Fragmento Al Faro
Fragmento Al Faro
Fragmento Al Faro
A01028761
Mrs. Ramsay, reclinada sobre su jojo y rondándole con el brazo, se afirmó de pronto y,
volviéndose a medias, se alzó con dificultad vertiendo inmediatamente en el aire una lluvia
vertical, una columna rociada de energía. Al mismo tiempo, su expresión, acendrada de vida, se
animaba como su todas sus fuerzas se fundieran en una sola, ardiente y luminosa (por muy sentada
deliciosa fecundidad, en esta fuente y en este rocío de vida, se hincó irremediable aridez del
macho como un espolón de cobre ávido y desnudo. Necesitaba conmiseración. Era un hombre
fracasado. Mrs. Ramsay hizo centellear sus agujas. Mr. Ramsay repitió, sin apartar la vista de su
cara, que era un hombre fracasado. Le devolvió las palabras en un soplo: “Charles Tansley…”—
10 dijo. Pero necesitaba algo más que eso. Quería conmiseración, que le asegurasen, ante todo,
que tenía genio y después de ser acogido, arropado y apaciguado dentro del círculo de la vida, que
le devolviesen el uso de sus sentidos, fertilizasen su aridez y llenaran de vida todos los cuartos
de la casa: el salón y, más allá del salón, la cocina y, encima de la cocina, los dormitorios y, al
fondo, las habitaciones de los niños, todo había que amueblarlo, todo había que llenarlo de
15 vida.