Devocionario Final 2021
Devocionario Final 2021
Devocionario Final 2021
El ángel, respondió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cu-
brirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y se le llamará Hijo de
Dios” (Lc 1, 35). El Espíritu Santo de Dios al cubrir a María con su sombra en la Anun-
ciación, estableció la Unión de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, para
reestablecer en la humanidad y en toda la creación lo que habían perdido nuestros
primeros padres: Adán y Eva. Todo por causa de la desobediencia a Dios y que dio
origen al pecado y a la muerte. “El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras
del diablo” (1 Jn 3, 8). Ha venido para que tengamos vida y vida abundante (Yo he
venido para que tengan vida y la tengan en abundancia) (Jn 10, 10). Es el Camino, la
Verdad y la Vida que conduce al Padre (“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie
va al Padre sino por mí”) (Jn 14, 6).
Los cuatro grandes Dogmas Marianos, fueron un largo proceso de controversias te-
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ológicas, antes que la Iglesia proclamase su definición.
Más reciente tenemos las revelaciones de Fátima, que aun cuando no sea dogma
de fe creer en sus apariciones, no se puede negar el impacto universal y sobre todo
en la Iglesia. De ella se refirió el Papa Emérito Benedicto XVI, quien afirmaba que
Fátima es un tema no concluido. Es allí en Fátima donde se profetizó el Triunfo del
Inmaculado Corazón de María. Ella se presenta con dolor en medio de la Primera
Guerra Mundial y advierte, que si no obedecen su pedido como embajadora del Pa-
dre Dios vendría una Guerra peor; como ocurriría en la Segunda Guerra Mundial.
Suplicó que dejáramos de ofender a su Hijo, que estaba demasiado ofendido.
San Juan Pablo II, estuvo muy vinculado a los acontecimientos de Fátima, ya que le
atribuyó a la Virgen, de haberlo librado de la muerte el 13 de mayo de 1981. San
Pio de Pietrelcina, también fue testigo del favor de la Virgen del Rosario de Fátima.
Sabemos que todas las profecías están condicionadas a nuestra respuesta de arre-
pentimiento e invitan a la penitencia y conversión.
Recordemos el siguiente pasaje evangélico: “¿Pensáis que esos galileos, eran más
pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, se
lo aseguro; y si no se convierten, todos perecerán del mismo modo. ¿O aquellos
dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran
más culpables que los demás hombres que habitan en Jerusalén? No, os lo aseguro;
y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo” (Lc 13, 1-5).
El Diario de Santa Faustina tuvo prohibida su divulgación por más de 20 años hasta
que el entonces Cardenal Carol Wojtyla, hoy San Juan Pablo II, revocó por completo
la prohibición. En él encontramos el siguiente mensaje de Jesús a Santa Faustina y al
mundo: “Habla al mundo de mi Misericordia… es una Señal de los Últimos Tiempos,
después de ella vendrá el día de la justicia (Diario 848). Prepararás al mundo para mi
última venida. (Diario 429) Habla a las almas de esta gran Misericordia Mía. Porque
está cercano el día terrible, el día de Mi Justicia. (Diario 965).
Antes del día de la Justicia, envío el día de la Misericordia (Diario 1588). Estoy pro-
longando el tiempo de la Misericordia, pero ¡Ay de ellos si no reconocen este tiempo
de Mi visita! (Diario 1160).
El Papa San Juan Pablo II, el día de la Canonización de Santa Faustina, el 30 de abril
del 2000, domingo de la Misericordia; entre otras cosas, dijo en su homilía: “Jesús
dijo a Sor Faustina: la humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con
confianza a mi Misericordia (Diario 300). A través de la Obra de la Religiosa Polaca,
este mensaje se ha vinculado para siempre al siglo XX. Último del segundo milenio,
parte hacia el tercero”.
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Los mensajes conocidos como “Últimos Llamados de Amor y Conversión a la huma-
nidad”, son una recapitulación de todas las Manifestaciones que están en fidelidad
al Magisterio de la Iglesia y sometidos a su juicio definitivo.
El instrumento que Dios eligió para esta misión, se llama Manuel de Jesús; quien
desde niño ha sido favorecido de gracias místicas. Hasta hace poco tiempo, estuvo
en anonimato.
Todos aquellos que profesan, en cualquier parte del mundo, devoción y amor a
los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, son parte de este Llamado y
apóstoles de los Últimos Tiempos, bajo la Fiel Protección y Custodia de nuestro ama-
do San José.
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CENÁCULO DE ORACIÓN DE LOS SAGRADOS
CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA
¡Ave María Purísima, sin pecado original Concebida!
¡Oh, Madre mía!, mi deseo es mantener ante mi vista, sin cesar, vuestra participación
de Corredentora. Con este recuerdo viviré íntimamente unido a vuestro Corazón Do-
loroso e Inmaculado, que siempre permanece totalmente unido al Sagrado Corazón
Eucarístico de vuestro Divino Hijo. Por los méritos de vuestras virtudes y angustias,
clavadme a este Divino Corazón, protegedme ahora y siempre. Amén.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Oración
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de
tu Amor.
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
¡Oh, Dios! que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu
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Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su
consuelo, por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada
alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles del
Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos, pro-
tege con tu sombra a la Iglesia Católica, salva a las almas del mundo y realiza el Reino
Inflamado de Amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.
Acto de Contrición
Envía, Señor, a los Ángeles Custodios de nuestras almas y rocíanos a nosotros con
tu Preciosa Sangre. Así mismo, ¡Oh, Dios Misericordioso! te rogamos bendigas
este Cenáculo de Oración, de Jesús y de María, a cada uno de los que aquí oran y a
aquellos que se encomiendan a nuestras humildes súplicas, y que tus Santos Arcánge-
les, San Miguel, San Gabriel y San Rafael, nos acompañen. Amén.
San José, Terror de los demonios, Padre Adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, rue-
ga por nosotros.
Querida y Santa Madre, que las Gracias que traes para tus hijos, se derramen en
cada uno de nuestros corazones, y así cumplamos la misión que el Eterno Padre nos
ha encomendado. Te pedimos, Madre, por las almas que aún no han escuchado tus
Llamados, para que también ellas sean redimidas. Aceptamos tu Amor Maternal en
nuestras vidas. Te amamos, Madre, y en tu Doloroso e Inmaculado Corazón confiamos
y nos refugiamos. Amén.
Oración a la Llama del Amor del Sagrado Corazón de Jesús (dictada el 16 de octubre
de 2014)
Oración que prepara nuestras almas para escuchar la Sagrada Escritura (dictada el
18 de diciembre de 2014)
¡Oh, Sagrado Corazón de Jesús! enciende mi corazón con el Fuego de la Caridad Per-
fecta. Que tu Espíritu Divino, dado a los hombres en Pentecostés, more en mí; haga
en mi interior un espacio preparado con fervor, una tierra buena y fértil que reciba la
Sagrada Semilla de tu Palabra, y dé su fruto a tiempo.
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dos me refugio eternamente. Amén.
Amado Padre, que el Reino de la Palabra de Dios venga pronto a nuestros corazones.
María, Reina del Reino de la Palabra de Dios, ruega por nosotros. Amén.
Peticiones
Adoramos con Nuestra Mamá Celestial las Santas Llagas de Nuestro Señor Jesu-
cristo
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Yo adoro las Llagas
de tu Sagrada Cabeza, con dolor profundo y verdadero, permite que todos los pen-
samientos en este día, sean actos de adoración a Ti.
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Yo adoro la Llaga de
tu Sagrado Hombro, con dolor profundo y verdadero, permite que todos los trabajos,
penas y enfermedades en este día, sean actos de amor por Ti.
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Yo adoro las Llagas
de tus Sagradas Manos, con dolor profundo y verdadero, permite que todo trabajo
de mis manos en este día, sea un acto de amor por Ti.
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Yo adoro las Llagas
de tus Sagrados Pies, con dolor profundo y verdadero, permite que cada paso que dé
en este día, sea un acto de amor por Ti.
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Yo adoro la Llaga
de tu Sagrado Costado y la Herida abierta de tu Sacratísimo Corazón, con dolor pro-
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fundo y verdadero, permite que cada latido de mi corazón en este día, sea un acto de
amor por Ti.
Me uno a todos los santos que están en el Cielo, a todos los justos que están en la
tierra, a todas las almas fieles que se encuentran en este lugar. Me uno a Ti, Jesús
mío, para alabar dignamente a tu Santísima Madre, y alabarte a Ti, en Ella y por Ella.
Renuncio a todas las distracciones que me sobrevengan durante este Santo Rosario:
quiero rezarlo con modestia, atención y devoción, como si fuera el último de mi vida.
Te pedimos fe viva, firme esperanza y ardiente caridad. Amén.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo,
su Único Hijo, Nuestro Señor, que fue Concebido por Obra y Gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucifica-
do, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los
muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa
Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección
de la carne y la vida eterna. Amén.
Con este Santo Rosario, Cadena de Salvación, que atará al dragón (Ap 20, 1-3)
nos unimos mi familia y yo. Intercedo por la Santa Iglesia Católica, por el San-
to Padre, obispos y sacerdotes. Con esta Poderosa Arma, ato a Satanás y sus
secuaces, reparo por todos los pecados de la humanidad, y pido la paz y la conversión
para el mundo entero, por el Doloroso e Inmaculado Corazón de María en la Divina
Voluntad.
Jaculatorias del Apostolado para orar entre cada Misterio del Santo Rosario:
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
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Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo; y te pido perdón por los que no creen, no
adoran, no esperan y no te aman. Amén. (3 veces).
Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús, María y José, triunfen en todos los cora-
zones y venga el Reino Eucarístico de la Divina Voluntad. Les amo. Salven a las almas,
salven a los consagrados, salven a las familias, salven al mundo entero. Amén.
MISTERIOS GOZOSOS
(Lunes y sábado)
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ánge-
les y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres
Madre de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
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Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
2. La Visita de María Santísima a Santa Isabel
“Al oír Isabel su Saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu
Santo, y exclamó en alta voz: “¡Bendita eres entre todas las mujeres!” (Lc 1, 41-42).
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ánge-
les y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres
Madre de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
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Te ofrecemos, Señor Jesús, esta tercera decena en honor de tu Nacimiento en el es-
tablo de Belén. Y te pedimos, por este Misterio y por Intercesión de nuestra Santísima
Madre, el desapego de los bienes de este mundo, el menosprecio de las riquezas y el
amor a la pobreza. Amén.
Gracias del Misterio del Nacimiento de Jesús, desciendan a nuestras almas. Amén.
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ánge-
les y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres
Madre de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
Padre Nuestro
Antes de los diez Ave María de los Últimos Tiempos:
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ánge-
les y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres
Madre de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
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Diez Ave María de los Últimos Tiempos:
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
Gracias del Misterio del Hallazgo de Jesús, desciendan a nuestras almas. Amén.
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
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MISTERIOS LUMINOSOS
(Jueves)
“Luego que fue bautizado, Jesús... vio al Espíritu de Dios descender sobre Él” (Mt 3,
16).
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta primera decena, en honor del Bautismo que recibiste
en el río Jordán, y te pedimos por este Misterio y por Intercesión de nuestra Santísi-
ma Madre, la fuerza de cumplir con nuestros compromisos bautismales. Amén.
Gracias del Misterio del Bautismo de Jesús, desciendan a nuestras almas. Amén.
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
“La Madre de Jesús dice a los sirvientes: ‘Hagan lo que Él les ordene’” (Jn 2, 5).
Gracias del Misterio de las Bodas de Caná, desciendan a nuestras almas. Amén.
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Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte
en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los
Ángeles y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como
eres Madre de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta tercera decena, en honor de tu Anuncio del Reino
de Dios con la invitación a la conversión, y te pedimos por este Misterio y por In-
tercesión de nuestra Santísima Madre una actitud de constante conversión. Amén.
Gracias del Misterio del anuncio del Reino de Dios, desciendan a nuestras almas.
Amén.
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte
en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los
Ángeles y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como
eres Madre de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
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Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
“Los lleva a una alta montaña y se transfiguró a vista de ellos” (Mc 9, 2).
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
5. La Institución de la Eucaristía
MISTERIOS DOLOROSOS
(Martes y viernes)
“Entró en agonía y oraba con más insistencia; y su sudor se convirtió en grandes gotas
de Sangre que caían hasta el suelo” (Lc 22, 44).
Padre Nuestro
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Antes de los diez Ave María de los Últimos Tiempos:
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Diez Ave María de los Últimos Tiempos:
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
2. La Flagelación de Jesús
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
21
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
“Le quitaron sus vestidos, le pusieron una capa roja, y le colocaron en la Cabeza una
corona que habían trenzado con espinas” (Mt 27, 28-29).
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
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Y te pedimos, por este Misterio, y por Intercesión de nuestra Santísima Madre, pa-
ciencia en todas nuestras cruces y amando nuestra cruz exaltemos tu Cruz Gloriosa.
Amén.
Padre Nuestro
Antes de los diez Ave María de los Últimos Tiempos:
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
“Jesús gritó muy fuerte: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23, 46).
Padre Nuestro
Antes de los diez Ave María de los Últimos Tiempos:
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
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de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
MISTERIOS GLORIOSOS
(Miércoles y domingo)
1. La Resurrección de Jesús
“Resucitó, no está aquí: éste es el lugar donde le pusieron” (Mc 16, 6).
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ánge-
les y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres
Madre de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
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Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
2. La Ascensión de Jesús al Cielo
“El Señor Jesús después de hablar con ellos, fue llevado al Cielo y se sentó a la derecha
de Dios” (Mc 16, 19).
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
“Quedaron llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar idiomas distintos” (Hch 2,
4).
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta tercera decena en honor del Misterio de Pentecostés.
Y te pedimos, por este Misterio, y por Intercesión de nuestra Santísima Madre, la
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venida del Espíritu Santo a nuestros corazones y nos haga copias vivientes de María
y así tener celo por la salvación de las almas. Amén.
Padre Nuestro
Antes de los diez Ave María de los Últimos Tiempos:
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te Salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
“Apareció en el cielo una señal grandiosa: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo
los pies” (Ap 12, 1).
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
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Diez Ave María de los Últimos Tiempos:
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
“En su Cabeza tenía una corona de doce estrellas: estaba embarazada” (Ap 12, 1-2).
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ánge-
les y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres
Madre de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
27
MISTERIOS DEL SANTO ROSARIO PARA LOS PRIMEROS
SÁBADOS DE CADA MES EN REPARACIÓN AL CORAZÓN
DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA
1. La Anunciación del Arcángel Gabriel a la Virgen María
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ánge-
les y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres
Madre de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
“Al oír Isabel su Saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu
Santo, y exclamó en alta voz: “¡Bendita eres entre todas las mujeres!” (Lc 1, 41-42).
28
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta segunda decena en honor de la Visitación de tu
Santísima Madre a su prima Santa Isabel y de la santificación de San Juan Bautista. Y
te pedimos, por este Misterio y por Intercesión de nuestra Santísima Madre, la cari-
dad para con el prójimo. Amén.
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ánge-
les y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres
Madre de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres, en-
tre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
Gracias del Misterio del Nacimiento de Jesús, desciendan a nuestras almas. Amén.
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
Padre Nuestro
Antes de los diez Ave María de los Últimos Tiempos:
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ángeles
y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres Madre
de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
30
Diez Ave María de los Últimos Tiempos:
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
Gracias del Misterio del Hallazgo de Jesús, desciendan a nuestras almas. Amén.
Padre Nuestro
¡Oh, María! como el Arcángel San Gabriel, también nosotros queremos saludarte en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de todos los Ánge-
les y todos los hombres, y queremos pedirte que seas nuestra Madre, como eres
Madre de Jesús en el Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
31
Gloria al Padre y Jaculatorias.
ORACIONES FINALES
Un Padre Nuestro
1. Dios te Salve María, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima y Castísima antes del parto,
por tu Doloroso e Inmaculado Corazón, alcánzanos, Señora, la virtud de la Fe. Llena
eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres, entre todas las mujeres, y Ben-
dito es el Fruto de tu Vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra,
Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de
Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la hu-
manidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.
2. Dios te Salve María, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima y Castísima en el par-
to, por tu Doloroso e Inmaculado Corazón alcánzanos, Señora, la virtud de la
Esperanza. Llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres, entre todas
las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios y
Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama
el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre
toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.
3. Dios te Salve María, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima y Castísima
después del parto, por tu Doloroso e Inmaculado Corazón alcánzanos, Señora, la vir-
tud de la Caridad. Llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres, entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús. Santa María, Madre de
Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores,
y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado
Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria.
32
LETANÍAS DE NUESTRA SEÑORA
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos,
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
33
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los Afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina Asunta al cielo,
Reina del Santo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la Paz,
Reina del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos,
Reina del Ejército Eucarístico y Mariano,
Oración
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y
cuerpo, y por la gloriosa Intercesión de la Bienaventurada, siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Salmo 25
A Ti, Señor, levanto mi alma; en Ti espero, Dios mío, no quede defraudado; que no
triunfen de mí mis enemigos. No queda defraudado el que en Ti espera, que lo quede
el que traiciona sin motivo. Muéstrame tus caminos, Señor, enséñame tus sendas;
guíame en tu verdad, enséñame; tú eres mi Dios y mi salvador, yo siempre espero en
Ti. Acuérdate, Señor, de tu Misericordia y tu Bondad, que son eternas; olvídate de los
pecados de mi juventud y de mis faltas; acuérdate de mí, Señor, con Misericordia y
con Bondad. El Señor es Bueno y Recto, y enseña el camino a los descarriados, con-
duce en la justicia a los humildes, enseña a los humildes su camino; los caminos del
Señor son amor y lealtad para quien guarda su alianza y sus preceptos. Por el honor
de tu nombre, Señor, perdona mis culpas, por muy grandes que sean.
34
¿Quién hay que sea fiel al Señor? Él le indica el camino que debe seguir; tendrá una
vida feliz y su posteridad heredará la tierra. El Señor se confía a sus leales y les expli-
ca su alianza. Tengo mis ojos fijos en el Señor, Él sacará mis pies del cepo. Mírame,
Señor, y ten piedad de mí, pues soy un desgraciado y estoy solo; quítame la angustia
de mi corazón, sácame de mis tribulaciones. Contempla mi miseria y mi dolor, perdo-
na todos mis pecados; mira a mis enemigos, que son tantos, mira con qué violencia
me persiguen. Guárdame, Señor, y sálvame la vida, me he refugiado en ti, no quede
defraudado. La integridad y la rectitud me guardarán, pues en Ti, Señor, he puesto mi
esperanza. Oh, Dios, rescata a Israel, líbralo de todas sus desgracias. Gloria al Padre y
al Hijo y al Espíritu Santo como era en el Principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
MAGNIFICAT
Antífona: “¿Quién es esta que surge cual la Aurora, Bella como la luna, Refulgente
como el sol, Imponente como batallones?” (Ct 6, 10).
Antífona: “¿Quién es esta que surge cual la Aurora, Bella como la luna, Refulgente
como el sol, Imponente como batallones?” (Ct 6, 10).
Y como ya te recibí, te abrazo y me uno todo a Ti, Señor, no permitas que jamás me
aparte de Ti.
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Jesús mío, te abrazo y te estrecho fuerte en mi corazón, Tú abrázame y quédate en mí
y yo en Ti. Mamá y Reina mía, da gracias a Jesús, y ofrécele por mí, los actos que Tú
hiciste al recibirlo. Amén.
Anima Christi
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del Costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
Oh, Buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus Llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame, y mándame ir a Ti, para que con los Ángeles y los
Santos te alabe y te bendiga, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración que contiene los Anhelos de Jesús y nos une a Él
Jesús, que nuestros pies vayan juntos,
que nuestras manos recojan unidas,
que nuestros corazones latan al unísono,
que nuestro interior sienta lo mismo,
que el pensamiento de nuestras mentes sea uno,
que nuestros oídos escuchen juntos el silencio,
que nuestras miradas se compenetren profundamente fundiéndose la una en la otra,
y que nuestros labios supliquen juntos al Eterno Padre para alcanzar Misericordia.
Amén.
Consagración al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús
Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Santa Eucaristía, te
consagro mi cuerpo y alma para ser enteramente uno con tu Corazón, sacrificado
cada instante en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, imploran-
do por la venida de su Reino. Ruego que recibas esta humilde ofrenda de mi ser.
Utilízame como quieras para la gloria del Padre y la salvación de las almas.
Santísima Madre de Dios, no permitas que jamás me separe de tu Divino Hijo. Te rue-
go me defiendas y protejas como tu hijo especial. Amén.
Doloroso e Inmaculado Corazón de María, que a cambio de tu Amor para con no-
sotros recibes tantas ofensas, yo te ofrezco y consagro perpetuamente todo mi ser,
como esclavo de amor, para corresponder de la mejor manera a tu Ternura Maternal,
36
para reparar las injurias de que eres objeto de parte de tantos hijos ingratos, y para
vivir, por mi parte, la Consagración del mundo entero tan deseada por tu Doloroso e
Inmaculado Corazón y así ser apóstol del Triunfo de tu Corazón Maternal.
Sacratísimos Corazones de Jesús y María, los amo y reparo, consuelo y alivio sus Cora-
zones Dolorosos, que sufren místicamente por la maldad del mundo, que aún los
tiene en un eterno Calvario, e ininterrumpidamente los encamina al sufrimiento del
Gólgota. He aquí a su hijo, quiero ser su siervo; alejen de mi a Satanás, porque hoy
en su nombre renuncio a él; destierren de mi toda falta de amor a Dios y al prójimo;
háganme su siervo y templo viviente, los quiero con toda mi alma y solo les pido:
ayúdenme a buscar el Reino del Eterno Padre y su Divina Justicia, y todo se me dará
por añadidura. Soy todo suyo desde ahora hasta la Eternidad. Amén.
¡Oh, Jesús! ¡Oh, María! salven mi alma y aumenten mi amor por sus Corazones Uni-
dos.
Queridísimos Corazones de Jesús y María que tanto sufren y tanto aman, tomen mi
cuerpo y mi alma, elévenme a la Sacrosanta y Trinitaria Gloria. Yo (nombre), quie-
ro consagrarme a Ustedes en cuerpo y alma, entregar mis obras y mi vida, para ser
apóstol de vuestros Corazones Gloriosos. Consagro mi país, mi familia, mis actos, todo
lo que tengo, lo que soy y lo que hago. Cubro mi consagración con la Preciosa Sangre
de Cristo, † En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; y la protejo con
las Lágrimas de la Divina Señora, † En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; la resguardo con la Espada de San Miguel para vivir en la Divina Voluntad;
haciendo, amando, sirviendo, viviendo, entregándome desde hoy hasta el día de mi
encuentro pleno con Cristo. Amén.
Oración por la unidad de la Iglesia y por el Ejército Mariano de los Apóstoles de los
Últimos Tiempos
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en
Ti.
37
Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, sálvanos por la Llama de
Amor de tu Doloroso e Inmaculado Corazón.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Padre Nuestro, 3 Ave María de los Últimos Tiempos, y Gloria por las intenciones del
Santo Padre y las necesidades de la Santa Iglesia. Y para que San José nos alcance una
santa muerte.
38
CENÁCULO DE ORACIÓN DEL CASTO Y
AMANTE CORAZÓN DE SAN JOSÉ
Para cada miércoles y los primeros miércoles de cada mes
¡Oh, Madre mía!, mi deseo es mantener ante mi vista, sin cesar, vuestra participación
de Corredentora. Con este recuerdo viviré íntimamente unido a vuestro Corazón Do-
loroso e Inmaculado, que siempre permanece totalmente unido al Sagrado Corazón
Eucarístico de vuestro Divino Hijo. Por los méritos de vuestras virtudes y angustias,
clavadme a este Divino Corazón, protegedme ahora y siempre. Amén.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Oración
Ven, Espíritu Santo; llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de
tu Amor.
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
39
Oración
¡Oh, Dios!, que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo,
haznos dóciles a sus Inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo,
por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
Acto de Contrición
Envía, Señor, a los Ángeles Custodios de nuestras almas y rocíanos a nosotros con
tu Preciosa Sangre. Así mismo, ¡Oh, Dios Misericordioso! te rogamos bendigas este
Cenáculo de Oración, de Jesús y de María, a cada uno de los que aquí oran y aquellos
que se encomiendan a nuestras humildes súplicas, y que tus Santos Arcángeles, San
Miguel, San Gabriel y San Rafael, nos acompañen. Amén.
40
San José, Terror de los demonios, Padre Adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, rue-
ga por nosotros.
Oración para pedir el Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María (dictada
el 5 de octubre de 2014)
Querida y Santa Madre, que las Gracias que traes para tus hijos, se derramen en
cada uno de nuestros corazones, y así cumplamos la misión que el Eterno Padre nos
ha encomendado. Te pedimos, Madre, por las almas que aún no han escuchado tus
Llamados, para que también ellas sean redimidas. Aceptamos tu Amor Maternal en
nuestras vidas. Te amamos, Madre, y en tu Doloroso e Inmaculado Corazón confia-
mos y nos refugiamos. Amén.
Oración a la Llama del Amor del Sagrado Corazón de Jesús (dictada el 16 de octubre
de 2014)
Nota explicativa: Esta siguiente oración, Nuestro Señor Jesucristo, la ha dictado, para
que preparemos nuestra alma y corazón para escuchar sus Palabras; esta Oración,
prepara nuestro interior (Así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará
a Mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que
la envié) (Is 55, 11).
Oración que prepara nuestras almas para escuchar la Sagrada Escritura (dictada el
18 de diciembre de 2014)
¡Oh, Sagrado Corazón de Jesús! enciende mi corazón con el Fuego de la Caridad Per-
fecta. Que tu Espíritu Divino, dado a los hombres en Pentecostés, more en mí; haga
en mi interior un espacio preparado con fervor, una tierra buena y fértil que reciba la
Sagrada Semilla de tu Palabra, y dé su fruto a tiempo.
Querida Santa Madre de Dios y Madre Nuestra, ayúdame a guardar las Palabras de
41
tu Divino Hijo Jesucristo, en mi mente, alma y corazón, y no suba al Reino Celestial
sin haber producido una abundante cosecha de Amor, Redención y Paz que tan-
to necesita el mundo. En vuestros Dos Corazones Unidos me refugio eternamente.
Amén.
Jaculatoria (dictada por Dios Padre el 21 de Julio de 2016)
Amado Padre, que el Reino de la Palabra de Dios, venga pronto a nuestros cora-
zones. María, Reina del Reino de la Palabra de Dios, ruega por nosotros. Amén.
* Se lee el Evangelio del día que la Iglesia propone.
* Seguido se lee un Llamado de Amor y Conversión.
Página Web donde se pueden leer los Llamados de Amor y Conversión
https://sagradoscorazonesunidos.org/
Peticiones
Oramos para que las Intenciones, del Casto y Amante Corazón de nuestro Padre San
José, se realicen en nuestra vida y en el Apostolado, y pedimos su Poderosa Inter-
cesión por nuestras necesidades.
Ofrecimiento
Glorioso Patriarca San José, eficaz consuelo de los afligidos y seguro refugio de los
moribundos; dígnate aceptar el obsequio de este ejercicio que voy a rezar en memo-
ria de tus Siete Dolores y Gozos. Y así como en tu feliz Pascua, Jesucristo y su Madre
María te asistieron y consolaron tan amorosamente; así, también Tú, asísteme en mi
paso a la eternidad, para que, no faltando yo a la fe, a la esperanza y a la caridad, me
haga digno por los méritos de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y de tu Patro-
cinio, alcanzar la vida eterna, y por tanto gozar de tu compañía en el Cielo. Amén.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, Nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Casto y Amante Corazón de San José, Custodio de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, y Protector de la Iglesia, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
42
Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús, María y José, triunfen en todos los cora-
zones y venga el Reino Eucarístico de la Divina Voluntad. Les amo, salven a las almas,
salven a los consagrados, salven a las familias, salven al mundo entero. Amén.
Primera intención: reparar el rechazo al Amor de DIOS. (Primer miércoles del mes)
“Estando desposada su madre María con José, antes de vivir juntos se halló que había
concebido en su seno por obra del Espíritu Santo” (Mt 1, 18).
“…El ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas
recibir a María, tu esposa, pues lo concebido en Ella es del Espíritu Santo. Dará a luz
un hijo y le pondrás por nombre Jesús” (Mt 1, 20 - 21).
15 de marzo de 2017
Llamado de Amor y Conversión del Casto y Amante Corazón de San José
“Mi Primer Dolor y Gozo”
Pero el Espíritu Santo me hizo saber, dándome una alegría eterna en mi Corazón,
que la Madre no había faltado a su Virginidad y que seguiría siendo Virgen
perpetuamente.
Y así, siendo Madre del Hijo de Dios, fue grande alegría para Mi ver a mi Prometida
ser Madre de Dios, Reina del Cielo; y me sentí tan pequeño, impotente, ignorante.
43
Cuando me confiaron cuidar a María no entendía, no sabía cómo hacer-
lo, pero creí, obedecí. Y las respuestas que esperaba, no me las dieron con
palabras sino con hechos concretos, con acciones prodigiosas realizadas por el Amor
de Dios.
Aprendan, pequeños, con este Dolor y Gozo, que no es necesario que en-
tiendan todo, que comprendan todo; lo importante es creer, obedecer; y
el Espíritu Santo de Dios les guiará como lo hizo en Mí; les mostrará la Ver-
dad como a Mí me lo mostró; y les llevará al pleno conocimiento de Dios
como a Mí me llevó a conocer los Sagrados Misterios de Dios y de su Madre.
Caminen, confíen y esperen.
Padre Nuestro.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
22 Marzo 2017
Llamado de Amor y de Conversión del Casto y Amante Corazón de San José
“Mi Segundo Dolor y Gozo”
Me dio gran dolor ver al Hijo de Dios y a su Madre, mi Virginal Esposa María, en tan
grande pobreza, pero la presencia de los Dos Corazones transformó ese lugar y trans-
formó mi vida en una eterna alegría, porque me encontraba ante el prodigio de la
Virgen que daba a luz al Redentor del mundo.
Y fui por misericordia escogido para ser el primero, de los hombres, ver tan grande
prodigio celestial.
Intercedo para que sus corazones se encuentren verdaderamente con María, sean
perfectos colaboradores con Ella, y reciban y se encuentren con el Dios que salva.
Padre Nuestro.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
45
TERCER DOLOR Y GOZO: EL DOLOR DE LA CIRCUNCISIÓN DEL NIÑO JESÚS Y LA
ALEGRÍA DE LA IMPOSICIÓN DEL SANTO NOMBRE DE JESÚS.
Tercera intención: reparar a los Tres Sagrados Corazones Unidos de la Santa Familia
de Nazaret. Primer miércoles del mes.
“Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús,
como lo había llamado el ángel antes de que fuera concebido en el seno materno”
(Lc 2, 21).
“Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de
sus pecados” (Mt 1, 21).
29 marzo 2017
Llamado de Amor y de Conversión del Casto y Amante Corazón de San José
“Mi Tercer Dolor y Gozo”
Jesús Niño, derramó por primera vez su Preciosa Sangre porque, Él estaba destinado
a salvar al mundo entero.
En el Nombre Poderoso de Jesús están las delicias del Padre, en el Nombre Poderoso
de Jesús está la manifestación del Espíritu de Dios, en el Nombre Poderoso de Jesús
su Madre María y Yo nos alegramos de adorar este Nombre que está sobre Todo
Nombre, y en el Nombre Poderoso de Jesús se encuentra la salvación del mundo
entero.
Padre Nuestro.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
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Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
CUARTO DOLOR Y GOZO: EL DOLOR DE LA PROFECÍA DE SIMEÓN Y LA ALEGRÍA DE
LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS.
Cuarta intención: reparar por los pecados de infidelidad de los sacerdotes del Señor.
Primer miércoles del mes.
“Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: Mira, éste ha sido puesto como signo
de contradicción para que se descubran los pensamientos de muchos corazones” (Lc
2, 34 - 35).
“Porque han visto mis ojos tu salvación, la que preparaste ante todos los pueblos; luz
para iluminar a las naciones” (Lc 2, 30 - 31).
5 abril 2017
Llamado de Amor y de Conversión del Casto y Amante Corazón de San José
“Mi Cuarto Dolor y Gozo”
Hijos de mi Castísimo Corazón, en aquel tiempo, según la Ley de Moisés, estaba es-
crito que todo primogénito sería presentado al Señor y la purificación de la Madre.
Jesús, el Hijo de Dios, y María, la Inmaculada, humildemente se sometieron a la Ley
del Señor, para cumplir por amor, y no como por obligación, lo mandado por el Señor,
y Yo, como el Patriarca de la Santa Familia, llevé a mi Familia a los pies del Todopo-
deroso. ¡Qué dolor sintió mi Casto y Amante Corazón cuando nos encontramos con
el profeta Simeón, que anunció el futuro sacrificio de Jesús y la pasión espiritual del
Corazón Inmaculado de María, que como la Corredentora, se uniría a los sufrimientos
de su Hijo! Pero la alegría que invadió mi Corazón fue cuando presentamos al Niño al
Señor y recibió del Espíritu Santo la unción como Mesías en el Templo de Dios. Nadie
se daba cuenta, excepto nosotros sus padres, Simeón, y la profeta Ana, que el Reden-
tor ya estaba entre los hombres.
Hijos, preséntense ustedes junto al Niño Jesús, en unión de Él, al Padre Eterno, como
una sola Hostia, que se sacrifica en el Altar, para que se vuelvan santos e irreprochables
a los ojos del Señor. ¡Vivan, queridos hijos, este Misterio de la Presentación del Niño
Jesús, continuamente! Nunca alejando de sus corazones que Dios está en ustedes
siempre; Él, siempre, permanece en ustedes.
Les bendigo como el Padre del Niño Presentado en el Templo:
47
Padre Nuestro.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
Quinta intención: reparar por los pecados y la infidelidad de los religiosos y religio-
sas. Primer miércoles del mes.
“…El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma al niño
y a su madre, y huye a Egipto, y estate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va
a buscar al niño para matarlo” (Mt 2, 13).
“Y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que dice el Señor
por el profeta: De Egipto llamé a mi hijo" (Mt 2, 15).
12 abril 2017
Llamado de Amor y de Conversión del Casto y Amante Corazón de San José
“Mi Quinto Dolor y Gozo”
Hijos queridos de mi Castísimo Corazón, el Cielo llama a todos los apóstoles de los
Sagrados Corazones, que junto a Mí, desean estar al servicio y a la entrega total a
Jesús y a María, a recorrer el camino del desierto. Queridos hijos, el Ángel del Señor
me advirtió que Herodes quería asesinar a todos los recién nacidos de Belén, entre
los cuales se encontraba mi Hijo Adoptivo, y para proteger la vida y la misión del
Niño Jesús y a su Madre, la Santísima Virgen, debíamos huir a Egipto. Recorrí este
camino de Belén a Egipto con gran dolor en mi Corazón, sin saber, sin comprender,
solamente con mi fe y mi obediencia. No quería que faltara nada a la Madre y al Hijo.
Pero al llegar a Egipto mi Corazón se transformó en un Refugio para Jesús y María y
la alegría invadió mi Corazón al ver al Hijo de Dios llegar a tierras paganas y destruir,
con su sola Presencia y con la Inmaculada Señora, los dioses paganos de Egipto.
Ahora, abran sus corazones y permitan que Yo vuestro Padre, San José, lleve a Jesús
y a María al Egipto de los corazones, y sea derribado todo lo que ocupa sus cora-
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zones y los aleja del Señor, y se transformen en Tierra Santa, escogida y bendita.
Padre Nuestro.
Ave María de los Últimos Tiempos:
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
Sexta intención: reparar por los pecados y la infidelidad de todos los bautizados,
miembros del cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia. Primer miércoles del mes.
“Él se levantó, tomó al niño y a su madre y regresó a la tierra de Israel. Pero al oír
que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, temió ir allá” (Mt 2,
21 - 22).
“Y fue a vivir a una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliera lo dicho por los
profetas: será llamado Nazareno” (Mt 2, 23).
19 abril 2017
Llamado de Amor y Conversión del Casto y Amante Corazón de San José
“Mi Sexto Dolor y Gozo”
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hijo reinaba; pero confiaba en la Promesa del Señor que el peligro para el Niño ya
había cesado. En Nazaret volvimos a nuestro Hogar, a nuestra Tierra, a nuestra Fe,
y construimos junto a la Madre Celestial un Hogar para el Señor, donde creciera en
Edad, Santidad y Sabiduría. Pequeños, recorran el desierto, y después de haberlo
recorrido purificando en las tormentas, en la sequedad, en el fuego sus corazones,
regresen a Nazaret, guiados por Mí, su Protector.
Regresen a Nazaret y con sus corazones dispuestos y abiertos, háganse miembros
de nuestra Sagrada Familia, viviendo en caridad, creciendo en caridad, amando al
Amor que es Dios, amando al Dios que es Amor, y amando a vuestro prójimo con el
corazón.
Padre Nuestro.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
Séptima intención: reparar por las almas que viven sumergidas encualquier clase
de vicio y pecado, especialmente por los pecados contra la pureza. Primer miér-
coles del mes.
“Al cabo de tres días lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores,
escuchándoles y haciéndoles preguntas” (Lc 2, 46).
26 abril 2017
Llamado de Amor y de Conversión del Casto y Amante Corazón de San José
“Mi Séptimo Dolor y Gozo”
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Hijos de mi Castísimo Corazón, les invito a contemplar la peregrinación de la Sagrada
Familia hacia el Templo de Jerusalén, sobre el cual habitaba la Shekinah, la Gloria de
Dios.
Llevábamos al Niño, con doce años de edad, en todo el camino, íbamos orando y
compartiendo la Palabra. Al llegar al Templo, nos estremecimos de amor al sentir la
presencia del Padre Eterno y ofrecimos Nuestro Sacrificio al Señor, profetizando el
Sacrificio del Verdadero Cordero: Jesucristo. Recordamos en el Templo la profecía
del profeta Simeón; cómo el Espíritu Santo se había manifestado, todo este tiempo,
en nosotros, confirmando la Palabra de Dios. Nos regresábamos a nuestra tierra y,
durante el regreso, nos dimos cuenta que Jesús no iba con nosotros. Lo buscamos en
toda la peregrinación. Regresamos a Jerusalén, buscándolo en la calle, en las plazas,
y en el Templo, durante tres días. Tres días lo perdimos, como tres días lo perdió su
Amadísima Madre cuando Él estaba en el Sepulcro.
Hallamos al Niño hablando con los doctores y maestros del Templo. Que angustia
sintió nuestro Corazón. Así deberían angustiarse los corazones que por el pecado
pierden a Jesús. Pero nos llenamos de alegría al saber que el Niño iba comprendien-
do, también, su Misión de estar en las cosas del Padre. Hijos Míos, también, es un
Llamado para que todos se consagren al Servicio de Dios y las dos mejores formas
de crecer en la vida espiritual es el ayuno, los días miércoles, por la Iglesia, por los
pecadores, por sus intenciones, y los días viernes, en reparación, expiación,
desagravio, y consuelo a los Corazones de Jesús y María, y la oración en todo tiempo.
Pequeños, abran sus corazones y anhelen el amor y la santidad.
Padre Nuestro.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria y Jaculatorias.
Antífona
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Jesús mismo era tenido por hijo de José, cuando empezaba a tener como unos
treinta años. Ruega por nosotros, San José, para que seamos dignos de las Promesas
de Cristo.
Oración
Oh, Dios, que con inefable Providencia, te dignaste elegir al Bienaventurado José
por Esposo de tu Santísima Madre, te rogamos nos concedas tener como Intercesor
en los cielos al que en la tierra veneramos como Protector. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amén.
Glorioso Patriarca San José, Protector de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y
de María, me consagro a tu Casto y Amante Corazón paternal y también consagro y
entrego a mi familia terrenal a tu Paternal Protección, para que nos mantengas en
resguardo discreto y seguro en estos tiempos.
Ayúdanos, Padre San José, a vivir tu ejemplo de amor sirviendo a Dios y a nuestros
hermanos. Danos tu fe y confianza en la Divina Providencia, y que vivamos unidos
aceptando siempre en nuestra vida la Divina Voluntad de Dios. Ayúdanos a vivir tu
Esperanza para que seamos verdaderos testigos del Evangelio que nuestro Señor Je-
sucristo nos ha enseñado, que como familia nos asemejemos a vuestra Sagrada Fa-
milia y seamos testimonios de entrega y completo abandono en Dios, nuestro Padre.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, Nuestra Madre, en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones.
Casto y Amante Corazón de San José, Custodio de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María y Protector de la Iglesia, ruega por nosotros que nos refugiamos
en ti.
Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús, María y José, triunfen en todos los cora-
zones y venga el Reino Eucarístico de la Divina Voluntad. Les amo, salven a las almas,
salven a los consagrados, salven a las familias, salven al mundo entero. Amén.
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Letanías del Apostolado al Casto y Amante Corazón de San José
San José, padre virginal de Jesús, ruega por nosotros.
San José, esposo virginal de María, ruega por nosotros.
San José, hombre Justo según el Corazón de Dios, ruega por nosotros.
San José, custodio fiel de la Madre y del Hijo de Dios, ruega por nosotros.
San José, Confidente Íntimo de los Sagrados Corazones de Jesús y de María,
ruega por nosotros.
San José, fiel imitador de las Virtudes de los Sagrados Corazones,
ruega por nosotros.
San José, modelo de vida oculta y de íntima unión con los Sagrados Corazones de
Jesús y de María, ruega por nosotros.
San José, modelo de generosidad para con los Sagrados Corazones de Jesús y de
María, ruega por nosotros.
San José, consolado en tus pruebas por los Sagrados Corazones, ruega por nosotros.
San José, que viviste en Nazaret en la paz de los Sagrados Corazones de Jesús y de
María, ruega por nosotros.
San José, revestido de autoridad paternal sobre el Sagrado Corazón de Jesucristo,
ruega por nosotros.
San José, ardiente en amor hacia los Sagrados Corazones de Jesús y de María,
ruega por nosotros.
San José, que aprendiste la dulzura, la humildad y la misericordia en la escuela de
los Sagrados Corazones, ruega por nosotros.
San José, instruido en la vida interior en la escuela de los Sagrados Corazones,
ruega por nosotros.
San José, que participas en el Cielo de las Delicias de los Sagrados Corazones,
ruega por nosotros.
San José, que ocupas en el Cielo un lugar cerca de Jesús y de María,
ruega por nosotros.
San José, poderoso Protector de la Iglesia, ruega por nosotros.
San José, compasivo Abogado de la Iglesia, ruega por nosotros.
San José, Padre del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de
María, ruega por nosotros.
Oración
¡Oh, Dios, que ofreces al Casto y Amante Corazón de San José, como Modelo de la
verdadera devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, y nos lo das como
Patrono en medio de las pruebas que afligen al mundo y a la Iglesia! Concédenos por
su Intercesión, la gracia de llegar a ser verdaderos hijos y apóstoles de los Sagrados
Corazones de Jesús y de María. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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ORACIONES DE CONSAGRACIÓN DIARIAS
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
¡Oh, Madre mía!, mi deseo es mantener ante mi vista, sin cesar, vuestra participación
de Corredentora. Con este recuerdo viviré íntimamente unido a vuestro Corazón Do-
loroso e Inmaculado, que siempre permanece totalmente unido al Sagrado Corazón
Eucarístico de vuestro Divino Hijo. Por los méritos de vuestras virtudes y angustias,
clavadme a este Divino Corazón, protegedme ahora y siempre. Amén.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Oración
Ven, Espíritu Santo; llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de
tu Amor.
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
¡Oh, Dios!, que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo,
haznos dóciles a sus Inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo,
por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada
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alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles del
Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos, pro-
tege con tu sombra a la Iglesia Católica, salva a las almas del mundo y realiza el Reino
Inflamado de Amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.
Acto de Contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por
ser Tú quién Eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón
de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque
pecando te he ofendido a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser amado sobre todas
las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo
firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las
ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu Pasión y Muerte, con los cuales Tú
expiaste por mis pecados, ofreciendo un dolor tan grande e intenso que te hizo su-
dar sangre, apiádate de mí. Madre mía del Cielo, alcánzame de Jesús este suspirado
perdón. Amén.
Adoramos con Nuestra Mamá Celestial las Santas Llagas de Nuestro Señor Jesucris-
to
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén. Yo adoro las Llagas
de tu Sagrada Cabeza, con dolor profundo y verdadero, permite que todos los pen-
samientos en este día, sean actos de adoración a Ti.
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén. Yo adoro la Llaga de
tu Sagrado Hombro, con dolor profundo y verdadero, permite que todos los trabajos,
penas y enfermedades en este día, sean actos de amor por Ti.
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén. Yo adoro las Llagas
de tus Sagradas Manos, con dolor profundo y verdadero, permite que todo trabajo
de mis manos en este día, sea un acto de amor por Ti.
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén. Yo adoro las Llagas
de tus Sagrados Pies, con dolor profundo y verdadero, permite que cada paso que dé
en este día, sea un acto de amor por Ti.
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén. Yo adoro la Llaga de
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tu Sagrado Costado y la Herida abierta de tu Sacratísimo Corazón, con dolor profundo
y verdadero, permite que cada latido de mi corazón en este día, sea un acto de amor
por Ti.
Dios Padre Tierno y Misericordioso, los Sagrados Corazones Unidos de Jesús, María
y José, reinarán desde tu Corazón de Padre y Dios. Hágase en mí tu Divina Voluntad.
Amén.
Aparta de mí todo lo que pueda disgustarte o que se resista a tu Santa Voluntad; per-
mite que tu Amor Puro imprima tu imagen tan profundamente en mi corazón para
que nunca pueda olvidarte o separarme de Ti. Que yo obtenga de tu amada bondad
la gracia de tener mi nombre escrito en tu Sagrado Corazón Eucarístico, porque en
Ti deseo poner toda mi felicidad y gloria, viviendo y muriendo como tu esclavo por
amor, apóstol y miembro del ejercito mariano para extender tu Reinado Eucarístico
con el Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María en todas las almas, en la
Iglesia, en mi familia y en mi propio corazón, en la Divina Voluntad.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén
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Consagración del Apostolado al Corazón Doloroso e
Inmaculado De María
Amén, así sea, a todo lo que hiciste en la tierra; Amén, así sea, a todo lo que estás ha-
ciendo ahora en el Cielo. Amen, Así sea, a todo lo que estás haciendo en mi alma. De
esta manera, Tú y sólo Tú glorificarás a Jesús en mí durante toda mi vida y a través de
la eternidad, así me ayudarás a extender el Reinado Eucarístico del Sagrado Corazón
de Jesús e implantar el Triunfo de tu Doloroso e Inmaculado Corazón en las almas, en
la Iglesia, en mi familia, en mi propio corazón, en la Divina Voluntad.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
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Casto y Amante Corazón de San José, Custodio de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María y Protector de la Iglesia, ruega por nosotros que nos refugiamos en
ti. Amén.
Glorioso Patriarca San José, Protector de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y
de María, me consagro a tu Casto y Amante Corazón paternal y también consagro y
entrego a mi familia terrenal a tu Paternal Protección, para que nos mantengas en
resguardo discreto y seguro en estos tiempos.
Ayúdanos, Padre San José, a vivir tu ejemplo de amor sirviendo a Dios y a nuestros
hermanos. Danos tu fe y confianza en la Divina Providencia, y que vivamos unidos
aceptando siempre en nuestra vida la Divina Voluntad de Dios. Ayúdanos a vivir tu
Esperanza para que seamos verdaderos testigos del Evangelio que nuestro Señor
Jesucristo nos ha enseñado, que como familia nos asemejemos a vuestra Sagrada Fa-
milia y seamos testimonios de entrega y completo abandono en Dios, nuestro Padre.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones.
Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús, María y José, triunfen en todos los cora-
zones y venga el Reino Eucarístico de la Divina Voluntad. Les amo, salven a las almas,
salven a los consagrados, salven a las familias, salven al mundo entero. Amén.
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Oración diaria a la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones
Unidos de Jesús y de María
¡Piedad, Dios mío! por aquellos que vengan a arrepentirse al pie de la Cruz Gloriosa
de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, que hallen al pie de la Cruz,
paz y alegría, pronunciando el Fiat de la Santa Mamá, a Dios nuestro Salvador.
¡Piedad, Dios mío!, para que venga tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del
Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
Padre Nuestro
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres,
entre todas las mujeres, y bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Jaculatoria:
61
Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, derrama sobre el mundo entero, los Tesoros
de tu Divina e Infinita Misericordia. Amén.
Y como ya te recibí, te abrazo y me uno todo a Ti, Señor, no permitas que jamás me
aparte de Ti.
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ORACIONES A LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE JESÚS
Y DE MARÍA
Oraciones para los Primeros Viernes o los Primeros Sábados de cada mes en honor
al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al Doloroso e Inmaculado Corazón de
María
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demostrando aún hoy. A la vez renuevo mi consagración bautismal al Dios Trino: re-
nuncio al pecado, al mal y a Satanás; creo en todo lo que Dios nos ha revelado y tal
como nos enseña la Santa Iglesia Católica.
Prometo que rezaré con alegría el Cenáculo de Oración de los Sagrados Cora-
zones Unidos, ya sea solo, en familia o en comunidad y que, con la Devo-
ción de los primeros viernes y de los primeros sábados de mes, haré acto de
reparación por mis pecados y por los pecados de toda la humanidad.
Que el Pan Celestial de la Santa Eucaristía, sea mi alimento y que viva del Sacrificio
Eucarístico, para ser capaz de vencer toda clase de mal y optar siempre por la vida.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, por medio del Doloroso e Inmaculado Corazón
de María te ofrezco mis pensamientos, palabras y acciones del día de hoy, primer
viernes o sábado del mes. Que, por la intercesión del Corazón Doloroso e Inmacu-
lado de nuestra Santa Madre María, toda mi vida esté impregnada de Fe, Esperanza
y Caridad. Así serás para mí, por tu Cruz y tu Resurrección, Camino, Verdad y Vida.
Amén.
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CORONA DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO
5 de mayo de 2019
Esta Corona extenderá la devoción hacia Mí, que Soy Dios Padre Tierno y
Misericordioso; así quiero ser amado, conocido y adorado.
Prometo que:
Quienes oren con el corazón, esta Corona a Dios Padre, experimentarán el amor, la
ternura y la misericordia de mi Corazón de Dios.
Esta Corona de Dios Padre concederá conversión y acercará más almas al Amor de
Dios Padre.
† Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Acto de Contrición
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
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e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Oración
Ven, Espíritu Santo; llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de
tu Amor.
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
¡Oh, Dios!, que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo,
haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consue-
lo, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada
alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles
del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos,
protege con tu sombra a la Iglesia Católica, salva a las almas del mundo y realiza el
Reino Inflamado de Amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesu-
cristo, su Único Hijo, nuestro Señor, que fue Concebido por Obra y Gracia del Es-
píritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó
de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre
Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu
Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Padre Nuestro
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Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres,
entre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria
Jaculatoria:
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
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En cada una de las 10 cuentas orar:
Jaculatoria:
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Jaculatoria:
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
68
nidad. Amén.
Jaculatoria:
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Quinto Misterio: Dios Padre Tierno y Misericordioso, esperamos el Segundo
Pentecostés; el Reinado de tu Espíritu Santo que, triunfando con el Doloroso e
Inmaculado Corazón de María, renovará nuestros corazones y los transformará en
copias vivientes del Corazón de la Santa Mamá. Amén.
En la cuenta del Padre Nuestro:
Dios Padre Tierno y Misericordioso, ten misericordia de nosotros y de toda la hu-
manidad. Amén.
En cada una de las 10 cuentas orar:
Dios Padre Tierno y Misericordioso, por el Sacrificio Eucarístico de tu Hijo Jesucris-
to, nuestro Señor, ten Misericordia de nosotros y de toda la humanidad. Amén.
Jaculatoria:
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Tres veces:
Dios Padre Tierno y Misericordioso, ten misericordia de nosotros y de toda la hu-
manidad. Amén.
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Consagración del Apostolado a Dios Padre Tierno y Misericordioso
Dios Padre Tierno y Misericordioso, los Sagrados Corazones Unidos de Jesús, María
y José, reinarán desde tu Corazón de Padre y Dios. Hágase en mí tu Divina Voluntad.
Amén.
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CORONA DE PERFECCIÓN DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS
6 de septiembre de 2018
Te revelo tres promesas para el alma que ore continuamente esta Corona de Amor
Reparador:
1. El alma, al orar y contemplar en esta Corona, avanzará en el camino de la
Santidad recorriendo las Moradas de Perfección de nuestros Corazones
Unidos.
2. El alma que ore y contemple con esta Corona, va a hacer un Acto de Repa-
ración al Amor rechazado de Dios, pues se dejará amar por Mí.
3. El alma que ore y contemple esta Corona a nuestros Corazones Unidos
comprenderá nuestros Llamados de Amor y se irá perfeccionando con la
asistencia del Espíritu Santo y del Doloroso e Inmaculado Corazón de María.
† Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios nuestro.
Acto de Contrición
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloro-
so e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
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Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloro-
so e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloro-
so e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Oración
Ven, Espíritu Santo; llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de
tu Amor.
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
¡Oh, Dios!, que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo,
haznos dóciles a sus Inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consue-
lo, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada
alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles
del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos,
protege con tu sombra a la Iglesia Católica, salva a las almas del mundo y realiza el
Reino Inflamado de Amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucris-
to, su Único Hijo, nuestro Señor, que fue Concebido por Obra y Gracia del Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó
de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre
Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu
Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Padre Nuestro.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres en-
tre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega
72
por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu
Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Gloria.
Ofrecimiento
Sagrados Corazones Unidos de Jesús, María y José, abro mi corazón y
voluntad a sus Corazones Unidos, para que el Espíritu Santo me conduzca por las
Moradas de Perfección en sus Sagrados Corazones, y así santificar mi vida recorrien-
do este itinerario espiritual en las Moradas de sus Sacratísimos Corazones Unidos
y así, mi vida, corazón, voluntad y espíritu, esté perfectamente unido y sumergido
en la Santísima Trinidad y mis intenciones estén siempre presentes en su Divina
Presencia. Amén.
¡Oh, Madre mía!, mi deseo es mantener ante mi vista, sin cesar, vuestra
participación de Corredentora. Con este recuerdo viviré íntimamente unido a vues-
tro Corazón Doloroso e Inmaculado, que siempre permanece totalmente unido al
Sagrado Corazón Eucarístico de vuestro Divino Hijo. Por los méritos de vuestras
virtudes y angustias, clavadme a este Divino Corazón, protegedme ahora y siempre.
Amén.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
73
Jaculatorias
Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús, María y José, triunfen en todos los cora-
zones y venga el Reino Eucarístico de la Divina Voluntad. Les amo, salven a las almas,
salven a los consagrados, salven a las familias, salven al mundo entero. Amén.
Casto y Amante Corazón de San José, Custodio de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, y Protector de la Iglesia, ruega por nosotros que nos refugiamos en
Ti. Amén.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en
Ti. Amén.
Jaculatorias
Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús, María y José, triunfen en todos los cora-
zones y venga el Reino Eucarístico de la Divina Voluntad. Les amo, salven a las almas,
salven a los consagrados, salven a las familias, salven al mundo entero. Amén.
Casto y Amante Corazón de San José, Custodio de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, y Protector de la Iglesia, ruega por nosotros que nos refugiamos en
Ti. Amén.
Tercer Aposento: El Doloroso e Inmaculado Corazón de María
Mamá Celestial, ayúdame a decir “Fiat” a los Deseos de Dios, que sea esclavo de
amor y siervo reparador del Corazón de Tu Hijo, escribe en mi corazón el "Hágase en
mí según Tu Palabra".
74
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Jaculatorias
Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús, María y José, triunfen en todos los cora-
zones y venga el Reino Eucarístico de la Divina Voluntad. Les amo, salven a las al-
mas, salven a los consagrados, salven a las familias, salven al mundo entero. Amén.
Casto y Amante Corazón de San José, Custodio de los Sagrados Corazones Unidos
de Jesús y de María, y Protector de la Iglesia, ruega por nosotros que nos refugia-
mos en Ti. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Jaculatorias
Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús, María y José, triunfen en todos los cora-
zones y venga el Reino Eucarístico de la Divina Voluntad. Les amo, salven a las al-
mas, salven a los consagrados, salven a las familias, salven al mundo entero. Amén.
Casto y Amante Corazón de San José, Custodio de los Sagrados Corazones Unidos
de Jesús y de María, y Protector de la Iglesia, ruega por nosotros que nos refugia-
mos en Ti. Amén.
75
Quinto Aposento: El Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús
Jesús, abrázame con Tu Corazón e incéndiame con el Fuego que deseas que arda,
para estar enamorado de Ti y obedecerte desde el amor y en este amor mi voluntad
muera para vivir en Tu Querer Divino.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Jaculatorias
Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús, María y José, triunfen en todos los cora-
zones y venga el Reino Eucarístico de la Divina Voluntad. Les amo, salven a las al-
mas, salven a los consagrados, salven a las familias, salven al mundo entero. Amén.
Casto y Amante Corazón de San José, Custodio de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, y Protector de la Iglesia, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Sexto Aposento: La Santísima Trinidad
Mis Tres Amores que son: Un solo Querer, Única Voluntad y Mismo Dios, reciban
mi ofrecimiento para vivir continuamente en la misma comunión, amor y voluntad,
que Ustedes, Adorable Trinidad viven, y así estar siempre dentro de su Gracia San-
tificante.
En la cuenta del Padre Nuestro se ora:
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
76
Jaculatorias
Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús, María y José, triunfen en todos los cora-
zones y venga el Reino Eucarístico de la Divina Voluntad. Les amo, salven a las al-
mas, salven a los consagrados, salven a las familias, salven al mundo entero. Amén.
Casto y Amante Corazón de San José, Custodio de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, y Protector de la Iglesia, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Séptimo Aposento: La Unión Perfecta con Dios
Dios mío, te amo verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento. Mi Dios y
Señor, no quiero nada que no seas Tú Mismo. Uno mi voluntad a la Tuya, mi querer
humano a tu Querer Divino. Mi corazón lleno de miseria te lo entrego y a cambio,
entrégame tu Corazón. Concédeme, Jesús, que mi alma permanezca rendida, unida
y dependiente de Ti, y así, repetir tu misma vida en unión perfecta. Jesús, quiero
ser una hostia viva Contigo.
En la cuenta del Padre Nuestro se ora:
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Orar diez veces:
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Jaculatorias
Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús, María y José, triunfen en todos los cora-
zones y venga el Reino Eucarístico de la Divina Voluntad. Les amo, salven a las al-
mas, salven a los consagrados, salven a las familias, salven al mundo entero. Amén.
Casto y Amante Corazón de San José, Custodio de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, y Protector de la Iglesia, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
77
Consagración a los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María (dictada el 10
de agosto de 2014)
¡Oh, Jesús! ¡Oh, María! salven mi alma y aumenten mi amor por sus Corazones
Unidos.
Queridísimos Corazones de Jesús y María que tanto sufren y tanto aman, tomad mi
cuerpo y mi alma, elévenme a la Sacrosanta y Trinitaria Gloria. Yo (nombre), quiero
consagrarme a Ustedes en cuerpo y alma, entregar mis obras y mi vida, para ser
apóstol de vuestros Corazones Gloriosos. Consagro mi país, mi familia, mis actos,
todo lo que tengo, lo que soy y lo que hago. Cubro mi consagración con la Preciosa
Sangre de Cristo, † En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; y la
protejo con las Lágrimas de la Divina Señora, † En el Nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo; la resguardo con la Espada de San Miguel para vivir en la Divina
Voluntad; haciendo, amando, sirviendo, viviendo, entregándome desde hoy hasta el
día de mi encuentro pleno con Cristo. Amén.
78
CORONA ANGÉLICA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL
¡Ave María Purísima, sin pecado original Concebida!
† Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios nuestro.
Acto de Contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador, Padre y Redentor mío;
por ser Tú quién Eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo
corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer,
porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser amado so-
bre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados.
Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar
y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu Pasión y Muerte, con
los cuales Tú expiaste por mis pecados, ofreciendo un dolor tan grande e intenso que
te hizo sudar sangre, apiádate de mí. Madre mía del Cielo, alcánzame de Jesús este
suspirado perdón. Amén.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Oración
Ven, Espíritu Santo; llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de
tu Amor.
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
¡Oh, Dios!, que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo,
haznos dóciles a sus Inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consue-
79
lo, por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada
alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles
del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos,
protege con tu sombra a la Iglesia Católica, salva a las almas del mundo y realiza el
Reino Inflamado de Amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.
¡Oh, Madre mía!, mi deseo es mantener ante mi vista, sin cesar, vuestra participación
de Corredentora. Con este recuerdo viviré íntimamente unido a vuestro Corazón Do-
loroso e Inmaculado, que siempre permanece totalmente unido al Sagrado Corazón
Eucarístico de vuestro Divino Hijo. Por los méritos de vuestras virtudes y angustias,
clavadme a este Divino Corazón, protegedme ahora y siempre. Amén.
Primera Salutación
En honor del 1º Coro Angélico
¡Dios mío! Por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de los
SERAFINES, enciende en nuestros corazones una llama de perfecta CARIDAD. Amén.
Segunda Salutación
En honor del 2º Coro Angélico
¡Dios mío! Por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de los
QUERUBINES, danos una verdadera HUMILDAD de corazón. Amén.
Un Padre Nuestro, tres Ave María de los Últimos Tiempos y Gloria.
Tercera Salutación
En honor del 3º Coro Angélico
¡Dios mío! Por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de los
TRONOS, aumenta en nosotros la FE. Amén.
80
Cuarta Salutación
En honor del 4º Coro Angélico
¡Dios mío! Por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de las
DOMINACIONES, aviva en nosotros la ESPERANZA. Amén.
Quinta Salutación
En honor del 5º Coro Angélico
¡Dios mío! Por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de los
PRINCIPADOS, danos la PUREZA del alma y del cuerpo. Amén.
Sexta Salutación
En honor del 6º Coro Angélico
¡Dios mío! Por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de las
POTESTADES, danos el don de CONSEJO. Amén.
Séptima Salutación
En honor del 7º Coro Angélico
¡Dios mío! Por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de las VIR-
TUDES, danos el don de la PIEDAD. Amén.
Octava Salutación
En honor del 8º Coro Angélico
¡Dios mío! Por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de los
ARCÁNGELES, danos el don de la ORACIÓN. Amén.
Novena Salutación
En honor del 9º Coro Angélico
¡Dios mío! Por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de los
ÁNGELES, danos el don de la PERSEVERANCIA en el bien, hasta la muerte. Amén.
81
Un Padre Nuestro, tres Ave María de los Últimos Tiempos y Gloria.
¡Oh, Glorioso Príncipe San Miguel Arcángel, Jefe Principal de la Milicia Celestial,
Guardián fidelísimo de las almas, Vencedor eficaz de los espíritus rebeldes, fiel Ser-
vidor en el Palacio del Rey Divino! Eres nuestro admirable Vigilante y Protector. Tú,
que brillas con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, líbranos de todo
mal.
Con plena confianza recurrimos a ti, asístenos con tu amable protección, para que
seamos más y más fieles al servicio de Dios, todos los días de nuestra vida.
Amén.
La Salve:
82
LETANÍAS DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL
Oremos: Señor Jesús, santifícanos con una bendición siempre nueva y concédenos,
por la intercesión de San Miguel, aquella sabiduría que nos enseña a juntar riquezas
en el cielo, y cambiar los bienes temporales por los de la eternidad.
Tú, que vives y reinas por todos los siglos de los siglos. Amén
83
Oremos:
¡Oh San Miguel Arcángel! Patrono del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos
de Jesús y de María, ruega por los apóstoles de los Últimos Tiempos, Ejército de
María, para que seamos dignos de las promesas del Sagrado Corazón Eucarístico de
Jesús y del Doloroso e Inmaculado Corazón de María. Amén
San Miguel, Jefe Principal de la Milicia Celestial, toma posesión de mí, represén-
tame, protégeme, defiéndeme, bajo tu mando quedo. ¿Quién como Dios? Me pon-
go bajo tu protección por mi propia Voluntad hasta la eternidad.
84
. en la reverente adoración a Dios y al Santísimo Sacramento del Altar,
. en la contemplación de la Palabra y de las obras salvíficas de Dios,
. en el seguimiento de Cristo y el amor a Su Cruz, en espíritu de expiación,
. en el fiel cumplimiento de mi misión en la Iglesia, sirviendo a ejemplo de
María, mi Madre Celestial y su Reina.
Y tú, mi buen Ángel de la Guarda, que ves continuamente el rostro de nuestro Padre
que está en el cielo (cf Mt 18,10), Dios me ha confiado a tí desde el inicio de mi vida.
Te agradezco de todo corazón por tu amoroso cuidado.
A tí me entrego y te prometo mi amor y fidelidad.
Te pido: protégeme contra mi propia debilidad y contra los ataques de los espíritus
malignos; ilumina mi espíritu y mi corazón para que conozca y cumpla siempre la
voluntad de Dios y guíame a la unión con Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén
85
CORONILLA DE REPARACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD POR LOS
PECADORES
11 de octubre de 2017
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador, Padre y Redentor mío;
por ser Tú quién Eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de
todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de
hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser
amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de
mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia,
no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu
Pasión y Muerte, con los cuales Tú expiaste por mis pecados, ofreciendo un dolor
tan grande e intenso que te hizo sudar sangre, apiádate de mí. Madre mía del Cie-
lo, alcánzame de Jesús este suspirado perdón. Amén.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Dolo-
roso e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Dolo-
roso e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Dolo-
roso e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
86
Oración
Ven, Espíritu Santo; llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de
tu Amor.
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
¡Oh, Dios!, que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo,
haznos dóciles a sus Inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su con-
suelo, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada
alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles
del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos,
protege con tu sombra a la Iglesia Católica, salva a las almas del mundo y realiza el
Reino In amado de Amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.
Padre Nuestro.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres en-
tre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucris-
to, su Único Hijo, nuestro Señor, que fue Concebido por Obra y Gracia del Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó
de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre
Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu
Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
87
En las cuentas grandes del Rosario común se dice:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrez-
co el Precioso Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad, de tu Amadísimo Hijo realmente
presente en los Sagrarios de la tierra; en expiación, desagravio, reparación, ado-
ración y consuelo, por las blasfemias, sacrilegios e indiferencias con las que Jesús es
ofendido. Te ofrezco los Infinitos Méritos del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús
y del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, por la conversión de los pobres
pecadores y la paz del mundo. Amén.
En cada una de las diez cuentas se dice:
Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo, y te pido perdón por los que no creen,
no adoran, no esperan y no te aman. Amén.
En las jaculatorias, al final de cada misterio, se dice:
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, Nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
¡Oh, Jesús mío! perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al
Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia.
Amén.
Se finaliza la Coronilla:
Cristo murió en la Cruz para que nosotros seamos transformados por el Espíritu
Santo en hijos de Dios, participando de su Santidad. Pero debemos desearlo, pedirlo
y disponernos a recibirlo.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloro-
so e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloro-
so e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloro-
so e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Oración
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de
tu Amor.
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
¡Oh, Dios!, que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo,
haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consue-
lo, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada
alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles
del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos,
protege con tu sombra a la Iglesia Católica, salva a las almas del mundo y realiza el
Reino Inflamado de Amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.
Acto de Contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador, Padre y Redentor mío;
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por ser Tú quién Eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo
corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer,
porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser amado
sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis peca-
dos. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver
a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu Pasión y
Muerte, con los cuales Tú expiaste por mis pecados, ofreciendo un dolor tan grande
e intenso que te hizo sudar sangre, apiádate de mí. Madre mía del Cielo, alcánzame
de Jesús este suspirado perdón. Amén.
Dios Espíritu Santo, Infinito Amor del Padre y del Hijo, por las Manos Purísimas de
María, tu Esposa Inmaculada, me pongo hoy y todos los días de mi vida sobre tu
Altar Escogido, el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, unido profundamente al
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, como un sacrificio en tu honor, ¡Oh, Fue-
go consumidor!, con firme resolución, ahora más que nunca, de oír tu voz y cumplir
en todas las cosas tu Santísima y Adorable Voluntad.
Que toda mi vida sea fiel imitación de la vida y virtudes de Nuestro Señor Jesucris-
to y de nuestra Santísima Madre María, tu Castísima Esposa. ¡Oh, Santo Espíritu!
Dígnate formarme con María y en María, según el modelo de mi amado Jesús.
Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador.
Amén.
90
Oración para todos los días
Concédeme:
El Espíritu de Sabiduría para que pueda despreciar las cosas perecederas de este
mundo y aspirar sólo a las cosas que son eternas.
El Espíritu de Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu Divina Verdad.
El Espíritu de Consejo para que pueda siempre elegir el camino más seguro para
agradar a Dios y ganar el Cielo.
El Espíritu de Fortaleza para que pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con
coraje todos los obstáculos que se opongan a mi salvación.
El Espíritu de Piedad para que pueda encontrar el servicio a Dios dulce y amable.
Y, el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de reverencia amorosa ha-
cia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo.
PRIMER DÍA
¡Espíritu Santo! ¡Señor de Luz! ¡Danos, desde tu clara altura celestial, tu puro
radiante esplendor!
El Espíritu Santo
Sólo una cosa es importante: la salvación eterna. Por lo tanto, sólo una cosa hay
que temer: el pecado. El pecado condescendido, el resultado de la ignorancia, de-
bilidad e indiferencia. El Espíritu Santo es el Espíritu de Luz, de Fuerza y de Amor.
Con sus Siete Dones ilumina la mente, fortalece la voluntad, e inflama el corazón
con el amor de Dios. Para asegurarnos la salvación debemos invocar al Divino Es-
píritu, diariamente, porque “…el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues
nosotros no sabemos cómo pedir como conviene; más el Espíritu mismo intercede
por nosotros…” (Rm 8, 26).
Oración
Omnipotente y Eterno Dios, que nos has regenerado con el agua y el Espíritu Santo,
91
y nos has dado el perdón de todos los pecados, permite enviar del Cielo sobre no-
sotros los Siete Dones de tu Espíritu, el Espíritu de Sabiduría y de Entendimiento, el
Espíritu de Consejo y de Fortaleza, el Espíritu de Conocimiento y de Piedad, y lléna-
nos con el Espíritu del Santo Temor. Amén.
Padre Nuestro.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
SEGUNDO DÍA
¡Ven, Padre de los pobres, Ven, Tesoro que sostienes, Ven, Luz de todo lo que vive!
El Don del Santo Temor de Dios nos llena con un soberano respeto por Dios, y nos
hace que a nada temamos más, que a ofenderlo por el pecado. Es un Temor que se
eleva, no desde el pensamiento del infierno, sino del sentimiento de reverencia y
filial sumisión a nuestro Padre Celestial. Es el Temor, principio de sabiduría, que nos
aparta de los placeres mundanos que podrían de algún modo separarnos de Dios.
“Los que temen al Señor tienen preparado el corazón y se humillan ante Él” (Ecl 2,
17).
Oración
Ven, Oh, Bendito Espíritu de Santo Temor, penetra en lo más íntimo de mi corazón,
que te tenga, mi Señor y Dios, ante mi rostro para siempre, ayúdame a huir de todas
las cosas que te puedan ofender y hazme merecedor ante los Ojos Puros de tu Divi-
92
na Majestad en el Cielo, donde Tú vives y reinas en unidad de la siempre Bendita
Trinidad, Dios en el mundo que no tiene fin. Amén.
Padre Nuestro.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega
por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu
Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
TERCER DÍA
Tú, de todos los consoladores el mejor, visitando el corazón turbado, da la gracia de
la placentera paz.
El Don de Piedad
El Don de Piedad suscita en nuestros corazones una filial afectividad por Dios como
nuestro amoroso Padre. Nos inspira, por amor a Él, a amar y respetar a las personas
y cosas a Él consagradas, así como aquellos que están envestidos con su autoridad,
su Santísima Madre y los Santos, la Iglesia y su cabeza visible, nuestros padres y
superiores, nuestro país y sus gobernantes. Quien está lleno del Don de Piedad no
encuentra la práctica de la religión como deber pesado, sino como deleitante servi-
cio. Donde hay amor no hay trabajo.
Oración
Ven, Oh, Bendito Espíritu de Piedad, toma posesión de mi corazón. Enciende dentro
mí tal amor por Dios que encuentre satisfacción sólo en su servicio, y por amor a Él
me someta amorosamente a toda legítima autoridad. Amén.
93
Padre Nuestro.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
CUARTO DÍA
Tú, en la fatiga dulce alivio, refresco placentero en el calor, solaz en medio de la
miseria.
El Don de Fortaleza
Por el Don de Fortaleza el alma se fortalece ante el miedo natural y soporta hasta
el final el desempeño de una obligación. La fortaleza le imparte a la voluntad un
impulso y energía que la mueve a llevar a cabo, sin dudarlo, las tareas más arduas, a
enfrentar los peligros, a estar por encima del respeto humano, y a soportar sin que-
jarse el lento martirio de la tribulación aún de toda una vida. “El que persevere hasta
el fin, ése se salvará” (Mt 24, 13).
Oración
Padre Nuestro.
94
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres en-
tre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega
por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu
Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
QUINTO DÍA
¡Luz inmortal! ¡Divina Luz! ¡Visita estos corazones tuyos y llena nuestro más íntimo
ser!
El Don del Conocimiento permite al alma darles a las cosas creadas su ver-
dadero valor en su relación con Dios. El conocimiento desenmascara la
simulación de las creaturas, revela su vacuidad y hace notar sus verdaderos propósi-
tos como instrumentos al servicio de Dios. Nos muestra el cuidado amoroso de Dios
aún en la adversidad, y nos lleva a glorificarlo en cada circunstancia de la vida.
Guiados por su luz damos prioridad a las cosas que deben tenerla y apreciamos la
amistad de Dios por encima de todo. “El conocimiento es fuente de vida para aquel
que lo posee” (Pr 16, 22).
Oración
Padre Nuestro.
95
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres en-
tre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega
por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu
Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
SEXTO DÍA
Si Tú, Señor, apartas tu gracia, nada puro permanecerá en el hombre, todo lo que
es bueno se volverá enfermo.
El Entendimiento, como Don del Santo Espíritu, nos ayuda a aferrar el significado
de las verdades de nuestra Santa Iglesia. Por la fe las conocemos, pero por el enten-
dimiento aprendemos a apreciarlas y a apetecerlas. Nos permite penetrar el pro-
fundo significado de las verdades reveladas y, a través de ellas, avivar la novedad
de la vida. Nuestra fe deja de ser estéril e inactiva e inspira un modo de vida que da
elocuente testimonio de la fe que hay en nosotros. Comenzamos a “caminar dignos
de Dios en todas las cosas complaciendo y creciendo en el conocimiento de Dios”.
Oración
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres en-
tre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
96
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega
por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu
Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
SÉPTIMO DÍA
Sana nuestras heridas, renueva nuestra fuerza. En nuestra aridez derrama tu rocío.
Lava las manchas de la culpa.
El Don de Consejo
Oración
Ven, Oh, Espíritu de Consejo, ayúdame y guíame en todos mis caminos para que
siempre haga tu Santa Voluntad. Inclina mi corazón a aquello que es bueno, apár-
tame de todo lo que es malo y dirígeme por el sendero recto de tus Mandamientos
a la meta de la vida eterna que yo anhelo. Amén.
Padre Nuestro.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres en-
tre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
97
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega
por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu
Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del
Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina
Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor
Santo y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
OCTAVO DÍA
Dobla la voluntad y el corazón obstinado, funde lo que está helado, calienta lo que
está frío. Guía los pasos que se han desviado.
El Don de Sabiduría
Abarcando a todos los otros Dones, como la caridad abraza a todas las otras vir-
tudes, la Sabiduría es el más perfecto de los Dones. De la Sabiduría está escrito:
“Todo lo bueno vino a mí con Ella, y riquezas innumerables me llegaron a través
de sus manos”. Es el Don de la Sabiduría el que fortalece nuestra fe, fortifica la
esperanza, perfecciona la caridad y promueve la práctica de la virtud en el más alto
grado. La Sabiduría ilumina la mente para discernir y apreciar las cosas de Dios,
ante las cuales los gozos de la tierra pierden su sabor, mientras la Cruz de Cristo
produce una divina dulzura, de acuerdo a las palabras del Salvador: “Tomad sobre
vosotros mi yugo… Porque mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt 11, 29 - 30).
Oración
Ven, Oh, Espíritu de Sabiduría y revela a mi alma los misterios de las cosas ce-
lestiales, su enorme grandeza, poder y belleza. Enséñame a amarlas so-
bre todo y por encima de todos los gozos pasajeros y las satisfacciones de la
tierra. Ayúdame a conseguirlas y a poseerlas para siempre. Amén.
Padre Nuestro.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
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Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
NOVENO DÍA
Tú, en aquellos que siempre más te confiesan y te adoran, en tus Siete Dones,
desciende. Dales alivio en la muerte. Dales vida Contigo en las alturas. Dale los gozos
que no tienen fin. Amén.
Los Dones del Espíritu Santo perfeccionan las virtudes sobrenaturales al permitirnos
practicarlas con mayor docilidad a la Divina Inspiración. A medida que crecemos en
el conocimiento y en el amor de Dios, bajo la dirección del Santo Espíritu, nuestro
servicio se torna más sincero y generoso y la práctica de las virtudes más perfecta.
Tales actos de virtudes dejan el corazón lleno de alegría y consolación y son cono-
cidos como Frutos del Espíritu Santo. Estos Frutos, a su vez, hacen la práctica de las
virtudes más activa y se vuelven un poderoso incentivo para esfuerzos aún mayores
en el servicio de Dios.
Oración
Ven, Oh, Divino Espíritu, llena mi corazón con tus Frutos Celestiales: Caridad, Gozo,
Paz, Paciencia, Benignidad, Bondad, Fe, Mansedumbre y Templanza. Que nunca
esté yo cansado en el servicio de Dios, sino que, por continua y fiel sumisión a tu
inspiración, merezca estar eternamente unido Contigo, en el amor del Padre y del
Hijo. Amén.
Padre Nuestro.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
99
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega
por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu
Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Oración por los Siete Dones del Espíritu Santo al finalizar cada día de la Novena
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la Llama de
tu Amor Divino.
Oh, Dios, que con la Luz del Espíritu Santo iluminas los corazones de tus fieles, con-
cédenos que, guiados por el mismo Espíritu, disfrutemos de lo que es recto y nos
1. Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Sabiduría, concédenos la gracia de apre-
ciar y estimar los Bienes del Cielo y muéstranos los medios para alcanzarlos.
Gloria
2. Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Entendimiento, ilumina nuestras mentes
respecto a los Misterios de la Salvación, para que podamos comprenderlos
perfectamente y abrazarlos con fervor. Gloria
3. Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Consejo, inclina nuestros corazones a ac-
tuar con rectitud y justicia para beneficio de nosotros mismos y de nuestros
semejantes. Gloria
4. Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Fortaleza, fortalécenos con tu
Gracia contra los enemigos de nuestra alma, para que podamos
obtener la corona de la victoria. Gloria
5. Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Ciencia, enséñanos a vivir entre las cosas
terrenas para así no perder las eternas. Gloria
6. Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Piedad, inspíranos a vivir sobria, justa, y
piadosamente en esta vida, para alcanzar el Cielo en la otra vida. Gloria
7. Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Temor de Dios, hiere nuestros cuerpos con
tu Temor para así trabajar por la salvación de nuestras almas. Gloria
100
gocemos con su consuelo celestial.
Oh, Dios, que has unido las naciones en la confesión de tu Nombre, concédenos que
los que han renacido por el agua del bautismo, tengan la misma fe en sus corazones
y la misma piedad en sus acciones.
Oh, Dios, que enviaste el Espíritu Santo a los apóstoles, oye las oraciones de tus fieles
para que gocen de la verdadera paz, quienes, por tu gracia, han recibido el Don de
la Verdadera Fe. Te suplicamos, Oh, Dios, que tu Santo Espíritu encienda en nuestros
corazones esa llama que Cristo trajo a la tierra y deseó ardientemente fuera encendida.
Inflama, Oh, Señor, nuestros corazones con el fuego del Espíritu Santo, para que te
sirvamos castos de cuerpo y limpios de corazón. Enriquece, Señor, nuestros corazones
derramando con plenitud tu Santo Espíritu por cuya sabiduría fuimos creados y por cuya
providencia somos gobernados.
Te suplicamos, Oh, Dios Todopoderoso y Eterno, que tu Santo Espíritu nos defien-
da y habite en nuestras almas, para que, al fin, seamos los templos de su gloria. Te
pedimos, Señor, que, según la Promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos lleve al cono-
cimiento pleno de toda la verdad revelada. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
¡Oh, Madre mía!, mi deseo es mantener ante mi vista, sin cesar, vuestra par-
ticipación de Corredentora. Con este recuerdo viviré íntimamente uni-
do a vuestro Corazón Doloroso e Inmaculado, que siempre permanece total-
mente unido al Sagrado Corazón Eucarístico de vuestro Divino Hijo. Por los
Méritos de vuestras Virtudes y Angustias, clavadme a este Divino Corazón,
protegedme ahora y siempre. Amén.
101
NOVENA DEL APOSTOLADO A LOS SAGRADOS
CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA
† Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.
Oración
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de
tu Amor.
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
¡Oh, Dios! que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo,
haznos dóciles a sus Inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo,
por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada
alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles del
Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos, pro-
tege con tu sombra a la Iglesia Católica, salva a las almas del mundo y realiza el Reino
Inflamado de Amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.
Acto de Contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por
ser Tú quién Eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo
corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer,
porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser amado so-
bre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados.
102
Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar
y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu Pasión y Muerte, con
los cuales Tú expiaste por mis pecados, ofreciendo un dolor tan grande e intenso
que te hizo sudar sangre, apiádate de mí. Madre mía del Cielo, alcánzame de Jesús
este suspirado perdón. Amén.
Hacer la petición…
Padre Nuestro
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
103
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Hacer la petición…
Padre Nuestro
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Hacer la petición…
104
Padre Nuestro
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Hacer la petición…
Padre Nuestro
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
105
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Hacer la petición…
Padre Nuestro
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
106
aprovechamiento del tiempo presente el medio más eficaz de procurar la gloria de
Dios, la salvación de las almas y mi propia santificación. Amén.
Hacer la petición…
Padre Nuestro
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres en-
tre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Hacer la petición…
Padre Nuestro
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres en-
tre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
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roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
Hacer la petición…
Padre Nuestro
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres en-
tre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
108
ORACIÓN DEL DÍA 9:
¡Oh, Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María! Por aquel ardiente amor que
profesaron las Beatas almas del Cielo a la Divina Eucaristía, ya como Manjar de su
alma en el Santo Sacrificio de la Misa y sus Santas Comuniones; ya como descanso de
su espíritu en sus fervorosas adoraciones ante el Sagrado Tabernáculo, les pido en-
carecidamente que además de la gracia particular que pido en esta Novena, hagan
que crezca en mí más y más la devoción al Santísimo Sacramento del Altar, y cada
día prepare mejor mi corazón para recibirlo con el máximo fruto. Amén.
Hacer la petición…
Padre Nuestro
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres en-
tre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad,
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
109
les pido: ayudenme a buscar el Reino del Eterno Padre y su Divina Justicia, y todo se
me dará por añadidura. Soy todo suyo desde ahora hasta la Eternidad. Amén.
¡Oh, Jesús! ¡Oh, María! salvad mi alma y aumenten mi amor por vuestros Corazones
Unidos.
Queridísimos Corazones de Jesús y María que tanto sufren y tanto aman, tomad mi
cuerpo y mi alma, elevadme a la Sacrosanta y Trinitaria Gloria.
110
NOVENA Y CORONA AL SAGRADO CORAZÓN
EUCARÍSTICO DE JESÚS
Esta Corona, al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, era rezada todos los días por
San Pío de Pietrelcina, por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones.
† Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
¡Oh, Jesús mío! Tú que dijiste: "En verdad les digo: pidan y obtendrán, busquen y
encontrarán, llamen a la puerta y se les abrirá", he aquí que yo llamo, yo busco, yo
pido la gracia de...
Padre Nuestro
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria
¡Oh, Jesús mío! Tú que dijiste: "En verdad les digo: cualquier cosa que pidan a mi
Padre, en mi Nombre, Él se los concederá" he aquí que a tu Padre Tierno y Miseri-
cordioso, en tu Santo Nombre, yo pido la gracia de...
Padre Nuestro
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
111
muerte. Amén.
Gloria
¡Oh, Jesús mío! Tú que dijiste: "En verdad les digo: pasarán el cielo y la tierra pero
mis Palabras no morirán", he aquí que apoyado en la infalibilidad de tus santas
palabras, yo pido la gracia de...
Padre Nuestro
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén
Casto y Amante Corazón de San José, Custodio de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, y Protector de la Iglesia, ruega por nosotros que nos refugiamos
en Ti. Amén.
La Salve:
112
de este destierro, muéstranos a Jesús, Fruto Bendito de tu Vientre. Oh,
Clemente, Oh, Piadosa, Oh, Dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre
de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesu-
cristo. Amén.
¡Oh, Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, yo pongo mi confianza en Ti! Que jamás
sea confundido, te entrego mis suplicas por medio del Doloroso e Inmaculado
Corazón de María, mi dulce Mamá Celestial. Amén.
113
Doloroso e Inmaculado Corazón de María
Casto y Amante Corazón de San José
Triunfen y Reinen
Amén
Puede hacerse nueve días antes de cada Solemnidad o Fiesta en honor de Nuestra
Señora, especialmente nueve días antes del 15 de Julio, día de la Revelación del
Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
† Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
Acto de Contrición
Ofrecimiento de la novena:
¡Oh, María, digna Madre de Dios y tierna Madre nuestra, que apareciendo como
el Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nos has mostrado nuevamente en tú
Corazón Maternal, un asilo y refugio segurísimo, y en tu Rosario un arma victoriosa
contra el enemigo de nuestras almas, dándonos también rica promesa de paz y vida
eterna!
Con el corazón contrito y humillado por mis culpas, pero lleno de confianza en tus
Bondades, vengo a ofrecerte esta novena de alabanzas y peticiones. Recordando,
Señora benignísima, las palabras de Jesús en la cruz, "Ahí tienes a tu Madre", te digo
con todo afecto: ¡Madre, aquí tienes a tu hijo! Recibe mi corazón, y ya que es pal-
114
abra tuya "Quien me hallare, hallará la vida", dame que, amándote con amor filial,
halle y goce aquí la vida de la gracia y después la vida de la gloria. Amén.
Dijo la Virgen a los pastorcitos de Fátima: "Jesús quiere establecer en el mundo la de-
voción a mi Inmaculado Corazón". En verdad, ¿puede haber cosa más justa y digna?
Oigamos a San Antonio María Claret: "¿Habrá quien pregunte por qué
veneramos al Corazón de María? ¿Se han meditado bien la excelencia de este Corazón
y las perfecciones sobrehumanas y más que angélicas que lo adornan? ¡Oh, con qué
alegría contempla el Señor al Corazón de María, al que ninguna mancha desfigura
ni afea germen alguno de pasión mala, en el que no existe sobra de defecto que
pueda hacerle indigno y cuyas afecciones son todas celestes! O por hablar con más
propiedad, ¡con qué satisfacción no se contempla a sí mismo en aquel espejo fiel en
donde se hallan retratados todos los rasgos de su semejanza, borrados en el resto
de los hombres!".
Y afirma San Bernardino de Siena que "para ensalzar los sentimientos del Corazón
Virginal de María no bastan las lenguas de todos los hombres, ni aún las de los
Ángeles" ¡Tan digno y santo es! ¡Oh, alma devota! Dios lo quiere: Dios ha honrado de
sobremanera al Corazón de María: honra tú también, ama y obsequia cuanto puedas
al Corazón Doloroso, Inmaculado y Amantísimo de tu Dulce Madre.
115
pecador es el espíritu de reparación, que llega a su valor más alto en la misa, donde
Jesús encabeza las reparaciones y desagravios de la Iglesia toda a su Eterno Padre.
Se ofende a Dios, y se ofende mucho también a su amadísima Madre, cuyo Corazón
gime atravesado con la simbólica espada.
¡Penitencia! nos dice María en Fátima como en Lourdes. Sí: Fátima es un pregón
de penitencia para esta época en que se niega la gravedad del pecado. En esta
generación se glorifica el sensualismo y se concretan las aspiraciones a gozar de esta
vida.
¡Oh, María! ¡Oh, Madre nuestra! Tú tienes un Corazón digno de amor, porque domi-
naste con toda perfección las pasiones: alcánzanos fortaleza para sobreponernos
a ellas y para recordar y guardar siempre la ley de la caridad, con la cual seremos
también imagen de tu dulzura. Doloroso e Inmaculado Corazón de María, Madre
nuestra, acuérdate que Jesús pendiente en la Cruz, te constituyó Madre de los hom-
bres y nos puso bajo tu cuidado. Muéstrate como nuestra Madre y Corredentora.
Amén.
Finalizar con las oraciones para todos los días.
El mundo desconoce a Dios; es un impío; y está escrito: "No hay paz para los im-
píos". Habrá en él mucha inteligencia, mucho brazo, mucha máquina; pero falta
corazón. Y por eso falta amor, concordia, paz.
¿Acaso no es oficio propio de la madre aplacar al Padre con los hijos y pacificar a
116
éstos entre sí? Sala de esos armisticios es el corazón de toda madre.
"Abre, pues, ¡Oh, María! -le suplica San Bernardo- la puerta del Corazón a los llo-
rosos hijos de Adán". Ante ese "áureo altar de paz" vengan todos a depositar su
ofrenda, reconciliados ya con sus hermanos.
No una, sino varias veces exhortó la Virgen a los niños de Fátima, a Bernardita, a
las niñas de Garabandal, a orar y sufrir por la conversión de los pecadores, y pidió
expresamente el culto a su Corazón como medio de conversiones.
Un Ave María diaria rezan los archicofrades del Corazón de María por los pecadores.
Y María les inspira arrepentimiento, confesión, enmienda, y así les torna la vida,
antes insoportable, dulce y feliz. "¡Cuánto no debemos al tesoro de consuelos que
encierra el Corazón Doloroso e Inmaculado de María!" exclamaba el Padre Faber,
convertido por ese Corazón de Madre.
"¡Oh, María! -le decía San Alfonso María de Ligorio- si tu Corazón llega a tener com-
pasión de mí, no podrá dejar de protegerme".
117
El Papa en nombre de toda la humanidad pecadora, ora de este modo: "Estamos
seguros de obtener misericordia y de recibir gracias, no por nuestros méritos, de
los que no presumimos, sino únicamente por la inmensa bondad de tu Materno
Corazón". Acude tú también a este Trono de misericordia; y pídele la conversión de
los pecadores empedernidos.
Fervor del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Así como comunicaste tu fervor a Santa Isabel y a San Juan Bautista, dispénsame
la misma gracia. Doloroso e Inmaculado Corazón de María, Medianera de todas las
gracias y Corredentora de las almas, ya que Dios ha dispuesto que las recibamos
todas de tu mano, alcánzame las que más necesito para la salvación de mi alma.
Amén.
Esta promesa será sin duda lo que más perpetúe el nombre de Fátima a través de
los siglos y traiga más frutos de salvación. "Prometo -dijo la Virgen- asistir en la hora
de muerte con las gracias necesarias para la salvación a los que en cinco primeros
sábados de mes seguidos comulguen y recen el Rosario meditado".
Y cada uno de los fieles ganosos de asegurar lo que más importa, el porvenir eterno,
tiene cuenta con sus cinco primeros sábados, evita el interrumpirlos, se alegra de
coronarlos y se complace en repetirlos.
118
María, en los Llamados de Amor y Conversión, dados al Apostolado de los Sagrados
Corazones Unidos, han revelado, que cada Primer Viernes y cada Primer Sábado,
sus Dos Sagrados Corazones, se aparecen para orar, pidiendo al Padre Eterno, que
el mundo entero conozca el Amor de Dios.
¡Oh, alma! reza el rosario y comulga en dichos días, con gratitud, con fervor, en
espíritu de reparación, y no lo dudes: albergada en ese Corazón, que es, según San
Buenaventura, "deliciosísimo paraíso de Dios", pasarás al paraíso eterno.
¡Santísima Madre mía! Tú, incomparablemente más que ninguna otra criatura,
fuiste limpia de corazón; Tú, resplandeces más en pureza que todos los justos y
Ángeles; Tú, por la hermosura de tu Corazón enamoraste al Altísimo y lo atrajiste
a tu seno. Alcánzanos, Señora esa pureza de corazón; ruega por nosotros para que
sepamos vencer nuestras malas inclinaciones y vivir en el candor con que Tú fuiste
adornada, a fin de que podamos ver a Dios y morar con Él eternamente. Doloroso
e Inmaculado Corazón de María, Virgen Purísima y sin mancha, alcánzanos la gracia
de pasar por este mundo; tan lleno de pecados, de manera que nos conservemos
puros del lodo de tanta sensualidad. Amén.
Dijo la Virgen a San Antonio María Claret: "Quiero que seas el Domingo de Guzmán
de estos tiempos". Y él propagó el Rosario con celo indecible, transformando los
hogares.
Al Beato Padre Bernardo de Hoyos le declaró la misma Señora: "Hasta ahora ningu-
no se ha condenado, ni se condenará en adelante que haya sido verdadero devoto
de mi rosario".
119
¡Reina del Santísimo Rosario! así empieza el Papa la Consagración al Corazón de
María, para indicarnos su aprecio al Rosario. Alma fiel: el Rosario sea para ti un te-
soro: rézalo en familia o en particular todos los días de tu vida.
La Virgen de Fátima prometió el cielo a los que en los cinco primeros sábados
comulguen y recen el Rosario meditando sus Misterios, reafirmando esa promesa
en los Llamados de Amor y Conversión, dados al Apostolado, hasta ha pedido, que
cada uno de los cinco Misterios del Santo Rosario del Primer Sábado, se ofrecieran
para reparar por una intención especial.
Para María, sí que las palabras de Jesús eran Palabras de Vida Eterna; y pues el
hombre vive de toda palabra que procede de la Boca de Dios, de ellas se alimentaba
120
la Virgen como de una verdadera Eucaristía.
Si San Juan Eudes llama al Corazón de María "Libro de la Vida", es porque en las pá-
ginas delicadas de su Corazón la Virgen imprimía y releía todo lo que decía y hacía
Jesús durante aquellos 30 años, para ser después el Archivo Divino de la Iglesia
naciente.
"Ea, pues, -dice San Juan Crisóstomo- lo que María meditaba en su Corazón,
meditémoslo en el nuestro". En los Misterios del Rosario está la Vida de Jesús y de
María: quien los medite bien, no pecará jamás.
121
Fortaleza del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
¡Madre mía! Tú conoces mi cobardía y debilidad, que por desgracia me han acom-
pañado casi siempre: por el admirable valor que tanto te distinguió, te ruego que
infundas en mi corazón la fortaleza necesaria para confesar la fe, para guardar la
Santa Ley de Dios y para prescindir de todo respeto humano en la práctica de las
virtudes.
122
do de María, como requisito previo, para vivir el Gran Triunfo del Corazón Maternal
de María, y así, llegar al Reino de la Divina Voluntad del Sagrado Corazón Eucarístico
de Jesús.
Paciencia del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
¡Madre siempre paciente! Por la multitud y vehemencia de Tus Dolores, te supli-
camos nos alcances la paciencia y la resignación que necesitamos para sufrir con
mérito las amarguras y penalidades que nos afligen.
Señora la paciencia nos es necesaria. Tú nos diste el ejemplo más admirable de ella:
intercede por nosotros para que sepamos imitarte. Doloroso e Inmaculado Corazón
de María, Mártir y Reina de todos los Mártires, por lo mucho que padeciste en este
mundo, te pido me alcances paciencia y conformidad en los trabajos de esta vida
terrenal. Amén.
ORACIONES FINALES
1. Te saludo, Corazón Santísimo de María, con el Coro de los Serafines, y te
suplico que me alcances un corazón verdaderamente grande para amar y
servir a Dios y para hacer bien a todos los hombres.
Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú
eres entre todas las mujeres y bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
DEPRECACIONES
Salutaciones al Doloroso e Inmaculado Corazón de María
• ¡Oh, Doloroso e Inmaculado Corazón de María!, compadécete de los
incrédulos, despierta a los indiferentes, dale la mano a los desamparados,
convierte a los blasfemos y profanadores de los días del Señor.
Un Ave María de los Últimos Tiempos.
Oración suplicante al Doloroso e Inmaculado Corazón de María, para todos los días:
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Estas gracias espero alcanzar de Ti, ¡Oh, Corazón Dulcísimo y Amantísimo de
María, Madre de Dios y Madre mía, ¡de quien he recibido continuamente tantos
beneficios y favores!, yo te venero y te doy gracias, y con ternura de hijo, te estre-
cho contra mi pobre corazón. Permíteme, Madre mía, que con toda confianza te lo
entregue; santifícalo con tu Bendición y transfórmalo en bello jardín donde pueda
recrearse tu Santísimo Hijo, a fin de que pueda verte y gozar de Dios en tu com-
pañía por toda la eternidad en el cielo.
¡Oh, Doloroso e Inmaculado Corazón de María! en Ti confiamos, no nos desam-
pares en este valle de lágrimas hasta vernos juntos a Ti en el Cielo. ¡Virgen In-
maculada, concebida sin pecado! Los movimientos de tu Doloroso e Inmaculado
Corazón, fueron siempre dirigidos a Dios y obedientes a su Divina Voluntad. Obtenme
la gracia de odiar el pecado con todo mi corazón y aprender de Ti a vivir en perfecta
conformidad con la Divina Voluntad de Dios. ¡María! Admiro la profunda humil-
dad que turbó tu Purísimo Corazón al anunciarte el Arcángel Gabriel que eras la
escogida para ser la Madre del Hijo del Altísimo, no te consideraste más que humil-
de esclava de Dios. ¡Mi propia altanería me avergüenza!
Que yo me porte como verdadero hijo, esclavo y apóstol tuyo, crucificando la carne
y todos sus deseos con la mortificación de la Cruz. María, tu Doloroso e Inmaculado
Corazón ardiendo con vivo fuego de amor nos adoptó por hijos suyos al pie de la
Cruz y por eso eres nuestra más Tierna Madre.
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LETANÍAS AL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA
Señor, ten piedad...
Cristo, ten piedad...
Señor, ten piedad...
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos
Dios Padre celestial, Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo, Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, Ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, Ten misericordia de nosotros.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, responder a cada clamor: ruega por no-
sotros.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, lleno de gracia,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, vaso del amor más puro,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, consagrado íntegro a Dios,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, preservado de todo pecado,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, morada de la Santísima Trinidad,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, delicia del Padre en la Creación,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, instrumento del Hijo en la Redención,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, la esposa del Espíritu Santo,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, abismo y prodigio de humildad,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, medianero de todas las gracias,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, latiendo al unísono con el Corazón
de Jesús,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, gozando siempre de la visión beatífica,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, holocausto del Amor Divino,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, abogado ante la Justicia Divina,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, traspasado de una espada,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, coronado de espinas por nuestros
pecados,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, agonizando en la Pasión de tu Hijo,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, exultando en la Resurrección de tu Hijo,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, triunfando eternamente con Jesús,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, fortaleza de los cristianos,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, refugio de los perseguidos,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, esperanza de los pecadores,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, consuelo de los moribundos,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, alivio de los que sufren,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, lazo de unión con Cristo,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, camino seguro al Cielo,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, prenda de paz y santidad,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, vencedora de las herejías,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, de la Reina de Cielos y Tierra,
127
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, de la Madre de Dios y de la Iglesia,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, que por fin triunfarás,
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, la Mujer Vestida del Sol,
Oremos
Dios Padre, Tú, que has preparado en el Corazón Doloroso e Inmaculado de María,
una digna morada de tu Hijo Jesucristo, concédenos la gracia de vivir siempre con-
formes a sus enseñanzas y de cumplir sus deseos. Por Cristo tu Hijo, Nuestro Señor.
Amén.
Oración
128
EL AVE MARÍA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
10 de agosto del 2014
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está contigo. Bendita Tú eres en-
tre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de Tu Llama de Amor, de Tu Dolo-
roso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra
129
muerte. Amén.
130
Cordero de DIOS que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de DIOS que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.
Cordero de DIOS que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros y
danos la paz.
Oremos
Señor Jesucristo, Hijo del Padre, manda ahora tu Espíritu sobre la tierra. Haz que el
Espíritu Santo habite en el Corazón de todos los pueblos, para que sean preserva-
dos de la corrupción, de las calamidades y de la guerra. Que la Señora de todos los
pueblos, la Santísima Virgen María, sea Nuestra Abogada. Amén.
María, Corredentora de las almas y de la Iglesia, ruega por nosotros. Dios Padre.
(25 de Julio de 2014)
¡Oh, Jesús, mi único Señor, mi único Dios! te pido por las almas del mundo, que tu
Preciosa Sangre se derrame sobre el mundo.
Eterno Corazón del Padre Yahvé, ten misericordia, te amamos y reparamos nuestros
pecados. Amén.
Divino Niño Jesús, séllanos con tu Divino Amor y con ese Eterno Amor sella a todos
los niños por nacer, no solo los del vientre materno, sino también a todas las almas
que aún no han nacido al amor de Dios. Amén.
131
ORACIONES TOMADAS DEL LIBRO “CENÁCULO EN EL PURÍSIMO E
INMACULADO VIENTRE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN”, DICTADO AL
HERMANO MANUEL DE JESÚS.
Hijo mío debes comprender y aceptar que vuestra limpieza y purificación debe em-
pezar desde vuestros ancestros y cadenas genéticas para ir purificando vuestra vida
hasta llegar a vuestra concepción y desde allí pedid entrar a mi Vientre Inmaculado
de esta manera:
Amén.
Sólo mi Vientre fue colmado para dar vida en abundancia, que es Cristo, y mi Hijo
se las quiere dar a todos ustedes, desde su trono que soy yo, solo así ustedes, mis
pequeños, deben asemejarse a Él; escóndanse en mi Vientre diciendo:
Madre abrígame y apártame del mundo, para tu Hijo Jesús, en tu Purísimo Vientre,
séllame con la Sangre que llenaste a tu Hijo, cúbreme con esa Purísima Sangre y
Carne y llévame a la verdadera Vida en Dios, en su luz, en su amor. Amén.
Id mis pequeños y anunciad que mi Hijo viene, que mi Hijo está en vosotros, en vues-
tros hogares, en vuestras vidas, clamad al Padre:
Esta jaculatoria os la doy mis niños desde lo más profundo de mi Corazón Doloroso
e Inmaculado que os ama infinitamente. Amén.
Con este fin te consagro cada uno de mis órganos, miembros, sentidos y potencias:
el entendimiento, la memoria y la voluntad, el inconsciente y subconsciente. Te con-
sagro cada uno de los dones, virtudes y carismas con que el Padre creador ha ador-
nado mi ser: mi libertad, mi imaginación, mis instintos, mi capacidad para amar y
132
para elegir, mi capacidad de movimiento, los tiempos y espacios en que transcurrirá
mi existencia.
Crezca, Crezca, pero no yo, sino tu Hijo Bendito en mí, para que todo mi ser vaya
creciendo igualmente en la fe, la esperanza y la caridad, en amor hacia mi Padre
Celestial, hacia mis padres en la tierra, comprendiéndolos, respetándolos desde su
propia historia; crezca en amor hacia todos mis hermanos en el mundo, en especial
hacia los más pobres y desamparados. Crezca en mi tu pureza, tu castidad y tu vir-
ginidad.
Hazme crecer en la justicia, la sabiduría y la prudencia para ser un joven y más tar-
de un hombre verdaderamente libre, verdaderamente feliz, no una víctima de los
vicios, idolatrías y esclavitudes, de la muerte en vida.
Haz crecer también en mí el amor y el deseo que tuviste en el hacer siempre la Divi-
na Voluntad del Padre, al igual que en la fortaleza para aceptar de Dios no solo los
bienes, sino también los «males» (cf. Job 1, 21; 2, 10), y la sabiduría para entender
que no son males, porque un Padre no quiere el mal para sus hijos.
Y junto a la vejez, te consagro también a mi hermana muerte corporal. Sea ella una
continua experiencia de vida en Cristo, un morir para vivir, y en el último suspiro,
mi pascua al Cielo, sea tu Hijo Jesús, su Cuerpo Místico expirando en mí, muriendo
en mí a todo lo que no sea de Dios. Y en ese bello momento seas Tú dándome a Luz
para la Vida Eterna, para la Nueva Jerusalén, para el abrazo final del Padre.
En fin Madre, que mi experiencia de vida cristiana sea un hundir mis raíces en Ti,
respirar en Ti: Tierra Nueva, para que entrelazadas mis raíces a tus raíces, que son
133
tus propias virtudes, pueda obtener de Ti, el Fruto Bendito de tu Vientre, Jesús.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, Nuestra Madre en la Divina Voluntad
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
ORACIÓN DEL APOSTOLADO DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE
MARÍA PARA LA CONSAGRACIÓN DE LA PARROQUIA Y/O DIÓCESIS
Es de tu Corazón abierto que fluyen con fuerza y poder, la Sangre y el Agua que
purifican, transforman, vivifican y liberan nuestros corazones. Es de tu Corazón
traspasado, signo visible de tu Amor, que fluye la vida como torrente de gracia que
trae fecundidad al mundo. Es de tu Corazón abierto por una lanza y movido por tu
Amor y Misericordia, que nace, llena de tu gracia, santidad y fecundidad, la Iglesia,
tu Esposa, tu Cuerpo místico y nuestra Madre, que perpetúa sobre la tierra, hasta la
consumación de los siglos, tu presencia, y constituye el germen y el comienzo de tu
Reino Eucarístico.
Nos abrimos a la acción santificadora de tu Espíritu para que nos transforme dán-
donos un nuevo corazón semejante al Tuyo. Qué en la escuela de tu Corazón
Sacramentado, todos aprendamos las virtudes de la humildad y la mansedumbre; la
obediencia y la abnegación; la generosidad y la caridad.
134
Corazón Doloroso se abrió para acoger con tu maternidad espiritual a la Iglesia que
nacía del Corazón abierto de tu Hijo. Tu Corazón Doloroso e Inmaculado, ¡Oh, Madre!
recibe a la Iglesia en la persona del apóstol San Juan, para cuidarla, alimentarla, pro-
tegerla y acompañarla, con la misma dedicación con que lo hiciste con tu Hijo.
Nos disponemos a llevar muy en alto, como estandarte brillante, los Nombres de
Jesús y de María. Deseamos participar desde nuestra pequeñez, en los designios
de misericordia que los Dos Corazones están manifestando en toda la Iglesia y en la
humanidad.
Que, caridad, justicia, paz, generosidad y misericordia sean en cada uno de los fieles
de esta parroquia/ Diócesis.
135
Reinado Eucarístico de amor en cada corazón, en los sacerdotes, religiosos, religio-
sas y fieles comprometidos, en el servicio y en cada uno de sus miembros, para el
bien de toda la Iglesia, en Divina Voluntad.
Sacratísimo Corazón de Jesús, Doloroso e Inmaculado Corazón de María, con esta con-
sagración y entrega les devuelvo el Amor que me habéis demostrado en toda vuestra
vida terrenal, especialmente en el Calvario, y que me seguís demostrando aún hoy. A
la vez renuevo mi consagración Bautismal a la Trinidad Santísima, renuncio al pecado,
al mal y a Satanás; creo en todo lo que Dios nos ha revelado, tal y como nos enseña
la Santa Iglesia católica. Prometo cumplir con el mandamiento de Jesús de amar a
Dios y al prójimo, guardar los Mandamientos y los preceptos de la Iglesia y obrar
de acuerdo con la doctrina del Magisterio de la Iglesia, bajo la guía segura del Papa,
Sucesor de San Pedro y Vicario de Cristo en la tierra. Con esto quiero contribuir a la
unidad y al crecimiento de la Iglesia.
Prometo que rezaré con alegría el Cenáculo de Oración de los Sagrados Corazones
Unidos, ya sea solo, en familia o en comunidad, y que con la práctica reparadora
de los Primeros Viernes y de los Primeros Sábados de mes, haré acto de reparación
por mis pecados y por los pecados de toda la humanidad.
136
Que el Pan celestial de la Eucaristía, sea mi alimento y que viva del Sacrificio
Eucarístico, para ser capaz de vencer toda clase de mal y optar siempre por la Vida.
Lleno de confianza me refugio en el cobijo de sus Amantes Corazones.
Les ruego que me protejan en todos los peligros y me lleven, una vez acabado el
peregrinar terrenal, felizmente a la Patria Eterna.
Jesucristo, Señor de la historia, Dueño del tiempo, Nombre sobre todo nombre y
Príncipe de la Paz; rogamos en nombre de tu Sagrado Corazón Sacrificado y Cru-
cificado al Padre Yahvé, el Padre Nuestro, la liberación de mi pueblo del yugo del
pecado y de la esclavitud del demonio, la sanación de sus enfermos, la conversión
de los pecadores especialmente los más empedernidos en el pecado, la santidad de
las familias, que haya hombres y mujeres que con su cruz a cuestas sigan tu camino
y ayuden a los pobres, a los marginados, a los enfermos, sostengan al desvalido y
137
fortalezcan al que sufre.
Rocía con tu Sangre Preciosa, la miel de la Santa Cruz, a mi pueblo (NOMBRE DEL
PAÍS), que de un polo a otro de mi pueblo, fluya como manantiales de Misericordia
la Preciosa Sangre del Cordero degollado.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
138
Señor, ten piedad.
Sáname, Sagrado Corazón de Jesús de todo aquello que hirió, obstaculizo tu gracia, y
por aquellas veces que nadie fue capaz de mostrarme el amor que Tú tienes por mí.
En el Sagrado Vientre de María mi Madre, restaura mi vida de niño, de adolescente,
de joven, llenándome de esa pureza que perdí, de esa confianza que ya no puedo
restaurar, sino es por tu Amor, de esa caridad que ya no pueda dar, de esa esperanza
que ya no tengo y por lo tanto veo todo perdido.
¡Oh, Sagrado Corazón de Jesús!, sáname; dame fuerzas para levantarme y vivir como
hijo digno del Padre, en libertad y en amor.
Te entrego mi vida, ¡Oh, Sagrado Corazón de Jesús!, el estado actual que me encuen-
139
tro, soltero, casado, viudo, o en pecado.
Libérame Sagrado Corazón de Jesús, que mi vida sea vivida en perfecta armonía con
el Padre Celestial, que pueda ser libre para cumplir Su Sagrada Voluntad.
Te pido perdón por todos los pecados que he cometido en mi vida, desde mi primer
instante, ignorando el amor que siempre me demuestras. Purifica todo lo que he
hecho mal durante toda mi vida, y ayúdame a suplir todo lo bien que debí haber
hecho y que he omitido, con mi falta de amor.
¡Oh, Sagrado Corazón de Jesús!, no me dejes solo en mis sufrimientos. Tú, Señor,
conoces mi debilidad, no soy más que un abismo de miseria y fragilidad. Señor, soy
como un recién nacido, no se valerme por mí mismo. Soy impotente, pero me aban-
dono en confianza en tu Sagrado Corazón Misericordioso y creo que todo lo que he
pedido ya se me concedió.
Haz de mí lo que quieras Jesús, dame la gracia de saber amarte en todas las circunstan-
cias de mi vida, no disminuyas, Señor, el cáliz de amargura, sino que dame solo la
fortaleza de beberlo todo.
También Sagrado Corazón de Jesús, te pido que me sanes de alguna enfermedad físi-
ca que quieras Tú, mi Señor, liberarme, sana mis órganos (nombra algún órgano en-
fermo), sana mis sistemas que constituyen mi cuerpo (nombra los sistemas), te pido
sanes mis sentidos (nombre los sentidos del cuerpo), sáname mis células y nervios,
sana mi cerebro, mi memoria, mi entendimiento, mi psiquis.
Señor, me has soportado todos estos años con mis pecados, pero a pesar de ello has
tenido compasión de mí. Me he descarriado en todos los aspectos, pero ahora no
quiero pecar más. Te he agraviado y he sido injusto. Ya no lo seré nunca más. Renun-
140
cio al pecado, renuncio al Demonio, renuncio a la iniquidad que ensucia mi alma.
Libera mi alma de todo lo que es contrario a tu santidad.
Te suplico, Señor, que me salves de todo mal. Ven ahora, Jesús. Ven ahora a habitar
en mi corazón. Perdóname, Señor, y permíteme descansar en Ti porque Tú eres mi
Escudo, mi Redentor y mi Luz, y en Ti confío. Desde hoy, Señor, Te bendeciré en todo
momento. Repudio el mal y a todos los demás dioses e ídolos, porque Tú eres el Altísi-
mo sobre el mundo entero, trascendiendo de lejos a todos los demás dioses. Con tu
poderoso brazo, sálvame de la mala salud, sálvame de estar cautivo, sálvame de los
conflictos y derrota a mi enemigo el demonio.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María ruega por nosotros que nos refugiamos
en ti.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad
y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y
Divino en todos los corazones. Amén.
3 de abril de 2016
Llamado de Amor y Conversión del Arcángel San Miguel
Santísima Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo, os amo y os adoro por el gran Amor
que tienes por nuestras almas. Te damos gracias por haber enviado a la Santísima
Madre a entregarnos tan importante Mensaje en Garabandal, que esta Inmaculada
Madre nos ha confiado, como nuestra Corredentora.
Que este Mensaje vuelva a escucharse en la humanidad para nuestro propio bien.
Que, en Divina Voluntad, todo lo Profetizado en este lugar escogido por el Cielo, se
realice según el Querer de Dios, para que el mundo vea tu Gloria y agradezca a María
141
por tanto amor.
14 de febrero de 2017
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que siempre intervienen en la histo-
ria humana para la salvación de las almas y que suscitan profetas para que anuncien
tus Palabras de vida y consuelo. Te damos gracias, por el Don de Fátima, que es una
invitación a la adoración Eucarística, a la reparación de los Sagrados Corazones de
Jesús y de María, a vivir la Santa Ley de Dios y a la reconciliación de los hombres.
Permítenos Padre, escuchar a tu Hijo, que por medio de la Fuerza del Espíritu Santo,
nos habla con, y por medio, del Inmaculado Corazón de nuestra Santísima Madre;
y vivir, acoger y obedecer el Santo Mensaje de Fátima que es el arrepentimiento,
sacrificio, penitencia, reparación y santidad; y consolar así, a los Santísimos Cora-
zones de Jesús y de María.
Santa y adorable Trinidad, te entregamos las manifestaciones del Cielo y los Mensa-
jes de Fátima para que, la humanidad crea y viva este Santo Mensaje del Ángel de
la Paz y de Nuestra Señora, para que la Iglesia de Jesús, crea y obedezca, y así como
es responsabilidad, anunciar y denunciar como profeta, pregone el Santo Mensaje
de Fátima.
Te pedimos Padre, por medio del Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de
María, venga pronto, el Reino del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.
Santísima Trinidad por Intercesión de la Santísima Madre del Rosario de Fátima, se
realice pronto el Triunfo Final de su Corazón Inmaculado, disipe las tinieblas que han
entrado en la Casa de Dios, confundiendo muchos corazones. La paz sea concedida
a todos de manera especial en las familias, y el mundo deje de ofender a Jesús que,
ya está muy ofendido.
142
Te entregamos, Santísima Trinidad, a Fátima, sus Mensajes y signos para que se re-
alice su cumplimiento profético, para la mayor gloria de Dios y la salvación de las
almas, por Intercesión de Lucía, Francisco, Jacinta y el Ángel de la Paz. Amén.
16 de febrero de 2017
Adorable Santísima Trinidad, que has dispuesto ahora que la humanidad se resta-
blezca en el orden y en santidad a través de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús
y de María, queremos como esclavos de tu Amor Trinitario, hijos de la Mujer Ves-
tida del Sol y miembros de tu Cuerpo Místico, la Iglesia; unidos al Santo Padre y a
los obispos y sacerdotes en comunión con Él; como reyes, sacerdotes y profetas,
desde nuestro bautismo, entregar y consagrar según el pedido de Nuestra Señora
en Fátima, a la Iglesia, para que sea limpiada y rociada con la Preciosa Sangre y con
las Lágrimas Maternas de Nuestra Señora, y aumente en santidad y espíritu de con-
versión a todos sus miembros.
Dios mío, creo, adoro, espero y te amo; y te pido perdón por los que no creen, no
143
adoran, no esperan y no te aman. Amén.
Con este acto de consagración quiero vivir contigo, por medio de Ti, todos los com-
promisos asumidos en mi consagración bautismal. Me comprometo a realizar en mí,
la conversión interior requerida por el Evangelio, que me libre de todo apego a mí
mismo, de los fáciles compromisos con el mundo, para estar como Tú, sólo disponi-
ble para hacer siempre la Divina Voluntad del Padre.
Te prometo, Madre mía, la fidelidad a nuestro Santo Padre el Papa, como el divino
representante de Cristo entre nosotros. Que esta Consagración le dé a él, la unidad
de nuestros corazones, mentes y almas, para llevar a una realidad el Triunfo de tu
Doloroso e Inmaculado Corazón, para que pueda descender sobre la tierra bajo su
pontificado.
Como un apóstol del Triunfo de tu Doloroso e Inmaculado Corazón, te prometo,
Madre, ser testigo de la Divina Presencia de tu Hijo en la Sagrada Eucaristía, la fuerza
unificante de tu poderoso ejército.
145
mo Sacramento. «Que sea creada por Él en mí un alma de perfección». Ruego que
su reflejo brille sobre todo el mundo y sobre todos los hombres.
Oh, Santísima Virgen de Pureza, Mediadora de todas las gracias celestiales y Corre-
dentora de mi alma, habita en mi corazón, trae contigo a tu Divino Esposo, el Es-
píritu Santo; así mi consagración será fructífera por medio de los regalos, gracias y
dones infundidos por su llegada.
Con el poder de Su presencia permaneceré firme en confianza, fuerte y persistente
en la oración y entregado en total abandono a Dios Padre. Que el Espíritu Santo se
manifieste sobre el mundo como un murmullo de oraciones a través de la unión de
corazones.
Yo, (Nombre), tu hijo, en presencia de todos los Ángeles del Triunfo de tu Corazón
Maternal, de todos los Santos del Cielo y Santos Patrones del Apostolado de los
Sagrados Corazones Unidos y en unión con la Santa Madre Iglesia, renuevo en las
manos del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, los votos de mi Bautismo.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Corazón Amable, Adorable y Eucarístico de Jesús, Rey de amor y Rey de gloria, que
has estado siempre y totalmente entregado a las cosas de tu Padre; que no has
buscado tu gloria, sino la del Padre que te envió; que has dedicado tu Vida a una
Obra única, que dominaba y contenía todas las demás, la Glorificación del Padre y el
Reino de Dios; que has pedido este Reino y nos has enseñado a buscarlo y a pedirlo;
que has deseado ardientemente ser bautizado con un Bautismo de Sangre para re-
alizar tu Ideal Divino; quiero entrar en las más ocultas profundidades de tu Sagrado
Corazón Eucarístico y de tu Vida Divina, y asociarme a tu Misión Divina, teniendo la
146
humilde pero firme confianza de que te dignarás aceptarme, siendo como soy nada y
pecador, porque eres la Misericordia Infinita.
Me acuerdo, Maestro adorado, que no has querido venir a este mundo más que de-
pendiendo de tu Santísima Madre de todas maneras. Nuestra Santa Mamá, te fue
indisolublemente asociada por el Padre en el anuncio, la preparación, la realización
y las consecuencias de tu venida. Nuestra Mamá es para Ti, Celestial Adán, una Eva
Amante y Fiel en todos tus trabajos, en todos tus Misterios, sobre todo en los más
Dolorosos.
Por eso creo firmemente que sólo por su Corazón Doloroso e Inmaculado concluirás
lo que por Ella y con su Fiat comenzaste; que no triunfarás sino con María y por
María; y que con María y por María Tú Reinarás. A tu Reino Eucarístico, Rey de
amor, has puesto una condición indispensable e infalible: ¡El Reino del Corazón Do-
loroso e Inmaculado de tu santísima Madre! Y has puesto en mi corazón, al igual
que en el de tus grandes preferidos: San José, San Juan Evangelista, María Magdale-
na, Margarita María, San Luis de Montfort y tantos otros, una gran inclinación hacia
esta Divina Madre. ¡Me has entregado a María como su hijo y esclavo de amor!
¿Qué esperas, pues, de mí, Maestro, sino que mi alma y toda mi vida pase en este
grito suplicante?
Ut adveniat regnum tuum, adveniat regnum Mariæ!
¡Para que venga a nosotros tu Reino, Jesús, haz llegar el Reino de tu Madre!
Aquí tienes a tu esclavo, que desea ardientemente ser tu apóstol silencioso y ocul-
to. Me entrego y me consagro enteramente y para siempre a tu Reino ardiente-
mente deseado. Tu Reino, Reina mía, será el gran pensamiento de mi vida, la pasión
de mi corazón; será mi sueño, mi dicha y mi tormento, la vida de mi vida, el alma de
mi alma. Será el ideal único, hacia el que convergirán todas las energías de mi ser.
147
te entrego todos los instantes de mi vida, tanto los más humildes como los más
solemnes, los más tristes como los más consolados. Te doy todas las horas de tra-
bajo y todas mis horas de oración, aún más preciosas; te ofrezco todas mis horas
de sacrificios y sufrimientos, sobre todo los más temidos y sombríos, y las horas
de humillación y de abandono, de disgusto y de tristeza, mis dolencias y mi última
enfermedad, mi lucha suprema y mi muerte. ¡Ojalá que en todo instante, Soberana
mía, como un grano de trigo, caiga yo en tierra y muera para darte una rica mies
de gloria y una rica mies de almas! ¡Ojalá que sepa disminuirme y desaparecer
cada vez más para que Tú crezcas, Reina mía, en las almas, y a fin de que Tú sola
glorifiques a Jesús! ¡Levántate, pues, oh María, y apresúrate a Reinar! ¡Apresúrate,
Reina, a Reinar con tu Doloroso e Inmaculado Corazón en todos los corazones, para
someterlos plenamente al Imperio de Amor del grande, único y Eucarístico Corazón
de Jesús!
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Consagración de sí mismo, para implorar la venida, del Reino
Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús, por medio del
Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre mía, Reina gloriosa del mundo
y Reina de mi corazón, me doy y me entrego enteramente a Ti, no sólo como tu
esclavo, sino también para ser el apóstol oculto del Reino de tu Fiat Corredentor.
Te ofrezco especialmente este día, cada uno de sus instantes, tanto los más insig-
nificantes como los más importantes; te ofrezco mis trabajos, mis oraciones y mis
sacrificios, mis dolores, mis humillaciones, todo este día en fin. Te ofrezco de nuevo
la jornada entera de mi vida, sobre todo su atardecer con sus tinieblas y terrores, mi
última enfermedad, mi agonía y mi pascua, por la venida del Reino Eucarístico de tu
Hijo, por medio del Triunfo de tu Doloroso e Inmaculado Corazón.
Por cada mirada y cada palabra, por cada paso y cada suspiro, por cada latido de mi
corazón y cada aspiración de mi voluntad, quiero repetir sin cesar:
Ut adveniat regnum tuum, adveniat regnum Mariæ!
¡Levántate, Oh, María, y apresúrate a reinar! ¡Ven, y serás coronada!
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
María Inmaculada, dulce Soberana mía, cuánto me alegro de ser tu esclavo de amor
148
y Apóstol de los Últimos Tiempos. Me confío y consagro, a tu Doloroso e Inmacula-
do Corazón. Mi cuerpo y mi alma, con todos mis bienes interiores y exteriores,
naturales y sobrenaturales, pasados, presentes y futuros, te los entrego por la
venida del Reino Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús.
Quiero también en este día ganar cuantas indulgencias pueda, y te las entrego.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, Madre mía, renuncio a mi propia
voluntad, a mis pecados, a mis disposiciones e intenciones. Quiero lo que Tú
quieras: me arrojo en tu Corazón Maternal Abrazado de Amor Santo y Divino.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
tad y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
A ti, ¡Oh, Madre!, ofrezco todas las dificultades de mi alma y mi cuerpo, toda la vida,
muerte y eternidad. Dispón también, si lo deseas, de todo mi ser, sin ninguna reser-
va, para cumplir lo que de ti ha sido dicho:"Ella te aplastará la cabeza" (Gn 3:15), y
también: “Tú has derrotado todas las herejías en el mundo".
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triun-
fo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Volun-
149
tad y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo
y Divino en todos los corazones. Amén.
Los Refugios Marianos, las Iglesias Doméstica del Apostolado de los Sagrados
Corazones Unidos de Jesús y de María
Los Refugios Marianos son una gracia especial para el Resto Fiel, que se
reunirá en pequeños Cenáculos de Oración, como lo hacían al principio del na-
cimiento de la Santa Iglesia nuestra Santísima Madre María y los Apóstoles,
esperando al Espíritu Santo y que se realizaran las promesas de Jesús, para em-
pezar la Misión Apostólica que Jesús les había ordenado: “Id y anunciad”. Así los
Apóstoles y las Santas Mujeres en compañía de la Madre Bendita, Madre de la Igle-
sia, fueron preparados para anunciar la Buena Noticia de la Salvación, para orar, para
sanar, para predicar, para preparar a los hombres y mujeres de buena voluntad,
para aceptar a Jesucristo como Dueño, Señor y Redentor de los hombres.
Los Refugios Marianos son una gracia de misericordia, pues nuestro Señor y nuestra
Madre, Redentor y Corredentora, dan la gracia de volver a reunir a su Resto Fiel;
aquellos que guardan la Palabra de Dios y mantienen el Testimonio de Jesucristo.
Aquellas almas que serán siempre fieles a la Doctrina sana y santa, Apostólica y
Católica; aquellas almas fieles a la Tradición y Enseñanza Evangélica de la Iglesia y
sus Apóstoles. Aquella que unida a Pedro y los hombres que unen su vida al Sacer-
docio de Cristo (sacerdotes), se mantienen fieles a lo recibido por el Dueño y Espo-
so de la Iglesia, Jesucristo.
Estos Refugios Marianos se conforman dentro de los mismos hogares donde son
entronizados los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y las familias se
consagran a estos Dos Corazones Unidos por el Amor y en el Espíritu Santo. En es-
tos hogares se reunirán estas almas fieles en Cenáculos de Oración, para orar, para
celebrar los Sacramentos con los Sacerdotes que se refugien en estos hogares, para
invocar la protección del Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
Estas familias, hogares y lugares que se consagren a los Sagrados Corazones Unidos
de Jesús y de María, bajo la protección del Casto y Amante Corazón del Padre San
José, tienen la misión de albergar en estos Refugios Marianos al rebaño de Jesús, el
150
Buen Pastor, que huirá de las persecuciones en el tiempo del anticristo.
Es hora de que reacondicionemos estos refugios, porque después del Aviso y el Mi-
lagro, que están tan cerca, vendrá el destierro para el pueblo de Dios. Estos refugios
deben de estar consagrados al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al Corazón
Doloroso e Inmaculado de María. A partir de ese momento se convertirán en Refu-
gios Marianos, en lugares de protección y albergue para los hijos de la Madre.
Estarán custodiados por Ángeles de día y de noche y ya dejarán de ser lugares del
mundo, para convertirse en Iglesias Remanentes. Los refugios serán fortines de
oración, lugares espirituales donde los hijos de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María encontrarán: paz, consuelo, techo, alimento material y espiritual y
lo más importante, la presencia de Dios.
Querido hijo, quiero que cada familia sea un santuario familiar, un lugar especial
para compartir el amor de Dios. Tengan sobre un altar la Santa Biblia, el Santo Ro-
sario, Imágenes Sagradas (los Iconos del Apostolado), agua bendita, Crucifijos, para
que mediten la Pasión de mi Hijo, también tengan velas benditas.
En estos hogares o lugares que las almas escogerán por la inspiración del Espíritu
Santo y bajo la luz de la Divina Voluntad, será necesario entronizar a los Sagra-
dos Corazones Unidos de Jesús y de María, bajo las Dos Advocaciones finales que,
son culmen de gracias para esta ultima hora: El Corazón Doloroso e Inmaculado de
María y el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús. Y hacer la consagración a estos Dos
corazones de Amor.
151
ORACIÓN PARA EXORCIZAR LA PROPIEDAD Y EDIFICACIONES COMO
REFUGIOS MARIANOS DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
† En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A través del poder del Espíritu Santo y el ministerio de los Ángeles asignados a este
lugar, que quien no esté llamado a este lugar de refugio pueda ser cegado a todo el
tránsito que viene para acá; quien pretenda infiltrarse en este refugio con cualquier
finalidad contraria a la voluntad de Dios Todopoderoso pueda quedar inhabilitado
para cualquier acto profano y sea condenado de su culpabilidad por la necesidad
de arrepentimiento sincero y que todos los que vengan a este lugar en respuesta a
la llamada de Nuestro Señor y Nuestra Señora puedan mantenerse a salvo de todo
daño físico y espiritual y estén verdaderamente abiertos a las palabras de verdad
proclamadas en este lugar y a las bendiciones de Dios concedidas aquí.
Que todos nosotros podamos cumplir la misión que se nos ha asignado con espíritu
de gratitud, confianza y humildad y que podamos ser colmados con un espíritu de
sabiduría, coraje y fortaleza. Esto lo pedimos en el Nombre de Jesucristo nuestro
Señor, que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos
152
de los siglos. Amén.
Los Ángeles de la guarda protejan a cuantos hay en esta casa de las asechanzas del
maligno enemigo y nos conduzcan a la Patria Eterna y al Triunfo y Reinado de los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
Baje sobre nosotros la bendición de Dios Todopoderoso; Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda y permanezca siempre con nosotros y nos proteja eternamente. Amén.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucris-
to, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por Obra y Gracia del Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó
de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre
todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu
Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
153
Posteriormente se realizará la:
Nos hacemos participes del Divino Querer de Amor de Jesús, María y José. Y por
ello, nos consagramos al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al Corazón Dolo-
roso e Inmaculado de María, y por este solemne acto ofrecemos nuestras almas,
nuestras vidas y nuestra familia a sus Sagrados Corazones Unidos, bajo la poderosa
intercesión del Casto y Amante Corazón de San José.
Que nuestra familia sea una auténtica Iglesia doméstica y verdadero Cenáculo de
Oración de los Sagrados Corazones Unidos, en el que reinando el Sagrado Corazón
Eucarístico de Jesús y el Doloroso e Inmaculado Corazón de María, el afecto, la pa-
ciencia, la tolerancia, el respeto mutuo y el perdón, sean dados abundantemente a
todos.
Que al imperar los Sagrados Corazones Unidos, nuestras oraciones incluyan las
necesidades de los demás, no solamente las nuestras; que siempre estemos ligados
a los Sacramentos y al Santo Rosario.
Nos postramos a tus pies, Jesús, y te agradecemos por medio del Corazón Dolo-
roso e Inmaculado de María, la gracia que has mostrado hacia nosotros, ingratas
creaturas. Te agradecemos especialmente por liberarnos, mediante tu Preciosísima
Sangre, del poder destructor de Satanás.
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los fieles. María, nosotros te amamos como Madre Nuestra y te ofrece-
mos nuestra familia para que nos des a luz como hijos y servidores de los
Sagrados Corazones Unidos, que bajo tu Manto de Sol, portemos el Triun-
fo de tu Corazón Doloroso e Inmaculado y sembremos el Reinado del Corazón
Eucarístico de Jesús en el mundo entero.
Bajo Tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que
te hacemos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros,
¡Oh, Virgen Gloriosa y Bendita! Amén.
155
Renuncias
¿Renuncian a todas las seducciones del mal, para que no domine en ustedes el peca-
do?
Todos: Sí, renuncio.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo,
su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por Obra y Gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucifica-
do, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los
muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa
Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección
de la carne y la vida eterna. Amén.
Oremos
Que Dios Todopoderoso, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos regeneró por el
Agua y el Espíritu Santo y que nos concedió la remisión de los pecados, nos guarde en
su Gracia, en el mismo Jesucristo Nuestro Señor, para la Vida Eterna. Amén.
156
Arcángel San Miguel, ruega por nosotros.
Arcángel San Gabriel, ruega por nosotros.
Arcángel San Rafael, ruega por nosotros.
San Joaquín y Santa Ana, rueguen por nosotros.
San Juan Evangelista, ruega por nosotros.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros.
San Tarsicio, ruega por nosotros.
Santa Filomena, ruega por nosotros.
Santa Teresa de Ávila, ruega por nosotros.
San Luis de Montfort, ruega por nosotros.
Santa Margarita de Alacoque, ruega por nosotros.
San Juan Diego, ruega por nosotros.
Santa Bernardette Soubirous, ruega por nosotros.
San Juan Eudes, ruega por nosotros.
Beato Padre Bernardo de Hoyos, ruega por nosotros.
San Francisco Marto, ruega por nosotros.
Santa Jacinta Marto, ruega por nosotros.
Sor Lucia del Inmaculado Corazón, ruega por nosotros.
Sierva de Dios Luisa Picarreta, ruega por nosotros.
Beata Concepción Cabrera, ruega por nosotros.
Santa Teresita del Niño Jesús, ruega por nosotros.
Santa Faustina Kowalska, ruega por nosotros.
San Maximiliano Kolbe, ruega por nosotros.
Santo Padre Pio de Pietrelcina, ruega por nosotros.
San Juan Pablo II, ruega por nosotros.
Santa Teresa de Calcuta, ruega por nosotros.
Oremos
Dios Padre Todopoderoso, sin el cual no somos nada, no podemos nada, siendo
siervos inútiles, pecadores y solo dignos del infierno, pedimos humildemente que,
te dignes bendecir y santificar estos Vínculos de Amor, que son señal de perpetuo
servicio en honor del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, Verdadera Madre de
Dios y Corredentora nuestra, concédenos propicio que todos aquellos que los lleven
devotamente, sean liberados de la esclavitud de este mundo y del poder del diablo,
los príncipes de las tinieblas se alejen de ellos temblando y huyendo asustados.
Que estos hijos y esclavos de amor de vuestros Sagrados Corazones Unidos vivan
en santidad, en la práctica de la virtud, sean libertados de la corrupción, de las
tentaciones, de las seducciones de este mundo, sean auténticos apóstoles del Sagra-
do Corazón Eucarístico de Jesús, dejando al hombre viejo, sus obras y acciones y
vivan dentro del Fiat de la Divina Voluntad por intercesión del Corazón Doloroso e
Inmaculado de María.
158
El sacerdote impone los Escapularios de los Sagrados Corazones Unidos
Seguidamente se realiza la Oración de Consagración total, a Jesús por
María, de San Luis de Montfort
¡Oh, Sabiduría Eterna y Encarnada! ¡Oh, Amabilísimo y Adorable Jesús, Verdadero
Dios y Verdadero Hombre, Hijo Único del Padre Eterno y de María, siempre Virgen!
Te adoro profundamente en los esplendores de tu Padre, durante la eternidad, y en
el Seno Virginal de María, tu Dignísima Madre, en el tiempo de tu Encarnación.
Yo, (Nombre), pecador infiel, renuevo y ratifico hoy, en tus Manos los votos de mi
bautismo. Renuncio para siempre a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y me doy
por entero a Jesucristo, la Sabiduría Encarnada, para llevar mi cruz en su seguimien-
to todos los días de mi vida. Y a fin de que le sea más fiel de lo que le he sido hasta
ahora, te escojo hoy, ¡Oh, María!, en presencia de toda la Corte Celestial, por mi
Madre y Señora.
159
nidad; en homenaje del poder que ambos tienen, sobre este pequeño gusanillo y
miserable pecador; y en acción de gracias por los privilegios con que te ha favore-
cido la Santísima Trinidad.
Manifiesto que en adelante quiero, como verdadero esclavo tuyo, procurar tu hon-
or y obedecerte en todas las cosas. ¡Oh, Madre admirable!, preséntame a tu que-
rido Hijo en calidad de esclavo eterno, a fin de que, habiéndome rescatado por Ti,
me reciba también por Ti.
¡Oh, Virgen fiel!, hazme en todas las cosas tan perfecto discípulo, imitador y esclavo
de la Sabiduría Encarnada, Jesucristo, Tu Hijo, que llegue, por tu Intercesión y a tu
ejemplo, a la plenitud de su edad sobre la tierra y de su gloria en los cielos. Amén.
Bendición final
S. La bendición del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo descienda sobre todos
ustedes, ahora y por siempre.
F. Amén.
160
SACRAMENTALES DEL APOSTOLADO DE LOS SAGRADOS CORAZONES
UNIDOS DE JESÚS Y MARÍA
El Emblema del Apostolado
El emblema del Apostolado es una reunión de las gracias del Cielo, pues el emblema
contiene los regalos del Cielo para los corazones. Se podría decir y es así, una culmi-
nación de gracia para los apóstoles de Jesús e Hijos de María, alrededor del emble-
ma, en la parte superior escribe:
Es por eso que al consagrarnos a los Sagrados Corazones extendemos ese Reino
de Amor y de Divina Voluntad entre los hombres. Por eso se clama que Jesús envíe
su Reino sobre los corazones, pero que lo envíe por María, como Reina y como
Medianera de todas las Gracias.
Alrededor de todo el emblema se encuentra una franja de color rojo, que repre-
senta la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor, precio de nuestra redención, San-
gre que nos ha lavado y purificado de todo pecado.
Como apóstoles del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús debemos estar consagra-
dos a la Preciosa Sangre, Sangre que nos ha Redimido y Sangre que brotó de su
Sagrado Corazón. ¿Y por qué esa Sangre dentro del Apostolado? ¿Y por qué es el
Apostolado la Obra Magna del Corazón de Jesús? En el Libro de Apocalipsis Capítulo
7, 14-15 se afirma: “La muchedumbre venía alabando al Señor, pero eran los que
habían lavado sus vestiduras con la Sangre del Cordero”. Eso ahora debemos ser
los apóstoles consagrados a los Sagrados Corazones, purificados a través de esta
Preciosa Sangre que honran, que aman, que adoran el precio de su Redención.
29 diciembre 2018
Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
163
LA CRUZ GLORIOSA DE LOS SAGRADOS CORAZONES
UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA
1 Febrero 2019
Llamado de Amor y Conversión del Sagrado Corazón de Jesús
Mi Apostolado también es una obra de la Cruz. La Cruz será el Altar
perpetuo de mi Corazón Eucarístico, en la cual me ofrecí, me ofrezco, y eterna-
mente me ofreceré a mi Padre por ustedes. La Cruz es el Altar de mi Corazón y mi
Madre está al pie de este Altar adorando, consolidando y preparando, sin cesar, por
la humanidad.
164
Es también por esto que he revelado a través de mi Apostolado a todo el mundo
la Cruz Gloriosa de Nuestros Sagrados Corazones Unidos. Cruz que es el Altar de la
Sagrada Eucaristía y Trono de los Sagrados Corazones de la Madre y del Hijo. Cruz
que ahuyenta a Satanás. Cruz que bendice el lugar donde se exponga. Cruz que
protegerá ciudades de desastres naturales y de la Ira del Padre.
En esta Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos he concentrado todas las
Espiritualidades de la Cruz. ¡Que la Cruz Gloriosa de Nuestros Sagrados Corazones
sea amada y sembrada en el mundo entero! Y con esta Cruz que es mi Altar y mi
Trono los bendigo, con esta Cruz, que mi Padre ha pedido que se entronizara en el
Jardín de María:
23 Abril 2019
Llamado de Amor y Conversión de Santa Teresa de Jesús
165
EL ÍCONO DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO
« Dios Padre está presente, vestido de blanco; en su pecho el Espíritu Santo, rodea-
do de fuego. »
En ese Llamado, Dios Padre, describe los atributos por los que desea ser recono-
cido y amado por sus criaturas, la paternidad de un Dios Creador, la ternura y la
misericordia. No un Dios cruel o castigador, un juez disgustado de nuestras culpas
y fallos. Nada más lejano de la verdad que esto último. Él sacrificó a su Hijo por
nuestra salvación y así nos vistió con las vestiduras de la salvación. Is 61:10. Cuan-
do Él, como Padre nos disciplina nunca es con ira o disgusto sino para prepararnos
a vivir con Él, cara a cara, en la eternidad. Prov 3 11-12. El Ícono conlleva la Gracia
de la Conversión a quien lo contemple y el deseo del Padre de ser amado y com-
prendido de que Él es Tierno y Misericordioso.
166
« Mis amados hijos, soy Dios Padre, Tierno y Misericordioso. Deseo que todos los
hombres reconozcan en Mí a su Padre. No soy un Dios castigador, ni un Juez que
viene a condenar. Vengo a acercarme a mis criaturas, vengo a abrazar a mis criatu-
ras. Soy el Padre Tierno porque los hice con el Poder Creador y con el Amor Paternal,
y les he dado lo que necesitan, y les he dado Amor, Afecto y Salvación Eterna. Y soy
Misericordioso, porque he enviado a Dios Hijo para que, con sus Sufrimientos en su
Pasión, pagara las deudas de la humanidad y así salvarlos; porque perdono y no
llevo cuenta de sus pecados.
« Mostrándome a ustedes como Dios Padre Tierno y Misericordioso les deseo enseñar
mi amor, mi cercanía, mi amistad.
Que bajo este título, todos los hombres sientan la confianza de acercarse a su Pa-
dre.» 26 de enero de 2020
« Deseo que todos los hombres con libertad y voluntad, reconociéndome Padre Bue-
no y no un Juez Castigador, se acerquen con confianza a Mí y me adoren. » 25 de
febrero de 2019
« Quiero darme a conocer como Dios Padre, un Padre Tierno y Dios Misericor-
dioso, bajo este título quiero ser conocido, amado, adorado y que los hom-
bres me vean cercano y se vuelvan a mí con toda la confianza puesta en mi
Misericordia Divina. » 1 de julio de 2019
« Mi Apostolado también es una obra de Dios Padre, promuevan por medio de la
Corona y del Ícono, la Devoción a Dios Padre, honrándome cada Primer Domingo
de mes, especialmente el Primer Domingo del mes de agosto y todo el mes de agos-
to conságrenlo particularmente a la devoción y adoración a Dios Padre, Tierno y
Misericordioso. » 4 de agosto de 2019
167
« Ser apóstoles de los Sagrados Corazones también es ser apóstoles de Dios Padre, y
por eso y por las gracias que se derraman en el mundo a través de este título, deseo
que el Ícono de Dios Padre y la Corona de Dios Padre sean propagados por el mundo.
Cuando oran la Corona de Dios Padre me hacen un ofrecimiento del valor infinito de
la Pasión de Jesús en la Cruz y de la Pasión de Jesús en la Eucaristía. . » 19 de agosto
de 2019
« Y, ahora, mostrándome a ustedes como Dios Padre Tierno y Misericordioso les de-
seo enseñar mi amor, mi cercanía, mi amistad.
168
EL ÍCONO DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE JESÚS
Y DE MARÍA
Otro sacramental muy importante del Apostolado es el Ícono de los Sagrados Cora-
zones Unidos de Jesús y de María. El Ícono del Apostolado de los Sagrados Cora-
zones Unidos representa la unión de Jesús y María en el momento pleno de la
existencia de los dos, el Sacrificio de la Cruz, donde sus Dos Corazones estaban
unidos en la misma causa de amor, unidos en el mismo Sacrificio de misericordia
por los hombres, por la conversión de los pobres pecadores; abriéndonos las Puer-
tas del Cielo al Amor de Dios Padre.
169
de Jesús, tal como la Madre y el Señor se me han revelado desde el inicio de esta
obra.
Nuestra Señora también tiene el Santo Rosario, que es la cadena de salvación de es-
tos Últimos Tiempos. La Madre vestida con un Manto Dorado, es el Sol que envuelve
su ser. Es el Sol de Jesús, que envuelve a María, “la Mujer vestida del Sol, ceñida en
su cintura porque esta encinta” y está a dando a luz a su Hijo en la Cruz. María se
vuelve Corredentora y Medianera de todas las Gracias.
Se aparece vestida como Reina, como Señora, como Madre Misericordiosa que
atiende a su Hijo en la Cruz, y con su mirada al mundo tiende nuestros corazones,
como nuestra Abogada entre Su Hijo y nosotros. El Corazón Doloroso e Inmaculado
de María es, por lo tanto, una advocación universal. Nuestra Señora ha dicho que
este título es muy grande porque no se le ha revelado a un profeta, sino que ha sido
la Santísima Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo quien le han dado este títu-
lo para el Fin de los Tiempos: Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
Es por eso que en nuestro Apostolado, los patrones por excelencia, son el Sagra-
do Corazón Eucarístico de Jesús, pero Jesús Sacrificado, Jesús Sacramentado, Jesús
Misericordioso; con el Corazón Doloroso e Inmaculado de María. Así que Nuestra
Madre en este Ícono, nos está invitando a la devoción, a la adoración, a la contem-
plación de su Hijo Crucificado, que debe de ser el centro de nuestra vida. Nuestro
Señor ha pedido que el Ícono de los Sagrados Corazones sea entronizado en los
hogares de los miembros del Apostolado, donde ellos estén, trabajen, habiten o se
lleven a cabo los Cenáculos de Oración.
El Ícono del Apostolado debe llevarse a las misiones, a los enfermos, a las familias, a los
jóvenes, a los niños, parroquias y comunidades, pues es el Estandarte por excelencia,
es la bandera única para llevar el Reino de sus Dos Corazones. En el Libro de Isaías 11:12:
“Izará un estandarte que se verá desde el extranjero, para juntar a los desterrados de
Israel, y reunirá a los dispersos de Judá desde los cuatro confines de la tierra”. ¿Y no
es esa pues la misión del Apostolado: reunir, juntar a todo el pueblo nuevo de Israel?
Esa es la gran misión de este Apostolado, reunir para llegar al Triunfo y al Reinado
170
Eucarístico de los Sagrados Corazones en todo el mundo.
10 de octubre de 2015
Llamado de Amor y Conversión del Sagrado Corazón de Jesús
Cada imagen será como una red, cada Ícono de los Sagrados Corazones pescará al-
mas para mi Sagrado Corazón, les otorgo un canal de gracias a través de este Ícono
y el don de la conversión y de mi Amor. Extiendan con este Ícono el Reinado de los
Dos Sacratísimos Corazones.
171
El 3 de octubre de 2018, Manuel de Jesús recibe un Llamado de Amor del Casto y
Amante Corazón de San José en el que estaban presentes la Sagrada Familia. Ma-
nuel los describe de esta manera:
« Los Sagrados Corazones de Jesús, María y José están aquí. Hoy vinieron los Tres.
San José vestido de blanco y manto dorado; el Niño Jesús vestido de blanco; y la
Mamá del Cielo vestida de blanco y su manto dorado. Los Tres mostraban sus Cora-
zones. »
Este Ícono pidió ser pintado por el Cielo y que esté la imagen en los hogares.
Representa a la Sagrada Familia Eucarística o de los Últimos Tiempos. En ese mismo
Llamado, San José revela las tres grandes devociones y advocaciones vinculadas a
cada miembro de la Sagrada Familia en estos Últimos Tiempos.
« Para este tiempo, el Eterno Padre tenía designado revelar las Tres
grandes Devociones, y los Tres grandes Títulos, que deben darse a conocer
y que la humanidad entera debe amar y consagrarse: el Sagrado Corazón
Eucarístico de Jesús y el Doloroso e Inmaculado Corazón de María y
mi Casto y Amante Corazón. Estas Tres grandes Devociones son las más
amadas, han sido las más esperadas y deben ser las más conocidas en estos tiem-
pos. En este lugar nuestra Sagrada Familia ha pedido posar como un refugio para
nuestros Tres Corazones, porque desde aquí queremos llamar, reunir y formar a to-
dos los apóstoles de los Sagrados Corazones unidos, en estos tiempos. »
Así como en su día, la Sagrada Familia fundó su hogar en Nazaret, en estos Últimos
Tiempos, el hogar donde reside la Sagrada Familia, es el Jardín de Gracia, el lugar de
las apariciones.
El 6 de junio de 2018, el Casto y Amante Corazón de San José, el Jardín de Gracia era
consagrado como el Hogar de Nazaret:
« Queridas almas, hemos venido a consagrar este recinto como el Hogar de Nazaret
para estos tiempos, quiero que comprendan que este lugar es la Casa de la Santa
Familia para los Últimos Tiempos, y que es preciso que se guarde el recogimiento y
la oración. »
172
EL ÍCONO DEL CASTO Y AMANTE CORAZÓN DE SAN JOSÉ
« Hijos míos, la Santísima Trinidad venía preparando la Era Gloriosa de los Tres
Sagrados Corazones de la Familia de Nazaret. Por eso, me enviaba a manifestarme
a Santa Teresa de Jesús, a aparecerme en Cotignac, en Knock, en Fátima*. Porque
también el Espíritu Santo venía revelando la gran devoción a San José a través de
muchos apóstoles de San José, preparando la gran manifestación que a través de
esta Obra del Corazón de Dios se me ha pedido revelar: el Casto y Amante Corazón
de San José; la devoción más grande y completa a San José, Custodio de los Dos
Corazones y Protector de la Iglesia Universal.
* Cotignac (7 junio 1660); Knock (21 agosto 1879); Fátima (13 octubre 1917) »
173
tiempos, y prometo que este Icono de mi Casto y Amante Corazón será un signo
de protección y bendición en los hogares, que lo
expongan y con devoción oren. »
A mediados del 2018 Manuel de Jesús comunicaba que San José se le había apareci-
do con un manto dorado y que a partir de entonces siempre se le aparecería con un
manto dorado en señal de la realeza de San José y de que comenzaba la Era de los
Tres Corazones de Jesús, María y José. Una Era en la que el Casto y Amante Corazón
de San José será ensalzado, venerado, de forma como nunca hasta ahora; una Era
en la que aparecerá y se pondrá de manifiesto la realeza de San José. San José
pertenece a la estirpe de David, su estirpe es de realeza real, Él es rey, el Gran
Patriarca de la Sagrada Familia y de la Iglesia Universal, el Gran Monarca de las pro-
fecías, así lo ha expresado en los Llamados de Amor y Conversión.
« Como el gran Monarca de los Últimos Tiempos los bendigo con mi Casto y Amante
Corazón »
« El Corazón de Jesús y el Corazón de María son los dos Testigos que están dando al
mundo los Últimos Llamados para la conversión y el arrepentimiento, y Yo, enviado
por Jesús, soy el gran Patriarca que conducirá́, en este desierto espiritual, a todo el
Resto Fiel hacia el Reino de Jesús, de María y del Espíritu Santo. »
Tal y como el propio San José nos explica en su Llamado del 29 de Agosto de 2018
todas las Gracias de María su Esposa, las tiene él por reflejo, Él es el Gran Monarca
y protector de la Iglesia, que conducirá al Resto Fiel a vivir el Triunfo del Corazón
Inmaculado de María.
« Queridos hijos, con mi Manto de Oro soy el reflejo de la Mujer Vestida de Oro,
anunciando el Triunfo de su Corazón Inmaculado, pues mi Manto de Oro significa
que vengo vestido del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de Mi Esposa Vir-
gen, y quiero, como protector de todos los cristianos, conducirlos a vivir el Triunfo
del Corazón de María. ¡Escuchen atentamente mis palabras! Soy San José el que
anuncia el Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María. Y con mi Apos-
tolado vengo a reunir a todos los miembros de nuestra Santa Familia: sacerdotes,
religiosos y seglares, todos apóstoles de los Sagrados Corazones en estos tiempos. »
A raíz de estas visiones el Cielo pidió pintar un nuevo Ícono Sagrado, basado en es-
tas apariciones de San José a Manuel de Jesús. Éste Ícono tiene gracias especiales
que San José ha ido desvelando en sus Llamados.
174
« Donde esté el Ícono del Casto y Amante Corazón de San José́ serán protegidos. Al
ver el Ícono experimentarán mi cercanía y amor paternal, y solo en el hecho de con-
templarme experimentaran deseos inmensos de amar a Jesús y María, y servirles
mejor. »
« El aceite de oliva y siete lirios deben permanecer siete días frente al Icono
de mi Casto y Amante Corazón donde pueden ofrecer una setena, oran-
do el cenáculo de mis siete dolores y gozos. Sumerjan esos siete lirios en el
recipiente con aceite, es el sacramental que mi Casto y Amante Corazón entrega a
los hijos de María. »
Este Ícono debe ser propagado por todo el mundo para que su Casto y Amante
Corazón sea honrado y conocido, así lo aseguraba en su Llamado del 13 de marzo
de 2019
« La devoción al Casto y Amante Corazón de San José debe ser propagada en todo
el mundo, con los llamados de amor de mi Casto y Amante Corazón y el cenáculo
de oración del Casto y Amante Corazón, meditando y orando con mis Siete Dolores
y Gozos, propagando además el Ícono del Casto y Amante Corazón de San José. »
175
EL ESTANDARTE DE LOS APÓSTOLES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS O DEL
EJÉRCITO MARIANO
Este estandarte consta de dos partes: una parte color blanco, otra roja; una cruz
con un Rosario, y a cada lado el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y el Corazón
Doloroso e Inmaculado de María. Es el estandarte del Ejército Mariano y los colores
rojo y blanco representan martirio y ejército. Este Estandarte reúne en sí mismo el
carisma, la misión y el llamado de todos los apóstoles consagrados a los Dos Cora-
zones. Sus colores nos indican que estamos en una guerra espiritual. Ese ejército,
que lleva la Cruz y el Rosario como su única arma de artillería, que ya profetizó San
Luis Grignion de Montfort; estos apóstoles aguerridos llevarán el Rosario y la Cruz.
Así que nos convertimos con este estandarte en un ejército con voz clara e inque-
brantable. Exclama sin temor:
176
ESTANDARTE DE LA CRUZ GLORIOSA, DEL TRIUNFO Y DEL REINADO DE
LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA
Pero en la parte inferior está ese ejército redimido que contesta: “¡Ven, Sagra-
do Corazón Eucarístico de Jesús, con el Doloroso e Inmaculado Corazón de María,
nuestra Madre!”
12 Enero 2019
Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Los Dos Estandartes de mi Apostolado
177
fundizar en el gran misterio que se encuentra en los dos Estandartes de mi Apos-
tolado. Los Estandartes son las banderas de mi ejército militante.
Los invito a abrir sus corazones ya que viviendo mis Últimos Llamados de Amor me
permiten triunfar en ustedes.
Oren, oren con el corazón y decídanse a vivir con amor estos Últimos Llamados a la
conversión.
178
EL ESCAPULARIO DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE
JESÚS Y DE MARÍA
Es un mensaje, es una señal. Primero cada uno de nosotros cuando nos imponemos
este Escapulario de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, nos conver-
timos en apóstoles consagrados a los Sagrados Corazones. Es nuestro signo externo
de nuestro corazón que ya está sellado con los nombres de Jesús y María.
El Escapulario era color café, que se unía la parte delantera con la parte de atrás,
por medio, también, de dos cintas color café. Y Jesús continúa: por hoy, mi apóstol
querido, vengo nuevamente a consagrarte. Mis dos Rayos Misericordiosos llenan
tu ser. Hijo, el camino es duro, pero conmigo se vuelve transitable. ¡Ya es hora que
el mundo vuelva a mi Corazón! Te consagro, por eso, con este Escapulario. Y Jesús
aclara: no es nuevo. Ya está presente en el misterio de mi vida y por eso tú serás
pregonero de él. Yo vendré a Reinar en cada corazón.
Cada corazón será tocado, cada ser volverá a la justicia y vivirá en el orden en que
ha sido creado. Hoy llamo a todos mis hijos a usar este Escapulario. Mi Cruz sim-
boliza mi sacrificio. Las Heridas son las que se abren para alcanzar Misericordia
para el mundo. La Cruz me simboliza a Mí, el Blanquísimo Cordero que está en el
179
Trono. Pero también está mi Madre, la seguidora por excelencia, porque también
mi Madre sufrió mi Dolorosa Pasión.
5 de julio de 2014
Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
17 de septiembre 2014
Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Desde hace mucho, pequeño mío, ya se había anunciado que al final se suscitarían
apóstoles, aquellos que llevarían la grande, nueva, única y final evangelización so-
bre la tierra, pues en su corazón hubo un nuevo Cenáculo y en ellos se derramó
el Espíritu Santo. Ha llegado el tiempo, hijo mío, tiempo de evangelizar, tiempo de
consagrar cada alma, cada familia, cada rincón del mundo. Quiero que cada con-
sagrado a mi Corazón renazca en el amor. Estos apóstoles han sido consagrados,
han sido gestados en mi Vientre, pues los doy a luz, a la Vida Divina. Eva los dio a
luz para la tierra; Yo los doy a luz para el Cielo.
El ejército del dragón rojo se está preparando y su ejército está conformado por el
ateísmo, la masonería, el terrorismo y muchos otros hijos de las tinieblas y de la
oscuridad. Así también mi ejército está formado por todos mis hijos consagrados:
sacerdotes, religiosos y fieles.
180
jimo. Hijos, conságrense a mi corazón, tomen a pecho los compromisos y
pedidos de la Santa Iglesia, vivan a plenitud su bautismo y confirmación. No
importa el carisma espiritual del alma que quiera consagrarse, porque lo im-
portante es ser sal y luz, donde mi Hijo los ha puesto; dando testimonio que
por mi corazón se llega al corazón de mi Hijo. Serán ustedes los que traigan mi
Triunfo final.
Hijos, conságrense a mi Corazón. Llevemos el Triunfo de mi Hijo y su Iglesia y
destruyamos a Satanás.
18 de septiembre de 2014
Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Querido hijo, hoy vengo nuevamente a anunciar el próximo retorno en Gloria y Ma-
jestad de mi Hijo Jesús, el Cristo, Rey del Universo, y el Reinado de mi Doloroso e
Inmaculado Corazón.
Hijo, el color marrón o café significa, representa la vida de Nuestros Corazones, vida
de sacrificio, de penitencia, dolor y expiación. Todo el Escapulario es de color café,
significa que cargan sobre sus hombros los 33 años de vida de mi Hijo en la tierra; y
como mi Hijo deben dar testimonio de amor a Dios.
181
Con este Escapulario son los Apóstoles de los Últimos Tiempos, anunciado en La
Salette y profetizado por San Luis Grignion de Montfort. El Escapulario es el escu-
do espiritual para las almas. Yo les amo y les he dado este tesoro del Cielo para
ustedes, porque soy Madre que vela por sus hijos, porque soy la Corredentora de
las almas.
2 Febrero 2019
Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Otros sacramentales que los Sagrados Corazones Unidos de Jesús, María y José;
han dado para el fin de los tiempos como remedios espirituales y corporales.
182
ACEITE DE LIRIOS DEL CASTO Y AMANTE CORAZÓN DE SAN JOSÉ
27 marzo 2019
Llamado de Amor y de Conversión del Casto y Amante Corazón de San José
Con amor de Padre y con mi Corazón Castísimo los bendigo, desde este refugio de
nuestra Sagrada Familia.
3 abril 2019
Llamado de Amor y de Conversión del Casto y Amante Corazón de San José
San José, Terror de los demonios, concede al aceite preparado bajo su bendición
Paternal y Patronal la gracia de protección contra los demonios y enfermedades del
cuerpo y del alma, interna y externamente.
Internamente: siendo comestible, al consumirlo nos protege contra los ataques del
enemigo, en el alma y en el cuerpo físico y actúa como protector contra las pestes
y las enfermedades desconocidas.
Externamente: ungirnos, ungir a los nuestros y ungir nuestras casas y objetos con el
aceite de San José tiene la gracia de rechazar al demonio, sellar nuestros contornos
y proteger nuestros refugios, hogares, los objetos y a los que habitan en ellos. La
unción y la continua oración del Cenáculo del Casto y Amante Corazón mantendrán
esta protección.
- ¿Qué cantidad?
Al ser un residuo fiel, muy pocos seremos, los que en obediencia y fidelidad al Casto
y Amante Corazón, dispongamos de este sacramental.
184
Como el servicio es la enseñanza del Maestro (Mc 9, 30-37), queda entendido que,
lo que prepararemos no será solamente para nosotros, sino para el servicio de mu-
chos, miles se beneficiaran de este remedio celestial.
Por ser el aceite de oliva extra virgen costoso, algunos podríamos sentir frustración
ante la idea de no poder cumplir con este cometido, pero los invitamos a hacer
prueba de fe y confianza en el Cielo. Pueden empezar con pequeñas cantidades,
unirse con sus hermanos apóstoles más cercanos y apoyarse en el cometido. Recor-
demos que miles se beneficiaran de este sacramental en su momento, el cual, por
ejemplo, es ahora mismo, protección ante la pandemia de Coronavirus.
¿Cuándo?
El Aceite de San José puede prepararse en cualquier época del año, siempre y cuan-
do se haga en los días especificados; tener disponibles los elementos necesarios
para fabricar la mayor cantidad Aceite de San José iniciando un jueves y terminan-
do el siguiente miércoles.
¿Cómo?
El aceite de oliva puro, con propiedad preservante y sin riesgo de ponerse rancio es
185
el extra virgen; no importa la cantidad, se vierte en el recipiente amplio. Recomen-
damos no poner más de dos galones o el equivalente de 7,6 litros de aceite, por
recipiente, para facilidad de manejo.
Colocar aceite y lirios próximos al Icono de San José y por 7 días orar el Cenáculo de
Oración del Casto y Amante Corazón, empezando un jueves y culminado el siguiente
miércoles, añadiendo en las intenciones del rezo del Cenáculo que San José bendiga
los elementos y les prodigue las gracias sacramentales. Por cada recipiente de aceite
asigne 7 lirios, si fabrica grandes cantidades.
El próximo día miércoles desprenda los lirios del tallo, agarre los lirios abrazando los
pétalos con los dedos y sepárelos dando un movimiento de torsión y al mismo tiem-
po halándolos. Sumergirlos en el aceite. Los lirios deben permanecer sumergidos en
el aceite para asegurar que no se produzca descomposición de los mismos, es decir,
deben permanecer por debajo de la superficie del aceite.
Preparar hasta obtener 12 galones (45.4 litros), que es la reserva que hay que alma-
cenar para los tiempos de la Tribulación, para ayudar a miles. Para el uso diario y
compartir con amigos y familiares hágase adicional preparación.
Pues bien, así como el pueblo de Israel marcó sus viviendas con sangre de cordero,
nosotros ungiremos las nuestras como señal de pertenencia a los Sagrados Cora-
zones Unidos y lo haremos sellándolas contra el ingreso de enfermedades y pestes.
Lo haremos marcando la señal de la Cruz sobre los dinteles de puertas y ventanas.
186
a los nuestros; y en fe, nuestro bondadoso San José, terror de los demonios, nos
concederá su protección.
Hijos míos, al Hermano André le pedía ungir con el aceite de mis lámparas, colo-
cadas en mi altar, a los enfermos; ahora vengo a pedir que, en los cenáculos de
oración de mis dolores y gozos, cada miércoles, coloquen siete lirios dentro de un
recipiente de aceite, no importa la cantidad. También el Aceite de San José será
remedio para los Hijos de María.
18 de octubre de 2015
Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Querido hijo, en esta era donde la maldad y el pecado domina, las Gra-
cias y la Misericordia abunda. Estas gracias se reciben con amor y con fe. Hi-
jito, preparo a mi Ejército, desde La Salette, preparo a mi Ejército, para la gran
batalla que enfrentan ahora la justicia y el pecado. Una batalla terrible de guerra
espiritual y de división.
187
La Iglesia es sacudida pero no será vencida, aunque quede un resto de almas fie-
les que quede en pie, allí estará la Iglesia para la salvación de las almas. Así queri-
do niño, el Señor iniciará la nueva humanidad entregada al Padre Eterno, por mis
Manos Maternas. Mi niño, pero el mundo no escucha, mis palabras son ignoradas y
hasta rechazadas. Llamo a mi Ejército Mariano, y les digo que formen y que tomen
con seriedad mi Llamado. El tiempo es serio, la crisis aumentará por la misma causa
del hombre. Cuando el pecado aumenta, aumentan también sus consecuencias.
Mis hijos, quienes deben prepararse, deben consagrarse a mi Corazón
Inmaculado, y a través de Mí, al Sagrado Corazón de mi Hijo, a quién de-
ben adorar en el Santísimo Sacramento. Hijito, cae una lluvia de agua, fuego y
tierra sobre el mundo, que debe ser purificado. El agua hundirá los cimientos del
reino de Satanás; el fuego exterminará al mal; la tierra cubrirá sus maldades hasta
desaparecerlas, para que el Señor tome nuevamente el Poder y la Voluntad Divina,
en su Amor.
El Amor es el Poder de Dios, que reinará en todos los corazones. Hijo, guarden,
alimentos, ropas, agua, especialmente almacenen recipientes de agua. Guarden
Agua de mi Fuente de Gracia y Misericordia para vuestras familias, para vuestros
hermanos. Guarden lo necesario para mantenerse, en el tiempo que el Padre envía
para el bien de vuestras almas. Sellen sus casas con la Sangre de mi Hijo y mis Lágri-
mas Maternas.
23 de octubre de 2015
Llamado de Amor y Conversión Corazón Doloroso e Inmaculado de María
188
Así como mi Hijo utilizó signos para sanar tantos corazones, así les pedi-
mos aprovechar los remedios que a través de muchos siervos y profetas les
hemos revelado. Vendrán nuevas enfermedades muy dolorosas, sobre todo
para los tejidos del cuerpo a causa de la radiación solar, y la energía nucle-
ar que se escapa al ambiente causando muchas enfermedades, virus y epide-
mias que mis hijos ignoran su origen. Para ello les hemos regalado muchos
remedios, uno de ellos que ahora les entrego es el uso de la miel, debe es-
tar bendecida ya que al ser ingerida tres veces al día curará las heridas del
cuerpo y del corazón.
También usen aguas, guarden las Aguas que tomen de mi Fuente, que he ben-
decido. Las rosas que ponen en mis altares servirán para múltiples enferme-
dades, pueden comerse sus pétalos o hacer sus pétalos en té. Hijo, las ro-
sas benditas sumergidas en aceite puro de oliva deben dejarlas reposar en
el aceite durante 9 días, 13 días o 33 días, sobre el altar que haya en sus
hogares o en mis Refugios Marianos. No importa si depositan en el aceite la rosa
entera o los pétalos, la cantidad no es necesaria.
El aceite será un bálsamo suave que tendrá mi protección para que se unjan con él
siempre y los enfermos sientan mis Caricias de Madre. Es muy importante, pero no
sustituye el Sacramento de la Unción de Enfermos.
Las Uvas Benditas serán provisión para mis hijos. Usen la medalla conocida como
la Milagrosa que es la medalla de nuestros Sagrados Corazones Unidos. Usen las
medallas de San Benito, el Escapulario del Carmen y el Escapulario de los Sagrados
Corazones que les he dado para estos Últimos Tiempos, pero que reúne en él todas
las gracias y promesas.
Tengan imágenes y libros santos, especialmente las Sagradas Escrituras y los men-
sajes Llamados de Amor y de Conversión que les hemos entregado. En vuestras
manos el Santo Rosario, no debe faltar. Hijo, le he dado a la humanidad numerosos
consejos de Madre, utilizadlos bien. Son un canal de Gracias, escudos y corazas
para que les protejan de las represalias de mi adversario.
189
Les amo y les bendigo. Obedezcan mis Llamados de Amor y Conversión.
Miel Bendecida
Elementos y Preparación
1. De preferencia obtener Miel “cruda”, natural, no procesada, no pasteurizada
o químicamente tratada, por ser la que contiene todos los elementos inmuno
estimulantes y curativos que las abejas, bajo la Divina Providencia, le insertan
al fabricarla. En caso de que no esté, geográfica o económicamente, disponible,
buscar la que tenga menos manipulación humana y/o aditivos.
2. Hacerla bendecir por el sacerdote.
3. Ingerir una cucharada sopera (15ml) tres veces al día, mientras se ora con pro-
funda fe, el Ave María de los Últimos Tiempos.
4. Curativa de las heridas del alma y del cuerpo.
190
Cantidad: de lo que cada uno pueda fabricar en sus posibilidades y que
requiera para uso personal hasta 12 litros para la reserva del Refugio/Casa Es-
piritual.
23 de octubre de 2015
Llamado de Amor y Conversión Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Así como mi Hijo utilizó signos para sanar tantos corazones, así les pedi-
mos aprovechar los remedios que a través de muchos siervos y profetas les
hemos revelado. Vendrán nuevas enfermedades muy dolorosas, sobre todo
para los tejidos del cuerpo a causa de la radiación solar, y la energía nu-
clear que se escapa al ambiente causando muchas enfermedades, virus y
epidemias que mis hijos ignoran su origen. Para ello les hemos regalado mu-
chos remedios, uno de ellos que ahora les entrego es el uso de la miel, debe
estar bendecida ya que al ser ingerida tres veces al día curará las heridas del
cuerpo y del corazón.
191
TESTIMONIO DE MANUEL DE JESÚS
En verdad, no ama al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús quien no ama al Doloroso
e Inmaculado Corazón de María.
La primera etapa. Inicia desde muy pequeño, el Señor ha colmado mi espíritu con
Gracias muy especiales, Místicas, Profundas, que a veces son una Cruz para mí,
porque no comprendo algunas veces tantas gracias y, el mismo Señor se encarga de
educarme y guiarme con la Santa Presencia Materna de María. Desde muy niño he
tenido una gran devoción a María, y fue con Ella que aprendí a amar más a Jesús; de
pequeño tenía visiones de María bajo la advocación de María Rosa Mística, Nuestra
Señora de Lourdes o como Nuestra Señora de Fátima, siempre en mis oraciones en
mi habitación, cuando rezaba el Santo Rosario, la Madre se presentaba y se quedaba
conmigo todo el tiempo que durara la recitación del Santo Rosario. La Madre me
instruía siempre desde lo secreto, Nuestra Madre siempre nos hace vivir el Evangelio
es el primer paso en nuestra caminar; por eso la Madre Bendita cumplía en mí aquella
cita de las Sagradas Escrituras del Evangelio de San Mateo (6; 6) “Pero tú, cuando ores,
entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en se-
creto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”. Y poco a poco fui creciendo es-
piritualmente y en edad, la Santísima Madre iba formándome de corazón a corazón, me
instruía internamente como dice el salmo 94; 12: “Bienaventurado el hombre a
192
quien corriges, Señor, y lo instruyes en Tu ley”. Y así, la Santísima Virgen, como Bue-
na Madre fue educándome, enseñándome, guiándome, y cada vez crecía mi amor
por su Hijo Jesús; siempre pecador, siempre imperfecto, siempre humano, el Señor
me ha ido edificando y a la vez destruyéndome, para construir sobre mis ruinas Su
Santuario, Su Templo. Este es el camino que nos invitan a seguir Jesús y María, con
los llamados privados con los que me instruían inicialmente.
La revelación de la misión:
El día 15 de Julio del año 2013, se presenta Nuestra Señora en mi habitación nue-
vamente, y reveló ese día la misión para la que me venía preparando, y la Madre
me dice:
“Este cuarto es mi casita, de aquí saldrá mi Gloria, y mi Amor, aquí vivo contigo
y mi Amado Hijo Jesús, nuestro amor se hará uno y Nuestros Corazones Unidos
estarán contigo. Yo soy María, Madre de Gracia, Madre del Corazón Doloroso e
Inmaculado, la que te ama”.
La segunda etapa. Después de ese día, empecé a experimentar más visiones, más
mensajes que el Eterno Padre Yahvé me ha indicado que llame: “Últimos Llama-
dos de Amor y Conversión a la humanidad”, e incluso he llegado a compartir la
agonía de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, que sufren místi-
camente hoy por los pecados de la humanidad; en algunas de estas experiencias
que el Señor comparte con mi alma, me permite sentir su dolor, por tantas co-
sas que Él mismo va mostrando: aborto, infidelidad, el no amor, la violencia, la
destrucción de las familias, la desunión de los cristianos, sobre todo nuestra falta
de amor a Dios, el no reconocerlo como Nuestro Padre y Creador, y todas esas ex-
periencias me han ayudado a crecer, compartiendo los dolores de Jesús y María por
la humanidad.
El Señor me pidió revelar los llamados, cosa que hice primeramente en un pequeño
cenáculo de oración, se siguió y se sigue trabajando en el silencio y en anonimato
así como Nuestra Madre lo ha ido pidiendo, con prudencia pero con perseverancia.
En estos llamados, Jesús y María nos ayudan a caminar este nuevo éxodo, para salir
de nuestra esclavitud y caminar hacia ese Reino del Fiat Supremo, donde no tendre-
mos más división, y seremos un solo corazón, en el Doloroso e Inmaculado Corazón
de María, un solo Cenáculo de oración, de amor, en su Triunfo Final y en el Reino
Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús, Rey del Universo.
Nuestra Señora también nos da consejos para nuestra vida espiritual en nues-
tro Apostolado; a los hermanos que conforman un apostolado, la doctrina de
la Santa Iglesia los denomina: fieles de vida apostólica, es decir su vida es un
testimonio Evangélico y apostólico, por eso Jesús y María nos invitan a ese
apostolado, es decir a una vida de testimonio, de compromiso, de entrega.
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EXTRACTOS DE LOS LLAMADOS DE AMOR Y DE CONVERSIÓN:
15 de septiembre de 2014
Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
“Mis apóstoles llevan una vida de consagración”
Queridos hijos, mí corazón Doloroso e Inmaculado solo quiere que mis hijos vivan
una vida de consagración. Quiero que mis hijos vivan consagrados al Señor, amando
y sirviendo a sus hermanos. Mi Hijo y yo solo les pedimos una vida de consagración,
de oración, sacrificio y penitencia, y así preparar a la humanidad para el próximo
Retorno de mi Amado Hijo. †En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
15 de septiembre de 2014
Llamado de Amor y Conversión del Sagrado Corazón de Jesús
“Conozcan Mi Amor”
Hoy, guio mis pasos a la tierra para inundarla de amor, amor que está allí esperan-
do como fuente. Esta fuente de Amor espera que las almas acudan a beberla. En el
silencio de mi Sagrado Corazón aléjense del ruido del mundo; en la soledad de mi
Cruz, vivan en mi Divina Voluntad, vaciándose del pecado, mortificando sus sentidos
y orando se salvarán muchas almas. Mi Sagrado Corazón hoy desciende desde lo más
alto del cielo, a abrazar a cada alma y aliviar tanto dolor, conózcanme, porque no me
conocen y como no me conocen no me aman, adéntrense en las profundidades de
mi Amor Celestial. En los Rayos de mi Misericordia sean benditos. † En el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
12 de octubre de 2014
Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
“Soy Vuestra Madre”
Querido hijo, brote de Mis Purísimas Entrañas, hijo… hoy te digo Mi pequeño alum-
no; desde siglos muy atrás el Padre ha querido que la presencia de la Madre, de
Vuestra Madre, esté presente en Su Pueblo y como Madre les he ido guiando, edu-
cando, formando, cumpliendo misiones importantes en cada etapa de la vida de Mi
Iglesia, Mi Hija. Hijo mío, Yo he querido guiar a cada alma, Soy Madre y Soy Maestra.
En Fátima, se reveló el Gran Misterio de Mi Amor… Mi Corazón Doloroso e Inmacu-
lado, Yo permito enseñarles a mis hijos (se refiere a los tres pastorcitos de Fátima),
he querido propagar Mi Amor, que es la presencia de Mi Señor en Mí, Su Llama de
Amor Ardiente, la Llama, el Fuego que Mi Hijo ha deseado que arda en Su Pueblo,
(He venido a arrojar un Fuego sobre la Tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera
encendido! (San Lucas 12, 49-53)); La Llama que encenderá las almas de Amor por
Jesús. Hijo Mío, como ya te he dicho quiero que propagues la Devoción a Mi Corazón.
Yo me he mostrado a tu interior muchas veces y así mi niño como me has visto en
este Sagrada Imagen, reúno todos los Misterios de Mi Corazón, todas las Reliquias
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de Mi Amor, y todas las Advocaciones y Mensajes que el Padre os envía a través
de Mí, la Esclava del Señor; así como me ves, brote de mi alma, así Yo presento la
puerta de salvación al mundo, así Yo traigo una vez más reunidas todas Mis manifesta-
ciones, por eso te he llamado Apóstol de Mi Doloroso e Inmaculado Corazón, porque
te he confiado todos los deseos de Mi Alma, todos los Secretos de Mi Doloroso e
Inmaculado Corazón, todas las Lágrimas de Mi Dolor, ahora eres Apóstol y eres
Mi hijo porque te he dado todo lo que recibí del Padre (porque Yo les he dado las
palabras que me diste; y las recibieron, y entendieron que en verdad salí de Ti, y
creyeron que Tú me enviaste. ( San Juan 17, 8)). Al final vendrá un Gran Nuevo
Pentecostés será la Llama de Amor en cada alma, y al último tiempo Mi Doloroso
e Inmaculado Corazón Triunfará (Fátima 1917). Así serán un solo pueblo, una sola
Iglesia, un solo rebaño, pero ahora os digo, luchad por la unidad y la propagación
del Reino de Dios-Reino de María. Unidos hijos míos venceremos, unido Mi Corazón
en cada alma, vencerá. En esta Sagrada Imagen vengo a reunir todas Mis Gracias.
Amén. Yo te amo y te bendigo.
† En el Nombre del Padre, del Hijo del Espíritu Santo. Amén.
Oremos siempre juntos por la Iglesia, por nuestros pastores los sacerdotes,
por todas las almas consagradas y por todos nosotros bautizados para que
respondamos al llamado del Señor abriendo nuestro corazón, con fe, con
esperanza y caridad, y orando y testimoniando que Jesús y María viven,
Triunfan y Reinan en nuestros corazones.
Que los Sagrados Corazones Unidos de Jesús, María y José, Triunfen y Reinen en
nuestras vidas, en nuestra Iglesia, en nuestra sociedad, disipen todo mal y liberen
nuestras almas, para ser fieles servidores del Eterno Padre Yahvé, que nos creó por
amor, en su Infinita Misericordia. Amén.
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ÍNDICE
197
Sagrado Escapulario de los Sagrados Corazones de Jesús y de María – Rito para la imposición…………… 155
Sacramentales del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María……………………….
El Emblema del Apostolado…………………………………………………………………………………………………………………. 161
La Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María……………………………………………… 164
El Ícono de Dios Padre Tierno y Misericordioso……………………………………………………………………………………. 166
El Ícono de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María………………………………………………………….. 169
El Ícono de la Sagrada Familia………………………………………………………………………………………………………………. 171
El Ícono del Casto y Amante Corazón de San José………………………………………………………………………………… 173
El Estandarte de los Apóstoles de los Últimos Tiempos o del Ejercito Mariano……………………………………. 176
Estandarte de la Cruz Gloriosa, del Triunfo y del Reinado de los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María ..................................................................................... 177
El Escapulario de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María ................................................... 178
Aceite del Casto y Amante Corazón de San José – Preparación ............................................................... 183
El Aceite de Rosas, Miel bendecida y Agua de la Fuente de Gracia ......................................................... 187
Miel Bendita, Elementos y Preparación ................................................................................................... 190
Testimonio de Manuel de Jesús ............................................................................................................... 192
198
199
https://sagradoscorazonesunidos.org/
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