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Juzgado Civil 109: Poder Judicial de La Nación

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Poder Judicial de la Nación

JUZGADO CIVIL 109

EXPTE. N° 98268/2010 “AVILA, MAGDALENA CAROLINA C/ DOTA


S.A. DE TRANSPORTE AUTOMOTOR Y OTROS S/ DAÑOS Y
PERJUICIOS (ACC. TRAN. C/ LES. O MUERTE)”

SENTENCIA

En la Ciudad de Buenos Aires, a los 08 días de octubre de 2018, visto el


expediente de referencia, que se encuentra en condiciones de dictar
sentencia definitiva, la que estructuro de la siguiente manera:

ANTECEDENTES:

I. Demanda

Magdalena Carolina Avila promovió demanda de daños contra:


• DOTA S.A. (Línea 28);
• el chofer del ómnibus dominio BIV-554, interno 133;
• Argos Compañía Argentina de Seguros Generales;
• el civilmente responsable del hecho ilícito por el que reclama.
Expresó que el 13 de abril de 2010, aproximadamente a las 15:00, se
encontraba a bordo del ómnibus de pasajeros de la Línea 28 interno 133,
de regreso de su trabajo como empleada en el Sanatorio Fleni. Viajaba con
su compañera de trabajo Lara Linari, sentada en el segundo asiento. El
colectivo circulaba por la Av. General Paz y al llegar a la intersección con
la calle Superí en forma imprevista embistió una columna. Tanto ella
como su compañera cayeron al suelo del ómnibus y sufrieron lesiones. Fue
trasladada por una ambulancia del SAME al Hospital Pirovano. Agregó
que se encontraba de 20 semanas de gestación y que sufrió TAC sin
pérdida de conocimiento y trauma cervical.
Se expidió sobre la responsabilidad de la parte demandada.
Planteó la oponibilidad de la franquicia del seguro.
Reclamó:
• lesiones físicas e incapacidad ($78.000),
• daño psicológico ($30.000),
• daño moral ($15.000),

1
La suma total que demandó es de $123.000, o lo que en más o en menos
resulte de la prueba de autos.
Fundó en derecho.
Ofreció prueba.

II. Contestación de DOTA S.A. de Transporte Automotor y de la


citada en garantía

Dota S.A. de Transporte Automotor y Argos Mutual de Seguros del


Transporte Público de Pasajeros contestaron la demanda y la citación
en garantía (hojas 67/71).
Reconocieron la existencia de una póliza de seguros vigente con una
franquicia obligatoria a cargo del asegurado de $40.000.
Realizaron una negativa genérica de los hechos relatados en la demanda e
impugnaron los montos reclamados.
Expusieron que el día indicado en la demanda, aproximadamente a las
15:10, Aguirre conducía el colectivo de la Línea 28, interno 133 por la
colectora de la Avenida General Paz, en forma reglamentaria y atento a
las contingencias del tránsito. Aproximadamente a la altura de colectora y
Superí, Aguirre se dispuso a ingresar a la Avenida General Paz, por lo que
accionó el pedal de freno para aminorar la marcha y observar el tránsito.
Tras comprobar que tenía el paso expedito comenzó a circular, y al tomar
la Avenida General Paz, la unidad rozó apenas una columna del puente
allí ubicado, sin mayores consecuencias para el pasaje, ya que sólo a modo
de prevención se hizo presente una ambulancia y se trasladó a algún
pasajero para un control de rutina y observación.
Ofrecieron prueba.
Solicitaron la acumulación con los autos “Linari Lisa Lara c/ Aguirre
Miguel s/ Daños y perjuicios”, en trámite ante este Juzgado.

III. Contestación de Miguel Ángel Aguirre

Romina F. Faija, como gestora (art. 48 del Código Procesal) de Miguel


Ángel Aguirre, contestó la demanda en similares términos a los de la
restante codemandada y su aseguradora (hojas 144/147).

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Ofreció prueba.
Solicitó la acumulación con los autos “Linari Lisa Lara c/ Aguirre Miguel
s/ Daños y perjuicios” en trámite ante este Juzgado.
Luego Aguirre ratificó la gestión ejercida por la Dra. Faija (hojas 149).

IV. Actuaciones posteriores

Magdalena Carolina Avila redirigió la demanda contra:


• Argos Mutual de Seguros del Transporte Público de
Pasajeros (hojas 158) y
• DOTA S.A. Transportes Automotor (hojas 162).

El 6 de diciembre de 2012 la titular del juzgado civil nro. 108 dispuso la


acumulación a los autos “Linari Lisa Lara c/ DOTA S.A. de Transporte
Automotor y otro s/ Daños y perjuicios” (hojas 180).
El 26 de febrero de 2013 dispuse que iba a intervenir en la causa (hojas
184).
El 5 de febrero de 2014 celebré la audiencia prevista por el art. 360 del
Código Procesal (hojas 214).
El 7 de febrero de 2014 ordené la producción de las pruebas (hojas 215).
El 3 de julio de 2015 desacumulé los expedientes “Lugo”, “Linari” y
“Duarte” de los expedientes “Avila” y “Santander” (hojas 330/331).
DOTA S.A. de Transporte Automotor y la citada en garantía presentaron
alegato (hojas 355/356).
Este expediente se encontraba a la espera de que su acumulado
“Santander, Daiana Noemí c/ DOTA S.A. s/ Daños y perjuicios” esté en
condiciones de dictar sentencia.
El 31 de julio de 2018 en el expediente “Santander” presentaron un
acuerdo definitivo.
El 27 de septiembre de 2018 dispuse sentenciar (hoja 358), lo que se
encuentra firme.

3
FUNDAMENTOS DE HECHO Y DE DERECHO

1. Hecho

Está reconocido el accidente de tránsito por el cual reclama Magdalena


Carolina Avila, ocurrido el 13 de abril de 2010 en la Av. General Paz y
Superí, donde intervino el interno 133 de la línea de colectivos 28.
La legitimidad para reclamar surge de la causa penal “Aguirre Miguel
Ángel s/ Art. 94 CP” (reservada en casillero n° 18). Así, el policía que ese
día concurrió al lugar dijo que una de las personas lesionadas fue
Magdalena Carolina Avila (ver hoja 1 vta.), quien luego prestó declaración
testimonial a hojas 45 de dicha causa. Asimismo se encuentra agregada
una copia certificada del boleto (hojas 5/6).

2. Aplicación temporal de la ley

La responsabilidad del hecho deberá ser analizada según la normativa


vigente a su fecha (art. 7 del Código Civil y Comercial de la Nación) 1.

3. Responsabilidad

El hecho ya lo analicé al dictar sentencia en los expedientes


desacumulados “Linari Lisa Lara c/ DOTA S.A. de Transporte Automotor
y otro s/ Daños y perjuicios”, “Duarte Eladia y otro c/ DOTA S.A. de
Transporte Automotor y otro s/ Daños y perjuicios”, y “Lugo Noelia Aldana
y otro c/ DOTA S.A. de Transporte Automotor y otro s/ Daños y perjuicios”,
la cual se encuentra firme.
Allí establecí que la responsabilidad debía ser considerada dentro de una
relación de consumo, originada en el contrato de transporte –que al igual
que aquí eran pasajeras de la empresa DOTA–. Es de aplicación no sólo el
mandato constitucional referido en el art. 42 (con su protección de la salud

1 Kemelmajer de Carlucci, Aída: El artículo 7 del Código Civil y Comercial y los


expedientes en trámite en los que no existe sentencia firme, 5, b), publicado en: LA
LEY 22/04/2015, 1: LA LEY 2015-B, 1146, Cita Online: AR/DOC/1330/2015.

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y la seguridad de los consumidores y usuarios), sino también los Códigos


Civil y de Comercio, en tanto por estos últimos no aparezcan restringidos
o modificados los principios generales del derecho del consumidor 2.
Luego de analizada la prueba aportada concluí que la parte demandada
no acreditó eximente de responsabilidad alguna. Por lo que me remito a
los fundamentos de la sentencia señalada, y admitiré la demanda aquí
promovida contra DOTA S.A. de Transporte Automotor y su chofer Miguel
Ángel Aguirre.

4. Partidas indemnizatorias

4.1. Incapacidad psicofísica

4.1.1. Pese a los distintos rubros reclamados, en realidad lo que se busca


es la reparación económica de la totalidad de las secuelas que la
incapacidad origina en la víctima, pues más allá de su autonomía
conceptual, o es daño patrimonial o es daño moral 3, ahora denominado no
patrimonial (art. 1741 del CCyC).
Las lesiones a la integridad psicofísica, a la estética y a la vida en relación
pueden generar, según la índole de los intereses afectados y de las
proyecciones (patrimoniales o espirituales) de sus consecuencias:
a) daño patrimonial,
b) no patrimonial,
c) ambos4.

4.1.2. Se ha dicho que el daño psíquico debe ser valorado junto con la
incapacidad física porque los porcentajes incapacitantes padecidos por el
damnificado repercuten en forma unitaria. Ello aconseja que se fije una
sola partida indemnizatoria que abarque ambos aspectos. En rigor, si bien
conformarían dos índoles diversas de lesiones, se traducen en el mismo

2 Farina, Defensa del Consumidor y Usuario, págs. 24 y 25, § 22


3 CSJN, “Bottino, Marcela Amanda c/Buenos Aires, Provincia de y otros s/daños y
perjuicios”, del 12/04/2011.
4 Pizarro-Vallespinos, Instituciones de Derecho Privado, Hammurabi, tomo 4 p.

293, con adhesión de Bueres, Zavala de González, Lorenzetti, López Mesa,


Casiello.

5
daño, que consiste en la merma patrimonial que sufre la víctima por la
disminución de sus aptitudes y para el desempeño de cualquier trabajo o
actividad productora de beneficios materiales5.

4.1.3. Asimismo, por tratarse de una consecuencia de la situación jurídica,


no encuentro inconveniente en aplicar las pautas del nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación para fijar las indemnizaciones 6. En este sentido el
art. 1746 del CCyC admite la utilización de criterios clásicos y los que
atienden a las fórmulas matemáticas, pero sin estricto acatamiento a
ellas, porque actúa el prudente arbitrio (que no es arbitrariedad) judicial7.
Entiendo incluso que nada impide adoptar estos parámetros aún en el
caso de estimar inaplicable el nuevo ordenamiento para estas
consecuencias8. En definitiva se trata de pautas que tienden a una mayor
motivación de la sentencia, que aleja al sentenciante de la mera
discrecionalidad y lo acerca a parámetros de cuantificación que permiten
su confrontación y su eventual discrepancia, pero siempre sobre la base de
la manifestación de los datos a evaluar para su fijación. De lo contrario se
generaría, a mi juicio, un doble inconveniente que pretendo evitar con esta
solución: por un lado, el desconocimiento por las partes de los criterios
elementales que conducen a una determinación numérica y, por el otro, al
empezar a coexistir causas en estado de sentencia tanto con el Código
derogado como con el vigente, seguramente se han de generar situaciones
de grave incongruencia al cuantificarse en forma disímil uno y otro caso
(mera discrecionalidad en el primero y fórmulas en el segundo), pese a
tratarse de pronunciamientos contemporáneos.

5 CNCiv., Sala A, 28-3-08, “Pizzio Darío Sebastián c/Porte Maillot S.A., L. nros.
282.488 del 29/3/00, 352.640 del 8/10/02, 359.379 del 6/3/03, 367.687 del 24/6/03,
389.243 del 22/6/04, 400.335 del 11/8/04.
6 Art. 7 CCyC; Kemelmajer de Carlucci, A., Aída: El artículo 7 del Código Civil y

Comercial y los expedientes en trámite en los que no existe sentencia firme, 5, b),
publicado en: LA LEY 22/04/2015, 1: LA LEY 2015-B, 1146, cita online:
AR/DOC/1330/2015.
7 Galdós, Jorge Mario, en Lorenzetti, Ricardo Luis Código Civil y Comercial de la

Nación, Editorial Rubinzal-Culzoni, Tomo VIII, Pág. 528, IV.


8 CSJN, del 10-8-17, “Ontiveros, Stella Maris c/Prevención ART” (consid. 7 del

voto concurrente del Dr. Lorenzetti).

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4.1.4. Pericia médica

El perito médico traumatólogo Ricardo Carlos Biscione informó que la


actora padece un cuadro de cervicalgia postraumática (hoja 288,
“Consideraciones médico legales”).
Determinó la inexistencia, al momento de la evaluación, de la hipoacusia
con acúfenos que parece haberla afectado después del accidente (hoja 288
vta.).
Agregó que hay una clara relación de causa a efecto entre el accidente y el
estado actual de salud de la actora (misma hoja).
Concluyó que padece una incapacidad parcial y permanente del 8% por el
cuadro de cervicalgia postraumática, de acuerdo a la tabla de los Dres.
Altube y Rinaldi (ver hojas 288 vta., “Conclusiones”).
Este dictamen fue impugnado por la codemandada DOTA y por la citada
en garantía (hojas 306). El experto lo ratificó (hojas 309/310), y fue
nuevamente impugnado (hojas 315/316).
Debe recordarse que aun cuando el dictamen pericial carece de valor
vinculante para el órgano judicial, para apartarse de las conclusiones
establecidas en aquél hay que encontrar apoyo en razones serias, es decir,
en fundamentos objetivamente demostrativos de que la opinión de los
expertos se encuentra reñida con principios lógicos o máximas de
experiencia, o de que existen en el proceso elementos probatorios provistos
de mayor eficacia para provocar la convicción acerca de la verdad de los
hechos controvertidos. Sin embargo, cuando el peritaje aparece fundado en
principios técnicos inobjetables y no existe otra prueba que lo desvirtúe, la
sana crítica aconseja, frente a la imposibilidad de oponer argumentos
científicos de mayor valor, aceptar las conclusiones de aquél9.

9 Palacio, Lino E., Derecho Procesal Civil, t. IV, pág. 720 y jurisprudencia allí
citada; Morello-Sosa-Berizonce, Código Procesal Civil y Comercial, comentado y
anotado, pág. 455 y sus citas; Falcón, Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación, anotado, concordado y comentado, pág. 416 y sus citas; C.N. Civ., Sala
A, en La Ley 1991-A, pág. 358

7
4.1.5. Pericia psicológica

La perita psicóloga Beatriz Rosa Bult informó que el análisis de las


pruebas administradas no revela que la actora presente consecuencias
psíquicas efecto del accidente de autos (ver hojas 233 vta., respuesta al
punto de pericia 1), por lo que no se puede hablar de incapacidad
sobreviniente (ver hojas 234, respuesta al punto de pericia 5).

4.1.6. Condiciones personales

Magdalena Carolina Avila nació el 22 de julio de 1981 por lo que contaba


con 28 años al momento del hecho y con 37 en la actualidad. Es de estado
civil soltera, tiene una hija menor de edad. Es licenciada en enfermería. Al
momento del hecho estaba embarazada y trabajaba como empleada en el
Sanatorio Fleni. Luego, en octubre de 2012, dijo trabajar como enfermera
en el Sanatorio Julio Méndez, con un sueldo mensual de $5.000, lo que no
acreditó (ver hojas. 231 vta., 287, y hojas 1, 7/8 y 38 del beneficio de litigar
sin gastos n° 98.269/2010).

4.1.7. Método de cuantificación

A fin de cuantificar el presente reclamo habré de dividir el daño en dos


períodos10. El primero (pasado), va desde el hecho hasta la sentencia. El
segundo (futuro) a partir de este pronunciamiento y hasta el momento de
la edad jubilatoria. Para el primer período, por ser un hecho comprobable,
tomaré como pauta un promedio de ingresos. Para el segundo, por
configurar un supuesto probable de daño futuro, utilizaré la fórmula de
cálculo de indemnización con ingresos variables probables publicada en la
página del Departamento de Derecho de la Universidad Nacional del Sur
(http://www.derechouns.com.ar/?p=7840).

10 Acciarri, Hugo, Sobre el cómputo de rentas variables para cuantificar


indemnizaciones por incapacidad, RCCyC 2016 (noviembre), 17/11/2016, 3 La
Ley Cita Online: AR/DOC/3423/2016, II.

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La incapacidad, en ambos períodos, será objeto de reparación al margen


de que se desempeñe o no una actividad productiva, pues la integridad
psicofísica tiene en sí misma un valor indemnizable11. Y aunque este
último criterio pueda ser cuestionado por autorizada doctrina, se coincide
en que la integridad posee cuanto menos ese valor económico a título
mediato, como medio de alcanzar ventajas12.
Por lo demás, la fórmula de valor presente de ingreso futuro variable para
el cálculo de una indemnización por incapacidad es compatible con la
concepción de daño-lesión, ya que para ello simplemente basta con
introducir entre las variables el porcentaje de incapacidad, con
independencia de la consecuencia que dicha incapacidad produzca13.

4.1.7.1. Daño por incapacidad pasada

Por no estar probado por ningún medio sus ingresos, habré de considerar
el salario mínimo establecido a las fechas que se indicarán.
Tomaré un promedio entre el salario mínimo fijado a la fecha del hecho
(Resolución 2/2009 del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el
Salario Mínimo, Vital y Móvil) y el presente (Resolución 3-E/2017 del
mismo organismo). Sumaré un monto prudencial por el resto de las tareas
económicamente valorables que, aunque no remunerativas, se presume
realizaba la víctima.
En uso de las facultades conferidas por el art. 165 del Código Procesal, y
grado de incapacidad dictaminado, estimo este daño la suma de $50.500.

4.1.7.2. Daño por incapacidad futura

A fin de su cálculo según la fórmula mencionada, tomaré en consideración

11 CSJN, del 10-8-17, “Ontiveros, Stella Maris c/Prevención ART”, consid. 7;


Galdós, Jorge Mario, en Lorenzetti, Ricardo (Dir.), Código Civil y Comercial de la
Nación, Rubinzal Culzoni, tomo VIII, pp. 524-525, coment. art. 1746; art. 5.1 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa
Rica).
12 Zavala de González, Matilde, La responsabilidad civil en el nuevo Código, con

la colaboración de Rodolfo González Zavala, Alveroni, 2016, tomo II, p. 549; ver
también art. 1739 del CCyC: “perjuicio indirecto”.
13 Juárez Ferrer, Martín, Cuantificación del Daño, Parte General, Ed. Thomson

Reuters La Ley, 2017, p. 22/23.

9
los siguientes parámetros:
a) los ingresos mensuales de la víctima en un salario mínimo fijado a la
fecha;
b) su edad en el presente, esto es, 37 años;
c) el 100% de probabilidad de un incremento salarial del 20% a los 45
años y un 80% de probabilidad de un incremento salarial del 20% a las 50;
d) el porcentaje de incapacidad señalado en el punto anterior;
e) la edad jubilatoria;
f) una tasa de descuento que estimo en el 4% anual.
Con estos elementos puede determinarse un capital, de tal modo que sus
rentas cubran la disminución de la aptitud de la persona damnificada
para realizar actividades productivas o económicamente valorables, y que
se agote al término del plazo en que razonablemente pudo continuar
realizando tales actividades (conf. artículo 1746 del nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación).
A este valor adicionaré una suma prudencial que contemple el período
comprendido entre la edad jubilatoria y la expectativa de vida de Avila14 y
por las tareas no remunerativas indicadas en el punto anterior.
Por lo que, en uso de las facultades conferidas por el art. 165 del Código
Procesal, fijo la suma de $200.000.

4.2. Daño moral (no patrimonial)

El daño moral constituye lesión a intereses morales tutelados por la ley, y


si bien resulta difícil valorarlo, no significa que el dolor y las aflicciones no
sean susceptibles de apreciación pecuniaria. En tal caso, la indemnización
monetaria cumple una función reparadora o de satisfacción, aun cuando
no se puedan borrar los efectos del hecho dañoso15.

14https://www.indec.gob.ar/nivel4_default.asp?id_tema_1=2&id_tema_2=24&id_t

ema_3=86
15 Mazeaud, Lecciones de Derecho Civil, 2 parte, vol. II, pág. 72; ; Salvat-Galli,

Obligaciones en General, T I, pág. 215, núm. 187; Cazeaux-Trigo Represas,


Derecho de las Obligaciones, T I, pág. 371; Busso, Código Civil Anotado, T III,
pág. 414; Orgaz, El daño resarcible, pág. 230, núm. 57; Colombo, En torno de la
indemnización del daño moral, LA LEY, 109-1173; Brebbia, El resarcimiento del
daño moral después de la reforma, E.D. 58-230; Bustamante Alsina, Teoría
General de la Responsabilidad Civil, núm. 509; Mosset Iturraspe, Reparación del

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La función reparadora o de satisfacción encuentra ahora fundamento legal


en el nuevo art. 1741, último párrafo, del Código Civil y Comercial:
El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las
satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden procurar las
sumas reconocidas.
Esta modalidad de reparación atiende a la idoneidad del dinero para
compensar, restaurar, reparar el padecimiento en la esfera no patrimonial
mediante cosas, bienes, distracciones, actividades, etcétera, que le
permitan a la víctima, como lo decidió la Corte Nacional obtener
satisfacción, goces y distracciones para restablecer el equilibrio en los
bienes extrapatrimoniales16.
Como la reparación del daño moral no se hace en abstracto, sino en cada
caso concreto, es justo que esté en relación con la magnitud del perjuicio,
del dolor o afección involucrada.
Ello establecido, tomaré como pautas para su cuantificación: las
características del hecho, las condiciones personales de la víctima
señaladas en el punto 4.1.6., el promedio obtenido de las sumas fijadas por
las distintas Salas de la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Civil para casos similares, monto reclamado y tiempo transcurrido, en uso
de las facultades conferidas por el art. 165 del Código Procesal, fijo por
este concepto $40.000.

5. Planteo de inoponibilidad de la franquicia

Avila planteó la inoponibilidad de la franquicia del seguro (hojas 37 vta.,


punto VII).
Con independencia de la dudosa vigencia de los arts. 302 y 303 del Código
Procesal (arg. ley 26853), lo cierto es que hay criterios divergentes entre la
inoponibilidad que en su momento adoptara la Excma. Cámara de

daño moral, J.A. 20-1973-295; Zannoni, El daño en la responsabilidad civil, pág.


321 y ss.
16 Lorenzetti, Ricardo Luis “Código Civil y Comercial de la Nación”, Editorial

Rubinzal-Culzoni, Tomo VIII, Pág. 1741, III. 4, y su cita: CSJN, 4-12-2011,


“Baeza, Silvia Ofelia c/ Provincia de Buenos Aires y otros”; y Juárez Ferrer,
Martín “El derecho constitucional a la reparación integral”, Editorial
Hammurabi, Pág. 233.

11
Apelaciones en lo Civil 17 y la oponibilidad dispuesta por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación18. En tal disyuntiva, entiendo que debe prevalecer
la interpretación realizada por el Máximo Tribunal.
En este sentido, se ha destacado que la doctrina contenida en dichos fallos
tiene una valor moral intrínseco por emanar de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, que no puede ser despreciado por los jueces, los que
tienen la obligación de tratar y en su caso, conformar su decisión a la del
Alto Tribunal, atendiendo a su carácter de intérprete final de la
Constitución y las leyes19.
Ello establecido, seguiré tal doctrina20, por lo que considero oponible a la
víctima la franquicia invocada.

6. Intereses y costas

6.1. No existen razones de índole práctico que justifiquen distinguir la


tasa de interés moratorio antes y después de la entrada en vigencia del
Código Civil y Comercial de la Nación en los términos del art. 768 de este
ordenamiento21.
A su vez, el derecho a la reparación integral me persuade de adoptar como
pauta, ya que se basa en el art. 622 del Código Civil derogado, la doctrina
del plenario de la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, en
autos: "Samudio de Martínez, Ladisla c/Transporte 270 S.A.", del
20/4/2009, sin hacer uso de la salvedad allí contemplada.

17 “Obarrio, María Pía c/Microómnibus Norte y otro s/daños y perjuicios” y


“Gauna, Agustín c/La Economía Comercial S.A. s/daños y perjuicios” del
13/12/2006
18 “Nieto, Nicolasa del Valle c/La Cabaña S.A.” del 08/8/2006; “Villarreal, Daniel

Alberto c/Fernández, Andrés Alejandro y otros”, del 29/08/2006 e incluso en las


causas materia del plenario “Obarrio” y “Gauna” del 04/3/2008
19 Fallos 303:1769; Fallos 327(2):2846, en dictamen del Procurador al que la

Corte se remite en “Recurso de hecho deducido por la demandada en la causa


Quadrum S.A. c/Ciccone Calcográfica S.A.” del 06/7/2004
20 en criterio concordante con algunos fallos de la Excma. Cámara Nacional de

Apelaciones en lo Civil: Sala “E”, voto del Dr. Racimo en “Del Aguila, Sonia
Karen y otro c/Expreso Gral. Sarmiento S.A.T. y otro”, del 26/5/2008 en La Ley
online AR/JUR/3162/2008; Sala “G”, L. 618.896 “A.L.A. c/D.C.M.O. y O. s/daños y
perjuicios” del 30/9/2013 y sus citas
21 Fundamentos expuestos en causas: 42.036/2013, "López Eduardo José
c/USS Guardia Privada S.A. y otros s/daños y perjuicios" del 18/11/2016;
42.669/2007, "Olivera Marta c/OSPERYH y otros s/daños y perjuicios", del
21/11/2016; entre otros.

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En consecuencia, corresponde aplicar a las sumas establecidas en concepto


de resarcimiento, la tasa activa cartera general (préstamos) nominal
anual vencida a treinta días del Banco de la Nación Argentina, desde la
producción del daño y hasta la fecha de su efectivo pago. Salvo con
relación al monto de incapacidad futura, dada su índole y por contemplar
ya un pago adelantado que incluye una renta, por lo que no llevará tales
intereses desde el hecho sino recién a partir del vencimiento del plazo de
cumplimiento fijado22.

6.2. Las costas las impongo a la parte demandada vencida por no existir
mérito para apartarme del principio objetivo de la derrota (conf. art. 68
del Código Procesal).

FALLO:

a) Admitir la demanda promovida por Magdalena Carolina Avila


contra DOTA S.A. de Transporte Automotor y Miguel Ángel
Aguirre. En consecuencia, los condeno a pagar la suma de $290.500 con
más sus intereses, que deberán ser calculados según las pautas del punto
6.1., importe que deberá ser abonado en el término de diez días. Con
costas.
b) Extiendo la sentencia a Argos Mutual de Seguros del
Transporte Público de Pasajeros, en la medida del seguro.
c) Desde el dictado de la Acordada 13/18 de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación apliqué la nueva ley 27423 de honorarios en forma
inmediata, sin importar la oportunidad en que los trabajos profesionales
fueron cumplidos. Si bien este criterio fue el usado recientemente por el
ministro Dr. Maqueda, la mayoría de la Corte Suprema de Justicia de la

22González Zavala, Rodolfo, “¿Cuánto por incapacidad?”, en RCCyC 2016, mayo,


191, cita online AR/DOC/591/2016; Varizat, Andrés Federico, “Daño pasado, daño
futuro y principio de reparación integral: sus proyecciones prácticas en un
reciente fallo del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba”, Abeledo Perrot N°
0003/70061440-1; Zavala de González, Matilde, “Actuaciones por daños.
Prevenir. Indemnizar. Sancionar”, Ed. Hammurabi, 2004, p. 305; Requena,
Claudio, “Los componentes de la fórmula Marshall”, LLC 2001-775, cita online
AR/DOC/1956/2001; Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba,
Sala Civil y Comercial, “Navarrete, Eduardo R. v. Superior Gobierno de la
Provincia de Córdoba”, del 20/10/2009, Abeledo Perrot N° 70059 076.

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Nación sostuvo lo contrario 23. Por lo que variaré mi postura y seguiré la
distinción según la ley vigente al tiempo de cumplimiento de los trabajos,
en los términos del punto 3 del pronunciamiento mayoritario, vale decir
por etapa concluida o que ha tenido principio de ejecución. Es que la
doctrina contenida en dichos fallos tiene un valor moral intrínseco por
emanar de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que no puede ser
despreciado por los jueces, que tenemos la obligación de tratar y en su
caso, conformar su decisión a la del Alto Tribunal, por su carácter de
intérprete final de la Constitución y las leyes 24.
Por lo tanto, dado que la totalidad de las etapas se desarrollaron bajo
la vigencia de la ley 21839, serán reguladas con tal legislación.
Apreciada la labor desarrollada de acuerdo a su calidad, eficacia,
extensión y lo que disponen los arts. 1, 6, 7, 9, 10, 19, 33, 37, 38, 49 y
cctes. de la ley 21839 y su modificatoria de la ley 24432, en concordancia
con lo que dispone el art. 478 del Código Procesal con relación a los
peritos, regulo los honorarios:
Dr. Andrés Astudillo, letrado patrocinante de la parte actora, sin
alegato presentado, en la suma de $52.000 por el principal, $5.000 por la
incidencia resuelta a hojas 174 en que resultó ganador, $3.000 por la
incidencia resuelta a hojas 180 en que resultó vencido y $4.000 por la
incidencia resuelta a hojas 324 en que resultó ganador;
Dra. Romina Fabiana Faija, letrada apoderada de la parte
codemandada DOTA S.A. de Transporte Automotor y de la citada en
garantía, y letrada patrocinante del codemandado Aguirre, con alegato
presentado, en la suma de $60.000 por el principal, $3.000 por la
incidencia resuelta a hojas 174 en que resultó vencida, y $5.000 por la
incidencia resuelta a hojas 180 en que resultó ganadora;
Dra. Patricia Silvia Iovino, en igual carácter, por su actuación en
la audiencia de hojas 214, en la suma de $500;

23 Establecimiento Las Marías c/Misiones, Provincia de s/acción declarativa, del


4/9/2018.
24 Fallos 1: 348; 256:208; 310:771; 303:1769; Fallos 327(2):2846, en dictamen del

Procurador al que la Corte se remite en “Recurso de hecho deducido por la


demandada en la causa Quadrum S.A. c/Ciccone Calcográfica S.A.” del 06/7/2004.

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Poder Judicial de la Nación
JUZGADO CIVIL 109

Dra. Daniela Carla Paesano, letrada apoderada de la parte


codemandada DOTA S.A. de Transporte Automotor y de la citada en
garantía, por su actuación de hojas 241 y 250, en la suma de $500;
Perito psicóloga Beatriz Rosa Bulit, con informe presentado a
hojas 227/234, en la suma de $19.000;
Perito médico traumatólogo Ricardo Carlos Biscione, con
informe presentado a hojas 287/288 y aclaraciones de hojas 309/310, en la
suma de $19.000;
Consultora técnica María Marta Domínguez, informe
presentado a hojas 300/302, en la suma de $9.000;
Consultor técnico Néstor J. Caminos por informes de hojas 305 y
315, en la suma de $9.000.
En orden a lo establecido por el decreto 2536/15, en su anexo I, art.
2°, fijo los honorarios del mediador interviniente, Dr. Pablo Ernesto
Gamba, en la suma de $9.400, equivalente a 23,5 UHOM.
Todos los honorarios regulados deberán abonarse dentro de los diez
días de encontrarse firme el presente, bajo apercibimiento de ejecución.
d) Notificar electrónicamente por Secretaría.

e) Registrar en el Sistema Informático y oportunamente archivar.

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