Ensayo Grupo N°1
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Ensayo Grupo N°1
Tema: Ensayo del libro de ética la vida cotidiana del Dr. Funes
Página 77-99
Lic. Carlos Alberto Zamora
Grupo N° 1
NOMBRES N° DE CARNET
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN................................................................................................................................. III
OBJETIVOS.......................................................................................................................................... 4
OBJETIVO GENERAL........................................................................................................................................4
OBJETIVOS ESPECÍFICOS...................................................................................................................................4
MARCO TEÓRICO................................................................................................................................ 5
CONSUMO Y AUTONOMÍA...............................................................................................................5
CONSUMO: RESQUICIO DE LIBERTAD..........................................................................................6
EL DON DE LA SOLIDARIDAD.........................................................................................................7
EN EL FONDO DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO.........................................................................8
LA NOCIÓN DE LA CIUDADANÍA....................................................................................................9
LA SOCIEDAD, MECANISMOS DE CAPACITACIÓN PARA EL....................................................10
CONSUMO.........................................................................................................................................10
NECESIDADES LIMITADAS, Y DESEOS LIMITADOS...................................................................11
QUE IDENTIDAD QUEREMOS FORJARNOS................................................................................12
RESPETO POR EL SER HUMANO...................................................................................................13
CONCLUSIÓN..................................................................................................................................... 15
BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................................... 15
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INTRODUCCIÓN
Describiremos del libro del doctor Funes del tema III valores y consumo
nueve subtemas de mucha importancia para la sociedad actual y va en el
sentido de un consumidor dicha propuesta nos obliga a pensar que se
decide uno al comprar y es una costumbre que se ha ido adquiriendo de
salir por las noches o una vez a la semana con nuestra familia a comprar un
helado o un café y en que se estriba la complejidad de una acción
cotidiana de consumir.
Hay una serie de claves para diseñarnos una ética del consumo, Cortina
hace mención (2005-233) que el consumó para el ser humano tendrá que
ser autónomo justo y prudente también insiste en que la moral se va
forjando día a día de tal modo que, si elegimos bien hoy, con mayor
facilidad lo vamos hacer en el fututo. El consumo es una realidad
determinante para el funcionamiento de nuestra sociedad
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OBJETIVOS
Objetivo General
Objetivos Específicos
Identificar porque el ser humano, tendrá que ser autónomo, justo y prudente
Determinar que identidad queremos forjarnos en una sociedad compleja
Explicar porque hay una sociedad consumista y tiene necesidades falsa
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MARCO TEÓRICO
CONSUMO Y AUTONOMÍA
Cada persona tiene su propia autonomía es por eso que es importante investigar en
que consiste la libertad y como se desarrolla positivamente, el hombre es libre el que es para
sí mismo y no en vista de otro, pero este hombre vive en el seno de la ciudad, en este sentido
se trata de un ciudadano el en su ciudadanía es anterior a su autosuficiencia, es más la
ciudadanía es condición de posibilidad de su autosuficiencia.
Los seres humanos no nos movemos por cálculos racionales si no que por los deseos. Todos
contamos con una zona de autonomía y desde ahí puede el individuo decidir qué consumir o
no. El hombre quiere, al fin, ser el mismo en el aquí y ahora, quiere serlo en la plenitud de su
vida sin aplazamiento ni lejanía
Capacidad del ser humano de actuar según sus valores, criterios, razón y voluntad, sin
más limitaciones que el respeto a la libertad de los demás. Hay libertad cuando las personas
pueden obrar sin coacción y opresión por parte de otros sujetos. Por ello, se dice que un
individuo está en libertad o actúa en libertad cuando no está en condición de prisionero,
sometido a las órdenes de otros o bajo coacción. En las sociedades modernas, la libertad de
consumo ha sido uno de los derechos individuales básicos y, en alguna medida, tácitos, por
encima del cual se encuentran otros de mayor profundidad y alcance.
Hay una serie de claves a tener presente para diseñarnos una ética del consumo; en
primer lugar, algo que ya hemos dicho, hay que tener presente que todos los seres humanos
deseamos ser felices, y que es legítimo reivindicar, sobre todo en este contexto de anomia
social en el que nos encontramos de manera global, este íntimo deseo a la felicidad; en
segundo lugar hay que tener presente que en la sociedad en la que estamos situados, existen
un conjunto de creencias, de mitos, de ideas de felicidad y, por último, una ética del
consumo, tiene que tener presente que los seres humanos estamos dotados de igual dignidad.
“el consumo para ser humano, tendrá que ser autónomo, justo y prudente”. Como
cada uno de estos aspectos del consumo está lleno de dificultades Tenemos que preguntarle
qué entiende por cada uno de ellos. Descartes, afirma en la tercera parte del discurso del
método que “como para empezar a reconstruir el alojamiento en donde uno habita, no basta
haberlo derribado y haber hecho acopio de materiales y de arquitectos, o haberse ejercitado
uno mismo en la arquitectura y haber trazado además cuidadosamente el diseño del nuevo
edificio, sino que también hay que proveerse de alguna otra habitación en donde pasar
cómodamente el tiempo que dure el trabajo; así, pues, con el fin de no permanecer irresoluto
en mis acciones, mientras la razón me obligaba a serlo en mis juicios, y no dejar de vivir,
desde luego, con la mejor ventura que pudiese, hube de arreglarme una moral provisional” es
grave, piensa nuestra misma autora, que actualmente nadie cree que es legítimo desear ser
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felices. Por ello tenemos que insistir en esa necesidad, sobre todo, porque llena de esperanza
la propia vida. Por todas estas razones, prestemos atención a lo que tenga que decirnos
nuestra pensadora española cortina. ¿A qué criterios recurrimos para consumir con
autonomía? es evidente, piensa cortina (2002, 235) que “cada ser humano a la hora de elegir
entre posibilidades, se decanta por lo que considera mejor para él en sus circunstancias” y,
continua, “en el medio y largo plazo el mejor bien es el que prepara para elegir nuevamente
en libertad”. Hay al menos tres elementos sobre los que vale la pena insistir. En primer lugar,
en toda elección está presente la realidad social de la que forma parte la persona; en segundo
lugar, la persona es un punto de partida inamovible y, en ercer lugar, hay que elegir no
teniendo presente las urgencias de la vida, sino Procurar hacerlo mirando más bien el
mediano y largo plazo, preguntándose en todo caso si la elección que estamos haciendo va a
capacitarnos para elegir mejor en el futuro.
Cortina insiste en este tercer aspecto. La moral es algo que se va forjando día a día,
de tal modo que, si elegimos bien hoy, con mayor facilidad lo vamos a poder hacer en el
futuro. Humanos que tienen inquietudes parecidas a las nuestras. Esta afirmación me
EL DON DE LA SOLIDARIDAD
humanos lo practican en muchas ocasiones cuando hay una dificultad grande en el cual se
necesite apoyo económico moral ahí es donde necesitamos fomentar la solidaridad en los
momentos difíciles porque nosotros podemos decir ser solidarios en momentos felices pero
en los momentos difíciles donde realmente necesitamos una mano amiga es donde debemos
tener el deber de ser solidarios con los demás este libro nos hace reflexionar acerca de esta
práctica que es fundamental en nuestras vidas no solo fomentarla o conocerla si no también
practicarla.
Aristóteles nos demostraba como es una de las virtudes que se han deseado desde hace
mucho tiempo, colocando en primer lugar la felicidad, que el mismo se ha preguntado
responder a esa pregunta: en que consiste ser feliz. Entonces podemos decir que la era de las
sociedades consumistas se han respondido a esa misma inquietud.
Así mismo es como Adela Cortina se enfrentó procurando encontrar sus mecanismos
últimos. Desde esa misma perspectiva se preguntó que nos hizo creer que el consumo sin
límites es el camino seguro hacia a la felicidad. Principalmente no buscaba un quién sino un
qué; así como decía Zubiri, la esencia de aquel fenómeno.
Así es muy importante esta pretensión porque hay que tenerla presente para poder dar
cuenta con exactitud del hecho consumista. Es verdad que ver abarrotados los supermercados
y los centros comerciales es un síntoma del fenómeno que estamos estudiando, no obstante,
no da cuenta de lo que esencialmente es el consumismo, por lo tanto ¿qué es lo que
caracteriza a una sociedad consumista? “una sociedad de consumo, afirma Adela Cortina que
es aquella que triunfa en el consumo masivo porque conecta con determinados deseos y con
determinadas creencias sociales. Más adelante afirma que el marketing sintoniza con un
profundo deseo que tenemos en el interior, con el perpetuo desajuste entre el sueño y la
realidad.
Por lo tanto, la esencia del consumo hay que buscarla en la profundidad de nuestros
deseos, y lo que ocurre es que aquellos deseos no nos los han impuesto, sino que de algún
modo es lo que da cuenta de aquella realidad profunda, somos realidades que desean, y por
eso el marketing las convierte en dese antes y pienso que aquí reside lo problemático del
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consumismo, que hace decir a que “ningún incremento de bienes puede satisfacer una
necesidad cuyo fundamento es el deseo de cada uno de superar a los demás”.
De repente la felicidad es algo a lo que ha aspirado el ser humano desde siempre, sin
embargo, colocamos a Aristóteles como referencia, para indicar que, en el dominio de la
filosofía occidental, se ha tratado de una preocupación que ha vertebrado la casi totalidad de
su historia.
LA NOCIÓN DE LA CIUDADANÍA
Hay que tener claro que los seres humanos somos según Aristóteles seres
naturalmente sociales a medida que se convive con otros seres humanos, por esto, para
formar una debida ciudadanía tenemos que convivir con las demás personas sin importar
cuanto tengan porque ante Dios y ante la misma ciudadanía todos somos iguales y todos
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Por esto, es de tener muy en claro que el hecho de consumir más mercancías no
significa tener éxito y tampoco significa ser superior que los demás, hay que ir eliminando
esa idea errónea de nuestra mente y nuestra vida, así como es importante comprender que
como personas necesitamos siempre de otras personas porque no somos Dioses, somos seres
humanos, y para convivir con otros o con la ciudadanía en general no necesariamente tienen
que consumir lo mismo que nosotros, ya que todos somos seres iguales y el consumismo no
determina las habilidades ni el valor de una persona.
Sin embargo existe un principio propuesto por la iglesia católica que no puede ser ni
alterado ni suprimido afirmando a su contenido de que así como es licito quitar a las personas
lo que con su propia iniciativa e industria pueden realizar, así también es injusto y al mismo
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tiempo de grave perjuicio del orden social, confiar a una sociedad mayor y todo lo que
pueden hacer y procurar las comunidades menores o inferiores, la sociedad debe por
naturaleza prestar ayuda a los miembros del cuerpo social sin importar su condición, no
absorberlos o destruirlos, por tanto conviene a las autoridades dejar a las asociaciones
pequeñas tratar por si mismas dejar los cuidados o en palabras más específicas dejar que los
individuos se realicen de acuerdo a lo que está en sus capacidades sin ningún tipo de
impedimento, como lo propone amartya Sen en su enfoque, que explica que para que la
persona logre su bienestar es una cuestión de lo que la persona pueda hacer y ser según con
las herramientas que la sociedad proporcione ya que no se trata solo de lo corporal, lo mental
y lo social, sino de considerar la realidad humana en su totalidad.
Las personas que pretenden enjuiciar la vida ajena o bien o exponen cuál sería su
conducta de encontrarse en la mima situación que se encuentra e prójimo en determinado
momento, o bien, pasando por alto los deseos o aspiraciones del prójimo, limitarse a
proclamar, con arrogancia dictatorial, la manera en la que el prójimo mejor serviría a los
designios del propio crítico.
Parece que aquellos que se erigen en conciencia crítica del comportamiento de los
demás, adolecen a menos de dos cosas , en primer lugar esa persona se cree superior a los
demás me parece que aquellos que se erigen en conciencia crítica del comportamiento de los
otros sienten superiores a aquellos que intentan dirigir, son ellos los audaces, los que tienen la
capacidad de darse cuenta que los demás están actuando ideológicamente, y esto mismo es lo
que los legitima para que ellos mismos se comporten del modo como lo hacen.
En segundo lugar, se está considerando a los demás como personas menores de edad,
como niños incapaces de poder servirse adecuadamente de su propia razón, de alguna manera
lo que ocurre es que se desprecia la capacidad de las demás personas ósea de nuestro prójimo.
Todo esto es importante tenerlo claro cuando nos vamos a proponer hablar de las
necesidades de los demás. Es fácil declarar que en una sociedad consumista algunos tienen
necesidades falsas.
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Podemos preguntar desde qué criterio estamos clasificando las necesidades entre
auténticas y falsas, cómo es posible que alguien sí pueda enterarse de que sus necesidades son
auténticas, pero que no lo puedan hacer aquellos que tienen necesidades falsas.
Las personas que pretenden enjuiciar la vida ajena o bien o exponen cuál sería su
conducta de encontrarse en la mima situación que se encuentra e prójimo en determinado
momento, o bien, pasando por alto los deseos o aspiraciones del prójimo, limitarse a
proclamar, con arrogancia dictatorial, la manera en la que el prójimo mejor serviría a los
designios del propio crítico.
Parece que aquellos que se erigen en conciencia crítica del comportamiento de los
demás, adolecen a menos de dos cosas , en primer lugar esa persona se cree superior a los
demás me parece que aquellos que se erigen en conciencia crítica del comportamiento de los
otros sienten superiores a aquellos que intentan dirigir, son ellos los audaces, los que tienen la
capacidad de darse cuenta que los demás están actuando ideológicamente, y esto mismo es lo
que los legitima para que ellos mismos se comporten del modo como lo hacen.
En segundo lugar, se está considerando a los demás como personas menores de edad,
como niños incapaces de poder servirse adecuadamente de su propia razón, de alguna manera
lo que ocurre es que se desprecia la capacidad de las demás personas ósea de nuestro prójimo.
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Todo esto es importante tenerlo claro cuando nos vamos a proponer hablar de las
necesidades de los demás. Es fácil declarar que en una sociedad consumista algunos tienen
necesidades falsas.
Podemos preguntar desde qué criterio estamos clasificando las necesidades entre
auténticas y falsas, cómo es posible que alguien sí pueda enterarse de que sus necesidades son
auténticas, pero que no lo puedan hacer aquellos que tienen necesidades falsas.
Se encuentra la posibilidad de ser manipulado por los otros; entonces, lo que propone
Cortina es tomar conciencia del entorno social en el que nos hacemos como seres humanos y
esto es importante porque lo que caracteriza a los deseos es que son infinitos, no es tanto que
sean psíquicos, sino más bien que no nos demos abasto, y lo que caracteriza a las necesidades
no es que sean biológicas, sino que son sociales.
Hay una inquietud que me anda rondando desde hace algún tiempo. Y es la pregunta
que me gusta hacerles a mis estudiantes- ¿Por qué somos pobres? Y parece que la respuesta
es evidente, ya que la mayoría piensa que somos pobres porque la realidad es dialéctica, en
rigor y no es que seamos pobres si no que hemos sido empobrecidos. La pobreza está en la
corrupción.
por eso mismo entra por derecho propio en el ámbito de lo ético; en las acciones que se eligen
y tienen que ser, por tanto, implícita o implícitamente justificadas”
En otras palabras, nuestra pensadora española afirma que somos responsables del
consumismo siempre y cuando el consumismo sea consiente y libre.
¿Qué han dicho, tanto el ascetismo calvinista, como el utilitarismo acerca del consumo?
Nunca el consumo ha sido tan masivo como lo es en la actualidad.
Sin embargo, el modernismo nos ha cambiado donde el ocio es pecado. Nunca el consumo ha
sido tan masivo como lo es en la actualidad.
Debemos dejar establecido en nuestra pretensión de formular una ética del consumo,
el fundamento desde el cual puede formularse es precisamente desde la libertad, entendida
como “aquella situación social en que las gentes reciben lo que se les debe en justicia, sin
tener que congraciarse con los poderosos y sin tener que agradecer hasta el infinito lo que es
de justicia” (Cortina 2002, 200)
La postura de Cortina es legítima en la medida en la que evitamos aquella soberbia
que condena González Faus (1987, 67) de un tipo de ser humano que es incapaz de agradecer,
porque no le cabe en la cabeza que exista la gratuidad. El texto de Faus dice lo siguiente: Ese
hombre que es fuente de sí y que todo se lo debe a sí mismo es el hombre solo e inhumano de
las sociedades capitalistas, que no conoce ni la alegría de poder agradecer lo que no se ha
pedido ni la de poder compartir lo que no se va a cobrar”
Pero una vez dicho lo anterior es también necesario que la ética del consumo parta
“desde un respeto asombrado por la grandeza del hombre, desde la apuesta —aún no
realizada históricamente— en el sentido de que ser hombre es ser dueño de sí mismo y desde
el rechazo, por dignidad, de todos los paternalismos humillantes”
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CONCLUSIÓN
Para finalizar todos los seres humanos queremos ser felices y el consumo
se ha convertido en la base de la sociedad actual y ha marcado en la vida de
las personas, por lo tanto, la esencia del consumo hay que buscarla en la
profundidad de nuestros deseos. Cuando se necesite apoyo de alguien allí
podemos practicar la solidaridad en los momentos difíciles
BIBLIOGRAFÍA
Antonio, F. R. (1996). Etica para la vida cotidiana. El salvador : Multilibros.