El Principito
El Principito
El Principito
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El principito es una narración corta del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, que trata de la historia de un pequeño
príncipe que parte de su asteroide a una travesía por el universo, en la cual descubre la extraña forma en que los adultos
ven la vida y comprende el valor del amor y la amistad.
La obra comienza presentando al protagonista de la historia, un aviador que siente que ha perdido la visión de niño que le
acompañaba cuando era pequeño. Su avión sufre una avería en pleno desierto y tiene los recursos mínimos para sobrevivir
apenas unos días, por lo que debe buscar alguna solución. Se encuentra con un niño, el Principito, muy misterioso, que le
pide cosas muy extrañas. Él mismo siente la necesidad de explicar la naturaleza de este pequeño ser.
Descubre que El Principito es un ser venido de otro planeta, que le pide que dibuje un cordero para que se coma los
arbustos de su hogar y evitar así que crezcan unos árboles que lo están destrozando. Sin embargo, un día se da cuenta de
que el cordero también puede comerse su flor, una rosa a la que guarda un cariño muy especial, y le pregunta al aviador
por qué un cordero se la comería a pesar de tener espinas. Este está demasiado ocupado intentando arreglar su avión, pero
a pesar de ello el niño explica por qué esa rosa es tan importante: un día apareció en su planeta, distinta a todas las demás,
que exigía su atención constante. Al no entender qué es lo que quería, el Principito abandonó su planeta mientras ella le
pedía perdón.
Esto lleva al Principito a recorrer diferentes planetas conociendo a muy diversos personajes, cada cual con un rasgo de la
personalidad muy concreto: el rey, que dice que gobierna todo el universo pero que al pedirle que le muestre una puesta
de sol este responde que solo demuestra su poder ante hechos razonables; el vanidoso, que solo quiere que le halaguen; el
bebedor, que bebe para tratar de olvidar que siente vergüenza por beber; el hombre de negocios, que cuenta las estrellas
para poder poseerlas a todas; el farolero, que enciende y apaga su farol todos los minutos porque su planeta es demasiado
rápido; y el geógrafo, que recibe a los exploradores que llegan pero no explora por él mismo.
Finalmente, El Principito llega a la Tierra, donde descubre un jardín con un montón de rosas iguales que la de su planeta,
comprobando así que la suya no es única en el universo. También conoce a un zorro, que le pide ser su amigo, haciendo
que el niño conociera por primera vez el significado de la amistad. Junto a él sigue conociendo a otros personajes muy
peculiares, como el vendedor de píldoras que quitan la sed o el guardagujas.
Tras la historia el aviador sigue siendo incapaz de arreglar su avión, y habla con el Principito sobre la posibilidad real de que
mueran de sed. Sin embargo, este cree firmemente que existe un pozo en el desierto y marchan en su búsqueda. Lo
consiguen hallar, pero el niño también tiene otro objetivo en mente: regresar a su planeta. Una serpiente venenosa le
cuenta que deberá dejarse morder por ella para poder volver, y aunque el aviador trata de evitarlo este deja que lo haga,
desapareciendo del mundo. El aviador termina la historia pensando si finalmente El Principio pudo regresar a su hogar.