Las Verdades Sospechosas de Luis Loayza
Las Verdades Sospechosas de Luis Loayza
Las Verdades Sospechosas de Luis Loayza
Aberto
Vergara
Paniagua
Las verdades
Politólogo
sospechosas
de Luis Loayza
C
Cuando se escribe sobre tada de El Comercio. Y entonces la gente leerse de corrido como si entre ambos
Luis Loayza, se suele no lo conoce, y, por lo tanto, es autor de no mediaran dieciséis larguísimos años,
mencionar que es un culto. Pero, hay que decirlo, sus relatos y como si hubieran nacido destinados a
“autor de culto”. Aunque ensayos no solo son brillantes y hondos, convivir en un solo tomo. El conjunto de
la fórmula es justa, pues son también accesibles. ensayos de Loayza puede leerse como una
sus incondicionales ni La Universidad Ricardo Palma ha novela, no solo por la calidad de su prosa
abundan ni son muy visibles, ella sugiere, reunido en dos volúmenes la obra publi- sino porque la mayoría de ellos siguen un
sin desearlo, que se trataría de un escritor cada hasta hoy por Luis Loayza. Un tomo esquema en el que la trama de los ensayos
para escritores, un esteta hermético para recoge sus libros de ficción (Relatos) y el (la “anécdota” contada) es una suma de
el hombre de a pie, lo cual es falso. Loayza otro su obra ensayística (Ensayos). Para mí imbricaciones entre la obra y biografía
es un escritor notable y no por ello elitista. ha sido un gusto mayor releer sus ensayos de escritores peruanos, quienes vienen
En realidad, se le considera de “culto” en esta nueva edición. En cualquier país a ser los personajes de la historia; pero,
porque la sociedad contemporánea nos con alguna consideración por la cultura, como toda gran obra de arte, los ensayos
ha acostumbrado a que los escritores esta publicación sería un gran evento de Loayza además de poseer “anécdota”,
(como los deportistas o políticos, da igual), intelectual; no entre nosotros. Y creo, sin poseen “tema”. Y uno de los temas princi-
además de ser buenos en su oficio, deban embargo, que estamos ante un volumen pales en estos ensayos es la búsqueda por
ser socialites. Entonces, quien no se dedica que es ya un clásico de las letras peruanas. la esquiva construcción de una suerte de
lo cruzara mañana por la calle, no podría y el tercero, Libros extraños, la literatura la autenticidad literaria subyace la intriga
saludarlo, pues nunca en mi vida he visto universal. Me centro aquí únicamente en por la autenticidad del Perú.
una foto suya. Es un autor que publicó aquellos dos primeros. El sol de Lima fue El Inca Garcilaso —¿quién más?—
poco (aunque todo espléndido), que no publicado en 1974 y Sobre el Novecientos, inaugura esta trayectoria de desencajes.
ganó grandes premios internacionales y en 1990. Es bastante impresionante que Aunque desciende de reyes, desciende
que, por ende, nunca apareció en la por- ambos conjuntos de ensayos puedan de reyes derrotados y, aunque olvida
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aceleradamente el quechua que aprendió por el atajo inútil (pero fácil) de derivar frente a ella). A través de varios episodios
de su madre y vive en el Reino de Castilla automáticamente la obra de la biografía (son varios los ensayos donde aparece este
donde escribe en el idioma de su padre, y, aun menos, de su sociedad. fantástico y real Valdelomar), lo observa-
“Garcilaso se llamaba a sí mismo no mestizo No es muy distinta su aproximación mos ilusionado con Lima. Desde Europa,
sino indio”. El Inca Garcilaso estrena así una al costumbrismo limeño del siglo XIX. escribe cartas pidiendo que le cuenten lo
pelea vital y nacional por una identidad, Esta vez, el género desagrada a Loayza, le que sucede en Lima; se aburre en París;
por conseguir una voz; es la cuestión de resulta de una pobre calidad estética. En desde Roma, envía un cuento a un con-
la autenticidad que convoca a Loayza. La uno de sus ensayos más notables, compara curso en Lima pidiendo que si el cuento
autenticidad como expresión artística, la narración de una misma escena histórica no gana el primer premio este sea retirado
pero también como expresión de una por parte del Inca Garcilaso y por Ricardo subrepticiamente, pues sería indigno no
colectividad que lo supera. Por eso es que Palma. La brevedad y contundencia de ganarlo. ¡Y está en la Europa que debía
Loayza no puede detenerse en la mera obra este texto es absoluta. En Garcilaso, el deslumbrarlo! En realidad, dice Loayza,
de sus escritores-personajes, está obligado personaje es un desesperado que clama la “quería a Lima hondamente, como solo
a inmiscuirse en sus biografías y, a través muerte; este mismo personaje en manos deben haberla querido algunos provincia-
de ellas, sin fanfarrias academicistas, en de Ricardo Palma se convierte en “uno nos”. Volvamos a la literatura. Poco antes
la historia y la sociedad. Los títulos de de esos personajes criollos, astutos y sin de su prematura muerte, Valdelomar está
sus ensayos suelen llevar el apellido de grandeza: nada más que un bromista, un hallando esa voz auténtica que le interesa
nuestros escritores (“Palma y el pasado”, burlón”. A Loayza le revienta la supuesta escudriñar a Loayza, porque lo suyo es
“Chocano y Luis Alberto Sánchez”, “El joven picardía limeña. Primero, porque sus mani- ante todo la literatura. Pero el ensayista
Valdelomar”, “Martín Adán en su Casa de festaciones literarias son pobrísimas; pero no puede dejar de mostrarnos que esta
Cartón”, “González Prada y Riva-Agüero, también porque ella resulta indesligable de voz madura y de gran artista, Valdelomar la
hermanos enemigos”, etc.), lo cual anuncia una sociedad donde todavía se impugna viene encontrando al narrar sus recuerdos