Resumen de Osteosarcoma
Resumen de Osteosarcoma
Resumen de Osteosarcoma
Asignatura
Sección
18
Nombre
Matrícula
100163135
Profesora
Los OS o sarcomas óseos (SO) son los sarcomas del esqueleto, en todas las edades,
más frecuentes, y su característica esencial es que no se ubican en el hueso, sino que se
desarrollan a partir de las células progenitoras encargadas de generar el hueso normal.
La referencia histológica de este origen, de la que depende el diagnostico de certeza del
OS, es la aparición de un tejido óseo formado de novo, en el propio seno del tumor. Este
puede adoptar la forma de hueso, más o menos desorganizado, en distintas fases de
madurez o, más frecuentemente, de osteoide. Incluso, es posible que estas células
progenitoras se localicen excepcionalmente fuera del esqueleto, el llamado OS
extraesquelético, del mismo modo que sucede con el tejido mamario supernumerario o
con el tejido germinal extragonadal. Si alguna de estas células siguiera una vía de
transformación maligna, daría lugar a un sarcoma, que sería de partes blandas por su
anatomía y OS por su histología. La gran mayoría de los SO son esporádicos y solo un
porcentaje ínfimo cuenta en sus historia con factores predisponentes, como la radiación,
la enfermedad de Paget o los trastornos hereditarios.
El rango de edad suele ser de 10-30 años, con una mediana de 16-17. En cuanto a la
localización, en torno al 75% de todos los casos se sitúan en la metáfisis de huesos largos
(fémur distal, tibia proximal, húmero proximal, fémur proximal, peroné proximal). Los
síntomas típicos son un historial corto de dolor (normalmente de unas semanas o pocos
meses), seguido de edema creciente y a veces con afectación funcional de la articulación
involucrada. Entre los rasgos hematológicos, cabe destacar una elevación en los niveles
séricos de fosfatasa alcalina, enzima relacionado con la producción de sustancia osteoide
y hueso.
Osteosarcoma de células pequeñas: Este tumor es muy poco frecuente; representa tan
sólo el 1,6% de los casos del Registro de Tumores Óseos. Es importante diferenciarlo del
osteosarcoma clásico, ya que esta variante de células pequeñas parece implicar un
pronóstico peor que las demás variantes de osteosarcoma y requiere la aplicación de
protocolos quimioterapéuticos diferentes. Debido a su similitud histológica con el sarcoma
de Ewing, algunos autores han sugerido la aplicación de sus mismos protocolos de
quimioterapia.
Osteosarcoma de los huesos maxilares: Esta variante deberá distinguirse por poseer una
serie de rasgos peculiares, incluyendo la histología, que en aproximadamente el 50% de
los casos refleja un patrón condroblástico de malignidad relativamente baja (grado 2 ó 3).
Esta forma posee mejor pronóstico que el osteosarcoma clásico. Otra diferencia estriba
en la mayor edad de los pacientes a la presentación de la enfermedad, que en el caso del
osteosarcoma clásico.
Osteosarcoma parostal: Esta entidad surge igualmente a nivel de la superficie ósea, con
un crecimiento lento y una tendencia a presentar una densidad similar a la del marfil. La
malignidad es mucho menor que la del osteosarcoma clásico (grado 1 ó 2), aunque se
dan casos raros en los que se observa una mayor malignidad al inicio de la presentación
o en las lesiones recurrentes. Tras las formas clásica y hemorrágica, ésta es la variante
más frecuente, con un 6% de todos los osteosarcoma.
La causa del osteosarcoma aún no se conoce. Diversos estudios lo han asociado con el
retinoblastoma y se presupone una anormalidad genética que predisponen a estos tipos
de cáncer.