La carta exhorta a los creyentes a no descuidar la gran salvación que Dios les ha provisto en Cristo Jesús. Esta salvación es grande por tres razones: 1) Nos salva de las consecuencias eternas del pecado como la condenación. 2) Es a través de la obra expiatoria del Hijo de Dios, Jesucristo. 3) Es un regalo gratuito por la gracia de Dios y no por obras propias.
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La carta exhorta a los creyentes a no descuidar la gran salvación que Dios les ha provisto en Cristo Jesús. Esta salvación es grande por tres razones: 1) Nos salva de las consecuencias eternas del pecado como la condenación. 2) Es a través de la obra expiatoria del Hijo de Dios, Jesucristo. 3) Es un regalo gratuito por la gracia de Dios y no por obras propias.
La carta exhorta a los creyentes a no descuidar la gran salvación que Dios les ha provisto en Cristo Jesús. Esta salvación es grande por tres razones: 1) Nos salva de las consecuencias eternas del pecado como la condenación. 2) Es a través de la obra expiatoria del Hijo de Dios, Jesucristo. 3) Es un regalo gratuito por la gracia de Dios y no por obras propias.
La carta exhorta a los creyentes a no descuidar la gran salvación que Dios les ha provisto en Cristo Jesús. Esta salvación es grande por tres razones: 1) Nos salva de las consecuencias eternas del pecado como la condenación. 2) Es a través de la obra expiatoria del Hijo de Dios, Jesucristo. 3) Es un regalo gratuito por la gracia de Dios y no por obras propias.
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HEBREOS 2
– UNA SALVACION TAN GRANDE
A. Por lo tanto: debido a la superioridad de Jesús sobre los ángeles, debemos prestar atención a Jesús. 1. (1) La lección de Hebreos 2 es aplicada: escuchen y no se deslicen. Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.
b. Con más diligencia atendamos: Esto es lo que
debemos hacer a la luz de la superioridad de Jesús sobre los ángeles. Debemos con más diligencia atender a las palabras de Jesús. Es fácil pensar que esta exhortación es dada a los no-creyentes, pero esta carta fue escrita para cristianos. i. Con más diligencia atendamos: No solo lleva la idea de escuchar atentamente, sino también de hacer lo que hemos escuchado, y es necesario que con más diligencia atendamos. Hay una urgencia y necesidad de esto.
Proverbios 3:21-22 21 Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, 22 Y serán vida a tu alma, Y gracia a tu cuello.
c. No sea que nos deslicemos: Si nosotros no atendemos con
más diligencia, nos deslizaremos. El escritor tenía en mente la deriva de un bote, y dicha deriva ocurre naturalmente sin ancla a algo sólido. Si no estamos anclados en la verdad de la superioridad de Jesús, nos deslizaremos con las corrientes del mundo, la carne y el diablo.
i. La palabra griega antigua deslicemos viene de la
idea “resbalar” .si no atendemos ala palabra el consejo puej nos resbalarermos fácilmente. ii. iii. ¿Cuándo nos deslizamos? Cuando dejamos de escudriñar las escrituras Cuando dejamos de congregarnos Cuando dejamos la intimidad con Dios Hermano seamos diligente ,seamos atento es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído
proverbios 3. 23 23 Entonces andarás por tu camino con
seguridad,y tu pie no tropezará.
ii. El carcelero filipense le preguntó a Pablo: “qué debo
hacer para ser salvo?” (Hechos 16:30), Pablo le respondió iii. “La protección contra el deslizo es tener a Cristo como el ancla y el timón de la vida. El ancla nos sostendrá a la verdad, mientras que el timón nos guiará por la verdad”. 2. (2-4) La lección enfatizada: ¿cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan grande?
Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme,
y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
a. La palabra dicha por medio de los ángeles: Esto describe
la Ley mosaica, la cual fue recibida… por disposición de ángeles (Hechos 7:53). La idea es que la ley fue entregada a Moisés por manos de ángeles. b. Fue firme: La Ley Mosaica fue firme y estricta (toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución). Demandaba ser tomada en serio.
c. Cómo escaparemos: Si debemos tomar con seriedad la
palabra que vino a nosotros por medio de los ángeles, entonces debemos tomar con aún más seriedad la palabra que nos llegó a través del Hijo de Dios. El Hijo a probado ser superior a los ángeles, entonces su mensaje debe ser considerado superior.
i. Un mensaje superior traído por una Persona superior que
tiene mejores promesas traerá una mayor condenación si se descuida. d. Si descuidamos una salvación tan grande: La antigua palabra griega traducida a descuidamos es amelesantes, la cual se usa también en Mateo 22:5 de aquellos que ignoraron la invitación a la cena de bodas (sin hacer caso). Significa tener la oportunidad, pero ignorarla o descuidarla.
i. Este fue un mensaje para los creyentes, y para aquellos
fuera de la fe. El peligro que se describe no es el rechazo de la salvación (aunque el principio ciertamente también aplica ahí), pero el descuido de la salvación. ii. Recuerde que Hebreos no fue escrito principalmente como un tratado evangelístico, sino como estímulo y advertencia para los cristianos q se han desalentados. Fue escrito para aquellos que habían descuidado un caminar continuo con Jesús. Santiago 4: 8 8 aAcercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, blimpiad vuestras manos; y vosotros, los de doble ánimo, cpurificad vuestros corazones. e. Una salvación tan grande: Cuando consideramos algo tan grande, naturalmente le pondremos atención y no descuidaremos de ello. Si no consideramos algo como grande, lo dejamos a conveniencia en vez que a compromiso.
i. “La frase ‘una salvación tan grande’ es un recordatorio
impresionante de lo que Dios ha provisto en Cristo. La palabra ‘tan’ es similar a la instancia en el pasaje familiar: ‘De tal manera amó Dios al mundo’ (Juan 3:16) y expresa una profundidad insondable”. ii. Por lo tanto, si descuidamos algo, probablemente no lo consideramos grande. Sin embargo, nuestra salvación es grande porque: ·Somos salvos por un gran Salvador. ·Somos salvos a un gran costo. ·Somos salvos de una gran pena.
iii. Una razón por la cual muchos descuidan su salvación es
porque nunca la ven como salvación. La ven como si fuera solo el recibir algo, no como ser rescatado de algo.
En la carta a los Hebreos se nos exhorta a ser diligentes para
no descuidar una salvación tan grande la cual ha sido provista por nuestro Dios. Cuando pensamos en las palabras que el autor utiliza, una salvación tan grande, nos hace pensar en lo grande y maravillosa que realmente es la obra expiatoria que nos ha librado de la condenación eterna. Pero, ¿por qué la palabra nos dice que la salvación que Dios nos ofrece es grande?
I. PORQUE NOS SALVA DE LAS CONSECUENCIAS
DEL PECADO.
“Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión
de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”. Colosenses 2:13-15
En primer lugar, es una salvación tan grande porque nos
salva de las consecuencias del pecado. La consecuencia del pecado es la condenación eterna y por ello en las Escrituras se nos exhorta a huir del pecado y buscar la misericordia de Dios: “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”, (Romanos 6:23). En Colosenses se nos dice que gracias a la salvación que Dios nos ofrece nos libró de: 1. La condenación eterna, perdonando nuestros pecados y anulando el acta que nos acusaba: Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz. 2. Liberándonos de la tentaciones del diablo y sus demonios: y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
De esta forma hoy somos libres de la condenación eterna y
del imperio de Satanás ya que hemos venido a ser hijos de Dios.
II. PORQUE ES GRACIAS A LA OBRA
EXPIATORIA DEL HIJO DE DIOS.
“Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió
por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osará morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Romanos 5:6-8 En segundo lugar, es una salvación tan grande porque es gracias a la obra de Cristo Jesús el Hijo de Dios. Nuestra salvación no consiste en las obras que nosotros u otro hombre pueda hacer, sino está basada en la obra de Cristo y por eso Pablo decía: Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. . Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Como seres pecadores nuestras justicias jamás lograrían agradar a Dios y ser suficientes como para salvarnos de la condenación eterna, de allí que Isaías dice: “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento”, (Isaías 64:6). De esta forma ningún sacrificio lograría ser aceptable delante de Dios para redimirnos de nuestros pecados: “Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados”, (Hebreos 10:1-4). Por ello, Dios envió a su Hijo para hacer aquello que nosotros no lograríamos, ofrecer un sacrificio perfecto por todas nuestras maldades: “Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”, (Hebreos 9:28). En este sentido nuestra salvación realmente es tan grande porque es gracias al sacrificio de Cristo Jesús.
III. PORQUE ES GRATUITA.
“Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la
redención que es en Cristo Jesús”. Romanos 3:24
Finalmente, nuestra salvación es una salvación tan grande
porque es gratuita. Definitivamente la gran bondad de Dios se muestra en el sentido de que la salvación de nuestra alma no se gana por obras o méritos humanos sino es un don gratuito que Dios otorga: Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús. Desde el Antiguo Testamento Dios ha venido anunciando lo maravillosa que sería su salvación y que esta sería gratuita: “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura”, (Isaías 55:1-2). Ahora bien, esta salvación es un regalo de Dios no porque no valga nada, sino al contrario, su precio es incalculable ya que vale la sangre del Hijo de Dios y nadie podría reunir los suficientes méritos o las suficientes riquezas como para comprarla. Es esta la razón por la cual la salvación no es por obras, sino a través de la fe en el Hijo de Dios: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”, (Efesios 2:8-9). Por esta razón decimos que es una grande salvación.
CONCLUSIÓN.
La salvación que el Señor nos ofrece es un don tan grande
f. La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el
Señor, nos fue confirmada: Esta palabra fue hablada por Jesús y confirmada por testigos (por los que oyeron). Entonces fue confirmada con señales, prodigios, diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo dados por Dios.
i. Al decir que fue confirmada por los que oyeron, el escritor
confirma que él no es parte de la “primera generación” de cristianos. Él había escuchado el mensaje de segunda mano a través de los apóstoles y testigos del ministerio de Jesús.
g. Testificando Dios juntamente: Dios confirma su palabra
con diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo. Pero lo hace todo según su voluntad, no por orden del hombre.