Donum Vitae
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Donum Vitae
FACULTAD DE TEOLOGIA
BIOETICA
ASESOR: P. FRANCISCO ANTONIO CEBALLOS E.
PARTICIPANTE: ALFREDO NIÑO ORTEGA.
INTRODUCCIÓN
El don de la vida, que Dios creador y Padre ha confiado al hombre, exige que
este tome conciencia de su inestimable valor y lo acoja responsablemente. Este
es el principio básico, centro de la reflexión encaminada a resolver los problemas
morales.
Aún cuando el progreso en las ciencias biológicas estén al servicio del hombre,
al tiempo comportan graves riesgos de transgresión a un razonable dominio de la
naturaleza.
Lo que es técnicamente posible no es, por esa sola razón, moralmente admisible,
como por ejemplo el encuentro "In vitro".
El Magisterio enseña, por tanto, que la vida de todo humano ha de ser respetada
de modo absoluto desde el momento mismo de la concepción, porque el alma
humana de cada individuo es inmediatamente creada por Dios. La vida humana
es sagrada porque desde su inicio comporta la acción creadora de Dios. Sólo
Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término. El don de la vida
humana debe realizarse mediante los actos específicos y exclusivos de los
esposos de acuerdo con las leyes inscritas en sus personas y en su unión.
2
Son lícitas las intervenciones sobre el embrión humano siempre que respete la
vida y la integridad del embrión, que no lo expongan a riesgos
desproporcionados, que tengan como fin su curación, la mejora de sus
condiciones de salud o supervivencia individual.
Los embriones humanos obtenidos "IN Vitro" son seres humanos y sujetos de
derechos: su dignidad y su derecho a la vida deben ser respetados desde el
primer momento de su existencia. Es inmoral producir embriones humanos
destinados a ser explotados como "material biológico" disponible. No es
conforme a la moral exponer deliberadamente a la muerte a embriones humanos
obtenidos "In Vitro".
3
¿Es conforme la fecundación heteróloga con la dignidad de los esposos y con
la verdad del matrimonio?
No. Por las mismas razones que llevan a rechazar la fecundación artificial
heteróloga: es contraria, en efecto, a la unidad del matrimonio y a la dignidad de
la procreación de la persona humana.
¿Qué relación debe existir entre procreación y acto conyugal desde el punto de
vista moral?
4
¿Cómo se debe valorar moralmente la inseminación artificial homóloga?
La medicina, que desee ordenarse al bien integral de la persona, debe respetar los
valores específicamente humanos de la sexualidad. El médico está al servicio de
la persona y de la procreación humana: no le corresponde la facultad de
disponer o decidir sobre ellas.
El sufrimiento de los esposos que no pueden tener hijos o que temen traer al
mundo un hijo minusválido es una aflicción que todos deben comprender y
valorar adecuadamente.
5
Los políticos deben esforzarse, a través de su intervención en la opinión pública,
para obtener el acuerdo social más amplio posible sobre estos puntos esenciales,
y para consolidarlos allí donde ese acuerdo corriese el riesgo de debilitarse o de
desaparecer.
CONCLUSIÓN