El Amor Es Ciego
El Amor Es Ciego
El Amor Es Ciego
1. EL MATRIMONIO
Según una doctrina francesa, es difícil de definir el matrimonio y esto por dos razones:
la primera proviene de diferentes aspectos del matrimonio,
aspectos sociales y morales difíciles de insertar en una definición jurídica; la segunda
resulta del doble sentido de la palabra matrimonio que designa a veces el acto
instantáneo que da nacimiento a este estado, a veces el propio estado, continuo.
(Bénabent, 2003, p. 21)
Para una doctrina nacional es un instituto que proporciona profundas reflexiones
históricas, políticas y sociológicas y, por lo tanto, no hay uniformidad en los conceptos
doctrinales, pues estos pueden ser mutables y deben adaptarse a los cambios en el
ámbito social con el paso del tiempo. (Varsi Rospigliosi, 2011, p. 38)
Para reforzar este hecho, solo recordar las definiciones de un pasado reciente que,
necesariamente, de conformidad con las normas aplicables en ese momento, hicieron
referencia a la relación matrimonial indisoluble. La definición del matrimonio no es ni
puede ser inalterable, al igual que ocurre con la comprensión de todos los fenómenos
sociales que cambian en el tiempo y espacio (in iure omnis definitio periculosa). (Ídem)
Los cónyuges no podrán descartar las reglas que establecen estas obligaciones
personales, emanadas de su unión matrimonial, ya que son de orden público y
constituyen la base de la familia. (Bénabent, 2003, p. 105)
Estas obligaciones mutuas de los cónyuges de alimentar y educar a sus hijos, derivadas
del matrimonio, se encuentran ubicadas dentro de los alimentos y la patria potestad.
Para Enrique Varsi, se entiende como el cumplimiento que debe realizar un cónyuge
para satisfacer las necesidades y requerimientos del otro. La asistencia
es económica y moral, el socorro y la ayuda recíproca. Económica, condición que tiene
una persona para poder cumplir con las necesidades de su pareja, si se trata de
alimentos es una obligación. Moral, implica el compartir, conversar, etc. con la pareja.
(2011, p. 97)
Para una doctrina francesa, consiste en aportarle al cónyuge el apoyo de su cariño y
dedicación en las dificultades de la vida: así ayudar a su cónyuge enfermo o lisiado
proporcionándole los cuidados necesarios, aportándole una ayuda profesional o en sus
negocios patrimoniales, etc. De manera más general, consiste en respetar al otro y a
hacer la vida en común tolerable o incluso placentera. (Bénabent, 2003, p. 112)
Agrega que la mayor parte de los comportamientos injuriosos entre las causales de
divorcio se entienden como incumplimientos al deber de asistencia. Así, este se
diversifica en deberes de sinceridad, de paciencia, de solidaridad, de honor, de
cortesía, de respeto mutuo. El Código Civil de Quebec habla de «deber de respeto».
(Ídem)
La asistencia termina siendo, pues, uno de los deberes que nacen con el matrimonio, y
en particular en los momentos críticos que puede soportar el estado matrimonial,
diríamos que son estos casos (enfermedad, ancianidad, carencia de recursos
económicos) donde el deber de asistencia, termina constituyendo un elemento
gravitante para la permanencia de la institución matrimonial. Se señala y no sin razón,
que el derecho alimentario recíproco que se da entre los cónyuges descansa
precisamente en este deber de asistencia. (Aguilar Llanos, 2016, pp. 172-173)
4. Deber de cohabitación
Es deber de ambos cónyuges hacer vida común en el domicilio conyugal. El juez puede
suspender este deber cuando su cumplimiento ponga en grave peligro la vida, la salud
o el honor de cualquiera de los cónyuges o la actividad económica de la que depende
el sostenimiento de la familia.
Involucra que los cónyuges deban hacer una vida en común, compartirse, entregarse
mutuamente a fin de lograr la integración de la familia sustentada en vivencias.
Entendida como unidad conyugal, la comunidad de vida se refiere a la permanencia
necesaria de los cónyuges que deberán compartir de un mismo destino: Vivir bajo un
solo techo, compartir la mesa y yacer en mismo tálamo, esto es, gozar no solo de las
excelencias que brinda el hogar conyugal, sino también soportar el peso de la vida
marital. (Varsi Rospigliosi, 2011, p. 48)
Para una doctrina francesa, el deber de cohabitación impone a los esposos una
comunidad de vida tradicionalmente concebida como compartir lo mismo: “Beber,
comer, dormir juntos, esto es lo que un matrimonio me parece” decía Loysel.
(Bénabent, 2003, p. 108)
Agrega que la comunión de vida es la nota clave que marca el matrimonio. Sin ella, su
significado y propósito desaparecen. El vínculo involucra la comunión de los afectos y
los demás componentes de la vida en común, como la ayuda mutua, la dedicación
recíproca y la colaboración personal, doméstica y económica. Pero el vínculo espiritual
que une a los cónyuges es el que hace realidad la comunión material. La ausencia de
comunión de vida plena puede generar la separación de la pareja, basada en la
imposibilidad de la hacer vida en común. (Ídem)
5. IGUALDAD EN EL HOGAR
A ambos compete, igualmente, fijar y mudar el domicilio conyugal y decidir las cuestiones
referentes a la economía del hogar.
Y de conformidad con el artículo 2 de la Constitución Política de 1993, toda persona tiene
derecho a:
2. A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo,
idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole.
Si uno de los cónyuges se dedica exclusivamente al trabajo del hogar y al cuidado de los
hijos, la obligación de sostener a la familia recae sobre el otro, sin perjuicio de la ayuda y
colaboración que ambos cónyuges se deben en uno y otro campo.
Cesa la obligación de uno de los cónyuges de alimentar al otro cuando éste abandona la
casa conyugal sin justa causa y rehusa volver a ella. En este caso el juez puede, según las
circunstancias, ordenar el embargo parcial de las rentas del abandonante en beneficio del
cónyuge inocente y de los hijos. El mandamiento de embargo queda sin efecto cuando lo
soliciten ambos cónyuges.
Para la ley, entonces, el abandono efectivo del hogar (objetivo) más la intención de
incumplir el deber de cohabitación (subjetivo) que se prolongue por dos años (temporal)
configurará causal de separación de cuerpos.
Si cualquiera de los cónyuges abusa de los derechos a que se refiere este artículo, el Juez
de Paz Letrado puede limitárselos en todo o parte. La pretensión se tramita como proceso
abreviado.
Cada cónyuge puede ejercer cualquier profesión o industria permitidas por la ley, así como
efectuar cualquier trabajo fuera del hogar, con el asentimiento expreso o tácito del otro. Si
éste lo negare, el juez puede autorizarlo, si lo justifica el interés de la familia.
CONCLUSIONES
La obligación alimentaria a cargo de los padres es lo suficientemente amplia por lo que incluye
a la educación de los hijos.
La fidelidad implica que los cónyuges no tengan relaciones sexuales deliberadas con otras
personas, es decir fuera del matrimonio, ya que de hacerlo incurrirían
en adulterio, considerado como causal de separación de cuerpos y de divorcio (art. 333 del CC
inciso 1).
La dedicación exclusiva al trabajo del hogar, lo que coloquialmente se conoce en el caso de las
mujeres como «ama de casa», puede ser realizada indistintamente por el esposo o por la
esposa siempre y cuando quien no se dedique exclusivamente al hogar, coopere sosteniendo
a la familia a través de un oficio que, independientemente de si es estable o no, le genere
ingresos.
El trabajo es un deber y un derecho para todos, es decir tanto para los hombres y las mujeres,
no solo porque rige la igualdad de gobierno en el hogar y la igualdad ante la ley entre hombres
y mujeres sino porque a través del trabajo las personas cumplen un fin de autorrealización
personal. En esa línea, los cónyuges deberán establecer quien se queda en casa y quien sale en
búsqueda de ingresos para el hogar y en caso de discrepancia ir dónde un juez.