Examen de Conciencia
Examen de Conciencia
Examen de Conciencia
1
Pasos y condiciones para una buena Confesión
I. Examen de conciencia: Recordar todos los pecados que
hemos cometido desde la última confesión.
Se trata de examinar nuestra conciencia en oración ante
Dios, a la luz de las enseñanzas de la Iglesia, a partir de
nuestra última confesión. Es paso necesario antes de
hacer una buena confesión. Además es aconsejable hacer
un examen del día antes de dormir.
El fin del examen no es angustiarse con las culpas sino
reconocerlas con seriedad y confianza en Dios para
confesarlas sabiendo que seremos perdonados. Todo el
proceso se mueve en la misericordia infinita de Dios
manifestada en Jesucristo.
Naturalmente, el examen se hace antes de la confesión
para decir después al confesor todos los pecados que se
han recordado; y cuántas veces cada uno, si se trata de
pecados graves.
El examen debe hacerse con diligencia, seriedad y
sinceridad; pero sin angustiarse. La confesión no es un
suplicio ni una tortura, sino un acto de confianza y amor a
Dios. No se trata de atormentar el alma, sino de dar a
Dios cuenta filial.
El examen de conciencia se hace procurando recordar los
pecados cometidos de pensamiento, palabra y obra, o por
omisión, contra los mandamientos de la ley de Dios, de la
Iglesia o contra las obligaciones particulares. Todo desde
la última confesión bien hecha.
II. Arrepentimiento:
Sentir sincero dolor de haber ofendido a Dios
Debemos estar verdaderamente arrepentidos de los
pecados.
Hay 2 tipos de arrepentimiento, uno mejor que el otro:
2
Arrepentimiento imperfecto o atrición: estamos
arrepentidos por temor a las consecuencias del pecado (el
castigo del infierno o la purificación del purgatorio).
Arrepentimiento perfecto o contrición: estamos
arrepentidos porque hemos ofendido a Dios con nuestros
pecados.
La ventaja del arrepentimiento perfecto es que perdona los
pecados veniales, pero también perdona los mortales, si hay la
firme resolución de confesarse en cuanto sea posible.
Para recibir el Sacramento de la Penitencia sólo hace falta
el arrepentimiento imperfecto.
Sin embargo, es claro que a Dios le complace mucho más
el arrepentimiento perfecto. Y las gracias recibidas son
muchas más con este tipo de arrepentimiento.
IV. Confesión:
Que consiste en decirle al Sacerdote todos los pecados que
hemos descubierto en el examen de conciencia.
Esta confesión de pecados debe ser:
Sincera: Es decir, sin querer engañar al Sacerdote, pues a Dios
es imposible engañarlo.
Completa: Sin callarse ningún pecado
Humilde: Sin altanería ni arrogancia.
Prudente: Debemos usar palabras adecuadas y correctas, y sin
nombrar personas ni descubrir pecados ajenos.
3
Breve: Es decir, sin explicaciones innecesarias y sin mezclarle
otros asuntos.
V. Satisfacción:
Que consiste en cumplir la penitencia que nos impone el
sacerdote, con la intención de reparar los pecados cometidos. Es
obligatorio cumplir la penitencia, porque es parte del mismo
sacramento
La satisfacción es la penitencia impuesta por el confesor
al penitente para desagraviar, reparar y satisfacer por la
culpa contraída al ofender a Dios. Debe haber voluntad de
aceptar y cumplir la penitencia implicada en la confesión
(pero si no se puede realizar por olvido inculpable, etc, el
sacramento no deja de ser válido).
Por ejemplo:
a) Saber distinguir entre el bien y el mal.
b) Tener buen corazón y amar a nuestro prójimo.
c) Tener deseos de obrar bien.
d) Ver con claridad nuestros deseos y nuestros fracasos.
5
El examen de conciencia
Examen de conciencia consiste en recordar los pecados
cometidos desde la última confesión bien hecha.
Examina tu conciencia.
Se recuerdan los pecados preguntándose sin prisa lo que se ha
hecho en contra de los mandamientos de la Ley de Dios y de la
Iglesia, con plena advertencia y pleno consentimiento.
Primer Mandamiento
• ¿He admitido en serio alguna duda contra las verdades de la
fe? ¿He llegado a negar la fe o algunas de sus verdades, en mi
pensamiento o delante de los demás?
• ¿He desesperado de mi salvación o he abusado de la confianza
en Dios, presumiendo que no me abandonaría, para pecar con
mayor tranquilidad?
• ¿He murmurado interna o externamente contra el Señor
cuando me ha acaecido alguna desgracia?
• ¿He abandonado los medios que son por sí mismos
absolutamente necesarios para la salvación? ¿He procurado
alcanzar la debida formación religiosa?
• ¿He hablado sin reverencia de las cosas santas, de los
sacramentos, de la Iglesia, de sus ministros?
• ¿He abandonado el trato con Dios en la oración o en los
sacramentos?
• ¿He practicado la superstición o el espiritismo? ¿Pertenezco a
alguna sociedad o movimiento ideológico contrario a la religión?
• ¿Me he acercado indignamente a recibir algún sacramento?
• ¿He leído o retenido libros, revistas o periódicos que van
contra la fe o la moral? ¿Los di a leer a otros?
• ¿Trato de aumentar mi fe y amor a Dios?
6
• ¿Pongo los medios para adquirir una cultura religiosa que me
capacite para ser testimonio de Cristo con el ejemplo y la
palabra?
• ¿He hecho con desgana las cosas que se refieren a Dios?
Segundo Mandamiento
• ¿He blasfemado? ¿Lo he hecho delante de otros?
• ¿He hecho algún voto, juramento o promesa y he dejado de
cumplirlo por mi culpa?
• ¿He honrado el santo nombre de Dios? ¿He pronunciado el
nombre de Dios sin respeto, con enojo, burla o de alguna
manera poco reverente?
• ¿He hecho un acto de desagravio, al menos interno, al oír
alguna blasfemia o al ver que se ofende a Dios?
• ¿He jurado sin verdad? ¿Lo he hecho sin necesidad, sin
prudencia o por cosa de poca importancia?
• ¿He jurado hacer algún mal? ¿He reparado el daño que haya
podido seguirse de mi acción?
Tercer Mandamiento
(1º al 4º Mandamientos de la Iglesia)
• ¿Creo todo lo que enseña la Iglesia Católica? ¿Discuto sus
mandatos olvidando que son mandatos de Cristo?
• ¿He faltado a Misa los domingos o fiestas de guardar? ¿Ha sido
culpa mía? ¿Me he distraído voluntariamente o he llegado tan
tarde que no he cumplido con el precepto?
• ¿He impedido que oigan la Santa Misa los que dependen de
mí?
• ¿He guardado el ayuno una hora antes del momento de
comulgar?
• ¿He trabajado corporalmente o he hecho trabajar sin
necesidad urgente un día de precepto, por un tiempo
considerable, por ejemplo, más de dos horas?
7
• ¿He observado la abstinencia durante los viernes de
Cuaresma?
• ¿He rezado alguna oración o realizado algún acto de
penitencia los demás viernes del año en los que no he guardado
la abstinencia? ¿He ayunado y guardado abstinencia el Miércoles
de Ceniza y el Viernes Santo?
• ¿Cumplí la penitencia que me impuso el sacerdote en la última
confesión? ¿He hecho penitencia por mis pecados? ¿Me he
confesado al menos una vez al año?
• ¿Me he acercado a recibir la Comunión en el tiempo
establecido para cumplir con el precepto pascual? ¿Me he
confesado para hacerlo en estado de gracia?
• ¿Excuso o justifico mis pecados?
• ¿He callado en la confesión, por vergüenza, algún pecado
grave? ¿He comulgado después alguna vez?
Cuarto Mandamiento
(Hijos)
• ¿He desobedecido a mis padres o superiores en cosas
importantes?
• ¿Tengo un desordenado afán de independencia que me lleva a
recibir mal las indicaciones de mis padres simplemente porque
me lo mandan? ¿Me doy cuenta de que esta reacción está
ocasionada por la soberbia?
• ¿Les he entristecido con mi conducta?
• ¿Les he amenazado o maltratado de palabra o de obra, o les
he deseado algún mal grave o leve?
• ¿Me he sentido responsable ante mis padres por el esfuerzo
que hacen para que yo me forme, estudiando con intensidad?
• ¿He dejado de ayudarles en sus necesidades espirituales o
materiales?
• ¿Me dejo llevar del mal genio y me enfado con frecuencia y sin
motivo justificado?
8
• ¿Soy egoísta con las cosas que tengo, y me duele dejarlas a
los demás hermanos?
• ¿He reñido con mis hermanos?
• ¿He dejado de hablarme con ellos y no he puesto los medios
necesarios para la reconciliación?
• ¿Soy envidioso y me duele que otros destaquen más que yo
en algún aspecto?
• ¿He dado mal ejemplo a mis hermanos?
(Padres)
• ¿Desobedezco a mis superiores en cosas importantes?
• ¿Permanezco indiferente ante las necesidades, problemas y
sufrimientos de la gente que me rodea, singularmente de los
que están cerca de mí por razones de convivencia o trabajo?
• ¿Soy causa de tristeza para mis compañeros de trabajo por
negligencia, descortesía o mal carácter?
• ¿He dado mal ejemplo a mis hijos no cumpliendo con mis
deberes religiosos, familiares o profesionales? ¿Les he
entristecido con mi conducta?
• ¿Les he corregido con firmeza en sus defectos o se los he
dejado pasar por comodidad? ¿Corrijo siempre a mis hijos con
justicia y por amor a ellos, o me dejo llevar por motivos
egoístas o de vanidad personal, porque me molestan, porque
me dejan mal ante los demás o porque me interrumpen?
• ¿Les he amenazado o maltratado de palabra o de obra, o les
he deseado algún mal grave o leve?
• ¿He descuidado mi obligación de ayudarles a cumplir sus
deberes religiosos y de evitar las malas compañías?
• ¿He abusado de mi autoridad y ascendiente forzándoles a
recibir los sacramentos, sin pensar que por vergüenza o excusa
humana, podrían hacerlo sin las debidas disposiciones?
9
• ¿He impedido que mis hijos sigan la vocación con que Dios les
llama a su servicio? ¿Les he puesto obstáculos o les he
aconsejado mal?
• Al orientarles en su formación profesional, ¿me he guiado por
razones objetivas de capacidad y medios, o he seguido más bien
los dictados de mi vanidad o egoísmo?
• ¿Me preocupo de modo constante por su formación en el
aspecto religioso?
• ¿Me he preocupado también de la formación religiosa y moral
de las otras personas que viven en mi casa o que dependen de
mí?
• ¿Me he opuesto a su matrimonio sin causa razonable?
• ¿Permito que trabajen o estudien en lugares donde corre
peligro su alma o su cuerpo? ¿He descuidado la natural
vigilancia en las reuniones de chicos y chicas que se tengan en
casa evitando dejarles solos? ¿Soy prudente a la hora de
orientar sus diversiones?
• ¿He tolerado escándalos o peligros morales o físicos entre las
personas que viven en mi casa?
• ¿Sacrifico mis gustos, caprichos y diversiones para cumplir con
mi deber de dedicación a la familia?
• ¿Procuro hacerme amigo de mis hijos? ¿He sabido crear un
clima de familiaridad evitando la desconfianza y los modos que
impiden la legítima libertad de los hijos?
• ¿Doy a conocer a mis hijos el origen de la vida, de un modo
gradual, acomodándome a su mentalidad y capacidad de
comprender, anticipándome ligeramente a su natural
curiosidad?
• ¿Evito los conflictos con los hijos quitando importancia a
pequeñeces que se superan con un poco de perspectiva y
sentido del humor?
• ¿Hago lo posible por vencer la rutina en el cariño a mi
esposo(a)?
10
• ¿Soy amable con los extraños y me falta esa amabilidad en la
vida familiar?
• ¿He reñido con mi consorte? ¿Ha habido malos tratos de
palabra o de obra? ¿He fortalecido la autoridad de mi cónyuge,
evitando reprenderle, contradecirle o discutirle delante de los
hijos?
• ¿Le he desobedecido o injuriado? ¿He dado con ello mal
ejemplo?
• ¿Me quejo delante de la familia de la carga que suponen las
obligaciones domésticas?
• ¿He dejado demasiado tiempo solo a mi consorte?
• ¿He procurado avivar la fe en la Providencia y ganar lo
suficiente para poder tener o educar a más hijos?
• ¿Pudiendo hacerlo he dejado de ayudar a mis parientes en sus
necesidades espirituales o materiales?
Quinto Mandamiento
• ¿Tengo enemistad, odio o rencor hacia alguien?
• ¿He dejado de hablarme con alguien y me niego a la
reconciliación o no hago lo posible por conseguirla?
• ¿Evito que las diferencias políticas o profesionales degeneren
en indisposición, malquerencia u odio hacia las personas?
• ¿He deseado un mal grave al prójimo? ¿Me he alegrado de los
males que le han ocurrido?
• ¿Me he dejado dominar por la envidia?
• ¿Me he dejado llevar por la ira? ¿He causado con ello disgusto
a otras personas?
• ¿He despreciado a mi prójimo? ¿Me he burlado de otros o les
he criticado, molestado o ridiculizado?
• ¿He maltratado de palabra o de obra a los demás? ¿Pido las
cosas con malos modales, faltando a la caridad?
• ¿He llegado a herir o quitar la vida al prójimo? ¿He sido
imprudente en la conducción de vehículos?
11
• ¿He practicado o colaborado en la realización de algún aborto?
¿He abortado o inducido a alguien a abortar, sabiendo que
constituye un pecado gravísimo que lleva consigo la
excomunión?
• ¿He contribuido a adelantar la muerte a algún enfermo con
pretextos de evitar sufrimientos o sacrificios, sabiendo que la
eutanasia es un homicidio?
• Con mi conversación, mi modo de vestir, mi invitación a
presenciar algún espectáculo o con el préstamo de algún libro o
revista, ¿he sido la causa de que otros pecasen? ¿He tratado de
reparar el escándalo?
• ¿He descuidado mi salud? ¿He atentado contra mi vida?
• ¿Me he embriagado, bebido con exceso o tomado drogas?
• ¿Me he dejado dominar por la gula, es decir, por el placer de
comer y beber más allá de lo razonable?
• ¿Me he deseado la muerte sin someterme a la Providencia de
Dios?
• ¿Me he preocupado del bien del prójimo, avisándole del peligro
material o espiritual en que se encuentra o corrigiéndole como
pide la caridad cristiana?
• ¿He descuidado mi trabajo, faltando a la justicia en cosas
importantes? ¿Estoy dispuesto a reparar el daño que se haya
seguido de mi negligencia?
• ¿Procuro acabar bien el trabajo pensando que a Dios no se le
deben ofrecer cosas mal hechas? ¿Realizo el trabajo con la
debida pericia y preparación?
• ¿He abusado de la confianza de mis superiores? ¿He
perjudicado a mis superiores o subordinados o a otras personas
haciéndoles un daño grave?
• ¿Facilito el trabajo o estudio de los demás, o lo entorpezco de
algún modo, por ejemplo, con rencillas, derrotismos e
interrupciones?
• ¿He sido perezoso en el cumplimiento de mis deberes?
12
• ¿Retraso con frecuencia el momento de ponerme a trabajar o
estudiar?
• ¿Tolero abusos o injusticias que tengo obligación de impedir?
• ¿He dejado, por pereza, que se produzcan graves daños en mi
trabajo? ¿He descuidado mi rendimiento en cosas importantes
con perjuicio de aquellos para quienes trabajo? materiales?
13
¿He cometido algún otro pecado contra la pureza?
• ¿Tengo amistades que son ocasión habitual de pecado? ¿Estoy
dispuesto a dejarlas?
• En el noviazgo, ¿es el amor verdadero la razón fundamental
de esas relaciones? ¿Vivo el constante y alegre sacrificio de no
convertir el cariño en ocasión de pecado? ¿Degrado el amor
humano confundiéndolo con el egoísmo y con el placer?
• El noviazgo debe ser una ocasión de ahondar en el afecto y en
el conocimiento mutuo; ¿mis relaciones están inspiradas no por
afán de posesión, sino por el espíritu de entrega, de
comprensión, de respeto, de delicadeza?
• ¿Me acerco con más frecuencia al sacramento de la Penitencia
durante el noviazgo para tener más gracia de Dios? ¿Me han
alejado de Dios esas relaciones?
(Esposos)
• ¿He usado indebidamente el matrimonio? ¿He negado su
derecho al otro cónyuge? ¿He faltado a la fidelidad conyugal con
deseos o de obra?
• ¿Hago uso del matrimonio solamente en aquellos días en que
no puede haber descendencia? ¿Sigo este modo de control de la
natalidad sin razones graves?
• ¿He usado preservativos o tomado fármacos para evitar los
hijos? ¿He inducido a otras personas a que los tomen? ¿He
influido de alguna manera —consejos, bromas o actitudes— en
crear un ambiente antinatalista?
14
se tratase de un objeto sagrado? ¿La cantidad o el valor de los
apropiado era de importancia?
• ¿Retengo lo ajeno contra la voluntad de su dueño?
• ¿He perjudicado a los demás con engaños, trampas o
coacciones en los contratos o relaciones comerciales?
• ¿He hecho daño de otro modo a sus bienes? ¿He engañado
cobrando más de lo debido? ¿He reparado el daño causado o
tengo la intención de hacerlo?
• ¿He gastado más de lo que me permite mi posición?
• ¿He cumplido debidamente con mi trabajo, ganándome el
sueldo que me corresponde?
• ¿He dejado de dar lo conveniente para ayudar a la Iglesia?
• ¿Hago limosna según mi posición económica?
• ¿He llevado con sentido cristiano la carencia de cosas
superfluas, o incluso necesarias?
• ¿He defraudado a mi consorte en los bienes?
• ¿Retengo o retraso indebidamente el pago de jornales o
sueldos?
• ¿Retribuyo con justicia el trabajo de los demás?
• En el desempeño de cargos o funciones públicas, ¿me he
dejado llevar del favoritismo, acepción de personas, faltando a
la justicia?
• ¿Cumplo con exactitud los deberes sociales, v. gr., pago de
seguros sociales, con mis empleados? ¿He abusado de la ley,
con perjuicio de tercero, para evitar el pago de los seguros
sociales?
• ¿He pagado los impuestos que son de justicia?
• ¿He evitado o procurado evitar, pudiendo hacerlo desde el
cargo que ocupo, las injusticias, los escándalos, hurtos,
venganzas, fraudes y demás abusos que dañan la convivencia
social?
• ¿He prestado mi apoyo a programas inmorales y anticristianos
de acción social y política?
15
Octavo Mandamiento
• ¿He dicho mentiras? ¿He reparado el daño que haya podido
seguirse? ¿Miento habitualmente porque es en cosas de poca
importancia?
• ¿He descubierto, sin justa causa, defectos graves de otra
persona, aunque sean ciertos, pero no conocidos? ¿He reparado
de alguna manera, v. gr., hablando de modo positivo de esa
persona?
• ¿He calumniado atribuyendo a los demás lo que no era
verdadero? ¿He reparado el daño o estoy dispuesto a hacerlo?
• ¿He dejado de defender al prójimo difamado o calumniado?
• ¿He hecho juicios temerarios contra el prójimo? ¿Los he
comunicado a otras personas? ¿He rectificado ese juicio
inexacto?
• ¿He revelado secretos importantes de otros, descubriéndolos
sin justa causa? ¿He reparado el daño seguido?
• ¿He hablado mal de otros por frivolidad, envidia, o por
dejarme llevar del mal genio?
• ¿He hablado mal de los demás —personas o instituciones—
con el único fundamento de que "me contaron" o de que "se
dice por ahí"? Es decir, ¿he cooperado de esta manera a la
calumnia y a la murmuración?
• ¿Tengo en cuenta que las discrepancias políticas, profesionales
o ideológicas no deben ofuscarme hasta el extremo de juzgar o
hablar mal del prójimo, y que esas diferencias no me autorizan
a descubrir sus defectos morales a menos que lo exija el bien
común?
• ¿He revelado secretos sin justa causa? ¿He hecho uso en
provecho personal de lo que sabía por silencio de oficio? ¿He
reparado el daño que causé con mi actuación?
16
• ¿He abierto o leído correspondencia u otros escritos que por su
modo de estar conservados, se desprende que sus dueños no
quieren darlos a conocer?
• ¿He escuchado conversaciones contra la voluntad de los que
las mantenían?
2.- La avaricia:
Apego desordenado a las riquezas. Perversión del derecho que
Dios nos ha concedido de poseer cosas.
17
¿Quiero tener dinero como una finalidad en sí?
¿Deseo tenerlo como un medio para lograr una finalidad, como
satisfacer necesidades de mi espíritu y de mi organismo?
¿Carezco de honradez? ¿Hasta qué grado y en qué forma?
¿Correspondo con toda honradez, con mi trabajo al pago que
por desempeñarlo se me da?
¿Cómo empleo el dinero que gano?
¿Soy tacaño (a) con mi familia?
¿Siento apego al dinero en sí?
¿Hasta qué grado llega mi amor al lujo?
¿En qué forma ahorro dinero?
¿Me valgo de trampas o no me detiene el hecho de que un
negocio no sea limpio con tal de hacer y ganar dinero?
¿Trato de engañarme a mí mismo (a) y cierro los ojos en casos
como estos?
¿Le llamo ahorro a lo que sé que es tacañería?
Cuando se trata de negocios que pueden dejarme utilidades
considerables, pero que obviamente son de mala fe, ¿trato de
justificarme diciendo que "son negocios de gran envergadura"?
¿Confundo lo que es un atesoramiento irrazonable, con lo que
es asegurar el porvenir propio y de mi familia?
Si en la actualidad no tengo dinero, ni ningún bien económico,
¿qué me propongo hacer para llegar a tenerlo?
¿Me valdría de medios poco limpios para lograrlo?
3.- La lujuria:
Afición desordenada a los placeres de la carne. Deseo excesivo
de los placeres de la carne.
¿Soy culpable de Lujuria en cualquiera de sus formas?
¿Trato de justificarme cuando doy rienda suelta a mi apetito
sexual, diciéndome que mis desmanes son "necesarios para la
salud" o la expresión de mi individualidad?
¿Tengo relaciones sexuales extra-maritales?
18
Si soy casado, ¿me conduzco como un hombre o como una
bestia? ¿Realmente creo que la lujuria es amor?
¿Sé en el fondo de mí mismo que la lujuria no es amor y que el
amor no se reduce al sexo?
¿Creo que la cuestión sexual no es mas que una parte del amor,
una de las formas en que se manifiesta y que moralmente se
limita al matrimonio?
¿He cometido excesos de lujuria que hayan afectado a mi razón
en alguna de las siguientes formas:
a.- Pervirtiendo mi modo de ver y de entender, hasta hacer que
no pueda discernir la verdad?
b.- Menguando mi prudencia y por consiguiente dañando mi
sentido de los valores, con el resultado de cometer desatinos?
c.- Amando mi egoísmo y como consecuencia, falta de
consideración de mi parte?
d.- Debilitando mi voluntad hasta llegar a perder la facultad
para tomar una decisión y convertirme en un ser voluble?
¿Es posible que Dios, tal como lo concibo, le conceda lo que le
pida a una persona relajada en sus costumbres sexuales, dentro
o fuera del matrimonio?
¿Aprobaría Dios mis hábitos sexuales?
4.- La envidia:
Disgusto o pesar del bien ajeno.
¿Me molesta que otros sean felices o tengan éxitos tal cómo si
esa felicidad o ese éxito, fuese algo que me lo hubiesen quitado
a mí?
¿Me causan resentimiento aquellos que son más inteligentes que
yo, porque envidio que lo sean?
¿Censuro lo que hacen otros porque para mis adentros, quisiera
haberlo hecho yo, por el honor o el prestigio que eso trae?
¿Soy envidioso al grado de tratar de menguar la personalidad de
alguien intrigando insidiosamente contra él?
19
¿Propago chismes?
¿Creo que son envidiosos aquellos que llaman hipócritas a
quienes aunque sujetos a error como todo ser humano, tratan
de cumplir con los preceptos de su religión? ¿ Soy culpable en
ese sentido?
¿Califico de presumidos a quienes son bien educados o
instruidos, porque les envidio esas ventajas?
¿Es real el aprecio que manifiesto por otros?
¿Envidio a alguien por alguno de los motivos mencionados o por
cualquier otro?
5.-La ira:
Cólera, enojo, apetito de venganza. Irritación, movimiento
desordenado del alma ofendida. Molestia.
¿Me dejo llevar por la ira?
¿Tengo arranques de cólera?
¿Siento deseos de venganza?
¿Juro que: "esto me lo pagarán"?
¿Recurro a la violencia?
¿Soy susceptible, sensitivo o impaciente con exceso?
¿Me molesto por cualquier cosa?
¿Murmuro o refunfuño?
¿Ignoro que la ira es un obstáculo para el equilibrio de la
personalidad y para el desarrollo espiritual?
¿Me doy cuenta de que la ira rompe el equilibrio mental y por
consiguiente, impide juzgar acertadamente?
¿Dejo que me maneje la ira, cuando sé que me ciega a los
derechos de los demás?
¿Cómo puedo justificarme ni el más insignificante berrinche,
cuando sé que la ira rompe la concentración que necesito para
poder cumplir con la voluntad de Dios?
¿Me contagia la ira de otros que por su debilidad se molestan
conmigo?
20
¿Puedo esperar que la Serenidad de Dios llegue a mi alma,
mientras ésta está sujeta a mis accesos de ira, motivados a
veces por insignificancias?
6.- La gula:
Falta de moderación con la comida o en la bebida. Abuso del
placer que Dios ha conferido de comer y beber lo que
necesitamos para nuestra subsistencia.
¿Me debilito moral o intelectualmente debido a mis excesos con
la comida o con la bebida?
¿Acostumbro a comer con exceso, esclavizándome así a los
placeres de la mesa?
¿Creo que el hecho de comer o beber con exceso no afecta a la
moral en mi vida?
¿He bebido o comido con tal exceso que haya vomitado, para
luego seguir bebiendo o comiendo?
Bebo con tal exceso que esto llega a afectarme en alguna de las
siguientes formas:
a) Deteriorando mi mente y mi personalidad?
b) Afectando directamente mi capacidad para concentrarme, mi
memoria y mi manera de juzgar las cosas?
c) Perdiendo mi dignidad y mi responsabilidad social?
d) Llegando a ser un estado crónico en mi vida la
desesperación?
e) Debilitando considerablemente mi voluntad?
f) Llegando a predominar en mí un concepto materialista de la
vida?
7.- La pereza:
Vicio que nos aleja del trabajo, del esfuerzo. Enfermedad de la
voluntad que nos hace descuidar nuestro deber.
¿Soy perezoso (a)?
21
¿Soy dado a la holganza o indiferente cuando se trata de cosas
de orden material?
¿Soy tibio o descuidado en mis oraciones?
¿Desprecio la disciplina?
¿Prefiero leer una novela que algo que requiera un esfuerzo
mental?
¿Soy pusilánime para llevar a cabo lo que moral o
espiritualmente es difícil?
¿Soy descuidado (a)?
¿Siento aversión por lo que signifique esfuerzo?
¿Me distraen fácilmente las cosas de orden temporal de las que
son espirituales?
¿Llega mi indolencia al grado de desempeñar descuidadamente
mi trabajo?
22
¿Pretendo aparecer ante los demás como una persona
importante?
¿Presento ante otros una "fachada" postiza?
23
c) La "otra" no tiene ninguna culpa...
d) Si le digo a mi esposa cuánto fue lo que realmente me
dieron de gratificación, todo el dinero se va a ir en pagar
cuentas atrasadas, así que mejor no se lo digo y que viva en
paz.
e) Mi esposa viste bien; en la casa no falta nada, mis hijos
van a un buen colegio; qué más quieren?
4.- Engreimiento
Envanecimiento, orgullo (1 de los 7 pecados capitales)
Cuando cometo una falta y me lo señalan, ¿cuál es mi reacción?
¿Me molesto?
¿Siento lastimado mi amor propio cuando admito mi impotencia
ante algo?
¿Hace el orgullo que yo sea mi propia ley, mi propio juez en
cuestiones de moral, mi propio Dios?
¿Es para mí el orgullo una fuente de censura, de murmuración
mal intencionada, de difamación y de destrucción de carácter?
¿El orgullo hace que yo trate de justificar mis faltas, porque
estoy renuente a admitir que estoy equivocado?
5. – Resentimiento
Disgusto que se experimenta por algo. Es el desagrado
emanado de un daño, real o imaginario, que va acompañado de
exacerbación, de odio. Es uno de los defectos que más nos
perjudica.
¿He sentido odio contra el patrón cuando me han despedido del
trabajo?
¿Me he encolerizado contra aquellas personas que me advertían
que estaba obrando mal en algo?
¿He odiado a alguien a quien se le reconozca el cabal
desempeño de sus obligaciones?
¿Tengo resentimiento contra alguna persona?
24
¿Tengo resentimiento contra a1gún grupo de personas?
¿Contra instituciones?
¿Contra religiones?
¿Contra ideas?
El resentimiento saca a relucir lo peor de nuestra inmadurez
emocional y causa aflicciones tanto a uno mismo como a otros.
6.- Intolerancia
Falta de indulgencia hacia lo que no se puede impedir. Renuncia
a transigir con creencias (religiosas o políticas), ideas,
costumbres, etc., que difieren de las de uno.
Odio a otros por el hecho de ser:
a) ¿Judíos? ¿Negros? ¿Indios?
b) ¿Por pertenecer a otra religión que no es la mía?
c) ¿O porque son ciudadanos de determinado país?
d) ¿Ha escogido alguien el color de la piel con que ha nacido?
7.- Impaciencia
Carencia de la cualidad de saber esperar con tranquilidad las
cosas que tardan.
¿Cuando alguien me hace esperar, recuerdo mis
impuntualidades?
¿Soy paciente en 1as reuniones, en el cine, en la Iglesia, en el
mercado, en el tráfico, etc. ?
8.- Envidia
a) Mi vecino cambia de auto cada año porque le está yendo bien en
los negocios, pero yo siento que me está haciendo quedar mal a
mí; para tratar de salvar las apariencias, ¿hago lo posible por
ridiculizarlo?
25
b) Mi cuñado es un hombre dedicado a su familia, trabajador y
decente. ¿Digo yo de él que es un tipo infuloso porque quisiera
ser como él?
c) ¿No me he dicho alguna vez: "Si yo hubiese tenido las
oportunidades que fulano de tal ha tenido, estaría tan bien o
mejor que el"?
9.- Hipocresía
Vicio que consiste en la afectación de una virtud o cualidad que
uno no tiene.
a) ¿Hago obsequios valiosos para calmar la tormenta que desato
con mis malas acciones?
b) Me compro cosas diciéndome que las necesito, pero a mis hijos,
esposo o alguna persona cercana, ¿no les habría podido resolver
una real necesidad?
c) ¿Soy de los que deja pasmada a la gente con sus profundos
conocimientos, pero no tiene un minuto de su tiempo para
dedicarlo a la familia?
d) ¿Hasta qué grado es real lo que pretendo ser ante los demás?
10.-Morosidad
Lentitud, tardanza en hacer una cosa. Posponer las cosas que
uno sabe que tiene que hacer. Dejar las cosas para mañana.
a) ¿Ha habido cosas sin importancia, pero que tenía que hacer,
las cuales dejé para después, hasta llegar el momento en que
me fue imposible hacerlas?
b) ¿Me mimo haciendo las cosas "a mi modo" o trato que haya
orden y disciplina en el desempeño de mis obligaciones
cotidianas?
c) ¿Desempeño a gusto los encargos que se me hacen?
d) ¿Creo que me están cargando la mano o es que soy
demasiado f1ojo y orgulloso?
26
1) ¿Creo que las cosas triviales se vuelven importantes, cuando
se hacen por amor a Dios?
13.- Miedo
Sentimiento de inquietud por un peligro real o imaginario. Si
aceptamos ponernos en las manos de Dios y encaramos con
honradez lo que realmente somos, entonces el fantasma del
miedo desaparece.
a) ¿Siento temor en determinados días, sin que haya motivo
justificado?
27
b) ¿Siento miedo de quedarme sin trabajo, de quedarme solo, sin
razón para ello?
c) ¿Me invade la inquietud por peligros irreales?
d) ¿He puesto mi vida y mi voluntad al cuidado de Dios?
e) ¿Qué hago cuando me invade el temor, el miedo, la inquietud?
B) Virtud de la esperanza
La fe implica confianza; la esperanza supone fe, pero también
tiende hacia objetivos determinados. Esperanza en el amor, el
progreso, el respeto de sí mismo y de sus allegados. La
esperanza se traduce en la fuerza motriz que hace que nuestra
vida tenga y adquiera propósito.
1) La esperanza es la fuerza que nos conduce en la dirección
que nos indica la fe.
2) La esperanza refleja nuestra actitud. Cuando no tenemos
esperanza nuestra actitud es opaca.
29
C) Virtud de la caridad
"Ahora permanecen estas cosas: la fe, la esperanza y la
caridad; pero la más excelente de ellas, es la caridad" - ( 1
Corintios-13).
1) "La caridad es paciente, es benigna; no es envidiosa, no es
jactanciosa, no se hincha, no es descortés, no es interesada, no
se irrita, no piensa mal: no se alegra de la injusticia, se
complace en la verdad: todo lo excusa, todo lo cree, todo lo
espera, todo lo tolera (1- Corintios-13).
2) En su sentido más profundo, la caridad es el arte de vivir de
una manera realista y plena, guiados por la conciencia espiritual
de nuestras responsabilidades y de nuestra deuda de gratitud a
Dios y a nuestros semejantes.
Análisis: ¿He hecho uso de la fe, la esperanza y la caridad en mi
vida hasta el presente?
¿Cómo puedo aplicarlas en mi nuevo vivir?
30
f) Puntualidad: ¿Tengo autodisciplina? ¿Tengo orden? ¿Tengo
consideración para los demás? ¿Soy puntual en mis reuniones,
en mi trabajo, en mis clases? ¿Soy puntual en mis oraciones?
31
n) Gratitud: La falta de gratitud en una persona es seña1 de
estupidez o de arrogancia o de ambas. La gratitud es
sencillamente el honrado reconocimiento de la ayuda que uno
ha recibido. ¿Soy agradecido con mi familia? ¿Con mis
compañeros, amigos? ¿Con la gente que me tendió la mano?
¿Soy agradecido en mis oraciones?
Análisis:
Considerando las "pequeñas virtudes" ¿en cuales fallé y cómo
contribuyeron mis fallas a mi problema acumulativo? ¿A cuáles
de estas "pequeñas virtudes" necesito prestar particular
atención para formar mi nueva personalidad? ¿Las he aplicado
con mis allegados? El mejor día para empezar a aplicarlas es
hoy. La mejor manera de empezar, es practicar tres o cuatro
hoy mismo. Es preferible empezar con unas cuantas, porque si
tratamos de hacerlo con todas, puede dar por resultado que el
día siguiente estemos tan agobiados, que decidamos descansar.
3.- Actitudes
32
c) ¿Mis frustraciones?
d) ¿Mis angustias?
e) ¿Mis amarguras?
f) ¿Mis ocupaciones?
33
C) Actitudes hacia la familia:
1) ¿Me acuerdo de los votos que hice cuando me casé?
¿He cumplido con ellos? (Hay que tener mucho cuidado aquí de
no empezar a hacer el inventario de la esposa(o) de uno.
2) ¿Me he granjeado y he conservado el cariño de mis hijos?
¿Quiero que sean honorables, bien adaptados a la vida y felices?
¿Han contribuido a que cuajen esas cualidades, mi ejemplo y lo
que les he inculcado? ¿Cómo ha afectado a mis hijos mi manera
de vivir?
¿Me he hecho merecedor de la confianza y del cariño de mis
allegados, por mi desprendimiento, por mi dedicación a ellos y
por mi ejemplo?
¿Soy un dictador en el seno de mi familia?
¿Me gustaría que mis hijos llegaran a ser como soy yo?
34
5) ¿Hay aspectos de mi trabajo que están en desacuerdo con mi
sentido de la moral, pero que los paso por alto diciéndome que
"los negocios son negocios"?
4.- Responsabilidad:
A) Responsabilidad con Dios
1) ¿Busco diariamente una fe más profunda?
¿Practico la que ya tengo a través de la oración, la meditación y
mi actitud?
2) Diariamente ¿aplico poner mi voluntad y mi vida al cuidado
de Dios?
3) ¿Practico los principios espirituales como son: la veneración,
el amor al prójimo, el sentido de la obligación de cumplir con la
moral?
4) ¿He aprendido a sentir gratitud, gracia suprema y clave de la
felicidad?
5) ¿Me levanto a mí mismo el ánimo cuando lo tengo decaído?
6) ¿Me intereso por el bienestar de otros?
7) ¿Venero a Dios en la Iglesia del culto a que pertenezco?
35
B) Responsabilidades conmigo mismo:
1) ¿He determinado lo que quiero en la vida?
¿He buscado la ayuda necesaria para lograrlo?
¿Para lograr lo anterior he puesto a funcionar mi entendimiento,
mi honradez, mi esfuerzo y mi tiempo?
2) ¿Cumplo con mis obligaciones diarias, reconociendo que ello
es esencial para mi tranquilidad?
3) ¿Cumplo con el axioma: "Lo primero es lo primero"?
¿Acepto lo que se tiene que aceptar?
¿Me hago trampas engañándome a mi mismo?
4) ¿Trato de ver lo bello que hay en la vida?
¿Me obstino en ver únicamente el aspecto negativo de la vida?
36
D) Responsabilidades con mi trabajo:
1) Necesito ante todo, equilibrio. ¿Soy flojo en el trabajo? ¿O
soy ordenado y me esfuerzo en él? ¿Trabajo demasiado? ¿Soy
talentoso, hago buen uso de ese don?
¿Tengo siempre en cuenta mis obligaciones espirituales y de mi
familia y las que tengo conmigo mismo?
2) ¿Estoy convencido de que el dinero, como un fin en sí mismo
y como un medio para adquirir autoridad o renombre, tiene
resultados espirituales fatales?
3) ¿Actúo en mi trabajo con la misma ética de mi actuación en
las demás fases de mi vida, si es que quiero estar en paz
conmigo mismo?
4) ¿Soy menos exigente y más productivo en mi trabajo?
¿Creo que siempre hay oportunidades de mejorar
económicamente para quien se supera?
¿Creo que las recompensas dependen de uno?
5) ¿Estoy desempeñando mi trabajo como esperaría que lo
desempeñara alguien que trabaja para mí?
A. El alejamiento de Dios
Es su elemento formal y, propiamente hablando, no se da sino
en el pecado mortal, que es el único en el que se realiza en toda
su integridad la noción de pecado.
37
Al transgredir el precepto divino, el pecador percibe que se
separa de Dios y, sin embargo, realiza la acción pecaminosa. No
importa que no tenga la intención directa de ofender a Dios,
pues basta que el pecador se dé cuenta de que su acción es
incompatible con la amistad divina y, a pesar de ello, la realice
voluntariamente, incluso con pena y disgusto de ofender a Dios.
En todo pecado mortal hay una verdadera ofensa a Dios, por
múltiples razones:
38
apenas gustado, dejará en su alma la amargura del
remordimiento y de la decepción.’
39
aún el más estrictamente individual, que afecte exclusivamente
al que lo comete.
40
C. Distinción numérica: es la que existe entre los diversos actos
pecaminosos cometidos.
b)
- Habitual (es la mancha que deja en el alma el pecado actual.
Se llama también “estado de pecado”).
- Actual (cada transgresión de la ley divina).
c)
41
- Interno (si se realiza sólo en la mente o en el corazón, por
ejemplo, odiar).
- Externo (si se realiza exteriormente, con palabras o hechos).
d)
- Formal (cuando se comete a sabiendas de que se quebranta la
ley o, en otras palabras, si se actúa en contra de la conciencia).
- Material (cuando se quebranta la ley involuntariamente, es
decir, la conciencia es recta pero errónea. Es el caso de actuar
por ignorancia invencible).
e)
- De comisión (acción positiva contra un precepto: por ejemplo,
el homicidio).
- De omisión (ausencia de un acto positivamente imperado: por
ejemplo, no oír Misa en día festivo).
f)
Mortal y Venial
Esta última clasificación es la que más nos interesa porque en
un caso, el del pecado mortal, al destruirse la gracia hay un
alejamiento total de Dios que de no rectificarse, supone el
perderlo eternamente. Por lo tanto, está en juego la consecución
o la pérdida del fin último para el que hemos sido creados.
Pecado mortal:
Es una ofensa grave a la Ley de Dios, como por ejemplo, el
asesinato, el aborto, relaciones sexuales fuera o antes del
Matrimonio Eclesiástico, la masturbación, etc.
Un solo pecado mortal mata la Vida de Dios en el alma y es
causa de castigo eterno, a menos que la persona se arrepienta y
se confiese.
Para cometer pecado mortal deben haber 3 condiciones:
Materia grave
La materia grave es precisada por los Diez mandamientos según
la respuesta de Jesús al joven rico: “No mates, no cometas
adulterio, no robes, no levantes testimonio falso, no seas
42
injusto, honra a tu padre y a tu madre” (Mc 10, 19). La
gravedad de los pecados es mayor o menor: un asesinato es
más grave que un robo. La cualidad de las personas lesionadas
cuenta también: la violencia ejercida contra los padres es más
grave que la ejercida contra un extraño.
Esta bastante claro. Dice que la gravedad de la materia del
pecado esta precisada en los diez mandamientos, en no cumplir
con las obras de misericordia, en los pecados capitales, los
defectos de caracter; pero se pueden incumplir de forma grave
o leve. La tradición católica se dice que en materia de
sexualidad no hay "parvedad de materia": es decir, que si
alguien comete adulterio, no hay adulterio grave y adulterio
leve, todos son graves. Pero, por ejemplo: una falta de respeto
a los padres, puede ser "de materia grave", y por tanto pecado
mortal, o puede ser materia leve, porque ha sido leve esa falta
de respeto. Lo mismo podríamos decir con las mentiras: no es lo
mismo una "mentira de vanidad", que una calumnia. De
cualquier forma no suele ser de "buen espíritu" que nos
acerquemos preguntando eso de "¿esto es grave o esto es
leve…?"; porque al fondo parece que se quiera justificar lo
"leve" ("si es "leve": barra libre). Eso no está animado por un
buen espíritu. Tal vez lo correcto sería hacer otra pregunta:
"¿esto le agrada al Señor, el Señor quiere esto de mí?; ahí hay
otro espíritu. Claro está, que se pueden hacer preguntas
"objetivas" sobre la gravedad del pecado; pero que no nos
mueva el "espíritu de la casuística", detrás está la tentación de
seguir el espíritu de este mundo, queriendo estar a "dos
juegos": evitando el pecado mortal, pero sin combatir los
veniales: eso no le agrada al Señor. Dice que la gravedad de los
pecados depende también de " La cualidad de las personas
lesionadas"; A parte del ejemplo que pone aquí también se
puede decir: Es más grave un aborto, que un asesinato: ¡así de
claro!: en el aborto estas matando a tu propio hijo. Es necesario
abrir los ojos ante esto, algunos pecados graves, esta sociedad
los ha trivializado, pero la gravedad se mantiene.
Pleno conocimiento de que es grave
Pleno consentimiento para hacer lo que la persona sabe bien
que es grave.
43
Criterios para detectar un pecado mortal
La Iglesia nos enseña que hay tres aspectos que uno debe
cuestionarse para determinar si algo es o no un pecado mortal:
Pecado venial:
Es una ofensa menos grave a Dios, que no mata la Vida de Dios
en el alma, pero sí la debilita y predispone a la persona a
cometer pecados más graves. Por eso es conveniente
confesarse aunque haya sólo pecados veniales.
Los pecados veniales no son causa de castigo eterno, pero sí
impiden que vayamos al Cielo y requieren la purificación del
Purgatorio.
- debilita la caridad,
- entraña un afecto desordenado a bienes creados,
- impide el progreso del alma en el ejercicio de las virtudes y la
práctica del bien moral,
- merece penas temporales,
- el pecado venial deliberado y que permanece sin
arrepentimiento, nos dispone poco a poco a cometer el pecado
mortal.
46
gracia santificante, de la amistad de Dios, de la caridad, ni, por
tanto, de la bienaventuranza eterna”
PECADOS ESPECIALES
Algunos pecados especiales se agrupan bajo los siguientes
nombres:
1° Desesperanza de la salvación:
Ocurre cuando la persona ha pecado tanto que entra en
desesperación encontrando que no hay más salvación
para ella. Queda convencida de que no hay solución y que
su destino es el infierno. NOTESE QUE EN ESTE CASO LA
PERSONA NO SE CONFIESA PORQUE CREE QUE NO VALE
LA PENA Y QUE ESTA DEFINITIVAMENTE CONDENADA.
47
2° Presunción de la salvación sin merecimiento:
Ocurre cuando la persona se haya tan virtuosa que piensa
que ya está en el Cielo y por eso por más que haya hecho
algún pecado, Dios la perdonará. Implica un sentimiento
de orgullo hallando que esta salvada por lo que ya hizo en
la vida. NOTESE QUE EN ESTE CASO LA PERSONA NO SE
CONFIESA PORQUE LO HAYA INECESARIO; CREE QUE YA
ESTA SALVADA.
5° La obstinación en el pecado:
48
Es quien peca no por debilidad, sino por malicia. Peca no
simplemente porque tuvo una tentación, sino porque AMA
pecar. AHORA, SI AMA PECAR, NO SE CONFIESA, PORQUE
QUIERE CONTUNUAR EN EL PECADO.
6° La impenitencia final:
No es difícil de entender este pecado, pues una persona
que viene pecando al vida entera, al final de su existencia
continúa siendo impenitente y no arrepintiéndose de todo
lo que hizo de malo. Es el supremo y final rechazo a Dios.
Aunque estando al final de la vida y sabiendo que va a
morir, la persona no quiere cambiar de vida. ESTA NO SE
CONFIESA PORQUE RECHAZA A DIOS HASTA EN ESTA
HORA EXTREMA.
49
B. Pecados que claman al cielo, porque su influencia nefanda en
el orden social pide venganza de lo alto.
Suelen recibir esta denominación el homicidio, la
homosexualidad, la opresión de los débiles, la retención de
salario a los obreros.
C. Pecados capitales, llamados así porque los demás suelen
proceder de ellos como de su cabeza u origen.
Clásicamente se citan la soberbia o vanagloria, la envidia, la
avaricia, la ira, la lujuria, la gula y la pereza.
Las causas internas son las heridas que el pecado original dejó
en la naturaleza humana:
1) la herida en el entendimiento: la ignorancia que nos hace
desconocer la ley moral y su importancia;
2) la herida en el apetito concupiscible: la concupiscencia o
rebelión de nuestra parte más baja, la carne, contra el espíritu;
50
3) la herida en el apetito irascible: la debilidad o dificultad en
alcanzar el bien arduo, que sucumbe ante la fuerza de la
tentación y es aumentada por los malos hábitos;
4) la herida en la voluntad: la malicia que busca
intencionadamente el pecado, o se deja llevar por él sin oponer
resistencia.
LA OCASIÓN DE PECADO
Por ocasión de pecado se entiende toda aquella situación en la
que el hombre se encuentra en peligro de caer en pecado.
52