Futsal
Futsal
Futsal
Montevideo, Uruguay. Se
vivió una auténtica locura, los jóvenes se sentían eufóricos por practicar el
fútbol sin tener en cuenta el tamaño o el tipo de superficie. Eran pocas las
canchas para practicarlo y permanecían llenas, obligando a niños y jóvenes a
jugar en las calles y en terrenos más pequeños. Fue el profesor Juan Carlos
Ceriani, de la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA) de Montevideo, quien
llevó su práctica a escenarios cerrados. Se le ocurrió adaptar las normas del
fútbol, combinándolas con reglas de otros deportes como el balonmano,
waterpolo y el baloncesto, a un campo pequeño y duro. Del baloncesto tomó el
número de jugadores, cinco por cada equipo, y el tiempo total de juego de 40
minutos; del balonmano el tamaño de las porterías, el balón de escaso rebote y
las medidas del campo; y del waterpolo las reglas referentes al arquero.
Inicialmente se le llamó «fútbol de salón» y causó sensación en Uruguay,
pasando posteriormente al resto de Sudamérica extendiéndose por todos los
continentes.[3]
En 1965, se creó la Confederación Sudamericana de Fútbol de Salón, primera
organización internacional de este deporte. En ese año también se disputó el
primer campeonato sudamericano de selecciones.
La Federación Internacional de Fútbol de Salón (FIFUSA), fue fundada
en 1971 en São Paulo. Esta organización realizó en 1982 el primer mundial del
deporte[4] y posteriormente otros seis más.[5] La FIFUSA se mantuvo como
organización independiente hasta su disolución en el año 2002.
A finales de 1985 y ante la crisis económica de la FIFUSA y sus afiliados, en
parte por la presión ejercida por la entidad matriz del fútbol (FIFA), diversos
países, encabezados por Brasil, decidieron solicitar al entonces Presidente de la
FIFA Joao Havelange, así como a su Secretario General Joseph Blatter, que esta
organización incorporase el fútbol sala a la organización de la FIFA.[6]
En 2000, problemas internos y denuncias contra la FIFUSA hicieron que muchas
de sus federaciones y confederaciones miembros la abandonasen. Después,
surgió la alternativa de intentar la unificación de las mismas con la FIFA, pero el
acuerdo no prosperó. Finalmente, las confederaciones que no lograron el
acuerdo para unificar el deporte con la FIFA, decidieron conformar la Asociación
Mundial de Futsal (AMF) en 2002, con sede central en Asunción, Paraguay.
La nueva organización continuó el legado dejado por la FIFUSA, llegando a
continuar con sus torneos continentales y mundiales; inicialmente con
dificultades por la guerra que mantenía (y aún mantiene) con la FIFA por el
control del deporte, incluyendo el uso de la palabra "fútbol" en él y la partida de
muchos jugadores y dirigentes de la AMF a la FIFA, pero que ha logrado superar
forjando nuevos talentos deportivos y directivos, además de constituir nuevas
confederaciones continentales y nacionales en cada país, logrando una
importante expansión. Incluso, la AMF es reconocida oficialmente por
la Asociación Internacional de Juegos Mundiales (IWGA), organizadores de
los Juegos Mundiales, entidad apoyada por el Comité Olímpico Internacional (COI),
organizadores de los Juegos Olímpicos.