La Ciencia
La Ciencia
La Ciencia
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LA CIENCIA
M.B. KÉDROV y A. SPIRKIN
enlace iniciación
grqalho
MÉXICO BARCELONA BUENOS AIRES
Traducción: José María Bravo, d éla edición rusa
de Editorial Nauka, Moscú, 1967.
(c) 1967, Editorial Nauka
D.R. © 1968 por EDITORIAL GRIJALBO, S A.
Calz. San Bartolo Naucalpan N° 282
Argentina Poniente 11230
Miguel Hidalgo. México, D.F.
Este libro no puede ser reproducido,
total o parcialmente,
sin autorización escrita del editor.
ISBN 968-419-313-0
IMPRESO EN MEXICO
I N D I C E
Pág
1 Concepto de “ciencia” ......... 7
LA CIENCIA.— 2
pios, teorías y conceptos, métodos y procedimientos de la
cienda; la indisolubilidad de todo conocimiento de la rea-
lidad como proceso internamente único y orientado hacia
un fin determinado. Cada etapa más elevada en el des-
arrollo de la ciencia surge sobre la base de las etapas
precedentes, conservando todo lo realmente valioso que
había sido acumulado con anterioridad. A medida que las
verdades relativas van integrando la verdad absoluta,
la verdad (relativa) conseguida en una etapa posterior
se manifiesta en correspondencia interna con la verdad
más incompleta, lograda con anterioridad.
d) El desarrollo paulatino de la ciencia, dentro de la
alternación de los períodos de su desenvolvimiento re-
lativamente tranquilo (evolutivo) con los de transfor-
madón brusca (revolucionaria) de sus bases teóricas y
del sistema de sus conceptos e ideas (cuadros del mun-
do). El desenvolvimiento evolutivo de toda la ciencia
constituye un proceso de acumulación sucesiva de nue-
vos hechos y datos* experimentales dentro del marco de
las concepciones teóricas existentes, debido a lo cual se
produce una ampliación, una concreción y un perfeccio-
namiento de las teorías, conceptos y principios admitidos
con anterioridad. La revolución se manifiesta en la cien-
cia cuando comienza un cambio radical y una reestruc-
turación de los conceptos previamente'establecidos, una
revisión de las tesis, leyes y principios fundamentales
como resultado de la acumulación de nuevos datos y del
descubrimiento de nuevos fenómenos que no tienen ca-
bida dentro de las concepdones precedentes. Sin em-
bargo, no se transforma y elimina el contenido de los
conocimientos anteriores, sino su interpretadón erró-
nea, como sucede, por ejemplo, con la falsa universaliza-
ción de aqudlos principios y leyes que tenían únicamente
carácter relativo, de valor limitado.
e) La correlación y la interdependencia de todas las
ramas que componen la ciencia, como resultado de lo
cual el contenido de una ciencia determinada puede y
debe ser investigado con ayuda de los procedimientos
y métodos de otra. Ello da lugar a las condiciones ne-
cesarias para descubrir de un modo más profundo y
completo la esencia y las leyes de fenómenos cualita-
tivamente distintos. Semejante interrelación entre las
partes que integran la ciencia determina ciertas particu-
laridades de su desarrollo histórico, especialmente la
sucesión con que surgen sus distintas ramas.
f) La libertad de crítica, la polémica sin trabas sobre
problemas discutibles o dudosos de la ciencia y el enfren-
tamiento abierto y espontáneo de distintas opiniones.
Debido a que la ciencia no descubre de forma inmediata
y directa el carácter dialécticamente contradictorio de los
procesos que tienen lugar en la naturaleza, las opiniones
y los puntos de vista opuestos reflejan tan sólo algu-
nos de los aspectos de las contradicciones que existen en
los fenómenos que se estudian. G$no resultado de se-
mejante pugna, se supera la inevitable parcialidad inicial
de los distintos puntos de vista sobre el objeto a investi-
gar y se elabora una concepción unificada, que está más
de acuerdo con la realidad, lo cual no se hubiese conse-
guido de haber declarado desde el principio que uno de
los bandos estaba en posesión de la verdad absoluta.*
La ciencia de ía naturaleza,
las c ie n c ias naturales
U OENCU .— 3
en la esfera del microcosmos (o del campo del átomo),
y otra en el sentido de la extensión de la materia, en el
ámbito de los objetos macrocósmicos (o del mundo de
los cuerpos celestes). Con la penetración en el microcos-
mos vio la luz históricamente una nueva revolución en
las ciencias de la naturaleza y comenzaron al mismo tiem-
po, las propias ciencias naturales actuales. Él descubri-
miento del electrón y especialmente la creación de la
teoría cuántica, que se apoya en la constante universal
de Planck, la cual desempeña el papel de jalón fronterizo
entre dos zonas —los macro y microfenómenos—, han
constituido el maravilloso descubrimiento de la dialéctica
de la naturaleza y de la de su conocimiento por parte del
hombre. Desde entonces, las ciencias naturales actuales,
con cada uno de sus descubrimientos en el campo de los
microprocesos, demuestran una y otra vez la tesis de Le-
nin sobre la inagotabilidad de cualquier partícula, por
pequeña que sea, de materia y “en general de la infinitud
de la materia en profundidad.. ” l* La penetración de
la física dentro de las partículas “elementales”, la expli-
cación de su compleja estructura interna, sirven de con-
firmación a esta dialéctica objetiva de la naturaleza. Por
otro lado, se lleva a cabo la penetración del hombre en
el cosmos. Gracias al lanzamiento de cohetes, satélites,
vehículos lunares y espaciales, llevando a bordo, astronau-
tas, se han conseguido triunfos inmensos de |t ciencia
y la técnica. Merced a ello, las ciencias natuíides han
dejado de ser geocéntricas. La ulterior tendencia de des-
arrollo délas ciencias naturales actuales es la de penetrar
ampliamente en el cosmos. La dialéctica objetiva de la
naturaleza, que semejantes hechos permiten descubrir,
constituye una impugnación al agnosticismo y un testi-
monio de la omnipotencia de la mente humana, asi como
de las infinitas posibilidades del individuo en el conoci-
miento y el dominio de la naturaleza.
*3 V. I. Ltnin, Obro#, ed. d t, t 38, pág. 101.
c) El descubrimiento de la indivisibilidad de la ma-
teria y de sus formas de existencia (movimiento, espa-
cio y tiempo) . Eso tiene lugar con especial claridad cuando
las ciencias naturales penetran en la materia en profun-
didad y amplitud: se supera la concepción mecanicista
de la divisibilidad de la materia y el movimiento, de la
independencia del valor de la masa de los cuerpos con
respecto a su velocidad de movimiento, de la separación
entre las principales formas de existencia (separación que
admiten los conceptos newtonianos del tiempo y el es-
pacio absolutos o “puros”) y el aislamiento idealista del
movimiento o la energía (“energetismo”) o del espacio
y el tiempo, de la materia. De la relatividad de las teo-
rías se extraen: 1 ) las relaciones relativistas, que de-
muestran que la masa del cuerpo varía cuantitativamente
en función de su velocidad de movimiento, y 2) que la
ley fundamental de la interacción y la indivisibilidad de
la masa y la energía (ley de Eínstein) se ve ampliamente
confirmada en las reacciones nucleares, particularmente en
los efectos del “defecto de la masa”. Con ello, la dia-
léctica objetiva de la naturaleza confirma la tesis filo-
sófica del materialismo dialéctico sobre la indisolubilidad
de la materia y el movimiento, de que no existe materia
sin movimiento y no. hay movimiento sin materia. La
teoría de la relatividad ha descubierto la unidad entre el
espacio yáel tiempo y su dependencia de la estructura in-
terna de ^|a materia y del movimiento de la misma. Las
tendencias ulteriores del desenvolvimiento dé las ciencias
naturales van en este mismo sentido (por ejemplo, al
estudiar la naturaleza de las partículas “elementales”).
d) La relación entre él principio de desarrollo de la
naturaleza y el de la unidad dé ésta. El desenvolvimiento
de las ciencias naturales va en el sentido de descubrir de
un modo cada ves más completo y consecuente la inter-
conexión entre los dos mencionados principios de la dia-
léctica Ello confirma la indicación leninista de que “ .. .el
principio general del desarrollo hay que unirlo, ligarlo y
unidad
hacerle coincidir con el principio general de la
del mundo, de la naturaleza, el movimiento, la mate-
r ia ...” 14 Esto se refleja concretamente en que la cons-
titución y la estructura de las cosas o de los sistemas
de cosas (que refleja la conexión entre sus elementos)
se interpreta cómo resultado lógico del origen de esta
cosa o sistema de cosas. Por consiguiente, las secciones
estructurales y genéticas de las cosas coinciden, en últi-
ma instancia, y deben conducir por diferentes caminos a
iguales conclusiones. Semejante coincidencia se descubre
en él campo de las ideas acerca de la configuración y d
origen de los microobjetos físicos (partículas “elemen-
tales”, núcleos atómicos, átomos o elementos químicos),
cuya base la constituyen leyes, semejantes a la ley pe-
riódica de Mendeléiev. Para explicar la estructura de las
partículas "elementales” y los núcleos, la física parte del
análisis de las transformaciones que experimentan. Se-
mejante coincidencia constituye la línea rectora en las
investigaciones en el campo de la cosmogonía estelar
(Ambartsumián) y planetaria (V . G. Fesénkov y O. Y.
Shm idt): en d estudio de las concepciones cosmogónicas
hay que partir de la estructura actual de los sistemas
cósmicos para mostrar cómo han surgido históricamente.
La coincidencia señalada, que se refleja especialmente en
biología, constituye el principio básico de toda la teoría
evolutiva de la naturaleza orgánica y dd método com-
parativo en todas las ramas de la biología. Las^tendencias
que manifiestan las ciencias naturales en su' desarrollo
se orientan hacia una compenetración y fundamentación
mutua aún más estrechas de los principios señalados, en
donde se descubre también con más amplitud y profun-
didad la dialéctica objetiva de la naturaleza.
e) El descubrimiento dd núcleo de la dialéctica de la
naturaleza. Según Lenin, d núcleo de la dialéctica lo
constituye . .la doctrina de la unidad de los contra-
L as d e n d a a d el hombre
y do la socied ad
’ .Q
tir de la B la linea de desarrollo se desdobla en dg^ di-
recciones opuestas: una hacia C, y otra hacia Q ). Cuando
la línea de desarrollo se ramifica, el proceso transcurre,
bien pasando a una fase superior, a una esfera de fe-
nómenos cualitativamente distintos (por ejemplo, la línea
de desarrollo de los animales conduce al hombre, con quien
el proceso de desarrollo rebasa los límites de la estricta
naturaleza y pasa al dominio de la historia), bien sin
semejante transición, manteniéndose dentro del marco de
la misma fase, la cual se halla determinada cualitativa-
mente (por ejemplo, las plantas superiores no permiten
hacer salir el proceso de desarrollo fuera de los límites
estrictos de la naturaleza). Al eliminar mentalmente este
segundo aspecto o tendencia del desarrollo, resulta posi-
ble pasar de una serie de ciencias, ramificada diatóm i-
camente, a otra lineal, como hizo Engels. El esquema de
semejante paso será:
A . . . B . . . C. . .
" .B i'.C i
Si diminamos las tendencias opuestas, que conducen
de A a B%9 de B a Q , etc. (lo que se indica mediante el
trazo horizontal), obtendremos una serie lineal corriente,
construida según el principio de la subordinación: A . ..
B . . . C . e t c . En este caso, la eliminación de aquellas
ramas de desarrollo que no conducen a la transición a
una fase superior puede considerarse como condición o
premisa para que surjan y se desarrollen las ramas más
progresivas A . .. B o B . . . C, etc.
En las ctéttdas naturales, sobre todo, desempeñan un
importante papel dos problemas vinculados entre sí: 1)
la clasificación de la ciencia, en cuyo análisis la conexión
que manifiesta ésta se enfoca desde un plano lógico, bajo
el punto de vista de la estructura interna de los conoci-
mientos científicos y de la correlación entre las partes
que la integran, y 2) la periodización de la historia de
la ciencia, en el análisis de la cual sus nexos se ponen
de relieve en su aspecto histórico, desde el punto de vis-
ta de la génesis de los conocimientos científicos y de la
formación sucesiva de sus ramas aisladas. La vinculación
entre ambos problemas se puede comprender partiendo de
que la lógica dialéctica marxista es la generalización de lá
historia de todo el pensamiento humano y descubre sus
leyes de desarrollo. La clasificación de las ciencias es el
resumen del desarrollo de las propias ciencias, en su inter-
relación. Por eso, para resolver con acierto, desde eL pun-
to de vista lógico, cuál es la relación que existe entre las
diferentes ramas del saber y qué sucesión deben adoptar
dentro de la serie, hace falta enfocarlas históricamente,
es decir, ver cómo surgieron y se desarrollaron una tras
otra, influyéndose mutuamente. Semejante planteamiento,
esbozado por D’Alembert, lo reflejan con mayor clari-
dad Saint-Simon y Comte (en su división de la historia
de todo el conocimiento en tres fases, a las que llegan
sucesivamente las diferentes ciencias que integran la se-
rie enciclopédica). Sin embargo, especialmente en Comte,
había mucho de artificial. En las obras de Engels, seme-
jante enfoque se ve libre de toda artifidosidad y adquiere
una forma estrictamente científica. La clasificación "de
las ciencias que lleva a cabo Engels se basa en la perio-
dización de su historia, siendo necesario señalar que el
análisis es concreto, en función del carácter que mam-
fiesta todo el conocimiento científico.
LA COBNCU.— 4
de los siglos xv a xvm (división analítica del saber a i
ramas independientes), y 3) a la de su integración, que
comenzó en el siglo xix (reconstrucción sintética de las
ciencias, su unión en un sistema único de conocimientos).
En cada una de estas etapas históricas varían de manera
esencial las relaciones entre la filosofía y las ciencias es-
peciales, debido a lo cual también cambia el objetivo de la
propia filosofía. Durante la primera etapa, la filosofía
incluía todas las ramas del saber. En la filosofía natural
única, el todo absorbía y diluía lo particular. En el trans-
curso de la segunda etapa, debido a la diferenciación que
comienza a manifestarse entre las ciencias y la filosofía,
se van separando sucesivamente de esta última una cien-
cia tras otra (primero las matemáticas, la mecánica y la
astronomía; a continuación la física y la química; des-
pués la biología y la geología, y finalmente la antropolo-
gía, la psicología y las ciencias sociales; estas últimas se
hallaban incorporadas a la filosofía bajo la forma de socio-
logía). Pero la tendencia a diferenciar los conocimientos
condujo, en determinadas condiciones históricas, a la ne-
gación absoluta de la filosofía como ciencia independien-
te, y a los intentos de diluirla en las ciencias particulares,
lo que halla su forma de expresión en el positivismo. Tan
extremas y completamente erróneas concepciones sobre la
relación entre la filosofía y las ciencias particulares se
mantuvieron incluso durante la tercera etapa, cuando co-
menzó a manifestarse la tendencia hacia la síntesis de las
ciencias. Esta tendencia tenía carácter dialéctico: se apo-
yaba en los resultados de la diferenciación anterior de
los conocimientos y refleja!» la necesidad de establecer
entre ellos una concatenación interna. Es más, se veía di-
rectamente estimulada por el continuado proceso de dife-
renciación de las ciencias, comenzando por la creación de
la química atomística y, sobre todo, por el descubrimiento
de la ley de conservación y transformación de la energía.
Las nuevas ramas del saber que iban surgiendo (teoría
mecánica del calor, teoría cinética de los gases, astrofísica,
f isicoquímica, electroquímica y termodinámica química, bio-
química* geoquímica, biofísica y otras muchas) se encon-
traban en la influencia de ciencias que se habían deslindado
anteriormente, e iban rellenando más o menos los vados
que existían antes entre las diferentes ciencias, con lo
cual llevaban a cabo la síntesis de las mismas en un sis-
tema conjuntado. Por consiguiente, resultó que las dos
tendencias opuestas del desarrollo científico (la diferen-
ciación de las ciencias y su integración) constituían una
unidad dialéctica. Este carácter dialéctico del desenvolvi-
miento de la ciencia se puso también de manifiesto en las
relaciones entre la filosofía y las ciencias particulares: la
necesidad de un estrecho contacto entre días, se reveló
a mediados del siglo xix, descubrió la inconsistencia de
la vieja filosofía naturalista y del positivismo, a i moda
por aquel entonces. La filosofía proporciona a las ciencias
especiales un método común de conocimiento científico,
les señala el camino a seguir para estudiar los fenómenos,
así como la teoría general de su conocimiento; los éxitos
de las dencias especiales sirven a la filosofía de material
concreto para llevar a cabo sus generalizaciones, para
elaborar el mencionado método y las teorías dd conod-
miento, es decir, para su enriquedmiento ulterior. Acerca
de semejante síntesis entre la filosofía y las ciencias es-
peciales (naturales) trató Herzen en sus obras. Esta sín-
tesis la realizó por primera vez Marx, basándose en el
materialismo dialéctico e histórico, y encontró su expre-
sión concreta en la clasificadón de las ciencias dé Engels.
La filosofía conservó la esfera de la dialéctica y la lógi-
ca. Tpdo lo demás entró a formar parte delas dencias
particulares de la naturaleza (ciencias naturales) y de la
sociedad (historia).
-í&ír\
3 . Bosquejo histórico de la clasificación de las ciencias
c l a s i f i c a c i ó n g e n e r á l d e l a s c ie n c ia s . En la ac-
tualidad, la clasificación general de las ciencias se basa
en el descubrimiento de las interrelaciones entre tres gran-
des sectores del saber científico: las ciencias naturales,
las ciencias sociales y la filosofía, cada uno de los cuales
abarca todo un grupo (complejo) de ciencias. El cuadro
núm. 1 muestra el fundamento ( “esqueleto”) de la cla-
sificación general de las ciencias.
Las líneas más gruesas señalan los nexos de 1er grado
(entre los tres apartados fundamentales de las ciencias).
La comparación de las partes derecha e izquierda del cua-
dro aclara el significado dé los principios de la objetivi-
dad y dél desarrollo aplicados a la clasificación de las
ciencias. El orden de distribución de las ciencias refleja
directamente la sucesión histórica en la aparición y la
interconexión de las fases de desarrollo del mundo, asi
como la interdependencia entre sus leyes más generales
(dialéctica) y las más particulares (las restantes cien*
cías). Además de los tres apartados esenciales de la
ciencia existen otros grandes apartados, que se hallan en
la convergencia de los primeros, pero que no ,pertenecen
en su totalidad a ninguno de ellos. La conexión entre
•BOfPflBKT
1
NUMERO
CUADRO
73
-3
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estos últimos y los principales la señalan las líneas de 2 *
grado (de puntos). Son las ciencias técnicas en su inter-
pretación más amplia (incluyendo en ellas las ciencias
agropecuarias y médicas), las cuales se encuentran en el
punto de contacto entre las ciencias naturales y las cien-
cias sociales, y las matemáticas, que se hallan en la con-
fluencia entre las ciencias naturales (fundamentalmente
la física) y la filosofía (en especial la lógica). La pro-
ximidad entre las matemáticas y la lógica se debe a que
las primeras reflejan el aspecto general, cuantitativo con-
cretamente, de las cosas y fenómenos del mundo externo,
pues lo hacen de forma abstracta, como lo demuestran los
conceptos con que operan directamente (magnitud, nú-
mero, estructura, figura, función, conjunto, etc.). Entre
los tres apartados fundamentales se halla, en calidad de
ciencia independiente, la psicología, que estudia la activi-
dad psíquica del hombre desde el punto de vista histó-
rico-natural (de ahí su relación con la psicología de la
actividad nerviosa superior, es decir, con una rama de
las ciencias naturales) y desde el punto de vista social
(de ahí su conexión con la pedagogía, como una rama
de las ciencias sociales). Pero aún más estrecho es su
contacto con la lógica (la ciencia del pensamiento, como
parte de la filosofía)). El cuadro no refleja las relacio-
nes de 3er grado; por ejemplo, entre la lógica (como
parte de la filosofía) y las matemáticas se halla la lógica
matemática (disciplina esencialmente matemática); entre
la fisiología de la actividad nerviosa superior (que es
parte de las ciencias naturales) y la psicología del hom-
bre está la zoopsicología; la geografía económica y la es-
tadística (disciplinas especiales) se hallan ligadas: la
primera con la geografía física (rama de las ciencias
naturales) y la segunda con la estadística matemática
(parte de las matemáticas), la cual está a su vez rela-
cionada con la estadística física (que forma parte de
la física y, por consiguiente, de las ciencias naturales);
las matemáticas prácticas guardan relación con las cien-
das técnicas; la lingüistica (ciencia social) está ligada a
la filosofía y la psicología (por cuanto el lenguaje es
inseparable del pensamiento); la etnografía (parte de las
ciencias históricas) y la antropología (que se halla en el
límite entre las ciencias naturales y la historia) se entre-
lazan estrechamente. Ocupan un lugar especial las cien-
cias que se encuentran en la zona limítrofe éntre la his-
toria (en especial la historia de la cultura) y las ciencias
de la naturaleza. Se trata de la historia de las propias
ciencias naturales. Por tratarse al mismo tiempo de cien-
cias histérico-sociales y naturales, están también en co-
nexión con la filosofía, especialmente con la lógica dia-
léctica, que es la generalización lógica dé la historia de
toda la cognición humana.
CLASIFICACIÓN DB LAS CIENCIAS HUMANÍSTICAS. En-
gels üaniaba a las humanidades historia humana, ya que
cada una de las mencionadas ciencias es ante todo una
ciencia histórica. La historia de la humanidad se puede
estudiar desde dos planos: 1 ) como desarrollo de toda
la sociedad, en interdependencia de sus facetas y elemen-
tos, y 2 ) como desarrollo de una o varias de sus facetas
estructurales, detraídas de su interconexión general. En
el primer caso nos hallamos en presencia de la ciencia
histórica en el sentido estricto de ta palabra: Es la his-
toria de los diferentes grados de desarrollo de la sociedad
fdesde la primitiva hasta la contemporánea): antigua,
media, moderna y contemporánea. En ella hay que incluir
también laarq ueologíay la etnografía. En el secundo
caso áe trata del grupo de las ciencias sociales, que refle-
jan la interconexión entre los diferentes aspectos o ele-
mentos de la estructura interna de la sociedad: su base
económica y sus superestructuras, política e ideológica.
La sucesión objetiva del paso de la base a una super-
estructura cada vez más elevada, condiciona el orden de
distribución de las ciencias de este grupo. La transición
a la filosofía, en el proceso del movimiento mental de la
base a la superestructura y de la superestructura política
a la ideológica, constituye al mismo tiempo la salida de
los limites de las ciencias propiamente sociales al campo
de las cuestiones relacionadas con la concepción general
del mundo, que están en conexión con las ciencias que
tratan de las leyes generales de cualquier desarrollo y
también con la ciencia del pensamiento. Véase el cuadro
núm. 2 , que concreta una de las partes del cuadro núm. 1 :
Cu a dr o n ú m . 2
C ie n c ia s
C ie n c ia s s o c ia l e s f il o s ó f ic a s
t—— :—;------------ i
.
'------ %
Econo- Ciencia de la su- Ciencia de la su-
mía poli- perestructura po- perestru ctu ra
tica Htica y económi- ideológica, de Xas
Ciencia ca - doctrina del formas particula-
de la base Estado y el dere- res de la concien-
económica cho, del Partido, d a social, que se
hallan incluidas
en este apartado, incluyendo
la filosofía
Ciencias
qubnfeo-tecnológlcas
Metalurgia
Minería
CIENCIAS AGROPECUARIAS
Agronómicas
Zootécnicas
CIENCIAS MEDICAS
Transición
al campo d éla
PSICOLOGIA
Transición ¿ campo de la
sociedad, las ciencias técnicas entran ya en contacto con
las dencias sociales.
En la frontera entre las ciencias naturales, las mate-
máticas y las dencias técnicas se encuentra la cibernética,
que ha surgido sobre la base de la solución de los pro-
blemas de la automatización de los procesos de la técnica
y la producción.
Esta clasificadón de las dencias no sólo tiene en
cuenta los saltos (la esfera de los cambios cuantitativos)
desde las formas de movimiento más inferiores y sim-
ples a las más superiores y complejas, sino también las
contradicciones que actúan en la naturaleza y que dan lu-
gar al desdoblamiento de las nuevas clases de materia
que surgen y a las formas de su movimiento.
El desarrollo de la naturaleza se puede analizar no
sólo a partir de las formas concretas de movimiento y espe-
cies de materia, sino desde el punto de vista de la naturale-
za considerada como un todo, es decir, teniendo en cuenta
la interacción entre todas las formas de movimiento y
espedes de materia que coexisten en la etapa concreta de
su desarrollo. Las ciencias naturales las integrarán, en
este caso, la& distintas fases de desarrollo de toda la na-
turaleza en su conjunto, como una porción determinada
del universo. Pueden incluirse en este apartado algtinos
cuerpos cósmicos o su sistema, e incluso el universo en
su totalidad (cosmología). De ello se ocupa la astronor
mía, así como la astrofísica y la astrobiología, ciencias
afines a ella, que se han desarrollado durante los últimos
años, con motivo de la brecha que el hombre ha abierto
en el cosmos. Una parte más limitada la constituye la Tie-
rra considerada como cuerpo aislado (planeta), de cuya
historia general se ocupa la geología, y de cuya superfide
lo hace la geografía, junto con la fito-zoogeografía, como
dencias afines. Una parte todavía más reducida (la bios-
fera de la Tierra) es el objeto de la biología y de la
biogeoquímica, estrechamente ligada a ella. Como resultado
se origina una nueva serie de ciencias, que coincide en lo
fundamental con el cuadro núm. 4 (si se sitúa a la astro-
nomía junto a la mecánica y la física, y la geografía fí-
sica, entre la geología y la biología), dando por resultado:
Cu a d r o núm . 5
CIENCIAS FILOSOFICAS
D ialéctica
Lógica
CIENCIAS MATEMATICAS
Lógica m atem ática y m atem áticas prácticas, in-
M atemática cluyendo la cibernética
CIENCIAS NATURALES Y TECNICAS
Mecánica y mecánica aplicada
Astronomía y astronáutica
Astrofísica
F ísica y fisicatécnica
Fisicoquímica
Química-física
Química y ciencias químico-tecnológi-
cas, incluyendo la m etalur-
gia y la minería
Geoquímica
Geología
Geografía
Bioquímica
Biología y ciencias agropecuarias
Fisiología humana y ciencias médicas
Antropología
CIENCIAS SOCIALES
Historia
Arqueología
Etnografía
Geografía económica
Estadística económico-social
Ciencias que estudian la base
y la s. superestructuras:
políticas y económicas, cien-
cias estatales, jurispruden-
cia, ciencias que estudian
el arte y su historia, etc.
Lingüistica
Psicología y ciencias pedagógicas, etc.
iorm as m ienores, como ciencias que se concentran). Jfcúi
la historia de la clasificación de las ciencias, muchos sis-
temas se diferenciaban únicamente en que la discontinui-
dad en la cadena de las-ciencias, de hecho cerrada, se
efectuaba en distintos puntos, gracias a lo cual la lógica,
por ejemplo, aparecía tan pronto al principio como al fi-
nal de la serie de las ciencias. El cuadro núm. 5 muestra
una de las posibles variantes de transición de la clasifica-
ción desarrollada de las ciencias a la lineal.
A
APEN D ICE
Nota editorial
E. G.
LA REV O LUCI O N
CIEN TIFICA Y
TEC N ICA
CARACTERISTICAS DE LA REVOLUCION
CIENTIFICA Y TECNICA ^
CONSECUENCIAS SOCIALES
E N EL REGIMEN SOCIALISTA
Este es un trabajo
asequible, ameno, documentado
sobre las ciencias, sus orígenes
y evolución, sus leyes de desarrollo
y las tendencias de la ciencia
actual, y su clasificación
como fundamento teórico
de las numerosas ramas
de la actividad práctica.
En la época de
la automatización, la
cibernética y las exploraciones
espaciales, este magnífico lib r o s
resulta de una actualidad evidente.
LA CIENCIA