Términos Químicos
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Términos Químicos
Hierro
El hierro es un elemento químico de número atómico 26 situado en el grupo 8, periodo 4 de la tabla periódica de
los elementos. Su símbolo es Fe.
Es el mas abundante en la corteza terrestre, representando un 5% y, entre los metales, sólo el aluminio es más
abundante. Igualmente es uno de los elementos más importantes del Universo, y el núcleo de la Tierra está
formado principalmente por hierro y níquel, generando al moverse un campo magnético. Ha sido históricamente
muy importante, y un período de la historia recibe el nombre de Edad de Hierro.
Zinc
El zinc es un metal, a veces clasificado como metal de transición aunque estrictamente no lo sea, que presenta
cierto parecido con el magnesio y el berilio además de con los elementos de su grupo. Este elemento es poco
abundante en la corteza terrestre pero se obtiene con facilidad. Una de sus aplicaciones más importantes es el
galvanizado del acero. Es un elemento químico esencial.
Es un metal de color blanco azulado que arde en aire con llama verde azulada. El aire seco no le ataca pero en
presencia de humedad se forma una capa superficial de óxido o carbonato básico que aísla al metal y lo
protege de la corrosión. Prácticamente el único estado de oxidación que presenta es el +2. En el año 2004 se
publicó en la revista Science el primer y único compuesto conocido de zinc en estado de oxidación +1, basado
en un complejo organometálico con el ligando pentametilciclopentadieno. Reacciona con ácidos no oxidantes
pasando al estado de oxidación +2 y liberando hidrógeno y puede disolverse en bases y ácido acético.
Este metal es uno de los elementos menos abundantes de la corteza terrestre, contribuyendo apenas con el
0,0029% de la capa geológica. En la naturaleza el cobalto existe en forma mineral, siendo parte fundamental de
la mena cobaltita.
El cobalto fue descubierto por el químico George Brandt en 1735, quien determinó que este metal causaba el
color azulado en los vidrios. Bautizó a su descubrimiento como cobalto, que deriva del vocablo germánico
kobold (gnomo).
El cobalto pertenece a la serie química de los metales de transición.
Fluor
El flúor es un gas corrosivo de color amarillo casi blanco, fuertemente oxidante. Es el elemento más
electronegativo y reactivo y forma compuestos con prácticamente todo el resto de elementos, incluyendo los
gases nobles xenón y radón. Incluso en ausencia de luz y a bajas temperaturas, el flúor reacciona
explosivamente con el hidrógeno. Bajo un chorro de flúor en estado gaseoso, el vidrio, metales, agua y otras
sustancias, se queman en una llama brillante. Siempre se encuentra en la naturaleza combinado y tiene tal
afinidad por otros elementos, especialmente silicio, que no se puede guardar en recipientes de vidrio.
En disolución acuosa, el flúor se presenta normalmente en forma de ion fluoruro, F-. Otras formas son
fluorocomplejos como el [FeF4]-, o el H2F+.
Los fluoruros son compuestos en los que el ion fluoruro se combina con algún resto cargado positivamente.
Se emplea para potabilizar el agua de consumo disolviéndolo en la misma; también tiene otras aplicaciones
como oxidante, blanqueante y desinfectante. El cloro gaseoso es muy tóxico (neumotóxico) y se usó como gas
de guerra en la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Yodo
El yodo o iodo es un elemento químico de número atómico 53 situado en el grupo de los halógenos (grupo 17)
de la tabla periódica de los elementos. Su símbolo es I.
Como con todos los otros halógenos (miembros del Grupo VII en la tabla periódica), el yodo forma moléculas
diatómicas y por ello forma el compuesto diyodo de fórmula molecular I2.
Al igual que el resto de halógenos forma un gran número de compuestos con otros elementos, pero es el menos
reactivo del grupo y tiene ciertas características metálicas.
Puede presentar variados estados de oxidación: -1, +1, +3, +5, +7.
Se encuentra en el medio interno de los organismos como ion calcio (Ca2+) o formando parte de otras
moléculas; en algunos seres vivos se halla precipitado en forma de esqueleto interno o externo. Los iones de
calcio actúan de cofactor en muchas reacciones enzimáticas, interviene en el metabolismo del gluconeo, junto
al potasio y el sodio regulan la contracción muscular. El porcentaje de calcio en los organismos es variable y
depende de las especies, pero por término medio representa el 2,45% en el conjunto de los seres vivos; en los
vegetales, solo representa el 0,007%.
En el habla vulgar se utiliza la voz calcio para referirse a sus sales (v.g., esta agua tiene mucho calcio; en las
tuberías se deposita mucho calcio, etc.)
Potasio
Nombre con que lo bautizó Humphrey Davy al descubrirlo en 1807, siendo el primer elemento metálico aislado
por electrólisis, en su caso del hidróxido de potasio KOH, compuesto de cuyo nombre latino, Kalĭum, proviene el
símbolo químico del potasio.
Es un metal alcalino de color blanco-plateado, que abunda en la naturaleza en los elementos relacionados con
el agua salada y otros minerales. Se oxida rápidamente en el aire, es muy reactivo, especialmente en agua, y
se parece químicamente al sodio.
El mismo constituye del orden del 2,4% en peso de la corteza terrestre siendo el séptimo más abundante.
Debido a su solubilidad es muy difícil obtener el metal puro a partir de sus minerales. Aun así, en antiguos
lechos marinos y de lagos existen grandes depósitos de minerales de potasio (carnalita, langbeinita, polihalita y
silvina) en los que la extracción del metal y sus sales es económicamente viable.
El magnesio no se encuentra en la naturaleza en estado libre (como metal), sino que forma parte de numerosos
compuestos, en su mayoría óxidos y sales. El magnesio elemental es un metal liviano, medianamente fuerte,
color blanco plateado. En contacto con el aire se vuelve menos lustroso, aunque a diferencia de otros metales
alcalinos no necesita ser almacenado en ambientes libres de oxígeno, ya que está protegido por una fina capa
de óxido, la cual es bastante impermeable y difícil de sacar.
Como su vecino inferior de la tabla periódica, el calcio, el magnesio reacciona con agua a temperatura
ambiente, aunque mucho más lento. Cuando se sumerge en agua, en la superficie del metal se forman
pequeñas burbujas de hidrógeno, pero si es pulverizado reacciona más rápidamente.
Azufre
El azufre es un elemento químico, clasificado dentro del grupo de los no metales, que se encuentra de manera
abundante en la naturaleza. Tiene un característico olor a huevo podrido, se presenta en color amarillo limón
fuerte, amarronado o anaranjado. Es insoluble en agua pero soluble en disulfuro de carbono (CS2), y flamea
con llama de color azul emitiendo dióxido de azufre (SO2).
Es un elemento químico de número atómico 16 y símbolo S (del latín sulphur). Es un no metal abundante con
un olor característico. El azufre se encuentra en forma nativa en regiones volcánicas y en sus formas reducidas
formando sulfuros y sulfosales o bien en sus formas oxidadas como sulfatos. Es un elemento químico esencial
para todos los organismos y necesario para muchos aminoácidos y, por consiguiente, también para las
proteínas.
Este elemento puede encontrarse en pequeñas cantidades en el semen. Esto permite que el semen resalte en
un color notable, ante la luz ultravioleta. Esto ha permitido resolver muchos casos, especialmente los que
involucran una violación.
Selenio
El selenio es un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es Se y su número atómico es 34.
El selenio se puede encontrar en varias formas alotrópicas. El selenio amorfo existe en dos formas, la vítrea,
negra, obtenida al enfriar rápidamente el selenio líquido, funde a 180 °C y tiene una densidad de 4,28 g/cm3, la
roja, coloidal, se obtiene en reacciones de reducción; el selenio gris cristalino de estructura hexagonal, la forma
más común, funde a 220,5 °C y tiene una densidad de 4,81 g/cm3; y la forma roja, de estructura monoclínica,
funde a 221 °C y tiene una densidad de 4,39 g/cm3.
Exhibe el efecto fotoeléctrico, convirtiendo la luz en electricidad, y, además, su conductividad eléctrica aumenta
al exponerlo a la luz. Por debajo de su punto de fusión es un material semiconductor tipo p. y se encuentra en
su forma natural
El molibdeno no existe en estado puro en la naturaleza, siempre aparece asociado a otros elementos, como por
ejemplo los minerales sulfurados de los cuales también se obtiene cobre.
En la tabla periódica de los elementos el molibdeno aparece identificado con el número 42 y el símbolo Mo. Se
funde a una temperatura de 2.610 grados centígrados.
Su nombre proviene del griego 'molybdos' que quiere decir 'parecidos al plomo', y hace referencia a su aspecto
gris oscuro. Aunque se supone que en tiempos antiguos eran conocidas algunas de sus propiedades, este
elemento fue identificado recién a fines del siglo XVIII.
Cromo
Situado en la parte central de la tabla periódica, en el bloque D, el cromo es uno de los elementos conocido
como de transición y se representa como ‘Cr’. En la naturaleza lo podemos encontrar, casi en exclusividad, en
forma de compuestos, siendo la cromita el mineral más importante de su compuesto.
En su formación pura, el cromo se obtiene a través de la reducción del óxido de cromo con aluminio, a través de
electrólisis o a través del ioduro crómico.
Este metal de transición suele ser duro y a la par frágil, de color gris brillante y es muy resistente a la corrosión.
Sus estados de oxidación suelen ser variables, aunque en los niveles +4 y +5 es poco frecuente encontrarlos en
el cromo.
La relación entre química y alimentos no solo se manifiesta en el producto final, sino que esta ciencia influye en
todo el ciclo de vida de la comida. Por ejemplo, la química ha mejorado en gran medida la producción agrícola.
Entre otros, gracias a ella contamos con fertilizantes y abonos que mejoran el rendimiento de las cosechas,
plaguicidas y pesticidas que las protegen e incluso aditivos químicos para cosechas.
Aparte de los nutrientes presentes de forma natural en los alimentos, también pueden añadirse otras
sustancias, conocidas como aditivos químicos. A pesar de la polémica respecto a ellos, debes saber que hay
muchos tipos de aditivos químicos y que son de gran importancia para que los alimentos lleguen a nuestra boca
en perfecto estado.
Como hemos comentado, hay una gran variedad de aditivos químicos que se añaden a los alimentos con el
objetivo de mejorar la calidad o la seguridad de la comida. Actualmente existen 27 tipos de aditivos
químicos, que se suelen clasificar según la función que ejercen:
Sustancias que impiden las alteraciones químicas biológicas: su objetivo es alargar la duración del
alimento y mantenerlo en buen estado durante más tiempo. Los más conocidos son los antioxidantes y
los conservantes.
Sustancias que modifican las características físicas o químicas: entre ellas se encuentran
emulgentes, espesantes, gelificantes, antiespumantes, antiapelmazantes, antiaglutinantes,
humectantes, reguladores de pH…
Sustancias que modifican las características organolépticas: su función es mejorar el aspecto o la
sensorialidad del alimento. Se incluyen, por ejemplo, colorantes, potenciadores del sabor, edulcorantes
y aromas.
Es necesario que todos los aditivos químicos utilizados aparezcan en la lista de ingredientes del producto,
acompañados de la función que desempeñan. Pueden aparecer por su nombre o por el código con el que se
autorizan en la Unión Europea (el número E). Por ejemplo, si se utiliza ácido acético como antioxidante,
aparecerá: “antioxidante (ácido acético)” o “antioxidante (E 260)”.