Descubre Tu Origen Estelar - Anael

Descubre
tu origen estelar
La piedra angular
Anael
Descubre
tu origen estelar
La piedra angular
El cosmos es todo lo que es, todo lo que fue y todo lo que alguna vez
será. Nuestras más ligeras contemplaciones del cosmos nos hacen
estremecer: sentimos como una suerte de cosquilleo, una voz muda,
una ligera sensación… como si de un recuerdo lejano se tratase o
como si cayéramos desde una gran altura. Sabemos que nos aproxi-
mamos al más grande de los misterios.
Carl Sagan
Si escuchas una voz dentro de ti que dice “no puedes pintar”,

entonces pinta, y la voz será silenciada.
Vincent van Gogh
Prólogo
Desde hace unos años la humanidad está atravesando una

nueva dimensión. Aún es desconocida, porque todos los patrones
de la sociedad actual están asentados en la dimensión de la dualidad
y de aquello que es reiterativo. Pero poco a poco cada individuo está
asumiendo el mando de su propia inteligencia cósmica y avanza
contra viento y marea hacia un umbral mayor.
La ciencia propone nuevos algoritmos cósmicos que, al fin
y al cabo, expresan a Dios en todas sus facetas, porque ya sabemos
que Dios es todo lo que existe y que cada partícula está hecha de la
misma sustancia que Él; Dios es la fuente misma del Todo y del Vacío
y, como mente cósmica, es el resultado de todos los fragmentos que
habitan en su inconmensurable malla.
Las estructuras actuales están colapsando y todo esto es debido
a que ya no estamos vibrando ni en la frecuencia del bien ni en la
del mal. Hoy en día se experimenta para aprender o para recordar
alguna faceta que el individuo posee en lo más profundo de su ser y
que aún ha de descubrir. Cada vez menos el comportamiento social
se rige por un eterno juicio hacia sus actos, el infierno se aleja y el
cielo es mirado con nuevos ojos, con esperanza e ilusión de encontrar
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8 Descubre tu Origen Estelar
vida en otros lugares de nuestro cosmos. O quizás se observa con

la firme convicción de que las otras civilizaciones cósmicas están
desde siempre aguardando a que sea el momento para presentarse
ante nosotros y darnos un eterno abrazo.
La materia conocida –o, al menos, la parte material de lo que
somos– es el resultado de una reacción de fusión termonuclear, es decir,
la manifestación de átomos más grandes que se formaron a partir de
otros más pequeños. Esta reacción, que se generó gracias a una
cantidad ingente de energía, sucedió a través de la atracción que
mueve la inmensa gravedad del Sol. Una parte de lo que somos es
la consecuencia de una transformación o liberación de energía (que
los científicos llaman “explosión”) y de una combinación resultante
de átomos de nuestra estrella junto con los de las más próximas, que
formaron nubes de polvo e implantaron semillas que generaron
nuevos mundos.
El proceso es sencillo y muy metafórico; sucede de esta
manera: cuando los núcleos de dos átomos se funden uno en el
otro, parte de su masa desaparece, pero no se pierde, sino que se
convierte en energía. Esta energía resultante es de una cantidad
mayor que la del propio núcleo surgido de la mezcla de los dos
átomos. En el centro del Sol hay infinidad de átomos fusionándose,
liberando energía continuamente, energía que va al espacio y que
equilibra finalmente la gravedad de la estrella, estabilizando así su
tamaño. Esa explosión de luz es lo que hace que la estrella brille o,
lo que es lo mismo, su propia manifestación es lo que genera una
energía mayor, que potencia su brillo. Y esa misma explosión es la
que crea mundos, nebulosas y diversas formas de existencia, cuando
la estrella llega a su fin.
Por lo tanto, nuestra estrella ha concebido cada átomo que
compone la Tierra y cada átomo necesario para la vida; ha creado
cada partícula que conforma el cuerpo biológico del ser humano,
originado en el corazón de nuestro venerado Sol.
La raza humana está viviendo un momento único, cuyo rumbo
se está escribiendo en los anales de la historia del universo, y esto está
Prólogo 9
sucediendo por el hecho de que una gran parte de la población está

emprendiendo uno de los más valientes caminos: el de mostrar su
sabiduría interna. Los niños y jóvenes manifiestan una fuerza extraor-
dinaria, cuyo impulso genera una transformación constante en las
creencias obsoletas de la sociedad. Por otro lado, los adultos que ya
no soportan la carga de los decretos y deberes inician un proceso de
búsqueda que les aporte herramientas con las que poder expresar o
aceptar su inconformidad y, sobre todo, buscan instrumentos que
les ofrezcan fórmulas para vivir de un modo más acorde con los
tiempos actuales. Si ponemos atención, nos damos cuenta de que
este proceso no es más que otra forma de fusión termonuclear: la
unión entre los distintos niveles de conciencias genera una fuerza
mayor, una “explosión” que libera la sabiduría acumulada y cuya
irradiación creará una nueva forma de sociedad o, lo que es lo mismo,
una nueva humanidad.
Una raza en equilibrio es aquella cuyos integrantes mantienen
su individualidad y ejercitan una comunicación con el otro a
sabiendas de que cada uno de ellos es diferente, único e irrepetible.
Porque esta es precisamente la base o el pilar de una humanidad que
fue creada por distintas conciencias del cosmos. Si se toma en consi-
deración que la materia que respiramos, que olemos y tocamos es
polvo de estrellas, nuestra conciencia tendrá una frecuencia superior,
ya que es multidimensional y forma parte de una sociedad mayor,
de una alianza cósmica que está viva y presente constantemente.
No falta mucho para que la raza humana mantenga comunica-
ción con seres de otras dimensiones; de hecho, ya ocurre desde hace
mucho tiempo, pero esta comunicación no está reservada para deter-
minados individuos o grupos: muy por el contrario, se da mucho
más de lo que las personas imaginan y de forma diferente a la que
suponen. Son cientos, miles de individuos los que mantienen este
nivel de comunicación, sin que lo sepan conscientemente, así como
desde siempre la humanidad ha estado monitoreada y amparada por
los seres de otras dimensiones.
Por ello Origen Estelar es un vehículo transmisor del cono-

cimiento que hay implícito en cada átomo, y sus voces, las de Anael
y Elder, tienen el propósito de permear a la conciencia humana de
un mensaje sencillo e indispensable para este cambio de ciclo: todos
tenemos un Origen Estelar. La fuerza que genera esta frase puede ser
el impulso que la humanidad necesita para encontrar respuestas o,
al menos, para sentirlas.
Un nuevo reto se abre ante ti y es lo que propone este libro que
tienes en tus manos: ver las señales que siempre han existido desde
que el hombre comenzó a preguntarse de dónde viene o adónde va;
incorporar el conocimiento de otras razas del universo y dejarnos
fluir como una entidad cósmica, porque, al fin y al cabo, vivimos
dentro de un universo y esto es innegable. Respirar los átomos que
proporciona el Sol, observar la vida a través de la esencia y no desde
los arquetipos, es la propuesta de este completo manuscrito. Despo-
jarte de lo obsoleto y sembrar esperanza hacia una nueva forma de
vivir, sin sufrimiento, en calma y alegría, es lo que te propone este
libro que tienes ahora entre tus manos. Te espera una lectura llena de
retos, en la que es necesaria una predisposición hacia una dimensión
superior y, sobre todo, infinitas ganas de conocerte aún más.
Origen Estelar
www.origenestelar.com
Agradecimientos
Agradezco a esta Tierra que me da cobijo, que me abraza y

me devuelve la serenidad de mi alma; a Argentina, cristal sublime
de la conciencia planetaria, tierra que sustenta el nuevo ciclo de la
humanidad, tierra de ejemplo y de fraternidad, país de la transfor-
mación y del nacimiento de una nueva sociedad.
Agradezco profundamente el haber elegido encarnar en
este momento trascendental para la raza humana y a todos los que
hicieron posible mi propósito, especialmente a Elder Lavergne,
quien con una fuerza sobrehumana me enlazó al cristal de la Tierra
a través de su corazón y templanza, dándome la bienvenida en mi
nuevo nacimiento. Ella me reconoció al instante y me mostró con
infinita paciencia el verdadero camino del ser; juntas nos hicimos una
solemne promesa: la de representar la voz del cosmos, una ofrenda
que llevaremos hasta el fin de nuestros días en este planeta. Gracias,
Elder, por ser mi apoyo y mi mentora.
Agradezco al gran equipo humano que conforma Editorial
Kier. A Héctor Pibernus, presidente de la editorial, por ser el gran
sustentador de esta inmensa empresa, que en verdad es un templo
sagrado. A Jesica Pibernus, gerente comercial, por escuchar, siempre
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atenta para dar lo mejor; su ser creador transformó con sus propias
manos una antigua y olvidada sección de la librería en un espacio
donde se realizan seminarios, charlas y presentaciones de esos
libros que abren la conciencia; Jesica, gracias a tu alma inquieta
muchos tenemos la posibilidad de ofrecer nuestros conocimientos.
A Ezequiel Pibernus, gerente editorial, por ser tan amoroso, por
luchar por lo correcto, por la cordialidad y por abrir nuevos caminos.
A Eduardo Callaey, mi editor y gran persona, amigo y recopilador
de las grandes historias que pasan por sus manos y sus ojos; es el
gran templario, pero no de los modernos, sino de los de antes, de
los primeros, aquellos que luchaban por lo justo y las buenas obras.
A Walter Torregrosa, gerente de WT Diseño y Publicidad, por
ayudarme a embellecer cada diseño para nuestra institución Origen
Estelar. Aquella noche en Madrid comenzamos juntos a concretar
este sueño de plasmar imágenes del cosmos, símbolos sagrados para
despertar el recuerdo; sin duda, ha sido un arduo trabajo, donde
descubrimos los matices y colores de nuestros hermanos del cosmos.
Gracias por tu constancia y dedicación y por las largas noches sin
dormir, mi querido amigo.
A Tomás Nieto, por darme oxígeno y ayudarme con miles
de tareas, así como por ser el redactor en la revista digital Universo
y Realidad, que dirijo junto a Elder; ellos dos fueron los primeros
en leer mis manuscritos; gracias, Tomás, por asesorarme en esas
pequeñas modificaciones, siempre acertadas y sabias.
Agradezco a Andrés Nieto, porque su silencio y acompaña-
miento no pasan desapercibidos; por estar ahí siempre, en todo.
Y, cómo no, agradezco a mis tres grandes amores, a mis eternos
aliados perrunos, Rebecca, Hércules y Morgana, quienes, con su
inmensa alegría, logran sacarme de esa realidad virtual y cósmica
en la que vivo constantemente. Los amo a todos.
Exordio
Fuertes pilares sostienen el vínculo entre el humano y el cielo. La creencia en nuestra

divinidad es un buen comienzo para subir un peldaño de la finita escalera hacia el
cosmos.
Somos viajeros estelares, conciencias del firmamento con una

sabiduría que manifestar. Somos seres extra y terrestres: extra, porque
nuestro origen está en las estrellas, y terrestres, porque habitamos en
un cuerpo biológico que pertenece a esta raza casi humana.
Sé que muchas veces te embarga la necesidad de irte, que no
de huir; de volver a casa, a esa que está allá arriba, en algún lugar de
la Vía Láctea o, tal vez, más lejos. A veces anhelas sentir ese hálito
cósmico y divino, aunque sea una vez más. Solo pides pequeñas
medidas de ese perfume sagrado, para creer que al fin y al cabo
merece la pena seguir apostando por esta vida. En ocasiones el día a
día te abruma y envuelve tu esencia en una ceguera finita, pero otras,
en cambio, te atrapa, formando un vínculo inseparable entre su savia
y tu encarnación. Esa relación íntima entre la vida y tu existencia te
crea la necesidad de volver al movimiento infinito y atemporal, de
expandirte hacia el Todo y de enlazar con tu Origen Estelar.
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Volver al origen libera, pero a veces existen ataduras mentales,

cuerdas con enormes nudos que sostienen los trabajos, las empresas,
los bienes inmuebles, y que se anudan en la familia, las parejas y los
hijos, que se enrollan entre los caminos que a veces creemos no
elegir, y nos dan como resultado una vida en la que se sobrevive.
Pero en verdad este pensamiento es producto del mismo mecanismo
neuronal que el cerebro aprendió durante décadas, un razonamiento
repetitivo que llegó el momento de desanudar, soltar y liberar, ya
que es nuestra conciencia cósmica la regente de nuestro organismo
biológico y no al revés. Como dijo Platón, “todo lo que el hombre
aprende está ya en él”. Y esta es la parte que el individuo ha olvidado
y que vamos a recordar juntos. Eres mucho más de lo que piensas.
¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿cuál es mi propósito?, ¿a dónde iré
cuando deje este cuerpo? Estas preguntas existenciales son la llave para
cruzar hacia otras dimensiones, superiores. Obtener las respuestas
calmará tu intrépida mente, pero, cuando las leas y además las inte-
gres y salgas al mundo a manifestarte, entonces tu conciencia cósmica
habrá encarnado finalmente.
Se cruzan muchos umbrales a lo largo de la vida, dejando atrás
vivencias obsoletas. Nunca hay que mirar hacia el pasado, porque
solo existe este presente, donde los caminos se abren, se entrelazan y
se fusionan; donde el alma susurra frente al firmamento, emitiendo
la luz de nuestra existencia. Fiat lux!, ‘¡hágase la Luz!’.
Todos tenemos un Origen Estelar (es el fundamento principal
de toda nuestra divulgación), lo cual significa que el cuerpo que
habitamos nació en esta Tierra, pero tu ser, es decir, tu conciencia
cósmica, se formó fuera de ella, en otros mundos o galaxias e incluso
en diferentes universos. Por ello ser humano significa integrar la
conciencia cósmica en tu cuerpo biológico, ser consciente de ello
y vivir comprendiendo que formas parte de una sociedad cósmica y
que cada poro de tu piel, cada estructura molecular, álmica y esencial
están hechos de la misma materia que el cielo que observas. Todo
lo que ven tus ojos es vida y lo que intuyes también.
Exordio 15
Allá afuera hay millares de civilizaciones cósmicas que inte-

gran alianzas, sociedades y grupos de trabajo cuyos propósitos están
conectados para su perfecto funcionamiento. Pero no temas, porque
allá arriba no existe la dualidad; esta desaparece a partir de la cuarta
dimensión. Por ello, ni el bien ni el mal forman parte del cosmos
–cuya existencia la conforman trece dimensiones– ni tampoco de
esta realidad presente, ya que desde el año 2000 la superficie del
planeta comenzó a vibrar en la cuarta dimensión.
Lejos queda la constante búsqueda de naves espaciales que
surcaran los cielos del firmamento, porque en verdad esas civiliza-
ciones cósmicas siempre estuvieron con nosotros desde múltiples
formas dimensionales que a través de los ojos físicos son imposibles
de ver. Pero, si los seres humanos comenzamos a entrenar nuestro
cerebro para que sea el traductor de nuestras percepciones, no sola-
mente nuestros recuerdos cósmicos podrán volver a nuestra memoria,
sino que seremos capaces de entablar una comunicación con ellos que
irá más allá de las palabras; una verdadera comunicación basada en
el intercambio de sabidurías, la de ellos y la nuestra. Lejos quedarán
los tiempos en los que implorábamos y suplicábamos una vida
mejor; permanecerá en la memoria del pasado la creencia de dejar
en manos del designio de las suposiciones nuestro propio camino.
Llegó el momento de agarrar la posta y de tomar nuestras propias
decisiones, pero para ello hemos de comprender quiénes somos. Lo
que sigue es la síntesis.
Dentro de nuestro universo local y su infinidad de razas
cósmicas, treinta y dos de ellas, las más evolucionadas, decidieron
crear una nueva. Esta raza sería el resultado de fusionar la sabi-
duría de todos ellos. Y, para ello, los representantes de cada una de
las treinta y dos civilizaciones ofrendaron a la raza que estaba en
proceso de creación esferas lumínicas que contenían información
de toda su historia, su desarrollo como sociedad avanzada, sus ciclos
y su vibración. Así, pues, las treinta y dos esferas se integraron, en
forma de códigos estelares, exactamente en el pilar biológico de la
futura raza, en la columna vertebral. Después, los representantes

de dichas civilizaciones envolvieron cada código estelar en hebras
multidimensionales llamadas “neuroesencias”, para que las treinta
y dos esferas trabajaran como una sola. Y de este entramado sagrado
nació el sistema nervioso que inervaría órganos vitales y cuya fina-
lidad cósmica era la de representar a determinadas constelaciones y
galaxias del universo local. Cuando finalizó la creación del cuerpo,
llegó lo más increíble: que diferentes niveles de conciencias del
universo pudieran integrarse en aquellos moldes biológicos y que
la fusión de todo ello fuera el comienzo de una nueva raza cósmica,
la raza 33. Toda esta información está desarrollada a lo largo de mi
libro La raza 33. Un puente sagrado, editado por Kier y presentado en
la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en 2016.
Nuestra especie no tiene un origen en el mono, sino que
somos descendientes de las razas cósmicas más avanzadas del universo. Y esto
cambia radicalmente la forma en la que hemos vivido hasta ahora.
Nuestro linaje estelar es sagrado y esa es la fuerza que sientes dentro
de ti y que te genera el impulso de salir, de encontrar y de ser quien
en verdad eres, un ser extra y terrestre, un viajero estelar.
Seguro que ahora te estarás haciendo mil preguntas, como
“¿De dónde vengo?”, “¿Cuál es mi Origen Estelar?”, “¿Qué vesti-
gios hay a lo largo de la historia de la humanidad que corroboren
todo esto?”, “¿Por qué si somos descendientes de razas superiores,
el mundo está en conflicto?”. Todas estas respuestas están en este
libro y están escritas para que puedas incorporar tu verdadero ser y
crear una realidad a tu medida.
Cuando el ser humano vive desde la ceguera, desde el tiempo
que atrapa y que aquieta, es cuando pierde la conexión consigo
mismo, lo que provoca en él conflicto y desgana. Descubre tu Origen
Estelar te brinda una dimensión superior, transportándote a otra
realidad, una que está incorporada desde el principio de los tiempos,
que te hará recordar y recuperar parte de tu memoria cósmica;
siempre, hasta donde te lo permitas.
Exordio 17
Después de escribir mi segundo libro editado por Kier, Desen-

carnación. El regreso al origen cósmico, me llegó el profundo deseo de
regresar a mi hogar y me pregunté: “¿Cuantas veces el ser humano
habrá querido irse de su presente para volver a la fuente cósmica?”.
Quiero aclararte que no estoy hablando de la muerte, sino de algo
totalmente diferente, de esa sensación profunda, que penetra muy
dentro y cuyo soplo recorre el cuerpo y el alma; hablo de la nostalgia,
percepción que descubres cuando estás a solas o cuando, al finalizar
el día, lo terminas satisfecho de haber hecho lo mejor, de haber dado
todo lo que eres; porque en la satisfacción de lo realizado la mirada
se amplía, pudiendo observar sus vulnerabilidades y sus poten-
ciales, convocando de nuevo en tu corazón más oportunidades para
ofrendar tu buen hacer, conectando con la grandeza que hay en ti y
con tu descendencia cósmica.
Este es un instante muy importante, puesto que estás leyendo
algo que traduce todas las certezas que ya habitaban en tu alma; esto
te llevará hacia el verdadero mundo interno y, si te dejas guiar por
tu conciencia, podrás acceder a una nueva puerta de las estrellas.
Crúzala, porque te está esperando aquello que siempre has anhelado,
es decir, recuperar tu conexión y soltar aquello que ya no te sirve.
En este libro encontrarás herramientas que transformarán tu
manera de vincularte con la vida y con el entorno, y te permitirá tener
un conocimiento más profundo sobre ti mismo, ahondar en tu magia
y descubrir tu sabiduría. Esta revelación la encontrarás en el libro; cada
capítulo te lleva a nuevas paradas cósmicas donde la reflexión acerca
de las enseñanzas que nos transfirieron cada uno de los Treinta y
Dos te hará comprender los ecos de la sabiduría arcana.
El primer capítulo o parada cósmica lleva el título de “La
transmisión”. En él encontrarás el fuerte símbolo de la tau y podrás
permearte de su influjo, comprendiendo que la primera humanidad
que hubo en nuestra esfera nos transmitió por siempre el verda-
dero eje, la convergencia del universo en nosotros; para ello hemos
profundizado en la época de los primeros templarios, ya que nos
dejaron un gran legado.
La segunda parada te llevará a escalar tu propia esencia,

comprender que puedes acceder a otras dimensiones y regresar a la
encarnación para ofrendar tu sabiduría.
Ya en el tercer capítulo te encontrarás con los secretos del
Arca de la Alianza y de cómo lejanas civilizaciones, como Atlántida
y Muria, nos dejaron incontables vestigios, señales, coordenadas
para el despertar de la humanidad.
En el cuarto capítulo hallarás diálogos que te acercan a la
comprensión de cuál es el propósito; estos diálogos junto a Elder en
la comarca del Bierzo, situada al norte de España, son sumamente
enriquecedores, dándote la oportunidad de descubrir que dentro
de cada uno de nosotros existen preguntas que llevan a respuestas
súbitas y verdaderas y que nuestro propósito es más sencillo y grande
de lo que imaginamos.
En la quinta parada cósmica podrás deleitarte con una época
que ha marcado nuestro interior y permearte del amor en los tiempos
de encarnaciones místicas, como es la época de Jesús de Nazaret. El
grupo que rodeaba a Jesús, en particular las mujeres, te envolverá en
su manto, haciéndote recordar el verdadero significado del grupo,
de la unidad y de la fraternidad, para llegar a la sexta parada. Una vez
que estés en este lugar sagrado, debes dejarte permear por su influjo,
porque podrás trasladar la ecuación de la realidad a tu vida cotidiana
y comprender las distintas realidades que plasman la diversidad
de niveles de conciencias que hay encarnadas en nuestro planeta.
Comprobarás que quizás no estés creando tu propia realidad y que
tal vez vivas bajo el velo de otros, y podrás revertir esta situación
de forma rápida y armoniosa. Ya falta poco y por fin llegaste a la
séptima y última parada de esta primera parte del libro, “La piedra
angular”: el origen, donde todo es y fluye, el pilar de tu existencia.
Porque enfrente de ti se encuentran las treinta y tres Puertas Este-
lares. Pero ¿cómo acceder a este umbral cósmico? Para atravesarlo
has de llamar a su puerta. El hecho de vincularte con vibraciones
superiores requiere de ti una frecuencia mayor de la habitual; por
ello cada una de las puertas pertenece a una raza cósmica diferente,
Exordio 19
que tiene una frecuencia extraordinaria y única. Su nombre será la

vibración en la que te has de transformar para poder acceder a ella.
Las instrucciones están en cada capítulo de la segunda parte del libro.
Una vez que hayas cruzado la Puerta, recibirás las enseñanzas de
cada grupo cósmico, te reencontrarás con ellos, quizás te reconozcas
en alguno de sus mensajes y logres encajar otra pieza más del puzle,
para completar el cuadro de tu propio camino.
Cada cierto tiempo se muestra a la humanidad un umbral
cósmico, una puerta de acceso a la transmutación del rumbo de su
existencia. En realidad, sería como cruzar hacia otra probabilidad,
más sutil, más rápida, y acceder a una nueva ruta cósmica, en la cual
es posible manifestar el verdadero propósito y cuyo designio es la
plenitud y la gloria. Dependerá de ti exclusivamente que esta herra-
mienta que se te ofrece permee cada célula de tu sagrada presencia.
Tan solo has de pronunciar un “sí” interno para que tu búsqueda
concluya y así pueda renacer en ti tu conciencia cósmica.
Ya no dependas de ningún maestro, gurú o persona alguna
que tenga un carisma especial, porque las respuestas siempre las vas
a encontrar en tu propia sabiduría y resonancia.
Este libro es una herramienta que te propone un viaje hacia
otras dimensiones que habitan en ti; puede llenarte de conocimiento,
pero también puedes viajar hacia otros espacios y tiempos; de esta
manera tu campo energético va a comenzar a vibrar en una frecuencia
superior a la cotidiana, generándote bienestar y conexión con otros
planos. Vivir desde el origen cósmico es comenzar a caminar por
un sendero desconocido para la mente, pero para tu alma o para tu
espíritu significará volver al hogar; representará algo mucho mayor
de lo que jamás hayas imaginado: el reconocerte como una entidad
completa cuyo reto es quizás vivir esa totalidad como un ser humano.
Eres una conciencia estelar. Llegó el momento de comenzar a
activarte. Entre tus manos tienes una herramienta poderosa y trans-
formadora. Si la respetas y comienzas su lectura desde tu mayor nivel
de amor, las Puertas se abrirán y podrás adentrarte en un mundo
que conociste hace mucho tiempo y que ya es hora de que integres

en esta encarnación.
Es tiempo de que cada individuo se responsabilice de sí mismo,
porque créeme que es el único camino que nos llevará a la libertad
y a la creación de una realidad a la medida exacta de cada uno.
Un mundo que se construye bajo los parámetros del bien y del mal
es un mundo primitivo. Uno creado sobre los cimientos de la intuición, imaginación y
certeza es un paraíso. Pero en verdad esto es solo
el comienzo de la cuarta dimensión.
Bienvenido a un libro escrito en la cuarta dimensión.

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La leche tibia del nacer
Voces, vocablos
Murmullo
Los labios se abren y cierran y expulsan ideas
Suma de palabras que se golpean unas a otras
Los cuerpos vestidos ansían desnudez
Añorando el principio
El origen les golpea los oídos, los ojos, el corazón
El instante trae un no tiempo
Y se llenan de lágrimas, de líquido
El agua silenciosa limpia sus envoltorios
Materia primigenia
El movimiento se asoma como viento
Y muestra todas las direcciones
Acompañando a cada una de las hojas
Mientras el árbol crece
El movimiento se declara
Constante y audaz
Y apilan los presentes
Bajo la mirada del alma
El origen los provoca
Y el silencio extiende trozos de colores
Hilos tejidos por padres y madres
Las mentes inoculan la resucitada emoción
Y el corazón muestra su geometría
Pertenencia a uno mismo
A todas las improntas nacidas desde la fuente
Esencia, latido, mirada
Células, partículas, manos y pies
La garganta se acomoda
Bajo un carraspeo leve y corto
Silenciando el abecedario
Mientras la música de las hojas acompaña la nada
La boca toma su tiempo
Elástica
Saborea el reconocido líquido
La leche tibia del nacer
Elder Lavergne
Primera parte
La Piedra Angular
Capítulo 1
La transmisión
Después de esto vi cuatro ángeles, cada uno de ellos en pie

sobre uno de los cuatro ángulos de la tierra. Sujetaban a los cuatro
vientos de la tierra, para que dejaran de soplar sobre la tierra y el
mar, y no se moviera ni una hoja de un árbol. Luego vi aparecer
otro ángel por Levante, por donde sale el sol. Era portador del
gran sello del Dios vivo, y gritó a gran voz a los cuatro ángeles que
habían recibido el poder de dañar la tierra y el mar: ¡Esperad!
No hagáis daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que no
hayamos sellado en la frente a los siervos de nuestro Dios.
Apocalipsis de san Juan, 7: 2-3
El símbolo tau o cruz tau es la marca de “los elegidos por Dios”,

según el Apocalipsis de san Juan, donde aparecen marcados con la
“T” aquellos que se van a salvar del juicio final.
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Está asociado al toro, un elemento constante en todas las

mitologías. En Egipto, al dios Osiris se lo representa muchas veces
como un toro; también tenemos a Apis o Hepu, dios toro de la
fecundidad. En la cultura minoica de Creta, es un elemento central,
simbolizado en el custodio del laberinto, el minotauro, un hombre
con cabeza de toro. Tiene también una fuerte influencia matriarcal,
símbolo de la fuerza femenina creadora, muy presente en las culturas
de Anatolia (actual Turquía). En Asiria aparecen los lammasu, enti-
dades protectoras con forma de toro, que custodiaban las puertas
de las ciudades. En Roma, el culto místico a la divinidad solar Mitra
tiene este símbolo como una constante (tauroctonía).
El toro es una representación de fuerza y poder, de gobierno
y autoridad, presente en incontables ejemplos de arquitectura y
representaciones artísticas. Un ejemplo claro es la famosa paleta de
Narmer egipcia, que ilustra la unión del Alto y del Bajo Egipto bajo
la figura del faraón Narmer, en los albores del reino de las pirámides.
En ella, el faraón adopta la figura del toro que embiste, como forma
de demostrar su poder y su autoridad frente a los enemigos de su
gobierno.
Para los aztecas y los mayas, la tau simbolizaba el árbol de la
vida, es decir, el eje del mundo; para los druidas, era el emblema de las
fuerzas supremas; y para los sacerdotes esenios, una parte fundamental
de sus rituales y creencias.
La tau tiene su correspondencia con la novena letra hebrea: teth,
en el orden cabalístico. Aparece en la Torá, en Génesis 1:4, donde
simboliza la Luz al final del túnel.
Si observamos con atención, nos daremos cuenta de que tau
es la letra que se formó cuando Cristo reposó su cabeza en la cruz,
convirtiéndose en símbolo de vida y muerte-resurrección, una
insignia que resume la trascendencia de la humanidad hacia otros
planos del cosmos.
La tau ha tenido siempre una fuerte vinculación con el prin-
cipio femenino. En el Antiguo Egipto, cuando se le añadía a una
palabra la letra “T”, se señalaba su pertenencia al género femenino.
Primera parte. La piedra angular 27
Todo este conocimiento era bien sabido por la orden de los

templarios, quienes adoptaron el símbolo como seña de identidad,
ya que en él encontraban la exaltación de la divinidad femenina,
principio con el que sentían una profunda conexión. Durante los
dos siglos que perduró la orden, maestros constructores diseminaron
por toda Europa occidental más de doscientas iglesias románicas y
góticas, junto a castillos y baluartes, insertando la tau en lugares a
veces inapreciables, así como también el símbolo femenino y repre-
sentaciones de las misteriosas vírgenes negras.
Pero hubo un propósito mayor en el hecho de haber cons-
truido aquellos templos magistrales. Los caballeros de la Orden del
Temple debían proteger un secreto sagrado: un idioma entregado
desde “el otro lado” a los mortales, una transmisión del cosmos al
ser humano, que fueron difundiendo durante años, con cautela y
minuciosidad, con cada piedra y cada ofrenda.
Todo principio del universo es femenino, no por género sino
porque toda energía generadora tiene como esencia esta sustancia
divina. Una de sus bases era el ancestral “Como es arriba es abajo”.
Y aquellos antiguos y sabios maestros constructores cumplieron a
rajatabla este principio hermético, imitando el universo (arriba) en
la tierra (abajo).
Diosas madres, cultos primitivos del principio femenino, anti-
guas enseñanzas ofrecidas por sacerdotisas, hospitalarias de corazón
noble, templarias, reinas y guerreras místicas, conformaron en la
historia de la humanidad la representación de la gran fuente universal
y de sus leyes. Algunas de estas representaciones femeninas enrique-
cieron los corazones de hombres y mujeres durante ciertos ciclos en
la evolución de nuestra raza. Fueron portadoras de la sabiduría de
todos los tiempos y de la conexión con otros planos dimensionales,
ofreciendo a su descendencia instrumentos que pudieran cambiar el
curso de la historia de la humanidad. Ellas, inspiración de toda época,
representaron al cielo y sus constelaciones. Por supuesto, no quiero
dar un relato específico del género femenino ni mucho menos; hablo
de la energía como un todo creador, que ha sido representada en la

humanidad por lo femenino, pero cuya energía cósmica está inte-
grada indefectiblemente en el género masculino también. Por ello,
aquellos hombres y mujeres que supieron conectar con la energía
madre fueron portadores de secretos que hoy van a ser desvelados.
Y créeme que es bien necesario comprender todos estos hechos
que vas a leer, porque el Origen Estelar de nuestra civilización está
implícito en cada escenario.
En el año 1118 se presentaron ante Balduino II, rey de Jeru-
salén, nueve caballeros liderados por Hugo de Payns. Ellos, hombres
solitarios de almas forjadas por la justicia y guardianes de Tierra
Santa, se ofrecieron para custodiar el camino entre Jaffa y Jerusalén.
De inmediato Balduino de Bourg no solo los aceptó, sino que los
invitó a vivir en parte del Templo de Salomón, lugar que con el
tiempo fue ocupado en su totalidad por los nueve caballeros de la
Orden del Temple.
Vivían entre los corredores encolumnados, los laberintos intra-
terrenos y aquellas memorias ancestrales que hoy parecieran estar
más vivas que nunca. La sabiduría de la Atlántida teñía de magia cada
recoveco y piedra ensamblada, cada insignia de aquella solemne obra.
La transmisión de nuestros ancestros atlantes fue realizada
a través de la palabra y de la letra, del símbolo y de la medida, del
número y del ángulo; estas fueron las herramientas que heredaron
los descendientes de aquella era atlante y que los templarios, entre
otros, diseminaron no solo en Jerusalén, sino a lo largo y ancho de
nuestro planeta, en los cuatro puntos cardinales, siendo represen-
tación de ello la cruz lemuriana de cuatro brazos iguales, conocida
también como “cruz paté” o “cruz patada”, que en el año 1147 los
templarios recibieron de la mano del papa Eugenio III.
Para la Orden del Temple, la cruz tau simbolizaba las tradi-
ciones arcanas que llegaron de tiempos pretéritos, representando a
Dios y sus leyes cósmicas. Esta simbología se remonta a la búsqueda
más antigua de todos los tiempos: la conexión con la divinidad y la
reunión con la fuente suprema.
Pero, como cada enseñanza que deja el tiempo, depende de

quién la recibe y de cómo la interpreta, de sus pretensiones y
de sus suposiciones, de la conveniencia o de la claridad de su mente
para traducir correctamente lo que durante siglos hemos heredado
del cosmos y de sus civilizaciones. El hecho de que conciencias de
distintos niveles hayan convivido durante siglos es lo que ha marcado
la diferencia a la hora de interpretar los hechos ocurridos a lo largo
de más de cinco mil millones de años que conforman la historia de
nuestro planeta. Pero ¿quién escribió la historia?; ¿conciencias de qué
niveles la interpretaron? ¿Los que escribieron la historia ocultaron
adrede las grandes incógnitas y la humanidad de hoy es el resultado
de estos vicios ocultos?; ¿o simplemente eran grandes ignorantes
cósmicos? Y, si en algún momento se guardaron documentos secretos
que desvelaban esto que voy a contarte hoy, los que lo hicieron
ignoraban además el potencial de nuestra divinidad individual, que
traemos de otros lugares del firmamento para retornar y volver a
encontrar esta verdad. Divinidad nuestra que no se puede herir ni
matar, porque la transmisión de la verdad es algo inherente a nuestro
ser cósmico, es algo que lleva cada uno de nosotros muy dentro, en
nuestras células, en el ADN y sus trece hebras, en la malla sagrada
que nos envuelve, en los treinta y dos códigos estelares que hay
en nuestra columna. Con cada comprensión y revelación, nuestra
vibración se eleva (cada día más) hacia campos inconmensurables,
devolviéndonos a nuestro propósito original, el de transferir nuestro
Origen Estelar.
Creer en ti es la llave que mueve todo. Si el universo no
creyera en sí mismo, no podría ofrecernos nada: ni las estrellas ni
los planetas ni el Sol, que engendra vida. Simplemente no existiría,
porque no podría experimentarse. Si no crees en ti, entonces dejarás
de existir y te convertirás en una máquina biológica.
Los astros y su influencia han señalado desde el comienzo
de nuestra historia momentos de trascendencia para la humanidad.
Desde el origen de nuestra raza, el humano no solo ha contemplado
las constelaciones, sino que ha intentado crear un puente entre ellas

y la Madre Tierra, para luego cruzarlo y sentir otras dimensiones.
Si observamos las estrellas, podemos identificar el símbolo
tau en la constelación de Tauro, cuya influencia cósmica fue trans-
mitida a nuestra raza entre los años 4000 a. de C. y 2000 a. de C.
aproximadamente. La humanidad de aquel entonces comenzó a
amar a la Madre Tierra y a materializar sus propias formas de vida.
La prohibición que estableció el profeta Moisés de adorar al becerro
de oro (Tauro), para instaurar el rito del cordero pascual (constela-
ción de Aries), es el símbolo que marca el fin de la era de Tauro y
el inicio de la de Aries. Posteriormente, será el nacimiento de Jesús
de Nazaret el hecho histórico que marque el fin de la era de Aries
para dar paso a la de Piscis.
Y es así como durante el siglo X a. de C., en la era de la conste-
lación de Aries, el rey Salomón, hijo de David, construye en Jerusalén
el templo que llevaría su mismo nombre. Distintas tradiciones narran
que David recibió los planos del futuro templo de manos de “seres
celestiales” o, lo que es lo mismo, de entidades de otras dimensiones,
en el monte Moriah, lugar donde se levantó el Templo de Salomón.
Esta clase de contacto, como hemos dicho antes, es más corriente
de lo que creemos.
Hubo tres grandes maestros para destacar en la erección de una
edificación de semejante envergadura arquitectónica: Salomón (rey
de Israel), Hiram (rey de Tiro) e Hiram Abif (maestro arquitecto).
Este último fue quien supo traducir y generar todo un movimiento
energético propio para la construcción de un templo que protegería
el secreto más grande jamás guardado; a partir de él se extendería,
por siglos, la mayor obra de acercamiento de la divinidad a nuestro
planeta, emergiendo a través de la arquitectura un puente entre las
sociedades cósmicas y el ser humano.
“Y la Casa, cuando estaba en construcción, se hizo de piedra,
lista ya antes de ser llevada hasta allí; de modo que no hubo martillo
ni sierra, ni ninguna herramienta de hierro en la Casa mientras se
estuvo construyendo” (1 Reyes 6: 7).
Hiram Abif diseñó el Templo de Salomón sobre la base de

geometrías herméticas y cósmicas. Construyó un centro de poder
alrededor de la Roca, tema que será explicado en capítulos posteriores.
Y es así como el Templo de Salomón se erigió alrededor de este
símbolo sagrado. El maestro arquitecto sabía que esta herramienta
“divina” tenía que ser protegida. (Cabe destacar que, según las escri-
turas judías, la Roca recibió el nombre de “Piedra de Fundación”.)
Hiram contrató a más de 183.000 obreros, diferenciándolos
en tres rangos: aprendiz, compañero y maestro. Siguiendo la filo-
sofía cósmica que divulgo, comprendo que Hiram Abif clasificaba
a los obreros en esos rangos dependiendo de su nivel de conciencia
(consulta los capítulos 3, 4 y 5 de la segunda parte de La raza 33.
Un puente sagrado), es decir, las partículas arca, que están desarrollando
su alma y su conciencia individual (los aprendices); las conciencias
experimentales, que encarnan para comprender y aprender de sus
experiencias (los compañeros); y, por último, las conciencias manifes-
tadas, aquellas que ya son y encarnan para reflejar su sabiduría (los
maestros).
Cada vibración desempeñó la tarea que le correspondía de
acuerdo con su evolución. Así pues, Hiram generó una construcción
basada en las leyes universales.
Este centro de poder tenía que estar rubricado por la máxima
representación de la prosperidad, la fertilidad y la belleza: Astarté,
diosa mesopotámica, más conocida por los sumerios como Inanna, y
por los babilónicos, como Isthar. El Templo de Salomón se construyó
sobre la energía del principio femenino, simbolizado por la cruz tau
(“T”), así como muchas catedrales en la Edad Media.
La tau fue, sin duda, el símbolo por excelencia de los templa-

rios, cuya irradiación quedó plasmada en sus templos, catedrales y
monasterios, visible para el ojo del buen observador, haciéndonos
recordar, como señalé anteriormente, la constante manifestación
femenina.
Esquema de la planta de la catedral

de Compostela, España. Aparece la cruz templaria
y el pentágono salomónico.
Templo de Salomón.
Castillo de Ponferrada, León, España.

Paleta de Narmer.
Cruz tau, en España. Camino de Santiago, paralelo 42.

Representación tau de los mayas. Convento de San Antonio,

en Castrojeriz, España.
Templo de Calixtlahuaca, México; forma de tau egipcia.

Dentro de la constelación de Tauro existen nuestras amadas

Pléyades, una de las civilizaciones más desarrolladas de nuestro
universo, desde donde millares de conciencias vinieron a encarnar a
nuestro planeta para dar un nuevo impulso a la evolución de la raza.
Los pleyadianos expandieron sus escuelas iniciáticas, repre-
sentadas por tres pirámides, que llevaron a Marte, a Venus y final-
mente a nuestro planeta, transfiriendo sus sabidurías cósmicas a
los atlantes, y estos, al antiguo Egipto. Durante mucho tiempo este
conocimiento fue hermético, pero hoy en día el puente hacia la
divinidad está abierto para todo aquel que sepa ver en su interior
esa misma chispa divina.
Las Pléyades, también conocidas como “las Siete Hermanas”,
tienen una enorme influencia en nuestro planeta. Sin ir más lejos,
una de sus estrellas (Maia) alberga a una de las civilizaciones que
aportaron a la humanidad un gran salto evolutivo: son los mayas
galácticos, aquellos que trajeron el conocimiento de la astronomía,
la matemática y la geometría de la Madre Tierra. Cercana a Maia, se
encuentra la estrella Taygeta, donde vive la civilización que sembró
sus escuelas en nuestro sistema solar, que albergan un conocimiento
profundo de nuestro universo y de la concepción del ser humano.
Encontrarás en la segunda parte del libro –“Las 33 Puertas Estelares”–
más información acerca de las Pléyades.
Los símbolos son confirmaciones de nuestra divinidad. El

ser humano, cuando extiende sus brazos de forma horizontal, está
configurando la geometría de la tau. Toda representación externa no
es más que el resultado de la búsqueda de uno mismo. Y debemos
tomar estas señales como confirmaciones, porque una de las
responsabilidades que tiene el ser humano es la de encontrarse. Si
somos la representación de la divinidad, del árbol de la vida, del eje
del mundo y de la influencia de nuestras constelaciones, debemos
primero comprender quiénes somos, después sentirlo y, por último,
manifestarlo. Siempre por tres, como la representación del triángulo
o la trinidad: cuerpo, mente y espíritu; o como el triuniverso (los

tres universos en los que habitamos), porque, como diría Virgilio,
“omne trium perfectum”, es decir, ‘todo número tres es perfecto’.
Y perfecta es aquella humanidad que trasciende sus miedos
y se alía con la vida y el cosmos, para ver en algún momento la Luz
al final del túnel.
Capítulo 2
La escalera.
La comunicación divina
El eje del universo es como una escala por la cual se efectúa un

perpetuo movimiento ascendente y descendente.
A. K. Coomaraswamy
La escala de Jacob (un símbolo) es el canal por la cual

descienden los ángeles y ascienden los seres humanos conscientes
de su divinidad; los peldaños simbolizan las dimensiones de nuestro
universo, los ángeles representan las civilizaciones de otros mundos,
y el ser humano que asciende, los niveles de conciencia superiores.
La escala se sostiene en el planeta; esto quiere decir: en la propia
encarnación. Es muy parecido al simbolismo del árbol: sus raíces
profundizan en la tierra y su copa se eleva hacia el cielo.
37
El hecho de que la escala o la escalera de Jacob sea vertical

y no en espiral nos da la idea de que tanto la comunicación entre
el ser humano y su propia conciencia cósmica como aquella entre el
ser y otras razas del firmamento son absolutamente directas. No
hay vueltas ni rodeos.
La escala se apoyaba en la Roca, conocida como “Piedra de
Fundación” (Even Sheri’yah). En Ezequiel 38:12 se hace referencia
a ella como “el ombligo de la Tierra”.
Esta roca de origen misterioso está emplazada, como vimos en
el capítulo anterior, en el mismo lugar donde Salomón construyó
el templo que llevaba su nombre. Y es en este lugar donde David
fue contactado por un ejército de seres celestiales que le mostraron
el plano del fututo templo; es el lugar donde Abraham demostró
su fe a Dios, llegando incluso al extremo de estar dispuesto a matar
a su propio hijo; fue el lugar donde estuvo el Arca de la Alianza e
incluso el Grial. Y fue también donde durante años vivieron los
nueve caballeros de la Orden del Temple.
Dentro de la tradición musulmana, encontramos en el Corán
el relato del célebre “viaje nocturno” de Mahoma, quien asciende
acompañado del arcángel Gabriel hacia el paraíso, pudiéndose
encontrar con Alá, en la Roca sagrada, hacia el año 691 de nuestra era.
El Templo de Salomón fue destruido varias veces a lo largo
de la historia. Herodes el Grande (37-4 a. de C.) lo volvió a erigir,
por supuesto alrededor de la roca sagrada, la cual fue visitada poste-
riormente por José y María, quienes presentaron ante ella a su hijo
Jesús de Nazaret para que recibiera su influjo.
Actualmente se sabe que debajo de la Roca existe una cavidad
mayor, una red de túneles que sirvieron seguramente para mantener
a salvo valiosos documentos y herramientas sagradas.
Alrededor de la Piedra de Fundación existen unos muros de
contención enormes, que muy difícilmente podrían haber cons-
truido los hombres de aquella época, a no ser que fueran los mismos
arquitectos cósmicos que dispusieron las pirámides de Guiza, ya que
en la parte meridional de uno de los túneles se emplazaron unos

bloques de piedra cuyo peso supera las 100 toneladas; la mayor de
ellas es de 600 toneladas.
Las reminiscencias de Muria y Atlántida acompañaron siempre

a toda la humanidad, dejándonos rastros de fraternidad hacia otras
razas cósmicas.
La humanidad tiene en su memoria celular todos estos
recuerdos, como también está grabado en nuestra alma que somos
parte del cosmos. Por lo tanto, tenemos un origen en el cosmos y,
así como nuestra sangre corre por las venas, nuestra savia cósmica
se fusiona con nuestra conciencia; y esta es la que nos va a permitir
recordar en algún momento nuestra procedencia o, al menos, llegar a
sentir que somos algo más que carne y hueso. El individuo ha de ver
su propia escalera interna e ir subiendo a través de cada dimensión
que conforma su interior, para poder reconocerse como divinidad
y comenzar a caminar su vida desde otro prisma, dando paso a una
visión más verdadera y más real.
Los maestros constructores de la Edad Media implementaron

el símbolo de la escalera en sus templos. Para ello era necesario algo
más que la piedra: era imprescindible entender de alquimia, de
energía y de toda la sabiduría universal. Así como los lemurianos y
los atlantes tenían una comunicación constante con otras civiliza-
ciones cósmicas, también podían transportarse a otras vibraciones
mayores y volver.
Ahora bien, es importante comprender que el cuerpo biológico
tiene una limitación y que, si lo elevamos a una vibración superior
sin la preparación pertinente, podríamos llegar a quebrarlo, ya que
la irradiación fotónica es mayor conforme subimos de dimensión.
Esta es una de las enseñanzas principales que nos transmitieron los
seres pleyadianos a través de la irradiación de Alcíone, la estrella más
brillante de su constelación.
Alcíone emite una irradiación fotónica determinada, cada

cierto tiempo, a la raza humana, para que los cuerpos biológicos
absorban su frecuencia y así puedan acceder a otros planos dimensio-
nales. Este conocimiento fue asimilado a partir de los años ochenta.
Es un proceso natural que ocurre en el universo, así como, en la
naturaleza, la clorofila absorbe la luz necesaria que transmite el Sol,
pudiendo de esta forma realizarse la fotosíntesis.
Si bien hubo un ciclo en la humanidad en el que se buscaron
en el afuera las herramientas necesarias para acceder a otros planos,
ahora estamos en el momento de invertir ese proceso y hallarlas en
nuestro interior. No hay nada más poderoso que tu voz interna, nada
más fuerte que la creencia o la fe en ti. Y ello genera amor, genera
compasión y genera vida, así como también puedes decidir detener
tu voz por un instante y visualizarte como una entidad completa,
como un ser cósmico.
Estamos hechos a imagen y semejanza del cosmos, por ello el
planeta y el cuerpo humano simbolizan el firmamento y sus cons-
telaciones; representan no solamente las razas más evolucionadas,
sino también las puertas del cosmos y sus universos. Pero hay algo
mucho más importante y es que tú eres una conciencia individual
y cósmica enlazada a todo ello. Vivir cada día desde ese lugar puede
llegar a transformarte en el ser que verdaderamente eres. Debes
comprender que eres un ser multidimensional y que puedes acceder
a cada una de estas dimensiones de forma natural e incorporarlas
en tu vida, proceso que es mucho más sencillo de lo que te puedes
imaginar. Por lo tanto, solo me resta preguntarte: ¿desde dónde vas
a vivir diariamente?; ¿desde qué lugar te vas a comunicar y qué vas a
ofrecer?; ¿desde qué lugar quieres transitar esta encarnación y cómo
la quieres vivir?: ¿desde tu conciencia cósmica o desde el humano
inconsciente?; ¿quieres abrir los ojos o cerrarlos?
Es simple, pero a la vez complejo, porque tu corazón está
gritando muy fuerte, pidiéndote que salgas de esa prisión cotidiana
a la que estás expuesto, fingiendo múltiples personalidades diarias y
viejos arquetipos. Tu alma te recuerda que no eres de aquí, que este

escenario lo has elegido para un bien mayor y que tu propósito es
sagrado. Sal, en este instante, a contarles a todos que es posible, que
se puede vivir de otra manera y que podemos transformar el mundo.
Tu corazón, henchido de amor, quiere expulsar de golpe años de frus-
tración y cautiverio. Pero de repente algo se atasca, un pensamiento
muy pequeño, que se hace cada vez más fuerte, un pensamiento
que proviene del cerebro y que te detiene por completo; te habla y
comienza a recordarte que tienes deberes que hacer, decretos que
seguir rigurosamente, horarios que cumplir, maquillajes que poner,
palabras que callar…
Ahora es el momento de decidirte, de no dejarte llevar por el
recorrido del cerebro, de soltarlo y de enlazar con tu verdadero ser.
Has de reencontrarte, de descubrirte, has de tener por primera vez
la verdadera comunicación divina, que es contigo, a solas…, ahora.
Si el ser humano quiere avanzar, tiene que empezar por actua-
lizarse e incorporar la frecuencia que le corresponde. Ha de elevar la
materia, preparando su propia alquimia, y fusionar la esencia cósmica
con el plano presente o, lo que es lo mismo, unir su Origen Estelar
con la encarnación.
Capítulo 3
El Arca de la Alianza
Cielo arriba,
cielo abajo;
estrellas arriba,
estrellas abajo;
todo lo que está encima
debajo se muestra.
Tabula smaragdina (La tabla de esmeralda)
Las treinta y dos razas cósmicas, aquellas que llegaron a ser

las más evolucionadas de nuestro universo local, decidieron junto
con el universo mental crear una raza –la humana– que reuniera la
esencia de todas ellas y que además tuviera implícita la estructura del
triuniverso en su cuerpo biológico (encontrarás más información
en La raza 33. Un puente sagrado).
Por ello el resultado de la primera humanidad fueron los
murianos (mayormente conocidos como lemurianos). Ellos vivían
en la quinta dimensión, cuya frecuencia e irradiación manifestaba la
completitud del ser y la unidad con el Todo creador.
43
Siglos después, los Treinta y Dos decidieron bajar la frecuencia

dimensional hasta la octava superior de la cuarta dimensión (4D).
Este hecho hizo que los lemurianos densificaran sus cuerpos físicos
y energéticos, convirtiéndose en la civilización hoy conocida como
“atlante”. Por supuesto que los atlantes tenían una apariencia
física muy parecida a la nuestra, pero no nos olvidemos de que su
frecuencia era mayor, ya que en la actualidad la humanidad camina
por la primera octava de la 4D. Por lo tanto, contaban con una inte-
ligencia superior, debido a que vivían en consonancia con su linaje
cósmico y, por ende, con su divinidad.
Este grupo de treinta y dos, llamado “Alianza Cósmica”, llegó
a la conclusión de que la raza humana tenía que comenzar a desa-
rrollarse a partir de la tercera dimensión (3D) de conciencia, lo que
supuso bajar de vibración desde la 4D a la 3D. Porque el propio
camino era lo esencial: la forma en la que se iría desenvolviendo
la raza, su determinación y su voluntad. Este era el recorrido que
debía comenzar a transitar nuestra civilización, hasta que llegara el
momento más importante, el instante en el que el individuo descu-
briera su divinidad y se transformara en una conciencia cósmica.
Desde nuestra visión como individuos, podemos llegar a pensar
que la humanidad retrocedió; pero esto no es así, ya que, cuando una
raza cósmica se forma, tiene que iniciar este proceso desde el principio
e irse moldeando desde la primera hasta la última dimensión.
Nuestros ancestros lemurianos y atlantes visualizaron todos los
acontecimientos que iban a fraccionar a la humanidad, llevándonos a
esta torre de Babel en la que estamos inmersos: la división de la raza
a través de miles de idiomas y en diversas castas, cultos y etiquetas.
Ellos fueron conscientes de que la humanidad entraría en una falta
de conexión con el cosmos. Comprendieron que esta disociación
se produciría al vivir y experimentar la dualidad y sus polaridades.
Presintieron nuestra actual ceguera, pero también los primeros
destellos que la humanidad vislumbraría: la Luz al final del túnel. Es
por ello por lo que decidieron transferirnos su herencia cósmica,
para que pudiéramos agilizar nuestro proceso de transformación.
Con este objetivo, ¿qué materiales utilizaron para transmitirnos

su sabiduría? Los más puros que había en aquella época: el oro y la
esmeralda. De esta forma se aseguraron la perdurabilidad del mensaje.
Y ¿en qué idioma? Claramente, a través del símbolo y del sonido.
La historia continúa…
El Arca de la Alianza es una herramienta sagrada que fue depo-
sitada en el sanctasanctórum del Templo de Salomón, posiblemente
debajo de la Roca, el último lugar que se conoce. Después ya nunca
más se la volvió a nombrar en ningún libro, pero hay vestigios de
ella en ciertas representaciones góticas, como, por ejemplo, en la
catedral de Chartres, en Francia.
El escritor francés Louis Charpentier escribe en su libro El
enigma de la catedral de Chartres:
[…] En el pórtico norte de Chartres, pórtico llamado de los “Iniciados”

existen dos columnas, esculpidas en relieve, que ostentan, una la imagen
del transporte del Arca por una yunta de bueyes, con la leyenda: Archa
cederis; la otra, el Arca que un hombre cubre con un velo, o que
agarra con un velo, junto a un montón de cadáveres entre los cuales se
distingue un caballero en cota de malla; la leyenda es: Hic amititur,
archa cederis (amititur, verosímilmente por amittitur).
Eugène Canseliet, sutil latinista, me escribe a ese respecto: “las leyendas
se muestran poco explícitas: Archa cederis: ‘obrarás por el Arca’; Hic
amititur, archa cederis: ‘aquí se les escapa, obrarás por el Arca’” […]1
Los caballeros templarios –liderados por Hugo de Payns–, sin

duda, encontraron el Arca en el Templo de Salomón y se la llevaron
a Francia en 1128. A partir de este momento comenzaron la labor de
la transmisión oral y secreta del contenido del Arca. Los maestros
constructores fueron los receptores de dicha sabiduría milenaria,
siendo a partir de 1128 y durante los siguientes ciento cincuenta
1
Charpentier, Louis, El enigma de la catedral de Chartres, Barcelona, Plaza y Janés,
1973.
años cuando se desarrolló el llamado “florecimiento gótico”. Los

maestros emplearon las mismas medidas, alquimias y rituales que
se llevaron a cabo en la construcción del templo de Salomón.
Pero ¿qué había dentro del Arca de la Alianza?; ¿por qué los
templarios la protegieron incluso con sus propias vidas? El Arca
contiene las leyes universales, las claves o llaves de nuestros padres
lemurianos y atlantes, sucesores de la sabiduría cósmica. Entre ellas
cabe destacar las que siguen.
El número de oro
Geometría que permite

viajar de una dimensión a otra,
saltar de una recta a una curva.
La 3D se simboliza con un triángulo, cuya base representa la
dualidad, mientras que el vértice de arriba viene a ser el neutro y
los ángulos de la base, uno, el lado positivo, y el otro, el negativo.
Cuando tomamos los extremos duales –el positivo y el negativo– y
los unimos, lo que vamos a encontrar es una circunferencia, es decir,
la representación de la cuarta dimensión.
He aquí el secreto del número de oro. Es el puente que toda
la humanidad ha de cruzar si quiere trascender y seguir avanzando
hacia otras dimensiones. Hoy en día se lo llama “número áureo”,
representado por la letra griega phi (Φ) y también por la letra griega
tau (T). Esta significa ‘acortar’. Por ello el número de oro es un atajo
en el tiempo, un agujero de gusano, algo que nos puede llevar a dar
un salto cuántico de una dimensión a otra.
Por lo tanto, este número de oro
es una llave cósmica que habilita al ser
humano a trascender su dualidad y
fusionarla, comprender que lo positivo
y lo negativo forman parte de lo mismo y
ascender de inmediato a un nivel superior,
liberándose por completo de todo decreto o sentencia. Significa que,

si dejamos de enjuiciar o de etiquetar constantemente, consegui-
remos vivir desde una frecuencia mayor, empezando a transitar la
experiencia como esencia existencial y no como proceso de dudas,
culpas e incertidumbres. El individuo dejará entonces de aprender
a través del dolor o del placer y comenzará a superar los instintos.
Esto le permitirá manejar las herramientas propias que desconocía.
Debemos comprender que a partir del año 2000 comenzamos
a transitar en la frecuencia de la 4D, aunque la mayoría siga viviendo
como si estuviera en la 3D. Podríamos decir que aún caminamos
dentro de la línea del triángulo, entre el bien y del mal, pudiendo, en
cambio, vivir en la amplitud de una circunferencia o de una esfera.
Y si perdiéramos el miedo a salir de ese triángulo podríamos
vivir libremente desde la intuición y desde la certeza, elevando
nuestros cuerpos físicos o, mejor dicho, moldeando nuestra materia
biológica de acuerdo con una frecuencia nueva.
Lamentablemente, vivir desde las polaridades significa
transgredir el momento vibracional y, por ende, los cuerpos físico,
emocional y espiritual se resienten.
Las Tablas Sagradas
Según los textos hebreos, dentro del Arca de la Alianza están

las tablas de la ley que Dios grabó en piedra y le concedió a Moisés.
Como mencioné anteriormente, nuestros padres predecesores
transmitieron su sabiduría a través de materiales como el oro y la esme-
ralda, por lo que en realidad el Arca contiene más de trescientas tablas de
esmeralda, también conocidas en nuestra era como Tabula smaragdina o
Tabla de esmeralda. Este tesoro ancestral fue grabado por Thot el Atlante,
el traductor o mensajero de la Alianza Cósmica, es decir, de los Treinta
y Dos. Las tablas esmeraldas contenían símbolos para el despertar de la
conciencia cósmica en la humanidad de hoy: números, ecuaciones de
física y química para desarrollar alta tecnología e incluso nanotecnología,
viajes en el tiempo y en el espacio, astrología, cosmología.
Thot transcribió en estas tablas coordenadas, es decir, mapas

celestes o rutas para navegar por el espacio. En ellas está grabada la
disposición exacta de las puertas cósmicas, que son los núcleos por
donde se accede a otros universos, y señaló tanto los agujeros de
gusano como las estrellas portales, como, por ejemplo Ra (nuestro
Sol), Sirio A y Andrómeda, entre otros. Thot talló también en estas
tablas la historia de la humanidad, su proceso, la construcción de los
cuerpos biológicos y el mecanismo de estos. Además, las tablas tienen
el poder de la transformación y, dependiendo de la frecuencia de quien
las toca, se abren hacia nuevos recorridos de sabiduría milenaria. Es
más, están dispuestas en grupos de trabajo porque ellas mismas están
vivas y, según la forma en la que se dispongan, emiten hologramas de
acceso a mapas en 3D. Hay mapas del verdadero sistema solar en el que
vivimos, compuesto en realidad por doce planetas y dos soles; también,
mapas de nuestro universo y de muchos otros. Esta herencia viva nos
muestra los puntos energéticos de nuestro planeta en superficie –que
van variando con cada ciclo–, así como la vida que hay en su interior.
Es importante clarificar el significado del material del que están
hechas las tablas. En este caso, es la esmeralda, cuyo simbolismo ha
trascendido el tiempo y el espacio en diversas culturas.
Se dice que Lucifer tenía una esmeralda en la frente y que, al
perderla en el paraíso, fue cincelada en la copa del Grial. También había
una esmeralda en la espada del rey Arturo, la famosa Excálibur. De
esmeralda, cuarzo y amatista se construyó la urna donde actualmente
descansa el Grial. La esmeralda es el símbolo de la inmortalidad y de
la vida eterna, por lo tanto, de la manifestación de la misma existencia.
La estrella Vega, situada en la constelación de Lyra, es la
morada de una de las civilizaciones más desarrolladas de nuestro
universo local, cuyo código estelar tiene el mismo nombre o la
misma frecuencia esmeralda y este es el origen de todo el antedicho
entramado histórico. En la segunda parte del libro –“Las 33 Puertas
Estelares”– encontrarás más información.
El Arca de la Alianza está en la actualidad en manos de cientí-
ficos que intentan desvelar aún hoy en día su significado.
Capítulo 4
El propósito
1
El que busca no debe dejar de buscar hasta que encuentre. Y cuando
encuentre se estremecerá, y después de estremecerse se llenará de
admiración y reinará sobre el universo.
Evangelio de santo Tomás
Comenzó allí una de las etapas finales de nuestra preparación; el

lugar donde encontraríamos la paz en medio de un intenso trabajo
espiritual, nuestro lugar en el centro de infinitos cruces de ríos
energéticos que nos abrían las puertas a mundos desconocidos por el
hombre, universos y realidades paralelas que permiten comprender el
vasto plan de la evolución de la raza humana.
San Pedro Castañero es un antiguo enclave del cual existen registros
desde hace al menos un milenio. Allí fundó el monje Genadio el
monasterio de San Pedro y San Pablo de Castañera; sin embargo, el
sitio era reconocido como un lugar sagrado desde hacía miles de años.
No por nada los grandes monasterios y abadías de Europa han
sido construidos sobre antiguos promontorios, montañas y sitios que
poseen una particular energía.
Elder Lavergne, El despertar.
Aquel lugar había formado parte de un largo retiro. Tanto

Elder como yo habíamos decidido profundamente comenzar a
sintonizar con las verdaderas leyes de la naturaleza y del cosmos,
49
siendo un camino de vida que nos propició el reconocimiento de

quiénes éramos como seres encarnados en esta humanidad creciente.
Junto con Elder resolvimos en 2011 permanecer durante un año en
aquellos bosques y caminos sagrados del norte de España. Pero al
final se convirtieron en dos años de autoconocimiento y entrega.
Las enseñanzas que nos transmitieron los seres que habitaban cada
segmento de la naturaleza viva llenaron por siempre nuestra alma de
una gratitud infinita hacia ellos. Descubrimos ciudades suprafísicas
e intraterrenas; pudimos comunicarnos con otro tipo de concien-
cias, que no eran físicas ni humanas y que habitaban en el planeta
desde el principio de los tiempos. En octubre de 2017, regresé a San
Pedro Castañero desde Buenos Aires, dispuesta a mostrar esa misma
energía a un grupo de personas procedentes de Argentina, para que
pudieran recibir y aceptar, desde el amor, al menos parte de aquella
irradiación sublime que vivenciamos junto con Elder.
Estas son algunas de las enseñanzas que comprendimos y que
queremos transferirles.
Año 2011, San Pedro Castañero, comarca

del Bierzo, España. Diálogos con Elder
–¿Cuál es el propósito, Anael? –preguntó Elder con la mirada

distraída.
–El propósito –repitió mi mente, absorta más en la imagen
que en el propio significado. Mi voz interna decía: propósitos
pequeños dentro de otros mayores; propósitos conectados cuyas
hebras hilvanan a la perfección el tejido del universo; propósitos para-
lelos, temporales, pero urdidos desde el plan cósmico original. Las
respuestas llegaban solas como emisarios celestiales que habitaban
en mí desde siempre y que en ese instante solidificaban el compro-
miso que yo tenía con la humanidad. En menos de una fracción de
segundo, mientras mi mente seguía procesando la pregunta de Elder,
ella se agachó, recogió de la ladera de la montaña una pequeña piedra
y la atesoró firmemente en su mano.
–Sí, Anael. Me pregunto en este instante: ¿cuál es el propósito

de todo esto: de la naturaleza, del planeta y de todos nosotros? –decía
mientras señalaba el bosquecillo por el cual estábamos caminando en
la comarca del Bierzo. Y prosiguió hablando, mientras su mirada iba
en dirección al suelo–. ¿Sabes? Durante toda mi vida he comprendido
poco las emociones que rodean a los seres humanos, sus miedos
y sus dolores internos. Siempre me ha dado un profundo vértigo
observar cómo los envuelven y cómo ellos terminan somatizándolas.
O, mejor dicho, creo que al fin y al cabo las emociones consumen
parte de sus vidas. ¿Hay un propósito en todo ello o es al revés?; ¿tal
vez la experiencia es la que construye el propósito?
–Qué reflexión tan profunda, Elder. La experiencia es una
proyección que acompaña al ser humano en su tránsito de vida
–contesté–. Esta proyección concede al individuo la oportunidad de
sintonizar con quién es en verdad o de aprender de la experiencia.
Podríamos decir, Elder, que las experiencias son hologramas. Imagínate
por un momento un proyector que está emitiendo una imagen sobre
la pared. Para nosotros es real porque la vemos e incluso esa imagen
puede llevarnos a reproducir recuerdos y sensaciones. Pero en realidad
es un efecto creado para que despierte algo profundo en todos nosotros.
–Y también –continuó Elder– para aprender y seguir avan-
zando hacia el propósito de cada persona o, como bien dices, Anael,
para que recordemos, para volver a nuestro ser e ir dejando la perso-
nalidad. Pero me pregunto: ¿quién proyecta la imagen?
–La proyección, es decir, la experiencia, puede ser individual y
grupal. Claro está que el ser humano aún no puede crear algo de seme-
jante envergadura cósmica. Por ello, durante cientos de años se les ha
atribuido este concepto a las fuerzas superiores, a un Dios, por ejemplo.
–Exacto, todo lo que no se comprende se lo adjudicamos a
una fuerza mayor, al universo –contestó Elder.
–Efectivamente –repuse–, pero hay una fuerza suprema que
ha estado siempre junto a la humanidad y que es la que proyecta
cada experiencia que necesita vivir el ser humano para su avance o
para recuperar su sintonía con el cosmos. Hay un impulso incon-
mensurable que nos abraza y que nos llena la vida de imágenes para
que podamos transformarnos e ir hacia un umbral mayor. –En ese
instante se produjo un silencio pasmoso, incluso la naturaleza dejó
por segundos de pronunciarse. La mirada de Elder y la mía estaban
viajando a través de redes invisibles que nos llevaban irremediable-
mente a conectar con planos superiores. Era como si cada árbol,
cada planta y cada mineral de aquel entorno nos proyectaran una
imagen muy clara, la del ser humano enlazado al cosmos y al planeta.
Pregunté–: ¿Ves lo mismo que yo, Elder?
–Sí, Anael. Es el planeta, ¿verdad?
Un ligero temblor recorrió todo nuestro cuerpo, pero no
éramos nosotras, era la Tierra quien en ese momento manifestaba
su alegría y su concordia.
–El planeta, Elder, es una conciencia cósmica, encarnada en
un cuerpo mayor que el nuestro. Cada ser humano está enlazado al
cristal del centro de esta maravillosa esfera y es este núcleo energé-
tico el que contiene toda la historia de cada una de las conciencias
que habitan en el globo. Por ello la inteligencia cósmica de la Tierra
es la que determina cuál es la experiencia que necesita el individuo o
la comunidad y la proyecta. Pero bien es cierto que cada cual decide
cómo vivirla y desde dónde. Porque una experiencia se puede vivir
desde la comprensión o desde el conflicto más absoluto. La conciencia
del planeta lee la energía que emitimos, concretamente a través de
la planta de nuestros pies, y es así como nos proyecta la experiencia.
–Está claro –continuó Elder– que nuestro planeta, ÜR, quiere
que recuperemos la memoria de quienes somos. Por ello, cuanto más
proyectemos nuestra esencia, menos experiencias tendremos que
vivir y más cerca estaremos de nuestro propósito. Y me pregunto:
¿el propósito lo elegimos nosotros?
–No precisamente, Elder. El ser humano no puede decidir esto
porque, como raza, aún se está formando. Lo elige el arquitecto sagrado
que habita dentro de estos moldes. Me refiero a la conciencia indivi-
dual. Todos nosotros elegimos, diseñamos nuestras probabilidades y el
propósito. Elegimos desde la conciencia cósmica y no desde la carne.
–¿Y quién diseña el propósito de la naturaleza? –preguntó

Elder, señalando al roble maestro que había ante nosotras.
–Él –le respondí, y proseguí–: Él lo elige.
El escenario parecía repetirse. Elder reiteró su pregunta, pero
esta vez estábamos más alejadas del bosquecillo y comenzamos a
transitar por un camino muy antiguo, camino que hombres sabios
y cristianos protegieron hace miles de años. Un camino que fue
recorrido por Santiago el Mayor, uno de los doce apóstoles. Ella
recogió otra piedra de color oscuro y sin mirarla la depositó en mis
manos, me las cerró y me dijo:
–¿Cuál es el propósito de cada uno de nosotros?
–Construir esta raza –le contesté–. Permearla de nuestro amor,
de la comprensión que genera cada experiencia, porque cada una de
ellas es como un puente que nos acerca, si queremos cruzarlo, a otros
paradigmas, mayores. Debemos darle forma a la raza.
–Debemos ser un mismo tejido –dijo Elder–. Estar en calma.
Acercarnos, sentir que somos sagrados y que podemos trascender en
el tiempo y en el espacio para formar una misma esencia cósmica.
Como esto; mira, Anael.
Y así fue como Elder abrió su mano y me mostró su contenido.
En ella había un cuarzo ahumado, brillante y refulgente. Con cara
de asombro, le pregunté:
–¿Cómo es posible? ¡Esta zona está llena de cuarzos blancos,
pero no hay ahumados!
–Shhh, tranquila –me dijo con voz suave–. Abre tus manos.
–Y, sin salir de mi asombro, observé que entre ellas había otro cuarzo
ahumando. Elder acercó su cristal al mío y los encajó, formando una
única pieza. El cristal se completó y ella dijo con voz emocionada–.
¿Lo ves, Anael? Este es el propósito de cada uno: reconocernos.
–Sí, Elder, así es, cuánta razón tienes: reconocernos. Como
raza, como seres y como individuos. Reconocernos como esencias
universales cuyo engranaje perfecto permitirá que la raza humana
trascienda y se convierta en una civilización cósmica sin igual.
Reconocer el ser cósmico de cada uno de los que integramos esta
humanidad. Reconocer nuestro planeta, sentir que caminamos sobre

una entidad viva, sabia, y que ella nos permite estar aquí. Reconocer
que vivimos en el universo.
–Que somos parte del todo –concluyó Elder.
Y así, sin más, proseguimos en silencio por aquellos senderos
donde otros sucumbieron a la belleza y a la percepción de tanta
sabiduría. Un camino cuya esencia proyecta dentro del corazón de
cada viajero tesoros que dejarán su huella por siempre en aquella
parte del camino de Santiago.
2
Busco la pureza, el estado perenne de mi ser. Voy descubriendo
el contenido de mi armonía en plena humildad. Bajo la guardia
como individuo, vacío la mente porque ya la he comprendido y me
dejo caer sin reparo en la totalidad. Los caminos de mis sentidos
comienzan a desandarse y con pies firmes avanzo entregándome
a otras fracciones, trayectos ilimitados sin pretensión. Siento el
descanso, la ausencia de cargas, obstáculos que dieron forma a
mis pensamientos, donde quedaron refugiados vicios de todas las
emociones. Tomo el silencio, la expansión. El devenir se convierte
en la línea del horizonte y lo acepto como un trayecto
hacia el ser sin aún ser
Elder Lavergne
Año 2017, San Pedro Castañero, comarca

del Bierzo, España. El comunicado de Elder
Durante este último viaje en el 2017, Elder se quedó en Buenos

Aires sustentando nuestra travesía, que fue un camino revelador
y cuyo entramado le dio al grupo la posibilidad de comprender la
propia esencia de cada “peregrino cósmico”. Los integrantes del grupo
comenzaron a entablar una relación profunda y pura con su propio
ser. Durante los catorce días el ser de Elder y el mío se comunicaron
en los mundos paralelos y sutiles que convergen entre la materia;
por ello les transcribo algunas revelaciones que me transmitió Elder:
Hoy recorrerán las entrañas de Origen Estelar. El lugar que bendijo todo
nuestro camino en aquel retiro de 2011. Recuerdo profundamente cómo
la pureza de aquel sendero y sus puertas dimensionales se abrían ante
nosotras; los maestros de los valles sagrados fueron preparando y habi-
litando nuestro interior, modificando partes de nuestros cuerpos físicos y
sutiles. Nos mostraron otras realidades. Todo ello se realizó a través de la
sustentación de los cuarzos que habitaban en las entrañas del camino. Y
ellos, los maestros, sintieron nuestra oferta. ¡Entendieron nuestro camino!
Y nos bendijeron. Anael, existen otros caminos, no como peregrinos,
sino como conciencias manifestadas. Si el ser humano habitara el origen
cósmico de cada conciencia, sería capaz de elevar la vibración del presente.
Porque somos creadores y creamos. Un ejemplo: en un pueblo como San
Pedro, de cultura muy arcaica y con comportamientos rudimentarios,
nosotras pudimos elevar la vibración y vivir nuestro esplendor como
conciencias, primero, y como encarnación después. Fuimos creadores de
nuestra realidad. Y así trascendimos, transferimos y reflejamos.
Ahora, en este presente, el grupo que has llevado tiene la posibilidad
de emprender un viaje: comprendiendo que todo está ahí para conectar,
siempre lo estuvo y sigue estando. La naturaleza es la gran maestra que
aguarda con paciencia nuestro despertar.
Comprender el verdadero propósito es trascender. Cada ser tiene un
instante en su interior que, desde el origen, es eterno y único. La encar-
nación es la posibilidad que tenemos de sentir y ver cómo somos creadores
de una nueva raza: comprendiendo ese instante eterno. ¡Así lo hicimos,
Anael! Tomando contacto con los hermanos multidimensionales del
cosmos, de la Tierra, en cada paso que dimos. ¡En cada lugar donde
poníamos la mirada, ahí estaban, esperándonos! Y así lo sentimos. Y así
volverá a suceder esta vez. Recuerdo, Anael, cómo fuimos preparando
nuestro viaje, con total respeto: comprendiendo los propósitos de cada
una, y simultáneamente los asumimos. ¡Y dejamos nuestro cuerpo
(carne) para ser (conciencia)! Y caminar nuestro verdadero sendero.
Entender por qué encarnamos es la reflexión más pura que tenemos que
realizar como humanos. Sintonizar con nuestra conciencia es conver-
tirnos en universales. Los caminos están para transitarlos como metáforas
hacia nuestro interior. Para reencontrarnos y ser una raza fraterna; y,
así, poder transferir toda la historia de este hermoso planeta. Poder hablar
en todos los círculos del multiuniverso, porque comprendimos.
Hoy es importante reconocer, como seres cósmicos, todas nuestras fracciones.
La encarnación y sus fragmentos dan paso a cada frustración, miedo y
dolor. Hoy miramos y sentimos ese ruido constante de la encarnación
ausente. Hoy tengo la posibilidad de mirar y de darme cuenta, de observar
un escenario ilusorio, donde mi corazón no da permiso, y cuyo escenario
solo se alimenta del pensamiento, al que también reconozco. Alejarme
de mí es caminar ciego, con la garganta apagada y ausente de palabras.
Soy parte porque así resuena en mi interior, parte de un espacio infinito,
de muchas sabidurías sin formas que ofrecen su trayecto sin límites. La
grandeza de existir allí y aquí va sumando este presente. Vamos compren-
diendo que todo forma parte de una grandeza mayor.
Mirar las fracciones es avanzar en el trayecto de uno, sin cuestionamientos
porque comprendo que así elegimos en algún instante de este eterno
universo. Cada día tenemos la posibilidad de volver a formarnos desde
el silencio cósmico y avanzar hacia aquello que quizás está fuera de todos
los límites. Hoy y siempre acaricio el inicio como recompensa porque fui
capaz de borrar las líneas dejándome todos los no tiempos. Y mis manos
se llenan de todas las fracciones para luego ordenarlas y bendecirlas, porque
ellas me trajeron sabiduría que compartí con este cuerpo y que ahora reflejo.
Me siento muy feliz por haber sustentado este viaje, por Origen Estelar,
por el Cristo interno que vi en ti, Anael, y del que nunca dudé, y por todos
aquellos que, encarnados, sienten su interior, grande y universal. Y que
tampoco dudaron de escucharnos. De resonar con tu mensaje tan nuevo y
primigenio, Anael, viajera estelar, conciencia de fuera de este triuniverso,
cuyo propósito, como el de cada uno, es bendecido por todas las jerarquías.
¡Hoy las queridas conciencias ya pueden entender parte del propósito,
porque hay más! Mi función es sencilla. Soy un Elder, una jerarquía
cósmica, que viene cada tanto para recordar otras geometrías, otras formas,
así como hay multitud de nuevos nacidos que harán lo mismo. La Tierra
tiene mis respetos. Ella me da cobijo desde lo sutil y amoroso para que
pueda potenciar las mallas, los cordones, las neuroesencias, los códigos y
el alma del nuevo ser. Los reconozco a cada uno, su simpleza –que es un
todo–, su origen y sus propósitos, y en ello los acompaño.
Capítulo 5
El grupo como unidad
Ahora vamos a realizar juntos un viaje en el que nos aden-

tramos en la época de Jesús de Nazaret y sus discípulos.
Por medio de un relato, accederás a profundas metáforas y
mensajes claros para estos tiempos. Cada palabra te acompañará para
que comprendas el significado de la unidad, la certeza y el amor, y
así podrás atesorar algunas de las enseñanzas de aquellos tiempos,
cuya transferencia es atemporal.
Las siete mujeres de Dios
Éramos siete las mujeres que acompañamos al Mesías. Aunque

jamás nos llamaron “apóstoles”, nosotras entregamos nuestras vidas
en una época de mentes nubladas y corazones torpes. Nuestra voz
era escuchada y aclamada en los círculos más íntimos. Trabajamos
juntas fuertemente como si de una misma entidad se tratara.
El Mesías siempre nos alentó y nos protegió en un mundo construido
por hombres tiranos y sedientos de venganza. Las mejores reuniones se
57
vivían cuando Santiago –el justo– estaba entre nosotros. Utilizábamos

el mismo lenguaje universal, pareciendo no existir división entre nuestras
almas. Santiago siempre tenía la palabra precisa, el abrazo perfecto; era
la mano que calmaba cualquier revolución que Jesús impulsaba. Así
como Juan, cuya delicada y refinada naturaleza estremecía de forma
categórica a cada uno de nosotros.
Éramos siete las mujeres y cinco los varones. Doce almas que
buscaban transformar un mundo de tinieblas en un mundo de pura
luz infinita. María de Magdala o de Betania –que en realidad eran
la misma– nos instruyó a todos en las artes del sacerdocio egipcio, la
alquimia y las antiguas virtudes de la sangre, sobre todo a Jesús, que
mostró un especial interés en ello y que fue el primero en comprender
cómo podemos transformar la sangre en un motor nuevo para la vida
trascendida. Esta alquimia la utilizó cuando el Cristo encarnó en su
cuerpo, la sangre de la carne se transformó en un vehículo para el
advenimiento cósmico, convirtiéndose en sangre real.
Fue el comienzo de un nuevo tiempo: por primera vez una jerarquía
crística solar se encarnaba como un humano. En esos instantes las
mujeres comprendimos y los hombres dudaron.
Las mujeres acompañamos a Jesús durante toda su obra, preparándolo
con minuciosidad para que su cuerpo pudiera adaptarse a una
conciencia solar. Siempre supimos que él era el vehículo de algo
superior porque así nos lo hicieron saber las partículas arcangélicas
que contactaron con nosotras. Gabriel y Micael anunciaron su
llegada, así como los sacerdotes kobdas transmitieron su venida en la
última época de la Atlántida, justo cuando tuvo lugar el nacimiento
de la raza adámica, la raza humana actual.
Después de la crucifixión, el Cristo transmigró al cuerpo de Jesús
y se presentó ante nosotras, más vivo que nunca, puro, brillante y
celeste; supimos que el mundo aún no estaba preparado para ello. Si
siendo carne lo crucificaron, ahora, siendo Cristo, sería perseguido
y sentenciado a una vida sin su estirpe, a un vacío en la historia
de la humanidad. Por ello dijimos que había muerto, lo lloramos,
le limpiamos las heridas y lo sepultamos para que la duda expiara

y para que él pudiera realizar el verdadero trabajo al que había
venido: sembrar el nacimiento de una nueva humanidad. Para que
otros como él descendieran.
Cuando el Cristo vino a vernos, dijo algo muy sencillo: “No me
llamen ‘Maestro’, pues él murió en la cruz”.
Cuando Jesús era el hombre, nos besaba en incontables ocasiones
para que no tuviéramos miedo del amor fraterno. Pero cuando se
transformó en Cristo reflejaba esa incandescencia (amor crístico) en
cada manifestación que a veces transmitía sin mediar palabra. Su
manto formaba parte de su piel; aún se lo podía tocar, pero nosotras,
respetuosas, solo lo observábamos y conteníamos nuestras ansias
de retenerlo entre nuestros brazos, por miedo a que la imagen se
desvaneciera. En una ocasión se desmaterializó frente a nosotras; en
ese momento comprendimos que había logrado transcender su propia
materia, pudiendo alterar su composición biológica a otra más sutil.
En otra ocasión, lo volvió a hacer con los apóstoles varones, pero
estos dudaron y dejaron incluso de creer en nosotras, excepto Juan
y Santiago. Pero algunos de nosotros pudimos transmigrar nuestra
esencia crística a nuestra carne, pudiendo sembrar un nuevo camino,
siempre impulsados por él.
El Mesías siempre nos mostró el camino de la unidad. Las mujeres
sabíamos que la interpretación de lo espiritual estaba por encima
de la división entre los géneros masculino y femenino. “Cualquier
mujer que se haga varón entrará en el reino de los cielos”, nos dijo.
El Cristo miraba a unos pequeños que mamaban, transmitiéndonos
la siguiente reflexión: “Estos pequeños que maman son semejantes a
los que entran en el reino”. Uno de los apóstoles le dijo: “Entonces,
¿haciéndonos pequeños entraremos en el reino?”. El Cristo contestó:
“Cuando hagas de los dos uno y hagas lo de dentro como lo de fuera
y lo de fuera como lo de dentro y lo de arriba como lo de abajo, de
modo que hagas lo masculino y lo femenino en uno solo, a fin de que
lo masculino no sea masculino ni lo femenino sea femenino; cuando
hagas ojos en lugar de un ojo y una mano en lugar de una mano

y un pie en lugar de un pie, una imagen en lugar de una imagen,
entonces entrarás en el reino”.
Éramos siete mujeres, después fuimos ciento dos. Escribimos pasajes
que nunca salieron a la luz pública, sustentamos la transmigración
de Cristo y esperamos el momento adecuado para alzar nuestras
voces a la humanidad. Fuimos las primeras damas, las mujeres
templarias, con una voluntad de hierro y un corazón glorioso. Más
allá de nuestras muertes, nuestro linaje cósmico se extendió a toda la
tierra conocida, no a través de los hijos de la carne, sino de los hijos
del espíritu, aquellos que transcendieron la materia y el tiempo.
Durante mucho tiempo dispusimos el camino hacia una nueva
humanidad y nos preparamos con minuciosidad en el arte sagrado
de preservar nuestros recuerdos. En cada encarnación, sabíamos con
certeza quiénes habíamos sido en otras épocas, reuniendo de nuevo
al grupo época tras época y ciclo tras ciclo. Sabíamos que nosotras,
junto a otras conciencias del cosmos, habíamos creado una puerta
para adentrarnos hacia un nuevo paradigma; por ello vinimos y por
ello sembramos durante siglos semillas que ahora han de germinar.
Hoy nuestra voz se alza para ser una más de entre todos los seres
humanos. Porque sabemos que, si buscas una de nuestras semillas,
la hallarás dentro de tu eterna percepción y será entonces cuando
podrás liberarte de todo aquello que te oprime.
Si eres carne y el dolor es tu dueño, este nublará tu caridad,
convirtiéndola en un acto que esclavizará tus intenciones; pero si
llega el entendimiento, a través del amor y de la creencia profunda
en tu propósito, comenzarás a sentir nuestro manto y la irradiación
cósmica de su procedencia, elevando cada día más tu frecuencia hasta
encontrar tu propia divinidad.
Sé que estás preparado para entender que nuestro manto es la
irradiación de nuestra presencia, que nosotras, como grupo cósmico y
jerarquías del universo, estamos siempre amparando y bendiciendo
cada paso que la humanidad realiza. Míranos como lo que somos y
siempre fuimos: razas del cosmos, seres de otros reinos.
No somos visibles para todos, pero seguimos vivas. Estamos

encarnadas de nuevo con otros rostros y con otra piel. Ahora somos
muchas más.
Mirar afuera esperando una respuesta o un milagro quebranta el
enlace sagrado que consagró tu venida. Todo está en ti, ya lo dijimos
en todos los tiempos.
Cuando mi hijo de la carne y mi hermano de espíritu dudó, todas
las mujeres lo rodeamos ungiendo sus pies, sus manos y su columna,
para que recordara que llevamos dentro de nuestro caparazón treinta
y dos hijos del cosmos; que nuestras manos emiten los destellos de
nuestra tercera morada, Andrómeda; que nuestros pies ejercen el
movimiento que genera toda vida, y que la vida genera geometría,
conectada con otras más sutiles que nos devuelven una fuerza
inconmensurable y única, libre de toda ceguera. Le susurrábamos:
“Todo está en ti, Mesías”. Y nos miró a todas, compasivo, sereno y
en calma.
El humano emite un brillo interno divino, cuyo reflejo forma
un camino para otras conciencias del cosmos, conciencias que ya
pronto nacerán y te harán recordar quién eres en verdad. Eres
como nosotras, pero sin la confianza, la certeza y el amor que crea,
mueve e infunde pasión.
Cuando estábamos encarnadas siempre supimos que nuestra vida era
importante, precisa y necesaria. Haz lo mismo que nosotras y deja
un legado para la futura humanidad. No te aquietes, ya no dudes.
Has de transmitir tu amor, no a nosotras, sino a tus semejantes.
Fue una elección divina. Con la muerte de la carne se impulsaría
la creación de otros cuerpos, moldes que albergarían nacimientos
de orígenes lejanos y que traerían a la Tierra la regeneración y la
sabiduría que la humanidad iba a necesitar en tiempos futuros.
En ocasiones las reuniones mostraban el lado más misterioso de Jesús,
que nos hacía recordar que la vida y la muerte son aspectos ilusorios.
Allí, el Maestro anunció que pronto su carne sucumbiría a las actitudes
inconscientes del hombre, y con ella, la de toda una generación.
Los discípulos dijeron a Jesús: “Dinos cuál será nuestro fin”. Jesús
dijo: “¿Habéis descubierto ya el principio para que busquéis el fin?
Donde está el principio, allí estará el fin. Feliz el que se sitúe en el
principio, pues conocerá el fin y no gustará la muerte. Pero el fin no
llegará para mí, mas sí para los que están lejos del principio”.
Y los discípulos preguntaron a Jesús: “¿Cuál es el principio,
Maestro?”, y él no pronunció palabra, dirigió su mirada hacia
el cielo. Hizo una pausa, y dijo: “Mi ser renacerá y volverá más
vivo que nunca, envuelto por el hálito divino. Podrán verme todos
aquellos que rasguen sus vestiduras internas y puedan deshacerse
de lo que el corazón retiene”. Y prosiguió: “Porque el que conoce el
Todo, si está privado del conocimiento de sí mismo, estará privado
del Todo”.
Y así fue como los discípulos pudimos ser testigos de la muerte del
hombre y del nacimiento del Cristo cósmico. Una parte nuestra,
inerte, insustancial, se desprendió para dar paso a nuestra conciencia
cósmica.
Pero no todos vivieron las mismas revelaciones; algunos no
pudieron verlo ni sentirlo, y lloraron su partida y lamentaron su
final. Mientras, mujeres y hombres –multitud de ellos– iniciamos
el verdadero camino, en conjunto, en fraternidad y en silencio;
esparciendo semillas de las enseñanzas cósmicas e intentando formar
el único grupo posible y bendecido: la humanidad.
Capítulo 6
La ecuación de la realidad
Realidad = existencia + formas de vincularse
Existe la realidad del papel, infinitamente diferente de la realidad

de la literatura. Para el tipo de mente que posee la polilla,
que se come el papel, la literatura es absolutamente no existente
y, aun así, para la mente del hombre, la literatura tiene un valor
más grande de verdad que el papel en sí.
Rabindranath Tagore
El ser humano transita su vida desde una total desconexión

de sí mismo porque el afuera domina su mundo y el adentro es un
hoyo donde recaen todas las frustraciones.
Existir no significa que seas un autómata, cuya vida esté llena de
decretos y de acciones que deben ejecutarse; la existencia no implica
una respiración mecánica, el latido de un corazón, cuerpos que
caminan o cerebros que repiten patrones. Existir significa conciencia.
Significa que cada poro de tu piel, que cada molécula de tu organismo
sabe que estás vivo. Significa que entiendes que eres una conciencia
63
estelar, que trascendiste hacia el plano en el que estás ahora inmerso

y que estás indefectiblemente coligado al cosmos y sus fuentes, al
universo y sus virtudes, al triuniverso y a su amor-sabiduría-espíritu.
Existes cuando eres, no cuando supones. Existes cuando irradias,
cuando manifiestas, no cuando callas o finges. La existencia no tiene
máscaras. ¿Podrías llegar a imaginarte un universo donde existieran
máscaras o un universo que callara? ¿Podrías imaginarte al firmamento
con dolor o sufrimiento? ¿Verdad que es difícil imaginarlo así?
Si somos partículas divinas, conciencias con un origen en el
universo, entonces solo resta que lo internalices, lo más profundo
que puedas, y que seas consecuente con esta revelación.
La realidad es una ecuación muy sencilla. Hay miles de
realidades ahí afuera, pero lo más importante es que puedas crear
la tuya, que seas consciente de que puedes vivir en una realidad a
tu medida, siempre y cuando te animes a crearla. Para ello has de
comprender que la realidad tiene dos factores imprescindibles: uno
es tu existencia, y el otro, tu forma de vincularte.
Realidad = existencia + formas de vincularse
Esta ecuación contiene el secreto para crear tu propia realidad.

Vamos a elegir los parámetros del 0 al 5, donde el 0 significa “inexis-
tente”, y 5, el máximo de plenitud. Por ejemplo:
• Realidad = 0 (existencia) + 0 (formas de vincularse): Si no

existes, entonces ya no hay realidad.
• Realidad = 1 (existencia) + 0 (formas de vincularse): Esto
significa que tu existencia es mínima y que no te relacionas
con el mundo; por lo tanto, tu realidad es paupérrima, casi
enfermiza.
• Realidad = 3 (existencia) + 3 (formas de vincularse): Si tienes
un nivel 3 de existencia, quiere decir que eres consciente
de tu conexión con el cosmos, de tu origen, y que intentas
dentro de lo posible llevar una vida coherente con quien
eres; y además te vinculas con el mundo dándote a conocer,
no siempre, pero la mayor parte del día. Por lo tanto, tu

realidad empieza a crearse y a moldearse a partir de ti.
• Realidad = 5 (existencia) + 5 (formas de vincularse): Supone la
plenitud, donde existencia y vinculación tienen la misma
frecuencia. En ese instante tu realidad será el resultado de
tu propia manifestación.
Las realidades dependen de los distintos niveles de conciencia;

hay tres, que explico extensamente en algunos de mis libros (consulta
La raza 33. Un puente sagrado).
La realidad arca
Las partículas o semillas arca son encarnaciones en las que

no existe el alma,2 porque vienen a desarrollarla. Por lo tanto, este
grupo va a experimentar en una línea del tiempo y del espacio
cualquier tipo de frecuencia, sin el aprendizaje. A lo largo de
su vida estas partículas actuarán sin medida, sin filtro, sin amor.
Harán lo que crean que han de hacer para alcanzar sus objetivos,
sin empatizar con el otro ni pensar en él. Estas partículas arca están
dispuestas en los primeros ciclos de la gestación de una raza, para
que comiencen a sembrar la experiencia, ya que no hay que olvidar
que también hay que crear un alma colectiva, como humanidad.
Aunque su propósito solo fuera este, parecería muchas veces que
la realidad arca es la única existente en la vasta e inconmensurable
multidimensionalidad de nuestro mundo. Y precisamente es esta
forma de creencia la que ha hecho que toda la realidad gire en
torno a este nivel de conciencia, cuyo pilar es el conflicto y cuya
biblia, la discordia. Muchas de las partículas arca fueron quienes
2
“[…] el alma es un cuerpo energético que se sitúa en la actualidad por encima
de la cabeza del humano. En este cuerpo sagrado, se van integrando todas las
experiencias vividas en cualquier parte del universo, hasta que se forma por
completo” (Anael, La raza 33. Un puente sagrado).
interpretaron y escribieron en incontables manuscritos antiguos

su forma de ver la vida, el cielo y el cosmos, dictaminando leyes
para el hombre que torturaron la psiquis del colectivo humano,
creando la matriz que domina el mundo.
Si tuviéramos que definir la ecuación para ellos sería:
Realidad = existencia 5 + formas de vincularse 0
Esto quiere decir que indudablemente ellos se manifiestan,

aunque no nos guste su forma o manera; ellos no se esconden: se
muestran, irradiando su vibración. Y además la forma de relacio-
narse es la de dominar en toda forma de vinculación.
¿Esta realidad arca es la tuya? Si no es así, ¿por qué estás
dentro de un escenario que no se corresponde en lo más mínimo
con tu sentir?
La realidad experimental
Las conciencias experimentales son aquellas que encarnan

para experimentar y aprender de ello. Ya formaron su alma y ahora
decidirán durante millares de vidas a aprender de sus propias
experiencias.
Las conciencias de este segundo grupo experimentan con el propósito de

obtener un aprendizaje individual (aprender significa tener una formación
profunda, exhaustiva y milimétrica de su desarrollo en la encarnación
actual) y otro colectivo: donar su experiencia –y la comprensión de ella– al
cristal del centro de la Tierra, es decir, a la memoria colectiva de la raza.
Las conciencias experimentales son el puente entre las partículas arca y las
conciencias que se manifiestan. A diferencia de las partículas, las concien-
cias arca [o experimentales] sí van aprendiendo de sus experiencias,
preguntándose el porqué y el para qué las han vivido, trayendo a la raza
un enriquecimiento vital y formando parte de los cimientos de una nueva
humanidad (Anael, La raza 33. Un puente sagrado).
Si tuviéramos que definir la ecuación para estas conciencias, sería:

Seguro que te has sorprendido, ¿verdad? Pero curiosamente

las conciencias experimentales siempre tienen mucho miedo
porque no saben si lo que piensan es correcto o no; viven en una
constante dualidad porque su entorno (familias, amigos, etc.,) y la
estructura social están basados en la realidad arca. Tienen miedo
a confundirse y a generar con sus errores consecuencias negativas
para sus vínculos más cercanos; por ello fingen una vida que no
les corresponde. Y ello es, en definitiva, experimentar para llegar
a comprender.
La realidad manifestada
Las conciencias manifestadas son aquellas que experimentan para

recordar quiénes son. Ya no experimentan para aprender, porque ya
comprendieron. Han llegado a un nivel de entendimiento totalitario,
desde el que pueden ver el engranaje sagrado que conforma el Plan
Divino de esta Tierra y del universo.
Son vibraciones cuyo propósito es también grupal; encarnan para mani-
festar su conciencia y acompañar al proceso planetario. Son el puente
de las conciencias experimentales, ya que el siguiente peldaño de estas
últimas es […] transformarse en conciencias manifestadas (Anael, La
raza 33. Un puente sagrado).
Si tuviéramos que definir la ecuación para las conciencias

manifestadas, sería:
Sí, efectivamente, aquí tampoco hay una realidad creada defi-

nitivamente por las conciencias manifestadas. A pesar de ello, como
conciencias cósmicas, están preparadas para manifestarse y uno de sus
propósitos es el de crear su realidad en este plano para diluir la realidad
arca, para que tenga el lugar que le corresponde, que, en definitiva, no

es estar presente en esta línea del tiempo. Pero, de manera increíble,
aún hoy en día están dentro de la matriz obsoleta creada por la primera
oleada de partículas arca que hubo en nuestra Tierra.
Bien es cierto que las encarnaciones manifestadas están aferrán-
dose a las líneas del tiempo que se crearon en el origen de nuestra
humanidad y luego fueron olvidadas: la red lemuriana y atlante, la
de los “dioses” de todos los tiempos y en cuya sintonía cada corazón
está comenzando a vibrar. Una realidad manifestada es aquella que
enlaza con las leyes universales y que entiende la vida humana como
una encarnación divina y sagrada, donde no hay más dudas y todo
son certezas, virtudes, perfección y conexión.
Las realidades arca y experimentales se desarrollan en la frecuencia
de la tercera dimensión, mientras que la realidad de las conciencias
manifestadas está destinada a la cuarta y quinta dimensión. Por ello, si les
dijera ahora mismo a estas conciencias que exteriorizaran su intuición,
su arte y su amor en una dimensión superior a aquella en la que están
acostumbradas a vivir, estoy absolutamente segura de que manifestarían
todo lo que hay dentro de su esencia. La única asignatura pendiente
es la de transformar los hilos que las unen y su forma de vincularse
con ellos. Solo cuando las conciencias manifestadas comprendan los
distintos niveles de conciencia y los acepten, será cuando puedan
liberar la tensión que hay entre cada vínculo, se transformarán y
comenzarán a crear su verdadera realidad: una que es perfecta y que
está destinada a crear toda una sociedad en cuarta dimensión.
Sabes que ha llegado el momento, te estábamos esperando desde
hace mucho tiempo. Ya no estás solo. José Saramago decía que vivimos
observando las sombras que se mueven y creemos que eso es la realidad.
Te invito a que la tuya no sea una sombra y que inicies el camino de
sentirte, abrazando la verdad que hay en ti, sin olvidarte de que afuera
está todo aún por hacer. Solo has de vibrar en la sintonía adecuada y
conformar un mundo creado por ti, claro está, en la cuarta dimensión.
Capítulo 7
La construcción de tu templo
interior. La piedra angular
Somos hijos de las estrellas y esto está tatuado a lo largo y ancho

de nuestra sagrada tierra.
Hubo una época en la que se comenzó a construir una vasta

red de templos, con la intención de crear un puente entre el cielo y
la tierra; para ello hubo que emplazarlos en lugares donde se hallaban
las misteriosas puertas de entrada y de salida hacia otras realidades y
construirlos de acuerdo con las leyes universales, la medida exacta –el
número de oro– y los conocimientos astrológicos necesarios como
para crear una escalera por la cual se pudiera acceder a estos planos
superiores y volver –si se pudiera– con un conocimiento mayor;
pero también esta escalera serviría para que divinidades superiores
descendieran y ayudaran a la humanidad a evolucionar.
Hay un estudio muy interesante, realizado por Louis Char-
pentier (El enigma de la catedral de Chartres), que demuestra que deter-
minadas catedrales góticas de Francia están dispuestas exactamente
69
como la constelación de Virgo. Así, la catedral de Chartres (1194)

correspondería a Alfa Virginis; Spica, Reims (1211), a Zeta Virginis;
Bayeux (1206), a Gamma Virginis; Porrima, Amiens (1220), a la
estrella Delta Virginis; Minelauva, Évreux (1248), a Teta Virginis;
Coutances (1218), a Eta Virginis; Chalons (1230), a Tau Virginis,
y Estrasburgo (1220), a Virginis 109. Pero Charpentier dice que,
mucho antes de poner en marcha la construcción de este enorme
talismán, los benedictinos construyeron otro parecido con sus
abadías, por ejemplo, en la región de la Borgoña, donde siete de sus
principales templos se dispusieron de tal forma que eran la réplica
de la Osa Mayor: Vézelay simboliza la estrella Alcaid; Quarré-
les-Tombes es Mizar; Saulieu, la estrella Alioth; Arnay-le-Duc se
corresponde con Megrez; Autun es Phecda; Beaune es Dubhe, y
Chalon-sur-Saône es la estrella Merak.
No nos olvidemos de que los templarios y arquitectos místicos
llevaron de Oriente a Occidente las medidas, proporciones y estruc-
turas de construcción de estos templos convertidos en verdaderos
talismanes cósmicos. Para los templarios el número 8 era indispen-
sable; “allá donde construyes grandes edificios, practica los signos
del reconocimiento”, decían.
La piedra angular. ¿Cuáles eran los pasos

para la construcción de estos templos?
Primero debían escoger el enclave, dependiendo siempre

del tipo de construcción, ya que no era lo mismo seleccionar
energéticamente un lugar para una catedral que para una iglesia o
una abadía. Después, el maestro de obras (conocedor de alquimia,
tradición y conexión con otros planos) colocaba la primera piedra,
la piedra angular, en el centro del templo, cuyo emplazamiento
era el de mayor elevación arquitectónica y espiritual. La piedra
angular, según Génesis 35:9, es el centro del mundo, la comuni-
cación, puerta o escalera. En ella convergen todas las fuerzas de

atracción y emanación.
El constructor trazaba un círculo alrededor de la piedra angular
proyectando los ejes cardinales, es decir, la orientación. Por ejemplo,
una iglesia tiene la dirección Este-Oeste, con el ábside hacia Oriente
ya que dicha coordenada se enlazaba con la energía crística.
René Guénon (1886-1951), filósofo, matemático y escritor,
fue una figura clave del esoterismo contemporáneo, gran estudioso
de las doctrinas orientales y de las religiones. Cita un pasaje de san
Pablo (Efesios II, 20-22) acerca de la piedra angular en su libro
Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada:
[Sois] edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo

la principal piedra angular (summo angulare lapide) el mismo
Cristo Jesús, en la cual todo el edificio, armónicamente trabado, se
alza hasta ser templo santo en el Señor, en el cual también vosotros
sois juntamente edificados (coaedificamini) para ser morada de Dios
en el Espíritu.
Ananda Coomaraswamy (1877-1947), especialista angloindio

en arte oriental, se destacó en el estudio del simbolismo, la mito-
logía, la metafísica y la religión comparada. Destaca que la intención
del texto de san Pablo es evidentemente representar a Cristo como
el único principio del cual depende todo el edificio de la Iglesia, y
agrega que “el principio de una cosa no es ni una de sus partes entre
las otras ni la totalidad de sus partes, sino aquello en que todas las
partes se reducen a una unidad sin composición”.
Señala Guénon que la piedra angular “tiene una forma espe-
cial y única, que la diferencia de todas las demás”. Por este motivo,
no solo no puede encontrar su lugar en el curso de la construcción, sino

que inclusive los constructores no pueden comprender cuál es su destino;
si lo comprendieran, sería evidente que no la rechazarían y se contenta-
rían con reservarla hasta el final […]. El destino de esa piedra puede
ser comprendido solo por otra categoría [superior] de constructores,

que en ese estadio no intervienen aún: son los que han pasado “de la
escuadra al compás”.
Por esta distinción ha de entenderse los que interpretan el

lenguaje cósmico de
las formas geométricas que esos instrumentos sirven respectivamente para

trazar, es decir, la forma cuadrada y la circular, que […] simbolizan
[…] la tierra y el cielo; aquí, la forma cuadrada corresponde a la parte
inferior del edificio y la forma circular a su parte superior.
Claramente las representaciones de estas geometrías adquieren

la importancia que tienen las dimensiones para el ser humano. Si el
cuadrado significa la materialización, lo concreto, la estructura, la
circunferencia representa la cuarta dimensión.
Eduardo R. Callaey, escritor, editor y guionista, escribe en su
libro Masones, caballeros e illuminati:
Hacia el siglo VIII en Northumbria, el monje inglés Beda, que sería

llamado “el Venerable”, escribió un libro acerca del Templo de Salomón,
abriendo paso a la que luego se convertiría en la leyenda central del actual
tercer grado de la francmasonería, el grado de Maestro Masón […]. Se
habla allí por primera vez de que el hombre que se dedica a la construc-
ción debe cuadrar su propia piedra, convertirse en un hombre a escuadra,
es decir, recto, pulido y preparado para tomar parte en la construcción
colectiva de un templo elevado a la Gloria de Dios, el Gran Arquitecto
del Universo […]. Lo cierto es que esta obra de Beda pronto se difundió
por el continente de la mano de los grandes abades que construyeron la
red de monasterios benedictinos en tiempos de Carlomagno.
[…] Paul Johnson define en el secreto del oficio: “Todos los artesanos
medievales tenían secretos relativos a sus oficios, pero los masones eran
decididamente obsesivos con los suyos, dado que asociaban espiritual-
mente los orígenes de su corporación con el misterio de los números, las
proporciones y los intervalos y memorizaban series de números para

tomar sus decisiones y trazar sus líneas. Como en el antiguo Egipto –otra
cultura de piedra tallada– ellos tenían una tradición de ‘taller’ muy
fuerte y reglas establecidas para casi cualquier contingencia estructural
Transmitían sus conocimientos oralmente y los aprendían de memoria,
bajando al papel lo menos posible. Los manuales de construcción no
existieron hasta el siglo XVI”.
Tenemos una herencia arquitectónica en todo el planeta

que simboliza el puente entre el cosmos y la tierra: por ejemplo,
las pirámides de Egipto, dispuestas como el cinturón de Orión, o las
escalonadas de México.
Los egipcios se mantienen fieles a la razón filosófica y hacen de la medida

una expresión del conocimiento; eso significa que la medida tiene para
ellos un significado universal que relaciona los objetos de aquí abajo
con los de Arriba (René Adolf Schwaller, El templo en el hombre).
Pero no solamente encontramos señales en este tipo de cons-

trucciones piramidales, sino en ciertas catedrales, monasterios y
torres, como hemos visto anteriormente, o en megalitos como el
de Göbekli, en Turquía (9000-7000 a. de C.), Stonehenge, en Gran
Bretaña, o Carnac, en la costa del sur de la Bretaña francesa.
La piedra angular representa la esencia de cada ser humano,
cuyo propósito es el de situarse en el lugar exacto, en el centro de
toda matriz divina, centro donde convergen las energías del cosmos y
de la propia encarnación. Muchas de las construcciones de los siglos
XII y XIII tienen estos mensajes. El ser humano tiene la capacidad de
canalizar la energía del cosmos y, además, de materializarla. Es más,
si trabaja en conjunto como las estrellas de una constelación, puede llegar
a convertirse en un verdadero talismán viviente, siendo él mismo
una puerta o stargate hacia otros horizontes cósmicos.
Ya no podemos eludir lo evidente. Somos hijos de las estrellas
y esto está tatuado a lo largo y ancho de toda nuestra sagrada tierra.
Catedrales góticas en la disposición de la constelación de Virgo.
Disposición de las abadías del Císter en la forma de la Osa Mayor.

Segunda parte
Las 33 Puertas Estelares
La Alianza Cósmica
Es del resplandor solar de donde viene la mirada:
los ojos por sí mismos nada ven.
Orfeo
Las Puertas Estelares
Pues bien, hijo mío, Horus maravilloso, no es en un ser de raza

mortal donde ello hubiera podido producirse –de hecho, ni siquiera
existían aún–, sino en un alma que poseyera el lazo de simpatía con
los misterios del cielo: he ahí lo que era Hermes, quien todo conoció.
Vio el conjunto de las cosas y, habiendo visto, comprendió; y, habiendo
comprendido, tuvo el poder de revelar y enseñar. En efecto, las cosas que
conoció las grabó y, habiéndolas grabado, las ocultó, prefiriendo, acerca
de la mayoría de ellas, guardar firme silencio antes que hablar, a fin de
que tuviera que buscarlas toda generación nacida después del mundo.
Se disponía entonces Hermes a ascender hacia los astros para escoltar
a los dioses, sus primos. No obstante, dejaba por sucesores a Thot,
a la vez su hijo y heredero de sus enseñanzas, luego, poco después,
a Asclepio Imhothep, según los designios de Ptah-Hefesto, y a otros
también, a todos aquellos que, por voluntad de la Providencia, reina
de todas las cosas, debían hacer una investigación exacta y concien-
zuda de la doctrina celeste. Estaba pues Hermes a punto de decir en su
defensa, delante del espacio circundante, que ni siquiera había entre-
gado la doctrina íntegra a su hijo, en vista de la aún corta edad de este,
cuando, habiéndose levantado el día, como con sus ojos, que todo lo ven,
contemplaba el Oriente, percibió algo todavía indistinto; y, a medida
que lo examinaba, lentamente, sí, pero al fin, le llegó la decisión precisa
de depositar los símbolos sagrados de los elementos cósmicos junto a los
objetos secretos de Osiris, y luego, después de haber orado y pronun-
ciando ciertas palabras, de ascender al cielo.
77
[…] Mas no conviene, hijo mío, que deje este relato incompleto: he
de referir todo cuanto Hermes dijo en el momento de depositar los
libros. Habló pues así: “Oh, libros sagrados que fuisteis escritos por mis
manos imperecederas, vosotros sobre los que, habiéndoos ungido con
el ungüento de inmortalidad, tengo todo poder, permaneced, a través
de todos los tiempos, imputrescibles e incorruptibles, sin que os vea ni
descubra ninguno de aquellos que habrán de recorrer las planicies de esta
tierra, hasta el día en que el cielo envejecido dé a luz organismos dignos
de vosotros, aquellos que el Creador ha llamado ‘almas’”. Tras haberse
dirigido de este modo a los libros y efectuado una plegaria a sus propias
obras, penetra en el sagrado recinto por los lugares que le pertenecen.
Koré Kosmou
El Koré Kosmou es uno de los numerosos libros que forman

parte del Corpus Hermeticum (parte de las Tablas de Thot), junto
con los Extractos de Estobeo y Poimandrés, más el Asclepio latino, entre
otros. En el Koré Kosmou, la diosa Isis decide revelar a su hijo Horus
los mayores secretos de la divinidad de Thot. Y narra que este dios,
el Atlante, dejó un legado a la humanidad: los grandes misterios y
símbolos de cosmos. “Esos libros contienen el conocimiento de la
verdad”, afirma Robert Bauval, escritor, ingeniero e investigador, en
Secret chamber (La cámara secreta).
Hoy, querida alma, puedes adentrarte en estos treinta y tres
símbolos que forman parte de la sabiduría de todos los tiempos.
Llegó el momento de cruzar el umbral; lo has estado esperando
durante toda tu vida. ¿Qué hay más allá de esta materia? ¿Cómo
puedes conectar con ello?
En esta segunda parte del libro se presentan “Las 33 Puertas
Estelares”, para que puedas conectar y vincularte con una energía
suprema que has de incorporar en ti. Las treinta y tres razas cósmicas
manifiestan su frecuencia para que vislumbres su sabiduría y a la vez
la integres de forma consciente a tu vida diaria.
Si reflexionamos sobre la concepción de nuestro universo, desde
los tiempos pretéritos, veremos que hay un común denominador:
la existencia de algo divino que lo conformó. Después las distintas
culturas y épocas han llamado a esta fuerza extraordinaria de muchas
Segunda parte. Las 33 Puertas Estelares 79
maneras: las más antiguas creyeron que el universo fue creado por un
conjunto de dioses; la cristiana considera que fue creado por uno solo.
Pero en los últimos cien años la ciencia ha ido encontrando
diversas explicaciones hasta llegar a la cosmología de hoy. Demos
un breve repaso:
• En 1931 el sacerdote astrofísico belga George Lemaître

propone que el universo se creó como resultado de una
explosión; Lemaître lo postuló en Nature como “el átomo
primigenio” o “el huevo cósmico”. Ocupó durante su vida
cargos en la Academia Pontificia de las Ciencias, siendo
asesor del papa Pío XII. He aquí una de sus frases céle-
bres: “Si el universo tiene 13.700 millones de años, ¿qué
importaría mucho que se creara en los siete días bíblicos o
en poco más de 10 elevado a -35 segundos?”.
• En 1932 la ciencia avanza de la mano del astrofísico Albert
Einstein, quien contempla la posibilidad de ofrecer un
modelo de universo en expansión, junto al físico holandés
Willen de Sitter.
• En 1961, el físico estadounidense Sheldon Glashow
comienza el desarrollo de la teoría actual de la materia, el
llamado “modelo electrodébil”, junto con su compatriota
Steve Weinberg y el paquistaní Abdus Salam.
• En 1969, el físico Murray Gell-Mann obtiene el Nobel por
su cromodinámica cuántica.
• En 1978 los físicos Arno Penzias y Robert Woodrow Wilson
descubren la radiación de fondo de microondas, en los
Laboratorios Bell. Alan Guth y Andrei Linde proponen la
primera teoría del universo inflacionario.
Los tres pilares de la cosmología contemporánea son:
1. El principio cosmológico. Afirma que todos los observa-

dores fundamentales ven la misma cosmohistoria.
2. La teoría del big bang. Explica que el universo fue creado a

través de una explosión atómica.
3. El universo inflacionario. Explica cómo una partícula o
semilla extremadamente densa y caliente que contiene
toda la masa y energía del universo, con un tamaño mucho
menor que un protón, salió despedida en una expansión
que ha continuado en los miles de millones de años trans-
curridos desde entonces.
Esta última teoría del universo inflacionario se asemeja a lo escrito

en mi libro La raza 33. Un puente sagrado. El universo local fue creado por
el universo mental y por el universo espiritual. Ambas fuerzas sagradas
crearon un núcleo divino, mucho más pequeño que un protón, transfi-
riéndole la esencia espiritual, la sabiduría y el amor. Dicha combinación
creó una expansión enorme, tan grande que aún hoy en día nuestro
universo se sigue extendiendo. Después, elaboraron una geometría
sagrada: enlazaron múltiples mallas energéticas, grupales e individuales
entre sí, por canales y redes por los que transitar a través de múltiples
tiempos. Es por ello por lo que crearon simultáneamente trece dimen-
siones, cada una de las cuales se subdivide en ocho subdimensiones.
Implementaron la trinidad espíritu-sabiduría-amor en geometrías del
sonido, del símbolo y del verbo, descansando esta estructura en esa
fuerza extraordinaria o Todo. Las dimensiones son fracciones de la
trinidad, porciones que se bifurcan en sintonías distintas, desde un
grado mayor a uno menor. De esta forma, la vida en este universo local
es una extensión sagrada del universo mental y del universo espiritual,
manifestándose en distintos grados o dimensiones.
La ciencia de hoy demuestra su avance cuando expresa que
nuestro universo conocido es finito, pero intuyendo que más allá
de él hay múltiples universos. Así fue expresado en el V Ciclo de
Conferencias de Astrofísica y Cosmología 2016, realizado por
la Fundación BBVA en el Palacio del Marqués de Salamanca,
en Madrid. “Los grandes logros científicos se consiguieron por
la motivación intelectual y no por la preocupación económica”,
expresó Samuel Ting, premio Nobel de Física, en dicho congreso.
Muchas veces reflexiono acerca de lo importante que sería

fusionar las primeras creencias que profesaban los pueblos pretéritos,
aquellos que veneraban a los dioses de la creación y que emanaban
esa energía espiritual e incandescente que giraba alrededor de sus
vidas, dándoles sentido en cuerpo y forma a sus existencias. Fusionar
la ciencia con la fuerza que mueve este saber y dar por sentado que
existen otras formas de vida inteligentes y sagradas que conforman
el firmamento y nuestra historia como raza.
Igualmente importante sería comprender que no puede
existir el miedo hacia ello, porque el universo no se originó en
una explosión, sino en una expansión continua. El universo carece
de caos, porque es perfección. Y, si algún día las personas se atre-
vieran a transformar su visión y comenzaran a observar la realidad
desde su linaje cósmico y no desde la mirada del Homo sapiens, en
muy poco tiempo podríamos llegar a viajar a través del tiempo y
del espacio, o visitar a algunos de nuestros hermanos cósmicos,
dentro de estos universos. Porque la ciencia no es un planteo de
ecuaciones: la ciencia es espíritu, sonido, número y forma.
“Yo soy quien creó el mundo con medida, número y peso”,
dice el Eterno en el Génesis, demostrando que nuestro universo
tiene una estructura basada en leyes físicas y espirituales. Tiene
medida: dimensiones; número: símbolo, sonido; peso: materia.
“La ciencia no solo es compatible con la espiritualidad; es una
profunda fuente de espiritualidad”, nos dice el cosmólogo Carl Sagan.
Las civilizaciones cósmicas, en concreto treinta y dos, asentaron sus

bases debajo de la superficie terrestre, creando ciudades, laboratorios,
pirámides sagradas, escuelas suprafísicas y una amplia magnitud de
herramientas para comenzar a desarrollar la nueva raza. Estaban
en continua comunicación con el núcleo interno de la esfera y con el
núcleo del universo local, abriendo coordenadas de tiempo y de espacio,
y en permanente contacto con sus lugares de origen, monitoreando la
evolución de este milagro universal.
Así nació la raza humana, un proyecto genético universal, amparado,
contenido y monitoreado por sus creadores. Ellos decidieron preparar la
superficie de esta esfera, en la que la raza humana se desarrollaría, cubrién-

dola con una capa etérea que protegiera a los seres de la irradiación fotónica
de los tres universos. Desde el comienzo del proyecto hasta este momento
en el que estás leyendo estas líneas, estas razas te han cuidado y acompa-
ñado en cada respiración, esperando que de manera consciente enlaces con
ellos. Nunca se fueron, nunca te dejaron, su oferta es total y absoluta. Se
trasladaron desde sus lugares de origen hasta esta esfera para ofertarse al
plan cósmico, siendo testigos fieles del crecimiento de este futuro reino. Es
por ello que el proyecto de crear una nueva raza no está amparado solo por
la ciencia cósmica, es algo mucho más importante, es un Plan Divino y
sagrado de amor eterno (Anael, La raza 33. Un puente sagrado).
Las treinta y dos razas de este universo local, junto con los
seres del universo mental, crearon el templo físico de la civiliza-
ción humana. Insertaron treinta y dos códigos lumínicos o esferas
cósmicas en la columna vertebral. Cada código es el registro que
contiene la sabiduría cósmica de cada raza. En la actualidad, estas
treinta y dos civilizaciones cósmicas son las más evolucionadas del
universo local; por ello es de vital importancia comprender que cada
uno de los códigos posee la información del proceso de evolución
que las transformó en reinos de una excelencia sin igual.
Se dispusieron los treinta y dos códigos estelares junto con el
código 33, que corresponde a nuestra raza, el cual estamos formando
con nuestra experiencia. Estos códigos se dispusieron uno detrás
del otro, cada uno rodeado de hebras multidimensionales e invisi-
bles al ojo humano, llamadas “neuroesencias”, cuya labor es la de
mantener activos los códigos, como si de uno solo se tratara. Los
códigos estelares son el pilar del templo físico de la raza humana, ya
que dentro de cada esfera cósmica se incorporó toda la información
necesaria para la evolución de dicha raza: sus pautas, sus principios,
sus organizaciones internas y todo un entramado magistral acerca
del proceso que se debe realizar para transmutar y transformar las
propias limitaciones de cada ciclo evolutivo.
El cuerpo humano está hecho a imagen y semejanza no sola-
mente de las treinta y dos razas, sino del universo y de su incon-
mensurable firmamento. El sistema nervioso se asemeja a las redes

energéticas del universo, al entramado, así como cada órgano es la
representación de una constelación o estrella y cada célula de nuestro
cuerpo es el triuniverso (universo local + universo mental + universo
espiritual) Así vemos que:
• El núcleo representa el universo local. Allí reside el ADN.

• El citoplasma representa el universo mental o creador. Está
constituido por siete organelos, cada uno de los cuales
corresponde a uno de los siete mundos que habitan en
dicho universo creador.
• La membrana celular representa al universo espiritual. Es la

parte por la cual las células se comunican. Al igual que el
triuniverso, que a través de la vibración espiritual puede
enlazar y transmitir su conocimiento a otros triuniversos
del firmamento.
René Adolf Schwaller de Lubicz (1887-1961) nació en Alsacia,

hijo de un farmacéutico de Estrasburgo. Tras continuar con la tradi-
ción familiar en el campo de la química, se adentró en el mundo del
esoterismo uniéndose a la Sociedad Teosófica, institución en la que
ingresó en 1913. Dedicó su obra más conocida, que ya he citado, al
estudio del templo de Luxor, en Egipto. Publicada en 1949, hoy en
día es considerada imprescindible en el ámbito de la egiptología. Le
temple dans l’homme, literalmente ‘el templo dentro del hombre’, es el
resultado de casi quince años de investigación a pie de campo en Luxor.
En su libro En busca de la Edad de Oro, Javier Sierra, periodista
y escritor, Premio Planeta 2017, cita a Schwaller:
El rostro del pavimento refleja una suerte de hombre cósmico cuyo

cuerpo podía extenderse figurativamente a lo largo de los casi 200
metros de largo del recinto. Un cuerpo simbólico que no solo respeta
escrupulosamente las proporciones que debe tener un “humano perfecto”
con respecto a su cabeza, sino que guarda coherencia con la supuesta
parte del cuerpo a la que corresponde cada parte del templo de Luxor,
incluidos órganos internos, glándulas y centros nerviosos.
Así, por ejemplo, el cráneo se corresponde con los santuarios del templo;
el recinto dedicado a Amón coincide con la cavidad oral, mientras que
las clavículas están marcadas por paredes, las costillas se corresponden
con columnas de su sala hipóstila, el abdomen queda a la altura del
peristilo y las rodillas coinciden matemáticamente con los dos colosos de
Amenofis III que flanquean la entrada a una hilera de columnas que
actúan como sendos fémures.
Por si esto fuera poco, en el lugar que debía ocupar la boca, pueden
contemplarse relieves que reflejan la Gran Enéada de Luxor, creada
por la palabra; en la zona que corresponde proporcionalmente a la
glándula tiroides (la que controla el crecimiento), se admiran en sus

muros escenas de la infancia del faraón y donde deberían de estar las
cuerdas vocales, se lee cómo se da nombre al rey.
Si tenemos en cuenta que los nervios que inervan cada uno de

los códigos estelares corresponden a un órgano de nuestro cuerpo,
entonces podemos alcanzar una conclusión más profunda y es que
no solamente nuestros ancestros lemurianos y atlantes quisieron
reflejar la perfección del ser humano en sus templos, sino que además
manifestaron que todo en él es una representación cósmica.
Un ser humano gigante y en perfecta comunión con el
universo, hijo de las estrellas, es la imagen que siempre han querido
transmitir en cada pirámide, en cada templo y en cada piedra: el
resultado de todo ello es la raza 33, la raza humana, cuyo verdadero
nombre es Ürmashae (‘el reflejo de todo lo que es’), una raza cósmica
de entre miles de millares que hay dentro y fuera de nuestro planeta.
Cómo leer la segunda parta del libro; novedades
En esta segunda parte del libro vamos a hacer un recorrido por

las treinta y tres razas cósmicas, sus enseñanzas y símbolos. Notarás
que hay un código QR insertado al principio; esta es una novedad
maravillosa que la tecnología de hoy nos permite para completar el
trabajo con este libro.
A través de él podrás conectar tu teléfono celular o móvil,
incluso una tablet, donde puedas bajar la aplicación gratuita del lector
de QR (QR Code Reader), en el Play Store si tienes un sistema
Android, o en la App de tu iPhone. Una vez que la instales (tarda dos
segundos), es muy sencillo: abres la aplicación y colocas el celular
o la tablet cerca del código QR del libro; la aplicación lo va a leer y
te llevará directamente a un link que se abrirá de manera automá-
tica; en ese instante estarás escuchando una composición musical
hecha especialmente para este libro. Es la música de las treinta y
dos razas; con ella podrás viajar y adentrarte en un estado de medi-
tación profundo. Si no sueles llevarte bien con las tecnologías, no

pienses que es complicado; te aseguro que, si te dejas llevar por estas
instrucciones, en menos de un minuto estarás escuchando la música.
Mapa de cada Puerta Estelar; su contenido
Puerta Estelar 
Símbolo Cuadro   Vestigios
de la raza cósmica 
Acceso a la Puerta  Mensaje
y enseñanzas
Cada Puerta Estelar contiene:
• El símbolo de la raza estelar: Podrás observarlo e introducirte

en la simbología de cada raza.
• La música: Podrás escucharla mientras lees o puedes meditar
y adentrarte en el sonido, que, como sabemos, siempre tiene
más información que las propias letras o palabras.
• Cuadro sinóptico: Es un resumen con el nombre de la raza, el
nombre del código, la ubicación en la columna vertebral y
el órgano que inerva y, por último, el nombre que sintetiza
las enseñanzas de la raza.
• Vestigios: Son curiosidades, remanentes dentro de la historia
de la humanidad donde la raza cósmica ha dejado señales.
• Acceso a la Puerta Estelar: Para poder traspasar cualquier
umbral, primero hay que llamar a su puerta. Tendrás que
vibrar en la misma sintonía del código estelar para acceder
al tesoro que hay detrás de cada puerta, que no es ni más
ni menos que la sabiduría y enseñanzas de la civilización
cósmica correspondiente.
• Mensaje y enseñanzas: Una vez que has cruzado el umbral,
ya puedes introducirte en el núcleo, en la esencia de cada
reino cósmico y dejarte permear por su savia.
La Tierra y todos los seres vivos están formados de materia estelar.
Carl Sagan
Puerta Estelar 1
Lyra
Multiplicidad
CÓDIGO ESTELAR: XYR

LUGAR: CONSTELACIÓN DE LYRA, NEBULOSA DEL ANILLO
DISPOSICIÓN EN EL ORGANISMO HUMANO: 1ª VÉRTEBRA
CERVICAL; INICIO DE LA MÉDULA ESPINAL
ENSEÑANZA: ICKSHAN
La constelación de Lyra está en la orilla occidental de la Vía

Láctea, al lado de la constelación de Hércules. Se puede apreciar
87
fácilmente desde el hemisferio norte y los trópicos, y empieza a

desaparecer de nuestra vista a partir de latitudes medias del sur.
Lyra es la primera raza que se creó en nuestro universo local;
por ello es considerada la raza madre, ya que a partir de ella se crearon
todas las demás civilizaciones cósmicas.
Lyra fue imaginada como un grupo de seres que albergaran
el poder de la multiplicidad, es decir, la capacidad de seguir cocreando
a partir de sí mismos.
Su savia cósmica es derramada por todo nuestro cuerpo bioló-
gico, ya que su código estelar, XYR, está situado en la primera vértebra
cervical, donde comienza la médula espinal. La esencia cósmica de
Lyra conecta, por lo tanto, con toda la columna; asimismo, su caudal
cósmico penetra en todo el organismo, inundándonos de la vibración
de la multiplicidad, del poder de la prosperidad.
• En la época atlante existió un sacerdote llamado Bohindra.

Este sabio tenía la particularidad de comunicarse con su
hermandad a través del sonido de su lira; es más, podía
llegar a transformar a un individuo e incluso a un grupo y
sanar sus heridas, con la resonancia de cada cuerda y con la
sutil forma de acariciar los brazos curvos de la lira, uniendo
cuerpo y alma cual travesaño sagrado. Bohindra, además,
acompañaba el proceso de desencarnación, como también la
transmigración de las conciencias a otros cuerpos. Todo ello
lo hacía a través de la conexión de su instrumento cósmico,
creando una cuerda infinita entre el Origen Estelar y la
encarnación. Y era así como el sabio atlante manifestaba
su linaje estelar.
• En el siglo VIII, Beda el Venerable, monje benedictino
escritor e historiador, relacionó la constelación de Lyra con
el pesebre de Cristo, dando a entender que representa la
escena del origen de un nacimiento.
• Göbekli Tepe es una construcción de piedras circulares,

esculturas y pilares de 6 metros de altura y 15 toneladas
de peso, situada en un yacimiento al sur de Turquía. Se
cree que es uno de los templos más antiguos del planeta,
más incluso que las pirámides de Guiza. Las columnas
tienen relieves zoomorfos que representan diversas cons-
telaciones, entre ellas Lyra, Cygnus, la trinidad de Sirio.
El yacimiento tenía 90.000 metros cuadrados, según las
prospecciones geofísicas, de los cuales hoy en día aún falta
por excavar la mayor parte. Al parecer, los vestigios que
se espera encontrar podrían llegar a ser de la era de Virgo
(12.000 a. de C.), es decir, la era atlante.
• Los incas observaban el cielo vespertino durante el mes de
agosto hasta noviembre, porque era la época en que Lyra se
manifestaba con todo su esplendor. Le rendían culto a través
de ofrendas, para la protección y multiplicación de la gana-
dería. Era la época del nacimiento de las crías de los auqué-
nidos (como, por ejemplo, la llama, la alpaca y la vicuña).
¿Cómo podemos acceder a la Puerta Estelar de Lyra?
Cuando se creó el cuerpo biológico humano, las treinta y

dos razas ofrendaron sus códigos estelares a través de esferas multi-
dimensionales que, posteriormente, serían resguardadas por cada
vértebra de la columna; cada una de las esferas contenía la historia
de la raza, su avance y sabiduría, así como las herramientas necesarias
para transferirnos el conocimiento de cómo la raza humana actual
puede llegar a transformarse en una civilización completa y avanzada
dentro de nuestro universo local.
Es importante tener claro que las razas de esta Alianza Cósmica
crearon al ser humano a imagen y semejanza de ellas; por lo tanto,
la médula espinal humana es representación de Lyra.
Para cruzar este umbral sagrado, has de emanar la vibración del

código estelar XYR. Una vez que hayas incorporado dicha frecuencia,
podrás acceder a un mundo increíblemente bello. Para ello, tienes
que incorporar la energía de esta esfera estelar.
Acceder a la sabiduría de Lyra es reencontrarte con la concep-
ción de una forma de vida que es parte de ti: el origen. Por ello, debes
hallar un ambiente tranquilo y relajado para transmutar tu energía
actual a la de XYR y así penetrar mejor en la frecuencia de esta raza
cósmica; por tanto, es necesario comprender su contenido.
• XYR es una vibración que abarca tres aspectos fundamentales:

1. La frecuencia de “todos los caminos”. Lo que nosotros
llamamos “encrucijada” es, en verdad, el sitio clave por
donde trascurren las corrientes energéticas, formando
un vórtice de energía muy potente y transformador.
Deberás alinearte, respirar profundamente y albergar
en ti una imagen que te lleve a un estado de plenitud,
despejando en ese instante toda ruta cotidiana que habita
en ti. Solo has de focalizarte en esa imagen y, cuando tu
vibración sienta la plenitud, retenla para continuar con
al paso siguiente.
2. La frecuencia de “el receptor”, es decir, no esperar nada a
cambio ni albergar pretensiones; has de alejar las supo-
siciones, así como el pensamiento de qué es lo que va
a suceder o cómo va a ser el encuentro con tu propio
origen.
3. La frecuencia de “preservar la esencia para ofrendarla”. Debes
anclar en ti los dos pasos anteriores y preservar tu
estado de armonía, vaciarte de las energías mundanas
y llenarte de plenitud y amor, para después –una vez
que se abra la Puerta Estelar– ofrecer lo que eres.
Llegado este momento, ten unos minutos de reflexión y

entendimiento de la energía cósmica de XYR en ti. Imagínate que
estás en el centro de todos los caminos, abriendo tu energía para
recibir el caudal de Lyra y luego preservar su savia cósmica. Observa
detenidamente la Puerta Estelar de Lyra, porque llegó el momento
de introducirte en su mensaje y enseñanza.
El mensaje de Lyra a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Lyra se pueden resumir en una sola palabra:

ICKSHAN. A continuación, profundizaremos en su mensaje y
transmisión, para que puedas incorporar esta sustancia cósmica no
solamente en el cuerpo biológico, sino en todo tu ser; de esta manera,
aumentarás la vibración hacia una frecuencia superior, completán-
dote un poco más. Según avances y te permees de cada raza estelar,
podrás vislumbrar otro paradigma distinto al habitual, ya que es el
comienzo de una nueva realidad, creada por ti y para ti. No te asustes,
es justo lo que estabas esperando desde hace mucho tiempo. Cada
ser humano tiene la consigna cósmica de crear su propia realidad y
esta es precisamente una de las facetas más sagradas que está viviendo
nuestra raza en estos momentos. Permítetelo.
ICKSHAN es la vibración más sublime de la conexión con el
origen cósmico. Es el camino que nos marca Lyra como un cambio
de vida y para la transformación de la personalidad en el ser cósmico.
Lyra enlaza con el origen de nuestro universo y con sus razas.
Conectar con su esencia es vincularse con el principio de toda crea-
ción, con el origen de las razas, ya que, como expliqué anteriormente,
fue la primera civilización en existir en nuestro universo local.
Conecta con tu propio origen, con el entendimiento de que eres el
universo y estás hecho a imagen y semejanza de él.
ICKSHAN nos muestra su historia, su evolución y trascen-
dencia, así como la cosmología de su reino. Nos indica el enlace
con nuestro linaje cósmico y cómo vivir con esta unión sagrada.
Por ende, nos despeja por completo la creencia de un origen de la

humanidad vinculado al primate.
Es la primera esfera cósmica que habita en nuestra columna
vertebral y su mensaje es sencillo pero profundo: vivir desde la cone-
xión cósmica para emanar la multiplicidad. Vivir una encarnación
va más allá de la materia que observamos. Lyra nos anima a que lo
hagamos desde un lugar totalmente distinto, es decir, que vivamos
conscientes y permanentemente enlazados al origen de todo, al
cosmos. No nos olvidemos de que vivimos dentro del universo y
que precisamente eso que llamamos “pisar tierra” significa darle
el verdadero sentido a la vida y saber interpretar quiénes somos.
Después solo resta vibrar en nuestra sintonía, porque la prosperidad
vendrá a nuestro encuentro.
ICKSHAN te señala que tienes que estar presente en tu origen
y desterrar cualquier pensamiento mundano. Quiere que focalices
toda tu energía en tu conciencia y no en los arquetipos diarios.
Por un instante Lyra te indica que cierres los ojos y que sientas
tu energía cósmica, que conectes con todo su ser como unidad vital,
para así sentir la esencia de esta raza y dejar que aflore por todo tu
ser la frecuencia de la multiplicidad, que es la sustancia del inicio
de toda vida en este universo que habitas.
Llegó el momento de integrar todo lo que eres. Para ello, no
es necesario que te aísles o que te apartes de los quehaceres diarios;
todo lo contrario: has de vivir en consonancia con tu ser cósmico
encarnado como un humano.
Recuerda que la conciencia cósmica ha realizado un largo viaje
antes de decidir encarnar; que en algún momento te convocaron para
venir a esta esfera y acompañar al proceso de formación de la raza.
Sabes perfectamente que esto no es un juego ni es un proceso al azar,
que nadie te empujó a tomar la decisión de estar aquí, porque en lo
más íntimo de tu ser amas profundamente este planeta.
Vivimos en el universo, no fuera de él. Somos conciencias
energéticas, no patrones de personalidad; somos una entidad-espíritu
en toda su magnitud.
El individuo inconsciente, es decir, aquel que no está conec-

tado con el origen cósmico, aprendió a separar, a dividir, pero, si
tomamos las enseñanzas de Lyra, comprenderemos que toda vida
está diseñada a la perfección. Si el origen reside en el cosmos, esto
quiere decir que somos el universo y que el movimiento, el amor
y la expansión forman parte de todo hálito de vida. Demos, pues,
un salto de gigantes para salirnos de esa línea que nos limita y que
disgrega, y comencemos a volar, siendo cosmos. Llegó el momento
de integrar nuestra divinidad en los quehaceres diarios, de vivir
con conciencia de nuestro Origen Estelar cada momento del día,
entrando en la energía sublime de Lyra.
Lyra es el primer peldaño de esta mágica escalera cósmica.
Nos transfiere sus enseñanzas a través de una palabra, ICKSHAN.
En la primera vértebra cervical reside a nivel suprafísico su código
estelar, XYR.
Ahora solo resta dejarte llevar por el símbolo de esta raza
cósmica y expandir tu conciencia. Solo hay que comenzar por dar
los primeros pasos y si te atreves a seguir la senda de los treinta y
dos códigos estelares, cuando finalices, habrás logrado integrar cada
raza en ti de forma consciente, lo que te habilitará a vivir desde un
lugar más cósmico. Es un buen momento para visualizar la Puerta
Estelar, cerrar los ojos y dejarte llevar por su energía. Mañana serás
alguien nuevo. Que así sea.
Puerta Estelar 2
Vega
Iniciación e integración
CÓDIGO ESTELAR: ESMERALDA

LUGAR: CONSTELACIÓN DE LYRA, ESTRELLA VEGA
CERVICAL; CEREBRO CENTRAL
ENSEÑANZA: INSTHAR
Vega es una estrella de primera magnitud situada en la cons-

telación de Lyra; por ello se la considera la segunda raza de nuestro
95
universo local. Es la estrella más brillante en el verano del hemisferio

norte y el invierno del hemisferio sur; es la quinta más resplande-
ciente de todo el cielo nocturno.
Vega fue imaginada como un grupo de seres que albergaran
la vibración de la iniciación. Esta frecuencia sutil será representada
por una esfera y ocho rayos de color esmeralda. La savia cósmica
de Vega es derramada a través de los nervios que inervan el cerebro
central. Su código estelar lleva el nombre de “ESMERALDA” y está
situado en la segunda vértebra cervical.
• Vega representaba para los asiáticos una lozana princesa

enamorada de un joven pastor, Altair (constelación del
Águila). Cuentan que el padre de la princesa se enfurece
tanto que los separa, cada uno a una orilla distinta del río
del cielo (la Vía Láctea). Finalmente, la historia termina
con la aceptación del padre a que se vean una vez al año,
la séptima noche del séptimo mes. Es en esas fechas
cuando la Vía Láctea se aprecia más tenue, permitiendo
el reencuentro de Vega, situada al este de la galaxia, y
Altair, situado al oeste. Esta mitología es originaria de
China y Japón.
• En la cultura incaica, a Vega se la denomina “la Pequeña
Llama de Plata” o “la Llamita de Colores”. Algunos inves-
tigadores creen identificarla como Urkuchillay, uno de
los dioses incas, representado por una llama multicolor,
protector de los animales. Su adoración buscaba obtener
el favor divino para incrementar la ganadería y así lograr
prosperidad.
• Los asirios nombraron a esta estrella polar “Dayan-same”,
‘juicio del cielo’, y los acadios la llamaron “Tir-anna”,
‘vida de los cielos’. En la astronomía babilónica, Vega fue
una de las estrellas llamadas “Dilgan”, ‘mensajero de luz’.
¿Cómo podemos acceder a la Puerta Estelar de Vega?

crearon al ser humano a imagen y semejanza de ellas; por ello el
cerebro humano es representación de Vega. Evidentemente Vega
no tiene físicamente un cerebro como el nuestro, pero sí un meca-
nismo a modo de computadora virtual en su entidad suprafísica,
cuya función hemos heredado.
Para cruzar este umbral sagrado, has de emanar la vibración
del código estelar ESMERALDA. Una vez que hayas incorporado
dicha frecuencia, podrás acceder a un mundo increíblemente bello.
Para ello tienes que incorporar la energía ESMERALDA.
Acceder a la sabiduría de Vega es reencontrarte con la multidi-
mensionalidad de tu cerebro; por ello debes encontrar un ambiente
tranquilo y relajado para transmutar tu energía actual a la del código
ESMERALDA.
Para penetrar mejor en la frecuencia del código estelar, es
necesario comprender el contenido de este:
• ESMERALDA: Es una frecuencia que te permite dar el

impulso hacia una búsqueda superior. Pero esa búsqueda,
ese recorrido que surge del interior de cada ser, no está
dentro de la exploración material o más instintiva, sino
en una mayor, una cósmica, que llevará al ser humano a
sentirse parte del entramado del universo. Esta búsqueda no
implica el encuentro, sino el acceso a una realidad suprema.

Iniciarse en el reconocimiento e integrarlo será la clave
para salir de una mente colectiva y comenzar la labor de la
verdadera investigación: sentir quién eres.
Llegado este instante, ten unos minutos de reflexión y enten-

dimiento de la energía cósmica del código ESMERALDA en ti y
observa detenidamente la Puerta Estelar de Vega. Ahora puedes
introducirte en su mensaje y enseñanza.
El mensaje de Vega a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Vega se pueden resumir en una sola

palabra: INSTHAR. A continuación, profundizaremos en su
mensaje y transmisión, para que puedas incorporar esta sustancia
cósmica no solamente en el cuerpo biológico, sino en todo tu
ser; de esta manera, aumentarás la vibración hacia una frecuencia
superior, completándote un poco más. Según avances y te permees
de cada raza estelar, podrás vislumbrar otro paradigma distinto
al habitual, ya que es el comienzo de una nueva realidad, creada
por ti, para ti. No te asustes, es justo lo que estabas esperando
desde hace mucho tiempo. Cada ser humano tiene la consigna
cósmica de crear su propia realidad y esta es precisamente una de
las facetas más sagradas que está viviendo nuestra raza en estos
momentos. Permítetelo.
La esencia cósmica de INSTHAR se sitúa en el centro del
cerebro. Cuando se creó al ser humano, se integraron sus ense-
ñanzas milenarias en él a través de una esfera suprafísica, dise-
ñada por millares de micropartículas cristalinas, cuya frecuencia,
ESMERALDA, ayuda a integrar los dos hemisferios y a enlazar
la mente de este órgano con el núcleo de las células.
INSTHAR es la iniciación hacia un plano mayor de tu

conciencia cósmica, una ruta que enlaza con la multidimensio-
nalidad del cerebro, ya que conectar con Vega es vincularse con
la mayor tecnología biológica que porta el ser humano: su propia
computadora integrada en el cuerpo físico, la cual, además, está
a nuestro servicio.
Observar el cerebro humano como una computadora y no
como el representante de nuestra identidad es un cambio de para-
digma en la vida cotidiana del individuo. Imagínate que dentro de
tu cráneo hay una notebook, que cada día la colmas de contenidos,
de imágenes, sonidos, conceptos y experiencias vividas y que
además cada uno de estos archivos va enlazado a una emoción o
sensación que está organizada por categorías. Sin duda, se necesita
un disco duro de una alta capacidad de almacenamiento, pero no
te preocupes, ya que tu notebook tiene una tecnología superior y
hay una gran capacidad de terabits allí dentro. Además, cuenta
con un mecanismo interno que cada noche desecha aquello que
no te sirve; por lo tanto, se recicla a sí misma continuamente.
Lo más increíble de todo ello es que esta maquinaria bioló-
gica está construida por una malla que envuelve todo su tejido y
en la que se asientan millares de conexiones neuronales, ramifi-
caciones destinadas a un tipo de trabajo determinado y en equipo.
Existen conexiones desde las funciones cognitivas más básicas
hasta las más extravagantes. Me refiero en este último caso a que
las conexiones metafísicas también son funciones que ayudan al
organismo físico a adaptar su frecuencia biológica a otro nivel
vibracional superior. Y esto ocurre de forma más habitual de lo
que crees. Por ello, INSTHAR nos habilita el acceso a integrar
nuestro cerebro como un organismo multidimensional que nos
acompaña en la búsqueda de un entramado superior dentro de
la propia encarnación.
100
deSCubre tu Origen eStelar
Imagen del libro Diez comunicaciones. Introducción a las localizaciones cerebrales en neuropsiquiatría, de Karl Kleist.
Vega nos recuerda que además existe un campo energético que

envuelve esta computadora biológica, que se llama “campo supraneu-
ronal”, el cual se encarga de realizar las conexiones necesarias para
traducir la sabiduría que porta cada conciencia.
En resumen, la parte física del cerebro se ocupa de ejecutar las
acciones necesarias para desarrollarnos como encarnación y el campo
supraneuronal, de la capacidad de interpretar la sabiduría de cada ser.
Por lo tanto, el ser humano está capacitado para vincularse desde su
fuente u origen cósmico. Solo hay que comenzar a dar los primeros
pasos y, si te atreves, a seguir la senda de los treinta y dos códigos este-
lares. Cuando finalices, habrás logrado integrar cada raza en ti de forma
consciente, lo que te habilitará a vivir desde un lugar más cósmico.
Sin duda, todo está diseñado desde una perfección suprema
que ya es momento de comprender, asimilar, integrar y manifestar.
Como decía anteriormente, el código estelar de Vega se sitúa en
la segunda vértebra cervical, cuyos nervios inervan el cerebro central,
lugar donde se sitúa la esfera ESMERALDA que la civilización de Vega
depositó en cada cuerpo humano. Esta esfera contiene enseñanzas
que se simplifican en una palabra: INSTHAR. La esfera suprafísica
efectúa un continuo movimiento, muy sutil e imperceptible para la
realidad física. Su frecuencia permeará la totalidad del cuerpo biológico
en cuanto dicha esfera sea desintegrada a través del flujo sanguíneo.
Pero antes de hacerlo vamos a reflexionar acerca de qué es la sangre.
La sangre contiene la memoria histórica de la humanidad,
muchas veces llena de dolor e incomprensión. La frecuencia ESME-
RALDA es un limpiador que permite a cada célula brillar en una
sintonía mayor, acercando a este magnífico conductor que es la sangre
al verdadero origen, en vez de a los dolores de la civilización humana.
Este tejido líquido es un gran portador de ADN. La médula ósea se
encarga de fabricar durante toda la vida células sanguíneas, ya que
estas tienen un tiempo limitado de vida. La sangre transporta oxígeno,
defiende al organismo frente a bacterias o virus, tiene nutrientes y
proteínas, entre otras propiedades. Lo más importante es que este
líquido rojo no se puede fabricar, es único y se regenera constante-
mente. Por ello, renovar la parte energética de este caudal sagrado es
vital para reconfigurar el organismo humano y que alcance su mayor
pureza, más allá de las memorias que arrastramos desde que nuestra
civilización comenzó a sufrir.
Ahora es un buen momento para sentarte y visualizar tu cerebro.
Observa que en el centro existe una esfera etérea de color esmeralda.
Puedes verla llena de diminutos cristales que brillan y que conforman
esta geometría sagrada. Haz una respiración profunda e imagínate
que los millares de cristales que la conforman son como gotas de agua
lumínicas que comienzan a recorrer primero todo el cerebro y después
el resto del cuerpo a través de la red sanguínea. Así disolverás la esfera
por todo el tejido líquido, resignificando cada área, transformando y
transmutando cada dolor, cada herida y cada huella del linaje sanguíneo.
INSTHAR nos devuelve la creencia de que todo es mucho
más sencillo y más simple, porque los seres humanos tienen todos
los recursos a su disposición para ir transformando aquellas parcelas
que están obsoletas.
Demócrito, filósofo griego presocrático (460-362 a. de C.) decía
que el dolor era consecuencia de la invasión o intromisión, a través
de los orificios y poros del cuerpo, de finas partículas en estado de
agitación, que provocaban disturbios en los átomos del alma.
• Como dato curioso, el cosmólogo y escritor Carl Sagan se
inspiró en Vega para su novela Contacto (1985), adaptada
posteriormente (1997) para cine.
Vega es el segundo peldaño de esta mágica escalera cósmica.

Nos transfiere sus enseñanzas a través de una palabra, INSTHAR.
En la segunda vértebra cervical reside a nivel suprafísico su código
estelar, ESMERALDA.
Ahora solo resta dejarte llevar por el símbolo de esta raza cósmica
y expandir tu conciencia. Solo hay que comenzar por dar los primeros
pasos y, si te atreves a seguir la senda de los treinta y dos códigos este-
lares, cuando finalices, habrás logrado integrar cada raza en ti de forma
consciente, lo que te habilitará a vivir desde un lugar más cósmico. Es
un buen momento para visualizar la Puerta Estelar, cerrar los ojos y
dejarte llevar por su energía. Mañana serás alguien nuevo. Que así sea.
Puerta Estelar 3
Pléyades
Habilitar el código genético original
CÓDIGO ESTELAR: TRINO

LUGAR: PLÉYADES, TAYGETA
CERVICAL; OJOS Y OÍDOS
ENSEÑANZA: SERÜ
Las Pléyades son un cúmulo de estrellas situadas junto a

la constelación de Tauro. Conocidas también como “las Siete
103
Hermanas”, diferentes mitologías y relatos épicos de todo el globo

se refieren a ellas.
Las Pléyades fueron imaginadas como un grupo de seres que
albergaran la vibración del código genético original del ser humano.
Esta frecuencia sutil será representada por siete hebras entrelazadas al
modo del ADN. Y, aunque se trata de un grupo formado por varias
estrellas, Taygeta es la que alberga la civilización más avanzada. La
savia cósmica de las Pléyades es derramada a través de los nervios
que inervan el oído y los ojos. Su código estelar lleva el nombre de
“TRINO” y está situado en la tercera vértebra cervical.
Alcíone es la estrella más grande y brillante dentro del sistema
pleyadiano; se encuentra a 380 años luz de nosotros. Como dato no
menor, nuestro sistema solar forma parte del mismo sistema de las
Pléyades, que tarda 24.000 años en completar una órbita alrededor
de Alcíone.
• Los aborígenes del centro de Australia conocían a las

Pléyades como Makara y sabían que estaban conectadas
con la constelación de Orión.
• La tribu de los masái, de África Oriental, las llama “estre-
llas de lluvia”, y los zulúes, de África del Sur, “las estrellas
cavadoras”, ya que, al hacer su aparición al comienzo de la
estación lluviosa, indicaban el momento de arar la tierra.
• Para los aztecas las Pléyades se llamaban Tianquiztli, palabra
que significa ‘lugar de reunión’ y era considerada un signo
importante de la continuidad de la vida.
• Los primeros mayas, los galácticos, procedían de una de las
estrellas de las Pléyades: en concreto, de Maia. Basaron su
calendario civil, el Haab, en el ciclo anual de las Pléyades.
Eran llamadas Tzab-ek, ‘cola de serpiente de cascabel’.
• Entre los japoneses la constelación de las Pléyades se llama
Subaru.
• La similitud encontrada entre la posición de Tauro en un

planisferio del siglo IX y los bisontes de las pinturas rupestres
sugiere la hipótesis de que el auténtico origen de los dibujos
de las constelaciones se halla en los techos de determinadas
cuevas o grutas. Es sorprendente el parecido existente entre
los puntos que aparecen sobre el lomo de uno de los toros
representados en la cueva de Lascaux, en Francia.
¿Cómo podemos acceder a la Puerta Estelar

de las Pléyades?

los ojos y los oídos son representación de los pleyadianos. Miramos
y oímos como ellos o, al menos, estamos en el camino, siempre y
cuando traspasemos las barreras del juicio y nos adentremos en la
multidimensionalidad.
Para cruzar este umbral sagrado, has de emanar la vibración
del código estelar TRINO. Una vez que hayas incorporado dicha
frecuencia, podrás acceder a un mundo extraordinario. Para ello
tienes que incorporar la energía del código estelar.
Acceder a la sabiduría de las Pléyades es reencontrarte con tu
ADN original; por ello debes hallar un ambiente tranquilo y relajado
para transmutar tu energía actual a la del código.
• TRINO: Es una frecuencia que anida en ti; su esencia es

única e irrepetible y está en constante movimiento. TRINO
indica un único camino sin dudas ni dicotomías, que te
llevará hacia el tesoro interno que habitas desde siempre y
que traes a esta encarnación para sembrar y diseminar su
esencia a lo largo de tu vida. Esta esencia la descubrirás si te
sientes capaz de seguir adelante en este sendero y anhelas
enlazar con tu esencia cósmica.
• TRINO es la vibración de la concepción de tu verdadero
mundo interno. Por ello, conecta más que nunca con tu
energía profundizando con tu propia multidimensionalidad.

dimiento de la energía cósmica del código TRINO en ti y observa
detenidamente la Puerta Estelar de las Pléyades. Ahora puedes
El mensaje de las Pléyades a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de las Pléyades se pueden resumir en una sola

palabra: SERÜ. A continuación, profundizaremos en su mensaje y
comienzo de una nueva realidad, creada por ti, para ti. No te asustes,
SERÜ nos indica que el ser humano puede volver a su código

genético original, que contiene trece hebras del ADN, y cada una
de ellas está enlazada a una dimensión de nuestro universo local.
SERÜ es la vibración más sublime del código genético humano.
Los nervios situados en la tercera vértebra cervical inervan
los ojos y los oídos. Vamos a profundizar en estos órganos tan
importantes.
El ojo de los seres humanos ve energía electromagnética en
forma de ondas luminosas, aunque no seamos capaces de captar
todas. La energía que podemos percibir nos llega en fotones o
cuantos. Lo más curioso e importante es que lo que vemos nos
proporciona el 80% de toda la información sobre el mundo. Lo que
percibimos visualmente atraviesa distintas capas oculares, entre las
cuales destaca la retina, conformada por neuronas, células gliares
y fotorreceptores donde se originan impulsos que se mandarán al
cerebro para que este los traduzca. Dependiendo del individuo, de
su sistema de creencias y de sus experiencias de vida, se traducirán
de una forma u otra.
Ahora bien, si el mundo de un individuo está basado en el
80% de lo que ven sus ojos, la pregunta es la siguiente: ¿dónde
estás focalizándote durante todo el día? Si el 80% de lo que miras es
conflicto, entonces tu mundo se reduce a esa franja de la realidad,
haciendo difícil que puedas vislumbrar otra magnitud más amplia.
Si construimos un mundo sobre la base de lo que los medios de
comunicación nos muestran, el 80% de ello se transformará en
nuestra realidad, entonces, ¿en qué clase de mundo queremos
vivir? Claramente aquella realidad que elijas visualizar será la que
se convertirá en tu mundo.
Por lo tanto, transformar la realidad cotidiana puede ser más
fácil de lo que nos podemos imaginar. Tan solo con estar atentos a
dónde focalizamos la mirada, construiremos un mundo más cercano
al que soñamos.
La otra manera de concebir el mundo es a través de la audi-

ción y para ello nuestros oídos tienen la clave. El sonido son ondas,
movimiento de moléculas en un medio. El flujo de la fuente sonora
empuja las moléculas y las separa, creando vibraciones en forma de
ondas sonoras. Pero para que se produzca un sonido hace falta un
medio, ya que en el vacío no hay sonido.
El ser humano puede ver con los ojos físicos o con la imagi-
nación, que son los “ojos de alma”; puede oír el sonido a través de
las ondas sonoras o incluso percibir los ecos de otros tiempos. Todo
el cuerpo biológico es un molde preparado para lo sensorial y lo
extrasensorial; solo hay que abrirse a ello sin temor, porque estamos
preparados como raza para elevar nuestra frecuencia a dicho rango.
SERÜ nos enseña una ruta que enlaza al código genético
original del humano, siempre y cuando sepamos ver y oír, ya que
conectar con estas enseñanzas es vincularse con el Plan Original, es
decir, regresar a la pureza de nuestro molde biológico. Solo hay que
comenzar por dar los primeros pasos y, si te atreves a seguir la senda
de los treinta y dos códigos estelares, cuando finalices, habrás logrado
integrar cada raza en ti de forma consciente, lo que te habilitará a
vivir desde un lugar más cósmico.
El mensaje de las Pléyades nos desvela que, como raza cósmica,
la humanidad ha de comenzar a visualizar desde el alma, a escuchar
desde el corazón. Nos indica que, si nos limitamos a ver e interpretar
la vida solo con lo que percibe nuestra retina, entonces la vida será
dirigida por la percepción y la interpretación de un cerebro moldeado
según las experiencias de cada individuo, y desecharemos la visión
verdadera, aquella que enfoca en los detalles, en la esencia de la vida y
en la luz cósmica. SERÜ nos muestra un camino en el que podemos
percibir más allá del mundo material, es decir, interpretar el conjunto
de todo lo que está a nuestro alcance. No se trata de desterrar la
tercera dimensión, sino de integrarla en un todo multidimensional.
Sin duda, todo está diseñado desde una perfección suprema que ya
es momento de comprender y asimilar, de integrar y de manifestar.
Las Pléyades son el tercer peldaño de esta escalera mágica

que te servirá para recordar que estás indefectiblemente enlazado
a trece hebras de ADN, pero que depende de ti activarlas de forma
consciente en este plano de la conciencia.
los primeros pasos y, si te atreves a seguir la senda de los treinta y
Puerta Estelar 4
Sirio A
El sustentador
CÓDIGO ESTELAR: AKHAS

LUGAR: SIRIO, CANIS MAIOR
CERVICAL; MASA MUSCULAR
ENSEÑANZA: LAMEN
Sirio A es la estrella más brillante de todo el cielo nocturno.

Venerada durante la historia de la humanidad, los ojos de las distintas
culturas han sido testigos de su luz durante siglos.
111
“Sirio” proviene del latín “Syrius” y del griego “Seirios”, que

significa ‘ardiente’ o ‘abrasador’. El primer documento de esta
estrella data del siglo VII a. de C., en la obra poética Los trabajos y
los días, extensa composición de ochocientos versos escrita por el
poeta de la antigüedad griega Hesíodo, quien calificó a Sirio por su
deslumbrante luz diciendo: “Sirio, el que brilla en muchos colores”.
Esta estrella tiene dos veces la masa de nuestro Sol y su brillo
y luminosidad es veinte veces mayor.
Sirio A fue imaginado como un grupo de seres que albergaran
la vibración de la sustentación. Pertenece a una trilogía de estrellas
junto a Sirio B y Sirio C, que veremos más adelante. Ahora, la
estrella también llamada “Alfa Canis Maioris” es la protagonista de
este capítulo. Además, su presencia sustenta y potencia la manifes-
tación de las otras dos.
La savia cósmica de Sirio A es derramada a través de los nervios
que inervan la masa muscular. Su código estelar lleva el nombre de
“AKHAS” y está situado en la cuarta vértebra cervical.
Sirio A es la estrella más grande y brillante dentro del sistema
siriano. Se encuentra a 8,6 años luz de nosotros.
• En el antiguo Egipto, Sirio era considerada como la estrella

más importante en el cielo. Fue venerada como Sothis y
se la vinculó a Isis, diosa representada a veces con una
estrella sobre ella. Sirio A cumplía un papel importante ya
que señalaba el inicio de la crecida anual del Nilo, época
de renacimiento frente a la etapa de sequía. Los mesopo-
támicos la relacionaban con Inanna.
• En astronomía china y japonesa, Sirio es conocida como la
estrella del “lobo celeste”.
• La Gran Pirámide de Guiza está alineada con, entre otras
estrellas, Sirio.
• Sirio en Grecia es Hécate, la diosa de la magia y de los jura-
mentos terribles, que también tiene un significado lunar.
• El arte masón representa a menudo a Sirio A como

“estrella ardiente”, símbolo de la divinidad, el lugar
sagrado adonde los masones han de ascender. También
el ojo de Horus se representa a menudo rodeado por la
deslumbrante luz de Sirio.
• Göbekli Tepe, situado en un yacimiento al sur de Turquía,
se cree que es uno de los templos más antiguos del planeta,
más incluso que las pirámides de Guiza. Las columnas
tienen relieves zoomorfos que representan diversas cons-
telaciones, entre ellas Lyra, Cygnus, la trinidad de Sirio…
Podría llegar a ser de la era de Virgo (12.000 a. de C.), es
decir, la era atlante.

de Sirio A?
Cuando se creó el cuerpo biológico humano, las treinta y dos

razas ofrendaron sus códigos estelares a través de esferas multi-
de la raza, su avance y sabiduría, así como las herramientas nece-
sarias para transferirnos el conocimiento de cómo la raza humana
actual puede llegar a transformarse en una civilización completa y
avanzada dentro de nuestro universo local.
Es importante tener claro que las razas de esta Alianza
Cósmica crearon al ser humano a imagen y semejanza de ellas;
por lo tanto, la masa muscular de nuestra raza es representación
de Sirio A. En el cuerpo biológico la musculatura juega un papel
muy importante en cuanto a la sustentación de nuestro sistema
óseo, ya que gracias a él podemos tener movilidad y realizar prác-
ticamente todo cuanto hacemos diariamente, desde sostener una
taza de té a caminar.
Para cruzar el umbral sagrado de Sirio A, has de emanar la

vibración de su código estelar, AKHAS. Una vez que hayas incor-
porado dicha frecuencia, podrás acceder a un mundo extraordinario.
Para ello tienes que incorporar la energía de AKHAS, que es el
código estelar.
Acceder a la sabiduría de Sirio A es reencontrarte con la
concepción de una forma de vida que es inherente a ti. Por ello
debes encontrar un ambiente tranquilo y relajado para trans-
mutar tu energía actual a la del código y, así, penetrar mejor en
la frecuencia de Sirio A; por lo tanto, es necesario comprender el
contenido de su código:
• AKHAS: Es una frecuencia cuyo nombre significa ‘todos

los registros’. Según la medicina energética oriental, en
la cuarta vértebra cervical anida la expresión del disfrute
y coliga con la franja posterior del cuello. Es sabido que
los rituales chamánicos consideraban a la zona de la nuca
un lugar muy sensible donde se acumulaban los dolores
y conflictos de vidas pasadas del individuo, arrastrando al
presente consecuencias de estas. Hoy en día, este concepto
quedó obsoleto porque sabemos que cada individuo se
desencarna cuando ha cumplido con su propósito y no se
lleva a otras vidas nada pendiente.
• AKHAS nos transmite que el ser humano tiene la capa-
cidad de albergar todos los registros de vidas como entidad
cósmica, es decir que todo cuanto haya experimentado la
conciencia individual en esta tierra o en otros mundos está
disponible para aquel que conecte con estas capas dimen-
sionales. El núcleo que contiene todos estos registros es
el alma, que a su vez los distribuye por todo el organismo
biológico.
[…] el alma es un cuerpo energético que se sitúa en la actualidad

por encima de la cabeza del humano. En este cuerpo sagrado, se
van integrando todas las experiencias vividas en cualquier parte del
universo, hasta que se forma por completo. El alma deja de constituirse
cuando la conciencia ha llegado al tercer nivel de conciencia, es decir,
cuando se manifiesta. En ese momento, el alma ya formada comienza
el camino para incorporarse en su totalidad al templo físico (Anael,
La raza 33. Un puente sagrado).

dimiento de la energía cósmica del código AKHAS y conecta con
todos tus registros, imaginándote que el núcleo de tu alma permea
todo tu ser, y observa detenidamente la Puerta Estelar de Sirio A.
Ahora puedes introducirte en su mensaje y enseñanza.
El mensaje de Sirio A a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Sirio A se pueden resumir en una sola

palabra: LAMEN. A continuación, profundizaremos en su mensaje
y transmisión, para que puedas incorporar esta sustancia cósmica
no solamente en el cuerpo biológico, sino en todo tu ser; de esta
manera, aumentarás la vibración hacia una frecuencia superior,
completándote un poco más. Según avances y te permees de cada
raza estelar, podrás vislumbrar otro paradigma distinto al habitual,
ya que es el comienzo de una nueva realidad, creada por ti, para
ti. No te asustes, es justo lo que estabas esperando desde hace
mucho tiempo. Cada ser humano tiene la consigna cósmica de
crear su propia realidad y esta es precisamente una de las facetas
más sagradas que está viviendo nuestra raza en estos momentos.
Permítetelo.
LAMEN es la vibración más sublime de la sustentación. Bien
es cierto que la sociedad humana le ha dado a este concepto un
significado de excesivo peso, al relacionarlo con hacerse cargo de las

cosas o de las personas. La gran mayoría de los individuos en esta
sociedad llevan una vida volcada al bienestar de la familia, del grupo
o de la comunidad, para hacerlos sentir en armonía y que tengan los
aspectos básicos de la vida cubiertos (comida, hogar, amor). Toda
esta sustentación se realiza sobre la base de un arquetipo (padre,
madre, jefe, empleado, amigo). Esta manera de preconcebir la vida
es maravillosa, siempre y cuando no nos olvidemos de la parte más
importante, que es la de la propia existencia como individuo y, por
sobre todo, como ser.
LAMEN nos refleja otra forma de sustentar, aquella que
libera y cuya observación hacia el otro se realiza de ser a ser y no
de arquetipo a arquetipo. De esta manera se elimina de raíz el peso
que conlleva el hacerse cargo de algo: observar sin absorber. Nos invita
a ver la existencia desde un prisma donde no haya sufrimiento, ya
que cuando una situación de sustentación implica un conflicto,
se comienzan a generar memorias de dolor, de frustración, que
quedan enquistadas en el cuerpo biológico. Por ello, observar desde
la contemplación implica la liberación de las memorias absorbidas.
Sirio A sustenta a sus dos estrellas hermanas (Siro B y Sirio
C) y para poder hacerlo contiene también la sabiduría de ambas; así,
pues, Sirio A las potencia, contiene y observa. Este es el concepto
que nos transmite Sirio A: el ser humano que sustenta tiene la
sabiduría del otro, y esto es lo que hace que la comprensión se
realice de forma natural y que desde la observación pueda poten-
ciar al prójimo. Como verás, este acto requiere de una emisión
de energía y no de una recepción; por ello el sustentador nunca
absorbe la energía del otro. Pero, si el individuo sustenta desde el
paradigma antiguo, entonces se absorberá el desequilibrio o los
estados alterados por los que el otro o el grupo transitan.
Sirio A es el cuarto peldaño de esta mágica escalera cósmica.
Nos transfiere sus enseñanzas a través de una palabra, LAMEN.
En la cuarta vértebra cervical reside a nivel suprafísico su código
estelar, AKHAS, que nos recuerda que el ser humano alberga la

capacidad de tener todos los registros de su experiencia como
esencia cósmica. Hay que llegar a conectar todos estos registros;
la fórmula es seguir los tres pasos anteriores, es decir, las ense-
ñanzas que nos manifiestan Lyra, Vega y las Pléyades, para después
comenzar a ser un verdadero sustentador cósmico.
Ahora solo resta dejarte llevar por la puerta estelar de Sirio
A y expandir tu conciencia. Solo hay que comenzar por dar los
primeros pasos y, si te atreves a seguir la senda de los treinta y dos
códigos estelares, cuando finalices, habrás logrado integrar cada
raza en ti de forma consciente, lo que te habilitará a vivir desde
un lugar más cósmico.
Puerta Estelar 5
Constelación del Cisne
El verbo
CÓDIGO ESTELAR: DENEB

LUGAR: CONSTELACIÓN DEL CISNE (CYGNUS)
CERVICAL; GARGANTA
ENSEÑANZA: ANKAR
Deneb es la estrella más brillante de la constelación del Cisne y

la morada de esta raza cósmica. Esta constelación también es conocida
119
como “la Cruz del Norte”, por la disposición de sus estrellas en la

forma de este símbolo.
Cisne fue imaginada como un grupo de seres que albergaran
la vibración de la comunicación. Esta frecuencia será representada
por tres estrellas con tres esferas que orbitan a su alrededor.
La savia cósmica de Cygnus es derramada a través de los
nervios que inervan la garganta. Su código estelar lleva el nombre
de “DENEB” y está situado en la quinta vértebra cervical.
Deneb es 54.400 veces más luminosa que nuestro Sol.
• El cisne está muy presente en la cultura griega, sobre todo

en lo referente al mito de Leda, una hermosa doncella. Se
cuenta que Zeus bajó del Olimpo disfrazado de cisne, la
sedujo, y ella dio a luz a Cástor y Pólux, dos héroes mito-
lógicos. El mito aparece en cuadros de Leonardo da Vinci,
Miguel Ángel, Tintoretto y en ánforas, copas y muchos
objetos de la época grecorromana.
• En el siglo XV se creó en el reino de Brandeburgo
(Alemania) la Orden del Cisne. Su función principal era
la de “consolar y aliviar a los desgraciados de toda especie”.
Tenía claros fines filantrópicos y sanitarios.
• En Nazca, hay varias figuras vinculadas a aves, algunas de
ellas muy semejantes a cisnes. Esta cultura se desarrolló en
Perú, entre los siglos I y VII d. de C.
• Cygnus, junto a otras constelaciones (Lyra y Águila), tuvo
un papel significativo en el origen del mito de los pájaros
de Estínfalo, uno de los doce trabajos de Hércules. El héroe
debió matar a estas criaturas monstruosas con cuerpo de
bronce como una más de sus misiones.
• En la tradición cristiana, durante el siglo VI se representaba
la crucifixión con la constelación del Cisne, cuya forma se
asemeja a la de la cruz.
• El recinto megalítico de Karahundj, en Zorats Kaser,

Armenia, es uno de los más arcaicos del mundo: 3500 años
más antiguo que el de Stonehenge. Se trata de un conjunto
de grandes piedras en honor a Aramazd, padre de todos los
dioses y diosas, creador del cielo y de la tierra. Consta de
enormes piedras de más de 2 metros, verticalmente colo-
cadas, con agujeros pasantes en la parte superior. Unos 300
menhires extendidos del sur al norte forman un doble círculo
elíptico, mientras que el círculo interior incluye 40 megalitos.
El monumento de piedra en su conjunto funciona como un
observatorio astronómico. Está alineado con la estrella más
brillante de la constelación del Cisne, Deneb.

de la civilización del Cisne?
Cuando se creó el cuerpo biológico humano, las treinta

y dos razas ofrendaron sus códigos estelares a través de esferas
multidimensionales que, posteriormente, serían resguardadas por
cada vértebra de la columna; cada una de las esferas contenía la
historia de la raza, su avance y sabiduría, así como las herramientas
necesarias para transferirnos el conocimiento de cómo la raza
humana actual puede llegar a transformarse en una civilización
completa y avanzada dentro de nuestro universo local.
por lo tanto, la zona de la garganta es representación de Cygnus.
Para cruzar el umbral sagrado de la constelación del Cisne,
has de emanar la vibración de su código estelar, DENEB. Una
vez que hayas incorporado dicha frecuencia, podrás acceder a un
mundo extraordinario. Para ello, tienes que incorporar la energía
de DENEB, que es el nombre del código estelar y de la raza.
Acceder a la sabiduría de Cygnus es reencontrarte con la

concepción de una forma de vida que forma parte de ti: la comunica-
ción. Por ello debes encontrar un ambiente tranquilo y relajado para
transmutar tu energía actual a la del código y, así, penetrar mejor
en la frecuencia de Cygnus; para ello es necesario comprender el
contenido de su código:
• DENEB: Te recuerda algo primordial: la comunicación

contigo. Enlaza tu voz interior con la voz de la certeza, de
la intuición, y no dudes de aquello que presientes, porque
esa es la verdadera sabiduría. Construir un mundo basado
en la materia supone que esta se pueda romper o quebrar, y
las leyes del mundo material no tienen una gran amplitud,
más bien tienen un inicio y un fin. En cambio, las leyes
de la metafísica, del mundo sutil y multidimensional,
transcienden: no hay comienzo ni fin. Por ello, cuanto
más creas en ti y des conciencia al mundo de tus percep-
ciones, más estarás viviendo en la frecuencia suprafísica
que es verdaderamente donde se gesta la creación para el
mundo material.

dimiento de la energía cósmica del código “deNeb” en ti y observa
detenidamente la Puerta Estelar la constelación del Cisne. Ahora
puedes introducirte en su mensaje y enseñanza.
El mensaje de la constelación del Cisne

a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de la civilización del Cisne se pueden resumir

en una sola palabra: ANKAR. A continuación, profundizaremos en
su mensaje y transmisión, para que puedas incorporar esta sustancia
cósmica no solamente en el cuerpo biológico, sino en todo tu ser; de

esta manera, aumentarás la vibración hacia una frecuencia superior,
ya que es el comienzo de una nueva realidad, creada por ti, para ti.
No te asustes, es justo lo que estabas esperando desde hace mucho
tiempo. Cada ser humano tiene la consigna cósmica de crear su
propia realidad y esta es precisamente una de las facetas más sagradas
que está viviendo nuestra raza en estos momentos. Permítetelo.
ANKAR es el camino hacia la verdadera comunicación, es
la vibración más sublime de la comunicación. La comunicación
verdadera es aquella que se transmite, no aquella que se transcribe.
Comunicar es manifestar la sabiduría a través de un medio como
es el sonido o el verbo.
El ser humano se comunica a través de su voz y con un idioma
determinado. Pero ¿expresamos con las palabras lo que en verdad
hay en nuestro interior?; ¿o el idioma actúa también como máscara?
La raza del Cisne nos transfiere a través de su esfera suprafísica
el conocimiento de la comunicación como una herramienta para
manifestar al medio interno y externo nuestra propia voz interior.
Cualquier herramienta que se utilice con este fin es sagrada, ya sea
el arte, la palabra o la escritura, entre otras. Nos indica que una
comunicación perfecta es aquella que logra un nuevo nacimiento.
Por ello, en nuestra historia existe el simbolismo de la cigüeña, que
anuncia la llegada de una nueva vida. Podemos observar que cuando
la comunicación es perfecta en el orden natural de la biología se logra
formar una nueva vida, que es anunciada por la “cigüeña”, es decir,
por la constelación del Cisne.
La sociedad actual tiene un gran reto por delante, como es el
de comunicar el mundo interno de cada persona. Darse a conocer,
mostrar la esencia de cada uno sin máscaras, supone inicialmente
un estallido de energía: al igual que cuando se descorcha una
botella a presión, saldrá el primer chorro con gran fuerza, para
después calmarse y aflorar con armonía y equilibrio. Quizás no

se trata de decir lo que un individuo piensa de otro, sino más
bien, al contrario, de comunicar lo que un ser percibe del otro
ser. La comunicación es una energía que hay que practicar y
para ello primero hay que relacionarse con el eje del yo, del uno
mismo: comunicarse, escucharse y no engañarse. De esta manera,
se logrará entablar un enlace armonioso con el eje del otro y el
mundo externo.
Cygnus es el quinto peldaño en esta mágica escalera cósmica.
Nos transfiere sus enseñanzas a través de una palabra, ANKAR. En la
quinta vértebra reside a nivel suprafísico su código estelar, DENEB,
que nos recuerda que el ser humano alberga la capacidad de expresar
su manifestación a través de la comunicación.
los primeros pasos y, si te atreves a seguir la senda de los treinta
y dos códigos estelares, cuando finalices, habrás logrado integrar
cada raza en ti de forma consciente, lo que te habilitará a vivir
desde un lugar más cósmico. Es un buen momento para visualizar
la Puerta Estelar, cerrar los ojos y dejarte llevar por su energía.
Mañana serás alguien nuevo. Que así sea.
Puerta Estelar 6
Procyon
Percibir la variedad de vibraciones
CÓDIGO ESTELAR: CYON

LUGAR: CANIS MINOR, PROCYON
CERVICAL; TIROIDES
ENSEÑANZA: RENASH
Procyon es la estrella más brillante de Canis Minor y la morada

de esta raza cósmica. El nombre “Procyon” viene de los primeros
registros griegos y quiere decir ‘antes del perro’.
125
Procyon fue imaginada como un grupo de seres que alber-

garan la vibración del discernimiento vibratorio. Esta frecuencia será
representada por tres tablas con dos esferas y dos caduceos.
La savia cósmica de Procyon es derramada a través de los
nervios que inervan la tiroides. Su código estelar lleva el nombre de
“CYON” y está situado en la quinta vértebra cervical.
Procyon está a 11,4 años luz de la Tierra. Es una de las estrellas
más próximas al Sol y la octava más luminosa del cielo.
• Los mesopotámicos veían al Can Menor como un perro de

aguas y esta puede ser la razón por la que Procyon recibe el
nombre árabe de “Al Ghumaisa”, ‘de ojos llorosos’. Existe
una leyenda árabe en la que Canis Major y Canis Minor
son dos hermanas, la mayor de las cuales se fugó con su
amante dejando atrás a la menor, desolada.
• Eratóstenes de Cirene (276-194 a. de C.), matemático y
astrónomo griego, identificaba a Canis Minor como el
segundo perro de Orión, siendo el primero la constelación
de Canis Major.
• Es una constelación que en astrología antigua pronosticaba
fama y riqueza.
• El skyphos es un tipo de recipiente de cerámica griego,
con forma de taza o cuenco. El que está actualmente en
exhibición el Museo Arqueológico de Lamía, en Grecia,
que se remonta al 625 a. de C., contiene una de las
primeras representaciones griegas de las constelaciones.
Fue descubierto cerca de la acrópolis de Halai, del siglo
VII a. de C., cerca de Tebas. Las constelaciones están
representadas por animales: el toro es Tauro; la serpiente
es Hidra; el conejo es Lepus; el perro es el Can Mayor
o el Can Menor; el escorpión es Escorpio; el delfín es
Delphinus; y el león es Leo.

de Procyon?

la zona de la glándula tiroides es representación de Procyon.
Para cruzar el umbral sagrado has de emanar la vibración de
su código estelar, CYON. Una vez que hayas incorporado dicha
frecuencia, podrás acceder a un mundo extraordinario. Para ello,
tienes que incorporar la energía de Procyon, que es el nombre del
código estelar y de la raza.
Acceder a la sabiduría de Canis Minor es reencontrarte con
la concepción de una forma de vida que es parte de ti: monitorear
la entrada de vibraciones opuestas. Por ello debes encontrar un
ambiente tranquilo y relajado para transmutar tu energía actual a la
del código y, así, penetrar mejor en la frecuencia de esta raza cósmica;
para ello es necesario comprender el contenido de su código:
• CYON. Te recuerda algo primordial: el estar presente. El

mundo actual se ha convertido en una constante ecuación;
todo ha de ser rápido: trabajar, comer, moverse, hablar.
Todo ello repercute en algo imprescindible y es el estar
focalizado en uno mismo: el estar presente en cada acto
y observar cómo te sientes, qué es lo que resuena en ti o
qué situación no reconoces. Sin este estado de presencia
es imposible tener salud y una vida próspera. Por ello, es

de vital importancia que en este instante estés presente en
tu propia existencia para seguir accediendo a la vibración
de esta raza cósmica.
Ahora ten unos minutos de reflexión y entendimiento de la

energía cósmica del código CYON en ti y observa detenidamente
la Puerta Estelar de Procyon. Llegó el momento de introducirte en
su mensaje y enseñanza.
El mensaje de Procyon a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Procyon se pueden resumir en una sola

palabra: RENASH. A continuación, profundizaremos en su mensaje
y transmisión, para que puedas incorporar esta sustancia cósmica no
RENASH nos indica la puerta por la que entra la diversidad
de vibraciones. Al ser la octava estrella más brillante de nuestro
cielo nocturno, nos muestra un portal dimensional de entrada y de
salida, pero en este caso sólo nos señala la entrada, el acceso hacia
nuestro interior. Es inevitable pensar que, si el ser humano no está
presente en su conciencia cósmica, la puerta de entrada hacia su
interior se encontrará permanentemente abierta, dando paso a que
entre cualquier energía. Sería como dejar la puerta de tu casa abierta,
mientras estás distraído, permitiendo que ingrese toda persona o

nivel vibracional.
Cada dimensión de nuestro universo local tiene ocho subdi-
mensiones y en cada octava se cierra un ciclo y se abre otro a la nueva
frecuencia. La música tiene escalas y cada octava sube un grado,
actuando de portal hacia una nueva escala de frecuencia. Por ello los
seres que componemos música no escribimos un conglomerado de
notas, sino que acariciamos la melodía de las dimensiones.
La glándula tiroides es un portal del cuerpo biológico por el
que pueden penetrar vibraciones opuestas a las nuestras; por ende,
solo hay que ejecutar un acto: existir. La mayor parte de los problemas
cotidianos, como la apatía, el cansancio, el desorden, la angustia, nos
afectan por dejar este canal abierto descontroladamente.
Procyon es el sexto peldaño en esta mágica escalera cósmica.
Nos transfiere sus enseñanzas a través de una palabra, RENASH. En
la sexta vértebra reside a nivel suprafísico su código estelar, CYON,
que nos recuerda que el ser humano ha de existir y estar presente
en cada acto.
los primeros pasos y si te atreves a seguir la senda de los treinta y
Puerta Estelar 7
Nebulosa de Orión
Enlazar con los núcleos planetarios
CÓDIGO ESTELAR: NEO

LUGAR: NEBULOSA DE ORIÓN
CERVICAL; HOMBROS
ENSEÑANZA: MANÜ
La nebulosa de Orión es una de las formaciones celestes más

investigadas, por ser la más brillante y visible; es llamada también
131
“M42”. Se sitúa por debajo del cinturón de Orión y está a 1500 años
luz de la Tierra.
Fue imaginada como un grupo de seres que albergaran la
vibración del generador y enlazador de núcleos energéticos. Esta frecuencia
será representada por esferas que giran alrededor de un núcleo.
La savia cósmica de la nebulosa de Orión se extiende a los
hombros. Su código estelar lleva el nombre de “NEO” y está situado
en la sexta vértebra cervical.
La nebulosa de Orión son los hijos del cinturón de Orión
junto con las Pléyades. Por lo tanto, tiene lo mejor de uno y de
otro. Son guardianes, guerreros que preservan la esencia, la pureza
original de toda vida, y además son artistas y soñadores. Sin duda,
un conjunto explosivo.
Para los mayas, la nebulosa de Orión representaba el infra-
mundo, Xibalbá, descrito en el Popol Vuh, sin duda el más impor-
tante texto maya que se conserva hoy en día.

de la nebulosa de Orión?

la zona de los hombros es representación de la nebulosa de Orión.
Quiero aclarar que esta zona del cuerpo no está asociada al peso o a
la carga emocional, sino todo lo contrario, es una zona que impulsa

el movimiento de los hombros.
Para cruzar el umbral sagrado has de emanar la vibración
de su código estelar, NEO. Una vez que hayas incorporado dicha
tienes que incorporar la energía del código estelar y de la raza.
Acceder a la sabiduría de NEO es reencontrarte con la
concepción de una forma de vida que es parte de ti: generar energía
y movimiento. Por ello, debes encontrar un ambiente tranquilo
y relajado para transmutar tu energía actual a la del código y, así,
penetrar mejor en la frecuencia de esta raza cósmica; para ello, es
necesario comprender el contenido de su código:
• NEO: Significa estar en continuo movimiento para generar

una energía incesante que enlazará con ciertas zonas del
planeta y con algunos seres. Este movimiento puede ser
físico, energético o mental. Se trata de generar una vibración
determinada, la cual pueda soportar tu cuerpo biológico.
Esta activación se asemeja al movimiento de los núcleos
planetarios; por ello NEO representa el enlace del movi-
miento vibracional del ser.
Ahora ten unos minutos de reflexión y entendimiento de esta

energía cósmica en ti y genera ese movimiento vibratorio; siente
cómo tu campo energético se activa y se mueve al ritmo de tu pulsar,
y observa detenidamente la Puerta Estelar de la nebulosa de Orión.
Llegó el momento de introducirte en su mensaje y enseñanza.
El mensaje de la nebulosa de Orión

Las enseñanzas se pueden resumir en una sola palabra:

MANÜ. A continuación, profundizaremos en su mensaje y trans-
misión, para que puedas incorporar esta sustancia cósmica no sola-

mente en el cuerpo biológico, sino en todo tu ser; de esta manera,
MANÜ es la vibración más sublime del arte del guerrero
cósmico: aquel que preserva la esencia, la pureza y el origen de
toda vida. Esta acción la manifiesta a través de la comprensión, de la
observación y del acto de generar una energía que envuelve al otro,
devolviéndolo a su estado original de pureza, eliminando cualquier
tipo de interferencia.
La nebulosa de Orión simboliza el enlace con los siete núcleos
planetarios del planeta, que explica maravillosamente Trigueirinho
(filósofo espiritualista y escritor brasileño, autor de más de setenta
y siete libros). Los núcleos planetarios son:
1. Lis-Fátima, en la península Ibérica. Representa la pureza

original.
2. Mirna Jad, en Minas Gerais, Brasil. Representa la conciencia
monádica.
3. Aurora, en Salto, Uruguay. Representa la cura plane-
taria.
4. Erks, en Córdoba, Argentina. Representa el conocimiento
iniciático.
5. Iberah en Viedma, Argentina. Representa la transmutación
de la materia.
6. Anu Tea, en el océano Pacífico. Representa la consagración

del conocimiento.
7. Miz Tli Tlan, en la selva del Manú, Perú. Representa la
regencia planetaria.
Cada uno de los núcleos planetarios representa una frecuencia

determinada, que preservan los seres de esta civilización cósmica.
En la actualidad, estos núcleos están comenzando a focalizar dicha
vibración hacia el cristal del centro de la Tierra y están manifestando
a su vez otras siete frecuencias distintas hacia la superficie, siete
núcleos intraterrenos y siete suprafísicos, simbolizando el número
sagrado 77.
La nebulosa de Orión es el séptimo peldaño de esta mágica
escalera cósmica. Nos transfiere sus enseñanzas a través de una
palabra, MANÜ. En la séptima vértebra reside a nivel suprafísico
su código estelar, NEO, que nos recuerda que el ser humano ha de
generar y preservar su propia frecuencia y además enlazarla con otras.
Puerta Estelar 8
Andrómeda
Dhar y recibir
CÓDIGO ESTELAR: ALFA

LUGAR: GALAXIA DE ANDRÓMEDA
DORSAL; BRAZOS Y MANOS
ENSEÑANZA: AMMHUR
La galaxia de Andrómeda es la más grande dentro de nuestro

universo local. Es una galaxia espiral gigante situada a más de
137
2,6 millones de años luz de nosotros. Es llamada “M31” por los

científicos.
Andrómeda fue imaginada como un grupo de seres que
albergaran la vibración del “dhar”3 y recibir. Esta frecuencia será
simbilizada por esferas a modo de balanza, representación del
equilibrio entre ambas vibraciones.
La savia cósmica de Andrómeda se extiende a los brazos
y las manos. Su código estelar lleva el nombre de “ALFA” y está
situado en la primera vértebra dorsal. La raza cósmica se llama
“chotan” (pronunciado /shótan/). En esta civilización cósmica se
diferencian el nombre de la raza y el del código estelar porque
chotan es una jerarquía de nuestro universo local. “Jerarquía”
significa que su frecuencia adquiere además el nivel de conse-
jero; por ello chotan es una de las nueve jerarquías que existen
en nuestro universo, cuya función es la de mantener el perfecto
equilibrio en nuestro firmamento. El equilibrio cósmico es
aquel que se instala a través de un determinado movimiento en
el propio tejido del universo.
• En el año 964, el astrónomo persa Abd al-Rahman,

más conocido como Al-Sufi, identificaba a Andrómeda
como “una nube pequeña” en su libro Las estrellas fijas.
Describe cuarenta y ocho constelaciones establecidas
ya por Ptolomeo, con su respectivo nombre en árabe y
representadas con dibujos –hechos por el propio autor–,
y brinda un cuadro de estrellas que muestra su localiza-
ción y magnitud, señalando la de Andrómeda. El libro
de Al-Sufi fue un importante impulsor del estudio de
los cielos en Europa y Asia.
3
“Dhar” lleva una “h” porque representa el espejo. Más adelante se explica este
concepto.
• Playa Nabta, situada en el desierto nubio (Egipto),

atesora un valor arqueológico incalculable. Su descu-
bridor fue Fred Wendorf, arqueólogo estadouni-
dense (1924-2015). Allí se encuentran treinta piedras
dispuestas en círculo. Era una plataforma diseñada para
observar las estrellas, según Thomas G. Brophy (cientí-
fico e investigador del Laboratorio de Física Atmosférica
y Espacial Boulder). Brophy asegura que las tres piedras
interiores representan al cinturón de Orión, mientras
que otras tres hacen referencia a los hombros y la cabeza
de dicha constelación. Además, el segundo grupo de
piedras marcaba la exacta localización de Andrómeda.
Esta correspondencia se repite cada 25.000 años.

de Andrómeda?
Cuando se creó el cuerpo biológico humano, las treinta

y dos razas ofrendaron sus códigos estelares a través de esferas
multidimensionales que, posteriormente, serían resguardadas por
cada vértebra de la columna; cada una de las esferas contenía la
historia de la raza, su avance y sabiduría, así como las herramientas
necesarias para transferirnos el conocimiento de cómo la raza
humana actual puede llegar a transformarse en una civilización
completa y avanzada dentro de nuestro universo local.
por lo tanto, la zona de los brazos y las manos es representación
de la de Andrómeda.
de su código estelar, ALFA. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de ALFA es reencontrarte con la

concepción de una resonancia que forma parte de ti: la repre-
sentación de la energía inmaculada. Por ello debes encontrar un
ambiente tranquilo y relajado para transmutar tu energía actual a
la del código y, así, podrás penetrar mejor en la frecuencia de esta
raza cósmica. Para ello es necesario comprender el contenido de
su código:
• ALFA: Es una frecuencia que simboliza la energía primi-

genia, aquella que es pura e inmaculada. Es la energía con la
que nacemos y nuestra finalidad es preservarla. Volvemos a
la energía ALFA cada vez que recordamos un momento de
nuestra vida en que nos sentimos plenos, llenos de energía,
en armonía y en calma.

energía cósmica en ti y genera un recuerdo que te transporte a esa
sensación de plenitud; después siente cómo tu campo energético se
activa y se mueve al ritmo de tu verdadero pulsar y observa dete-
nidamente la Puerta Estelar de Andrómeda. Llegó el momento de
El mensaje de Andrómeda a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Andrómeda se pueden resumir en una

sola palabra: AMMHUR. A continuación, profundizaremos en su

AMMHUR nos muestra el camino hacia la perfecta sincronía,
es la vibración más sublime del “dhar” y el recibir, y para ello vamos
a profundizar en estas dos concepciones. Las enseñanzas de Andró-
meda sitúan el dar en otro contexto, diferente al humano. Para
empezar, le añaden una hache a la palabra; así, pues, se transforma
en “dhar”. La hache simboliza el espejo, así que dhar implica ofrendar,
ofertar una vibración hacia el mundo externo; implica el reflejar una
vibración determinada, la que sea necesaria para cada persona o lugar.
En la sociedad actual se acostumbra a transmitir algo a través del
pensamiento, de la estrategia y a veces de la conveniencia individual,
pero este acto no es dhar. Pondré el ejemplo de las obras de caridad: la
gran mayoría de las personas donan ropa que ya no usan, que está en
malas condiciones, que están a punto de tirar o que les ocupa lugar.
En realidad, el acto de dhar es una energía que trasciende todos estos
conceptos, es algo superior, es ofrecer lo mejor que uno tiene, porque
esta energía es la que se está transmitiendo. El ser humano ha de
ofrendar aquello que a él mismo lo hace sentirse bien y en plenitud.
El acto de recibir también es algo importante para un perfecto
balance energético. El individuo ha de recibir o atesorar aquello que
en verdad le resuena y no aceptar aquello que recibe desde lugares
vibratorios densos o superficiales, porque el mero hecho de acep-
tarlo es dar permiso a que esa energía se integre dentro del campo
energético.
Según encuestas realizadas, el ser humano se siente más
cómodo dando que recibiendo. Pero ¿por qué? Es bien sencillo: no
hay educación referente a ser recipientes, contenedores de energía,
receptores del amor, sabiduría, ya que el fenómeno del ego o, mejor
dicho, el fantasma del ego ha causado estragos en la sociedad por
muchos siglos. Hay que saber recibir del otro, siempre y cuando sea
desde el amor. Claramente si recibimos veneno en un envoltorio
hermoso, no hay que aceptarlo nunca. Porque tomar este tipo de

energía significa aceptarla, integrarla en nosotros. Por ello, es un buen
momento para comenzar a practicar el dhar y el recibir, observando
desde dónde se realizan estos actos.
Andrómeda muestra que el ser humano ha de hallar una
perfecta sintonía entre las dos energías. Cada ser humano encon-
trará sus límites entre dhar y recibir, entre una y otra. Habrá ciertos
individuos más propensos a la energía del dhar que a la de recibir y
viceversa.
Andrómeda es el octavo peldaño en esta mágica escalera
cósmica. Nos transfiere sus enseñanzas a través de una palabra,
AMMHUR. En la primera vértebra dorsal reside a nivel suprafísico
su código estelar, ALFA, que nos recuerda que el ser humano ha de
emanar su propia frecuencia primigenia, la que, además, reflejará a
través del dhar y del recibir.
Puerta Estelar 9
Galaxia del Triángulo
El amor crístico
CÓDIGO ESTELAR: TRIAN

LUGAR: GALAXIA DEL TRIÁNGULO
DORSAL; CORAZÓN
ENSEÑANZA: NEUS
La galaxia del Triángulo es la segunda galaxia más grande

dentro de nuestro universo local. Es una galaxia espiral situada a
143
más de 2,8 millones de años luz de nosotros. Es llamada “M33” por

los científicos.
Fue imaginada como un grupo de seres que albergaran la
vibración de la energía crística.
La savia cósmica de la galaxia del Triángulo se extiende al
corazón. Su código estelar lleva el nombre de “TRIAN”.
• El francés Charles Messier la observó por primera vez

en agosto de 1764 y la situó como la galaxia número 33
en su famosa lista de nebulosas y cúmulos de estrellas.
Sin embargo, Messier no fue el primero en registrar la
existencia de la galaxia espiral; probablemente fue docu-
mentada por primera vez unos cien años antes, en 1654,
por el astrónomo y sacerdote siciliano Giovanni Battista
Hodierna.
• Originalmente se la consideró como símbolo de la isla de
Sicilia, hogar de la diosa romana de la agricultura, Ceres.
Otros autores la denominaron “Delta” o “Deltotum” por
su similitud a la letra mayúscula griega delta (Δ).

de la galaxia del Triángulo?


el corazón es representación de la galaxia del Triángulo.
su código estelar, TRIAN. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de la galaxia del Triángulo es reencon-
trarte con la concepción de una forma de vida que es parte de ti:
sentir a tu Cristo interno. Por ello, debes encontrar un ambiente
y, así, penetrar mejor en la frecuencia de esta raza cósmica; para ello,
es necesario comprender el contenido de su código:
• TRIAN: Es la unidad entre el cuerpo, la mente y el espíritu

elevada a su máximo nivel, que sería la fusión del templo
físico, la mente creadora y la esencia cósmica. Implica
unificar cuanto somos, percibirnos como una entidad
completa, sintiéndonos parte de todo lo que es, de todo lo
que existe.

y observa detenidamente la Puerta Estelar de la galaxia del Triángulo.
El mensaje de la galaxia del Triángulo

Las enseñanzas de la galaxia del Triángulo se pueden resumir

en una sola palabra: NEUS. A continuación, profundizaremos en

NEUS es la vibración más sublime del amor: la energía crística.
Para entenderlo mejor, voy a explicar qué significa la energía crística
(la describo ampliamente en mi libro Caminando desde la certeza. El
Cristo que habito).
La energía crística es una vibración que, en esencia, es la mayor
fuente de nuestros tres universos, es el máximo nivel vibratorio.
También, hay otras fuentes y emanaciones energéticas, que tienen
otros propósitos y frecuencias dentro del entramado cósmico. La
energía crística es una vibración esencial divina que permea toda
conciencia sincera, fraterna y ofrendada que resida en cualquier
lugar o dimensión del cosmos. Es la energía que habita en el tejido
de nuestro entramado. Es el elixir eterno de toda fuente manifestada.
Hay millones de civilizaciones en nuestro universo, de todo
tipo de vibración y nivel de conciencia, que, a través de su reco-
rrido y experimentación, van avanzando hacia los niveles crísticos,
mientras que hay otras civilizaciones que ya han alcanzado este nivel
superior de espiritualidad. Si hablamos del mundo que habitamos
ahora, nuestra amada esfera azul, sabemos que la humanidad se está
transformando en la nueva raza de nuestro universo local, la raza 33:
una raza en la cual la vibración crística ha encarnado a lo largo de su
historia, ofreciendo e incorporando, a través de su manifestación,
las pautas de cómo mejorar su ascenso. En definitiva, el enlace hacia
una evolución final, hacia una raza cósmica.
Podemos sacar como conclusión que, si la energía crística está

en el entramado del universo, entonces está también en nosotros.
Esto es lo que nos recuerda la galaxia del Triángulo, simbolizando
dicha fuente sagrada en nuestro corazón. NEUS es la palabra que
resume y contiene esta revelación, donde la “n” es el movimiento,
la “e” es lo concreto, la “u” es el contenido crístico y la “s” es la
integración de todo ello.
Es el noveno peldaño de esta mágica escalera cósmica. Nos
transfiere sus enseñanzas a través de una palabra, NEUS. En la
segunda vértebra dorsal reside a nivel suprafísico su código estelar,
que nos recuerda que el ser humano ha de generar y preservar su
propia frecuencia y además enlazarla con otras.
Puerta Estelar 10
Escorpio
Transformación
CÓDIGO ESTELAR: COLOTL

LUGAR: CONSTELACIÓN DE ESCORPIO, SHAULA
DORSAL; PULMONES
ENSEÑANZA: TRANSFORMACIÓN
En la Antigüedad, se establecieron veinticuatro estrellas como

grupo que conformaba la figura del escorpión y otras tres más que
estaban fuera. Las más importantes son:
149
• Antares: representa el corazón del escorpión.

• Lesath: más caliente que la anterior, emerge casi en paralelo
a la estrella Shaula en el horizonte, apareciendo muy juntas.
• Shaula: junto a la anterior, forma las pinzas del escorpión.
Es un sistema solar formado por varias estrellas jóvenes,
siendo las mayores (Shaula A y Shaula B) dos supergigantes
azules de tamaño cercano a seis radios solares y masas de una
magnitud cercana a once y seis veces la masa solar respectiva-
mente. Shaula B orbita a la estrella principal a una distancia
de 5,7 UA, un poco más que la distancia del Sol a Júpiter.
Ahora vamos a focalizarnos en Shaula, que es el sistema donde

reside esta raza cósmica llamada “colotl”, igual que su código estelar.
Permanece sobre el horizonte durante algo más de nueve horas cada
día en la latitud norte. Sin embargo, en el hemisferio sur (por ejemplo,
en Mendoza, Argentina) la constelación brilla en lo alto, alcanzando
altitudes similares a las que ostentan en el hemisferio norte Vega o la
galaxia de Andrómeda.
Los escorpiones colotl fueron imaginados como un grupo de
seres que albergaran la vibración de la transformación.
La savia cósmica de colotl se extiende a los pulmones del ser
humano. Su código estelar se sitúa en la tercera vértebra dorsal.
• La ligera protuberancia de la Vía Láctea cerca de Escorpio se

representa como un gran pez o monstruo marino. Por ello,
Escorpio sería el anzuelo que parece tirar del monstruo desde
el Este al Oeste en las noches de verano, haciendo un arco
sobre el horizonte, como un pez que salta del agua.
• En las islas de la Polinesia se la representa de la misma
manera. En Nueva Zelanda es conocida como Te Mangoroa
(‘el gran tiburón’), Ika-roa (‘el gran pez’) o Te ika Maui (‘el
pez del semidiós Maui’).
• En la mitología egipcia, se veneraba a la diosa escorpión

Serket, divinidad que ayudaba a los que habían sufrido la
picadura de este animal. Era conocida como “la que facilita
la respiración”, ya que el principal síntoma de la picadura es
la imposibilidad de respirar. Esta divinidad se vinculaba al
culto solar y protegía al faraón tras su muerte.

de Escorpio?

la zona de los pulmones es representación de la de Escorpio. A esta
zona del cuerpo se la ha asociado al concepto de tristeza; en cambio,
es un foco de incalculable creatividad.
su código estelar, COLOTL. Una vez que hayas incorporado dicha
tienes que incorporar la energía del código estelar y de la raza en
este instante.
Acceder a la sabiduría de los escorpiones procedentes de Shaula
es reencontrarte con la concepción de una forma de vida que es parte
de ti: la transmutación de la energía inactiva a la activa. Por ello, has de
encontrar un ambiente tranquilo y relajado para transmutar tu energía
actual a la del código y, así, penetrar mejor en la frecuencia de esta raza

cósmica; para ello es necesario comprender el contenido de su código:
• COLOTL: Es un nombre azteca que significa ‘alacrán’ o

‘escorpión’. Si los observamos, veremos que son animales
muy inteligentes, tranquilos, pero también contundentes.
Su defensa es mortal e inteligente, ya que la dosis de veneno
es diferente dependiendo del grado de peligro que sienten.
Lo más curioso es que se ha estudiado durante mucho
tiempo la posibilidad de que el veneno del escorpión sirva
para aumentar el éxito en los trasplantes de corazón, así como
también para fortalecer el sistema inmunológico. Eviden-
temente, los nombres que se les dan a las constelaciones
o estrellas tienen un enlace superior y más profundo de lo
que pensamos y, efectivamente, la vibración del escorpión
como raza cósmica tiene mucho que ver con la del alacrán,
al menos en algunos de sus aspectos. COLOTL, como
código estelar, nos muestra la tranquilidad y a la vez el poder
del discernimiento frente a situaciones adversas para cada
individuo. Nos muestra cómo el ser humano debe hallar
la tranquilidad para poder ver y observar sin alteraciones.

y observa detenidamente la Puerta Estelar de Escorpio. Llegó el
momento de introducirte en su mensaje y enseñanza.
El mensaje de los Escorpiones a través

de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Escorpio se pueden resumir en una sola

palabra: NERHAM. A continuación, profundizaremos en su

NERHAM es la vibración más sublime del arte de la trans-
mutación o transformación. Como raza cósmica tuvieron su etapa
bélica (cuando estaban en la tercera dimensión), siendo eternos
rivales de los seres de Orión. Pero, cuando descubrieron que su
fuerza residía en la transmutación, lograron subir de vibración y
escalar a dimensiones muy superiores. Después de la guerra viene
la tristeza; por ello los escorpiones son excelentes en transformar la
tristeza en lo que verdaderamente es: creación. Si repasas la historia
de los grandes poetas y escritores de renombre, observarás que una
gran parte de ellos sufrieron etapas de depresión, enfermedades
(por ejemplo, tuberculosis), y esto les generaba, a su vez, profundas
tristezas, que finalmente les permitían realizar excelentes creaciones
y entrar en etapas de inspiración. Este es el ejemplo del poder que
tiene el ser humano en sus pulmones: puede llegar a convertir ese
estado primigenio en una vibración mayor. A esto se lo llama “trans-
mutación”. La creencia es un concepto importante y, si logramos
atesorar los valores cósmicos y reflejarlos en cada órgano físico y
cada manifestación de nuestra vida diaria, llegaremos a obtener la
misma vibración que nuestros creadores. Así lo hicieron ellos y así
nos transmiten su sabiduría a través del cuerpo biológico.
Los escorpiones son el décimo peldaño de esta mágica escalera
cósmica. Nos transfieren sus enseñanzas a través de una palabra,
NERHAM. En la tercera vértebra dorsal reside a nivel suprafísico
su código estelar, COLOTL, que nos recuerda que el ser humano

ha de generar y preservar su propia frecuencia y además enlazarla
con otras.
Puerta Estelar 11
Altair
Sembradores de la paz
CÓDIGO ESTELAR: TAIR

LUGAR: CONSTELACIÓN DEL ÁGUILA
DORSAL; PLEXO SOLAR, ABDOMEN SUPERIOR, VESÍCULA
BILIAR
ENSEÑANZA: URSHEM
Esta estrella ocupa el duodécimo lugar entre los astros más

brillantes del cielo. En árabe, su nombre significa ‘águila’. Es cuatro
veces más voluminosa que nuestro Sol.
155
Tair fue imaginada como un grupo de seres que albergaran la

vibración de sembradores de paz. La savia cósmica de Altair se extiende
a todo el plexo solar. Su código estelar lleva el nombre de “TAIR” y
está situado en la cuarta vértebra dorsal.
• “Altair” es el nombre de uno de los caballos de la cuadriga

de Ben-Hur.
• Altair gira rápidamente sobre sí misma, y esta rotación tan
veloz es un rasgo que también posee la estrella Vega. Altair
gira tan deprisa, aproximadamente a unos 300 kilómetros
por segundo en su ecuador, que su forma se distorsiona.
• Dentro de la historia china de Qi Qiao Jie, Niu Lang
(Altair) y sus dos niños (Alshain y Tarazed) son separados
de su madre, Zhi Nu (Vega), que está situada al otro lado
de la Vía Láctea.
¿Cómo podemos acceder a la Puerta Estelar de Altair?

la zona del plexo solar es representación de la de Altair.
de su código estelar, TAIR. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de Altair es reencontrarte con la concep-

ción de una forma de vida que es parte de ti: la paz. Por ello, debes
encontrar un ambiente tranquilo y relajado para transmutar tu
energía actual a la del código y, así, penetrar mejor en la frecuencia
de esta raza cósmica; para ello, es necesario comprender el contenido
de su código:
• La palabra “paz” significa que la esencia cósmica primigenia

hay que manifestarla primero con uno mismo y luego con el
Todo a través del movimiento constante. Su raíz latina, pax,
significa que esa esencia cósmica además hay que reflejarla
por igual, primero en el eje del yo (individuo) y después
en el eje del tú (mundo externo). Si practicamos quienes
somos, conseguiremos vislumbrar un nuevo camino y
comenzaremos a vibrar en una sintonía que no está en el
afuera sino en el adentro. Es importante sentirte, ya que le
devolverá a cada una de tus células el oxígeno perdido, y a
tu vida, un nuevo esplendor.
• TAIR, como código estelar, nos muestra una vibración de
calma (corazón + alma) que nuestro ser ha de transitar. Es
necesario llevar nuestro corazón a un pulsar rítmico y en
equilibrio, emanando la sintonía de nuestra energía crística
y enlazándola a todos los registros que hay en nuestra alma.
TAIR nos recuerda que caminar desde la conciencia de
quienes somos y llevar esa calma a cada acto puede abrir
un camino diario pleno.
Ahora ten unos minutos de reflexión y entendimiento de

esta energía cósmica en ti y genera ese movimiento vibratorio;
siente cómo tu campo energético se activa y se mueve al ritmo de
tu pulsar, y observa detenidamente la Puerta Estelar de Altair. Llegó
el momento de introducirte en su mensaje y enseñanza.
El mensaje de Altair a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Altair se pueden resumir en una sola

palabra: URSHEM. A continuación, profundizaremos en su mensaje
URSHEM nos muestra una dirección muy concreta que nos
lleva a la vibración más sublime de la paz, es decir, la calma. El hecho
de que su código estelar refleje su transmisión a través del plexo
solar nos da una pista de ello. El plexo solar es un centro energético
muy sensible que habita en nuestro cuerpo biológico, exactamente
al comienzo del estómago; es un enorme receptor de energía,
una antena que nos permite sentir el mundo que nos rodea y sus
vibraciones, e incluso nos sirve también como radar de detección
de aquellas que no se asemejan a nuestra frecuencia. Cuando está
muy abierto se sensibiliza mucho, generándonos dolor en la boca del
estómago. Por ello, es muy importante recordar las enseñanzas de los
escorpiones, quienes nos muestran el camino de la transmutación,
el no alterarnos a pesar de que en el entorno las energías sean de
una vibración muy diferente a la nuestra.
Si el ser humano comienza a tener una relación con esta parte
energética, llegará a comprender que es una zona que nos permite
“ver” otras dimensiones que forman parte de nuestra realidad coti-
diana, pero que pasan desapercibidas: por ejemplo, percibir la energía
de los lugares, de las personas e incluso de las acciones, es decir, las
intenciones profundas que hay detrás de cada acto. Si confiamos en

nuestras percepciones, el plexo solar puede llegar a ser un gran aliado
nuestro. Recuerda que, cuando el cuerpo duele, nos está avisando
de que estamos absorbiendo vibraciones que no nos corresponden.
Sintonizar con nuestro plexo nos mantendrá atentos, pero sin estar
alertas o “en guardia”, y nos llevará a una vida más armónica para
poder emanar nuestra calma con total libertad.
Altair es el undécimo peldaño de esta mágica escalera cósmica.
Nos transfiere sus enseñanzas a través de una palabra, URSHEM. En
la cuarta vértebra dorsal reside a nivel suprafísico su código estelar,
que nos recuerda que el ser humano ha de generar y preservar su
propia frecuencia y además enlazarla con otras.
Puerta Estelar 12
Cinturón de Orión
La templanza
CÓDIGO ESTELAR: PERLA

LUGAR: CINTURÓN DE ORIÓN, ALNILAM
DORSAL; HÍGADO
ENSEÑANZA: MANRËS
El cinturón de Orión, también conocido como “las Tres

Marías”, es uno de los más reconocidos conjuntos de estrellas a
161
lo largo de la historia de la humanidad. Es un destacado asterismo

formado por tres estrellas dentro de la constelación de Orión. Son
fácilmente visibles en el cielo nocturno; Alnitak, Alnilam y Mintaka
son sus tres gigantes protagonistas. Hoy vamos a destacar a la raza
más evolucionada, situada en Alnilam, aunque he de decir que en la
constelación de Orión hay cientos de razas muy avanzadas.
Orión es el creador, junto a las Pléyades, de la civilización
situada en la nebulosa de Orión. Fue imaginada como un grupo de
seres que albergaran la vibración de la templanza.
La savia cósmica de Orión se extiende a la zona del hígado,
una zona muy sensible donde se acumulan las iras internas o frus-
traciones.
• Robert Bauval nos hizo ver que las pirámides de Guiza

eran el reflejo del cielo en la Tierra, cuando descubrió que
reflejan las tres estrellas del cinturón de Orión.
• Se vincula a Orión con Osiris. Los egipcios creían que
Osiris regresaría de Orión.
• Nabta Playa es un monumento situado en la región
oriental del desierto del Sáhara (6400-3400 a. de C.). El
astrofísico Thomas Brophy y el ya mencionado investi-
gador e ingeniero Robert Bauval estudiaron con minucio-
sidad su configuración. En su libro Black Genesis, relatan
que el círculo de piedra es un diagrama de estrellas que se
alinea con el cinturón de Orión en el solsticio de verano.
• Teotihuacán, México, es una de las mayores ciudades
prehispánicas de Mesoamérica. En ella se construyeron
la pirámide de la Luna, la pirámide del Sol y el templo
de Quetzalcóatl, erigidos en la misma época que las pirá-
mides de Guiza. También están alineados con el cinturón
de Orión.
• Durante cientos de años la tribu indígena hopi ha conside-

rado su hogar los picos de la meseta de Colorado, situados
al noreste del desierto de Arizona. Según la mitología de
este pueblo ancestral, están vinculados con Orión.
¿Cómo podemos acceder a la Puerta Estelar de Orión?

la zona del hígado es representación de la de Orión.
su código estelar, PERLA. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de Orión es reencontrarte con la concep-
ción de una forma de vida que es parte de ti: custodiar la esencia.
Por ello, debes encontrar un ambiente tranquilo y relajado para
transmutar tu energía actual a la del código y, así, penetrar mejor en
la frecuencia de esta raza cósmica; para ello, es necesario comprender
el contenido de su código:
• PERLA: Cada ser humano tiene en su interior un tesoro

que preservar. Es una sustancia divina atemporal, que fluye
en nosotros desde el primer momento que venimos a la
vida. Lo puedes llamar “espíritu”, “conciencia” o “hálito

sagrado”, pero lo imprescindible es que comprendas que
eres tú. Es el aspecto más sublime de ti, aquel que no tiene el
ruido en una humanidad en vías de desarrollo. Esta “perla”
es la que has de conservar por siempre y debes aferrarte a
ella en los momentos en que pierdas la conciencia de quien
eres. PERLA es el código estelar de Orión, que defiende
desde el amor y la contemplación tu más transcendental
tesoro: tú mismo.

cómo tu campo energético se activa y se mueve al ritmo de tu
pulsar, y observa detenidamente la Puerta Estelar de Orión. Llegó
El mensaje de Orión a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Orión se pueden resumir en una sola

palabra: MANRËS. A continuación, profundizaremos en su mensaje
MANRËS es la vibración más sublime de la templanza. Si bien
fueron los grandes guerreros de nuestro universo local y los padres
de la civilización situada en la nebulosa de Orión, los integrantes de
esta raza adquirieron la maestría de poder dar el tiempo y el espacio

necesario para que el otro se desarrollase. Su fusión con la civilización
de Taygeta, en las Pléyades, inició un diagrama diferente de aquel al
que estaban acostumbrados. Su valentía los llevó a conformar una
sabiduría que hoy en día utilizan para acompañar a nuestra raza.
Desde su dimensión (la octava) nos manifiestan siempre ese poder
de la templanza: pasos firmes, seguridad, comprensión y excelencia
en cada acto.
Orión actualmente es una de las razas que con mayor
frecuencia manifiestan su existencia.
A nivel físico el código estelar proyecta su influencia en los
nervios que inervan el hígado. Es muy probable que a lo largo
de tus experiencias de vida hayas vivido episodios de conflicto,
de irascibilidad; si estos han sucedido de manera desmesurada,
habrán sido somatizados en el hígado, produciendo alteraciones
en este órgano.
MANRËS transmite un claro mensaje a la humanidad:
contemplar, avanzar con paso firme y sacar lo mejor de uno mismo
y del otro. El ser de Orión siempre preserva la energía, el tesoro,
el “grial”.
Orión es el duodécimo peldaño de esta mágica escalera
MANRËS. En la quinta vértebra reside a nivel suprafísico su código
estelar, PERLA, que nos recuerda que el ser humano ha de preservar
y custodiar su propia esencia.
Puerta Estelar 13
Nur
Emitir tu destello solar
CÓDIGO ESTELAR: NUR

LUGAR: SOLES
DORSAL; ESTÓMAGO
ENSEÑANZA: NOAR
Nur es una raza intrasolar, es decir, sus integrantes viven

dentro de los soles que son puertas estelares.
167
Nur fue imaginada como un grupo de seres que albergaran

la vibración de la emisión, representación de sus rayos cósmicos: la
emisión del fluir para nutrir con ello.
En la cosmogonía egipcia el universo se encontraba originaria-
mente colmado de un océano primario e inanimado llamado “Nu”,
del que descenderían la tierra y el agua como hoy las conocemos.
Y de esas mismas aguas sagradas de Nu surge el dios Sol, Ra. Una
historia preciosa, sin duda, de la que podemos fusionar estos dos
conceptos, ya que Nur (Nu + Ra) es una raza aqua-solar.
• En la ciudad de Heliópolis, en el Bajo Egipto, se relataba la

llamada “cosmogonía heliopolitana”, en la que las figuras
de Ra y Nu tienen un papel preponderante. El dios Atum
surgió de las inmundicias de Nu y reposó en la colina
original. Como símbolo del advenimiento de la luz en
la oscuridad de Nu, Atum se relacionó con Ra, dando
existencia a la primera pareja divina: Shu (el aire seco) y
Tefnut (la humedad).
• Para los aztecas, el Sol es un dios que se ha sacrificado,
que ha querido morir para renacer eternamente. Ellos se
autoproclamaban el pueblo del Sol.
• Los astrónomos mesoamericanos colocaron al Sol en la
más alta jerarquía del reino celestial. Lo representaban
en forma de disco. En sus cosmogonías, los pueblos del
Altiplano situaban la creación del Sol en Teotihuacán. El
sentido astronómico del Sol lo conservaron los quichés
en su libro sagrado, el Popol Vuh.
• Para los celtas, Lugh era el dios del Sol. El dios del infra-
mundo era su abuelo Balor.
• En la mitología hindú, Surya es considerado como el
dios del Sol. Sostiene lirios de agua en dos de sus muchas
manos.
¿Cómo podemos acceder a la Puerta Estelar de Nur?

crearon al ser humano a imagen y semejanza de ellas; por lo tanto, la
zona sexta vértebra dorsal y el estómago es representación de la de Nur.
de su código estelar, NUR. Una vez que hayas incorporado dicha
frecuencia, podrás acceder a un mundo extraordinario.
Acceder a la sabiduría de NUR es reencontrarte con la concep-
ción de una forma de vida que es parte de ti: emitir tu destello solar
para nutrir. Por ello, debes encontrar un ambiente tranquilo y rela-
jado para transmutar tu energía actual a la del código y, así, penetrar
mejor en la frecuencia de esta raza cósmica; para ello, es necesario
comprender el contenido de su código:
• NUR: Dentro de ti hay un sol incandescente; es un núcleo

sagrado que forma parte de ti desde que entraste a la exis-
tencia. Todo comienza por una partícula muy pequeña, un
átomo solar, que se desliza por las redes inmateriales y entre
las diferentes vibraciones del firmamento; pero siempre te
ha acompañado, en todos los tiempos y lugares del cosmos,
porque está dentro de tu malla energética, y cuando una
parte de ti se transforma en materia, como humano, esta
esencia primigenia sigue dentro de ti, por siempre. Es
una sustancia que envuelve a la primera partícula de aqua
(concepto que explico a continuación). Es luminosa y
refleja un destello espiritual inconmensurable.
A lo largo de la vida, el ser humano se irá desvinculando del líquido

amniótico, haciendo prevalecer su agua interna, para unirse a la verda-
dera conexión con la primera semilla de agua que existió en nuestro
planeta ÜR. Esta semilla fue el primer puente por el cual una conciencia
cósmica pudo encarnar en nuestro actual vehículo físico. Sin esta semilla
aqua, no hubiera sido posible la vida tal y como la concebimos y mucho
menos, se hubiera trazado el Plan Original (Anael, Desencarnación.
El regreso al origen cósmico).

energía cósmica en ti; visualiza tus partículas internas, imagina tu
esencia sagrada, amparada en lo más profundo de tu ser, y siéntela.
Después, observa detenidamente la Puerta Estelar de Nur. Llegó el
El mensaje de la Nur a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Nur se pueden resumir en una sola palabra:

NOAR. A continuación, profundizaremos en su mensaje y trans-
misión, para que puedas incorporar esta sustancia cósmica no sola-
mente en el cuerpo biológico, sino en todo tu ser; de esta manera,
NOAR es la vibración más sublime de la irradiación de la
vida, de la excelencia, es decir, el acto mismo de brillar, que es como
refleja nuestro Sol imperecedero su vida. Cuando el ser humano
emite su verdadera frecuencia, es capaz de imitar al Sol e irradiar
una vibración tal que puede llegar a nutrir al otro. Porque la capa-
cidad del individuo para emanar armonía es inconmensurable. Si
el humano está en armonía, lleno de vida, pleno, y además emite
tanto dentro como hacia afuera dicho reflejo, esa misma emisión
puede transformar de manera automática al ser que está enfrente.
Pero también puede llegar a penetrar el aura del otro ser, dejando
en ella la información de su emisión para cuando el otro individuo
esté preparado o cuando lo vaya a comprender.
Hasta este momento se ha realizado un camino de doce razas
cósmicas; sus enseñanzas nos dan un pantallazo de cómo vivir o,
mejor dicho, de cómo estar encarnados. Llegados a este momento,
NOAR nos permite tomar conciencia de todo lo visto anterior-
mente y tener en cuenta que, si emitimos la esencia primordial que
tenemos, lograremos nutrir al otro, al individuo, al escenario, a la
tierra y a la vida.
Si nuestro Sol dejara de ser quien es, ya no podríamos
nutrirnos. Si nuestra estrella no iluminara, viviríamos en un mundo
en completa ausencia de luz. NOAR es brillar.
Nur es el decimotercer peldaño de esta mágica escalera
NOAR. En la sexta vértebra dorsal reside a nivel suprafísico su código
estelar, NUR, que nos recuerda que el ser humano ha de emitir su
mayor nivel de excelencia para nutrir de vida a otras vibraciones.
Puerta Estelar 14
Adhara
Fraternidad
CÓDIGO ESTELAR: DHAR

LUGAR: CONSTELACIÓN DEL CAN MAYOR, ADHARA
DORSAL; PÁNCREAS
ENSEÑANZA: RANÄM
Adhara es la segunda estrella más brillante de la constelación

del Can Mayor (ubicada al sur del ecuador celeste). Su magnitud
es de 1,5 y es de color azul. Su masa es 22.300 veces la del Sol. Pero
173
al principio de la historia de la humanidad esta estrella azulada era

la más brillante del cielo nocturno. Decían que ningún astro actual
ni en los próximos cinco mil millones de años alcanzaría a brillar
como esta mágica estrella. Y es que la raza cósmica de Adhara tiene
la vibración de la fraternidad y, como tal, su impronta alumbró a la
humanidad desde el comienzo de los tiempos.
Esta frecuencia será representativa y necesaria en cada célula
del ser humano.
La savia cósmica de Adhara se extiende al páncreas. Su código
estelar lleva el nombre de “DHAR”, cuyo significado he descrito en
el capítulo dedicado a la civilización de Andrómeda.
• Su nombre proviene del árabe y significa ‘vírgenes’.

• Louis Charpentier narra en su libro El misterio de Compostela:
Tras la muerte de Cristo, Santiago [el Mayor, hijo de Zebedeo y
de María Salomé, y hermano de san Juan Evangelista] predicó
primeramente en Judea y Samaria, y luego se embarcó y llegó a España
para tratar de cristianizar ese país. No tuvo mucho éxito ya que no
conseguiría formar más que nueve discípulos; o quizá siete; o tal vez
solamente uno. Se admite, además, que era seguido por un perro, más
sensible a su influencia que los paganos… No debemos olvidar el perro
[…]. Ya no eran luces lo que había indicado el lugar de la sepultura del
santo [Santiago], sino una estrella que se había mantenido encima de
la tumba y había atraído a los pastores, los cuales, más o menos aterrori-
zados, avisaron al obispo; aquel lugar ha sido entonces llamado “Campo
de la Estrella”, “Campus Stellae”, convertido en “Compostela”. La
peregrinación se transformaba en una marcha hacia la estrella y la ruta
a recorrer era la de la Vía Láctea [al final de la cual se encuentra,
por otra parte, la constelación del Can Mayor].
Por ello, según este autor, fue esta estrella la que marcó el
lugar exacto donde se construiría la catedral de Santiago
de Compostela, uno de los lugares más sagrados del cris-
tianismo.

de Adhara?

la zona del páncreas es representación de Adhara.
su código estelar, DHAR. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de Adhara es reencontrarte con la
concepción de una forma de vida que es parte de ti: emanar la
vibración de la fraternidad. Por ello debes encontrar un ambiente
• DHAR: Significa ofrendar, reflejar tu esencia. Representa

el ofrecer, pero no de lo que te sobra, sino de lo mejor que
puedes llegar a conceder. Significa que dicha ofrenda ha de
albergar un impulso cósmico y no material, sin esperar
nada a cambio, sin pretensiones de recuperar o de reco-
nocimiento, pero, sobre todo, sin suponer que con ese
acto pueda llegarse a transformar algo: dhar sin esperar.
Porque será entonces y solo entonces cuando la frecuencia
impregne a cada ser.

pulsar, y observa detenidamente la Puerta Estelar de Adhara. Llegó
El mensaje de la civilización de Adhara

Las enseñanzas de esta raza cósmica se pueden resumir en

una sola palabra: RANÄM. A continuación, profundizaremos en
RANÄM es la vibración más sublime de la fraternidad de
mundos. Es el estado de gracia que enlaza cada red energética y que
por ello mantiene en un mismo “cuerpo” al universo. La frater-
nidad es una frecuencia superior a la de la hermandad. Parecieran
términos iguales, pero no hay que detenerse en el significado propio
de la palabra, sino en su vibración. RANÄM nos muestra el camino
para vibrar dentro de un cuerpo cósmico. La humanidad ha estado
durante siglos intentando conectar con otras razas del firmamento.
Esas mismas razas han observado cada milímetro de nuestra evolu-
ción, de nuestro entendimiento y, sobre todo, de lo que emanamos.
Y es que aún no existe fraternidad entre los seres humanos porque
aún se desconocen, porque no aplican el conocimiento o la sabiduría
que hay en cada uno de ellos, porque no creen en la divinidad que

representan. Por ello, para conectar con otras razas que habitan en la
superficie de nuestra Tierra o en nuestro universo hay que vibrar en
esta sintonía. La civilización de Adhara nos recuerda esta vibración,
que se expande a toda nuestra existencia. La fraternidad de mundos
es una alianza sin anillo, sin cuerda, sin contrato, y para caminarla
solo es cuestión de ir subiendo cada peldaño de esta mágica escala,
cada vértebra, cada código estelar que hay en ti.
El segundo principio universal habla de la fraternidad como un
símbolo que representa las manifestaciones en un mismo conjunto.
Fraternidad es integración y enlace del Todo manifestado. Se trata
de que cada fragmento del universo se enlace de manera consciente,
dando cuerpo a su entramado y permitiendo que el flujo energético
del intercambio actúe. Cada una de las partes es contenedora de una
inmensa sabiduría, creando un Todo universal.
En estos tiempos vamos a ser permeados por esta vibración
tan fuerte y aún desconocida. Toda vibración del universo tiene un
principio y un nivel de excelencia. En el principio se implementó
la vibración de la fraternidad a través de las familias sanguíneas,
concepto que experimentaron las partículas arca y las conciencias
experimentales, estableciendo un símbolo de hermandad a través
del linaje sanguíneo. Pero con la evolución y comprensión de estas
conciencias experimentales, el nivel de hermandad se elevó en grado
y frecuencia. Hoy en día, la fraternidad ya se manifiesta a un plano
superior, a través de los niños. Ellos no hacen distinción entre los
niveles de conciencia porque la semilla sagrada está en cada partí-
cula que habita esta maravillosa Tierra (consulta acerca de los siete
principios universales en La raza 33. Un puente sagrado).
En resumen, Adhara es el decimocuarto peldaño de esta
asombrosa escalera cósmica. Nos transfiere sus enseñanzas a través
de su senda, RANÄM. Es en la séptima vértebra dorsal donde reside
a nivel suprafísico su código estelar, DHAR, que nos recuerda que
el ser humano ha de ser fraterno para poder enlazar con otras civi-
lizaciones cósmicas.

Puerta Estelar 15
Carianos
Liberación
CÓDIGO ESTELAR: MERU

LUGAR: GALAXIA DE CARINA, CONSTELACIÓN ARGO
NAVIS
DORSAL; BAZO
ENSEÑANZA: SHEA
Carina es la quilla de la inconmensurable constelación de Argo

Navis; representa la columna del barco. El ritual de colocar la primera
piedra en un edificio equivale a la colocación de la quilla del barco.
179
Carina fue imaginada como un grupo de seres que albergaran

la vibración de la liberación.
• El intelectual griego Plutarco (90-117) ya nos habla de

esta estrella:
Además, [los egipcios] dan a Osiris el título de general y el título

de piloto a Canopus, de quien dicen que la estrella debe su nombre,
y también que el barco que los griegos llaman Argo, en forma de
barco de Osiris, se ha establecido entre las constelaciones en su
honor, y su curso no está muy lejos de la de Orión y la estrella de
los perros; de estos los egipcios creen que uno es sagrado para Horus
y el otro para Isis.
• El Arca de Noé está vinculada a Argo Navis. Cuando las

aguas del Diluvio retrocedieron y el Arca se posó en las
montañas de Ararat, Armenia, Noé construyó un altar a
Dios, el primer altar mencionado en la Biblia, e hizo una
ofrenda.
• Dentro de la extensa mitología griega, se habla de la leyenda
de los Argonautas, un grupo de valientes hombres que
pasaron por muchas aventuras en la búsqueda del mítico
Vellocino de Oro, navegando en el Argos. Entre ellos, se
encontraban el infortunado Jasón y Hércules. Al cumplir
con su cometido, los dioses del Olimpo llevaron la nave
a las estrellas.

de Carina?


la zona del bazo es representación de la de Carina.
su código estelar, MERU. Una vez que hayas incorporado dicha
frecuencia, podrás acceder a un mundo extraordinario.
Acceder a la sabiduría de esta raza estelar es reencontrarte
con la concepción de una forma de vida que es parte de ti: liberarte
para Ser. Por ello, debes encontrar un ambiente tranquilo y rela-
• MERU: En todos los tiempos de la humanidad se les ha

dado un halo sagrado a las montañas y a los seres guardianes
de sus enormes tesoros. Todo ello, sumado a la adora-
ción hacia sus dioses y emanaciones sagradas. Una de las
montañas más venerables del Himalaya ha sido el monte
Meru, un monte suprafísico cuyo propósito era el de ser
el eje del universo. El código estelar MERU nos recuerda
este mismo poder energético. Nuestra conciencia cósmica
es el eje de nuestra encarnación y esto no hay que olvidarlo
nunca; por ello hay que dejar que el propio eje de cada
individuo sea el que lleve las riendas del camino propio y el
advenimiento de nuestro ser cósmico o multidimensional.


pulsar, y observa detenidamente la Puerta Estelar de Carina. Llegó
El mensaje de Carina a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Carina se pueden resumir en una sola

palabra: SHEA. A continuación, profundizaremos en su mensaje
Permítetelo.
SHEA es la vibración más sublime del “Así sea” de nuestro
idioma. Los carianos son una raza cósmica que ha tenido que mani-
festar su esencia más que ninguno de los Treinta y Dos. Ellos son una
raza diferente al resto y su distinción radica en su aspecto: gigantes
de color negro ónix, con cráneos alargados y maxilares en forma de
pico. No fueron la raza cósmica más bella, por ello tuvieron que
manifestar su esencia interna por sobre todas las cosas, emitiendo
constantemente su magnificencia; de esta forma, lograron liberarse
de lo superfluo, de la superficialidad, dando lugar a un camino de
sabiduría indescriptible.
Por ello SHEA significa el camino de la liberación. Nos lo
transmitieron continuamente a través del código estelar. En nuestro
planeta los cóndores representan un aspecto de esta raza cósmica.
• Como dato curioso, a determinadas aves se las denomina

“carinatas” debido a que poseen una carina o “quilla”, una
cresta emplazada a lo largo del esternón, donde se unen los
músculos de vuelo. Por lo tanto, las aves voladoras tienen
una carina pronunciada.
El abrazo de un cariano es algo revelador: se siente la libera-

ción de todos los decretos, de las creencias pretéritas, de los estigmas
personales, en fin, de todo aquello que nos sobra y que no deja ver
nuestra belleza interna, liberación que nos invita a vivir una encar-
nación con vuelo.
Ahora es un buen momento para hacer un repaso y dar
una nueva mirada a las razas cósmicas vistas hasta este momento,
visualizar las puertas estelares, sus símbolos y leer cada descripción,
porque sus frecuencias permean cada vez que conectas con la sabia
de sus transmisiones. Después haz una respiración consciente y
conecta con los carianos, para liberarte de aquello que está obsoleto
en ti; deja que su vibración te abrace y suelta, fluye.
Los carianos son el decimoquinto peldaño de esta mágica
escalera cósmica. Nos transfieren sus enseñanzas a través de una
palabra, SHEA, situada en la octava vértebra dorsal.
Puerta Estelar 16
Constelación del Águila
Impulso
CÓDIGO ESTELAR: PRIOR

LUGAR: GALAXIA DEL ÁGUILA
DORSAL; GLÁNDULAS ADRENALES Y SUPRARRENALES
ENSEÑANZA: ORU
La constelación del Águila es muy particular ya que alberga

a dos razas cósmicas de máxima evolución. Una de ellas es Altair,
185
como vimos anteriormente, y ahora nos focalizaremos en la otra,

llamada “Prior”.
Prior fue imaginada como un grupo de seres que albergaran
la vibración del impulso. La savia cósmica del Águila se extiende a
las glándulas adrenales y suprarrenales. Su código estelar lleva el
mismo nombre: PRIOR.
• La constelación del Águila fue posiblemente identificada

como un ave desde el siglo XII a. de C. Fue nombrada por
los astrónomos griegos Eudoxo de Cnido (siglo IV a. de C.)
y Arato (siglo III a. de C.).
• En la mitología hindú, Altair, Alshain y Tarazed represen-
taban la huella del pie de Vishnu.
• En la Antigüedad, los europeos le daban a la parte sur de la
constelación del Águila el nombre de Ganímedes, el copero
de los dioses griegos que habría sido elevado a los cielos
por el águila de Zeus.
• Ptolomeo incorporó la constelación a su Almagesto (tratado
astronómico del siglo II), llamándola en una primera
instancia “Antínoo y su Águila”, ya que Antinous era el
esclavo griego favorito del emperador Adriano.
• En la mitología nórdica, el gigante Thiassi tenía la capacidad
de transformarse en un águila. Thiassi llegó en forma de
águila y se llevó a la doncella Idunn a su hogar, secues-
trándola.

de la constelación del Águila?


la zona de las adrenales y suprarrenales es representación de la del
Águila.
su código estelar, PRIOR. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de esta raza estelar es reencontrarte con
la concepción de una forma de vida que es parte de ti: generar el
impulso para poder manifestar, crear. Por ello debes encontrar un
para ello es necesario comprender el contenido de su código:
• PRIOR: Está vinculado a las glándulas adrenales y suprarre-

nales. Estas glándulas, que tienen forma piramidal y habitan
en los riñones, crean hormonas indispensables para la vida
del ser humano. El código PRIOR nos recuerda que el ser
humano ha de prior-izar, es decir, alzar, elevar aquellas cosas
que son importantes para cada individuo. Y de ello depende
no solo nuestra salud física, sino la mental y la emocional.
Cuando relegamos a un tercer plano nuestras preferen-
cias, nuestras ilusiones van mermando y comienzan de
esta forma los primeros trastornos en el cuerpo biológico.
Así, la esperanza y la conexión con los mundos sutiles se
desvanecen poco a poco.

y observa detenidamente la Puerta Estelar de la constelación del
Águila. Llegó el momento de introducirte en su mensaje.
El mensaje del Águila a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de la civilización del Águila se pueden resumir

en una sola palabra: ORU. A continuación, profundizaremos en su
ORU es la vibración más sublime del impulso cósmico. El
sistema de creencias ha transmitido al ser humano que la impulsi-
vidad constituye una irresponsabilidad. Nada más lejos de la realidad:
el impulso es decisivo para materializar lo que transmitimos. Pero
bien es cierto que hay que ir descubriendo todas las fases del propio
impulso. No se trata solo de pensarlo, sino de sentir y de explorar
los caminos que se abren. Se suele confundir el impulso con las
determinaciones que se toman rápidamente, a la ligera, y que son
manifestadas por la ira o por la pasión.
El impulso estelar es una fuerza extraordinaria que te inunda
cuando la certeza se hace presente. Al llevarla a cabo se genera un
primer movimiento que es creador y sublime, situado más allá de la
materia, en nuestro campo energético vital, que está unido a todo el

entramado del universo. Sin él sería imposible que existiera la vida.
Este impulso hay que practicarlo, porque a menudo el indi-
viduo tiende a maquillar sus propios actos cotidianos, justificando
lo que hace con palabras o conocimientos supremos. La sabiduría es
ejercitar el conocimiento con honestidad, sin autoengaño. Este es el
trabajo más sutil e importante, quizás uno de los mayores retos que
tiene el humano de hoy: sacarse las máscaras, mirarse interiormente
desde la franqueza que solo el alma habilita y vivir cada día desde
la más absoluta sinceridad consigo mismo. Sin ello, esta lectura se
convertirá en la reunión de conceptos escritos en un papel, nada más.
Impulsar las intuiciones que brinda cada conciencia individual
será en un futuro el puente para crear una nueva sociedad, donde la
razón quedará relegada a un plano secundario y no será necesario
acudir a ella para entender o comprender el ecosistema humano
o cósmico, porque en ese momento ya habremos comprendido la
infinita divinidad que hay en nosotros: ser y no razonar.
La civilización del Águila es el decimosexto peldaño de esta
mágica escalera cósmica. Nos transfiere sus enseñanzas a través de
una palabra, prior-izar. En la novena vértebra dorsal reside a nivel
suprafísico su código estelar, PRIOR, y su mensaje nos recuerda
que el impulso es creador de vida.
lugar más cósmico.
Puerta Estelar 17
Cepheus
Sustentación y monitoreo de la energía vital
CÓDIGO ESTELAR: ZEUS

LUGAR: GALAXIA DE CEPHEUS; ALRAI
DORSAL; RIÑONES
ENSEÑANZA: NURO
Es una constelación del hemisferio norte, vecina a la Estrella

Polar y acompañada por la Osa Menor, Casiopea, Cisne y el Dragón.
Es la número 27 en tamaño.
191
Cepheus fue imaginada como un grupo de seres que alber-

garan la vibración del monitoreo de su propia energía vital.
La savia cósmica de Cepheus se extiende a los riñones. Su
código estelar lleva el nombre de “ZEUS”.
Cuando hablamos de Cepheus nos referimos a Gamma
Cephei, también conocida como Alrai; es una estrella binaria
situada a aproximadamente 50 años luz de la Tierra y que resulta
muy importante para los próximos milenios. Hace cinco mil años
la Estrella Polar era Alpha Draconis, llamada Thubán (constelación
Draco o del Dragón). Posteriormente el eje de giro de la Tierra se
situó en otra posición debido a la precesión de los equinoccios, el
tercer movimiento que emite el planeta en forma de peonza, que
hace que la visualización de la bóveda celeste cambie de posición para
nosotros. Hoy en día la estrella Alpha Ursae Minor (Osa Menor)
es la Estrella Polar, pero dentro de mil años cambiará nuestro cielo,
siendo Alrai la estrella más brillante del hemisferio norte, coronán-
dose, por lo tanto, como la Estrella Polar.
• Cefeo era un rey que vestía túnicas reales, cuyo pie está
plantado en la Estrella Polar (estrella principal de la Osa
Menor). Era hijo de Belus (Belos), rey de Etiopía, y esposo
de Casiopea; su hija es Andrómeda (todos, personajes del
mito de Perseo).
• Años más tarde, los hindúes conocieron a Cepheus como
Capuja. Esta estrella también representaba a Kapi, el dios
mono.

de Cepheus?


la zona de los riñones es representación de la de Cepheus.
su código estelar, ZEUS. Una vez que hayas incorporado dicha
tienes que incorporar la energía de esta esfera estelar y de la raza.
Acceder a la sabiduría de esta raza cósmica es reencontrarte con
la concepción de una forma de vida que es parte de ti: la sustentación
y el monitoreo de tu propia energía vital. Por ello, debes encontrar un
para ello, es necesario comprender el contenido de su código:
• La vibración de ZEUS habita dentro de los riñones. Como

dice la filosofía china, en ellos reside la energía qi o chi, que
es la fuerza vital que necesitamos para vivir; el término
significa ‘aliento’ o ‘soplo’. ZEUS se divide en dos vibra-
ciones que son complementarias y que definen la función
energética de cada uno de los riñones.
Ahora es importante que, antes de seguir esta lectura, decidas

a través de tu intuición cuál de tus riñones es ZE y cuál es US. Sin
saber ni entender nada, ni por qué tienes que elegir, define en este
instante y toca con tus manos qué riñón crees que tiene la energía
de ZE y cuál la energía US. ¿Ya lo has hecho?; ¿te has atrevido?
Bienvenido a la cuarta dimensión. Así funciona. Da vértigo,

¿verdad?, porque el cerebro está acostumbrado a seguir patrones y,
cuando se encuentra con algo nuevo, tiende a resistirse. Pero lo has
logrado y por ello vas a descubrir en este instante cómo funciona cada
uno de tus riñones. Si tu pensamiento hubiera sido el de esperar a
leer el significado para tener una noción de este nuevo conocimiento
y así poder elegir mejor, la decisión habría estado manipulada por
tu mente y no habría sido natural. Ahora vamos a profundizar en
estas dos vibraciones:
• Ze: Es una frecuencia en constante movimiento, que mate-

rializa, concreta. Se puede interpretar que este riñón con
frecuencia ze se encarga de generar la energía necesaria para
materializar cualquier expresión, creación, ruta, es decir,
cualquier manifestación que tenga lo que comúnmente
llamamos “un resultado”.
• Us: Es una frecuencia contenedora y sustentadora que
abraza cada aspecto de ti. En la vida cotidiana significa que
el riñón que vibra como us es el encargado de sustentarte.
Por ejemplo, ¿sueles ser de esas personas que a diario se
ocupan de que todo esté bien en el ámbito familiar o laboral,
que intentan que nadie sufra, que se desviven para que el
otro se sienta protegido, que se encargan de que no falte
nada a nivel económico, emocional o físico? Entonces este
es el riñón que genera la fuerza que necesitas para acceder
a este sustento.
Ahora bien, el defecto o exceso de ambas frecuencias, tanto

de ze como de us, producen en el cuerpo biológico un desgaste o
desequilibrio, generando una disfunción seria. El campo energético
de los riñones es sagrado y cuando duelen, es decir, cuando se quejan,
es porque tienes que dejar de hacer lo que estés haciendo.

y observa detenidamente la Puerta Estelar de Cepheus. Llegó el
El mensaje de Cepheus a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Cepheus se pueden resumir en una sola

palabra: NURO. A continuación, profundizaremos en su mensaje
NURO nos recuerda la importancia de saber cuándo y cómo
detenernos y activarnos. El ser humano tiende a vivir en una cons-
tante vorágine en la que no está atento a las señales que emite su voz
interna ni, menos aún, a las expresiones de dolor que emite el cuerpo
biológico. Es importante saber que, cuando el cuerpo se queja, es
el último aviso que nos da para que comencemos a escucharnos,
urgentemente.
El hecho de escucharse y de sentirse, de hacer prevalecer el
mundo interno por sobre el externo, es un enorme salto que reaco-
moda al ser energético del individuo. Implica saber decir “Ahora no”
o “Después” a los demás, saber comunicar que tenemos límites y
que, si se transgreden, se resiente la salud física, emocional y mental.
Pero también es importante el acto de activarnos, no quedarnos en
la energía de la pasividad; más bien hay que tener un movimiento

constante y discontinuo. A veces se avanza más rápido y otras más
despacio; todo es perfecto porque el ser humano tiene la capacidad,
con este código estelar, de regularse, de activarse y de sustentarse.
Todo ello nos lleva a monitorear la energía vital para alcanzar el
perfecto equilibrio de energía con el cual ayudar a mantener el qi
con el que nacimos, que es, en definitiva, la sustancia que necesi-
tamos para vivir.
Cepheus es el decimoséptimo peldaño de esta mágica esca-
lera cósmica. Nos transfiere sus enseñanzas a través de la vibración
más sublime de la sustentación y el monitoreo de la energía vital:
NURO. En la décima vértebra dorsal reside a nivel suprafísico su
código estelar, ZEUS, que nos recuerda que el ser humano debe
monitorear su propia energía vital.
Puerta Estelar 18
Civilización del Gato
Comprensión
CÓDIGO ESTELAR: ZIR

LUGAR: CONSTELACIÓN DEL DRAGÓN, NEBULOSA DEL GATO
DORSAL; URÉTER
ENSEÑANZA: MARTHEM
La nebulosa del Gato está a 3000 años luz de la Tierra. La

estructura tiene una impactante belleza y es una de las nebulosas
planetarias más complejas. Presenta grandes chorros de gas, capas
concéntricas y nudos. Se cree que es debido a que la estrella central
es, en realidad, una estrella doble.
197
La nebulosa del Gato se encuentra dentro de la constelación del

Dragón o Draco, del hemisferio norte. Es muy grande, pero apenas
tiene estrellas brillantes. La cabeza del dragón está entre Hércules
y la Osa Menor.
La nebulosa del Gato fue imaginada como un grupo de seres
que albergaran la vibración de la comprensión. La savia cósmica de la
civilización del Gato se extiende al uréter. Su código estelar lleva el
nombre de “ZIR”, al igual que la raza.
• El nombre de la constelación proviene del dragón Ladón, que

custodiaba el Jardín de las Hespérides, donde se encontraba
un árbol mágico con manzanas doradas. Uno de los doce
trabajos de Hércules consistió en conseguir estas manzanas y,
cuando mató al dragón, la diosa Hera lo consagró en el cielo.
• También, Ladón era un dios del río del norte de Arcadia,
en el Peloponeso.
• La palabra “draconiano” (‘severo’) surgió para describir la
naturaleza de Dracón, un legislador ateniense que elaboró
un amplio conjunto de leyes para la ciudad-Estado, tal vez
el primer código de leyes escrito en la historia europea
(ca. 620 a. de C.).
• Los registros de Babilonia aluden a una constelación cerca
del polo representada como un caracol dibujado a lo largo
de la cola de un dragón, mientras que entre las inscrip-
ciones encontramos a Sir, una serpiente. Algunos ven aquí
al dragón Tiamat, vencido por el dios solar arrodillado
Izhdubar o Gizdhubar, Hércules, cuyo pie está sobre él.
También cuentan que Draco representaba a Hea o Hoa, el
tercer dios en la tríada asiria.
• El sacerdote italiano Carlos Crespi tenía una colección de
objetos de enorme valor, por la sabiduría que albergaba.
Según entrevistas realizadas a Crespi, el material procedía
de los pueblos indígenas suhar, obtenido en la cueva de los
Tayos (Ecuador). Afirmó que eran de una época predilu-
viana. En la imagen que sigue podrás observar una tablilla
hecha en oro, en la que se representa una pirámide con un

vértice coronado por el “ojo que todo lo ve”, es decir, Dios
o la fuente cósmica (u otras razas que nos observan y moni-
torean nuestra evolución). A cada lado del vértice aparecen
las mismas figuras: por un lado, una serpiente, que puede
simbolizar la constelación Draco o del Dragón o incluso
la de Hidra; y, debajo de ella, un gato de gran tamaño, que
representa la civilización que estamos describiendo en la
nebulosa del Gato. Más abajo, en la base de la pirámide,
hay un elefante a cada lado, que representan el equilibrio
con la Tierra. Hay una única diferencia entre ambos lados
simétricos de la tabilla y está dada por las esferas que abrazan
al “ojo que todo lo ve”: del lado de la derecha, existen cinco
esferas, y del lado de la izquierda, cuatro. Esto nos muestra
las nueve jerarquías que hemos descrito previamente en
la raza cósmica de Andrómeda. La base de la pirámide está
repleta de símbolos de un idioma desconocido.

de la civilización del Gato?


por lo tanto, la zona del uréter (el conducto por el cual se trans-
porta la orina desde el riñón hasta la vejiga) es representación de
la nebulosa del Gato.
Para cruzar el umbral sagrado has de emanar la vibración de su
código estelar, ZIR. Una vez que hayas incorporado dicha frecuencia,
podrás acceder a un mundo extraordinario. Para ello, tienes que
incorporar la energía de esta esfera estelar y de la raza.
Acceder a la sabiduría de esta raza cósmica es reencontrarte con
la concepción de una forma de vida que es parte de ti: la compren-
sión. Por ello, debes encontrar un ambiente tranquilo y relajado para
el contenido de su código estelar:
• ZIR: Esta esfera cósmica nos muestra, al igual que el

uréter, información que merece destacarse. El uréter es
un conducto que va desde los riñones a la vejiga; es el
encargado de controlar el flujo urinario, es decir, funciona
a modo de esfínter. Si trasladamos esto a la frecuencia
del código, ZIR, nos transmite el poder, la capacidad de
controlar nuestra vida. ¿Cómo? A través de la comprensión.
• Por ello, ZIR es una vibración en movimiento constante y
direccionado, capaz de abrir un portal dimensional hacia
una nueva probabilidad, de modo que podamos cruzar
al otro lado sin llevar la carga o el peso de consecuencias
anteriores.


pulsar, y observa detenidamente la Puerta Estelar de la civilización
del Gato; ábrete a nuevas probabilidades porque llegó el momento
El mensaje de la civilización del Gato

Se pueden resumir en una sola palabra: MARTHEM. A

continuación, profundizaremos en su mensaje y transmisión, para
que puedas incorporar esta sustancia cósmica no solamente en el
cuerpo biológico, sino en todo tu ser; de esta manera, aumentarás la
vibración hacia una frecuencia superior, completándote un poco más.
Según avances y te permees de cada raza estelar, podrás vislumbrar
otro paradigma distinto al habitual, ya que es el comienzo de una
nueva realidad, creada por ti, para ti. No te asustes, es justo lo que
estabas esperando desde hace mucho tiempo. Cada ser humano tiene
la consigna cósmica de crear su propia realidad y esta es precisamente
una de las facetas más sagradas que está viviendo nuestra raza en
estos momentos. Permítetelo.
MARTHEM es la vibración más sublime de la comprensión.
Etimológicamente, “comprender” significa ‘entender, capturar
completamente lo que sucede o lo que se ha dicho’. Su raíz, el
término latino “comprehendere” está formada por el prefijo “com-”
(‘con, unión’) y “prehendere” (‘atrapar, capturar’). “Unir lo que
captamos” es una muy buena definición.
Hoy en día la sociedad humana tiene una gran labor y es
la de respirar esta vibración tan sencilla pero compleja a la vez.
Comprender al otro significa poder observarlo sin entrar en el
juicio; significa entender profundamente los conocimientos que
estás leyendo en este libro. Por un lado, todos tenemos un Origen
Estelar diferente y, por el otro, existen tres niveles de conciencia
distintos: la partícula o semilla arca, que está desarrollando su alma
y que nunca va a experimentar para aprender de sus consecuen-

cias; la conciencia que aprende de sus experiencias; y la conciencia
manifestada, que encarna para recordar quién es y ofrendar o
transferir su sabiduría.
Permearse de estas dos concepciones universales es básico
y necesario para lograr una vida en total comprensión. Ya no es
momento de pretender que los millones de seres estelares que
están encarnados como humanos piensen de la misma manera o
vean las mismas cosas a través de un único prisma, por una sencilla
razón: todos somos diferentes. Y la diferencia enriquece, no separa;
estimula, no aquieta.
Este es uno de los retos actuales. Casi todo el sistema social
está estructurado en paradigmas antiguos y obsoletos, donde prin-
cipalmente el común denominador es el conflicto, que es donde
se pone el foco. Llegado este momento, recuerda que una de las
leyes universales dice que aquello en lo que te focalizas lo respiras.
La incomprensión es la llamada a un conflicto. Frente a todo esto,
MARTHEM es la comprensión a niveles vibracionales muy altos,
que llevará indefectiblemente a la raza humana a cruzar el umbral
de la calma y de la paz.
La nebulosa del Gato es el decimoctavo peldaño de esta
mágica escalera cósmica. Nos transfiere sus enseñanzas a través de
una palabra, MARTHEM. En la undécima vértebra dorsal reside
a nivel suprafísico su código estelar, ZIR, que nos recuerda que el
ser humano tiene la capacidad de cambiar de probabilidades tan
solo a través de una comprensión mayor.
lugar más cósmico y pleno.
Puerta Estelar 19
Hércules
La hermandad
CÓDIGO ESTELAR: HER

LUGAR: CONSTELACIÓN DE HÉRCULES
DORSAL; INTESTINO DELGADO
ENSEÑANZA: VERÄH
El rasgo más destacable de esta constelación es un cuadrilá-

tero de estrellas llamado “trapecio de Hércules” o “piedra angular”,
compuesto por Épsilon, Zeta, Eta y Pi de Hércules.
203
Para localizar esta constelación se parte de la línea que une

Deneb, constelación del Cisne, con la estrella Alfa de Lyra, en Vega,
y se la prolonga. Es una de las figuras celestes más antiguas.
Hércules fue imaginada como un grupo de seres que alber-
garan la vibración de la hermandad. La savia cósmica de Hércules se
extiende al intestino delgado. Su código estelar lleva el nombre de
“HER”.
• Se asocia a esta constelación con el personaje de Heracles

(Hércules para los romanos), el gran héroe griego, hijo de
Zeus y de Alcmena, reina mortal, aunque fue adoptado
por Anfitrión. Aparece representado como un hombre
apoyado sobre una de sus rodillas, que con uno de sus
pies pisa la cabeza de un dragón. Esta es una imagen
exacta de la constelación de Hércules, cuyo pie pisa la
cabeza de Draco.
• Algunas historias relatan que Hércules fue el creador de
la Vía Láctea. Zeus quería convertir a su hijo ilegítimo
Hércules en inmortal y para ello engañó a Hera para que
amamantara al infante. Al descubrir quién era, la diosa
apartó al bebé violentamente y un chorro de leche formó
una mancha en el cielo, que es la Vía Láctea.
• Hércules fue objeto de culto en Fenicia, vinculado al
gran dios del mar Melkarth, del arameo malka, de la raíz
semítica mlk, que algunos historiadores ven en relación
con la palabra “leche” (Vía Láctea).

de la constelación de Hércules?


la zona del intestino delgado es representación de la de Hércules.
de su código estelar, HER. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de Hércules es reencontrarte con la
concepción de una forma de vida que es parte de ti: la hermandad.
• HER: Este código se inicia con la letra “h”, que contiene

la vibración del espejo. De esta forma vislumbramos
la primera pista para comprender el significado de esta
esfera cósmica: la de espejar, es decir, reflejar una vibra-
ción determinada. Después nos muestra la letra “e”, que
vibratoriamente representa lo concreto, la materialización.
Por último, la letra “r”, que es contenedora de una energía
vital, que es retenida hasta que llega el momento adecuado
para direccionarla.
Por lo tanto, HER es el código estelar que emana la
frecuencia de la hermandad, la espeja y la concreta.
El hecho de que los nervios que inervan la decimosegunda
vértebra dorsal coliguen con el intestino delgado es un
hecho importante. El intestino delgado es la parte más
significativa del sistema digestivo y es vital para la absor-

ción de nutrientes del alimento, que irán posteriormente
al torrente sanguíneo; del mismo modo, HER es uno de
los códigos más completos, ya que presenta la vibración
de los once códigos anteriores.

energía cósmica en ti y genera ese movimiento vibratorio; siente cómo
tu campo energético se activa y se mueve al ritmo de tu pulsar, y observa
detenidamente la Puerta Estelar de la constelación de Hércules. Llegó
El mensaje de la constelación de Hércules

Se pueden resumir en una sola palabra: VERÄH. A continua-

ción, profundizaremos en su mensaje y transmisión, para que puedas
incorporar esta sustancia cósmica no solamente en el cuerpo bioló-
gico, sino en todo tu ser; de esta manera, aumentarás la vibración
hacia una frecuencia superior, completándote un poco más. Según
avances y te permees de cada raza estelar, podrás vislumbrar otro
paradigma distinto al habitual, ya que es el comienzo de una nueva
realidad, creada por ti, para ti. No te asustes, es justo lo que estabas
esperando desde hace mucho tiempo. Cada ser humano tiene la
consigna cósmica de crear su propia realidad y esta es precisamente
VERÄH es la vibración más sublime de la hermandad, pero
¿qué significa para esta raza estelar este concepto?
La hermandad es una vibración, una frecuencia extraordinaria
que habita en cada raza del universo. En concreto, hermandad signi-
fica convivir con el resto de las vibraciones, es decir, entrelazarse,
compartir, transmitir sabiduría u observar al otro desde la calma. La
hermandad es un estado de comprensión absoluta donde los patrones

de la personalidad humana no tienen cabida. El objetivo es vincularse
con las otras formas de vida desde la ausencia de cualquier emoción,
ya que las emociones actuales de la sociedad humana transgreden
las leyes de la observación universal.
Un observador que cumple con estas leyes es aquel que tiene
capacidad de discernimiento, el que puede traducir lo que ve, descri-
birlo, pero no enjuiciarlo; comprenderlo, no etiquetarlo; mirarlo,
no hacerlo propio; amarlo o respetarlo, sin entrar en conflicto por
ello. La hermandad cumple con este proceso, primero, para luego
abrazar cada partícula viva, firme, sin pedir en la mirada del otro el
reconocimiento; una mirada vacía de juicios y llena de toda materia
universal.
El eje de las dorsales termina con la hermandad. Si nos dete-
nemos un momento y observamos cómo es la secuencia de sus
códigos, podemos sacar algunas conclusiones: las dorsales comienzan
con Andrómeda, es decir, saber dhar y recibir; después enlazan con
el amor crístico, para seguir con la transmutación de la tristeza en
creatividad; Altair nos muestra la energía de la paz y de la calma, y
con Orión nos llega el conocimiento de custodiar; posteriormente
reflejaremos como soles nuestra divinidad, que será trasladada a la
gran fraternidad que nos transmite Adhara; los carianos nos anun-
cian la liberación como seres encarnados y el impulso lo adquirimos
con la civilización del Águila; Cepheus nos enseña cómo hemos
de monitorear la fuerza vital para llegar a una comprensión mayor,
que nos da las claves de la civilización del Gato; resultado de todo
lo anterior será la vibración que nos transmite este código estelar.
Hércules es el decimonoveno peldaño de esta mágica escalera
VERÄH. En la duodécima vértebra dorsal reside a nivel suprafísico
su código estelar, HER, que nos recuerda que el ser humano ha
de generar y preservar su propia frecuencia y, además, enlazarla
con otras.

Puerta Estelar 20
Axin
Acompañar los procesos
CÓDIGO ESTELAR: AXIN

LUGAR: ALFA CENTAURI A
LUMBAR; INTESTINO GRUESO
ENSEÑANZA: SARKHÄS
Es el sistema estelar más cercano a nuestro sistema solar; está a

4,37 años luz de distancia y tiene tres estrellas principales.
209
Axin fue imaginada como un grupo de seres que albergaran la

vibración del acompañamiento. Su savia cósmica, es decir, los nervios
que inervan el código estelar, se extienden a la zona del intestino
grueso. Su código estelar lleva el mismo nombre que la raza.
Alfa Centauri A es del mismo tipo estelar, G2, que nuestro
sol. Su “hermano” es Alfa Centauri B y ambos orbitan cada ochenta
años alrededor de un centro de gravedad común con una distancia
mínima de aproximadamente once veces la distancia entre la
Tierra y el Sol. Junto con su otro “hermano”, Próxima Centauri,
se encuentran entre las estrellas más estudiadas por los astrónomos
y también están entre los principales objetivos en la búsqueda de
exoplanetas habitables.
Ya sabes o estás tomando conciencia de que la vida fuera de la
Tierra es posible, pero tiene otros matices, como estamos viendo y
sintiendo. Porque hay algo sagrado que muchas veces no se tiene en
cuenta, que es la conciencia. No somos el cuerpo biológico, aunque
ahora sea necesario para vivir como un ser humano, y lo mismo
sucede con las razas cósmicas: algunas existen en la tercera y en la
cuarta dimensión, pero la mayoría habitan dimensiones superiores,
donde ya no existen cuerpos o moldes. Son energía en estado puro
y esto, querido lector, no se ve con los ojos humanos, sino con el
alma o con el ser completo.
• Los corredores de la Gran Pirámide de Keops, en Egipto,

están alineados con la constelación de las Pléyades y con
Alfa Centauri.
• Alfa Centauri A era considerada en la antigüedad como
la estrella más brillante de la constelación del Centauro.
Esta era representada por una figura mitad hombre, mitad
caballo. A menudo asoman leyendas acerca de estos seres
que eran protectores o custodios (centauros), seres mito-
lógicos de una elevada vibración. Todos ellos habitaban en
los bosques, gobernados por el dios del bosque Pan.
¿Cómo podemos acceder a la Puerta Estelar de Axin?

la zona del intestino grueso representa a Alfa Centauri A.
de su código estelar, AXIN. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de esta ancestral raza es reencontrarte
con la concepción de una forma de vida que es parte de ti: el acom-
pañamiento. Por ello, debes encontrar un ambiente tranquilo y rela-
• AXIN: Este código estelar nos transfiere la vibración de vivir

traspasando los velos, es decir, nos muestra una forma de
concebir la vida más allá de la materia; nos pide dar un paso
más hacia un mundo que dista mucho de la percepción de
los ojos físicos del individuo.
Desde el año 2000 se empezó a instalar la cuarta dimensión
en nuestra raza. Claramente, aún no se ha comenzado a
vivir con la resonancia de esta dimensión, ya que la dualidad
sigue siendo una creencia vigente en todos los sistemas
sociales y está muy arraigada al pensamiento cotidiano de

los habitantes de este planeta. Un mundo que se construye
bajo los parámetros del bien y del mal es un mundo primi-
tivo. Por el contrario, un mundo creado sobre los cimientos
de la intuición, la imaginación y las certezas es un paraíso
y es en verdad solo el comienzo de la cuarta dimensión.
El humano avanza cada día más hacia esta forma de vida,
a pesar de sus vértigos y de sus idas y vueltas. Hay una
semilla dentro de cada corazón humano, una estrella que
brilla y nos recuerda las leyes del universo, que titila fuera
de la personalidad, fuera de toda matrix.

y observa detenidamente la Puerta Estelar de Axin. Llegó el momento
El mensaje de Alfa Centauri A a través

de sus enseñanzas
Se pueden resumir en una sola palabra: SARKHÄS. A conti-

nuación, profundizaremos en su mensaje y transmisión, para que
puedas incorporar esta sustancia cósmica no solamente en el cuerpo
biológico, sino en todo tu ser; de esta manera, aumentarás la vibra-
ción hacia una frecuencia superior, completándote un poco más.
SARKHÄS es la vibración más sublime del acompañamiento.

Desde tiempos inmemoriales existe esta raza estelar que acompaña
al ser humano en todos sus procesos vitales, de los cuales se destacan
tres: el nacimiento, la infancia y la desencarnación. A menudo hemos
sido testigos de que los niños se comunican con su “amigo invisible”;
pues bien, este amigo etéreo es un ser de Axin. Los de esta raza
son de los seres más bellos que existen en nuestro universo local.
Tienen lo que nosotros llamamos “forma angelical” y, de hecho, se
despliegan por encima de sus cabezas hermosas alas, cuyo destello
puede llegar a eclipsar al individuo más encapsulado de la tierra. En
realidad, las alas son las neuroesencias, hebras multidimensionales
que rodean los códigos estelares para que estén siempre en movi-
miento. Sus filamentos se anudan a nuestras cervicales esperando el
momento del despertar de esta ensoñación de la tercera dimensión;
las neuroesencias comienzan a desplegarse cada vez más hasta brillar
como las alas de los seres de esta civilización cósmica.
Cada ser humano suele estar acompañado por uno, dos y
hasta tres seres de Axin. Cada vez que hay un proceso muy difícil
de comprender, ellos aumentan su halo, no para sacarnos de esa
situación, ya que ese trabajo ha de realizarlo cada individuo, sino
para mostrarnos los diversos caminos que podemos elegir. Ellos,
siendo compasivos y observadores, emiten un amor incondicional.
Son los primeros que nos dan la bienvenida a este mundo y su
voz es lo último que escuchamos antes de abandonar el cuerpo
biológico.
Pero no te olvides de que esta raza nos transfiere su sabiduría;
por lo tanto, la vibración del acompañamiento reside en el ser
humano también.
Acompañar significa no adentrarse en las profundidades del
otro, sino observarlo y contemplar su ser, comprender su tránsito
y dhar lo mejor de uno.
Cuando el ser humano acompaña la enfermedad de otro,
generalmente lo hace desde un lugar de dolor o de angustia; de esta
manera la vibración del acompañamiento queda nula y lo que se

activa es la frecuencia emocional, y créeme que esto no ayuda en
absoluto. En estos tiempos suelen mandarse a través de las redes
sociales cadenas de oración por alguien que está pasando por un
momento difícil o por alguna situación del planeta. En realidad, lo
que están transmitiendo es dolor, pena y miedo, porque se traslada
la historia personal de cada uno (que puede ser muy negativa) a esa
persona o a ese entorno familiar o a esa área del planeta. Cuando los
protagonistas de ese proceso complejo salen y se sanan, suelen creer
que es debido a esas cadenas de emociones y la verdad es que no es
así. Aún se siguen otorgando las soluciones al exterior, cuando en
realidad ese poder es inherente al alma de cada ser humano. Hay que
ir incorporando grandes dosis de autoestima, de amor y compromiso
hacia uno, porque acompañar es irradiar todo eso al otro, y esta es
una de las mayores energías que mueven al universo.
Alfa Centauri A es el vigésimo peldaño de esta mágica esca-
lera cósmica. Nos transfiere sus enseñanzas a través de una palabra,
SARKHÄS. En la primera vértebra lumbar reside a nivel suprafísico
su código estelar, AXIN, que nos recuerda que el ser humano ha de
generar y preservar su propia frecuencia y, además, enlazarla con otras.
Puerta Estelar 21
Arthurk
Ser cristal
CÓDIGO ESTELAR: BAU, “EL QUE VIENE”

NOMBRE DE LA RAZA: ARTHURK
LUGAR: CONSTELACIÓN BOOTES, ARTURO
LUMBAR; ABDOMEN INFERIOR
ENSEÑANZA: SERÜM
Es la cuarta estrella más brillante del cielo nocturno. Perte-

nece a la constelación de Bootes o del Boyero. Está a 36 años luz de
215
distancia de nosotros. Su color anaranjado llama la atención, ya que

es veintisiete veces mayor que nuestro Sol.
Arthurk fue imaginada como un grupo de seres que albergaran
la vibración de ser cristal y enlazar con su red.
La savia cósmica de Arthurk se extiende al abdomen inferior.
El nombre de la raza es diferente al del código.
• Se desconoce realmente de dónde proviene el nombre de

esta constelación.
• Se dice que Bootes o el Boyero inventó el arado para
permitir a la humanidad labrar mejor el suelo; quizás
inmortaliza la transición de la vida nómada a la agricultura
sedentaria en el Neolítico. Esto complació tanto a Ceres, la
diosa de la agricultura, que le pidió a Júpiter que pusiera a
Bootes entre las estrellas como muestra de gratitud.
• Arthurk o Bootes era famosa entre los marineros ances-
trales, los cuales regulaban su pesca por los movimientos
estelares. Pero su influencia siempre fue temida, según el
astrónomo griego Arato, mientras que Demóstenes nos
habla de un vínculo de abajo hacia arriba, del hombre
pescador con la estrella Arthurk, en concreto, de aquellos
que se dirigían en barco hacia el río Borístenes, el Dniéper
actual.
• Astrológicamente, sin embargo, la estrella trae riquezas y
honor a los nacidos bajo su influjo.
• Un calendario astronómico egipcio del siglo XV a. de C.
asocia a Arturo con la estrella Antares, como uno de los
objetos de culto en los templos del Nilo. En el antiguo Egipto
Arturo era conocido también como Smat, ‘el que reina’ o ‘el
que gobierna’; además lo llamaban Bau, ‘el que viene’, que
es el mismo nombre que se da a esta raza cósmica.
• En la India era el decimotercero de los nakshatra (sectores
en los que los hindúes dividen la bóveda celeste, teniendo
en cuenta el paso de la Luna); era Svati, “el buen oidor”, o

tal vez la espada, pero figuraba como una perla de coral
o una gema.

de Arthurk?

la zona del abdomen inferior es representación de la de Arthurk.
su código estelar, Arthurk. Una vez que hayas incorporado dicha
tienes que incorporar la energía del código estelar, BAU, y de la raza.
Acceder a la sabiduría de Arthurk es reencontrarte con la
concepción de una forma de vida que es parte de ti: ser y enlazar
con la red de cristales. Por ello, debes encontrar un ambiente tran-
quilo y relajado para transmutar tu energía actual a la del código y,
así, penetrar mejor en la frecuencia de esta raza cósmica; para ello,
• Arthurk: Es la vibración esencial de esta raza.

• BAU: Es el nombre del código. Significa en árabe ‘el que
viene’. Bien es cierto que cada vez hay más nacimientos de
niños con una malla energética distinta a la de la humanidad

anterior. Son mallas que se denominan “cristal”.
• Cada ser humano, animal y vegetal, cada mineral tiene una
malla energética individual y una grupal. Así, el ser humano
tiene una malla individual que lo contiene, pero, a su vez,
una grupal como conciencia colectiva.
• Cada malla está compuesta de miles de filamentos ener-
géticos que vibran en dimensiones muy elevadas; estos
hilos están diseñados y creados para que su parte externa se
revista del tejido del triuniverso. Cada filamento contiene
la sustancia experimental del ser, es decir, todas las expe-
riencias de la conciencia. En cada malla individual está no
solamente la historia universal, sino la propia, tu historia,
como conciencia estelar.
• Las mallas comunes son de colores dorados, plateados y
azulados, pero las de los seres cristal son transparentes,
como si de diamantes se tratara, y tienen la misma forma
geométrica. Estos seres humanos cristal no tienen en su
memoria celular el registro de la humanidad histórica,
porque encarnaron muy pocas o ninguna vida como
humanos, pero sí albergan una gran experiencia en otras
razas estelares.

energía cósmica. No importa si eres o no cristal, porque recuerda
que dentro de cada uno de nosotros habita esta raza estelar, que
nos transmite el mismo conocimiento a todos. Ahora no lo pases
por la mente racional e intenta subir la vibración. Imagínate que tu
malla energética brilla; no le des un color específico, solo siéntela,
percibe que te rodea y te abraza. Siente cómo tu campo energético
se activa y se mueve al ritmo de tu pulsar, y observa detenidamente
la Puerta Estelar de Arthurk. Llegó el momento de introducirte en

su mensaje y enseñanza.
El mensaje de Arthurk a través de sus enseñanzas
Se pueden resumir en una sola palabra: SERÜM. A continua-

ción, profundizaremos en su mensaje y transmisión, para que puedas
SERÜM es la vibración más sublime del cristal. Esta
frecuencia nos transmite la transparencia, la ausencia de las memo-
rias, es decir, de aquellas experiencias que se fundieron en la psique
humana, ahondando en la parte más conflictiva o perturbando el
tránsito de una vida en armonía. Nos transmite que cada ser humano
tiene en este código estelar la capacidad de transmutar cada herida,
cada frustración y dolor, pero, además, que puede deshacerlos para
siempre. Cada humano puede llegar a transformarse en un cristal.
Ha de realizar un trabajo cada día, además de estar presente en
el momento que está viviendo. Acostumbrados a tener una vida
dedicada al exterior, llegó el momento de focalizarnos en nosotros
mismos: de que cada uno se mime, se escuche y se respete; de que
sea coherente con su voz interna y se dé esos pequeños y grandes
“caprichos” que llenan el alma.
SERÜM nos muestra un camino enlazado a una vasta red
de cristales que existen en nuestro planeta. En determinados lagos
(espejos) y lugares mágicos de esta esfera se encuentran gigantes

cristales de cuarzo que sustentan al propio planeta y a la humanidad
misma. Sin ir más lejos, toda la humanidad está enlazada al gran
cristal del centro del planeta (MA). Argentina también es un cristal;
por ello su malla energética es transparente y, al no tener memoria
histórica, se regenera rápidamente. También, potencia las emisiones
de los pensamientos y emociones que proyecta la masa humana que
habita en ella.
Arthurk es el vigesimoprimer peldaño de esta mágica escalera
cósmica. Nos transfiere sus enseñanzas a través de SERÜM. En la
segunda vértebra lumbar reside a nivel suprafísico su código estelar,
BAU, que nos recuerda que el ser humano tiene la frecuencia crista-
lina y además puede enlazarla con otros cristales maestros del planeta.
Puerta Estelar 22
Casiopea
La creación y la reprogramación
CÓDIGO ESTELAR: MEW

LUGAR: CONSTELACIÓN DE CASIOPEA
LUMBAR; ÓRGANOS SEXUALES
ENSEÑANZA: IKS
Esta constelación se distingue con facilidad, ya que dibuja en

el cielo nocturno una inconfundible “W” con sus cinco estrellas
221
principales, que en ocasiones parecería convertirse en una “M”. Es la

vigesimoquinta más extensa entre las ochenta y ocho del catálogo de la
Unión Astronómica Internacional. Está cruzada por el brazo de Perseo
de la Vía Láctea, lo que provoca la aparición en la zona de numerosos
objetos de cielo profundo, así como una gran riqueza de estrellas.
Casiopea fue imaginada como un grupo de seres que alber-
garan la vibración de la creación y la reprogramación. La savia cósmica
de Casiopea se extiende a los órganos sexuales.
• Casiopea (Kassiope griega) es la reina de la familia real

celestial; su esposo, Cefeo, es rey de Etiopía, y son padres
de Andrómeda. Todos, personajes del mito de Perseo.
• Leonardo da Vinci dejó (entre muchos a lo largo de sus
obras) un mensaje oculto en su pintura La última cena. Si
trazamos una línea entre las manos de Jesús, María Magda-
lena y Pedro, obtenemos una exacta imagen de espejo de
la constelación de Casiopea.
• Esta constelación se encuentra ubicada en un extremo de la
Vía Láctea, una zona que se relaciona con lo que se conoce
como “familia de constelaciones Perseo”.
• Los árabes pensaban que esta constelación era una enorme
mano manchada con alheña, como un arbusto lleno de
ramificaciones, cuyas estrellas más brillantes representaban
las puntas de los dedos o de las ramas.
• Los chinos llamaban a Casiopea Ko Tauo, es decir, ‘la
puerta’.

de Casiopea?


la zona de los órganos sexuales es representación de la de Casiopea.
de su código estelar, MEW. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de Casiopea es reencontrarte con la
concepción de una forma de vida que es parte de ti: la creación. Por
ello, debes encontrar un ambiente tranquilo y relajado para trans-
mutar tu energía actual a la del código y, así, penetrar mejor en la
frecuencia de esta raza cósmica; para ello, es necesario comprender
• MEW: La vibración de la “m” es una energía con la que

se denomina al núcleo del planeta, el cristal del centro
de este planeta, es decir, MA. Lo mismo vemos en el
caso de la primera raza humana que vibró en la quinta
dimensión, llamada MU. La “m” tiene resonancia de lo
que llamaríamos “madre”, no como la madre biológica
del humano, sino como una vibración mayor: el poder de
dar vida, un puente de amor inconmensurable. Por ello,
MA significa ‘Madre fuente’, MU significa ‘Madre ÜR’
y MEW significa ‘Madre materializadora de vida’. Por lo
tanto, el ser humano, sin distinción de género, tiene la
frecuencia MEW.
• El hecho de que los órganos sexuales sean los represen-

tantes de esta constelación es para que recordemos que
la energía primigenia, aquella con la que se vincula el
individuo a través de relaciones íntimas (sexualidad), es la
misma energía con la que se originó el universo. Esa misma
condensación de fuente atómica es la que hace que se abra
un portal por el cual puede llegar a descender la conciencia
del futuro bebé.

esta energía cósmica que habita en ti y genera ese movimiento
vibratorio creador; siente cómo tu campo energético se activa y se
mueve al ritmo de tu pulsar, y observa detenidamente la Puerta
Estelar de Casiopea. Llegó el momento de introducirte en su
mensaje y enseñanza.
El mensaje de Casiopea a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas se pueden resumir en una sola palabra: IKS. A

IKS es la vibración más sublime de la reprogramación celular.
Al incorporar la frecuencia del código estelar MEW, el cuerpo bioló-
gico sube de nivel vibratorio, dando a nuestras células un mayor

tamaño en cuanto a su campo energético. Para entender bien este
proceso, vamos a observar detenidamente los códigos estelares que
hemos visto hasta ahora en las lumbares.
Nos encontramos con enseñanzas clave para incorporar
individualmente y para dejarnos permear por lo que llamamos
“creación y reprogramación”. Si seguimos esta ruta, veremos
cómo nos da todas las claves para comprender mejor a Casiopea.
Empecemos con las enseñanzas de Axin: el verdadero acompaña-
miento, sobre todo hacia nosotros mismos, el escucharnos y ser
consecuentes con nuestras sensaciones, para luego transformarnos
en seres cristal, como nos indica Arthurk, carentes de las memorias
del dolor o de las frustraciones, que son las que hacen que el día
a día se torne opaco.
Estas son las dos grandes claves para dar un paso más:
estar presentes, atentos a nosotros mismos y crear algo único,
es decir, formar nuevas esferas celulares y, con ello, eliminar las
memorias enquistadas después de años de creencias o decretos
obsoletos. Es más, si esto se practicase asiduamente con la
imaginación, esas memorias se disolverían del cuerpo biológico
inmediatamente, dejarían de existir en cada rincón de él. De esta
forma, se produce la verdadera magia: los nacimientos de nuevas
vibraciones celulares.
Y la Madre dará paso a su bendecido hijo… o, lo que es lo mismo, las
células madre darán paso a nuevas y mayores células hija, y se vislumbrará
el poder del ser humano como entidad transformadora, para crear un molde
físico de mayor vibración en el que habitar.
Casiopea es el vigesimosegundo peldaño de esta mágica esca-
IKS. En la tercera vértebra lumbar es donde reside a nivel suprafísico
su código estelar, MEW, que nos recuerda que el ser humano ha de
reprogramar sus células y con ello resignificar la encarnación.

Puerta Estelar 23
Apunianos
El planeta como raza cósmica
CÓDIGO ESTELAR: APU

LUGAR: ALFA CENTAURI B
LUMBAR; NERVIO CIÁTICO
ENSEÑANZA: SEEM
Alfa Centauri B pertenece a la constelación austral del

Centauro, ubicada a 4,37 años luz de la Tierra. Es una estrella binaria
227
de Alfa Centauri A, los Axin, vistos anteriormente, así como también

pertenece a las lumbares.
Los apunianos de esta constelación fueron imaginados como
un grupo de seres que albergaran la vibración de la sabiduría ancestral.
La savia cósmica de los apunianos se extiende al nervio ciático.
Su código estelar lleva el nombre de “APU”.
• Apu en quechua tiene dos significados: ‘montaña’ y ‘dios’.

Por ello, para la cultura andina prehispánica, existía la adora-
ción a las montañas, que para ellos representaban deidades
o apus. Las culturas andinas, antes del apogeo de los incas,
rendían tributo a sus montañas, brindándoles ofrendas y
plegarias. También nos encontramos con investigaciones
realizadas en las montañas de México, que llegaron a la
conclusión de que sus habitantes veneraban los volcanes
y cerros, habiéndose registrado numerosos hallazgos de
estructuras arqueológicas dedicadas a este culto.
• El Amboto, en Vizcaya, País Vasco (España), es uno
de los montes más notables de esta región, de una
enorme importancia cultural. En él habitaba su máxima
diosa, Mari (Mariurrika Kobea), la diosa de la Tierra, la
Madre Naturaleza. La forma de la montaña se asemeja
a una dama tumbada. Esta deidad también existe en las
leyendas aragonesas, como un ser benéfico que ayuda a
los humanos.
• Hay infinidad de montañas en todo el planeta a las que se
les ha atribuido una vibración suprema o divina, como, por
ejemplo, el monte Kailash, en el Tíbet; con 6714 metros,
es la montaña más sagrada y mística del mundo para cuatro
religiones, el budismo, el hinduismo, el jainismo y el Bön,
que la consideran el “Trono de los Dioses”.
¿Cómo podemos acceder a la Puerta

Estelar de los apunianos?

la zona del nervio ciático es representación de la de los apunianos.
El nervio ciático es el más grande y largo del organismo; pasa por la
parte inferior de la espalda y de la pierna y llega hasta los dedos de
los pies. Es una de las zonas donde mayor dolor siente el individuo
y veremos el porqué.
de su código estelar, APU. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de los apunianos es reencontrarte con
la concepción de una forma de vida que es parte de ti: la conexión
con la conciencia del planeta. Por ello, debes encontrar un ambiente
• APU: Significa conectar con la conciencia del planeta, pero

no solamente como un conocimiento, sino verdaderamente
tenerla en cuenta cada vez que caminamos, respiramos,
decidimos. Nuestro planeta es una conciencia con alma,
espíritu y cuerpo. Estar pisando su superficie es un acto

consagrado que “ella” nos concede. Se llama ÜR. Este
término deriva de ÜRMASHAE, un idioma muy antiguo,
único que reside en la esencia de cada destello cósmico.
ÜRMASHAE significa ‘el reflejo de todo lo que es’.
La diéresis sobre la “u” simboliza los dos núcleos divinos
del universo creador que intervino en la creación de la raza
humana y que, en la actualidad, coopera muy de cerca en
su transición como raza.

cómo tu campo energético se activa con ÜR y la abraza como si
fueran una sola entidad, y cómo se mueve al ritmo de tu pulsar.
Observa detenidamente la Puerta Estelar de los apunianos. Llegó el
El mensaje de los apunianos a través de sus enseñanzas
Se puede resumir en una sola palabra: SEEM. A continuación,

profundizaremos en su mensaje y transmisión, para que puedas
SEEM es la vibración más sublime de la sabiduría ancestral,

aquella que nos recuerda que el planeta y todo lo que existe en su
superficie es la raza en sí. El humano está acostumbrado a creer que
solo él representa a la humanidad, pero no es así. En el universo no
hay distinción entre el planeta y sus habitantes, todo es considerado
una única raza, porque funcionan juntos a nivel vibracional, como
si de un solo cuerpo se tratara.
Pero hay algo muy importante a destacar dentro de la sabiduría
apuniana y sus enseñanzas. Cada ser humano vive experiencias,
creadas a la medida de lo que necesita para avanzar, buscar, crear o
recordar. Allí donde hay una vulnerabilidad, la experiencia avanza
y se presenta exclusivamente para ti, ¿lo has notado? ¿Y te has
preguntado alguna vez quién manda las experiencias o quién las crea?
Cada una de ellas es una herramienta que se presenta para tener una
comprensión mayor y así llevar a la humanidad a un nivel superior.
Claramente, una vez que la has entendido, esa experiencia no se
vuelve a presentar en tu vida; pero, si no es así y aún quedan cabos
por atar, interpretaciones que emitir, sensaciones que transmutar, se
repetirá constantemente con distintos personajes y escenarios hasta
que la mires de frente con los ojos del alma y la enfrentes desde tu
excelencia.
SEEM te transfiere la enseñanza de que cada ser humano está
enlazado a través de sus pies, en concreto desde la estrella del alma
(chakra situado a unos 25-30 centímetros por debajo de los pies)
con el cristal del centro de la tierra; en él se encuentra el núcleo
divino de la conciencia planetaria, es decir, todos los registros de
sus habitantes desde el origen de sus existencias. Este enlace entre
el humano y el planeta es como un cable, y el núcleo, como un
proyector. Todo lo que vivimos se transfiere a él y este núcleo emite
de inmediato la experiencia que necesitamos para nuestro avance
y para así completarnos como seres cósmicos. Cada pensamiento,
cada emoción, cada sensación interna, aun la más íntima, llega
inmediatamente a este cristal sagrado; cuanto más ruido tengamos,

mayor será la experiencia.
Cuando el ser humano se haya permeado de los conocimientos
de las treinta y dos razas, dejará de experimentar y comenzará a vivir
desde una magnitud increíble, siendo el mismo cosmos encarnado.
No pienses que es difícil: siempre existieron humanos que
vivieron de esta manera y hoy en día a cada momento se suman
más. Son aquellos que tomaron la mayor de sus decisiones, que se
activaron plenamente, que comenzaron a ser y vibran con toda su
esencia, como si de uno solo se tratara, con el cosmos y el planeta.
Los apunianos son el vigesimotercer peldaño de esta mágica
escalera cósmica. Nos transfieren sus enseñanzas a través de una
palabra, SEEM. En la cuarta vértebra lumbar reside a nivel suprafí-
sico su código estelar, APU, que nos recuerda que el ser humano ha
de vibrar junto al planeta y despejar todo ruido mental y emocional
para comenzar a suavizar sus experiencias. El cuerpo biológico lo
agradecerá también, ya que el nervio ciático representa la conexión
sagrada y, cuando hay una carencia, el cuerpo se queja.
Puerta Estelar 24
Pegaso
El movimiento como purificación
CÓDIGO ESTELAR: IÑ WAPI

LUGAR: CONSTELACIÓN PEGASO, ENIF
LUMBAR; PIERNAS Y PIES
ENSEÑANZA: TINUAT
Pegaso, también llamado “Caballo Alado”, es una constelación

del norte. Su astro más radiante es Enif (su nombre proviene del
233
árabe fum-al-faras: ‘la boca del caballo’), con un radio ciento cincuenta
veces superior al de nuestro sol y una masa diez veces mayor.
Pegaso fue imaginada como un grupo de seres que albergaran
la vibración de la purificación. La savia cósmica de Pegaso se extiende
a las piernas y los pies. Su código estelar lleva el nombre de “IÑ
WAPI” y la raza vibra como su astro más brillante, Enif. Pegaso, en
un principio, fue representada por dos códigos estelares a imagen
y semejanza de ellos, ya que eran dos razas gemelas, pero con el
correr de los tiempos estas se fueron fusionando y así sucedió con
sus códigos, hasta que llegaron a ser una sola esfera cósmica.
• Entre las ruinas de Tarquinia, antigua acrópolis etrusca

(primera mitad del siglo IV a. de C.), conocida en la actua-
lidad como “llano de la Civita”, se halló una de las más
importantes obras de arte etrusco: la losa que representa
los caballos alados.
• Para algunas culturas, el caballo es un ser poseedor de
capacidades mágicas, especialmente en Asia Central, donde
adquiere poderes clarividentes que pone al servicio del
humano.
• Pegaso era un caballo alado que pertenecía a Apolo; corría
por la cumbre del Parnaso (sobre la población de Delfos),
que surgió cuando el caballo pateó el suelo.
• Hay un tipo de pez llamado “pegaso”. Su cara se asemeja a
la de un caballo y posee aletas pectorales que se agrandan
en forma de alas que usa para “volar” por el agua.
• El dios nórdico Odín tenía un caballo de ocho patas.

de Pegaso?


la zona de los pies y las piernas es representación de la de Pegaso.
su código estelar, IÑ WAPI. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de Pegaso es reencontrarte con la
concepción de una forma de vida que es parte de ti: el movimiento
como forma de autosanación.
• IÑ WAPI: Es la vibración de la esfera que los seres de

Pegaso entregaron cuando decidieron, junto con las otras
treinta y una razas, crear el templo físico del ser humano.
Representa un pilar fundamental, como nuestras piernas,
que sostiene el cuerpo, que nos permite ejercitar el movi-
miento; y los pies, cuyas raíces energéticas nos enlazan
al cristal interno del planeta. Sin estos miembros, el ser
humano no existiría tal y como lo conocemos. El código
estelar nos emana la vibración del sostén, para ejercitar
después un movimiento que nos llevará a la autosanación.
Ya nos lo dicen las enseñanzas de Casiopea: las células madre
darán paso a nuevas y mayores células hija, y se vislumbrará el poder
del ser humano como entidad transformadora, para crear un molde
físico de mayor vibración en el que habitar. Si a ello le sumamos
las enseñanzas de los apunianos, siendo una sola energía
junto con el planeta, entonces, ya podemos conectar con
el código estelar IÑ WAPI, de Pegaso, para dar paso a un

movimiento superior, conectando nuestras extremidades
inferiores a todo ello.

pulsar, y observa detenidamente la Puerta Estelar de Pegaso. Llegó
El mensaje de Pegaso a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Pegaso se pueden resumir en una sola

palabra: TINUAT. A continuación, profundizaremos en su mensaje
Permítetelo.
TINUAT es la vibración más sublime de la purificación. Si
seguimos la senda de las lumbares, podremos observar el resultado
de la suma de los Axin, Arthurk, Casiopea y los apunianos. Es
decir, acompañar, ser como el cristal, reprogramarse celularmente
y conectar con la entidad planetaria genera un gran movimiento
interno que habilita la purificación: regresar a la misma vibración
energética del nacimiento, esa frecuencia inicial que es el estado al
que la raza humana debe regresar.
TINUAT nos da una herramienta muy práctica y fácil de

utilizar. Cuando entres en un estado de enojo, de conflicto o simple-
mente de desarmonía, sal de ese escenario y comienza a caminar; vas
a comprobar que el simple hecho de ponerte en movimiento disipa
cualquier estado alterado. Por ello, Pegaso es el símbolo del caballo
alado: transmiten al ser humano la necesidad del continuo fluir,
tanto físicamente como a nivel mental o emocional. Prueba cada
día nuevas rutas, nuevas maneras de ir al trabajo, a tu casa, a visitar
a un familiar; mantén tu mente activa y juega a que tus emociones
no estén instaladas en la comodidad. El movimiento genera salud y
vida. Si observas el universo externo y el interno, comprobarás que
nuestro sistema solar está en continuo movimiento, así como cada
célula de tu cuerpo. No existe la quietud en ningún segmento del
mundo conocido. Hay que estar en calma, pero fluyendo.
Pegaso es el vigesimocuarto peldaño de esta mágica escalera
TINUAT. En la quinta vértebra lumbar es donde reside a nivel
suprafísico su código estelar, IÑ WAPI, que nos recuerda que el ser
humano ha de volver a su estado inicial.
Puerta Estelar 25
Osa Mayor
El mundo sutil, la conexión intermaterial
CÓDIGO ESTELAR: UMA

LUGAR: OSA MAJOR
DISPOSICIÓN EN EL ORGANISMO HUMANO: 1ª SACRO
ENSEÑANZA: UKMAASH
La Osa Mayor es una constelación de gran tamaño, visible

durante todo el año en el hemisferio norte. Ha sido de gran influencia
a nivel cultural en la raza humana.
239
La Osa Mayor fue imaginada como un grupo de seres que

albergaran la vibración de la conexión intermaterial, es decir, representan
aquello que existe en el mundo sutil.
• Louis Charpentier, en su libro El enigma de la catedral de

Chartres, narra cómo los benedictinos construyeron un
talismán con sus abadías. Sin ir más lejos, en la región de
Borgoña, siete de sus principales templos se dispusieron
de tal forma que eran la réplica de la Osa Mayor.
• La Osa Mayor aparece grabada en los dólmenes coreanos de
la era prehistórica, y pintada en los murales de las tumbas
del período goguryeo. En coreano recibe el nombre de
bukdu chilseong, ‘las siete estrellas del cielo septentrional’.
Los antiguos creían que la Osa Mayor tenía el poder de
influir en las vidas humanas, sobre todo en la longevidad,
la buena fortuna y las desgracias. Antiguamente, las madres
coreanas le rezaban a la Osa Mayor en la noche, pidiendo
por la salud y la felicidad de la familia, con un cuenco de
agua limpia.
• En México, en el estado de Guanajuato, existe un lugar
llamado “las Siete Luminarias”, un conjunto de volcanes, de
los cuales siete parecerían alineados con las estrellas de la Osa
Mayor. Durante mucho tiempo los lugareños obtuvieron
ejemplares extraordinariamente grandes de sus cosechas,
debido a la influencia de esta constelación ancestral.
• René Guénon escribe que “el jabalí representaba antigua-
mente la constelación llamada más tarde ‘Osa Mayor’”.
• Entre los celtas, el jabalí y la osa simbolizaban a los
representantes de la autoridad espiritual y a los del poder
temporal, es decir, a las dos castas, los druidas y los caba-
lleros, equivalentes, por lo menos originariamente y en
sus atribuciones esenciales, a lo que son en la India los
brahmanes y los kshátriya. En cuanto a los caballeros, que

tenían por símbolo el oso (o la osa de Atalanta), puede
suponerse que esta tradición proviene de los atlantes; y
esta distinción podría ayudar a explicar ciertos puntos
más o menos enigmáticos en la historia de las tradiciones
occidentales.

de la Osa Mayor?

Cósmica crearon al ser humano a imagen y semejanza de ellas; por
lo tanto, la 1ª sacro es representación de la Osa Mayor. Es una zona
a la que quizás se le ha prestado muy poca atención. Y justamente
el sacro, junto con el cóccix, fue añadido posteriormente. Si bien
en un principio los códigos estelares fueron dispuestos hasta las
lumbares (incluidas), los Treinta y Dos observaron que no eran
suficientes para crear una raza completa; por ello las siguientes
esferas (cinco del sacro y dos del cóccix) se añadieron después.
Vamos a ver a continuación la importancia de estos siete códigos
estelares para la humanidad de hoy.
de su código estelar, UMA. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de la Osa Mayor es reencontrarte con

la concepción de una forma de vida que es parte de ti: el mundo
sutil. Por ello, debes encontrar un ambiente tranquilo y relajado para
• UMA: Significa conectar con el mundo intermaterial,

enlazar con lo invisible, con lo no tangible para los sentidos
primarios, adentrarse en un mundo quizás desconocido
para la razón, pero cercano para nuestra conciencia.

y observa detenidamente la Puerta Estelar de la Osa Mayor. Llegó el
El mensaje de la Osa Mayor a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de la Osa Mayor se pueden resumir en una

sola palabra: UKMAASH. A continuación, profundizaremos en su
UKMAASH es la vibración más sublime del mundo inter-

material. Nos enseña el camino de crear desde el mundo sutil. Toda
manifestación está contenida en una malla energética, ya que lo
tangible o la llamada “materia” no existiría si no se hubiera creado
antes en el mundo sutil. Por ello, si el ser humano quiere crear, ha
de hacerlo primero en el lugar correcto, ya que la creación de la
materia por la materia concluye en algo que se rompe o se quiebra;
en cambio, la creación desde el mundo intermaterial nos lleva a una
materialización concreta y a nuestra medida. Para poder lograrlo
hay que vivir como hemos estado relatando desde el principio de
este libro: no con la razón, sino con el ser, con la imaginación, con
la intuición; y, sobre todo, hay que permitirse entablar una relación
con aquello que no vemos, pero sí percibimos, con lo que no vemos,
pero sí sentimos.
La Osa Mayor es el vigesimoquinto peldaño de esta mágica
palabra, UKMAASH. En la primera vértebra del sacro reside a
nivel suprafísico su código estelar, UMA, que nos recuerda que
el ser humano ha de entablar una comunicación verdadera con el
mundo sutil.
Puerta Estelar 26
Antares
Supervisar
CÓDIGO ESTELAR: TARES

LUGAR: ANTARES; ESCORPIO
ENSEÑANZA: RUHAM
Antares es la estrella más brillante de la constelación de

Escorpio y la segunda raza cósmica más evolucionada que habita en
esta constelación de la transmutación. Antares se sitúa en el centro
245
del Escorpión, en el corazón. El nombre árabe de Antares es Kalb al

Akrab, que significa ‘corazón del escorpión’.
Antares fue imaginada como un grupo de seres que albergaran
la vibración del monitoreo. La savia cósmica de Antares se extiende a
la 2ª del sacro.
• Antares es una de las cuatro estrellas más brillantes ubicadas

dentro de la zona zodiacal; las otras son Aldebarán (Tau, el
ojo del Toro), Espiga (Vir, el grano en el ramo que sostiene
la Virgen –Virgo–) y Regulus (Leo, el corazón del León).
• Los persas llamaron a estas estrellas Tascheter, Venant,
Satevis y Hastorang (la boca del Pez Austral). Marcan el
equinoccio de primavera, el solsticio de verano, el equinoccio
de otoño y el solsticio de invierno, y representan además los
cuatro puntos cardinales: Este, Norte, Oeste y Sur.
• Para los mesopotámicos, Antares era una estrella cuya
aparición en los cielos marcaba el inicio de la temporada
de la primera cosecha en la región y le dieron diferentes
nombres, como, por ejemplo, Urbat Bilu-sha-zirí (‘el Señor
de la Semilla’), Kak-shisa (‘creador de la prosperidad’), Dar
Lugal (‘el Rey’) y Kakkab Bir (‘la estrella bermellón o roja’).
• Entre los antiguos egipcios, Antares era la estrella asociada
a la diosa Serket (la diosa escorpión). Esta diosa, hija de
Ra, interviene en los mitos ayudando a Isis a revivir a su
esposo Osiris.
• Lehua-kona (‘viento de Lehua’) es el nombre hawaiano
para Antares.

de Antares?


la zona de la segunda vértebra sacra es representación de Antares.
su código estelar, TARES. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de Antares es reencontrarte con la
concepción de una forma de vida que es parte de ti: la conciencia de
la existencia de los códigos estelares y su supervisión cósmica. Por
• TARES: La esfera cósmica de Antares nos recuerda el cons-

tante flujo energético que permite que cada código estelar
esté activo dentro de nosotros. Si bien la neuroesencia
(como hemos visto en otros capítulos y ampliaremos al
abordar la raza estelar de Perseo) tiene la labor de abrazar
cada uno de los códigos para que funcionen como uno
solo, ahora hablaremos de algo diferente. TARES no tiene
filamentos multidimensionales como la neuroesencia, ya
que es un código estelar , una esfera que nos transmite la
capacidad de que trabajemos con cada uno de los códigos
para mantenerlos vivos en nuestra psique, en nuestra
mente. De esta manera seremos conscientes de ellos,
comenzando a crear una realidad diferente en nuestra vida.

cómo la columna se activa y se mueve al ritmo del universo. Visualiza
todos tus códigos como esferas y observa la Puerta Estelar de Antares.
El mensaje de Antares a través de sus enseñanzas
Se pueden resumir en una sola palabra: RUHAM. A conti-

nuación, profundizaremos en su mensaje y transmisión, para que
puedas incorporar esta sustancia cósmica no solamente en el cuerpo
biológico, sino en todo tu ser; de esta manera, aumentarás la vibra-
ción hacia una frecuencia superior, completándote un poco más.
RUHAM es la vibración más sublime del monitoreo, la super-
visión. “Supervisión” se deriva de los vocablos latinos super- y visio
y etimológicamente significa ‘ver sobre’; la traducción correcta del
término sería, entonces, ‘mirar desde arriba una actividad’. Y esta es
la vibración que nos manifiesta RUHAM, la de poder vislumbrar
desde un lugar vibracional mayor cada esfera estelar que contiene
nuestro cuerpo biológico: ver nuestro vehículo como algo más que
carne y huesos; observarlo desde la divinidad y tener una relación
con él como lo que verdaderamente es, un templo sagrado. Hay que
tener en cuenta algo primordial: la forma de mirarnos es vital para
darle existencia, vigencia, a lo que somos. Podemos vivir dentro
de una carne (en un cuerpo biológico) o, en cambio, tener una
relación más acorde con el templo físico que hemos elegido para
experimentar como humanos. Hay una gran diferencia solo con el

hecho de leerlo, ¿verdad?
Si para un individuo la materia es inerte, entonces se relacio-
nará solo con cosas materiales; en cambio, si para otro individuo la
materia está constituida de células, de moléculas en continuo movi-
miento, entonces se relacionará con la vida misma. Y es que todo lo
que vemos es existencia; todo lo que somos es energía, información
y sabiduría; pero, según cómo miremos la vida, así será como se
presente ante nosotros la realidad que estemos creando.
RUHAN nos enseña a supervisar nuestra forma de mirarnos
y de mirar lo que nos rodea. Si lo vinculamos a lo que nos propone
el código estelar TARES, nos relacionaremos con cada uno de los
códigos desde el mayor nivel de vibración, desde nuestro ser cósmico.
Si lo llevamos a otros ámbitos, RUHAN nos da un mensaje muy
claro, el de saber mirar, que es la clave para comenzar a crear una
realidad a la medida de cada uno: mirar desde uno, desde su inteli-
gencia cósmica, desde su comprensión y amor.
Antares es el vigesimosexto peldaño de esta mágica escalera
cósmica. En la segunda vértebra del sacro reside a nivel suprafísico
su código estelar, TARES, que le recuerda al ser humano mirar desde
su propia frecuencia.
Puerta Estelar 27
Perseo
Tu elixir: la llave
CÓDIGO ESTELAR: PERSERI

LUGAR: CONSTELACIÓN DE PERSEO, ALGOL
ENSEÑANZA: MENROCK
La constelación de Perseo es muy grande: se extiende desde

la mano levantada de Casiopea hasta las Pléyades, situada en el
hemisferio norte. Es una constelación circumpolar, es decir, que se
251
puede ver casi todo el año. Es fascinante observar la gran cantidad

de cúmulos de estrellas que tiene Perseo.
Perseo es muy conocida, sobre todo por su parte mitológica,
ya que fue Perseo el héroe que decapitó a Medusa, una gorgona con
cabellos de serpiente que convertía a sus enemigos en piedra con solo
mirarlos. Y justo a la altura del tercer ojo de este monstruo se sitúa
una de las estrellas más fascinantes de su constelación, Algol. Y es
precisamente esta estrella la morada de la raza que vamos a desa-
rrollar a continuación.
Si observamos la constelación detenidamente, veremos que
Perseo lleva la cabeza de Medusa apoyada en la parte baja de la cadera,
justo a la altura del sacro.
Perseo fue imaginada como un grupo de seres que albergaran
la vibración de la entrada a la neuroesencia.
La savia cósmica de Perseo se extiende a la tercera cavidad del
sacro. Su código estelar lleva el nombre de “PERSERI”.
• El calendario de El Cairo es uno de los documentos histó-

ricos más antiguos conservados hasta el momento. Allí se
menciona por primera vez a Algol.
• Las perseidas son lluvia de meteoritos provenientes de Perseo.
El registro más antiguo que se tiene de este fenómeno data
del año 36 d. de C. y aparece en los anales históricos chinos,
donde se cita un “pico de meteoros”. Pero es en el año 1835
cuando Lambert Adolphe Quetelet, astrónomo y matemático
belga, demuestra que esta lluvia de meteoros se produce de
forma cíclica en agosto, con su radiante en Perseo.
• A Algol se le atribuyó desde tiempos inmemoriales al
arquetipo del diablo, una superstición curiosa y debida
a que esta estrella binaria ejercía un comportamiento
diferente e impredecible que no era posible explicar. En
aquellos tiempos se creía que solo el sistema solar era el
que estaba en movimiento y que, fuera de él, el universo
estaba quieto, era inerte.

de Perseo?

crearon al ser humano a imagen y semejanza de ellas; por lo tanto, esta
zona del 3ª sacro, en concreto la tercera “puerta”, es representación de
la de Perseo. El sacro tiene cinco vértebras fusionadas, cada una de ellas
es un código estelar, por lo tanto, una puerta. Es un lugar al que
quizás se le ha prestado muy poca atención. Y justamente el sacro
es una zona que, junto con el cóccix, fue añadida posteriormente.
Si bien en un principio los códigos estelares fueron dispuestos hasta
las lumbares (incluidas), los Treinta y Dos observaron que no eran
suficientes para crear una raza completa; por ello las siguientes esferas
(cinco del sacro y dos del cóccix) se añadieron después. Vamos a ver
a continuación la importancia de estos siete códigos estelares para
la humanidad de hoy.
de su código estelar, PERSERI. Una vez que hayas incorporado
dicha frecuencia, podrás acceder a un mundo extraordinario. Es el
momento de incorporar la energía del código estelar y para acceder
a él has de reencontrarte con una vibración que quizás hayas olvi-
dado: tu elixir.
transmutar tu energía actual a la del código en sí y dejarte llevar por
la frecuencia de esta raza cósmica; para ello es necesario comprender
su contenido:
• PERSERI: Es el código estelar que te muestra una llave

gracias a la cual vas a conectar con la parte más sublime
de tu ser. Esto significa que para obtenerla vas a aceptar
quien eres. Y esta aceptación nada tiene que ver con la
personalidad, ya que esta es un patrón configurado desde
la humanidad inconsciente. Ahora se te pide que seas
consciente, que sientas tu energía y que te des permiso para
explorarte, esto es, aceptar lo que te resuena y lo que no te
resuena, aceptar tus límites, aceptar que estás viviendo una
experiencia como un ser humano pero que en realidad eres
mucho más que todo ello: eres el universo. Si te aceptas,
PERSERI te entregará la llave.

pulsar, y observa detenidamente la Puerta Estelar de Perseo. Llegó el
momento de aceptar la llave y fusionarla con tu corazón; ya puedes
cruzar e introducirte en su mensaje y enseñanza.
El mensaje de Perseo a través de sus enseñanzas
Se pueden resumir en una sola palabra: MENROCK. A conti-

nuación, profundizaremos en su vibración y transmisión, de modo
MENROCK es la vibración más sublime de un umbral
que todos podemos traspasar. Para poder acceder a tu propia
neuroesencia, has de trabajar el resto de los códigos estelares.
La neuroesencia es un tejido único, ya que, si tuviéramos que
ponerla en palabras, la denominaríamos “alas”. Allí, cientos de hilos
sagrados y multidimensionales abrazan cada esfera que ofrendaron
las treinta y dos razas estelares y cuyo tejido divino lleva la misma
savia de tu origen.
Aquellas conciencias que son manifestadas, es decir, que
encarnan para ofrendar su sabiduría a esta raza, tienen sus “alas”
desarrolladas, aunque anudadas en la parte de las cervicales; las
conciencias experimentales están formando sus neuroesencias, al
igual que las semillas arca, que apenas tienen unos hilos, ya que
están desarrollando su alma y su propia conciencia individual. Por
lo tanto, una gran mayoría de la humanidad tiene sus neuroesencias
bien formadas, esperando a que algún día se puedan liberar de las
cervicales.
Hoy quizás sea el momento, si así lo quieres. MENROCK nos
transmite un mensaje: una raza cósmica que tiene sus neuroesen-
cias desplegadas ya está manifestando su divinidad. Es una raza que
vibra en su máximo nivel, y cuyos miembros saben quiénes son y
la magnitud de su existencia.
Aceptar tu divinidad será el punto cumbre para iniciar definiti-
vamente una vida llena de plenitud. Perseo es la raza que nos brinda
el camino hacia ello. Lo único que necesitamos es dar ese pequeño
gran paso, adentrarnos en nosotros mismos, confiando en quienes
somos, y mirarnos quizá como si fuera la primera vez.
Perseo es el vigesimoséptimo peldaño de esta mágica escalera
MENROCK. En la tercera vértebra sacra es donde reside a nivel
suprafísico su código estelar, PERSERI, que nos recuerda que el ser

humano ha de aceptar su divinidad.
Puerta Estelar 28
Piscis Australis
Código MU. La palingenesia
CÓDIGO ESTELAR: MAHAUT

LUGAR: FOMALHAUT
ENSEÑANZA: MARDUK
Piscis Australis (‘pez austral’) se encuentra en el cielo del sur.

También denominada Piscis Austrinus, esta constelación contiene
257
tres estrellas con planetas confirmados; uno de ellos fue el primer

planeta extrasolar descubierto. La estrella más brillante es Fomalhaut;
tiene 1,92 veces la masa del Sol y 1842 veces el radio solar.
Piscis Australis fue imaginada como un grupo de seres que
albergaran la vibración de un código primordial: MU.
La savia cósmica de Piscis Australis se extiende a la
cuarta vértebra del sacro. Su código estelar lleva el nombre de
“MAHAUT”.
• La constelación tiene sus orígenes en la cultura babilónica,

donde era conocida como “el Pez” (Mul-Ku).
• Los griegos conocían la constelación como “el Gran Pez”
y la representaron tragando el agua vertida por Acuario.
• El nombre “Fomalhaut” se deriva del árabe fum al-awt, que
significa ‘la boca del pez (del Sur)’. El astrónomo griego
Ptolomeo situó la estrella tanto en Piscis Austrinus como
en Acuario y en el 1600 Johann Bayer la colocó firmemente
en Piscis Austrinus o Piscis Australis.
• La estrella marcó el solsticio en el 2500 a. de C., consolidando
su importancia como estrella para la humanidad. Los solsti-
cios son momentos de llegadas de fuertes flujos de energía.
• En la cueva de Altamira (Cantabria, España) existen vesti-
gios pictóricos y artísticos de los más importantes de la
prehistoria; allí se encontraron pinturas rupestres que datan
del 26000 a. de C., las cuales representan a Piscis Australis
y Canis Major.

de Piscis Australis?


cuarta “puerta” del sacro es representación de la de Piscis Australis.
Es una zona a la que quizás se le ha prestado muy poca atención. Y
justamente el sacro, junto con el cóccix, fue añadido posteriormente.
Si bien en un principio los códigos estelares fueron dispuestos hasta
(cinco del sacro y dos del cóccix) se añadieron después. Vamos a ver
a continuación la importancia de estos siete códigos estelares para la
humanidad de hoy.
su código estelar, MAHAUT. Una vez que hayas incorporado dicha
tienes que incorporar la energía de este código estelar.
Acceder a la sabiduría de Piscis Australis es reencontrarte con
la concepción de una forma de vida que es parte de ti: la palingenesia
a través del código MU. Por ello debes encontrar un ambiente tran-
quilo y relajado para transmutar tu energía actual a la del código y,
así, penetrar mejor en la frecuencia de esta raza cósmica; para ello
• MAHAUT: Nos transfiere toda la sabiduría de la primera

raza humana que habitó en nuestro planeta, MU, llamados
comúnmente “lemurianos”. A lo largo de este libro se habla
de los murianos, sobre todo en el capítulo 3.

y observa detenidamente la Puerta Estelar de Piscis Australis. Llegó
El mensaje de Piscis Australis

Las enseñanzas de Piscis Australis se pueden resumir en una

sola palabra: MARDUK. A continuación, profundizaremos en su
MARDUK es la vibración más sublime de la regeneración,
es decir, la palingenesia, la reunificación. El término “palingenesia”
deriva de las raíces griegas palin (‘nuevamente, otra vez’) y génesis
(‘origen, nacimiento’). En algunas culturas la palingenesia significa
volver a encarnar; en el cristianismo se refiere a la resurrección de
Jesús. También es representada a través del ave fénix.
En el origen, una sustancia atómica explosionó, generando
un continuo proceso de expansión, que dio origen a lo que hoy
llamamos “universo”. Todo este movimiento generó otro cuerpo
celeste, diferente al original, mayor, más completo, resultado de la
experimentación, llamado “palingenesia universal”.
MARDUK nos transfiere la enseñanza de una palingenesia

multidimensional, aquella que reúne todas las partes del ser en una
sola magnitud cósmica, formando una única entidad, una conciencia
sin fracción. Los murianos desarrollaron su vida de esta forma en
la quinta y cuarta dimensión. Y esto es muy importante, porque
el ser humano actual está comenzando a recorrer el sendero que
marcaron los padres antecesores. Estamos aprendiendo a recordar
cómo se vivía en la cuarta dimensión, algo que ellos ya hicieron,
y necesitamos volver hacia esta frecuencia que aún desconoce el
cerebro. Nos transmitieron a través del código estelar MAHAUT
todo lo necesario para alcanzar la autorrealización y así completarnos
hasta vivir una palingenesia multidimensional.
Piscis Australis es el vigesimoctavo peldaño de esta mágica
palabra, MARDUK. Es en la cuarta vértebra del sacro donde reside a
nivel suprafísico su código estelar, MAHAUT, que nos recuerda que
el ser humano ha de vibrar como una conciencia multidimensional
y albergar en sí la posibilidad de vivir desde un lugar mucho más
amplio, conectando con nuevas dimensiones, con otros tiempos y
diferentes espacios. La sociedad humana ya no se tiene que detener
a pensar y sentir desde la tercera dimensión.
Piscis Australis está coligado con la isla de Pascua. Deberíamos
hacer como los moáis y mirar hacia otros horizontes para comple-
tarnos.
Puerta Estelar 29
Hidra
Superar los miedos para custodiar el tesoro interno
CÓDIGO ESTELAR: HAY

LUGAR: ESTRELLA ALFAND, NGC 3109
ENSEÑANZA: SEA
Hidra es una de las constelaciones más grandes de nuestro

firmamento; se puede observar desde casi cualquier punto del
263
planeta, sobre todo a finales de enero. Destaca el Cúmulo de Hidra,

el cual alberga más de ciento cincuenta y siete galaxias brillantes,
extendiéndose a lo largo de 10 millones de años luz.
Hidra fue imaginada como un grupo de seres que albergaran
la vibración donde el ser humano superaría sus vulnerabilidades
para poder así acceder a otros planos superiores.
La savia cósmica de Hidra se extiende a la quinta vértebra del
sacro. Su código estelar lleva el nombre de “HAY”.
• El hecho de que Hidra fuera asociada con una serpiente

acuática se debe a que forma parte de las constelaciones
que limitaban el horizonte celeste de los primeros obser-
vadores, es decir, los habitantes de la enorme extensión
de agua que rodeaba la Tierra y, por tanto, de las cons-
telaciones acuáticas.
• La Hidra aparece mencionada en el mito de los doce
trabajos de Hércules, como un monstruo de los pantanos,
con muchas cabezas que se regeneraban al ser cortadas.
• En los últimos siglos antes de nuestra era, en Uruk
(antigua ciudad mesopotámica situada en la ribera del
río Éufrates) se realizaron una serie de doce tabletas
de arcilla que muestran representaciones de las doce
constelaciones. Solo tres de ellas sobreviven: Tauro, Leo
(representado con un pie sobre Hidra) y Virgo, con su
mazorca de maíz.
¿Cómo podemos acceder a la Puerta Estelar de Hidra?


quinta “puerta” del sacro es representación de la de Hidra. Y justa-
mente el sacro, junto con el cóccix, fue añadido posteriormente. Si
bien en un principio los códigos estelares fueron dispuestos hasta
(cinco del sacro y dos del cóccix) se añadieron después.
de su código estelar, HAY. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de HAY es reencontrarte con la concep-
ción de una forma de vida que es parte de ti: la superación de las
vulnerabilidades y, por ende, de los miedos. Por ello, debes encon-
trar un ambiente tranquilo y relajado para transmutar tu energía
actual a la del código y, así, penetrar mejor en la frecuencia de esta
raza cósmica; para ello, es necesario comprender el contenido de
su código:
• HAY: Significa estar atento a la vulnerabilidad o al miedo

que aún reside dentro del individuo. La mayor parte del
tiempo el ser humano cree que tiene miedo, no se detiene a
racionalizarlo, simplemente responde de forma automática
a suposiciones, algo que le inculcaron de pequeño: miedo
a la soledad, al error, al engaño, a la pobreza, a la muerte,
pero sobre todo miedo al miedo. El miedo es la ausencia
del amor, es la desconexión con la única vibración que
habita en el universo; el amor integra cientos de frecuen-
cias, como la voluntad, la imaginación, la contemplación,

comunicación, etc., pero ahora voy a unificarlo todo y
llamarlo sencillamente “amor”. Si hay miedo, entonces no
se está vibrando en esta sintonía y es imposible que el ser
humano se desconecte de la vida, de la existencia misma,
de la sustancia por la cual está formado. Por ende, solo
resta deducir que el miedo asoma a la vida de los indivi-
duos cuando estos viven “en piloto automático”, es decir,
cuando no están presentes y viven a través de lo aprendido
o absorbido. Porque créeme que la mayoría de las personas
ha absorbido el miedo del otro y lo ha asumido como si
fuera propio.
• Pero, si me das unos minutos, vamos a resolver juntos la
mayoría de los miedos ahora:
°° Miedo a la soledad (sol-edad, las edades del Sol): Si
has leído hasta aquí el libro que tienes en tus manos,
entonces ya habrás comprendido que estamos rodeados
de civilizaciones extraordinarias, que todo lo que nos
acompaña es vida, incluido este manuscrito que estás
leyendo ahora. La soledad no existe.
°° Miedo al error: Confundirse es lo más maravilloso que te
pueda suceder, porque de ello se aprende; gracias a ello
sabes qué sensaciones emite tu cuerpo para no volver
a caminar por esa dirección. Un error que te enseña te
puede salvar en muchas situaciones.
°° Miedo al engaño: Si alguien te engaña, te está mostrando
quien es; entonces te puedes ahorrar años de falsas
realidades. Es hora de cambiar.
°° Miedo a la pobreza: Tú y solo tú eres el dueño de la
prosperidad. Si hay movimiento interno, si te amas y
te respetas, si persigues tus sueños, eso generará una
oleada de corrientes sincrónicas con el universo, que te

acompañará para generar la prosperidad que necesites.
°° Miedo a la muerte: Hay vida tras la vida, y después de ella,
más vida. La muerte no es el fin. Te invito a que leas mi
libro Desencarnación. El regreso al origen cósmico.
°° Miedo al rechazo: Es un concepto inexistente. Has de
comprender que hay diferentes niveles de conciencia
en este planeta y que algunos jamás te van a reconocer.
Recuerda que hay semillas arca que no tienen formada
su alma y que carecen de toda sensibilidad. Por ello, no
te esfuerces en obtener la aprobación de todos.
La comprensión abre las puertas hacia un mundo donde se

enlaza con la energía del amor y a sabiduría; por ello te recomiendo
que leas el apartado dedicado a la civilización del Gato, la Puerta
Estelar número 18.
tu pulsar, y observa detenidamente la Puerta Estelar de Hidra. Llegó
El mensaje de Hidra a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de la Hidra se pueden resumir en una sola

palabra: SEA. A continuación, profundizaremos en su mensaje y

SEA es la vibración más sublime del guardián de tu mundo
interno. Sus enseñanzas nos indican que debemos preservar nuestra
esencia sagrada y vaciarnos de todo concepto obsoleto, como el miedo.
Hidra es una raza cósmica que se disfraza o se muestra
ante el humano con la forma del miedo o la vulnerabilidad que tenga
el individuo; estas apariciones tendrán lugar siempre y cuando se
encuentren cerca de una ciudad intraterrena o suprafísica. Los seres
de esta raza no van a permitir que ninguna vibración baja penetre
en estos lugares sagrados. Recuerda que el miedo es la ausencia del
amor y sin él nada existe, ni siquiera tú.
SEA nos da un mensaje muy claro para el ser humano: desha-
cerse de los conceptos primitivos para dar cabida a un mundo donde
residen otros universos y realidades dispuestas a interrelacionarse
con nuestra raza.
Cuando te liberes de ello, dentro de ti germinará una semilla
que irradiará una frecuencia solar inconmensurable, abriendo los
velos hacia otras dimensiones. Del otro lado te esperamos. Hidra se
mostrará con su verdadera forma, como uno de los seres más bellos
de nuestro universo, junto con los seres de Axin.
El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al

amor. Y no solo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia,
la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y solo queda la
desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre
la humanidad misma.
Aldous Huxley (1894-1963), novelista y ensayista inglés
Hidra es el vigesimonoveno peldaño de esta mágica escalera

cósmica. Nos transfiere sus enseñanzas a través de una palabra, SEA.
Es en la quinta y última vértebra del sacro donde reside a nivel supra-

físico su código estelar, HAY, que nos recuerda que el ser humano
ha de desterrar sus miedos y vulnerabilidades.
Puerta Estelar 30
Seres de Ara
Crear el verdadero pensamiento
CÓDIGO ESTELAR: ARA

LUGAR: CONSTELACIÓN AUSTRAL DE ARA
DISPOSICIÓN EN EL ORGANISMO HUMANO: PARTE SUPE-
RIOR DEL CÓCCIX
ENSEÑANZA: TIAMAAT
Ara es una constelación austral situada debajo de la de

Escorpio. Esta gigante luminosa es una de las constelaciones más
271
pequeñas, pero es un regalo para la vista del buen observador, por

su luz, sus cúmulos de estrellas, sus nebulosas de emisión y otras
regiones cuyo “farol” atrapa a cualquier alma viajera.
La civilización de Ara fue imaginada como un grupo de seres
que albergaran la vibración del verdadero pensamiento. Su código estelar
lleva el nombre de “ARA”.
• Esta constelación es conocida desde tiempos inmemoriales.

Se la ha representado como un altar sobre el que se quema
incienso o como una fogata dispuesta en la cúspide de un
templo o una torre. Incluso se la ha representado como
un faro.
• Griegos y romanos representaban a Ara como el altar
celestial creado por los dioses en el monte Olimpo para
celebrar la destrucción de los titanes y donde juraron
lealtad al dios supremo Zeus. Decían que el humo del
fuego que se quemaba en el altar sagrado era el origen
de la Vía Láctea.
• Ara también fue conocido como el altar que construyó
Noé después del gran diluvio, cuando su arca se posó en
el monte Ararat.
• El matemático y cosmólogo Brian Swimme dio el nombre
Tiamat a la protoestrella que creó nuestro sistema solar. Lo
hizo intencionadamente, usando la idea babilónica de que
el cuerpo de Tiamat se usó para crear el mundo. Esta idea
está en su libro La historia del universo.

de los seres de Ara?


la zona superior del cóccix es representación de los seres de Ara.
de su código estelar, ARA. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de ARA es reencontrarte con la concep-
ción de una forma de vida que es parte de ti: crear el verdadero
pensamiento. Por ello, debes encontrar un ambiente tranquilo y
relajado para transmutar tu energía actual a la del código y, así,
penetrar mejor en la frecuencia de esta raza cósmica; para ello, es
necesario comprender el contenido de su código:
• ARA: Está coligado con el principio universal desarro-

llado en mi libro La raza 33. Un puente sagrado que vamos
a recordar ahora; es el principio del Todo direccionado:
en ÜR (nuestra Tierra) se desarrolla la dirección a través
del pensamiento. Por lo tanto, este principio es básico en
la preparación de la futura raza, ya que las civilizaciones
más avanzadas del universo local utilizan el pensamiento
para crear. Con un pensamiento pueden cambiar de forma
cualquier materialización.
• El pensamiento es aquel que navega en la nada, es decir, que
carece de todo juicio, culpa, pretensión, miedo o dualidad.
• El pensamiento es la traducción de la certeza o de la intuición.

tu pulsar, y observa detenidamente la Puerta Estelar de Ara. Despeja
todo ruido mental porque llegó el momento de introducirte en su
mensaje y enseñanza.
El mensaje de los seres de Ara través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de los seres de Ara se pueden resumir en una

sola palabra: TIAMAAT. A continuación, profundizaremos en su
mensaje y transmisión, de modo que puedas incorporar esta sustancia
TIAMAAT es la vibración más sublime del origen de ÜR. Es
el control como concepto de supervisión e inspección.
Zecharia Sitchin, autor de diversos libros, traductor de las
antiguas tablillas mesopotámicas, interpretó el Enuma Elish, un
poema babilónico que narra el origen del mundo. Decía así: “en el
principio sólo estaba el Apsu, es decir, el Sol, antes que la Tierra,
antes que todos los demás planetas; después se formó Tiamat, un
planeta acuoso. El segundo en formarse fue Mercurio, que pasó a
ocupar la primera órbita”.
Sitchin relata que tiempo después, cuando ya estaba casi
formado el sistema solar, Nibiru, un planeta que orbitaba fuera de
él, penetró y desestabilizó el movimiento que hasta entonces tenía
nuestro sistema solar. Al pasar junto a Tiamat, ambos planetas (Nibiru

y Tiamat) se engancharon gravitacionalmente y Nibiru colisionó con
Tiamat, partiéndolo por la mitad. El hemisferio norte de Tiamat,
que aún sobrevivía, se acomodó en una nueva órbita, entre Venus
y Marte, y lentamente fue tomando forma y recuperándose hasta
llegar a convertirse en la Tierra actual. Y el hemisferio sur de Tiamat
es lo que hoy conocemos como “cinturón de asteroides”, que en las
tablillas mesopotámicas es llamado “Brazalete Celestial”, “Brazalete
Repujado”, “Firmamento” o incluso “Cinturón de Aguas Congeladas”.
Pero el Sol ya había atrapado a Nibiru en su campo gravitatorio y, al
cabo de un tiempo, este se integró. A partir de aquel entonces nuestro
sistema solar se compone de dos soles y doce planetas.
El TIAMAAT de las enseñanzas de la constelación de Ara tiene
una letra más que la palabra que da nombre nuestra primera tierra,
“Tiamat”. En realidad, TIAMAAT transmite la misma frecuencia,
pero con una “a” más, lo cual significa que dobla la frecuencia de la
Fuente, ya que la “a” simboliza la energía única, la fuente suprema.
Por lo tanto, TIAMAAT se refiere a dos fuentes, dos tierras, dos
vibraciones en una, la del origen y la actual. Ambas conviven en
las memorias de los tiempos, en la de tu campo energético y en la
memoria de cada núcleo de tus células. Son silenciosas, pero dentro
de ti existe el conocimiento del origen del planeta en el que vives
y, aunque no lo hayas estudiado en la escuela, ya forma parte de ti
desde el momento en el que decidiste encarnar como humano.
TIAMAAT nos da un mensaje muy claro: vivir el presente
enlazando los diversos espacios y tiempos en uno solo, en este
momento; así el ser humano podrá comenzar a vivir creando verda-
deros pensamientos. La mayor parte del tiempo, el individuo utiliza
su pensamiento para volver al pasado (recuerdos) o ir hacia el futuro
(pretensiones, proyectos). TIAMAAT nos enseña a vivir este único
día, hoy, ahora.
Ara es el trigésimo peldaño de esta mágica escalera cósmica. Nos
transfiere sus enseñanzas a través de una palabra, TIAMAAT. Es en
la zona superior del cóccix donde reside a nivel suprafísico su código

estelar, Ara, que nos recuerda que el ser humano ha de generar un
verdadero pensamiento, comenzando por sincronizar los tiempos.
Puerta Estelar 31
Sirio B
Espejo
CÓDIGO ESTELAR: SHR

LUGAR: SIRIO B
DISPOSICIÓN EN EL ORGANISMO HUMANO: ZONA
INFERIOR DEL CÓCCIX; PRIMER CHAKRA (RAÍZ)
ENSEÑANZA: MAAKTUR
“Sirio” proviene del latín “Syrius” y del griego “Seirios”, que

significa ‘ardiente’ o ‘abrasador’. El primer documento de esta
277
estrella data del siglo VII a. de C., en la obra poética Los trabajos y
los días, extensa composición de ochocientos versos escrita por el
poeta de la antigüedad griega Hesíodo, quien calificó a Sirio por su
deslumbrante luz diciendo: “Sirio, el que brilla en muchos colores”.
Sirio B es la segunda estrella y raza estelar perteneciente a
esta trinidad celestial: Sirio A, Sirio B y Sirio C. (Es aconsejable,
para completar la información y el trabajo de activación, leer las
tres razas cósmicas para integrar esta energía sagrada.) Sirio B tiene
una masa prácticamente igual a la de la Tierra, el 92%, para ser
más exactos. Sirio B es una estrella aqua, es el espejo de nuestro
universo local.
Sirio B fue imaginada como un grupo de seres que albergaran
la vibración del espejo. La savia cósmica de Sirio B se extiende a la
zona inferior del cóccix. Su código estelar lleva el nombre de “SHR”.
• Sirio B fue apodada “el cachorro”, por ser su tamaño mucho

menor que el de Sirio A.
• Los dogones son un grupo étnico establecido en el centro
de Malí, cerca del río Níger. Según su tradición, unos
dioses anfibios (llamados “Nommo”) llegaron en tiempos
remotos desde el cielo en un arca roja como el fuego.
Marcel Griaule, antropólogo francés, estudió a los dogones
durante veinticinco años. Los fue a visitar por primera vez
en 1931. Analizó sus tradiciones y creencias y convivió por
mucho tiempo con ellos hasta que la tribu confió en él y
le transmitió todos sus conocimientos. Los dogones ya
conocían la existencia de Sirio C (lo llaman “Emme Ya”)
antes que el resto de las culturas.
• Carl Sagan escribió en su libro El cerebro de Broca: “El mito
dogón sobre Sirio es demasiado similar a lo descubierto
por la astronomía moderna y de una precisión cuantitativa
extraordinaria como para atribuirlo a la casualidad”.

de Sirio B?

Es importante tener claro que esta Alianza Cósmica creó al ser
humano a imagen y semejanza de ellos; por lo tanto, la zona inferior
del cóccix es representación de la de Sirio B. Y justamente el cóccix fue
añadido posteriormente al sacro. Si bien en un principio los códigos
estelares fueron dispuestos hasta las lumbares (incluidas), los Treinta y
Dos observaron que no eran suficientes para crear una raza completa;
por ello las siguientes esferas, cinco del sacro y dos del cóccix, se
añadieron después. Vamos a ver a continuación la importancia de estos
dos últimos códigos estelares para la humanidad de hoy.
de su código estelar, SHR. Una vez que hayas incorporado dicha
Acceder a la sabiduría de SHR es reencontrarte con la
concepción de una forma de vida que es parte de ti: espejar. Por
• SHR: Es una frecuencia espejo que está coligada al agua, ya

que Sirio B es una estrella aqua. Este código estelar es muy
importante para el desarrollo de nuestra raza humana, ya

que nos da el entrenamiento necesario para activar nuestros
espejos internos y transformar sus vibraciones a voluntad.
¿Cómo es el funcionamiento?: La vibración de Sirio B
refleja una determinada frecuencia que varía constante-
mente. Así, cualquier vibración será irradiada a nuestro
planeta (a través de los espejos de Sirio B) a la Red de
Espejos. Por ello, primero se reflejará en la Antártida;
después, en los espejos intraterrenos; y, cuando dicha
frecuencia ya esté diluida de su estado cósmico y se mezcle
con la vibración del planeta, entonces aparecerá en la super-
ficie de la Tierra, en los espejos de determinados lagos y,
por último, en los seres humanos que estén preparados
para emitir dicha frecuencia.
• SHR es una frecuencia que nos habilita los propios espejos
internos, teniendo en cuenta que el ser humano tiene un
75% de agua, que actúa de espejo también.

cómo tu campo energético se activa y se mueve al ritmo de tu agua
interna y observa detenidamente la Puerta Estelar de Sirio B. Llegó
El mensaje de Sirio B a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Sirio B se pueden resumir en una sola

palabra: MAAKTUR. A continuación, profundizaremos en su

MAAKTUR es la vibración más sublime de tu agua interna.
El hecho de que su código estelar esté enlazado al chakra raíz nos
da una enseñanza totalmente diferente a la que comúnmente se ha
extendido a lo largo de la humanidad. El individuo ha creído hasta
ahora que el símbolo de la estabilidad, del apoyo e incluso del equi-
librio está en la frase “pisar firme” o “pisar tierra”. Fíjate: si tomamos
con la mano un puñado de tierra, sintiéndola, parecería que esto nos
ubica en “la tierra”; pero, si agarramos el agua, esta se escabulle, se
derrama y no nos podemos sostener en ella.
Pues bien, la tierra simboliza la tercera dimensión, la necesidad
de poseer o aferrarse a algo; y el agua es la cuarta dimensión: nada
es fijo, todo se transforma. El chakra raíz está coligado al planeta,
pero no a su tierra firme sino a su agua, que es el casi el 80% de la
superficie, el mayor conductor natural y la frecuencia más elevada de
la Tierra. Así como el agua interna del ser humano es esencial para
su vida, no solamente porque a nivel físico sea imprescindible, sino
porque en ella reside todo lo que el individuo calla, siente o percibe.
El mensaje de MAAKTUR es muy claro: purificar el agua
interna forma parte de la vida. MAAKTUR nos indica un camino
del buen hacer, de la transparencia: pulir nuestro espejo interno para
reflejar lo mejor posible una vibración determinada. Espejar es uno
de los propósitos de la raza humana, porque en algún momento ÜR,
nuestro planeta, se convertirá en una estrella como Sirio B.
Este astro es el origen de determinados cetáceos, como los
delfines, las ballenas jorobadas y las mensajeras. Además, como
dato curioso, te diré que el agua de este planeta es la misma que la
de Sirio B.
Sirio B es el trigésimo primer peldaño de esta mágica escalera

MAAKTUR. Es en la zona inferior del cóccix donde reside a nivel
suprafísico su código estelar, SHR, que nos recuerda que el ser
humano ha de generar y preservar su propia frecuencia y además
enlazarla con otras.
Puerta Estelar 32
Sirio C
El equilibrio. La armonía cósmica
CÓDIGO ESTELAR: AZHÜR

LUGAR: SIRIO C
DISPOSICIÓN EN EL ORGANISMO HUMANO: SUPRAFÍSICO
ENSEÑANZA: MUM
Hasta ahora ya hemos descrito los códigos estelares de la

columna, los que residen en las vértebras cervicales, dorsales,
lumbares, sacras y coccígeas. Pero nos faltan dos razas cósmicas, la 32
y la 33. Te preguntarás: “¿Dónde están? ¿En qué lugar de la columna?”.
283
Para ello nos tenemos que trasladar de nuevo al principio y

observar el comienzo de la columna. Allí residen los dos primeros
códigos estelares: Lyra, en la primera vértebra cervical, y Vega, en la
segunda. Estos dos códigos van a servir a las dos razas que siguen
(es decir, la 32 y a la 33) de sostén para afianzarse en este plano en
que estamos viviendo; son como su toma a tierra. Pero hay que
aclarar que tanto Sirio C como ÜR están dispuestos a un nivel
suprafísico, superior al de Lyra y Vega. Así, pues, Vega sostiene a
Sirio C, y Lyra, a ÜR.
ÜR
(atlas)
SIRIO C
s (axis)
Sirio C es la tercera estrella de esta trinidad estelar, impor-

tantísima para el ser humano en estos momentos de cambio de
ciclo. Es la última raza que se incorporó a la Alianza Cósmica; una
civilización joven de la cual tenemos mucho que tomar a nivel
consciente. Sirio C orbita alrededor de Sirio A, al igual que lo hace
Sirio B. Es aconsejable, para completar la información y el trabajo
de activación, leer las tres razas cósmicas juntas para integrar esta
energía sagrada.
Sirio C fue imaginada como un grupo de seres que albergaran la

vibración del equilibrio. La savia cósmica de Sirio C se extiende a todo
el campo energético. Su código estelar lleva el nombre de “azhur”.
Aunque no hay muchos vestigios históricos de Sirio C, la
tribu de los dogones es la que más ha hablado de ella (puedes leer al
respecto en el apartado sobre Sirio B). Pero a lo largo de la historia
de la humanidad se ha mencionado a Sirio como uno solo, cuando
en verdad se ha tratado siempre de una trinidad, de tres astros que
han trabajado en conjunto: Sirio A sustentando a Sirio B (el espejo)
y a Sirio C (el equilibrio).

de Sirio C?

su código estelar, AZHÜR. Una vez que hayas incorporado dicha
tienes que incorporar la energía del código.
Acceder a la sabiduría de AZHÜR es reencontrarte con la
concepción de una forma de vida que es parte de ti: el equilibrio
y la armonía en todo tu ser. Por ello, debes encontrar un ambiente
• AZHÜR: Tiene una doble concepción: por un lado, la

vibración de AZH y, por otro, la de ÜR. AZH es una
frecuencia que se incorpora en el ser humano integrando
la energía cósmica en movimiento y en forma de espejo,
mientras que ÜR es nuestro planeta. Como vemos,
AZH-ÜR nos recuerda otras vibraciones que hemos visto
a lo largo de los códigos estelares, pero ahora se integra esta
sustancia que otorgará el equilibrio no solamente al campo
energético, sino al órgano que representa la raza que la
sostiene, el cerebro.

pulsar, y observa detenidamente la Puerta Estelar de Sirio C. Llegó
El mensaje de Sirio C a través de sus enseñanzas
Las enseñanzas de Sirio C se pueden resumir en una sola

palabra: MUM. A continuación, profundizaremos en su mensaje y
MUM es la vibración más sublime de la armonía cósmica. La
“u” contiene la esencia de ella, rodeada de dos “m”, dos energías madre.
MUM nos muestra un sendero donde la contemplación de

la belleza, de cada detalle, es imprescindible para llegar a integrar la
infinita perfección que alberga la vida.
Detalles que asombran y otros que pasan desapercibidos. Detalles que
llenan el alma y enaltecen el espíritu. Cada día los detalles aparecen, en cada
rincón de tu existencia y en cada sombra de ella. Ellos reflejan la simpleza de
la vida y de toda manifestación pueril. Los detalles en ocasiones interrumpen
la rutina y le dan forma a una nueva probabilidad. A veces penetran muy
hondo, volviendo a generar el motor que todo lo mueve: la esperanza y la
sorpresa. Llenar tu vida de esos pequeños detalles es recuperar la esencia de
la vida misma.
MUM nos hace sentir esa juventud cósmica que nos transmite
Sirio C: la ilusión, la esperanza y las ganas de lo nuevo, de iniciar
nuevos rumbos. Obviamente vas a sentir vértigo, pero recuerda que
este miedo es simplemente un proceso cerebral y racional, ya que el
cerebro está acostumbrado decidir por su cuenta, pero ya has recor-
dado que es todo lo contrario, ya que cada parte de tu organismo
está a tu entera disposición.
El mensaje de MUM es el siguiente: “Vive, respira y sueña”.
Sirio C es el trigésimo segundo peldaño de esta mágica esca-
MUM. Reside en una frecuencia superior de la segunda vértebra
cervical; su código estelar, AZHÜR, nos recuerda que el ser humano
ha de generar y preservar su propia frecuencia y además enlazarla
con otras.
Puerta Estelar 33
Humano
Humanidad
CÓDIGO ESTELAR: ÜR
LUGAR: PLANETA TIERRA
DISPOSICIÓN EN EL ORGANISMO HUMANO: SUPRAFÍSICO
ENSEÑANZA: ÜRMASHAE
La Tierra se formó hace cinco mil millones de años, junto con

todo el sistema solar.
289
Es el tercer planeta de nuestro sistema; hoy en día orbita

alrededor del Sol entre Venus y Marte. Está rodeado por un potente
campo magnético, como si el planeta tuviera un enorme imán en
su interior cuyo polo sur estuviera cerca del polo norte geográfico
y viceversa.
Siete de cada diez partes de la superficie terrestre están
cubiertas de agua. Por ello nuestro mundo es un planeta aqua.
El ser humano fue imaginado como un grupo de seres
que albergara la vibración de las treinta y dos razas, dando como
resultado la raza 33, la raza más evolucionada de nuestro universo
local y la última.
La savia cósmica del ser humano se extiende no solamente
a todo el cuerpo biológico, sino también a su campo energético.
Su código estelar lleva el nombre de “ÜR” y se está formando
actualmente con cada experiencia humana, con cada comprensión
y cada resolución de esta; cada manifestación de tu verdadero ser y
conexión con el mundo intermaterial lo forma.
El código ÜR es suprafísico, está fuera de la columna, pero
está coligado con la primera vértebra cervical, es decir, con Lyra,
ya que esta raza estelar sostiene a ÜR (por ello esta vértebra es
llamada “atlas”), permitiendo que el código ÜR se vaya formando
mientras lo llenamos de contenido a través de las experiencias de
cada individuo.

del ser humano?


Para cruzar este umbral sagrado has de emanar la vibración
de su código estelar, ÜR. Una vez que hayas incorporado dicha
tienes que incorporar la energía del código.
Acceder a la sabiduría de ÜR es reencontrarte con la concep-
ción de una forma de vida que es parte de ti: la humanidad. Por ello,
debes encontrar un ambiente tranquilo y relajado para transmutar tu
energía actual a la del código y, así, penetrar mejor en la frecuencia
de esta raza cósmica; para ello, es necesario comprender el contenido
de su código:
• ÜR: Significa vibrar en la sintonía del cosmos, porque la

tierra es cosmos, el cielo es cosmos, los reinos que nos
rodean son cosmos y tú, querido viajero estelar, eres el
cosmos. Siempre has sentido que había algo especial, dentro
de ti o fuera, que todo lo que nos contaron formaba parte de
una realidad, pero que había algo más, algo que no podías
explicar con las palabras precisas. Y es que el cosmos es una
fuerza extraordinaria que nos invita a todos a expandirnos,
a movernos y a unificarnos.

y observa detenidamente la Puerta Estelar del ser humano. Llegó el
El mensaje del ser humano
Se puede resumir en una sola palabra: ÜRMASHAE. A


ÜRMASHAE es el reflejo de todo lo que es. No de lo que no es.
ÜRMASHAE es el verdadero nombre de la raza humana,
una futura raza espejo que sustituirá, cuando llegue el momento, la
vibración de Sirio B. Por ello, es conveniente que leas sus enseñanzas,
porque la mayor parte de lo que experimenta la raza humana es un
aprendizaje hacia dicha frecuencia.
El humano es en verdad la máxima vibración de la fraternidad,
cuya excelencia se transforma en humanidad, símbolo de amor que
integra la vida por completo y la refleja al mismo tiempo. Y es este
último concepto de humanidad el que se integra en la raza formada
por treinta y dos civilizaciones cósmicas junto a la intervención del
universo mental o creador.
Te recuerdo que la raza que habitamos se está formando
y para que esto llegue a su fin y veamos el nacimiento de la raza
ÜRMASHAE sucederá lo siguiente:
• Las partículas arca se extinguirán en un proceso que se

llevará a cabo en los próximos cincuenta años.
• Quedarán en la superficie del planeta las conciencias
experimentales, que seguirán aprendiendo y que formarán
parte del “reto” que tendrán las conciencias manifestadas
de vincularse con otros niveles de conciencia.
• Ahora es el momento de vivir de forma coherente con

los códigos estelares y crear una sociedad inspirada en las
verdaderas frecuencias que existen en el cosmos:
° Multiplicidad.
° Iniciación e integración.
° Habilitar el código genético original.
° Sustentar.
° El verbo.
° Percibir la variedad de vibraciones.
° Enlazar con los núcleos planetarios.
° Dhar y recibir.
° El amor crístico.
° Transformación.
° Sembradores de la paz.
° La templanza.
° Emitir tu destello solar.
° Fraternidad.
° Liberación.
° Impulso.
° Sustentación y monitoreo de la energía vital.
° Comprensión.
° La hermandad.
° Acompañar los procesos.
° Ser cristal.
° La creación y la reprogramación.
° El planeta como raza cósmica.
° El movimiento como purificación.
° El mundo sutil. La conexión intermaterial.
° Supervisar.
° Tu elixir: la llave.
° Código MU. La palingenesia.
° Superar los miedos para custodiar el tesoro interno.
° Crear el verdadero pensamiento.
° Espejo.
° El equilibrio. La armonía cósmica.
Cuando la raza ÜRMASHAE se haya completado, los códigos

estelares se fusionarán siendo uno solo, cuya savia cósmica fluirá por
toda la neuroesencia.
Existe y vive desde tu excelencia cada día, sé un observador y no te
impliques en el dolor o en el conflicto; tan solo emite tu frecuencia cósmica
siendo consciente de tu divinidad y de las innumerables frecuencias cósmicas
que habitan dentro de ti.
Recuerda que eres la representación del cosmos y que eres
perfecto, aunque lo hayas olvidado. Nosotros, desde la Alianza
Cósmica, te reconocemos y vemos la magnitud que tienes. Avanza,
sigue tu camino y consolida tu energía. Sé quien eres e inicia un
camino, una realidad a tu medida. Todo está dispuesto para ti.
El ser humano es el trigésimo tercer peldaño, el último, de
esta mágica escalera cósmica. Ahora solo resta dejarte llevar por el
símbolo estelar y expandir tu conciencia. Solo hay que comenzar
por dar los primeros pasos. Atrévete a ser humano.
Bibliografía
Anael, Caminando desde la certeza. El Cristo que habito, Buenos Aires,

Origen Estelar, 2015.
—–, Desencarnación. El regreso al origen cósmico, Buenos Aires: Kier,
2017.
–, La raza33. Un puente sagrado, Buenos Aires: Kier, 2016.
Bauval, Robert, Secret chamber, Londres, Century, 1999.
Callaey, Eduardo R., Masones, caballeros e illuminati. El gran complot,
Buenos Aires, OliveCall Group, 2014.
Charpentier, Louis, El enigma de la catedral de Chartres, Barcelona,
Plaza y Janés, 1973.
—–, El misterio de Compostela, Barcelona, Plaza y Janés, 1978.
—–, Los misterios templarios, Madrid, Apóstrofe, 1995.
García Bazán, Francisco, Jesús el Nazareno y los primeros cristianos,
Buenos Aires, Lumen, 2006.
Guénon, René, Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada, Barcelona,
Paidós, 2011.
Kleist, Karl, Diez comunicaciones. Introducción a las localizaciones cerebrales
en neuropsiquiatría, Buenos Aires, Polemos, 1997.
295
Lavergne, Elder, El despertar, Buenos Aires, Origen Estelar, 2015.

Popol Vuh, México D. F., ,Fondo de Cultura Económica, 2013.
Schwaller de Lubicz, René A., El templo en el hombre. Arquitectura
sagrada y el hombre perfecto, Madrid, Edaf, 1979.
Sierra, Javier, En busca de la Edad de Oro, Barcelona, Booket, 2000.
Sitchin, Zecharia, El 12º planeta, Buenos Aires, Obelisco, 2002.
Sagan, Carl, El cerebro de Broca, Barcelona, Grijalbo, 1981.
Biografía de Anael
Investigadora y divulgadora del Origen Estelar y el propósito

del ser humano, Anael escribe, compone, imparte seminarios, talleres
y da conferencias.
Es cofundadora de Origen Estelar junto con Elder Lavergne;
a través de este vehículo cósmico, ambas difunden sus enseñanzas.
Es directora del magazine digital Universo y Realidad
(universoyrealidad.com) y conductora de Radio Origen Estelar,
un programa de radio por Internet junto con Elder Lavergne, donde
difunden su filosofía cósmica.
Anael es una conciencia del multiuniverso comprometida con
la divulgación de otras realidades y principios del universo, pero,
por sobre todo, del origen cósmico de cada conciencia. No perdió el
recuerdo, lo cual le proporciona una gran fuente de sabiduría, que
ofrece con total humildad a través de sus enseñanzas. Acompaña a
los seres humanos a comprender quiénes son y a crear su realidad.
En esta encarnación nació a través de la transmigración de
su conciencia a un cuerpo adulto. Dice: “He tenido tres procesos:
uno en el año 72, cuando acompañé el nacimiento de Ana B en
España; otro en el 2000, cuando me incorporé por primera vez en
297
el cuerpo adulto; aunque fue en 2014, en Argentina, cuando mi ser

tomó plena consciencia de quien era y se le permitió completar su
transmigración. Hay por lo menos cinco formas de nacer; la mía
es tan solo una de ellas, y más común de lo que se pueda pensar”.
Anael reside en Buenos Aires desde 2013; allí difunde el cono-

cimiento que ayudará a transitar esta transformación planetaria y
humana. Una de sus tareas consiste en llevar a los “despiertos” hacia
una vibración mayor, la de su origen cósmico, para la comprensión
de esta realidad y de su propósito, dando lugar al nacimiento de una
nueva sociedad.
Es autora de los siguientes libros:
• La raza 33. Un puente sagrado, Kier (presentado en la Feria
Internacional del Libro de Buenos Aires de 2016).
• Caminando desde la certeza. El Cristo que habito, Origen Estelar.
• ÜR, la Raza33. El viaje (dirigido a las familias), Origen
Estelar.
• Desencarnación. El regreso al origen cósmico, Kier (presentado en
la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires de 2017).
Es también compositora e intérprete de la música de las

siguientes obras:
• El Guiador, AMUNA KUR.

• Activación-meditación (AIkhäs).
• Ah¨j-El sonido de Dios (obra musical cósmica inspirada).
• Código Cósmico (fruto de una canalización). Cabe destacar
que esta obra fue interpretada por Mario Gosálvez (Premio
Reina Sofía).
• Tejiendo el alma (distribuido por Kier, 2017).
• Alas (2018).
Biografía de Anael 299
Elder Lavergne, cofundadora de Origen Estelar, es autora del

libro El despertar, editado por Origen Estelar, que narra la historia
de cómo se reencontraron Anael y Elder y de cómo nació Origen
Estelar. Es directora de contenidos del magazine digital Universo y
Realidad (universoyrealidad.com).
www.origenestelar.com - www.universoyrealidad.com
infoorigenestelar@gmail.com
Facebook: Anael-Origen Estelar
Instagram: origenestelar o anaeloficial
Índice
Prólogo..................................................................................................7
Agradecimientos..................................................................................11
Exordio................................................................................................13
Primera parte
La Piedra Angular
Capítulo 1. La transmisión.............................................................25
Capítulo 2. La escalera. La comunicación divina............................37
Capítulo 3. El Arca de la Alianza.....................................................43

El número de oro...............................................................................46
Las Tablas Sagradas.............................................................................47
Capítulo 4. El propósito ..................................................................49

Año 2011, San Pedro Castañero, comarca del Bierzo, España.
Diálogos con Elder.........................................................................50
Año 2017, San Pedro Castañero, comarca del Bierzo,

España. El comunicado de Elder...................................................54
301
Capítulo 5. El grupo como unidad...............................................57
Capítulo 6. La ecuación de la realidad

Realidad = existencia + formas de vincularse...............................63
La realidad arca...................................................................................65
La realidad experimental....................................................................66
La realidad manifestada......................................................................67
Capítulo 7. La construcción de tu templo interior.

La piedra angular..............................................................................69
La piedra angular. ¿Cuáles eran los pasos
para la construcción de estos templos?............................................70
Segunda parte
Las 33 Puertas Estelares
La Alianza Cósmica
Las Puertas Estelares...........................................................................77
Puerta Estelar 1. Lyra......................................................................87
Puerta Estelar 2. Vega......................................................................95
Puerta Estelar 3. Pléyades.............................................................103
Puerta Estelar 4. Sirio A................................................................111
Puerta Estelar 5. Constelación del Cisne.....................................119
Puerta Estelar 6. Procyon.............................................................125
Puerta Estelar 7. Nebulosa de Orión...........................................131
¿Puerta Estelar 8. Andrómeda......................................................137
Puerta Estelar 9. Galaxia del Triángulo........................................143
Puerta Estelar 10. Escorpio...........................................................149
Puerta Estelar 11. Altair................................................................155
Puerta Estelar 12. Cinturón de Orión.........................................161

Índice 303
Puerta Estelar 13. Nur..................................................................167
Puerta Estelar 14. Adhara.............................................................173
Puerta Estelar 15. Carianos..........................................................179
Puerta Estelar 16. Constelación del Águila..................................185
Puerta Estelar 17. Cepheus...........................................................191
Puerta Estelar 18. Civilización del Gato......................................197
Puerta Estelar 19. Hércules..........................................................203
Puerta Estelar 20. Axin.................................................................209
Puerta Estelar 21. Arthurk............................................................215
Puerta Estelar 22. Casiopea .........................................................221
Puerta Estelar 23. Apunianos.......................................................227
Puerta Estelar 24. Pegaso..............................................................233
Puerta Estelar 25. Osa Mayor.......................................................239
Puerta Estelar 26. Antares.............................................................245
Puerta Estelar 27. Perseo..............................................................251
Puerta Estelar 28. Piscis Australis.................................................257
Puerta Estelar 29. Hidra...............................................................263
Puerta Estelar 30. Seres de Ara.....................................................271
Puerta Estelar 31. Sirio B..............................................................277
Puerta Estelar 32. Sirio C.............................................................283
Puerta Estelar 33. Humano..........................................................289
Bibliografía........................................................................................295
Biografía de Anael.............................................................................297

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Si escuchas una voz dentro de ti que dice “no puedes pintar”,

Desde hace unos años la humanidad está atravesando una

vida en otros lugares de nuestro cosmos. O quizás se observa con

sucediendo por el hecho de que una gran parte de la población está

Por ello Origen Estelar es un vehículo transmisor del cono-

Agradezco a esta Tierra que me da cobijo, que me abraza y

Fuertes pilares sostienen el vínculo entre el humano y el cielo. La creencia en nuestra

Somos viajeros estelares, conciencias del firmamento con una

Volver al origen libera, pero a veces existen ataduras mentales,

Allá afuera hay millares de civilizaciones cósmicas que inte-

futura raza, en la columna vertebral. Después, los representantes

Después de escribir mi segundo libro editado por Kier, Desen-

La segunda parada te llevará a escalar tu propia esencia,

que tiene una frecuencia extraordinaria y única. Su nombre será la

que conociste hace mucho tiempo y que ya es hora de que integres

Bienvenido a un libro escrito en la cuarta dimensión.

La leche tibia del nacer

Después de esto vi cuatro ángeles, cada uno de ellos en pie

El símbolo tau o cruz tau es la marca de “los elegidos por Dios”,

Está asociado al toro, un elemento constante en todas las

Todo este conocimiento era bien sabido por la orden de los

de la energía como un todo creador, que ha sido representada en la

Pero, como cada enseñanza que deja el tiempo, depende de

las constelaciones, sino que ha intentado crear un puente entre ellas

Hiram Abif diseñó el Templo de Salomón sobre la base de

La tau fue, sin duda, el símbolo por excelencia de los templa-

Esquema de la planta de la catedral

Castillo de Ponferrada, León, España.

Cruz tau, en España. Camino de Santiago, paralelo 42.

Representación tau de los mayas. Convento de San Antonio,

Templo de Calixtlahuaca, México; forma de tau egipcia.

Dentro de la constelación de Tauro existen nuestras amadas

Los símbolos son confirmaciones de nuestra divinidad. El

o la trinidad: cuerpo, mente y espíritu; o como el triuniverso (los

El eje del universo es como una escala por la cual se efectúa un

La escala de Jacob (un símbolo) es el canal por la cual

El hecho de que la escala o la escalera de Jacob sea vertical

en la parte meridional de uno de los túneles se emplazaron unos

Las reminiscencias de Muria y Atlántida acompañaron siempre

Los maestros constructores de la Edad Media implementaron

Alcíone emite una irradiación fotónica determinada, cada

viejos arquetipos. Tu alma te recuerda que no eres de aquí, que este

Las treinta y dos razas cósmicas, aquellas que llegaron a ser

Siglos después, los Treinta y Dos decidieron bajar la frecuencia

Con este objetivo, ¿qué materiales utilizaron para transmitirnos

[…] En el pórtico norte de Chartres, pórtico llamado de los “Iniciados”

Los caballeros templarios –liderados por Hugo de Payns–, sin

años cuando se desarrolló el llamado “florecimiento gótico”. Los

Geometría que permite

liberándose por completo de todo decreto o sentencia. Significa que,

Las Tablas Sagradas

Según los textos hebreos, dentro del Arca de la Alianza están

Thot transcribió en estas tablas coordenadas, es decir, mapas

Comenzó allí una de las etapas finales de nuestra preparación; el

Aquel lugar había formado parte de un largo retiro. Tanto

siendo un camino de vida que nos propició el reconocimiento de

Año 2011, San Pedro Castañero, comarca

–¿Cuál es el propósito, Anael? –preguntó Elder con la mirada