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"Año del bicentenario del Perú: 200 años de independencia"

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

PROCEDIMIENTO CONCURSAL ORDINARIO. POSTULACIÓN

DEL PROCEDIMIENTO

CURSO

DERECHO COMERCIAL I

DOCENTE

Mg. ALVA GALARRETA MIRKO JUAN JOSE

REPORTE DE ALUMNA:

ALONZO CÓRDOVA JUANA SARA

AÑO -2021
INTRODUCCIÓN

Cuando hablamos del proceso concursal ordinario nos referimos a decir que es en el

cual a un deudor con problemas para pagar a sus acreedores se le aplica la Ley General del

Sistema Concursal, para que sus acreedores se reúnan en una Junta de Acreedores para

decidir qué es lo que harán con el patrimonio del deudor, con la finalidad de obtener el mayor

valor de él y tratar de pagar la mayor cantidad de créditos posible. Los acreedores pueden

decidir por reestructurar o liquidar el patrimonio del deudor. Esta decisión dependerá de la

evaluación que los acreedores realicen. En caso, opten por la reestructuración los acreedores

deberán nombrar a la administración que se hará cargo de llevar a cabo el proceso de

reestructuración.

En este presente trabajo vamos hablar y profundizar respecto al procedimiento

concursal ordinario, publicaciones e inexigibilidad de obligaciones, reconocimiento de

créditos, quiebra estos puntos sin lo que hablaremos en dicho trabajo.


1. INICIO A SOLICITUD DEL DEUDOR

Cualquier deudor podrá solicitar el inicio del Procedimiento Concursal Ordinario

siempre que acredite en, cuanto menos, algunos de los siguientes casos:

a) Que más de un tercio del total de sus obligaciones se encuentren vencidas e impagas

por un periodo mayor a treinta (30) días calendario.

b) Que tenga pérdidas acumuladas, deducidas las reservas, cuyo importe sea mayor al

tercio del capital social pagado.

Esta solicitud escrita deberá expresar la petición de llevar a cabo una reestructuración

patrimonial o una disolución y liquidación, de ser el caso, teniendo en cuenta lo siguiente:

a) Para una reestructuración patrimonial, el deudor deberá acreditar, mediante un

informe suscrito por su representante legal y por contador público colegiado, que sus

pérdidas acumuladas, deducidas las reservas, no superan al total de su capital social

pagado. El deudor también especificara los mecanismos y requerimientos necesarios

para hacer viable su reflotamiento, y presentara una proyección preliminar de sus

resultados y flujo de caja por un periodo de dos (2) años.

b) De no encontrarse en el supuesto del inciso precedente, el deudor solo podrá solicitar

su disolución y liquidación, la que se declarará con la resolución que declara la

situación de concurso del deudor. Si el deudor solicita su acogimiento al

Procedimiento Concursal Ordinario al amparo del literal, precedente, pero tiene

pérdidas acumuladas, deducidas reservas, superiores al total de su capital social, solo

podrá plantear su disolución y liquidación.

Las personas naturales, sociedades conyugales o sucesiones indivisas deberán

cumplir, además, al menos uno de los siguientes supuestos:


a) Que más del 50% de sus ingresos se deriven del ejercicio de una actividad económica

desarrollada directamente y en nombre propio por los mencionados sujetos.

b) Que más de las dos terceras partes de sus obligaciones se hayan originado en la

actividad empresarial desarrollada por los mencionados sujetos y/o por terceras

personas, respecto de las cuales aquellos hayan asumido el deber de pago de las

mismas. Se incluye para estos efectos, las indemnizaciones y reparaciones por

responsabilidad civil generadas con el ejercicio de la referida actividad.

El deudor acompañara a su solicitud un Resumen Ejecutivo fundamentando el Inicio

del Procedimiento Concursal Ordinario, la viabilidad económica de sus actividades, de ser

el caso y los medios para solventar las obligaciones adeudadas. Asimismo, presentara, en lo

que resulte aplicable, la siguiente documentación:

a) Copia del acta de la Junta de Accionistas o del órgano correspondiente en la que

conste el acuerdo para acogerse al Procedimiento Concursal Ordinario.

b) Nombre o razón social del deudor, su actividad económica, su domicilio y las

provincias en las que mantenga sedes administrativas o realice actividades

productivas.

c) Copia del documento de identidad y del poder de su representante legal.

d) Copia del Balance General, Estado de Ganancias y Pérdidas; Estado de Cambio en

el Patrimonio Neto y el Estado de Flujos de Efectivo, de los dos últimos años; y de

un cierre mensual con una antigüedad no mayor de dos meses a la fecha de

presentación de la solicitud. De tratarse de personas cuyo monto de obligaciones

supera las quinientas Unidades Impositivas Tributarias, los Estados Financieros

referidos deberán encontrarse debidamente auditados y deberá presentarse, además,

el dictamen correspondiente.
e) Información acerca de las fuentes de financiamiento a que ha accedido el deudor

durante los dos últimos dos ejercicios, así como sobre la forma en que se ha acordado

el retorno de dicho financiamiento y el tiempo que se ha destinado para ello.

f) Copia de las fojas del libro de planillas correspondiente al último mes.

g) Una relación detallada de sus obligaciones de toda naturaleza, precisando la identidad

y domicilio de cada acreedor, los montos adeudados por concepto de capital, intereses

y gastos y la fecha de vencimiento de cada una de las obligaciones. La relación debe

incluir las obligaciones de carácter contingente precisando en estos casos la posición

de ambas partes respecto a su existencia y cuantía. La Información referida tendrá una

antigüedad no mayor de dos (2) meses de la fecha de presentación de la solicitud; así

como deberá reflejar las obligaciones del deudor contenidas en el balance presentado

según el literal d) referido y encontrarse conciliada con el mismo.

h) Una relación detallada de sus bienes muebles e inmuebles y de sus cargas y

gravámenes, así como los titulares y montos de los mismos. La información referida

tendrá una antigüedad no mayor de dos meses de la fecha de presentación de la

solicitud.

i) Una relación detallada de sus créditos por cobrar, indicando sus posibilidades de

recuperación. La información referida debela reflejar los créditos del deudor

contenidos en el balance presentado según el literal mencionado y encontrarse

conciliada con el mismo.

j) Documentación que acredite ser contribuyente activo ante la administración

tributaria (SUNAT).

k) Declaración jurada de la existencia o inexistencia de vinculación con cada uno de sus

acreedores.
La totalidad de la información señalada en el presente, además, en disco magnético

u otro medio análogo según las especificaciones que dé la Comisión. De cumplirse todos los

requisitos establecidos en el presente artículo, la Comisión declarara la situación de concurso

del deudor.

1.1 Inicio a solicitud del acreedor

Si uno o varios acreedores impagos cuyos créditos exigibles se encuentren

vencidos, no hayan sido pagado dentro de los treinta (30) días siguientes a su vencimiento y

que, en conjunto, superen el equivalente a cincuenta (50) Unidades Impositivas Tributarias

vigentes a la fecha de presentación, podrán solicitar el inicio del Procedimiento Concursal

Ordinario de su deudor. El desistimiento de alguno de los acreedores que presentó la

solicitud, luego de emplazado el deudor, no impedirá la continuación del procedimiento.

2. PUBLICACIONES E INEXIGIBILIDAD DE OBLIGACIONES

Una vez aprobada la resolución que estipule el procedimiento de difusión, la

Comisión de Procedimiento Concursal del INDECOPI ordenará la publicación de un listado

semanal de deudores que hayan sufrido procedimientos concursales en la semana anterior

en el Diario Oficial del Perú. A partir de la fecha de publicación se suspenderá la exigibilidad

de todas las obligaciones que el deudor tenga que pagar en ese día, pero este hecho no

constituye una actualización de dichas obligaciones, y en su caso, se aplicará el tipo de interés

acordado por ellos. la junta directiva. En este caso, la mencionada deuda no generará intereses

moratorios y no será capitalizada. La suspensión continuará hasta que el consejo de

administración apruebe un plan de reestructuración, un convenio global de refinanciamiento

o un convenio de liquidación, que establezca diferentes condiciones en cuanto a la

exigibilidad de todas las obligaciones contenidas en el procedimiento y el tipo de


interés aplicable en cada caso, que estará disponible. Para su inclusión en la ejecución de

todos los acreedores en quiebra.

2.1. Inexigibilidad de obligaciones

La inexigibilidad de las obligaciones del deudor no afecta la capacidad del acreedor

de apuntar a bienes de terceros que hayan constituido garantías físicas o personales a su favor,

es decir, bienes de terceros subrogados por derechos en la posición del acreedor originario.

En el caso de quiebra de la sucursal, la inaplicabilidad de sus obligaciones no afecta la

posibilidad de que el acreedor apunte a los activos del cliente en el extranjero a través de los

canales legales pertinentes. A partir de la fecha de publicación, las autoridades que

comprendan los procedimientos judiciales, arbitrales, de venta obligatoria o extrajudicial que

se adopten contra el deudor no ordenarán medidas cautelares que afecten a su patrimonio, y

no asumirán responsabilidad alguna si la orden ha sido ordenada. Abstenerse y bloquearlos.

El marco de protección legal no alcanza a los bienes perecibles. En tal caso, el

producto de la venta de dichos bienes será puesto a disposición del administrador o

liquidador, según corresponda, para que proceda con el pago respectivo, observando las

normas pertinentes. La prohibición de ejecución de bienes no alcanza a las etapas destinadas

a determinar la obligación emplazada al deudor La autoridad competente continuara

conociendo hasta emitir pronunciamiento final sobre dichos temas, bajo responsabilidad.

Una vez asimilado que liquidez es distinto de exigibilidad, existen consecuencias

derivadas de la iliquidez que sí se deben considerar. En especial, respecto a la mora, pues

debe tenerse presente el principio in illiquidis non fit mora. Este principio señala que en tanto
la deuda no sea liquidada no podrá constituirse en mora. A pesar de ello, se ha señalado que

ello sólo sería aplicable si es que la falta de determinación (liquidación) sea imputable al

deudor.

La inexigibilidad de la obligación: Lo cual significa que la obligación en cuestión se

encuentra sujeta a plazo todavía no vencido o sometida a condición o cargo pendiente de

cumplimiento. Las obligaciones de por sí son exigibles, porque es un rasgo inherente a ellas,

siendo que su inexigibilidad puede darse por diferentes factores, así tenemos por ejemplo que

una obligación este prescrita y que dicha prescripción haya sido declarada judicialmente, ya

sea en vía de proceso autónomo o en vía de excepción, entonces, deviene en inexigible, pues

la posibilidad de solicitar su cumplimiento judicialmente se ha extinguido.

También una obligación deviene en inexigible cuando esta resulta ser una obligación

modal, ello debido a que las obligaciones son clasificadas de acuerdo a cómo deben

cumplirse, clasificándose en obligaciones puras o modales (sujetas a condición suspensiva

o resolutoria; plazo o cargo).

La obligación derivada de la responsabilidad civil, sea por inejecución de

obligaciones o por responsabilidad extracontractual, es ilíquida, pues el monto aún no ha sido

determinado. En ese sentido, en el primero caso (inejecución de obligaciones), la mora

–indemnización moratoria- se devengaría desde el momento en que se cite con la demanda;

mientras que en el segundo caso (responsabilidad extracontractual), la mora es automática.

Por lo que el sistema legislativo ha brindado una solución respecto al momento a partir del

cual se debe empezar a devengar la indemnización moratoria en este caso particular.


Una vez determinada esta situación particular que representan las deudas ilíquidas,

donde se concluye que la liquidez no es requisito de exigibilidad, se puede considerar que no

es necesario que la deuda está determinada de manera exacta y completa en el requerimiento,

pero sí que se haga referencia precisa a la obligación que se exige. Por lo que no podría

admitirse una excepción del deudor dirigida a cuestionar que no se requirió el pago al no

hacerse referencia al monto completo, exacto y actual de la deuda.

Según PINKAS FLINT, el concurso incide en un patrimonio determinado, por lo que

sus efectos no pueden extenderse al patrimonio de terceros. en ese sentido, los acreedores

pueden dirigir el cumplimiento de obligaciones a aquellas personas que constituyeron

garantías reales o personales a su favor frente a obligaciones del concursado.

De esa forma se logra:

a) Respetar el régimen de garantías.

b) Premiar al comportamiento diligente de ciertos acreedores que se cubrieron mejor

ante el riesgo que implica el cumplimiento de obligaciones.

3. RECONOCIMIENTO DE CRÉDITOS

Una vez publicado un procedimiento concursal en el Boletín Concursal del Indecopi,

los acreedores del deudor sometido a concurso deben solicitar el reconocimiento de sus

créditos ante la autoridad concursal, con la que finalidad de que puedan contar con derechos

económicos (expectativa de cobro de la deuda) y políticos (voz y voto en Junta de

Acreedores), esto último de presentar oportunamente su solicitud de reconocimiento de

créditos.
Para ello deberán presentar una serie de información que sustente la existencia,

cuantía, legitimidad y origen de sus créditos, indicando los montos por concepto de capital,

intereses y gastos, así como, el orden de preferencia que les corresponda y si existe o no

vinculación con el deudor. Adicionalmente a ello, en caso la autoridad concursal lo considere

pertinente podrá requerir información adicional al acreedor.

Así, los acreedores reconocidos podrán reunirse en la Junta de Acreedores para

decidir el destino del deudor, aprobar el instrumento concursal que corresponda, elegir el

régimen de administración del concursado o designar al liquidador (en un Procedimiento

Concursal Ordinario de corresponder), elegir a sus autoridades y demás temas que amerite

la decisión de la Junta.

No obstante, no todos los acreedores podrán solicitar el reconocimiento de sus

créditos y gozar de los derechos antes mencionados, sino que, dependiendo del origen de los

créditos estarán comprendidos o no en el procedimiento concursal, tal como explicaremos a

continuación.

3.1 Créditos concursales

Los créditos comprendidos en el concurso también llamados créditos concursales, son

aquellos que fueron originados hasta la fecha de publicación del concurso en el Boletín

Concursal del Indecopi. Dichos créditos se encuentran sujetos a reconocimiento por parte de

la autoridad concursal y a su vez le son aplicables los efectos del concurso, los cuales

principalmente son:

Inexigibilidad de las obligaciones del deudor: Se suspende la exigibilidad de las

obligaciones del deudor hasta que se apruebe el instrumento concursal que

establezca las condiciones referidas a la exigibilidad de todas las obligaciones


comprendidas en el procedimiento, es decir, el deudor no paga la deuda; en dicho

período no se devengaran intereses moratorios, ni procede la capitalización de

intereses.

Marco de protección del patrimonio del deudor: No proceden medidas cautelares

que afecten el patrimonio del deudor; si las medidas cautelares han sido ordenadas,

pero no trabadas, la autoridad (judicial, arbitral o coactiva) se abstendrá de trabarlas;

si, por el contrario, las medidas cautelares han sido trabadas se ordenara su

levantamiento y la devolución de los bienes involucrados. Esta abstención no alcanza

a las medidas pasibles de registro ni a cualquier otra que no signifique la desposesión

de los bienes del deudor o las que por su naturaleza no afecten el funcionamiento del

negocio. Asimismo, no procede la ejecución judicial o extrajudicial de los bienes del

deudor afectados en garantía, salvo que los bienes hayan sido otorgados en garantía

de obligaciones de terceros.

Es decir, de un lado se restringen los derechos de los titulares de los créditos

concursales, al quedar suspendido la exigibilidad de dichas obligaciones y protegerse el

patrimonio del deudor, pero de otro lado estos créditos confieren a sus titulares el derecho de

participar con voz y voto en Junta de Acreedores (donde podrán decidir el destino del deudor,

aprobar el instrumento concursal que corresponda, entre otros) y el derecho a cobrar sus

acreencias en los términos que sean aprobados por la Junta de Acreedores.

3.2 Créditos post concursales

Los créditos post concursales son aquellos que no se encuentran comprendidos en el

procedimiento concursal pues fueron originados después de la fecha de publicación del

concurso en el Boletín Concursal del Indecopi.


Resulta importante recalcar que la distinción ratica en el origen de los créditos mas

no en el vencimiento, por ejemplo, tenemos un caso done la obligación se generó una semana

antes de la publicación del concurso en el Boletín Concursal y la factura contemplaba un

crédito de 60 días después de emitida, entonces al día de la publicación la deuda no sería

exigible si el deudor no se encontrara en concurso, pero en el supuesto de estarlo se tiene

que evaluar el origen de los créditos, por lo que pese a que el vencimiento de los créditos del

ejemplo sea posterior al concurso no tendrían la condición de post concursales, sino que,

debido a que se originaron antes de la publicación del concurso, tendrían la condición de

concursales y por ende se encontrarían dentro del procedimiento concursal.

Así, a los créditos post concursales no le son aplicables los efectos del concurso,

siendo estos pagados a su vencimiento y en caso de incumplimiento corresponde a la

autoridad judicial la ejecución respecto al rango de las garantías otorgadas. En ese sentido

el deudor no puede oponer a un acreedor titular de este tipo de créditos su situación de

concurso para suspender su obligación de pago o para proteger su patrimonio.

Asimismo, los créditos post concursales no son sujetos de reconocimiento por parte

de la autoridad concursal, por lo que las solicitudes de reconocimientos de dichos créditos

serán declaradas improcedentes por la autoridad concursal. Salvo se trate de los

procedimientos de disolución y liquidación, donde se genera un fuero de atracción concursal

que hace que este tipo de créditos sean susceptibles de reconocimiento hasta la declaración

judicial de quiebra del deudor o conclusión del procedimiento concursal.


4. QUIEBRA

Si luego de realizar uno o más pagos se extingue el patrimonio del deudor quedando

acreedores pendientes de pago el liquidador deberá solicitar bajo responsabilidad, en plazo

no mayor de 30 días, la declaración judicial de quiebra del deudor, ante el Juez especializado

en lo Civil, situación que será comunicada al Comité (la Junta de Acreedores podrá designar

de entre sus miembros un comité, en el cual podrán delegar en todo o en parte las atribuciones

que la ley le confiere, y con las excepciones que ella misma regula) o al presidente de la

Junta de la Comisión. La situación de quiebra debe ser inscrita en el registro personal. La

persona declarada como “quebrado” está impedido de:

Constituir sociedades o personas jurídicas, y tampoco pueden formar parte de las ya

constituidas.

Ejercer cargos de director, gerente, apoderado o representante de sociedades o

personas jurídicas.

Ser tutor o curador, o representante legal de personas naturales.

Ser administrador o liquidador de deudores en procedimientos concursales regulados

en la ley.

La Quiebra se encuentra normada en el artículo 99º al 102º de la Ley.

4.1. Artículo 99º Procedimiento judicial de quiebra

99.1. Cuando en los procedimientos de disolución y liquidación se verifique el supuesto

previsto en el Artículo 88.7 el Liquidador deberá solicitar la declaración judicial de quiebra

del deudor ante el Juez Especializado en lo Civil.


99.2. Presentada la demanda el Juez dentro de los treinta (30) días siguientes de presentada

la solicitud, y previa verificación de la extinción del patrimonio a partir del balance final de

liquidación que deberá adjuntarse en copia, sin más trámite, declarará la quiebra del deudor

y la incobrabilidad de sus deudas.

99.3. El auto que declara la quiebra del deudor, la extinción del patrimonio del deudor e

incobrabilidad de las deudas deberá ser publicado en el Diario Oficial El Peruano por dos

días consecutivos.

99.4. Consentida o ejecutoriada la resolución que declara la quiebra, concluirá el

procedimiento y el Juez ordenará su archivo, así como la inscripción de la extinción del

patrimonio del deudor, en su caso, y emitirá los certificados de incobrabilidad para todos los

acreedores impagos. Asimismo, la declaración de la extinción del patrimonio del deudor

contenida en dicho auto, deberá ser Registrada por el Liquidador en el Registro Público

correspondiente.

99.5. Los certificados de incobrabilidad también podrán ser entregados por la Comisión en

aquellos casos en los que un acreedor manifiesta su voluntad de obtenerlos una vez que se

acuerde o disponga la disolución y liquidación del deudor. Dichos certificados generaran los

mismos efectos que aquellos expedidos por la autoridad judicial en los procedimientos de

quiebra. En tal caso, la Comisión emitirá una resolución que excluya a dicho acreedor del

procedimiento concursal.
99.6. La declaración de la incobrabilidad de un crédito frente a una sucursal que es declarada

en quiebra, no impide que el acreedor impago procure por las vías legales pertinentes el

cobro de su crédito frente a la principal constituida en el exterior.

4.2. Efectos de la quiebra

El artículo 100º establece los efectos de la quiebra de la persona natural, bajo qué

condiciones legales queda el quebrado y cuáles son sus capacidades civiles. Tales efectos se

orientan a restricciones de índole societaria principalmente (como puede ser la constitución

de sociedades o la sunción de cargos directivos o gerenciales) dejándose a salvo los derechos

civiles del quebrado.

Estos efectos se han extendido también al presidente del Directorio de la empresa concursada

como al titular de la misma, por considerar que, dada su función relevante dentro de la crisis

de la empresa, no deben quedar exentos de responsabilidad.

4.3. Rehabilitación del quebrado

Artículo 101. La Ley ha incorporado la institución de la rehabilitación del quebrado persona

natural con el objetivo de dotar de seguridad a los negocios jurídicos de la persona declarada

en quiebra ya que a partir de cumplido el plazo de cinco años desde la expedición de la

resolución judicial que declara la quiebra puede cesar dicho estado.

La persona natural que luego de estar sometida a un procedimiento concursal que

desencadeno en la liquidación de su patrimonio y que luego de extinguido, fue declarado en

quiebra, por medio de esta precisión legal tiene la posibilidad de dejar de estar en la condición

permanente de quebrado.
4.4. Quiebra en la Ley General de Sociedades

Artículo 102º.La norma establece que los liquidadores de las sociedades sometidas a

procedimiento liquidatarios al amparo de la Ley General de Sociedades, podrán solicitar al

Juez la declaración judicial de quiebra del deudor de acuerdo a lo establecido en el

procedimiento de quiebra regulado en la Ley General del Sistema Concursal.

De esta manera se reduce tiempo y por tanto costos que generarían tener

obligatoriamente que pasar por un procedimiento concursal antes de llegar a obtener el auto

de quiebra en sociedades cuyas liquidaciones se han visto regidas por la Ley General de

Sociedades.

5. PROCEDIMIENTO CONCURSAL PREVENTIVO

El procedimiento concursal preventivo se encuentra normado en el artículo 103º al

113 de la Ley. Con la dación del Decreto Legislativo Nº 845 Ley de Reestructuración

Patrimonial, se crea el procedimiento de Concurso Preventivo, por este motivo con la actual

Ley introduce una innovación consistente en fijar la línea demarcatoria que separa a aquellos

individuos que están aptos para acogerse al Procedimiento Concursal Preventivo, respecto

de los que no están por hallarse ya en una situación de crisis manifiesta. Así, mediante la

creación de barreras de acceso al procedimiento preventivo, se restringe el uso de este tipo

de procedimientos a deudores cuya crisis económica tiene una mayor magnitud.

La modificación, establece que única y exclusivamente podrán someterse al

Procedimiento Concursal Preventivo, aquellos deudores que no se encuentren en ninguno de

los supuestos que permita su ingreso, a propio pedido, a un Procedimiento Concursal

Ordinario.
El Procedimiento Concursal Preventivo tiene por finalidad principal, conceder un

espacio para que los acreedores convocados manifiesten su aprobación o desaprobación al

Acuerdo Global de Refinanciación propuesta por el deudor.


6. COMCLUSIONES:

Toda solicitud hecha por el deudor tiene que ser escrita y reunir los requisitos de

ley. Según las normas establecidas para ello. Ya que si no se cumpliesen dichas

normas no se procedería a la solicitud requerida.

En conclusión, existen incentivos para no realizar el pago, por lo que es necesaria

una adecuada comprensión de la forma como se pueden efectuar los reclamos de las

deudas, atendiendo al momento en el que esta es exigible, así como la liquidez de

las mismas. Así, la exigibilidad no se agota solamente en la ausencia de algún plazo

suspensivo, sino que debe atenderse al lado pasivo de la relación obligatoria y

considerarla como una forma de hacer actual la deuda. Finalmente, la liquidez no es

requisito de exigibilidad, pero para compeler al cumplimiento debe hacerse

referencia a la obligación que se exige.

solicitar bajo responsabilidad, en plazo no mayor de 30 días, la declaración judicial

de quiebra del deudor, ante el Juez especializado en lo Civil, situación que será

comunicada al Comité (la Junta de Acreedores podrá designar de entre sus

miembros un comité, en el cual podrán delegar en todo o en parte las atribuciones

que la ley le confiere, y con las excepciones que ella misma regula) o al presidente

de la Junta de la Comisión.

El principio mediante el cual todos los acreedores deben tener el mismo tratamiento.

Sin embargo, este principio debe entenderse de manera estricta y, por tanto,

implicar tratamiento un trato igualitario entre los mismos acreedores. Un sistema


concursal eficiente no sólo puede, sino que, además, debe permitir y reconocer las

diferentes categorías de créditos. A modo de ejemplo, la posición privilegiada

previamente pactada con los acreedores garantizados debe mantenerse en el

concurso. De lo contrario, podría generarse un incremento generalizado del coste

del crédito que podría afectar a toda la sociedad en su conjunto


7. BIBLIOGRAFÍA

Gordillo, M. A. (2015). Derecho comercial I. ANCASH.

Jerez, J. C. (2012). La inexigibilidad de la prestación contractual ante la alteración

sobrevenida de las circunstancias. LIMA.

Martinez, k. (2017). La inexigibilidad no afecta a los terceros garantes contra. LIMA.

YANCCE, B. d. (02 de 01 de 2001). JURISPRUDENCIA SOBRE INEXIGIBILIDAD

DE OBLIGACIONES. Obtenido de

http://blog.pucp.edu.pe/blog/conciliacion/2012/05/05/jurisprudencia-sobre-

inexigibilidad-de-obligaciones-2/

Vera, A. (2012). La Ineficacia Concursal: Estudio doctrinario y jurisprudencial en el

sistema concursal peruano. Reestructuración Empresarial. Lima, Perú.

https://ius360.com/creditos-concursales-y-post-concursales-en-el-marco-de-la-

ley-general-del-sistema-concursal-anthony-lizarraga/

https://vlex.com.pe/vid/titulo-iii-quiebra-60495495.

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