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Antonio Nariño

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Regímenes y Sistema Político Colombiano 1

Ensayo Antonio Nariño El Precursor

Docente:

Orlando Moreno Moreno

Estudiantes:

Martha Lucia Hernández Bonilla

Leidy Viviana Salazar Suarez

María Alejandra Manrique Salcedo

Jorge Adriano Aparicio

Escuela Superior de Administración Pública (ESAP)

Administración Pública Territorial

CETAP Soata

Soata, Boyacá

25 de agosto de 2021
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Antonio Nariño y Álvarez, héroe de la época de la independencia, solo Bolívar le supera

en la literatura biográfica. Para identificar a tan importante personaje bastan dos palabras: El

Precursor. Este calificativo se le confirió porque en enero de 1794 tradujo y publicó la

Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, hecho que marcó no solo el resto de

su vida sino el destino de su nombre a través de los tiempos. Ese solo acto le valió el paso a la

historia como el primer americano que incorporó las ideas y los principios de la Revolución

Francesa en las colonias de España, como el primero que “inoculó” en ellas el virus

revolucionario. La percepción de la traducción y difusión de Los Derechos del Hombre como el

pasaporte de Nariño a la posteridad es indiscutible en la historia escrita colombiana.

Como menciona Chaparro, Alexander (s.f) Desde muy temprano, Nariño ocupó

diferentes puestos en la burocracia virreinal destacándose como alcalde del segundo voto de

Santafé, tesorero de diezmos del Arzobispado y regidor y alcalde mayor provincial, cargos que

combinó siempre con el comercio de cacao, té de Bogotá, quinas y libros.

En abril de 1793, Nariño puso en funcionamiento la Imprenta Patriótica, la primera

imprenta de carácter particular de la que tengamos noticia en la historia colombiana. Por otro

lado, García Hernández, Alejandro (s.f) destaca que la importancia de la imprenta de Nariño

tiene que ver más con el acontecimiento cultural que representó en su momento para la Santafé

de la época, que, con el volumen de impresos estampados, aunque ciertamente este no fue nada

desdeñable. La Imprenta Patriótica dio a la luz, además de varios impresos menores y otras obras

que no han llegado hasta nosotros por diferentes avatares del tiempo, algunas oraciones

religiosas, un par de libros importantes, 70 entregas del Papel Periódico de Santafé de Bogotá y,

por supuesto, los célebres Derechos del hombre y del ciudadano, que causarán tantas penurias,

aunque también algunas satisfacciones al santafereño.


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En diciembre de 1793, Nariño protagonizó un hecho que cambió su vida para siempre:

imprimió de manera clandestina, por vez primera en la América hispánica, la Declaración de los

Derechos del Hombre y del Ciudadano hecha por la Asamblea Nacional Constituyente de

Francia el 26 de agosto de 1789. Este hecho le causó cerca de 16 años de prisiones en Santafé,

Cartagena y Cádiz, la pérdida de todos sus bienes, múltiples destierros, quebrantos de salud y

afugias familiares.

En octubre de 1810, ya en el contexto de la formación de las juntas autonómicas de

gobierno en toda América, Nariño recobró su libertad y fue designado como secretario del

primer Congreso de las Provincias de la Nueva Granada.

Meses después, en julio de 1811, publicó el primer número de su célebre periódico La

Bagatela (1811-1812), donde se encargó de formular su “propuesta centralista” y agitó el ruedo

político denunciando los grandes peligros que enfrentaba la existencia política de la Nueva

Granada.

Se le considera el primer periódico político en la historia de Colombia. En La Bagatela,

Nariño defiende la libertad absoluta, el contrato social, la ilustración, las libertades de expresión,

de prensa y de circulación, los límites de la libertad religiosa, anuncia el peligro de la reconquista

y determina que el principal referente del país debía ser Europa y que se debía buscar ser

aprobados por ellos, de acuerdo con Garrido (1993).

En ‘La Bagatela’ trató el tema de los impuestos o contribuciones, habló del cobro de

peajes por el uso de vías y caminos, de la necesidad de conservar las salinas en manos del Estado
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y no privatizarlas para favorecer al pueblo. También fue el primero en el país de hablar sobre las

teorías del filósofo utilitarista inglés Jeremías Bentham, conforme a Llano (2012).

Antonio Nariño usó ‘La Bagatela’ para oponerse a José Tadeo Lozano y el federalismo

porque creía que el Gobierno central, único y poderoso era la mejor alternativa de organización y

la única posibilidad de conjurar el caos e impedir una total destrucción por la reconquista.

Tan solo dos meses después, el 19 de septiembre de 1811, Nariño fue elegido presidente

del Estado de Cundinamarca tras la dimisión del titular Jorge Tadeo Lozano a raíz de estas

polémicas periodísticas.

El 10 de octubre de 1811, siendo presidente de Cundinamarca, recurrió a la devaluación

para conjurar el déficit fiscal, convirtiéndose en el primer hacendista de Colombia en recurrir a

esta estratagema de finanzas públicas para financiar el Estado, de acuerdo con Llano (2012).

En abril de 1812, Nariño hace una nueva Constitución de Cundinamarca que declaró la

independencia absoluta de España, estableció un sistema centralista, que sólo se podía profesar la

religión católica, se garantizó la separación de poderes y de Iglesia y Estado. Declaró que el

establecimiento de la Expedición Botánica quedaba suspenso y que el Gobierno tenía que cuidar

de su biblioteca, sus máquinas y sus trabajos obrados.

La Constitución garantizaba los derechos humanos a la igualdad ante la ley, de

oportunidades de empleos, de los derechos de los indígenas, a la seguridad, a la propiedad, al

trabajo, a la cultura, a la educación, de autor, de asociación pacífica, de petición, a la seguridad

social, a las garantía judiciales, a las libertades individual, de opinión, de investigación, de

imprenta, de comercio y de empresa, a que nadie podía ser objeto de injerencias arbitrarias o

abusivas en su correspondencia y que el ejercicio de esos derechos sólo podía ser limitados para
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proteger los derechos y libertades de los demás, la constitución, las costumbres y morales

públicas, la seguridad, la sanidad y la religión.

Durante un poco más dos años, Nariño estuvo al frente de la presidencia del Estado,

reorganizó los ramos de hacienda y militar y empezó una férrea política de anexión de provincias

vecinas, al tiempo que llevó a cabo importantes campañas militares contra las fuerzas

monárquicas y los bastiones federalistas del Congreso. El 14 de mayo de 1814, en el marco de

estas luchas, en la conocida Campaña del Sur, Nariño fue apresado por las fuerzas realistas en la

acción de Tacines y conducido preso a la ciudad de Pasto. De allí fue llevado a Quito, Guayaquil,

Lima, y finalmente a Cádiz, donde llegó el 6 de marzo de 1816 y permaneció hasta 1820. En esta

última ciudad, publicó Las cartas de un americano a un amigo suyo, firmadas por Enrique

Somoyar, donde denunciaba los excesos del bando realista durante las guerras de Independencia.

Este documento fue publicado después en Colombia por el Correo del Orinoco y circuló

ampliamente en América y España.

Una vez en Bogotá, ya en el marco de la política grancolombiana, el 6 de mayo de 1821,

Nariño inauguró el Congreso de Cúcuta en calidad de vicepresidente de la República. En

diciembre de 1822, fue designado como senador en Cúcuta, pero su curul fue impugnada por

algunos de los más cercanos colaboradores de Francisco de Paula Santander, con los cuales se

enfrascó en una polémica de grandes ribetes en la que sería su última aventura editorial: Los

Toros de Fucha. El 13 de diciembre de 1823, Nariño murió enfermo en Villa de Leyva a la de

edad de 58 años.

Para concluir, se puede decir que Antonio Nariño fue un verdadero hombre lleno de

convicciones que de una u otra forma le sirvieron para una causa muy importante, que en la
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actualidad podemos disfrutar nuestra famosa e ilustre independencia, pues a pesar de que él tuvo

que sufrir demasiadas penumbras, problemas que lo llevaron casi a su destrucción pero que muy

en el fondo le sirvieron para volverse más fuerte, fortaleza que lo llevo a superar todos estos

devenires de la vida tan dura que tuvo que llevar, sin embargo Antonio Nariño fue y será un

hombre que marcó un hito en la historia al lado de hombres tan importantes como lo fue Simón

Bolívar, esta es una demostración de valentía, fuerza y entereza que debería quedar de ejemplo

para seguir en nuestras vidas, en cuanto a principios que llegan a ser importantes para provocar

cada día más acciones que nos llevan a nuestro propio perfeccionamiento, principios que para

muchos pueden llegar a ser de poca importancia pero que para otros significan un proyecto de

vida como lo demostró y lo vio cumplido nuestro gran prócer de la independencia Antonio

Nariño.

Referencias

1. Biografía · Antonio Nariño · Biblioteca Virtual Colombiana. Biblioteca Virtual Nacional.

https://www.humanas.unal.edu.co/bvc/exhibits/show/antonio_narino/biografia

2. Desarrollo, J. E. P. Y. (2020, 26 octubre). Antonio Nariño, el primer dictador de

Colombia. Prospectiva en Justicia y Desarrollo.

https://projusticiaydesarrollo.com/2018/12/13/antonio-narino-el-primer-dictador-de-

colombia/

3. Reseña Histórica. Histórico Presidencia de la Republica.

http://historico.presidencia.gov.co/narino/narino.htm

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