La Llave de La Provision Infinita
La Llave de La Provision Infinita
La Llave de La Provision Infinita
El mismísimo Dr. Masaharu Taniguchi, invita a compartir y difundir su inmensa obra, basado
principalmente en los cuarenta volúmenes de “La Verdad de la Vida” (Ver “Tú puedes curarte a ti
mismo”). Sólo después de su muerte, cambió el escenario mundial y recientemente Seicho No Ie
del Perú perdió los derechos de la obra de M. Taniguchi, que los tiene ahora Manabu Kai del
Brasil… en fin; esos entretelones no me compete; lo único que hago es compartir literatura
confiable escasa en internet, en particular las que se ubican en las Dispensas abiertas, de manera
gratuita y este pequeño librito, pero de inmenso contenido es uno de ellos. Sólo tengo que
recordarle de modo sugerente al lector, algunos puntos esenciales para mejor comprender la
literatura del Dr. Taniguchi:
1) Anteponga Ud. a las excelentes afirmaciones dados por Masaharu Taniguchi “Yo”… en alusión
al verdadero nombre del Altísimo (I AM u Yo Soy) y tendrá convertido ésta afirmación en un
decreto de inmenso poder, listo para ponerlo en práctica en nuestro diario vivir. Por ejemplo: “Soy
hijo de Dios, saludable, exitoso, próspero y feliz” y decrete: “Yo Soy hijo de Dios, saludable,
exitoso, próspero y feliz”
3) A lo largo de la lectura de este libro Ud. encontrará en negritas, con letra cursiva y entre
paréntesis, un comentario hecho por su servidor, identificado por EM (mi terminación cósmica),
que puedes obviar si lo deseas ya que sólo tiene la función de ayudarte a entender los expuestos
por el Dr. Taniguchi a la luz de las dispensas abiertas.
Basado principalmente en los escritos de Charles Fillmore, fundador de la Iglesia UNITY, USA.
Masaharu Taniguchi expone que, “la mente de Dios es la única realidad y si unimos fijamente
nuestra mente a ella y nunca nos desviamos, una fuerza gigantesca surgirá de nuestro interior";
que aquello que se manifiesta en cada momento, depende del estado mental de la persona que lo
manifiesta, por lo tanto; cualquier cosa que deseamos, si lo deseamos con FE, lo recibiremos
infaliblemente. Ésta manifestación se realiza libremente a través de nuestra mente (subconsciente
y consciente), recurriendo a la sustancia que yace en el universo, donde todas las cosas ya están
preparadas para que las tengamos tanto como las queramos; pues la sustancia espiritual del
universo es infinita y el hombre puede absorber de ella la prosperidad, tanto como quiera de
acuerdo con lo que modele en su mente. Dios es el manantial poderoso de la sustancia espiritual,
el hombre es su afluente, y el acto de agradecer a esa sustancia espiritual hará que aumente la
fuerza de su corriente. Para ello, es necesario tomar conciencia de la verdad fundamental de que
el hombre es hijo de Dios y que en el universo, que es el reino de Dios, existe riqueza ilimitada, al
punto de ser posible proveer a todas las personas, mucho más de lo necesario. Usted deberá
pensar que es uno con la sustancia espiritual divina (mente de Dios); es decir, que Dios y usted son
uno; por lo tanto, la abundancia de Dios será su abundancia. Usted fue creado por esa sustancia
espiritual y habita dentro de ella, trabaja, vive, recibe las provisiones y prospera; pues según la ley
que rige el mundo fenoménico, si creen que es imposible, así es y será; y si creen que es posible,
será posible, no lo duden. El origen de todos los fenómenos está en la mente del universo y esa
mente contiene todas las ideas que se revelan a través del pensamiento y de las palabras;
consecuentemente, el hombre puede mover el mundo fenoménico a su antojo ya que todos los
fenómenos son manifestaciones de la mente. Para tener la verdadera provisión infinita, debemos
unirnos con el espíritu de Dios, hacer nuestra la mente de Dios y concientizar el hecho de que la
sustancia espiritual llena el universo y poseemos la fuente de la provisión infinita; y debemos
manifestar la Sabiduría y el Amor divinos, haciéndolos nuestros; para esto, no hay otro medio sino
profundizar la fe a través de la oración. DIOS NO NOS OFRECE PRODUCTOS MATERIALES. ÉL NOS
OFRECE IDEAS. ESTAS IDEAS MUEVEN LA FUERZA ESPIRITUAL; Y APLICANDO LAS LEYES, SE NOS
MANIFIESTAN PRODUCTOS MATERIALES. Se concretiza lo que mentalizamos; por lo tanto, si
mentalizamos algo durante determinado tiempo, será suficiente que confiemos tranquilamente en
el proceso natural, y pronto veremos que la semilla plantada en la mente, germinará y crecerá
esplendorosamente. "EL PENSAMIENTO SE EXPRESA Y SE PONE EN ACCIÓN POR MEDIO DE LAS
PALABRAS. Todas las palabras son pensamientos en acción y cuando las palabras son proferidas,
ellas son expresadas como fuerza de vibración y registradas en el interior de la sustancia espiritual
inmanente en todos los lugares". Jesús dijo: "busca, en primer lugar, el reino de Dios y todas las
demás cosas te serán dadas por añadidura". Esta búsqueda interior toma su tiempo, por eso
debemos perseverar. Todo se logra cuando se busca con perseverancia y la visión se va abriendo
gradualmente; entonces usted ya no tendrá necesidad de buscar algún milagro; basta manifestar a
Dios que está en su interior. Para ello, en primer lugar debe agradecer a todo lo que posee ahora,
por más insignificante que sea y debe visualizar en su mente con intensidad la escena de que esas
cosas se multiplican constantemente y se transforman en algo maravilloso. La FE es una fuerza
mental absoluta, estrechamente vinculada a la fuerza que forma los fenómenos. A través de su FE,
el carácter o proyecto de su mente se vuelve algo concreto, una realidad; de este modo, LA
FUNCIÓN DE LA FE ES DARLE FORMA CONCRETA A LOS CONCEPTOS ABSTRACTOS. Cuando la
capacidad perceptiva y la sensitiva actúan en conjunto a través de la oración o de la meditación, el
Alma se conecta con un pensamiento elevado, es decir, del ángel; y nace un nuevo estado de
conciencia. Si usted presta oídos a su voz interior, reconoce que ella es poderosa y verdadera y
actúa conforme a sus orientaciones, se revelará una FE intensa y tendrá excelentes resultados. Lo
que Dios posee no es algo que esté almacenado en algún lugar; es la posibilidad sembrada en la
mente y en el Alma del hombre. La riqueza de Dios, que es Amor, se manifiesta a través del Alma
del hombre; la mente es un crisol y dentro de ella la idea se concretiza. Si la mente humana acepta
la verdad, cuánto más evidente se vuelva la comprensión de esta verdad, más se fortalecerá el
poder de concretización y revelará su forma verdadera. Si su mente piensa en la mente de Dios,
por medio de la ley de atracción de los semejantes o ley de la afinidad, se revelará la realidad
universal; así, CUANTO MÁS CONOZCA A DIOS, MAYOR CONTROL TENDRÁ SOBRE SU CUERPO Y SU
AMBIENTE. Todos los acontecimientos fenoménicos suceden de acuerdo con la ley, por ende, los
milagros no existen (milagros que en sentido genuino ignoran la ley). La buena suerte tampoco
existe, pues todos los acontecimientos ocurren como efecto de una causa; ésta verdad coincide
totalmente con las exigencias de nuestro interior. Cuando hacemos nuestra la rica conciencia del
reino de Dios, el padre nos ofrece toda la capacidad, toda la Sabiduría y todo el Amor que tiene.
Dios no castiga ni culpa a nadie; el castigo es sólo la auto-desintegración del karma debido a la
auto-punición o ley de causa y efecto, de ninguna manera es un castigo divino. El derroche es la
causa de la pobreza; quien desperdicia las cosas, la vida y también el tiempo, sólo podrá tener una
vida pobre, tanto física como económica. El tener abundancia, riqueza y prosperidad, no quiere
decir poseer algo material; sino tener una mente próspera, una conciencia de riqueza, ser alguien
que tiene valentía, que se empeña, que tiene Sabiduría y Amor; en suma, alguien que tiene la
Para algunos, el éxito es tan solo un dulce sueño. Para otros, es una manera de vivir. ¿De qué
dependerá esta diferencia? La respuesta quizá es mucho más sencilla de lo crees. Realmente el
éxito depende de la actitud personal y de la inversión que cada quien le dedique a crear su propio
futuro.
Es importante reconocer que la riqueza personal es la misión de vida de cada ser, ésta no solo tiene
que ver con la independencia económica sino también con el bienestar emocional y espiritual.
Una persona que se siente satisfecha con lo que hace, que es independiente, responsable de sí
misma y que, además, tiene con qué respaldar sus acciones, deseos e intereses, es una persona
realmente exitosa, que vive con conciencia y sabe lo valiosa que es su vida.
Una persona exitosa es aquella que hace de su vida su mejor negocio — es decir, es una persona
que busca ganancias no sólo económicas, sino también con sus relaciones personales, que acumula
éxitos, que nutre sus pensamientos positivos y que ahorra para tener un futuro seguro acompañado
de personas queridas e igualmente exitosas.
Todas las acciones que hace una persona exitosa se convierten en medios que apoyan su interés por
superarse, desarrollarse y mejorar su calidad de vida. Las personas que se consideran exitosas,
además de vivir mejor, hacen del mundo y de su entorno un mejor lugar ya que siempre aportan un
punto de vista positivo, una perspectiva fresca y, sobre todo, tienen una mejor disposición.
Si tú eres una persona exitosa, ¡felicidades! Encontraras este artículo reconfortante. Si estás en la
búsqueda de una mejor oportunidad, entonces estas ideas te pueden servir para comenzar. Y si
sientes que estás pasando por momentos muy difíciles y que no sabes cómo podrás salir adelante,
seguro encontrarás una razón para recuperar tus fuerzas y retomar tu camino.
NO hay imposibles — siempre se puede volver a empezar, y toda persona que tiene el deseo y la
intención y que está dispuesta a luchar, tiene la posibilidad de alcanzar el éxito con el que sueña.
La Receta:
10 hábitos para conseguir el éxito en tu vida
2. Reconoce y valora tus esfuerzos. No te quedes atorado en lo que salió mal; Desatórate no te
entierres en tus fracasos. Los errores son inevitables y buenos maestros — aprende de ellos y no los
repitas.
3. Cuida tu tiempo e inviértelo en acciones productivas. Cada momento que pasa puede convertirse
en una oportunidad para aprender, conectarte y fortalecer una relación, o simplemente puedes
dejarlo pasar y perder ese instante preciado — siempre es tu elección.
4. Vive para ti, respeta tus convicciones y deja de escuchar los comentarios y las opiniones que te
lastiman y no te ayudan.
5. Establece objetivos claros, tangibles y reales. Encamínate a encontrar lo que buscas, actúa con
propósito y trabaja siempre en función de lo que buscas.
6. Enfoca tu atención para ganar en grande, las cosas pequeñas se enfilan en seguida. No gastes tu
energía en pequeñeces que no tienen importancia, busca logros grandes que tengas resultados
contables.
7. Atrévete y arriésgate, todo lo que cuesta trabajo vale la pena. Trabaja más, sé eficiente, no
quieras conseguir gratificación o reconocimiento por todo lo que haces. El premio mayor llega
cuando haces lo que debes de hacer sin esperar que te aplaudan.
8. Sé responsable de tus acciones, tus pensamientos y tus decisiones. Recuerda que solo tú puedes
cambiar lo que no te gusta, o permitir que te siga sucediendo lo que te pasa, o, sobre todo, parar o
eliminar lo que te hace daño.
9. Haz tu suerte, reconoce tus oportunidades y actúa inmediatamente. Lo que no te llegue, búscalo,
lo que no te sirva, deséchalo, lo que esté descompuesto, componlo. No dejes que nada obstruya tu
camino.
10. Cambia: Sé flexible, evoluciona y no tengas miedo de cambiar. Lo que ayer te sirvió
posiblemente hoy ya no sea bueno. Aprende de tu experiencia, escucha al universo, nunca dejes de
aprender, vive como si no tuvieras la opción de fracasar.
“Toma tu vida como un negocio serio y seguramente encontrarás las fuerzas para conseguir lo
que buscas.”
¿Quién no quiere vivir en plenitud y con abundancia? ¿Acaso hay alguien que no desee sentirse
satisfecho, cubriendo sus necesidades y con la posibilidad de disfrutar al máximo su vida sin tener
preocupaciones?
La abundancia, la buena fortuna, la suerte, son sin duda indicadores de bienestar, de éxito y hasta de
felicidad. Esta es una manera de vivir y de ser. Una persona que vive en abundancia es, sin duda, un
ser colmado de gratitud, paz, alegría y generosidad.
¿Por qué existen personas que siempre tienen todo lo que desean, (bueno, casi todo) y otras que no
solo no tienen, sino que, además, les falta? La respuesta se encuentra en la persona misma.
La actitud que cada persona tiene es el ingrediente esencial que delimita las posibilidades y las
oportunidades. Es decir, una persona que percibe al mundo como una plataforma llena de sucesos,
y eventos que puede aprovechar, que radia energía, amabilidad, ganas de ayudar y sobretodo es un
ser generoso y positivo, por supuesto que es una persona que conoce la abundancia puesto que la
lleva en el corazón y la comparte con el mundo.
Sin embargo, hay personas que cuando tienen dificultades se quedan atoradas en el problema,
concentrando su atención únicamente en eso, imposibilitándose de poder tener una visión más
globalizada. Estas personas actúan como si se encontraran sumergidas en un pantano, donde la
única posibilidad que tienen es la de hundirse más, lentamente y sin poder encontrar otra alternativa
— como si los problemas, la mala suerte y los obstáculos los ahogaran.
Todos los problemas y carencias traen en sí semillas de oportunidad. La cuestión radica en tener la
actitud correcta para poder aprovechar cada situación y sacarle el mejor provecho posible.
Para tener abundancia hay que pensar con abundancia. Después de todo, tu eres lo que piensas y
recibes lo que das: si piensas en tus problemas y los percibes como problemas, pues, más problemas
tendrás. Si encuentras la posibilidad de crear oportunidades de las situaciones difíciles o
imprevistas… Entonces más posibilidades también vas a encontrar.
Como pensar en abundancia:
1. Acepta las cosas y las situaciones como son. Lo que sucede es lo que debe de suceder.
2. Sé responsable. Reconoce tus obligaciones y deja de culpar.
3. Deja fluir, no defiendas. No resistas: libera tu alma y tu corazón. Aprende a soltar.
4. Pon intención en tus acciones. Fija tu objetivo, no actúes por interés.
5. Atrévete a entrar a lo desconocido. Sal de tu zona de comodidad. Hay que dejar de esperar que las
cosas salgan como y cuando tu quieras.
Disfruta las posibilidades, diviértete, goza y busca lo que no conoces. No te ates ni estés dispuesto y
reconoce el valor real de lo que quieres lograr.
La Receta:
“Abundancia”
Busca lo que sabes hacer mejor que nadie, lo que te gusta. Exprésalo y encuentra la manera que
otros se beneficien de él. No te quedes atorado en tus problemas, reconoce que estos son la puerta a
nuevas y mejores oportunidades.
1. La abundancia es una condición que se genera con la actitud y se transforma con las acciones.
Cuando uno reconoce sus potencialidades y las fortalece con acciones constructivas, se abren las
posibilidades, ya que se entra en un estado de conciencia y apertura.
2. La abundancia llega cuando uno la deja fluir. Hay que dejar ser, no tratar de controlar las cosas.
No esperes resultados específicos. Bendice aquello que quieres y desea que todos a tu alrededor tengan
lo que buscan.
3. Todo se alinea para que llegue la abundancia. Cada persona cuenta con talentos específicos y con
condiciones que le permiten desarrollar sus potencialidades, la cuestión es reconócelos y utilizarlos.
Sé la persona que te gustaría tener junto a ti, vive en total abundancia, deja fluir las cosas, y
cuando menos esperes, todo lo bueno se te va a multiplicar.
A pesar de que es bien sabido que la vida no tiene garantías y que nada está asegurado, la verdad es
que todos en algún momento desperdiciamos buenas oportunidades por creer que se vive
eternamente. En realidad, nadie sabe cuándo será la última conversación que se tendrá con un
amigo. Tampoco hay manera de asegurarse si el día de mañana regresará la oportunidad que hoy no
se quiso o no se pudo aprovechar. Lo único seguro es el momento que se vive y se tiene y, aun así,
cuantas veces también se pierde.
A pesar de que sea un cliché, la vida es un regalo. Sólo se puede disfrutar en tiempo presente. El
ayer ya fue y el mañana no se sabe que será.
Claro que si cada quien supiera cuanto tiempo tiene para vivir, disfrutaría cada instante. Si de
alguna manera se pudiera tener conciencia del valor del tiempo, de lo preciado que son las personas,
de los instantes que se pierden… seguramente se cuidarían más las relaciones, las personas y el
tiempo.
Cuantas veces las personas hacen llorar o lastiman a seres queridos, cuantas situaciones se quedan
en silencio, olvidando el agradecimiento, evitando el poder expresar el gran cariño o amor que se
siente… que pasa cuando uno calla con tal de no decir que tan orgulloso se siente por tener cerca a
una persona, un hijo, un amigo o hasta a los propios padres. La vida se va, no espera.
Cuantas oportunidades desperdiciadas por el orgullo, la vanidad y el miedo. Tristemente, cuando las
situaciones de la vida confrontan y sacuden es cuando se dice: “Debí de haber hablado, cómo no
perdone, por qué no le dije la verdad, etc.”
¿Cómo decirle a la persona que se murió todo aquello que en vida no se pudo? ¿Quién puede hablar
cuando ya no hay quien escuche? ¿Dónde quedan las palabras, el cariño y las intenciones que no se
pudieron expresar? ¿Cómo y a quien se le puede dar explicaciones?
Cuando esto sucede, diera uno para poder retroceder el tiempo, y tener tan solo una segunda
oportunidad. Poder decir lo mucho que se ama, que se aprecia y que se respeta. Que fabuloso seria
poder reconocer que no hay días en vano, que cada momento es valioso.
Cuando pasan cosas que golpean duramente, estas situaciones ubican y recuerdan que nada es
eterno y todo se acaba. No hay que dar nada por sobreentendido.
Si se tuviese presente lo frágil y corta es la vida, seguramente habría un cambio o un ajuste, dando
más importancia a las cosas que son significativas, apartando todo aquello lo que lastima, aleja o
limita.
Una lágrima derramada, una tristeza injustificada, acorta la vida, quita energía y crea una sensación
de vacío y desolación.
Hay que disfrutar la vida, que es un regalo. Hay que estar consciente que solo se vive una vez.
La Receta:
“Disfruta la vida”
Recuerda que la vida se pasa muy rápido, aprovecha cada minuto que vives. No esperes a que la
vida se termine, di y haz lo que sientes, no creas que los otros saben lo que piensas.
1. La vida es frágil y no hay nada garantizado, en un segundo todo puede cambiar. Las cosas
pueden ir de lo mejor a lo peor o viceversa en tan solo un abrir y cerrar de ojos. Posponer lo que se
quiere hacer o decir, esperar el momento ideal, es perder la oportunidad de vivir.
2. Se debe de vivir en el presente, como el único momento que se tiene. Lo único que se tiene es el
hoy, el aquí. No hay razón para desperdiciar o sufrir por lo no se puede cambiar o por lo se desconoce.
3. Actuar y hablar con honestidad y en el momento que se requiere, libera y fortalece los lazos
emocionales. No se debe esperar o pretender que habrá un mejor momento para hablar, cuando valoras
cada instante tu vida se llena de gratas vivencias que enriquecen a tu corazón.
“Hoy es un gran día. Estás aquí, no pierdas tu oportunidad: vive, goza y disfruta. Recuerda que
hoy es lo único seguro que tienes.”
Recetas para la vida – ¿La culpa: una excusa o un tormento sin salida?
¡Qué cómodo es utilizar la culpa para dejar de tomar responsabilidad y justificar a las
circunstancias! Después de todo no soy yo… a mí siempre me pasan estas cosas… todo esto se
debe porque en alguna ocasión me quedó esta costumbre… yo atraigo este tipo de situaciones…
Efectivamente hay situaciones dolorosas, complicadas, o algo así parecido. Seguro que éstas
suceden y dejan una marca difícil de borrar. Sin embargo, no deben de ser la razón o el pretexto
para poder tener una vida rica llena de momentos memorables y bellos. Fluir y dejar que la vida
ofrezca la oportunidad de sorprender y ofrecer una situación deliciosamente inesperada.
Vivir echando la culpa limita, paraliza y también envenena el alma; en realidad la vida es variada,
está compuesta de múltiples eventos los cuales, seguramente no todos se relacionan entre sí y no
todos pueden ser culpa de algo o alguien fuera de nosotros mismos. Algunos simplemente suceden,
y no son culpa de nadie.
Pero también es cierto que hay personas que prefieren vivir con una posición más cómoda, así
pueden dejar de luchar, tomar responsabilidad y poner todo lo que sucede en el mismo
saco:culpa; aseguran que su destino proviene de la misma raíz, todo predeterminado, y que no hay
escapatoria. Por lo tanto, no hay razón para esforzarse tampoco.
Olga asegura que todos sus problemas se relacionan con la muerte de su madre. Su divorcio, sus
amigas indiscretas, sus hijos rebeldes, su novio sin deseos de componerse… todo, absolutamente
todo, es culpa de la dolorosa pérdida de su mamá.
Si bien Olga es una mujer independiente y luchadora que trabaja, viaja por el mundo y tiene un
buen ingreso, se lamenta y vive angustiada ya que asegura que su vida es un continuo sufrir. Cree
que la muerte prematura de su madre es la culpable del fracaso de su matrimonio y de que sus hijos
se quieran ir a estudiar lejos e independizarse.
Ella vive convencida que por la culpa del sufrimiento que sintió en su infancia a causa de la muerte
de su mamá se encontró una pareja que eventualmente la iba a dejar, lo que también lograría que
sus hijos quisieran alejarse de ella.
¿Cómo es posible que Olga viva culpándole a un evento que ella no puede ni pudo nunca controlar?
Su madre, su divorcio y el crecer de sus hijos no son el mismo tipo de abandono. No podemos
pensar que hay una sola causa que nos hace lo que somos.
En realidad, no hay un ingrediente exclusivo, tampoco hay un platillo único. Aprender a vivir con la
variedad y las múltiples combinaciones es lo que hace la cocina de la vida un lugar especial, diverso
y con muchos distintos sabores que condimentan y le dan textura y un gusto especial a la vida.
La Receta:
“Libérate de la culpa”
Ingredientes:
Modo de preparación:
La actitud es más importante que la apariencia, las habilidades o las aptitudes. Ni los hechos, ni la
educación, el dinero, las circunstancias, los fracasos o los éxitos definen tanto a la persona como
la actitud que tome ante lo que le sucede.
No se puede cambiar el pasado, mucho menos se puede controlar como actúan las personas a tu
alrededor, tampoco se puede cambiar lo inevitable, ya que son situaciones fuera del alcance
humano, entonces no hay por qué insistir.
La actitud personal es lo único propio que cada quien puede cambiar y/o controlar. Las actitudes
son el resultado de las emociones que generan los pensamientos. Cuando tienes pensamientos
positivos, las actitudes serán efectivas y emocionalmente nutritivas. Pero cuando tus pensamientos
son negativos, las acciones también lo serán.
Hay que tener cuidado con lo que uno deja entrar a su mente.
Para pensar positivamente, es importante reconocer los aspectos físicos, es decir, lo que sucede, lo
que se siente, o sea, todo lo que es concreto; Pero, también es necesario reconocer los factores
emocionales y sentimentales, aspectos más difíciles de entender ya que no se pueden ver ni tocar.
Una persona enferma se recupera más rápido cuando tiene una buena actitud. En lugar de reprochar
o sentir enojo, busca la manera de pensar cosas que le ayuden a sanar; como el poder agradecer que
tiene una familia que lo cuida, que tiene un buen médico y hasta el simple hecho que está despierto.
En cambio, una persona que se indigna porque se enfermó, solo busca más pretextos para
mortificarse y por lo tanto, su recuperación es más lenta y difícil. Ser una persona positiva balancea
y crea una actitud de esperanza crucial para cualquier recuperación.
Para llegar a trabajar con ganas y ser eficiente, es importante sentir tranquilidad, estar a gusto con el
equipo, saber que es bien recibido y valorado. El trabajo ayuda y mejora la calidad de vida. Por lo
tanto, es conveniente asegurarse de tener la mejor actitud.
Para tener un hogar feliz, es importante ver todo lo bueno que se tiene — no enfocarse en las
carencias — y siempre buscar razones para agradecer y darle detalles a su familia.
Para tener una buena relación de pareja es esencial enfocarse en todos los aspectos nobles, gratos y
sensibles de la persona. Cuando uno solo critica, se busca el error y la queja, la relación no solo se
daña, también genera mala energía y se termina perdiendo a la persona querida.
Una persona puede cambiar, mejorar o estropear las relaciones que tiene dependiendo de la actitud
que tenga. En realidad la actitud no es lo único importante para vivir bien, la actitud es TODO lo
que se necesita.
La Receta:
“Una buena actitud”
Ingredientes:
Hoy me hago responsable de todo lo que pienso, digo y hago. Voy a nutrir mis pensamientos y
elegir solo pensar en positivo. Si mi actitud me va ayudar a tener una mejor calidad de vida, yo voy
procurar a que me actitud sea la más adecuada y positiva posible.
1. Ser el primero en tratar adecuadamente a los demás logra una mejor actitud. Tener una buena
actitud, llegar con una disposición positiva, ser amable y regalar una cálida sonrisa, suaviza hasta a las
relaciones con las personas más duras de tratar.
2. Recuerda que el beneficio es mayor para quien tiene la mejor actitud. Una buena actitud sana
mejor, tiene mejores oportunidades, y llega más lejos. Los pensamientos positivos generan acciones
efectivas y éxitos favorecidos.
3. Es importante aprender a ser positivo y gentil. Tener una disposición a ser objetivo y fomentar la
armonía no es una labor fácil, requiere de mucha práctica y dedicación. En el momento en que esto se
logra se mejora el auto estima primeramente, y también las relacionas personales: todos salen ganado.
La energía es una fuerza dinámica que se multiplica; si uno es positivo, el sentimiento de
bienestar y felicidad se incrementa, pero si se es negativo, sucede todo lo contrario.
Al fin has logrado el trabajo de tus sueños, pero pensar en cómo relacionarte con el nuevo jefe y los
compañeros de trabajo te pone los nervios de punta. Quizás vas a mudarte a otra ciudad y dejar
atrás el mundo que has conocido hasta este momento y el enfrentarte a un entorno totalmente nuevo
te llena de temor. Incluso los cambios que nos convienen y que hasta hemos buscado puede
alterarnos y generar mucho estrés. Pero hay pasos que puedes tomar para controlarlo. Aquí tienes
algunos:
1. Mantén una actitud positiva. Superar exitosamente los retos de la vida es en gran parte,
cuestión de actitud. Considera tu situación como algo transitorio que también pasará. ¿Cuántas
dificultades has enfrentado y superado en el pasado? Saca la fortaleza de ellas para saber que
independientemente de lo que traiga mañana, será para tu beneficio y crecimiento personal.
2. Expresa tus sentimientos por escrito. El simple hecho de ordenar y escribir tus pensamientos,
inquietudes, esperanzas y temores te coloca en una situación de control. Aprovecha para hacer una
lista de tus metas y tus preocupaciones. Anota posibles soluciones, así como pasos específicos que
debes tomar ya sea que estés planeando mudarte, o que estés pasando por un divorcio.
3. Da el primer paso. Aprovecha la lista que has hecho y elige una tarea que puedas realizar.
Quizás sea la más sencilla e inmediata, pero una vez que la hayas completado, te dará fuerza,
tranquilidad y mejorará tu nivel de estrés. En cuanto puedas, da un segundo paso y luego un
tercero. Si es necesario, toma un respiro entre uno y otro, pero no dejes que el temor y el estrés te
inmovilicen. Recuerda que nadie más que tú está en control de la situación.
4. Apóyate en los demás. Todos necesitamos un grupo de apoyo, ya sea la familia o los amigos,
especialmente en momentos de crisis. Quizás puedan darte una mano si estás enfermo(a), ofrecerte
un buen consejo, o simplemente, brindarte apoyo moral. No subestimes el valor del amor, la
comprensión y los consejos de las personas que te quieren y te estiman.
5. Cuida tu salud. No permitas que la angustia y la ansiedad te roben el tiempo que debieras
dedicarle a tu bienestar físico y mental. Mientras más difícil sea la situación por la que atraviesas,
más esfuerzo requiere de tu parte. Por ese motivo debes cuidar tu alimentación, tu descanso y
dedicar un tiempo a la actividad física que además, te ayudará a controlar el estrés.
6. Alimenta tu vida espiritual. Tus creencias, valores y tu conexión con una realidad superior te
darán la calma y la energía para superar éste y cualquier otro obstáculo que se presente. Un tiempo
para meditar, orar, o simplemente reconectarte contigo misma(o) es el perfecto antídoto contra el
estrés.
No te desanimes. Es muy posible que lo que hoy te parece un problema inmenso, deje de tener
tanta importancia en el transcurso de unos días. Lo seguro es que eso también pasará. Sin embargo,
si la situación te agobia demasiado y el exceso de estrés te impide funcionar normalmente, consulta
con tu médico y busca ayuda profesional.