece la humanidad. Es reconfortante observar que, en vez
de decaer, acrecen los esfuerzos en pro de ese ideal mientras arrecia la embestida del
armamentismo y su cortejo, la violencia, la miseria y la opresión” (Palabras del autor,
en el prólogo de la segunda edición de su obra, publicada el año 1991).
8 Cfr. Dermizaky Peredo, Pablo. Derecho Constitucional. Décima Edición revisada y concordada con
la Constitución vigente y las leyes de desarrollo constitucional. Cochabamba, Bolivia: Grupo Editorial
Kipus, 2011. Entre las diversas reacciones, favorables y contrarias, que provocó la aprobación del proyecto
una rama del Derecho Público Interno que determina (léase estudia) la organización
jurídica y política del Estado, así como los derechos y deberes de los ciudadanos”; vale
decir, que se trata de una ciencia fundamental –según criterio del autor–, a la
cual confluyen y se subordinan todas las ramas del derecho público y privado,
ello siguiendo el criterio de Kelsen, quien decía que constituye el fundamento
de todo el derecho restante.
En cuanto a su naturaleza, el autor precisaba que esta disciplina: “Es una
materia esencialmente jurídica porque contiene preceptos de aplicación obligatoria, y
formalmente política porque se refiere a las instituciones de éste género que se relacionan
con el Estado” 9. Cabe anotar que la breve definición antes descrita, justifica su
sencillez en los destinatarios de la obra, que fueron precisamente los estudiantes
universitarios (de primer o segundo año de carrera) que recién se introducían
al estudio de la disciplina, con absoluta incertidumbre acerca de su naturaleza
jurídica, su contenido y alcances10.
de Constitución en el año 2009, y en plena víspera de su aprobación mediante referendo popular, resulta
interesante encontrar la opinión del Dr. Pablo Dermizaky, quien expresaba su profunda preocupación y
descontento frente al texto definitivo de aquel proyecto, con las siguientes palabras: “La criatura que se tratará
de bautizar el 25 de enero próximo, ha nacido con defectos incurables de ilegalidad, con malformaciones
elefantiásicas en su redacción y con impropiedades de conceptos que la desfiguran totalmente. El
constitucionalismo contemporáneo se basa en la Constitución normativa como ley fundamental del orden
jurídico. Normativa significa que todos los preceptos, principios y valores contenidos en la Constitución, y
que forman el “bloque de constitucionalidad”, son directamente aplicables, sin necesidad de reglamentación
previa, y exigibles ante la justicia. (…) El proyecto de Constitución (a ser sometido a votación el próximo
25 de enero) es un anacronismo porque la mayoría de sus cláusulas son programáticas, es decir meramente
declarativas, propias de un programa electorero y no de una ley fundamental. Véanse, a propósito, los
artículos 16, 18, 19, 20, 33, 35-I, 37, 41, 54, 67, 267 y 313, relativos a los derechos expectaticios sobre
salud, educación, vivienda, medio ambiente, erradicación de la pobreza, reivindicación marítima, entre
algunos. El texto es ampuloso y rebuscado. Hay repeticiones innecesarias y contradicciones flagrantes.
Se repite los caracteres de la educación en los artículos 78.II y 91.II, como ejemplo”. Pablo Dermizaky.
“Muchas cláusulas son declarativas”. Análisis publicado en el periódico Los Tiempos (20 de enero de 2009).
Disponible en: http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/nacional/20090120/muchas-clasulas-son-
declarativas_22553_35411.html.
9 Cfr.Dermizaky Peredo, Pablo. Derecho Constitucional. Tercera Edición ampliada y actualizada.
Cochabamba, Bolivia: Editorial Serrano, 1996, pp. 20-21.
10 “El concepto de Derecho Constitucional –decía Dermizaky– fluye, naturalmente, del de Constitución,
aunque bien es cierto que lo rebasa porque, como observa Linares Quintana, esta disciplina se ocupa
no sólo de la normativa, sino de las instituciones propias del Estado. Por ello se dice que el Derecho
Constitucional es esencialmente jurídico (normativo) y formalmente político (institucional)…”. Cfr.
Dermizaky Peredo, Pablo. Justicia Constitucional y Estado de Derecho. Segunda Edición. Cochabamba,
Bolivia: Editorial Alexander, 2005. Pág. 178.
11 “La Constitución –decía Pablo Dermizaky– es el silabario de la ciudadanía. En ella debe aprender el
hombre las primeras letras de su naturaleza política y social; sus derechos, sus deberes, las posibilidades y
limitaciones que moldean su actividad en una sociedad organizada. De ahí que la Constitución debe ser
enseñada y divulgada en todas partes, en la escuela y en el hogar, en el gobierno y en la Universidad, en la
empresa y en el taller, en los colegios profesionales y en el foro sindical. La Constitución es el catecismo de
la nacionalidad, el breviario del honor, el oráculo de la verdad”. Cfr. Prólogo de Pablo Dermizaky Peredo,
al libro de: Rivera S., José Antonio. Reformas a la Constitución: ¿Modernización del Estado? Cochabamba,
Bolivia: Editorial Kipus, 1994.
12 Cfr. Dermizaky Peredo, Pablo. Derecho Constitucional, pp. 47 y 49.
13 De ahí que, la Constitución se puede definir como un pacto social y político adoptado por el pueblo,
en el cual se determina el sistema constitucional del Estado, estableciendo las reglas básicas para lograr una
convivencia pacífica y la construcción de una sociedad democrática, basada en los valores supremos, como
ideales que una comunidad decide constituir como sus máximos objetivos a desarrollar por el ordenamiento
jurídico y expresarlos en su estructura social-económica-política; los principios fundamentales, como los
presupuestos lógicos y líneas rectoras o básicas del sistema constitucional que orientan la política interna
y externa del Estado; así como en los derechos fundamentales y garantías constitucionales de las personas,
cuya garantía de cumplimiento y observancia, constituye uno de los fines y funciones esenciales del Estado
Plurinacional, que además tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos. Cfr. Rivera S., José
Antonio; Jost, Stefan y otros. La Constitución Política del Estado. Comentario Crítico. Tercera Edición,
actualizada con las reformas del 2004. Cochabamba (Bolivia): Talleres Gráficos Kipus, 2005, p. 38. Por
su parte el Tribunal Constitucional de Bolivia, en la Sentencia Constitucional Nº 0773/2005-R, de fecha
7 de julio de 2005, ha establecido que los principios fundamentales ocupan un lugar preponderante en
nuestro ordenamiento constitucional: “Estos principios hacen referencia a las normas que fundamentan
todo el sistema constitucional y tienen por objeto determinar los rasgos esenciales del sistema político,
la titularidad del poder, la modalidad de su ejercicio, así como su finalidad. Estos principios constituyen
verdaderos mandatos jurídicos, dirigidos, en primer término, al legislador –y también al órgano ejecutivo,
cuando asume su facultad reglamentaria–, para que sean tomados en cuenta en el proceso de creación
de la normas, pues al ser éstos la base en la que se inspira el modelo de sociedad que la Constitución
propugna, debe existir armonía entre la ley a crearse y los principios constitucionales. En segundo término,
los principios, como mandatos jurídicos, también se dirigen a las autoridades judiciales o administrativas
que van a aplicar las normas jurídicas, en el entendido que al ser jerárquicamente superiores, presiden la
interpretación de todo el ordenamiento, e inclusive de la Constitución misma. Las funciones anotadas,
coinciden con el carácter informador del ordenamiento jurídico, que tienen los principios; carácter que,
de acuerdo a la doctrina, implica que estos principios son directrices para la elaboración de las leyes y
para la labor interpretativa, además de ser un parámetro para determinar la inconstitucionalidad de las
normas (…)”.
14 Esta propuesta integral de reformas, ya había sido presentada con anterioridad por el mismo autor, en
ocasión del primer Seminario sobre “Reformas Constitucionales”, llevado a cabo los días 31 de octubre y
1º de noviembre de 1991, en la ciudad de Santa Cruz, con los auspicios de la Directiva de la H. Cámara
de Diputados y de su Comisión de Constitución, Justicia y Policía Judicial. En su contenido, desarrolló
diversos temas que en su criterio eran esenciales y necesarios de modificar o incorporar a la Constitución,
como por ejemplo: Preámbulo, Símbolos, idioma y territorio, Estado Plurinacional, Responsabilidad del
Estado, Derecho Internacional, Derechos Fundamentales, Derechos no mencionados en la Constitución,
Gobiernos usurpadores, Ciudadanía, Ampliación de los Derechos políticos (proponiendo la incorporación
de: la iniciativa popular, el referéndum, la revocatoria, las candidaturas cívicas o agrupaciones ciudadanas),
Órgano Legislativo, Órgano Ejecutivo, Régimen Interior, Poder Judicial, Control de Constitucionalidad,
Ministerio Público, Contraloría General de la República, Recursos Naturales, Medioambiente y Ecología,
Gobiernos Municipales, Conservación del orden público, Procedimiento para reformar la Constitución,
además de algunas correcciones de forma y otras medidas indispensables. Cfr. Honorable Cámara de
Diputados-Comisión de Constitución, Justicia y Policía Judicial. La Reforma Constitucional. La Paz
(Bolivia): Empresa Editora Proinsa, 1992, pp. 55-82.
15 Cfr. Constitución Política del Estado (Con Introducción, Notas, Comentarios y Concordancias por
el Dr. Pablo Dermizaky Peredo). Segunda Edición. Cochabamba-La Paz, Bolivia: Editorial Los Amigos
del Libro, 1992, p. 39. Años más tarde, en una conferencia pronunciada por el autor en la ciudad de
Cochabamba (1996), y a tiempo de referirse al entonces Anteproyecto de Ley del Tribunal Constitucional,
hizo conocer su opinión señalando que: “La importancia de la jurisdicción constitucional coloca al
Tribunal Constitucional en la cúspide de la pirámide institucional del país. De su labor dependerá en
gran medida, el desarrollo positivo de la vida pública y privada, por lo que, debe tener la confianza de
gobernantes y gobernados por igual. Lamentablemente, el marco constitucional no constituye base sólida
para su organización y funcionamiento. Quienes participamos de alguna manera en su alumbramiento,
tenemos la responsabilidad histórica de llamar la atención sobre esta circunstancia, para que la criatura
no nazca lisiada, incapaz de cumplir su misión”. Cfr. Dermizaky Peredo, Pablo. Constitución, Democracia
y Derechos Humanos, p. 67.
16 Mediante dicha reforma constitucional, se modificaron aproximadamente treinta y cinco artículos de la
Constitución boliviana, cuyo alcance puede resumirse en lo siguiente: a) Inserción de los pueblos originarios
y comunidades indígenas a la estructura social del Estado, a cuyo efecto se definió la estructura social como
multiétnica y pluricultural, así como de las bases de su organización como son la unión y la solidaridad; b)
Modificaciones en el sistema electoral, cambiando el requisito de la edad para el ejercicio de la ciudadanía
de 21 años que regía hasta entonces, a 18 años; c) Fortalecimiento del entonces Poder Legislativo, a través
de la reforma del sistema de elección de los Diputados para devolverles legitimidad y representatividad,
con la introducción del sistema del doble voto en circunscripciones uni y plurinominales; d) Estabilidad
y gobernabilidad en el ejercicio del gobierno nacional, reformando las reglas para la elección congresal
del Presidente y Vicepresidente de la República, en aquellos casos en los que ninguno de los candidatos
obtenga mayoría absoluta de votos en las elecciones generales; e) Plena vigencia y protección de los derechos
humanos como base del orden democrático constitucional, a cuyo efecto se ha creado la Defensoría del
Pueblo con la misión de velar por la vigencia y cumplimiento de los derechos y garantías de las personas con
relación al sector público; f ) Fortalecimiento de los gobiernos locales autónomos como unidades básicas del
desarrollo sostenible sobre la base de la planificación participativa y el control social; g) Seguridad jurídica
y fortalecimiento del orden constitucional reformando la estructura del entonces Poder Judicial (actual
Órgano Judicial), mediante la creación del Tribunal Constitucional como máximo intérprete jurisdiccional
de la Constitución, asignándole la función del control concentrado de constitucionalidad. Cfr. Rivera
Santivañez, José Antonio. Reforma Constitucional en Democracia. En: Análisis de la Reforma a la Constitución
Boliviana, editado por la Academia Boliviana de Estudios Constitucionales. Santa Cruz-Bolivia: Editorial
El País, noviembre de 2002, pp. 5-8.
“El Tribunal hablará a través de sus fallos y no hará declaraciones que no sean cons-
titucionales. Estará atento a las inquietudes políticas y sociales que tengan relación
con su labor, pero no aceptará presiones interesadas ni críticas subjetivas. Se colocará
por encima de las pasiones, de las rencillas parroquiales y de los intereses subalter-
nos. Será austero y discreto; pero reclamará el sitial que corresponde a la dignidad
de la Constitución. A la legalidad de su elección tratará de agregar la legitimidad de
su actuación, para merecer la confianza de las sociedades política y civil, requisito
indispensable para cualquier obra de trascendencia nacional. Puesto que tenemos
una misión muy alta que cumplir, nos revestiremos con la humildad del misionero;
pero seremos inflexibles en el cumplimiento del deber. Y como esta misión será ardua
y compleja, es posible que nos equivoquemos; pero no nos desviaremos. En otras
palabras: puede que no seamos infalibles; pero seremos insospechables”17.
17 Cfr. Discurso del señor Presidente del Tribunal Constitucional, Dr. Pablo Dermizaky Peredo (mayo 31,
Salón del Senado de la Casa de la Libertad). En: Poder Judicial de Bolivia. Labores Judiciales 1999. Sucre,
Bolivia: Editorial Judicial, 2000, pp. 181-187.
18 Cfr. El Federalista. San José, Costa Rica: Edit. Libro Libre, 1986, p. 203. Citado por: Dermizaky
Peredo, Pablo. La tensión entre Política y Derecho en la Justicia Constitucional. En: Tribunal Constitucional
de Bolivia (editor). “Justicia Constitucional para comenzar el Tercer Milenio”. Revista Constitucional Nº 3.
Sucre (Bolivia): diciembre de 1999, p. 13.
19 Cfr. Poder Judicial de Bolivia. Informe del Primer Año de Labores Jurisdiccionales 1999-2000. Editorial
20 Cfr. Discurso del Dr. Pablo Dermizaky en la toma de posesión del nuevo Presidente del Tribunal Consti-
tucional (Sucre, 9 de febrero de 2001). En: Poder Judicial de Bolivia. Informe del Segundo Año de Labores
Jurisdiccionales junio 2000-mayo 2001. Editorial Gaviota del Sur, 2001, p. 83.
21 Y se debe anotar, que precisamente el Dr. Pablo Dermizaky Peredo y el Dr. José Antonio Rivera Santi-
vañez (ambos Magistrados del Tribunal Constitucional), junto al Dr. Jorge Asbún (Profesor universitario),
fueron los primeros autores bolivianos que en esa época, escribieron abundantemente sobre el origen, la
evolución y alcances del control de constitucionalidad que se estaba implementando en Bolivia, a raíz de
la reforma constitucional de 1994, dando a conocer este tema en Revistas Jurídicas especializadas a nivel
nacional y latinoamericano. Cfr. Dermizaky Peredo, Pablo. “Sistemas de Control Constitucional. El
Tribunal Constitucional en Bolivia”. Conferencia pronunciada por el autor en un seminario auspiciado
por la Universidad Mayor de San Simón y el Colegio de Abogados de Cochabamba, en octubre de 1997.
En: Constitución, Democracia y Derechos Humanos. Sucre, Bolivia: Editorial Judicial, 1999, pp. 69-81.
Rivera Santivañez, José Antonio. “El Control de Constitucionalidad en Bolivia”. En: Revista del Tribunal
Constitucional. Número 1. Sucre, Bolivia: Editorial Judicial, 1999, pp. 45-86. Ensayo que fue publicado
en el Anuario Iberoamericano de Justicia Constitucional (2003), disponible en: http://dialnet.unirioja.es/
descarga/articulo/1976174.pdf; Asbún, Jorge. “Control Constitucional en Bolivia. Evolución y Perspec-
tivas”. En: Revista Constitucional. Número 3. Sucre-Bolivia: Editorial Judicial, 1999. Ensayo publicado
en el Anuario Iberoamericano de Justicia Constitucional (1999), disponible en: http://dialnet.unirioja.
es/descarga/articulo/761377.pdf.
del Tribunal Constitucional, que precisamente desde el año 1999, compilaba las
ponencias y conferencias de todos los juristas nacionales e internacionales que
presentaban sus investigaciones sobre la materia en los seminarios organizados
por el mismo Tribunal Constitucional, y que estaban principalmente referidos a
la Justicia Constitucional y su importancia en el Estado de Derecho; todo ello,
dentro del Programa de Pedagogía Constitucional, un proyecto elaborado origi-
nalmente por el Dr. José Antonio Rivera Santivañez (cuando se desempeñaba
como Magistrado suplente del Tribunal Constitucional), y que fue aprobado
favorablemente por el Pleno del mismo Tribunal.
22 Cfr. Dermizaky Peredo, Pablo. Justicia Constitucional y Estado de Derecho, pp. 11, 27 y 85.
Cabe destacar que en varios de sus escritos, el Dr. Pablo Dermizaky resaltaba
la importancia de la pedagogía constitucional entre las labores cotidianas del Tri-
bunal Constitucional, explicando su estrecha relación con las funciones esenciales
de la jurisdicción constitucional, en el siguiente sentido:
“En otras palabras, no es suficiente declarar los derechos e identificar las garantías
respectivas, sino que es necesario aplicar éstas mediante un mecanismo que asegure
su oportunidad y eficacia. Ese mecanismo no es otro que la jurisdicción constitu-
cional o justicia constitucional, que es el conjunto de procedimientos destinados,
según la concepción de Bidart Campos, a la defensa, control e interpretación de la
Constitución.
La jurisdicción constitucional cumple, pues, una triple función, a la que nosotros
hemos agregado una cuarta en el Tribunal Constitucional: la de pedagogía consti-
tucional, que es concurrente e inseparable de las otras tres, pues, en la medida en
que la jurisdicción constitucional responde a las expectativas y a las necesidades
sociales, la sociedad en su conjunto aprende de ella, la aprecia y la apoya, retroa-
limentándola en un proceso de interacción que es vital para su mantenimiento y
superación”23.
“Hace muchos años que el autor del presente documento propuso varias reformas
constitucionales, algunas de las cuales fueron adoptadas en las reformas de 1994
y 2004, como el referendo, la iniciativa popular legislativa, la Asamblea Cons-
tituyente, la abolición del monopolio partidario de la representación política,
la restricción de la inmunidad parlamentaria, la introducción de la jurisdicción
constitucional especializada, etc. (…) Por otra parte, el Consejo Ciudadano para la
Reforma Constitucional (2001) del que el autor fue miembro, propuso al Congreso
Nacional un conjunto de reformas que en su mayor parte no fueron consideradas,
menos aprobadas.
El autor considera que muchas entre dichas iniciativas son válidas para una próxima
reforma, y por ello las consigna en esta parte. Mención especial merece el hecho
de que en el Consejo Ciudadano para la Reforma Constitucional, el autor pro-
puso que se incluyera la Asamblea Constituyente como medio de reforma de la
Constitución, propuesta que sólo fue apoyada por los doctores Waldo Albarracín
25 Entrevista efectuada por el autor al Dr. Jorge Asbún, miembro del Consejo Ciudadano para la Reforma
y María Antonieta Pizza, por lo que, el propio Consejo no incluyó esa iniciativa
en sus propuestas.” 27.
Epílogo
He ahí, algunos datos significativos que he podido indagar y sistematizar sobre
la obra trascendental y el pensamiento imperecedero del profesor y jurista boliviano
Pablo Dermizaky Peredo, quien ciertamente dedicó gran parte de su vida a luchar
por la preservación del Estado Constitucional de Derecho y la protección de los
derechos fundamentales de la persona, pregonando la importancia de estudiar el
Derecho Constitucional, enseñando las virtudes y defectos de la Constitución en
Bolivia, proponiendo ideas de reforma para su perfeccionamiento y adecuación a
nuestra incesante evolución como sociedad, todo lo cual hizo con el único afán de
lograr a través de la educación, una conciencia constitucional capaz de transformar
la realidad boliviana, por medio de todos y cada uno de los(las) ciudadanos(as),
para que siguiendo sus enseñanzas, seamos conscientes de nuestros derechos, pero
también de nuestros deberes y obligaciones en servicio de la patria.
Por sus notables cualidades humanas, la lucidez de su visionario pensamiento,
su inquebrantable firmeza en la defensa de la Constitución, su innegable convic-
ción democrática de escuchar primero la voz del pueblo, y su inagotable labor
de enseñanza académica, a través de la exposición oral o la palabra escrita, sea en
la Universidad, la Academia o el Foro; Pablo Dermizaky fue, y siempre será, un
boliviano imprescindible.
Ciudad del Illimani, otoño de 2015.
27 Cfr.Dermizaky Peredo, Pablo. “Propuesta de Reforma Constitucional”. En: Propuestas para construir
un Estado Social y Democrático de Derecho. Libro colectivo editado por la Academia Boliviana de Estudios
Constitucionales. Cochabamba, Bolivia: Grupo Editorial Kipus, 2007, pp. 265-286.