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Misterios Dolorosos

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LUZ EN EL ORIENTE.

ORA POR CHINA


Misterios Dolorosos

Bienvenidos todos a este Santo Rosario. Nos reunimos hoy bajo una sola voz, para orar
fervientemente a Nuestra Señora Auxiliadora, bajo el título de Nuestra Señora de Sheshan,
unidos a todos aquellos en China, que en medio de sus pruebas diarias, continúan creyendo,
esperando, amando, para que nunca tengan miedo de hablar de Jesús al mundo y del mundo a
Jesús.
Que María Santísima, Madre de la Iglesia y Madre de la Esperanza acompañe al pueblo de Dios
en China, ilumine continuamente su camino e interceda por sus necesidades, esto lo pedimos en
unión con su Patrón San José y los innumerables Santos Mártires de China.

Señal de la Cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios Nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos al Espíritu Santo para que nos guíe


Oración al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María,
Tu Amadísima Esposa. (repetir 3 veces)

Hacemos nuestra Oración de Ofrecimiento


Oración de ofrecimiento
Me uno a todos los Santos del cielo, a todas las almas justas de la tierra, a todos los fieles que
rezan este rosario en la presente hora. Me uno a ti, Jesús mío, para alabar dignamente a tu
madre, y a ti en ella y por ella. Renuncio a todas las distracciones que me vinieran durante el rezo
de este rosario, el cual propongo rezar con modestia, atención y devoción, como si fuera el último
de mi vida. Te pido fe viva, esperanza firme y ardiente caridad. Amén.

Rezamos el Acto de Contrición


Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos
quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir
la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Oremos por nuestras intenciones


● Oremos por la Iglesia en China, por sus obispos, sacerdotes, cristianos consagrados,
laicos al servicio del Evangelio; preserva y profundiza su fe. Dales creatividad y coraje
para dar a conocer el evangelio de Jesucristo al pueblo chino.
Padre Misericordioso; dales fortaleza y coraje

● Oremos por la unidad de la Iglesia en China fortalece el espíritu de reconciliación, sana


todas las heridas pasadas para vencer divisiones y resentimientos . Fortalece la unidad de
todos los creyentes en todo el mundo en la Iglesia Universal.
Padre Misericordioso; dales fortaleza y coraje
● Oremos por todas las personas de buena voluntad en China y en todas las naciones del
mundo. El amor que muestran es un regalo de tu bondad. Concédeles que a través del
servicio a la Iglesia y el encuentro con el evangelio, les permita llegar a conocer la fuente
de este amor para que puedan luchar intensamente por la paz del mundo y por la justicia.
Padre Misericordioso; dales fortaleza y coraje

● Da a los líderes políticos mundiales y a todos los políticos del mundo, especialmente a
aquellos en la República Popular de China cargando con grandes responsabilidades ,
sabiduría, prudencia, un corazón que escucha y un alto respeto por los derechos humanos
y por la dignidad de cada persona en su nación.
Padre Misericordioso; dales fortaleza y coraje

● La epidemia del Coronavirus , bajo la cual el pueblo chino sufrió primero, ocasionó en el
mundo un gran sufrimiento. Da a todos el espíritu de solidaridad, el espíritu de amor y el
espíritu de autosacrificio para juntos poder luchar contra esta enfermedad y hacer un
mundo mejor.
Padre Misericordioso; dales fortaleza y coraje

Profesemos nuestra fé
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único
Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a
los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la
derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los
pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Rezamos el Padre Nuestro por el Santo Padre


Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer
en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Rezamos tres Ave Marías por el aumento de las tres virtudes teológicas: fé, esperanza y caridad.
Ave María (Fatima/Andrew/Mariana) (Ma. Eugenia/Ana Ma./Yola)
Dios te Salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (3 veces).

Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.
Rezaremos los Misterios Dolorosos

● Primer Misterio Doloroso: Jesús ora en el Huerto de Getsemaní.

Santa María, Madre de la Misericordia, meditando en Tu sufrimiento interior, Te dedico esta


oración. A la edad de 33 años, había llegado el momento de que Tu Hijo, Jesús, entrara en Su
Pasión. La noche anterior a la Pasión, oró a Dios Padre tres veces en el Huerto de Getsemaní por
la redención de los pecadores. Estaba en tal agonía, que de él goteaba sangre y sudor. Jesús se
postró ante Dios Padre, suplicando el perdón por el pecado de la humanidad. En las
profundidades de la noche, los malhechores vinieron a llevarse a Jesús, atado con cadenas, para
entregarlo a Anás.

Oración: Bendita Madre María, ahora te ruego con fervor que intercedas por mí ante el Señor
Jesús para que pueda orar constantemente, apegarme a la voluntad de Dios, aceptar el
sufrimiento en la vida y aceptar la purificación del sufrimiento con paciencia. Amén.

Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer
en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Ave María
Dios te Salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (10 veces).

Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria de la Medalla Milagrosa


¡Oh María, sin pecado concebida!, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.

Oración de Fátima
¡Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas
las almas, especialmente a las más necesitadas! Amén.

● Segundo Misterio Doloroso: Jesús es azotado.

Madre María quien perseveró con entereza, meditando en Tu sufrimiento interior, te dedico esta
oración. Jesús, Hijo de Dios tan lleno de gloria, ahora en la casa de Pilato, despojado a la fuerza
de sus vestiduras, atado a un pilar, golpeado más de 5400 veces. El cuerpo de Jesús estaba
completamente destrozado y la sangre brotaba incontrolablemente. En medio de un sufrimiento
tan humillante, Jesús se quedó callado como un cordero, aguantando en silencio sin defenderse
de ninguna manera.

Oración: Bendita Madre María, ahora te ruego fervientemente que intercedas por mí ante el
Señor Jesús para que remueva de mi el manto de la mundanería, de la concupiscencia y
desafuero. Revísteme con un manto de humildad y paciencia, para que pueda soportar de buena
gana las dificultades y sufrimientos que Dios permite en mi vida. Amén.
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer
en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Ave María
Dios te Salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (10 veces).

Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria de la Medalla Milagrosa


¡Oh María, sin pecado concebida!, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.

Oración de Fátima
¡Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas
las almas, especialmente a las más necesitadas! Amén.

● Tercer Misterio Doloroso: Jesús soporta la corona de espinas.





Madre María, cuyo Corazón fue traspasado por una espada afilada, meditando en Tu sufrimiento
interior, te dedico esta oración. Jesús, nuestro Salvador y Señor, fue obligado por los
malhechores a llevar una corona de espinas en la frente. La sangre empapó Su rostro. Luego lo
obligaron a usar una túnica escarlata y se burlaron de él como rey para aumentar la humillación.

Oración: Bendita Madre María, ahora te ruego fervientemente que intercedas por mí ante el
Señor Jesús para que descarte todo mi orgullo y arrogancia y deje a un lado toda mi hipocresía.
Que tolere de buena gana por mi Señor Jesús todas las dificultades y humillaciones que llegan
como coronas de espinas en mi vida. Oro para que pueda, como Jesús, obtener la corona de la
vida eterna y el gozo eterno en el Cielo. Amén.

Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer
en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Ave María
Dios te Salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (10 veces).

Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.
Jaculatoria de la Medalla Milagrosa
¡Oh María, sin pecado concebida!, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.

Oración de Fátima
¡Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas
las almas, especialmente a las más necesitadas! Amén.

● Cuarto Misterio Doloroso: Jesús carga su Cruz al Calvario.



María, Madre de la consolación en la ansiedad, meditando en tu sufrimiento interior, te dedico
esta oración. Los malhechores hicieron una cruz pesada y ordenaron a tu amado hijo, Jesús a
cargarla hasta la cima del monte para su muerte. Jesús, exhausto de cargar la cruz en su
espalda, cayó tres veces durante el camino. Tu lo seguiste , sufriendo y llorando a lo largo de su
caminar.

Oración: Bendita Madre María, ahora te ruego con fervor que intercedas por mí ante el Señor
Jesús para que yo pueda siempre recordar Su sufrimiento y nunca lo olvide, como si yo mismo
estuviese cargando la pesada cruz. También oro al Señor para que yo pueda con alegría
soportar mis cruces con reverencia por Él. Amén.

Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer
en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Ave María
Dios te Salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (10 veces).

Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria de la Medalla Milagrosa


¡Oh María, sin pecado concebida!, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.

Oración de Fátima
¡Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas
las almas, especialmente a las más necesitadas! Amén. 




● Quinto Misterio Doloroso: Jesús muere en la Cruz.

María Madre, que entregó su vida por causa de la justicia, meditando en tu sufrimiento interior, te
dedico esta oración. Al llegar a la cima del Calvario, los malhechores despojaron a Jesús de sus
vestiduras y clavaron sus manos y pies en la cruz. Jesús tuvo sed, y los malhechores le dieron a
beber vinagre mezclado con hiel. La tierra tembló, las rocas se abrieron y el sol y la luna perdieron
su luz. Todas las personas que vieron esto se golpearon el pecho de dolor. La escena se llenó de
trágica tristeza. Toda la creación testificó la Pasión de Jesús, el verdadero Creador y Señor.
Oración: Bendita Madre María, ahora te ruego con fervor que intercedas por mí ante el Señor
Jesús para que pueda sentir la intensidad de la Pasión de Jesús tal como sucedió en las trágicas
circunstancias de la época. Hazme ver que el sufrimiento y las dificultades en la vida son dones
de Dios, que me permiten experimentar el verdadero dolor y el arrepentimiento sincero para
perseverar en la virtud. Amén.

Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer
en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Ave María
Dios te Salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (10 veces).

Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria de la Medalla Milagrosa


¡Oh María, sin pecado concebida!, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.

Oración de Fátima
¡Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas
las almas, especialmente a las más necesitadas! Amén.

Saludamos a Nuestra Madre rezando una Salve Reina



Salve Reina
Dios te Salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A
ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de
lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y
después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh
piadosa, oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oremos. Oh Dios, cuyo Unigénito Hijo por su vida, muerte y resurrección nos ha comprado la
recompensa de la vida eterna; concédenos, te suplicamos, que, meditando estos misterios del
Santísimo Rosario de la Bendita Virgen María, podamos imitar lo que contienen y obtener lo que
prometen, por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

Rezamos ahora las Letanías a la Santísima Virgen María



Letanias Lauretanas

Invocamos a Cristo Redentor y Dios en la Trinidad:




Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros, Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos, Cristo óyenos

Cristo, escúchanos, Cristo, escúchanos

Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.

Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.

Invocamos la Santidad y las Grandezas de María:




Santa María, ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.

Santa Virgen de las Vírgenes, ruega por nosotros.

Invocamos a María como madre:





Madre de Cristo, ruega por nosotros.

Madre de la iglesia, ruega por nosotros.

Madre de la misericordia, ruega por nosotros.

Madre de la divina gracia, ruega por nosotros.

Madre de la esperanza, ruega por nosotros.

Madre purísima, ruega por nosotros.

Madre castísima, ruega por nosotros.

Madre siempre virgen, ruega por nosotros.

Madre Inmaculada, ruega por nosotros.

Madre amable, ruega por nosotros.

Madre admirable, ruega por nosotros.

Madre del buen consejo, ruega por nosotros.

Madre del Creador, ruega por nosotros.

Madre del Salvador, ruega por nosotros.

Invocamos a María como virgen:





Virgen prudentísima, ruega por nosotros.

Virgen digna de veneración, ruega por nosotros.

Virgen digna de alabanza, ruega por nosotros.

Virgen poderosa, ruega por nosotros.

Virgen clemente, ruega por nosotros.

Virgen fiel, ruega por nosotros.

Invocamos los atributos de María:




Espejo de justicia, ruega por nosotros.

Trono de la sabiduría, ruega por nosotros.

Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.

Vaso espiritual, ruega por nosotros.

Vaso de honor, ruega por nosotros.

Vaso de insigne devoción, ruega por nosotros. 

Rosa mística, ruega por nosotros.

Torre de David, ruega por nosotros.

Torre de marfil, ruega por nosotros.

Casa de oro, ruega por nosotros.

Arca de la Alianza, ruega por nosotros. 

Puerta del cielo, ruega por nosotros.

Estrella de la mañana, ruega por nosotros.

Invocamos la misericordia de María:





Salud de los enfermos, ruega por nosotros.

Refugio de los pecadores, ruega por nosotros.

Consuelo de los migrantes, ruega por nosotros.

Consuelo de los afligidos, ruega por nosotros.

Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.

Invocamos a María como Reina:





Reina de los Ángeles, ruega por nosotros.

Reina de los Patriarcas, ruega por nosotros.

Reina de los Profetas, ruega por nosotros.

Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.

Reina de los Mártires, ruega por nosotros.

Reina de los Confesores, ruega por nosotros.

Reina de las Vírgenes, ruega por nosotros.

Reina de todos los Santos, ruega por nosotros.

Reina concebida sin pecado original, ruega por nosotros.

Reina asunta a los Cielo, ruega por nosotros.

Reina del Santísimo Rosario, ruega por nosotros.

Reina de nuestra familia, ruega por nosotros.

Reina de la paz, ruega por nosotros.

Invocamos la misericordia de su Divino Hijo:





Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.



Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oremos a la Virgen María


Bajo Tu Amparo:

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: No desprecies las súplicas que te dirigimos
en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todo peligro, ¡Virgen gloriosa y bendita! 
Amén.

Del Ángelus:

Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de
nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por
la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas
de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

En el nombre del Padre + y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Antes de salir de la sala virtual, se recomienda el canto de un Ave María o jaculatoria corta.
Estas meditaciones son publicadas por Guang Qi Publications, Diócesis de Shanghai.z

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