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Avancemos

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¡Avancemos, somos corredores!

B.B. Hebreos 12:1-2

Propósito: invitar a la iglesia a participar de la carrera cristiana.

Introducción:
La alabanza “no dejes decaer tu vida”

Supongamos que alguno de nosotros tuviera un viaje hacia el polo norte donde las
temperaturas climáticas son muy bajas y resulta que en ese viaje se extraviara sin tener un
lugar donde acobijarse. Sabe que correría el riesgo de congelarse hasta morir. Este
proceso iría en aumento, primero de tanto frio quedarse quieto y dormirse, así que hay
que mantenerse despierto y luchar con contra el sueño, porque en cualquier momento
puede quedar congelado y terminar en la muerte.
Entonces, cuál sería la conclusión a este viaje, pues el desafío de no quedarme dormido, a
estar en movimiento para sobrevivir.

Ahora en un sentido espiritual diríamos que para nosotros los creyentes existe ese mismo
peligro sino, logramos avanzar en la carrera cristiana. Tenemos que obligarnos a
mantenernos bien despiertos y a mantenernos en movimiento, avanzando en nuestra
relación con Dios. De otra manera sencillamente, nos quedaremos dormidos y no
despertar más.
Uno de los peligros que la mayoría de los cristianos enfrentan en su vida cristiana es el de
simplemente permanecer inmóvil, vagando y sin hacer nada.
Por lo tanto, hoy quiero invitarte para que nos examinemos, en donde estamos detenidos,
qué es lo que nos está obstaculizando avanzar para llegar a la meta.

1. Vivir del pasado. Filipenses 3:12-14


Muchos creyentes hoy se jactan de su vida pasada en Cristo, se la pasan diciendo cómo
era su vida cristiana cuando se convirtieron, dan a conocer cómo se gozaban en el Señor
danzando, enseñando, predicando, etc., pero, solo es un recuerdo porque tristemente lo
que era de aquellas personas ya no queda nada más que un simple recuerdo, porque, sus
vidas no ha dado un giro de 360 grados, no han cambiado en nada, siguen siendo los
mismos de antes y no permiten que Dios los llene de su plenitud y gocen de su amor, al
contrario, se quedaron en el pasado y no tienen madurez cristiana, no hay avance en su
vida espiritual.
un claro ejemplo: Israel, que camino a la tierra prometida, dijo: “Nos acordamos
del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los
puerros, las cebollas y los ajos; y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este
maná ve nuestros ojos ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al
otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto”. 

Eran recuerdos y anhelos del alma, que expresaban su deseo de volver atrás,
aunque era Dios mismo quien los guiaba, y quien los había sacado con maravillas
de la esclavitud egipcia. Es vital renovarnos en Dios y alimentarnos de su palabra

a) La Biblia nos habla de los testigos. Hebreos 12.1 “teniendo una nube de testigos”
Esos testigos son aquellos héroes y heroínas que se registra en el capítulo 11 dando
testimonio de su fe, fidelidad y confianza en Dios quienes le creyeron sin conocerle cara a
cara pero que se mantuvieron constantes en el camino de Dios. Ellos no titubearon como
suele pasara con nosotros, no jugaron al cristianismo, no se salían de la iglesia porque hay
algo que nos les gustó y luego regresaban cuando comenzaron a ver que el fuego de Dios
estaba asentándose sobre la cabeza de los 120, jamás dudaron de Dios. Entonces ellos nos
dejaron un legado de fe, de servicio, de fidelidad y es por eso que nosotros debemos de
avanzar en esta carrera, no inmovilizarnos ante las circunstancias tristes de la vida, hay
que seguir avanzando. Muchos durante esta pandemia talvez perdieron su trabajo y no
hallaban su esquina y hasta quisieron dejarlo todo, por decirlo, tirar la toalla en lugar de
seguir avanzando y confiar en Dios. Es verdad que no la hemos visto difícil, pero Dios ha
hecho posible las cosas para que veamos claramente el camino para continuar.

Un ejemplo de estos héroes:


b) Moisés. Él nunca dijo, cuando se vio en una encrucijada en el desierto: “volvamos y
seamos esclavos de nuevo”, al contrario, lo que hizo fue mantenerse en la carrera
y buscar el rostro de Dios, y se fue a su presencia durante un mes y unos días más.

Entonces ¿qué debemos de hacer para mantenernos en la carrera?


1. Enfrentar la adversidad sea cual sea que estemos atravesando.
2. No murmuremos, recuerda que le pasó a la hermana de Moisés (María) le cayó
lepra solo por estar cuchicheando de su hermano.
3. No nos quejemos, de porque a mi hermano le va bien y a mi mal, al contrario,
busca la presencia de Dios, no te dejes envolver por la rutina de este tiempo, hay
que sacar provecho en la vida cristiana, hacer uso de ser hijos de Dios.
4. Perseverancia. Hay algunos que dicen si resisto, pero no perseveran, es decir,
tienen grandes talentos, pero no logran grandes metas y todo porque no saben
perseverar, lo dejan tirado.

La decisión de perseverar de Pablo hasta el fin fue firme, y lo expresa diciendo en


este versículo: “Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento
de Dios en Cristo Jesús” y así lo hizo, fue fiel a Dios hasta el fin de sus días.

Cabe destacar la frase: “olvidando lo que queda atrás”, es un ejercicio de la


mente, y lamentablemente muchas veces se recuerda con frecuencia lo que ha
quedado atrás y que hoy no es útil, como heridas y ofensas, desordenes de la vida
pasada, antiguos novios (as), o anhelos del corazón que sabemos, no nos hacen
bien (los recuerdos del pasado deben ser un testimonio para la gloria de Dios).

Conclusión:
Por lo tanto, se nos invita:
1. A seguir avanzando
2. Vivir por la fe
¿por qué?
Porque también nosotros tenemos una generación a quien seguirle dejando el legado de
la fe, a seguirle dirigiéndole en el camino de Cristo, sino que será de ella si es que primero
nos vamos nosotros, bueno eso solo Dios lo sabe con certeza, pero de lo que si estoy
segura que si seguimos avanzando en esta carrera cristiana, los demás que se han bajado
o los que quieran bajarse del tren van a dudar si lo hacen porque están mirando en
nosotros esa fidelidad hacia Dios.

Esta carrera es la prueba perdurable de la fe que experimentamos durante nuestro tiempo


en este mundo. Por lo tanto, hay que seguir avanzando con paciencia, perseverancia y
constancia.
E implica que cada día nos vayamos despojando de toda clase de pecado, todos los que
nos están perjudicando para seguir avanzando. Porque habrá momentos donde seamos
tentados a dejarlo y cuidado porque una vez que nos dejemos de mover perderemos todo
lo que hasta aquí hemos ganado.

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