Misal Dominical

MISAL DOMINICAL
D€L PU€BLO D€ OÍOS

MISAL DOMINICAL
del Pueblo de Dios
TEXTO OFICIAL DEL CELAM - ESPAÑA
ediciones paulinas
Dibujos:
Claudio Di Girolamo
CONTIENE :
TEXTOS VARIABLES
DE LOS DOMINGOS, FIESTAS
Y MISAS VOTIVAS
ANTIFONAS PROCESIONALES
TONOS RECITATIVOS
CANTOS Y SALMOS
DEVOCIONARIO
IMPRIMASE:
f Eladio Vicuña A.
Obispo de Chillan
Presidente de la Comisión Nacional de Liturgia
Santiago, 2 de Mayo de 1968
Secretariado Nacional de Pastoral Litúrgica

Bernardo Piault
EDICIONES PAULINAS: Santiago de Chile
Prólogo
El Concilio Vaticano II ha introducido muchos

cambios para el bien de los fieles. Entre las
providenciales innovaciones, figura la partici-
pación activa de los fieles en la Santa Misa.
Antiguamente era la costumbre, casi general,
de que el sacerdote decía "su Misa" y los asis-
tentes eran meros espectadores. Después del
Concilio Vaticano II la Misa es celebrada por
el Presidenté de la Asamblea que es el sacerdo-
te y por los fieles. Hay partes de la Liturgia
de la Misa que pertenecen al sacerdote y otras
que pertenecen a los fieles. Se trata de una es-
pecie de "concelebración". Quien entiende el
espíritu de la reforma, desterrará el individua-
lismo y participará en forma colectiva en el
desarrollo del gran acto comunitario de la
Asamblea del Pueblo de Dios, que es la Santa
Misa.
Para lograr esta participación activa, es indis-
pensable poner en mano de los fieles, un ma-
nual que contenga los textos litúrgicos que a
aquellos corresponde. Sin esto, la participación
será sumamente difícil. La Sociedad de Sari
Pablo, ha tenido la feliz iniciativa de preparar
el "Misal dominical del Pueblo de Dios". En
este libro aparecen todas las partes fijas o va-
riables que corresponden a los fieles. Se han
tomado las versiones oficiales Celam-España
que son las autorizadas para el uso litúrgico.
Esta primera edición abrirá el camino a otras
venideras, cuando toda la reforma litúrgica es-
té acabada. Felicito a la Sociedad de San Pa-
blo por este trabajo tan útil y que facilitará
grandemente la activa participación de los ca-
tólicos en la Misa. Recomiendo, vivamente, el
uso del presente misal, al que deseo una pron-
ta y abundante difusión.
Eladio Vicuña
Obispo de Chillán
Presidente de la Comisión Nacional de Liturgia
Nota de introducción
"La liturgia es la cumbre a la cual tiende la acti-

vidad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de
donde emana toda su fuerza, pues los trabajos apos-
tólicos se ordenan a que, una vez hechos hijos de
Dios por la fe y el bautismo, todos se r e ú n a n , a l a b e n
a Dios en medio de la Iglesia, p a r t i c i p e n en el sacri-
ficio y c o m a n la cena del Señor". (S.C. N. 10).
"Por esta razón los pastores de almas deben vi-

gilar para que en la acción litúrgica no sólo se ob-
serven las leyes relativas a la celebración válida y
lícita, sino también para que los fieles participen en
ella consciente, activa y fructuosamente" (S.C. N. 11).
El MISAL DOMINICAL DEL PUEBLO DE DIOS,

de acuerdo con las orientaciones conciliares, quiere
poner su grano de arena para hacer más fácil esta
tarea que incumbe a todo el pueblo de Dios: partici-
par en forma activa, consciente y fructuosa en la
acción litúrgica.
El cristiano ha de sentirse protagonista en la cele-
bración eucarística dialogando con el celebrante, ya
sea recitando, leyendo y sobre todo, c a n t a n d o . Con
este objeto el presente Misal ofrece a los fieles:
1) La TRADUCCION OFICIAL del CELAM-ESPAÑA
en el Ordinario y textos variables de las misas.
Las partes que el sacerdote dice solo y en voz
baja, llevan la traducción oficial del Episcopado
Chileno, sencilla y comprensible para todos. Así
la piedad y meditación de los fieles se nutrirá
con las riquezas de los textos litúrgicos.
7-A
2) Los TEXTOS DE LA MISA que deberían ser leí-
dos o, p r e f e r i b l e m e n t e c a n t a d o s por los fieles,
como son: los cantos de e n t r a d a , meditación,
o f r e n d a y comunión. Estas partes van enumera-
das de modo que puedan alternarse —si así se
prefiere—, con un solista o coro.
3) Para que la participación sea más plena y solem-

ne, al principio de cada tiempo litúrgico se han
insertado unos TONOS muy sencillos y asimila-
bles que pueden ejecutarse del siguiente modo:
a) alternando en el canto con un solista o coro;
o mejor:
b) el solista o coro, que cante los versículos, y
el pueblo, que responda con una a n t í f o n a sa-
cada, por ejemplo, de los mismos cantos de
entrada, meditación, etc. Se elige para ello el
versículo que mejor exprese la idea del miste-
rio que se celebra y la asamblea lo repite con-
virtiéndolo en antífona.
En la Sección "ANTIFONAS PROCESIONALES"

de este Misal se sugieren algunas acomodadas a
los tiempos litúrgicos y que han salido editadas
con música propia en el libro "Cantos de la
Asamblea Cristiana" del Equipo Litúrgico de
Loyola.
4) Se incluye, además, una selección de CANTICOS

y SALMOS correspondientes al introito, ofertorio
y comunión que podrían ejecutarse en esos mo-
mentos de la Misa, en lugar de los textos litúrgi-
cos. Sin embargo, los cantos no han de usarse
indiscriminadamente. Hace falta "que estén de
acuerdo con las partes de la Misa y con las fies-
tas o el tiempo litúrgico" (N.os 32 y 36 Musícam
Sacram). Es muy conveniente hacer una moti-
8-A
vación de la Misa partiendo de la idea más des-
tacada de los textos litúrgicos, de modo que el
canto ayude a vivir el misterio sagrado que se
celebra,
De estfl forma, con los textos propios de las misas

dominicales y festivas, con los cánticos y salmos, se
dispone de una riqif.eza de textos que harán más va-
riadas, atrayentes y fructuosas las celebraciones eu-
carísticas. Son éstos los anhelos del Concilio: "Para
promover la participación activa se fomentarán las
aclamaciones del pueblo, las respuestas, la salmodia,
las antífonas, los cantos" (S.C. N. 30).
Hemos aspirado a recoger, con EL MISAL DOMI-
NICAL DEL PUEBLO DE DIOS, un eco de la con-
signa lanzada por el llorado Mons. Manuel Larrain:
"Trabajad todos, sacerdotes y fieles, para dar a la
liturgia de la Iglesia su lugar en la vida cristiana.
Para sentir con la Iglesia hay que orar con la Igle-
sia".
No podemos pasar sin agradecer la valiosa colabo-

ración prestada a la edición del presente Misal por
el Rvdo. P. Bernardo Piault, Director de la Comisión
Nacional de Liturgia, que nos asesoró con sus con-
isejos y escritos.
RICARDO ARES, S.S.P.
9-A
Posturas de los fieles
I. ORAR CON TODO EL SER

"Lo invisible de Dios, su eterno poder y su divinidad,
son conocidos mediante las criaturas" (Rom. I, 20).
El ser humano, siendo sensible y espiritual al mismo
tiempo, tiene necesidad de signos tanto para conocer
algo como para orar. Cuando actuamos concurren en
nuestra actuación cuerpo y alma juntamente. Además,
adivinamos los pensamientos y sentimientos de -los de-
más con solo ver los rasgos de su rostro o sus posturas.
Porque nos expresamos sensiblemente.
Lo mismo sucede en la oración: oramos con todas las
facultades de nuestro ser. Pero orando expresamos a Dios
diversos sentimientos. A cada uno de ellos corresponde
una pastura distinta.
Ir hacia el Señor supone que estemos de pie. Tal será
la postura de la ENTRADA: vamos hacia el Señor, en
busca de Él, y cantando. Lo mismo durante la procesión
de las ofrendas y, sobre todo, mientras la Asamblea se
acerca al altar del Señor para recibirlo en la Comunión.
De pie nos quedaremos también cuando la Asamblea se
ofrece juntamente con Cristo. A esa misma postura co-
rresponde la proclamación de la Secreta u "oración sobre
la oblata", al finalizar el ofertorio. Continuamos de pie
al principio del Canon (o anáfora), que es acción de gra-
cias a Dios Padre, la cual empieza con el Prefacio. Sin
embargo, nos arrodillaremos durante la Consagración para
adorar a Cristo. Tal es la antigua costumbre de la Iglesia
latina (aunque es distinta la de la Iglesia Oriental, pues
la Asamblea se queda de pie).
De pie nos pondremos después del Canon para ce-
lebrar la Liturgia de la Comunión, que empieza con el
"Padre nuestro". Aquí queremos manifestar nuestra con-
10-A
fianza en Dios nuestro Padre: el hijo no ha de arrodi-
llarse ante su Padre para conversar con él.
Sentados escucharemos una parte de las lecturas: la
epístola y la lectura (a veces cantada) del Gradual:
"María, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Pa-
labra".
Sin embargo, nos levantaremos para escuchar el Evan-
gelio y, ya antes, para aclamarlo durante el canto del
Aleluya. Estar de pie en este momento litúrgico maní-,
testará, sobre todo, nuestra decisión de obedecer a la
propia Palabra de Cristo y de alabarlo por habérnosla
dado. Por esto lo aclamamos: "Te alabamos, Señor".
Igualmente, cuando se termine la distribución de la
Santa Comunión nos sentaremos para hacer nuestro
agradecimiento a Cristo, ya sea en silencio o cantando
un himno de alabanza o acción de gracias.
No cabe duda que la postura de pie en la Misa es la
más importante. La Misa nos invita a ofrecernos con
decisión: lo que se manifiesta al estar de pie, uniéndonos
a Cristo que se entregó por nosotros. Éstos son senti-
mientos de vivientes y resucitados con Cristo y en Cristo.
La postura de pie puede ser que resulte fatigosa para
algunos. Por consiguiente, el guía no obligará a acatarla,
sobre todo, si se trata de ancianos o de mujeres encintas.
Sugerirá que se observe dentro de las posibilidades de
cada uno, sin causar daño a la salud. Sin embargo, el
esfuerzo que supone es, también él, una manifestación
de fe.
II. He aquí, en resumeñ, el cuadro de. las posturas

durante las diversas partes de la Misa:
1) ENTRADA:
De pie, (es decir, desde el canto de en-
trada hasta la oración conclusiva o "co-
lecta").
Si hubiese, luego, un rito penitenciario,
la Asamblea se podría arrodillar.
11-A
2) LITURGIA DE LA PALABRA:
Sentados: Epístola y Gradual.
De pie: Aleluya y Evangelio.
Sentados: Homilía.
De pie: "Creo en un solo Dios" y "Ora-
ción de los fieles".
3) OFERTORIO:
De pie: mientras las ofrendas se llevan
al altar.
Sentados: al finalizar la procesión de
las ofrendas.
De pie: Secreta u oración sobre las
ofrendas.
4) EL CANON O ANAFORA:
De pie: desde el Prefacio hasta la Con-
sagración.
De rodillas: durante la Consagración
hasta el Padrenuestro.
5) COMUNION:
De pie: para el "Padre nuestro" y lo que
sigue.
Sentados: cuando todos hayan comul-
gado, o de rodillas, según las circuns-
tancias.
6) DESPEDIDA:
De pie: Postcomunión y bendición.
BERNARDO PIAULT
Director de la Comisión Nacional
de Liturgia
12-A
Algunas sugerencias
para el guía y la asamblea
Con pocas palabras el guía debe enfocar cada una de

las partes de la Misa. Con ellas ha de despertar la fe.
Recordará a la Asamblea los pasos que tiene que ha-
cer:
— para dar, una que otra vez, la significación de la
postura;
— para indicar a la Asamblea la página del canto;
—, para recordar el sentido de las aclamaciones, sobre
todo del "Amén", que significa: "Creo en Cristo, en
su obra de salvación, y le doy mi confianza, entre-
gándome a su fidelidad".
Este "Amén" no se dice al final del "Padrenuestro",
ya que la última petición: "Líbranos del mal" se
desarrolla en el "Líbranos..." que dice solo el sacer-
dote. Pero, al finalizarlo, entonces sí, todos dicen
"Amén".
Cuando el sacerdote está terminando de dar la comu-
nión, el guía puede hacer una motivación en la cual se
dará el sentido de la antífona litúrgica, por ejemplo, in-
cluyendo en ella la antífona. También se pueden incluir
algunos versículos de Jn. VI o de 1 Cor. XI.
Después se da principio al canto propio de comunión,
empezando el solista o el coro con la antífona que la
Asamblea repite luego.
Los comulgantes se ponen en fila, uno detrás del otro
(o en dos filas, según la afluencia de la Asamblea y la
disposición de la iglesia) en el pasillo central, subiendo
por el costado derecho. Sería bueno que dos acólitos fue-
sen al encuentro de los comulgantes, lo que supone que
13-A
la procesión parta del fondo de la iglesia. Después de co-
mulgar cada uno vuelve a su puesto por el lado izquierdo
del pasillo central o por los pasillos laterales.
Terminada la distribución de la Comunión, el guía in-
vita a sentarse. Laudablemente se cantará entonces un
canto de meditación eucarística. Otras veces se podrá ob-
servar un rato de silencio.
Al final de la Misa, mientras se imparte la bendición,
todos inclinan la cabeza.
Al despedir al Pueblo con la fórmula: "Podéis ir en paz",
alguna que otra vez, el guía dirá antes: "Ahora Cristo nos
envía para que seamos testigos de paz y amor en nuestro
ambiente"... y "demos gracias a Dios, el autor de los
bienes que hemos recibido durante esta Misa".
BERNARDO PIAULT
ABREVIACIONES:
C. — Celebrante
A. — Asamblea.
T. = Todos
S.C. — Sacrosantum Concilium, Constitución sobre
la Liturgia, Vaticano II.
14-A
ORDINARIO
D€ LA MÍ5A
sagrado banquete
en el cual se come
a Cristo
se recuerda la memoria
de su pasión
el alma se llena de gracia
y se nos da una prenda
de la gloria futura
(Oficio Corpus Christi)

1- Rito de entrada
Oraciones al pie del Altar

El celebrante las alterna con la asamblea. Puede también decirlas
solo con los acólitos mientras la asamblea ejecuta el CANTO DE
ENTRADA. Se omiten toda vez que preceda inmediatamente otra
acción litúrgica.
C. — En el nombre del Padre y del Hijo y del

Espíritu Santo. Amén.
Me acercaré al altar de Dios.
A. — A Dios, que es nuestra alegría.
C. — Nuestro auxilio es el Nombre del Señor.
A. — Que hizo el cielo y la tierra.
El sacerdote y la Comunidad confiesan sus pecados y pi-

den al Señor los purifique para poder ofrecerse con
Cristo en un solo y único sacrificio.
C. — Yo pecador... (y a vosotros, hermanos).

A. — Dios todopoderoso tenga misericordia de ti,
perdone tus pecados
y te lleve a la vida eterna.
C. — Amén.
A. — Yo pecador me confieso
a Dios Todopoderoso,
a la bienaventurada siempre Virgen María
al bienaventurado San Miguel Arcángel,
al bienaventurado San Juan Bautista,
a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo,
a todos los Santos,
y a ti Padre,
que pequé gravemente
con el pensamiento, palabra y obra,
17-A
2. Misal
por mi culpa, por mi culpa.
por mi gravísima culpa;
por tanto ruego a la bienaventurada
siempre Virgen María,
al bienaventurado San Miguel Arcángel,
al bienaventurado San Juan Bautista,
a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo,
a todos los Santos,
y a ti Padre,
que ruegues por mí a Dios nuestro Señor.
C. — Dios todopoderoso
tenga misericordia de vosotros,
perdone vuestros pecados
y os lleve a la vida eterna.
A. — Amén.
C. — El Señor todopoderoso,
rico en misericordia,
nos conceda el perdón de nuestros pecados.
A. — Amén.
Si el celebrante y asamblea rezan juntos el "YO PECADOR", con-

cluido éste, el celebrante reza el "DIOS TODOPODEROSO..." y
EL SEÑOR TODOPODEROSO..." a los que la asamblea responde
con el "AMEN".
C. — Míranos, oh Dios, y nos darás la vida,

A. — Y tu pueblo se alegrará en ti.
C. — Muéstranos, Señor, tu misericordia,
A. — Y danos tu salvación.
C. — Señor, escucha nuestra oración,
A. — Y llegue a ti nuestro clamor.
C. — El Señor esté con vosotros,
A. — Y con tu espíritu.
18-A
El sacerdote sube al altar y dice:
Oremos:
Aparta de nosotros, Señor,
nuestras iniquidades,
para que con un alma pura merezcamos
entrar en el Santo de los Santos.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Señor, por los méritos de tus santos,

cuyas reliquias están aquí,
y por los méritos
de todos los santos,
te rogamos que te dignes perdonarnos
todos nuestros pecados. Amén.
CANTO PROCESIONAL DE ENTRADA: Es un salmo

leído o cantado para acompañar la entrada del Sacer-
dote. Enuncia el tema de la liturgia del día.
Ver la misa del día: Canto de entrada: 1.
Súplicas: Kyrie
Súplica litánica a Cristo, que bien expresa la indigencia
del hombre y la confianza en la misericordia de Dios.
C. — Señor, ten piedad.
A. — Señor, ten piedad.
A. — Cristo, ten piedad.
C. — Cristo, ten piedad.
A.—'Cristo, ten piedad.
A. — Señor, ten piedad.
19-A
Canto de alabanza: Gloria
Canto de los Angeles sobre la gruta de Belén, dirigido a
la Santísima Trinidad y a Cristo. Se omite en las misas
de penitencia y de difuntos.
C. —GLORIA A DIOS EN EL CIELO,

A. — y en la tierra paz a los hombres,
que ama el Señor.
1. Por tu inmensa glosia
te alabamos,
2. te bendecimos,
1. te adoramos,
2. te glorificamos,
1. te damos gracias.
2. Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso,
1. Señor, Hijo único, Jesucristo,
2. Señor, Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre:
1. tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
í. tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
1. tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
2. Porque sólo tú eres Santo,
1. sólo tú, Señor,
2. sólo tú, Altísimo, Jesucristo,
1. con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
T. Amén.
20-A
Saludo
С. — El Señor esté con vosotros,

A.— Y con tu espíritu.
ORACION DE LA ASAMBLEA: Es la primera gran ora-

ción de la Misa. Pidamos cada uno por nuestras inten-
ciones y las de la Asamblea, relacionándolas con el
misterio del día.
2-Liturgia de la Palabra
1. PROCLAMACION DE LA PALABRA
EPISTOLA: Quiere decir carta y es la lectura de un tro-

zo de alguna carta de los Apóstoles, o de algún libro del
Antiguo Testamento.
Al final de la Epístola:
C. — Palabra de Dios.
A.— Te alabamos, Señor.
CANTOS DE MEDITACION: Gradual: Es un salmo que

sirve a la vez de proclamación de la Palabra y de me-
ditación. Aleluya: Aclamación de la asamblea que acom-
paña la procesión del Evangelio. Nos prepara a escu-
char la Palabra de Cristo. (En Cuaresma el TRACTO
substituye el Aleluya.)
Ver la misa del día: Canto de meditación: 2.
EVANGELIO: Evangelio quiere decir "buena noticia":

relata algún aspecto de la vida o de las enseñanzas de
Jesús.
21-A
Antes de leer el Evangelio el celebrante se prepara con ta si-
guiente oración:
Purifica mi corazón y mis labios,

Dios todopoderoso;
Tú que purificaste los labios
del profeta Isaías
con un carbón encendido,
purifícame también a mí
por tu bondadosa misericordia,
para que pueda proclamar dignamente
tu Santo Evangelio.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Dame, Señor, tu bendición:
El Señor esté en mi corazón y en mis labios,
a fin de que digna y convenientemente
proclame su Evangelio. Amén.
C. —El Señor esté con vosotros,
A — Y con tu espíritu.
C. — Lectura del Santo Evangelio s e g ú n . . .
A. — Gloria a Ti, Señor.
Al final del Evangelio:
C. — Palabra de Dios.
A. — Te alabamos, Señor.
' 4 1 H 4 J ^
Tu Pa - la - bra, S e - ñor, es la Ver-
|J .ЮЧ Г p
dad, y tu ley nues-tra li-ber-tad
22
2. COMENTARIO ACTUAL DE LA PALABRA
H o m i l í a
Es la explicación de las lecturas de la Misa del día hecha

por el celebrante con referencia a las necesidades particu-
lares de la asamblea. En ella se nos muestra cómo el
misterio proclamado se realiza "hoy" en la Eucaristía.
S. LA RESPUESTA DE NUESTRA FE
C r e d o
Adhesión de la comunidad a la "palabra de Dios".

C. —CREEMOS EN UN SOLO DIOS
A. — PADRE todopoderoso,
1. Creador de cielo y tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
2. Creemos en un solo Señor, JESUCRISTO,
HIJO único de Dios,
1. nacido del Padre antes de todos los siglos:
2. Dios de Dios,
Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
1. engendrado, no creado,
de la misma naturaleza que el Padre,
por quien todo fue hecho;
2. que por nosotros los hombres
y por nuestra salvación
bajó del cielo,
1. y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
23-A
2. y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato:
padeció y fue sepultado,
1. y resucitó al tercer día según las Escrituras,
2. y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
1. y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
2. Creemos en el ESPIRITU SANTO,
señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
1. que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas;
2. y en la Iglesia,
que es Una, Santa, Católica y Apostólica.
1. Reconocemos un solo Bautismo
para el perdón de los pecados.
2. Esperamos la resurrección de los muertos
y la vida del mundo' futuro.
T. — Amén.
Credo ''Breve''
C. —CREO EN DIOS PADRE TODOPODEROSO,

A. — Creador del cielo y de la tierra.
1. CREO EN JESUCRISTO
su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo.
24-A
2. Nació de Santa María Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato;
1. fue crucificado, muerto y sepultado;
descendió a los infiernos;
2. al tercer día resucitó de entre los muertos;
subió a los cielos
y está sentado a la diestra de Dios Padre to-
dopoderoso ;
1. desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a
los muertos.
2. CREO EN EL ESPIRITU SANTO,
en la Santa Iglesia Católica,
1. la comunión de los Santos,
el perdón de los pecados,
2. la resurrección de los muertos
y la vida eterna.
Т. —Amén.
Saludo
Oración de los fieles

Es una súplica al Señor, en forma de letanía, por las
necesidades de la Iglesia, de la Asamblea y del mundo.
El celebrante y algunos de los miembros'de la comunidad
expresan sus intenciones a las que toda la asamblea res-
ponde :
A. — Escucha, Señor, te rogamos.
Después de la última petición, el celebrante concluye:
C. — Porque tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria
por los siglos de los siglos.
A. — Amén.
25-A
Puede emplearse también esta otra forma conclusiva:
C. — Oh Dios, refugio y fortaleza nuestra, que eres

fuente de la verdadera piedad: escucha las
piadosas súplicas de tu Iglesia; para que,
cuanto pedimos con fe, lo consigamos eficaz-
mente. Por Cristo nuestro Señor.
A. — Amén.
3- Presentación de las ofrendas
CANTO DE OFRENDA: Es un salmo, rezado o cantado

por la asamblea durante el rito de la presentación de
los dones.
Ver la misa del día: Canto de ofrenda: 3.
Ofrenda del pan y del vino
El pan y el vino son fruto del trabajo y sirven de sus-

tento al hombre. Son como el resumen de todo lo creado.
El sacerdote los presenta a Dios en nombre de toda la
humanidad.
Ofrenda del pan
Recibe, Padre Santo, Dios eterno y poderoso,

esta ofrenda sin mancha
que yo, tu indigno servidor,
te presento a Ti, mi Dios vivo y verdadero,
por mis innumerables pecados,
ofensas y negligencias;
por todos los que me rodean,
así como por todos los cristianos
26-A
vivos y difuntos:
que a mí y a ellos
nos sirva para la salvación
en la vida eterna. Amén.
Preparación del cáliz
Oh Dios, de un modo admirable

Tú creaste la naturaleza humana
en su dignidad,
y la renovaste de una manera más admirable
por el misterio de esta agua y de este vino
haznos participar en la divinidad
de Aquel que se dignó compartir
nuestra humanidad:
Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro,
que como Dios vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
por todos los siglos de los siglos. Amén.
Ofrenda del cáliz
Te ofrecemos, Señor, el cáliz de la salvación,

pidiendo a tu bondad que se eleve
como un perfume agradable
ante tu divina Majestad
para nuestra salvación
y la de todo el mundo. Amén.
Recíbenos, Señor, con el alma humillada

y el corazón arrepentido:
así el sacrificio
que hoy te ofrecemos en tu presencia
te será agradable, Señor Dios.
Ven, Santificador,
Dios eterno y poderoso,
y bendice este sacrificio preparado
para tu santo nombre.
Lavado de las manos
El sacerdote se lava las manos mientras con las palabras del

Salmo 25 pide la pureza del alma.
Hazme justicia, Señor, que camino en la inocencia;

confiando en el Señor no me he desviado.
Escrútame, Señor, ponme a prueba,
sondea mis entrañas y mi corazón,
porque tengo ante los ojos tu bondad,
y camino en tu verdad.
No me siento con gente falsa,
no me junto con mentirosos;
detesto las bandas de malhechores,
no tomo asiento con los impios.
Lavo en la inocencia mis manos,
y rodeo tu altar, Señor,
proclamando tu alabanza,
enumerando tus maravillas.
Señor, yo amo la belleza de tu casa,
el lugar donde reside tu gloria.
No arrebates mi alma con los pecadores,
ni mi vida con los sanguinarios,
que en su izquierda llevan infamias,
y su derecha está llena de sobornos.
Yo, en cambio, camino en la integridad;
sálvame, ten misericordia de mí.
Mi pie se mantiene en el camino llano;
en la asamblea bendeciré al Señor.
Gloria al P a d r e . . .
28-A
Súplica a la Santísima Trinidad
Recibe, Trinidad Santa,

esta oblación que te ofrecemos
en memoria de la Pasión,
Resurrección y Ascensión
de Jesucristo, nuestro Señor.
En honor también de la bienaventurada
María siempre Virgen,
de Sán J u a n Bautista,
de los santos Apóstoles Pedro y Pablo,
de estos santos (cuyas reliquias están aquí)
y de todos los santos;
para que a ellos sea ocasión de honra
y para nosotros causa de salvación,
y que ellos se dignen interceder
por nosotros en el cielo,
cuyo recuerdo veneramos en la tierra.
Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
Orad hermanos
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios,
Padre todopoderoso.
A. — El Señor reciba de tus manos este sacrificio
para alabanza y gloria de su Nombre,
para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.
ORACION DE LAS OFRENDAS: Es la segunda oración

propia de la Misa del día llamada "secreta". Con ella
el sacerdote presenta a Dios las ofrendas de la comu-
nidad.
29-A
4- Liturgia de la Eucaristía
CANON DE LA MISA
Comienza ahora la solemne oración eucarística, es decir,
de agradecimiento a Dios. En el curso de ella el pan y el
vino se cambian en el Cuerpo y en la Sangre de Jesu-
cristo. Unámonos a la acción del sacerdote para parti-
cipar más íntimamente en el sacrificio redentor.
Prefacio del canon

El "prefacio" es un canto de acción de gracias, que ins-
pira en nuestra alma sentimientos de alabanza y glori-
ficación de Dios.
C. — Levantemos el corazón.
A. — Lo tenemos levantado hacia el Señor.
C. — Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
A. — Es justo y necesario.
PREFACIO DE LA TRINIDAD
Realmente es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias,
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno:
Que con tu único Hijo y el Espíritu Santo
eres un solo Dios, un solo Señor,
no una sola Persona,
sino tres Personas en una sola naturaleza.
Y lo que creemos de tu gloria,
porque tú lo revelaste,
30-A
lo afirmamos también de tu Hijo,
y también del Espíritu Santo,
sin diferencia ni distinción.
De modo que al proclamar nuestra fe
en la verdadera y eterna divinidad,
adoramos tres Personas distintas,
de única naturaleza
e iguales en su dignidad:
A quien alaban los Angeles y los Arcángeles
y todos los coros celestiales,
que no cesan de aclamarte con una sola voz:
Santo, Santo, Santo...
PREFACIO DE ADVIENTO
Realmente es justo y necesario, es nuestro deber
y salvación darte gracias, siempre y en todo lugar,
Señor Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por
Cristo nuestro Señor.
Porque Él es el Salvador que en tu misericordia
y fidelidad, habías prometido a la humanidad ex-
traviada; para que su verdad instruyera a los igno-
rantes, su santidad justificara a los pecadores y su
fuerza sostuviera a los débiles.
Y mientras se acerca el tiempo en que h a de
llegar tu Enviado, y amanece el día de nuestra li-
beración, llenos de confianza en tus promesas, da-
mos libre curso a nuestra alegría.
Por eso con los Angeles y Arcángeles y con todos
los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno
de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
PREFACIO DE NAVIDAD
31-A
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque gracias al misterio de la Palabra hecha
carne, la luz de tu gloria brilló ante nuestros ojos
con huevo resplandor, para que conociendo a Dios
visiblemente, Él nos lleve al amor de lo invisible.
los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de
tu gloria: Santo, Santo, S a n t o . . .
PREFACIO DE EPIFANIA
Porque tu único Hijo, manifestándose en nuestra
naturaleza mortal, nos restauró con la nueva luz
de su inmortalidad.
de t u gloria: Santo, Santo, Santo...
PREFACIO DE CUARESMA
Porque con el ayuno corporal refrenas nuestras
pasiones, elevas nuestro espíritu, nos das fuerza y
recompensa, por Cristo nuestro Señor.
Por Él los Angeles y los Arcángeles, y todos los
coros celestiales celebran tu gloria unidos en común
alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando
humildemente t u alabanza: Santo, Santo, Santo...
32-A
PREFACIO DE LA SANTA CRUZ

Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno:
Porque has puesto la salvación del género h u -
mano en el árbol de la Cruz, para que donde tuvo
origen la muerte, de allí resurgiera la vida, y el
que venció en un árbol, fuera en un árbol vencido;
por Cristo nuestro Señor.
alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces cantando hu-
mildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo...
PREFACIO DE PASCUA

y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más
que nunca en este día (en este tiempo) en que
Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque Él es el verdadero Cordero que quitó el
pecado del mundo: muriendo, destruyó nuestra
muerte, y resucitando, restauró la vida.
de tu gloria: Santo, Santo Santo...
FRSFACIO DE LA ASCENSION

Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por
Cristo nuestro Señor:
33-A
3. Misal
Que después de su resurrección se apareció visible-
mente a todos sus discípulos y ante sus ojos, fue
elevado al cielo para hacernos compartir su di-
vinidad.
Por eso, con los Angeles y Arcángeles y con todos
de tu gloria: Santo, Santo, S a n t o . . .
PREFACIO DEL SAGRADO CORAZON

Porque has querido que tu Hijo Unico, clavado en
la Cruz, fuera traspasado por la lanza del soldado,
para que su corazón abierto, santuario de la gene-
rosidad divina, derramara sobre nosotros torrentes
de gracia y de perdón; y ya que nunca cesó de
arder por amor nuestro, fuera descanso para los
que te aman y para los que se arrepienten, refugio
siempre abierto de salvación.
PREFACIO DE CRISTO REY

Porque consagraste Sacerdote eterno y Rey del
Universo a tu Unico Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
ungiéndolo con óleo de alegría, para que ofrecién-
dose a sí mismo, como víctima perfecta y pacifica-
34-A
dora en el altar de la Cruz, consumara el misterio
de la redención humana; y sometiendo a su poder
la Creación entera, entregara a tu Majestad infinita
un reino eterno y universal: el reino de la verdad
y la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino
de la justicia, el amor y la paz.
PREFACIO DE LA VIRGEN
Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la
f . . . de Santa María, siempre virgen; porque ella
concibió a tu único Hijo por obra del Espíritu Santo,
y, sin perder la gloria de su virginidad, derramó
sobre el mundo la luz eterna, Jesucristo nuestro
Señor.
Por Él, los Angeles y lós Arcángeles, y todos los
alegría. Permítenos asociarnos a sus voces can-
tando humildemente tu alabanza: Santo, Santo,
Santo...
PREFACIO DE SAN JOSE

Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, y
alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la
(fiesta, solemnidad, veneración) de San José.
35-A
Porque él es el hombre justo que diste por esposo
a la Virgen Madre de Dios, el servidor fiel y pru-
dente que pusiste al frente de tu Familia para que
haciendo las veces de padre, cuidara a tu Unico
Hijo concebido por obra del Espíritu Santo, Jesu-
cristo nuestro Señor.
alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces cantando hu-
mildemente tu alabanza: Santo, Santo, S a n t o . . .
PREFACIO DE LOS APOSTOLES

y salvación suplicarte humildemente, Señor, Pastor
eterno: que no abandones a tu rebaño, sino que por
medio de tus santos Apóstoles lo protejas y conser-
ves siempre, gobernado por los mismos jefes que tú
le diste para presidirlo como pastores encargados
de continuar tu obra.
PREFACIO DE LOS DIFUNTOS

Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por
Cristo nuestro Señor.
En Él brilla la esperanza de nuestra feliz resu-
rrección; y así, aunque la certeza de morir nos
entristece, nos consuela la promesa de la f u t u r a
inmortalidad. Porque la vida de los que en ti cree-
36-A
mos, Señor, no termina, se transforma; y, al des-
hacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una
mansión eterna en el cielo.
los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de
tu gloria: Santo, Santo, Santo...
PREFACIO COMUN

Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo nuestro Señor:
Por Él los Angeles y Arcángeles, y todos los coros
•celestiales celebran tu gloria unidos en común ale-
gría.
Permítenos asociarnos a sus voces cantando h u -
mildemente tu alabanza: Santo, Santo Santo...
Concluido por el celebrante el Prefacio correspondiente, viene la

aclamación de la asamblea:
A.•—¡Santo, Santo, Santo es el Señor

Dios del Universo!
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
¡Hosanna en el cielo!
Bendito el que viene en nombre del Señor.
¡Hosanna en el cielo!
37-A
CONTINUACION DEL CANON
Súplica al Padre
C. — A ti, pues, Padre misericordioso,

te pedimos humildemente
por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor,
que aceptes y bendigas
estos dones,
este sacrificio santo y puro que te ofrecemos,
Súplica por la Iglesia universal
ante todo por tu Iglesia santa y católica:
para que le concedas la paz,
la protejas, la congregues en la unidad
y la gobiernes en el mundo entero,
con tu servidor el Papa, N . . . ,
con nuestro obispo, N . . . ,
y todos aquellos que, fieles a la verdad,
promueven la fe católica y apostólica.
Plegaria por la asamblea y sus intenciones

Acuérdate, Señor, de tus hijos N. y N.,
y de todos los aquí reunidos,
cuya fe y entrega bien conoces:
por ellos y todos los suyos,
por el perdón de sus pecados
y la salvación que esperan,
te ofrezco, y ellos mismos te ofrecen,
este sacrificio de alabanza,
a ti, eterno Dios, vivo y verdadero.
Unidos con la Iglesia del cielo
Reunidos en comunión,
veneramos la memoria,
38-A
ante todo, de la gloriosa siempre Virgen María,
Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor,
la de su esposo, San José,
la de los santos apóstoles y mártires
Pedro y Pablo,
Andrés, Santiago y Juan,
Tomás, Santiago, Felipe,
Bartolomé, Mateo, Simón y Tadeo;
Lino, Cleto, Clemente,
Sixto, Cornelio, Cipriano,
Lorenzo, Crisógono,
Juan y Pablo,
Cosme y Damián,
y la de todos los santos;
por sus méritos y oraciones
concédenos en todo tu protección.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Presentación de las ofrendas a Dios

Acepta, Señor, en tu bondad,
esta ofrenda de tus siervos
y de toda tu familia santa;
ordena en tu paz nuestros días,
líbranos de la condenación eterna
y cuéntanos entre tus elegidos.
Invocación sobre las ofrendas

Bendice y acepta, oh Padre,
esta ofrenda
haciéndola espiritual,
para que sea
Cuerpo y Sangre de tu Hijo amado,
Jesucristo, nuestro Señor.
39-A
Consagración del pan
El cual, la víspera de su Pasión,
tomó pan en sus santas y venerables manos;
y, elevando los ojos al cielo,
hacia ti, Dios, Padre suyo todopoderoso,
dándote gracias
y bendiciendo, lo partió,
lo dio a sus discípulos y dijo:
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL
PORQUE ESTO ES MI CUERPO.
Consagración del vino

Del mismo modo, acabada la cena,
tomó este cáliz glorioso
en sus santas y venerables manos;
dándote gracias
y bendiciendo,
lo dio a sus discípulos y dijo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL
PORQUE ESTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
—SACRAMENTO DE LA FE—,
QUE SERA DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR TODOS LOS HOMBRES
PARA EL PERDON DE LOS PECADOS.
Cuantas veces hagáis esto,
haréis el memorial mío.
Ofrenda a Dios del sacrificio de Cristo

Por eso, Señor, nosotros, tus siervos,
y todo tu pueblo santo,
al celebrar este memorial de la Pasión gloriosa
de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor,
40-A
de su santa resurrección del lugar de los muertos
y de su admirable ascensión a los cielos,
te ofrecemos, Dios de gloria y majestad,
de los mismos bienes que nos has dado,
el sacrificio puro, inmaculado y santo:
pan de vida eterna
y cáliz de eterna salvación.
Este sacrificio da valor a todos los otros

Dirige tu mirada serena y bondadosa
sobre esta ofrenda:
acéptala
como aceptaste los dones del justo Abel,
el sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe,
y la oblación pura de tu sumo sacerdote Melquisedec.
Nos pone en comunión con Dios

Te pedimos humildemente,
Dios todopoderoso,
que esta ofrenda sea llevada a tu presencia,
hasta el altar del cielo,
por manos de tu ángel;
para que cuantos recibimos el Cuerpo
y la Sangre de tu Hijo
al participar aquí de este altar,
bendecidos con tu gracia,
tengamos también parte
en la plenitud de tu reino.
Súplicas de intercesión por los d i f u n t o s

Acuérdate también, Señor, de tus hijos N. y N.,
que nos h a n precedido en el signo de la fe
y duermen el sueño de la paz.
41-A
A ellos, Señor, y a cuantos descansan en Cristo,
concédeles el lugar del consuelo, de la luz y de la paz.
Que tengamos parte con los Santos
Y a nosotros, pecadores,
que confiamos en tu infinita misericordia,
admítenos en la asamblea
de los santos apóstoles y mártires
Juan el Bautista, Esteban,
Matías y Bernabé, Ignacio y Alejandro,
Marcelino y Pedro, Felicidad y Perpetua,
Agueda, Lucía, Inés, Cecilia, Anastasia
y de todos los santos;
y acéptanos en su compañía,
no por nuestros méritos,
sino conforme a tu bondad.
Por Cristo Nuestro Señor.
La creación santificada por Cristo
Por El sigues creando todos los bienes,
los santificas, los llenas de vida, los bendices
y los repartes entre nosotros.
Alabanza final
POR CRISTO, CON EL Y EN EL,

a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
Respuesta de la asamblea
A. — ¡AMEN!
42-A
3. LA COMUNION
Preparación a la Comunión: Padre nuestro

Nada mejor que la "oración de Jesús" para prepararse a
recibirle y fomentar el amor hacia el Padre Dios y hacia
nuestros hermanos, los hombres.
C. — Oremos.
Fieles a la recomendación del Salvador
y siguiendo su divina enseñanza,
nos atrevemos a decir:
A. — Padre nuestro,
que estás en los cielos,
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad,
así en la tierra como en el cielo;
el pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
y perdónanos nuestras deudas,
así como nosotros perdonamos
a nuestros deudores,
y no nos dejes caer en la tentación,
mas líbranos del mal.
C. — Líbranos, Señor, de todo los males,

pasados, presentes y futuros;
y por la intercesión de la santa y gloriosa
Madre de Dios, siempre Virgen María,
de tus Santos Apóstoles
Pedro y Pablo, y de Andrés,
y de todos los Santos,
concédenos la paz en nuestros días;
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación.
43-A
Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo
tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
A. — Amén.
El sacerdote parte la hostia.
C. — La paz del Señor sea siempre con vosotros.

El celebrante deposita un fragmento de la hostia en el cáliz di-
ciendo:
Esta sagrada unión del Cuerpo y de la Sangre

de nuestro Señor Jesucristo
que vamos a recibir,
nos sirva para la vida eterna. Amén.
Agnus Dei
C. A. — Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios,
danos la paz.
En ta Misa de difuntos:
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,

concédeles el descanso.
concédeles el descanso.
concédeles el descanso eterno.
44-A
Oraciones antes de la Comunión
La participación plena en la Misa exige la Comunión.

Cristo se da a nosotros en alimento y nos transforma en
Él, para fortificar nuestra fe, sostener nuestra esperanza
y alimentar nuestro amor a Dios y a los hermanos, hasta
la vida eterna.
Paz j unidad
Señor Jesucristo,
que dijiste a tus Apóstoles:
"la paz os dejo, mi paz os doy",
no mires mis pecados sino la fe de tu Iglesia;
dale, según tu voluntad, la paz y la unión.
Tú que vives y reinas,
Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Unión con Dios
Señor Jesucristo, Hijo del Dios vivo:

cumpliendo la voluntad del Padre
y con la cooperación del Espíritu Santo,
por tu muerte has dado la vida al mundo;
líbrame por tu santo Cuerpo y Sangre
aquí presentes,
de todos mis pecados y de todo mal.
Haz que sea siempre fiel a tus mandamientos
y no permitas que me separe nunca de Ti,
que como Dios vives y reinas
con Dios Padre y el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos. Amén.
La Comunión, fuente de Vida
Señor Jesucristo,
la comunión de tu Cuerpo,
45-A
que yo indigno me atrevo a recibir,
no sea para mí un motivo de condenación,
sino que por tu misericordia
me sirva de protección y remedio
de alma y cuerpo:
Tú que vives y reinas con Dios Padre
en unidad del Espíritu Santo,
Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Comunión
El sacerdote toma la hostia en sus manos diciendo:
Tomaré el Pan celestial

e invocaré el nombre del Señor.
Presenta ¡a hostia a la asamblea y dice:
C. — Este es el Cordero de Dios,

que quita el pecado del mundo.
A. — Señor, no soy digno
de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya
bastará para sanarme. (Tres veces).
El Sacerdote comulga bajo las especies de pan y vino. Su

comunión representa la comunión de toda la asamblea
con Cristo.
El sacerdote comulga bajo las dos especies y dice:
El Cuerpo de nuestro Señor Jesucristo

guarde mi alma para la vida eterna. Amén.
¿Con qué responderé al Señor
por todo lo que de Él recibí?
Tomaré el Cáliz de la, salvación,
invocaré el nombre del Señor;
con alabanza lo invocaré
46-A
y me veré libre de mis enemigos.
La Sangre de nuestro Señor Jesucristo
guarde mi alma para la vida eterna. Amén.
Al dar la comunión a tos fieles dice:
C. — El Cuerpo de Cristo.
A. — Amén.
Durante la Comunión:
CANTO PROCESIONAL DE COMUNION: Es un salmo

escogido para acompañar la procesión de comunión.
Ver la misa del día: Canto de comunión. 4.
Acción de gracias
El celebrante mientras purifica los vasos sagrados dice:
Lo que h a n recibido
nuestros labios, Señor,
lo acoja nuestra alma con pureza,
y que el don recibido en la vida presente
nos sirva de remedio para la vida eterna.
Tu Cuerpo, Señor que he comido,
y tu Sangre que he bebido,
se adhieran a mis entrañas.
Haz que no quede en mí m a n c h a de pecado
pues he sido confortado
por un sacramento t a n puro y t a n santo:
Tú que vives y reinas
Purificado el cáliz, el Sacerdote y la asamblea, en silencio o can-
tando algún salmo, hacen la acción de gracias.
C. — El Señor esté con vosotros.

47-A
ORACION DESPUES DE LA COMUNION: Es la última
gran oración de la misa. En ella se pide que la Euca-
ristía produzca frutos duraderos en la vida cristiana de
los fieles.
5- Rito final
La celebración ha concluido, pero ahora comienza la
"misión" de los fieles quienes deben prolongar la misa
en su vida como Testigos y Apóstoles de la Redención.
Saludo

Bendición
C.—-La bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros.
A. — Amén.
Despedida
C. — Podéis ir en paz.
A. — Demos gracias a Dios.
Si sigue otra acción litúrgica:
C. — Bendigamos al Señor.
A. — Demos gracias a Dios.
En las Misas de difuntos:
C. — Los fieles difuntos descansen en paz.

A. — Amén.
48-A
Nuevas Oraciones Eucarísticas
y Prefacios
PREFACIO I DE ADVIENTO
darte gracias, siempre y en todo lugar,
Que, al venir por vez primera
en la humildad ae nuestra carne,
realzó el plan de redención trazado desde antiguo
y nos abrió el camino de la salvación;
para que cuando venga de nuevo
en gloria y majestad
revelando la plenitud de su obra,
podamos recibir los bienes prometidos
que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar.
Por eso con los Ángeles y Arcángeles
y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
SANTO, SANTO, SANTO...
PREFACIO II DE ADVIENTO
A quien anunciaron todos los profetas,
33-A
la Virgen esperó con inefable amor de Madre,
Juan lo anunció ya próximo
y lo mostró después entre los hombres.
Б1 mismo Señor nos concede ahora
prepararnos con alegría
al misterio de su nacimiento,
para que nos encuentre velando en oración
y cantando sus alabanzas.
PREFACIO DE LOS DOMINGOS DE CUARESMA
Por Él concedes a tus hijos que, año tras año,
anhelen gozosos y limpios de alma
las santas solemnidades pascuales,
para que dedicados con mayor entrega
a la alabanza divina y al amor fraterno,
alcancen en las celebraciones que les dieron la vida
la plenitud de su divina filiación.
PREFACIO DOMINICAL "PER ANNUM", I

34-A
Que en su misterio pascual
nos liberó del yugo del pecado y de la muerte
y nos llamó a ser pueblo elegido, sacerdocio real,
nación consagrada,
pueblo adquirido,
para que, trasladados de las tinieblas
a tu luz admirable,
proclamemos ante el mundo tus maravillas.
SANTO, SANTO, SANTO. . .
PREFACIO DOMINICAL "PER ANNUM", II
El cual, compadecido del desvío de los hombres,
nació de una Virgen;
al padecer cruz, nos liberó de eterna muerte,
y, resucitando, nos dio vida eterna.
Por eso con los Angeles y Arcángeles
PREFACIO DE LA SANTISIMA EUCARISTÍA
35-A
por Cristo nuestro Señor, Sacerdote nuevo y' eterno.
El cual, al instituir el sacrificio
se ofreció como víctima de salvación
y nos mandó ofrecértelo como memorial de Él,
para que al comer el pan de vida,
proclamemos su muerte hasta que vuelva.
PREFACIO COMÚN, I
En Él quisiste enraizar todas las cosas
y nos diste a todos el participar de su plenitud.
Siendo de condición divina,
se despojó de su rango;
por la sangre de su cruz pacificó al mundo;
y así, Constituido Señor del universo,
es fuente de salvación eterna
para cuantos creen en Él.
PREFACIO COMÚN, II
Realmente es justo y necesario
Señor, Padre santo,
36-A
Dios todopoderoso y eterno,
que por amor creaste al hombre,
y, aún condenado por tu justicia,
en tu misericordia lo redimiste,
por Cristo nuestro Señor.
Por Él, los Ángeles y los Arcángeles,
y todos los coros celestiales
celebran tu gloria, unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces
cantando humildemente tu alabanza:
Gran Oración Eucarística II

REALMENTE es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar
a Ti, Padre Santo,
por Jesucristo, tu Hijo amado.
Por Él, Palabra tuya, creaste las cosas todas;
lo enviaste como Salvador y Redentor nuestro,
hecho carne por obra del Espíritu Santo
y nacido de María Virgen.
Él abrió sus brazos en la cruz
para cumplir tu voluntad
y ganarte un pueblo santo;
así destruyó la muerte
y manifestó la resurrección.
Por eso, con los ángeles y los santos
cantamos tu gloria diciendo:
37-A
Invocación: que el Señor realice la consagración
SANTO ERES en verdad, Señor,
fuente de toda santidad:
SANTIFICA estos dones con el rocío de tu Espíritu,
de manera que sean para nosotros
Cuerpo y Sangre de Jesucristo, nuestro Señor.
Relato de la institución de la Eucaristía
EL CUAL, entregándose libremente a su Pasión,
tomó pan, dando gracias lo partió
y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y COMED:
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, y dando gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL:
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HARÉIS ESTO EN MEMORIAL MIO.
Proclamación del recuerdo fiel de la Iglesia
SACERDOTE: Sacramento de la fe:
ASAMBLEA:
1. Anunciamos tu muerte, Señor,
proclamamos tu resurrección
esperando tu venida gloriosa.
2. Cada vez que comemos de este pan
y bebemos de este cáliz,
anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.
38-A
3. Salvador del mundo, sálvanos,
Tú que con tu cruz y tu resurrección nos redimiste.
Ofrenda del sacrificio de Acción de Gracias
ASI PUES,
al celebrar ahora su muerte y resurrección,
te ofrecemos, Padre, el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias
porque nos haces dignos de estar en tu presencia
celebrando esta liturgia.
Súplica por la Iglesia
CON HUMILDAD te pedimos
que, al participar del Cuerpo y Sangre de Cristo,
seamos congregados en unidad
por el Espíritu Santo.
ACUÉRDATE, Señor,
de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
llévala a su perfección por la caridad,
con el Papa N., con nuestro obispo N. y todo el clero.
(En las Misas por difuntos, se puede añadir:)

Acuérdate de tu hijo (a) N. (de aquél, de aquélla)
a quien llamaste de este mundo a tu presencia:
él (ella) ha compartido ya la muerte de Jesucristo,
te pedimos que comparta, también, con Él
la gloria de la resurrección.
ACUÉRDATE TAMBIÉN de nuestros hermanos

que durmieron en la esperanza de la resurrección
y de todos los difuntos:
llámalos a contemplar la luz de tu rostro.
39-A
TEN MISERICORDIA de todos nosotros,
y así, con María, Madre de Dios,
los Apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos,
merezcamos compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
Alabanza solemne de la gloria dé Dios
POR CRISTO, con Él y en Él,
a Ti, Dios Padre omnipotente,
A.— AMÉN.
Gran Oración Eucarística III

Proclamación de la Acción de Gracias
SANTO ERES en verdad, Señor,
y justamente todo lo creado proclama tu alabanza,
ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro,
y el poder del Espíritu Santo,
das vida, santificas todo
y congregas a tu pueblo sin cesar,
para que ofrezca a tu Nombre una oblación pura
desde la salida del sol hasta el ocaso.
POR ^ANTO, Señor, te pedimos con humildad
que santifiques por el mismo Espíritu
40-A
los dones traídos para serte consagrados,
de manera que sean
Cuerpo y Sangre de Jesucristo,
tu Hijo y Señor nuestro,
por cuyo mandato celebramos estos misterios.
PORQUE ÉL MISMO,
en la noche en que iban a entregarlo,
tomó pan,
te bendijo dando gracias,
lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERA ENTREGADO POR VOSOTROS.
Del mismo modo,
acabada la cena, tomó el cáliz,
te bendijo dando gracias
y lo pasó a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE,
QUE SERA DERRAMADA POR VOSOTROS
HARÉIS ESTO EN MEMORIAL MÍO.
SACERDOTE: Sacramento de la fe.
ASAMBLEA:
41-A
Tú que con tu cruz y tu resurrección nos redimiste,

ASI PUES, al celebrar ahora, Padre,
la pasión salvífica de tu Hijo,
su admirable resurrección
y su ascensión al cielo,
te ofrecemos, en la acción de gracias,
este, sacrificio vivo y santo,
mientras esperamos su segunda venida.
Súplica por la Iglesia: a) la unidad

DIRIGE TU MIRADA sobre la oblación de tu Iglesia,
reconoce en ella la Víctima que nos reconcilió,
para que, fortalecidos con el Cuerpo
y la Sangre de tu Hijo
y llenos del Espíritu Santo,
formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu.
b) unión con la Iglesia celestial

HAGA ÉL de nosotros ofrenda perfecta,
para que gocemos de tu heredad
junto con tus elegidos:
ante todo, con María Virgen,
la bienaventurada Madre de Dios,
los Apóstoles y mártires,
San N. (el santo del día o el santo patrono)
y todos los santos, por cuya intercesión
esperamos alcanzar siempre tu ayuda.
42-A
c) la Iglesia peregrinante
TE PEDIMOS, Señor,
que esta Víctima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia que peregrina por la tierra,
al Papa N.. a nuestro obispo N.,
al orden episcopal, al clero,
y a todo el pueblo redimido por Ti.
Atiende los deseos de esta familia
que está en tu presencia.
Une contigo, Padre misericordioso,
a todos tus hijos dispersos por el mundo.
d) los hermanos difuntos
-j- A nuestros hermanos difuntos
y a cuantos murieron en tu amistad,
recíbelos en tu Reino, donde esperamos gozar
de la plenitud eterna de tu gloria.
Por Cristo nuestro Señor,
por quien concedes al mundo todos los bienes.
Alabanza solemne de la gloria de Dios

a Ti, Dios, Padre omnipotente,
A.— AMÉN.
Embolismo de difuntos:
f Acuérdate de tu hijo (hija) N.
a quien (hoy) llamaste
de este mundo a tu presencia:
él (ella) ha compartido ya la muerte de Jesucristo,
concédele compartir también con Él
la gloria de la resurrección,
cuando Cristo, resucitando a los muertos,
transforme nuestro cuerpo humilde
según su cuerpo glorioso.
Acuérdate también de nuestros difuntos
y de todos aquéllos que h a n muerto en tu amistad:
recíbelos en tu reino,
donde participaremos plenamente de tu gloria;
allí secarás todas nuestras lágrimas,
te contemplaremos como Tú eres, Dios nuestro,
seremos para siempre semejantes a Ti
y cantaremos eternamente tus alabanzas.
Por Cristo nuestro Señor,
Gran Oración Eucarística IV

Proclamación de la Acción de Gracias
por las maravillas de Dios
REALMENTE ES BUENO darte gracias,
y es de justicia glorificarte, Padre santo,
porque Tú eres el único Dios vivo y verdadero
que existe desde siempre
y permaneces más allá del tiempo,
luz más brillante que toda luz.
Por ser bueno y fuente de la vida
hiciste todas las cosas,
para perfeccionarlas en tu bendición
alegrándolas con la claridad de tu luz.
Por eso,
44-A
los ángeles innumerables que están en tu presencia
contemplando la gloria de tu rostro,
te sirven siempre y te glorifican sin cesar.
Y nosotros también, llenos de'la misma alegría,
con todas las criaturas de la tierra
que te alaban por nuestras voces,
aclamamos tu nombre cantando:
Alabanza por la salvación...
TE ALABAMOS, Padre santo,
porque eres grande,
porque hiciste todas las cosas con sabiduría y amor.
A tu imagen creaste al hombre
y le hiciste responsable del universo entero,
para que, sirviéndote a "Ti, su creador,
presidiera todo lo creado.
Y cuando, al desobedecerte, perdió tu amistad,
no lo abandonaste al poder de la muerte:
misericordioso viniste en ayuda de todos,
para que te encuentren los que te buscan.
Además reiteraste tu alianza con los hombres:
por los profetas alimentaste
la esperanza de salvación.
. . . realizada en Cristo...
Y tanto amaste al mundo, Padre santo,
que, al cumplirse la plenitud de los tiempos,
nos enviaste como salvador a tu único Hijo.
El cual, encarnándose por obra del Espíritu Santo
y naciendo de María Virgen,
compartió nuestra condición humana
en todo, menos en el pecado;
anunció la salvación a los pobres,
la liberación a los cautivos
y el consuelo a los afligidos.
45-A
. . . por su Pascua
Para cumplir tu designio,
Éx mismo se entregó a la muerte
y resucitando, destruyó la muerte, devolvió la vida.
Y porque no vivamos en adelante
para nosotros mismos,
sino para Él, que por nosotros murió y resucitó,
nos ha enviado desde tu seno, oh Padre,
el Espíritu Santo,
a fin de santificar todas las cosas
llevando a plenitud su obra en el mundo.
QUE ESTE MISMO ESPÍRITU
santifique, Señor, estas ofrendas,
para que sean
Cuerpo y ^ S a n g r e de Jesucristo, nuestro Señor,
y así celebremos el gran misterio
que nos dejó como alianza eterna.
PUES ÉL MISMO, llegada la hora
en que había de ser glorificado por Ti,
Padre santo, habiendo amado a los suyos
que estaban en el mundo,
los amó hasta el fin.
Cenando con sus discípulos,
tomó pan, te bendijo, lo partió
y se lo dio diciendo:
TOMAD Y COMED PORQUE ESTO ES MI CUERPO.
QUE SERA ENTREGADO POR VOSOTROS.
De igual modo,
tomó el cáliz lleno del fruto de la vid,
te dio gracias y lo pasó a sus discípulos diciendo:
46-A
TOMAD Y BEBED,
PORQUE ESTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
HARÉIS ESTO EN MEMORIAL MÍO.
SACERDOTE: Sacramento de la fe:
ASAMBLEA:
Tú que con tu cruz y tu resurrección nos redimiste.

POR ESO, NOSOTROS, Señor,
al celebrar ahora el memorial de nuestra redención,
recordamos la muerte de Cristo
y su descenso al lugar de los muertos;
confesamos su resurrección
y su ascensión a tu diestra.
Y en la espera de su venida gloriosa,
te ofrecemos su Cuerpo y su Sangre,
sacrificio grato a Ti, salvación de todo el mundo.
Súplica por la Iglesia: a) la comunidad
DIRIGE TU MIRADA sobre este sacrificio
que Tú mismo has preparado a tu Iglesia,
y concede a todos los que van a participar
47-A
de este pan y de este cáliz que, congregados
en un mismo cuerpo por el Espíritu,
sean en Cristo
víctima viva para alabanza de tu gloria.
b) la Iglesia peregrinante
AHORA, PUES, SEÑOR,
acuérdate de todos aquellos
por quienes se ofrece este sacrificio:
de tu servidor el Papa N., de nuestro obispo N.,
del orden episcopal y todo el clero,
de cuantos aquí reunidos te ofrecen esta oblación,
de tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan con sincero corazón.
ACUÉRDATE también
de los que murieron en la paz de Cristo
y de todos los difuntos cuya fe conociste.
c) unida a la Iglesia celestial
Padre de bondad,
que todos tus hijos nos reunamos
en la heredad de tu Reino,
con la bienaventurada Virgen María, Madre de Dios,
con los Apóstoles y los santos;
y allí, junto con toda la creación,
libres ya de pecado y de muerte,
te glorifiquemos por Cristo, Señor nuestro,
Alabanza solemne de la gloria de Dios
a Ti, Dios, Padre omnipotente,
en !a unidad del Espíritu Santo,
A— AMÉN.
48-A
Liturgia y año litúrgico
"El deber fundamental del hombre es, sin duda alguna,

el de orientar hacia Dios su persona y su propia vida"
(Mediator Dei). El hombre se vuelve hacia Dios cuando
reconoce su majestad suprema, aceptando las verdades
reveladas, observando los mandamientos, dirigiendo a Dios
toda su actividad. En una palabra, cuando le rinde el de-
bido culto a través de la virtud de la religión.
Este es un deber no tan sólo de cada hombre en par-
ticular sino también de toda la coléctividad.
Pero en la sociedad de los redimidos tenemos un Me-
diador entre Dios y los hombres que es Cristo Jesús. Jun-
tamente con Él y a través de su Iglesia, rendimos a Dios
el culto debido. Es precisamente lo que hacemos con la
Liturgia: Cristo, Cabeza del Cuerpo místico, y nosotros,
sus miembros, por medio de Él, tributamos al Padre ce-
lestial un culto público y completo. El Verbo encarnado,
con su humanidad, "fue instrumento de nuestra salvación.
Por esto en Cristo se realizó plenamente nuestra reconci-
liación y se nos dio la plenitud del culto divino" (S.C.
N. 5).
La obra de redención humana y de perfecta glorificación
de Dios "Cristo la realizó principalmente por el misterio
pascual de su bienaventurada pasión, resurrección de
entre los muertos y gloriosa ascensión" (S.C. N. 5).
La Iglesia nunca ha dejado de reunirse para celebrar
el misterio pascual: leyendo cuanto a £1 se refiere en
toda la Escritura (Le. 24, 27), celebrando la Eucaristía,
en la cual se hacen de nuevo presentes la victoria y el
triunfo de su muerte, y dando gracias al mismo tiempo
a Dios por el don inefable en Cristo Jesús (S.C. № 6).
Cristo por su misterio pascual se entregó por nosotros
para purificarnos y santificarnos. Quiere comunicarnos
49-A
4. Misal
su vida a través de su Sacrificio, de los Sacramentos y
de su Palabra. Esto lo sigue haciendo a lo largo del año
litúrgico siempre que la Iglesia se reúne para celebrar
los misterios de Cristo.
El Sacrificio eucarístico, durante todo el curso del año,
gira principalmente en torno a la persona de Jesucristo,
Se nos inculca así una verdad fundamental: Cristo, a
través de los misterios de su vida, ha de vivir con su
santidad en cada uno de sus miembros.
Por eso los misterios de Cristo no son para nosotros
realidades simplemente históricas, sino que debemos vi-
virlos. Él viene a nosotros para que nosotros vayamos a
Él. El año litúrgico quiere despertar en nuestras vidas
una constante inquietud de búsqueda de Cristo para
identificarnos con Él.
Dios busca al hombre para comunicarle su amor, su
gracia, su felicidad. El pueblo de Dios, por su parte, se
reúne para recibir esta comunicacióh celebrando los mis-
terios de Cristo que sigue entregándose:
— a través de la Palabra proclamada que leemos y
oímos, por la que Dios nos instruye y nos habla,
indicándonos el camino para ir a Él. (Liturgia de
la Palabra).
— a través de la Liturgia del Sacrificio o Eucaristía
en la que Cristo se ofrece al Padre por nosotros y
nosotros con Él, al mismo tiempo que participamos
en el banquete del Cordero sin mancha.
"Conmemorando así los misterios de la redención (la
Iglesia) abre las riquezas del poder santificador y de los
méritos de su Séñor, de tal manera que, en cierto modo,
se hacen presentes en todo tiempo para que puedan los
fieles ponerse en contacto con ellos y llenarse de la
gracia de la salvación" (S.C. N. 102).
50
CICLO D£ NAVIDAD
hoy
brillará una gran luz
sobre nosotros
porque nos ha nacido el Señor
y tiene por nombre
«Admirable Dios Principe de la paz
Padre del tiempo futuro»
y su reino no tendrá fin
(Is. 9, 2 y 6)
Tiempo de Adviento
Los cristianos estamos tal vez demasiado acostum-

brados a vivir de nostalgias y de recuerdos. Por eso,
cuando llega el Adviento, en seguida nuestra imagi-
nación se va al hecho histórico de la venida de Cristo
al mundo. —Adviento significa precisamente: venida,
llegada—. Pensamos en los Profetas del Antiguo Tes-
tamento, sobre todo en Isaías, que lo preanuncian;
en Juan Bautista que le prepara los caminos; en la
Virgen María que le da su carne y de ella germina
como de tierra fecunda.
¿Se agota aquí toda la significación del tiempo de
Adviento? ¿Por qué entonces lo celebramos todos los
años? Si Cristo llegó ya, ¿por qué rezamos con la
Liturgia: "Despierta tu poder, Señor, y ven a sal-
varnos?".
Hemos de saber descubrir el sentido de este tiem-
po cada año que vuelve. Cristo h a llegado y sigue
llegando. Ha llegado un día a Belén y sigue llegando
con otras múltiples venidas por medio de su Iglesia:
53
viene a nosotros en el Bautismo, en la Confirmación,
en la Eucaristía. Con todo, no ha llegado probable-
mente con esa hondura de vida cristiana que ha ve-
nido a traernos. Lo sentimos lejos a causa de nues-
tro pecado, de nuestra indiferencia. Sentimos la ne-
cesidad de clamar: "Ven, Señor, a salvarnos".
El Señor vendrá, pero oigamos la voz de Juan que
grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor".
Hemos de prepararlo por una conversión a Cristo y
por una fe más profunda en sus continuas venidas
y en su presencia entre nosotros. Vendrá
— a nosotros, si nos dolemos de nuestros pecados.
— a los hermanos, si se lo damos con el ejemplo.
— a los pobres, si vemos a Cristo en ellos.
— a las comunidades, si reina la caridad.
Nuestra fe entonces será no sólo en Cristo que ha
venido, sino que sigue viniendo a nosotros, a los de-
más y a las realidades terrenas para consagrarlas, y
devolverlo todo al Padre, al fin de los tiempos, en la
última venida de Cristo.
TONO RECITATIVO DEL TIEMPO:
Inst. P. S. PÍO X.
r r
1. A ti h e levantado mi a l - m a : *
- Е Д V
Dios mío, e n ti confío, n o quede yo defrauda-do...

Este tono es aplicable a todos los cantos
de entrada, meditación, ofrenda y comunión
de Adviento. Pueden valer también los de
Septuagésima y Cuaresma.
Las ANTIFONAS de la asamblea véanse en
la pág. 196.
54
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
"El Reino de Dios está cerca". De-
sechemos las obras de las tinieblas,
el pecado, para revestirnos de las vir-
tudes de Cristo.
1 — CANTO DE ENTRADA Sal. 24,1-3

1. A ti he levantado mi alma: *
Dios mío, en ti confío, no quede yo defraudado.
2. Que no se rían de mí mis enemigos, *
porque no queda confundido quien en ti espera.
Salmo Sal. 24,4
3. Enséñame, Señor, tus caminos, *
descúbreme tus sendas.
4. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, *
Como era en el principio, ahora y siempre, —
Se repite el Canto: A ti levanto... hasta el Salmo.
2 — CANTO DE MEDITACION Sal. 24, 3 y 4

1. Los que esperan en ti, Señor, *
no quedarán defraudados.
2. Señor, hazme conocer tus caminos, *
enséñame tus senderos.
3. Aleluya, aleluya. —
Señor, muéstranos tu bondad, *
y danos tu Salvador. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 24, 1-3

1. A ti he levantado mi alma: *
55
2. Que no se rían de mí mis enemigos, *
porque no queda confundido quien en ti espera.
4 — CANTO DE COMUNION Sal. 84, 13

El Señor nos dará sus bienes, *
y nuestra tierra dará fruto.
SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO

Cristo, el Mesías, es la esperanza de
las naciones. Preparemos los caminos
del Señor para recibirle en nuestras
almas.
1 — CANTO DE ENTRADA Is. 30, 30

1. Pueblo de Sión: mira al Señor que viene *
a salvar a los pueblos.
2. El Señor hará oír su voz gloriosa *
en la alegría de vuestro corazón.
Salmo Sal. 79, 2
3. Pastor de Israel, escucha, *
tú que guías a Israel como un rebaño.
4. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Sal. 49, 2-3 У 5

1. Desde Sión la Hermosa, *
Dios vendrá a manifestarse.
2. Reunid ante él a sus santos, *
que sellaron su alianza con sacrificios.
3. Aleluya, aleluya. — Sal. 121, 1
Qué alegría cuando me dijeron: *
vamos a la casa del Señor. Aleluya.
56
3 — CANTO DE OFRENDA Sal 84, 7-8
1. Tú te volverás, oh Dios, y nos darás vida, *
y tu pueblo se alegrará contigo.
2. Muéstranos, Señor, tu misericordia, *
y danos tu Salvador.
4 — CANTO DE COMUNION Bar. 5, 5; 4, 36

Levántate, Jerusalén; ponte sobre la cumbre, *
y mira la alegría que te va a traer tu Dios.
TERCER DOMINGO DE ADVIENTO

Liturgia Jubilosa la de hoy porque el
Señor está en medio de nosotros con
su Iglesia, su Bautismo, su Eucaristía.
1 — CANTO DE ENTRADA Flp. 4, 4-6

1. Estad siempre alegres en el Señor, *
os lo repito: estad alegres.
2. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo, *
El Señor está cerca.
3. Nada os preocupe; sino que en la oración *
vuestras peticiones sean presentadas a Dios.
Salmo Sal. 84, 2
Señor, has bendecido a tu tierra: —
has librado a Jacob del cautiverio.
5. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Sal. 79, 2, 3 y 2

1. Señor que estás sentado sobre los Querubines, *
despierta tu poder y ven.
57
2. Pastor de Israel, escúchanos, *
tú que guías a José como a un rebaño.
Señor, despierta tu poder, *
y ven a salvarnos. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 84, 2

Señor, has bendecido a tu tierra: —
has librado a Jacob del cautiverio, *
perdonaste la culpa de tu pueblo.
4 — CANTO DE COMUNION Is. 35, 4

Decid: Cobardes de corazón, tomad ánimo, —
no tengáis miedo; *
mirad: nuestro Dios va a venir a salvarnos.
CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

"La tierra está para germinar al Sal-
vador". Para que brote en el cristiano
hace falta penitencia y renovación.

1. Enviadlo, altos cielos, como rocío, —
que las nubes lluevan al Justo. *
Abrase la tierra, y germine al Salvador.
Salmo Sal. 18, 2
2. Los cielos cuentan la gloria de Dios, *
y el firmamento pregona la obra de sus manos.
3. Gloria al Padre.
58
1. El Señor está cerca de los que lo invocan, *
de los que lo invocan de verdad.
2. Mi boca alabará al Señor, *
bendigan todos su santo nombre.
Ven, Señor, no tardes, *
perdona los pecados de tu pueblo, Israel.
Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Le. 1, 28
1. Alégrate, María, llena de gracia, *
el Señor está contigo;
2. bendita tú entre las mujeres *
y bendito el fruto de tu vientre.

Mirad: la virgen está encinta y da a luz
un hijo, * •
y le pone por nombre "Dios-con-nosotros".
59
La Iglesia celebra el misterio pascual
cada ocho días,
en el día que es llamado con razón
"DIA DEL SEÑOR" O DOMINGO
En este día los fieles
deben reunirse a fin de que,
escuchando la Palabra de Dios
y participando en la Eucaristía,
recuerden la pasión, la resurrección
y la gloria del Señor Jesús,
y den gracias a Dios
que los "hizo renacer a la viva esperanza
por la resurrección de Jesucristo
de entre los muertos".
El domingo es el fundamento y núcleo
de todo el año litúrgico.
(S. C. 106)
Tiempo
de Navidad y Epifanía
"Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado;

lleya a sus hombros el imperio y tendrá por nom-
bre: Angel del Gran Consejo". Cristo ha venido a
redimirnos y su venida marca una fecha decisiva
para la salvación del mundo y la de cada uno de
nosotros. Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, para
que fuésemos hechos hijos de adopción. (Gál. 4,4).
Sin embargo, ¡qué difícil nos resulta ver a Cristo
entre nosotros! Se necesita el ojo de la fe para per-
cibirlo, sobre todo en esos pobres a quienes enrique-
ció con su pobreza de Belén. "Que nadie se olvide
de los pobres en el día de la pobreza de Cristo" (Pa-
blo VI). Cristo está encarnado en ellos.
Está en medio de nosotros por el Misterio eucarís-
tico. Siempre que nos reunimos para celebrarlo y
para recibir a Cristo en la Comunión, se renueva la
Navidad, la venida real de Cristo.
61
Con la Navidad llega el reino de Dios al mundo:
"Llega a hombros el imperio". Reino oculto para unos
y patente para otros. Oculto para Herodes, los cor-
tesanos, los jefes del pueblo, los engreídos. Patente
para los pastores, los Reyes Magos, los humildes.
Hay quienes celebran la Navidad con una fe de-
masiado infantil. No ven la grandeza del Misterio de
la Encarnación. Jesús es Niño pero es Príncipe y
Señor. Hay que amarlo con ternura confiada y ado-
rarlo con fe de adultos. Viene del Padre al mundo
para redimirnos y volverá del mundo al Padre para
glorificarnos.
El misterio de la encarnación se proyecta sobre
todos los hombres. En los domingos de Epifanía me-
ditamos y vivimos esta verdad: Cristo es "Luz que
ilumina a todo hombre".
Los misterios de Navidad y Epifanía deben dejar-
nos una doble inquietud: que Cristo nazca en cada
uno de nosotros con su gracia, para i r r a d i a r l o a los
demás con una epifanía (manifestación) de amor.

ínst. P. S. Pío X.
- 4 - 4 , — h
Л -i \ 11 9 9 ri •
¿tí' *— {
1
x
1. El Señor m e h a dicho: Mi Hijo e-res tú. *
V 1 А Л
А—Д. _ W í*r
- Л 2 * T Г
Yo mismo te h e engendra-do hoy...

de entrada, meditación, ofrenda y comu-
nión del tiempo de Navidad y Epifanía.
la pág. 197.
62
24 de Diciembre: VIGILIA DE NAVIDAD
"Dios se hace hombre para que el
hombre llegue a ser Dios". El naci-
miento de Cristo es para renovarnos
y transformarnos en Él.
1 — CANTO DE ENTRADA Ex. 16, 6 y 7

1. Hoy vais a saber que el Señor vendrá,
y nos salvará; *
y mañana contemplaréis su gloria.
Salmo Sal. 23, 1
2. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, *
el orbe y cuantos lo habitan.
3. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. *
2 — CANTO DE MEDITACION Ex. 16, 6 y 7
1. Hoy vais a saber cómo el Señor vendrá

y nos salvará, *
y mañana contemplaréis su gloria.
2. Pastor de Israel, escúchanos, *
tú que guías a José como a un rebaño;
3. tú que estás sentado sobre los Querubines, *
muéstrate a Efraín, Benjamín y Manasés.
4. Aleluya, aleluya. — Sal. 79, 2-3
Mañana quedará borrada la maldad
de la tierra, *
y será nuestro Rey el Salvador del mundo.
Aleluya.
63
¡Portones, alzad los dinteles! —

Que se alcen las puertas eternas, *
va a entrar el Rey de la Gloria.

Se manifestará la gloria del Señor, *
y todo el mundo verá la salvación
de nuestro Dios.
1. NAVIDAD: MISA DE MEDIANOCHE

La Virgen María en esta noche nos
da a Cristo, Luz divina, para disipar
las tinieblas de nuestro pecado.
1 — CANTO DE ENTRADA Sal. 2, 7

1. El Señor me ha dicho: Mi Hijo eres tú. *
Yo mismo te he engendrado hoy.
Salmo Sal. 2, 1
2. ¿Por qué se amotinan las naciones, *
y los pueblos planean el fracaso?
3. Gloria al Padre.
1. Tuyo es el imperio
desde el día de tu nacimiento: *
entre esplendores de santidad,
2. antes del lucero de la mañana, *
yo mismo te he engendrado.
64
3. Oráculo del Señor a mi Señor: —
siéntate a mi diestra, *
hasta que haga de tus enemigos
estrado de tus pies.
El Señor me ha dicho: mi Hijo eres tú; *
yo mismo te he engendrado hoy. Aleluya.
3 _ CANTO DE OFRENDA Sal. 95, 11 y 13

Que se alegre, el cielo, —
y salte de gozo la tierra, *
en presencia del Señor: porque llega.

Entre esplendores de santidad, —
antes del lucero de la mañana, *
yo mismo te he engendrado.
2. NAVIDAD: MISA DE LA AURORA

La luz de la aurora es ya una pálirf"
imagen de la luz que el Redentor
vino a derramar sobre las almas.
1 — CANTO DE ENTRADA Is. 9, 2 y 6

1. Hoy brillará una luz sobre nosotros, *
porque nos ha nacido el Señor,
2. y tiene por nombre:
"Admirable, Dios, Príncipe de la Paz, —
Padre del tiempo futuro", *
y su reino no tendrá fin.
65
5. Misal
Salmo Sal. 92, 1
3. El Señor es rey, se ha vestido de hermosura; *
el Señor se ha vestido y ceñido de fortaleza.
4. Gloria al Padre.
1. Bendito el que viene en nombre del Señor, *

el Señor es Dios, él nos ilumina.
2. Es el Señor quien lo ha hecho, *
ha sido un milagro, patente.
El Señor es rey, se viste de majestad; —
el Señor se viste de fortaleza, *
y se ciñe de poder. Aleluya.
Dios afianzó el orbe, y no vacilará. —

Tu sede está colocada desde antiguo, *
oh Dios, tú eres eterno.
4 — CANTO DE COMUNION Zac. 9, 9
1. Salta de alegría, hija de Sión, *

canta, hija de Jerusalén;
2. mira, ya llega tu rey, *
el Santo, el Salvador del mundo.
66
3. NAVIDAD: MISA DEL DIA
La Palabra eterna de Dios se encarna
haciéndose semejante a los hombrea
para hacernos hijos de Dios.

1. Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; *
lleva a hombros el imperio,
2. y tendrá por nombre: *
"Angel del Gran Consejo".
Salmo Sal. 97, 1
3. Cantad al Señor un cántico nuevo, *
por las maravillas que ha hecho.
4. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Sal. 97, 3-4 y 2

1. Los confines del orbe han contemplado —
al Salvador que Dios envía; *
cante a Dios toda la tierra.
2. El Señor ha manifestado a su Salvador, *
ha revelado su justicia a las naciones.
Nos ha amanecido un día sagrado: *
venid, naciones, adorad al Señor, —
porque hoy una gran luz
ha bajado a la tierra. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal- 88, 12 y 15

Tuyo es el cielo y tuya es la tierra, —
tú cimentaste el orbe y cuanto contiene. *
La base de tu trono es la justicia y el derecho.
67
Los confines del orbe han visto *
la salvación de nuestro Dios.
DOMINGO INFRAOCTAVA DE NAVIDAD

Ya no somos esclavos, sino hijos:
"Envió Dios a su Hijo, nacido bajo
la ley, para rescatar a los que esta-
ban bajo la ley".
1 — CANTO DE ENTRADA Sab. 18, 14-15

1. Cuando todo guardaba un profundo silencio, *
al llegar la noche al centro de su carrera,
2. tu omnipotente Palabra, Señor, *
bajó de los cielos desde su solio real.
Salmo Sal. 92, 1
3. El Señor es rey, se ha vestido de hermosura; *
el Señor se ha vestido y ceñido de fortaleza..
4. Gloria al Padre.

1. Eres el más bello de los hombres, *
en tus labios se derrama la gracia.
2. Me brota del corazón un poema bello, —•
recito mis versos al rey, *
mi lengua es ágil pluma de escribano.
El Señor es rey, se viste de majestad; *
el Señor se viste de fortaleza,
y se ciñe de poder. Aleluya.
68
Dios afianzó el orbe, y no vacilará. *
Tu sede está colocada desde antiguo; —
oh Dios, tú eres eterno.
4 — CANTO DE COMUNION Mt. 2, 20

Toma al niño y a su madre, —
y vuelve a la tierra de Israel, *
porque han muerto los que querían
matar al niño.
1 de Enero: OCTAVA DE NAVIDAD

La circuncisión de Cristo es imagen
de nuestro bautismo, de la nueva
alianza con Dios, que nos trae la paz
verdadera.

1. Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; *
lleva a hombros el imperio,
y tendrá por nombre: —
"Angel del Gran Consejo".
Salmo Sal. 97, 1
por las maravillas que ha hecho.
3. Gloria al Padre.

1. Los confines del orbe han contemplado
al Salvador que Dios envía: *
cante a Dios toda la tierra.
69
2. El Señor ha manifestado a su Salvador, *
ha revelado su justicia a las naciones.
3. Aleluya, aleluya. — Heb. 1, 1-2
En distintas ocasiones y de muchas maneras *
habló Dios antiguamente a nuestros padres
por los profetas;
4. ahora, en esta etapa final, *
nos ha hablado por el Hijo. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 88, 13 y 19

Tuyo es el cielo y tuya es la tierra, —
tú cimentaste el orbe y cuanto contiene. *
La base de tu trono es la justicia y el derecha

Eos confines del orbe han visto *
la salvación de nuestro Dios.
SANTISIMO NOMBRE DE JESUS

"En ningún otro nombre tiene nadie
la salvación". "Mi boca alabará al
Señor, bendigan todos su santo nom-
bre".
1 — CANTO DE ENTRADA Flp. 2, 10-11

1. Al nombre de Jesús toda rodilla se doble *
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
2. y toda lengua proclame
"Jesucristo es Señor", *
para gloria de Dios Padre.
70
Salmo Sal. 8, 2
3. Señor, dueño nuestro,
qué admirable es tu nombre *
en toda la tierra.
4. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Sal. 105, 47;

Is. 63, 16
1. Sálvanos, Señor Dios nuestro, *
congréganos de entre los gentiles:
2. celebraremos tu santo nombre, *
y estaremos orgullosos de tu gloria.
3. Tú, Señor, eres nuestro Padre
y nuestro Redentor: *
tu nombre es eterno.
Mi boca alabará al Señor, *
bendigan todos su santo nombre. Aleluya.

1. Te alabaré de todo corazón, Señor Dios mío, *
daré gloria a tu nombre por siempre,
2. porque tú, Señor, eres bueno y clemente, *
rico en misericordia con los que te invocan.
Aleluya.
4 — CANTO DE COMUNION Sal. 85, 9-10

1. Todos los pueblos que hiciste vendrán, —
se postrarán en tu presencia, Señor, *
bendecirán tu nombre.
2. ¡Grande eres tú, y haces maravillas! *
¡Tú eres el único Dios! Aleluya.
71
6 DE ENERO: EPIFANIA DEL SEÑOR
Celebra hoy la liturgia la vocación
universal de todos los pueblos al Rei-
no de Dios. Nuestra fe es universal.
1 — CANTO DE ENTRADA Mal. 3, 1;

I Par. 29, 12
1. Mirad que llega el Señor del señorío: *
en la mano tiene el reino,
y la potestad, y el imperio.
Salmo Sal. 71, 1

2. Dios mío, confía tu juicio al rey, *
tu justicia al hijo de reyes.
3. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Is. 60, 6 y 1

1. Vienen todos de Sabá, trayendo incienso y oro,*
y proclamando las alabanzas del Señor.
2. Levántate, brilla, Jerusalén, *
la gloria del Señor amanece sobre ti.
s. Aleluya, aleluya. — Mt. 2, 2
Hemos visto salir su estrella, *
y venimos con regalos a adorar al Señor. Aleluya.

1. Que los reyes de Tarsis y de las islas *
le paguen tributo;
2. que los reyes de Sabá y de Arabia *
le ofrezcan sus dones,
3. que se postren ante él todos los reyes, *
y que todos los pueblos lo sirvan.
72
Hemos visto salir la estrella del Señor *
y venimos con regalos a adorarlo.
Primer Domingo después de Epifanía:

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA
La vida del hogar ha sido santificada
por Cristo, para que fuese célula viva
en la gran familia de la Iglesia.
1 — CANTO DE ENTRADA Prov. 23, 24 y 25

1. El padre del Bueno se llene de gozo, —
tu padre y tu madre se gocen, *
y se alegre la que te engendró.
Salmo Sal. 83, 2-3
2. ¡Qué deseables son tus moradas, *
Señor de los ejércitos!
3. Mi alma se consume *
y anhela los atrios del Señor.
4. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Sal. 26, 4; 83,5

1. Una cosa pido al Señor, eso buscaré: *
habitar en la casa del Señor,
los días de mi vida.
2. Dichosos los que viven en tu casa, Señor, *
te alabarán eternamente.
3. Aleluya, aleluya. — Is. 45, 15
Cierto: tú eres un rey escondido, *
Dios de Israel, salvador. Aleluya.
73
3 — CANTO DE OFRENDA Le. 2, 22
Sus padres llevaron a Jesús a Jerusalén *
para presentarlo al Señor.
4 — CANTO DE COMUNION Le. 2, 51

Jesús bajó con ellos a Nazaret *
y siguió bajo su autoridad.
SEGUNDO DOMINGO DESPUES DE EPIFANIA

En el curso de un banquete nupcial
Jesús realiza "el primer signo" que
simboliza su obra redentora. Partici-
pemos del banquete eucarístico.

1. Que se postre ante ti la tierra entera,
oh Altísimo, *
que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Salmo Sal. 65, 1-2
2. Aclama al Señor, tierra entera, —
tocad en honor de su nombre, *
cantad himnos a su gloria.
3. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Sal. 106, 20-21

1. El Señor envió su palabra y los sanó, *
y los arrancó de la perdición.
2. Den gracias al Señor por su misericordia, *
por las maravillas que hace con los hombres.
74
Alabad al Señor, todos los ángeles, *
alabad al Señor, todos sus ejércitos. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 65, 1-2 y 16
1. Aclama al Señor, tierra entera, *

tocad en honor de su nombre.
2. Fieles de Dios, venid a escuchar, *
os contaré lo que ha hecho conmigo, aleluya.
4 — CANTO DE COMUNION Jn. 2, 7-11
1. Dice el Señor: "Llenad las tinajas de agua *

y llevádselo al mayordomo."
2. El mayordomo probó el agua convertida
en vino y dice al novio: *
"Has guardado el vino bueno hasta ahora."
3. Éste fue el primer signo de Jesús *
en presencia de sus discípulos.
TERCER DOMINGO DESPUES DE EPIFANIA
El cristiano no debe excluir a nadie

de su caridad, como Jesús que salva
a todos los que van a Él con fe.
1 — CANTO DE ENTRADA Sal. 96, 7-8

1. Ante él se postraron todos los ángeles. —
Lo oyó Sión y se alegra, *
y se regocijan las ciudades de Judá.
75
Salmo Sal. 96, 1
2. El Señor reina, la tierra goza, *
se alegran las islas innumerables.
3. Gloria al Padre.
1. Los gentiles temerán tu nombre, Señor, *
y los reyes del mundo, tu gloria.
2. Porque el Señor reconstruyó a Sión, *
y se manifestará con majestad.
El Señor es rey: exulte la tierra, *
alégrense todas las islas. Aleluya.
1. La diestra del Señor es poderosa, *
la diestra del Señor es excelsa;
2. no he de morir, *
viviré para contar las hazañas del Señor.
Todos se admiraban de las palabras *
que salían de la boca de Dios.
CUARTO DOMINGO DESPUES DE EPIFANIA

La plenitud de la ley está en el amor.
Lo demostramos ayudando al herma-
no necesitado.
1. Ante él se postraron todos los ángeles. —
Lo oye Sión y se alegra, *
se regocijan las ciudades de Judá.
76
Salmo Sal. 96, 1

3. Gloria al Padre.



77
QUINTO DOMINGO DESPUES DE EPIFANIA
El tiempo de la Iglesia en el mundo

es el de la paciencia de Dios; pero los
buenos madurarán para la salvación;
los malos, para la condenación.
1. Ante él se postraron todos los ángeles. *

Lo oye Sión y se alegra, —
Salmo Sal. 96, 1
3. Gloria al Padre.



SEXTO DOMINGO DESPUES DE EPIFANIA
El cristiano ha de ser levadura en el

mundo, testigo de la fe que profesa
y apóstol que la comunica.
1. Ante él se postraron todos los ángeles. *

Lo oye Sión y se alegra, —
Salmo Sal. 96, 1
3. Gloria al Padre.

79

80
CÍCLO D€ PASCUA
Jesucristo
se entregó por nosotros
para rescatarnos
de toda impiedad
y para prepararse
un pueblo purificado
dedicado
a las buenas obras
(Tito 2, 14)
Tiempo de Septuagésima
"El tiempo de Septuagésima quiere que considere-

mos la gravedad del pecado, las obligaciones con-
traídas con la divina justicia y nuestra impotencia
para resucitar solos a la vida de la gracia" (Mediator
Dei).
Hoy comienza el ciclo pascual que nos coloca ante
el misterio de la pasión, muerte y resurrección de
Cristo. Setenta días nos separan del gran día de la
Pascua. Allá es adonde apunta este tiempo como pre-
paración.
El cristiano tratará de identificarse con Cristo. Lo
acompaña por el camino escarpado de una ascensión,
que le exige violencia sobre sí mismo y que lo llevará
a la propia redención y glorificación. Las que con-
sigue con Cristo y por Cristo.
83
Supone para él una lucha contra las fuerzas del
mal, que debe sostener como buen atleta del reino
de los cielos. El trofeo lo conseguirá con la misma
fuerza de Cristo que se le comunica en la Eucaristía.
El Pan de los fuertes le garantiza la victoria.
Benedictinos - Las Condes.

h-
Ai
id r" e=i -
Л
1. Me cercaban olas morta -les, *
•
-ЛРЭВЯ»
циннии? \-0 Г "
1
me envolvían las redes del a -bis -mo

nión del tiempo de Septuagésima y Cua-
resma.
la pág. 197.
84
DOMINGO DE SEPTUAGESIMA
El hombre comprometido con Cristo

le seguirá en la adversidad y en la
prosperidad, como buen atleta del
reino de los cielos.
1 _ CANTO DE ENTRADA Sal. 14, 5, 6 y 7

1. Me cercaban olas mortales, *
me envolvían las redes del abismo;
2. en el peligro invoqué al Señor, *
desde su templo él escuchó mi voz.
Salmo Sal. 17, 2-3
3. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza, *
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.

y 19-20
1. Dios es nuestro alcázar en tiempo de peligro. —
Confíen en ti los que conocen tu nombre, *
tú no abandonas a los que te buscan, Señor.
2. No te olvides por siempre del pobre, —
la esperanza de los afligidos
no quedará frustrada. *
Levántate, Señor, que no triunfe el hombre.
Tracto Sal. 129, 1-4
3. Desde lo hondo a ti grito, Señor: *
Señor, escucha mi voz.
85
4. Estén tus oídos atentos, *
a la voz de mi súplica.
5. Si llevas cuenta de los delitos, Señor, *
Señor, ¿quién podrá resistir?
6. Tú eres quien da el perdón, *
por tu palabra espero en ti, Señor.

Es bueno dar gracias al Señor *
y tañer para tu nombre, oh Altísimo.

1. Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, *
sálvame por tu misericordia;
2. Señor, que no me avergüence *
de haberte invocado.
DOMINGO DE SEXAGESIMA
La palabra de Dios es portadora de
vida y salvación. Dispongamos nues-
tros corazones para que arraigue en
ellos con frutos duraderos.
1 — CANTO DE ENTRADA. Sal. 43, 23-26

1. Despierta, Señor, ¿por qué duermes? *
levántate, no nos rechaces más.
2. ¿Por qué nos escondes tu rostro *
y olvidas nuestra desgracia y opresión?
3. Nuestro vientre está pegado al suelo. *
Levántate, Señor, a socorrernos, —
redímenos por tu misericordia.
86
Salmo Sal. 43, 2
4. Oh Dios, nuestros oídos lo oyeron, *
nuestros padres nos lo han contado.
5. Gloria al Padre.
1. Reconozcan los gentiles que tú, Señor, *

eres el único excelso en toda la tierra.
2. Dios mío, hazlos hojarasca, *
villanos frente al vendaval.
Tracto Sal. 59, 4 y 6

3. Señor, has sacudido la tierra, y la has hendido: *
sana sus quiebras, que se ha estremecido.
4. Que puedan huir de los arcos, *
y se salven tus escogidos.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 16, 5, 6-7
1. Mis pies estuvieron firmes en tus caminos, —

y no vacilaron mis pasos. *
Inclina el oído y escucha mis palabras.
2. Muestra las maravillas de tu misericordia,
Señor, —
tú que salvas de los adversarios *
a quien se refugia en tu derecha.
Me acercaré al altar de Dios, *

al Dios de mi alegría.
87
DOMINGO DE QUINCUAGESIMA
Si nuestra fe se traduce en caridad,

ayudaremos a construir un mundo
mejor unido por los lazos del amor.

1. Ven aprisa a librarme, *
sé la roca de mi refugio,
2. un baluarte donde me salve, —
tú que eres mi roca y mi baluarte; *
por tu nombre dirígeme y guíame.
Salmo Sal. 30, 2
3. A ti, Señor, me acojo: —
no quede yo nunca defraudado; *
tú que eres justo ponme a salvo.
4. Gloria al Padre.

1. Tú eres el único Dios que haces milagros, *
diste a conocer a los pueblos tu poder.
2. Has rescatado con tu brazo a tu pueblo, *
a los hijos de Jacob y de José.
Tracto SaL 99, 2-3
3. Aclamad al Señor en toda la tierra, *
servid al Señor con alegría,
4. entrad a su presencia con vítores, *
sabed que el Señor es Dios.
5. Él es quien nos hizo, y no nosotros: *
nosotros somos su pueblo y su rebaño.
88
3 — CANTO DE OFRENDA SáL 118, 12-13
1. Bendito eres, Señor, *

enséñame tus leyes.
2. Mis labios van enumerando *
los mandamientos de tu boca.
4 — CANTO DE COMUNION SaL 77, 29-30
Ellos comieron y se hartaron, —

el Señor satisfizo su avidez *
y no se quedaron con hambre.
89
EL AMEN DE UN COMPROMISO
Decir SI
a la palabra de Dios
es escucharla y ponerla en práctica.
Responder FIAT
es ir a la Cruz
para llegar con el Señor
a la Gloria del Padre.
Es participar en el'sacrificio,
con los mismos detalles
de la vida ordinaria.
Es mostrar
que se ama a Dios
porque se ama al hermano.
Mons. Henri Jenny

Tiempo de Cuaresma
Tiempo de renovación de la propia vida en la ora-

ción y en la penitencia para conseguir la conversión
interior. Cristo abre el camino y formula las exigen-
cias de sii seguimiento: "Si alguno quiere venir en
pos de mí, tome su cruz y sígame". Acompañar a
Cristo con la propia cruz es camino obligado para
ser glorificados con El.
Seguirle al desierto. Los días de Cuaresma son co-
mo desierto que nos vacía del apego desordenado al
mundo y crea "una aspiración de las cosas de arri-
ba".
"El desierto es la gran pedagogía de Dios con su
pueblo. En él le purifica y educa para la eternidad.
En él muere el hombre viejo, el hombre carnal que
sueña aún con las ollas de carne que comía en la
cárcel y surge la nueva generación del hombre nue-
vo, el hombre espiritual" (L. Maldonado).
Nuestro propósito, por consiguiente, en este tiem-
po de desierto en que nos introduce la Cuaresma
91
debe ser de penitencia y lucha más insistentes para
espiritualizarnos. No para despojarnos de la mate-
ria, sino para enseñorearnos de ella. Podemos contar
con el Viático para superar las arideces que supone
todo desierto: la Eucaristía que, como el maná para
los Hebreos, habrá de restaurar nuestras fuerzas en
el camino.
La Cuaresma nos convida también a reflexionar
sobre los compromisos que hemos contraído en el
Bautismo: purificación y renovación de nuestro ser
cristiano. Las lecturas bíblicas de este tiempo están
cargadas de alusiones simbólicas al sacramento de
la regeneración. Cristo llama a su muerte de cruz
"bautismo con que debe ser bautizado" (Mt. 10,15).
Debemos entender por ello, que la penitencia por
nuestros pecados y los ajenos mira a la purifica-
ción personal y de todo el Pueblo de Dios para re-
sucitar luego con Cristo a una vida nueva.

Inst. P. 6. Pío X.
;—; _ p —
m a •
1. T ú de todos te compadeces, Señor, *
y nada odias de cuanto h a s hecho;
Este tono es aplicable a los textos de los

tiempos de Cuaresma y Pasión. Pueden em-
plearse también los tonos de Adviento y
Septuagésima.
la pág. 197.
92
MIERCOLES DE CENIZA
Nuestra humildad, por ser pecadores,

debe llevamos a una verdadera con-
versión interior con las prácticas pe-
nitenciales.
1 — CANTO DE ENTRADA Sab. 11, 24, 25 y 27

1. Tú de todos te compadeces, Señor, *
y nada odias de cuanto has hecho;
2. tú disimulas los pecados de los hombres, —
y por la penitencia los perdonas, *
porque tú eres el Señor nuestro Dios.
Salmo Sal. 56, 2
3. Misericordia, Dios mío, misericordia, *
pues en ti se refugia mi alma.
4. Gloria al Padre У al Hijo y al Espíritu Santo. *
1. Misericordia, Dios mío, misericordia, *

en ti confía mi alma.
2. Me envió desde el cielo la salvación, *
afrentó a los que me persiguen.
Tracto S9.I. 102, 10; 78, 8-9
3. Señor, no nos trates como merecen nuestros
pecados, *
no nos pagues según nuestras culpas.
93
4. No recuerdes contra nosotros los antiguos
delitos, —
que tu compasión nos salga al encuentro
en seguida, *
porque estamos en la miseria.
5. Ayúdanos, Señor, salvador nuestro, —
por la gloria de tu nombre, líbranos, Señor, *
perdona nuestros pecados, por tu nombre.
1. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado, *

y no has dejado que mis enemigos
se rían de mí.
2. Señor, a ti grité, *
y tú me sanaste.
El que medita la ley del Señor día y noche *

dará fruto en su sazón.
PRIMER DOMINGO DE CUARESMA

La palabra de Dios escuchada y vi-
vida nos dará la victoria sobre el
enemigo. La oración y la austeridad
serán nuestra fuerza.
1 — CANTO DE ENTRADA Sal. 90, 15 y 16

1. Me invocará y lo escucharé; —
lo defenderé, lo glorificaré; *
lo saciaré de largos días.
94
Salmo Sal. 90, 1
2. Tú que habitas al amparo del Altísimo, *
vives a la sombra del Omnipotente.
3. Gloria al Padre.

1. A sus ángeles ha dado órdenes, *
para que te guarden en tus caminos,
2. te llevarán en sus palmas, *
para que tu pie no tropiece en la piedra.
Tracto Sal. 90, 1-7 y 11-16
3. Tú que habitas al amparo del Altísimo, *
que vives a la sombra del Omnipotente,
4. di al Señor: refugio mío, alcázar mío, *
Dios mío, confío en ti.
5. Él te librará de la red del cazador, *
de la peste funesta,
6. te cubrirá con sus plumas, —
bajo sus alas te refugiarás, *
su brazo es escudo y armadura.
7. No temerás el espanto nocturno, *
ni la flecha que vuela de día,
8. ni la peste que se desliza en las tinieblas, *
ni la epidemia que devasta a mediodía.
9. Caerán a tu izquierda mil, —
diez mil a tu derecha, *
a ti no te alcanzará.
10. Porque a sus ángeles ha dado órdenes *
para que te guarden en tus caminos,
11. te llevarán en sus palmas, *
para que tu pie no tropiece en la piedra.
95
12. Caminarás sobre áspides y víboras, *
pisotearás dragones y leones.
13. Se puso junto a mí: lo libraré, —
lo protegeré porque conoce mi nombre, *
me invocará y lo escucharé.
14. Con él estaré en la tribulación, *
lo defenderé, lo glorificaré,
15. lo saciaré de largos días, *
y le haré ver mi salvación.

Te cubrirá el Señor con sus plumas, —
bajo sus alas te refugiarás; *

Te cubrirá el Señor con sus plumas, —
bajo sus alas te refugiarás; *
SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA

La santidad es exigencia de nuestro
bautismo. San Pablo la pone en la
pureza de costumbres y fidelidad a
los preceptos de Dios.
1 — CANTO DE ENTRADA Sal. 24, 6, 3 y 22

1. Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas; *
que no triunfen de mí mis enemigos;
2. salva, oh Dios, a Israel *
de todos sus peligros.
96
Salmo Sal. 24, 1-2
3. A ti, Señor, levanto mi alma: *
Dios mío, en ti confío, —
no quede yo defraudado.
4. Gloria al Padre.
1. Ensancha la apretura de mi corazón, *
sácame de mis angustias, Señor.
2. Mira mi aflicción y mis trabajos, *
perdona todos mis pecados.
1. Dad gracias al Señor porque es bueno, *
porque es eterna su misericordia.
2. ¿Quién podrá contar las hazañas de Dios, *
pregonar toda su alabanza?
3. Dichosos los que respetan el derecho, *
y practican siempre la justicia.
4. Acuérdate de nosotros cuando favorezcas
a tu pueblo, *
visítanos con tu salvación.
1. Serán mis delicias tus mandatos, *
que tanto amo;
2. levantaré mis manos hacia ti*
recitando tus mandatos.
1. Señor, escucha mis palabras, *
cuando te invoco;
2. atiende a mis gemidos,*
Rey mío y Dios mío.
97
7. Misal
TERCER DOMINGO DE CUARESMA
"Portaos, pues como hijos de la luz;
y fruto de la luz es toda bondad, jus-
ticia y verdad".
1. Tengo los ojos puestos en el Señor *

porque él saca mis pies de la red.
2. Mírame, oh Dios, y ten piedad de mí, *
que estoy solo y afligido.
Salmo Sal. 24, 1-2

Dios mío en ti confío, —
4. Gloria al Padre.
1. Levántate, Señor, que no triunfe el hombre, *

ante ti sean juzgadas las naciones.
2. Cuando mis enemigos retrocedan, *
tropezarán y desaparecerán de tu presencia.

3. A ti levanto mis ojos, *
a ti que habitas en el cielo.
4. Como están los ojos de los esclavos *
fijos en las manos de los señores,
5. como están los ojos de la esclava *
fijos en las manos de su señora,
98
6. así están nuestros ojos fijos en el Señor
Dios nuestro *
esperando su misericordia.
7. Misericordia, Señor, * misericordia.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 18, 9-10-11-12
1. Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón; *
más dulces que la miel
de un panal que destila.
2. Y tu siervo vela *
para guardarlos con cuidado.
1. Hasta el gorrión ha encontrado una casa, —
y la golondrina un nido *
donde colocar sus polluelos:
2. tus altares, Señor de los Ejércitos, *
3. Dichosos los que viven en tu casa *
alabándote siempre.
CUARTO DOMINGO DE CUARESMA

Día jubiloso, por la cercanía de la
Pascua y porque ésta nos recuerda el
banquete eucarístico que alimenta y
une a los hermanos.
1 — CANTO DE ENTRADA Is. 66, 10-11

1. Alégrate, Jerusalén, —
convocad la asamblea los que la amáis; *
llenaos de alegría los que estabais tristes;
99
2. para que maméis de sus pechos *
y os saciéis de sus consuelos.
Salmo Sal. 121, 1
3. Qué alegría cuando me dijeron:
"Vamos a la casa del Señor."
4. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Sal. 121, 1
1. Qué alegría cuando me dijeron:

vamos a la casa del Señor.
2. Haya paz dentro de tus muros, *
seguridad en tus palacios.
3. Los que confían en el Señor son
como el monte Sión, *
no temblará jamás el que habita en Jerusalén.
4. Está rodeada de montañas: *
el Señor rodea a su pueblo, ahora y siempre.

1. Alabad al Señor porque es bueno, *
tocad para su nombre, que es amable.
2. El Señor todo lo que quiere lo hace: *
en el cielo y en la tierra.

1. Jerusalén está fundada *
como ciudad bien compacta.
2. Allá suben las tribus,
las tribus del Señor, *
a celebrar tu nombre, Señor.
100
Tiempo
Con el tiempo de Pasión, sobre todo con la Semana

Santa, llegamos al punto central de la historia del
mundo, de la manifestación más humana del amor
de Dios: la Cruz de Cristo es el signo en que se nos
revela. "Nadie tiene mayor amor de quien da la vida
por sus amigos" (Jn. 15,13).
Nuestra fe saluda a la Cruz gloriosa del Señor,
mientras nuestro corazón la abraza con ternura:
"Espera, mi Señor crucificado,
espera que despierte el corazón;
que al mirarte silencioso y traspasado,
te dirá nuevamente su canción".
La sola emoción, sin embargo, no lleva a ninguna

parte. El simple recuerdo de la Pasión del Señor no
nos cambia si nosotros no cambiamos algo de nues-
tra vida. El mundo todavía quiere ver cómo los dis-
101
cípulos de Cristo participan de su Pasión. Y se lo
demostraremos cuando, al acompañar a Cristo do-
liente, reflexionemos que nosotros le hemos puesto
así; cuando nos demos cuenta de que Cristo sigue
sufriendo en sus miembros pobres y dolientes que
son nuestros hermanos: los del trabajo duro, los que
viven en soledad, los enfermos que no tienen espe-
ranza. Con ellos hemos de caminar, ayudándoles a
soportar sus males. Así nos asociaremos a los pade-
cimientos de Cristo por su Cuerpo que es la Iglesia.
Sería bueno que meditáramos el hermoso canto
de "Los Perales": "Camino del Viernes Santo".
BERNARDO PIAULT
Puede valer el mismo tono indicado para

el tiempo de Septuagésima.
la pág. 197.
102
PRIMER DOMINGO DE PASION
Jesucristo sellará con su sangre la
nueva alianza con Dios. Sacerdote y
Víctima sin tacha, nos abre las puer-
tas del cielo.

1. Hazme justicia, oh Dios, defiende mi causa *
contra gente sin piedad,
2. sálvame del hombre traidor y malvado,
tú que eres mi Dios y protector.
Salmo Sal. 42, S
3. Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen, *
me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada.
1. Hazme justicia...

1. Líbrame, Señor, del enemigo, *
enséñame a cumplir tu voluntad.
2. Señor, que me libras de los hombres violentos, *
tú me levantarás sobre mis adversarios, —
me salvarás del hombre malvado.
3. Cuánta guerra me han hecho desde
mi juventud *
— que lo diga Israel—,
4. cuánta guerra me han hecho desde
mi juventud, *
pero no pudieron conmigo.
103
5. En mis espaldas metieron el arado *
y alargaron los surcos.
6. Pero el Señor, que es-justo, *
rompió las coyundas de los malvados.

1. Te alabaré, Señor, con corazón sincero, *
haz bien a tu siervo:
2. viviré y cumpliré tus palabras. *
Dame vida según tu promesa, Señor.
4 — CANTO DE COMUNION I Cor. 11, 24-25

1. Este es el cuerpo que se entrega por vosotros; —
esta copa es la Nueva Alianza
sellada con mi sangre, *
dice el Señor.
2. Cada vez que lo toméis, *
hacedlo en memoria mía.
SEGUNDO DOMINGO DE PASION 0 DE RAMOS

Tremendo contraste: Cristo aclamado
y ultrajado. Así debía cumplir la vo-
luntad del Padre: redimirnos con su
Cruz.

1. Señor, no te quedes lejos, *
ven corriendo a ayudarme,
2. sálvame de las fauces del león, *
salva a este pobre de los cuernos del búfalo.
104
Salmo Sal. 21, 2
3. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado? *
a pesar de mis gritos, mi oración no te alcanza.
1. Señor, no te quedes lejos...
2 — CANTO DE MEDITACION Sal. 72, 24 y 1-3
1. Me has cogido de la mano, —

y me has guiado con tu consejo, *
y me has llevado a tu gloria.
2. Qué bueno es el Dios de Israel *
para los limpios de corazón.
3. Por poco tropiezan mis pies, *
casi resbalan mis pisadas,
4. porque me daban envidia los impíos, *
viendo la prosperidad de los pecadores.
Tracto Sal. 21, 2-9, 18, 19, 22, 24 y 32

5. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado? *
A pesar de mis gritos, mi oración no te alcanza.
6. Dios mío, de día te grito, y no respondes, *
de noche, y no me haces caso.
7. Aunque habitas en el santuario, *
esperanza de Israel.
8. En ti confiaban nuestros padres, *
confiaban y los ponías a salvo;
9. a ti gritaban, y quedaban libres, *
en ti confiaban y no los defraudaste.
10. Pero yo soy un gusano, no un hombre, *
vergüenza de la gente, desprecio del pueblo:
105
11. al verme se burlan de mí, *
hacen visajes, menean la cabeza.
12. "Acudió al Señor, que lo ponga a salvo, *
que lo libre, si tanto lo quiere."

1. La afrenta me destroza el corazón, *
y desfallezco.
2. Espero compasión y no la hay, *
consoladores, y no los encuentro.
3. En mi comida me echaron hiél, *
en mi sed me dieron vinagre.

Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin
que yo lo beba, *
hágase tu voluntad.
La Semana Sania
Dos partes tiene la Semana San._. primera, Domingo
de Ramos hasta el Jueves Santo; segunda. Triduo Sa-
grado: Viernes, Sábado y la Vigilia Pascual. Estas so-
lemnidades son el centro del año litúrgico y la fuente de
nuestra vida espiritual, pues no se trata sólo de "recuer-
dos históricos", sino de realidades vivas: el "paso" (eso
es "pascua") de Dios en medio de su pueblo, el "paso"
de Cristo de la muerte a la vida, para no morir jamás.
106
Tiempo de Pascua
¡Aleluya! Exclamación espontánea y jubilosa del

creyente por las alegrías pascuales. Expresión de
victoria, de alabanza, de fe en Cristo resucitado.
"Cristo resucitó de entre los muertos como primicia
de los que mueren. Porque si no hubiera resucitado,
vana sería nuestra fe y todavía estaríamos en nues-
tro pecado" (1 Cor. 15,17; 20).
El Señor ha realizado su misterio pascual, ese

" p a s o " (Pascua) de la muerte a la vida, que supone
nuestro rescate y nuestra justificación. "Fue entre-
gado por nuestros pecados y resucitó por nuestra
justificación".
Todo cristiano que quiera identificarse con Cristo,
a ejemplo suyo, debe dar ese paso: Barrer la levadu-
ra vieja del pecado para convertirse en nueva masa
de santidad (1 Cor. 5,7-8). Ese es el mensaje pascual:
107
morir con Cristo para resucitar con El. "Si morimos
con Cristo, también con El viviremos; su sufrimos
con Cristo, también con El reinaremos".
¿Cuándo damos ese paso de muerte a vida? Preci-

samente en el santo Bautismo. Por ese sacramento
empezó ya a cumplirse en los bautizados una resu-
rrección en Cristo, un paso de muerte a vida, que ha
de tener su consumación total en la resurrección de
los muertos. Sumergidos en las aguas bautismales
(antes se daba también el bautismo por inmersión)
fuimos como sepultados con Cristo y enterrados con
nuestro pecado; luego, fuimos extraídos y transfor-
mados en hombres nuevos por la gracia.
Nuestra vida, por lo tanto, debe ser de resucitados,

de hombres que han sido injertados en una vida
nueva con Cristo. Nos corresponde ahora la tarea de
ir acrecentando esa vida sobrenatural, mayormente
con la celebración de la Cena Pascual. Siempre que
nos reunimos para celebrar y comer la Eucaristía,
celebramos de nuevo la Pascua y enriquecemos esa
vida que nos une al Resucitado. Vida que hemos de
llevar a los hermanos con un testimonio de auténti-
cos cristianos, convertidos en levadura nueva que
fermenta la masa de la humanidad.
108
Inst. P. S. PÍO X.
4-
=t
1. He resucitado y aún estoy contigo, aleluya;
te
— has puesto sobre mí tu mano, a-le-luya; *
£
tu sabiduría ha sido maravillosa, aleluya, a-le-luya.

nión del Tiempo de Pascua. Puede emplear-
se también el del tiempo de Pentecostés.
la pág 197.
109
DOMINGO DE RESURRECCION
"Cristo, el Cordero inmolado, resucitó.

Por él hemos pasado de las tinieblas
a la luz, de la muerte a la vida".
1 — CANTO DE ENTRADA Sal. 138, 18 y 5-6
1. He resucitado y aún estoy contigo, aleluya; —

has puesto sobre mí tu mano, aleluya; *
tu sabiduría ha sido maravillosa,
aleluya, aleluya.
Salmo Sal. 138, 1-2

2. Señor, tú me sondeas y me conoces: *
conoces mi muerte y mi resurrección.
1. Este es el día en que actuó el Señor, *

sea nuestra alegría y nuestro gozo.
3. Aleluya, aleluya. — 1 Cor. 5, 7
Ha sido inmolada. *
nuestra víctima pascual: Cristo.
110
Secuencia
1. Un sacrificio de alabanza
ofrezcan juntos los cristianos
a la Víctima de la Alianza.
2. El Cordero salvó al rebaño.
Cristo inocente reconcilia
al Padre Dios y al que hizo el daño.
3. Muerte y vida trabaron duelo
y muerto el dueño de la vida
gobierna, vivo, tierra y cielo.
4. Dinos, María, lo que has visto.
—La gloria del Resucitado,
la tumba abierta, y vivo a Cristo.
5. Angeles, vendas mortuorias.
Vive el Señor, que es mi esperanza.
En Galilea veréis su gloria.
6. Cristo, sabemos que estás vivo.
Rey vencedor, certeza nuestra,
mira a tu Iglesia compasivo.
Amén. Aleluya.

La tierra temió sobrecogida, *
cuando Dios se puso en pie para juzgar,
aleluya.

1. Cristo, nuestra víctima pascual, *
ha sido inmolado. Aleluya.
2. Así pues, celebremos la Pascua —
con los panes ácimos de la sinceridad *
y la verdad, aleluya, aleluya, aleluya.
111
DOMINGO IN ALBIS
Con las apariciones de Cristo se sien-

te fortalecida nuestra fe de bautiza-
dos. Pregonémosla por el mundo.
1 — CANTO DE ENTRADA 1 Pe. 2, 2

1. Como niños recién nacidos, aleluya, *
desead una leche espiritual no adulterada,
aleluya, aleluya, aleluya.
Salmo Sal. 80, 2

2. Aclamad a Dios, nuestra fuerza, *
dad vítores al Dios de Jacob.
3. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION
1. Aleluya, aleluya. — Mt. 28, 7; Jn. 20, 26
Día de mi resurrección, dice el Señor, *
iré por delante de vosotros a Galilea.
Aleluya.
2. A los ocho días, estando cerradas las puertas, *
Jesús se presentó en medio de sus discípulos,
y les dijo: Paz a vosotros. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Mt. 28, 2, 5 y 6

Un ángel del Señor bajó del cielo
y dijo a las mujeres: *
el que buscáis ha resucitado,
como lo había dicho, aleluya.
112
4 — CANTO DE COMUNION Jn. 20, 27
Trae tu mano y métela en los agujeros
de los clavos, aleluya; *
y no seas incrédulo, sino creyente,
aleluya, aleluya.
SEGUNDO DOMINGO DESPUES DE PASCUA

Peregrinos hacia el cielo, volvamos
nuestros ojos "al pastor y guardián
de nuestras vidas", Cristo Jesús, y
obedezcamos a sus representantes.

1. De la misericordia del Señor *
está repleta la tierra, aleluya.
2. La palabra del Señor hizo el cielo, *
aleluya, aleluya.
Salmo Sal. 32, 1
3. Aclamad, justos, al Señor, *
que merece la alabanza de los buenos.
4. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Le. 24, 35;

Jn. 10,14
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús, *
al partir el pan. Aleluya.
2. Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas *
y las mías me conocen. Aleluya.
113
8. Misal
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti vigilo

desde la aurora, *
y alzaré las manos invocándote, aleluya.

Yo soy el buen Pastor, aleluya; *
conozco a mis ovejas y las mías me conocen,
aleluya, aleluya.
TERCER DOMINGO DESPUES DE PASCUA

Las contrariedades de la vida pueden
presentarnos a un Dios ausente. Pero
podemos estar seguros que, por la Eu-
caristía, lo tenemos con nosotros.

1. Aclama al Señor, tierra entera, aleluya, *
tocad en honor de su nombre, aleluya,
2. cantad himnos a su gloria, *
Salmo Sal. 65, 3

3. Decid a Dios: "Qué temibles son tus obras, *
por tu inmenso poder tus enemigos te adulan."
4. Gloria al Padre.
114
Le. 24, 46
1. Aleluya, aleluya. *
El Señor ha redimido a su pueblo. Aleluya.
2. Cristo tenía que padecer,
y resucitar de entre los muertos, *
y entrar en su gloria. Aleluya.
3 _ CANTO DE OFRENDA Sal. 145, 2

Alaba, alma mía, al Señor; —
alabaré al Señor mientras viva, *
tañeré para mi Dios mientras exista, aleluya.

Dentro de muy poco, ya no me veréis, a,leluya; *
dentro de otro poco, me veréis,
porque voy al Padre, aleluya, aleluya.
CUARTO DOMINGO DESPUES DE PASCUA

El Espíritu de verdad ejerce su acción
santificadora en nosotros • para con-
vertirnos en fermento de un mundo
nuevo.
1. Cantad al Señor un cántico nuevo, aleluya; *

porque el Señor ha hecho maravillas, aleluya;
2. ha revelado su justicia a las naciones, *
115
Salmo Sal. 97, 1
3. Le há dado la victoria su diestra *

y su santo brazo.
4. Gloria al Padre.

Rom. 6, 9
La diestra del Señor es poderosa, *
la diestra del Señor me ha ensalzado.
Aleluya.
2. Cristo, una vez resucitado de entre los muertos,
ya no muere más; *
la muerte ya no tiene dominio sobre él.
Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 65, 1, 2 y 16
1. Aclama al Señor, tierra entera, *

tocad en honor de su nombre;
2. fieles de Dios, venid a escuchar, *
os contaré lo que ha hecho conmigo, aleluya.
Cuando venga el Paráclito, el Espíritu

de la verdad, —
dejará convicto al mundo con la prueba
de un pecado, *
de una justicia, de una condena,
aleluya, aleluya.
116
QUINTO DOMINGO DESPUES DE PASCUA
Dios es nuestro gran intercesor. Para
que la oración sea eficaz oremos al
Padre "en su nombre".

1. Con voz de júbilo, anunciadlo,
y que se oiga, aleluya, —
que llegue hasta el fin de la tierra: *
el Señor ha redimido a su pueblo,
aleluya, aleluya.
Salmo Sal. 65, 1-2
2. Aclama al Señor, tierra entera, —
tocad en honor de su nombre, *
cantad himnos a su gloria.
3. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Jn. 16, 28

Cristo ha resucitado, él nos ilumina, *
a nosotros, los redimidos con su sangre.
Aleluya.
2. Salí del Padre y he venido al mundo, *
otra vez dejo el mundo y me voy al Padre.
Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 65, 8-9 y 20

1. Bendecid, pueblos, a nuestro Dios. *
haced resonar sus alabanzas:
117
2. porque él nos ha devuelto la vida, *
y no dejó que tropezaran nuestros pies.
3. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, *
ni me retiró su favor, aleluya.
Cantad al Señor, aleluya; —

cantadle, bendecid su nombre; *
proclamad día tras día su victoria,
aleluya, aleluya.
ASCENSION DEL SEÑOR

La victoria de Cristo es nuestra vic-
toria. Ha ido a prepararnos un lugar
en las mansiones del Padre.
1 — CANTO DE ENTRADA Act. 1, 11
1. Hombres de Galilea, *
¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?
aleluya,
2. como lo habéis visto marchar al cielo, *
así vendrá, aleluya, aleluya, aleluya.
Salmo Sal. 46, 2
3. Pueblos todos, batid palmas, *

aclamad a Dios con gritos de júbilo.
4. Gloria al Padre.
118
Sal. 67, 18-19
Dios asciende entre aclamaciones, *
el Señor, a son de trompeta. Aleluya.
2. Dios marcha del Sinaí al santuario, *
sube a la cumbre llevando cautivos. Aleluya.
X — CANTO DE OFRENDA Sal. 46, 6

el Señor al son de trompetas, aleluya.

Cantad al Señor, —
que sube a lo más alto de los cielos, *
hacia el Oriente, aleluya.
DOMINGO DESPUES DE LA ASCENSION

Los seguidores de Cristo, deberán par-
ticipar de sus mismas tribulaciones.
Al final, sin embargo, les espera el
triunfo de su ascensión.
1. Escúchame, Señor, que te llamo, aleluya, *

en mi corazón yo te dije: busco tu rostro,
2. tu rostro buscaré, Señor; *
no me escondas tu rostro, aleluya, aleluya.
119
Salmo Sal. 26, 1
3. El Señor es mi luz y mi salvación, *
¿a quién temeré?
4. Gloria al Padre.

Jn. 14, 18
El Señor es rey de todas las naciones, *
Dios se sienta sobre su trono sagrado.
Aleluya.
2. No os dejo huérfanos: *
me voy, pero volveré y os llenaréis de gozo.
Aleluya.

el Señor al son de trompetas, aleluya.
4 — CANTO DE COMUNION Jn. 17, 12, 13 y 15
1. Padre, mientras estaba con ellos, *

yo guardaba a los que tú me diste, aleluya,
2.' pero ahora que voy a ti, —
no pido que los saques del mundo, *
sino que los guardes de todo mal,
aleluya, aleluya.
120
Pentecostés
Después de subir a la diestra del Padre, Cristo nos

envió el Espíritu Santo. Este había de ser la luz de
nuestro camino en la tierra: "El os lo enseñará todo
y os traerá a la memoria todo lo que yo os he dicho"
(Jn. 14,26). Son palabras de Cristo. El papel del Es-
píritu Santo es, por consiguiente, darnos luz sobre el
mensaje de Cristo. Ni siquiera los Apóstoles pudie-
ron comprenderlo en seguida. El día de la Ascensión
estaban esperando aún que Cristo restableciera el
Reino terrestre de Israel. (Hech. 1, 5-8).
Sabiendo Cristo que despertamos muy lentamente

al verdadero sentido de su Evangelio, quiso darnos
al que la Liturgia llama "suave Huésped del alma".
Estando dentro de nuestro corazón, el Espíritu Santo
nos da el sentido exacto y el gusto de la acción cris-
Vil
tiatia. Por ser Luz que viene de Cristo, nos permite
discernir el camino que hemos de seguir. Por medio
de nosotros renueva la faz de la tierra. La creación
misma, bajo esta luz, se nos ofrece como el lugar
donde debemos actuar y como la obra que debemos
continuar en armonía fraternal y acción de gracias a
nuestro Dios.
Pero el Espíritu Santo viene también para santtit-
earnos, para renovar nuestro corazón: "Derraparé
sobre vosotros un agua pura, que os purifica) á de
todas vuestras inmundicias; y os infundirá un espí-
ritu nuevo" СEz• 36,25-27).
En vez del corazón de piedra que tenemos, Dios
nos quiere dar un corazón de carne, es decir, lleno
de ternura. Eso será la obra del Espíritu de Dios en
nosotros, dice el mismo profeta Ezequiel.
Y Jesús nos dirá: "El que cree en Mí, ríos de agua
viva correrán de su seno", esto es, del costado del
Señor, abierto por la lanza del soldado. Pues, según
San Juan, el agua es el símbolo del mismo Espíritu
Santo (Jn. 7,37-39). Por eso el agua del Bautismo fue
tu primer nacimiento a la vida de Dios. Y como dis-
cípulo de Cristo, El vive en ti y tú eres templo del
Espíritu Santo, templo del Dios vivo. Ahí se mani-
fiesta tu dignidad de cristiano. Su presencia en ti es
exigencia de una vida conforme a Cristo en todas tus
obras.
Nutre, pues, tu vida del Espíritu Santo que es la
luz y la fuente interior de tu amor.
BERNARDO PIAULT
122
Insfc. P; S. Pío X.
bfc
ш 1. El Espíritu del Señor llenó toda la tierra,
Щ f f
a-le-luya,
fa
— e l que todo lo abarca sabe cuanto
se dice, aleluya, aleluya, a-le-luya..

nión del tiempo de Pentecostés. Puede valer
también el del tiempo de Pascua.
la pág. 198.
123
DOMINGO DE PENTECOSTES
Llega el Espíritu Santo, el Consolador.

Nace la' Iglesia y Él la vivificará con
su acción para transformarnos a to-
dos en Cristo.
1 — CANTO DE ENTRADA Sab. 1, 7
1. El Espíritu del Señor llenó toda la tierra,

aleluya, *
y el que todo lo abarca sabe cuanto se dice,
Salmo Sal. 67, 2
2. Que se levante Dios
y se dispersen sus enemigos, *
huyan de su presencia los que le odian.
3. Gloria al Padre.
Envía tu Espíritu y créalos, *
y repuebla la faz de la tierra. Aleluya.
Genuflexión
2. Ven, Espíritu Santo,
llena el corazón de tus fieles, *
enciende en ellos la llama de tu amor.
124
Secuencia
1. Ven, Espíritu divino,

manda un rayo de tu lumbre
desde el cielo.
2. Ven, oh padre de los pobres,
luz profunda, en tus dones
Dios espléndido.
3. No hay consuelo como el tuyo,
dulce huésped de las almas,
mi descanso.
4. Suave tregua en la fatiga,
fresco en hora de bochorno,
paz del llanto.
5. Luz santísima, penetra
por las almas de tus fieles,
hasta el fondo.
6. ¡Qué vacío hay en el hombre,
qué dominio de la culpa,
sin tu soplo!
7. Lava el rastro de lo inmundo,
llueve tú nuestra sequía,
ven y sánanos.
8. Doma todo lo que es rígido,
funde el témpano, encamina
lo extraviado.
9. Da a los fieles que en ti esperan
tus sagrados siete dones
y carismas.
10. Da su mérito al esfuerzo,
salvación e inacabable
alegría.
Amén. Aleluya.
125
Confirma, oh Dios,
lo que has hecho en nosotros. *
A tu templo de Jerusalén
traerán los reyes su tributo, aleluya.
4 — CANTO DE COMUNION Act. 2, 2 У 4
1. De pronto vino del cielo un ruido,

como de un viento recio, *
que llenó toda la casa donde estaban,
aleluya,
2. todos quedaron llenos del Espíritu Santo *
y comenzaron a proclamar las maravillas
de Dios, aleluya, aleluya.
126
Tiempo
después de Pentecostés
FIESTA DE LA SANTISIMA TRINIDAD
Hemos sido bautizados "en el nombre

del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo". La Santísima Trinidad habita
en nuestras almas por la gracia. ,
1 — CANTO DE ENTRADA Tob. 12, 6
1. Bendita sea la Trinidad santa,

y la Unidad indivisa: *
le damos gracias,
porque ha tenido misericordia de nosotros.
Salmo Sal. 8, 2
2. Señor, dueño nuestro, *
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!
3. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Dan. 3, 55-56

1. Bendito eres, Señor, que miras los abismos, *
y te sientas sobre los Querubines.
127
2. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo, *
digno de alabanza por los siglos.
3. Aleluya, aleluya. — Dan. 3, 52
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres, *
digno de alabanza por los siglos. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Tob. 12, 6
Bendito sea Dios Padre, y su Hijo único,

y el Espíritu Santo, *
4 — CANTO DE COMUNION Tob. 12, 6
Bendecimos al Dios dé los cielos, —

y lo ensalzamos ante todos los vivientes, *
FIESTA DEL CORPUS CHRISTI

En la Eucaristía, Cristo se hace pre-
sente para dar la vida al mundo y la
Misa es el banquete en que nos ali-
mentamos del Pan bajado del Cielo.
I. Con flor de harina los alimentó, aleluya, *

y con miel silvestre los sació,
128
Salmo Sal. 80, 2
2. Aclamad a Dios, nuestra fuerza, *
dad vítores al Dios de Jacob.
3. Gloria al Padre.

1. Los ojos de todos te están aguardando, Señor, *
tú les das la comida a su tiempo.
2. Abres tú la mano, *
y sacias de favores a todos los vivientes.
3. Aleluya, aleluya. — Jn. 6, 56-57
Mi carne es verdadera comida, *
mi sangre es verdadera bebida.
4. El que come mi carne y bebe mi sangre, *
habita en mí y yo en él.
Secuencia: "Canta, Sión...".
3 — CANTO DE OFRENDA Lev. 21, 6
Los sacerdotes del Señor le ofrecen incienso
y pan: —
por eso estarán consagrados a Dios *
y no profanarán su nombre, aleluya.
1. Cada vez que coméis de este pan
y bebéis de la copa, *
proclamáis la muerte del Señor,
hasta que vuelva.
2. Por lo tanto, el que coma el pan
o beba de la copa del Señor, —
sin darle su valor, *
tendrá que responder del cuerpo
y de la sangre del Señor, aleluya. *
129
9. Misal
DOMINGO 119 DESPUES DE PENTECOSTES
La participación en el banquete eu-

carístico ha de llevarnos no sólo al
amor de Dios, sino también de los
hermanos.
1 _ CANTO DE ENTRADA Sal. 17, 19-20
1. El Señor fue mi apoyo, —

*
y me sacó a un lugar espacioso;
me salvó, porque me amaba.
Salmo Sal. 17, 2-3

2. Yo te amo, Señor, mi fortaleza; *
el Señor es mi roca, mi alcázar,
mi libertador.

1. Llamé al Señor en la aflicción, *
y él me respondió.
2. Líbrame, Señor, de los labios mentirosos, *
de la lengua traidora.
Señor Dios mío, en ti he confiado: *
sálvame de mis perseguidores, y líbrame.
Aleluya.
130.
Vuélvete, Señor, liberta mi alma, *
sálvame, por tu misericordia.

Cantaré al Señor por el bien que
me ha hecho, *
haré música al nombre del Altísimo.
FIESTA DEL SAGRADO CORAZON

El corazón de Cristo abierto en la
cruz es el símbolo del amor que nos
prodigó sin límites. Amor que exige
correspondencia y reparación.

1. Los proyectos de su corazón
subsisten de edad en edad, *
para librar sus vidas de la muerte, —
y reanimarlos en tiempo de hambre.
Salmo Sal. 32, 1
3. Gloria al Padre.

1. El Señor es bueno y recto, *
señala el camino a los descarriados,
2. guía en la justicia a los humildes, *
enseña su camino a los afligidos.
131
3. Aleluya, aleluya. — Mt. 11, 29
Cargad con mi yugo y aprended de mí, *
que tengo un corazón amable y sencillo, —
y encontraréis la paz del alma. Aleluya.
En Cuaresma se dice:
4. El Señor es compasivo y misericordioso, *
lento a la ira y rico en clemencia;
5. no está siempre acusando, *
ni "guarda rencor perpetuo;
6. no nos trata como merecen nuestros pecados, *
no nos paga según nuestras culpas.
En el Tiempo Pascual se dice:

1. Aleluya, aleluya. — Mt. 11, 29 y 28
Cargad con mi yugo y aprended de mí, *
que tengo un corazón amable y sencillo, —
y encontraréis la paz del alma. Aleluya.
2. Venid a mí los fatigados, los agobiados, *
que yo os aliviaré. Aleluya.

La afrenta me destroza el corazón
y desfallezco, *
espero compasión, y no la hay, —
consoladores, y no los encuentro.

Uno de los soldados —
con la lanza le traspasó el costado;
y al punto salió sangre y agua.
132
Dios es misericordioso. S^Jo espera,
que como ovejas descarriadas, volva-
mos a Él y nos convirtamos de nues-
tros caminos tortuosos.

1. Mírame, Señor, y ten piedad de mí, *
que estoy solo y afligido;
2. mira mis trabajos y mis penas, *
y perdóname, Dios mío, todos mis pecados.
Salmo Sal. 24, 1-2
3. A ti, Señor, levanto mi alma. *
4. Gloria al Padre.

1. Confía al Señor tu suerte, y él te sustentará. *
Llamé al Señor, y escuchó mi voz, *
me libró de los que me acorralaban.
2. Aleluya, aleluya. •— Sal. 7, 12
El Señor es un juez justo, firme y paciente; *
no está irritado día tras día. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 9, 11-12-13

1. Confiarán en ti los que conocen tu nombre,
Señor, *
porque no abandonas a los que te buscan;
2. tocad en honor del Señor, que reside en Sión, *
y no olvida los gritos de los humildes.
133.
Os digo que hay gran alegría

entre los ángeles de Dios *
por un solo pecador que se convierte.
Los trabajos de la vida no son com-

parables con la gloria futura. En la
Eucaristía tendremos la fuerza para
sobrellevarlos.
1. El Señor es mi luz y mi salvación, —

¿a quién temeré? *
El Señor es la defensa de mi vida, —
¿quién me hará temblar?
2. Cuando me asaltan mis enemigos, *
tropiezan y caen.
Salmo Sal. 26, 3
3. Si un ejército acampa contra mí *

mi corazón no tiembla.
4. Gloria al Padre.
1. Perdona, Señor, nuestros pecados, *

no vayan a decir los gentiles: ¿dónde está
su Dios?
134
2. Socórrenos, Dios salvador nuestro, *
sálvanos, Señor, por la gloria de tu nombre.
3. Aleluya, aleluya. — Sal. 9, 5 y 10
Dios, que te sientas en tu trono como juez
imparcial, *
sé tú el refugio de los oprimidos
en su aflicción. Aleluya.

Da luz a mis ojos,
para que no me duerma en la muerte; *
para que no diga mi enemigo:
Lo he podido.

El Señor es mi roca, mi alcázar, mi libertador; *
él es mi Dios, mi protector.

La moral cristiana tiene por norma
el amor, y éste se demtiestra en
nuestras actitudes con los hermanos,
sobre todo, perdonando.
1. Escúchame, Señor, que te llamo: —

sé tú mi auxilio, no me deseches, *
no me abandones
Dios de mi salvación.
135
Salmo Sal. 26, 1
2. El Señor es mi luz y mi salvación, *

¿a quién temeré?
3. Gloria al Padre.
1. Dios, escudo nuestro, mira, *

vuelve tus ojos a tus siervos.
2. Señor Dios de los Ejércitos, *
escucha la súplica de tus siervos.
Señor, tu poder llena de gozo al rey, *
tu victoria lo inunda de alegría. Aleluya.
Bendeciré al Señor que me aconseja, —

tengo siempre presente al Señor, *
de su diestra no me moveré.
Una cosa pido al Señor, eso buscaré: *

habitar en la casa del Señor
todos los días de mi vida.
136
Por el bautismo hemos sido injerta-

dos en una nueva vida en Cristo. Por
la eucaristía nutrimos esta vida.

1. El Señor es fuerza para su pueblo, *
apoyo y salvación para su ungido.
2. Salva, Señor, a tu pueblo, *
y bendice tu heredad, y dirígelos por siempre.
Salmo Sal. 27, 1

3. A ti, Señor, te invoco: Dios mío,
no seas sordo a mi voz, *
si te me quedas callado,
seré como los que bajan a la fosa.
4. Gloria al Padre.
1. Vuélvete,
¿Hasta cuándo, Señor? * de tus siervos.
ten compasión
2. Señor, tú has sido nuestro baluarte *
de generación en generación.
A ti, Señor, me acojo, *
no quede yo nunca defraudado.
4. Por tu justicia ponme a salvo, —
inclina tu oído hacia mí, *
ven aprisa a liberarme. Aleluya.
137.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 16, 5 y 6-7
1. Haz firmes mis pasos en tus caminos, *

que no tropiecen mis pisadas;
2. inclina tu oído, escucha mis palabras, —
muestra las maravillas de tu misericordia,
Señor, *
tú que salvas a los que esperan en ti.
En su tienda sacrificaré sacrificios

de aclamación, *
cantaré y tocaré para el Señor.

"Por sus frutos los conoceréis". El
verdadero cristiano realiza en su vida
la Palabra de Dios por las buenas
obras.
1. Pueblos todos, batid palmas, *

aclamad a Dios con gritos de júbilo.
Salmo Sal. 46, 3

2. Porque el Señor es sublime y terrible, *
emperador de toda la tierra.
3. Gloria al Padre.
138
1. Venid, hijos, escuchadme: *
os instruiré en el temor del Señor.
2. Contempladlo y quedaréis radiantes, *
vuestro rostro no se avergonzará.
Aplaudid, todos los pueblos, *
aclamad al Señor con voces de júbilo.
Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Dan. 3, 40

1. Que nuestro sacrificio se presente hoy ante ti, *
que sea agradable en tu presencia:
2. como holocausto de toros y carneros, —
y millares de corderos cebados; *
porque los que en ti confían no quedan
defraudados.

Inclina tu oído hacia mí, *
ven aprisa a librarme.

Los hijos de Dios, obran según el Es-
píritu, viviendo cotidianamente en un
testimonio de fe, de esperanza y ca-
ridad.

1. Oh Dios, meditamos tu misericordia *
en medio de tu templo:
139
2. tu nombre y tu alabanza, oh Dios, —
llegan al confín de la tierra, *
tu diestra está llena de justicia.
Salmo Sal. 47, 2
3. Grande es el Señor y muy digno de alabanza, *

en la ciudad de nuestro Dios,
en el Monte Santo.
3. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Sal. 30, 3; 70, 1
1. Sé tú mi roca inexpugnable, *
ponme a salvo en tu refugio.
2. A ti, Señor, me acojo, *
no quede yo nunca defraudado.
El Señor es grande,
digno de toda alabanza, *
en su monte Santo. Aleluya.
Tú salvas a,l pueblo afligido, Señor, —•

y humillas los ojos soberbios: *
porque fuera de ti, Señor, ¿quién es Dios?
Gustad y ved qué bueno es el Señor; *

dichoso el que se acoge a él.
140
La misericordia de Dios nos acom-

paña siempre, pero no seamos sordos
a sus invitaciones a una vida mejor,
para no cargarnos de responsabilida-
des.
1. El Señor es mi auxilio, *
el Señor sostiene mi vida.
2. Devuelve tú su maldad a mis contrarios —
y destrúyelos, por tu lealtad, *
Señor, protector mío.
Salmo Sal. 53, 3
3. Oh Dios, sálvame por tu nombre, *

sal por mí con tu poder.
4. Gloria al Padre.
1. Señor Dios nuestro, —

qué admirable es tu nombre en toda la tierra, *
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
Dios mío, líbrame de mis enemigos, *
defiéndeme de mis adversarios. Aleluya.
141.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 18, 9-10-11-12
1. Los mandatos del Señor son rectos, *

alegran el corazón,
2. más dulces que panal de miel; *
tu siervo los cumple.

El que come mi carne y bebe mi sangre
está en mí y yo en él, *
dice el Señor.

Una actitud de humildad ha de acer-
carnos al hermano y despertar lá
gratitud por los bienes recibidos "del
mismo Dios que obra todo en todos".
1 — CANTO DE ENTRADA Sal. 54, 17-18,20 y 23
1. Clamé al Señor, y escuchó mi voz, *

y me libró de los que me atacaban;
2. el que existe desde siempre *
y permanece para siempre los humilló.
3. Encomienda a Dios tus afanes, *
y él te sustentará.
Salmo Sal. 54, 2

4. Dios mío, escucha mi oración,
no te cierres a mi súplica: *
hazme caso y respóndeme.
5. Gloria al Padre.
142
1. Guárdame como a la niña de tus ojos, *

escóndeme bajo la sombra de tus alas.
2. Pronuncia tú mismo mi sentencia: *
que tus ojos miren la rectitud.
Tú mereces, oh Dios, alabanza en Sión; *
en Jerusalén cumpliremos nuestros votos.
Aleluya.

Dios mío, en ti confío, —
2. Que no triunfen de mí mis enemigos, *
pues los que esperan en ti
no quedan defraudados.
Aceptarás los sacrificios rituales,

ofrendas y holocaustos, *
sobre tu altar, Señor.
143
La Palabra de Dios es eficaz para

abrir las almas a la fe y para forta-
lecerlas en la vivencia de esta fe:
Oigámosla con amor y reverencia.
1 — CANTO DE ENTRADA Sal. 67, 6-7 y 36
1. Dios vive en su santa morada: *

el Dios que hace habitar unidos en casa —
dará fuerza y poder a su pueblo.
Salmo Sal. 67, 2
2. Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos, *

huyen de su presencia los que lo odian.
3. Gloria al Padre.
1. En Dios confía mi corazón: él me ayuda. —

Mi carne vuelve a florecer: *
le doy gracias de corazón.
2. A ti clamo, Señor, roca mía, *
no me guardes siléncio.
Aclamad al Señor, nuestra fortaleza, —
vitoread al Dios de Jacob, *
acompañad con cítaras armoniosas. Aleluya.
144.
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado, —
y no has dejado que mis enemigos
se rían de mí. *
Señor, a ti grité, y tú me sanaste.
4 — CANTO DE COMUNION Prov. 3, 9-10

1. Obsequia al Señor con tu hacienda, *
con las primicias de tu cosecha;
2. tus graneros se llenarán hasta rebosar *
y tus lagares se desbordarán de mosto.
El amor a Dios y al prójimo mar-

chan a la par. La liturgia de hoy
quiere hacernos sensibles ante las ne-
cesidades de nuestros hermanos, los
hombres.
1. Dios mío, dígnate librarme, *

Señor, date prisa en socorrerme;
2. sufran una derrota ignominiosa *
los enemigos que me persiguen a muerte.
Salmo Sal. 69, 4
3. Que se retiren avergonzados *
los que se ríen de mí.
4. Gloria al Padre.
145
10. Misal
2 — CANTO DE MEDITACION Sal. 33,12y6
1. Bendigo al Señor, en todo momento, *

su alabanza está siempre en mi boca.
2. Mi alma se gloría en el Señor: *
que lo oigan los humildes y se alegren.
Señor Dios, salvador mío,
día y noche grito en tu presencia. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Ex. 32, 11, 13-14
1. Moisés oró delante del Señor, su Dios, y dijo: *

"¿Por qué, Señor, se ha de encender tu ira
contra tu pueblo?,
2. renuncia al incendio de tu ira; —
recuerda a tus siervos Abrahán, Isaac y Jacob, *
a quienes juraste dar una tierra que mana
leche y miel."
3. Y el Señor se arrepintió del castigo *
con que había amenazado a su pueblo.
1. Señor, la fecundidad de tus obras saciará

la tierra; —
así harás brotar pan de los campos *
y el vino alegrará el corazón del hombre;
2. el ungüento dejará fresco su rostro, *
el pan dará fuerza a su corazón.
146
La gratitud es un deber de cristianos.

Agradezcamos a Cristo el habernos
dado la libertad de los hijos de Dios
con su sangre.
1. Ten en cuenta, Señor, tu alianza, *

no olvides sin remedio la vida de tus pobres.
2. Levántate, Señor, defiende tu causa, *
no olvides las voces de los que te buscan.
Salmo Sal. 73, 1
3. ¿Por qué, oh Dios, nos tienes siempre

abandonados, *
y está ardiendo tu cólera contra las ovejas
de tu rebaño?
4. Gloria al Padre.
1. Señor, mira a tu alianza: *

no te olvides para siempre de tus pobres.
2. Levántate, Señor, defiende tu causa, *
recuerda la afrenta de tus siervos.
3. Aleluya, aleluya, — Sal. 89, 1
Señor, tú has sido nuestro baluarte *
de generación en generación. Aleluya.
147.
Yo confío en ti, Señor, te digo:

"Tú eres mi Dios"; *
en tu mano están mis azares.
4 — CANTO DE COMUNION Sab. 16, 20
Nos has dado, Señor, un pan del cielo *

que satisface todos los gustos
y tiene todos los sabores.
DOMINGO 14? DESPUES DE PENTECOSTES
Dios no admite corazones divididos:

No se puede servir a Dios y al diablo.
"Buscad primero el Reino de Dios y
todo lo demás vendrá por añadidura".
1. Fíjate, oh Dios, en nuestro escudo, —

mira el rostro de tu Ungido; *
prefiero un día en tus atrios a mil fuera.
Salmo Sal. 83, 2-3
2. ¡Qué deseables son tus moradas,

Señor de los Ejércitos!, *
mi alma se consume y anhela los atrios
del Señor.
3. Gloria al Padre.
148
2 — CANTO DE MEDITACION Sal.33,12y6
1. Mejor es refugiarse en el Señor *
que fiarse de los hombres.
2. Mejor es refugiarse en el Señor *
que fiarse de los jefes.
Venid, aclamemos al Señor, *
demos vítores a la Roca
de nuestra salvación. Aleluya.

El ángel del Señor acampa en torno
a sus fieles, y los protege. *
Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Dice el Señor: Ante todo buscad
el Reino de Dios, *
y todo se os dará por añadidura.

El que está animado por el Espíritu
Santo, con la vida de la gracia, éste
cosechará frutos para la vida eterna.
1 — CANTO DE ENTRADA Sal. 85, 1 y 2-3
1. Inclina tu oído, Señor, escúchame, *

salva, Dios mío, a tu siervo, que en ti confía,
2. ten piedad de mí, Señor, *
que te estoy llamando todo el día.
149
Salmo Sal. 85, 4
3. Señor, alegra el alma de tu siervo, *

pues levanto mi alma hacia ti.
4. Gloria al Padre.
1. Es bueno dar gracias al Señor, *

tocar para tu nombre, Altísimo.
2. Publicar por la mañana tu misericordia, *
por la noche, tu fidelidad.
Porque, el Señor es un Dios grande, *
rey poderoso sobre toda la tierra. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 39, 2, 3 y 4
1. Yo esperaba con ansia al Señor: *

él se inclinó y escuchó mi grito.
2. Puso en mi boca un cántico nuevo, *
un himno a nuestro Dios.
El pan que yo daré es mi carne, *

para la vida del mundo.
150
El amor une al pueblo de Dios. La

entrega con que lo realicemos en
nuestras vidas nos dará opción a los
puestos del Reino.

1. Misericordia, Señor, que te llamo todo el día: —
tú eres bueno y clemente, *
Salmo Sal. 85, 1
2. Inclina tu oído, Señor, escúchame, *
que soy pobre y desamparado.
3. Gloria al Padre.

1. Los pueblos temerán tu nombre, *
los reyes del mundo, tu gloria:
2. porque el Señor ha reconstruido Sión, *
y aparecerá en su gloria.
Cantad al Señor un cántico nuevo, *
porque el Señor ha obrado maravillas. Aleluya.

Señor, date prisa en socorrerme; *
sufran una derrota ignominiosa
los que me persiguen a muerte. —
Señor, date prisa en socorrerme.
151.
Narraré, Señor, tu victoria, tuya entera: —

Dios mío, tú me has instruido desde
mi juventud, *
en mi vejez avanzada no me abandones,
Dios mío.

La unidad de los cristianos tiene ba-
ses inconmovibles: "Un solo Señor,
una fe, un bautismo, un solo Dios,
Padre de todos".

1. Señor, tú eres justo,
tus mandamientos son rectos; *
trata con misericordia a tu siervo,
enséñame tus leyes.
Salmo Sal. 118, 1

2. Dichoso el que, con vida intachable, *
camina en la voluntad del Señor.
3. Gloria al Padre.

1. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, *
el pueblo que él escogió por heredad.
2. La palabra del Señor hizo los cielos, *
el aliento de su boca, sus ejércitos.
152
Señor, escucha mi oración,
que mi grito llegue hasta ti. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Dan. 9, 17, 18 y 19

1. Yo, Daniel, oré a mi Dios, diciendo: *
"Escucha, Señor, las súplicas de tu siervo;
2. haz brillar tu rostro sobre el santuario, —
y mira propicio a este pueblo, *
sobre el cual se ha pronunciado tu nombre,
oh Dios."
1. Haced votos al Señor, vuestro Dios,

y cumplidlos,*
y traigan los vasallos tributo al Temible:
2. él deja sin aliento a los príncipes, *
y es temible para los reyes del orbe.
"Vamos a la casa del Señor". Para

caminar hacia ella, Cristo nos curará
de nuestra parálisis espiritual y "nos
mantendrá firmes hasta el final".
1 — CANTO DE ENTRADA Eclo. 36, 18
1. Da su paga a los que esperan en ti, *

que tus profetas, Señor, crean en ti.
153
2. Escucha las súplicas de tus siervos, *
de tu pueblo Israel.
Salmo Sal. 121, 1

3. ¡Qué alegría cuando me dijeron: *
"Vamos a la casa del Señor"!
4. Gloria al Padre.
1. Qué alegría cuando me dijeron: *

vamos a la casa del Señor.
2. Haya paz dentro de tus muros, *
seguridad en tus palacios.
Los pueblos temerán tu nombre, *
los reyes del mundo, tu gloria. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Ex. 24, 4 y 5
1. Erigió Moisés un altar al Señor, *

y ofreció sobre él holocaustos
e inmoló víctimas;
2. en presencia de los hijos de Israel *
ofreció, por la tarde, el sacrificio
de olor agradable a Dios.
Entrad en sus atrios trayéndole ofrendas, *

postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
154
Si nos vestimos de justicia y santidad
verdaderas, tendremos derecho a par-
ticipar en el banquete del reino de los
cielos.
1 — CANTO DE ENTRADA
1. Dice el Señor: "Yo soy la salvación del pueblo; —

si me invocan en la tribulación, los escucharé, *
y seré siempre su Señor."
Salmo Sal. 77, 1

2. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza,
inclina el oído a las palabras de mi boca.
3. Gloria al Padre.
1. Suba mi oración, Señor, *

como incienso, en tu presencia;
2. el alzar de mis manos, *
como ofrenda de la tarde.
Dad gracias al Señor, invocad su nombre, *
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Aleluya.

Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida; *
extiendes tu izquierda contra la ira
de mi enemigo, y tu derecha me salva.
155.
1. Tú promulgas tus decretos *

para que se observen exactamente.
2. Ojalá esté firme mi camino *
para cumplir tus consignas.

Una fe adulta y auténtica enseña al
cristiano a vivir aprovechando el mo-
mento presente, y así asegurarse la
vida eterna.
1 — CANTO DE ENTRADA Dan. 3, 31, 29 y 35
1. Señor, los castigos que nos enviaste

eran merecidos, *
porque te ofendimos y no guardamos
tus mandamientos.
2. Glorifica tu nombre, *
y trátanos según tu inmensa misericordia.
Salmo Sal. 118, 1

3. \ Dichoso el que, con vida intachable, *
4. Gloria al Padre.
1. Todos los ojos te están aguardando, *

tú les das la comida a su tiempo;
156
2. tu mano se abre y sacia de favores *
a todos los vivientes.
Dios mío, mi corazón está firme, *
para ti cantaré y tocaré, gloria mía. Aleluya.

Junto a los canales de Babilonia *
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión.

Recuerda, Señor, la palabra
que diste a tu siervo, —
de la que hiciste mí esperanza; *
es mi consuelo en la aflicción.
La vida es un combate. Lo ganaremos

si nos vestimos con "las armas de
Dios" y no limitamos la misericordia
con los hermanos.
1 — CANTO DE ENTRADA Est. 13, 9 y 10-11
1. Señor, tú lo tienes todo en tu poder, *

y nadie puede resistir a tu voluntad.
2. Tú lo has creado todo: cielo y tierra
y cuanto abarca el cielo. *
Tú eres Señor del universo.
157
Salmo Sal. 118, 1
3. Dichoso el que, con vida intachable, *
4. Oloria al Padre.

1. Señor, tú has sido nuestro baluarte, *
2. Antes de engendrarse los montes,
antes de nacer el orbe de la tierra, *
de eternidad a eternidad tú existes, oh Dios.
Cuando Israel salió de Egipto, *
los hijos de Jacob de un pueblo extranjero.
Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Job. 1

1. Había en tierra de Hus un hombre
llamado Job: *
íntegro, honrado y temeroso de Dios.
2. Pidió Satán ponerlo a prueba: *
y el Señor le permitió maltratarlo
en sus bienes y en su cuerpo.
3. Destruyó toda su hacienda y sus hijos, *
y le llenó la carne de llagas incurables.
4 — CANTO DE COMUNION Sal. 118, 84 y 86

1. Me consumo ansiando tu salvación, *
y espero en tu palabra.
2. ¿Cuándo harás justicia de mis perseguidores? —
me persiguen sin razón; *
Señor, Dios mío, ven en mi ayuda.
158
La celebración eucarística une a la

asamblea cristiana. El apego exage-
rado a las cosas del César no debe
estorbar nuestra incorporación activa
al pueblo de Dios.

1. Si llevas cuenta de los delitos, Señor, —
¿quién podrá resistir? *
De ti procede el perdón, Dios de Israel.
Salmo Sal. 129, 1-2
2. Desde lo hondo a ti grito, Señor:
Señor, escucha mi voz.
3. Gloria al Padre.

1. Ved qué dulzura, qué delicia *
convivir los hermanos unidos.
2. Como ungüento precioso sobre la cabeza, *
que va bajando por la barba,
la barba de Aarón.
Los fieles del Señor confían en el Señor: *
él es su auxilio y su escudo. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Est. 14, 12 y 13

Acuérdate de mí, Señor de los poderosos, *
y pon en mi boca palabras acertadas,
que agraden al Rey.
159.
Te invoqué, Señor, seguro de que me oías; *

inclina hacia mí tu oído
y escucha mis palabras.

Muchos "sólo aspiran a cosas terre-
nas no pensando que "somos ciuda-
danos del cielo donde seremos trans-
formados con la resurrección".
1 — CANTO DE ENTRADA Jer. 29, 11, 12 y 14
1. Dice el Señor: "Mis pensamientos *

son pensamientos de paz y no de aflicción;
2. me llamaréis y os escucharé, *
os traeré de todos los países
donde estabais desterrados."
Salmo Sal. 84, 2

3. Señor, has sido bueno con tu tierra, *
has restaurado la suerte de Jacob.
4. Gloria al Padre.
1. Nos salvaste, Señor, de nuestros enemigos, *

humillaste a los que nos aborrecen.
2. Todos los días nos gloriamos en el Señor
siempre damos gracias a tu nombre.
160
Desde lo hondo a ti grito, Señor; *
Señor, escucha mi voz. Aleluya.

Desde lo hondo a ti grito, Señor: —
Señor, escucha mi voz; *
desde lo hondo a ti grito, Señor.
4 — CANTO DE COMUNION Me. 11, 24

Yo os digo: cuando pedís algo, tened fe
que os lo darán *
y lo obtendréis.
N. B. El número de los "domingos después de Pentecos-

tés" varía de 24 a 28. Para estos domingos oscilantes en
su número las partes variables de la Misa son las mismas
del domingo 23 después de Pentecostés.
DOMINGO ULTIMO DESPUES DE PENTECOSTES
Al llegar el fin del mundo no habrá

angustias para el cristiano que se ha
preparado para recibir a Cristo en su
segunda venida.
1 — CANTO DE ENTRADA Jer. 29, 11, 12 y 14
1. Dice el Señor: "Mis pensamientos *

son pensamientos de paz y no de aflicción:
2. me llamaréis y os escucharé, *
os traeré de todos los países
donde estabais desterrados."
161
11. Misal
Salmo Sal. 84, 2
3. Señor, has sido bueno con tu tierra, *

has restaurado la suerte de Jacob.
4. Gloria al Padre.
1. Nos salvaste, Señor, de nuestros enemigos, *

humillaste a los que nos aborrecen.
2. Todos los días nos gloriamos en el Señor, *
siempre damos gracias a tu nombre.
Desde lo hondo a ti grito, Señor; *
Señor, escucha mi voz. Aleluya.
Desde lo hondo a ti grito, Señor: —

Señor, escucha mi voz; *
desde lo hondo a ti grito, Señor.
4 — CANTO DE COMUNION Me. 11, 24
Yo os digo: cuando pedís algo, tened fe

que os lo darán-*
y lo obtendréis.
162
vi la Ciudad Santa
la nueva Jerusalén...
he aquí la morada
de Dios
con los hombres.
Apoc. 21, 2-3
Las grandes fiestas

2 de Febrero: PRESENTACION EN EL TEMPLO
La Virgen María nos presenta a

Cristo, Luz del mundo. Si le seguimos
no caminaremos en tinieblas.
1. Oh Dios, meditamos tu misericordia *

en medio de tu templo:
2. tu nombre y tu alabanza, oh Dios, —
llegan al confín de la tierra *
tu diestra está llena de justicia.
Salmo Sal. 47, 2

3. Grande es el Señor y muy digno de alabanza, *
en el Monte Santo.
4. Gloria al Padre.
1. Hemos contemplado, oh Dios, tu misericordia

dentro de tu templo: *
tu nombre y tu alabanza
llegan al confín de la tierra.
2. Lo que habíamos oído lo hemos visto: *
en la ciudad de nuestro Dios, en su monte Santo.
El anciano llevaba al niño, *
el niño guiaba al anciano. Aleluya.
164
Tracto Le. 2, 29-32
1. Ahora, Señor, según tu promesa, *
puedes dejar a tu siervo irse en paz;
2. porque mis ojos han visto a tu Salvador, *
a quien has presentado ante todos los pueblos;
3. luz para alumbrar a las naciones, *
y gloria de tu pueblo, Israel.
En tus labios se derrama la gracia, *
el Señor te bendice eternamente.
4 — CANTO DE COMUNION Luc. 2, 26

Simeón había recibido un oráculo
del Espíritu Santo: *
que no vería la muerte
antes de ver al Mesías del Señor.
19 de Marzo:
SAN JOSE, ESPOSO DE LA VIRGEN MARIA
Una vida sin brillo a los ojos de los
hombres puede tener, ante los de
Dios, fulgores de vida cristiana y apos-
tólica. Como la de San José.

1. El justo florecerá como una palmera *
y crecerá como un cedro del Líbano:
2. plantado en la casa del Señor, *
florecerá en los atrios de nuestro Dios.
(Т. P. Aleluya, aleluya.)
165
Salmo Sal. 91, 2
3. Es bueno dar gracias al Señor, *
y tañer para tu nombre, oh Altísimo.
4. Gloria al Padre.
1. Lo preparaste, Señor, con bendiciones, *

coronaste su cabeza de oro fino.
2. Te pidió vida: alargaste sus días *
por siempre jamás.

3. Dichoso quien teme al Señor, *
y ama de corazón sus mandatos:
4. su linaje será poderoso en la tierra, *
la descendencia del justo será bendita;
5. en su casa habrá riquezas y abundancia, *
su caridad es constante sin falta.
Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán, *

por mi nombre crecerá el poder.
(Т. P. Aleluya)

1. José, hijo de David, *
no tengas reparo en llevarte a María tu mujer,
2. porque la criatura que hay en ella *
viene del Espíritu Santo.
(Т. P. Aleluya.)
166
1 de Mayo: SAN JOSE OBRERO
En el humilde Artesano de Nazaret
tienen los trabajadores un modelo
que imitar. El trabajo ennoblece la
persona, hecho con dignidad y amor.

1. La sabiduría dio a los justos el premio
de sus trabajos, *
y los guió por un camino maravilloso,
2. fue para ellos sombra durante el día, *
y luz de estrellas durante la noche,
aleluya, aleluya.
Salmo Sal. 126, 1

3. Si el Señor no construye la casa, *
en vano trabajan los constructores.
4. Gloria al Padre.
Cuando griten a mí en el peligro, los escucharé; *
seré siempre su protector. Aleluya.
2. Haz, José, que el curso de nuestra vida sea
inocente, *
siempre al amparo de tu protección. Aleluya.

La bondad del Señor descienda sobre nosotros *
y haga prósperas las obras de nuestras manos,
aleluya.
167
4 — CANTO DE COMUNION
¿De dónde le vienen a éste esa sabiduría

y esos milagros? *
¿No es el hijo del carpintero? —
¿No es su madre María? Aleluya.
29 de Junio:
SAN PEDRO Y SAN PABLO, APOSTOLES
Dos pilares sobre lo que se asienta

la Iglesia de Cristo: San Pedro, pri-
mer Papa; San Pablo, apóstol del
mundo gentil.
1 — CANTO DE ENTRADA Act. 12, 12
1. Ahora veo claro que el Señor

ha mandado su ángel *
y me ha librado de las manos de Herodes —
y de la expectación del pueblo judío.
Salmo Sal. 138, 1-2

2. Señor, tú me sondeas y me conoces: *
me conoces cuando me siento y me levanto.
3. Gloria al Padre.

1. Los nombrarás príncipes por toda la tierra: *
se acordarán de tu nombre, Señor.
168
2. A cambio de tus padres, tendrás hijos: *
los pueblos te alabarán.
3. Aleluya, aleluya. — Mat. 16, 18
Tú eres Pedro, *
y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Aleluya.

Los nombrarás príncipes sobre la tierra, *
para que hagan memorable tu nombre, Señor, —
por generaciones y generaciones.

Tú eres Pedro, *
y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
16 de Julio: NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

Alegrémonos en la fiesta de Santa
María Virgen. Por ella se nos devol-
vió la vida en Cristo Jesús, nuestro
Salvador.
1. Alegrémonos todos en el Señor, *
celebrando la fiesta de Santa María Virgen:
2. los ángeles se alegran de esta solemnidad *
y alaban a una al Hijo de Dios.
Salmo Sal. 44, 2
3. Me brota del corazón un poema bello, *
recito mis versos a un rey.
4. Gloria al Padre.
169
En las misas votivas:
CANTO DE ENTRADA Sal. 44, 13, 15 y 16
1. Los pueblos más ricos buscan tu favor, *

la llevan ante el rey un séquito de vírgenes;
2. la siguen sus compañeras *
entre alegría y algazara.
Salmo Sal. 44, 2

4. Gloria al Padre.
EPISTOLA del libro de Judit 13, 12-25; 15,10
2 — CANTO DE MEDITACION Is. 11, 1-2
1. Un brote saldrá del tronco de Jesé, —

un vástago surgirá de sus raíces; *
y reposará sobre él el espíritu del Señor.
Aleluya, aleluya.
2. Por ti, Madre de Dios, se nos ha restituido la vida*
que habíamos perdido.
3. Tú has recibido del cielo un hijo, *
y has dado al mundo el Salvador. Aleluya.
Tracto Sal. 44, 11-12; 13 y 10; 15-16

1. Escucha, hija mía, inclina el oído: *
prendado está el rey de tu belleza.
2. Los pueblos más ricos buscan tu favor: *
hijas de reyes salen a tu encuentro.
170
3. La llevan ante el rey con séquito de vírgenes —
la siguen sus compañeras entre alegría
y algazara; *
van entrando en el palacio del rey.
Tiempo pascual: Le. 1, 28
1. Aleluya,
La vara aleluya, —
de Jesé floreció, *
una virgen engendró al Hombre-Dios.
2. Dios restableció la paz, *
reconciliando en sí mismo cielo y tierra. Aleluya.
3. Alégrate, María, llena de gracia. *
el Señor está contigo, —
bendita tú entre las mujeres. Aleluya.
EVANGELIO de San Lucas, 1, 41-50
3 — CANTO DE OFRENDA Jer. 18, 20
Acuérdate, Virgen Madre,

en la presencia de Dios, *
de interceder en nuestro favor, —
para que aparte de nosotros su enojo.
Reina dignísima del mundo,

siempre Virgen María, —
tú que engendraste a Cristo,
el Señor y Salvador de todos, *
alcánzanos la paz y la salud.
171
15 de Agosto:
ASUNCION DE SANTA MARIA VIRGEN
Hoy es el día del triunfo de la Virgen

al ser subida al cielo en cuerpo y
alma. Es así primicia de nuestra re-
surrección, juntamente con Cristo.
1 — CANTO DE ENTRADA Ap. 12, 1

1. Apareció en el cielo un gran signo: —
Una mujer revestida del sol, *
con la luna bajo sus pies, —
y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
Salmo Sal. 97, 1

porque ha hecho maravillas.
3. Gloria al Padre.

1. Escucha, hija, mira, inclina el oído: *
2. Ya entra la princesa, bellísima, *
vestida de perlas y brocado.
Hoy es la Asunción de María: *
se alegra el ejército de los ángeles. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Gén. 3, 15

Pondré hostilidades entre ti y la mujer, *
entre tu estirpe y la suya.
172
4 — CANTO DE COMUNION Luc. 48-49
Desde ahora me felicitarán todas las

generaciones *
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí.
Ultimo Domingo de Octubre: CRISTO REY
Nos hemos incorporado a la regalidad

de Cristo por el bautismo. Dejemos
que establezca su reino en nuestras
almas, para que reinemos con Él.
1 — CANTO DE ENTRADA Ap. 5, 12; 1, 6
1. Digno es el Cordero sacrificado *

de poder, riqueza, sabiduría, fortaleza y honor.
2. A él la gloria y el imperio *
Salmo Sal. 71, 1

3. Dios mío, confía tu juicio al rey, *
tu justicia al hijo de reyes.
4. Gloria al Padre.
1. Sus dominios de mar a mar, *

desde el gran río hasta el confín de la tierra.
2. Ante él se postrarán los reyes, *
lo servirán todos los pueblos.
173
3. Aleluya, aleluya. — Dan. 7, 14
Su poder es eterno, no cesará *
su reino no acabará. Aleluya.

Pídemelo: te daré en herencia las naciones, *
en posesión los confines de la tierra.

El Señor se sienta como un rey eterno, *
el Señor bendice a su pueblo con la paz.
1 de Noviembre: TODOS LOS SANTOS
Si somos fieles, nuestra recompensa

será grande en el cielo. Los santos
todos, a quienes celebramos hoy, nos
lo recuerdan con su vida y triunfo.
1. Alegrémonos todos en el Señor *
al celebrar este día de fiesta —
en honor de todos los santos:
2. de esa solemnidad se alegran los ángeles *
y alaban al Hijo de Dios.
Salmo Sal. 32, 1

4. Gloria al Padre.
174
1. Adorad al Señor, todos sus santos: •—

a sus fieles nada les falta *
los que buscan al Señor no carecen de nada.
2. Aleluya, aleluya. — Mt. 11, 28
Venid a mí, los fatigados, los agobiados: *
que yo os oliviaré. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Sab. 3, 1-3
1. La vida de los justos está en manos de Dios, *

y no los tocará el tormento.
2. La gente insensata pensaba que morían *
pero ellos están en paz, aleluya.
4 — CANTO DE COMUNION Mt. 5, 8-10
1. Dichosos los limpios de corazón, *

porque ellos verán a Dios.
2. Dichosos los que trabajan por la paz, *
porque ellos se llamarán "los hijos de Dios".
3. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,*
porque de ellos es el Reino de los cielos.
175
2 de Noviembre: CONMEMORACION DE TODOS
LOS FIELES DIFUNTOS
Nuestros hermanos en la fe esperan

el momento en que brille para ellos
la luz eterna. Apresurémoslo con
nuestros sufragios.
1 — CANTO DE ENTRADA IV Esd. 2, 34 y 35

1. Señor, dales el descanso eterno, *
y brille sobre ellos la luz eterna.
Salmo Sal. 64, 2-3
2. Oh Dios, tú mereces un himno en Sión, *

y a ti se te cumplen los votos en Jerusalén;
3. escucha nuestras súplicas; *
a ti acude todo mortal.
1. Señor, dales el descanso eterno...
2 — CANTO DE MEDITACION 4 Esdr. 2, 34 y 35;

Sal. 111,7
1. Dales, Señor, el descanso eterno, *
y brille sobre ellos una luz perpetua.
2. El recuerdo del justo es perpetuo, *
no teme ser condenado.
3. Absuelve, Señor, *
a los fieles difuntos de sus culpas:
4. que con el auxilio de tu gracia —
logren evitar la condena, *
y consigan la felicidad de la luz eterna.
176
3 — CANTO DE OFRENDA
1. Señor Jesucirsto, Rey de la gloria, —

preserva a tus fieles difuntos *
de los tormentos del infierno, —
del calabozo profundo;
2. líbralos de las fauces del león, —
que no los trague el abismo, *
que no caigan en la tiniebla.
3. Que San Miguel, el abanderado, —
los introduzca en la luz sagrada *
que, en un tiempo,
prometiste a Abrahán y su linaje.
4. Señor, te ofrecemos sacrificios y oraciones de
alabanza; *
recíbelas en favor de los que hoy recordamos;
5. Señor, hazlos pasar de la muerte a la vida *
que, en un tiempo,
prometiste a Abrahán y a su linaje.
4 — CANTO DE COMUNION IV Esd. 2, 35 y 34
1. Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna; —

vivan con tus santos por siempre, *
porque tú eres piadoso.
2. Dales, Señor, el descanso eterno, *
y brille sobre ellos la luz eterna.
3. Vivan con tus santos por siempre, *
porque tú eres piadoso.
177
12. Misal
8 de Diciembre: INMACULADA CONCEPCION
DE SANTA MARIA VIRGEN
"Qué bella eres, María, sin mancha

en tu concepción".
Así la hizo Dios para ser la Madre
de Cristo y Madre nuestra.

1. Me llena de gozo el Señor, *
mi alma se alegra con mi Dios;
2. porque me ha vestido un traje de triunfo, —
me ha cubierto con túnica de victoria; *
porque me ha enjoyado como una novia.
Salmo Sal. 29, 2

3. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado, *
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
4. Gloria al Padre.
2 — CANTO DE MEDITACION Judit 13, 23;

15, 10
1. El Señor, Dios Altísimo, —
te ha bendecido, Virgen María, *
más que todas las mujeres de la tierra.
2. Tú eres la gloria de Jerusalén, —
tú eres la alegría de Israel, *
tú eres el orgullo de nuestra raza.
3. Aleluya, aleluya. — Cant. 4, 7
Qué bellas eres, María, *
sin mancha en tu concepción. Aleluya.
178
Alégrate, María, llena de gracia; —

el Señor está contigo, *
bendita tú entre todas las mujeres, aleluya.
Han contado, tu gloria, María, *

porque el Poderoso
ha hecho en ti grandes obras.
12 de Diciembre: NTRA. SRA. DE GUADALUPE
María es Madre de la Iglesia y ansia

que nuevos hijos nazcan a la vida
divina, incorporándose a Cristo.
1. ¡Salve, Madre Santa! —

Virgen, Madre del Rey *
que gobierna cielos y tierra
(Т. P. Aleluya, aleluya).
Salmo Sal. 44, 2

3. Gloria al Padre.
179
2 — CANTO DE MEDITACION Cant. 6, 9;
Eclo. 50, 8
1. ¿Quién es ésta que avanza
con amaneceres de aurora, *
hermosa cual la luna, escogida como el sol?
2. Cual arco iris que resplandece
entre arerboladas nubes, *
y cual florece la rosa en días de primavera.
Va se ven flores en los campos, *
se acerca el tiempo de la poda. Aleluya.
1. He elegido y santificado este lugar *

para que en él sea invocado mi nombre,
2. y para que mis ojos y mi corazón *
permanezcan allí todos los días.
Con ninguna nación obró así, *

ni les dio a conocer sus mandatos.
180
Misas votivas
MISA DEL ESPIRITU SANTO

1. El Espíritu del Señor llenó toda la tierra, *
y él que todo lo abarca sabe cuanto se dice.
Salmo Sal. 67, 2
2. Que se levante Dios y se dispersen los enemigos,
huyan de su presencia los que le odian.
3. Gloria al Padre.

1. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, *
el pueblo que se escogió por heredad.
2. La Palabra del Señor hizo los cielos; *
el aliento de su boca, los ejércitos.
3. Aleluya, aleluya. — (Genuflexión)
Ven, Espíritu Santo, *
y llena el corazón de tus fieles; —
enciende en ellos la llama de tu amor. Aleluya.
Tracto Sal. 103, 30
1. Envías tu Espíritu y los creas, *
y repueblas la faz de la tierra.
2. Qué bueno y amable, Señor, *
tu espíritu para nosotros.
181
3. Ven, Espíritu Santo, (Genuflexión)
y llena el corazón de tus fieles, *
enciende en ellos la llama de tu amor.
Tiempo pascual: Sal. 103, 30
Envías tu Espíritu y los creas, *
y repueblas la faz de la tierra. Aleluya.
(Genuflexión)
2. Ven, Espíritu Santo, —
y llena el corazón de tus fieles, *
enciende en ellos la llama de tu amor. Aleluya.
Confirma, oh Dios, lo que has hecho en nosotros.*

A tu templo de Jerusalén
traerán los reyes su tributo. (Т. P. Aleluya).
1. De pronto vino del cielo un ruido, —

como de un viento recio, *
que llenó toda la casa donde estaban;
2. todos quedaron llenos del Espíritu Santo *
y comenzaron a proclamar las maravillas de Dios.
(Т. P. Aleluya.)
182
COMUN DE FIESTAS DE LA SANTISIMA VIRGEN
1. ¡Salve, Madre santa. Virgen, Madre del Rey, *

que gobierna cielo y tierra
por los siglos de los siglos. (Т. P. Aleluya, aleluya).
Salmo Sal. 44, 2
3. Gloria al Padre.
1. Bendita y venerable eres, Virgen María: *

sin dejar de ser doncella —
fuiste Madre del Salvador.
2. Virgen Madre de Dios: *
el que no cabe en el universo, —
se encierra en tus entrañas, hecho hombre.
Después del parto, oh Virgen, quedaste intacta; *
Madre de Dios, intercede por nosotros. Aleluya.
Tracto
1. Alégrate, Virgen María, *
tú sola has derrotado todas las herejías.
2. Te creíste las palabras del Arcángel Gabriel. *
Siendo virgen, engendraste a Dios-Hombre,
3. y después del parto, oh Virgen, quedaste intacta.*
Madre de Dios, intercede por nosotros.
183
Tiempo pascual: Le. 1, 28
La vara de" Jesé floreció, *
una virgen engendró al Hombre-Dios.
2. Dios restableció la paz, *
reconciliando en sí mismo cielo y tierra. Aleluya.
3. Alégrate, María, llena de gracia,
bendita tú entre las mujeres. Aleluya.
1. Alégrate, María, llena de gracia, —
bendita tú entre las mujeres
y bendito el fruto de tu vientre. (Т. P. Aleluya).
Dichoso el vientre de María, la Virgen, *
que llevó al Hijo del eterno Padre.
(Т. P. Aleluya).
PARA PEDIR VOCACIONES SACERDOTALES

Y RELIGIOSAS
1 — CANTO DE ENTRADA Mt. 4, 18-19
1. Junto al mar de Galilea, *
el Señor vio a dos hermanos, —
Pedro y Andrés y les dijo:
2. "Venid en pos de mí *
y os haré pescadores de hombres".
184
Salmo Sal. 18, 2
3. El cielo proclama la gloria de Dios, *
el firmamento pregona la obra de sus manos.
4. Gloria al Padre.

1. Una cosa pido al Señor, eso buscaré: *
habitar en la casa del Señor —
por los días de mi vida;
2. gozar de la dulzura del Señor *
contemplando su templo.
Dichosos los que viven en tu casa, Señor, *
alabándote siempre. Aleluya.
Tracto Sal. 83, 2-4
1. ¡Qué deseables son tus moradas, —
Señor de los Ejércitos! *
Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor,
2. mi corazón y mi carne *
retozan por el Dios vivo.
3. Hasta el gorrión ha encontrado una casa; •—
la golondrina un nido *
donde colocar sus polluelos:
4. tus altares, Señor de los Ejércitos, *
Tiempo pascual: Sal. 83,5; Eclo. 39, 19
Dichosos los que viven en tu casa, Señor, *
2. Floreced como azucenas; *
despedid perfume suave
185
3. y entonad cánticos de álabanza *
bendecid al Señor en todas sus obras. Aleluya.

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; *
mi suerte está en tu mano. (Т. P. Aleluya).
Fieles de Dios, venid a escuchar, *
os contaré lo que ha hecho conmigo.
(Т. P. Aleluya).
MISA EN EL DIA DE LA PROFESION

DE RELIGIOSOS

1. Está escrito en mi libro: *
"Aquí estoy para hacer tu voluntad",
2. Dios mío, lo quiero, *
y llevo tu ley en las entrañas.
Salmo Sal. 39, 2
3. Yo esperaba con ansia al Señor: *
él se inclinó.
4. Gloria al Padre.
1. Entraré en tu casa con víctimas —
para cumplirte mis votos: *
los que pronunciarán mis labios.
186
2. Fieles de Dios, venid a escuchar, *
os contaré lo que ha hecho conmigo.
3. Aleluya, aleluya. — Gál. 6, 14
Dios me libre de gloriarme *
si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo,
4. en la cual el mundo está crucificado para mí, *
y yo para el mundo. Aleluya.
Tracto Sal. 62, 2; 50, 12
1. Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, —
mi alma está sedienta de ti; *
mi carne tiene ansia de ti.
2. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, *
renuévame por dentro con espíritu firme.
Tiempo pascual: Gál. 6, 14; Sal. 132, 4
Dios me libre de gloriarme *
si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo,
2. en la cual el mundo está crucificado para mí, *
y yo para el mundo. Aleluya.
3. Ved: qué dulzura, qué delicia, *
convivir los hermanos unidos. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA 1 Par. 29, 17-18

Señor Dios, — te ofrezco todo con alegría
y sincero corazón. *
Dios de Israel, confirma nuestros deseos.
(Т. P. Aleluya).
Gustad y ved qué bueno es el Señor, *
dichoso el que se acoge a él. (Т. P. Aleluya).
187
MISA EN EL DIA DE LA PROFESION
DE RELIGIOSAS

1. Escucha, hija, mira: inclina el oído, —
olvida tu pueblo y la casa paterna: *
Salmo Sal. 44, 2
3. Gloria al Padre.
1. He despreciado el poder —•
y los atractivos del mundo *
por amor de mi Señor Jesucristo, —
a quien he visto, a quien amo y en quien creo.
Mi amado es para mí y yo para él, *
que pastorea entre azucenas. Aleluya.
Tracto Sal. 26, 7-8
1. Escúchame, Señor, que te llamo, *
ten piedad, respóndeme.
2. Oigo en mi corazón: "Buscad mi rostro". *
Tu rostro buscaré, Señor, —
no me escondas tu rostro.
188
3. Tú eres mi auxilio, —
no me deseches, no me abandones, *
Dios de mi salvación.
Tiempo pascual: Cant. 2, 16; Sal. 83, 5

Mi amado es para mí y yo para él, *
que pastorea entre azucenas. Aleluya.
2. Dichosos los que viven en tu casa *

Señor, rompiste mis cadenas, *
te ofreceré un sacrificio de alabanza, —
invocando tu nombre, Señor. (Т. P. Aleluya).
Para mí lo bueno es estar junto a Dios, *
hacer del Señor mi refugio.
(Т. P. Aleluya).
MISA POR LOS ESPOSOS

1 — CANTO DE ENTRADA Tob. 7, 15; 8, 19
1. Que el Dios de Israel os junte

y esté con vosotros, * К
pues tuvo misericordia de estos dos hijos;
2. y ahora, Señor, *
haz que te bendigan de corazón.
189
Salmo Sal. 127, 1
3. Dichoso el que teme al Señor, *
y sigue sus caminos.
4. Gloria al Padre.
1. Tu mujer como parra fecunda, *
en medio de tu casa.
2. Tus hijos como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa.
Que el Señor os envíe auxilio desde el santuario;*
que os apoye desde Sión. Aleluya.
1. Esta es la bendición del hombre *
que teme al Señor.
2. Que el Señor te bendiga desde Sión, —
que veas la prosperidad de Jerusalén *
todos los días de tu vida;
3. que veas a los hijos de tus hijos. *
Paz a Israel.
Tiempo pascual Sal. 19, 3; 133, 3
Que el Señor os envíe auxilio desde el santuario;*
que os a,poye desde Sión. Aleluya.
2. El Señor os bendiga desde Sión: *
él que hizo el cielo y la tierra. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 30, 15, 16

Yo confío вп ti, Señor; —
te digo: "Tú eres mi Dios." *
190
En tus manos están mis azares.
(Т. P. Aleluya).
1. Esta es la bendición del hombre *
que teme al Señor:
2. que veas a los hijos de tus hijos. *
Paz a Israel. (Т. P. Aleluya).
MISA POR LA PAZ

1 — CANTO DE ENTRADA Eclo. 36, 18
1. Da tu paz a los que esperan en ti, *

que tus profetas, Señor, crean en ti.
2. Escucha las súplicas de tus siervos, *
de tu pueblo Israel. (Т. P. Aleluya, aleluya).
Salmo Sal. 121, 1

3. Qué alegría cuando me dijeron: *
"Vamos a la casa del Señor".
4. Gloria al Padre.

1. Desead la paz a Jerusalén: *
"Vivan seguros los que te aman,
2. haya paz dentro de tus muros, *
seguridad en tus palacios".
Glorifica al Señor, Jerusalén, *
alaba a tu Dios, Sión. Aleluya.
191
Tracto Sal. 75, 2-4
1. Dios se manifiesta en Judá, *

su fama es grande en Israel;
2. su tabernáculo está en Jerusalén, *
su morada es Sión.
3. Allí quebró los relámpagos del arco, *
el escudo, la espada, la guerra.
Tiempo pascual: Sal. 147, 12 y 14

3. Ha puesto paz en tus fronteras, *
te sacia con flor de harina. Aleluya.
3 — CANTO DE OFRENDA Sal. 134, З у б
1. Alabad al Señor, porque es bueno, *

tañed para su nombre, que es amable.
2. Todo lo que quiere lo hace *
en el cielo y en la tierra. (Т. P. Aleluya).
La paz os dejo, mi paz os doy, *

dice el Señor. (Т. P. Aleluya).
192
MISA POR LA UNIDAD DE LA IGLESIA
1. Sálvanos, Señor, Dios nuestro, *

reúnenos de entre los gentiles;
2. daremos gracias a tu santo nombre, *
y alabarte será nuestra gloria.
Salmo Sal. 115, 1
4. Gloria al Padre.

1. Desead la paz a Jerusalén: *
"Vivan seguros los que te aman,
2. haya paz dentro de tus muros, *
seguridad en tus palacios".
Glorifica al Señor, Jerusalén: *
Tracto Sal. 75, 2-4

1. Dios se manifiesta en Judá, *
su fama es grande en Israel;
2. su tabernáculo está en Jerusalén, *
su morada es Sión.
3. Allí quebró los relámpagos del arco, *
el escudo, la espada, la guerra.
193
13. Misal
Tiempo pascual: Sal. 147, 12 y 14
1. Aleluya, aleluya. :—
2. Ha puesto paz en tus fronteras, *
te sacia con flor de harina. Aleluya.
1. El Dios de la perseverancia y del consuelo *

os conceda tender unánimes al mismo fin,
2. para que, en un mismo sentir, *
glorifiquéis con una sola boca a Dios.
(Т. P. Aleluya).
Porque el pan es uno, —

somos muchos un solo cuerpo, *
pues todos participamos
de un solo pan y de solo cáliz. (Т. P. Aleluya).
194
cantad al Señor
un canto nuevo
sus alabanzas
en la asamblea
de los fieles.
(Sal. 149)
Con salmos y
cantos espirituales...
ANTIFONAS PROCESIONALES
Estas antífonas —divididas por tiem-

pos litúrgicos y otros temas— tienen
por objeto, facilitar la respuesta co-
munitaria de la asamblea a los reci-
tados de los cantos de entrada, medi-
tación, ofrenda y comunión de la
Misa. Los recitados puede ejecutarlos
un cantor o un pequeño coro al que
responderá el pueblo, por ejemplo, des-
pués de cada recitado. Los tonos van
inseridos al principio del "propio"
de cada tiempo.
Las antífonas han sido tomadas del

libro "Cantos de la Asamblea Cristia-
na", editado por el "Equipo Litúrgico
de Loyola". Por tanto, el número de
página con la abreviatura C.A.C., que
figura al final de cada antífona, hace
referencia a dicho libro, en el cual se
podrán encontrar con la melodía
propia.
ADVIENTO
1. El Señor dará su benignidad y nuestra tierra

germinará. (C.A.C. Pág. 6).
2. Señor, revélanos tu amor, concédenos tu salva-
ción. (C.A.C. Pág. 7).
3. He aquí que una Virgen un Hijo engendrará:
Emanuel, Dios con nosotros. (C.A.C. Pág. 8).
4. En Ti puse mi esperanza, porque tú nos amas,
oh Señor. (C.A.C. Pág. 9).
196
NAVIDAD
1. Un niño nos ha nacido; un hijo se nos ha dado.

Es Padre del siglo futuro, Dios poderoso y Prín-
cipe de la paz. (C.A.C. Pág. 20).
2. Hoy Cristo nos ha nacido. Venid, adoremos.
(C.A.C. Pág. 20).
3. Han visto mis ojos al Señor, la luz de los pue-
blos. (C.A.C. Pág. 21).
SEPTUAGESIMA, CUARESMA, PASION

1. Espero confiado en el Señor, cierto estoy de su
palabra. (C.A.C. Pág. 24).
2. Al amparo del Señor morará quien confía en el
Señor. (C.A.C. Pág. 27).
3. El Señor escucha al que lo invoca. (C.A.C. Pág.
27).
4. Me alegré cuando partí hacia la casa del Señor.
(C.A.C. Pág. 30).
5. ¡Piedad, mi Señor; escucha mi plegaria! (C.A.C.
Pág. 34).
6. Piedad, Señor, porque pequé contra Ti. (C.A.C.
Pág. 35).
PASCUA
1. Aleluya, aleluya. Viva Cristo Rey, resucitado.
(C.A.C. Pág. 84).
2. Señor, mi Pastor eres Tú: Nada podrá faltar
donde me guiarás. (C.A.C. Pág. 88).
3. A Cristo, gloria y honor por los siglos eternos.
Amén. (C.A.C. Pág. 95).
4. Aleluya, aleluya. (C.A.C. Pág. 97).
197
PENTECOSTES
1. El Consolador, el Espíritu Santo, os enseñará

todo, aleluya. (C.A.C. Pág. 106).
2. Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un
rayo de tu caridad. (C.A.C. Pág. 108).
3. El Espíritu de Dios llenó el universo. Aleluya,
aleluya. (C.A.C. Pág. 110).
DE ENTRADA
1. Llegad hasta el Señor cantando himnos de glo-
ria. (C.A.C. Pág. 218).
2. Venid, adoremos a Dios. (C.A.C. Pág. 219).
3. Vayamos jubilosos al altar de Dios. (C.A.C. Pág.
222).
DE MEDITACION
1. Gloria a Ti, Señor. (C.A.C. Pág. 218).
2. Aleluya, aleluya. (C.A.C. Pág. 218).
3 Tu palabra, Señor, es la Verdad y la luz de mis
ojos. (C.A.C. Pág. 222).
DE COMUNION
1. Gustad y mirad ¡qué bueno es el Señor! (C.A.C.
Pág. 236).
2. Dios en mí, yo en Dios: mi alma brilla más que
el sol. (C.A.C. Pág. 242).
3. Señor, mi Dios, te busco desde la aurora, mi
alma tiene sed de Ti. (C.A.C. Pág. 243).
4. Por todas tus gracias, Señor, cantamos himnos
de amor. (C.A.C. Pág. 248).
198
SANTISIMA VIRGEN
1. El Señor hizo en mí maravillas; Santo es mi
Dios. (C.A.C. Pág. 156).
2. Alegrémonos en el Señor celebrando la fiesta de
María. (C.A.C. Pág. 158).
3. Te saludamos, Madre de Dios. (C.A.C. (Pág. 158).
4. Madre del amor hermoso, de la santa esperanza,
ruega por nosotros. (C.A.C. Pág. 162).
VIDA CRISTIANA
1. Quiera el Señor nuestro trabajo bendecir. (C.A.C.
Pág. 175).
2. Señor protege nuestro hogar y bendice nuestros
hijos. (C.A.C. Pág. 175).
3. Qué bueno y agradable es habitar los hermanos
unidos. (C.A.C. Pág. 133).
4. El Señor es mi luz, mi salvación, ¿a quién he de
temer? (C.A.C. Pág. 134).
DIFUNTOS
1. Haz, Señor, que repose su alma en la luz y en
el lugar de la paz. (C.A.C. Pág. 185).
2. Dales, Señor, el descanso eterno en el lugar de
la luz y de la paz. (C.A.C. Pág. 185).
3. Quien cree en Ti, Señor, no morirá para siem.-
pre. (C.A.C. Pág. 186).
4. Concédele, Señor, el descanso eterno. (C.A.C.
Pág. 188).
199
CANTOS Y SALMOS
ADVERTENCIA:
Las abreviaturas que figuran al lado de cada título
de los cantos indican los libros donde puede encon-
trarse la música de los mismos. Se interpretan del
modo siguiente:
C.A.C. — Cantos de la Asamblea Cristiana

G.S. — Gloria al Señor
F.N.P. = Fichas de la Revista Nuestra Pascua
P.R. = Pueblo de Reyes de Deiss
S.S. = Un solo Señor de Deiss.
200
1) De entrada
VAYAMOS JUBILOSOS (C.A.C.)
Ant.: Vayamos jubilosos

al altar de Dios.
1. Al sagrado altar nos guíen
su verdad y su justicia
a ofrecer el Sacrificio
que le da gloria infinita.
2. Al Dios santo celebremos

que nos llena de alegría
y subamos hasta el monte
donde Dios se sacrifica.
3. Ofrezcamos todos juntos
esa Víctima Divina
que se inmola por nosotros
para darnos luz y vida.
4. Gloria sea al Padre Eterno

Gloria al Hijo nuestro Guía,
y al Espíritu Divino,
alabanzas infinitas.
COMIENZA EL SACRIFICIO (G.S.)
1. Comienza el sacrificio sublime del altar —

Cantemos al que pronto su sangre nos va a dar.
La Hostia está dispuesta y el Cáliz redentor; —

ya se alza sobre el ara ¡cantemos al Señor!
2. Por este sacrificio, que es obra de tu amor,

la fe de nuestros padres consérvanos, Señor.
La Hostia...
201
UN SOLO SEÑOR (P.N.P.)
¡Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
un solo Dios y Padre!
1. Llamados a guardar la unidad del Espíritu
por el vínculo de la paz,
cantamos y proclamamos:
2. Llamados a formar un solo cuerpo
en un mismo Espíritu,
cantamos y proclamamos:
3. Llamados a compartir una misma esperanza
en Cristo, cantamos y proclamamos:
PUEBLO DE REYES (F.N.P.)

Pueblo de reyes, asamblea santa, pueblo sacerdotal,
Pueblo de Dios, bendice a tu Señor.
1. Te cantamos oh Dios amado del Padre
Te alabamos Eterna palabra salida de Dios,
Te cantamos oh Hijo de la Virgen María.
Te alabamos oh Cristo nuestro hermano, nuestro
Salvador.
2. Te cantamos a Ti esplendor de la gloria
Te alabamos estrella radiante que anuncias el día.
Te cantamos oh Luz que iluminas nuestras sombras
Te alabamos Antorcha de la nueva Jerusalén.
3. Te cantamos Mediador entre Dios y los hombres,
Te alabamos, oh Ruta viviente camino del cielo
Te cantamos Sacerdote de la nueva alianza.
Te alabamos, Tú eres nuestra paz por la sangre de
la cruz.
4. Te cantamos, Pastor que nos conduces al Reino.
Te alabamos, reúne tus ovejas en un redil.
Te alabamos oh Cristo, manantial de la gracia.
Te alabamos, oh Fuente de agua viva que apaga
nuestra sed.
202
5. Te cantamos Imagen del Dios invisible.
Te alabamos, oh Rey de justicia y Rey de paz.
Te cantamos, Tú eres exaltado en la gloria.
Te alabamos a Ti que vendrás a juzgar la tierra.
Salmo 94: VENID, ACLAMEMOS (C.A.C.)

Antífona: Venid, adoremos a Dios.
1. Venid, aclamemos al Señor,
cantemos a la Roca que nos salva,
lleguemos hasta Él con alabanzas,
aclamemos con cantares al Señor.
2. Sí, un Dios grande es el Señor,
un Rey grande por encima dQ. los dioses,
en su mano, las honduras de la tierra,
y las cumbres de los montes son de Él.
Suyo es el mar, es Él quien lo hizo,
y la tierra que formaron sus manos.
3. Venid, adoremos prosternados,
de rodillas delante del Señor,
Él nos hizo, es Él nuestro Dios,
y nosotros, su pueblo, su grey:
el rebaño que guía su mano.
4. Atended, escuchad hoy su voz:
"No cerréis el corazón como en Meriba,
como el día de Masá en el desierto;
allí me provocaron vuestros padres,
me probaron y vieron mis acciones.
5. Hastío sentí, cuarenta años
por causa'de esa raza y pensé:
"Son un pueblo de errante corazón,
son gente que ignora mis caminos";
entonces en mi cólera juré:
"¡Jamás entrarán en mi reposo!"
6. Demos gloria al Padre Poderoso,
a su Hijo, Cristo, el Señor,
al Espíritu que habita en nuestras almas:
203
Salmo 99: ACLAMAD AL SEÑOR (C.A.C.)
Antífona 1: Llegad basta el Señor

cantando himnos de gozo.
Antífona 2: Aleluya.
1. Aclamad al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
llegad a Él con cantares de gozo.
2. Sabed que el Señor es Dios,
Él nos creó, a Él pertenecemos,
somos su pueblo y ovejas de su aprisco.
3. Entrad por sus puertas dando gracias,
avanzad por sus atrios entre himnos,
alabadle y su Nombre bendecid.
4. Sí, el Señor es bondadoso,
Sí, eterno es su amor,
su lealtad por los siglos permanece.
al Espíritu que habita en nuestras almas.
Salmo 121: ME ALEGRE CUANDO DIJERON

(C.A.C.)
Antífona: Me alegré cuando partí
hacia la Casa del Señor.
1. Me alegré cuando dijeron: "Iremos
a la Casa del Señor".
Ahora nuestros pasos se detienen,
Jerusalén, en tus puertas.
2. Jerusalén como ciudad se levanta,
en sus partes bien trabada.
Hacia allá se encaminan las tribus;
las tribus del Señor,
204
3. a celebrar, como es ley en Israel,
el Nombre del Señor.
Es allí donde reside la justicia,
y la Casa de David.
4. Desead felicidad a Jerusalén:
"Haya paz en tus moradas,
paz en tus fuertes y en tus torres,
prosperidad entre tus muros".
5. Por amor a mis hermanos y amigos
diré: "Paz a ti".
Por amor a la Casa del Señor
ventura te deseo.
6. Gloria al Padre y a Cristo, el Señor,
y al Espíritu Santo:
al Dios que es, que era y que vendrá,
LA IGLESIA PEREGRINA (F.N.P.)
1. Desde los pueblos y las ciudades...

Desde los barrios y los hogares...
Desde los valles y las montañas...
Desde el trabajo y las oficinas...
Después de cada verso la asamblea responde:
VAMOS HACIA T I
Ciudad celeste, Tierra del Señor
GLORIA A T I IGLESIA SANTA,
PATRIA DE LA HUMANIDAD.
QUE ALGUN DIA EN TU R E C I N T O
CONSIGAMOS LA UNIDADi
2. Todos unidos a nuestros pastores...

Todos unidos en una f e . . .
Todos armados de fortaleza...
Todos radiantes de caridad...
205
3. Llenos de angustias y de esperanzas...
Llenos de penas y de alegrías...
Llenos de gracias y de flaquezas...
Llenos de bienes y de indigencias...
4. Con la fatiga de los trabajos...
Con la vileza de los pecados...
Hijos alegres del Dios eterno...
Miembros gozosos de Jesucristo...
5. Pueblo de Dios peregrino y en marcha...
Pueblo de Dios que lucha contra el mal...
Pueblo de Dios sembrador de amor y verdad...
Piedras vivientes del Templo de Dios...
6. Con los hermanos a Dios consagrados...
Con los hermanos y hermanas que sufren...
Con los hermanos que ofrecen a Cristo...
Con los hermanos que extienden la Iglesia...
2) De ofertorio
TE OFRECEMOS, OH SEÑOR (Mús.: "Lauda

Jerusalem")
Ant.: Te ofrecemos, oh Señor — este pan y este vino.

Recíbelos, es nuestro don.
Recíbelos de nuestras manos, Señor.
1. Es trigo de nuestros campos,
racimo de nuestras viñas.
Te ofrecemos...
2. Este pan será tu Cuerpo,
y este Vino tu Sangre.
Te ofrecemos...
3. Te entregamos, oh Señor,
el trabajo de este día,
nuestra inquietud, nuestra oración,
nuestro dolor y alegría, Señor.
206
TE OFRECEMOS, SEÑOR (C.A.C.)
Ant.: Te ofrecemos, Señor, — Este santo sacrificio

1. Por la Santa Iglesia de Cristo
extendida por todo el universo.
2. Por nuestro Santo Padre el Papa
para que le ilumine siempre la luz de tu Espíritu.
3. Por los Obispos, Sacerdotes y Ministros
para que crezcan en santidad y justicia.
4. Por los Apóstoles que anuncian tu Evangelio,
para que implanten en las almas tu reino.
5. Por los que rigen los destinos de los pueblos
para que amen la paz y la justicia.
6. Por los infieles del mundo entero
para que vengan a la luz de tu Evangelio.
7. Por todos los aquí presentes,
cuya fe y devoción conoces.
8. Por nuestros pecados y ofensas,
para obtener tu perdón y tu gracia.
9. Por las almas de los fieles difuntos,
para que tengan el descanso eterno.
PADRE ETERNO, DIOS PIADOSO (C.A.C.

1. Padre Eterno, Dios Piadoso
dígnate aceptar benigno
esta Hostia, trigo nuestro
y este Cáliz, nuestro vino.
2. Rebosantes de alegría
a tu altar nos dirigimos
a ofrecerte nuestros dones
de tus manos recibidos.
3. Juntamente te ofrecemos
con el pan y con el vino
cuanto somos y tenemos
en un mismo sacrificio.
207
RECIBE, OH DIOS (C.A.C.)
1. Recibe, oh Dios, el pan que te ofrecemos

luego será el Cuerpo de Jesús.
Toma también todos los sacrificios,
nuestra oración y nuestro corazón.
2. Recibe, oh Dios, el vino que ofrecemos

luego será la Sangre de Jesús.
Toma también...
3. Acéptalos, Señor, por nuestras faltas

por los que están aquí junto a tu altar
por los cristianos vivos y difuntos
por todo el mundo, por su salvación.
PADRE NUESTRO, RECIBID (C.A.C.)
1. Padre nuestro recibid

el humilde don del pan,
de ese pan que se convertirá
en el Cuerpo de Jesús.
2. Recibid también, Señor,

los racimos de la vid
de la vid que se convertirá
en la Sangre de Jesús.
3. Con el vino y con el pan

ofrecemos nuestro don,
nuestra pobre vida de dolor
entregada con amor.
4. Gloria al Padre y al Amor,
y a Jesús, nuestro Señor;
bendigamos el nombre de Dios,
siempre y en todo lugar. Amén.
208
3) De Comunión, acción de gracias
y alabanza
EL AMOR DE CRISTO NOS REUNE (C.A.C.)
1. El amor de Cristo nos reúne

en banquete fraternal,
con la luz de nuestra fe en el alma
acudamos juntos al altar, (bis)
2. A los hombres del desierto
milagroso pan les dio,
en figura del misterio
que en la cena consumó, (bis)
3. Al que coma de mi carne,
al que beba de mi sangre,
le daré la vida eterna
en el reino de mi Padre, (bis)
4. Con deseo vehemente
quise comer esta pascua,
antes que venga mi muerte,
muerte que a los hombres salva, (bis)
5. Congregados en la cena,
el Señor bendijo el pan,
en su cuerpo convertido,
lo entregó a la humanidad, (bis)
VAYAMOS A LA MESA (C.A.C.)

Vayamos a la mesa del Padre celestial,
que allí Jesús ofrece el Pan de eternidad.
1. Señor, hoy tu visita queremos recibir,
y renovar las vidas uniéndonos a Ti.
Vayamos a la mesa...
2. Tú vienes a nosotros, amigo de verdad;
que nada nos separe, Señor, de tu amistad.
209
14. Misal
3. Tú sólo eres camino que nos conduce a Dios.
Revélanos al Padre y muéstranos su amor.
4. La Santa Eucaristía, renueva tu Pasión,
por ella nuestra vida se asocie a tu dolor.
5. Señor, hoy nos congrega la mesa de tu altar;
nos una para siempre la gloria celestial.
CANTICO DE CARIDAD (C.A.C.)

1. Bendigamos al Señor
que nos une en caridad
y nos nutre con su pan
que es el Pan de la unidad.
Oh Padre nuestro.
2. Conservemos la unidad
que el Maestro nos mandó,
donde hay guerra, que haya paz.
Donde hay odio, que haya amor.
Oh Padre nuestro.
3. El Señor nos ordenó
devolver el bien por mal,
ser testigos de su amor,
perdonando de verdad.
Oh Padre nuestro.
4. Al que vive en el dolor,
y al que sufre soledad
démosle de corazón un consuelo fraternal.
Oh Padre nuestro.
5. El Señor que nos llamó
a vivir en unidad,
nos congregue con su amor
en feliz eternidad.
Oh Padre nuestro.
210
COMO EL CIERVO (Mús.: Arrondo-Goicoechea)
1. Como el ciervo que a las fuentes

de agua fresca va veloz
los anhelos de mi alma
van en pos de Ti, Señor.
Ant.: Señor, ven a nuestras almas
Que por Ti suspiran — ¡Ven, Señor!
2. Del Señor, Dios de los cielos
tiene sed mi corazón.
¿Cuándo, al fin, podrá este siervo
ver tu rostro, gran Señor?
3. Con canciones de alabanza,
con canciones en su honor
Jubiloso he de acercarme
a la mesa del Señor.
4. Los manteles sobre el ara
ya derraman resplandor
vamos todos al banquete
invitados del Señor.
5. Este pan comamos juntos
en fraterna y santa unión
este pan que ha preparado
con sus manos el Señor.
6. Allí el Cáliz beberemos
que rebosa salvación,
mientras tanto, el, Santo Nombre
cantaremos del Señor.
7. Allí Pan que da la vida
allí Vino que da ardor:
es la Sangre del Cordero
es el Cuerpo del Señor.
8. Santifique nuestras almas
el contacto y santa unión
de alma, cuerpo, sangre y agua
del costado del Señor.
211
9. Pues, Señor, te has hecho nuestro,
tómanos en posesión:
Ahora y siempre ser queremos
sólo tuyos, gran Señor.
Salmo 22: EL SEÑOR ES MI PASTOR (C.A.C.)
Antífona 1: El Señor es mi Pastor,

nada me habrá de faltar.
Antífona 2: Me llevó a sus prados
para darme solaz.
1. El Señor es mi Pastor:
¿Qué me puede faltar?
En las verdes praderas
Él me lleva a reposar;
condúceme a las aguas del solaz
y mi alma reconforta.
2. Él me guía por sendas de justicia
por amor de su Nombre;
en oscura quebrada yo no temo
porque estás junto a mí;
tu cayado, la vara de tu diestra:
son ellos mi confianza.
3. Para mí Tú dispones una mesa
frente a mis adversarios;
has ungido con óleo mi cabeza,
y mi cáliz rebosa:
de bienes y de gracia gozaré
en tu casa, mientras viva.
a Jesús, el Señor,
al Espíritu que habita en nuestras almas,
nuestro Consolador:
Al Dios que es, que era y que vendrá:
212
GRAN ACLAMACION EUCÍARISTICA (P.R.)
Gloria a Ti por los siglos.

1. Te damos gracias oh Padre nuestro.
2. Por la santa Viña de David tu servidor.
3. Que nos has revelado por Jesucristo tu Hijo.
4. Te damos gracias oh Padre nuestro.
5. Por la vida y el conocimiento que
nos has revelado por Jesucristo tu Hijo.
6. Así como este pan que rompemos,
en otro tiempo diseminado por las colmas,
ha sido recogido para no formar más que uno,
que así sea reunida tu Iglesia
desde los confines de la tierra en tu Reino.
7. Porque tuyos son la gloria y el poder
por todos los siglos.
8. Te damos gracias, oh Padre santo,
por tu santo nombre,
que has hecho habitar en nuestros corazones.
9. Por el conocimiento, la fe, la inmortalidad,
que has revelado por Jesucristo tu Hijo.
10. Tú eres el Señor omnipotente que creaste el universo
para alabanza de tu nombre.
11. Tú das el alimento y la bebida
a ios hijos de, los hombres.
12. У a nosotros nos das según tu gracia
un alimento espiritual.
13. Una bebida para la vida eterna
por Jesucristo tu Hijo.
14. Por encima de todo te damos gracias por tu poder.
15. Acuérdate Señor de tu Iglesia
para librarla de todo mal.
16. Para hacerla perfecta en caridad.
213
17. Reúne de toda la tierra a esta Iglesia santificada
en el Reino que le tienes preparado.
18. Porque tuyos son la gloria y el poder
por todos los siglos.
19. ¡Amén! Que venga el Señor Ant.: Amén,
20. Y que pase este mundo. Amen.
21. ¡Hosanna a la casa de David! Amén.
22. ¡Aquel que es santo que venga! Amén.
23. ¡Aquel que no lo es que se convierta! Amén.
24. ¡ Maranatha! Amén.
DESEO DE DIOS (P.R.)
Antífona 1: Mi boca te cantará jubilosa
Tú eres un festín para mí.
Antífona 2: Oh Señor, Tú eres mi Dios,
yo te busco, mi alma tiene sed de . Ti.
1. Oh Dios, Tú eres mi Dios, yo te busco,
mi alma tiene sed de Ti.
2. Lo mismo que la tierra sin agua
mi ser entero tiende a Ti.
3. Señor, yo quiero ir a tu Templo
por ver tu Gloria, tu Poder.
4. Tu Amor vale más que la vida,
mis labios cantarán sin fin.
5. Mis manos se alzarán a tu Nombre,
mi vida cantará tu Amor.
6. De noche viene a mí tu recuerdo
y va mi pensamiento a Ti.
7. Mi alma está aferrada a tu Diestra,
mi alcázar eres Tú, Señor.
8. Debajo de tus alas anido
y tengo mi refugio en Ti.
9. Honor y Gloria a Dios, por los siglos,
al Padre, al Hijo, al Santo Amor.
(Salmo 63)
214
POR TODAS TUS GRACIAS, SEÑOR (C.A.C.)
Por todas tus gracias, Señor,

cantamos himnos de amor.
1. Hemos podido rezar unidos y recordar tu Pasión.
2. Has aceptado nuestras ofrendas y nos diste tu perdón.
3. Hemos comido tu santo Cuerpo en esta mesa común.
4. Haz que guardemos con alma limpia
este don de tu bondad.
5. Que tu vista nos asegura nuestra eterna salvación.
6. Haz que nosotros siempre vivamos
en tu santa caridad.
7. Y que en el mundo el pueblo cristiano
ponga tu amor y tu paz.
8. Guárdanos fuertes, puros y alegres
hasta llegar a tu Reino.
9. Y que tu Nombre sea bendito
en la tierra y en el cielo.
OH CRISTO, TU REINARAS
1. Hermanos, la Cruz de Cristo
nos muestra el amor de Dios.
Sabemos que Dios nos quiere
su amor por Cristo nos dio.
Coro: ¡Oh, Cristo! Tú reinarás,
Señor, Tú nos salvarás.
2. Con nuestra vida entreguemos
el mismo amor del Señor.
Así conocerán todos,
que están más cerca de Dios.
3. Perdona nuestro egoísmo,
envidia y debilidad.
Ayúdanos con tu fuerza
a vivir en tu amistad.
215
4. Tu amor siempre permanezca
en nuestra Comunidad.
Tu espíritu nos conduzca,
a vivir en unidad.
5. Llevemos a nuestros barrios
la paz y verdad de Dios.
Y construyamos unidos,
con Él un mundo mejor.
CANTEMOS, HERMANOS C.A.C.)
1. Cantemos hermanos un himno de amor

cantemos alegres a nuestro Señor.
Unidos comimos el Pan del altar,
unidos cantemos al Rey celestial.
2. Trajimos al Templo trabajo y dolor
de días pasados en ruda labor.
Salgamos llevando la fuerza y la paz
que alienten los días que van' a empezar.
3. Cantemos, hermanos, la gloria de Dios;
cantemos el día que hizo el Señor.
Jesús nos recuerda el misterio pascual.
¡Perenne aleluya resuene triunfal!
EN MEDIO DE LOS PUEBLOS (C.A.C.)
En medio de los pueblos, columna de verdad,

la Santa Iglesia es alza cual mística ciudad.
¡Oh Cristo, sálvanos!
¡Señor, defiéndenos!
¡Devuelve a la humanidad
tu Faz y la Unidad!
Su Jefe y Rey es Cristo, — Su ley la unidad,
su Código divino — la mutua Caridad.
La Iglesia es el misterio — viviente de Jesús,
en Ella recibimos — su Vida, Fuerza y Luz.
216
SI EL MISMO PAN COMIMOS (C.A.C.)
Si el mismo Pan comimos en santa Comunión,

vivamos siempre unidos en el amor de Dios.
1. Los granos de la espiga
uniéndose en el pan,
expresan nuestra vida
de amor y de unidad.
2. La ofrenda que en el Cáliz
pusimos en común,
son nuestros corazones
unidos en Jesús.
3. La Misa ha terminado,
debemos ya marchar
llevemos a los hombres
mensaje fraternal.
Salmo 33: BENDECIRE AL SEÑOR (C.A.C.)
Antífona:
¡Gustad y mirad qué bueno es el Señor!
1. Bendeciré al Señor en todo tiempo,

siempre en mis labios estarán sus alabanzas;
mi alma se gloría en el Señor,
que lo sepan los humildes y se alegren.
2. Cantad conmigo la grandeza del Señor,

todos juntos ensalcemos su Nombre;
al buscar al Señor, me respondió,
y de todos mis temores me libró.
3. Mirad hacia El y tendréis luz,

y no habrá vergüenza en vuestros rostros.
Clamó este pobre: lo atendió el Señor,
y lo salvó de todas sus angustias.
4. Acampa el Angel del Señor
en torno a sus fieles, y los libra.
Gustad y ved qué bueno es el Señor:
felices los que en El buscan refugio.
5. Pueblo santo del Señor: reverenciadlo,

pues a quienes lo veneran nada falta.
En pobreza cae el rico, y sufre de hambre,
mas los que buscan a Dios todo lo tienen.
6. Los ojos del Señor sobre los justos,

y sus oídos escuchan su clamor;
mas el ceño de Dios sobre los malos,
para borrar de la tierra su memoria.
7. Claman los justos y el Señor los escucha,

y los libra de todas sus angustias.
Está cerca el Señor de los humildes,
y salva a los de espíritu abatido.
8. Demos gloria al Padre poderoso,
y a su Hijo, Cristo, el Señor,
y al Espíritu que habita en nuestras almas,
Salmo 150: ALABAD AL SEÑOR EN SU SANTUARIO

(C.A.C.)
Antitona: Aleluya, aleluya, aleluya»
1. Alabad al Señor en su Santuario,

alabadlo en su brillante firmamento.
Alabadlo por sus grandes proezas,
alabadlo por su inmensa grandeza.
2. Alabadlo con el son de la trompeta,

alabadlo con arpas y laúdes.
Alabadlo con tambores y con danzas,
alabadlo con cuerdas y con flautas.
218
3. Alabadlo con címbalos sonoros,
alabadlo con címbalos ruidosos.
¡Todo ser que vive y respira
alabe al Señor, aleluya.
4. Demos gloria al Padre poderoso
y a su Hijo, Cristo, el Señor;
y al Espíritu que habita en nuestras almas
BENDECID AL SEÑOR P.R.)
1. Bendecid al Señor, todas sus obras,

alabadle por todos los siglos.
ANT.: Bendecid al Señor.
2. Bendecid al Señor, ángeles santos.
Bendice al Señor, cielo inmenso.
3. Bendecid al Señor, aguas del cielo.
Bendecidle potencias celestes.
proclamad por los siglos su Gloria.
4. Bendecid al Señor, oh sol y luna;
que la luz de los astros le exalte.
5. Bendecid al Señor, grandes tormentas;
huracanes y brisas, cantadle.
ANT.: Bendecid al "Señor.
6. Bendecid al Señor, llamas de fuego;
aclamadle en unión con el frío.
7. Bendecid al Señor, toda la tierra,
alabadle, cantadle en los siglos.
8. Bendecid al Señor, grandes montañas,
y los granos que en la tierra germinan.
9. Bendecid al Señor, todos los hombres,
Isr.-¿1, su elegido, su Pueblo.
10. Bendecid al Señor, sus sacerdotes,
alabadle, cantadle en los siglos.
11. Le alabaron así entre las llamas,
los tres jóvenes dentro del horno.
12. Bendigamos a Dios, Padre del Cielo,
con el Hijo y Espíritu Santo.
TIEMPOS LITURGICOS
1) Adviento
VENID, OH REY MESIAS (C.A.C.)
1. Venid, oh Rey Mesías,

venid, oh Hijo de David;
los siglos se hacen días:
venid, venid, venid.
Ven, descended,
ven, baja al portal,
sin Ti la tierra es un erial,
desierto, llanto y soledad.
Enviad vuestro "rocío,
florezca el yermo cual jardín:
escucha el grito mío:
220
2. Venid, lluvia del cielo,
haced al mundo más feliz;
no hay paz en este suelo,
Ven, descended:
ven, brille tu luz:
Sin Ti no existe la salud,
ni hay amor en nuestra cruz.
Que se abra, pues, la tierra
germine al Salvador por fin;
si el mundo ciego yerra,
VEN, SEÑOR JESUS (C.A.C.)
1. Te esperamos todos, Señor,

como el pueblo elegido
que esperó con un ardor
que no apagaron los siglos.
Ven, Señor; ven, por fin acá.
Tú tienes que reinar.
Toma, pues, ya posesión
de todo mi corazón.
2. Y la Iglesia te esperará
por más que tardes, oh Vida.
Es tu Esposa: siempre tendrá
su lámpara encendida.
Ven, Señor; ven, Señor Jesús,
transpásenos tu luz;
hasta que podamos ver tu nueva Jerusalén.
OH MESIAS PROMETIDO (C.A.C.)
Coro: Oh Mesías prometido,

ven a tu pueblo a redimir
oye amante su gemido
y no tardes en venir.
1. Ven, Señor, a consolarnos,
ven a ser nuestra salud
ven, gran Bey, a libertarnos
de tan dura esclavitud.
2. Mira nuestra triste suerte
y no tardes Emmanuel
en librarnos de la muerte
y del yugo de Luzbel.
3. Ven, Señor, pues te invocamos
en tantísima aflicción
y por Ti sólo esperamos
conseguir la salvación.
4. Ven del cielo Rey potente
a traer al hombre paz;
a este suelo, Dios clemente
ven y muéstranos tu faz.
Salmo 84: FAVORECISTE SEÑOR (C.A.C.)
El Señor dará su benignidad,

y nuestra tierra germinará.
1. Favoreciste, Señor, a tu tierra,
restableciste la suerte de Jacob;
borraste la culpa de tu pueblo,
cubriste todos sus pecados,
reprimiste todo su enojo,
apagaste el ardor de tu ira.
2. Restablécenos, Dios nuestro, Salvador,
depon tu indignación contra nosotros.
¿Estarás siempre enojado con nosotros?
¿Mantendrás tu furor de siglo en siglo?
3. ¿No harás que volvamos a la vida,
y que en Ti se alegre tu pueblo?
Haz, Señor, que veamos tu amor,
que recobremos en don tu salvación.
222
4. Escucharé lo que dice el Señor.
¿No son acaso de paz sus palabras
en favor de su pueblo y de sus fieles,
y de quienes se convierten a Él?
5. Cerca está su salvación de quien le teme;
en nuestra tierra la gloria morará.
El Amor y la Verdad se encontrarán,
la Justicia y la Paz se besarán;
la Verdad germinará de la tierra,
la Justicia mirará desde el cielo.
6. El Señor otorgará los bienes,
y dará sus frutos nuestra tierra.
La Justicia ante Él caminará,
y la Paz en la huella de sus pasos.
Gloria al Padre y a Cristo, el Señor,
y al Espíritu Santo. Amén.
2) Navidad
VAYAMOS, CRISTIANOS (C.A.C.)
Vayamos, cristianos, alegres, triunfantes

vayamos, vayamos al santo portal.
Hoy ha nacido el Rey de los ángeles.
Vayamos a adorarlo, vayamos a adorarlo.
Vayamos a adorarlo, es nuestro Dios.
1. Humildes pastores dejan sus rebaños.
Y corren gozosos a la cuna de Dios.
También nosotros llevémosle dones.
2. El Dios invisible se viste de carne.
Para que al mirarlo y poderlo tocar.
Nos arrebate el amor del cielo.
3. Bendita la noche que nos trajo al día.
Bendita la noche de Navidad.
Desde un pesebre el Niño nos llama.
223
NACIO, NACIO, PASTORES (C.A.C.)
Nació, nació, pastores,

Jesús el Niño hermoso.
Con paso presuroso
Vayámosle a adorar.
1. Mirad aquel establo.
Mirad aquellas pajas,
son esas las alhajas
de quien te quiso amar. Nació...
2. Mirad aquellos ojos.
Estrellas son radiantes.
Y más que los brillantes
del rostro el resplandor. Nació...
3. Sus labios le sonríen
cual flor de primavera
que alegra las praderas
con su vivo color. Nació...
NOCHE DE PAZ (C.A.C.)
1. Noche de paz, noche de amor.

Todo duerme en derredor.
Sólo velan mirando la faz.
De su Niño en angélica paz.
José y María en Belén. (Bis)
En los campos al pastor
coros angélicos cantan salud.
Gracias y glorias en su plenitud
por nuestro buen Redentor. (Bis)
Contempla cual resplandor,
Luce en el rostro del Niño Jesús,
en el pesebre del mundo la luz,
astro de eterno fulgor. (Bis)
224
PASTORES DE LA MONTAÑA (C.A.C.)
1. Pastores de la montaña
oíd la celestial canción,
que en los aires acompaña
de la brisa el murmurar.
Gloria a Dios en los cielos. (Bis)
2. Pastores, ¿qué canto es éste?
La tierra nunca así cantó.
En este rincón agreste
Por mí un Rey, Jesús, nació. Gloria...
3. Ellos cantan dulce paz
para el hombre pecador
aquel Niño es el solaz,
aquel Niño es todo amor. Gloria..
LA FIESTA DE LOS POBRES ("Los Perales")
1. La Virgen no tenía
dónde acunar al Niño.
Los pobres le trajeron
calor de su cariño.
Traigan romero, yerba'e platero,
alfilerillo, flor de Cedrón.
Sola estaba la Virgen viendo llorar al crío,
los pobres que lo oyeron, arman un cantorio.
Vamos cantando, bailen la cueca,
toquen el Cuando con l'acordión.
Coro:
El Señor de la Gloria — pobre nació en Belén.
Pobres fueron también — los primeros cantores;
pobres son los pastores — que lo vienen a adorar.
2. La Virgen no tenía, tampoco San José,
los pobres le sirvieron pan con agüita'e té.
Traigan puchero, lomo'e Cordero,
un vaso'e vino para la sed;
225
15. Misal
Al pobre le decimos en esta navidad
que hoy día celebramos fiesta de ¡"humanidad.
Venga ño Pedro, venga ño Juan
lléguense todos, para cantar.
ESTRELLA DE MI BELEN ('Los Perales")
1. Estrella de mi Belén
con un titilar tan fino
me llamas porque descubra
la huella de Dios amigo.
Mi alma en este camino
cansada como un viajero,
se puso a mirar al cielo
y se ha encontrado contigo.
Estribillo:
Por los cinco senderos que tiene el alma,
voy siguiendo esta noche mi estrella blanca
Con ella llegó ay sí hasta el portal;
me convida la Virgen a descansar.
2. Por el camino de Dios
caminé mirando en alto
y al bajar los ojos vi
que me estabas indicando,
en un pesebre acunado
sobre mi tierra dormido,
el mismo Dios era un Niño
que me estaba esperando.
MIENTRAS DUERME (C.A.C.)
1. Mientras duerme el mundo en paz,

Maria Virgen velando está.
Recogida en un portal,
pues va a nacer Jesús mi Dios.
Cantemos gloria al Salvador.
226
2. Los pastores corriendo van,
y hallan al Niño en un pajar.
Y a lo lejos se oye cantar:
Apareció, el Salvador,
el hijo de María.
3) Cuaresma y Pasión
Salmo 50: PIEDAD DE MI (C.A.C.)
Antífona 1: Piedad, Señor, porque pequé

contra Ti.
Antífona 2: Por tu pasión danos, Señor,
el perdón.
1. Piedad de mí, Señor en tu bondad,

en la abundancia de tu amor borra mi falta.
Lava Tú de mi maldad todo vestigio,
purifica mi alma del pecado.
2. Pues mi falta yo la conozco,
mi pecado no se aparta de mi mente:
contra Ti, contra Ti solo pequé,
lo que tus ojos aborrecen yo lo hice.
3. Es así muy justa tu sentencia,
no hay reproche en el juicio de tus labios.
En verdad estuve en culpa al nacer
y en pecado desde el seno de mi madre.
4. Tú quieres rectitud en lo profundo,
en mi interior quieres Tú que sea sabio.
Rocía mi alma y seré limpio:
si me lavas cual nieve quedaré.
5. Haz que me llene de júbilo y de gozo,
alégrense los huesos que humillaste;
no fijes tu semblante en mis pecados
y dígnate borrar todas mis faltas.
227
6. Un corazón crea en mí de pureza,
un espíritu recto pon en mí;
no me rechaces lejos de tu rostro
ni me prives de tu espíritu santo.
7. Devuélveme tu gozo y tu salud,
espíritu noble me confirme.
Al extraviado tus sendas mostraré:
volverán a Ti los pecadores.
8. De la muerte líbrame, Señor,
y mi boca cantará tus alabanzas.
Señor, abre mis labios
y mi lengua tu piedad celebrará.
9. Pues, Señor, no es sacrificio lo que quieres,
ni holocausto aceptarías de mi mano.
Mi sacrificio es un espíritu contrito;
un corazón Tú no desdeñas humillado.
10. Apiádate de Sión en tu bondad,
edifica de nuevo sus murallas;
y así recibas los debidos sacrificios
y cubran las víctimas tu altar.
11. Demos gloria al Padre Poderoso
Salmo 129: DESDE EL ABISMO (C.A.C.)
Antífona: Espero confiado en el Señor,

cierto estoy de su palabra.
1. Desde el abismo clamo a Ti, Señor,
escucha mi clamor;
tus oídos se vuelvan atentos
a la voz de mi plegaria.
2. Si las culpas escudriñas, Señor,
¿Quién podrá subsistir?
Mas junto a Ti se encuentra el perdón
porque todos te veneren.
228
3. Mi alma espera en el Señor,
cierto estoy de su palabra;
más aguarda mi alma al Señor
que el sereno la aurora.
4. Pues abriga el Señor misericordia
y copiosa redención;
redimirá el Señor a Israel
de todas sus culpas.
a Jesús, el Señor,
Salmo 90: AL ABRIGO DEL ALTISIMO (C.A.C.)
Antífona 1: Al amparo del Señor morará

quien confía en el Señor.
Antífona 2: El Señor escucha al que lo invoca.
1. Al abrigo del Altísimo te amparas,
a la sombra del Todopoderoso,
si le dices al Señor: "Mi refugio,
mi alcázar, mi Dios a quien me fío",
2. Él te libra de los lazos ocultos
del cazador que busca tu ruina;
con sus plumas Él mismo te protege,
en sus alas encuentras un refugio.
3. Te ves libre de los miedos de la noche,
de la flecha que vuela de día,
de la peste que vaga en las tinieblas,
del contagio que se ensaña a pleno sol.
4. Un millar puede caer al lado tuyo,
diez mil, sucumbir a tu diestra;
mas tú no serás alcanzado:
su lealtad es escudo y broquel.
229
5. Con tus ojos podrás contemplarlo
el castigo del impío verás;
pues dijiste: "Señor, mi refugio",
del Altísimo has hecho tu mansión.
6. No podrá la desdicha alcanzarte,
ni la plaga acercarse a tu tienda;
pues orden a sus ángeles ha dado
que te guarden en todos tus caminos.
7. Con sus manos te habrán de sustentar
no tropiece tu pie en alguna piedra;
sobre el león y el áspid andarás,
hollarás al león y al dragón.
8. "Pues a Mí se acogió, lo libraré,
lo salvaré, pues mi Nombre conoció;
llamará y Yo responderé
para asistirlo en su angustia y honrarlo.
>. Lo saciaré de días numerosos
yo le haré ver "la salvación que Yo preparo".
Demos gloria al Padre y al Hijo
y al Espíritu Santo. Amén.
ESPERA, MI SEÑOR CRUCIFICADO (C.A.C.)
Estribillo:
Espera, mi Señor crucificado,
espera que despierte el corazón
que al mirarte silencioso y traspasado
te dirá nuevamente su canción.
1. Cantando bajo el cielo de la noche,
al sentir, mi Señor, tu inmensidad,
cuando todo calla junto a mí,
me cubría como un manto tu bondad.
2. Llorando bajo el cielo de la noche
he dej"do que muriera mi cantar
y en la noche más obscura de mi alma
tal vez Tú te cansaste de esperar.
230
CANTO A LA CRUZ (C.A.C.)
1. Busco la paz, busco la luz.

Tú me dirás, Señor, que he de empuñar tu Cruz.
2. Quisiera amar como amas Tú:
Tú me dirás, Señor, que me clave a tu Cruz.
3. Quiero gozar de un cielo azul.
Tú me dirás, Señor, que suba por tu Cruz.
4) Pascua
CRISTO EL SEÑOR NOS REUNIO (F.N.P.)

1. Cristo el Señor nos reunió, Aleluya, (bis)
En la alegría de su amor, Aleluya, (bis)
Aleluya, aleluya, aleluya.
2. Somos el pueblo de Jesús, aleluya, (bis)
Y Él nuestro Rey, nuestro Pastor, aleluya, (bis)
3. Unidos todos en su amor, aleluya, (bis)
Alabemos a nuestro Rey, aleluya, (bis)
4. Que Dios nos dé su bendición, aleluya.
Nos muestre su rostro de amor, aleluya.
5. Así la tierra cantará, aleluya.
Al Dios vivo y salvador, aleluya.
6. Pues aclamen al Señor, aleluya.
Al Padre, al Hijo, al Amor, aleluya.
ALELUYA DE RESURRECCION (C.A.C.)

1. Aleluya: Cristo resucitó de la muerte. Aleluya.
Gocemos con Cristo: Aleluya, aleluya.
2. Aleluya: Cristo resucitó por nosotros. Aleluya.
Oh dichosa culpa: Aleluya, aleluya.
3. Aleluya: Cristo reina en los cielos. Aleluya.
Con Él triunfamos: aleluya, aleluya.
231
ALELUYA DE ASCENSION (C.A.C.)
1. Aleluya: Cristo sube a los cielos. Aleluya.

Cristo nuestro hermano: Aleluya, aleluya.
2. Aleluya: Cristo sube glorioso: Aleluya.
Con Él subiremos: Aleluya, aleluya.
3. Aleluya: Cristo reina en los cielos, aleluya.
Con Él reinaremos: Aleluya, aleluya.
LLAMADO DE RESURRECCION (C.A.C.)

De pie: ha sonado la hora de Dios con la fe del
cruzado, oíd su voz: "Yo soy el Dios vivo que hace
vivir, la Verdad, el Camino y Amor sin fin".
Es la luz de cada día quien nos vuelve anunciar
lo que el Angel repetía en el alba pascual:
"Triunfó de la muerte, Jesús no está aquí;
el amor es más fuerte, su voz oíd:
"Yo soy el Dios vivo..."
Salmo 97: CANTAD AL SEÑOR UN CANTO

NUEVO (C.A.C.)
Antífona: Cantad al Señor un canto nuevo, aleluya,
porque obró maravillas, aleluya.
1. Cantad al Señor un canto nuevo,
pues obró maravillas;
con su Diestra logró la victoria,
con su Brazo sagrado.
2. El Señor reveló su salvación,
su Justicia a las Naciones;
se acordó de su Amor y Lealtad
con la casa de Israel.
3. Han visto los confines de la tierra
victorioso a nuestro Dios.
Aclamad al Señor, tierra entera,
con clamores de alegría.
4. Cantad con arpas al Señor,
con arpas y laúdes;
danzad entre cuernos y trompetas
ante Dios, nuestro Rey.
5. Brame el mar y cuanto lo llena,
el mundo y sus pobladores;
den aplausos de júbilo los ríos,
hagan fiesta las montañas,
6. en presencia del Señor: porque viene
para el juicio de la tierra;
al mundo con justicia juzgará,
con rectitud a las Naciones.
y al Espíritu Santo:
al Dios que es, que era y que vendrá,
JERUSALEN ESTA DE FIESTA ("Los Perales")

1. Jerusalén está de fiesta,
con la esposa del Rey;
alzan todos sus coronas
felices cantando, amén.
Hoy brillan sus cinco llagas
más puras que el mismo sol;
cantan de gozo los mártires
por el triunfo del Señor.
Antífona:
Aleluya, aleluya. Cristo sube a las alturas.
Aleluya, aleluya. El Señor entra en su mansión.
2. Abranse puertas eternas,
ábranse de par en par,
canta el coro de los santos,
batiendo palmas de paz.
Hoy entra el Rey de los cielos,
el siervo que aquí sufrió.
Los ángeles lo reciben,
llévenlo al trono de Dios.
233
3. Pasan las penas del mundo,
llega la hora de Dios;
los que fueron despreciados
reciben su galardón.
Felices son los humildes,
y los que buscan la paz;
felices los perseguidos,
porque con Él reinarán.
ACUERDATE DE JESUCRISTO (S.S.)
Antífona: Acuérdate de Jesucristo,

resucitado de entre los muertos.
Él es nuestra salvación,
nuestra gloria para siempre.
Si con Él morimos, viviremos con Él.
Si con Él sufrimos, reinaremos con Él.
En Él nuestras penas, en Él nuestro gozo,
en Él la esperanza, en Él nuestro amor.
En Él toda gracia, en Él nuestra paz,
en Él nuestra gloria, en Él la salvación.
5) Pentecostés - Espíritu Santo
HIMNO AL ESPIRITU SANTO (C.A.C.)
1. Espíritu Divino, excelso creador,

enciende en nuestros pechos el fuego de tu amor.
Con toques de tu gracia y rayos de tu luz,
modela en nuestras almas la imagen de Jesús.
2. Ven, Padre de los pobres, Dios de consolación,

y mora con tus dones en nuestro corazón.
3. Concédenos clemente, divina caridad,

por méritos de Cristo crecer en santidad.
234
OH SANTO ESPIRITU, AL BAJAR (C.A.C.)
1. Oh Santo Espíritu al bajar

entra en nosotros a morar.
Ven, sol de corazones.
Que tu fulgor, luz celestial,
sea en nosotros, manantial,
de mil satisfacciones.
Fulgor santo, das la vida prometida,
si oramos; ante Ti nos presentamos.
2. Nos quieras siempre aconsejar
y por la buena senda guiar
a los que la ignoramos.
Danos constancia a fin de que te seamos
fieles en la fe, aún cuando padezcamos.
Mira, sana, al cuitado empeñado en buscarte,
y su fe en demostrarte.
3. Oh roca y fuerte amparo leal
que tu palabra celestial
inflame nuestras almas.
Porque jamás en esta edad
de tu doctrina de verdad y amor nos apartemos.
Puente santa, bondad danos,
que podamos invocarte y a Jesús Señor llamarle.
OH SEÑOR, ENVIA TU ESPIRITU (P.R.)

Antífona 1: Oh Señor, envía tu espíritu,
que renueva la faz de la tierra.
Antífona 2: Yo cantaré al Señor toda la vida,
mi alegría sólo en ti, Señor.
1. Oh Señor, que mi alma te bendiga.
Oh Dios. Tú eres grande,
vestido de esplendor y belleza.
2. Sobre el agua construyes tus moradas,
oh Dios, en las alturas,
y en alas del viento, Tú caminas.
235
3. Es el viento quien lleva tus mensajes,
oh Dios, por los espacios;
y tienes un esclavo en el fuego.
4. Asentaste la tierra firmemente,
oh Dios, en sus cimientos,
y no temblará por los siglos.
5. La cubriste del manto del abismo,
oh Dios, y allá en las cumbres
tu voz congregó las aguas.
6. Les fijaste durísimas fronteras,
oh Dios, y nunca más
podrán extenderse por la tierra.
7. Todos ellos esperan de tu Amor,
oh Dios, el alimento;
Tú abres la mano y los sacias.
8. Les envías el Soplo de tu boca,
oh Dios, y son creados;
renuevas la faz de la tierra.
9. Gloria a Dios que creó estas maravillas.
Gloria al Señor. Cantemos todos
al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Santísima Virgen María
EL ANGELUS ("Los Perales")
1. El ángel del cielo anunció a María

que Dios la escogía,
toda la tierra callaba porque un lirio florecía.
Estribillo:
En mi Dios mi Salvador
me salta el alma de gozo
pues el Santo y Poderoso
ba hecho en mí maravillas
por ser pequeña y sencilla.
236
2. ¿Cómo le tendré si no estoy casada
y sólo desposada con el Señor San José?
mas, a mi Dios creeré.
El ángel contesta: "No temas, María,
para su venida te cubrirá con su manto
el Espíritu Santo".
3. Se inclinó la Virgen con santo temor
en adoración. Y respondió: "que así sea
según el Señor desea". Y el Verbo divino
encontró morada en Niña guardada,
entre todas las mujeres, una sola inmaculada.
VIRGEN DEL CARMEN BELLA

1. Virgen del Carmen bella,
Madre del Salvador,
de tus amantes hijos
oye el cantar de amor, (bis)
Dios te salvé, María,
del Carmen bella flor,
Estrella que nos guías
hacia el Sol del Señor, (bis)
2. Con tu luz nos reúnes,
nos llamas con tu voz:
quieres formar de Chile
un pueblo para Dios, (bis)
3. Somos un pueblo en marcha
en busca de la luz:
guíanos, Madre nuestra,
llévanos a Jesús, (bis)
4. Haznos cristianos, Madre,
cristianos de verdad:
hombres de fe sincera,
de viva caridad.
5. Desde Maipú, Señora,
tierra de libertad,
bendice a nuestra Patria,
vela por su unidad- (bis)
6. Al volver de tu Templo,
Madre, a la ciudad,
a todos llevaremos
tu luz y claridad, (bis)
TODA LA FAMILIA HUMANA (F.N.P.)
Santa Virgen, Madre nuestra

danos paz y unidad.
1. Toda la familia humana
se reúne a tus pies
tú eres su soberana
ella se confía a ti.
hacia ti da su clamor
te entrega sus anhelos
sus deseos, su dolor.
gime ardiente por la paz
por una paz verdadera
de Justicia y de amor.
OH VIRGEN SANTA (F.N.P.)
1. Tú eres incomparable ¡oh Madre del Salvador! (bis)

tú eres la más hermosa
de las obras del Señor.
Oh Virgen Santa,
de las obras del Señor.
2. Oh Virgen elegida para dar a luz a Dios (bis)
que seas también la madre
de todos los hijos de Dios.
Oh Virgen Santa
de todos los hijos de Dios.
238
3. Tú eres una fuente de gracia y de bondad (bis)
que brota desde arriba
sobre la humanidad.
Oh Virgen Santa
sobre la humanidad.
4. Oh Virgen luminosa, estrella de los cielos (bis)
que brille en nuestra tierra
tu luz que muestra a Dios.
Oh Virgen Santa
tu luz que muestra a Dios.
LETANIAS MARIANAS (F.N.P.)
X. Santa María, Madre de Dios

Oh Virgen de las vírgenes, Madre de Cristo:
Madre de la gracia divina
Madre inmaculada, Madre del Redentor.
Después de cada verso la asamblea responde:
VAMOS HACIA TI
¡Madre de Cristo, nuestro Salvador!

GLORIA A TI, OH VIRGEN SANTA,
REINA Y MADRE DE TU PUEBLO.
SON TUS HIJOS QUE TE ACLAMAN,
¡GUIANOS HACIA EL SEÑOR!
2. Madre siempre virgen, pura y sin pecado,

Madre digna de amor, y tan bondadosa,
Madre admirable, Madre del buen consejo,
Madre de la esperanza, que sabes consolar.
3. Espejo de justicia, causa de nuestro gozo,

Sede de la sabiduría, modelo de la fe,
Casa del Espíritu, morada sagrada,
Rosa mística, Templo del Señor.
239
4. Salud de los enfermos, refugio de los pecadores,
Consuelo de los afligidos, auxilio de los cristianos,
Riqueza de los pobres, estrella en la noche,
Río de agua pura, sin ninguna mancha.
5. Reina de los Angeles y de todos los Santos,
Reina de los patriarcas y de los profetas,
Reina de los apóstoles y de los mártires,
Reina de los testigos y de las vírgenes.
6. Reina del cielo y reina de la tierra,
Reina sin pecado concebida, Reina asunta al cielo,
Reina de la Iglesia, Reina de la humanidad,
Reina del amor y reina de la paz.
MADRE BUENA (C.A.C.)
Madre buena, protege nuestro hogar,

Madre Santa, defiende nuestra fe,
Madre pura, haznos mirar a ti.
Madre querida, deja invocarte así: Oh María.
Eres Virgen, y eres Madre también.
Porque de ti, tomó su humanidad
El hombre Dios que nos vino a salvar.
Permítenos poder llamarte así:
Madre mía. Madre buena...
EL CANTO DE LA VIRGEN: MAGNIFICAT (C.A.C.)
Antífona: El Señor hizo en mí maravillas,

Santo es mi Dios.
1. Mi alma engrandece al Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador.
2. Pues miró la bajeza de su esclava
desde ahora dichosa me dirán todos los siglos.
3. Maravillas hizo en mí el Poderoso
y Santo es su Nombre.
240
4. Por siglos y siglos, su amor
con aquellos que le temen.
5. Desplegó el poder de su brazo
y deshizo los proyectos del soberbio corazón.
6. Derribó de su trono a poderosos,
humildes ensalzó.
7. Colmó de bien a los hambrientos
a los ricos rechazó.
8. Acogió a Israel su servidor
según lo tenía prometido a nuestros padres.
9. Recordando su amor por Abrahán
y su raza a lo largo de siglos y siglos.
y al Espíritu que habita en nuestras almas. Amén.
Bautismo
UN SOLO SEÑOR (C.A.C.) (Pág. 202)
ACCION DE GRACIAS POR EL BAUTISMO

(Mús.: "Oh María")
1. Oh cristianos, entonemos
un himno de gratitud
y cantando caminemos
hacia el Reino de la luz.
2. Cristo ha roto las cadenas
que me ataban a Satán
con su Sangre, con sus penas
me libró de todo mal.
3. Levantemos nuestra frente
con orgullo, sin temor,
pueden ver todas las gentes
que somos hijos de Dios.
241
16. Misal
Confirmación
CANTICO DE CONFIRMACION (G.S.)
1. Con las manos extendidas, el obispo pide a Dios

que descienda a nuestras almas el Espíritu de Amor.
2. En la frente nos señala con el signo de la Cruz,
y nos dice: "te confirmo con el Crisma de salud".
3. Nuestros rostros acaricia con cariño paternal
y nos dice como Cristo: "que contigo esté la paz".
4. Somos templos consagrados
donde habita el mismo Dios,
bautizados en la Gracia, confirmados en Amor.
5. Que la cruz de nuestra frente, nos dé fuerza celestial;
que este Crisma nos preserve del pecado y la maldad.
6. Soy soldado de la Iglesia, soy apóstol de la Cruz,
lucharé toda mi vida por el Reino de Jesús.
Matrimonio
COMO BROTES DE OLIVO (C.A.C.)

Ant.: Como brotes de olivo en tornó a tu mesa,
Señor, así son los hijos dé la Iglesia.
1. El que teme al Señor,. será feliz,
feliz el que sigue su ruta.
2. Del trabajo de tus manos, comerás,
a ti, la alegría y el gozo.
3. Y tu esposa en el medio de tu hogar,
será como viña fecunda.
4. Como brotes de un olivo reunirás
los hijos en torno a tu mesa.
5. El Señor bendecirá al hombre fiel,
con esta abundancia de bienes.
6. A los hijos de tus hijos los verás:
la Gloria al Señor, por los siglos.
242
CANTICO NUPCIAL (C.A.C.)
1. La Iglesia hoy exulta

y da su bendición
al nuevo hogar cristiano
que nace del amor.
Hogar que simboliza
la misteriosa unión
de nuestra santa Iglesia
con Cristo Redentor,
con Cristo Redentor.
2. Oh Sacramento grande
por el que forma Dios,
de dos un solo cuerpo
y un solo corazón.
Unidos en la dicha,
unidos en dolor;
unidos para siempre
por el eterno amor.
3. Por este Sacramento

Dios da a la Humanidad
la fuerza misteriosa
de su fecundidad.
Por él, sobre la tierra,
renacen sin cesar
los hijos verdaderos
del Padre celestial.
4. Unidos a la Iglesia
con gozo fraternal,
oremos todos juntos
por este nuevo hogar.
Pidámosle confiados
al Padre celestial
que llene a los esposos
de dicha, amor y paz.
Difuntos
ACUERDATE SEÑOR (C.A.C.)

1. Acuérdate, Señor, de tus siervos,
que ya de nuestra tierra partieron;
concédeles descanso entre aquellos
que gozan de tu paz y de tu amor.
2. Piedad, Señor, de aquellos que mueren
sin que un amigo fiel los consuele;
admítelos por fin en la Gloria
donde a tus buenos hijos reunirás.
3. Y cuando la jornada acabemos,
podamos ver el rostro de Cristo
quien a pesar de nuestros pecados
nos ama con su inmenso corazón.
A NUESTROS HERMANOS (C.A.C.)

Cuán dichosos son aquéllos que mueren en el Señor.
Pues el premio a sus trabajos en el cielo les da Dios.
1. El Señor te ha llamado
a juzgar tu vida hoy.
Si has llegado arrepentido,
Dios te otorgará el perdón.
2. Esperemos con confianza
que a la gloria llegarás
y por los que aquí vivimos
tú en el cielo rogarás.
3. Con tu partida se agranda
la familia celestial
hasta que en el cielo todos
nos volvamos a encontrar.
4. Entretanto que nos llega
nuestra hora de partir
vivamos de tal manera
que al cielo podamos ir.
244
el cristiano
llamado a orar
en común
debe no obstante
entrar también
en su cuarto
para orar al Padre
en secreto
S. C. N? 12
Breve devocionario
ORACIONES MAS IMPORTANTES
Padre nuestro (Pág. 42).

Avemaria
Dios te salve, María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo,
bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Credo (Pág. 24).
Gloria al Padre
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
La Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve;
a ti clamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suplicamos gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
¡Ea!, pues, Señora, Abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos;
y, después de este destierro,
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre,
¡oh clemente! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
246
Acto de Fe
¡Señor mío y Dios mío!, yo creo
todo lo que has revelado y la Iglesia nos enseña;
lo creo porque eres infinitamente sabio y veraz.
¡Dios mío, aumenta mi fe!
Acto de Esperanza
¡Señor mío y Dios mío!, yo espero
el perdón de mis pecados, tu gracia
y, finalmente, la bienaventuranza eterna,
porque Tú, oh Dios bueno y fiel,
me lo has prometido.
¡Dios mío, conforta mi corazón!
Acto de Caridad
¡Señor mío y Dios mío!, yo te amo
de todo corazón y sobre todas las cosas,
porque eres infinitamente bueno.
Por tu amor, amo a mi prójimo como a mí mismo.
¡Dios mío, aviva mi caridad!
Acto de Contrición
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento
de todos los pecados que he cometido hasta hoy,
y me pesa de todo corazón
porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente no volver a pecar,
y confío en que por tu infinita misericordia,
me has de conceder el perdón de mis culpas
y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
247
POR LA MAÑANA
El Angelus
V. El Angel del Señor anunció a María.
R. Y concibió del Espíritu Santo.
Dios te salve, María.
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
V. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Suplicárnoste, Señor, infundas tu gra-
cia en nuestros corazones: para que así como he-
mos conocido, por el ministerio del ángel, la encar-
nación de Jesucristo, tu Hijo, por su pasión y
muerte, alcancemos la gloria de la resurrección. Por
el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
En el Tiempo pascual:
V. Reina del cielo, alégrate, aleluya.
R. Porque el que mereciste llevar, aleluya,
resucitó, como dijo, aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen, aleluya.
R. Porque resucitó verdaderamente el Señor,
aleluya.
Oremos: Oh Dios, que mediante la resurrección
de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te dignaste
alegrar el mundo: te suplicamos nos concedas que,
por intercesión de su Madre la Virgen María, al-
cancemos los goces de la vida eterna. Por el mismo
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
248
Ofrecimiento de Obras
"Divino Corazón de Jesús,
por medio del inmaculado Corazón de María,
yo me consagro a Ti. Y contigo me ofrezco
a Dios Padre en tu Sacrificio del Altar,
con todos mis trabajos, oraciones, sufrimientos
y alegrías de hoy.
En reparación por nuestros pecados,
y para que venga a nosotros tu Reino.
Y especialmente te ruego por las intenciones
del Apostolado de la Oración
señaladas por el Papa para este mes".
Angel de mi Guarda
Angel de mi Guarda, dulce compañía,
110 me desampares de noche ni de día,
hasta que descanse en los brazos
de Jesús, José y María. Amén.
Orando con los Salmos

1. Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
haz caso de mis gritos de auxilio,
2. A ti te suplico, Señor:
por la mañana escucharás mi voz,
por la mañana te expongo mi causa,
y me quedo aguardando.
1. Oh Dios, Tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti, —
como tierra reseca, agostada y sin agua.
249
2. En la mañana hazme escuchar tu gracia,
ya que confío en ti;
indícame el camino que he de seguir,
pues levanto mi alma a ti.
1. Líbrame del enemigo, Señor,
que me refugio en ti.
Enséñame a cumplir tu voluntad,
ya que tú eres mi Dios.
Tu espíritu que es bueno,
que me guíe por tierra llana.
(De los Salmos 5, 62 y 142)
POR LA NOCHE
La noche llega (G.S.)
"La noche llega, recemos con fervor:
Entre tus manos consérvanos, Señor."
1. El sol se va apagando, se borra el cielo'azul;
cantemos al Dios Santo, autor de toda luz.
2. Si nuestros pies perdieron la senda de tu amor,
al terminar el día, perdónanos, Señor.
3. Descansen nuestros cuerpos envueltos en tu paz,
aleja de las mentes los sueños de maldad.
4. Defiende en esta noche la luz de nuestra fe,
que en medio de las sombras
ardiendo siempre esté.
5. Despierta la esperanza prosiga su labor
y en sueños nos acerque a nuestro Salvador.
5. Señor, y ya que todo se apaga con el sol,
enciende en nuestras almas el fuego de tu amor.
250
Oremos.— Te suplicamos, Señor, que visites esta
habitación y apartes lejos de ella todas las ase-
chanzas del enemigo; habiten en ella tus santos
Angeles que nos aguardan en paz, y tu bendición
permanezca siempre con nosotros. Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
El Señor todopoderoso y misericordioso, Padre >J<
Hijo y Espíritu Santo nos bendiga y nos guarde.
Amén.
Orando con los Salmos:
1. Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
2. Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
1. Escúchame cuando te invoco, Dios defensor mío;
tú que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mí y escucha mi oración.
2. En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque Tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo.
1. Puedo acostarme y dormir y despertar:
el Señor me sostiene.
2. No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor.
1. Y ahora bendecid al Señor los siervos del Señor,
los que pasáis la noche en la casa del Señor:
2. Levantad las manos al santuario
y bendecid al Señor.
(De los Salmos 4, 3 y 133)
Se pueden rezar también el Padrenuestro, el Ave-

maria, la Salve, Angel de mi Guarda, etc.
251
OTRAS ORACIONES
ORACION POR CHILE
1. Virgen del Carmen, María Santísima, •

Dios te escogió como Madre de su Hijo,
del Señor Jesús que nos trae el amor y la paz.
2. Madre de Chile,
a ti honraron los padres de la patria,
y los más valientes de la historia;
desde los comienzos nos diste bendición.
1. Hoy te confiamos lo que somos y tenemos;
nuestros hogares, escuelas y oficinas;
nuestras fábricas, estadios y rutas;
el campo, las pampas, las minas y el mar.
2. Protégenos de terremotos y guerras,
sálvanos de la discordia;
asiste a nuestros gobernantes;
concede tu amparo a nuestros hombres de armas;
enséñanos a conquistar el verdadero progreso,
que es construir una gran nación de hermanos
donde cada uno tenga pan, respeto y alegría.
1. Virgen del Carmen, Estrella de Chile,
en la bandera presides nuestros días
y en las noches tormentosas,
sabiamente alumbras el camino.
2. Madre de la Iglesia,
tú recibes y nos entregas a Cristo;
contigo nos ofrecemos a El,
para que sobre Chile extienda
los brazos salvadores de su cruz,
y la esperanza de su resurrección.
T. Amén.
252
Amarnos en Ti
1. Tú eres, Señor Jesús, la Cabeza de un Cuerpo
que es la Iglesia.
Todos somos tus miembros.
2. Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu,
hemos comido el único Pan de Vida.
1. Concédenos, Señor,
vivir en la unidad de tu Cuerpo.
que seamos uno en Ti,
como Tú eres uno en el Padre.
2. Concédenos saber soportarnos unos a otros,
perdonar para que el Padre nos perdone.
1. Haznos reír con el que ríe, llorar con el que llora,
poner en común nuestras alegrías y penas.
2. Enseña a tus siervos, Señor,
a poner al servicio de todos
los talentos que nos has dado.
1. Si así nos amamos unos a otros por tu amor,
no en palabras sino en obras, el mundo conocerá
que somos tus discípulos.
2. Y cuando nuestra unión sea perfecta,
el mundo creerá en Ti. Amén.
Oración del Apóstol Seglar

Señor Jesús, que nos has llamado al honor
de contribuir con nuestro humilde aporte
a la obra del apostolado de la Iglesia.
Tú, que pediste al Padre celestial,
qüe no nos quitara del mundo,
sino que nos guardara del mal,
concédenos con abundancia tu luz y tu gracia,
para vencer en nosotros mismos
253
el espíritu de las tinieblas y del pecado.
a fin de que,'conscientes de nuestro deber,
perseverando en el bien,
e inflamados del celo por tu casa
con la fuerza del ejemplo, de la oración,
de la acción y de la vida sobrenatural,
nos hagamos cada día más dignos
de nuestra santa misión,
más aptos para establecer y promover
entre los hombres tu reinado
de justicia, de paz y amor. Amén.
Señor, que nos has reunido

Señor, que de todas las partes de la tierra
nos has reunido en tu Iglesia:
haz que no haya entre nosotros extraños,
sino que todos seamos hermanos en tu casa.
Tú eres quien incesantemente la acrecientas
y haces de ella un templo santo.
Has muerto por todos,
para que todos tengan vida por ti.
Hay muchas ovejas, Señor,
que no son ,de tu rebaño.
Es menester que oigan tu voz,
para que no haya más que un aprisco.
Que sepan que no existe más que un pastor bueno;
que tienen una misma herencia con nosotros;
que el evangelio les hace participar
de las mismas promesas.
Haz que nuestra luz brille ante todos los hombres.
Enséñanos a ser siervos de todos,
a fin de que por nosotros encuentren la verdad.
Pon tu morada entre nosotros:
en nuestras casas y talleres;
en nuestros trabajos y diversiones.
Que seamos capaces de anunciar
lo que hemos visto,
254
lo que hemos oído y tocado acerca de ti,
para que todos estén en comunión con nosotros.
Amén.
PRECES PARA LAS EXEQUIAS (C.A.C.)
I. CANTO SALMODICO
El Coro comienza el verso siguiente :

Ant.: Al Rey adoremos, para quien, todo vive.
Coro:
1. Tú has sido, Señor, nuestro refugio,
2. Reduces la humanidad al polvo diciéndole:
—volved a la tierra, hijos de Adán.
3. Mil años -son ante tus ojos,
como el día de ayer que ya pasó,
como una vigilia de' la noche.
4. Enséñanos, pues, a contar nuestros días,
para que adquiramos un corazón prudente.
II. LECCIONES BIBLICAS
Son intercaladas por un canto que se interpreta

en la misma forma que el anterior.
LEC. I: Jn. 11, 17-36.

Ant.: Quien cree en Ti, Señor,
no morirá para siempre.
Coro:
1. Yo sé que mi Redentor vive,
y el último día resucitaré de la tierra, etc.
2. Y de nuevo me cubriré con esta piel
y en mí carne veré a mi Dios.
255
LEC. II. I. Tes. 4, 13-14; 5, 2, 4-10
Ant.: Quien cree...
Coro:
1 Yo sé que mi Redentor...
Ant.: Quien cree...
Coro:
2. Al cual yo mismo he de ver y no otro,
y mis ojos lo mirarán.
Ant.: Quien cree...
LEC. III. Sp. 2, 23-24; 3, 1-3 y 10.
Ant.: Quien cree...
Coro:
1. El salario del pecado es la muerte,
pero el don de Dios es la vida eterna
por nuestro Señor Jesucristo
Ant.: Quien cree...
2. Por un hombre entró el pecado en el mundo,
y por el pecado la muerte.
Ant.: Quien cree...
LEC. IV: Jn. 6, 37-40.
Ant.: Quien cree...
Coro:
1. El salario del pecado...
Ant.: Quien cree...
2. Asi también reina la gracia por la Justicia,
para la vida eterna por nuestro Señor Jesucristo.
256
III. PRECES COMUNITARIAS.
Solista: Te rogamos, Señor:
1. Dios Omnipotente y eterno que creaste el alma de
tu siervo N., —que te dignes recibirla en tu seno,
como Padre misericordioso.
Pueblo: Concédele, Señor, el descanso eterno.
Solista:
2. Te rogamos, Señor: Dios y Señor Jesucristo, que
redimiste el alma de tu siervo con tu sacratísima
pasión y muerte, — te dignes librarlo de las penas
del purgatorio. Concédele, Señor...
3. Te rogamos, Señor: Dios Espíritu Santo Paráclito
que santifiques el alma de nuestro hermano con tus
sacratísimos dones y gracias: — te dignes borrar de
su alma toda mancha o huella de pecado. Concédele,
Señor...
4. Te rogamos, Señor: Por la gloriosa intercesión y
los méritos de la Bienaventurada Virgen María, ma-
dre y abogada nuestra: — te dignes mirar compasivo
el alma de quien durante su vida, se acogió a su
amparo maternal. Concédele, Señor...
5. Te rogamos, Señor: Por la piadosa muerte de San
José, Padre nutricio de tu Hijo — que te dignes
admitir su alma en compañía de todos los bienaven-
turados. Concédele, Señor...
6 Te rogamos, Señor: Por la fiel solicitud de tu ángel
guardián y de todos los ángeles — que te dignes
enviarlos para que conduzcan el alma de tu siervo,
a tu soberana presencia. Concédele, Señor...
7. Te rogamos, Señor: Por la intercesión de todos los
Santos y Santas que gozan de Ti en el cielo — que
te dignes misericordiosamente llevar a tu siervo a
la eterna bienaventuranza. Concédele, Señor...
257
17. Misal
8. Te rogamos, Señor: Por las súplicas de tu Iglesia,
que milita en la tierra — que te dignes abrir las
puertas de la Iglesia triunfante a tu siervo N. Con-
cédele, Señor...
9. Te rogamos, Señor: También por todos los que se-

guimos luchando en este valle de lágrimas, que te
dignes consolarnos y reunimos luego en el esplendor
de tu gloria. Concédele, Señor...
Te lo suplicamos y te lo pedimos humildemente,
Dios Todopoderoso y eterno, por tu Hijo y Señor
nuestro, Jesucristo, vida y resurrección nuestra que,
siendo Dios, vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
ORANDO CON LOS SALMOS
Estos salmos pueden cantarse alternando con

alguno de los tonos inseridos en este Misal para
los tiempos litúrgicos.
Sed de Dios
1. Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,

mi alma está sedienta de ti;
2. mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
1. ¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
2. Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
1. Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
2. En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
1. porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
258
2. mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
(Del Salmo 62)
Alabanza universal a Dios
1. El Señor tenga piedad y nos bendiga,

ilumine su rostro sobre nosotros;
2. conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación.
1. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
2. Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
1. riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra.
2. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
1. La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor nuestro Dios.
2. Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe.
(Salmo 66)
Oración en la adversidad
1. Inclina tu oído, Señor, escúchame,

que soy un pobre desamparado;
2. protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo que confía en ti.
1. Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
2. alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti;
1. porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
259
2. Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.
1. En el día del peligro te llamo,
y tú me escuchas.
2. No tienes igual entre los dioses. Señor,
ni hay obras como las tuyas.
1. Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad;
2. mantén mi corazón entero
en el temor de tu nombre.
1. Te alabaré de todo corazón, Dios mío;
daré gloria a tu nombre por siempre,
2. por tu gran piedad para conmigo,
porque me salvaste del Abismo profundo.
(Del Salmo 85)
Acción de gracias por un favor

1. Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
2. me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre;
1. por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
2. cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
1. Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra
al escuchar el oráculo de tu boca;
2. canten los caminos del Señor,
porque lo gloria del Señor es grande.
1. El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
2. Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
1. extiendes tu izquierda contra la ira de mi enemigo,
y tu derecha me salva.
260
2. El Señor completará sus favores conmigo: —
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
(Salmo 137)
Oración de un penitente
1. Señor, escucha mi oración; —

tú que eres fiel, atiende mi súplica;
tú que eres justo, escúchame.
2. No llames a juicio a tu siervo,
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.
1. Recuerdo los tiempos antiguos,
medito todas tus acciones,
2. considero las obras de tus manos —
y extiendo mis brazos.hacia ti:
tengo sed de ti como tierra reseca.
1. Escúchame en seguida, Señor,
que me falta el aliento.
2. No me escondas tu rostro,
igual que a los que bajan a la fosa.
1. Líbrame del enemigo, Señor,
que me refugio en ti.
2. Enséñame a cumplir tu voluntad,
ya que tú eres mi Dios.
1. Tu espíritu que es bueno
me guíe por tierra llana.
(Del Salmo 142)
261
INDICE GENERAL
Pág.
Prólogo 5
Nota de introducción 7
Posturas de los fieles ... 10
Algunas sugerencias para el guía y la asamblea . . 13
Ordinario de la Misa 17
Liturgia y año litúrgico 49
CICLO DE NAVIDAD
Tiempo de Adviento 53
Primer domingo de Adviento 55
Segundo domingo de Adviento 56
Tercer domingo de Adviento 57
Cuarto domingo de Adviento 58
Tiempo de Navidad y Epifanía 61
Vigilia de Navidad 63
Navidad: Misa de medianoche 64
Navidad: Misa de la Aurora . 65
Navidad: Misa del día . 67
Domingo infraoctava de Navidad 68
1 de Enero: Octava de Navidad 69
Santísimo Nombre de Jesús 70
Epifanía del Señor 72
Sagrada Familia 73
Segundo domingo después de Epifanía 74
Tercer domingo después de Epifanía 75
Cuarto domingo después de Epifanía 76
Quinto domingo después de Epifanía 78
Sexto domingo después de Epifanía 79
CICLO DE PASCUA
Tiempo de Septuagésima . 83
Domingo de Septuagésima 85
Domingo de Sexagésima 86
Domingo de Quincuagésima 88
Tiempo de Cuaresma 91
Miércoles d e Ceniza . . 93
primer domingo de Cuaresma 94
Segundo domingo de Cuaresma 96
Tercer domingo de Cuaresma 98
Cuarto domingo de Cuaresma 99
Tiempo de Pasión 101
Primer domingo de Pasión 103
Segundo domingo de Pasión (Ramos) . . . 104
Tiempo de Pascua 107
Domingo de Resurrección 110
Domingo in albis 112
Segundo domingo después de Pascua 113
Tercer domingo después dé Pascua • . 114
Cuarto domingo después de Pascua . . . . . . . 115
Quinto domingo después de Pascua . . . . . . . . 117
Ascensión del Señor 118
Domingo después de la Ascensión 119
Pentecostés 121
Domingo de Pentecostés 124
Tiempo después de Pentecostés 127
Fiesta de la Sma. Trinidad 127
Corpus Christi 128
Domingo 2? después de Pentecostés 130
Fiesta del Sagrado Corazón 131
Domingo 4' después de Pentecostés 134
Domingo 7? después de Pentecostés . . . . . . . . 138
Domingo 8? después de Pentecostés . 139
Domingo 10 después de Pentecostés . 142
Domingo 13? después de Pentecostés . . . . . . . 147
Domingo 16' después de Pentecostés 151
Domingo último de Pentecostés 161
LAS GRANDES FIESTAS
2 de Febrero: Presentación en el Templo . . . . 164
19 de Marzo: San José Esposo de María 165
1 de Mayo: San José Obrero 167
29 de Junio: San Pedro y San Pablo 168
16 de Julio: Ntra. Señora del Carmen 169
15 de Agosto: Asunción de María Virgen : . . . . 172
Ultimo domingo de Octubre: Cristo Rey 173
1 de Noviembre: Todos los Santos 174
2 de Noviembre: Com. de los Fieles Difuntos . . . 176
8 de Diciembre: Inmaculada Concepción 178
12 de Diciembre: Ntra. Sra. de Guadalupe . . . . 179
MISAS VOTIVAS
Misa del Espíritu Santo 181
Común de Fiestas de la Virgen 183
Para pedir vocaciones sacerdotales y religiosas . . 184
. Misa en el día de la Profesión de Religiosos . . . 186
Misa en el día de la Profesión de Religiosas . . . 188
Misa por los esposos 189
Misa por la paz 191
Misa por la unidad de la Iglesia 193
CON SALMOS Y CANTOS ESPIRITUALES
Antífonas procesionales de Adviento 196
Antífonas procesionales de Navidad y Epifanía . . 197
Antífonas procesionales de Septuagésima, Cuaresma
y Pasión 197
Antífonas procesionales de Pascua 197
Antífonas procesionales de Pentecostés 198
Antífonas procesionales de Entrada 198
Antífonas procesionales de Meditación 198
Antífonas profesionales de Comunión 1Э8
Antífonas procesionales de la Stma. Virgen . . . 199
Antífonas procesionales de Vida cristiana 199
Antífonas procesionales de Difuntos 199
CANTOS Y SALMOS
De entrada
Vayamos jubilosos . 201
Comienza el sacrificio 201
Un solo Señor 202
Pueblo de Reyes 202
Salmo 94: Venid, aclamemos 203
Salmo 99: Aclamad al Señor 204
Salmo 121: Me alegré cuando dijeron . . . . . . . 204
La Iglesia peregrina 205
De ofertorio
Te ofrecemos, oh Señor . . . . . . . . . . . . . 206
Te ofrecemos, Señor . . . 207
Padre eterno, Dios piadoso . . . 207
Recibe, oh Dios 208
Padre nuestro recibid 208
De comunión, acción de gracias y alabanza

El amor de Cristo nos reúne 209
Vayamos a la mesa 209
Cántico de caridad 210
Como el ciervo 211
Salmo 22: El Señor es mi Pastor 212
Gran aclamación eucarística 213
Deseo de Dios 214
Por todas tus gracias, Señor 215
Oh Cristo, Tú reinarás 215
Cantemos, hermanos 216
En medio de los pueblos 216
Si el mismo pan comimos 217
Salmo 33: Bendeciré ál Señor . . . . . . 217
Salmo 150: Alabad al Señor en su santuario . . . 218
Bendecid al Señor 219
TIEMPOS UTURGICOS
Adviento
Venid, oh Rey Mesías 220
Ven Señor Jesús 221
Oh Mesías prometido 221
Salmo 84: Favoreciste Señor 222
Navidad
Vayamos, cristianos 223
Nació, nació, pastores 224
Noche de paz 224
Pastores de la montaña 225
La fiesta de los pobres 225
Estrella de mi Belén . . . . 226
Mientras duerme 226
Cuaresma y Pasión
Salmo 50: Piedad de mí 227
Salmo 129: Desde el abismo 228
Salmo 90: Al abrigo del Altísimo 229
Espera, mi Señor crucificado 230
Canto a la Cruz 231
Pascua y Ascensión
Cristo el Señor nos reunió 231
Aleluya de Resurrección 231
Aleluya de Ascensión 232
Llamado de Resurrección 232
Salmo 97: Cantad al Señor un canto nuevo . . . 232
Jerusalén está de fiesta . 233
Acuérdate de Jesucristo 234
Pentecostés - Espíritu Santo
Himno al Espíritu Santo 234
Oh Santo Espíritu, al bajar 235
Oh Señor, envía tu espíritu 235
Santísima Virgen
El Angelus 236
Virgen del Carmen bella . 237
Toda la familia humana 238
Oh Virgen Santa 238
Letanías marianas 239
Madre buena 240
Canto de la Virgen: Magníficat 240
Bautismo
Un solo Señor 202
Acción de gracias por el Bautismo . . . . . . . 241
Confirmación
Cántico de Confirmación . 242
Matrimonio
Como brotes de olivo 242
Cántico nupcial 243
Difuntos
Acuérdate, Señor 244
A nuestros hermanos 244
Preces para las exequias 255
Iglesia
Vida cristiana
La noche noche llega 250
Un solo Señor 202
Pueblo de Reyes 202
Cántico de caridad . 210
Deseo de Dios 214
BREVE DEVOCIONARIO 245
Oraciones más importantes . 246

Padrenuestro 43
Avemaria 246
Credo 24
Gloria al Padre 246
La Salve 246
Acto de Fe . . 247
Acto de Esperanza 247
Acto de Caridad 247
Acto de Contrición 247
Por la mañana
El Angelus 248
Reina del cielo 248
Ofrecimiento de obras 249
Angel de mi Guarda 249
Orando con los Salmos por la mañana 249
Por la noche
La noche llega 250
Orando con los Salmos por la noche . . . . . . . . 251
Otras oraciones
Oración por Chile 252
Amarnos en Ti . . . . 253
Oración del Apóstol Seglar 253
Señor, que nos has reunido 254
Preces comunitarias de exequias . . 257
Orando con los Salmos
Sed de Dios (Salmo 62) 258
Alabanza universal a Dios (Salmo 66) 259
Oración en la adversidad (Salmo 85) 259
Acción de gracias por un favor (Salmo 137) . . . 260
Oración de un penitente (Salmo 142) 261
INDICE ALFABETICO DE CANTOS Y SALMOS
Acción de gracias por el Bautismo 241

Acuérdate de Jesucristo 234
Acuérdate, Señor 244
Aleluya de Ascensión 232
Aleluya de Resurrección 231
A nuestros hermanos 244
Bendecid al Señor 219
Cantemos hermanos 216
Cántico de caridad . . . 210
Cántico de Confirmación 242
Cántico nupcial . 243
Canto a la Cruz 231
Canto de la Virgen: Magníficat 240
Comienza el Sacrificio . . . . . . . . . . . . . 201
Como brotes de olivo 242
Como el ciervo 211
Cristo el Señor nos reunió 231
Deseo de Dios 214
El amor de Cristo nos reúne 209
El Angelus •... • 236
Espera, mi Señor crucificado 230
Estrella de mi Belén 226
Gran aclamación eucarística 213
Himno al Espíritu Santo 234
Jerusalén está de fiesta 233
La fiesta de los pobres 225
La noche llega 250
Letanías marianas 239
Llamado de Resurrección 232
Madre buena 240
Mientras duerme 226
Nació, nació, pastores 224
Noche de paz 224
Oh Cristo, Tú reinarás 215
Oh Mesías prometido 221
Oh Santo Espíritu al bajar 235
Oh Señor, envia tu Espíritu 235
Oh Virgen Santa 238
Padre eterno, Dios piadoso 207
Padre nuestro, recibid 208
Pastores de la montaña 225
Por todas tus gracias, Señor 215
Pueblo de Reyes 202
Recibe, oh Dios 208
Salmo 22: El Señor es mi Pastor 212
Salmo 33: Bendeciré al Señor 217
Salmo 50: Piedad de mí 227
Salmo 62: Oh Dios, tú eres mi Dios 258
Salmo 66: El Señor tenga piedad 259
Salmo 84: Favoreciste, Señor 222
Salmo 85: Inclina tu oído, Señor 259
Salmo 90: Al abrigo del Altísimo 229
Salmo 94: Venid, aclamemos 203
Salmo 97: Cantad al Señor un canto nuevo . . . 232
Salmo 99: Aclamad al Señor 204
Salmo 121: He alegré cuando dijeron 204
Salmo 129: Desde el abismo 228
Salmo 137: Te doy gracias, Señor 260
Salmo 142: Señor, escucha mi oración 261
Salmo 150: Alabad al Señor en su santuario . . . 218
Si el mismo Pan comimos 217
Te ofrecemos, oh Señor 206
Te ofrecemos, Señor 207
Toda la familia humana 238
Un solo Señor 202
Vayamos a la mesa 209
Vayamos, cristianos 223
Vayamos jubilosos 201
Venid, oh Rey Mesías 220
Ven, Señor Jesús 221
Virgen del Carmen bella 237
Impreso en los talleres
de EDICIONES PAULINAS,
Vicuña Mackenna 10777,
Casilla 3746, Santiago

Misal Dominical

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

Misal Dominical

Cargado por

Información del documento

Descripción original:

Título original

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

Misal Dominical

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

MISAL DOMINICAL

D€L PU€BLO D€ OÍOS

Secretariado Nacional de Pastoral Litúrgica

El Concilio Vaticano II ha introducido muchos

"La liturgia es la cumbre a la cual tiende la acti-

"Por esta razón los pastores de almas deben vi-

El MISAL DOMINICAL DEL PUEBLO DE DIOS,

3) Para que la participación sea más plena y solem-

En la Sección "ANTIFONAS PROCESIONALES"

4) Se incluye, además, una selección de CANTICOS

De estfl forma, con los textos propios de las misas

No podemos pasar sin agradecer la valiosa colabo-

I. ORAR CON TODO EL SER

II. He aquí, en resumeñ, el cuadro de. las posturas

Con pocas palabras el guía debe enfocar cada una de

(Oficio Corpus Christi)

Oraciones al pie del Altar

C. — En el nombre del Padre y del Hijo y del

El sacerdote y la Comunidad confiesan sus pecados y pi-

C. — Yo pecador... (y a vosotros, hermanos).

Si el celebrante y asamblea rezan juntos el "YO PECADOR", con-

C. — Míranos, oh Dios, y nos darás la vida,

Señor, por los méritos de tus santos,

CANTO PROCESIONAL DE ENTRADA: Es un salmo

C. —GLORIA A DIOS EN EL CIELO,

С. — El Señor esté con vosotros,

ORACION DE LA ASAMBLEA: Es la primera gran ora-

EPISTOLA: Quiere decir carta y es la lectura de un tro-

CANTOS DE MEDITACION: Gradual: Es un salmo que

EVANGELIO: Evangelio quiere decir "buena noticia":

Purifica mi corazón y mis labios,

Es la explicación de las lecturas de la Misa del día hecha

Adhesión de la comunidad a la "palabra de Dios".

C. —CREO EN DIOS PADRE TODOPODEROSO,

Oración de los fieles

C. — Oh Dios, refugio y fortaleza nuestra, que eres

3- Presentación de las ofrendas

CANTO DE OFRENDA: Es un salmo, rezado o cantado

Ofrenda del pan y del vino

El pan y el vino son fruto del trabajo y sirven de sus-

Ofrenda del pan

Recibe, Padre Santo, Dios eterno y poderoso,

Preparación del cáliz

Oh Dios, de un modo admirable

Ofrenda del cáliz

Te ofrecemos, Señor, el cáliz de la salvación,

Recíbenos, Señor, con el alma humillada

Lavado de las manos

El sacerdote se lava las manos mientras con las palabras del

Hazme justicia, Señor, que camino en la inocencia;

Recibe, Trinidad Santa,

ORACION DE LAS OFRENDAS: Es la segunda oración

Prefacio del canon

Realmente es justo y necesario, es nuestro deber

Realmente es justo y necesario, es nuestro deber

Realmente es justo y necesario, es nuestro deber

PREFACIO DEL SAGRADO CORAZON

PREFACIO DE CRISTO REY