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Equilibrio Resistenciay Estabilidad

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Equilibrio, resistencia, estabilidad. Conceptos fundamentales de resistencia y


mecánica de materiales

Book · January 2013

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Félix Suárez Riestra


University of A Coruña
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Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

ÍNDICE

Preámbulo

1. Fuerza y equilibrio.
1.1. Fuerza. El concepto de equilibrio.

1.2. Magnitud física vectorial.


1.2.1. Sistema de referencia.
1.2.2. Momento de un vector (Fuerza).
1.2.3. Par de un vector.
1.3. Fuerza (magnitud física).
1.3.1. Factores determinantes de una fuerza.
1.3.1.1. Punto o forma de aplicación.
1.3.1.2. Dirección y sentido.
1.3.1.3. Intensidad de la fuerza.
1.4. Peso, masa, densidad y peso específico.
1.5. Las leyes de Newton.
1.5.1. Primera ley de Newton (Equilibrio).
1.5.2. Segunda ley de Newton (Masa).
1.5.3. Tercera ley de Newton (Acción y reacción).
1.5.4. Cuarta ley de Newton (Gravitación universal).

2. Mecánica de Materiales y Estática.

2.1. Conceptos previos.

2.2. Acción y reacción. Vínculos y ligaduras.


2.2.1. Vínculos o ligaduras.
2.3. Sistemas isostáticos y sistemas hiperestáticos.
2.3.1. Grados de libertad y grados de hiperestaticidad.
2.4. Fuerzas interiores. Consideración de esfuerzos.
2.4.1. Esfuerzos en secciones planas.
2.4.2. Leyes de esfuerzos.
2.5. Esfuerzos en sistemas isostáticos.
2.5.1. Esfuerzos en viga biapoyada.
2.5.2. Esfuerzos en ménsula.
2.6. Relaciones entre cargas, momentos flectores y esfuerzos cortantes.

3. Tensión y deformación.
3.1. El concepto de equilibrio elástico.
3.2. Tensión y deformación.
3.2.1. Tensión.
3.2.2. Deformación.
3.2.3. Diagrama tensión-deformación.
3.3. Comportamiento elástico y comportamiento plástico
3.3.1. Materiales y diagrama tensión-deformación. Concepto de dúctil, frágil y plástico.
3.3.2. Particularidades del binomio tensión-deformación en algunos materiales empleados en
estructuras.
3.3.2.1. El hormigón.
3.3.2.2. La madera.
3.3.2.3. La fábrica.

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Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

3.4. Constantes elásticas. Módulos de deformación.


3.4.1. Módulo de deformación longitudinal. Módulo de Young.
3.4.2. Deformaciones consecuencia del cambio de temperatura.
3.4.3. Coeficiente de Poisson.
3.4.4. Deformación volumétrica.
3.4.5. Módulo de elasticidad transversal (G).
3.5. Estados tensionales.
3.5.1. Estado tensional lineal.
3.5.2. Estado tensional plano. Resolución numérica.
3.5.3. Estado tensional plano. Resolución gráfica. El círculo de Mohr.
3.5.4. Estado tensional espacial.
3.6. Métodos de energía de deformación. Desplazamientos.
3.6.1. Energía de deformación en condiciones de carga normal.
3.6.2. Principio de los trabajos virtuales.
3.6.3. Conceptos complementarios. Energía específica de deformación.
3.6.4. Relación entre las constantes elásticas.
3.6.4.1. Relación entre E y G.
3.6.5. Energía por variación de volumen y por variación de forma.

4. Resistencia de materiales.
4.1. Principios fundamentales de análisis.
4.2. Principio de rigidez relativa.
4.3. Fuerzas internas. Principio de Saint Venant.
4.4. Fuerzas externas. Principio de superposición.
4.5. Hipótesis de Navier-Bernouilli.
4.6. Secciones simplificadas en el campo de la resistencia.
4.7. Características geométricas de las secciones planas.
4.7.1. Centroide. Analogía con el centro de gravedad.
4.7.2. Primer momento del área. Momento estático.
4.7.3. Segundo momento del área. Momento de inercia.
4.7.4. Momento polar de inercia.
4.7.5. Radio de giro de un área.
4.7.6. Teorema de los ejes paralelos o teorema de Steiner.
4.7.7. Ejes principales de inercia.
4.8. Resistencia y rigidez.
4.9. Tensión, esfuerzo y deformación.

5. Tracción y Compresión.
5.1. Esfuerzo axil y deformación.
5.2. Rigidez frente a esfuerzo axil.
5.3. Compresión uniforme. Módulo de compresibilidad.
5.4. Núcleo central de una sección.
5.4.1. Núcleo central de una sección rectangular.
5.4.2. Núcleo central de una sección circular.
5.4.3. Núcleo central de una sección doble T.
5.5. Materiales carentes de resistencia a tracción.
5.6. Esfuerzos normales derivados del peso propio.
5.7. Esfuerzos sobre cuerpos de sección variable.
5.7.1. Concentración de tensiones.
5.8. Esfuerzos normales en secciones de varios materiales.
5.9. Esfuerzos sobre secciones inclinadas.
5.10. Esfuerzos sobre elementos estáticamente indeterminados.
5.11. Energía de deformación. Desplazamientos. Carga axial.
5.12. Esfuerzos sobre estructuras de barras articuladas.
5.12.1. Caso de estructuras articuladas isostáticas.
5.12.2. Caso de estructuras articuladas estáticamente indeterminadas.
5.12.3. Desplazamiento en sistemas de barras articuladas.

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Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

6. Sistemas Elásticos. Introducción a la flexión.


6.1. Teoría general de la flexión.
6.2. Esfuerzos normales en la sección deformada.
6.3. Relación entre forma área y capacidad resistente a flexión.
6.4. Deformación en secciones sometidas a flexión.
6.4.1. Determinación de la deformación de una pieza prismática.
6.4.1.1. Caso de viga biapoyada.
6.4.1.2. Caso de ménsula.
6.5. Deformación en secciones sometidas a flexión. Método del área de momentos.
6.5.1. Caso de viga biapoyada.
6.5.2. Caso de ménsula.
6.6. Deformación en secciones sometidas a flexión. Método de superposición.
6.7. Deformación en secciones sometidas a flexión. Métodos energéticos.
6.8. Teoremas de Castigliano.

7. Flexión. Sistemas particulares.


7.1. Flexión en piezas de sección variable.
7.1.1. Piezas de altura constante y ancho variable.
7.1.2. Piezas de altura variable y ancho constante.
7.1.3. Piezas de altura y ancho variable.
7.2. Flexión en piezas compuestas de varios materiales.
7.2.1. Ejemplo de sección combinada. Hormigón armado.
7.2.2. Ejemplo de sección combinada. Madera y acero.
7.3. Flexión en piezas de material que no cumple la ley de Hooke.
7.3.1. Articulaciones plásticas.
7.3.2. Deformaciones en la flexión inelástica.
7.4. Flexión asimétrica. Flexión esviada.
7.4.1. Ejemplo de aplicación.
7.5. Flexión compuesta.
7.5.1. Flexión compuesta recta.
7.5.2. Flexión compuesta esviada.
7.5.3. Ejemplo de aplicación.

8. Esfuerzo Cortante. Cargas transversales.


8.1. Condiciones elementales. Supuestos básicos.
8.2. Teorema de Jourawski – Collignon.
8.3. Esfuerzo cortante en piezas de diferente sección.
8.3.1. Secciones macizas.
8.3.1.1. Piezas de sección rectangular.
8.3.1.2. Piezas de sección circular.
8.3.1.3. Piezas simétricas con respecto a un eje principal (Y).
8.3.2. Secciones de pequeño espesor.
8.3.2.1. Secciones abiertas.
8.3.2.2. Secciones cerradas.
8.3.3. Secciones de varios materiales.
8.4. Centro de esfuerzos cortantes.
8.5. Deformación por esfuerzo cortante. Alabeo.
8.5.1. Ejemplo de aplicación.
8.5.2. Condición de deformación en flexión simple.
8.6. Esfuerzo cortante esviado.

Pág. iii
Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

9. Torsión.
9.1. Condiciones elementales. Supuestos Básicos.
9.1.1. Torsión uniforme.
9.1.2. Torsión no uniforme.
9.2. Sección circular. Teoría de Coulomb.
9.2.1. Análisis tensional.
9.2.2. Análisis de deformaciones.
9.2.3. Torsión de secciones circulares huecas.
9.2.4. Torsión de secciones circulares de varios materiales.
9.3. Sección maciza cualquiera. Teoría de Saint- Venant.
9.3.1. Torsión en secciones rectangulares genéricas.
9.3.2. Torsión en secciones rectangulares esbeltas.
9.3.3. Torsión en secciones macizas de diversa geometría.
9.4. Secciones o perfiles laminados.
9.4.1. Método de analogía de membrana.
9.4.2. Perfiles laminados abiertos.
9.4.3. Perfiles laminados cerrados. Secciones de pequeño espesor.
9.5. Torsión no uniforme.

10. Inestabilidad. Pandeo.


10.1. Equilibrio estable, inestable e indiferente (neutro).
10.2. Pandeo en el rango elástico.
10.2.1. La columna de Euler.
10.2.2. La tensión crítica de Euler.
10.2.3. Vínculos extremos y longitud de pandeo.
10.2.3.1. Caso de barra con un extremo empotrado y otro libre.
10.2.3.2. Caso de barra empotrada en ambos extremos.
10.2.3.3. Caso de barra con un extremo empotrado y otro articulado.
10.3. Condiciones de excentricidad de carga.
10.4. Pandeo real. Flexocompresión.
10.5. Pandeo inelástico.
10.6. Pandeo en láminas o placas esbeltas.
10.7. Pandeo lateral de vigas.
11. Sistemas Hiperestáticos.
11.1. Concepto de hiperestatismo.
11.1.1. Estructura hiperestática frente a estructura isostática.
11.1.2. Grado de hiperestatismo.
11.2. Traslacionalidad de un sistema estructural.
11.3. Concepto de simetría y antisimetría de un sistema estructural.
11.3.1. Condiciones de carga de un sistema simétrico.
11.3.2. Comportamiento frente a cargas simétricas.
11.3.3. Comportamiento frente a cargas antimétricas.
11.4. Resolución de sistemas hiperestáticos.
11.4.1. Método de compatibilidad, de las fuerzas o de flexibilidad.
11.4.2. Método del equilibrio, de los movimientos o de rigidez.
11.5. Conceptos básicos del método de rigidez.
11.5.1. Rigidez de un nudo.
11.5.2. Par o momento de empotramiento y factor de transmisión.
11.5.3. Concepto de rigidez.
11.5.4. Factor de distribución.
11.6. Vigas de un vano.
11.6.1. Caso de vigas biempotradas.
11.6.1.1. Caso de carga uniformemente repartida.
11.6.1.2. Caso de carga puntual en un punto cualquiera.
11.6.2. Caso de vigas empotradas-apoyadas.
11.6.2.1. Caso de carga uniformemente repartida.
11.6.2.2. Caso de carga puntual en un punto cualquiera.

Pág. iv
Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

11.7. Sistema de vigas continuas.


11.7.1. Viga continua de dos tramos y carga uniforme.
11.7.2. Vigas continuas de tres tramos y carga uniforme.
11.8. El teorema de los tres momentos.
11.8.1. Caso de viga continua de dos vanos.
11.8.2. Caso particular con un vano con extremo empotrado.
11.8.3. Caso particular de un vano carente de carga exterior.

12. Conceptos básicos de análisis matricial.


12.1. Concepto de matriz.
12.1.1. Algunas definiciones y tipos de matriz.
12.1.2. Métodos numéricos de resolución de sistemas de ecuaciones.
12.2. Relaciones fundamentales de análisis de sistemas estructurales.
12.2.1. Tipos de estructuras a resolver
12.3. Metodologías de análisis de sistemas estructurales.
12.3.1. Método de compatibilidad, de las fuerzas o de flexibilidad.
12.3.2. Método de equilibrio, de los movimientos o de rigidez.
12.3.3. Desarrollo del método en sistema matricial.
12.4. Sistema de coordenadas.
12.4.1. Sistema de coordenadas global.
12.4.2. Sistema de coordenadas local.
12.5. Rigidez y flexibilidad.
12.5.1. Conceptos fundamentales.
12.5.2. Matriz de rigidez y matriz de flexibilidad.
12.5.3. Rigidez y solicitación.
12.6. Rigidez elemental de barras.
12.6.1. Rigidez de una barra simple articulada.
12.6.2. Rigidez de una barra de sistema plano de nudos articulados.
12.6.3. Rigidez de una barra de sistema plano de nudos rígidos.
12.6.4. Rigidez de una barra perteneciente a un emparrillado plano.
12.6.5. Rigidez de una barra perteneciente a un pórtico espacial.
12.7. Sistema de coordenadas. Compatibilidad y equilibrio.
12.7.1. Ecuaciones de compatibilidad de deformaciones.
12.7.2. Ecuaciones de equilibrio.
12.7.2.1. Matriz de rigidez global de una barra de nudos articulados.
12.7.2.2. Matriz de rigidez global de una barra de nudos rígidos.
12.8. Efecto de los vínculos y condiciones de contorno. Cargas.
12.8.1. Consideración de los vínculos.
12.8.2. Desplazamientos conocidos.
12.8.3. Cargas no aplicadas directamente sobre nudos.
12.9. Cálculo de las reacciones y esfuerzos en elementos.
12.9.1. Esfuerzo en una barra de un sistema de nudos articulados.
12.9.2. Esfuerzo en una barra de un sistema de nudos rígidos.
12.10. Comprobación de resultados.
12.10.1. Comprobaciones en el caso de pórtico plano.
12.10.2. Comprobaciones en el caso de emparrillado plano.
12.10.3. Comprobaciones en el caso de pórtico espacial.

Pág. v
Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

4
RESISTENCIA DE MATERIALES

En sus “Lecciones sobre Resistencia de Materiales” el profesor D. Eduardo Saavedra,


describía en 1859 el concepto de Resistencia de Materiales como:

“El estudio de la resistencia de materiales tiene por objeto averiguar la magnitud e importancia de
las deformaciones que han de sufrir los cuerpos sólidos cuando se distribuyen por su interior las
fuerzas que actúan en sus caras o en su interior, deduciendo de este conocimiento las fuerzas
necesarias para que estas deformaciones no pasen de ciertos límites. Para hacer este estudio es
menester examinar la acción mutua y sucesiva de las moléculas de que se compone el cuerpo”.

Podemos acercarnos al concepto de resistencia(1) entendida como la propiedad que


permite establecer la capacidad que presenta un objeto para soportar las fuerzas y/o
esfuerzos que lo solicitan sin llegar a “romperse”, deformarse de manera permanente o
perder su integridad de manera parcial (deterioro).

En esta disciplina se establecerá la relación entre las fuerzas solicitantes o aplicadas y los
esfuerzos y desplazamientos que se derivan de su aplicación. Asumiremos, por tanto, que la
presencia de acciones exteriores a un elemento provocarán en él solicitaciones internas y
deformaciones, que serán función de un buen número de propiedades fundamentales de
dichos elementos y de sus materiales constituyentes.

Asociado al concepto de cálculo, y opuestamente a la consideración que la Mecánica


realiza de las deformaciones de un cuerpo, cuando abordemos el estudio de un elemento
en condiciones de Resistencia de Materiales precisaremos analizar, evaluar y estimar el
efecto que estas deformaciones provocarán sobre el mismo. Trataremos de establecer las
condiciones y estado a partir de las cuales una pieza abandona el compromiso resistente
que se le requiere, bien porque se hayan alcanzado situaciones que deriven en el fallo o
ruina, bien por situarse el elemento en rangos de deformación que lo inhabilitan para el uso
requerido.

(1) Resistencia. (Del lat. resistentĭa).


1. f. Acción y efecto de resistir o resistirse.
2. f. Capacidad para resistir.
8. f. Mec. Causa que se opone a la acción de una fuerza.
9. f. Mec. Fuerza que se opone al movimiento de una máquina y ha de ser vencida por la potencia.

Resistencia de Materiales Pág. 4. 87


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

El estudio de Resistencia de Materiales ha sido capaz de generar metodologías de análisis lo


suficientemente sencillas y prácticas para que resulten de fácil e inmediato uso en los
supuestos de cálculo más comunes. En esta más que deseable practicidad, se acudirá de
nuevo al empleo de cierto tipo de simplificaciones, a las que se ha llegado a través de
prácticas de ensayo suficientemente censuradas, avaladas al punto de poder asumir el
margen de error que provoca su aplicación, frente al riesgo de error que implicaría el uso de
metodología más exactas y, por tanto de compleja aplicación. Se opta así, por el
pragmatismo de asumir la bondad de un error controlado frente a la incertidumbre de
resultado que derivaría de un análisis “exacto”.

Para el desarrollo de estas metodologías resulta habitual subdividir las estructuras complejas
en unidades menores (por ejemplo vigas, pilares,...), de tal manera que resulte posible
realizar una idealización del modelo a través del análisis de sus partes fundamentales. El
estudio de estas partes menores será abordado mediante la aplicación de formulaciones y
postulados ya conocidos. Para cada elemento de análisis resultará adecuado determinar el
tipo de solicitación que le requiere y que resulta pésimo de acuerdo a sus capacidades y
exigencias. De una forma esquemática podemos dividir las fases de trabajo que un estudio
de resistencia de materiales requiere en:

• Análisis de esfuerzos, en donde se plantean las ecuaciones de equilibrio y


ecuaciones de compatibilidad necesarias para identificar los esfuerzos internos en
función de las acciones solicitantes.

• Análisis resistente, en donde se determinan las tensiones asociadas a los esfuerzos


internos, en función del tipo de solicitación (flexión, tracción, torsión, …)

• Análisis de rigidez, en donde se estiman los desplazamientos máximos derivados de


la acción de las fuerzas externas y de los esfuerzos internos.

4.1. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE ANÁLISIS.


Ya hemos citado que resulta habitual establecer algún tipo de simplificaciones que ayuden
a abordar la problemática del análisis desde un criterio sensatamente operativo, dejando
de lado procesos de trabajo que, aunque más precisos, no tengan sentido dada la
dificultad de aplicación que presentan.

Dentro de este criterio, cuando abordemos un análisis de Resistencia de Materiales,


asumiremos como fundamentos de análisis:

• Fuerzas internas.
- Las fuerzas internas, previas a la acción de las cargas son nulas.
Consideraremos como fuerzas internas aquellas que actúan entre las
partículas constituyentes de un material y que se oponen al cambio de forma
y dimensiones (deformación) del cuerpo solicitado.

- Es aplicable el conocido como Principio de Saint–Venant, en el que se


establece que el valor de las fuerzas interiores en un punto de un cuerpo
(sólido) que se sitúa a una distancia suficientemente lejana del punto de
aplicación de la “carga”, depende muy poco del modo de aplicación de la
misma. Resultará especialmente interesante en cuanto que la aplicación de
este Principio permite sustituir (con ciertas reservas) un sistema de fuerzas por
otro que resulta estáticamente equivalente, ayudando en buen número de
casos a establecer simplificaciones que favorecen el análisis.

Pág. 4. 88 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

• Fuerzas externas.
- Es válido el Principio de Superposición de Efectos, por el que se establece que
el efecto de un sistema de fuerzas que actúan sobre un cuerpo será igual a la
suma de los efectos que produjesen esas fuerzas actuando por separado, de
forma individual. Si analizásemos un sólido “deformable” podríamos aplicar
este Principio asumiendo que el valor de los desplazamientos que
experimenta los puntos de aplicación de las fuerzas son pequeños, si los
comparamos con las dimensiones del sólido. De esta manera, determinando
que las deformaciones son pequeñas, podremos plantear las ecuaciones de
equilibrio de un cuerpo solicitado a partir de su configuración inicial, es decir,
sin deformar.
- Las cargas aplicadas son estáticas o cuasi-estáticas, definiéndose como
carga estática aquella cuya aplicación en el tiempo puede considerarse
como infinito y, cuasi-estáticas cuando el tiempo de aplicación de la cargas
resulta suficientemente prolongado para poder evaluar su efecto
(denominaremos como dinámicas aquellas cuyo tiempo de aplicación es
muy reducido o instantáneo).

• Propiedades del material.


- El material es macizo, carente de huecos, poros o discontinuidades que
impidan asumir que el material se encuentra dentro del campo de aplicación
de las funciones continuas.
- El material es homogéneo, presentando idénticas propiedades en todos los
puntos del mismo, sea cual sea su naturaleza (pensemos por ejemplo en
materiales tales como el hormigón armado).
- El material es isótropo, es decir, que admitimos que mantiene idénticas
propiedades en todas las direcciones.

Todos estos “fundamentos” resultan habitualmente recogidos en lo que se conocen como


Principios de la Resistencia de Materiales, que bien se podrían ser ordenados o enumerados
en base a:
• Principio de Rigidez Relativa, es decir, las condiciones de equilibrio se determinan
asumiendo que el sólido deformado tiene la misma “forma” y las mismas
dimensiones correspondientes al estado previo a la deformación.
• Principio de Saint-Venant, en el que como veremos con más detalle se establece
que las tensiones correspondientes a una zona alejada de los puntos de
aplicación de un sistema de fuerzas, sólo dependerá de la resultante y del
momento resultante de este momento de fuerzas.
Por tanto será posible establecer sistemas de fuerzas estáticamente equivalentes
asumiendo que éstas provocarán las mismas tensiones sobre una zona alejada
del punto de aplicación. Referido a las secciones transversales que utilizaremos
en el estudio, las tensiones que actúen sobre las mismas solo dependerán de la
resultante y del momento resultante respecto al centro de gravedad de la
sección de las fuerzas aplicadas sobre el cuerpo en uno de los lados en que
queda dividida la sección.

Fig. 4.01. Sistema de Fuerzas equivalentes


(excepto en el entorno del punto de aplicación de F)

Resistencia de Materiales Pág. 4. 89


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

• Principio de Superposición de Efectos, por el que se establece que las tensiones,


deformaciones o movimientos que experimenta un punto del sólido (elástico) que
se encuentra solicitado por varias acciones exteriores, resultarán como el
producto de la suma de las tensiones, deformaciones y movimientos que se
producirían en dicho punto por el ejercicio de cada acción actuando
aisladamente.
• Hipótesis de Navier(2)-Bernouilli(3), en la que se establece la relación entre los
desplazamientos de los puntos de la sección transversal del sólido y las
deformaciones y el movimiento del mismo. “En la deformación del sólido
prismático, las secciones planas normales a la directriz permanecen planas
después de la deformación”.

4.2. PRINCIPIO DE RIGIDEZ RELATIVA.


Podemos determinar un punto “P”, situado en el interior de un sólido elástico a partir de la
definición de un vector de posición d0 , de acuerdo a las coordenadas relativas (x0, y0, z0). Si
aplicamos un sistema de fuerzas el punto P experimentará un desplazamiento (δP) que hará
que sus nuevas coordenadas correspondan con un vector de posición que podemos
denominar dF , con coordenadas relativas (xF, yF, zF). En esta situación el vector
desplazamiento δ P se definirá a partir de la diferencia entre los vectores de posición
definidos, de tal manera que:
δ P = d F - d0

Fig. 4.02. Desplazamiento del Punto P. Vectores de posición.

Con estas premisas, cuando hablemos de elasticidad asumiremos que la diferencia entre las
coordenadas originales de P, previo a la aplicación del sistema de fuerzas (x0, y0, z0), y las

Claude-Louis Navier (1785 - 1836). Ingeniero y físico quién se especializó en estudios sobre Mecánica. Formuló la
(2)

teoría general de la elasticidad en una forma práctica de acuerdo a formulaciones matemáticas, con precisión
razonable para su uso seguro. Se le considera a menudo como el fundador de moderno análisis estructural.

Daniel Bernouilli (1700 - 1782). Matemático y físico holandés-suizo. Destacó en el campo de las matemáticas
(3)

aplicadas con sus contribuciones en el campo de la hidrodinámica y elasticidad.

Pág. 4. 90 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

finales, después de la aplicación del sistema, (xF, yF, zF), resulta tan pequeña con respecto a
las dimensiones del sólido que resulta despreciable. Por tanto, podremos expresar el vector
desplazamiento ( δ P ) en función de unas coordenadas absolutas del punto P (x, y, z),
evitando así la diferencia entre estado previo o posterior al de aplicación del sistema de
fuerzas.
Esta simplificación se conoce como la Hipótesis de los Pequeños Desplazamientos o de la
Rigidez Relativa y resultará de cómoda aplicación en la mayor parte de los casos más
habituales, ya que según ésta, resulta posible plantear las ecuaciones de equilibrio sobre la
estructura sin deformar, sin tener en cuenta los movimientos provocados por la acción de las
fuerzas o cargas exteriores. Como consecuencia de la aplicación del sistema exterior de
fuerzas la forma del sólido elástico no varía de manera significativa. De esta manera resulta
posible determinar las condiciones de equilibrio en estado de sólido deformado admitiendo
que mantiene la misma forma y dimensiones que mostraba en estado previo a la
deformación.

Veamos un ejemplo con este habitual esquema conformado por dos barras de diferente
longitud (AO y BO), de las que se suspende un determinado peso (F) en el punto de unión,
que se supone articulado (ver condiciones de vínculo en Apartado 2.2.1.).

Fig. 4.03. Deformación del sistema de barras.

Realmente las barras se deformarían de acuerdo a los gráficos dispuestos, de tal manera
que las condiciones de equilibrio del nudo O se podrían determinar de acuerdo a la
composición gráfica y a la razón trigonométrica que resulta:
NB· sen (β - ∆β) = NA· sen (α - ∆α)
NA· cos (α - ∆α) + NB· cos (β - ∆β) = F

Pero el sistema de ecuaciones así planteado presenta el problema de requerir el previo


conocimiento de los esfuerzos provocados en las barras (NA y NB) para poder determinar las
deformaciones inducidas.

Si aplicamos el Principio de Rigidez Relativa y admitimos que la forma del sistema no varía de
manera significativa (es decir el sistema como indeformable), las ecuaciones serán
resolubles de manera inmediata, ya que en este supuesto:
NB· sen β = NA· sen α
NA· cos α + NB· cos β = F

Ya hemos dicho que este Principio supone admitir que las condiciones de equilibrio en
estado previo y posterior al de aplicación del sistema de cargas son similares (o casi

Resistencia de Materiales Pág. 4. 91


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

similares). Pero esto no siempre será así, ya que nos encontraremos con buen número de
casos en los que no resulta posible obviar la nueva geometría que resulta de la aplicación
del sistema de fuerzas.

Fig. 4.04. Deformación del sistema de barras.

Por ejemplo, en la figura de la izquierda resulta imposible asumir este Principio de Rigidez
Relativa, ya que su aplicación traería como consecuencia la obtención de un valor de
momento nulo en la dirección de la carga, lo cual no es cierto en la realidad, ya que este
valor dependerá del desplazamiento experimentado.

En el caso de la figura de la derecha, dado un sistema compuesto por elementos elásticos


no resulta posible determinar una relación lineal entre fuerzas (F) aplicadas y
desplazamientos experimentados, de tal manera que el planteamiento de ecuaciones de
resolución precisa conocer la geometría del sistema deformado, en tanto que esta situación
hará variar de forma significativa la geometría original.

4.3. FUERZAS INTERNAS. PRINCIPIO DE SAINT-VENANT.


Ya determinamos en el Capítulo anterior cómo la resolución de sistemas hiperestáticos o
estáticamente indeterminados exigía la colaboración de otro tipo de formulaciones además
de las propias de la Estática. También habíamos estimado que, en general, la determinación
de las condiciones de equilibrio en estos casos se podría abordar teniendo en cuenta las
deformaciones que se producían como consecuencia de la aplicación de las fuerzas.

Si consideramos preciso estudiar las deformaciones que acompañan a la aplicación de


cualquier fuerza, debemos tener en cuenta que cuando se aplica una determinada fuerza
sobre un punto o zona concreta las deformaciones que se experimentarán en la proximidad
de este punto de aplicación serán muy superiores a las que acontecen en zonas alejadas
del mismo. Pero esta realidad implica la necesaria consideración de procesos matemáticos
de análisis que resultan extremadamente complejos, inoperantes para las situaciones más
habituales. Resulta preciso de nuevo establecer algún tipo de consideración o simplificación
que nos permita abordar el tratamiento de estos cuerpos elásticos de una manera más
“práctica”.

Aquí es donde aparece el conocido como Principio de Saint-Venant(4), que permite


establecer que, excepto en la más inmediata proximidad del punto de aplicación de la
carga, se puede asumir que la distribución de esfuerzos es independiente del modo real de
aplicación de dicha carga. Por tanto resulta posible sustituir un determinado tipo de carga,
por otro que resulte más simple o adecuado a fin de poder determinar los esfuerzos que
provocará en un elemento estructural, con la condición de que los sistemas de cargas reales
y los planteados como sustitutivos sean estáticamente equivalentes.

Adhemar Jean Claude Barré Saint-Venant (1797-1886). Ingeniero francés que contribuyó con sus trabajos al
(4)

desarrollo de la teoría de la elasticidad, siendo su nombre asociado al principio de Saint-Venant, relativo al


comportamiento mecánico de sistemas con carga estática equivalente.

Pág. 4. 92 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

"A cierta distancia de la sección donde actúa un sistema de fuerzas, la distribución de tensiones
es prácticamente independiente de la distribución del sistema de fuerzas, siempre que su
resultante y momento resultante sean iguales".

Podemos ver la aplicación de este Principio si consideramos una sección prismática de un


material elástico, sometido a unas fuerzas axiles (F y F´) aplicadas en el centro de sus
extremos.

Figura 4.05. a) Figura 4.05. b) Figura 4.05 c)

La figura de la izquierda (Fig. 4.05. a) refleja la deformación real e inmediata que cabe
esperar como consecuencia de la acción de la carga indicada sobre un cuerpo elástico.
Las zonas inmediatas al punto de aplicación de las cargas se deforman de manera muy
superior a como lo hacen las zonas más alejadas. De esta condición resulta posible asumir
que se ha de producir en estas zonas una importante concentración de tensiones.
La figura central (Fig. 4.05.b) representa la situación en la que la acción de las cargas se
produce con la interposición en los extremos de la pieza de unas secciones o “placas”,
indeformables bajo la acción de la carga, y que interaccionan con la superficie del sólido
elástico permitiendo una libertad de movimiento del mismo (no se encuentran unidas
rígidamente al cuerpo). En este supuesto la aplicación de las cargas F y F´ provocará un
acortamiento del cuerpo que se verá acompañado de un cierto engrosamiento, como ya
concluimos cuando abordamos el concepto del Coeficiente de Poisson en el Capítulo 3. El
cuerpo permanecerá “recto”, todas las secciones planas lo seguirán siendo y todas las
partículas que conforman la pieza se deformarán de manera similar. Esto es lo que
representa la Fig. 4.05. c), en la que se refleja cómo todas estas partículas del cuerpo se
deforman de una manera idéntica. En este caso la distribución de deformaciones a través
del cuerpo resulta uniforme, y por tanto, como vimos en el Apartado 3.4.3, es posible
establecer la relación entre deformación axial (εL) y transversal (εT) a través del Coeficiente
de Poisson, de manera que:
εT= - υ · εL
Si además asumimos que estamos en el rango de proporcionalidad entre esfuerzo-
deformación podremos aplicar la Ley de Hooke, considerando que la tensión media
resultante (σy) se podrá expresar como vimos en el Apartado 3.2 y siguientes:
F
σy =
A
en donde F representa el valor de la fuerza y A el área de la sección transversal del sólido.

Resistencia de Materiales Pág. 4. 93


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

Si quisiéramos analizar resultados más próximos a la realidad podríamos adoptar un criterio


de distribución de tensiones variable en función de la proximidad de la sección de
referencia al punto de aplicación de la carga. Bien podemos emplear la figura adjunta.

Figura 4.06. Distribución de presiones según distancia al punto de aplicación.

De esta figura se puede deducir como a medida que nos alejamos del punto de aplicación
de la carga la distribución de tensiones en la sección de referencia se homogeneíza. Si
comparamos las tensiones que se producirían en estos tres escalones de distancia, función
del espesor “e” de la pieza podemos obtener una idea clara de esta concentración de
tensión que caracteriza la proximidad al punto de aplicación.

• Sección situada a una distancia “e” σmin = 0,973 σmed


σmax = 1,027 σmed
Es decir, la tensión mínima (σmin), la tensión máxima (σmax) y la tensión media (σmed) que se
pueden identificar sobre la sección de referencia situada a una distancia “e” del punto de
aplicación resultan prácticamente iguales. La tensión es homogénea.

• Sección situada a una distancia “e/2” σmin = 0,668 σmed


σmax = 1,387 σmed
La tensión mínima (σmin) resulta próxima a dos terceras partes de la tensión media (σmin≈2/3
σmed), la tensión máxima (σmax) representa en torno a cuatro terceras partes de la tensión
media (σmax≈4/3 σmed), de tal manera que la tensión máxima (σmax) representa el doble de la
tensión mínima (σmin).

• Sección situada a una distancia “e/4” σmin = 0,198 σmed


σmax = 2,575 σmed
La tensión mínima (σmin) resulta equivalente al 20% de la tensión media (σmed), produciéndose
un “pico” de tensión máxima (σmax) que multiplica por doce (12) el valor de la tensión mínima.

Este tipo de análisis carecería de la necesaria operatividad para buena parte de los casos
objeto de estudio en el campo de trabajo más habitual. Así que resultará adecuado
adoptar el criterio expuesto de que la distribución de esfuerzos resulta independiente del
modo real de aplicación de las cargas (excepción hecha de la extrema proximidad al
punto de aplicación de la carga). Este criterio resulta adecuado no sólo para el caso de
cargas “puntuales”, sino también para la práctica totalidad de los tipos posibles de carga.

Pág. 4. 94 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

4.4. FUERZAS EXTERNAS. PRINCIPIO DE SUPERPOSICIÓN.


De nuevo abordamos un criterio de simplificación en el tratamiento de un problema, capaz
de ofrecer resultados lo suficientemente cercanos a la realidad, que permitan admitir lo
adecuado de su aplicación. En este sentido el Principio de Superposición permitirá abordar
el tratamiento de un conjunto o sistema de cargas complejo, subdividiéndo la acción de
cada fuerza del conjunto, y estudiando el efecto del conjunto como suma del efecto de
cada acción aislada.
El Principio de Superposición fue determinado por Euler(5), que estableció:
" Si los desplazamientos y las tensiones, en los sistemas elásticos, son proporcionales a las cargas
que los producen, entonces, los desplazamientos totales y las tensiones totales, resultantes de
la aplicación de varias cargas, serán la suma de los desplazamientos y de las tensiones
originadas por cada una de las cargas"
De una manera sencilla este Principio supone asumir que las condiciones que derivan de la
aplicación de un sistema de acciones (conjunto de acciones) resultan similares a la suma de
las condiciones que derivan de la acción aislada de cada una de las fuerzas. Es decir, las
condiciones de equilibrio que resultan de la acción simultánea de varias fuerzas es igual a la
superposición de las soluciones que responden a cada uno de los estados de equilibrio
resultado de cada fuerza actuando de manera independiente.

Resulta posible aplicar este Principio a todos aquellos sistemas en los que se mantiene la
linealidad entre acción de las fuerzas exteriores y desplazamientos, de tal manera que para
cualquier punto de un sólido elástico sometido a un conjunto de fuerzas, el resultado de
tensiones y deformaciones será el mismo que el resultado de la suma de tensiones y
deformaciones provocadas por cada fuerza del conjunto actuando de manera aislada. Por
tanto estaremos frente a cuerpos y solicitaciones para los que se verifica la Ley de Hooke.

Para poder establecer su aplicación será necesario además de que exista esta relación
lineal entre tensión y deformación, asegurar que resulta posible aplicar el que hemos
denominado como Principio de la Rigidez Relativa, en tanto que el efecto del sistema de
acciones no hará variar sensiblemente la geometría original.
Una conclusión inmediata que se puede obtener en los sistemas para los que resulta
aplicable este Principio es que el estado final del sólido elástico no depende del orden en
que se aplican las acciones exteriores.
De una forma resumida, podrá ser aplicado este Principio:
- El sólido elástico es continuo y permanece continuo bajo las acciones exteriores.
- Existe una relación lineal entre tensiones y deformaciones.
- Resulta aplicable el Principio de Rigidez Relativa, es decir, los desplazamientos,
deformaciones y giros son tan pequeños que resultan despreciables (ver Apartado
4.2).
- Actuamos en el rango de proporcionalidad en el que se asume que la deformación
del sólido es recuperable, es decir, que una vez que cesa la acción, el sólido es
capaz de retornar a su estado original.

(5)Leonhard Paul Euler (1707 - 1783). Físico y matemático suizo considerado el principal matemático del siglo XVIII y

como uno de los más grandes de todos los tiempos. En el campo de la mecánica del sólido rígido definió los
llamados «tres ángulos de Euler para describir la posición» y publicó el teorema principal del movimiento. En el
campo de la estructuras es también conocido por la ley que lleva su nombre sobre el pandeo de soportes
verticales y determinación de la carga crítica de las columnas.

Resistencia de Materiales Pág. 4. 95


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

Estas condiciones, produciéndose de manera simultánea conducen al planteamiento de


ecuaciones matemáticas de carácter lineal. Pero existen sistemas en las que no resulta
plantear este Principio, tal y como representa el ejemplo siguiente.

Figura 4.07. Sistema en el que no se verifican las condiciones precisas del Principio de Superposición.

Si aplicamos las condiciones de equilibrio, de acuerdo a todo lo expuesto en los apartados


anteriores:

NA = NB = N Æ F = 2 N sen α

L L Lα 2
∆L = ( −L = (1 − cos α ) ≈
cos α cos α 2

De acuerdo a lo expuesto en el Apartado 3.2.2, el alargamiento unitario (ε) resultante será:


∆L α ²
ε= =
L 2
y de acuerdo a lo expuesto en el Apartado 3.4.1, conforme a la Ley de Hooke:
σ σ
E= Æε=
ε E
en donde E representa el valor del módulo de elasticidad, pudiendo determinar además
que la tensión (σ) resultante de la aplicación de la acción de N sobre la sección de la barra
(A) resultará:
N N α² α² ⋅ A⋅E
σ= Æε= = ÆN=
A A⋅E 2 2
De esta expresión podemos deducir el valor de α, de tal manera que:
2 ⋅N
α² =
A⋅E
Si entendemos que el valor de α será muy pequeño y traslados esta idea a la condición de
equilibrio inicial:
F
F = 2 N sen α Æ F = 2 N α ÆN=

y operando:
2 ⋅N 2 F F F F
α² = = ⋅ = Æ α³ = Æα= 3
A ⋅ E A ⋅ E 2α A ⋅ E ⋅ α A⋅E A⋅E

La deformación (δ) que experimentará el sistema, identificado por la el segmento OO´


queda determinada por la expresión:
δ = L · sen α ≈ L· α

Pág. 4. 96 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

De tal manera que si aplicamos el valor deducido de α, obtendremos que la deformación


resultante (δ) se podrá expresar como:

F
δ=L· 3
A⋅E

Hemos determinado de esta manera el desplazamiento producido (δ) como consecuencia


de la aplicación de la carga F. De esta condición matemática se verifica que no existe
relación de linealidad entre el valor de la carga aplicada y el desplazamiento inducido, de
tal manera que no resulta posible aplicar el Principio de Superposición de Efectos.

4.5. HIPÓTESIS DE NAVIER-BERNOUILLI.


De alguna manera ya la hemos enunciado, y permite suponer que:

“Las secciones transversales planas antes de la deformación, permanecen planas después de


la deformación y normales al eje deformado, variando tan poco, que podemos considerar
que mantiene la misma forma y dimensiones iniciales”.

Resulta posible determinar esta hipótesis a través de la imagen del sólido elástico que
habíamos contemplado en el análisis del Principio de Saint-Venant. Volvamos a ella y
supongamos que en esta ocasión las fuerzas que se originan en los extremos del prisma son
de tracción, tratando de alargar la sección en la dirección del eje “y”, que resulta ser la
directriz principal de la pieza. Si observamos las figuras representadas (Fig. 4.08) y
determinamos lo que le sucede a una partícula (ABCD) como consecuencia de la
deformación producto del efecto de la fuerza F, estableceremos la geometría de la
partícula deformada como A´B´C´D´. Todo el conjunto de puntos situados en la dirección de
la dimensión principal se deforman (alargan) por igual. Si comparamos el sector AC y BD con
los vectores A´C´ y B´D´ respectivamente estableceremos la igualdad en el incremento de
longitud, de tal manera, que podremos establecer que la deformación longitudinal unitaria
(εy) es constante, es decir:
εy = cte.

Figura 4.08. Análisis de las condiciones de aplicación del Principio de Superposición.

Resistencia de Materiales Pág. 4. 97


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

Si recordamos de nuevo la Ley de Hooke y establecemos la conocida relación entre tensión


y deformación:
σ
εy = y = cte.
E
siendo E el Módulo de Young (deformación lineal) del material correspondiente, que de
acuerdo a lo expuesto en el Apartado 3.4.1 responde a un valor “constante” para cada
material.

Por tanto podemos determinar que:


σy = εy · E = cte. Æ σy = cte.

Es decir, que la tensión que se produce en la dirección del esfuerzo se mantiene constante.
Esta condición permite asumir que el sólido es elástico en el sentido longitudinal y rígido en el
sentido transversal. Por tanto la aplicación de esta Hipótesis de Navier-Bernoulli nos permitirá
obtener los desplazamientos de cualquier punto de la sección transversal a partir de
únicamente seis grados de libertad (consideración de un plano rígido), que normalmente se
corresponderán a las tres componentes del desplazamiento y a las tres componentes del
giro de la sección transversal desde el centro de gravedad, simplificando de esta manera el
tratamiento matemático del problema.

4.6. SECCIONES SIMPLIFICADAS EN EL CAMPO DE LA RESISTENCIA.


Ya hemos visto las condiciones de principio que se asumen en el tratamiento de problemas
de Resistencia de Materiales y las algunas de las propiedades fundamentales de los
materiales habitualmente empleados en los sistemas estructurales. Trataremos ahora el tipo
de sección simplificada que identifican las “formas” que resultan más frecuentes en el
campo del diseño estructural y que bien nos servirán para establecer futuras idealizaciones
del comportamiento cierto de los elementos que conforman nuestras estructuras.

Resulta habitual agrupar los cuerpos en cuatro formas fundamentales, que son:

• La barra (viga), entendida como cuerpo prismático que posee una dimensión
(longitud) mucho mayor que las otras dos dimensiones, que se identifican como
transversales.
Representa la “forma” más habitual tanto por condiciones de optimización de las
propiedades del material como por condiciones de trabajabilidad del mismo. Si
pensamos en elementos tales como pilares o vigas entenderemos lo habitual de
recurrir a secciones cuadradas, circulares o rectangulares para este tipo de
elementos caracterizados por su componente lineal.
Se emplearán tanto secciones macizas, como secciones que podríamos llamar
complejas, de paredes delgas por ejemplo, como pueden ser las secciones tubulares
habituales en los sistemas de acero.
Pueden presentar una directriz recta o curva indistintamente.

• La placa identifica un cuerpo caracterizado por una dimensión (espesor) mucho


menor que las otras dos (caras o planos).
En general presentan espesor constante, como puede suceder con las losas
habituales en la formación de plantas de piso de las estructuras, aunque también
pueden tener un espesor variable. Su geometría (planta) puede presentar infinitas
formas, cuadrada, rectangular, redonda,…
Al lugar geométrico en el que se encuentran los puntos equidistantes de ambas
caras se le denomina superficie media.

Pág. 4. 98 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

• La cáscara o bóveda presenta conceptos formales similares a los de la placa, pero


en este caso las superficies planas que habíamos denominado caras no se presentan
planas.
De acuerdo a la forma de su superficie media se distinguen bóvedas cilíndricas,
cónicas, esféricas,…

• Por último estará el bloque o macizo, que identifica a aquellos cuerpos en que sus
tres dimensiones mantienen dimensiones similares.
No resulta un tipo formal muy habitual y podría englobar elementos estructurales
tales como zapatas de cimentación, muros de gravedad,…

Fig. 4.09. Formas fundamentales en el análisis de Resistencia de Materiales.

Resistencia de Materiales Pág. 4. 99


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

4.7. CARACTERÍSTICAS GEOMÉTRICAS DE LAS SECCIONES PLANAS.


Identificadas las formas fundamentales que representan los elementos estructurales más
habituales, resulta preciso establecer también las condiciones que caracterizan a sus
secciones (transversales) sobre las que resulta común establecer los diferentes análisis.

4.7.1. CENTROIDE. ANALOGÍA CON EL CENTRO DE GRAVEDAD.


En la definición que hemos establecido sobre los conceptos de tensión (σ) y deformación
unitaria (ε) hemos asumido que el esfuerzo (tensión) normal se encuentra distribuido
uniformemente sobre el conjunto del área de la sección (A), de acuerdo a la relación
definida de:
F σ
σ= ε=
A E
Veamos que sucede en una idealización de la sección transversal de análisis, de área A,
sometida a la fuerza exterior F. Podemos representar esta sección ideal respecto a un eje de
coordenadas, de tal manera que conozcamos las coordenadas del punto P, que identifica
la intersección con la línea de acción de la fuerza axial F. Las coordenadas de este punto P
podrán ser identificadas como XP e YP.

Fig. 4.10. Determinación del centroide de una sección.

Podemos determinar los momentos correspondientes a las direcciones X e Y, respecto de


cualquier punto de dichos ejes, tal y como indicamos en el Apartado 1.2.2, de tal manera
que:
Mx = F · YP My = - F · XP

Si consideramos ahora una fracción minúscula de esta sección y por tanto le asignamos un
área dA, situando esta fracción en unas coordenadas XA e YA, podemos determinar que la
fuerza (FdA) que solicita esta fracción resultará:
F
σ= ÆF = σ · A Æ FdA = σ · dA
A
de tal manera que los momentos resultantes en cada dirección se podrán expresar como:
MxdA = σ · dA · YA MydA = - σ · dA · XA

Si extrapolamos estos valores al conjunto de la sección, los momentos totales se


determinarán integrando sobre el conjunto del área transversal, es decir:

Mx = ∫ σ ⋅ dA ⋅ y My = - ∫ σ ⋅ dA ⋅ x

Pág. 4. 100 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

Si igualamos las expresiones de momentos obtenidas como función de la fuerza (F) y de la


tensión (σ) podemos deducir:

F · YP = ∫ σ ⋅ dA ⋅ y F · XP = ∫ σ ⋅ dA ⋅ x

Por definición los esfuerzos (σ) resultan uniformemente distribuidos, es decir, su valor resultará
constante sobre el área de la sección transversal (A) y ya determinamos que su valor resulta
F
de la expresión σ = , por lo que las formulaciones anteriores se podrían expresar:
A

YP· A = ∫ dA ⋅ y XP· A = ∫ dA ⋅ x
en donde las coordenadas XP e YP se definen como las coordenadas del centroide del área
transversal.

Pongamos este concepto en relación con nuestro más habitual “centro de gravedad”,
identificado como el punto de paso de la resultante equivalente de todas las fuerzas de
“atracción” que solicitan un cuerpo.

Fig. 4.11. Determinación del centro de gravedad.

Imaginemos la figura anterior, de tal manera que la sección plana representada tenga un
peso W, que resultará de la suma del peso unitario de cada partícula que lo constituye. Es
decir, si dividimos la sección en “n” partes de peso ∆W1, ∆W2, …, ∆Wn, correspondientes a
coordenadas de posición (X1,Y1), (X2,Y2),… (Xn,Yn), podemos determinar que:
∑Fv Æ W = ∆W1 + ∆W2 + …+ ∆Wn

Los momentos correspondientes a los ejes X e Y se podrán expresar como la suma de los
momentos correspondientes a cada fracción o partícula, de tal manera que las
coordenadas X e Y del punto G, por donde debería pasar la fuerza resultante W,
responderían a:
∑My Æ X · W = X1· ∆W1 + X2 · ∆W2 + …+ Xn · ∆Wn
∑Mx Æ Y · W = Y1· ∆W1 + Y2 · ∆W2 + …+ Yn · ∆Wn

y por tanto, para elementos infinitésimamente pequeños (∆Wn) se podrá expresar:

W= ∫ dW X · W = ∫ dW ⋅ x Y·W= ∫ dW ⋅ y

Resistencia de Materiales Pág. 4. 101


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

Una aplicación inmediata que podemos obtener de este análisis es que siempre resultará
posible encontrar un sistema equivalente de cargas para el caso de un estado de carga
poligonal, sin más que adoptar el correspondiente a la resultante de cargas del área

Y
correspondiente, aplicado sobre el punto de coordenadas XP e YP o bien e
correspondiente.

POSICIÓN DEL CENTROIDE


GEOMETRÍA DE LA SECCIÓN ÁREA
X Y

h b ⋅h
Área triangular
3 2

Un cuarto de 4⋅r 4⋅r π ⋅r2


área circular 3 ⋅π 3 ⋅π 4

4⋅r π ⋅r2
Área semicircular 0
3 ⋅π 2

Un cuarto de 4⋅a 4 ⋅b π ⋅a⋅b


área elíptica 3 ⋅π 3 ⋅π 4
4 ⋅b π ⋅a⋅b
Área semielíptica 0
3 ⋅π 2
Área 3⋅a 3 ⋅h 2 ⋅a⋅h
semiparabólica 8 5 3
3 ⋅h 4 ⋅a⋅h
Área parabólica 0
5 3

3⋅a 3 ⋅h a⋅h
Área parabólica
4 10 3

2 ⋅ r ⋅ senα
Sector circular 0 α ⋅r2
3 ⋅α

Tabla 4.01. Características Geométricas de las Secciones. Centroides y Áreas.

Pág. 4. 102 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

4.7.2. PRIMER MOMENTO DEL ÁREA. MOMENTO ESTÁTICO.

Ya hemos determinado el sistema que nos permite establecer las coordenadas del centroide
de una sección cualquiera, mediante la aplicación de las expresiones:

Y·A= ∫ dA ⋅ y X · A = ∫ dA ⋅ x
Al segundo término de estas expresiones se le conoce como Primer Momento del Área A (S)
de una sección, de tal manera que podemos definir el:
Primer Momento del Área A, respecto del eje Y Sy = ∫ dA ⋅ x = X · A
Primer Momento del Área A, respecto del eje X Sx = ∫ dA ⋅ y = Y · A
Es decir, podemos identificar los Primeros Momentos del Área A, como resultado del

Y
producto del área (A) de la sección por las coordenadas de su centroide ( e ).

Si volvemos al ejemplo representado en la figura anterior (Fig. 4.11), de peso W, y que


habíamos dividido para su análisis en “n” fracciones o partículas menores, podremos
determinar que:
∑My Æ X · W = X1· ∆W1 + X2 · ∆W2 + …+ Xn · ∆Wn Æ X · W = ∑ x i · Wi
∑Mx Æ Y · W = Y1· ∆W1 + Y2 · ∆W2 + …+ Yn · ∆Wn Æ Y · W = ∑ y i · Wi

Y
Por tanto, si la placa es homogénea el centro de gravedad G ( e ) coincidirá con el
centroide C (XP e YP) de su área transversal.

En el mundo del cálculo y análisis de estructuras acostumbramos a identificar este Primer


Momento como Momento Estático del Área y lo identificamos habitualmente con la letra S,
así que a partir de este momento adoptaremos esta identificación. En base a la expresión
de la que resulta S, podríamos asumir la analogía de este valor con la forma en que se
determina el momento de una fuerza cualquiera respecto de algún eje de referencia.
Intentemos concretar las determinaciones anteriores en expresiones más prácticas.

Fig. 4.12. Determinación del Momento Estático del Área A.

Dada la sección transversal que ya estamos utilizando, para una fracción de la misma, de
área dA, podemos expresar el producto del área por la distancia YA al eje X como:
dSx = YA · dA
y de forma análoga con respecto al eje Y resultará:
dSy = XA · dA

Resistencia de Materiales Pág. 4. 103


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

Si estos valores representan el Momento Estático del Área (dA) con respecto a los ejes X e Y,
para obtener el Momento Estático del Área A no tendremos más que integrar los factores
para contemplar así todas las fracciones en que hemos subdividido el área A. De esta
manera:
Sx = ∫ A
y ⋅ dA Sy = ∫ x ⋅ dA
A

Si adoptamos este criterio de subdividir un determinado área (A) en formas menores de las
cuales conozcamos su área (A1, A2,…, An), y posición de centroide correspondiente ( x 1, x 2,
..., x n), podremos determinar las coordenadas del centroide del área total. Recordando la
definición de Primer Momento de Área A (S), como producto del área total por las
coordenadas del centroide:

Sy = = X · (A1 + A2 + … + An) = x 1 · A1 + x 2 · A2+ … + x n · An = X · ∑A = ∑ X · A


Sx = = Y · (A1 + A2 + … + An) = y 1 · A1 + y 2 · A2+ … + y n · An = Y · ∑A = ∑ Y · A
Si el centroide C (analogía con centro de gravedad) de la figura posee las ya indicadas
coordenadas X e Y , podremos determinar el momento equivalente correspondiente a la
carga transmitida por la sección sin más que considerar la carga puntual equivalente F,
aplicada en dicho punto. De esta manera:

Sx = Y · F Sy = X · F
O bien:
Sx Sy
Y= X=
F F
Un ejemplo práctico puede resultar el siguiente, en el que subdividiremos la figura original de
área A, en tres partes de los que conocemos áreas (A1, A2 y A3) y posición de sus centros de
gravedad relativos (x1-y1, x2-y2, x3-y3).

Fig. 4.13. Determinación del Momento Estático de Áreas Compuestas.

A = A1 + A2 + A3
n
Sx = A1 · y1 + A2 · y2 + A3 · y3 Æ Sx = ∑ A i ⋅ y i
i =1
n
Sy = A1 · x1 + A2 · x2 + A3 · x3 Æ Sy = ∑ A i ⋅ x i
i =1
X
Y

Pudiendo determinar la posición del centro de gravedad ( e ) del conjunto sin más que:
n n
∑ Ai· x i ∑ Ai· y i
X

Sy i =1 Sx i =1
= = n
= = n
F F
∑ Ai ∑ Ai
i =1 i =1

Pág. 4. 104 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

4.7.3. SEGUNDO MOMENTO DEL ÁREA. MOMENTO DE INERCIA.

Para poder definir con rigor y precisión el concepto de Segundo Momento del Área o
Momento de Inercia resulta preciso acudir a ciertos conceptos que se desarrollan en base a
la Teoría de Flexión que veremos en el Capítulo siguiente. No obstante y dado que parece
sensato agrupar la definición y tratamiento de aquellos parámetros que dependen de la
forma y área de las secciones, abordaremos de forma sencilla el concepto que representa
este valor de Momento de Inercia (I). Para ello utilizaremos la sección representada en la
Fig. 4.12, que responde a un área total A y que habíamos contemplado como divisible en
“n” fracciones de área dA.

Podemos definir como Segundo Momento o Momento de Inercia de una sección (A) con
respecto al eje X (Ix) al valor que resulta del producto de cada fracción de área dA en que
podemos subdividir el área en estudio, por el cuadrado de la distancia YA al eje X, de tal
manera que si contemplamos el conjunto de “n” fracciones:
dIx = y² · dA Æ Ix = ∫ A
y 2 ⋅ dA

Análogamente podemos definir el Momento de Inercia de dicha sección con respecto al


eje Y (Iy) como el valor que se obtiene mediante el producto de cada fracción de área dA,
por el cuadrado de la distancia al XA al eje Y, y si de nuevo contemplamos el conjunto de
fracciones en que se ha dividido la sección:
dIy = x² · dA Æ IY = ∫ A
x 2 ⋅ dA

Para poder evaluar los valores de Momentos de Inercia de secciones de área A resulta
sumamente práctico subdividir la sección en fracciones menores (dA), de tal manera que
éstas permitan entender la sección total como suma de “tiras” muy delgadas y, en todos los
casos, paralelas a los ejes de coordenadas.

dA = (Xa – x) · dy dA = y · dx dA = dx . dy

dIx = y²· dA dIy = x²· dA dIx = y²· dA dIy = x²· dA

Fig. 4.14. Determinación del Momento de Inercia del Área.

Para poder determinar el Momento de Inercia según el eje X, es decir Ix, seleccionaremos un
tira paralela al eje X, de grosor dy, de tal manera que todos sus puntos tengan una misma
coordenada y. El momento de inercia dIx se obtendrá, como ya se ha dicho, como el
producto del área de la fracción (dA) por la coordenada y, al cuadrado (y²).
Yb
dIx = y²· dA Æ Ix = ∫ y =0
y ² ⋅ dA

Resistencia de Materiales Pág. 4. 105


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

De forma análoga podemos determinar el Momento de Inercia en la dirección Y (Iy), de tal


manera que:
Xa
dIy = x²· dA Æ Iy = ∫ x =0
y ² ⋅ dA

Aplicando este criterio resulta relativamente sencillo determinar el Momento de Inercia de


ciertas áreas habituales, que caracterizan las secciones de los elementos estructurales.
Veamos, por ejemplo, cómo podemos determinar el Momento de Inercia de una sección
rectangular.

Área rectangular con respecto a su base.

Si dividimos el rectángulo en “tiras” muy estrechas paralelas a


eje X, las dimensiones de estos diferenciales resultarán:

dA = b · dy Æ dIx = y² · b · dy

h h 1
Ix = ∫ 0
y ² ⋅ dA = ∫ o
y ² ⋅ b ⋅ dy =
3
b· h³

Fig. 4.15.1. Momento de Inercia respecto de su base.

Área rectangular con respecto a su centro de gravedad.

Análogamente determinaremos un diferencial paralelo al eje


X, de grosor dy, de tal manera que:

dA = b · dy Æ dIx = y² · b · dy

h2 h2 1
Ix = ∫ −h 2
y ² ⋅ dA = ∫ −h 2
y ² ⋅ b ⋅ dy =
12
b· h³

Fig. 4.15.2. Momento de Inercia respecto de su centro de gravedad.

Pág. 4. 106 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

GEOMETRÍA DE LA SECCIÓN MOMENTO DE INCERCIA ÁREA


1
I x' = ⋅ b ⋅ h3
12
1
I y' = ⋅ b3 ⋅ h
12
Rectángulo b ⋅h
1
I x = ⋅ b ⋅ h3
3
1 3
Iy = ⋅ b ⋅ h
3

1
I x' = ⋅ b ⋅ h3
36 b ⋅h
Triángulo
1 2
Ix = ⋅ b ⋅ h3
12

1
Círculo Ix = Iy = ⋅π ⋅r4 π ⋅r2
4

1
Ix = Iy = ⋅π ⋅r4
8 π ⋅r2
Semicírculo
1 2
JO = ⋅π ⋅r4
4

1
Ix = Iy = ⋅π ⋅r4
Un cuarto de 16 π ⋅r2
círculo 1 4
JO = ⋅π ⋅r4
8

1
Ix = ⋅ π ⋅ a ⋅ b3
4
1
Elipse Iy = ⋅ π ⋅ a3 ⋅ b π ⋅a⋅b
4
JO
1
(
= ⋅ π ⋅ a ⋅ b ⋅ a2 + b 2
4
)

Tabla 4.02. Características Geométricas de las Secciones. Momentos de Inercia y Áreas.

Resistencia de Materiales Pág. 4. 107


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

4.7.4. MOMENTO POLAR DE INERCIA.

Otra razón que puede ser de utilidad es la que determina el llamado Momento Polar de
Inercia, que se establece respecto de un “polo”. Si observamos la figura adjunta
determinaremos que el Momento Polar de Inercia (JO) del área A, puede definirse a partir del
producto de la fracción de área (dA) multiplicada por el cuadrado de la distancia (r) que
separa el centro de esta fracción del polo o punto de referencia O. Por tanto:

dJO = r²· dA Æ JO = ∫ r ² ⋅ dA

Fig. 4.16. Momento Polar de Inercia de un área.

Resulta posible establecer una relación entre los Momentos de Inercia anteriormente
determinados para las direcciones X e Y, y el Momento Polar de Inercia, de tal manera que si
expresamos el valor de la distancia r en función de las coordenadas de XA e YA podremos
determinar que:

JO = ∫ r²· dA = ∫ (x² + y ²)· dA = ∫ y²· dA + ∫ x²· dA = I x + Iy

Es decir, el Momento Polar de Inercia respecto de un punto O resulta equivalente a la suma


de los Momentos de Inercia respecto de dos ejes de coordenadas ortogonales (X e Y), cuyo
origen se situara en dicho punto.

Veamos lo que sucede con un área circular.

Círculo con respecto a su centro de gravedad.

Sea el círculo representado en donde los ejes de


coordenadas X e Y coinciden sobre el centro de
gravedad del área de dicho círculo de radio “r”
El área de dicho círculo resultará A = π· r² y si elegimos una
rebanada de ancho dR, situada a una distancia “r” del
centro podemos determinar que:
R R 1
J0 = ∫ r ² ⋅ dA = ∫ r ² ⋅ 2 ⋅ π ⋅ r ⋅ dR = π ⋅ r 4
r =0 r =0 2
Como ya hemos visto J0 = IX + Iy y dada la simetría que
resulta de posicionar el eje de coordenadas en el punto
G, podemos determinar que:
J0 1
Ix = Iy = = π ⋅ r4
2 4
Fig. 4.17. Momento Polar de Inercia.

Pág. 4. 108 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

4.7.5. RADIO DE GIRO DE UN ÁREA.

Podemos definir el Radio de Giro de un área, respecto de un eje que pasa por su centro de
gravedad, como la distancia (i) desde el eje en la que se podría disponer el área
concentrada, de tal manera que resulte el mismo Momento de Inercial del Área total.
Es un indicador de la disposición del área de una figura con respecto a su eje y resulta
posible establecer una cierta analogía de cálculo con las expresiones que habíamos
empleado en la determinación de los Momentos de Inercia de un Área en el Apartado 4.7.3,
en donde habíamos determinado que para el caso de una fracción dA el momento
respecto al eje X se podía expresar como:

dIx = y²· dA Æ Ix = ∫ A
y ² ⋅ dA

de tal manera que llamando ix al Radio de Giro respecto a dicho eje X resultará de la
condición:
Ix
Ix = ix2 · A Æ ix =
A
Análogamente resultará el Radio de Giro respecto al eje Y, que se puede expresar como:
Iy
Iy = iy2 · A Æ iy =
A
También podemos determinar el Radio de Giro respecto a un polo O, de la misma manera
que habíamos establecido en el caso de la determinación del Momento de Inercia:
dJO = r²· dA Æ JO = ∫ r ²· dA

Jo
iO =
A
Pudiendo establecer de nuevo la relación entre valores correspondiente a Radio de Giro
Polar y Radio de Giro respecto a los ejes X e Y, conocidas las coordenadas del punto O:

JO = Ix + Iy = ix2 · A + iy2 · A
JO = iO2 · A
iO² = ix² + iy²

Círculo con respecto a su centro de gravedad.


Ya habíamos determinado los valores del Momento Polar de
Inercia (JO) y relacionado éste con los valores de los
Momentos de Inercia respecto a los ejes X e Y (Ix e Iy)
r

R R 1
J0 = ∫ r ² ⋅ dA = ∫ r ² ⋅ 2 ⋅ π ⋅ r ⋅ dR = π ⋅ 4
r =0 r =0 2
r

J0 1 4
IX = Iy = = π⋅
2 4
Los Radios de Giro respecto a los ejes X e Y resultarán:
r r

1
r

r
²

Ix π⋅ 4
4 r²
ix = iy = = = = Æ ix² + iy² =
A π⋅ 2 4 2 2
r r

1
r

r
²

Jo π⋅ 4
2 r²
Fig. 4.18. Radio de Giro Polar. iO = = = = Æ iO² =
A π⋅ 2 2 2 2

Resistencia de Materiales Pág. 4. 109


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

4.7.6. TEOREMA DE LOS EJES PARALELOS O TEOREMA DE STEINER.

Hemos considerado la determinación del Segundo Momento del Área o Momento de


Inercia de una sección desde un punto o situación. Veamos ahora lo que sucede si
trasladamos este eje de coordenadas a un punto situado en un eje paralelo al originalmente
determinado.

En este caso, reflejado en la figura


adjunta resulta posible determinar el
Momento de Inercia respecto al eje X
(Ix), de tal manera que:
Ix = ∫ A
y ² ⋅ dA = ∫ A
(y 0 + dy)² ⋅ dA
Ix=

∫ A
y 20 ⋅ dA + 2 ⋅ dy ⋅ ∫ A ∫
y 0 ⋅ dA + dy ² ⋅ dA
A

Fig. 4.19. Traslación de ejes de referencia.

Si analizásemos el Momento respecto al original eje X0 situado en el centroide del área:


Ix0 = ∫ A
y 20 ⋅ dA , valor que corresponde con el primer término de la ecuación anterior.

El segundo término de la ecuación resultará lógicamente nulo, ya que hemos establecido


que el eje X0 se encuentra sobre el punto centroide (Y0 = 0). Por tanto la expresión anterior se
puede determinar como:
Ix = Ix0 + dy²· A

Esta razón se conoce como el Teorema de Steiner(6), que establece que el momento de
inercia de una sección respecto de un eje (Ix) cualquiera será igual a la suma del momento
de inercia respecto de un eje paralelo al anterior que pase por su baricentro (Ix0) más el
área de la sección (A), multiplicada por el cuadrado de la distancia (dy) entre ambos ejes.
Si recordamos la definición de Radio de Giro (i) del Apartado anterior podemos relacionar
también los radios de giro correspondiente a los ejes X y X0, de tal manera que dividiendo la
ecuación anterior por el área de la sección (A):

Ix I dy 2· A
= x0 + Æ i 2x = i 2x 0 + dy 2
A A A

Por tanto resulta posible determinar el Radio de Giro de una sección respecto de un eje
cualquiera (ix) sin más que conocer el Radio de Giro respecto de un eje paralelo a ésta que
pase por el baricentro de la sección (ix0) y la distancia que separa ambos ejes (dy).

(6)Jakob
Steiner (1796 - 1863). Matemático suizo que centró sus trabajos en la geometría, que desarrolló en
el campo sintético. Estableció las bases de la geometría pura moderna, presentando las formas
geométricas y la correlación entre ellas. Analiza por primera vez el Principio de Dualidad, como
consecuencia de las propiedades fundamentales del plano, la línea y el punto.

Pág. 4. 110 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

4.7.7. EJES PRINCIPALES DE INERCIA.

Se determina como Producto de Inercia (Ix0y0) de una sección cualquiera (A) respecto de
dos ejes cualquiera (Xo e Y0) a partir de la expresión:

Ix0y0 = ∫ A
x 0 ⋅ y 0 ⋅ dA

Definido este valor, resulta posible establecer que para cualquier sección se pueden
determinar dos ejes (X e Y), situados en el baricentro o centroide (C), de tal manera que el
Producto de Inercia (Ixy) de dicha sección respecto a ellos resulta nulo.

Fig. 4.20. Ejes Principales de Inercia.

A estos ejes (X e Y) se les conoce como Ejes Principales de Inercia y resulta posible
establecer su relación con cualquier otro sistema de ejes (X0 e Y0) que pasen por su
baricentro y que formen con el anterior un ángulo α, de tal manera que:
2 · I x 0y0
tan 2α = −
I y0 − I x 0

De esta expresión podemos deducir que para el caso de secciones simétricas, las más
habituales en nuestro campo, el sistema de coordenadas conformado por el eje de simetría
de la sección y otro perpendicular a éste que pase por el baricentro, conforman los Ejes
Principales de Inercia, resultando que el producto de inercia es nulo.

4.8. RESISTENCIA Y RIGIDEZ.


Es fácil deducir, por el desarrollo que se ha hecho en estos últimos apartados, la importancia
que tienen determinadas condiciones geométricas de la sección transversal de las piezas
que se ven sometidas a la acción de una fuerza. Hemos desarrollado con cierto detalle los
temas referidos a tensiones y esfuerzos sobre secciones ideales (rebanadas) representativas
de las piezas analizadas y hemos establecido algunas características básicas de las
secciones planas que responden a las “caras” de estas rebanadas.

Bien podríamos decir que una buena parte de nuestro trabajo, enfocado desde el punto de
vista de la Resistencia de Materiales, se fundamenta en ser capaces de determinar las
dimensiones más adecuadas que precisa una sección transversal para ser capaz de
soportar de manera segura, los esfuerzos a que se verá sometida. Por ello establecimos la
necesidad de grafiar el resultado del análisis de estos esfuerzos (Leyes de Esfuerzos), con el
fin de determinar el valor máximo de éstos y su punto de aplicación en el desarrollo de la
pieza.

Resistencia de Materiales Pág. 4. 111


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

Tratado ya el concepto de Equilibrio, estableceremos ahora que esas dimensiones “ideales”


de la sección se pueden determinar en condiciones de Resistencia o de Rigidez y de
Estabilidad. Resulta evidente que el criterio de Resistencia se convertirá en la condición
principal que ha de satisfacer cualquier elemento estructural. No podemos permitir que un
elemento se agote, es decir, “rompa” como consecuencia de no ser capaz de soportar el
esfuerzo que le solicita. Comentamos en Capítulos anteriores algunas propiedades físicas de
ciertos materiales habituales en el campo del diseño estructural, estableciendo cual era el
comportamiento que cabría esperar de cada uno de ellos. El conocimiento de estas
propiedades nos permitirá establecer los valores de tensión máxima que la sección podría
asumir previo a alcanzar este punto de rotura o fallo. De alguna manera debemos
reconocer que estas propiedades corresponden con situaciones ideales que difícilmente
pueden concurrir en la realidad, así que resultará adecuado limitar el valor de estas
tensiones máximas a fin de aportar un necesario rango de seguridad. A estos valores
limitados por condición de seguridad se les conoce como Tensiones Admisibles y sobre las
razones de aplicación incidiremos más adelante.

De esta manera, evaluadas las tensiones pésimas y expresadas a través de los esfuerzos de
la sección, basta conocer la tensión que resulta admisible para poder dimensionar la
sección. Resultará tan sencillo como adoptar unas dimensiones para las cuales no sea
sobrepasado el valor de tensión admisible (normal, tangencial o equivalente).

Pero para que la sección resulte válida también es preciso que cumpla su misión en
condiciones de servicio válidas. Es decir, que como consecuencia del trabajo que desarrolla
no se produzcan deformaciones (o desplazamiento) que impidan el correcto “uso” de la
pieza. Abandonamos el campo de la Resistencia y entramos en el campo de la Rigidez.

En general, la deformabilidad o rigidez de las piezas para las que de forma habitual
limitemos las condiciones de servicio (elementos lineales de directriz horizontal-vigas) vendrá
caracterizada por el valor de la flecha (δ) y por el ángulo de giro resultante (θ) y a ello
destinaremos preferentemente el Capítulo 6.

Debemos recordar además, que la resolución de los sistemas estáticamente indeterminados


precisa del conocimiento del estado deformado, así que será preciso abordar este tema
previo al estudio de los sistemas de análisis de sistemas hiperestáticos, que serán abordados
en un Capítulo propio.

4.9. TENSION, ESFUERZO Y DEFORMACION.


Si sometemos cualquier elemento estructural a una acción (inicialmente exterior),
provocaremos en él la generación de una fuerza interior que tratará de oponerse al efecto
de la acción exterior. Esta fuerza interna con el que el elemento responde a la acción
exterior es lo que hemos venido en denominar esfuerzo(7). Dado que la respuesta de la pieza
se materializa con la generación de una fuerza interna, y que esa fuerza actuará sobre un
plano determinado de la sección, podemos decir que el esfuerzo es un indicador de la
intensidad de la fuerza sobre dicho plano. Podemos clasificar los esfuerzos en función a la
dirección relativa de esta fuerza respecto a determinados planos, pero en general la
clasificación más habitual parte de acotar el tipo de “distorsión” o deformación que la
existencia de cada tipo de esfuerzo provocará en la pieza.

(7) Esfuerzo (De esforzar. Proviene de la raíz latina “fortis", precedida del prefijo "ex" expresa la idea de movimiento hacia fuera).
1. m. Empleo enérgico de la fuerza física contra algún impulso o resistencia.
2. m. Empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades.

Pág. 4. 112 Resistencia de Materiales


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

En base a este simple criterio podemos diferenciar entre:

• Esfuerzo axil, identificado como aquel que actuando provoca en la pieza una
modificación de su forma en la directriz de la pieza, tratando (básicamente) de
alargarlo o de acortarlo según el sentido de la fuerza. Diremos que serán esfuerzos de
compresión cuando el esfuerzo provocado se oriente hacia el centro de la pieza,
tratando de acortarla. Serán de tracción cuando el sentido de las fuerzas trate de
estirar o de alargar la pieza.

Fig. 4.21.a. Esfuerzo Axil.

• Esfuerzo de flexión, que determina la condición en la cual la acción de la fuerza trata


de flexionar la pieza, provocando su curvatura, según la directriz de la misma.

Fig. 4.21.b. Esfuerzo de flexión.

• Esfuerzo cortante, que bien podemos determinar como aquel cuya acción provoca
en la pieza un efecto de desgarro o cizalladura.

Fig. 4.21.c. Esfuerzo cortante.

• Esfuerzo torsor, fácilmente identificable como aquel que concurrente en una pieza
trata de “retorcela” o torsionarla.

Fig. 4.21.d. Esfuerzo torsor.

Resistencia de Materiales Pág. 4. 113


Equilibrio, Resistencia y Estabilidad

Esta clasificación permite establecer el tipo de esfuerzos simples fundamentales, pero


veremos cómo resulta frecuente afrontar situaciones en las que la acción exterior, la
geometría de la sección o la capacidad de respuesta del material, determinan la
concurrencia o combinación de varios tipos de esfuerzos simples.
Resulta posible establecer también otra clasificación estableciendo la relación entre el tipo
de deformación provocada y el plano de actuación del esfuerzo, que quizás nos acerque
un poco más al contenido que abordaremos en los siguientes Capítulos. Para ello podemos
establecer los tipos de esfuerzo en cuatro conjuntos fundamentales, que atienden a las
razones de: fuerzas, momentos, compuestos y variables.

• Fuerzas, entendiendo que su existencia conduce a “desplazamientos” de las


secciones y que según su dirección y posición con respecto al plano que contiene al
eje longitudinal de la pieza podrían subdividirse en:
• Se producen en el plano que contiene al eje longitudinal.
• Esfuerzo de tracción, que se produce en el sentido del eje directriz y trata
de alargar las fibras.
• Esfuerzo de compresión, que se produce en el sentido del eje directriz y
trata de acortar las fibras.
• Se producen en un plano normal al eje longitudinal.
• Esfuerzo cortante, que trata de “cortar” las piezas provocando que las
secciones situadas a los lados de la línea de corte se desplacen entre sí.

• Momento, aquel cuya existencia trata de provocar el “giro” de la pieza y que según
su posición con respecto al plano que contiene al eje longitudinal o directriz de la
pieza se pueden subdividir en:
• Se producen en el plano que contiene al eje longitudinal.
• Flexión (flector), en el que la deformación que experimenta la pieza se
traduce en un giro contenido en el plano del eje longitudinal, de tal
manera que parte de las fibras de la sección se alargarán (tracción) y
parte de las fibras se acortarán (compresión).
• Se producen en un plano normal al eje longitudinal.
• Torsor, identificable porque genera que la sección trate de “retorcerse”.

• Compuestos, estado en el que confluyen varios tipos de esfuerzos simples, de tal


manera que sus efectos se superponen.

• Variables, en tanto que durante su existencia pueden variar de valor y/o signo,
asociándose frecuentemente a estados o procesos de fatiga, debidos a cargas
cíclicas.

Comenzaremos abordando en el siguiente Capítulo el análisis de situaciones que conducen


al tipo de esfuerzo simple que surge como consecuencia de la generación de una fuerza
que se produce en el plano que contiene al eje longitudinal de la pieza y que, en función a
su sentido, hemos subdividido en tipos de tracción y de compresión, conceptos que, en
buena medida, ya hemos avanzado en el Capítulo 3. Posteriormente continuaremos con los
esfuerzos de flexión, tema abordado en los Capítulos 6 y 7, el esfuerzo cortante, tratado en el
Capítulo 8 y, por último, el esfuerzo torsor al que destinaremos el Capítulo 9.

Pág. 4. 114 Resistencia de Materiales

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