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Rastreando La Sexualidad Desde La Arqueología

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Rastreando la sexualidad desde la arqueología: la


cerámica erótica mochica
Por Diana Ramos el 19 octubre, 2014 @Diana59067470 

La cultura Moche expone dentro de su arte cerámico uno de los ejemplos más extravagantes de la
representación artística de sobre la vida cotidiana, pero aun fueron más lejos representando a través de su
cerámica escenas eróticas que hasta hoy en día ruborizarían a unos cuantos.

.
La sexualidad existe y es parte de nuestro día a día. Casi siempre constituye
un acto de la vida privada, se preserva en la intimidad y su temática genera, la
mayoría de las veces, pudor. Pero, ¿qué pasa cuando nos encontramos con
representaciones sexuales de otra cultura? ¿Cómo las interpretamos y las
vemos?
Es el caso de la cerámica erótica moche, alfarería controversial, que ha
suscitado múltiples interpretaciones y cuyo hallazgo ha motivado a repensar la
vida sexual de las primeras sociedades americanas.
Los mochicas fueron un pueblo preincaico. Esta cultura se ubica, según
Rowe[1], en el Periodo Intermedio Temprano, periodo caracterizado por la
aparición de culturas regionales y, por ende, de estilos localizados; o más
precisamente como describe Lumbreras[2] en la aparición de Culturas
Regionales. Este periodo es conocido por un aumento en el crecimiento de la
población, acompañado por una nueva forma de organización social
caracterizada por una marcada jerarquización a nivel político. En cuanto a lo
económico, las evidencias arqueológicas apuntan a que las sociedades que se
desarrollaron durante este periodo experimentaron un perfeccionamiento en las
técnicas agropecuarias y en sus actividades consecuentes, así como, un gran
florecimiento en el arte: textilería, cerámica y metalurgia. Es por esto que
algunos autores llaman a esta etapa la de los “maestros artesanos”.

Genitales masculinos. Harvey Barrison


La sociedad mochica es considerada una de las representaciones más
exquisitas de la cultura americana preincaica. Su desarrollo tuvo lugar durante
aproximadamente el 200 al 600 d.C en el norte del actual Perú, en la provincia
actual de Trujillo, expandiéndose por toda la costa norte del Perú y los valles
aledaños. Esta zona es muy desértica y para contrarrestar este ambiente
desarrollaron una gran infraestructura hidráulica. Construyeron una gran red de
riego artificial, la cual fue de orden vital para el desarrollo de la agricultura,
además de explotar recursos marítimos y la caza. Se conoce que practicaron la
agricultura del maíz, camote, patata y yuca, entre otros; mientras que se los
reconoce como grandes pescadores y navegantes del Pacifico. Construyeron
pequeñas barcas llamadas “caballitos de totora” que hasta el día de hoy se
siguen utilizando en la zona.
Las poblaciones mochicas se asentaron en núcleos urbanos, en algunos de los
cuales se pueden encontrar grandes infraestructuras. Desarrollaron la
arquitectura monumental a través de la construcción de templos conocidos
como “huacas”, las más populares son la Huaca de la Luna y la del Sol.
Felación. Michael Turtle
En cuanto a la organización social, algunos investigadores creen que el control
del sistema hidráulico ordeno de alguna manera la sociedad, generando una
comunidad fuertemente jerarquizada, desarrollando una clase militar
encargada del control de estos canales. También se puede identificar la figura
del soberano, que se convertía en la cabeza de la sociedad acompañada de la
figura del sacerdote guerrero. Se cuenta con una gran cantidad de imágenes
que demuestran este sistema de clases: desde el soberano perteneciente a la
nobleza militar, encabezando la pirámide social, la aristocracia militar,
sacerdotes y el pueblo campesino o artesano. También se han encontrado
repetidas imágenes de enfrentamientos militares, sumado a algunas
diferencias en las evidencias arqueológicas, llevaron a algunos arqueólogos a
inducir una posible diferenciación entre las poblaciones mochicas del norte y
del sur.
Todos los investigadores coinciden en considerar esta sociedad como
compleja y altamente jerarquizada, la cual desarrollo una población de
artesanos especializados, que a través de diferentes manifestaciones artísticas
han dejado numerosas evidencias de su calidad. Es el caso de los moches,
estos “maestros artesanos” demostraron su talento a través de la cerámica. El
conjunto cerámico moche posee características generales, es decir que,
cuenta con un estilo recurrente en su ejecución, de forma sistémica
encontrando rasgos particulares que la definen en sus propios términos. Por
ende, una de las características relevantes para la identificación de esta
sociedad es su forma peculiar de realizar la alfarería.
El conjunto cerámico se caracteriza por estar realizado en arcilla mezclada con
polvo de piedra. La forma más conocida de sus vasijas era la botella de cuerpo
esférico, base plana y gollete que asemeja un estribo, llevadas a cabo por la
técnica del modelado y decoradas con pinturas en tomos crema y/o rojizos.
Pero lo más llamativo de la
decoración de esta cerámica fue que a través del modelado se esculpieron en
ellas escenas figurativas de carácter realista. Encontraremos en ella
representaciones de su vida y de las labores cotidianas que realizaron, con las
que podemos rastrear costumbres, ver escenas religiosas, retratos de
personas, animales y asombrosamente su vida sexual. Dentro de la ejecución
cerámica de los artesanos, las representación de escenas eróticas y sexuales
comprenden un capitulo particular del arte realista de este pueblo. Dentro de la
variedad de imágenes encontraremos el coito de parejas tanto heterosexuales
como homosexuales en diferentes posiciones, incluido el coito con animales,
los tríos, escenas de masturbación y representaciones fálicas explicitas.
Esta cerámica erótica ha suscitado muchas interpretaciones, que al mejor
estilo de unkamasutra americano, ha despertado la curiosidad de muchos
investigadores. Dentro de las explicaciones posibles encontraremos dos
corrientes predominantes: una que trata de explicar esta cerámica desde una
perspectiva ritual o religiosa, en la mayoría de los casos relacionada con algún
rito sobre la fertilidad, y una más realista, en donde simplemente se consideran
esas imágenes como representaciones fieles a la realidad sexual de los
moches. La cerámica erótica moche supone uno de los tantos enigmas
arqueológicos del cual no podremos saber cuál fue el significado verdadero, ni
cuáles eran las motivaciones de sus artesanos a la hora de materializar estas
escenas. Lo que queda claro es que escenifican el acto sexual y, por
consecuencia, nos delata que las prácticas sexuales para esta sociedad eran
de relevancia o bien estaban totalmente normalizadas.
Pareja practicando sexo. Madeleine Ball
Aunque el sexo se practique en la intimidad y no deje registros arqueológicos,
en toda sociedad las prácticas sexuales son tangibles e inevitables. En este
aspecto parece ser que la cultura moche ha evadido todo tipo de prejuicios
sobre la sexualidad y que definitivamente tenían una concepción del sexo muy
diferente a la que se tiene actualmente.
En conclusión, podemos ver esta cerámica como la representación real de la
vida sexual de esta sociedad o, simplemente, admirarla desde un punto de
vista artístico, haciendo un ejercicio de despojo de nuestros prejuicios y
dejándonos llevar por la libertad sexual del alfarero que modelara una escena
erótica sin ningún tipo de censura. Al fin y al cabo debemos reconocer, seamos
pudorosos o no, que la sexualidad es algo cotidiano y forma parte de nuestra
vida. Tal vez los moches supieron hacerla propia y expresarla de esta manera.
 Portada: Acto sexual, Museo Larco, Lima. Michael Turtle

Para saber más…


 Castillo, L. y C. Donnan. Los Mochicas del norte y los Mochicas del sur. Una Perspectiva desde el Valle del Jequetepeque .
Vicus. K. Makowsky, B. Donnan, I. Amaro Bullon, L. Castillo, M. Diez Canaseco, O. Elespuru Roveredo y J. Murro editores.
Banco de Crédito del Perú, 1995, Lima.
 Conklin, W. y M. Moseley. Los patrones de arte y poder en el Periodo
 Intermedio Temprano. Ed. Keatinge, Peruvian Prehistory. Cambridge University Press, 1988.
 Lumbreras, L. Críticas y perspectivas de la arqueología andina. Inst. Nacional. De
 Cultura, Documento de trabajo, Nro. 1. 1979.

 Rowe, J. Urban Settlement in Ancient Perú. En Ñawpa Pampa, Nro l, 1963.


[1] ROWE, J. Urban Settlement in Ancient Perú. En Ñawpa Pampa, Nro l, 1963.
[2] LUMBRERAS, L. Críticas y perspectivas de la arqueología andina. Inst. Nacional. de Cultura, Documento de trabajo, Nro. 1.
1979.

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