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DOCUMENTACIÓN APLICADA A LA
TRADUCCIÓN
1. Documentación como disciplina
Los profesionales de la traducción y la interpretación son conscientes de la necesidad de documentarse
a la hora de realizar cualquier traducción. Es habitual que el concepto de "documentación" se entienda
como sinónimo de fuentes o recursos de información que pueden ser útiles para transformar un texto
de una lengua a otra. No obstante, el término “documentación” es un buen ejemplo de polisemia, ya
que por el mismo pueden ser entendidas diversas acepciones, entre ellas, una disciplina académica,
del ámbito de las ciencias de la información o de la documentación. La Documentación, concebida
como disciplina científica, ha sido definida de formas muy distintas, como lo constata Félix Sagredo1,
quien recoge más de cien definiciones de este concepto entre 1934 y 1984. Prescindiendo de la
evolución histórica de esta ciencia y de lo que tradicionalmente fue entendiéndose por la misma2, es
posible delimitar qué se conoce por documentación, como lo han hecho José López Yepes y Juan Ros
García3. El concepto de Documentación puede entenderse de las siguientes formas:
- En un sentido amplio, la Documentación es la suma de disciplinas que estudian el documento
como una fuente de información para obtener datos o para tomar decisiones. Este conjunto se
denomina Ciencias de la Documentación y abarca materias como Archivística, Biblioteconomía,
Bibliografía, Documentación y Museología.
- Desde una perspectiva más estricta, la Documentación es la disciplina que estudia los aspectos
relacionados con la organización de los servicios, redes y centros de documentación, así como
con los procedimientos y recursos que se emplean para el tratamiento y difusión de las
informaciones contenidas en los centros de documentación o servicios de información. Cuando
se utiliza esta acepción se denomina Documentación General.
- La Documentación es también una disciplina instrumental al servicio de cualquier materia, ya
que es una fuente para obtener nueva información. Cualquier ciencia o rama del saber dispone
de una documentación especializada que trabaja para la misma. En este caso se habla de
Documentación especializada o Documentación aplicada. Algunos ejemplos de esta
especialización son la Documentación Médica, la Documentación Informativa o la Documentación
Aplicada a la Traducción.
La Documentación, sea cual sea la acepción empleada, está compuesta de unos principios teóricos y
de una técnicas para la selección, tratamiento y difusión de la información. La mayoría de las distintas
ramas documentales comparten las técnicas de análisis documental, aunque adaptándolas a los tipos
de documentos con los que se trabaja y los usuarios a los que se atiende. Las otras ciencias
documentales son la Biblioteconomía, la Archivística y la Bibliografía, que, respectivamente, se
encargan del estudio de las bibliotecas, los archivos y las fuentes de información. Todas estas
disciplinas constituyen el conjunto de las Ciencias de la Documentación, que se complementan con
otras materias afines.
2. Documentación y Traducción
Rocío Palomares ha estudiado la relación existente entre la Documentación y la Traducción. Para esta
autora4 «la documentación se pone al servicio de la actividad traductora, tomando un carácter
utilitario y convirtiéndose, por ende, en un elemento más del proceso translativo, tomando el nombre
de Documentación aplicada a la traducción. Efectivamente, si el proceso translativo se desdobla en
dos fases5, 1) comprensión/sentido del Texto Origen (TO) y 2) reexpresión del Texto Meta (TM), el
traductor habrá de acudir a las fuentes documentales para adquirir:
A) Información sobre el contenido del TO, que le permita comprender el asunto del que trata el
texto objeto de traducción.
B) Información terminológica que le faculte para utilizar con precisión el vocabulario
especializado de esta materia o asunto.
C) Información fraseológica que le permita utilizar el estilo propio del texto.
En este sentido, la documentación se emplea para resolver los problemas que afloran tanto en el
análisis del texto de la lengua de partida (proceso semasiológico) como aquéllos relacionados con la
síntesis o reexpresión del texto en la lengua de llegada (proceso onomasiológico). De la pertinencia y
calidad de las fuentes consultadas, así como del tiempo empleado en acceder a la información
dependerá en gran medida la calidad y rentabilidad de la traducción».
No obstante, la documentación afecta a la traducción de forma diferente, según se trate de traducción
literaria o especializada. José Antonio Merlo Vega ha estudiado la relación entre estas dos disciplinas,
dependiendo de si los recursos documentales son necesarios para la traducción de un texto literario6 o
de un documento especializado7.
La traducción de textos de ficción o traducción literaria presenta una serie de elementos que la
definen y distinguen de la traducción general y de la especializada. Es posible resumir las características
o particularidades de la traducción de obras literarias en un serie de factores:
Antes de abordar cualquier traducción de un texto literario será necesario reunir una serie de
informaciones concernientes al mismo, ya que de esta manera el resultado final será de mayor calidad
y la conversión de una obra original a otro idioma distinto será más fiable. Las necesidades de
documentación que requiere la traducción de un texto literario se agrupan en tres niveles: información
sobre el autor, información sobre la obra que se va a traducir y recursos informativos sobre la lengua
original. Será conveniente obtener documentación de cada uno de estos ámbitos para una correcta
traducción. Estos tres aspectos incluyen a su vez otros tres subniveles específicos, como se describe a
continuación.
Documentación sobre el autor
Información sobre la trayectoria del autor
Información sobre el contexto del autor
Información sobre el estilo del autor
Documentación sobre la obra
Estudios sobre el texto y crítica literaria de la obra
Ediciones en lengua original de la obra
Traducciones de la obra
Documentación sobre la lengua
Información lingüística
Información lexicográfica
Información terminológica
El primer grupo de fuentes de información que se deben manejar en el proceso de la traducción
literaria es el que concierne al autor de la obra con la que está trabajando. Será necesario conocer los
aspectos biográficos y literarios del responsable intelectual de una obra para ajustar el texto traducido
a las condiciones específicas del autor y a las de su época: aspectos estilísticos, tradición literaria,
recursos retóricos que identifican al autor, contexto histórico y sociocultural, etc. Todos estos aspectos
pueden ser documentados empleando fuentes de información específicas.
En segundo lugar, la información que se obtenga sobre la obra literaria que se va a traducir será muy
provechosa para la traducción de la misma que se realice. En este caso, los recursos de información
que pueden ser empleados se centrarán en el título concreto con el que se está trabajando, por lo que
la documentación necesaria consistirá en conocer estudios críticos de la obra y ediciones en la lengua
original, así como traducciones que se hayan efectuado, tanto a la lengua que se quiere trasladar el
texto como a otras que conozca el traductor.
Por último, las fuentes relativas a una lengua son de importancia común para la traducción de cualquier
obra literaria, independientemente del idioma, el autor, la época y el género literario. Contar con
recursos que ayuden a resolver dudas lingüísticas, a conocer la correspondencia entre términos de la
lengua de origen y la de destino y a informarse de la actividad y el vocabulario específico de un ámbito
determinado acentuarán la calidad de la traducción que se realice.
En cuanto a la traducción especializada, ésta es uno de los tipos de traducción que mayor bibliografía
profesional ha generado, ya sea de forma global o estudiando las distintas disciplinas incluidas en los
campos de la traducción científico-técnica. Es posible reconocer una serie de particularidades que
distinguen a la traducción de textos especializados de los restantes tipo de traducción:
A) Lenguaje exento de figuras retóricas: por lo general, los textos que deben ser traducidos
utilizan un lenguaje directo y preciso, sin apenas giros literarios o recursos estilísticos. Esto
permite que la traducción sea más sencilla, al no ser necesario tener en cuenta los rasgos
creativos del autor del texto.
B) Contenidos temáticos especializados: los documentos que se van a traducir pertenecen a
disciplinas científico-técnicas concretas o a algún campo de las mismas, por lo que es necesario
comprender la temática del texto antes de trasladarlo a otra lengua.
C) Terminología específica: las distintas disciplinas poseen vocabularios particulares, que hacen
que cada herramienta, proceso, etc., tengan un léxico concreto, por lo que el traductor, una vez
conocidos esos aspectos, deberá emplear la terminología especial adecuada, ya que en estos
casos no suele darse la sinonimia.
D) Lectores profesionales de las disciplinas tratadas: los usuarios de los textos especializados
suelen ser comunidades científicas, investigadoras, etc., aunque en muchos casos los lectores
pueden no ser profesionales, sino personas interesadas en el texto en cuestión. Al tratarse de
usuarios formados en las disciplinas sobre las que se está trabajando, las traducciones deben ser
precisas y emplear los mismos términos que se manejan en la lengua de destino.
E) Tipología documental variada: dependiendo del campo técnico o profesional en el que se
inscriba el texto que se va a traducir será posible encontrarse con una inusitada variedad de tipos
o géneros documentales. Desde los artículos científicos hasta las patentes, pasando por informes
clínicos, normas, legislación, documentos administrativos, prospectos, folletos, etc. Esto implica
que muchas veces la especialización deba ser mayor y que el traductor, además de ser especialista
en una materia, también lo deba ser en un tipo documental concreto.
Arroyo8 realiza un completo análisis sobre la relación entre traducción y documentación; en relación a
la traducción especializada afirma "que la documentación en la traducción especializada se basa en
dos pilares: el conocimiento de la materia sobre la que se trabaja y la terminología".
3. Competencias documentales
Como puede concluirse de las características expuestas, de entre todos los tipos de traducción
existentes, la especializada es, sin duda, la que más recursos documentales requiere, ya que, debido a
la concreción de los campos temáticos sobre los que trabaja, está obligada a apoyarse constantemente
en las fuentes de información que solucionen las dudas sobre el contenido del texto que se está
trasladando de una lengua a otra. Así lo han constatado autores como Silvia Gamero, para quien la
traducción de textos especializados requiere una serie de competencias propias del traductor:
conocimientos temáticos, conocimientos de terminología y conocimiento de los géneros
característicos.
Asimismo, agrupa en un requisito esencial estas tres características: la capacidad para documentarse.
En palabras de esta misma autora, citadas por Amparo Hurtado9 «la capacidad para documentarse
ocupa un lugar central en el conjunto de competencias, ya que permite al traductor adquirir
conocimientos sobre el campo temático, sobre la terminología y sobre las normas de funcionamiento
textual del género en cuestión».
De esta forma se evidencia que el conocimiento y uso de las fuentes de información son herramientas
esenciales en el proceso de la traducción especializada. Todos los aspectos relacionados con las
fuentes de información se verán en otro tema.
También es destacable la opinión de Eva Ortoll10, quien expone la relación entre las competencias del
traductor y los procesos informacionales:
- Competencia comunicativa. Tanto en el proceso de compresión de la lengua de partida como
sobre todo en el de producción de la lengua de llegada, se requerirá consultar información de
carácter lingüístico para resolver determinadas cuestiones.
- Competencia extralingüística. En esta dimensión la intensidad informacional para adquirir
conocimientos sobre ámbitos temáticos particulares o sobre condiciones sociales y culturales
concretas, será especialmente crítica dado que constituye el área en la cual, inicialmente, el
traductor dispone de menos conocimientos de partida.
- Competencia profesional. Para su desarrollo será importante disponer de información
relacionada con el ejercicio de la profesión, mantenerse al día sobre nuevas herramientas,
eventos sobre el propio colectivo, por citar algunas de las más comunes. Así mismo, también
podemos encontrar elementos informacionales derivados de la participación en la gestión de
proyectos, o en las estrategias de difusión de la propia actividad de los profesionales autónomos.
Para esta autora «el traductor además de poseer competencias tradicionalmente aceptadas
(lingüística, gramatical, sociocultural, pragmático-comunicativa, cognitivo-específica y funcional, por
citar algunas de ellas) necesita el desarrollo de la competencia informacional que le será útil como
estrategia de apoyo para la realización de las anteriores».
Cid y Perpinyá publicaron en 2015 un estudio11 sobre las competencias documentales de los
estudiantes de traducción. En su trabajo realizan una actualización de las aportaciones bibliográficas
sobre compentencias documentales del profesional de la traducción. Concretamente, estas autoras
determinan que en la competencia traductora se pueden identificar cinco subcompetencias:
«subcompetencia bilingüe (conocimientos esenciales para la comunicación de las dos lenguas),
subcompetencia extralingüística (conocimientos culturales, enciclopédicos y temáticos),
subcompetencia de conocimientos en traducción (principios teóricos y técnicos de la disciplina y
aspectos profesionales), subcompetencia instrumental (uso de fuentes de documentación y
tecnologías de la información), y subcompetencia estratégica (conocimientos operativos del
proceso de traducción)»
La competencia informacional o documental se sitúa dentro de grupo de las competencias
instrumentales, junto con las relacionadas con el manejo de tecnologías.
Las competencias de los profesionales de la traducción también han sido recogidas por la Norma
Europea EN 15038:2006 (norma española UNE-EN 15038 Servicios de traducción: Requisitos para la
prestación del servicio)12. Según esta norma de aplicación europea, una de las destrezas de los
traductores debía ser la competencia documental, adquisición y procesamiento de la información,
que definía así: «la competencia documental incluye la capacidad de adquirir de forma eficaz el
conocimiento lingüístico y especializado adicional, necesario para comprender el texto de origen y
producir el texto de destino. La competencia documental requiere también experiencia en el uso de
recursos documentales y la capacidad de desarrollar estrategias adecuadas para el uso eficaz de las
fuentes de información disponibles.»
La norma europea de 2006 fue actualizada en 2015 como Norma EN ISO 17100 Servicios de traducción.
Requisitos para los servicios de traducción (Norma española UNE-EN ISO 17100)13 en donde se
actualiza la relación de competencias profesionales de los traductores, tal y como se reproduce a
continuación:
Los traductores deben tener las competencias siguientes:
a) Competencia traductora: capacidad para traducir contenidos [...], incluida la capacidad de
superar los problemas de comprensión y producción del contenido lingüístico, así como la
capacidad para verter el contenido de la lengua de destino de acuerdo con lo convenido entre el
cliente y el PST y otras especificaciones del proyecto.
b) Competencia lingüística y textual en las lenguas de origen y de destino: capacidad para
comprender la lengua de origen, fluidez en la lengua de destino y conocimiento general o
especializado de las convenciones del tipo de texto. Esta competencia lingüística y textual incluye
la capacidad para aplicar este conocimiento al producir la traducción u otro contenido de la
lengua de destino.
c) Competencia en búsqueda, adquisición y procesamiento de la información: capacidad para
adquirir el conocimiento lingüístico y especializado adicional necesario para comprender el
contenido de la lengua de origen y producir el contenido de la lengua de destino. La competencia
en búsqueda, adquisición y procesamiento de la información también requiere experiencia en el
uso de herramientas de investigación y la capacidad para desarrollar estrategias adecuadas para
el uso eficaz de las fuentes de información disponibles.
d) Competencia cultural: capacidad para hacer uso de la información sobre normas de
comportamiento, terminología actualizada, sistemas de valores y convenciones locales que
caracterizan las culturas de las lenguas de origen y destino.
e) Competencia técnica: conocimiento, capacidades y destrezas requeridos para efectuar las
tareas técnicas del proceso de traducción mediante el empleo de recursos técnicos, entre los que
se incluyen herramientas y sistemas de tecnología de la información que apoyan todo el proceso
de traducción.
f) Competencia de dominio: capacidad para comprender contenido producido en la lengua de
origen y para reproducirlo en la de destino mediante un estilo y una terminología adecuados.
En definitiva, la norma orienta la competencia documental del traductor hacia su capacidad para
localizar documentos, extraer e interpretar la información que requiera, así como hacia el
procesamiento de la información y el conocimiento de las fuentes de información.
• Necesidades informativas temáticas: información sobre el contenido del texto, dudas sobre la
materia tratada, núcleos informativos que no se comprendan dentro del texto y que permitan
asegurarse de que la traducción es la más conveniente al asunto tratado.
• Necesidades informativas contextuales: dudas sobre qué función va a cumplir este texto, a qué
público se dirige, etc. Este tipo de requerimientos de información permiten que se escojan las
opciones terminológicas más precisas y se determinen los matices necesarios para que la
traducción no pierda el sentido del texto original.
1. Recursos documentales: conocer las fuentes de información que permitan disponer de los
conocimientos necesarios para entender un texto y poder traducirlo de forma conveniente.
Las principales tipos de recursos que se requieren son temáticos, terminológicos, bibliográficos
y documentales. Los recursos temáticos resolverán dudas sobre la disciplina o asunto que se
esté traduciendo. Los recursos terminológicos agrupan de forma amplia a todas las fuentes
de información de utilidad para traducir términos, expresiones, giros idiomáticos o cualquier
duda de tipo lingüístico o fraseológico. Los recursos bibliográficos permiten obtener datos de
documentos publicados, mientras que los recursos documentales darán acceso al texto
completo de documentos que se requieran para traducir con calidad.
2. Técnicas documentales: manejar de forma precisa los sistemas de búsqueda avanzada y
experta de los recursos documentales, empleando las diferentes posibilidades de
recuperación de información. Las fuentes de información disponen de búsquedas expertas
mediante las que se obtienen resultados más rápidos y precisos. De igual forma, el
conocimiento de las técnicas documentales permite establecer estrategias de búsqueda
partiendo de tesauros y vocabularios controlados.
3. Gestión documental: emplear herramientas de apoyo para el procesamiento y organización
de la información y de los recursos documentales. La gestión documental se basa en
aplicaciones informáticas, que serán necesarias para la gestión bibliográfica y la integración en
otras herramientas profesionales, como las memorias de traducción.
TEMA 1.2. BIBLIOTECAS Y SERVICIOS
BIBIOTECARIOS
1. Bibliotecas e instituciones documentales
Las bibliotecas, junto a los archivos y los centros de documentación, son los tres tipos principales de
instituciones documentales. Se entiende por instituciones documentales, las entidades que
administran información y documentos. Son centros en los que se recibe documentación, se organiza
y se pone a disposición de los usuarios. No todas las unidades de información o instituciones
documentales trabajan de la misma manera. Si bien, en lo esencial se sigue un mismo proceso
documental, éste debe ser adaptado a las características y particularidades de los distintos centros o
instituciones.
Una de las definiciones más completas de bibliotecas es la que ofrece la ISO1:
«Independientemente de su denominación, es cualquier colección organizada de libros y
publicaciones periódicas impresas o de cualquier otro documento, especialmente gráfico y
audiovisual, así como los servicios del personal encargado de facilitar la utilización de esos
documentos por los usuarios con los fines de información, investigación, educación y recreo.».
La Ley del Patrimonio Histórico Español también ofrece una definición de biblioteca2:
«Son Bibliotecas las instituciones culturales donde se conservan, reúnen, seleccionan,
inventarían, catalogan, clasifican y difunden conjuntos o colecciones de libros, manuscritos y
otros materiales bibliográficos o reproducidos por cualquier medio para su lectura en sala pública
o mediante préstamo temporal, al servicio de la educación, la investigación, la cultura y la
información.»
3. Tipos de bibliotecas
Existen diversas teorías que sistematizan los tipos de bibliotecas. Una de las más útiles es la
clasificación tradicionalmente empleada, que ofrece los siguientes tipos:
• Bibliotecas nacionales: «Las bibliotecas que, cualquiera que sea su denominación, son
responsables de la adquisición y conservación de ejemplares de todas las publicaciones
impresas en el país, y que funcionen como bibliotecas «de depósito» en virtud de disposiciones
sobre el depósito legal o de otras disposiciones. Normalmente pueden desempeñar algunas
de las funciones siguientes: elaborar una bibliografía nacional; reunir una colección amplia y
representativa de obras extranjeras que también comprenda libros relativos al propio país;
actuar como centro nacional de información bibliográfica; compilar catálogos colectivos;
publicar la bibliografía nacional retrospectiva.»3
Ejemplo: Biblioteca Nacional de España
• Bibliotecas escolares: «La biblioteca escolar se define como el conjunto ordenado de todos
aquellos materiales que la escuela necesita para llevar a cabo su labor docente y que pueden
ser utilizados por todos los individuos que componen la comunidad escolar.»4
Ejemplo: Biblioteca Escolar IES Valle del Jerte (Plasencia)
• Bibliotecas universitarias: aquellas que forman parte de una institución de enseñanza superior
y que está al servicio de la comunidad universitaria para cumplir las funciones de ayuda al
estudio, la docencia y la investigación. Las tendencias actuales están convirtiendo las
bibliotecas universitarias en Centros de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI),
en los que se integran las colecciones impresas, audiovisuales y digitales y la consulta es tanto
presencial como telemática.
Ejemplo: Bibliotecas de la Universidad de Salamanca
• Bibliotecas especiales: las bibliotecas que, a pesar de tener una colección multidisciplinar,
atienden a usuarios con características muy concretas. Se utiliza esta denominación para
agrupar a las bibliotecas de hospitales, de prisiones, bibliotecas para personas discapacitadas,
bibliotecas para minorías lingüísticas o étnicas, etc.
Ejemplo: Biblioteca de Pacientes del Hospital Carlos III de Madrid
4. Centros de documentación
Además de trabajar con documentos de bibliotecas, en la actividad de un traductor es común que sea
necesario consultar centros de documentación. Una definición de centro de documentación es la que
defiende la UNESCO5: «Las unidades de información que centran su trabajo en la descripción del
contenido, tienen la misión esencial de identificar con la mayor precisión la información que puede ser
útil a los usuarios, ayudarles a encontrar los documentos primarios correspondientes, proporcionarles
información y responder a sus preguntas». En definitiva un centro de documentación es el servicio del
que disponen las organizaciones o entidades para la obtención de información necesaria para la
actividad de dicha institución.
Los centros de documentación siempre están especializados en las materias de estudio o trabajo de
las empresas o instituciones de las que dependen, por lo que en muchas ocasiones es difícil
distinguirlos de las bibliotecas especializadas.
Las funciones que desempeñan los centros de documentación estarán siempre orientadas a servir
información a sus usuarios:
1. Recopilación de fuentes de información: los centros de información necesitan disponer de un
gran número de fuentes a las que acudir cuando sea necesario obtener un dato o un documento.
2. Realización de bases de datos y otros productos documentales: el centro de documentación
recopila la información de que dispone y la introduce en sus bases de datos con la intención de
gestionarla de manera ágil. Además, realiza otra serie de productos, como repertorios
bibliográficos, guías de uso de bases de datos, informes, etc.
3. Tratamiento de la información: el centro de documentación emplea técnicas de análisis
documental para describir la información que posteriormente introducirá en sus bases de datos.
4. Recuperación de la información: los documentos deben ser recuperados de forma inmediata
cuando sean solicitados por el usuario.
5. Obtención de documentos: el centro de documentación también debe conseguir de centros
externos la información solicitada por el usuario.
Ejemplos:
2. Normalización en traducción
La documentación y la traducción están muy vinculadas por la incidencia de la normalización en ambas
disciplinas. Existen distintas iniciativas que, desde una perspectiva documental, normalizan
determinados aspectos de la traducción. La relación entre normalización y traducción ha sido
estudiada por Carmen Gómez y María Pinto1, quienes ofrecen un completo panorama de los distintos
ámbitos en los que existen normas, ya sean nacionales o internacionales, que afectan a las
traducciones: contratos de traducción, vocabulario y terminología, tecnologías de la información
(intercambio de datos, codificación, etc.), análisis del contenido, métodos de traducción, presentación
de traducciones, certificación de la calidad.
En el artículo "AENOR y las actividades de normalización: Relevancia de los servicios de traducción",
publicado en el boletín Puntoycoma2, se realiza una excelente síntesis acerca de qué es la
normalización y de cómo afecta a los servicios de traducción.
1. Uno de los aspectos de la traducción normalizados es lo relativo a cómo se debe presentar una
traducción. La presentación de traducciones está normalizada en muchos países, entre ellos
España, donde se aprobó la Norma UNE 50-128-1994: Documentación. Presentación de
traducciones, desarrollada a partir de la norma internacional ISO 2384:1977. En esta norma se
ofrecen recomendaciones sobre qué elementos informativos deben incluir las traducciones
cuando son entregadas.
2. Otra norma importante es UNE-EN ISO 17100:2015. Servicios de traducción. Requisitos para
los servicios de traducción. Se trata de una norma europea, que ha sido adoptada oficialmente
por varios países, entre ellos, España. El objetivo de esta norma es unificar la terminología y
los procesos relacionados con los servicios comerciales de traducción, definiendo las
relaciones entre clientes y proveedores y estableciendo los procedimientos que se deben
seguir en los servicios de traducción.
Esta norma es esencial para quienes prestan servicios comerciales de traducción y de revisión,
ya que trata de los recursos humanos y técnicos, así como los trabajos previos a una
traducción, ya sean administrativos, técnicos o lingüísticos, la traducción propiamente dicha y
los procesos finales de revisión, corrección y validación. AENOR está certificando en España a
las empresas de servicios de traducción que cumplen la norma.
En 2017 se aprobó una modificación de esta norma, a través de la norma UNE-EN ISO
17100:2015/A1:2017 Servicios de traducción. Requisitos para los servicios de traducción.
Modificación 1. (ISO 17100:2015/Amd 1:2017). La modificación concreta el apartado 3.1.4.
sobre cualificaciones de los profesionales, en el que se relacionan los estudios universitarios o
la experiencia profesional que permiten acreditar que se prestan servicios de traducción con
la formación adecuada.
4. La ISO aprobó en julio de 2012 una norma sobre pautas de aplicación en proyectos de
traducción: ISO/TS 11669:2012. Translation projects - General guidance. Esta norma refleja
la variedad de proyectos de traducción que un servicio de traducción puede llevar a cabo y
ofrece orientaciones para el desarrollo de buenas prácticas en cada una de las fases de una
traducción.
La interpretación también está normalizada por algunas normas ISO, normalmente centradas en las
condiciones de los equipos y cabinas necesarias para la realización de esta actividad:
• UNE-EN ISO 2603:2017. Interpretación simultánea. Cabinas permanentes. Requisitos. [Ver ISO
2603: 2016]
• UNE-EN ISO 4043:2017. Interpretación simultánea. Cabinas móviles. Requisitos. [Ver ISO
4043:2016]
• UNE-EN ISO 20109:2017. Interpretación simultánea. Equipos. Requisitos. [Ver ISO 20109:2016]
• UNE-EN ISO 20108:2017. Interpretación simultánea. Calidad y transmisión de entradas de
sonido e imagen. Requisitos. [Ver ISO 20108:2017]
• ISO 13611:2014. Interpreting. Guidelines for community interpreting [Ver ISO 13611]
Las normas también son útiles para la traducción desde el punto de vista de la terminología. Todas las
normas incluyen un vocabulario especializado, que hace referencia a los conceptos que se emplean en
cada norma, a menudo con sus equivalencias precisas en varias lenguas. Las normas se clasifican por
materias a partir de la International Classification for Standards (ICS), que emplean organismos con
AENOR. Existe un apartado de la clasificación ICS específico para documentación y terminología, con
subclasificaciones para vocabularios concretos, lo que permitirá disponer de términos especializados
en diferentes ramas de la industria y la actividad profesional.
01.040.Vocabularies
01.040.01 Generalities. Terminology. Standardization. Documentation (Vocabularies)
La clasificación ICS puede consultarse en su versión oficial en inglés (ISO, Standards Catalogue by ICS
- PDF 7ª ed.) y español (AENOR, Buscador de Normas por Clasificación temática - PDF 5ª ed.).
De igual forma, ISO mantiene una plataforma de búsqueda de normas que incluye una sección para
buscar terminología. Los resultados ofrecerán las definiciones y las normas en las que se han
empleado:
• Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de la
Ley de Propiedad Intelectual, regularizando, aclarando y armonizando las disposiciones legales
vigentes sobre la materia. La legislación consolidada en materia de propiedad intelectual
recoge las actualizaciones a medida que se aprueban modificaciones: Legislación consolidada.
• Directiva 2001/29/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo de 2001, relativa
a la armonización de determinados aspectos de los derechos de autor y derechos afines a los
derechos de autor en la sociedad de la información.
• Ley 23/2006, de 7 de julio, por la que se modifica el texto refundido de la Ley de Propiedad
Intelectual, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril.
Existen algunas otras normativas afines, en las que también se trata de la propiedad intelectual y los
derechos de autor, pero el grueso de la legislación española se encuentra en el Real Decreto 1/1996,
con las modificaciones aprobadas en la Ley 23/2006, en la que se introdujeron las directivas europeas
que trataban de homogeneizar el derecho de autor en la Unión Europea. Dado que la Ley de 2006 no
supuso la reforma íntegra de la legislación, es necesario basarse en el Real Decreto de 1996. Se
destacan algunos apartados de la legislación española de especial relevancia para la traducción. Las
referencias corresponden al articulado del Real Decreto 1/1996.
- La propiedad intelectual es del creador del documento u obra.
La propiedad intelectual de una obra literaria, artística o científica corresponde al autor por el solo
hecho de su creación [art. 1]
- Cualquier documento en cualquier soporte está sujeto a la propiedad intelectual.
Son objeto de propiedad intelectual todas las creaciones originales literarias, artísticas o
científicas expresadas por cualquier medio o soporte, tangible o intangible, actualmente conocido
o que se invente en el futuro (....) [art. 10.1]
- Las traducciones también son objeto de propiedad intelectual, como obras derivadas.
Sin perjuicio de los derechos de autor sobre la obra original, también son objeto de propiedad
intelectual: 1.º Las traducciones y adaptaciones. [ art. 11]
- Los autores tienen determinados derechos morales, irrenunciables e inalienables.
1.º Decidir si su obra ha de ser divulgada y en qué forma.
2.º Determinar si tal divulgación ha de hacerse con su nombre, bajo seudónimo o signo, o
anónimamente.
3.º Exigir el reconocimiento de su condición de autor de la obra.
4.º Exigir el respeto a la integridad de la obra e impedir cualquier deformación, modificación,
alteración o atentado contra ella que suponga perjuicio a sus legítimos intereses o menoscabo a
su reputación.
5.º Modificar la obra respetando los derechos adquiridos por terceros y las exigencias de
protección de bienes de interés cultural.
6.º Retirar la obra del comercio, por cambio de sus convicciones intelectuales o morales, previa
indemnización de daños y perjuicios a los titulares de derechos de explotación (...).
7.º Acceder al ejemplar único o raro de la obra, cuando se halle en poder de otro, a fin de ejercitar
el derecho de divulgación o cualquier otro que le corresponda. [art. 14]
- El autor tiene los derechos exclusivos de explotación de su obra.
Corresponde al autor el ejercicio exclusivo de los derechos de explotación de su obra en cualquier
forma y, en especial, los derechos de reproducción, distribución, comunicación pública y
transformación, que no podrán ser realizadas sin su autorización, salvo en los casos previstos en
la presente Ley. [art. 17]
- El autor de una obra derivada poseerá los derechos de la nueva obra.
1. La transformación de la obra comprende su traducción, adaptación y cualquier otra
modificación en su forma de la que se derive una obra diferente.
2. Los derechos de propiedad intelectual de la obra resultante de la transformación
corresponderán al autor de esta última, sin perjuicio de los derechos del autor de la obra
preexistente. [art. 21]
- Los derechos de autor tienen caducidad establecida por ley.
Los derechos de explotación de la obra durarán toda la vida del autor y setenta años después de
su muerte o declaración de fallecimiento. [art. 26]
La extinción de los derechos de explotación de las obras determinará su paso al dominio público.
Las obras de dominio público podrán ser utilizadas por cualquiera, siempre que se respete la
autoría y la integridad de la obra (...). [art. 41]
- Los derechos de explotación pueden cederse en determinados casos.
Los derechos de explotación de la obra pueden transmitirse por actos «inter vivos», quedando
limitada la cesión al derecho o derechos cedidos, a las modalidades de explotación expresamente
previstas y al tiempo y ámbito territorial que se determinen. [art. 43]
La cesión en exclusiva deberá otorgarse expresamente con este carácter y atribuirá al cesionario,
dentro del ámbito de aquélla, la facultad de explotar la obra con exclusión de otra persona,
comprendido el propio cedente, y, salvo pacto en contrario, las de otorgar autorizaciones no
exclusivas a terceros. (...) [art. 48]
Toda la normativa legal de aplicación en España en relación a la propiedad intelectual está disponible
de forma conjunta en el Código de Propiedad Intelectual, que está disponible para su descarga gratuita
(PDF y ePUB) en la Biblioteca Jurídica Digital del Boletín Oficial del Estado.
La asociación ACE Traductores, que reúne a profesionales de la traducción literaria, publicó en 2016
el Libro blanco de los derechos de autor de las traducciones de libros en el ámbito digital, donde se
analizan las circunstancias concretas a que afectan a la traducción dentro del mercado digital. Este
informe es útil para conocer la normativa específica de derechos de autor en la edición digital y la
distribución telemática de obras.
• Sin obras derivadas (No Derivative Works) ND: la autorización para explotar la obra no incluye
la transformación para crear una obra derivada.
• Compartir igual (Share alike) SA: la explotación autorizada incluye la creación de obras
derivadas siempre que mantengan la misma licencia al ser divulgadas.
La combinación de estas cuatro condiciones permite seleccionar diferentes licencias de uso:
• Reconocimiento CC BY
• Reconocimiento-CompartirIgual CC BY-SA
• Reconocimiento-SinObraDerivada CC BY-ND
• Reconocimiento-NoComercial CC BY-NC
• Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual CC BY-NC-SA
• Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada CC BY-NC-ND
• identificar el documento
• determinar los principales puntos de acceso al documento
• representar el contenido del documento
• sustituir al documento por una representación del mismo
Utilizando una definición de Pinto Molina el análisis documental es la «fase del proceso documental
que tiene por objeto el control y la representación abreviada de los datos formales y de contenido de
un documento»1. Como puede observarse de la definición anterior existen dos partes bien diferencias
en el análisis documental: análisis de la forma y análisis del contenido.
El análisis formal es aquél que describe el documento sin estudiar su contenido. Se trata de un análisis
externo, del continente, que enumera datos de la obra conforme a unas normas o reglas, lo cual
implica un análisis objetivo, estrictamente descriptivo.
Por otra parte, el análisis del contenido se realiza sobre el interior del documento, sobre su materia o
contenido intelectual. Esta operación no trata de describir la forma, sino de sintetizar el fondo y
traducirlo a expresiones o códigos propios del trabajo archivístico, bibliotecario o documental. En
contra del análisis formal, este otro tipo es subjetivo, ya que el analista, a pesar de basarse en ciertas
herramientas de trabajo (clasificaciones, tesauros, etc.) debe elegir los códigos que en su opinión mejor
definan al documento.
Tanto el análisis formal como el de contenido se desarrollan mediante una serie de operaciones que
variarán en función del nivel de análisis deseado y del producto que se quiera elaborar. Las operaciones
que se realizan en ambos tipos de análisis están encaminadas principalmente a la posterior
recuperación de los documentos y de la información contenida en ellos. A continuación, se desarrollan
los dos tipos de análisis documental existentes: formal y de contenido, así como los subtipos de cada
uno.
2. El análisis formal
Como ya se dijo, el análisis formal es aquél que describe el exterior de un documento, entendiendo
como "exterior" todos los datos que no requieren análisis del contenido intelectual. En el análisis
formal se realizan dos operaciones, ambas normalizadas internacionalmente, a pesar de que existen
numerosas adaptaciones de la normativa. Los dos tipos son la referencia bibliográfica, cuyo fin es
construir bibliografías, y la descripción bibliográfica o catalogación, mediante la cual se forman los
catálogos.
2.1. La referencia bibliográfica
Una referencia bibliográfica es el conjunto de elementos extraídos de una publicación y dispuestos en
un orden determinado, con el fin de identificar precisa y formalmente a ese documento. El principal
objetivo de la referencia bibliográfica es el control bibliográfico, es decir, que mediante la referencia
se pueda identificar de manera individual un documento. Para una mejor comprensión de los
elementos que conforman las referencias bibliográficas la Organización Internacional de
Normalización (ISO) aprobó en 1987 la norma 690, que trata del contenido, forma y estructura de las
referencias bibliográficas. La norma ISO 690 (Norma UNE 50-104-94) se aplica a monografías,
publicaciones en serie, partes y capítulos de monografías, artículos de publicaciones en serie y
patentes. La norma enumera los elementos de los distintos materiales, da ejemplos y se completa con
una serie de normas generales y con la especificación de detalles para cada uno de los elementos. Esta
norma se completó en 1997 con la norma ISO 690-2 para documentos electrónicos. Ambas normas
son revisadas y se unifican en la Norma ISO 690:2010(E) Information and documentation-Guidelines
for bibliographic references and citations to information resources2. La norma ISO 690 tuvo una nueva
revisión y en junio de 2021 se aprobó la norma ISO 690:2021, que rige en la actualidad.
Además de esta normativa internacional, se están empleando otras indicaciones para la redacción de
referencias bibliográficas, entre las que destacan los estilos de las Universidades de Hardvard3 o
Chicago (Turabian)4 y las reglas de la American Psychological Association (APA)5 y las de la Modern
Language Association of America (MLA)6. También son estilos de citas muy usados Vancouver y el
Council of Science Editors (CSE).
ISO 690. Monografía (referencia completa):
ZWEIG, Stefan. Una partida de ajedrez. Traducción de Alfredo Cahn. 4ª ed. Madrid: Espasa-
Calpe, 1973. 142 p. Colección Austral. ISBN 84-239-0541-1.
MLA. Monografía:
Trimpi, Wesley. Ben Jonson's Poems: a Study of the Plain Style. Sanford UP, 1962.
APA. Monografía:
Gardner H. (1983). Frames of mind: The theory of multiple intelligences. Nueva York: Basic
Books.
ISO 690. Parte de monografía:
GONZALO GARCÍA, Consuelo. Fuentes lingüísticas en Internet para el traductor. En GONZALO
GARCÍA, Consuelo; GARCÍA YEBRA, Valentín (eds.). Documentación, terminología y
traducción. Madrid: Síntesis, 2000, p. 145-166.
ISO 690-2. Artículo de revista electrónica:
GÓMEZ, Remigio. Internet en la traducción [en línea]. Puntoycoma, mayo-junio 1999, n. 57
[consulta 19 diciembre 2003]. Disponible en
<http://europa.eu.int/comm/translation/ bulletins/puntoycoma/57/index.htm>.
MLA. Artículo de revista electrónica:
Burka, Lauren P. "A Hypertext History of Multi-User Dimensions." MUD History. 1993.
<http://www.ccs.neu.edu/home/1pb/mud-history.html>; (5 Dec. 1994).
APA. Artículo de revista electrónica:
Jacobson, J.W. (1995). A history of facilitated communication. American Psychologist, 50,
750-765. Retrieved January 25, 1996 from the World Wide
Web: http://www.apa.org/journals/jacobson.html
Harvard. Artículo de revista electrónica:
Smith, J. (1996) Time to go home. Journal of Hyperactivity [Internet] 12th October, 6 (4), p.
122-3. Available from <http://www.lmu.ac.uk> [Accessed June 6th, 1997]
2.2. La catalogación
Tomando una definición de la IFLA7, descripción bibliográfica o catalogación «es el conjunto de datos
bibliográficos con los que se registra e identifica una publicación». María Pinto Molina8 define este
concepto como «la operación encargada de escoger todos aquellos elementos aparentes y
convencionales que posibiliten la identificación precisa y formal de cada documento en una colección
determinada».
La principal función de la descripción bibliográfica es la formación de catálogos. Por ello, la mayoría de
los autores coinciden en considerar a la catalogación como sinónimo de descripción bibliográfica. La
catalogación fue normalizándose paulatinamente, proceso que culmina con la aparición de las ISBD
(International Standard Bibliographic Description). La finalidad de las ISBD era crear unas normas de
carácter general que fuesen utilizadas como pautas para las reglas de catalogación empleadas por los
distintos países y que los registros catalográficos pudiesen ser comprendidos, independientemente del
idioma y de las reglas de catalogación que se utilizasen. Desde la publicación en 1977 de las ISBD(G)
(normas generales), se han aprobado normas para la descripción bibliográfica de monografías,
publicaciones periódicas, materiales no librarios, materiales cartográficos, obras antiguas, música
impresa, partes de publicaciones, archivos legibles por ordenador, documentos web, etc. En marzo de
2007 se aprobaron las ISBD unificadas, que describen los diferentes tipos de documentos a partir de
los mismos criterios. A partir de las ISBD se han ido desarrollando las normas catalográficas nacionales,
aunque muchas de ellas son de uso internacional, como ocurre con las Anglo-American Cataloguing
Rules (AACR). En España la normativa ISBD ha sido desarrollada en las Reglas de Catalogación, de las
que son responsables la Biblioteca Nacional y el Ministerio de Cultura. Algunos ejemplos de
catalogación o descripción bibliográfica con la disposición tradicional de los elementos de las normas
ISBD, tal y como se emplea en España, son:
No obstante, la automatización de los procesos catalográficos y la necesidad de intercambiar las
descripciones bibliográficas entre bibliotecas y centros e información dio origen a una serie de
formatos para la catalogación automatizada.
En todo el mundo se emplea el Machine Readable Cataloguing (MARC), que es un estándar creado
para que las bibliotecas puedan intercambiar sus registros bibliográficos independientemente del
sistema que se emplee para la gestión automatizada de la catalogación, ya que todos los elementos
de la descripción bibliográfica (autor, título, edición, etc.) están identificados mediante unos códigos y
etiquetas universales, que cualquier programa de catalogación automatizada podrá entender. El
desarrollo del MARC está a cargo de la Library of Congress de Estados Unidos, quien está difundiendo
el nuevo estándar, denominado MARC 21, que está siendo adoptado como base para la catalogación
automatizada en un gran número de países. Existen distintas versiones del formato MARC. En España
se usa fundamentalmente el IBERMARC, desarrollado por la Biblioteca Nacional. El ejemplo de la
monografía anterior se catalogaría mediante el MARC de la siguiente forma:
3. El análisis de contenido
El análisis de contenido es aquél que sustrae de un documento las materias y las principales ideas en
él representadas. Constituye el análisis intrínseco del documento, el cual puede realizarse a través de
dos operaciones, dependiendo de la finalidad con que se analice el contenido y del producto que se
quiera elaborar:
A) indización, cuyo fin es realizar índices de las materias tratadas en el documento, tanto para
organizar la colección conforme a los temas estudiados en los documentos, como para una
correcta recuperación de la información.
B) resumen, operación destinada a condensar los documentos, extrayendo los principales
datos e ideas reflejadas en los mismos y sustituyéndolos por resúmenes.
Existen distintas teorías acerca de cómo realizar las operaciones de la indización y el resumen, pero
ambos procesos se encuentran normalizados, por lo que es conveniente ajustarse a las normas
internacionales, a fin de facilitar el trabajo cooperativo y la interpretación de los productos elaborados
a partir de estas técnicas.
3.1. La indización
En sentido amplio es útil la definición de indización que da el diccionario de la Real Academia Española:
«Hacer índices. Registrar ordenadamente datos e informaciones, para elaborar su índice». En
Documentación, la indización es la operación consistente en representar el contenido de un
documento mediante un conjunto de términos que especifiquen los temas de que trata, con el fin de
servir a su posterior recuperación. Así pues, la indización indicará las materias tratadas en un
documento.
Los términos extraídos deberán ser traducidos desde el lenguaje natural a un lenguaje documental,
para evitar problemas de interpretación y, por consiguiente, de recuperación de la información. Los
términos utilizados en la indización deben ser inequívocos y poseer sólo un significado, evitando
problemas de sinonimia (coche / automóvil), polisemia (pie: medida / parte del cuerpo) y homonimia
(banco; vaca/baca). Los términos de indización evitarán estos problemas, ya que el descriptor utilizado
expresará un único concepto.
El proceso de la indización, ya sea alfabética o sistemática, pasa por una serie de etapas:
Cada una de estas etapas es recogida en la norma internacional ISO 5963-1985 (Norma UNE 50-121-
1991) sobre métodos para el análisis de documentos, determinación de su contenido y selección de
los términos de indización. Cuando esta norma hace referencia a los términos de indización señala que
éstos pueden representar las nociones de dos formas:
- mediante términos adaptados del lenguaje natural
- mediante códigos clasificatorios
En el primero de los casos habría que hablar de indización alfabética, ya que se convierte el lenguaje
natural a un lenguaje documental; mientras que en el segundo caso el lenguaje natural se sustituye
por clasificaciones numéricas o alfanuméricas, tratándose entonces de indización sistemática.
- La indización alfabética puede realizarse de diversas formas, aunque la más adecuada
es asignar a los documentos términos de indización procedentes de un lenguaje
documental que representen los temas de los que trata el documento que se está
analizando. En la indización por asignación (alfabética) se emplean dos tipos de
términos: los descriptores, asignados mediante tesauros, y los encabezamientos de
materia, asignados mediante listas de encabezamientos de materia.
- La indización sistemática representa el contenido de un documento de manera
sintética, asignando a cada materia un código clasificatorio distinto del lenguaje
natural. La clasificación asignada, además de servir para recuperar los documentos a
partir de sus materias, también es útil para reunir en grupos afines las obras que traten
de los mismos temas.
La diferencia primordial con la indización alfabética es que mientras que ésta busca los conceptos clave
que definan el contenido de un documento, la indización sistemática representa únicamente la
materia dominante. Se trata del análisis sintético (indización sistemática) frente al analítico (indización
alfabética).
3.2. El resumen
La otra operación del análisis del contenido es la condensación o resumen. El resumen según H. E.
Neet9 «es la condensación escrita del contenido de un documento bajo la forma de un corto y único
párrafo de longitud determinada, que no contiene ni evaluación ni crítica del documento resumido».
Se trataría de representar de manera concisa y con la mayor fidelidad posible el contenido de un
documento. Un buen resumen debe permitir identificar de manera rápida y precisa el contenido
fundamental de un documento para decidir si interesa su selección y su lectura completa.
Una de las principales normas aprobadas para la redacción de resúmenes es la norma francesa Z44
004 (1974). En esta norma se distingue entre dos tipos de resúmenes: informativos e indicativos. Existe
una norma internacional basada en la francesa: la norma ISO 214 (1986), la cual repite los tipos de
resúmenes de la norma francesa, incluyendo un tipo mixto: el resumen informativo-indicativo.
El resumen informativo es una representación abreviada del documento que resalta las informaciones
cuantitativas o cualitativas aportadas por el autor. El resumen indicativo señala únicamente los temas
estudiados limitándose a cuestiones generales. La norma internacional tiene su correspondencia en la
española Norma UNE 50-103-90.
José Antonio Moreiro González10 indica una serie de características de estos dos tipos de resúmenes.
El resumen informativo «traslada el sentido del total del significado de un texto, ya que debe
representar la idea principal de éste, así como la significación relevante de cada una de las divisiones
en que se presenta el documento original». Entre sus características destacan la alta capacidad
informativa, pudiendo sustituir al original. Además, representan la idea central de un documento, más
las ideas que revelan cada una de las partes que lo componen.
Por otra parte, el resumen indicativo «es el resumen científico redactado en lenguaje natural, llevado
hasta el umbral menor de expresión: breve y exacta representación del contenido documental, que
como primer objetivo y sobre cualquier otro, debe reflejar su macroestructura»11. Entre sus
características se encuentran que el texto es más sumario y menos profundo que el del resumen
informativo, por lo que no puede sustituir al documento original. No plantea más que proposiciones
muy generales, sin desarrollar las ideas secundarias; por lo que no debe ser más que una referencia
hacia el documento original.
Ejemplo de resumen indicativo
Ensayo de divulgación que reflexiona sobre la utilidad del resumen para representar los
argumentos de obras literarias. Presenta resúmenes de varias novelas confeccionados por
literatos italianos contemporáneos.
Eco, Umberto. Elogio del resumen. Quimera, 1986, n. 51, p. 13-15.
Para finalizar este apartado se relacionan las distintas operaciones del análisis documental y las normas
e instrumentos que se emplean para su realización.
TEMA 2.2. LENGUAJES DOCUMENTALES
1. Los lenguajes documentales
Diversas operaciones del análisis documental no podrían realizarse sin el empleo de lenguajes
documentales, que son adaptados a las distintas fases de la descripción o representación del
contenido de un documento y su posterior recuperación. Según definición de Guinchat y Menou (1) «El
lenguaje documental es un lenguaje convencional que utiliza una unidad de información para describir
el contenido de los documentos con miras a su almacenamiento y a la recuperación de la información».
Existen distintas teorías que establecen la tipología de los lenguajes documentales, pero la más
conveniente es la que los clasifica según su estructura. En este caso se habla de a) Lenguajes
documentales de estructura jerárquica y b) Lenguajes documentales de estructura combinatoria.
Los lenguajes documentales están sirviendo para describir documentación digital de forma
normalizada. Mediante la iniciativa Simple Knowledge Organization System (SKOS), los vocabularios
controlados, como clasificaciones, tesauros y listas de encabezamientos de materia, se codifican con
la esquema RDF (Resource Description Framework), lo que permite estructurar la información
semántica y relacionarla entre sí. Los lenguajes documentales codificados con SKOS pueden ser
integrados en aplicaciones, servicios y herramientas web para indicar las materias de las que trata un
documento. Gracias a esta codificación normalizada los sistemas de recuperación permiten localizar
información pertinente y relacionada entre sí, aunque esté en diferentes fuentes. El uso de SKOS y de
RDF es una de las bases de la web semántica, la que posibilita que los contenidos web se relacionen a
partir de la similitud de sus contenidos. Algunos ejemplos de codificación SKOS de lenguajes
documentales son:
2. Operadores booleanos
La estrategia de consulta es especialmente importante en las fuentes donde los sistemas de
recuperación son automatizados, ya que es habitual que ofrezcan distintos métodos de búsqueda,
entre los que se encuentra la búsqueda avanzada, que permite combinar términos entre sí para
obtener informaciones más precisas y ajustadas a los datos que se requerían. Las búsquedas avanzadas
parten del denominado álgebra de Boole, consistente en realizar las consultas combinando los
términos mediante la unión, la intersección o la negación de los mismos. Los resultados de las
búsquedas serán muy diferentes según la sintaxis empleada para la recuperación.
A continuación, se muestran algunos ejemplos de búsquedas booleanas, para los cuales se han
empleado los operadores más habituales (AND, OR, NOT), aunque existen otras formas de realizar la
combinación de los términos de búsqueda: Y, O, NO, &, +, -, etc.
• Intersección (AND)
• Unión (OR)
• Negación (NOT)
Por lo general, las búsquedas avanzadas permiten combinar los términos de consulta según las
necesidades informativas, realizando conjuntos y subconjuntos entre los descriptores que se empleen
en la búsqueda. Por ejemplo:
Diccionarios AND (Medicina OR Enfermería) NOT Veterinaria
3. Tipos de búsqueda
Es importante conocer todas las posibilidades de consulta que ofrezca una fuente de información, ya
que, cuanto mejor se empleen los métodos de consulta, mayor número de resultados se obtendrán y
más pertinentes con la búsqueda realizada.
Por lo general, los sistemas manuales de recuperación de información sólo posibilitan el acceso a la
misma a partir de una presentación alfabética o sistemática de las informaciones recogidas, pero los
sistemas automatizados suelen ofrecer un mayor número de vías de recuperación de la información
contenida en los mismos. Lo más habitual es que se ofrezcan posibilidades de búsqueda a través de
índices o clasificaciones (browsing) y un sistema automático de recuperación (searching).
Los sistemas automáticos de recuperación pueden presentar distintas interfaces o formularios de
consulta, según el tipo de búsqueda que permitan. Por lo general, los tipos de consulta que
habitualmente incluyen las distintas fuentes de información automáticas pueden clasificarse de la
siguiente forma:
- Búsqueda simple o básica: se trata del tipo de consulta que emplea un formulario en el que se
introducen directamente –sin operadores booleanos– los diferentes términos que se consideran más
representativos para localizar información que se quiere encontrar.
- Búsqueda avanzada: la consulta se hace mediante formularios desplegables en los que se van
introduciendo los términos de consulta en las diferentes casillas y se van eligiendo para cada término
en qué campo se quiere que sea buscado el concepto y cuál será la relación de ese término con el
siguiente que se emplee en la consulta. se trata de una búsqueda booleana, pero en la que no es
necesario introducir los operadores de intersección, unión o negación, que se seleccionan del menú
desplegable. Este tipo de consulta posibilita que se introduzcan diferentes términos para que se
busquen simultáneamente.
-Búsqueda experta: los términos se combinan escribiendo los operadores booleanos, pudiendo
indicarse, además, los campos en los cuales se quiere buscar un término (autor, materia, etc.).
Normalmente, cada sistema de interrogación (bases de datos, catálogos, buscadores, etc.) emplea
comandos propios. Este tipo de consulta permite emplear otros procedimientos como combinar las
distintas búsquedas que se hayan ido realizando, usar delimitadores para realizar una búsqueda por la
raíz de un término y poder encontrar todos los documentos que contengan el lexema de ese término
y todos sus derivados, etc.
• Alcove 9
• Best Free Reference Web Sites
Los directorios analíticos son otra importante fuente de información para la localización de páginas
web de interés sobre un tema. Consisten en selecciones comentadas de sitios web, ordenados de
forma temática. Algunos ejemplos son los siguientes:
11. Sistemas de comunicación: foros, listas de correo, mensajería instantánea o cualquier servicio que
permita el intercambio de mensajes entre personas. Las listas de distribución españolas de interés
profesional o científico están coordinadas por RedIRIS <http://www.rediris.es/list>
12. Portales: mezcla de servicios de información a los que se accede desde una misma página web.
Pueden ser portales generales (horizontales) o especializados (verticales). Algunos ejemplos son el
portal de la Administración <https://administracion.gob.es> o el Portal de la Fotografía
<https://fotoespacio.cl>.
13. Plataformas comerciales: las diferentes empresas del sector de la información electrónica (bases
de datos, revistas electrónicas, libros electrónicos) dan acceso a sus productos a través de plataforma
que permiten la consulta simultánea en sus bases de datos. Aunque se trata de servicios comerciales,
sus bases de datos suelen ser consultables de forma gratuita, como es el caso de Ingenta
<http://www.ingentaconnect.com>, que permite consultar millones de referencias de forma libre. Las
plataformas de revistas electrónica más empleadas internacionalmente pueden consultarse en la
sección de recursos electrónicos de Bibliotecas USAL: <http://bibliotecas.usal.es/revistasform>.
14. Favoritos sociales: los recursos disponibles en internet pueden organizarse en línea a través de los
denominados servicios de favoritos sociales o marcadores (social bookmarks), que además son buena
fuente para descubrir recursos recomendados o seleccionados por los usuarios de internet. Algunos
ejemplos de este tipo de servicios son Bibsonomy <https://www.bibsonomy.org> o Diigo
<http://www.diigo.com>.
15. Universo Google: el famoso buscador ha evolucionado y no se limita a un mero motor de búsqueda
de recursos web. Desde su página de recursos se puede acceder a diferentes posibilidades de
recuperación de información <http://www.google.es/intl/es/options>, entre las que se pueden
destacar algunas:
- Búsqueda avanzada: combinación de términos para conseguir resultados más precisos.
- Google académico: búsqueda de artículos y citas bibliográficas
- Google libros: lectura en pantalla de miles de libros (generalmente partes de libros)
- Google mapas: buscador de mapas, callejeros, etc.
- Google imágenes: buscador de imágenes
- Google vídeos: buscador de vídeos
- Herramientas del idioma: traductor
Las bibliografías son repertorios de referencias bibliográficas. Existen diversos tipos, dependiendo de
su contenido (generales y especializadas), del ámbito geográfico (nacionales, internacionales), de la
fecha de publicación de los documentos incluidos (retrospectivas, corrientes), etc. Existen múltiples
ejemplos de bibliografías y entre ellos destacan las conocidas como bibliografías nacionales, que son
las que elaboran las bibliotecas nacionales para recoger toda la producción bibliográfica de un país o
en una lengua. Un ejemplo es la Bibliografía española, producida por la Biblioteca Nacional de España
e integrada por los registros bibliográficos que han sido entregados a través del depósito legal.
B) Bibliografías nacionales
También es importante destacar la existencia de las bibliografías analíticas. Se denomina así a una serie
de fuentes de información en las que se puede encontrar de forma periódica los resúmenes de
artículos aparecidos en revistas de todo el mundo. Por lo general, se agrupan por temas, como lo
demuestran estos ejemplos: Psychological abstracts, Chemical abstracts, Historical abstracts, etc. Para
denominar a las bibliografías analíticas se suele emplear también el término current contents; se trata
de publicaciones que recogen referencias y resúmenes de artículos de publicaciones periódicas y que
se actualizan de forma constante. En la actualidad, las bibliografías analíticas son bases de datos en las
que se describen (análisis documental, resumen, descriptores) los artículos que se publican en revistas
especializadas a medida que se van publicando nuevos números. De esta forma, suelen ser las fuentes
de información bibliográficas más importantes para la investigación especializada en sus áreas.
Existe también un tipo de buscadores científicos que se pueden considerar bases de datos
bibliográficas, ya que ofrecen los datos de identificación de documentos, normalmente especializados.
Este tipo de bases de datos científicos o buscadores académicos de información bibliográfica son un
recurso muy útil para encontrar información.
E) Buscadores científicos
1. Dimensions https://app.dimensions.ai
2. Lens https://www.lens.org
3. Crossref https://search.crossref.org
4. Semantic Scholar https://www.semanticscholar.org
3. Publicaciones periódicas
En cuanto a las fuentes bibliográficas relativas a las publicaciones periódicas hay que destacar los
boletines de sumarios, como aquella fuente que recoge los índices de varias revistas; los boletines de
resúmenes, que consisten en repertorios en los que se pueden consultar el contenido de publicaciones
periódicas, junto con un resumen de los artículos en ellas publicados; y los índices acumulativos, como
un buen recurso para conocer en un solo documento qué artículos se han publicado en una
determinada revista.
1. Dialnet http://dialnet.unirioja.es
2. Ingenta Connect http://www.ingentaconnect.com
G) Índices acumulativos (ejemplos)
1. El profesional de la
información http://www.elprofesionaldelainformacion.com/documentos/bibliografia_iwe_e
pi_1992_2001.html
2. Revista Uruguay Ciencia http://www.uruguay-ciencia.com/indice_temas.html
Por otra parte, para encontrar datos sobre publicaciones seriadas, la mejor fuente son las bases de
datos y repertorios de publicaciones periódicas, en los que se organizan y describen los diarios, revistas
y las restantes publicaciones en serie existentes. Estos repertorios se pueden presentar, una vez más,
en forma impresa o electrónica. El repertorio impreso más famoso es el Ulrich's international
periodicals directory, que también tiene versión en CD-ROM y en web. En formato electrónico destaca
la base de datos ISSN, publicada en soporte óptico y en línea. En esta categoría habría que incluir a los
directorios de revistas electrónicas, como Latindex y el Directory of Open Access Journals (DOAJ).
4. Índices de citación
Los índices de citas o de citación también sirven para la recuperación de información bibliográfica,
aunque su principal función es reunir en un mismo repertorio a los autores de los artículos publicados
en revistas científicas con los autores que son citados por los mismos. Saber qué autor cita a quién y
en qué artículo se produce la cita es un excelente recurso de información. Los índices de citas más
destacados los realiza el Institute for Scientific Information, responsable del Social Science Citation
Index, del Science Citation Index y del Art & Humanities Citation Index, entre otros, accesibles desde
Web of Science. El otro gran índice de citas es Scopus.
J) Indices de citas
1. CiteSeer http://citeseerx.ist.psu.edu/
2. Dialnet Métricas https://dialnet.unirioja.es/metricas
3. Google Académico http://scholar.google.es/
4. Web of Science (acceso USAL) https://www.recursoscientificos.fecyt.es
5. Scopus (acceso USAL) http://www.scopus.com
5. Catálogos de bibliotecas
A diferencia de las bibliografías, los catálogos de bibliotecas presentan la localización de las
publicaciones que describen. De esta forma, además de disponer de información bibliográfica, se
puede saber qué biblioteca tiene una obra. De especial valor son los catálogos colectivos, ya que
reúnen colecciones de varias bibliotecas, indicando siempre, junto a los datos de un documento, en
qué centro está y cuál es su signatura, es decir, la identificación de su localización. Catálogos de
bibliotecas de todo el mundo pueden ser localizados desde IFLA Library Map of The World. Para España
puede ser útiles los directorios que realizan la Biblioteca Nacional o la Subdirección General de
Coordinación Bibliotecaria.
L) Catálogos de bibliotecas
1. Abebooks http://www.abebooks.com
2. Addall http://www.addall.com
3. Amazon España http://www.amazon.es
4. Casa del Libro http://www.casadellibro.com
5. Iberlibro http://www.iberlibro.com
6. UNEbook http://www.unebook.es
7. Uniliber http://www.uniliber.com
8. Tienda del BOE http://tienda.boe.es
9. Todos tus libros https://www.todostuslibros.com
O) Servicios participativos
1. Anobii http://www.anobii.com
2. Goodreads http://www.goodreads.com
3. Lecturalia http://www.lecturalia.com
4. Librarything http://www.librarything.es
5. Tú qué lees http://www.tuquelees.com
7. Fuentes archivísticas
Para obtener información bibliográfica de fondos archivísticos existen fuentes de información muy
valiosas, como son las guías de archivos, también denominadas "guías del investigador". Se trata de
una herramienta para conocer qué documentos están depositados en los mismos. Entre los múltiples
ejemplos se pueden mencionar algunos importantes como el Censo-Guía de Archivos de España e
Iberoamérica. Junto a estas guías están los catálogos de archivos, en los que se ofrece un mayor nivel
de descripción de los documentos albergados en un archivo. En muchos casos los catálogos de archivos
se diferencian de los catálogos bibliotecarios en que no recogen toda la colección, sino una
determinada sección del archivo. Ejemplos de catálogos de archivos son el Catálogo del Archivo
Histórico de la Universidad de Sevilla, o el Catálogo de mapas y planos de la Sección Nobleza del Archivo
Histórico Nacional.
Por otra parte, los catálogos documentales o colecciones documentales recopilan también textos, ya
sean facsímiles o no, de los documentos de uno o varios archivos. Un ejemplo es el Catálogo
documental del Archivo de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia 1877-1940. En
este tipo de obras, a diferencia de los catálogos de archivos tradicionales, no sólo se recoge la
descripción de un documento, sino también su texto íntegro. Un ejemplo es el siguiente catálogo
documental:
Las bibliotecas de libros electrónicos son las colecciones digitales a las que dan acceso determinadas
bibliotecas desde sus catálogos. Se trata de nuevos servicios que combinan la consulta a los catálogos
con los servicios de préstamo y consulta. Las bibliotecas dan información de libros electrónicos que
bien han adquirido o suscrito o bien son de acceso abierto. El catálogo o la plataforma de la biblioteca
ofrece la información descriptiva del libro electrónico y el enlace al mismo. Si la obra es gratuita o está
en acceso abierto, el enlace llevará a la web de consulta/descarga del libro electrónico. Si el libro está
suscrito o comprado por la biblioteca, el enlace puede hacerse a la web del proveedor donde esté
depositado el libro electrónico o bien al sistema de préstamo bibliotecario de libros electrónicos.
4. Repositorios y recolectores
Los repositorios son también una fuente de información documental, ya que alojan en servidores de
uso compartido, textos electrónicos, artículos, informes, actas de congreso, etc., generalmente
especializados en un tema. Los repositorios pueden ser localizados desde recursos como The Directory
of Open Access Repositories (OpenDOAR).
La consulta a los documentos almacenados en repositorios y bibliotecas digitales puede hacerse a
través de buscadores específicos, denominados recolectores (harvesters), entre los que destacan
OAIster a nivel internacional e Hispana: Directorio y Recolector de Colecciones Digitales en el ámbito
del estado español. Los recolectores pueden considerarse buscadores académicos o cientificos, ya que
actúan como bases de datos de información bibliográfica a través de los cuales se pueden localizar los
textos completos de documentos.
Recolectores
• BASE http://www.base-search.net
• CORE https://core.ac.uk
• OAIster http://oaister.worldcat.org
• Open Access Theses and Dissertation https://oatd.org
• Red de Repositorios Latinoamericanos http://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl
• Recolecta http://recolecta.fecyt.es
• Hispana - Recolector y Directorio de Colecciones Digitales http://hispana.mcu.es
• La Referencia (América Latina) http://www.lareferencia.info/vufind
5. Suministro de documentos
Junto a los sistemas y recursos presentados hasta el momento, existen otras vías para disponer de un
documento. Aparte de acceder a un documento mediante repositorios y bibliotecas digitales, se puede
obtener un libro, artículo u otro documento a través de servicios de préstamo interbibliotecario, que
la mayoría de las bibliotecas ofrecen, así como servicios de suministro de documentos externos, que
facilitan determinadas empresas e instituciones. Estos sistemas complementan las vías
convencionales, como son la compra y la consulta en bibliotecas. El préstamo interbibliotecario
consiste en facilitar a los usuarios de una biblioteca obras pertenecientes a otras distintas. Es frecuente
que las bibliotecas pertenezcan a redes cooperativas, entre cuyas misiones está el acceso a
documentos ajenos. En España existen varios consorcios de este tipo, destacando la red de préstamo
interbibliotecario de las Bibliotecas Públicas del Estado y la que mantiene la Red de Bibliotecas
Universitarias (REBIUN), quien posee unas normas comunes, en virtud del Acuerdo entre las
bibliotecas universitarias y científicas españolas en materia de préstamo interbibliotecario. En dicho
acuerdo se establece la normativa que va a seguirse en cuanto a canales de comunicación, plazos de
respuesta, sistema de tarifas, etc.
Existen numerosas clasificaciones de los tipos de diccionarios existentes. Todas ellas parten de
divisiones similares a los que desarrolla José Martínez de Sousa, quien en uno de sus diccionarios
técnicos1, sistematiza las tipologías de los diccionarios a partir de criterios léxicos (generales,
normativos, de autoridades, etimológicos, de argot, etc.), sintagmáticos (de construcción, de
modismos, de refranes, de citas, etc.), paradigmáticos (onomasiológicos, ideológicos, de sinónimos,
etc.), terminológicos (especializados, tecnológicos, de abreviaciones, de dudas, de incorrecciones, de
topónimos, etc.) y enciclopédicos (de materias, regionales, etc.). Además, este autor incluye otras
clasificaciones de los diccionarios basadas en aspectos históricos (diacrónicos y sincrónicos), de la
lengua (monolingües, bilingües, multilingües), de la presentación (alfabéticos, sistemáticos, etc.), de la
forma (abreviados, básicos, escolares, etc.), de la edición (actuales, prácticos, razonados, etc.), formato
(breve, bolsillo, etc.) y de la publicación (por entregas, informático, etc.).
Nota: los enlaces de los nombres de los recursos se abren en pestaña nueva, mientras que los enlaces
de las direcciones web se abren en esta misma página.
Diccionarios y directorios de diccionarios:
• Bab.la http://es.bab.la
• IdiomaX http://www.idiomax.com/es/online-dictionary.aspx
• Imtranslator https://dictionary.imtranslator.net
• Inter-Active Terminology for Europe (IATE) http://iate.europa.eu/iatediff
• La página del idioma español - Diccionarios http://www.elcastellano.org/diccio.html
• Le grand dictionnaire terminologique (GDT) http://gdt.oqlf.gouv.qc.ca
• Lexicool http://www.lexicool.com
• Linguee http://www.linguee.es
• Logos Dictionary http://www.logos.it
• Mycroft Project https://mycroftproject.com
• One look http://www.onelook.com
• Pons http://www.pons.eu
• Terminology forum http://www.uwasa.fi/viestintatieteet/terminology
• Termiun Plus http://www.btb.termiumplus.gc.ca
• Wiktionary - Wikcionario http://es.wiktionary.org
• WordReference http://www.wordreference.com
• Your dictionary http://www.yourdictionary.com
También las enciclopedias pueden ser consideradas como fuentes de información terminológicas, ya
que suelen describir los términos contenidos en las mismas.
Tesauros y glosarios
• La glosateca (versión archivada) https://www.glosateca.org (no activo)
Los corpus lingüísticos pueden incluirse dentro de las fuentes de información sobre términos. Son
colecciones de textos que se reúnen para disponer de ejemplos reales del uso de una lengua. En
español destacan el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA) y el Corpus Diacrónico del
Español (CORDE) que mantiene la Real Academia Española.
• Corpus de Referencia del Español Actual (CREA) https://www.rae.es/banco-de-datos/crea
Google ofrece un sistema de búsqueda en su servicio de libros digitalizados (Google Books) que puede
ser considerado como un corpus. El servicio se denomina Google Ngram Viewer y permite localizar
palabras en un ingente volumen de libros, conocer el uso del término en contextos concretos y
comparar la frecuencia de diferentes términos en un periodo de tiempo o por lenguas.
3. Traductores automáticos
Por último, pueden incluirse los traductores automáticos entre los recursos de información de tipo
terminológico. Se trata de servicios disponibles en línea, que traducen textos o páginas web y que a
menudo ofrecen también diccionarios de términos. Algunas de las fuentes más importantes en este
sentido son:
• Babylon https://translation.babylon-software.com
• Bing Translator http://www.bing.com/translator
• Deepl https://www.deepl.com
• Google Traductor http://translate.google.es
• MyMemory http://mymemory.translated.net
• Paralink (metatraductor) https://paralink.com
• Politraductor http://www.politraductor.com
• Reverso http://www.reverso.net
4. Recursos terminológicos
Entre los recursos terminológicos más útiles, algunos ya mencionados en los párrafos anteriores,
disponibles de forma abierta en Internet destacan:
3. Blogs
• Algo más que traducir <http://algomasquetraducir.com>
• Bootheando: blog de interpretación <http://www.bootheando.com>
• Don de lenguas <http://programadondelenguas.blogspot.com.es>
• Jugando a traducir <https://jugandoatraducir.com>
• Traducir&co <http://www.traducirco.com> [Internet Archive]
• El traductor en la sombra <http://eltraductorenlasombra.com>
• Traducir en paz <https://traducirenpaz.wordpress.com>
• Translation blogs (directorio)
<http://www.translationdirectory.com/directory/translation_blogs.htm>
4. Asociaciones de traductores
• AETI <http://aetioficial.es> Asociación Española Universitaria de Traductores e Intérpretes en
Formación.
• ACEtt <http://ace-traductores.org> Sección Autónoma de Traductores de Libros de la
Asociación Colegial de Escritores de España.
• AGPTI <http://www.agpti.org> Asociación Galega de Profesionais da Tradución e da
Interpretación.
• AIETI <http://www.aieti.eu> Asociación Ibérica de Estudios sobre Traducción e Interpretación.
• AICE <http://www.aice-interpretes.com> Asociación de Intérpretes de Conferencia de España.
• APTIC <http://www.aptic.cat> Associació Profesional de Traductors i d'Intèrprets de
Catalunya.
• APTIJ <http://www.aptij.es> Asociación Profesional de Traductores e Intérpretes Judiciales y
Jurados.
• ASATI <http://www.asati.es> Asociación Aragonesa de Traductores e Intérpretes.
• ASETRAD <http://www.asetrad.org> Asociación Española de Traductores, Correctores e
Intérpretes.
• ASPROSET <http://asproset.com> Asociación Sectorial de Proveedores de Servicios de
Traducción.
• ATIGC <http://www.atijc.com> Asociación de Traductores e intérpretes Jurados de Cataluña.
• ATRAE <http://atrae.org> Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España.
• EIZIE <http://www.eizie.org> Euskal Itzultzaile, Zuzentzaile eta Interpreteen Elkartea
(Asociación de Traductores, Correctores e Intérpretes de Lengua Vasca).
• RITAP Red de Intérpretes y Traductores de la Administración Pública.
• TREMÉDICA <https://www.tremedica.org> Asociación Internacional de Traductores y
Redactores de Medicina y ciencias afines.