Los Yaquis
Los Yaquis
Los Yaquis
Es sin duda la etnia más representativa de Sonora; se estima existe una población de 33,
000 Yaquis que se distribuyen en ocho pueblos con sus propios gobernadores.
Los yaquis se identifican a sí mismos y a los mayos como yoremes, palabra que significa
hombre o persona. La noción de yoris, hombres blancos, los distingue, a su vez, de los
demás grupos indígenas.
Forman parte del dialecto cahita que se compone de tres lenguas: mayo, yaqui y tehueco,
éste último desaparecido. El cahita pertenece al grupo lingüístico yuto-azteca.
El grupo yaqui ocupaba, tradicionalmente, una larga franja costera y de valle al sureste del
actual estado de Sonora, que abarcaba desde la ribera sur del río Yaqui hasta el cerro
Tetakawi, al norte de la actual ciudad de Guaymas. El conjunto del territorio comprende tres
zonas diferenciadas: el área serrana del Bacatete; una zona costera, que abarca los
poblados vecinos de Guásimas y Bahía de Lobos; y el valle, en donde se localizan las
tierras irrigadas.
La principal actividad artesanal es la manufactura de la parafernalia ceremonial, sin fines
comerciales. Los danzantes hacen máscaras talladas en madera, collares de conchas y
piedras marinas y cinturones con pezuñas de venado. Los músicos fabrican sus tambores y
flautas. Algunas familias manufacturan petates, canastas y coronas de carrizo; platos y
tazas de barro que utilizan para las fiestas y después destruyen. También confeccionan
faldillas, blusas, manteles, servilletas y mantos. El único producto artesanal que se
comercializa son las muñecas de trapo, que hacen las mujeres.
Los yaquis poseen un alto sentido de religiosidad que está presente en gran parte de sus
actividades. Con una cultura ancestral enriquecida con ritos y tradiciones en las que
sobresale la Danza del Venado, ejecución simbólica de la caza de este animal y cuya
riqueza estética ha despertado interés en todo el mundo.
Llamada en lengua yaqui maaso yiihua, describe la vida y muerte del animal sagrado de los
yaqui. El danzante narra momentos del ciclo vital del venado con una mímica libre que
representa las actitudes de sorpresa, alerta, atisbo, venteo del venado ante la naturaleza
que lo rodea y su contacto con las criaturas con las que establece contacto, representadas
por las figuras de los pascola (que pueden representar un pájaro, una serpiente, una flor,
un coyote, el agua). Tanto los pascola como el maaso se despojan de su personalidad
durante el baile para adoptar la del animal, la planta o del ser que introducen en la danza.
Por lo general son 4 pascola y bailan de uno en uno, danzando primero el último en
jerarquía, el llamado “el lobito” que representa animales menos estimados en la valoración
del yaqui: burro, perro, zorro, etc., después bailan los otros dos pascola y por último el
pascola yoowe (anciano) o jefe del grupo.
El ciclo ritual yaqui sigue por lo general el calendario litúrgico católico, pero distingue
claramente dos periodos, el primero sacrificial, en Cuaresma y el resto del año todos los
ritos de paso que están prohibidos en esa fecha. Los rituales tienen carácter de
marcadores estacionales, que señalan las distintas etapas del ciclo agrícola.
Los funerales son especiales porque ellos consideran al alma inmortal y celebran con
danzas, banquetes y música. Su patrona es la Virgen del Camino.