La Zaranda
La Zaranda
La Zaranda
Se le llama zaranda a una especie de recipiente grande con una tela, chapa o tejido con agujeros que sirve
para limpiar un material o mezcla de materiales que tenga partículas de distintos tamaños, quedando dentro
de la zaranda las partículas gruesas que no sirven para nada, cayendo lo que sirve. Por ejemplo, si es arena y
piedras, en la parte superior quedarían las piedras y la arena se precipitaría por los agujeros.
Asimismo, zaranda es sinónimo de cedazo o criba.
También se le llama zaranda a una especie de tubo cuadrangular, compuesto de cuatro palas que se estrechan
hacia el suelo el cual está compuesto de una red hecha de lias delgadas. Esta zaranda sirve en los lagares y
más comúnmente en las lagaretas para acribar o 'sacudir', que es el término que usan, el orujo que queda de
la uva después de pisada, de modo que con este zarandeo se separen del todo los escobajos.
Por otro lado, se llama igualmente zaranda a un juego infantil tradicional de Venezuela.1
Referencias
Otra variante del juego es que se agrupan 6 a 10 mujeres al igual número de varones, lanzan sus zarandas y los
trompos si quedan zarandas sin destruir ganan las mujeres y si las destruyen todos ganan los hombres.
Se tiene una creencia que cuando los niños juegan la zaranda y esta se rompe, es mal presagio, e indica que
algo malo va a pasar y votan la zaranda.
Por otra parte existían desafíos de zaranda, entre los jugadores apasionados al deporte popular
venezolano. ¿Pero cómo se bailaba la zaranda? Pues mediante una cuerda o guaral fuerte, al que se le ponía
al extremo en la mano del operador, un travesaño de un palito, se enrollaba el guaral al cuerpo de la zaranda
y, mediante un templón, se soltaba la bailadora al terreno, donde zarandeaba emitiendo un sonido como el de
un cigarrón gigante, que anduviera por allí volando sobre la tierra.
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Ruta completa hacia el artículo: Absolut Viajes » El tradicional juego de la zaranda
Introducción
El desarrollo histórico del hombre en el tiempo puede medirse cuando las características más comunes del
ser humano de acuerdo a sus épocas, vivenciadas y representadas en forma de juegos infantiles en donde la
creatividad se expresa sin prejuicios ni obstáculos entre el pasado, el presente y el futuro.
Lo que se tratara en esta investigación como JUEGOS TRADICIONALES, no es más que todas aquellas
manifestaciones lúdicas: Juegos y juguetes, inventados por el hombre a través de las diferentes épocas
históricas de la humanidad y que han tenido como origen la cultura europea y afroafricana, llevadas por el
mismo hombre a otros culturas del contexto mundial, convirtiéndolas en expresiones lúdicas universales.
Lo anterior significa que la expresión en la que hoy nos afirmamos y practicamos, no es más, que la que
trajeron los españoles y otras familias foráneas a las tierras venezolanas.
Sin embargo la Cultura Foránea que heredamos viene siendo desvirtuada y enajenada por la presencia de
elementos aculturales producida por los nuevos avances tecnológicos irradiados por los medios de
comunicación masivos que trastocan su esencia y pureza, cambiándola por formas y contenidos
simplificadores que atentan contra su propia existencia. Por ello la importancia de estos estudios, ya que es
una forma de rescatar nuestra cultura, nuestro folklore y darlo a conocer a nuestros niños y jóvenes que hoy
día desconocen las tradiciones de su país, de sus pueblos, de hecho es poco lo escrito, las tradiciones de los
abuelos pocos la recuerdan o mantienen, de aquí el interés de indagar y escribir de la tradición de nuestras
ancestros. Si bien es cierto que la cultura y tradiciones obedecen a cada época y momento histórico-social-
económico, es importante conocer el pasado ya que de él se genera el presente y el futuro. Muchos juegos se
han mantenido en el tiempo, por supuesto con el toque especial de sus protagonistas.
En esta oportunidad se realiza una recopilación de la información que existe acerca de un juguete y juego
tradicional en los llanos venezolanos, "La Zaranda" tradición de nuestros indígenas, muy autóctona de esta
zona.
Historia
Antes del descubrimiento 1498, se cree que el hombre apareció en el territorio que hoy conocemos como
Venezuela, hace unos 16.000 años. Esta población había llegado por el Sur, de la región del Amazonas, por el
Oeste, de los Andes y por el Norte, del Caribe.
Según el antropólogo Miguel Acosta Saignes, existían las nueve áreas culturales siguientes:
Cuenca del lago de Maracaibo con los Goajiros, que eran recolectores y pescadores
Arawacos Occidentales que comprendían los Caquetíos de Falcón, Lara y Yaracuy y se extendían en el
sur hasta los llanos
Los Caribes del Oriente (De allí viene el nombre del equipo de Béisbol Venezolano) desde la Península
de Paria hasta Borburata (Cerca de Puerto Cabello en el estado Carabobo)
En los llanos y en el Delta del Orinoco (Waraos), el área de los recolectores, pescadores y cazadores de
los llanos
Los Otomacos, Guanos, Taparitas y Yaruros en la desembocadura del Apure en el Orinoco (Rodríguez,
1994)
En la Guayana Venezolana, al sur del Orinoco, los Caribes nómadas (aquellos que no viven en un lugar
fijo, sino que se desplazan de una zona a otra)
Se estima que había entre 350 mil y 500 mil habitantes, siendo el área andina la más poblada (Timoto-
cuicas), gracias al avance de la agricultura. (Venezuela Tuya).
Los llanos venezolanos se localizan entre los relieves montañosos de la región norte (al pie de los Andes, la
serranía del Interior y el macizo oriental) y el río Orinoco al sur, y entre la frontera colombiana y el océano
Atlántico (de este a oeste). En esta región también se incluye la llanura del delta del Orinoco, cuyo origen y
características son muy similares a los de los llanos.
Los Llanos ocupan el 35% del área total del territorio nacional, incluyendo las tierras planas y cenagosas del
Delta del Orinoco. La región llanera venezolana se extiende sobre casi una tercera parte del territorio nacional,
aunque con notables diferencias, de relieve, clima, vegetación, hidrografía y suelo.
La región de Los Llanos está situada, en el centro del país y está constituida básicamente por la cuenca
hidrográfica del río Orinoco, al norte limita con la cordillera de la Costa, al noroeste y oeste con la cordillera de
los Andes y al sur y sureste con el macizo de las Guayanas. Esta región ocupa una superficie aproximada de
280.000 km2, distribuida en tres áreas: llanos Occidentales, llanos Centrales y llanos Orientales.
Los llanos Orientales: comprenden la depresión del Unare y la Mesas de Guanipa, ubicada entre la
serranía del Interior y el macizo oriental.
Los llanos Occidentales: comprende los estados Portuguesa, Barinas y Apure y se dividen en llanos
bajos y llanos altos.
Los llanos Centrales: están comprendidos por los estados Cojedes y Guárico y su relieve no es
uniforme, ya que presenta en su mitad norte una serie de filas montañosas orientadas de noreste a
suroeste y cuya altura va disminuyendo de norte a sur. Estas filas, conocidas localmente como galeras,
están constituidas por rocas sedimentarias (calizas) y se relacionan geológicamente con la serranía del
Interior. Entre ellas se pueden citar a las de Ortiz, El Pao y a las de Guarumen, de unos 500 metros de
altura y que están cortadas por el río Guárico en el punto donde se construyó el embalse de
Camatagua.
En el transcurso de las indagaciones acerca de la expresión lúdica de las comunidades en especial la de los
llanos venezolanos, se pudo constatar que no existen testimonios que den fe sobre cuáles pudieron haber sido
las actividades más practicadas, sin embargo, se evidencia por Páez R., Rodríguez A. y las narrativas-historias
de los pobladores, que la etnia llanera entre sus actividades lúdicas se encontraba el canto, los baile, que se
caracterizan por el uso y acompañamiento del arpa, el cuatro y las maracas, la pareja zapatea, mientras realiza
sincronizados giros que simbolizan el sutil coqueteo de la mujer y el galanteo y caballerosidad del hombre ó el
desafiante espíritu del llanero recio.
Estas manifestaciones folklóricas cumplen la función de traducir en lenguaje poético las vivencias, formas de
pensar y sentir del hombre del campo venezolano. La manera de relacionarse con la naturaleza, su empatía
con algunos animales, su espíritu mágico religioso y, sobretodo, su ingenio y su creatividad, su espontaneidad
a la hora de crear nuevos versos para relatar la historia diaria o los viejos cantares que de gente en gente
pasan. (FUDENA, 2005).
La cultura venezolana es una muestra de confluencias de culturas europeas y pueblos africanos. Esta
circunstancia se puede corroborar en las actividades lúdicas como parte de la cultura de los pueblos. El juego
se desarrolla en cada región del país, bajo dos puntos de referencia: 1. la cultura aborigen venezolana que
constituyen el fundamento de la raíz nacional puesto que a partir de ellas se originaron los juegos infantiles
con una estructura propia que en algunos casos se han preservados. 2.- el conjunto de culturas ya
mencionadas, que ha permitido incorporar elementos a la mayoría de los juegos infantiles que hoy en día son
considerados juegos tradicionales.
Los juegos tradicionales son juegos típicos de una región o país, formando parte importante de nuestra
cultura popular, constituyen un tesoro nacional de juegos practicados de generación en generación.
Aretz (1998) los define como juegos folklóricos en donde resumen experiencias colectivas de generaciones y
por ello constituyen un medio precioso de enseñanza en tanto el niño se enriquece jugando.
Igualmente, Bolívar (2001) los denomina "juegos populares, que pertenecen a la cultura popular venezolana
y constituyen un elemento esencial para preservación de nuestras tradiciones, la identidad nacional y la
integración del niño al medio que se desenvuelve". (p. 204)
La principal características de los juegos tradicionales es resaltar las tradiciones del pueblo desde
generaciones, no obstante Ramos (1992) los caracteriza "por reflejar y expresar el sentimiento patriótico de
una región o zona, sin permitir la introducción de esquemas o patrones transculturizador socialmente". (p.
208)
El juego es un comportamiento universal del hombre y vital para la existencia humana. Desde los tiempos
primitivos el hombre manifestó sus creencias religiosas y formas de vida por medio de la actividad del juego,
en sus diferentes formas (Norbeck, 1971, citado por Ramos-2004)
Dentro de la clasificación de los juegos tradicionales encontramos algunos juegos que llegaron a América
durante la conquista española. Es por ello, que muchos de estas actividades lúdicas también son conocidas en
varios países de nuestro continente, aunque con diferente denominaciones.
Sin embargo, en Venezuela existe un gran número de juegos y juguetes tradicionales producto de la mezcla
de influencias que actuaron sobre la formación de la cultura criolla de este país. Entre los juguetes más
populares se cuentan la perinola, el yo-yo, el gurrufío, el trompo, las metras o pichas, la zaranda y el
papagayo, así como las muñecas de trapo.
En el grupo de los juegos destacan la popular carrera de sacos, las rondas ( arroz con leche, el gallo y la
gallina, etc.), saltar la cuerda, la candelita y el palito mantequillero y otros como pise, el avión, metras con
para-para, la semana, la ere, el escondite, fusilao, gallinita ciega, ladrones y policía, líbralo, las bolas criollas,
palo encebado, riñas de gallos, la sortija, caballitos perinola, carritos, la vieja, juegos con cantos (el gato y el
ratón, la señorita, la sortija, Doña Ana, etc.) y mímica (Don Pedro) y muchos más. Según la región tienen su
estilo o manera de jugarlo.
La Zaranda
En el llano venezolano (llano central) se realiza el juego la zaranda, originario de los indios nativos
(guaiqueríes, guamonteyes, arahuacos, tamotes, tamanacos, caribes, palenques, entre otros), en esta zona se
juega principalmente en la época de Semana Santa o días santos. Su nombre proviene de una mata de cuyo
fruto seco la fabrican.
La zaranda se elabora con una totuma (cuenco que se obtiene de picar en dos partes una semilla hueca y
grande) que es atravesada por un palito. En la parte superior del palito se enrolla un cordel que al halarlo hace
girar la zaranda. (mipunto.com)
Bolívar 2005, (pobladora del estado Guarico) relata que ha esta totuma se le abren orificios para que al
momento de lanzarla o girarla penetre el aire y produzca el sonido característico.
Para lanzarla o bailar la zaranda, se enrolla una cabuya en el palito y luego se hala para girarla en el suelo.
Generalmente quien baila la zaranda es la mujer, ya que por los llanos venezolanos el hombre baila el trompo,
de hecho la manera de jugar con la zaranda es que las mujeres se colocan en círculos y bailan su zaranda y los
hombres lanzan sus trompos para destruir la zaranda.
Otra variante es en épocas de velorios del Santo, que son rituales religiosos que se acostumbran realizar con
motivo de agradecer favores o milagros que le han hecho a un ser querido. En este ritual las mujeres lanzan y
bailan sus zarandas y el hombre lanza su trompo para pegarle a la zaranda de la mujer que le gusta, si la
destruye la mujer será su novia por esa noche.
Otra variante del juego es que se agrupan 6 a 10 hembras al igual número de varones, lanzan sus zarandas y
los trompos si quedan zarandas sin destruir ganan las mujeres y si las destruyen todos ganan los hombres.
Se tiene una creencia que cuando los niños juegan la zaranda y esta se rompe, es mal presagio, e indica que
algo malo va a pasar y votan la zaranda.
Boscán (s/f), reseña, la Zaranda es de aquellos juegos que emocionaron muchísimo a los niños y a los
adolescentes en épocas pretéritas, la zaranda fue uno entre otros como el trompo, que divirtió a los párvulos
en nuestros pueblos, aldeas y caseríos, y hasta en las ciudades, donde llegó el eco zumbón de la zaranda.
Recordemos a este juguete como algo sencillo, hecho de una perita de calabaza muy pequeña, a la cual se le
incrustada una punta de madera dura y redonda, con largo de pocos centímetros. En la calabaza se hacían
unos huecos para ventilar el interior del cuerpo de la zaranda y producir un zumbido característico de esta
bailadora serena y zumbona, a tal punto era estimada la zaranda que sonara bien, que los muchachos
peleaban por su zaranda a puño limpio, defendiendo la que les pertenecía y que era entre otras, la mas
musical al bailar en la tierra fina de los patios en las casas, o en las calles solas de los pueblos de la provincia.
Por otra parte existían desafíos de zaranda, entre los jugadores apasionados al deporte popular venezolano.
¿Pero cómo se bailaba la zaranda? Pues mediante una cuerda o guaral fuerte, al que se le ponía al extremo en
la mano del operador, un travesaño de un palito, se enrollaba el guaral al cuerpo de la zaranda y, mediante un
templón, se soltaba la bailadora al terreno, donde zarandeaba emitiendo un sonido como el de un cigarrón
gigante, que anduviera por allí volando sobre la tierra.
Había, desde luego, apuestas y discusiones entre los jugadores. Había en algunos casos hasta peleas a puño
y puntapiés, por algo que se consideraba trampa en el juego. La que pagaba casi siempre los platos rotos era
la pobre zaranda, que era batida contra el suelo o embestida por la enemiga con la púa sobre la que bailaba,
para romper la calabaza y silenciar el sonido del rival, que estaba zarandeando en la tierra.
Conclusiones
Las distintas realidades geográficas y ambientales de la llanura determinaron en los grupos humanos que la
poblaron a lo largo del tiempo, ciertas actitudes, usos, costumbres, manifestación de orden folclórico, en fin,
toda una cultura propia y única.
Parte de la misma ha ido evolucionando, o bien se ha perdido definitivamente por las nuevas realidades
sociales, políticas, geopolíticas, fronterizas, económicas y por las vías de comunicaciones construidas.
(Ecografía de los llanos)
Existe mucha controversia acerca de los juegos y juguetes tradicionales, sobre todo cuando se ve como una
añoranza del pasado, si bien es cierto que los juegos y juguetes obedecen a necesidades sociales y a la
realidad del momento histórico que vive un pueblo, también es cierto que el avance tecnológico a desvirtuado
los juguetes. Mantener vivo el valor de un juguete y juego producto de la imaginación del propio niño,
mantener la sencillez de su elaboración, y conocer de donde nace la tradición del juguete, del juego, que
significado tuvo para nuestro antepasado o que significa hoy día, es algo invalorable.
Los juegos tradicionales de nuestros antepasados, en el presente como símbolo de fortaleza espiritual y
fuerza universal para la consecución de la raíz del venezolano.
El futuro del sentimiento patriótico de la niñez y de la juventud de nuestro país, depende de una raíz
frondosa, la cultura y la tradición de un pueblo se mantiene cuando el niño juega con juguetes tradicionales y
actividades autóctonas. Los juegos tradicionales son típicos según la región o país, contribuyen al fomento del
folklore, la danza, la música y la cultura.
Referencias bibliográficas