Actividad Evaluativa - Eje 4
Actividad Evaluativa - Eje 4
Actividad Evaluativa - Eje 4
Autor:
Xxx
Docente:
Facultad de
Bogotá, D.C.
2021
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opiniones de rechazo y aprobación, no sólo en los medios de comunicación sino también en las
sin embargo su significado es mucho más amplio y puede ser definida como la terminación
voluntaria y sin dolor de la vida de una persona, la cual sufre de una enfermedad terminal e
incurable que prolonga su agonía a causa de un gran sufrimiento físico; convirtiéndose, desde su
óptica, en una mejor alternativa que la vida. La eutanasia puede clasificarse como activa y
pasiva. La primera se refiere a la práctica de una acción médica con la que se acelera la muerte
del paciente o se finaliza su vida, principalmente mediante fármacos que sedan y posteriormente
generen un paro cardiorrespiratorio. Por otro lado, en la eutanasia pasiva no se induce la muerte,
vida del paciente, como un respirador artificial o una sonda con alimentación parenteral; se
podría resumir como “la táctica de dejar morir al paciente”. Así mismo, ambas clasificaciones
voluntaria por la solicitud por parte del paciente o un familiar (dependiendo de la ley de cada
país) que sea practicado este procedimiento, contrario a la involuntaria, donde el paciente no está
en capacidades físicas o mentales de manifestar el deseo que la eutanasia sea aplicada, pero que
previamente la solicitó, o puede presentarse también cuando un comité médico es el que toma la
decisión de ejecutarla sin conocer cuál era la voluntad del paciente. (Hurtado Medina, 2015)
causar la muerte a un paciente en estado terminal y evitarle dolores inútiles, diferentes países han
permitido que se realice en casos especiales como se profundizara a continuación y otros se han
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negado a incluir este procedimiento dentro de sus legislaciones, dado que va en contra de los
objetivos constitucionales, es decir, con este método se vulneraría su principal función que
consiste en velar por la vida y la dignidad humana de cada persona, además existe el
desconocimiento general y el temor al hecho de tratar directamente con la muerte, pues se piensa
que con su práctica se vulneran de una u otra forma los principios morales de cada persona, y en
pacientes, sus familias y cuidadores poseen, se aborda el tema de la eutanasia en algunos países
Se da inicio con Holanda, que fue el primer país europeo en aprobar la “ley de
2001, entrando en vigencia el 1 de abril de 2002. Se constituyeron dentro de esta ley requisitos
necesarios para poder llevar a cabo esta práctica entre los cuales se pueden establecer algunos
como: Que la persona que requiere del auxilio al suicidio sea ciudadano holandés, de igual forma
que los dolores y angustias sean constantes e insoportables, otra necesidad es ser mayor de edad,
estar consciente y la voluntad para tomar esta decisión; el médico que realice este procedimiento
debe estar completamente convencido de que es la voluntad expresa del paciente, a su vez, que
obstante, en caso de no cumplir con los requisitos que se expresan textualmente dentro de la ley,
se tienen penalizados como crímenes la eutanasia y la ayuda al suicidio. (SÁNCHEZ & LÓPEZ
ROMERO, 2006)
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que finalmente fue aprobada en mayo de 2002. Los artículos 2 y 3 de esta ley expresan en lato
sensu (en sentido amplio) lo que se busca con la práctica eutanásica e igualmente formula ciertos
requisitos para el médico que proceda a realizarla sin infringir la ley, entre ellos se establecen: la
capacidad, consciencia y voluntad del paciente para someterse a esta técnica; también resulta
necesario que su estado médico se halle sin salida y su enfermedad lo conduzca a dolores y
padecimientos insoportables. Esta ley no determina una edad ni mucho menos que el paciente
El Estado suizo cuenta con ciertas particularidades, una de ellas consiste en la legalidad
con una sustancia letal es considerado un crimen, establecido este como homicidio. Otra
particularidad reside en la posibilidad de que no solo el médico puede llevar a cabo el suicidio
asistido, sino cualquier persona que lo haga de forma generosa. Al igual que los demás Estados,
este cuenta con distintos requisitos para practicarla, entre ellos están que cuente con capacidad de
razonar, una enfermedad terminal e insista por reiteradas ocasiones en su decisión. Dadas estas
exigencias ningún miembro del cuerpo médico podrá ayudar al paciente, por lo que será él quien
busque los medios necesarios “(médico externo u organización que ofrezca estos servicios)” para
La ley que aprobó la legalidad de la eutanasia en el Estado japonés se dio en el año 2005,
determinando requisitos para poder acceder a este procedimiento entre los cuales se
al igual que padezca dolores insoportables que no puedan ser apaciguados; que su muerte
mediante la eutanasia sea considerada como un alivio moral, otro requerimiento consiste en la
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petición expresa del paciente para morir y por último que se lleve a cabo por un médico en las
en ciertos lugares se lleva a cabo el suicidio asistido; es el caso de los Estados de Washington,
Oregón y Montana, donde esta práctica sí es legal y permite su procedimiento. Dentro de las
exigencias que deben cumplir los pacientes que deseen realizar este acto se encuentran
específicamente: contar con un pronóstico de vida no mayor de seis (6) meses, además de haber
cumplido la mayoría de edad (18), adicional a esto, debe presentar dos peticiones para la
asistencia del suicidio y dos médicos presentarán por escrito un informe en el cual determinen el
estado del paciente y que sus peticiones no se hayan hecho bajo efectos de depresión, igualmente
deberán recetar la dosis que el enfermo deberá aplicarse o tomar por sí mismo, sin necesidad de
historia, la cual inicia en 1980, cuando se crea el Código Penal, donde se definió el concepto
inicial de eutanasia y se decretó que quien mata a otro por piedad, para poner fin a los intensos
sufrimientos que padece, obra con claro sentido altruista, lo cual hace que tenga una pena menor
(6 meses a 3 años) a la prevista para el homicidio simple (25 a 40 años) o agravado (40 a 60
jurisdicción colombiana un espíritu que propendía por la transformación, no solo jurídica, sino
política, ética y cultural del país. En 1996, se demanda la constitucionalidad del artículo 326 del
Código Penal vigente en Colombia expedido en 1980 (homicidio por piedad). En 1997 Contrario
demandado y eximió a los médicos de cualquier pena en caso de realizar un homicidio por
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piedad, La norma de 1980 fue examinada a la luz de la Constitución de 1991, para lo cual la
Corte tuvo en cuenta principios de la bioética como la dignidad humana, la autonomía (el libre
18 años que algunos autores llaman limbo jurídico o zona gris: la eutanasia permaneció entonces
en una zona gris: despenalizada, pero sin marco legal adecuado que la regulara. En 2014, La
Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS) reglamentar la eutanasia y proveerla de una guía
resolución 1216 determinó las directrices para la conformación y funcionamiento de los comités
aplicación del procedimiento de eutanasia en Colombia con recomendaciones entre las que se
encuentra: “Los puntos esenciales de esa regulación serán sin duda: 1. Verificación rigurosa, por
(sujetos calificados) que deben intervenir en el proceso; 3. Circunstancias bajo las cuales debe
término a su sufrimiento: forma como debe expresarlo, sujetos ante quienes debe expresarlo,
verificación de su sano juicio por un profesional competente, etc; 4. Medidas que deben ser
proceso educativo de temas como el valor de la vida y su relación con la responsabilidad social,
la libertad y la autonomía de la persona, de tal manera que la regulación penal aparezca como la
última instancia en un proceso que puede converger en otras soluciones”. (Delgado Rojas, 2017)
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creó el Comité Interno del Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS, 2016) con la función
de vigilar los procedimientos que hagan efectivo el derecho a morir con dignidad y al cual se
deberán reportar todos los casos de eutanasia que se practiquen en el país. Y finalmente en 2018,
pertinencia conceptual. Los años pasan, las teorías filosóficas van y vienen, pero la doctrina
católica permanece como un sólido fundamento de la Verdad que se descubre en lo más íntimo
mismo al proveer la argumentación que hay detrás de la negativa. Las razones por las que la
Iglesia desaprueba la eutanasia son muy básicas, casi irracionales y de discursos mecánicos. Sin
compleja, ya que en general, aún no tenemos ideas claras y definidas, la construcción cultural es
regionales, filosofías de vida emergentes; construcción que nunca será uniforme y que por
consiguiente nunca se podrá explicar de una sola forma. Colombia, como todos los países del
mundo, inmerso en las actuales tendencias se encuentra en una continua transición cultural que le
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ha supuesto dar unos cambios y saltos profundos. De ser culturas y sociedades altamente
importante, donde la desvinculación de las raíces y de los lazos afectivos personales profundos y
duraderos va desapareciendo es de esperar que todas las ilusiones de una cultura eutanásica
tengan un campo propicio de aceptación y crecimiento. (Mendoza Villa & Herrera Morales,
2016)
Siguiendo con nuestro análisis, es importante destacar los esfuerzos por autorizar la
eutanasia en México, que finalmente el 7 de enero de 2008 se lleva a cabo a través de la ley de
para que sea él quien determine si quiere o no continuar con los tratamientos que prolongan su
vida, preservando la dignidad humana del enfermo. Se considera que esta ley presenta un vacío
normativo al no legalizar la eutanasia activa, dado que mediante la eutanasia pasiva se pueden
presentar sufrimientos y dolores innecesarios para el paciente que pueden ser evitados por la
La eutanasia como práctica para dar fin a la vida, todavía no se encuentra legalizada en
Uruguay, por el contrario, el suicidio asistido si es legal, pero no cuenta con parámetros que
especifiquen su proceder, por lo que corresponde a los jueces y Ministerio Público cada vez que
cualquier persona vea la necesidad de acudir a este procedimiento, determinar las medidas para
pacientes en estado terminal, es decir, personas que no tienen ninguna otra salida más que la
muerte. Por medio de este acto se busca evitar padecimientos físicos y psicológicos en el
enfermo, dejando como resultado la terminación de su ciclo vital. También es de resaltar que la
esta discusión sino apenas el principio para los demás países del mundo con legislaciones que
mundo seguirá abierto, así como las diferentes opiniones generadas en Colombia frente a los
casos que se practiquen, para cual, es necesario establecer algunos parámetros que
este modo que se continúe la discusión de expertos que asegure que las prácticas en salud
técnica y legitimidad, en los términos señalados por la Corte Constitucional. (Mendoza Villa &
A pesar de esto, hay que resaltar que la eutanasia día a día va alcanzando mayor entereza
dentro de nuestra sociedad, convirtiéndose en una práctica fácil de asimilar y el hecho de tratar
llanamente con la muerte, no significa que vaya en contra de los principios constitucionales que
protegen los derechos de las personas, ni mucho menos los mandamientos morales y religiosos
que pesan sobre ellas. Hay que concientizar a la sociedad de las ventajas que puede aportar esta
práctica al paciente en estado terminal, es decir, aquel que se encuentra próximo a sucumbir,
lo llevarán a la muerte.
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Referencias bibliográficas
https://repositorio.usfq.edu.ec/bitstream/23000/4367/1/121047.pdf
Delgado Rojas, E. J. (2017). Eutanasia en Colombia: una mirada hacia la nueva legislación.
74412017000100226
Cantabria].
https://repositorio.unican.es/xmlui/bitstream/handle/10902/5200/EspinosaPelaezT.pdf?
sequence=1
bioética. 3. http://www.scielo.org.co/pdf/rmri/v21n2/v21n2a10.pdf
http://repebis.upch.edu.pe/articulos/rev.med.vallej/v2n1/a4.pdf
Mendoza Villa, J. M., & Herrera Morales, L. A. (2016). Reflexiones acerca de la eutanasia en
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0120334716300867
SÁNCHEZ, C. D. M., & LÓPEZ ROMERO, A. (2006). Eutanasia y suicidio asistido: conceptos
generales, situación legal en Europa, Oregón y Australia (I). Equipo de Soporte de Atención
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https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/6/2841/5.pdf
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