Enemigos de La Fe
Enemigos de La Fe
Enemigos de La Fe
1 TIMOTEO 6:12
Nos dice que luchemos la buena batalla de la fe. No habría lucha sino hubiera enemigos. El
diablo nos ataca en nuestros puntos más débiles, por esto debemos saber dónde necesitamos
trabajar, para desarrollar nuestra fe.
DUDA, INCREDULIDAD O TEMOR.
a. Dos clases de falta de fe.
1) Una basada en la falta de conocimiento La cura es conocimiento.
2) es incredulidad voluntaria. Estar renuente a sujetarse a la Palabra en su vida La cura es
obediencia. Hebreos 4:11, los hijos de Israel son un ejemplo.
En tres partes de la Biblia vemos que Jesús reprendió a los discípulos por su incredulidad.
1) Pedro empezó a hundirse en el mar, cuando él quitó sus ojos de Jesús y miró a las
circunstancias.
2) Mateo 17: 17; Marcos 4:39-40.
2 Timoteo 1:7, no permita que el espíritu de temor lo domine. Usted tiene que tratar con él.
¿Cómo tratar con duda e incredulidad?
1) Reconózcalo y analícelo.
2) No lo confiese, no hable las circunstancias, resista al diablo y no ceda.
3) Pelee con la Palabra y oración.
4) Si es necesario consulte con su pastor
El “quienquiera” en Marcos 11:23 es, el “todo aquel” en Juan 3:16. Rechace la duda. No crea a
las circunstancias más que a las promesas de Dios.
FALTA DE CONOCIMIENTO.
La fe viene por la Palabra no por la oración.
EL SENTIDO DE INDIGNIDAD. 2 CORINTIOS 5:17; EFESIOS 2:10.
a. Dios no hizo criaturas indignas.
b. Crea lo que la Palabra de Dios dice de usted y no se fije en sus propios defectos.
c. Renueve su mente acerca de quién es usted en Cristo. Dios nos ve en Cristo, 2Corintios
5:21.
d. Dios no tiene hijos favoritos.
NO ES CORRECTO ACEPTAR UNA ESPERANZA O PACTO MENTAL, COMO SUSTITUTO
DE LA FE.
a. La Biblia no dice que Dios actúa en la “oración de esperanza”, pero si, en la “oración de fe”.
b. Efesios 1:3; todas las bendiciones han sido YA provistas. La fe acepta lo que YA ha sido
hecho. La fe da sustancia a la cosa esperada, cambia la esperanza en realidad y hace reai
lo esperado.
5. TAMBALEANDO, SANTIAGO 1:6-7.
6. PREOCUPACIÓN, FILIPENSES 4:6.
a. Preocuparse es un pecado. La preocupación puede matarnos.
b. Recuerde que mayor es el que está en usted. Jesús es más grande que el diablo, que el
pecado, que la enfermedad y que las dificultades, 1 Juan 4:4.