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Factores de Riesgo y Protección Ante El Consumo de Drogas y Representaciones Sociales Sobre El Uso de Éstas en Adolescentes y Adultos Jóvenes

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Factores de riesgo y protección ante el consumo de drogas y representaciones


sociales sobre el uso de éstas en adolescentes y adultos jóvenes

Article · January 2006


Source: OAI

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1 author:

José Miguel Martínez-González


Centro Provincial de Drogodependencias de Granada. Diputación de Granada.
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TESIS DOCTORAL

FACTORES DE RIESGO Y PROTECCIÓN


ANTE EL CONSUMO DE DROGAS Y
REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL USO DE ÉSTAS
EN ADOLESCENTES Y ADULTOS JÓVENES.

José Miguel Martínez González.


2006

Director: Humberto Manuel Trujillo Mendoza.

Departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias


del Comportamiento.
Universidad de Granada.
Editor: Editorial de la Universidad de Granada
Autor: José Miguel Martínez González
D.L.: Gr. 1680 - 2006
ISBN: 978-84-338-4074-5
2
3

Agradecimientos

En primer lugar quiero agradecer a Humberto Trujillo Mendoza, director


de esta tesis, su dedicación a la docencia porque gracias a ello he tenido la
oportunidad de comprender mejor los fundamentos metodológicos y
conceptuales necesarios para el desarrollo de esta investigación. Su paciencia
ha permitido realizar esta investigación de forma minuciosa, rigurosa y, según
creo, con las suficientes garantías científicas.
Tengo en ésta ocasión la oportunidad de agradecer a D. José Rodríguez
Herrera, inspector de la Delegación de Educación de Granada, su inestimable
amabilidad y entrega a su trabajo, su generosidad con el sistema educativo,
porque me ha permitido sin dificultad conocer y acceder a las muestras
utilizadas, sin las cuales no hubiese podido realizarse esta investigación.
Igualmente agradezco a D. Antonio Torres Sánchez, Director del Centro
Provincial de Drogodependencias de Granada, por incentivar la investigación,
su apoyo y facilidades oportunamente prestadas a lo largo de la investigación.
Tengo que agradecer a los Alumnos de Escuelas Taller de la Provincia
de Granada y alumnos de los IES: Virgen de las Nieves, Aynadamar y Hurtado
de Mendoza de Granada que participaron en el estudio de manera
desinteresada.
Agradezco también a D. Luis Robles Lozano, asesor del área de
prevención del Centro Provincial de Drogodependencias de Granada, la
colaboración prestada en la realización de este trabajo.
Quiero agradecer a Censi su constante apoyo, aliento y generosidad al
permitirme ocupar necesariamente parte de su tiempo en la realización de esta
investigación.
4
5

ÍNDICE

Marco teórico, factores de riesgo y protección, representaciones


sociales, la resiliencia y hechos bien asentados en la prevención de
las drogodependencias.

ƒ Introducción…………………………………………………………............. 7
ƒ Marco teórico……………………………………………………………….. 9
ƒ Los factores de riesgo……………………………………………………... 11
o La edad de inicio en el consumo de drogas.
o La disponibilidad de las drogas.
o Factores de riesgo en el ámbito escolar.
o La disponibilidad de dinero.
ƒ Los factores de protección…………………………………………...…… 21
o Factores de protección y edad.
o Factores de protección en función del género.
o Factores de protección en función de las drogas.
o Factores de protección y situación laboral de los progenitores.
o Perfil de protección en función de diferentes contextos de la
persona.
ƒ Representaciones sociales y consumo de drogas………………...…… 51
o Definición de representaciones sociales.
o Características de las representaciones sociales.
o Relación entre representaciones sociales y conducta.
o Las representaciones sociales en España.
o Implicación de las representaciones sociales en la prevención.
o Percepción de peligrosidad de las drogas.
ƒ La resiliencia………………………………………………………………… 73
ƒ Hechos bien asentados en la prevención de las
drogodependencias…………………………………..………………...…... 77

Objetivos generales ………………………………………………….……….. 81


6

Primer estudio.
Alumnos de Escuela Taller.

ƒ Objetivos específicos……………………………………………………….. 85
ƒ Método……………………………………………………………………….. 87
ƒ Resultados………………………………………………………….............. 107
o Los factores de protección……………………………………………... 127
o A modo de resumen…………………………………………………….. 166
ƒ Discusión……………………………………………………………………. 169
ƒ Conclusiones………………………………………………………………... 179

Segundo estudio.
Alumnos del Ciclo Formativo de Grado Medio y Programa de
Garantía Social.

ƒ Objetivos específicos………………………………………….……..…...... 185


ƒ Método……………………………………………………………………...... 187
ƒ Resultados.
o Resultados……………………………………………………………….. 205
o Identidad de grupo………………………………………….......…........ 237
o Factores de protección……………………………..…………………... 245
o Representaciones sociales…………………………..……………....... 281
o La resiliencia………………………………..………………………........ 317
ƒ Discusión…………………………………………………………………...... 321
ƒ Conclusiones……………………………………………………………....... 333

Análisis de la muestra global.


Alumnos de Escuela Taller y Alumnos del Ciclo Formativo de Grado
Medio y Programa de Garantía Social

ƒ Resultados………………………………………………………………...... 337

ƒ Discusión…………………………………………………………………….. 359

Discusión general……………………………………………………………….. 363

Referencias…………………………………………………………………….... 379

Anexos……………………………………………………………………………. 405
Introducción 7

Introducción.

El concepto de prevención de las drogodependencias ha sufrido distintos


cambios dependientes del desarrollo de distintos modelos explicativos de la
adicción, lo que ha llevado consigo la modificación o readaptación de los
procedimientos preventivos en aras de una actuación integral. Desde una
perspectiva multidisciplinar, en lo que a actuación preventiva se refiere (Buela-
Casal, Fernández y Carrasco, 1997), utilizaremos la definición propuesta por
Martín (1995) en la que la prevención de las drogodependencias “es un
proceso activo de implementación de iniciativas tendentes a modificar y mejorar
la formación integral y la calidad de vida de los individuos, fomentando el
autocontrol individual y la resistencia ante la oferta de drogas”.
Existen tres tipos de prevención. A saber: la universal, como aquella que
va dirigida a todos los adolescentes sin distinción; la selectiva, como la dirigida
a un subgrupo de adolescentes que tienen un riesgo mayor de ser
consumidores que el promedio de los adolescentes de su edad, siendo por
tanto el grupo diana el de riesgo; y, la indicada, como la que se dirige a un
subgrupo concreto de la comunidad, constituido éste por consumidores o por
personas que tienen problemas de comportamiento, esto es, se dirige a
individuos de alto riesgo (Becoña, 1999).
En estos años en los que se ha avanzado mucho en el conocimiento de
la drogodependencia, también se han podido describir con mayor precisión las
variables que influyen de un modo determinante en la aparición de la misma.
Históricamente, los programas de prevención se desarrollaban básicamente
desde un modelo conceptual cuyo objetivo principal era la disminución de la
oferta, a la vez que se establecían mecanismos que evitaran la exposición de la
persona con más vulnerabilidad a variables de alto riesgo. Con posterioridad a
las experiencias basadas en este modelo teórico, se pudo ver que la
disminución de la oferta no resuelve de un modo satisfactorio el problema, toda
vez que es el individuo quien decide en última instancia consumir o no una
sustancia tóxica. Así las cosas, se empezó a contemplar con cierto énfasis la
necesidad de abordar de forma preventiva no sólo la oferta de drogas, sino
8 José Miguel Martínez González

también la demanda. Esto es, se empieza a implantar programas de


prevención que pretenden modificar o eliminar además de los factores de
riesgo del entorno social y familiar, los que se encuentran en el propio
individuo. En ésta línea, las investigaciones han ido mostrando un grupo amplio
de variables individuales, interpersonales y medioambientales que pueden
influir en el grado de vulnerabilidad de las personas para el uso o abuso de
drogas (Glantz y Pinckens, 1992; Calafat, 1999).
Marco teórico 9

Marco teórico.

Aunque no es objetivo de éste trabajo deslindar las características de los


modelos más sobresalientes en el ámbito de la prevención de las
drogodependencias, es necesario disponer de un marco teórico de referencia
que permita manipular y cambiar los factores que facilitan el consumo y
potencian el no consumo (Becoña, 2002). El marco teórico de referencia nos
ayudará en la toma de decisiones para el desarrollo de acciones preventivas e
investigadoras.
Becoña (2002) diferencia tres grandes grupos de teorías y modelos
explicativos. Un primer grupo está formado por las teorías parciales o basadas
en pocos componentes, entre las que se encuentran los modelos biológicos,
modelos de creencias de salud y de competencia, teorías del aprendizaje,
teorías actitud-conducta y otras. El segundo grupo denominadas teorías de
estadio y evolutivas constituido por el modelo evolutivo de Kandel, modelo de
etapas motivacionales multicomponentes de Werch y Diclemente, y otros. Y el
tercer grupo denominado teorías integrativas y comprensivas, compuesto por el
modelo de promoción de la salud, teoría del aprendizaje social y teoría
cognitiva social de Bandura, modelo del desarrollo social de Catalano, et al.,
teoría de la conducta problema de Jessor y Jessor, y otras. Debido a los
objetivos de esta investigación y a los supuestos en los que éstos se asienta la
referencia se sitúa en el grupo de teorías llamadas integrativas y comprensivas,
que fundamentalmente tienen entre sus objetivos llevar a cabo explicaciones
de la conducta de consumo mediante la integración de diversos componentes
de diversas teorías.
No tenemos porqué circunscribir todo el soporte teórico en un solo
modelo, pero sí es cierto que ésta investigación presenta más afinidad con
algunos en comparación a otros. Tendremos en cuenta que desde hace años
aparece con cierto respaldo conceptual y empírico el modelo del desarrollo
social de Hawking, Catalano y Miller (1992) que considera imprescindible no
sólo actuar eliminando los factores de riesgo, sino también potenciar aquellos
factores que hacen que la mayor parte de la población no consuma sustancias
10 José Miguel Martínez González

tóxicas. Estos factores se han denominado factores de protección ante el


consumo de drogas. Según el modelo, los procesos que están a la base de la
conducta prosocial o antisocial son similares. El modelo otorga gran
importancia al proceso de socialización y al contexto donde se produce,
incorporando una perspectiva de desarrollo. Becoña (1999), que hace una
revisión de los marcos teóricos con los que se ha contado hasta hoy para el
diseño de estrategias de prevención, destaca para este modelo una serie de
implicaciones que según los autores del modelo son:” 1) cada uno de los
modelos causales del modelo del desarrollo social es un elemento potencial de
intervención; 2) puede ser necesario tener que utilizar intervenciones múltiples
debido a que hay múltiples caminos directos e indirectos que llevan a la
conducta antisocial; 3) las intervenciones para interrumpir los procesos
causales en el desarrollo de la conducta antisocial deberán incluir componentes
que busquen promover los procesos que promuevan la conducta prosocial así
como interrumpir los procesos causales que llevan a la conducta antisocial; 4)
la influencia del vínculo previo y la conducta sobre la futura conducta sugiere la
importancia de intervenir tempranamente en el desarrollo; 5) las intervenciones
deberían ser apropiadas a la etapa del desarrollo; 6) las transiciones pueden
potencialmente interrumpir los pasos causales.
Aunque aún no puede establecerse una relación causal estricta, sí se ha
establecido la probabilidad de descenso en los consumos en presencia de
terminados factores de protección (Bukoski, 1995; Gordon y Plantz, 1996;
Gorman, 1996; Navarro, 2000, 2001), toda vez que las variables de protección
son factores que se asocian en relación inversa al consumo de drogas (Brown,
Schulenberg, Bachman, O´Malley y Johnston, 2001).
El interés despertado en la última década sobre la prevención de las
drogodependencias, teniendo en cuenta las variables de riesgo y protección, ha
llevado a la comunidad científica a realizar numerosos trabajos de investigación
para conocer con mayor profundidad las características de estas variables,
cuáles podrían realmente considerarse como protectoras o de riesgo, cómo se
relacionan entre sí, el peso que tendrían en determinadas condiciones sociales,
familiares y personales, etc.
Factores de riesgo 11

Los factores de riesgo

Los factores de riego son aquellas características o variables que, si


están presentes, elevan la probabilidad de que una persona desarrolle una
patología (Pandina, 2002), pudiendo encontrarse en diversos ámbitos de la
persona. En relación a la adicción estos factores, bajo determinadas
condiciones ambientales desfavorecidas, pueden facilitar para un determinado
grupo de personas el inicio, la continuidad o el agravamiento de la
drogodependencia. Hay estudios que indican que determinados factores se
podrían asociar más al inicio en el consumo, mientras que otros provocan el
aumento del consumo una vez iniciado este. En un trabajo de Stronski, Ircland,
Michand, Naning y Resnick (2000) pudo constatarse la teoría de Jessor del
problema de conducta, la cual sugiere que los problemas de conducta covaría
con otros y con un grupo de factores que puede denominarse “síndrome de
conducta de riesgo”. Sugieren que diferentes niveles de uso de drogas pueden
estar relacionados con diferentes perfiles de vulnerabilidad psicosocial. No
pueden acotarse en su totalidad las relaciones causales entre variables en el
inicio del consumo de drogas, de modo que no puede recaer todo el peso
etiológico sobre determinadas variables para considerarlas absolutamente
necesarias y suficientes para explicar lo que sucede en la génesis de la
adicción. El estudio del riesgo para el consumo de drogas nos lleva a reconocer
que las causas del inicio o el abuso una vez que se ha experimentado con
ellas, depende de una variedad de factores que a su vez van cambiando como
consecuencia de las características específicas de cada población (Calafat,
1999).
Los factores de riesgo podrían definirse como “un atributo y/o
característica individual, condición situacional y/o contexto ambiental que
incrementa la probabilidad del uso y/o abuso de drogas (inicio o una transición
en el nivel de implicación con las mismas, mantenimiento)” (Clayton, 1992).
Para el autor existen varios principios generales a tener en cuenta cuando
hablamos de factores de riesgo:
12 José Miguel Martínez González

1. No siempre están presentes determinados factores de riesgo.


Cuando estos factores están presentes aumenta la probabilidad de
que la persona expuesta a los mismos pase al uso o abuso de
drogas, en comparación a situaciones en las que la persona no se
expone a este tipo de factores.
2. La sola presencia de un factor de riesgo no determina que el sujeto
consuma drogas, de modo que su ausencia tampoco es garantía de
que la persona no las use. El hecho de que alguien consuma drogas
es resultado de la confluencia de multitud de factores.
3. El número de factores de riesgo presentes se relaciona directamente
con la probabilidad del abuso de drogas.
4. La mayoría de factores de riesgo y protección tienen varias
dimensiones que se pueden medir de forma independiente, y cada
una de ellas influye de forma independiente y global en al abuso de
drogas.
5. Las intervenciones directas estarían indicadas en los casos en los
que pudiese eliminarse un determinado factor de riesgo, sabiendo
que con esta acción se disminuiría la probabilidad del consumo de
drogas.

Desentrañar la importancia otorgada al desarrollo o potenciación de


factores de protección como estrategia preventiva, pasa por conocer el
conjunto de factores de riesgo, ya que el peso de los factores de protección
depende en gran medida de su capacidad para modular o neutralizar los
factores de riesgo (Robles y Martínez – González, 1998).
Con el objeto de acotar lo que hasta ahora se conoce con respecto al
riesgo, tomaremos como referencia el listado de factores de riesgo propuesto
por Muñoz-Rivas (1998), quien los agrupa en ambientales / contextuales,
individuales (genéticos, biológicos – evolutivos y psicológicos) y de
socialización, integrando a su vez en ésta clasificación las aportaciones de
otros autores (Hawkins, Catalano y Miller, 1992; Petterson, Hawkins y
Catalana, 1992; Moncada, 1997). Sean los siguientes factores de riesgo:
Factores de riesgo 13

‰ Genéticos:
x Hijos de consumidores de sustancias psicoactivas.
‰ Constitucionales:
x Uso temprano de drogas (antes de los 15 años).
x Dolor o enfermedad crónica.
x Factores fisiológicos.
‰ Psicológicos:
x Problemas de salud mental o presencia de estados afectivos
desorganizados y una alta frecuencia de trastornos del estado
de ánimo.
x Presencia en la infancia o la adolescencia de rasgos de
personalidad como la agresividad, el aislamiento social, la
personalidad depresiva, la impulsividad, la introversión, la
desadaptación social y una baja resistencia a la frustración.
x Mantener actitudes permisivas o favorables hacia el consumo
de drogas.
x Abuso físico, sexual o emocional.
x Búsqueda constante de emociones, satisfacciones y
aventuras.
x La presencia en la infancia de problemas de conducta de
carácter antisocial y trastornos como la hiperactividad o
trastornos por déficit de atención.
x La ausencia de valores ético – morales.
x El predominio de valores personales en ausencia de valores
prosociales y tradicionales (religión).
x Una alta tolerancia a la desviación.
x Una fuerte necesidad de independencia.
x La ausencia de normas.
x Alineación y rebeldía.
x Consumos tempranos de drogas.
x Los valores.
x La agresividad.
14 José Miguel Martínez González

x La búsqueda de sensaciones.
x Otros problemas de conducta.
‰ Familia:
x Uso de drogas por parte de los padres o pertenecer a familias
con un historial previo de consumo de alcohol y otras drogas.
x Actitudes positivas - permisivas de los padres hacia el uso de
drogas.
x Problemas de manejo de la familia.
x Bajas expectativas de éxito de los niños.
x Estar en una situación de deprivación económica importante.
x Pertenecer a familia donde hay sólo un progenitor.
x Ser hijos de trabajadores no cualificados o parados.
x Existencia de pautas de manejo familiar inconsistentes, con
expectativas poco claras para la conducta deseada y la
ausencia de reforzamiento contingente a la misma.
x Un estilo familiar autoritario o permisivo.
x La ausencia de conexión padres – hijos.
x Relaciones afectivas deterioradas o inconsistentes.
x La comunicación familiar pobre e inexistente.
x Pertenencia a hogares con un alto nivel de conflicto (ej.
frecuentes disputas matrimoniales, violencia entre los
miembros de la familia).
‰ Iguales:
x Amigos que usan drogas.
x Actitudes favorables hacia el uso de drogas.
x Conducta antisocial o delincuente temprana.
x Fuerte implicación emocional con respecto al grupo de iguales.
‰ Escuela:
x Carencia de cumplimiento de la política escolar.
x Poca dedicación a la escuela.
x Fracaso escolar o abandono temprano de la escuela.
Factores de riesgo 15

x Dificultades en el paso de curso.


x Conducta antisocial temprana.
x Bajo compromiso con la escuela.
‰ Comunidad:
x Leyes y normas de la comunidad favorables hacia el uso de
drogas o hacia comportamientos desviados.
x Carencia de una adecuada vinculación social.
x Deprivación económica y social.
x Disponibilidad de drogas (incluyendo el alcohol y tabaco).
x Residir en barrios con carencias de recursos o servicios
públicos, con una alta densidad de población y con
porcentajes elevados de delincuencia y marginalidad.
x Bajo apego en la crianza y desorganización comunitaria.
x Transiciones y movilidad.
x La percepción social de riesgo disminuida.

Es relevante la enumeración de factores que se consideran de riesgo


para el consumo de drogas, debiendo ser conscientes que al parecer algunos
factores de riesgo lo son para drogas legales pero no para las ilegales (Graña y
Muñoz-Rivas, 2000a). Debe tenerse en cuenta que los riesgos más potentes
están en función del número de factores de riesgo (Hawkins, Catalano y Miller,
1992), aumentando así la vulnerabilidad cuando lo hace el número de factores
de riesgo. Desde este punto de vista disminuye la importancia concedida a la
naturaleza del factor de riesgo, mientras que el número total de esos factores
presentes añade relevancia explicativa a la vulnerabilidad (Scheier, Newcomb,
y Skger, 1994).
Con el objeto de centrar conceptualmente esta investigación, nos vamos
a detener brevemente en algunos factores de riesgo de la lista mencionada y
que son decisivos para este estudio, toda vez que representan una situación de
riesgo diferente a la encontrada en otros grupos sociales que bien pueden
excluirse de este riesgo.
16 José Miguel Martínez González

Para comprender el modo en que una persona se inicia o se mantiene


en el consumo de drogas se han generado modelos que intentan dar respuesta
a esta cuestión. Sin la pretensión de extendernos en este asunto diremos que
entre los modelos más conocidos encontramos el propuesto por Kandel y
colaboradores denominado “hipótesis de la puerta”, el cual hace referencia al
hecho de que el consumo de una droga es de algún modo el paso previo para
el consumo de otras drogas (Kandel y Jessor, 2002). Esto significa que el
consumo de drogas, en ciertos casos, estaría sujeto a una progresiva y
jerárquica secuencia en las fases del consumo, empezando por las legales
como el tabaco y el alcohol y continuando con el cánnabis que se constituye en
un paso para otras drogas ilegales como es la cocaína y las pastillas (Kandel y
Jessor, 2002). Esta secuencia ha sido también confirmada por otros
investigadores (Kandel, 1975; Kandel y Faust, 1975; O´Donnell y Clayton,
1982; Donovan y Jessor, 1983; Yamaguchi y Kandel, 1984a; Yamaguchi y
Kandel, 1984b; Kandel, Yamaguchi y Chen, 1992; Kandel y Yamaguchi, 1993;
Chen y Kandel, 1995; Kandel y Yamaguchi, 1999; Vargas y Trujillo, 2006).
Téngase en cuenta las aportaciones en este sentido de la Comisión Clínica de
la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, en el que su
informe establece una serie de principios que contemplan precisamente la
continuidad en el consumo que defiende esta hipótesis, entre otras razones,
porque el consumo de cánnabis probablemente se adquiera en el mismo punto
de venta donde pueden adquirirse otras drogas (PNSD, 2006).
Este modo de explicar la relación entre el uso inicial de una droga y el
uso posterior de otra se basa en un progreso secuenciado que hace más
probable la segunda en función de la primera. En realidad se trata de un
acercamiento a determinadas drogas a través de otras al incrementarse el
riesgo para el inicio en el consumo de drogas por el uso previo (Yamaguchi y
Kandel, 1984b; Coffey, Lynskey, Wolfe y Patton, 2000; Ames, Cunradi y Moore,
2002; Kandel y Jessor, 2002). La “hipótesis de la puerta” no significa
necesariamente que el uso de una droga previa comprometa inevitablemente
pasar a ser consumidor de la siguiente droga del proceso (Becoña, 1999;
Vázquez y Becoña, 2000). Según los principios de prevención en
Factores de riesgo 17

drogodependencias del National Institute on Drug Abuse (NIDA) (Becoña,


2002), no podemos afirmar que el consumo de tabaco y alcohol a edades
tempranas sea la causa del consumo de drogas más adelante. No obstante, sí
podemos afirmar que si un joven ha fumado o bebido alcohol la probabilidad de
que pruebe marihuana aumenta 65 veces más que en los demás jóvenes
(Kandel y Yamaguchi, 1985; Yu y Willoford, 1992). La progresión a una droga
superior en la jerarquía estaba relacionada con la intensidad del uso de una
droga inferior en la clasificación así como la edad de inicio en la misma.
En este contexto, la edad de inicio en el consumo es muy importante. La
edad de inicio se convierte en un potente factor de riesgo para el consumo de
drogas. Muchos estudios han analizado la relación entre la edad de inicio del
consumo de alcohol y los problemas relacionados con éste. En general estos
estudios han coincidido en indicar la existencia de una fuerte relación entre los
patrones de consumo de alcohol, los problemas relacionados con éste y la
edad en la que se inició el consumo (Grant, Stinson y Haford, 2001). La edad
de inicio en el consumo de alcohol es por tanto un excelente predictor del tipo
de consumo que habrá después, de modo que cuanto más inferiores sean las
edades a las que se inician en el consumo de alcohol las personas más
problemas asociados al consumo de alcohol presentarán (Labouvie, Bates y
Pandina, 1997; Pedersen y Skrondal, 1998; Newbury, White y Kamali, 2000).
En concreto por debajo de los 15 años se podía considerar que la edad era un
predictor consistente del posterior abuso de drogas (Elzo, 1989). Se ha visto
también que empezar a fumar antes de los 13 años incrementa en 2 veces la
probabilidad de fumar cuando las personas son adultas, en comparación a los
que empezaban a fumar a los 17 o después (Unger y Chen, 1999).
En un estudio de Pons, Berjano y García (1999) con una muestra de
1100 alumnos de enseñanzas medias pudieron comprobar que el 58.7 % se
había emborrachado alguna vez alcanzando algo más de una cuarta vez las
personas que se habían emborrachado al menos una vez durante el último
mes, datos concordantes también con otros estudio como el de Mendoza,
Sagrera y Batista (1994). En el estudio de Pons, Berjano y García, se vio que la
edad más frecuente en que se producía la primera borrachera suele ser a los
18 José Miguel Martínez González

14 años, en el 17.9 % de los casos, a los 15, en el 14.5 %, y a los 13, en el 8.9
% de las personas. Estos datos coinciden con los encontrados en un trabajo en
el que se evaluaron 1284 alumnos de primaria, secundaria y bachillerato
(Martínez-González, Guirado, Vidal y Jiménez, 1996). La media estatal de la
edad de la primera borrachera se viene situando en torno a los 13.4 años.
A continuación vamos a detallar algo más los factores de riesgo que han
sido objeto de análisis en este trabajo: edad de inicio en el consumo de drogas,
la disponibilidad de las drogas, factores de riesgo de ámbito escolar y la
disponibilidad de dinero.

La edad de inicio en el consumo de drogas.

Esta relación entre edad de inicio y posterior uso abusivo o dependencia


puede aplicarse a drogas tanto legales como ilegales. Esto ha llevado a diseñar
estrategias preventivas que pasan por, al menos, intentar retrasar la edad en
que se tiene el primer contacto con una droga, porque una edad más tardía en
el inicio del uso de drogas correlaciona con una menor implicación en el
consumo y una mayor discontinuidad en el uso (Kandel, Single y Kessler,
1976).

La disponibilidad de las drogas.

En ese trabajo nos detendremos también en la disponibilidad de las


drogas como factor de riesgo para su consumo. Como se ha visto en el listado
de factores de riesgo, su accesibilidad se convierte claramente en un factor
determinante para el inicio en el consumo de drogas (Wills, Pierce y Evans,
1996). En el caso del alcohol, se ha comprobado que cuando éste está más
disponible, se produce un incremento importante tanto de la prevalencia de la
bebida y de la cantidad como de la frecuencia de consumo (Gursucho y Butler,
1976; Otero, Miron y Luengo, 1989). Si esto es así, las personas que se
encuentran en lugares en los que hay un porcentaje alto de personas que
consumen drogas, se encuentran claramente en una situación de riesgo mayor
Factores de riesgo 19

que aquellos en cuyo ambiente inmediato no hay consumidores de drogas. En


el trabajo de Scheier, Botvin y Baker (1997) pudo constatarse como el
modelado de los iguales en relación a beber alcohol y las expectativas sobre la
norma en el caso de los adultos ejercía una fuerte influencia para el consumo
de alcohol. Cuantos más modelos tenga la persona presentes, que le muestren
y modelen el consumo de drogas, mayor probabilidad tendrá de consumirla
(Becoña, 1999). Un factor que se relaciona claramente con el consumo de
drogas es que éstas estén disponibles. Hay muchos estudios que indican que
estar en contacto durante la adolescencia con personas que consumen drogas
es un potente predictor del consumo de las mismas drogas consumidas en el
entorno (Smart, Gray, Bennett, 1978; Kandel, Davis y Baydar, 1990; Pons,
Berjano y García, 1996; Muñoz-Rivas, Graña y Cruzado, 2000). En relación a
las drogas ilegales, Maddahian, Newcomb y Bentler (1988), comprobaron que
la disponibilidad de droga en una muestra de adolescentes estaba
significativamente relacionada con el consumo de drogas legales e ilegales,
incluso controlando la cantidad de dinero de la que disponían los jóvenes.
En relación a la disponibilidad de la droga es destacable la encuesta del
Eurobarómetro (EORG, 2002), en la que se pretendía conocer el grado de
disponibilidad de drogas entre jóvenes de 15 a 24 años. Según este trabajo que
tiene como referencia poblacional la totalidad de la Unión Eurorpea, un 65 % de
las personas evaluadas afirmaban conocer a alguien que consumía cánnabis, y
un 55 % considera que es fácil conseguir drogas cerca de la escuela o
universidad. La disponibilidad de drogas, y en definitiva la presencia de
consumidores, parece influir en el tipo de representaciones sociales de
determinados grupos en relación al consumo de drogas, dado que una mayor
incidencia de consumo en el entorno fomentará la creencia de aceptación o
percepción favorable del consumo y, como se verá más adelante, estas
creencias compartidas entre las personas de un mismo grupo ejercen un poder
notable sobre las actitudes relacionadas con el uso o abuso del consumo de
drogas. Todo ello motiva que en éste trabajo se le conceda un lugar destacado
al análisis de los condicionantes que rodean al hecho de que las personas
tengan amigos consumidores de drogas.
20 José Miguel Martínez González

Factores de riesgo del ámbito escolar.

Entre los factores escolares cabe destacar la importancia otorgada en la


etiología del consumo de drogas el abandono o fracaso escolar. Se ha
observado que las personas que abandonan la escuela, circunstancia
observada en alumnos de escuelas taller y, aunque en menor medida, en los
que cursan ciclos formativos de grado medio, tienen una probabilidad mucho
mayor de abusar de las drogas en el futuro (Mensch y Kandel, 1988). El
fracaso escolar ha sido identificado como predictor del abuso de drogas en la
adolescencia (Jessor, 1976). Por otro lado, se ha visto que los alumnos que
hacían novillos, junto a pertenecer a clases especiales y el abandono temprano
de la escuela (como sucede con los alumnos que ingresan en las Escuelas
Taller) eran factores que pronosticaban con claridad el uso de drogas
(Holmberg, 1985). Por el contrario y como se verá en los factores de
protección, la buena ejecución académica se convierte en variable que
contrarresta el riesgo.

La disponibilidad de dinero.

Parece relevante añadir a las variables comentadas la importancia que


tiene como variable de riesgo la disponibilidad de dinero del adolescente
(Kandel, 1978). En relación al poder adquisitivo de los adolescentes, está
suficientemente demostrado que aquellos que disponen de más dinero en
comparación con otros, van a presentar mayor probabilidad de convertirse en
consumidores (Torres, 1986; Cano y Berjano, 1988, Martín y Cantillo, 1993,
citados en Pons, Berjano y García, 1999). En este estudio pudo verse que a
partir de una determinada cantidad de dinero se incrementaba la cantidad de
alcohol ingerido, de modo que existía una clara relación positiva entre cantidad
de dinero disponible y consumo de alcohol.
Factores de protección 21

Los factores de protección.

Junto a la importancia otorgada a los factores de riesgo en el inicio del


consumo de drogas se han ido potenciando cada vez más distintos programas
de prevención de las drogodependencias en los que se destaca la necesaria
presencia de las variables de protección en el diseño de los mismos. Este
hecho puede verse reflejado por ejemplo en los principios preventivos
propuestos por el “National Institute on Drug Abuse” (1997), en los que se
resalta la importancia de desarrollar programas de prevención que no sólo se
dirijan a la reducción o eliminación de los factores de riesgo, sino también a la
potenciación de los factores de protección.
Los factores de protección se han definido como aquellas variables que
contribuyen a modular, prevenir o limitar (reducir) el uso de drogas (Felix-Ortiz
y Newcomb, 1992); esto es, moderan o mediatizan los efectos de la exposición
a riesgos (Rutter, 1985; Cowen y Work, 1988; y Werner, 1989). Estos factores,
que pueden estar tanto en el entorno como en el propio individuo, ejercen un
efecto de moderación del peso específico que pudiese tener un factor de
riesgo. Los factores de protección y de riesgo podrían no ser exclusivamente
dos polos opuestos de un mismo continuo (Wit, Silverman, Goodstadt y
Stoduto, 1995; NIDA, 1997), de forma que se deben conceptuar de manera
distinta y no como puntos opuestos de una única dimensión. Existen evidencias
empíricas que tienden a avalar la hipótesis de constructos distintos (Wit,
Silverman, Goodstadt y Stoduto, 1995; Kim, Zane y Hong, 2002), de modo que
los factores de protección serían independientes y, así, con capacidad de
ejercer efectos independientes en el comportamiento (Jessor, y Van Den Vos,
Banderin, Costa y Turbin, 1995). Esta característica se constituye en un
elemento importante para la conceptualización de los factores de protección, ya
que desde este punto de vista, la protección no se desarrollaría por el solo
hecho de evitar la presencia de factores de riesgo, sino que su desarrollo está
determinado por factores con capacidad de minimizar el riesgo.
Se han propuesto dos mecanismos a través de los que pueden operar
los factores de protección, “el mecanismo riesgo – protección” y el “mecanismo
22 José Miguel Martínez González

protección – protección” (Brook, et al., 1990)1. El mecanismo riesgo –


protección hace referencia a la condición en que los factores de riesgo están
modulados por los de protección (Brook, Nomura, y Cohen 1989a, 1989b),
sabiendo que las personas están expuestas tanto a factores de riesgo como a
factores de protección (Kaplan, 1986; Newcomb y Harlow, 1986). Esto es, lo
que ha dado lugar a un modelo que conceptúa las drogodependencias
partiendo del hecho de que hay personas que están expuestas a situaciones
ambientales o familiares de riesgo sin que lleguen a desarrollar una
drogodependencia. El peso del riesgo es distinto en cada situación pero parece
que personas que comparten las mismas condiciones de riesgo, por ejemplo un
barrio, una situación económica, una familia, etc., no consumen posteriormente
drogas (Mathias, 1997), ofreciendo una respuesta de resistencia al riesgo
ambiental al que están sometidos (Botvin y Botvin, 1994). Existen evidencias
sobre la resistencia ante el consumo de drogas en jóvenes que crecen en un
medio desfavorable, desarrollando sus capacidades de diversas formas
(Masten y Coatsworth, 1998). Probablemente, los factores que operan bajo ese
mecanismo son específicos de las drogodependencias (Gerevich y Bacskai,
1996).
Así, por ejemplo, la hipótesis de la amortiguación que describe cómo
personas expuestas a situaciones de alto riesgo estarían a su vez expuestos a
otros factores protectores que ayudarían a amortiguar los efectos de riesgo,
parece tener una relevancia especial en ambientes en que el padre es
alcohólico (Curran y Chassin, 1996). Se ha podido ver que en contextos
familiares que albergan un problema de alcoholismo, se puede facilitar la
protección incrementándose la cohesión familiar al intensificar la relación de los
hijos con el progenitor no alcohólico, que generalmente suele ser la madre
(Pérez, 1992). Rutter (1979) y Burchard y Burchard, (1987) consideran que el
hecho de que haya niños viviendo en condiciones de alto riesgo y no sucumban
ante la adversidad forma parte de uno de los principios generales del modelo
de competencia.

1
Citado en Féliz–Ortiz y Newcomb, 1992.
Factores de protección 23

Por otro lado encontraríamos “el mecanismo protección - protección”. A


través de éste mecanismo los factores de protección se potenciarían entre sí
para en su conjunto proporcionar mayores niveles de protección (Jessor et al.,
1995). Este mecanismo reforzaría a la persona mediante procesos de
generalización para el desarrollo de conductas adaptativas a nuevas
situaciones, como ocurre por ejemplo con el apego con su familia, el cual le
va a facilitar el desarrollo de habilidades necesarias para relacionarse con
otras personas (Hawkins, Catalno y Miller, 1992). Un ejemplo de lo que
sucede con este mecanismo podemos verlo en el trabajo de Piko y Firzpatrick
(2004), en el que analizan el rol protector ante las drogas de la religión o
religiosidad. Además de corroborar que la religión, como creencia religiosa, es
un factor de protección, también se asocia a la potenciación de relaciones
sociales. Vieron igualmente que en familias religiosas los padres eran más
directivos, estilo educativo éste asociado a una menor incidencia posterior de
consumo de drogas en los hijos. Este ejemplo muestra como un factor, la
religiosidad, lleva consigo la potenciación de otros factores de protección
como son las relaciones sociales, un mayor soporte social o mayor
directividad en el estilo educativo.
Los factores que actúan bajo el mecanismo protección-protección,
posiblemente no son exclusivos de las drogodependencias. Cuando una
persona presenta un factor de protección como apego a la comunidad se
implicará en mayor medida en actividades grupales gratificantes de diverso
tipo, lo que también es un factor de protección (Gerevich, y Bacskai, 1996).
En un estudio de Hussong y Chassin (1997), un mayor nivel de control,
entendido como factor de protección ante el consumo, se relaciona también
con una menor probabilidad de desarrollar una depresión, pudiendo hablar de
la coincidencia de factores de protección para distintas patologías. Esto es,
determinados factores de protección no son exclusivos de la
drogodependencia, si no que también lo son para otras psicopatologías.
Sabemos que los factores de protección difieren entre sí dependiendo de
si éstos ejercen un efecto a corto o a largo plazo. Teniendo en cuenta la
proximidad del efecto en la conducta resultante, las conductas prerrequisitas
24 José Miguel Martínez González

se han considerado como aquellas necesarias para poder alcanzar otras. Por
ejemplo, sabemos que la comunicación es un factor que protege al igual que
el apego y cumplimiento de normas tanto en casa como en la escuela. Sin el
desarrollo de habilidades de comunicación, tanto en el niño como en sus
padres, es improbable que se de un apego deseable. Desde éste punto de
vista, algunos factores son más próximos y otros más distales con respecto a
la conducta de consumo resultante2.
En relación a la resistencia de los factores a lo largo de tiempo hay un
estudio que analiza este aspecto se establecieron varias categorías: A corto
plazo, o sea después de 1 año, el porcentaje de resistencia se establecería
entre las siguientes franjas: a) entre 0 y 3 factores (32.0 %); b) entre 4 y 5
factores (44.8 %); c) 6 o más factores (86.6 %); y a largo plazo, o sea,
después de 3 años: a) entre 0 y 3 factores (20,4 %); b) entre 4 y 5 factores
(35. 2%); y c) más de 6 factores (56 .4 %) (Mathias, 1997). De aquí se
desprende que el efecto al que nos referimos al hablar de los factores de
protección se refiere más bien a efectos a corto plazo más que a largo plazo,
pero quizá este fenómeno guarde relación con el hecho de que el peso de los
factores de protección cambia según la fase del ciclo vital en el que se
encuentre la persona. De alguna manera podríamos considerar a los factores
de protección exclusivos de la drogodependencia como factores con efectos
principales a corto plazo, siendo los factores con efectos a largo plazo los que
podrían enclavarse además en aspectos de Salud Comunitaria y, por tanto,
como factores protectores no solamente para la drogodependencias si no
también para otras conductas problema3.

2
Los factores de protección próximos vienen a ser aquellos que pueden implantarse o
desarrollarse con actuaciones que llevan consigo el desarrollo directo de lo mismos. Por
ejemplo, el entrenamiento en habilidades de comunicación es un objetivo que puede
alcanzarse siguiendo estrategias que facilitan el aprendizaje de esta conducta. Sin embargo,
factores de protección como el apego o el valor de autosuperación necesitan para su desarrollo
la adquisición previa de un repertorio conductual en la persona o, lo que es lo mismo,
condiciones específicas del contexto familiar que favorezcan la implantación de un estilo de
vida capaz de albergar otros factores de protección como los mencionados.
3
Los factores de protección son específicos y a corto plazo cuando su efecto sobre la conducta
de consumo de drogas se da en un breve espacio de tiempo. A su vez pueden influir en otras
conductas a largo plazo, porque estarían favoreciendo estilos de comportamiento y / o entornos
estimulares con cierta estabilidad.
Factores de protección 25

Las expectativas de éxito, por ejemplo, estarán en función de las


posibilidades contextuales y culturales del entorno, pero a su vez tendrán
resultados a largo plazo si tenemos en cuenta que la conducta protectora
depende, a su vez, de que la persona alcance otros objetivos intermedios
como es, por ejemplo, terminar la escolarización. En todas las áreas de la
persona habrá factores de protección con efectos a corto y largo plazo.
Una acumulación de estos factores protectivos en la vida del
adolescente predice la resistencia ante el consumo de drogas. Así, la
acumulación de factores de protección presentes en la vida de la persona,
facilita el afrontamiento de más factores de riesgo. No conocemos el número de
factores de protección necesario para poder decir que unas personas están
más protegidos en comparación a otros, pero cabe esperar que la potenciación
entre ellos, característica típica de los factores de protección, será mayor en la
medida que aumente su número. Por otro lado, el hecho de que existan más
factores de protección en la persona, llevará consigo una mayor probabilidad
de mantenimiento de los mismos a lo largo del tiempo y de circunstancias. El
número de factores también está en función de las características individuales
de la persona, ya que determinados factores de protección pueden no tener un
peso específico importante en determinados entornos sociales y familiares de
riesgo, en comparación a otros en los que sí lo tendrían (Bassuk, Buckner,
Weinreb, Brownw, Bassuk, Dawson y Perloff, 1997). Por ello, parece relevante
el modo en que se combinan éstos además del número (Mathias, 1997), junto
al riesgo soportado por la persona en determinados momentos. Existen grupos
de personas que están en su conjunto más protegidas que otras, acumulando
más número de factores de protección a la vez que éstos están presentes de
un modo más significativo. Pudimos verlo en una de nuestras investigaciones,
en la que el grupo de participantes que eran estudiantes de Enseñanza
Secundaria Obligatoria que no consumían alcohol habitualmente y no fumaban
puntuaban, en su conjunto, en las variables de protección con valores por
encima de la media. Esto hace pensar que hay grupos de personas que están
bastante protegidos. De echo en ese estudio vimos cómo las personas, en
26 José Miguel Martínez González

general, presentaban una incidencia de consumo de drogas ilegales muy bajas


(Martínez-González y Robles, 2001).
Junto a estos dos mecanismos bajo los que actuarían los factores de
protección también debemos considerar el tipo de efecto que producen. Por un
lado existirán efectos principales determinados por una fuerza principal y, por
otro, efectos moderadores que estarían en función de una fuerza indirecta, pero
esto es un aspecto poco estudiado aún en los factores de protección ante el
consumo de drogas.
Varios autores (Brook, Whiteman, Gordon y Brook, 1985; Brook,
Whiteman, Gordon y Cohen, 1986; Brook, Nomura, y Cohen, 1989-a y 1989b),
han considerado a los factores de protección como factores únicos. Esto es, los
consideran en sentido “uni-vector”. Sin embargo, Newcomb y Felix-Ortiz (1992),
por otro lado, creen que la protección debe conceptuarse como un índice de
factor múltiple, de modo que la protección no serían un efecto que dependa de
una sola variable o factor sino de la conjunción de varios de ellos.
Probablemente, no deberíamos hablar de protección cuando nos refiramos a
un sola variable sino al efecto que en su conjunto ejercen varias variables a la
vez. Para la relación entre variables de riesgo y protección se intenta
desarrollar sendos índices múltiples basados en una teoría ecológica (Wit,
Silverman, Goodstadt y Stoduto, 1995), según la cual un mayor número de
factores de riesgo que de protección favorece una mayor probabilidad para el
desarrollo de problemas de conducta. En esta misma línea, Navarro (2000)
encuentra en su estudio lo que viene a ser un índice global de protección,
índice que está representado por variables de protección.
Moncada (1997) presenta una serie de aspectos a modo de
conclusiones sobre los factores de riesgo y protección:
1. Existen factores que se asocian al consumo y factores que se asocian
a la abstinencia.
2. Estos factores pueden formar parte del entorno o del ambiente en el
que se encuentra la persona así como la de la propia persona.
3. A mayor concentración de factores mayor será el riesgo y la
protección.
Factores de protección 27

4. Existen diferentes factores de riesgo para las distintas drogas.


5. Los factores de riesgo para el inicio de consumo de drogas y aquellos
que influyen en la drogodependencia tampoco son los mismos,
aunque parece que existe una agudización de los factores a medida
en que la persona consume más cantidad y en mayor número de
ocasiones.
6. Algunos factores de riesgo tienen una influencia constante a lo largo
del ciclo vital, mientras que otros son más relevantes en determinadas
edades.
7. La validez externa de los factores es diferente.
8. Algunos factores son más remotos, siendo causas más indirectas de
la conducta.
En relación a la puesta en marcha de programas de prevención que
tengan entre sus objetivos la eliminación o disminución de factores de riesgo y
la potenciación de los factores de protección, merece tener en cuenta la
propuesta de Hawking, Catalano y Miller (1992), quienes sugieren desarrollar
estrategias preventivas en la medida en que se va consiguiendo la reducción
de riesgos. Se refiere a programas de prevención multicomponentes en los que
se atiende tanto a los factores de riesgo como a los de protección, ajustando el
diseño preventivo a las necesidades del momento. Esto lleva a que los
programas preventivos deban estar en función de estrategias individualizadas,
adecuadas al grupo, debiéndose realizar una evaluación continuada del vínculo
entre factores de riesgo y protección. No obstante, los programas de
prevención en situaciones de alto riesgo no podrían planificarse de principio a
fin, dado el dinamismo al que está sometido todo proceso de desarrollo de la
drogodependencia y en el que además intervienen diferentes contextos de la
persona.

Factores de protección y edad.

Sabemos que el peso de los factores de protección varía según la edad,


género, presencia de otros factores y contexto social (Calafat, 1993), siendo el
28 José Miguel Martínez González

resultado último en el consumo o abuso de drogas consecuencia de la


influencia de diferentes variables. Es decir, el mismo factor de protección puede
tener una importancia notable en algunas edades mientras que en otras puede
no ejercer su efecto protector del mismo modo; o un factor determinado protege
del consumo de drogas a las mujeres pero no a los hombres; o, por último,
puede no tener importancia cuando hablamos del tabaco pero sí tenerlo
cuando nos referimos a alcohol u otras sustancias psicoactivas. El impacto de
los factores de protección puede cambiar durante el curso de la vida. Algunos
pueden disminuir mientras que otros pueden ser reemplazados, por eso hay
jóvenes que resisten en un momento del desarrollo pero no en otras
circunstancias, porque el impacto de éstos factores parece ser diferente según
el proceso de desarrollo psicológico. Según la teoría de los “ciclos vitales” la
persona pasa por una serie de etapas en el desarrollo hasta alcanzar la
madurez y, por supuesto, durante ésta se enfrenta a experiencias universales,
como por ejemplo la muerte de un ser querido. Los procesos psicológicos de
cada etapa son diferentes entre sí. Por ello, los factores de protección que
podrían estar dependiendo en mayor medida de esta variable serían aquellos
que forman parte de la esfera individual, en comparación a otros contextos
como el social – relacional.
Los factores que podrían pertenecer al ambiente externo a la persona,
estarían de alguna manera determinados por los factores individuales, toda vez
que en éstos se integrarían las características de aquella. Esto es, tener
amigos que fuman, puede vivirse de modo diferente si la persona lo comenta o
no con sus padres, porque de no hacerlo sus padres no tendrán opciones de
actuar ante esta situación. Por otro lado, tener amigos que fuman tabaco,
podría constituirse en una condición prioritaria según la edad en la que se
encuentra la persona (NIDA, 1997). En un estudio anterior (Martínez-González,
Robles y Trujillo, 2003) observaron que algunos factores de protección
indicaban diferencias estadísticamente significativas según la edad, al
comparar a las personas que tenían más de 16 años con los que tenían menos,
edad que, al coincidir con la finalización de la ESO, parece indicar un punto de
inflexión en relación al mayor riesgo para el consumo de drogas. Se constató
Factores de protección 29

que las variables de protección tener miedo a las drogas4, estilo directivo en la
educación por parte de los padres, celebración de fiestas, cumpleaños, etc., en
familia, la participación en actividades de la parroquia y alto rendimiento
escolar, tienen una presencia diferente en las personas dependiendo de la
edad. En todos los casos, las personas menores de 16 años presentaban
mayores niveles de protección que los que tenía 16 años o menos. Aunque
hay autores como, por ejemplo, Navarro (2000) que no constatan esta relación
entre variables de protección y edad, sin embargo otros, al igual que nosotros,
sí parecen haber hallado diferencias significativas en las variables de
protección dependiendo de la edad (Huba y Bentler, 1980), relación que es
mayor en el caso de la adolescencia. Son los adultos jóvenes y los
adolescentes el grupo de población con mayor riesgo, porque es la etapa del
ciclo vital en la que es más probable el inicio en el consumo de drogas (entre
otros, APTA, 1989; Millman y Botvin, 1992; González, García-Señorán y
González, 1996; Nuñez-Pérez, Soto-Carballada y Castro-Pastor, 1998; OEDT,
2001; PNSD, 2001; PNSD, 2002). Las variables que tienen un mayor peso
específico en la adolescencia terminan siendo muy importantes. Por ello, son
relevantes para la prevención las intervenciones capaces de generar conductas
de afrontamiento ante la presión en la adolescencia (Sussman, 1997).
La orientación positiva para la salud, orientación positiva hacia la
escuela, relación positiva con los adultos, conocer amigos que sean modelos

4
“Los programas preventivos basados en el conocimiento pretendían mostrar las
consecuencias negativas a corto, medio y largo plazo que tenían las distintas sustancias, tanto
las legales como las ilegales. Los programas apelaban al miedo y, en ocasiones, a contenidos
de tipo moralista” (Extraído de Becoña, 2002). Se sabe que estos programas han resultado
ineficaces. Los resultados de investigaciones anteriores nos obligan a profundizar en el
concepto de “miedo”, empezando por plantear los dos significados posibles de éste término: “a)
Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario, o b) Recelo o
aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea”. Apelar
exclusivamente al miedo como estrategia independiente y como único objetivo preventivo que
pretende provocar una perturbación angustiosa en las personas, se convierte probablemente
en un elemento contrapreventivo. Pero la segunda acepción, y por supuesto no como
estrategia preventiva exclusiva y sin la pretensión de provocar una reacción como la que se
acaba de describir, se refiere al conocimiento y creencia que tiene una personas sobre la
posibilidad de que le suceda algo que no quiere. En este sentido las drogas se asocian también
no solamente a los efectos que se derivan de su consumo sino también a los condicionantes
que rodean su uso como es la adicción en sí misma, el aislamiento social, la pérdida de
autocontrol, las enfermedades orgánicas y psicopatologías, etc. Este término se discutirá a lo
largo de este trabajo.
30 José Miguel Martínez González

convencionales de comportamiento, involucrarse en conductas prosociales


como es el voluntariado (Jessor, Van Den Vos, Banderín, Costa y Turbin,
1995), la motivación para los logros sociales, la participación en cursos de
salud (Scheier, Newcomb y Skger, 1994), son todas ellas variables que
parecen tener una importancia diferente para la persona dependiendo de su
edad (Pandina, 1999). Esta diferencia observable según la edad genera
exigencias distintas en la implementación de programas de prevención, porque
cada vez debemos tender menos a primar la generalización de hallazgos en las
investigaciones (Hansen, 1995).

Factores de protección y género.

La variable género también parece introducir diferencias en los factores


de protección (Flay, Hu, Siddiqui, Day, Hedeker y Patritis, 1994; Friedman,
Granick, Bransfield, Kreisher y Khalsa, 1995; Gottfredson y Koper, 1996;
Labouvie, Bates y Pandina, 1997; Williams, Connor, Ricciardelli, 1998; Griffin,
Scheier, Botvin y Diaz, 2000; Martínez-González y Robles, 2001; Schinke,
Tepavac y Cole, 2002; Rokach, 2002; Wallace, Bachean, O´Malley,
Schulnberg, Cooper y Johnston, 2003). En relación al riesgo se sabe que los
hombres tienen más probabilidad en comparación a las mujeres de desarrollar
una drogodependencia (Wit, Silverman, Goodstadt y Stoduto, 1995). Los niños
varones tienen más probabilidad de consumir drogas que sus hermanas
compartiendo, a priori, parecidas circunstancias familiares. Esta diferencia
puede observarse, por ejemplo, en la incidencia del consumo de alcohol; esto
es, los hombres beben más que las mujeres (Godshall y Elliott, 1997; Diez et
al., 1998; Moncada y Pérez, 1998; Lintonen, Rimpela, Ahlstrom, Rimpela y
Vikat, 2000). Las mujeres no sólo beben menos que los hombres sino que
también se diferencian en el tipo de bebida (Dawson, 1993) y en las
circunstancias en las que beben (Huselid y Cooper, 1994). El género, por tanto
se convierte en una variable relevante para explicar el inicio en el consumo de
alcohol (Green, Freeborn y Polen, 2001). Mientras que algunos investigadores
han justificado estas diferencias en el consumo de alcohol en base a la masa
Factores de protección 31

corporal de hombres y mujeres (Dawson y Archer, 1992), otros se centran en


los estereotipos atribuidos a cada uno de los géneros (Riccciardelli et al.,
2001). Esto sugiere que los niños podrían tener menos factores de protección
(Friedman y Bransfield, 1995). Igual sucede con los factores de riesgo, ya que
la timidez y la agresividad pueden ser mejores predictores para el consumo en
niñas que en niños (NIDA, 1997). No obstante, para algunos factores de riesgo
no parece haber diferencias de género.
Es pertinente, por tanto, suponer que algunos factores de protección
están más presentes en alguno de los géneros, con las connotaciones
preventivas que lleva este hecho consigo, a la vez que otros factores podrían
estar presentes en las personas sin depender de esta variable. En algunos
estudios pueden observarse estas diferencias, como es el caso del realizado
por Oviedo (2003) en el que concluyó que las mujeres obtuvieron mayores
resultados en 6 de las 11 variables de protección analizadas. Estas variables
que indicaban diferencias estadísticamente significativas fueron: normas de
convivencia claras en la familia, miedo a las drogas, contacto entre los padres y
profesores en el periodo escolar, directividad por parte de los padres,
celebración en familia de las fiestas (cumpleaños, navidades, aniversarios,
etc.), autosuperación y cumplimiento de leyes y normas de la comunidad.
En otro trabajo con población universitaria (Vargas, 2003) se
encontraron también diferencias estadísticamente significativas en varias
variables de protección. Según este estudio hay una mayor prevalencia de
variables de protección en mujeres como es el caso del miedo a las drogas,
asistencia a actividades de la parroquia, valoración de la salud, valor de
autosuperación, leyes y normas de la comunidad, normas en la escuela, buena
formación escolar, apego, directividad de los padres en la educación y cumplir
con los compromisos. En el caso de los hombres se asocian el miedo a las
drogas, valoración de la salud, apego y motivación hacia el logro. Parece
evidente que un factor de protección puede ser específico para alguno de los
géneros, mientras que otros son compartidos por ambos. Ejemplo, en relación
a la protección ante fumar tabaco y consumo de drogas en general las buenas
relaciones familiares es un factor presente tanto en hombres como en mujeres,
32 José Miguel Martínez González

mientras que sentirse bien con los amigos parece ser más relevante en el caso
de los hombres (Anteghini, Fonseza, Ircland y Blum, 2001). Las diferencias de
género con respecto al peso de determinados factores de riesgo se han visto
claramente en un trabajo de Amaro, et al., (2001)(citado en Martínez–Higueras,
Salvador–Llina y Jacobs, 2003). Pudieron determinar como existen factores
que afectan a ambos géneros pero de forma diferente, entre los que se
encuentran el apoyo social, déficit en autocontrol, depresión, rendimiento
académico, estilo educativo autoritario de los padres y pobreza. Entre los
factores de riesgo para los que las mujeres son más vulnerables se encuentran
la autoimagen y autoestima negativa, preocupación por el peso y la dieta,
trastornos de alimentación, abuso físico y sexual, llegada a la pubertad
demasiado pronto, ansiedad alta, depresión y consumo de drogas del novio o
compañero sentimental. Los factores de protección más específicos para las
mujeres tiene que ver con el hecho de que el ambiente familiar modere el
impacto negativo de las dificultades escolares y sociales en niñas de 14-15
años, el apoyo de los padres y disciplina consistente y autocontrol.

Factores de protección para las distintas drogas.

Del mismo modo que debemos avanzar en el conocimiento de las


variables de protección en función de la edad y el género, tendríamos que
considerar el peso que tienen éstas para proteger a las personas para las
sustancias adictivas (Hawking, Catalano y Miller 1992; Scheier, Newcomb y
Skger, 1994; Wit, Silverman, Goodstadt y Stoduto, 1995; Curran y Chassin,
1996; Husson y Chasin, 1997; Costa, Jessor y Turbin, 1999; Navarro, 2000;
Martínez-González y Robles, 2001; Martínez-González, Robles y Trujillo,
2003). Muchos estudios han profundizado en las variables de protección ante
drogas legales como el alcohol y el tabaco (Husson y Chasin, 1997; Resnick,
Bearman, Blum, et al., 1997). Históricamente hemos visto cómo en general las
investigaciones se han centrado fundamentalmente en las drogas legales, y
que en algunas ocasiones se han desarrollado intervenciones para la
prevención del consumo de marihuana, pero casi en ningún caso se han
Factores de protección 33

realizado estudios en relación a drogas ilegales como la cocaína u otro tipo de


estimulantes, como lo son las drogas de diseño (Hansen, 1995). Se ha visto
por ejemplo que se podía asociar el apego y la religión tanto con el alcohol
como con el tabaco, y que la alta autoestima cobraba más importancia en el
consumo de tabaco. En el caso de la marihuana se han identificado igualmente
ciertas variables de riesgo con mayor peso. Deteniéndonos en el consumo de
cánnabis, se sabe que el grupo de consumidores de esta droga es
heterogéneo, respondiendo el consumo a razones muy diferentes, aunque
destaca entre ellas las puramente recreativas dentro del policonsumo (Calafat
et al., 2000). Con respecto a esta droga se ha visto mayor relación con el bajo
control personal (Newcomb y Harllow, 1986), la angustia emocional y la
insatisfacción (Newcomb, Maddchian, Skager y Bentler, 1987) la baja
autoestima (Smith y Fogg, 1978), la alienación personal (Jessor y Jessor,
1977). Así mismo, Biglan, Glasgow, Ary, et al (1987) descubrieron la no
generalización de los efectos para el uso de alcohol y marihuana en los
programas de entrenamiento de habilidades para el rechazo del tabaco. Esto
refuerza la idea de la especificidad de factores que intervienen de manera más
determinante en la génesis de distintos tipos de consumo. En un interesante
estudio de la protección ante el consumo de cánnabis en estudiantes
universitarios (Vargas, 2003) se puede ver como los estudiantes que no
consumen cánnabis muestran una mayor protección que los consumidores de
dicha droga, de modo que las variables de protección, que como en otros
casos se midió con un índice múltiple, parece tener una influencia directa sobre
el consumo de cánnabis. En este estudio se vio que de las 22 variables
medidas, 13 mostraron diferencias estadísticamente significativas entre
consumidores de cánnabis y no consumidores, en las siguientes variables:
apego, miedo a las drogas, contacto entre los padres y profesores, directividad
por parte de los padres, asistencia a actividades de la iglesia, valoración de la
salud, buen rendimiento escolar, autosuperación, cumplimiento de las leyes y
normas de la comunidad, cumplimiento de compromisos personales, existencia
de normas claras en la escuela, haber recibido una buena formación escolar y
motivación hacia la acción.
34 José Miguel Martínez González

En un trabajo más específico sobre el consumo de cánnabis en


universitarios (Vargas, 2003) se observó que las variables que protegían ante
el consumo de cánnabis era el apego, tener miedo a las drogas, que exista
contacto entre padres y profesores en la edad escolar, directividad por parte de
los padres en la educación, asistencia a actividades parroquiales, valorar la
salud, tener buen rendimiento escolar, valor de autosuperación, cumplimiento
de leyes y normas de la comunidad, cumplimiento de compromisos personales,
existencia de normas claras en la escuela, haber recibido una buena formación
escolar y motivación hacia la acción.
Del mismo modo hay estudios en que se va constatando la relación que
existe entre determinadas drogas y las variables de protección. En un estudio
de Muñoz-Rivas, Graña y Cruzado (2000) se comprobó que para el consumo
de alcohol y tabaco podrían identificarse como factores de protección
psicológicos el obtener mayores puntuaciones en excitación y autoconcepto
positivo; en el caso de los familiares la existencia de una relación positiva y un
fuerte vínculo afectivo entre el adolescente y sus padres, el mantener una
buena comunicación familiar y el que los padres muestran una actitud no
permisiva con respecto al consumo de drogas en sus hijos y que, además,
éstos prevean una reacción negativa de ellos en el caso de que supieran que
consumen; con respecto a las variables de protección que tienen que ver con
los iguales se encontraron salir con los amigos a lugares como el cine, el teatro
(alternativas a los bares); y con respeto al contexto escolar obtener buenas
calificaciones y valorar positivamente el centro de enseñanza.
En el caso del consumo de la cocaína y las drogas de síntesis se vieron
asociados distintos factores de protección a nivel psicológico–individual, como
obtener mayores puntuaciones en autoconcepto positivo e implicarse
activamente en la práctica de la religión; con respecto al contexto familiar,
mantener una buena relación y vinculación con los padres y que éstos se
opongan al uso de drogas por parte de los hijos; y en relación al contexto
escolar, valorar positivamente el nivel de enseñanza que reciben del centro
escolar al que pertenecen y el haber obtenido buenas calificaciones
académicas.
Factores de protección 35

Para avanzar en el conocimiento del peso que pueden tener


determinados factores de protección, debemos considerar el policonsumo
(Clayton y Rutter 1985; Graña y Muñoz-Rivas, 2000b) aspecto inusualmente
tratado en las investigaciones sobre el riesgo y la protección. En nuestro
estudio hemos extraído una submuestra para analizar esta cuestión.
Estas diferencias pudimos verlas en uno de nuestros estudios en el que
se evaluó a una muestra de estudiantes de ESO, constatándose que las
variables de protección que eran relevantes para el alcohol no lo eran por
extensión al tabaco (ver Tablas A, B y C). Algunas variables eran significativas
en ambas drogas pero la gran mayoría lo eran sólo para el caso de una de
ellas, el tabaco o el consumo habitual de alcohol (Martínez-González y Robles,
2001). Coincidiendo con Newcomb y Felix-Ortiz (1992), pudimos observar que
los factores de protección no son igualmente validos para todas las drogas ni
para todas las poblaciones sino que existe una especificidad para cada una de
éstas (Martínez-González, Robles y Trujillo, 2003).
36 José Miguel Martínez González

Tabla A.
Grupo de comparación Beber / No beber.

VARIABLE Medias del Medias del T-Student. gl p


grupo: Beber. grupo: No
Bebe.
Apego 4.031128 4.245421 -2.66981 528 .007823
Normas claras en la familia 3.636719 3.643382 -.06254 526 .950160
Tener miedo a las drogas. 2.920000 3.431734 -3.58014 519 .000376
Contacto entre los padres y 2.926070 3.084871 -1.62741 526 .104249
profesores del sujeto.
Directividad por parte de los 3.376471 3.558824 -1.98877 525 .047245
padres.
Celebración en familia de 3.830709 4.058824 -2.21986 524 .026855
cumpleaños, fiestas, etc.
Apoyo social. 4.027344 3.903704 1.24572 524 .213423
Realización de actividades 3.956863 4.003663 -.46599 526 .641417
con otras personas
sintiéndose bien.
Asistencia a actividades 2.023529 2.477941 -3.98663 525 .000077
parroquiales o a la iglesia.
Locus de control. 3.824903 4.037175 -2.42261 524 .015747
Valorar la salud. 3.304348 3.625468 -3.04553 518 .002441
Capacidad para trabajar en 4.259843 4.293040 -.44103 525 .659374
cooperación, en grupo.
Alto rendimiento escolar. 3.101961 3.292593 -2.45595 523 .014375
Valor de auto - superación. 3.882812 4.154982 -3.23906 525 .001275
Cumplimiento de leyes – 3.772549 4.217712 -5.48802 524 .000000
normas de la comunidad.
Autosatisfacción. 3.850394 4.022140 -2.08297 523 .037739
Visión positiva del futuro. 3.714844 3.922509 -2.64646 525 .008378
Cumplimiento de 3.887160 4.051852 -2.29816 525 .021945
compromisos personales.
Existencia de normas claras 3.525490 3.750000 -2.56433 521 .010617
en la escuela.
Haber recibido una buena 3.855469 3.9000735 -.52184 526 .602004
formación escolar.
Conocimiento de las leyes 3.517510 3.380074 1.10774 526 .268481
sobre las drogas.
Factores de protección 37

Tabla B.
Comparación Fumar / No fumar.

VARIABLE Medias del Medias del T-Student. gl p


grupo: grupo: No
Fuma. fuma.
Apego 4.200000 3.816176 3.10766 269 .002088
Normas claras en la familia 3.656716 3.500000 1.02579 268 .305916
Tener miedo a las drogas. 3.098485 2.825758 1.37863 262 .169183
Contacto entre los padres y 2.888889 2.808824 .56164 269 .57428
profesores del sujeto.
Directividad por parte de los 3.474074 3.308824 1.18453 269 .237248
padres.
Celebración en familia de 3.955556 3.85152 .66893 268 .504113
cumpleaños, fiestas, etc.
Apoyo social. 3.791045 4.200000 -3.02694 267 .002712
Realización de actividades 4.014815 3.845588 1.17858 269 .239606
con otras personas
sintiéndose bien.
Asistencia a actividades 2.089552 1.896296 1.27046 267 .205028
parroquiales o a la iglesia.
Locus de control. 3.887218 3.740741 1.12292 266 .262486
Valorar la salud. 3.544776 3.052632 3.28149 265 .001171
Capacidad para trabajar en 4.231343 4.250000 -.16427 268 .869642
cooperación, en grupo.
Alto rendimiento escolar. 3.029851 2.955556 .68115 267 .496365
Valor de auto - superación. 3.925373 3.963235 -.30428 268 .761147
Cumplimiento de leyes – 3.977444 3.671642 2.41985 265 .016200
normas de la comunidad.
Autosatisfacción. 3.894737 3.955556 -.50917 266 .611054
Visión positiva del futuro. 3.706767 3.748148 -.35584 266 .722239
Cumplimiento de 3.932836 3.926471 .06246 268 .950216
compromisos personales.
Existencia de normas claras 3.656716 3.511111 1.13416 267 .257747
en la escuela.
Haber recibido una buena 3.819549 3.654412 1.29838 267 .195278
formación escolar.
Conocimiento de las leyes 3.201493 3.926471 -4.25623 268 .000029
sobre las drogas.
38 José Miguel Martínez González

Tabla C (adaptada de la original).


Valores de “t” para cada una de las variables que han
arrojado diferencias estadísticamente significativas dependiendo del tipo de droga.

GRUPO GRUPO VARIABLE


BEBER FUMAR

2.69723 3.10766 Apego


Normas claras en la familia
3.58014 Tener miedo a las drogas.
Contacto entre los padres y profesores del
sujeto.
1.98877 Directividad por parte de los padres.
2.20164 Celebración en familia de cumpleaños,
fiestas, etc.
* Apoyo social.
Realización de actividades con otras
personas sintiéndose bien.
3.98663 Asistencia a actividades parroquiales o a la
iglesia.
2.33669 Alta autoestima.
3.09741 3.28149 Valorar la salud.
Capacidad para trabajar en cooperación, en
grupo.
2.32929 Alto rendimiento escolar.
3.23906 Valor de auto - superación.
5.48802 2.41985 Cumplimiento de leyes – normas de la
comunidad.
2.02300 Autoaceptación.
2.64646 Visión positiva del futuro.
2.29816 Cumplimiento de compromisos personales.
2.56433 Existencia de normas claras en la escuela.
Haber recibido una buena formación
escolar.
* Conocimiento de las leyes sobre las drogas.
NOTA: Los asteriscos indican valores de “t” negativos.

Un ejemplo de cómo pueden comportarse de modo diferente los factores


de riesgo en relación a las diferentes drogas no sólo en el caso de las drogas
legales sino también las ilegales es el estudio de Oviedo (2003), realizado en
población universitaria en el que también se identificaron diferentes factores de
protección con distintas sustancias psicoactivas. La asociación observada en
este trabajó mostró que la protección ante fumar tabaco estaría determinada
Factores de protección 39

por el miedo a las drogas en general, realizar actividades relacionadas con la


religión, realizar conductas que fomenten el estado general de salud, alto
rendimiento escolar, sentirse bien consigo mismo y la existencia de normas
claras en el centro educativo. La protección ante los psicofármacos dependerá
del apego, realizar actividades como deporte, y actividades culturales de forma
satisfactoria con sus amigos, habilidades para trabajar de forma cooperativa y
sentirse bien consigo mismo. En el caso de la protección ante emborracharse
vendría determinada por el miedo a las drogas en general, realizar actividades
satisfactorias con los amigos, asistir a la iglesia, locus de control interno,
realizar actividades que fomenten el estado general de salud, alto rendimiento
escolar, valor de autosuperación, cumplimiento de normas de la comunidad,
normas claras en el centro educativo y la convicción en la persona de que
cuando tiene que realizar algo se pone en funcionamiento para conseguirlo. La
protección para el éxtasis vendría determinada por el miedo a las drogas en
general, celebrar en familia las fiestas, cumpleaños, etc., participar en
actividades de la parroquia, cumplir con las normas de la comunidad y
considerar que se ha recibido una buena formación escolar. La protección ante
los alucinógenos depende de el miedo ante las drogas en general, celebrar en
familia fiestas, cumpleaños, etc., valor de autosuperación, cumplir con las
normas de la comunidad y creer que se ha tenido una buena formación escolar.
Ante la cocaína, la protección está en función de tener miedo a las drogas,
celebrar en familia fiestas, cumpleaños, etc., participar en actividades de la
parroquia, realizar actividades que fomenten el estado de salud, valor de
autosuperación, cumplir con las normas de la comunidad y considerar que se
ha recibido una buena formación escolar. La protección ante el cánnabis está
en función del apego a la familia, miedo a las drogas en general, relación entre
padres y profesores durante la etapa escolar, estilo directivo de los padres en
la educación, participar en actividades de la parroquia, realizar actividades que
fomenten el estado general de salud, alto rendimiento académico, valor de
autosuperación, cumplir con las normas de la comunidad, adquirir y cumplir los
compromisos, normas claras en el centro educativo, creer que se tiene una
buena formación escolar y cuando la personas tiene intención de hacer algo se
40 José Miguel Martínez González

pone en funcionamiento para lograrlo. En el caso del alcohol, la protección está


en función del apego, normas claras en la familia, miedo a las drogas en
general, que padres y profesores tuvieran contacto durante el periodo escolar,
estilo educativo directivo en los padres, celebrar en familia fiestas, cumpleaños,
etc., participar en actividades de la parroquia, realizar actividades que fomenten
el estado general de salud, valor de autosuperación, cumplir con las normas de
la comunidad y adquirir y cumplir los compromisos.
Como se puede observar, no existe una replica exacta de los resultados
de los diferentes estudios para toda las drogas, esto es, se aprecia que los
factores de protección se comportan de forma distinta dependiendo de las
drogas pero no coinciden los resultados para cada una de ellas en todas las
muestras analizadas. Esto mismo podrá verse de un modo más extendido si
comparamos los resultados de los estudios mencionados y los obtenidos en
este trabajo con alumnos de escuelas taller y alumnos de ciclo formativo de
grado medio. Probablemente, estas diferencias y falta de consistencia de
resultados entre diferentes muestras para el análisis de los mismos factores de
protección y para las mismas drogas puede explicarse concediendo más peso
explicativo a los aspectos intrínsecos de la propia muestra, toda vez que
existen diferencias importantes entre ellas. Los factores de protección podrían,
por tanto, depender más de variables sociodemográficas o de corte psicosocial
que de la mismas drogas. Existe más similitud en este apartado en los estudios
realizados con universitarios que entre estos y los obtenidos en estudios con
alumnos de escuelas taller y ciclo formativo de grado medio entre sí. Las
diferencias son mayores entre los dos grandes grupos mencionados. En el
análisis realizado de las diferencias entre resultados de los factores de
protección para cada droga no se debe pasar por alto que las muestras se
diferencian, entre otras cosas, por la carga de riesgo que soporta cada una de
ellas. El estudio de muestras como alumnos de escuelas taller o ciclo formativo
de grado medio representan entornos de alto riesgo para el consumo de
algunas drogas tanto legales como ilegales.
Factores de protección 41

Factores de protección y situación laboral de los progenitores.

Al menos socialmente, existe la opinión extendida de que los estilos


educativos durante los últimos años se han visto modificados, entre otras
razones, por la masiva incorporación de la mujer al mundo laboral. Es
esperable que las personas se eduquen de forma diferente en función de si
están los dos padres o no a lo largo del día en el contexto familiar. Por tanto,
dependiendo de si los progenitores trabajan, tendrán experiencias distintas en
diferentes ámbitos como consecuencia del tiempo que comparten con cada
progenitor. En nuestro trabajo preguntamos precisamente esta cuestión y
pudimos comprobar la presencia de variables de protección en estos alumnos
dependiendo de si trabajaba un progenitor o trabajaban los dos. Al comparar el
grupo de jóvenes que tienen un progenitor trabajando frente al grupo que tiene
a los dos, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en las
variables “cumplir con las leyes de la comunidad”, “autosatisfacción” y
“existencia de normas claras en la escuela”, siendo para todas estos casos
mayor el valor de la media cuando trabaja sólo uno de los progenitores
(Martínez–González y Robles, 2001). De aquí se desprende que en relación a
algunas variables existe un grupo de personas que se encuentran más
protegido, siendo este grupo el compuesto por los que informan que trabaja
sólo un progenitor. De ante mano parece que cuando uno de los progenitores
se queda en casa se hace más probable un entorno protector ante las drogas,
toda vez que uno de los progenitores puede ocuparse de tareas educativas que
no podrían ser atendidas con la misma profundidad que si trabajasen los dos.
Este hecho es discutible teniendo en cuenta que la mujer se incorpora al
mundo laboral de forma masiva hace relativamente poco tiempo, mientras que
la drogodependencia es un problema que debutó en nuestra sociedad hace
decenas de años.
42 José Miguel Martínez González

Perfil de protección según las diferentes contextos de la persona.

Junto a uno de nuestros trabajos en el que se presentaba una revisión


de los factores de protección hallados hasta ese momento (Robles y Martínez-
González, 1998), ahora pueden añadirse otros que se han ido conociendo
posteriormente, pudiéndose presentar el siguiente perfil de lo que sería una
persona protegida atendiendo al contexto personal, familiar, escolar, de
relaciones sociales, laboral y comunitario. Los factores de protección que
configuran este perfil son los siguientes5:
* Sería una persona que vive en una familia en la que existe escaso hábito
de consumo de drogas legales e ilegales (APTA,1989), los padres son modelos
de hábitos de vida sanos y sin consumo de drogas -rechazo al consumo de
drogas- (Rios, Espina y Baratas, 1997; Muñoz-Rivas y Graña, 2001), hay apego
entre padres e hijos (Wills, Vaccaro y Mcmamara, 1992; Hawking, Catalano y
Miller 1992; Dettman, 1994; Perotto y Baldivieso, 1994; Carrasco, y Luna, 1995;
Bry, 1996; Costa y Lopez, 1996; FAD, 1996; Resnick et al.,1997; NIDA, 1997;
Pollard et al., 19976; Martín y Lorenzo, 1998; Muñoz-Rivas y Graña, 2001;
Martínez-González y Robles, 2001), los padres hacen una valoración positiva
del grupo de amigos de sus hijos (Mathias, 1997), existen normas y pautas de
conductas claras, con una adecuada organización y un empleo de la disciplina
adecuada a la edad (Hawking, Catalano y Miller 1992; Dettman, 1994.;
Secades, 1996; Gerevich y Bacskai, 1996; Curran y Chassin, 1996; Bry, 1996;
FAD, 1996; Rios, Espina y Baratas, 1997; NIDA,1997; Martín y Lorenzo, 1998;
Muñoz-Rivas y Graña, 2001, Piko y Fitpatrick, 2002), hay relación familiar
estructurada (NIDA,1993; Hussong y Chassin, 1997), se dan pocos conflictos
maritales (NIDA,1993), existe pocas situaciones de estrés en la vida familiar
(NIDA, 1993), se respeta y acepta a cada miembro como es, siempre que sus
hábitos o formas de relación no violen las normas de convivencia establecidas

5
En el perfil que se presenta se adjuntan las citas de todos aquellos estudios que vienen
apoyando en cada caso la vinculación que tiene la variable en cuestión con la protección.
Merece destacarse esta descripción pormenorizada de estudios que citan estas variables de
protección porque han sido la referencia teórica y empírica de este trabajo. A las referencias del
artículo publicado en la Revista Idea-Prevención se añaden los más significativos aparecidos
en la literatura desde la fecha de la publicación de ese trabajo hasta el momento.
6
Citado en Becoña, 1999.
Factores de protección 43

(FAD, 1996), existe por parte de los padres una valoración positiva del colegio
(Mathias, 1997), los padres refuerzan las conductas de sus hijos (Felix - Ortiz, y
Newcomb, 1992), especialmente los logros y cualidad de los hijos (Secades,
1996; FAD, 1996; Muñoz-Rivas y Graña, 2001), los padres observan y analizan
el comportamiento de los hijos (Secades, 1996), los miembros de la familia
perciben la relación entre ellos de forma satisfactoria existiendo estabilidad y
cohesión entre sus miembros (Felix - Ortiz y Newcomb, 1992; Wit et al., 1995;
Secades, 1996; Gerevich y Bacskai, 1996; NIDA, 1997; Navarro, 2001), se da
en la madre el cambio de la práctica educativa conservadora a la moderna
(Perotto y Baldivieso,1994), los padres hablan con sus hijos de las drogas
(NIDA, 1997), razonando con argumentos objetivos y adecuados a la edad de los
hijos las causas por las que no deben ingerir drogas (Secades, 1996), hablan de
los riesgos de las drogas (Navarro, 2001), los hijos perciban la desaprobación
que hace su familia de las drogas (NIDA, 1997; Rios, Espina y Baratas, 1997;
Becoña, 2002), los padres tienen expectativas favorables de que sus hijos
lleguen a realizar estudios superiores (Mathias, 1997), el núcleo familiar sea
pequeño –se ha llegado a especificar que no exceda de 4 hijos- (NIDA,1993;
Perotto y Baldivieso,1994), existan dos o más años de diferencia entre el
nacimiento de cada hijo (NIDA, 1993), exista un nivel de ingresos adecuados
(NIDA,1993), los padre se implicarían en la vida de sus hijos estando
informados de las personas con las que se relacionan los hijos, etc (Secades,
1996 y NIDA, 1997), los padres conozcan los intereses de los hijos (NIDA,
1997), exista una adecuada supervisión de las conductas de los hijos (Mathias,
1997), en relación al consumo de alcohol los padres sean modelos apropiados
de actitudes y comportamientos hacia el consumo, dando a los hijos un ejemplo
visible de autocontrol (Secades, 1996), exista una adecuada directividad de los
padres en la educación de los hijos (Curran y Chassin, 1996; NIDA, 1997;
Martínez-González y Robles, 2001, Becoña, 2002), que se mantenga una
actitud democrática en la toma de decisiones (Graña, 1994; Martín y Lorenzo,
1998; Becoña, 2002), que se realicen celebraciones familiares (Hussong y
Chassin, 1997; Martínez-González y Robles, 2001) que se realicen éstos,
llamados por la literatura rituales familiares, especialmente cuando existe un
44 José Miguel Martínez González

problema de alcoholismo en el padre (Curran y Chassin, 1996), que se


mantenga siempre abierta la posibilidad de comunicación y que los hijos cuenten
sus problemas a los padres (FAD, 1996; Navarro, 2001), mayor presencia de los
padres en casa (Resnick, et al.,1997), que los hijos tengan relación con varias
generaciones antecesoras (NIDA,1993; Costa, Jessor y Turbin, 1999), que
exista una interiorización de los valores tradicionales por parte de los padres
(Buela-Casal, Fernández y Carrasco,1997), que los padres promueven el
aprendizaje de sus hijos (NIDA, 1993), la familia tenga capacidad para
proponer y compartir actividades (Martín y Lorenzo, 1998), esté integrada
socialmente (Rios, Espina y Baratas, 1997), que tenga un sistema de apoyo
externo favorable (Kumpfer et al., 1998), que exista una conducta mediadora
de los hermanos cuando hay una conducta agresiva del padre (Gerevich y
Bacskai, 1996), exista un modelamiento de la madre en caso de alcoholismo
del padre (Curran y Chassin, 1996), que la persona tenga hermanos
confidentes (NIDA, 1993), que la persona escape de una situación familiar
caracterizada por el consumo de drogas, ausencia de los padres, agresividad,
divorcio y privación emocional de los padres, alejándose de ésta siempre que no
sea la única referencia para el individuo (Gerevich y Bacskai, 1996), que la
familia tenga capacidad de resiliencia (Becoña, 2002), que los hijos informen a
sus padres sobre donde van cuando salen con sus amigos (Piko y Fitpatrick,
2002).
* En cuanto al área personal será una persona que tenga locus de
control interno –adecuado- (APTA,1989; NIDA, 1993), realice una elevada
cantidad de actividades positivas (NIDA, 1997), que comprenda las
consecuencias negativas de las drogas (NIDA, 1997), cuente con recursos
instrumentales (Carrasco y Luna, 1995), tenga valores positivos con respecto al
cuerpo, a la vida y a la salud (Hawking, Catalano y Miller, 1992; Dettman,
1994; Carrasco y Luna, 1995; Friedman y Bramfield, 1995; Navarro, 2001;
Martínez-González y Robles, 2001), crea que es importante controlar su
comportamiento (Dettman, 1994), que tenga destrezas para resistir a las
influencias sociales (Dettman, 1994; Botvin, 1995; Pollard et al., 19977), que

7
Citado en Becoña, 1999.
Factores de protección 45

tenga destrezas para trabajar con otros (Hawking, Catalano y Miller, 1992;
Dettman, 1994), que tenga destrezas para solucionar problemas, tomar
decisiones y obtenga reconocimiento de los resultados individuales (Dettman,
1994), presente un buen rendimiento escolar – capacidad académica- (Wills,
Vaccaro y McNamara, 1992; NIDA, 1993; Perotto y Baldivieso, 1994; Martínez-
González y Robles, 2001), en concreto niveles adecuados en matemáticas y
lengua (NIDA, 1997), tenga aspiraciones de recibir una buena formación (Felix-
Ortiz y Newcomb, 1992), que cuente con un desarrollo mental que le ayude a
evitar situaciones peligrosas (Felner, Silverman y Adix, 1991), que adopte las
normas convencionales sobre el uso de drogas (NIDA, 1997), tenga valores de
autosuperación (Lukas, 1988; Gerevich y Bacskai, 1996; Martínez-González y
Robles, 2001), que cumpla las leyes (Felix-Ortiz y Newcomb,1992; Hawking,
Catalano y Miller, 1992; Costa, Jessor y Turbin, 1999; Martínez-González y
Robles, 2001), que tenga una adecuada autoestima – autoaceptación – (Lukas,
1988; Mckay y Fanning, 1991; Felix-Ortiz, y Newcomb, 1992; NIDA, 1993;
Gerevich y Bacskai, 1996; Resnick, et al.,1997; Mansilla y Vega, 1999;
Martínez-González y Robles, 2001), que perciba oportunidades en el entorno –
disponga de oportunidades para una mejor transición en la vida - (Felix-Ortiz y
Newcomb, 1992), que tenga expectativas o visión positiva de futuro (Hawking,
Catalano y Miller, 1992; NIDA, 1993; Bry, 1996; Martínez-González y Robles,
2001), que participe en actividades religiosas – de la parroquia – (Felix-Ortiz y
Newcomb, 1992; Hawking, Catalano y Miller, 1992; Wit, et al.,1995; Friedman y
Bramfield, 1995; Bry, 1996; Resnick, et al.,1997; Mathias, 1997; NIDA, 1997),
tenga temor a las multas derivadas del consumo de drogas (Felix-Ortiz y
Newcomb, 1992), sea autodisciplinado (NIDA 1993), que presente rechazo no
tanto a las drogas como a al dependencia (Perotto y Baldivieso, 1994), que
tenga actitudes contrarias a las drogas (Hawking, Catalano y Miller, 1992), que
tenga miedo a las drogas (Martínez-González y Robles, 1999, 2001), que tenga
creencias claras con respecto a la justo y lo malo (Hawking, Catalano y Miller,
1992), que tenga capacidad de adquirir y cumplir compromisos (Gerevich y
Bacskai,1996; Martínez-González y Robles, 2001), que sea una persona
afectuosa – que se hace querer – (NIDA, 1993), que tenga responsabilidades
46 José Miguel Martínez González

(Bry, 1996; FAD, 1996), que tenga actitudes prosociales (Mathias, 1997), que
sea capaz de relacionarse con lo que se valora socialmente, entidades positivas -
como asociaciones-, actividades humanitarias, con la familia, la escuela,
determinados grupos, la iglesia (NIDA,1993; Navarro, 2001), que sea autónomo
pero a la vez sea capaz de pedir ayuda (NIDA, 1993), que tenga un buen nivel
de autocontrol y autoconocimiento (Hussong y Chassin, 1997), que sea
adaptable y flexible siendo tolerante con las situaciones y las personas,
presentando una adecuada adaptación social, siendo capaz de obtener
respuestas positivas de en su ambiente (NIDA, 1993), que presente apego a los
iguales (Pollard et al., 19978), que no presente debilidad temperamental ni
emocional (NIDA, 1993), que exija ser útil y pueda aprender a hacer cosas que
el mismo evalúe como positivas (NIDA, 1993), que sea capaz de interactuar con
adultos capaces de proporcionar una educación consistente (NIDA, 1993), sea
capaz de renunciar a satisfacciones por el futuro, practique deporte, tenga afición
a la lectura, tener objetivos claros en la vida (Navarro, 2001), que tenga
capacidad de imitación –particularmente alta o baja dependiendo de la
situación familiar problemática que se trate- (Hussong y Chassin, 1997), que
esté informado a cerca del alcohol y de sus consecuencias (Secades, 1996),
hacer frente a la adversidad (Rutter, 1990; citado en Becoña, 2002).
* En cuanto al contexto escolar sería un entorno en el que la persona
tuviese apego escolar y apego a los profesores (Hawking, Catalano y Miller,
1992; Dettman, 1994; Friedman y Bramfield, 1995; Resnick, et al.,1997;
Mathias, 1997; Kumpfer et al., 1998), existan normas y pautas de conducta
claras (Dettman, 1994; Secades,1996; Gerevich, y Bacskai, 1996; Martínez-
González y Robles, 2001), los alumnos tengan obligaciones en la escuela,
habiendo autores que especifican el hecho de que los alumnos sean forzados
adecuadamente en el colegio (Smith y Fogg, 1978; Johston y O´Malley, 1986;
Mathias, 1997; Jessor y Jessor, 1997), se refuercen conductas de los niños
(Felix-Ortiz. y Newcomb,1992), se les proporcione a los alumnos un sentido de
la identidad y de los logros (NIDA, 1993), la personas tenga la percepción de
utilidad del colegio (Mathias, 1997), exista la obligación de escolarizar a los

8
Citado en Becoña, 1999.
Factores de protección 47

niños (Hawking, Catalano y Miller, 1992), exista comunicación entre los padres
y profesores (Secades, 1996), exista una educación normativa para corregir la
falsa percepción de que la mayoría de los jóvenes utilizan las drogas (NIDA,
1997), se eduque a los niños en el arte de equilibrar la tolerancia y la
supervivencia – cuando se trata de poblaciones marginales- (Friedman y
Bramfield, 1995), el sujeto adquiera buena formación escolar, o sea, una
escuela de calidad (Jessor, 1991; NIDA,1993; NIDA, 1997; Kumpfer et al.
1998), la escuela fomente el aprendizaje y la responsabilidad (NIDA, 1993), se
refuerce al sujeto por implicarse en el colegio (Pollard et al., 19979), que se
conozcan algún mensaje preventivo de alguna campaña de prevención llevada
a cabo en el colegio (Navarro, 2001).
*En cuanto al área de relación social que no exista consumo de drogas
en el entorno de iguales (APTA,1989; Hawking, Catalano y Miller 1992; Rios,
Espina y Baratas, 1997), que la persona esté expuesta a modelos que no
utilizan la droga como estrategia de afrontamiento (Hawking, Catalano y Miller
1992; Carrasco y Luna, 1995; Buela-Casal, Fernández-Ríos y Carrasco, 1997;
Navarro, 2001), que cuente con un alto apoyo social (APTA,1989; Hawking,
Catalano y Miller 1992; Felix-Ortiz y Newcomb,1992; Carrasco y Luna, 1995;
Curran y Chassin,1996; Mansilla y Vega, 1999; Martínez-González y Robles,
2001), que tenga con los amigos una relación madura (Wills, Vaccaro y
McNamara, 1992), que tenga una alta tasa de actividades grupales
(APTA,1989; Dettman, 1994), que realice conductas que sean reforzadas por
otros (Felix-Ortiz. y Newcomb,1992), participación en ONGs (Navarro, 2002),
tenga implicación en actividades religiosas, asistiendo a actividades de la
parroquia (Jessor y Jessor, 1977; Adlaf y Smart, 1985; Guinn, 1987; Perkins,
1987; Hawking, Catalano y Miller 1992; Felix-Ortiz y Newcomb,1992; Brizer,
1993; Cochran, 1993; Francis y Mullen, 1993; Wit, et al.,1995; Friedman y
Bramfield, 1995; Resnick, et al.,1997; NIDA, 1997; Mathias, 1997; Martínez-
González y Robles, 2001; Strote, Lee y Wechsler, 2002), que sea colaborador
con los demás (Navarro, 2001),

9
Citado en Becoña, 1999.
48 José Miguel Martínez González

* A nivel laboral destacar que tenga éxito en las primeras experiencias


laborales (Perotto y Baldivieso, 1994).
*En el contexto comunitario que existan y se cumplan las normas y
pautas de conductas que deben se claras (Dettman, 1994; Secades,1996;
Gerevich y Bacskai, 1996), que la persona tenga apego comunitario (Hawking,
Catalano y Miller, 1992; Dettman, 1994; Friedman y Bramfield, 1995; Hawking,
Catalano y Miller, 1996; Resnick, et al.,1997), que tenga participación en la
iglesia (Felix-Ortiz y Newcomb,1992; Hawking, Catalano y Miller, 1992; Wit, et
al.,1995; Friedman y Bramfield, 1995; Resnick, et al.,1997; NIDA, 1997;
Mathias, 1997; Felix-Ortiz y Newcomb, 1999; Costa, Jessor y Turbin, 1999),
que en la sociedad existan normas claras en torno al consumo de drogas
(Hawking, Catalano y Miller, 1992; Martínez-González y Robles, 2001), que
existan valores en la sociedad (Hawking, Catalano y Miller, 1992), que exista
en el entorno bajo nivel de desempleo (NIDA, 1993), que la persona viva en un
barrio agradable, con facilidad para integrarse (NIDA, 1993; Navarro, 2001), no
haya presencia de drogas en el barrio (Navarro, 2001), que exista un alto nivel
sanitario (NIDA, 1993), que existan recursos sociales (Carrasco y Luna, 1995),
que exista un fácil acceso a servicios sociales adecuados (NIDA, 1993), que se
refuerce al sujeto cuando se implica en la comunidad (Pollard et al., 199710).
El análisis de los factores de protección lleva consigo considerar
numerosas variables que hacen que un factor considerado de protección no
tenga el mismo peso para explicar la amortiguación del riesgo que vive una
persona. Se ha visto que la edad, el genero y el tipo de drogas, que en
ocasiones se vieron diferencias incluso dependiendo del entorno urbano o rural
en que viven las personas, matizan claramente el peso de cada factor de
protección. Es posible que estas diferencias puedan deberse entre otras
razones al efecto que ejercen variables como las representaciones sociales de
un determinado grupo de personas, la percepción del entorno inmediato en
cuanto a la disponibilidad de drogas y la percepción del riesgo atribuido a cada
una de las drogas. A continuación se hace un repaso a los aspectos que
podrían explicar parte de las diferencias contrastadas entre factores de

10
Citado en Becoña, 1999.
Factores de protección 49

protección dependiendo de factores sociodemográficos. En el trabajo de


Vargas (2003), se ha podido ver que determinados indicadores
sociodemográficos vinculados con el cánnabis o con la discriminación de la
edad de inicio del consumo, y que actúan como factores de riesgo, se
encuentran asociados con un número menor de variables de protección. Cada
vez es más evidente la relación entre determinados factores sociodemográficos
relacionados con un no consumo y un mayor número de factores de protección.
50 José Miguel Martínez González
Representaciones sociales 51

Representaciones sociales
y consumo de drogas.

Definición de representaciones sociales.

La teoría de las representaciones sociales viene siendo desde hace


años una referencia obligada y valiosa en el estudio de las drogodependencias
como fenómeno social (Megías, 1999). El autor justifica la necesidad de
incorporar las representaciones sociales en la reflexión entorno al fenómeno de
las drogodependencias a través de los siguientes cuestiones:
a. Las representaciones sociales de las drogas y su relación con
determinados comportamientos de consumo, no puede considerarse como una
explicación unívoca de consumo de drogas, pero sí es una conceptualización
fundamental para al comprensión de su consumo.
b. La representación social se constituye en un elemento importante
del imaginario colectivo.
c. La estructura y contenidos de la representación social de las
drogas forman una parte constituyente del mismo fenómeno.
d. Las representaciones sociales cobran relevancia en los procesos
de búsqueda de respuestas ante el fenómeno de las drogodependencias.
Las observaciones que vienen realizando distintos investigadores en
torno a esta teoría, hacen de ella una opción enriquecedora en todo discurso
sobre el fenómeno de las drogodependencias. No cabe duda de que las
representaciones sociales son un concepto que de una forma u otra juega un
papel relevante en la comprensión de las causas por las que determinadas
personas consumen alguna vez en su vida una sustancia tóxica legal o ilegal,
otras las consuman con frecuencia de forma abusiva y en otros casos las
personas desarrollen una drogodependencia. En otros casos, parece que bajo
las mismas condiciones de riesgo, no sabemos si bajo las mismas
representaciones sociales, no aparece la adicción. Para poder comprender la
relación que existe entre las representaciones sociales y el tipo de estrategias
de prevención más adecuadas en cada caso, nos detendremos brevemente en
52 José Miguel Martínez González

como ha surgido el concepto de representación social y de los posibles nexos


entre ellas y las conductas de consumo de drogas.
El concepto de “representación social” fue acuñado con el fin de
denotar el fenómeno social como una realidad que guarda relación en último
término con el comportamiento de los grupos sociales. El referente del
concepto de las representaciones sociales parece ser Moscovici (1986), por lo
que tomaremos como referencia la teoría de las representación social
elaborada por éste (1989; citado en Megías, Comas, Elzo, Navarro y Romaní,
2001). En este mismo trabajo de Megías y colaboradores podemos encontrar
una definición construida con aportaciones de varios autores entre los que se
cuenta con Moscovici, Jodelet y Palmonari, siendo ésta la siguiente: las
representaciones sociales serían como “el conjunto sistemático de valores,
nociones y creencias que permiten a los sujetos comunicarse y actuar, y así
orientarse en el contexto social donde viven, racionalizar sus acciones, explicar
eventos relevantes y defender su identidad”.
Las representaciones sociales establecen una relación estrecha entre
el contenido de las mismas y el comportamiento de las personas que se
encuentra compartiendo esa representación social. Así, la teoría de las
representaciones sociales se ocupa de un tipo específico de conocimiento que
juega un papel crucial en cómo la gente piensa y organiza su vida (Wagner y
Elejabarrieta, 1995). La cognición social cobra una relevancia especial cuando
tratamos de analizar las variables que determinan la salud y el bienestar social.
Esto es así en la medida en que se sabe que mediante el proceso de influencia
social es posible establecer y cambiar las actitudes, valores y conductas de las
personas (Becoña, 2002), lo que es extraordinariamente importante en los
procesos de prevención de las drogodependencias. En un estudio reciente de
Moral Sirvent, Ovejero y Rodríguez (2004), se confirma la eficacia de
estrategias preventivas implementadas para promover cambios de actitud ante
el consumo de drogas en la dirección esperada, en este caso relativa a un
fortalecimiento de las actitudes previas permisivas. Por otro lado, estos mismos
autores han podido constatar como la eficacia de los programas de
intervención psicosocial se mantienen a largo plazo.
Representaciones sociales 53

Características de las representaciones sociales.

No es objetivo de este trabajo desentrañar las características de las


representaciones sociales, para lo que puede recurrirse al trabajo de Morales
(1995), sino exponer algunas cuestiones que pueden ser útiles y necesarias
cuando se trate de llevar las representaciones sociales al campo de la
prevención de las drogodependencias. Jodelet (1986), concluye que del hecho
de representar se desprenden cinco características fundamentales:
x Siempre es la representación de un objeto.
x Tiene un carácter de imagen y la propiedad de poder intercambiar lo
sensible y la idea, la percepción y el concepto.
x Tiene un carácter constructivo.
x Tiene un carácter autónomo y creativo.
Las representaciones sociales de las drogas han sufrido a lo largo de la
historia modificaciones considerables. Una característica de las mismas es que
los cambios en la práctica cotidiana conducen a la introducción de una nueva
representación separada de la representación que podría considerarse original
(Flament, 1987; citado en Wagner y Elejabarrieta, 1995). Por este motivo, en el
análisis de aspectos relevantes en los programas preventivos, volvemos a
encontrarnos con elementos dinámicos que están sujetos a condicionantes
temporales del grupo de referencia para la persona. Las intervenciones
preventivas, por tanto, necesitan construirse desde la realidad histórica, esto
es, desde la determinación de las representaciones sociales que operan en
cada momento.

Debe señalarse también que en la puesta en marcha de programas


preventivos es necesario mencionar la dificultad asociada a las intervenciones
que tienen como objetivo inducir modificaciones en el modo de pensar de un
grupo de personas. En el ámbito de las drogodependencias, sabemos que
cuando las personas se están iniciando en el consumo experimental de alguna
droga, es altamente complicado hacerles llegar algún mensaje convincente y
con capacidad de modificar las creencias de éstos sobre el tipo de riesgo que
realmente están corriendo. Esto es en parte porque las representaciones
54 José Miguel Martínez González

sociales tienen una verdad fiduciaria que se genera por la confianza que
depositamos en la información y los juicios cuando éstos son compartidos con
otras personas (Moscovici, 1988). Bajo estas condiciones podemos ver como
realmente las representaciones sociales de las drogas en grupos de
adolescentes juega un papel muy importante para favorecer el consumo de
drogas, estando así a un paso de introducirnos en el concepto de identidad
social. Según la Teoría de la Identidad Social (Tajfel, 1984) los grupos o
categorías sociales a los que pertenecemos influyen en nuestra identidad
social. La identidad social consiste en que “el conocimiento por parte del
individuo de que pertenece a ciertos grupos sociales junto con la significación
emocional y valorativa de esa pertenencia”. Esta identidad social está
constituida por tres componentes: el cognitivo, evaluativo y emocional (Moya,
1993). En esta línea que atiende la relación entre la identidad grupal y el uso de
drogas merece recordarse un estudio de Comas (1994) en el que ente sus
conclusiones referentes al consumo de drogas en jóvenes decía “El uso de
drogas, incluso el uso experimental o habitual de drogas ilegales, no constituye
una conducta subterránea, si no que representa valores sociales positivos y
explícitos, son objetivos esenciales para cualquier jóvenes: tener amigos,
sentirse parte de la colectividad, tener relaciones sexuales y pareja” (p. 219).
La identidad grupal determina en parte como la gente reacciona a eventos
específicos. Hay personas que muestran una fuerte identidad social para
realizar actos que lo diferencian de personas que forman parte de otro grupo.
El consumo de drogas puede ser un elemento de diferenciación de otros y de
cohesión interna dentro del grupo. Johnson et al. (1985; citado en Markini,
Hishinuma, Kim, et al., 2001) y Becoña (2002) observaron que un predictor
fuerte del consumo de alcohol fue el grupo de afiliación en comparación al
grupo étnico, lo que podría poner en relevancia el peso que la identidad grupal
puede llegar a tener en el inicio del consumo de drogas. Esto es, por el solo
hecho de pertenecer a una raza no se incrementa el riesgo para tomar drogas,
sino lo que incrementaba dicho riesgo guarda más relación con el sentimiento
de pertenencia a determinados grupos. Por tanto, la accesibilidad a los grupos
de riesgo ante el consumo de drogas en el marco de las actuaciones
Representaciones sociales 55

preventivas es muy baja como consecuencia de los procesos comentados.


Estos, favorecen los mecanismos de afianzamiento de las propias ideas
compartidas por las personas de un grupo, incluidos el de personas dispuestas
a experimentar con las drogas lo que es difícilmente modificable a corto plazo.

La importancia otorgada o significatividad que tienen los amigos, el


grupo de iguales en general, es pequeño antes de la adolescencia, pero en al
adolescencia el grupo de iguales se constituye en la referencia para el sujeto
en muchos aspectos importantes de su vida. (Huba y Bentler, 1980; Hawkins,
Catalano y Miller 1992; Gerevich y Bacskai, 1996; Mathias, 1997; Pérez-
Gómez, y Megía-Motta, 1998). La influencia que puede ejercer por tanto la
familia varia con la edad, presuponiéndose un mayor peso de la familia para las
primeras etapas de la vida (Calafat, 1993). En el seno del grupo de iguales
existe a través de diversos mecanismos una tendencia a la homogeneidad
entre sus miembros, que del mismo modo en que facilita la adopción de
determinadas señales de identidad como es la forma de vestir, música, etc.,
tiene también un papel de primer orden en el inicio en el consumo de drogas
(Patraitis, Flay, Miller, Torpy y Greiner, 1998). La influencia ejercida entre los
iguales que acaba favoreciendo determinados hábitos, llega a ser tan
determinante que el consumo por parte de iguales tanto de alcohol como de
otras drogas, es el mejor predictor del consumo en jóvenes (Reifman et al.,
1998; Santacreu, Orejudo, Royuela y Froján, 1998; Garnier y Stein, 2002;
Graña y Muñoz-Rivas, 2000a; Morojele et al., 2002). Los procesos
interpersonales también ejercen una gran influencia en las formas de consumo
de alcohol por ejemplo, siendo el ámbito de los amigos una influencia social
indirecta sumamente potente para el consumo de drogas para los jóvenes
(Borsari y Carey, 2001). Es más, los estudios sugieren que esta influencia por
parte de los amigos es mayor y más relevante en el inicio del uso de drogas
ilícitas; esto es, los amigos terminan teniendo mayor peso en la inducción de
estas conductas de experimentación en las etapas iniciales de ese uso (Brook
et al., 1983; Bank et al., 1985; Elliot et al., 1958; Needle et al., 1986; Swaim,
Oetting, Edwards y Beauvais, 1989; citados en Muñoz-Rivas, Graña y Cruzado,
2000). Se ha visto también que la exposición al consumo de alcohol por parte
56 José Miguel Martínez González

del grupo de iguales es mayor cuando el adolescente no percibe los riesgos del
consumo de alcohol, existiendo por tanto un incremento del riesgo cuando
además de estar en contacto con modelos de consumo la percepción de riesgo
del uso de determinadas drogas es menor (Kimberly, Slater, Oetting, 2005).

Con respecto a la influencia que ejerce el grupo sobre el consumo de


alcohol, el género también es una variable que introduce diferencias
significativas a tener en cuenta. Las normas del grupo de iguales, aunque
afectan en general más a los hombres que a las mujeres, son éstas últimas las
que están menos condicionadas por el grupo en cuando al consumo de alcohol
se refiere (Read, Wood, Davidoff, McLeacken y Campbell, 2002).

Con el fin de continuar describiendo otras características de las


representaciones sociales, tomaremos un cuadro de Wagner y Elejabarrieta
(1995) para analizar las interrelaciones de varios elementos que son
importantes en la formación de las mismas. En la Figura 1 que se muestra a
continuación, puede observarse como las representaciones sociales parecen
jugar un papel importante en la identidad social de los grupos, destacando el
hecho de que son modificadas cuando hay que dar respuesta a los conflictos
que van apareciendo. Esto muestra el dinamismo bajo el que operan estas
creencias en los grupos.
Representaciones sociales 57

Figura 1.
Esquema simplificado del proceso sociogenético de las
Representaciones Sociales. Tomado de Wagner y Elejabarrieta (1995).

crea
Un grupo social
Identidad social

experimenta
implica

Representaciones de Conflicto y/o cambio


conocimiento en los de las condiciones de
individuos
vida

se realiza en Discurso y producción de implica


representaciones

Los elementos implicados en la representación social y las relaciones


entre ellos, que como se ha dicho, hacen posible dar respuesta a los conflictos
que se van presentando ante el grupo a la vez que dificulta extraordinariamente
modificar el núcleo de esas representaciones. Esta dificultad lleva consigo que
puedan realizarse sólo cambios superficiales. No consumir drogas y, por lo
tanto, ser objeto de la crítica social por pertenecer a un grupo en el que se
consumen algunas drogas, por ejemplo alcohol y cánnabis, puede favorecer
que las personas que las consumen desarrollen, una vez que se pertenece al
grupo, respuestas cognitivas que garantizan la permanencia de las
representaciones sociales que dieron lugar probablemente a esa conducta,
reforzando también la identidad del propio grupo. Probablemente, y teniendo en
cuenta este mecanismo, puede ser de utilidad incluir entre las estrategias de
prevención el entrenamiento de la persona para llevar a cabo una elección del
grupo cuya identidad esté alejada del consumo de drogas, dado que siendo
miembro y como consecuencia de la influencia de esta identidad grupal las
58 José Miguel Martínez González

opciones de alejamiento con respecto de las personas que consumen drogas


se reduce notablemente. Todo apunta a que hay que inducir al adolescente
para que no deseen formar parte de grupos consumidores de drogas.

En cuanto a la estructura de las representaciones sociales, decir que


autores como Abric (1984, 1989, 1993; citado en Wagner y Elejabarrieta 1995)
identifica que toda representación social está organizada alrededor de un
núcleo y de unos elementos periféricos. El núcleo central es la parte esencial
de la representación y ésta cambiaría si se modificara dicho núcleo. Los
esquemas periféricos, por otra parte, vienen a sustentar el núcleo, por tanto
una característica importante de las representaciones sociales es el núcleo
significativo en el que se sustenta la imagen. Tengamos en cuenta que el
núcleo alberga la imagen que tenemos de una droga, lo que en definitiva queda
asociado, entre otras cosas, al riesgo relacionado con su uso. Si creo que
tomar una droga no lleva consigo peligro estaré más cerca de hacer consumos
experimentales que cuando la imagen se caracterice por el peligro asociado a
su uso y en definitiva objeto de evitación.

Lepore (1989), trató, desde la teoría de las representaciones sociales, de


contrastar el sentido común como opuesto al conocimiento científico a través
de la medición de varias dimensiones de la representación, esto es,
cuestionarios, entrevistas semiestructuradas y diferencial semántico. Esta
investigación mostró diferencias en el núcleo de la representación social con
respecto a los alcohólicos y fumadores. Esto refleja la relevancia del núcleo en
la construcción de las representaciones sociales. Teniendo esto en cuenta, la
intervención para la modificación de las representaciones sociales, en éste
caso de las drogas, tendrá que considerar el contenido del núcleo de dichas
representaciones sociales, pudiendo en ocasiones perseguir su modificación
sin éxito como consecuencia de no actuar o desconocer realmente el elemento
más importante de la representación social, eso es, el núcleo. Esta reflexión,
ciertamente superficial de la constitución de las representaciones sociales,
debería empezar a formar parte de los análisis del fenómeno de las
drogodependencias entre los jóvenes.
Representaciones sociales 59

Para terminar este apartado y en el intento de acotar resumidamente el


concepto de representación social señalamos las tres características de las
representaciones sociales que destacan Wagner y Elejabarrieta (1995):

1. “...las representaciones sociales son elaboradas socialmente...”.

2. “que su homogeneidad y distribución dentro de los grupos implicados


es amplia...”.

3. “que este conocimiento de naturaleza social establece la


indesligabilidad de procesos y contenidos de pensamiento...”.

Relación entre representaciones sociales y conducta.

Las representaciones sociales además de estar constituidas por valores,


nociones y creencias implican actitudes que a su vez se relacionan con la
conducta. En Megías, et al., (2001) puede encontrarse una descripción precisa
de las relaciones posibles entre actitud y representación social, a través de un
análisis exhaustivo de los componentes de la actitud como elemento básico
para comprender el impacto que puede tener en la conducta. Para ello,
muestran un cuadro en que puede verse el indudable nexo entre la
representación social, la actitud y el comportamiento (ver Figura 2).
60 José Miguel Martínez González

Figura 2.
Relaciones entre representación social y conducta.
Tomado de Megías et al., 2001

REPRESENTACIÓN SOCIAL
COMPORTAMIENTO

INFORMACIÓN

CAMPO DE LA
REPRESENTACIÓN

Cognitiva

ACTITUD
Empática

Conativa

En el análisis que conjuga la relación entre representaciones sociales y


actitud también merece tenerse en cuenta propuestas de autores como Myers
(2000) que analiza en profundidad experiencias que denotan la imposibilidad
de unir en todo momento la actitud con la conducta; esto es, la actitud no
siempre predice la conducta lo que significaría por otra parte que las
representaciones sociales no siempre van a predecir la conducta de las
personas que las comparten si no es bajo determinadas condiciones. El autor
muestra como la Psicología Social ha podido constatar la imposibilidad de
correlacionar con total fidelidad actitud y conducta. No obstante indica como
nuestras actitudes puede predecir nuestra conducta si:
1. Se minimizan otras influencias.
2. La actitud es específica respecto a la acción.
3. La actitud es fuerte (porque es recordada por algo o porque se ha
formado de forma fuerte).
No es objeto de este trabajo profundizan en las teorías que han
analizado con profundidad el modo en que se relaciona la actitud y la conducta,
Representaciones sociales 61

como es el caso de la teoría de la acción razona (Fishben y Azjen, 197211) y la


teoría de la conducta planificada (Ajzen, 198812). En estas teorías median
procesos que dificultan la elaboración de predicciones certeras sobre la
conducta de un individuo en relación a sus actitudes manifiestas previas.
A pesar de ello, merece destacarse el interés que representa, en el
estudio de las variables que probabilizan el inicio en el consumo de drogas,
evaluar y conocer las actitudes hacia el consumo de drogas, dado que la
actitud representa tendencias o predisposiciones de actuación que, por otro
lado, vienen también asociadas a determinadas expectativas sociales (Paez et
al., 1992a; OEDT, 2003), término equiparable al de representaciones sociales.
Sea como fuere, sí parece que determinadas representaciones sociales
acerca de las drogas influyen en las prácticas sociales cotidianas, a la vez que
estas prácticas van influyendo en el contenido de esas representaciones
sociales (Megías et al., 2001). Según los autores, conocer las representaciones
sociales de las drogas nos ayuda a comprender las drogas como fenómeno
social que influye en la conducta de las personas en base a dos cuestiones
básicas:
a. “Las representaciones sociales sobre las drogas son una parte
constitutiva fundamental del mismo fenómeno. De hecho, las podemos
considerar como un elemento nuclear del mismo”.
b. “Las representaciones sociales sobre las drogas han tenido un
importante peso dentro de dicho conjunto”.
Las drogas como fenómeno social a través de las representaciones de
un grupo ejerce una influencia determinante en el comportamiento de los
individuos siendo las representaciones sociales en todo momento un aspecto
muy importante para comprender las conductas que presentan las personas de
un determinado grupo con respecto al consumo o no consumo de drogas. En
un estudio de Basabe y Paez (1992) se observó que el consumo de alcohol de
los jóvenes en Bilbao guardaba relación con las características socio-culturales
del entorno en que viven, ya que, al parecer, el consumo de esa droga estaba
relacionada con el tiempo de ocio y de celebraciones. Las conclusiones del

11
Citados en Morales (1995).
62 José Miguel Martínez González

estudio del consumo de alcohol entre los jóvenes de Bilbao quizás podría
generalizarse al resto de jóvenes de España. Es imperioso destacar la
relevancia de este estudio por la importancia otorgada a las representaciones
sociales para la comprensión de un fenómeno claramente social. En el trabajo
de Pons, Berjano y García (1999) se constató la relación entre consumo de
alcohol y actitudes manifiestas hacia ese consumo. El consumo de alcohol se
relacionaba con el mantenimiento de actitudes favorables, ya que desde las
cuales se tiene poco en cuenta los efectos negativos a medio y largo plazo
derivados de una ingesta abusiva; esto es, se aprecia una mala elección
cognitivo-conductual.
En general se ha visto que las actitudes de las personas acerca de las
drogas están vinculadas con el uso de drogas (McCuller, Sussman, Dent y
Teran, 2001). Jessor y Jessor (1977), señalaron que tanto las actitudes de los
adolescentes como las normas de los grupos de iguales cambiaban, en
relación al consumo de drogas, antes de que los usuarios comenzasen a
consumir, observándose un cambio de actitud desde una postura condenatoria
a otra mucho más favorable. En relación a estos cambios en las actitudes,
Pisano y Rooney (1988) pudieron comprobar en un estudio con personas entre
9 y 11 años el cambio observable de actitud favorable al uso de cerveza a lo
largo de los años, confirmando la existencia de un cambio general de actitudes
previo al cambio de conducta.
Parece evidente, por tanto, la mediación de los grupos de influencia en
la formación de actitudes, porque el grupo de iguales juega un papel decisivo
en la génesis de actitudes permisivas, las cuales han sido detectadas como
primer factor explicativo del abuso de alcohol (Pons, Berjano y García, 1999).
Se ha demostrado que el consumo de éxtasis se hace en parte por el
tipo de representación social que tienen las personas de esa droga (Calafat et
al., 1998, 2003). Muchos investigadores defienden por tanto, que el inicio en el
uso de cualquier droga suele ir precedido por valores favorables hacia ese uso
(Kandel, 1978; Smith y Fogg, 1978). Con el objetivo de analizar el modo en que
las representaciones pueden ejercer su influencia en un determinado grupo

12
Citado en Morales (1995).
Representaciones sociales 63

social, se llevó a cabo un estudio en varios países europeos para conocer las
representaciones sociales del éxtasis entre los jóvenes. En éste estudio se
pudo ver que en las representaciones sociales acerca del éxtasis en los
jóvenes existían dos bloques o tipos de personas claramente diferenciados. Por
un lado existía un bloque de personas que se posicionaban según los efectos
atribuidos al éxtasis, mientras que el otro bloque se posicionaban según los
peligros percibidos por su uso. De forma que, conociendo las expectativas de
las personas sobre los efectos del éxtasis o de los peligros percibidos de su
uso se puede determinar el tipo de conducta que mostrarán éstas. Al parecer,
puede establecerse en la percepción de peligro asociado al uso, cierto grado
de identidad con diferentes tipos de representación social. Conocer esta actitud
o, lo que es lo mismo, conocer el componente cognitivo que subyace a la
actitud en relación a diferentes drogas, desde el bloque constituyente de las
representaciones sociales sobre el riesgo o peligro percibido, genera cierta
capacidad predictiva de la conducta. Al menos así lo han comprobado Calafat y
colaboradores (1998).
Las representaciones, por tanto, tienen una influencia directa en las
personas. Debiéndose tener en cuenta que el contenido, la estructura y la
relación entre representaciones sociales y conducta está también determinada
por el momento histórico y contexto social en el que se encuentra la persona.
Tanto es así que se ha constatado que la percepción del fenómeno de las
drogas en España ha presentado cambios a lo largo de las tres últimas
décadas (Megías et al., 2001). Estos cambios han generado actitudes y
conductas diferentes con respecto al posicionamiento de una persona ante el
fenómeno de las drogodependencias lo cual le lleva a aceptar o rechazar de
algún modo el fenómeno social.
El fenómeno social tiene por tanto consecuencias directas en la
conducta de consumo de las personas, ya que al parecer la acumulación de
ciertas creencias sobre la droga puede jugar un papel predictivo respecto al
consumo de la misma (Paez et al., 1992b; Chabrol, Chauchard, Mabila,
Montoulan, Adèle y Rousseau (en prensa). Las estrategias de prevención de
las drogodependencias deberán construirse considerando, junto a otras
64 José Miguel Martínez González

cuestiones, las representaciones sociales de las drogas de un determinado


grupo social, debiendo tomar en consideración de forma preferencial las
variables de corte social que determinan de algún modo la probabilidad de que
una persona decida experimentar con el consumo de determinadas drogas. Por
otro lado, también debemos tener en cuenta que la influencia entre las
representaciones sociales y la conducta es de tipo bidireccional, porque toda
respuesta es a su vez estímulo y viceversa (Mugny y Papastamon, 1986).

Las representaciones sociales en España.

Hay un estudio de referencia obligada en esta cuestión que analizó la


percepción de las drogas en España (Megías, et al., 2001), esto es, se analiza
las representaciones sociales más significativas en una muestra de personas
cuyas edades oscilaban entre los 15 y 65 años. Los resultados principales
fueron:
x La importancia que el distinto contexto sociopolítico tiene en las
opciones de cada momento.
x Los principales problemas asociados al consumo de drogas son
similares a los de la década pasada.
x La percepción de lo que son drogas ya no está tan centrada solamente
en las ilegales, sino que también las legales se van integrando al concepto.
x Aumenta la percepción de que las drogas están ahí y hay que convivir
con ellas.
x Hay una visión cada vez más compleja de los “drogadictos”, los
“consumidores de drogas” o “los que tienen problemas con las drogas”.
x Progresivamente se constata una mayor y mejor información sobre
drogas.
El estudio mencionado muestra dos perfiles esenciales de la población en
torno a las representaciones sociales más significativas para cada uno de los
grupos. Estos dos perfiles son:
Perfil estándar A.- Este perfil lo integran personas mayores, de
nivel educativos bajo, laboralmente no activas, católicas, políticamente
Representaciones sociales 65

de derechas o centro – derecha, que no conocen a los consumidores y


que mantienen una visión de que los problemas de las drogas podrían
ser erradicados totalmente si hubiera voluntad de hacerlo.
El perfil estándar B.- Lo componen personas más jóvenes que las
anteriores, con un nivel educativo más alto, laboralmente más activos,
autoposicionados políticamente en el centro o la izquierda, buenos
conocedores de los usuarios y consumidores y escépticos ante las
posibles soluciones.
A estos perfiles les corresponden representaciones sociales diferentes,
produciéndose así modelos de consumo distintos. Veamos lo que ha sucedido
con el alcohol. Los cambios en los modelos de consumo que se han venido
produciendo han convertido el alcohol en uno de los principales objetivos
preventivos (PNSD, 2000; Navarro, 2001), principalmente por la incorporación
masiva de jóvenes y mujeres (“botellón”). De este modo pueden verse formas
diferentes de relacionarse con el alcohol. Por ejemplo los adultos suelen beber
en casa, en acontecimientos sociales y con un consumo vinculado a la
gastronomía. Por otro lado, los jóvenes presentan un consumo de alcohol
asociado a la diversión, se desarrolla fundamentalmente los fines de semana,
con grupos de iguales y en lugares públicos. El patrón de consumo, su
funcionalidad y las bases cognitivas que sustentan este consumo entre los
jóvenes se distancia de lo atribuible al consumo que hacen del alcohol los
adultos. El alcohol entre los jóvenes forma parte de la cultura de la diversión,
no sólo no estigmatizando a quienes lo consumen sino que además, se
fortalece el vínculo relacional entre quienes la comparten. Esto ha llevado a
que exista posiblemente una excesiva tolerancia para los consumos abusivos,
principalmente cuando éstos están ligados al ocio y la diversión (Pascual,
2000a). Sin embargo, la realidad nos enfrenta a los daños asociados al
consumo agudo, la mortalidad por accidente de tráfico como consecuencia de
la ingesta de alcohol, muertes por actos violentos en los que media el alcohol y
que en su conjunto no pueden considerarse éstos consumos habituales, sino
más bien aquellos que se hacen en situaciones puntuales (Pérez, 2002). A
pesar de estos datos, existe cada vez una mayor aceptación en cuanto a que el
66 José Miguel Martínez González

consumo de alcohol por los jóvenes se hace al principio en momentos


puntuales y que, sin cuestionamiento alguno, por la presión del entorno social
termina en muchos casos siendo obligatoriamente abusivo.
Para comprender este hecho debemos tener en cuenta el contexto en el
que viven los jóvenes. El tiempo empleado y el lugar escogido para la diversión
durante los fines de semana, está de alguna manera determinado por las
actividades que realizan durante la semana, de sus obligaciones y
ocupaciones, observándose que las salidas de fin de semana en las que se usa
algún tipo de droga tiene para algunas personas la función de liberarse de las
obligaciones ineludibles de la semana. En este contexto tan extendido y
socialmente aceptado entre los jóvenes la valoración que puede hacerse del
abuso de alcohol de forma abusiva o consumo de cánnabis podría para
muchas personas constituirse no en una forma de trasgresión, sino más bien,
como una estrategia de adaptación (PNSD, 2000).
La permisividad hacia el uso parece afectar a la población en general.
Según Rodríguez, Agulló y Agulló (2003), el hecho de que los jóvenes que no
consumen drogas de diseño no muestren rechazos por los que sí lo hacen,
ejemplifica la normalidad que ha adquirido este tipo de consumos. El uso de
estas drogas se termina banalizando.
Se ha visto que el consumo de alcohol entre los adolescentes suele
hacerse con los amigos en momentos de ocio, no siendo este consumo, por
tanto, parte de los hábitos familiares sino más bien como medio de
socialización (Pons, Berjano y García, 1999; Rodríguez, Agulló y Agulló, 2003).
Junto a esta vertiente socializadora del consumo de alcohol, en el que conviene
tener en cuenta también el hecho de que los jóvenes concentrados en las
calles constituidos en “botellón” puedan ingerir más cantidad de alcohol con
menor gasto de dinero, el consumo de alcohol se ha podido convertir también
en un fin en sí mismo (Elzo et al., 1993; citado en Rodríguez, Agulló y Agulló,
2003). El análisis de estos autores puede sumarse al de otros que priman el
aspecto socializador, dado que lo que puede en un principio ser objeto
prioritario de las salidas de fin de semana puede llevar, en otros casos, al
consumo de alcohol como un fin vinculado a las relaciones sociales.
Representaciones sociales 67

Los adolescentes y jóvenes en general consumen alcohol en grupo,


buscando encontrar el “puntillo” para comenzar una fiesta, incluso llegando en
ocasiones a convertir la intoxicación leve en una aspecto central de la fiesta
(Álvarez, 2002). Secades (1996, 1998) habla que los jóvenes tienen ya un
modelo propio de consumo de alcohol diferente al modelo tradicional del adulto,
siendo probablemente un elemento clave en la construcción de
representaciones sociales entorno al consumo de esta droga entre jóvenes.
Este modelo juvenil se caracteriza por: (a) iniciación precoz en el consumo
(13.2 años); (b) se hace principalmente durante los fines de semana y en los
días festivos; (c) existe una incorporación de las mujeres al consumo; (d) se
realiza fuera de la casa, en la calle y en lugares de relación social de los
jóvenes; (e) se bebe de forma compulsiva, en busca sobre todo de los efectos
embriagantes; (f) se consume cerveza y bebidas de alta graduación. El alcohol
se ha convertido en la droga preferida de los jóvenes, siendo ésta la droga de
la que parece más difícil prescindir en las salidas.
En España se observa que durante estos últimos años el consumo de
alcohol es dirigido hacia el consumo claramente recreativo durante los fines de
semana, mientras que en el caso del consumo de heroína, éste ha
desaparecido casi por completo como droga de elección entre los jóvenes,
mientras que, por el contrario, se ha generalizado el consumo de cánnabis,
cocaína y drogas de síntesis. (Rodríguez, Agulló y Agulló, 2003).
Aunque no es objetivo de este trabajo estudiar la relación entre estos
perfiles y la probabilidad de comenzar a consumir drogas, en un estudio de
Navarro (2000) se establecen relaciones, no de causalidad, entre factores de
riesgo para el consumo y personas que podrían incluirse en alguno de los
grupos anteriormente descritos. Con esto podemos ver que las
representaciones sociales de las drogas juegan un papel fundamental para el
análisis de las drogodependencias como fenómeno social, así como un
elemento imprescindible para la construcción de estrategias preventivas
adecuadas.
68 José Miguel Martínez González

Implicaciones de las representaciones sociales en la prevención.

El análisis de las representaciones sociales de las drogas se está


quedando fuera en análisis de las condiciones sociales importantes y en
estrategias preventivas y que, como hemos podido ver, en muchas ocasiones
no han obtenido los resultados esperados (Calafat, et al., 1998), siendo
inevitable considerar la vinculación interactiva entre representaciones sociales
y las estrategias contra las drogas. Partiendo de ésta realidad “las estrategias
sobre drogas deben plantearse de tal manera que sean capaces de abordar los
problemas de las drogas desde su configuración a través de las
representaciones sociales vigentes, con la conciencia de que sus propias
prácticas están orientadas y repercutirán sobre dicha configuración” (Megías, et
al., 2001). Estos mismos autores apuntan que la conjugación entre estrategias
preventivas y representaciones sociales está en función de factores políticos,
demográficos, culturales y socioeconómicos.

Percepción de peligrosidad de las drogas.

Tras numerosos estudios en la población general se sabe que la


percepción del riesgo sobre una droga es importante, dado que existe un
menor consumo de aquellas drogas de las que las personas tienen una mayor
percepción del peligro que representan (Duitsman y Colbry, 1995; Becoña,
1999). Esto es, parece claro que el riesgo percibido por los jóvenes influye en
el consumo de las mismas (Bachman, Johnston, O´Mally y Humphrey, 1988). A
mayor riesgo percibido sobre una droga menor consumo y a menor riesgo
mayor consumo.
En el estudio de Megías et al. (2001), el 74.9 % de la muestra comparte
la opinión mayoritaria de que las drogas son unas sustancias peligrosas que no
debe ni probarse. Solamente el 9.9 % cree que es algo que es preciso conocer
y probar. El perfil de los que creen que deben probarse y los que no están
seguros (que en conjunto sumarían el 21.6 % del total) es: jóvenes urbanos de
buen nivel educativo, agnósticos y no creyentes, de la izquierda radical o
Representaciones sociales 69

moderada, que conocen a consumidores y ellos mismos han probado alguna


vez cánnabis y otras drogas ilegales (anfetaminas, cocaína, drogas de síntesis,
etc.). Por el contrario, el perfil de los que creen que son sustancias peligrosas y
que no se deben probar es muy opuesto al anterior: personas de edad media y
avanzada, de nivel educativo medio-bajo, católicos, de centro y derecha, que
no han probado ninguna droga ilegal y que no conocen a consumidores de
drogas ilegales.
Según el estudio mencionado, las drogas consideradas por la población
como más peligrosas serían la heroína y otros opiáceos, la cocaína y el crack
(el 94.6 y el 93.6 % de los entrevistados). En posiciones intermedias estarían
los alucinógenos, anfetaminas, drogas de síntesis y los hipnosedantes,
atribuyéndose el menor grado de peligrosidad al cánnabis, alcohol y tabaco.
Estos resultados se corroboran también a través del análisis factorial realizado.
Curiosamente el cánnabis satura a la vez en los dos factores, por un lado en el
factor donde se agrupan las drogas percibidas como más peligrosas y en el
factor en que se aglutinan las percibidas como menos peligrosas, esto viene a
corroborar la permisividad social, cada vez más extendida en torno al consumo
de cánnabis. En este mismo estudio se observa como existe una
sobreestimación del consumo de las drogas ilegales o más peligrosas (según la
representación) y una infraestimación de las drogas que son vistas como
menos peligrosas. En general, el cánnabis, el tabaco y alcohol, son percibidas
por los ciudadanos españoles como menos peligrosas que otras drogas
(Nuñez-Pérez et al., 1998). En la actualidad abundan los mensajes sobre la
inocuidad del consumo de cánnabis, aunque se disponen de datos suficientes
que ponen de manifiesto que su consumo no está exento de complicaciones
para la salud de las personas (Hall, 1995; Lorenzo, Ladero, Leza y Lizasoain
1998; Quiroga, 2000a; Quiroga, 2000b; Ashton, 2001; Degenhardt y Hall, 2001;
Degenhardt, Hall y Lynskey, 2001). Este modo de percibir el cánnabis se refleja
también en el código penal español, al considerarlo dentro de una categoría
menos grave que otras drogas ilícitas. El Tribunal Supremo siempre ha
calificado el cánnabis como una drogas que no causa daño grave a la salud
con independencia de su forma de presentación o grado de concentración de
70 José Miguel Martínez González

su principio activo (Herrero-Alvarez, 2000). A su vez, en nuestro país se ha


desarrollado un movimiento social en defensa del cánnabis en favor de la
legalización y legitimación social de su consumo (Calafat et la., 2000). Parece
existir una creciente banalización de consumo de drogas en los jóvenes que al
parecer es una consecuencia también de la falta de información contrastada
con la que cuentan, lo que lleva consigo que muchos jóvenes lleguen a
conclusiones erróneas sobre los efectos de este consumo (Bobes y Calafat,
2000; Espada, García, Méndez y Orgilés, 2006).
En el caso del alcohol, los jóvenes tienden a minimizar los riesgos del
consumo abusivo de esta droga. Se tiende a minimizar las consecuencias bajo
la creencia de puede ser un buen medio para establecer vínculos sociales o
puente de unión con el grupo de iguales, al constituirse en un elemento básico
de muchos espacios de diversión (Pascual, 2000b). Lo recreativo se ha erigido
en un valor positivo de primer orden, resultando así muy difícil introducir
mensajes preventivos cuando la mayoría de las personas perciben las
actividades lúdicas exentas de peligro. Esta manera de percibir las drogas lleva
consigo el incremento del riesgo de su consumo en el ámbito de la vida
recreativa y a la normalización del consumo de las “drogas recreativas”, al no
atribuirle a éstas los problemas derivados de su abuso. Antes bien, todo lo
contrario, su uso representa una ayuda eficaz para aguantar la “marcha”
(Calafat et al., 2000). En el caso del tabaco, se ha observado igualmente que
entre los factores que contribuyen claramente a su consumo se encuentra la
baja percepción de riesgo (Unger y Chen, 1999).
Por lo tanto, son precisamente las drogas que son percibidas por la
población como menos peligrosas las que con más consumidas por esa
población. En nuestra población ha descendido el riesgo percibido del consumo
ocasional y habitual de las diferentes drogas, en especial del cánnabis y la
cocaína (PNSD, 2002). A lo largo de la década de los noventa la alarma social
en relación al fenómeno de las drogas se ha reducido progresivamente, lo que
ha llevado consigo un aumento del consumo (PNSD, 2000). Tengamos
entonces en cuenta que existe una relación inversamente proporcional entre la
tasa de prevalencia del consumo de una droga ilegal y el riesgo percibido que
Representaciones sociales 71

se atribuye a esa droga (OEDT, 2001). Las conclusiones del “Center of


Substance Abuse Prevention” (1997; citado en Becoña, 2002), en relación a la
evaluación de alrededor de 100 programas de prevención basados en la
comunidad, indican una serie de hallazgos en torno a la iniciación del abuso de
drogas, a la efectividad de las actividades preventivas, a la implementación de
programas y al coste y financiación de programas. En relación a los hallazgos
relacionados con la iniciación del abuso de drogas parece un hecho bien
asentado la relación que se establece entre la percepción de riesgo y consumo
de drogas, existiendo menor consumo cuanto mayor percepción de riesgo haya
en la personas (Moncada, 1997). En un estudio de Llorens, Perelló y Palmer
(2004) en el que se analizaban las estrategias que determinaban en
universitarios el consumo o no de drogas, se vio que los que pensaban en las
consecuencias negativas acerca del consumo de alcohol disminuían en un 24
% su consumo respecto a los que no usaban esta estrategia. La percepción de
riesgo entre los jóvenes varía al parecer de unas drogas a otras, pero es
evidente la influencia de esta percepción en el consumo (Bachman, Johnston,
O´Malley y Humphrey, 1988; Beyers, Toumbourou, Catalana, Arthur y Hawkins,
2004). La percepción de riesgo parece estar más influenciada por el
desconocimiento de la persona sobre los componentes desconocidos de la
droga que toman que por los efectos de la droga en si (White, Degenart, Breen,
Bruno, Newman y Proudfood, 2006).
Es difícil determinar con exactitud los factores responsables de la
formación de percepciones de riesgo sobre determinadas drogas, pero lo que si
es evidente es el perjuicio que generan las campañas de publicidad que
sustentan falacias sobre el consumo de drogas legales (Becoña, 2002). Como
consecuencia de este bombardeo publicitario los jóvenes y población en
general presentan una percepción del riesgo bajo (Becoña, 1999).
Teniendo en cuenta la importancia otorgada al desarrollo o potenciación
de factores de protección, se debe caer en la cuenta que la percepción social
de las consecuencias negativas de las drogas podría constituirse en una
variable protectora, ya que las personas que poseen creencias que recogen un
72 José Miguel Martínez González

determinado nivel de peligrosidad en el consumo de éstas, las usan en menor


grado que aquellas que opinan lo contrario.
En último lugar, debe tenerse en cuenta cómo determinados mitos entre
los adolescentes sostienen creencias relativas al efecto que podría llevar
consigo no legalizar, por ejemplo, el consumo de cánnabis. Entre los jóvenes, y
probablemente entre la población en general, existe la creencia de que prohibir
el consumo de determinadas drogas incrementa el deseo de consumo de las
mismas. Los escolares, por tanto, suponen el hecho de que esté prohibido el
consumo puede ser un aliciente, pero entre las motivaciones observadas en
diferentes estudios se encuentran las de carácter lúdico, la diversión,
experimentar con nuevas drogas, etc. (Calafat, Fernández, Juan y Becoña,
2005). Según esto, la idea de despenalizar no tiene ningún efecto beneficioso
en este sentido, toda vez que no reducirá las verdaderas motivaciones para el
consumo de las drogas consumidas entre los jóvenes.
La resiliencia 73

La resiliencia.

El afrontamiento y el consumo de drogas se han relacionado a través del


modelo de Wills y Shiffman (1985). Los autores postulan dicha asociación por
tres motivos. El primero hace referencia a que las distintas sustancias adictivas
pueden ser usadas como activadoras de un mecanismo de afrontamiento por
dos razones: pueden reducir los efectos negativos de lo aversivo o pueden
incrementar los positivos de lo gratificante. La segunda forma de relación la
establecen sobre el hecho de que determinadas estrategias de afrontamiento
amortiguan el estrés. Y el tercero, se refiere a la existencia de procedimientos
de afrontamiento vinculados con la tentación de consumo que ocurren en
situaciones concretas (Wills y Hirky, 1996; Wills y Shiffman, 1985). Con este
modelo de afrontamiento se asume que las personas pueden aumentar el
riesgo de consumo en función de variables temperamentales, sociales y estrés.
Estas variables pueden por tanto incrementar la vulnerabilidad ante el consumo
como consecuencia de la elevación del distrés subjetivo, reduciendo el
reforzamiento de ambientes sociales y haciendo que el uso de drogas se
perciba como un medio de afrontamiento más atractivo (Wills y Hirky, 1996). En
varios estudios ha podido relacionarse el stress con la vulnerabilidad para el
consumo de drogas. Se ha visto que el stress en áreas específicas de
funcionamiento asociado con la escuela (por ejemplo la competencia) y el
estatus personal (por ejemplo síntomas depresivos) contribuyen a incrementar
el consumo de alcohol (Pentz, 1985; Wills y Shiffamn, 1985).
Según este modelo, los distintos estilos de afrontamiento pueden
disminuir o aumentar el riesgo de consumo ante la presencia de factores de
riesgo. Existen, así, muchas investigaciones que corroboran que el
afrontamiento adaptativo que se centra en el problema o el activo puede
considerarse como un factor de protección ante el consumo de drogas en
situaciones de alto estrés (Wills, 1986; Breslin, O´Keeffe, Burrell, Ratliff-Crain y
Baum, 1995; Wills, McNamara y Vaccaro, 1995; Wills y Cleary, 1996; Wagner,
Myers y McIninch, 1999; Wills, Sandy, Yeager, Cleary y Shinar, 2001).
74 José Miguel Martínez González

En esta misma línea surge el concepto de “resiliencia”, el cual viene a


ser lo mismo que “resistencia al sufrimiento” (Becoña, 2002), y que ha sido
considerado por varios autores como un macrofactor de protección central a
partir del que estarían presentes otros factores de protección. Según Kumpfer
et al. (1998), la habilidad para afrontar exitosamente el estrés y eventos
adversos procede de la interacción de varios elementos en la vida del niño
como el temperamento biológico, la inteligencia, el locus de control interno, la
familia y ambiente de la comunidad en que vive, tipo de crianza, apoyo social y
número e intensidad de las circunstancias estresantes. El concepto de
resiliencia por tanto es un concepto multifactorial donde efectivamente tendrán
que converger varios factores de protección que harán posible que niños bajo
condiciones de riesgo para el consumo de drogas no abusen de ellas. Con todo
ello, se ha llegado a considerar que la resiliencia puede equivaler a la
invulnerabilidad e incluso a la resistencia al stress (Garmezy, 1985)13, así como
a la resistencia a la adversidad (Rutter, 1990)14.
Al parecer cada autor usa una definición distinta de resiliencia, de modo
que cada uno analiza aspectos diferentes según entiende que es este
concepto. Becoña (2002) señala la definición de Garmezy como la más
aceptada de resiliencia. Según ésta, la resiliencia es “la capacidad para
recuperarse y mantener una conducta adaptativa que puede seguir a una
retirada o incapacidad inicial después de iniciarse un evento estresante”. Esta
conceptualización de resiliencia no es equiparable al de protección, dado que la
protección estaría presente en una persona en distintos momentos de su vida
mientras que la resiliencia surgiría en determinados momentos en los que se
tiene que afrontar la dificultad (Beauvais y Oetting, 1999; citado en Becoña,
2002). Parafraseando a estos autores: “los factores de protección te salvan del
desastre, la resiliencia te permite recuperarte”. Por otro lado, la resiliencia tiene
que ver con el individuo mientras que la protección no sólo se encuentra en el
individuo sino también en la dinámica familiar y en la comunidad. No obstante

13
Citado en Becoña (2002).
14
Citado en Becoña (2002).
La resiliencia 75

si no es posible equiparar ambos conceptos, sí podría decirse que la resiliencia


es uno o varios factores de protección.
Esta falta de acuerdo entre investigadores hace que sea muy difícil
evaluar la resiliencia, ya que como hemos visto no existe una definición
plenamente consensuada. En este contexto, Garmezy (1993) utiliza para medir
la resiliencia la competencia de los niños a través del rendimiento escolar, la
obediencia a la ley y las interacciones exitosas con los iguales que tienen una
influencia positiva.
En la revisión de Becoña (2002) se concluye que el concepto de
resiliencia se ha unido al de los factores de riesgo y protección suponiendo que
la resiliencia sea un macrofactor que abarque todos los factores de protección.
Este mismo autor sugiere profundizar en la denominada personalidad
resistente descrita en Godoy-Izquierdo y Godoy (2002).
76 José Miguel Martínez González
Hechos bien asentados en la prevención de las drogodependencias. 77

Hechos bien asentados en la prevención de


las drogodependencias.

No cabe duda que tras muchos años en los que ha habido una gran
producción científica en torno a la prevención de las drogodependencias, es
necesario revisar los resultados de esas investigaciones para poder ofrecer
conclusiones contrastadas capaces de regir la dirección de los programas de
prevención. Con éste fin nos detenemos en un trabajo de referencia obligada
en torno a las bases científicas de los programas de prevención en la
actualidad. Becoña (2002) muestra una variedad de sugerencias procedentes
de distintos organismos nacionales e internacionales sobre los requerimientos
básicos de los programas de prevención de las drogodependencias para que
éstos sena efectivos. En este momento quisiera extraer de ese análisis y traer
aquí los principios efectivos de la prevención del abuso de substancias de dos
organismos. En primer lugar se pueden extraer del “Center for Substance
Abuse Prevention”, ya que, al menos en éste caso y de acuerdo con el marco
teórico que está a la base de esta investigación, los principios que propone
este organismo están guiados por los factores de riesgo y protección conocidos
para el consumo de drogas. Algunos principios son los siguientes:
x Ámbito individual:
o Fortalecer las habilidades sociales y personales.
o Indicar las consecuencias inmediatas del consumo.
o Proporcionar alternativas positivas para ayudar a los jóvenes que
están en ambientes de alto riesgo a desarrollar habilidades
personales y sociales de un modo natural y efectivo.
o Reconocer las relaciones que existen entre el consumo de drogas
y la variedad de otros problemas de salud del adolescente.
x Ámbito familiar.
o Incluir a toda la familia.
o Ayudar a desarrollar el apego entre los pares en los programas:
proporcionarles la comida, el transporte y pequeños obsequios,
fomentar las salidas de la familia, ser sensibles culturalmente.
78 José Miguel Martínez González

o Desarrollar habilidades de crianza de los hijos.


o Enfatizar el apego familiar.
o Entrenar a los padres para que ambos escuchen e interactúen
con sus hijos.
o Entrenar a los padres a utilizar la disciplina de modo positivo y
consistente.
o Mejorar el funcionamiento familiar.
x Ámbito de los iguales.
o Comunicar las normas de los iguales contra el consumo de
alcohol y de drogas ilícitas.
x Ámbito escolar.
o Evitar confiar únicamente en las intervenciones basadas en el
conocimiento diseñadas para proporcionar información sobre las
consecuencias negativas del consumo.
o Corregir las concepciones erróneas sobre la prevalencia del
consumo junto con otras aproximaciones educativas.
o Implicar a los jóvenes en intervenciones con iguales o con
intervenciones que tienen componentes que utilizan iguales.
o Implicar a los padres en las aproximaciones basadas en la
escuela.
x Ámbito sociedad / ambiente.
o Promover la colocación de advertencias más visibles para el
alcohol y el tabaco.
o Promover las restricciones sobre el consumo de tabaco en
lugares públicos y lugares de trabajo.
o Incrementar el precio del alcohol y del tabaco a través de
impuestos.
o Aumentar la edad mínima para comprar alcohol hasta los 21
años.

Además de estos principios merece tenerse en cuenta la propuesta de


IREFREA (2001; citado en Becoña 2002), que es una organización europea, de
Hechos bien asentados en la prevención de las drogodependencias. 79

la que España forma parte, dedicada al estudio de los factores de riesgo en la


niñez y adolescencia. Esta organización ha propuesto una serie de puntos a
tener en cuenta en la prevención aplicada a ambientes recreativos donde
participan los jóvenes en relación con el consumo de drogas. Las propuestas
son: (1) retrasar la edad de inicio en las actividades recreativas que más se
asocian al consumo de drogas; (2) las estrategias preventivas deben no sólo
adecuarse sino también influir sobre las subculturas juveniles; (3) se debe
prestar atención al género como vehiculación del consumo; (4) la socialización
y la búsqueda del éxito debería estar menos ligada al consumo de drogas; (5)
revisar las formas de relación entre adultos y jóvenes para que se adecuen al
nuevo formato en que los jóvenes se divierten; (6) necesidad de establecer un
consenso en el ámbito científico y profesional sobre el significado y la
prevención de los consumos recreativos; (7) elaboración de información
específica sobre los efectos de las drogas legales e ilegales; (8) elaboración de
estrategias que aumenta la percepción del riesgo; (9) intentar que el no
consumo o el consumo moderado sea una opción culturalmente aceptada en
los ambientes recreativos; (10) crear contextos recreativos en que las
condiciones medioambientales sean más saludables, implicando para ello a la
industria recreativa.
Muchas de las recomendaciones expuestas están contempladas en el
modelo que venimos comentando, esto es, un modelo que pretende actuar
para disminuir la presencia de los factores de riesgo pero a su vez, desarrolle
y/o potencie los factores de protección adecuados en cada caso. Entre el
listado que se ha mostrado aparecen varios de los factores de riesgo y de
protección sobre los que vamos a indagar en ésta investigación.
80 José Miguel Martínez González
Objetivos generales. 81

Objetivos generales.

Los objetivos generales de esta investigación son varios. En primer


lugar, se han querido estudiar algunos factores de riesgo para una población,
así como conjugar y aunar los hallazgos obtenidos por anteriores trabajos
realizados en torno a los factores de protección ante el consumo de drogas.
Para ello se ha aplicado un cuestionario sobre factores de protección que
venimos utilizando en distintos estudios desde hace años. El objetivo
perseguido al usar el mismo cuestionario radica en sumar a los datos obtenidos
en estudios anteriores, otros que nos ayuden a profundizar sobre todos los
factores de protección estudiados hasta ahora. Se pretende, por tanto, estudiar
las propiedades (fiabilidad y validez) de la medida del cuestionario, a la vez que
analizar los distintos factores de protección para el consumo a través de
diferentes contextos, personas o drogas.
En segundo lugar, se pretende conocer el comportamiento de estos
factores o variables de protección cuando las personas se encuentra en
situaciones de mayor riesgo social, para así poder conocer la verdadera
dimensión de la protección. Para ello se ha trabajado con dos poblaciones que
parecen soportar mayor carga de riesgo, constituidas éstas por adolescentes y
adultos jóvenes, ya que la adolescencia y el inicio de la juventud son las etapas
del ciclo vital con más riesgo para el inicio en el consumo de drogas. Esto es,
alumnado de Escuelas Taller, por un lado, y de Ciclo Formativo de Grado
Medio / Programa de Garantía Social, por otro. Colectivos éstos que
habitualmente presenta una incidencia de consumo de drogas elevada,
sumado esto al hecho de que han dejado de estudiar en el régimen más
extendido; habiendo seguido sus estudios, bien fuera del instituto, como sería
el caso de los alumnos de las Escuelas Taller, o bien dentro del instituto pero
en un circuito académico distinto. Esta última opción académica suele
identificarse con personas que tienen dificultades para continuar con el modelo
educativo más generalizado, como es el caso de los alumnos que cursan sus
estudios en Ciclos Formativos de Grado Medio. Por esta razón, este trabajo se
82 José Miguel Martínez González

divide en dos estudios cada uno de ellos correspondiente a la investigación que


se ha llevado a cabo con cada una de estas poblaciones.
Y por último, se pretende estudiar la importancia que tienen las
representaciones sociales en relación a la facilitación o protección ante el
consumo de drogas, la percepción de peligrosidad que tienen las personas
sobre el consumo de éstas y la resiliencia (dureza o resistencia), concepto éste
que parece estar aglutinando elementos que al parecer pueden favorecer la
protección para el inicio o abandono del consumo una vez iniciado éste.
83

PRIMER ESTUDIO
Alumnado de Escuelas Taller.
84 José Miguel Martínez González
85

O b j e t i v o s e s p e c í f i c o s .

Primero.- Estudiar las propiedades psicométricas del cuestionario


aplicado para el estudio de los factores de protección.
Segundo.- Estudiar descriptivamente el consumo de drogas legales e
ilegales en esta población, así como la edad en la que se consumió por primera
vez.
Tercero.- Conocer si los factores seleccionados protegen a los
adolescentes en situación de riesgo tanto ante drogas legales como ilegales.
Cuarto.- Estudiar la relación con el consumo de variables como la edad,
género, tipo de sustancia psicoactiva, consumo de drogas ilegales por parte de
los amigos y disponibilidad de dinero.
Quinto- Estudiar en personas que soportan una elevada carga de riesgo
para el consumo si los factores de protección seleccionados operan bajo el
mecanismo riesgo – protección.
Sexto.- Conocer la capacidad predictiva tanto del consumo como del no
consumo de algunas de las variables estudiadas.
86 José Miguel Martínez González.
Escuelas Taller: método. 87

METODO

x Participantes.
x Cuestionario.
x Análisis estadístico de los ítems.
x Fiabilidad.
x Análisis factorial exploratorio.
x Diseño y análisis estadístico.
88 José Miguel Martínez González.
Escuelas Taller: método. 89

Participantes

La muestra estuvo compuesta por 241 alumnos/as de escuelas taller de


la provincia de Granada. Se llevo a cabo un muestreo aleatorio por
conglomerados en las escuelas taller seleccionadas. No obstante, decir que se
evaluó a casi la totalidad de la población provincial. El 75.5 % eran hombres (N
= 182) y el 11.6 % mujeres (N = 28) (el 8 % no contestó este ítem). Se debe
tener en cuenta que los requisitos para acceder a una escuela taller es tener
una edad comprendida entre los 16 y 25 años y estar inscrito en las oficinas
destinadas a la demanda de empleo.
La edad media fue de 19.21 años, con una desviación típica de 2.24, el
rango de edad se encontró entre los 16 y 25 años. La frecuencia y porcentaje
que cada edad aporta al total de la muestra se presenta en la Tabla 1.1. El
grupo mayoritario de personas se encuentra entre los 17 y 20 años pudiéndose
observar esta distribución más claramente en la Gráfico 1.

Tabla 1.1.
Distribución de edades.

Frecuencia Porcentaje
Válidos 16 13 5,4
17 46 19,1
18 52 21,6
19 34 14,1
20 28 11,6
21 18 7,5
22 17 7,1
23 13 5,4
24 6 2,5
25 6 2,5
Total 233 96,7
Perdidos 8 3,3
Total 241 100,0
90 José Miguel Martínez González.

Gráfico 1.
Distribución por edades.

30

20

10
Porcentaje

0
Omitido 12 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25

EDAD

Se ha analizado también la variable número de hermanos, toda vez que


existen aportaciones en el ámbito de la prevención de las drogodependencias
que indican que las personas con muchos hermanos tienen mayor riesgo para
el consumo de drogas en comparación con los que tienen pocos hermanos. La
importancia del número de hermanos puede estribar en el hecho de que un
número alto de hijos impide que los progenitores puedan ocuparse de éstos del
mismo modo en todos los casos. Podríamos hablar, en determinados casos, de
imposibilidad para atender afectivamente a todos los hijos en la medida en que
cada uno de ellos necesita. La distribución de hermanos queda según se indica
en el Gráfico 1.
Escuelas Taller: método. 91

Gráfico 1.
Distribución de la muestras según el número de hermanos.

30,23%
30,0%

24,19%
Porcentaje

20,0%

15,81%

11,16%
10,0%

6,05%
3,72%
1,4% 0,93% 0,47%
0,0%
0 1 2 3 4 5 6 7 8 10 11 12 13
Número de hermanos

Si agrupamos a las personas en función del número de hermanos


estableciendo el punto de corte en ser familia numerosa, esto es, tener al
menos tres hijos, el 27.5 % (n = 57) no pertenecen a una familia numerosa,
mientras que el 72.5 % (n = 150) crecen en una familia numerosa.
Se escogieron la casi totalidad de escuelas taller de la provincia, lo que
llevó a incluir en la muestra a un total de 17 localidades. Por lo que respecta a
entorno social, cabe destacar que algunas de estas localidades tienen más de
20.000 habitantes, como es el caso de Baza o Almuñecar, mientras que otras
tienen una población en torno a ocho mil habitantes. Las localidades que más
participantes aportaron a la totalidad de la muestra fueron Almuñecar con un
26.1 % (N = 63), Loja con un 11.2 % (N = 27), Moraleda de Zafallona con un 10
% (N = 24) y Huetor Vega con un 10.8 % (N = 26). El resto de localidades
aportaron menos del 10 % cada una de ellas. La distribución de la aportación
de cada localidad queda descrita en la Tabla 1.2.
92 José Miguel Martínez González.

Tabla 1.2.
Distribución de la muestra por localidades.

Frecuencia Porcentaje
No responde 1 ,4
Loja 27 11,2
Moraleda de Zafallona 24 10,0
Baza 18 7,5
Padul 14 5,8
Durcal 15 6,2
Huetor Vega 26 10,8
Almuñecar 63 26,1
La Herradura 2 ,8
Atarfe 1 ,4
Santa Fe 16 6,6
Pinos Puente 6 2,5
Chauchina 2 ,8
Pedro Ruiz 1 ,4
Albolote 1 ,4
Maracena 2 ,8
Peligros 1 ,4
Montefrio 17 7,1
241 100

El muestreo de un número tan amplio de localidades de la provincia de


Granada supuso, a nuestro entender, una riqueza muestral importante para
nuestro estudio.
Para disponer de un perfil de participantes variado se escogieron
también diferentes especialidades. Albañilería con un 34.9 % (N = 84),
instalaciones con un 15.8 % (N = 38) y carpintería con un 13.3 % (N = 32),
fueron las especialidades que más aportaron a la muestra de un total de 10
posibles. La distribución de la muestra en función de la especialidad en la que
se encontraban los participantes se presenta en la Tabla 1.3.
Escuelas Taller: método. 93

Tabla 1.3.
Distribución de la muestra según las especialidades.

Especialidad Frecuencia Porcentaje


No contesta 2 ,8
Cantería 8 3,3
Albañilería 84 34,9
Carpintería metálica 19 7,9
Viverismo 6 2,5
Fontanería 2 ,8
Electricidad 3 1,2
Instalaciones 38 15,8
Revestimentos 18 7,5
Carpintería 32 13,3
Turismo rural 6 2,5
Total 218 90,5
Sistema 23 9,5
Total 241 100,0

Una de las características más destacables de la muestra utilizada en


éste estudio es que son personas jóvenes, que han abandonado el circuito
escolar esperable socialmente, que generalmente han presentado fracaso
escolar, que han experimentado, al menos durante algún tiempo, la condición
de parados (requisito para ingresar en la escuela taller) y que disponen de
dinero que obtienen por su propio trabajo. Por tanto, pensemos que la muestra
es representativa, al menos teóricamente, de personas en situación de riesgo.
94 José Miguel Martínez González.

Cuestionario

El cuestionario se ha construido atendiendo a las variables que pueden


medirse bajo respuesta subjetiva y que son variables citadas con frecuencia en
la literatura de los últimos años (Hawking, Catalano y Miller 1992; Dettman,
1994; y otros). Las 37 variables seleccionadas para el cuestionario son: (1)
apego; (2) normas en la familia; (3) miedo a las drogas; (4) relación padres –
profesores; (5) mayor directividad de los padres; (6) celebraciones de fiestas,
cumpleaños y aniversarios en familia; (7) apoyo social; (8) compartir
actividades con otros sintiéndose así satisfecho; (9) participación en la
parroquia o actividades religiosas; (10) locus de control interno; (11) valores
positivos con respecto al cuerpo y la vida; (12) destrezas para trabajar con
otros; (13) alto rendimiento escolar / capacidad académica; (14) valor de
autosuperación; (15) cumplimiento de leyes de la comunidad; (16) nivel alto de
autoaceptación; (17) expectativas positivas de futuro; (18) adquirir y cumplir los
compromisos; (19) normas y pautas de conducta claras la escuela; (20) haber
recibido una buena formación escolar; (21) normas claras en la sociedad en
torno al consumo de drogas; (22) ser capaces de relacionarse con lo que se
valora socialmente como entidades positivas (ej. asociaciones); (23) valoración
positiva que hacen los padres del grupo de iguales; (24) que los padres hablen
con los hijos de drogas; (25) que los padres refuercen los logros de los hijos;
(26) estabilidad y cohesión familiar; (27) percepción de utilidad por parte del
alumno de ir al colegio; (28) destrezas para solucionar problemas; (29)
destrezas para tomar decisiones; (30) tener buen grado de autocontrol; (31)
destrezas para resistirte a las presiones sociales; (32) capacidad para evitar
situaciones de peligro; (33) percepción de oportunidades en el entorno; (34) ser
autodisciplinado; (35) ser autónomo; (36) fácil adaptación social; (37) hacer
frente a la adversidad. La definición de la variables de protección puede verse
en el Anexo 1.
El cuestionario está compuesto de dos partes. La primera contiene
información referente a aspectos sociodemográficos como la edad, género.
Localidades, etc. A esta información se le añaden una serie de ítems que nos
Escuelas Taller: método. 95

servirán posteriormente para la inclusión de participantes en grupos. A los


participantes se les preguntó por la especialidad que cursaban en la escuela
taller, dinero del que disponían mensualmente, si los padres son o han sido
fumadores de tabaco, si fuman los hermanos, haber fumado, tener amigos que
fuman, así como preguntas que nos podrían informar sobre el consumo de
drogas legales e ilegales de los amigos. Además, se añadieron preguntas para
conocer si existía consumo de drogas ilegales como cocaína, drogas de
diseño, heroína u otras, a la vez que se pedía que indicaran la edad en que
consumieron esa droga por primera vez (ver Anexo 2).
La segunda parte del cuestionario estaba compuesta por 37 preguntas,
ya descritas, correspondientes a las diferentes variables de protección que
queríamos estudiar. La respuesta se evaluó aplicando una escala tipo Likert, en
la que se utilizó un rango de puntuación de 1 a 5, siendo la interpretación de los
valores numéricos la siguiente: 1= nunca / ninguna; 2 = casi nunca / muy pocas
veces; 3 = algunas veces / algo; 4 = casi todas las veces / bastante; 5 = todas
las veces / mucho. Todos los ítems se han formulado de modo que a mayor
puntuación en la respuesta corresponde mayor identificación con la variable de
protección (ver en Anexo 2, segunda parte del cuestionario).
No se estableció tiempo límite para que los participantes respondieran al
cuestionario.
El cuestionario se aplicó por los responsables de los programas de
prevención de los distintos municipios incluidos en la muestra, de modo que no
pertenecían al entorno social de los participantes. Entre la indicaciones que se
les daba, se les decía que tras ser completado se introduciría en un sobre
cerrado al que sólo tendrían acceso las personas encargadas de la
investigación. Con esto se pretendió asegurarle a las personas evaluadas la
garantía necesaria sobre la confidencialidad y anonimato de las respuestas.

Análisis estadístico de los ítems.

La Tabla 1.4 muestra las medias de las respuestas de todos los


participantes a cada una de las variables de protección. Estos valores han sido
96 José Miguel Martínez González.

la referencia para ordenar las variables de más a menos valoración, lo que nos
permitirá analizar si los participantes están más protegidos en los ítems en los
que la media es mayor. Anticipar, no obstante, que esto no fue así para todos
los ítems.

Tabla 1.4.
Ordenación en sentido descendente de las medias
de las respuestas a cada uno de los 37 ítems de protección que conforman el
cuestionario.

Media Desviación
típica.
Apego 4,27 .905
Nivel alto de autosatisfacción 4,17 .946
Adquirir y cumplir compromisos 4,10 .746
Los padres hacen una valoración positiva de los amigos de los hijos 4,10 .940
Tener destrezas para trabajar con otros 4,05 .967
Percepción de utilidad de ir al colegio 4,02 .996
Tener un locus de control interno 3,97 .968
Hacer frente a la adversidad 3,91 .861
Valor de autosuperación 3,84 1.046
Cumplir las normas de la comunidad 3,80 1.057
Tener un buen grado de autocontrol 3,78 .913
Destrezas para tomar decisiones 3,77 .786
Normas claras sobre el consumo de drogas 3,74 1.180
Haber recibido una buena formación escolar 3,73 1.019
Tener expectativas positivas de futuro 3,70 .903
Capacidad para evitar situaciones de peligro 3,65 1.057
Normas claras en la escuela 3,64 1.002
Destrezas para solucionar problemas 3,57 .811
Alto rendimiento escolar 3,57 1.015
Que los padres refuercen los logros de los hijos 3,56 1.146
Fácil adaptación social 3,55 .877
Destrezas para resistir a las presiones de grupo 3,50 1.416
Ser autodisciplinado 3,44 .984
Disponer de apoyo social 3,43 1.279
Ser autónomo 3,35 .948
Celebración en familia de cumpleaños, fiestas, etc. 3,33 1.279
Realizar actividades satisfactorias con los amigos 3,24 1.318
Estabilidad y cohesión familiar 3,22 1.179
Valorar la salud 3,11 1.248
Percepción de oportunidades en el entorno 3,10 .888
Normas en la familia claras 3,05 1.257
Comunicación entre padres y profesores 2,91 1.287
Miedo a las drogas 2,60 1.431
Mayor directividad por parte de los padres 2,49 1.120
Conversar con los hijos de las drogas 2,35 1.105
Participación en actividades religiosas 1,55 .945
Participación en ONGs 1,49 .991
Escuelas Taller: método. 97

En la Tabla 1.5 pueden observarse las puntuaciones de Alpha de


Cronbach para cada uno de los ítems si este fuese eliminado, información que,
junto a análisis posteriores, nos permitirá tomar decisiones sobre la utilidad de
cada uno de los ítems del cuestionario para la medición de variables de
protección por separado y como factor múltiple de protección. Existen algunos
ítems que aportan menos, en comparación con otros, a la consistencia interna.
Estos ítems son: 2, 3, 4, 9, 11, 21 22, 31, 33, 35.

Tabla 1.5.
Análisis de ítems.

Medias Desviación Correlación del ítem Alpha si se elimina


típica con el total el elemento
1.Apego 4.2414 .8932 .3127 .8182
2.Normas familiares claras 3.0443 1.2676 .1359 .8247
3.Miedo a las drogas 2.5567 1.3968 .1887 .8236
4.Contacto padres – profesores 2.9507 1.2811 .1281 .8251
5.Etilo directivo en la educación 2.5025 1.1186 .2044 .8216
6. Celebración en familia de 3.3005 1.1745 .3084 .8182
cumpleaños, fiestas, etc.
7.Disponer de apoyo social 3.4384 1.2428 .2668 .8198
8.Realizar actividades satisfactorias con 3.2512 1.3167 .4612 .8124
los amigos.
9.Participación en actividades de la 1.5025 .8921 .1426 .8226
iglesia
10.Locus de control interno 3.9310 .9362 .2696 .8193
11.Valorar la salud 3.1379 1.2391 .1361 .8245
12.Destrezas para trabajar con otros. 4.0493 .9635 .3874 .8160
13.Alto rendimiento escolar. 3.5665 1.0095 .6369 .8165
14.Valor de autosuperación 3.8522 1.0186 .4676 .8134
15.Cumplimiento de las normas de la 3.7537 1.0756 .3745 .8161
comunidad
16.Nivel alto de autoaceptación 4.1773 .9324 .4008 .8157
17.Expectativas positivas de futuro 3.6995 .8918 .4377 .8149
18.Adquirir y cumplir los compromisos 4.1034 .7605 .4795 .8147
19.Normas claras en la escuela 3.6700 1.0022 .3343 .8174
20.Haber recibido una buena formación 3.7291 1.0438 .4181 .8148
escolar
21.Normas claras en la sociedad en 3.7635 1.1618 .1397 .8239
torno al consumo de drogas
22.Relaciones con entidades valoradas 1.4631 .9659 .2088 .8211
socialmente (como ONG)
23.Valoración positiva de los padres del 4.1330 .8883 .3622 .8169
grupo de amigos
24.Conversaciones sobre drogas entre 2.3202 1.1084 .2840 .8190
padres e hijos
25.Que los padres refuercen los logros 3.5567 1.1391 .4579 .8131
de los hijos
26.Estabilidad y cohesión familiar 3.2020 1.1746 .3707 .8161
27.Percepción de utilidad de ir al 4.0049 1.0025 .4272 .8147
colegio
28.Destrezas para solucionar 3.5764 .8132 .3543 .8174
problemas
29.Destreza para tomar decisiones 3.7980 .7794 .4297 .8158
98 José Miguel Martínez González.

30.Tener buen grado de autocontrol 3.7931 .8991 .3058 .8284


31.Destrezas para resistirse a la 3.5025 1.4225 .1558 .8251
presión de grupo
32.Capacidad para evitar situaciones de 3.6700 1.0314 .4013 .8153
peligro
33.Percepción de oportunidades en el 3.0936 .8934 .2223 .8206
entorno
34.Ser autodisciplinado 3.4975 .9666 .3807 .8162
35.Ser autónomo 3.4089 .8985 .1290 .8230
36.Fácil adaptación social 3.6355 .8296 .3808 .8167
37.Hacer frente a la adversidad 3.8719 .8636 .4005 .8160

Análisis de la fiabilidad.

La fiabilidad entendida como la consistencia interna calculada mediante


la prueba D de Cronbach es de .82, por lo tanto la fiabilidad del cuestionario es
aceptable.
El análisis de la fiabilidad por el método de las dos mitades en la que la
primera mitad la componen los ítems pares y la segunda los impares, aplicando
la corrección de Spearman-Brown es de .84 (ver Tabla 1.6).

Tabla 1.6.
Fiabilidad: Método de las dos mitades.

Alfa de Cronbach Parte 1 Valor ,737


Número de elementos
19(a)
Parte 2 Valor ,632
Número de elementos
18(b)
N total de elementos 37
Correlación entre formas
,736
Coeficiente de Longitud igual ,848
Spearman-Brown Longitud desigual ,848
Dos mitades de Guttman
,843
a Los ítems son: 2, 4, 6, 8, 10, 12, 14, 16, 18, 20, 22, 24, 26, 28, 30, 32, 34, 36, 1.
b Los ítems son: 1,3, 5, 7, 9, 11, 13, 15, 17, 19, 21, 23, 25, 27, 29, 31, 33, 35, 37.
Escuelas Taller: método. 99

Análisis factorial exploratorio.

La prueba de esfericidad de Bartlett (3184.06; p = 0.000) y el índice de


Kaiseer-Meyer-Olkim (0.85) nos indican que existen correlaciones altas entre
las varibles y, por lo tanto, la extracción de componentes es admisible.
Los resultados de la rotación varimax, a partir de la matriz de covarianza
y para autovalores mayores que 1, fue la extracción de 13 componentes
principales (ver Tabla 1.7).

Tabla 1.7.
Componentes principales.

Componente Suma de las saturaciones al cuadrado de la


rotación
Total % de la varianza % acumulado

1 3,787 10,235 10,235


2 2,685 7,257 17,492
3 2,238 6,048 23,539
4 1,614 4,363 27,902
5 1,557 4,209 32,111
6 1,474 3,983 36,094
7 1,470 3,973 40,067
8 1,394 3,767 43,834
9 1,381 3,732 47,565
10 1,378 3,726 51,291
11 1,327 3,588 54,879
12 1,326 3,584 58,463
13 1,256 3,395 61,858
Método de extracción: Análisis de Componentes principales.
a Al analizar una matriz de covarianza, los autovalores iniciales son los
mismos en la solución bruta y en la reescalada.

Análisis factorial exploratorio del cuestionario de protección se realiza a


través de la extracción de componentes principales a partir de una matriz de
covarianzas aplicando una rotación varimax.
Se han extraído 13 componentes principales. En el primer componente
que vamos a dominar “autoestima-rentabilizar las oportunidades del entorno”,
explica el 9.64 % de la varianza total. En él saturan 9 variables: “tener
expectativas positivas de futuro” (.62), “cumplir los compromisos” (.49), “tener
destrezas para solucionar problemas”(.63), “tener destrezas para tomar
100 José Miguel Martínez González.

decisiones” (.56), “buen grado de autocontrol” (.38), “capacidad para evitar


situaciones de peligro” (.69), “percibir oportunidades en el entorno” (.42), “ser
autónomo” (.40) y “tener facilidad para adaptarse socialmente” (.42).
En el segundo componente que denominamos “autoeficacia”, saturan 7
variables: “locus de control interno” (.48), “destrezas para trabajar con otros”
(.54), “alto rendimiento escolar” (.51), “valor de autosuperación” (.76),
“autoaceptación” (.42), “autodisciplinado” (.48) y “hacer frente a la adversidad”
(.37).
En el tercer componente que denominamos “adaptación social”, satura 4
variables: “cumplir con las normas de la comunidad” (.67), “que existan normas
claras en la escuela” (.59), “tener buena formación escolar” (.49) y “percepción
de utilidad de ir al colegio” (.50).
En el cuatro componente que denominamos “relación padres-hijos”,
saturan tres variables: “apego” (.35), “que los padres refuercen los logros de los
hijos” (.63), “estabilidad y cohesión familiar” (.62).
En el quinto componente que denominamos “educación para el
afrontamiento de las drogas en el entorno”, saturan las variables “normas
claras en la sociedad en torno al consumo de drogas” (.84) y “que los padres
conversen con los hijos sobre las drogas” (.50) y “que los padres valoren
positivamente a los amigos de los hijos” (.63).
En el sexto componente que denominamos “interacción social
satisfactoria” saturan tres variables: “realizar actividades satisfactorias con
amigos” (.70), “participar en actividades de la parroquia” (.57), “participar en
entidades valoradas socialmente - ONGs” (.54)
En el séptimo componente satura la variable “valorar la salud” (.87).
En el octavo componente que denominamos “control de los padres en la
educación de sus hijos” saturan las variables “normas familiares claras” (.90) y
“estilo directivo en la educación” (.51).
En el noveno componente satura la variable “hacer celebraciones en
familia” (.86).
En el décimo componente satura la variable “tener destrezas para
resistirse a las presiones de grupo” (.96).
Escuelas Taller: método. 101

En el undécimo componente satura la variable “que exista contacto entre


padres y profesores” (.91).
En el duodécimo componente satura la variable “apoyo social” (.93).
En el décimo tercer componente satura la variable “miedo a las drogas”
(.93).
(ver Tabla 1.8).
102 José Miguel Martínez González.

Tabla 1.8.
Matriz de componentes rotados.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
1.Apego ,095 -,002 ,268 ,358 ,055 ,127 -,051 ,074 ,357 -,030 ,123 ,029 ,035
2.Normas familiares claras -,025 -,025 ,029 ,061 ,115 ,091 ,039 ,908 -,085 -,047 ,062 ,032 -,002
3.Miedo a las drogas -,038 ,044 ,240 ,067 -,062 ,045 ,001 ,088 ,034 -,017 -,003 ,002 ,930
4.Contacto padres – profesores ,031 ,010 ,032 ,015 ,047 -,009 -,032 ,175 ,118 -,065 ,915 ,111 -,003
5.Etilo directivo en la educación -,001 ,146 -,003 ,038 -,271 -,068 ,044 ,511 ,200 ,124 ,256 -,007 ,215
6. Celebración en familia de cumpleaños, ,096 ,052 ,081 ,076 -,004 ,151 ,076 -,037 ,860 ,020 ,099 ,122 ,041
fiestas, etc.
7.Disponer de apoyo social ,128 ,024 ,097 ,109 ,047 ,011 ,042 ,026 ,132 ,052 ,114 ,931 -,004
8.Realizar actividades satisfactorias con los ,292 ,198 ,024 ,036 ,118 ,701 ,392 -,066 -,055 ,129 ,137 ,008 ,045
amigos.
9.Participación en actividades de la iglesia -,008 -,003 ,050 ,124 -,129 ,579 ,032 ,040 ,147 -,075 -,007 -,058 -,027
10.Locus de control interno ,302 ,485 -,008 ,242 ,027 -,212 ,274 -,042 -,114 -,047 -,049 ,132 -,103
11.Valorar la salud ,044 ,183 -,029 -,081 ,018 ,096 ,870 ,076 ,082 ,048 -,037 ,026 ,012
12.Destrezas para trabajar con otros. ,143 ,542 ,047 ,078 ,228 ,100 ,061 ,018 ,040 -,072 ,009 ,162 ,171
13.Alto rendimiento escolar. ,124 ,519 ,325 -,087 ,055 -,174 ,013 ,138 ,200 ,011 ,029 -,167 ,003
14.Valor de autosuperación ,140 ,762 ,066 ,047 -,043 ,251 ,026 ,045 -,017 ,081 ,045 -,023 -,056
15.Cumplimiento de las normas de la -,074 ,271 ,678 ,120 -,070 ,182 -,047 -,055 ,173 -,005 ,006 ,135 ,069
comunidad
16.Nivel alto de autoaceptación ,396 ,425 ,056 ,254 -,086 -,041 ,152 -,190 ,175 ,019 -,106 ,064 ,022
17.Expectativas positivas de futuro ,623 ,176 -,021 ,094 -,039 ,029 -,038 -,134 ,107 -,155 ,128 ,131 -,009
18.Adquirir y cumplir los compromisos ,490 ,169 ,262 ,010 ,121 -,009 ,057 -,012 ,049 ,022 ,018 ,052 ,009
19.Normas claras en la escuela ,138 ,075 ,597 -,001 -,041 -,221 -,096 ,136 ,149 ,030 -,153 ,064 ,109
20.Haber recibido una buena formación ,417 -,080 ,498 ,169 ,042 -,006 ,130 ,100 ,088 ,020 -,017 -,211 ,060
escolar
21.Normas claras en la sociedad en torno al ,081 ,128 ,038 -,052 ,847 -,034 ,055 ,031 -,010 ,025 -,003 ,046 -,123
consumo de drogas
22.Relaciones con entidades valoradas ,089 ,109 -,028 -,097 ,213 ,547 -,296 ,125 ,076 -,043 -,199 ,260 ,144
socialmente (como ONG)
23.Valoración positiva de los padres del grupo ,152 -,109 ,519 ,239 ,343 -,017 ,204 -,124 -,066 ,148 ,181 ,046 ,065
de amigos
24.Conversaciones sobre drogas entre padres ,133 ,119 -,090 ,320 ,509 ,035 -,296 -,007 ,117 ,120 ,269 -,062 ,300
e hijos
25.Que los padres refuercen los logros de los ,413 ,114 ,106 ,639 ,178 ,007 ,016 ,000 ,158 ,106 -,074 -,003 ,140
hijos
26.Estabilidad y cohesión familiar ,020 ,195 ,347 ,625 -,153 ,170 -,126 ,136 ,032 ,074 ,120 ,099 -,036
27.Percepción de utilidad de ir al colegio ,235 ,188 ,500 ,100 ,038 ,181 -,028 -,071 -,239 ,027 ,088 ,047 ,111
28.Destrezas para solucionar problemas ,631 ,029 ,025 ,036 ,079 ,045 ,125 ,137 ,063 ,047 ,028 -,071 -,094
29.Destreza para tomar decisiones ,561 ,135 ,131 ,069 ,182 -,021 ,095 -,082 -,057 -,018 -,034 -,031 ,037
30.Tener buen grado de autocontrol ,380 ,082 ,255 -,272 -,040 ,119 ,019 -,011 -,022 ,110 ,106 -,033 -,033
31.Destrezas para resistirse a la presión de -,040 ,042 ,088 ,058 ,034 -,035 ,066 -,009 -,027 ,964 -,049 ,025 -,006
grupo
32.Capacidad para evitar situaciones de ,699 ,186 ,004 -,006 -,077 ,161 -,160 -,036 -,030 ,000 -,006 ,103 ,105
peligro
33.Percepción de oportunidades en el entorno ,420 -,027 ,177 ,138 -,165 ,020 -,102 ,167 -,094 -,068 -,194 ,179 -,173
34.Ser autodisciplinado ,245 ,483 ,304 -,349 ,058 ,014 ,044 -,047 -,079 ,122 ,127 -,133 ,016
35.Ser autónomo ,402 ,144 -,132 -,424 ,039 -,105 -,050 ,029 ,182 ,294 ,025 -,123 -,026
36.Fácil adaptación social ,420 ,084 ,073 -,132 ,202 ,012 -,049 ,065 ,199 ,338 ,007 ,140 ,004
37.Hacer frente a la adversidad ,334 ,377 ,027 -,009 ,266 ,044 ,033 ,005 -,010 ,164 -,095 ,018 ,097
104 José Miguel Martínez González.

Teniendo en cuenta la distribución de varianza explicada por cada uno


de los componentes podemos ver como no existe una tendencia a la
unidimensionalidad clara, lo que puede verse en el gráfico de sedimentación y
gráfico de saturación (ver Gráfico 2 y Gráfico 3).

Gráfico 2.
Gráfico de sedimentación.
7

2
Autovalor

0
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37

Número de componente

Gráfico 3.
Gráfico de saturación en espacio rotado.

C 1,0
o
m
p ,5
o
n
e 0,0
n
t
e -,5

2
1,0 1,0
,5 ,5
0,0 0,0
-,5 -,5
Componente 1 Componente 3
Escuelas Taller: método. 105

Diseño y análisis estadístico.

Se ha empleado una metodología cuasi-experimental, concretada ésta


en diseños unifactoriales entre grupos para la mayor parte de los análisis
realizados, cuyo objetivo se centró en conocer las variaciones de los factores
de protección dependiendo de diferentes variables.
Para el análisis de los datos se utilizan distintos contrastes sobre
diferencias de medias utilizando para tal efecto el estadístico t - Student y
estableciendo un nivel de significación de 0.05; Así mismo, también se aplican
técnicas de regresión con el fin de indagar la capacidad predictiva de algunas
de las variables estudiadas sobre distintos criterios y, además, análisis de la
varianza para grupos no aleatorios. En análisis se realiza a través del programa
SPSS .12
106 José Miguel Martínez González.
Escuelas Taller: resultados. 107

RESULTADOS

x En relación a la variable disponibilidad de dinero.


x La capacidad predictiva de la disponibilidad económica sobre el
hecho de emborracharse.
x La capacidad predictiva de la disponibilidad económica sobre el
consumo de tabaco.
x La capacidad predictiva de la disponibilidad económica sobre la
conducta de cocaína.
x Relación entre disponibilidad de dinero y factores de protección.
x Consumo de tabaco de los progenitores.
x Consumo de tabaco de los hermanos.
x ¿Has fumado alguna vez?
x ¿Tus amigos fuman?
x La capacidad predictiva el consumo de tabaco de los amigos
sobre el consumo de tabaco en los participantes.
x ¿Te has emborrachado alguna vez?
x Lugar habitual en el que bebes alcohol.
x Consumo de alcohol por parte de los padres.
x Consumo de drogas ilegales por parte de los amigos.
x La capacidad predictiva del consumo de drogas ilegales en los
amigos sobre emborracharse.
x La capacidad predictiva del consumo de drogas ilegales en los
amigos sobre el consumo de cánnabis en las personas.
x Consumo de tabaco.
x Consumo de alcohol.
x Consumo de drogas de diseño.
x Consumo de cánnabis.
x Consumo de heroína.
x Consumo de cocaína.
x Consumo de alucinógenos.
108 José Miguel Martínez González.
Escuelas Taller: resultados. 109

La primera parte del cuestionario nos ha permitido recabar información

acerca de una serie de variables sociodemográficas relevantes al objetivo de

estudio. Sean los siguientes:

En relación a la variable disponibilidad de dinero: ¿De cuánto dinero


dispones al mes para tus gastos?.

Era importante conocer el dinero del que disponían los participantes


habitualmente, por ser esta una de las variables de riesgo para el consumo de
drogas de gran peso reconocido en la literatura. Para ello, se establecieron
tramos asignando a cada uno de ellos un intervalo de disponibilidad de dinero.
La mayoría de los participantes (n = 149, el 61.8 %) disponen de menos de 204
€ al mes para gastos personales (ver Tabla 1.9).

Tabla 1.9.
Distribución de la cantidad de dinero del que disponen las personas.

Frecuencia Porcentaje
Menos de 120 € 90 37,3
Entre 120 y 204€ 59 24,5
Entre 204 y 306 € 49 20,3
Entre 306 y 540 € 32 13,3
más de 540 € 4 1,7
Total 234 97,1
Perdidos Sistema 7 2,9
241 100,0

Se asignó a cada uno de los intervalos un valor, correspondiendo mayor


valor a mayor cantidad de dinero disponible, por lo que se ha podido conocer
la correlación entre la cantidad de dinero del que disponen los alumnos y la
edad de éstos. Encontramos una correlación de Pearson de .15, correlación
significativa (p = .05) lo que indica que a más edad disponen de más dinero. La
distribución de casos relacionando las dos variables puede verse en la Tabla
1.10.
110 José Miguel Martínez González.

Tabla 1.10.
Distribución por edades y dinero del que disponen
mensualmente para sus gastos.

GASTO Total
S
menos entre 120 entre 204 y entre 306 más de
de 120 € y 204 € 306 € y 540 € 540 €
EDAD 16 9 1 2 12
17 19 16 6 4 1 46
18 17 15 11 5 48
19 14 8 8 1 2 33
20 7 5 10 6 28
21 8 3 3 4 18
22 7 2 5 3 17
23 1 4 3 4 1 13
24 3 2 1 6
25 3 2 1 6
Total 88 58 48 29 4 227

Si analizamos como se relacionan las variables género y disponibilidad


de dinero vemos que las mujeres se concentran más en la opción de menor
cantidad disponible para sus gastos. En el caso de los hombres la distribución
de dinero se extiende a lo largo de todos los niveles de la variable (ver Tabla
1.11).

Tabla 1.11.
Dinero del que dispone mensualmente y género.

GASTOS Total
menos de entre 120 entre 204 entre 306 más de
120 € y 204 € y 306 € y 540 € 540 €
SEXO Omitido 10 7 6 6 29
HOMBRE 65 47 39 23 4 178
MUJER 15 4 3 3 25
Total 90 58 48 32 4 232

Si analizamos como se relaciona el hecho de fumar, beber alcohol,


tomar estimulantes fumar cánnabis o tomar cocaína con el dinero del que
disponen los participantes mensualmente (ver Tabla 1.12), encontramos una
correlación positiva (.247, p = .000) entre la disponibilidad de dinero y número
de drogas que se consume (beber alcohol, fumar tabaco, fumar cánnabis
consumir drogas de diseño, heroína, cocaína y alucinógenos). Cuanto mayor
es la cantidad de dinero de la que disponen las personas más cantidad de
Escuelas Taller: resultados. 111

drogas refieren consumir. Este resultado parece indicar de alguna manera que
la disponibilidad de dinero podría representar en esta población un importante
riesgo para el consumo de drogas, tanto legales como ilegales.

Tabla 1.12.
Dinero del que disponen las personas en relación al
consumo o no de las diferentes drogas.

Fuma Bebe Consume Consume Consume


estimulantes cánnabis cocaína
NO SI NO SI NO SI NO SI NO SI
Menos de 120 € 41 47 46 43 85 4 68 19 83 6
Entre 120 y 204 € 27 32 24 35 52 8 40 19 50 8
Ente 204 y 306 € 20 29 16 33 39 10 27 22 42 5
Entr 306 y 540 € 14 18 9 32 22 10 18 14 24 8
Más de 540 € 2 2 1 3 2 2 1 3 2 2

La capacidad predictiva de la disponibilidad económica sobre el hecho de


emborracharse.

o Variable predictora: Disponibilidad de dinero. Los niveles de


la variable son: Disponibilidad de dinero: 1= menos de 120 €;
2= entre 120 y 204 €; 3= entre 204 y 306; 4 = entre 306 y
540 €.
o Variable Criterio: Emborracharse. Emborracharse: 0 =
nunca; 1 = una vez al mes; 2= fines de semana; 3 = a diario.
La regresión lineal muestra que la disponibilidad de dinero, como ocurre
con el consumo de cánnabis, también predice la frecuencia con la que se
emborrachan las personas (Beta = .187; p = .004) (ver Tabla 1.13). De modo
que a mayor disponibilidad de dinero le corresponde mayor frecuencia con la
que se emborracha.
112 José Miguel Martínez González.

Tabla 1.13
La disponibilidad de dinero como predictor de la frecuencia con la que se emborracha la
persona.

Correlaciones
Emborracharse Disponibilidad de
dinero
Correlación de Pearson Emborracharse 1,000 ,187
Disponibilidad de dinero. ,187 1,000
Sig. (unilateral) Emborracharse . ,002
Disponibilidad de dinero. ,002 .
N Emborracharse 241 241
Disponibilidad de dinero. 241 241
ANOVA
Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática

Regresión 5,135 1 5,135 8,654 ,004(a)


Residual 141,826 239 ,593
Total 146,961 240
a Variable predictora: Disponibilidad de dinero: 1= menos de 120 €; 2= entre 120 y 204 €; 3= entre 204 y 306; 4 = entre
306 y 540 €.
b Variable dependiente: Emborracharse: 0 = nunca; 1 = una vez al mes; 2= fines de semana; 3 = a diario.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de confianza Estadísticos de
estandarizados estandarizados para B al 95% colinealidad

B Error Beta Límite Límite Toleran- FIV


típ. inferior superior cia
Dispo. ,131 ,045 ,187 2,942 ,004 ,043 ,219 1,000 1,000
de
dinero

La capacidad predictiva de la disponibilidad económica sobre el consumo


de tabaco.

o Variable predictora: Disponibilidad económica. Los niveles


de la variable son: 1= menos de 120 €; 2= entre 120 y 204 €;
3= entre 204 y 306; 4 = entre 306 y 540 €.
o Variable Criterio: Consumo de tabaco. Los niveles de la
variable son: 0 = no fumo; 1 = no fumo pero fumaba; 2 =
fines de semana; 3 = diariamente.
Al contrario de lo que sucede con respecto a la capacidad predictiva de
la disponibilidad de dinero y el consumo de cánnabis y el hecho de
emborracharse, la cantidad de dinero de la que disponen las personas al mes
no predice el hecho de que fumen tabaco.
Escuelas Taller: resultados. 113

La capacidad predictiva de la disponibilidad económica sobre el consumo


de cocaína.

o Variable predictora: Disponibilidad económica. Los niveles de la


variable son: 1= menos de 120 €; 2= entre 120 y 204 €; 3= entre
204 y 306; 4 = entre 306 y 540 €.
o Variable Criterio: Consumo de cocaína. Los niveles de la variable
son: 0 = nunca; 1 = una vez al mes; 2 = fines de semana; 3 = 2-6
veces en semana; 4= a diario.
La disponibilidad de dinero predice el posterior consumo de cocaína (Beta
= .194; p = .002) (ver Tabla 1.14), estableciéndose una relación positiva
convirtiéndose como en otros casos la disponibilidad económica en un potente
factor de riesgo para el consumo de drogas legales e ilegales.

Tabla 1.14.
La disponibilidad de dinero como predictor del consumo de cocaína.
____________________________________________________________________
Correlaciones
Consumo de cocaína. Disponibilidad de
dinero
Correlación de Pearson Consumo de cocaína. 1,000 ,194
Disponibilidad de dinero. ,194 1,000
Sig. (unilateral) Consumo de cocaína. . ,001
Disponibilidad de dinero. ,001 .
N Consumo de cocaína. 241 241
Disponibilidad de dinero. 241 241
ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados
Regresión 2,727 1 2,727 9,347 ,002(a)
Residual 69,729 239 ,292
Total 72,456 240
a Variable predictora: disponibilidad de dinero.
b Variable dependiente: Consumo de cocaína.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficien- t Sig. Intervalo de confianza Estadísticos de
estandarizados tes para B al 95% colinealidad
estanda-
rizados
B Error Beta Límite Límite Tolerancia FIV
típ. inferior superior
Disponibilidad ,096 ,031 ,194 3,057 ,002 ,034 ,157 1,000 1,000
de dinero
114 José Miguel Martínez González.

El dinero se convierte en un potente factor de riesgo, porque una mayor


disponibilidad de dinero predice el consumo posterior de cánnabis, cocaína y
fumar tabaco.

Relación entre disponibilidad de dinero y variables de protección.

En la muestra de alumnos de las Escuelas Taller la disponibilidad de


dinero correlaciona significativamente y de forma negativa con el miedo a las
drogas, cumplir con las normas de la comunidad, existencia de normas claras
en la escuela y que los padres valoren positivamente a los amigos de sus hijos.
Estos factores de protección habitualmente indican diferencias
estadísticamente significativas cuando se ha analizado como protector bajo
determinadas condiciones o ante algunas drogas.

Variable: consumo de tabaco de los progenitores. (¿Tus padres son


fumadores?).

Teniendo en cuenta el peso que el modelamiento tiene en la génesis de


una drogodependencia, hemos considerado el hecho de que los progenitores
fumen o no. Más de la mitad del alumnado tiene al menos un progenitor que
fuma (ver Tabla 1.15).

Tabla 1.15.
Consumo de tabaco en los progenitores.

Frecuencia Porcentaje
Ninguno 93 38,6
Fuma sólo el padre 73 30,3
Fuma sólo la madre 25 10,4
Fuman los dos 48 19,9
Total 239 99,2
Sistema 2 ,8
241 100

De las personas que fuman hay un mayor número de ellos que tienen al
menos un progenitor que también fuma (ver Tabla 1.16). Esta relación es
significativa (correlación .158 y p =.015).
Escuelas Taller: resultados. 115

Tabla 1.16.
Relación entre fumar la persona y fumar algún progenitor.

Fuma el sujeto Total


no fuma si fuma
No fuma ningún progenitor 51 41 92
Fuma al menos un progenitor 57 88 145
108 129 237

Variable: consumo de tabaco de los hermanos. (¿Tus hermanos fuman?).

Prácticamente la mitad de los participantes tienen algún hermano que


fuma: el 52 % (n = 127) tiene algún hermano fumador, mientras que el 44.4 %
(n = 107) no. Por otro lado es mayor el número de alumnos que fuman y a su
vez tiene también algún hermano fumador (n = 63), en comparación con la
personas que fuman no teniendo algún hermano fumador (n = 43).

Variable: ¿Has fumado alguna vez?.

El 75 % de la muestra dice haber fumado alguna vez. La edad media del


primer cigarrillo se sitúa en los 13.14 años.
La edad del primer cigarrillo es inferior en el caso de los hombres, siendo
mayor en los hombres el rango de edades en que consumen el primer cigarrillo.

Variable: ¿Tus amigos fuman?.

El 90 % de los participantes tienen algún amigo que fuma. Cuando se da


esta condición de tener amigos que fuman manifiestan que también lo hacen
casi todos (ver Tabla 1.17).
116 José Miguel Martínez González.

Tabla 1.17.
Consumo de tabaco en los amigos.

Frecuencia Porcentaje
No responde 2 ,8
Muy pocos 22 9,1
Algunos 52 21,6
Casi todos 114 47,3
Todos 33 13,7
Total 223 92,5
Sistema 18 7,5
Total 241 100,0

Las condiciones de que todos los amigos fumen, o casi todos, suman el
60 % de la muestra. Si tenemos en cuenta el hecho de tener amigos fumadores
y el hecho de que fumen las personas (ver Tabla 1.18), pude observarse que
hay más alumnos que fuman y a su vez tienen amigos que fuman. Destacar
que 90 participantes no fuman a pesar de tener amigos que sí lo hacen.

Tabla 1.18.
Relación entre fumar y tener amigos fumadores.

El sujeto no El sujeto
fuma fuma
No tiene amigos que fuman 9 2 11
Tienen amigos que fuman 90 125 215
99 127 226

La capacidad predictiva el consumo de tabaco de los amigos sobre el


consumo de tabaco en los participantes.

o Variable predictora: Consumo de tabaco de los amigos. Los


niveles de la variable son: 1 = muy pocos; 2 = algunos; 3 =
casi todos; 4 = todos.
o Variable Criterio: Fumar tabaco. Los niveles de esta variable
son: 0 = no fumo; 1 = no fumo pero fumaba; 2 = fumo los
fines de semana; 3 = diariamente.
El análisis de regresión indica que el consumo de tabaco en los amigos
de los participantes predice el consumo de tabaco en los alumnos (Beta = .185;
p = .004), existiendo entre estas variables una relación positiva que muestra
Escuelas Taller: resultados. 117

como aumenta la probabilidad de que las personas consuman tabaco a la vez


que aumenta el número de amigos que consumen (ver Tabla 1.19).

Tabla 1.19.
El consumo de tabaco en los amigos como predictor del consumo de tabaco en los
participantes.

Correlaciones
Fumar tabaco Los amigos fuman
tabaco
Correlación de Pearson Fumar tabaco 1,000 ,185
Los amigos fuman tabaco ,185 1,000
Sig. (unilateral) Fumar tabaco . ,002
Los amigos fuman tabaco ,002 .
N Fumar tabaco 241 241
Los amigos fuman tabaco 241 241
ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados

Regresión 15,871 1 15,871 8,475 ,004(a)

Residual 447,591 239 1,873

Total 463,462 240

a Variables predictoras: Consumo de tabaco en los amigos.


b Variable dependiente: Consumo de tabaco en los participantes.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandariza-dos estandarizados confianza para B al colinealidad
95%
B Error Beta Límite Límite Tole- FIV
típ. inferior supe- rancia
rior
Consumo de 1,181 ,406 ,185 2,911 ,004 ,382 1,981 1,000 1,000
tabaco de los
amigos

Variable: ¿Te has emborrachado alguna vez?.

El 65.5 % de las personas se distribuyen entre las opciones


emborracharse una vez al mes, los fines de semana o hacerlo a diario. En la
muestra utilizada podemos observar que está presente emborracharse con
cierta frecuencia. La edad media de la primera borrachera es de 14.40, con una
desviación típica de 5.55. (ver Tabla 1.20).
118 José Miguel Martínez González.

Tabla 1.20.
Frecuencia con la que se emborracha la persona.

Frecuencia Porcentaje
Nunca 72 29,9
Una vez al mes 92 38,2
Los fines de semana 63 26,1
A diario 3 1,2
Total: 230 95,4
No responden 11 4,6
241 100,0

Variable: Lugar habitual en el que bebe alcohol.

La mayoría, cuando beben, lo hacen en un Bar o Pub, seguido del


Botellón, en casa, tanto en la suya como en la de algún amigo, y en menos
ocasiones beben en un After (Ver tablas 1.21. y 1.22). Tengamos en cuenta
que en las localidades de los participantes que han formado parte de la
muestra no existen los After, para ir a ellos tienen que desplazarse a otras
localidades, lo que convierte esta opción en menos accesible.

Tabla 1.21.
Lugar habitual en el que consume alcohol

En un Bar o En el En su En casa de En un
Pub Botellón propia casa un amigo After

n = 145 n =63 n =24 n =26 n =16

60,9% 26,5% 10,1% 10,9% 6,7%

Tabla 1.22
Relación entre lugar en el que bebe alcohol habitualmente y
frecuencia con la que se emborracha.
(La persona puede responder a varias opciones por lo que no son excluyentes entre sí).

Lugar en el que bebe Se emborracha Se emborracha los Se


habitualmente. una vez al mes fines de semana. emborracha a
diario
En un Bar o Pub 25 51 1
En el Botellón. 28 28 2
En su casa. 5 11 1
En casa de un amigo. 10 11 2
En un After. 7 8 1
Escuelas Taller: resultados. 119

Variable: Consumo de alcohol por parte de los padres.

Ver Tabla 1.23.

Tabla 1.23.
Consumo de alcohol por parte de los progenitores.

Casos en que Casos en que


bebe su padre bebe su madre
Bebe alcohol N = 134 (56.6%) N = 48 (19.9%)
ocasionalmente.
Bebe alcohol a diario. N = 23 (9.5%) N = 4 (1.7 %
Casos perdidos N = 23 (9.5 %) N = 9 (3.7%)
TOTAL 241 100 %

Variable: ¿Tus amigos toman drogas ilegales (heroína, cocaína, porros,


pastillas –drogas de diseño-, alucinógenos)?

De entre los participantes evaluados, el 74.7 % (n = 180) refiere tener


amigos que consumen algún tipo de droga ilegal, frente al 24.9 % (n = 60) que
dice no tener ningún amigo que las tome. De los que tienen amigos que sí
toman drogas, la mayoría sólo tiene alguno que lo hace (47.7 %), siendo la
condición de muchos amigos un 19.5 % y la condición de que tomen drogas
todos los amigos de un 7.5 % de los casos (ver Tabla. 1.24).

Tabla 1.24.
Consumo de drogas ilegales por los amigos.

Frecuencia Porcentaje
Ningún amigo 60 24,9 %
Toman sólo algunos 115 47,7 %
Toman muchos 47 19,5 %
Todos toman 18 7,5 %
Total 240 99,6 %
Sistema 1 ,4 %
Total 241 100 %

De los participantes que refieren tener amigos que toman drogas


ilegales, consumen heroína en el 0.4 % de los casos, cocaína en el 0.8 %,
120 José Miguel Martínez González.

porros en el 33.6 %, drogas de diseño en el 0.8 % y varias de ellas en el 33.6


% (ver Tabla .25).

Tabla 1.25.
Tipo de drogas que consumen los amigos de las personas evaluadas.

Frecuencia Porcentaje
No responde 5 2,1
Heroína 1 ,4
Cocaína 2 ,8
Porros 81 33,6
Drogas de diseño 2 ,8
Consume varias de ellas. 81 33,6
Total 172 71,4
Perdidos 69 28,6
TOTAL 241 100,0

La capacidad predictiva del consumo de drogas ilegales en los amigos


sobre emborracharse.

o Variable predictora: Consumo de drogas ilegales en los


amigos. Tiene los siguientes niveles: 0 = ninguno; 1 =
algunos; 2 = muchos; 3 = todos.
o Variable Criterio: Emborracharse. Esta variable tiene los
siguientes niveles: 0 = nunca; 1 = una vez al mes; 2 = fines
de semana 3 = a diario.
El análisis de regresión (ver Tabla 1.26) indica que el hecho de que los
amigos de los alumnos consuman drogas predice el hecho de emborracharse
en las personas (Beta = .361; p = .000). La relación es positiva, de modo que a
más amigos consumidores de drogas tiene la persona mayor es la probabilidad
de emborracharse con más frecuencia.
Escuelas Taller: resultados. 121

Tabla 1.26.
Consumo de drogas en los amigos como predictor de emborracharse.

Correlaciones
Emborracharse Consumo de
drogas en los
amigos.
Correlación de Pearson Emborracharse 1,000 ,361
Consumo de drogas en los amigos. ,361 1,000
Sig. (unilateral) Emborracharse . ,000
Consumo de drogas en los amigos. ,000 .
N Emborracharse 241 241
Consumo de drogas en los amigos. 241 241
ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados

Regresión 19,163 1 19,163 35,837 ,000(a)

Residual 127,798 239 ,535

Total 146,961 240

a Variables predictoras: Consumo de drogas en los amigos.


b Variable dependiente: Emborracharse.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estandarizados confianza para B al colinealidad
95%
B Error Beta Límite Límite Tolerancia FIV
típ. inferior superior
Tener ,329 ,055 ,361 5,986 ,000 ,221 ,438 1,000 1,000
amigos que
consumen
drogas.

La capacidad predictiva del consumo de drogas ilegales en los amigos


sobre el consumo de cánnabis en las personas.

o Variable predictora: Consumo de drogas ilegales en los


amigos. Tiene los siguientes niveles: 0 = ninguno; 1 =
algunos; 2 = muchos; 3 = todos.
o Variable Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la
variable son: 0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de
semana; 3 = entre 2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.
El análisis de regresión indica que el consumo de drogas de los amigos
predice el consumo de cánnabis en las personas (Beta = .524; p = .000) (ver
Tabla 1.27). La relación es positiva, de modo que cuantos más amigos
122 José Miguel Martínez González.

consumidores de drogas tiene la persona mayor probabilidad tiene de consumir


cánnabis.

Tabla 1.27.
El consumo de drogas en los amigos como predictor del consumo de cánnabis.

Correlaciones
Consumo de Consumo de drogas en
cánnabis los amigos.
Correlación de Pearson Consumo de cánnabis. 1,000 ,524
Consumo de drogas en los amigos ,524 1,000

Sig. (unilateral) Consumo de cánnabis. . ,000


Consumo de drogas en los amigos ,000 .

N Consumo de cánnabis. 241 241


Consumo de drogas en los amigos 241 241

ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados

Regresión 121,017 1 121,017 90,533 ,000(a)

Residual 319,475 239 1,337

Total 440,492 240

a Variables predictoras: Consumo de drogas en los amigos.


b Variable dependiente: consumo de cánnabis.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficien- t Sig. Intervalo de confianza Estadísticos de
estandarizados tes estanda- para B al 95% colinealidad
rizados
B Error Beta Límite Límite Toleran- FIV
típ. inferior supe- cia
rior
Con-sumo ,827 ,087 ,524 9,515 ,000 ,656 ,999 1,000 1,000
de drogas
en los
amigos.

Variable: Fuma tabaco.

Refieren fumar en el momento de la encuesta el 53.9 % (n = 130) de los


participantes, frente al 44.8 % (n = 108) que no lo hace. Destacar que de las
personas que fuman, lo hacen a diario el 46.5 % (n = 112), los fines de semana
7.5 % (n = 18), y han dejado de fumar el 6.6. % (n = 16) (ver Tabla 1.28). De lo
que se desprende que cerca de la mitad de los participantes fuman, pudiendo
decirse que presentan un consumo perjudicial (probablemente adicción al
tabaco) dado que lo hacen a diario.
Escuelas Taller: resultados. 123

Tabla 1.28.
Consumo de tabaco.

Frecuencia Porcentaje
No fuma 92 38,2
No fumo pero fumaba 16 6,6
Fumo en lo fines de semana 18 7,5
Fumo diariamente 112 46,5
Total 238 98,8
Sistema 3 1,2
241 100,0

Variable: Beber alcohol.

El 57.3 % (n = 138) de la muestra bebe alcohol habitualmente,


entendiendo por ello consumir alcohol los fines de semana, 3 o 4 veces en
semana o hacerlo a diario. Si el sujeto respondía directamente que no bebía o
solamente indicaba el consumo 2 veces al mes, se consideró como no
consumidor habitual de alcohol y en esta condición se encontraba el 42.3 % (n
= 102).
La distribución del tipo de bebida ingerida y la cantidad puede verse en la
Tabla 1.29.

Tabla 1.29
Frecuencia de consumo de cada una de la bebidas alcohólicas y cantidad ingerida
habitualmente.
(Se indica lo equivalente a copas de cerveza. El tipo de consumo no es excluyente entre sí).

n Porcentaje Beben menos Beben entre Beben más


de dos copas. 3 y 6 copas de 7 copas.
Vermut 10 4.1 % 5 2 1
Cerveza 92 38.2 % 21 43 10
Vino 32 13.3 % 12 8 3
Fino 0 0% 0 0 0
Licores 49 20.3 % 15 23 3
Cubalibres 108 44.8 % 19 49 17

Como se puede observar las bebidas elegidas por orden de preferencia


serían: cubalibres (44.8 %), cerveza (38.3%), licores (20.3 %), vino (13.3. %) y
vermut (4.1. %). Parece que el consumo que realizan, cuando lo hacen, suele
estar mayoritariamente comprendido en la franja entre 3 y 6 copas, que como
124 José Miguel Martínez González.

hemos dicho equivalen a lo que serían copas de cerveza, aunque la cantidad


no suele sobrepasar generalmente las 6 copas.

Variable: Tomar drogas de diseño.

Puede verse que el 14.5 % de la muestra (n = 35) consume drogas de


diseño (ver Tabla 1.31). De éstos, 17 lo hacen una vez al mes, y 16 las
consumen normalmente los fines de semana. La mitad de éstos informan hacer
un consumo cada vez que lo toman de más de una dosis en cada ocasión.
Ninguno de las personas que refieren consumir este tipo de drogas indica que
lo haga más de dos veces en la misma semana.
Los alumnos que consumen estimulantes presentan como edad media
de la primera ingesta 16.89 años.

Variable: Fumar cánnabis.

El 32.4 % (n = 78) de la muestra afirma consumir cánnabis, el 66.4 % (n =


160) no lo consume (ver Tabla 1.31). De las personas que refieren consumir
cánnabis, el 10% (n = 24) lo toma una vez al mes, el 7.9 % (n = 19) los fines de
semana, 3.7 % (n = 9) entre dos y tres veces en semana, y el 10.8% (n =26)
dice fumar a diario. Casi la totalidad de los participantes que manifiestan tomar
cánnabis son hombres, sólo 4 mujeres lo consumen. La edad media de la
primera vez que consumen cánnabis en ésta muestra se sitúa en 13.50 años
(ver Tabla 1.30).

Tabla 1.30
Frecuencia de consumo de cánnabis.

Frecuencia Porcentaje
No consume 160 66,4
una vez al mes 24 10,0
fines de semana 19 7,9
2-6 veces 9 3,7
diario 26 10,8
Total 238 98,8
Sistema 3 1,2
241 100,0
Escuelas Taller: resultados. 125

Variable: Consumo de heroína.

En relación a ésta variable decir que sólo cuatro alumnos refieren un


consumo de heroína, cantidad insuficiente para poder someter ese consumo al
análisis estadístico llevado a cabo para los otros tipos de droga (ver Tabla
1.31).

Variable: Consumo de cocaína.

El 12.4 % (n = 30) de las personas refieren consumir cocaína, el 85.9 %


(n = 207) restantes no la consumen (ver Tabla 1.31). La edad media de la
primera vez que consumieron cocaína es de 16.83 años.

Variable: Consumo de alucinógenos.

El 6.6 % (n = 16) de los participantes consumen alucinógenos, siendo la


mayoría los que no los consumen 91.7 % (n = 221) (ver Tabla 1.31).
Ver Tabla (1.32) de incidencia de consumo en Andalucía y España.

Tabla 1.31.
Consumos de drogas ilegales.

Estimulantes Cánnabis Heroína Cocaína Alucinógenos


n % n % n % n % n %
No consume 205 85.1 160 66.4 232 96.3 207 85.9 221 91.7
Si consume 35 14.5 78 32.4 4 1.7 30 12.4 16 6.6
126 José Miguel Martínez González.

Tabla. 1.32
Incidencia del consumo de drogas en Andalucía y España.

Incidencia del Incidencia de Incidencia en


consumo de drogas consumo de drogas Encuesta Nacional:
legales e ilegales en la legales e ilegales en enseñanzas
16
muestra estudiada. la población secundarias .
15
andaluza .
Tabaco 53.9 % 34.4 % 28.7 %
Alcohol (Emborracharse al 65.5 % 10.5 % 27.3 %
menos una vez al mes).
Tranquilizantes 1.5 % 2.4 %
Estimulantes 14.5 % 0.8 % 1.3 %
Cánnabis 32.4 % 9% 25 %
Heroína 1.7 % 0.1 %
Cocaína 12.4 % 2.2 % 3.6 %
Alucinógenos 6.6 % 0.3 % 1.4 %

Destacar que el 14.9 % (n = 36) de las personas presenta policonsumo,


haciendo con esto referencia al consumo de al menos dos de las drogas
ilegales.
Para aproximarnos al grado de presencia del consumo de sustancias
tóxicas susceptibles de generar adicción en las personas de la muestra, se
incorpora una variable que trata de recoger el número de drogas que refieren
consumir, de modo que a mayor valor de esa variable más cantidad se
consume. La distribución del consumo es: no consumen ninguna droga el 23 %
(n =56), consumen una sola el 28.2 % (n = 68), consumen dos drogas el 21.6%
(n = 52), tres el 14.1 % (n =34), cuatro 6.6% (n =16), cinco el 1.2 % (n =3), seis
el 4.1 % (n =10) y siete el .8% (n =2).

15
Incidencias relativas al estudio “Los andaluces ante las drogas IX” (2005), se refieren al
consumo durante los últimos 6 meses.
16
Encuesta Estatal sobre el consumo de drogas en Enseñanzas Secundarias (2004).
Realizado por el Delegación del Plan Nacional sobre Drogas.
Escuelas Taller: factores de protección. 127

Factores de protección.

x Factores de protección para el consumo de alcohol.


x Factores de protección para el consumo de tabaco.
x Capacidad predictiva del valor de la media de los factores de
protección ante fumar sobre el consumo de tabaco en las
personas.
x Factores de protección para el consumo de drogas de diseño.
x Factores de protección para el consumo de cánnabis.
x Factores de protección para el consumo de cocaína.
x Factores de protección en función de tener amigos que consumen
drogas.
x La capacidad predictiva del consumo de drogas ilegales en los
amigos sobre la media de factores de protección ante el consumo
de drogas ilegales.
x Factores de protección en función de de la edad.
x La capacidad predictiva de la edad sobre los factores de protección
que son significativos para todas las drogas.
x Sobre la muestra de personas no consumidoras de drogas: factores
de protección en función de la edad.
x Factores de protección en función del número de hermanos.
x Factores de protección en función de la disponibilidad económica.
x Sobre una muestra de personas que no consumen ninguna droga
ilega. Factores de protección en función de la disponibilidad
económica.
x La capacidad predictiva de la disponibilidad económica sobre el
consumo de cánnabis.
x La capacidad predictiva de la disponibilidad de dinero sobre los
factores de protección que son significativos para todas las drogas
ilegales.
x La capacidad predictiva de tener amigos consumidores de drogas,
la edad y la disponibilidad económica sobre los factores de
protección que son significativos para todas las drogas.
x La capacidad predictiva del valor de la media de todos los factores
de protección ante el número de drogas consumidas como
indicador del policonsumo.
x A modo de resumen.
128 José Miguel Martínez González.
Escuelas Taller: factores de protección. 129

Factores de protección para el consumo de alcohol.

En relación al análisis de las diferencias de las respuestas de los


participantes al cuestionario dependiendo de los grupos de comparación
establecidos, sorprende como no se ha encontrado diferencias
estadísticamente significativas en ninguna de las variables de protección,
cuando se realizó la comparación en función de beber alcohol habitualmente y
los que no beben alcohol (ver Tabla 1.33). Esto puede ser debido a que el
consumo de alcohol al que se hace referencia en ésta ocasión no se refiere al
uso en cantidades de riesgo. Los factores que se están evaluando de algún
modo protegen de los problemas con las drogas pero no se les atribuye la
necesidad de que protejan a las personas de hacer un uso controlado del
alcohol. Por esta razón puede entenderse que los factores de protección son
significativos cuando hablamos de conductas de consumo problemáticas.

Tabla 1.33.
Comparación: beber (57.3 %; n = 138) / no beber (42.5% ; n = 102 ).

Grupos Media Desviación t gl p


típica.
Apego Beben habitualmente 4,28 ,846 -,358 236 ,721
No beben 4,24 ,986
habitualmente
Normas familiares claras Beben habitualmente 2,94 1,207 1,510 236 ,132
No beben 3,19 1,308
habitualmente
Miedo a las drogas Beben habitualmente 2,47 1,284 1,437 236 ,152
No beben 2,74 1,592
habitualmente
Contacto padres – profesores Beben habitualmente 2,93 1,254 -,158 237 ,875
No beben 2,90 1,330
habitualmente
Etilo directivo en la educación Beben habitualmente 2,55 1,111 -,869 233 ,386
No beben 2,42 1,139
habitualmente
Celebración en familia de Beben habitualmente 3,27 1,162 ,995 238 ,321
cumpleaños, fiestas, etc.
No beben 3,42 1,206
habitualmente
Disponer de apoyo social Beben habitualmente 3,46 1,233 -,225 234 ,822
No beben 3,42 1,346
habitualmente
Realizar actividades Beben habitualmente 3,15 1,315 1,349 235 ,179
satisfactorias con los amigos.
No beben 3,38 1,324
habitualmente
130 José Miguel Martínez González.

Participación en actividades Beben habitualmente 1,46 ,847 1,616 237 ,107


de la iglesia
No beben 1,66 1,061
habitualmente
Locus de control interno Beben habitualmente 3,96 ,930 ,423 237 ,673
No beben 4,01 1,020
habitualmente
Valorar la salud Beben habitualmente 3,18 1,162 - 228 ,256
1,140
No beben 2,99 1,349
habitualmente
Destrezas para trabajar con Beben habitualmente 4,04 ,955 ,256 238 ,798
otros.
No beben 4,07 ,988
habitualmente
Alto rendimiento escolar. Beben habitualmente 3,55 1,014 ,329 233 ,742
No beben 3,59 1,024
habitualmente
Valor de autosuperación Beben habitualmente 3,88 1,011 -,540 236 ,590
No beben 3,80 1,086
habitualmente
Cumplimiento de las normas Beben habitualmente 3,68 1,074 1,954 237 ,052
de la comunidad
No beben 3,95 1,023
habitualmente
Nivel alto de autoaceptación Beben habitualmente 4,18 ,914 -,263 237 ,793
No beben 4,15 ,994
habitualmente
Expectativas positivas de Beben habitualmente 3,76 ,920 - 236 ,291
futuro 1,059
No beben 3,63 ,880
habitualmente
Adquirir y cumplir los Beben habitualmente 4,11 ,744 -,107 236 ,915
compromisos
No beben 4,10 ,755
habitualmente
Normas claras en la escuela Beben habitualmente 3,57 ,984 1,318 236 ,189
No beben 3,74 1,026
habitualmente
Haber recibido una buena Beben habitualmente 3,66 1,080 1,345 233 ,180
formación escolar
No beben 3,84 ,929
habitualmente
Normas claras en la sociedad Beben habitualmente 3,85 1,112 - 235 ,072
en torno al consumo de 1,808
drogas
No beben 3,57 1,252
habitualmente
Relaciones con entidades Beben habitualmente 1,41 ,873 1,436 236 ,152
valoradas socialmente (como
ONG)
No beben 1,60 1,128
habitualmente
Valoración positiva de los Beben habitualmente 4,08 ,978 ,320 235 ,749
padres del grupo de amigos
No beben 4,12 ,891
habitualmente
Conversaciones sobre drogas Beben habitualmente 2,35 1,079 -,089 234 ,929
entre padres e hijos
No beben 2,34 1,148
habitualmente
Escuelas Taller: factores de protección. 131

Que los padres refuercen los Beben habitualmente 3,53 1,112 ,651 236 ,515
logros de los hijos
No beben 3,62 1,199
habitualmente
Estabilidad y cohesión familiar Beben habitualmente 3,23 1,158 -,151 235 ,880
No beben 3,21 1,217
habitualmente
Percepción de utilidad de ir al Beben habitualmente 3,97 1,057 ,906 236 ,366
colegio
No beben 4,09 ,907
habitualmente
Destrezas para solucionar Beben habitualmente 3,57 ,856 ,139 236 ,890
problemas
No beben 3,58 ,752
habitualmente
Destreza para tomar Beben habitualmente 3,76 ,806 ,238 234 ,812
decisiones
No beben 3,79 ,763
habitualmente
Tener buen grado de Beben habitualmente 3,74 ,940 ,847 233 ,398
autocontrol
No beben 3,85 ,878
habitualmente
Destrezas para resistirse a la Beben habitualmente 3,42 1,359 ,988 235 ,324
presión de grupo
No beben 3,60 1,491
habitualmente
Capacidad para evitar Beben habitualmente 3,69 ,982 -,487 234 ,627
situaciones de peligro
No beben 3,63 1,130
habitualmente
Percepción de oportunidades Beben habitualmente 3,11 ,869 -,075 236 ,941
en el entorno
No beben 3,10 ,916
habitualmente
Ser autodisciplinado Beben habitualmente 3,46 1,015 -,351 234 ,726
No beben 3,41 ,948
habitualmente
Ser autónomo Beben habitualmente 3,36 ,908 -,162 234 ,871
No beben 3,34 1,007
habitualmente
Fácil adaptación social Beben habitualmente 3,57 ,791 -,454 236 ,650
No beben 3,52 ,990
habitualmente
Hacer frente a la adversidad Beben habitualmente 3,87 ,873 ,887 234 ,376
No beben 3,97 ,851
habitualmente

Factores de protección para el consumo de tabaco.

En cuanto a los grupos de comparación fumar / no fumar, realizada


sobre la muestra de 242 personas, se obtuvieron diferencias estadísticamente
significativas en 8 de las variables: “realizar actividades satisfactorias con los
amigos” (t = - 3.365; p = .001), “participación en actividades de la iglesia” (t = -
132 José Miguel Martínez González.

1.978; p = .049), “valor de autosuperación” (t = -2.324; p = .021), “cumplimiento


de normas de la comunidad” (t = -2.631; p = .009), “que los padres refuercen
los logros de los hijos” (t = -2.818; p = .005), “estabilidad y cohesión familiar” (t
= -3.182; p = .002), “percepción de utilidad de ir al colegio” (t = -2.061; p = .040)
y “tener buen grado de autocontrol” (t = -2.396; p = .017). Son por tanto ocho
las variables que estarían ejerciendo un efecto protector entre las personas si
nos referimos a fumar tabaco (ver Tabla 1.34), ya que en todos los casos en
que se obtienen diferencias las medias son mayores en el grupo de
participantes que no fuman.

Tabla 1.34.
Comparación: fumar (54.6%; n = 130) / no fumar (45.4 %; n = 108).

Medias Desviación t gl P=
típica.
Apego Sí fuma 4,19 ,876 -1,815 234 ,071
No fuma 4,40 ,878
Normas familiares claras Sí fuma 2,98 1,291 -,997 235 ,320
No fuma 3,14 1,209
Miedo a las drogas Sí fuma 2,62 1,336 ,218 234 ,827
No fuma 2,58 1,530
Contacto padres – profesores Sí fuma 3,00 1,317 ,941 235 ,348
No fuma 2,84 1,239
Etilo directivo en la educación Sí fuma 2,48 1,115 -,332 231 ,740
No fuma 2,53 1,127
Celebración en familia de Sí fuma 3,30 1,249 -,518 236 ,605
cumpleaños, fiestas, etc.
No fuma 3,38 1,091
Disponer de apoyo social Sí fuma 3,46 1,277 ,479 233 ,632
No fuma 3,38 1,289
Realizar actividades Sí fuma 2,98 1,375 -3,365 234 ,001
satisfactorias con los amigos.
No fuma 3,55 1,175
Participación en actividades Sí fuma 1,43 ,769 -1,978 184 ,049
de la iglesia
No fuma 1,69 1,116
Locus de control interno Sí fuma 3,93 ,958 -1,006 235 ,316
No fuma 4,06 ,950
Valorar la salud Sí fuma 3,02 1,221 -1,144 227 ,254
No fuma 3,21 1,285
Destrezas para trabajar con Sí fuma 4,05 ,905 -,300 236 ,765
otros.
No fuma 4,08 1,006
Escuelas Taller: factores de protección. 133

Alto rendimiento escolar. Sí fuma 3,56 1,085 -,211 231 ,833


No fuma 3,59 ,906
Valor de autosuperación Sí fuma 3,71 1,067 -2,324 234 ,021
No fuma 4,02 ,966
Cumplimiento de las normas Sí fuma 3,65 1,073 -2,631 233,705 ,009
de la comunidad
No fuma 4,00 ,967
Nivel alto de autoaceptación Sí fuma 4,08 1,004 -1,864 235 ,064
No fuma 4,31 ,806
Expectativas positivas de futuro Sí fuma 3,75 ,892 ,856 235 ,393
No fuma 3,64 ,924
Adquirir y cumplir los Sí fuma 4,14 ,765 ,845 235 ,399
compromisos
No fuma 4,06 ,725
Normas claras en la escuela Sí fuma 3,71 ,960 ,873 234 ,384
No fuma 3,59 1,031
Haber recibido una buena Sí fuma 3,68 1,108 -,831 232 ,407
formación escolar
No fuma 3,79 ,900
Normas claras en la sociedad Sí fuma 3,80 1,195 ,933 234 ,352
en torno al consumo de drogas
No fuma 3,65 1,166
Relaciones con entidades Sí fuma 1,48 ,966 -,118 234 ,906
valoradas socialmente (como
ONG)
No fuma 1,50 1,035
Valoración positiva de los Sí fuma 3,99 ,980 -1,893 234 ,060
padres del grupo de amigos
No fuma 4,22 ,883
Conversaciones sobre drogas Sí fuma 2,45 1,072 1,573 233 ,117
entre padres e hijos
No fuma 2,22 1,135

Que los padres refuercen los Sí fuma 3,37 1,142 -2,818 235 ,005
logros de los hijos
No fuma 3,79 1,116

Estabilidad y cohesión Sí fuma 3,00 1,161 -3,182 234 ,002


familiar
No fuma 3,48 1,148
Percepción de utilidad de ir al Sí fuma 3,89 1,080 -2,061 235 ,040
colegio
No fuma 4,16 ,870
Destrezas para solucionar Sí fuma 3,59 ,814 ,161 234 ,872
problemas
No fuma 3,58 ,780
Destreza para tomar decisiones Sí fuma 3,78 ,736 ,311 233 ,756
No fuma 3,75 ,852
Tener buen grado de Sí fuma 3,65 ,941 -2,396 228 ,017
autocontrol
No fuma 3,93 ,858
134 José Miguel Martínez González.

Destrezas para resistirse a la Sí fuma 3,40 1,343 -1,102 234 ,272


presión de grupo
No fuma 3,61 1,503
Capacidad para evitar Sí fuma 3,55 1,114 -1,876 232 ,062
situaciones de peligro
No fuma 3,81 ,947
Percepción de oportunidades Sí fuma 3,07 ,900 -,373 235 ,710
en el entorno
No fuma 3,11 ,861 -,374 229 ,709
Ser autodisciplinado Sí fuma 3,41 1,050
No fuma 3,50 ,878 -,669 231 ,504
Ser autónomo Sí fuma 3,36 ,925 -,197 232 ,844
No fuma 3,38 ,965
Fácil adaptación social Sí fuma 3,50 ,894 -1,233 234 ,219
No fuma 3,64 ,829
Hacer frente a la adversidad Sí fuma 3,88 ,893 -,762 233 ,447
No fuma 3,96 ,827

La capacidad predictiva del valor de la media de los factores protectores


ante fumar tabaco sobre el consumo de tabaco en las personas.

o Variable predictora: Media de los factores de protección ante


el consumo de tabaco. Los factores significativos ante el
tabaco son: realizar actividades satisfactorias con los
amigos, asistir a las actividades de la parroquia, valor de
autosuperación, cumplir con las normas como ciudadano,
que los padres refuercen los logros de sus hijos, estabilidad
familiar, que la persona crea que es positivo asistir al
colegio, cree que se tiene un buen autocontrol.
o Variable Criterio: Consumo de tabaco en las personas. La
variable tiene los siguientes niveles: 0 = no fumo; 1 = no
fumo pero fumaba, 2 = fines de semana, 3 = diariamente.
La regresión lineal indica que el valor de la media de los factores de
protección significativos ante el consumo de tabaco predice el consumo
posterior de tabaco en las personas (Beta = -316; p = .000). La relación es
inversa siendo menor la probabilidad de que los alumnos consuman tabaco si
presentan un mayor valor de los factores de protección significativos ante el
Escuelas Taller: factores de protección. 135

consumo de tabaco (ver Tabla 1.35) De este modo puede probarse el peso que
tienen estos factores como protección ante el consumo de tabaco.

Tabla 1.35.
El valor de la media de los factores de protección ante el tabaco como predictor del
consumo de tabaco en las personas.

Correlaciones
Fumar tabaco Media de los factores de
protección ante el tabaco

Correlación de Pearson Fumar tabaco 1,000 -,316


Media de factores de protección -,316 1,000
ante el tabaco.
Sig. (unilateral) Fumar tabaco . ,000
Media de factores de protección ,000 .
ante el tabaco.
N Fumar tabaco 241 241
Media de factores de protección 241 241
ante el tabaco.
ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados
Regresión 46,304 1 46,304 26,529 ,000(a)
Residual 417,158 239 1,745
Total 463,462 240
a Variables predictoras: Media de los factores de protección ante el consumo de tabaco.
b Variable dependiente: Fumar tabaco.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estandarizados confianza para B al colinealidad
95%
B Error Beta Límite Límite Tolerancia FIV
típ. inferior superior

Medias de -,727 ,141 -,316 -5,151 ,000 -1,006 -,449 1,000 1,000
los FP
ante el
tabaco

Factores de protección para el consumo de drogas de diseño.

En relación al grupo de comparación tomar / no tomar drogas de diseño (


N = 70) se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en 12
variables: “miedo a las drogas” (t = -3.418; p = .001), “Celebración en familia de
cumpleaños, fiestas, etc.” (t = -2.651; p = .010), “realizar actividades
satisfactorias con los amigos” (t = -2.145; p = .036), “destrezas para trabajar
con otros” (t = -2.071; p = .042), “alto rendimiento escolar” (t = -2.156; p = .035),
“valor de autosuperación” (t = -3.242; p = .002), “cumplimiento de las normas
de la comunidad” (t = -3.291; p = .002), “adquirir y cumplir los compromisos” (t =
136 José Miguel Martínez González.

-2.734; p = .008), “normas claras en la escuela” (t = -2.764; p = .007),


“valoración positiva de los padres del grupo de amigos” (t = -2.696; p = .009),
“percepción de utilidad de ir al colegio” (t = -2.166; p = .034), “hacer frente a la
adversidad” (t = -2.219; t = .030) (ver Tabla 1.36). También en éste caso, todas
las medias del grupo de personas que refieren no consumir estimulantes eran
mayores en las variables en las que se han encontrado diferencias
significativas, lo que podría interpretarse como variables de protección para el
caso de drogas de diseño.

Tabla 1.36.
Comparación: consumo de drogas de diseño (14.6 %; n = 35) /
no consumo (85.4%; n = 205).

Consumo de Medias Desviación t gl P=


drogas de diseño típica
Apego Sí consumen 3,97 1,114 -1,148 66 ,255
No consumen 4,31 ,859
Normas familiares claras Sí consumen 3,06 1,278 -1,551 67 ,126
No consumen 3,05 1,258
Miedo a las drogas Sí consumen 1,83 ,985 -3,418 56 ,001

No consumen 2,74 1,454


Contacto padres – Sí consumen 3,09 1,334 ,187 67 ,852
profesores
No consumen 2,87 1,275
Etilo directivo en la Sí consumen 2,26 ,963 -1,305 65 ,197
educación
No consumen 2,52 1,132
Celebración en familia de Sí consumen 2,94 1,027 -2,651 68 ,010
cumpleaños, fiestas, etc.
No consumen 3,39 1,193
Disponer de apoyo social Sí consumen 3,50 1,308 ,478 66 ,634

No consumen 3,42 1,276


Realizar actividades Sí consumen 2,94 1,273 -2,145 66 ,036
satisfactorias con los
amigos.
No consumen 3,29 1,325
Participación en actividades Sí consumen 1,44 1,078 -1,052 67 ,297
de la iglesia
No consumen 1,56 ,925
Locus de control interno Sí consumen 3,80 1,052 -1,793 68 ,077
No consumen 4,01 ,952
Valorar la salud Sí consumen 3,18 1,242 -,017 65 ,986
No consumen 3,09 1,253
Destrezas para trabajar Sí consumen 3,74 1,172 -2,071 68 ,042
con otros.
No consumen 4,13 ,876
Escuelas Taller: factores de protección. 137

Alto rendimiento escolar. Sí consumen 3,41 1,104 -2,156 67 ,035


No consumen 3,60 1,001

Valor de autosuperación Sí consumen 3,40 1,035 -3,242 68 ,002


No consumen 3,91 1,032
Cumplimiento de las Sí consumen 3,11 1,022 -3,291 68 ,002
normas de la comunidad
No consumen 3,91 1,020
Nivel alto de autoaceptación Sí consumen 4,09 1,067 -1,208 67 ,231

No consumen 4,19 ,928


Expectativas positivas de Sí consumen 3,85 ,857 -,899 66 ,372
futuro
No consumen 3,67 ,907
Adquirir y cumplir los Sí consumen 3,97 ,717 -2,734 66 ,008
compromisos
No consumen 4,13 ,752
Normas claras en la Sí consumen 3,18 ,968 -2,764 66 ,007
escuela
No consumen 3,72 ,990
Haber recibido una buena Sí consumen 3,56 1,211 -1,537 66 ,129
formación escolar
No consumen 3,77 ,978
Normas claras en la Sí consumen 4,00 1,155 -,436 66 ,664
sociedad en torno al
consumo de drogas
No consumen 3,70 1,178
Relaciones con entidades Sí consumen 1,31 ,867 -1,521 67 ,133
valoradas socialmente
(como ONG)
No consumen 1,52 1,011
Valoración positiva de los Sí consumen 3,74 1,163 -2,696 66 ,009
padres del grupo de
amigos
No consumen 4,17 ,885
Conversaciones sobre Sí consumen 2,24 1,130 -1,210 65 ,231
drogas entre padres e hijos
No consumen 2,38 1,100
Que los padres refuercen los Sí consumen 3,32 1,249 -1,710 66 ,092
logros de los hijos
No consumen 3,62 1,115
Estabilidad y cohesión Sí consumen 3,00 1,128 -1,961 65 ,054
familiar
No consumen 3,26 1,187
Percepción de utilidad de Sí consumen 3,41 1,373 -2,166 66 ,034
ir al colegio
No consumen 4,12 ,886
Destrezas para solucionar Sí consumen 3,66 ,968 -,701 68 ,486
problemas
No consumen 3,56 ,784
Destreza para tomar Sí consumen 3,76 ,741 -1,613 67 ,112
decisiones
No consumen 3,78 ,795
138 José Miguel Martínez González.

Tener buen grado de Sí consumen 3,59 1,048 -1,722 67 ,090


autocontrol
No consumen 3,82 ,889
Destrezas para resistirse a la Sí consumen 3,32 1,296 -1,252 67 ,215
presión de grupo
No consumen 3,53 1,439
Capacidad para evitar Sí consumen 3,35 1,098 -1,611 67 ,112
situaciones de peligro
No consumen 3,70 1,043
Percepción de Sí consumen 3,18 ,904 ,154 67 ,878
oportunidades en el entorno
No consumen 3,09 ,889
Ser autodisciplinado Sí consumen 3,20 1,208 -1,920 68 ,059
No consumen 3,47 ,933
Ser autónomo Sí consumen 3,43 1,065 -,242 66 ,810
No consumen 3,34 ,931
Fácil adaptación social Sí consumen 3,40 1,063 -1,295 68 ,200
No consumen 3,59 ,836
Hacer frente a la Sí consumen 3,68 ,878 -2,219 67 ,030
adversidad
No consumen 3,96 ,854

Factores de protección para el consumo de cánnabis.

Con respecto a la comparación realizada sobre una submuestra extraída


de 154 personas entre dos grupos fumar / no fumar cánnabis, se obtuvieron
diferencias estadísticamente significativas en 8 de las variables: “normas claras
en la familia” (t = -2.143; p = .034), “miedo a las drogas” (t = -2.197; p = .030)
“realizar actividades satisfactorias con los amigos” (t = -2.976; p = .003)
“participación en actividades de la iglesia” (t = -3.499; p =.001), “valor de
autosuperación” (t = -2.911; p = .004), “cumplimiento de las normas de la
comunidad” (t = -3.984; p = .000), “que los padres refuercen los logros de los
hijos” (t = -2.396; p = .018) y “percepción e utilidad de ir al colegio” (t= -2.880; p
= .005) (ver Tabla 1.37). En todas las variables en las que se encuentran
diferencias estadísticamente significativas los valores de la media son mayores
para el grupo de alumnos que no consume cánnabis.
Escuelas Taller: factores de protección. 139

Tabla 1.37.
(Extracción de submuestra, N= 154)
Comparación consumir (50.6 %; n = 78) / no consumir cánnabis (49.4 %; n = 78).

Consumo de t gl P=
Desviación
cánnabis Media típica
Apego Sí consumen 4,08 ,923 -1,567 152 ,119
No consumen 4,35 ,888
Normas familiares claras Sí consumen 2,86 1,097 -2,143 150 ,034
No consumen 3,14 1,329
Miedo a las drogas Sí consumen 2,23 1,205 -2,197 144 ,030
No consumen 2,81 1,494
Contacto padres – Sí consumen ,667 152 ,506
2,97 1,248
profesores
No consumen 2,85 1,298
Etilo directivo en la Sí consumen -1,614 151 ,109
2,25 1,002
educación
No consumen 2,60 1,151
Celebración en familia de Sí consumen -1,145 152 ,254
3,14 1,170
cumpleaños, fiestas, etc.
No consumen 3,40 1,183
Disponer de apoyo social Sí consumen 3,38 1,236 ,606 151 ,546
No consumen 3,44 1,303
Realizar actividades Sí consumen -2,976 150 ,003
satisfactorias con los 2,89 1,322
amigos.
No consumen 3,40 1,293
Participación en Sí consumen -3,499 123 ,001
actividades de la iglesia 1,26 ,711
No consumen 1,67 ,985
Locus de control interno Sí consumen 3,95 1,018 ,641 151 ,522
No consumen 4,00 ,948
Valorar la salud Sí consumen 3,03 1,203 -,279 147 ,781
No consumen 3,15 1,275
Destrezas para trabajar con Sí consumen -,785 152 ,434
3,88 1,044
otros.
No consumen 4,16 ,865
Alto rendimiento escolar. Sí consumen 3,42 1,104 -1,133 149 ,259
No consumen 3,65 ,969
Valor de autosuperación Sí consumen 3,51 1,078 -2,911 150 ,004
No consumen 3,99 1,003
Cumplimiento de las Sí consumen -3,984 151 ,000
normas de la comunidad 3,23 1,080
No consumen 4,07 ,935
Nivel alto de autoaceptación Sí consumen 4,03 1,044 -1,554 152 ,122
No consumen 4,24 ,896
Expectativas positivas de Sí consumen 1,031 150 ,304
3,78 ,898
futuro

No consumen 3,65 ,907


140 José Miguel Martínez González.

Adquirir y cumplir los Sí consumen -,013 150 ,989


4,06 ,817
compromisos
No consumen 4,12 ,715
Normas claras en la escuela Sí consumen 3,42 ,991 -1,467 150 ,144
No consumen 3,75 ,998
Haber recibido una buena Sí consumen -1,427 150 ,156
formación escolar 3,51 1,154
No consumen 3,85 ,924
Normas claras en la Sí consumen 1,500 149 ,136
sociedad en torno al 3,99 1,000
consumo de drogas
No consumen 3,64 1,245
Relaciones con entidades Sí consumen -1,819 150 ,071
valoradas socialmente 1,31 ,778
(como ONG)
No consumen 1,58 1,072
Valoración positiva de los Sí consumen -1,304 150 ,194
padres del grupo de amigos 3,94 1,004
No consumen 4,19 ,904
Conversaciones sobre Sí consumen ,046 148 ,963
drogas entre padres e hijos 2,35 ,943
No consumen 2,36 1,183
Que los padres refuercen Sí consumen -2,396 150 ,018
los logros de los hijos 3,26 1,185
No consumen 3,72 1,084
Estabilidad y cohesión Sí consumen -1,572 150 ,118
3,01 1,045
familiar
No consumen 3,32 1,237
Percepción de utilidad de Sí consumen -2,880 137 ,005
ir al colegio 3,66 1,199
No consumen 4,18 ,838
Destrezas para solucionar Sí consumen ,222 151 ,824
3,59 ,859
problemas
No consumen 3,56 ,794
Destreza para tomar Sí consumen -,274 151 ,784
3,77 ,826
decisiones
No consumen 3,77 ,767
Tener buen grado de Sí consumen -,910 151 ,364
3,66 ,940
autocontrol
No consumen 3,85 ,903
Destrezas para resistirse a Sí consumen -,887 150 ,376
la presión de grupo 3,45 1,300
No consumen 3,52 1,479
Capacidad para evitar Sí consumen -,884 150 ,378
situaciones de peligro 3,51 1,077
No consumen 3,72 1,047
Percepción de Sí consumen ,178 151 ,859
oportunidades en el entorno 3,04 ,865
No consumen 3,13 ,905
Ser autodisciplinado Sí consumen 3,28 1,104 -1,561 150 ,121
No consumen
3,51 ,912
Escuelas Taller: factores de protección. 141

Ser autónomo Sí consumen 3,40 ,888 ,673 151 ,502


No consumen
3,33 ,986
Fácil adaptación social Sí consumen 3,44 ,896 -1,513 151 ,132
No consumen 3,60 ,857
Hacer frente a la adversidad Sí consumen 3,89 ,888 -,083 149 ,934
No consumen 3,92 ,856

Factores de protección para el consumo de cocaína.

En relación a la comparación consumir / no consumir cocaína (N = 62)


se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en 10 variables:
“tener miedo a las drogas” (t = -2.234; p = .030), “celebración en familia de
cumpleaños, fiestas, etc.” (t = -3.729; p = .000), “realización de actividades
satisfactorias con los amigos” (t = -2.397; p = .020), “destrezas para trabajar
con otros” (t = -2.524; p = .015), “valor de autosuperación” (t = -2.144; p = .036),
“cumplimiento de normas en la comunidad” (t = -2.674; p = .010), “nivel alto de
autoaceptación” (t = -2.087; p = .042), “relación con entidades valoradas
socialmente como ONG” (t = -2.312; p = .025), “que los padres refuercen los
logros de los hijos” (t = -3.085; p = .003), “percepción de utilidad de ir al colegio”
(t = -2.777; p = .008). Como en comparaciones anteriores, en todas las
variables en que se han encontrado diferencias estadísticamente significativas
las medias eran mayores en el grupo de personas que no consume cocaína
(ver Tabla 1.38).

Tabla 1.38.
Comparación consumir (48.4 %; n = 30) / no consumir cocaína (51.6 %; n = 32).

Consumo de t gl P=
Desviación
cocaína
Media típica.
Apego Sí consumen 4,07 ,980 -,228 59 ,820
No consumen 4,13 1,147
Normas familiares claras Sí consumen 3,00 1,195 ,459 59 ,648
No consumen 2,84 1,439
Miedo a las drogas Sí consumen 1,90 ,923 -2,234 48 ,030
No consumen 2,65 1,603
Contacto padres – profesores Sí consumen
3,03 1,351 ,642 60 ,523
No consumen
2,81 1,355
142 José Miguel Martínez González.

Etilo directivo en la educación Sí consumen 2,30 1,149 -,565 58 ,574


No consumen 2,47 1,137 -,565 57 ,574
Celebración en familia de Sí consumen
2,87 1,137 -3,721 58 ,000
cumpleaños, fiestas, etc.
No consumen 3,91 1,058
Disponer de apoyo social Sí consumen 3,69 1,168 1,223 58 ,226
No consumen 3,29 1,346
Realizar actividades satisfactorias Sí consumen
2,79 1,371 -2,397 58 ,020
con los amigos.
No consumen 3,59 1,241
Participación en actividades de la Sí consumen
1,47 1,106 -,128 60 ,899
iglesia
No consumen 1,50 ,950
Locus de control interno Sí consumen 3,77 1,006 -1,828 60 ,073
No consumen 4,22 ,941
Valorar la salud Sí consumen 3,10 1,235 -1,298 57 ,199
No consumen 3,53 1,306
Destrezas para trabajar con otros. Sí consumen 3,50 1,358 -2,524 46 ,015
No consumen 4,22 ,792
Alto rendimiento escolar. Sí consumen 3,17 1,197 -1,886 59 ,064
No consumen 3,75 1,191
Valor de autosuperación Sí consumen 3,47 1,042 -2,144 60 ,036
No consumen 4,03 1,031
Cumplimiento de las normas de la Sí consumen
3,20 1,031 -2,674 60 ,010
comunidad
No consumen 3,94 1,134
Nivel alto de autoaceptación Sí consumen 3,97 1,098 -2,087 53 ,042
No consumen 4,48 ,811
Expectativas positivas de futuro Sí consumen 4,00 ,926 ,704 59 ,484
No consumen 3,84 ,808
Adquirir y cumplir los compromisos Sí consumen 4,07 ,704 -,687 59 ,495
No consumen 4,19 ,644
Normas claras en la escuela Sí consumen 3,24 1,123 -1,780 59 ,080
No consumen 3,75 1,107
Haber recibido una buena formación Sí consumen
3,52 1,271 -1,404 58 ,166
escolar
No consumen 3,94 1,031
Normas claras en la sociedad en torno Sí consumen
al consumo de drogas 3,76 1,215 -,178 59 ,859
No consumen 3,81 1,148
Relaciones con entidades Sí consumen
valoradas socialmente (como ONG) 1,10 ,607 -2,312 46 ,025
No consumen
1,66 1,208

Valoración positiva de los padres del Sí consumen


grupo de amigos 3,72 1,099 -1,200 59 ,235
No consumen 4,03 ,897
Conversaciones sobre drogas entre Sí consumen
2,07 1,033 -1,240 58 ,220
padres e hijos
No consumen
2,42 1,148
Escuelas Taller: factores de protección. 143

Que los padres refuercen los logros Sí consumen


3,03 1,210 -3,085 59 ,003
de los hijos
No consumen 3,91 ,995
Estabilidad y cohesión familiar Sí consumen 3,34 1,045 ,168 58 ,867
No consumen 3,29 1,419
Percepción de utilidad de ir al Sí consumen
3,41 1,323 -2,777 47 ,008
colegio
No consumen
4,22 ,870

Destrezas para solucionar problemas Sí consumen 3,70 ,915 ,198 60 ,844


No consumen 3,66 ,827
Destreza para tomar decisiones Sí consumen 3,69 ,712 -,604 59 ,548
No consumen 3,81 ,859
Tener buen grado de autocontrol Sí consumen 3,52 1,122 -1,631 58 ,108
No consumen 3,94 ,854
Destrezas para resistirse a la presión Sí consumen
3,62 1,083 ,517 59 ,607
de grupo
No consumen 3,44 1,605
Capacidad para evitar situaciones de Sí consumen
3,40 1,102 -,931 60 ,356
peligro
No consumen 3,66 1,066
Percepción de oportunidades en el Sí consumen
3,00 ,926 ,380 59 ,706
entorno
No consumen 2,91 ,995
Ser autodisciplinado Sí consumen 3,30 1,208 -1,022 59 ,311
No consumen 3,58 ,923
Ser autónomo Sí consumen 3,57 ,971 -,053 59 ,958
No consumen 3,58 1,089
Fácil adaptación social Sí consumen 3,50 1,009 -,805 60 ,424
No consumen 3,69 ,821
Hacer frente a la adversidad Sí consumen 3,62 ,903 -2,823 59 ,006
No consumen 4,22 ,751

Factores de protección en función de tener algún amigo que consume


drogas.

Con el objetivo de profundizar en el ya mencionado mecanismo riesgo-


protección, se ha extraído una sub-muestra compuesta por personas de
diversa edad, especialidad, localidad y género, que tienen en común tener
algún amigo que consume drogas ilegales. Si es así, estas personas configuran
un grupo de alto riesgo. Probablemente soportando niveles de riesgo muy
altos, ya que sabemos que tener algún amigo consumidor es la vía por la que
se llega no sólo a conocer las sustancias tóxicas si no también al consumo
experimental. En los estudios realizados por el Comisionado Para la Droga de
144 José Miguel Martínez González.

la Junta de Andalucía y Plan Nacional de Drogas, se muestra cómo los


drogodependientes que demandan tratamiento manifiestan mayoritariamente
haber llegado a las drogas a través de los amigos. Con esta información no
cabe duda que la comparación que nos disponemos a realizar configura un
análisis de los mecanismos de protección ante el riesgo para el consumo de
drogas. Para realizar un análisis que nos pudiese aportar información sobre
este asunto, se han comparado las variables de protección en función de si los
participantes, que teniendo amigos consumidores de drogas ilegales,
consumen también algún tipo de droga ilegal y aquellos que, bajo las mismas
circunstancias, no las consumen. Las personas que aún teniendo algún amigo
consumidor no consumen drogas, muestran un nivel de protección elevado,
pudiendo claramente asociar estos factores como aquellos que operan bajo el
mecanismo riesgo – protección.
Se trabajó con una muestra de 177 personas que manifestaron tener
algún amigo consumidor de drogas ilegales. De éstas, 80 personas sí
consumen al menos una droga ilegal y 97 no consumen. Se obtuvieron
diferencias estadísticamente significativas en 12 variables, siendo en diez de
ellas el valor de la media mayor para los participantes que no consumen
ninguna droga ilegal, lo que indica que son variables de protección. En una de
ellas el valor de la media es mayor para el grupo de personas que refiere tomar
alguna droga ilegal, resultado inesperado. Posteriormente nos detendremos
más en éste dato.
Por tanto, se obtienen diferencias estadísticamente significativas en las
siguientes variables, pudiéndose considerar como variables de protección:
“apego” (t = -2.023; p = .045); “miedo las drogas” (t = -2.826; p = .005);
“realizar actividades satisfactorias con los amigos” (t = - 2.119; p = .035);
“participación en actividades de la iglesia” (t = - 2.928; p = .003); “destrezas
para trabajar con otros” (t = - 2.363; p = .019); “valor de autosuperación” (t = -
2.629; p = .009); “cumplimiento de las normas de la comunidad” (t = -5.697; p =
.000); “haber recibido una buena formación escolar” (t = - 2.005; p = .046);
“normas claras en la sociedad en torno al consumo de drogas” (t = 2.004; p =
.0047); “valoración positiva de los padres del grupo de amigos” (t = - 2.042; p =
Escuelas Taller: factores de protección. 145

.043); “que los padres refuercen los logros de los hijos” (t = -2.566; p = .011);
“percepción de utilidad de ir al colegio” (t = -3.161; p = .002).
Por otro lado y con un media mayor en el grupo de personas que
manifestaban consumir alguna droga ilegal se encuentra la variable: “normas
claras en la sociedad en torno al consumo de drogas” (t = 1.985; p = .049), (Ver
Tabla 1.39). En relación al cánnabis, que es la droga ilegal más consumida
entre los jóvenes y por tanto sería la droga que consumen los amigos de las
personas que han participado en el estudio, existe una aceptación generalizada
de esta droga y por tanto la norma implícita entre los jóvenes casi terminan
anulando las leyes en torno a su consumo. Esta imagen social puede ejercer
un efecto amortiguador de las normas que realmente afectan a la totalidad de
las drogas ilegales.

Tabla 1.39.
Consumo (46.1 %; n = 83) / no consumo (53.9 %; n = 97) cuando
tiene algún amigo que consume drogas.

Consumo de t gl P=
Desviació
drogas
Medias n típica.
Apego Sí consumen 4,07 ,927 -2,023 176 ,045
No consumen 4,34 ,856
Normas familiares claras Sí consumen 2,98 1,126 -,246 177 ,806
No consumen 3,02 1,289
Miedo a las drogas Sí consumen 2,17 1,167 -2,826 174 ,005
No consumen 2,74 1,530
Contacto padres – profesores Sí consumen 3,06 1,280 1,337 177 ,183
No consumen 2,81 1,184
Etilo directivo en la educación Sí consumen 2,36 1,076 -,912 174 ,363
No consumen 2,51 1,061
Celebración en familia de Sí consumen
3,23 1,140 -,463 178 ,644
cumpleaños, fiestas, etc.
No consumen 3,31 1,176
Disponer de apoyo social Sí consumen 3,46 1,252 ,422 176 ,674
No consumen 3,38 1,239
Realizar actividades Sí consumen
satisfactorias con los 2,94 1,337 -2,119 176 ,035
amigos.
No consumen 3,35 1,273
Participación en actividades Sí consumen
1,29 ,809 -2,982 176 ,003
de la iglesia
No consumen 1,70 1,022
146 José Miguel Martínez González.

Locus de control interno Sí consumen 3,98 ,962 -,385 178 ,701


No consumen
4,03 ,951
Valorar la salud Sí consumen 3,11 1,210 -,060 173 ,952
No consumen 3,12 1,221
Destrezas para trabajar con Sí consumen
3,89 1,071 -2,363 178 ,019
otros.
No consumen 4,22 ,767
Alto rendimiento escolar. Sí consumen 3,48 1,057 -,345 175 ,730
No consumen 3,53 ,897
Valor de autosuperación Sí consumen 3,57 1,050 -2,629 177 ,009
No consumen 3,98 1,046
Cumplimiento de las Sí consumen
3,24 1,043 -5,697 167 ,000
normas de la comunidad
No consumen 4,09 ,947
Nivel alto de autoaceptación Sí consumen 4,10 ,983 -,920 177 ,359
No consumen 4,23 ,946
Expectativas positivas de Sí consumen
3,84 ,904 1,691 177 ,093
futuro
No consumen 3,63 ,824
Adquirir y cumplir los Sí consumen
4,07 ,793 -1,122 177 ,263
compromisos
No consumen 4,20 ,705
Normas claras en la escuela Sí consumen 3,46 ,919 -,746 176 ,457
No consumen 3,57 1,023
Haber recibido una buena Sí consumen
3,47 1,141 -2,005 174 ,046
formación escolar
No consumen 3,78 ,942
Normas claras en la Sí consumen
sociedad en torno al 3,95 1,017 2,004 175 ,047
consumo de drogas
No consumen 3,63 1,154
Relaciones con entidades Sí consumen
valoradas socialmente (como 1,30 ,777 -1,759 177 ,080
ONG)
No consumen 1,54 1,015
Valoración positiva de los Sí consumen
padres del grupo de amigos 3,88 1,017 -2,042 176 ,043
No consumen 4,17 ,871
Conversaciones sobre drogas Sí consumen
2,31 ,974 -,168 175 ,867
entre padres e hijos
No consumen 2,34 1,160
Que los padres refuercen Sí consumen
3,30 1,217 -2,566 177 ,011
los logros de los hijos
No consumen
3,74 1,069

Estabilidad y cohesión familiar Sí consumen 3,04 1,064 -1,904 176 ,059


No consumen 3,36 1,175
Percepción de utilidad de ir Sí consumen
3,70 1,166 -3,161 147 ,002
al colegio
No consumen
4,19 ,850
Escuelas Taller: factores de protección. 147

Destrezas para solucionar Sí consumen


3,67 ,751 ,887 177 ,376
problemas
No consumen 3,57 ,778
Destreza para tomar Sí consumen
3,76 ,805 ,098 176 ,922
decisiones
No consumen 3,75 ,785
Tener buen grado de Sí consumen
3,73 ,912 -,473 176 ,637
autocontrol
No consumen 3,80 ,918
Destrezas para resistirse a la Sí consumen
3,39 1,322 -,917 176 ,360
presión de grupo
No consumen 3,58 1,463
Capacidad para evitar Sí consumen
3,58 1,035 -1,567 174 ,119
situaciones de peligro
No consumen 3,81 ,914
Percepción de oportunidades Sí consumen
3,06 ,874 -,247 177 ,805
en el entorno
No consumen 3,09 ,930
Ser autodisciplinado Sí consumen 3,31 1,092 -1,732 176 ,085
No consumen 3,57 ,871
Ser autónomo Sí consumen 3,43 ,844 ,831 175 ,407
No consumen 3,32 ,975
Fácil adaptación social Sí consumen 3,52 ,864 -,216 176 ,829
No consumen 3,55 ,844
Hacer frente a la adversidad Sí consumen 3,85 ,877 -1,134 175 ,258
No consumen 4,00 ,838

La capacidad predictiva del consumo de drogas ilegales en los amigos


sobre la media de factores de protección ante el consumo de drogas
ilegales.

o Predictor: Consumo de drogas ilegales en los amigos. Tiene


los siguientes niveles: 0 = ninguno; 1 = algunos; 2 = muchos;
3 = todos.
o Criterio: Media de los valores asignados a los factores de
protección que son significativos para todas las drogas
ilegales: miedo a las drogas, realizar actividades
satisfactorias con amigos, valor de autosuperación, cumplir
con las normas de la comunidad, creer en la utilidad de ir al
colegio (estudiar).
Puede verse que tener amigos consumidores predice el nivel de
protección ante las drogas ilegales en los participantes de manera que a mayor
número de amigos que hacen este consumo, menor es el nivel de protección
148 José Miguel Martínez González.

ante las drogas ilegales goza la personas (Beta = -.309; p = .000). Tener
amigos consumidores de drogas no sólo es un factor de riesgo sino que genera
una disminución del nivel de protección para la persona (ver Tabla 1.40).

Tabla 1.40
Tener amigos consumidores de drogas como predictor del nivel de protección ante el
consumo de drogas ilegales.

Correlaciones
Media de los Consumo de
factores drogas
significativos ante ilegales en
todas la drogas los amigos.
ilegales
Correlación de Pearson Media de los factores de protección ante las 1,000 -,309
drogas ilegales
Consumo de drogas en los amigos. -,309 1,000
Sig. (unilateral) Media de los factores de protección ante las . ,000
drogas ilegales
Consumo de drogas en los amigos. ,000 .
N Media de los factores de protección ante las 241 241
drogas ilegales
Consumo de drogas en los amigos. 241 241
ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados

Regresión 11,657 1 11,657 25,217 ,000(a)


Residual 110,480 239 ,462
Total 122,137 240
a Variables predictoras: Consumo de drogas ilegales en los amigos.
b Variable dependiente: Media de los factores de protección ante todas las drogas ilegales.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de confianza Estadísticos de
estandarizados estandarizados para B al 95% colinealidad
B Error Beta Límite Límite Tolerancia FIV
típ. inferior superior
Amigos -,257 ,051 -,309 -5,022 ,000 -,358 -,156 1,000 1,000
consu-
midores

Factores de protección en función de la edad de las personas.

Según los resultados, la relevancia o efecto protector de algunos


factores parece estar también en función de la edad que tengan las personas.
Para este análisis se establecieron dos grupos de edad donde el punto de
corte, 19 años, coincide con el momento que la persona debe haber acabado
los estudios de bachiller o ciclos formativos para incorporarse a estudios
Escuelas Taller: factores de protección. 149

superiores, o por el contrario forman parte del mercado laboral. En esta


comparación se han obtenido diferencias estadísticamente significativas según
la edad en tres factores. Con un valor de media mayor para el grupo de mayor
edad son significativos el “apego” (t = -2.648; p = .009) y “el cumplimiento de
normas de la comunidad” (t = -2.565; p = .011), mientras que con una media
superior para el grupo de personas de menor edad es significativo el factor
“estilo directivo en la educación” (t = 2.011; p = .046) (ver Tabla 1.41).

Tabla 1.41.
Comparación en función de la edad: 19 años o menos (62.4 %; n = 146) /
20 años o más (37.6 %; n = 88).

Edad Desviación t gl P=
Media típica.
Apego 19 años o menos 4,16 ,969 -2,648 227 ,009
20 años o más 4,45 ,673
Normas familiares claras 19 años o menos 3,03 1,180 -,312 232 ,755
20 años o más 3,08 1,341
Miedo a las drogas 19 años o menos 2,57 1,369 -,820 232 ,413
20 años o más 2,72 1,499
Contacto padres – 19 años o menos
2,90 1,315 -,416 232 ,678
profesores
20 años o más 2,98 1,232
Etilo directivo en la 19 años o menos
2,61 1,115 2,011 232 ,046
educación
20 años o más 2,31 1,062
Celebración en familia de 19 años o menos
3,35 1,207 ,550 232 ,583
cumpleaños, fiestas, etc.
20 años o más 3,26 1,150
Disponer de apoyo social 19 años o menos 3,45 1,279 -,005 232 ,996
20 años o más 3,45 1,248
Realizar actividades 19 años o menos
satisfactorias con los 3,12 1,326 -1,699 232 ,091
amigos.
20 años o más 3,42 1,266
Participación en actividades 19 años o menos
1,53 ,926 -,577 232 ,565
de la iglesia
20 años o más 1,61 ,998
Locus de control interno 19 años o menos 3,97 ,999 ,171 232 ,864
20 años o más 3,94 ,914
Valorar la salud 19 años o menos 3,17 1,259 1,413 232 ,159
20 años o más 2,94 1,143
Destrezas para trabajar con 19 años o menos
4,08 ,951 1,063 232 ,289
otros.
20 años o más 3,94 ,998
Alto rendimiento escolar. 19 años o menos 3,56 ,959 ,404 232 ,687
20 años o más
3,51 1,068
150 José Miguel Martínez González.

Valor de autosuperación 19 años o menos 3,83 1,033 -,182 232 ,855


20 años o más 3,85 1,067
Cumplimiento de las 19 años o menos
3,69 1,092 -2,565 206 ,011
normas de la comunidad
20 años o más 4,03 ,928
Nivel alto de 19 años o menos
4,16 ,987 -,027 232 ,978
autoaceptación
20 años o más 4,16 ,882
Expectativas positivas de 19 años o menos
3,66 ,872 -,836 232 ,404
futuro
20 años o más
3,76 ,935

Adquirir y cumplir los 19 años o menos


4,06 ,759 -1,021 232 ,308
compromisos
20 años o más 4,16 ,725
Normas claras en la 19 años o menos
3,67 ,981 ,357 232 ,721
escuela
20 años o más 3,63 1,032
Haber recibido una buena 19 años o menos
3,71 1,041 -,291 232 ,771
formación escolar
20 años o más 3,75 ,974
Normas claras en la 19 años o menos
sociedad en torno al 3,71 1,190 ,058 232 ,953
consumo de drogas
20 años o más 3,70 1,156
Relaciones con entidades 19 años o menos
valoradas socialmente 1,41 ,850 -1,767 232 ,078
(como ONG)
20 años o más 1,65 1,194
Valoración positiva de los 19 años o menos
padres del grupo de amigos 4,06 1,016 -1,021 232 ,309
20 años o más 4,18 ,736
Conversaciones sobre 19 años o menos
2,32 1,067 -,204 232 ,838
drogas entre padres e hijos
20 años o más 2,35 1,125
Que los padres refuercen 19 años o menos
3,49 1,174 -1,110 232 ,268
los logros de los hijos
20 años o más 3,66 1,103
Estabilidad y cohesión 19 años o menos
3,17 1,129 -1,220 232 ,224
familiar
20 años o más 3,37 1,224
Percepción de utilidad de ir 19 años o menos
3,99 1,010 -,606 232 ,545
al colegio
20 años o más 4,07 ,980
Destrezas para solucionar 19 años o menos
3,56 ,861 -,051 232 ,960
problemas
20 años o más
3,57 ,708

Destreza para tomar 19 años o menos


3,80 ,775 ,899 232 ,369
decisiones
20 años o más
3,70 ,790
Escuelas Taller: factores de protección. 151

Tener buen grado de 19 años o menos


3,77 ,876 -,079 232 ,937
autocontrol
20 años o más 3,78 ,952
Destrezas para resistirse a 19 años o menos
3,57 1,305 1,220 232 ,224
la presión de grupo
20 años o más 3,34 1,553
Capacidad para evitar 19 años o menos
3,64 1,033 -,411 232 ,681
situaciones de peligro
20 años o más 3,70 1,018
Percepción de 19 años o menos
3,15 ,855 ,660 232 ,510
oportunidades en el entorno
20 años o más 3,07 ,881
Ser autodisciplinado 19 años o menos 3,42 ,922 -,050 232 ,960
20 años o más
3,43 1,067

Ser autónomo 19 años o menos 3,30 ,962 -,609 232 ,543


20 años o más 3,38 ,900
Fácil adaptación social 19 años o menos 3,51 ,871 -,610 232 ,543
20 años o más 3,58 ,880
Hacer frente a la 19 años o menos
3,92 ,835 ,449 232 ,654
adversidad
20 años o más 3,86 ,886

Capacidad predictiva de la edad sobre los factores de protección que son


significativos para todas las drogas.

o Predictor: Edad. Los niveles vienen dados por las edades


de los participantes.
o Criterio: Media de los valores asignados a los factores de
protección que son significativos para todas las drogas
ilegales: miedo a las drogas, realizar actividades
satisfactorias con amigos, valor de autosuperación, cumplir
con las normas de la comunidad, creer en la utilidad de ir al
colegio (estudiar).
El análisis de regresión indica que la edad predice el nivel de protección
de cada una de las personas, estableciéndose una relación positiva (Beta =
.136; p = .034), de modo que a mayor edad es esperable mayor nivel de
protección, atendiendo a los factores que han arrojado diferencias
estadísticamente significativas para todas las drogas ilegales (ver Tabla 1.42).
Esta capacidad predictiva de la edad debe interpretarse teniendo en cuenta
que el paso de los años no sólo facilita los procesos evolutivos de maduración
152 José Miguel Martínez González.

personal, sino que también hace que las personas estén más tiempo bajo la
influencia de aquellas variables intervinientes en la génesis, potenciación y
mantenimiento de los factores de protección.

Tabla 1.42
La edad como predictora de los factores de protección significativos ante el consumo
de drogas ilegales.

Correlaciones
Media de los factores de protección
edad ante drogas ilegales
Correlación de edad
1,000 ,136
Pearson
Media de los factores de protección ante drogas
ilegales. ,136 1,000

Sig. (unilateral) edad . ,017


Media de los factores de protección ante drogas
ilegales. ,017 .

N edad 241 241


Media de los factores de protección ante drogas
ilegales. 241 241

ANOVA

Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.


Regresión 22,710 1 22,710 4,529 ,034(a)
Residual 1198,388 239 5,014
Total 1221,098 240
a Variable predictora: Edad.
b Variable dependiente: Media de los valores asignados a los factores de protección que son significativos para todas
las drogas ilegales: miedo a las drogas, realizar actividades satisfactorias con amigos, valor de autosuperación, cumplir
con las normas de la comunidad, creer en la utilidad de ir al colegio (estudiar).
Coeficientes
Coeficientes Intervalo de
Coeficientes no estanda- confianza para B al Estadísticos de
estandarizados rizados t Sig. 95% colinealidad
Límite Límite
B Error típ. Beta inferior superior Tolerancia FIV
Media de los
factores protecto-
,431 ,203 ,136 2,128 ,034 ,032 ,830 1,000 1,000
res ante drogas
ilegales

Sobre la muestra de personas no consumidoras de drogas: Factores de


protección en función de la edad.

Se ha extraído una submuestra de 155 personas que no consumen


ningún tipo de droga ilegal. Sobre esta muestra se a querido ver el
Escuelas Taller: factores de protección. 153

comportamiento de algunos de los factores de protección significativos ante el


consumo de alguna de las drogas ilegales en función de la variable edad.
Teniendo en cuenta los factores de protección que han arrojado
diferencias estadísticamente significativas ante el consumo de alguna de las
drogas ilegales, sólo dos de ellos se comportan de forma diferente en función
de la edad. Los factores de protección que tienen un peso diferente en función
de la edad son: “cumplimiento de las normas de la comunidad” (t = -2.045; p =
.043) y “cumplir con los compromisos” (t = -2.399; p = .018). En ambos casos
son más relevantes cuando la persona tiene más de 20 años (ver Tabla 1.43).

Tabla 1.43.
Muestra de personas que no consumen drogas ilegales.
Factores de protección que han arrojado diferencias estadísticamente significativas ante al
consumo de alguna de las drogas ilegales.
Comparación en función de la edad.
17 factores de protección ante el consumo de al menos una droga ilegal.

Edad Desviación t gl P=
Medias típica.
Normas familiares claras 19 años o menos 3,04 1,268 -,497 151 ,620
20 años o más 3,15 1,376
Miedo a las drogas 19 años o menos 2,69 1,435 -1,353 151 ,178
20 años o más 3,03 1,552 ,186
Celebración en familia de 19 años o menos
3,43 1,219 ,573 151 ,567
cumpleaños, fiestas, etc.
20 años o más 3,32 1,157
Realizar actividades 19 años o menos
satisfactorias con los 3,28 1,338 -1,421 151 ,157
amigos.
20 años o más 3,58 1,183
Participación en actividades 19 años o menos
1,72 1,036 ,426 151 ,671
de la iglesia
20 años o más 1,65 ,936
Destrezas para trabajar con 19 años o menos
4,24 ,786 1,777 151 ,078
otros.
20 años o más 3,98 ,965
Alto rendimiento escolar. 19 años o menos 3,55 ,937 -,892 151 ,374
20 años o más 3,70 ,974
Valor de autosuperación 19 años o menos 4,03 ,915 ,784 151 ,434
20 años o más 3,90 1,100
Cumplimiento de las 19 años o menos
3,98 1,021 -2,045 151 ,043
normas de la comunidad
20 años o más 4,28 ,691
Nivel alto de autoaceptación 19 años o menos 4,23 ,922 ,042 151 ,966
20 años o más 4,22 ,865
154 José Miguel Martínez González.

Adquirir y cumplir los 19 años o menos


4,00 ,737 -2,399 151 ,018
compromisos
20 años o más 4,28 ,666
Normas claras en la escuela 19 años o menos 3,76 ,982 ,058 151 ,954
20 años o más 3,75 1,052
Relaciones con entidades 19 años o menos
valoradas socialmente 1,46 ,913 -1,859 97 ,066
(como ONG)
20 años o más 1,82 1,282
Valoración positiva de los 19 años o menos
padres del grupo de amigos 4,12 ,976 -1,493 151 ,138
20 años o más 4,34 ,680
Que los padres refuercen 19 años o menos
3,62 1,169 -1,383 151 ,169
los logros de los hijos
20 años o más 3,87 ,929
Percepción de utilidad de ir 19 años o menos
4,14 ,867 -,784 151 ,434
al colegio
20 años o más 4,25 ,816
Hacer frente a la adversidad 19 años o menos 3,89 ,865 -,657 151 ,512
20 años o más 3,98 ,833

Sobre la muestra de personas no consumidoras de drogas: Factores de


protección en función del número de hermanos.

En relación a las personas que no consumen, se ha analizado si el


hecho de ser más o menos hermanos; esto es, ser familia numerosa o no, lleva
consigo que se establezcan diferencias estadísticamente significativas en
aquellos factores que han resultado ser protectores ante el consumo de alguna
de las drogas ilegales. De los 17 de estos factores de protección que han
arrojado diferencias estadísticamente significativas ante algún tipo de droga
ilegal y teniendo en cuenta el número de hermanos, se han encontrado
diferencias estadísticamente significativas en cuatro factores: “participación en
actividades de la iglesia” (t = 2.040; p = .045); “haber tenido un alto rendimiento
escolar” (t = -2.721; p = .007); “adquirir y cumplir compromisos” (t = -2.486; p =
.014); “creer que ir a la escuela taller es útil” (t = -2.222; p = .029). A diferencia
de lo esperado, en el caso del factor “asistir a las actividades de la parroquia”,
el mayor valor de la media corresponde al grupo de personas que son como
máximo dos hermanos. En los otros tres factores, esto es, haber tenido una
buena formación escolar, adquirir compromisos y cumplirlos y creer que es útil
Escuelas Taller: factores de protección. 155

acudir a la escuela taller, el mayor valor de la media de las puntuaciones en los


factores de protección corresponden al grupo de personas que crecen en lo
establecido como familia numerosa, siendo por tanto estos factores más
importantes en aquellos casos en que las personas forman parte de una familia
de pocos hermanos porque, a diferencia de lo esperado, van a estar más
protegidos (ver Tabla 1.44).

Tabla 1.44.
Factores de protección ante el consumo de algunas de las drogas ilegales en función del
número de hermanos.
Dos o menos hermanos (27. 5 %; n = 57) / tres hermanos o más (72.5 %; n = 150).
Sobre 17 factores que son protectores ante el consumo de algún tipo de droga ilegal.

Número de Desviación
t gl P=
hermanos Medias típica.
Normas familiares claras Dos o menos. 3,02 1,217 -,498 205 ,619
Tres o más. 3,11 1,256
Miedo a las drogas Dos o menos. 2,49 1,308 -,858 205 ,392
Tres o más. 2,69 1,484
Celebración en familia de Dos o menos.
3,33 1,185 -,178 205 ,859
cumpleaños, fiestas, etc.
Tres o más. 3,37 1,212
Realizar actividades Dos o menos.
3,30 1,388 ,730 205 ,466
satisfactorias con los amigos.
Tres o más. 3,14 1,336
Participación en actividades Dos o menos.
1,83 1,237 2,040 75 ,045
de la iglesia
Tres o más. 1,47 ,817
Destrezas para trabajar con Dos o menos.
3,82 1,120 -1,649 205 ,101
otros.
Tres o más. 4,08 ,945
Alto rendimiento escolar. Dos o menos. 3,26 1,061 -2,721 205 ,007
Tres o más. 3,67 ,905
Valor de autosuperación Dos o menos. 3,91 1,023 ,688 205 ,492
Tres o más. 3,79 1,070
Cumplimiento de las normas de Dos o menos.
3,74 1,110 -1,016 205 ,311
la comunidad
Tres o más. 3,90 ,988
Nivel alto de autoaceptación Dos o menos. 4,04 ,906 -1,077 205 ,283
Tres o más. 4,19 ,967
Adquirir y cumplir los Dos o menos.
3,89 ,772 -2,486 205 ,014
compromisos
Tres o más. 4,17 ,702
Normas claras en la escuela Dos o menos. 3,58 ,944 -,876 205 ,382
Tres o más. 3,71 ,978
156 José Miguel Martínez González.

Relaciones con entidades Dos o menos.


valoradas socialmente (como 1,68 1,121 1,405 205 ,162
ONG)
Tres o más. 1,46 ,966
Valoración positiva de los Dos o menos.
padres del grupo de amigos 4,05 ,766 -,820 205 ,413
Tres o más. 4,17 ,951
Que los padres refuercen los Dos o menos.
3,61 1,048 ,588 205 ,557
logros de los hijos
Tres o más. 3,51 1,162
Percepción de utilidad de ir al Dos o menos.
3,75 1,040 -2,222 94 ,029
colegio
Tres o más. 4,11 ,963
Hacer frente a la adversidad Dos o menos. 3,77 ,732 -1,331 205 ,185
Tres o más. 3,94 ,881

Factores de protección en función de la disponibilidad económica.

En general los factores de protección que han mostrado diferencias


estadísticamente significativas en función de la disponibilidad de dinero de la
persona, indican mayores valores de la media en la variable de protección para
el grupo de personas que disponen de menos dinero, lo que de entrada podría
indicar que la menor disponibilidad de dinero podría constituirse, especialmente
bajo algunas condiciones, en protección, pero no al contrario, toda vez que no
existen valores de media mayores en las variables de protección significativas
para las personas que disponen de más dinero.
Se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en cuatro
variables de protección. Estas son: “celebración en familia” (t = 2.171; p =
.031), “cumplimiento de normas de la comunidad” (t = 2.763; p = .006), “la
existencia de normas claras en la escuela” (t = 2.573; p = .011) y “creer que se
ha recibido una buena formación escolar” (t = 2.096; p = .037) (ver Tabla 1.45).
Escuelas Taller: factores de protección. 157

Tabla 1.45.
Comparación en función de la disponibilidad de dinero.
Disponer menos de 204 € al mes (63.7%; n =149) o disponer de más de 204 € al mes (36.3%;
n = 85).

Disponibilidad de t gl P=
Desviación
dinero Medias típica.
Apego Menos de 204 € al mes 4,26 ,909 -,338 232 ,736
204 € o más al mes. 4,30 ,828
Normas familiares claras Menos de 204 € al mes 3,07 1,220 ,714 232 ,476
204 € o más al mes. 2,95 1,272
Miedo a las drogas Menos de 204 € al mes 2,70 1,407 1,790 232 ,075
204 € o más al mes. 2,36 1,403
Contacto padres – Menos de 204 € al mes
2,81 1,270 -1,354 232 ,177
profesores
204 € o más al mes. 3,05 1,272
Etilo directivo en la Menos de 204 € al mes
2,59 1,125 1,699 232 ,091
educación
204 € o más al mes. 2,34 1,028
Celebración en familia Menos de 204 € al mes
de cumpleaños, 3,45 1,194 2,171 232 ,031
fiestas, etc.
204 € o más al mes. 3,11 1,113
Disponer de apoyo Menos de 204 € al mes
3,40 1,292 -,855 232 ,393
social
204 € o más al mes. 3,54 1,191
Realizar actividades Menos de 204 € al mes
satisfactorias con los 3,25 1,273 -,143 232 ,887
amigos.
204 € o más al mes. 3,27 1,339
Participación en Menos de 204 € al mes
1,50 ,898 -,540 232 ,590
actividades de la iglesia
204 € o más al mes. 1,57 ,967
Locus de control interno Menos de 204 € al mes 3,95 ,971 -,689 232 ,492
204 € o más al mes. 4,04 ,919
Valorar la salud Menos de 204 € al mes 3,09 1,174 -,031 232 ,976
204 € o más al mes. 3,10 1,287
Destrezas para trabajar Menos de 204 € al mes
4,05 ,964 -,040 232 ,968
con otros.
204 € o más al mes. 4,06 ,930
Alto rendimiento Menos de 204 € al mes
escolar. 3,60 ,969 ,404 232 ,687
204 € o más al mes. 3,55 1,017
Valor de autosuperación Menos de 204 € al mes
3,88 1,050 ,791 232 ,430
204 € o más al mes. 3,77 ,980
Cumplimiento de las Menos de 204 € al mes
normas de la 3,93 1,004 2,763 165 ,006
comunidad
204 € o más al mes.
3,54 1,074
Nivel alto de Menos de 204 € al mes
4,19 ,918 ,195 232 ,846
autoaceptación
204 € o más al mes. 4,16 ,924
158 José Miguel Martínez González.

Expectativas positivas Menos de 204 € al mes


3,66 ,898 -1,189 232 ,236
de futuro
204 € o más al mes. 3,80 ,884
Adquirir y cumplir los Menos de 204 € al mes
4,09 ,725 -,652 232 ,515
compromisos
204 € o más al mes. 4,15 ,748
Normas claras en la Menos de 204 € al mes
3,77 ,909 2,573 152 ,011
escuela
204 € o más al mes. 3,41 1,072
Haber recibido una Menos de 204 € al mes
buena formación 3,84 1,014 2,096 232 ,037
escolar
204 € o más al mes. 3,55 ,981
Normas claras en la Menos de 204 € al mes
sociedad en torno al 3,72 1,138 -,392 232 ,696
consumo de drogas
204 € o más al mes. 3,79 1,216
Relaciones con Menos de 204 € al mes
entidades valoradas
1,46 ,917 -,494 232 ,622
socialmente (como
ONG)
204 € o más al mes. 1,53 1,108
Valoración positiva de Menos de 204 € al mes
los padres del grupo de 4,19 ,849 1,964 232 ,051
amigos
204 € o más al mes. 3,94 1,039
Conversaciones sobre Menos de 204 € al mes
drogas entre padres e 2,28 1,089 -1,203 232 ,230
hijos
204 € o más al mes. 2,46 1,064
Que los padres Menos de 204 € al mes
refuercen los logros de 3,55 1,117 -,068 232 ,946
los hijos
204 € o más al mes. 3,56 1,180
Estabilidad y cohesión Menos de 204 € al mes
3,31 1,100 1,328 232 ,185
familiar
204 € o más al mes. 3,09 1,278
Percepción de utilidad Menos de 204 € al mes
4,11 ,882 1,982 232 ,049
de ir al colegio
204 € o más al mes. 3,85 1,160
Destrezas para Menos de 204 € al mes
3,61 ,711 ,785 232 ,433
solucionar problemas
204 € o más al mes. 3,53 ,867
Destreza para tomar Menos de 204 € al mes
3,79 ,773 ,454 232 ,650
decisiones
204 € o más al mes. 3,74 ,774
Tener buen grado de Menos de 204 € al mes
3,82 ,811 ,758 232 ,449
autocontrol
204 € o más al mes. 3,73 1,016
Destrezas para resistirse Menos de 204 € al mes
3,51 1,397 -,177 232 ,860
a la presión de grupo
204 € o más al mes. 3,55 1,401
Capacidad para evitar Menos de 204 € al mes
3,64 1,012 -,529 232 ,597
situaciones de peligro
204 € o más al mes.
3,72 1,042
Percepción de Menos de 204 € al mes
oportunidades en el 3,16 ,928 1,384 232 ,168
entorno
204 € o más al mes. 2,99 ,809
Ser autodisciplinado Menos de 204 € al mes 3,54 ,885 1,808 232 ,072
204 € o más al mes.
3,31 1,080
Escuelas Taller: factores de protección. 159

Ser autónomo Menos de 204 € al mes 3,29 ,900 -1,765 232 ,079
204 € o más al mes. 3,51 ,958
Fácil adaptación social Menos de 204 € al mes 3,56 ,886 -,002 232 ,998
204 € o más al mes. 3,56 ,794
Hacer frente a la Menos de 204 € al mes
3,96 ,821 ,892 232 ,373
adversidad
204 € o más al mes. 3,86 ,847

Sobre una muestra de personas que no consumen ninguna droga ilegal.


Factores de protección en función de la disponibilidad económica.

No se encuentran diferencias estadísticamente significativas en ninguno


de los factores de protección teniendo en cuenta la disponibilidad de dinero en
una muestra de personas en la que ninguna consume drogas ilegales (ver
Tabla 1.46).

Tabla 1.46.
Factores de protección en función de la disponibilidad de dinero.
Sólo factores que han arrojado diferencias estadísticamente significativas ante el
consumo de alguna droga ilegal.

Disponibilidad de t gl P=
dinero Desviación
Medias típica.
Normas familiares claras Menos de 204 € al
mes
3,06 1,308 -,259 147 ,796
204 € o más al mes. 3,12 1,276
Miedo a las drogas Menos de 204 € al
mes
2,83 1,464 .427 147 .670
204 € o más al mes. 2,71 1,548
Celebración en familia de Menos de 204 € al
mes 3,48 1,205 1,590 147 ,114
cumpleaños, fiestas, etc.
204 € o más al mes. 3,14 1,146
Realizar actividades Menos de 204 € al
mes 3,42 1,195 ,129 147 ,898
satisfactorias con los amigos.
204 € o más al mes. 3,40 1,383
Participación en actividades de Menos de 204 € al
mes 1,60 ,933 -1,073 147 ,285
la iglesia
204 € o más al mes. 1,79 1,036
Destrezas para trabajar con Menos de 204 € al
mes 4,13 ,840 -,047 147 ,962
otros.
204 € o más al mes.
4,14 ,941

Alto rendimiento escolar. Menos de 204 € al


mes
3,63 ,916 -,045 147 ,964
204 € o más al mes. 3,64 1,019
Valor de autosuperación Menos de 204 € al
mes
4,00 ,995 ,143 147 ,886
204 € o más al mes. 3,97 ,964
160 José Miguel Martínez González.

Cumplimiento de las normas de Menos de 204 € al


mes 4,11 ,959 ,566 147 ,572
la comunidad
204 € o más al mes. 4,02 ,831
Nivel alto de autoaceptación Menos de 204 € al
mes
4,26 ,873 ,730 147 ,467
204 € o más al mes.
4,14 ,915
Adquirir y cumplir los Menos de 204 € al
mes 4,09 ,678 -1,160 147 ,248
compromisos
204 € o más al mes. 4,23 ,751
Normas claras en la escuela Menos de 204 € al
mes
3,78 ,946 ,836 147 ,404
204 € o más al mes. 3,63 1,134
Relaciones con entidades Menos de 204 € al
valoradas socialmente (como mes 1,52 ,976 -1,273 147 ,205
ONG)
204 € o más al mes. 1,77 1,306
Valoración positiva de los Menos de 204 € al
padres del grupo de amigos mes 4,27 ,843 1,249 147 ,214
204 € o más al mes. 4,07 ,884
Que los padres refuercen los Menos de 204 € al
mes 3,68 1,107 -,428 147 ,669
logros de los hijos
204 € o más al mes. 3,77 ,972
Percepción de utilidad de ir al Menos de 204 € al
mes 4,18 ,837 -,043 147 ,966
colegio
204 € o más al mes. 4,19 ,880
Hacer frente a la adversidad Menos de 204 € al
mes
3,93 ,808 -,442 147 ,659
204 € o más al mes. 4,00 ,817

La capacidad predictiva de la disponibilidad económica sobre el consumo


de cánnabis.

o Variable predictora: Disponibilidad económica. Los niveles


de la variable son: 1= menos de 120 €; 2= entre 120 y 204 €;
3= entre 204 y 306; 4 = entre 306 y 540 €.
o Variable Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la
variable son: 0 = nunca; 1= una vez al mes; 2= fines de
semana; 3= 2-6 veces en semana; 4= a diario
Tras el análisis de regresión lineal, puede comprobarse que la
disponibilidad de dinero predice el consumo de cánnabis (Beta .211; p = .001)
(ver Tabla 1.47). A mayor disponibilidad de dinero, la persona consume más
cantidad de cánnabis. Si esto es así, dejar que los adolescentes dispongan de
dinero puede convertirse en un potente factor de riesgo.
Escuelas Taller: factores de protección. 161

Tabla 1.47.
La disponibilidad económica como predictora del consumo de cánnabis.

Correlaciones
Consumo de Disponibilidad
cánnabis de dinero
Correlación de Pearson Consumo de cánnabis 1,000 ,211
Disponibilidad de dinero ,211 1,000
Sig. (unilateral) Consumo de cánnabis . ,000
Disponibilidad de dinero ,000 .
N Consumo de cánnabis 241 241
Disponibilidad de dinero 241 241
ANOVA
Modelo Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática
1 Regresión 19,646 1 19,646 11,157 ,001(a)
Residual 420,845 239 1,761
Total 440,492 240
a Variable predictora: Disponibilidad de dinero: 1= menos de 120 €; 2= entre 120 y 204 €; 3= entre 204 y 306; 4 =
entre 306 y 540 €.
b Variable dependiente: consumo de cánnabis: 0 = nunca; 1= una vez al mes; 2= fines de semana; 3= 2-6 veces
en semana; 4= a diario.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de confianza Estadísticos de
estandarizados estandarizados para B al 95% colinealidad
B Error Beta Límite Límite Toleran- FIV
típ. inferior superior cia
Disp. de ,257 ,077 ,211 3,340 ,001 ,105 ,408 1,000 1,000
dinero
a Variable dependiente: cánnabis

Capacidad predictiva de la disponibilidad de dinero sobre los factores de


protección que son significativos para todas las drogas ilegales.

o Predictor: Disponibilidad económica mensual. Los niveles


de esta variable son: 1 = menos de 12 €; 2 = entre 120 y
204 €; 3 = entre 204 y 306 €; 4 = entre 306 y 540 €; 5 =
más de 540 €.
o Criterio: Media de los valores asignados a los factores de
protección que son significativos para todas las drogas
ilegales: miedo a las drogas, realizar actividades
satisfactorias con amigos, valor de autosuperación, cumplir
con las normas de la comunidad, creer en la utilidad de ir al
colegio (estudiar).
En este caso puede verse que la regresión muestra que la disponibilidad
económica mensual de los alumnos predice el nivel de protección ante el
consumo de drogas ilegales (Beta = -.180; p = .005) (ver Tabla 1.48). Esta
162 José Miguel Martínez González.

relación es inversa obteniéndose menores niveles de protección en la medida


en que aumenta la disponibilidad económica de las personas. Esto refuerza el
peso que puede tener en la prevención de las drogas el control del dinero de
los hijos, toda vez que a mayor dinero disponible vemos que disminuye la
protección de éstos ante el consumo.

Tabla 1.78.
La disponibilidad económica como predictor del nivel de protección ante las drogas
ilegales: drogas de diseño, cánnabis y cocaína.

Correlaciones
Media de los
factores de
Disponibilidad protección ante
económica drogas ilegales
Correlación de Disponibilidad económica
1,000 -,180
Pearson
Media de los factores de protección ante las drogas
-,180 1,000
ilegales.
Sig. (unilateral) Disponibilidad económica . ,003
Media de los factores de protección ante las drogas
,003 .
ilegales.
N Disponibilidad económica 241 241
Media de los factores de protección ante las drogas
241 241
ilegales.
ANOVA

Modelo Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.


1 Regresión 9,631 1 9,631 7,989 ,005(a)
Residual 288,134 239 1,206
Total 297,765 240
a Variables predictoras: Disponibilidad económica mensual. Los niveles de esta variable son: 1 = menos de 12
€; 2 = entre 120 y 204 €; 3 = entre 204 y 306 €; 4 = entre 306 y 540 €; 5 = más de 540 €.
b Variable dependiente: Media de los valores asignados a los factores de protección que son significativos para
todas las drogas ilegales: miedo a las drogas, realizar actividades satisfactorias con amigos, valor de
autosuperación, cumplir con las normas de la comunidad, creer en la utilidad de ir al colegio (estudiar).
Coeficientes
Coeficientes Intervalo de
Coeficientes no estanda- confianza para B al Estadísticos de
estandarizados rizados t Sig. 95% colinealidad
Límite
Error Límite supe- Tole-
B típ. Beta inferior rior rancia FIV
Media de los
factores de
protección ante -,281 ,099 -,180 -2,826 ,005 -,477 -,085 1,000 1,000
las drogas
ilegales
Escuelas Taller: factores de protección. 163

Capacidad predictiva de tener amigos consumidores de drogas, la edad y


la disponibilidad económica sobre los factores de protección que son
significativos para todas las drogas.

o Predictores: Se tienen en cuenta las siguientes tres


variables:
ƒ Disponibilidad económica mensual. Los niveles de esta
variable son: 1 = menos de 12 €; 2 = entre 120 y 204 €;
3 = entre 204 y 306 €; 4 = entre 306 y 540 €; 5 = más de
540 €.
ƒ Edad Los niveles vienen dados por las edades de los
participantes.
ƒ Tener amigos consumidores de drogas: Los niveles de
esta variable son: 0 = ninguno; 1 = algunos; 2 = muchos;
3 = todos.
o Criterio: Media de los valores asignados a los factores de
protección que son significativos para todas las drogas
ilegales: miedo a las drogas, realizar actividades
satisfactorias con amigos, valor de autosuperación, cumplir
con las normas de la comunidad, creer en la utilidad de ir al
colegio (estudiar).
El análisis de regresión múltiple indica que las variables indicadas
predicen el nivel de protección ante el consumo de drogas ilegales. La
predicción no se establece como la conjunción de todas las variables a la vez,
sino que el peso en la predicción de cada una de ellas es independiente, de
modo que la disponibilidad de dinero (Beta = -.137; p = .031) y el hecho de
tener amigos consumidores de drogas ( Beta = -.269; p = .000) predicen en
relación inversa, aunque tener amigos consumidores tiene más peso en esta
predicción, mientras que la edad (Beta = .141; p = .023) predice de forma
positiva la variable criterio (ver Tabla 1.49).
164 José Miguel Martínez González.

Estadísticos descriptivos
Desviación
Media típ. N
Media de los FP a todas las drogas 3,50 ,713 241
edad 19,18 2,256 241
Disponibilidad de dinero 2,15 1,114 241
Tener amigos que consumen drogas 1,10 ,858 241

Tabla 1.49.
Capacidad predictiva de la edad, tener amigos consumidores y disponibilidad económica
sobre la protección ante drogas ilegales.

Correlaciones

Media de los
factores de Disponibi- Tener amigos
protección ante lidad consumidores
drogas ilegales económica Edad de drogas.
Correlación de Media de los factores de
Pearson protección ante drogas ilegales 1,000 -,180 ,136 -,309

Disponibilidad económica. -,180 1,000 ,145 ,235


edad ,136 ,145 1,000 -,058
Consumo de drogas en amigos -,309 ,235 -,058 1,000
Sig. (unilateral) Media de los factores de
protección ante drogas ilegales . ,003 ,017 ,000

Disponibilidad económica. ,003 . ,012 ,000


edad ,017 ,012 . ,184
Consumo de drogas en amigos ,000 ,000 ,184 .
N Media de los factores de
protección ante drogas ilegales 241 241 241 241

Disponibilidad económica. 241 241 241 241


edad 241 241 241 241
Consumo de drogas en amigos 241 241 241 241
ANOVA

Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.


Regresión 15,488 3 5,163 11,472 ,000(a)
Residual 106,649 237 ,450
Total 122,137 240
a Variables predictoras: Tener amigos consumidores, edad y disponibilidad económica.
b Variable dependiente: Media de los factores de protección ante las drogas ilegales.
Coeficientes
Intervalo de
Coeficientes no Coeficientes confianza para B al Estadísticos de
estandarizados estandarizados t Sig. 95% colinealidad
Error Límite Límite Tole-
B típ. Beta inferior superior rancia FIV
Disponibilidad
-,088 ,041 -,137 -2,167 ,031 -,168 -,008 ,920 1,087
de dinero
edad ,044 ,019 ,141 2,281 ,023 ,006 ,083 ,970 1,031
Amigos consu-
-,223 ,052 -,269 -4,281 ,000 -,326 -,121 ,936 1,068
midores
Escuelas Taller: factores de protección. 165

La capacidad predictiva del valor de la media de todos los factores


protectores ante el número de drogas consumidas como indicador del
policonsumo.

o Predictor: Media de todos los factores de protección.


o Criterio: Cantidad de drogas consumidas, como indicador del
policonsumo.
El valor de la media de los factores de protección del estudio predice el
número de drogas consumidas por la persona, existiendo entre ambas
variables una relación inversa (Beta = -.251; p = .000), siendo menor el número
de drogas consumidas en la medida en que aumenta el valor de la media de
los factores de protección (ver Tabla 1.50). Esto es, si la persona consume de
drogas, es posible que no se establezca en el policonsumo si presenta niveles
más elevados en relación a los factores de protección. Una menor presencia de
factores de protección predice que exista un policonsumo, de modo que el nivel
de protección incluso cuando ya se consume alguna droga es un referente para
las estrategias de prevención indicada, toda vez que pueden evitar que la
persona pase de consumir una droga a consumir varias de ellas. Es desarrollo
de factores de protección por tanto no sólo es una medida preventiva para una
actuación universal, sino que es importante también para aquellas medidas
preventivas dirigidas a los grupos de personas que ya hace algún tipo de
consumo.

Tabla 1.50.
Media de los factores de protección como predictor del policonsumo.

Correlaciones
Número de Media de los factores
drogas de protección
consumidas
Correlación de Número de drogas consumidas 1,000 -,251
Pearson
Media de todas los factores de protección. -,251 1,000

Sig. (unilateral) Número de drogas consumidas . ,000


Media de todas los factores de protección. ,000 .

N Número de drogas consumidas 241 241


Media de todas los factores de protección. 241 241
166 José Miguel Martínez González.

ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados
Regresión 38,730 1 38,730 16,078 ,000(a)
Residual 575,718 239 2,409
Total 614,448 240
a Variables predictoras: Media de los factores de protección.
b Variable dependiente: Número de drogas consumidas.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estandari- confianza para B al colinealidad
zados 95%
B Error Beta Límite Límite Tolerancia FIV
típ. inferior superior
Media de los -1,033 ,258 -,251 -4,010 ,000 -1,540 -,525 1,000 1,000
factores de
protección
____________________________________________________________________________________

A modo de resumen.

Si tenemos en consideración los resultados de cada una de las


comparaciones en su conjunto, se puede apreciar que hay 5 variables de
protección que arrojan diferencias significativas entre consumidores y no
consumidores para los tres tipos de drogas ilegales. Se han encontrado
diferencias estadísticamente significativa en las dos drogas ilegales en: “miedo
a las drogas” (en cánnabis un valor de p =.030 y en cocaína un valor de p =
.030), “realizar actividades satisfactorias con amigos” (en cánnabis un valor de
p =.003 y en cocaína un valor de p = .020) “valor de autosuperación” (en
cánnabis un valor de p =.004 y en cocaína un valor de p =.036) “cumplimiento
de normas en la comunidad” (en cánnabis un valor de p =.000 y en cocaína un
valor de p =.010), “tener la percepción de utilidad de ir al colegio” (en cánnabis
un valor de p =.005 y en cocaína un valor de p =.008).
Por otro lado, existen algunas variables de protección que han arrojado
diferencias estadísticamente significativas entre consumidores y no
consumidores solamente en una de las drogas, siendo por tanto variables
bastante específicas para las drogas de diseño: “alto rendimiento escolar” (p
=.035), “adquirir y cumplir compromisos” (p =.008), “normas claras en la
escuela” (p = .007), “los padres hacen una valoración positiva de los amigos de
sus hijos” (p =.009). Para el cánnabis las variables: “normas familiares claras” (
p =.034) y “participación en actividades de la iglesia” (p =.001). Para el
Escuelas Taller: factores de protección. 167

consumo de cocaína: “celebración en familia de cumpleaños, fiestas, etc.” (p =


.000), “nivel alto de autoaceptación” (p =.040) (ver Tabla 1.51).

Tabla 1.51.
Resumen de las variables que han arrojado diferencias estadísticamente significativas
entre consumidores y no consumidores ante las drogas ilegales.

Drogas de Cánnabis. Cocaína.


diseño
Apego
Normas familiares claras
*
Miedo a las drogas
* * *
Contacto padres – profesores
Etilo directivo en la educación
Celebración en familia de cumpleaños, fiestas, etc.
* *
Disponer de apoyo social
Realizar actividades satisfactorias con los amigos.
* * *
Participación en actividades de la iglesia
*
Locus de control interno
Valorar la salud
Destrezas para trabajar con otros.
* *
Alto rendimiento escolar.
*
Valor de autosuperación
* * *
Cumplimiento de las normas de la comunidad
* * *
Nivel alto de autoaceptación
*
Expectativas positivas de futuro
Adquirir y cumplir los compromisos
*
Normas claras en la escuela
*
Haber recibido una buena formación escolar
Normas claras en la sociedad en torno al consumo de drogas
Relaciones con entidades valoradas socialmente (como ONG)
*
Valoración positiva de los padres del grupo de amigos
*
Conversaciones sobre drogas entre padres e hijos
Que los padres refuercen los logros de los hijos
* *
Estabilidad y cohesión familiar
Percepción de utilidad de ir al colegio
* * *
Destrezas para solucionar problemas
Destreza para tomar decisiones
Tener buen grado de autocontrol
Destrezas para resistirse a la presión de grupo
Capacidad para evitar situaciones de peligro
Percepción de oportunidades en el entorno
Ser autodisciplinado
Ser autónomo
Fácil adaptación social
Hacer frente a la adversidad
* *
168 José Miguel Martínez González.

Como hemos visto y atendiendo a la totalidad de las variables que se


han medido no todos los grupos de comparación, grupos establecidos en
función del tipo de consumo realizado, han mostrado diferencias
estadísticamente significativas en la misma cantidad de variables de
protección. Las drogas en las que se encuentran un menor número de
diferencias significativas es con el tabaco y cánnabis, ocho en cada una. En el
caso del consumo de las drogas de diseño presentan diferencias significativas
en 12 de las 37 variables y en el caso del consumo de cocaína en 11.
Escuelas Taller: discusión 169

Discusión.
Primer estudio
170 José Miguel Martínez González.
Escuelas Taller: discusión 171

La incidencia del consumo de drogas ilegales como lo son el cánnabis,


drogas de diseño y cocaína es mucho mayor en esta muestra al compararla
con los datos aportados en el último estudio realizado en Andalucía con una
población general de la misma edad (Navarro, 2002), así como en el estudio
estatal de Enseñanzas Secundarias (PNSD, 2004). Mientras que en el estudio
de Navarro aparece una incidencia del consumo de cánnabis en los últimos 30
días del 16.30 %, en esta muestra el consumo de esta droga alcanza el 32.4%.
En la población general el consumo de drogas de diseño en los últimos 30 días
es del 1.4 %, y en la muestra de estudiantes de escuelas taller existe una
incidencia del 14.5 %. En el caso de la cocaína, mientras que en la población
general se da en un 2.7 %, en la muestra utilizada para este trabajo se obtiene
que el 12.4 % de las personas evaluadas refieren consumir cocaína. Por otro
lado, las personas que consumen drogas presentan una edad de inicio en el
consumo inferior a la observada en el estudio andaluz. Esta característica
añade un aspecto más de riesgo al grupo estudiado dado que a menor edad de
experimentación en el consumo de drogas se sabe que aumenta el riesgo de
generar una drogodependencia (Becoña, 2002). Se ha podido observar
claramente que la adolescencia es la etapa del ciclo vital en el que las
personas se inician en el consumo de drogas ilegales (APTA, 1989; Millnan y
Botvin, 1992; González, García-Señorán y González, 1996). Estos datos junto
al hecho de que un número importante de los participantes tienen cierta
disponibilidad de dinero además de tener amigos que consumen algún tipo de
droga, muestra claramente que se ha trabajado con una muestra con un
marcado riesgo para el consumo de drogas (Kandel, 1978). El hecho de haber
utilizado este tipo de muestra y haber indagado en el consumo de drogas
ilegales, hace que este trabajo sea novedoso en el conocimiento de la
protección ante el consumo de drogas en entornos de mayor riesgo. Pensamos
que el estudio profundiza en el consumo de variables de protección que operan
probablemente desde el mecanismo riesgo-protección propuesto por Brook et
al (1990: citado en Felix-Ortiz y Newcomb, 1992), en el que los factores de
protección ejercen su efecto amortiguando el impacto de los factores de riesgo.
172 José Miguel Martínez González.

El hecho de conocer una gran número de variables de protección a


través de distintos estudios (Hawking, Catalano y Miller 1992; Dettman, 1994;
Perotto y Baldivieso, 1994; Carrasco, y Luna, 1995; Bry, 1996; Costa y López,
1996; FAD, 1996; Resnick et al.,1997; NIDA, 1997; Martín y Lorenzo, 1998;
Muñoz-Rivas y Graña, 2001; Martínez-González y Robles, 2001) y las variables
de protección halladas en escuelas taller, muestra que los resultados de ésta
investigación vienen a engrosar el conjunto de factores identificados para
distintas poblaciones y drogas.
Como se ha dicho en muchas ocasiones, una variable puede ser
protectora para un grupo determinado de personas ante el consumo de
determinadas drogas pero no serlo para otras (Hawking, Catalano y Miller
1992; Calafat, 1993; Scheier, Newcomb y Skger, 1994; Piko y FitzpatricK,
2002, y otros). En este caso podemos ver que variables como la existencia de
normas claras en la familia y participación en actividades en la iglesia podrían
considerarse de protección de un modo más específico para el consumo de
cánnabis. En el caso de las drogas de diseño encontramos cierta especificidad
en variables como adquirir y cumplir los compromisos, la existencia de normas
claras en la escuela y que los padres hagan una valoración positiva de los
amigos de sus hijos. Con referencia a la cocaína encontramos que sería una
variable específica de protección para esta droga presentar un nivel alto de
auto-aceptación. En estos casos las diferencias significativas se han
encontrado de forma específica para una sola droga.
Según los resultados del análisis, parece evidente que no podemos
asociar en todos los casos una variable de protección a una sola droga de
forma excluyente, porque una misma variable puede ser de protección para
diferentes drogas. Por otro lado, a una misma droga se le pueden asociar
diferentes variables de protección resultado éste que coincide con los de
Clayton (1992) y con los de Moncada (1997), quienes describen de este modo
los principios básicos por los que operan los factores de riesgo. Estos principios
son claramente extrapolables a las leyes que operan bajo las variables de
protección. Podría decirse que, al menos en parte, los factores de riesgo y
protección comparten una serie de mecanismos a través de las que se
Escuelas Taller: discusión 173

organiza la probabilidad de inicio en el consumo, por un lado, y la tendencia a


evitarlo por otro.
Teniendo en cuenta algunos de nuestros estudios anteriores en
enseñanza secundaria obligatoria, hemos podido ver, y en concreto para el
consumo de tabaco, que coincide sólo la variable “cumplir con las normas de la
comunidad (Martínez-González y Robles, 2001). Por el contrario, mientras que
en la muestra de enseñanza secundaria obligatoria encontrábamos como
variables de protección para el consumo de alcohol 14 variables, en la muestra
de estudiantes de escuelas taller no hallamos ninguna. Esto significa que
algunas variables tienen una especificidad poblacional elevada. No obstante,
más de la mitad de las variables de protección encontradas en la muestra de
estudiantes de secundaria se han vuelto a encontrar en ésta muestra. Además,
algunas de estas variables de protección también están asociadas al consumo
de drogas ilegales. Así, las variables de protección que son significativas en el
caso del consumo de alcohol en secundaria y, a su vez, para las tres drogas
ilegales estudiadas son tener miedo a las drogas, tener valor de
autosuperación, y cumplir las normas de la comunidad.
Por otro lado, hay una serie de variables de protección que son
significativas en la población de Enseñanza Secundaria y a su vez en alguna
de las tres drogas ilegales con respecto a la muestra de participantes de las
escuelas taller: “miedo a las drogas”, “celebraciones familiares”, “participación
en actividades de la iglesia”, “alto rendimiento escolar”, “valor de
autosuperación”, “cumplimiento de normas en la comunidad”, “nivel alto de
autosuperación”, “expectativas positivas de futuro”, “adquirir y cumplir
compromisos” y “la existencia de normas claras en la escuela”. Podríamos
decir que estas variables son más específicas para cada droga de lo que lo son
las anteriormente citadas.
Las variables que han arrojado diferencia estadísticamente significativas
para algún tipo de droga han sido por tanto: cumplir con las normas familiares,
miedo a las drogas, realización de actividades satisfactorias con amigos,
celebración de cumpleaños o eventos significativos para las personas en
familia, realizar actividades en la iglesia, tener destrezas para trabajar con
174 José Miguel Martínez González.

otros, presentar un alto rendimiento escolar, tener valor de autosuperación,


cumplimiento de normas en la comunidad, nivel alto de autoaceptación, adquirir
y cumplir los compromisos, normas claras en la escuela, participación en
ONGs, el hecho de que los padres valoren positivamente los amigos de sus
hijos, los padres refuerzan los logros de los hijos, percepción de utilidad de ir al
colegio (Hawking, Catalano y Miller 1992; Felix-Ortiz y Newcomb,1992;
Dettman, 1994; Secades, 1996; Gerevich y Bacskai, 1996; Curran y Chassin,
1996; Bry, 1996; FAD, 1996; Rios, Espina y Baratas, 1997; NIDA,1997;
Mathias, 1997; Martín y Lorenzo, 1998; Martínez-González y Robles, 1999,
2001; Muñoz-Rivas y Graña, 2001, y otros) y hacer frente a la adversidad,
variable ésta última que se introduce por primera vez en éste estudio. La
mayoría de las variables pertenecen al repertorio individual-personal.
De las 37 variables de protección contempladas por el cuestionario, 19
no han arrojado diferencias estadísticamente significativas, pudiéndose concluir
que en este tipo de población y para drogas como el cánnabis, drogas de
diseño y cocaína no son variables de protección.
Hemos encontrado cinco variables que son de protección para todas las
drogas analizadas: miedo a las drogas, realizar actividades satisfactorias con
amigos cuando estos no toman drogas, valor de autosuperación, cumplimiento
de normas de la comunidad y percepción de utilidad de ir al colegio. Estas
serían variables de protección más generales para las distintas drogas en
comparación con otras.
El hecho de obtener doce variables de protección ante el consumo de
drogas de diseño, ocho para cánnabis y once para cocaína, perece al menos
para ésta población que las variables tienen una importancia destacada para el
consumo de estimulantes ilegales.
Muchos ítems de los que aportan menos a la consistencia interna del
cuestionario indican diferencias estadísticamente significativas. Si además se
tiene en cuenta la varianza explicada por cada uno de los componentes
extraídos en el análisis factorial, puede apoyarse la operativización de
protección propuesta por Newcomb y Féliz-Ortiz (1992), quienes concluían en
sus estudios que la protección se debe conceptuar como un índice de factor
Escuelas Taller: discusión 175

múltiple. El cuestionario no se estructura en la unidimensionalidad, como si se


tratara de un único factor de protección, aunque en su conjunto pretende
abordar el constructo de protección ante el consumo de drogas ilegales.
Es un cuestionario que puede usarse en una franja de edad entre los 16
y 25 años y en poblaciones que presenten tanto un nivel alto de protección
como de riesgo. El cuestionario usado puede ser de gran ayuda para la
determinación del nivel de protección en muestras de adolescentes en
situaciones de mayor riesgo que la del resto de la población de su misma edad,
debiéndose tener en cuenta que es un instrumento sensible para la medición
de la protección en relación a drogas de diseño, de las que hay una incidencia
importante entre los jóvenes de nuestro entorno. También lo es para el
consumo de cánnabis y cocaína. No olvidemos que para implantar programas
de prevención eficientes es muy importante la determinación de los perfiles de
riesgo y protección de la población de forma específica (Hawking, Catalano y
Arthur, 2002).
Destacar el hecho de haber obtenido diferencias estadísticamente
significativas en las tres drogas ilegales para el “miedo” replicándose así los
hallazgos de estudios anteriores (Martínez-González y Robles, 1999, 2001,
Martínez-González, Robles y Trujillo, 2003). El concepto “miedo” parece
guardar relación con el concepto analizado por autores como Chatlos (1996), el
cual lo define como la percepción del riesgo consecuente al consumo de
drogas. Desde esta óptica, que podría ser semejante a “miedo a consumir
drogas”, formulación usada en nuestro cuestionario, guarda una relación
inversa con el inicio de consumo de drogas, de modo que a mayor miedo, o en
este caso a mayor percepción de riesgo consecuente del consumo de drogas,
menos probabilidad para que una persona se inicie en el consumo. De aquí se
desprende que el riesgo percibido podría considerarse también como una
variable de protección. Llama la atención que el “miedo a las drogas” haya sido
poco analizada por otros investigadores aunque se encuentra presente como
elemento protector, al menos, en dos poblaciones distintas, Enseñanzas
Medias y Escuelas Taller.
176 José Miguel Martínez González.

Algunas variables podrían considerarse como polos opuestos de un


mismo continuo mientras que otros casos no es así (Becoña, 2002). Esto
podemos verlo porque algunos factores conocidos son de riesgo por ausencia
de una determinada condición, como por ejemplo la falta de normas en la vida
familiar, la cual también ha sido considerada como protectora cuando está
presente en el repertorio de la persona. Así mismo, los resultados de esta
investigación podrían justificar la necesidad de profundizar en el futuro en
analizar si las variables de protección están en el mismo continuo en el que se
encuentran las variables de riesgo, porque al parecer algunas sí se organizan
según esta forma de conceptuar el continuo de riesgo y protección. Teniendo
en cuenta estos resultados no podemos suscribir la conceptualización de Wit et
al., (1995) o NIDA (1997), que definían los factores de riesgo básicamente
como variables que no pueden estar en el mismo continuo del riesgo ocupando
el polo opuesto. Si bien, se tendrá que profundizar en esa cuestión, algunas
variables podrían ser conceptualizadas, dependiendo del caso, como variables
de riesgo o variables de protección.
Una deficiencia del estudio puede radicar en no haber profundizado en la
relación que pudiese haber entre las variables de protección identificadas y las
variables sociodemográficas como el género, la edad, situación de separación
o no de los padres de los entrevistados, etc.
Concluyendo, en relación a los objetivos que se marcaban al inicio de
este trabajo diremos que los resultados nos permiten responder ampliamente y
con claridad a todos ellos: muchos factores de los estudiados protegen a los
adolescente ante el consumo de drogas como el cánnabis, las drogas de
diseño y la cocaína, la situación de riesgo descrita en la muestra indica que los
factores de protección operan bajo el mecanismo riesgo-protección, ha podido
conocerse la incidencia del consumo de drogas, los factores de protección
tiene un peso diferente dependiendo de variables como el género, el tipo de
droga, la disponibilidad de dinero y el consumo de drogas por parte de los
amigos de la persona y, por último, el instrumento utilizado para tal fin no es
una medida unidimensional que discrimina bien en población normalizada entre
persona protegidas y no protegidas ante el consumo de drogas ilegales.
Escuelas Taller: discusión 177

Los análisis de regresión lineal nos han permitido conocer el peso que
tiene la disponibilidad de dinero para el alumnado y el hecho de mantener
relaciones con otras personas que consumen algún tipo de drogas como
predictores del consumo de cánnabis, la frecuencia en que se emborrachas las
personas, consumo de tabaco y cocaína. Tanto la disponibilidad de dinero
como el hecho de tener amigos consumidores de drogas predicen el consumo
de drogas, siendo por tanto estas dos variables de alto riesgo en este tipo de
población.
Los factores de protección, tanto analizados en su globalidad como de
un modo específico para las diferentes drogas, predicen igualmente el
consumo pero en sentido inverso, de modo que cuanto mayor nivel de
protección presente el alumno menor probabilidad tiene de iniciarse en el
consumo. Ha podido comprobarse también que bajo determinados niveles de
protección las personas consumen menos cantidad de drogas en comparación
a las que toman cuando los niveles de protección son menores. Esta relación
muestra que los factores de protección actúan disminuyendo claramente la
probabilidad de inicio en el consumo de drogas, consituyéndose, al menos en
su mayoría, como variables independientes al riesgo al no poder situarlos en el
polo opuesto de un mismo continuo.
178 José Miguel Martínez González.
Escuelas Taller: conclusiones 179

Conclusiones.

Primer estudio.
180 José Miguel Martínez González.
Escuelas Taller: conclusiones 181

La muestra usada ha permitido conocer qué variables son de protección


ante el consumo de drogas legales e ilegales en una muestra que soporta una
determinada carga de riesgo, como lo es la muestra de estudiantes de
escuelas taller.
Se han encontrado 17 variables que han arrojado diferencias
estadísticamente significativas entre consumidores y no consumidores de
drogas ilegales. Estas variables son las siguientes: normas familiares claras,
miedo a las drogas, celebración en familia de cumpleaños, fiestas, etc., realizar
actividades satisfactorias con los amigos, participación en actividades de la
iglesia, destrezas para trabajar con otros, alto rendimiento escolar, valor de
autosuperación, cumplimiento de normas en la comunidad, nivel alto de
autoaceptación, adquirir y cumplir con los compromisos, normas claras en la
escuela, relación con entidades valoradas socialmente como ONGs, los padres
hacen una valoración positiva del grupo de amigos, que los padres refuercen
los logros de los hijos, percepción de utilidad de ir al colegio, tener buen grado
de autocontrol y hacer frente a la adversidad.
El hecho de haber obtenido resultados en parte diferentes con respecto
a las variables halladas en estudios anteriores, indica que las variables de
protección pueden serlo para una determinada población y droga y no serlo
para otras poblaciones y drogas.
Hemos podido ver como se confirman propuestas de algunos autores
con respecto a las características de los factores de riesgo y protección. Entre
ellas podemos destacar que existen factores que se asocian al consumo de
drogas y factores que se asocian a la abstinencia, factores que pueden estar
presentes en el entorno del sujeto o en el propio individuo. Podría decirse que
existen diferentes conjuntos de variables de protección para diferentes tipos de
drogas.
Hay cinco variables de protección asociadas a tres de las drogas ilegales
analizadas, esto es, cánnabis, drogas de diseño y cocaína. De este modo tener
miedo a las drogas, siendo conscientes de la cercanía que presenta este
concepto con la percepción del riesgo asociado al consumo de drogas, realizar
actividades satisfactorias con amigos, tener valor de autosuperación, el
182 José Miguel Martínez González.

cumplimiento de normas de la comunidad y la percepción de utilidad de ir al


colegio, son variables de protección ante el consumo de drogas ilegales para
esta franja de edad.
Existen variables de protección más generales, aplicables además de a
distintas poblaciones a más de una droga y, por tanto, relacionadas con la
adicción en su conjunto. Otras, por el contrario, se asocian de forma específica
a una determinada droga. La protección es un conjunto de variables que actúa
a la vez sin poder prescindir de ninguna de ellas y sin cargar el peso del efecto
protector conseguido a una sola de las mismas.
Probablemente existen variables que ante una situación de menor riesgo
actúan como variables de protección, sin poder decir esto en entornos donde
existe un nivel de riesgo más elevado.
Algunas variables de protección son polos opuestos de variables de
riesgo mientras que otras no pueden situarse en el mismo continuo.
El cuestionario usado es sensible para la detección de niveles de
protección ante el consumo de estimulantes ilegales en poblaciones con cierta
carga de riesgo. Disponer de un instrumento de estas características permite
hacer descripciones de poblaciones concretas de un modo operativo, a la vez
que nos permite avanzar en el conocimiento de las relaciones entre variables
de protección para determinados grupos de edad, entorno social, tipo de droga,
etc.
Tener amigos consumidores de drogas ilegales y la disponibilidad de
cierta cantidad de dinero predicen el consumo de drogas, sabiendo que los
factores de protección predicen el no consumo.
Los programas para la prevención de las drogodependencias deberían
contemplar la potenciación de algunas de estas variables de protección de
carácter familiar e individual, ya que esto podrían evitar que adolescentes en
situaciones de riesgo para el consumo de drogas ilegales lleguen al abuso
indiscriminado de éstas.
183

SEGUNDO ESTUDIO.

Alumnado de Ciclo Formativo de


Grado Medio y Programa de Garantía
Social.
184 José Miguel Martínez González
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: objetivos 185

Objetivos específicos.

Primero.- Estudiar la incidencia de consumo de drogas legales e


ilegales en esta población, así como la edad en la que se consumió la primera
vez.
Segundo.- Estudiar la relación con el consumo de drogas de variables
como la edad, género, tipo de estudios, consumo de alcohol y tabaco de los
progenitores, consumo de drogas ilegales por parte de los amigos y
disponibilidad de dinero.
Tercero.- Estudiar las propiedades de la medida del cuestionario sobre
protección aplicado.
Cuarto.- Estudiar si los factores seleccionados protegen a los
participantes (alumnado de Ciclo Formativo de Grado Medio y Programa de
Garantía Social) en situación de riesgo tanto ante drogas legales como ilegales.
Quinto.- Estudiar si los factores de protección estudiados operan bajo el
mecanismo riesgo – protección en personas que soportan teóricamente una
elevada carga de riesgo (alumnos de Ciclo Formativo de Grado Medio y
Programa de Garantía Social).
Sexto.- Estudiar si algunas creencias pueden constituirse en
representaciones sociales de las drogodependencias en esta franja de edad,
así como la calidad de la medida empleada para la medición de las mismas.
Séptimo.- Estudiar si los factores de protección guardan alguna relación
con las representaciones sociales y, de ser así, cuál es la forma de ésta.
Octavo.- Estudiar la percepción de riesgo asociado al consumo de
drogas, así como su relación con las representaciones sociales y el grado de
protección.
Noveno.- Estudiar el grado de conciencia de disponibilidad o facilidad
para la adquisición de drogas por las personas de la muestra.
Décimo.- Estudiar el grado con el que se identifican los participantes con
personas que consumen drogas y que variables influyen en este proceso.
186 José Miguel Martínez González

Undécimo.- Estudiar la identidad grupal en relación al consumo de


drogas como variable que puede influir en la facilitación del consumo
experimental de drogas.
Duodécimo.- Conocer la capacidad predictiva tanto del consumo como
del no consumo de algunas de las variables estudiadas.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: método 187

METODO

x Participantes.
x Cuestionario.
x Análisis estadístico de los ítems del cuestionario de
factores de protección.
x Fiabilidad.
x Análisis factorial exploratorio.
x Diseño y análisis estadístico.
188 José Miguel Martínez González.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: método 189

Participantes.

La muestra estuvo compuesta por 217 alumnos/as que cursan sus


estudios en algún Ciclo Formativo de Grado Medio o Programa de Garantía
Social, en institutos de la ciudad de Granada. La aportación a la muestra de
cada uno de estos institutos quedó de la siguiente manera. IES Hurtado de
Mendoza 77 alumnos (el 35.3 % de la muestra), IES Aynadamar 57 alumnos
(26.1 % de la muestra) e IES Virgen de las Nieves 81 alumnos (el 37.2 % de la
muestra). El 60.1 % son hombres (n = 131) y el 39 % mujeres (n = 85). El
procedimiento de muestreo fue aleatorio por conglomerados.
La edad media de la muestra es de 17. 88, siendo el rango entre 15 y 25
años (ver Tabla 2.1 y Gráfico 4).

Tabla 2.1.
Distribución por edades.

Frecuencia Porcentaje
15 6 2,8
16 53 24,3
17 34 15,6
18 37 17,0
19 36 16,5
20 18 8,3
21 10 4,6
22 2 ,9
23 2 ,9
24 1 ,5
25 1 ,5
Total 200 91,7
Sistema 18 8,3
218 100,0
190 José Miguel Martínez González.

Gráfico 4.
Distribución de la edad de los participantes.
60

50

40

30

20
Frecuencia

10

0
Omitido 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25

EDAD

El 73.4 % de las personas que componen la muestra se encuentran


entre los 16 y 19 años, franja de edad en la que el riesgo de inicio en el
consumo o de experimentación con las drogas se incrementa.
Los participantes en el estudio proceden de un total de 34 localidades de
la provincia de Granada. Como puede verse en la Tabla 2.2. el 70.7 % de ellos
viven en Granada, mientras que el resto se desplaza de otras localidades. Esta
distribución hace posible que la muestra esté compuesta no sólo por personas
cuya identidad grupal y social se construye en una ciudad grande, sino que
también han participado otros que viven en pueblos pequeños y que, por tanto,
se encuentran bajo interacciones caracterizadas por vivencias diferentes en lo
que a entorno socio - cultural se refiere. Entendemos que ésta muestra aporta
al estudio una mayor riqueza muestral.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: método 191

Tabla 2.2.
Localidad de procedencia.

Frecuencia Porcentaje
Granada 152 70,7
Tozar 1 0,5
Armilla 4 1,9
Peligros 8 3,7
Olivares 2 0,9
Albolote 2 0,9
Pinos Puente 1 0,5
Armilla 2 0,9
Huetor Vega 4 1,9
Ogijares 1 0,5
Alfacar 5 2,3
Guejar Sierra 1 0,5
Atarfe 1 0,5
Quentar 1 0,5
Monachil 3 1,4
Cullar Vega 1 0,5
Alhama 2 0,9
Castel de Ferro 1 0,5
Pulianas 1 0,5
Valderrubio 1 0,5
Maracena 5 2,3
Valor 1 0,5
Huetor Tajar 1 0,5
Jun 1 0,5
Algarinejo 1 0,5
La Zubia 1 0,5
Lanteria 1 0,5
Cenes de la vega 3 1,4
Calicasas 1 0,5
Alomartes 1 0,5
Gojar 1 0,5
Nivar 1 0,5
Tiena 1 0,5
Colomera 1 0,5
Total 215 100,0

Con objeto de extraer una muestra representativa de las personas que


cursan Ciclos Formativos de Grado Medio y Programas de Garantía Social, se
han escogido 9 especialidades. La distribución por especialidades y porcentaje
que aporta cada una de ellas a la totalidad de la muestra puede verse en las
Tablas 2.3 y 2.4.
192 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.3.
Distribución de la muestra según las especialidades.

Frecuencia Porcentaje
1.Servicio de restaurante o bar. 30 13,8
2.Pastelería y panadería. 41 18,9
3.Peluquería. 10 4,6
4.Ayudante de cocina. 38 17,5
5.Electromecánica. 43 19,8
6.Equipos electrónicos de consumo. 14 6,5
7.Mecanizado. 25 11,5
8.Electricidad. 10 4,6
9.Mecánica. 6 2,8
10.Total 217 100,0

Tabla 2.4.
Distribución según cursos.
Alumnos de 1º o 2º de Grado Medio y alumnos de Programa de Garantía Social.

Frecuencia Porcentaje válido


Alumnos de 1º o 2º de Ciclo Formativo de Grado Medio 143 66,2
Alumnos de Programa de García Social 73 33,8
Total 216 100,0

INSTITUTO
Hurtado de Aynadamar Virgen de
Mendoza las
Nieves
Alumnos de 1º o 2º de Ciclo Formativo de Grado 46 33 64 143
Medio
Alumnos de Programa de García Social 30 24 17 71
Total 76 57 81 214

Cabe destacar que existen dos grupos de estudiantes bien diferenciados


por el recorrido académico que siguen. Los alumnos de Ciclo Formativo de
Grado Medio acceden a esta opción tras finalizar la Enseñanza Secundaria
Obligatoria, mientras que los alumnos que cursan estudios en el Programa de
Garantía Social (PGS) acceden al mismo por haber encontrado más dificultad
académica y como consecuencia de ello no han podido finalizar la Enseñanza
Secundaria Obligatoria17. Esta característica diferenciadora de los grupos que
integran esta muestra, está relacionada con el nivel de riesgo para el consumo

17
En ocasiones y tras una trayectoria difícil, estos alumnos pasan al Programa de Garantía
Social en previsión de no concluir los estudios de 3º de ESO y aun menos el 4º curso. Por otro
lado, hay personas que se matriculan en el Programa de Garantía Social procedentes de la
descolarización (abandonos prematuros, absentismo, etc.).
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: método 193

de drogas, pudiendo en este sentido indicar que el grupo de PGS soporta


mayor carga de riesgo, porque se sabe que las dificultades académicas o
fracaso escolar está asociado a un mayor riesgo en el inicio del consumo de
drogas. Por esta razón, las personas que componen la muestra se encuentran
diferencialmente soportando un riesgo mayor al soportado por personas
estudiantes de Bachillerato.
194 José Miguel Martínez González.

Cuestionario.

El cuestionario está compuesto de tres partes. La primera, recoge


información referente a aspectos sociodemográficos y de situación como la
edad, género y localidad, consumo de drogas ilegales, tipo de consumo,
consumo de alcohol y de tabaco, y no solamente de las personas que
componen la muestra, sino también de las personas del entorno de éstas
(Megías et al., 2001) (ver Anexo 3).
La segunda parte del cuestionario corresponde a las variables de
protección. El cuestionario empleado para al medición de las variables de
protección (ver Anexo 3) se ha construido a partir de un cuestionario para la
medición de variables de protección más amplio utilizado en otros estudios con
alumnos de Enseñanza Secundaria Obligatoria y Escuelas Taller. A partir de
ese instrumento amplio, 37 ítems, se eliminaron aquellos ítems
correspondientes a variables que no arrojan información relevante en los
estudios anteriores. Del cuestionario inicial de variables de protección se
eliminaron los siguientes ítems: Relación padres – profesores, mayor
directividad de los padres, apoyo social, normas claras en la sociedad en torno
al consumo de drogas, que los padres hablen con los hijos de drogas,
destrezas para solucionar problemas, destrezas para tomar decisiones,
destrezas para resistirte a las presiones sociales, capacidad para evitar
situaciones de peligro, percepción de oportunidades en el entorno, ser
autodisciplinado, ser autónomo y, fácil adaptación social. En la Tabla 2.5. se
indican las variables que finalmente se han incorporado el estudio de la
protección en esta población. Por tanto, el cuestionario definitivo de protección
está compuesto por 24 ítems, utilizándose para la evaluación de la respuesta
en cada uno de ellos una escala tipo Likert, en la que se utilizó un rango de
puntuación de 1 a 5, siendo la interpretación de los valores numéricos la
siguiente: 1= nunca / ninguna; 2 = casi nunca / muy pocas; 3 = algunas veces /
algo; 4 = casi todas / bastante; 5 = todas / mucho. Todos los ítems se han
formulado de modo que a mayor puntuación en la respuesta corresponde
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: método 195

mayor presencia de la variable de protección. No se estableció tiempo límite


para que los participantes respondieran al cuestionario.

Tabla 2.5.
Variables del cuestionario.

1. Apego
2. Normas familiares claras
3. Miedo a las drogas
4. Estilo directivo en la educación
5. Celebración en familia de cumpleaños, fiestas, etc.
6. Realizar actividades satisfactorias con amigos
7. Participación en actividades de la iglesia
8. Locus de control interno
9. Valorar la salud
10. Destrezas para trabajar con otros
11. Alto rendimiento escolar
12. Valor de autosuperación
13. Cumplimiento de normas de la comunidad
14. Nivel alto de autoaceptación
15. Expectativas positivas de futuro
16. Adquirir y cumplir compromisos
17. Normas claras en la escuela
18. Relación con entidades valoradas socialmente (como ONGs)
19. Valoración positiva de los padres del grupo de amigos
20. Que los padres refuercen los logros de los hijos
21. Estabilidad y cohesión familiar
22. Percepción de utilidad de ir al colegio
23. Tener buen grado de autocontrol
24. Hacer frente a la adversidad

La tercera parte el cuestionario corresponde a un apartado muy


importante de esta investigación como son las representaciones sociales18
sobre las drogas, la percepción de peligrosidad atribuida a las drogas y
percepción del grado de disponibilidad de las mismas. Para ello se han
escogido aquellas creencias que más frecuentemente son expresadas
verbalmente por las personas que han tenido algún contacto con alguna droga,
bien sea de modo experimental, bien de un modo más continuado,
constituyéndose como usuario frecuente o estando muy cerca de la
dependencia. El contacto con estas personas se hace desde un centro de
tratamiento de las drogodependencias. Las representaciones sociales sobre el
consumo de drogas se evaluaron con seis ítems: “toda la gente consume
196 José Miguel Martínez González.

drogas”, “tomar alguna drogas es normal”, “si controlas no tiene porqué pasarte
nada”, “deberían legalizar todas las drogas”, “deberían legalizar algunas
drogas” y “tenemos que aprender a convivir con las drogas”. La escala
empleada para valuar el grado en que se identifican las personas con estas
creencias fue de tipo Likert con cinco valores, donde el 1 significa nada y el 5
totalmente (ver pregunta 44 del segundo cuestionario en Anexo 3). Estos ítems
han arrojado una alta lo que nos podría indicar que estas creencias son
consistentes en su conjunto como representaciones sociales sobre las drogas,
esto es, representaciones sociales favorecedoras de actitudes que podrían
hacer más probable el uso de drogas.
El apartado relativo a la percepción de la peligrosidad de todas las
drogas que se encuentran en nuestro entorno, se ha construido adaptando los
ítems que sirvieron para este fin en el estudio de Megías et al (2001). Son siete
ítems con escala de respuesta tipo Likert de cinco valores, en el que 1
significaba nada peligrosa y 5 muy peligrosa (ver pregunta 43 del segundo
cuestionario en Anexo 3). La consistencia interna de los ítems que miden el
grado de peligrosidad percibida es algo baja. Esto puede estar motivado
porque se entremezclan drogas legales e ilegales y es sabido que la
peligrosidad atribuida a cada una de estas categorías de drogas suele ser
diferente. Estos ítems, por tanto, no serán analizados conjuntamente.

18
Extraídas en parte del estudio de Megías, Comas, Elzo, Navarro y Romaní (2001).
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: método 197

Análisis estadístico descriptivo de los ítems del cuestionario de factores


de protección.

Tabla 2.6.
Ordenación descendente de los ítems atendiendo al valor medio obtenido en la muestra
para cada uno de ellos.

N Media Desviación
típica.
22 Creer que es útil estudiar. 216 4,39 ,794
10 Tener destrezas para trabajar con otros. 216 4,37 ,814
19 Que los padres valores positivamente a los amigos de 212 4,17
1,071
su hijos.
1 Apego. 217 4,06 1,014
8 Lócus de control interno. 216 4,00 1,076
12Valor de autosuperación. 212 3,92 ,992
15 Expectativas positivas de futuro. 217 3,92 ,794
16 Adquirir y cumplir compromisos. 215 3,90 ,875
23 Tener buen grado de autocontrol. 215 3,90 1,006
24 Hacer frente a la adversidad. 210 3,87 1,131
14 Nivel alto de autosuperación. 214 3,87 1,095
17 Normas claras en la escuela. 216 3,82 1,123
5 Festejar cumpleaños en familia. 217 3,77 1,191
20 Que los padres refuercen los logros de los hijos. 215 3,67 ,972
13 Cumplimiento de las normas de la comunidad. 215 3,59 1,401
2 Normas familiares claras. 215 3,39 1,345
21 Estabilidad y cohesión familiar. 212 3,25 1,261
6 Realizar actividades satisfactorias con los amigos. 217 3,15 1,503
3 Miedo a las drogas. 212 2,88 1,213
9 Valorar la salud. 211 2,88 ,929
11 Alto rendimiento escolar. 214 2,86 1,119
4 Estilo directivo en la educación. 213 2,80 1,475
7 Participación en actividades de la parroquia. 215 1,61 1,048
18 Relación con ONGs. 216 1,49 ,950

Teniendo en cuenta el grado con el que el alumno se identifica con cada


uno de los ítems, se ha podido observar que la presencia de cada una de las
variables de protección entre las personas evaluadas varía entre sí. Entre
algunas de estas variables existe una diferencia en sus madias que va del 4.39
al 1.49. (ver Tabla 2.6 y 2.7)
198 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.7.
Análisis de los ítems.

Media Desviación Correlación Alfa de


típica elemento-total Cronbach si se
corregida elimina el
elemento
1 4,03 1,035 ,380 ,726
2 3,45 1,295 ,163 ,743
3 2,69 1,466 ,114 ,748
4 2,83 1,096 ,037 ,749
5 3,51 1,400 ,400 ,722
6 3,09 1,515 ,392 ,723
7 1,58 1,065 ,165 ,740
8 3,99 1,055 ,265 ,733
9 2,85 1,232 ,237 ,736
10 4,34 ,815 ,336 ,730
11 2,93 ,912 ,331 ,730
12 3,74 1,087 ,440 ,721
13 3,59 ,992 ,323 ,730
14 3,91 1,067 ,266 ,733
15 3,88 1,037 ,454 ,722
16 3,89 ,797 ,269 ,734
17 3,84 1,107 ,121 ,743
18 1,46 ,932 ,082 ,744
19 4,19 1,048 ,271 ,733
20 3,67 1,170 ,490 ,716
21 3,27 1,231 ,505 ,714
22 4,38 ,794 ,318 ,731
23 3,93 ,861 ,283 ,733
24 3,92 ,933 ,203 ,737

Análisis de la fiabilidad.

La fiabilidad del cuestionario calcula da través de Alpha de Cronbach


arroja un resultado de .7407, observándose una consistencia interna suficiente.
El cálculo de la fiabilidad por el método de las dos mitades (pares e impares)
aplicando la corrección de Spearman-Brown es de .768 (ver Tabla 2.8.).
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: método 199

Tabla 2.8.
Fiabilidad del cuestionario.
Procedimiento de las dos mitades. Pares e impares.

Alfa de Cronbach Parte 1. Elementos Valor ,557


pares.
N de elementos 12(a)
Parte 2. Elementos Valor ,640
impares.
N de elementos 12(b)
Número total de elementos 24
Correlación entre formas ,624
Coeficiente de Longitud igual ,768
Spearman-Brown
Longitud desigual ,768
Dos mitades de Guttman ,764
a Los elementos pares.
b Los elementos impares.

Fiabilidad del cuestionario de representaciones sociales.

El análisis de la fiabilidad de los ítems del cuestionario referentes a la


medición de las representaciones sociales se calculó a través de Alpha de
Cronbach, obteniéndose una consistencia interna entre los ítems de .78,
pudiendo concluirse que existe una consistencia interna aceptable.

Análisis factorial exploratorio. Cuestionario de variables de protección.

La prueba de esfericidad de Bartlett (2843.3, p = 0,001) y el índice de


Kaiser – Meyer – Olkin (0.84) nos indican que existen correlaciones altas entre
las variables y, por lo tanto, la extracción de componentes es admisible.
El análisis factorial exploratorio del cuestionario de protección se realiza
a través de la extracción de componentes principales a partir de una matriz de
covarianzas aplicando una rotación varimax.
Se han extraído 8 componentes principales. Se observa que al eliminar
algunos ítems en éste cuestionario con respecto al utilizado en la muestra de
escuelas taller (ver primer estudio), ha disminuido también el número de
200 José Miguel Martínez González.

componentes en los que saturan los ítems del cuestionario, esto es, de 13
componentes principales se ha disminuido a 8.
En el primer componente que denominamos “autoestima” explica el
12.02 % de la varianza total y saturan 9 de las 24 variables, de modo que
saturan en éste componente más de 50 % de las variables medidas en el
cuestionario (Ver Gráficos 5 y 6). Las variables que saturan en este
componente son: “locus de control interno” (.49), “destrezas para trabajar con
otros” (.49), “valor de autosuperación” (.63), “nivel alto de autoaceptación” (.61),
“expectativas positivas de futuro” (.66), “adquirir y cumplir compromisos” (.32),
“percepción de utilidad de ir al colegio” (.22), “tener buen grado de autocontrol”
(.38), “hacer frente a la adversidad” (.51).
En el segundo componente que denominamos “relaciones familiares
satisfactorias” explica el 9.26 % de la varianza total saturan 4 variables: “apego”
(.72), “valoración positiva de los padres del grupo de amigos” (.60), “que los
padres refuercen los logros de los hijos” (.79), “estabilidad y cohesión familiar”
(.59).
En el tercer componente que denominamos “establecimiento de normas
para las interacciones sociales” explica el 6.76 % de la varianza total saturan
tres variables: “estilo directivo en la educación” (.49), “participación en
actividades de la iglesia” (.40), “normas claras en la escuela” (.77).
En el cuarto componente, que explica el 5.28 % de la varianza total
saturan la variable “celebración en familia de cumpleaños, fiestas, etc.” (.86).
En el quinto componente, que explica el 5.20 % de la varianza total
saturan: “valorar la salud” (.86) y “alto rendimiento escolar” (.38).
En el sexto que denominamos “interacciones sociales satisfactorias”
explica el 5.18 % de la varianza total saturan 2 variables: “realizar actividades
satisfactorias con amigos” (.84) y “relación con entidades valoradas
socialmente” (como ONGs) (.47).
En el séptimo componente, que explica el 4.92 % de la varianza total
satura la variable “normas familiares claras” (.97).
En el octavo componente, en el que satura el 4.83 % de la varianza total
satura la variable “miedo a las drogas” (.96) (ver Tabla 2.9.).
201

Tabla 2.9.
Matriz de componentes rotados.

1 2 3 4 5 6 7 8
1. Apego ,060 ,726 ,067 -,019 ,087 -,017 ,040 ,089
2. Normas familiares claras ,124 ,041 ,005 ,087 ,037 ,022 ,957 ,018
3. Miedo a las drogas ,010 ,144 ,056 ,006 -,040 ,086 ,023 ,962
4. Estilo directivo en la educación -,157 -,133 ,495 ,467 -,175 ,026 ,157 ,083
5. Celebración en familia de cumpleaños, fiestas, etc. ,163 ,246 -,004 ,866 ,138 ,094 ,068 -,027
6. Realizar actividades satisfactorias con amigos ,289 ,320 ,075 -,097 ,052 ,846 -,055 -,116
7. Participación en actividades de la iglesia -,138 ,018 ,401 ,157 ,191 ,211 ,215 ,179
8. Locus de control interno ,491 ,180 ,212 ,009 -,002 -,303 ,039 -,066
9. Valorar la salud ,089 ,117 -,008 ,007 ,864 ,099 ,108 -,040
10. Destrezas para trabajar con otros ,497 ,041 ,032 ,035 ,056 -,021 ,086 ,112
11. Alto rendimiento escolar ,301 ,021 ,035 ,257 ,381 ,194 -,163 -,002
12. Valor de autosuperación ,633 ,131 ,157 ,025 ,196 -,008 ,075 ,020
13. Cumplimiento de normas de la comunidad ,246 ,017 ,574 ,091 ,027 ,084 -,065 ,143
14. Nivel alto de autoaceptación ,617 ,134 -,239 ,078 -,118 ,110 -,257 -,180
15. Expectativas positivas de futuro ,662 ,122 ,053 ,015 ,141 ,123 -,061 -,032
16. Adquirir y cumplir compromisos ,327 ,106 ,223 -,034 ,016 ,013 -,019 -,089
17. Normas claras en la escuela ,076 ,095 ,778 -,129 -,011 -,138 -,034 -,127
18. Relación con entidades valoradas socialmente (como ONGs) -,045 -,113 ,002 ,144 ,101 ,478 ,046 ,141
19. Valoración positiva de los padres del grupo de amigos ,157 ,604 -,067 -,036 -,308 ,108 ,087 -,102
20. Que los padres refuercen los logros de los hijos ,126 ,794 ,066 ,109 ,255 -,001 -,060 ,031
21. Estabilidad y cohesión familiar ,270 ,599 ,032 ,329 ,020 -,008 -,043 ,157
22. Percepción de utilidad de ir al colegio ,451 ,058 ,168 ,035 ,011 ,035 -,091 ,113
23. Tener buen grado de autocontrol ,385 ,060 -,088 ,110 -,114 ,164 ,068 -,031
24. Hacer frente a la adversidad ,517 -,007 -,209 -,051 ,004 -,066 ,187 -,074
Método de extracción: Análisis de componentes principales.
a 8 componentes extraídos
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: método 203

Suma de las saturaciones al cuadrado de la rotación


Componentes Total % de la varianza % acumulado
1 2.886 12.024 12.024
2 2.222 9.260 21.284
3 1.624 6.768 28.052
4 1.268 5.284 33.335
5 1.250 5.209 38.545
6 1.244 5.181 43.726
7 1.188 4.952 48.678
8 1.160 4.833 53.511

Gráficos 5 y 6.
Gráficos de sedimentación y de saturación.

Gráfico de sedimentación
6

2
Autovalor

0
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23

Número de componente

Gráfico de componentes en espacio rotado

1.0

.5

omponente 2 0.0

-.5

1.0 1.0
.5 .5
0.0 0.0
-.5 -.5
Componente 1 Componente 3
204 José Miguel Martínez González.

Matriz de transformación de las componentes

Componente 1 2 3 4 5 6 7 8
1 .604 .622 .127 .289 .218 .309 .051 .057
2 -.366 .064 .323 .369 .034 -.105 .374 .685
3 .166 -.254 .076 .393 .176 -.339 .582 -.513
4 .241 .272 .056 .038 -.325 -.820 -.277 .098
5 .468 -.246 .335 -.628 -.092 -.013 .379 .248
6 -.047 -.189 .835 .122 .076 .076 -.435 -.222
7 .420 -.565 -.193 .460 -.325 .176 -.207 .276
8 .135 -.236 -.155 -.060 .834 -.264 -.259 .259

Diseño y análisis estadístico.

Se ha empleado una metodología cuasi-experimental, concretada ésta


en diseños unifactoriales con grupos no aleatorios. Para el análisis de los datos
se aplica análisis de la varianza con el fin de conocer las variaciones de los
factores de protección dependiendo de diferentes variables, la implicación de
ítems que reflejan la percepción o valoración de riesgo asociado al consumo de
drogas y contrastar una serie de creencias que bien pueden reflejar las
representaciones sociales de personas que están muy cerca del consumo de
drogas ilegales.
Así mismo, se realizan distintos contraste sobre diferencias de medias,
utilizando para tal efecto el estadístico t - Student y estableciendo un nivel de
significación para tomar decisión estadística de 0.05; regresión lineal (simple o
múltiple) con el fin de conocer la capacidad predictiva de algunas de las
variables sobre ciertos criterios. En análisis se realiza a través del programa
SPSS .12
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 205

RESULTADOS

x Dinero del que disponen mensualmente las personas.


x Trabajo de los padres.
x ¿Son fumadores los padres y/o hermanos?.
x Capacidad predictiva del hecho de que trabajen los progenitores
sobre el nivel de protección.
x La capacidad predictiva del consumo de tabaco en los hermoso de
los alumnos sobre el consumo de tabaco en los participantes.
x ¿Ha fumado alguna vez?.
x ¿Te sueles emborrachar?.
x Capacidad predictiva del nivel de protección, a través de la media de
los factores de protección, sobre emborracharse.
x Capacidad predictiva de la media de los factores de protección y la
edad de la primera borrachera sobre emborracharse.
x Consumo de alcohol.
x Lugar habitual en el que bebe alcohol.
x Capacidad predictiva de la media de los factores de protección sobre
el consumo de alcohol.
x Capacidad predictiva del consumo de cánnabis y tener amigos
consumidores de drogas sobre el consumo de alcohol.
x Consumo de alcohol de los progenitores.
x Consumo de drogas ilegales por parte de los amigos.
x Consumo de tabaco en la actualidad.
x Consumo de drogas ilegales.
x ¿Faltas a clase?.
x El consumo de cánnabis como predictor del absentismo.
x ¿Has sido atendido en los últimos tres meses en algún servicio de
urgencias?.
x Percepción de la incidencia de consumo de drogas en su instituto.
x Percepción de la incidencia del consumo de drogas en su ciudad.
x Grado de dificultad con la que se puede conseguir drogas ilegales en
su entorno.
x La dificultad para conseguir drogas en el entorno y la disponibildad
de dinero como predoctores del consumo de cánnabis.
x Cómo ha conocido las características de las drogas.
206 José Miguel Martínez González.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 207

Junto al cuestionario de factores de protección en este estudio se ha


recogido también información acerca de una serie de variables
sociodemográficas y des situación que consideramos importantes, no sólo
para conocer en profundidad la muestra estudiada, sino también para poder
realizar las comparaciones oportunas entre grupos. Creemos que esta
estructura nos ayudará a descubrir la relación entre las diferentes variables
incluidas en el estudio, los factores de protección y aspectos relacionados con
las representaciones sociales de las drogodependencias.

Cantidad de dinero de la que disponen mensualmente los participantes.

Tener dinero para gastarlo libremente puede constituirse en riesgo a


determinadas edades, por eso es importante conocer la cantidad de dinero de
la que disponen los alumnos para sus gastos a lo largo del mes. Como puede
verse en la Tabla 2.10, el 63.8 % de las personas disponen de menos de 120 €
al mes, el 16.5 % disponen de entre 121 y 204 € mensuales, y prácticamente
son muy pocas las personas que cuentan para sus gastos con más de 205 €.
El 80.3 % (n = 175) dispone de 204 € o menos al mes, mientras que el 12.8 %
(n = 28) disponen de 205 € o más.

Tabla 2.10.
Cantidad de dinero de la que dispone la persona al mes para sus gastos.

Frecuencia Porcentaje
Menos de 120 € al mes. 139 68,5
Entre 121 y 204 € al mes. 36 17,7
Entre 205 y 306 € al mes. 17 8,4
Entre 307 y 540 € al mes. 4 2,0
Más de 540 € al mes. 7 3,4
Total 203 100,0
208 José Miguel Martínez González.

Gráfico 7.
Disponibilidad de dinero.

70,0% 68,47%

60,0%

50,0%
Porcentaje

40,0%

30,0%

20,0% 17,73%

10,0% 8,37%
3,45%
1,97%
0,0%
M

M
nt

nt

nt
en

ás
re

re

re
os

de
12

20

30
de

54
1

7
y

y
12

0
20

30

54


0€

0

Disponibilidad de dinero.

Algo más de un 30 % de los alumnos disponen mensualmente para sus


gastos personales de más de 120 € (ver Gráfico 7).
La disponibilidad de dinero no correlaciona significativamente con el
nivel de protección, entendido como el valor de la media de las puntuaciones
de cada persona a todas las variables de protección. Esto significa que
disponer de menos dinero no es en sí mismo una condición clara de protección.
Se da el caso que al correlacionar la cantidad de dinero disponible y las
variables de protección, para algunas de ellas existe una correlación positiva
estadísticamente significativa como es el caso de “esforzarse como opción
personal” (r = .186; p = .008), “superarme como norma en la vida de la
persona” (r = .192; p = .007), “tener una visión positiva del futuro” (r = .206; p =
.003). Por el contrario, la disponibilidad de dinero correlaciona negativamente
con un estilo educativo directivo (r = .250; p = .000). Al parecer, disponer de
dinero viene marcado probablemente por otras variables de carácter personal y
relacional que puede conllevar situaciones de riesgo, o no, para el consumo de
drogas dependiendo de las necesidades de la propia persona.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 209

Variable: Trabajo de los padres.

En la muestra existe un porcentaje similar entre los participantes cuyos


padres trabajan los dos y aquellos casos en que solamente trabaja el padre. El
40.7 % (n = 83) trabajan los dos, mientras que en el 50.5 (n = 103) trabaja sólo
uno de los progenitores. Tomando como referencia dos grupos de
comparación, el 55.5 % (n = 103) trabaja sólo uno de los progenitores frente al
40.7 % (n = 83) que trabajan los dos (ver Tabla 2.11).

Tabla 2.11.
Trabajo de los padres.

Frecuencia Porcentaje
No trabaja ninguno de los padres. 18 8,8
Trabaja sólo el padre. 84 41,2
Trabaja sólo la madre. 19 9,3
Trabajan los dos. 83 40,7
100 %

¿Son fumadores tus padres y/o tus hermanos?.

Como se sabe, el modelado familiar de consumo de drogas por parte de


los padres o hermanos se constituye en un potente factor de riesgo, razón por
la que se ha recogido información relativa a esta cuestión.
Puede verse como casi el 60 % de los progenitores de las personas que
componen la muestra son fumadores (ver Tabla 2.12. y 2.13).
210 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.12.
Consumo de tabaco en los progenitores.

Frecuencia Porcentaje
Ninguno 86 21,2
Padre 46 18,0
Madre 39 20,7
Los dos 45 ,5

Tabla 2.13.
Consumo de tabaco en los hermanos.

Frecuencia Porcentaje
Ninguno 124 59,0
Uno 55 26,2
Varios 17 8,1
Todos 14 6,7

Capacidad predictiva del hecho de que trabajen los progenitores sobre el


nivel de protección.

o Predictor: Trabajo de los padres. Los niveles de esta


variable son: 1 = no trabaja ninguno de los dos
progenitores; 2 = trabaja sólo el padre o la madre; 3 =
trabajan los dos.
o Criterio: Valor de la media de todos los factores de
protección.
Tras el análisis de regresión lineal se ha podido observar que el hecho
de que no trabajen los padres, trabaje uno o los dos, no predice el nivel de
protección en las personas que, como vemos, viene indicado por el valor de la
media de todos los factores de protección analizados en el estudio. Esto
significa que, como se ha apuntado en algún trabajo, tiene más relevancia la
calidad de la relación entre padres e hijos que la cantidad de tiempo en sí
mismo.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 211

Capacidad predictiva del consumo de tabaco en los hermanos de los


alumnos sobre el consumo de tabaco en los participantes.

o Predictor: Consumo de tabaco en los hermanos de los


participantes. Los niveles de la variable son los siguientes:
0 = no fuma ninguno; 1 = fuma uno; 2 = fuman varios de
ellos; 3 = fuman todos.
o Criterio: Fumar tabaco. Los niveles de la variable son: 0 =
no fumo; 1 = no fumo pero fumaba, 2 = fines de semana, 3
= diariamente.
El análisis de regresión indica que el hecho de que fumen los hermanos
de los alumnos predice que ellos fumen posteriormente (Beta = .264; p = .000).
La relación es positiva de modo que cuantos más hermanos fumen tabaco más
probabilidad existirá de que la persona fume posteriormente. En este caso
puede verse que a esta edad, el modelado de los hermanos puede ser más
potente que el de los padres, toda vez que se ha podido observar que el
consumo de tabaco de los progenitores tiene menos influencia en el consumo
de tabaco de los jóvenes de la que puede tener cuando fuman los hermanos de
los participantes (ver Tabla 2.14.).
212 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.14.
Si el hecho de que fumen los hermanos de los participantes predice que fumen tabaco
éstos.

Correlaciones
Fumar tabaco Si los hermanos de los
participantes fuman
tabaco.
Correlación de Pearson Fumar tabaco 1,000 ,264
Si los hermanos de los ,264 1,000
participantes fuman tabaco
Sig. (unilateral) Fumar tabaco . ,000
Si los hermanos de los ,000 .
participantes fuman tabaco

N Fumar tabaco 219 219


Si los hermanos de los 219 219
participantes fuman tabaco
ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados

Regresión 3,741 1 3,741 16,251 ,000(a)


Residual 49,952 217 ,230
Total 53,693 218
a Variables predictoras: Los hermanos de los participantes fuman tabaco.
b Variable dependiente: Fumar tabaco.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estandarizados confianza para B al colinealidad
95%
B Error Beta Límite Límite Tole- FIV
típ. inferior supe- rancia
rior
Los ,150 ,037 ,264 4,031 ,000 ,076 ,223 1,000 1,000
hermanos
fuman.

¿Has fumado alguna vez o fumas ahora? Edad de inicio de fumar tabaco.

El 73.4 % de la muestras ha fumado tabaco alguna vez, siendo la edad


media en que fumaron el primer cigarrillo 14.4 años.
En la actualidad fuma el 47.7 % (n = 104) de los alumnos evaluados.
En el último estudio de Los Andaluces ante las drogas IX (Navarro,
2005), estudio de incidencia del consumo de drogas en la totalidad de la
población y sobre una muestra de 2500 personas mayores de 12 años, se ha
podido ver que un 35 % de las personas manifestaban fumar tabaco
diariamente. El porcentaje encontrado en nuestra muestra es mayor a la
encontrada en Andalucía.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 213

¿Te sueles emborrachar?

Ante la pregunta de si suelen emborracharse, el 51.1 % (n = 112)


manifiesta emborracharse al menos una vez al mes, mientras que el 47.7 % (n
= 104) refiere no emborracharse nunca.
De las personas que responden afirmativamente a esta pregunta, el
28.9 % (n = 63) se suelen emborrachar una vez al mes, el 22.5 % (n = 49) lo
suelen hacer los fines de semana, y no hay ninguna de las personas evaluadas
que se identifiquen con la condición de emborracharse todos los días. La
edad media de la primera borrachera se sitúa en los 14.78 años (ver Tabla
2.15).

Tabla 2.15.
Frecuencia con la que se emborracha.

Frecuencia Porcentaje
No se emborracha nunca. 104 48,1
Se emborracha una vez al es. 63 29,2
Se suele emborrachar los fines de semana. 49 22,7
Total 216 100,0

Debe tenerse en cuenta que un 22.7 % se identifica con la condición de


emborracharse una vez en semana, opción que aumenta claramente las
consecuencias negativas del consumo de alcohol (ver Tabla 2.16).

Tabla 2.16.
Emborracharse / disponibilidad de dinero.

Disponibilidad mensual de dinero para gastos personales. Total


- de 120 € entre 120 - entre 205 y entre 307 y más de 540
204 € 306 € 540 € €
No se emborracha 67 15 6 3 5 96
nunca.
Se emborracha al 72 21 11 1 1 106
menos una vez al
mes.
139 36 17 4 6 202

La disponibilidad de dinero no parece guardar relación con el hecho de


emborracharse con cierta frecuencia.
214 José Miguel Martínez González.

Capacidad predictiva del nivel de protección sobre emborracharse.

o Predictor: Media de los valores asignados a los factores de


protección.
o Criterio: Emborracharse. Los niveles de la variable son: 0 =
no se emborracha nunca; 1 = se emborracha una vez al
mes; 2 = se emborracha los fines de semana; 3 = se
emborracha a diario.
La regresión indica que el nivel de protección en las personas predice la
frecuencia con la que se emborrachan los alumnos (Beta = -.146; p = .031). La
relación es inversa, de modo que a mayor nivel de protección en los alumnos o
no se emborrachan o se emborrachan menos frecuentemente de lo que lo
harían las personas menos protegidas (ver Tabla 2.17).
Tabla 2.17.
El valor de la media de todos los factores de protección como predictor del hecho de
emborracharse.

Correlaciones
Emborracharse Medias de los factores
de protección
Correlación de Pearson Emborracharse 1,000 -,146
Medias de los factores de -,146 1,000
protección
Sig. (unilateral) Emborracharse . ,016
Medias de los factores de ,016 .
protección
N Emborracharse 219 219
Medias de los factores de 219 219
protección
ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados

Regresión 2,953 1 2,953 4,711 ,031(a)


Residual 136,042 217 ,627
Total 138,995 218
a Variables predictoras: Media de los factores de protección.
b Variable dependiente: Emborracharse.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estandarizados confianza para B colinealidad
al 95%
B Error Beta Límite Límite Tole-rancia FIV
típ. inferior superior

Medias de -,277 ,128 -,146 -2,170 ,031 -,529 -,025 1,000 1,000
los factores
de
protección
______________________________________________________________________
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 215

Capacidad predictiva de la media de los factores de protección y la edad


de la primera borrachera sobre emborracharse.

o Predictores:
ƒ Media de los valores asignados a los factores de
protección.
ƒ Edad de la primera borrachera.
o Criterio: Emborracharse. Los niveles de la variable son: 0 =
no se emborracha nunca; 1 = se emborracha una vez al
mes; 2 = se emborracha los fines de semana; 3 = se
emborracha a diario.
El análisis de regresión múltiple muestra que los factores de protección
predicen la posterior frecuencia con la que se emborrachan las personas (Beta
= -.156; p = .022). Sin embargo, la edad de la primera borrachera no tiene
capacidad predictiva (Beta = .093; p = .170) (Ver Tabla 2.18).

Tabla 2.18.
La edad de la primera borrachera y el nivel de protección como predictores de la
frecuencia con la que se emborrachan las personas.

Correlaciones
Emborracharse Medias de Edad de la
los factores primera
de borrachera.
protección
Correlación de Pearson Emborracharse 1,000 -,146 ,076
Medias de los facfores de -,146 1,000 ,108
protección.
Edad de la primera borrrachera ,076 ,108 1,000
Sig. (unilateral) Emborracharse . ,016 ,132
Medias de los facfores de ,016 . ,055
protección.
Edad de la primera borrrachera ,132 ,055 .
N Emborracharse 219 219 219
Medias de los facfores de 219 219 219
protección.
Edad de la primera borrrachera 219 219 219
ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados

Regresión 4,137 2 2,069 3,313 ,038(a)

Residual 134,858 216 ,624

Total 138,995 218

a Variables predictoras: Medias de los factores de protección y edad en que se emborracha por primea vez.
b Variable dependiente: Emborracharse.
216 José Miguel Martínez González.

Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estandarizados confianza para B al colinealidad
95%
B Error Beta Límite Límite Toleran- FIV
típ. inferior superior cia
Valores de la -,296 ,128 -,156 -2,311 ,022 -,549 -,044 ,988 1,012
media de los
factores de
protección.
Edad de la ,041 ,030 ,093 1,377 ,170 -,018 ,101 ,988 1,012
primera
borrachera.
___________________________________________________________________________________

¿Bebes alcohol?.

De las personas que componen la muestra, el 28.9 % (n = 63) dice no


beber alcohol, mientras que el 70.2 % (n = 153) manifiesta beber al menos los
fines de semana. La mayoría de los que beben lo suelen hacer los fines de
semana (67 %; n = 146), sólo el 3.2 % (n = 7) lo hace dos o tres veces en
semana y sólo hay una persona que bebe a diario. Sólo el 29 % dice no beber
nunca alcohol (ver Tablas 2.19; 2.20; 2.21; 2.22).

Tabla 2. 19.
Uso que hace del alcohol.

Frecuencia Porcentaje
No bebe 63 29
Los fines de semana 146 67,3
Tres o cuatro veces a la semana 7 3,2
A diario 1 ,5
Total 217 100,0

Tabla 2.20.
Consumo de alcohol en UBE / gramos.

N Mínimo Máximo Media Desv. típ.


Cantidad Total UBE 171 0 72 10,99 11,65
GRAMOSAL 149 10 720 115,00 104,47

Tabla 2.21
Cantidad de personas que consumen cada tipo de bebida.

Vermut Cerveza Vino Fino Licores Cubalibres


5 70 31 1 56 138
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 217

Tabla 2.22.
Gramos de alcohol consumidos durante el fin de semana.
(n = 149 personas que han indicado la cantidad de alcohol consumido)

Frecuencia Porcentaje
No hace un consumo peligroso 82 55
Hace un consumo peligroso de alcohol 67 45
Total 149 100

A continuación se realiza un análisis de los resultados del consumo de


alcohol teniendo como referencia los criterios del Observatorio Español sobre
Drogas (Plan Nacional sobre Drogas, 2003) (ver Tabla 2.23)

Tabla 2.23.
Cuadro adaptado: Tipo de bebedores según el consumo diario en gramos o UBE.

Tipo de VARONES MUJERES


bebedores.
gr UBE gr UBE
Abstinentes. 0 0 0 0
Ligeros 0.8-20 1-2 0.8 1-2
Moderados 21-60 3-6 21-40 3-4
Altos 61-80 7-8 41-60 5-6
Excesivos 81-120 9-12 61-80 7-8
Gran riesgo. + 120 + 12 + 80 +8
Según los criterios de la Dirección Nacional de Salud Pública.
En el informe nº 2 del “Observatorio Español Sobre Drogas” (Página 23).
Plan Nacional Sobre Drogas. Madrid. 1999.

En los hombres se considera bebedores excesivos a partir de los 61 gr /


7-8 UBE al día, mientras que en el caso de la mujer el límite está en 41 gr / 5-6
UBE. Según la clasificación de la tabla anterior, el bebedor abusivo para el fin
de semana – viernes, sábado y domingo – en el caso de los hombres son
aquellos que ingieren a lo largo del fin de semana más de 183 gr . En el caso
de las mujeres serían las que consumen más de 123 gr. Según esta
clasificación, en la siguiente tabla puede verse que un 20.1 % de las personas
de la muestra presentan durante el fin de semana un consumo abusivo (ver
Tabla 2.24).
218 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.24.
Consumo abusivo de alcohol durante el fin de semana.
Se establece que hace un consumo abusivo en el caso de los hombres, los que consumen durante el fin
de semana más de 183 gr de alcohol, lo que equivale a consumir al día más de 61 gr. En el caso de las
mujeres consumen abusivamente alcohol aquellas que consumen durante el fin de semana más de 123
gr, que corresponden a 41 gr /día.

Frecuencia Porcentaje
No hacen un consumo abusivo de alcohol. 119 79.9
Sí hacen un consumo abusivo de alcohol. 30 20.1
Total 149 100.0

Usando, por tanto, los mismos criterios empleados por el estudio


epidemiológico de referencia en Andalucía “Los Andaluces ante las Drogas”
(2003), puede verse que en el trabajo mencionado encontraron que para una
población con una edad similar a la que tienen los alumnos de nuestro estudio,
los fines de semana abusaba del alcohol un 10.3 % de la población, mientras
que en nuestro estudio se alcanza casi el doble, esto es, el 20.1 %. El abuso de
alcohol junto a la incidencia del consumo de tabaco denotan en esta muestra
una clara tendencia al consumo de drogas legales.

Lugar habitual en el que consumen alcohol.

A diferencia de la muestra de alumnos de escuelas taller y como


consecuencia, probablemente, de vivir en un medio rural no había personas
que frecuentases los After (ver Tabla 2.26). En esta muestra, sin embargo, hay
un 11.2 % que los frecuenta aunque la gran mayoría de los alumnos que
refieren tomar alcohol con la frecuencia descrita en apartado anterior, lo suele
hacer en una bar o botellón. No podemos saber si el alto porcentaje de
personas que frecuentan el botellón pueden asociarse con el alto porcentaje
que refiere emborracharse. De cualquier forma, y como se esperaba, sí se
hace evidente que el consumo de alcohol entre estos jóvenes es de carácter
social.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 219

Tabla 2.26.
Lugar de consumo de alcohol.

BAR BOTELLON CASA CASA AMIGOS AFTER


67,3%; n =132 52,7%; n =96 15,4% n = 26 26,6%; n = 46 11,2%; n =19

De la anterior tabla no se desprende ningún patrón de intoxicación de


alcohol asociado a algún lugar concreto (ver Tabla 2.27). Las personas que se
suelen emborrachar al menos una vez al mes, se distribuyen entre las opciones
del mismo modo en que lo hacen las personas que se emborrachan con más
frecuencia.

Tabla 2.27.
Lugar de consumo de alcohol y emborracharse.

Se emborracha BAR BOTELLON CASA CASA AMIGOS AFTER

Una vez al mes 45 37 8 22 8


Fines de semana 37 35 10 15 9

Capacidad predictiva de la media de los factores de protección sobre el


consumo de alcohol.

o Predictor: Media de los valores asignados a los factores de


protección.
o Criterio: Consumo de alcohol. Los niveles de la variable son
los siguientes: 0 = no bebo; 1 = bebo los fines de semana;
2 = bebo 3 o 4 veces en semana; 3 = bebo a diario.
El análisis de regresión indica que los factores de protección no predice el
tipo de consumo de alcohol que hace la persona.
220 José Miguel Martínez González.

Capacidad predictiva del consumo de cánnabis y tener amigos


consumidores de drogas sobre el consumo de alcohol.

o Predictores:
ƒ Consumo de cánnabis. Los niveles de la variable son: 0 =
nunca; 1= una vez al mes; 2= fines de semana; 3= 2-6
veces en semana; 4= a diario.
ƒ Tener amigos consumidores de drogas ilegales: Los
niveles de esta variable son: 1 = ninguno; 2 = muy pocos; 3
= algunos; 4 = muchos; 5 = todos.
o Criterio: Consumo de alcohol. Los niveles de la variable son
los siguientes: 0 = no bebo; 1 = bebo los fines de semana; 2 =
bebo 3 o 4 veces en semana; 3 = bebo a diario.
Ambas variables no predicen conjuntamente el consumo de alcohol. El
consumo de cánnabis (Beta = .224; p = .004) predice la frecuencia con la que
las personas consumen alcohol, sin embargo, el hecho de tener amigos
consumidores de drogas no predice esta frecuencia (Beta = .055; p = .477) (ver
Tabla 2.25).

Tabla 2.25.
Capacidad predictiva del consumo de cánnabis y tener amigos consumidores de drogas
sobre el consumo de alcohol.

Correlaciones
Beber alcohol Tener amigos que Consumir
consumen drogas cánnabis.

Correlación de Pearson Beber alcohol 1,000 ,171 ,252


Tener amigos que consumen ,171 1,000 ,517
drogas.
Consumir cánnabis. ,252 ,517 1,000
Sig. (unilateral) Beber alcohol . ,006 ,000
Tener amigos que consumen ,006 . ,000
drogas.
Consumir cánnabis. ,000 ,000 .
N Beber alcohol 219 219 219
Tener amigos que consumen 219 219 219
drogas.
Consumir cánnabis. 219 219 219
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 221

ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados

Regresión 3,990 2 1,995 7,617 ,001(a)


Residual 56,572 216 ,262
Total 60,562 218
a Variables predictoras: Consumo de drogas de los amigos y consumo de cánnabis.
b Variable dependiente: Consumir alcohol
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estandarizados confianza para B al colinealidad
95%
B Error Beta Límite Límite Tole- FIV
típ. inferior superior rancia
Amigos ,026 ,037 ,055 ,712 ,477 -,046 ,099 ,733 1,364
toman
drogas
Consumo ,086 ,030 ,224 2,917 ,004 ,028 ,144 ,733 1,364
de cánnabis
____________________________________________________________________________________

¿Tus padres beben alcohol?.

Con respecto al consumo de alcohol de los padres el 24.3% (n = 53) de


los alumnos indican que su padre no toma alcohol, elevándose este porcentaje
a 54.1 % ( n = 18) en el caso de las madres. El 11.5 % (n = 25) de los padres
consumen alcohol a diario, siendo en el caso de las madres sólo un 3.2 % (n =
7). El porcentaje mayor en los padres corresponde a un consumo ocasional de
alcohol, mientras que las madres pueden asociarse mayoritariamente con un
patrón de abstinencia.

¿Tus amigos toman drogas ilegales?.

Como se ha venido diciendo que tener amigos consumidores de drogas


se constituye en un factor de riesgo muy poderoso para el inicio en el consumo
de drogas. En esta muestra, el 81.7 % dice tener amigos que consumen
drogas, de lo que se puede deducir que un porcentaje importante debe estar
protegido para el consumo de drogas, toda vez que aun teniendo amigos que
las toman ellos no lo hacen. Más delante analizaremos en profundidad esta
cuestión.
222 José Miguel Martínez González.

El 81.7 % (n = 178) de las personas de la muestra manifiesta tener al


menos un amigo que toma droga. El 71 % de estas personas tienen a más de
un amigo que consume drogas (ver Gráfica 8). Este porcentaje denota
claramente que las personas de la muestra se encuentran en un entorno en el
que conviven con otras personas que consumen drogas. Esta cercanía facilita
la instauración de determinadas creencias sobre el uso de drogas, moldea
representaciones sociales que probablemente faciliten el consumo
experimental, y convierten las drogas en algo accesible para cualquier persona.

Gráfica 8.
Cantidad de amigos que consumen drogas.

50,0%

40,55%
40,0%
Porcentaje

30,0%

19,82%
20,0% 17,97%
16,13%

10,0%
5,53%

0,0%
Ninguno Muy pocos Algunos Muchos Todos
Cantidad de amigos que toman drogas
ilegales

Teniendo en cuenta los porcentajes de participantes que conocen a


personas que toman drogas como la cocaína y la heroína, y sabiendo que la
incidencia de consumo de estas drogas en la muestra es mucho menor,
probablemente estemos hablando de que determinados grupos tengan también
fuera del instituto amigos que consumen drogas.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 223

Tabla 2.28.
Tipo de drogas ilegales que consumen los amigos de los amigos de los participantes.

Frecuencia Porcentaje
Heroína 39 17,9
Cocaína 43 19,7
Porros 88 40,4
Pastillas (drogas de diseño) 35 16,1
Toman varias drogas 12 5,5
Total 217 99,5

De las personas que consumen cánnabis, todos tienen al menos un


amigo que tome drogas. Destacar que de los consumidores de cánnabis
ninguno dice no tener amigos que no consuman drogas ilegales, lo que
muestra el determinismo relacional de algunos consumidores de drogas
ilegales (ver Tabla 2.28). En estos casos las personas que se encuentran en
este grupo no disponen de relaciones sociales sanas, esto es, amigos que no
tengan contacto con las drogas ilegales. Como se ha podido ver en la tabla
anterior, los amigos que consumen este tipo de drogas suelen tomar cánnabis
(ver Tabla 2.29).

Tabla 2.29.
Tener algún amigo que consume drogas ilegales / consumir cánnabis.

No tiene amigos que Sí tiene amigos que


consumen drogas consumen drogas ilegales
ilegales.
No consume cánnabis 39 93 132
Sí consume cánnabis 84 84
39 177 216

¿Fumas en la actualidad?.

Fuma el 48.4 % (n = 104) de la muestra, corroborando una vez más la


alta incidencia de consumo de drogas legales en el entorno de las personas
que han respondido al cuestionario (ver Tabla 2.30).
224 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.30.
Alumnos que fuman en la actualidad.

Frecuencia Porcentaje válido


No fuma 111 51,6
Si fuma 104 48,4
Total 215 100,0

Tabla 2.31.
Tener padres fumadores / fumar en la actualidad.

La persona fuma en la Total


actualidad.
No fuma. Si fuma
No fuma ninguno. 49 37 86
Fuma sólo el padre. 24 22 46
Fuma sólo la madre. 16 22 38
Fuman los dos. 22 23 45
111 104 215

Al analizar la relación entre los consumos de tabaco de los padres y los


alumnos, no parece desprenderse que pueda existir una relación directa entre
el consumo de tabaco de los padres y el consumo de tabaco en los alumnos
(ver Tabla 2.31).

Consumo de drogas ilegales.

El 41.6 % (n = 91) de los participantes consume algún tipo de droga


ilegal alguna vez al mes, mientras que el 57.5 % (n = 126) refiere no consumir
ningún tipo de droga ilegal. De las 91 personas que consumen algún tipo de
droga ilegal, el 25 % (n = 24) son policonsumidores, mientras que el 72 % (n =
67) consumen sólo cánnabis. Esto nos puede hacer pensar que los resultados
del estudio apuntan fundamentalmente al consumo de cánnabis.
La incidencia del consumo de drogas ilegales es por tato la siguiente:
* Tomar tranquilizantes. Manifiesta tomar tranquilizantes sólo el 1.8 % (n
= 4) de la muestra, en su mayoría mujeres. Dos de las personas las
toman una vez al mes y el resto lo hacen entre dos y tres veces en
semana. Los que dicen tomarlas lo hicieron por primera vez a los 10.78
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 225

años como promedio. En la población andaluza (Los Andaluces ante las


Drogas, 200519) el consumo sin embargo alcanza hasta el 3.5 %.
* Toman drogas de diseño. Refieren tomar estimulantes (drogas de
diseño) al menos una vez al mes el 5.5 % (n = 12) personas. Tomaron
por primera vez a los 14 años como promedio. En la población general
(Los Andaluces ante las Drogas) se obtiene un consumo de éxtasis y
otras drogas de síntesis el 0.8 %.
* Tomar cánnabis. Toman cánnabis al menos una vez al mes el 38.5 %
(n = 84) de la muestra. La media de edad de la primera vez que fumaron
cánnabis fue a los 15.26 años. En el estudio de Los Andaluces Ante las
Drogas (2003), se obtiene que consumen cánnabis un 9 % de la
población. En nuestra muestra se observa más del doble.
* Tomar heroína. Manifiestan tomarla el 1.8 % (n = 4) de las personas.
En la población general andaluza se encuentra un 0.1 % (Los Andaluces
ante las drogas, 2003). La media de la edad en que la prueban por
primera vez fue 21.59 años.
* Tomar cocaína. Toma cocaína el 7.3 % (n = 16) de la muestra. En el
estudio de los Andaluces ante las Drogas consumen cocaína un 2.2 %
de la población. La media del inicio en el consumo fue de 20.38 años.
* Tomar alucinógenos. Refieren tomar alucinógenos al menos una vez al
mes el 5.5 % (n = 12 ) de la muestra. La media de edad a la que
tomaron esa droga por primera vez es de 15 años. En la población
general (Los Andaluces ante las drogas, 2003) se observa que
consumen alucinógenos un 0.3 %.
Existe, por tanto una, gran incidencia de consumo de drogas tanto
legales como ilegales en la muestra de alumnos estudiada si la comparamos
con la obtenida en población andaluza, así como en estudios a nivel nacional.
En la siguiente tabla pueden comprobarse estas diferencias, incidencia de
consumo que convierte claramente el entorno de las personas de la muestras
en un entorno de alto riesgo para el consumo de drogas.

19
La incidencia relativa al consumo de drogas en la población andaluza hace referencia al
consumo realizado en los últimos 6 meses.
226 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.32.
Comparación de la incidencia del consumo de drogas en población andaluza general,
alumnos de enseñanza secundaria y en la muestra empleada del estudio.

Incidencia del Incidencia de Incidencia en Encuesta


consumo de drogas consumo de drogas Nacional: Enseñanzas
legales e ilegales en la legales e ilegales en la Secundarias20.
muestra estudiada. población andaluza.
Tabaco 48.4 % 34.4 % 28.7 %
Alcohol 20.1 % 10.5 % 27.3 %
(Emborracharse al
menos una vez al
mes).
Tranquilizantes 1.8 % 1.5 % 2.4 %
Estimulantes 5.5 % 0.8 % 1.3 %
Cánnabis 38.5 % 9% 25 %
Heroína 1.8 % 0.1 %
Cocaína 7.3 % 2.2 % 3.6 %
Alucinógenos 5.5 % 0.3 % 1.4 %

En esta tabla (Tabla 2.32) puede verse que excepto en el caso de la


incidencia del consumo de tranquilizantes en el que hay más incidencia de
consumo en la población general, en el resto de las drogas se da una
incidencia en la muestra del estudio muy por encima de los datos encontrados
en Los Andaluces ante las Drogas (2005). En algunos casos la diferencia es
bastante amplia.
De los que consumen algún tipo de droga, el 73.6 % sólo consume una
droga, que sueles ser en su mayoría el cánnabis, mientras que el 26.4 % de los
que toman algún tipo de droga consumen más de una droga, por lo que puede
considerarse policonsumo (ver Tabla 2.33).

Tabla 2.33.
Incidencia de policonsumo.

Frecuencia Porcentaje
No hacen policonsumo (consumen sólo una droga ilegal) 67 73.6
Si hacen policonsumo 24 26.4
Total 91 100.0

20
Encuesta Estatal sobre el consumo de drogas en Enseñanzas secundarias (2004).
Delegación del Plan Nacional sobre drogas.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 227

Como se ha podido ver, la edad media del inicio en cada una de las
drogas es menor en éste muestra en comparación con la población en general.
En ocasiones puede darse una diferencia que lleva a que la edad en que
consume por primera vez una droga es casi la mitad de la encontrada en la
población general, como es en el caso de la heroína y tranquilizantes21. En el
caso del tabaco o cánnabis, que son las dos drogas que se han sometido al
análisis comparativo en este estudio, se inician en torno a dos años antes en el
consumo de las mismas de lo que lo hacen las personas de la población en
general que refieren consumirlas (ver Tabla 2.34).

Tabla 2.34.
Media de edad de inicio en el consumo de cada droga.

N Edad Media de Desv. típ. Edad Media


la primera vez de la primera
que la vez según
consume de la población
muestra general,
estudiada 2003
EDAD primer cigarrillo 154 14,14 2,18 16.54
EDAD primera borrachera 111 14,78 2,52
EDAD primera vez que toma tranquilizantes 9 10,78 8,36 35.89
EDAD primera vez que toma estimulantes 16 14,00 5,67 21.8
EDAD primera vez que toma cánnabis 73 15,26 2,67 17.66
EDAD primera vez que toma heroína 3 10,00 8,89 21.59
EDAD primera vez que toma alucinógenos 9 15,00 5,94 19.35
EDAD primera vez que toma cocaína 16 15,37 4,33 20.38
Estudio población general: Los Andaluces ante las Drogas, 2003.

¿Faltas a clase?.

El interés de este ítem radica en que puede ser un indicador de la


evolución de los alumnos a lo largo del curso (ver Gráfico 9).

21
Debe tenerse en cuenta al interpretar estos resultados que el número de personas de la
muestra que consumen estas sustancias es pequeño, debiéndose tener precaución al
considerar los valores de la media de edad de inicio en el consumo.
228 José Miguel Martínez González.

Gráfica 9.
¿Faltas a clase?.

60,0% 58,99%

50,0%

40,0%
Porcentaje

30,0%
24,88%

20,0%
14,75%

10,0%

0,92% 0,46%
0,0%
A

C
N

B
oc

as

as
un

ve
as

ta

is
ca

ce

nt

ie
s
ve

m
s
ce

pr
ve
s

e
ce
s
Faltar a clase.

Indicar que aproximadamente sólo el 25 % manifiesta no faltar nunca, lo


que indica un porcentaje de absentismo importante (ver Gráfica 9). El resto se
distribuye mayoritariamente en la opción de pocas veces, a veces, bastantes
veces y casi siempre.
En la Tabla (2.35) puede verse como coincide el hecho de tener amigos
consumidores y faltar en más ocasiones a clase. Esta vinculación que
probablemente vendrá matizada por el hecho de ser también consumidor
afecta a la asistencia a clase, lo que incrementaría a su vez el bajo rendimiento
o fracaso escolar.

Tabla 2.35.
Tener amigos que consumen drogas y faltar a clase.

Tener amigos que consumen Total


drogas ilegales
Faltar a clase No Sí
tienen amigos tienen amigos
consumidores consumidores
Nunca 18 36 54
Pocas veces 18 110 128
A veces 3 29 32
Bastantes veces 2 2
Casi siempre 1 1
39 178 217
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 229

En la relación de emborracharse y faltar a clase sí parece existir mayor


relación. Existe mayor número de personas que se identifican con el hecho de
faltar algunas veces a clase y emborracharse. Podría asociarse también con la
condición de no emborracharse nunca y no faltar a clase nunca. El porcentaje
de personas que se emborrachan aumenta en las opciones de faltar pocas
veces y a veces (ver Tabla 2.36).

Tabla 2.36.
Relación emborracharse / faltar a clase.

Nunca Pocas A Bastantes Casi


veces veces veces siempre
No se emborrachan 36 60 7 1 104
Sí se emborrachan 18 67 25 1 1 112
54 127 32 2 1 216

Al parecer, tanto consumir cánnabis y, si cabe en mayor medida,


emborracharse guarda relación con el absentismo, correspondencia
característica de un perfil de riesgo que facilita el fracaso escolar por un lago y
el inicio en el consumo de drogas ilegales o conductas de abuso de alcohol por
otro.

El consumo de cánnabis como predictor del absentismo.

ƒ Variable predictora: Consumo de cánnabis. Los niveles de la


variable son: 0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de
semana; 3 = entre 2 y 6 veces en semana; 4 = a diario
ƒ Variable Criterio: Faltar a clase. Esta variable tiene cinco
niveles: Faltar a clase: 1= nunca, 2= pocas veces, 3= a
veces, 4= bastantes veces, 5= casi siempre.
El análisis de regresión muestra que el consumo de cánnabis predice el
nivel de absentismo en una relación positiva, de modo que a mayor consumo
de cánnabis mayor probabilidad existe de que la persona falta a clase (Beta =
.234; p = .000) (ver Tabla 2.37). Estos resultados vinculan claramente el
consumo de cánnabis con el absentismo y si tenemos en cuenta que el
230 José Miguel Martínez González.

absentismo se relaciona con el fracaso escolar, el cánnabis podría de este


modo facilitar el fracaso escolar. Esta hecho pone de relieve una más de las
consecuencias de su consumo en el grupo de personas que están estudiando.
No parece razonable desatender esta posible consecuencia del consumo de
cánnabis cuando se analizan los problemas derivados de su uso.

Tabla 2.37.
El consumo de cánnabis como predictor del absentismo.

Correlaciones
Faltar a clase Consumo de cánnabis

Correlación de Pearson Faltar a clase 1,000 ,234


Consumo de cánnabis ,234 1,000
Sig. (unilateral) Faltar a clase . ,000
Consumo de cánnabis ,000 .
N Faltar a clase 219 219
Consumo de cánnabis 219 219
ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados
Regresión 5,564 1 5,564 12,524 ,000(a)
Residual 96,400 217 ,444
Total 101,963 218
a Variables predictor: Consumo de cánnabis.
b Variable dependiente: Faltar a clase.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficien- t Sig. Intervalo de confianza Estadísticos de
estandarizados tes para B al 95% colinealidad
estanda-
rizados
B Error Beta Límite Límite Tolerancia FIV
típ. inferior superior

Consumo ,117 ,033 ,234 3,539 ,000 ,052 ,181 1,000 1,000
de
cánnabis

En los últimos meses, ¿has sido atendido en el servicio de urgencias de


un hospital por presentar síntomas como: taquicardia, nerviosismo,
mareos, malestar gástrico?.

Un 10 % de la muestra ha estado alguna vez en el servicio de urgencias


en los últimos tres meses como consecuencia de presentar síntomas como
taquicardia, nerviosismo, mareos, malestar gástrico, síntomas compatibles con
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 231

el consumo de estimulantes o cánnabis. Es cierto que no podemos saber con


certeza si los síntomas que se proponen y a lo que han respondido los alumnos
son consecuencia en todos los casos del consumo previo de algún tipo de
droga, pero puede servirnos de indicio para valorar la frecuencia con que se
dan los estados de intoxicación aguda tras el consumo de éstas (ver Tabla
2.38)

Tabla 2.38.
¿Has sido atendido en los tres últimos meses en el servicio de urgencias?

FrecuenciaPorcentaje
Nunca 196 90,3
Pocas veces 13 6,0
A veces 3 1,4
Bastantes veces 5 2,3
Total 217 100,0

Cantidad de personas que cree pueden estar consumiendo distintas


drogas en el instituto.

Si tenemos en cuenta, con respecto a la incidencia que el alumno


considera que tienen cada una de las distintas drogas, el orden que se
establece en cuanto a su presencia en el instituto como entorno más cercano,
se encuentra en primer lugar el consumo de tabaco, seguido de porros y
alcohol. Llama la atención que los porros se sitúen por delante de la incidencia
del consumo de alcohol, siendo ésta última legal (ver Tabla 2.39). La creencia
del alumnado parece, por tanto, destacar la presencia del consumo de tabaco y
porros por delante del resto de drogas, lo que podría ayudar a entender la
permisividad existente, en un porcentaje considerable de los jóvenes, para el
consumo de cánnabis.
232 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.39.
Medias de cantidad de personas que pueden estar consumiendo cada droga en su
instituto.
1= Ninguno; 2 = Muy pocos; 3 = Algunos; 4 = Bastantes; 5 = Todos.

N Mínimo Máximo Media Desv.


típ.
Consumo en el instituto de tabaco 210 1 5 4,14 ,61
Consumo en el instituto de porros 211 1 5 3,39 ,88
Consumo en el instituto de alcohol 205 1 5 3,31 1,38
Consumo en el instituto de drogas de diseño 202 1 5 2,24 1,01
Consumo en el instituto de cocaína 201 1 5 2,14 ,99
Consumo en el instituto de tranquilizantes 199 1 5 1,86 ,81
Consumo en el instituto de heroína 198 1 5 1,64 ,78

Cantidad de personas que cree pueden estar consumiendo distintas


drogas en la ciudad.

Destacar que en el orden establecido con respecto a la incidencia de


consumo de drogas que la persona cree se está dando en su ciudad, se
encuentra en primer lugar el consumo de tabaco y alcohol, seguido de los
porros: en ése caso, el consumo de porros quedaría en tercer lugar. Pero es
llamativo el hecho de que consideren que haya más personas que consumen
cocaína en su ciudad que tranquilizantes. El consumo de cocaína se
establecería según esta percepción en cuarto lugar por delante de las drogas
de diseño (ver Tabla. 2.40).

Tabla 2.40.
Medias de cantidad de personas que pueden estar consumiendo cada droga en su
ciudad.
1= Ninguno; 2 = Muy pocos; 3 = Algunos; 4 = Bastantes; 5 = Todos.

N Mínimo Máximo Media Desv.


típ.
Consumo en tu ciudad de tabaco 210 1 5 4,25 ,63
Consumo en tu ciudad de alcohol 208 1 5 4,12 ,73
Consumo en tu ciudad de porros 210 1 5 3,90 ,82
Consumo en tu ciudad de cocaína 205 1 5 3,15 1,10
Consumo en tu ciudad de drogas diseño 205 1 5 3,07 1,00
Consumo en tu ciudad de tranquilizantes 204 1 5 2,70 1,02
Consumo en tu ciudad de heroína 204 1 5 2,58 1,08
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 233

Grado de dificultad con el que se puede conseguir drogas ilegales en el


entorno de participante.

Tengamos en cuenta que un 64 % considera que es muy fácil o fácil


conseguir drogas en su entorno, lo que podría indicar de algún modo la
accesibilidad de éstas en los institutos (ver Gráfica 10). Probablemente y por el
tipo de consumo podría tratarse de cánnabis.
El hecho de que tantas personas perciban esta facilidad para conseguir
drogas muestra, una vez más, que se trata de una muestra que se encuentra
bajo variables claramente de riesgo. La accesibilidad a la droga se considera
entre los más significativos factores de riesgo para el inicio en el consumo de
drogas.

Gráfica 10.
Grado de dificultad con la que se pueden conseguir drogas ilegales en tu entorno.

40,0%

34,11%
31,78%

30,0%
Porcentaje

20,09%
20,0%

10,0%
7,01% 7,01%

0,0%
M

M
eg

ifí
uy

uy
ci

c
ul
l

il

di
a

fíc
ci

r
l

il

Grado de dificultad con el que se


pueden conseguir drogas ilegales.
234 José Miguel Martínez González.

La dificultad para conseguir drogas en el entorno y la disponibilidad de


dinero como predictores del consumo de cánnabis.

o Predictores:
ƒ Grado de dificultad para conseguir drogas ilegales
en el entorno. Los niveles de la variable son: 1= muy
fácil; 2 = fácil; 3 = regular; = difícil; 5= muy difícil.
ƒ Disponibilidad de dinero. Los niveles de esta variable
son: 1 = menos de 12 €; 2 = entre 120 y 204 €; 3 =
entre 204 y 306 €; 4 = entre 306 y 540 €; 5 = más de
540 €.
o Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la variable
son: 0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de semana; 3
= entre 2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.
El análisis de regresión múltiple muestra que la dificultad para conseguir
drogas en el entorno sí predice el consumo de cánnabis. Según esto, a mayor
percepción de dificultad para conseguir drogas en el entorno menos probable
es que se consuma cánnabis (Beta = -.148; p = .28). Por otro lado, la
disponibilidad de dinero, al menos en éste contexto de análisis no tiene
capacidad predictiva (Beta = .118; p = .079) (ver Tabla 2.41).

Tabla 2.41
La dificultad para conseguir drogas ilegales y la disponibilidad de dinero como
predictores del consumo de cánnabis.

Correlaciones
Consumir Grado de Disponibi-
cánnabis dificultad lidad de
para dinero
conseguir
drogas
Correlación de Pearson Consumir cánnabis 1,000 -,154 ,126
Dificultad para conseguir -,154 1,000 -,053
drogas
Disponibilidad de dinero ,126 -,053 1,000
Sig. (unilateral) Consumir cánnabis . ,011 ,031
Dificultad para conseguir ,011 . ,217
drogas
Disponibilidad de dinero ,031 ,217 .
N Consumir cánnabis 219 219 219
Dificultad para conseguir 219 219 219
drogas
Disponibilidad de dinero 219 219 219
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resultados. 235

ANOVA
Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática
Regresión 15,402 2 7,701 4,219 ,016(a)
Residual 394,260 216 1,825
Total 409,662 218
a Variables predictoras: Dificultad para conseguir drogas y disponibilidad de dinero.
b Variable dependiente: Consumo de cánnabis,
Coeficientes
Coeficientes Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
no estandarizados confianza para B al colinealidad
estandarizados 95%
B Error Beta Límite Límite Tolerancia FIV
típ. inferior superior
Dif. -,172 ,078 -,148 - ,028 -,326 -,019 ,997 1,003
conseguir 2,210
drogas
Disp. ,172 ,098 ,118 1,765 ,079 -,020 ,364 ,997 1,003
dinero
____________________________________________________________________________________

¿Cómo has conocido las características de las drogas?.

El interés de este ítem radica en la necesidad de conocer el medio a


través del cual los jóvenes están obteniendo información sobre las drogas,
porque dependiendo de la fuente informativa, lo que los jóvenes terminan
sabiendo de las drogas podría ser más o meno objetivo. La objetividad, por
tanto, podría diferir dependiendo de la fuente sabiendo que, por ejemplo, en el
caso de que la información provenga de los amigos, esta podría estar matizada
probablemente por la propia experiencia personal de consumo o de personas
cercanas, opciones en ambos casos facilitadoras de modelos subjetivos.
Aunque lo deseable desde el punto de vista preventivo sería que la información
sobre drogas les llegue a los jóvenes a través de la familia, la mayoría obtiene
esta información a través de los amigos y la televisión (ver gráfico).
236 José Miguel Martínez González.

Gráfica 11.
Medio por el que ha obtenido información sobre las drogas.

140
129

120

100 93
Suma

80

60

41
40
29

20
12

0
te

fa
am

ra

pr
m
le

di

en
ig
vi

ili
o

s
os

a
si

a
ón
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: identidad de grupo. 237

Identidad de grupo

x ¿Cómo se siente cuando se relaciona con consumidores de drogas?.


x ¿Te identificas con las personas que toman drogas ilegales?.
x ¿Estarías dispuesto a ser amigo de alguien que consuma algún tipo de
droga?.
x La identidad de grupo como predictor del consumo de cánnabis.
238 José Miguel Martínez González.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: identidad de grupo. 239

Cuando te relacionas / o tuvieses que relacionarte con personas que


toman drogas ilegales, ¿Cómo te sientes / o te sentirías?.

La mayoría de las personas manifiestan sentirse regular, bien o muy


bien, lo cual es esperable por la gran cantidad de personas de la muestra que
tienen amigos consumidores de droga ilegales (ver Gráfico 12). Este hecho
podría explicarse en parte también por la permisividad del ambiente en que se
encuentran, existiendo un gran porcentaje de alumnos que consumen
cánnabis. Es probable que en las representaciones sociales de estas personas
se de una aceptación de otras que toman estas drogas, toda vez que es muy
probable tener algún compañero con el que se comparte alguna actividad
académica que las tome.

Gráfico 12.
Cómo te sientes o sentirías relacionándote con consumidores de drogas.

40,0% 37,67%
36,74%

30,0%
Porcentaje

20,0%

11,16%
9,77%
10,0%

4,65%

0,0%
M

M
ie
eg
uy

al

uy
n
ul
m

bi
ar

en
al

¿Cómo te sentirías al relacionarte con


personas que consumen drogas?

Un número importante (n= 98) no manifiesta sentirse bien al relacionarse


con personas consumidores, dicen sentirse muy mal, mal y regular, pero sin
embargo tienen relación con ellos (ver Gráfico 13). Esta condición en la que
coexiste tener algún amigo consumidor y no sentirse bien con esa relación será
240 José Miguel Martínez González.

estudiada más adelante, una vez analizados aquellos casos que aún teniendo
amigos que toman drogas ellos no las consumen.

Gráfico 13.
Relación tener amigos consumidores y cómo se siente al relacionarse con
personas que consumen drogas.

¿Cómo te sentirías
al relacionarte con
consumidores?
Muy Mal
Mal
Regular
80 76 Bien
68 Muy bien

60
Recuento

40

20
14 12
11 10 10
9
5

0
No tiene amigos Si tiene amigos

¿Te identificas con las personas que toman drogas ilegales?.

La mayor parte de la muestra sí se identifica con consumidores de


drogas, ya que la mayoría de las personas se agrupan entre las opciones muy
poco, algo, bastante y totalmente. Teniendo en cuenta la incidencia que tiene
en esta población el consumo de cánnabis, podría pensarse que la mayoría se
identifican de algún modo con personas que consumen cánnabis, porque ellos
mismos lo consumen y tienen amigos que lo hacen (ver Gráfico 14).
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: identidad de grupo. 241

Gráfica 14.
Grado en que se identifican los participantes con los consumidores.

39,53%
40,0%

30,0%
Porcentaje

24,65% 24,65%

20,0%

10,0% 8,84%

2,33%

0,0%
A

T
N

ot
lg

as
ad

uy

al
ta
a

po

m
n

en
te
co

te
Grado en el que se identifica con
consumidores de drogas.

En el Gráfico 15 podemos observar como efectivamente la mayoría de


las personas que se identifican más con las personas que toman drogas tienen
algún amigo consumidor. Sentirse identificado con un grupo de personas lleva
consigo asumir las normas implícitas, hábitos y permisividad hacia el consumo
de determinadas drogas en ese grupo. La pertenencia al grupo se convierte
una vez más en un determinante que lleva a su vez a la personas a
identificarse con otras que son parte de este grupo y que consumen cánnabis.
El sentimiento de identidad del grupo probablemente facilite el inicio en el
consumo de cánnabis, lo que se ve confirmado por los resultados. Esta relación
se estudiará en profundidad más adelante.
No obstante, llama la atención que 55 personas que dicen tener amigos
consumidores de drogas no se identifican nada con las personas que
consumen drogas.
242 José Miguel Martínez González.

Gráfico 15.
Tener algún amigo que consume drogas ilegales / grado en que se identifica con las
personas que consumen drogas.

ME IDENTIFICO
Nada
Muy poco
Algo
Bastante
Totalmente
60
55
51
50
46
Recuento

40

30
30

20 19

10 7
5
2
0
No Si
Tener amigos
consumidores de drogas.

¿Estaría dispuesto a ser amigo de alguien que consuma algún tipo de


droga ilegal?.

El 83 % manifiesta sí estar dispuesto, lo que lo convierte en un grupo


más vulnerable para iniciarse en el consumo, toda vez que este porcentaje lo
forman aquellas personas que estarían dispuestos desde un nivel equivalente a
“regular”, “estaría dispuesto” y “totalmente dispuesto”. Un 20 % (totalmente
dispuesto) muestra estar en una situación incondicional, incrementándose más,
si cabe, el riesgo mencionado (ver Gráfico 16).
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: identidad de grupo. 243

Gráfico 16.
¿Estarías dispuesto a ser amigo de algún consumidor?.

50,0%

41,94%
40,0%
Porcentaje

30,0%

21,2% 20,28%
20,0%

10,6%
10,0%
5,99%

0,0%

T
D

ot
st
e

eg
uy

al
ar
ni

ul
po

m
ng

í
ar

en
co
ú

di
n

te
sp
m

u
od

es
o

to

La identidad con consumidores como predictor del consumo de cánnabis.

o Predictor: Grado con el que se identifican con personas


que consumen drogas. Los niveles de la variable son: 1 =
nada; 2 = muy poco; 3 = algo; 4 = bastante; 5 = totalmente.
o Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la variable
son: 0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de semana; 3
= entre 2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.
El análisis de regresión muestra que el hecho de identificarse con
personas que consumen drogas predice el posterior consumo de cánnabis
(Beta = .51; p =.000) (ver Tabla 2.42), de lo que se desprende que los procesos
de identidad grupal tienen cierto peso en la emisión de conductas tendentes al
consumo de drogas.
244 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.42.
Identificación con consumidores de drogas ilegales como predictor del consumo de
cánnabis.

Correlaciones
Identificarse con las
Consumo personas que consumen
de cánnabis drogas
Correlación de Pearson Consumo de cánnabis 1,000 ,514
Identificarse con personas que
consumen drogas ,514 1,000
Sig. (unilateral) Consumo de cánnabis . ,000
Identificarse con personas que
consumen drogas ,000 .
N Consumo de cánnabis 219 219
Identificarse con personas que
consumen drogas 219 219
ANOVA

Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.


Regresión 108,260 1 108,260 77,943 ,000(a)
Residual 301,402 217 1,389
Total 409,662 218
a Variable predictora: Me identifico con personas que consumen drogas.
b Variable dependiente: Consumo de cánnabis.
Coeficientes
Coeficientes
Coeficientes no estandariza- Intervalo de confianza Estadísticos de
estandarizados dos t Sig. para B al 95% colinealidad

Error Límite Límite Toleran-


B típ. Beta inferior superior cia FIV
Se
identifica
con
personas ,649 ,074 ,514 8,829 ,000 ,504 ,794 1,000 1,000
que
consumen
drogas
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 245

Factores de Protección.

x Factores de protección en función de la edad.


x Factores de protección en función de emborracharse al menos una
vez al mes.
x Factores de protección ente el consumo peligroso de alcohol.
x Factores de protección ante el consumo de cánnabis.
x Media de los factores de protección ante el cánnabis como predictor
del consumo de cánnabis.
x Factores de protección ante el consumo de tabaco.
x Factores de protección en función del género.
x Factores de protección ante el consumo de algún tipo de droga
ilegal.
x Factores de protección en función de que trabaje uno o los dos
padres.
x Factores de protección cuando se tienen amigos consumidores de
drogas.
x Factores de protección ante el policonsumo.
x Factores de protección en función de la edad sobre una muestra de
personas que no consumen drogas. Se analizan los factores de
protección que han sido significativos ante algun droga ilegal.
x Comparación de los factores de protección entre los alumnos de
escuelas taller y alumnos de CFGM / PGS.
x Factores de protección dependiendo de su las personas consideran
que las drogas hay que conocerlas o es algo peligroso.
x Los factores de protección ante el cánnabis, disponibilidad de dinero
y tener amigos consumidores de drogas como predictores del
consumo de cánnabis.
x Relación entre miedo a las drogas y tener amigos consumidores.
x El miedo a las drogas y la percepción de incidencia de consumo de
cánnabis en la ciudad en la que se reside como predoctores del
consumo de cánnabis.
x ¿Qué neutraliza el peso de la percepción de incidencia de consumo
de cánnabis en la ciudad sobre el uso de esta droga?
246 José Miguel Martínez González.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 247

Para comparar diferente grupos y así conocer la posible existencia de


diferencias significativas entre las respuestas de los diferentes grupos a los
ítems del cuestionario de protección, se realiza una comparación de medias
usando el estadístico “t- student”, estableciendo un nivel de significación para
tomar decisión estadística de 0.05. Se ha pretendido conocer como se
comportan los factores de protección en función de la edad, emborracharse o
no, hacer un consumo peligroso de alcohol, consumir cánnabis, fumar tabaco,
el género, consumir o no algún tipo de droga ilegal, el hecho de que trabajen
los dos padres, tener algún amigo que consume drogas ilegales y el hecho de
que la persona consuma o no consuma drogas y consumir sólo una droga
ilegal o hacer un policonsumo.

Factores de protección en función de la edad.

Se ha extraído una submuestra de 71 alumnos, de los cuales el 52.1 %


(n = 37) tiene 19 años o menos mientras que el 47.9% (n = 34) tiene 20 años o
más.
En la Tabla (2.43) podemos ver que al comparar los dos grupos de
personas, esto es, los que tienen 19 años o menos y los que tienen 20 años o
más, han arrojado diferencias estadísticamente significativas dos variables:
“estilo directivo en la educación“ (t = 2.062; p = .043) y “nivel alto de
autoaceptación” (t = 2.434; p = .018). En ambos casos los mayores valores de
las medias correspondían al grupo de personas de menor edad, de modo que
las variables indicadas están más presentes, como variables de protección, en
los alumnos más jóvenes.
248 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.43.
Comparación según la edad.
Grupo 1 = tienen 19 años o menos (52.1 %; n = 37) / Grupo 2 = tiene 20 años o más (47.9%; n
= 34).

Grupos t gl p=
Desviación
Medias típica.
Apego Tiene 19 años o
4,22 1,058 1,148 69 ,255
menos
Tiene 20 años o más 3,94 ,952
Normas familiares claras Tiene 19 años o
3,54 1,216 ,483 69 ,631
menos
Tiene 20 años o más 3,38 1,538
Miedo a las drogas Tiene 19 años o
2,62 1,516 1,003 69 ,319
menos
Tiene 20 años o más 2,28 1,355
Estilo directivo en la Tiene 19 años o
educación menos 2,81 1,151 2,062 69 ,043
Tiene 20 años o más 2,29 ,938
Celebración en familia de Tiene 19 años o
5,35 8,979 1,186 69 ,240
cumpleaños, fiestas, etc. menos
Tiene 20 años o más 3,50 1,542
Realizar actividades Tiene 19 años o
satisfactorias con amigos menos 3,51 1,539 ,849 69 ,399
Tiene 20 años o más 3,24 1,182
Participación en actividades Tiene 19 años o
de la iglesia menos 1,27 ,769 -1,472 69 ,146
Tiene 20 años o más 1,55 ,851
Locus de control interno Tiene 19 años o
4,11 ,936 -,142 69 ,887
menos
Tiene 20 años o más 4,15 1,158
Valorar la salud Tiene 19 años o
2,97 1,213 -,319 69 ,751
menos
Tiene 20 años o más 3,06 1,043
Destrezas para trabajar con Tiene 19 años o
otros menos 4,41 ,798 -,491 69 ,625
Tiene 20 años o más 4,50 ,826
Alto rendimiento escolar Tiene 19 años o
2,81 ,811 -1,627 69 ,108
menos
Tiene 20 años o más 3,15 ,926
Valor de autosuperación Tiene 19 años o
3,70 1,266 -1,360 69 ,178
menos
Tiene 20 años o más 4,98 5,561
Cumplimiento de normas de Tiene 19 años o
la comunidad menos 3,59 ,985 -,613 69 ,542
Tiene 20 años o más 3,73 ,789
Nivel alto de Tiene 19 años o
4,19 ,938 2,434 61 ,018
autoaceptación menos
Tiene 20 años o más 3,55 1,233
Expectativas positivas de Tiene 19 años o
futuro menos 3,97 ,928 -,123 69 ,902
Tiene 20 años o más 4,00 ,921
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 249

Adquirir y cumplir Tiene 19 años o


compromisos menos 3,94 ,743 ,311 69 ,757
Tiene 20 años o más 3,88 ,913
Normas claras en la Tiene 19 años o
3,78 1,004 ,073 69 ,942
escuela menos
Tiene 20 años o más
3,76 1,208

Relación con entidades Tiene 19 años o


valoradas socialmente menos 1,62 ,953 ,193 69 ,847
(como ONGs)
Tiene 20 años o más 1,58 1,016
Valoración positiva de los Tiene 19 años o
padres del grupo de amigos menos 4,21 ,843 -1,050 69 ,297
Tiene 20 años o más 4,43 ,886
Que los padres refuercen Tiene 19 años o
los logros de los hijos menos 3,59 1,189 -1,033 69 ,305
Tiene 20 años o más 3,87 1,008
Estabilidad y cohesión Tiene 19 años o
3,16 1,259 ,124 69 ,901
familiar menos
Tiene 20 años o más 3,13 1,174
Percepción de utilidad de ir Tiene 19 años o
al colegio menos 4,35 ,824 ,237 69 ,814
Tiene 20 años o más 4,30 ,870
Tener buen grado de Tiene 19 años o
autocontrol menos 4,19 ,739 1,930 69 ,058
Tiene 20 años o más 3,79 ,978
Hacer frente a la Tiene 19 años o
3,86 ,947 -,711 69 ,479
adversidad menos
Tiene 20 años o más 4,03 1,000

Factores de protección en función del hecho de emborracharse: la


comparación se establece entre emborracharse al menos una vez al mes
y no emborracharse nunca.

En la comparación realizada con respecto a los grupos de personas que


por un lado responden que suelen emborracharse, con diferentes frecuencias y
los que se emborrachan nunca, se ha visto que han arrojado diferencias
estadísticamente significativas seis variables. Con diferencias estadísticamente
significativas y con un valor de la media mayor para el grupo que dice no
emborracharse nunca se han encontrado: “locus de control interno” (t = 2.174;
p = .031), “cumplimiento de normas de la comunidad” (t = 3.209; p = .002),
“existencia de normas claras en la escuela” (t = 2.546; p = .012), “que los
padres refuercen los logros de los hijos” (t = 2.034; p = .043), “percepción de
250 José Miguel Martínez González.

utilidad de ir al colegio” (t = 2.034; p = .043). Con un valor de la media mayor


para las personas que suelen emborracharse ha arrojado una diferencia
estadísticamente significativa la variable “relación con entidades valoradas
socialmente como ONGs“ (t = 2.536; p = .012). Este último resultado no se
ajusta inicialmente a las previsiones, dado que participar en organizaciones
como ONGs ha sido considerado en muchos estudios como una variable de
protección de modo que no debería haber presentado la diferencia a favor del
grupo que se emborracha (ver Tabla 2.44). No obstante es posible que sea un
factor de protección específico ante el consumo de drogas ilegales.

Tabla 2.44.
Comparación de grupos: emborracharse habitualmente / no emborracharse.
Grupo 1: Emborracharse al menos una vez al mes (51.1 %; n = 112) / Grupo 2: no se
emborracha nunca (47.5 %; n = 104).

Grupos t gl p=
Desviación
Medias típica.
Apego No se emborracha nunca 4,18 1,041 1,653 214 ,100
Se emborracha al menos
3,96 ,981
una vez al mes.
Normas familiares claras No se emborracha nunca 3,22 1,434 -1,724 214 ,086
Se emborracha al menos
3,53 1,228
una vez al mes.
Miedo a las drogas No se emborracha nunca 3,26 5,642 1,376 214 ,170
Se emborracha al menos
2,51 1,315
una vez al mes.
Estilo directivo en la No se emborracha nunca ,395 214 ,693
educación 2,84 1,611
Se emborracha al menos
2,77 1,131
una vez al mes.
Celebración en familia de No se emborracha nunca -,272 214 ,786
3,69 1,337
cumpleaños, fiestas, etc.
Se emborracha al menos
3,84 5,362
una vez al mes.
Realizar actividades No se emborracha nunca ,739 214 ,461
satisfactorias con amigos 3,24 1,523
Se emborracha al menos
3,09 1,480
una vez al mes.
Participación en No se emborracha nunca ,893 214 ,373
actividades de la iglesia 1,68 1,185
Se emborracha al menos
1,56 ,896
una vez al mes.
Locus de control interno No se emborracha nunca 4,16 1,034 2,174 214 ,031
Se emborracha al menos
3,85 1,092
una vez al mes.
Valorar la salud No se emborracha nunca 2,81 1,356 -,670 214 ,504
Se emborracha al menos
2,92 1,028
una vez al mes.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 251

Destrezas para trabajar No se emborracha nunca ,528 214 ,598


con otros 4,40 ,792
Se emborracha al menos
4,34 ,833
una vez al mes.
Alto rendimiento escolar No se emborracha nunca -,017 214 ,987
2,86 ,996
Se emborracha al menos
2,86 ,854
una vez al mes.
Valor de autosuperación No se emborracha nunca 3,86 1,166 -,373 214 ,709
Se emborracha al menos
3,99 3,226
una vez al mes.
Cumplimiento de No se emborracha nunca 3,209 214 ,002
normas de la comunidad 3,80 ,904
Se emborracha al menos
3,39 ,988
una vez al mes.
Nivel alto de No se emborracha nunca ,370 214 ,712
3,90 1,170
autoaceptación
Se emborracha al menos
3,85 1,084
una vez al mes.
Expectativas positivas de No se emborracha nunca 1,743 214 ,083
futuro 4,04 1,051
Se emborracha al menos
3,80 ,928
una vez al mes.
Adquirir y cumplir No se emborracha nunca 1,317 214 ,189
compromisos 3,98 ,859
Se emborracha al menos
3,84 ,717
una vez al mes.
Normas claras en la No se emborracha nunca 2,546 214 ,012
4,01 1,057
escuela
Se emborracha al menos
una vez al mes. 3,63 1,099

Relación con entidades No se emborracha nunca -2,536 203,53 ,012


valoradas socialmente 1,33 ,781 8
(como ONGs)
Se emborracha al menos
1,65 1,063
una vez al mes.
Valoración positiva de los No se emborracha nunca 1,733 214 ,084
padres del grupo de 4,29 1,000
amigos
Se emborracha al menos
4,05 1,102
una vez al mes.
Que los padres No se emborracha nunca 2,034 214 ,043
refuercen los logros de 3,85 1,130
los hijos
Se emborracha al menos
3,52 1,214
una vez al mes.
Estabilidad y cohesión No se emborracha nunca 1,406 214 ,161
3,37 1,299
familiar
Se emborracha al menos
3,13 1,194
una vez al mes.
Percepción de utilidad No se emborracha nunca 2,034 214 ,043
de ir al colegio 4,50 ,858
Se emborracha al menos
4,29 ,716
una vez al mes.
Tener buen grado de No se emborracha nunca ,167 214 ,867
autocontrol 3,90 ,919
Se emborracha al menos
una vez al mes.
3,88 ,825
252 José Miguel Martínez González.

Hacer frente a la No se emborracha nunca -1,964 214 ,051


3,73 1,087
adversidad
Se emborracha al menos
4,00 ,880
una vez al mes.

Factores de protección en función de hacer o no un consumo peligroso


de alcohol.

El bebedor abusivo para el fin de semana en hombres corresponde a los


que ingieren a lo largo del fin de semana más de 183 gr, mientras que el criterio
para las mujeres está en más de 123 gr. Para esta comparación se ha extraído
del total una submuestra de 65 personas, el 46.2 % hace un consumo de riesgo
mientras que el 53.8 % aunque debe no hace un consumo de riesgo.
Tras la comparación entre el grupo de personas que consume alcohol de
forma abusiva y los que no lo consumen abusivamente se han encontrado tres
variables que han arrojado diferencias estadísticamente significativas entre
estos dos grupos. Con un valor de la media mayor para el grupo que no hace
un consumo de riesgo se han obtenido diferencias en: “cumplimiento de
normas de la comunidad” (t = 3.018; p = .004), “normas claras en la escuela” (t
= 2.832; p = .007). Sin embargo, para la “hacer frente a la adversidad” (t = -
2.158; p = .035) el mayor valor de la media corresponde al grupo que sí hace
un consumo de riesgo de alcohol (ver Tabla 2.45).

Tabla 2.45.
Comparación según consumo de riesgo de alcohol.
Grupo que hace un consumo de alcohol de riesgo (n = 30; 46.2 %) / grupo de personas que no
hacen un consumo de alcohol de riesgo (n = 35; 53.8 %).

Grupos Desviación t gl p=
Medias típica.
Apego No hacen un consumo de
3,91 ,951 1,274 63 ,207
alcohol de riego.
Se hace un consumo de
3,60 1,037
alcohol de riesgo.
Normas familiares No hacen un consumo de
3,40 1,418 -1,987 63 ,051
claras alcohol de riego.
Se hace un consumo de
4,03 1,098
alcohol de riesgo.
Miedo a las drogas No hacen un consumo de
2,46 1,400 -,125 63 ,901
alcohol de riego.
Se hace un consumo de
2,50 1,358
alcohol de riesgo.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 253

Estilo directivo en la No hacen un consumo de


educación alcohol de riego. 3,35 2,228 1,974 62 ,053
Se hace un consumo de
2,47 1,106
alcohol de riesgo.
Celebración en familia No hacen un consumo de
de cumpleaños, fiestas, alcohol de riego. 3,29 1,467 -1,133 63 ,261
etc.
Se hace un consumo de
5,23 10,057
alcohol de riesgo.
Realizar actividades No hacen un consumo de
satisfactorias con alcohol de riego. 2,86 1,417 -,473 63 ,638
amigos
Se hace un consumo de
3,03 1,586
alcohol de riesgo.
Participación en No hacen un consumo de
actividades de la alcohol de riego. 1,74 1,010 1,194 62 ,237
iglesia
Se hace un consumo de
1,45 ,948
alcohol de riesgo.
Locus de control No hacen un consumo de
3,89 1,105 -1,093 62 ,279
interno alcohol de riego.
Se hace un consumo de
4,17 ,966
alcohol de riesgo.
Valorar la salud No hacen un consumo de
3,20 1,132 1,610 63 ,112
alcohol de riego.
Se hace un consumo de
2,73 1,202
alcohol de riesgo.
Destrezas para trabajar No hacen un consumo de
con otros alcohol de riego. 4,46 ,611 -,974 63 ,334
Se hace un consumo de
4,60 ,563
alcohol de riesgo.
Alto rendimiento No hacen un consumo de
3,00 ,853 ,939 62 ,351
escolar alcohol de riego.
Se hace un consumo de
2,80 ,847
alcohol de riesgo.
Valor de No hacen un consumo de
3,51 ,919 -1,175 61 ,245
autosuperación alcohol de riego.
Se hace un consumo de
3,82 1,156
alcohol de riesgo.
Cumplimiento de No hacen un consumo de
normas de la alcohol de riego. 3,79 ,808 3,018 62 ,004
comunidad
Se hace un consumo de
3,10 1,029
alcohol de riesgo.
Nivel alto de No hacen un consumo de
3,57 1,008 -,712 62 ,479
autoaceptación alcohol de riego.
Se hace un consumo de
3,76 1,091
alcohol de riesgo.
Expectativas positivas No hacen un consumo de
de futuro alcohol de riego. 3,66 ,938 -,725 63 ,471
Se hace un consumo de
3,83 1,020
alcohol de riesgo.
Adquirir y cumplir No hacen un consumo de
compromisos alcohol de riego. 3,91 ,753 ,250 62 ,804
Se hace un consumo de
3,87 ,681
alcohol de riesgo.
Normas claras en la No hacen un consumo de
4,17 ,785 2,832 46 ,007
escuela alcohol de riego.
Se hace un consumo de
alcohol de riesgo. 3,40 1,303
254 José Miguel Martínez González.

Relación con entidades No hacen un consumo de


valoradas socialmente alcohol de riego. 1,43 ,698 -,795 62 ,430
(como ONGs)
Se hace un consumo de
1,62 1,208
alcohol de riesgo.
Valoración positiva de No hacen un consumo de
los padres del grupo de alcohol de riego. 4,03 1,098 -,024 61 ,981
amigos
Se hace un consumo de
4,04 1,232
alcohol de riesgo.
Que los padres No hacen un consumo de
refuercen los logros de alcohol de riego. 3,60 1,063 1,425 62 ,159
los hijos
Se hace un consumo de
3,17 1,338
alcohol de riesgo.
Estabilidad y cohesión No hacen un consumo de
3,11 1,323 ,339 61 ,735
familiar alcohol de riego.
Se hace un consumo de
3,00 1,333
alcohol de riesgo.
Percepción de utilidad No hacen un consumo de
de ir al colegio alcohol de riego. 4,17 ,664 -1,180 63 ,242
Se hace un consumo de
4,40 ,894
alcohol de riesgo.
Tener buen grado de No hacen un consumo de
autocontrol alcohol de riego. 4,00 ,907 ,709 63 ,481
Se hace un consumo de
3,83 ,986
alcohol de riesgo.
Hacer frente a la No hacen un consumo de
3,79 ,770 -2,158 62 ,035
adversidad alcohol de riego.
Se hace un consumo de
4,23 ,858
alcohol de riesgo.

Factores de protección para el consumo de cánnabis.

Se ha realizado la comparación entre grupos que consumen


habitualmente cánnabis (38.4 %) y el grupo de personas que manifiesta no
consumir nunca (60.3%), teniendo en cuenta las respuestas de las personas a
cada una de las variables de protección. En esta comparación se han
encontrado diferencias estadísticamente significativas en 11 variables siendo el
mayor valor de la media para todas estas variables para el grupo de personas
que no consumen cánnabis, lo que identifica a estas 11 variables como
variables de protección ante el consumo de cánnabis. Las variables son las
siguientes: “apego” (t = 3.780; p = .000), “estilo directivo en la educación” (t = -
2.288; p = .023), “celebración en familia de cumpleaños, fiestas, etc.” (t = 3.484;
p = .001), “realizar actividades satisfactorias con amigos” (t = 4.216; p = .000),
“participación en actividades de la iglesia” (t = 2.242; p = .026); “cumplimiento
de normas de la comunidad” (t = 3.067; p = .002), “expectativas positivas de
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 255

futuro” (t = 2.563; p = .011), “valoración positiva de los padres del grupo de


amigos” (t = 3.620; p = .000), “que los padres refuercen los logros de los hijos”
(t = 2.899; p = .004), “estabilidad y cohesión familiar” (t = 4.059; p = .000),
“tener un buen grado de autocontrol” (t = 2.929; p = .004) (ver Tabla 2.46).

Tabla 2.46.
Comparación de grupos: consumo de cánnabis / no consumo.
Consume cánnabis al menos una vez al mes (38.4 %; n = 84) / no consumen (60.3 %; n =
132).

Consumo de t gl p=
Desviación
cánnabis.
Medias típica.
Apego No consume. 4,26 ,922 3,780 214 ,000
Sí consume.
3,74 1,077
Normas familiares claras No consume. 3,33 1,340 -,950 212 ,343
Sí consume. 3,51 1,336
Miedo a las drogas No consume. 2,75 1,577 1,525 209 ,129
Sí consume. 2,43 1,290
Estilo directivo en la educación No consume.
2,90 1,089 2,288 210 ,023
Sí consume. 2,54 1,140
Celebración en familia de No consume.
3,80 1,277 3,484 156 ,001
cumpleaños, fiestas, etc.
Sí consume. 3,11 1,497
Realizar actividades satisfactorias No consume.
con amigos 3,48 1,390 4,216 214 ,000
Sí consume. 2,63 1,543
Participación en actividades de la No consume.
iglesia 1,74 1,150 2,242 212 ,026
Sí consume. 1,41 ,831
Locus de control interno No consume. 4,05 1,111 ,699 213 ,486
Sí consume. 3,94 1,028
Valorar la salud No consume. 2,87 1,342 -,205 208 ,838
Sí consume. 2,90 ,989
Destrezas para trabajar con otros No consume.
4,46 ,725 1,879 213 ,062
Sí consume. 4,25 ,895
Alto rendimiento escolar No consume.
2,88 ,953 ,278 211 ,782
Sí consume. 2,84 ,895
Valor de autosuperación No consume. 3,81 1,169 ,652 209 ,515
Sí consume. 3,70 1,054
Cumplimiento de normas de la No consume.
comunidad 3,75 ,939 3,067 212 ,002
Sí consume. 3,34 ,979
256 José Miguel Martínez González.

Nivel alto de autoaceptación No consume. 3,95 1,094 1,251 211 ,212


Sí consume. 3,76 1,171
Expectativas positivas de futuro No consume.
4,07 ,875 2,563 147 ,011
Sí consume. 3,70 1,106
Adquirir y cumplir compromisos No consume.
3,97 ,806 1,441 212 ,151
Sí consume. 3,81 ,768
Normas claras en la escuela No consume. 3,90 1,125 1,322 213 ,188
Sí consume.
3,70 1,045

Relación con entidades valoradas No consume.


socialmente (como ONGs) 1,52 ,977 ,667 213 ,506
Sí consume. 1,43 ,913
Valoración positiva de los padres del No consume.
grupo de amigos 4,38 ,980 3,620 209 ,000
Sí consume. 3,84 1,131
Que los padres refuercen los logros No consume.
de los hijos 3,86 1,133 2,899 212 ,004
Sí consume. 3,38 1,234
Estabilidad y cohesión familiar No consume. 3,52 1,215 4,059 209 ,000
Sí consume. 2,81 1,226
Percepción de utilidad de ir al colegio No consume.
4,47 ,705 1,625 213 ,106
Sí consume. 4,29 ,913
Tener buen grado de autocontrol No consume.
4,04 ,830 2,929 165 ,004
Sí consume. 3,68 ,907
Hacer frente a la adversidad No consume. 3,81 1,076 -1,267 207 ,206
Sí consume. 3,99 ,879

Media de los factores de protección ante el cánnabis como predictor del


consumo de cánnabis.

o Predictores: Media de los factores de protección ante el


consumo de cánnabis.
o Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la variable
son: 0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de semana; 3 =
entre 2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.
El análisis de regresión indica que la media de los factores de protección
ante el consumo de cánnabis predice el consumo de cánnabis existiendo entre
ambas variables una relación negativa (Beta = -.373; p = .000) (ver Tabla 2.47).
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 257

Esto muestra que los factores que son protectores ante el consumo de
cánnabis predicen el no consumo de cánnabis, pudiendo apoyarse la hipótesis
que muestra que los factores de protección no son solamente la no presencia
de factores de riesgo. Los factores de riesgo y protección no son polos
opuestos de un mismo continuo en muchas ocasiones.

Tabla 2.47.
Los factores de protección significativos para el cánnabis como predictores del
consumo de cánnabis.

Correlaciones
Consumo de Medias de los
cánnabis. factores de
protección ante el
cánnabis.
Correlación de Pearson Consumo de cánnabis 1,000 -,373
Medias de los factores de protección -,373 1,000
ante el consumo de cánnabis.

Sig. (unilateral) Consumo de cánnabis . ,000


Medias de los factores de protección ,000 .
ante el consumo de cánnabis.

N Consumo de cánnabis 219 219


Medias de los factores de protección 219 219
ante el consumo de cánnabis.

ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados
Regresión 56,899 1 56,899 35,001 ,000(a)
Residual 352,763 217 1,626
Total 409,662 218
a Variables predictoras: Media de los factores de protección ante el consumo de
b Variable dependiente: Consumo de cánnabis.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estandarizados confianza para B al colinealidad
95%
B Error Beta Límite Límite Tole- FIV
típ. inferior superior rancia

Medias de -,923 ,156 -,373 -5,916 ,000 -1,231 -,616 1,000 1,000
los factores
de
protección

Factores de protección para del consumo de tabaco.

En la comparación realizada entre el grupo de personas que fuman y los


que no fuman, se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en
9 variables. Para todas ellas, el mayor valor de la media corresponde al grupo
258 José Miguel Martínez González.

de personas que no fuman. Las variables son: “apego” (t = 2.979; p = .003),


“celebración en familia de cumpleaños, fiestas, etc.” (t = 2.615; p = 0.10),
“realizar actividades satisfactorias con los amigos” (t = 3.140; p = .002), “ nivel
alto de autoaceptación” (t = 2.084; p = .038), “expectativas positivas de futuro” (
t = 2.179; p = .031), “ valoración positiva de los padres del grupo de amigos” ( t
= 3.548; p = .000), “que los padres refuercen los logros de los hijos” ( t = 2.438;
.016), “ estabilidad y cohesión familiar” ( t = 4.150; p = .000) y “tener buen
grado de autocontrol” ( t = 2.262; p = .025) (ver Tabla. 2.48).

Tabla 2.48.
Grupo de comparación: fumar tabaco / no fumar.
Grupo que fuma (47.5 %; n = 104)/ no fuman (50.7% ; n = 111).

Consumo de t gl p=
Desviación
tabaco.
Medias típica.
Apego No consume. 4,25 ,868 2,979 213 ,003
Sí consume.
3,85 1,121
Normas familiares claras No consume. 3,35 1,365 -,444 211 ,658
Sí consume. 3,44 1,341
Miedo a las drogas No consume. 2,69 1,618 ,741 208 ,460
Sí consume. 2,54 1,298
Estilo directivo en la educación No consume.
2,84 1,027 1,122 209 ,263
Sí consume. 2,66 1,211
Celebración en familia de No consume.
3,76 1,259 2,615 201 ,010
cumpleaños, fiestas, etc.
Sí consume. 3,26 1,507
Realizar actividades satisfactorias No consume.
con amigos 3,45 1,393 3,140 213 ,002
Sí consume. 2,82 1,563
Participación en actividades de la No consume.
iglesia 1,65 1,015 ,418 211 ,676
Sí consume. 1,59 1,093
Locus de control interno No consume. 4,01 1,124 ,126 212 ,899
Sí consume. 3,99 1,034
Valorar la salud No consume. 2,82 1,334 -,673 207 ,502
Sí consume. 2,93 1,075
Destrezas para trabajar con otros No consume.
4,36 ,795 -,163 212 ,870
Sí consume. 4,38 ,842
Alto rendimiento escolar No consume.
2,96 ,947 1,721 210 ,087
Sí consume. 2,75 ,898
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 259

Valor de autosuperación No consume. 3,79 1,171 ,425 208 ,671


Sí consume. 3,72 1,078
Cumplimiento de normas de la No consume.
comunidad 3,70 ,944 1,767 211 ,079
Sí consume. 3,47 ,988
Nivel alto de autoaceptación No consume. 4,02 1,004 2,084 210 ,038
Sí consume. 3,70 1,241
Expectativas positivas de futuro No consume.
4,05 ,903 2,179 202 ,031
Sí consume. 3,76 1,066
Adquirir y cumplir compromisos No consume.
3,97 ,784 1,447 211 ,149
Sí consume. 3,82 ,801
Normas claras en la escuela No consume. 3,73 1,183 -1,154 212 ,250
Sí consume.
3,90 ,995

Relación con entidades valoradas No consume.


socialmente (como ONGs) 1,48 ,933 -,284 212 ,777
Sí consume. 1,51 ,979
Valoración positiva de los padres No consume.
del grupo de amigos 4,43 ,909 3,548 193 ,000
Sí consume. 3,92 1,132
Que los padres refuercen los No consume.
logros de los hijos 3,85 1,080 2,438 199 ,016
Sí consume. 3,45 1,271
Estabilidad y cohesión familiar No consume. 3,56 1,154 4,150 208 ,000
Sí consume. 2,87 1,269
Percepción de utilidad de ir al colegio No consume.
4,43 ,696 ,850 212 ,396
Sí consume. 4,34 ,892
Tener buen grado de autocontrol No consume.
4,03 ,840 2,262 211 ,025
Sí consume. 3,76 ,902
Hacer frente a la adversidad No consume. 3,86 1,014 -,117 206 ,907
Sí consume. 3,88 1,013

Diferencias en función del género. Sólo se han tenido en cuenta los


factores de protección que han arrojado diferencias estadísticamente
significativas ante el consumo de alguna droga ilegal.

De los 11 factores que han arrojado diferencias estadísticamente


significativas ante el consumo de alguna droga ilegal, en una muestra de
personas que no consumen drogas ilegales, 5 han arrojado diferencias
260 José Miguel Martínez González.

estadísticamente significativas. De éstos 3 presentan valores de medias


mayores para los hombres en: “Apego” (t = 2.177; p = .031), (ver Tabla 2.49).
“realizar actividades con los amigos” (t = 5.296; p = .000) y “tener buen grado
de autocontrol” (t = 2.622; p = .009). Para las mujeres se han encontrado mayor
valor de la media en dos: “participar en actividades de la iglesia” (t = -2.465; p =
.015) y “cumplir las normas de la comunidad” (t = -2.085; p = .038).

Tabla 2.49.
Grupo de comparación en función del género.
Sobre una muestra de personas que no consumen drogas. Sobre 11 factores que han
arrojado diferencias estadísticamente significativas ante el consumo de alguna droga
ilegal.
Hombre (59.8 %; n = 131)/ Mujeres (38.8 %; n = 85).

Género t gl p=
Desviación
Medias típica.
Apego Hombre 4,18 ,973 2,177 214 ,031
Mujer 3,87 1,055
Celebración en familia de cumpleaños, Hombre
3,59 1,312 ,721 214 ,472
fiestas, etc.
Mujer 3,45 1,531
Estilo directivo en la educación Hombre 2,66 1,100 -1,635 210 ,103
Mujer 2,92 1,139
Realizar actividades satisfactorias con Hombre
amigos 3,56 1,404 5,296 214 ,000
Mujer 2,52 1,444
Participación en actividades de la Hombre
1,46 ,893 -2,465 142 ,015
iglesia
Mujer 1,84 1,213
Cumplimiento de normas de la Hombre
comunidad 3,48 ,979 -2,085 213 ,038
Mujer 3,76 ,939
Expectativas positivas de futuro Hombre 4,00 ,945 1,534 214 ,126
Mujer 3,79 1,059
Valoración positiva de los padres del grupo Hombre
de amigos 4,24 ,949 1,306 209 ,193
Mujer 4,05 1,231
Que los padres refuercen los logros de los Hombre
hijos 3,76 1,081 1,384 212 ,168
Mujer 3,53 1,342
Estabilidad y cohesión familiar Hombre 3,29 1,203 ,436 209 ,663
Mujer 3,21 1,336
Tener buen grado de autocontrol Hombre 4,03 ,819 2,622 212 ,009
Mujer 3,72 ,908
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 261

Factores de protección para el consumo de algún tipo de droga ilegal.

En este caso debe tenerse en cuenta que el grupo de personas que


consumen drogas como la cocaína, drogas de diseño, etc. es pequeño, de
modo que el resultado de esta comparación se determina casi totalmente por
las personas que consumen cánnabis. No obstante en esta comparación se
han encontrado diferencias estadísticamente significativas en 12 variables,
mientras que en la comparación del consumo de cánnabis se obtuvieron 11.
Los factores de protección estadísticamente significativos ante el
consumo de algún tipo de droga ilegal son (ver Tabla 2.50): apego (t = 3.543; p
= .000), “estilo directivo por parte de los padres” (t = 2.243; p = .026),
“realización de actividades satisfactorias con los amigos” (t = 3.755; p = .000),
“participar en actividades de la parroquia” ( t = 2.198; p = .029), “cumplimiento
de las normas de la comunidad” (t = 3.373; p = .001), “expectativas positivas de
futuro” (t = 2.238; p = .027), “valoración positiva de los padres de los amigos” ( t
= 3.691; p = .000), “que los padres refuercen los logros de los hijos” (t = 3.151;
p = .002), “estabilidad y cohesión familiar” (t = 3.629; p = .000), “tener buen
grado de autocontrol” (t = 2.146; p = .033). En un sentido no esperado se
también significativo “las normas claras en la familia” (t = -2.095; p = .037).

Tabla 2.50.
Grupo de comparación consume algún tipo de droga ilegal (n 91; 41.9 %)/ no consume
ninguna droga ilegal (n = 126; 57.5%).

Consumo o t gl p=
de algún
tipo de Desviación
droga ilegal Medias típica.
Apego No consume 4,26 ,914 3,543 215 ,000
Sí consume 3,78 1,083
Normas familiares claras No consume 3,23 1,334 -2,095 215 ,037
Sí consume 3,61 1,321
Miedo a las drogas No consume 3,21 5,155 1,416 215 ,158
Sí consume 2,43 1,300
Estilo directivo en la educación No consume 2,98 1,497 2,243 215 ,026
Sí consume 2,56 1,156
Celebración en familia de cumpleaños, No consume
4,20 5,001 1,891 215 ,060
fiestas, etc.
Sí consume 3,18 1,473
262 José Miguel Martínez González.

Realizar actividades satisfactorias No consume


con amigos 3,47 1,384 3,755 215 ,000
Sí consume 2,71 1,558
Participación en actividades de la No consume
1,74 1,167 2,198 214 ,029
iglesia
Sí consume 1,44 ,816
Locus de control interno No consume 4,06 1,112 ,822 215 ,412
Sí consume 3,93 1,020
Valorar la salud No consume 2,85 1,325 -,341 215 ,734
Sí consume 2,91 ,996
Destrezas para trabajar con otros No consume 4,44 ,764 1,415 215 ,158
Sí consume 4,28 ,870
Alto rendimiento escolar No consume 2,89 ,957 ,545 215 ,586
Sí consume 2,82 ,876
Valor de autosuperación No consume 4,08 3,095 1,119 215 ,264
Sí consume 3,70 1,027
Cumplimiento de normas de la No consume
comunidad 3,77 ,928 3,373 215 ,001
Sí consume 3,34 ,966
Nivel alto de autoaceptación No consume 3,94 1,119 1,163 215 ,246
Sí consume 3,76 1,126
Expectativas positivas de futuro No consume 4,05 ,902 2,238 171 ,027
Sí consume 3,74 1,084
Adquirir y cumplir compromisos No consume 3,97 ,819 1,415 215 ,158
Sí consume 3,81 ,744
Normas claras en la escuela No consume 3,91 1,132 1,483 215 ,139
Sí consume 3,69 1,029
Relación con entidades valoradas No consume
socialmente (como ONGs) 1,46 ,909 -,556 215 ,579
Sí consume 1,53 1,002
Valoración positiva de los padres No consume
del grupo de amigos 4,39 ,953 3,691 174 ,000
Sí consume 3,86 1,122
Que los padres refuercen los logros No consume
de los hijos 3,88 1,121 3,151 215 ,002
Sí consume 3,38 1,215
Estabilidad y cohesión familiar No consume 3,50 1,217 3,629 215 ,000
Sí consume 2,90 1,208
Percepción de utilidad de ir al colegio No consume 4,46 ,710 1,535 215 ,126
Sí consume 4,30 ,888
Tener buen grado de autocontrol No consume 4,01 ,825 2,146 181 ,033
Sí consume 3,75 ,914
Hacer frente a la adversidad No consume 3,77 1,067 -1,825 215 ,069
Sí consume 4,01 ,857
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 263

Factores de protección en función de que trabajen o no los dos padres.

En la comparación entre los grupos de personas en las que por un lado


trabaja sólo un progenitor y por otro cuyos padres trabajan los dos, se han
obtenido diferencias estadísticamente significativas en dos variables, siendo el
mayor valor de la media en los dos casos para el grupo personas en que
trabaja sólo un progenitor. Las dos variables son “cumplimiento de las normas
de la comunidad” (t = 2.513; p = .013) y “adquirir y cumplir compromisos” (t =
2.372; p = .019) (ver Tabla 2.51).

Tabla 2.51.
Comparación: Trabaja sólo uno de los padres / trabajan los dos.
Submuestra 186 alumnos: Grupo 1: sólo uno de los padres (55.4 %; n = 103) y trabajan los dos
progenitores (44.4 %; n = 83).

Trabajo de t gl p=
Desviación
los padres Medias típica.
Apego Grupo 1 3,99 1,098 -,865 184 ,388
Grupo 2 4,12 ,916
Normas familiares claras Grupo 1 3,39 1,450 -,111 184 ,912
Grupo 2 3,41 1,249
Miedo a las drogas Grupo 1 2,58 1,530 -1,071 184 ,286
Grupo 2 3,26 6,237
Estilo directivo en la educación Grupo 1 2,66 1,159 -1,846 184 ,066
Grupo 2 3,04 1,682
Celebración en familia de cumpleaños, Grupo 1
4,03 5,556 ,856 184 ,393
fiestas, etc.
Grupo 2 3,49 1,365
Realizar actividades satisfactorias con Grupo 1
amigos 3,21 1,493 ,579 184 ,563
Grupo 2 3,08 1,540
Participación en actividades de la iglesia Grupo 1 1,61 1,030 ,307 184 ,759
Grupo 2 1,56 1,013
Locus de control interno Grupo 1 3,98 1,057 -,687 184 ,493
Grupo 2 4,08 ,990
Valorar la salud Grupo 1 2,95 1,183 ,849 184 ,397
Grupo 2 2,80 1,173
Destrezas para trabajar con otros Grupo 1 4,35 ,837 -,201 184 ,841
Grupo 2 4,37 ,776
Alto rendimiento escolar Grupo 1 2,89 ,906 1,210 184 ,228
Grupo 2 2,72 ,967
Valor de autosuperación Grupo 1 3,75 1,202 -,320 184 ,749
Grupo 2 3,80 1,041
264 José Miguel Martínez González.

Cumplimiento de normas de la Grupo 1


comunidad 3,78 ,987 2,513 184 ,013
Grupo 2 3,43 ,911
Nivel alto de autoaceptación Grupo 1 3,81 1,194 -,382 184 ,703
Grupo 2 3,88 1,109
Expectativas positivas de futuro Grupo 1 3,88 1,022 -,212 184 ,832
Grupo 2 3,92 1,038
Adquirir y cumplir compromisos Grupo 1 4,04 ,766 2,372 184 ,019
Grupo 2 3,77 ,754
Normas claras en la escuela Grupo 1 3,89 1,119 ,905 184 ,366
Grupo 2 3,75 1,034
Relación con entidades valoradas Grupo 1
socialmente (como ONGs) 1,39 ,783 -1,519 184 ,130
Grupo 2 1,60 1,080
Valoración positiva de los padres del Grupo 1
grupo de amigos 4,14 1,094 -,741 184 ,460
Grupo 2 4,26 1,022
Que los padres refuercen los logros de Grupo 1
los hijos 3,64 1,211 -,119 184 ,905
Grupo 2 3,66 1,181
Estabilidad y cohesión familiar Grupo 1 3,23 1,290 -,377 184 ,706
Grupo 2 3,30 1,224
Percepción de utilidad de ir al colegio Grupo 1 4,40 ,732 ,105 184 ,917
Grupo 2 4,39 ,895
Tener buen grado de autocontrol Grupo 1 3,94 ,906 1,123 184 ,263
Grupo 2 3,79 ,880
Hacer frente a la adversidad Grupo 1 3,92 1,026 ,517 184 ,606
Grupo 2 3,84 ,956

Factores de protección en función del consumir o no consumir drogas


teniendo amigos que las consume.

Conocer las variables que protegen ante el consumo de drogas cuando


la persona tiene amigos consumidores nos sitúa ante el concepto de protección
en toda su dimensión, toda vez que no consumir teniendo un amigo consumir
es resultado de un claro efecto protector. Téngase en cuenta que todas las
personas que consumen drogas manifiestan haberlas conocido a través de los
amigos.
Para realizar esta comparación se ha hecho una submuestra compuesta
por 178 personas que en todos los casos manifiestan tener al menos un amigo
que consume drogas ilegales. De estos el 50.8 % (n = 91) consume alguna
droga ilegal, mientras que el 48,6 % (n = 87) teniendo algún amigo que
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 265

consume drogas ilegales él/ella no las consume. La comparación entre estos


dos grupos, que se encuentran bajo las mismas condiciones de riesgo tan
relevantes como es tener un amigo consumidor, nos proporciona claramente
información sobre las variables que operan bajo el “mecanismo riesgo-
protección”.
Se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en 8
variables. En todos estos casos, el mayor valor de la media corresponde al
grupo de personas no consume ningún tipo de droga ilegal. Las variables son:
“apego” (t = 2.815; p = .005), “realizar actividades satisfactorias con amigos” (t
= 3.572; p = .000), “cumplimiento de normas de la comunidad” (t = 2.049; p =
.042), “expectativas positivas de futuro” (t = 2.093; p = .038), “valoración
positiva de los padres del grupo de amigos” (t = 3.679; p = .000), “que los
padres refuercen los logros de los hijos” (t = 2.322 p = .021), “estabilidad y
cohesión familiar” (t = 2.995; p = .003), “tener buen grado de autocontrol” (t =
2.692; p = .008) (ver Tabla 2.52).

Tabla 2.52.
Teniendo amigos que consumen drogas: consume drogas ilegales / no consume
ninguna droga ilegal.
Sub-muestra de 178 personas. Consume alguna droga ilegal (50.8 %; 91) / no consume (48.6
%; 87).

Consumo t gl p=
Desviación
de drogas
Medias típica.
Apego No
4,21 ,929 2,815 176 ,005
consume
Sí consume 3,78 1,083
Normas familiares claras No consume 3,22 1,368 -1,961 176 ,051
Sí consume 3,61 1,321
Miedo a las drogas No consume 2,62 1,478 ,949 176 ,344
Sí consume 2,42 1,299
Estilo directivo en la educación No consume 2,97 1,650 1,931 176 ,055
Sí consume 2,56 1,156
Celebración en familia de cumpleaños, No consume
4,39 5,950 1,889 176 ,061
fiestas, etc.
Sí consume 3,18 1,473
Realizar actividades satisfactorias con No
amigos consume 3,51 1,388 3,572 176 ,000
Sí consume
2,71 1,558
Participación en actividades de la iglesia No consume 1,71 1,150 1,822 176 ,070
Sí consume 1,44 ,816
266 José Miguel Martínez González.

Locus de control interno No consume 3,91 1,117 -,157 176 ,875


Sí consume 3,93 1,020
Valorar la salud No consume 2,96 1,325 ,305 176 ,761
Sí consume 2,91 ,996
Destrezas para trabajar con otros No consume 4,44 ,742 1,302 176 ,195
Sí consume 4,28 ,870
Alto rendimiento escolar No consume 2,86 ,904 ,323 176 ,747
Sí consume 2,82 ,876
Valor de autosuperación No consume 4,11 3,636 1,040 176 ,300
Sí consume 3,70 1,027
Cumplimiento de normas de la No
comunidad consume 3,63 ,928 2,049 176 ,042
Sí consume 3,33 ,966
Nivel alto de autoaceptación No consume 3,98 1,056 1,295 176 ,197
Sí consume 3,76 1,126
Expectativas positivas de futuro No
4,05 ,875 2,093 176 ,038
consume
Sí consume 3,74 1,084
Adquirir y cumplir compromisos No consume 4,00 ,747 1,651 176 ,100
Sí consume 3,81 ,744
Normas claras en la escuela No consume 3,83 1,102 ,864 176 ,389
Sí consume 3,69 1,029
Relación con entidades valoradas No consume
socialmente (como ONGs) 1,47 ,900 -,432 176 ,666
Sí consume 1,53 1,002
Valoración positiva de los padres del No
grupo de amigos consume 4,41 ,854 3,679 167 ,000
Sí consume 3,86 1,121
Que los padres refuercen los logros de No
los hijos consume 3,78 1,115 2,322 176 ,021
Sí consume 3,38 1,215
Estabilidad y cohesión familiar No
3,45 1,264 2,995 176 ,003
consume
Sí consume 2,90 1,207
Percepción de utilidad de ir al colegio No consume 4,37 ,748 ,608 176 ,544
Sí consume 4,30 ,888
Tener buen grado de autocontrol No
4,08 ,719 2,692 169 ,008
consume
Sí consume 3,75 ,914
Hacer frente a la adversidad No consume 3,87 ,986 -1,062 176 ,290
Sí consume 4,02 ,856

Al comparar estos resultados, esto es, las variables de protección que


hacen que personas que tienen amigos consumidoras de drogas no las
consumen ellos, con los obtenidos en la muestra de alumnos de escuelas taller,
7 de las 8 variables que indican diferencias estadísticamente significativas
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 267

coinciden. Estas variables son: apego, realizar actividades satisfactorias con


amigos, participar en la parroquia, cumplimiento de normas de la comunidad,
que los padres valoren positivamente a sus amigos y refuercen sus logros.

Factores de protección en función de si la persona consume una droga


ilegal o consume más de una droga ilegal (policonsumo).

Al comparar los grupos de personas que consumen solo una droga


ilegal, en su mayoría cánnabis, estamos viendo que algunas de las variables de
protección podrían influir en el hecho de que las personas consuman sólo una
o varias drogas, siendo de estas variables protectoras ante el incremento del
número, esto es, evitar el paso del consumo de una droga al policonsumo (ver
Tabla 2.53). Estos factores podrían tener importancia en cuanto a los procesos
a través de los cuales las personas toman como es el caso de uno de los
grupos de comparación una sola droga. En esta ocasión hablamos de personas
que fuman sólo cánnabis, mientras que otros, además de consumir cánnabis,
también toman otras drogas como tranquilizantes, cocaína, drogas de diseño y
heroína. Se han obtenido diferencias estadísticamente significativas en cuatro
variables de protección: “realizar celebraciones en familia” (t = -2.017; p =
.047), “tener destrezas para trabajar de forma cooperativa” (t = -2.041; p =
.044); “valor de autosuperación” (t = -2.989; p =.004) y “participar en entidades
valoradas socialmente como ONGs” (t = -2.073; .047). Ocurre que los
resultados indican que en las variables que indican diferencias
estadísticamente significativas los valores de la media, esto es, mayor nivel de
protección en esas variables, para las personas que hacen un policonsumo.
Esto puede deberse al hecho de que la comparación entre medias de los
factores de protección es capaz de diferenciar entre consumidores y no
consumidores, pero no hacerlo cuando se pretende hacer una comparación
entre personas que ya consumen drogas ilegales.
268 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.53.
Comparación: consumen sólo una droga / policonsumo.
Muestra 91 personas: policonsumo (26.6 %; n = 24) / consumen sólo
una droga (73.6 %; n = 67).

Presentar t gl p=
Desviación
policonsumo
Medias típica.
Apego Consume sólo una
3,81 1,118 ,217 89 ,829
droga
Policonsumo 3,75 ,989
Normas familiares claras Consume sólo una
3,54 1,292 -,797 89 ,427
droga
Policonsumo 3,79 1,414
Miedo a las drogas Consume sólo una
2,45 1,318 ,312 89 ,756
droga
Policonsumo 2,35 1,272
Estilo directivo en la educación Consume sólo una
2,47 1,118 -1,015 89 ,313
droga
Policonsumo 2,75 1,260
Celebración en familia de Consume sólo una
3,01 1,482 -2,017 89 ,047
cumpleaños, fiestas, etc. droga
Policonsumo 3,71 1,334
Realizar actividades Consume sólo una
satisfactorias con amigos droga 2,58 1,568 -1,358 89 ,178
Policonsumo 3,08 1,501
Participación en actividades de Consume sólo una
1,39 ,715 -,850 89 ,397
la iglesia droga
Policonsumo 1,56 1,056
Locus de control interno Consume sólo una
3,94 1,043 ,093 89 ,926
droga
Policonsumo 3,92 ,974
Valorar la salud Consume sólo una
3,00 ,938 1,403 89 ,164
droga
Policonsumo 2,67 1,129
Destrezas para trabajar con Consume sólo una
4,17 ,914 -2,041 89 ,044
otros droga
Policonsumo 4,58 ,654
Alto rendimiento escolar Consume sólo una
2,78 ,861 -,830 89 ,409
droga
Policonsumo 2,96 ,955
Valor de autosuperación Consume sólo una
3,54 1,017 -2,989 89 ,004
droga
Policonsumo 4,24 ,852
Cumplimiento de normas de la Consume sólo una
comunidad droga 3,33 ,927 ,365 89 ,716
Policonsumo 3,25 1,032
Nivel alto de autoaceptación Consume solo una
3,81 1,100 ,740 89 ,461
droga
Policonsumo 3,62 1,207
Expectativas positivas de Consume sólo una
3,82 1,014 ,916 89 ,362
futuro droga
Policonsumo 3,58 1,283
Adquirir y cumplir Consume sólo una
3,76 ,761 -1,115 89 ,268
compromisos droga
Policonsumo
3,96 ,690
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 269

Normas claras en la escuela Consume sólo una


3,76 ,938 1,049 89 ,297
droga
Policonsumo 3,50 1,251
Relación con entidades Consume sólo una
valoradas socialmente droga 1,37 ,795 -2,073 28 ,047
(como ONGs)
Policonsumo 1,98 1,355
Valoración positiva de los Consume sólo una
padres del grupo de amigos droga 3,85 1,184 -,224 89 ,823
Policonsumo 3,91 ,974
Que los padres refuercen los Consume sólo una
logros de los hijos droga 3,35 1,212 -,287 89 ,775
Policonsumo 3,43 1,245
Estabilidad y cohesión familiar Consume sólo una
2,86 1,205 -,437 89 ,663
droga
Policonsumo 2,99 1,286
Percepción de utilidad de ir al Consume sólo una
4,34 ,789 ,835 89 ,406
colegio droga
Policonsumo 4,17 1,129
Tener buen grado de Consume sólo una
3,79 ,897 ,572 89 ,569
autocontrol droga
Policonsumo 3,67 ,963
Hacer frente a la adversidad Consume sólo una
4,03 ,852 -,045 89 ,964
droga
Policonsumo 4,04 ,859

Factores de protección en función de la edad. La muestra la componen


solamente personas que no consumen drogas. Se analizan los factores
de protección que han arrojado diferencias estadísticamente
significativas ante el consumo de alguna droga ilegal.

Se han igualado los grupos de comparación sobre una muestra de


personas que no consumen drogas ilegales y que por tanto son personas que
gozan de la protección necesaria. En la siguiente tabla sólo aparecen los
factores de protección que han arrojado diferencias estadísticamente
significativas ante el consumo de alguna droga ilegal (ver Tabla 2.54). En total
son 11 de los 24 factores medidos. De los 11 sólo tienen un comportamiento
diferente dependiendo de la edad el estilo directivo de los padres en la
educación.
270 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.54
Comparación según edad.
Se han considerado solamente los factores de protección que han indicado diferencias
estadísticamente significativas ante el consumo de alguna droga ilegal22.
Grupo 1 = tienen 19 años o menos (52.1 %; n = 37) /
Grupo 2 = tiene 20 años o más
(47.9%; n = 34).

Grupos t gl p=
Desviación
Medias típica.
Apego Tiene 19 años o
4,22 1,058 1,148 69 ,255
menos
Tiene 20 años o más 3,94 ,952
Estilo directivo en la Tiene 19 años o
educación menos 2,81 1,151 2,062 69 ,043
Tiene 20 años o más 2,29 ,938
Celebración en familia de Tiene 19 años o
5,35 8,979 1,186 69 ,240
cumpleaños, fiestas, etc. menos
Tiene 20 años o más 3,50 1,542
Realizar actividades Tiene 19 años o
satisfactorias con amigos menos 3,51 1,539 ,849 69 ,399
Tiene 20 años o más 3,24 1,182
Participación en actividades de Tiene 19 años o -
la iglesia menos 1,27 ,769 69 ,146
1,472
Tiene 20 años o más 1,55 ,851
Cumplimiento de normas de la Tiene 19 años o
comunidad menos 3,59 ,985 -,613 69 ,542
Tiene 20 años o más 3,73 ,789
Expectativas positivas de Tiene 19 años o
futuro menos 3,97 ,928 -,123 69 ,902
Tiene 20 años o más 4,00 ,921
Valoración positiva de los Tiene 19 años o -
padres del grupo de amigos menos 4,21 ,843 69 ,297
1,050
Tiene 20 años o más 4,43 ,886
Que los padres refuercen los Tiene 19 años o -
logros de los hijos menos 3,59 1,189 69 ,305
1,033
Tiene 20 años o más 3,87 1,008
Estabilidad y cohesión familiar Tiene 19 años o
3,16 1,259 ,124 69 ,901
menos
Tiene 20 años o más 3,13 1,174
Tener buen grado de Tiene 19 años o
autocontrol menos 4,19 ,739 1,930 69 ,058
Tiene 20 años o más 3,79 ,978

22
11 factores de protección arrojan diferentas estadísticamente significativas ante el consumo de alguna
droga ilegal.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 271

Comparación de las variables de protección entre alumnos de grado


medio o programa de garantía social y alumnos de escuelas taller.

Para realizar esta comparación se han unido las dos muestras usadas,
por un lado el grupo de alumnos de escuelas taller (ET) compuesto por 241
personas (un 52.6 %) y el grupo de alumnos Ciclo formativo de Grado Medio o
Programa de Garantía Social (CFGM / PGS) (un 47.4 %) (ver Tabla 2.55).

Tabla 2.55
Comparación entre: Grupo 1: alumnos de grado medido o programa de garantía social /
Grupo 2: alumnos de escuelas taller.

Alumnos t gl p=
Desviación
Medias típica.
Apego CFGM/PGS 4,26 ,9011 2,313 456 ,021
Escuela Taller 4,06 1,0143
Normas familiares claras CFGM/PGS 3,05 1,2522 -2,743 442 ,006
Escuela Taller 3,38 1,3390
Miedo a las drogas CFGM/PGS 2,59 1,4251 -,246 456 ,806
Escuela Taller 2,63 1,4582
Estilo directivo en la educación CFGM/PGS 2,49 1,1088 -2,498 456 ,013
Escuela Taller 2,75 1,1084
Celebración en familia de CFGM/PGS
3,32 1,1816 -1,636 456 ,103
cumpleaños, fiestas, etc.
Escuela Taller 3,52 1,4012
Realizar actividades satisfactorias CFGM/PGS
con amigos 3,24 1,3100 ,693 456 ,489
Escuela Taller 3,15 1,5031
Participación en actividades de la CFGM/PGS
1,54 ,9432 -,729 456 ,466
iglesia
Escuela Taller 1,61 1,0430
Locus de control interno CFGM/PGS 3,97 ,9658 -,310 456 ,757
Escuela Taller 4,00 1,0737
Valorar la salud CFGM/PGS 3,10 1,2220 1,974 456 ,049
Escuela Taller 2,88 1,1958
Destrezas para trabajar con otros CFGM/PGS 4,05 ,9513 -3,749 456 ,000
Escuela Taller 4,37 ,8119
Alto rendimiento escolar CFGM/PGS 3,56 1,0051 7,687 456 ,000
Escuela Taller 2,86 ,9235
Valor de autosuperación CFGM/PGS 3,83 1,0421 ,711 456 ,478
Escuela Taller 3,76 1,1102
Cumplimiento de normas de la CFGM/PGS
comunidad 3,80 1,0417 2,206 456 ,028
Escuela Taller 3,59 ,9671
Nivel alto de autoaceptación CFGM/PGS 4,17 ,9443 3,065 423 ,002
Escuela Taller 3,87 1,1230
272 José Miguel Martínez González.

Expectativas positivas de futuro CFGM/PGS 3,70 ,8989 -2,414 456 ,016


Escuela Taller 3,91 ,9919
Adquirir y cumplir compromisos CFGM/PGS 4,10 ,7428 2,798 456 ,005
Escuela Taller 3,90 ,7905
Normas claras en la escuela CFGM/PGS 3,64 ,9975 -1,781 456 ,076
Escuela Taller 3,81 1,0928
Relación con entidades valoradas CFGM/PGS
socialmente (como ONGs) 1,49 ,9826 ,033 456 ,974
Escuela Taller 1,49 ,9477
Valoración positiva de los padres del CFGM/PGS
grupo de amigos 4,10 ,9345 -,727 456 ,467
Escuela Taller 4,16 1,0582
Que los padres refuercen los logros CFGM/PGS
de los hijos 3,56 1,1415 -,956 456 ,340
Escuela Taller 3,66 1,1855
Estabilidad y cohesión familiar CFGM/PGS 3,22 1,1712 -,237 456 ,813
Escuela Taller 3,25 1,2468
Percepción de utilidad de ir al CFGM/PGS
4,01 ,9916 -4,432 456 ,000
colegio
Escuela Taller 4,39 ,7923
Tener buen grado de autocontrol CFGM/PGS 3,78 ,9037 -1,349 456 ,178
Escuela Taller 3,89 ,8707
Hacer frente a la adversidad CFGM/PGS 3,91 ,8543 ,452 456 ,651
Escuela Taller 3,87 ,9896

De esta comparación se deduce que estos grupos se diferencian de


forma estadísticamente significativa en 10 variables de protección, esto es,
unas personas cuentan con mayor nivel de protección en alguna de las
variables medidas. El mayor nivel de protección no siempre corresponde al
mismo grupo. De los factores que han arrojado diferencias estadísticamente
significativas, los alumnos de CFGM / PGS presentan mayor valor de la media
en apego, valorar la salud, adquirir y cumplir compromisos. Los participantes de
las ET presentan mayor valor de la media en normas familiares claras, miedo a
las drogas, estilo directivo en la educación, destrezas para trabajar con otros,
cumplimiento de normas en comunidad, nivel alto de autoaceptación,
expectativas positivas de futuro y percepción de utilidad de ir al colegio.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 273

Factores de protección en función de si la persona cree que las drogas


hay que conocerlas o por el contrario son drogas peligrosas con las que
no hay que entrar en contacto.

Existen diferencias estadísticamente significativos en relación a las


medias de todas la variables de protección en función de si la personas cree
que las drogas es algo preciso conocer y probar al menos una vez o por el
contrario cree que las drogas son una droga muy peligrosa que no debe ni
probarse. Existe un mayor valor de la media en el grupo que cree que las
drogas no se deben ni probar (ver Tabla 2.56).

Tabla 2.56.
Los factores de protección en función de la creencia con la que se identifica la persona:
Las drogas hay que conocerlas (n = 74) / las drogas son muy peligrosas (n = 135).

Medias Desviación t gl P
típica
Factores de Las drogas son algo que es 3,28 ,424 -4,503 139 ,000
protección. preciso conocer y probar al
menos una vez al mes.
Las drogas son unas 3,54 ,390
drogas muy peligrosas que
no deben ni probarse

Los factores de protección ante el cánnabis, disponibilidad de dinero y


tener amigos consumidores de drogas como predictores del consumo de
cánnabis.

o Predictores:
ƒ Media de los factores de protección ante el consumo de
cánnabis.
ƒ Disponibilidad de dinero. Los niveles de esta variable
son: 1 = menos de 12 €; 2 = entre 120 y 204 €; 3 =
entre 204 y 306 €; 4 = entre 306 y 540 €; 5 = más de
540 €.
ƒ Tener amigos consumidores de drogas. Los niveles de
esta variable son: 1 = ninguno; 2 = muy pocos; 3 =
algunos; 4 = muchos; 5 = todos.
274 José Miguel Martínez González.

o Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la variable


son: 0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de semana; 3 =
entre 2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.
El análisis de regresión múltiple muestra que las tres variables no
predicen por igual el consumo de cánnabis. Los factores de protección
establecen una relación inversa con el consumo de cánnabis (Beta = -.224; p =
.000), y la disponibilidad económica (Beta = .079; p = .169) no es significativa,
de modo que entre el resto de variables predictores esta no tiene peso
predictivo. Tener amigos consumidores (Beta = .428; p = .000) es la variable de
mayor peso específico en la predicción del consumo de cánnabis,
estableciendo una relación positiva, esto es, a mayor número de consumidores
de drogas más probabilidad existe de que la persona consuma cánnabis. En
comparación a los factores de protección, tiene más peso tener amigos
consumidores que el nivel de protección ante el cánnabis (ver Tabla 2.57).

Tabla 2.57.
La disponibilidad de dinero, tener amigos que consumen drogas y factores de
protección ante el cánnabis como predictores del consumo de cánnabis.

Correlaciones
Consumo de Media de Disponibilidad Tener amigos
cánnabis los factores de dinero consumidores
de de drogas.
protección
ante el
cánnabis
Correlación de Consumo de cánnabis. 1,000 -,373 ,126 ,517
Pearson
Media de los factores de -,373 1,000 ,030 -,352
protección ante el cánnabis
Disponibilidad de dinero ,126 ,030 1,000 ,126
Tener amigos que ,517 -,352 ,126 1,000
consumen drogas.
Sig. (unilateral) Consumo de cánnabis. . ,000 ,031 ,000
Media de los factores de ,000 . ,327 ,000
protección ante el cánnabis
Disponibilidad de dinero ,031 ,327 . ,031
Tener amigos que ,000 ,000 ,031 .
consumen drogas.
N Consumo de cánnabis. 219 219 219 219
Media de los factores de 219 219 219 219
protección ante el cánnabis
Disponibilidad de dinero 219 219 219 219
Tener amigos que 219 219 219 219
consumen drogas.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 275

ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados

Regresión 128,899 3 42,966 32,903 ,000(a)


Residual 280,763 215 1,306
Total 409,662 218
a Variables predictoras: Tener amigos consumidores de drogas, factores de protección ante el cánnabis y
disponibilidad económica.
b Variable dependiente: Consumo de cánnabis.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estanda- confianza para B al colinealidad
rizados 95%
B Error Beta Límite Límite Toleran- FIV
típ. inferior superior cia
Media factores -,556 ,150 -,224 -3,709 ,000 -,852 -,261 ,870 1,149
de protección
Disponibilidad ,115 ,083 ,079 1,379 ,169 -,049 ,279 ,978 1,023
de dinero
Tener amigos ,533 ,076 ,428 7,016 ,000 ,383 ,682 ,857 1,166
que consumen
drogas.

Relación entre miedo a las drogas y tener amigos consumidores.

Se obtiene una correlación negativa estadísticamente significativa, lo


que indica que a cuantos más amigos consuman drogas menos miedo tendrá
la persona a consumirlas. Pero también cuanto más miedo a las drogas tenga
la personas menos amigos consumidores de drogas tendrán (ver Tabla 2.58).
El miedo a las drogas, que según hemos visto está probablemente
materializado en la percepción de riesgo asociado a su consumo, se relaciona
inversamente con la elección de personas consumidores de drogas como
amigos.
Ante esta situación debemos hacernos la siguiente pregunta, ¿es
fundamental formar a las personas para que elijan un determinado grupo de
personas como amigos que no consuman drogas?. Pensamos que sí, ya que al
parecer esa elección es fundamental para mantenerse alejado del consumo.
276 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.58
Relación entre tener miedo a las drogas y tener amigos que consumen drogas.

Tener amigos que Tener miedo


consumen drogas a las drogas
ilegales
Tener amigos que consumen Correlación de Pearson 1 -,188(**)
drogas ilegales
Sig. (bilateral) ,006
N 217 212
Tener miedo a las drogas Correlación de Pearson -,188(**) 1
Sig. (bilateral) ,006
N 212 212
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

El miedo a las drogas y la percepción de incidencia de consumo de


cánnabis en la ciudad como predictores del consumo de cánnabis.

o Predictores:
ƒ Cantidad de personas que cree el alumno que
consumen con cierta frecuencia cánnabis en su ciudad.
Los niveles de esta variable son: 1 = ninguna; 2 = muy
pocas; 3 = algunas; 4 = bastante; 5 = todas.
ƒ Miedo a las drogas. Esta variable tiene cinco niveles: 1
= nada, 2 = poco, 3 = algo, 4 = mucho, 5= muchísimo.
o Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la variable son:
0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de semana; 3 = entre
2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.

El análisis de regresión múltiple muestra que tanto el miedo a las drogas


como la percepción de incidencia del consumo de cánnabis en la ciudad
predicen el consumo de cánnabis. La cuestión es que el miedo a las drogas,
que predice el no consumo de cánnabis (Beta = -.133; p = .047), queda
neutralizado cuando la percepción de incidencia del consumo de cánnabis en la
ciudad es alta (Beta = .205; p = .002) (ver Tabla 2.59). Tiene más peso en la
predicción que el miedo a las drogas la percepción de incidencia de consumo
de cánnabis en su ciudad. Es probable que la percepción de incidencia
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 277

refuerce las representaciones sociales favorecedoras al consumo de drogas, y


de este modo disminuya la percepción de riesgo asociado al consumo de la
droga. Se ha visto en esta misma investigación que las representaciones
sociales vinculadas al consumo de cánnabis, están más mediatizadas por la
percepción de incidencia que se tiene de la ciudad que del propio instituto.

Tabla 2.59.
El miedo a las drogas y la percepción de incidencia de consumo de cánnabis en la
ciudad como predictores del consumo de cánnabis.

Correlaciones

Percepción de
incidencia del
consumo de
Consumo de Tener miedo a cánnabis en su
cánnabis las drogas ciudad.
Correlación de Pearson Consumo de cánnabis. 1,000 -,161 ,223
Tener miedo las drogas -,161 1,000 -,140
Percepción de incidencia de
consumo de cánnabis en su ,223 -,140 1,000
ciudad.
Sig. (unilateral) Consumo de cánnabis. . ,009 ,000
Tener miedo las drogas ,009 . ,019
Percepción de incidencia de
consumo de cánnabis en su ,000 ,019 .
ciudad.
N Consumo de cánnabis. 219 219 219
Tener miedo las drogas 219 219 219
Percepción de incidencia de
consumo de cánnabis en su 219 219 219
ciudad.
ANOVA

Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.


Regresión 27,467 2 13,734 7,762 ,001(a)
Residual 382,195 216 1,769
Total 409,662 218
a Variables predictoras: Percepción de incidencia de consumo de cánnabis en su ciudad; miedo a las drogas.
b Variable dependiente: Consumo de cánnabis.
Coeficientes
Intervalo de
Coeficientes no Coeficientes confianza para B al Estadísticos de
estandarizados estandarizados t Sig. 95% colinealidad

Error Límite Límite


B típ. Beta inferior superior Tolerancia FIV
Miedo a las
-,125 ,063 -,133 -1,997 ,047 -,249 -,002 ,980 1,020
drogas
Incidencia en
,348 ,113 ,205 3,084 ,002 ,125 ,570 ,980 1,020
la ciudad
278 José Miguel Martínez González.

¿Qué neutraliza el peso de la percepción de incidencia de consumo de


cánnabis en la ciudad?

o Predictores:
ƒ Cantidad de personas que cree el alumno que pueden
estar consumiendo con cierta frecuencia cánnabis en su
ciudad: Los niveles de esta variable son: 1 = ninguna; 2
= muy pocas; 3 = algunas; 4 = bastante; 5 = todas.
ƒ Media de variables de protección ante el consumo de
cánnabis. Son 11 variables: autocontrol, estabilidad y
cohesión familiar, que los padres refuercen los logros
de los hijos, que los padres valoren positivamente los
amigos de los hijos, expectativas positivas de futuro,
cumplimiento de normas de la comunidad, participación
en actividades de la parroquia, realizar actividades de
forma satisfactoria con los amigos, estilo directivo en la
educación, apego familiar y celebrar acontecimientos en
familia.
o Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la variable son:
0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de semana; 3 = entre
2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.

Tanto la percepción que tiene la persona de la incidencia del consumo


de cánnabis en la ciudad (Beta = 0.17; p = .007), como los factores de
protección ante el cánnabis tienen capacidad predictiva sobre el consumo de
esta droga (Beta = -.347; p = .000) (ver Tabla 2.60). Tienen más peso los
factores de protección, de modo que protegen a las personas no sólo bajo las
condiciones de riesgo descritas con anterioridad sino también bajo la influencia
de las representaciones sociales, esto es, la creencia de que hay muchas
personas en la ciudad que consumen cánnabis.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: factores de protección. 279

Tabla 2.60.
La percepción de incidencia de consumo de cánnabis en la ciudad y factores de
protección como predoctores del consumo de cánnabis.

Correlaciones
Percepción de
incidencia del Media de los 11
consumo de variables de
consumo de cánnabis en la protección ante el
cánnabis ciudad. cánnabis.
Correlación Consumo de cánnabis.
1,000 ,223 -,373
de Pearson
Percepción de incidencia de consumo
,223 1,000 -,154
de cánnabis en la ciudad.
Media de los 11 variables de protección
-,373 -,154 1,000
ante el cánnabis.
Sig. Consumo de cánnabis.
. ,000 ,000
(unilateral)
Percepción de incidencia de consumo
,000 . ,011
de cánnabis en la ciudad.
Media de los 11 variables de protección
,000 ,011 .
ante el cánnabis.
N Consumo de cánnabis. 219 219 219
Percepción de incidencia de consumo
219 219 219
de cánnabis en la ciudad.
Media de los 11 variables de protección
219 219 219
ante el cánnabis.
ANOVA

Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.


Regresión 68,431 2 34,216 21,659 ,000(a)
Residual 341,231 216 1,580
Total 409,662 218
a Variables predictoras: Media de las 11 variables de protección ante el cánnabis; percepción de incidencia del
consumo de cánnabis en la ciudad.
b Variable dependiente: Consumo de cánnabis.
Coeficientes
Coeficien-
tes Intervalo de
Coeficientes no estanda- confianza para B al Estadísticos de
estandarizados rizados t Sig. 95% colinealidad
Límite
Error Límite supe-
B típ. Beta inferior rior Tolerancia FIV
Percepción
de
incidencia
de
consumo ,288 ,107 ,170 2,702 ,007 ,078 ,499 ,976 1,024
de
cánnabis
en la
ciudad.
Media de
las 11
variables
de -,859 ,156 -,347 -5,513 ,000 -1,165 -,552 ,976 1,024
protección
ante el
cánnabis.
280 José Miguel Martínez González.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 281

Representaciones sociales.
x ¿Qué te parecen las drogas?
x Presencia de las representaciones sociales evaluadas.
x Las representaciones sociales en función del tipo de estudios.
x Las representaciones sociales y el grado de peligrosidad percibida de cada
una de las drogas.
x Representaciones sociales en función del género.
x Representaciones sociales en función de la edad.
x Representaciones sociales en función del consumo de cánnabis.
x Representaciones sociales en función del consumo de tabaco.
x Representaciones sociales en función de emborrachase.
x Representaciones sociales dependiendo de si las personas consumen
algún tipo de droga ilegal.
x Relación entre factores de protección y representaciones sociales.
x Relación entre las medias de las variables del cuestionario de protección y
el grado de identificación con las representaciones sociales.
x Relación entre las representaciones sociales e incidencia percibida del
consumo de droga.
x Representaciones sociales y protección.
x Las representaciones sociales y su relación con el hecho de tener amigos
consumidores de drogas. ¿Tener amigos consumidores de drogas predice
la identificación con las representaciones estudiadas?.
x Las representaciones sociales como predictoras del consumo de cánnabis.
x Análisis del peso específico de cada una de las representaciones sociales
en la predicción del consumo de cánnabis.
x Las representaciones sociales como predictoras de la percepción de riesgo
asociado al consumo de drogas.
x Los factores de protección ante el consumo de cánnabis como predictores
de las representaciones sociales.
x Media de lo factores de protección ante el cánnabis y media de las
representaciones sociales como predictoras del consumo de cánnabis.
x Edad de inicio en el consumo de cánnabis y percepción de riesgo asociado
al consumo de drogas.
x Percepción de peligrosidad atribuida al consumo de cada una de las
drogas.
x Peligrosidad percibida en función de la edad (más o menos de 19 años).
x Peligrosidad percibida en función del género.
x Peligrosidad percibida en función de emborracharse.
x Peligrosidad percibida en función de fumar cánnabis.
x Relación entre las medias de las variables del cuestionario de protección
para cada alumno y peligrosidad percibida de cada droga.
x Percepción del riesgo asociado al consumo de cánnabis como predictor del
su consumo.
x Percepción de riesgo asociado al consumo de drogas como predictoras del
consumo de cánnabis.
x Tener amigos que consumen drogas como predictor del consumo de
cánnabis.
x La percepción de riesgo asociado al consumo y tener amigos consumidores
de drogas como predictor del consumo de cánnabis.
282 José Miguel Martínez González.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 283

¿Qué te parecen las drogas?.

Se escogieron estos ítems como ya lo hicieron otros, en los que se


establecen dos grupos claramente diferenciados y que muestra actitudes muy
diferentes ante el consumo de drogas. Pensar que las drogas son algo a
conocer sitúa a la persona en una clara franja de riesgo a la vez que ocurre lo
contrario cuando la personas piensa de forma inversa.

Gráfico 17.
¿Qué te parecen las drogas: algo que es precio conocer y probar al menos una vez o
unas sustancias muy peligrosas que no deben ni probarse?

¿Qué te perecen las


drogas?
Algo que hay que
conocer
No se deben probar

35,41%

64,59%

El 35.4 % (n = 74) manifiesta que las drogas para ellos es algo que es
preciso conocer y probar al menos una vez, mientras que el 64.6 %(n = 135)
creen que las drogas son unas sustancias muy peligrosas que no deben ni
probarse (ver Gráfico 17).
En la siguiente tabla (2.61) puede observarse como al contrastar el
número de alumnos que consumen cánnabis y la opinión que tienen sobre las
drogas, el grupo de personas que no consume cánnabis se sitúa
mayoritariamente en la opción en la que las personas consideran que las
drogas son una sustancia muy peligrosas que no deben ni probarse. Esta
284 José Miguel Martínez González.

forma de pensar probablemente es parte de una actitud de rechazo al uso de


drogas, y como consecuencia de ello, un modo de pensar que puede
constituirse en un factor de protección ante el consumo de drogas.

Tabla 2. 61.
Consumo de cánnabis / opinión sobre las drogas.

Que te parecen Las drogas son algo que es Las drogas son unas
las drogas preciso conocer y probar al sustancias muy peligrosas
menos una vez. que no deben ni probarse.
No consumen cánnabis 18 108 126
Si consumen cánnabis 55 27 82
73 135 208

Identificación de las representaciones sociales.

Las representaciones sociales que se han estudiado están presentes


entre los alumnos de un modo discreto, dado que la media de las puntuaciones
de las respuestas por las que las personas se identificaban con éstas creencias
llegan en algunos casos al valor medio de “2.5”. En la Tabla 2.62 se presentan
las creencias ordenadamente según la importancia concedida por los
participantes. Entre la primera se encuentra la creencia de que “toda la gente
consume drogas” y “tomar algunas drogas es normal”. Puede decirse que estas
creencias, que están presentes entre el alumnado, se constituyen en creencias
facilitadoras de actitudes favorables al uso de drogas.

Tabla 2.62.
Medias del grado en que se identifican las personas con las representaciones sociales.

N Mínimo Máximo Media Desv. típ.


A. "Toda la gente consume drogas” 213 1 5 2.91 1.27
B. "Tomar alguna drogas es normal” 212 1 5 2.57 1.43
C. "Si controlas no tiene porqué pasarte nada” 211 1 5 2.48 1.47
D. "Deberían legalizar todas las drogas" 212 1 5 2.01 1.34
E. “Deberían legalizar algunas drogas” 212 1 5 2.89 1.57
F. “Tenemos que aprender a convivir con las drogas” 211 1 5 2.36 1.45
N válido (según lista) 210
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 285

Teniendo en cuenta la totalidad de las respuestas puede verse que la


mayoría de las personas se identifican de algún modo con estas frases,
excepto en el caso de la creencia que hace referencia a legalizar todas las
drogas, donde más de la mitad de los alumnos no se identifican con ella (ver
Tabla 2.63).

Tabla 2. 63.
Grado con el que te identifica con cada una de las frases.

"Toda la "Tomar "Si controlas "Deberían "Deberían "Tenemos


gente alguna droga no tiene legalizar legalizar que aprender
consume es normal." porqué todas las algunas a convivir con
drogas." pasarte drogas" drogas" las drogas."
nada."
Nada 22,1% 34,4% 37,4% 54,7% 28,8% 42,2%
Poco 11,3% 15,6% 18,5% 15,1% 17,0% 18,0%
Regular 28,6% 23,1% 19,0% 13,2% 17,0% 15,6%
Bastante 30,0% 12,7% 9,0% 8,5% 11,3% 10,4%
Totalmente 8,0% 14,2% 16,1% 8,5% 25,9% 13,7%

En la siguiente Tabla (2.64) puede verse que, entre los consumidores de


cánnabis, en la mayoría de las creencias las opciones con las que se
identifican las personas se encuentran entre “regular” y “totalmente”, a
excepción de la creencia de legalizar todas las drogas. De aquí se podría
desprender que los consumidores de cánnabis estarían dispuestos a legalizar
el consumo de alguna droga, se supone que el cánnabis, pero no otras a las
que podrían atribuírsele más peligro. Esto podría indicar que entre las
representaciones sociales de jóvenes, al menos para este tipo de estudiantes,
el consumo de cánnabis está totalmente aceptado. Esto se constata de alguna
forma con la creencia de que debemos aprender a convivir con las drogas,
creencia que refleja el grado de presencia las drogas en la sociedad.
286 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.64.
Identificación de los consumidores de cánnabis con
las representaciones sociales.
1= Nada; 2= poco; 3= Regular; 4= Bastante; 5 = Totalmente

Creencias Respuest No consume Sí consumen


a Escala cánnabis cánnabis
Likert
"Toda la gente.." 1 41 6
2 19 5
3 35 26
4 26 37
5 8 9

"Tomar alguna..." 1 67 6
2 23 10
3 22 27
4 9 18
5 7 22

"Si controlas..." 1 62 17
2 28 10
3 16 24
4 10 9
5 12 22

"legalizar todas" 1 88 28
2 14 18
3 10 17
4 9 9
5 7 11

"Legalizar algunas" 1 57 4
2 26 10
3 21 15
4 9 15
5 15 39

"Tenemos que..." 1 75 13
2 23 15
3 17 16
4 5 17
5 8 21

Existe una correlación inversa estadísticamente significativa entre el


grado de aceptación de todas las creencias y grado de peligrosidad atribuido al
cánnabis, de modo que podría concluirse que estas creencias, al menos en lo
referente al consumo de cánnabis, se convierten en factores de riesgo para el
inicio de su consumo (ver Tabla 2.65). Esto es, si sabemos que a más peligro
percibido del consumo de cánnabis existe menos probabilidad de iniciarse en
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 287

su consumo y viceversa, el que los jóvenes asumen estas creencias se


convierte en un factor de riesgo para el inicio en el consumo de drogas
bastante relevante.

Tabla. 2.65.
Correlación entre el grado de peligrosidad percibido del cánnabis y el grado con el que
se identifican las personas con cada una de las representaciones sociales analizadas.

“Toda la “Tomar “Si “Debería “Debería “Tenemos


gente alguna controlas legalizar legalizar que
consume droga es no tiene todas las algunas aprender a
drogas” normal” porqué drogas” drogas” convivir
pasarte con las
nada” drogas”
Grado de Correlación -.227 -.468 -.240 -.156 -.454 -.318
peligrosidad de Pearson
atribuido al
cánnabis.
Sig. .001 .000 .000 .023 .000 .000
N 213 212 211 212 212 211

Comparación de las representaciones sociales en función del tipo de


estudios (Ciclo Formativo de Grado Medio –CFGM- y Programa de
Garantía Social –PGS-).

Según la tabla los alumnos del Programa de Garantía Social éstos se


identifican más con las representaciones sociales evaluadas, que como
venimos diciendo, se asocian en mayor medida con el consumo de drogas (ver
Tabla .2.66).
Tabla 2.66.
Comparación en función del centro de estudio (CFGM / PGS)

Instituto N Media Desviación


típica.
"Tomar alguna..." CFGM 142 2,56 1,422
PGS 70 2,59 1,460
"Si controlas..." CFGM 142 2,34 1,373
PGS 69 2,77 1,619
"legalizar todas" CFGM 142 1,82 1,258
PGS 70 2,40 1,418
"Legalizar algunas" CFGM 142 2,84 1,592
PGS 70 2,99 1,537
"Tenemos que..." CFGM 141 2,23 1,392
PGS 70 2,60 1,555
288 José Miguel Martínez González.

Al realizar un contraste de medias sólo se obtienen diferencias


estadísticamente significativas en uno de los ítems; esto es, se identifican más
con el ítem “deberían legalizar todas las drogas” los alumnos que cursan
estudios en el programa de garantía social. En el resto de creencias no se
diferencian del grupo de personas que estudian Ciclo Formativo de Grado
Medio.

Representaciones sociales y grado de peligrosidad percibida de cada una


de las drogas.

El interés de este apartado radica en conocer si la peligrosidad percibida


de cada una de las drogas guarda relación con las representaciones sociales
que han podido verse claramente asociadas con la mayor incidencia del
consumo de drogas.
Se observa que la percepción de peligrosidad del consumo de cánnabis
correlaciona negativa y significativamente con cada una de las creencias
indicativas de representaciones sociales. Así, en la medida en que la persona
se identifica con creencias como “toda la gente consume drogas” puntúa menor
en la peligrosidad percibida asociada al cánnabis (ver Tabla 2.67). Esta
correlación negativa se da de forma significativa con todas las creencias que
aluden a las representaciones sociales. Ocurre en menor medida con respecto
a la peligrosidad percibida del consumo de cocaína, en el que correlacionan
también negativamente tres creencias, así como en el caso de la percepción de
peligrosidad de las anfetaminas que correlaciona negativamente también con
tres. En estos casos, los resultados indican que a mayor identificación de la
persona con cada una de estas creencias se produce una menor percepción de
peligrosidad de cada una de las drogas que han correlacionado de forma
significativa.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 289

Tabla 2.67
Correlación entre grado de peligrosidad percibida e identificación con las distintas
representaciones sociales.

A. "Toda la gente consume drogas”


B. "Tomar alguna droga es normal”
C. "Si controlas no tiene porqué pasarte nada”
D. "Deberían legalizar todas las drogas"
E. “Deberían legalizar algunas drogas”
F. “Tenemos que aprender a convivir con las drogas”

TABACO ALCOHOL CÁNNABIS ANFETAMINAS TRANQUILI- COCAÍNA HEROÍNA


ZANTES
A Correlación de -.028 -.073 -.227** .030 .030 -.034 .016
Pearson
p= .684 .290 .001 .668 .662 .627 .818
N 212 212 213 210 209 211 211
B Correlación de -.025 -.136 -.468** -.154 * -.070 -.187 -.070
Pearson
P= .717 .048 .000 .026 .315 .006 .313
N 212 212 212 210 209 211 211
C Correlación de -.005 -.022 -.240** -.207** -.107 -.260** -.082
Pearson
P= .945 .748 .000 .003 .122 .000 .235
N 211 211 211 209 208 210 210
D Correlación de .075 -.028 -.156* -.005 .099 -.148* -.191
Pearson
P= .275 .683 .023 .947 .153 .031 .005
N 212 212 212 210 209 211 211
E Correlación de -.007 -.106 -.454** -.122 -.036 -.215** -.094
Pearson
P= .916 .125 .000 .077 .601 .002 .175
N 212 212 212 210 209 211 211
F Correlación de .063 -.047 -.318** -.109 -.096 -.117 -.016
Pearson
P= .362 .495 .000 .116 .168 .091 .816
N 211 211 211 209 208 210 210
** La correlación es significativa al nivel 0,01.
* La correlación es significante al nivel 0,05.

Para realizar la comparación entre distintos grupos y así conocer la


posible existencia de diferencias estadísticamente significativas entre las
respuestas del cuestionario destinado a la medición de las representaciones
sociales, se ha utilizado el estadístico “t- student”, habiéndose establecido un
nivel de significación para tomar decisión estadística de 0.05..

Las representaciones sociales en función del género.

La identificación de las personas de la muestra con las representaciones


sociales no parece estar en función del género, excepto en el caso de la
creencia de que “deberían legalizar algunas drogas” siendo mayoritariamente
los hombres los que se identifican más con esta creencia (ver Tabla 2.68).
290 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.68.
Representaciones sociales en función del género.
Hombres (59.8 %; n = 131) y (38.8 %; n = 85).

Medias Medias t gl p=
hombres Mujeres
"Toda la gente consume drogas” 2.90 2.90 -.035 210 .972
"Tomar alguna drogas es normal” 2.90 2.49 .533 209 .595
"Si controlas no tiene porqué pasarte nada” 2.48 2.46 .100 208 .920
"Deberían legalizar todas las drogas" 2.03 1.99 .229 209 .819
Deberían legalizar algunas drogas” 3.07 2.58 2.247 209 .026
“Tenemos que aprender a convivir con las drogas” 2.43 2.27 .779 208 .437

Las representaciones sociales en función de la edad.

Con respecto a la edad, al menos en la franja de edad de las personas


de la muestra, se ha visto que no existen diferencias estadísticamente
significativas para ninguna de las representaciones sociales estudiadas (ver
Tabla 2.69).

Tabla 2.69.
Grupo de comparación en representaciones sociales
en función de la edad.
Sobre una sub-muestra de 61 personas: Grupo A: 19 años o menos ( 52.1%; 37);
Grupo B: 20 años o más (47.9 %; n = 34).

Medias Medias t gl p=
Grupo A. Grupo B.
"Toda la gente consume drogas” 2.78 3.03 -.784 68 .436
"Tomar alguna drogas es normal” 2.81 2.79 .061 68 .951
"Si controlas no tiene porqué pasarte nada” 2.59 2.24 1.044 68 .300
"Deberían legalizar todas las drogas" 1.86 2.12 -.842 68 .403
Deberían legalizar algunas drogas” 3.14 3.18 -.124 68 .901
“Tenemos que aprender a convivir con las drogas” 2.51 2.24 .780 68 .438

Las representaciones sociales en función del consumo de cánnabis.

En la comparación de los grupos que consumen y no consumen


cánnabis, se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en
todas las representaciones sociales, siendo mayor el valor de la media de los
ítems que miden las representaciones sociales en todos los caso para el grupo
de personas que consumen cánnabis. Esto viene a indicar que esta
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 291

identificación parece limitarse a las personas que consumen cánnabis. Como


ocurrió anteriormente, puede verse que determinados tipo de representaciones
sociales se asocian significativamente con la condición de fumar cánnabis, lo
que vincula de algún modo estas representaciones con determinadas
preferencias en el consumo de drogas (ver Tabla 2.70).

Tabla 2.70.
Representaciones sociales en función del consumo o no consumo de cánnabis.

Medias Medias No t gl P=
Sí consume consume
"Toda la gente consume drogas” 3.46 2.54 5,743 201 ,000
"Tomar alguna drogas es normal” 3.48 1.95 8,930 209 ,000
"Si controlas no tiene porqué pasarte nada” 3.11 2.08 5,264 208 ,000
"Deberían legalizar todas las drogas" 2.48 1.70 4,204 156 ,000
Deberían legalizar algunas drogas” 3.90 2.21 8,996 209 ,000
“Tenemos que aprender a convivir con las drogas” 3.22 1.81 7,442 150 ,000

Las representaciones sociales en función de fumar tabaco.

En el caso de fumar tabaco ocurre como con el cánnabis, a excepción


de la creencias de “toda la gente consume drogas”, en la que se ha encontrado
diferencias estadísticamente significativas con un mayor valor de la media para
el grupo de personas que no fuman (t = 3.224; p = .001). Para el resto de los
casos en que se encuentran diferencias significativas, el mayor valor de la
media corresponde al grupo de personas que sí consumen tabaco (ver Tabla
2.71).

Tabla 2.71.
Representaciones sociales en función de fumar o no fumar tabaco.

Medias Si Medias No t gl P=
fuman fuman
"Toda la gente consume drogas” 1.24 1.26 3,224 209 ,001
"Tomar alguna drogas es normal” 1.46 1.20 5,677 195 ,000
"Si controlas no tiene porqué pasarte nada” 1.55 1.32 2,892 197 ,004
"Deberían legalizar todas las drogas" 1.42 1.22 2,820 199 ,005
Deberían legalizar algunas drogas” 1.56 1.45 4,515 208 ,000
“Tenemos que aprender a convivir con las drogas” 1.49 1.27 4,862 196 ,000
292 José Miguel Martínez González.

Las representaciones sociales en función de emborracharse.

Las personas no parecen diferir en el grado de aceptación de


determinadas representaciones sociales dependiendo de si suelen o no
emborracharse. Los participantes que se emborrachan al menos una vez al
mes se identifican en mayor medida con las representaciones sociales,
existiendo entre ambos grupos diferencias estadísticamente significativas (ver
Tabla 2.72). Si es así, emborracharse con frecuencia podría asociarse si cabe
a un riesgo mayor de consumo de drogas, porque estaría asociado a creencias
mucho más comprometedoras con el consumo de drogas al vincularse más con
la aceptación de la legalización de éstas.

Tabla 2.72.
Representaciones sociales en función de emborracharse o no emborracharse.

Medias SI Medias NO se t gl P=
se emborracha emborracha
"Toda la gente consume drogas” 3.15 2,63 3,023 210 ,003
"Tomar alguna drogas es normal” 2.93 2,17 3,966 209 ,000
"Si controlas no tiene porqué pasarte nada” 2,77 1.45 3,029 208 ,003
"Deberían legalizar todas las drogas" 2,13 1.87 1,390 209 ,166
Deberían legalizar algunas drogas” 3.30 2.44 4,095 209 ,000
“Tenemos que aprender a convivir con las 2.61 2.05 2,844 208 ,005
drogas”

Las representaciones sociales dependiendo de si las personas consumen


o no alguna droga ilegal.

Cuando se comparan las representaciones sociales estudiadas entre las


personas que toman drogas ilegales y aquellas que no las consumen, puede
verse que estas creencias son atribuibles al consumo de drogas ilegales
porque en todas ellas los mayores valores de la media para el grupo de
personas corresponden a los que sí consumen algún tipo de droga ilegal. Esto
es, los que consumen drogas se identifican diferencialmente más con estas
representaciones sociales al compararlos con las personas que no toman
ningún tipo de droga (ver Tabla 2.73).
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 293

Tabla 2.73.
Representaciones sociales en función de consumir o no consumir alguna droga ilegal
Consume algún tipo de droga ilegal (n 91; 41.9 %)/ no consume ninguna
droga ilegal (n = 126; 57.5%).

Medias Si Medias No t gl P=
consume consume
algún tipo de ninguna droga
droga ilegal ilegal
"Toda la gente consume drogas” 3.43 2.52 5,730 209 ,000
"Tomar alguna drogas es normal” 3.44 1.92 9,021 210 ,000
"Si controlas no tiene porqué pasarte nada” 3.12 2.01 5,736 172 ,000
"Deberían legalizar todas las drogas" 2.41 1.71 3,796 175 ,000
Deberían legalizar algunas drogas” 3.81 2.20 8,508 210 ,000
“Tenemos que aprender a convivir con las drogas” 3.17 1.76 7,624 164 ,000

Relación entre factores de protección y representaciones sociales.

La correlación entre los valores de la media de las respuestas de todas


las personas a cada ítem que evalúa la protección y las medias de las
personas a todos los ítems del cuestionario sobre representaciones sociales
es de -.37, siendo ésta significativa (p = .01). Se establece por tanto una
relación inversa entre los factores de protección y las representaciones
sociales, lo que viene a indicar las asociación entre las representaciones
sociales que se han evaluado en ese estudio con la mayor probabilidad de
consumo de drogas, toda vez que las mayores puntuaciones en el cuestionario
de protección sitúan a la persona en una posición más alejada respecto a las
creencias que se han visto se asocian claramente al consumo.

Relación entre las medias de las variables del cuestionario de protección


para cada alumno y el grado de identificación de las personas con las
representaciones sociales.

En la Tabla (2.74) puede verse una correlación significativa entre la


media de las puntuaciones a cada variable del cuestionario de protección para
cada sujeto y el grado de identificación para cada representación social. Podría
deducirse de esto que una mayor puntuación en el cuestionario de protección,
representativa a su vez de un determinado nivel de protección, se relaciona
negativamente con aquellas creencias que son favorecedoras del consumo de
294 José Miguel Martínez González.

drogas porque, como se vio, una mayor identificación con las mismas se asocia
al consumo de drogas. Estas correlaciones vinculan claramente los factores de
protección y las representaciones sociales ya que están correlacionadas
inversamente.

Tabla 2.74.
Relación entre las representaciones sociales y la media de la puntuación global del
cuestionario de protección.

"Toda la "Tomar "Si "legalizar "Legalizar "Tenemos


gentes.." alguna..." controlas..." todas" algunas" que..."
Correlación de -.218 -.341 -.218 -.154 -.334 -.261
Pearson
Sig .001 .000 .001 .025 .000 .000
N 213 212 211 212 212 211

Representaciones sociales y percepción de la incidencia del consumo de


drogas.

En el proceso sociogenético de las representaciones sociales se sabe


que intervienen varios elementos, operando éstos bajo procesos de búsqueda
de explicaciones consistentes con lo que las personas ven en su entorno. Esto
es, la percepción de lo que sucede a nuestro alrededor en relación al consumo
de drogas podría influir en la formación del imaginario colectivo sobre su
consumo. Para estudiar esto nos vamos a detener en analizar la relación entre
la incidencia de consumo de drogas estimada en el entorno por parte de las
personas evaluadas y el grado con el que se identifican éstas con las
representaciones sociales que se han descrito. Puede suceder que la
correlación sea significativa sólo en algunos casos, lo que podría suponer que
el consumo de algunas drogas ilegales en el entorno de la personas tendría
más relevancia de la que tienen otras.

La correlación bivariada entre las medias de los ítems que miden las
representaciones sociales y las puntuaciones referentes a las creencias sobre
la incidencia de consumo de drogas no es significativa. Al parecer las
representaciones sociales, al menos en el ámbito de las drogodependencias,
no se construyen de una manera destacable a partir de la creencia de que en el
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 295

instituto haya un número importante de personas que consumen drogas (ver


Tabla 2.75).

Tabla 2.75.
Relación entre la percepción de la cantidad de personas que consumen drogas ilegales
en el instituto y la media de las representaciones sociales.

Representaciones
sociales
Consumo de drogas ilegales.
Personas de tu ciudad que fuman porros. Correlación de ,087
Pearson
Sig. (bilateral) ,211
N 208
Personas de tu ciudad que consumen drogas de Correlación de -,037
diseño. Pearson
Sig. (bilateral) ,604
N 199
Personas de tu ciudad que consumen cocaína. Correlación de ,052
Pearson
Sig. (bilateral) ,467
N 198
Personas de tu ciudad que consumen heroína. Correlación de -,070
Pearson
Sig. (bilateral) ,330
N 195
* La correlación es significante al nivel 0,05.

Por el contrario la percepción del número de personas que consumen


drogas en la ciudad, un referente aparentemente más lejano para el
adolescente, sí guarda relación con las representaciones sociales. Así, el
referente más significativo para la construcción de las representaciones
sociales sobre las drogodependencias en alumnos de institutos de grado medio
y programa de garantía social podría situarse en el número de personas de su
ciudad que se cree consumen drogas ilegales (ver Tabla 2.76).
296 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.76.
Relación entre la percepción de la cantidad de personas que consumen drogas ilegales
en la ciudad y la media de las representaciones sociales.

Media de las
Consumo de drogas ilegales. Representaciones
Sociales
Personas de tu ciudad que fuman porros. Correlación de Pearson ,203(**)
Sig. ,003
N 208
Personas de tu ciudad que consumen drogas Correlación de Pearson ,204(**)
de diseño.
Sig. ,003
N 203
Personas de tu ciudad que consumen cocaína. Correlación de Pearson ,246(**)
Sig. ,000
N 203
Personas de tu ciudad que consumen heroína. Correlación de Pearson ,141(*)
Sig. ,045
N 202
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
* La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).

Esto podría explicarse porque quizá los alumnos establecen lazos de


amistad, lazos afectivos, con personas fuera del instituto, no tienen vinculación
afectiva de forma significativa con los compañeros del centro escolar, siendo
con personas fuera de éste con las que sí se relacionan bajo lazos de cercanía
y amistad.

Las representaciones sociales y su relación con el hecho de tener


amigos consumidores de drogas. ¿Tener amigos consumidores de
drogas predice la identificación con las representaciones indicadas?.

o Variable predictor: Tener amigos que consume drogas. La


variable tiene 5 niveles: 1 = ninguno; 2 = muy pocos; 3 =
algunos; 4 = muchos; 5 = todos.
o Variable Criterio: Representaciones sociales. Esta variable
se ha medido tomando como referencia las medias de todas
las personas a cada uno de los 6 ítems del apartado de
representaciones sociales. La consistencia interna calculada
a través de Alpha, indica que se puede utilizar el valor de la
media a todos estos ítems como representativo de todas las
representaciones sociales.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 297

El análisis de regresión indica que tener un determinado número de


amigos consumidores de alguna droga ilegal pronostica una mayor presencia
de estas representaciones sociales y que éstas, como hemos podido ver, están
directamente relacionadas con el consumo de drogas (Beta = .47; p = .000)
(ver Tabla 2.77). Probablemente relacionarse con personas que consumen
drogas ilegales favorece de algún modo la aceptación de creencias como las
estudiadas. Se desprende que cuantos más amigos consumidores de drogas
se tiene, más identificación hay con las representaciones sociales descritas.
Este resultado corrobora los datos encontrados en análisis anteriores,
pudiendo atribuir al hecho de tener amigos consumidores un peso realmente
importante para comprender en toda su dimensión el fenómeno del uso de
drogas entre los jóvenes.

Tabla 2.77.
Análisis las representaciones sociales y su relación con el hecho de
tener amigos consumidores de drogas.

Correlaciones
MEDIAS R. LOS AMIGOS TOMAN
SOCIALES DROGAS ILEGALES

Correlación de MEDIAS R. SOCIALES 1,000 ,470


Pearson
LOS AMIGOS TOMAN DROGAS ILEGALES ,470 1,000
Sig. MEDIAS R. SOCIALES . ,000
LOS AMIGOS TOMAN DROGAS ILEGALES ,000 .
N MEDIAS R. SOCIALES 219 219
LOS AMIGOS TOMAN DROGAS ILEGALES 219 219
ANOVA
Modelo Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática

1 Regresión 44,797 1 44,797 61,375 ,000(a)


Residual 158,386 217 ,730
Total 203,183 218
a Variable predictora: NUMERO DE AMIGOS QUE TOMAN DROGAS ILEGALES.
B Variable dependiente: MEDIAS R. SOCIALES
Coeficientes
Coeficientes no Coeficien- t Sig. Correlaciones Estadísticos de
estandarizados tes estanda- colinealidad
rizados
B Error Beta Orden Par- Semi- Tole- FIV
típ. cero cial parcial rancia
Tener ,412 ,053 ,470 7,834 ,000 ,470 ,470 ,470 1,000 1,000
amigos que
consumen
drogas.
298 José Miguel Martínez González.

Las representaciones sociales como predictoras del consumo de


cánnabis.

o Variable predictora: Medias de las Representaciones


Sociales. Esta variable se ha medido tomando como
referencia las medias de todos las personas a cada uno de
los 6 ítems del apartado de representaciones sociales. La
consistencia interna calculada a través de Alpha, indica que
podríamos utilizar el valor de la media a todos estos ítems
como referencia para el análisis de las representaciones
sociales.
o Variable Criterio: Consumo cánnabis. La variable tiene 5
niveles: Nunca, una vez al mes, fines de semana, 2-6
veces en semana y a diario.
La regresión indica que las representaciones sociales estudiadas son un
predictor relevante para el consumo de cánnabis (Beta = .56; p = .000) (ver
Tabla 2.78). Esto probaría que las creencias se anteponen a las actitudes
favorecedoras del consumo; en este caso, para el consumo de cánnabis.
Al establecer como variable predictora las representaciones sociales, a
través de la media, y relacionar ésta con la frecuencia con que se emborrachan
las personas, se observa un efecto significativo de estas representaciones
sociales sobre la conducta de intoxicación.
Al parecer las actitudes, estudias de un modo indirecto a través de las
representaciones sociales, predicen la conducta posterior. Esta cuestión se
convierte en un elemento clave para la puesta en marcha de estrategias de
intervención preventiva, toda vez que las representaciones sociales; esto es, el
imaginario colectivo de un determinado grupo de personas en torno al uso de
drogas se convierte a todas luces en un predictor del consumo de estas.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 299

Tabla 2.78.
La media de los ítems relativos a las representaciones sociales como predictora del
consumo de cánnabis

Correlaciones
Consumo de cánnabis Medias de las R. Sociales

Correlación de Pearson Consumo de cánanbis 1,000 ,567


Medias de las R. Sociales ,567 1,000
Sig. (unilateral) Consumo de cánanbis . ,000
Medias de las R. Sociales ,000 .
N Consumo de cánanbis 219 219
Medias de las R. Sociales 219 219
ANOVA
Modelo Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática

1 Regresión 18,621 1 18,621 123,522 ,000(a)


Residual 32,713 217 ,151
Total 51,333 218
a Variable predictora: Medias de las representaciones sociales.
b Variable dependiente: Consumo de cánnabis.
Coeficientes
Coeficientes Coefi- t Sig. Intervalo de Estadísticos de
no estandari- cientes confianza para B colinealidad
zados estanda- al 95%
rizados
B Error Beta Límite Límite Tolerancia FIV
típ. inferior superior

Representaciones ,804 ,079 ,567 10,127 ,000 ,648 ,961 1,000 1,000
sociales

Estudio de cada una de las representaciones sociales como predictores


del consumo de cánnabis.

o Variables predictoras: Seis variables. Cada una de las


representaciones sociales evaluadas.
o Variable Criterio: Consumo cánnabis. La variable tiene 5
niveles: Nunca, una vez al mes, fines de semana, 2-6 veces
en semana y a diario.
Según el análisis de regresión (ver Tabla 2.79), algunas de estas
representaciones sociales tienen más peso específico en la predicción del
consumo de cánnabis. La creencia que más peso tiene en la predicción es
“deberían legalizar algunas drogas”, probablemente porque es el consumo de
300 José Miguel Martínez González.

cánnabis la droga que, por su aceptación social, muchas personas la


consideran casi una droga legal.

Tabla. 2.79.
Las representaciones sociales como predictoras del consumo de cánnabis.

Correlaciones
Cons. "Toda la "Tomar "Si "legalizar "Legalizar "Tenemos
de gentes.." alguna..." controlas..." todas" algunas" que..."
cánnab
.
Correla- Consumo de 1,000 ,344 ,464 ,261 ,287 ,548 ,422
ción de cánnabis
Pearson
"Toda la ,344 1,000 ,443 ,292 ,103 ,298 ,252
gentes.."
"Tomar ,464 ,443 1,000 ,386 ,230 ,564 ,382
alguna..."
"Si ,261 ,292 ,386 1,000 ,299 ,440 ,304
controlas..."
"legalizar ,287 ,103 ,230 ,299 1,000 ,546 ,361
todas"
"Legalizar ,548 ,298 ,564 ,440 ,546 1,000 ,539
algunas"
"Tenemos ,422 ,252 ,382 ,304 ,361 ,539 1,000
que..."
Sig.(unila- Consumo de . ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000
teral) cánnabis
"Toda la ,000 . ,000 ,000 ,064 ,000 ,000
gentes.."
"Tomar ,000 ,000 . ,000 ,000 ,000 ,000
alguna..."
"Si ,000 ,000 ,000 . ,000 ,000 ,000
controlas..."
"legalizar ,000 ,064 ,000 ,000 . ,000 ,000
todas"
"Legalizar ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 . ,000
algunas"
"Tenemos ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 .
que..."
N Consumo de 219 219 219 219 219 219 219
cánnabis
"Toda la 219 219 219 219 219 219 219
gentes.."
"Tomar 219 219 219 219 219 219 219
alguna..."
"Si 219 219 219 219 219 219 219
controlas..."
"legalizar 219 219 219 219 219 219 219
todas"
"Legalizar 219 219 219 219 219 219 219
algunas"
"Tenemos 219 219 219 219 219 219 219
que..."
ANOVA
Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática

Regresión 151,153 6 25,192 20,660 ,000(a)


Residual 258,509 212 1,219
Total 409,662 218
a Variables predictoras: (Constante), "Tenemos que...", "Toda la gentes..", "legalizar todas", "Si controlas...",
"Tomar alguna...", "Legalizar algunas"
b Variable dependiente: Consumo de cánnabis.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 301

Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Estadísticos de
estandarizados estandari- colinealidad
zados
Representaciones B Error Beta Tole- FIV
sociales típ. rancia
"Toda la gente consume." ,156 ,068 ,142 2,302 ,022 ,779 1,283
"Tomar alguna droga es normal" ,158 ,070 ,162 2,258 ,025 ,578 1,729
"Si controlas no pasa nada" -,042 ,060 -,044 -,706 ,481 ,754 1,326
"Deberían legalizar todas las ,003 ,069 ,003 ,041 ,967 ,677 1,478
drogas"
"Deberían legalizar algunas ,314 ,074 ,354 4,262 ,000 ,432 2,315
drogas"
"Tenemos que aprender a ,141 ,063 ,146 2,223 ,027 ,686 1,458
convivir con ellas"

Las representaciones sociales como predictoras de la percepción de


riesgo asociado al consumo de cánnabis.

o Variable predictora: Medias de las representaciones


sociales. Esta variable se ha medido tomando como
referencia las medias de todas las personas a cada uno de
los 6 ítems del apartado de representaciones sociales. La
consistencia interna calculada a través de Alpha, indica que
podríamos utilizar el valor de la media a todos estos ítems
como referencia para el análisis de las representaciones
sociales.
o Variable Criterio: Medias de los valores de percepción de
riesgo asociado al consumo de cánnabis. Los niveles de la
variable son: 1 = nada peligrosa 2 = poco peligrosa; 3 =
regular; 4 = bastante peligrosa; 5 = muy peligrosa.
Del análisis de la regresión se desprende que las representaciones
sociales predicen la percepción de peligro. Lo hace estableciendo entre las
variables una relación inversa, de modo que a mayor identificación con las
representaciones sociales menor percepción de riesgo asociado al consumo se
tiene (ver Tabla 2.80).
302 José Miguel Martínez González.

Tabla 2. 80.
Las representaciones sociales como predictoras de la percepción de riesgo asociado al
consumo de drogas.

Correlaciones
MEDIAS MEDIAS R
PERCEPCION DE SOCIALES
RIESGO
Correlación de Pearson MEDIAS PERCEPCION DE RIESGO 1,000 -,270
MEDIAS R SOCIALES -,270 1,000
Sig. (unilateral) MEDIAS PERCEPCION DE RIESGO . ,000
MEDIAS R SOCIALES ,000 .
N MEDIAS PERCEPCION DE RIESGO 219 219
MEDIAS R SOCIALES 219 219
ANOVA
Modelo Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática

1 Regresión 3,983 1 3,983 17,054 ,000(a)


Residual 50,687 217 ,234
Total 54,670 218
a Variable predictora: Medias de las representaciones sociales.
b Variable dependiente: Medias de la percepción de riesgo asociado al consumo de cánnabis.
Coeficientes
Coeficientes no Coefi- t Sig. Intervalo de confianza Estadísticos de
estandarizados cientes para B al 95% colinealidad
estanda-
rizados
B Error Beta Límite Límite Tole- FIV
típ. inferior superior rancia

MEDIAS R. -,140 ,034 -,270 -4,130 ,000 -,207 -,073 1,000 1,000
SOCIALES

Los factores de protección ante el consumo de cánnabis como


predictores de las representaciones sociales.

o Variable predictora: Media de los factores de protección ante


el consumo de cánnabis.
o Variable Criterio: Media de la representaciones sociales. Esta
variable se ha medido tomando como referencia las medias
de todos las personas a cada uno de los 6 ítems del apartado
de representaciones sociales. La consistencia interna
calculada a través de Alpha, indica que podríamos utilizar el
valor de la media a todos estos ítems como referencia para el
análisis de las representaciones sociales.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 303

El análisis de regresión muestra que los factores de protección ante el


consumo de drogas predice las representaciones sociales evaluadas en el
estudio (Beta = -.439; p = .000). La relación es inversa, de modo que cuanto
mayor sea el nivel de protección de la persona, menos se identificará con las
representaciones sociales, y como ya se ha visto, son creencias que se
relacionan con las personas que consumen drogas (ver Tabla 2.81).

Tabla 2. 81.
Media de los 11 factores de protección ante el consumo de cánnabis como predictores
de las representaciones sociales.

Correlaciones
Medias de Media de los
representaciones factores de
sociales protección ante
el cánnabis

Correlación de Pearson Media de representaciones sociales. 1,000 -,439


Media de los factores de protección -,439 1,000
ante el consumo de cánnabis.
Sig. (unilateral) Media de representaciones sociales. . ,000
Media de los factores de protección ,000 .
ante el consumo de cánnabis.
N Media de representaciones sociales. 219 219
Media de los factores de protección 219 219
ante el consumo de cánnabis.
ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados
Regresión 39,187 1 39,187 51,852 ,000(a)
Residual 163,996 217 ,756
Total 203,183 218
a Variables predictoras: Media de los factores de protección ante el cánnabis.
b Variable dependiente: Media de representaciones sociales.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estandarizados confianza para B al colinealidad
95%
B Error Beta Límite Límite Tolerancia FIV
típ. inferior superior

Media de -,766 ,106 -,439 -7,201 ,000 -,976 -,557 1,000 1,000
factores de
protección
ante el
cánnabis.

Media de lo factores de protección ante el cánnabis y media de las


representaciones sociales como predictoras del consumo de cánnabis.

o Predictores:
ƒ Media de factores de protección ante el cánnabis.
ƒ Media de los ítems de las representaciones sociales.
304 José Miguel Martínez González.

o Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la variable


son: 0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de semana; 3
= entre 2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.
El análisis de regresión múltiple muestra que tanto el nivel de protección
ante el cánnabis, analizado a través del valor de la media de los factores
significativos ante el consumo de cánnabis (Beta = -.153; p = -.013), como las
representaciones sociales (Beta = .499; p = .000) predicen el consumo de
cánnabis. Los factores de protección se relacionan de forma inversa, existiendo
menos probabilidad de consumo de cánnabis cuanto mayor es el nivel de la
persona en estos factores. Las representaciones sociales predicen en sentido
positivo el consumo, de modo que a mayor valor de la media más probable es
que la persona consuma drogas. De las dos variables tiene más peso
predictivo las presentaciones sociales (ver Tabla 2.82).

Tabla 2.82.
Media de los factores de protección ante el cánnabis y media de las representaciones
sociales como predictoras del consumo de cánnabis.

Correlaciones
Consumo Media de los Media de las
de factores de representaciones
cánnabis protección sociales
ante el
cánnabis

Correlación de Consumo de cánnabis. 1,000 -,373 ,567


Pearson
Media de los factores de protección ante el -,373 1,000 -,439
cánnabis
Media de las representaciones sociales ,567 -,439 1,000
Sig. (unilateral) Consumo de cánnabis. . ,000 ,000
Media de los factores de protección ante el ,000 . ,000
cánnabis
Media de las representaciones sociales ,000 ,000 .
N Consumo de cánnabis. 219 219 219
Media de los factores de protección ante el 219 219 219
cánnabis
Media de las representaciones sociales 219 219 219

ANOVA
Suma de gl Media cuadrática F Sig.
cuadrados

Regresión 139,266 2 69,633 55,625 ,000(a)


Residual 270,396 216 1,252
Total 409,662 218
a Variables predictoras: Media de los factores de protección ante el cánnabis y media de las presentaciones
sociales.
b Variable dependiente: Consumo de cánnabis.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 305

Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estandarizados confianza para B al colinealidad
95%
B Error Beta Límite Límite Tole- FIV
típ. inferior supe- rancia
rior
Media -,380 ,152 -,153 -2,495 ,013 -,681 -,080 ,807 1,239
factores de
protección
Media de las ,709 ,087 ,499 8,112 ,000 ,536 ,881 ,807 1,239
R. sociales

Edad de inicio en el consumo de cánnabis y percepción de riesgo


asociado al consumo de drogas.

Al relacionar la edad con la que se inician las personas de la muestra en


el consumo de cánnabis y la percepción de riesgo asociado a su consumo, se
observa que las personas que se inician en el consumo de cánnabis antes de
los 16 años se identifican más con la creencia de que las drogas son algo que
debe conocerse. Por el contrario, las personas que se inician después de los
16 años, se identifican más con la opinión de que las drogas es algo peligroso y
que por tanto no deben probarse (ver Tabla 2.83). Estas diferencias apoyan el
supuesto de que una actitud favorable para el consumo de drogas aumenta la
probabilidad experimentar con ellas, sabiendo que puede darse con frecuencia
en adolescentes.
306 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.83.
La opinión general sobre las drogas teniendo en cuenta la edad de inicio en el consumo
de cánnabis.

Edad en que se 7 ¿Qué te parecen las drogas? Es preciso conocer 100,0%


consume cánnabis
por primera vez.
12 ¿Qué te parecen las drogas? Es preciso conocer 100,0%
13 ¿Qué te parecen las drogas? Es preciso conocer 66,7%
Algo peligroso 33,3%
14 ¿Qué te parecen las drogas? Es preciso conocer 75,0%
Algo peligroso 25,0%
15 ¿Qué te parecen las drogas? Es preciso conocer 68,8%
Algo peligroso 31,3%
16 ¿Qué te parecen las drogas? Es preciso conocer 64,7%
Algo peligroso 35,3%
17 ¿Qué te parecen las drogas? Es preciso conocer 55,6%
Algo peligroso 44,4%
18 ¿Qué te parecen las drogas? Es preciso conocer 50,0%
Algo peligroso 50,0%
19 ¿Qué te parecen las drogas? Es preciso conocer 50,0%
Algo peligroso 50,0%
21 ¿Qué te parecen las drogas? Es preciso conocer 50,0%
Algo peligroso 50,0%

Percepción de peligrosidad atribuida a cada droga.

En la siguiente tabla puede verse cómo al cánnabis, aun siendo una


droga ilegal, se le atribuye una grado de peligrosidad inferior al del alcohol
situándose, según la peligrosidad atribuida, delante del tabaco sólo en cuatro
décimas (ver Tabla 2.84). Los participantes creen que el cánnabis es menos
peligroso que los tranquilizantes aunque éstos sean ampliamente aceptados en
nuestra cultura cuando su uso se hace bajo prescripción médica. La percepción
de peligrosidad de las drogas puede incrementar o disminuir la probabilidad
con la que las personas las consuman, haciendo que los participantes que
consideran el cánnabis como una droga muy poco peligrosa se decidan más
fácilmente por su consumo. En la muestra se da un consumo elevado de
cánnabis, lo que podría explicar en parte estos resultados.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 307

Tabla 2.84.
Percepción de grado de peligrosidad de las drogas.
1= Nada peligrosa; 2 = Poco peligrosa; 3 = Regular; 4 = Bastante peligrosa; 5 = Muy peligrosa.
Ordenación de las medias de mayor a menor.

N Mínimo Máximo Media Desv. típ.


HEROÍNA 211 1 5 4,83 ,47
COCAÍNA 211 2 5 4,64 ,62
ANFETAMINAS 210 2 5 4,44 ,68
TRANQUILIZANTES 209 1 5 4,01 ,90
ALCOHOL 212 1 5 3,31 ,96
CÁNNABIS 213 1 5 3,28 1,10
TABACO 212 1 5 3,24 ,96

Para conocer la posible existencia de diferencias entre las respuestas de


los diferentes grupos a los ítems sobre percepción de peligrosidad de cada una
de las drogas, se realiza una comparación de medias usando el estadístico “t-
student”, y con un nivel de significación para tomar decisión estadística de 0.05.

Peligrosidad percibida en función de la edad.

En el análisis de las diferencias entre grupos de distinta edad con


respecto a la percepción de peligrosidad asociada a cada una de las drogas,
decir que se aprecian diferencias estadísticamente significativas según la edad
de las personas cuando se les pregunta sobre las anfetaminas, atribuyéndole
más peligrosidad el grupo de menor edad. Esto es, las personas que tienen
menos de 19 años (ver Tabla 2.85). Para el resto de drogas no se encuentran
diferencias significativas, por lo que no se puede decir que la percepción de
peligrosidad dependa de la edad de la persona.

Tabla 2.85.
Percepción de peligrosidad percibida de cada droga en función de la edad.
Sobre una sub-muestra de 61 personas: Grupo A: 19 años o menos (52.1%; 37);
Grupo B: 20 años o más (47.9 %; n = 34).
Peligrosidad percibida de cada Medas Medias Grupo t gl P=
una de las drogas Grupo A. B.
TABACO 3.24 3.15 .386 68 .701
ALCOHOL 3.14 3.42 -1.139 68 .259
CÁNNABIS 3.30 309 .792 68 .431
ANFETAMINAS 4.65 4.33 2.139 68 .036
TRANQUILIZANTES 3.97 4.06 -.403 68 .688
COCAÍNA 4.65 4.70 -.344 68 .732
HEROÍNA 4.89 4.73 1.412 68 .162
308 José Miguel Martínez González.

Peligrosidad percibida en función del género.

Con respecto al género, mujeres y hombres le confieren una


peligrosidad diferente al alcohol y no al resto de drogas. En el caso de la
percepción de peligro asociado al alcohol, las mujeres le asignan más
peligrosidad que los hombres (ver Tabla 2.86).

Tabla 2.86.
Diferencias en la percepción de peligrosidad percibida de
cada droga en función del género.

Peligrosidad percibida de cada Medias Medias t gl P=


una de las drogas Hombres Mujeres
TABACO 3,29 3.16 ,972 209 ,332
ALCOHOL 3,20 3.47 -1,988 209 ,048
CÁNNABIS 3,19 3.43 -1,561 210 ,120
ANFETAMINAS 4,46 4.41 ,514 207 ,608
TRANQUILIZANTES 4,01 4.04 -,227 206 ,821
COCAÍNA 4,61 4.67 -,779 208 ,437
HEROÍNA 4,83 4.83 ,049 208 ,961

Peligrosidad percibida en función de emborracharse o no emborracharse.

Una vez más, el hecho de emborracharse con cierta frecuencia, al


menos una vez al mes, parece estar asociado a situaciones de mayor riesgo
para el consumo de algunas drogas. En este caso, el grado de peligrosidad
percibida es menor para el caso del cánnabis y la cocaína en el grupo de
personas que sí refieren emborracharse habitualmente. Esto quiere decir que
las personas que no se emborrachan habitualmente se encuentran en una
situación de menor probabilidad de consumo de drogas ilegales, creemos que
al percibirlas como más peligrosas de lo que las perciben las personas que
abusan del alcohol con más frecuencia (ver Tabla 2.87).
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 309

Tabla 2.87.
Diferencias en la percepción de peligrosidad percibida de cada droga en función de
emborracharse.

Peligrosidad percibida de cada Medias NO se Medias Si se t gl P=


una de las drogas suelen suelen
emborrachar emborrachar
TABACO 3,24 3.23 ,111 209 ,912
ALCOHOL 3,39 3.24 1,110 209 ,268
CÁNNABIS 3,49 3.04 2,642 210 ,009
ANFETAMINAS 4,45 4.43 ,287 207 ,774
TRANQUILIZANTES 3,89 4.12 -1,853 206 ,065
COCAÍNA 4,74 4.54 2,428 202 ,016
HEROÍNA 4,89 4.78 1,655 208 ,099

Peligrosidad percibida en función de fumar o no cánnabis.

Se observan diferencias estadísticamente significativas en cuanto a la


percepción de peligrosidad de algunas drogas dependiendo de si la persona
consume o no cánnabis. Se han encontrado diferencias en dos de ellas. En el
caso del cánnabis (t = -7.580; p = .000), la percepción de peligrosidad es mayor
en las personas que no la consumen, diferencia ésta también significativa en el
caso de la cocaína (t = -3.170; p = .002) (ver Tabla 2.88). Este hecho pone de
manifiesto que la percepción de menor peligrosidad, al menos para el consumo
de cánnabis y cocaína, puede estar ligada a un incremento de la probabilidad
de inicio en el consumo de estas drogas, ya que son las personas que fuman
cánnabis quienes les atribuyen menos peligro.

Tabla. 2.88.
Diferencias en la percepción de peligrosidad percibida de cada droga en función del
consumo o no de cánnabis.

Medias sí Medias no t gl p=
consume consume
cánnabis cánnabis
TABACO 3,23 3.23 -,040 209 ,968
ALCOHOL 3,30 3.32 -,141 209 ,888
CÁNNABIS 2,66 3.70 -7,580 210 ,000
ANFETAMINAS 4,37 4.49 -1,263 207 ,208
TRANQUILIZANTES 4,00 4.02 -,185 206 ,853
COCAÍNA 4,46 4.75 -3,170 136 ,002
HEROÍNA 4,82 4.84 -,346 208 ,730
310 José Miguel Martínez González.

Relación entre las medias de las variables del cuestionario de protección


para cada alumno y la peligrosidad percibida de cada droga.

Para algunas drogas existe una correlación significativa y positiva entre


la media de las puntuaciones al cuestionario de protección y la peligrosidad
percibida de las drogas ilegales, no siendo significativa esta relación en el caso
de las anfetaminas. A más nivel de protección corresponde mayor peligrosidad
percibida para las drogas ilegales, no observándose esta relación en el caso de
las legales. Si un nivel bajo de peligrosidad percibida de las drogas se relaciona
con una mayor probabilidad de inicio en su consumo, y las puntuaciones se
correlacionan positivamente con las medias de los alumnos de las variables de
protección, entonces se puede pensar que las variables evaluadas son
realmente protectoras (ver Tabla 2.89).

Tabla 2.89.
Relación entre el grado de peligrosidad percibido y la media de la puntuación global del
cuestionario de protección.

TABACO ALCOHOL CÁNNABIS ANFETA- TRANQUI- COCAÍNA HEROÍNA


MINAS LIZANTES
Correlación de -.031 -.007 .264 .125 .198 .269 .144
Pearson
Sig. .650 .922 .000 .071 .004 .000 .037
N 212 212 213 210 209 211 211

La percepción del riesgo del cánnabis como predictor del consumo del
mismo.

Para el cálculo de esta relación y conocer el peso que pueda tener de


forma específica la percepción del riesgo asociado al consumo de cánnabis
sobre el consumo de esta droga, se emplea una regresión lineal en la que la
variable predictora y criterio son las siguientes:
o Variables predictoras: Percepción del riesgo de consumo
de cánnabis. Esta variable tiene 5 niveles: nada peligrosa,
poco peligrosa, regular, bastante peligrosa y muy peligrosa
o Variable Criterio: Consumo de cánnabis. La variable tiene
5 niveles: Nunca, una vez al mes, fines de semana, 2-6
veces en semana y a diario.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 311

El análisis de regresión refleja que la percepción de riesgo asociado al


consumo de cánnabis predice su frecuencia de consumo. La relación entre las
variables es inversa, de modo que una mayor percepción del riesgo asociado a
su consumo menos se consume éste (Beta .019; p = .019)(ver Tabla 2.90).

Tabla 2.90.
Percepción del riesgo asociado al consumo de cánnabis
como predictor de su consumo.

Correlaciones
Consumo de MEDIAS PERCEPCION
cánnabis DE RIESGO
Correlación de Consumo de cánnabis 1,000 -,159
Pearson
MEDIAS PERCEPCION DE RIESGO -,159 1,000
Sig. (unilateral) Consumo de cánnabis . ,009
MEDIAS PERCEPCION DE RIESGO ,009 .
N Consumo de cánnabis 219 219
MEDIAS PERCEPCION DE RIESGO 219 219
ANOVA
Modelo Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática

1 Regresión 10,343 1 10,343 5,621 ,019(a)


Residual 399,319 217 1,840
Total 409,662 218
a Variable predictora: Medias del ítem relativo a la percepción de riesgo asociada al consumo de cánnabis.
b Variable dependiente: cánnabis
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de confianza Estadísticos de
estandariza-dos estandari- para B al 95% colinealidad
zados
B Error Beta Límite Límite Tole- FIV
típ. inferior superior rancia
MEDIAS -,435 ,183 -,159 -2,371 ,019 -,797 -,073 1,000 1,000
PERCEP-
CIÓN DE
RIESGO

Percepción del riesgo asociado al consumo de drogas como predictor de


la protección para el consumo de cánnabis.

ƒ Variables predictoras: Percepción del riesgo de consumo de


drogas. Se refiere al valor de la media de la percepción de
peligrosidad atribuida al consumo de las drogas. Esta
variable tiene 5 niveles: nada peligrosa, poco peligrosa,
regular, bastante peligrosa y muy peligrosa.
312 José Miguel Martínez González.

ƒ Variable Criterio: Medias de los 11 factores de protección


significativos en esta muestra ante el consumo de cánnabis.
Los resultados de la regresión muestran que la percepción de riesgo
asociado a las drogas, que como se ha mencionado se midió a través del valor
de la media de la percepción atribuida a todas las drogas, predice los niveles
de protección para el consumo de cánnabis (Beta = .211; p = .002). La relación
es positiva, lo que podría significar que las personas que presentan una
percepción del riesgo asociado al consumo de drogas mayor presentan
también un mayor nivel en los factores que protegen ante el consumo de
cánnabis (ver Tabla 2.91).

Tabla 2.91.
Percepción del riesgo asociado al consumo de drogas como predictora
del consumo de cánnabis.

Correlaciones
MEDIA PERCEPCION DEL MEDIAS 11 FACTORES
RIESGO CANNABIS

Correlación de MEDIAS PERCEPCION DEL 1,000 ,211


Pearson RIESGO
MEDIAS 11 FACTORES ,211 1,000
CANNABIS
Sig. (unilateral) MEDIAS PERCEPCION DEL . ,001
RIESGO
MEDIAS 11 FACTORES ,001 .
CANNABIS
N MEDIAS PERCEPCION DEL 219 219
RIESGO
MEDIAS 11 FACTORES 219 219
CANNABIS
ANOVA
Modelo Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.

1 Regresión 2,424 1 2,424 10,069 ,002(a)


Residual 52,246 217 ,241
Total 54,670 218
a Variables predictoras: (Constante), Media de los factores de protección significativos ante el consumo de
cánnabis.
b Variable dependiente: Medias de los ítems relativos a la percepción de riesgo asociado al consumo de drogas.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandariza-dos estandarizados confianza para B colinealidad
al 95%
B Error Beta Límite Límite Tolerancia FIV
típ. inferior supe-
rior
Factores de ,191 ,060 ,211 3,173 ,002 ,072 ,309 1,000 1,000
protección
significativos ante
el cánnabis.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 313

Tener amigo que consumen drogas como predictor del consumo de


cánnabis.

ƒ Variable predictora: Tener amigos que consumen drogas.


Los niveles de esta variable son: 1 = ninguno; 2 = muy
pocos; 3 = algunos; 4 = muchos; 5 = todos.
ƒ Variable Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la
variable son: 0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de
semana; 3 = entre 2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.
La capacidad predictiva del hecho de tener amigos consumidores de
drogas sobre el consumo de drogas es significativa (Beta = .423; p = .000).
Esto es, tener más amigos consumidores de drogas incrementa la probabilidad
de consumir posteriormente cánnabis (ver Tabla 2.92).

Tabla 2.92.
Tener amigos consumidores de drogas como predictor del consumo de cánnabis.

Correlaciones
cánnabis AMIGOS TOMA DROG.

Correlación de Pearson cánnabis 1,000 ,423


AMIGOS TOMA DROG. ,423 1,000
Sig. (unilateral) cánnabis . ,000
AMIGOS TOMA DROG. ,000 .
N cánnabis 458 458
AMIGOS TOMA DROG. 458 458
ANOVA
Modelo Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática

1 Regresión 152,453 1 152,453 99,443 ,000(a)


Residual 699,080 456 1,533
Total 851,533 457
a Variables predictoras: (Constante), AMIGOS TOMA DROG.
b Variable dependiente: cannabis
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estandari- confianza para B al colinealidad
zados 95%
B Error típ. Beta Límite Límite Toleran- FIV
inferior superior cia

Tener amigos ,454 ,046 ,423 9,972 ,000 ,365 ,543 1,000 1,000
que consumen
drogas.
314 José Miguel Martínez González.

La percepción de riesgo asociado al consumo de drogas y tener amigos


consumidores como predictores del consumo de cánnabis.

o Predictores:
ƒ Media del riesgo percibido asociado al consumo de
cánnabis. Los niveles de la variable son: 1 = nada
peligrosa; 2 = poco peligrosa; 3 = regular; 4 = bastante
peligrosa; 5 = muy peligrosa.
ƒ Tener amigos consumidores. Los niveles de esta
variable son: 1 = ninguno; 2 = muy pocos; 3 = algunos; 4
= muchos; 5 = todos.
o Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la variable
son: 0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de semana; 3 =
entre 2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.
El análisis de regresión múltiple muestra que el consumo de drogas por
parte de los amigos (Beta = .414; p = .000) y la percepción de riesgo asociado
al consumo de cánnabis (Beta = -.422; .000) predicen en su conjunto el
posterior consumo de cánnabis. Las dos variables no se relacionan con el
consumo de cánnabis en el mismo sentido. En el caso de tener amigos
consumidores de drogas predice el incremento de la probabilidad de que las
personas consuman cánnabis, el nivel de riesgo percibido asociado al consumo
de cánnabis se relaciona de forma inversa, esto es, disminuyendo al
probabilidad del consumo de cánnabis posterior (ver Tabla 2.93). Por otro lado,
merece la pena destacar que de las dos variables, el hecho de tener amigos
consumidores de drogas tiene más peso en la predicción que la percepción de
riesgo asociado.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: representaciones sociales. 315

Tabla 2.93.
La percepción de riesgo asociado al consumo de drogas y tener amigos consumidores
de drogas como predictores del consumo de cánnabis

Correlaciones

Riesgo
Consumo de asociado al
Consumo drogas en los consumo de
de cánnabis amigos. cánnabis.
Correlación de Consumo de cánnabis.
1,000 ,517 -,462
Pearson
Consumo de drogas en los amigos. ,517 1,000 -,309
Percepción de riesgo asociado al consumo de
-,462 -,309 1,000
cánnabis.
Sig. (unilateral) Consumo de cánnabis. . ,000 ,000
Consumo de drogas en los amigos. ,000 . ,000
Percepción de riesgo asociado al consumo de
,000 ,000 .
cánnabis.
N Consumo de cánnabis. 219 219 219
Consumo de drogas en los amigos. 219 219 219
Percepción de riesgo asociado al consumo de
219 219 219
cánnabis.
ANOVA

Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.


Regresión 150,753 2 75,377 62,884 ,000(a)
Residual 258,909 216 1,199
Total 409,662 218
a Variables predictoras: Percepción de riesgo asociado al consumo de cánnabis y tener amigos consumidores
de drogas b Variable dependiente: Consumo de cánnabis.
Coeficientes

Coeficientes
Coeficientes no estanda- Intervalo de confianza Estadísticos de
estandarizados rizados t Sig. para B al 95% colinealidad
Error Límite Límite Toleran-
B típ. Beta inferior superior cia FIV
Consumo de
droga en los ,515 ,071 ,414 7,272 ,000 ,375 ,654 ,905 1,106
amigos.
Percepción de
riesgo
asociado al -,422 ,072 -,334 -5,873 ,000 -,563 -,280 ,905 1,106
consumo de
cánnabis.
316 José Miguel Martínez González.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resiliencia 317

La resiliencia

x La capacidad predictiva de la resiliencia sobre el consumo de cánnabis.


318 José Miguel Martínez González.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: resiliencia 319

La capacidad predictiva de la resiliencia sobre el consumo de cánnabis.

o Variable predictora: Medias de los tres ítems (factores de


protección) considerados como indicadores de la resiliencia.
El concepto de resiliencia hace referencia a la dureza,
entendida como la capacidad de regenerarse ante la
adversidad o un problema. Según esto cuando la persona
presenta un rendimiento escolar adecuado, tiene entre sus
valores y exigencias personales cumplir con las normas
como ciudadano y tiene amigos que ejercen en él una buena
influencia al compartir con él actividades satisfactorias
entonces se considera resistente o robusta ante la
adversidad.
o Variable Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la
variable son: 0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de
semana; 3 = entre 2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.
La resiliencia la hemos evaluado, según sugiere Garmezy, a través de
los siguientes factores de protección: tener un buen rendimiento escolar,
cumplir con las normas de la comunidad y participar en actividades
satisfactorias con los amigos que ejercen una buena influencia. Decir que
cuando preguntamos sobre este último factor se especificaban actividades
como el deporte o actos culturales, de lo que se deduce que estos amigos
pueden considerarse con capacidad para ejercer una influencia positiva en la
persona.
El análisis de regresión nos indica que la resiliencia, entendida como se
ha definido más arriba, predice el no consumo de cánnabis (Beta = -.293; p =
.000). Se observa que a mayor nivel de resiliencia menor consumo de
cánnabis, apoyando la propuesta teórica que asocia a la resiliencia un poder
protector ante el consumo de drogas (ver Tabla 2.94).
320 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.94.
Capacidad predictiva de la resiliencia sobre el consumo de cánnabis.

Correlaciones
CONPECTO DE CONSUMODE
RESILIENCIA CÁNNABIS
Correlación de Pearson CONCEPTO DE RESILIENCIA 1,000 -,293
CONSUMO DE CÁNNABIS -,293 1,000
Sig. (unilateral) CONCEPTO DE RESILIENCIA . ,000
CONSUMO DE CÁNNABIS ,000 .
N CONCEPTO DE RESILIENCIA 458 458
CONSUMO DE CÁNNABIS 458 458
ANOVA
Modelo Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática

1 Regresión 23,749 1 23,749 42,783 ,000(a)


Residual 253,129 456 ,555
Total 276,878 457
a Variables predictoras: (Constante) consumo de cánnabis.
b Variable dependiente: RESILIENCIA Medias de los factores escogidos para medir el concepto.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de confianza Estadísticos de
estandarizados estandari- para B al 95% colinealidad
zados
B Error Beta Límite Límite Tole- FIV
típ. inferior superior rancia
Consumo -,167 ,026 -,293 -6,541 ,000 -,217 -,117 1,000 1,000
de
cánnabis
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: discusión. 321

Discusión.
Segundo estudio
322 José Miguel Martínez González.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: discusión. 323

En primer lugar puede decirse que el estudio se ha realizado sobre una


muestra de personas que soportan una carga de riesgo para el consumo de
algunas drogas mayor a la soportada por la población general de la misma
edad. Este aumento del nivel de riesgo viene dado por la disponibilidad de
drogas en el entorno, la edad en que se consumen por primera vez una droga y
la relación con personas que consumen drogas.
La conciencia de disponibilidad de drogas en el entorno, que como se
sabe favorece la probabilidad de consumir drogas (Wills, Pierce y Evans,
1996), es una variable relevante en la muestra, toda vez que un número
importante de personas manifiestan que les sería fácil o muy fácil conseguirlas.
Lo mismo sucede con la edad de inicio en el consumo de distintas
drogas, que en esta muestra es inferior a la descrita en población general y se
ha visto que en el caso del alcohol predice problemas posteriores de consumo
(Grant, Stinson y Haford, 2001).
Otro riesgo importante tiene que ver con la alta incidencia de consumo
de tabaco y alcohol, generalmente los fines de semana (Vargas y Trujillo,
2006). También lo es el porcentaje de alumnos que refiere consumir cánnabis
habitualmente, sabiendo que es la droga más consumida entre los jóvenes
españoles. A diferencia de lo que ocurría en los alumnos de Escuelas Taller, no
hay tantas personas que consuman cocaína o drogas de diseño. En general, la
incidencia de consumo de drogas legales y algunas ilegales en esta muestra es
mayor a la observada en la población andaluza (Navarro, 2002) así como a
nivel nacional (PNSD, 2004), circunstancia que incrementa también el riesgo de
inicio de consumo.
Los resultados confirman que tener amigos consumidores de drogas
incrementa la probabilidad de consumirlas (Reifman, et al., 1998; Maddahian,
Newcomb y Bentler, 1988; Graña y Muñoz-Rivas, 2000b; Morojele et al., 2002)
relación que en este estudio ha podido verse claramente en el caso del
consumo de cánnabis. Un porcentaje muy elevado de personas manifestaron
tener amigos consumidores de drogas y, cuando se compara el peso que tiene
como predictor el hecho de tener amigos consumidores con otras variables de
riesgo, se constata que es un excelente predictor del consumo de drogas
324 José Miguel Martínez González.

(Reifman et al, 1998; Graña y Muñoz-Rivas, 2000b). Estos resultados son


coincidentes con el primer estudio de este trabajo. Como sucediera en la
muestra de alumnos de Escuelas Taller, en esta ocasión el análisis de
regresión nos ha permitido comprobar que la relación con personas que
consumen drogas es un factor de riesgo con bastante peso en la predicción del
consumo de diferentes drogas. Por otro lado, los participantes refieren que han
conocido los efectos de las drogas a través de los amigos, de lo que se
desprende que los mitos y creencias que giran en torno a las consecuencias
del consumo de drogas, tienen más probabilidad de perpeturarse.
Algunas variables de protección son significativas dependiendo del
género y tipo de droga. En relación al género ocho variables indican diferencias
estadísticamente significativas, entre las que se encuentran el “apego”, “la
realización de actividades satisfactoria con amigos”, “cumplimiento de normas
de la comunidad”, etc., muchas de ellas coincidiendo con los resultados de
estudios anteriores (Martínez-González y Robles, 2001). En cuanto a la
protección ante diferentes drogas los resultados son consistentes en gran parte
con otros trabajos, entre ellos el primer estudio de esta investigación, al
observar que algunos factores de protección son significativos ante las mismas
drogas. Esto es, muchos de los factores protectores ante el consumo de estas
drogas en otras poblaciones lo son también en esta: “estilo directivo en la
educación”, “participación en actividades de la parroquia” y “cumplir con las
normas de la comunidad” (Vargas, 2003; Oviedo, 2003). También se ha visto
que variables protectoras significativas en otros estudios no lo han sido en éste,
como es el caso del “valor de autosuperación”, “cumplir con los compromisos
personales” y “normas claras en la escuela” (Vargas, 2003; Oviedo, 2003). Esto
reafirma la importancia que tiene la protección ante el consumo de drogas la
adaptación de programas de prevención a diferentes poblaciones, toda vez que
los factores de protección pueden ser relevantes dependiendo de las drogas y
población sobre la que se pretende llevar a cabo actividades preventivas
(Bassuk, Buckner, Weinreb, et al., 1997).
En relación a las diferencias en protección dependiendo de la edad, no
hemos obtenido los mismos resultados que por ejemplo en el trabajo de Jessor,
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: discusión. 325

Van de Vos, Banderin, Costa y Turbin, (1995). Esta falta de concordancia


podría deberse a los grupos de comparación establecidos o el rango de edad
de la muestra.
A veces, los factores de protección son significativos conjuntamente ante
el consumo tabaco y cánnabis como es el caso del “apego”, “realizar
actividades relacionadas con la cultura y deporte de forma satisfactoria con los
amigos”, “tener una visión de futuro positiva”, “que los padres valores
positivamente el tipo de amigos que tienen sus hijos”, “que exista estabilidad en
la familia” y “que la persona considere tener un buen grado de autocontrol”. Sin
embargo otras veces han arrojado diferencias estadísticamente significativas
solamente para el tabaco o para el cánnabis. Los factores de protección que
han arrojado diferencias estadísticamente significativas de forma específica
para el cánnabis son: “estilo directivo por parte de los padres” y “la realización
de celebraciones en familia como son fiestas o cumpleaños”. De este modo
puede verse que algunos factores de protección son más específicos según las
drogas y otros más generales. En definitiva, se han encontrado diferencias
estadísticamente significativas dependiendo de la droga en 16 de 24 factores:
“apego”, “estilo educativo directivo de los padres”, “celebración de fiestas en
familia”, “realización de actividades satisfactorias con amigos”, “asistencia a
actividades de la parroquia”, “locus de control interno, cumplimiento de las
normas de la comunidad”, “autoaceptación, expectativas positivas de futuro”,
“existencia de normas claras en el colegio”, “participar en ONGs”, “que los
padres valores positivamente a los amigos de sus hijos”, “la estabilidad
familiar”, “que la persona crea que es útil asistir al colegio” y “autocontrol”.
Teniendo en cuenta las variables analizadas, el “apego”, por ejemplo,
protege ante el consumo de tabaco, cuando se tienen amigos consumidores de
drogas, estando esto, además, determinado por el género. El “miedo a las
drogas”, que fue relevante como factor de protección en otros estudios no lo ha
sido en esta población. “Realizar actividades satisfactorias con los amigos” es
una variable de protección importante ante fumar tabaco, fumar cánnabis,
cuando las personas se relacionan con consumidores de drogas y es más
relevante dependiendo del género de la persona. “Participar en actividades de
326 José Miguel Martínez González.

la parroquia” es relevante ante el consumo de cánnabis, tener amigos


consumidores de drogas y depende también del género. “El cumplimiento de
normas de la comunidad” es una variable de protección ante el consumo
abusivo de alcohol, fumar cánnabis, tener amigos que consumen drogas y
dependiendo del género de la persona puede ser más o menos relevante. “Que
los padres refuercen los logros de los hijos” protege a los adolescentes ante el
consumo de tabaco, fumar cánnabis y ante el consumo de drogas en general
cuando tienen amigos que las consumen. En el caso de “tener un buen grado
de autocontrol” se ha visto que protege el consumo de tabaco, cánnabis y tener
amigos consumidores de drogas. En definitiva, ocho factores de protección
son muy importantes cuando las personas se encuentran bajo condiciones de
riesgo muy elevadas, como ocurre cuando conocen a alguien que ya consume
drogas. Sean los siguientes: “apego”, “realizar actividades satisfactorias con los
amigos”, “cumplir con las normas de la comunidad”, “tener expectativas
positivas de futuro”, “valoración positiva de los padres de los amigos de los
hijos”, “que los padres refuercen los logros de los hijos”, “estabilidad y cohesión
familiar” y “tener buen grado de autocontrol”. Estos factores por tanto se
encuentran claramente operando bajo el mecanismo específico riesgo-
protección (Brook et al., 1990; citado en Felix – Ortiz y Newcomb, 1992).
Como era de esperar, los factores de protección que median en la
relación que tienen los participantes con personas que consumen drogas,
predicen el no consumo de drogas como el cánnabis o la frecuencia con la que
se emborrachan. Estos factores pueden, de este modo, considerarse
protectores toda vez que probabilizan el no consumo. El no consumo no viene
dado precisamente por la ausencia de riesgo, ya que en estas condiciones sí
está presente.
Por la cantidad de factores que han indicado diferencias
estadísticamente significativas para el cánnabis, puede decirse que el
cuestionario empleado es útil para la detección de niveles de protección ante el
cánnabis, que como se sabe es una droga con una incidencia de consumo alta
entre los adolescentes.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: discusión. 327

Las personas que consumen cánnabis manifiestan, en comparación a


los que no consumen, que no les importa ser amigos de personas que
consumen drogas, lo que corrobora que el uso drogas puede ser un elemento
de cohesión grupal (Becoña, 2002). Esta preferencia, junto al hecho de que la
información que les llega a los adolescente sobre las drogas es
mayoritariamente a través de los amigos, pone de relieve que el inicio del
consumo está mediatizado claramente por el grupo de iguales y, como
consecuencia, probablemente por señales de identidad grupal (Petraitis, Flay,
Miller, Torpy y Greiner, 1988). La identidad grupal que se ha visto que predice
el consumo de cánnabis está por tanto a la base de mecanismos facilitadores
del inicio o, al menos, de la experimentación con drogas (Jonson et al., 1985;
citado en Markin, Hishiuma, Kim et al., 2001).
Creencias como “toda la gente consume”, “tomar alguna droga es
normal”, “si controlas no tiene porqué pasarte nada”, “deberían legalizar
algunas drogas”, “tenemos que aprender a convivir con las drogas”, son
creencias muy extendidas entre los adolescentes evaluados, lo que corrobora
que el consumo de droga no es una conducta soterrada sino que representa
una opción que, al menos en ésta población, está muy cerca de la
normalización. Esto puede confirmar que el uso de drogas puede llegar a ser
un valor social positivo dependiendo del caso (Comas, 1994), además de
algunas características de las representaciones sociales como es su
homogeneidad y amplia distribución entre los grupos (Wagner y Alejabarrieta,
1995). Estas representaciones sociales, que no muestran diferencias con
respecto al género o edad, y en cuya construcción parece tener importancia la
percepción de incidencia del consumo de drogas en el entorno macrosocial,
están relacionadas con la conducta de consumo de drogas ilegales. Las
personas que consumen drogas se identifican más que los no consumidores
con ellas, de lo que se desprende su implicación en la emisión de conductas,
en este caso, de consumo de drogas (Wagner y Elejabarrieta, 1995). Aunque
parece que las actitudes no siempre predicen las conductas, en esta ocasión
hemos podido ver, especialmente en el caso del consumo de cánnabis, que sí
están vinculadas (McCuller, Sussman, Dust y Tesan, 2001), ya que los
328 José Miguel Martínez González.

consumidores de cánnabis se identifican significativamente más con la creencia


de que “las drogas son algo que es preciso conocer”, y en especial los que se
inician en su consumo antes de los 16 años.
Existe también una relación inversa entre las representaciones sociales
exploradas, claramente asociadas al consumo de drogas, y los factores de
protección. Al analizar conjuntamente el peso de la protección y las
representaciones sociales, las segundas tiene más peso en la predicción del
consumo, de modo que determinadas creencias, como son los estereotipos
sobre el consumo de drogas, tienen un peso destacado en los adolescentes y
jóvenes. Esto podría explicar que en la actualidad un número importante de
jóvenes con un estilo de vida normalizado y con un nivel de protección
aceptable, expresen su sintonía con estas representaciones sociales, lo que
puede ser una razón para el consumo de cánnabis. Ha podido comprobarse
que las creencias sobre las drogas pueden ejercer un efecto favorable o
desfavorable para el consumo, reforzándolo o deslegitimándolo (Calafat,
Fernández, Juan y Becoña, 2005). Todo esto lleva a que la imagen social del
cánnabis sea claramente diferente al resto de drogas ilegales, pudiendo llegar
a tener casi connotaciones de legalidad – normalidad (PNSD, 2000). Se sabe
que las representaciones sociales tienen implicaciones directas sobre la
conducta, y que la opinión del grupo de referencia puede ser para el
adolescente una pieza clave en la iniciación del consumo de drogas. Una
propuesta preventiva en este sentido tiene que ver con el hecho de informar a
los adolescentes que una proporción grande de ellos desaprueba el uso de
cánnabis (Chabrol, Chauchard, Mabila, Montoulan, Adèle y Rousseau (en
prensa).
Las representaciones sociales que se han estudiado en esta
investigación presentan una relación inversa con la percepción de riesgo,
siendo ésta mayor cuando disminuye el grado en el que se identifican las
personas con estas creencias.
Como sucedió en estudios anteriores (Megías et al, 2001, 2004) y PNSD
(2004), las drogas percibidas como más peligrosas son la heroína, la cocaína y
anfetaminas, y las menos peligrosas el tabaco, el cánnabis y el alcohol. El
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: discusión. 329

grado de percepción de peligrosidad atribuido al cánnabis predice su consumo.


Los factores de protección mantienen una relación significativa e inversa con la
percepción de peligrosidad. Así, la percepción de peligrosidad puede
conceptuarse también como un factor de protección ante el consumo de
drogas, esta vez como el polo opuesto al riesgo en un mismo continuo. La
percepción de peligrosidad está asociada al hecho de consumir o no,
pudiéndose asumir la percepción de peligrosidad como un elemento de riesgo
o de protección dependiendo del modo en que ésta se hace presente. En
definitiva puede verse que se consume menos aquella droga de la que se
tienen una mayor percepción de riesgo y viceversa (Duitsman y Colbry, 1995),
y como pudo comprobarse en otros trabajos (Duitsman y Colbry, 1995; Becoña,
1999) existe un consumo menor de aquellas drogas que son percibidas como
más peligrosas. Entre ellas, el cánnabis podría situarse en el grupo de drogas
“con una representación en el imaginario social” casi como droga legal, ya que
se asocia a niveles bajos de peligrosidad. En el caso del consumo de cánnabis
y cocaína, las dos drogas ilegales más consumidas, la percepción de
peligrosidad es claramente inferior en las personas que las consumen.
Se ha visto también que la disponibilidad de drogas en el entorno
predice el consumo de cánnabis (Wills, Pierce y Evans, 1996), aunque si bien
es cierto que el consumidor habitual suele sobre-estimar la incidencia del
consumo de drogas en la población general.
Hay una gran permisividad hacia el consumo de drogas, observándose
que la mayoría de las personas no se sienten incómodas al estar con
consumidores aunque ellas no consuman (Rodríguez, Agulló y Agulló, 2003).
La mayoría de las personas, como pudo verse en el estudio de Megías et al.,
(2001), muestran actitudes de rechazo a las drogas, pero a su vez un
porcentaje elevado se identifica con posturas permisivas hacia el uso de
cánnabis. Probablemente, aunque exista aceptación del fenómeno social del
consumo de algunas drogas deben confluir más variables para que éste ocurra.
Con respecto a la protección y el trabajo de los progenitores, se obtienen
los mismos resultados que estudios anteriores (Martínez-González y Robles,
2001). Cuando trabaja sólo un progenitor las personas están más protegidas si:
330 José Miguel Martínez González.

“cumplen las normas de la comunidad”, “están satisfechos consigo mismos” y


“consideran que hay normas claras en el instituto”. El que trabajen o no los
progenitores no predice el nivel de protección en su conjunto, lo que muestra
que la calidad de la relación tiene probablemente más peso que el tiempo
destinado a la misma, sin entender por ello que la ausencia de los padres
durante largos periodos de tiempo no se constituya realmente en un factor de
riesgo, toda vez que impide fomentar la comunicación, el apego, la estabilidad
familiar, etc.
La resiliencia que se ha medido conjugando tres factores de protección,
esto es, “la competencia de los niños a través del rendimiento escolar”, “la
obediencia a la ley-cumplimiento de normas de la comunidad” y “las
interacciones exitosas con los iguales que tienen una influencia positiva”,
podría apoyar el concepto de dureza tal y como lo expone Garmezy, (1985)23.
Los resultados apoyan la conceptualización de resiliencia como un macro factor
de protección. No obstante, este modo de entender la resiliencia no coincide
con otras definiciones, las cuales entienden que no es un factor de protección,
ya que los factores de protección te protegen mientras que la resiliencia te
ayuda a reconstruirte después de la crisis.
El miedo a las drogas es, junto al hecho de tener amigos consumidores,
un predictor del consumo de drogas estadísticamente significativo, sabiendo
que el miedo podría inducir a las personas a elegir como amigos a no
consumidores. Lo importante es saber cómo hacer que los adolescentes y
jóvenes no elijan como amigos a personas que toman drogas. El miedo a las
drogas es un factor que muestra capacidad de predicción con respecto a la
elección de personas consumidoras o no. Es posible que esta variable no
ejerza su influencia en solitario, lo que será objeto de análisis en futuros
trabajos.
El hecho de que creer que exista un número elevado de personas en la
ciudad que consume un determinado tipo de droga neutraliza la influencia del
miedo a las drogas, que ha resultado ser un factor de protección. Esto muestra
la importancia que tiene en los programas de prevención el empleo de

23
Citado en Becoña (2002).
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: discusión. 331

estrategias dirigidas a corregir la percepción que tiene la persona de la


incidencia del consumo de drogas. Se sabe que los consumidores de drogas
suelen sobreestimar la incidencia del consumo, pero también parece suceder
entre los jóvenes en general (Perkins, Meilman, Leichliter, Cashin, Presley,
1999; Becoña. 2002). Cuando se cree que son muchas las personas que
consumen una droga puede pensarse que su uso no es perjudicial, toda vez
que hay muchas personas que la consumen. La imagen que tiene la persona
de la droga queda por tanto matizada por el peso que tiene la percepción de
incidencia de consumo. Si como se ha dicho, los jóvenes sobreestiman la
incidencia, el que conozcan la incidencia real puede matizar la imagen que
tengan de la droga.
El autocontrol, tener expectativas positivas del futuro, el cumplimiento de
normas de la comunidad, realizar actividades satisfactorias con los amigos,
participar en actividades de la iglesia, que exista apego familiar, que la familia
proporcione un contexto estable, que celebre en familia los acontecimientos
como fiestas o cumpleaños, el empleo de un estilo educativo directivo, que los
padres refuercen los logros de los hijos y que hagan una valoración positiva de
los amigos de sus hijos, son variables de protección que en su conjunto
parecen neutralizar el peso que tiene la percepción de incidencia de una
determinada droga en su ciudad.
332 José Miguel Martínez González.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: conclusiones. 333

Conclusiones

Segundo estudio.
334 José Miguel Martínez González.
Ciclo Formativo de Grado Medio / Programa de Garantía Social: conclusiones. 335

Esta investigación nos ha permitido conocer la incidencia del consumo


de drogas legales e ilegales destacando que, en ésta población en
comparación con otras poblaciones, hay una mayor incidencia de consumo de
drogas como, por ejemplo, el cánnabis, iniciándose a su vez en el consumo a
edades más tempranas.
Después de constatar la presencia de factores de riesgo que están
influyendo en los participantes, se ha visto que el consumo de alcohol, tabaco y
cánnabis está de algún modo vinculado al consumo de los amigos y hermanos,
la disponibilidad de dinero y la percepción de incidencia de consumo en el
entorno de la persona.
El cuestionario es fiable y válido para medir la protección ante el
consumo de cánnabis, el hecho de emborracharse habitualmente en
adolescentes, fumar tabaco y en especial ante el consumo de drogas cuando la
persona tiene amigos que las toman. Los resultados refuerza la hipótesis desde
la que se considera que la protección es un índice de factor múltiple, en el que
el peso de los factores difiere según el caso. El cuestionario también ha sido
útil para la medición de representaciones sociales, arrojando una consistencia
buena interna entre los ítems referidos a las mismas, lo que podría indicar que
estas creencias configuran a su vez el constructo de las representaciones
sociales.
Los factores de protección significativos en esta muestra podrían estar
operando bajo el mecanismo riesgo-protección, en especial aquellos que
protegen a las personas cuando se encuentran en un entorno en el que es fácil
conseguir drogas y, además, se relacionan con personas que las consumen.
Se ha visto que las creencias analizadas en el estudio están muy
extendidas entre los participantes, por lo que pueden constituirse en
representaciones sociales sobre el consumo de drogas. Estas
representaciones sociales y la percepción de riesgo asociado al consumo se
relacionan significativamente con el nivel de protección de la persona, a la vez
que predicen el consumo o no de cánnabis.
Hemos podido confirmar que las representaciones sociales facilitan la
homogeneidad entre las personas que las comparten, predicen el consumo de
336 José Miguel Martínez González.

drogas y convierten, muy especialmente, el consumo de cánnabis en una


conducta aceptada entre los jóvenes. De un modo más específico se ha visto
que las drogas que son percibidas como más peligrosas se consumen menos,
teniendo esta percepción de peligrosidad asociada al consumo capacidad
predictiva sobre su uso. Esto convierte el riesgo asociado al consumo de
drogas en una variable muy importante en los programas de prevención.
La identidad grupal ha mostrado ser una variable capaz de predecir el
consumo de cánnabis, de modo que los procesos psicosociales que están a la
base se convierten en elementos imprescindibles para comprender la conducta
de experimentación o consumo habitual de drogas.
Muestra global: resultados. 337

Análisis conjunto de los datos obtenidos en


la muestra global:
Alumnos de Escuelas Taller, de Ciclos
Formativos de Grado Medio y Programa de
Garantía Social.

x Factores de protección para el consumo de cánnabis.


x Los factores de protección para fumar cánnabis, fumar tabaco y beber.
x Relación entre miedo a las drogas y tener amigos consumidores.
x El miedo a las drogas como predictor del hecho de elegir como amigos
a otras personas que consumen drogas.
x Los factores de protección ante el consumo de cánnabis en función de
emborracharse y consumir cánnabis.
x El efecto de las variables tener amigos consumidores y disponibilidad
de dinero sobre el consumo de cánnabis.
x Análisis de los factores de protección ante el consumo de cánnabis en
función de la disponibilidad de dinero y emborracharse al menos una
vez al mes.
x Análisis de los factores de protección ante el consumo de cánnabis en
función del consumo de cánnabis y grupo de referencia.
x La edad y disponibilidad de dinero como predoctores del consumo de
cánnabis.
x La edad el primer consumo como predictor del consumo de cánnabis.
x Los factores de protección como predictor del consumo de cánnabis.
x La media de los factores de protección ante el cánnabis y la
disponibilidad de dinero como predictores del consumo de cánnabis.
338 José Miguel Martínez González.
Muestra global: resultados. 339

La muestra con la que se va a trabajar a continuación la componen 458


personas, consecuencia de agrupar a los participantes de Escuelas Taller,
Ciclo Formativo de Grado Medio y Programa de Garantía Social. La distribución
según los grupos puede verse en la siguiente tabla.

Frecuencia Porcentaje
Alumnos de Ciclos Formativos de Grado medio y 217 47.4
Programas de Garantía Social.
Alumnos de Escuelas Taller. 241 52.6
Total 458 100.0

Factores de protección en función del consumo de cánnabis.

Media de los ítems de protección dependiendo de cada uno de los


grupos de los que proceden las personas de la muestra. La distribución de los
valores de la media se presenta dependiendo de si las personas consumen o
no cánnabis (ver Tabla 2.95).

Tabla 2.95.
Puntuaciones en los factores de protección.
Puntuación total a todos los ítems según los grupos.

grupo Consumo de Media Desv. típ. N


cánnabis
Grado Medio No consume 3,56 ,389 132
Sí consume 3,28 ,405 84
Total 3,45 ,417 216
Escuelas taller No consume cánnabis 3,54 ,396 160
Sí consume cánnabis 3,24 ,419 78
Total 3,44 ,426 238
Total de la muestra No consume 3,55 ,392 292
Sí consume 3,26 ,411 162
Total 3,45 ,421 454

Si tomamos como referencia el valor medio de los ítems destinados a la


medición de la protección, puede observarse que la media aritmética es menor
340 José Miguel Martínez González.

en los grupos de personas que consumen y mayor en los que no la consumen


cánnabis. Esta información refuerza una vez más el concepto de protección.

Los factores de protección ante fumar cánnabis, fumar tabaco y beber.

Con el fin de analizar las variables de protección en función del consumo


de drogas en los participantes, se extraen los consumos de cánnabis, tabaco y
alcohol24, toda vez que la incidencia del resto de consumos de cocaína,
anfetaminas, etc., no se dan en el suficiente número de personas como para
someterlos a este tipo de análisis.
Dicho esto, se han analizado si existen diferencias entre consumidores y
no consumidores de cánnabis, tabaco y alcohol en las variables de protección.
Se han obtenido diferencias estadísticamente significativas en 16 variables
para el cánnabis, 7 en el caso del tabaco y sólo 3 para el alcohol (ver Tabla
2.96).

Tabla 2.96.
Resumen de las variables que han indicado diferencias estadísticamente significativas.

Cánnabis Fumar Beber


tabaco
Apego X
Normas familiares claras
Miedo a las drogas X X*
Estilo directivo en la educación X
Celebración en familia de cumpleaños, X X
fiestas, etc.
Realizar actividades satisfactorias con X X
amigos
Participación en actividades de la iglesia X X
Locus de control interno
Valorar la salud
Destrezas para trabajar con otros X
Alto rendimiento escolar
Valor de autosuperación X
Cumplimiento de normas de la X X X
comunidad
Nivel alto de autoaceptación X
Expectativas positivas de futuro

24
Hace referencia al uso de riesgo teniendo en cuenta los parámetros para otros estudios del
Plan Nacional Sobre Drogas.
Muestra global: resultados. 341

Cánnabis Fumar Beber


tabaco
Adquirir y cumplir compromisos
Normas claras en la escuela X
Relación con entidades valoradas
socialmente (como ONGs)
Valoración positiva de los padres del X X
grupo de amigos
Que los padres refuercen los logros de X X
los hijos
Estabilidad y cohesión familiar X X
Percepción de utilidad de ir al colegio X
Tener buen grado de autocontrol X X
Hacer frente a la adversidad
* Mayor valor de la media en el grupo de personas que beben alcohol habitualmente.

En general y partiendo de las comparaciones en las que se han


encontrado diferencias estadísticamente significativas, podría decirse que las
variables de protección lo son ante el consumo de cánnabis, toda vez que la
mayoría de las diferencias encontradas se refieren a esta droga. Esto es, en el
caso de fumar y beber se han encontrado menos variables de protección con
diferencias estadísticamente significativas entre consumidores y no
consumidores. El hecho de que hayan obtenido diferencias significativas en
esta muestra conjunta de participantes indica que los resultados no dependen
de los grupos estudiados. En lugar de primar el hecho de que estos factores de
protección lo son específicamente para las personas de los distintos grupos,
podemos considerar que lo son para los jóvenes en general, siempre y cuando
éstos se encuentren en situación de riesgo.
Estos resultados pueden ser útiles para el análisis del nivel de protección
de determinadas poblaciones. Teniendo en cuenta sólo los resultados
obtenidos con la aplicación de este cuestionario a la muestra global (alumnos
de escuelas taller y alumnos de Ciclos Formativos de Grado Medio y Programa
de Garantía Social), hay factores de protección como la realización de
actividades relacionadas con la cultura y deporte de forma satisfactoria con
amigos, celebraciones en familia, participar en actividades de la parroquia,
cumplimiento de normas de la comunidad, que los padres refuercen los logros
de los hijos, la estabilidad familiar, percepción de utilidad de ir al colegio y tener
buen grado de autocontrol que muestran mayor número de diferencias
significativas. Si además, tenemos en cuenta otros estudios realizados con
342 José Miguel Martínez González.

muestras de estudiantes universitarios (Vargas, 2003; Oviedo, 2003) se


observa que algunas de estas variables de protección destacan con respecto a
otras.

El miedo a las drogas como predictor del hecho de elegir como amigos a
otras personas que consumen drogas.

o Predictor. Tener miedo a las drogas. Los niveles de la


variable son: 1 = nada; 2 = muy poco; 3 = algo; 4 = bastante;
5 = siempre.
o Criterio: Tener amigos consumidores de drogas. Los niveles
de la variable son: 0 = ninguno; 1 = algunos; 2 = muchos; 3 =
todos.
El análisis de regresión muestra que tener miedo a las drogas predice el
hecho de que los participantes no escojan como amigos a otras personas que
consumen drogas. La relación entre ambas variables es inversa (Beta = -.139;
p = .003) (ver Tabla 2.97).

Tabla 2.97.
El miedo a las drogas como predictor de la elección de amigos consumidores de drogas.

Correlaciones

Tener amigos que F.P. Tener miedo


consumen drogas a las drogas.
Correlación de Pearson Tener amigos que consumen drogas. 1,000 -,139
Tener miedo a las drogas -,139 1,000
Sig. (unilateral) Tener amigos que consumen drogas. . ,001
Tener miedo a las drogas ,001 .
N Tener amigos que consumen drogas. 458 458
Tener miedo a las drogas 458 458
ANOVA

Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.


Regresión 14,204 1 14,204 8,929 ,003(a)
Residual 725,384 456 1,591
Total 739,589 457
a Variable predictora: Tener miedo a las drogas.
b Variable dependiente: Tener amigos consumidores de drogas.
Muestra global: resultados. 343

Coeficientes

Coeficientes no Coeficientes Intervalo de confianza Estadísticos de


estandarizados estandarizados t Sig. para B al 95% colinealidad

Error Límite Límite


B típ. Beta inferior superior Tolerancia FIV
Miedo a
las -,122 ,041 -,139 -2,988 ,003 -,203 -,042 1,000 1,000
drogas
____________________________________________________________________________________

Para conocer mejor la relación existente entre las diferentes variables


que parecen estar implicadas de un modo u otro en la protección, se han
realizado diferentes análisis de varianza. Sean los que a continuación se
detallan.

Los factores de protección ante el consumo de cánnabis en función de


emborracharse y consumir cánnabis.

La Variable Dependiente: Medias de los cuatro factores


significativos para el consumo de cánnabis. Los factores
significativos ante el consumo de cánnabis fueron lo siguientes:
realizar actividades satisfactorias con los amigos, participar en
actividades de la parroquia, cumplir con las normas de la
comunidad y que los padres refuercen los logros de los hijos.
Variables Independientes: Emborracharse y consumir cánnabis.
La variable emborracharse tiene 2 niveles: No se
emborracha al menos una vez al mes y sí se emborracha al
menos una vez el mes;
La variable consumir cánnabis tiene 5 niveles = nunca, una
vez al mes, fines de semana, entre 2 y 6 veces en semana y
a diario.
Según el análisis de la interrelación de variables independientes, no se
observa significatividad del efecto conjunto de la manipulación selectiva de las
dos variables independientes sobre la variable dependiente. Sí se observa
efecto significativo de la variable consumo de cánnabis (ver Tablas 2.98). Esto
es, los factores de protección indican diferencias significativas dependiendo de
la manipulación indirecta de la variable independiente consumo de cánnabis.
344 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.98.
Factores de protección significativos ante el consumo de cánnabis en función de
emborracharse y consumo de cánnabis.

Consumo de cánnabis Se emborracha al meno suna vez al Media Desviación típica. N


mes
No consume cánnabis No se emborracha 3,57 ,394 145
Si se emborracha 3,53 ,392 138
Total 3,55 ,392 283
Sí consume cánnabis No se emborracha 3,19 ,550 29
Sí se emborracha 3,27 ,376 129
Total 3,25 ,412 158
Total No se emborracha 3,50 ,445 174
Sí se emborracha 3,40 ,405 267
Total 3,44 ,423 441
Variable dependiente: Medias de los cuatro factores que son significativos ante el consumo de cánnabis.
Suma de gl Media F Signifi- Eta al Paráme- Potencia
cuadrados cuadrá- cación cuadrado tro de no observa-
tipo III tica parcial centrali- da(a)
dad
Modelo corregido 31,662(b) 3 10,554 24,410 ,000 ,144 73,230 1,000
hachis 24,910 1 24,910 57,613 ,000 ,116 57,613 1,000
Emborracharse al ,020 1 ,020 ,047 ,829 ,000 ,047 ,055
menos una vez al
mes.
Consumo de 1,500 1 1,500 3,469 ,063 ,008 3,469 ,460
cánnabis x
emborracharse al
menos una vez al
mes.
Error 188,943 437 ,432
Total 4237,750 441
Total corregida 220,605 440
a Calculado con alfa = ,05
b R cuadrado = ,144 (R cuadrado corregida = ,138)
Comparaciones múltiples
Variable dependiente: Media de los factores de protección ante el cánnabis.
(I) cánnabis (J) cánnabis Diferencia Error típ. Significación Intervalo de confianza al
entre 95%.
medias (I-J)
Límite Límite
inferior superior

DHS de 0 1 ,47(*) ,102 ,000 ,19 ,75


Tukey 2 ,66(*) ,112 ,000 ,35 ,97
3 ,47(*) ,146 ,013 ,07 ,87
4 ,56(*) ,103 ,000 ,28 ,84
1 0 -,47(*) ,102 ,000 -,75 -,19
2 ,19 ,141 ,656 -,20 ,58
3 ,00 ,169 1,000 -,46 ,46
4 ,09 ,134 ,959 -,27 ,46
2 0 -,66(*) ,112 ,000 -,97 -,35
1 -,19 ,141 ,656 -,58 ,20
3 -,19 ,175 ,807 -,67 ,29
4 -,10 ,142 ,956 -,49 ,29
3 0 -,47(*) ,146 ,013 -,87 -,07
1 ,00 ,169 1,000 -,46 ,46
Muestra global: resultados. 345

2 ,19 ,175 ,807 -,29 ,67


4 ,09 ,169 ,982 -,37 ,56
4 0 -,56(*) ,103 ,000 -,84 -,28
1 -,09 ,134 ,959 -,46 ,27
2 ,10 ,142 ,956 -,29 ,49
3 -,09 ,169 ,982 -,56 ,37
Basado en las medias observadas.
* La diferencia de medias es significativa al nivel ,05.
_______________________________________________________________

Este resultado viene a confirmar que las variables evaluadas en el


estudio de la protección ejercen un efecto protector ante el consumo de
cánnabis, de modo que las personas que no consumen cánnabis están más
protegidas que las que sí consumen.

Efecto de las variables tener amigos consumidores y disponibilidad de


dinero sobre el consumo de cánnabis.

La Variable Dependiente: Consumo de cánnabis. Los niveles de


la variable son: 0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de
semana; 3 = entre 2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.
Variables Independientes: Tener amigos que consumen drogas y
disponibilidad de dinero.
La variable independiente “tener amigos que consumen
drogas” tiene 2 niveles = los tiene o nos los tiene;
La variable independiente “disponibilidad de dinero” se
compone de dos niveles = dispone de 204 € o menos al mes
o dispone de 205 € o más.
Del análisis de varianza se desprende que tener amigos consumidores
de drogas influye más en el hecho de consumir cánnabis que la disponibilidad
de dinero, o del efecto conjunto de ambas variables. (ver Tabla 2.99).
346 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.99.
Consumir cánnabis / tener amigos que consumen drogas.
____________________________________________________________________________________
Variable dependiente: Frecuencia con la que se consume cánnabis.
Tener amigos Disponibilidad de dinero Media Desv. típ. N
consumidores de drogas
No tiene amigos que Dispone de 204 € o menos ,01 ,119 71
consuman drogas.
Dispone de 205 € o más. ,22 ,943 18
Total ,06 ,436 89
Sí tiene amigos que Dispone de 204 € o menos ,96 1,375 248
consumen drogas.
Dispone de 205 € o más. 1,38 1,586 95

Total 1,08 1,446 343

Total Dispone de 204 € o menos ,75 1,276 319

Dispone de 205 € o más. 1,19 1,558 113


Total ,87 1,367 432
Variable dependiente: frecuencia con la que se consume cánnabis.
ANOVA
Suma de gl Media F Signifi- Eta al Parámetro Potencia
cuadrados cuadrá- cación cuadrado de no observada(a)
tipo III tica parcial centralidad
Modelo 86,351(b) 3 28,784 17,131 ,000 ,107 51,393 1,000
corregido
Tener amigos 52,693 1 52,693 31,361 ,000 ,068 31,361 1,000
que consumen
cánnabis
Disponibilidad 4,615 1 4,615 2,747 ,098 ,006 2,747 ,380
de dinero
Tener amigos ,509 1 ,509 ,303 ,582 ,001 ,303 ,085
consumidores X
disponibilidad de
dinero
Error 719,128 428 1,680
Total 1131,000 432
Total corregida 805,479 431
a Calculado con alfa = ,05
b R cuadrado = ,107 (R cuadrado corregida = ,101)
____________________________________________________________________________________

Análisis de los factores de protección significativos ante el consumo de


cánnabis en función de la disponibilidad de dinero y emborracharse al
menos una vez al mes.

La Variable Dependiente: Medias de los 4 factores de protección


significativos ante el consumo de cánnabis. Los factores
significativos ante el consumo de cánnabis fueron lo siguientes:
realizar actividades satisfactorias con los amigos, participar en
actividades de la parroquia, cumplir con las normas de la
comunidad y que los padres refuercen los logros de los hijos.
Muestra global: resultados. 347

Variables Independientes: Grupo, disponibilidad de dinero y


emborracharse.
La variable grupo tiene dos niveles = Escuela Taller y
CFGM / PGS.
La variable disponibilidad de dinero tiene 4 niveles:
Menos de 120 €, entre 121 y 204 €, entre 205 y 306 €,
más de 307 €.
La variable emborracharse tiene 2 niveles = No se
emborracha al menos una vez al mes y sí se
emborracha al meno suna vez el mes;
El análisis de la varianza muestra efecto de la interacción de las
variables independientes disponibilidad de dinero, emborracharse y grupo al
que pertenece la persona (ver Tabla 2.100).

Tabla 2.100.
Factores de protección ante el consumo de cánnabis dependiendo del grupo
De la disponibilidad de dinero y de si se
emborrachan al menos una vez al mes.
____________________________________________________________________________________
Variable dependiente: Media de los 4 factores de protección significativos ante el consumo de cánnabis.
Disponibilidad de Emborracharse grupo Media Desv. típ. N
dinero.
Dispone de menos No se emborracha al Grado Medio 3,0955 ,69711 82
de 204 € al mas. menos una vez al mes
Escuela taller 3,3203 ,70600 51
Total 3,1817 ,70642 133
Si se emborracha una vez Grado Medio 2,8719 ,68703 93
al mes
Escuela taller 2,9239 ,60075 92
Total 2,8977 ,64434 185
Total Grado Medio 2,9767 ,69880 175
Escuela taller 3,0653 ,66565 143
Total 3,0165 ,68445 318
Dispone de 205 € o No se emborracha al Grado Medio 3,3750 ,65596 14
más al mes. menos una vez al mes
Escuela taller 2,7990 ,59443 17
Total 3,0591 ,67809 31
Si se emborracha una vez Grado Medio 2,8590 ,71069 13
al mes
Escuela taller 3,0132 ,73829 63
Total 2,9868 ,73132 76
Total Grado Medio 3,1265 ,71923 27
Escuela taller 2,9677 ,71212 80
Total 3,0078 ,71389 107
348 José Miguel Martínez González.

Total No se emborracha al Grado Medio 3,1363 ,69502 96


menos una vez al mes
Escuela taller 3,1900 ,71278 68
Total 3,1585 ,70077 164
Si se emborracha una vez Grado Medio 2,8703 ,68652 106
al mes
Escuela taller 2,9602 ,65928 155
Total 2,9237 ,67062 261
Total Grado Medio 2,9967 ,70161 202
Escuela taller 3,0303 ,68270 223
Total 3,0143 ,69113 425
Variable dependiente: Media de los 4 factores de protección significativos ante el consumo de cánnabis.
ANOVA
Suma de gl Media F Signifi- Eta al Parámetro Potencia
cuadrados cuadrática cación cuadrado de no observada
tipo III parcial centralidad (a)
Modelo corregido 10,877(b) 7 1,554 3,381 ,002 ,054 23,666 ,963
Disponibilidad de ,099 1 ,099 ,215 ,643 ,001 ,215 ,075
dinero.
Emborracharse al 3,074 1 3,074 6,688 ,010 ,016 6,688 ,732
menos una vez al mes.
grupo ,076 1 ,076 ,165 ,684 ,000 ,165 ,069
Disponibilidad de ,366 1 ,366 ,797 ,373 ,002 ,797 ,145
dinero X
emborracharse.
Disponibilidad de 1,765 1 1,765 3,840 ,051 ,009 3,840 ,498
dinero X grupo.
Emborracharse al 1,124 1 1,124 2,446 ,119 ,006 2,446 ,345
menos una vez al me X
grupo.
Disponibilidad de 2,949 1 2,949 6,416 ,012 ,015 6,416 ,715
dinero X
emborracharse X
grupo.
Error 191,654 417 ,460
Total 4064,118 425
Total corregida 202,531 424
a Calculado con alfa = ,05
b R cuadrado = ,054 (R cuadrado corregida = ,038)
____________________________________________________________________________________

Estudio del efecto de las variables grupo y frecuencia de consumo de


cánnabis sobre protección.

La Variable Dependiente: Medias de los 5 ítems relativos a las


variables de protección significativos ante el hecho de tener
amigos consumidores de drogas y no consumir. Las variables de
protección significativas fueron las siguientes: apego familiar,
realizar actividades satisfactorias con los amigos, participar en
actividades de la parroquia, cumplir con las normas de la
Muestra global: resultados. 349

comunidad, que los padres acepten a los amigos de sus hijos y


que los padres refuercen los logros de sus hijos.
Variables Independientes: Grupo y consumo de cánnabis.
La variable grupo tiene dos niveles = Escuela Taller y CFGM /
PGS.
Los niveles de la variable consumo de cánnabis son: 0 =
nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de semana; 3 = entre 2 y
6 veces en semana; 4 = a diario.
El análisis muestra como existe efecto significativo de la variable
consumo de cánnabis, no siendo así para la variable grupo (ver Tabla 2.101).
Tras realizar las comparaciones múltiples a posteriori mediante Tukey,
se observan diferencias significativas en protección a través de los niveles de la
variable frecuencia de consumo de cánnabis.

Tabla 2.101.
Análisis del grupo de personas que tienen algún amigo consumidores de
drogas pero no consumen.

Grupos. Consumo de cánnabis. Media Desviación típica. N

CFGM / PGS Nunca 3,57 ,584 132


Una vez al mes 3,10 ,629 28
Fines de semana. 2,87 ,633 20
entre2 y 6 veces en semana 3,21 ,639 13
A diario. 3,12 ,603 23
Total 3,38 ,646 216
Escuelas taller Nunca 3,57 ,568 160
Una vez al mes 3,15 ,691 24
Fines de semana. 3,08 ,576 19
entre2 y 6 veces en semana 2,98 ,649 9
A diario. 3,09 ,510 26
Total 3,41 ,616 238
Total Nunca 3,57 ,574 292
Una vez al mes 3,12 ,653 52
Fines de semana. 2,97 ,606 39
entre2 y 6 veces en semana 3,11 ,638 22
A diario. 3,11 ,550 49
Total 3,39 ,630 454
350 José Miguel Martínez González.

ANOVA
Variable dependiente: Media de los 5 factores de protección significativos para las dos muestras cuando
se tiene algún amigo consumidor y no se consume drogas.
Fuente Suma de gl Media F Sig. Eta al Parámetro Potencia
cuadrados cuadrática cuadrado de no observada
tipo III parcial centralidad (a)

Modelo corregido 29,885(b) 9 3,321 7,686 ,000 ,135 69,174 1,000


Grupo ,080 1 ,080 ,186 ,667 ,000 ,186 ,071
Consumo de 28,436 4 7,109 16,455 ,000 ,129 65,820 1,000
cánnabis
Grupo X 1,113 4 ,278 ,644 ,631 ,006 2,577 ,211
consumo de
cánnabis
Error 191,820 444 ,432
Total 6632,607 454
Total corregida 221,705 453
a Calculado con alfa = ,05
b R cuadrado = ,135 (R cuadrado corregida = ,117)
Comparaciones múltiples

Variable dependiente: Media de los factores de protección significativos para personas que no consumen drogas
teniendo amigos que las consumen.
(I) cánnabis (J) cánnabis Diferencia Error típ. Significa- Intervalo de confianza al
entre ción 95%.
medias
(I-J) Límite Límite
inferior superior

DHS de 0 1 ,47(*) ,099 ,000 ,20 ,74


Tukey 2 ,63(*) ,112 ,000 ,32 ,94
3 ,50(*) ,145 ,006 ,10 ,90
4 ,49(*) ,101 ,000 ,21 ,77
1 0 -,47(*) ,099 ,000 -,74 -,20
2 ,16 ,139 ,799 -,23 ,54
3 ,03 ,167 1,000 -,43 ,48
4 ,01 ,131 1,000 -,34 ,37
2 0 -,63(*) ,112 ,000 -,94 -,32
1 -,16 ,139 ,799 -,54 ,23
3 -,13 ,175 ,948 -,61 ,35
4 -,14 ,141 ,854 -,53 ,24
3 0 -,50(*) ,145 ,006 -,90 -,10
1 -,03 ,167 1,000 -,48 ,43
2 ,13 ,175 ,948 -,35 ,61
4 -,01 ,169 1,000 -,47 ,45
4 0 -,49(*) ,101 ,000 -,77 -,21
1 -,01 ,131 1,000 -,37 ,34
2 ,14 ,141 ,854 -,24 ,53
3 ,01 ,169 1,000 -,45 ,47
Basado en las medias observadas.
* La diferencia de medias es significativa al nivel ,05.
______________________________________________________________________
Muestra global: resultados. 351

La edad y la disponibilidad de dinero como predictoras del consumo de


cánnabis.

o Variables predictoras:
x Edad.
x Disponibilidad de dinero. Esta variable tiene 5 niveles:
menos de 120€, disponer entere 121 y 204 €, entre 205
y 306 €, entre 307 y 540 € y más de 540 €.
o Variable Criterio: Consumo de cánnabis [valores entre 0 y 4;
nunca, una vez al mes, fines de semana, 2-6 veces en
semana, diario].
La matriz de correlación muestra significación entre el consumo de
cánnabis y la disponibilidad, y a su vez la disponibilidad de dinero correlaciona
con la edad.
La regresión lineal múltiple indica que la disponibilidad de dinero
predicen de algún modo el posterior consumo de cánnabis. Este resultado
apoya los estudios que consideran la disponibilidad de dinero un factor de
riesgo importante para el inicio en el consumo de drogas. En este caso sí
parece serlo para el consumo de cánnabis (ver Tabla 2.102). Se observa que la
única variable que predice es la disponibilidad de dinero. El valor de Beta (.175;
p = .000) indica que la relación de predicción es positiva, de lo que se
desprende que cuanto más dinero dispone la personas más probablemente
consumirá cánnabis (ver Tabla 2.100).
352 José Miguel Martínez González.

Tabla 2.102.
Edad y disponibilidad de dinero en la predicción del consumo de cánnabis.

Matriz de correlaciones.
Consumo de Edad Disponibilidad de
cánnabis dinero

Correlación de Pearson Consumo de cánnabis. 1,000 -,022 ,159


Edad -,022 1,000 ,248
Disponibilidad de dinero ,159 ,248 1,000
Sig. (unilateral) Consumo de cánnabis. . ,318 ,000
Edad ,318 . ,000
Disponibilidad de dinero ,000 ,000 .
N Consumo de cánnabis. 458 458 458
Edad 458 458 458
Disponibilidad de dinero 458 458 458
ANOVA
Modelo Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática

1 Regresión 24,941 2 12,471 6,864 ,001(a)


Residual 826,592 455 1,817
Total 851,533 457
a Variables predictoras: Disponibilidad de dinero (5 franjas de disponibilidad), edad.
b Variable dependiente: Consumo de cánnabis (5 niveles = Nunca, una vez al mes, fines de semana, entre 2 y 6
veces en semana y a diario).
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de confianza Estadísticos de
estandarizados estandarizados para B al 95% colinealidad

B Error típ. Beta Límite Límite Tolerancia FIV


inferior superior

edad -,042 ,031 -,066 -1,376 ,169 -,102 ,018 ,938 1,066
dinero ,222 ,060 ,175 3,674 ,000 ,103 ,341 ,938 1,066

______________________________________________________________________

La edad del primer consumo como predictora del consumo de cánnabis.

o Variable predictora: Edad en que se prueba por primera


vez.
o Variable Criterio: Consumo de cánnabis. Valores entre 0 y
4; nunca, una vez al mes, fines de semana, 2-6 veces en
semana, diario
Los resultados indican que la edad en que se prueba por primera vez el
cánnabis predice el consumo de esta droga.
La correlación entre ambas variables es significativa (.20; p = 0.05).
Según esta correlación, a mayor edad en que se consume cánnabis por
Muestra global: resultados. 353

primera se le puede asociar mayor frecuencia de consumo de esta droga. La


regresión indica que la edad en la que se consume por primera vez cánnabis
predice el consumo que se hará posteriormente de cánnabis (Beta = 0.107; p =
.022), lo que indica que cuanto mayor es la edad con la que experimenta con la
droga más consumo posterior habrá de ésta (ver Tabla 2.103).
El inicio temprano en el consumo de una droga se sabe está asociado al
incremento de la probabilidad de drogodependencia, sin embargo, en esta
muestra, y teniendo en cuenta la edad de los participantes y el modo de
consumo, el uso de cánnabis aquí no parece constituirse en
drogodependencia. Cuando existe una experimentación temprana con el
cánnabis podría asociarse, quizá, con una mayor probabilidad de consumo de
cánnabis posterior pero no en la magnitud propia de una drogodependencia,
toda vez que los resultados muestran que en muy pocos casos se consume a
diario.
Tabla 2.103.
El consumo de cánnabis en función de la edad de inicio.
Correlaciones
Consumo de Edad en que se consume cánnabis
cánnabis. por primera vez.

Correlación de Consumo de cánnabis. 1,000 ,107


Pearson
Edad en que se consume cánnabis ,107 1,000
por primera vez.
Sig. (unilateral) Consumo de cánnabis. . ,011
Edad en que se consume cánnabis ,011 .
por primera vez.
N Consumo de cánnabis. 458 458
Edad en que se consume cánnabis 458 458
por primera vez.
ANOVA
Modelo Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática

1 Regresión 9,801 1 9,801 5,310 ,022(a)


Residual 841,732 456 1,846
Total 851,533 457
a Variables predictora: Edad en que se prueba el cánnabis por primera vez.
b Variable dependiente: Cantidad de veces que se consume cánnabis consumo de cánnabis.
Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes t Sig. Intervalo de Estadísticos de
estandarizados estandarizados confianza para B al colinealidad
95%

B Error típ. Beta Límite Límite Toleran- FIV


inferior superior cia

Edad de ,070 ,030 ,107 2,304 ,022 ,010 ,129 1,000 1,000
inicio
____________________________________________________________________________________
354 José Miguel Martínez González.

Los factores de protección como predictores del consumo de cánnabis.

o Variable predictora: Los 4 factores de protección ante el


consumo de cánnabis: realización de actividades
satisfactorias con los amigos, participar en actividades de la
parroquia, cumplimiento de las normas como ciudadano y
que los padres refuercen los logros de sus hijos.
o Variable Criterio: Consumo de cánnabis. Valores entre 0 y 4;
nunca, una vez al mes, fines de semana, 2-6 veces en
semana, diario.
De las cuatro variables de protección que han mostrado diferencias
estadísticamente significativas ante el consumo de cánnabis para las dos
muestras, el “cumplimiento de las normas como ciudadano” es la variable que
mayor peso específico tiene en la predicción (Beta = -.240; p = .000) (ver Tabla
2.104). El sentido de la predicción es negativo, de modo que a mayor presencia
de los factores de protección menor consumo de cánnabis. Le sigue en peso
específico en la predicción “realizar actividades satisfactorias con los amigos”
(B = -.157; p = .050), y después “participar en actividades de la parroquia! (Beta
= -.088; p = .050).
Muestra global: resultados. 355

Tabla 2.104.
Factores de protección como predictores del consumo de cánnabis.
_______________________________________________________________
Correlaciones
Consu- Realizar Asistir a Cumplir con Que los padres
mo de actividades actividades las normas refuercen los
cánna- satisfactorias con de la como logros de sus
bis los amigos. parroquia ciudadano. hijos.
Correla- Consumo de 1,000 -,214 -,152 -,280 -,143
ción de cánnabis
Pearson
Realizar -,214 1,000 ,157 ,118 ,236
actividades
satisfactorias con
los amigos.
Asistir a -,152 ,157 1,000 ,144 ,067
actividades de la
parroquia.
Cumplir con las -,280 ,118 ,144 1,000 ,153
normas como
ciudadano.
Que los padres -,143 ,236 ,067 ,153 1,000
refuercen los
logros de sus
hijos.

Sig. Consumo de . ,000 ,001 ,000 ,001


(unilateral) cánnabis
Realizar ,000 . ,000 ,006 ,000
actividades
satisfactorias con
los amigos.
Asistir a ,001 ,000 . ,001 ,076
actividades de la
parroquia.
Cumplir con las ,000 ,006 ,001 . ,000
normas como
ciudadano.
Que los padres ,001 ,000 ,076 ,000 .
refuercen los
logros de sus
hijos.
N Consumo de 458 458 458 458 458
cánnabis
Realizar 458 458 458 458 458
actividades
satisfactorias con
los amigos.
Asistir a 458 458 458 458 458
actividades de la
parroquia.
Cumplir con las 458 458 458 458 458
normas como
ciudadano.
Que los padres 458 458 458 458 458
refuercen los
logros de sus
hijos.
ANOVA
Modelo Suma de gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática

1 Regresión 105,021 4 26,255 15,932 ,000(a)


Residual 746,512 453 1,648
Total 851,533 457
a Variables predictoras: (Constante), 20 EXITOS, 7 IGLESIA, 13 NORMAS CIUDADANO, 6 ACTIVIDADES CON
AMIGOS
b Variable dependiente: cánnabis
356 José Miguel Martínez González.

Coeficientes
a Variable dependiente: cánnabis

Coeficientes Coefi- t Sig. Intervalo de Correlaciones Estadísticos de


no cientes confianza para colinealidad
estandarizados estanda- B al 95%
rizados

B Error Beta Límite Límite Orden Par- Semi- Toleran- FIV


típ. inferior supe- cero cial parcial cia
rior

Realizar -,153 ,045 -,157 - ,001 -,241 -,065 -,214 - -,151 ,920 1,087
actitiv. 3,429 ,159
satisfacto-
rias con
los
amigos.
Asistir a -,122 ,062 -,088 - ,050 -,243 ,000 -,152 - -,087 ,959 1,042
activ. de 1,968 ,092
la iglesia.
Cumplir -,321 ,060 -,240 - ,000 -,440 -,203 -,280 - -,234 ,954 1,048
con las 5,319 ,242
normas
como
ciudadano
Que los -,074 ,054 -,063 - ,167 -,180 ,031 -,143 - -,061 ,928 1,078
padres 1,383 ,065
refuercen
los logros
de los
hijos.
______________________________________________________________________

La media de los factores de protección ante el cánnabis y la


disponibilidad de dinero como predictores del consumo de cánnabis.

o Predictores:
ƒ Disponibilidad de dinero. Los niveles de la variable son:
1= menos de 120 €; 2= entre 120 y 204 €; 3= entre 204 y
306; 4 = entre 306 y 540 €.
ƒ Media de los factores de protección ante el consumo de
cánnabis para las dos muestras. Los factores de
protección ante el consumo de cánnabis significativos en
las dos muestras son: Realizar actividades satisfactorias
con los amigos, participar en actividades de la parroquia,
cumplimiento de las normas de la comunidad y que los
padres refuercen los logros de sus hijos.
Muestra global: resultados. 357

o Criterio: Consumo de cánnabis. Los niveles de la variable son:


0 = nunca; 1 = una vez al mes, 2 = fines de semana; 3 = entre
2 y 6 veces en semana; 4 = a diario.
El análisis de regresión múltiple muestra que los factores de protección
específicos para el cánnabis y la disponibilidad de dinero predicen el consumo
de cánnabis. Los factores de protección predicen el consumo de cánnabis en
sentido negativo (Beta = -.318; p =.000), mientras que la disponibilidad de
dinero (Beta = .158; p = .000) lo hace en sentido positivo (ver Tabla 2.105). La
probabilidad de inicio en el consumo de cánnabis disminuye al aumentar el
nivel de protección y aumenta si la personas tiene más disponibilidad de dinero.
El hecho de que los factores de protección predigan el no consumo,
muestra que los factores considerados como protectores ante el consumo de
cánnabis favorecen el no consumo, pudiéndose afirmar que la protección no se
constituye en la ausencia de riesgo. De las dos variables predictoras
consideradas, los factores de protección tienen más peso.

Tabla 2.105.
La media de los factores de protección ante el cánnabis y la disponibilidad de dinero
como predictores del consumo de cánnabis.

Correlaciones
Media de los
Consumo de factores ante el Disponibilidad
cánnabis cánnabis de dinero.
Correlación de Pearson Consumo de cánnabis. 1,000 -,318 ,159
Media de los factores ante el
-,318 1,000 -,002
consumo de cánnabis.
Disponibilidad de dinero ,159 -,002 1,000
Sig. (unilateral) Consumo de cánnabis. . ,000 ,000
Media de los factores ante el
,000 . ,479
consumo de cánnabis.
Disponibilidad de dinero ,000 ,479 .
N Consumo de cánnabis. 458 458 458
Media de los factores ante el
458 458 458
consumo de cánnabis.
Disponibilidad de dinero 458 458 458
ANOVA

Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.


Regresión 107,511 2 53,756 32,874 ,000(a)
Residual 744,022 455 1,635
Total 851,533 457
a Variables predictoras: Disponibilidad de dinero y media de los factores de protección ante el consumo de cánnabis
para las dos muestras.
b Variable dependiente: Consumo de cánnabis.
358 José Miguel Martínez González.

Coeficientes
Coeficientes
Coeficientes no estanda- Intervalo de confianza Estadísticos de
estandarizados rizados t Sig. para B al 95% colinealidad
Límite
Error Límite supe- Toleran-
B típ. Beta inferior rior cia FIV
Media de los
factores ante -,616 ,085 -,318 -7,253 ,000 -,783 -,449 1,000 1,000
el cánnabis.
Disponibilidad
,200 ,056 ,158 3,608 ,000 ,091 ,309 1,000 1,000
de dinero.
Muestra global: discusión. 359

D I S C U S I Ó N M U E S T R A G L O B A L

Alumnos de Escuelas Taller, de Ciclos


Formativos de Grado Medio y Programa de
Garantía Social.
360 José Miguel Martínez González.
Muestra global: discusión. 361

Al unir los participantes de los dos estudios, grupo resultante


denominado muestra global, hemos podido conocer cómo se comportan tanto
las variables de riesgo como las de protección a nivel general, sin que las
conclusiones dependiesen del grupo evaluado, esto es, Escuelas Taller o
alumnos de Ciclo Formativo de Grado Medio y Programa de Garantía Social.
Esto hace que los resultados sean generalizables probablemente a la
adolescencia y juventud en situación de riesgo.
Se ha vuelto a confirmar el peso que tiene en la predicción del consumo
de cánnabis la disponibilidad de dinero y la edad de inicio en su consumo.
Las personas que consumen drogas presentan menor nivel de
protección que los que no consumen. Se obtienen 16 factores significativos
ante el consumo de cánnabis y 7 ante el tabaco. Los coincidentes para ambas
drogas fueron: “hacer celebraciones en familia”, “realizar actividades
satisfactorias con los amigos”, “cumplir con las normas de la comunidad”, “que
los padres valoren positivamente a los amigos de los hijos”, “que los padres
refuercen los logros de los hijos”, “estabilidad y cohesión familiar” y “buen
autocontrol”. Se ha comprobado una vez más que los factores de riesgo y
protección permiten predecir el consumo de drogas (Hawkins, Catalana y
Miller, 1992).
Aunque se sabe que los padres pueden influir en el tipo de relaciones
que establecen los hijos con sus amigos (Kandel, 1996), hemos podido
identificar la variable miedo a las drogas, que es significativa para el riesgo de
consumo de cánnabis y de alcohol, como predictora de la no elección de
amigos consumidores de drogas que, como se sabe, es un factor de riesgo
muy importante. Incluso cuando la persona manifiesta tener amigos que
consumen drogas, el miedo los protege ante el consumo.
Muchos de estos factores discriminan entre consumidores y no
consumidores de cánnabis, lo que muestra la utilidad de los cuestionarios
empleados para evaluar el nivel de protección ante esta droga. Algunos son
significativos también para el consumo de tabaco y consumo habitual de
alcohol, pero al parecer cumplir con las normas de la comunidad es un factor
de protección importante para la mayoría de las drogas.
362 José Miguel Martínez González.

El análisis de la varianza nos ha permitido ver que el consumo de


cánnabis establece diferencias significativas entre las personas atendiendo a
su nivel de protección ante el consumo de esta droga.
Los factores de protección significativos ante el consumo de cánnabis
predicen el no consumo de cánnabis, siendo el cumplimiento de las normas de
la comunidad el factor con más peso en la predicción.
También, hemos podido observar que la protección tiene más peso en la
predicción del consumo de cánnabis que el riesgo, ya que, por ejemplo, la
disponibilidad de dinero queda neutralizada por los factores de protección. Esta
idea es totalmente consistente con el hecho de que los factores de protección
amortiguan o neutralizan el efecto del riesgo.
Conclusiones generales 363

C O N C L U S I O N E S

G E N E R A L E S
364 José Miguel Martínez González.
Conclusiones generales 365

Creemos que los resultados han permitido dar respuesta a los objetivos
de este estudio. Principalmente, el objetivo básico que motivó esta
investigación, el cual se centra en la constatación de la significatividad de los
factores de protección que han sido estudiados por otros autores en contextos
diferentes a los aquí indagados. A esto, debemos añadir el valor que tienen en
las drogodependencias cuestiones como la percepción de riesgo asociado al
consumo, las representaciones sociales y la identidad grupal.
Los cuestionarios utilizados en este trabajo parecen útiles para la
medición de factores de riesgo, de protección, percepción de riesgo asociado al
consumo de drogas y representaciones sociales, en adolescentes y jóvenes
que están de algún modo ya protegidos, al haberse podido constatar que
presentan, en general, valores elevados en la escala aplicada para la medida
de las variables de protección. Sin embargo, los participantes se encuentran en
mayor riesgo en comparación a los adolescentes en general, lo que ha
permitido profundizar en un aspecto tan interesente, a nuestro entender, como
lo es la protección en situaciones de alto riego. Las variables de protección que
discriminan en éste contexto entre consumidores y no consumidores de drogas,
operan bajo el mecanismo riesgo-protección, observándose que hay variables
que amortiguan o neutralizan el peso del riesgo para el consumo de drogas. El
cuestionario es útil para discriminar niveles de protección ante el consumo de
cánnabis y, según qué poblaciones, también para las drogas de diseño. Sobre
todo merece tener en cuenta que el cuestionario puede discriminar entre
personas con un cierto nivel de protección, las cuales pueden ser susceptibles
de convertirse en población diana de programas de prevención para el
consumo de drogas.
En relación a los factores de protección, diremos que la mayoría son
significativos ante alguna droga, sabiendo también que estas diferencias están
sujetas al tipo de estudios que siguen los alumnos. Si tenemos en cuenta las
comparaciones en las dos muestras analizadas en esta investigación (Escuelas
Taller y Ciclo Formativo de Grado Medio–Programa de Garantía Social) para el
consumo de drogas como alcohol, tabaco, cánnabis y en el primer estudio
también las drogas de diseño y la cocaína, o ante el hecho de estar en contacto
366 José Miguel Martínez González.

con consumidores, y se suman las ocasiones en que han arrojado diferencias


estadísticamente significativas, se observa que las variables “que los padres
refuercen los logros de los hijos”, “realización de actividades satisfactorias con
los amigos” y “cumplimiento de normas de la comunidad” lo son en ocho
ocasiones; “la percepción de utilidad de ir al colegio” en seis; la
“autosuperación”, “miedo a las drogas”, “participar en actividades de la
parroquia” y “que los padres valoren positivamente a los amigos de los hijos” en
cinco ocasiones; el “apego familiar”, “celebrar fiestas y cumpleaños en familia”,
“estabilidad familiar” y “autocontrol” en cuatro ocasiones; “tener destrezas para
ser cooperativo”, “creer que se tienen oportunidades en el fututo” y “existencia
de normas claras en la escuela” en tres ocasiones; y por último, “la
autoaceptación”, “la participación en ONGs” y “hacer frente a la adversidad”
(sólo en las comparaciones realizadas en el primer estudio) en dos ocasiones
(ver Tabla 3.1, donde aparecen los resultados de los dos estudios de éste
trabajo. Se tienen en cuenta variables como la edad y el género, y con respecto
a las drogas beber, fumar, cánnabis, no consumir cuando se tienen amigos
consumidores. En la tabla no se incorporan las comparaciones ante consumir
drogas de diseño y cocaína, porque sólo se pudieron realizar en uno de los
estudios).
El “cumplimiento de las normas como ciudadano” es un factor de
protección ante el consumo de alcohol, fumar tabaco, drogas de diseño,
consumo de cocaína y cánnabis, depende de la edad y el género, y es muy
importante cuando se tienen amigos consumidores. Se observa que el hecho
de que la persona sea cumplidora de las normas o leyes como ciudadano lo
protege del consumo, incluso cuando tiene amigos consumidores. Es un factor
que ha mostrado ser significativo en numerosas comparaciones entre personas
que consumen y las que no consumen drogas, de lo que se desprende que
está claramente vinculado al no consumo de drogas. Cuando las personas
evitan transgredir las normas sociales disminuye la probabilidad de que se
inicien en el consumo de drogas ilegales.
“Realizar actividades de forma satisfactoria con los amigos” protege ante
el consumo de cánnabis, fumar tabaco, consumo de cocaína y drogas de
Conclusiones generales 367

diseño, depende del género y es muy importante cuando se tienen amigos


consumidores de drogas. Esta variable se midió teniendo en cuenta actividades
como el deporte y la cultura como referentes para relacionarse con personas
no consumidoras, toda vez que el consumo de drogas suele ser incompatible
con hábitos de participación en éste tipo de actividades. El hecho de que los
adolescentes participen en actividades deportivas o asistan con regularidad a
actividades culturales como exposiciones, teatro, cine, etc., los protege ante el
consumo de drogas.
“Que los padres refuercen los logros de los hijos” termina siendo una de
las variables de protección que ha mostrado significatividad ante mayor número
de drogas. Esta variable protege ante emborracharse, fumar tabaco, cánnabis,
la cocaína y cuando se tienen amigos consumidores de droga.
Entre las variables que más veces muestran diferencias significativas
ante el consumo de drogas está “la percepción de utilidad de ir al colegio”, la
cual protege ante emborrachare, fumar tabaco, cánnabis, cuando se tienen
amigos consumidores de drogas, las drogas de diseño, la cocaína. Además
sabemos que es importante para su potenciación o no tener en cuenta el
género de las personas. No olvidemos que la muestra está compuesta por
estudiantes, aunque en éste caso los aspectos académicos estén vinculados a
la formación profesional.
La “variable miedo a las drogas”, que como ya se ha visto puede tener
significados diferentes, protege ante el consumo de cánnabis, drogas de diseño
y cocaína, y es muy importante cuando se tiene amigos que consumen drogas.
El miedo a las drogas, entendido como aprensión o recelo a que suceda algo
no deseado, o lo que es lo mismo, percibir una cantidad de riesgo asociado al
consumo de una droga lo suficientemente grande que lleve a la persona a
desestimar su uso, hace que las personas no tomen drogas ilegales, ya que
este factor no muestra diferencias significativas cuando se refiere a las drogas
legales. Hemos podido ver que es una variable significativa en muchas de las
ocasiones en que se ha sometido a comparación, de modo que no podemos
desestimar su importancia en el ámbito de la protección. Se ha visto que el
miedo a las drogas predice la no elección como amigos a personas que
368 José Miguel Martínez González.

consumen drogas, pero es probable que existan otras variables que medien en
estos procesos y que lleven a las personas a no relacionarse con
consumidores de drogas. Tratar de apelar al miedo como única estrategia
preventiva, llevará probablemente a los resultados ineficaces que muchos
estudios han demostrado. Pero tener miedo es el resultado del balance coste-
beneficio que lleva consigo usar una determina sustancia tóxica. Apelar al
miedo no puede ser una estrategia en sí misma, pero sí tratar de que los
jóvenes perciban las verdaderas consecuencias del consumo de drogas. Si es
así, el miedo a las drogas, como hemos dicho anteriormente, es un concepto
muy cercano a la percepción de riesgo asociado al consumo de drogas. Hoy se
sabe que la disminución de la percepción de riesgo asociado al consumo de
cánnabis está claramente vinculada al incremento de su consumo entre los
jóvenes. Y lo que es peor, los jóvenes consideran que el uso de esta sustancia
tóxica es algo normal, y que por tanto no consumirla en determinados
contextos sociales puede constituirse en motivado de exclusión. Quizás, la
percepción de que son muchas las personas del entorno que consumen
cánnabis en la actualidad neutraliza el miedo a esa sustancia, o lo que es lo
mismo, lleva a pensar que su consumo no reviste ningún peligro. Aunque el
miedo predice el no consumo y éste puede ser neutralizado por la percepción
de incidencia de consumo de drogas en la ciudad, la persona puede no
iniciarse en el consumo de cánnabis si está bien protegida.
“Asistir a las actividades de la parroquia” parece proteger ante el
cánnabis, depende del género y es muy importante para personas que tienen
amigos que consumen drogas. Aun queda por determinar si la participación en
actividades de la parroquia o vinculadas a la religión, son protectoras porque
ayudan a que se instaure en la persona creencias religiosas capaces de
facilitar la protección necesaria para no consumir drogas, o bien esta
participación se constituye en elemento protector porque estas actividades
proporcionan a la persona un entorno de apoyo social sano y estable. En esto,
hay resultados poco precisos en las investigaciones, de modo que debe
profundizarse más en esta variable de protección.
Conclusiones generales 369

Entre las variables más destacadas se encuentra también “que los


padres valores positivamente a los amigos de sus hijos”, lo cual protege a los
jóvenes ante fumar tabaco, cánnabis, cuando los hijos se relacionan con
personas que consumen drogas y ante el consumo de drogas de diseño. Es
una forma de seleccionar las personas con las que se relacionan los hijos.
Probablemente en solitario, esta variable puede carecer de utilidad, pero
cuando actúa conjuntamente con otras, como el cumplimiento de normas o el
apego familiar, los padres pueden influir realmente en el tipo de amigos que
tienen sus hijos.
La “autosuperación” protege ante fumar tabaco, consumir cánnabis,
drogas de diseño, cocaína, depende de la edad y al igual que los anteriores es
muy importante especialmente cuando se tienen amigos que consumen
drogas.
El “apego con la familia” protege ante fumar tabaco, consumir cánnabis,
depende del género y la edad de las personas, y también es muy importante
cuando se tienen amigos consumidores de drogas. Se reitera la importancia de
este factor en diferentes estudios realizados en distintos contextos. El apego
termina fortaleciendo la relación entre padres e hijos, estableciendo las
condiciones idóneas para que la persona sea influenciable por sus padres,
recurra a ellos cuando tenga un problema y se sienta básicamente unido a
ellos. El apego termina por instaurar en los adolescentes la sensibilidad
necesaria para captar el malestar de los padres como consecuencia de sus
actos y, de este modo, sentirse obligados a comportarse con corrección. Este
compromiso conductual aleja a la persona del uso de drogas.
“La celebración de cumpleaños y fiestas en familia” protege ante
consumir tabaco, cánnabis, las drogas de diseño y la cocaína. Probablemente,
como en el resto de variables estemos ante un hábito que por sí solo no es
capaz de ejercer en los hijos la influencia en la dirección esperada, pero que
conjuntamente a otras variables de protección consiguen instaurar en las
personas los repertorios apropiados para evitar el inicio en el consumo de éste
tipo de drogas.
370 José Miguel Martínez González.

Que exista “estabilidad y cohesión familiar” es sin lugar a dudas una


variable de protección con la que se relacionan a su vez otras. Protege ante
fumar tabaco, cánnabis y ante el hecho de tener amigos consumidores de
drogas. Cuando el contexto familiar es estable y proporciona cohesión entre los
miembros de la familia, se sabe que facilita la buena práctica educativa, de lo
que se desprende que se darán las condiciones oportunas para que los padres
puedan influir en sus hijos. Esta influencia proporciona las condiciones
apropiadas para el desarrollo de estrategias orientadas en el plano de la
educación para la salud.
El “autocontrol” es una variable que protege ante el consumo de tabaco,
cánnabis y tiene un papel relevante cuando el adolescente o joven se relaciona
con personas que consumen drogas.
El resto de variables de protección que se han estudiado arrojan
diferencias significativas ante el consumo de drogas en al menos dos
ocasiones, pero queremos destacar que variables como “la participación en
ONGs”, “hacer frente a la adversidad”, “la autoaceptación” y “tener destrezas
para ser cooperativo” protegen ante el consumo de cocaína, que como se sabe
es una de las drogas más consumidas entre los jóvenes, aumentando cada vez
más el número de personas que la consumen en nuestro entorno.
Al sumar a los resultados de los dos estudios de esta investigación, los
obtenidos en dos tesis doctorales anteriores que, en ésta misma línea de
investigación emplearon también una adaptación de nuestro cuestionario
(Oviedo, 2003; Vargas, 2003), se observa que algunas variables de protección
son claramente más relevantes en comparación a otras. Éstas son
significativas ante el hecho de tener amigos consumidores de drogas y no
consumirlas y ante el mayor número de drogas (beber alcohol, fumar tabaco,
consumir cánnabis, consumo de cocaína, drogas de diseño y policonsumo). Se
ha contabilizado el número de veces que es significativa una variable de
protección en las diferentes comparaciones realizadas en las cuatro muestras
(dos con alumnos universitarios procedentes de tesis doctorales diferentes,
alumnos de Escuelas Taller y alumnos de Ciclo Formativo de Grado Medio-
alumnos de Programa de Garantía Social). Los resultados son los siguientes:
Conclusiones generales 371

14 veces “cumplir con las normas de la comunidad”; 13 veces “tener miedo a


las drogas”; 12 veces “asistir a actividades de la parroquia”; 11 veces
“autosuperación”; 9 veces “realizar actividades satisfactorias con los amigos”; y
7 veces “apego con la familia”.
Los resultados muestran que los factores de protección son significativos
dependiendo no sólo del tipo de droga, si no que en ocasiones las actuaciones
dirigidas a su potenciación deben tener en cuenta también variables como la
edad y el género. Esto es muy importante para el establecimiento de los
objetivos en los programas preventivos. Deben desarrollarse los factores de
protección en aquellas poblaciones que realmente han mostrado ser
significativos, por el tipo de sustancia, la edad, el tipo de estudios y el género.
No todos los factores de protección protegen a todas las personas de todas las
drogas. De todas las variables de protección algunas son específicas para
algunas drogas y poblaciones mientras que otras lo son para las drogas en su
conjunto y población en general. Por ejemplo, en el caso del cánnabis las
variables que son significativas en los dos estudios, y que por tanto podría
considerarse que protegen ante el cánnabis, con independencia del grupo de
referencia de la persona, son “realizar actividades satisfactorias con los
amigos”, “participar en actividades de la parroquia”, “cumplir con las normas
como ciudadano” y “que los padres refuercen los logros de los hijos”. Éstas son
significativas tanto para el desarrollo de actuaciones con alumnos de Escuelas
Taller como con estudiantes de Ciclo Formativo de Grado Medio y Programa de
Garantía Social. Además de las señaladas, “que existan normas claras en la
familia”, “tener miedo las drogas”, “el valor de autosuperación” y la “utilidad de
ir al colegio” han resultado ser protectoras sólo en una población como las
Escuelas Taller. Por otro lado, junto a las variables significativas coincidentes
para las dos muestras, “el apego”, “estilo directivo en la educación”, “celebrar
fiestas y cumpleaños en familia”, “creer que se tienen oportunidades en el
futuro”, “que los padres valoren positivamente los amigos de sus hijos”, “la
estabilidad familiar” y “el autocontrol”, protegen a grupos como los estudiantes
de CFGM-PGS.
372 José Miguel Martínez González.

Se ha prestado especial atención a una variable muy importante en el


inicio del consumo de drogas, como lo es tener relación con consumidores de
drogas. Las muestras estudiadas presentaban cierto nivel de riesgo en este
sentido, lo que ha permitido contrastar de una manera más pormenorizada los
factores de protección que realmente protegen a los adolescentes ante el
consumo de una droga tan extendida como es el cánnabis, incluso cuando
manifiestan tener amigos que consumen habitualmente drogas. Se reitera en
los dos estudios (Escuelas Taller y Ciclo Formativo de Grado Medio-Programa
de Garantía Social) que los factores protectores ante el uso de algún tipo de
droga cuando se está en contacto con consumidores de drogas ilegales son “el
apego familiar”, “realizar actividades de forma satisfactoria con los amigos”,
“participar en actividades de la parroquia”, “el cumplimiento de normas de la
comunidad”, “que los padres valoren positivamente a los amigos de sus hijos” y
“que los padres refuercen los logros de los hijos”.
El análisis de regresión nos ha mostrado también que el nivel de
protección de una persona puede evitar que tras el consumo de alguna droga
ilegal termine consumiendo más cantidad de drogas. Esto es, el nivel de
protección puede evitar que se produzca de alguna manera el policonsumo
toda vez que ejercería un efecto de contención para que la persona sólo
consuma una sola droga y no varias de ellas.
Se ha podido ver que los factores de protección analizados, y que
parecen actuar bajo el mecanismo riesgo-protección, predicen el no consumo
de cánnabis, lo que queda probablemente lejos de poder conceptuar los
factores de protección en su totalidad como el polo opuesto al riesgo.
Cabe destacar como factores de riesgo el hecho de tener amigos
consumidores de drogas y la disponibilidad de dinero, aunque si bien es cierto,
parece necesitarse cierta cantidad de dinero para que esta variable pueda
constituirse en riesgo.
Junto a estas cuestiones hemos tenido la oportunidad de contrastar la
capacidad predictiva de algunas variables sobre el consumo de cánnabis (ver
Gráfico 18). Así, tienen capacidad predictiva sobre el consumo de cánnabis: la
baja percepción de riesgo asociado al consumo de drogas, las
Conclusiones generales 373

representaciones sociales, tener amigos que consumen drogas, los factores de


protección, la disponibilidad de dinero y la resiliencia entendida como tres
factores de protección que interactúan.
Con respecto a la resiliencia, se ha visto que los resultados apuntan más
en la línea de que es un concepto que aglutina a varios factores de protección y
en cualquier caso protege a las personas ante el consumo de drogas. Podría
decirse que una persona presenta un nivel elevado de “resiliencia” o de
robustez ante la adversidad cuando tiene un alto rendimiento escolar, tiene
entre sus valores y exigencias personales cumplir con las normas como
ciudadano y tiene amigos que ejercen en él una buena influencia al compartir
actividades satisfactorias.
Esta investigación ha permitido contrastar algunas creencias
ampliamente compartidas por los adolescentes y jóvenes, pudiendo dar un
paso más en el conocimiento del fenómeno de las representaciones sociales
sobre las drogas. Con las que más se han identificado los participantes son
“toda la gente consume drogas” y “tomar alguna droga es normal”. Hemos
podido ver que se relacionan directamente con el consumo de drogas e
inversamente con los factores de protección. Mientras que las creencias que
conforman las representaciones sociales evaluadas predicen el consumo, la
alta percepción de riesgo asociado al uso de drogas predice el no consumo. La
primera podría por tanto considerarse una variable de riesgo mientras que la
segunda sería de protección cuando el riesgo percibido es elevado.
Los resultados muestran que los programas de prevención contra el
inicio del consumo deben contemplar además de la disminución del riesgo y la
potenciación de factores de protección, la identidad grupal y el peso de las
representaciones sociales.
Se ha visto que la necesidad de identidad grupal constituye un predictor
contrastado para el inicio del consumo de drogas. Los resultados de este
estudio corroboran otros anteriores, los cuales también pudieron constatar la
importancia de la necesidad de una persona de sentirse parte de un
determinado grupo de riesgo para el consumo de drogas.
374 José Miguel Martínez González.

Futuros estudios tendrán que profundizar en cuestiones que en éste no


se han indagado como desearíamos. Aquí, fundamentalmente hemos podido
dar un paso más en el conocimiento de la importancia que tiene cada factor de
protección en relación al cánnabis, incluso se ha podido determinar cuáles de
ellos tienen más peso en la predicción del no consumo de esta droga, pero es
importante avanzar también en esta cuestión para otras drogas.
En general los resultados nos llevan a confirmar muchos de los
principios preventivos descritos por el “National Institute on Drug Abuse”. Estos
son: “Los programas preventivos deberían ser diseñados para realzar los
factores de protección y revertir o reducir los factores de riesgo”; “Los
programas preventivos deberían incluir estrategias de habilidades para resistir
el ofrecimiento de drogas, reforzar el compromiso personal contra el consumo
de drogas e incrementar la competencia social (como por ejemplo, en
comunicaciones, relaciones con sus compañeros –iguales-, la autoeficacia y
asertividad en la toma de decisiones), junto con el refuerzo de las actitudes en
contra del consumo de drogas”; “Los programas preventivos deberían incluir un
componente donde se incluya a los padres o tutores para que refuercen el
aprendizaje de los chicos, en cuanto a la realidad acerca de la droga y de sus
efectos nocivos, y que ello genere la posibilidad de discutir en la familia sobre
el consumo de drogas legales e ilegales y la postura que adopta la familia
sobre el consumo”; “Los programas comunitarios que incluyan campañas en
los medios de comunicación de masas y cambios en la política, como nuevas
normas y leyes que restringen el acceso al alcohol, el tabaco u otras drogas”;
“Los programas comunitarios necesitan fortalecer las normas contra el
consumo de drogas en todos los ámbitos de prevención del consumo de
drogas, incluyendo la familia, la escuela y la comunidad”; “Los programas
preventivos deberían de adaptarse a cada comunidad concreta para tratar la
naturaleza específica del problema del abuso de drogas en la misma”; “Los
programas preventivos deberían ser específicos para la edad de los chicos,
apropiados a su período de desarrollo y ser sensibles a nivel de las diferencias
culturales”.
Tabla 3.1 Emborracharse Fumar Cánnabis Tener amigos que Género Edad
Resultados de los dos estudios: toman drogas y no
Escuelas Taller y CFGM – PGS. consumir

Se indican las comparaciones que Escuelas Grado Escuelas Grado Escuelas Grado Escuelas Grado Escuelas Grado Escuelas Grado
han arrojado diferencias Taller Medio Taller Medio y Taller Medio y Taller Medio y Taller Medio y Taller Medio y
estadísticamente significativas y GPS GPS GPS GPS GPS GPS
(mayor valor de la media para los no
consumidores)
Apego 9 9 9 9 9 9
Normas familiares claras 9
Miedo a las drogas 9 9
Estilo directivo en la educación 9 9 9
Celebración en familia de 9 9
cumpleaños, fiestas, etc.
Realizar actividades satisfactorias con 9 9 9 9 9 9 9
amigos
Participación en actividades de la iglesia 9 9 9 9 9
Locus de control interno 9
Valorar la salud
Destrezas para trabajar con otros 9
Alto rendimiento escolar
Valor de autosuperación 9 9 9 9
Cumplimiento de normas de la 9 9 9 9 9 9 9 9
comunidad
Nivel alto de autoaceptación 9 9
Expectativas positivas de futuro 9 9 9
Adquirir y cumplir compromisos
Normas claras en la escuela 9 9
Relación con entidades valoradas
socialmente (como ONGs)
Valoración positiva de los padres del 9 9 9 9
grupo de amigos
Que los padres refuercen los logros de 9 9 9 9 9 9 9
los hijos
Estabilidad y cohesión familiar 9 9 9 9
Percepción de utilidad de ir al colegio 9 9 9 9 9
Tener buen grado de autocontrol 9 9 9 9 9
Hacer frente a la adversidad
376 José Miguel Martínez González.
Conclusiones generales 377

Gráfico 18:
Consumo de cánnabis y variables relacionadas.
(Se indica el signo de Beta)

Tener miedo a las


drogas

-
- Identidad con
grupo de
Tener amigos consumidores.
que
consumen Resiliencia
+
-
drogas
+ Edad en que se
consume por
primera vez
+
Consumo de
- F. Protección
ante el
cánnabis. +
cánnabis - Disponibilidad
de dinero
+ - + -
Representaciones
Percepción
sociales a favor del
de riesgo de
-
consumo
consumo de
drogas +
- -
-
Factores de
protección - Consumir
+ Cocaína

Emborracharse
378 José Miguel Martínez González.
Referencias 379

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380 José Miguel Martínez González.
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1323.
404 José Miguel Martínez González.
405

ANEXOS
406 José Miguel Martínez González.
Anexo 1 407

A N E X O 1 .

Definición de las variables de protección.

Variable de protección. Definición.

Apego Sentirse querido, aceptado y comprendido por


los padres. Denota cercanía, estar cómodo en su
compañía. Creer que lo que le pasa le importa a
sus padres y viceversa. Sabe que su
comportamiento puede satisfacer o enojar a sus
padres.
Normas familiares claras Creer que el estilo educativo, y como
consecuencia la convivencia entre los miembros
de la familia, se basa en gran medida en la
existencia de normas que son comprendidas por
sus miembros.
Miedo a las drogas Tener miedo tiene dos significados posibles: “a)
Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo
o daño real o imaginario, o b) Recelo o aprensión
que alguien tiene de que le suceda algo contrario
a lo que desea”.
La persona tiene miedo de los efectos que puede
producirle el consumo de alguna droga y/o la
posibilidad de generar una drogodependencia y,
así, sufrir sus consecuencias como: daño
orgánico y psicopatología, aislamiento y rechazo
social, pérdida de autocontrol y no cumplir con
las normas de la comunidad.
Contacto padres – La persona tiene conocimiento de que sus
profesores padres se entrevistaron con los profesores para
conocer su evolución académica y personal.
Etilo directivo en la Cree que son sus padres quienes toman las
educación decisiones importantes que le afectan
directamente. El estilo es directivo, porque
considera que no tienen en cuenta de un modo
destacado su opinión cuando se trata de
cuestiones importantes para su vida.
Celebración en familia de Los miembros de la familia se reúnen para
cumpleaños, fiestas, etc. celebrar los cumpleaños, fiestas, aniversarios, lo
que implica disponer de momentos para
fomentar la interacción familiar.
Disponer de apoyo social Cree relacionarse con algunas personas a las
que puede pedir ayuda cuando lo necesita.
Realizar actividades Por un lado representa el hecho de tener amigos
satisfactorias con los con los que compartir actividades y por otro
amigos. sentirse bien cuando se está con ellos haciendo
408 José Miguel Martínez González.

deporte, participan en actividades culturales, etc.


Son actividades en las que previsiblemente no se
usan las drogas y, por tanto, fomentan el
contacto con personas no consumidoras.
Participación en actividades Asistir a actividades religiosas, pudiendo
de la iglesia representar por un lado la existencia de
convicciones religiosas que le motivan para
participar en actividades de este tipo, y / o acudir
a las actividades parroquiales porque así se
fomentan la interacciones sociales reforzantes.
Locus de control interno La persona cree que lo que consigue es fruto de
su esfuerzo y por tanto es consecuencia en gran
parte de su propio comportamiento.
Valorar la salud Se concreta en el hecho de realizar conductas
que la persona cree que fomenta su estado de
salud. Habitualmente estas conductas tendrían
que ver con la realización de deportes, cuidar la
dieta, seguir los consejos médicos para
prevención de enfermedades, etc.
Destrezas para trabajar con La persona cree que tiene habilidades
otros. necesarias para realizar actividades o trabajar
con otras personas, para compartir una actividad
y tratar de llevarla a cabo en coordinación con
otras personas.
Alto rendimiento escolar. La persona informa de los resultados
académicos.
Valor de autosuperación La persona tiene como norma en su vida
esforzarse para superar sus debilidades o
modificar hábitos con los que no se siente
cómoda. Ante las dificultades o situaciones
adversas se esfuerza para poder hacerles frente.
Cumplimiento de las La persona se pronuncia sobre el hecho de
normas de la comunidad cumplir con las leyes ciudadanas, esto es, con
las normas implícitas o explícitas como
ciudadano.
Nivel alto de autoaceptación Manifiesta el grado en el que se siente bien
consigo mismo. En definitiva es el nivel de
autoestima con el que la persona se identifica.
Expectativas positivas de Es la creencia, no determinada por ninguna
futuro estrategia en especial, de que puede conseguir
lo que se proponga en el futuro porque contará
con las posibilidades necesarias para ello.
Adquirir y cumplir los La persona informa sobre el hecho concreto de
compromisos cumplir con los compromisos que adquiere
previamente.
Anexo 1 409

Normas claras en la La persona conoce y comprende las normas de


escuela comportamiento del centro escolar.
Haber recibido una buena Es la valoración que hace la persona con
formación escolar respecto al tipo de formación que está recibiendo
o ha recibido a nivel académico.

Normas claras en la Conocimiento de la normativa legal en torno al


sociedad en torno al uso de drogas legales e ilegales.
consumo de drogas
Relaciones con entidades Participación en movimientos asociativos.
valoradas socialmente
(como ONG)
Valoración positiva de los Creen que sus padres aceptan a sus amigos.
padres del grupo de amigos Habitualmente esta información la suelen hacer
explícita los padres en la relación con los hijos.
Conversaciones sobre Hablar con los padres sobre los tipos de drogas y
drogas entre padres e hijos los efectos de éstas, su uso, la
drogodependencia, etc.
Que los padres refuercen Tener conciencia de que los padres le expresan
los logros de los hijos su satisfacción por la consecución de logros. La
persona considera que cuando consigue algo, o
ejecuta con éxito una tarea, normalmente, es
premiada por sus padres con alabanzas o
felicitaciones.
Estabilidad y cohesión La persona se siente apoyada por su familia, por
familiar considerar que puede contar con sus miembros
cuando tiene algún problema, o necesita
consejos para la toma de decisiones sobre
aspectos que considera importantes en su vida.
Percepción de utilidad de ir Cree que estudiar es útil porque tendrá su fruto.
al colegio Concluir sus estudios le proporcionará más
alternativas satisfactorias para realizarse como
personas o simplemente lograr alguna meta a
largo plazo.
Destrezas para solucionar La persona considera que tiene habilidades
problemas suficientes para afrontar y resolver problemas.
Esta habilidad es indeterminada como también lo
son los problemas. Es la imagen que tiene la
persona de sí misma, al hacer frente a los
problemas tanto cotidianos como más
importantes.
Destreza para tomar La persona cree tener la habilidad necesaria
decisiones para la toma de decisiones.
Tener buen grado de La persona percibe tener capacidad de
autocontrol autocontrol ante demandas y situaciones
complicadas.
410 José Miguel Martínez González.

Destrezas para resistirse a Tiene facilidad para no aceptar algo que le


la presión de grupo ofrece otra persona y que realmente quiere
rechazar. Se resiste al ofrecimiento para
compartir una actividad, tomar una droga, etc.,
saber decir no.
Capacidad para evitar Creencia de que se tiene la habilidad necesaria
situaciones de peligro para evitar situaciones peligrosas, esto es, la
persona se cree capaz de prever aquellas
circunstancias que le llevarían a tener
problemas.

Percepción de Cree que tiene oportunidades en su entorno


oportunidades en el entorno social para lograr lo que quiera en el futuro.
Ser autodisciplinado La persona se percibe con un cierto nivel de
autoexigencia, interiorización de normas y
constancia en la realización de tareas.
Ser autónomo Se cree capaz de tomar decisiones sin la
necesidad de pedir habitualmente consejo a
otras personas.
Fácil adaptación social La persona considera que tiene habilidad y por
tanto facilidad para adaptarse a diferentes
situaciones sociales.
Hacer frente a la adversidad La persona se percibe con capacidad para hacer
frente a los acontecimientos que para ella son
adversos. En este caso se le pide que indique el
grado en que hacer frente a la adversidad sin dar
respuestas evitativas.
Anexo 2 411

Anexo 2.
Cuestionario empleado en el primer estudio
(alumnos de Escuelas Taller).
Primera parte.
CUESTIONARIO CFR-P.ET

Edad_______________ ESCUELA TALLER DE:

______________________________________
Sexo hombre
Especialidad: _______________________
mujer
Curso: 1º 2º

Localidad de residencia ______________________


Número de hermanos que sois:
Provincia_________________________

De cuanto dinero dispones al mes para tus


gastos:

(1) - de 20.000 pts.


[-120.2 eur.]
(2) entre 20 y 40 mil pts.
[entre 120.2 y 204.4 eur.]
(3) entre 40 a 60 mil pts.
[entre 204.4 y 306.61 eur]
(4) entre 60 y 90 mil pts.
[entre 306.61 y 540.91 eur]
(5) más de 90.000 pts.
[más de 540.91 eur]

¿Tus padres son fumadores? ¿Tus hermanos fuman?

(1) Ninguno SI

(2) Padre NO

(3) Madre

(4) Los dos

¿ Tus amigos fuman?


¿Has fumado alguna vez? SI NO

SI NO (1) muy pocos

Edad del primer cigarrillo_______________ (2) algunos

(3) casi todos

(4) todos
412 José Miguel Martínez González.

¿Te has emborrachado alguna vez? ¿Tu padre bebe alcohol?

(0) nunca (1) una vez al mes (0) nunca

(2) fines de semana (3) a diario (1) ocasionalmente

Edad de la primera borrachera__________________ (2) a diario

Lugar habitual en el que consumes alcohol. ¿Tu madre bebe alcohol?

(1) Bar – Pub (0) nunca


(2) Botellón.
(3) En casa. (1) ocasionalmente
(4) En casa de amigos.
(2) a diario
(5) En un after.

¿Tus amigos toman drogas ilegales?

(0) Ninguno (1) Algunos (2) Muchos (3) Todos


Heroína. Cocaína. Porros. Pastillas (drogas de diseño)

¿Fumas en la actualidad?

(0) No fumo.

(1) No fumo pero fumaba. (1) Menos de 10 cigarrillos al día.

(2) Fines de semana. (2) Entre 10 y 20 cigarrillos al día.

(3) Diariamente. (3) Más de 20 cigarrillos al día.

(1) Menos de 10 cigarrillos al día.


(2) Entre 10 y 20 cigarrillos al día.
(3) Más de 20 cigarrillos al día.

¿Bebes alcohol?

(0) No bebo (1) 2 veces al mes (2) los fines de semana (3) 3-4 veces en semana (4) A diario.

BEBIDA CANTIDAD No
Equivalente a copa de completar
cerveza
Vermut
Cerveza
Vino
Fino
Licores (coñac, Whisky, Ginebra, etc.)
Cubalibres / Chupitos
Anexo 2 413

¿Tomas estimulantes?
(pastillas, éxtasis, drogas de diseño, etc.)

(0) Nunca. Cada vez que tomas aproximadamente.


(1) Una vez al mes.
(2) Fines de semana. (1) Una dosis.
(3) 2-6 veces en semana. (2) Más de una dosis.
(4) Diario.

Edad 1ª vez.-_______________

¿Fumas Cánnabis?
(Porros, Marihuana) Cada vez que tomas aproximadamente

(0) Nunca. (1) Uno.


(1) Una vez al mes.
(2) Fines de semana. (2) Entre 2 y 3.
(3) 2-6 veces en semana.
4) Diario. (3) Más de 3.

Edad 1ª vez que fumas.-_______________

¿Tomas heroína y otros opiáceos?

(0) Nunca.
(1) Una vez al mes. Cada vez que tomas aproximadamente.
(2) Fines de semana.
(3) 2-6 veces en semana. (1) Una dosis.
(4) Diario. (2) Más de una dosis.

Edad 1ª vez.-_______________

¿Tomas cocaína?

(0) Nunca.
(1) Una vez al mes. Cada vez que tomas aproximadamente.
(2) Fines de semana.
(3) 2-6 veces en semana. (1) Una dosis.
(4) Diario. (2) Más de una dosis.

Edad 1ª vez.-_______________

¿Tomas algún tipo de alucinógenos?

(0) Nunca. Cada vez que tomas aproximadamente.


(1) Una vez al mes.
(2) Fines de semana. (1) Una dosis.
(3) 2-6 veces en semana. (2) Más de una dosis.
(4) Diario.

Edad 1ª vez.-_______________
414 José Miguel Martínez González.

Segunda parte.- Marcar con una “ X” el grado en que te identificas con cada una de
las preguntas.

1. Te sientes querido, aceptado y comprendido por tus padres?

(1) Nunca (2) Casi nunca (3) Algunas veces (4) Casi siempre (5) Siempre

2. ¿Han existido o existen normas de convivencia claras en tu familia?

(1) Ninguna (2) Muy pocas (3) Algunas (4) Casi todas (5) Todas

3. ¿Tienes miedo a las drogas?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

4. ¿Durante el tiempo en que fuiste al colegio, recuerdas que tus padres tuvieran contacto
regular con tus profesores?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

5. Las decisiones importantes que te afectan directamente ¿son tomadas en su mayor parte
por tus padres?

(1) Ninguna (2) Muy pocas (3) Algunas (4) Casi todas (5) Todas

6. ¿Celebráis en familia los cumpleaños, fiestas, aniversarios, etc.?

(1) Nunca(2) Muy pocas veces(3) Algunas veces(4) Casi siempre(5) Siempre

7. ¿Tienes la posibilidad de pedir ayuda a amigos y/o personas cualificadas cuando tienes
problemas?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

8. ¿Realizas con tus amigos/as actividades con las que te sientes satisfecho/a como deportes,
actividades culturales, participar en asociaciones, etc.?

(1) Nunca (2) Muy pocas veces(3) Algunas veces(4) Casi siempre(5) Siempre

9. ¿Asistes a actividades parroquiales o relacionadas con alguna entidad religiosa?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

10. ¿Crees que tus logros personales están en función de tu esfuerzo?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

11. ¿Realizas conductas que fomenten tu estado general de salud?.

(1) Nunca (2) Muy pocas veces(3) Algunas veces(4) Casi siempre(5) Siempre

12. ¿Te consideras con habilidades para realizar actividades o trabajos conjuntamente con
otras personas?
(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho
Anexo 2 415

13. En la escuela taller, ¿obtienes un alto rendimiento académico?

(1) Nunca(2) Muy pocas veces(3) Algunas veces(4) Casi siempre(5) Siempre

14. ¿Es una norma en tu vida el esforzarte para superarte?

(1) Nunca(2) Muy pocas veces(3) Algunas veces(4) Casi siempre(5) Siempre

15. ¿Cumples las normas o leyes como ciudadano/a?

(1) Nunca(2) Muy pocas veces(3) Algunas veces(4) Casi siempre(5) Siempre

16. ¿Te sientes satisfecho/a de ti mismo/a?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

17. ¿Crees que tendrás posibilidades de conseguir lo que te propones en el futuro?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

18. ¿Cumples los compromisos que adquieres?

(1) Nunca(2) Muy pocas veces(3) Algunas veces(4) Casi siempre(5) Siempre

19. En tu escuela taller, ¿se comprenden con claridad las normas generales de
comportamiento?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

20. ¿Crees que recibes o has recibido una buena formación?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

21. ¿Conoces la normativa legal sobre las drogas y su consumo?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

22. ¿Participas en ONGs, asociaciones culturales, etc.?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

23. ¿Aceptan tus padres a tus amigos?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

24. ¿Mantienes con tus padres conversaciones sobre las drogas?

(1) Nunca(2) Muy pocas veces(3) Algunas veces(4) Casi siempre(5) Siempre

25. ¿Alaban tus padres tus logros o éxitos?

(1) Nunca(2) Muy pocas veces(3) Algunas veces(4) Casi siempre(5) Siempre

26. ¿Pides ayuda a tu familia cuando tienes un problema o para decidir sobre alguna cuestión
importante?

(1) Nunca(2) Muy pocas veces(3) Algunas veces(4) Casi siempre(5) Siempre
416 José Miguel Martínez González.

27. ¿Crees que te sirve de algo (o te servirá de algo) estudiar?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

28. ¿Crees que eres hábil para solucionar problemas?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

29. ¿Crees que tienes facilidad para tomar decisiones?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

30. ¿Que grado de autocontrol crees tener?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

31. ¿Te resulta fácil resistirte a hacer algo que te piden que hagas (como tomar una droga,
realizar una actividad, etc.)?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

32. ¿Crees tener habilidad para evitar situaciones peligrosas?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

33. ¿Crees tener oportunidades de futuro en la ciudad o pueblo en que vives?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

34. ¿Eres autodisciplinado?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

35. ¿Crees que eres autónomo en tus actuaciones, no necesitando en exceso el consejo de
nadie para tomar decisiones?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

36. ¿Te adaptas con facilidad a las distintas situaciones sociales en las que te encuentras?

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Mucho

37. Ante la adversidad. ¿Le haces frente?


(1) Nunca(2) Muy pocas veces(3) Algunas veces(4) Casi siempre(5) Siempre
Anexo 3 417

A N E X O 3 .

( S e g u n d o c u e s t i o n a r i o Primera parte.)
LA INFORMACIÓN DE ESTE CUESTIONARIO ES TOTALMENTE CONFIDENCIAL.
AL TERMINAR SE INTRODUCIRÁ EN UN SOBRE QUE SE CERRARÁ. A ESE SOBRE SOLO TIENEN ACCESO LOS
INVESTIGADORES.

Edad____________ De cuanto dinero dispones al mes para


tus gastos:
Hombre Mujer
(6) -120 €.
Localidad _______________________ (7) entre 121 y 204 €.
(8) entre 205 y 306 €
Instituto: ______________________________________ (9) entre 307 y 540 €
(10) más de 540 €
Curso:

Especialidad: __________________________
¿Trabajan tus padres?
Número de hermanos que sois: (0) ninguno.
(1) Mi padre
¿Tus padres están divorciados? SI NO
(2) Mi madre
(3) Los dos

¿Tus padres son fumadores? ¿Tus amigos fuman? NO SI

(0) Ninguno (1) Padre (2) Madre (3) Los dos (1) muy pocos

(2) algunos
¿Tus hermanos fuman?
(3) casi todos
(0) ninguno (1) uno (2) varios (3) todos
(4) todos

¿Has fumado alguna vez? NO SI Edad del primer cigarrillo_______________

¿Te sueles emborrachar? Lugar habitual en el que consumes alcohol.

(0) nunca (1) una vez al mes (6) Bar – Pub


(7) Botellón.
(2) fines de semana (3) a diario
(8) En casa.
(9) En casa de amigos.
Edad de la primera borrachera__________________ (10) En un after.

¿Tu padre bebe alcohol? ¿Tu madre bebe alcohol?

(0) nunca (1) ocasionalmente (2) a diario (0) nunca (1) ocasionalmente.(2) a diario
418 José Miguel Martínez González.

¿Tus amigos toman drogas ilegales?

(1) Ninguno (2) Muy pocos (3) Algunos (4) Muchos (5) Todos

( 1) Heroína. (2) Cocaína. (3) Porros. (4) Pastillas (drogas de diseño) (5) Varias

¿Fumas en la actualidad? ¿Alguno de tus padres tiene problemas con el alcohol?

(0) No fumo. (1) Si fumo. (0) No. (1) Si.

¿Bebes alcohol? Indica la opción que más se acerca al uso que haces de
alcohol.
(0) No bebo (1) Los fines de semana (2) 3-4 veces en semana (3) A diario.

Indica el consumo MEDIO de un día de fin de semana durante el último mes.

BEBIDA CANTIDAD
Equivalente a copa de
cerveza
Vermut
Cerveza
Vino
Fino
Licores (coñac, Whisky, Ginebra, etc.)
Cubalibres / Chupitos

¿Tomas Tranquilizantes o hipnóticos?

(0) Nunca.(1) Una vez al mes.(2) Los fines de semana.(3) 2-6 veces en semana.(4) Diario.

Edad de la 1ª vez que los tomas.-_______________

¿Tomas estimulantes? (pastillas, éxtasis, drogas de diseño, etc.)

(0) Nunca.(1) Una vez al mes. (2) Los fines de semana. (3) 2-6 veces en semana. (4) Diario.

Edad de la 1ª vez que tomas drogas de diseño.-_______________

¿Fumas Cánnabis? (Porros, Marihuana)

(0) Nunca.(1) Una vez al mes. (2) Los fines de semana. (3) 2-6 veces en semana. (4) Diario.

Edad de la 1ª vez que fumas porros.-_______________


Anexo 3 419

¿Tomas heroína u otros opiáceos?

(0) Nunca.(1) Una vez al mes. (2) Los fines de semana. (3) 2-6 veces en semana. (4) Diario.

Edad de la 1ª vez que tomas heroína-_______________

¿Tomas cocaína?

(0) Nunca.(1) Una vez al mes.(2) Los fines de semana.(3) 2-6 veces en semana.(4) Diario.

Edad de la 1ª vez que tomas cocaína.-_______________

¿Tomas algún tipo de alucinógeno?

(0) Nunca.(1) Una vez al mes.(2) Los fines de semana.(3) 2-6 veces en semana.(4) Diario.

Edad de la 1ª vez que tomas alucinógenos.-_______________

¿Faltas a clase?
(1) Nunca (2) Pocas veces (3) A veces (4) Bastantes veces (5) Casi siempre

Cuando te relacionas / o tuvieses que relacionarte con personas que toman drogas
ilegales, te sientes / o te sentirías:

(1) Muy mal (2) Mal (3) Regular (4) Bien (5) Muy bien

Con las personas que toman drogas ilegales me identifico:

(1) Nada (2) Muy poco (3) Algo (4) Bastante (5) Totalmente.

En los últimos tres meses, ¿has sido atendido en el servicio de urgencia de un hospital
por presentar síntomas como: taquicardia, nerviosismo, mareos, malestar gástrico?

(1) Nunca (2) Pocas veces (3) A veces (4) Bastantes veces (5) Casi siempre
420 José Miguel Martínez González.

Segunda parte.- Marca con una “ X” el grado en que te identificas con cada
uno de las preguntas.

Nada / Poco / Algunos / algunas Casi todos / Todo /


Nunca pocas veces veces casi siempre siempre

1 2 3 4 5

01. Te sientes querido, aceptado y comprendido por tus padres? 1 2 3 4 5


02. ¿Han existido o existen normas de convivencia claras en tu 1 2 3 4 5
familia?
3. ¿Tienes miedo a las drogas? 1 2 3 4 5
04. Las decisiones importantes que te afectan directamente ¿son
tomadas en su mayor parte por tus padres? 1 2 3 4 5
05. ¿Celebráis en familia los cumpleaños, fiestas, aniversarios, 1 2 3 4 5
etc.?
06. ¿Realizas con tus amigos/as actividades con las que te
sientes satisfecho/a como deportes, actividades culturales,
participar en asociaciones, etc.? 1 2 3 4 5
07. ¿Asistes a actividades parroquiales o relacionadas con alguna
entidad religiosa? 1 2 3 4 5
08. ¿Crees que tus logros personales están en función de tu 1 2 3 4 5
esfuerzo?
09. ¿Realizas conductas que fomenten tu estado general de 1 2 3 4 5
salud?.
10. ¿Te consideras con habilidades para realizar actividades o
trabajos conjuntamente con otras personas? 1 2 3 4 5
11. ¿Obtienes un alto rendimiento académico? 1 2 3 4 5
12. ¿Es una norma en tu vida el esforzarte para superarte? 1 2 3 4 5
13. ¿Cumples las normas o leyes como ciudadano? 1 2 3 4 5
14. ¿Te sientes satisfecho/a de ti mismo/a? 1 2 3 4 5
15. ¿Crees que tendrás posibilidades de conseguir lo que te
propones en el futuro? 1 2 3 4 5
16. ¿Cumples los compromisos que adquieres? 1 2 3 4 5
17. En tu centro de enseñanza ¿se comprenden con claridad las 1 2 3 4 5
normas generales de comportamiento?
18. ¿Participas en ONGs, asociaciones culturales, etc.? 1 2 3 4 5
19. ¿Aceptan tus padres a tus amigos? 1 2 3 4 5
20. ¿Alaban tus padres tus logros o éxitos? 1 2 3 4 5
21. ¿Pides ayuda a tu familia cuando tienes un problema o para
decidir sobre alguna cuestión importante? 1 2 3 4 5
22. ¿Crees que te sirve de algo (o te servirá) estudiar? 1 2 3 4 5
23. ¿ Que grado de autocontrol crees tener? 1 2 3 4 5
24. Ante la adversidad. ¿Le haces frente? 1 2 3 4 5
Anexo 3 421

Tercera parte

Indica la cantidad de personas que Indica la cantidad de personas que pueden


pueden estar consumiendo con cierta estar consumiendo con cierta frecuencia
frecuencia estas drogas en tu estas drogas en tu ciudad.
instituto. 1. Ninguno.
2. Muy pocos.
1. Ninguno. 3. Algunos.
2. Muy pocos. 4. Bastantes.
3. Algunos. 5. Todos.
4. Bastantes.
5. Todos.
[32] Tabaco
[33] Alcohol
[25] Tabaco
[34] Porros
[26] Alcohol
[35] Drogas de diseño
[27] Porros
[36] Tranquilizantes
[28] Drogas de diseño
[37] Cocaína
[29] Tranquilizantes
[38] Heroína y otros opiáceos
[30] Cocaína
[31] Heroína y otros opiáceos

[39] Estarías dispuesto a ser amigo de [40] Grado de dificultad con el que se puede
alguien que consuma algún tipo de conseguir drogas ilegales en tu entorno.
droga ilegal.

1. Muy fácil.
1. De ningún modo. 2. Fácil.
2. Muy poco. 3. Regular.
3. Regular. 4. Difícil.
4. Estaría dispuesto. 5. Muy difícil.
5.Totalmente dispuesto.

Escribe el número que indica el


Escribe el número que grado
indica el de tu respuesta
grado de tu respuesta

(41) ¿Cómo has conocido las características de las drogas?

A través de la televisión.
A través de los amigos.
A través de la radio.
A través de mi familia
A través de la prensa.
422 José Miguel Martínez González.

42.¿Qué te perecen las drogas? (Señala una opción)

(1) Algo que es preciso conocer y probar al menos una vez.


(2) Unas sustancias muy peligrosas que no deben ni probarse.

[43] Indica el grado de peligrosidad [44]Indica el grado con el que te identificas


de las siguientes drogas: con éstas frases:

1. Nada.
1. Nada peligrosa.
2. Poco.
2. Poco peligrosa.
3. Regular.
3. Regular.
4. Bastante.
4. Bastante peligrosa.
5. Totalmente.
5. Muy peligrosa.

(43) Tabaco.
(44) Alcohol.
(50) “Toda la gente consume drogas”.
(51) “Tomar alguna droga es normal”.
(45) Cánnabis (hachís, marihuana,
(52) “Si controlas no tiene porqué pasarte nada”.
porros).
(53) “Deberían legalizar todas las drogas”.
(46) Anfetaminas y alucinógenos
(54) “Deberían legalizar algunas drogas”.
(éxtasis).
(55) “Tenemos que aprender a convivir con las
(47) Tranquilizantes e hipnóticos.
drogas”.
(48) Cocaína y crack.
(49) Heroína y otros opiáceos.
423

INDICE DE TABLAS
424
425

Tabla A. Grupo de comparación Beber / No beber.


Tabla B. Comparación Fumar / No fumar.
Tabla C. Valores de “t” para cada una de las variables que han arrojado
diferencias estadísticamente significativas dependiendo de la droga.

Primer estudio.

Tabla 1.1. Distribución de edades.


Tabla 1.2. Distribución de la muestra por localidades.
Tabla 1.3. Distribución de la muestra según las especialidades.
Tabla 1.4. Ordenación en sentido descendente de las medias de las
respuestas a cada un de los 37 ítems de protección que conforman el
cuestionario.
Tabla 1.5. Análisis de ítems.
Tabla 1.6. Fiabilidad: Método de las dos mitades.
Tabla 1.7. Componentes principales.
Tabla 1.8. Matriz de componentes rotados.
Tabla 1.9. Distribución de la cantidad de dinero del que disponen las personas.
Tabla 1.10. Distribución por edades y dinero del que disponen mensualmente
para sus gastos.
Tabla 1.11. Dinero del que dispone mensualmente y género.
Tabla 1.12. Dinero del que disponen las personas en relación al consumo o no
de las diferentes drogas.
Tabla 1.13. La disponibilidad de dinero como predictor de la frecuencia con la
que se emborracha la persona.
Tabla 1.14. La disponibilidad de dinero como predictor del consumo de
cocaína.
Tabla 1.15. Consumo de tabaco en los progenitores.
Tabla 1.16. Relación entre fumar la persona y fumar algún progenitor.
Tabla 1.17. Consumo de tabaco en los amigos.
Tabla 1.18. Relación entre fumar y tener amigos fumadores.
426

Tabla 1.19. El consumo de tabaco en los amigos como predictor del consumo
de tabaco en los participantes.
Tabla 1.20. Frecuencia con la que se emborracha la persona.
Tabla 1.21. Lugar habitual en el que consume alcohol.
Tabla 1.22. Relación entre lugar en el que bebe alcohol habitualmente y
frecuencia con la que se emborracha.
Tabla 1.23. Consumo de alcohol por parte de los progenitores.
Tabla 1.24. Consumo de drogas ilegales por los amigos.
Tabla 1.25. Tipo de drogas que consumen los amigos de las personas
evaluadas.
Tabla 1.26.Consumo de drogas en los amigos como predictor de
emborracharse,.
Tabla 1.27. El consumo de drogas en los amigos como predictor del consumo
de cánnabis.
Tabla 1.28. Consumo de tabaco.
Tabla 1.29. Frecuencia de consumo de cada una de las bebidas alcohólicas y
cantidad ingerida habitualmente.
Tabla 1.30. Frecuencia de consumo de cánnabis.
Tabla 1.31. Consumos de drogas ilegales.
Tabla. 1.32. Incidencia del consumo de drogas en Andalucía y España.
Tabla 1.33. Comparación: beber / no beber.
Tabla 1.34. Comparación fumar / no fumar tabaco.
Tabla 1.35. El valor de la media de los factores de protección ante el tabaco
como predictor del consumo de tabaco en las personas.
Tabla 1.36. Comparación: consumo de drogas de diseño / no consumo.
Tabla 1.37. Comparación consumir / no consumir cánnabis.
Tabla 1.38. Comparación consumir / no consumir cocaína.
Tabla 1.39. Consumo) / no consumo cuando tiene algún amigo que consume
drogas.
Tabla 1.40. Tener amigos consumidores de drogas como predictor del nivel de
protección ante el consumo de drogas ilegales.
427

Tabla 1.41. Comparación en función de la edad: 19 años o menos / 20 años o


más.
Tabla 1.42. La edad como predictora de los factores de protección significativos
ante el consumo de drogas ilegales.
Tabla 1.43. Muestra de personas que no consumen drogas ilegales. Factores
de protección que han arrojado diferencias estadísticamente
significativas ante al consumo de alguna de las drogas ilegales.
Comparación en función de la edad.
Tabla 1.44. Factores de protección ante el consumo de algunas de las drogas
ilegales en función del número de hermanos.
Tabla 1.45. Comparación en función de la disponibilidad de dinero.
Tabla 1.46. Factores de protección en función de la disponibilidad de dinero.
Tabla 1.47. La disponibilidad económica como predictora del consumo de
cánnabis.
Tabla 1.48. La disponibilidad económica como predictor del nivel de protección
ante las drogas ilegales: drogas de diseño, cánnabis y cocaína.
Tabla 1.49. Capacidad predictiva de la edad, tener amigos consumidores y
disponibilidad económica sobre la protección ante drogas ilegales.
Tabla 1.50. Media de los factores de protección como predictor del
policonsumo.
Tabla 1.51. Resumen de las variables que han arrojado diferencias
estadísticamente significativas entre consumidores y no consumidores
ante las drogas ilegales.

Segundo estudio.

Tabla 2.1. Distribución por edades.


Tabla 2.2. Localidad de procedencia.
Tabla 2.2. Distribución de la muestra según las especialidades.
Tabla 2.4. Distribución según cursos.
Tabla 2.5. Variables del cuestionario.
Tabla 2.6. Ordenación descendente de los ítems atendiendo al valor medio
obtenido en la muestra para cada uno de ellos.
Tabla 2.7. Análisis de los ítems.
428

Tabla 2.8. Fiabilidad del cuestionario.


Tabla 2.9. Matriz de componentes rotados.
Tabla 2.10. Cantidad de dinero de la que dispone la persona al mes para sus
gastos.
Tabla 2.11. Trabajo de los padres.
Tabla 2.12. Consumo de tabaco en los progenitores.
Tabla 2.13. Consumo de tabaco en los hermanos.
Tabla 2.14.Si el hecho de que fumen los hermanos de los participantes predice
que fumen tabaco los alumnos.
Tabla 2.15. Frecuencia con la que se emborracha.
Tabla 2.16. Emborracharse / disponibilidad de dinero.
Tabla 2.17. El valor de la media de todos los factores de protección como
predictor del hecho de emborracharse.
Tabla 2.18. La edad de la primera borrachera y el nivel de protección como
predictores de la frecuencia con la que se emborrachan las personas.
Tabla 2. 19. Uso que hace del alcohol.
Tabla 2.20. Consumo de alcohol en UBE / gramos.
Tabla 2.21. Cantidad de personas que consumen cada tipo de bebida.
Tabla 2.22. Gramos de alcohol consumidos durante el fin de semana.
Tabla 2.23. Cuadro adaptado: Tipo de bebedores según el consumo diario en
gramos o UBE.
Tabla 2.24. Consumo abusivo de alcohol durante el fin de semana.
Tabla 2.25. Capacidad predictiva del consumo de cánnabis y tener amigos
consumidores de drogas sobre el consumo de alcohol.
Tabla 2.26. Lugar de consumo de alcohol.
Tabla 2.27. Lugar de consumo de alcohol y emborracharse.
Tabla 2.28. Tipo de drogas ilegales que consumen los amigos de los amigos
de los participantes.
Tabla 2.29. Tener algún amigo que consume drogas ilegales / consumir
cánnabis.
Tabla 2.30. Alumnos que fuman en la actualidad.
Tabla 2.31. Tener padres fumadores / fumar en la actualidad.
429

Tabla 2.32. Comparación de incidencia del consumo de drogas en población


general y en la muestra empleada del estudio.
Tabla 2.33. Incidencia de policonsumo.
Tabla 2.34. Media de edad de inicio en el consumo de cada droga.
Tabla 2.35. Tener amigos que consumen drogas y faltar a clase.
Tabla 2.36. El consumo de cánnabis como predictor del absentismo escolar.
Tabla 2.37. El consumo de cánnabis como predictor del absentismo.
Tabla 2.38. ¿Has sido atendido en los tres últimos meses en el servicio de
urgencias?
Tabla 2.39. Medias de cantidad de personas que pueden estar consumiendo
cada droga en su instituto.
Tabla 2.40. Medias de cantidad de personas que pueden estar consumiendo
cada droga en su ciudad.
Tabla 2.41. La dificultad para conseguir drogas ilegales y la disponibilidad de
dinero como predictores del consumo de cánnabis.
Tabla 2.42. Identificación con consumidores de drogas como predictores del
consumo de cánnabis.
Tabla 2.43. Comparación según la edad.
Tabla 2.44. Comparación de grupos: emborracharse habitualmente / no
emborracharse.
Tabla 2.45. Comparación según consumo de riesgo de alcohol.
Tabla 2.46. Comparación de grupos: consumo de cánnabis / no consumo.
Tabla 2.47. Los factores de protección significativos para el cánnabis como
predictores del consumo de cánnabis.
Tabla. 2.48. Grupo de comparación: fumar tabaco / no fumar.
Tabla 2.49. Grupo de comparación en función del género. Sobre una muestra
de personas que no consumen drogas. Sobre 11 factores que han
arrojado diferencias estadísticamente significativas ante el consumo
de alguna droga ilegal.
Tabla 2.50. Grupo de comparación consume algún tipo de droga ilegal / no
consume ninguna droga ilegal.
Tabla 2.51. Comparación: Trabaja sólo uno de los padres / trabajan los dos.
430

Tabla 2.52. Teniendo amigos que consumen drogas: consume drogas ilegales /
no consume ninguna droga ilegal.
Tabla 2.53. Comparación: consumen sólo una droga / policonsumo.
Tabla 2.54.Comparación según la edad. Se han considerado sólo los factores
de protección que han indicado diferencias estadísticamente
significativas ante el consumo de alguna droga ilegal.
Tabla. 2.55. Comparación entre: Grupo 1: alumnos de grado medido o
programa de garantía social / Grupo 2: alumnos de escuelas taller.
Tabla 2.56. Los factores de protección en función de la creencia con la que se
identifica la persona.
Tabla 2.57. La disponibilidad de dinero, tener amigos que consumen drogas y
factores de protección ante el cánnabis como predictores del consumo
de cánnabis.
Tabla 2.58. Relación entre tener miedo a las drogas y tener amigos que
consumen drogas.
Tabla 2.59. El miedo a las drogas y la percepción de incidencia de consumo de
cánnabis en la ciudad en la que se reside como predoctores del
consumo de cánnabis.
Tabla 2.60. La percepción de incidencia de consumo de cánnabis en la ciudad
y factores de protección.
Tabla 2.61. Consumo de cánnabis / opinión sobre las drogas.
Tabla 2.62. Medias del grado en que se identifican las personas con las
representaciones sociales.
Tabla 2.63. Grado con el que te identifica con cada una de las frases.
Tabla 2.64. Identificación de los consumidores de cánnabis con las
representaciones sociales.
Tabla. 2.65. Correlación entre el grado de peligrosidad percibido del cánnabis y
el grado con el que se identifican las personas con cada una de las
representaciones sociales analizadas.
Tabla 2.66. Comparación en función del centro de estudio (CFGM / PGS)
Tabla 2.67. Correlación entre grado de peligrosidad percibida e identificación
con las distintas representaciones sociales.
431

Tabla 2.68. Comparación en representaciones sociales en función del género.


Tabla 2.69. Grupo de comparación en representaciones sociales en función de
la edad.
Tabla 2.70. Grupo de comparación en representaciones sociales en función del
consumo de cánnabis.
Tabla 2.71. Grupo de comparación en representaciones sociales en función de
fumar tabaco.
Tabla 2.72. Grupo de comparación de representaciones sociales en función de
emborracharse.
Tabla 2.73. Comparación en representaciones sociales en función de consumir
alguna droga ilegal
Tabla 2.74. Correlación: representaciones sociales / media de la puntuación
global del cuestionario de protección.
Tabla 2.75.Correlación: cantidad de personas que consumen drogas ilegales
en tu instituto y media de las representaciones sociales.
Tabla 2.76. Correlación: cantidad de personas que consumen drogas ilegales
en tu ciudad y media d de las representaciones sociales.
Tabla 2.77. Análisis las representaciones sociales y su relación con el hecho de
tener amigos consumidores de drogas.
Tabla 2.78. La media de los ítems relativos a las representaciones sociales
como predictora del consumo de cánnabis
Tabla. 2.79. Las representaciones sociales como predictoras del consumo de
cánnabis.
Tabla 2.80. Las representaciones sociales como predictoras de la percepción
de riesgo asociado al consumo de drogas.
Tabla 2.81. Media de los 11 factores de protección ante el consumo de
cánnabis como predoctores de las representaciones sociales.
Tabla 2.82. Media de los factores de protección ante el cánnabis y media de las
representaciones sociales como predictoras del consumo de
cánnabis.
Tabla 2.83. La opinión general sobre las drogas teniendo en cuenta la edad de
inicio en el consumo de cánnabis.
432

Tabla 2.84. Percepción de grado de peligrosidad de las drogas.


Tabla 2.85. Grupo de comparación: percepción de peligrosidad percibida de
cada droga en función de la edad.
Tabla 2.86. Grupo de comparación: percepción de peligrosidad percibida de
cada droga en función del género.
Tabla 2.86. Grupo de comparación: percepción de peligrosidad percibida de
cada droga en función de emborracharse.
Tabla. 2.88. Grupo de comparación: percepción de peligrosidad percibida de
cada droga en función del consumo de cánnabis.
Tabla 2.89. Correlación: grado de peligrosidad percibido / media de la
puntuación global del cuestionario de protección.
Tabla 2.90. Percepción del riesgo asociado al consumo de cánnabis como
predictor de su consumo.
Tabla 2.91. Percepción del riesgo asociado al consumo de drogas como
predictora del consumo de cánnabis.
Tabla 2.92. Tener amigos consumidores de drogas como predictor del
consumo de cánnabis.
Tabla 2.93. La percepción de riesgo asociado al consumo y tener amigos
consumidores de drogas como predictor del consumo de cánnabis
Tabla 2.94. Capacidad predictiva de la resiliencia sobre el consumo de
cánnabis.
Tabla 2.95. Puntuaciones a los factores de protección. Puntuación total a todos
los ítems según los grupos.
Tabla 2.96. Resumen de las variables que han indicado diferencias
estadísticamente significativas.
Tabla 2.97. El miedo a las drogas como predictor de la elección de amigos
consumidores de drogas.
Tabla 2.98. Factores de protección significativos ante el consumo de cánnabis
en función de emborracharse y consumo de cánnabis.
Tabla 2.99. Consumir cánnabis / tener amigos que consumen drogas.
433

Tabla 2.100. Factores de protección ante el consumo de cánnabis dependiendo


del grupo De la disponibilidad de dinero y de si se emborrachan al
menos una vez al mes.
Tabla 2.101. Análisis del grupo de personas que tienen algún amigo
consumidor de drogas pero no consumen.
Tabla 2.102. Edad y disponibilidad de dinero en la predicción del consumo de
cánnabis.
Tabla 2.103. El consumo de cánnabis en función de la edad de inicio.
Tabla 2.104. Factores de protección como predictores del consumo de
cánnabis.
Tabla 2.105. La media de los factores de protección ante el cánnabis y la
disponibilidad de dinero como predictores del consumo de cánnabis.
Tabla 3.1. Cuadro resumen.
434
435

INDICE DE GRÁFICAS
436
437

Gráfico1. Distribución de la edad de los participantes.


Gráfico 2. Gráfico de sedimentación.
Gráfico 3. Gráfico de componentes en espacio rotado.
Gráfico 4. Distribución de la edad de los participantes.
Gráficos 5 y 6. Gráficas de sedimentación y saturación.
Gráfico 7. Disponibilidad de dinero.
Gráfica 8. Cantidad de amigos que consumen drogas.
Gráfica 9. ¿Faltas a clase?.
Gráfico 10. Grado de dificultad con la que se pueden conseguir drogas ilegales
en tu entorno.
Gráfico 11. Medio por el que ha obtenido información sobre las drogas.
Gráfico 12. Cómo te sientes o sentirías relacionándote con consumidores de
drogas.
Gráfico 13. Relación tener amigos consumidores y cómo se siente al
relacionarse con personas que consumen drogas.
Gráfico 14. Grado en que se identifican las personas con los consumidores.
Gráfico 15. Tener algún amigo que consume drogas ilegales / grado en que se
identifica con las personas que consumen drogas.
Gráfico 16. ¿Estarías dispuesto a ser amigo de algún consumidor?.
Gráfico 17. ¿Qué te parecen las drogas: algo que es precio conocer y probar al
menos una vez o unas sustancias muy peligrosas que no deben ni
probarse?
Gráfico 18. Consumo de cánnabis y variables relacionadas.

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