Libro Ecopol Final
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EL SALARIO
Tomado de Comentarios a El Capital, Karl Kautsky, Ediciones de Cultura Popular,
México, 1975.
Capítulo XIV
El Salario
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Capítulo XIV
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Capítulo XIV
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Capítulo XIV
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Capítulo XIV
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2 Al mismo tiempo el precio del trabajo puede también descender todavía, pero
entonces ya no sería una consecuencia de la reducción del tiempo de trabajo, sino
de una mayor oferta de fueras de trabajo, etc., fenómenos cuya consideración no
tratamos aquí. Hay que tener presente en todos los casos, que aquí se trata todavía
de los fundamentos de los fenómenos del modo de producción capitalista y no de su
aspecto general.
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Capítulo XIV
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3 El autor tiene presente la Rusia zarista de la novena década del siglo XIX, con su
industria técnicamente muy atrasada, con su proletariado cuyos jornales eran de
mendigos. Nota de la edición soviética, 1940.
4 Como más arriba, la cuestión que se trata, es la de la Rusia zarista de los fines del
siglo XIX. Nota de la edición soviética, 1940.
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Capítulo XIV
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CAPÍTULO XV
* Tomado del libro “Curso Superior de Economía Política”, Spiridonova, Atlas y otros,
Editorial Grijalbo, México, 1975.
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital
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El Ciclo y la Rotación del Capital
M1 - D1
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El Ciclo y la Rotación del Capital
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El Ciclo y la Rotación del Capital
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El Ciclo y la Rotación del Capital
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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital
Como cada una de las formas del ciclo del capital industrial le
caracteriza de manera unilateral y al mismo tiempo descubre los
defectos de las otras formas, el capital industrial sólo muestra
su auténtica fisonomía en la unidad de las tres formas del ciclo.
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El Ciclo y la Rotación del Capital
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El Ciclo y la Rotación del Capital
n=O
o
Ejemplos:
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El Ciclo y la Rotación del Capital
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Capítulo XV
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Examinemos un ejemplo:
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El Ciclo y la Rotación del Capital
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CAPÍTULO XVI
Tomado del libro “Curso Superior de Economía Política”, Spiridonova, Atlas y otros,
Editorial Grijalbo, México, 1975.
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción
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Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción
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Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción
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La Ganancia Media y el Precio de Producción
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Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción
p’ = p ; o p’ = k .
k’ c+v
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CUADRO 1
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Capítulo XVI
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CUADRO II
Cuota de Cuota
Cuota de
Masa de ganancia, media de
Sectores Capitales c:v plusvalía,
plusvalía por sector, ganancia,
por 100
por 100 por 100
I 60c + 40v 1,5 :1 100 40 40
II 75c + 25v 3 :1 100 25 25
III 80c + 20v 4 :1 100 20 20 20
IV 90c + 10v 9 :1 100 10 10
V 95c + 5v 19 :1 100 5 5
Todo el
capital 400c + 100v 100 100
social
Condiciones
sociales 80c + 20v 4:1 100 20 20
medias
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CUADRO III
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CAPÍTULO XVII
1. La reproducción simple.
I c1 + v1 + p1 = w1
II c2 + v2 + p2 = w2
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La Acumulación y el Ejército de Reserva
c1 + c 2 = c 1 + v 1 + p 1
v1 + p 1 + v 2 + p 2 = c 2 + v2 + p2
c2 = v 1 + p 1
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* El Capital, I, pp. 650-51. La idea de que “el lujo entra en los gastos de
representación del capital” contiene una interesante prefiguración de la doctrina del
“consumo conspicuo”, de Thorstein Veblen, como la expone en su Teoría de la clase
ociosa, cap. IV (ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1944).
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* Los marxistas, generalmente, han pasado por alto la dificultad lógica que envuelve el
aplicar la ley del valor a la mercancía fuerza de trabajo. Y es curioso que los críticos
de Marx, casi con la misma unanimidad, hayan olvidado este punto tan importante.
Bortkiewcz, en este y otros respectos, es un caso especial. Él vio claramente la
dificultad, como lo muestra el pasaje siguiente: “Someter los salarios a la ley del
valor, como lo hace Marx, es inadmisible, ya que esta ley, hasta donde puede
suponerse, para tener validez descansa en la competencia entre productores, la cual
está totalmente excluida en el caso de la mercancía fuerza de trabajo”.
Wertrechnung und Preisrechnung im Marxschen System”. Archiv für
Sozialwissenschaft und Sozialpolitik, septiembre de 1907, p. 483. Bortkiewcz, sin
embargo, creía que era posible evitar la dificultad abandonando la idea de que la
fuerza de trabajo es una mercancía como otras y suponiendo simplemente que el
salario real es fijo. Al parecer no se le ocurrió nunca que tal suposición no se
justifica ya desde el momento en que se introduce la acumulación.
Oskar Lange, recientemente, ha puesto énfasis en la dificultad que envuelve el
aplicar la ley del valor a la mercancía fuerza de trabajo y ha hecho notar, por
primera vez hasta donde yo estoy enterado, las implicaciones del problema con
respecto a la estructura teórica de Marx. “Marxian Economics and Modern
Economic Theory”, Review of Economic Studies, junio de 1935.
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* Principles of Political Economy, p. 71. Lo que Ricardo llama el “precio natural del
trabajo” equivale al concepto marxista del “valor de la fuerza de trabajo”. Los
clásicos, y Marx en una de sus primeras obras de economía. Wage, Labor and
Capital (1847), no distinguían entre el trabajo y la fuerza de trabajo; más bien
utilizaba la palabra trabajo en ambos sentidos. La confusión era frecuente como
resultado del uso doble de la palabra trabajo.
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* En el caso del fascismo, este principio sufre una modificación considerable. Véase,
adelante, cap. XVIII, secs. 5 y 6.
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* Es necesario anotar una excepción importante a la por otra parte válida generalización de que
los economistas modernos no hacen ningún intento de incluir los procesos evolutivos en su
teorización sistemática. Esa excepción es J. A. Schumpeter, cuya Teoría del desenvolvimiento
económico (1ª. ed. alemana, 1912; trad. inglesa, 1936; trad. esp. De Fondo de Cultura
Económica, 1944) representa, a este respecto, una bien definida desviación de lo normal.
La teoría de Schumpeter tiene ciertas notables semejanzas con la de Marx. Comienza con una
demostración de que la ganancia y el interés estarían ausentes de la “Corriente Circular”, un
concepto que corresponde a la Reproducción Simple de Marx. Parece probable que Schumpeter
llegaría hasta mantener que, aún faltando la acumulación, hay fuerzas que actúan para
eliminar el excedente del ingreso sobre el costo del cual se derivan la ganancia del empresario y
el interés. En otras palabras, en ausencia del cambio, el ingreso se atribuirá totalmente a los
factores originales de la producción, las máquinas repondrán exactamente su costo, no dejando
excedente para sus propietarios.
Los empresarios, no obstante, procuran eludir el destino de pobres que les espera en un estado
estacionario de la sociedad, reduciendo los costos descubriendo nuevos mercados, inventando o
popularizando nuevos productos y en general, introduciendo “innovaciones”. Los que tienen
éxito disfrutan de una suerte de posición de monopolio temporal que es la fuente de la ganancia
del empresario. Puesto que el capital en dinero provee los medios para arrancar los recursos de
sus cauces acostumbrados de uso y desviarlos por nuevos cauces –y ésta es la esencia de la
innovación- los empresarios están dispuestos a pagar interés para obtener su control. Una vez
que ha aparecido el interés en algún punto del sistema, siendo exclusivamente un fenómeno
monetario, se extiende a todo el sistema. Cualquier fuente particular de ganancia está destinada
a ser temporal –suponiendo la falta de barreras permanentes a la competencia- pero como las
innovaciones se suceden unas a otras, la ganancia y el interés como tales nunca desaparecen
del todo. Sin duda que la introducción de innovaciones no tiene lugar lenta y continuamente,
sino más bien en grupos o enjambres. Esta discontinuidad en el proceso de la innovación está
en la base del fenómeno conocido por ciclo económico.
El breve esbozo de la teoría de Schumpeter basta a indicar que para él, como para Marx, los
cambios en los métodos de producción son un rasgo básico del capitalismo y no simples
epifenómenos que tocan de manera más o menos azarosa el proceso económico.
A pesar de ciertas semejanzas obvias entre esta noción y la noción marxista –que Schumpeter
mismo reconoce abiertamente- quedan discrepancias teóricos fundamentales. Por ejemplo, no
hay en Schumpeter nada análogo al Ejército de Reserva, y su forma de considerar la relación
capital-trabajo es por completo diferente de la de Marx. Además, Schumpeter niega
expresamente toda intención de pasar de los cambios en los métodos de reproducción a las
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Capítulo XVII
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“alteraciones de la organización económica, sus costumbres”, etc. (p. 99 n). Por lo tanto, admite
que “mi estructura cubre sólo una pequeña parte de su campo” [de Marx] (p. 100 n).
Vale la pena advertir que en los círculos ortodoxos la teoría del desenvolvimiento económico, de
Schumpeter, no ha disfrutado nunca de la atención que merece y ha sido muy mal entendida y
muy tergiversada. Sólo ha logrado aceptación, en la medida en que la ha logrado, como teoría
del ciclo económico más bien que como la base de una teoría de la evolución capitalista. En
último análisis, por consiguiente, el ejemplo de Schumpeter sirve sólo para subrayar la falta de
interés del economista ortodoxo moderno en lo que Marx llamó las “leyes del movimiento” del
capitalismo.
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CAPÍTULO XVIII
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Capítulo XVIII
Nuestro Proyecto de Nueva Sociedad en América Latina
Si eso vale para América Latina en general, más vale aún para
América Central, posiblemente con la excepción de Costa Rica. En
Nicaragua, ha habido por primera vez un cierto desarrollo estatal
durante el gobierno sandinista, en tanto que en los otros países el
Estado es una imposición desde arriba, efectuada por las fuerzas
armadas, y simbolizada por la bandera, el himno nacional y la Iglesia
Católica. La situación, en general, corresponde a lo que ya en el siglo
XIX se describió como Estados, en los cuales había solamente dos
instituciones de vigencia nacional: el ejército y la Iglesia Católica.
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tanto las únicas reglas morales son las que llevan al "cálculo de
vidas": la propiedad y el contrato”.
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7. El capitalismo salvaje.
En los años setenta de este siglo, el reformismo burgués llegó
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Pero sí es necesario decir eso mismo del mercado. Pues éste aparece
nuevamente como el totalizador, como la única legitimidad en la
sociedad, como la institución que tiene el derecho de barrer con
todas las otras instituciones, inclusive con la vida en la tierra.
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Notas:
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